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revista de

responsabilidad civil
y seguros
Publicación mensual de doctrina, jurisprudencia y legislación

Director
Atilio Aníbal Alterini
Subdirector
Miguel Federico De Lorenzo

Año X - N° 8 - agosto de 2008

LA LEY
Consejo asesor y de referato

Prof. Roberto M. López Cabana (Universidad de Buenos Aires)


(1945-2000)
Prof. Graciela Messina de Estrella Gutiérrez (Universidad Nacional de Mar del Plata)
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Asesor del área de seguros

Prof. Rubén S. Stiglitz (Universidad de Buenos Aires)

Corresponsales extranjeros

Brasil: Prof. Cláudia Lima Marques (Universidade Federal do Rio Grande do Sul)
Uruguay: Prof. Gustavo Ordoqui Castilla (Universidad Católica del Uruguay)
Paraguay: Prof. Ramón Silva Alonso (Universidad Nacional de Asunción)
Chile: Prof. Claudia Schmidt Hott (Universidad de Chile)
Perú: Prof. Elvira Martínez Coco (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Colombia: Prof. Javier Tamayo Jaramillo (Universidad del Externado)
Venezuela: Prof. José Melich Orsini (Universidad Central de Venezuela)
Costa Rica: Prof. Víctor Pérez Vargas (Universidad de Costa Rica)
Estados Unidos de América: Prof. Alejandro M. Garro (Columbia University)
España: Prof. Mariano Yzquierdo Tolsada (Universidad Complutense de Madrid)
Francia: Prof. Christian Larroumet (Université de Panthéon-Assas Paris II)
Italia: Prof. C. Massimo Bianca (Università di Roma)
Portugal: Prof. António Pinto Monteiro (Universidade de Coimbra)
Alemania: Prof. Wilfried Schlüter (Münster Universität)
Suiza: Prof. Pierre Widmer (Schweizerisches Institut für Rechtsvergleichung)

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La Ley Sociedad Anónima


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sumario
Pág.

DOCTRINA ESENCIAL
El Avant-Projet Catala y a la nueva responsabilidad civil en el Derecho Francés
Por ALFREDO FERRANTE 3

La indemnización de daños personales del “ama de casa”


Por CARLOS A. PARELLADA 20

Los llamados “daños punitivos” en la reforma a la ley 24.240


Por BENJAMIN MOISA 31

DERECHO PRACTICO
■ COMENTARIOS JURISPRUDENCIALES

El consentimiento informado en el marco de la alianza terapéutica


Por MARCELO HERSALIS 43

La bifrontalidad del daño ambiental en la práctica


Por MARIANA CATALANO 52

Libertad de prensa y honor de las personas


Por ALEJANDRO DALMACIO ANDRADA 61

■ JURISPRUDENCIA

BANCO

Incumplimiento del cliente de una comunicación del BCRA — Frustración de una operación
de transferencia de fondos al exterior — Responsabilidad del Banco por la omisión del deber
de información (CNCom.) 106

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Operación quirúrgica programada en la que el médico realiza una práctica no informada al


paciente — Extirpación de órganos — Responsabilidad del médico (SC Mendoza). Con nota
de MARCELO HERSALIS 43

CONTRATO DE LEASING

Limitación de la responsabilidad objetiva emergente del art. 1113 del CC al tomador de la


cosa dada en leasing — Irrectroactividad de la ley — Uso y goce del bien — Improcedencia de
la demanda contra el BCRA (CNCiv.) 73

LIBERTAD DE EXPRESION

Responsabilidad del medio periodístico por la publicación de una nota relativa al funciona-
miento de una dependencia pública — Aplicación de los estándares “Campillay” y de la “real
malicia” (CS). Con nota de ALEJANDRO DALMACIO ANDRADA 61

I
RESPONSABILIDAD DEL ESTABLECIMIENTO EDUCATIVO

Lesiones sufridas por una menor al caerse sobre otra cuando se deslizaban en un tobogán
durante un evento deportivo realizado en otra institución — Previsibilidad de la conducta de
las alumnas — Carácter oneroso y contractual de la relación habida entre el educando -o sus
progenitores o representantes- y quien imparte la educación (CNCiv.) 79

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO

Procedencia de la acción de daños ante el incendio ocurrido en un calabozo que provocó


quemaduras a un menor que se encontraba demorado — Inexistencia de prueba que acre-
dite la autoría del siniestro (CCiv., Neuquén) 117

Alumno de un establecimiento público que perdió la visión de un ojo cuando fue impactado
con la carpeta lanzada por otro compañero — Falta de autoridad presente en el aula cuando
ocurrió el hecho — Procedencia (CCiv. y Com., Lomas de Zamora) 109

RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS DE PRENSA

Declaraciones realizadas en un medio de prensa con entidad suficiente para transmitir sos-
pecha sobre la actuación que la actora pudo haber tenido en la muerte violenta de un familiar
— Obligación de resarcir los daños causados (CNCiv.) 91

RESPONSABILIDAD DEL MEDICO

Atención negligente en la guardia médica a una paciente que días antes había sido operada
de peritonitis — El peritaje como una “probatio probatissima” (CNCom.) 99

RESPONSABILIDAD POR CONTAMINACION AMBIENTAL

Daño ambiental producido por las empresas petroleras en la explotación de la cuenca hidro-
carburífera neuquina — Existencia de acción de recomposición del daño ambiental colectivo
en instancia originaria ante la CS — Imposibilidad de iniciar un nuevo proceso — Interven-
ción como tercero interesado — Aplicación art. 30 ley 25.675 — Bifrontalidad del daño am-
biental (CCiv., Neuquén). Con nota de MARIANA CATALANO 51

Daños ocasionados por la contaminación ambiental que produce una acopiadora de cereales
y oleaginosas ante la emisión de polvillo alerginoso y ruidos insostenibles que provocaron las
dolencias alérgicas y trastornos psíquicos al reclamante — Riesgo o Vicio de la cosa — Proceden-
cia (CCiv. y Com., Bell Ville) 116

SEGURO

Incumplimiento de la compañía aseguradora de abonar una póliza por incendio ocurrido


en un inmueble ante la denuncia del siniestro efectuada por el asegurado imputándole
que el mismo había sido intencional — Denuncia calumniosa de la aseguradora en sede
penal (CNCom.) 92

VALUACION DEL DAÑO

Inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la ley 12.774 -que establece la consolidación de la


deuda pública- a las sumas reconocidas en concepto de valor vida a los hijos menores de edad
de un paciente que falleció en un hospital municipal — Imposibilidad de dilatar el pago de
las sumas necesarias para la subsistencia (CCiv. y Com., Morón) 110

II
INDICE DE AUTORES (*)

A BULLARD G., ALFREDO

AGOGLIA, MARIA M. La lotería de Babilonia. La causalidad adecuada y


la causalidad probabilística, Nº 7/2008, p. 3.
Responsabilidad del organizador de viajes combi-
nados y de la agencia de turismo intermediaria,
Nº 3/2008, p. 21. C

El daño injusto en el deber de responder por acto CALVO COSTA, CARLOS A.


lícito, Nº 6/2008, p. 41.
Infecciones intrahospitalarias: ¿Responsabilidad
ALPA, GUIDO objetiva o responsabilidad subjetiva?, Nº 5/2008,
p. 61
El derecho de los consumidores: un laboratorio
para los juristas, Nº 4/2008, 1. CATALANO, MARIANA

ALTERINI, ATILIO ANIBAL Sobre el reparto de cargas en materia de salud pú-


blica, Nº 4/2008, p. 42.
Los pilares del contrato moderno, Nº 5/2008,
p. 3. La bifrontalidad del daño ambiental en la práctica,
Nº 8/2008, p. 52
ANDRADA, A LEJANDRO DALMACIO

Libertad de prensa y honor de las personas, Nº 8/ CHOMER, HECTOR OSVALDO


2008, p. 61.
La tarjeta de crédito y el derecho del consumidor,
Nº 2/2008, 1.
B

CONDE, CANDIDO - TOURON, PUMPIDO


BELLO JANEIRO, D OMINGO
La relevancia de la persecución del fraude econó-
La normativa de los transgénicos en Europa, mico, Nº6/2008, p. 3.
Nº 1/2008, p. 101.

BENITEZ CAORSI, JUAN J. CORREA, JOSE LUIS

La resolución parcial del contrato, Nº 5/2008, p. 133 Responsabilidad del concesionario por omiasión de
control, Nº 3/2008, p. 61.
BILOTTA, FRANCESCO

El daño a la persona en el derecho peruano. “Daño


al bienestar”, “daño al proyecto de vida” y daño D
existencial: Una lectura comparada, Nº 2/2008, 87.

BORETTO, MAURICIO DE CUNTO, ALDO LUIS

Estado actual de la responsabilidad civil en los ac- La responsabilidad extracontractual por lesión al
cidentes de tránsito, Nº 7/2008, p. 34. crédito, Nº 3/2008, p. 35.

(*) Comprende lo publicado en las revistas 1 a 8 de 2008.

III
F LOPEZ HERRERA, E DGARDO

La prescripción de la acción de daños, Nº 1/2008,


FACCO, JAVIER HUMBERTO p. 1.

Responsabilidad precontractual, Nº6/2008, p. 26. M

FERRANTE, A LFREDO MALUMIAN, NICOLAS

El Avant-Projet Catala y a la nueva responsabili- La limitación a responsabilidad objetiva del dador


dad civil en el Derecho Francés, Nº 8/2008, p. 3. de leasing de automotores para el transporte de
pasajeros, Nº 2/2008, 21.

FERREYRA, S EBASTIAN MARQUEZ, JOSE F. D.

Efectos de la franquicia en el contrato de seguro so- Una tendencia consolidada: irresponsabilidad de


bre responsabilidad civil, Nº 1/2008, p. 31. las tabacaleras; una en evolución: hacia una teoría
general de los daños al consumidor. Algunas re-
flexiones sobre la prescripción y las eximentes en
G
el derecho de consumo, Nº 4/2008, 36.
GONZALEZ PONDAL, TOMAS IGNACIO
MOISA, BENJAMIN
“Mobbing” y daño moral, Nº 2/2008, 32. Los llamados “daños punitivos” en la reforma a la
ley 24.240, Nº 8/2008, p. 31.
La responsabilidad del Estado frente a un fallo de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, P
Nº 7/2008, 32.
PARELLADA, CARLOS A.
H
La indemnización de daños personales del “ama
HERNANDEZ, CARLOS A. de casa”, Nº 8/2008, p. 20.

El contrato de shopping center: el estándar de la PIZARRO, RAMON D.


responsabilidad y su relación con la responsabili-
dad del organizador, Nº 4/2008, 27. Responsabilidad civil de los padres, Nº6/2008,
p. 8.
HERSALIS, MARCELO
PREVOT JUAN MANUEL
Fútbol y responsabilidad, Nº 3/2008, p. 77.
Fumar ¿es perjudicial para la responsabilidad?,
¿Un supuesto de discriminación en el ámbito edu- Nº 1/2008, p. 39.
cativo?, Nº6/2008, p. 50.
Cosas inertes y nexo causal, Nº 2/2008, 6.
El consentimiento informado en el marco de la
S
alianza terapéutica, Nº 8/2008, p. 43
SAUX, EDGARDO I.

K El daño moral y la concubina ¿Ocaso del artículo


1078 del Código Civil?, Nº 5/2008, p. 47
KIMEL, DORI
Le equidad como factor objetivo de atribución,
Elección de un paradigma para la teoría del con- Nº 7/2008, p. 43.
trato: reflexiones sobre el modelo relacional,
Nº 3/2008, p. 3. SILVESTRE, NORMA O.

El turismo aventura, Nº 5/2008, p. 20


L T
LENS, RICARDO TRIGO REPRESAS, FELIX A.
Responsabilidad civil: presente, futuro y distorsio- El resarcimiento de equidad en el acto involunta-
nes del sistema, Nº 7/2008, p. 17. rio, Nº 7/2008, p. 43.

IV
doctrina esencial
doctrina esencial · 3

EL Avant-Projet Catala y a la nueva


responsabilidad civil en el
Derecho Francés (*)

POR ALFREDO FERRANTE (**)

SUMARIO: I. Introducción.— II. La reestructuración de la respon-


sabilidad civil.— III. Los efectos de la responsabilidad.— IV. La
responsabilidad civil extracontractual.— V. El Avant-Projet Catala
como referencia para el futuro.— VI. Tabla de sentencias.—
VII. Bibliografía

I. Introducción Code Napoléon: uno de los textos que han sido


punto de referencia para el Código Civil español
El Avant-Projet Catala (en adelante APC) cons- (en adelante CCe) y otros.
ta de más de 450 nuevos artículos y tiene como
objetivo renovar, y en parte innovar, el ordena- Según el mismo coordinador principal de la
miento jurídico francés, con particular atención a reforma (Catala, 2006, p. 12), la longevidad de la
los actuales títulos III y IV del Libro III del Code normativa sobre las obligaciones —que ha per-
Civil (en adelante CCf). Efectivamente, el APC, durado doscientos años— se debe a dos motivos:
presentado ante el Ministerio de Justicia el 22 de por un lado, a la proliferación, fuera del CCf, de
septiembre de 2005, abarca un entorno muy am- Leyes especiales y Códigos particulares que han
plio de disposiciones tratando no solamente el introducido conceptos nuevos y, por otro, a la
Derecho de contratos o cuasi-contratos, sino tam- obra de la doctrina y de la jurisprudencia que han
bién la prueba, la responsabilidad, la prescripción modernizado el Código mediante una interpreta-
y la teoría general de la obligación. ción actualizadora sin alterar los textos de las nor-
mas.
La finalidad de este estudio es informar, con
carácter general, sobre algunos de los aspectos Más concretamente, la reforma de la respon-
más importantes de la reforma que se refieren a sabilidad civil es especialmente relevante en rela-
la responsabilidad y que se recogen en los arts. ción con el Derecho de contratos, ya que se pasa
1340 a 1386 APC. de un sistema, estructurado sobre 5 artículos, de
1382 a 1386 CCf, a otro con una nueva distribu-
Es verdad que el texto examinado es solamente ción y 67 artículos.
un Avant-Projet, pendiente de tramitación parla-
mentaria y pendiente de probables y futuras mo- Podría verse el APC como una especie de nue-
dificaciones, son el riesgo de que sea modificado vo Allgemeines Landrecht, que quiere esforzarse
en su esencia. Sin embargo, estimo oportuno ana- en sedimentar con precisión todas las varias hi-
lizar la mayor reforma que se quiere aportar al pótesis de responsabilidad. Si el intento es pareci-
do al antiguo texto prusiano, las necesidades son
NOTAS diferentes: es la necesidad de refundir, con la de-
bida coherencia, el abanico de responsabilidades
(*) InDret (Revista para el Análisis del Derecho) que han nacido con la incorporación de las Di-
1/2/2008.
rectivas comunitarias. Esta pretensión responde
(**) Investigador Universidad de Oviedo. Autor de no solamente a exigencias de armonización co-
“La responsabilità del professore, del genitore e del munitaria, sino que también quiere tomar en con-
tutore” en la Colección “Il Diritto Privato Oggi” coordi- sideración los verdaderos y concretos problemas
nada por el Prof. Paolo Cendon. Giuffrè Editore, 2008. que se han planificado en el Derecho francés du-

responsabilidad civil
y seguros
4 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

rante las últimas décadas. Asimismo, se quiere en este estudio son los mismos autores que han
plasmar legislativamente las tendencias jurispru- contribuido a la redacción del APC. Por lo que
denciales que ya han modificado de manera efec- respecta a la traducción de los artículos del APC
tiva los originales dictados normativos previstos se utiliza, en lo esencial y, con alguna salvedad, la
en el Código. traducción oficial al castellano realizada por miem-
bros de la Universidad Externado de Colombia
Por lo tanto, la tarea de los redactores se ha (Hinestrosa, 2006) lamentando que, en esta ver-
dirigido hacía tres objetivos: 1) acoger las solu- sión, se utilizan tal vez algunas expresiones más
ciones más importantes admitidas tanto por la bien propias del derecho latino-americano, puesto
doctrina como por la jurisprudencia que sin em- que la traducción ha sido realizada por miem-
bargo no figuraban en el Código; 2) tomar posi- bros de la Universidad Externado de Colombia
ción sobre las posiciones jurídicas que queda- (por ejemplo quizás siendo más apropiada la pa-
ban abiertas; y 3) proponer los cambios necesa- labra “incumplimiento” a la palabra “inejecución”
rios para lograr una adecuada modernización utilizada por los traductores de “inejecución” en
del Derecho Francés (véase VINEY, 2007, pp. 11 el art. 1341 APC).
y sigtes.).
II. La reestructuración de la responsabili-
Así, lo que se realiza no es una “nueva codifica- dad civil
ción” francesa sino una especie de “recodifica-
ción” (Lorenz, 2007, p. 62) que se opera mediante Es menester hacer hincapié en la nueva regla-
una codification à droit constant (Jourdain, 2007, mentación de la responsabilidad civil que se ofre-
p. 141) o “Consécration” (Mazeaud, 2007, p. 151), ce en el APC; sobre todo porque la relación entre
o mediante una codification- clarification (Jour- responsabilidad contractual y extracontractual
dain, 2007, p. 142), aclarando aspectos que en el viene a remodelarse tanto formal como sustan-
estado actual parecen dudosos. cialmente respecto al actual Code Civil.

Por todo ello, el Avant-Projet muestra un hálito El Avant-Projet, de hecho, regula de forma uni-
tanto de reforma como de renovación (CORNU, forme y conjunta los dos tipos de responsabilidad
2006, p. 19) que se desarrolla tomando siempre delineando tanto los puntos en común como las
como inspiración al antiguo Code Napoléon y diferencias.
mostrando fidelidad tanto por lo que respecta a
la letra como al espíritu del actual Code Civil (Ca- Se vienen a “minimizar” (Huet, 2007, p. 34) las
brillac, 2006, 26), “no queriéndose revolucionar el diferencias entre responsabilidad contractual y
derecho positivo” (Radé, 2007, p. 77). extracontractual, sosteniéndose que ambas pre-
sentan la “misma naturaleza” (Huet , 2007, p. 37;
Como dice el coordinador del Avant-Projet Savaux, 2007, p. 46) y que ambas tienden a la
(Catala, 2006, p. 17), la tarea del Anteproyecto es reparación de un daño, puesto que para que pue-
configurar un derecho civil más completo, más dan entrar en juego, o la una o la otra, el art. 1343
moderno sin rechazar su pasado, más eficaz, APC requiere un perjuicio independientemente
pero preocupado por la justicia contractual, y que derive de “una lesión de un interés licito,
una Ley civil que encuentre otra vez su función patrimonial, extrapatrimonial, individual o co-
tutelar y que tenga influencia fuera de los confi- lectivo”. Aquí la introducción de la lesión del in-
nes del país. terés colectivo, según los miembros del grupo
redactor, sirve para permitir la reparación del
En las líneas que siguen se analizarán, además daño ecológico (véase art. 1343: comentario ofi-
de las normas relativas a la responsabilidad pre- cial, p. 153).
sentes en el APC, los aspectos críticos que esas
disposiciones muestran, sin eximirse de algunas Existe una clara voluntad de abrazar un con-
consideraciones —si bien limitadas— de natura- cepto tradicional de responsabilidad contractual,
leza comparada. A tal fin resulta imprescindible, responsabilidad que tiene la función de asegurar
siendo este texto un texto en el que el legislador es la reparación de los daños derivados del incum-
el mismo jurista, valorar cómo la doctrina consi- plimiento contractual. Para la doctrina (Ancel,
dera y comenta el APC. 2007, p. 19), símbolo de esta aptitud es el art. 1340
APC que pone en el mismo plano una responsa-
De hecho el APC ha sido elaborado por 34 ju- bilidad extracontractual y contractual, relacionan-
ristas, la mayoría de los cuales pertenecen al ám- do la primera a un “hecho ilícito o anormal” mien-
bito académico. Muchos de los autores citados tras la segunda al “incumplimiento contractual”:

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 5

Art. 1340: “Todo hecho ilícito o anormal que cau- responsabilidad extracontractual y que ahora se
se daño a otro obliga a quien le es imputable a extiende a la contractual (Huet, 2007, p. 38; Jour-
repararlo. Asimismo, toda inejecución de una dain, 2007, p. 148; Viney, 2007, p. 16). El texto del
obligación que cause daño al acreedor obliga al art. 1384 APC retoma el del actual art. 2270-1 CCf,
deudor a responder por ella”.
con la excepción de la palabra “extracontractual”
(nota oficial al APC, p. 168). El plazo de prescrip-
Efectivamente la diferente utilización de los ción se fija en 10 años a partir de la manifestación
verbos “reparar” y “responder” se debe por los del daño o de su agravación, o a partir de la con-
redactores a una mera cuestión de estilo para evi- solidación de aquel en caso de que se trate de un
tar repeticiones porque se quiere evidenciar “la daño corporal.
identidad entre las dos responsabilidades” (nota
oficial al Avant-projet, nota 15, p. 152). De este modo, se reduce el plazo de prescripción
de la responsabilidad contractual. El plazo de-
Los autores del APC han constatado que entre cenal se fijó inicialmente en el art. 2270-I a través
responsabilidad civil y extracontractual las simili- de la Loi Badinter, respecto al término de treinta
años fijado en el art. 2262 del Code. Sin embar-
tudes son más numerosas que las diferencias y go, nótese que la Loi n. 98-468 de 17.6.1998 rela-
han optado por crear un sous-titre III “De la res- tive à la prévention et à la répression des infrac-
ponsabilité civile” que regula estos tipos de res- tions sexuelles ainsi qu’à la protection des mi-
ponsabilidad entre los art. 1340 a 1386 (Savaux, neurs (JORF 18.6.1998) introdujo un segundo
2007, p. 46). párrafo en el art. 2270 y amplió sucesivamente a
20 años el plazo de prescripción en caso de vio-
Un primer aspecto formal que se puede desta- lencia o agresión sexual cometida contra los me-
car es que el texto del Avant-Projet opta por la nores.
dicción responsabilité extracontractuel en lugar
de responsabilité delictuelle, como se ha preferi- Uniformar la prescripción de las dos responsa-
do hacer en los European Principles of Tort Law bilidades se considera “un poco forzado” (Huet,
(Huet, 2007, p. 31). 2007, p. 38; Jourdain, 2007, p. 148) porque no se
toma en la debida consideración la existencia de
El acercamiento entre responsabilidad extra- los numerosos textos que se refieren a la respon-
contractual y contractual no es un acontecimien- sabilidad contractual, los cuales tienen tanto una
to nuevo en el tejido jurídico francés. Ya se ha duración como un dies a quo diferente. Piénsese,
verificado un punto de contacto entre ellas en el por ejemplo, en el caso del contrato de transpor-
Code Civil actual mediante dos impulsos diferen- te de mercancía (1 año) o en el caso de construc-
tes, uno de carácter interno y otro con origen en ción inmobiliaria (10 años), siendo el dies a quo
la normativa comunitaria. Efectivamente, se cons- no el momento de la fecha de consolidación del
tata (Huet, 2007, p. 33) como esto ya ha ocurrido daño como se requiere en el art. 1384 APC, sino la
por lo que respecta a las indemnizaciones causa- fecha de la conclusión del contrato o el momento
das a las personas, sobre todo en relación con las en el que se puede exigir la ejecución del mismo
indemnizaciones relativas a los productos defec- (Huet, 2007, p. 38; Ancel, 2007, p. 25). En estos
tuosos —que trae su origen de la Directiva 85/ casos se considera que tendría que aplicarse el
374— y de las indemnizaciones relativas a los ac- principio lex specialis derogat lex generalis; de
cidentes de la circulación según está establecido todos modos se manifiesta una incongruencia con
por la Loi n. 85-677 de 5.7.1985 (JORF de 6.12.1985: los arts. 2274 y 2275 APC (véase Ancel, 2007, p. 25).
en adelante Loi Badinter).
En el Anteproyecto se mantiene la diferencia
Desde un enfoque comparado también la doc- de régimen entre la responsabilidad contractual y
trina extranjera más autorizada (Lorenz, 2007, p. extracontractual, no obstante —antes de tratar
58) ha visto favorablemente esta codificación uni- las características especificas de cada tipo de res-
forme de las dos responsabilidades puesto que ponsabilidad— se deja claro que las dos respon-
esto ha contribuido a crear una reglamentación sabilidades tiene rasgos comunes. Se procura lo-
más clara e inteligible de la materia. grar una unificación de tratamiento por lo que
respecta tanto a las condiciones (conf. arts. 1343-
Primera manifestación aparente de esta volun- 1351 APC) como a los efectos (conf. arts. 1367-
tad de homogeneizar las dos responsabilidades 1378 APC) de la responsabilidad. Sin embargo esto
es querer someterlas a un idéntico plazo de pres- no impide que algunos aspectos de la responsabi-
cripción. Con tal fin, el art. 1384 APC procura re- lidad civil contractual (conf. arts. 1363-1366 APC)
tomar una solución prevista inicialmente para la y extracontractual (arts. 1352-1362 APC) manten-

responsabilidad civil
y seguros
6 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

gan sus intrínsecas diferencias, lo que da sentido Picazo y Gullón, 2000, p. 528; López y López et al.,
a la existencia del llamado principio del no cumul. 2001, pp. 304 y 305). En el sentido positivo para
la jurisprudencia ex plurima : SSTS, 1ª, de
2.1. La interrelación entre responsabilidad con- 18.4.1991 (RJ 1991/9811; MP: Matías Malpica
González-Elipe); de 10.4.2003 (RJ 2003/3700;
tractual y extracontractual. MP: Clemente Auger Liñán); de 27.10.2005 (RJ
2005/7357; MP: Xavier O’Callaghan Muñoz).
¿La responsabilidad civil contractual y extra- Para la jurisprudencia menor ad exemplum: SAP
contractual son excluyentes entre sí? O sea ¿son Madrid (Sec. 10ª), de 15.1.2000 (AC 2000/640; MP:
acumulables o no acumulables entre ellas? El Angel Vicente Illescas Rus).
Avant-Project se ha mantenido en línea con la
solución tradicional abrazando la regla del no- En cambio el art. 1341 Avant-Projet establece
cumul (Ancel, 2007, p. 30). expresamente en su primer párrafo que:

Efectivamente, caracteriza la realidad francesa “En caso de incumplimiento de una obligación


el llamado principio de no cumul según el cual no contractual ni el deudor ni el acreedor pueden
se pueden invocar contemporáneamente la res- sustraerse a la aplicación de las disposiciones es-
ponsabilidad extracontractual y contractual del pecíficas de la responsabilidad contractual para
sujeto, existiendo la imposibilidad para la víctima optar por las reglas que le sean más favorables”.
de un daño contractual de escoger la aplicación
preferente del régimen extracontractual (Exposi- Sin embargo se ha considerado oportuno miti-
ción de motivos APC: Viney, 2005, p. 144), por lo gar dicho principio y permitir dos excepciones al
que la demanda subsidiaria basada en una res- mismo, una en relación al tipo de daño provoca-
ponsabilidad cuasidelictual resulta inadmisible. do, otra en relación a terceras personas ajenas a
la relación contractual que, sin embargo, pueden
El efecto principal del principio de no cumul es resultar afectadas por el incumplimiento contrac-
el de impedir al contratante víctima sustraerse a tual de las partes. Estas dos excepciones se tratan
las cláusulas exclusivas o limitativas que habrá respectivamente en el párrafo segundo del art.
aceptado mediante el contrato (Ancel, 2007, p. 1341 y en el art. 1342 APC.
30).
2.2. La mayor tutela del sujeto en caso daño
corporal
La manifestación más evidente del principio del
no cumul en el Code se encuentra, para la doctri-
La intención del Avant-Projet es diferenciar cla-
na (Huet, 2007, p. 32), en el art. 1134 CCf por el
ramente entre los daños corporales y los demás
que se justifica la imposición de responsabilidad
daños, como pueden ser los patrimoniales o eco-
contractual entre las partes y en el art. 1165 CCf
nómicos.
por el cual el contrato produce efectos solamente
entre los contratantes.
No obstante se excluye esta diferencia en rela-
ción con el plazo de prescripción, cfr. el art. 1384
El principio del no cumul no es común a todas
APC frente a los actuales párrafos primero y se-
las realidades jurídicas. La tradición germánica
gundo del art. 2270-I CCf, se quiere diferenciar en
del BGB tiene una concepción diametralmente
cuanto al contenido de la tutela de la víctima en
opuesta, partiendo de la existencia de una libre
estos casos.
competencia entre los dos tipos de responsabili-
dad (Lorenz, 2007, p. 61), permite —cuando la
Aquí el principio del no cumul retoma la distin-
violación del contrato genere al mismo tiempo
ción entre daños corporales y materiales ya he-
una responsabilidad contractual o extracontrac-
cha por la Loi Badinter y la Ley sobre los produc-
tual—, fundar la pretensión en los dos tipos de
tos defectuosos (Huet, 2007, p. 39).
responsabilidad, si bien sólo podrá repararse una
vez el mismo daño. El mismo enfoque pertenece En concreto el párrafo segundo del art. 1341
también al Derecho Español. otorga una tutela más favorable en las hipótesis
en las que el sujeto haya padecido daños corpo-
En general, en España se admite la acumulación rales:
de las dos responsabilidades, alternativa, sub-
sidiaria o incluso cumulativamente. Con todo, Art. 1341.2: “Sin embargo, cuando a tal incum-
esta posibilidad se excluye cuando los hechos plimiento ocasiona un daño corporal, la contra-
que han generado los daños se desarrollan den- parte, para obtener la reparación de dicho daño,
tro de la “rigurosa órbita de lo pactado”: (Díez puede optar por las reglas más favorables”.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 7

En dicho caso no encontrará aplicación el prin- ¿Cuál es la ratio de esta norma innovadora?
cipio de no cumul y se podrá optar para la aplica- Equiparar la posición del demandado y del tercer
ción de normas relativas a la responsabilidad ex- perjudicado. De hecho, aunque el tercero, accio-
tracontractual si resulten más favorables. nando por vía contractual, tendrá una carga pro-
batoria diferente y más ágil; en el supuesto de que
En dicho modo la aplicación de las disposicio- opte por la “tutela contractual” se encontrará en
nes relativas a la responsabilidad extracontrac- la misma situación del demandado, debiendo so-
tual podría resultar útil en el caso en el que la meterse a todas las limitaciones y condiciones que
víctima se encuentre frente a exclusiones o limi- pertenecerían al acreedor (Savaux, 2007, p. 51).
taciones que deriven de la estipulación contrac- Así, la finalidad del Avant-Projet es evitar que los
tual, sobre todo cuando, en relación con los da- terceros se encuentren en una posición más fa-
ños corporales, se consideren nulas las cláusulas vorable respecto al acreedor dado que, si fuera
exclusivas o limitativas de responsabilidad, pu- de otro modo, se invocaría una responsabilidad
diéndose aplicar el régimen objetivo de respon- del deudor sin vincularse a limitaciones de res-
sabilidad (Ancel, 2007, p. 30). ponsabilidad contenidas en aquello que el acree-
dor si aceptó (Viney, 2005, p. 145).
La fórmula de que en caso de daños corporales
se pueden aplicar “las reglas más favorables” es Esta posibilidad le viene ofrecida exclusivamen-
un enunciado de amplia aplicación dado que pue- te en las hipótesis en que el incumplimiento de la
de emplearse tanto en hipótesis de responsabili- obligación contractual es la “causa directa del daño
dad extracontractual como las que derivan por sufrido” por el tercero, en caso contrario volverá a
hecho de la cosa (art. 1354) o por hecho ajeno ser de aplicación el principio de no cumul y el ter-
(arts. 1355 y sigtes.), como por las normas espe- cero deberá fundamentar su reparación en las nor-
ciales relativas a la responsabilidad relativa a los males reglas de responsabilidad extracontractual,
accidentes de circulación o relativa a los produc- y deberá probar el elemento generador del daño.
tos defectuosos (véase Huet, p. 2007, p. 39).
Aunque el incumplimiento contractual sea la cau-
En cambio dicha posibilidad no podrá darse en sa directa del daño padecido por el tercer sujeto,
caso de los daños materiales, comerciales y eco- éste no estará obligado a reclamar según las dispo-
nómicos, aquí seguirá aplicándose el principio del siciones propias de la responsabilidad extracontrac-
no cumul pudiendo el sujeto reclamar exclusiva- tual, pudiendo siempre optar por la normal acción
mente la responsabilidad contractual (Huet, 2007, de responsabilidad contractual, dada la utilización
p. 40). del verbo “poder” y no “deber” en el primer párrafo
del art. 1342 APC. Sin embargo, parte de la doctrina
2.3. La nueva y más amplia tutela del tercero (Savaux, 2007, p. 53) evidencia como, aunque esta
perjudicado. no sea una verdadera obligación, el APC tiende a
“imponer este camino” dado que las condiciones en
En el art. 1342 APC se quiere valorar hasta qué las que el tercero puede reclamar por vía extracon-
punto un tercero víctima del incumplimiento de tractual hacen este segundo tipo de acción de más
un contrato puede actuar sobre la responsabili- difícil aplicación. Un ejemplo es la diferente carga
dad contractual del deudor, puesto que la pecu- de la prueba que hará que el tercero acuda más
liaridad reside en el hecho de que el tercero no es fácilmente hacia un reclamación según el primer
el acreedor de la obligación principal. párrafo del art. 1342 APC.

El art. 1342 APC permite al tercero poder de- Por ello, el tercero, de todos modos, podrá exi-
mandar la reparación del daño padecido al deu- gir la reparación fundamentándola en la respon-
dor según las disposiciones que son propias a la sabilidad extracontractual, reclamando por ejem-
responsabilidad contractual. Así, dicha disposi- plo la responsabilidad por culpa de sujeto (conf.
ción, junto al art. 1341 y al art. 1342 APC, se consi- art. 1352 APC); sin embargo para admitir esta po-
dera una de las disposiciones “más originales y sibilidad de cumul, se sostiene (Huet, 2007, p. 41)
audaces” (Ancel, 2007, p. 27) e “innovadora” (Huet, que el incumplimiento del contrato debe consti-
2007, p. 33; Savaux, 2007, p. 51). tuir tanto una violación de un deber de alcance
general como una violación de una regla de con-
Efectivamente la solución marcada por el APC ducta impuesta a todos los sujetos.
contradice la jurisprudencia en sentido contrario
que emana del Arrêt Besse (véase Ancel, 2007, 27; Asimismo podrá haber un cumul frente a una
Savaux, 2007, 51). responsabilidad por hecho ajeno (conf. 1355 y sig-

responsabilidad civil
y seguros
8 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

tes. ACP) o cosas bajo su control ex art. 1354 APC reparación de los daños, y la última sección, de
(Huet, 2007, p. 42). Sin embargo estos casos po- solo un artículo, fija la unidad del plazo de pres-
drían complicarse (sobre el punto véase Huet, cripción tanto de la responsabilidad contractual
2007, p. 42) y se estima que el 1342 APC venga a como extracontractual.
conciliarse e interpretarse conjuntamente con las
disposiciones relativas a los contratos interdepen- Se dedicará aquí mayor atención a algunas no-
dientes, o sea, con la normativa de los arts. 1172 a vedades en relación a la normativa sobre los da-
1172-3 APC (Ancel, 2007, p. 29, nota 27; Huet, 2007, ños y perjuicios y a la que alude a las convencio-
p. 42; estas disposiciones no pueden tratarse aquí nes entre las partes en relación a la responsabili-
por razones de espacio). dad de los sujetos, no pudiéndose tratar deteni-
damente todos los extremos.
III. Los efectos de la responsabilidad
Sin embargo por lo que respecta a los daños
Los efectos de la responsabilidad civil de los corporales cabe destacar que mediante el Avant-
arts. 1367 y sigtes. APC son idénticos para la res- Projet, se establece un baremo de invalidez relati-
ponsabilidad contractual y la extracontractual vo al llamado “perjuicio funcional” que tendrá
(Ancel, 2007, p. 24) y se dividen en cuatro partes. que fijarse mediante un decreto y se concede una
La primera sección trata de los principios de la prioridad a la rente indexée (conf. arts. 1379-1 y
reparación. 1379-3 APC); no obstante el juez podrá libremen-
te elegir si conceder la indemnización bajo la for-
Por lo que respecta a los supuestos de plurali- ma de un capital o de una renta (conf. art. 1376
dad de responsables, se viene a eliminar la dis-
APC).
tinción entre obligación in solidum y solidaridad,
disponiendo en el art. 1378 APC que “todos los
responsables de un mismo daño están obliga- Siguiendo con algunas consideraciones preli-
dos solidariamente a la reparación”, fijándose minares, nótese que como el APC diferencia en-
como diferente criterio de repartición interna la tre “dommage” y “perjuice”: el primero se usa
eventual diferente gravedad de las respectivas “para designar el atentado contra una persona o
culpas. Además llega a ser de carácter general un
los bienes de la víctima”; el perjuicio sirve “para
criterio jurisprudencial dictado en materia de
accidentes de circulación por el cual se afirma la indicar la lesión de los intereses patrimoniales y
no oponibilidad de la demanda contra un alle- extramatrimoniales derivados de aquel” (APC,
gado de la víctima cuando el demandante no esté nota n. 19, p. 153).
asegurado y el recurso tendría la finalidad de
privar la víctima de la reparación del daño. El Avant-Projet dilucida además la ambigüe-
dad sobre el día desde el cual nace la reparación
La segunda sección trata de algunas reglas es- del daño y aclara también el momento hasta el
peciales de reparación como son los daños cor- cual tiene que valorarse el mismo. Efectivamente
porales, los daños a los bienes y aquellos que re- si el art. 1367 APC establece que “el crédito nace el
sultan de retrasos de pagos de obligaciones pecu- día de la realización del daño o, en caso de daño
niarias. futuro, el día en que se tenga certeza de él”; el art.
1372 APC establece que el juez apreciará el per-
No se podrán analizar en esta sede estas disposi- juicio “el día en que profiere su decisión teniendo
ciones; sin embargo nótese como por lo que res-
pecta a los daños corporales: “estas disposiciones
en cuenta todas las circunstancias que lo hayan
tienen por objeto dar un verdadero marco jurídico podido afectar, tanto en su consistencia como en
a la indemnización del daño corporal que hoy en su valor, así como en su evolución razonable-
día está prácticamente confiada al poder sobera- mente previsible”.
no de los jueces” (APC, p. 163). Por lo que concier-
ne los daños corporales tienen que analizarse tam- Asimismo, ahora, gracias al art. 1368, será el
bién los arts. 1351, 1382-1 y 1384 APC. Asimismo juez el llamado a decidir si conceder una repara-
no se tratan aquí las reglas especiales en relación
con los daños de los bienes (art. 1380 a 1380-2) y los
ción in natura o una cuantía indemnizatoria en
daños derivados de la mora en el pago de una deu- dinero. Obviamente, estas dos clases de perjui-
da pecuniaria (art. 1381). (Véase Jourdain, 2007, p. cios pueden acumularse, sin embargo se observa
144 y Lambert-Faivre, 2007, ps. 166 y sigtes., Wes- (Lambert-Faivre, 2007, p. 164) como ya no será la
sner, 2007, ps. 174 y 179 y sigtes.). víctima quien ha de decidir qué pedir y que este
nuevo sistema podría repercutir sobre el meca-
La tercera sección viene dedicada a las conven- nismo de las transacciones estipuladas entre las
ciones posibles entre las partes en relación a la partes.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 9

3.1. Responsabilidad y daños y perjuicios. mente el Estado sino también las partes pueden
reclamar la acción penal. Por lo tanto la creación
Como evidencia el mismo Avant–Projet (APC, de los daños y perjuicios punitivos viene a ser
p. 161), son cuatro las novedades más interesan- criticada por esta doctrina que sostiene que si al
tes que se aportan en relación con los daños y ámbito penal pertenece la acción de punir, al
perjuicios. ámbito civil pertenece la de reparar.

La primera innovación de la reforma es la in- La aplicación de esta norma tendrá que realizar-
troducción de los dommages-intérêt punitifs es- se en una manera muy razonada puesto que la con-
tablecida por el artículo 1371: dición, muy restrictiva (Jourdain, 2007, p. 146), de
aplicabilidad es que la persona haya causado el daño
“El autor de una culpa manifiestamente delibe- mediante “una culpa manifiestamente deliberada”.
rada, especialmente de una culpa lucrativa, pue- Si esto no es exactamente equiparable al dolo del
de ser condenado además de los daños y perjui- sujeto, o sea a la voluntad de provocar un daño,
cios compensatorios, a los daños y intereses pu- tiene que interpretarse como un comportamiento
nitivos, con facultad para el juez de beneficiar par-
cialmente al Trésor Public. La decisión del juez de
que se produzca “con la conciencia de que el se
otorgar daños y perjuicios debe ser especialmen- pudiera crear un daño” (Jourdain, 2007, p. 146).
te motivada y su cuantía desglosada de los demás
daños y perjuicios concedidos a la víctima. Los La posibilidad otorgada al juez de conceder los
daños y perjuicios punitivos no son asegurables”. intereses punitivos a favor del Trésor Public, utili-
zada en los Estados Unidos como “chantaje judi-
Merece aquí destacar que por “culpa lucrativa” cial” (Lambert-Faivre, 2007, p. 164), propende
se entiende la culpa en la hipótesis en la que el hacía a las hipótesis de daño ambiental o por ac-
sujeto quiera lograr un beneficio superior a la tividad peligrosa (Lambert-Faivre, 2007, p. 165;
condena pecuniaria posible (Jourdain, 2007, p. Wessner, 2007, p. 174) y responde a la voluntad de
146). La referencia a la culpa lucrativa viene con- no procurar un enriquecimiento injusto a favor
siderada una verdadera y propia “revolución” de la víctima (Jourdain, 2007, p. 146), pasándose
(Lambert-Faivre, 2007, p. 165) dado que los da- de una posición excesivamente desprotegida a una
ños y perjuicios ya no se miden en relación a los excesivamente tutelada.
perjuicios padecidos sino en virtud del carácter
de la culpa del responsable. La segunda novedad concierne a la posibilidad
de reducir la indemnización cuando la víctima no
Mas en general, esta disposición se equipara a probó haber empleado una diligencia suficiente
los daños y perjuicios de carácter compensatorio para reducir el daño o evitar su agravación, así
establecidos en el art. 1370 cuya indemnización que el art. 1373 APC, modificando la actual juris-
debe situar a la víctima “en la situación en la que prudencia, establece que:
se encontraría si el hecho dañoso no se hubiera
dado, de modo que de allí no se siga ni pérdida ni Art. 1373: “Cuando la víctima tuvo la posibilidad,
ganancia”. La introducción de los intereses puni- por medios seguros, razonables y proporciona-
tivos es sin duda la innovación más importante dos, de reducir el alcance de su perjuicio o de
que encuentra su justificación dado que con ella evitar su agravación, se tendrá en cuenta su abs-
tención, para reducir la indemnización, salvo que
la responsabilidad civil llega a tener una eficacia las medidas en cuestión hubieran comportado
tanto represiva (Leduc, 2007, p. 69) como preven- una afectación de su integridad física”.
tiva frente a las deficiencias que ha mostrado el
Derecho penal (Jourdain, 2007, p. 146), asumien- La tercera novedad, más que a las partes, afecta
do así una función también punitiva (Wessner, a los órganos jurisdiccionales y establece la obliga-
2007, p. 174). Sin embargo otra parte de la doctri- ción del juez de apreciar singularmente cada uno
na (Lambert-Faivre, 2007, p. 165) no es totalmen- de los componentes de los daños alegados y la
te favorable a esta idea y no considera positiva su obligación de motivar especialmente la decisión
introducción. Se sostiene que el sistema basado de desestimación de uno de los componentes:
sobre los daños y perjuicios punitivos no es más
eficaz que la vía penal. Lambert-Faivre sostiene
Art. 1374 APC: “El juez debe apreciar separada-
que si en una fase anterior a la realización del mente cada uno de los componentes del perjui-
daño causado, la eventualidad de los daños y per- cio alegado que tiene en cuenta. En caso de des-
juicios punitivos será más disuasiva que la even- estimar la demanda de un componente del per-
tual sanción penal, sucesivamente al accidente la juicio. El juez debe motivar especialmente su de-
vía penal resulta más factible, puesto que no sola- cisión”.

responsabilidad civil
y seguros
10 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

La finalidad de esta norma es permitir que la jurisprudencia ha mostrado que todos los artícu-
Cour de Cassation disponga de un mayor control los de la sección VI, libro II, Título III, relativos a la
sobre los pronunciamientos de los jueces de pri- Obligación con cláusula penal (arts. 1226 a 1233
mera instancia, sobre todo por lo que atañe a la CCf) no han encontrado prácticamente nunca
reparación integral del daño (Jourdain, 2007, p. aplicación a excepción del art. 1231 (Jourdain,
147). Este mayor control de la Cour de Cassation 2007, p. 145; Viney, 2007, p. 15; APC, p. 162).
puede considerarse por la doctrina (Ancel, 2007,
p. 24) como una toma en consideración de la es- Por estas razones, quien ha comentado el nue-
pecificidad de los objetivos de la reparación en vo régimen de las convenciones entre las partes
materia contractual. ha hablado de “oración funeraria” (Mazeaud, 2007,
p. 149) relativa a la cláusula penal.
Asimismo esta disposición tiene la ulterior fun-
ción de permitir al juez crear una imputación “pos- Sin embargo hay que decir que se conservan
te par poste” de las prestaciones sociales de los los dos sistemas de revisión judicial reglamenta-
terceros pagadores (véase Jourdain, 2007, 147, dos actualmente por los art. 1251 y 1231 CCf (APC,
Lambert-Faivre, 2007, p. 166). p. 162) eliminándose, como ya se estableció en el
art. 9:509 de los Principles of European Contract
La última y cuarta novedad se refiere a la capa- Law y en contra del derecho positivo francés (Ma-
cidad dispositiva en tema de daños y perjuicios. El zeaud, 2007, p. 162), la posibilidad concedida al
art. 1377 APC procede a limitar en parte la liber- juez de revisar la cláusula penal manifiestamente
tad dispositiva del acreedor y reconoce la even- irrisoria. Contrariamente a la jurisprudencia ac-
tualidad de vincular los daños y perjuicios a una tual y abrazando parte de opiniones doctrinales
medida de reparación específica. Esta circuns- (sobre el punto véase Mazeaud, 2007, p. 158), el
tancia queda sometida a la existencia de “circuns- art. 1382 APC extiende el principio de validez de
tancias especiales” que, sin embargo, el Avant- las cláusulas limitativa o excluyentes de la res-
Project no define explícitamente, aunque el mis- ponsabilidad a la materia extracontractual (Jour-
mo Avant-Project (nota n. 48, p. 162) sostiene en dain, 2007, p. 147), viniendo a aplicar esta norma-
su fase explicativa que “uno de los casos en que la tiva tanto a la responsabilidad contractual como
destinación de daños y perjuicios se da más fre- a la extracontractual.
cuentemente es el de los atentados contra el me-
dio ambiente”. La ampliación a las convenciones en material
extracontractual “se refiere principalmente a las
En ausencia de estas circunstancias especiales, relaciones de vecindad o entre personas que ejer-
según el art. 1377 APC, la víctima podrá disponer cen una actividad en común sin haber celebrado
libremente de las sumas dinerarias recibidas. un contrato de sociedad o asociación” (APC nota
n. 61, p. 167).
3.2 Las convenciones relativas a la responsabi-
lidad. No obstante la posibilidad de poder aplicar las
cláusulas limitativas o excluyentes en materia de
El Avant-Projet se preocupa también de remode- responsabilidad extracontractual queda de hecho
lar las disposiciones sobre la cláusula penal y más en muy limitada, puesto que en este último tipo de
general de dictar una normativa sobre las cláusulas responsabilidad “no se puede limitar o excluir la
que limitan o excluyen la responsabilidad entre las reparación del daño causado por culpa” (art. 1282-
partes predisponiendo así una mayor relevancia a la 4 APC). La diferenciación entre una convención
autonomía de la voluntad de las partes. pactada en relación a una responsabilidad con-
tractual o extracontractual resulta evidente tam-
El art. 1382 APC retoma las disposiciones de los bién del hecho de que para la aplicación en caso
art. 1152 e 1231 CCf en el sentido de autorizar la de responsabilidad extracontractual, la acepta-
revisión de las convenciones de la clause ción de la cláusula por parte de la víctima tiene
d’indemnisation forfaitaire y de la cláusula penal que haberse hecho de manera inequívoca, gra-
actuales (Jourdain, 2007, p. 145), aportando, sin vando la carga de la prueba de esto sobre el bene-
embargo, importantes modificaciones. ficiario de la cláusula limitativa o sea el demanda-
do (conf. art. 1282-4, segundo párrafo APC). Así
Se suprime la distinción entre cláusula penal que, aunque se extienda la posibilidad de pactar
stricto sensu y clause d’indemnisation forfaitaire, convenciones en materia de responsabilidad ex-
y la primera pasa constituir una “simple variante” tracontractual, dicha posibilidad queda en cierto
de la segunda (Mazeaud, 2007, p. 161), porque la modo restringida.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 11

Mas en general, y no específicamente en rela- limite daños extracontractuales en caso de culpa


ción con la responsabilidad extracontractual, la grave. Es interesante constatar la importancia
autonomía de las partes para limitar o excluir la práctica que puede asumir la validez o no de un
responsabilidad de un sujeto encuentra dos ór- pacto de exclusión de responsabilidad en rela-
denes de limitaciones. ción a una responsabilidad extracontractual por
hecho ajeno. Admitir la validez de un pacto de
Por un lado el art. 1382-1 APC establece que esta naturaleza tal vez podría llevar a excluir o
“nadie puede excluir o limitar la reparación de un admitir de forma automática la responsabilidad
daño corporal del que sea responsable” y por otro, de una tercera persona ajena al pacto. Piénsese
en el artículo siguiente, que tampoco serán váli- en la responsabilidad por hecho ajeno y en el even-
das las convenciones en relación con un daño tual pacto de exclusión y limitación de responsa-
causado por culpa dolosa o grave o por contra- bilidad realizado entre dos encargados de dos tien-
riedad a una de las obligaciones esenciales. das que dependan de dos directores o dueños de
establecimientos o empresas diferentes en rela-
Las excepciones del art. 1382-1 aunque no sean ción con una actividad que tengan que desarro-
afirmadas expresamente por la jurisprudencia llar conjuntamente (piénsese, por ejemplo, en un
actual, son defendidas por la doctrina (APC nota centro comercial o a lo largo de una feria), pacto
n. 62, p. 167 y Jourdain, 2007, p. 145), en cambio la por el cual solamente uno de los dos asume todas
exclusión del art. 1382-2 abraza la actual postura las consecuencias de una acción que los dos de-
jurisprudencial (APC nota n. 63, p. 167. Por ejem- pendientes van a realizar. Se comprenda la im-
plo véase Cour Cassation Civ. 1ª, 18.1.1984 y Cour portancia del asunto: en la hipótesis en la que la
Cassation Civ., 1ª, 15.3.1988). cláusula se haya pactado por un sujeto diferente
del que deberá responder (los dueños o directo-
Se evidencia (Mazeaud, 2007, p. 158) como las res de los establecimientos ex art. 1903 CCe), la
disposiciones están en armonía con el art. 8:109 de validez de la cláusula que exonerara a uno de los
Principles of European Contract Law que propone dependientes, automáticamente exoneraría tam-
el principio de la validez de las cláusulas exclusivas bién al sujeto imputable ex art. 1903 CCe puesto
de responsabilidad y limitativas de la reparación, a que el requisito de su aplicación (o sea, el hecho
no ser que sean contrarias a exigencias de buena ilícito del empleado) no existiría, no pudiéndose
fe. Sería interesante un análisis también en rela- configurar una responsabilidad extracontractual
ción con el art. 4:118 de los Principles citados. del director en presencia de una no responsabili-
dad (pactada convencionalmente) del encarga-
Haciendo una pequeña digresión por lo que res- do. La misma cuestión podría darse también o en
pecta al derecho español, también el art. 1102 otros supuestos de responsabilidad por hecho aje-
CCe niega la posibilidad de excluir la responsa- no a norma del art. 1903 CCe. (Sobre la cuestión
bilidad procedente de dolo. En presencia de una véase Ferrante, 2008, ps. 69 y sigtes.; Morozzo
laguna legal, se admite normalmente la posibili- Della Rocca, 1998, p. 83).
dad de pactos sobre la responsabilidad proce-
dente de culpa; sin embargo hay que tener en
cuenta las limitaciones de las normativas espe-
Por lo que respecta a la materia contractual, aun-
cificas relativas a los consumidores, como por que las partes sean libres de estipular las conven-
ejemplo, la normativa sobre las cláusulas abusi- ciones, en fase contractual tiene que salvaguardar-
vas o el art. 11.4 de la Ley 21/1995, de 6 de julio, se el equilibrio entre las prestaciones o las obliga-
reguladora de los viajes combinados (Boe núm. ciones de las partes, no pudiéndose someter a una
161, de 07-07-1995), etc. (Abaladejo, 2004, ps. cláusula limitativa sin “una contrapartida real, se-
174 y sigtes.; Díez Picazo, 1993, ps. 615 y sigtes.; ria” que venga “claramente estipulada” entre las
Lete del Río, 2000, p. 169; López y López et al., partes (segundo párrafo art. 1283-2 APC), sobre
2001, p. 152). En óptica comparativa cabe recor- todo en el caso en que la cláusula sea limitativa en
dar también la proximidad con el art. 1229 del
Codice Civile italiano (en adelante CCit). N. del
relación a un no profesional o consumidor. En este
Ed.: Téngase en cuenta que en fase de edición caso se retoma un principio ya presente en el Code
de este trabajo se aprobó el RDL 1/2007, de 16 de de la Consommation y también las posiciones sos-
noviembre, por el que se aprueba el texto refun- tenidas por la Comision des clauses abusives en
dido de la Ley General de los Consumidores y relación con cláusulas entre profesionales y no pro-
Usuarios y otras leyes complementarias (Boe fesionales o consumidores (APC nota n. 64, p. 167;
núm. 287, de 30 de noviembre de 2007). Jourdain, 2007, p. 145; Mazeaud, 2007, p. 153). En
materia contractual además la cláusula debe ser
Obviamente tiene que asumirse esta postura conocida por la parte con anterioridad a la cele-
según la que debe excluirse la convención que bración del contrato (art. 1382-3 APC), garantizán-

responsabilidad civil
y seguros
12 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

dose en tal modo que la parte haya aceptado libre- por el cual: Art. 1352 ACP: “Toda culpa obliga a su
mente la limitación o exclusión de responsabilidad autor a reparar el daño que causó.
pactada también en relación con todo el conjunto
de obligaciones y prestaciones que llevaron las par- Constituye culpa la violación de una regla de
tes a celebrar el contrato. Obviamente esto valdrá conducta impuesta por una ley o un reglamen-
solamente entre las partes de una relación con- to, o la falta de un deber general de prudencia o
tractual no aplicándose a los terceros víctimas de diligencia.
la inejecución contractual. Se ha argumentado (An-
cel, 2007, p. 28, nota 26) como la aplicación al ter- No hay culpa cuando el autor se encuentra en
cero de las cláusulas de las que tuvo conocimiento una de las situaciones previstas en los arts. 122-4
encuentra justificación en la posibilidad que tiene a 122-7 del Código Penal”.
el tercero de escaparse de la aplicación de las cláu-
sulas que se colocan bajo el perfil de la responsabi- El art. 1352 APC además contribuye a rectificar
lidad extracontractual. el “silencio” (véase Whittaker, 2007, ps. 90 y sig-
tes.) de los actuales arts. 1382 y 1383 CCf por los
IV. La responsabilidad civil extracontractual que no se procede a dar una definición ni de cul-
pa, ni tan siquiera de los tipos de conductas de los
El conjunto de los actuales cinco artículos rela- sujetos —ahora explicitados en el párrafo segun-
tivos a la responsabilidad extracontractual viene do del artículo— ni a distinguir los tipos de daños.
totalmente remodelado en el APC, en el que des-
aparece la estructura que en su día sirvió como Así el art. 1352 APC retoma el concepto deli-
inspiración para el antiguo art. 1153 del Codice neado por los arts. 1382 y 1383 (Leduc, 2007, p. 67)
Civile de 1865 y que actualmente sigue siéndolo sin embargo amplía y explicita en términos más
por lo que respecta el ordenamiento español. Por claros lo que se considera culpa y sus hipótesis
este último motivo, parece útil investigar sobre justificativas. Por lo que respecta a este último
esta temática puesto que se viene a modificar el punto se opera un explícito reenvío a la normati-
actual sistema vigente. va penal aunque se haga de forma reducida res-
pecto al más amplio abanico de causas de exen-
Aunque el papel de la responsabilidad por culpa ción o de atenuación establecido en esta sede.
haya venido modificándose a lo largo de estas déca-
das y haya venido perdiendo (ex plurima vid: Viney, El inciso “toda culpa” del primer párrafo del
2001, p. 555) cada vez mayor fuerza, el APC mantie- artículo elimina, de una vez por todas, la diferen-
ne la referencia a la responsabilidad por culpa. ciación entre responsabilidad “de délicts et des
quasidélicts” (conf. Radé, 2007, p. 84), todavía pre-
Un claro ejemplo de cuanto afirmado es la res- sente en el código actual y que sin embargo ya
ponsabilidad de los padres por hecho ilícito co- asume una naturaleza arcaica.
metido por los hijos, tanto en el Derecho francés,
español, como italiano; se ha producido progre- Una de las novedades, que viene introducida
sivamente una objetivización de esta responsa- por el art. 1353 APC y que además se mira con
bilidad. Sin embargo la función de la culpa juega favor por parte de la doctrina (Chabas, 2007, p.
un papel fundamental en el derecho español por
lo que respecta a la responsabilidad de los pa-
74), es la explicita regulación de la responsabili-
dres o del tutor por hecho ilícito cometido por el dad de las personas morales por la que se incor-
menor o el incapacitado según la facultad de mo- pora al Derecho Civil un concepto de culpa ad-
deración prevista en el art. 118 del Código penal ministrativo (nota al texto oficial del APC, p. 267),
(en adelante CPe) o en el art. 61.3 de la Ley penal por el cual se considera oportuno suponer culpa
del menor (Ley Orgánica n. 5/2000 de 12.1.2000 de la persona moral no solamente la resultante
en Boe n. 11 de 13/1/2000 en adelante LPM). del representante de la misma, sino la resultante
de una “falta de organización o funcionamien-
Cabe relevar, además, que el APC no modifica to”.
nada respecto a la responsabilidad de la perso-
na sin discernimiento dado que el art. 1340-1 APC
confirma la norma actual del art. 489-2 CCf por el En las líneas siguientes se analizan los tipos de
cual se confirma su responsabilidad civil (sobre responsabilidad extracontractuales que vienen a
este punto véase Chabas, 2007, p. 74, Radé, trazarse, o sea la responsabilité du fait des choses
2007, p. 81). y la responsabilidad por hecho ajeno.

Por lo que respecta a la responsabilité du fair Sin embargo, antes de todo, deben subrayarse
personelle, el punto de referencia es el art. 1352 dos características generales.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 13

La primera es que en el APC, a diferencia del La objetivización de la responsabilidad resulta


Code actual que nunca ha procurado describir la evidente puesto que el Anteproyecto viene a dis-
persona que padece del daño, se habla de “vícti- poner que ningún vicio de la cosa podrá exonerar
ma”. Puesto que la referencia a dicho vocablo se a quien tiene la guarda del bien. Asimismo se ge-
realiza en varias circunstancias, se considera neraliza el principio fijado por el art. 1340-1 APC,
(Whittaker, 2007, 99) que se ha desnaturalizado estableciéndose también que la alteración psíqui-
este término, que normalmente viene asociado a ca del guardián no puede considerarse una causa
sujetos que padecen daños corporales y que aho- de exoneración (conf. art. 1354-3 APC).
ra puede asociarse también a daños económicos
o inherentes a los bienes. El Ante-proyecto procura delimitar esta res-
ponsabilidad bajo una perspectiva tanto tempo-
La segunda es que el sistema de responsabili- ral como sujetiva (conf. art. 1354-1 e 1354-2 APC).
dad extracontractual se caracteriza prácticamen- Partiendo del presupuesto de que el propietario
te por una responsabilidad objetiva o de pleno responde siempre de un bien de su propiedad y
derecho, tanto por lo que respecta al hecho de la que por esto se presume guardián; se establece
cosa como por la responsabilidad por hecho aje- que, en las hipótesis en las que se haya cedido el
no. Otro ejemplo, además de los que se tratarán, bien a otra persona o se desconozca el propieta-
es la responsabilidad en supuestos de perturba- rio, el sujeto responsable del daño causado por el
ciones en las relaciones de vecindad: bien será quien detiene el maîtrise del mismo
momento en el que se verificó el daño. Muy bri-
Art. 1361 ACP: “El propietario, el tenedor, o el ex- llantemente se nota (Radé, 2007, p. 82) como, pues-
plotador de un fundo que provoque una pertur- to que en el Derecho francés el sujeto sin discer-
bación que excede de los inconvenientes norma- nimiento es responsable civilmente, la ausencia
les de vecindad, es responsable de pleno dere- de discernimiento del sujeto podría conciliarse
cho”. mal con este concepto de maîtrise.

4.1 La responsabilité du fait des choses. Asimismo, se quiere delimitar el momento tem-
poral de la posible verificación del daño estable-
El art. 1354 APC viene a crear una responsabili- ciéndose que el supuesto fáctico de realización
dad más amplia y general por los daños causados del daño ocurre desde el momento en el que el
por la cosa cuya guarda se tiene. Explícitamente bien “está en movimiento” y “entró en contacto
se afirma que tal responsabilidad es de pleno de- con el objeto del daño”. Con esta fórmula se quie-
recho “para indicar claramente que no hay exo- re poner manifiesto que a la producción del daño
neración posible por ausencia de culpa” (nota al tiene que contribuir un aspecto dinámico y no
texto oficial, p. 268). estático, de tal forma “se quiere asegurar que el
bien ha jugado un papel activo dentro de la pro-
El Avant-Projet quiere mantener la objetiviza- ducción del daño” (Leduc, 2007, p. 71).
ción de la responsabilidad du fait des choses lo- Por lo que respecta a las responsabilidad espe-
grada por la jurisprudencia a lo largo de estos ciales, que no pueden tratarse con detenimiento
años con la finalidad de no menoscabar la tutela en este trabajo, ninguna novedad se establece en
de las víctimas, queriendo al mismo tiempo per- la responsabilidad por productos defectuosos
feccionarla delimitando y aclarando el campo de puesto que dicha normativa no puede modificar-
aplicación de la misma. Se quiere dar homoge- se unilateralmente por parte del legislador nacio-
neidad a los varios tipos de responsabilidad, co- nal, siendo producto de precisas directrices co-
ordinando la responsabilidad relativa a los daños munitarias (Viney, 2007, p. 10).
provocados por animales con la responsabilidad
general, eliminado las disposiciones específicas y La necesidad de tutela del colectivo ha permiti-
operándose un reenvío a la normativa general do que el APC establezca una responsabilidad por
(conf. art. 1354-4 APC). actividades peligrosa de carácter amplio y gene-
ral que agrupara las responsabilidades especiales
La creación de una disposición más amplia per- ya existentes.
mite proceder a la derogación también de las
disposiciones específicas relativas a la responsa- Por todo ello, en este punto el derecho francés
bilidad por incendio y por ruina, o sea de los (nota al texto oficial, p. 271), llegaría a tratar explí-
actuales art. 1384.2 e 1386 CCf, equiparándolas a citamente y a objetivizar la responsabilidad por la
una más amplia responsabilidad de carácter ob- actividades peligrosas, también en la hipótesis de
jetivo. que estas sean lícitas, definiéndose esta como “la

responsabilidad civil
y seguros
14 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

actividad que crea un riesgo de daños graves que El padre y la madre mientras ejerzan la patria
puede afectar a un gran número de personas si- potestad, son solidariamente responsables del
multáneamente (conf. art. 1362 APC). Esta dispo- daño causado por sus hijos menores que vivan
sición nace para “dotar al derecho francés de un con ellos.
Los dueños y patrones lo son del daño causado
régimen de responsabilidad adaptado específica- por sus dependientes y encargados en el ejerci-
mente a las catástrofes industriales de gran alcan- cio de las funciones en que estén empleados.
ce” y se inspira a las disposiciones especiales ya Los profesores y artesanos, del daño causado por
presentes en el derecho francés relativas a la res- sus alumnos y aprendices durante el tiempo que
ponsabilidad de pleno derecho en ámbito de com- permanezcan bajo su vigilancia.
pañías aereas, explotadores de reactores nuclea- La anterior responsabilidad tiene lugar salvo que
res y explotadores teleféricos (conf. nota al texto el padre y la madre o los artesanos prueben que
oficial, ps. 271 e 272). no pudieron impedir el hecho de que dio lugar a
esta responsabilidad.
En lo que concierne a los profesores, la culpa,
La segunda responsabilidad especial es la relati- imprudencia o negligencia invocada contra ellos
va a los accidentes de circulación, responsabilidad como causantes del evento dañoso deberá pro-
a la que se dedica una específica sección (Libre III, barse en juicio por los demandantes conforme al
Titre III, Chapitre IV, Section I) en el APC, “simpli- Derecho Común”. (Traducción de Núñez Igle-
ficando y cambiando sustancialmente el régimen sias, 2005, p. 608, sin embargo no se comparte
establecido por la Loi Badinter del 5 de julio de con él la traducción de “le pére et la mère” por
1985” (Viney, 2007, p. 16). Se extiende el campo de “los padres”).
aplicación de la misma sustancialmente amplian-
do la aplicación no solamente a los accidentes de Como ha ocurrido con la responsabilidad por
vehículos sino también a los accidentes produci- daños causados por bienes en la esfera de control
dos mediante tren o tranvía excluyéndose, a tenor del responsable, también en este ámbito se pro-
del art. 1385.2 APC, solamente los accidentes de cura dictar unas disposiciones de carácter más
circulación que resultan de la utilización de un ve- amplio y general tomando como referencia “el
hículo inmóvil y en una función extraña a su des- control del modo de vida” o “control de la activi-
plazamiento. Al mismo tiempo se unifica la res- dad” de los sujetos. En el primer tipo de control
ponsabilidad, simplificándola y eliminándose las caben la responsabilidad por hecho de los meno-
diferencias entre la calidad o no de conductor o la res, de los mayores y la de los que tienen la guarda
relativa a las edades de las personas (véase Chabas, sobre estos sujetos (arts. de 1156 a 1158 APC); el
2007, p. 75; Leduc, 2007, p. 72; Viney, 2007, p. 16). segundo tipo, o sea el relacionado con el control
de la actividad, comprendería los sujetos en vir-
4.2 La responsabilidad por hecho ajeno. tud de que tengan (arts. 1359 e 1359-1 APC) o no
tengan (art. 1360 APC) un vínculo de dependencia
También la responsabilidad por hecho ajeno se (Tourneau, 2007, p. 110). Más precisamente por el
remodela totalmente, viniendo a abandonarse el art. 1355 APC se establece que:
único artículo que hasta hoy la regula y predispo-
niéndose en cambio toda una serie de artículos “Aquel que regula el modo de vida u organiza de
que proceden a regular los casos específicos. otro o controla su actividad en interés propio, es
responsable de pleno derecho de los daños cau-
Actualmente el art. 1384 CCf, dispone que: sados por ellos”.

