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AN

Sandra Negro
Directora
Derecho de la Integración
Manual
SANDRA C. NEGRO
Directora

GONZALO ÁLVAREZ - SUSANA CZAR DE ZALDUENDO - SANTIAGO DELUCA


MARÍA FERNANDA FERNÁNDEZ VILA - ALFREDO LóPEz BrAvo
Martín MOLLARD - Luciana B. Scorti

Derecho de la Integración
Manual

Prólogo de FRANCISCO LEITA


Catedrático Jean Monnet - Padova

Tercera edición
Revisada, ampliada y actualizada

IB.
Montevideo - Buenos PfAires

2022

Sulio César Faira - Editor


ÍxpicE

PALABRAS PREVIAS A LA TERCERA EDICIÓN...ococonnnoncinancnnnccnonon


nono rannr anenana rn ca cra rnnna
SSA
ACRONIMOS A a A ai XV
ÍNDICE DE AUTORES oo. cccconnanincnonenaninconnonsaracnranonininronan
arc nn rra rana rorerananicararnariraranaadas XIX

PARTE GENERAL

CAPÍTULO I
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES.
INTEGRACIÓN ECONÓMICA E INTEGRACIÓN REGIONAL
SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

T. ¿CUÉES DA INTEGRACIÓN cocaccoinnsaoninncco


inn inn sonia aaron cli rdac noel sarro naia cana
L OMAN DU cons A

e«o
4 TOOLS SODOS la IMA. a
TL.LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA sones voca
1, Tipos y esquemas de integración econÓMICA....cconococionanccnannrnnnononrnnos
2. La integración económica y las reglas multilaterales de comercio ..
3. Los estilos de integración ecOMÓMICA ..oocacconinnononorionccnronr
con rncan ranas 17
TIT. REGIONARISMO ocorsrcon ac AAN en 19
1, Conceptos prolninatES ace 19
2, Nuevo regionaliSMO....cccononnnccninanonncnnnanonanenoranone
nor ancn no rnrenr cnn an rra nani 20
3, Multiplicidad de acuerdos y superposición de ordenamientos ........ 23

CaríruLo II
DERECHO INTERNACIONAL
Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

IL. PRECISIONES Y DISTINCIONES cnssiriccinicician ir 25


TT. Fuentes DEL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN. ..ccconccacccncnscnccccncnrcnconononanccnnn ros 27
VI MANUAL DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

1. DIOTEEOO OA MATO a 27
2 DETECHO DEVON AAA 28
TII. ELEMENTOS QUE ABARCA EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN .oocnccncncnccncnnnananos 29
l Estructura institucional paar 30
2. Sistemas de solución de CONtrOVErsiasS +..oeoncooconononornnnonnnonncnnonronenininn

CarítuLO TH
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS
ESQUEMAS DE INTEGRACION
SAnbra C. Nero

TL. DENOMINACIÓN Y CONCEPTO cis 37


TT. CARACTERIZACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN ..cccoooncnocacancconanonanonos 37
1. Base fundacional: un tratado entre dos o más Estados ....oooocccioncccón. 40
. Un objetivo común o un conjunto de objetivos COMUNES ¿oocooccccnconns: 41
. Nexos de tipo geográfico, social, cultural, económico y político..... 41
uu

. Transferencia de COMPetenciaS coocconccncnnnnncononnincnnnccnrnanenennnr


arcanos 42
E

ESC OA air a 43
ii

. Etapas sucesivas para el logro de sus fines o el dinamismo del


or

PIDE arc 43
7. Flexibilidad para sobrellevar los efectos de los conflictos
originados en la dinámica de adaptación y el logro de objetivos
COMES A 43
8. Respeto de las necesidades y aspiraciones particulares de cada
EMO 44
9. La influencia de las decisiones políticas nacionales en los
pa a a AAA A
10, Legitimidad ..coooconinnoconcccnoncconnnononononnnnoonnrono
rn onr nn nr rca ercer nenas 45
TE TA SOPRANACION ACID ADA 48
TV. CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN coccoccocccoccnnnnnccnnnnncrncnonons 50
E PRIMER CIA ICAO ii 51
2. Segunda clasificación .cooooconccnnonccoconooocononnnconccnnrnocnrncnnnnocnrornnnrrnnnnens 32

Capítulo IV
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC)
SANTIAGO DELUCA
LOS PETMEROS- PASOS ci
TT. EL ACUERDO GENERAL SOBRE ARANCELES Y COMERCIO (GATT) ....ooooo......
TIT. La PRIMERA GRAN MODIFICACIÓN: LA RONDA DE TOKIO DE 1979 .....o.cccc...
TV. La Ronba URUGUAY Y EL NACIMIENTO DE LA OM Looooooococccccnccnnonccnnnnnnons
IxpiCE VII

V. La RONDA DE Dora; LA ACTUALIDAD DELA OMC ccnnonnocncnoronancanonononsos 61


VI. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA ORGÁNICA .cococncncccnnononenen innnrocancnananononnaninanins 62
VIT. EL DERECHO Y TOMA DE DECISIONES +oococcconcncocnccnccncnncconcnnernncnranennnnorononnnonos 64
VII. PRINCIPIOS DEL SISTEMA MULTILATERAL DEL COMERCIO ..cococononocncnaccnncncanonnns 65
IX. SISTEMA DE SOLUCIÓN DE DIFERENCIAS ..cooconancocnnnninncnnnonannccinonannonnn
ca noananecnos 66

PARTE ESPECIAL

Capítulo V
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR
Luciana B. Scorri

TI, INTRODUCCIÓN coccorcncnoncarannnnancnrannrno


rn rnrrrrnrn rene rene rene rr reee ren 71
TI. La ASOCIActÓN LATINOAMERICANA DE INTEGRACIÓN (ALADD.......o........... 72
UL. Eb MERCOSUR usa Esa 75
. Orígenes y antecedentes del Mercosul concoccccinnnonnconnncncrannonrcnnnnnnnos 76

«Ea membresía: en el Mercosur 78


Hulid

. La relación Mercosur — ALADI y su inscripción en el GATT ......... 86


. Las relaciones externas del Mercosur. Participación en las
ePOS TOMES aa 87
. La dimensión económico-comercial del Mercosur ..oocccnnnniccin.... 92
Ln

. La dimensión política del Mercosul comccionninncnnenncernninrnnrcrnrnrercenonnos 90


—J3 Q%

«Ea dimensión social del MecoMba s 102


. La dimensión cultural del Mercosur coccoccciononocnnonconnniancnonrornronocononos 103
0

«La cidadanta MENSOSUE era 104


YD

10, El fondo para la convergencia estructural del Mercosur oo... 105


11. La Cooperación Intra y Extra Mercosul cccccnncnonccnonocicconnnonccnncccnccnss 106
12. La dimensión jurídico-institucional del Mercosul ...oococociconnonncnnnns 109
13, Estructura y órganos principales del Mercosur cnncnccnnnnninninininns. 111
INCURRA RNA 160

Capítulo VI
LA COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES
Martín MOLLARD

L. INTRODUCCIÓN oscrrciccnarc rn ARE IA 167


HEANTECEDENTES trata naa Aaa 168
TI. La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES ooconoconconoonoranononnoomnno
no ran rar araansrnrnrno nos 172
I, Análisis del tratado constitutivo y de sus principales reformas........ 172
2. Estructura institucional y órganica: el Sistema Andino de
Integra coooccccnonicionnconnncnnnnnnnnnrnnncnnenc
ron raro rra rre 174
VII MANUAL DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

3. Derecho derivado en el proceso de integración andino:


procedimientos para la toma de decisiOMeS .ococonncccninnnnonccocinrcnncns: 192
4. Mecanismo para la solución de CONTrOVersiaS ..ococcncnininnonocninnccnnnnes 198
5, Relaciones externas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)...... 207
TV. SÍMBOLOS DE La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES o.ooooncoccocoronccnneneenecnnnnns 208
LEO in AAA 208
E ON 208
LEMOA AAA
AA AAA AAA 209
4 Ta DAA 210
V, POLÍTICA EXTERIOR EN EL ÁMBITO CENTROAMERICANO Y SUDAMERICANO ...... 210
MEROSUE ana 210
2. CULO cooncocccnnccccnonnncnronanininnn
ano nananccnon sona rror ana rinc nn cnon one r rana rr nina ran cinana ninos 211
Is TIO UOC 211
O 212

Capítulo VII
SISTEMA DE INTEGRACIÓN
CENTROAMERICANA (SICA)
GONZALO ÁLVAREZ
VANA 219
1. El siglo XTX: la Federación de Estados Centroamericanos 219
2. La década del 60: integración regional y desarrollo........... 220
3, La década del 80: integración regional y democracia ........ 221
TI. La ARQUITECTURA JURÍDICA DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL
CENTREGAMERICA NA cui Ad 221
1. El Peticolo de TES Pin 222
2. El Protocolo de Guatemala ...oooooconniccacinonnconononcnancnrccininncnnos 223
TIT. ESTRUCTURA ORGÁNICA 0 ia 227
1, Los órganos e instituciones de SICA cnccncacianinicononcanncinronos 227
2.Los órganos e instituciones de SIECA ..ncccccnconnoninconioranonnos 231
IV. SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS oomooooconnonnncnrnroronorcnconocnennecnnnenninernnos 232
1. La Corte Centroamericana de JUStiCiA.....ooonncccnnnaciciccanicón 232
2. Mecanismo de solución de controversias comerciales ....... 234
VW. PERSPECTIVAS ococoonoconoonaranncnconenenonnnnannnnan
ara rnrcnnccnananonnnen anerrracninanos 233

Capítulo VII
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM
ALFREDO LópPeEz Bravo
Il. ANTECEDENTES DE SU CREACIÓN ococcccccccccoconencanonaninccnncnncanononinicanos 239
l. Federation of West Indians ....ocoononinnaracinocccnnanconcacrarn
rr rms 239
InpicCE IX

CARIDAD 240
SACAR carr AAA AAA 240
TT. SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE INTEGRANTES DE LA CARICOM ........... 243
TIT. ORGANIZACIÓN DE LOs EsTADOS DEL ESTE DEL CARIBE .ooooccncnccoconcnncnnonnnonss 245
TV. CAUSAS DELLA INTEGRACIÓN AAA 248
V. OBJETIVOS DECARICOM occncccnconnncnocnanarccnnnnnrnn
on cnnn sore rrnnnr rr rara rr caninos 249
LOOJENTO ECONOMIA 249
2. Representación exterior Unificada ..oncocnonncnnnnennornconcnr
raro cerrar 250
34 COOPEración FUNCION ici AAA 251
VI. ESTRUCTURA ORGÁNICA DE CARICOM coocooooococonnnccnccnccnonccnoninninancancnnnanonos 2d
VI. PROCESO DE TOMA DE DECISIONES ....oonoconncarococnccccnnnconens conercnnncnncnnccnccnconanin 254
VIII, MECANISMO PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSTAS oncsccnnrcnonininancnnconancnnna
nos 2d
IX. PRINCIPALES RETOS DE LA REGIÓN cicconaccccaniidi radiación 255
X.. RELACIONAMIENTO EXTERNO oocccccccnccnnnncnononncnononccnonnnonornrnrononrenenananccnannncnos 256

Capítulo IX
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ASIA
María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

TINTERO DUECÓN A aa aa E 261


T. ANTECEDENTES HISTÓRICOS +cccoccccnccnccnncnennnnnocnnnranenncnnonoonrnooornrcnncnncnernnnncnnns 263
TIL. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROCESOS esioncicosniacinnan cocida iia carac aós 265
TV. Los PROCESOS DE COOPERACIÓN/INTEGRACIÓN coococcnoconcnocorncnocnnonnnnanonencnnncnss 266
VASEANoi A AA AA AA 272
1. La comunidad de seguridad conoserranas 213
2. La COMUIMASA ECO Ai 275
3. Comunidad socio Ml ia 276
A RETACIONES EXIT ic AA AAA AAA AA 277
A: ESTÚCIULA Y Mecanismos a 278
6. Carta de Principios de la ASEAN ..ccarorrorrociannininesairriosanrarion
ercer 279
VLAPE EC AAA ARA 280
1. Participación del. score O cnc na 287
2 PRTUCIPACIón de 105 MUS a 288
A AAA 288
AECI 288
5. XVI Cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica
Astáa-PAciiCO [APEO S 289
6. Cumbres subsiguientes cocccoccnconcnonocnnnccnoconncnronrcnn
ono cnn cnrcnn cnn cerraran 290
VIE ESC a at 294
X MANUAL DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

Capítulo X
UNIÓN EUROPEA
SANDRA C. NEGRO

T. DE Las COMUNIDADES EUROPEAS A La UNIÓN EUROPEA .ccccccoronionncananannnonos


A O
TI. OBJETIVOS DEL PROCESO DE INTEGRACIÓN EN FUROPA ..ooccccccconccncnccconccccnncoss
TIT. La ESTRUCTURA INSTITUCIONAL DE La UNIÓN EUROPEA .cocoococancarononcononnanonos
E-ELEOOSeJO EOLOPeO rra AAA
ABLA A
3.La COMISIÓN ..ccnnnonnccnaninnionncnnaan
ocn o nanra rra rana n corran rar rra rara narrar
4, El Parlamento: EUTOPCO cui AAA
5. El Tribunal de Justicia ....onnninionniasrerinmaniar
rara rra rr
6.El Tribunal de Curt aa AAA
7. Instituciones de la Zona EUTO ....oooooccnoonnccionenccarano
coran onnnonnr ano cana c cronos
8. Instituciones de carácter CONSUÍLIVO ...ooonnnoninicnninonnrerinnanononrnrnrenrenennn
O OLLOS Ora EA
TV. La TOMA DE DECISIONES Y LA ELABORACIÓN DE NORMAS DE DERECHO

1, Métodos de adopción de decisiones: mancoonocaracoranoinnncdanises


soda ccenoiaas
2. El derecho originario y derivado de la Unión Europea coccion...
3. El pripeipio de SOBSICIStICdSAd ii ia
V, EL SISTEMA DE PROTECCIÓN JURÍDICA EN La UnIÓN EUROPEA .cooococonnnccionacinnnnnnos
l. Evaluación de la actividad del Tribunal de Justicia de la Unión
FUTOPEA ccnocccnnncncnoncnronncannnn
cnn n cnn nor nono rara r ran rare n ran rn encarece rene
Vi EL-PODER SANCIONATORIO DE LA UE ui
1, La imposición de sanciones a los Estados Miembros ..ococcnoncinnmm..
2. La facultad de control e imposición de sanciones a empresas .........

ANEXO 1. Protocolos y modificaciones al Acuerdo de Cartagena ....coionin....


Anexo 2. Órganos de la Comunidad AndiDA....oooicococonncnnicaconinins sonosocorenncnnnns
Anexo 3... Orvanisrama de SICA y SIECA ivi
Anexo 4. Sentencias pronunciadas por la Corte Centroamericana de Justicia
PALABRAS PREVIAS A LA TERCERA EDICIÓN

Esta es la tercera edición, actualizada y ampliada, del ya devenido clásico


Manual de Derecho de la Integración, publicado por primera vez en el año
2010 y cuya segunda versión revisada data de 2013 . En el año 2012, fue pu-
blicado el segundo tomo con el objetivo de completar el análisis de los procesos
de integración en América y en África, brindando así un vasto panorama del
desarrollo de la integración regional en sus diversas formas.
La integración regional suele presentar modificaciones en el orden jurídi-
co-institucional, así como en la integración-desintegración de los miembros y
derroteros de éxitos y fracasos en la consecución de los objetivos de cada pro-
ceso. El derecho intenta dar respuesta a los desafíos planteados. De allí que
la actual edición pretende ofrecer al lector una herramienta actualizada y, a
la vez, detallada, de los esquemas de integración y de los cambios acaecidos
en estos últimos cinco años (2013/2018).
Se mantiene la presentación dividida en parte general y parte especial.
Los tres capítulos iniciales de la Parte General de la obra, al constituir apor-
tes a una teoría del derecho de la integración regional, no sufrieron cambios.
Se ha completado esta primera parte con un cuarto capítulo, de autoría de
Santiago Deluca, que contiene una dinámica y lograda síntesis dedicada a la
Organización Mundial del Comercio, y la compatibilidad y excepcionalidad
de los regímenes de integración regional vis-á-vis el sistema multilateral de
comercio.
En los capítulos de la Parte Especial, ampliados y actualizados, se preser-
vó el plan original de la obra, es decir la completa revisión de antecedentes,
la explicación de los objetivos, las estructuras orgánicas o institucionales, el
proceso de toma de decisiones y los laudos y sentencias de tribunales propios
de cada esquema.
En particular, en el capítulo dedicado al Mercosur se analiza la suspen-
sión de Venezuela, considerando los acontecimientos políticos, decisiones y
declaraciones adoptadas. También se analizan los casos de Ecuador y Bolivia.
Asimismo, se incluye una revisión de la estructura orgánica del esquema.
XII SANDRA C. NEGRO

En lo concerniente a la CAN, se señala la reingeniería institucional, una


revisión de la aplicación del derecho por el tribunal andino.
En el caso de los procesos de integración en América Central continental e
insular, se realizó una revisión de las estructuras y organigramas y la actuali-
zación de los datos económicos correspondientes a cada esquema, y en el caso
de SICA-SIECA se acompañó de un relevamiento de los acuerdos celebrados.
Sucesivamente, en la observación de las experiencias de integración en
Asia fueron actualizadas estadísticas y, en particular, en el ámbito de la
ASEAN —que cumplió 50 años de existencia en 2017— y de la APEC se anali-
zan las modificaciones introducidas a partir de cambios sucedidos en la región
y en el comercio internacional.
En el capítulo dedicado a la Unión Europea se ha realizado una revisión
completa de las sucesivas ampliaciones de la UE que culminaron con la adhe-
sión de Croacia. Á su vez, se han considerado los candidatos oficiales y poten-
ciales a convertirse en miembros. Por otra parte, se ha incluido una síntesis
de las decisiones políticas que explican el denominado Brexit. Asimismo. ha
sido revisada la actividad del Tribunal de Justicia de la UE y fueron anali-
zadas las modificaciones introducidas a partir del nuevo Reglamento en el
funcionamiento del sistema judicial de la UE.
Para finalizar, es menester mencionar que la cuidadosa labor de revisión y
actualización de los capítulos de la Parte Especial ha sido realizada —on par-
ticular dedicación y conocimiento— por cada uno de los autores de los capítulos
de la primera edición, los profesores adjuntos Luciana Scotti, Martín Mollard,
Gonzalo Álvarez y Alfredo López Bravo. La revisión del capítulo de la UE ha
estado a mi cargo.
La tarea de actualización del capítulo de experiencias en Asia —de autoría,
originariamente, de María Fernanda Fernández Vila— fue emprendida con
encomiable esfuerzo y rigurosidad —nuevamente— para esta tercera edición
por los docentes Julio lelpi y María Verónica La Roca.
Esta nueva versión del Manual pretende ofrecer a la formación de los
alumnos, elementos para despertar en ellos el interés y facilitar el acceso al
conocimiento en materia de integración regional, en forma ordenada, siste-
mática y dinámica. A la vez, se brinda al público en general un instrumento
útil para la comprensión de acontecimientos jurídico-políticos y económico-
comerciales del derrotero de la integración regional.

SANDRA C. NEGRO
Marzo de 2018
PRÓLOGO

La obra tiene el mérito de ofrecer un fundamento teórico riguroso del fe-


nómeno de la integración y una visión reconstructiva completa y atenta de
las más significativas experiencias de integración en las diversas áreas del
mundo en un momento por cierto relevante, en que la currícula de estudios
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se enriquece
con la materia dedicada al Derecho de la Integración.
Ambos elementos —el estudio curricular de los aspectos jurídicos de los pro-
cesos de integración regional y la elaboración doctrinal del marco normativo e
institucional por el que éstos se rigen— representan una apreciable novedad en
el panorama de los estudios jurídicos de los países latinoamericanos y, especial-
mente, de América del Sur.
Efectivamente, luego del crecimiento exponencial, en los años noventa, de
las contribuciones de la doctrina jurídica latinoamericana dedicadas al de-
recho de la integración, correspondiente al interés suscitado por el proceso
fundacional del Mercosur, se debió constatar un apacible alejamiento del pro-
blema, tal vez cuando más se requería la labor del jurista, para acompañar y
sustentar la fase difícil y problemática de fortalecimiento del sistema.
Seguramente, la declinación del interés por el análisis teórico tal vez fue en
parte debido a la exigencia de comprender las dimensiones del fenómeno paralelo
de la mundialización que se realizaba por efecto de la constitución de la Organi-
zación Mundial del Comercio. Lo que está demostrado por la circunstancia de que
hasta se pretendió que la institución mundial fuese el foro más apropiado para
definir disputas comerciales entre los propios integrantes del Mercosur.
Por otra parte, cierto desapego de la doctrina hacia el fenómeno de la in-
tegración regional se debió posiblemente a la subyacente idea de que, en de-
finitiva, éste, en las Américas, está y estará determinado por la dimensión
diplomática —casi una expresión de la voluntad de los Ejecutivos de los países
miembros-, y al fin condenado al estancamiento institucional por la asimetría
ineluctable de sus integrantes.
En este panorama resaltan los estudios recogidos en este apreciable volu-
men por la meritoria iniciativa de la Dra. Sandra Negro, en cuanto vuelven a
XIV FrANCcIscO LEITA

proponer el rol estratégico de las Instituciones comunes y del derecho que de


ellas emanan en los procesos de construcción de áreas regionales integradas.
Seguramente, las contribuciones que aquí se presentan, constituyen un
instrumento valioso para que no sólo los estudiantes, sino también y mayor-
mente quienes integran las jurisdicciones nacionales o a ellas recurren, per-
ciban el derecho común como el instrumento más eficaz para realizar en el
territorio vasto constituido por el territorio de los Estados involucrados en los
diferentes procesos integracionistas, un espacio de libertad y de justicia.

Francisco LEITA
Catedrático Jean Monnet
Padova, 2010
ACRÓNIMOS - SIGLAS

AAP Acuerdo de Alcance Parcial


AC Acuerdo de Cartagena
ACE Acuerdo de Complementación Económica
Países ACP Países de Africa, Caribe y Pacífico
AEC Asociación de Estados del Caribe
AEC Arancel Externo Común
ALADI Asociación Latinoamericana de Integración
ALALC Asociación Latinoamericana de Libre Comercio
ALBA Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe
APEC Asian Pacific Economic Cooperation
ASEAN Association of South East Asian Nations
BCE Banco Central Europeo
BEI Banco Europeo de Inversiones
BCIE Banco Centroamericano de Integración Económica
CAFTA-DR Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica,
EE.UU. y la República Dominicana
CAN Comunidad Andina de Naciones
CARICOM Caribbean Community (Comunidad del Caribe)
CARIFTA Caribbean Free Trade Association (Asociación de Libre
Comercio del Caribe)
CcCcJ Corte Centroamericana de Justicia
CC-SICA Comité Consultivo del SICA
XVI MANUAL DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

CDF Caribbean Development Fund


CE Comunidad Europea
CECA Comunidad Europea del Carbón y del Acero
CEE Comunidad Económica Europea
CEEA Comunidad Europea de Energía Atómica
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CMC Consejo del Mercado Común
COMIECO Consejo de Ministros de la Integración Económica (en
SICA)
CRPM Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur
CSME CARICOM Single Market and Economy
CSN Comunidad Sudamericana de Naciones
ECO Economic Cooperation Organization
EFTA European Free Trade Agreement
FES Fondo Europeo Social
FOCEM Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur
GATS-AGCS General Agreement on Trade in Services - Acuerdo
General sobre Comercio de Servicios
GATT General Agreement on Tariff and Trade
GMC Grupo Mercado Común
TIRSA Integración de la Infraestructura Regional
Sudamericana
MERCOSUR Mercado Común del Sur
NAFTA-TLCAN North American Free Trade Agreement (Tratado de Libre
Comercio de América del Norte)
ODECA Organización de Estados Centroamericanos
OECE Organización Europea de Cooperación Económica
OMC Organización Mundial del Comercio
PARLACEN Parlamento Centroamericano
PESC Política Exterior y de Seguridad Común
ACRÓNIMOS - SIGLAS XVII

SELA Sistema Económico Latinoamericano


SG-SICA Secretaría General del SICA
SG-SIECA Secretaría General del SIECA
SICA Sistema de Integración Centroamericana
SIECA Subsistema de Integración Económica Centroamericana
TJCA Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
TJUE Tribunal de Justicia de la Unión Europea
TLC Tratado de Libre Comercio
TPR Tribunal Permanente de Revisión (del Mercosur)
TUE Tratado de la Unión Europea
TFUE Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
UE Unión Europea
UEM Unión Económica y Monetaria
UNASUR Unión de Naciones Sudamericanas
ÍNDICE DE AUTORES

GONZALO ÁLVAREZ

Profesor regular de Derecho de la Integración en la Facultad de Derecho, y de Teorías


de la Educación y Sistema Educativo Argentino en la Facultad de Psicología, ambas
en la UBA. Integra el cuerpo docente de la Maestría en Derecho Internacional Privado
de la Facultad de Derecho (UBA). Profesor titular interino de Régimen Jurídico de la
Educación Superior en la Tecnicatura en Administración y Gestión de la Educación
Superior (UBA). Integra el Consejo Editorial de Academia, revista sobre la enseñanza
del Derecho de Buenos Aires, de la Facultad de Derecho de la UBA. Coordina el área
de investigación sobre Derecho de la Educación en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional de Rosario. Director académico y de investigación del Centro de
Estudios sobre la Universidad y la Educación Superior de la Universidad Nacional de
Tucumán. Se desempeñó como secretario académico de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires (2002-2010).

SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Abogada (UBA). Posgrado en Asesoría Jurídica de Empresas, Departamento


de Graduados, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UBA). Profesora de la
Universidad de Bologna, sede Buenos Aires, y de cursos de posgrado en la Facultad
de Derecho de la UBA y en otras universidades nacionales. Ha sido consultora
externa de la Dirección de Mercosur de la Cancillería argentina hasta julio de 2004
y designada posteriormente árbitro suplente del Tribunal Permanente de Revisión
del Mercosur. Investigadora principal del Centro de Estudios Interdisciplinarios de
Derecho Industrial y Económico de la Facultad de Derecho de la UBA.

SANTIAGO DELUCA

Abogado (UBA). Doctor en Derecho por la Universidad Rey Juan Carlos 1 de


Madrid. Especializado en Derecho de la Competencia Europeo y Español, Estudios
Internacionales y Administración y Gestión de Instituciones Públicas. Profesor de la
UBA, USAL, UCES y Universidad de Bolonia en Buenos Aires. Conferenciante en
numerosas oportunidades en Universidades e instituciones nacionales o extranjeras,
en materia de Derecho Internacional y de la Integración desde 2001, Miembro de
XX MANUAL DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN

organizaciones internacionales y nacionales relacionadas con Comercio Internacional


y Relaciones Internacionales. Preside la Asociación de Estudios de Integración
(AdEl), Autor y coautor de libros y artículos en revistas de la especialidad. Trabajó
en la Justicia Federal, en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires
y se desempeñó como el primer secretario del TPR. Desde 2012 ejerce la profesión
de abogado en el ámbito del comercio internacional, dumping, aduanas, cambio y
sanciones tributarias, arbitrajes.

María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

Abogada. Doctora en Ciencias Sociales (FLACSO). Magister en Ciencias Sociales con


mención en Relaciones Internacionales (FLAC5SO). Realizó estudios de posgrado en la
Escuela Diplomática de Madrid, en la Sociedad de Estudios Internacionales (Madrid),
en la Universidad de Panamá. Profesora adjunta regular en Derecho de la Integración
(Facultad de Derecho, UBA). Profesora de posgrado en universidades privadas.

ALrkreDO Lóprrz Bravo


Abogado. Egresado del curso intensivo sobre Regulación y solución de Diferendos de
Comercio Internacional e Inversiones (2005), Facultad de Derecho (UBA) y del curso
intensivo sobre Procesos de integración regional en América Latina (2008). Profesor
adjunto regular en Derecho de la Integración en la Facultad de Derecho (UBA). Se
desempeña en el Poder Judicial de la Nación, fuero Civil. Es investigador asistente del
Centro de Estudios Interdisciplinarios de Derecho Industrial y Económico (UBA).

MARTIN MoLLARD
Abogado y procurador (UBA). Profesor adjunto regular de Derecho de la Integración
(Facultad de Derecho, UBA). Miembro del Colegio Público de Abogados de Capital
Federal y del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Se desempeña
en el Poder Judicial de la Nación. Realizó diversos cursos de carrera docente en la
universidad donde se desempeña y varios cursos técnicos de las materias que dicta, en
el ámbito interno e internacional.

SANDRA CECILIA NEGRO


Abogada. Doctora en Derecho (UBA). Magister en Política y Gestión de la Ciencia y
la Tecnología (UBA). Master en Gestión de Negocios y Formación Profesional para
la Integración Latinoamericana (UCES) y Master en Relaciones Internacionales
(UB). Asimismo realizó cursos de posgrado en 1Universitá degli Studi di Padova y
en la Academia de Derecho Internacional de La Haya. Coordinadora del Programa
de Actualización en Propiedad Intelectual (UBA). Profesora titular de Derecho de la
Integración de la Facultad de Derecho (UBA). Profesora de la Maestría en Relaciones
Internacionales (Facultad de Derecho-UBA) y de la Maestría en Relaciones Económicas
Internacionales y Maestría en Procesos de Integración regional con énfasis en Mercosur
(Facultad de Ciencias Económicas-UBA). Profesora visitante de lUniversitá degli Studi
ÍNDICE DE AUTORES XXI

di Padova (Italia). Profesora adjunta regular de Teoría del Estado y Profesora Adjunta
regular de Derecho Internacional Público- Facultad de Derecho (UBA). Es consultora
en temas de comercio internacional e integración económica regional. Subdirectora del
Centro de Estudios Interdisciplinarios de Derecho Industrial y Económico, Facultad
de Derecho (UBA).

Luciana BEATRIZ SCOTTI


Abogada, egresada con Medalla de Oro (UBA). Doctora en Derecho (UBA). Posgraduada
del Programa de Actualización en Negocios Internacionales y Derecho Comercial
Contemporáneo (UBA). Magíster en Relaciones Internacionales (UBA). Diploma de
Posdoctorado (Facultad de Derecho de la UBA). Profesora adjunta regular de Derecho
de la Integración y de Derecho Internacional Privado. Profesora de Posgrado en UBA,
UCES, UNA, UP, entre otras. Coordinadora y docente de la Maestría en Derecho
Internacional Privado (Facultad de Derecho, UBA). Directora de Proyectos UBACyT y
DECyT, Miembro Permanente y del Comité Académico del Instituto de Investigaciones
Jurídicas y Sociales “Dr. Ambrosio L. Gioja”. Directora del Seminario Permanente de
Integración Latinoamericana (SPIL) en el mismo Instituto. Directora de la Revista
Iberoamericana de Derecho Internacional y de la Integración (RIDII - 1J Editores).
Autora de libros, artículos y otras publicaciones sobre temas de su especialidad.

COLABORADORES EN LA ACTUALIZACIÓN DEL CAPÍTULO IX


“LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ASIA”
Junio César TeLr1 BoYERO
Abogado (UBA). Docente de Derecho de la Integración en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires.

María VeróNICA La Roca


Abogada (UBA). Docente de Derecho de la Integración en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires.
PARTE GENERAL
CAPÍTULO I

INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES.


INTEGRACIÓN ECONÓMICA E INTEGRACIÓN REGIONAL
SUSANA OZAR DE ZALDUENDO

I. ¿QuÉ ES LA INTEGRACIÓN?
1. Nociones generales
Si intentamos saber el significado del vocablo “integración”, el diccionario
lo definirá como la acción y el efecto de constituir con partes un todo. Lo cual
coincide con el concepto que nos dio un destacado jurista y politólogo que nació
en Praga en el año 1912 y murió en los Estados Unidos en 1992, después de
hacer importantes contribuciones a la disciplina de las relaciones internacio-
nales: Karl Deutsch. Él dijo que integrar “significa generalmente constituir
un todo con las partes, es decir, transformar unidades previamente separadas
en componentes de un sistema coherente”?.,
Ante tan amplia definición nos preguntaremos —si tenemos la curiosidad
del científico— a cuántas acciones resulta aplicable y cuáles variables y moda-
lidades abarca la noción de “integración”. Podemos entonces referirnos a los
escenarios y ámbito donde tiene lugar, a su naturaleza y contenido, así como
a la posibilidad de clasificaciones de ese concepto según distintos criterios, y
a su cercanía con otras nociones semejantes, etc. Veamos entonces algunas de
estas particularidades.

1.1. Ámbito y características


Si bien en el campo de las ciencias físicas y naturales también puede haber
“integraciones”, estamos hablando acá del fenómeno integración en el ámbito
de las ciencias sociales y, acotando un poco más el universo de análisis, en el
de las relaciones internacionales.

Deutsch, Karl W., El análisis de las relaciones internacionales, Paidós, Buenos Aires,
1970.
4 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

En este contexto, los actores internacionales pueden desarrollar acciones


de conflicto y de cooperación, ubicándose la integración entre estas últimas.
Es decir que la integración que vamos a estudiar, aunque a veces genera con-
flictos, está enmarcada en las relaciones de cooperación, ya que las decisiones
voluntarias de los Estados de asociarse están encaminadas a colaborar para
lograr los objetivos considerados deseables por los participantes.
Estas razones nos indican que queda excluida una integración conseguida
por la fuerza, como puede darse en las anexiones territoriales resultantes de un
conflicto armado; o en los intercambios comerciales obligados, por ejemplo, por
una metrópoli respecto de sus colonias. Por el contrario, el origen de la integra-
ción bajo estudio se encuentra en decisiones soberanas de países que, volunta-
riamente, crean un vínculo asociativo con otros para determinados fines.
En las relaciones de cooperación suceden fenómenos de interacción y de
interdependencia entre los actores. La interacción implica la realización de
actos, intercambios o comunicaciones entre las partes, La interdependencia,
que podemos identificar también como “dependencia recíproca”, va un poco
más allá y consiste en que toda acción, cambio o alteración unilateral en uno
de los participantes produce efecto en los otros. El aumento de transacciones
entre los asociados los hace sentirse crecientemente interdependientes, si bien
la preeminencia de ventajas o de desventajas particulares, puede llevarlos a
evaluar positiva o negativamente esa interdependencia ?.
La secuencia de acciones Interactivas e interdependientes ha conducido a
sostener que la integración consiste en un proceso, pero se sostiene también
que en una situación resultante de él. Durante el proceso se van desarrollando
operaciones tendientes al objetivo fijado, utilizando los instrumentos estableci-
dos para conseguirlo. La situación lograda resulta ser la meta final propuesta.
Durante mucho tiempo se afirmó que alcanzar esa meta era imprescindible
para el éxito del proyecto integrativo.
Sin embargo, en el marco de los pensadores latinoamericanos sobre inte-
eración, se fue elaborando una teoría que considera también exitosos los lo-
eros parciales. Es interesante la definición de integración enunciada por Isaac
Cohen: “proceso mediante el cual dos o más gobiernos adoptan, con el apoyo de
instituciones comunes, medidas conjuntas para intensificar su interdependen-
cia y obtener beneficios mutuos”?.

