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Crisis en la salud por la


falta de insumos y
equipamiento médico
Más allá de la aprobación, o no, de las SIRA, con
el paso de los meses se agudizaron los
problemas para la compra de productos en el
exterior que no se producen en la Argentina; las
sociedades científicas alertan que, como
consecuencia, hay un grave impacto en la salud
de la población
2 de noviembre de 2023 • 10:41

Gabriela Origlia
PARA LA NACION

La falta de insumos importados genera graves


consecuencias para la salud
Tyler Olson - Shutterstock

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CÓRDOBA.- Después de la devaluación


posterior a las PASO se agudizó la escasez
de insumos y equipamiento médicos que
ya venía registrando el sector salud. Las
advertencias de los actores involucrados -sea
de importadores como de asociaciones
médicas- se multiplicaron, pero hasta ahora no
hay una solución. Por la diversidad de
posiciones arancelarias, no hay una
cuantificación de cuánto importa el
segmento, pero los expertos coinciden en que
es una “suma marginal” en relación a lo
que requiere la producción. Más allá de lo
económico, lo que está en juego es la
salud de la población y hasta la vida de
muchos pacientes. El martes, según las
cámaras, el Gobierno aseguró que están
“garantizados” US$100 millones
disponibles para pagar deudas.

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Distintas fuentes consultadas por LA


NACION coincidieron en que los insumos y
equipamiento faltan no sólo porque hay
demoras en la autorización de los
permisos de importaciones (SIRA) sino
porque está cortada la cadena de pagos
internacional. “Los proveedores no
quieren vender sino que están los
dólares para cobrar”, resumen. No hay
judicialización del tema por parte de las
empresas.

En medio de las negociaciones con el


Gobierno, los referentes de las cámaras
prefieren las conversaciones en off para
describir la situación que atraviesan.
Explicaron a este diario que las SIRAs
aprobadas salen a 120 días, un plazo que
la mayoría de los proveedores no acepta.
Entonces, la alternativa es pagar en
dólar CCL con el costo extra que eso
implica.

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Por ejemplo, seis de las sociedades


científicas vinculadas a cardiología
manifestaron su “preocupación” por la
“disminución” en la disponibilidad de
“contraste”, un insumo clave para la
realización de estudios e intervenciones de esta
disciplina y de la neurología.

“El material de contraste es un insumo


imprescindible para hacer cateterismos
cardíacos o cateterismos vasculares para
estudios cerebrales, es decir, es un material
muy importante en el uso cotidiano en la
cardiología y en la neurología”, indicó a Télam
Ana María Salvati, presidenta de la
Fundación Cardiológica Argentina, quien
detalló que ese material se emplea para
“muchos estudios programados para ver las
arterias o las venas, pero también es
fundamental, por ejemplo, en el momento en
que un paciente ingresa con un infarto para
poder hacer el cateterismo y la angioplastia”.

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El 26 de octubre, varias cámaras enviaron una


nota al secretario de Comercio Interior,
Matías Tombolini, en la que indicaron:
“Observamos con preocupación que desde la
semana pasada, están registrándose las
siguientes incidencias que imposibilitan el
pago de importaciones a proveedores del
exterior advirtiendo que desde hacía una
semana se registraban “inconsistencias” en las
tramitaciones de las SIRA, un
“comportamiento errático del servicio de AFIP
CCUCE Entidad Financiera -con varios días sin
funcionar-, por lo cual los bancos no pueden
procesar operaciones de pagos al exterior que
requieren validación de la Cuenta Única de
Comercio Exterior (CCUCE), por no estar
operativo el sitio de AFIP” y un “error que
impide ingresar al Sistema Informático de
Trámites Aduaneros (SITA) de AFIP”.

En esa línea, señalaron que los asociados


“continúan sin poder pagar sus importaciones
de productos médicos, reactivos de diagnóstico
e insumos para la fabricación local de los
mismos”. En esa nota, subrayan, sus
importaciones representan “menos de
2%” del total país, pero que el “impacto por
la escasez de este tipo de productos será
importante, ya que afectará gravemente
a los pacientes”.

Firmaron el texto representantes de las


cámaras Argentina de insumos, implantables y
equipamiento médico; de Medicina
Oftalmológica; de la Industria Traumatológica;
de la de productores de equipos electro
médicos; de la de Fabricantes de Implantes
Médicos, de la de Reactivos para Diagnóstico;
de la de Fabricantes y Comerciantes de
Ortopedia y Rehabilitación; de la de Industrias
de la Salud de la provincia de Córdoba y de la
Unión Argentina de Proveedores del Estado
(UAPE– UAPE RED).