Art 1384 ccf: Se es responsable, no sólo del daño


Prácticamente se elimina el sistema de presun-
que se cause por hecho propio, sino también el ciones iuris tantum y el sistema probatorio que
causado por las personas de las que se debe res- caracterizan la actual reglamentación (arts. 1384.2,
ponder, o por las cosas que estén bajo la guarda 1384.7 1384.8 CCf), siendo suficiente para que naz-
de uno. ca la responsabilidad en objeto “la prueba de un
Sin embargo, el que detente por cualquier títu- hecho que comprometa la responsabilidad del
lo, todo o parte, de un inmueble o de las cosas autor del daño” (art. 1355.2 APC).
mueles en las que se haya iniciado un incendio,
sólo responde, frente a terceros, de los daños La disposición del art. 1384.6 CCf relativa a res-
causados por este incendio si se prueba que se
produjo por su culpa o por la de personas de las
ponsabilidad de los profesores desaparece; sin
que es responsable. embargo dicha desaparición es solamente ficti-
Esta disposición se aplica a las relaciones entre cia. Dicha responsabilidad puede ser incluida en
propietarios y arrendatarios, que se rigen por los una disposición de carácter más amplio que con-
arts. 1733 y 1734 del Código Civil. templa los casos en los que el menor es confiado

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 15

temporalmente a otra persona por sus padres: el acoger la actual tendencia jurisprudencial plas-
art. 1358 APC que regula los casos en que se con- mada sobre los Arrêt Fullenwarth, Arrêt Levert,
trata a un sujeto para vigilar al menor como pue- Arrêt Bertrand (citadas en la tabla de sentencias).
de ocurrir en el caso de una baby sitter, y que es el Novedades relevantes son que la responsabilidad
único caso en el que queda en vigor la presunción del tutor será limitada a los casos de muerte, la
iuris tantum de responsabilidad. Se comparte la eliminación del requisito de cohabitación entre
postura de aquella doctrina (Tourneau, 2007, ps. los padres y el menor. Además el APC toma una
109 y 110) que afirma que, por lo tanto, la desapa- postura contraria a la jurisprudencia actual dado
rición de la disposición del art. 1384.6 no es efec- que el art. 1356 APC llega a establecer una res-
tiva, sino que la responsabilidad se agrava, puesto ponsabilidad eventualmente solidaria entre pa-
que se pasa de un sistema de culpa ex art. 1384.8 dres o tutor del menor y la persona física o moral
CCf que tiene que ser probada a un sistema de encargada por decisión judicial o administrativa
presunción iuris tantum ex art. 1358 APC. Para o convención, de controlar el modo de vida del
que pueda comprenderse téngase en cuenta el menor. Actualmente, en cambio, la acumulación
tenor literal del 1358 APC: de las responsabilidades no se admite (Cour Cas-
sation Civ., 2ª, 8.12.1961 en JCP 1962, II, 12658;
Art. 1358: “Las demás personas que asumen a Cour Cassation Civ., 2ª, 18.3.1981 en Bull. Civ., II,
título profesional, una misión de vigilancia de n. 69, p. 69).
otra, responden del hecho del autor directo del
daño, a menos que no demuestren que no co- Absoluta innovación (Viney, 2007, p. 15; BRUN,
metieron culpa alguna”. 2007, p. 107) es la creación de una referencia de
una responsabilidad por hecho ajeno en relación a
También ha sido bienvenida (Tourneau, 2007, la vinculación económica entre las partes.
p. 109) la eliminación la responsabilidad del arte-
sano regulada en el art. 1384 por hecho cometido El art. 1360 APC se preocupa de delinear las dos
por sus aprendices dado que hoy en día ya es una hipótesis en las que dicha situación se pueda crear.
relación ordinaria subordinada (Viney, 2007, p. Se diferencian las hipótesis en las que el sujeto “ob-
15), más bien incorporada en la responsabilidad tiene un provecho económico” de la persona —y
de los daños causados por los empleados o de- este es el caso de los trabajadores asalariados libres
pendientes (Fages, 2007, p. 116). como puede ser el caso de los centros de atención
sanitaria (établissements de soins) por los daños cau-
Se destaca (Radé, 2007, p. 82) como en la mayo- sados por los médicos— de la situación en que la
ría de las hipótesis las personas sin discernimien- persona responsable es la que “controla la actividad
to que procuran daños se encuentran bajo la au- económica o patrimonial en situación de depen-
toridad de un tercero, de los padres, de un tutor o dencia” o sea la hipótesis por ejemplo que puede
de una institución especializada los que respon- ocurrir entre concedente y concesionario en la fran-
den por ellos, lo que viene manifestado por los quicia entre sociedades y filiales (APC, nota 39,
arts. 1356 e 1357 APC. p. 158. Véase también BRUN, 2007, p. 104).

Se procede armonizar y a homogenizar la res- La diferenciación entre los dos tipos de respon-
ponsabilidad en relación a dos criterios el prime- sabilidad se refleja en la carga de la prueba: si para
ro con relación al tipo de persona que necesita dictar la responsabilidad del sujeto en el primer
cuidado —creándose una específica disposición caso el perjudicado tendrá que demostrar la rela-
para los menores y otra para los mayores de edad ción de casualidad entre hecho dañoso y la activi-
“cuyo estado y situación requiere una supervi- dad realizada por el sujeto (por ejemplo el mismo
sión especial” (conf. art. 1357 APC)— y otro en medico), en la segunda hipótesis la relación de cau-
relación con la dependencia económica. El mis- salidad que tendrá que probarse será entre el su-
mo APC aclara la diferencia entre estado y situa- puesto fáctico que dio lugar al daño y el ejercicio
ción: “el estado indica una deficiencia psíquica o de control operado por el controlador (como la
mental mientras la situación contempla, por ejem- sociedad principal de la que depende la franqui-
plo, el caso de encarcelamiento o de control ejer- cia). En los dos casos se trata de probar siempre un
cido por una autoridad judicial o una persona nexo de casualidad; sin embargo en el segundo
delegada por esta” (APC, nota n. 33, p. 157). caso se requiere una casualidad más apropiada y
más técnica debido a que la actividad de la filial
Por lo que respecta a la responsabilidad por normalmente es “por cuenta propia” y que, por lo
hecho del menor, se abandona la presunción iu- tanto, se tiene un margen de acción más amplio en
ris tantum actualmente prevista procediéndose a las dinámicas y políticas de gestión empresarial.

responsabilidad civil
y seguros
16 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

Del mismo modo que el art. 1354 APC, el art. En definitiva se critica el “lujo de detalles” (Tour-
1360 APC procura dictar una disposición general neau, 2007, p. 114) establecido por la nueva norma-
para las personas relacionadas por un vínculo eco- tiva, poniéndose fin a “una tradición de la cláusula
nómico; sin embargo a diferencia del primer artí- general o del artículo omnicomprensivo” (Fages,
culo, se afirma de forma explicita la posibilidad 2007, p. 115) como se verifica en el actual sistema.
que estas disposiciones generales se deban adap-
tar a la responsabilidad por hecho ajeno relaciona- Sin embargo puede hacerse una observación:
da con la actividad de los médicos y a los daños de frente a todo este detallado sistema de nuevos
las filiales de empresa, respectivamente (véase, artículos, el APC no explicita en ningún artículo
también bajo una perspectiva crítica, Fages, 2007, que el daño debe resultar causado a un tercero
ps. 118 y sigtes.; Dubuisson, 2007, p. 136). A la nue- (Dubuisson, 2007, p. 134).
va reglamentación de responsabilidad por hecho
ajeno relativa a una relación económica entre las 5. El Avant-Projet Catala como referencia para
partes, se asocia también la más clásica responsa- el futuro
bilidad entre commettant y préposé actualmente Aunque no se han podido abarcar todas las dis-
regulada en el quinto párrafo del art. 1384 CCf. Se posiciones del Anteproyecto, este artículo da una
regula manteniendo a grandes rasgos lo dispuesto visión general sobre la probable estructura futura
en el Código actual en los arts. 1359 y 1359-1; sin de la responsabilidad civil en el Derecho francés.
embargo se procede a retomar dos fórmulas afir-
madas por la Suprema Corte y tomando expresa No cabe la menor duda que dicho texto legal no
posición, parcialmente modificadora, una tercera. tiene ninguna ambición unificadora en el contexto
europeo y que se ha pensado exclusivamente para
Así, se establece que “el commettant no será res-
ponsable si prueba que el préposé ha realizado
el Derecho francés. A tal fin creo útil aportar aquí
su actividad fuera de las funciones por las que se las mismas palabras del coordinador del grupo re-
había empleado sin autorización y con fines aje- dactor para despejar cualquier titubeo a propósi-
nos a sus atribuciones” (art. 1359.1 que retoma la to: “Nuestra intención no se inscribía en la lógica
formula relativa al “d’abus de fonctions” de la Cas- de los proyectos Lando o Gandolfi y menos aún
sation Assemblée plénière. 19.3.1988 en Bull. Civ. Von Bar. No se trataba de pensar, al menos en
II, n. 5, R., p. 223). Asimismo, otra causa de exone- primer grado, en términos de derecho europeo,
ración es que el sujeto opere de mala fe frente al sino de derecho francés, sin excluir que su renova-
tercero: “Tampoco lo será si demuestra que la víc- ción se inspira en ideas emitidas en el entorno y
tima no podía legítimamente creer que el sujeto
actuaba por cuenta del commettant” (art. 1359.2
que ésta pueda, a su vez, tener importancia dentro
también aquí se retoma la postura consolidad de de un devenir jurídico que, antes o después, tras-
la jurisprudencia: véase nota a APC, nota n. 37, p. cenderá las naciones” (Catala, 2007, p. 7).
158). En fin, se modifica la posición tomada por la
asamblea plenaria en el Arrêt Costedoat (Cassation Por lo tanto, el equipo de trabajo dirigido por el
Assemblée plénière 25.2.2000 en RTDciv 2000, p. profesor Catala, aunque “imite a otros grupos
582): si ésta descartaba la responsabilidad del en- europeos” (Viney, 2007, p. 10) se diferencia en el
cargado que actúa dentro los limites de sus funcio- fondo.
nes, el nuevo art. 1359-1 APC, en contra de este pro-
nunciamiento establece la responsabilidad sub- El APC se ha inspirado en otros textos naciona-
sidiaria del encargado en la hipótesis de que la víc- les e internacionales. Algunas referencias ya se han
tima no haya podido obtener por parte del com- hecho a lo largo de este escrito, con referencia por
mettant o de “su asegurador” la reparación del ejemplo a los Principles of European Contract Law.
daño (sobre este último punto véase BRUN, 2007,
106; Tourneau, 2007, 112).
Aunque sin duda merecería dedicar un específico
estudio sobre la cuestión, aquí es útil brevemente
Por último, se critica que el Avant-Projet dife- hacer algunas comparaciones también en relación
rencie la reglamentación de dos situaciones que con los Principles of European Tort Law (en ade-
actualmente quedan sujetas a la misma normati- lante PETL). Si en línea de máxima los dos textos se
va. La referencia es a la responsabilidad de los aproximan predisponiendo toda una serie de acti-
padres frente a los hijos y a las del commettant vidades de las que deriva la responsabilidad (acti-
frente al préposé. En concreto, se pone énfasis en vidad culposa o dolosa, responsabilidad objetiva
que la responsabilidad de los padres sigue que- en caso de actividad peligrosa, responsabilidad por
dando sujeta a una noción de garantía frente al hecho ajeno para la actividad de los auxiliares), los
menor, mientras la otra viene a anclarse en un dos textos se diferencian puesto que, aun tratando
concepto de causalidad (véase Tourneau, 2007, supuestos similares, cada uno pone énfasis en si-
p. 112 y 113). tuaciones diferentes (son claros ejemplos por lo

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 17

que respecta al APC la sistematización de las dife- Así como se ha considerado necesario refor-
rencias y puntos en común entre responsabilidad mar la estructura de la responsabilidad en Fran-
contractual y extracontractual, la atención a la res- cia, lo mismo puede sostenerse en relación con el
ponsabilidad por hecho ajeno en relación a las per- ordenamiento jurídico español. Esta exigencia no
sonas mayores y a los auxiliares y a las situaciones solo deriva del hecho de que la estructura de la
especificas de responsabilidad contractual, la tute- responsabilidad civil española se fundamenta so-
la del tercero, y para los PETL, por ejemplo, el nexo bre una estructura filo-francesa que se considera
de casualidad, y la responsabilidad solidaria y par- obsoleta, sino también de la exigencia de reme-
ciaria). diar problemas intrínsecos al Derecho español.
Un ejemplo claro es la coexistencia de un sistema
A pesar de que existan puntos de contacto entre de responsabilidad civil extracontractual stricto
estos textos, cabe destacar que se dan diferentes sensu regulada en el Código Civil y de un sistema
posturas sustanciales como la responsabilidad civil de responsabilidad civil ex delicto insertado en el
del sujeto sin discernimiento o la diferente naturale- Código Penal y en la LPM. Si esta exigencia se
za de la responsabilidad de los padres por hecho manifestó ya en el pasado sosteniendo que res-
ilícito del menor o en relación al discapacitado psí- ponsabilidad hay una sola (ROGEL VIDE, 1976, p.
quico (conf. arts. 1340-1, 1351-1 y 1356 APC, art. 31; Díaz Alabart, 1987, p. 796), hay que añadir que
6:6102 PETL), o la diversa postura en relación a la al momento actual el art. 1902 CCe ha perdido
responsabilidad del contratista independiente: conf. definitivamente cualquier connotación práctica y
art. 1360.2 APC, art. 6:6102.2 PETL (para una visión se ha vaciado de cualquier contenido mediante la
general sobre los PETL véase Martín Casal, 2005, ps. interpretación conjunta del art. 3 y de la primera
1 y sigtes.). Sin embargo, así como el texto francés se disposición adicional LPM, del art. 109 CPe, del
ha nutrido de referencias legislativas presentes en informe Fiscalía del Estado del 6.10.2005 (en JUR
otros textos nacionales e internacionales, asimismo 2005/223178), del art. 4.3 del título preliminar del
podrá ser la fuente de inspiración de futuros textos CCe y el de la jurisprudencia relevante en esta
legales: también el Code Napoléon se pensó para los sede. Por lo tanto, se requiere una homogeniza-
franceses y acabó siendo un punto de referencia e ción de la responsabilidad por hecho ajeno con-
inspiración para los demás países. tenida en el CCe, CPe y en la LPM, ocasión que se
ha perdido con la reciente Ley Orgánica n. 8 del
Por todo lo anterior, el Avant-Projet Catala es 4.12.2006 (Boe 5.12.2006) que ha reformado el
desde hoy un nuevo texto de referencia para un procedimiento por pieza separada (sobre este
futuro derecho privado europeo y, mientras tanto, punto, véase Ferrante, 2008, ps. 609 y sigtes., 622 y
para mejorar las actuales normativas nacionales. sigtes.).

VI. Tabla de sentencias

Sala y Fecha Argumento Lugar de publicación

Cour Cassation Civ., 2ª, Responsabilidad solidaria entre


8.12.1961 responsabilidad padres y tutores por en JCP 1962, II, 12658
hecho ilícito del menor. Negación.

Responsabilidad solidaria entre


Cour Cassation Civ., 2ª, en Bull. Civ., II, n. 69, p. 69
responsabilidad padres y tutores por
18.3.1981 hecho ilícito del menor. Negación.

Convenciones inherentes a un daño


Cour Cassation Civ., 1ª, causado por culpa dolosa o grave en RTCiv 1984, p. 727
18.1.1984

Cassation Assemblée Responsabilidad de los padres por en Bull. Civ. n. 4, pág, 104
plénière. 9.5.1984 (Arrêt hecho ilícito de los hijos
Fullenwarth)

Cour Cassation Civ., 1ª, Convenciones inherentes a un daño


15.3.1988 causado por culpa dolosa o grave en RTCiv 1990, p. 666

Cassation Assemblée Responsabilidad del en Bull. Civ. II, n. 5, R., p. 223


plénière. 19.3.1988 encargado/comitente

responsabilidad civil
y seguros
18 · doctrina esencial Alfredo Ferrante

Sala y Fecha Argumento Lugar de publicación

STS, 1ª, 18.4.1991 Principio de acumulación de acciones Ponente: Excmo Sr. Matías MALPICA
de responsabilidad GONZÁLEZ-ELIPE en RJ 1991/9811

Relación entre el tercero y los en JCP G 1991, II, 21743, con nota de Viney,
Cassation Assemblée plénière
remedios de la responsabilidad JCP E 1991, I, 218 con nota de CH LARROUMET,
12.7.1991 (Arrêt Besse)
contractual en RTDciv 1991, p. 750 con observaciones de
P. Jourdain, en RTDciv 1992, p. 90
con observaciones de J. MESTRE y
p. 593 observaciones de F. ZÉNATI
Cour Cassation Civ., 2ª, Responsabilidad de los padres por en JCP G 1997, II, 22848
19.2.1997 (Arrêt Bertrand) hecho ilícito de los hijos
Ponente: Excmo. Sr. D. Alfonso BARCALÁ
STS, 1ª, 20.3.1997 Responsabilidad civil de los centros TRILLO-FIGUEROA en RJ 1997/2483
docentes ex art. 1903 Cce
Ponente: Ilmo. Sr. D. Angel Vicente
SAP Madrid, 10ª, Principio de acumulación de acciones
ILLESCAS RUS en AC 2000/640.
15.1.2000 de responsabilidad

Responsabilidad del en RTDciv 2000, p. 582


Cassation Assemblée plénière
encargado/comitente
25.2.2000 (Arrêt Costedoat)
Responsabilidad de los padres por en Bull. Civ. II, n. 96, p. 435
Cour Cassation Civ., 2ª,
hecho ilícito de los hijos
10.5.2001 (Arrêt Levert)
Principio de acumulación de acciones Ponente: Excmo Sr. Clemente AUGER LIÑÁN
STS, Sección Unica,
de responsabilidad en RJ 2003/3700
10.4.2003
Principio de acumulación de acciones Ponente: Excmo Sr. Xavier O’CALLAGHAN
STS, 1ª, 27.10.2005
de responsabilidad MUÑOZ en RJ 2005/7357

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doctrina esencial · 19

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responsabilidad civil
y seguros
20 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

La indemnización de daños personales


del “ama de casa”

POR CARLOS A. PARELLADA

SUMARIO: I. Introducción.- II. La indemnización del llamado “va-


lor vida”.- III. La acción indemnizatoria por la pérdida de la vida de
los damnificados indirectos.- IV. Procedencia de la indemnización
por la vida del ama de casa.- V. La fundamentación de las senten-
cias estimatorias de daños.- VI. Criterios de valuación del daño
material producido por la muerte o la incapacidad del ama de casa.

I. Introducción cial dificultad, ello justifica la gran cantidad de


estudios publicados sobre el tema, tanto en el
La temática de la cuantificación del daño pre- derecho nacional como extranjero, en el último
ocupa hondamente a la doctrina nacional. Prue- quinquenio […]. Comparto, consecuentemente,
ba de ello fue la elección de este tema para ser la alarma de gran parte de la doctrina nacional y
tratado en las XXI Jornadas Nacionales de Dere- extranjera que busca remedios a la anarquía que
cho Civil, llevadas a cabo en la Universidad de rige en materia de determinación de los llamados
Lomas de Zamora en septiembre de 2007. Sin duda ‘daños a la persona’“(1).
alguna que la meditación colectiva que provoca
tal inclusión lleva al pensamiento conjunto de la La variabilidad de los enfoques se refleja en los
docencia universitaria dedicada al Derecho de distintos esquemas que utilizan los abogados para
Daños, y la confrontación de opiniones que pro- la valuación de los daños sufridos por la víctima,
duce fecundas aclaraciones sobre los arcanos de los distintos criterios periciales y los diversos cri-
problema. terios judiciales, que han llevado a hablar de una
“lotería forense” (2). La diversidad cultural es otra
La dificultad del tema y la necesidad de esclare- razón que contribuye a la desigualdad que se ob-
cimiento para terminar con la anarquía judicial al serva en las distintas jurisdicciones propias de un
respecto, es destacada por los tribunales cuando país federal (3). Por nuestra parte, alguna vez he-
deben proceder a la determinación del quantum mos hablado de anarquía judicial sobre el tema
indemnizatorio de daños personales. Así, es una (4), la que resulta aún más indignante cuando la
constante que la sala I de la Suprema Corte de diversidad se presenta entre tribunales de una
Justicia de Mendoza, comience sus pronuncia- misma jurisdicción, o peor aún, en un mismo tri-
mientos sobre el tema diciendo: bunal. Análoga terminología utilizaron las XXI Jor-
nadas Nacionales de Derecho Civil que concluye-
“La determinación monetaria de los daños a la ron en que “El sistema de cuantificación judicial
persona entraña un problema de extrema y espe- de los daños a la persona muestra un panorama
NOTAS

(1) SCMendoza, sala I, marzo 16/1995, “Belgrano (3) GREGORIO, Carlos - HIGHTON, Elena, y ALVA-
Soc. Coop. Ltda. de Seg. y ot. en j.: Cerrutti, Olguín REZ, Gladys, “Indemnizaciones por daños a las per-
Adrián Rubén c. José Capel y ots.”, LS 254:149; Conf. sonas: una comparación entre provincias” Revista de
Rivera, Julio César “Cuantificación legal o judicial” Derecho de Daños T. 2005-3, p.7.
Rev.Der.de Daños To. 2001-2 ‘Cuantificación del
daño’ pág. 15, cap. I. (4) Ponencia que elaboráramos con los Dres. Silvi-
na Furlotti, Raúl Martínez Appiolaza y Roberto Reta,
(2) ALTERINI, Atilio A. “La limitación cuantitativa en las XXI Jornadas Nacionales de Derecho Civil (Lo-
de la responsabilidad civil”, Bs. As., Abeledo Perrot, mas de Zamora, 2007)
1997, p. 111, N° 64.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 21

de preocupante anarquía que conspira contra los cuantificación de los daños puede resultar enga-
valores seguridad, equidad y justicia”. ñoso.

En particular, dicha anarquía conspira contra Pero, además, una realidad desde el punto de
las posibilidades de llegar a arreglos extrajudicia- vista psicológico es que existe una lenta y dificul-
les, toda vez que la falta de criterios uniformes, tosa adaptación mental a las cambiantes circuns-
lleva a las partes a la falta de certeza en relación a tancias económicas que hace que los jueces
cuánto podrá obtenerse o ser obligado a pagar a —igual que nos ocurre al resto de la sociedad—
través de un pronunciamiento jurisdiccional y demoren en adecuar sus valoraciones a las varia-
alienta esperanzas para el accionante de que será ciones monetarias que se van sucediendo.
mayor y para el demandado que puede ser me-
nor a la suma que podría surgir de un eventual Las razones expuestas dificultan usar la com-
pacto, incentivando la litigiosidad e impeliendo a paración de valores como un método certero para
las partes a transitar el largo camino del proceso dar coherencia a las cifras que manejan como
judicial. Tal camino deja también en desamparo a compensatorias de los daños sufridos por la per-
la víctima que ve postergado su derecho, y mu- sona. La única forma en que el método compara-
chas veces, frustra la posibilidad de realizar trata- tivo podría rendir frutos es mediante el cálculo
mientos que prematuramente encarados llevaría del cambio respecto de una moneda relativamente
a una rehabilitación que disminuiría notablemente estable en el período implicado (6).
la incapacidad sufrida.
Ese panorama es el que hace que para los abo-
Por otro lado, el principio de inmodificabilidad gados y jueces, el problema de la cuantificación
de la litis trabada, la congruencia, la duración de de la indemnización sustitutiva de la vida de una
los procesos y las móviles situaciones de orden persona es un asunto delicado (7), pero cuando
económico atentan —también— contra la previ- se trata de la indemnización de la vida de una
sibilidad de que la indemnización que se ha solici- persona que desempeña labores de ama de casa
tado sea realmente compensatoria del daño su- la dificultad se potencia, porque la valuación de
frido, y lleva a los actores a reclamos que contie- su aporte a la vida familiar —y consecuentemen-
nen previsiones inflacionarias, quitándoles me- te, el valor del daño que recibe cada uno de sus
sura en relación al momento en que se hacen. miembros— presenta caracteres que hacen difi-
cultosa su valuación económica, que es la única
Por otro lado, la inestabilidad monetaria con- posible al hablar de una indemnización sustituti-
tribuye a complicarlo e impide tener una tradi- va de la vida, que resulta imposible reparar en
ción de cierta uniformidad al respecto, ya que los especie.
valores acordados hace relativamente poco tiem-
po no resultan una referencia adecuada para los Por un lado, la diversidad variable de tareas que
pronunciamientos actuales, ya que el ‘metro’ realiza —en función de la organización familiar y las
monetario ha sufrido diversas contracciones y diversas etapas de la vida— ya que el ama de casa:
dilataciones que lo alteran a través de períodos, a cocina, lava, plancha, por lo menos, pero eventual-
veces, no muy extensos (5). Resulta obvio que mente —según las habilidades propias— confec-
cuando no se cuenta con un signo monetario es- ciona ropas, cuida enfermos, transporta a la escuela
table el valor de los precedentes en relación a la y a los lugares en que se realizan las actividades

NOTAS

(5) Así se ha dicho: “desgraciadamente, las gran- su valor o deterioro, como ocurriera con el Euro —que
des fluctuaciones de la moneda durante extensos se ha valorizado últimamente— o con el dólar —que
períodos de nuestra historia, han impedido que en se deprecia en este momento en los mercados inter-
Argentina se cuente con datos similares a los que se nacionales— la comparación también puede condu-
llevan en Europa por organismos altamente especia- cir a errores.
lizados” (SCMendoza, sala I, diciembre 26/1995 “Gue-
rra María en j: Guerra María Cristina c. Alberto Freire (7) GARRIDO CORDOBERA, Lidia M. R. “La cuanti-
Lavalle” LS 262:429) ficación de daños. Un debate inconcluso” LA LEY,
Supl. diario 6 de agosto de 2007; ALFERILLO, Pascual
(6) Es necesario aclarar que la eficacia sólo se obtie- “Cuantificación de los daños personales” LA LEY,
ne mediante la comparación con el valor de una mo- Supl. diario 11 de julio de 2007; NEGRI, Nicolás Jorge
neda estable “en el período implicado”, ya que si se “La valoración del daño a la persona” LA LEY, Supl.
trata de moneda que ha sufrido un rápido ascenso de diario 21 de abril de 2008.

responsabilidad civil
y seguros
22 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

recreativas por los hijos —clubes, instrucciones es- cir. Así, no puede evitarse una honda turbación
peciales como idiomas, danza, gimnasia, etc.—, ofi- espiritual cuando se habla de tasarla económica-
ciando de chofer, realiza labores de jardinería, ma- mente, reducirla a valores crematísticos, hacer la
neja el personal de servicio —cuando se dispone de imposible conmutación de lo inconmutable. Pero
él—, se encarga de las compras, y de las diversas la supresión de una vida, aparte del desgarramien-
diligencias propias de la vida doméstica, etc. (8) Esa to del mundo afectivo en que se produce, ocasio-
diversidad implica —también— variabilidad, pues na indudables efectos de orden patrimonial como
en un matrimonio recién constituido unas son las proyección secundaria de aquel hecho trascen-
tareas, pero a través de los años, ellas varían, abar- dental, y lo que se mide en signos económicos no
cando otras nuevas y dejando de realizar las inicia- es la vida misma que ha cesado, sino las conse-
les, y más tarde, vuelven a transformarse a partir del cuencias que sobre otros patrimonios acarrea la
momento en que los hijos van adquiriendo inde- brusca interrupción de una actividad creadora,
pendencia, y luego, se modifican con las necesida- productora de bienes” (11).
des que despierta la aparición de los nietos y varia-
das las alternativas que presenta la vida, según sus Coherente con dicho criterio el Alto Tribunal
integrantes dispongan de un trabajo estable o no, ha sostenido que “La valoración de la vida huma-
estudien o no, tengan un arraigo o no, etc. En fin, na para determinar la indemnización no es otra
tareas diversas y variables. cosa que la medición de la cuantía del perjuicio
que sufren aquellos que eran destinatarios de to-
II. La indemnización del llamado “valor dos o parte de los bienes económicos que el ex-
vida” tinto producía, desde el instante en que esta fuen-
te de ingresos se extingue” (12).
El principio hoy aceptado, y que prácticamente
ya no se discute (9), es “La vida humana no tiene La Corte Suprema de la Nación ha sentado reite-
valor económico “per se” sino en consideración a radamente —y ratificado recientemente— el cri-
lo que produce o puede producir. En ese orden terio en virtud del cual “para fijar la indemnización
de ideas, la valoración de la vida humana a los por valor vida no han de aplicarse fórmulas mate-
fines resarcitorios no es otra cosa que la medi- máticas sino considerar y relacionar las diversas
ción de la cuantía del daño que sufren aquellos variables relevantes de cada caso en particular, tan-
que eran destinatarios de todos o parte de los to en relación con la víctima —capacidad produc-
bienes económicos que el extinto producía, des- tiva, cultura, edad, estado físico e intelectual, pro-
de el instante en que la fuente de ingresos se ex- fesión, ingresos, laboriosidad, posición económica
tingue” (10). También se ha dicho por la Corte y social, expectativa de vida—, como con los dam-
Nacional, en el mismo orden de ideas: “La vida nificados, tales el grado de parentesco, asistencia
humana no tiene valor económico per se, sino en recibida, cultura, edad, educación, condición eco-
consideración a lo que produce o puede produ- nómica y social, entre otras” (13).

NOTAS

(8) ZAVALA de GONZALEZ, Matilde “Daños a las 1997-E, 121 y DJ, 1998-1-210; Idem, octubre 19/1995
personas. Daños a las personas” Bs. As., Hammura- “Badín, Rubén y otros c. Provincia de Buenos Aires”
bi, 1990, T. 2b, p. 353 N° 75. 1996-C-585, con nota de Jorge Bustamante Alsina y
DJ 1996-2262
(9) Antes de la ampliación de la indemnizabilidad
del daño moral que consagró la Reforma por el dec. ley (12) CSN, diciembre 2/2003 “Folgan Roberto c. Del
17.711 numerosos fallos aludían al valor intrínseco de Rivero, Edgardo S. y otro” LA LEY, 2004-C, 430, DJ,
la vida humana, lo que implicaba la innecesariedad 2004-1-984 y RCyS, 2004-771.
de rendir pruebas acerca de la productividad de la
persona fallecida. Véase ZAVALA de GONZALEZ, Ma- (13) CSN, agosto 24/2006 “Ferrari de Grand, Tere-
tilde en BUERES, A. J.-HIGTHON, Elena I. “Código Civil sa H. M. y otros c. Provincia de Entre Ríos y otros” DJ,
y normas complementarias. Análisis doctrinario y ju- 2007-I-236; El criterio reconoce varios antecedentes
risprudencial”, Bs. As., Hammurabi, 1999, T. 3-A p. 249, en los que se sostuvo “… para fijar la indemnización
N° 3 de la glosa a los arts. 1084 y 1085. por valor vida no han de aplicarse fórmulas matemá-
ticas —tal como lo hacen los actores en su escrito de
(10) CSN, junio 6/1999 “Schauman de Scaiola, Mar- demanda— sino considerar y relacionar las diversas
tha S. c. Provincia de Santa Cruz y otro” RCyS, 2000-478. variables relevantes de cada caso particular tanto en
relación con la víctima (edad, grado de parentesco,
(11) CSN, abril 17-1997 “Savarro de Caldara, Elsa I. condición económica y social, profesión, expectativa
y otros c. Empresa Ferrocarriles Argentinos” LA LEY, de vida, etc.) como con los damnificados (grado de

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 23

Contrasta esa reiterada jurisprudencia con el cial a las conclusiones obtenidas por cálculos
criterio que sentaran las XXI Jornadas Nacionales aritméticos (15).
de Derecho Civil, llevadas a cabo en Lomas de
Zamora, Provincia de Buenos Aires —en septiem- Precisamente, el objeto de nuestro estudio ha
bre de 2007—, cuya Comisión N° 2 que abordó el sido el análisis de los supuestos en que se ha dis-
tema de la cuantificación de la indemnización por puesto la indemnización del daño material del
daños personales, concluyeron en que “Tratán- daño causado por la muerte o incapacidad del
dose de cuantificación del daño patrimonial a la ama de casa y la cuantificación que han efectua-
persona, particularmente lucro cesante futuro, do los tribunales, cuyas conclusiones nos parece
es necesario acudir a la utilización de fórmulas de interés exponer con el fin de poner de relieve
matemáticas, actuariales u otros parámetros ob- la sensatez y verdad que encierra la recomenda-
jetivos uniformes, que permitan alcanzar con ra- ción a que arribara dicho encuentro jurídico, en
zonable grado de objetividad un resultado previ- relación a los casos analizados.
sible por los justiciables. Ello, sin perjuicio de las Un criterio intermedio, entre el rechazo de las
amplias facultades del juzgador de incrementar o formulas matemáticas y su aplicación servil, ha sos-
disminuir fundadamente el monto resultante de tenido la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, al
dicho procedimiento. La falta de parámetros ob- decir “podrá o no participarse del criterio que fija el
jetivos produce efectos altamente perniciosos con daño corporal sobre bases matemáticas, pero de
insalvable secuela de injusticia”. ningún modo puede afirmarse que el razonamien-
to es arbitrario o infundado (16) si el resultado al
Pero, además, contrasta el criterio del Alto Tri- que se arriba resulta razonable (17)”. Participamos
bunal con los criterios bastante difundidos en la de ese criterio, y creemos —además— que los mé-
Capital Federal y en Córdoba, jurisdicciones en todos matemáticos son un mecanismo adecuado y
las que se usa frecuentemente las fórmulas de- conveniente de ser utilizado por los jueces para con-
nominadas Vuoto o Marshall para la determina- trolar la razonabilidad de sus conclusiones basadas
ción de las indemnizaciones (14). También es en apreciaciones prudenciales, con el fin de verifi-
usual en el common law recurrir a las pericias y car que ellas no sean irrisorias o excesivas.
métodos matemáticos para determinar las ga-
nancias futuras frustradas, precisamente, por- III. La acción indemnizatoria por la pérdi-
que los conocimientos matemáticos ayudan a la da de la vida de los damnificados indirectos.
mayor precisión de tales daños y a cumplir el
objetivo de la integralidad de la reparación, aun- Es doctrina aceptada —casi unánimemente
que no parece conveniente atar la decisión judi- (18)— que la indemnización de la vida humana
NOTAS

parentesco, edad de los hijos, educación, etc.)”; conf. períodos a atender, según la expectativa de vida, “i”
CSN, septiembre 27/1994 “Furnier, Patricia M. c. Pro- es la tasa de interés estimada. Tal fórmula puede ser
vincia de Buenos Aires” LA LEY, 1996-C 558, con nota fácilmente incorporada a una planilla de cálculo e
de Jorge Mario Galdós; CSN, julio 5/1994 “B., B. G. c. incorporando las variables se obtiene el capital nece-
Provincia de Misiones” LA LEY Online; CSN, octubre sario para atender durante el número de períodos
20/1992 “Coria, Amelia y otros c. Empresa Ferrocarri- estimados, según la expectativa de vida y que se ago-
les Argentinos” LA LEY, 1993-C 389 y DJ, 1993-2-758. te al momento de alcanzarlos.
CSN, noviembre 9/2000 “Saber, Ciro A. c. Provincia
de Río Negro y otros” LA LEY Online. (15) Véase el trabajo doctrinal citado en nota ante-
rior y LARROCCA, Gregorio J. “El análisis económico
(14) Sobre la evolución del pensamiento acerca del del derecho al determinar la indemnización por frus-
valor de las fórmulas puede consultarse la excelente tración de ganancias” LA LEY, 2006-E 965.
obra de IRIBARNE, Héctor Pedro “De los daños a la
persona”, Bs. As., Ediar, 1993, especialmente el Cap. (16) SCMendoza, sala I, marzo 30/1993. “Díaz Ana
V sección VII p. 137 y sigtes. y el Cap. XIII p. 647 y sig- María en j: Díaz Ana c. Raúl F. Fiochetta y ot.”, LS 235-
tes. CNTrab., sala 3a., junio 16/1978 “D. Vuoto y ot. c. 432.
A.E.G.Telefunken Argentina S.A.I.C.” ED T. 81 p. 312.
Véase GREGORIO, Carlos G., HIGHTON, Elena I. y (17) SCMendoza, sala I, mayo 14/2002, “Gálvez,
ALVAREZ, Gladys S. “Indemnizaciones por daños a Samuel en j: Gálvez, Samuel c. Sancor Coop. de Seg.
las personas: una comparación entre provincias”, Rev. Ltda. y ot.”, LS 308:142, publicado en LLGran Cuyo
Der. de Daños T. 2005-3 ‘Determinación judicial del 2002-529.
daño - II’ p. 16, N° 4.2 y su nota al pie N° 15. La fórmula
es la siguiente: C= a * (1-Vn) * 1/i y Vn= 1/(1+i) n en la (18) Véase sobre esta cuestión KEMELMAJER de
que “a” es el ingreso de la víctima, “n” es el número de CARLUCCI, Aída R. en BELLUSCIO, A. C. - ZANNO-

responsabilidad civil
y seguros
24 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

para los damnificados indirectos es un derecho toda persona, que por él hubiese sufrido, aunque
iure propio que adquieren quienes sufren un daño sea de una manera indirecta”. Es que no puede
frente a la desaparición de una persona de la cual —seriamente y con cordura— interpretarse que
dependen es víctima de un homicidio, sea éste para el daño más grave e irreversible la legitima-
doloso, culposo o provenga del hecho o actividad ción pueda ser más restringida que para los de
riesgosa. Ello, sin perjuicio, de la posibilidad que menor gravedad.
tienen de acumular la pretensión indemnizatoria
nacida en cabeza del causante y en su calidad de De modo tal, que habiendo fallecido el ama de
herederos (iure hereditatis) los daños que hubie- casa están legitimados todos aquellos que se be-
re sufrido el muerto entre el momento del acci- neficiaban con su actividad, o sea, quienes reci-
dente que constituye la causa de la muerte y su bían los beneficios de sus servicios, en la medida
fallecimiento (19). que tuvieran derecho subjetivo a ello, por tener
derecho a la asistencia de la víctima, o intereses
Los arts. 1084 y 1085 del Código Civil establecen legítimos —no contrarios a derecho— a que se
que “Si el delito fuere de homicidio, el delincuen- les prestaran. Normalmente, serán las personas
te tiene la obligación de pagar todos los gastos de la familia que se beneficiaban con los queha-
hechos en la asistencia del muerto y en su funeral; ceres domésticos que desempeñaba en vida. Pero,
además, lo que fuere necesario para la subsisten- si bien eso será lo usual, la aplicación de la norma
cia de la viuda e hijos del muerto, quedando a la legitimante contenida en el art. 1079 del CCiv.,
prudencia de los jueces, fijar el monto de la in- permite que también la ostenten terceros que
demnización y el modo de satisfacerla”, y que “El convivían con el o la fallecido/a, aunque no fue-
derecho a exigir la indemnización de la primer ran herederos forzosos o legitimarios de la vícti-
parte del artículo anterior, compete a cualquiera ma, cuando acreditan haber sido beneficiarios
que hubiere hecho los gastos de que allí se trata. regularmente de tal asistencia. Así sucede, por
La indemnización de la segunda parte del artícu- ejemplo, con la nuera o el o la conviviente con un
lo, sólo podrá ser exigida por el cónyuge sobrevi- hijo o hija de la víctima, que recibe los beneficios
viente, y por los herederos necesarios del muer- de las labores, como sucede con frecuencia cuan-
to, si no fueran culpados del delito como autores do se hacía en vida cargo del cuidado de sus nie-
o cómplices, o si no lo impidieron pudiendo ha- tos y las labores domésticas de la pareja novel, y
cerlo”. los constituye en damnificados indirectos por la
pérdida de la vida o la incapacidad de quien pro-
Dichas normas específicas —para el delito de veía a sus necesidades domésticas.
homicidio— deben ser entendidas como no de-
rogatorias, sino complementarias, del art. 1079 En torno a la función de los arts. 1084 y 1085 del
CCiv. que establece la legitimación genérica de Código civil, la jurisprudencia y doctrina mayori-
cualquier damnificado indirecto, al disponer: “La taria coinciden, en la actualidad (20), en que tales
obligación de reparar el daño causado por un delito normas establecen un caso particular de daño
existe, no sólo respecto de aquel a quien el delito presumido iuris tantum por la ley con relación a
ha damnificado directamente, sino respecto de tales legitimados, con las distintas interpretacio-

NOTAS

NI, E. A., “Código Civil y leyes complementarias”, Bs. ponsabilidad civil”, Barcelona, Bosch Ed., 1975, trad.
As., Astrea, 1984, T. 5 p. 166 y sigtes., N° 2 de la glosa de Angel Marínez Sarrión, p. 664, N° 122; SALAS, Ac-
a los arts. 1084 y 1085; MOSSET ITURRASPE, Jorge “El deel, “Acciones de indemnización por la muerte de
valor de la vida humana”, Sta. Fe, Rubinzal Culzoni, una persona; la acción directa y la acción como here-
2002, 4ª. ed., p. 62; ZAVALA de GONZALEZ, Matilde dero del difunto” JA T. 1943-II p. 942.
en BUERES, A. J.-HIGTHON, Elena I. “Código Civil y
normas …” cit., T. 3-A p. 2252, N° 4 de la glosa a los (19) BORDA, Guillermo “Tratado de Derecho Civil-
arts. 1084 y 1085; de ABELLEYRA, Rodolfo, “El dere- Obligaciones”, Bs. As., LA LEY, 2008, actualizado por
cho a la reparación de los daños patrimoniales que se Alejandro Borda, T. II p. 454, N° 1588.
originan en el homicidio” LA LEY, 114-959; en la tesi-
tura de que la acción es ejercitada iure hereditatis: (20) Sobre la evolución del pensamiento jurídico
MAZEAUD, Henri y León - TUNC, André “Tratado sobre esta cuestión véase KEMELMAJER de CARLUC-
teórico y práctico de la responsabilidad civil delictual CI, Aída R. en BELLUSCIO, A. C.-ZANNONI, E. A.,
y contractual”, Bs. As., Ejea, 1963, trad. de Luis Alcalá “Código Civil y leyes…” cit., T. 5 p. 198, N° 9 c) de la
Zamora y Castillo, T. II vol. II p. 540 y sigtes. N° 1912; glosa a los arts. 1084 y 1085.
DE CUPIS, Adriano “El daño. Teoría general de la res-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 25

nes que se han esbozado en torno a quiénes re- nómica integran también aquel valor vital de los
sultan ser los legitimados (21). hombres”. Es, lo transcripto, la ratio decidendi
expuesta ya para el 26 de agosto de 1975 (Fallos:
Participamos de la opinión mayoritaria, en el 292:428, 435, considerando 16; asimismo: Fallos:
sentido que tales normas crean una presunción 303:820, 822, considerando 2°; 310:2103, 2111, con-
de daño cierto que beneficia al cónyuge y a los siderando 10, y 312:1597, 1598, entre muchos
herederos forzosos en razón del estrecho vínculo otros), y que el paso del tiempo y las condiciones
que los une a la víctima, sin excluir la legitimación de vida que lo acompañaron no han hecho más
de cualquier otro damnificado indirecto que, en que robustecer, sobre todo ante la amenaza de
cambio, está gravado con la carga de acreditar hacer del hombre y la mujer, un esclavo de las
que recibía la asistencia regular, cuya privación cosas, de los sistemas económicos, de la produc-
constituye la existencia del daño. Consecuente- ción y de sus propios productos (Juan Pablo II,
mente, pensamos que están legitimados los pa- Redemptor hominis, 52)” y que “hombre es eje y
rientes colaterales y terceros no parientes siem- centro de todo el sistema jurídico y en tanto fin en
pre que acrediten que recibían algún aporte re- sí mismo —más allá de su naturaleza trascenden-
gular para sus propios gastos, o en el caso, de la te— su persona es inviolable y constituye valor
muerte o incapacidad del ama de casa, prueben fundamental con respecto al cual los restantes
que resultaban beneficiarios de su actividad do- valores tienen siempre carácter instrumental”
méstica por haberse hecho la víctima cargo de (“Campodónico de Beviacqua c. Ministerio de
tales necesidades. Salud y Acción Social” Fallos: 323:3229, 3239, con-
siderando 15 y su cita —LA LEY, 2001-C, 32—). En
Por lo demás, no puede olvidarse que la Corte segundo término, el referente a que el “trabajo
nacional ha dicho: “valor de la vida humana no humano tiene características que imponen su
resulta apreciable con criterios exclusivamente consideración con criterios propios que obvia-
económicos. Tal concepción materialista debe mente exceden el marco del mero mercado eco-
ceder frente a una comprensión integral de los nómico y que se apoyan en principios de coope-
valores materiales y espirituales, unidos inescin- ración, solidaridad y justicia, [...] normativamen-
diblemente en la vida humana y a cuya repara- te comprendidos en la Constitución Nacional...Y
ción debe, al menos, tender la justicia. No se trata, ello sustenta la obligación de los que utilizan los
pues, de medir en términos monetarios la exclu- servicios, en los términos de las leyes respectivas,
siva capacidad económica de las víctimas, lo que a la preservación de quienes los prestan” (“S.A. de
vendría a instaurar una suerte de justicia distribu- Seguros ‘El Comercio de Córdoba’ c. Trust” Fa-
tiva de las indemnizaciones según el capital de llos: 258:315, 321, considerando 10 y sus citas; en
aquéllas o según su capacidad de producir bienes igual sentido Fallos: 304:415, 421, considerando
económicos con el trabajo. Resulta incuestiona- 7°)”(22). Esta concepción es —obviamente— apli-
ble que en tales aspectos no se agota la significa- cable tanto a la valuación de la vida de la persona
ción de la vida de las personas, pues las manifes- que realiza trabajos remunerados, como a la de-
taciones del espíritu insusceptibles de medida eco- terminación del valor de la existencia de quien

NOTAS

(21) Sobre la cuestión véase KEMELMAJER de CAR- futuras)” y en Responsabilidad Civil Doctrinas Esen-
LUCCI, Aída R. en BELLUSCIO, A. C.-ZANNONI, E. ciales Tomo I p. 529; VAZQUEZ FERREYRA, Roberto A.;
A., “Código Civil y leyes…” cit., T. 5 p. 198, N° 5 de la CAPON FILAS, Rodolfo E.; LOPEZ MESA, Marcelo;
glosa a los arts. 1084 y 1085; de ABELLEYRA, Rodolfo CASTRILLO, Carlos V.; SCHICK, Horacio; DJ, 2004-3-
“El derecho a la reparación…” cit. LA LEY, 114-959; 339; DT, 2004-B, 1286; DJ, 2004-3-394, con nota de
TRIGO REPRESAS, F. A. “Derecho de las obligaciones”, VAZQUEZ FERREYRA, Roberto A. “Algunas ideas so-
La Plata, Lib. Ed. Platense, 1996, 3ª. Ed., T. V p. 786, N° bre el fallo ‘Aquino’“; RCyS, 2004-537, con nota de
3104; AZPEITIA, Gustavo A., LOZADA, Ezequiel y Carlos A. GHERSI “La Corte Suprema de Justicia y el
MOLDES, Alejandro J. E., “El daño a las personas. Sis- caso Aquino. La realidad y el derecho. Lo obvio no es lo
temas de reparación. Doctrina y jurisprudencia”, Bs. cierto”; ED supl. diario 25/10/2004 p. 5; DJ, 2004-3-798,
As., Abaco, 1998, p. 58, N° A.22.c. con nota de GATTI, Angel E., “Inconstitucionalidad del
artículo 39, inciso 1°, de la ley de riesgos del trabajo”;
(22) CSN, septiembre 21/2004 ”Aquino, Isacio c. TySS, 2004-778; LA LEY, 2005-A p. 230, con nota de
Cargo Servicios Industriales S.A.” Sup. Especial LA LEY DESCALZI, José P. “La inconstitucionalidad del artí-
2004 (septiembre), 39, con nota de PIZARRO, Ramón culo 39 de la ley 24.557”; JA, 2004-IV-16 con nota de la
D., “La Corte consolida la jerarquía constitucional del CASTAGNINO, Laura “El caso “Aquino”: la suprema-
derecho a la reparación (primeras reflexiones en torno cía constitucional”; DJ, 2004-3-1094, con nota de
a un fallo trascendente y a sus posibles proyecciones GHERSI, Carlos A.; IMP, 2004-B, 2588; LIVELLARA,

responsabilidad civil
y seguros
26 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

realiza generosamente un aporte en el ámbito Mosset Iturraspe destaca que “de lo que se tra-
doméstico. ta es de valorizar el trabajo de la mujer en el ho-
gar, la traducción económica del quehacer do-
IV. Procedencia de la indemnización por la méstico, cuando ninguna actividad cumple fuera
vida del ama de casa del mismo”(27).

Superados los criterios en base a los cuales se Los tribunales, en general, han reconocido que
consideró que las tareas de la mujer en la casa la privación de la vida o la capacidad física y síqui-
constituían el cumplimiento de un deber inhe- ca de la mujer (y/o el hombre) a cargo de la casa
rente a la condición de madre o esposa y que no (28), implica una lesión patrimonial al derecho de
era una pérdida indemnizable la privación del ser- los damnificados indirectos o de la mujer misma
vicios que realizaba (23), hoy no resulta discutible incapacitada parcial o totalmente, aunque no re-
que tales labores tienen para sus beneficiarios un cibiese remuneración por su tarea doméstica y
valor económico. aunque desempeñara otras tareas remuneradas
en el mercado de trabajo (29).
El Profesor Henoch D. Aguiar ya había destaca-
do que la ley reconocía el papel protagónico de la El más Alto Tribunal nacional ha debido anular
esposa al organizar la sociedad conyugal, con cier- un pronunciamiento en el cual un tribunal de gra-
ta analogía al socio industrial de las sociedades co- do había negado la indemnización del daño ma-
merciales (24), y que cualquiera fuera el nivel eco- terial consistente en la necesidad de contratar a
nómico de la víctima, lo usual era que la mujer una persona para realizar las tareas domésticas
desempeñase las tareas del hogar, fuera personal- que desempeñaba la víctima a favor de su esposo
mente o través del servicio doméstico que está e hijos. En el caso, la negativa de la Cámara se
sujeto a su dirección y gobierno, sin perjuicio de la había fundado en que se trataba de tareas que la
asunción personalísima de las funciones de la fis- víctima desempeñaba gratuitamente de modo que
calización de los estudios, las tareas formativas y la se configuraba un detrimento patrimonial para
impulsión de las tareas recreativas (25). Asimismo, los damnificados para los accionantes, y además
recordaba antiguos fallos en los que se había reco- que se trataba de una consecuencia casual, y como
nocido trascendencia a esas labores en orden a la tal, no imputable al autor si no había sido tenida
indemnización de su muerte (26). en mira (art. 905, CCiv.) (30).
NOTAS

Carlos A. “Primeras reflexiones sobre “Aquino” y el fu- constitucionalidades futuras” elDial - DC9D7; MAN-
turo del sistema de la ley 24.557” JA, 2004-IV-1171; SUETI, Hugo R., “Crisis del sistema legal de riesgos del
RDLSS, 2004-19, p. 1362 con nota de MARK, Mariano trabajo y proyecto de reforma impulsado por la CGT”
H. “Jaque (¿mate?) a la LRT”; BUSTAMANTE OJEDA, elDial DC4EF.
Hilda E. “Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo. Hija dilec-
ta de la década del ’90. Sus cuestionamientos” RDLSS (23) CApel. Civ. y Com. Morón, sala 1ª, diciembre
T. 2007-10 p. 852 y Lexis N° 0003/401481 ó 0003/401487 23-1982, ED T. 107 p. 967.
elDial AA242F; MARK, Mariano H. “Nuevas tenden- (24) C.2ª Apel. La Plata, sala 1., septiembre 5/1986,
cias jurisprudenciales de la Corte en materia de Dere- “Gomez, Pablo A. c. Decisión S.A. y ot.” ED, 124-408.
cho del Trabajo” JA T. 2004-IV p. 1193 y Lexis N° 0003/
010963 ó 0003/010975 ó 0003/010969; RECALDE, (25) AGUIAR, Henoch D. “Hechos y actos jurídicos en
Héctor P. - RECALDE, Mariano “Los cambios en el sis- la doctrina y en la ley”, Bs. As., T.E.A., 1951, T. IV p. 575.
tema de riesgos del trabajo” JA, 2004-IV-1184 y Lexis
N° 0003/010962 ó 0003/010968; AHUAD, Ernesto J. (26) CFed. Cap. Fed., junio 7/1926, JA, 20-599.
“Fundamentos y consecuencias del fallo “Aquino” de (27) MOSSET ITURRASPE, Jorge “El valor de la vida
la Corte Suprema de Justicia de la Nación” RDLSS 2004- humana” cit., p. 102.
20 p. 1466 y Lexis N° 0003/400508 ó 0003/400516 ó
0003/400511; SUAREZ GALLO, Cecilia - GARCIA VIOR, (28) Sobre la alternatividad del rol de ‘ama de casa’
Andrea, “La Corte Suprema de Justicia y el principio de en la época actual, véase ALFERILLO, Pascual E. “El
progresividad” JA, 2004-IV-1200 y Lexis N° 0003/ valor de la indemnización de la vida” LA LEY, 2005-F,
010964 ó 0003/010977 ó 0003/010970; ROSSI, Alejan- 1036, N° 3.1.3.
dro, nota desaprobatoria “A propósito del Fallo de la
Corte sobre inconstitucionalidad de la ley de Riesgos (29) ZAVALA de GONZALEZ, Matilde “Daños a las
del Trabajo y los seguros ambientales: Lo imposible, personas” cit., T. 2b p. N° 80.
es obligatorio?” elDial DC4AA; BURGOS, Osvaldo R.
“Los riesgos del trabajo: a dos años de la primavera del (30) Según resumen que se efectúa en el conside-
2004, El caos sistémico, los puntos conflictivos y las in- rando 4 del fallo de la Corte, refiriendo los fundamen-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 27

La Corte, en cambio, entendió que la sentencia ajeno a las instancias extraordinarias, especial-
del tribunal de grado ostentaba sólo una funda- mente la casacional que no está destinada al aná-
mentación aparente al sostener que no había gra- lisis de cuestiones de hecho y que dependen
vitación económica sobre los patrimonios del es- —fundamentalmente— de la apreciación que el
poso e hijos porque la esposa fallecida cumplía tribunal haga de la prueba rendida; tampoco re-
las tareas en forma gratuita; y así el tribunal supe- visten por sí mismas el carácter de cuestión fede-
rior dijo: “se omite valorar que, ante esa definitiva ral. No obstante ello, con cierta frecuencia, los
ausencia, el núcleo familiar debió reorganizarse altos tribunales que conocen de los recursos ex-
para continuar su convivencia de modo regular, traordinarios, se ven forzados a inmiscuirse en la
lo cual, existiendo menores de edad y un padre cuestión debido a la falta de fundamentación aca-
que necesariamente deba trabajar para mante- bada de las razones por las cuales se llega a un
nerlos, conduce a afrontar una erogación no pre- monto determinado.
vista y que es consecuencia directa del infortu-
nio” (31). Así, la Corte Suprema de Justicia de la Nación
tiene dicho que: “Las objeciones referentes al
La Dra. Loianno, anotando ese fallo, señala pro- monto indemnizatorio en concepto del valor vida
yecciones constitucionales de trascendencia, en suscitan cuestión federal para su consideración
cuanto tal decisión encontraría fundamento de en la vía del recurso extraordinario, pues no obs-
máxima consistencia en el art. 14 bis de la Consti- tante referirse a cuestiones de hecho y prueba
tución Nacional, en tanto norma que coloca como ajenos —como regla y por su naturaleza— al re-
objetivo constitucional “la protección integral de medio del art. 14 de la ley 48 (Adla, 1852-1880,
la familia”; en el art. 17 de la Convención Ameri- 364), tal circunstancia no resulta óbice para abrir
cana de los Derechos Humanos y en el art. 23 del el recurso cuando la sentencia recurrida sólo sa-
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políti- tisface de manera aparente la exigencia constitu-
cos, en cuanto aseguran la igualdad de derechos y cional de adecuada fundamentación” (33); por
responsabilidades de los cónyuges; y, en la Con- ello, se decidió “corresponde dejar sin efecto la
vención sobre la Eliminación de todas las formas sentencia que, al determinar el valor de la vida
de discriminación contra la mujer, que reconoce humana a los efectos de establecer la indemniza-
el ‘gran aporte de la mujer al bienestar de la fami- ción correspondiente, no precisó de qué modo la
lia’(32). consideración de circunstancias particulares ta-
les como profesión, sexo, salud, vida útil, aptitu-
des para el trabajo, etc., conduce al resultado a
V. La fundamentación de las sentencias es- que se arriba”(34).
timatorias de daños
La necesidad de la exposición de las razones
Un aspecto de gran trascendencia es la necesi- comprende no sólo las consideraciones de or-
dad de que los montos que determinen los tribu- den económico, sino la consideración integral
nales aparezcan suficientemente fundados en el de los diversos aspectos de la vida de la víctima,
pronunciamiento judicial. que los abogados debemos tener especial cuida-
do de llevar a conocimiento del juzgador a tra-
La cuestión de la determinación del monto de vés de los diversos medios de prueba. No puede
las indemnizaciones, en principio, resulta un tema olvidarse al confeccionar la demanda, que hace

NOTAS

tos del tribunal de grado: CSN, abril 1/1997 “Lacua- (33) CSN, octubre 21/1997 ”Tkachuk de Kalys,
dra, Ernesto A. y ot. c. Nestlé de Productos Alimenti- Luba c. Sevillano, Marcelo F. y otros” LA LEY, 1998-B,
cios S.A.” LA LEY, 1997-E, 747 con nota aprobatoria de 444 y DJ T. 1998-2 p. 299; Idem, abril 1/1997 “Lacua-
la Dra. LOIANNO, Adelina, “Valor económico de las dra, Ernesto A. y ot. c. Nestlé de Productos Alimenti-
tareas domésticas y su reparación desde una visión cios S.A.” LA LEY, 1997-E, 747, considerando 3; ídem,
constitucional”. septiembre 19/1995 “Herrera, Bernardino T. y ot. c.
Roveda, Arturo N.” LA LEY, 1996-C, 489.
(31) Considerando 6 del fallo citado en nota ante-
rior. (34) CSN, julio 26/1983 “Maidana de Romaniz, Clo-
rinda R. y otra c. Empresa Ferrocarriles Argentinos”
(32) LOIANNO, Adelina, “Valor económico de las Fallos 305:953 y sus concordantes 301:472; 302:195;
tareas domésticas y su reparación desde una visión 304:578.
constitucional” LA LEY, 1997-E, 747.

responsabilidad civil
y seguros
28 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

falta aportar los datos fácticos de las labores que ridades que permitirán valorar en más o en me-
desempeñaba la víctima a fin de posibilitar la nos la suma compensatoria de la privación de
adaptación de la indemnización a las circuns- asistencia, si éstos tienen actividades que los sus-
tancias concretas en las que se desenvolvía con- traen del hogar todo el día o sólo parcialmente.
ducta de la víctima. En fin, todas estas circunstancias y otras que ofre-
cen el calidoscopio de la vida influyen para esta-
Tal aporte es el que posibilita la valoración inte- blecer cuál es la mayor o menor trascendencia de
gral que ha destacado la Corte Suprema de Justi- la privación que sufren.
cia de la Nación, al sostener “cuando la víctima
resulta disminuida en sus aptitudes físicas o psí- VI. Criterios de valuación del daño material
quicas en forma permanente, esta incapacidad producido por la muerte o la incapacidad del
debe ser objeto de reparación, al margen de lo ama de casa
que pueda corresponder por el menoscabo de la
actividad productiva y por el daño moral, pues la Tres son los criterios que se han esbozado al
integridad física tiene por sí misma un valor in- respecto:
demnizable y su lesión comprende, a más de aque-
lla actividad económica, diversos aspectos de la A. Entiende que la valuación debe hacerse con-
personalidad que hacen al ámbito doméstico, siderando el valor de los servicios domésticos que
cultural o social con la consiguiente frustración la víctima cumplía, y consecuentemente, debe
del desarrollo pleno de la vida (Fallos: 312:752, tenerse en calcularse sobre la base del sueldo que
2412; 315:2834; 316:2774; 318:1715; 320:1361; percibe el personal del servicio doméstico. Se tra-
321:1124; 322:1792, 2002 y 2658; 325:1156; ta de un criterio reduccionista que ha sido certe-
326:847)”(35). ramente criticado por Matilde Zavala de Gonzá-
lez y Mosset Iturraspe, en tanto ignora el plus de
Las circunstancias socio-económicas de la víc- la actividad del ama de casa ‘por sobre la simple
tima y de los damnificados directos es una cir- ejecución de las tareas hogareñas’(37) y la trans-
cunstancia que debe reflejarse en la indemniza- formación que provoca en la familia la desapari-
ción lo que llevará a una ponderación de lo que ción de quien atendía el hogar, especialmente en
sucede según el curso normal y ordinario de las los hogares modestos aunque —también— en los
cosas; así, será trascendente si se trata de un ho- acomodados. Es que en aquel criterio subyace
gar de modestos ingresos, en los que las tareas una inadmisible apelación a la fungibilidad de los
hogareñas son llevadas a cabo personalmente por seres humanos (38).
la víctima o si la víctima contaba con ayuda para
su realización o si simplemente se limitaba al go- B. Acude a la analogía con el régimen de la so-
bierno y dirección del personal contratado para ciedad conyugal a los fines de la determinación
la prestación de los servicios domésticos. Las ta- del daño, estimándolo en el cincuenta por ciento
reas concretas que desempeñaba en el seno del de los ingresos del cónyuge sobreviniente. El cri-
hogar a tiempo completo o las alternabas con terio no parece acertado, ya que es obvia la dife-
otras tareas remuneradas. También tienen tras- rencia que existe entre la previsión legal de dicho
cendencia las edades, educación y hábitos de los régimen y la valuación de la asistencia que brin-
damnificados indirectos (36), pues son particula- daba la víctima que es el daño cierto y concreto

NOTAS

(35) CSN, marzo 6/2007 “Mosca, Hugo Arnaldo c. (36) CSN, julio 5-1994 “B., B. G. c. Provincia de Mi-
Buenos Aires, Provincia de (Policía Bonaerense) y siones” LA LEY Online, donde se dijo: “Para la deter-
otros” Fallos 330:563, LA LEY, 2007-B, 261, LA LEY, minación de la indemnización por el valor vida no
2007-B, 363, con nota de Atilio A. Alterini, DJ, 2007-I- deben aplicarse fórmulas matemáticas sino deben
690, RCyS, 2007-344, con nota de Atilio A. Alterini; LA considerarse y relacionarse las diversas variables re-
LEY, 2007-B, 637, con nota de Guillermo E. Falco; - LA levantes de cada caso en particular, tanto en relación
LEY, 2007-C, 122, con nota de Lidia M. R. Garrido Cor- con la víctima como con los damnificados”.
dobera, JA, 2007-II p. 10, con nota de Félix A. Trigo
Represas; LA LEY, 2007-C, 302, con nota de Marcelo (37) ZAVALA de GONZALEZ, Matilde “Daños a las
Hersalis y Norberto Outerelo, RCyS T. 2007 p. 452, con personas” cit., T. 2b p. 362, N° 79; MOSSET ITURRAS-
nota de Ramón D. Pizarro, ED, 222-135, TySS T. 2007 PE, Jorge “El valor de la vida humana” cit., p. 103.
p. 416 y JA,. 2007-II-483, con nota de Juan C. Boragina
y Jorge A. Meza y 2007-IV p. 483, con nota de Edgardo (38) CNCiv., sala F, abril 12/1996 “Errecalde c.
López Herrera Rupp-Koell”, JA, 2001-I, sínt.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 29

que sufren los damnificados indirectos por la pri- tuyen una pauta objetiva, tal como lo han desta-
vación de la vida de quien los atendía (39). cado las XXI Jornadas Nacionales de Derecho Ci-
vil. No se trata de seguir ciega y matemáticamen-
C. Por último se ha postulado un criterio analó- te los resultados de un cálculo, sino de tenerlo
gico que tome en cuenta el salario mínimo vital y presente entre todos los otros elementos que con-
móvil como pauta estimativa, redimensionado o tribuyen a formar el juicio de certeza cuántica del
adaptado a las circunstancias del caso (40). daño que se está estimando.

Creemos que la prudencia judicial es insustitui- En primer lugar, porque aquél discurso al que
ble en materia de cuantificación de estos daños, nos referimos, no implica fundamentación, ya que
en este particular, de la pérdida de la vida del ama ella alude a la expresión de las razones que llevan
de caso, como en el menos cabo a su capacidad a la determinación cuántica y cualitativa; la exi-
física o psíquica, como en todos los demás que gencia de fundamentación suficiente sólo queda
deben valuarse; el salario mínimo, vital y móvil es satisfecha cuando se enuncian y analizan las pau-
—en algunos momentos políticos— una pauta, tas y circunstancias que determinan la aprecia-
pero en otros —especialmente, cuando deja de ción prudencial y son ponderadas, en forma ex-
actualizarse— conduce a resultados ridículos, y plícita, en su influencia en el caso concreto.
habrá que recurrir a la remuneración promedio
ponderada o cualquier otra pauta que arroje El análisis de algunos casos nos ha revelado que
como resultado una valuación que respete el prin- un control sobre las bases objetivas pone de ma-
cipio de realidad económica, evitando caer en una nifiesto que la trascendencia de las labores del
irrisoriedad que convierta a la indemnización en ama de casa, y el reconocimiento de su impor-
una declamación de principios sin traducción eco- tancia, sólo ha constituido un recurso discursivo
nómica o una exageración que convierta en vícti- sin que traducción en las llamadas ‘efectividades
ma al responsable. Ha de tenerse presente que lo conducentes’.
indemnizado es el daño material sufrido por la
víctima o los damnificados indirectos, y que él no A este fin hemos procedido a analizar una serie
tiene ninguna vinculación con el daño moral que de casos jurisprudenciales de indemnizaciones
padezcan. De modo tal, que el criterio del costo resarcitorias de los perjuicios sufridos por dam-
sustitutivo que inspiró la conclusión de las Prime- nificados indirectos de víctimas ‘amas de casa’,
ras Jornadas de Derecho Civil de la Provincia de que se publican en el sitio www.iijusticia.edu.ar
Buenos Aires (Junín, 1984) (41), no parece injusto
como “punto de partida” —sin perjuicio de que el Tal análisis nos ha convencido que si bien la
salario mínimo pueda ser pauta a tener en cuenta jurisprudencia —siguiendo destacada doctrina—
cuando respete el principio de la realidad econó- ha destacado, con cierta grandilocuencia en el
mica— y sin perjuicio de las correcciones que discurso, que “comporta un daño de naturaleza
correspondan según las circunstancias relevan- patrimonial la muerte de la esposa que se desem-
tes del caso que lleven por encima de tal remune- peñaba como ama de casa, pues las tareas do-
ración pautada en forma abstracta. mésticas tienen un valor material que no requiere
prueba, y más allá de que no tengan una traduc-
En tal sentido, creemos que es preciso que los ción económica precisa o numérica, resulta real-
jueces controlen sus percepciones intuitivas, que mente productora de bienes, y en el peor de los
en el discurso sentencial se encubren con la usual supuestos representa un aumento de gastos por
frase que “apreciado prudencialmente el daño se la desaparición de quien en el hogar realiza la
fija en la suma de…”, mediante la aplicación de mayor parte de los quehaceres o desempeña la
las formulas matemáticas actuariales que consti- función de ama de gobierno” (42), no siempre al

NOTAS

(39) ZAVALA de GONZALEZ, Matilde “Daños a las micamente su trabajo al frente de la casa y proporcio-
personas” cit., T. 2b p. 365, N° 79. nar al viudo y a sus hijos recursos para hacer frente a
la atención de la familia sustituyendo la atención que
(40) ZAVALA de GONZALEZ, Matilde “Daños a las prestaba la fallecida con los servicios onerosos del
personas” cit., T. 2a p. 361 N° 113 y T. 2b p. 367, N° 79. caso”.