” Haas, Ernst, “El estudio de la integración regional: reflexiones acerca de la alegría y la


angustia de preteorizar”, en Revista de la Integración, n” 10, INTAL, Buenos Aires, mayo de
1972, p. 96.
3 Conen Oranres, Isaac, El concepto de integración, en Revista de la CEPAL, n* 15, San-
tiago de Chile, diciembre de 1981, p. 154.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 5

Este autor señala que, tanto en la corriente del pensamiento político sobre
integración, como en la teoría económica sobre el mismo fenómeno, se ha so-
brevalorado la obtención de la meta final. En lo político se trataría de confor-
mar una unidad mayor a la que se le transferirían “poderes y lealtades”; en lo
económico esa meta sería establecer un espacio común o mercado único. Cohen
sostiene que la noción de proceso no necesariamente lleva implícita la meta
final, porque los logros parciales durante el proceso pueden significar venta-
jas y beneficios para las partes y otorgan una dimensión temporal adecuada
al proyecto de integración. Agrega también que la falta de énfasis en la meta
final no elimina los objetivos que se hayan planteado los participantes, uno de
los cuales es aumentar la interdependencia mutuamente ventajosa.
Se ofrece, un poco más adelante, una breve referencia acerca de las princi-
pales teorías europeas sobre integración.

1.2. Contenido, alcance y clasificaciones


Según las materias que abarca la integración, se puede hablar de integra-
ción política, social o económica*, La diferenciación es útil a efectos didácti-
cos, aunque en la práctica las tres dimensiones suelen darse simultáneamente
o, al menos, estrechamente vinculadas. Están determinadas por el contenido
de las interacciones, según sean éstas de tipo político, social o económico. Pero
también en razón de los sujetos que interactúan, sean éstos los Estados, los
grupos sociales y políticos o las estructuras económicas.
Esto nos lleva a distinguir la integración espontánea, resultante de la inte-
racción entre partidos políticos, asociaciones gremiales o empresarias, institu-
ciones educativas o culturales, activada muchas veces por afinidad de intere-
ses o por factores históricos; de la política de integración, desarrollada por los
Estados con finalidad y objetivos específicos preestablecidos. Entre los países
de menor tamaño o nivel bajo de desenvolvimiento, la política de integración
forma parte de la política de desarrollo de un Estado.
De hecho, como las acciones de integración implican el otorgamiento de tra-
tamientos especiales para algunos asociados, diferenciándolos del trato general,
sólo los Estados nacionales pueden negociar ventajas preferenciales (conceder
en los compromisos unilaterales, o conceder y recibir en los tratos recíprocos).
Otras clasificaciones del concepto “integración” se refieren a integración
profunda e integración superficial (deep or shallow integration), dependiendo
del nivel de compromisos asumidos. Si son mayores las obligaciones comercia-
les o se adicionan a ellas elementos de otra naturaleza —educacional, laboral,
de cooperación judicial y otros—, se dice que la integración es profunda.

1 Seguimos acá los lineamientos de ZeLapa Castro, Alberto, en Derecho de la integra-


ción económica regional, INTAL, Buenos Aires, 1989.
6 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Asimismo, hay conceptos sobre integración negativa, que se da cuando las


acciones se reducen a eliminar restricciones entre los participantes, o positiva
si, además de suprimir esas restricciones, se realizan interacciones para adi-
cionar medidas que signifiquen mayor interdependencia.
Por último, conforme al alcance del proyecto de integración, éste puede
ser binacional, regional o multilateral. Por obvias razones semánticas, estos
términos indican la participación de dos países o de varios y, en este último
caso, la pertenencia de los participantes a una región determinada o a áreas
geográficas más amplias. Como se verá enseguida, la dimensión regional/mul-
tilateral ha cobrado una importancia enorme en el contexto actual de las rela-
ciones económicas y comerciales internacionales.
En el siguiente cuadro se ofrece una síntesis de los conceptos descriptos.

CUADRO 1
INTEGRACIÓN: CONCEPTOS GENERALES
Integrar: crear interdependencia o constituir con partes un todo.
Ámbito: relaciones internacionales de cooperación.
Interacción: actos recíprocos entre las partes.
Interdependeneia: acciones en una parte producen efectos en la otra u otras,
Integración política, social, económica: según la materia o el contenido de las inte-
racciones.
Política de integración: sólo los Estados pueden negociar tratos preferenciales,
Nivel de los compromisos: integración profunda o superficial.
Alcance geográfico: binacional - regional - multilateral,

2. Teorías sobre la integración


En la Europa de posguerra se instaló un clima propicio para cuestionarse
acerca del nivel de gobernabilidad y de la viabilidad de los Estados-nación,
debido a varias causas. Primero, la aparición de instituciones internacionales
en el contexto mundial, con el ejemplo del nacimiento de la Organización de
las Naciones Unidas y su “familia” de organismos especializados; segundo, la
búsqueda desesperada de mecanismos para asegurar la paz y evitar guerras
futuras; tercero, el contexto europeo —donde debían convivir triunfadores y
derrotados en la contienda— frente a dos potencias como Estado Unidos y la
Unión Soviética, a quienes se les debía reconocimiento por su intervención
definitoria para dar por terminado el conflicto.
Ya antes de la terminación de la guerra, David Mitrany, quien es consi-
derado, en el campo de las relaciones internacionales, padre del funcionalis-
mo, había sugerido la necesidad de acudir a la cooperación internacional para
poder instalar un sistema de paz, mediante la creación de instituciones que
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... a

pudieran cumplir las funciones que se les encomendara, y que ningún Estado,
individualmente o por grupos, podría asumir.
Sostuvo que la red de interrelaciones entre los Estados había asumido di-
mensiones internacionales y, para ordenarlas, se precisaban organismos espe-
cializados en los que se desempeñaran técnicos en cada tema sin participación
estatal, aunque, obviamente, permanecería el sistema de Estados-nación.
Mitrany consideraba que la cooperación en un sector conseguiría llevar tam-
bién la colaboración a otros ámbitos, lo que denominó “técnica de la ramificación”
(que luego cristalizaría en la teoría del “derrame” de los neofuncionalistas).
La primera teoría propiamente dicha sobre integración —marcadamente
política más que económica— fue la del federalismo, que propuso preparar y
acordar un compromiso constituyente para la creación de una autoridad supe-
rior, que asumiría parte de las facultades soberanas de los Estados.
Para los federalistas, se trataba de delegar algunas atribuciones a un go-
bierno supremo, pero manteniendo otras a cargo de los gobiernos nacionales.
El proceso de federalización (al igual que en los Estados federales) requería
mantener dos niveles de gobierno, y se diferenciaba claramente de una “fede-
ración de Estados”, porque implicaba un grado mayor de delegación soberana.
Se consideró que una fuente importante de esta doctrina respondía a las ideas
de Immanuel Kant sobre una necesaria paz permanente.
A la hora de promover la integración europea —primero económica y más
tarde social y política—, las ideas del neofuncionalismo fueron determinantes.
Se tomó del funcionalismo la estrategia de la integración sectorial, adicionan-
do elementos de transferencia de lealtades a instituciones supranacionales,
pero involucrando en ellas también a las elites políticas y no sólo a los técnicos.
Comenzando por sectores estratégicos (la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero) se estableció un organismo con amplios poderes (la Alta Autoridad)
con la intención de pasar luego a otras áreas de “alta política”.
Los teóricos neofuncionalistas (entre ellos, Ernst Haas, Joseph Nye, Phili-
ppe Schmitter) afirmaron que la integración económica, así como su profundi-
zación a acciones de integración política, requerían contar con una capacidad
regulatoria supraestatal para conseguir avances y éxitos. Algunas condiciones
necesarias para el éxito, y que determinaban la estructura del proyecto, fue-
ron señaladas por Joseph Nye: 1) simetría económica entre los participantes;
2) pluralismo político pero homogeneidad de ideas en las elites; 3) capacidad de
los Estados para adaptarse y responder políticamente.
En el neofuncionalismo, el concepto de “derrame” (spillover) implicó que
cuando una determinada acción creaba circunstancias conforme a las cuales
la finalidad perseguida sólo podía lograrse con nuevas acciones, esa situación
de derrame obligaba a ampliarlas. Esta expansión alegada por los funciona-
listas se equipara a las etapas progresivas y cada vez más profundas de las
teorías económicas sobre las uniones aduaneras (Jacob Viner y otros).
8 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

El transaccionalismo sostuvo que, si bien los Estados eran importantes


actores en la política mundial, su influencia había disminuido con el surgi-
miento de organizaciones con gran impacto en las relaciones internacionales.
Esta teoría enfatizó las interacciones entre Estados, instituciones y diversos
grupos, afirmando que el camino para establecer una comunidad dependía
de la instalación de una red de transacciones mutuas entre los Estados y los
pueblos. Karl Deutsch —que había dedicado parte de sus estudios al naciona-
lismo— propiciaba para Europa la integración de las comunidades nacionales,
para conseguir un sentido de “pertenencia” europea.
Por último, puede hacerse una breve referencia a las teorías interestata-
les (de Stanley Hoffman, Robert Kehoane y Andrew Moravcsik, entre otros),
dedicadas al análisis de las interacciones reconociendo la primacía de los Es-
tados. Plantearon que éstos sólo cooperan si tienen intereses similares y que
las instituciones superiores subsisten en realidad si los Estados las siguen
apoyando. Hoffmann, sobre la base del realismo en las relaciones internacio-
nales, explicaba que los derrames y la transferencia de lealtades tenían lugar
respecto de temas de no tan alto interés político para los Estados y que ellos
iban desapareciendo si se trataba de cuestiones de “alta política”.
Kehoane, quien intentó crear una teoría alternativa al realismo (neorrealis-
mo o realismo estructural), formuló ideas sobre el poder y la interdependencia,
sosteniendo la necesidad de un justo balance entre organizaciones y Estados.
Por su parte, Moravcsik señaló que los organismos internacionales reducían los
costos de las negociaciones y tenían mayor autonomía que los Estados respecto
de sus ciudadanos, proponiendo un interguberna mentalismo liberal.
Muchos afirman que, en realidad, las teorías interestatales han dado sos-
tén al proceso europeo en tiempos posteriores a la década de los años 60.

IT. La INTEGRACIÓN ECONÓMICA

1. Tipos y esquemas de integración económica


El foco de la integración económica está representado por la rebaja o eli-
minación de las llamadas “barreras arancelarias”, es decir, los aranceles de
importación y exportación que aplican los países en el comercio internacional.
Por eso será imprescindible, más adelante en esta sección, hacer mención a las
reglas multilaterales GATT/OMC.
Es clásico en los autores europeos? considerar que la eliminación de los
aranceles es la característica central de la integración económica, añadiendo

5 BaLassa, Bela, Teoría de la. integración económica, UTEHA, México; Tamames, Ramón,
y HurrGa, Begoña, Estructura económica internacional, Alianza Editorial, Madrid, Edición
XX, 2003,
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 9

que ella se instrumenta cuando dos o más mercados separados se unen para
formar uno solo. Mientras que denominan como cooperación económica la
rebaja de aranceles o los intercambios preferenciales que no llegan a formar
un espacio económico único. Es indudable que la experiencia de la integra-
ción europea, sus objetivos e instrumentos, inciden en el enfoque de estos
autores.
Corresponde señalar que en América Latina esos conceptos son objeto de
puntos de vista diferentes. Se dice que hay cooperación económica cuando dos
o más países suman esfuerzos y acciones para la realización de proyectos cu-
yos beneficios se comparten, pero sin que haya tratamientos preferenciales
entre ellos. Los ejemplos clásicos son los de obras conjuntas de infraestructura
física (un puente, una hidrovía, etcétera).
En cambio, se conceptúan como de integración económica, los distintos es-
quemas con tratamiento preferencial —que excluyen la aplicación de la cláusu-
la de la nación más favorecida— aplicando los principios del GATT?*,
Halperín indica que, si en alguna instancia de un proyecto de cooperación
se negocian preferencias, el programa se transforma en uno de integración,
debiendo observar la normativa de la OMC (Organización Mundial de Comer-
cio) que resulte aplicable.
En el ejemplo de la hidrovía, la cooperación se transformaría en integración
sl se conceden preferencias para el transporte (a barcos de cierta bandera, por
ejemplo), debiendo entonces tenerse en cuenta los compromisos multilaterales
(y eventualmente los regionales) en materia de servicios.
La teoría económica clásica sobre integración ha elaborado una tipología
que permite categorizar los esquemas de integración conforme a su grado de
profundización. En el marco de una trayectoria lineal, esos tipos de integra-
ción constituyen etapas a cumplir para alcanzar la meta final fijada. En la
práctica, esa secuencia no se cumple en todos los casos, ya que los distintos
proyectos de integración pueden plantearse alcanzar objetivos de menor pro-
fundidad ”.
Es útil representar en un cuadro esa tipología.

$ Marcelo Halperín señala que en América Latina el concepto “integración” es usado


en el sentido del GATT (ver su trabajo en Instrumentos básicos de integración. Glosario,
INTAL, actualizado en 2008, www.iadb.org/intal.
* Por ejemplo, la Comunidad Económica Europea se propuso formar un mercado
único y el Mercosur una unión aduanera, mientras que el Acuerdo de Libre Comercio de
Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés) se planteó conformar sólo una zona de
libre comercio.
10 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

CUADRO 2
TIPOLOGÍA DE ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN

Area de preferencias arancelarias: los participantes otorgan rebajas arancela-


rias para algunos productos de su comercio recíproco, sin abarcar todo el universo
arancelario.
Zona de libre comercio (ZLC): los participantes eliminan totalmente aranceles y
otras restricciones en su comercio recíproco.
Unión aduanera (UA): la forman países que, además de liberar el comercio entre
ellos, adoptan un arancel externo común (AEC) respecto de terceros. en un estadio
avanzado, unifican la administración aduanera, forman un territorio aduanero úni-
co y reparten entre ellos lo recaudado por los aranceles cobrados a terceros.
Mercado común (MC): se libera la circulación de los factores de la producción,
aplicándose las “cuatro libertades”: 1) libre intercambio de bienes; 2) libre comercio
de servicios; 3) libre circulación de personas, y 4) libertad para la circulación de ca-
pitales y su radicación en los países participantes (libertad de establecimiento).
Unión económica (UE): los países que han establecido un MC acuerdan armonizar
sus políticas económicas nacionales (pudiendo incluirse o no una unión monetaria).

Como puede apreciarse, las tres primeras categorías se limitan a compro-


misos en materia comercial, mientras que las dos últimas introducen obliga-
ciones sobre otros elementos de la economía de los países participantes.
Los esquemas de zona de libre comercio (ZLC) y unión aduanera (UA) son
los que registran mayores adhesiones a nivel mundial, en parte porque son los
dos tipos admitidos originariamente en el marco de las negociaciones multila-
terales. Esto nos lleva al punto siguiente sobre las normas GATT/OMC,

2. La integración económica y las reglas multilaterales de comercio


Al término de la Segunda Guerra Mundial, y con el objeto de evitar las
“guerras comerciales” que habían socavado las relaciones económicas interna-
cionales en el período anterior de entreguerras mundiales, se negoció y firmó
en 1945 la Carta de La Habana, por la cual se creaba la Organización Inter-
nacional de Comercio, un organismo internacional con la función de regular
las relaciones comerciales entre los países y solucionar conflictos. Ese instru-
mento internacional no contó con el número de ratificaciones necesario?
y, en
consecuencia, no se estableció el organismo programado.

8 No obtuvo la aprobación de los Estados Unidos de América, lo que muchos consideran


la principal causa de su falta de vigencia,
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 11

Se firmó también, en 1947, un Acuerdo General sobre Comercio y Arance-


les (GATT, por sus siglas en inglés, General Agreement on Trade and Tariffs),
que entró en vigor el 1 de enero de 1948 y que por casi 50 años constituyó el
marco para pactar ventajas arancelarias entre los países y aprobar normas
para el comercio multilateral. Recién al final del período de negociaciones de
la Ronda Uruguay (1986-1994) se dio nacimiento a la postergada institución
comercial, con el nombre de Organización Mundial de Comercio (OMC).
El tratado de creación de la OMC incluye el texto completo del GATT de
1948, que ahora se denomina “GATT 1994”.
En el Acuerdo General se consagró el principio de no discriminación, que
asegura el mismo trato a los productos de todos los territorios participantes.
Las dos expresiones del principio de no discriminación son: la cláusula de la
nación más favorecida (NME) y el trato nacional. Esas expresiones deben ser
distinguidas convenientemente, porque la NMF obliga a todos los Estados que
firman el GATT a no tratar a alguno de ellos peor, o mejor, que a los otros,
impidiendo discriminar entre los participantes. La cláusula de trato nacional,
por su parte, garantiza igual tratamiento (fronteras adentro) a las mercade-
rías o empresas extranjeras y a las nacionales.
Como señala Jackson”, a pesar de la desorientación que puede generar en
la denominación de la cláusula la expresión “más favorecida”, esta se refiere
a un tratamiento igualitario y no de más favor. La formulación clásica de la
cláusula —repetida en multiplicidad de acuerdos posteriores— es la que figura
en el art. I del GATT que establece: “Cualquier ventaja, favor, privilegio o
inmunidad concedido por una parte contratante a un producto originario de
otro país o destinado a él, será concedido inmediata e incondicionalmente a
todo producto similar originario de los territorios de todas las demás partes
contratantes, o destinado a ellos”.
Si bien la cláusula NMF aparece principalmente en acuerdos comercia-
les, su inclusión no se limita a este tipo de instrumentos internacionales,
sino que puede aparecer en tratados sobre cualquier materia. Recientemen-
te, aparece en forma reiterada la cláusula NMF en acuerdos de promoción y
protección de inversiones, lo que ha sido objeto de debate y cuestionamiento
por algunos expertos.
La cláusula NMF (most favoured nation o nation plus favorisée, en inglés y
francés respectivamente) puede tener formulaciones diferentes en los distintos

9 Jackson, John, The World Trading System - Law «€ Policy of International Economic
Relations, MIT Press, Cambridge, 2000, p. 157.
12 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

acuerdos, y producir efectos temporales desiguales, y, sobre todo, su funciona-


miento puede ser incondicional o condicionado*".

a) Art. XXIV del GATT


Los tratados de integración regional constituyen una excepción al principio
NMF, admitida por las propias normas multilaterales. En efecto, el GATT en
su art. XXIV permite celebrar acuerdos entre dos o más países, cuyas ventajas
no se extiendan a las demás Partes Contratantes del GATT (ahora miembros
de la OMC), siempre que esos acuerdos lleven a la formación de una zona de
libre comercio o de una unión aduanera.
Entre las principales reglas incluidas en el art, XXIV" están las relativas
a las definiciones. En primer lugar la de territorio aduanero*?, que es aquel
donde se aplica un arancel y reglamentaciones comerciales distintas a las de
otro u otros territorios (numeral 2). También se define de Z¿LC, como dos o más
territorios aduaneros entre los cuales se eliminan aranceles y restricciones
para lo esencial del comercio recíproco (numeral 8.b).
En el caso de la definición de UA el texto utiliza varios parámetros: 1) la
sustitución de dos o más territorios aduaneros por uno solo; 2) la eliminación
de aranceles y restricciones para lo esencial del comercio recíproco, y 3) el
establecimiento de iguales aranceles y reglas comerciales del nuevo territorio
en el comercio con terceros (numeral 8.a), lo que se conoce como “política co-
mercial común”.
Otro grupo de normas esenciales del art. XXIV es el de los requisitos para
considerar los acuerdos preferenciales compatibles con las reglas multilatera-
les y, en consecuencia, exceptuados de la cláusula NMF. Hay una condición
general, consiste en que estos pactos de integración entre algunos miembros
de la OMC deben facilitar el comercio entre los participantes, pero no poner
trabas nuevas a los intercambios con los demás miembros (numeral 4). Se de-
ben observar también otros requisitos especiales (numeral 5). En el caso de la
ZLC, los aranceles que cada parte mantiene respecto de terceros no deben ser
más elevados y las reglas más restrictivas que antes de formarse la ZLC. En

10 El tema está desarrollado con mucho detalle y claridad en Huumer, Waldemar y Pra-
GER, Dietmar, GATT, ALADIy NAFTA, Ediciones Ciudad Argentina, 1998, p. 39 y ss.
11 Se indica el numeral correspondiente del art. XXTV.
12 En GATT/OMC importa el concepto de territorio aduanero, más que el de país o
países, lo que tiene una explicación histórica porque en el caso de territorios coloniales
de ultramar, éstos podían integrar el mismo territorio —a efectos aduaneros— que las
metrópolis.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 18

una UA rige la misma condición, sólo que se habla del nuevo arancel estable-
cido conjuntamente ?*.
Por otra parte, si se firma un acuerdo provisional tendiente a formar una ZLC
o una UA, debe presentarse un plan y un cronograma para lograrlo, que tenga
un “plazo razonable”. En 1994, por medio del “Entendimiento” citado se especificó
que el plazo sería razonable si no excedía de 10 años, salvo excepciones.
Es de destacar que tanto el Acuerdo General como los suscriptos poste-
riormente en las diferentes rondas de negociaciones, incluidos los de la Ronda
Uruguay, firmados en Marrakesh en abril de 1994, tienen la característica de
prever casi siempre algunas excepciones, y hasta la posibilidad de exceptuar
las excepciones, así como la de aplicar ivavers o autorizaciones especiales **,
Sin que se pueda citar a un autor que lo sostenga expresamente, sino que
es la resultante de conversaciones informales entre expertos, se ha dicho que
el GATT fue un texto escrito por comerciantes ávidos de hacer negocios y no
por juristas con buenas técnicas de elaboración de normas. Sin embargo, en
los últimos años, y por la tarea interpretativa de los paneles que intervienen
en las controversias, las reglas multilaterales GATT/OMC, y especialmente su
aplicación y observancia, han ganado en juridicidad.
Para facilitar una mirada sintética y gráfica del art. XXIV se incluye el
siguiente cuadro.

CUADRO 3
ArT. XXIV DeL GATT 1994: ASPECTOS ESENCIALES

Definiciones
— Zona de libre comercio (4LC): dos o más territorios aduaneros entre los que se
eliminan aranceles y restricciones para lo esencial de los intercambios recíprocos.
— Unión aduanera (UA): sustitución de dos o más territorios aduaneros por uno
solo donde:
A. se eliminan aranceles y restricciones comerciales para lo esencial de los in-
tercambios, y
B. los aranceles y las reglas comerciales respecto de terceros son sustancialmen-
te idénticos (política comercial común).

13 En 1994 se indicó que para medir el efecto del nuevo arancel conjunto de las uniones
aduaneras no bastaba aplicar un promedio simple respecto de los aranceles individuales an-
teriores, sino que debía calcularse un arancel ponderado conforme al volumen de comercio de
los productos transados habitualmente (Entendimiento sobre el art. XXIV del GATT).
14 El término no significa “perdón”, como alguna vez fue traducido, sino que contem-
pla un permiso especial, generalmente temporario. Etimológicamente, en inglés la palabra
waver está relacionada con la idea de fluctuaciones o cambios.
14 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Tipo de acuerdos aceptados


— Acuerdo para establecer una unión aduanera (UA);
Acuerdo para establecer una zona de libre comercio (ZLC);
Acuerdo provisional para establecer una UA o una ZLC.
Condiciones
General: facilitar el comercio entre los territorios constitutivos, sin obstaculi-
zar el comercio con terceros.
— Especiales:
A. en ZLC: los aranceles para terceros que cada territorio mantiene no deben ser
más elevados que antes;
B. en UA: los aranceles para terceros no deben ser en conjunto más elevados que antes;
C. en acuerdos provisionales: debe fijarse un plan y un programa para establecer
la ZLC o la UA en un plazo razonable.

La circunstancia de que sólo estén admitidos por el art. XXIV los acuerdos
de ZLC, UA o los provisorios para llegar a esos tipos tiene una explicación
histórica. En las discusiones acerca de la discriminación que implicaban los
tratos preferenciales entre algunas partes no extensivos al resto de las partes
contratantes, durante la Conferencia de 1947, se argumentó que las uniones
aduaneras permitían una asignación más económica de los recursos, facilita-
ban el aumento de la producción y expandían los flujos comerciales, siempre
que se observara la condición de no perjudicar el acceso de los productos de
terceros países a los mercados integrados.
Por su parte, Estados Unidos se oponía firmemente a aceptar también
las zonas de libre comercio (ZLC), sosteniendo que este sistema preferencial
mantenía los obstáculos internos e imponía desventajas a los competidores
externos. La presión de los países en desarrollo, apoyados principalmente por
Francia, logró que se admitieran ambas figuras, así como los “acuerdos provi-
sionales” para llegar a UAoZLC*.
Debe aclararse que en aquellos tiempos, tanto los requisitos de una UA
como los de la ZLC resultaban muy difíciles de cumplir para los países de me-
nor desarrollo relativo, porque la eliminación total de aranceles de importación
desprotegía a las llamadas “industrias nacientes” y dificultaba la competencia
de sus producciones frente a las importaciones. Por otra parte, la recaudación
proveniente de los derechos de importación y exportación constituía (y a veces
sigue siéndolo hoy) una fuente importante de recursos presupuestarios para
países pequeños. Como se verá a continuación, esas dificultades fueron abor-
dadas más tarde en las reglas multilaterales.

15 Los fundamentos de esas discusiones estás explicados en OMC, “El regionalismo y el


sistema multilateral de comercio”, Ginebra, 1995, p. 9.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 15

b) La “cláusula de habilitación” de 1979


La presentación en este capítulo de las normas GATT/OMC relativas a la
integración económica tiene forzosamente que abarcar una breve referencia a
esta cláusula (enabling clause), instrumentada en una decisión de las Partes
Contratantes en 1979, al término de la Ronda Tokio de negociaciones multila-
terales del GATT. Esa decisión se denomina “Trato diferenciado y más favora-
ble, reciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo”.
En primer lugar, se afianzó con ella la base legal para los sistemas no
recíprocos de ventajas que conceden algunos países industrializados a países
en desarrollo, conocidos como SGP: Sistemas Generalizados de Preferencias.
Éstas son ventajas “de una sola vía”, porque la parte menos desarrollada no
está obligada a otorgar preferencias a la parte industrializada o más desarro-
llada. Existen programas SGP concedidos por Canadá, Estados Unidos, Japón
y la Unión Europea, por lo general a áreas o grupos de países seleccionados,
ya sea por tratarse de ex colonias (como en el caso de la Unión Europea con los
países denominados ACP —Africa, Caribe, Pacífico—), o de regiones en la zona
de influencia de quien otorga las preferencias (como el Caribe y Centroamérica
para Canadá y Estados Unidos).
En segundo lugar -y éste es el aporte más positivo para el mundo en de-
sarrollo— la decisión permitió acuerdos comerciales entre países en desarrollo,
aunque ellos no cumplieran con los requisitos del art. XXIV del GATT, y no se
alcanzaran a perfeccionar ZLC o UA. Bajo el amparo de esta cláusula se cele-
braron convenios con preferencias para productos seleccionados que, sin llegar
a liberar lo esencial del comercio recíproco de sus signatarios, generaron un
aumento considerable de los flujos comerciales entre algunos países.
En particular en América Latina, la cláusula de habilitación fue la base ju-
rídica de los acuerdos parciales firmados en el marco de la ALADI (Asociación
Latinoamericana de Integración), nacida con el Tratado de Montevideo de 1980
y que, si bien contempla como objetivo final formar gradualmente un mercado
común latinoamericano, manifiesta de manera expresa que los países miembros
de la Asociación establecen un “área de preferencias económicas”*”,
Algunos han sostenido que esos acuerdos, que benefician a ciertos produc-
tos y no liberan totalmente los intercambios, reflejan el fracaso de la integra-
ción en la región. Sin embargo ellos permitieron un crecimiento razonable del
comercio intrazona y, posteriormente, en la década de los 90 y en el contexto de
políticas unilaterales de apertura comercial, se comenzaron a suscribir acuer-

16 Cabe recordar que su antecesora, la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre


Comercio), había establecido en 1960 el compromiso de crear una ZLC en un período de 12
años, que no pudo ser cumplido.
16 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

dos que tienen por finalidad conformar zonas de libre comercio. En la ALADI
se los denomina compromisos “de última generación” y, más generalmente, se
los conoce como TLC (tratados de libre comercio).

e) El GATS de 1994
Para concluir esta parte relacionada con la normativa multilateral y la
integración, debe informarse que también se contemplan los acuerdos de in-
tegración en el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (AGCS)*, adop-
tado al finalizar la Ronda Uruguay, que es el instrumento destinado a liberar
las restricciones en el intercambio de servicios, no ya de mercaderías.. La refe-
rencia será brevísima, porque esta obra no está destinada a tratar el sistema
multilateral ni las reglas OMC en profundidad.
Se ha dicho que el GATS comprende una materia muy amplia —todo tipo
de servicios de banca y seguros, de transporte y comunicaciones, prestaciones
profesionales, consultoría, computación etc.—, pero que es un acuerdo poco pro-
fundo. Esta última característica se debe a que es un compromiso de “listas
positivas”, es decir, aplicable sólo a los sectores y subsectores que cada país
decide liberar para prestadores extranjeros, y así lo indica taxativamente en
su lista nacional.
En el art. V, titulado “Integración económica”, el GATS prevé que puede
acordarse, entre aleunos países, un trato diferenciado sin obligación de exten-
derlo a los demás miembros de la OMC. Exige, en primer lugar, que el acuerdo
regional tenga una cobertura sustancial, en términos de número de sectores,
volumen de comercio afectado y modos de prestación '*.
En segundo lugar requiere que se eliminen las medidas restrictivas entre
las partes en los sectores comprendidos, o que no se establezcan nuevas res-
tricciones (cláusula de stand still). Contempla, asimismo, flexibilizar los requi-
sitos si los que participan en un acuerdo son todos países en desarrollo.
Corresponde señalar que en muchos acuerdos regionales y bilaterales de
integración se ha comenzado a incluir compromisos en materia de comercio de
servicios, por lo general inspirados en la normativa del GATS. En esos acuer-
dos entre un número menor de participantes —y dependiendo de la situación

17 Las siglas inglesas GATS significan General Agreement on Trade of Services.


18 Este particular Acuerdo en materia de servicios definió cuatro modos para su prestación:
1) comercio transfronterizo del territorio de un miembro al de otro; 2) prestación en el territorio
de un miembro a consumidores de otros miembros (servicios de turismo, por ejemplo); 3) presen-
cia comercial de los prestadores de un miembro en el territorio de otro (radicación de empresas
extranjeras) y 4) presencia de personas físicas prestadoras de servicios de un miembro en el terri-
torio de otro (ingreso temporal de personas).
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 17

nacional de cada sector—, los países pueden estar inclinados a una apertura
mayor, para facilitar la operación de prestadores extranjeros de servicios
?!”,

3. Los estilos de integración económica


Antes de pasar al tema del nuevo regionalismo, es interesante hacer una
referencia a lo que dos autores centroamericanos han denominado “estilos” de
integración ?”, En ese trabajo se destacan, dentro de un enfoque que abarca
todo el aparato productivo de los países que se asocian, dos estilos diferen-
ciados según la celeridad con que se impulsan las acciones integrativas y de
acuerdo al mayor o menor grado de su programación. Ejemplos de esos estilos
se encuentran tanto en Europa como en América Latina.
La integración de mercados, vinculada a las teorías económicas clásicas del
comercio internacional, busca ampliar la dimensión del mercado, para lo cual
plantea adoptar rápidamente la liberación comercial eliminando aranceles y
restricciones para todo el universo arancelario. Es el estilo propio de las zonas
de libre comercio a perfeccionarse en el menor tiempo posible, y en él se poster-
ga —habitualmente— la coordinación de las políticas económicas de los países
participantes. Se adapta mejor a esquemas formados por economías de similar
desarrollo y con buen nivel de industrialización. Los proyectos de uniones adua-
neras (Comunidad Económica Europea, Mercosur), así como algunas ZLC entre
economías consolidadas (NAFTA), serían ejemplos de este estilo.
El desarrollo integrado busca concretar en forma paulatina acciones que be-
neficien mutuamente a los participantes y disminuir los costos de una apertura
abrupta a la competencia externa. En este estilo, la coordinación de políticas
se hace en forma simultánea con la liberación comercial. En Europa, el primer
acuerdo de integración de la posguerra —la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero (CECA, 1951)— buscó la integración como instrumento de desenvolvi-
miento sectorial y, recién años después, se programó la rebaja generalizada de
aranceles y nació la Comunidad Económica Europea (CEE, 1958).
En América Latina los programas de desarrollo industrial del Grupo An-
dino representaron este estilo en los años 70 y 80. Fue similar el caso del

1% La superposición de acuerdos comerciales bilaterales, regionales y multilaterales,


tanto de mercaderías como de servicios, está dando lugar a dificultades en la administra-
ción de los esquemas y en el cumplimiento de los distintos compromisos, que es un proble-
ma nuevo en el campo de la integración económica. Como se verá más adelante, agrega
complejidad al debate regionalismo versus multilateralismo.
20 Conex, Isaac, y RosentuaL, Gert, “El concepto de integración económica y sus distin-
tas manifestaciones”, en BID/ICAP, Temas sobre integración económica centroamericana,
San José de Costa Rica, 1977.
18 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Programa de Integración y Cooperación Económica (PICE) entre Argentina


y Brasil iniciado en 1985, que se comenzó a implementar con rebajas arance-
larias sectoriales (bienes de capital, industria alimentaria, sector automotor),
pero que en pocos años fue sustituido por el proyecto Mercosur.
Algunos análisis económicos han encontrado que en el estilo de integración
de mercados resulta más difícil distribuir equitativamente los costos y bene-
ficios de la integración; mientras que en el de desarrollo integrado un reparto
equitativo de ventajas y desventajas forma parte del diseño del proyecto, y se
establecen mecanismos a tal fin”.
A la pregunta sobre cuál estilo es más conveniente, corresponde responder
con cautela. Porque el desarrollo integrado puede evitar desequilibrios que
pongan en peligro el éxito del proceso, pero requiere ser muy bien adminis-
trado; por su parte, la integración de mercados —con programas de rebajas
arancelarias progresivas y automáticas— llega más prontamente a liberar el
comercio recíproco.
Es interesante graficar estas alternativas en el siguiente cuadro.

CUADRO 4
ESTILOS DE INTEGRACIÓN
Integración de mercados
— Amplia liberación comercial con eliminación de aranceles y restricciones para
todo el universo arancelario;
— la coordinación de políticas se aborda, generalmente, en una etapa posterior
del proyecto de integración;
—presenta dificultades para distribuir costos y beneficios.
Ejemplos
Las zonas de libre comercio y las uniones aduaneras en general,
CEE — NAFTA — Mercosur.
Desarrollo integrado
Programación de una liberación comercial paulatina, generalmente por sectores.
La coordinación de políticas es simultánea con la liberación.
— Una equitativa distribución de ventajas forma parte del diseño del proyecto. Se
establecen mecanismos para ello.
Ejemplos
Ceca — Grupo Andino — Programa Bilateral Argentina/Brasil.