El martes pasado fueron algunos de los que se


reunieron con Tombolini, quien les
manifestó que para el Estado la “salud es
clave”. En ese encuentro hubo sociedades
médicas que plantearon su preocupación por la
falta de disponibilidad de insumos críticos y
los proveedores insistieron en que “la
principal problemática actualmente son
las dificultades para acceder al MULC
para poder cumplir con las obligaciones
preacordadas con proveedores del
exterior, lo que impacta en la disponibilidad
de productos”.

“El secretario informó que, como primer paso,


está garantizada la disponibilidad de
US$100 millones para el pago de deuda
vencida priorizando a pymes -contó a este
diario uno de los presentes por las cámaras-.
De nuestra parte, esperamos que se garantice
la continuidad de este tipo de medidas para
poder regularizar los pagos a proveedores y
como consecuencia el normal abastecimiento”.
Se acordó generar una mesa de trabajo.

Según datos oficiales, en los primeros nueve


meses del año se aprobó el 100% de las
SIRA solicitados por 712 empresas de
ese sector: US$3.903 millones, 25% más
en la comparación interanual. Esa cifra es
el 6,5% de los US$58.156 millones importados
por el país entre enero y setiembre según
Indec. Nada dijeron sobre la
disponibilidad de dólares para pagar.

Desde un pull de compradores de unas 30


instituciones de salud de primera línea
plantearon que la situación está “casi al límite”
porque los proveedores les dicen que “se están
acabando los stocks y desde mayo no acceden a
dólares oficiales por lo que los precios están a
CCL para casi todo lo importado”.

De un relevamiento realizado por el grupo en


los últimos días surge que hay falta de
contrastes para imágenes, algunos
reactivos de laboratorio, algunos
insumos para hemoterapia y albúmina
además de algunos descartables para cirugía, y
agujas especiales. Las clínicas y sanatorios más
grandes reconocen, que con todo, están
“mejor” que las más chicas.

Las fuentes oficiales aseguraron que entre las


empresas a las que se les autorizó las SIRA
figuran laboratorios, fabricantes de principios
activos, de insumos hospitalarios y de
equipamientos. Setiembre, dijeron, fue el
mes con “más autorizaciones”, US$581,5
millones “sólo en medicamentos y
afines”, 47,2% más que el promedio mensual
de enero a agosto. Siempre según los datos del
Gobierno, 326 compañías recibieron
aprobaciones por el 40% más que en igual
período del 2022.

Desde la Cámara de Importadores de la


Argentina, detallaron que vienen trabajando
con los clusters de salud junto a los ministerios
de Economía y de Salud y con la Mesa
Sanitaria de Aduana para resolver urgencias.
Pero añaden que “más” que las SIRA les
“preocupa de sobremanera” la situación
de los pagos internacionales. “Hay que
empezar a cumplir con los compromisos
asumidos porque los proveedores del
exterior están con dificultades para
establecer negocios con normalidad con
la Argentina; hay que poner en perspectiva
el esquema porque vemos que hay cierta
dificultad para el abastecimiento en todos los
sectores de la economía”, sintetizaron.

Excepcionalidad
En el caso de los insumos de salud, la vía de
la excepción se ha convertido en casi
una regla, según indican varios referentes del
sector. Aunque la autorización de
importaciones la realizan AFIP, Aduana y la
Secretaría de Comercio, acuden al Ministerio
de Salud para acelerar los tiempos.

También la Aduana tiene un mecanismo de


intervención especial para estos casos. Por
ejemplo, a veces quedan “trabados” insumos
que deben entrar en un plazo máximo de 72 o
96 horas por los tiempos de garantía de los
proveedores. Estos esquemas son calificados
por un empresario como “válvulas de
escape, son excepción, no la regla con la que
deberíamos funcionar”.

Hace unos días se hizo público que había


6.000 personas en lista de espera para
audífonos. Horacio Cristani, director de la
Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos,
explicó a este diario que, después de que se
conociera el dato, “hubo algunos progresos
pero los importadores mantienen la queja de
que no pueden liquidar los pagos, con lo que
sigue el riesgo de no poder contar con lo que se
necesita”.