(41) La recomendación de esas Jornadas reza “En (42) CNCiv., sala I, diciembre 2/2003 “Poncini, Jor-
caso de indemnización por muerte de la madre de ge Alberto y otros c. Bergamini, Carlos y otros” LA LEY,
familia, es justo partir del supuesto de valorar econó- Online.

responsabilidad civil
y seguros
30 · doctrina esencial Carlos A. Parellada

momento de su traducción económica ha sido de casa a favor de los tres beneficiario víctimas de
coherente con la importancia que destaca. la privación fueron valuadas en la suma de $ 225,76,
lo que resulta irrisorio tanto si se la compara con
En efecto, controlamos en una serie de casos el sueldo de una persona que la sustituya en las
cuál ha sido la traducción económica de las in- tareas, o si —como es habitual en el discurso— se
demnizaciones acordadas por los tribunales, uti- rechaza esa comparación por degradante, con el
lizando el método inverso de las fórmulas mate- sueldo mínimo vital y móvil.
máticas actuariales, para establecer cuál ha sido
la valuación de la contribución mensual de la víc- Otro caso; la resolución recaída “in re”: “A., J. y
tima (43). Lo hicimos partiendo de la indemniza- ots. c. Anechine, Guillermo M. y ots.” (45) en el
ción acordada, la edad de la víctima y la vida pro- que la víctima era una mujer, ama de casa de 79
medio estimada y obtenemos como resultado el años de edad, que también deja a su cónyuge de
valor de la pérdida mensual que se ha estimado 78 años y dos hijos de 53 y 49 años respectiva-
por el Tribunal que sufrieron los damnificados mente. En este caso, la indemnización de los da-
indirectos. ños materiales sufridos por el cónyuge supérstite
fue fijada en la suma de $ 60.000 (y otra suma igual
Los resultados que arroja son sorprendentes por daño moral). De modo tal que la valuación de
por su comparación con el discurso que los fun- la pérdida material sufrida por el marido se valuó
da. en la suma mensual de $ 859,98, cuando las capa-
cidades para el desempeño de la mujer en algu-
Veámoslos, sólo en dos ejemplos: nas tareas domésticas es de presumir que esta-
ban disminuidas, y eran naturalmente menores a
En el caso “S., J. L. c. Mastromano” (44) la vícti- las de la ama de casa del caso anterior que era
ma era una mujer de 42 años, que desempeñaba mucho más joven ya que sólo alcanzaba la edad
tareas de ama de casa, casada, sin datos sobre de 42 años.
educación recibida, que deja cónyuge (de 41 años)
y dos hijos menores (de 16 y 15 años, respectiva- Creemos que de haberse controlado mediante
mente). La Cámara acuerda una indemnización cuantificaciones matemáticas se hubiera evitado
de los daños materiales que asciende a $ 20.000 arribar a esos resultados que analizados a la luz
para el cónyuge (y $ 65.000 por daño moral), para de principios económicos-matemáticos se reve-
el hijo de 16 años la suma de $ 8.500 (y $ 35.000 por lan como falaces y desprendidos de la realidad, al
daño moral). Controladas esas indemnizaciones menos, en su apreciación comparativa.
con la finalidad de establecer cuál es la pérdida
mensual que se ha estimado para cada uno de los Por ello, nos enrolamos plenamente en criterio
damnificados indirectos, se establece que para el de que la apreciación prudente judicial es insusti-
cónyuge sobreviviente se estimó la pérdida sufri- tuible, pero también que debe ser controlada por
da en la suma de pesos 117,28 mensuales, para el la aplicación de las fórmulas actuariales, pues las
hijo de 16 años 49,84 y el de 15 años en $ 58,64. ciencias económicas y matemáticas son auxilia-
Ciertamente no es fácil advertir la diferente valo- res del Derecho en este aspecto. Creemos decidi-
ración para cada uno de los interesados y espe- damente en la prudencia judicial, pero también
cialmente para cada uno de los hijos, pues el me- creemos, que se integra con la humildad de quie-
nor tiempo en que la madre ayudaría al mayor no nes tienen el deber de administrar justicia, para
justifica la diferencia de la pérdida mensual. De recurrir al auxilio de las ciencias exactas en la de-
todos modos se advierte que las labores del ama terminación de los daños. ◆

NOTAS

(43) A tal fin, despejamos “a” de la fórmula que (45) CNCiv., sala K, abril 6/2006, “Artuso, Juan y
hemos transcripto en la nota al pie N° 14. otros c. Anechine, Guillermo M. y otros” RCyS, 200-
1114 y LA LEY, 2007-B, 391, con nota de Enrique José
(44) CNCiv., sala M, junio 16/2006, datos extraídos Quintana.
de www.iijusticia.edu.ar. Aparentemente no publi-
cado en las revistas jurídicas de mayor circulación.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 31

Los llamados “daños punitivos”


en la reforma a la ley 24.240

POR BENJAMÍN MOISÁ

I. Introducción.— II. Refutación de las objeciones.— III. El “daño


punitivo” en la Ley de Defensa del Consumidor y del Usuario.—
IV. Conclusiones

I. Introducción lionato que no se castiga por la ley penal, aunque


es en muchos casos un verdadero delito civil”.
Existen ciertos actos ilícitos ante los cuales, tanto Nosotros, por nuestra parte, sólo agregamos que
la responsabilidad civil como la penal, se mues- no todos los delitos civiles encuentran una ade-
tran impotentes para su eficaz sanción: en el pri- cuada sanción en la responsabilidad civil, de na-
mer supuesto, por insuficiencia de la función re- turaleza predominantemente compensatoria.
presiva de la responsabilidad civil, que reconoce
como límite su función resarcitoria; en el segun- Es que como bien lo señalara Aída Kemelmajer
do, por no encuadrar el ilícito civil dentro de los de Carlucci: “El resarcimiento del perjuicio no si-
estrechos márgenes de una figura penal, o por lencia las repercusiones de iniquidad y de insegu-
falta de adecuación de la pena para la completa ridad que acarrean algunos hechos antisociales e
restauración del orden civil, sin contar las cada irritantes, cuyos autores lucran a costa de la des-
vez mayores dificultades para obtener una con- gracia ajena: la reparación integral deja entonces
dena penal. insoluta la lesión al sentido de justicia” (1).

Vélez Sarsfield en la nota al art. 1072 del Código Jorge Mario Galdós, en un excelente trabajo
Civil ya observaba que: “No todos los delitos civi- publicado hace casi una década, ejemplifica
les constituyen delitos del derecho criminal, por- profusamente sobre la cuestión con la siguiente
que la ley penal no castiga todos los actos que enunciación casuística: accidentes de tránsito,
atacan los derechos de otro, por ejemplo, el este- afectación de los derechos del consumidor, da-

NOTAS

(1) KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Diserta- la Asociación de Magistrados y Funcionarios de Cór-


ción sobre daños punitivos en la Asociación de Ma- doba y en la Facultad de Derecho de la Universidad
gistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Córdo- de Mendoza, siempre dentro del año 1993. En sínte-
ba, citada por TRIGO REPRESAS, Félix A. - LOPEZ sis, nos dice, en el ámbito nacional la problemática de
MESA, Marcelo J., Tratado de la responsabilidad civil, los daños punitivos fue expuesta públicamente por
T. I, p. 557 y n. 735, La Ley, Buenos Aires, 2005. Aída Kemelmajer de Carlucci en sucesivas disertacio-
nes llevadas a cabo en Buenos Aires, Córdoba y Men-
Por correo privado del 10 de abril de 2008, como doza, hace ya 15 años y luego nunca más.
responsable de la Biblioteca Carlucci —y de su base
de datos—, Nedo Carlucci, por especial encargo de Finalmente, a modo de anécdota, Carlucci nos co-
su mujer, cortésmente nos informa que el trabajo menta que el tema se “internacionalizó” en una con-
sobre “daños punitivos” tiene una única versión es- ferencia pronunciada en 1994 en la Real Academia
crita que publicó la Academia Nacional de Derecho y de Legislación y Jurisprudencia de Madrid, “Semina-
Ciencias Sociales de Buenos Aires, la cual recepta la rio Federico de Castro”, sin las referencias especiales
disertación anual de Aída Kemelmajer de Carlucci al derecho argentino, pero que esa versión no se pu-
pronunciada el 26 de agosto de 1993. blicó.

Asimismo, nos cuenta que de inmediato el tema


fue objeto de sendas conferencias pronunciadas en

responsabilidad civil
y seguros
32 · doctrina esencial Benjamín Moisá

ños ambientales, lesión de bienes públicos colec- Nosotros nos limitamos al tratamiento de: a) la
tivos, piratería intelectual, difamación por la pren- inconstitucionalidad de la multa civil; b) el enri-
sa, publicidad engañosa, intromisión en la intimi- quecimiento sin causa; y c) la superposición de
dad o privacidad e injurias, afectación de intere- sanciones, por estimar que son las realmente de-
ses plurindividuales homogéneos y compartidos, cisivas.
supresión de beneficios obtenidos ilegítimamen-
te, microilícitos —en los que, por su escaso mon- a) Contra la inconstitucionalidad de la multa
to, es improbable que el afectado demande—, civil
etcétera (2).
Sin duda alguna, el mayor y más serio reparo
En este contexto, una significativa mayoría de que se ha formulado contra la multa civil es la
la doctrina argentina —a la cual adherimos— pos- tacha de inconstitucionalidad. Los autores que
tulaba la incorporación de los punitive damages suscriben esta posición entienden que los llama-
—preferimos, multa civil por actos desaprensi- dos daños punitivos serían sanciones de tipo pe-
vos— a nuestro derecho, la cual vemos plasma- nal y que, por lo tanto, su aplicación en sede civil
da, aunque de un modo parcial y defectuoso, en sería inconstitucional, por no regir en dicho ám-
la reciente reforma a la Ley de Defensa del Con- bito las garantías constitucionales propias del pro-
sumidor y del Usuario (LDCU). Las siderales dis- ceso penal (5).
tancias existentes entre las distintas soluciones
propuestas y proyectadas, a las que se suma aho- Refutación
ra la consagrada por la legislación, nos impulsa a
precisar nuestra posición en el presente trabajo. Tres argumentos, que estimamos concluyen-
tes, nos permitirán refutar la pretendida inconsti-
II. Refutación de las objeciones tucionalidad de la multa como sanción civil.

No vamos a insistir sobre cuestiones trilladas, 1) Distinción dogmático-contingente entre de-


tratadas con gran erudición por los distinguidos litos y sanciones civiles y penales.
juristas que nos han precedido en el abordaje de
la problemática (3), pero sí nos ocuparemos de “¿Es posible arribar a una definición esencial,
refutar las principales objeciones a la institución, ontológica, universal y necesaria de lo que delito
lo que a su vez nos permitirá fijar nuestro punto y pena son?” se preguntan Aftalión, García Olano
de vista. y Vilanova; a lo cual responden: “Por cierto que,
desde tiempo atrás, los juristas han prodigado sus
Pizarro considera, entre las muchas objeciones esfuerzos en la búsqueda de estas definiciones,
que se han formulado a los punitive damages, las cuyo hallazgo les suministraría algo así como el
siguientes: a) enriquecimiento indebido de la víc- concepto puro de Derecho penal. Pero es menes-
tima; b) arbitrariedad en su determinación; c) in- ter reconocer que, tanto aquellos que han puesto
compatibilidad con la responsabilidad objetiva; la tónica de la diferenciación por el lado del deli-
d) inconstitucionalidad; e) resultados social y eco- to, como los que han enfilado hacia la sanción, no
nómicamente disvaliosos (4). han conseguido llegar a resultados decisivos, pues

NOTAS

(2) GALDOS, Jorge Mario, Los daños punitivos. Su GALDOS, Jorge Mario, Los daños punitivos. Su recep-
recepción en el Código Civil de 1998. Primeras aproxi- ción en el Código Civil de 1998. Primeras aproxima-
maciones, RCyS, 1999-23. ciones, RCyS, 1999-23; PICASSO, Sebastián, Sobre los
denominados “daños punitivos”, LA LEY, 2007-F,
(3) PIZARRO, Ramón Daniel, Daños punitivos, en 1154; ALTERINI, Atilio Aníbal, Las reformas a la ley de
Derecho de daños, 2ª parte, Libro Homenaje al Profe- defensa del consumidor. Primera lectura, 20 años
sor Félix Alberto Trigo Represas, La Rocca, Buenos después, LA LEY, 09/04/2008, 1 - Sup. Esp. Reforma
Aires, 1993; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, de la Ley de defensa del consumidor 2008 (abril), 3;
¿Conviene la introducción de los llamados “daños pu- entre otros.
nitivos” en el derecho argentino?, en Anticipo de Ana-
les de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias (4) PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, p. 534 y
Sociales de Buenos Aires, Año XXXVIII, Segunda Epo- sigtes., Hammurabi, Buenos Aires, 2004.
ca, N° 31, 1993; BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Los lla-
mados “daños punitivos” son extraños a nuestro sis- (5) Por todos, BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, op. et
tema de responsabilidad civil, LA LEY, 1994-B, 860; loc. cit.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 33

los ordenamientos jurídico-positivos, en su infi- que la norma jurídica tiene una estructura lógica
nita variedad, suministran continuamente casos disyuntiva (Cossio): a un antecedente imputa un
de delitos y de sanciones que no se compaginan proceder como debido; pero, como este proce-
con las definiciones doctrinarias que de los mis- der no es necesario sino contingente, prevé otro
mos se ha formulado” (6). proceder que corresponde al caso en que el su-
jeto no proceda como está prescripto en primer
En consecuencia, no siendo el delito ni la pena término. La primera prescripción se llama de-
conceptos jurídicos fundamentales sino empíri- ber jurídico, prestación, norma secundaria (Kel-
cos, sólo es posible fundar la distinción entre De- sen) o endonorma (Cossio). La segunda, se lla-
recho penal y civil en ciertas determinaciones ma sanción, norma primaria (Kelsen) o perinor-
dogmático-contingentes, de orden histórico-axio- ma (Cossio). En suma, sanción es el proceder
lógico, variables a tenor de los distintos ordena- correspondiente a la infracción de un deber ju-
mientos jurídico-positivos (7). En otras palabras, rídico (10).
el carácter penal de un entuerto y su pertinente
sanción está sujeto a circunstancias mutables en Y a continuación, el notable civilista aclara: “En
el tiempo y en el espacio, de tal modo que lo que el derecho penal, el deber jurídico no es expreso;
es delito aquí y ahora, mañana y en otro lugar el texto no dice que se debe no matar; dice sola-
puede no serlo, y viceversa. mente que el que matare a otro sufrirá de 8 a 25
años de reclusión o prisión. El Código Penal es a
Particularmente con respecto a las sanciones, modo de un catálogo de sanciones.
los prestigiosos autores que venimos siguiendo
en estos desarrollos, agudamente destacan: “El El derecho civil, en cambio, se dedica preferen-
carácter penal de sanciones como la prisión no se temente a describir los procederes debidos; las
presta a mayores controversias. Pero no sucede sanciones aparecen, en su mayor parte, en breves
lo mismo cuando se trata de consecuencias pe- textos de carácter genérico (arts. 18; 505; 1109).
cuniarias. De ahí que en la práctica suele ocasio-
nar dificultades la determinación del carácter Pero tanto en el uno como en el otro, la estruc-
—civil o penal— de ciertas multas. En estos casos tura lógica de la norma es la misma. En aquél, el
—en que intervienen como elementos decisorios deber jurídico es implícito, y la sanción expresa y
las referencias positivas, mencionadas en el tex- específica; en éste, el deber jurídico es explícito, y
to— se hace especialmente patente el carácter la sanción por lo común es genérica y a veces
dogmático-contingente, histórico-axiológico, que implícita. Pero en los dos hay necesariamente en
asume la cuestión” (8). cada norma un proceder debido y una sanción
para el caso en que no se lo realice” (11).
2) Identidad ontológica entre la norma civil y la
penal. 3) Constitucionalidad de las sanciones civiles.

Consecuentemente, entonces, afirmamos que Comprobada la identidad ontológica entre la


entre la norma civil y la penal indudablemente sanción civil y la penal, y el carácter dogmático-
hay una identidad ontológica, tanto respecto del contingente de sus diferencias, nos resta analizar
precepto como de la sanción, distinguiéndose sim- qué opinan los tribunales sobre la constituciona-
plemente por circunstancias dogmático-contin- lidad de las sanciones civiles pecuniarias.
gentes establecidas por el legislador, a las que ha-
brá que atender a la hora de determinar su natu- La Corte Suprema de los Estados Unidos, refe-
raleza. rente de la nuestra en materia constitucional, en
reiteradas oportunidades, ha dicho que los puni-
En este sentido, Arauz Castex —siguiendo, in- tive damages no son sanciones penales sino civi-
dudablemente, a Kelsen y Cossio (9)— explica les, quedando por lo tanto al margen de las ga-

NOTAS

(6) AFTALION, Enrique R. - GARCIA OLANO, Fer- (9) Idem, T. I, p. 115 y sigtes.
nando - VILANOVA, José, Introducción al derecho, T.
II, p. 101, El Ateneo, Buenos Aires, 1956. (10) ARAUZ CASTEX, Manuel, Derecho civil. Parte
general, T. II, p. 382, n° 1677, Empresa Tecnicojurídi-
(7) Idem, T. II, p. 104 y sigtes. ca Argentina, Buenos Aires, 1965.

(8) Idem, T. II, p. 105, n. 17. (11) Idem, T. II, p. 382, N° 1678.

responsabilidad civil
y seguros
34 · doctrina esencial Benjamín Moisá

rantías propias del proceso penal, con la sola sal- cado, pero no del interés público de la comuni-
vedad de que no sean excesivos (12). dad en el restablecimiento del orden jurídico al-
terado y el imperio del Derecho: “la reparación
Frente a esto se ha replicado: “No ignoramos integral deja entonces insoluta la lesión al sentido
que la Corte Suprema de los Estados Unidos de de justicia”, al decir de Kemelmajer de Carlucci.
América se ha pronunciado descartando la apli-
cación de la octava y la catorceava enmienda de Por lo tanto, como lúcidamente lo hace notar
la Constitución de aquel país a los ‘daños puniti- Díez-Picazo: “Si se considera justo obtener del
vos’ [...] Creemos, sin embargo que esa jurispru- autor de un hecho ilícito exacciones, multas o
dencia tiene escaso valor hermenéutico en nues- cosa parecida, más allá del importe del daño efec-
tro derecho, en atención a la diferente tradición tivamente causado, lo justo es que estas sumas
que insufla el sistema jurídico privado de ambos vayan a parar a manos del común o lo que es lo
países” (13). mismo al Tesoro público” (16).

Pero la encendida réplica se queda sin sustento Contrariamente a la opinión de Pizarro —quien
cuando es nuestra propia Corte Suprema de Jus- piensa que “nada impide, técnicamente, que una
ticia de la Nación, intérprete último de la Consti- pena civil pueda ser destinada a la víctima y adi-
tución, la que recurrentemente viene sostenien- cionarse a la indemnización de daños y perjui-
do que con relación a las sanciones no penales cios”— (17), creemos que existe un doble impedi-
—en el caso que citamos, multa procesal— no mento jurídico-filosófico para que una multa ci-
rigen estrictamente las garantías del proceso pe- vil pueda ser destinada a la víctima.
nal receptadas por los tratados internacionales y
nuestra Constitución Nacional (14). En primer lugar, el Derecho como orden coac-
tivo requiere de sanciones (norma primaria, se-
b) Contra el enriquecimiento sin causa. gún Kelsen, o perinorma, según Cossio) para in-
ducir a los hombres a conducirse de una manera
Con razón se ha objetado a los daños puntivos determinada. Ahora bien, el mantenimiento de
que su aplicación, en la concepción originaria de ese orden coactivo o jurídico, más allá del interés
la doctrina, produciría un enriquecimiento sin particular de cada individuo, responde ante todo
causa en favor del damnificado, al proporcio- a un interés social, por lo que una sanción, sea
narle sumas superiores al daño efectivamente penal o civil, de ningún modo puede estar desti-
sufrido (15). nada a beneficiar a la víctima (18). El interés pri-
vado de ésta, insistimos, encuentra suficiente sa-
Refutación. tisfacción con la reparación integral propia de la
responsabilidad civil.
A esta objeción, por compartirla, no formula-
remos propiamente una refutación, sino que pre- En segundo término, no se trata de una mera
cisaremos los alcances con los que aceptamos la cuestión técnica de “conveniencia o inconvenien-
concepción de una multa civil por actos desapren- cia” (19), sino que la proscripción del enriqueci-
sivos. miento sin causa tiene profundas raíces éticas y
de equidad: “Es justo por derecho natural, que
La responsabilidad civil mediante la reparación nadie se haga más rico con detrimento e injuria
integral se ocupa del interés privado del damnifi- de otro” (20).

NOTAS

(12) Conf. PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, (16) Idem.


p. 538 y sigtes.
(17) PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, p. 535.
(13) PICASSO, Sebastián, Sobre los denominados (18) Conf. KELSEN, Hans, Teoría pura del derecho,
“daños punitivos”, LA LEY, 2007-F, 1154, n. 33. p. 70 y sigtes., EUDEBA, Buenos Aires, 1960, tr. Moi-
sés Nilve.
(14) CSJN, 20/3/07, Conductil S.A. v. Music House
Jujuy S.R.L., SJA 5/9/2007 - JA 2007-III-412, Lexis N° (19) Idem nota 17.
20071564.
(20) “Iure naturae aequum est, neminem cum alte-
(15) DIEZ-PICAZO, Luis, Derecho de daños, p. 46, rius detrimento et iniuria fieri locupletiorem” (POMPO-
Civitas, Madrid, 2000. NIO, Digesto, L, XVII, 206). Conf. MOISSET DE ESPA-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 35

Por lo demás, el errado destino dado a las as- ocuparse de que la multa civil, sumada a las san-
treintes por el art. 666 bis del Código Civil (texto ciones penales y administrativas, no se convierta
incorporado por la ley 17.711) no puede obvia- en exorbitante e irrazonable. En este sentido,
mente justificar un nuevo error. Tampoco es ad- como lo ha resuelto en reiteradas oportunidades
misible la invocación de la cláusula penal como la Corte Suprema de Justicia de la Nación, los jue-
un argumento a favor del destino privado de la ces no pueden desatender las consecuencias que
multa, pues como bien lo señala Bustamante Al- normalmente derivan de sus fallos, lo que consti-
sina: “La cláusula penal se halla fuera de cuestión tuye uno de los índices más seguros para verificar
porque ella resulta de la estipulación contractual la razonabilidad de su interpretación y su con-
y por lo tanto [es] ajena al régimen de los delitos y gruencia con todo el ordenamiento jurídico (24).
cuasidelitos” (21). Otro tanto cabe decir respecto
de los intereses punitorios, pues los moratorios Por lo demás, la Corte en su actual composición,
—convencionales o legales—, al tener una fun- ratificando un antiguo y arraigado criterio, ha en-
ción fundamentalmente compensatoria, no de- tendido que las sanciones —en el caso, procesales y
jan dudas sobre el asunto (art. 622). disciplinarias— no se superponen ni se confunden
cuando tienen objetos distintos (25). En consecuen-
En suma, la multa civil siempre debe tener un cia, mutatis mutandis, entendemos que no hay obs-
destino de interés público, en cuyo caso no podrá táculo para la concurrencia de sanciones de distinta
invocarse un enriquecimiento sin causa, pues su naturaleza (penal, administrativa, civil, comercial,
finalidad es restaurar el orden jurídico mediante laboral, procesal o disciplinaria), en la medida en
la consiguiente sanción, elemento coactivo pro- que la acumulación no devenga irrazonable.
pio de toda norma de derecho (22).
III. El “daño punitivo” en la Ley de Defensa
c) Contra la superposición de sanciones pecu- del Consumidor y del Usuario
niarias.
La reciente ley 26.361 (B. O. 07/04/08 —Adla,
Con innegable razón, Jorge Galdós se preocupa LVIII-B, 1295—) ha hecho realidad en nuestro
de que, por la coexistencia y simultaneidad de san- derecho positivo los llamados “daños punitivos”,
ciones dinerarias penales, administrativas y civiles, al incorporar como art. 52 bis de la ley 24.240
se arribe a un resultado no querido y disvalioso: el (Adla, LIII-D, 4125) el siguiente texto:
exceso de punición pecuniaria contra el agente da-
ñador, expoliando y confiscando su patrimonio (23). “Daño Punitivo. Al proveedor que no cumpla
sus obligaciones legales o contractuales con el
Refutación consumidor, a instancia del damnificado, el juez
podrá aplicar una multa civil a favor del consumi-
Coincidimos con el distinguido camarista de dor, la que se graduará en función de la gravedad
Azul en que no se trata de un obstáculo insupera- del hecho y demás circunstancias del caso, inde-
ble, aunque indudablemente requerirá un esfuer- pendientemente de otras indemnizaciones que
zo adicional de los jueces civiles, quienes deberán correspondan.

NOTAS

NES, Luis, Curso de obligaciones, T. III, p. 303 y sigtes., (22) Conf. MERINO, Enrique - MOISSET DE ESPA-
Zavalía, Buenos Aires, 2004; PLANIOL, Marcel, Traité NES, Luis, Notas sobre inconducta procesal malicio-
élémentaire de droit civil, T. II, p. 311 y s., N° 933, Librai- sa (art. 622 del C. Civil), en separata del Boletín de la
rie Générale de Droit & de Jurisprudence, París, 1912. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba, Año XXXV, enero-di-
(21) BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, op. et loc. cit. ciembre 1971, Nros. 1-5.

Coincidimos con Moisset de Espanés cuando, refi- (23) GALDOS, Jorge Mario, op. et loc. cit.
riéndose al art. 652 del Código Civil, señala: “Esta de-
finición es incompleta pues la cláusula penal no sólo (24) Idem; conf. Fallos: 302:1284, 234:482,
tiene como finalidad asegurar el cumplimiento de una 202:1293, 234:495, entre otros.
obligación, sino que también tiene la función de pre-
fijar o determinar anticipadamente los daños y per- (25) Conf. CSJN, 20/3/07, Conductil S.A. v. Music
juicios a que puede dar lugar el incumplimiento de House Jujuy S.R.L., SJA 5/9/2007 - JA 2007-III-412,
una obligación” (MOISSET DE ESPANES, Luis, op. cit., Lexis N° 20071564.
T. II, p. 289).

responsabilidad civil
y seguros
36 · doctrina esencial Benjamín Moisá

Cuando más de un proveedor sea responsable americano entre damage (en singular, daño) y
del incumplimiento responderán todos solidaria- damages (en plural, compensación o indemniza-
mente ante el consumidor, sin perjuicio de las ción) (31). Creemos entonces que, en todo caso,
acciones de regreso que les correspondan. La podría admitirse la locución daño punitivo —o
multa civil que se imponga no podrá superar el mejor, punible— para designar al presupuesto
máximo de la sanción de multa prevista en el art. objetivo de la multa, mas no a la sanción misma.
47, inc. b) de esta ley” (26).
Por otra parte, cabe recordar aquí las lúcidas
Reconocemos el esfuerzo de los autores del precisiones vertidas por Aída Kemelmajer de Car-
proyecto de reforma a la LDCU (27), convertido lucci hace quince años en la Academia Nacional
en ley 26.361, pero, quizá la falta de atención a los de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires
proyectos anteriores (28), al derecho comparado (32), quien —luego de aclararar que los punitive
y a las autorizadas opiniones que desde hace bas- damages en el Common Law se conocen también
tante tiempo se vienen pronunciando sobre la con el nombre de exemplary damages, non com-
cuestión termine por malograrlo —esperemos pensatory damages, penal damages, additional
que no—. Ya, no sin razón, un destacado jurista damages, aggravated damages, plenary damages,
—conocedor de la materia— ha sentenciado que, immaginary damages, presumptive damages,
tal como ha sido concebido el art. 52 bis, “la nor- smart money, etcétera— señala que no hay una
ma es absurda” (29). coincidencia exacta de la expresión inglesa da-
mage con la palabra daño del idioma castellano,
Indudablemente, entonces, habrá que recurrir pues, si el juez o las partes fijaron una suma de-
a la prudencia de nuestros magistrados para su- terminada como compensación de un incumpli-
plir y corregir las serias omisiones y defectos que miento contractual, se hablará de damages, aun-
el artículo en cuestión presenta. Sirvan las obser- que no exista lesión en el sentido que la voz daño
vaciones que a continuación efectuamos como tiene en nuestra lengua; damages será, entonces,
un modesto aporte en ese sentido. una suerte de sinónimo de injury.

a) Terminología. “Tampoco —continúa la prestigiosa jurista


mendocina— hay total identidad entre todas las
La reforma ha escogido la expresión “daño pu- expresiones que contienen la voz damages. Así,
nitivo” para titular al art. 52 bis de la LDCU; pero, por ej., se llama general damages a los que la ley
como bien lo señala Pizarro, la denominación presume siguen a una conducta equivocada (‘the
“daños punitivos”, en español, es objetable, pues law presumes to follow from the wrong complai-
lo que se pune o sanciona es ciertos ilícitos califi- ned of’); o sea, los general damages o daños pre-
cados por su gravedad y no el daño mismo (30). suntos, son aquéllos que no necesitan prueba de
Por su lado, Bustamante Alsina nos advierte de la su concreta entidad pues existen in re ipsa, y pue-
sutil diferencia que existe en el derecho anglo- den o no tener finalidad punitiva” (33).

NOTAS

(26) $ 5.000.000. que aquél obtuvo o pudo haber obtenido con su con-
ducta, y tiene el destino que le asigne el tribunal por
(27) El proyecto fue presentado el 28 de marzo de resolución fundada”.
2006 por los Diputados Nacionales Stella Maris Córdo-
ba, Juan Manuel Irrazábal, Eduardo Gabriel Macalu- (29) PICASSO, Sebastián, Nuevas categorías de
se, Heriberto Eloy Mediza, Adrián Pérez y Patricia Vaca daños en la ley de defensa del consumidor, Sup. Esp.
Narvaja, registrándose como Expte. N° 1061-D-2006. Reforma de la Ley de defensa del consumidor 2008
(abril), 123.
(28) Si bien en líneas generales nuestra crítica ha
sido negativa con respecto al llamado Proyecto de Có- (30) PIZARRO, Ramón Daniel, Daños punitivos, p.
digo Civil de 1998 (en realidad, anteproyecto de 1998 291, n. 7.
y proyecto de 1999, año en el que toma estado legis-
lativo), rescatamos en la materia su art. 1587, redac- (31) BUSTAMANTE ALSINA, op. et loc. cit.
tado en los siguientes términos: “Multa civil. El tribu-
nal tiene atribuciones para aplicar una multa civil a (32) Sesión pública del 26 de agosto de 1993.
quien actúa con grave indiferencia respecto de los
derechos ajenos o de los intereses de incidencia co- (33) KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, ¿Convie-
lectiva. Su monto se fija tomando en consideración ne la introducción de los llamados “daños punitivos”
las circunstancias del caso, en especial los beneficios en el derecho argentino?

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 37

Por todo ello, nos parece que la denominación proveedor como consecuencia del hecho, para
correcta para designar a la figura jurídica en cues- que sea aplicable la multa (37). Esto sin contar
tión es multa civil (34) —y si se quiere, por actos que el incumplimiento —ilícito— legal u obliga-
desaprensivos (35)—, la que permite determinar cional ya encuentra suficiente reparación en la
con exactitud su especie y naturaleza dentro del correspondiente indemnización.
género sanción al cual pertenece.
Esta circunstancia exige de los jueces una inter-
b) Método y ámbito de aplicación. pretación virtuosa (38) que les permita salvar la
laguna técnica de la ley (39). En este sentido, el
Compartimos con Atilio Alterini lo auspicioso “podrá” empleado en el artículo lo convierte en
que resulta la introducción de la noción de multa una norma de tipo abierto que, por tal circuns-
civil en el sistema legal argentino (36); sin embar- tancia, autoriza al juez a integrarla con los presu-
go, no podemos dejar de lamentar que dicha in- puestos mínimos que hacen a la figura jurídica en
corporación se haya hecho en el estatuto perso- cuestión. Así resulta del juego armónico de los
nal de los consumidores y no en un cuerpo de arts. 15 y 16 del Código Civil, ante la manifiesta
derecho común, como es el Código Civil, margi- “insuficiencia” legal.
nando un sinnúmero de situaciones, como los
daños ambientales, por poner sólo un ejemplo. El art. 1067 del Código Civil establece la regla
general según la cual: “No habrá acto ilícito puni-
No obstante, creemos que la reforma a la LDCU ble para los efectos de este Código, si no hubiese
tiene el mérito de constituir un primer paso en la daño causado, u otro acto exterior que lo pueda
búsqueda de una regulación adecuada para las causar, y sin que a sus agentes se les pueda impu-
sanciones civiles por conductas antisociales, aun- tar dolo, culpa o negligencia”.
que por ahora la solución se limite a las relaciones
de consumo. De tal modo que, dentro de nuestro sistema
positivo, el “acto ilícito punible” requiere la con-
c) Presupuestos de aplicación. currencia de dos requisitos: a) uno objetivo, la
existencia de un “daño causado, u otro acto exte-
El incorporado art. 52 bis hace pasible de una rior que lo pueda causar”; y b) otro subjetivo, que
multa civil: “Al proveedor que no cumpla con sus “a sus agentes se les pueda imputar dolo, culpa o
obligaciones legales o contractuales con el con- negligencia”.
sumidor”.
Ahora bien, tales presupuestos con respecto a
Una interpretación gramatical de la norma así la institución que venimos tratando presentan cier-
concebida inevitablemente conduciría a un ver- tas características particulares, a las que nos refe-
dadero despropósito. Es que, como bien lo señala riremos a continuación.
Sebastián Picasso, de acuerdo con el texto san-
cionado, bastaría el mero incumplimiento, cual- 1) Presupuesto objetivo.
quiera sea la obligación violada, medie o no dolo
o culpa del proveedor, haya o no un daño causa- Para la aplicación de la multa civil prevista por
do al consumidor, se haya enriquecido o no el el art. 52 bis no basta un simple daño, sino que

NOTAS

(34) Es la denominación adoptada por el art. 1587 cuadrada dentro de los márgenes conceptuales que
del Proyecto de 1998. traza la ley— sino, además, justa” (AFTALION, Enri-
que R. - GARCIA OLANO, Fernando - VILANOVA, José,
(35) Véase voz “desaprensivo, va” en Real Acade- op. cit., T. I, p. 488).
mia Española, Diccionario de la lengua, 22ª ed., en
www.rae.es. (39) “Una laguna técnica se presentaría cuando el
legislador ha omitido dictar una norma indispensable
(36) ALTERINI, Atilio Aníbal, op. et loc. cit. para la aplicación técnica de la ley y tal laguna podría
ser llenada por vía de interpretación. En realidad, se
(37) PICASSO, Sebastián, Nuevas categorías de entiende por laguna técnica una laguna lógica que
daños... resulta de una divergencia entre el derecho positivo y
del derecho deseado, o bien aquella indeterminación
(38) “El problema es ineludible, porque toda inter- que resulta del hecho de que la norma es solamente
pretación jurídica no debe ser solamente legal —en- un marco” (KELSEN, Hans, op. cit., p. 174).

responsabilidad civil
y seguros
38 · doctrina esencial Benjamín Moisá

debe tratarse de un daño —o su posibilidad— difícil, sin esfuerzo y sin violencia al lenguaje y a la
que por su gravedad, trascendencia social o re- lógica, de acuerdo con la realidad observada en el
percusión institucional exija una sanción ejem- fenómeno psíquico, podemos concluir que acto
plar (40). realizado consciente y aún maliciosamente, a sa-
biendas y con intención de dañar, es el acto vo-
2) Presupuesto subjetivo. luntario de cuyas consecuencias se tuvo conoci-
miento completo al realizarlo. Aunque no hubie-
Además, la conducta del proveedor debe ser se existido el deseo de perjudicar, acariciado ínti-
dolosamente —en el sentido del art. 1072 del Có- mamente por el agente en el secreto de su yo, aun
digo Civil— desaprensiva o antisocial. así, estaríamos en presencia de un delito civil. El
acto realizado a sabiendas, según el Digesto, ca-
Para la concepción dominante en el derecho racterizaba el dolo” (43).
angloamericano, no cualquier acto ilícito puede
generar la aplicación de punitive damages, sino En el caso específico de la figura que nos ocu-
que se requiere una particular subjetividad en la pa, nos parece apropiado individualizar a ese acto
conducta del dañador que va más allá de la mera como desaprensivo, en el sentido del obrar lleva-
negligencia (41). Esto en nuestro derecho se llama do a cabo sin miramiento hacia los demás (44),
dolo (42). esto es, sin importar las consecuencias no obs-
tante su cabal conciencia, o con “grave indiferen-
Precisando los conceptos, Henoch Aguiar en cia respecto de los derechos ajenos o de los inte-
su magistral tratado sobre los hechos y actos jurí- reses de incidencia colectiva” (45).
dicos expresa: “En la definición del Código, como
en la de los profesores Aubry y Rau, basta que el d) Graduación de la multa y límite cuantitativo.
acto se ejecute consciente y maliciosamente, a
sabiendas y con intención de dañar, para deter- Nos parece un acierto de la reforma dejar li-
minar su imputabilidad y la de sus consecuencias. brada a la discrecionalidad judicial la graduación
de la multa, con una fórmula abierta que requiere
La conciencia y la intención, considerada ésta tener en cuenta “la gravedad de la falta y demás
al par de la malicia requerida, no pueden referir- circunstancias del caso”, pues ello facilitará la ta-
se, como se ha dicho, sino a las consecuencias del rea del juez a la hora de hacer efectivas las funcio-
acto como conocidas en el momento del obrar: nes represiva y preventiva propias de la sanción
Malicia no solamente quiere decir inclinación a lo pecuniaria (46).
malo y contrario a la virtud, sino también pene-
tración, sutileza, sagacidad del espíritu; y siendo Sin embargo, no nos merece igual valoración el
la penetración, la inteligencia cabal de una cosa límite cuantitativo impuesto, ya que comparti-

NOTAS

(40) Conf. GALDOS, Jorge Mario, op. et loc. cit., au- rizaciones de la de culpa reconocidas por las leyes
tor que ilustra la cuestión con generosos ejemplos romanas y de las Partidas (nota al art. 512 y doctrina
como lo destacamos en el I, adonde remitimos. de los arts. 902 a 906), nosotros preferimos evitar las
referencias a categorías como la “culpa grave”, el “dolo
(41) Conf. PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, eventual” o el “dolo directo”, por ser extrañas a nues-
p. 529. tro sistema civil positivo (conf. AGUIAR, Henoch D.,
Hechos y actos jurídicos, T. II, p. 281 y sigtes., N° 47,
(42) Pizarro, al elogiar el art. 1587 del Proyecto de TEA, Buenos Aires, 1950).
1998, sostiene: “Es correcto el presupuesto subjetivo
tenido en cuenta por el Proyecto de 1998: grave indi- (43) AGUIAR, Henoch D., op. cit., T. II, p. 262, N° 41;
ferencia respecto de los intereses dignos de tutela, lo Digesto, lib. XIX, tít. I, leyes: 1, § 1; 13, proem.; y 45, § 1.
cual comprende tanto la culpa grave como el dolo
eventual, con mayor razón, el dolo directo” (PIZARRO, (44) Conf. Real Academia Española, Diccionario de la
Ramón Daniel, La reparación del daño patrimonial lengua, 22ª ed., en www.rae.es, voz “desaprensivo, va”.
derivado de conductas antijurídicas lucrativas. Situa-
ción actual. Perspectiva, en el sitio web de la Acade- (45) Art. 1587 del Proyecto de 1998.
mia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Cór-
doba, www.acaderc.org.ar). (46) Pizarro explica que las pautas de valoración
son muy variadas y, entre otras, enuncia: a) la grave-
Al haber adoptado el Código Civil la teoría de la dad de la falta; b) la situación particular del dañador,
individualización de la culpa, repudiando las catego- especialmente en lo atinente a su fortuna personal;

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


doctrina esencial · 39

mos la opinión de Alterini en el sentido que el judicial, sin beneficio alguno”, a la que se refiere
límite fijado por la última parte del art. 52 bis no Pizarro (51).
se presenta como razonable, pues en algunos ca-
sos indudablemente será insuficiente para que la IV. Conclusiones
multa pueda cumplir su objetivo (47).
Lo precedentemente expuesto nos permite, a
Por lo tanto, a nuestro criterio, el parámetro modo de síntesis final, arribar a las siguientes con-
cuantitativo de la multa debería encontrar como clusiones:
único límite su razonabilidad (48).
1°) Aunque somos partidarios de la introduc-
e) Destino de la multa. ción en nuestro derecho positivo de una sanción
civil por actos desaprensivos o antisociales, com-
Hemos dicho ya que las sanciones civiles tie- partimos la crítica de Sebastián Picasso en el sen-
nen por objeto restaurar el orden jurídico altera- tido que la regulación del “daño punitivo” en la
do y el imperio del Derecho, lo cual responde reforma de la LDCU es harto deficiente, y que no
inmediatamente al interés público y sólo de una responde a los requisitos exigidos tradicionalmen-
manera mediata al interés privado, el cual, por lo te para imponer esa sanción.
demás, encuentra suficiente satisfacción en la in-
demnización integral del daño (49). 2°) El ámbito propicio para regular dicha san-
ción es el Código Civil, con un alcance amplio, y
Por lo tanto, el importe de la sanción, en cuan- no la LDCU, circunscripta a la relación de consu-
to con ella se defiende un interés público, debe mo.
tener como destino las arcas del estado o de un
establecimiento público, y no el patrimonio del 3°) La denominación “daño punitivo” empleada
consumidor (50). por la ley, aunque pretende ser una traducción
literal de la expresión punitive damages, es equívo-
De lo contrario, además de convalidarse un in- ca desde el punto de vista conceptual, por lo que
admisible enriquecimiento sin causa, se daría rien- nos parece más apropiado designar a la figura jurí-
da suelta a las aventuras especulativas de verda- dica como multa civil por actos desaprensivos.
deros mercenarios del pleito, siempre serviles a la
descontrolada voracidad de la llamada industria 4°) En lo conceptual, por multa civil por actos
del juicio. desaprensivos, debe entenderse la sanción civil
pecuniaria establecida para reprimir y prevenir
f) Instancia de parte. las conductas dolosamente desaprensivas por
parte del sujeto dañador.
Finalmente, respondiendo la multa civil a un
interés público, nos parece que debió preverse la 5°) Siendo la distinción entre la sanción civil y la
posibilidad de que las sanciones sean aplicadas de penal meramente dogmático-contingente, de ca-
oficio por los jueces, lo que supliría “la falta de rácter histórico-axiológico, la aplicación de una
interés del damnificado de complicar un proceso multa civil no es inconstitucional, pues respecto

NOTAS

c) los beneficios procurados u obtenidos con el ilícito; cada del ochenta, con razón advierte que límite de cin-
d) la posición de mercado o de mayor poder del puni- co millones de pesos establecido por la ley —algo así
do; e) el carácter antisocial de la inconducta; f) la fina- como un millón de euros— sería ridículo comparándo-
lidad disuasiva futura perseguida; g) la actitud ulte- lo con la condena por tres mil millones de euros pro-
rior del demandado, una vez descubierta su falta; h) nunciada por el Tribunal Supremo de España.
el número y nivel de empleados comprometidos en
la inconducta de mercado; i) los sentimientos heri- (48) Conf. PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral,
dos de la víctima, etcétera (PIZARRO, Ramón Daniel, p. 531.
Daño moral, p. 530).
(49) Conf. MERINO, Enrique - MOISSET DE ESPA-
(47) ALTERINI, Atilio Aníbal, op. et loc. cit. El ex De- NES, Luis, op. et loc. cit.
cano de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires, recordando a título de ejemplo el mega- (50) Idem.
caso de los daños masivos provocados por el síndrome
tóxico del aceite de colza en España, resuelto en la dé- (51) PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, p. 549.

responsabilidad civil
y seguros
40 · doctrina esencial Benjamín Moisá

de ella no rigen estrictamente las garantías cons- circunstancias de cada caso, sin un límite cuan-
titucionales del proceso penal. titativo que pueda convertir en irrisoria la san-
ción.
6°) Los presupuestos de aplicación de la multa
civil por actos desaprensivos son dos: a) uno ob- 8°) El destino de la multa debe ser de utilidad
jetivo, la existencia de un daño grave, o de tras- pública, para evitar el enriquecimiento sin causa
cendencia social, o de repercusión institucional; y de la víctima y las aventuras especulativas.
b) otro subjetivo, una conducta dolosamente des-
aprensiva o antisocial en el sujeto dañador. 9°) Respondiendo la multa al interés público de
la restauración del orden jurídico alterado y el
7°) El monto de la multa debe ser graduado imperio del Derecho debe posibilitarse su aplica-
discrecionalmente por el juez de acuerdo a las ción de oficio por el juez. ◆

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico
42 · comentarios jurisprudenciales María M. Agoglia

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 43

comentarios jurisprudenciales
◆ CONSENTIMIENTO INFORMADO bre el riesgo de extirpación de los órganos
reproductores—, ya que no surge de las
Operación quirúrgica programada en la que el constancias probatorias que la paciente
médico realiza una práctica no informada al pa- haya tenido la oportunidad de decidir y,
ciente — Extirpación de órganos — Responsabi- consecuentemente, que haya tenido la chan-
lidad del médico ce de negarse a que le efectuaran la prácti-
ca.
Vease en esta página, Nota a Fallo 1392 — SC Mendoza, sala I, 2008/03/31 (*). - R.
D. S. S. M. del H..
Corresponde condenar al médico que du-
rante una intervención quirúrgica progra- (*) Citas legales del fallo núm. 1392: leyes nacio-
mada realizó una práctica respecto de la nales 17.132 (Adla, XXVII-A, 44); 24.193 (Adla, LIII-B,
cual no le había informado a la actora so- 1344); Buenos Aires 11.044 (Adla, LI-A, 1063).

El consentimiento informado
en el marco de la alianza terapéutica

POR MARCELO HERSALIS

SUMARIO: I. Introducción.— II. Información clínica o asistencial


y consentimiento informado.— III. Consentimiento informado.—
IV. Sida y consentimiento informado.— V. Información incomple-
ta.— VI. El fallo anotado.— VII. Conclusión

I. Introducción taciones médicas sanitaria, fruto de una evolu-


ción a una sociedad cada vez más exigente con las
Nuestro país ha experimentado en los últimos condiciones de calidad en las que deben prestar-
tiempos un cambio de mentalidad muy significa- se los servicios sanitarios y más proclive a exigir
tivo en lo que se refiere a la concepción social de responsabilidades cuando realmente los servicios
la actividad del médico y al grado o canon de y prestaciones sanitarios no se han prestado con
calidad exigible de la prestación de los servicios la calidad y diligencia profesional (1).
sanitarios, puesto que desde la asunción de las
negligencias médicas como una circunstancia in- Por otra parte, también se observa un incre-
herente al riesgo de vida y al hecho de someterse mento de los fundamentos o presupuestos, por
a cualquier intervención médico-sanitaria, se ha los que el médico ha de responder de los da-
pasado a un cuestionamiento, en ocasiones exa- ños causados (2) ya que a la tradicional res-
gerado, de los resultados de las actuaciones y pres- ponsabilidad por prestación de medios se han

NOTAS

(1) FERNANDEZ HIERRO “Sistema de responsa- (2) Las razones para explicar esta nueva situación
bilidad médica” 3° edición. Ed. Comares, Granada, se pueden resumir de la siguiente manera: a) la ma-
2000, p. 1 y sigtes. yor tendencia a la seguridad del hombre moderno

responsabilidad civil
y seguros
44 · comentarios jurisprudenciales Marcelo Hersalis

añadido otros supuestos de responsabilidad, material de la gente que observamos azorados a


como algunos de prestación de resultados, o diario (6).
los derivados del deber de informar al pacien-
te (3), convirtiéndose la responsabilidad del Las normas jurídicas que regulan la responsa-
médico en hito de la responsabilidad civil en bilidad civil por daños, se ven hoy día constante-
general (4). mente desbordadas por nuevos acontecimientos
sociales que son consecuencia del incesante avan-
La medicina ha sido la ciencia con mayor desa- ce tecnológico y científico. Tal vez, puede decirse
rrollo evidenciado durante el siglo XX, llegándose hoy como entonces, que el individuo ha perdido
a tratamientos y posibilidades hoy impensables, el control de su voluntad y de su acción en las
sin embargo, no conviene olvidar que las nuevas cotidianas actividades que desarrolla bajo la pre-
prácticas y tratamientos médicos han incremen- sión de circunstancias externas que lo exponen a
tado los riesgos a que son sometidos los pacien- causar y a sufrir daños sin culpa alguna. Tal vez
tes; es más, muchas veces, tales riesgos se cono- pueda seguir afirmando actualmente que la ma-
cen años después de popularizarse determinada yoría de los daños que ocurren no son el efecto
práctica, como ocurrió con la prótesis de silicona de conductas individuales sino el resultado de
hace unos años que se demostraron luego vicio- comportamientos sociales (7).
sas, generando un enorme proceso de composi-
ción voluntaria del daño en los tribunales ameri- Como muy bien expresa Lorenzetti el propó-
canos (5). sito es mostrar cierto disenso respecto del con-
senso que no precede. En algunos aspectos el
La masificación y la propia estructura social y mismo tiene su origen en el cambio de las cos-
económica del mundo en que vivimos ha deter- tumbres que pasaron inadvertidas al calor de las
minado, no solo en la medicina sino en muchos discusiones doctrinarias del último decenio. En
ámbitos profesionales una acentuada disminu- otros, se basa en impugnación de algunos mitos
ción de la seriedad científica, del deseo de em- “conceptualistas” en la responsabilidad profe-
barcarse en la investigación, de la necesidad de sional que obstaculizan la observación empírica
efectuar contribuciones al estudio de interés co- de los hechos u su reconstrucción normativa. El
munitario, quizá ello ocurre, por la falta de in- jurista debe estar atento al cambio de las cos-
centivo de los gobiernos de turno y por la avidez tumbres, de los valores, de la materia plástica
NOTAS

ante los infortunios, al no resignarse ante el infortu- “El médico ya no es visto como un ser divino, todopo-
nio y que antaño podría considerarse como inevita- deroso e irresponsable, y el daño por el cometido dejó
ble, tendiendo hoy a buscar las causas y consiguien- de ser considerado como un acto de Dios (act of God)”.
temente la responsabilidad de tal suceso. LLAMAS
POMBO “La responsabilidad civil del médico” Ed. (3) GALAN CORTES “El consentimiento informa-
Trivium, Madrid, 1988, p. 17; b)La evolución médica, do del usuario de servicios sanitarios” Ed. Colex, Ma-
que ha sufrido en los últimos años un proceso de tec- drid, 1997.
nificación y de masificación, explorando órganos, te-
jidos y aparatos y antes eran impensados, generan- (4) PREVOT “Responsabilidad médica” LA LEY,
do por tanto situaciones nuevas de posible repara- 2007-D, 725.
ción; c) La vulgarización de los conocimientos médi-
cos, que ha propiciado que los legos en medicina in- (5) LOPEZ MESA, ob. cit. p. 10.
tuyan con mayor claridad las actuaciones negligen-
tes, lo que unido a un mayor cumplimiento del deber (6) BUERES “Responsabilidad civil de los médicos”
de información, ha hecho desaparecer la aureola del edición renovada, Ed. Hammurabi, Bs. As. 2006, p.
misterio que rodeaba antiguamente la actuación 34, continua diciendo el ilustrado profesor “A ello se
médica; d) la existencia de seguros de responsabili- suma, en nuestro medio, y también en otros, la for-
dad civil, que permite cubrir los riesgos pero facilita la mación deficiente de los profesionales y de los edu-
reclamación judicial; e) La mayor conciencia social de candos en general…En resumen, en estos momen-
los usuarios de la sanidad a la hora de reclamar in- tos vemos sensiblemente quebrantado el sentimien-
demnizaciones por prestaciones sanitarias defectuo- to de solidaridad y el amor al prójimo, otrora mucho
sas o deficientes. En idéntico sentido LOPEZ MESA más fecundo”
“Tratado de Responsabilidad Médica” Ed. Legis, Bo-
gotá, 2007, p. 6 y sigtes. HERSALIS – PREVOT “Con- (7) BUSTAMANTE ALSINA “El perfil de la respon-
sentimiento informado: A propósito de la libertad de sabilidad civil al finalizar el siglo XX” LA LEY, 1997-C,
autodeterminación del paciente” LLBA., 2007, p. 155 1029

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 45

que el Derecho debe regular y proponer las re- que ambos derechos se vean afectados al fallar la
glas consiguientes (8). base de la información clínica, cuyas deficiencias
determinen posteriormente un consentimiento
II. Información clínica o asistencial y con- viciado; la tercera posibilidad es que se haya cum-
sentimiento informado plido con el deber de informar pero no con el de
obtener la pertinente autorización del interesa-
Es necesario diferenciar dos conceptos que efec- do; e incluso, con menos frecuencia, aparece la
tivamente conviene considerar de forma inde- existencia del consentimiento realmente informa-
pendiente aunque, sin duda, se encuentran al mis- do aunque el paciente no haya recibido de su
mo tiempo estrechamente relacionados entre sí: médico información alguna (11).
la información clínica o asistencial (9) y el con-
sentimiento informado. Es hoy criterio compartido en su inmensa ma-
yoría tanto por la doctrina como por la jurispru-
El derecho a la información clínica asistencial dencia que el cumplimiento de los derechos de
presenta una configuración autónoma respecto los pacientes a ser informados, y a consentir pre-
del paciente a decidir —en su caso y sobre la in- viamente una intervención o un tratamiento cons-
formación recibida— acerca del sometimiento a tituye una manifestación más de la lex artis o dili-
la aplicación de una técnica, intervención o trata- gencia profesional exigible (12), convirtiéndose en
miento determinados. Es claro que resulta indu- un elemento esencial de la lex artis ad hoc o nú-
dable que únicamente sobre la información asis- cleo esencial del contrato de servicios médicos es
tencial correcta puede a su vez satisfacerse el de- el de la obligación de informar al paciente, en su
recho del paciente a consentir de forma cons- caso, a los familiares del mismo, se trata de que el
ciente, pero ello no impide disociar ambas face- paciente participe en la toma de decisiones que
tas de la actividad sanitaria en otros casos, anali- afectan a su salud de que a través de la informa-
zando con cierta independencia los derechos en ción que se le proporciona pueda considerar la
examen (10). posibilidad de sustraerse a una determinada in-
tervención, de contrastar el pronóstico con otros
Por tanto es posible que en la asistencia a un facultativos y de ponerla en su caso a cargo de un
paciente concreto se haya actuado correctamen- especialistas o Centro de expertos distintos de
te tanto en el ámbito del deber de informar como quienes le informan de las circunstancias relacio-
en la obtención el consentimiento; cabe también nadas con la misma.
NOTAS

(8) LORENZETTI “Responsabilidad Civil de los (11) Estaríamos frente a un supuesto dado sola-
médicos” T. I, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1997, p. 39. mente en los casos en que el paciente tenga conoci-
mientos necesarios por su profesión o consiga la in-
(9) Al respeto es muy interesante la normativa 41/ formación pertinente al margen de la relación asis-
2002 del 14 de noviembre española, Básica Regula- tencial de manera que, a pesar de la falta de informa-
dora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y ción por parte de quien presta el servicio, el interesa-
Obligaciones en materia de Información y Documen- do consienta con pleno conocimiento de causa, con-
tación clínica (LBAP) que en su artículo 3 describe la forme ARCOS VIERA “Responsabilidad Sanitaria por
información clínica como todo dato, cualquiera sea incumplimiento del Deber de Información al Pacien-
su forma, clase o tipo, que permite adquirir o ampliar te” Thomson-Aranzadi (Doctrina) Navarra, 2007, p.
conocimientos sobre el estado físico y la salud de una 17.
persona, o la forma de preservarla, cuidarla, mejorar-
la o recuperarla. (12) ALONSO PEREZ “La relación médico-enfermo,
presupuesto de responsabilidad civil”, Perfiles de la
(10) LLAMAS POMBO en Prologo a la obra de DO- responsabilidad civil en el nuevo milenio, Madrid,
MINGUEZ LUELMO “Derecho sanitario y responsa- Dykinson, 2000, p. 42-43 “Se ha insistido a menudo
bilidad médica” (Comentarios a la Ley 41/2002, de 14 en la necesidad de diferenciar la obligación de infor-
de noviembre, sobre derechos del paciente, informa- mar, derivada de la buena fe y considerada como
ción y documentación clínica) Valladolid, Lex Nova, obligación de protección o corrección, de las actua-
2003, p. 33, expresando que la menta “la obviedad de ciones, conforme a la lex artis . Pero es posible, a mi
tal distinción no parece presidir las dudas y disputas entender, separar ambas figuras. Se reduce peligro-
que, desde hace algún tiempo, suscita la cuestión samente la lex artis ad hoc si le restamos la obligación
relativa a las consecuencias indemnizatorias que la de informar al enfermo. La pericia médica ars meden-
doctrina y la jurisprudencia extraen de la falta de con- di tiene que proyectarse íntegramente sobre el pa-
sentimiento informado”. ciente no sólo en el empleo de las técnicas correctas

responsabilidad civil
y seguros
46 · comentarios jurisprudenciales Marcelo Hersalis

Sin perjuicio de lo expresado precedentemente autores bastante desconfianza, algo de temor,


el profesional debe adoptar, de forma continua- molestia, y una constante tendencia a ser vincula-
da, decisiones importantes y trascendentes para do con el crecimiento de los juicios de mala praxis,
la vida humana. En el curso del acto médico de- y con los abogados dedicados a ellos. Nada de eso
ben efectuarse una serie de elecciones alternati- ha sido positivo para la institución en sí. Ni tam-
vas desde el momento en que se precisa indicar poco, por cierto, para la Medicina y el Derecho
exploraciones necesarias para llegar a un diag- (17).
nóstico, hasta el de prescribir una concreta tera-
pia (13), puerto siempre recabando del paciente Numerosas son las definiciones que se han en-
el consentimiento respectivo, ya que su incum- sayado sobre consentimiento informado, así Hig-
plimiento puede ser causa de responsabilidad y hton y Wierzba lo han definido como “una decla-
que, en la actualidad, supone una de las principa- ración de voluntad efectuada por un paciente,
les causas de condena en los supuestos de res- por la cual, luego de brindársele una suficiente
ponsabilidad civil médica (14). información referida al procedimiento o inter-
vención quirúrgica que se le propone como mé-
III. Consentimiento informado (15) dicamente aconsejable, éste decide prestar con-
formidad y someterse a tal procedimiento o in-
Hasta no hace muchos años el consentimiento tervención” (18).
informado no era tratado por nuestra doctrina y
menos aún por la jurisprudencia, así Lorenzetti, Otra definición interesante es la dada por la
al prologar su obra de “Responsabilidad Civil de Asociación Médica de Puerto Rico, que la ha ex-
los Médicos” expresó “Hace diez años he publi- presado como: “El paciente tiene derecho a reci-
cado mi primer libro, que fuera su tesis doctoral, bir de su médico toda la información necesaria
referida a la responsabilidad civil de los médico. antes de dar su consentimiento para cualquier
Habiendo trabajado en el mismo en los años ’80, procedimiento o tratamiento. Excepto en emer-
existían por entonces las monografías de Bueres gencias, dicha información debe incluir los ries-
y de Mosset Iturraspe, ambas publicadas en 1979, gos médicos significativos envueltos y la probable
que fueron señeras en el Derecho Argentino” (16). duración de la incapacidad y no debe estar limita-
da necesariamente a un procedimiento o trata-
Como expresa Rabinovich-Berkman a diferen- miento específico. Donde existan alternativas
cia de lo que se observa en otros estados latinos, médicas significativas para el cuidado o tratamien-
especialmente los europeos, el consentimiento to o cuando el paciente las solicite, éste tiene el
informado no ha despertado en estas pampas al- derecho a conocer el nombre de la persona res-
borozo ni admiración, sino en grupos minúscu- ponsable de los procedimientos y/o tratamien-
los de estudiosos. Más se diría que atrajo en los tos” (19).

NOTAS

actuales, sino en la necesaria valoración de aquél ma actualidad y utilidad” HERSALIS- SICA- ZARRIA
como persona madura y responsable, que precisa LA LEY, 2005-D, 754.
conocer su estado de salud y los medios curativos que
se van a emplear con él”. LE TOURNEAU “La respon- (16) LORENZETTI, ob. cit. Prólogo.
sabilidad civil profesional” Legis, Bogotá, 2006, p. 10
“El hombre avisado es reemplazado por el buen pro- (17) RABINOVICH-BERKMAN “Actos Jurídicos y
fesional de un oficio determinado y de los medios de Documentos Biomédicos” La Ley, Bs. As. 2004, p. 288
que dispone o habría debido disponer, del grado de y sigtes.
diligencia esperado por el cliente, etc.”.
(18) HIGHTON, Elena y WIERZBA, Sandra “Con-
(13) GALAN CORTES-HINOJAL FONSECA “Valora- sentimiento Informado” en Responsabilidad Profe-
ción jurídica de los protocolos médicos” en Revista sional de los Médicos, La Ley, 2002, p. 191.
General de Derecho Años L II nums. 622-623, julio-
agosto de 1996, p. 8171 y sigtes. (19) Carta de Derechos del Paciente. Asociación
Médica de Puerto Rico. Es dable también destacar la
(14) GALAN CORTES “Responsabilidad civil médi- posición de TRIGO REPRESAS que lo relativo a la de-
ca” Thomson-Civitas, Navarra, 2005, p. 251. terminación del consentimiento implica una mera
aplicación de un principio general, aceptado pacífi-
(15) El presente numeral fue tomado de nuestro camente “... de que cuanto mas peligrosa resulte la
trabajo “Consentimiento informado. Figura de extre- actuación profesional —tratamiento recomendado o

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 47

Por su parte Savatier entiende que el deber de brindada por el galeno respecto a las ventajas y/o
informar al paciente “nace de la especial relación desventajas de la exploración, tratamiento o in-
de confianza entre médico y paciente compren- tervención quirúrgica a la que debe someterse en
diendo como contenido de la información de los virtud de su afección, quedando en manos del
extremos de la enfermedad, —de manera que el primero el ejercicio del derecho a elegir, aceptan-
enfermo pueda entenderlo— un tratamiento y la do o no el propuesto, escogiendo medios alterna-
peligrosidad del mismo, si la hubiere, así como la tivos, decidiendo de conformidad a sus convic-
de una intervención quirúrgica” (20). ciones (morales, religiosas, etc.) y proyecto de
vida” (21)(22).
Por tanto podemos concluir entendiendo, para
nosotros, que el consentimiento informado “es la El consentimiento informado, es por tanto, un
manifestación de la voluntad del paciente realiza- elemento esencial de la lex artis (23), cuya omi-
da a partir de la comprensión de la información sión puede generar responsabilidad cuando se

NOTAS

intervención quirúrgica aconsejada— tanto más im- giurisprudenza civile commentata” T. 1995-I. p. 937,
prescindible ha de ser la adecuada advertencia so- citado por TRIGO REPRESAS Y LOPEZ MESA, ob. cit.
bre el particular por parte del facultativo, quien pue- p. 319, se ha expresado “La Corte de Casación italia-
de llegar a ser responsable en la medida que silencie na ha precisado el alcance de esta obligación galéni-
o reste trascendencia a los riesgos verdaderamente ca; en una sentencia, dijo que un consentimiento in-
implicados” en “Reparación de daños por mala praxis mune de vicios no puede formarse sino después de
médica” Ed. Hammurabi, Bs. As. año 1995, p. 198, en haber tenido el paciente plena conciencia de la natu-
el mismo sentido: MAZEAUD-TUNC, “Tratado teóri- raleza de la intervención o quirúrgica, de su alcance y
co práctico de la responsabilidad civil delictual y con- extensión de los riesgos, del resultado que espera
tractual” t. i, Vol. II, p. 180, n°511; BUSTAMANTE AL- conseguirse con ella y de las posibles consecuencias
SINA, “Teoría General de la responsabilidad civil” 8° negativas; todo ello presupone una información com-
ed., p. 503 y sigtes. N° 1384 y sigtes.; ZAFFARONI, pleta de parte del médico o del cirujano. Solo enton-
Consentimiento y lesión quirúrgica” JA, Doctrina, ces el paciente podrá conscientemente decidir si so-
1973-391 y sigtes. N° X. meterse a la intervención u omitirla, efectuando un
balance de las ventajas y los riesgos del acto medical.
(20) SAVATIER, “Responsabilité medicén, París,
1956, ps. 23 y sigtes. Es de remarcar la opinión de (22) Como expresa PREVOT en “Responsabilidad
BUERES quien expresa que el médico no puede efec- Médica” Delta, Paraná 2007, p. 75 “El poder arribar
tuar ninguna intervención o tratamiento sobre el sin tapices a un conocimiento acabado de la situa-
cuerpo de un paciente sin obtener el consentimiento ción en la cual se presenta el paciente al contratar los
de éste en su pionera “Responsabilidad civil de los servicios profesionales del médico requiere un arduo
médicos” ob. cit. y en la misma línea SANTOS BRIZ se trabajo de indagación, dotado de una serie minucio-
expresa “que el médico debe informar al paciente sa de preguntas, exámenes y análisis, cuya extensión
sobre su estado de salud, pronóstico y ventajas del dependerá de cada caso en particular”. En igual sen-
tratamiento que aconseja; y también, que para el tido Cámara de Apelaciones de Concepción del Uru-
consentimiento sea válido, el médico deberá infor- guay Sala Civil y Comercial 2001/03/20 “SCD c. GME
mar al paciente asimismo las posibles desventajas del LLLitoral 2002, p. 70; CNCiv Sala G 2003/04/01 “S. S.
tratamiento, así como los riesgos que él implica”, en W. c. Sociedad Italiana de Beneficencia y otros” DJ
“Responsabilidad civil de los médicos”, Temas actua- 2003-2-997 y CNCiv. Sala B 2002/03/14 “Irabedra
les, Ed.Temis, p. 206. Karina Mónica c. Pascuccelli Héctor” JA 2002-II-588.