21 En el PICE bilateral argentino-brasileño se preveían “cláusulas gatillo” correctivas si


se producían desequilibrios en la relación importación/exportación en perjuicio de alguno de
los dos países.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 19

TIT. REGIONALISMO

1. Conceptos preliminares
En esta sección del capítulo conviene hacer algunas aclaraciones termino-
lógicas previas. La palabra región, que indica el escenario en donde ocurren
algunas interacciones, debe diferenciarse del término regionalismo, que seña-
laría al conjunto de esos intercambios que tienen lugar en la región.
Aludir a la región en nuestra materia no se reduce a dar un dato meramen-
te geográfico, sino que refleja un fenómeno con alcances político-sociales. Se
trata de un espacio con dimensión social que involucra la idea de pertenencia.
Por su parte, invocar al regionalismo implica designar ciertas características
propias de cada región ??.
El regionalismo tampoco es un concepto idéntico al de integración regional,
porque no todos los intercambios entre Estados y grupos sociales que tienen
lugar en una región, son actos de integración. Ya se ha visto el enfoque dife-
rente que, respecto de las ideas de “cooperación” e “integración”, tienen los
expertos europeos y los latinoamericanos.
Digamos entonces que la integración regional sería el conjunto de trata-
mientos preferenciales —tanto económicos como sociales y, tal vez, políticos
que se otorgan Estados pertenecientes a una misma región. Obviamente, la
integración subregional, involucra a países de divisiones zonales menores a
la región, como puede ser el Cono Sur dentro del hemisferio americano, o la
subregión andina en América del Sur.
Admitamos, sin embargo, que la costumbre ha ido imponiendo el término
“regionalismo”, el cual se utiliza en forma indistinta con el de “integración
regional”. Especialmente se usa para distinguir el regionalismo del multilate-
ralismo, indicando el primero los acuerdos regionales de integración o integra-
ción regional, y el segundo los compromisos asumidos en el marco de la OMC.
Por otra parte, hay un arduo debate entre los expertos en comercio interna-
cional (regionalismo versus multilateralismo) sobre las ventajas o desventajas
que ellos generan.
La simultaneidad de los procesos del regionalismo y del multilateralismo
resulta para algunos fructífera, porque los acuerdos regionales de integración
formarían bloques que van preparando el camino para la liberalización mun-
dial de los intercambios (constructine blocks), y para otros conflictiva, ya que
la discriminación para terceros, que es propia de las preferencias acordadas
regionalmente, impediría esa construcción (stumbling blocks). El tema ha sido

22 Cfr, MuriLo Zamora, Carlos, “Aproximación a los regímenes de integración regional”,


en Revista Electrónica de Estudios Internacionales n* 8, 2004, en www.reel.org.
20 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

tratado exhaustivamente por los economistas que trabajan con la teoría del
comercio internacional **.

2. Nuevo regionalismo
Los acuerdos regionales de comercio de la posguerra significaron, para Eu-
ropa, una vía de pacificación y para los esquemas de integración en el mundo
en desarrollo?*, un medio de industrializar sus economías, principalmente a
través de políticas de protección aplicando altos aranceles de importación para
promover la fabricación local (sustitución de importaciones).
En los países de menor desarrollo y en economías pequeñas la integración
con vecinos de una región tuvo por objeto ampliar el mercado para ganar com-
petencia con economías de escala y reducir el costo social de la industrializa-
ción sustitutiva. De ahí que hubiera instrumentos “defensivos” para sustituir
importaciones y que el acceso al mercado de los países asociados fuera priori-
tario, postergando para una etapa de mayor consolidación la salida a insertar-
se en el resto del mundo, mediante exportaciones (políticas exo-dirigidas).
El contexto, tanto internacional como nacional, cambió mucho después de
la década de los *80 (la “década perdida” para el desarrollo, según la CEPAL),
ya que la crisis provocada por la deuda pública externa y el salvataje de los
planes “de ajuste estructural” de los organismos internacionales determina-
ron importantes cambios de políticas económicas.

a) Modificaciones de contexto en los años 90


En el orden mundial se ha dado el fenómeno de la globalización, caracterl-
zado esencialmente por: 1) el fraccionamiento de su producción que hacen las
erandes empresas en distintos lugares, buscando costos laborales menores, o
cercanía a las fuentes de aprovisionamiento de insumos; 2) la extraordinaria
facilidad en las comunicaciones que han logrado los avances tecnológicos; 3) la
movilidad diaria de capitales y fondos de inversión, que buscan, cotidianamen-
te, mayores ganancias en los distintos mercados financieros y de capitales.

23 Entre ellos, Buacwart, J. N., “Regionalism and Multilateralism: an Overview”, en


J. de Melo y A. Panagariya (comp.) New Dimensions in Regional Integration, Cambridge
University Press, 1993; Horxmax, B. y Lem, M., “Hooles and Loopholes in Regional Tra-
de Agreements and the Multilateral Trading System”, en K. Anderson y R. Blackhurst
(comps.), Regional Integration and the Global Trading System, Harvester Wheatsheaf, Gi-
nebra, 1993.
24 En América Latina, al comienzo de la década de los 60 (ALALC y MCCA), y unos
años después en Asia (ASEAN) y Africa (UDEAC), se organizaron los primeros esquemas
de integración regional.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 21

También debe consignarse el incremento extraordinario del comercio inter-


nacional, de donde ha resultado que su índice de crecimiento supera al de la
producción a escala mundial. Esta circunstancia ha facilitado la formación de
bloques regionales. Por otra parte, hubo un cambio de actitud en los Estados
Unidos de América, que comenzó a firmar acuerdos preferenciales (bajo el art.
XXIV del GATT) cuando antes impulsaba exclusivamente las ventajas comer-
ciales en el ámbito multilateral.
En el orden de las políticas nacionales se inició una corriente de rebajas
arancelarias unilaterales realizadas por los países, así como políticas de pri-
vatización de empresas (públicas o privadas de capital nacional) alentadas por
los mencionados programas de ajuste estructural. Por último, pero de gran
trascendencia, el fortalecimiento democrático en los países en desarrollo ha
incidido en una mayor disponibilidad hacia la integración con otros países.

b) Características del nuevo regionalismo


En el ámbito latinoamericano, varios trabajos recientes analizan las carac-
terísticas del “nuevo” regionalismo, sus relaciones con el multilateralismo y
la influencia mutua de uno y otro en las negociaciones en curso, tanto a nivel
hemisférico como interregional”.
En general, estos estudios señalan la simultaneidad de los dos fenómenos: la
multiplicación de acuerdos de integración económica a partir de mediados de la
década de los 80, y el reforzamiento de las disciplinas GATT/OMC, unido a la
gravitación que ha adquirido este organismo en el campo internacional a partir
de la culminación, en 1994, de la prolongada Ronda Uruguay de negociaciones.
Una nota diferente e importante del nuevo regionalismo es que ya no se li-
mitan los acuerdos de integración a países con continuidad geográfica o afini-
dad cultural. Han nacido los acuerdos regionales “norte-sur”. En el hemisferio
americano Chile suscribió acuerdos de ZLC con Canadá y Estados Unidos, y
fue de los primeros casos de tratados celebrados entre países industrializados
y en desarrollo,
A partir de los acuerdos de Marrakesh de 1994 y el nacimiento de la OMC,
las normas multilaterales no se restringen al comercio de mercaderías, sino

25 Pueden citarse: Deviix, Robert, y Fresca Davis, Ricardo, Towards an Evaluation of


Regional Integration in Latin America in the 19905, INTAL, Buenos Aires, diciembre 1998;
Deviix, Robert, The Free Trade Area of the Americas and Mercosur-European Union Free
Trade Processes: Can they Learn Something from Each Other?, INTAL, Buenos Aires, diciem-
bre 2000, www.iadb.org/intal.
En español, puede consultarse Banco INTERAMERICANO DE DESARROLLO, Más allá de las
fronteras. El nuevo regionalismo en América Latina, Washington D.C., 2002.
22 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

que abarcan también el de servicios y otros aspectos de política económica


interna, como son los derechos de propiedad intelectual (marcas, patentes,
derechos de autor, etc.) y algunos elementos del tratamiento a las inversiones
extranjeras. Esas reglas GATT/OMC están impregnando la negociación de los
acuerdos comerciales bilaterales y subregionales.
Como se ha señalado, muchos países efectuaron una liberación comercial
unilateral, lo que ha provocado que la negociación de rebajas arancelarias
haya perdido parte de su importancia, pero surgen temas no arancelarios de
acceso a los mercados (obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y
fitosanitarias, subsidios, medidas contra la competencia desleal) que también
son contemplados en los nuevos acuerdos comerciales.
En consecuencia, las rebajas de aranceles se pactan, generalmente, en for-
ma automática porque no hay mayores resistencias de los sectores privados.
De ello resulta que prevalece más el estilo de “integración de mercados”.
Otra característica del nuevo regionalismo es la insistencia en vincular a
las negociaciones comerciales otros temas, como las condiciones laborales y la
protección del medio ambiente. Esta vinculación es muchas veces resistida por
los países de menor desarrollo económico, no por falta de consideración sobre su
importancia, sino por las dificultades para alcanzar los estándares laborales y
de protección ambiental de sus contrapartes negociadoras muy desarrolladas.
En los nuevos acuerdos no se insiste en una organización institucional de
tipo supraestatal, como había ocurrido en la inmediata posguerra siguiendo el
ejemplo europeo, pero, en cambio, se da mayor relevancia al establecimiento
de sistemas de solución de controversias.
Como en secciones anteriores, se considera interesante ofrecer una presen-
tación gráfica de los temas sobre nuevo regionalismo.

CUADRO 5
NUEVO REGIONALISMO

Contexto de la economía internacional


Globalización: división de las producciones empresarias entre varios países;
movilidad cotidiana de los capitales; mejoras en las comunicaciones usando nuevas
tecnologías.
— Mayor incremento del comercio mundial que de la producción.
Formación de bloques comerciales. Cambio de actitud sobre acuerdos preferen-
ciales (EE.UU.).
Contexto en América Latina
Fortalecimiento democrático.
— Convergencia de políticas económicas en la región: apertura unilateral / priva-
tizaciones / programas de estabilización.
INTEGRACIÓN: NOCIONES GENERALES. INTEGRACIÓN ECONÓMICA... 23

Características del nuevo regionalismo


— Liberación comercial amplia con rebajas automáticas.
Integración de mercados (poca programación estatal).
Inclusión de materias diferentes a las de comercio.
— Baja institucionalización (órganos intergubernamentales), pero sistemas de
solución de controversias.

3. Multiplicidad de acuerdos y superposición de ordenamientos


La integración regional registra actualmente una tendencia a multiplicar
los acuerdos, de tal manera que se ha popularizado una expresión de Jagdish
Bhagwati, quien, para ilustrar la intrincada red de normas y compromisos
que genera la pluralidad de negociaciones y acuerdos, dijo que se asemejaba a
un “spaghetti bowl” (plato de tallarines).
Se comprueba que los Estados asumen compromisos comerciales tanto a ni-
vel multilateral como regional y bilateral, de lo que resulta una superposición
de reglas jurídicas sobre las mismas materias, que puede generar conflictos
de observancia para los Estados. Sería conveniente establecer algún orden de
jerarquía entre ellos, tal vez dando prioridad al derecho que rige los acuerdos
de integración regional de mayor grado de compromiso, sobre otros cuyo ámbi-
to material sea de aplicación menos exigente ”*.
El Derecho Internacional tradicional ofrece algunas soluciones. Las nor-
mas residuales de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
abordan, en su art. 30, el tema de la “Aplicación de tratados sucesivos con-
cernientes a la misma materia”. Indican que, en primer lugar, hay que ob-
servar las disposiciones que los propios tratados tengan sobre subordinación
o incompatibilidad entre ellos. A falta de regla expresa, y si todas las partes
han firmado los acuerdos en cuestión, prevalece el posterior. Cuando no todas
las partes que conformaron un tratado anterior son integrantes del posterior:
1) entre los firmantes en ambos rige el posterior, y 2) las relaciones entre un
Estado parte en los dos y otro que ha firmado sólo uno de ellos se rigen por el
tratado en que son parte ambos (sea anterior o posterior).
Por otra parte, conforme a los principios generales, las disposiciones de un
convenio más específico predominan sobre las de otro general sobre los mis-
mos temas, conforme a generalia specialibus non derogat.

26 Cfr. CzAr DE ZALDUENDO, Susana, “Las reglas multilaterales de comercio y las de los
acuerdos regionales de integración ¿Oposición o coexistencia de ordenamientos?”, en Derecho
Industrialy de la Competencia, n* 6, Ciudad Argentina, Buenos Aires, 2004, pp. 143 y ss.
24 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Varios acuerdos de integración incluyen previsiones sobre compatibilidad,


por ejemplo, el Tratado de Roma que dio nacimiento a la Comunidad Econó-
mica Europea mantuvo la validez de la Unión Belgo-Luxemburguesa y del
Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). Otros definen la supremacía
de tratados relacionados, por ejemplo el NAFTA —art. 103.2— señala su priori-
dad en caso de incompatibilidad con las normas multilaterales GATT/OMC u
otros acuerdos comerciales entre los firmantes del NAFTA (Canadá y Estados
Unidos habían suscripto un acuerdo preferencial cinco años antes).
Las soluciones pueden ser variadas, pero es necesario tener presentes las
dificultades que pueden surgir de la superposición entre los distintos acuerdos
de comercio, Abordar estos temas jurídicos nos introduce en el siguiente capí-
tulo sobre “Derecho de la Integración”.
CarítuLo IT

DERECHO INTERNACIONAL |
Y DERECHO DE LA INTEGRACION
SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

I. PRECISIONES Y DISTINCIONES
Mucho es lo que se ha escrito definiendo el Derecho de la Integración (en
adelante D de T) como el conjunto de normas que rigen una “comunidad” inter-
nacional, es decir, una organización de características especiales, relacionadas
con algún grado de participación en la soberanía de los Estados (por transfe-
rencia o delegación de éstos). Es decir que se tiende a igualar el concepto de D
de 1 con el de Derecho Comunitario,
Entre nosotros, uno de los juristas pioneros en la materia habló de la gesta-
ción de “un nuevo derecho con características propias, hasta entonces descono-
cido en el derecho comparado”, designándolo como “derecho de la integración o
derecho comunitario””,
Esta equiparación fue morigerándose en la obra de otros autores y, en pala-
bras de otro prestigioso jurista, se puede decir que “parece posible distinguir
dentro de la normativa jurídica que denominamos derecho de la integración
económica una forma más avanzada o profunda de éste, una expresión más
perfecta en cuanto a su eficacia, que en Europa se ha dado en llamar derecho
comunitario, atribuyéndole como propias ciertas características...” La relación
entre el derecho de la integración económica y el derecho comunitario sería
entonces de género a especie”?,

1 El constitucionalista Miguel Ángel Ekmekdjian, de benemérita memoria, así se mani-


festaba en su obra clásica Introducción al Derecho Comunitario Latinoamericano, Depal-
ma, Buenos Aires, 1994, p. 65.
2 BasaLbÚa, Ricardo Xavier, Mercosur y Derecho de la Integración, Abeledo-Perrot, Bue-
nos Aires, 1999, p. 54.
26 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

De esta manera parece apropiado definir el D de I como “el conjunto de nor-


mas jurídicas que regulan un proceso de integración entre dos o mas países””*.
Como el derecho es el instrumento que representa, y responde, a realidades
sociales, políticas y económicas diferentes, es difícil acuñar un concepto de D
de I que abarque todos los proyectos y esquemas de integración.
Por eso resulta más cauto referirse, por ejemplo, al D de I del Mercosur y al D
de I del NAFTA, mientras se aplica el concepto de Derecho Comunitario a la in-
tegración europea. Es posible que los ordenamientos jurídicos de la Comunidad
Andina o de la CARICOM puedan ser adjetivados como “comunitarios”, si bien
las características de ambos no reflejan totalmente las del caso europeo *.
Sin embargo, es posible señalar algunas notas de carácter general que ca-
racterizan al D de 1. Por ejemplo, es indudable la relación entre el D de 1 y el
Derecho Internacional, ya que, como se indicó en el capítulo anterior, la inte-
gración se da en el campo de las relaciones internacionales de cooperación. En
este sentido, el D de I tiene su origen en el Derecho Internacional y, en particu-
lar, en el derecho de los tratados, pero se distingue de él porque, si bien rigen
relaciones entre Estados —nota esencial del Derecho Internacional—, incluye
vinculaciones que influyen más marcadamente en la conducta de los ciudada-
nos, en especial las reglas de integración económica, que son determinantes
para algunos comportamiento de empresas e individuos.
Por otra parte, el Derecho Internacional ha abordado, tradicionalmente, la
búsqueda de equilibrio entre intereses contrapuestos, mientras que el 1) de 1
busca definir intereses comunes. Además, las reglas de integración tienen una
naturaleza evolutiva más marcada que las normas internacionales en general,
porque la dinámica del proceso integrativo va requiriendo continuamente nue-
vas regulaciones o cambios en las existentes.
La mayoría de los expertos consideran que el D de l es una rama jurídica
sui generis que se diferencia tanto del Derecho Internacional como del derecho
interno, y que para analizar su estructura es preciso acudir a distintas ramas
de la ciencia jurídica?. De hecho es difícil estudiar el D de 1 sin recurrir a ins-
tituciones y principios del Derecho Constitucional, del Derecho Internacional
Económico, del Derecho Aduanero y hasta del Derecho Comercial y los conflic-
tos de leyes (Derecho Internacional Privado).

3 ZeLana Casteno, Alberto, Derecho de la Integración Económica Regional, INTAL,


Buenos Aires, 1989, p. 19.
+ En los capítulos respectivos se analiza el derecho que surge de esos esquemas.
5 ZELADA CAstTEDO, Derecho... cit., p. 21.
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN 27

IT. FUENTES DEL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN


Los procesos de integración dan origen, en la mayoría de los casos, a órga-
nos o instituciones que administran el esquema y pueden dictar reglas para
ello, de donde surgen dos tipos de fuentes: las convencionales y las que no lo
son. Configuran fuentes convencionales los tratados y acuerdos firmados por
los Estados en cuanto tales, que se denominan como derecho originario (o pri-
mario). Las fuentes no convencionales están representadas por los actos de los
órganos o instituciones y forman el derecho derivado (o secundario).

1. Derecho originario
Los tratados de integración son instrumentos internacionales que se rigen
por las normas del Derecho Internacional tradicional, en cuanto a los requisi-
tos de su celebración; etapas de negociación, aprobación y ratificación; su cla-
sificación (por el número de partes, la posibilidad de adhesiones posteriores,
la celebración en forma completa o simplificada); sus ámbitos de aplicación
(material, espacial y personal); duración y modos de terminación; así como por
los criterios para su interpretación?.
Debe entenderse que es derecho originario todo pacto celebrado por los Es-
tados, sea que ese convenio dé nacimiento al esquema de integración o se trate
de otros posteriores, siempre que sean concluidos por los Estados y sometidos
al Derecho Internacional. Los que originan el proceso de integración consti-
tuyen, además, el derecho fundacional. Los tratados o protocolos posteriores,
adicionales o modificatorios, suscriptos entre los Estados miembros confor-
man el derecho primario u originario, y su carácter fundacional depende de su
alcance con relación al tratado constituyente.
Es habitual en el D de 1 referirse a tratados o acuerdos “marco”. Éstos son
instrumentos constitutivos de los esquemas de integración que, en lugar de
establecer detalladamente las reglas comunes y los compromisos asumidos por
las partes, simplemente incluyen los aspectos y compromisos fundamentales
(objetivos e instrumentos para alcanzarlos) y crean una estructura institucio-
nal para que, por medio de ella, se continúen dictando normas en desarrollo
del tratado. No significa que los tratados marco no contengan también dispo-
siciones vinculantes, pero la actividad de los órganos normativos habilitados
será esencial para llevar a la práctica el proyecto.

$ Es decir que se les aplica la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados que, por
otra parte, ha codificado las reglas consuetudinarias sobre los instrumentos internacionales.
28 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Los tratados europeos de París y de Roma (que establecieron la CECA, la


CEE y la Comunidad Europea de la Energía Atómica), así como el Tratado de
Asunción (que creó el Mercosur), tienen las características de tratados marco.
Hay otro tipo de tratados de integración que utilizan una técnica jurídica
diferente y en los cuales se incluyen, con alto grado de exhaustividad y ejecu-
toriedad, las reglas comunes y los compromisos asumidos por las partes. Estos
se denominan, genéricamente, tratados “reglamento”. Este tipo de acuerdo no
instituye órganos con capacidad normativa, y las eventuales reformas o avan-
ces requerirían la firma de un nuevo tratado.
El ejemplo más acabado de esta modalidad de acuerdo de integración es
el NAFTA, donde en cada capítulo se especifican obligaciones, derechos y
compromisos hasta con fecha de implementación, y se prevén las excepciones.
Después de este acuerdo de América del Norte han prevalecido los tratados
reglamento. Al menos esa factura tienen los TLC (tratado de libre comercio)
que han proliferado en los últimos años.
Si el técnico se preguntara cuál tipo de convenio de integración es reco-
mendable, la respuesta puede resultar ambigua, ya que cada uno tiene sus
ventajas y desventajas. Un tratado reglamento elimina los problemas de inob-
servancias y de normas de derecho derivado que no rigen en los ordenamientos
internos, porque al abarcar el tratado todos los compromisos en sus cláusulas,
ellos son exigibles, y la premisa del Derecho Internacional de “no invocar dere-
cho interno para incumplir tratados” ha penetrado actualmente muy fuerte en
los países. Por otra parte, la falta de órganos donde se reúnan e intercambien
experiencias y propuestas los funcionarios de los Estados parte y, en ocasio-
nes, representantes del sector privado, parece incidir en el “congelamiento” del
proyecto e impedir su ampliación a nuevos temas que aumentarían la interde-
pendencia y darían dinamismo al esquema. No tendría lugar el “derrame” que
preveían los neofuncionalistas).

2. Derecho derivado
En los esquemas donde los órganos creados tienen facultad normativa, los
actos de esos órganos o instituciones dan origen al derecho derivado (o secun-
dario). Estas fuentes normativas derivadas no tienen carácter convencional,
“pues consisten en métodos y procedimientos atinentes a los actos jurídicos de
aquellos órganos... provistos de potestades para adoptar normas de derecho””,
Esos actos reciben el nombre de decisiones, directivas, resoluciones, reglamen-
tos, etc., según el caso.

“ZELADA CastEDO, Derecho... cit., p. 57.


DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN 29

Los actos de las instituciones que conforman el ordenamiento jurídico de-


rivado de un esquema de integración tienen el alcance y la vigencia que les
otorguen las cláusulas correspondientes del tratado fundacional o sus modifi-
caciones. Es decir que su observancia interna en los países asociados depende
de las disposiciones consagradas en esas cláusulas,
No es éste el momento de analizar la aplicabilidad directa de algunos actos
derivados en la Unión Europea, ni de plantear el arduo problema que tiene
el Mercosur para incorporar el derecho secundario a los ordenamientos na-
cionales. Estos aspectos, de importancia fundamental, serán tratados en los
capítulos dedicados a esos esquemas.
A esta altura del análisis sobre el D de I, se puede resumir lo descripto en
un cuadro.

CUADRO 6
DERECHO DE LA INTEGRACIÓN. NATURALEZA Y FUENTES
NATURALEZA. DERECHO SU7 GENERIS
Se diferencia del Derecho Internacional porque:
1. Regula relaciones que influyen directamente en los ciudadanos.
2. Busca definir intereses comunes de los Estados.
3. Es de índole evolutiva por la dinámica del proceso.
FUENTES
Convencionales: Acuerdos firmados por los países en cuanto tales (derecho ori-
ginario).
No convencionales: Actos de las instituciones creadas por los tratados (derecho
derivado).
MODALIDADES DE LAS FUENTES CONVENCIONALES
Tratados marco: Fijan objetivos e instrumentos y crean órganos e instituciones
para desarrollarlos.
Tratados reglamento: Especifican los compromisos en detalle y no establecen
órganos con potestad normativa.
MODALIDADES DE LAS FUENTES NO CONVENCIONALES
Varían según cada acuerdo de integración. Su obligatoriedad y vigencia en los
países son reguladas por el tratado fundacional.

III. ELEMENTOS QUE ABARCA EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN


El estudio de esta disciplina jurídica debe cubrir tres elementos funda men-
tales: la institucionalidad de los esquemas de integración; el ordenamiento
jurídico que regula su funcionamiento y la solución de las controversias que
ese funcionamiento pueda ocasionar.
30 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

Con relación al ordenamiento jurídico, y si aceptamos que no hay un mo-


delo único, sino que cada esquema tiene sus propias reglas jurídicas, no hay
mucho más que se pueda agregar a lo expresado en los puntos anteriores. En
los capítulos que tratarán los diferentes esquemas se abordará lo relacionado
con cada ordenamiento jurídico. Debemos ocuparnos, entonces, de los otros
dos elementos.

1. Estruetura institucional
Dentro de este tema es tradicional estudiar la naturaleza y las funciones
de los órganos de integración. Comenzando por las funciones, es útil destacar
que, a diferencia de la organización tripartita de poderes (legislativo, ejecutivo
y judicial) que rige en la organización política nacional, los órganos de la inte-
eración combinan, por lo general, las funciones normativas con las ejecutivas
y, en algunos casos, los órganos ejecutivos intervienen en el procedimiento de
resolución de conflictos.
Abundan en la integración los organismos con facultades consultivas so-
lamente y, en forma habitual, si se crean “parlamentos” regionales se les re-
conoce inicialmente atribuciones consultivas, llegando sólo a tener responsa-
bilidades legislativas en etapas posteriores. La atribución de iniciativa puede
ser muy importante y se concede a algunos órganos técnicos, que así pueden
elevar propuestas con cierta autoridad para su aceptación por los órganos de-
cisorios; mientras que otros órganos técnicos actúan solamente bajo instruc-
ciones de los órganos superiores.
Un tema esencial es si las competencias que reconocen los tratados a los
órganos son exclusivas o compartidas con los Estados. En el caso de compartir
responsabilidades, se puede condicionar mucho el funcionamiento del proce-
so, pero también ello pone a prueba la voluntad política y la adhesión de los
eobiernos nacionales con los objetivos tenidos en cuenta al decidir asociarse
para la integración.
Con relación a la naturaleza de las instituciones es habitual contraponer
los esquemas de integración compuestos por órganos “supranacionales” a los
estructurados con órganos “intergubernamentales”. Esta dicotomía no es muy
útil para el análisis, porque aun en los casos en que prevalecen claras connota-
ciones de supranacionalidad hay también órganos intergubernamentales con
poder de decisión, como en el caso del Consejo (de Ministros) de las Comuni-
dades Europeas.
Además, la doctrina discute si la supranacionalidad de los órganos depende
de su integración con personas independientes de los gobiernos, cuando los
miembros no reciben ni solicitan instrucciones a las autoridades nacionales
(supranacionalidad institucional), o está vinculada a la facultad de aprobar
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN 31

normas obligatorias para los Estados sin el consentimiento de éstos (suprana-


cionalidad normativa) *.
Algunos autores, con buen fundamento, vinculan el requisito de un mayor
grado de independencia respecto de los gobiernos al tipo de esquema regional
de que se trate. Así, una zona de libre comercio aceptaría mejor una organiza-
ción institucional completamente intergubernamental, que un compromiso de
unión aduanera o de mercado común”.
El abanico de posibilidades para los países incluye: conservar la potestad
de crear normas ejerciendo el control sobre los órganos por medio de sus re-
presentantes oficiales en ellos; transferir competencias a órganos totalmente
independientes dirigiéndose entonces a formas más avanzadas de compromiso,
sl no tienen restricciones constitucionales que lo impidan; o buscar posiciones
intermedias entre lo intergubernamental y lo supranacional, incluyendo en los
tratados reglas que autoricen que las decisiones de los representantes oficiales
no requieran ser tomadas por unanimidad sino por mayoría de votos. Según
esta última posición un órgano, aun conformado por funcionarios nacionales
que cumplen instrucciones, si decide por mayoría —obligando a observar lo re-
suelto a quienes votaron negativamente— podría ser calificado de supraestatal.
En cuanto a los sistemas de toma de decisiones en el interior de un órgano,
se puede encontrar variedad de ellos en los distintos acuerdos de integración.
Se sintetizan a continuación las posibles alternativas:
Consenso: cuando no hay oposición formal a la adopción de una decisión.
Unanimidad: en igual sentido que el consenso pero implica realizar votación.
Sistemas de votación:
- Mayoría simple: votos positivos del 51%, 0 50% más un voto, puede ser de
la totalidad de miembros o de miembros presentes.
- Mayoría calificada: porcentajes mayores de votos positivos (2/3, 4/5), com-
binados con otras exigencias, tales como que no haya votos negativos; que la
abstención de voto no implique voto negativo; que voten positivamente algunos
de los miembros (según categorías de países, por ejemplo).
- Ponderación del voto: el voto de cada país o de cada miembro tiene valor
diferente y se pondera conforme a ciertas pautas”.

5 Para este tema ver Mariño Faces, Jorge, La supranacionalidad en los procesos de
integración regional, Mave, Buenos Aires, 1999.
Y Ver HaLrrrín, Marcelo, “Comercio en el Mercosur y seguridad jurídica”, en Solución
de Controversias, Seminario organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comer-
cio Internacional y Culto en Buenos Aires, 15 y 16 de noviembre 1995.
10 La antigua premisa “cada país (o miembro) un voto” ha sufrido cambios en la Unión
Europea a partir de la ponderación de los votos en el Consejo (y para ciertos temas). Esa
32 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

La organización institucional o estructura administrativa en el D de I de-


pende, nuevamente, de cada acuerdo. Por eso estos conceptos generales sólo
intentan ser introductorios de lo que se estudie de cada esquema de integra-
ción en futuros capítulos. Lo mismo puede decirse del siguiente tema, que
ofrece un panorama sobre los regímenes de resolución de conflictos, sin tratar
ninguno en particular.

2. Sistemas de solución de controversias


En el orden internacional la forma clásica de solución de las diferencias
entre Estados está basada en las negociaciones directas entre las partes y, a
veces, en la mediación o intervención de algún órgano que administra los tra-
tados (comisiones mixtas, comités, consejos, etc.). En formas más avanzadas
se aplica el arbitraje. La existencia de tribunales internacionales es un fenó-
meno bastante moderno y, por lo general, para que los Estados sean llevados
ante esos estrados deben dar su previa conformidad (así ocurre también con la
jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya).
En el ámbito del D de I, como las relaciones que se crean entre los países
son más estrechas que las que surgen del derecho internacional tradicional,
las cuestiones conflictivas tienen otro alcance y la mejor forma de dotar de se-
guridad jurídica a la solución de esas cuestiones es estableciendo un tribunal
judicial permanente, Este tipo de órgano jurisdiccional existe en pocos esque-
mas de integración, entre ellos, en la Unión Europea, la Comunidad Andina y,
recientemente, en la Comunidad del Caribe Y.
Si bien los fundamentos para propiciar la creación de tribunales en los
esquemas de integración son irrefutables, parece haber dificultades para esta-
blecerlos, ya sea imposibilidades constitucionales de los países, o debido a que
no hay la voluntad política, cuando los Estados no quieren ir a un régimen de
naturaleza judicial, sino que buscan otros métodos alternativos.
Los tribunales judiciales pueden cubrir tres funciones de importancia para
los procesos de integración:
— resolver las inevitables disputas que crea la interdependencia: solución
de controversias;

ponderación se basa en datos de población y producto bruto interno y, a partir de la última


ampliación, se agregan otros criterios. También los votos valen diferente en los organismos
internacionales de crédito (FMI, Banco Mundial, BID) conforme al capital aportado por
cada país o grupo de países.
1“ Hay también una Corte Centroamericana de Justicia, pero, curiosamente, su juris-
dicción no comprende conflictos comerciales que se resuelven por un sistema de arbitraje.
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN 33

— custodiar la legalidad interna del ordenamiento jurídico para que las


disposiciones de menor jerarquía no contradigan a los instrumentos básicos:
control de legalidad;
— asegurar que las normas que rigen el proceso tengan el mismo valor y
produzcan los mismos resultados en todos los territorios involucrados: inter-
pretación uniforme del derecho *,
Corresponde entonces analizar los distintos elementos que, normalmente,
contemplan los sistemas de solución de controversias en el D de I.
En primer lugar, hay que referirse al ámbito material de aplicación del
régimen. Todos los sistemas abordan la consideración de las violaciones a la
normativa de integración, es decir, las infracciones sobre obligaciones y re-
elas jurídicas. También atienden los incumplimientos por inobservancia de
compromisos asumidos, y la interpretación de las normas para determinar su
alcance y contenido.
Dentro del ámbito material, algunos sistemas (el de NAFTA, por ejemplo)
incluyen la anulación o el menoscabo, por aplicar medidas que, sin violar las
reglas, implican una disminución o eliminación de los beneficios esperados
con relación a las ventajas pactadas. Estas figuras tienen, también, una larga
tradición en la solución de diferencias del GATT/OMC que atiende casos de
violación y de no violación **.
Con relación al ámbito personal, es obvio que los regímenes comprenden
las controversias entre Estados y, dependiendo del grado de autonomía de los
órganos comunes, también puede haber conflictos entre éstos y los Estados,
o entre los órganos. Lo que es menos habitual es que se contemple la inter-
vención de los particulares en los conflictos de integración '*. Sin embargo,
en los tribunales europeo y andino los particulares acceden a algunas de las

12 En los tribunales que atienden recursos de interpretación uniforme (Unión Europea


y Comunidad Andina, al menos) opera una colaboración entre los tribunales nacionales
—que consultan sobre el alcance y la interpretación del D de I— y el tribunal comunitario.
13 La no violación está representada por la anulación y el menoscabo. En los regímenes
latinoamericanos estas figuras no han tenido buena recepción, porque se considera que
dan lugar a pleitos con base en apreciaciones subjetivas, donde se torna difícil proveer
evidencias.
1“ Esto es así, porque la normativa de integración es la resultante de reglar los inter-
cambios entre los países, aunque esa regulación, como se dijo, tiene influencia directa para
el comportamiento de los particulares. Lo que sucede es que, habitualmente, los Estados
inician reclamaciones cuando sus ciudadanos (en especial por medio de pedidos de las cá-
maras empresarias) presentan sus quejas. Tampoco en el caso de la OMC los particulares
tienen acceso directo, ya que los que litigan son los Estados.
34 SUSANA CZAR DE ZALDUENDO

acciones, en especial la de nulidad de actos tomados en violación de normas


superiores (control de legalidad).
En cuanto a la naturaleza de los sistemas, aparece siempre una etapa di-
plomática por medio de negociaciones directas entre las partes. Luego, las
alternativas son un régimen administrativo —con intervención de los órganos
técnicos o ejecutivos— o bien un sistema técnico en el que actúan terceros,
como grupos de expertos, mediadores o conciliadores, pero sin competencia
para decidir el caso sin el acuerdo de las partes. Por último, están los sistemas
jurisdiccionales, que pueden ser tanto arbitrales (con tribunales ad hoc o ins-
titucionales) como judiciales.
El procedimiento incluye siempre, como recién se mencionó, una etapa de
consultas recíprocas y negociaciones directas. Puede preverse una segunda
etapa de intervención de terceros para concretar buenos oficios (el tercero
acerca a las partes); mediación (propone cursos de acción); conciliación (pro-
pone una solución); investigación (para establecer con base técnica los hechos
controvertidos). Luego, si una vez determinados los hechos no se ha podido lle-
gar a un acuerdo, corresponde la fase de análisis legal y aplicación del derecho,
es decir, la jurisdiccional.
La decisión final puede consistir en informes de paneles o grupos de ex-
pertos, que por lo general son vinculantes, pero en algunos sistemas son sólo
sugerentes de una solución a la que llegarán las partes (caso NAFTA); laudos
arbitrales o sentencias Judiciales.
El gran tema en las controversias de integración es el cumplimiento de la
decisión final'?. Ante la ausencia de medidas tomadas por la parte perdidosa
para ejecutar la decisión final, suele abrirse una negociación de compensacio-
nes entre los litigantes. Y si aun así permanece el incumplimiento, se llega a
la aplicación de retorsiones, que, en la mayoría de los casos comerciales, se ins-
trumenta con la suspensión de beneficios (rebajas arancelarias, por ejemplo)
de los que gozaba el incumplidor.
Se concluye el presente capítulo con un cuadro-síntesis sobre los sistemas
de solución de controversias.

