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Introducción

Hispania fue ocupada por los musulmanes tras acabar con la monarquía visigoda en el 711. La
Cordillera Cantábrica quedó al margen del dominio musulmán siendo escenario del nacimiento de los
núcleos cristianos los cuales llevaran a cabo una gran expansión territorial en Plena Edad Media en
detrimento del poder musulmán. El fin de la expansión de Castilla y Aragón (s.XIII) significó el
fortalecimiento de la monarquía.

Desarrollo
1. Núcleos cristianos: nacimiento, expansión y repoblación

La resistencia al avance musulmán se concentró en la franja cantábrica y los Pirineos, lugar donde se
formaron los embriones de los futuros reinos cristianos: foco asturiano, núcleo pamplonés, núcleo
aragonés y núcleo catalán.

La decadencia del poder almorávide supuso una conquista rápida de los territorios entre el Duero y
los Montes de Toledo y el valle del Ebro (concejos con carta puebla) y además se completó el
dominio de la cuenca del Tajo. Ya en 1212, tras la batalla de las Navas de Tolosa, se consiguen los
territorios del valle del Guadiana y zonas de Murcia, los cuales fueron entregados a las Órdenes
Militares (encomiendas). Tras la toma de Jaén y Sevilla se incorporaron las tierras de la Baja
Andalucía (repartimientos). Por tu parte, la Corona de Aragón se centró en el Mediterráneo. Así, ya
en el siglo XV, los reinos existentes en la península era: Portugal, Corona de Castilla, Corona de
Aragón, Navarra y el reino nazarí de Granada.

2. Corona de Castilla

Evolución política: La Corona de Castilla se formó en época de Fernando III con la unión de los reinos
de Castilla y León (1230). Desde los últimos años del s.XIII y hasta el inicio del reinado de los Reyes
Católicos (1472) se vio afectada por una lucha continua entre el rey y los nobles tal y como refleja la
primera guerra civil castellana (Pedro I y Enrique II) la cual supuso la llegada de los Trastámara a la
Corona, o el caso de Enrique IV que consigue vencer a la nobleza y cuya muerte desencadena la
batalla de Toro cuyo Tratado de paz (Alcacovas) reconoció a Isabel la Católica como reina de Castilla.

En la segunda mitad del XV los reyes consiguieron incrementar su poder gracias a la recuperación del
Derecho Romano (Partidas de Alfonso X y Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI) el cual convertía al
rey de antiguo señor de vasallos en soberano de súbditos.

Política exterior: el objetivo de Castilla fue el comercio marítimo con el norte de África y con la
Europa atlántica. Además participó en la Guerra de los Cien Años.

Política interior: el rey era asistido por una serie de instituciones centrales tales como: Consejo Real
(función consultiva), Cortes (aprobación de impuestos y juramento del heredero), Real Hacienda
(administrar la economía del reino) y Audiencia o Tribunal Superior (órgano supremo de Justicia), por
eso hablamos de monarquía autoritaria. En la administración local el gobierno de los concejos recaía
en los regidores y el control real sobre el municipio culminó con la creación del corregidor.

Economía: el factor de desarrollo económico fue la ganadería ovina de raza merina. Para su control
se creó por parte de Alfonso X el Honrado Concejo de la Mesta (1273) ( organizar trashumancia y
conseguir cañadas).La mayor parte de su producción lanera se destinaba a la industria de paños de
Inglaterra y Flandes.

Sociedad: sociedad feudal articulada en tres estamentos: nobleza (alta y pequeña nobleza) y clero y
el estado llano (campesinos y burguesía). Cabe destacar la minoría de judíos y mudéjares.
3. Corona de Aragón
Evolución política: La Corona de Aragón se formó a raíz del matrimonio de Petronila (Aragón) con el
conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1137. Dicha Corona sería una confederación de reinos
(Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña) pues cada uno conservó sus leyes (fueros) e instituciones y
solo compartían la figura del rey. Además se trataba de una monarquía pactista pues el poder del rey
era débil y debía pactar con la nobleza, representantes de las ciudades y la Iglesia.
La crisis sucesoria por la muerte de Martín I se solucionó mediante el Compromiso de Caspe por el
cual Fernando de Antequera (dinastía Trastámara) obtuvo la corona. Las luchas entre los grupos
sociales urbanos y rurales acabarían con la subida al trono de Fernando el Católico.
Política exterior: se orientó hacia el Mediterráneo para conseguir enclaves estratégicos para
defender las rutas comerciales (Sicilia, Cerdeña, etc).
Política interior: Al frente de cada reino había un virrey. El rey era asistido por una serie de
instituciones tales como: Consejo Real (uno en cada reino, aconsejaba al rey), Cortes (una en cada
reino, aprobaba impuestos y controlaba al rey), Audiencia (administraba justicia) y Justicia de Aragón
(defendía los fueros de Aragón y juzgada las disputas entre los nobles y el rey). En la administración
local el órgano de poder de las ciudades era el municipio mediante dos modelos: el aragonés
gobernado por un alcalde y el catalán gobernado por unos magistrados controlados por el Consejo
de Ciento.
Economía: la base de la economía fue la agricultura (secano y regadío) y la actividad artesanal, ambas
estimuladas por el comercio marítimo en el Mediterráneo. Para defender los intereses de los
comerciantes de la Corona se crearon los Consulados del Mar.
Sociedad: su organización era similar a la castellana (feudalismo más arraigado) con la única
diferencia de que la oligarquía urbana en Cataluña y Valencia la componía los grandes comerciantes y
fabricantes.

4. Crisis del siglo XIV

El s. XIV se nos presenta como una época de crisis debido a los efectos combinados de los problemas
climáticos (malas cosechas, hambrunas), epidemias (Peste Negra 1348) y las guerras internas. Las
repercusiones económicas de la crisis tuvieron como consecuencia levantamientos sociales,
antiseñorales y luchas entre nobles. Ente los conflictos antiseñoriales destacan en Castilla el de los
Irmandiños y en Aragón el de los Payeses de Remensa. Entre los conflictos sociales en las ciudades
ponemos de ejemplo la Busca y la Biga en Cataluña, y entre las luchas entre nobles la Guerra Civil
castelllana (nombrada anteriormente). Otro conflicto social agudizado por la crisis fue la persecución
de los judíos.

Conclusión
A modo de conclusión podemos decir que durante el período estudiado asistimos a la consolidación
de Castilla y Aragón como reinos cuya personalidad jurídica definirá la futura Monarquía Hispánica
con vínculo común en el rey pero conservando cada uno sus propios intereses y personalidad
política, económica y de expansión dando lugar a dos modelos diferenciados: centralista en Castilla y
pactista en Aragón.

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