(21) Al respecto LORENZETTI, en su artículo “De- (23) GAMARRA “Responsabilidad médica” T I,


recho a rechazar tratamientos médicos y derecho a Fundación de cultura universitaria, Montevideo,
morir en la Reforma del Código Civil” en JA 8/6/94. N° 1999, p. 43, se trata de usos o reglas, métodos o técni-
5884 “Debe respetarse la regla de autodetermina- cas, adoptados por la práctica médica, a los que debe
ción. Es suficiente con la expresión de voluntad, sin ajustarse el ejercicio profesional. Conforman una
necesidad de dar justificaciones. La desautorización verdadera normativa, esto es, un conjunto de precep-
de decisiones fundadas en creencias minoritarias vio- tos que regulan la conducta de los médicos, consa-
la la ley 23.952. Deben instrumentarse formalidades grados por la tradición o práctica consuetudinaria
para asegurar la expresión de un consentimiento ple- aprobada por las altas autoridades científicas. FER-
no, mediante comités médicos que evalúen al pacien- NANDEZ HIERRO, ob. cit. p. 249 y sigtes., tal lex im-
te”; La Corte de Casación italiana, Sección III, en sen- plica una regla de medición o parámetro de conduc-
tencia N° 10014, del 25/11/94, “Sforza c.Milesi Olgia- ta, que indican como debe actuar el profesional fren-
ti” en “Foro italiano”, T.1995-I.p. 2913 y en “Nuova te a diversas situaciones.

responsabilidad civil
y seguros
48 · comentarios jurisprudenciales Marcelo Hersalis

materializan los riesgos típicos de los que el pa- IV. Sida y consentimiento informado
ciente no ha sido informado (24), por tanto la
información pretende iluminar al enfermo para El Sida es una enfermedad transmisible por vía
que pueda escoger con libertad dentro de las op- sexual, sanguínea y placentaria, por el momento
ciones posibles, incluso la de someterse a ningún incurable y mortal, que se encuentra precedida
tratamiento o intervención quirúrgica (25). de una infección asintomática (29), siendo una
enfermedad infecciosa crónica producida por el
La consideración de que la información del HIV y cofactores asociados, caracterizada por
paciente integra una de las obligaciones asumidas presentar una deficiencia inmunológica progre-
por el equipo médico (26), y es requisito previo a siva e irreversible, con la expresión clínica de in-
todo consentimiento, al objeto de que el paciente fecciones oportunistas y/o tumores (30), por tan-
pueda emitir su conformidad al plan terapéutico to la real posibilidad de que esta enfermedad has-
en forma efectiva, siendo obligación del galeno ta ahora incurable se transmita por vía de trans-
dar la información adecuada en cada caso (27). fusión, ha conmovido las bases de la especialidad
y este riesgo pasó a ser central en la preocupación
El médico no puede sin el consentimiento libre de los pacientes y de los profesionales hemotera-
e ilustrado de su paciente (consentimiento infor- peutas de todo el mundo (31).
mado) proceder a una intervención quirúrgica,
por tanto, la falta de su acreditación por parte del Es de destacar que la regla corriente en materia
facultativo constituye una actuación u omisión de exámenes médicos de detección de enferme-
culposa del mismo que lleva a sostener que es el dades, consiste en considerar que el consenti-
propio médico quién asumió por si solo los ries- miento precoz de un estado patológico clínica-
gos inherentes a la intervención (28). mente invisible, aporta un beneficio al afectado,
NOTAS

(24) GALAN CORTES, ob. cit. p. 251. y suficientemente informado acerca de los riesgos
inherentes a la intervención, determina la asunción
(25) Así pues, y fruto de la importancia que ha te- de esos riesgos por el facultativo y con ella, su respon-
nido el Convenio del Consejo de Europa para la pro- sabilidad por los daños en que pudieran materiali-
tección de los derechos humanos y la dignidad del zarse” en idéntico sentido la STSJ de Navarra, España,
ser humano respecto a las aplicaciones de la biolo- Sala de lo Civil y Penal del 6 de septiembre del 2002
gía y la medicina (Convenio sobre los derechos del (ponente Dr. Abárzuza Gil) declara, en su fundamen-
hombre y la biomedicina), el cual se asienta sobre to sexto “Los daños consecuentes de una intervenci-
los postulados de la dignidad de la persona, procla- ón que puedan ser debidos a un riesgo típico, inhe-
ma la primacía del interés y del bienestar del ser rente o asociado, aunque sean inimputables a una
humano frente al interés exclusivo de la sociedad y eventual negligencia médica en su realización, son
de la ciencia, y contiene, con gran extensión, los de- asumidos por el facultativo si no fueron debidamen-
rechos del paciente, entre los cuales resalta el dere- te informados al paciente y éste no dio su consenti-
cho fundamental de la información o ser informado, miento con consentimiento de aquellos” ver tambi-
el consentimiento informado, y la protección de la én HERSALIS–SICA “Un fallo Valiente” La Ley diario
intimidad en relación con los datos relativos a la sa- del 31 de agosto del 2007.
lud de las personas; posibilitando con ello una ar-
monización de la legislación de los distintos países (29) WIERZBA “Sida y responsabilidad civil”, Ad
en estas materias. Hoc, Bs. As, 1996, p. 25.

(26) KRAUT “Los derechos de los pacientes” Abe- (30) ESTEVEZ-SEN-BALLART-DIEZ “Sida, estado
ledo Perrot, Bs. As, 1997, p. 53 y sigtes. actual de los conocimientos” Bs. As., 1992, p. 1, es una
enfermedad que actúa inutilizando progresivamen-
(27) LLAMAS POMBO, ponencia presentada en el te los mecanismos de defensa del organismo (Nor-
Tercer Congreso Nacional de la Asociación Española mas de Bioseguridad para el uso de Establecimien-
de abogados especializados en Responsabilidad y tos de Salud, aprobadas por Resolución Secretarial
Seguros, Salamanca, 14 de noviembre de 2003. N° 228/93)

(28) La Sala de lo Civil y Penal del TSJ de Navarra, (31) HIGHTON-WIERZBA “El consentimiento in-
España el 27 de octubre del 2001 (ponente Dr. Fer- formado, con especial referencia a algunos proble-
nández Urzainqui, en su fundamento cuarto expre- mas médico-legales vinculados con las transfusiones
só “La falta o la insuficiencia ofrecida al paciente o lo sanguíneas” en Revista Argentina de Transfusión,
que es igual, la omisión de un consentimiento previa vol. XIX julio-septiembre de 1993, N° 3 p. 133 y sigtes.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 49

pero como expresa la profesora Wierzba (32) cuan- quier actuación contraviniendo el tenor de la de-
do se afirma que existe necesidad de obtener el claración de voluntad del paciente (34).
consentimiento informado expreso previo a la
práctica de una serología para VIH ¿acaso ello La información incompleta, consiste en la falta
apunta al procedimiento médico en sí, o a las con- de información sobre algunos de los riesgos o
secuencias que el resultado de un determinado posibles consecuencias de la aplicación de una
análisis de sangre podrá tener en la vida familiar, técnica o un tratamiento, que coinciden con los
laboral, social, etcétera del donante? Sin duda, el que finalmente se han materializado en el caso
planteo alude a este segundo supuesto. del paciente que reclama, pero debemos remar-
car que si bien el deber de informar no tiene ca-
V. Información incompleta rácter absoluto y omnicomprensivo, pero obvia-
mente se extiende a complicaciones “previsibles
La responsabilidad del médico o facultativo, así y frecuentes”.
como toda persona que trata directamente con
pacientes aquejados de una enfermedad o nece- Por tanto entendemos que algunos de los re-
sitados de una intervención desde un punto de quisitos que debe tener la información en el mar-
vista sanitario, se funda en la necesidad de de- co de la alianza terapéutica médico paciente, en
mostrar que el médico o personal sanitario han cuanto a su contenido y alcance son las caracte-
sido los causantes de los daños que se le imputan rísticas de la intervención quirúrgica a practicar,
y, además, por una actuación negligente o des- sus riesgos, ventajas e inconvenientes, en lo que
cuidada suya, más allá del celoso deber de dili- cabe incluir el pronóstico sobre las probabilida-
gencia que impone la prestación sanitaria (33). des del resultado y también cuales son los riesgos
en cuanto a la previsibilidad y frecuencia que obli-
La culpa o negligencia médica se asientan, en ga a incluirlos en la información.
principio, sobre la base de que el médico en su
“facere” despliega una obligación de medios, pues- En cuanto a la persona que ha de facilitar la
to que no se puede obligar a obtener un resultado información al paciente, debe ser suministrada
concreto de sanar a un paciente, sino de asistirlo por el médico que va a efectuar la técnica diag-
en forma diligente, ese “facere” debe regirse por nóstica o terapéutica concreta, al ser quien se halla
los postulados de “lex artis ad hoc”, esto es, con en mejores condiciones para hacerlo y ser ade-
arreglo a los conocimientos médicos existentes y más quien dispone del caudal informativo más
aplicables al caso médico concreto. completo y adecuado del proceder (35)

Por tanto, y así ocurre, con la expresión res- VI. El fallo anotado
ponsabilidad por consentimiento informado se
hace referencia tanto a la omisión de cualquier De la sentencia surgen los siguientes elementos
información, incluida la información incompleta que sirven de base a nuestro comentario:
o defectuosa, como la imposibilidad de que el
paciente haya podido formular un consentimien- a. El respeto por el consentimiento informado
to formado o informado, o la realización de cual- es un presupuesto y elemento de la regla del arte
NOTAS

(32) WIERZBA, ob. cit. p. 220. nes, de un derecho de control sobre la prescripción
de su colega y ostenta, por consiguiente, la obligaci-
(33) CONCEPCION RODRIGUEZ “Derecho de ón de ilustrar al enfermo sobre los riesgos de la inter-
Daños” 2 ed. Bosch, Barcelona, 1999, p. 211; YAGUEZ vención” CNCiv. Sala D “G de AM c. Policlínico Cen-
“Responsabilidad civil por actos médicos, problemas tral de la UOM” 2/6/04 “La de informar debidamente
de la prueba” Civitas, Madrid, 1999, p. 73 y sigtes. al paciente es una obligación que pesa sobre el profe-
sional que ordena la práctica, cuando sobre el profe-
(34) PLAZA PENADES “El nuevo marco de la res- sional que la realiza (porqué el mismo, nada menos
ponsabilidad médica hospitalaria”, Aranzadi, Navar- que el especialista de la materia prevé —al menos,
ra, 2002, p. 71. previó en el caso— la obtención de cierta información
que posibilita su reexamen de la prescripción, y por-
(35) Al respecto la Corte de Casación francesa Cá- que él conoce no sólo los aspectos teóricos sino tam-
mara 1° de lo Civil, 31/3/93 declaró “cuando el médi- bién los aspectos prácticos y las particularidades de
co radiólogo procede a una intervención prescripta la realización del estudio y sus riesgos).
por otro médico, dispone, por su cualidad y funcio-

responsabilidad civil
y seguros
50 · comentarios jurisprudenciales Marcelo Hersalis

en la actividad médica, más en el caso de autos. g. No hubo conducta alguna precipitada y me-
No informar el resultado a la persona que se so- nos negligente al comunicar al Sr. G. el resultado
metió al estudio tampoco hubiere permitido co- del test Elisa, ni tampoco puede atribuirse res-
municar el carácter infectocontagioso y los me- ponsabilidad a la demandada por haber cumpli-
canismos y medios de transmisión de la enferme- do lo que la ley manda, a través del profesional
dad. Ese criterio está reñido con el sentido co- interviniente designado a ese fin. Tampoco puede
mún, porque, por lo menos, durante el lapso que requerirse la participación de un cuerpo de abor-
medie hasta obtener los resultados de los estu- daje multidisciplinario porque esa haya sido la
dios confirmatorios, el presunto portador debe hipotética conclusión o la sugerencia del presun-
actuar con cuidado por el eventual riesgo de con- to V Congreso sobre Sida, frente a la ausencia de
tagiar a otros. norma legal. El principio de legalidad está expre-
sado de modo genérico en el artículo 19 de la
b. Por otra parte, es irrebatible que existía una Constitución Nacional y tiene su fuente en la De-
sola muestra de sangre del que fuera en vida el claración de Derechos del Hombre y el Ciudada-
Señor G., razón por la cual, aunque hubiere sido no de Francia.
obligación de la codemandada Metropolitan Life
SA llevar a cabo la confirmación, aún en el supues- h. En el caso “Bahamondez”, nuestro Máxi-
to que se entendiere que la ley lo impone, hubiere mo Tribunal estableció que: “Respecto al mar-
sido imposible realizar la subsiguiente comproba- co constitucional de los derechos de la perso-
ción sin la decisión y colaboración de aquél. nalidad, los mismos se relacionan con la intimi-
dad, la conciencia, el derecho a estar a solas, el
c. El “derecho de no saber” no puede ser váli- derecho a disponer de su propio cuerpo. En
damente planteado hoy en nuestro contexto so- rigor, el artículo 19 de la Constitución Nacional
cial y científico actual, en primer lugar porque concede a todos los hombres una prerrogativa
todos los seres humanos, por nuestra condición según la cual pueden disponer de sus actos, de
de tales, tenemos conocimiento de la perentorie- su obrar, de su propio cuerpo, de sus propias
dad de nuestra vida. De modo que la problemáti- vidas, de cuanto les es propio. Ha ordenado la
ca estaría referida a la conciencia de la cercanía convivencia humana sobre la base de atribuir al
de su acaecer. El problema no es el qué sino el individuo una esfera de señorío sujeta a su vo-
cuándo. luntad; y esta facultad de obrar válidamente li-
bre de impedimentos conlleva la de reaccionar
d. Los términos respecto a la forma que debe u oponerse a todo propósito, posibilidad o ten-
ser informado el resultado del método Elisa como tativa por enervar los límites de esa prerrogati-
positivo, o como reactivo, o no reactivo, no es va (CSJN, 06/04/1993, caso “Bahamondez, Mar-
trascendente para la resolución de los presentes, celo”; del voto de los Dres. Barra y Fayt. LA
como lo reconoce la actora en su alegato, pero sí LEY, 1993-D, 130, DJ, 1993-2-501; ED, 153,254;
es determinante para producir convicción de la Fallos 316: 479).
alta presunción de contagio para evitar que se
propague la epidemia. i. Por lo que resulta aplicable la “teoría de los
actos propios”, conforme la cual las partes no
e. La lectura del informe por parte del paciente pueden contradecir en juicio sus propios actos
provocó que concurriera a otro centro de salud a anteriores, deliberados, jurídicamente relevantes
fin de que se “le informara sobre el resultado y y plenamente eficaces, son inadmisibles las pre-
significado del análisis indicado por él y qué al- tensiones que ponen al pretensor en contradic-
cance tenía la sugerencia de una nueva prueba ción con sus propios comportamientos anterio-
mediante el método de Western Blot”. res jurídicamente relevantes.

f. El decreto 1244/91 establece específicamente VII. Conclusión


quiénes transmiten el resultado, que son los pro-
fesionales que detecten el virus de inmunodefi- Entendemos que el fallo comentado se ajusta a
ciencia humana (VIH) o posean presunción fun- la doctrina imperante no solo a nivel nacional,
dada de que un individuo es portador (artículo 8° sino que también comprende los avances doctri-
de la ley 23.798). Ellos deberán informar sobre el nales y legales mundiales ya que se desprende de
carácter infectocontagioso del virus, los medios y la sentencia que el consentimiento informado se
formas de transmitirlo y su derecho a recibir asis- constituye así en un Derecho fundamental o De-
tencia adecuada. recho humano positivizado, propio, singular y

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 51

distinguible o diferenciado (36), siendo ade- ciencia y manifestación del principio de libre
más una de las últimas aportaciones realiza- desarrollo de la personalidad y de la autodis-
das en la teoría de los Derechos Humanos, y posición, dentro de los límites legales, sobre el
manifestación necesaria o proyección de los propio cuerpo y dentro de una alianza única,
clásicos derechos a la vida, a la integridad físi- personalísima y afectiva que la terapéutica en-
ca. Derecho a la libertad personal y de con- tre el médico y el paciente. ◆
NOTAS

(36) Pactos Internacionales como la Declaración tección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Universal de Derechos Humanos de 10 de diciembre Fundamentales de Roma del 4 de noviembre de 1950
de 1948, proclamada por la Asamblea General de las en sus arts. 3, 4, 5, 8 y 9 y del Pacto Internacional de los
Naciones Unidas, principalmente en su Preámbulo Derechos Civiles y Políticos de Nueva York del 6 de
y arts. 12, 18 a 20, 25, 28 y 29, el Convenio para la Pro- noviembre de 1966, arts. 1, 3, 5, 8, 9 y 10.

◆ RESPONSABILIDAD POR CONTAMINA- 1393 — CCiv., Neuquén, sala II, 2008/02/19 (*). -
CION AMBIENTAL Bosch, Julián Juan y otros c. YPF S.A..

2ª Instancia.
Instancia.— Neuquén, febrero 19 de 2008.
Daño ambiental producido por las empresas pe-
troleras en la explotación de la cuenca hidrocar- El doctor Gigena Basombrío dijo:
burífera neuquina — Existencia de acción de re-
composición del daño ambiental colectivo en ins- I. Apela la demandada la resolución obrante a
tancia originaria ante la CS — Imposibilidad de fs. 241/246 mediante la cual se rechazara la peti-
iniciar un nuevo proceso — Intervención como ción de aplicación del art. 30 de la Ley General de
tercero interesado — Aplicación art. 30 ley Medio Ambiente.
25.675 — Bifrontalidad del daño ambiental
Se agravia por entender que de los propios
Vease en página 52, Nota a Fallo dichos de la actora surge que el interés colectivo
que procura satisfacer mediante la presente ac-
Si el actor no se limitó a demandar el daño ción ya fue promovido en un proceso judicial
sufrido por la extracción ilegal de áridos y el anterior.
deterioro de su campo, sino que también
reclamó el daño sufrido por el medio am- En ese orden de ideas transcribe fragmentos
biente en el cual se encuentran sus tierras, y del escrito de demanda que estima apoyan su
se encuentra pendiente de resolución una postura, pues serían los que dan cuenta de la
acción de recomposición del ambiente da- coincidencia parcial del presente con el proce-
ñado deducida por un tercero, resulta im- so en trámite actualmente ante la Corte Supre-
procedente dar curso a la pretensión relati- ma de Justicia “Asociación de Superficiarios de
va al daño ambiental colectivo ya que, resul- la Patagonia c. Y.P.F y Otros” —en adelante “AS-
ta aplicable al caso lo previsto en el art. 30 de SUPA”— cuyas copias acompañara oportuna-
la ley 25.675 (Adla, LXIII-A, 4). [1] mente.

Jurisprudencia Vinculada art. 90 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Na-


ción, pues ejercen el derecho que les asiste para ac-
[1] La Corte Suprema de Justicia de la Nación en cionar en cumplimiento de una de las finalidades de
“Mendoza, Beatriz Silvia y otros c. Estado Nacional y su creación, lo cual permite concluir que no defien-
otros”, 20/03/2007, La Ley Online dispuso que las den un interés general y difuso de que se cumpla con
asociaciones y fundaciones que en sus estatutos tie- la Constitución Nacional y las leyes, sino intereses
nen objetos relacionados con la protección del medio legítimos para que se preserve un derecho de inci-
ambiente están legitimadas para intervenir como dencia colectiva.
terceros en una acción tendiente a recomponer el
ambiente ante la existencia de contaminación —en (*) Citas legales del fallo núm. 1393: ley 25.675
el caso, en el área de la cuenca Matanza-Riachuelo— (Adla, LXIII-A, 4).
, con arreglo al art. 30 de la ley 25.675 y de acuerdo al

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52 · comentarios jurisprudenciales Mariana Catalano

A punto tal estima que resultan similares los dios incluido el de la actora, la situación encuadra
planteos que afirma que ambas demandas utili- en los términos del art. 30 de la ley 25.675 sin
zan prácticamente la misma fórmula para deman- importar si se demanda la recomposición de más
dar, invitando a esta Cámara a compartir la com- predios o si ello se pretende contra más acciona-
paración que efectúa. dos que Y.P.F. pues la intención del legislador al
establecer esta norma fue evitar sentencias con-
A renglón seguido y si bien reconoce que la tradictorias.
demanda de ASSUPA abarca una superficie ma-
yor que la de la presente, hace hincapié en que el De este modo, si el objeto de la demanda de
art. 30 de la ley General del Ambiente, no exige ASSUPA versa sobre el predio de la actora y a su
para su procedencia que el objeto procesal sea vez ambas demandas pretenden la reposición al
completamente idéntico. estado anterior de superficies deforestadas como
canteras, caminos, zanjas, es evidente que la con-
Así razona que si la demanda en trámite ante la dena perseguida en ambas es una obligación de
Corte pretende la recomposición de varios pre- hacer: recomponer un ambiente dañado.

La bifrontalidad del daño ambiental


en la práctica

POR MARIANA CATALANO

SUMARIO: I. Preliminar.— II. El caso. Parangón con ASSUPA.—


III. Indole y medida de la actuación como terceros interesados. Re-
cepción de la doctrina “Mendoza”.— IV. Corolario.

I. Preliminar río, un vecino prueba el daño que le genera haber


perdido la posibilidad de bañarse en el mismo, lo
Sabido es que una de las características típicas que constituía su principal actividad de esparci-
del daño ambiental es su bifrontalidad, esto es, la miento en las épocas estivales.
aptitud de producir un doble impacto nocivo:
sobre el bien colectivo medio ambiente (1) y se- Esta aptitud de doble impacto disvalioso en
cundariamente o de rebote (“par ricochet” según la esfera pública y privada no siempre se mate-
la doctrina francesa), sobre la persona o bienes rializa, pero es muy usual; como se ha hecho
de sujetos determinados afectados por el hecho usual que existan reclamos indemnizatorios por
degradante. el daño indirecto. Hasta aquí el cuadro de si-
tuación es medianamente claro, y la pretensión
El daño ambiental en sí o “per se” aparece ca- resarcitoria privada no tiene por qué generar
racterizado en el art. 27 de la LGA, que lo define críticas, ya que como premisa fundamental del
como “toda afectación relevante que modifique derecho de daños, todo aquél que sufre un me-
negativamente el ambiente, sus recursos, el equi- noscabo injusto tiene derecho a ser compensa-
librio de los ecosistemas, o los bienes o valores do.
colectivos”.
La cuestión se enturbia, en cambio, cuando es-
El daño colateral es la secuela indirecta del daño tos reclamos individuales se anteponen o conco-
per se, es el perjuicio causado a través del am- mitan con la propia determinación —también ju-
biente; como si a raíz de la contaminación de un dicial— de la existencia del daño colectivo; cuan-
NOTAS

(1) También llamado daño ecológico puro, enten- monio natural o cultural. MORELLO-CAFFERATTA
dido como lesión al hábitat, deterioro de la calidad de “Visión Procesal de las cuestiones ambientales”, Ed.
vida, agresión injustificada, significativa, del patri- Rubinzal Culzoni, Santa Fe 2004, p. 261.

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derecho práctico · 53

Para concluir señala que los intereses indivi- Así, y luego de transcribir algunos párrafos del
duales de la accionante no pueden tener priori- decisorio en crisis, afirma que no caben dudas de
dad por sobre los intereses colectivos, aún cuan- que la demanda instaurada contiene un reclamo
do ello puedan contar con un ámbito procesal que abarca el daño ambiental individual, particu-
para ser satisfechos de conformidad al reciente lar y privado, persiguiéndose un resarcimiento
pronunciamiento de la Corte en autos “Mendoza, económico por los hechos denunciados.
Beatriz” de junio de 2006.
De esta manera encuentra que no existe objeto
A la vez que cita dicho antecedente, agrega que ni pretensión similar a la reclamada por ASSUPA,
esta Cámara resolvió en similar sentido en otra pues aquella inició demanda por la reparación de
causa, resultando que ambos pronunciamientos los daños colectivos ambientales causados por la
prevén la posibilidad de que los daños individua- actividad hidrocarburífera desarrollada en la
les sean desacumulados de los reclamos por re- Cuenca hidrocarburífera de Neuquén, a fin de
composición de daño ambiental. que se cree el fondo de restauración ambiental
previsto por la ley y se adopten las medidas nece-
Efectúa reserva de caso federal y solicita se re- sarias para evitar perjuicio al medio ambiente en
voque la resolución recurrida. la mencionada cuenca.

A fs. 258/261 vta. comparece la parte actora Agrega que la resolución recalca que los suje-
contestando los agravios y solicitando desde el tos pasivos de ambas acciones no son idénticos,
inicio se confirme la resolución recurrida. acotándose igualmente que el reclamo ha centra-

do se intenta poner el carro delante de los caba- El juez de 1ra. instancia rechazó este planteo y
llos. la apelación de las demandadas suscitó el pro-
nunciamiento de la Cámara bajo comentario.
II. El caso
Parangón con ASSUPA:
En el marco de una acción deducida para la
reparación de los daños causados por las empre- La secuela ambiental resultante de la explota-
sas petroleras en la explotación de la cuenca hi- ción de la cuenca de hidrocarburos de Neuquén
drocarburífera neuquina, las demandadas solici- no es un secreto (se manifiesta, entre otras cosas,
taron la aplicación del art. 30 de la Ley General del en la deforestación por construcción de cante-
Ambiente 25.675 (en adelante LGA) que establece ros, caminos, zanjas y pozos; y en la erosión) ni
que “deducida la demanda de daño ambiental una novedad. La Asociación de Superficiarios de
colectivo por alguno de los titulares señalados no la Patagonia (ASSUPA) demandó en instancia ori-
podrán interponerla los restantes, lo que no obs- ginaria ante la Corte Suprema la recomposición
ta a su derecho de intervenir como terceros inte- integral de los daños generados por tal actividad,
resados”. así como la constitución del fondo de restaura-
ción establecido por el art. 22 de la LGA. Recaye-
Como a criterio de las demandadas, el interés ron al respecto dos pronunciamientos: uno el 12/
colectivo cuya protección se persigue en estos 7/04, por el cual la Corte (en un fallo dividido)
autos ya fue objeto de pretensión en la causa “Aso- decidió ordinarizar el proceso, en la inteligencia
ciación de Superficiarios de la Patagonia c. YPF y de que el limitado marco de debate y prueba del
Otros” en trámite ante la Corte Suprema de Justi- amparo era inapropiado para discutir la cuestión;
cia de la Nación, es allí donde deben acudir los y otro el 29/8/06 (2); por el que (nuevamente por
demandantes para intervenir como terceros, sin mayoría) se decidió acoger la excepción de de-
necesidad de darle autonomía a un nuevo proce- fecto legal opuesta por las accionadas. Hoy el trá-
so. mite sigue su curso, habiendo corrido ya el plazo
para subsanar el defecto en el modo de proponer
NOTAS la demanda.

(2) LA LEY 10/11/06 con nota de PEYRANO, Jorge El núcleo del problema radica en determinar si
W.; La LEY 29/11/06, 8, con nota de ZAMBRANO, Pe- en “Bosch” hay o no identidad de objeto con “AS-
dro. SUPA” y si pueden, en su caso, los promotores de

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54 · comentarios jurisprudenciales Mariana Catalano

do con exactitud el objeto de la demanda y la Finaliza citando jurisprudencia de la Suprema


región geográfica individualizada, precisándose Corte de Justicia de Buenos Aires que señala que
los hechos que fundan el petitorio. el conocimiento de la pretensión encaminada al
cese del daño ambiental que afecta el derecho a
Continúa reproduciendo aspectos de la resolu- un ambiente sano, equilibrado y apto para el de-
ción recurrida y luego sostiene con relación al sarrollo humano —hoy con expreso rango cons-
derecho ambiental que el juzgador es la ultima titucional— compete al órgano judicial
ratio del instituto de la legitimación y es quien
mediante el análisis de hecho en cada caso, deter- II. Ingresando en el estudio de la cuestión, asis-
mina los alcances del término habilitante. te razón a la apelante cuando señala que este Cuer-
po ha tenido ocasión de pronunciarse en una
En igual tesitura menciona los conceptos de la cuestión similar.
interlocutoria relacionados con el orden público
y la tutela judicial efectiva. Enlaza ese aspecto con Así, en los autos caratulados: (“Cofruva S.A. c.
el derecho a la jurisdicción, concluyendo que la Y.P.F. S.A. s/Cumplimiento de contrato”-Sala II-
tutela judicial efectiva obliga al Estado a prestar el 01/02/07), la Dra. Isolina Osti de Esquivel sostu-
servicio de justicia. vo, en voto que compartí: “El estudio de los dis-

aquella demanda verse obligados a intervenir Los propios términos empleados —que aquí se
como terceros interesados en la causa en trámite destacan en cursiva— ponen de manifiesto que
ante el Tribunal cimero, con sujeción a las aristas los demandantes no ciñeron el daño cuyo resar-
procesales y tiempos propios de los procesos cimiento reclaman a sus intereses puntuales, al
colectivos; con los costos y dificultades que para detrimento que ellos han sufrido en su porción
los ciudadanos de provincia implica litigar en Ca- del terreno; y en cambio hablaron de ecosistema,
pital Federal; y pese a manifestar su voluntad en de hábitat, de patrimonio histórico cultural: esto
sentido contrario. es, de bienes colectivos. Y como bien entendieron
los Camaristas, el litigio sobre estos bienes colec-
Según las alegaciones de Julián Juan Bosch y tivos ya sigue su curso en la Corte Suprema.
compañía, lo que ellos pretenden ante el fuero lo-
cal no es la recomposición del daño ambiental, Pero existe otra razón, fundamental y referida
sino puntualmente el resarcimiento del perjuicio tangencialmente en la parte final de los funda-
que la actividad de las explotadoras ocasionó en la mentos del fallo, por la cual no cabe dar luz verde
superficie de su propiedad. A simple vista, estaría- al reclamo diferenciado de los demandantes en
mos frente a un típico caso de daño colateral per- Bosch; y es que en la medida en que la Corte
fectamente distinguible, como quedara expuesto Suprema aún no se expidió sobre la existencia de
en el punto anterior, del daño ambiental “per se”. daño ambiental, ni trazó el iter del nexo de causa-
lidad que sindicaría a Yacimientos Petrolíferos
Sin embargo, a poco que se lee el fallo de la Fiscales y demás demandadas como autoras res-
Cámara (voto del Dr. Gigena Basombrío), que no ponsables del perjuicio, un pronunciamiento en
ahorra detalles en este punto, puede advertirse la causa bajo análisis importaría adelantar la opi-
que la distinción no es tal, puesto que las preten- nión sobre este complejo asunto.
siones se encuentran entrelazadas.
¿Y qué sucedería si después la Corte decide que
En efecto, cuando en el escrito introductorio no hay daño imputable, o que la medida de la
los actores ofrecieron prueba, principalmente la responsabilidad de cada demandada es otra
pericial (que en tramos clave el fallo transcribe) —porque estamos en un supuesto de coautoría—
pidieron la estimación de los daños causados o que la incidencia de la actividad de las empresas
como consecuencia de la destrucción o deterioro es menor o mayor —porque podría haber con-
de la cubierta vegetal y del suelo, de los macizos causa—? ¿Qué pasaría si la valuación total del daño
boscosos, del hábitat natural de las especies, de la fuera diversa —superior o inferior— a la cuantifi-
flora y fauna pluvial; del patrimonio histórico, cación que aquí hicieran los Camaristas?
cultural y paisajístico; y solicitaron se establezca
la incapacidad productiva sufrida por el ambien- El riesgo de soluciones contrapuestas es evi-
te, el o los ecosistemas y los elementos que indivi- dente. Lo más lógico, entonces y desde el lugar
dualmente integran dichos ecosistemas. que se lo mire, es esperar a las resultas de la reso-

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derecho práctico · 55

tintos conceptos de daño en relación con el am- Beatriz S. y otros c. Estado Nacional y Otros”
biente y sus consecuencias han sido —y conti- (Corte Suprema de Justicia de la Nación 20/06/
núan siéndolo— materia de estudio de dos disci- 2006), invocado en autos por ambas partes. Así
plinas con mayor predominancia: constitucional señala: “El daño ambiental per se, considerado
y ambiental”. “daño ambiental de incidencia colectiva”, es de-
finido por la LGA en su art. 27, in fine que esta-
“La primera por la relevancia otorgada al tema blece: “Se define al daño ambiental como toda
por la Constitución a partir de la reforma y la alteración relevante que modifique negativamen-
segunda por la acelerada especialización que se te el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los
ha operado con relación al tema por la no menos ecosistemas, o los bienes o valores colectivos”.
acelerada proliferación de cuestiones que se en- La disposición diferencia daño ambiental per se
marcan en el tema”. del daño a los individuos a través del ambiente.
Estas son las premisas que toma la Corte para
“El Dr. Sabsay se refiere a la cuestión al efec- considerar que está en juego su competencia
tuar un comentario sobre el fallo “Mendoza, originaria. El mencionado art. diferencia el daño

lución definitiva en el Superior Tribunal Federal. voluntaria en los términos que normalmente sin-
No será, por lo demás, una espera pasiva para los dica la doctrina civilista (4), pero tampoco, en sen-
interesados, que al acudir como terceros en el tido estricto, de una intervención obligada o co-
litigio allí tramitado, podrán hacer los aportes que activa (5). Será una suerte de participación por
estimen pertinentes e influir de esta manera en el mandato judicial exógeno, en el sentido de que lo
resultado final que delineará los contornos de sus impone un juez que es ajeno al litigio en que este
reclamos resarcitorios privados. tercero debe intervenir.

III. Indole y medida de la actuación como ¿Cuál será la medida de la participación en AS-
terceros interesados. Recepción de la doctrina SUPA? La Cámara, con buen criterio, hace aplica-
“Mendoza” ción de la doctrina “Mendoza” (6) para deslindar
los planteos, y entonces aclara que la participa-
Es claro que en el caso los actores no quieren ción en el proceso que se sigue ante la Corte lo
acumular su pretensión al litigio de la Asociación será al exclusivo efecto de la determinación del
de Superficiarios (3); pero también lo es que no daño ambiental colectivo; mientras el reclamo
fueron capaces de desmembrar su daño respecto individual puede sustanciarse en el fuero local
del menoscabo al bien colectivo: Esto último re- —en la instancia de grado—.
sulta lógico si tenemos en cuenta que el daño co-
lectivo aún no ha sido determinado; con lo que Vemos así cómo el famoso precedente de la
mal puede tasarse el detrimento individual. Corte, que en su actual conformación se ha vuel-
to más estrictamente selectiva de los asuntos que
Así las cosas, la obligación impuesta en el fallo integran su agenda y definen su cometido como
para que los accionantes intervengan en ASSUPA intérprete final de la Constitución, va ganado au-
luce razonable. No se tratará de una intervención toridad (7).
NOTAS

(3) Quizás, en parte, por las circunstancias arriba GUEZ, Carlos Aníbal; LA LEY 2006-D, 88 - IMP 2006-
referidas. 15, 1919; LA LEY 2006-E, 41, con nota de GIL DOMIN-
GUEZ, Andrés - LRCyS 2006-VIII, 101 - LA LEY 2006-E
(4) MERCADER, “El tercero en el proceso”, Abele- , 318, con nota de BARBIERI, Gala - LA LEY 2006-F,
do Perrot, 1960; MORELLO-SOSA-BERIZONCE, “Có- 355, con nota de DEVIA, Leila; NOSEDA, Paula; SIBI-
digos” Tomo II-B, p. 369 y sigtes; PALACIO, “Derecho LEAU, Agnès; LA LEY 2006-F, 634, con nota de ZAM-
Procesal Civil”, Tomo III, p. 225, por citar algunos. BRANO, Pedro; LA LEY, con nota de CAFFERATTA,
(5) Que es aquella que se suscita cuando el juez, de Néstor A.
oficio o a pedido de una de las partes, dispone que se
cite a un tercero para actuar en el proceso a fin de que (7) En “Itzcovich, Mabel c. ANSeS s/reajustes va-
la sentencia que en él se dicte pueda serle opuesta. rios”, Fallos 328: 566 y “Barreto, Alberto Damián y otra
c. Buenos Aires, Provincia de y otro s/daños y perjui-
(6) LA LEY 2006-D, 281, con nota de SABSAY, Da- cios”, Fallos 329:579.
niel Alberto - DJ 05/07/2006, 706, con nota de RODRI-

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y seguros
56 · comentarios jurisprudenciales Mariana Catalano

ambiental per se del daño a los individuos a tra- conceptos al caso de autos, encuentro que aún
vés del ambiente”. cuando la parte actora sostiene que reclama
daño ambiental individual, particular y priva-
“Continúa precisando: “Se trata del daño al do, de los términos que surgen a lo largo del
medio, ya sea mediante su alteración o destruc- escrito de demanda aparece el daño ambiental
ción, que afecta la calidad de vida de los distin- “per se”.
tos seres vivos, sus ecosistemas y los compo-
nentes de la noción de ambiente. Cuando existe Repasando los términos del escrito de de-
daño al ambiente, no debe necesariamente con- manda a fs. 107 vta. la actora expresa: “... más
cretarse en un daño específico o puntual a las allá de la denominación de “resarcimiento”
personas o sus bienes particulares. Frente a esa dada por mis representados, de lo que efecti-
categoría existe el daño individual ambiental vamente se trata en este juicio es de un crédito
que se sitúa en la órbita del derecho clásico de por el equivalente de las sustancias denuncia-
daños, el daño es producido a las personas o das, usadas ilegítimamente por YPF S.A y que
sus cosas, por un menoscabo al ambiente, el han devenido irrecuperables para su dueño en
que es un medio a través del cual se le ocasiona razón de las diferentes obras a las que fueron
una lesión o daño a una persona o a su patri- destinadas... y la determinación del daño am-
monio”. biental producido por el accionar ilegal de la
demandada”.
“Luego, y con una cita del Dr. Hutchinson,
señala: “la responsabilidad colectiva como aque- A fs. 111 y en ocasión de transcribir un informe
lla producida como consecuencia de la con- técnico que la parte encuentre esencial en orden
ducta (comisiva u omisiva) de los particulares o a su reclamo se expresa: “En este punto se pudo
de entes públicos, pero no en relación con otro observar los fenómenos de erosión producidos
particular (responsabilidad civil o administrati- en la plataforma realizada en la locación del pozo
va, según los casos) sino con el Estado (como CHO-24, para lo cual se tuvo que producir el de-
protector del ambiente) y la comunidad; es de- rrumbe de toda una ladera para la ubicación de
cir, nos ubicamos en el caso de que no existan esta locación, sin tener en cuenta las prácticas
daños concretos a algún bien de un particular, sugeridas por la legislación provincial al respecto,
sino que estamos ante daños colectivos o co- máxime si a poca distancia se podían desarrollar
munitarios” (“La Corte Suprema de Justicia de dichas tareas minimizando notablemente las im-
la nación y la sustentabilidad de la Cuenca Ma- plicancias al ambiente como lo es en este caso los
tanza-Riachuelo”-Daniel Alberto Sabsay La Ley fenómenos erosivos, que son siempre acumulati-
11/07/2006)”. vos exponencialmente en el tiempo máxime te-
niendo en cuenta que estos sedimentos inexora-
“En tal sentido y por aplicación de esos con- blemente culminarán formando parte del sedi-
ceptos al caso “Mendoza” es que se sustentó la mento que arrastra el Río Colorado, reduciendo
divisibilidad del reclamo, quedando radicado de esta manera los tiempos de colmatación de la
únicamente ante la Corte el aspecto del daño cuenca de la presa de Casa De Piedra que se en-
colectivo o comunitario o daño ambiental per cuentra aguas abajo, sin dejar de pensar que la
se”. ciudad de Santa Rosa se provee de agua de este
embalse. Téngase en cuenta que este punto de
Siguiendo el método observado en el prece- erosión y aporte de sedimentos al Río Colorado
dente citado —“Cofruva”— aplicando esos solo significa uno de los miles de puntos de ero-

IV. Corolario En definitiva: el daño ambiental específico y el


daño particular colateral parecen la cara y ceca
En tiempos de crecimiento exponencial de la de una misma moneda; pero en los hechos y en la
litigiosidad “ambiental”, no puede perderse de vis- teleología del derecho ambiental no lo son. El pri-
ta la intención del legislador cuando plasmó la mero marca el rumbo: una vez acaecido, su de-
fórmula del apartado segundo del art. 30 de la terminación y recomposición, o en defecto de
LGA: evitar sentencias contradictorias, por el es- ello, su cuantificación y reparación, tienen abso-
cándalo jurídico y la inseguridad que las mismas luta prioridad sobre la compensación dineraria
inyectan al sistema. individual. ◆

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 57

sión y aporte de sedimentos al río Colorado y a la no de las generaciones presentes y futuras se ubi-
presa de Casa de Piedra que por este tipo de prác- ca dentro de los denominados “derechos colecti-
ticas se produce en toda la cuenca. Se deja cons- vos”, pues esta garantía no se refiere a una perso-
tancia que no se efectúa evaluación del daño am- na en particular, por lo que no se puede sectori-
biental, habida cuenta que es incalculable e irre- zar o parcelar, sino que la situación ambiental es
cuperable los bienes que fueran eliminados por el comunicante y extensiva; es decir que se va ex-
accionar de quienes realizaran las aperturas, can- tendiendo a través del aire, el agua y los restantes
teras etc. y que se recomienda que se designen recursos naturales y, en definitiva, sobre todo el
especialistas en la materia a los fines de evaluar ecosistema, sin que encuentre barreras o diques
dicha problemática” que pongan término a su propagación. De esta
manera, su límite está señalado por la misma fuerza
Continúa a fs. 116 —in fine—: “Quienes se en- que la contaminación produce, la que se irradia y
cuentran encargados de realizar todas las accio- propaga de conformidad con los grados de afec-
nes necesarias para la recomposición integral de tación que se obtengan dentro de determinada
los daños colectivos ambientales causados por área”.
la actividad que desarrollan en dicha área y hasta
la total desaparición de los agentes contaminan- Luego efectúa una afirmación que entiendo
tes del suelo y del aire, de las aguas superficiales sella la suerte del planteo pues señala: “El juicio
y subterráneas, y para la reposición a su estado iniciado por cualquier afectado beneficia a los
anterior de las extensas áreas deforestadas y sin demás, ya que sería vana y absurda una senten-
vegetación a causa de la apertura de caminos, cia que, amparada en el carácter individual de
calles, locaciones, picadas, zanjas, canteras y toda las acciones y tras comprobarse los efectos
otra actividad que, a su juicio, ocasionó la pérdi- contaminantes denunciados, pretendiera limi-
da del manto vegetal, de modo tal de revertir el tar los alcances de su mandato a la relación ju-
proceso de desertificación que ello habría cau- rídico procesal bilateral nacida en cada proce-
sado”. so individual y mandara que los efectos cesaran
tan sólo, como si fuera posible, para los accio-
A fs. 117 “... atento la naturaleza del bien jurí- nantes pero no para el resto de la comunidad
dico protegido, la eventual existencia de daño afectada. Dicha sentencia debe tener efectos
ambiental por el ejercicio de actividad de ex- erga omnes, a fin de que la satisfacción del frag-
ploración y explotación minera e hidrocarburí- mento o porción de interés que atañe a cada
fera, en el inmueble de mis mandantes, se in- individuo se extienda por naturaleza a todos,
forme en detalle la situación de la empresa con- del mismo modo que ocurre con la lesión que a
cesionaria de la denominada área “Cerro La cada uno afecta, simultánea y globalmente, res-
Hamaca”“. pecto de todos los integrantes del conjunto co-
munitario. Ese alcance otorgado a la sentencia
A fs. 122 vta. y 123 “La “acción de recomposi- ambiental tampoco afectaría el derecho de de-
ción ambiental” es un derecho inherente a la per- fensa de aquellos que no han sido parte en el
sonalidad humana y, por ende, imprescriptible; juicio”.
no así la indemnización que se persiga por los
daños materiales causados por la contamina- Este último párrafo citado por la propia ac-
ción. Son imprescriptibles las obligaciones cons- cionante resulta contrario a la argumentación
titucionales que pesan sobre todos y cada uno efectuada en la resolución de grado al rechazar
de los sujetos de la comunidad y sobre el estado el planteo de la demandada. Adviértase que una
mismo de no violar lastimar, impedir o interferir de las bases argumentales es el derecho de ac-
el ejercicio de los derechos constitucionales a la ceso a la jurisdicción, el cual se vería obstaculi-
preservación del medio ambiente, a la vida y a la zado en caso de hacerse lugar al planteo de YPF
salud. Pues si la obligación de los particulares y S.A.
del Estado de abstenerse de contaminar insana-
mente el medio ambiente es imperecedera y Debo señalar que no comparto esa afirma-
constante, el correspondiente derecho de los ción, pues a más de lo señalado por el propio
habitantes a gozar de un ambiente sano y el res- actor en el párrafo que se cita —”...ese alcance
peto a su vida y su salud es esencialmente inex- otorgado a la sentencia ambiental tampoco afec-
tinguible”. taría el derecho de defensa de aquellos que no
han sido parte en el juicio...”— la propia ley am-
Continúa en la misma foja “El derecho al am- biental (ley 25.675) regula dicha circunstancia en
biente sano y adecuado para el desarrollo huma- su art. 30.

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58 · comentarios jurisprudenciales Mariana Catalano

Apunta la norma mencionada: “Producido el Así —citando algunos párrafos como modo
daño ambiental colectivo, tendrán legitimación de demostrar lo antedicho— a fs. 126 vta. “Peri-
para obtener la recomposición del ambiente da- cial ambiental: 1) Establezca el alcance de los
ñado, el afectado, el defensor del pueblo y las daños causados al ambiente y/o a los recursos
asociaciones no gubernamentales de defensa que lo componen: suelo, flora, fauna, agua... 2)
ambiental, conforme lo prevé el art. 43 de la Estime el alcance de la destrucción o deterioro
Constitución Nacional, y el Estado nacional, pro- de los factores físicos naturales de una deter-
vincial o municipal; asimismo, quedará legiti- minada especie por desplazamiento de la vege-
mado para la acción de recomposición o de tación, destrucción de la cubierta vegetal y del
indemnización pertinente, la persona directa- suelo, de los macizos boscosos, del habitat na-
mente damnificada por el hecho dañoso acae- tural de las especies. 3) Evalúe el alcance de la
cido en su jurisdicción. Deducida demanda de degradación o contaminación de los elementos
daño ambiental colectivo por alguno de los ti- biológicos del o los ecosistemas naturales por
tulares señalados, no podrán interponerla los la introducción en el ciclo ecológico de mate-
restantes, lo que no obsta a su derecho a inter- riales o gases resultantes del proceso de extrac-
venir como terceros. Sin perjuicio de lo indica- ción de minerales y/o exploración y explota-
do precedentemente toda persona podrá soli- ción de hidrocarburos...4) Tase el alcance de la
citar, mediante acción de amparo, la cesación destrucción o menoscabo sufrido por el patri-
de actividades generadoras de daño ambiental monio histórico, cultural y paisajístico produc-
colectivo”. to de la actividad minera y/o hidrocarburífe-
ra...”.
De este modo y en lo que al daño al medio
ambiente se refiere, la recepción del planteo de la Continúa en el mismo capítulo expresando
demandada no obsta al acceso a la jurisdicción como punto de pericia: “...5) Establezca la inca-
por parte de la actora, sino que el mismo deberá pacidad productiva sufrida por el ambiente, el
materializarse, en su caso, interviniendo como o los ecosistemas y los elementos que indivi-
tercero en la demanda por daño ambiental ya dualmente integran dichos ecosistemas 6) Fije
promovida y en trámite por ante la Corte Supre- los criterios de evaluación de los procesos de
ma de Justicia de la Nación. recomposición explicando con precisión las
reales aptitudes conservadas por el ambiente,
considerado en sí mismo o los elementos que
Dicha circunstancia fue analizada y expuesta lo componen y las posibilidades de una efectiva
en el antecedente de esta Cámara citado al ini- recomposición. 7) Determine la destrucción
cio cuando la Dra. Osti de Esquivel sostuvo: “Sin provocada en la flora y fauna pluvial. 8) Im-
embargo, y frente a la gravedad de los hechos plante si la explotación minera e hidrocarburí-
que expone en la presente demanda y la posibi- fera desarrollada por la demandada ha provo-
lidad que le otorga el 2do. párrafo de la ley cado la desaparición progresiva de alguna o al-
25.675, de participar en aquel proceso, está a su gunas especies de fauna silvestre. 9) Determine
alcance la posibilidad de ejercer los actos pro- la destrucción causada a bosques y flora en ge-
cesales pertinentes tendientes a acreditar la en- neral. 10) Establezca las acciones necesarias para
tidad de su reclamo. Cabe observar aquí que la adecuar el proceso de exploración y explota-
ley establece y en definitiva aquí se resuelve, no ción hidrocarburífero desarrollado a la obliga-
es impedir a Cofruva S.A su acceso a la jurisdic- ción de no dañar el ambiente y/o los elementos
ción, sino que habiendo sido iniciado el otro que lo componen. 11) Compruebe la existencia
proceso con anterioridad —y en caso de así y el alcance de la contaminación de las aguas
decidirlo la actora, pues ello es facultativo— superficiales y subterráneas, su degradación
debería sumarse a aquel proceso” (“Cofruva S.A. cualitativa y, por lo tanto, cuantitativa. 12) fije
c. Y.P.F. S.A. s/Cumplimiento de contrato” -Sala la existencia y el alcance de la contaminación y
II- 01/02/07) degradación del suelo. 13) Determine la pérdi-
da de productividad de los suelos afectados. 14)
A más de lo ya dicho, de la prueba ofrecida especifique las acciones de recomposición par-
por la actora —y sin que ello implique emitir ticulares necesarias para reparar y restituir los
opinión respecto al modo en que fuera plan- recursos y elementos medioambientales afec-
teada la misma (fs. 124 vta. 128 vta.) y la oposi- tados pr la actividad desarrollada por la deman-
ción formulada por la demandada— también dada a su estado anterior, a su condición origi-
surge que la pretensión incluye el rubro daño nal o capacidad productiva equivalente. 15)
ambiental “per se”. Determine la valuación económica de los da-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 59

ños existentes y el costo de las medidas necesa- dose a todo el ambiente de una manera tal que
rias para alcanzar su recomposición”. excede el daño particular causado a alguien a tra-
vés del medio ambiente.
Seguidamente ofrece prueba pericial técnica en
los siguientes términos: “1) Cuantifique en me- El modo en que se estructurara la pretensión
tros cúbicos los extraídos en forma indebida por se refiere también al ambiente como bien colec-
la demandada 2) Establezca el valor económico tivo.
de la pérdida, degradación o contaminación de
los elementos biológicos del o los ecosistemas Al respecto pueden citarse expresiones tales
naturales del predio de los actores. 3) Determine como: “daños causados al ambiente y/o a los re-
las ganancias obtenidas por el demandado al no cursos que lo componen: suelo, flora, fauna, agua”.;
realizar las medidas necesarias para impedir la “destrucción o menoscabo sufrido por el patri-
producción de los daños existentes. 4) Fije las pau- monio histórico, cultural y paisajístico producto
tas para formular un fondo destinado a la repara- de la actividad minera y/o hidrocarburífera…”;
ción de los daños que originen los siniestros oca- “alcance de la degradación o contaminación de
sionados por la actividad minera y/o hidrocarbu- los elementos biológicos del o los ecosistemas
rífera. 5) Delimíte las zonas y/o canteras, puntos naturales por la introducción en el ciclo ecológi-
de extracción de minerales, cavas, aperturas de co de materiales o gases resultantes del proceso
canteras y /o acopios de materiales en el predio de extracción de minerales y/o exploración y ex-
de los actores 6) Indique su superficie 7) Elabore plotación de hidrocarburos...”; “si la explotación
un mapa del que surjan ubicación y límites 8) minera e hidrocarburífera desarrollada por la
Determine la utilización que la demandada le ha demandada ha provocado la desaparición pro-
dado a los minerales extraídos ilegalmente 9) Ex- gresiva de alguna o algunas especies de fauna sil-
plique, conceptualmente, las características geo- vestre”; “Determine la destrucción causada a bos-
lógicas del campo en cuestión, determinando la ques y flora en general”.
incidencia de los “accidentes ambientales” denun-
ciados por la accionada. 10) Fije acciones a desa- Asimismo junto a la cuestión de la extracción
rrollar para paliar/evitar la incidencia a que se de los áridos se encuentra la recomposición, su
refiere el punto de pericia anterior. 11) Estime el costo, la fijación de pautas para formular un fon-
monto de lo extraído indebidamente por la de- do destinado a la reparación de los daños origina-
mandada (roca calcárea, roca volcánica, etc.) con- dos por siniestros ocasionados por la actividad
siderando el precio promedio de plaza de los mis- hidrocarburífera, el pedido de diseño de acciones
mos...”. para paliar y evitar la incidencia de accidentes
ambientales.
De la extensa transcripción que antecede surge
que efectivamente la pretensión referida al daño En conclusión, de la lectura del escrito en su
particular que se les habría infligido a los patri- totalidad surge que a más de la indemnización
monios individuales de los actores a través del por la denunciada extracción de áridos, la ac-
denunciado menoscabo al medio ambiente —ex- tora se encuentra reclamando el daño que su-
tracción ilegal de áridos y actividad exploratoria y frió el medio ambiente en el que se encuen-
extractiva contaminante— , se encuentra asocia- tran sus tierras. Es en este sentido que el obje-
da con la pretensión referida al daño al ambiente to concurre con un aspecto de lo reclamado
como bien colectivo. en el ya mentado proceso “Asociación de Su-
perficiarios de la Patagonia” actualmente en
La parte actora no se ha limitado a demandar el trámite ante la Corte Suprema de Justicia. Vale
daño sufrido por la extracción ilegal de áridos y el decir que en el presente caso un aspecto del
deterioro de su campo, sino que también recla- bien individual que se pretende “remediar” es
ma el daño que sufrió el medio ambiente en el el mismo que merece protección comunitaria
que se encuentran sus tierras. Este objeto sí coin- en la demanda de “Asociación de Superficia-
cide con un aspecto de lo reclamado en el ya rios de la Patagonia”.
mentado proceso “Asociación de Superficiarios
de la Patagonia” actualmente en trámite ante la Lorenzetti señalaba en el año 1996: “El medio
Corte Suprema de Justicia. ambiente: mencionado en el art. 43 de la Consti-
tución Nacional, es un bien colectivo.... El bien
Tal como se transcribiera extensamente en los colectivo se caracteriza por: La indivisibilidad de
párrafos anteriores, la pretensión desborda el los beneficios: el bien no es divisible entre quie-
ámbito de los patrimonios individuales refirién- nes lo utilizan. Ello trae como consecuencia la

responsabilidad civil
y seguros
60 · comentarios jurisprudenciales Mariana Catalano

prohibición de la apropiación privada, y la im- ciertos perjuicios económicos concretos, inde-


posibilidad de que existan derechos subjetivos. pendientes de la reparación del medio ambien-
Solo es viable la titularidad difusa. Algunos auto- te—.
res hablan de “carácter no distributivo”. Uso
común: el bien es por definición de uso común. En el presente una alternativa sería el recla-
El principio de la no exclusión de beneficiarios: mo acotado a la cuestión de la extracción de
todos los individuos tienen derecho al uso y por áridos, aspecto que por otra parte recibiera
lo tanto no pueden ser excluidos. La carga argu- cuantificación económica por parte de los actores
mentativa pesa sobre quien decida limitar. Uso ($ 90.000.000) aún cuando la estimación definitiva
sustentable: en relación a la protección ambien- se haya confiado a la realización de una pericia.
tal, se ha utilizado con frecuencia el término:
“desarrollo sustentable”. Ese vocablo se refiere Respecto a una posible indemnización por los
al conflicto empresa-sociedad, en el sentido que daños producidos a los campos por el daño al
se pretende que el desarrollo no consuma bie- medio ambiente y de quedar firme la presente
nes no renovables...Status normativo: ... es nece- la accionante debería estar a las resultas de la
sario que tenga un reconocimiento normativo demanda de “ASSUPA” de objeto múltiple ya
para que sea calificado de jurídico y susceptible que persigue no solo la remediación sino tam-
de protección. La existencia jurídica de un bien bién la constitución del fondo y etc. para eva-
colectivo se identifica entonces deontológico, en luar los daños que se le pudieran generar por
el sentido de que su protección debe estar orde- las tareas de remediación y en su defecto, los
nada”. (“Responsabilidad colectiva, grupos y bie- daños y perjuicios que puedan resultar de la
nes colectivos” Ricardo Lorenzetti- LA LEY, imposibilidad de llevarlas a cabo, cuestiones
1996-D, 1058). éstas últimas que sí permiten una demanda in-
dividual.
En lo que a la cuestión que aquí se dirime, el
precedente “Mendoza” (“Mendoza, Beatriz S. y En consecuencia y por las consideraciones que
otros c. Estado Nacional y Otros”-CSJN JA 2006- anteceden, resulta procedente hacer lugar al plan-
III-294) brinda los conceptos relativos a la dife- teo efectuado por el demandado respecto a que,
renciación del daño al ambiente y el daño par- atento lo dispuesto por el art. 30 2do. párrafo de
ticular a través de aquel, pues con respecto al la ley 25.675, en lo que respecta al daño ambiental
daño al ambiente que aquí se reclama ya existe colectivo, tal como fuera analizado precedente-
un proceso anterior que ha puesto en juego la mente no podrá darse curso a la presente, sin
discusión. perjuicio de las posibilidades procesales que di-
cho art. permite frente al proceso colectivo y la
posible readecuación que pudieran acordar las
Así pues, y en lo que al daño al ambiente res- partes.
pecta la pretensión no podrá dirimirse en este
proceso, pues la existencia de uno anterior y que III. Respecto a las costas, atento al modo que
por distintas circunstancias ya cuenta con radica- se resolviera la cuestión y lo novedoso de la
ción y trámite por ante la Corte Suprema de Jus- jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
ticia, en el cual se encuentra ya planteada la cues- que sirviera de sustento a la decisión, entiendo
tión ambiental en similares términos que en la corresponde se impongan en el orden causa-
presente, impide que aquí pueda discutirse y diri- do.
mirse tal conflicto.
Así esta sala II ha señalado: “... dado la particu-
Lo dicho no obsta a que pueda desagregarse laridad de la situación en estudio, y que el cambio
la pretensión —al igual que sucediera en “Men- de criterio se impone ante lo resuelto reciente-
doza”— reclamándose aquí un daño particular mente por la CSJN en el caso mencionado supra,
—cuyo acotamiento corresponderá se sustan- a más de lo previsto por el art. 68 del Cód. Proc.
cie en la instancia de grado—. en su segundo apartado que autoriza la eximición
total o parcial al litigante vencido, ameritan la con-
dena en costas en el orden causado”.
Vale reiterar aquí lo dicho en “Cofruva” pues
se advierte una particularidad que lo diferencia “Así lo ha entendido también la jurisprudencia
del caso “Mendoza” donde resultara más sen- al establecer tal criterio, expresando: “Correspon-
cillo escindir el bien particular cuya reparación de que las costas corran por su orden cuando el
se pretende —la salud de los actores y sus hijos; pleito se resuelve por aplicación de jurispruden-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 61

cia obligatoria posterior a la traba de la litis” (CFCA Por ello, esta Sala II resuelve: I. Hacer lugar al
Cap, 2ª 26.12.78, LA LEY, 1981-D, 601: CNCiv. C, recurso interpuesto, no pudiendo darse curso en
14.04.83, ED, 104-336; CNCom, B, 04.09.81, cita- las presentes actuaciones a la pretensión relativa
dos por Palacio-Alvarado Velloso en Cód. Proc. al daño ambiental colectivo, pudiéndose efectuar
Civ. y Com. de la Nación, T. 3, p.100)” (“Chagua una readecuación respecto al daño individual tal
Silvia Cristina C. E.P.E.N. S/Daños y perjuicios”, como fuera expuesto en los considerandos que
PI 2003 T I F 114/115). anteceden. II. Imponer las costas de ambas ins-
tancias en el orden causado. III. Diferir la regula-
El doctor Silva Zambrano dijo: ción de honorarios para su oportunidad. IV. Re-
gístrese y vuelvan los autos al Juzgado de origen.—
Por compartir los fundamentos vertidos en el Federico Gigena Basombrío.— Luis E. Silva Zam-
voto que antecede, adhiero al mismo. brano.

◆ LIBERTAD DE EXPRESION riodista, por reparación del daño que


consideran haber sufrido con motivo de
diversas notas periodísticas en las cua-
Responsabilidad del medio periodístico por la les habría sido cuestionado su desem-
publicación de una nota relativa al funciona- peño profesional en el marco de dos cau-
miento de una dependencia pública — Aplicación sas penales. La demanda fue en ambas
de los estándares “Campillay” y de la “real mali- instancias admitida respecto del diario y
cia” con relación al contenido de una nota
editorial, mas rechazada respecto del
Vease en esta página, Nota a Fallo periodista. El diario interpuso recurso
extraordinario que, denegado, motivó la
Hechos: Integrantes del Cuerpo Médi- queja ante la Corte Suprema. Esta admi-
co Forense del Poder Judicial de la Na- te el recurso, revoca la sentencia y re-
ción demandaron a un diario y a un pe- chaza la demanda.

Libertad de prensa y honor de las personas

POR ALEJANDRO DALMACIO ANDRADA

SUMARIO: I. La regla de la “real malicia” y su consolidación en la


jurisprudencia de la Corte Suprema.— II. El sistema del Código
Civil argentino en materia de responsabilidad.— III. La adopción
de la doctrina de la “real malicia” aconsejaría ciertos ajustes infra-
constitucionales.— IV. Mi opinión. La libertad de expresión políti-
ca merece una regulación jurídica especial. Un régimen jurídico
deseado de lege ferenda.

I. La regla de la “real malicia” y su consoli- fundido caso “New York Times” ha tenido una
dación en la jurisprudencia de la Corte Su- marcada repercusión. Ello no puede extrañar si
prema se repara en que dicho pronunciamiento involu-
cra dos temas cruciales en la vida pública de ese
La sentencia que la Corte Federal de los Esta- país: la problemática de la libertad de expresión y
dos Unidos de Norteamérica pronunció en el di- la cuestión racial.
NOTAS
Para comprender la verdadera significación que
(1) MUÑOZ MACHADO, Santiago, “Libertad de se le asignó a esta sentencia baste decir que el
prensa y procesos por difamación” p. 99, Ariel, Barce- Prof. Kalven ha sostenido que su dictado era “una
lona, 1988. ocasión para bailar en las calles” (1) y que, más

responsabilidad civil
y seguros
62 · comentarios jurisprudenciales Alejandro Dalmacio Andrada

1. — Es descalificable la sentencia que admitió con motivo de una nota editorial en la cual
la acción resarcitoria iniciada contra un se criticó el funcionamiento de una depen-
periódico, pues en la medida que la Corte dencia gubernamental y el desempeño de
Suprema incorporó el estándar de real aquéllos —en el caso, sostuvo la existencia
malicia y no el test de la verdad como ade- de una “estructura ilegal” en el Cuerpo
cuada protección de la libertad de expre- Médico Forense y pidió su depuración—,
sión, el a quo, al constatar la existencia de pues no aportaron elementos que permi-
una crítica al funcionamiento de una de- tan concluir que el demandado conocía la
pendencia gubernamental y al desempeño invocada falsedad de los hechos allí afir-
de sus miembros, debió limitarse a verifi- mados o que hubiera obrado con notoria
car la efectiva prueba del conocimiento de despreocupación sobre su verdad o false-
la falsedad de los hechos expresados —en dad.
el caso, sostuvo la existencia de una “es-
tructura ilegal” en el Cuerpo Médico Fo- 3. — Si la materia en discusión propuesta a la
rense y pidió su depuración—, por lo cual Corte Suprema es la aplicabilidad al caso
la omisión de ese análisis restringió inacep- del principio de “real malicia” y que ese
tablemente el espacio necesario para el examen se vincula con la publicación de
desarrollo de un amplio y robusto debate expresiones que pueden tener efectos ne-
público sobre temas de interés general. gativos sobre la reputación de las perso-
nas, ningún obstáculo supone la eventual
2. — Es improcedente la demanda iniciada por aceptación por el medio de prensa deman-
funcionarios públicos contra un periódico dado del carácter “desprestigiante” de la

recientemente, el Justice Kennedy ha destacado c. Johnson” (5) que armonizan con ella. Aquella
entre nosotros que esta decisión en la actualidad jurisprudencia pretende, en suma, terminar con
“forma parte de la vida pública y de la cultura las discriminaciones arbitrarias e injustificadas.
política de los Estados Unidos” (2).
Sin embargo, la doctrina que se inicia en
Pues bien: esta decisión de la Corte estadouni- “Brown” no consiguió fácilmente solucionar el
dense no puede ser cabalmente comprendida si problema racial (6).
no se penetra en sus antecedentes fácticos y jurí-
dicos (3). Las decisiones antisegregacionistas de la Corte
Federal no eran compartidas por todos. La vio-
La jurisprudencia antisegregacionista se había lencia racial aleteaba en todo el territorio de la
iniciado con la sentencia recaída en autos “Brown Unión aunque especialmente en los Estados del
c. The Board of Education”, del año 1954, que sur.
prohíbe la segregación racial en las escuelas. “New
York Times c. Sullivan” aunque no directamente Martín Luther King fue arrestado. El “Comité
referido al tema racial debe, sin embargo, consi- para la defensa de Martín Luther King y la lucha
derarse compatible con aquella jurisprudencia por la libertad en el sur” publicó un anuncio en el
que, además, debe ser integrada con otros fallos que se denunciaba que la policía había agredido a
ulteriores como “Street c. New York” (4) y “Texas estudiantes que se encontraban en las escaleras

NOTAS

(2) Discurso pronunciado por el Dr. Anthony M. (4) (394 U.S. 576,1969).
Kennedy, magistrado de la CS de EE.UU. en el En-
cuentro de Cortes Supremas de Justicia de la Repú- (5) Para el análisis del caso resulta provechosa la
blica Argentina y EE.UU., que se realizó el 31 de agos- lectura del trabajo de BIANCHI, Alberto, “El caso
to y el 1° de septiembre de 1993 en dependencias de ‘Texas c. Johnson’ y el dilema de la colisión de los De-
la CS de nuestro país (LA LEY Actualidad, martes 15 rechos Constitucionales”, separata de la Revista jurí-
de febrero de 1994). dica de Buenos Aires, Abeledo Perrot, 1990-II.

(3) ANDRADA, Alejandro D. “Responsabilidad ci- (6) Las voces racistas se hicieron sentir. Así, por
vil de los medios de comunicación. El factor de atri- ejemplo, los votantes de Arkansas aprobaron una Re-
bución”, p. 534 y sigtes., Juris, Rosario, 1998. solution of Interposition que decía que “el Estado

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 63

publicación que motivó la promoción de la entable la demanda contra el periodista o


demanda. medio periodístico.