15 Las jurisdicciones internacionales arrastran, como es sabido, un déficit de ejecutorie-


dad porque no tienen ni los recursos (embargos, uso de la fuerza pública, otras sanciones)
ni la inmediatez de las jurisdicciones nacionales. Varios trabajos sobre fragmentación y
vocación universal del sistema jurídico internacional pueden verse en la revista Puente
Europa, año V, n” 2, que edita la sede de Buenos Aires de la Universidad de Bologna.
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO DE LA INTEGRACIÓN 13)

CUADRO 7
SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS EN ÁMBITOS DE INTEGRACIÓN

1. Hechos objeto de la controversia


— Violación: infracción de compromisos y reglas.
— Incumplimiento: falta de observancia de las obligaciones.
— Anulación y menoscabo: medidas que eliminan o limitan los beneficios esperados.
— Interpretación: para establecer el sentido y alcance de las normas.
2. Posibles partes en la controversia
— Estados
— Estados y órganos de integración
> Órganos de integración entre sí
— Estados y particulares
— Órganos de integración y particulares
3. Naturaleza del sistema
— Diplomático
- Administrativo
— Técnico
— Jurisdiccional (arbitral o judicial)
4. Etapas del procedimiento
— Consultas, negociaciones directas
— Intervención de terceros: buenos oficios, mediación, conciliación, investigación.
— Decisión final sobre la controversia: informes de paneles; laudos arbitrales; sen-
tencias judiciales.
5. Cumplimiento de la decisión final
— Por imposibilidad de cumplimiento: negociación de compensaciones.
- Sanciones por incumplimiento: retorsión.
CarítuLo III

CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS


ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN
SANDRA C. Necro

I. DENOMINACIÓN Y CONCEPTO
Las organizaciones constituidas por los Estados con los objetivos de co-
operación y/o exclusivamente de integración regional han recibido distintas
denominaciones por parte de la doctrina y de acuerdo a la disciplina desde la
cual se las estudia.
La tan difundida terminología “bloque económico regional” atiende a una
de las finalidades, quizás, en algunos casos la más importante y, sin dudas,
contemplada en todos los instrumentos jurídicos vinculantes a partir de los
cuales se construyen los esfuerzos de integración en las diversas áreas geo-
gráficas. Asimismo, se reconoce que es la denominación más utilizada en los
medios de comunicación e, inclusive, en el ámbito de las disciplinas vinculadas
a la economía y al comercio internacional.
Así, la denominación “esquema de integración” se corresponde en forma
más correcta con una descripción desde el punto de vista jurídico-institucio-
nal, mientras que la expresión “proceso de integración regional” aparece mejor
justificada desde un enfoque histórico-político.
DENOMINACIONES
Bloque económico regional: aspectos económicos y comerciales,
Esquema de integración regional: aspectos jurídico-institucionales,
Proceso de integración regional: aspectos histórico-políticos.
II. CARACTERIZACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN
Es interesante observar algunas de las consideraciones que realiza Sobri-
no Heredia ' a propósito de las organizaciones de integración. En primer lugar,

1 Somrixo HerenIa, en Díez de Velasco, Las organizaciones internacionales, 8* ed., Tec-


nos, Madrid, 1994, Cap. I, p. 46.
38 SANDRA C. NEGRO

argumenta que “nos encontramos, pues, ante unas organizaciones que se si-
túan entre las organizaciones internacionales clásicas y las estructuras fede-
rales. La distribución de competencias que se opera en su seno es tan profunda
que no pueden equipararse absolutamente a las organizaciones tradicionales,
mientras que la retención de determinados poderes soberanos por sus Estados
miembros impiden también que puedan ser calificadas de Estados federales”.
En consecuencia, a pesar de otorgarles un lugar dentro de la clasificación de
organizaciones internacionales, las diferencia a partir de una transferencia
más amplia de competencias desde la esfera de los Estados soberanos hacia
las instituciones de la integración. Las características remiten, principalmen-
te, al esquema de integración europeo si bien el autor no lo señala expresa-
mente al incluir el desarrollo del concepto. Sólo posteriormente, al examinar
la transferencia de competencias, puntualiza con ejemplos acerca del Tratado
de la antes denominada Comunidad Europea (en adelante, Tratado CE).
En este orden de ideas, Marcelo Medina? ratifica que “las tres Comunidades
son las organizaciones europeas de mayor importancia y trascendencia, tanto
por los objetivos políticos a largo plazo que las inspiran como por su propia es-
tructura y naturaleza. Se trata, en realidad, de un nuevo tipo de organizaciones
internacionales, y, por ello, suelen ser calificadas de supranacionales”.
Sin embargo, se puede afirmar que existen algunas diferencias importantes
que otorgan singularidad a la integración. Una de las principales radica en que
en las organizaciones internacionales se privilegia el mecanismo de cooperación
intergubernamental, mientras que en los procesos de integración tiene preemi-
nencia o tiende a adquirirla la transferencia de competencias para hacer posi-
ble la autonomía de las instituciones creadas en la toma de decisiones y en la
aplicación del orden jurídico propio de la integración, para alcanzar, en última
instancia como lo demuestra la experiencia europea, la supranacionalidad.
En opinión de Sanguinetti *, “mientras la cooperación intergubernamental,
por medio de los procedimientos clásicos del derecho internacional, intenta
organizar el trabajo en común de los diferentes Estados preservando las es-
tructuras nacionales existentes, la integración da un paso suplementario y
decisivo, ya que se basa en una transferencia de competencias de los Estados
hacia una estructura concebida conjuntamente, en la cual las decisiones que
se adoptan en los nuevos ámbitos de competencia son tomadas por las institu-
ciones de nueva creación”.

2 Mubixa, M., Las organizaciones internacionales, Alianza Universidad, 2* ed., Madrid,


1979, Cap. 7 “Las Comunidades Europeas”, p. 151.
3 Saxcuinerri, Y. L., “Mercosur: Las alternativas del diseño institucional definitivo”, en
Integración Latinoamericana, n* 196, BID/INTAL, Buenos Aires, junio 1994, p. 4.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 39

Si se acude a otras disciplinas en la búsqueda de la caracterización de los


esquemas de integración, aleunos téoricos de las relaciones internacionales
advierten la presencia de ciertos elementos que servirían para diferenciar a
los regionalismos de la globalización.
Respecto de la preeminencia de la política en los esquemas de integración
en detrimento de la economía, es una constante en los esquemas de integra-
ción la necesidad del impulso político en la iniciación y también en las etapas
sucesivas. En opinión de Andrew Wyatt-Walter*, la racionalidad predominan-
te de la regionalización es la política, mientras que en el contexto de la globa-
lización predomina la racionalidad económica.
Otro autor, Charles Oman*, sostiene que la globalización puede ser defi-
nida como “proceso centrifugo” y como “fenómeno microeconómico”, en tanto
que el regionalismo constituye un “proceso centrípeto”. Coincide en afirmar
que la regionalización es un fenómeno político —si cuenta con instituciones—. A
su juicio, las fuerzas políticas que utilizan los poderes del Estado movidas por
intereses económicos, intentan promover el crecimiento del comercio intrarre-
egional mediante la eliminación de barreras.
Ofrece este autor una interesante óptica acerca de la soberanía de los Es-
tados participantes pues no se detiene en el aspecto de transferencia de com-
petencias y pérdida de soberanía por parte de los Estados, sino en la opor-
tunidad que el esquema de integración brinda a los Estados de incrementar
el poder de negociación y la soberanía política de los Estados participantes,
frente al resto del mundo.
Así como se han intentado destacar algunos de los aspectos que reforzarían
la idea de una subjetividad distinta de los esquemas de integración, también
se debe reconocer que si uno de los elementos clave es la transferencia de
competencias estatales a la organización, hay algunos elementos de interes-
tatalidad que persisten aun en los esquemas de integración más avanzados,
como, por ejemplo, el capítulo de la política exterior y de seguridad común en
el Tratado de la Unión Europea y en el Tratado de Amsterdam.
En su mayoría, los autores examinan las principales características pre-
sentes en un esquema de integración regional determinado o en varios (si se

il Wyarr-WaLrer, Andrew, “Regionalism, Globalization, and World Economic Order”,


en Fawcett, L., y Hurrell, A., Regionalism in World Politics, Regional Organization and
International Order, Oxford University Press, 1995.
5 Oman, Charles, “Globalization and Regionalization: The Concepts”, en Globalization
and Regionalization: The Challenge for Developing Countries, Development Centre Stu-
dies, 1994.
40 SANDRA C. NEGRO

trata de un estudio comparativo), pero se estima particularmente relevante la


caracterización del concepto “esquema de integración”.
Sin embargo, es importante poder señalar y analizar las principales carac-
terísticas que los esquemas de integración tienen en común para así acercarse
a la delimitación de dicho concepto.
Los rasgos comunes encontrados residen en:
- un tratado o acuerdo entre dos o más Estados;
* un objetivo común o un conjunto de objetivos comunes;
* nexos de tipo geográfico y/o, social, cultural, económico y político;
* transferencia de competencias;
* etapas sucesivas para el logro de sus fines o la fase dinámica de construc-
ción del proceso;
* flexibilidad para sobrellevar los efectos de los conflictos originados en la
dinámica de adaptación y logro de objetivos comunes;
* respeto de las necesidades y aspiraciones particulares de cada Estado;
* la influencia de las decisiones políticas gubernamentales nacionales en
los procesos de integración, y
* la legitimidad.

1. Base fundacional: un tratado entre dos o más Estados


Las asociaciones de Estados se constituyen a partir de un acuerdo o tratado
en el cual se incluyen la naturaleza y los objetivos del proceso, así como los me-
canismos y la estructura institucional u orgánica prevista para alcanzar los
fines. Es en este primer instrumento o en otro posterior de igual jerarquía que
se consagra, en forma expresa, la personalidad del esquema. La personalidad
también puede deducirse, implícitamente, de las competencias y la estructura
creada para el cumplimiento de los fines.
Al respecto, Podestá Costa y Ruda* sostienen que: “También por voluntad
de los Estados, manifestada en forma expresa o tácita, se ha reconocido relati-
va personalidad jurídica internacional a entidades colectivas que, aun cuando
no son Estados, han sido erigidas por ellos...”.
En términos similares pero subrayando la importancia de la teoría de la
autolimitación, se expresa Silva”: “Estos organismos internacionales nacen de
los tratados multilaterales que celebran los Estados, de acuerdo a la teoría de
la autolimitación”,

$ PopesTá Costa y RuDa, Derecho Internacional Público, TEA, Buenos Aires, t. 1, 1985,
p. 53.
7 Siva, Héctor R., p. 29.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 4]

2. Un objetivo común o un conjunto de objetivos comunes


Normalmente, el primero o el principal objetivo contemplado en el tratado
fundacional es de orden económico (constituir una zona de libre comercio, una
unión aduanera o un mercado común). Queda establecido como fin primordial
del tratado una forma de integración a ser alcanzada en etapas sucesivas —a
través de un cronograma— o en una fecha determinada conviniéndose en el
mismo acto el o los mecanismos y los instrumentos o herramientas a utilizar
para alcanzarlo.
Otros objetivos pueden estar también incluidos en el acuerdo base de la in-
tegración, pero dependiendo del esquema de integración puede no otorgárseles
prioridad o relevancia suficiente y sólo ser trabajados en forma complementaria.

3. Nexos de tipo geográfico, social, cultural, económico y político


Los Estados que se comprometen en un proceso de integración, con anterio-
ridad a la firma del acuerdo en el cual pondrán de manifiesto sus objetivos en
el plano de la integración, parten de una comunidad de intereses en muchos
casos facilitados por proximidades geográficas, sociales, afinidades étnicas,
religiosas, necesidades o rivalidades económicas.
El objetivo de poner fin a una historia marcada por una profunda rivalidad
entre Francia y Alemania fue lo que impulsó la integración en Europa en el
primer capítulo que culminó con la creación de la CECA. En América del Sur,
los conflictos que habían tenido un peso considerable en las relaciones entre
Argentina y Brasil o entre Argentina y Chile disminuyeron progresivamente
y de conformidad con la exploración de formas de cooperación y, más tarde, de
integración económica.
Otra característica que aparece como de suma importancia para la crea-
ción, la consolidación o la sucesiva incorporación de nuevos miembros reside
en el presupuesto de gobiernos democráticos. Algunos autores señalan la exis-
tencia de un nexo entre democracia e integración económica. Samuel Huntine-
ton* expresa: “El cambio de rumbo de la Comunidad coincidió con el proceso
de democratización que tenía lugar en la Europa mediterránea y lo reforzó.
Para Grecia, España y Portugal, la democratización y la entrada en la Comu-
nidad Europea eran lo mismo. La pertenencia a la Comunidad era deseable y
hasta necesaria en el terreno económico; para ser miembro, un país debía ser
democrático, por lo que la democracia era un paso esencial para el crecimiento
económico y la prosperidad. Al mismo tiempo, la pertenencia a la comunidad
reforzaría el compromiso con la democracia y proporcionaría un freno externo
contra la regresión al autoritarismo”.

8 HuxtIxGTON, Samuel P., La tercera ola, 1* ed., Paidós, Barcelona, 1994, pp. 88 y 89.
42 SANDRA C. NEGRO

En el caso comunitario, el nexo democracia-integración económica aparece


contenido en normas expresas.
Así, en primer término, el Preámbulo del Tratado de Maastricht contem-
plaba en los considerandos la confirmación de la *...adhesión a los principios
de libertad, democracia y respeto de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales y del Estado de Derecho” (n* 4),
Por su parte, el art. 49 del Tratado de la Unión Europea (TUE) que rige las
adhesiones a la Unión Europea realiza una remisión al art. 2 y allí se expresa:
“La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana,
libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos hu-
manos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a las minorías...”.
El texto transcripto introduce algunas modificaciones que refuerzan la an-
tigua redacción del art. 237 (Tratado CEE) que se limitaba a señalar: “Cual-
quier país democrático...”, y el art. O del Tratado de Maastricht, que ofrecía,
en comparación, un contexto más restringido.
Otros nexos vinculados a rasgos etnohistóricos y sociopolíticos entre los Es-
tados que persiguen la integración pueden ofrecer algunas aristas importantes
como una posición de coincidencia y convergencia en los foros internacionales,
lo que puede permitir convertir al esquema en un actor de importancia en el
sistema internacional. Por ejemplo, en CARICOM, tanto los países insulares
como Belice y Guyana comparten componentes históricos comunes —economía
de plantación e incorporación de contingentes de población africana— que ha-
cen a su identidad y que señalan una diferencia muy clara entre este Caribe
no hispánico y el Caribe hispánico.
Asimismo, elementos como el tamaño y la similitud de las estructuras pro-
ductivas pueden resultar útiles para encontrar algunas explicaciones a las
dificultades que los esquemas enfrentan para lograr avances en la integra-
ción. Por ejemplo, en CARICOM las economías caribeñas tienen una base eco-
nómica poco diversificada y dependen mucho de las exportaciones de pocos
productos (caña de azúcar, frutas tropicales como bananas, plátanos y cocos,
complementados por el cacao y el tabaco) y servicios básicos, a la vez que regis-
tran altos niveles de importación destinados tanto al consumo como a la pro-
ducción. También la minería presenta similares características para el área
caribeña, en particular, Jamaica, Surinam y Guyana son los tres principales
productores de la región.

4. Transferencia de competencias
Tendrá lugar a favor de órganos o instituciones constituidas a partir del
acuerdo y que reconoce, entre las formas principales, la delegación en forma
expresa y en forma implícita. Los Estados comprometidos en un proceso de
integración delegan en forma voluntaria poderes soberanos en algunas ma-
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 48

terias. En lo concerniente a las competencias transferidas, los Estados se ha-


llan subordinados a las instituciones que se han convertido en titulares de las
mismas. El Dr. Guillermo Moncayo? afirmaba, respecto de la creación de las
Comunidades y la transferencia de competencias, que importaban para los
Estados “amputación de competencias esenciales”.
Además, se debe destacar que, en la medida en que un sistema se torne
más integrado, la necesidad de transferir mayores competencias a órganos
o instituciones independientes (creadas a partir del acuerdo originario o a
través de modificaciones de los tratados constitutivos) deviene una necesidad
para la puesta en práctica de las tareas comunes y los objetivos del bloque.

5. Estructura formal
Está constituida por los óreanos o instituciones. La constitución de una
estructura, aun con carácter rudimentario o provisional, y las facultades acor-
dadas a los órganos o instituciones asumen notable importancia a fin de dis-
tinguir un esquema de integración regional.

6. Etapas sucesivas para el logro de sus fines o el dinamismo del proceso


Es característico en todo acuerdo de integración la consideración de los
plazos y las etapas que se deberán superar para alcanzar los objetivos previs-
tos. Normalmente, se incluyen fechas determinadas en la letra del tratado, es
decir, los plazos estipulados dentro de los cuales los Estados deberán lograr la
convergencia necesaria y las instituciones adoptar las decisiones necesarias
para el paulatino logro de los objetivos planteados.
La periodicidad y la participación en las instituciones es un rasgo que de-
nota el interés de los Estados por alcanzar los objetivos y pone en evidencia el
cumplimiento de las obligaciones previstas en el Tratado.

7. Flexibilidad para sobrellevar los efectos de los conflictos originados en


la dinámica de adaptación y el logro de objetivos comunes
Aquí reside una de las claves del éxito de los procesos de integración: la
posibilidad de adecuación y el acatamiento de las normas dictadas por las
instituciones comunitarias o los órganos del esquema de integración. En al-
gunos casos, como el europeo, el rol central lo ha desempeñado el Tribunal
de Justicia de las Comunidades Europeas en su carácter de intérprete de la

Y Moncayo, Guillermo R., “Esquema jurídico de las Comunidades Europeas”, en Revista


Jurídica de Buenos Aires, II, enero-junio de 1962, p. 176.
44 SANDRA C. NEGRO

normativa comunitaria y, a la vez, como institución a la cual le fuera asignado


el rol de órgano juzgador con capacidad de intervención en los conflictos que
se suscitaran entre Estados, entre éstos e instituciones comunitarias, y entre
particulares y Estados.
En el art. 1 del Protocolo de Guatemala por el cual se creó el Subsistema de
Integración Económica Centroamericana, hay una referencia expresa al proce-
so de integración económica como “un proceso gradual, complementario y flexi-
ble de aproximación de voluntades y políticas”. Si bien este esquema cuenta con
una estructura orgánica, la flexibilidad y la gradualidad residirán funda men-
talmente en las voluntades de los gobiernos para concretar los objetivos.
Es decir que la flexibilidad depende principalmente de los Estados en las etapas
iniciales de la cooperación, y más aún si se trata de esquemas de integración.
En algunos esquemas de integración los Estados aceptan la existencia y de-
legación de competencias en instituciones u órganos a los cuales les han asigna-
do, previa o sucesivamente, las tareas de interpretar y juzgar si las actividades
de los Estados, de las propias instituciones y de las personas físicas y jurídicas
se adecuan al cuadro normativo diseñado para el logro de los objetivos.
Los esquemas de integración tienen que demostrarse lo suficientemente
flexibles como para hacer frente a las controversias originadas por la dinámi-
ca de adaptación en la delicada búsqueda de compatibilidad entre los intere-
ses, necesidades y expectativas de cada país miembro y los intereses comunes
o del bloque.

5. Respeto de las necesidades y aspiraciones particulares de cada Estado


Uno de los supuestos que plantea más dudas es el vinculado a la rela-
ción entre la transferencia de competencias estatales y la afectación de los
intereses nacionales. Es decir, si el Estado, al resignar progresivamente en
determinadas áreas competencias y soberanía a favor de las instituciones
comunes, resigna, a la vez, cuestiones que responden a necesidades y aspi-
raciones propias, o si, por el contrario, el esquema de integración ofrece un
marco ampliado en el cual se realizan en forma más acabada las pretensio-
nes particulares estatales.
Otro aspecto que puede observarse es si la creación del esquema tiene con-
secuencias necesarias en el poder de negociación del país en el contexto inter-
nacional, o sea, si se potencian las posibilidades de negociación al contar con
el respaldo del esquema o grupo de países integrados. En particular, para los
Estados de menor peso económico y político, la inserción en esquemas de in-
tegración puede revelarse como una fuente de incremento de su capacidad de
participación y negociación en los temas de la agenda internacional, al menos
en el área de las relaciones económicas internacionales. Más aún si el bloque
ha alcanzado el estadio de una unión aduanera o un mercado común.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 45

9. La influencia de las decisiones políticas nacionales en los procesos de


integración
Las decisiones políticas en el ámbito interno de cada Estado normalmen-
te son fundamentales en la constitución de los procesos de integración y, en
particular, pueden identificarse los apellidos de los “hacedores” políticos, es
decir, de aquellas personas que, ocupando cargos políticos —a nivel nacional—,
hicieron un aporte decisivo en pro de la integración regional (Adenauer, De
Gásperi, Jean Monnet o Schuman en el caso de la creación de las tres Comu-
nidades Europeas).
Pero también, en las etapas posteriores y dependiendo del método de inte-
egración seguido, es fundamental el apoyo al proceso de integración desde la
esfera interna de cada Estado y en cada una de las áreas. Debe recordarse la
influencia que ejerce toda medida interna unilateral cuando los Estados cola-
boran en la búsqueda de un mercado integrado: puede desalentar, fortalecer o
inclusive interrumpir el proceso en marcha.
En la práctica, debe existir desde el inicio la voluntad política de integrar-
se, más allá de las diferencias en cuanto al tratamiento de diversas cuestiones
de la agenda subregional.

10. Legitimidad
En lo concerniente a la legitimidad, el politólogo francés Maurice Duver-
ger * sostiene: “La legitimidad del poder consiste en su conformidad con las
teorías del poder aceptadas en la época, en el sistema de valores de la socie-
dad”. El sistema de valores, en la actualidad, en la mayor parte de los países
que participan en procesos de integración, se asienta en un sistema democrá-
tico, o sea, un sistema en el cual se garantice la libre elección de autoridades a
través de una amplia participación de la ciudadanía y para que dicha elección
sea verdaderamente libre se asegura una competencia entre los aspirantes al
poder y a dirigir los destinos de un Estado.
Ésta es una característica que no aparece como una preocupación en las
primeras etapas de los procesos de integración, en las cuales la iniciativa re-
conoce impulsos gubernamentales y, en particular, de las áreas técnicas de
gobierno con escasa o nula participación de los ciudadanos en las instituciones
u órganos creados. Las experiencias europea y americanas ponen en evidencia

10 Duvercer, Maurice, Instituciones políticas y derecho constitucional, Ariel, Madrid,


1962, pp. 36-40, Este autor destaca la necesidad de distinguir la legalidad de la legiti-
midad. En su opinión, “la legalidad del poder consiste en su conformidad con el derecho
positivo existente”,
46 SANDRA C. NEGRO

que, en el nacimiento y en las primeras etapas de los esquemas de integración,


no hubo participación directa en la deliberación ni en la elección de represen-
tantes y, menos aún, en la toma de decisiones por parte de los ciudadanos. Es
decir que, conforme evolucionan, empieza a manifestarse cierta disociación
y a percibirse el desconocimiento del conjunto respecto de los beneficios y las
ventajas que los esquemas de integración económica pueden ofrecer a los ciu-
dadanos. En realidad, en el origen, el impulso inicial corresponde a los gobier-
nos y sólo conforme la integración evoluciona, se da participación directa a
asociaciones intermedias y a la ciudadanía en su conjunto.
Una de las principales críticas que se han formulado respecto de los proce-
sos de integración en curso reside en el hecho de que son demasiadas las deci-
siones capaces de afectar la vida de los ciudadanos que se toman sin la debida
transparencia, publicidad y participación.
En el caso europeo, el denominado “déficit democrático”* y la proximidad
11

del ciudadano a los centros de toma de decisiones han sido motivo de sucesivas
disposiciones tendientes a mejorar el sistema que ya lleva más de cincuenta
años de vida.
En este sentido se puede destacar la opinión vertida por el profesor de
la Universidad de Estrasburgo Vlad Constantinesco'*, quien sostuvo que la
Unión Europea se construyó a partir de “la visión común de ciertos intereses
limitados y poco a poco, esta puesta en común de intereses ligará de manera
solidaria a los gobiernos, los Estados, los pueblos puede ser un día, y vendrá el
tiempo de la aparición casi mágica o espontánea de un poder político europeo,
de instituciones políticas europeas”.
En lo concerniente a América Latina, la participación de las personas físicas
y Jurídicas en los procesos de integración ha sido escasa. S1 bien la integración

11 Kn el caso europeo, el núcleo de la teoría del déficit democrático se asienta en la ca-


rencia de poderes conferidos al Parlamento Europeo. Sólo con el transcurso del tiempo y
con sucesivas reformas de los tratados constitutivos de la actual Unión Europea, han ido
ampliándose sus facultades. Pero esta ampliación de los poderes del Parlamento no siem-
pre ha seguido el mismo ritmo que la transferencia de competencias a las instituciones
comunitarias por parte de los Estados miembros y, como consecuencia, se ha producido el
mencionado déficit. En las materias de competencia exclusiva comunitaria, los parlamen-
tos nacionales han perdido el control del Poder Ejecutivo transferido por sus gobiernos a la
Comunidad, en tanto que no han cedido completamente su control al Parlamento Europeo.
Esta situación tiende a ser revertida a partir de la entrada en vigencia del Tratado de Lis-
boa el 1 de diciembre de 2009.
12 Les accords de Maastricht et la Constitution de L'Union Européenne, Actas del Colo-
quio del 27 de junio de 1992, organizado por la Universidad de París X Nanterre, Centro
de Derecho Internacional CEDIN-PARIS X en la Sala Clemenceau del Senado, Montchres-
tien, París, 1992, p. 197.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 47

en Latinoamerica tiene importantes fundamentos históricos, políticos y cultu-


rales, la iniciativa ha sido principalmente de naturaleza interegubernamental
con algunas interacciones aisladas de relevantes grupos de la sociedad.
A juicio de autores como Vacchino**, “la participación de la ciudadanía en
el proceso de integración es un factor de legitimidad y una condición de éxito:
cuando sólo participan los gobiernos y las tecnoestructuras el proceso se es-
tanca y fracasa. Las uniones de países decididas en la cumbre sólo se logran
mantener por la fuerza o como consecuencia de una situación hegemónica; en
cambio, sostenido por la participación democrática, el proceso de integración
se transforma a su vez en un factor de consolidación de los regímenes demo-
cráticos que en él participan”.
Con anterioridad, en 1986, Ahmed Mahiou'* (miembro de la Comisión de
Derecho Internacional) ya se había pronunciado acerca de la función de la
integración entre los países en desarrollo. Este profesor universitario había
sostenido, con una visión crítica, que el esquema jurídico de la integración
puede “encubrir” las falencias democráticas y las inestabilidades intrínsecas a
cada país en desarrollo que pretende integrarse.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN


* Base: un tratado o acuerdo entre dos o más Estados,
* Fines: un objetivo común o un conjunto de objetivos comunes.
* Condiciones: nexos de tipo geográfico y/o social, cultural, económico y político.
* Delegación de competencias: competencias delegadas, reservadas y compartidas.
* Gradualidad: etapas sucesivas para el logro de sus fines o la fase dinámica de
construcción del proceso.
* Flexibilidad y dinámica: flexibilidad para sobrellevar los efectos de los conflictos
originados en la dinámica de adaptación y logro de objetivos comunes,
* Intereses nacionales: respeto de las necesidades y aspiraciones particulares de
cada Estado.
* Influencia de decisiones estatales: la influencia de las decisiones políticas guber-
namentales nacionales en los procesos de integración.
* Legitimidad: iniciativa gubernamental y participación ciudadana.

19 Vaccuino, Juan Mario, “La dimensión institucional de la Integración Latinoamerica-


na”, en Revista del INTAL v” 185, BID/INTAL, Buenos Aires, diciembre de 1992, pp. 3-16.
14 En una conferencia pronunciada ante un grupo de juristas de Derecho Internacional
en Ginebra, Ahmed Mahiou se expresó en los siguientes términos: “Le modéle du marché
commun européen, ses techniques et mécanismes juridiques s'inscrivent dans un contexte
historique, social et économique dont il ne faut pas omettre les caractéristiques et les spe-
cificités. La CEE regroupe des nations anciennes, constituées et stabilisées depuis long-
48 SANDRA C. NEGRO

TIT. LA SUPRANACIONALIDAD
En términos generales hay dos certezas en cuanto a la definición del tér-
mino supranacionalidad y a su alcance: en primer lugar, no existe una única
definición de supranacionalidad y no hay acuerdo entre los internacionalistas
acerca del sentido de ésta y en lo concerniente al alcance, la mayor parte de
la doctrina coincide en atribuir el término casi en exclusividad al fenómeno de
integración que se iniciara en Europa, en 1951, con la CECA.
En este sentido, manifiesta Medina '* que “esta expresión indica la facultad
de las Comunidades de dirigir normas generales y decisiones particulares obli-
gatorias a los súbditos de los Estados miembros. Por su parte, los nacionales
de los Estados miembros pueden acudir a las instituciones comunitarias para
exigir el reconocimiento de sus derechos subjetivos e intereses jurídicamente
protegidos no sólo frente a instituciones comunitarias, sino también frente a
particulares y órganos estatales”.
En forma coincidente, Buergenthal '' afirma que “el concepto de organiza-
ciones supranacionales cobró importancia práctica en 1952, al entrar en vi-
gencia el tratado constituyente de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero, la cual utiliza ese término”, y más adelante insiste: “Aunque los in-
ternacionalistas no se han puesto de acuerdo en una definición precisa de las
organizaciones supranacionales, este término es frecuentemente utilizado en
referencia con las Comunidades Europeas. (En realidad, a menudo se sostiene
que las Comunidades Europeas son las únicas organizaciones supranaciona-
les actualmente en existencia)”.
Se puede afirmar, entonces, que los elementos que ponen en evidencia a
una organización de carácter supranacional son:
* las organizaciones supranacionales gozan de una mayor autoridad guber-
namental y poderes legislativos en relación con sus Estados miembros;
* la autoridad que tiene la organización para hacer que su derecho sea di-
rectamente aplicable a los nacionales de sus Estados miembros, sin requerir
la adopción de medidas nacionales por parte de los Estados;

temps; ces nations sont organisées en Etats solides dont la légitimité West sérieusement
contestée par personne. Le marché commun des pays en développement tend généra lement
á regrouper des jeunes états dont les fondements ne sont pas súrs et qui ne sont pas toujo-
urs des nations, car Punité du territoire et des populations est trés fragile; le manteau juri-
dique de l'intégration risque Vétre Paddition d'instabilités propres á chaque pays...”, en “La
place du droit dans la cooperation sud-sud”, en Rivista La Comunita Internazionale, 1986.
; a :
15 Mubixa, Las organizaciones... cit., p. 151.
16 BuERGENTHAL, Thomas, y otros, Manual de Derecho Internacional Público, FCE,
México, 1994, pp. 49 y 50.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 49

* la noción de supranacionalidad y la aplicación de este concepto aparecen,


en el inicio del proceso de integración, limitados a determinados sectores. Al
menos si se está en presencia de características supranacionales insertas en
modelos de integración de carácter funcionalista. Por ejemplo, en el ámbito de la
política agrícola común, la acción de la CE tiene rasgos de supranacionalidad.
Una cuestión importante consiste en dilucidar si supranacionalidad y su-
praestatalidad son dos denominaciones que pueden ser aplicadas indistinta-
mente para caracterizar un mismo fenómeno.
Así, en el ámbito comunitario europeo el término utilizado en forma recu-
rrente es “supranacionalidad”.
Inclusive en Latinoamérica, la Constitución de la República del Para-
guay de 1992 admitió en el art. 145 la existencia de un orden jurídico su-
pranacional.
Sin embargo, la Constitución de la República Argentina introduce en el art.
75, inc. 24, el término distinto para referirse a los tratados de integración que
deleguen jurisdicción y competencias a “organizaciones supraestatales”.
De allí que cabe interrogarse sl supranacionalidad y supraestatalidad coin-
ciden en el significado y en el alcance que a cada término es atribuido.
En principio, muchos doctrinarios del derecho político y del derecho in-
ternacional coinciden en sostener la distinción entre “Estado” y “Nación”. En
consecuencia, mientras que el Estado es definido como “una entidad política
y siempre una realidad existente”, de la Nación se afirma que, si carece de
territorio o de poder público, “se limita a una aspiración””.
En realidad, en el campo del derecho internacional se planteó si la aplica-
ción de esta denominación es correcta. Jeremías Bentham, en 1789, utilizó los
términos “international law”, traducidos luego como “derecho internacional”,
para denominar la disciplina que regulaba las relaciones entre los Estados.
Los profesores argentinos Moncayo, Gutiérrez Posse y Vinuesa han manifes-
tado que “Derecho Internacional no quiere decir, sin embargo, derecho entre
naciones —nación en sentido político-social— sino que alude, básicamente, al
derecho entre Estados; por lo tanto, se ha sostenido que sería más correcto
hablar de derecho interestatal que de derecho internacional”?*.

7 Popesrá Cosra y Rupa, Derecho... cit., p. 59,


18 Moxcaro, G.; Vinuesa, R., y Gúrierrez Posse, H., Derecho Internacional Público, t.
I, Víctor P. de Zavalía, Buenos Aires, 1977, p. 17. Sin embargo, Rousseau, Charles, Droit
International Public, t. TI, Les sujets de Droit, Sirey, París, 1974, texto original en francés,
prefiere la denominación “colectividades interestatales” o “colectividades estatales de es-
tructura compleja” (p. 89 y ss. y 172 y ss.).
50 SANDRA C. NEGRO

Ahora bien, en cuanto a la utilización del vocablo supranacionalidad, la


mayor parte de los internacionalistas?** y doctrinarios de la ciencia política?*
utilizan el término supranacional atribuyéndolo a las organizaciones interna-
cionales de integración y, en particular, aplicándolo al ejemplo de las Comuni-
dades Europeas. Y por vez primera se utilizó el término supranacional en el
art. 9, punto 2, al referirse a la alta autoridad, en el Tratado de París por el
cual se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Cabe destacar que
en los Tratados de Roma, en el año 1957, se evitó la utilización del término y,
aún más, fue suprimido del art. 9, punto 2, del Tratado de París.
En realidad, sería mucho más correcta la referencia con el término de su-
praestatalidad si se pretende dar preeminencia al interés comunitario respecto
de los intereses de cada Estado. Porque en este supuesto las restricciones —limi-
taciones o pérdidas— operarían sobre la soberanía de los Estados. En realidad,
la supranacionalidad como ha sido empleada en el ámbito de las Comunidades
Europeas hasta el presente no ha implicado pérdida de la nacionalidad ni pérdi-
da de pertenencia ni de identidad. Las restricciones han operado sobre el Estado
y no sobre la Nación. En 1992, en el ámbito de la entonces Europa de los 12, se
realizó una encuesta”' para conocer si los ciudadanos europeos consideraban
que la Unión Europea implicaba desaparición de la identidad nacional o si era
posible la coexistencia de la identidad nacional y la identidad europea. El 62%
de los ciudadanos sostuvieron que era posible afirmar la identidad europea sin
sacrificar la identidad nacional y el 23% aceptaron la desaparición de la identi-
dad nacional en beneficio de un sentimiento de identidad europea.

En síntesis, supranacionalidad y supraestalalidad tienen alcances distintos.