Hugo Magonza, director general del Cemic y


miembro del Consejo de Administración de la
Unión Argentina de Salud (UAS), confirma que
hay “problemas” de abastecimiento sea de
insumos como de recursos tecnológicos
necesarios para el mantenimiento de equipos.
Agregó que, al tener que acceder a buena
parte de lo que requieren a precios del
dólar CCL, los costos crecen en un
contexto en el que los pagos que reciben
están “congelados”.

Para graficar los problemas que atraviesan los


prestadores, aporta un cálculo realizado por la
institución desde 2019 a setiembre último. En
ese período el costo de la salud creció 1.161%
frente a 1.019% del dólar blue, 876% de los
medicamentos, 813% del IPC, 673% del Plan
Médico Obligatorio (PMO), 670% del salario
de una enfermera, 584% del dólar oficial, 574%
las cuotas de las prepagas y 546% las
prestaciones.

Gustavo Luraschi, titular de la Cámara


Argentina de Distribuidores e Importadores de
Productos Médicos y Ortopedia (CADIPO),
reiteró que las SIRA salen a 120 días y no
siempre los proveedores están dispuestos a
esperar. El otro punto es la “incertidumbre de
a cuanto vender, cuánto valdrá el dólar
entonces”. Por eso, se extiende el uso del CCL.

Entre el MULC y el CCL


Los entendidos distinguen entre insumos
médicos y medicamentos y productos
farmacéuticos, que son un “universo
aparte”. De todos modos, desde la Cámara
Industrial de Laboratorios
Farmacéuticos Argentinos (Cilfa),
sostienen que “comparten la problemática
que tiene toda la economía” y definen a la
situación como “compleja y cambiante; sin una
respuesta concluyente”.

Hay laboratorios farmacéuticos que precisan


que la aprobación de las SIRA, está
“regularizada”, que no hay demoras en la
aprobación pero coinciden con las empresas de
insumos médicos en que “lo más crítico”
para por los pagos de las importaciones.
Aunque los medicamentos tienen plazo de 60
días, ese período “no se cumple” porque “se
reprograman” o porque las SIRAS salen sin
fecha de pago.

Hay consenso entre las fuentes tanto de


laboratorios farmaceúticos como de empresas
relacionadas a insumos y equipamiento en que
el sistema de las SIRA, que nació hace un año,
no logró dar certidumbre, pero enfatizan que
en la coyuntura la mayor preocupación es la
imposibilidad de acceder a dólares
oficiales.

LA NACION accedió a documentación que los


proveedores envían a las empresas y que
respalda los dichos de las fuentes. Por ejemplo,
una compañía de tecnología médica, describe
las diferentes medidas tomadas por las
autoridades del país, señala que “han alterado
en forma sustancial las circunstancias
existentes al momento de contratar” y agrega
que tienen “impacto directo en nuestra
posibilidad de obtener insumos de
nuestros proveedores del exterior
(principalmente, de nuestra casa
matriz)”.

Añade que para “poder continuar” con el


suministro de los insumos, debe realizar una
serie de “ajustes de precios” que detalla y que
alcanzan a octubre, noviembre y diciembre. La
“decisión se basa en la necesidad imperiosa de
llevar nuestra lista de precios al tipo de
cambio ROFEX futuro, que es el
mecanismo que entendemos que nos
permitirá continuar con el giro normal
de nuestro negocio y para no seguir
generando una deuda en el exterior que
sabemos que nos será muy difícil de saldar en
el futuro, con un tipo de cambio incierto”,
advierte.

Con fecha del 4 de octubre, otra empresa del


rubro equipamiento médico (no encuadrado en
“excepciones de material médico”)- les
comunicó a sus clientes que han “agotado
todos los canales posibles de comunicación y
reclamos antes las autoridades competentes
para poder destrabar la mercadería sin éxito
hasta el momento” y que, en ese marco, se ven
“forzados” a resolver que para la venta de
insumos y partes “solo se reciben órdenes
de compra en dólares”.

Para productos con stock disponible en plaza la


“única condición de pago aceptada por
la empresa es pago anticipado, mediante
transferencia bancaria y/o cheque electrónico
al día” dentro de las 48 horas de emitida la
factura. El plazo de entrega es de 72 horas
hábiles posteriores a la acreditación en cuenta
del pago. En el caso de productos sin stock
disponible, el plazo de entrega y facturación de
mercadería están sujetos “a la aprobación de
SIRA”. También aclara que se cancelan todas
las órdenes de compra recibidas que no estén
en dólares y/o no cumplan con las condiciones
de pago comunicadas.

Por Gabriela Origlia

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