4. — El principio de real malicia, a diferencia del 6. — En el marco del debate público sobre te-
test de veracidad, no opera en función de mas de interés general, y en especial sobre
la verdad o falsedad objetiva de las expre- el gobierno, toda expresión que admita ser
siones, pues entra en acción cuando ya está clasificada como una opinión, por sí sola,
aceptado que se trata de manifestaciones no da lugar a responsabilidad civil o penal a
cuya verdad no ha podido ser acreditada, favor de funcionarios públicos, ya que no
son erróneas o incluso falsas, lo cual impli- se daña su reputación mediante opiniones
ca que la materia de discusión o prueba es o evaluaciones, sino exclusivamente a tra-
el conocimiento que el periodista o medio vés de la difusión maliciosa de información
periodístico tuvo —o debió tener— de esa falsa.
falsedad o posible falsedad.
7. — Es improcedente considerar que el perió-
5. — El específico contenido del factor subjeti- dico demandado haya incurrido en respon-
vo al que alude el concepto de real malicia sabilidad civil al publicar un editorial en el
—conocimiento de la falsedad o indiferen- cual se afirmaron hechos relativos al fun-
cia negligente sobre la posible falsedad de cionamiento de una dependencia pública y
la información— no debe ser dado por cier- sus funcionarios y se realizaron opiniones
to mediante una presunción, sino que debe críticas —en el caso, sostuvo la existencia
ser materia de prueba por parte de quien de una “estructura ilegal” en el Cuerpo

del capitolio de Montgomery, se expresaba que raba aludido. El funcionario, por toda respuesta,
los violadores de los derechos civiles bombar- demandó al New York Times en el entendimiento
dearon la casa de Luther King, puntualizando: “Casi que, al referir el anuncio a la policía, se lo involu-
han matado a su esposa e hijo ... atentado contra craba a él como encargado del servicio policial.
su persona, lo han arrestado siete veces ... y ahora
lo acusan de perjurio ... una felonía bajo la cual El proceso se sustanció con especial celeridad
podrían meterlo en prisión diez años”. Finalmen- y, al cabo, el New York Times resultó condenado
te, se pedía ayuda para Luther King y la lucha de a pagar a Sullivan quinientos mil dólares. Como
los negros (7). fundamento de la condena se argumentó que la
lesión al honor del funcionario policial se hallaba
En el anuncio había errores. Por ejemplo, se efectivamente verificada, y que el medio no había
decía que Luther King había sido arrestado siete probado que las afirmaciones publicadas eran
veces, cuando en rigor, los encarcelamientos, ha- totalmente veraces. La condena fue confirmada
bían sido cuatro, etcétera. por la Corte Suprema de Alabama. El diario recu-
rrió a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
El señor Sullivan, comisionado de Asuntos Pú-
blicos y Supervisión en el Departamento de Mont- La Corte Federal revocó la sentencia del Tribu-
gomery de Policía e Incendios, pidió al New York nal de Alabama (8). El Justice Brennan llevó la voz
Times, donde se había publicado el anuncio, se del Tribunal. Los Jueces Black y Golberg emitie-
rectificara inmediatamente. El periódico le hizo ron votos concurrentes. El Alto Tribunal examinó
saber a Sullivan que no se lo involucraba a él en la validez constitucional de la ley de Alabama se-
particular y le preguntó de qué modo se conside- gún la cual si la lesión del honor se había produci-
NOTAS

jamás delegó en el Tribunal Supremo de los Estados o cualquier otro departamento del Gobierno Federal
Unidos el poder de cambiar la Constitución de los en contrario no deben ser atendidas” (MUÑOZ MA-
Estados Unidos”, “El pueblo del Estado de Arkansas CHADO, Santiago, ob. cit., p. 100).
declara que el poder de operar en las escuelas públi-
cas del Estado con una igualdad sustancial básica (7) MUÑOZ MACHADO, ob. cit.
pero racialmente separada, fue otorgada por el pue-
blo de Arkansas al gobierno del Estado ... todas las (8) (376 U.S. 254, 1964).
decisiones en contrario de los Tribunales Federales,

responsabilidad civil
y seguros
64 · comentarios jurisprudenciales Alejandro Dalmacio Andrada

Médico Forense y pidió su depuración—, judicial, por lo cual la molestia que haya
dada la ausencia de elementos que permi- causado a los funcionarios es uno de los
tan concluir que el demandado conocía la precios que hay que pagar por vivir en un
invocada falsedad de tales hechos o que Estado que respeta la libertad de expre-
obró con notoria despreocupación sobre sión. (Del voto de la doctora Highton de
su verdad o falsedad, ya que se basó en Nolasco).
indicios razonables existentes al momento
de su redacción. (Del voto de la doctora 9. — Para juzgar la responsabilidad civil de un
Highton de Nolasco). medio periodístico por el contenido de una
nota cuya finalidad fue expresarse sobre
8. — Es procedente rechazar la demanda de da- un tema de interés público y respecto de
ños y perjuicios interpuesta contra un pe- funcionarios públicos es dable distinguir
riódico, si no se observa un interés público entre hechos y opiniones críticas, ya que
que justifique condenarlo por las opinio- respecto de los primeros se utilizan las doc-
nes vertidas respecto al funcionamiento de trinas “Campillay” —15/05/1986 (LA LEY
una dependencia pública, desde que se re- 1986-C, 411)— y de la “real malicia”, mien-
firió a un cuadro de situación vinculado tras que respecto de las segundas —al no
con un proceso del que muchos medios se ser posible predicar su verdad o falsedad—
hacían eco y que había llegado a un grado se aplica un criterio de ponderación con
importante en su etapa de investigación fundamento en el estándar del “interés pú-

do incumbía al medio probar la verdad de los medio accionado y explicita que es lo que ha de
hechos publicados. demostrar el agente público en su demanda con-
tra el medio. “Es preciso que el servidor público
En este sentido consideró que la constitucionali- pruebe que la publicación se hizo con malicia real
dad de la ley estadual “no se salva por tolerar la o efectiva (actual malice), esto es, con conoci-
defensa de la verdad”. Expresó la Corte que: “Per- miento de que era falso (with knowledge of its
mitir la prueba de la verdad, con la carga de la mis- falsity) o con descuidada desconsideración acer-
ma en cabeza del acusado, no significa que sólo las ca de si era falso o no (or wirh reckless disregard
manifestaciones falsas vayan a ser disuadidas. Aun o wheter it was false or not).
los tribunales que aceptan esta defensa como una
adecuada salvaguarda, han reconocido las dificul- Entonces, ya no es el medio el que ha de produ-
tades de invocar pruebas legales para acreditar que cir la prueba, sino que, de acuerdo a la regla del
la supuesta difamación era veraz en todas sus parti- “New York Times” —que hoy pervive en aquel
cularidades fácticas ...”. Y, en la línea de “Whitney c. país bien que con algunas matizaciones—, es el
California” (9), continúa el Tribunal: “Bajo semejan- actor quien debe probar que la publicación se
te regla, los eventuales críticos de la conducta oficial efectuó con conocimiento de la falsedad o con
podrían verse disuadidos de expresar sus críticas, descuidada desconsideración acerca de si era fal-
aun creyendo que sean veraces y aun cuando sean so o no.
ciertas, por la duda de poder probarlo en la Corte o
por miedo al gasto necesario para hacerlo. Tende- La regla de la “real malicia” consagra lo que
rán así a formular exclusivamente declaraciones que podría llamarse la “protección débil del funcio-
‘naveguen bien lejos de la zona ilícita’. La regla apa- nario público” frente a la “protección fuerte del
ga de ese modo el vigor y limita la variedad del deba- ciudadano común”.
te público. Ello es inconsistente con la primera y la
decimocuarta enmiendas”. La razón de la distinción se hace fincar en que
las personas privadas son más vulnerables que
La Corte estima, pues, que es inconstitucional los funcionarios públicos, puesto que éstos tie-
que la carga de la prueba se haga recaer sobre el nen un mayor acceso a los medios periodísticos
NOTAS

(9) (274 U.S. 357) en el que se expresa: “Aquellos que cano. Reconocieron los riesgos a que se encuentran
lograron nuestra independencia creyeron ... que la sometidas todas las instituciones humanas. Pero sa-
discusión pública es un deber político; y que éste de- bían que el orden no podía asegurarse simplemente
bía ser un principio fundamental del gobierno ameri- mediante el miedo al castigo por su infracción ...”.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 65

blico imperativo”. (Del voto de la doctora pecto de la reputación y el honor de terce-


Highton de Nolasco). ros, sólo corresponde tomar como objeto
de posible reproche jurídico la utilización
10. — En supuestos de interés público, cuando el de palabras inadecuadas, esto es, la forma
afectado por un juicio de valor es un fun- de la expresión y no su contenido, porque
cionario o una personalidad pública, sólo éste, considerado en sí, en cuanto de opi-
un “interés público imperativo” puede jus- nión se trate, es libre. (Del voto del doctor
tificar la imposición de sanciones para el Petracchi).
autor de ese juicio de valor. (Del voto de la
doctora Highton de Nolasco). 13. — Corresponde rechazar la acción resar-
citoria iniciada contra un periódico por
11. — El estándar de la “real malicia” es inaplica- el contenido de un editorial en el cual
ble a los casos de expresión de ideas, opi- refirió al funcionamiento de un organis-
niones y juicios de valor, porque sólo res- mo público, valiéndose de un lenguaje
pecto de la afirmación de hechos es dable que incluye opiniones críticas, porque a
sostener un deber de veracidad. (Del voto fin de justificar la licitud de su accionar
del doctor Petracchi). se ajustó a los requisitos establecidos por
el estándar “Campillay” —15/05/1986
12. — Tratándose de opiniones, ideas o juicios de (LA LEY 1986-C, 411)—, en la medida en
valor agresivos vertidos por la prensa res- que reservó la identidad de los involu-

para replicar las falsas imputaciones y porque los sido adoptada por la Corte Federal argentina a
particulares necesitan una amplia tutela contra partir de los años ochenta.
los ataques a su reputación, mientras que los fun-
cionarios públicos se han expuesto voluntaria- En efecto, fue adoptado por el más alto Tribunal
mente a un mayor riesgo de sufrir perjuicio por argentino en el caso “Costa” (10); en el voto de los
noticias difamatorias. Jueces Fayt y Barra en “Vago” (11); en la disidencia
de los Ministros Barra, Fayt y Cavagna Martínez en
De resultas de esta distinción, mientras para ob- la causa “Abad”(12), y en la disidencia de los Jueces
tener la reparación pecuniaria por las publicaciones Petracchi, Barra y Fayt “in re”: “Tavares” (13).
concernientes al ejercicio de su ministerio, los fun-
cionarios deben probar que la información fue efec- Unos casos posteriores (“Suárez, Facundo R.”,
tuada a sabiendas de su falsedad o con total des- del 4/5/1995 y “Rodríguez, Horacio”, del mismo
preocupación acerca de tal circunstancia; en cam- mes que el anterior) parecerían indicar que el alto
bio, basta la negligencia precipitada o simple culpa Cuerpo no asumiría la regla de la “real malicia”,
en la propalación de una noticia de carácter difa- cuando menos, mayoritariamente (14).
matorio de un particular para generar la condigna
responsabilidad de los medios de comunicación. Sin embargo, la doctrina es sostenida en “Ra-
mos”, del 27 de diciembre de 1996 (15), y en una
Pues bien: esta doctrina, aunque con algunos retahíla de casos posteriores (Fallos, 320:1272 y
matices de mayor o menor grado de adhesión, ha 327:943).
NOTAS

(10) Fallos, 310:508. en el diario “Clarín”, del 15 de junio de 1995. Y Fernan-


do Barrancos y Vedia, tras analizar los pronunciamien-
(11) Del 19/11/1991, considerandos 11° tos del alto Tribunal en las causas “Suárez” y “Rodrí-
guez” concluye en que: “Al parecer, en consecuencia,
(12) Del 7/4/1992, considerando 7°. y como resultado de las decisiones en estos dos casos,
sólo tres de los nueve jueces actualmente integrantes
(13) Del 19/8/1992. del Alto tribunal (los Dres Fayt, Petracchi y Boggiano)
mantienen su adhesión a la aplciación de la doctrina
(14) Alberto Bianchi, examinando el fallo de la Corte de la real malicia” (BARRANCOS Y VEDIA, Fernando
en el referido caso Suárez afirmaba que la decisión N, “La doctrina de la real malicia en la jurisprudencia
permite ver con claridad que la mayoría del Tribunal de la Corte Suprema”, en LA LEY, Suplemento Especi-
“no está dispuesta a incorporar la doctrina de la real al del 15 de noviembre de 1995, p. 17.
malicia a su repertorio de sentencia” (BIANCHI, Alber-
to B. “Cuándo condenar a un periodista”, publicado (15) Fallos, 319:3428.

responsabilidad civil
y seguros
66 · comentarios jurisprudenciales Alejandro Dalmacio Andrada

crados en los hechos; en tanto de los tér- 15. — El obrar del periódico demandado no puede
minos del artículo sólo es dable inferir considerarse generador de responsabilidad
que estaban implicados algunos funcio- civil si el carácter difamatorio de los términos
narios que no aparecen específicamente del editorial que publicó no supera el nivel de
mencionados. (Del voto del doctor Ma- tolerancia que es dable esperar de un funcio-
queda). nario público que se desempeña en un orga-
nismo público, cuando se lo critica en su es-
14. — La circunstancia de que una información fera de actuación pública, máxime cuando
periodística no puede ampararse en la doc- los hechos tuvieron una amplia cobertura
trina que emana del precedente “Campi- periodística en otros medios nacionales. (Del
llay” —15/05/1986 (LA LEY 1986-C, 411)— voto del doctor Maqueda).
no determina la inevitable condena del ór-
gano de prensa, porque en tal caso, por el 1394 — CS, 2008/06/24. - P., J. A. y otro c. Diario
contrario, corresponderá examinar si se La Nación y otros.
configuran los presupuestos generales de
la responsabilidad civil. (Del voto del doc- (*) Citas legales del fallo núm. 1394: leyes nacionales
tor Maqueda). 48 (Adla, 1852-1880, 364); 23.054 (Adla, XLIV-B, 1250).

Y ahora, en el recentísimo caso “P.”, unánime- pia de los actos ilícitos la responsabilidad deriva-
mente el más alto Tribunal de la República adhie- da de la difusión de noticias inexactas sólo puede
re, sin cavilaciones, a la mencionada doctrina (16). tener fundamento en la culpabilidad. Así lo exi-
gen los arts. 1067 y 1109 del Cód. Civil ...” (17).
Parece, pues, consolidada la regla de acuerdo a
la cual los funcionarios deben probar que la in- Bustamante Alsina, en oportunidad de comen-
formación fue efectuada a sabiendas de su false- tar el caso “Landucci”, fallado por la Sala A de la
dad o con total despreocupación acerca de tal Cámara Nacional Civil, afirma que tal responsa-
circunstancia. bilidad “tiene natural encuadramiento en la ilici-
tud genérica que enuncia el art. 1109 del Cód.
II. El sistema del Código Civil argentino en Civil”. Explicó el mencionado tratadista que: “El
materia de responsabilidad deber de aplicar la mayor diligencia y prudencia
en la obtención de la información y en el modo de
En materia de responsabilidad extracontractual, divulgarla, atañe a la obligación del medio de ser
el art. 1109 contempla el principio general de la veraz que es la calidad propia de quien usa o prac-
responsabilidad por el hecho propio consagrán- tica la verdad, lo cual impone la necesidad de ser
dose el factor de atribución subjetivo culpa. Si el cauteloso en recibir y transmitir la información
damnificado prueba la culpa del demandado, sin aunque ésta pueda ser intrínsecamente falsa. El
más, éste debe responder. derecho de informar está condicionado al ejerci-
cio cuidadoso y diligente de esta actividad, lo cual
La mayoría de la doctrina argentina, individual y no comporta restricción alguna a la libertad de
colectiva, ha entendido que tal es la norma que disci- expresión, sino que halla un límite razonable en el
plina los menoscabos que pueden derivarse de las derecho que cada uno tiene a recibir una infor-
publicaciones producidas por los medios de prensa. mación veraz” (18).

Atilio Alterini y Anibal Filippini, en ocasión del Numerosos autores argentinos exponen el mis-
caso “Campillay” sostuvieron: “En la esfera pro- mo concepto: la aplicabilidad del artículo 1109
NOTAS

(16) Lo celebra, en claros términos el señor Minis- xactas: acto ilícito o acto abusivo”, en LA LEY, 1986-C,
tro Dr. Petracchi: “... resulta auspicioso que este Tri- 406 y sigtes.
bunal —en su actual composición— ratifique su adhe-
sión a ella, en forma unánime” (consid. 2° in fine de (18) BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, “Responsabili-
su voto concurrente). dad de los órganos de prensa por informaciones ine-
xactas”, LA LEY, 1989-B, 289.
(17) ALTERINI, Atilio A. y FILIPINI, A. “Responsa-
bilidad civil derivada de la difusión de noticias ine-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 67

del Código Civil para el que basta una culpa para ne dejar de lado las reglas comunes del sistema de
que el sujeto demandado deba responder de los la responsabilidad establecidas en el Código Civil.
menoscabos derivados de esa culpa (19).
Esto resulta claramente expuesto en el dicta-
La doctrina colectiva también ha entendido men del señor Procurador General de la Nación:
aplicable el artículo 1109 del Código Civil (20). la doctrina de la real malicia “... consiste en esta-
blecer que las reglas del derecho civil de daños no
Los civilistas argentinos han explicado que la se aplican ...”; “... la doctrina mencionada se apar-
doctrina de la real malicia es ajena a nuestro siste- ta de las reglas normales de responsabilidad ci-
ma jurídico y ha destacado la ausencia de bases vil”; “...En derecho civil, la mera culpa bastaría...”;
normativas. Se sostiene que la tutela constitucio- “... la regla, aplicada al derecho nacional, debe
nal comprende la etapa previa a la publicación, desplazar la aplicación del art. 1109 del Código
no así a la etapa posterior cuando ya ha sido pu- Civil”; “... Una relación en la que existe un perjui-
blicada la información (21). cio pasa a resolverse no meramente con las reglas
tradicionales del derecho de daños ...”; “... una
Han sostenido que resulta aplicable el artículo condena siguiendo los parámetros tradicionales
1109 del Código Civil para el que basta una culpa del derecho civil de daños redundaría en una res-
del demandado para responsabilizarlo civilmen- tricción pro futuro de la información ...”; “...La
te. desidia a la que hace referencia el a quo no debe
confundirse con la actitud interna de desprecio
Señala Bustamante Alsina: “mencionar en los descripta en la doctrina de la real malicia”.
pronunciamientos la doctrina de la real malicia
no significa ‘adoptarla’, acogerla o apoyarse en Se sostiene, pues, que las reglas de la responsa-
ella, como erróneamente se dice, pues ello su- bilidad civil no se aplican.
pondría llenar un vacío que nuestro derecho no
Nadie duda de la importancia de las prescrip-
tiene, o de desplazar los principios que nuestro
ciones constitucionales en toda tarea hermenéu-
derecho tiene para resolver con igual sentido de
tica del derecho infraconstitucional. Si se quiere
justicia que los tribunales norteamericanos cual-
hacer una interpretación congrua y coherente del
quier situación que afecta la libertad de pren-
ordenamiento jurídico, las normas infraconstitu-
sa” (22).
cionales deben leerse a la luz de los mandatos
constitucionales que habrán de iluminar la tarea
III. La adopción de la doctrina de la “real
hermenéutica.
malicia” aconsejaría ciertos ajustes infracons-
titucionales Los textos constitucionales, pues, orientan,
guían, la interpretación de las normas comunes.
La Corte federal argentina —con diferentes
composiciones— ha ido consolidando la aplica- Pero en este caso se asigna a las disposiciones
ción de la doctrina de la real malicia lo cual supo- Constitucionales un cometido mayor: tornar
NOTAS

(19) LOPEZ CABANA, Roberto M. “Responsabilidad (20) Cuartas Jornadas Sanjuaninas de Derecho Ci-
civil de los medios de comunicación social por la difu- vil de 1989, Comisión N° 1 titulada “Responsabilidad
sión de noticias”, en “Responsabilidad por daños” (ho- civil de los medios masivos de comunicación”; Jorna-
menaje al Dr. Jorge Bustamante Alsina), p. 27 y sigtes., das de Responsabilidad por Daños en homenaje al
Abeledo Perrrot, Buenos Aires, 1990; VAZQUEZ FER- Prof. Bustamante Alsina (Universidad del Museo So-
REYRA, Roberto A. “Responsabilidad por difusión de cial Argentino, Buenos Aires, 1990), Comisión 4° “Res-
noticias falsas o inexactas, en “La Responsabilidad”, ponsabilidad civil de los medios de comunicación por
homenaje al Prof. Dr. Isidoro H. Goldenberg, p. 649 y informaciones inexactas o agraviantes”.
sigtes., Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1995; HERNAN-
DEZ, Carlos A. y ARIZA, Ariel C. “La responsabilidad (21) PIZARRO, Ramón D. “Responsabilidad civil de
civil de los medios de comunicación”, LA LEY, del 28 de los medios masivos de comunicación”, p. 453 y sig-
diciembre de 1992; ZAFFORE, Jorge, “La comunicaci- tes., 2ª edición, Hammurabi, Buenos Aires, 1999.
ón masiva”, ps. 127, 128 y 146, Depalma, Buenos Aires,
1990; SAUX, Edgardo I. “Libertad de prensa: una per- (22) BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, “Nuestro dere-
ceptible reasunción de criterios aperturistas en la doc- cho común interno frente a la doctrina jurisprudencial
trina judicial de la Corte Suprema de Justicia de la norteamericana de la ‘actual malice’ (A prpósito de los
Nación”, en JA, 27 de abril de 1994, N° 5878. casos ‘Morales Sola’ y ‘Gesualdi’), LA LEY, 1997-A, 936.

responsabilidad civil
y seguros
68 · comentarios jurisprudenciales Alejandro Dalmacio Andrada

inaplicable reglas del subsistema de la responsa- IV. Mi opinión. La libertad de expresión


bilidad contempladas en el Código Civil. política aconseja una regulación jurídica es-
pecial. Un régimen jurídico deseado de lege
No podemos olvidar los aportes del neoconstitu- ferenda
cionalismo, a partir de la Constitución como norma
directamente aplicable, con todos sus despliegues. Para desarrollar adecuadamente la cuestión
que plantea el epígrafe no puede dejar de par-
Al hilo de los antecedentes, hace años iusfilóso- tirse de la señalización de los distintos cometi-
fos y constitucionalistas vienen señalando, en la dos que los medios de comunicación llenan en
teoría de las fuentes, el rol protagónico de la juris- la sociedad contemporánea, y del esclareci-
prudencia constitucional como fuente, no sin cier- miento del grado de tutela jurídica que tales
to desmedro de las fuentes clásicas o tradicionales. funciones hayan recibido del ordenamiento
constitucional.
En un diverso pero afín orden de ideas podría
añadirse la obligatoriedad moral que dimana de Hay que comenzar por puntualizar que son
los fallos de la Corte Suprema entratándose de variadas y heterogéneas las funciones que, en la
una jurisprudencia consolidada, máxime en un actualidad, desarrollan los medios de comunica-
caso, como el presente, en el que se debate acer- ción.
ca de la inteligencia de una libertad expresamente
consagrada en la Carta Magna. Una misión principal que han de cumplir es la
de satisfacer el derecho a la información del suje-
to universal. El medio cumple con tal tarea cuan-
Pero, por otro lado, no pueden soslayarse los do suministra al lector, televidente o radioescu-
textos y reglas expresos establecidos en el Código cha, una explicación completa de los hechos que
Civil en punto a la responsabilidad. le resulte provechosa en su vida diaria: cuando
brinda un cuadro de la realidad en el que las per-
Textos y reglas que los jueces civiles no pueden, sonas han de actuar. Y, sustancialmente, cuando
sin más, soslayar, so riesgo de que sus pronuncia- contribuye a que el sujeto universal forje sus pro-
mientos puedan ser tachados de arbitrarios por pias opiniones, elabore sus propios criterios a
prescindencia de los textos legales expresos y es- partir del variado material que suministran los
pecíficos que regulan la cuestión. medios.

¿Cómo salir de este atolladero?, ¿cómo superar Otra función de los medios, con la que ha que-
la encrucijada? dado históricamente asociada la libertad de ex-
presión, es la tarea de crítica política. Vale decir,
Estimo que, si se considera aplicable la doctrina la labor de aceptar o disentir con el gobierno, de
de la real malicia —sobre lo que enseguida retorno aprobar y de criticar, de apoyar y de controlar, de
para exponer mi opinión—, la complicación apun- orientar y de denunciar. En efecto, controla el
tada desaparecería con un texto en el Código Civil ejercicio de la función pública y a los funciona-
que estableciera que se requiere el dolo o culpa rios, denuncia sus desbordes y sus injusticias, in-
grave para obtener el resarcimiento por los daños vestiga el acontecer incierto o sospechoso y
derivados de informaciones concernientes al de- previene a la sociedad sobre los distintos peligros
bate público en asuntos de interés general (23). que sobre ella se ciernen. Exhibe, así la realidad
de un régimen político, con sus verdades y men-
El sistema, cuando menos, ganaría en coheren- tiras (24).
cia y el operador no se hallaría en la apuntada
encrucijada.
NOTAS

(23) En los modernos proyectos de legislación civil (24) GONZALEZ CASANOVA, J. A., “Comunicación
y comercial es común la técnica de sentar el principio humana y comunidad política”, p. 8, Tecnos, Madrid,
general de responsabilidad por culpa y el estableci- 1968 cit. por FARIAS GARCIA, Pedro “Libertades pú-
miento posterior de casos en los cuales ha menester blicas e información”, p. 30, Eudeba, Madrid, 1988.
la concurrencia del dolo o la culpa grave (vgr. art. 1686
del Proyecto elaborado por la Comisión de Juristas
designada por dec. 685/95).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 69

También los medios son instrumentos de cultu- cualquiera que sea la materia comprendida o el
ralización y agentes del desarrollo educacional (25). ámbito sobre el que recaiga. Pero existe un preciso
contenido de aquella libertad que ha recibido una
En un diverso pero afín orden de ideas, debe
acentuada y especial tutela de parte de las Consti-
puntualizarse una función de los medios directa-
tuciones. Es la libertad de crítica política (28).
mente vinculada al mundo jurídico y que ha sido
observada en perspectiva del Derecho Procesal
Es cierto que en los textos relativos a la libertad
Constitucional. Es el control de constitucionali-
de prensa (arts. 14 y 32) de nuestra Constitución
dad, que no sólo es llevado a cabo por el Poder
histórica no hay establecida, de modo expreso,
Judicial sino, además, a través de la crítica de los
diferencia alguna de contenido y alcances de la
medios de comunicación social (26).
libre información según que ésta contenga una
A los señalados cometidos pueden añadirse crítica política o se refiera, en cambio, a personas
otras funciones a las que algunos medios parecen y acontecimientos privados.
prestar especial atención en la hora presente. Nos
referimos a las prestaciones comunicacionales Pero un análisis que se detenga sólo en el exa-
por las que se brinda distracción, entretenimien- men literal de esos textos y prescinda de todo
to y diversión a los destinatarios (27). Pero, la- otro método de interpretación repugnaría todo
mentablemente, a veces aparecen en este marco principio hermenéutico.
informaciones no debidamente contrastadas
acerca de que, por ejemplo, un deportista consu- La diversidad en el grado de tutela se deduce de
mió estupefacientes, o que un actor de cine pade- los propios antecedentes de los arts. 14 y 32 de la
ce una enfermedad terminal. Ley Fundamental (29) y del sistema político que la
Constitución estatuye, que no es sino el de una
Vale decir que los medios, en las sociedades
democracia representativa que requiere de un
contemporáneas, desarrollan la información en
pluralismo político que se alimenta, a su vez, de
el área de la cultura, de la crítica política, de la
una necesaria libertad de expresión política.
diversión y esparcimiento. En suma, funciones de
variada índole. Lo propio ha sucedido en otros países, como
en España, en que la Constitución de 1978 ha re-
Y en el despliegue de esas disímiles labores, los
conocido en su art. 20 la libertad de expresión y la
medios invocan siempre el carácter “institucional”
libertad de información sin distinguir según que
de la libertad de expresión como si ella amparase en
ellas se ejerzan o no en el ámbito de la crítica
igual medida a todos aquellos diferentes cometidos.
política, pero ello no ha sido obstáculo para que
En mi opinión, es preciso aventar semejante la doctrina señalara que tales libertades han de
confusión. estar necesariamente más protegidas cuando re-
caigan en el terreno del debate público, y muy
Ciertamente, la libertad de expresión compren- especialmente en la parcela de la discusión políti-
de todas las exteriorizaciones del pensamiento, ca (30).
NOTAS

(25) En todos los sistemas se ha puesto en cabeza (27) Las películas, los deportes, etcétera, llenan
de los medios la misión de brindar buenas prestacio- cada vez mayores espacios, sobre todo en la comuni-
nes en el área de la cultura. Los medios han de prestar cación audiovisual. Y no se trata de prestaciones me-
estos servicios de educación y culturalización por sí nos importantes, habida cuenta de que, al cabo, sa-
mismos, así como las autoridades gubernamentales tisfacen el derecho de la persona al esparcimiento, al
pueden valerse de ellos, en la forma y modo que se recreo, a la distracción.
determinen por el derecho objetivo, para el cumpli-
miento de tales menesteres. En ciertos países con (28) Lo fundamentamos extensamente en nues-
carencias en materia educativa, los medios han auxi- tra “Responsabilidad civil de los medios de comuni-
liado en la lucha contra la ignorancia y el analfabetis- cación”, cit.
mo (FAYT, Carlos S. “La omnipotencia de la prensa”,
p. 75, La Ley, Buenos Aires, 1994). (29) Lo desarrollamos detenidamente a partir de la
p. 45 de la obra citada en la nota anterior.
(26) SAGÜES, Néstor P. “Derecho Procesal Consti-
tucional. Recurso extraordinario”, I, p. 94, 2° edición, (30) MUÑOZ MACHADO, “Libertad de prensa y
Astrea, Buenos Aires, 1989; GUASTAVINO, Elías P. procesos por difamación”, cit., especialmente, ps. 86 y
“Recurso extraordinario de inconstitucionalidad”, T. 153; SANCHEZ GONZALEZ, Santiago “La libertad de
I, ps. 82 y 83, La Rocca, Buenos Aires, 1992. expresión”, ps. 132 y 133, Marcial Pons, Madrid, 1992.

responsabilidad civil
y seguros
70 · comentarios jurisprudenciales Alejandro Dalmacio Andrada

Es un principio contrastado que el sistema de- técnicas y mecanismos del Derecho de la respon-
mocrático se asienta en el pluralismo político, que sabilidad den pleno efecto a esa diversidad de tu-
exige la remoción de aquellos obstáculos que pue- tela constitucional que se visualiza en torno a la
dan impedir una libre y amplia discusión política. libertad de expresión, según que ella se refiera, o
Sin esa libertad de expresión política no habría no, a la crítica política.
verdadera democracia.
El establecimiento de responsabilidades objeti-
En la Argentina de nuestros días la necesidad vas en el área del debate público podría conducir
de afianzar y garantir el sistema democrático es a inhibir el franco y amplio debate político que los
sentida y reclamada por todos, habiendo claras constituyentes quisieron garantir. Es que no po-
expresiones en este sentido, tanto en el terreno dría descartarse que la autocensura terminara por
del derecho objetivo como en el campo jurispru- prevalecer por el temor de los medios a incurrir
dencial (31). en responsabilidades (33).

Entonces, la libertad de expresión política que El sistema vigente, en la responsabilidad por el


es pilar del sistema democrático ha de ser, en la hecho propio, establece, en general la necesidad
hora presente, vigorizada y robustecida (32). de probar la culpa del demandado. Para noso-
tros, el Código Civil podría establecer específica-
Consideramos que el examen de la responsabi- mente que debe probarse la culpa del accionado
lidad por los daños derivados de la actividad de cuando se invoquen daños resultantes de infor-
los medios ha de efectuarse según los cánones y maciones concernientes a la crítica política.
moldes del Derecho privado. Ha de partirse del
Derecho de daños, pero, a la par, el Derecho de la En cambio, fuera de ese ámbito de la crítica
responsabilidad ha de dar entrada a las exigencias política al que el constituyente dotó de acentuada
constitucionales y desplegar tales requerimien- tutela podrían tener cabida factores de atribu-
tos. ción objetivos, como los mencionados en el dic-
tamen del señor Procurador General de la Na-
Si de la Constitución se desprende la distinción ción en este caso; factores de atribución objetivos
en la libertad de expresión, según que ésta con- que, por lo demás, en la responsabilidad de los
tenga una crítica política o se refiera, en cambio, a media, han sido sostenidos por una autorizada
personas y acontecimientos privados tutelándo- doctrina (34).
se acentuadamente la primera, tal distinción no
puede menos que ser asumida y desarrollada por Pero, eso sí, las víctimas de lesiones al honor
el Derecho de daños. resultantes de informaciones concernientes a la
vida pública estatal pueden obtener un resarci-
Una congrua interpretación de los requeri- miento de tales daños con la condición de que
mientos constitucionales ha de conducir a que las prueben la culpa del demandado (35).
NOTAS

(31) Como lo atestiguamos en nuestra “Responsa- dito debate político de las sociedades autogoberna-
bilidad civil de los medios de comunicación”, cit., p. das.
306.
(34) PIZARRO, Ramón D. “Responsabilidad civil de
(32) Esta necesidad de garantir una amplia liber- los medios masivos de comunicación”, cit., p. 391 y
tad de expresión política, no sólo fue designio de los sigtes.; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída y PARE-
Constituyentes del cincuenta y tres, sino que ha sido LLADA, Carlos, ponencia presentada a las Jornadas
asumida por los reformadores del noventa y cuatro sobre Responsabilidad civil en homenaje al Dr. Bus-
que han erigido al sistema democrático, con sus ne- tamante Alsina, cit.; ZANNONI, Eduardo A. y BISCA-
cesarios soportes, en valor primario y fundante. RO, Beatriz R. “Responsabilidad de los medios de
prensa”, p. 65, Astrea, Buenos Aires, 1993, autores que
(33) En este terreno la discusión ha de ser amplia y consideran que, en determinados supuestos es apli-
vigorosa. Incluso no puede evitarse en tal debate la cable el criterio objetivo mientras que, en otros casos,
utilización de términos vehementes, cáusticos, filo- ha de estarse a la exigencia de la culpabilidad.
sos. El sistema democrático se alimenta de las discu-
siones, aun robustas y encendidas. La salud del sis- (35) Es lo que se extrae del sistema vigente y lo que
tema se podría ver amenazada si la autocensura si- nosotros propiciamos, de lege ferenda, con un texto
lenciase o amputase el necesariamente libre y expe- más preciso, atinente a los mensajes de crítica política.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 71

Con tal exigencia queda, en mi opinión, debida- Pero no puedo menos que reconocer que ella
mente resguardada la libertad de expresión política ha sido defendida por autorizados juristas y pres-
a la que la Constitución deparó tutela preferente. tigiosos Tribunales de la tierra la han incorporado
a sus repertorios, ora directamente tal como la
Sin que resulte menester acudir a la doctrina de pergeñó la jurisprudencia norteamericana, ora in-
la real malicia. Es que, la consecuencia práctica del directamente, sin recibirla con ese nomen juris
estándar de la real malicia es que “por lo general, pero con la adopción de criterios que armonizan
los políticos y altos funcionarios no pueden cobrar claramente con ella.
daños y perjuicios en los pleitos por libelo o difa-
mación, incluso cuando se trata de las afirmacio- Tampoco puede soslayarse que en el caso de la
nes más atroces acerca de sus personas” (36). Argentina la figura ha sido tomada del país cuya
Constitución ha dado mayor fuente a nuestra
Se ha dicho con razón que el hombre público al Constitución republicana. Y la consolidación de
acceder al cargo u oficio, hipoteca su trabajo, no una doctrina que atañe a la inteligencia de una
su honor y dignidad. libertad directamente prevista en la Constitución
nacional reviste a esta jurisprudencia de una obli-
La consagración del test de la “real malicia” en gatoriedad moral que no parece pueda, sin más,
nuestro medio sin unos instrumentos, como el soslayarse.
discovery period, que suavicen la pesada carga
que la regla impone conduce, con tanta mayor Con todo, lo que más cuenta, creo yo, es que
razón en nuestro país, al fracaso de las acciones todos los hombres de Derecho que nos hemos
indemnizatorias de los agentes públicos que han ocupado de esta cuestión —y todos los que se
visto mancillados su honor o intimidad. sumen a este debate— puedan exponer sus ra-
zones y opiniones, con una actitud valorativa y
Y, en general, no parece que debamos olvidar crítica, contrastando unas con otras, en un cli-
la sabia regla jurisprudencial que el más alto Tri- ma dominado por la libertad y el respeto recí-
bunal ha establecido: “Si grande la libertad, gran- proco.
de también debe ser la responsabilidad” (37). Si
grande la libertad de expresión no parece que la En la recurrente tensión entre la libertad de
responsabilidad que de ella puede derivar pueda expresión y los derechos de la personalidad espi-
ser menor que la que resultaría de aplicar las nor- rituales de las personas que son objeto de crónica
mas del derecho común. o noticia no parece que algún autor pueda haber
escrito un punto y aparte.
En suma: no puedo menos que reiterar aquí la
opinión que vengo exponiendo desde hace varios El Derecho se alimenta y perfecciona en el es-
años. Nunca me ha parecido necesario acudir a la tudio continuo y en el contraste permanente de
figura de la real malicia (38). argumentos y opiniones. ◆

NOTAS

(36) KENNEDY, Anthony M., “La libertad de expre- monizarse con el honor de las personas”, LA LEY,
sión: un punto de vista de los EE.UU, en LA LEY, Actu- RCyS, N° 1/2001, p. 85 y sigtes., especialmente, p. 95
alidad del martes 15 de febrero de 1994. y sigtes.; más recientemente, ANDRADA, Alejandro
D. “La libertad de prensa o derecho a informar como
(37) Fallos, 310:508 eximente”, Revista de Derecho de Daños, 2006-II, p.
237 y sigtes., Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2006.
(38) Entre otros trabajos recuerdo ahora: ANDRA-
DA, Alejandro D. “La libertad de expresión debe ar-

responsabilidad civil
y seguros
derecho práctico · 73

jurisprudencia

◆ CONTRATO DE LEASING sing, consagra la exclusión de responsabili-


dad del dador quien, siendo dueño hasta el
Limitación de la responsabilidad objetiva emer- momento en que se transfiera el dominio,
gente del art. 1113 del CC al tomador de la cosa ya no responderá en los términos de la nor-
dada en leasing — Irrectroactividad de la ley — ma citada, sin perjuicio de que su respon-
Uso y goce del bien — Improcedencia de la de- sabilidad pueda ser juzgada de acuerdo con
manda contra el BCRA un factor de atribución de responsabilidad
de tipo subjetivo.
Hechos: Un peatón fue atropellado por un
3. — El Banco Central de la República Argenti-
vehículo cuando se disponía a emprender
na, en su carácter de cesionario de un con-
el cruce de una calle en su intersección con
trato de leasing en garantía de los redes-
otra. Promovió demanda contra el conduc-
cuentos que otorgó a la entidad financiera
tor del vehículo, el banco dador del leasing
cedente —en el caso, ésta, a su vez, había
con que fue adquirido el rodado y contra el
absorbido al banco dador—, no puede ser
Banco Central de la República Argentina,
responsabilizado ante el daño causado por
cesionario del mencionado contrato. Éste
el riesgo o vicio del automotor objeto del
planteó la excepción de falta de legitima-
contrato, puesto que dicha cesión no es
ción para obrar, afirmando que si bien es
equiparable a una transmisión de dominio
cesionario del contrato de leasing, la ce-
sino que se limita al crédito y no permite
sión no fue inscripta y además no es cesio-
considerarlo propietario o guardián (Del
nario del rodado. El juez de primera ins-
voto de la doctora Brilla de Serrat)
tancia admitió la demanda respecto del
conductor y consideró que existió culpa
concurrente con la víctima. Asimismo, re- 4. — La ley 25.248, que limita la responsabilidad
chazó la demanda respecto del Banco Cen- objetiva emergente del art. 1113 del Código
tral con fundamento en la ley de leasing. Civil respecto del tomador de la cosa dada en
Apelada la sentencia, es confirmada por la leasing, no puede ser aplicada a un accidente
alzada. ocurrido varios años antes de su sanción,
porque es la ley entonces vigente la que debe
regular los presupuestos de existencia de la
1. — El Banco Central de la República Argenti-
obligación de reparar el daño causado (Del
na, al ostentar el carácter de cesionario de
voto de la doctora Brilla de Serrat)
un contrato de leasing en garantía de los
redescuentos que otorgó a la entidad fi- 1395 — CNCiv., sala D, 2008/05/09 (*). - Ro-
nanciera cedente —en el caso, ésta, a su dríguez, Roque Orlando c. Argento, Carlos Alber-
vez, había absorbido al banco dador—, no to.
puede ser responsabilizado ante el daño
causado por el automotor objeto del lea- 2ª Instancia.— Buenos Aires, mayo 9 de 2008.
sing, toda vez que no era siquiera titular
registral porque el dador continuó deten- ¿Es ajustada a derecho la sentencia apelada?
tando esa calidad y el bien quedó bajo la
guarda de quien lo conducía al momento El doctor Vilar dijo:
del hecho —conf. art. 17, ley 25.248—.
I. La sentencia dictada a fs. 543/552 admitió
2. — El actual art. 17 de la ley 25.248 (Adla, LX-C, parcialmente la demanda entablada por Roque
2815), al estipular que la responsabilidad
objetiva emergente del art. 1113 del Código (*) Citas legales del fallo núm. 1395: leyes 17.711
Civil recae exclusivamente sobre el toma- (Adla, XXVIII-B, 1810); 24.449 (Adla, LIII-A, 327); 25.248
dor o guardián de las cosas dadas en lea- (Adla, LX-C, 2815).

responsabilidad civil
y seguros
74 · jurisprudencia

Orlando Rodríguez. En consecuencia, condenó de la República Argentina quien planteó excep-


a Carlos Alberto Argento a abonar la suma de ción de falta de legitimación para obrar y, subsi-
$ 60.500, con más los intereses y las costas del diariamente, contestó la demanda (fs. 175). Dicha
juicio. Asimismo, rechazó la demanda entablada entidad fundó su defensa en que la cesión en cues-
contra el Banco Central de la República Argenti- tión no pudo ser inscripta a su favor en el Registro
na e impuso las costas por su orden. de la Propiedad Automotor y que, si bien fue ce-
sionario del crédito, no lo fue del rodado que in-
Apelaron el actor y el Banco Central demanda- tervino en el siniestro.
do. El primero expuso sus críticas al fallo a fs. 578/
583 vta., las que fueron rebatidas por la contrapar- c) La sentenciante admitió la excepción opues-
te a fs. 592/ 598 vta. El Banco Central hizo lo propio ta por el Banco Central de la República Argentina,
a fs. 573/ 576 y mereció respuesta a fs. 588/ 591. fundándose en el art. 17 de la actual ley de leasing
N° 25.248, rechazando, en consecuencia, la de-
a) El actor se agravió de la admisión de la ex- manda instaurada en su contra.
cepción de falta de legitimación opuesta por el
Banco Central de la República Argentina. En conclusión, la Magistrado sostuvo que la
conducta de ambos —actor y demandado— fue
Por otra parte, se quejó —genéricamente— de “reprochable” por lo que atribuyó la responsabi-
la atribución parcial de responsabilidad al code- lidad derivada del hecho en un 50% a Carlos Al-
mandado Argento. Solicitó el reconocimiento “in berto Argento, debiendo soportar el damnificado
totum” del reclamo contra los demandados y la el 50% restante.
extensión de la condena a la entidad bancaria.
Trataré en primer término los agravios referi-
b) El Banco Central, por su parte, circunscribió dos a la responsabilidad por los daños sufridos
sus agravios a la imposición de las costas en el por el actor como consecuencia del accidente.
orden causado. Asimismo, cuestionó el funda-
mento legal señalado por el a quo para admitir la III. Atribución de responsabilidad.
defensa de falta de legitimación y solicitó que se
modifique por el esbozado por esta entidad al La Sra. Juez de grado aplicó al caso la normati-
contestar la demanda. va que surge del artículo 1113, 2ª parte, 2 supues-
to del C. Civil y lo dispuesto en la ley 24.449 (en
II. El caso. especial art. 64). Concluyó pues que la conducta
de ambos partícipes era reprochable por lo que
a) Se trata de un accidente de tránsito acaecido atribuyó sólo el 50% de responsabilidad al con-
el día 26 de octubre de 1995, en ocasión en que el ductor del automóvil embistente.
actor — según denuncia— había descendido de un
colectivo de la línea 62 en la Av. Juan de Garay cuan- El accionante intentó agraviarse de la atribu-
do al emprender el cruce de la mencionada arteria y ción parcial de responsabilidad decidida en el fallo.
su intersección con la calle Tacuarí, fue violenta e Señaló, a tal fin, que el sentenciante se basó en la
intempestivamente arrollado por un automóvil Kia, declaración de una testigo presencial que, sorpre-
dominio B- 2.663.196, conducido —en dicha opor- siva y casualmente, estaba ese día en el lugar del
tunidad— por Adrián Fabián Argento. accidente. Asimismo resaltó que la víctima —en
aquel momento— estaba internada padeciendo
La accionante refirió que el accidente se pro- sufrimientos indescriptibles (fs. 582)
dujo cuando le faltaban pocos metros para alcan-
zar la vereda opuesta. Que pudo ver el vehículo Empero, los argumentos esbozados lejos están
embistente cuando se dispuso a cruzar suponiendo de ser concretos y razonados en los términos del
que éste detendría su marcha, toda vez que el art. 265 del Código Procesal.
semáforo se encontraba habilitado para el pea-
tón. Que, a pesar de ello, el demandado avanzó a) En efecto, la referida norma legal dispone
provocándole al accionante lesiones de gravedad. que el escrito de expresión de agravios debe con-
tener la crítica concreta y razonada de las partes
b) A fs. 38 y a fs. 79, respectivamente, la actora del fallo que el apelante considere equivocadas.
amplió la demanda contra Aciso Banco Coopera- Deben precisarse así, punto por punto, los pre-
tivo Limitado en su carácter de entidad propieta- tendidos errores, omisiones y demás deficiencias
ria del vehículo mencionado precedentemente que le atribuyen al fallo, especificando con toda
—ratificada a fs. 57— , y contra el Banco Central exactitud los fundamentos de las objeciones.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 75

De este modo, la expresión de agravios, es acto de la ley 25.248 y que la entidad no probó de nin-
de impugnación destinado específicamente a cri- gún modo que carecía —en aquel momento— de
ticar la sentencia recurrida por un cuestionamien- la guarda del vehículo embistente. Asimismo, re-
to razonado y concreto de las partes del fallo que saltó que la Juez de grado recurrió a argumentos
se consideren equivocadas, con el objeto de de- que no fueron esgrimidos ni peticionados por la
mostrar su injusticia. parte interesada al contestar la demanda.

Esta Sala ha mantenido como norte un crite- B. Cabe recordar —en primer lugar— que la
rio de amplitud en cuanto a la consideración y excepción de falta de legitimación para obrar con-
ponderación de los agravios. Pero el recurrente siste en la inexistencia de calidad para requerir
debe, al menos, poner de manifiesto los errores una sentencia favorable; es decir, se configura
(de hecho o de derecho), que contenga la sen- cuando alguna de las partes en litigio no es titular
tencia y, la impugnación que se intente contra de la relación jurídica sustancial que da origen a la
ella debe hacerse de modo tal que rebata todos causa, sin perjuicio de que la pretensión tenga o
los fundamentos esenciales que le sirven de apo- no fundamento (CSJN, 17/03/98, LA LEY, 1998-D,
yo. Debe pues, cumplir la imperativa disposi- 691 y DJ, 1998-3-1178; íd., 01/07/97, LA LEY, 1997-
ción del art. 265 del CPCC. Máxime que —en el E, 760; íd., 24/08/95, ED 166-204 entre otros). Es la
caso— se intentó cuestionar la decisión recaída tradicionalmente denominada defensa de falta de
en materia de atribución de responsabilidad. acción —sine actione agit— que antes de la refor-
ma procesal (ley 17.454), sólo podía alegarse como
b) En el sub examine, en el escrito presentado defensa de fondo y resolverse en la sentencia en
por el recurrente, no se cuestionaron los argu- la que el juez debía, en primer lugar, investigar si
mentos centrales del fallo: las quejas esgrimidas, el actor o el demandado estaban investidos de la
no van más allá de una mera disconformidad con legitimatio ad causam, esto es, si existía identidad
la decisión del juez de grado, sin aportar crítica entre la persona a quien la ley confiere la acción y
jurídica concreta y razonada a la resolución, con quien la ejerce o contra quien la dirige.
entidad suficiente como para desvirtuarla, por lo
que corresponde declarar desierto el recurso de En la especie, la mencionada defensa fue inter-
apelación interpuesto por el actor (conf. art. 266 puesta por el BCRA quien —tal como bien sostu-
del Código Procesal). vo la accionante— admitió expresamente su cali-
dad de cesionario del contrato de leasing en cues-
IV. Excepción de falta de legitimación pasiva tión, entre otros contratos, en garantía de redes-
opuesta por el BCRA. cuentos debido a la quiebra del Banco Integrado
Departamental Cooperativo Limitado.
A. 1. El BCRA cuestionó que la Sra. Juez de gra-
do admitiera la referida excepción con fundamen- V. Las pruebas.
to en lo dispuesto por la ley 25.248 y, en conse-
cuencia descartarse los argumentos expresados 1) A fs. 64 obra en copia una solicitud de “lea-
por el Ente Rector al contestar la demanda. sing” dirigida a Aciso Banco Cooperativo Limita-
do —absorbido luego por el Banco Integrado
Adujo que esta entidad no fue parte en el con- Departamental Cooperativo Limitado (ver fs. 73)
trato de leasing celebrado oportunamente entre por parte de ACIROX Sociedad de Hecho integra-
el dador —Aciso Coop. Ltdo.— y el tomador da en aquel momento , entre otros, por Carlos
—Sociedad de hecho Adirox—, por lo que era Alberto Argento— , cuyo objeto era la adquisi-
inaplicable la mencionada legislación. ción del vehículo marca Kia dominio B. 2.663.196.

2. El actor, por su parte, sostuvo que la entidad 2) A fs. 65/ 67 luce el contrato de locación
reconoció expresamente su calidad de “cesiona- financiera-leasing respecto del mencionado ve-
ria” del contrato de leasing con el que fuera ad- hículo celebrado entre Aciso Banco Cooperati-
quirido el vehículo que lo embistiera. Que, no vo Limitado (el “banco”) y ACIROX Sociedad de
obstante ello, el Banco negó ser cesionario de los Hecho (el “cliente”) firmado el 4 de mayo de
derechos de propiedad de dicho automotor “por 1994. En la cláusula decimocuarta del mencio-
no haber podido inscribirlo registralmente a su nado convenio se estipuló la responsabilidad
favor”. Afirmó que independientemente de esta única y exclusiva del “cliente” por todos los da-
última circunstancia, la responsabilidad del ban- ños y perjuicios que directa o indirectamente se
co era “objetiva e incuestionable” en el marco de ocasionaren con el rodado, ya sea a su persona o
lo dispuesto por los arts. 1113 del Código Civil y 17 a terceros... obligándose a responder por cual-

responsabilidad civil
y seguros
76 · jurisprudencia

quier demanda que se entable contra el “banco” ye las responsabilidades entre ellas— fue consen-
por tales causas (fs. 65 vta., in fine). tida por la recurrente, cuyos agravios —lejos de
cuestionar dicho encuadre legal intentaron justi-
3) A fs. 20 de causa penal se agregó la autoriza- ficar la responsabilidad objetiva, directa e indis-
ción emitida por Aciso Bco. Cooperativo Limita- cutible —a su decir— inherente a la entidad ban-
do el día 1/06/94, para conducir el automóvil en caria excepcionante, de conformidad con el re-
cuestión a favor del codemandado Carlos Alber- conocimiento de su calidad de cesionaria del con-
to Argento. trato en cuestión. El actor sostuvo, además, que
el banco cesionario no probó que no fuera el
4) El Banco Integrado Departamental Coope- “guardián” del vehículo embistente a la data del
rativo Limitado —contra quien el actor desistió infortunio.
de la demanda a fs. 83— denunció su estado de
quiebra y reconoció que el vehículo en cuestión 1) Tal como señalamos, el accidente que moti-
—cuya titularidad se registraba a nombre de Aci- vó este pleito aconteció el 26 de octubre de 1995.
so Bco. Coop. Limitado— había sido objeto de Aciso Bco. Coop. Limitado —absorbido luego por
leasing entre este último banco y la sociedad ACI- B.I.D. Coop. Ltdo.— había celebrado un contrato
ROX (fs. 72/ 74). Asimismo, reconoció la cesión de leasing con Adirox, en fecha 4 de mayo de 1994
del contrato de locación financiera-leasing, en (inscripto a partir del 18/05/94) y otorgado auto-
garantía de redescuentos, que había hecho al rización a Carlos A. Argento para conducir el ve-
BCRA. hículo objeto del contrato a partir del 1 de junio
de dicho año.
5) A fs. 167 y sigtes. el BCRA (ver asimismo,
fs. 459/471) adjuntó documentación original, en 2) Como ya vimos, en razón de la quiebra del ex
su poder, en razón de la asistencia financiera otor- BID, su cartera de créditos fue cedida al BCRA
gada al ex BID Coop. Ltdo. entre la que figura un (conf. fs. 167 y fs. 169). Entre los ochenta y seis
listado con 86 contratos de leasing cedidos por el contratos de leasing cedidos en garantía de re-
ex-BID al BCRA . A fs. 176 informó que el referido descuentos figuraba el celebrado el día 4 de mayo
crédito (que el ex Banco detentaba contra ACI- de 1994 entre las partes ya mencionadas.
ROX) fue cedido a esta institución por el BID Coop.
Ltdo. en garantía de los redescuentos otorgados 3) Empero, a la data del accidente, el vehículo
(conf. especialmente listados de fs. 465). se encontraba inscripto aún a nombre de Aciso
Banco Cooperativo Limitado (fs. 172/ 173).
6) Por otra parte, a fs. 173 obra el certificado de
dominio del automotor chapa patente B 2.663.196 B. Ahora bien, en el marco de lo dispuesto por
emitido en julio de 2000 en el que consta que Aci- la ley 25.248, el contrato de leasing —cuya cesión
so Bco. Coop. Limitado es el titular (100%) del está fuera de discusión— es aquél por el cual una
rodado desde el 18/05/94. Además, se inscribió parte —”dador”— entrega la tenencia de una cosa
una denuncia de compra del vehículo a nombre a otra —”tomador”— para su uso y goce a cam-
de Pedro Francisco Andolina de fecha 05/02/96. bio de un canon, confiriéndole también la opción
de compra de la misma por un precio predeter-
7) Finalmente las partes desistieron de la con- minado o determinable.
fesional ofrecida a fs. 303. A fs. 513 se declaró a la
actora y a la demandada negligentes en la pro- 1). Puede instrumentarse por escritura pública
ducción de la prueba informativa y testimonial, o instrumento privado —tal es el caso de autos
respectivamente, ofrecidas. (conf. fs. 65/67)—, con excepción de aquellos su-
puestos en que se trate de inmuebles, buques o
VI. Solución. aeronaves, en cuyo caso sólo podrá materializar-
se a través de instrumento público.
A. En efecto, tal como dijimos la Sra. Juez de
grado rechazó la demanda entablada contra el 2) Con relación a la oponibilidad frente a terce-
BCRA en virtud de lo dispuesto por la ley 25.248 ros, la ley establece la necesidad de inscribir el
de contrato de leasing, que consideró aplicable al contrato en el registro que corresponda según la
caso de conformidad con el art. 3° del Código naturaleza de la cosa que constituye su objeto.
Civil. Agrega que dicha inscripción podrá efectuarse a
partir de la fecha de celebración del contrato de
La aplicación de esta normativa —que regula leasing y con prescindencia de la fecha en que
los derechos de las partes contratantes y distribu- deba hacerse entrega de la cosa objeto de la pres-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 77

tación comprometida, añadiendo que para que caso, reiteramos, el banco Aciso siguió detentan-
produzca efectos contra terceros desde la fecha do la calidad de titular registral a pesar de haber
de la entrega del bien objeto de leasing, la inscrip- sido absorbido por el BID Coop. Ldo. y luego ce-
ción debe solicitarse dentro de los cinco días pos- didos los contratos de leasing en garantía de re-
teriores. Además que, pasado el término, “se pro- descuentos al BCRA.
ducirá ese efecto desde que el contrato se pre-
sente para su registración” (art. 8°). El siguiente C. En ese contexto, conforme la mencionada
artículo dispone que son aplicables las normas ley y en vista de todos los elementos examinados,
legales y reglamentarias que correspondan según puede concluirse que el BCRA —en su carácter
la naturaleza de los bienes a los efectos de la re- de “cesionario”del leasing— no puede ser conde-
gistración del contrato de leasing (art. 9° de la nado —bajo ningún concepto— como responsa-
citada ley). ble del perjuicio ocasionado al accionante, deri-
vado del accidente en el que intervino el vehículo
Así pues de conformidad con el articulado, pue- en cuestión.
den señalarse tres momentos a partir de los cua-
les el contrato de leasing podrá tener efectos res- Tal como dijimos, el art. 17 de la ley 25.248 res-
pecto de terceros: a) desde su celebración, si es ponsabiliza —sin excepción— exclusivamente al
inscripto dentro del plazo consagrado por la nor- tomador o guardián de las cosas dadas en leasing.
mativa aplicable de acuerdo a la naturaleza del Luego, el codemandado Argento era quien reves-
bien objeto del negocio (art. 9°); b) desde la entre- tía —más allá de la falta de inscripción del título
ga de la cosa, si lo es dentro de los cinco días por el tiene la cosa— dicho carácter a la data del
posteriores a la tradición o a la celebración del accidente. Ello se colige, por lo demás, de la di-
contrato; c) en caso de que el registro se haya rectiva que contiene el art. 12 de la ley citada en
realizado fuera de los plazos señalados, los efec- cuanto dispone que: “el tomador puede usar y
tos se producirán desde que el contrato se pre- gozar del bien objeto del leasing conforme su des-
sente para su inscripción. En autos, conforme se tino”.
ha acreditado, las transmisiones del contrato de
leasing efectuadas posteriormente —por moti- Pero por otra parte, y aun cuando pudiese in-
vos desconocidos— nunca se registraron. terpretarse con distinto alcance la norma invo-
lucrada en cuanto excluye la responsabilidad del
3) Ahora bien, en lo que concierne a la respon- dueño, debemos recordar que el BCRA no era
sabilidad objetiva del dador, el actual art. 17 de la —siquiera— el titular registral del móvil (es de-
mencionada ley, estipula que la responsabilidad cir no era el dueño de la cosa riesgosa en los
objetiva emergente del art. 1113 del Código Civil términos del art. 1113, 2° párr. del Código Civil) a
recae exclusivamente sobre el tomador o guar- la data del acontecimiento, por lo que no es ad-
dián de las cosas dadas en leasing. Como puede misible la pretensión del actor que desconoce las
advertirse, se consagra la exclusión de responsa- derivaciones que la ley 25.248 establece para ca-
bilidad por parte del dador del leasing, haciendo sos como el presente.
recaer esa carga en cabeza del tomador. De tal
modo que el dador —que es dueño hasta el mo- D. Párrafo aparte merece el planteo del BCRA
mento en que se transfiera el dominio, ya no será dirigido a cuestionar los fundamentos del fallo
responsable en los términos del art. 1113. Aunque relativos a la admisión de la falta de legitimación
ello no obsta, por cierto que su responsabilidad pasiva opuesta por esta parte.
sea juzgada de acuerdo con un factor de atribu-
ción de tipo subjetivo. Pero este no es el planteo De conformidad con la normativa procesal vi-
que se formula en autos. gente y la jurisprudencia, el objeto de la apelación
está relacionado con los límites objetivos de la
Es decir que, sin perjuicio de existir un dueño sentencia, toda vez que lo apelable es la “deci-
(dador) y un guardián (tomador), sólo responderá sión”, con exclusión de los fundamentos expresa-
el segundo, aunque el primero no hubiere demos- dos en los considerandos, salvo cuando integran
trado las eximentes previstas en el citado art. 1113 la parte dispositiva o determinan su interpreta-
(culpa de la víctima o de un tercero por quien no ción. Empero, este no es el supuesto del presente
debe responder). Al respecto, debe destacarse que caso, debiendo señalar, además, la correcta apli-
las calidades (dador y tomador) podrán ser opues- cación del art. 3° del Código Civil, por parte de la
tas al tercero víctima de un ilícito sólo si se hubie- Sra. Juez de primera instancia, teniendo en cuen-
se cumplido con las pautas de inscripción señala- ta que la ley en cuestión es de aplicación inmedia-
das en el ya mencionado art. 8° de la ley. En este ta a las situaciones jurídicas que se hubieren crea-

responsabilidad civil
y seguros
78 · jurisprudencia

do a partir de su vigencia, como que, lo normado planteados, se imponen en el orden causado (conf.
por el art. 17 de la misma es de carácter imperati- art. citado 68, segunda parte, del Código Proce-
vo y no supletorio. Por ello que propiciaré que la sal).
queja sea descartada.
VI. Conclusión.
En consecuencia, en virtud de todo lo expues-
to, propicio desestimar los agravios del actor y Por todas las consideraciones que dejo expues-
confirmar la sentencia de primera instancia en tas y si mi opinión es compartida, propongo al
cuanto hizo lugar a la falta de legitimación opues- acuerdo: Confirmar el fallo en todo lo que ha sido
ta por el banco excepcionante. materia de agravio. Con costas de Alzada en el
orden causado (segunda parte del art. 68 del Có-
C). Imposición de costas. digo Procesal). Así lo voto.

El BCRA se agravió de la imposición de costas La doctora Brilla de Serrat dijo:


en el orden causado. Señaló que la entidad ban-
caria no tuvo participación en el siniestro. Que la El art. 3° del Código Civil establece que las leyes
sentenciante aplicó al caso la normativa que sur- se aplicarán aun a las consecuencias de las rela-
ge de la ley 25.248 y, en consecuencia, admitió la ciones jurídicas existentes y que no tienen efecto
excepción de falta de legitimación pasiva opuesta retroactivo, salvo disposición en contrario.
por esta parte. Que aun cuando esta parte consi-
deró que dicha normativa era inaplicable pues Por eso se ha dicho que las consecuencias ya
—a su decir— el BCRA era un tercero totalmente consumadas de los hechos pasados quedan suje-
ajeno a la relación contractual que vinculaba a los tas a la ley anterior. Entre ellas se halla la legitima-
cocontratantes, lo cierto es que el actor resultó ción pasiva para ser demandado por la responsa-
vencido en este planteo, por lo que no corres- bilidad emergente de un hecho ilícito.
pondía que se lo exima de las costas.
Por aplicación de este principio, esta Cámara
La sentenciante estimó que, en el caso, media- ha resuelto en pleno la no aplicabilidad de la re-
ban ciertas circunstancias que permitían eximir forma al art. 1078 del Código Civil implementada
parcialmente— de la imposición de costas al ven- a través de la ley 17.711, a los hechos dañosos
cido. ocurridos con anterioridad a su vigencia (“Iriba-
rren c. Sáenz Briones”, del 15/3/43), habiendo
a) En efecto, la distribución de las costas cons- sostenido la mayoría que, dado que el hecho ilíci-
tituye —frente al hecho objetivo de la derrota— to se produce instantáneamente, no quedando
una hipótesis de excepción que puede tener lugar sometido a acción alguna del tiempo, correspon-
ante cuestiones originales o dudosas de derecho, de atribuir a la ley entonces vigente la regulación
o frente a situaciones de hecho que revisten sin- de los presupuestos de existencia de la obligación
gular complejidad. de reparar el daño causado, así como su conteni-
do, inclusive la extensión del daño y su valuación.
En mi opinión, las circunstancias señaladas en
el fallo de grado que —cabe colegir— condujeron Es por esta razón que entiendo que no es apli-
al sentenciante a establecer las costas en el orden cable al caso la ley 25.248, que fue promulgada en
causado, ameritan apartarse del principio gene- junio de 2000 y que limita la responsabilidad obje-
ral que dispone la imposición al perdidoso. Ello tiva emergente del art. 1113 del Código Civil al
así toda vez que de conformidad con lo expuesto, tomador de la cosa dada en leasing, pues el acci-
a mi juicio, el actor pudo creerse con razón pro- dente objeto de estos actuados se produjo en oc-
bable para litigar. tubre de 1995.