La naturaleza del esquema de integración guarda estrecha relación con el
método seguido en la construcción del proceso,

IV. CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN

La propuesta de criterios de clasificación de los esquemas de integración in-


tenta atender a la heterogeneidad y a su significativa presencia en el contexto

19 Brorows, R., cit., p. 151; Dísz De VeLasco, M., Las organizaciones internacionales, 9*
ed., Tecnos, Madrid, 1995, p. 47; Pastor RIDRUEJO, Op. cit, p. 701.
López, Mario Justo, Introducción a los estudios políticos, vol. 1, Depalma, 1983, p. 362.
21 Los resultados de la encuesta país por país pueden examinarse en la publicación
oficial de las Comunidades Europeas, La Europa de los Ciudadanos, realizada por Pascal
Fontaine, Luxemburgo, 1994, p. 16. Entre los ciudadanos del Reino Unido, Irlanda y Di-
namarca se registró el mayor porcentaje de opinión en el sentido de la desaparición de la
identidad nacional.
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 5]

internacional. Además, pretende ser un elemento de utilidad para el análisis


de cada proceso a la luz del parámetro elegido en cada forma de clasificación.
La técnica empleada consiste, en primer término, en un análisis del pará-
metro o criterio y luego en la clasificación propuesta.
Se proponen dos clasificaciones que parten de dos criterios no tradicionales
para la consideración de los esquemas de integración.

CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN


Los esquemas de integración se clasifican de acuerdo a dos criterios:
1) La tendencia: cooperación, federalismo, funcionalismo.
2) El nivel de participación de los ciudadanos: vertical y horizontal

1. Primera clasificación
El parámetro de clasificación es la tendencia que prima en el esquema de
integración, en cuanto a la delegación de competencias por parte de los Esta-
dos miembros de acuerdo a las funciones acordadas al esquema de integración
y, en particular, a la estructura jurídico-institucional creada.
Así, aplicando los criterios fundamentales que sirven para distinguir uno
de otro modelo, conforme a la evolución histórica que han tenido en la expe-
riencia de integración europea (véase el capítulo sobre Unión Europea, inte-
orante de este mismo texto) se puede establecer la siguiente distinción:
— Cooperación intergubernamental: aquellos modelos en los cuales la dele-
gación de competencias en instituciones comunes es prácticamente inexisten-
te. La regla para la toma de decisiones es el consenso o la unanimidad, lo que,
al preservar el rol preponderante de los Estados, acerca más a la noción de
organización internacional clásica. Desde el punto de vista de la integración,
constituye una etapa primaria o embrionaria, normalmente característica de
aquellos Estados más aferrados a concepciones más absolutas de soberanía, o
bien donde la expectativa de reciprocidad de obtener conductas similares por
parte de otros Estados es muy baja. Ejemplos: el NAFTA, las formas de aso-
ciación desarrolladas en Asia-Pacífico.
— Federalista: la tendencia federalista no se ha concretado hasta la actuali-
dad. Los antecedentes de la Comunidad Europea de Defensa (CED) y la Comu-
nidad Europea Política (CEP) son los más próximos, al menos en la teoría. De
hecho, la realización conforme a este modelo implicaría una subordinación muy
importante de los Estados nacionales a una nueva forma de ejercicio y monopo-
lio de poder. En consecuencia, significaría una revisión de las teorías acerca del
Estado, de las relaciones internacionales y del derecho internacional.
— Funcionalista: la corriente exige a los Estados una delegación de compe-
tencias a favor de instituciones comunes, pero según un criterio establecido en
52 SANDRA C. NEGRO

el derecho originario de distribución de competencias (competencias reserva-


das, delegadas y concurrentes). En la toma de decisiones, la unanimidad cede
paso a las votaciones por mayoría, adoptándose —en algunos casos- criterios
de calificación o ponderación del voto.
Es la técnica de integración seguida en el proceso de construcción de las
Comunidades Europeas.
Sin embargo, es necesario destacar que estas tres técnicas no han sido em-
pleadas en forma pura, han sido utilizadas por los Estados en forma distinta
dependiendo de los objetivos de cada proceso de integración y de las exigencias
internas de cada Estado. Así, en el ámbito comunitario europeo, por cuanto con-
cierne a la política exterior y de seguridad común y a la cooperación en ámbitos de
justicia y asuntos de interior, se privilegia la cooperación intergubernamental, la
unión monetaria, una vez alcanzado el estadio de la sustitución de las monedas
nacionales por el euro, es la expresión federalista más acabada en términos de
integración económica. En otros sectores, como medio ambiente, investigación y
desarrollo, telecomunicaciones, es más clara la tendencia funcionalista.
En el caso del Mercosur, aparecen claras las demostraciones de prácticas
conforme a la cooperación intergubernamental con sólo atisbos de criterios
funcionalistas en lo concerniente a proyectos aislados de integración física.

Primer criterio de clasificación:


La tendencia que prima en el proceso de integración
* Cooperación intergubernamental
- Federalismo
: Funcionalismo

2. Segunda clasificación
El parámetro de clasificación es la observación del grado de participación
de los ciudadanos en las instituciones u órganos encargados de la elaboración
de las normas y en los recursos acordados para garantizar el acceso directo al
mecanismo de solución de controversias.
Pueden distinguirse dos grandes grupos: los procesos de naturaleza verti-
calista —en sus variantes: rígido, intermedio y atenuado—, y aquellos de natu-
raleza horizontal.

Naturaleza verticalista
a) Verticalismo rígido: gran déficit, sin participación de los ciudadanos el
proceso de integración aparece como obra de los gobiernos, ajeno a los ciuda-
danos (es decir, con escasa o nula participación de éstos) sea en la propuesta
como en la adopción de decisiones. Las instituciones obran sin ninguna parti-
CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN 53

cipación de los ciudadanos. Los ciudadanos son sujetos pasivos, que gozan de
derechos y deberes que en la mayoría de los casos desconocen. La mayor parte
de los esquemas de integración han nacido a partir de iniciativas guberna-
mentales ejecutadas por un grupo de tecnócratas (CECA, CEE, EURATOM
hasta 1979; el MERCOSUR; la ASEAN; la APEC; la Comunidad Andina de
Naciones, el NAFTA).
b) Verticalismo intermedio: a pesar de subsistir la escasa presencia de las
personas jurídicas y físicas, en las instituciones con poder decisorio del proce-
so de integración, tienen participación directa a través de instituciones inter-
medias integradas por ellos o representantes libremente elegidos. En general,
estas instituciones cumplen tareas de consulta y asesoramiento. En el ámbito
europeo, por ejemplo: los Comités, el Comité Económico y Social, el Comité
de las Regiones. En el Mercosur, a partir del Protocolo de Ouro Preto, el Foro
Económico y Social.
c) Verticalismo atenuado: el reconocimiento expreso de derechos en los tra-
tados y la elección directa de representantes con capacidad de participar en el
proceso de elaboración y toma de decisiones. En el caso comunitario europeo,
los derechos reconocidos a los ciudadanos europeos e introducidos en la letra
del Tratado de la CE después de la reforma de Maastricht: el derecho de voto
activo y pasivo en las elecciones municipales; la protección diplomática y con-
sular de otro Estado miembro en el territorio de un tercer Estado; el derecho
a peticionar ante el Parlamento Europeo y presentar reclamaciones ante el
defensor del Pueblo, Un paso fundamental fue dado en 1979 con la realización
de la primera elección directa de eurodiputados para ocupar bancas en el Par-
lamento Europeo y con la gradual y paulatina ampliación de las facultades de
esta institución en el procedimiento de toma de decisiones y en las facultades
de control que se le reconocen respecto de otras instituciones típicamente co-
munitarias (derecho de investidura y moción de censura del Parlamento res-
pecto de la Comisión de la Unión Europea).

Naturaleza horizontal
Supone la libre elección de representantes y la más amplia participación de
los ciudadanos en todas las instancias del proceso de integración. Amplios cri-
terios de participación, transparencia en los procedimientos, control recíproco
entre las instituciones y publicidad de los actos son requisitos indispensables
en cualquier proceso de integración de naturaleza horizontal.
Los requisitos mencionados han constituido el reclamo más frecuente de
los ciudadanos respecto de las instituciones u órganos de los procesos de inte-
eración. Muy lejos de alcanzar una plena satisfacción.
Corresponde a la naturaleza horizontal del proceso la posibilidad de recla-
mar, reconocida a los ciudadanos ante los órganos judiciales previstos en el es-
54 SANDRA C. NEGRO

quema. En el caso comunitario europeo, esta facultad ha sido reconocida desde


los inicios del proceso, con el principio del efecto directo y los recursos judiciales
previstos para recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En el Mercosur existe un atisbo de la naturaleza horizontal a partir de
las normas de los Protocolos de Brasilia, Ouro Preto y Olivos. En particular,
con las normas referidas a los recursos de los particulares, pero que sólo son
admitidos a nivel nacional pues luego dependen de la discrecionalidad de la
sección nacional en aceptarlos para continuar con las distintas fases del pro-
cedimiento de solución de controversias, o bien desestimarlos.
En síntesis:

CLASIFICACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE INTEGRACIÓN


1. Según la tendencia que prima en el esquema en cuanto a la delegación
de competencias:
* Cooperación intergubernamental
» Federalismo
* Funcionalismo
2. Según la posibilidad de participación del ciudadano en la toma de decisiones y
en la observancia y aplicación de las normas
» Verticalismo (rígido, moderado o intermedio, atenuado)
» Horizontal
CaríTULO IV
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC)
SANTIAGO DELUCA

La OMC es la organización internacional que nuclea a la casi totalidad de


los países y que se ocupa de establecer normas y reglas que rigen el comercio
internacional.
Esta organización, cuyo origen data del 1 de enero de 1995, no se construyó
de la noche a la mañana. Se necesitaron más de seis décadas y un sinfín de
negociaciones para llegar al statu quo hoy imperante”.

TI. Los PRIMEROS PASOS

En términos concretos, puede afirmarse que uno de los grandes factores


detonantes de la Segunda Guerra Mundial se vio representado por una férrea
política económica proteccionista”, basada en programas de reindustrializa-
ción mediante sustitución de importaciones. Para lograrlo se aumentaron in-
discriminadamente los aranceles a la importación de mercadería extranjera
para impedir de esa forma su ingreso.
Otro factor se ve representado por el enfrentamiento entre Alemania y
Francia por el dominio de la explotación en las márgenes del río Rin, que invo-
lucraba al carbón y el acero?.
Ambos factores, combinados con la práctica inoperancia de la Sociedad de
las Naciones * como organización internacional capaz de coordinar la política

1 Aun cuando de la mano de académicos de alto renombre entre los que se encuentra el
Prof. Félix Peña, puede sostenerse que nos encontramos atravesando una etapa de cambio
de sistema, cuyas implicancias o alcances es aún prematuro evaluar.
? Principalmente en Alemania, que generó su aislamiento en el ámbito del comercio in-
ternacional y un encarecimiento de sus productos como consecuencia de un fuerte proceso
inflacionario.
3 No debe perderse de vista que en esa fecha dominar la explotación de ambos productos
implicaba tener control sobre la generación de energía, la industria de los armadores de
barcos, la industria de las armas y, en definitiva, poder potenciar la reindustrialización.
* Creada el 28 de junio de 1919 mediante la firma del Tratado de Versalles.
56 SANTIAGO DELUCA

mundial, derivaron en un conflicto bélico de magnitudes inconmensurables


incluso al día de hoy— que determinó el fin de las reglas conocidas y utiliza-
das por los Estados en sus relaciones comerciales internacionales.
Finalizada la guerra, muchas fueron las ideas que se discutieron. De la
mano de los Acuerdos alcanzados en la reunión de Brettons Woods?, una de
ellas fue la creación de la Organización Internacional del Comercio (OIC)*,
que funcionaría como un organismo especializado en el marco de la Organiza-
ción de las Naciones Unidas (ONU) para establecer reglas de carácter obliga-
torio en materia económico-comercial.
Lamentablemente, ese proyecto quedó a mitad de camino y nunca llegó a
concretarse, debido a que uno de los principales actores de la política inter-
nacional e impulsores de la idea —Estados Unidos—, en 1950 manifestó pú-
blicamente que no exigiría a su Congreso la ratificación de su instrumento
constitutivo.

IT. EL AcuerDO GENERAL SOBRE ARANCELES Y Comercio (GATT)


Tras el fracaso de la OIC, y en el entendimiento de que el mundo reque-
ría reencauzar las relaciones comerciales mediante el establecimiento de un
régimen equitativo, transparente y obligatorio, como herramienta apta para
el mantenimiento y sostenimiento de la paz, un grupo de países que venía
llevando adelante negociaciones para lograr la liberación del comercio desde
1945 suscribió el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio GATT, por
sus siglas en inglés—*,
Necesariamente debemos hacer aquí un paréntesis y dejar en claro que el
GATT no es un organismo internacional ni una persona jurídica —sujeto de de-
recho interno o internacional—. Se trata de un “acuerdo”, instrumento jurídico

5 Esta reunión se llevó a cabo en el mes de julio de 1944 y tal como se sostiene en TREBER,
Salvador, Economía Mundial: claves para el siglo XXT, El Emporio Ediciones, 2005, p. 123:
“...la reunión fue convocada a instancias de Estados Unidos e Inglaterra, con el objeto de
prever los graves desajustes monetarios y el financiamiento de la reconstrucción después
de terminar el conflicto bélico”, ya que aún *...se encontraba fresca a situación generada a
partir de 1918 al finalizar la Primera Guerra Mundial, de la cual la Segunda Guerra fue
su consecuencia”.
$ Con ese propósito se reunieron en La Habana, entre el 21 de noviembre de 1947 y el
24 de marzo de 1948, más de 50 países con el objeto de adoptar la denominada Carta de La
Habana para una Organización Internacional de Comercio.
“El GATT se suscribió el 30 de octubre de 1947 y las concesiones arancelarias en él
previstas entraron en vigencia el 30 de junio de 1948,
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERrcIO (OMC) 57

internacional de carácter voluntario regido por las reglas del derecho interna-
cional, que establece derechos y obligaciones para las partes contratantes”.
Ahora bien, pese a su carácter provisorio y no ser estrictamente una or-
ganización internacional sino un acuerdo”, el GATT se convirtió en el único
instrumento multilateral por el que se rigió el comercio internacional desde
1948 hasta el establecimiento de la OMC en 1995.
En su extenso articulado y Anexos, el Acuerdo promueve el intercambio
comercial entre sus miembros basado en la reciprocidad, la igualdad entre los
Estados, la eliminación de restricciones, reducción de aranceles aduaneros y
la aplicación del Principio de No Discriminación (PND) en sus dos variantes:
la cláusula de la Nación Más Favorecida (NMF) * y el Trato Nacional (TN) '!
para todos. Destacándose entre todas esas herramientas las concesiones aran-
celarias acordadas entre sus miembros, es decir el compromiso de no incre-
mentar los aranceles aduaneros*? por encima de las tasas negociadas que se
consideran “consolidadas”, imponiéndose un valor tope.
Igualmente, ante la regla de la no discriminación antes mencionada se pre-
vió la posibilidad de que los Estados miembros se ajustaran a una excepción
que, en definitiva, terminó siendo el puntapié inicial de la integración econó-
mica que hoy conocemos. Con fundamento en el art. XXIV, el GATT habilita a
las partes contratantes a excepcionarse de aplicar el Principio de No Discrimi-
nación en sus dos variantes (NMF y TN), siempre y cuando la creación de una
Unión Aduanera (UA) o de una Zona de Libre Comercio (4LC) tenga por objeto
facilitar el comercio entre los territorios constitutivos y no erigir obstáculos al
de otras partes contratantes con estos territorios.

$ Sobre el particular, así como respecto de la visión histórica, resulta sumamente inte-
resante la lectura del trabajo de ELxiw, Natan, “Países latinoamericanos frente al GATT”,
presentado en 1983 como herramienta de trabajo al entonces director del INTAL, Dr.
Eduardo R. Conesa.
% Provisorio, ya que a la fecha de su firma los Estados continuaban negociando la entra-
da en vigencia del tratado constitutivo de la OIC y porque durante los 60 años en los que se
aplicó el Acuerdo comenzó a utilizarse aun cuando no había logrado su ratificación.
10 Art. L
1 Art. IL
12 Aun bajo riesgo de reiteración, pero a los efectos de ser suficientemente claros, debe
recordarse que cuando hablamos de derechos aduaneros nos referimos a impuestos, tribu-
tos, aranceles que establece un Estado a las operaciones de importación o exportación que
involucran a su territorio aduanero. En definitiva, se trata de impuestos que las personas
o empresas dedicadas al comercio internacional deben pagar y que, en más o en menos, en
el ámbito internacional representan por lo general uno de los mayores ingresos para las
arcas de los Estados.
58 SANTIAGO DELUCA

Cuadro n* 1

GATT 47

Ll
PND (ART. 1)

e
ART. XXIV (excepción)

TIT. La PRIMERA GRAN MODIFICACIÓN: LA RONDA DE Tokio DE 1979

La Ronda de Tokio tuvo lugar entre los años 1973 y 1979. Esta Ronda
prosiguió los esfuerzos de los países suscriptores del GATT por reducir pro-
eresivamente los aranceles aplicables a su comercio recíproco, asumiendo en
las negociaciones un rol fundamental los Estados denominados en la época “en
vía de desarrollo”.
Entre sus resultados cabe señalar que la Ronda de Tokio no logró resolver los
problemas fundamentales que afectaban al comercio de productos agropecua-
rios ni tampoco llegó a concretar un nuevo acuerdo sobre “salvaguardias”*”.
En cambio, de las negociaciones surgieron una serie de acuerdos sobre obstá-
culos no arancelarios, que en algunos casos interpretaban normas del GATT ya
existentes y en otros abrían caminos enteramente nuevos. Se elaboraron acuer-
dos sobre medidas antidumping, compras del sector público, obstáculos técnicos
al comercio y otras medidas no arancelarias, conocidos como “códigos”.
Por su parte, en cuanto a la integración regional esta Ronda trajo una se-
rie de novedades que permitieron extender a todos los Estados adherentes al
GATT los beneficios de la excepción a la aplicación del Principio de No Discri-
minación y acceder a la conformación de una UA o una ZLC, aun cuando no se
cumplieran los requisitos establecidos por el art. XXIV.
En efecto, fundamentado en un principio de trato preferencial a los Estados
en vía de desarrollo, la Ronda de Tokio aprobó lo que se dio a llamar Sistema
Generalizado de Preferencias (SGP), herramienta pensada con el fin de favo-
recer una mejor cooperación de los países industrializados a los países menos

13 Es decir, medidas de urgencia contra las importaciones.


La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERrcIO (OMC) 59

adelantados mediante el otorgamiento de accesos arancelarios preferenciales


a productos originarios de países en vías de desarrollo y menos desarrollados.
Todo ello, de la mano de la posibilidad de establecer un tratamiento especial
y diferenciado ?*.
También se aprobó la decisión sobre trato diferenciado y más favorable, re-
ciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo, conocida común-
mente como “Cláusula de Habilitación”. Esta decisión permitió la conformación
de grupos o bloques de integración subregionales mediante la conformación de
una ZLC o una UA entre países en vía de desarrollo que no pudieran cumplir
con los requisitos establecidos por la excepción al principio general establecido
por el art. XXIV del GATT*,

Cuadro n” 2

GATT 47

PND (ART. 1)
!
ART. XXIV (excepción)

Ronda de Tokio '79 Cláusula


de Habilitación (excepción)

3“ Decisión de 28 de noviembre de 1979 (L/4903).


15 Apartado 2, c) de la decisión L/4903.
60 SANTIAGO DELUCA

IV. La RONDA URUGUAY Y EL NACIMIENTO DE LA OMC


Luego del impulso generado al comercio internacional por la Ronda de To-
kio, los primeros años de la década del 80 evidenciaron la necesidad de encarar
modificaciones de cierta importancia. Es así que los Estados suscriptores del
GATT convocaron a la Ronda de Uruguay, que duró siete años y medio, casi el
doble del plazo previsto. Plazo que encontró su explicación en el hecho de haber
sido sumamente ambiciosa y haber abarcado la casi totalidad del comercio?*.
Las negociaciones encaradas hicieron extensivo el sistema de comercio a
varias esferas nuevas, principalmente el comercio de servicios y la propiedad
intelectual, y reformaron el comercio en los sectores sensibles de los productos
agropecuarios y textiles. Todos los artículos del GATT original fueron some-
tidos a revisión.
Tras años de negociaciones, incumplimiento de plazos y augurios de fra-
caso, el 15 de abril de 1994 los ministros de la mayoría de los 123 gobiernos
participantes firmaron el Acuerdo mediante un Acta en la reunión celebrada
en Marrakech, Marruecos.
De esta forma, se creó la Organización Mundial del Comercio, que sustitu-
yó al GATT como organización internacional, y plasmó en un nuevo Acuerdo
General todas las reformas y profundizaciones al sistema multilateral del co-
mercio *”.
Los nuevos Acuerdos de la OMC abarcan los bienes, los servicios y la pro-
piedad intelectual, establecen los principios de la liberalización, así como las
excepciones permitidas. Incluyen los compromisos contraídos por los distintos
países de reducir los aranceles aduaneros y otros obstáculos al comercio, y
de abrir y mantener abiertos los mercados de servicios. Asimismo, establecen
procedimientos para la solución de diferencias y prescriben un trato especial
para los países en desarrollo.
Por su parte, exigen que los gobiernos den transparencia a sus políticas,
mediante la notificación a la OMC de las leyes en vigor y las medidas adop-
tadas, y con el mismo objeto se establece que la Secretaría elabore informes
periódicos sobre las políticas comerciales de los países.
Todo ello puede sintetizarse de la siguiente forma:

16 Si bien el inicio de la Ronda de Uruguay se perfeccionó en la Reunión Ministerial de


septiembre de 1986 en Punta del Este, República Oriental del Uruguay, los primeros pasos
surgieron del programa de trabajo desarrollado en el marco de la Reunión Ministerial del
GATT de noviembre de 1982 en Ginebra.
1 Se recomienda ampliar en Necro, Sandra Nacimiento y evolución del Sistema
GATT/OMC”, en Correa, Carlos (coord.), Comercio Internacional: del GATT a la OMC,
Eudeba, Buenos Aires, 2010.
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERrcIO (OMC) 61

* Estructura básica de los Acuerdos de la OMC, adecuación de las seis es-


feras principales: Acuerdo general sobre la OMC, bienes, servicios, propiedad
intelectual, diferencias y exámenes de las políticas comerciales
* Acuerdo General
* Acuerdo por el que se establece la OMC
* Bienes
* Servicios
* Propiedad intelectual
* Principios básicos
* GATT
* AGCS
* ADPIC
* Pormenores adicionales
* Otros acuerdos sobre bienes y sus anexos
* Anexos sobre servicios
* Compromisos de acceso a los mercados
* Listas de compromisos de los países
* Listas de compromisos de los países (y exenciones del trato N MEF)
* Solución de diferencias (transparencia)

V. La Ronpa De Dona: LA ACTUALIDAD DE LA OMC


Culminada la Ronda de Uruguay y luego de transitarse un período de
adaptación a la nueva realidad del comercio internacional, en el marco de la
Cuarta Conferencia Ministerial celebrada en Doha, Qatar, en noviembre de
2001, los gobiernos de los países miembros de la OMC acordaron iniciar nue-
vas negociaciones. Convinieron asimismo en ocuparse de otras cuestiones, en
particular la aplicación de los actuales acuerdos.
La Quinta Conferencia Ministerial, celebrada en Cancún, México, en sep-
tiembre de 2003, pretendió ser una reunión de balance que permitiera acordar
cómo dar cumplimiento al programa aprobado para esta Ronda mediante el cie-
rre de las respectivas negociaciones. Sin embargo, debido a la discordia acerca
de las cuestiones agrícolas, todas las negociaciones se vieron estancadas.
En la Conferencia Ministerial de Hong Kong*'* se lograron reducir las di-
vergencias entre los miembros, pero continuaron presentándose algunas dife-
rencias insuperables, por lo que se decidió suspender las negociaciones en julio
de 2006.

18 Celebrada en el mes de diciembre de 2005.


62 SANTIAGO DELUCA

Desde la reanudación de las negociaciones han proseguido los esfuerzos


para tratar de lograr avances significativos. No obstante, los resultados de la
Reunión Ministerial llevada a cabo en Buenos Aires, Argentina, en diciembre
de 2017, demuestran que todavía queda un largo trecho que recorrer.

Cuadro n* 3: Cronología de las Rondas

Ginebra 1947: Formación del GATT


Annecy 1947-1949: Ingreso de 11 países
Torquay 1950-1951: Ingreso de la República Federal de Alemania
Ginebra 1955-1956
Dillon 1960- 1961
Kennedy 1964-1967: Consideración de necesidades de los Países en Vía de Desarro-
lo (PVD)
Tokio 1973-1979: APA, SGP, Cláusula de Habilitación
Uruguay 1986-1994: Extensión de normas del GATT a otros ámbitos. Creación de
la OMC
Doha 2001-actualidad: Negociaciones sobre servicios y agro

VI. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA ORGÁNICA


La OMC reconoce su origen con la suscripción del Acta de Marrakech, que
a su vez le reconoció personalidad jurídica internacional. Está integrada por
alrededor de 160 miembros, que representan aproximadamente el 95 por cien-
to del comercio mundial.
Sus principales funciones son:
* Facilitar la aplicación, administración y funcionamiento de los instru-
mentos jurídicos acordados en la Ronda Uruguay y los que se adopten en cual-
quier negociación multilateral futura.
- Actuar como foro para las negociaciones comerciales multilaterales entre
los países miembros.
: Actuar como órgano de solución de controversias y de diferencias comer-
ciales entre países.
: Realizar exámenes periódicos de las políticas comerciales nacionales de
los miembros.
* Colaborar con otras organizaciones internacionales.

Se trata de una organización de carácter intergubernamental, en la que no


se verifica delegación o cesión de competencias propias de los poderes públicos
de los Estados hacia sus órganos, las decisiones son adoptadas por el conjunto
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERrcIO (OMC) 63

de los países miembros por consenso en el marco de negociaciones generales


denominadas Rondas. No obstante, también es posible recurrir a la votación
por mayoría de los votos emitidos, aunque ese sistema nunca fue utilizado y
sólo se empleó en contadas ocasiones en el marco de su predecesor, el GATT.
A la fecha, los Acuerdos de la OMC fueron ratificados por los parlamentos
de todos los miembros.
El órgano superior de adopción de decisiones de la OMC es la Conferencia
Ministerial, que se reúne al menos una vez cada dos años?*”. Es la encargada
de aprobar las normas fundamentales que se negocian y acuerdan en el marco
de las distintas Rondas.
En el nivel inmediatamente inferior está el Consejo General, normalmente
compuesto por embajadores y jefes de delegación en Ginebra, aunque a veces
también por funcionarios enviados desde las capitales de los países miembros).
Se reúne varias veces al año en la sede situada en Ginebra. El Consejo Gene-
ral también celebra reuniones en calidad de Órgano de Examen de las Políti-
cas Comerciales y de Órgano de Solución de Diferencias.
Luego encontramos el Consejo del Comercio de Mercancías, el Consejo del
Comercio de Servicios y el Consejo de los Aspectos de los Derechos de Pro-
piedad Intelectual relacionados con el Comercio (Consejo de los ADPIC), que
rinden informe al Consejo General.
La OMC cuenta igualmente con un importante número de comités y grupos
de trabajo especializados que se encargan de los distintos acuerdos y de otras
esferas como el medio ambiente, el desarrollo, las solicitudes de adhesión a la
Organización y los acuerdos comerciales regionales.
Por su parte, toda vez que para el correcto desarrollo de la vida institucio-
nal de una organización internacional de carácter intergubernamental se re-
quiere de un soporte permanente, la OMC cuenta también con una Secretaría
General.
La Secretaría de la OMC, con sede en Ginebra, cuenta con un gran número
de funcionarios propios, independientes del Estado de su nacionalidad y está
encabezada por un director general y cuatro directores adjuntos, cada uno de
ellos a cargo de diversas Divisiones especializadas.
Dado que son los propios países miembros quienes toman las decisiones,
la Secretaría de la OMC, a diferencia de las secretarías de otros organismos
internacionales, no tiene la facultad de adoptar decisiones.
Sus funciones principales son:
* brindar apoyo técnico a los distintos consejos y comités y a las conferen-
cias ministeriales;

19 La última se llevó a cabo en Buenos Aires en diciembre de 2017.


64 SANTIAGO DELUCA

* prestar asistencia técnica a los países en desarrollo;


* analizar el comercio mundial, y
- dar a conocer públicamente y difundir los asuntos relacionados con la OMC.
La Secretaría también presta algunas formas de asistencia jurídica en los
procedimientos de solución de diferencias y asesora a los gobiernos interesados
en adherirse a la OMC.

VIT. EL DERECHO Y TOMA DE DECISIONES

Como se dijo en el apartado anterior, es del caso dejar debidamente sen-


tado, aun a riesgo de repetición, que la OMC es un organismo internacional
-sujeto de derecho internacional— de carácter intergubernamental. Es decir
que los Estados miembros no ceden ni han cedido en momento alguno compe-
tencias propias de sus poderes públicos internos en favor de la organización ni
de los miembros de su estructura orgánica, reservándose para sí la potestad
de la actividad normativa o legislativa.
No obstante, ello no quiere decir que la Secretaría General o las diversas
áreas especializadas que hacen a la vida institucional cotidiana carezcan de
todo tipo de facultad, que en rigor de verdad llamaremos reglamentaria o de
organización administrativa.
También cabe señalar que, por tratarse de una organización del tipo inter-
gubernamental, todos los participantes cuentan con el mismo derecho a voto
y veto, razón por la cual las normas vinculantes aprobadas por la OMC en las
Rondas son adoptadas por consenso.
Otra característica peculiar de su derecho es que incluye y trata como pro-
pios ciertos acuerdos preexistentes en el ámbito de las reglamentaciones del
comercio internacional. Tal es el caso del GATT y de los acuerdos suscriptos
por los Estados al amparo de la Organización Mundial de la Propiedad Inte-
lectual (OMPI).
Por su parte, se observa a partir de la letra del Acta de Marrakech una
vocación expansiva, que se verifica fundamentalmente en instrumentos jurí-
dicos tales como el Acuerdo Anti-Dumping (AAD).
Por último, una característica propia de este derecho es que está concebido
con vocación equitativa, por lo que reconoce la existencia de asimetrías entre
los Estados miembros, circunstancia que se intenta mitigar mediante la ins-
trumentación de lo que se denomina Trato Especial Diferenciado (TED) *.

20 Tratamiento que, dependiendo de la postura que se adopte en orden a la representa-


ción de Estados de economía relativa grande, mediana o pequeña, dará lugar a posturas
que lo definen como una herramienta propicia para generar desarrollo o como una herra-
mienta propuesta por los Estados más grandes para llevar a cabo ajustes.
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERcIO (OMC) 65

En cuanto a sus fuentes, se debe partir del análisis de los tratados y conve-
nios a fin de poder distinguir entre fuentes primarias y secundarias.
De tal forma, encontramos en primer lugar el Acta de Marrakech que, a su
vez, comprende a todos y cada uno de los Acuerdos multilaterales expresamen-
te mencionados en el Acuerdo de la OMC, incluidos los Anexos y Protocolos,
declaraciones y programas; los Acuerdos internacionales OMC con organis-
mos y países; los Protocolos de adhesión; los principios generales del derecho
y la costumbre.
Cabe destacar aquí que, respecto del derecho internacional, éste sólo se
invoca o usa en casos en los que se requiere cubrir un vacío legal.
Finalmente, encontramos un caso especial que, aun cuando no es posible
encuadrarlo como fuente primaria o secundaria, reviste entidad suficiente a
la hora de tomar decisiones en los distintos ámbitos de la OMC. Aquí se ubi-
can los informes del Órgano de Solución de Diferencias (OSD), derivados de
los informes de los Grupos Especiales (GE) y el Órgano de Apelación (OA),
que no revisten el carácter de jurisprudencia ni fuente en términos estrictos.
Sin embargo, pueden considerarse fuentes secundarias, en tanto y en cuanto
sirven como parámetros de interpretación o guía a la hora de emitir un nuevo
informe.

VIII. Princir108 DEL SISTEMA MULTILATERAL DEL COMERCIO


Ya se ha dicho que la OMC y, en particular, su derecho incluyen a las nor-
mas preexistentes. Es decir, toma para sí el GATT 47, al que pasa a denomi-
nar GATT 94 a partir de la puesta en funcionamiento de la Organización, e
incorpora diversa normativa internacional vinculada al comercio (por caso,
relativa a propiedad intelectual, marcas y patentes, etc.).
Esos instrumentos jurídicos, sumados al Acuerdo General sobre el Comer-
cio de Servicios (GATS por sus siglas en inglés)”, permiten identificar los
principios básicos o fundamentales del sistema multilateral del comercio in-
ternacional.
De tal forma, encontraremos en el vértice de la pirámide al Principio de No
Discriminación (PND) en sus dos vertientes, representadas por los subprin-
cipios de Nación Más Favorecida (NMF) y Trato Nacional (TN), que delimi-
tarán el ámbito de discrecionalidad en el que los Estados miembros podrán
desarrollar sus políticas comerciales al amparo de los derechos y obligaciones
establecidos por la OMC.

21 Instrumento jurídico internacional firmado al amparo de la Ronda de Uruguay y que


entrara en vigencia el 1 de enero de 1995.
66 SANTIAGO DELUCA

Seguidamente se encontrarán las diversas excepciones, que les permitirán


apartarse del criterio general antes referido, tomando en cuenta para dicha
habilitación la consideración de supuestos o situaciones especiales previamen-
te acordadas entre los Estados. Éstas serán de índole general, relativas a se-
guridad o las ya mencionadas derivadas de la constitución de una ZLC o una
UA.

Cuadro n* 4: Principios

GATT GATTS TRIPS - ADPIC


PND TN mi 4
NMF Tn XVII 3
EXCEPCIO- | GENERALES XX XIV mu
NES SEGURIDAD XXI XIV bis 73
ZLC/UA XXIV V a

IX. SISTEMA DE SOLUCIÓN DE DIFERENCIAS


Uno de los grandes logros de la Ronda de Uruguay y la puesta en funcio-
namiento de la OMC, identificado por la casi totalidad de la doctrina en la
materia, es el Entendimiento para la Solución de Diferencias (ESD).
Se trata de un procedimiento del tipo arbitral mixto, en el que coexiste un
ámbito ad hoc representado por los paneles de los Grupos Especiales y otro
institucionalizado o administrativo representado por el Órgano de Apelación.
A su vez, es un procedimiento moderno e innovador, ya que a la par de
introducir en un esquema arbitral una segunda instancia de revisión o ape-
lación, que preliminarmente no se ajustaría a los principios rectores del arbi-
traje tradicional“*, pone la administración del sistema mismo en manos de un
Órgano de Administración, que será, en definitiva, el encargado de llevar ade-
lante las diversas negociaciones con los Estados miembros y el responsable de
coordinar la ejecución y cumplimiento del informe final adoptado en el marco
de las controversias sometidas al amparo de este sistema ”*.
Sus características principales pueden sintetizarse así ?*:
* De aplicación obligatoria (art. 23.1).
* Aceptación de jurisdicción sin necesidad de acuerdo previo.

22 Sobre este aspecto en particular se recomienda profundizar en el conocimiento de las


caracteristicas del arbitraje en Carvaxo, Roque, Arbitraje, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2008.
23 Art, 2 ESD,
21 Analizar in extenso art. 3 del ESD.
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL CoMERrcIO (OMC) 67

- Ámbito de aplicación: bienes, servicios y propiedad intelectual.


: Aporte de seguridad jurídica y previsibilidad al sistema multilateral de
comercio.
* Búsqueda de equilibrio entre los Estados miembros.
* Aporte de soluciones positivas, no condenatorias.
* Compatibilidad de soluciones con Acuerdos sin menoscabo de sus ventajas.
* Buena fe entre las partes.
* Publicidad del procedimiento y facultad de acuerdo de soluciones entre los
Estados involucrados.
* Promoción del diálogo y conciliación entre los Estados miembros.

