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La escasez, la nueva

realidad de las clínicas


en Venezuela
Las clínicas venezolanas no están pasando por sus mejores
momentos. La falta de insumos y materiales quirúrgicos ha afectado el
óptimo desempeño de estos centros, por lo que han teniendo que
buscar alternativas en sus servicios

El sistema de salud venezolano se encuentra actualmente en crisis. Ahora no son


solamente los centros públicos de atención médica los que vienen sufriendo el
desabastecimiento y la escasez de insumos, medicinas e implementos médico-
quirúrgicos; sino que los privados han comenzado a formar parte del grupo de
afectados por los problemas económicos actuales. A pesar de que no hay estadísticas
oficiales, la mayoría de los centros privados, sin importar su tamaño o relevancia, han
tenido una disminución considerable de la calidad de sus servicios.

Actualmente, gran cantidad de venezolanos se encuentran en una situación de


expectativa sobre el hecho de poder ser atendidos en las condiciones óptimas y con
todos los servicios que necesitan. A pesar de que la Constitución venezolana garantiza
el derecho a la salud en sus artículos 83, 84 y 85, los hospitales no cuentan con el
servicio necesario para atender la gran demanda de pacientes, por lo que las clínicas
han venido a formar un papel sustituto y necesario en el ámbito sanitario venezolano.

El servicio público de salud cuenta con alrededor de 46.000 camas, tal como declaró el
presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera; sin embargo, el
sector privado, que solamente posee aproximadamente 7.500, es el que ha tenido que
resolver la mayoría de los casos de emergencia y de atención. No obstante, la
presencia de escasez y la dificultad para conseguir los implementos y materiales, que
provienen la mayoría del extranjero, ha interferido en el correcto servicio de estos
recintos.

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Si bien el desabastecimiento que sufren las clínicas es algo que las ha llevado al
desmejoramiento de sus servicios, otras causas que han permitido que se llegue a este
tipo de situaciones son la Ley Orgánica para el Trabajo, la regulación de costos, el
aumento de la demanda de pacientes, las deudas que tiene el gobierno con estas y las
dificultades con las divisas para realizar las importaciones.

Por ahora, el presidente del Hospital de Clínicas Caracas, Amadeo Leyba Ferrer,
considera que el problema que sufren las clínicas es homogéneo. Esto se debe a que si
hay una situación de crisis en un sector, por ejemplo el de los alimentos, es común que
haya también en el sector médico o en el de vehículos. “El desabastecimiento abarcó
todas las áreas y sobre todo las que más dependen de compras en el exterior”.

¿La crisis afecta a todos?

A pesar de que en Venezuela las clínicas están clasificadas por categorías en tipo uno,
dos y tres; cada una tiene unas características específicas, una cantidad de pacientes
que recibe, así como determinados servicios que presta. Sin embargo, algo que tienen
casi todas en común es el camino hacia el déficit de la calidad que ofrecen, ya que el
acceso a los repuestos de los equipos médicos, así como los suministros que necesitan
para laborar son difíciles de adquirir.

De acuerdo con un informe presentado por la Asociación Venezolana de Distribuidores


de Equipos Médicos (AVEDEM) (publicado en el diario El Nacional) muchos niños que
nacieron con problemas de sordera no podrán curarse, ya que no hay implantes.
Asimismo, de 20 operaciones de angioplastias coronarias que se realizaban
mensualmente, pasaron a ser únicamente 5 por la falta de las herramientas necesarias.
Esta situación demuestra el problema que existe para conseguir los insumos y que
afecta tanto a grandes como a pequeñas clínicas en el país.

“El hecho de que seamos una clínica pequeña no quiere decir que la escasez no
repercute en nuestro funcionamiento. Ahorita una de las deficiencias que tenemos es
en uno de los equipos de laboratorio cuyas piezas no se consiguen. Esta situación
amerita que se tenga que comprar un equipo nuevo o quedarnos sin él, lo cual genera
un gasto mayor”, expresó Deus Moreno, doctora del Grupo Médico Las Acacias, ante el

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hecho de que no porque una clínica sea de segunda o tercera categoría no significa
que no se viese repercutida por la crisis hospitalaria.

No obstante, los centros de salud pequeños y medianos son los más perjudicados, ya
que como comentó el doctor Leyba, las clínicas grandes se comen a las pequeñas. ¨A
pesar de que nosotros gastamos más materiales, también compramos más”. Y es que
los grandes distribuidores prefieren venderles a los más importantes centros médicos,
ya que estos compran por bultos y pagan sin problema.