Por tanto propongo que se confirme la imposi- Desde otro punto de vista, considero además
ción de costas en el orden causado respecto de la que dicha limitación tampoco le es oponible al
admisión de la excepción de falta de legitimación actor, tercero damnificado, en razón de que el
pasiva opuesta por el BCRA (arg. art. 68, segunda contrato de leasing celebrado sobre el automóvil
parte, del CPCC). interviniente en el hecho dañoso no fue inscripto
en el Registro de la Propiedad Automotor, tal como
b) En cuanto a las costas del proceso principal, lo disponía por entonces el art. 30 de la ley 24.441
de conformidad con el resultado de los recursos y actualmente reitera el art. 8° de la ley 25.248.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 79

Se ha sostenido en este sentido que la oponibi- cual adhiero, si bien por los fundamentos expues-
lidad que se deriva de la inscripción eventualmente tos.
beneficia o perjudica al dador del leasing, pues lo
libera de responsabilidad al presumir su despren- Tal mi voto.
dimiento de la cosa, por lo que si durante el tiem-
po transcurrido entre la celebración y la inscrip- El doctor Sánchez por análogas razones a las
ción del contrato —que en autos nunca se reali- aducidas por el señor juez de cámara doctor Mi-
zó— se produce un accidente en el que interviene guel Angel Vilar, votó en el mismo sentido a la
la cosa objeto del leasing, el dueño de ella no pue- cuestión propuesta.
de beneficiarse con la exoneración que prevé el
art. 17 de la ley (conf. CCiv. y Com. Azul, Sala I, Por lo que resulta de la votación que instruye el
29/04/2005, “Pastore, Marta D. c. Sipar Aceros S.A. Acuerdo que antecede, se confirma el fallo en
y otro”, con nota aprobatoria de Riva, Juan y Trí- todo lo que ha sido materia de agravio. Con cos-
poli, Pablo, “Leasing. Inscripción del contrato y tas de Alzada en el orden causado (segunda parte
responsabilidad objetiva”, LLBA (mayo) 2007, 377). del art. 68 del Código Procesal). Notifíquese por
secretaría y devuélvase.— Miguel A. Vilar.— Die-
Sentado ello, cabe preguntarse si asiste razón a go C. Sánchez.— Ana M. Brilla de Serrat.
la actora cuando pretende atribuir responsabili-
dad al Banco Central en su carácter de cesionario
del contrato de leasing, el cual, considera, lo ha
erigido en guardián del vehículo.
◆ RESPONSABILIDAD DEL ESTABLECIMIENTO
El Banco Central de la República Argentina sos- EDUCATIVO
tiene que el Banco Integrado Departamental Co-
operativo Limitado, el cual absorbiera al Banco
Lesiones sufridas por una menor al caerse sobre
Aciso Cooperativo Limitado, titular del vehículo
otra cuando se deslizaban en un tobogán duran-
objeto del contrato de leasing, le cedió su cartera
te un evento deportivo realizado en otra institu-
de créditos en garantía de redescuentos que le ha-
ción — Previsibilidad de la conducta de las alum-
bía otorgado. Dentro de dicha cartera se encon-
nas — Carácter oneroso y contractual de la rela-
traba el crédito emergente del mencionado con-
ción habida entre el educando -o sus progenito-
trato. El alcance de dicha cesión surge asimismo
res o representantes- y quien imparte la educa-
de la documentación acompañada a fs. 460/70.
ción
Todas las partes intervinientes en autos han reco-
nocido que el Banco Central reviste el carácter de Hechos: Una menor de edad concurrió
cesionario de los créditos que se hallaban en cabeza representando a su colegio, a un evento
del BID y no se ha aportado en autos documenta- deportivo en el campo de deportes de un
ción que compruebe que la cesión tuviera un alcan- establecimiento educativo que no era aquél
ce mayor a ese, para involucrar los derechos de al cual asistía. Posteriormente, ella y otras
dominio, posesión o uso sobre los bienes objeto de compañeras se retiraron a un lugar conti-
los diversos leasings incluidos en la transmisión. guo en el cual había juegos de plaza y, al
deslizarse por un tobogán, una de sus com-
Dicha cesión, pues, no es equiparable a una pañeras cayó sobre ella, provocándole le-
transmisión del dominio del rodado objeto del siones. Sus padres promovieron demanda
contrato de leasing, sino que se limita a los crédi- contra ambos establecimientos educativos.
tos emergentes del mismo, por lo cual el Banco El reclamo fue rechazado. Ante la apela-
Central no reviste el carácter de titular del dere- ción de los actores, la alzada revoca la sen-
cho de propiedad ni de la guarda sobre aquél, tencia y admite su reclamo únicamente res-
pues ni una ni otra le han sido transferidas. pecto del establecimiento educativo al cual
concurría la menor.
Consecuentemente, carece de legitimación para
ser demandado en cuestiones en que se debata la 1. — La institución educativa demandada es res-
responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa, como ponsable de acuerdo al art. 1117 del Códi-
lo es la que constituye objeto de estos actuados. go Civil ante el daño sufrido por una alum-
na mientras jugaba en juegos de plaza si-
Es por ello que coincido con la solución pro- tuados en el campo deportivo de otra insti-
puesta por mi estimado colega preopinante, a la tución, toda vez que la conducta de la me-

responsabilidad civil
y seguros
80 · jurisprudencia

nor de alejarse del lugar en el cual se desa- Referencias de la víctima:


rrollaba el evento deportivo, subirse a los Sexo:
juegos y utilizarlos en la forma en que lo Víctima Femenino
hizo —en el caso, se deslizó por un tobo- Madre femenino
Edad:
gán y una compañera cayó sobre ella—,
víctima 11 años a la fecha del hecho dañoso
era previsible porque es común y habitual Estado civil:
que niños y niñas de su edad —once víctima soltera
años— obren de esa manera, lo cual per- madre casada
mite concluir que se trató de un hecho Actividad: víctima estudiante
evitable a través de una correcta vigilancia Observaciones:c/citación en garantía del ase-
y cuidado. gurador la víctima presenta luxación cervical
(sub-luxación rotatoria de 5° vértebra sobre la
2. — El art. 1117 del Código Civil receptó la teo- 6° vértebra)
ría objetiva del riesgo creado por la activi-
dad de los establecimientos educativos, la Componentes del daño:
cual conlleva el riesgo propio de todas aque- Daño extrapatrimonial
llas que involucran a conjuntos de perso- Daño moral genérico:
víctima $ 30.000
nas que los hace naturalmente propensos Daño psiquico:
a la realización de actos perjudiciales para víctima $ 15.000
ellos mismos, sus compañeros o terceros madre $ 5.000
por lo que sólo el “caso fortuito” —ajeno al Daño estético:
responsable o al riesgo propio de esa ta- víctima $ 10.000
rea— es idóneo para liberar de responsa- Daño patrimonial
bilidad a los establecimientos. Incapacidad sobreviniente:
(15% t.o.) víctima $ 50.000
3. — La asistencia del educando a un estableci- Daños varios:
gastos de terapia víctima $ 4.800
miento de enseñanza se da a partir de un madre $ 3.500
vínculo contractual que se establece entre reparación quirúrgica de la lesión estética vícti-
éste —o sus progenitores o representantes ma $ 2.500
en el caso de menores de edad— y quien gastos de farmacia madre y padre $ 1.500
imparte educación por sí o a través de sus gastos de movilidad madre y padre $ 800
dependientes o subordinados, siendo one- Tasa de interés:
roso si es celebrado por un ente privado o tasa pasiva promedio que publica mensual-
gratuito en caso de devenir del contrato mente el Banco Central de la República Ar-
gentina
social que celebra el Estado con los parti-
culares.
1396 — CNCiv., sala D, 2008/04/03 (*). - Buratti,
4. — El caso fortuito remite a los conceptos de Esteban Ricardo c. Asociación Católica Irlandesa
previsibilidad e inevitabilidad, siendo un Colegio Sta. Brígida y otro.
hecho imprevisible cuando un hombre de
mediana prudencia no tiene por qué supo- 2ª Instancia.— Buenos Aires, abril 3 de 2008.
ner que habrá de ocurrir pues sólo se está
obligado a prevenir lo razonable, mientras ¿Es ajustada a derecho la sentencia apelada?
que es inevitable cuando es imposible de
impedir aplicando la atención, cuidados y El doctor Vilar dijo:
esfuerzos normales, y ambos conceptos
habrán de ser apreciados atendiendo a la I. La sentencia dictada en primera instancia
naturaleza del deber de que se trata y la obrante a fs. 1016/ 1024 vta., 1) rechazó la excep-
concretas circunstancias que rodean al ción de prescripción interpuesta por la Asocia-
caso. ción Católica Irlandesa y El Comercio Compañía
de Seguros a Prima Fija SA respecto de los coac-
tores Esteban Ricardo Buratti y su hija menor de
CUANTIFICACION DEL DAÑO
CUANTIFICACION DEL DAÑO
El hecho dañoso: (*) Citas legales del fallo núm. 1396
1396:: leyes 17.418
Caída de una menor de edad sobre otra mientras (Adla, XXVII-B, 1677); 21.839 (Adla, XXXVIII-C,
ambas se deslizaban por un tobogán 2412).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 81

edad M. B. Impuso las costas por su orden; 2) fuera invocada ni insinuada por la parte deman-
Asimismo, hizo lugar a la excepción de prescrip- dada durante el proceso calificando al hecho da-
ción interpuesta por la Asociación Católica Irlan- ñoso protagonizado por la menor como imprevi-
desa y por El Comercio Compañía de Seguros a sible e inevitable. Dijeron que el sentenciante ac-
Prima Fija SA” respecto de la acción entablada tuó en contra de las directivas del art. 163 del
por Mariana Buratti y por Esteban Ricardo Bu- CPCCN; que el colegio jamás alegó la interrup-
ratti y Silvia Susana Lagalla de Buratti, estos últi- ción de la causalidad por “caso fortuito” y que la
mos en representación del menor A. B., con cos- compañía de seguros se limitó a negar los rubros
tas; 3) por otra parte, admitió la excepción de reclamados pero omitió hacer mención alguna al
prescripción opuesta por el Instituto Cultural hecho dañoso.
Marianista, y por la Meridional Compañía de Se-
guros SA, y por ende rechazó la demanda enta- Destacaron que no se acreditó que en el mo-
blada por todos los coactores en su contra, con mento del hecho haya habido algún docente del
costas. colegio Santa Brígida que efectivamente ejerciese
control y custodia sobre las alumnas de modo tal
4) Por último, rechazó la demanda entablada de “evitar” el accidente. Que ningún profesor pre-
por Esteban Ricardo Buratti y Silvia Susana Laga- sente en el campo impidió, luego de jugar el par-
lla de Buratti, por sí y en representación de su hija tido de hockey, el desplazamiento de las alumnas
menor de edad, M. B., contra la Asociación Cató- hacia el área de entretenimiento. Estimaron que
lica Irlandesa, con costas. el hecho podría haberse previsto y evitado. Que
para ello hubiese bastado la presencia de alguna
A. De la sentencia apelaron los actores y la Sra. autoridad educativa.
Defensora de Menores e Incapaces. Los accionan-
tes expresaron agravios en el escrito de fs. 1083/ II. El caso.
1096 vta. La Sra. Defensora de Menores e Incapa-
ces dictaminó a fs. 1103/ 1105. El Instituto Cultural Se trata de una acción por daños y perjuicios
Marianista respondió las quejas a fs. 1113/ 1124 entablada por Esteban Buratti y Silvia Susana La-
vta. La Asociación Católica Irlandesa —Colegio galla de Buratti por sí y en representación de los
Santa Brígida— rebatió los agravios a fs. 1126/ 1130. hijos menores de ambos A., M. y M., en virtud del
La aseguradora El Comercio Cía. de Seg. a Prima accidente protagonizado por esta última en el
Fija SA hizo lo propio a fs.1131/ 1135 vta. y a campo de deportes del Colegio Marianistas de
fs. 1136/ 1143, respecto de la Sra. Defensora de Capital Federal mientras participaba de una jor-
Menores y de los actores, respectivamente. nada deportiva representando al Colegio Santa
Brígida al que concurría la menor desde los cua-
Los accionantes cuestionaron básicamente el tro años de edad.
rechazo de la demanda incoada. a) Se quejaron
de que el sentenciante haya impuesto las costas a) Los actores relataron que el día sábado 26 de
derivadas del rechazo de la excepción de pres- junio de 1999 llevaron a M. al Colegio, tal como lo
cripción interpuesta por la Asociación Católica hacían frecuentemente, autorizándola a partici-
Irlandesa y por su aseguradora respecto de Este- par de una jornada deportiva en el campo del
ban Buratti por sí y en representación de la me- Colegio Marianista sito en el Bajo Flores. Que el
nor, “en el orden causado”. Solicitaron, en conse- Colegio participaba de ligas deportivas de hoc-
cuencia, que las costas sean impuestas a quienes key, rugby y fútbol con otras escuelas de la ciu-
resultaron vencidos en el referido incidente. dad. Que los padres llevaban a sus hijos hasta la
puerta del colegio y siendo transportados desde
b) Cuestionaron la admisión de la excepción allí en micros escolares hasta el campo de depor-
opuesta por el Instituto Cultural Marianista y su tes en el que —según el día— se desarrollaba el
aseguradora. Estimaron errado que el sentencian- evento. Al promediar la jornada, los alumnos/ as,
te haya fundado el rechazo de la excepción en las regresaban al colegio y eran retirados por sus pa-
normas relativas a la responsabiliad extracontrac- dres.
tual considerando que no existía convenio ni con-
trato alguno entre los padres y el Instituto. Pidie- Ese día, la niña aguardaba junto a sus maestros
ron, en consecuencia, que se aplique la prescrip- el comienzo de un partido en el cual iba a partici-
ción decenal. par con otras compañeras. Los accionantes refi-
rieron que el alumnado fue ubicado por los do-
c) Criticaron que el a quo se haya basado en centes a cargo de la organización, en un sector de
una defensa de fondo-”caso fortuito” que jamás juegos que se encontraba dentro del campo “a fin

responsabilidad civil
y seguros
82 · jurisprudencia

de que se entretuvieran mientras esperaban la los padres de la menor y a ella misma con el cole-
finalización de los partidos que precedían a aquel gio, y el daño padecido.
en que ella iba a participar...” Que en dicho sector
se encontraba —entre otros juegos— un tobo- En consecuencia, por los motivos señalados,
gán, en el cual la alumna M. se accidentó mientras rechazó la demanda entablada contra ambas ins-
se deslizaba por el mismo junto a sus compañe- tituciones.
ras, cayéndose una de ellas encima y recibiendo
un fuerte impacto en la zona del cuello. Que los III. Encuadre Normativo.
profesores de hockey se encontraban a varios En primer lugar, y a fin de examinar los plan-
metros de distancia del lugar del accidente, por lo teos relativos a la admisión de las defensas de
que la menor debió trasladarse por sus propios prescripción que fueran oportunamente plantea-
medios para localizarlos. Imputaron la responsa- das por las accionadas, haré referencia al marco
bilidad del hecho al Colegio Santa Brígida, a la legal en el que —considero— debe encuadrarse
Asociación Católica Irlandesa y al Instituto Cultu- el asunto.
ral Marianista.
A. Colegio Santa Brígida.
b) A fs. 118/126 la Asociación Católica Irlande-
sa opuso excepción de prescripción respecto de 1) Coincido con el sentenciante de grado en
los coactores Esteban Ricardo, M., M. y A. B. Asi- cuanto a que la responsabilidad de la demanda-
mismo, reconoció la existencia del hecho, pero da, propietaria del establecimiento educacional
no la relación causal entre los daños sufridos por privado por los daños sufridos por la hija de los
la menor y el accidente. Los actores contestaron actores, se encuentra —por la fecha en que ocu-
a fs. 182/ 190. rrió el evento— regida por el actual art. 1117 del
Código Civil reformado por la ley 24.830, que con-
c) El “Instituto Cultural Marianista” planteó la templa la responsabilidad directa y objetiva de los
excepción de prescripción de la acción y subsidia- establecimientos educacionales, privados o esta-
riamente contestó demanda a fs. 167/ 179. Admi- tales, por los daños causados o sufridos por sus
tió que el accidente acaeció en un inmueble de su alumnos menores de edad cuando se hallen bajo
propiedad. Señaló que el daño fue causado a una el control de la autoridad educativa, salvo que
de las alumnas del Colegio Santa Brígida por otra probasen el caso fortuito.
alumna del mismo establecimiento. Que el institu-
to no se había comprometido al cuidado del alum- 2) El instituto educativo asume la obligación de
nado. Los accionantes respondieron a fs. 202/ 208. “enseñar” frente a los contratantes. La ejecución
de la prestación por parte del Instituto compren-
Fueron citadas en garantía las compañías de de —sin duda— la de resguardar y asegurar la
seguros del Instituto Cultural Marianista —La integridad física del menor a través del cuidado y
Meridional Compañía Argentina de Seguros SA— la vigilancia hasta su reintegro a los padres sin
y la del Colegio Santa Brígida —El Comercio Com- daño alguno, mientras permanece en el colegio
pañía de Seguros a Prima Fija SA— cuyas presen- (Kemelmajer de Carlucci, Aída, “La responsabili-
taciones lucen a fs. 228/ 241 vta y a fs. 253/ 289 dad Civil de los establecimientos educativos en
vta., respectivamente. Argentina después de la reforma de 1997”, diario
La Ley, del 18/03/98).
B. El sentenciante, por su lado, resolvió —en
primer lugar— las excepciones de prescripción 3) Adviértase que, el Colegio Santa Brígida con-
opuestas por las codemandadas. Aplicó al caso la certó un contrato de enseñanza con los padres de
normativa que surge del art. 1117 del Código Ci- la menor (la víctima) que contenía una estipula-
vil. Consideró que la responsabilidad de la Aso- ción a favor de M. Buratti. (art. 504 del C.Civil).
ciación Católica Irlandesa era, eventualmente, de Por tanto, la responsabilidad de la escuela frente
carácter contractual. Y que la del Instituto Cultu- a los progenitores que reclaman por sí los gastos
ral Marianista, en cambio, encuadraba en la órbi- efectuados para la asistencia de su hija, es de na-
ta extracontractual. Respecto de este último de- turaleza contractual. Y también es contractual el
claró prescripta la acción. deber de reparar del establecimiento frente a la
víctima, a resultas de la virtualidad jurídica del
Concluyó que se configuró el “caso fortuito” nexo establecido con arreglo a los mencionados
como eximente de responsabilidad del colegio, y principios del art. 504 del ordenamiento citado
por ende, que se acreditó debidamente la ruptura (CNCiv. esta Sala, “Lanzillotta, Humberto c. Es-
del nexo causal entre el contrato que vinculaba a cuela del Sol”, del 18/03/98, pub. JA 1999-III-430).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 83

Por todo lo expuesto, con respecto al Colegio consecuentemente, la admisión de la excepción


Santa Brígida, no existen dudas de que rigen las de prescripción planteada. Cabe recordar que el
normas que regulan la responsabilidad contrac- hecho acaeció el 26 de junio de 1999 y la demanda
tual derivadas del vínculo preexistente entre los fue entablada contra dicha institución fuera del
padres de la menor y el establecimiento, el que plazo legal de dos años.
—reitero— además de impartir enseñanza y edu-
cación, se comprometió a garantizar la preserva- IV. Las Pruebas.
ción de la integridad física de la alumna M. B.
a) Las compañeras de colegio de la víctima C.
B. Instituto Cultural Marianista. L., M. I. G. y A. M. declararon a fs. 684/ 687;
fs. 696/699 y a fs. 758/ 762. A fs. 763/764 y a fs.
Distinto encuadre corresponde, en cambio, a 765/ 766 lo hicieron Marcela Arribas y Carlos Al-
la cuestión relativa a la —eventual— responsabi- berto Montaña, madre y padre de una de las alum-
lidad del Instituto dueño del predio en el que se nas compañera de la víctima, respectivamente.
desarrolló la jornada deportiva.
1) Los testigos fueron contestes y coincidentes
a) Los actores intentaron rebatir los argumentos en que las alumnas del colegio Santa Brígida jun-
expuestos en el fallo en relación a la responsabili- tamente con la hija de los actores se encontraban
dad del instituto. Sin embargo, no les asiste razón. el día sábado en el campo de deportes, propiedad
del Instituto Marianista. Que como era habitual
El sentenciante encuadró la referida responsa- los días sábado se reunían para jugar un partido
bilidad dentro de la esfera extracontractual para de hockey, que organizaba la Liga, representando
concluir, de ese modo, que la acción solicitada se a su colegio. Que finalizado el encuentro, un gru-
encontraba prescripta. po de niñas se alejó de la cancha, —sin autoriza-
ción (conforme a los propios relatos de una de las
b) En efecto, poco resta agregar al tratamiento alumnas)— dirigiéndose a un sector de juegos
de la cuestión desarrollada en el apartado c) de fs. ubicado dentro del mismo complejo.
1020 toda vez que, contrariamente a lo sostenido
por los recurrentes, dicho establecimiento no ce- 2) Los declarantes estaban —ese día— en el
lebró con los padres de la víctima un convenio de campo del colegio dónde tuvo lugar el hecho.
carácter educacional ni coasumió, tampoco, bajo Refirieron que “el accidente fue una caída duran-
alguna figura contractual el compromiso de ga- te un juego; que M. B. cayó del juego y las otras
rantir la seguridad del alumnado. chicas (algunas testigos) cayeron encima de ella....
(fs. 685 vta.). Que en uno de los juegos, más espe-
b) En la especie, la víctima cayó de un juego (el cíficamente en el tobogán, las chicas realizaron
tobogán) ubicado en un espacio del predio en el una especie de “ trencito”... que la actora resultó
que se estaba desarrollando —ese día— la prácti- lesionada, a raíz de que sus compañeras cayeron
ca deportiva. El Instituto tenía —en todo caso— sobre ella. Que la golpearon básicamente en la
responsabilidad objetiva por los eventuales da- nuca, en la espalda y en parte de la columna.
ños y perjuicios en los bienes y/o en las personas
que estaban participando de la actividad dentro 3) Todos concuerdan en que no había personal
de ese espacio sobre el que el Instituto tenía, al docente cuidando a las alumnas en el lugar dónde
menos, la guarda. Ello en el marco de la respon- se produjo el accidente; algunos refirieron que en
sabilidad extracontractual (art. 1113 del Código ese momento los profesores “estaban en su des-
Civil). canso”. Que, luego de la caída, fueron a buscar a
la entrenadora mientras las otras compañeras es-
c) Tratándose en el caso de incumplimiento de peraban en el lugar... Que la víctima fue llevada a
una obligación del carácter señalado, la prescrip- la Sala de auxilios; que estuvo prácticamente todo
ción opera a los dos años de ocurrencia del hecho el día allí...
dañoso generador de los perjuicios que se inten-
tan reclamar. 4) Marcela Susana Arribas y Carlos Alberto
Montaña declararon a fs. 763/ 764 y a fs. 765/ 766,
En consecuencia, propiciaré que se desestimen respectivamente. Estaban también — ese día—
los argumentos vertidos por los actores a fs. 1085 en el campo del Instituto.
/ 1087 (segundo agravio) y se mantenga la deci-
sión recaída en la sentencia de grado en punto al No presenciaron el momento en que la niña
tipo de responsabilidad imputable al Instituto y, cayó desde el tobogán. Se enteraron por el relato

responsabilidad civil
y seguros
84 · jurisprudencia

de “una de las chicas” y cuando se acercaron la sonas que los hace naturalmente propensos a la
niña ya se había caído. Que en ese momento, en- realización de actos perjudiciales para ellos mis-
tre los padres, había también profesores... Que el mos, sus compañeros o terceros por lo que sólo
lugar dónde estaban los juegos —”de plaza”— era el “caso fortuito” —ajeno al responsable o al ries-
aproximadamente a 30 ó 40 mts. de donde esta- go propio de esa tarea— es idóneo para liberar de
ban las cancha.... Refirieron, asimismo, que lleva- responsabilidad a dicho establecimiento (CNCiv.
ron a M. a la casa, porque no estaban sus padres Sala M, Leboso c. Escuela N° 2 J. H de Ituzaingó y
en el lugar del hecho. otros s/ds. y Ps.”, L. 426570 del 09/03/06).

La testigo Arribas aseguró que en el momento c) Por lo demás, la asistencia del educando a
en que las chicas estaban sin jugar se habían ido un establecimiento de enseñanza se da a partir
cerquita de ahí a jugar entre ellas... (fs. 763 vta.) y de un vínculo contractual que se establece entre
que.... éste (o sus progenitores o representantes en el
caso de menores de edad) y quien imparte edu-
b) El perito médico dictaminó a fs. 585/592.Con- cación por sí o a través de sus dependientes o
cluyó en que los daños que sufrió la víctima te- subordinados —oneroso si es celebrado por un
nían relación directa con el accidente sufrido por ente privado; gratuito si deviene del contrato
ésta en el tobogán. social que celebra el Estado con los particu-
lares— (CNCiv., esta Sala, “ Wendling, Arnal-
Refirió que a raíz del accidente, la menor sufrió do Vicente c. MCBA y otro s/Daños y Perjui-
una sub-luxación C5, C6. Que fue sometida a una cios”, L. 110821/1995, del 23/03/2005).
cirugía; que se le realizó un injerto óseo.
Como ya dije, entonces, este contrato apunta a
c) En cuanto al resto de las pruebas, el Instituto la prestación del servicio a enseñar, cuya obliga-
Cultural Marianista desistió de la testimonial a fs. ción principal de transmitir conocimientos con-
705; la actora hizo lo propio respecto de los testi- lleva también a la accesoria de seguridad preser-
gos M. G., M. G., S. M. y C. C. Por lo demás, a fs. vando la integridad de los alumnos.
720 se declaró la caducidad de la prueba testimo-
nial respecto de los testigos ofrecidos por La Me- d) En la especie, contrariamente a lo sostenido
ridional Cía. Argentina de Seguros SA. Las partes por el sentenciante, no puede aceptarse, con sus-
no absolvieron posiciones (ver fs. 660). tento en un razonamiento válido, que el evento
resultó un “caso fortuito” producto de la fatali-
V. Solución. dad.

Los agravios que vierten los quejosos se cen- En efecto, en materia contractual dicha eximen-
tran en afirmar que —en el caso— se trató de un te no presenta diferencias con la que juega en el
hecho que tuvo lugar merced a la falta de vigilan- ámbito de la responsabilidad extracontractual por
cia y control por parte del personal docente atri- lo cual los caracteres que deben reunirse en uno
buible —al decir de las recurrentes— al centro u otro régimen son los mismos.
educativo y al campo de deportes en el que se
desarrolló la práctica. Cuestionaron, en ese senti- El “caso fortuito”, pues, remite a los conceptos
do, que el sentenciante haya invocado la existen- de previsibilidad e inevitabilidad. Un hecho es
cia de un “caso fortuito” máxime cuando dicha imprevisible cuando un hombre de mediana pru-
eximente jamás fue planteada ni insinuada por las dencia no tiene porque suponer que habrá de
emplazadas. ocurrir pues sólo se está obligado a prevenir lo
razonable. A su vez, es inevitable cuando es im-
a) Respecto del Instituto Marianista, me remito a posible de impedir aplicando la atención, cuida-
las consideraciones vertidas en el apartado III., B). dos y esfuerzos normales. Es así que ambos con-
ceptos habrán de ser apreciados atendiendo a la
b) En lo atinente al Colegio Santa Brígida, tal naturaleza del deber de que se trata y las concre-
como sostuve al comienzo, es responsable en los tas circunstancias que rodean al caso, y por sobre
términos del citado art. 1117 del Código Civil que todo la edad y características del menor involu-
receptó la teoría objetiva del riesgo creado por crado.
esta actividad.
Así las cosas, de conformidad con los elemen-
b) Dicha actividad conlleva el riesgo propio de tos de prueba acercados y examinados, quedó
todas aquéllas que involucran a conjuntos de per- probado en autos que:

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 85

1) el día 26 de junio de 1999, la hija de los acto- Por todo lo expuesto, considero pues, que di-
res sufrió un accidente en el predio del campo de cho acontecimiento no constituye “caso fortuito”
deportes del Instituto Cultural Marianista, en el por ser un hecho previsible y evitable para la ins-
que había tenido lugar una jornada deportiva de titución educativa en razón de las circunstancias
la que participaba el colegio Santa Brígida al cual de personas tiempo y lugar que fueron descrip-
concurría la menor; tas.

2) un grupo de alumnas se retiró a un sector en En consecuencia, en virtud del encuadre nor-


el que había juegos de plaza durante el desarrollo mativo indicado, propongo que se admitan los
de la jornada; agravios de los accionantes, se revoque el fallo y
se atribuya la responsabilidad derivada de la pro-
3) la víctima se lanzó del tobogán junto a sus ducción del hecho dañoso a la Asociación Católi-
compañeras en forma de “trencito” y una cayó ca Irlandesa —Colegio Santa Brígida—, hacién-
sobre ella provocándole lesiones; dola extensiva a la compañía de seguros “El Co-
mercio Compañía de Seguros a Prima Fija SA”, en
4) no había docentes en el sector de juegos de la medida que prosperen los diversos reclamos.
plaza ni ninguna otra persona del colegio, con
autoridad como para vigilar ese sector; VI. Parciales Indemnizatorios.

5) a raíz del accidente sufrió un daño físico y En atención a lo resuelto por esta Sala en su
porta secuelas de orden físico-psíquico que le actual composición, en los autos “Cabral, Eulalia
condicionan una merma de capacidad; Dionisia c. Cabrera Luis Alberto y otros s/daños y
perjuicios”, Exp. N° 43.433/2000, Rec. N° 476.074,
En orden a todo lo expuesto, concluyo que la del 10/08/07 y “Ennis González Ana M. c. Suárez
conducta desplegada por las alumnas al alejarse Fernando Manuel y otros s/daños y perjuicios”,
del lugar donde se encontraban las canchas en las Exp. N° 22105/2003, Rec. N° 468.008 del 10/08/07
que habían jugado o debían hacerlo luego, subir- examinaré los agravios respetando la jerarquía de
se a los juegos de plaza y tirarse del tobogán en la las normas vigentes y el principio de congruencia
forma en que lo hicieron, era previsible para los (arts. 34, inc. 4°, 163, inc. 6°, 271, 277 y concs. del
responsables de la institución por cuanto —coin- CPCC), atendiendo a los daños reclamados y pro-
cido con la Sra. Defensora de Menores e Incapa- bados, a su reparación, y sin incurrir en la “guerra
ces— es común y habitual que niños y niñas de la de las autonomías”, en las cuestiones llamadas
edad de la actora en aquél momento utilicen en menores.
esa forma ese tipo de juegos.
Examinaré los quantum indemnizatorios recla-
Asimismo, considero que, en el caso, estamos mados por los padres de la menor por sí y en
frente a un hecho evitable a través del ejercicio de representación de la niña.
la correcta vigilancia y cuidado que debía haber
asumido el establecimiento educacional que en A). M. B.
ese momento detentaba la guarda de la menor.
a). Daño Físico. ($ 70.000)
El art. 1117 del Código Civil es claro y por ello se
afirma que la obligación de seguridad que dima- Respecto de la menor, el reclamo está dirigido
na del contrato de educación es de resultado, a obtener la reparación de la incapacidad sobre-
puesto que el deudor sólo se liberará de respon- viniente.
sabilidad si demuestra el “caso fortuito.”
En lo que hace a la llamada “incapacidad eco-
Sin perjuicio de destacar que el deber de seguri- nómica sobreviniente” —a veces se alude a la “in-
dad reviste, entonces, naturaleza objetiva, en este capacidad laborativa sobreviniente”—, está claro
caso, quedó en evidencia la culpa de los encargados que esta partida se refiere esencialmente a una
de la custodia y vigilancia de los alumnos pues —tal merma de aptitudes que sufre el individuo para
como sostuve— los testigos manifestaron que cuan- obtener lucros futuros, sea en las tareas que habi-
do se produjo el accidente, no había ningún cuida- tualmente desempeña o en otras. Es una chance
dor cerca. Tampoco resultó probado que los do- frustrada de percepción de ganancias. Pero el
centes hubiesen advertido la ausencia de las alum- daño no se agota en ello, ya que, además, com-
nas e intentado regresarlas al lugar en el que prende cualquier disminución mensurable eco-
—efectivamente— se estaban jugando los partidos. nómicamente que experimente el dañado (por ej.

responsabilidad civil
y seguros
86 · jurisprudencia

la imposibilidad de barrer el piso, de llevar los Concluyó en que los daños que sufrió la vícti-
hijos al colegio, de “correr” para tomar un auto- ma tienen relación directa con el accidente sufri-
bús —con los consiguientes trascendidos negati- do por ésta en el tobogán. Estimó una incapaci-
vos que esas disminuciones generan en el patri- dad del 15% de la T. O., teniendo en cuenta que
monio— (sobre todo esto, véase: Zavala de Gon- hubo una sub luxación rotatoria de quinta vérte-
zález, Matilde M., “Daños a las personas. Integri- bra cervical sobre la sexta vértebra requiriendo
dad psicofísica”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, ardrodesis y osteosíntesis, mediante una lazada
1990, T. 2a, ps. 315 y 316, 332 y 339 en especial). de alambre en ocho.

a) A fs. 14 /26 del expediente N° 74.822/2001 (“La- Sostuvo que la actora no podría seguir practi-
galla de Buratti Silvia Susana c. Asociación Católica cando los deportes que anteriormente practica-
Irlandesa Colegio Santa Brigida s/Diligencias Preli- ba y que las limitaciones estarían de acuerdo a la
minares”), obra la historia clínica N° 33.850.143 futura rehabilitación. Resaltó la imposibilidad de
confeccionada en circunstancias en que la víctima practicar hockey al tiempo de la pericia. Que, en
fue asistida en el Instituto Dupuytren. cambio, sí practicaba natación con “sumo cuida-
do y temor”.
Allí se registró el ingreso el día 05/07/99 presen-
tando una sub luxación C5, C6. Se indicó que pre- Concluyó que las limitaciones que padecía la
sentaba traumatismo cervical de 10 días de evolu- víctima “en ese momento” podrían ser rehabilita-
ción. Y que el motivo de la internación era realizar das y que luego debería observarse la evolución
prequirúrgico debido a la lesión (fs. 18). A fs. 36 de para el logro de una práctica deportiva (fs. 591).
las mencionadas actuaciones se anotó la reduc-
ción más osteosíntesis artrodesis de C5 C6, con El actor solicitó explicaciones a fs. 603/603 vta.;
toma de injerto de cresta ilíaca. Luego, se informó la compañía de seguros La Meridional hizo lo pro-
la evolución postquirúrgica con indicación de anal- pio a fs. 606/606 vta. Y El Comercio Cía. de Segu-
gésicos, antinflamatorios y antibióticos. La menor ros pidió aclaraciones a fs. 611/611 vta. El perito
fue dada de alta el 10/07/99, indicándosele control respondió a fs. 618, fs. 625/626 y fs. 627 respecti-
por consultorios externos (fs. 39), y el uso de collar vamente. Aclaró que la lesión padecida por la víc-
de Filadelfia durante 3 meses. tima trajo aparejado un manejo clínico-quirúrgi-
co rehabilitatorio, que abarcó dos años sin nin-
b) A fs. 47 se informó la atención prestada a la gún tipo de ejercicio. Que en el tercer año, pudo
menor en la Obra Social CASA y se adjuntó la hacerlo conforme lo había detallado en la pericia.
respectiva historia clínica. A fs. 541 de estas ac- (fs. 618)
tuaciones se ratificó la asistencia brindada en el
Instituto Dupuytren de Traumatología y Ortope-
d) Por lo demás, el especialista en traumatolo-
dia por la “Luxación Cervical” y la cobertura —en
gía y ortopedia informó a fs. 885 y sigtes. (en copia
su totalidad— por el Sistema de Salud de acuerdo
a fs. 7/12) y agregó los estudios radiológicos rea-
al plan Integral con el que contaba —en ese mo-
lizados. También, refirió que M. sufrió un trau-
mento— el padre de la menor. Asimismo, se dejó
matismo cervical mientras jugaba con sus com-
constancia que la víctima no había sido sometida
pañeras en un tobogán y que fue embestida por
a ninguna intervención quirúrgica anterior a la
quién descendió después de ella. Que, como con-
fecha de afiliación.
secuencia, sufrió sub-luxación rotatoria de 5ª vér-
tebra cervical sobre la 6ª vértebra. Que fue aten-
c) El perito médico dictaminó a fs. 585/592.
dida en el Hospital Dupuytren en el que se inter-
Refirió —tal como ya expuse— que a raíz del nó el 5/07/99. Que fue operada, que se le redujo
accidente, la menor sufrió una sub luxación C5, la luxación se le efectuó osteosíntesis mediante
C6. Que fue sometida a una cirugía, colocándose una lazada de alambre en ocho.
las dos vértebras en su lugar. Y que se le realizó un
injerto óseo a fin de unir mejor: reducción mas En vista de todo lo expuesto, teniendo en cuen-
osteosíntesis, artrodesis, de C5 y C6, con toma de ta la edad de la víctima a la data del hecho —11
injerto de cresta ilíaca. años— soltera y estudiante (fs. 13/17; fs. 28;
fs. 36), que practicaba deportes (fs. 22/2; fs. 32/
Que portaba cicatrices en la región cervical, a 35) —tal como fue señalado— y que sufrió un
partir del occipital, línea media del cuello parte daño que le ocasionó secuelas incapacitantes de
posterior hacia abajo, una de 13 cm por 2 cm de orden físico, estimo que es justo y razonable esta-
ancho, dura elástica, considerada antiestética. blecer esta partida en la suma de $ 50.000.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 87

b) Daño Psíquico. resarcimiento de este aspecto del daño en la suma


de $ 4.800. (conf. art. 165 del Código Procesal).
1) Incapacidad Psíquica. ($ 51.840)
d) Daño estético ($ 40.000).
En punto al daño psíquico diré que el art. 1068
del código civil al establecer que habrá daño siem- Idéntico criterio al esbozado sobre el daño psí-
pre que se causare a otro algún perjuicio suscep- quico corresponde al parcial en cuestión.
tible de apreciación pecuniaria indirectamente por
el mal hecho a su persona o a sus derechos o a sus a) El experto describió las cicatrices que
facultades, permite emplazar allí todo detrimen- portaba la víctima en relación causal con el he-
to económico a la salud del ser humano, com- cho a la data del examen. Sostuvo que en la re-
prensivo de sus aptitudes físicas y psíquicas que le gión cervical, a partir del occipital, línea media,
permiten desarrollarse como tal, y sin perjuicio del cuello parte posterior hacia abajo, pudo ob-
de la reparación el agravio moral legislado en el servar una cicatriz, de 13 cm. por 2 de ancho
art. 1078 del mismo Código Civil. duro —elástica, indolora—, que rodaba sobre
planos profundos, discretamente pálida con res-
a) No obstante ello, en primer lugar debe con- pecto al color del cuerpo, que se extendía hasta
cluirse acerca de la existencia o inexistencia del una línea que unía el borde superior de las es-
daño. cápulas y que revestía el carácter de antiestética.
Detectó otra cicatriz de 4 por 2 cm., a nivel del
b) En cuanto al aspecto psicológico, el profe- borde coxal derecho, despigmentada, indolora,
sional informó que la menor estaba atravesando que rodaba también sobre planos profundos y
una etapa en la cual se ponía énfasis en la aparien- en relación directa con el injerto realizado a ni-
cia, propio de la edad, y que la adolescente reac- vel cervical para lograr la fijación de la columna
cionaba sintiéndose desgraciada, temporariamen- cervical de la actora.
te depresiva y queriendo estar sola. El psicodiag-
nóstico reflejó una chica con dificultades, que A fs. 11/12 se agregaron (en copia) las fotogra-
frente a nuevas situaciones, “sentía que no iba a fías que dan cuenta de las cicatrices que portaba
poder”, configurando un trastorno adaptativo con la actora.
ansiedad.
b) Por otro lado, el experto examinó la articula-
c) A fs. 618 el especialista fijó la discapacidad ción de la columna cervical, señalando —entre
psíquica en el orden del 15% de la T. O. otras cuestiones— que existía una disminución
de 5 grados en el movimiento de flexo extensión
En virtud de lo expuesto, teniendo en cuenta de la actora. Que, además, denotaba una dismi-
las condiciones personales de la víctima y las par- nución en alrededor de 3 grados con respecto a la
ticularidades del caso, a más de las impugnacio- normal. Y que lo propio acontecía respecto de los
nes que ya fueron examinadas, juzgo que apro- movimientos de rotación entre 3 y 5 grados con
piado establecer en $ 15.000. la suma resarcitoria respecto a la normal. Que se observaba hipotro-
de este aspecto del daño. fia de músculo trapecio izquierdo y de cintura
escapular de ese mismo lado, dolorosa, y con dis-
b).2 Gastos de terapia. minución de movimiento.

Acreditado el daño psíquico y la merma de la En razón de todas estas consideraciones, te-


capacidad en este aspecto, el experto recomendó niendo en cuenta la edad y sexo de la víctima,
un tratamiento psicoterapéutico, a razón de una habiendo efectuado un pormenorizado examen
sesión mínima por semana, con una duración no de las secuelas de orden estético que padece a
menor a los dos años, estimando el costo del mis- consecuencia del accidente, juzgo que es prudente
mo por cada sesión entre los $ 50 a $120, a nivel y razonable fijar en $ 10.000. la suma indemniza-
privado. toria de este parcial.

e) Reparación quirúrgica del la lesión estética


Teniendo en cuenta, asimismo, que la Obra (25.000).
Social informó que el Sistema de Salud no cuenta
con asistencia gratuita, sino comprendida dentro Los actores reclamaron la reparación quirúrgi-
de las prestaciones que brinda el Plan Integral, ca de la lesión estética (cirugía estética). Sostuvie-
considero que es ajustado a derecho establecer el ron que las cicatrices que presentaba la actora

responsabilidad civil
y seguros
88 · jurisprudencia

tenían la posibilidad de ser mejoradas quirúrgica- f) Valor Chance ($ 25.000).


mente luego de su maduración total.
La actora reclamó la pérdida de la chance fun-
a) El perito determinó que no era posible ase- dándose en que la práctica del deporte como ac-
gurar el grado de efectividad de la cirugía plástica tividad profesional le “podría haber generado ga-
en cuanto a la desaparición total de las cicatrices. nancias en el futuro”.
Refirió que las secuelas eran irreversibles, aun-
que no en punto al daño estético, toda vez que a a) En efecto, tal como lo he sostenido en ante-
través de la práctica quirúrgica se mejoraría mu- riores pronunciamientos, la existencia del daño
cho el aspecto estético de las cicatrices. ya sea actual o futura debe ser cierta para poder
condenarse al pago de la indemnización corres-
Estimó, además, que la plástica de cicatriz po- pondiente. Vale decir la mera posibilidad de que
dría realizarse en un solo acto médico a un costo ocurra un perjuicio no autoriza a reclamar resar-
de $ 1000 (M. N. para el cirujano plástico y de cimiento. El perjuicio no deja de ser cierto por no
$ 200 para el ayudante y /o instrumentadora o sea ser actual ni ser líquido. Puede ser un daño futuro
$ 400), a lo que habría que adicionar $ 800 en (no realizado al momento del hecho o del dictado
concepto de internación (fs. 590, resp. i), j), k), l)). de la sentencia), pero tiene que ser cierto y su
monto susceptible de ser determinado judicial-
b) En consecuencia, propondré que se otor- mente. Por tanto, y así lo ha considerado la juris-
gue la suma de $ 2.500. para reparar el costo de la prudencia, cuando la pérdida de una chance es
reparación quirúrgica (conf. art. 165 del C. Proce- un daño actual y cierto, es susceptible de ser in-
sal). demnizada (conf. Bustamante Alsina, “Teoría
General de la Responsabilidad Civil”, 5ª edición,
e) Daño moral ($ 60.000). Abeledo Perrot, Daño Resarcible, p. 146). La chan-
ce —que se relaciona con ocasión, oportunidad,
La actora resaltó la intensidad del padecimien- probabilidad, expectativa— es la posibilidad de
to moral que sufrió con motivo del accidente. un beneficio probable futuro que integra las fa-
cultades de actuación del sujeto, conlleva daño
a) En derredor de esta partida del daño, la Sala aún cuando pueda resultar dificultosa la estima-
que integro participa del criterio que aprehende ción de su medida (Bustamante alsina, Jorge H.,
con amplitud el daño moral, al considerar que “La indemnización ´por pérdida de chance” LA
este perjuicio no queda reducido al clásico “pre- LEY, 1989-D, 289 y sigtes.; íd. Tanzi Silvia “La res-
tium dolores” (sufrimiento, dolor, desesperanza, ponsabilidad de la pérdida de la chance”, en “La
aflicción, etc.), sino que a más de ello, apunta a responsabilidad - Homenaje al Prof. Dr. I. H. Gol-
toda lesión a intereses (jurídicos) del espíritu cuyo denberg”, Ed. Abeledo Perrot, p. 329 y sigtes.).
trasunto sean unas alteraciones desfavorables en
Pero para que así sea debe existir una circuns-
las capacidades del individuo de sentir —“lato sen-
tancia cierta: la “oportunidad” de obtener la ga-
su”—, de querer y de entender.
nancia (o de evitarse el perjuicio) y que esa oportu-
nidad cierta se haya perdido por el hecho de un
b) En ese orden de ideas y a partir del carácter tercero (o a causa de la inejecución de la obliga-
resarcitorio que le asiste al daño moral —criterio ción por el deudor). Es decir que si la probabilidad
netamente dominante hoy en día—, pues desem- hubiese tenido bastante fundamento, la pérdida
peña la función de satisfacer perjuicios que no de ella debe indemnizarse. Si por el contrario la
sean mensurables con exactitud (conf. Bustamante posibilidad frustrada es vaga y general, no corres-
Alsina, Jorge, “Teoría Gral. de la Responsabilidad ponde la reparación porque se ingresaría en el
Civil”, Bs. As., 1989, p. 179 y sigtes.), y en vista de la campo de los daños eventuales e hipotéticos.
gravedad objetiva del perjuicio traducida en el
grado de sufrimiento físico e inquietud espiritual En la especie, y siguiendo el criterio señalado,
padecidos propias del accidente protagonizado, considero que no existe fundamento bastante que
máxime —como ya dije— teniendo en cuenta la permita presumir y/o concluir acerca de la posi-
edad de la actora a la data del hecho y las declara- bilidad de que la “chance” se convierta en cierta.
ciones de los testigos con relación a las angustias Ello es así toda vez que la actora debió haber acer-
y padecimientos que soportó en la etapa que so- cado algún elemento probatorio que me permi-
brevino al accidente, creo que es prudente esta- tiese acordar una indemnización distinta —a la
blecer en $ 30.000. la cantidad para indemnizar fijada en concepto de incapacidad sobrevivien-
este aspecto del daño. te— por este concepto.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 89

En consecuencia, propondré que se rechace experto sugirió tratamiento de psicoterapia para


esta partida indemnizatoria. la madre de la víctima por un lapso no menor de
dos años y con una frecuencia mínima de una vez
2) Silvia Susana Lagalla y Esteban Ricardo Bu- a la semana a un costo que oscila entre $ 50 y
ratti. $ 120, a nivel privado (fs. 592 y fs. 618).

a) Daño Psíquico ($ 103.680-). No obstante la impugnación referida (ver espe-


cialmente fs. 603 “in fine” y fs. 607 vta.), considero
a.1) Incapacidad Psíquica. que es justo y razonable establecer en $ 3.500. la
indemnización para paliar los gastos de terapia
Los actores reclamaron por el “evidente daño (conf. art. 165 del Código Procesal).
psíquico” que padecían a raíz del accidente que
protagonizó la hija de ambos. Refirieron que su b) Gastos de farmacia. Asistencia Médica. Cu-
estructura psíquica no resistió el impacto del he- raciones ($ 3000).
cho que les dejó una severa perturbación en ra-
zón de todos los factores que se vieron mutados Los reclamantes peticionaron los gastos nece-
en la vida cotidiana de la familia. Que, por lo de- sarios para afrontar el costo de visitas médicas,
más, el recuerdo constante del accidente les cau- compras de medicamentos y estudios para lle-
só un perjuicio psíquico emocional “pues actúan var a delante el tratamiento asistencial de la me-
permanentemente a la defensiva sobre cuidando nor.
a la niña”.
Acerca de este parcial indemnizatorio, la juris-
Sobre el encuadre jurídico del asunto, me re- prudencia ha decidido la procedencia del reinte-
mito a las consideraciones vertidas al abordar el gro de los gastos médicos y de farmacia en que
reclamo de la menor. debió incurrir la víctima como consecuencia de
un hecho ilícito. Ello es así aunque no exista prue-
A fs. 592 se expidió el perito médico respecto ba documentada que demuestre precisa y direc-
de las posibles secuelas de orden psicológico que tamente su erogación, siempre que resulte razo-
padecen los padres de la menor a raíz del hecho. nable su correlación con la lesión sufrida y el tiem-
Hizo referencia a los exámenes psicodiagnósti- po de su tratamiento.
cos que les fueron realizados —conf. fs. 570/571 y
fs. 572/573—. Lo propio acontece aún en el caso que la dam-
nificada haya sido atendida en hospitales públi-
a) Concluyó que la Sra. Lagalla de Buratti reve- cos o que cuente con cobertura social —como en
laba un temor exacerbado por la historia de su el caso— toda vez que siempre existen erogacio-
hija, incrementándose los controles y la ansiedad. nes que no son completamente cubiertas.
El perito diagnosticó “trastorno adaptativo con
estado de ánimo depresivo” y estimó la merma Sin perjuicio de ello, la presunción es suscep-
de la capacidad en el orden del 8% de la t. o. tible de rebatirse por prueba en contrario, la que
deberá producir quien alega la improcedencia
b) Respecto de Esteban Burartti, el especialista del reclamo (si el recurrente es el demandado) o
manifestó que no presentaba secuelas psicológi- pretende una suma superior a la fijada por el
cas en relación con el accidente. sentenciante en uso de las facultades que le otorga
el art. 165 del Cód. Procesal, cuando se trata del
El dictamen fue consentido en lo que a este accionante.
aspecto concierne.
En la especie, los actores contaban con cober-
Por tanto, propicio que se fije en la suma de $ tura social a la data del hecho (fs. 418; fs. 444 y
5.000. la partida indemnizatoria para indemnizar fs. 541). No obstante ello, en virtud de las lesio-
la incapacidad psicológica de la coactora Lagalla nes sufridas, el tiempo y tipo de tratamiento in-
de Buratti. dicado por los especialistas, a más del costo del
collar de Filadelfia que la actora debió usar el
a.2) Terapia de Apoyo. tiempo indicado conforme factura reconocida a
fs. 483/483 vta., me inclinan a fijar el monto de
Frente al diagnóstico señalado —trastorno $ 1.500. para paliar estos gastos (art. 165 del Có-
adaptativo con estado de ánimo depresivo— el digo Procesal).

responsabilidad civil
y seguros
90 · jurisprudencia

c) Gastos de movilidad ($ 1000). b) En cuanto a las costas del proceso principal,


de conformidad con el resultado de los recursos
Por idénticas consideraciones a las vertidas en planteados, se imponen a las demandadas (conf.
el rubro anterior, estimo que es ajustado a dere- citado art. 68 del Código Procesal).
cho establecer en $ 800 la partida para indemni-
zar los gastos de traslados habidos como conse- IX. Conclusión.
cuencia del accidente.
Por todas las consideraciones que dejo expues-
VII. Intereses. tas de conformidad con lo dictaminado por la
La suma por la que prospera la demanda lleva- Sra. Defensora de Menores de Cámara y si mi
rá intereses, los que se computarán a la tasa pasi- voto es compartido, propongo revocar la senten-
va promedio que publica mensualmente el Ban- cia apelada y admitir la demanda incoada por el
co Central de la República Argentina (conf. Ple- actor. En consecuencia, condenar a la codeman-
nario “Alaniz Ramona Evelia y otro c. Transpor- dada Asociación Católica Irlandesa — Colegio
tes 123 SACI interno 200 s/daños y perjuicios” del Santa Brígida— y a la compañía de seguros El
23 de marzo de 2004), desde la fecha de cada per- Comercio Compañía de Seguros a Prima Fija SA,
juicio objeto de reparación (conf. Plenario “Gó- en los términos y alcances del art. 118 de la ley
mez, Esteban c. Empresa Nacional de Transpor- 17.418, a abonar a los actores la suma total de
te”, de fecha 16 de diciembre de 1958). $ 123.100. discriminados del siguiente modo:
$ 112.300. para M. B. y $ 10.800. para Silvia Susana
VIII. Imposición de costas. Lagalla de Buratti y Esteban Buratti (de confor-
midad con lo establecido en los considerandos
a) Los accionantes cuestionaron la imposición de pertinentes), con más los intereses que se calcu-
costas “en el orden causado” derivadas del rechazo larán del modo indicado en el considerando res-
de la excepción de prescripción opuesta por la Aso- pectivo. La suma correspondiente a la menor de-
ciación Católica Irlandesa y por su aseguradora. berá depositarse en el Banco de la Nación Argen-
tina, Sucursal Tribunales, en una cuenta a plazo
Sostuvieron que no existieron los motivos alu- fijo renovable en forma automática cada treinta
didos por el sentenciante para liberar al perdido- días, a nombre de estos autos y a la orden del juez
so de la carga natural de soportar las costas. Que, interviniente. Modificar la imposición de costas
por el contrario, el juez le impuso las costas a los respecto del rechazo de la excepción interpuesta
actores respecto de la admisión de la excepción por la Asociación Católica Irlandesa y su asegura-
de prescripción incoada por el Instituto Maria- dora e imponerlas a la excepcionante que resultó
nista sin invocar atenuante alguno. a) La distribu- vencida. Con costas de ambas instancias de cargo
ción de las costas constituye —frente al hecho de la demandada perdidosa (art. 68 del Código
objetivo de la derrota— una hipótesis de excep- Procesal).
ción que puede tener lugar ante cuestiones origi-
nales o dudosas de derecho, o frente a situacio- Así lo voto.
nes de hecho que revisten singular complejidad.
El doctor Sánchez por análogas razones a las
En mi opinión, las circunstancias señaladas en aducidas por el señor juez de cámara doctor Vi-
el fallo de grado que por lo demás condujeron al lar, votó en el mismo sentido a la cuestión pro-
sentenciante a establecer las costas en el orden puesta.
causado (vgr. diversidad de opiniones doctrina-
rias respecto del tipo de responsabilidad de los La doctora Ana M. Brilla de Serrat no intervie-
establecimientos educacionales así como la “con- ne por hallarse en uso de licencia.
fusión” de los padres de la menor al confeccionar
el formulario de inicio de mediación), no ameri- Por lo que resulta de la votación que instruye el
tan apartarse del principio general. Sobre el parti- Acuerdo que antecede, 1. se revoca la sentencia
cular, me remito —también— a las consideracio- apelada y se admite la demanda incoada por el
nes vertidas en el apartado III, A). actor. 2. Se condena a la codemandada Asocia-
ción Católica Irlandesa —Colegio Santa Brígida—
Por tanto propongo que se modifique la impo- y a la compañía de seguros El Comercio Compa-
sición de costas respecto del rechazo de la excep- ñía de Seguros a Prima Fija SA, en los términos y
ción de prescripción y se impongan a las excep- alcances del art. 118 de la ley 17418, a abonar a los
cionantes que resultó sustancialmente vencidas actores la suma total de $ 123.100. discriminados
(arg. art. 68 del CPCC). del siguiente modo: $ 112.300. para M. B. y $ 10.800

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 91

para Silvia Susana Lagalla de Buratti y Esteban dios periodísticos, en las cuales la habría
Buratti (de conformidad con lo establecido en los señalado como sospechosa de un delito que
considerandos pertinentes), con más los intere- no cometió y por el cual no fue enjuiciada,
ses que se calcularán del modo indicado en el en el ámbito de la difusión que rodeó a la
considerando respectivo. La suma correspondien- muerte de su hermana. El juez de primera
te a la menor deberá depositarse en el Banco de la instancia admitió la demanda. Apelaron
Nación Argentina, Sucursal Tribunales, en una ambas partes. La alzada eleva el monto
cuenta a plazo fijo renovable en forma automáti- acordado por daño moral.
ca cada treinta días, a nombre de estos autos y a la
orden del juez interviniente. 3. Se modifica la im- 1. — Es procedente concluir que la demanda-
posición de costas respecto del rechazo de la ex- da incurrió en una conducta culpable que
cepción interpuesta por la Asociación Católica genera la obligación de resarcir los daños
Irlandesa y su aseguradora e imponerlas a la ex- causados, si la lectura de las declaracio-
cepcionante que resultó vencida. Con costas de nes que realizó en un medio de prensa,
ambas instancias de cargo de la demandada per- en el contexto en que fueron efectuadas,
didosa (art. 68 del Código Procesal). 4. Conforme revela que tuvieron entidad suficiente
al presente pronunciamiento y atento lo dispues- para transmitir una suerte de sospecha
to por el art. 279 del Cód. Proc. y arts. 1°, 6°, 7°, 9°, sobre la actuación que la actora pudo
11, 37 y 38 del arancel y ley modificatoria 24.432, haber tenido en la muerte violenta de un
así como la proporción que deben guardar los familiar.
honorarios de los peritos con los de letrados, se
adecuan los honorarios fijándose en trece mil 2. — El deficiente conocimiento jurídico que
pesos ($ 13.000) la retribución de los Dres. A. S. T. la demandada pudo haber tenido no im-
y M. J. G., en conjunto; en once mil pesos ($ 11.000) pide responsabilizarla por el daño causa-
la de los Dres. J. G. N. F. y M. T. M.; en siete mil do con motivo de las declaraciones que
quinientos pesos ($ 7.500) la de los Dres. M. L. S., realizó a un medio de prensa y en las cua-
H. P. C. G., M. P. S., M. A. R. y S. M. R., en conjun- les transmitió una suerte de sospecha
to; en nueve mil cien pesos ($ 9.100) la de los Dres. acerca de la actuación que la actora pudo
J. R. O. E. y H. C. F., en conjunto; en seis mil pesos haber tenido en la muerte violenta de un
($ 6000) la de los Dres. H. O. A., S. C. y F. M. D., en familiar, ya que, en todo caso y sin men-
conjunto, confirmándose por ser ajustadas a de- gua de su libertad de expresión, debió
recho las correspondientes a los Dres. C. C. P. y J. haberla llevado a no difundir por aquel
C. P. y al contador J. L. A. Por la actuación ante medio comentarios de lo que ignoraba
esta alzada se fija en cuatro mil seiscientos pesos cuando de ese modo ocasionaba daños a
($ 4600) el honorario de los letrados de la parte terceros.
actora, en tres mil ochocientos pesos ($ 3800) el
de los letrados del Instituto Cultural Marianista, CUANTIFICACION DEL DAÑO
en tres mil doscientos pesos ($ 3200) el de los CUANTIFICACION DEL DAÑO
letrados de la Asociación Católica Irlandesa y en El hecho dañoso:
dos mil pesos ($ 2000) el de la letrada de El Co- Declaraciones realizadas por la demandada en
mercio Cía. Seg. A Prima Fija S.A. (art. 14, ley de un medio de prensa, generando un estado de
arancel 21.839).— Miguel A. Vilar.— Diego C. Sán- sospecha acerca de la participación de la acto-
ra en la muerte violenta de un familiar
chez.
Referencias de la víctima:
Sexo: Femenino
Estado civil: casada
◆ RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS DE PRENSA
Componentes del daño:
Daño extrapatrimonial
Declaraciones realizadas en un medio de prensa Daño moral genérico: $ 20.000
con entidad suficiente para transmitir sospecha
sobre la actuación que la actora pudo haber te-
nido en la muerte violenta de un familiar — Obli- 1397 — CNCiv., sala I, 2008/04/29. - H. de B., I. c.
gación de resarcir los daños causados M. de P., S. (1).

Hechos: Una mujer se sintió agraviada por (1) El fallo in extenso puede consultarse en Aten-
las declaraciones que otra efectuó en me- ción al Cliente y en www.laleyonline.com.ar

responsabilidad civil
y seguros
92 · jurisprudencia

◆ SEGURO Civil, ya que, en ausencia de dolo, también


puede dar pie a un cuasidelito en los térmi-
Incumplimiento de la compañía aseguradora de nos del art. 1109 del mismo ordenamiento,
abonar una póliza por incendio ocurrido en un imputable a título de culpa, en cuyo caso es
inmueble ante la denuncia del siniestro efectua- procedente hablar simplemente de acusa-
da por el asegurado imputándole que el mismo ción o denuncia culposa.
había sido intencional — Denuncia calumniosa
de la aseguradora en sede penal CUANTIFICACION DEL DAÑO
CUANTIFICACION DEL DAÑO
Hechos: El propietario de un inmueble que El hecho dañoso:
sufrió un incendio, promovió demanda Denuncia calumniosa formulada por una com-
contra la compañía con la cual había con- pañía aseguradora a los fines de eximirse del
tratado un seguro, afirmando que ésta in- pago de la indemnización por el incendio denun-
cumplió su obligación de pagar la indem- ciado por el asegurado
nización correspondiente, imputándole que
el siniestro había sido intencional. Por ello, Referencias de la víctima:
Sexo: masculino
reclamó rubros tales como daño emergen-
te, lucro cesante, daño moral y daño psí- Componentes del daño:
quico. La demanda fue admitida sólo con Daño extrapatrimonial
relación al daño psicológico, por lo cual Daño moral genérico: $ 30.000
apeló el actor. La alzada revoca la senten- Daño patrimonial
cia y resarce el daño emergente y el moral. Daño emergente: $ 17.080
Tasa de interés:tasa activa que percibe el Ban-
1. — Debe considerarse culposa por haber ex- co de la Nación para sus operaciones de des-
cuento a treinta días, plazo vencido
cedido el ámbito propio del ejercicio regu-
lar de los derechos –arts. 512 y 1071, Cód.
Civil—, la conducta de la compañía asegu- 1398 — CNCom., sala C, 2008/03/11 (*). - Repetto,
radora que ante la denuncia de un siniestro Jorge María c. Lua Seguros La Porteña S.A..
efectuada por el asegurado, procuró no
asumir el pago de la respectiva póliza am- 2ª Instancia.— Buenos Aires, marzo 11 de 2008.
parándose en el art. 70 de la ley 17.418 (Adla,
XXVII-B, 1677), afirmando que el siniestro ¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada de
—en el caso, incendio de un inmueble— fs. 804/812?
había sido intencional, siendo que la inves-
tigación penal respectiva fue archivada sin El doctor Ojea Quintana dice:
que se lograra individualizar a ningún au-
tor o partícipe del delito alegado. I. La causa.

2. — Se configura un supuesto de denuncia ca- 1. Se presentó a fs. 519/556 el actor Sr. Jorge
lumniosa que genera la obligación de repa- María Repetto promoviendo demanda por daños
rar, ante el obrar de la compañía asegura- y perjuicios contra Lua Seguros La Porteña S.A.
dora que, habiendo sido anoticiada de la por la suma de pesos setecientos dieciséis mil
ocurrencia de un siniestro y sin contar con seiscientos cuarenta y nueve con ocho centavos
elementos que objetivamente exhibieran ($ 716.649,08) y dólares estadounidenses ochen-
un grado revelante de verosimilitud para ta y cuatro mil (u$s 84.000), con más los intereses
evitar daños como los reclamados, formu- y costas.
ló una denuncia en sede penal con la finali-
dad de obtener una declaración respecto Explicó que la demandada incumplió dolosa-
de la responsabilidad que pretendía endil- mente con el contrato de seguro acordado al no
gar al asegurado —en el caso, incendio in- abonar la indemnización correspondiente por
tencional—, aún cuando no individualiza- haberse verificado el siniestro de incendio de la
ra en forma directa a quien consideraba propiedad asegurada. Señaló que para justificar-
como presunto responsable. se invocó el art. 70 de la ley 17.418.

3. — La acusación calumniosa no sólo puede (*) Citas legales del fallo núm. 1398: ley 17.418
configurar el delito del art.1090 del Código (Adla, XXVII-B, 1677).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 93

Adujo que promovió demandada por el cobro Distribuyó las costas en el orden causado en
del seguro, también en trámite ante el Juzgado razón de la naturaleza de las cuestiones ventila-
Comercial N° 11, Secretaría N° 21, que exhibe una das.
carátula homónima. Señaló que allí la accionada
fue condenada al pago de las sumas aseguradas. III. El recurso.
Impugnó que la deuda no hubiera sido fijada en
dólares estadounidenses. De esa sentencia apeló el actor a fs. 816. Su ex-
presión de agravios luce a fs. 839/859. Este tribu-
Asimismo, afirmó que la demandada incurrió nal a fs. 862 dio por decaído el derecho de la de-
en una acusación calumniosa al comunicarle mandada a contestar el traslado de la misma.
mediante la CD 347162154 AR que el siniestro ha-
bía sido intencional y que por ello se liberaba de Manifestó el apelante que la a quo omitió dar
responsabilidad. tratamiento al reclamo formulado en orden a la
acusación calumniosa por cuya virtud su parte
Se refirió extensamente a la responsabilidad reputa responsabilidad a la contraria.
contractual y extracontractual que cabe atribuir
a su contraria. Destacó que el factor de atribuci- Luego, consideró errada la conclusión de la
ón configurado en autos es el dolo. anterior sentenciante en cuanto juzgó que: a) no
Procuró el resarcimiento de los siguientes ru- correspondió el análisis del invocado daño emer-
bros, cuya procedencia fundó profusamente, a gente ni de la controversia relativa a la inconstitu-
saber: a) daño emergente: $ 447.080 y u$s 15.000; cionalidad del plexo normativo sobre pesificaci-
b) lucro cesante: $ 96.289,08; c) daño moral: ón, en tanto ello mereció adecuado estudio en la
$ 150.000; d) daño psíquico: $ 17.280. causa “Repetto Jorge María c. Lua Seguros La
Porteña S.A. s/ordinario” (n 90.072); y b) las pru-
Ofreció prueba. ebas arrimadas al sub lite resultaban insuficientes
para ponderar procedente el daño moral y el lu-
2. Corrido el traslado de la demanda, esta no cro cesante, conceptos indemnizatorios aquí re-
fue contestada. A fs. 571 se decretó la rebeldía de clamados.
la accionada en los términos del Cpr. 59.
IV. La solución.
II. La sentencia de primera instancia.
(i) Es cuanto menos dudoso que la expresión
Mediante el pronunciamiento de fs. 804/812 la de agravios satisfaga las exigencias de la técnica
a quo receptó parcialmente por la suma de $ 25.000 recursiva previstas en el Cpr. 265. No se aprecia
la demanda promovida por Jorge María Repetto una crítica concreta y razonada de las partes del
contra Lua La Porteña S.A. fallo que el apelante estima equivocadas. El re-
currente se limita a expresar que cuestiona lo re-
Para decidir así, la sentenciante consideró que suelto por el juez, pero no agrega argumento al-
las cuestiones concernientes al pago del daño guno en apoyo de su postura. Si bien precisa su
emergente y a la declaración de la inconstitucio- disconformidad con el pronunciamiento de la
nalidad de la normativa sobre pesificación ya ha- anterior instancia, lo cierto es que, sustancialmen-
bían sido materia de análisis jurisdiccional en au- te, repite los argumentos introducidos en el libelo
tos “Repetto Jorge María c. Lua Seguros La Por- de inicio.
teña S.A. s/ordinario” (n 90.072) por lo que cor-
respondía su desestimación. Ya desde el inicio de la demanda el planteo apa-
rece confuso y falto de claridad. Nótese que el
Con relación al resarcimiento pretendido en reclamante se refiere indistintamente a lo largo
concepto de lucro cesante y daño moral, juzgó de sus presentaciones, tanto en la demanda como
que la insuficiencia de la actividad probatoria des- en la expresión de agravios, al resarcimiento que
plegada por la accionante también conducía a su considera que le corresponde por el incumplimi-
rechazo. ento contractual que atribuye a la demandada
como también por la acusación calumniosa que
Finalmente, con base en la pericia en medicina dice efectuada por aquélla a su respecto. Así, se
psiquiátrica de fs. 709/714 y las testimoniales del verifica un impreciso desarrollo de la cuestión
fs. 695/97 y 689/91, acogió la reparación del ru- cuya resolución favorable procura el actor, que
bro daño psicológico. Invocando la previsión del pivotea entre el análisis del alegado incumplimi-
Cpr. 165 fijó su monto en $ 25.000. ento del contrato de seguro —que debe insertar-

responsabilidad civil
y seguros
94 · jurisprudencia

se en la órbita de la responsabilidad contractu- rio”, N° 122.804/2001, que tengo a la vista. Aún


al— y la invocada acusación calumniosa —que ha más, entiendo que dicho razonamiento debe ha-
de encuadrarse en el marco de la responsabilidad cerse extensivo a la pretensión de la actora con-
extracontractual—. cerniente al daño moral y al lucro cesante que
dice derivado del incumplimiento contractual.
En rigor, tales deficiencias del recurso tornarí-
an procedente declarar su deserción (Cpr. 266). Es cierto que la sentenciante de grado desesti-
No obstante ello, a los efectos de otorgar la mayor mó tal arista de la pretensión construyendo su
amplitud posible al ejercicio del derecho de de- razonamiento jurídico sobre un fundamento di-
fensa del apelante, trataré el asunto planteado. verso; esto es, porque a su juicio no existieron
elementos de juicio que pudieran acreditar los
(ii) El incumplimiento contractual. daños alegados.