En cuanto al procedimiento, el ESD desarrolla un esquema sumamente


sencillo y rápido en términos temporales totales, en el que además de los paí-
ses miembros participan la Secretaría General, Grupos Especiales (GE), el
Órgano de Apelación (OA) y el Órgano de Solución de Diferencias (OSD).
Todo ello se puede representar sucesivamente de la siguiente forma:
* Consultas (art. 4).
* Buenos oficios, conciliación y mediación (art. 5).
* Constitución de Grupos Especiales/informe (arts. 6, 7, 8, 11 a 16 y 19).
* Apelación e informe del Órgano de Apelación (arts. 17 y 19).
* Informe del Órgano de Solución de Diferencias (arts. 20 y 21).
* Implementación de recomendaciones y resoluciones de los informes (art. 22).

Además, el entendimiento prevé casos especiales para cuando lo que se


somete a análisis no implica una violación a los Acuerdos (art. 26), así como
cuando intervienen terceros no miembros (art. 10), pluralidad de reclaman-
tes (art 9), intervención de países miembros menos adelantados (art. 24) y un
esquema arbitral especial de elección discrecional por parte de los Estados
miembros (art. 25)”.

25 Debido a las características de la obra se presenta solamente el esquema del Entendi-


miento de Solución de Diferencias. No obstante, se considera apropiado ampliar en Necro,
Sandra, “El procedimiento de solución de controversias” en Correa, Carlos (coord.), Comer-
cio Internacional: del GATTa la OMC, Eudeba, Buenos Aires, 2010, y en Barral, Welber,
“Solucáo de Controvérsias na OMC”, en Solucáo de Controvérsias: OMC, Uniáo Européia e
Mercosul, Fundación Konrad Adenauer, 2004,
68 SANTIAGO DELUCA

Cuadro n? 5: procedimiento ESD

O días - inicio

Consultas 60 días

Panel GE / Informe 180 días

Informe del OSD 60 días

Intervención del OA / Informe 60 días

Informe del OSD 30 días

Implementación 3 a 15 meses

720 días - término


PARTE ESPECIAL
CarítuLO V

EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR


Luciaxa B. ScorTI

TI. INTRODUCCIÓN
En América Latina el regionalismo no es un fenómeno de los últimos años.
En efecto, tras la independencia de muchos países de la región, se propusieron
diversas iniciativas de unión política?. Sin embargo, fue necesario esperar
hasta la segunda mitad del siglo XX, durante la cual, aun cuando no todos fue-
ron exitosos, comenzaron a vislumbrarse serios proyectos de integración. Así,
encontramos el emprendimiento de ambiciosos desafíos con mayor o menos do-
sis de realismo: la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALOC),
de 1960, que veinte años más tarde y luego de su fracaso se convirtió en la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADD); el Mercado Común Cen-
troamericano (MCCA), de 1960, que desde el Protocolo de Guatemala de 1993
se transformó en el Subsistema de Integración Centroamericana (SIECA) en
el marco del Sistema de Integración Centroamericana (SICA — Protocolo de
Tegucigalpa de 1991); el Grupo Andino, de 1969, que desde el Protocolo de
Trujillo de 1996 se convirtió en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y la
Asociación de Libre Comercio del Caribe (CARIFTA), actualmente CARICOM
(Comunidad del Caribe).
El principal promotor de estos proyectos de integración regional fue la Co-
misión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como vía para
dar solución a los problemas abiertos por el proceso de sustitución de importa-
ciones en América Latina.

Y Entre las iniciativas integracionistas más relevantes del siglo XTX, caben mencionar
el Congreso de Lima de 1847, el Congreso de Santiago de Chile de 1856, el Tratado de
Alianza y Confederación firmado en Washington en 1856, el Tratado de Alianza firmado
por Bolivia, Chile y Perú en 1867, la Primera Conferencia Internacional Americana cele-
brada en Washington en 1889.
72 Luciana B. ScotTt1

A estas viejas iniciativas se han sumado desde la década de los años no-
venta una treintena de casos de “nuevo regionalismo” o “regionalismo abier-
to”?, que abarcan áreas de preferencias arancelarias, zonas de libre comercio o
uniones aduaneras con objetivos en la mayoría de los casos, menos ambiciosos
y limitados en líneas generales al ámbito económico-comercial*. Un ejemplo
claro del regionalismo abierto es el NAFTA, integrado por Canadá, Estados
Unidos y México, que desde el 1 de enero de 1994 se constituyó en una de las
zonas de libre comercio más grandes del mundo.
Lo cierto es que todas estas iniciativas de integración, en mayor o menor
medida, buscan ser un medio para lograr un mayor desarrollo socio-económi-
co, la inserción internacional en un mundo globalizado, el mejoramiento de las
condiciones de vida de sus habitantes y, en alguna medida, cierta autonomía
de la región y de los Estados que la conforman.
El Mercosur, esquema que nos toca analizar en este capítulo, también na-
ció con el deseo de cumplir estos objetivos.
En primer lugar, nos referiremos brevemente a la Asociación Latinoameri-
cana de Integración (ALADD), dada su especial vinculación con el proceso de
integración regional que abordaremos.

II. La AsociacióN LATINOAMERICANA DE INTEGRACIÓN (ALADT) *


La ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) fue constituida
por el Tratado de Montevideo del 12 de agosto de 1980, en reemplazo de la

2 La distinción entre viejo regionalismo, o regionalismo cerrado, o de primera genera-


ción, y nuevo regionalismo, o abierto, o de segunda generación, es la existencia en los pri-
meros de instituciones supranacionales, de motivaciones originarias que exceden lo estric-
tamente comercial, y además el contexto histórico en que se originan. La Unión Europea
y el NAFTA (TLCAN) son respectivamente ejemplos emblemáticos de cada uno de estos
tipos de regionalismo. Puede verse un análisis detallado del tema en Botto, Mercedes, “La
integración regional en América Latina: ¿una alternativa para el crecimiento?”, trabajo
preparado para FLACSO, 2003. Cabe señalar que diversos especialistas entienden que
en Sudamérica se observa en los últimos años el surgimiento de un regionalismo de corte
distinto, con un enfoque renovado post-Consenso de Washington, con rasgos distintivos,
que podría llamarse “posliberal” para unos, “antiliberal” para otros, que procura superar
el modelo del “regionalismo abierto”.
3 Cfr. BID, “El nuevo regionalismo en América Latina”, en Más allá de las fronteras: el
nuevo regionalismo en América Latina, Washington, 2003, p. 29.
1 Puede ampliarse en Ánvarez, Gonzalo, “La Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio y la Asociación Latinoamericana de Integración” (Capítulo 11), en Negro, San-
dra (dir.), Manual de Derecho de la Integración. Evolución jurídico-institucional. Parte HL
América — Africa, BdeF, Montevideo-Buenos Aires, 2012, pp. 33-50.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 73

ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) ?. Este esquema, cu-


yos miembros son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba (desde 1999),
Chile, Ecuador, México, Panamá (desde 2012), Paraguay, Perú, Uruguay y
Venezuela, propone un sistema más flexible y realista.
La Asociación está compuesta por tres órganos principales: un Consejo de
Ministros de Relaciones Exteriores, una Conferencia de Evaluación y Conver-
gencia, y un Comité de Representantes integrado por embajadores de los gobier-
nos acreditados permanentemente en la sede de la ciudad de Montevideo. Cuen-
ta, además, con una Secretaría General con atribuciones de organismo técnico.
Su objetivo es establecer un área de preferencias económicas y a largo plazo
un mercado común latinoamericano. Sus principios son:
- el pluralismo: admite diversidades políticas y económicas;
- la flexibilidad: permite la concertación de acuerdos parciales entre algu-
nos de sus miembros, siempre que sean compatibles con la consecución de su
convergencia y el fortalecimiento de los vínculos de integración;
- la convergencia: tiene por finalidad la multilateralización progresiva de los
acuerdos parciales, mediante negociaciones periódicas entre los países miem-
bro, en función del establecimiento del mercado común latinoamericano;
- tratos diferenciales: distingue tres categorías de países: países de menor desa-
rrollo económico relativo, países de desarrollo intermedio y otros países miembro.
- trato de nación más favorecida: según el art. 44 del Tratado de la ALADI:
“Las ventajas, favores, franquicias, inmunidades y privilegios que los países
miembros apliquen a productos originarios de o destinados a cualquier otro
país miembro o no miembro, por decisiones o acuerdos que no estén previstos
en el presente tratado o en el Acuerdo de Cartagena, serán inmediata e in-
condicionalmente extendidos a los restantes países miembros”. Sin embargo,
tanto el trato diferencial por categorías de países como los acuerdos de alcance
parcial constituyen excepciones a este principio.
En efecto, guiado por el principio de flexibilidad, el Tratado de Montevideo
de 1980 propone una serie de instrumentos:

5 La ALALC fue constituida por el Tratado de Montevideo del 18 de febrero de 1960, ra-
tificado por Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, y con la adhesión
de Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela. Su objetivo era conformar en lo inmediato una
zona de libre comercio y a largo plazo un mercado común. Ello se llevaría a cabo mediante
negociaciones multilaterales periódicas, sobre la base de listas nacionales de productos con
reducciones anuales de gravámenes y una lista común de productos cuyos gravámenes las
partes se comprometían a eliminar íntegramente bajo el principio de la generalización de
las concesiones. Los objetivos eran muy ambiciosos y ya a partir de 1966 se vislumbraron
las muestras de su fracaso.
74 Luciana B. ScoTT1

- La preferencia arancelaria regional (PAR): se parte de un mínimo y se


tiende a abarcar todo el universo arancelario, pero se admiten listas de excep-
ciones y se contempla la situación de sectores sensibles de la economía de los
países miembro.
- Los acuerdos de alcance regional (AAR): participan todos los Estados
miembro y puede cubrir campos diversos: comercial, agropecuario, coopera-
ción científica y tecnológica, etcétera.
- Los acuerdos de alcance parcial (AAP): pueden ser comerciales, de com-
plementación económica, de promoción de comercio, agropecuarios, etc. En es-
tos acuerdos bilaterales o subregionales participan sólo algunos de los miem-
bros, pero admiten la adhesión de los otros. La extensión de los beneficios no
es automática. Precisamente, el Mercado Común del Sur (Mercosur) es un
acuerdo de alcance parcial, según veremos.
Actualmente, además de los esquemas de integración subregionales (Comu-
nidad Andina de Naciones y el Mercosur-ACE n* 18), existen nueve acuerdos
de complementación económica que prevén el establecimiento de zonas de libre
comercio entre sus signatarios. En estos Acuerdos participan Chile-Venezuela
(ACE 23), Chile-Colombia (ACE 24), Bolivia-México (ACE 31), Chile-Ecuador
(ACE 32) Colombia-México-Venezuela (ACE 33), Mercosur-Chile (ACE 35),
Mercosur-Bolivia (ACE 36), Chile-Perú (ACE 38), Chile-México (ACE 41),
(Mercosur-Perú) ACE 58, (Mercosur-Colombia-Ecuador-Venezuela) ACE 59 y
(México-Uruguay) ACE 60.

CUADRO 1: INTEGRACIÓN REGIONAL LATINOAMERICANA

INTEGRACIÓN REGIONAL LATINOAMERICANA


ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comerci 0): constituida por el
Tratado de Montevideo del 18 de febrero de 1960, ratificado por Argentina, Brasil,
Chile México, Paraguay, Perú y Uruguay y con la adhesión de Bolivia, Colombia,
Ecuador y Venezuela.
Objetivo: Conformar en lo inmediato una zona de libre comercio y a largo plazo
un mercado común. Ello se llevaría a cabo mediante negociaciones multilaterales
periódicas, sobre la base de listas nacionales de productos con reducciones anua-
les de gravámenes y una lista común de productos cuyos gravámenes las partes se
comprometían a eliminar íntegramente bajo el principio de la generalización de las
concesiones.
Los objetivos eran muy ambiciosos y ya a partir de 1966 se vislumbraron las
muestras de su fracaso.
ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración): constituida por el Tratado
de Montevideo del 12 de agosto de 1980, reemplaza a la ALALC,
Propone un sistema más flexible y realista.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 75

Son miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador,


México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Objetivo: Establecer un área de preferencias económicas, y a largo plazo un mer-
cado común latinoamericano.
Principios:
- Pluralismo: admite diversidades políticas y económicas.
- Flexibilidad: permite acuerdos parciales entre algunos de sus miembros.
- Convergencia: tiene por finalidad la multilateralización progresiva de los acuer-
dos parciales.
- Tratos diferenciales: distingue tres categorías de países.
Instrumentos:
- Preferencia arancelaria regional (PAR): se parte de un mínimo y se tiende a
abarcar todo el universo arancelario, pero se admiten listas de excepciones y se con-
templa la situación de sectores sensibles de la economía de los países miembro.
- Acuerdos de alcance regional (AAR): participan todos los Estados miembro
y puede cubrir campos diversos: comercial, agropecuario, cooperación científica y
tecnológica, etcétera.
- Acuerdos de alcance parcial (AAP): pueden ser comerciales, de complementa-
ción económica, de promoción de comercio, agropecuarios, etc. Participan sólo al-
gunos de los miembros, pero admiten la adhesión de los otros. La extensión de los
beneficios no es automática (como en la ALALC). Ejemplo: Mercosur.

INTEGRACIÓN SUBREGIONAL SUDAMERICANA


Dos grandes procesos de integración se presentan en Sudamérica:
1) Comunidad Andina de Naciones (CAN): por el Acuerdo de Cartagena de 1969,
Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú conformaron el Grupo Andino, que con el
Protocolo de Trujillo de 1996 se convierte en la CAN. Chile se retiró en 1976. En
1973 Venezuela ingresó al bloque y se retiró en 2006.
2) Mercado Común del Sur (Mercosur): Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay
suscribieron el 26 de marzo de 1991 el Tratado de Asunción. Venezuela ingresó ofi-
cialmente al Mercosur el 12 de agosto de 2012 (decisión CMC nv” 27/12).

TIT. EL Mercosur
El Mercosur, o Mercado Común del Sur, fue creado por el denominado Tra-
tado de Asunción de 1991, suscripto por la República Argentina, la República
Federativa de Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del
Uruguay, y se le atribuyeron, según el art. 1, los siguientes objetivos:
“- La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los
países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y
restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier
otra medida equivalente;
76 Luciana B. ScotTtI1

”- El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una


política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de
Estados y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales regio-
nales e internacionales;
”- La coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Es-
tados partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cam-
biaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones
y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competen-
cia entre los Estados partes;
”- El compromiso de los Estados partes de armonizar sus legislaciones en las
áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración”.
En la Cumbre de Presidentes de Ouro Preto, de diciembre de 1994, se apro-
bó un Protocolo Adicional al Tratado de Asunción —el Protocolo de Ouro Pre-
to—, por el que se establece la estructura institucional del Mercosur y se lo
dota de personalidad jurídica internacional.
Con dicho Protocolo, se puso fin al período de transición y se adoptaron los
instrumentos fundamentales de política comercial común que rigen la zona de
libre comercio y la unión aduanera.
Demos una mirada ahora a sus orígenes y antecedentes.

1. Orígenes y antecedentes del Mercosur


Aun cuando se suele identificar los inicios de la cooperación entre Brasil y
Argentina con el advenimiento de regímenes democráticos en ambos países, no
podemos soslayar que la antigua historia de rivalidad y desencuentros entre
los dos socios más importantes del que sería luego el Mercosur quedó cerrada
durante los gobiernos de facto*. En efecto, el 19 de octubre de 1979 se firmó el
Acuerdo Tripartito sobre Corpus e Itaipú entre Argentina, Brasil y Paraguay
para solucionar el conflicto por las represas, y en 1980 finalmente se normali-
zaron las relaciones bilaterales cuando Videla y Figueiredo firmaron numerosos

$ La historia de la relación Brasil-Argentina es un relato de encuentros y desencuen-


tros, sentimientos amistosos y fuertes rivalidades. Tal como destaca Mónica Hirst, de un
lado, se encuentran “la fraternidad republicana, los intereses comunes frente a las poten-
cias mundiales y el celo compartido por la paz —y más tarde por la democracia— en el espa-
cio sudamericano. Del otro: la memoria de la disputa territorial surgida en las primeras
décadas del siglo XIX, los riesgos de un desequilibrio de poder en la Cuenca del Plata y la
competencia entre ambas por experiencias de desarrollo económico” (cfr. HirstT, Mónica,
“La política de Brasil hacia las Américas”, en Foreign Affairs en español, otoño-invierno,
2001. Disponible en www.foreignaffairs-esp.org). Un análisis in extenso del tema puede
encontrarse en HerreRA Veas, Jorge H., “Las políticas exteriores de la Argentina y del
Brasil. Divergencias y convergencias”, Serie Documentos de Trabajo n? 10, septiembre de
1995. Disponible en www.isen.gov.ar.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 77

acuerdos de cooperación. A partir de entonces, pareció abrirse un importante


camino hacia la integración. En tal sentido, el 17 de mayo de 1980 Argentina y
Brasil suscribieron un acuerdo de cooperación para el desarrollo y la aplicación
de los usos pacíficos de la energía nuclear. Además, Brasil apoyó las posiciones
argentinas en la Guerra de las Malvinas, tanto en la Organización de Naciones
Unidas (ONU) como en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Finalmente, con la llegada de las democracias en ambos países, en Argen-
tina con la presidencia de Raúl Alfonsín en 1983 y en Brasil con el gobierno
de José Sarney en 1985, se encaró seriamente el proceso de integración pro-
piamente dicho.
En 1985, los presidentes Sarney y Alfonsín firmaron el Acta de Iguazú, que
dio lugar al año siguiente al Programa de Integración y Cooperación Económi-
ca Brasil-Argentina (PICE), bajo el cual ambos países llegaron a varios acuer-
dos sectoriales. Sus objetivos, por entonces, eran en primer lugar de carácter
político-estratégico: fortalecer las democracias recientemente instauradas en
ambos países y eliminar toda hipótesis de conflicto posible, Sólo en un segun-
do lugar estaban movidos por intereses económicos, en especial: promover la
cooperación y el intercambio tecnológico en ciertas áreas consideradas estraté-
gicas: sector automotor, bienes de capital y alimentos.
Posteriormente, firmaron la Declaración Conjunta de Iguazú sobre política
nuclear y un acta en la que se estableció un programa de integración y coope-
ración económica gradual y flexible. A finales de 1988 ambos países celebraron
el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo, en el que se comprome-
tieron a conformar un espacio económico integrado en diez años, a través de
la eliminación de las barreras tarifarias y no tarifarias y la liberalización
eradual del comercio bilateral.
La llegada al poder de dos presidentes con fuertes orientaciones liberales,
Carlos Menem en Argentina en 1989 y Fernando Collor de Melo en Brasil en
1990, aceleró el proceso integracionista. En efecto, se redujo el plazo para la
terminación del mercado común en cinco años, según se estipuló en el Acta
de Buenos Aires de julio de 1990, Un nuevo paso fue la entrada de Uruguay y
Paraguay en el programa de integración argentino-brasileño.
Así es como llegamos a la celebración del Tratado de Asunción del 26 de
marzo de 1991, que creó el Mercado Común del Sur, firmado y ratificado por
Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, y redoblando la apuesta, pues se
abandonó la meta de la zona de libre comercio y se la reemplazó por la confor-
mación de un mercado común.
El Tratado de Asunción adquirió operatividad inmediata con respecto al cro-
nograma de desgravación arancelaria previsto por el Anexo 1 y a propósito de
la conformación de la estructura institucional del esquema. En relación con las
restantes disposiciones, el Tratado contiene fórmulas programáticas tales como
las relativas a la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales.
78 Luciana B. ScoTT1I

CUADRO 2: ÁNTECEDENTES DEL MERCOSUR. SÍNTESIS

ANTECEDENTES DEL MERCOSUR


- Declaración de Foz de Iguazú del 29 de noviembre de 1985 dada por los presiden-
tes Alfonsín y Sarney que creó una Comisión Mixta de Alto Nivel para la Integración.
- Acta para la integración argentina-brasileña del 29 de julio de 1986, Buenos
Aires, firmada por los presidentes Alfonsín y Sarney mediante la cual se crea el Pro-
grama de Integración y Cooperación Económica (PICE) entre Argentina y Brasil.
- Acta de Amistad argentino-brasileña “Democracia, Paz y Desarrollo” del 10 de
diciembre de 1986,
- Acta de Alborada, del 7 de abril de 1988, firmada por los presidentes de Brasil,
Uruguay y Argentina, a través de la cual se formaliza la participación de Uruguay
en el proceso de integración, en el sector de transporte terrestre.
- Tratado de integración, cooperación y desarrollo entre Argentina y Brasil, del
29 de noviembre de 1988, que dispone la creación de un espacio económico común
mediante la remoción de todos los obstáculos arancelarios y paraarancelarios al
comercio de bienes y servicios en un plazo máximo de 10 años.
- Acta de Buenos Aires, firmada por los presidentes Menem y Collor el 6 de julio
de 1990, por la cual se decide establecer un mercado común a conformarse el 31 de
diciembre de 1994. Para ello se estableció el Grupo Común Binacional.
- Reunión en Brasilia de los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía de
Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, el 1 de agosto de 1990, a fin de prever el ingreso
de Uruguay a un mercado común subregional e invitar a Chile y a Paraguay.
- Acuerdo de alcance parcial de complementación económica entre Argentina y Bra-
sil (AAP.CE.14), del 14 de diciembre de 1990, registrado en la ALADI en el que siste-
matizaron y profundizaron los 24 protocolos bilaterales firmados entre 1984 y 1989,
- Tratado para la Constitución de un Mercado Común entre la República Argen-
tina, la República Federativa de Brasil, la República del Paraguay y la República
Oriental del Uruguay (Tratado de Asunción), del 26 de marzo de 1991.

2. La membresía en el Mercosur
El Tratado de Asunción de 1991 previó la posibilidad de adhesión de otros
Estados miembros de la ALADI, pero condicionada a la negociación y aproba-
ción unánime de los Estados partes del Mercosur (art. 20).
A su turno, en 2005 se fijaron condiciones para la adhesión de nuevos Esta-
dos al Mercosur, mediante la reglamentación del art, 20 del Tratado de Asun-
ción (decisión CMC n* 28/05).

a) La suspensión de Paraguay
En la cumbre de Mendoza, el 29 de junio 2012, Argentina, Brasil y Uru-
guay, a raíz de la destitución, el 22 de junio, del ex presidente Fernando Lugo,
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 79

quien fue removido por un juicio político sumario del Congreso paraguayo y
reemplazado por el vicepresidente Federico Franco, decidieron “suspender a la
República del Paraguay del derecho a participar en los órganos del Mercosur y
de las deliberaciones, en los términos del art. 5 del Protocolo de Ushuaia... La
suspensión cesará cuando, de acuerdo a lo establecido en el art. 7 del Protocolo
de Ushuaia, se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático en la
parte afectada. Los cancilleres mantendrán consultas regulares al respecto”.
Para así decidir, tuvieron en cuenta como antecedente la “Declaración de los
Estados partes del Mercosur y Estados asociados sobre la ruptura del orden
democrático en Paraguay”, adoptada el 24 de junio de 2012.
Con posterioridad, la decisión CMC n* 28/12 sobre la reglamentación de los
aspectos operativos de la suspensión de la República del Paraguay instruyó al
Grupo Mercado Común a reglamentar los aspectos operativos de la referida
decisión sobre la suspensión de la República del Paraguay en el Mercosur.
A su turno, la decisión CMC n* 26/12 atribuyó con carácter provisional a la
Secretaría del Mercosur la función de depositario de los tratados internaciona-
les firmados entre los Estados partes del Mercosur, incluidos los protocolos al
Tratado de Asunción, acuerdos, protocolos e instrumentos adicionales o comple-
mentarios adoptados en el ámbito del Tratado de Asunción, los firmados por el
Mercosur con otros Estados u organizaciones internacionales y sus instrumen-
tos de ratificación, mientras dure la suspensión de la República del Paraguay
del derecho de participar de los órganos del Mercosur y de las deliberaciones”.
Por su parte, el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), reunidos en la ciudad de Men-
doza, con fecha 29 de junio de 2012, en sesión extraordinaria, “luego de inten-
sas gestiones, constatando el incumplimiento del derecho al debido proceso y el
no haberse cumplido con las garantías suficientes para el derecho a la defensa
del presidente sometido a juicio político”, decidió: “1. Expresar su más enérgi-
ca condena a la ruptura del orden democrático en la República del Paraguay,
ejecutado mediante un procedimiento sumarísimo que evidenció una clara
violación del derecho al debido proceso y, en consecuencia, de las mínimas
garantías para su adecuada defensa. 2. Adoptar la decisión política basada en
el tratado constitutivo de UNASUR, de suspender a la República del Paraguay
de participar en los órganos e instancias de la Unión, hasta tanto este Consejo

T Recuérdese que la resolución GMC n* 80/00 establece que los tratados internaciona-
les firmados entre los Estados partes del Mercosur, incluidos los Protocolos al Tratado de
Asunción, los firmados por el Mercosur con otros Estados u organizaciones internacionales,
aexcepción de los que sean protocolizados en la Asociación Latinoamericana de Integración
(ALADI), serán depositados ante el Gobierno de la República del Paraguay.
80 Luciana B. ScotTt1

revoque la suspensión... 5. Promover la suspensión de la República del Para-


guay en los foros y mecanismos de diálogo y concertación política e integración
de la región, de acuerdo a sus propios estatutos y reglamentos. ..”.
En cambio, la Organización de Estados Americanos (OEA) se diferenció de
ambas entidades y no suspendió a Paraguay como país miembro. “La suspen-
sión en la OEA conllevaría altas implicaciones económicas para el país dado
el impacto directo de la decisión en otras instituciones del sistema interame-
ricano”, dijo el secretario general, José Miguel Inzulza, que propuso, por el
contrario, crear una misión de la OEA que promueva el diálogo en Paraguay y
acompañe los preparativos de las elecciones generales. Tampoco Paraguay fue
suspendido por la ALADI, pese a un intento fracasado propuesto por Ecuador
con el apoyo de Perú.
Por su lado, en respuesta a la suspensión en el Mercosur, el gobierno pa-
raguayo de Franco buscó revertir esa decisión y presentó una demanda en
el Tribunal de Revisión del Mercosur, que tiene sede en Asunción, pero el
tribunal rechazó la demanda: “Por unanimidad, el Tribunal Permanente de
Revisión decide que no están presentes los requisitos para admisibilidad del
procedimiento excepcional de urgencia”, destaca el punto 2 del laudo *.
Al tiempo de considerar que la cuestión de fondo no fue analizada, el Tribu-
nal consideró que “en condiciones de la actual demanda, resulta inadmisible
la intervención directa del TPR sin el consentimiento expreso de los demás
Estados parte”.
El Tribunal “no se pronuncia sobre el cumplimiento o la violación de la nor-
mativa Mercosur en relación con la demanda planteada en este procedimiento”,
lo que “no inhibe otros medios a los que puedan acudir los Estados parte en el
marco del sistema de solución de controversias” del bloque.
Siguiendo el orden cronológico de los recientes acontecimientos, el 20 de agosto
de 2012, el Tribunal Superior de «Justicia Electoral de Paraguay convocó oficial-
mente a elecciones generales y departamentales para el 21 de abril de 20185.
A su turno, el 15 de septiembre de 2012, Paraguay presentó una protesta
formal contra la decisión del Mercosur de suspenderlo tras la destitución del
ex presidente Fernando Lugo a finales de junio y de incorporar luego, como
socio pleno del bloque sudamericano, a Venezuela.
El gobierno del presidente Federico Franco dijo que la protesta era a raíz
de las “graves arbitrariedades cometidas en su contra”. “Tiene por objeto dejar
” «a

$ Laudo del Tribunal Permanente de Revisión en el asunto n* 01/12 “Procedimiento


excepcional de urgencia solicitado por la República del Paraguay en relación con la suspen-
sión de su participación en los órganos del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la incorpo-
ración de Venezuela como miembro pleno”.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 81

clara y salvaguardar la posición de la República del Paraguay, sin perjuicio


del posible recurso a otras vías para la resolución de la controversia surgida
con tal motivo”, dijo un comunicado de la cancillería paraguaya.
La nota de protesta en la que Paraguay “se reserva el derecho de exigir la
reparación moral de los agravios infligidos” y de reclamar “la reparación de los
daños y perjuicios que le fueron ocasionados” está dirigida a los gobiernos de
Argentina, Brasil y Uruguay.
El 21 de abril de 2013 se celebraron elecciones generales en la República del
Paraguay, las que comprendieron la elección de Presidente (Horacio Cartes) y
Vicepresidente de la República, la totalidad de los integrantes del Congreso,
los integrantes del Parlamento del Mercosur, así como los gobernadores de los
Departamentos y los miembros de las Juntas Departamentales, de acuerdo
con el cronograma oficialmente anunciado por las autoridades electorales del
país, en cumplimiento de la legislación vigente.
Ante estas circunstancias, los Estados partes del Mercosur decidieron en
Montevideo el 12 de julio: 41. Cesar la suspensión dispuesta el 29 de junio
de 2012 en la ciudad de Mendoza, a partir de la asunción del nuevo gobierno
constitucional en la República del Paraguay, prevista para el próximo 15 de
agosto. 2. Considerar cumplidos los requisitos establecidos por el artículo Y del
Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático, a partir del próximo 15
de agosto, cuando la República del Paraguay reasumirá plenamente su dere-
cho de participar en los órganos del Mercosur y de las deliberaciones””.
Sin embargo, el gobierno de Cartes entendió que, pese a haberse levantado
la sanción, Paraguay no podía volver al bloque hasta tanto no se hallara una
solución jurídica sobre el ingreso de Venezuela, lo que sucedió a fines de 2013,
con la aprobación parlamentaria del Congreso paraguayo, tal como veremos
seguidamente.

b) El ingreso y posterior suspensión de Venezuela


Bajo el paraguas de la mencionada decisión CMC 28/05, los presidentes de
los cuatro países y el de la República Bolivariana de Venezuela suscribieron
en la ciudad de Caracas, Venezuela, el 4 de julio de 2006, el Protocolo de Ad-
hesión de este último país al Mercosur.
Considerando como antecedente inmediato el Acuerdo Marco para la Adhe-
sión, que había sido suscripto el 8 de diciembre de 2005, este Protocolo fija los
términos básicos para concretar dicha incorporación. En su carácter de ins-
trumento adicional al Tratado de Asunción, adquiere la categoría de tratado

Y “Decisión sobre el cese de la suspensión del Paraguay en el Mercosur en aplicación del


Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático”, Montevideo, 12 de julio de 2013.
82 Luciana B. ScotTt1

internacional desde el punto de vista de los ordenamientos internos, y por ello


debe ser aprobado por los respectivos Poderes Legislativos y luego depositados
los instrumentos de ratificación, habiéndose dispuesto que la República del
Paraguay sería la depositaria de tales instrumentos.
El proceso de incorporación de la República Bolivariana de Venezuela al
Mercosur incluía los siguientes aspectos: a) la adopción del acervo normativo
a más tardar al cuarto año; b) la adopción de la Nomenclatura Común (NCM)
y del Arancel Externo Común (AEC) dentro del mismo plazo máximo, y c) el
libre comercio en plazos que varían, según los compromisos asumidos por cada
uno de los Estados.
Si bien Argentina, Brasil y Uruguay contaban con la aprobación legislativa
del Protocolo de Adhesión, el Parlamento paraguayo lo había rechazado.
Sin embargo, en la misma oportunidad en que Paraguay fue suspendido,
fue aprobada la “Declaración sobre la incorporación de la República Boliva-
riana de Venezuela al Mercosur”, por los presidentes de los Estados parte, a
través de la cual decidieron en primer lugar el ingreso de la República Boli-
variana de Venezuela al Mercosur. En segundo término, convocar a una re-
unión especial a los fines de la admisión oficial de la República Bolivariana de
Venezuela al Mercosur para el día 31 de julio de 2012, en la ciudad de Río de
Janeiro, República Federativa del Brasil.
El 13 de julio de 2012 (Brasilia, 30/7/12), la República Bolivariana de Venezue-
la depositó su instrumento de ratificación al Protocolo de Adhesión al Mercosur.
Finalmente, por decisión CMC n* 27/12, “a partir del 12 de agosto de 2012,
la República Bolivariana de Venezuela adquirirá la condición de Estado parte
y participará con todos los derechos y obligaciones en el Mercosur, de acuerdo al
artículo 2 del Tratado de Asunción y en los términos del Protocolo de Adhesión”.
Téngase presente, como adelantamos, que Paraguay era el único país cuyo
Congreso se negaba a aprobar la incorporación de Venezuela pese a los es-
fuerzos presidenciales por conseguirlo. A finales de agosto de 2012, el Senado
paraguayo rechazó nuevamente el protocolo de adhesión.
Sin embargo, tras el levantamiento de la suspensión a Paraguay el 15 de
agosto de 2013, el Parlamento paraguayo, con fecha 18 de diciembre del mismo
año, finalmente aprobó el ingreso de Venezuela al bloque regional. El 13 de
enero de 2014, Paraguay formalizó dicha adhesión con el depósito del instru-
mento de ratificación del Protocolo de 2006.
Ahora bien, principalmente a partir de mediados de 2016 se dieron una
serie de circunstancias e incidentes que llevaron en esta oportunidad a la sus-
pensión de Venezuela.
En efecto, para esa fecha, se generó una crisis política e institucional en el
Mercosur respecto al traspaso de la presidencia pro tempore (PP), luego de
que Uruguay informara el vencimiento de su mandato, el 30 de julio de 2016.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 83

Ante la discrepancia de los socios fundadores del bloque, Venezuela se auto-


proclamó como presidente pro tempore, generando una situación sul generis
sobre la necesidad o no de un consenso para el traspaso de dicha presidencia.
El 13 de septiembre de 2016 los cancilleres de los Estados fundadores del
Mercosur adoptaron la “Declaración conjunta relativa al funcionamiento del
Mercosur y al Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela
al Mercosur”, por la que decidieron: declarar un estado de urgencia que merece
asegurar el funcionamiento del Mercosur; que la coordinación de las negocia-
ciones externas con terceros Estados sea realizada por los Estados fundadores;
analizar nuevamente, el 1 de diciembre de 2016, el estado de cumplimiento de
las obligaciones asumidas por la República Bolivariana de Venezuela en el
Protocolo de Adhesión al Mercosur; y, de persistir el incumplimiento luego de
la fecha fijada, implicará el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la
condición de Estado parte del Mercosur de Venezuela, hasta que los Estados
partes signatarios del Tratado de Asunción dispongan las condiciones para
restablecer su ejercicio.
El 2 de diciembre de 2016, los cancilleres de los Estados partes notificaron a
su par venezolana el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición
de Estado parte del Mercosur de la República Bolivariana de Venezuela. La de-
cisión se funda, de manera genérica, en la Convención de Viena sobre Derecho
de los Tratados y, en particular, en la “Declaración Conjunta Relativa al Funcio-
namiento del Mercosur y al Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana
de Venezuela”, adoptada por los Cancilleres de los Estados partes signatarios
del Tratado de Asunción el 13 de septiembre de 2016, “tanto en carácter de prin-
cipio general del derecho como en su condición de norma consuetudinaria”.
En efecto, en este instrumento se estableció que el 1 de diciembre de 2016
se analizaría nuevamente el estado de cumplimiento de las obligaciones asu-
midas por la República Bolivariana de Venezuela en el Protocolo de Adhesión
al Mercosur de ese país y que la persistencia del incumplimiento, a partir de
esa fecha, importaría el cese del ejercicio de los derechos inherentes a su con-
dición de Estado parte. Habiéndose constatado el estado de incumplimiento
de las obligaciones asumidas por Venezuela, se decidió el cese del ejercicio
de los derechos inherentes a su condición de Estado parte del Mercosur. El
comunicado oficial destaca: “Venezuela contó con cuatro años para incorporar
la normativa vigente del Mercosur y que se le otorgó un plazo adicional para
honrar sus obligaciones, que finalizó el 1 de diciembre de 2016 y que la medi-
da adoptada regirá hasta que los Estados partes signatarios del Tratado de
Asunción convengan con ese país las condiciones para restablecer el ejercicio
de sus derechos como Estado parte”.
El 9 de marzo de 2017 tuvo lugar en Buenos Aires la reunión de trabajo de
los cancilleres de los países signatarios del Tratado de Asunción, oportunidad
en la que se abordaron cuestiones vinculadas a aspectos institucionales del
84 Luciana B. ScotTt1

Mercosur, incluyendo aquellas derivadas de la suspensión de la aplicación del


Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur.
Por su parte, la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Venezuela de
abrogar el ejercicio de competencias constitucionales de la Asamblea Nacional,
ponerle fin a la inmunidad parlamentaria de que gozan sus diputados y encargar
al Presidente Nicolás Maduro gobernar por decreto, mediante un régimen de
excepción y, de ser el caso, apelando a la Justicia militar, motivó una reunión
de emergencia de los países del bloque el 1 de abril de 2017 en Buenos Aires. La
declaración emitida con posterioridad al encuentro insta *...al Gobierno de Vene-
zuela a adoptar inmediatamente medidas concretas (...) para asegurar la efecti-
va separación de poderes, el respeto al estado de derecho, a los derechos humanos
y a las instituciones democráticas”, y exhorta a dicho Gobierno *...a respetar el
cronograma electoral que se deriva de su normativa institucional, restablecer la
separación de poderes, garantizar el pleno goce de los derechos humanos, las ga-
rantías individuales y las libertades fundamentales y liberar a los presos políti-
cos”, ala vez que los Estados partes del Mercosur deciden continuar las consultas
entre sí y promover consultas con Venezuela tendientes al restablecimiento de la
plena vigencia de las instituciones democráticas en ese país?”.
Finalmente, en la reunión realizada en Sáo Paulo el día 5 de agosto de
2017, los cancilleres de los Estados partes fundadores del Mercosur decidie-
ron, por unanimidad, suspender políticamente a la República Bolivariana de
Venezuela en todos sus derechos y obligaciones inherentes a la su condición
como Estado parte del Mercosur. La decisión fue tomada en base al cumpli-
mento del segundo párrafo del art. 5 del Protocolo de Ushuaia, sobre Compro-
miso Democrático en el Mercosur, de 1998. Dicha suspensión cesará una vez
que Venezuela recupere plenamente el orden democrático.