La mayoría de los productos y equipos que están ausentes en muchas clínicas incluyen
antibióticos, stents periféricos, baterías, válvulas cardíacas, material de urología,
sondas, medicinas en general, antiretrovirales, incluso, hasta lo más esencial como son
los guantes.

De veusnoticias.com
“Para el 26 de marzo del presente año,
de 239 elementos analizados, 194
estaban en falla absoluta y 45 en falla
crítica”, estableció el informe preparado
por la Asociación Venezolana de Clínicas
y Hospitales, que demuestra que gran
parte de los equipos para laborar presentan problemas, lo que ha llevado a la
suspensión de su uso y, por ende, al cese de un determinado servicio. Asimismo, el
doctor Leyba precisó que alrededor de 80% de los productos o repuestos empleados
en Clínicas Caracas son importados, lo que agrava la situación puesto que las
reparaciones son costosas y con demoras, lo que se traduce en mayor espera por parte
de los pacientes, sin garantías de que recibir un tratamiento completo y seguro.

Problemas con los distribuidores

El día 14 de febrero de 2014 el Banco Central de Venezuela adjudicó 14,59 millones de


dólares a 61 personas jurídicas para la importación en el sector de aparatos e
instrumentos médicos, odontológicos y de óptica. Esta cantidad de dinero sería
destinada a los distintos distribuidores e importadores para que pudiesen encargar los

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principales insumos. Sin embargo, esta situación no se dio tal como se esperaba, ya
que muchos todavía tienen retrasos en la liquidación de las divisas.

“A las clínicas nunca les habían asignado divisas preferenciales, se las asignan a los
distribuidores o a los laboratorios y ellos nos venden a nosotros”, comentó el doctor
Leyba, el cual recalcó que sin las divisas no se han podido traer insumos o
medicamentos, ya que la situación se ha tornado difícil en cuanto a importar.

Cuando algunos distribuidores logran obtener las mercancías, prefieren venderlas


directamente a los grandes centros médicos, especialmente a los de la capital
venezolana, ya que tienen garantía de compra y a altos precios. No obstante, como
comentó la doctora Moreno, otros prefieren quedar bien con cada uno de los clientes
que posean, por lo que reparten equitativamente los materiales entre los interesados
para así satisfacerlos a todos. “Por ejemplo, si hay una demanda de 300 ó 400 insumos
y únicamente llegaron 50 al país. ¿Qué hacen ellos para no perder a los clientes? Dar 5
productos a cada uno. Entonces, de trabajar con 50 materiales e implementos en una
determinada área anteriormente, ahora sólo dispones de 5. Esto es insuficiente para
prestar un óptimo servicio, por lo que hay que remitir a pacientes a otros lugares, y
eso le puede pasar a cualquier institución”.

La cuestión con los distribuidores es de relevancia para el buen funcionamiento de las


clínicas. El cambio constate en los precios de los productos que se ofertan y las tasas
de cambio en dólares para el pago de los mismos hacen que los costos de estos
centros médicos se eleven y el servicio prestado disminuya su calidad.

Meudys Gil, trabajadora del departamento de materiales de la clínica Las Acacias,


comentó que generalmente ella se ocupa de enviarle al proveedor una lista con todo
lo que en un determinado momento se necesita, y, luego, es la empresa de
distribución la que se encarga de decirle si hay o no disponibilidad y cuánto cuestan.
“Por ejemplo, el kit para laboratorios lo adquirimos en 300Bs. hace unos meses y ahora
está en más de 1000”, ilustró Gil, quien, además, dijo que en la parte de materiales hay
tanta escasez que ni se pueden arreglar las máquinas, lo cual desmejora en gran parte
el servicio prestado.

De noticierovenevisión.net/ Cristiano García hablando sobre la crisis de las clínicas

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Asimismo, Cristino García, director de
la Asociación Venezolana de Clínicas y
Hospitales, comentó en una entrevista
para El Nacional que los proveedores no han recibido dólares para importar y más bien
el gobierno tiene deudas con ellos. ¨A los distribuidores de insumos y de equipos, el
gobierno les debe alrededor de 1,2 millardos de dólares; y a los que traen fármacos,
cerca de 3 millardos de dólares¨.

Reparaciones en la mira

El desabastecimiento ha llegado a sectores en las clínicas que no sólo abarcan


medicinas e insumos, también, los repuestos juegan un determinado papel, puesto
que la falta de colchones para camas, de bombillos para instrumentos
otorrinolaringológicos, de baterías para equipos de rayos x portátiles, de materiales
para arreglar los equipos de radioterapia son servicios esenciales en cualquier centro
médico. No obstante, es importante acotar que los pocos que se encuentran están a
precios elevados en comparación en cómo se adquirían con anterioridad.