1. El actor, de un lado, reclamó el cobro de Mas considero que debe confirmarse el pro-
cierto resarcimiento con base en la falta de pago nunciamiento apelado puesto que, aún cuando
de la cobertura correspondiente por el contrato los argumentos invocados en el decisorio de gra-
de seguro contra incendio acordado con la con- do no exhiben similitud con los que aquí serán
traria. Imputó a la demandada un incumplimien- desarrollados a continuación, sí resulta idéntica
to contractual “doloso”. la solución jurisdiccional provista: la desestimaci-
ón de la demanda en este sentido.
Pareciera que por virtud de ello y en el marco
de la responsabilidad contractual procuraba la 2. “Cosa juzgada”.
indemnización de los siguientes rubros:
Explica Alsina que como hay litispendencia cu-
a) Daño emergente que estimó en u$s 15.000 ando la nueva demanda comprende a las mismas
ya que “debido o al incumplimiento generado personas, persigue el mismo objeto y se funda en
maliciosamente he debido continuar alquilando la misma causa que otra pendiente ante el tribu-
una finca por no poder hacerlo en la suya propia, nal, hay cosa juzgada cuando la nueva demanda
por haberse siniestrado y no haber recibido al pretende un nuevo pronunciamiento sobre una
presente el valor de la misma” (v. fs. 527 vta.) y en cuestión decidida anteriormente en otro litigio
u$s 69.000 puesto que debe incluirse el monto (Hugo Albina, “Derecho Procesal”, Ediar, Bs. As.,
que tuvo que pactar con su letrado en concepto 1961, T. III, ps. 146/147).
de cuota de litis (v. fs. 528). Manifestó que corres-
ponde declarar la inconstitucionalidad del plexo Entre la pretensión que fue objeto de juzgami-
normativo sobre pesificación y que ha de dispo- ento mediante sentencia firme y la pretensión
nerse la condena en la moneda extranjera señala- posterior debe mediar identidad en cuanto a los
da. También expresó que “debe incluirse la dife- sujetos (eadem personae), al objeto (eadem res) y
rencia de la cotización del dólar estadounidense a la causa (eadem causa pretendi) (conf. Lino En-
pactada en el seguro y al de su valor en el merca- rique Palacio, “Derecho Procesal Civil”, Abeledo
do libre de cambio” (v. fs. 528). Perrot, Bs. As., 1990, T. IV, ps. 135/136). Cabe seña-
lar en este sentido que los jueces cuentan con un
b) Lucro cesante “a consecuencia del incum- margen de discrecionalidad a fin de establecer si
plimiento del demandado, que se vio expresado los litigios, considerados en su conjunto, son o no
en la diferencia de las ganancias que percibía an- idénticos, contradictorios, o susceptibles de coe-
tes del hecho dañoso y las que percibió después” xistir (conf. Fenochietto-Arazi, “Código Procesal
(v. fs. 528 vta.). Civil y Comercial de la Nación...”, Astrea, Bs. As.,
1985, T. 2, ps. 234/235).
c) Daño moral “ocasionado por la demandada
por diversos capítulos de responsabilidad” (v. fs. 530). El propósito de este instituto procesal es evitar
dos pronunciamientos sobre una misma cuesti-
Comparto la decisión asumida por la anterior ón. Dicho de otro modo, se acuerda como medio
magistrada en punto a la improcedencia del tra- de asegurar la inmutabilidad o irrevocabilidad de
tamiento del reclamo formulado con relación al las cuestiones resueltas con carácter firme en un
daño emergente y a la inconstitucionalidad de la proceso anterior, y de evitar, por lo tanto, el pro-
normativa sobre pesificación, toda vez que cons- nunciamiento de una segunda sentencia eventu-
tituyen materia juzgada en los autos “Repetto Jor- almente contradictoria (conf. Lino Enrique Pala-
ge María c/Lua Seguros La Porteña S.a. s/ordina- cio, op. cit., T. IV, p. 135).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 95

Por lo demás, en los términos del Cpr. 347 in mercial de la Nación”, T. 1, ps. 854/855, Astrea,
fine, la existencia de cosa juzgada puede ser de- Bs. As., 1985; y obras allí cit.).
clarada de oficio en cualquier estado de la causa.
2. Tradicionalmente se han destacado los sigui-
3. Desde dicha perspectiva conceptual, corres- entes presupuestos de la responsabilidad civil: (a)
ponde discernir si los aspectos del reclamo pre- la antijuridicidad; (b) el factor de atribución; (c) el
cedentemente precisados deben ser desestima- daño resarcible; y (d) la relación causal entre el
dos, en tanto han pasado en autoridad de cosa hecho y el daño (Llambías Jorge, “Tratado de De-
juzgada. recho Civil - Obligaciones”, Abeledo Perrot, Bue-
nos Aires, 1973, p. 611).
Considero que todas las cuestiones vertidas por
la actora en el sub lite con relación al incumplimi- Con relación a la denominada acción civil por
ento contractual de la demandada no pueden ser acusación calumniosa, la simple existencia de una
aquí juzgadas. decisión judicial que absuelva o sobresea al im-
putado es insuficiente para que este pueda recla-
En efecto, la pretensión formulada en esta cau- mar daños y perjuicios. Es menester el factor sub-
sa —en punto a tales aspectos del reclamo— exhi- jetivo de atribución.
be identidad, en cuanto a los sujetos, objeto y
causa, con la que oportunamente fuera traída al En el Código Penal, ese factor atributivo es el dolo.
conocimiento de la jurisdicción en los autos “Re- Se discute si esta figura —prevista por el art. 1090,
petto Jorge María c. Lua Seguros La Porteña S.A. Cód. Civ.— requiere como elemento esencial la
s/ordinario”, N° 122.804/2001. malicia, la sinrazón, el pleno conocimiento de la
inocencia del acusado o si, por el contrario, admi-
Nótese que en ambos casos las partes son las te la figura culposa.
mismas y el objeto lo constituye el resarcimiento
de los daños y perjuicios con causa en el incum- En el plano civil puede tratarse de un delito o
plimiento contractual de la póliza de seguro que un cuasi delito: el mencionado art. 1090 del Códi-
vinculó a Jorge María Repetto con Lua Seguros La go Civil no puede interpretarse como enervante
Porteña S.A. Asimismo, el pronunciamiento defi- del principio general según el cual todo aquél que
nitivo allí dictado se encuentra firme. por su culpa o negligencia ocasiona un daño a
otro está obligado a la reparación del perjuicio
De modo que la queja efectuada por la accio- (art. 1109). Por lo tanto, aunque la demanda no
nante en este sentido no encuentra asidero nor- pueda tener fundamento en el art. 1090 (por au-
mativo que permita su acogimiento, por donde sencia de prueba del dolo), la reparación será pro-
debe ser desestimada. cedente si el denunciante ha actuado culposa-
mente, con base en el art. 1109 (conf. Augusto C.
(iii) La acusación calumniosa. Belluscio - Eduardo A. Zannoni, “Código Civil... “,
Astrea, Bs. As., 1984, T. 5, p. 259).
1. La reclamante, de otro lado, también preten-
dió el cobro de cierto resarcimiento pecuniario Así se ha dicho, que la denuncia o querella ca-
en razón de los daños derivados de la acusación lumniosa involucrando un verdadero acto delictu-
calumniosa que, según manifestó, fuera formula- oso son aptas por sí solas para hacer viable el juicio
da por la demandada. Los rubros individualiza- civil por resarcimiento de los agravios patrimonia-
dos son: a) daño emergente que comprende los les y no patrimoniales soportados, los cuáles pue-
honorarios y gastos que por su defensa ha debido den tener su raíz no ya en el dolo sino en la negli-
afrontar (v. fs. 527 vta.); b) daño moral; y c) daño gencia, imprudencia o ligereza con que halla pro-
psicológico. cedido el denunciante o querellante (conf. CNCiv.
Sala D, “in re”: “Di Rimini Mario Oscar c. Fernán-
La a quo nada dijo en el pronunciamiento re- dez Alfredo s/daños y perjuicios”, del 21/04/1999).
currido con relación a este aspecto de la deman-
da entablada por el Sr. Repetto contra Lua La La acusación calumniosa no sólo puede con-
Porteña Seguros S.A. Más, por virtud del art. 278 figurar el delito del art. 1090 del Código Civil. En
del Código de Rito, la Cámara tiene potestad para ausencia de dolo, también puede dar pie a un
decidir las cuestiones omitidas, así como también cuasidelito en los términos del art. 1109 del mis-
para reparar los errores materiales de la senten- mo código, imputable a título de culpa, en cuyo
cia impugnada y los conceptos oscuros (conf. caso cabe hablar simplemente de acusación o
Fenochietto-Arazi, “Código Procesal Civil y Co- denuncia culposa (CNCiv., Sala I, “in re”: “Wet-

responsabilidad civil
y seguros
96 · jurisprudencia

zler Malbran, German c. Ferragut Irene y otros dación del siniestro invocado por el actor— no me-
s/daños y perjuicios”, del 15/04/2004). dió imputación concreta al actor por los denuncia-
dos delitos de “Incendios, Explosión o Inundación”
La circunstancia de no mediar en la especie sen- (v. denuncia obrante en la causa N° 84.037 en trámi-
tencia de condena por el delito de calumnias e te ante la Unidad Funcional N° 11 del Departamento
injurias, no dice necesariamente ausencia de res- Judicial de San Isidro, Provincia de Buenos Aires,
ponsabilidad por parte de la accionada, en orden que en copias certificadas tengo a la vista y que se
a la reparación civil. encuentra reservada en sobre grande N° 90.072 de
los autos N° 122.804/2001).
Si bien la antigua doctrina y jurisprudencia exi-
gía para la procedencia de la acción civil la previa Mas tampoco puede desconocerse que la com-
calificación penal de la denuncia como calumni- pañía de seguros informó por escrito al asegura-
osa, es hoy temperamento generalmente recibi- do aquí accionante que “declina la atención y
do que la precalificación penal de calumniosidad responsabilidad en el siniestro de la referencia
crea un requisito o presupuesto no contemplado toda vez que, conforme surge de las averigua-
en el art. 1090 del Código Civil. ciones efectuadas por nuestro liquidador “Es-
tudio Buenos Aires”, documentación e infor-
Asumir la primera corriente contraría al art. mes obrantes en nuestro poder Usted (h)a per-
1097 de ese cuerpo legal, pues cuando no se ha dido el derecho a ser indemnizado en virtud
iniciado la acción penal por denuncia calumniosa que el siniestro denunciado como ocurrido el
—lo que, por otra parte no es posible cuando el 12/5/00 ha sido objetivamente informado
juicio termina, como en la especie, en la etapa como intencional (arg. art. 70, L.S. que en su
instructoria—, se vedaría la acción civil, como si parte pertinente dice “El asegurador queda li-
se hubiese renunciado a ella por la no interposici- berado si el tomador o beneficiario provoca el
ón de la primera. siniestro dolosamente o por culpa grave”)...” (v.
fs. 4). Dicha misiva ha de tenerse por reconocida
No obstante ello, subsiste la premisa de que las por la demandada en tanto ha sido declarada re-
relaciones entre la acción civil y la penal deben re- belde (v. fs. 571) y le resultan aplicables las previsi-
girse por los principios generales establecidos en los ones de los arts. 59 y 356,1 del Código Adjetivo.
arts. 1102 y sigtes. Cód Civ. (conf. Augusto C. Bellus-
cio -Eduardo A. Zannoni, op. cit., T. 5, p. 262/63). En tales condiciones, se verifica que la com-
pañía aseguradora procuró no asumir el pago de
3. Cabe en el sub iudice situar conceptualmen- la respectiva póliza amparándose en el citado art.
te la acción por responsabilidad extracontractu- 70 de la ley 17.418. Y ello, como transcribe la acci-
al, por virtud del principio lucia novit curia, en la onada en la citada nota, porque la aseguradora
previsión del art. 1109 del Código Civil (conf. Ro- no debe abonar la respectiva indemnización si
berto Loustaunau, “El delito civil de acusación puede imputársele el siniestro como intencional
calumniosa”, publicado en RDCPC, Rubinzal al tomador o beneficiario.
Culzoni, Santa Fe, 2006, T. 2006-2, p. 211 y opus
allí citada). Es que, teniendo en cuenta que el dolo Empero, la investigación penal fue archivada
no se presume, los elementos de juicio arrimados sin que se lograra individualizar a ningún autor o
a esta causa resultan insuficientes para juzgar acre- partícipe del delito alegado (v. causa penal
ditado como doloso el factor de atribución. Nada N° 84.037, fs. 39) y su archivo fue mantenido en dos
determina la configuración del recaudo referido ocasiones (v. causa penal N° 84.037, fs. 74 y 91), no
al dolo, puesto que no se probó aquí la existencia siendo tampoco posible “saber si fue originado de
de un acto ilícito “...ejecutado a sabiendas y con modo intencional o accidental” (v. causa penal
intención de dañar la persona o los derechos de N° 84.037, informe de bomberos obrante a fs. 36).
otro” (art. 1072 Cód. Civil).
Puede hilvanarse, pues, que la compañía ase-
4. En el caso, la conducta de la demandada debe guradora, aunque no de un modo directo, res-
reputarse culposa, en tanto excedió el ámbito pro- ponsabilizaba al actor por el siniestro denuncia-
pio del ejercicio regular de los derechos (arts. 512, do atribuyéndole dolo; sino, jamás hubiera podi-
1071 y conc. del Código Civil). do justificar la ausencia de pago de la correspon-
diente cobertura.
Es cierto que en el marco de la denuncia efec-
tuada por el Sr. José Ernesto Amaya —persona de- A diferencia de lo que ocurre en el ámbito pe-
signada por la compañía aseguradora para la liqui- nal para el delito de falsa denuncia, la doctrina

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 97

civil no exige la individualización del denunciado El accionante acreditó lo abonado mediante el


para que surja la obligación de reparar el daño instrumento que obra a fs. 515, nominado “Con-
causado por la denuncia calumniosa (conf. Ro- venio de honorarios”. De modo que deberá re-
berto Loustaunau, op. cit., T. 2006-2, p. 215). ceptarse este aspecto de la pretensión indemni-
zatoria por la suma de $ 17.080.
Así, la denuncia formulada en sede penal no
persiguió más que la declaración judicial de la Deberán adicionarse intereses según la tasa ac-
responsabilidad que la compañía de seguros pre- tiva que percibe el Banco de la Nación para sus
tendía endilgar al actor. Si la promoción de la in- operaciones de descuento a 30 días, plazo venci-
vestigación criminal hubiera aspirado a la bús- do (Plenario del fuero en autos: “S.A. La Razón s.
queda de quien delinquió y ello no hubiese trata- quiebra s. incidente de pago de los profesionales”
do de imputarse al actor, entonces la asegurado- del 27.10.94), sin que corresponda su capitalizaci-
ra nunca hubiera debido eximirse de responsabi- ón (CNCom., Sala A, “in re”: “Banco Liniers S.A. c.
lidad con invocación expresa del mentado art. 70 Naymarkl Victor Sergio s/ejec., del 16/08/1996; y
de la ley de seguros. doctrina plenaria recaída “in re”: “Calle Guevara,
Raúl —Fiscal de Cámara— s/revisión de plena-
Cierto es que la compañía aseguradora debía rio”, del 25/08/2003), desde la fecha en la que el
velar por sus propios intereses. Pero ello merecía reclamante abonó cada una de las cuotas com-
ser ejercido con prudencia y razonabilidad. Antes prendidas por el referido convenio de refinancia-
de recurrir al órgano jurisdiccional reprochando ción.
un delito como el denunciado, era de toda pru-
dencia contar con suficientes elementos de juicio b) Daño moral.
que objetivamente exhibieran un grado de rele-
vante verosimilitud para evitar daños como los El agravio moral importa una lesión a las afec-
reclamados. ciones legítimas; entre otras, la paz, la tranquili-
dad de espíritu, la libertad individual, el honor, la
Por lo demás, bien le hubiera asistido el dere- integridad psíquica, los afectos familiares, etc.
cho de investigar si cabía atribuir algún tipo de (conf. CNCom., Sala B, in re: “Katsikaris A. c. La
responsabilidad a un tercero que hubiera come- Inmobiliaria Cía. de Seguros s. ordinario”, del
tido el delito y contra quien pudiera repetir la 12/08/86). No se reduce al pretium doloris, pues
indemnización abonada al asegurado; mas aquél involucra todo daño a intereses jurídicos extra-
no fue el fin perseguido por la aseguradora al efec- patrimoniales (conf. CNCom., Sala B, “in re”:
tuar la respectiva denuncia en sede penal sino “Galán, Teresa c. Transportes Automotores Ria-
que, como se dijo, sólo intentó no asumir el pago chuelo S.A. s. sumario”, del 16/03/99). Se trata de
de la cobertura acusando calumniosamente al una lesión susceptible de causar lo que una aguda
accionante. fórmula ha llamado “modificaciones disvaliosas del
espíritu” (V. Pizzarro Daniel, “Reflexiones en torno
El desarrollo analítico hasta aquí efectuado, al daño moral y su reparación”, JA del 17/09/86,
basta para concluir sobre la responsabilidad que especialmente p. 6 y doctrina allí citada).
cabe atribuir a la demandada. Corresponde a con-
tinuación, pues, adentrarme en el estudio de la No puede dejar de tenerse en cuenta que el
procedencia y extensión del daño. agravio moral debe ser entendido aquí en su
doble función, como sanción ejemplar al pro-
a) Daño emergente. ceder reprochable y como reparación a quie-
nes padecieran las aflictivas consecuencias de
El actor procura el cobro de los gastos de de- dicho proceder (ver esta Sala, “in re”: “López,
fensa y honorarios erogados en el marco del jui- Carlos c. Banco Roca Coop. Ltda. s/ordina-
cio penal. rio”, del 12/10/94.; “in re”: “Rodrigo, Juan Car-
los y otros c. Esso S.A.P.S.A. s/ordinario”, del
Este concepto también forma parte del daño 23.3.99; “in re”: “Porcel, Roberto José c. Via-
emergente. Se comprenden los honorarios del jes Futuro S.R.L. s/sumario, del 28.3.03; “in
abogado que defendió al actor, los gastos prove- re”: “Albín Gabriel F. y otro c. Club Vacacio-
nientes del diligenciamiento de la prueba de des- nal S.A. —Rincón Club— y otros s. ordina-
cargo, el asesoramiento contable técnico según la rio”, del 20/04/2007).
naturaleza de la defensa, las tasas de justicia, apor-
tes, etcétera (conf. Augusto C. Belluscio - Eduar- Mas, encontrándose decidida su procedencia,
do A. Zannoni, op. cit., T. 5, p. 265). en el caso concreto la determinación del quan-

responsabilidad civil
y seguros
98 · jurisprudencia

tum puede quedar librada al prudente arbitrio aisladamente de cada una de las cuestiones deci-
judicial (conf., entre otros, CNCom., Sala B, “in didas para de tal modo apreciar prudentemente
re”: “Albrecht c. Estímulo”, del 06/07/90; “Muza- cual será a juicio del magistrado, el apropiado y
ber c. Automotores y Servicios”, del 23/11/90; equitativo prorrateo de la admisión del rubro (CN-
ídem. “Kofler c. David Escandarami”, del 26/02/ Com., Sala B, “in re”: “Wattman S.A. c. Kanatu
91; ídem, “Villacorta de Varela c. Plan Rombo S.A. S.A.” del 14/8/1987 y jurisprudencia allí cit.; esta
de Ahorro”, del 15/11/91; ídem, “Greco c. Círculo Sala, “in re”: “Peralta Ramos Carlos A. c. Franco
de Inversores S.A.”, del 10/02/92). Joaquín y otro s. ordinario”, del 15/6/2007).

La falsa denuncia imputada por la demandada Consecuentemente, en los términos de los arts.
no pudo más que afectar al honor del denuncia- 279, 68 y 71 Cpr., corresponde readecuar el régi-
do. Se lo deshonró mediante la falsa imputación men de las costas, que serán impuestas en ambas
de un delito. Claramente la denuncia de autos instancias en un 20% al actor y en un 80% a la
repercutió en la esfera espiritual del actor modifi- demandada. Ello, claro está, en la inteligencia de
cando negativamente su estado de ánimo. que, con relación a lo decidido en la anterior ins-
tancia, las que pesen sobre el actor no superen la
Es perceptible, a poco que nos emplazarnos en distribución establecida por la a quo; por virtud
la situación de la accionante, que padeció alguna del principio de congruencia.
tribulación anímica con significación jurídica, a
raíz de la existencia de la mentada acción penal. (v) Las consideraciones hasta aquí expresa-
Ciertamente el actor pudo sentirse estigmatizado das bastan para decidir la suerte del recurso
y con una sobrecarga de tensión personal que del apelante. Recuérdese que los jueces no es-
pudo afectar su vida de relación. tán obligados a seguir a las partes en todas sus
argumentaciones, sino tan sólo pronunciarse
De modo que, dentro de los parámetros de pru- acerca de aquéllas que se estimen conducen-
dente discrecionalidad que deben orientar la la- tes para fundar sus conclusiones y resulten de-
bor judicial en estos casos, conforme la previsión cisivas para la solución de la controversia
del Cpr. 165, juzgó adecuado fijar la indemnizaci- (CSJN, Fallos 307:2216 y precedentes allí cita-
ón por este concepto en la suma de treinta mil dos).
pesos ($ 30.000) a la fecha del presente pronunci-
amiento. V. Conclusión.

(iv) Costas. Por los motivos expuestos, si mi criterio fuera


compartido por mis distinguidos colegas, cor-
Lo cierto es que la actora ha resultado vence- responderá revocar la sentencia apelada con el
dora en el pleito, ya que se ha atribuido respon- alcance del considerando IV. Las costas de am-
sabilidad a la demandada y se la ha condenado bas instancias se imponen un 20% a cargo del
al pago de una indemnización, aunque la con- actor y un 80% a cargo de la demandada (Cpr.
dena ha sido significativamente menor a la pro- 68, 71 y 279).
curada.
Así voto.
En tal sentido tiene dicho la jurisprudencia que
si bien es exacto que el Cpr. 71 determina que las Los doctores Caviglione Fraga y Monti adhie-
costas se compensarán o distribuirán prudenci- ren al voto que antecede.
almente por el juez en proporción al éxito obteni-
do por cada litigante, tal distribución no implica Por los fundamentos del acuerdo que antecede
un exacto balance matemático en el resultado al- se revoca la sentencia de fs. 804/812 con el alcan-
canzado respecto de las pretensiones aducidas, ce del considerando IV. Las costas de ambas ins-
para que se considere cumplido el mandato nor- tancias se imponen un 20% a cargo del actor y un
mativo aludido. 80% a cargo de la demandada (Cpr. 68, 71 y 279).El
Dr. Juan Manuel Ojea Quintana actúa conforme
La ratio legis impone una exégesis racional de lo dispuesto en la Resolución N° 542/06 del Con-
la norma, lo que conlleva inexorablemente a va- sejo de la Magistratura y el Acuerdo del 15/11/06
lorar la trascendencia de lo admitido y lo desesti- de esta Excma. Cámara de Apelaciones.—Juan M.
mado, pero eso sí, tomando en su conjunto y no Ojea Quintana.—Bindo B. Caviglione Fraga.— José
contemplando el aspecto cuantitativo exclusivo y L Monti.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 99

◆ RESPONSABILIDAD DEL MEDICO 3. — Para asignar responsabilidad a los médicos


por actos concernientes al ejercicio de su
Atención negligente en la guardia médica a una profesión, el paciente debe demostrar la
paciente que días antes había sido operada de culpa en la atención médica prestada, la
peritonitis — El peritaje como una “probatio existencia del daño que le hubiere sobre-
probatissima” venido a causa de ese hecho y la relación
de causalidad entre el incumplimiento y el
Hechos: Una mujer demandó a una em- daño experimentado.
presa de medicina prepaga, a una obra so-
cial y a los médicos que la atendieron, afir- 4. — Cuando se cuestiona la actuación de pro-
mando que aquellos incurrieron en mala fesionales médicos en su cometido especí-
praxis al efectuarle una tardía intervención fico, el peritaje se erige en una suerte de
quirúrgica de apendicitis, lo que le habría probatio probatissima, presentando un ca-
provocado una hernia inguinal y una even- rácter dominante en relación con las res-
tración. La demanda fue rechazada por- tantes pruebas y con mayor razón cuando
que el juez concluyó que los accionados ha sido confiada al Cuerpo Médico Foren-
actuaron correctamente en el diagnóstico, se.
internación, intervención y tratamiento de
la paciente y que las complicaciones que CUANTIFICACION DEL DAÑO
presentó ésta fueron las propias de la ope- CUANTIFICACION DEL DAÑO
ración a que fue sometida. Apeló la actora. El hecho dañoso:
La alzada admite parcialmente la demanda Negligente atención médica brindada por los
respecto de las entidades codemandadas. médicos de guardia a una paciente recién ope-
rada de peritonitis, lo cual contribuyó a la apari-
ción de una eventración
1. — Es procedente condenar a la empresa de
medicina prepaga accionada a indemnizar Referencias de la víctima:
a la actora por el daño que sufrió a causa Sexo: femenino
de la negligencia con la que obraron los
profesionales del servicio de guardia, toda Componentes del daño:
vez que, tratándose de una paciente que Daño extrapatrimonial
días antes había sido sometida a una inter- Daño moral genérico: $ 10.000
Daño patrimonial
vención quirúrgica de peritonitis, debían Daños varios:Daño emergente, tratamiento psi-
extremar los cuidados para evitar compli- cológico y gastos varios $ 20.000
caciones, lo cual no ocurrió en tanto la fal- Tasa de interés:Desde la fecha en que se pro-
ta de tratamiento oportuno del cuadro que dujo el daño, a la tasa activa utilizada por el
padecía —en el caso, diarrea—, provocó Banco de la Nación Argentina en sus operacio-
su prolongación en el tiempo y la demora nes ordinarias de descuento
contribuyó a la aparición de una patología
posterior.
1399 — CNCom., sala C, 2008/03/11. - Musso,
2. — Los establecimientos asistenciales son Alicia Elsa c. C.E.M.I.C..
responsables por los perjuicios que su-
fran los pacientes que allí concurren, 2ª Instancia
Instancia.— Buenos Aires, marzo 11 de 2008.
como consecuencia de una deficiente
atención médica, porque si dichos esta- ¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada de
blecimientos prevén y desarrollan una fs. 1359/1367?
organización para la prestación del ser-
vicio de salud y dentro de ese contexto se El doctor Monti dijo:
valen de la actividad de un cuerpo de pro-
fesionales y de personal auxiliar para eje- I. Apeló la actora la sentencia de fs. 1359/1367
cutar la prestación que han tomado a su por la cual el primer sentenciante rechazó la de-
cargo, deben procurar que el sistema fun- manda que promoviera Alicia Elsa Musso contra
cione en plenitud y, en su caso, respon- el Centro de Educación Médica e Instituto de In-
der por las fallas que se produzcan y los vestigaciones Clínicas “Norberto Quirno”
daños ocasionados a los destinatarios de (C.E.M.I.C.), la Obra Social del Personal Directivo
esa prestación. de la Industria de la Construcción (O.S.D.I.C.), G.

responsabilidad civil
y seguros
100 · jurisprudencia

R., A. R. G., M. A. P. y R. V., por los daños y perjui- generaron dudas por cuanto podrían correspon-
cios derivados de una mala praxis médica. der a otras patologías que no requerían tratami-
ento quirúrgico, máxime cuando la radiografía
II. La actora relató en su demanda, que el día 7 de abdomen no habría arrojado indicios de dicha
de julio de 1993 había concurrido a la guardia del patología. Señaló que recién cuando tuvieron cer-
C.E.M.I.C. con fuertes dolores abdominales. Ma- teza del diagnóstico, realizaron la intervención
nifestó que le habrían diagnosticado apendicitis quirúrgica, con resultados exitosos. Dijo también
aguda y como eran altas horas de la noche la ha- que le habían colocado un drenaje por prevenci-
brían internado en observación. Agregó que al ón, el que fue retirado tres días después. Aclaró
día siguiente aumentaron los dolores, por lo que que la evolución fue normal, por lo que le dieron
fue intervenida quirúrgicamente de urgencia, el alta. Advirtió, empero, sobre la posibilidad de
permaneciendo internada aproximadamente dos un leve proceso diarreico debido a las caracterís-
semanas. Explicó que luego de recibir el alta co- ticas de la intervención quirúrgica, pero negó la
menzó con un proceso diarreico, lo que la habría magnitud que le atribuyera la actora (25 deposici-
llevado a consultar varias veces a profesionales ones diarias), puesto que ese dato no fue transmi-
del C.E.M.I.C., sin que la supieran diagnosticar. tido a los médicos que la atendieron en su opor-
Debido a la persistencia del cuadro, en septiem- tunidad. Por eso, negó una relación causal entre
bre habría consultado al Dr. L. F. —en forma par- los padecimientos descriptos en la demanda con
ticular—, quien le habría diagnosticado un cua- la intervención y tratamiento brindado. Destacó
dro de colitis específica pseudomembranosa ul- que una eventración se puede producir por la
cerosa, indicándole un tratamiento que la habría infección de una herida, pero no es imputable al
mejorado. Sin embargo, como el cuadro derivó personal quirúrgico. También adujo que el origen
en la formación de una hernia inguinal y una even- de una hernia inguinal es congénito y su aparición
tración, otra vez debió ser intervenida quirúrgi- se ve favorecida por un esfuerzo, cuestiones am-
camente para colocarle una malla de prolene, ins- bas ajenas a su actuar.
trumento que si bien no era suficiente para supe-
rar el cuadro, tendió a evitar el agravamiento de la Por su lado, se presentaron el Dr. R. V., el Dr.
eventración. Describió estas secuelas como con- M. A. A. P., A. R. G. y G. C. R., contestando la
secuencia de una tardía intervención quirúrgica demanda y solicitaron su rechazo, remitiéndose
del cuadro de apendicitis, manifestando que posee a los términos de la contestación del CEMIC.
un abdomen exageradamente grande, tendría im-
posibilidad para desplazarse y caminar normal- Iguazú Compañía de Seguros S.A. y Compañía
mente, y no podría realizar esfuerzos físicos. Soli- Argentina de Seguros La Estrella S.A., se presen-
citó por todo ello una indemnización comprensiva taron y cada una reconoció las pólizas alegadas,
del “daño emergente” por la suma de $ 18.400, adhiriendo a los términos de la respuesta a la de-
“incrementos permanentes de otros gastos” por manda presentada por el CEMIC.
$ 223.600, “incapacidad sobreviniente” por $
624.000, “tratamiento psicológico” por $ 23.200 y IV. El juez rechazó la acción. Para así decidir
“daño moral” por $ 300.000. se basó en el peritaje médico y consideró que, de
acuerdo con las conclusiones del experto, los
III. Contestó demanda OSDIC, solicitando su demandados habrían actuado correctamente en
rechazo. Manifestó que el único incumplimiento el diagnóstico, internación, intervención y en el
que se le puede imputar, es el de la obligación de tratamiento brindado, concluyendo que las com-
seguridad que tiene a su cargo la organización de plicaciones que presentó la actora fueron propi-
sistemas de salud. as de dicha práctica y no serían imputables a los
profesionales que la asistieron. Destacó que no
De su lado, se presentó el Centro de Educación se logró acreditar la relación de causalidad entre
Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quir- el acto quirúrgico practicado a la actora y los
no (C.E.M.I.C.) y solicitó el rechazo de la deman- daños que ésta reclama. Impuso las costas a la
da. Narró su versión de los hechos y reconoció actora.
que había atendido a la actora en la fecha indica-
da. Describió que habría llegado con un cuadro V. Apeló la Sra. Musso. En primer lugar cuesti-
de abdomen agudo con 18 hs. de evolución, por ona que el a quo hubiera fundado exclusivamen-
lo que habría sido internada para un diagnóstico te la sentencia en aspectos parciales de los perita-
definitivo. Añadió que, si bien los síntomas de la jes médicos, sin tomar en cuenta las impugnacio-
actora obedecían en principio a un cuadro de nes realizadas a dichos informes, que práctica-
apendicitis aguda, presentaba ciertos detalles que mente transcribe. Manifiesta que el peritaje se

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 101

sustenta en una historia clínica que no respeta VII. El informe del Cuerpo Médico Forense,
ninguna forma (numeración, fecha, hora, las fir- segundo peritaje oficial que, sin privar de validez
mas no están aclaradas). A su vez, cuestiona que procesal al primero, se efectuó a pedido de la
no hubiera tenido en cuenta otras pruebas docu- actora (fs. 682 y 695), definió la mencionada pato-
mentales agregadas a la causa, como ser el libro logía como una “salida o protrusión que se efec-
de guardia, la autorización para internación e in- túa por orificios o soluciones de continuidad que
tervención. Critica la decisión porque el juez alu- anatómicamente no existen y que se han forma-
dió a un error excusable como factor ajeno a la do a raíz de procesos patológicos, traumatismos
responsabilidad médica, cuando —según dice— o intervenciones quirúrgicas, que dejaron como
se habría acreditado que no hubo tal error, y no secuela una zona de debilidad parietal. En estas
habría tenido en cuenta que la tardía intervenci- condiciones, las estructuras, tejidos y órganos no
ón provocó un sufrimiento en la actora suscepti- están cubiertas por peritoneo, sino por un tejido
ble de ser resarcido. conjuntivo modificado” (fs. 731, resp. 32).

En esta instancia, la actora solicitó como medi- El perito, por su lado, manifestó que existen
da para mejor proveer, explicaciones al Cuerpo dos tipos de eventraciones: una, que se puede
Médico Forense que fueron contestadas en fs. producir en “el post operatorio inmediato de los
1629/1638. A su vez, en fs. 1619 el perito médico primeros días, al retirar los puntos cutáneos o
contestó un pedido de explicaciones cursado tam- con motivo de algún golpe de tos o el esfuerzo
bién por la parte actora. violento desmedido” (llamada eventración agu-
da), y la otra, “lentamente, en el curso de varios
VI. Luego de un análisis detallado de los acon- meses o años” (llamada simplemente eventraci-
tecimientos sometidos a juzgamiento de este Tri- ón) (fs. 632 y vta. del perito médico oficial). De
bunal, considero que corresponde hacer lugar acuerdo con lo manifestado por la actora, esta
parcialmente a los agravios de la recurrente, con- malformación apareció tiempo después de la ope-
forme lo que expresaré seguidamente. ración, por lo que corresponde detenernos en las
causas que puedan provocar la eventración en
La actora solicitó resarcimiento por los daños y esta etapa.
perjuicios que dijo haber padecido a raíz de la
supuesta negligencia con que actuó el equipo Al respecto, el perito actuante manifestó que
médico del CEMIC desde que ingresó a la guardia “en su origen intervinieron, principalmente, el
el día 24 de julio de 1993, a las 18.00 hs.(ver de- drenaje de la intervención quirúrgica, la infección
manda en fs. 3/28). de la herida operatoria, y la diarrea por colitis
seudomembranosa”, y agregó que, “ninguna de
Se ha dicho en reiteradas oportunidades que ellas (es) atribuible a actividad incorrecta del equi-
para asignar responsabilidad a los médicos por po médico quirúrgico del CEMIC, sino a compli-
actos concernientes al ejercicio de su profesión, caciones que pueden presentarse en este tipo de
el paciente debe demostrar la culpa en la atenci- patologías” (fs. 633 vta., en el mismo sentido, in-
ón médica prestada, la existencia del daño que le forme del Cuerpo Médico Forense, fs. 720/1,
hubiere sobrevenido a causa de ese hecho y la resp. 5 y 9). Observó, empero, que “ninguno de
relación de causalidad entre el incumplimiento y los tres mecanismos puede atribuirse a conducta
el daño experimentado. Según lo expresado por inadecuada del equipo médico-quirúrgico actu-
el a quo en su sentencia, la actora no logró de- ante” (fs. cit. resp. 9). En el mismo sentido, el Cu-
mostrar la existencia del nexo causal entre la even- erpo Médico Forense indicó que la patología se
tración —con sus consecuencias para su integri- puede presentar como una complicación en el
dad física— y la atención médica brindada por los post-operatorio a pesar de que el tratamiento sea
demandados durante su internación. correcto (fs. 733, resp. 5.B).

Por lo tanto, tal como han quedado delineadas Estas conclusiones periciales coincidentes de-
las cuestiones sub lite en esta instancia, corres- jan sin sustento la hipótesis de la actora basada en
ponderá centrar el análisis en ese aspecto del de- la demora en su intervención quirúrgica como la
bate, indagando en el origen de la patología, a fin causa de sus padecimientos. Tanto el perito como
de ponderar si tuvo alguna vinculación causal con el Cuerpo Médico Forense fueron muy claros a la
la actividad desplegada por los médicos que aten- hora de descartar que existiera una dilación in-
dieron a la actora, sea por la demora en la inter- justificada en operar a la paciente. Desecharon en
vención quirúrgica, sea en el inmediato post-ope- sus informes que el equipo médico hubiera pro-
ratorio o sus secuelas. cedido con demora, considerando que ante estos

responsabilidad civil
y seguros
102 · jurisprudencia

cuadros es necesario esperar que se manifieste la do concretamente en la llamada eventración y su


patología específica. El Cuerpo Médico Forense eventual vinculación con la conducta de los de-
dijo que no reconocer la necesidad de esperar la mandados.
evolución del cuadro “...por impericia puede dar
lugar a realizar lo que se conoce como “laparoto- El perito oficial dijo al respecto que “el drenaje
mía en blanco” que pueden darse por no saber quirúrgico fue una conducta médica adecuada a
esperar la debida proyección en el tiempo para la patología hallada en la intervención quirúrgica
tomar la decisión de operar (que) puede ser más (peritonitis localizada). La infección de la herida
perjudicial que beneficiaria para el enfermo” (ver quirúrgica ocurre hasta en un 30% de los pacien-
Cuerpo Médico. Forense, fs. 1635; en el mismo tes operados, y la colitis seudomembranosa, por
sentido ver fs. 727/8, resp. 7, 9, 11, 12, 14). los numerosos episodios de diarrea, contribuyó a
debilitar la pared abdominal” (fs. 634, resp. 8)
No debe olvidarse que, dada la particularidad (ídem, informe del Cuerpo Médico fs. 724, resp. 1,
de la cuestión sometida al Tribunal, donde se dis- fs. 730, resp. 26, 27). De ello se desprende que
cute la actuación del personal médico en su co- tanto el drenaje como la posterior infección de la
metido específico, es dable considerar que el pe- herida, son situaciones que se pueden presentar
ritaje se erige en una suerte de probatio probatis- como una consecuencia posible durante el post-
sima, presentando un carácter dominante en re- operatorio. En cambio, suscita ciertas dudas el
lación con las restantes pruebas (esta Sala, “in re”: tercer factor que habría contribuido a la formaci-
“Pérez Alberto José v. Sanatorio Colegiales S.A. y ón de la patología en análisis.
otros”, del 22/08/07), y con mayor razón cuando
ha sido confiado al Cuerpo Médico Forense (esta El cuadro de diarrea que padeció la actora lue-
Sala, “in re”: “Maranzano Mirtha v. Sanatorio Co- go de que fuera dada de alta no fue debidamente
legiales, del 8/9/06). Este último desarrolló parti- analizado en los informes presentados. En efecto,
cularmente el tema, dictaminando en forma pre- cuando el perito descarta los dos primeros facto-
cisa que la demora no provocó las consecuencias res que habrían incidido en la eventración, anali-
que aquí se reclaman. Al respecto expresó: “un za cada uno y concluye que son consecuencias
cuadro de abdomen agudo quirúrgico...fue cor- posibles que se podían presentar en un post-ope-
rectamente interpretado y diagnosticado. No pu- ratorio (fs. 633). A continuación, deja de lado el
ede afirmarse en forma fehaciente que una inter- proceso diarreico diciendo que sería una normal
vención quirúrgica más cercana a la hora de la consecuencia de la intervención, y describe que
internación hubiese evitado el cuadro de perito- “en la evolución normal de una apendicitis suele
nitis localizada...” (fs. 720, resp. 3). Asimismo, lue- aparecer un ileo postoperatorio (parálisis intesti-
go de describir los pasos seguidos por los médi- nal), cuando el intestino comienza con su peris-
cos, afirmó que “... todo ello, permite aseverar taltismo (recupera su funcionamiento), y es muy
que no hubo demora en la decisión de operar a frecuente que el enfermo tenga dolores cólicos
una paciente con un cuadro dudoso de abdomen que desaparecen cuando tiene catarsis que habi-
agudo que no presentó jamás una peritonitis ge- tualmente es diarreica, tal como sucedió el día
neralizada...” (fs. 1633, resp. 2). Y añadió que “la 31.7.93” (ver Cuerpo Médico Forense, informe
evolución de la paciente durante su internación ampliatorio, fs. 796, resp. 7 y 8). Se observa así que
hasta que se decidió su intervención quirúrgica ese proceso diarreico era en cierta forma “nor-
no muestra elementos de juicio clínico quirúrgi- mal” luego de la operación.
co para que hayan debido acelerarse los procedi-
mientos” (fs. 1635, resp. 4). Más adelante afirmó Sin embargo, los expertos que han informado
que “el tratamiento desde que se supone se ha- al Tribunal omitieron explicar la incidencia que
bría adoptado la decisión quirúrgica (alrededor podría tener un proceso de magnitud importante
de las 7.30 hs.) hasta el comienzo de la operación y que se prolonga más de lo debido. En efecto, la
(11 hs.) resulta absolutamente adecuado e indis- actora manifestó haber tenido hasta 25 deposicio-
cutible” (fs. 1637, resp. 8; íd. resp. 9). nes diarias, que habrían comenzado “dos días des-
pués que obtuvo el alta médica, acompañadas de
Lo expuesto hasta aquí me permite concluir dolor abdominal difuso, con crisis de cólicos pre-
que el cuadro inicial de apendicitis con el que vios a cada evacuación, algunas acompañadas de
ingresó la actora al CEMIC estuvo bien diagnosti- sangre roja con restos de sedimentos sin digerir”
cado y tratado. (ver demanda y fs. 977 resp. 7). Ante ese cuadro
concurrió al CEMIC, donde aparentemente no le
VIII. Ahora bien, resta examinar ahora las cau- dieron importancia a su afección (v. fs. 361/366,
sas que, según el informe pericial, habrían deriva- copia certificada del libro de emergencia del CE-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 103

MIC de fecha 8/9/93). Si bien las “varias” veces En suma, si bien no es dable vincular la even-
que dice haber asistido a esa guardia no tienen tración con la actividad desplegada por el equipo
otro sustento documental, los dichos de la actora médico que intervino quirúrgicamente a la acto-
adquieren importancia con el testimonio del Dr. ra, puesto que no existe reproche alguno por todo
L. F. (fs. 975/977), quien la atendió luego de que el tratamiento brindado hasta que fue dada de
en el CEMIC no obtuviera un diagnóstico claro y alta (3/8/1993), se insinúa un descuido posterior.
una terapéutica acorde con su padecimiento. Tras haber permanecido la paciente diez días in-
ternada luego de la intervención quirúrgica por
De ese testimonio calificado se desprende que peritonitis, debió ser tratada con el mismo cuida-
la actora había consultado previamente al CE- do que se le había dispensado anteriormente a fin
MIC, donde le habrían indicado un tratamiento de preservar su estado y evitar en lo posible una
inadecuado para revertir el cuadro. Al respecto el derivación patológica como la que le afectó o,
Dr. F. dijo que en su primera visita “le trajo un cuanto menos, minimizar su ocurrencia.
informe de una endoscopía que le habían hecho
en el CEMIC (fs. 976, resp. 4), y que “el tratamien- Naturalmente, teniendo en cuenta el paralelo-
to con el cual la paciente vino a consultarlo fue un gramo causal que describieron los peritos actu-
cuidado en la ingesta, y médicamente antidiarrei- antes en autos, no parece factible atribuir única-
cos, sintomáticos, le fueron prescriptos aparen- mente al error en el tratamiento de la diarrea la
temente en el CEMIC...” (resp. 7). Es decir que el aparición de la eventración. Empero, sí cabe asig-
tratamiento inicial brindado en el instituto de- nar cierto grado de incidencia al proceder adop-
mandado no era apropiado, al punto que la acto- tado por los profesionales que atendieron a la
ra tuvo que consultar a un profesional en forma actora en el servicio de emergencia del CEMIC,
privada, debido a que sus síntomas no mejora- porque al no haber sido oportunamente tratada,
ban. El Dr. F. dijo haber realizado más estudios y la diarrea se prolongó en el tiempo y esta demora
siguió la evolución del cuadro durante dos meses, contribuyó a la aparición de la patología. El perito
hasta que le indicó un tratamiento que mejoró médico oficial indicó que “independientemente
clínicamente el padecimiento, al cual denominó de su etiología, que no ha sido aclarada, o de don-
simplemente como una colitis inespecífica (resp. 4 de fue tratada, lo cierto es que, aunada a la infec-
y 5). El testigo señaló que recién en octubre la acto- ción de la citada herida quirúrgica, la colitis seu-
ra dejó de asistir a su consultorio ante la mejoría domenbranosa contribuyó por el excesivo uso de
experimentada. la prensa abdominal, durante los episodios defe-
catorios, a contribuir a la debilitación de la pared
Si bien no se han exteriorizado las causas de la abdominal, y a la génesis de la eventración post-
colitis (resp. 6), se observa un cierto descuido por operatoria” (fs. 632, 2° párr.).
parte de los médicos que habrían atendido en la
guardia a la Sra. Musso cuando fue a consultar En efecto, tal como se ha dicho, el experto men-
debido a la persistencia de su diarrea. Tratándose cionó tres factores que debilitan la pared abdo-
de una paciente que había sido sometida días antes minal: 1) el drenaje quirúrgico; 2) la infección de
a una intervención quirúrgica de las características la herida; y 3) la colitis. Habiéndose producido las
ya indicadas, debían extremarse los cuidados. Ante dos primeras durante la internación, ámbito en el
los síntomas descriptos por la actora y corrobora- que no se han hallado bases científicas para un
dos por el Dr. F., el cuadro superaba ampliamente reproche en la atención médica, ante la aparición
una consecuencia “normal” del post-operatorio. del tercer síntoma debió aumentar la precaución
Por eso, se percibe allí una negligencia por parte de por parte de los médicos de la clínica con el fin de
quienes atendieron a la recurrente en la clínica evitar consecuencias como las hoy padecidas, ya
demandada, al no prestarle una mayor atención y que las anteriores no habrían podido ser evitadas.
cuidado a un cuadro que, según manifiestan los Hay que tener presente aquí que, cuando está en
expertos (ver Cuerpo Médico Forense, fs. 731, resp. juego la vida o la salud de un ser humano, la me-
28), no debió pasarse por alto, de acuerdo con los nor imprudencia, el descuido o la negligencia más
antecedentes de la paciente. leve, adquieren una dimensión especial que les
confiere singular gravedad (CNCiv, Sala E “in re”:,
Hay que tener presente que el informe del Cu- A.F. y otro c. Gobierno de la Ciudad de Buenos
erpo Médico Forense responde afirmativamente Aires”, 17/9/01 y doctrina allí citada).
cuando es preguntado acerca de si padecer de 15
a 25 deposiciones diarias es causa de internación Al razonar de este modo, no hacemos otra cosa
del paciente (fs. 731, resp. 28), lo cual demuestra que seguir un sendero que en la evolución de nu-
la gravedad del cuadro. estra disciplina ha permitido delinear las nuevas

responsabilidad civil
y seguros
104 · jurisprudencia

fronteras de la responsabilidad en el derecho pri- Con la flexibilidad, pues, que caracteriza las
vado. En esta materia en particular, relatando el pautas normativas en esta materia, haciéndonos
estado de la doctrina en España, dice De Angel cargo de la exigua incidencia causal que cabe
Yagüez que “la institución (médica) demandada atribuir a la omisión en la guardia sanatorial,
es condenada a indemnizar por virtud del resul- dentro de, todo el contexto fáctico de la atenci-
tado acaecido, esto es, abstracción hecha de que ón de la actora en el establecimiento de la enti-
quede acreditada en el juicio la culpa de algún dad demandada, considero apropiado cuantifi-
concreto facultativo...”, pues los tribunales acu- car directamente la reparación que estimo le
den a la idea de “conjunto de posibles deficiencias corresponde. A tal fin, tomando en consideraci-
asistenciales, lo que exime al paciente de la prue- ón los parámetros cuantitativos utilizados en
ba de en cuál de los momentos de la atención casos análogos y la señalada proporcionalidad,
médica se produjo la deficiencia y, por tanto, de en virtud del criterio de razonabilidad que ha de
la prueba de la identidad del facultativo que hubi- regir la labor judicial en este ámbito (conf. art.
ere podido incurrir en ella” (Ricardo De Angel 165 del Cód. Procesal), propongo fijar una in-
Yagüez, “Algunas previsiones sobre el futuro de la demnización en concepto de daño emergente,
responsabilidad civil”, Civitas (cuadernos), Ma- tratamiento psicológico y gastos varios que se
drid, 1995, p. 43/44 y 47). estima en la suma de $ 20.000.

En consecuencia, teniendo en cuenta que no En cuanto al daño moral, cabe destacar que su
existen elementos suficientes en autos para atri- reparación está vinculada con la circunstancia de
buir responsabilidad a las entidades demanda- que el peticionante haya sufrido una lesión en sus
das por la totalidad del cuadro, cabe discernir sentimientos personales, en sus afecciones legíti-
cierto grado de responsabilidad acorde con la mas o en su tranquilidad anímica, extremo que
influencia causal que puede corresponder al des- en el caso no cabe duda que padeció la actora,
cuido dispensado por quienes atendieron a la bien que ese daño no puede ser atribuido íntegra-
Sra. Musso en la guardia del CEMIC, inmediata- mente a los demandados. En esa línea ya trazada
mente después de su alta tras la cirugía practica- en el considerando precedente, propongo fijar
da. este rubro en la suma de $ 10.000, habida cuenta
que el único reproche imputable a los demanda-
IX. No contamos con un patrón o modelo de dos en lo que al litigio se refiere gira en torno de la
medida para precisar la coincidencia causal. falta de atención adecuada por el proceso diar-
Como hube señalado en un trabajo sobre este reico que padecía la actora luego de ser dada de
tema (ver: “La relación de causalidad y los facto- alta.
res de atribución de responsabilidad en el Códi-
go Civil”, en “Abuso de derecho y otros estudios La misma apreciación de los hechos y la total
en homenaje a Abel M. Fleitas”, Abeledo Perrot, orfandad probatoria al respecto, conducen a de-
Buenos Aires, 1992, p. 67, en coautoría de María sestimar la indemnización pretendida en concep-
del Carmen Foltyn) “a fin de establecer criterios to de “incapacidad sobreviniente”, como un ru-
unívocos y ordenar esa tarea, el legislador ha bro separado del daño emergente al que ya se ha
establecido pautas que gobiernan la relación de hecho referencia. Si bien se ha demostrado que la
causalidad en general y una especie particular actora padece ciertas deficiencias físicas, no se ha
de ella que tiene, a nuestro entender, perfiles demostrado que ello gravite de modo incapaci-
propios: la que concierne a las acciones huma- tante en su esfera de relación o en su actividad
nas y sus consecuencias. Pero al regular uno y laboral. En este sentido, el informe del Cuerpo
otro tipo de conexiones, el legislador no ha se- Médico Forense expresa que para que la eventra-
guido a pie juntillas las leyes de la Física, sino que ción le impida a un paciente caminar, trabajar en
ha tenido en mira juicios de otra naturaleza, ba- una oficina, viajar en avión, “debería ser (..) gigan-
sados en generalizaciones empíricas y en pautas te” o bien, presentar características peculiares,
de razonabilidad, con los cuales ha ido recor- circunstancias que no se dan en el caso (fs. 725/6,
tando de la realidad los aspectos que ha estima- resp. “w” y “x”). A su vez, el perito manifestó que
do relevantes para el Derecho, es decir, para la si bien “limita los movimientos de tronco y la re-
aplicación de las normas jurídicas en general y alización de esfuerzos” (fs. 634 vta.. pto. 1), la ac-
de las que rigen en la responsabilidad civil en tora tendría dificultades para realizar actividades
particular”. Como decía Alfredo Orgaz “la medi- laborativas que impliquen un esfuerzo “que sig-
da de la responsabilidad, por tanto, se rige por la nifiquen un aumento de la presión intra-abdomi-
relación de causalidad” (“Nuevos estudios de nal”, circunstancia que no se requiere en su em-
Derecho Civil”, Bib. Arg., Bs. As., 1954, p. 145). pleo relacionado con el comercio exterior. Agre-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 105

gó que “no se observaron inconvenientes en que aquél utilice para el cumplimiento de sus obliga-
se desplace en medios de transporte público” ciones, lo cierto es que hoy prevalece en la doctri-
(fs. 635, resp. 12). Tales apreciaciones de los in- na y la jurisprudencia un parecer coincidente en
formes técnicos obstan como se dijo, al reclamo atribuir responsabilidad al establecimiento médi-
de que se trata. co en estos casos.

X. De acuerdo con lo expuesto, habida cuenta En cuanto a la obra social, también se ha dicho
que no surge de autos la identificación de los pro- que las reglas que gobiernan la responsabilidad
fesionales que atendieron a la actora cuando con- del sanatorio son aplicables igualmente a esta úl-
currió a la guardia después de que obtuviera el tima (esta Sala, “in re”: “Jara, José Ricardo y otro
alta, considero que corresponde rechazar la de- c. Sanatorio Güemes Sociedad Anónima y otro”,
manda contra G. R., A. R. G., M. A. P. y R. V., y del 25/11/1996). Esa responsabilidad encuentra
circunscribir la condena respecto del Centro de fundamento en la circunstancia de que el deber
Educación Médica e Instituto de Investigaciones de prestar a los afiliados cobertura médica, lleva
clínicas “Norberto Quirno” (CEMIC) y la Obra implícita una obligación tácita de seguridad de
Social del Personal Directivo de la Industria de la carácter general relativa a la selección y vigilancia
Construcción. de los prestadores de la atención médica, lo cual
implica la consecuente responsabilidad por los
La condena encuentra fundamento en lo reite- daños ocasionados en caso de una defectuosa
radamente sostenido por este Tribunal (“in re”: prestación de ese servicio.
“Billordo Edmundo v. Policlínica Privada de Me-
dicina y Cirugía Sociedad Anónima”, del 15/5/97; XI. El monto de condena ya establecido deven-
“in re”: “Maranzano, Marta v. Sanatorio Colegia- gará intereses desde septiembre de 1993 —fecha
les y otros”, del 8/9/06) en cuanto a que los esta- en que se produjo el daño— a la tasa activa utili-
blecimientos asistenciales son responsables por zada por el Banco de la Nación Argentina en sus
los perjuicios que sufran los pacientes que allí operaciones ordinarias de descuento (conf. crite-
concurren, como consecuencia de una deficiente rio de este tribunal en pleno “in re”: “Sociedad
atención médica. Porque si dichos establecimi- Anónima La Razón s/Quiebra s/incidente de pago
entos prevén y desarrollan una organización para de los profesionales”) hasta su efectivo pago.
la prestación del servicio de salud, y dentro de ese
contexto se valen de la actividad de un cuerpo de XII. Por los motivos expuestos, si mi criterio
profesionales y de personal auxiliar para ejecutar fuera compartido, corresponderá confirmar la
la prestación que han tomado a su cargo, deben sentencia apelada, con las modificaciones que
procurar que el sistema funcione en plenitud y, surgen de los apartados VIII/XI. Las costas de
en su caso, responder por las fallas que se produ- ambas instancias serán distribuidas en un 20% a
zcan y los daños ocasionados a los destinatarios la actora y en un 80% a las demandadas CEMIC y
de esa prestación. la Obra Social del Personal Directivo de la Indus-
tria de la Construcción (conf. art. 68, 2° parte y 71
En efecto, como he venido sosteniendo desde del Cód. Procesal) En cuanto a las costas referidas
hace tiempo en esta materia (“Formas de organi- al rechazo de la demanda contra los restantes
zación y responsabilidad de las empresas de la codemandados serán impuestas a la actora. Así
salud”, Bs. As., Ad Hoc, 1999, p. 185), sea sobre la voto.
base de la tradicional teoría de la culpa in eligen-
do e in vigilando (ver Llambías, J. J., “Tratado de Por análogas razones, los doctores Ojea Quin-
Derecho Civil. Obligaciones”, Bs. As., Perrot, 1982, tana y Caviglione Fraga adhieren al voto anterior.
T. IV-A, p. 265, N° 2460), o de las más cercanas en
el tiempo, que giran en torno de la idea de un Por los fundamentos del Acuerdo que antece-
deber de “garantía” del principal respecto del de, se confirma la sentencia apelada, con las mo-
obrar de sus dependientes, o de una “obligación dificaciones que surgen de los apartados VIII/XI.
tácita de seguridad” que se considera accesoria Las costas de ambas instancias serán distribuidas
de la principal concerniente a la atención médica en un 20% a la actora y en un 80% a las demanda-
prometida (ver. Bustamante Alsina, Jorge, “Res- das CEMIC y la Obra Social del Personal Directivo
ponsabilidad Civil”, p. 468, Bueres, Alberto, “Res- de la Industria de la Construcción. En cuanto a las
ponsabilidad civil de las clínicas y establecimien- costas referidas al rechazo de la demanda contra
tos médicos”, p. 26 y sigtes. entre otros), o bien los restantes codemandados serán impuestas a la
partiendo de la equivalencia entre el comporta- actora. —José L. Monti.— Bindo B. Caviglione
miento del obligado y el de los “sustitutos” que Fraga.— Juan M. Ojea Quintana.

responsabilidad civil
y seguros
106 · jurisprudencia

◆ BANCO recta con la inejecución, sino con otras


circunstancias ajenas.
Incumplimiento del cliente de una comunicación
del BCRA — Frustración de una operación de 1400 — CNCom., sala E, 2008/03/17 (*). - Delta
Ala S.A. c. BBVA Banco Francés S.A..
transferencia de fondos al exterior — Responsa-
bilidad del Banco por la omisión del deber de 2ª Instancia.— Buenos Aires, marzo 17 de 2008.
información
¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada de
Hechos: Un cuentacorrentista demandó fs. 281/290?
por daños y perjuicios a un banco debido a
que éste omitió transferir ciertos fondos al El doctor Arecha dijo:
exterior para la cancelación de una factura
de importación. Imputó a la entidad de- I. La sentencia de la primera instancia, a cuyos
mandada la frustración de la compraventa resultandos cabe remitirse en orden a la descrip-
y la imposibilidad de realizar un negocio ción de los hechos controvertidos, admitió par-
con la empresa fabricante. El banco alegó cialmente la demanda y condenó a BBVA Banco
que la transacción no se pudo realizar de- Francés S.A. a abonar a la actora la suma de u$s
bido a que el actor no había cumplido con 8.816,55 con más un interés del 3% desde el 19/
un requisito específico previsto en una co- 12/01 y las costas de este juicio.
municación del Banco Central. El a quo
admitió la acción y condenó a la entidad a Luego de considerar que no se encontraba
reparar las consecuencias inmediatas de su controvertido que la actora había solicitado a la
incumplimiento, más no las mediatas o re- entidad bancaria la transferencia de ciertos fon-
motas. La Cámara confirmó dicho deciso- dos al exterior para la cancelación de una factu-
rio. ra de importación y que la remesa en cuestión
no se había enviado, concluyó que las razones
1. — La entidad bancaria resulta responsable por invocadas por la accionada para justificar su
los daños y perjuicios derivados de su in- omisión no son idóneas para liberarla de res-
cumplimiento en la transferencia de reme- ponsabilidad.
sas pues, si bien el cuentacorrentista omi-
tió efectuar ciertos recaudos informativos Ello así, en primer lugar, porque consideró que
establecidos por una Comunicación del el banco no podía reputarse tan ajeno a las cir-
Banco Central, el banco no acreditó haber cunstancias que derivaron en su incumplimiento,
anoticiado al cliente respecto de la existen- dada su mayor responsabilidad institucional en
cia de esa recaudo específico pendiente de los hechos y su participación en el sistema que se
cumplimiento, no sólo en razón de sus obli- quiso preservar mediante las normas que invocó
gaciones que como mandatario había asu- para no cumplir.
mido, sino también porque era quien esta-
ba en mejores condiciones para conocer la Por otra parte, porque si bien se trata de un
legislación que día a día se iba modificando sujeto superintendenciado que debe cumplir con
y actualizando. las normas dictadas por el Banco Central, estas
últimas no se trasladan sin más a los vínculos
2. — En el marco de una acción de daños y que traba con cada uno de los terceros con quie-
perjuicios incoada por un cuentacorren- nes contrata, vínculos que escapan a dicha su-
tista contra un banco con fundamento perintendencia y se rigen sólo por el derecho
en la frustración de una operación de común.
compraventa debido a que la entidad
omitió transferir ciertos fondos al exte- Ponderó, asimismo, que la transferencia solici-
rior para la cancelación de una factura tada por la actora no perseguía la “fuga” de nin-
de importación, resulta improcedente gún capital —que era lo que mediante las disposi-
extender la reparación por dicho incum- ciones invocadas se pretendía evitar— sino pagar
plimiento a la supuesta imposibilidad del
damnificado de desarrollar negocios fu-
turos con la empresa fabricante, pues di- (*) Citas legales del fallo núm. 1400: ley 25.561
cho hecho constituye una consecuencia (Adla, LXII-A, 44); decreto 214/2002 (Adla, LXII-A,
mediata que no se vincula de manera di- 117).

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 107

una deuda que su cliente tenía contraída y cuyo La a quo consideró que había existido respon-
incumplimiento habría de generar perjuicios. sabilidad civil contractual culposa de la deman-
dada y la condenó a resarcir parte de los daños
Reputó también que existió falta de diligencia por alegados: en el caso, la restitución íntegra de las
parte de la entidad bancaria pues la mentada trans- sumas oportunamente depositadas para ser trans-
ferencia no estaba prohibida, sino sujeta al cumpli- feridas al exterior en la moneda de origen más los
miento de ciertos recaudos exigidos por el BCRA, intereses.
no obstante lo cual, no había probado el banco ha-
ber anoticiado a la actora acerca del contenido de Ello no equivale a tratar al banco como si hu-
esas normas que la demandante no tenía obligación biera obrado sin culpa. De otro modo, la jueza
de conocer porque no revisten la calidad de ley. habría concluido en que los fondos existentes en
Agregó que instruido para efectuar la transferencia, la cuenta debía quedar “pesificados” a razón de
el banco también se encontraba obligado a actuar $ 1,40 por cada dólar como especifican la ley
con la diligencia necesaria para superar los incon- 25.561, el dec. 71/02 y el dec. 214/02.
venientes que le impidieran cumplir.
En resumen: la circunstancia de que se haya
Determinada así, la existencia de responsabili- condenado al banco a la devolución del depósito
dad de la demandada, juzgó que debía restituir a en su moneda de origen con intereses importó,
la actora la suma de u$s 8.816,55 que ésta le entre- en el caso, la reparación de los daños y perjuicios
gó con motivo de la operación frustrada, en la ocasionados por la falta de transferencia oportu-
misma moneda pues el destino del depósito des- na de esos fondos al exterior.
carta que haya existido la posibilidad jurídica de
proceder a su pesificación. En cuanto a los rubros desestimados —pérdi-
das acumuladas por la actora por no haber podi-
No obstante, desestimó el reclamo fundado en do iniciar las actividades comerciales propias de
los supuestos daños y perjuicios pues entendió su objeto, y aporte personal de las socias compu-
no probado el nexo de causalidad. Para concluir tado en horas de trabajo dedicadas al emprendi-
de tal modo destacó que la alegada imposibilidad miento— juzgo, más allá de que puedan conside-
de la actora de iniciar su giro comercial como rarse probados o no esos daños, que se trata
consecuencia de la frustración de la operación de —como concluyó la a quo— de consecuencias
compraventa en cuestión representaba, en todo mediatas o incluso remotas del incumplimiento
caso, una consecuencia remota que el banco no endilgado a la entidad bancaria en la sentencia.
podía prever y por la cual, entonces, no debe res-
ponder. Añadió a ello que la actora no probó que Cabe recordar que, mediando incumplimiento
la vinculación de la actora con su contratante del contractual, la responsable debe soportar los da-
exterior se hubiera roto a raíz de la frustración de ños y perjuicios que sean consecuencia inmedia-
esa importación sin su culpa, lo que tampoco con- ta y necesaria de ese actuar ilícito (Cciv. 519 y 520;
sideró que pudiera presumirse. conf. esta Sala, “Derito, Horacio c. Martelletti, Juan
s/Ordinario”, del 8/11/90).
II. Contra dicho pronunciamiento apelaron
ambas partes. Sólo en caso de que la inejecución de la obliga-
ción fuera maliciosa, la indemnización respectiva
La actora expresó agravios en la pieza de fs. 305/ podría incluir también las consecuencias media-
10, respondidos por la accionada en fs. 327/31. tas (Cciv. 521). En el caso, la accionante no invo-
Por su parte, la entidad bancaria fundó su re- có, ni por ende demostró, que el incumplimiento
curso con el escrito que obra en fs. 315/26, con- pudiera imputarse a la entidad bancaria por dolo
testado por la demandante en fs. 335/40. contractual, de lo que se colige que la eventual
condena sólo podría alcanzar la reparación de los
III. Comenzaré por tratar los agravios de la ac- daños que son consecuencia necesaria de la con-
tora, quien pretende que se incluya en la condena ducta reprochada.
la indemnización de la totalidad daños y perjui-
cios solicitados en el escrito inicial y rechazados El Cciv. 901 define a las consecuencias inme-
por la jueza de grado. diatas como aquellas que acostumbran a suceder
según el curso natural y ordinario de las cosas.
No advierto —como postula la apelante— que
exista falta de congruencia o contradicción en el La causalidad —como elemento imprescindi-
pronunciamiento apelado. ble para hacer nacer la responsabilidad por un

responsabilidad civil
y seguros
108 · jurisprudencia

acto o hecho ilícito— se construye, en nuestro sentencia de grado en cuanto ha sido materia de
Código Civil, a partir de la previsibilidad en abs- agravios por esta parte.
tracto; o sea, a lo que es previsible para un hom-
bre medio dotado de una inteligencia normal, lo IV. Cabe ahora, analizar el recurso interpuesto
que, en el caso de ciertos sujetos que ejercen una por la demandada.
actividad profesional —como los bancos— debe
juzgarse con mayor rigor (Cciv. 902). Insiste la entidad bancaria en que no ha incu-
rrido en incumplimiento contractual pues la
Esa previsibilidad, en el caso, de las consecuen- transferencia de remesas no pudo llevarse a cabo
cias inmediatas se encuentra implícita en la defi- en tanto era necesario que la actora cumpliera
nición que brinda el Cciv. 901, pues, en definitiva, con ciertos recaudos informativos que omitió.
se trata del acaecer habitual, natural, ordinario y
constante que deriva de un hecho en forma di- De la lectura de la contestación de demanda —úni-
recta y sin conexión con otro hecho (v. Busta- ca pieza en la que se hace una referencia concreta
mante Alsina, “Teoría General de la Responsabili- sobre el asunto— surge que la actora habría omitido la
dad Civil”, p. 272, Abeledo Perrot, 2004). acreditación del cumplimiento de sus obligaciones tri-
butarias y previsionales y que no habría informado su
En el caso, el incumplimiento contractual clave de identificación fiscal.
—omisión de transferir las sumas de dinero al
vendedor en el exterior— pudo generar, como Respecto de este último elemento, lo expuesto
consecuencia necesaria, la frustración de la ope- por la entidad bancaria aparece desmentido por
ración de compraventa individualmente consi- la declaración jurada que obra copiada en fs. 82
derada y, en todo caso, la pérdida de las ganan- con sello y firma de recepción (v. punto 1.1.).
cias que podrían haberse obtenido por la comer-
cialización de esa mercadería. Pero el hecho de En cuanto al cumplimiento de las obligaciones
que supuestamente esa frustración —que ya es la tributarias y previsionales, no se ha invocado ni
consecuencia inmediata— hubiera impedido todo acreditado que la entidad bancaria efectuara el
el desarrollo del negocio que estaba por iniciar la requerimiento respectivo a la actora. De hecho,
actora no se vincula de manera directa con a la tampoco se aprecia demostrado que hubiera
inejecución, sino con otras circunstancias ajenas; mediado rechazo de la solicitud la transferencia
por ejemplo, la falta de posibilidades financieras de fondos al exterior por haberse incurrido en tal
de la empresa para costear la compra por otro omisión.
medio o para continuar la relación contractual
con la fabricante extranjera mediante adquisicio- Al margen del alcance general que puedan te-
nes posteriores. ner las comunicaciones del Banco Central, y aún
en la hipótesis de que se admita que regulan di-
La relación causal es entonces indirecta, pues rectamente la vinculación contractual entre el
la eventual conexión del incumplimiento contrac- banco y sus clientes, lo cierto es que no puede
tual con el alegado daño final sólo surge a raíz de pasarse por alto la cuantiosa —y a veces confu-
la interferencia de un hecho distinto que puede sa— actividad legisferante que se desarrolló en
tener injerencia o no en el resultado final. Siendo nuestro país en la época de los hechos analizados.
ello así, se trata indudablemente de una conse-
cuencia mediata, causal o remota —según el gra- La específica regulación relativa al envío de divi-
do de previsibilidad para el autor del daño—, pero sas al extranjero no comportó una excepción en
nunca necesaria. ese cuadro de situación, según se desprende del
informe del Banco Central de la República Argen-
Carece, entonces, de relevancia en este caso, la tina que obra en fs. 244/256 y que da cuenta de la
disposición del Cciv. 902 en que la actora hace cantidad de directivas emanadas de esa autori-
reposar sus quejas. La profesionalidad de la enti- dad de control sobre el tópico (cuatro Comuni-
dad bancaria y sus deberes de previsión más agra- caciones “A” y una Comunicación “C” publicadas
vados sólo pueden juzgarse en relación con las en el Boletín Oficial sólo entre los días 14/12/01 y
consecuencias inmediatas de la conducta que se 19/12/01 y otras muchas a partir del 23/1/02).
juzgó dañosa (Cciv. 520) y no con otro tipo de
resultados indirectos. De hecho la Comunicación “A” 3382 en que la
demandada fundó el incumplimiento de la acto-
Lo expuesto, resulta suficiente para desestimar ra fue publicada el día 18/12/01, es decir, cuan-
la pretensión recursiva de la actora y confirmar la do la actora ya había cumplido varios de los re-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 109

caudos que la entidad bancaria venía requirien- Consecuentemente, estimo que cabe confirmar
do (v. fs. 74/80). el pronunciamiento en crisis también en cuanto
impuso las costas a la demandada (Cpr. 68).
Es en tal situación, que la entidad bancaria de-
bió demostrar aquí —para liberarse de responsa- VI. En virtud de lo expuesto hasta aquí, pro-
bilidad— haber anoticiado al cliente respecto de pongo al Acuerdo: desestimar las pretensiones
la existencia de ese recaudo específico pendiente recursivas y confirmar la sentencia apelada en
de cumplimiento, no sólo en razón de las obliga- todas sus partes. Las costas de Alzada se imponen
ciones que como mandatario había asumido (arg. a los apelantes respectivamente vencidos en sus
Ccom. 245), sino también porque era quien esta- recursos (Cpr. 68).
ba en mejores condiciones para conocer la legis-
lación que día a día se iba modificando y actuali- El doctor Sala dijo:
zando.
Comparto los fundamentos vertidos por el Se-
Consecuentemente, es responsable de la cir- ñor Juez preopinante por lo que adhiero a la solu-
cunstancia de que esa transferencia de divisas no ción por él propiciada. Voto, en consecuencia, en
se hubiera podido llevar a cabo antes de que, a igual sentido.
raíz del dictado de los decs. 71/02 y 214/02, se
transformaran a pesos a una relación de $ 1,40 El doctor Ramírez adhiere a los votos anterio-
por cada dólar las sumas depositadas por la acto- res.
ra para cancelar la operación de importación alu-
dida. Y ese es el daño que en el caso se ha produ- Por los fundamentos del acuerdo precedente,
cido a la actora y que, por ende, debe ser resarci- se resuelve: rechazar los recursos interpuestos y
do. confirmar la sentencia apelada en todas sus par-
tes. Costas de Alzada a los apelantes respectiva-
A partir de las consideraciones precedentes, y mente vencidos en sus recursos (Cpr. 68).— An-
las vertidas en ocasión de expedirme sobre los gel O. Sala.— Martín Arecha.— Rodolfo A. Ramí-
agravios de la actora, aparecen inatendibles las rez.
quejas de la entidad bancaria vinculadas con la
supuesta creación pretoriana de un régimen de
excepción a la normativa de emergencia.
◆ RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
Pues, el monto por el que ha resultado conde-
nada la demandada, es la cuantificación de los Alumno de un establecimiento público que per-
daños y perjuicios ocasionados y no el mero cum- dió la visión de un ojo cuando fue impactado con
plimiento de las obligaciones asumidas en su vin- la carpeta lanzada por otro compañero — Falta
culación con la cuentacorrentista. de autoridad presente en el aula cuando ocurrió
el hecho — Procedencia
En definitiva, propondré al Acuerdo confirmar
la sentencia de grado también en el aspecto sus- Hechos: El Estado fue demandado por los
tancial cuestionado por la demandada. daños y perjuicios que sufrió el alumno de
un establecimiento público que, perdió la
V. Resta únicamente tratar los agravios de la visión de un ojo cuando fue impactado por
accionada respecto de la imposición de costas la carpeta arrojada por un compañero de
decidida por la a quo. clase. El juez de grado admitió la acción. La
Cámara confirmó la condena al estado con
Si bien numéricamente la pretensión de la ac- fundamento en la defectuosa prestación del
tora que se rechaza es harto superior a la admiti- servicio.
da, ello sólo se relaciona con la índole y cuantifi-
cación de los daños invocados. 1. — El Estado resulta responsable por los da-
ños y perjuicios ocasionados al alumno de
Pero la accionante ha resultado vencedora sus- un establecimiento público que sufrió una
tancial en la contienda pues ha demostrado la lesión ocular causada por el impacto con la
existencia de un incumplimiento contractual im- carpeta lanzada por otro compañero, ya
putable a la entidad bancaria, generadora de res- que existió un funcionamiento defectuoso
ponsabilidad civil. de la función administrativa, toda vez que

responsabilidad civil
y seguros
110 · jurisprudencia

aquél debía garantizar en la esfera de sus 1. — Corresponde declarar la inconstituciona-


establecimientos la seguridad en la presta- lidad e inaplicabilidad de los arts. 24, 25,
ción del servicio, lo cual implicaba contro- 30 y 32 de la ley 12.774 de la Provincia de
lar el comportamiento de los alumnos e Buenos Aires (Adla, LXII-A, 691) en cuan-
impedir que alguno de éstos cause un año to prevé la consolidación de la deuda pú-
a otro, máxime cuando no había ninguna blica, a las sumas reconocidas en con-
autoridad presente en el aula al momento cepto de valor vida a los hijos menores
del hecho. de edad de un paciente que falleció en un
hospital municipal desde que, privados
2. — La integridad física es un bien cuyo desme- éstos de uno de sus progenitores como
dro da derecho a la pertinente indemniza- consecuencia de la responsabilidad del
ción, independientemente de que las lesio- ente comunal, la aplicación de la norma
nes sean permanentes o no, y su cuantifi- cuestionada implica la dilación del pago
cación no debe ceñirse estrictamente a de las sumas necesarias para su subsis-
operaciones aritméticas, correspondiendo tencia. [1]
ejercer al efecto la prudencial y equitativa
facultad judicial. 2. — La ley 12.774 de la Provincia de Buenos Ai-
res (Adla, LXII-A, 691) resulta contraria a la
3. — A efectos de determinar al monto de la in- Convención de los Derechos del Niño en
demnización por el daño moral padecido tanto, no hace una diferenciación respecto
por el damnificado, debe ponderarse la gra- de la consolidación de las deudas contraí-
vedad del daño, las condiciones de vida y das cuando se hallen de por medio intere-
edad de la víctima, y las particularidades ses de menores de edad. [2]
del victimario.
3. — Las sumas fijadas en concepto de valor
1401 — CCiv. y Com., Lomas de Zamora, sala I, vida por la muerte del progenitor revisten
2008/04/29. - Díaz, Manuel Sebastián c. Dirección el carácter de crédito alimentario, y la fa-
de Educación Media Técnica y Agraria (1). cultad del Estado de diferir el pago de di-
cho montos de condena no es una simple
limitación temporal sino que en esos ca-
sos, el solo transcurso del tiempo es de
◆ VALUACION DEL DAÑO por sí, un perjuicio de imposible repara-
ción ulterior. [3]
Inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la ley
12.774 -que establece la consolidación de la deu- 1402 — CCiv. y Com., Morón, sala II, 2008/07/03
(*). - B., J. E. y otro c. Hospital Materno Infantil y
da pública- a las sumas reconocidas en concep- otros.
to de valor vida a los hijos menores de edad de un
paciente que falleció en un hospital municipal 2ª Instancia.
Instancia.— Morón, julio 3 de 2008.
— Imposibilidad de dilatar el pago de las sumas
necesarias para la subsistencia 1ª ¿Es ajustada a derecho la resolución apela-
da? 2ª ¿Qué pronunciamiento corresponde dic-
Hechos: En una acción de daños y perjui- tar?
cios seguida contra un hospital municipal
por la muerte de un paciente, el juez de
primera instancia hizo lugar al pedido de (*) Citas legales del fallo núm. 1402: 12.174 (Adla,
consolidación de deudas y rechazó el pedi- LXII-A, 691); 23.982 (Adla, LI-C, 298).
do de inconstitucionalidad de la ley 12.774
Jurisprudencia Vinculada
de la Provincia de Buenos Aires. La Cáma-
ra declaró inconstitucional e inaplicable [1-3] Tribunal Superior de la Provincia: Suprema
dicha normativa a las sumas reconocidas Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, “Fiscal
en concepto de valor vida a los hijos meno- del Estado c. Provincia de Buenos Aires”, 18/02/2004,
res de la víctima. LLBA 2004, 387.
[1-3] Ver también. Entre otros: Cámara Nacio-
nal de Apelaciones en lo Civil y Comercial Fede-
(1) El fallo in extenso puede consultarse en Aten- ral, sala III, “Bonfigli, Alberto Jorge y otros c. Esta-
ción al Cliente y en www.laleyonline.com.ar do Nacional y otros”, 17/08/2007, La Ley Online.