C) Otras solicitudes de adhesión


Por carta de fecha 21 de diciembre de 2006, dirigida por el presidente Evo
Morales a la presidencia pro témpore del Mercosur, el Gobierno de la Repúbli-
ca de Bolivia manifestó su predisposición de iniciar los trabajos para la incor-
poración del país como Estado parte del Mercosur. Por ello, la decisión CMC
n” 01/07 (Río de Janeiro, 18/1/07) constituyó un Grupo de Trabajo Ad Hoc,
integrado por representantes de los Estados partes del Mercosur, para definir,
en conjunto con la delegación de la República de Bolivia, los términos para la
incorporación de Bolivia como Estado parte del Mercosur.

10 Puede ampliarse la interpretación y alcance de las medidas adoptadas por el Mercosur


ante la situación de Venezuela en: ÁRREDONDO, Ricardo y Gobio, Leopoldo M. A., “La suspen-
sión y terminación de los tratados: el caso de Venezuela y el Mercosur”, en Revista Electrónica
del Instituto de Investigaciones Ambrosio L. Gioja, n* 18, Buenos Aires, 2017, pp. 101-144.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 85

En Brasilia, el 7 de diciembre de 2012, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezue-


la y Bolivia, en ausencia de Paraguay que se encontraba suspendido, aprobaron
el Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur.
Dicho protocolo de adhesión fue firmado por todos los socios en la 48” Cum-
bre de Jefes de Estado y Estados asociados del bloque, celebrada el 17 de julio
de 2015 en Brasilia. De acuerdo a su texto, Bolivia adoptará gradualmente la
normativa del Mercosur, a más tardar en cuatro años contados a partir de la
entrada en vigencia del protocolo. Los aspectos incluidos en la negociación son:
adhesión al Tratado de Asunción, Protocolo de Ouro Preto y al Protocolo de
Olivos; adopción del Arancel Externo Común (AEC) y definición del cronogra-
ma de convergencia para su aplicación; adhesión al Acuerdo de Complementa-
ción Económica (ACE) n” 18 y protocolos adicionales; adopción del acervo nor-
mativo del Mercosur; adopción de los instrumentos internacionales celebrados
en el marco del Tratado de Asunción; incorporación a los acuerdos celebrados
con terceros países o grupos de países, y la participación en las negociaciones
en curso con otros Estados o bloques.
Sin embargo, Bolivia aún no es miembro pleno del Mercosur, dado que su
instrumento de adhesión se encuentra pendiente de aprobación por el Congre-
so brasileño.
Por otro lado, en la XLI Cumbre de Presidentes del Mercosur, en Asun-
ción el 29 de junio de 2011, los Estados partes del Mercosur extendieron una
invitación al Ecuador para profundizar su relación con el Mercosur. En la
XLII Cumbre de Presidentes del Mercosur, el presidente de la República del
Ecuador, Rafael Vicente Correa, manifestó el interés de su país en iniciar los
trabajos para su incorporación como Estado parte del Mercosur.
En virtud de ello, la decisión CMC n” 38/11 (Montevideo, 20/12/11) creó un
Grupo de Trabajo Ad Hoc, integrado por representantes de los Estados partes del
Mercosur, para definir, en conjunto con la delegación de la República del Ecuador,
los términos para la incorporación de Ecuador como Estado parte del Mercosur.

d) Los Estados asociados


La decisión CMC n* 18/04 estableció el régimen de participación de los
Estados asociados al Mercosur. En su artículo primero dispone que los países
miembros de la ALADI con los cuales el Mercosur haya suscripto acuerdos de
libre comercio podrán, después de la protocolización del referido Acuerdo en la
ALADI, solicitar adquirir la condición de Estado asociado al Mercosur en los
términos de esta decisión '”.

1 La decisión CMC 42/04 atribuye la condición de Estado asociado a la República Boli-


variana de Venezuela; la decisión CMC 43/04 a la República del Ecuador, y la decisión CMC
86 Luciana B. ScotTt1

El artículo siguiente establece que los países interesados en adquirir la


condición de Estado asociado al Mercosur deberán presentar la solicitud res-
pectiva al Consejo del Mercado Común, por intermedio de la Presidencia pro
témpore del Mercosur y adherir al Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso
Democrático en el Mercosur, la República de Bolivia y la República de Chile,
y adherir igualmente a la “Declaración Presidencial sobre Compromiso Demo-
crático en el Mercosur”, celebrado el 25 de junio de 1996 en Potrero de Funes,
provincia de San Luis, República Argentina, al cual ya se han adherido la
República de Bolivia y la República de Chile.
La condición de Estado asociado será atribuida por decisión del Consejo (art. 3).
Según el art. 4, la República de Bolivia, la República de Chile y la República
de Perú y los Estados que en el futuro también adquieran la calidad de Estado
asociado, como Colombia y Ecuador, conforme a lo dispuesto en esta decisión,
podrán participar en calidad de invitados de las reuniones de los órganos de la
estructura institucional del Mercosur para tratar temas de interés común.
Por otra parte, también pueden ser Estados asociados aquellos países con
los que el Mercosur celebre acuerdos en el marco del art. 25 del Tratado de
Montevideo 1980 (acuerdos con otros Estados o áreas de integración económi-
ca de América Latina). Tal es el caso de Guyana y Surinam, desde 2013.
En efecto, la decisión CMC n* 11/13 (Régimen de participación de los Es-
tados asociados al Mercosur) modificó el art. 1 de la decisión CMC n* 18/04,
estableciendo: “Los países miembros de la ALADI con los cuales el Mercosur
haya suscrito Acuerdos de Libre Comercio, podrán, después de la protocoliza-
ción del referido Acuerdo en la ALADI, solicitar adquirir la condición de Es-
tado asociado al Mercosur en los términos de la presente decisión. Asimismo,
podrán solicitar la condición de Estado asociado aquellos países con los cuales
el Mercosur suscriba Acuerdos conforme a las disposiciones del artículo 25 del
Tratado de Montevideo de 1980”.
En la actualidad entonces, el Mercosur ampliado, integrado por los Esta-
dos partes y los Estados asociados, comprende a todos los países soberanos de
Sudamérica.

3. La relación Mercosur — ALADIy su inscripción en el GATT


Con fecha 26 de noviembre de 1991, y a fin de cumplir con la cláusula de
la nación más favorecida (NMF) prevista por el Tratado de Montevideo 1980,
constitutivo de la ALADI, los Estados partes del Mercosur suscribieron un
acuerdo de alcance parcial de complementación económica (ACE n” 18) en el
que transcribieron los compromisos adquiridos por el Tratado de Asunción.

44/04 a la República de Colombia. Anteriormente habían adquirido la misma condición la


República de Bolivia, la República de Chile y la República del Perú.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 87

En consecuencia, el Mercosur se constituyó en un acuerdo de alcance par-


cial (AAP) —pues no participan todos los miembros de la ALADI y los derechos
y obligaciones no se extienden a ellos en virtud de la cláusula NMF del art.
44 del Tratado de Montevideo de 1980— de complementación económica (AAP.
CE) —pues su objeto es aumentar el comercio y estimular la complementación
de los factores de producción—. Nos encontramos, entonces, ante un proceso de
integración subregional.
Por otra parte, los gobiernos de los Estados parte hicieron la presentación
del Mercosur por vía de la cláusula de habilitación *? para notificar su confor-
mación al GATT.
Ello se justificó en que el Mercosur es un proceso de integración que se
desarrolla en el marco del Tratado de ALADI, que fue realizado precisamente
conforme a las condiciones de la cláusula de habilitación del GATT. El origen
del Mercosur (ACE 18) en el marco de la ALADI justificaría, entonces, su
inscripción en el GATT por medio de la cláusula de habilitación. Asimismo,
el recurso a la cláusula de habilitación se fundó en que todos los acuerdos de
complementación de ALADI, incluyendo el Acta de Buenos Aires, que estable-
cía el Mercado Común entre Argentina y Brasil, fueron notificados bajo dicha
cláusula, y que el nivel de desarrollo de los Estados parte responde a las exi-
gencias de “países en desarrollo”**,

4. Las relaciones externas del Mercosur. Participación en las negociaciones


multilaterales *
El Tratado de Asunción, en uno de sus considerandos, señala que los Estados
Partes tienen en cuenta la “importancia de lograr una adecuada inserción inter-
nacional para sus países” como objetivo para formar el Mercado Común del Sur,
Asimismo, el Protocolo de Ouro Preto (art. 34) establece que el Mercosur tiene

12 Cláusula de habilitación: en virtud de la decisión sobre trato diferencial y más favo-


rable, reciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo (PED), adoptada en la
Ronda Tokio en 1979, las partes pueden, bajo una serie de condiciones, otorgar a los PED un
trato diferenciado y más favorable. Ampara a las concesiones otorgadas sin reciprocidad por
los países desarrollados a los PED en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que ad-
ministra la UNCTAD y los acuerdos regionales entre PED, que tienen por objetivo reducir o
eliminar mutua mente los aranceles y las restricciones no arancelarias. En ningún caso estos
acuerdos pueden crear dificultades indebidas al comercio con otras partes contratantes.
13 Cfr. Necro, Sandra C., “Las relaciones externas del Mercosur: intereses, coinciden-
cias y divergencias”, en Leita, Francisco, y Negro, Sandra C. (coords.), La Unión Europea
y el Mercosur: a 50 años de la forma de los Tratados de Roma, Facultad de Derecho, UBA
—La Ley, Buenos Aires, 2008, p. 169.
1 Sobre las relaciones externas del Mercosur, puede ampliarse en Necro, “Las relacio-
nes externas del Mercosur: intereses coincidencias y divergencias”, cit, pp. 151-174.
88 Luciana B. ScotTt1

“personalidad jurídica de Derecho Internacional”, facultándolo por ende para


negociar como bloque ante terceros países o agrupaciones de países.
Por decisión CMC n* 22/11 (Montevideo, 19/12/11), fue creado el Grupo de
Relacionamiento Externo del Mercosur (GRELEX), como órgano auxiliar del
Grupo Mercado Común, que tendrá atribuciones en materia de negociaciones
económico-comerciales del Mercosur con terceros países y grupos de países.
Las funciones del Grupo de Relacionamiento Externo son:
a) asesorar al Grupo Mercado Común en materia de negociaciones externas
del Mercosur en áreas económico-comerciales;
b) dar seguimiento a los acuerdos económico-comerciales suscriptos por el
Mercosur;
c) coordinar y realizar el seguimiento de las negociaciones económico-co-
merciales en el proceso de adhesión de terceros países al Mercosur;
d) coordinar y realizar el seguimiento de las Comisiones Administradoras
u órganos equivalentes de los acuerdos económico-comerciales suscriptos por
el Mercosur;
e) elaborar y realizar las actualizaciones de los textos base de las distintas
disciplinas incluidas en los acuerdos económico-comerciales con terceros paí-
ses y grupo de países;
f) preparar y actualizar las presentaciones Mercosur a ser empleadas en diá-
logo con terceros países y grupos de países en el ámbito de sus competencias.
Los acuerdos celebrados prevén, en líneas generales, instrumentos comer-
ciales y no comerciales, para el establecimiento de una zona de libre comercio
entre las partes, a través de un programa de desgravación arancelaria sobre
todo el universo de mercaderías, clasificadas en diversas categorías, en fun-
ción de las características y sensibilidades propias de cada sector.
En estos términos, el Mercosur celebró acuerdos de integración de diversos
alcances con varios actores. Entre ellos, pueden destacarse: el Acuerdo Marco
de Cooperación Mercosur-UE (15 de diciembre de 1995); el ACE (Acuerdo de
Complementación Económica) n* 35 entre los gobiernos de los Estados partes
del Mercosur y la República de Chile (25 de junio de 1996) '?; el ACE n* 36 con
Bolivia (17 de diciembre de 1996); el Acuerdo marco para la creación de una
zona de libre comercio Mercosur-Comunidad Andina de Naciones (16 de abril
de 1998); el Acuerdo marco para la creación de un área de libre comercio entre
el Mercosur y la República de Sudáfrica (15 de diciembre de 2000); el ACE n*
54 entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados partes del Mercosur (5 de

15 Chile y Mercosur decidieron profundizar el acuerdo comercial vigente en materia de


servicios. El 1 de julio de 2008, después de once rondas de negociaciones, concluyeron tales
negociaciones.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 89

julio de 2002); el ACE nv” 55 entre los Estados Unidos Mexicanos y el Mercosur
(Acuerdo sobre el sector automotor, 27 de septiembre de 2002); el ACE n* 58
entre Perú y el Mercosur (25 de agosto de 2008); el Acuerdo marco entre el
Mercosur y la India (17 de junio de 2003) y el Acuerdo preferencial de comercio
entre el Mercosur y la India (25 de enero de 2004), el ACE n* 59 entre la Comu-
nidad Andina de Naciones y el Mercosur (18 de octubre de 2004); el Acuerdo
marco (acuerdo de alcance preferencial) Mercosur-SACU (Unión Aduanera del
África Meridional 16 15 de diciembre de 2004), el ACE n? 62 entre el Mercosur y
Cuba (Mercosur/CMC/DEC. n* 20/06); el Acuerdo marco sobre Comercio entre
el Mercosur e Israel (8 de diciembre de 2005) y el Tratado de Libre Comercio
entre Mercosur e Israel (18 de diciembre de 2007); el Acuerdo marco entre el
Mercosur y el Reino Hachemita de Jordania (Mercosur/CMC/DEC. n* 28/08);
el Acuerdo marco para el Establecimiento de un Área de Libre Comercio entre
el Mercosur y la República de Turquía (Mercosur/CMC/DEC. n” 29/08); el Me-
morandum de Entendimiento para el Establecimiento de un Grupo Consultivo
Conjunto para la Promoción del Comercio y las Inversiones entre el Mercosur
y la República de Corea (Mercosur/CMC/DEC. n? 04/09); el Acuerdo de Libre
Comercio con la República Árabe de Egipto (2 de agosto de 2010); el Acuerdo
marco para la creación de un área de libre comercio entre el Mercosur y la
República árabe Siria (Mercosur/CMC/DEC, vn” 34/10); el Acuerdo marco de
comercio y cooperación económica entre el Mercosur y la Organización para la
Liberación de Palestina, en nombre de la Autoridad Nacional Palestina (Mer-
cosur/CMC/DEC. n” 40/10); el Memorandum para el Establecimiento de un
Mecanismo de Diálogo Político y Cooperación entre el Mercosur y la República
de Cuba (Mercosur/CMC/DEC. n* 41/10).
En 2014, fueron suscriptos dos nuevos acuerdos: el Acuerdo Marco de Co-
mercio y Cooperación Económica entre el Mercosur y la República Tunecina
(decisión CMC v” 43/2014 de 16/12/14) y el Memorándum de Entendimiento de
Comercio y Cooperación Económica entre el Mercosur y la República de Líba-
no (decisión CMC n* 42/2014 de 16/12/14).
Actualmente, el Mercosur se encuentra negociando activamente con
varios bloques y países: la Unión Europea (UE), la Alianza del Pacífico,
la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Canadá, China, Corea,
Japón, Líbano, Marruecos, Túnez, el acuerdo de integración económica de
Australia y Nueva Zelanda, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ASEAN) y la Unión Aduanera Euroasiática (Bielorrusia, Kazajistán y Ru-
sia), entre otros.

16 La Unión Aduanera de África Meridional (o África del Sur), conocida por sus siglas en
inglés SACU, está integrada por Botswana, Lesotho, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia.
90 Luciana B. ScotTtI

Dentro de estos acuerdos, destacan las negociaciones para concluir un


Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE). En el marco del Acuer-
do Marco de Cooperación Mercosur-UE, firmado el 15 de diciembre de 1995, en
vigor el 1 de julio de 1999, el Mercosur y la Unión Europea negocian un área
de libre comercio birregional desde abril de 2000 que comprende tres áreas:
diálogo político, temas económicos y comerciales y cooperación. El alcance y
los objetivos del acuerdo se definieron en la primera ronda de negociaciones en
abril de 2000 y en la Cumbre de Madrid de mayo de 2002.
Durante una reunión ministerial en Lisboa, en octubre de 2004, los nego-
ciadores de Mercosur y la UE reiteraron el carácter prioritario de la negocia-
ción del Acuerdo de Asociación. En mayo de 2005, en una reunión en Luxem-
burgo, los ministros examinaron los progresos realizados, y en septiembre de
2005, en una reunión ministerial, se reunieron para evaluar una vez más los
progresos hacia la conclusión del acuerdo.
El 4 de mayo de 2010, la Comisión Europea decidió reanudar las negociacio-
nes comerciales con el Mercosur, A partir de las mismas, entre el 29 de junio y
el 2 de julio de 2010 se realizó la primera ronda de negociaciones del acuerdo, La
segunda ronda se realizó en Bruselas entre el 11 y el 15 de octubre, y la tercera,
en Brasilia, entre el 22 de noviembre y el 7 de diciembre de 2010. Las reuniones
posteriores se llevaron a cabo del 14 al 18 de marzo de 2011 en Bruselas, Bél-
gica, y del 2 al 6 de mayo de 2011 en Asunción, Paraguay. La 22* reunión del
Comité de Negociaciones Birregional se llevó a cabo en Bruselas. La siguiente
se realizó en Montevideo, Uruguay del 7 al 11 de noviembre 2011. Entre los días
12 y 16 de marzo de 2012, el Mercosur y la Unión Europea celebraron la octava
ronda de negociaciones para un acuerdo de asociación, en el marco de la 24*
reunión del Comité de Negociaciones Birregional en Bruselas,
Sin embargo, las conversaciones volvieron a congelarse durante el trans-
curso de 2012.
Recién el 11 de mayo de 2016 los dos bloques intercambiaron ofertas por pri-
mera vez desde 2010 y en octubre llevaron a cabo una nueva ronda negociadora.
A partir de allí, y durante todo el año 2017, se realizaron varias rondas
que tuvieron por finalidad concluir el Acuerdo de libre comercio entre la Unión
Europea y el Mercosur antes del término del año. Si bien hubo importantes
avances en todos los capítulos discutidos, no se alcanzó aún el acuerdo.
El último encuentro de 2017 fue en Buenos Aires durante la undécima Con-
ferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde
no se pudo cumplir con la expectativa de conseguir un acuerdo político, prin-
cipalmente ante la ausencia de una oferta satisfactoria para carnes y biocom-
bustibles por parte de los europeos.
Los procesos eleccionarios en Paraguay y Brasil durante 2018 presionan
para el cierre de las negociaciones durante el primer trimestre de este año.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 91

Por otra parte, el Mercosur intervino en los foros de negociación del Área
de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y entabla negociaciones tanto con
otros países como con áreas de integración en el ámbito de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) para la liberalización comercial multilateral.
Finalmente, no podemos soslayar la participación de los países miembros
del Mercosur en la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) ”.
La propuesta de la UNASUR es el nombre asignado a la Comunidad Sud-
americana de Naciones. Esta Comunidad se presentó en el encuentro presi-
dencial de Cusco (Perú) en 2004.
En la Cumbre de Brasilia 2008 se aprobó el tratado constitutivo de la
UNASUR, que reemplaza a la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).
Esta comunidad ha sido propuesta por los gobiernos a partir de un proceso de
convergencia entre los dos grandes bloques comerciales, el Mercosur y la Co-
munidad Andina, hacia una zona de libre comercio, a la que se suman Chile,
Surinam y Guyana.
En efecto, la UNASUR está integrada por: Argentina, Brasil, Colombia, Guya-
na, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú, Surinam y Venezuela.
Con la ratificación de Uruguay, que se sumó a las de Argentina, Perú, Chi-
le, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Bolivia, el tratado entró en vigor
el 11 de marzo de 2011. Colombia fue el décimo país en ratificar este tratado,
y Brasil el undécimo país. Paraguay fue el último país en aprobar el tratado,
el 11 de agosto de 2011.
El Tratado constitutivo (Brasilia, 23 de mayo de 2008) dispone que los Es-
tados parte deciden constituir la Unión de Naciones Suramericanas (UNA-
SUR) como una organización dotada de personalidad jurídica internacional.
En el art. 2 se fija como objetivo “construir, de manera participativa y con-
sensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y
político entre sus pueblos, otorgando prioridad al diálogo político, las políticas
sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el
medio ambiente, entre otros, con miras a eliminar la desigualdad socioeco-
nómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la
democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la sobe-
ranía e independencia de los Estados”.
Los órganos de UNASUR son: el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de
Gobierno; el Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores; el
Consejo de Delegadas y Delegados, y la Secretaría General (art. 4).

17 Puede ampliarse en: Scorri, Luciana B., “La Unión de Naciones Suramericanas: una
joven expresión de integración regional en América del Sur” (Capítulo VI), en Negro, San-
dra (dir.), Manual de Derecho de la Integración. Evolución jurídico-institucional. Parte H.
América — Africa, cit., pp. 105-134,
92 Luciana B. ScotTt1

Sus fuentes jurídicas (art. 11) son:


- el Tratado Constitutivo de UNASUR y los demás instrumentos adicionales;
- los acuerdos que celebren los Estados miembros de UNASUR sobre la
base de los instrumentos mencionados en el punto precedente;
- las decisiones del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno;
- las resoluciones del Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Ex-
teriores, y
- las disposiciones del Consejo de Delegadas y Delegados.
El art. 12 dispone que toda la normativa de UNASUR se adoptará por consen-
so. Los actos normativos emanados de sus órganos serán obligatorios para los Es-
tados miembro una vez que hayan sido incorporados en el ordenamiento jurídico
de cada uno de ellos, de acuerdo a sus respectivos procedimientos internos.
En esta inteligencia, la decisión CMC n* 24/12 (Mendoza, 29/6/12) sobre
complementación y articulación Mercosur-UNASUR dispone: “Impulsar la ar-
ticulación y complementación de las políticas, acuerdos y compromisos asumidos
en el FCCP y en las Reuniones de Ministros y/o Reuniones Especializadas del
Mercosur cuyo seguimiento efectúa el FCCP, con las iniciativas de similar con-
tenido desarrolladas en la UNASUR, a fin de optimizar los recursos, evitar la
superposición de tareas y potenciar los esfuerzos desplegados en los esquemas
de integración en América del Sur” (art. 1).
Asimismo, los países miembros del Mercosur son parte de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), integrada por 33 países
americanos, excluyendo a Estados Unidos y a Canadá. Heredera de los foros de
la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) y el Grupo de Río, empezó a
gestarse en una cumbre en Brasil en 2008 y fue creada en febrero de 2010 en la
Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, en la ciudad de Playa del
Carmen, Quintana Roo, México. Fue constituida definitivamente en la I Cum-
bre de la CELAC en Caracas, Venezuela, los días 2 y 3 de diciembre de 2011.
Por último, cabe señalar que la decisión CMC n” 19/14 estableció el régi-
men de participación del Mercosur como observador en procesos regionales de
integración y organismos internacionales, por la cual se dispuso: promover la
participación del Mercosur, en calidad de observador, en procesos regionales de
integración y organismos internacionales de interés para el proceso de integra-
ción; y asimismo encomendar al GMC a instruir al Alto Representante General
del Mercosur a representar al Mercosur en los procesos regionales de integra-
ción y organismos internacionales en los que sea de interés participar, salvo que
específicamente este Consejo designe a otro representante a tales fines.

5. La dimensión económico-comercial del Mercosur


El Tratado de Asunción constituyó una zona de libre comercio y programó
una unión aduanera, previendo su principio de ejecución efectiva a partir del 1
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 93

de enero de 1995. La zona de libre comercio se perfeccionó de acuerdo al Progra-


ma de Liberación Comercial contenido en el Anexo I del Tratado, que fijó rebajas
arancelarias progresivas, lineales y automáticas. Asimismo, se acordó la elimi-
nación de todas las restricciones no arancelarias al 31 de diciembre de 1994.
Sin embargo, el arancel externo común (decisión 22/94) no estuvo acompaña-
do por un sistema armonizado de percepción de las rentas aduaneras ni de su
asignación o distribución. En diversas decisiones, fueron fijadas excepciones a
dicho arancel: un número de excepciones temporarias admitidas a cada Estado
parte; las adoptadas en virtud del régimen de adecuación final a la unión adua-
nera; diferencias en progresiva disminución de acuerdo a sistemas de convergen-
cia arancelaria en los sectores de bienes de capital, informático y de telecomuni-
caciones; previsiones especiales para los sectores azucarero, automotriz y textil;
reconocimiento de trato arancelario diferencial a mercaderías comprendidas en
un único ítem de la nomenclatura; “acciones puntuales” para listas limitadas de
productos y con carácter temporario; medidas específicas de disminución de alí-
cuotas tendientes a garantizar un fluido y normal abastecimiento de materias
primas e insumos, entre las principales **.
Con el Protocolo Ouro Preto de 1994, el esquema ingresó a la etapa de-
nominada “de consolidación de la unión aduanera”. Durante este período se
adoptó un régimen de defensa de la competencia; medidas antidumping y sal-
vaguardias concertadas frente a importaciones procedentes de terceros paí-
ses, y normas de defensa del consumidor.
El Mercosur entró en una nueva etapa cuando, en su XVITI Reunión, el 29 de
junio de 2000, el Consejo del Mercado Común consideró una agenda de trabajo
prioritaria para lo que denominó “Relanzamiento del Mercosur”. En este marco
se dictaron decisiones que implicaron: una reprogramación de acciones destina-
das a eliminar medidas limitantes del acceso a los mercados (decisión 22/00);
instrucciones al Grupo Mercado Común para la elaboración de una propuesta
sobre la limitación del uso de aquellos incentivos a la producción y a la inversión
generadores de distorsiones en la asignación de recursos en el ámbito subregio-
nal, así como el pronto relevamiento de los incentivos financieros y fiscales con
incidencia en el comercio intrazonal (decisión 31/00); instrucciones al mismo
órgano para disciplinar la aplicación de medidas antidumping y derechos com-
pensatorios en el comercio intrazonal (decisión 28/00); prórroga de la vigencia
de incentivos nacionales bajo la forma de regímenes aduaneros especiales, in-
cluso para el comercio intrazonal (ver. admisión temporaria) hasta el 1 de enero

18 Sobre el AEC y sus excepciones, puede ampliarse en: CZAR DE ZALDUENDO, Susana,
“Panorama actual del Mercosur: ¿meseta o pendiente abajo?”, en Leita, Francisco, y Negro,
Sandra C. (coords.), La Unión Europea y el Mercosur: a 50 años de la forma de los Tratados
de Roma, cit., pp. 14-16.
94 Luciana B. ScotTtI

del año 2006 (decisión 31/00); una extensión de los plazos para que cada Estado
parte pudiese concertar compromisos comerciales con otros países miembros de
ALADI (decisión 32/00).
Sin embargo, todas estas medidas fueron objeto de distinto tipo de prórro-
gas y extensiones temáticas en ocasión de subsiguientes reuniones del Consejo
de Ministros*”.
En 2010, en las Cumbres presidenciales de San Juan (2/8/10) y Foz de
Iguazú (16/12/10), tuvo lugar un nuevo “relanzamiento” del Mercosur, ya que
fueron adoptadas una serie de medidas tendientes a consolidar la unión adua-
nera. Entre ellas, destacan:
1) Programa de consolidación de la Unión Aduanera (decisión CMC n*
56/10), con plazo límite: 1 de enero de 2019. En dicha decisión, se afirma que la
Unión Aduanera constituye uno de los pilares del proceso de integración regio-
nal y que es necesario establecer un cronograma para su consolidación defini-
tiva. Para ello, resulta necesario avanzar simultáneamente en la eliminación
del doble cobro del arancel externo común, en el perfeccionamiento de la polí-
tica comercial común, en el pleno establecimiento del libre comercio intrazona
y en la promoción de la competencia en bases equitativas y equilibradas al
interior del Mercosur, entre otros objetivos. El Programa de Consolidación de
la Unión Aduanera del Mercosur comprende los siguientes ítems:

- coordinación macroeconómica;
- política automotriz común;
- incentivos;
- defensa comercial;
- integración productiva;
- regímenes comunes especiales de importación;
- regímenes nacionales de admisión temporaria y draw-back;
- regímenes nacionales especiales de importación no contemplados en las Sec-
ciones VI y VII;
- eliminación del doble cobro del arancel externo común y la distribución de la
renta aduanera;
- simplificación y armonización de los procedimientos aduaneros intrazona;
- revisión integral de la consistencia, dispersión y estructura del arancel ex-
terno común:
- bienes de capital y bienes de informática y telecomunicaciones;
- listas nacionales de excepción al arancel externo común;

1% Puede verse en mayor detalle la evolución de la dimensión económico-comercial en:


http:/'www.iadb.org/intal.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 95

- acciones puntuales en el ámbito arancelario;


- reglamentos técnicos, procedimientos de evaluación de la conformidad y me-
didas sanitarias y fitosanitarias;
- libre comercio intrazona;
- coordinación sobre medidas de transparencia;
- coordinación en materia sanitaria y fitosanitaria;
- zonas francas, zonas de procesamiento de exportaciones y áreas aduaneras
especiales;
- negociación de acuerdos comerciales con terceros países y regiones;
- fortalecimiento de los mecanismos para la superación de las asimetrías.
2) Adopción de las normas para eliminar el doble cobro del arancel externo
común (AEC) (decisión CMC n* 10/10). Tal decisión, que no requiere incorporación
por los Estados parte, aprueba los “Lineamientos para la Implementación de la
Eliminación del Doble Cobro del AEC y Distribución de la Renta Aduanera”.
3) Aprobación del Código Aduanero Mercosur (decisión CMC n* 27/10). En
agosto de 2010, a través de la decisión 27/10, el Consejo del Mercado Común
reunido en la provincia de San Juan aprobó el Código Aduanero del Mercosur
(CAM), que consta como anexo de dicha decisión. Tal como establece Barreira,
dicho Código reviste el carácter de proyecto, ya que se encuentra sujeto a la
aprobación de los Poderes Legislativos de los Estados parte con el objeto de su
internalización en los términos de los arts. 40 y 42 del Protocolo de Ouro Preto
(POP)*". A su turno, por decisión CMC n* 34/11 se aprobó la reglamentación
de dicho Código, ya que varias de sus disposiciones requieren para su aplica-
ción del dictado de normas reglamentarias comunes que permitirán la libre
circulación de mercaderías y la consolidación de la unión aduanera. En conse-
cuencia, dicha decisión crea un Grupo Ad Hoc, dependiente del Grupo Mercado
Común, integrado por funcionarios especialistas en las diferentes materias in-
volucradas en el Código Aduanero del Mercosur, que coordinará con el Comité
Técnico n* 2 la reglamentación del referido Código. El Proyecto de Reglamento
del Código Aduanero del Mercosur deberá estar finalizado, para su considera-
ción por el Grupo Mercado Común, en la última reunión del año 2013. El CAM
aún no ha sido incorporado a los ordenamientos nacionales ?”.
Cabe señalar que la decisión CMC n* 25/12 de 29 de junio de 2012 aprobó las
llamadas “Acciones puntuales en el ámbito arancelario por razones de desequili-

20 Barrrrra, Enrique, “El Código Aduanero del Mercosur (decisión 27/2010 del Consejo
Mercado Común)”, disponible en www.aduananews.com.ar.
21 Puede ampliarse en BasaLbÚaA, Ricardo X., “Comentarios al Código Aduanero del
Mercosur, aprobado en la provincia de San Juan (Argentina) en agosto de 2010 (decisión
CMC 27/2010)”, El Derecho, 16 de septiembre de 2011,
96 Luciana B. ScotTI1

brios comerciales derivados de la coyuntura económica internacional”, Por medio


de esta norma, se autoriza a los Estados parte, una vez cumplidos con los proce-
dimientos establecidos por ella, a elevar, de forma transitoria , las alícuotas del
impuesto de importación por encima del arancel externo común (AEC) para las
importaciones originarias de extrazona. Sin embargo, las alícuotas del impuesto
de importación a ser aplicadas no podrán ser superiores al máximo consolidado
por los Estados parte en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Las elevaciones de las alícuotas del derecho de importación no podrán su-
perar en cada Estado parte la cantidad de 200 posiciones arancelarias NCM
(códigos NCM a ocho dígitos).
Los pedidos de adopción de tales medidas deben ser sometidos a la consi-
deración de los demás Estados parte, a través de la presidencia pro témpore,
con copia a los Estados parte y a la Secretaría del Mercosur. Este mecanismo
estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2014.
Por otro lado, en el ámbito de la libre circulación de servicios se encuentra
vigente el Protocolo de Montevideo sobre el Comercio de Servicios del Mer-
cosur que establece que los Estados parte completarán, en un plazo de diez
años a partir de su entrada en vigor (7 de diciembre de 2005), el Programa de
Liberalización del Comercio de Servicios del Mercosur. Con el objetivo de al-
canzar la liberalización progresiva del comercio de servicios, se han llevado a
cabo rondas de negociación que han permitido el progresivo aumento del nivel
de compromisos específicos asumidos por los Estados parte en sus respectivas
listas de compromisos específicos. La decisión CMC n? 49/08 aprobó el Plan de
Acción para la Profundización del Programa de Liberalización del Comercio
de Servicios en el ámbito del Mercosur, con vistas a concluirlo en 2015. A su
turno, la decisión CMC n* 54/10 aprobó una serie de instrucciones dirigidas
a los Estados, al Grupo de Servicios y varios Subgrupos de Trabajo para la
profundización de la liberalización en servicios.
En relación alas inversiones, la decisión CMC n* 30/10 (Foz de Iguazú, 16/12/10)
aprobó las directrices para la celebración de un Acuerdo de Inversiones en el Mer-
cosur para el desarrollo de las economías de los Estados parte, la profundización
de la Unión Aduanera y la progresiva conformación del Mercado Común. A la
par, derogó las decisiones CMC n” 11/93 y n” 11/94 y sus respectivos Acuerdos: el
Protocolo de Colonia para la promoción y protección recíproca de inversiones en el