Alberto Rodríguez, técnico de máquinas de laboratorio y de equipos médicos, comentó


que los bombillos de los aparatos que emplean los otorrinos costaban hace dos años
entre 200 y 300 Bs. cada uno. Ahora, sólo el genérico está en 950Bs. y el original no
baja de 1400Bs. “Así no se puede trabajar. Me cuesta mucho conseguir los repuestos y
a tan altos precios. Lo ideal es que me los consigan los distribuidores, pero ellos cobran
al precio que está en el mercado y a veces sale mucho más caro”, comentó Rodríguez,
quien además indicó que le toma semanas, meses e, incluso, años para conseguir una
simple pieza.

De runrun.es/ Dr. Amadeo Leyba


Pero la situación va muy similar en casi todos los centros de salud privados. El doctor
Leyba dijo que en Clínicas Caracas tuvieron que cerrar cuartos completos porque unas
camas tenían desajustes que ameritaban una sencilla reparación. No obstante, para
poder realizarlas, la inversión de tiempo y dinero era muy alta. “Por lo general las
reparaciones se pagan en bolívares, pero ellos (los distribuidores) te ajustan los precios
de dólares a bolívares a tasas del mercado, muchas veces muy altas. Lo pagamos
porque tenemos la necesidad”. En este aspecto, coincide con Rodríguez, ya que hay

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reparaciones que son de emergencia, como las de las máquinas de anestesia, y los
repuestos solamente los traen particulares que cobran el precio que quieren.

Asimismo, Leyba comentó que el problema para conseguir un repuesto es tan


complicado que hace meses tuvieron un problema con las tarjetas que hacen
funcionar máquinas de radioterapia. Con un apagón que hubo, se dañaron y tuvieron
que dejar de prestar ese servicio por una semana. También, para conseguir las tarjetas
nuevas tuvieron que comprarlas afuera a dólar paralelo que, para él, era la única
alternativa que les quedaba.

Tomando medidas

La situación de escasez de insumos que padecen algunas clínicas aunado a los altos
costos que estas deben pagar para obtenerlos las ha llevado a tomar decisiones y
cambiar o cancelar el préstamo de determinados servicios. Incluso, algunas no sólo se
limitaron a eso, sino que pospusieron cirugías para asegurar inventario y hasta han
desmejorado la calidad de las comidas que ofrecen a sus pacientes.

El señor Alberto Rodríguez es uno de


los que ha empezado con el sistema de
recortes en el presupuesto con el que
cuenta para pagar las importaciones y
a los distribuidores. “Hemos hechos
ciertos recortes. Antiguamente yo
compraba 10 repuestos de tal
implemento, ahora sólo 3. Esto influye
en todo¨, acotó el técnico quien dice que ahora tiene que esperar a que le aparten
mercancía para poder comprar, lo cual retrasa las reparaciones o ajustes que se
necesiten afectando a su vez a los pacientes que deben pagar las consecuencias. ¨Yo
presto servicio por mi cuenta a varias clínicas y cuando me mandan a reparar camas es
tan complicado conseguir las piecitas que simplemente digo que las cambien con las
de preanestecia. Son cosas totalmente distintas, pero un paciente en postoperatorio
es más delicado y necesita otro tipo de cama donde descansar¨.

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En otra entrevista para El Nacional, Cristino García señaló que hay inventarios críticos y
que para poder optimizarlos, 80% de las cirugías electivas se suspenderían en las
clínicas para poder otorgar el material restante a las emergencias. Por el contrario,
Leyba indicó que en el Hospital de Clínicas Caracas no se ha llegado a esos extremos;
sin embargo, en pequeños centros es muy común por el poco inventario que poseen.

Las principales cirugías a posponerse serían las electivas o las cirugías plásticas. Esto
fue lo que recomendó el gremio de clínicas en Venezuela, ya que es indispensable
atender primero una emergencia. No obstante, García dijo que eso dependería de la
situación en que se encuentre cada centro médico.

A pesar de que el gobierno nacional asegura haber liquidado completamente a los


distribuidores del sector salud, el problema todavía continúa. De acuerdo con García,
el Ejecutivo crearía un ente para importar fármacos e implementos del sector salud
directamente, pero, como él recalca, esto solo es una idea ya que, por ahora, la
escasez sigue reinando en la mayoría de los centros médicos venezolanos, por lo cual,
si no se toma una solución rápido, se puede agravar la salud de miles de pacientes.

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