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 111

1ª cuestión.— El doctor Ferrari dijo: manera a la satisfacción de las necesidades ali-


mentarias básicas repercutiendo no solo en reci-
I. Antecedentes. bir la mejor alimentación posible sino también en
su sanidad física y psíquica que sin lugar a dudas
1) La Sra. Juez Titular del Juzgado de Primera quedaron truncas al fallecer su madre.
Instancia en lo Civil y Comercial N° 11 Departa-
mental en resolución que luce a fs. 803/804 vta. Finalmente solicita se revoque el fallo recurrido
dispuso hacer lugar al pedido de consolidación y se declare la inconstitucionalidad de la ley 12.774
de deudas solicitado por la demandada Munici- para el presente caso respecto de las sumas que
palidad de Merlo y rechazó el pedido de inconsti- corresponden a los menores de edad y que poseen
tucionalidad de la ley 12.774. Impuso costas en el carácter alimentario.
orden causado y difirió la regulación de honora-
rios profesionales para su oportunidad. A los términos del memorial recursivo cabe
remitirse brevitatis causae.
2) Contra tal manera de decidir la Asesoría de
Menores e Incapaces Dptal. ejerciendo la repre- 3) Finalmente, y previo Informe Actuarial, a fs.
sentación tutelar por los menores de edad se alzó 967 vta. se llamó “Autos” en providencia que a la
interponiendo recurso de apelación a fs. 806, el fecha se encuentra consentida dejando las actua-
que fue acordado en relación a fs. 807 y fundado ciones en estado de dictar la presente.
con el memorial de fs. 808/12, que mereció la
réplica de fs. 822/24. II. Solución propuesta.

En primer medida el Ministerio Pupilar se agra- 1) El memorial con el que se sustenta el recurso
via por entender que si bien la legislación dictada a satisface aquellos recaudos del artículo 260 del
raíz de la emergencia económica —entre la que se CPCC en cuanto a la crítica concreta, razonada,
encuentra la ley de consolidación de la deuda pú- autónoma y autosuficiente de la decisión apela-
blica— ha tenido su validez para salir de la crisis da; estimo que —en el punto— no le asiste razón
social que se ha vivido y si bien parecieron lógicas al municipio en cuanto, al replicar los agravios (fs.
en un sistema financiero colapsado, cierto es que 822/24), estima lo contrario; ello es así en tanto de
su vigencia actual desvirtúa su origen, en tanto no la lectura de la fundamentación se desprende cla-
debe abrogarse carácter de perpetuidad. ramente que la Asesoría procura rebatir los argu-
mentos esgrimidos por el magistrado de origen
En segundo lugar, entiende que a fin de lograr de una manera concreta y razonada como lo exi-
el interés superior de los niños, el Estado Argenti- ge la normativa, toda vez que a lo largo de su
no asumió el compromiso de encausar sus políti- fundamentación esgrime suficientes elementos
cas a la Convención de los Derechos del Niño argumentativos al pretender se declare inconsti-
debiendo tomar medidas tendientes a la protec- tucional de la normativa debatida y su consecuente
ción y el resguardo de los derechos allí consigna- inaplicabilidad al caso de autos.
dos, como así también en las disposiciones de los
art. 75, inciso 22 de la CN y 36, inciso 2do de la CP. De este modo, a contrario de lo pretendido por
la accionada, juzgo satisfechos los recaudos del
Continua diciendo que no puede el estado por artículo 260 del CPCC por lo que paso —enton-
su deficiente administración perjudicar a los indi- ces— a ocuparme del fondo del asunto (art. 266
viduos mas débiles e indefensos, en este caso, los in fine del CPCC).
menores, incumpliendo de esta manera el com-
promiso asumido internacionalmente. 2) Así las cosas, y planteado como viene el tema,
previo a ingresar al tratamiento de la cuestión traí-
Argumenta que con la normativa aplicada jus- da corresponde determinar si el presente caso de
tamente se va en contra de este postulado, resul- autos se encuentra alcanzado por la normativa cuya
tando contradictoria la postura asumida por el tacha de inconstitucionalidad hoy viene efectuada
Estado Nacional toda vez que aplicando la legisla- pues solo si la norma lo rige deberemos ingresar
ción de consolidación de deuda pública implica la en el análisis de la objeción constitucional que a su
violación del deber estatal de asegurar el mejor respecto se está formulando (esta Sala en causa
nivel de vida posible al imposibilitarle al menor la N° 47.785 R. S. 62/03, entre otras).
percepción en efectivo de la indemnización fijada
en sentencia judicial firme, recurriendo en con- En tal sentido debemos observar que estamos
secuencia al pago con bonos; se obsta de esta frente a un proceso de conocimiento promovido,

responsabilidad civil
y seguros
112 · jurisprudencia

entre otros, contra el Estado Municipal por el fa- notación de toda República que pretenda ser tal;
llecimiento de la Sra. A. en el Hospital Materno la jurisdicción es elemental e imprescindible res-
Infantil “Pedro Chutro” acaecido en fecha 22 de guardo del respecto al principio de supremacía
enero de 1996 y en el que esta Alzada ya ha dicta- de la Constitución, a la estructura del Estado que
do sentencia definitiva, haciendo lugar al recla- la misma propone, a los derechos y garantías fun-
mo, encontrándose firme —fs. 733/753—. damentales y a los derechos humanos de los ha-
bitantes; cuando hablo de la estructura del estado
El art. 24 y 25 de la ley 12.774, autoriza a los me refiero al angular principio de la división de
Municipios de la Pcia. de Buenos Aires a consoli- poderes, a las facultades de los mismos y a su
dar las obligaciones a su cargo así como las de sus interrelación; cuando hablo de derechos hago
organismos descentralizados y autárquicos, ven- obvia referencia a aquellos que siendo inherentes
cidas o con causa o título anterior al 31 de Octu- a la persona por el solo hecho de ser tal son ante-
bre de 2001 que no estén alcanzadas por las leyes riores al Estado mismo: derecho a la vida, libertad
11.192, 11.756 y 12.532 y que consistan o se resuel- individual, defensa, inviolabilidad de la propie-
van en el pago de sumas de dinero, entre otros dad, del domicilio, del debido proceso entre los
casos cuando medie o hubiera mediado contro- más importantes; y cuando hablo de garantías
versia judicial. apunto a la jurisdicción misma que debe resguar-
darlos, al habeas corpus, al amparo, al habeas
Asimismo la consolidación sólo puede viabili- data (arts. 1°, 14 a 19, 33, 43, 75 inc. 22 y concs.
zarse si las respectivas sentencias judiciales con- Const. Nac.; arts. I, IX, X, XVIII Declaración Ame-
denatorias se encuentran firmes (art. 25). ricana de los Derechos y Deberes del Hombre;
arts. 3°, 6°, 8°, 9°, 10, 17, Declaración Universal de
Si bien la normativa citada establece un régi- Derechos Humanos; arts. 4°, 5°, 8°, 9°, Convención
men de excepción para diversos supuestos (art. Americana sobre Derechos Humanos; arts. 10, 11,
26) casos como el de autos no se encuentran den- 12, 13, 15, 16, 20, 23, 24, 25, 26, 27 y 36 Const. Pcial;
tro de ellos en tanto los montos fijados superan y demás normas concordantes)”.
holgadamente el limite fijado por el inciso a).
(...)
De lo dicho se desprende que el caso de autos
se encuentra dentro de los supuestos previstos “En tal situación, ante los concretos planteos
por la ley 12.774, circunstancia que —valga seña- de los justiciables, los jueces no podemos perma-
larlo— nadie discute. necer impávidos ni eludir o postergar las decisio-
nes; sostener lo contrario puede ser cómodo al
Ahora sí, sobre tal plataforma, corresponde no entrometerse en asuntos habitualmente refe-
abordar el tratamiento de la cuestión planteada ridos a los poderes políticos o que puedan bor-
para lo cual entiendo necesario preliminarmente dear una zona conflictiva en las relaciones del
poner de resalto que en voto de ésta Sala (ver poder”.
causa N° 46.598, R. S. 34/02; 47.140, R. S. 204/02)
he sostenido con respecto al control de constitu- “Quien tiene la obligación de juzgar debe tener
cionalidad que ejercen los jueces en el marco de la determinación de decidir en tiempo propio “aquí
un proceso que: y ahora” no es lo mismo que “allá y mañana”; la
demora en tomar decisiones puede implicar el
(...) aniquilamiento de los derechos de raigambre cons-
titucional que nos comprometimos a cumplir y
“1) los jueces mal podemos ser ajenos al medio hacer cumplir al jurar los cargos que ejercemos”.
en el cual transitamos nuestras vidas; somos sim-
plemente hombres a los cuales se les ha conferi- “No se trata de que los jueces pretendan asu-
do la delicada función de juzgar, de conjugar los mir la suma del poder público, como con total
conceptos “justicia” y “equidad” aplicando e in- liviandad hemos escuchado en los últimos tiem-
terpretando las normas jurídicas y resguardando pos; se trata que dentro del marco de nuestras
la jerarquía de las mismas a partir de la ley supre- obligaciones-atribuciones, hagamos cumplir la ley
ma que estructura el estado y consagra los dere- y respetar la jerarquía normativa vigente de la
chos y garantías de los habitantes”. cual nos hablaba Kelsen; dije al respecto al votar
en primer término en el Acuerdo en la causa
“Y en el ejercicio de tal delicada función debe- 46.598, R. S. 34/02 sentencia del veintiséis de fe-
mos preservar principios fundamentales que ha- brero de dos mil dos: “no se trata que los jueces
cen al Estado de Derecho que es ineludible con- revisen todos y cada uno de los actos del poder

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 113

político, concretando lo que se ha dado en llamar nores involucrados con lo cual difieren las circuns-
“el gobierno de los jueces”; sí se trata que ejerzan, tancias del caso en las que, obligadamente, debe-
en casos como el que nos ocupa, el control de mos abrevar para decidir (art. 171 in fine Const.
constitucionalidad, lo cual hace precisamente al Pcial.; esta Sala en causa N° 52.888 R. S. 384/06) so
equilibrio de los poderes de todo Estado Republi- pena de incurrir en un injustificable déficit motiva-
cano”. El control de Constitucionalidad que de- cional.
ben ejercer la Corte Suprema y los tribunales in-
feriores está consagrado por los artículos 31 y 116 En tal sentido, entonces, realizaré mi razona-
de la Constitución Nacional originado en similar miento conforme los argumentos expuestos en
norma de la de EEUU y puede ser ejercido aún de los párrafos precedentes.
oficio como el cimero Tribunal Nacional lo deci-
diera en autos “Mill de Pereyra, Rita Aurora; Ote- Como ya he hecho referencia, la ley 12.774 en su
ro, Raúl Ramón y Pisarello, Angel Celso c. Estado artículo 24 otorga facultad a los Municipios de la
de la Provincia de Corrientes s/Demanda Con- Pcia. de Buenos Aires para consolidar las obliga-
tencioso Administrativa”, sentencia del 27 de sep- ciones a su cargo así como las de sus organismos
tiembre de 2001”. descentralizados y autárquicos, vencidas o con
causa o título anterior al 31 de octubre de 2001 que
(...) no estén alcanzadas por las leyes 11.192, 11.756 y
12.532 y que consistan o se resuelvan en el pago de
“Son los jueces a través del control de constitu- sumas de dinero, entre otros casos cuando medie
cionalidad el último refugio al cual pueden recu- o hubiera mediado controversia judicial.
rrir los habitantes cuando ven (...) vulnerados sus
derechos fundamentales”. A su vez el art. 30 dispone que el pago de las
deudas que se consoliden se efectuará mediante la
“Y lo dicho no es producto sólo de mi opinión entrega de títulos denominados “Certificación de
personal, sino que está avalado por la más autori- Deuda Municipal” autorizándose a los municipios
zada doctrina (Bidart Campos, Germán J. La in- a su emisión por un plazo de vigencia de 10 años a
terpretación y el control constitucional en la juris- partir de su fecha de emisión (1 de noviembre de
dicción constitucional, ps. 118 y sigtes; Morello, Au- 2001) conforme lo establece el art. 32 de la ley.
gusto Mario. Constitución y Proceso, la nueva edad
de las garantías jurisdiccionales, ps. 255 y sigtes; Hit- Por último y en los que al análisis interesa el art. 36
ters, Juan C. Técnica de los recursos extraordinarios establece que la ley es de orden público y que toda
y de la casación, ps. 682 y sigtes; Sola, Juan Vicente. interpretación deberá efectuarse a favor de su ple-
Control judicial de constitucionalidad; entre mu- na aplicación y vigencia.
chos otros)”.
Ya ingresando al análisis de los temas plantea-
“Como colofón de estos conceptos previos opi- dos, vemos que —al fundamentar su recurso— el
no que no puede haber auténtica paz social si no Asesor de Menores esgrime que la legislación que
se respetan las reglas de juego básicas de la socie- dispone la consolidación de deudas publicas ha
dad que son la Constitución y las leyes; no puede sido dictada para paliar una situación de emer-
haber superación justa de ninguna emergencia gencia nacional, pero que de modo alguno puede
sin el respeto a aquellas normativas; y es función perpetuar su vigencia en lo temporal.
primaria de los jueces asegurar y restablecer aquel
respeto que hace al Estado de Derecho”. En este aspecto debo subrayar que —como lo
he sostenido en causa 50.068 (R. S. 547/04); 52.180
Sentado ello pasaré a analizar si las normas cues- (R. S. 741/05) entre otras— “es bien sabido que el
tionadas resultan acordes con los preceptos Cons- sistema de consolidación implica transformar en
titucionales; ello no sin antes dejar sentado que si deuda consolidada la deuda pública flotante, en
bien en la Causa N° 52.180 (R. S. 741/05) siguiendo el caso en que los Estados no puedan afrontar la
la tesitura del Superior Tribunal he dado mi voto deuda normal de administración con los recur-
por la constitucionalidad de la ley 12.774 por en- sos presupuestarios anuales”.
tender en aquella oportunidad que en la cuestión
allí debatida la aplicación de la ley se encarrilaba (...)
dentro de los parámetros de la carta magna no
generando menoscabo en los derechos ampara- “Una cosa es la vigencia temporal de la declara-
dos por la misma el presente ostenta innegables ción de emergencia, otra muy distinta es que las
diferencias con aquel, desde que aquí existen me- obligaciones de causa o título anterior a la fecha

responsabilidad civil
y seguros
114 · jurisprudencia

de corte se consoliden o no, con los efectos que Al respecto su art. 3° establece claramente en
emergen de la ley, no surgiendo que las normas su inciso 2do. que “los Estados Partes se compro-
consolidadoras (arts. 24 y sigtes. de la ley 12.774) meten a asegurar al niño la protección y cuidado
hayan dejado de tener vigencia”. que sean necesarios para su bienestar, teniendo
en cuenta los derechos y deberes de sus padres,
Por ello son claros los efectos y la virtualidad tutores u otras personas responsables de el ante
temporal de la normativa en cuestión, no asis- la ley y, con ese fin, tomarán las medidas legislati-
tiéndole razón al Asesor por cuanto, si la deuda se vas y administrativas adecuadas”.
consolidara a raíz de la aplicación de una norma,
tal situación produciría los ya mencionados Por su parte el art. 4° de la misma Convención
efectos.Es tiempo, entonces, de analizar si las dis- de modo mas genérico establece que “Los Esta-
posiciones contenidas en la ley (y especialmente dos partes adoptarán todas las medidas adminis-
los efectos de su aplicación al caso) se adecuan al trativas, legislativas y de otra índole apropiadas
marco constitucional. para dar efectividad a los derechos reconocidos
en la presente Convención”.
Paso a explicarme.
A su vez, el art. 27 de la misma Convención nos
Como ya lo indicaba, estamos ante un proceso de habla de la responsabilidad de los progenitores
conocimiento promovido, entre otros, contra el por la manutención del menor, debiendo (ap. 4)
Estado Municipal en el que se reclama una indem- tomar los estados todas las medidas apropiadas
nización por los daños y perjuicios sufridos a raíz para asegurar el pago de la pensión alimentaria
del fallecimiento de la Sra. A. en un hospital munici- por parte de los padres u otras personas que ten-
pal y en el que ya se ha dictado sentencia definitiva, gan la responsabilidad financiera por el niño.
haciendo lugar al reclamo, encontrándose firme.
Complementando todo lo expuesto, el art. 3°
A los menores se les han reconocido determi- párrafo 1° de dicha Convención es claro al esta-
nadas sumas en concepto de “valor vida” en los blecer que en las medidas concernientes a los ni-
términos del art. 1084 del Código Civil. ños que tomen, entre otros organismos, los tri-
bunales una consideración primordial a la que se
Debo entonces recordar que las sumas fijadas atenderá será el interés superior del niño. Al res-
en concepto de valor vida por la muerte del pro- pecto hemos dicho en esta Sala que “existe un
genitor revisten el carácter de crédito alimenta- único objetivo en estas cuestiones minoriles que
rio, tal como lo tengo dicho en mi voto en causa es el interés superior del niño comprometido en
N° 50.147, R. S. 164/05, entre muchas otras. cada situación que se presenta” (esta Sala en cau-
sa N° 47.026, R. S. 314/02). Aunque, bien se expo-
De esta forma puede observarse que repercute ne doctrinariamente, que el concepto de “interés
en forma negativa la facultad del estado munici- superior del niño” es un término flexible, toda vez
pal de diferir el pago de los montos de condena que permite y a su vez exige que —en cada caso
cuando los mismos tienen carácter alimentario; puntual— se lo califique y redefina, atendiendo a
no es ya una simple limitación temporal: cuando las particularidades de la situación, dependiendo
se trata de cuestiones alimentarias el solo trans- —en cada caso— de circunstancias específicas;
curso del tiempo es ya, de por sí, un perjuicio de esta particularidad —se dice también— llevará a
imposible reparación ulterior (esta Sala en causa los órganos de aplicación a asumir la importantí-
N° 49.611, R. I. 248/03). sima tarea de “descubrir” qué curso de acción
llevará a la defensa del interés superior del niño
Por otro lado, es claro que las normas consoli- en cada caso particular; aclarándose que lo que la
dadoras no pueden operar por fuera de la Cons- Convención establece es que resulta obligatoria
titución Nacional. para esos agentes la búsqueda que lleve a ese “des-
cubrimiento” de qué es lo que mejor resguarda
La normativa en cuestión, al no hacer una dife- ese interés superior del niño (Martínez Ruiz, Ana-
renciación ni eximición para los supuestos en que lía en AAVV, Inés M. Weinberg, directora. Con-
se hallen de por medio intereses de menores de vención sobre los derechos del niño, p. 101).
edad, incurre —a mi modo de ver— en una clara
violación a la preceptiva constitucional, por cuanto En tal contexto, es claro que —en casos en los
—como bien lo sabemos— la Convención de los que se encuentran de por medio intereses de
Derechos del Niño tiene tal jerarquía (art. 75, inc. 22). menores de edad con relación a su sustento ma-

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 115

terial— se debe privilegiar, antes que el interés del afecciones de orden psíquico y estético” (v. CSJN
estado, el derecho de los mismos. Escobar, Héctor O. v. Fabrizio, Daniel y otros,
en JA, 1995-IV-295).
Por otro lado nuestra Carta Magna provincial
en su art. 36, establece que la Provincia promove- Por ello, en situaciones como la presente, las
rá la eliminación de los obstáculos económicos normas consolidadoras devienen —a mi modo
que afecten o impidan o afecten el ejercicio de los de ver— inconstitucionales.
derechos y garantías constitucionales, reconocien-
do en su inc. 2do. y 3ero. los derechos sociales de En tal contexto, tal los argumentos esgrimi-
la niñez haciendo referencia a la protección y for- dos y de acuerdo con los alcances del recurso
mación integral y al cuidado supletorio del Esta- (ver fs. 811 y especialmente 812 in fine), la incons-
do, como así también el derecho de la juventud a titucionalidad y la consecuente inaplicabilidad de
desarrollar sus aptitudes y promover la participa- la ley 12.774 al presente deberá circunscribirse a
ción e inserción laboral. Esto se traduce en los las sumas fijadas en concepto de valor vida de los
derechos tales como la alimentación, la educa- menores representados —a los efectos recursi-
ción, y el cuidado del que los mismos son pasibles vos— por el Sr. Asesor de Incapaces.
por su condición minoril.
Por todo lo expuesto, y con el deber que me
Como puede observarse y siguiendo el hilo argu- impone el art. 57 de la Constitución de la Provin-
mental, con la postergación temporal de los dere- cia de Buenos Aires, propondré se modifique la
chos de los menores, se lesionan claramente dere- resolución apelada en cuanto desestima totalmen-
chos elementales y fundamentales enumerados por te el planteo de inconstitucionalidad, admitién-
la Constitución Nacional y la Provincial, contrarián- dose parcialmente el mismo y declarándose in-
dose el juego armónico de lo dispuesto por los arts. constitucional e inaplicable lo establecido por los
3°, 4° y 27 (fundamentalmente ap. 4) de la Conven- arts. 24, 25, 30, 32, y concs. de la ley 12.774 a las
ción sobre Derechos del Niño, 36 de la Constitución sumas reconocidas en concepto de valor vida a
Provincial y 1084 del Código Civil desde que, priva- los menores representados por el Sr. Asesor de
dos los menores de uno de sus progenitores como Incapaces apelante.
consecuencia de la responsabilidad del ente comu- Las costas de Alzada deberán ser impuestas a la
nal, la aplicación de la normativa en cuestión impli- Municipalidad de Merlo por revestir el carácter
ca la dilación del pago de las sumas necesarias para de objetivamente vencida en la cuestión debatida
su subsistencia no siendo acertada la postulación (art. 68 del CPCC).
del ente comunal en el sentido de que sería el otro
progenitor quien debiera proporcionarles sustento, Lo expuesto me lleva a votar en la primera cues-
desde que ello implicaría echar por tierra las previ- tión propuesta por la negativa.
siones del art. 1084 que vengo citando.
El doctor Gallo por iguales consideraciones y
A ello cabe agregar que la SCBA (Ac. 83.679 de fundamentos a los expuestos precedentemente,
fecha 28 de agosto de 2002) ha prescindido de adhiere votando también por la negativa.
aplicar las normas de consolidación en casos don-
de hubiera menores involucrados y dicha pre- 2ª cuestión.— El doctor Ferrari dijo:
ceptiva implicara el desconocimiento sustancial
de lo decidido. Tal los argumentos explicitados por mi en el
voto precedente, y si los mismos se comparten,
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tam- se deberá modificar la resolución apelada en cuan-
bién consideró —en un caso similar al de au- to desestima totalmente el planteo de inconstitu-
tos— que “ante la excepcional situación del be- cionalidad, admitiéndose parcialmente el mismo
neficiario de la indemnización la compatibilidad y declarándose inconstitucional e inaplicable lo
constitucional de un sistema como el que esta- establecido por los arts. 24, 25, 30, 32, y concs. de
blece la ley 23.982 dependía de la adecuación del la ley 12.774 a las sumas reconocidas en concepto
medio al fin perseguido, es decir, que en el asun- de valor vida a los menores representados por el
to concreto no se destruya la sustancia del dere- Sr. Asesor de Incapaces apelante.
cho reconocido en la sentencia y que la ley se
tornaba incompatible con la garantía de los arts. 17 Las costas de Alzada deberán ser impuestas a la
y 18 de la Constitución Nacional, ya que la repara- Municipalidad de Merlo por revestir el carácter
ción integral exigía la atención inmediata de la de objetivamente vencida en la cuestión debatida
ceguera y del sistema auditivo del actor y de sus (art. 68 del CPCC). Así lo he votado.

responsabilidad civil
y seguros
116 · jurisprudencia

El doctor Gallo por iguales consideraciones y y ruidos insostenibles—, es la causa de las


fundamentos a los expuestos precedentemente, afecciones padecidas.
adhiere votando en el mismo sentido que el Doc-
tor Ferrari. 2. — La contaminación provocada por la maqui-
naria industrial —en el caso, una fábrica—,
Con lo que terminó el Acuerdo, dictándose la es un supuesto de daño causado por riesgo
siguiente sentencia: o vicio de la cosa previsto en el art. 1113, 2
párrafo, 2 parte del Código Civil.
Autos y Vistos: Considerando: Conforme al re-
3. — A los efectos de indemnizar el lucro cesan-
sultado obtenido en la votación que instruye el
Acuerdo que antecede, se modifica la resolución te, el lapso computable es el que se extien-
apelada en cuanto desestima totalmente el planteo de hasta que la pérdida de capacidad de la
de inconstitucionalidad, admitiéndose parcialmente víctima se exteriorizó como irreversible,
el mismo y declarándose inconstitucional e inapli- pues a partir de entonces, la merma de
cable lo establecido por los arts. 24, 25, 30, 32, y posibilidades futuras, en el plano laboral,
concs. de la ley 12.774 a las sumas reconocidas en es contemplada, junto con la incidencia en
concepto de valor vida a los menores representa- las demás esferas de la personalidad de
dos por el Sr. Asesor de Incapaces apelante. aquella, como un daño distinto indemni-
zable bajo el rubro correspondiente.
Costas de Alzada a la Municipalidad de Merlo 4. — Para el cálculo del lucro cesante pasado,
objetivamente vencida en la cuestión debatida (art. debe tenerse en cuenta la cantidad de in-
68 del CPCC).— José L. Gallo.— Felipe A. Ferrari. gresos perdidos por cada año, multiplica-
dos por los años transcurridos hasta el pago
de la indemnización, lo cual devenga inte-
reses moratorios desde cada oportunidad
◆ RESPONSABILIDAD POR CONTAMINACION en que debió percibirse a ganancia futura.
AMBIENTAL
5. — El plazo de prescripción en materia de da-
Daños ocasionados por la contaminación ambien- ños a la salud comienza a correr desde la
tal que produce una acopiadora de cereales y ole- ocurrencia efectiva del daño y la concien-
aginosas ante la emisión de polvillo alerginoso y cia por parte del damnificado —en el caso,
ruidos insostenibles que provocaron las dolencias en el momento en que se expide el certifi-
alérgicas y trastornos psíquicos al reclamante — cado medico del que surge que el recla-
Riesgo o Vicio de la cosa — Procedencia mante padece rinitis alérgica por alergia al
polvillo— de su producción y magnitud.
Hechos: Los vecinos de una sociedad aco-
piadora de cereales y oleaginosas entabla- CUANTIFICACION DEL DAÑO
ron acción resarcitoria en su contra pre- CUANTIFICACION DEL DAÑO
El hecho dañoso:
tendiendo la reparación de los supuestos
Padecimientos físicos y psíquicos originados por
daños que habrían sufrido como conse- la contaminación ambiental emanada de una
cuencia de la contaminación que aquella empresa acopiadora de cereales.
producía debido a la emisión de polvo y
ruidos molestos en el ambiente. La deman- Referencias de la víctima:
dada opuso excepción de prescripción. El Sexo: Masculino
a quo rechazó parcialmente la excepción,
haciendo lugar a al daño a la salud psico- Componentes del daño:
física y al daño moral. Apelado el fallo, la Daño patrimonial
Daños varios:
Cámara lo modifica parcialmente.
Lucro cesante pasado $ 11.156
Lucro cesante futuro: 19.666, 72
1. — La empresa acopiadora de cereales y olea-
ginosas demandada debe responder de
manera objetiva por las dolencias alérgicas 1403 — CCiv. y Com., Bell Ville, 2008/02/25 (*). -
Holub, José Eugenio y otra c. Enrique Berdini y
y trastornos psíquicos que sufre el recla- Cía. S.R.L. (1)
mante, pues ha sido demostrado que la
contaminación ambiental que su actividad (1) El fallo in extenso puede consultarse en Aten-
produce —en el caso, polvillo, alerginosos ción al Cliente y en www.laleyonline.com.ar

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 117

◆ RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Concluida la etapa probatoria se dictó sentencia.


En ella, desde que la existencia del hecho no está en
discusión, se analiza lo atinente a la responsabilidad
Procedencia de la acción de daños ante el in- atribuida al accionar sobre daño por omisión, basán-
cendio ocurrido en un calabozo que provocó que- dose en el art. 1074 del CC. Se toma en cuenta que de
maduras a un menor que se encontraba demora- la causa penal agregada obra informe de Bomberos
do — Inexistencia de prueba que acredite la au- de Junín de los Andes, que descarta que el incendio
toría del siniestro se haya producido por falla en el sistema eléctrico,
desperfecto en el suministro de gas o colilla de ciga-
rrillo. Si bien no se comprobó la autoría del hecho y
La provincia demandada debe ser respon- específicamente que haya sido el actor de autos, no
sabilizada por las consecuencias dañosas acreditado que el siniestro se debiese a esas causas
derivadas del incendio que tuvo lugar en el descartadas en el informe, que significarían la res-
calabozo de una comisaría —en el caso, se ponsabilidad del Estado, y habiéndose comprobado
prendió fuego a un colchón— y provocó que el incendio fue intencional, por causas no impu-
lesiones a una persona que allí se encontra- tables al Estado, no cabe condenarlo. Por tanto se
ba demorada, en tanto en sede penal no se rechazó la demanda incoada.
pudo determinar cuál de los detenidos pro-
curó y logró causar el incendio, siendo que Apela la parte actora.
el Estado debía velar porque la restricción Luego de señalar los antecedentes de la causa, ex-
temporaria de la libertad de ambulación no presa como primer agravio la errónea valoración de la
supusiese ningún otro contratiempo. responsabilidad, señalando que el Estado se encuen-
tra legalmente constreñido a realizar una eficiente
1404 — CCiv., Neuquén, sala I, 2008/05/27. - A., prestación de servicio, que comprende mantener la
D. O. c. Provincia del Neuquén. seguridad de las personas que tiene alojadas, sin re-
sultar necesario probar la culpa o no de sus agentes,
2ª Instancia
Instancia.— Neuquén, mayo 27 de 2008. bastando la acreditación del daño producido por un
funcionamiento irregular del servicio. La sentencia
El doctor Videla Sánchez dijo: resulta arbitraria e incongruente al rechazar la deman-
da por no acreditarse la culpa del agente, tratándose
D. O. A., en nombre y representación de su hijo L. de una responsabilidad objetiva, lo que trastoca in-
O. —quien, arribado a la mayoría de edad ratificó to- admisiblemente, no sólo la carga de la prueba, sino
das las actuaciones efectuadas— demandó a la Pro- los principios generales de responsabilidad civil. Trae
vincia del Neuquén, pretendiendo el resarcimiento a colación un caso resuelto en provincia de Buenos
de daños y perjuicios generados a raíz de una deten- Aires donde se reconoció la responsabilidad del Esta-
ción de aquél en la Comisaría N° 8 de la localidad de do por la muerte de un detenido que falleció ahorca-
Piedra del Águila, donde, encontrándose durmien- do en su celda, habiéndose acreditado el suicidio y
do en un calabozo, el colchón utilizado comenzó a que la víctima tenía tendencia suicida.
arder y, pese a los requerimientos de auxilio, nadie
acudió en su ayuda. A consecuencia del hecho sufrió El segundo agravio se centra en que resultaba irre-
quemaduras de tipo A-AB en manos, antebrazos, tor- levante que el encendedor perteneciera a A., como se
so, cara y otras partes del cuerpo, comprometiéndose dijera en la sentencia, lo que no es así, pues se des-
también sus vías respiratorias. prende de los testimonios ofrecidos por la demanda-
da que el actor fue requisado y se le sustrajeron va-
Atribuye la responsabilidad a la demandada, cuyo rios elementos, por lo que no es posible que hubiera
deber de responder no deriva de la culpa sino de una tenido en su poder el encendedor que originó el in-
obligación de garantía. cendio. Este pudo haber sido provocado, pero no por
el actor. El Estado tenía la obligación de seguridad
La demanda es contestada, solicitando su recha- para con él, que sufrió el daño.
zo. Se relata que L. O. A. fue trasladado al hospital al
hallárselo ebrio en sitio público; allí el médico lo eva- Critica, como tercer agravio, que el a quo señalara
lúa, certificando su estado de embriaguez por lo que, que no se comprobó la autoría del siniestro y, menos,
trasladado a la Comisaría —demorado como infrac- que se le atribuyera al actor, pero sí se había acredita-
tor al art. 55 del Código de Faltas de la Provincia—, do que no se debió a un problema eléctrico o de gas,
ofreció resistencia a ser alojado en el calabozo, por lo caso en el que el Estado respondería. Insiste en que
que fue cacheado. Posteriormente se le pidieron da- para que éste se exima de responsabilidad, debe
tos sobre su padre para disponer su retiro; mientras basarse en un hecho imputable a la propia víctima.
tanto, conforme se estableció, fue víctima de un he-
cho que él mismo originó, incendiando intencional- Agravia también al actor la presunción en su con-
mente la goma espuma del colchón, generando ga- tra respecto a la autoría del siniestro, que se estable-
ses combustibles muy calientes y monóxido de car- ce en la sentencia a partir de señalar que en el calabo-
bono. zo número uno sólo se encontraba aquél.

responsabilidad civil
y seguros
118 · jurisprudencia
Según se indica en el agravio siguiente, ha existido delito ni menos aun las que persiguen la reinserción
una arbitraria valoración de la prueba, no teniéndo- social de los detenidos...”.
se en cuenta las testimoniales y la de informes de la
Dirección de Asuntos Internos de la Policía. (...)

En el sexto agravio se sostiene la omisión por parte Al demandar se señaló que mientras el actor dor-
del a quo de aplicar el art. 37 de la Constitución Pro- mía, comenzó a arder el colchón sobre el que estaba
vincial (hoy art. 65). Además en el expediente admi- descansando y otros elementos que se encontraban
nistrativo quedó acreditada la responsabilidad de los en el calabozo. No es más extensa la descripción del
agentes, en cuanto se sancionó a la Jefa de Guardia origen del siniestro que se hace en otras oportunida-
por no cumplimentar los recaudos dispuestos por el des; así las posiciones opuestas al Gobernador de la
reglamento en vigencia en el tratamiento, seguridad provincia y al Fiscal de estado (fs. 147/152 y 11) y tam-
y consideración de los detenidos. Subraya que la an- bién la expuesta ahora en la expresión de agravios.
tijuridicidad de obrar de la Administración debe me-
Desde que la simple experiencia de la persona co-
dirse considerando especialmente que el adminis-
mún indica que un colchón, de material sintético, como
trado no debió haber sufrido perjuicio causado por la
son en la actualidad prácticamente todos, puede entrar
prestación del servicio.
en combustión frente a una fuente calórica de suficien-
te poder, pero nunca ser susceptible de autocombus-
A fs. 423/4 son contestados los agravios, descalifi-
tión, la simple respuesta al caso es que alguien debió
cándolos por no contener una crítica concreta y razo-
acercar al colchón algún elemento encendido. Bien
nada del fallo, ya que el quejoso parte de elementos
pudo ser el origen del fuego, el encendedor hallado en
fácticos tergiversados o inexistentes, cuestionando,
condiciones de destrucción, que fuera peritado, con-
por ejemplo, la validez probatoria del informe de
forme surge de fs. 58/61 de las actuaciones penales.
Bomberos, sin fundamento alguno. Puntualiza que
éste no es un caso de responsabilidad directa u objeti- El actor estaba solo en el calabozo N° 1 en el preciso
va sino, por el contrario, refleja. El recurrente sorpren- momento en que quienes se encontraban en la Co-
de con la equivocación de confundir el término cacheo, misaría advierten el humo.
que fue lo practicado a A., con la requisa, que no son
iguales, pudiendo la persona haber retenido objetos En las actuaciones penales, de las iniciadas en sede
entre sus partes íntimas. Se detiene en un precedente policial, surge a fs. 34 vta. /36 que el Sargento Segundo
jurisprudencial de la Suprema Corte Justicia de la Pcia. Genaro Quezada parece indicar (F° 35) que al actor lo
de Buenos Aires sobre el vínculo de causalidad. Con- ingresaron en el calabozo N° 1 junto con otro demora-
cluye que el actor recurre una sentencia netamente do, Arias. Cuando se detectó el fuego en los calabozos,
ajustada a derecho, por lo que cabe su confirmación. cree que fue el sargento primero Sandoval el que sacó
a A. y lo llevó hacia la guardia. Quezada señala que al
II. Le asiste razón al apelante en cuanto critica la querer abrir más la puerta, dado que estaba entre-
sentencia recurrida por aplicar criterios no apropia- abierta, advirtió que había alguien más detrás y lo sacó.
dos al tipo de responsabilidad endilgada. Al ser de-
morado A. y colocado en un calabozo de la comisaría El agente Favio Guillermo Epulef (F° 37) dice que
de Piedra del Aguila, el Estado debía velar porque la fue él quien llevó a Arias al calabozo N° 3. Después,
restricción temporaria a su libertad de ambulación, habiendo salido de la comisaría para otro procedimien-
no le supusiese ningún otro contratiempo. to, se le requirió volver a la misma, solicitándosele en-
tonces que fuera a buscar la llave del calabozo N° 2
La CNCont. Adm. Fed., Sala IV, señaló el 28/02/2006, donde se encontraba Ricardo López; se sacó al mismo
en: “Facciolo Francisco c. M° del Interior- Policía Federal y a Darío Mena, civil, que aparentemente se metió para
Argentina s/daños y perjuicios” (Exp. 20.306/99, votan- sacar a su amigo. Se le ordenó dirigirse al hospital con
tes: Uslenghi, Galli y Jeanneret de Pérez Cortés) que al otro agente, y cuando llegaron se quedaron con José
proceder a la detención de personas que no han podido Arias, quien se mostraba molesto y violento, repitien-
acreditar su identidad con el documento respectivo a fin do en todo momento que no habían hecho nada para
de su debida identificación, a partir de ese acto legítimo sacar a A. del calabozo, “era lo único que repetía”.
de la autoridad, se asume la responsabilidad de su custo-
dia y de la guarda de la persona detenida, debiendo des- El mencionado Arias declara al F° 38; inicialmente
plegar toda su actividad para que, al momento de recu- hace una descripción de las circunstancias en que fue
perar ésta su libertad lo haga en las mismas condiciones demorado y llevado a la comisaría. Cuando iba por el
físicas que presentaba al momento de su ingreso al local pasillo de los calabozos escuchaba al muchacho (que
policial. Si el estado de salud se ha deteriorado durante la resultó ser A.) que gritaba que quería salir, finalmen-
permanencia del detenido en la dependencia, nace la te a él lo metieron en el calabozo del final del pasillo y
responsabilidad del Estado por no haber cumplido con dejó de escuchar al muchacho; cuando comenzó a
sus funciones de protección a las personas. entrar mucho humo a su celda, comenzó a patear la
puerta y gritar que había humo “por lo que ensegui-
La CSJN en el caso “Badin” expresó el 19/10/1995, da parece que ingresó alguien y me fueron a sacar del
que “...Si el Estado no puede garantizar la vida de los calabozo, se veía mucho humo en el pasillo y cuando
internos...de nada sirven las políticas preventivas del salgo, veo que estaba el muchacho en el piso de la

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 119

guardia, era el mismo que momentos antes cuando vanecido”. Observó que el actor, que había sido arras-
yo iba pasando gritaba que quería salir”. trado hacia afuera, no podía respirar.

Otro agente, Ernesto Antonio Hernández (F° 39) El informe de la División Bomberos, de Junín de los
fue quien, cumpliendo órdenes, demoró a Arias y Andes (fs. 66/86) se detiene sobre el origen del fuego,
quien después lo llevó al calabozo N° 3. Preguntado las conclusiones a que arriba, exponiendo las causa-
si al momento de ingresar al calabozo a dejar al con- les y estimando que el hecho debe ser encuadrado
traventor Arias vio a A. en el otro calabozo, contestó como intencional.
que sí, que gritaba, estaba alterado.
La Fiscalía de la IV Circunscripción Judicial enten-
El agente Juan José Valenzuela (F° 41/2) fue quien dió que “prima facie” el hecho constituía el delito de
retiró el colchón que se encontraba humeando en el daño agravado, previsto por el art. 184, inc. 1° del
calabozo N° 1. Señala que el calabozo N° 2 se encon- Código Penal, promoviendo formalmente la acción
traba con candado por lo que fue a buscar las llaves, penal en contra de L. A. Posteriormente requirió la
en él se encontraba Ricardo López. elevación a juicio, limitándose en el ofrecimiento de
prueba, a parte de las existentes hasta ese momento
El agente Christian Daniel Gallardo (F° 42/43) fue en el expediente. Finalmente, instado el sobresei-
uno de los que encontró a A. en la plaza, quien fue miento por el Defensor Oficial, se dictó el mismo.
llevado al hospital y luego a la unidad policial. Des-
pués, llegando nuevamente a la comisaría observó (...)
gran cantidad de humo y procedió a sacar del calabo-
zo N° 2 a López; deja constancia que había un gran La declaración del sargento ayudante Emilio Váz-
descontrol con respecto a los civiles que había en la quez, que luce al f° 43 vuelta, indica claramente que se
unidad, debido a un accidente en la ruta, donde ya intentó ubicar a Juan Vera quien, según habría indica-
había demorados, y a los contraventores que había do su padre, había abandonado su domicilio. Si ese
en la comisaría: “la situación que había en la comisa- intento suponía que se intentaba averiguar si tuvo algo
ría era de caos, por el incendio y la gran cantidad de que ver en el siniestro, es algo que se desconoce.
gente que había también en la comisaría y, hasta tal
punto, que uno de los demorados por el incidente en El caso citado por el propio actor, apelante (“C. E. y
la ruta, estaba ayudando en el incendio”. otra c. Provincia de Buenos Aires s/Daños y perjuicios”),
difiere un tanto en el argumento que cuestiona la sen-
El oficial Subinspector Néstor Campoy (F° 44/45) fue tencia dictada, ya que se agravia entendiendo que la
uno de los que encontrara al actor en la plaza, lo llevó al demanda debe ser admitida en su totalidad, pero es el
hospital y a la comisaría. Después de que ese día se dis- caso que en ese precedente citado, habiéndose admiti-
pusiera su ingreso al sector alcaidía, debido a los gritos do la demanda en primera instancia, el vocal de cáma-
de aquel, se dirigió hacia la celda donde se encontra- ra, Dr. Enrique Edgardo Bissio, arriba a una solución di-
ba —la N° uno— y le dijo que iban a buscar a su pa- ferente a la que se dictó en la instancia de grado, y a su
dre. El fue quien sacó a A. de la celda, ya que éste es- postura adhiere su colega, Dr. Blas Billordo.
taba detrás de la puerta del calabozo, y tuvo que co- En esa causa (N° 104.056, de la Sala Tercera de la
rrerlo hacia atrás, para posteriormente poder trasla- Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial
darlo hacia la puerta. Cuando después entró nueva- de La Plata), el juzgador de primera instancia había
mente, ante la versión de que podría encontrarse otra hecho lugar a la demanda por indemnización de da-
persona en el calabozo, lo recorrió, tratando de pal- ños y perjuicios promovida por los padres de quien
par con los pies, porque no podía ver; salió e informó apareció ahorcado en el baño de la Comisaría Tigre III,
que no había nadie más allí. Don Torcuato, para lo cual habría utilizado un cordón
de zapatillas sujeto a una de las duchas. Se instruyó
En su declaración testimonial, la sargento Sandra una causa penal por suicidio, donde se dispuso el so-
Edith Lillo (F° 47/49) —quien a la postre resultara breseimiento definitivo. Se entendió que ello no ex-
sumariada y sancionada por el hecho— señala que cluía la responsabilidad del Estado, basada en la ga-
cuando entró en servicio había un demorado en el rantía jurídica que los encartados no sufran daños por
calabozo N° 1, Colitripay, quien fue puesto en liber- un eventual ejercicio irregular de las funciones de sus
tad a las 3,12 horas de aquel día, 1 de enero de 2004. agentes públicos —en el caso: no controlar que los in-
Posteriormente fue ingresado en ese mismo calabo- ternos no posean elementos con los que puedan au-
zo José Vera. De su declaración resulta que A., ingre- toagredirse—, más allá de no poder demostrarse la
sado más tarde, estuvo junto con Vera, hasta que este culpa de determinado funcionario o guarda.
último es puesto en libertad. Pasados unos 4 minu-
tos de haber retirado a éste del calabozo, comenzó a Hasta aquí el precedente se ajusta a la orientación
sentirse olor a quemado, como si fuera plástico. Per- de la postura del actor, que persiste, por supuesto al
sonal policial había iniciado la búsqueda del padre apelar.
del actor, y ya se encontraba éste en la Guardia, cuan-
do se advirtió la existencia de humo. Intentó ella apa- Volviendo a aquél, frente a la queja del represen-
gar el fuego pero “el matafuego en cuestión no fun- tante fiscal por la atribución de la exclusiva responsa-
cionaba, dado que el polvo se encontraba como des- bilidad a la Provincia sobre la base de un incumpli-

responsabilidad civil
y seguros
120 · jurisprudencia
miento del deber de cuidado y vigilancia, el camaris- III. El actor reclama por gastos de asistencia y de
ta entendió que la cuestión se reducía a determinar si farmacia, daños: moral, psíquico, estético, material,
la conducta o hecho de la víctima (art. 1111, Código y finalmente hizo reserva de gastos que demanden
Civil) posee entidad causal suficiente y exclusiva en futuras operaciones y/o tratamientos.
la muerte de la misma, o si había mediado una defi-
ciente prestación del servicio por parte del órgano No hay duda que el señor L. A. sufrió serias lesio-
estatal al cual, en la especie, le había sido confiada la nes a raíz del evento. Las mismas fueron examinadas
custodia, cuidado y seguridad del detenido o, final- por el perito médico (fs. 332/336.), quien concluye que
mente, si el caso resultaba susceptible de resolverse el actor presenta una incapacidad que estima en el
bajo el prisma de la concausalidad o incidencias cau- 20% del valor total obrero. El perito toma en cuenta la
sales concurrentes —hecho de la víctima y actuación incidencia de los daños anatómico, funcional y eco-
del órgano—. Esta alternativa es la que adopta, dis- nómico-social.
crepando parcialmente con las conclusiones de la
anterior instancia, entendiendo que ha sido la con- La conclusión del perito en su dictamen es conclu-
ducta de la propia víctima el hecho relevante que ha yente y convence de las razones expuestas en el mis-
producido su muerte, la causa “adecuada” de la mis- mo. Por ende, cabe reconocer que el siniestro tuvo la
ma o —en otras palabras— aquella con aptitud sufi- eficacia dañosa para disminuir la capacidad del actor.
ciente para que, en el curso natural y ordinario de las
cosas (Llambías, J. “Obligaciones”, T. I p. 347, N° 288) En su demanda, el actor cuantificó la indemniza-
provoque normalmente tal resultado. Pero, a veces, ción que pretendía para el daño material, en la suma de
el hecho de la víctima como causa material de su pro- $ 30.000, y del daño estético, en la suma de $ 20.000.
pio daño es, no obstante, presupuesto determinante
de responsabilidad ajena, tal el caso de sujetos en si- Para evaluar la indemnización, cabe tener en cuen-
tuación de inferioridad, desvalimiento o riesgo, que ta que se ha indicado que la lesión estética no confi-
genera deberes de velar por su integridad a cargo de gura un supuesto autónomo con relación al daño
otras personas; no sólo ante hechos lesivos de terce- patrimonial y al daño moral, desde que en función de
ros sino también frente a los que pueden emanar de la actividad desarrollada por la víctima puede tradu-
aquellos mismos (conf. Zavala de González, M.: “Re- cirse tanto en daño material por la frustración de be-
sarcimiento de daños”, T. IV p. 294 y sigtes.). Por ello neficios económicos esperados, como en daño moral,
analiza la incidencia que la falta de servicio enrostra- por los sufrimientos de ese orden que puede engendrar
da al órgano administrativo pudo tener en el caso, no (v. CNFed. S. I Civil y Comercial, marzo 22 de 1979 “Ir-
perdiendo de vista que para llevar a cabo el ahorca- dinguio de Días, Felipa y Otros c. Efa y Lezcano, Héctor
miento, la víctima buscó eludir a la vigilancia que y otros c. Ferrocarriles Argentinos” ED, 83-651). La le-
pudiera advertir o prevenir la maniobra, desde que sión estética produce un daño patrimonial cuando inci-
lo hizo en el baño, a puertas cerradas, donde es obvio de en las posibilidades económicas de la víctima y tam-
que la guardia de dormitorios no puede ejercitar un bién produce un daño moral por los sufrimientos y
control directo; además, la obtención de un cordón o mortificaciones ocasionados a ésta por dicha lesión; se
cuerda por alguien no conduce, en ese curso ordina- trata sólo de dos especies de daños que merecen repa-
rio y natural, normal, a su muerte. Encuentra así que ración y nada obsta a que se acumulen los reclamos por
la irregularidad del servicio existió, y que alguna inci- ambos conceptos (conf. CNCiv. Sala D, noviembre 13
dencia causal ha tenido en el caso: la omisión del ór- de 1985 “Roldán, Pastor C. Cerámica Ruta 26, S.R.L.”
gano administrativo es la que permitió al detenido ED, 117-241).
hacerse de un elemento que, si bien no destinado
naturalmente a la finalidad para la que se la usó, fa- La lesión estética sólo podría configurar el daño patri-
cilitó la determinación suicida. Entiende evidente- monial, cuando repercute en las posibilidades económi-
mente excesivo enrostrar al Estado el no haber evita- cas del lesionado o sobre la capacidad futura de conti-
do la autoagresión y cargar entonces al mismo toda la nuar desarrollando una actividad productiva, merman-
responsabilidad; teniendo en cuenta el modo, lugar y do sus ganancias, al margen del costo de la intervención
características del suceso, existen “concausas” o “facto- quirúrgica reparadora cuando fuera posible (véase CN-
res de incidencia causal concurrente”, que le llevan a Civ. Sala A, marzo 12 de 1991, LA LEY, 1991-E, 763).
fijar un grado de incidencia causal del 60% atribuible al
hecho de la víctima y del 40% a la actuación del Estado La interpretación coherente en el contexto de la
provincial, a través del órgano policial interviniente. argumentación contenida en la demanda, es la de la
afectación patrimonial para el actor, tanto debido a la
Pero, en fin, al no avanzarse en aquella causa pe- lesión estética como a la provocada por la incapaci-
nal del Juzgado de Instrucción de Junín de los Andes, dad. Ello amén del reclamo de daño moral, donde
donde podría haberse discernido cuál de los deteni- deberán confluir aspectos no específicamente con-
dos en el calabozo N° 1 procuró y logró incendiar el templados en la incapacitación laboral, pero que no
colchón con las graves consecuencias para el actor, o, dejan de ser conexos a las lesiones estéticas.
posibilidad más remota y prácticamente descartable,
sobre la existencia de otro origen del siniestro, lo con- Pero también debe tenerse a la vista que, en razón
creto es que sólo resta responsabilizar al Estado pro- de que también se reclama la suma de $ 15.000 por
vincial por las consecuencias dañosas del mismo. daño psíquico que le deparó el siniestro, el monto

Año X - Nº 8 - agosto de 2008


derecho práctico · 121

indemnizatorio por la lesión estética se englobará con renta, unida a un porcentaje de amortización que
el concerniente al daño psicológico. agote el capital en el lapso de vida útil que le restase
a aquel, resulte similar a los ingresos que puedan
Esta Cámara, ya en autos: “Siciliano c. Consorcio Pa- estimarse disminuidos.
tagonia UTE s/ACC.LEY” (Expte. N° 17-CA-99), precisó
que deberá tenerse presente que el daño psíquico no La cuantificación del producido que podría obte-
tiene entidad autónoma distinta del daño material y ner el actor y la que verá disminuir por las lesiones
moral. Además de generar daño moral por lesionar la sufridas, no resulta sencilla de precisar, más aún
espiritualidad del sujeto que es lo que se repara con la cuando no se indicó en la demanda cual era el ingreso
indemnización por daño moral, puede ocasionar lucro inmediatamente previo al siniestro, situación por otra
cesante si afecta la capacidad para obtener ganancias parte explicable por su edad. Así, en definitiva, para
en una actividad lucrativa. Cuando ello no ocurra se tra- determinar el efecto de ese detrimento en sus ingre-
ta de un daño extrapatrimonial que debe considerarse sos, no se ve otra alternativa que acudir a las atribu-
para la fijación del daño moral (en igual sentido la CN- ciones del art. 165 CPC y C determinándose el monto
Civ., Sala G 22/3/95, DJ del 7/2/96). Se tiene en cuenta, de pesos treinta mil ($ 30.000). A eso se sumará el cos-
también, que el hombre es un compuesto de cuerpo y to de un tratamiento psicológico por el periodo indi-
alma pero que no interviene un tercer componente y cado por la experta, cuyo costo se estima a la actuali-
que, la psiquis en definitiva constituye una manifesta- dad, haciendo uso de la atribución ritual antes seña-
ción de su espíritu cuyas lesiones se encuentran com- lada, en pesos dos mil quinientos ($ 2.500).
pensadas por el daño moral. (P.S. 1996 -III- 421/427,
Sala II). Por otra parte las lesiones a la integridad psico- Por supuesto, a fin de precisar sobre lo señalado,
física no constituyen un daño indemnizable “per se”, ambas indemnizaciones, que hacen un total de pe-
sino en función de su incidencia en el aspecto patrimo- sos treinta y dos mil quinientos ($ 32.500), cubren los
nial (capacidad generativa de ganancias) o en la afec- reclamados daños material, psíquico y estético.
ción de intereses extrapatrimoniales calificables como
El siniestro, con sus perdurables secuelas para el
daño moral. Esta tesitura denegatoria del “tertium ge-
actor, debió generarle indudablemente un agravio
nus” representado por la lesión en sí misma, con inde-
moral a tener en cuenta. Imprevista e injustamente
pendencia de su repercusión, predomina en doctrina y
se vio privado de su tranquilidad y equilibrio espiri-
jurisprudencia. (P.S. 1995-I-86/89, Sala II)
tual ante sus secuelas. Tal lesión debe ser indemni-
La perito psicóloga (fs. 346/347) arriba a que A. zada (art. 1078, CC).
padece sufrimiento psíquico que el hecho dañoso le
generó. Toma en consideración la lesión estética ob- Sobre este punto se ha dicho: “Cuando se habla de
servable, como las afecciones psicológicas descubier- daño moral, evidentemente el vocablo “moral” no se
tas. Establece que se hace necesario un tratamiento refiere a un aspecto ético o deontológico, sino a un
psicológico por un periodo no inferior a seis meses y daño que se opone al material o patrimonial”... es la
cuyo costo estima para el tiempo de su dictamen en lesión de razonable envergadura producida al equi-
$ 1200. Se debe tomar en cuenta el dictamen pericial librio espiritual que la ley presume y tutela —y atañe
por idénticas razones a las señaladas anteriormente a una persona—. Es un nexo a la normalidad. (V.
respecto a la pericia médica. CNEspecial Civil y Com., sala I, abril 30 de 1986. Alva-
rez de Rodríguez, María EE. C. Durán, Antonio y otros,
Se tiene entones que las pericias médica y psicoló- LA LEY, 1986-C, 300).
gica abordan la problemática que para el actor ha
deparado el siniestro, comprendiendo en cada una La evaluación del perjuicio moral es tarea delicada
de ellas también la lesión estética, incluso la segun- pues no se puede pretender dar un equivalente y
da, como se dijo, discrimina la incidencia en el plano reponer las cosas a su estado anterior, como en prin-
social y el laboral. cipio debe hacerse de acuerdo al art. 1083 del Cód.
Civil. El dinero no cumple una función valorativa
Dentro de la comprensión de tal panorama corres- exacta, el dolor no puede medirse o tasarse, sino que
ponde analizar un monto indemnizatorio que englo- se trata solamente de dar algunos medios de satis-
be lo reclamado por incapacidad y lesión estética, facción, lo cual no es igual a la equivalencia. La difi-
amén de los costos estimados para un tratamiento cultad de calcular los dolores no impide apreciarlos
psicológico. Este último implica una forma especial en su intensidad y grado por lo que cabe sostener que
de reparación del daño que complementa la suma es posible justipreciar la satisfacción que procede
indemnizatoria a fijar por la pérdida de ingresos que para resarcir dentro de lo humanamente posible, las
produce la incapacitación. angustias, inquietudes, miedos, dolor físico, padeci-
mientos propios de las curaciones y actuales males-
Para el análisis del reclamo por pérdida de capa- tares subsistentes. Para establecer su monto no se
cidad debe tenerse en cuenta el hipotético mante- deben correlacionar los daños materiales y morales
nimiento de A. en el mercado laboral con probable puesto que se trata de lesiones de diferente índole y
progreso en él durante el período presumible de la existencia o no de daños materiales carece de in-
vida que le restaba al tiempo del siniestro, delimi- fluencia en la determinación del agravio moral (Del
tando el cálculo del detrimento sufrido por él en fallo de primera instancia LA LEY, 1985-B, 150: CNEs-
cuanto no puede excederse de una suma tal cuya pecial Civil y Com., sala V, diciembre 30 de 1983 “Bet-

responsabilidad civil
y seguros
122 · jurisprudencia
tini, Alfonso c. Sindicato de Obreros y Empleados de la modos el proceso de recuperación del joven A., per-
Madera”). mite presumir la probabilidad de la existencia de
pequeños gastos médicos, de enfermería, traslados
Meritando la gravedad del hecho, a los efectos de y farmacéuticos, en total, de alguna dimensión. Por
determinar la cuantía de la indemnización del daño ello, parece prudente de esta manera reconocer al
moral tomando en cuenta las consecuencias del acci- actor la suma de pesos un mil ($ 1.000).
dente, su intensidad y perduración, procurando que
la indemnización cumpla la función de neutralizar en Por último, cabe decir que la reserva que se hizo
la víctima el sufrimiento experimentado, conforme el por gastos que demanden futuras operaciones y/o
ya citado art. 165 CPC y C, considérase que el monto tratamientos, no depararon posteriormente esfuer-
reparatorio de pesos veinticinco mil ($ 25.000) es ajus- zo argumentativo y, menos aun, acreditativo, por lo
tado a la actualidad. que no procede pronunciamiento alguno.

En primer lugar en el orden de la demanda se re- De lo hasta aquí señalado se tiene que el monto
clamó por gastos de farmacia y asistencia médica, que supone la adecuada reparación de los daños su-
afirmándose que debieron afrontarse gastos como fridos por el actor, asciende a la suma de pesos cin-
traslados, farmacia, consultas médicas, etc. cuenta y ocho mil quinientos ($ 58.500). Dicha cifra
devengará intereses al promedio de la tasa del Banco
Conforme se ha observado, el actor soportó heri- Provincia del Neuquén, desde el acaecimiento del
das que motivaron inicialmente su traslado al Hospi- siniestro y hasta su debida cancelación.
tal de Piedra del Aguila. El perito médico designado
en autos da cuenta de las lesiones que sufriera, esti- Así, propongo al Acuerdo revocar la sentencia de
mando indubitable que existe un nexo de causalidad fs. 393/7, haciendo lugar a la demanda por la suma
entre los hechos y el siniestro descripto en autos. En de pesos cincuenta y ocho mil quinientos. Con costas
cuanto a la procedencia de este rubro, será admitido, de ambas instancias a la demandada.
aunque no en la cuantía pretendida, teniendo en
cuenta que si bien no se requiere prueba fehaciente Así lo voto.
en cuanto a los gastos que se reclaman, ya que cabe
presumirlos en razón de las lesiones sufridas, habien- El doctor García dijo:
do omitido detallar como se compone el monto recla-
mado, se encuentra que la estimación de los mismos Por compartir los fundamentos vertidos en el voto
deberá hacerse con un criterio razonable y equitativo. que antecede, adhiero al mismo expidiéndome de
Es criterio jurisprudencial que: “Si bien cabe admi- igual modo.
tir que inclusive en los establecimientos hospitala-
rios oficiales la atención no es totalmente gratuita y Por lo expuesto se resuelve: 1. Revocar la sentencia
partiendo de tal premisa es verosímil que la atención obrante a fs. 393/7 y, en consecuencia, hacer lugar a
prestada al actor le haya originado gastos, ello no basta la demanda incoada por L. O. A. contra Provincia del
para justificar la condena en concepto de daño mate- Neuquén, la que deberá abonar al actor la suma de
rial por un monto que, a valores de la época del ilícito, de pesos cincuenta y ocho mil quinientos ($ 58.500),
no sería posible vincular con el que razonablemente con más intereses al promedio de la tasa del Banco
pudo requerir por entonces el tratamiento recibido Provincia del Neuquén, desde el acaecimiento del
por aquél. No es necesario que los demandantes acre- siniestro y hasta su efectivo pago. 2. Imponer las cos-
diten cabalmente el perjuicio material sufrido, en par- tas de ambas instancias a la demandadas (art. 68,
ticular en lo que respecta a la prueba documental de Código Procesal). 3. Dejar sin efecto las regulaciones
los gastos médicos y de farmacia, pero de ello no se de los profesionales intervinientes en la instancia de
deriva que reclamos de esa especie deban ser admi- grado las que, adecuadas al nuevo pronunciamien-
tidos por el total que se solicita en demandas de exce- to, se fijan en las siguientes sumas: ... Sin regulación
siva parquedad en las que no se ofrezcan referencias para los letrados de la demandada, conforme lo dis-
o indicios que ayuden a formar juicio sobre la razona- puesto por el art. 2° de la ley 1594. 4. Regular los hono-
bilidad del resarcimiento que se persigue” (CNFed. rarios de esta instancia. Sin regulación para los letra-
Civ. y Com. Sala 2da. 29/7/80, LA LEY, 1981-1-245) dos de la demandada, conforme lo dispuesto por el
art. 2° de la ley 1594. 5. Regístrese, notifíquese y, opor-
Concretamente, si bien los gastos por la suma re- tunamente, vuelvan los presentes al Juzgado de ori-
clamada no se encuentran acreditados, de todos gen.— Enrique Videla Sánchez.— Lorenzo W. García.

SE TERMINO DE IMPRIMIR EN LA 2da. QUINCENA DE AGOSTO DE 2008


EN LOS TALLERES GRAFICOS DE “LA LEY S.A.E. e I. - BERNARDINO RIVADAVIA 130
AVELLANEDA - PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPUBLICA ARGENTINA

Año X - Nº 8 - agosto de 2008

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