22 El art, 6 prevé: “Las medidas previstas en el artículo 1, podrán ser aplicadas por un
período de hasta doce (12) meses, contados a partir de la fecha de entrada en vigencia de la
norma en el ordenamiento jurídico del Estado parte beneficiario”. Y la disposición siguiente
establece: “Las medidas referidas para cada código de la NCM, podrán ser prorrogadas
por plazos renovables de hasta doce (12) meses, en caso de persistir las circunstancias que
motivaron su adopción”.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 97

Mercosur (intrazona) y el Protocolo de Buenos Aires sobre promoción y protección


de inversiones provenientes de Estados no partes del Mercosur.
El 7 de abril de 2017, el Consejo Mercado Común aprobó por decisión n” 03/17
el Protocolo de Cooperación y Facilitación de Inversiones Intra-Mercosur.
Dicho Protocolo tiene por objeto promover la cooperación entre los Estados
partes con el fin de facilitar la inversión directa que viabilice el desarrollo
sustentable de los Estados partes (art. 1).
Se aplicará a todas las inversiones realizadas, antes o después de su en-
trada en vigor, por inversionistas de un Estado parte en el territorio de otro
Estado parte (art. 2).
El art. 3 define “inversión” como una empresa, incluyendo una participa-
ción en la misma empresa, en el territorio de un Estado parte, que un inver-
sionista de otro Estado parte posee o controla o sobre la cual ejerce un grado
significativo de influencia, que tenga las características de una inversión, in-
cluyendo el compromiso de capital, el objetivo de establecer un interés durade-
ro, la expectativa de ganancia o utilidad y la asunción de riesgos. En tanto que
“inversionista” significa una persona física o jurídica de un Estado parte que
ha realizado una inversión en el territorio de otro Estado parte: (a) persona
física significa todo nacional o residente permanente de un Estado parte, de
acuerdo con su legislación nacional, que ha realizado una inversión en otro
Estado parte, y (b) persona jurídica significa toda entidad constituida de con-
formidad con la legislación nacional de un Estado parte que tiene su domicilio
así como actividades sustanciales de negocios en el territorio de dicho Estado
parte, y que ha realizado una inversión en otro Estado parte.
El art. 5 es la piedra angular del instrumento ya que introduce el principio de
“no discriminación”. En efecto, dispone el trato nacional: “sujeto a su legislación
vigente a la fecha de entrada en vigor del presente Protocolo un Estado parte
otorgará a los inversionistas de otro Estado parte y sus inversiones, un trato no
menos favorable que el que otorgue, en circunstancias similares, a sus propios
inversionistas y sus inversiones. Se considerará que un trato es menos favorable
si modifica las condiciones de competencia a favor de sus propios inversionistas
y sus inversiones, en comparación con los inversionistas de otros Estados partes
y sus inversiones”. También establece el trato de nación más favorecida: “sujeto
a su legislación vigente a la fecha de entrada en vigor del presente Protocolo, y
con respecto a las disposiciones contempladas en el presente Protocolo, cada Es-
tado parte otorgará a los inversionistas de otro Estado parte y a sus inversiones
un trato no menos favorable que el que otorgue, en circunstancias similares, a
los inversionistas de un Estado no parte y a sus inversiones. Se considerará que
un trato es menos favorable si modifica las condiciones de competencia a favor
de los inversionistas de un Estado no parte y sus inversiones, en comparación
con los inversionistas de otros Estados partes y sus inversiones”.
98 Luciana B. ScotTt1

Seguidamente, el protocolo contiene disposiciones sobre expropiación di-


recta; compensación por pérdidas; transparencia; transferencias; medidas tri-
butarias; medidas prudenciales; excepciones de seguridad; obligaciones de los
inversionistas; responsabilidad social empresarial; medidas sobre inversiones
y lucha contra la corrupción y la ilegalidad; disposiciones sobre inversiones y
medio ambiente, asuntos laborales y salud; gobernanza institucional y preven-
ción de controversias, entre otras.
En lo que respecta a la libre circulación de personas, el Mercosur ha apro-
bado en el año 2002 el Acuerdo de Residencia para los Nacionales de los Es-
tados partes del Mercosur y el Acuerdo de Residencia para los Nacionales de
los Estados Partes del Mercosur, Bolivia y Chile. Ambos acuerdos conceden el
derecho a los nacionales de los Estados parte que deseen residir en el territorio
de otro Estado parte a obtener una residencia legal en este último, mediante
la acreditación de su nacionalidad y presentación de la documentación estable-
cida en el art. 4 del Acuerdo.
En el año 2011, Ecuador y Perú se adhirieron al Acuerdo sobre Residencia
para los Nacionales de los Estados partes del Mercosur, Bolivia y Chile.
Por otro lado, desde el año 2008, cuando se aprobó el Acuerdo sobre Docu-
mentos de Viaje de los Estados partes del Mercosur y Estados asociados, se
reconoce la validez de algunos documentos de identificación personal como
documento de viaje hábiles para el tránsito de nacionales y/o residentes regu-
lares de los Estados partes y Asociados por el territorio de los mismos.
En 2015 se aprobó el Acuerdo sobre Documentos de Viaje y Retorno de los
Estados partes del Mercosur y Estados asociados que simplifica y amplía el
acuerdo de 2008.
A su turno, por resolución GMC n” 33/14, se aprobó la Patente Mercosur
que constituye un elemento importante para la regulación del tránsito de vehí-
culos del bloque porque adopta una misma nomenclatura, facilita la movilidad
de la región y refuerza la institucionalidad del Mercosur. Además, establece
un sistema de consultas y de intercambio de información. La Patente Merco-
sur ya puede verse en Uruguay y en Argentina.
Finalmente, en materia de compras gubernamentales, se aprobó en Bra-
silia, el 21 de diciembre de 2017, el Protocolo de Contrataciones Públicas del
Mercosur. Este instrumento establece que se les dará “trato nacional” a las
empresas pertenecientes a los países del bloque en licitaciones de compras gu-
bernamentales de bienes, servicios y obras públicas. Su principal objetivo es
“crear oportunidades de negocios para las empresas argentinas y beneficiar
a sus trabajadores, ampliando el universo de proveedores de nuestros orga-
nismos públicos, reduciendo costos y dotando de mayor competitividad a las
contrataciones públicas”.
Además, el Protocolo determina que los procesos de contrataciones públicas
de bienes, servicios y obra pública deberán ser realizados de forma transpa-
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 99

rente, observando los principios básicos de legalidad, objetividad, imparciali-


dad, igualdad, debido proceso, publicidad, concurrencia y los demás principios
que concuerdan con ellos (art. 3).
El Protocolo define “contratación pública” como cualquier forma de contra-
tación de bienes o servicios, incluidos los servicios de construcción, o una com-
binación de ambos, realizada por entidades de los Estados partes con propósi-
tos gubernamentales y no con vistas a su reventa comercial o a ser utilizadas
en la producción de bienes o la prestación de servicios para la venta comercial,
a menos que se especifique de otro modo.

6. La dimensión política del Mercosur


El Mercosur, pese a las numerosas dificultades que obstaculizaron su de-
sarrollo en sus diversas dimensiones, obtuvo significativos avances en materia
de compromiso democrático y seguridad, constituyéndose en una verdadera
“opción estratégica”?”.
En este contexto, los cuatro Estados partes del Mercosur, junto a Bolivia
y Chile, han constituido el “Mecanismo de Consulta y Concertación Política”
en el que se acuerdan posiciones comunes en materias de alcance regional que
superan lo estrictamente económico y comercial.
Por su parte, en la X Reunión del Consejo del Mercado Común, en San
Luis, el 25 de junio del año 1996, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay
celebraron la “Declaración Presidencial sobre Compromiso Democrático en el
Mercosur”, al que se le suma el “Protocolo de Adhesión de Bolivia y Chile”. Es-
tos instrumentos reconocen la plena vigencia de las instituciones democráticas
como condición indispensable para la existencia y el desarrollo del Mercosur.
Asimismo, el 24 de julio de 1998, los presidentes de los Estados parte y aso-
ciados suscribieron el “Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático”.
Con la firma de dicho instrumento reiteraron que la democracia es condición
esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los seis países,
y que toda ruptura del orden democrático dará lugar a la aplicación de una
serie de medidas que abarcarán desde la suspensión del derecho del Estado
afectado a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de
integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones emergentes de
€SOS Procesos.
Sin dudas, la consagración de mecanismos colectivos que posibilitan a un
país intervenir en los asuntos de un tercer Estado cuando la democracia está

28 Cfr. VinLacra Decano, Pedro, “Un nuevo paradigma de seguridad hemisférica”, en


Foreign Affairs en español, octubre-diciembre, 2003. Disponible en www. foreignaffairs-
esp.org.
100 Luciana B. ScorTI

en peligro constituye un hito importante, si tenemos en cuenta que precisa-


mente nuestra región fue la promotora del principio de no intervención ?*.
Cabe destacar que en virtud del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso
Democrático de 1998 y la Declaración Presidencial de 1996, los Estados del
Mercosur intervinieron en la resolución de la crisis de Paraguay en 1999.
Así, en la XVI Cumbre de Presidentes del Mercosur, celebrada en Asunción
entre los días 14 y 15 de junio de 1999 los seis Estados suscribieron la “De-
claración de Apoyo a la Democracia Paraguaya y a su Proceso de Normali-
zacion y Fortalecimiento Institucional”, en la cual declararon: 1) su enérgica
condena y repudio a la violencia como recurso de acción política y al asesina-
to del vicepresidente de la República del Paraguay, Luis María Argaña, así
como de los ciudadanos que se manifestaban en el marco constitucional, y 2)
su apoyo al sistema democrático paraguayo y a su proceso de normalización
y fortalecimiento institucional. En cambio, el bloque no fue capaz de inter-
venir en otros casos de crisis institucionales como la de Bolivia en octubre
de 2003.
Con fundamento en el Protocolo de Ushuaia, Argentina, Brasil y Uruguay
decidieron la suspensión de Paraguay tras su crisis institucional de junio de
2012, así como la de Venezuela en agosto de 2017, tal como hemos indicado
precedentemente.
En la misma oportunidad en que se suscribió el Protocolo de Ushuaia, se
celebró la “Declaración Política del Mercosur, Bolivia y Chile como Zona de
Paz”, mediante la cual los seis países expresan que la paz constituye un ele-
mento esencial para la continuidad y el desarrollo del proceso de integración
regional. La Declaración de Ushuaia asimismo establece algunos lineamien-
tos referidos, por ejemplo, al fortalecimiento de mecanismos de consulta y co-
operación sobre temas de seguridad y defensa existentes y promover su pro-
eresiva articulación; avanzar en la cooperación en el ámbito de las medidas
de fomento de la confianza; apoyar en los foros internacionales el desarme nu-
clear y la no proliferación de armas nucleares y otras de destrucción en masa,
y ampliar y sistematizar la información que se provee al Registro de Armas
Convencionales de Naciones Unidas, y establecer una metodología uniforme
para la información a fin de aumentar la transparencia y la confianza.
Por su parte, el 20 de diciembre de 2011, los Estados partes del Mercosur y
Estados asociados aprobaron el “Protocolo de Montevideo sobre el compromiso
con la democracia en el Mercosur (Ushuaia 11)” con el objetivo de reafirmar el

21 Cfr. ViLLacrA DeLcapo, Pedro, “Procesos de Cumbres: gobernabilidad, seguridad y


participación de las organizaciones de la sociedad civil”, FLACSO-Chile, Santiago, 26 de
marzo de 2004. Disponible en www.flacso.cl.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 101

sistema de promoción, defensa y protección de la Democracia en el Mercosur,


recogiendo las disposiciones establecidas en el Protocolo de la UNASUR sobre
Compromiso con la Democracia (Guyana, 26/11/10).
Según el art. 1, el Protocolo se aplicará “en caso de ruptura o amenaza de
ruptura del orden democrático, de una violación del orden constitucional o de
cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vi-
gencia de los valores y principios democráticos”.
Cuando se produzca alguna de las situaciones indicadas, los presidentes de
las partes o, en su defecto, los ministros de Relaciones Exteriores se reunirán
en sesión extraordinaria ampliada del Consejo del Mercado Común, a solicitud
de la parte afectada o de cualquier otra parte.
Los presidentes de las partes o, en su defecto, los ministros de Relaciones
Exteriores en sesión ampliada del Consejo del Mercado Común promoverán,
a través de la presidencia pro témpore, consultas inmediatas con las autori-
dades constitucionales de la parte afectada, interpondrán sus buenos oficios
y realizarán gestiones diplomáticas para promover el restablecimiento de la
democracia en el país afectado.
En caso de que las consultas mencionadas resultaren infructuosas o que
las autoridades constitucionales de la parte afectada se vieran impedidas de
mantenerlas, los presidentes de las demás partes o, en su defecto, sus minis-
tros de Relaciones Exteriores en sesión ampliada del Consejo del Mercado Co-
mún considerarán la naturaleza y el alcance de las medidas a ser aplicadas de
forma consensuada, en base a lo establecido en el art. 6. Según tal disposición,
dichas autoridades podrán establecer, entre otras, las medidas que se detallan
a continuación:
a) Suspender el derecho a participar en los distintos órganos de la estruc-
tura institucional del Mercosur.
b) Cerrar de forma total o parcial las fronteras terrestres. Suspender o
limitar el comercio, el tráfico aéreo y marítimo, las comunicaciones y la provi-
sión de energía, servicios y suministros.
c) Suspender a la parte afectada del goce de los derechos y beneficios emer-
gentes del Tratado de Asunción y sus Protocolos, y de los Acuerdos de integra-
ción celebrados entre las partes, según corresponda.
d) Promover la suspensión de la parte afectada en el ámbito de otras or-
ganizaciones regionales e internacionales. Promover ante terceros países 0
erupos de países la suspensión a la parte afectada de derechos y/o beneficios
derivados de los acuerdos de cooperación de los que fuera parte.
e) Respaldar los esfuerzos regionales e internacionales, en particular en
el marco de las Naciones Unidas, encaminados a resolver y a encontrar una
solución pacífica y democrática a la situación acaecida en la parte afectada.
f) Adoptar sanciones políticas y diplomáticas adicionales.
102 Luciana B. ScorTI

Tales medidas guardarán la debida proporcionalidad con la gravedad de la


situación existente; no deberán poner en riesgo el bienestar de la población y el
goce efectivo de los derechos humanos y libertades fundamentales en la parte
afectada; respetarán la soberanía e integridad territorial de la parte afectada,
la situación de los países sin litoral marítimo y los tratados vigentes.
Para su entrada en vigor, este Protocolo requiere la ratificación de, al me-
nos, cuatro Estados.
Debemos señalar que el Congreso de Paraguay, en enero de 2012, aprobó
una declaración por la cual rechaza el contenido del Protocolo de Ushuaia
IT, firmado por el entonces presidente Lugo. El Poder Legislativo paraguayo
argumentó que el acuerdo “atenta contra los intereses nacionales”, y además
cuestionó el carácter secreto con que se firmó el documento,

7. La dimensión social del Mercosur


En los últimos años la dimensión social del Mercosur se ha consolidado como
uno de los ejes prioritarios y estratégicos del proceso de integración regional.
La Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social del Mercosur
y Estados Asociados (RMADS), conocida como el Mercosur Social, fue institu-
cionalizada a finales del año 2000 por decisión CMC n” 61/00, constituyendo
la instancia sectorial responsable de coordinar políticas y desarrollar acciones
conjuntas volcadas al desarrollo social de los Estados. El seguimiento de los
trabajos de dicha Reunión se efectúa mediante el Foro de Consulta y Concer-
tación Política del Mercosur (FCCP), órgano vinculado al propio CMC.
En 2005 fue creada la Secretaría Permanente del Mercosur Social, con el
cometido de sostener el proceso, generar insumos para la discusión y mante-
ner el intercambio entre los diferentes referentes en cada uno de los países.
También tiene como tarea la elaboración de una Agenda Social para el Merco-
sur y la ejecución de un Plan Bienal de acción de la RMADS.
Los temas definidos para la Agenda de Trabajo de Mercosur Social que fue-
ron definidos son: juventud; adulto mayor; seguridad alimentaria; economía
social; infancia y adolescencia.
En la Cumbre del Mercosur realizada en Córdoba en julio de 2006, los pre-
sidentes impulsaron la elaboración de un Plan Estratégico de Acción Social
del Mercosur.
En este ámbito, también fue creado por decisión CMC 03/07 el Instituto So-
cial del Mercosur, con sede en la ciudad de Asunción, sobre el cual volveremos
más adelante.
A su turno, en Montevideo, el 23 de noviembre de 2007 en la XTIIT RMADS
fue aprobada la Declaración de Principios del Mercosur Social.
También destaca la iniciación de cinco proyectos sociales (dos de Paraguay
y tres de Uruguay) pertenecientes al Programa de Cohesión Social de los Fon-
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 103

dos de Convergencia Estructural del Mercosur, así como el comienzo de los


trabajos en un proyecto común de economía social de frontera.
En la reunión del Consejo de Mercado Común realizada el 15 de diciembre
de 2008 en Salvador de Bahía, fue decidida la creación de la Comisión de Co-
ordinación de Ministros de Asuntos Sociales del Mercosur (CCMASMD, y la
adopción de un documento conteniendo ejes y directrices para la elaboración
del Plan Estratégico de Acción Social del Mercosur.
En 2010, se aprobó dicho Plan Estratégico de Acción Social del Mercosur
(decisión CMC nv” 67/10), que tiene como fin contribuir a la disminución de la
pobreza y la promoción de una mayor igualdad social, y se creó una Unidad de
Participación Social (decisión CMC n” 65/10), con el objetivo de profundizar el
diálogo con los movimientos sociales sobre los distintos temas vinculados con
la integración regional.
Finalmente, el Consejo del Mercado Común, a través de su decisión 12/11,
del 28 de junio de 2011, definió una nueva versión del documento “Ejes, Di-
rectrices y Objetivos Prioritarios del Plan Estratégico de Acción Social del
Mercosur (PEAS)”, que incorpora los aportes adicionales remitidos por distin-
tas Reuniones de Ministros y Reuniones Especializadas responsables por los
temas sociales en el marco de la decisión CMC n* 67/10.
Los ejes diseñados son:
- erradicar el hambre, la pobreza y combatir las desigualdades sociales;
- garantizar los derechos humanos, la asistencia humanitaria e igualdades
étnica, racial y de género;
- universalización de la salud pública;
- universalizar la educación y erradicar el analfabetismo;
valorizar y promover la diversidad cultural;
- Sarantizar la inclusión productiva;
asegurar el acceso al trabajo decente y a los derechos de previsión social;
- promover la sustentabilidad ambiental;
- asegurar el diálogo social;
- establecer mecanismos de cooperación regional para la implementación y
financiamiento de políticas sociales.

$. La dimensión cultural del Mercosur


La cultura también desempeña un papel fundamental en la profundización
y la consolidación del proceso de integración regional.
Por ello, la decisión CMC vn” 22/14 aprobó la Estructura orgánica y Re-
glamento interno del Mercosur cultural para fortalecer la institucionalidad,
operatividad y articulación entre las instancias de la Reunión de Ministros
de Cultura, creada por decisión CMC n” 02/95 y la Secretaría del Mercosur
Cultural con sede en la República Argentina, constituida en la Reunión de
Ministros de Cultura del Mercosur, los Ministros y Autoridades de Cultura.
104 Luciana B. ScorTI

De acuerdo al art. 1 de la decisión CMC vr” 22/14, la estructura orgánica


del Mercosur Cultural está compuesta por la Reunión de Ministros de Cultura
(RMC) y los siguientes órganos dependientes: a) Comité Coordinador Regional
(CCR); b) Secretaría del Mercosur Cultural (SMC); ec) Comisión de Patrimonio
Cultural (CPC); d) Comisión de Diversidad Cultural (CDC); e) Comisión de
Economía Creativa e Industrias Culturales (CECIC); f) Comisión de Artes
(CA); e) Foro del Sistema de Información Cultural del Mercosur (SICSUR).
Seguidamente, dicha decisión dispone la integración y funciones de cada
órgano.
Por su parte, la decisión CMC n* 21/14 aprobó el “Reglamento para el Reco-
nocimiento del Patrimonio Cultural del Mercosur”, que establece los criterios
para el reconocimiento de bienes culturales de interés regional bajo la catego-
ría de Patrimonio Cultural del Mercosur.
La aplicación de los procedimientos previstos en el Reglamento será compe-
tencia de la Comisión de Patrimonio Cultural (CPC) y estará sujeta a homolo-
gación por la Reunión de Ministros de Cultura (RMC).
Los bienes culturales reconocidos deberán inscribirse en la “Lista del Pa-
trimonio Cultural del Mercosur (LPCM)”.
El Reglamento establece los aspectos relativos a los criterios de reconoci-
miento de bienes culturales, los procedimientos para presentación, análisis,
evaluación, aprobación y homologación de candidaturas, así como los aspectos
relacionados a la gestión de los bienes reconocidos y asistencia técnica y coope-
ración para la preservación y promoción de dichos bienes.
Los criterios de reconocimiento como Patrimonio Cultural del Mercosur
(PCM) de cualquier bien cultural, de naturaleza material y/o inmaterial, son:
a) que manifieste valores asociados a procesos históricos vinculados a los mo-
vimientos de autodeterminación o expresión común de la región ante el mundo;
b) que exprese los esfuerzos de unión entre los países de la región; c) que esté
directamente relacionado a referencias culturales compartidas por más de un
país de la región; d) que constituya un factor de promoción de la integración de
los países, con vistas a un destino común.

9. La ciudadanía Mercosur
La decisión CMC n* 64/10 (Foz de Iguazú, 16/12/10) aprobó un plan de
acción para la conformación progresiva de un Estatuto de la Ciudadanía del
Mercosur.
Dicha norma se fundamenta en la necesidad de consolidar un conjunto de
derechos fundamentales y beneficios en favor de los nacionales de los Estados
partes del Mercosur y establecer un plan de acción para la conformación progre-
siva de un Estatuto de la Ciudadanía del Mercosur, con miras a su plena imple-
mentación en el trigésimo aniversario de la firma del Tratado de Asunción.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 105

El Estatuto de la Ciudadanía del Mercosur estará integrado por un conjunto


de derechos fundamentales y beneficios para los nacionales de los Estados partes
del Mercosur y se conformará en base, entre otros, a los siguientes objetivos traza-
dos en los Tratados Fundacionales del Mercosur y en la normativa derivada:
- implementación de una política de libre circulación de personas en la región;
- igualdad de derechos y libertades civiles, sociales, culturales y económi-
cas para los nacionales de los Estados partes del Mercosur;
- igualdad de condiciones de acceso al trabajo, a la salud y a la educación.
Por su parte, con miras a alcanzar los objetivos generales, el plan de acción
se integrará con los siguientes elementos:
- circulación de personas;
- fronteras;
- identificación;
- documentación y cooperación consular;
- trabajo y empleo;
- previsión social;
- educación;
- transporte;
- Comunicaciones;
- defensa del consumidor;
- derechos políticos.
El alto representante general del Mercosur hará el seguimiento del Plan
de Acción y presentará un informe sobre los avances en las Reuniones Ordi-
narias del Consejo del Mercado Común.
El Estatuto de la Ciudadanía del Mercosur podrá ser instrumentado me-
diante la firma de un protocolo internacional que incorpore el concepto de
“Ciudadano del Mercosur” y forme parte integrante del Tratado de Asunción.

10. El fondo para la convergencia estructural del Mercosur


El FOCEM (Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur), con sede en
Montevideo, se encuentra destinado a financiar proyectos en beneficio de las
economías menores del Mercosur. Constituye el primer instrumento financie-
ro del bloque con el objetivo de contribuir a la reducción de las asimetrías.
Los objetivos del Fondo son: promover la convergencia estructural; desarro-
llar la competitividad; promover la cohesión social, en particular de las econo-
mías menores y regiones menos desarrolladas, y apoyar el funcionamiento de la
estructura institucional, así como el fortalecimiento del proceso de integración.
Está integrado por contribuciones anuales de USS 100 millones efectuadas
por los cuatro países, aportando 70% de ese monto Brasil, 27% Argentina, 2%
Uruguay y 1% Paraguay. Á estos aportes anuales se les suman los recursos
no asignados a proyectos en años anteriores. Estos recursos se distribuyen
106 Luciana B. ScorTI

anualmente en las siguientes proporciones: Paraguay recibe 48%, Uruguay


32% y Brasil y Argentina 10% cada uno.
El FOCEM financia proyectos enmarcados en los siguientes Programas:
- Programa de Convergencia Estructural;
- Programa de Desarrollo de la Competitividad;
- Programa de Cohesión Social;
- Programa de Fortalecimiento de la Estructura Institucional y del Proceso
de Integración.
Los pormenores para la presentación, aprobación y ejecución de proyectos
en el marco del FOCEM están previstos en su Reglamento aprobado por de-
cisión CMC 01/2010, Un proyecto podrá ser financiado por el Fondo si es pro-
puesto y ejecutado por un organismo público, si comprende gastos de al menos
U$S 500.000 y si prevé una tasa mínima de rentabilidad social del 6,25%. El
organismo beneficiario se hará cargo de al menos el 15% de los gastos elegibles
(aquellos inherentes a la ejecución del proyecto y verificables fehacientemente)
y de todos los no elegibles (estudios de viabilidad, proyectos básicos, gastos
corrientes de funcionamiento de organismos públicos, pagos adicionales a fun-
cionarios públicos e impuestos).
En 2015, el Consejo del Mercado Común (CMC) dio continuidad al FOCEM
por 10 años más.

11. La Cooperación Intra y Extra Mercosur


Teniendo en cuenta la importancia que el Mercosur le asigna a la coope-
ración internacional, en el año 2014 los Estados partes aprobaron la “Política
de Cooperación Internacional del Mercosur”, por medio de la decisión CMC
n” 23/14. Allí se establecen los principios, objetivos y modalidades que deben
orientar la cooperación técnica en el Mercosur.
Los objetivos generales de la Política de Cooperación Internacional del Mer-
cosur son: fortalecer las capacidades de cada uno de los miembros del bloque,
profundizar la integración regional, reducir las asimetrías entre los países del
bloque, e intercambiar de manera horizontal conocimientos y experiencias,
buenas prácticas, políticas públicas tanto al interior del bloque como con otras
instancias de integración regional y extrarregional existentes.
En base a estos objetivos generales, la cooperación del Mercosur se rige por
los siguientes principios generales:
- Adecuación con las prioridades de cooperación del bloque.
- Solidaridad, entendida como la consecución de los objetivos de desarrollo
de todos los participantes.
- Respeto a la soberanía y no injerencia en los asuntos internos de los paí-
ses; ninguna iniciativa o proyecto de cooperación puede avanzar en modo al-
guno sobre las potestades soberanas de los Estados.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 107

- Horizontalidad: los países intervinientes establecerán sus vínculos de co-


operación como socios en el desarrollo.
- No condicionalidad: la cooperación estará libre de condicionamientos de
políticas de cualquier índole.
- Consenso: la cooperación en el Mercosur debe ser negociada, planificada y
ejecutada de común acuerdo entre los socios cooperantes.
- Equidad: la cooperación debe distribuir sus beneficios de forma equitativa
entre todos los participantes. Este criterio también debe ser aplicado en la
distribución de costos, que deben ser asumidos de forma proporcional a las
posibilidades reales de cada socio.
- Beneficio mutuo: la cooperación internacional del Mercosur debe buscar
en todas sus instancias resultados favorables para las partes intervinientes.
- Naturaleza complementaria de la cooperación con los objetivos y políticas
del Mercosur.
- Respeto de las particularidades culturales, históricas e institucionales de
los socios en la identificación y la formulación de los programas y proyectos de
cooperación.
- Protagonismo de los actores locales en todas las etapas de los programas
y proyectos de cooperación. Se debe promover la utilización de saberes, insti-
tuciones y consultores técnicos del bloque.
- Optimización de la asignación de recursos para aumentar el alcance de
los resultados de los proyectos de cooperación, estableciendo mecanismos que
prioricen asociaciones con instituciones y especialistas regionales que permi-
tan una mayor sustentabilidad.
- Acceso a la información: la información de los proyectos, tanto en térmi-
nos de diseño como de ejecución y valorización de impacto, debe estar disponi-
ble para todos los participantes del mismo.
- Gestión centrada en el cumplimiento de los resultados objetivamente veri-
ficables establecidos por las partes para cada proyecto.
Por su parte, la cooperación internacional del Mercosur se desarrolla a
través de las siguientes modalidades:
1) Cooperación Intra-Mercosur: se implementa a través de la asociación en-
tre dos o más Estados partes, a fin de realizar proyectos y/o programas de co-
operación que tengan como objetivo: a) contribuir a la consolidación del proceso
de integración del bloque a través del fortalecimiento de los órganos del Merco-
sur, y/o b) fortalecer las capacidades técnicas e institucionales de los Estados
partes, buscando reducir asimetrías al interior del bloque. Todo proyecto y/o
programa de cooperación inscripto bajo esta modalidad debe perseguir dichos
objetivos evitando superposiciones con las iniciativas de cooperación bilateral
existentes entre los Estados partes.
108 Luciana B. ScorTI

2) Cooperación Extra-Mercosur: se desarrolla a través de la asociación y el


aporte de terceros países; procesos de integración; organismos internacionales;
o asociaciones regionales, con el fin de realizar programas y/o proyectos de co-
operación internacional que tengan como objetivo: a) abordar cualquiera de los
objetivos que motivan a la cooperación Intra-Mercosur (cooperación dirigida al
Mercosur), o b) apoyar el desarrollo de terceros países o procesos de integración
(cooperación proveniente del Mercosur). Los proyectos que se desarrollan bajo
la modalidad Extra-Mercosur deben estar amparados en Acuerdos Marcos sus-
criptos entre las partes, a través del Grupo Mercado Común (GMC).
Las áreas prioritarias a las que deben contribuir los proyectos de coopera-
ción dirigidos al Mercosur son: Políticas sociales regionales, en el ámbito del
Plan Estratégico de Acción Social del Mercosur (PEAS), establecido por la
decisión CMC n* 12/11; Participación de las organizaciones sociales en el pro-
ceso de integración; Cooperación en materia cultural, audiovisual y de apoyo a
la sociedad de la información; Ciencia, innovación tecnológica y capacitación;
Integración productiva; Inocuidad de los alimentos; Transporte; Estadística;
Medio Ambiente.
Los acuerdos vigentes en el ámbito de la cooperación extra- Mercosur son:
el Memorando de Entendimiento entre el Mercosur y la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) (resolución GMC n*
18/17); el Memorando de Entendimiento entre el Mercosur y la FAO para la
promoción de la seguridad alimentaria y nutricional, el derecho al desarrollo
y el combate a la pobreza (decisión CMC n* 13/17); el Memorando de Entendi-
miento entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en materia de
cooperación técnica internacional (resolución GMC n* 01/16); el Memorando de
Entendimiento de Cooperación entre el Mercado Común del Sur (Mercosur)
y la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) (resolución GMC
n” 18/15); el Memorando de Entendimiento entre el Mercado Común del Sur
(Mercosur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en
materia de cooperación técnica internacional (resolución GMC Y” 60/14).
Finalmente, cabe señalar que el Grupo de Cooperación Internacional (GCI),
órgano auxiliar del GMC, integrado por un coordinador titular y un alterno
designado por cada Estado parte, en el único órgano del bloque con competen-
cia para entender en materia de cooperación internacional tanto intra como
extra-bloque. El GCI debe velar por el cumplimiento de las directrices de la
Política de Cooperación Internacional, asegurando que los programas y pro-
yectos de cooperación sean elaborados y ejecutados de conformidad con los
principios y objetivos de esta política.
Asimismo, la Unidad Técnica de Cooperación Internacional (UTCI) está su-
bordinada al GCI y funciona en el ámbito de la Secretaría del Mercosur (SM).
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 109

12. La dimensión jurídico-institucional del Mercosur


Las fuentes jurídicas del Mercosur: Derecho constitutivo y derivado del
Mercosur
Según dispone el art 41 del Protocolo de Ouro Preto, las fuentes jurídicas
de nuestro espacio integrado son:
1) El Tratado de Asunción, sus protocolos e instrumentos complementarios,
tales como el Protocolo de Ouro Preto sobre la Estructura Institucional del
Mercosur, de 1994, el Protocolo de Brasilia para la Solución de Controversias
de 1991, hoy sustituido por el Protocolo de Olivos para la Solución de Contro-
versias en el Mercosur de 2002, el Protocolo de Ushuaia sobre compromiso
democrático en el Mercosur de 1998, la República de Bolivia y la República
de Chile, el Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur de 2005, el
Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur,
suscripto en Caracas, el 4 de julio de 2006 (ver cuadro 3). Estos protocolos
aprobados por el Consejo del Mercado Común suelen tener la indicación de que
“son parte integrante del Tratado de Asunción”. El carácter constitutivo de es-
tas normas queda en evidencia, tal como advierte Moncayo, en la circunstan-
cia de que la adhesión al Tratado de Asunción por parte de un Estado implica
ipso iure la adhesión a cada uno de estos protocolos
””.
2) Los acuerdos celebrados en el marco de ese tratado y sus protocolos ”*.
3) Las decisiones del Consejo del Mercado Común, las resoluciones del Gru-
po Mercado Común y las directivas de la Comisión de Comercio. Estamos en
presencia del denominado derecho derivado del Mercosur (ver cuadro 3), ya
que todas estas normas emanan de sus órganos con capacidad decisoria.

25 Cfr. Moncayo, Guillermo, R., “Mercosur, Orden normativo y realidad”, en C, A, Armas


Barea y otros (ed), Liber Amicorum “In Memoriam” of Judge José María Ruda, Kluwer
Law International, Países Bajos, 2000, p. 603.
25 Podemos citar los siguientes acuerdos: a) el Protocolo de Cooperación y Asistencia
Jurisdiccional en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativo (conocido como el
Protocolo de Las Leñas) del 27 de junio de 1992, en vigor desde el 17 de marzo de 1996,
que constituye un hito en tanto es el primer texto de cooperación jurisdiccional que nos
vincula con Brasil; b) el Acuerdo Complementario al Protocolo de Cooperación y Asisten-
cia Jurisdiccional en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa de Asunción,
del 19 de junio de 1997, vigente desde el 29 de abril de 2000; c) el Acuerdo de Cooperación
y Asistencia Jurisdiccional en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa entre
los Estados partes del Mercosur, Bolivia y Chile, firmado en Buenos Aires, el 5 de julio
de 2002, en vigor entre Argentina, Brasil, Paraguay y Chile; d) el Protocolo de Buenos
Aires sobre Jurisdicción Internacional en Materia Contractual del 5 de agosto de 1994,
en vigor desde el 6 de junio de 1996; e) el Protocolo de Medidas Cautelares, firmado en
Ouro Preto, el 16 de diciembre de 1994, en vigor desde el 13 de abril de 1996; f) el Acuerdo
Complementario al Protocolo de Medidas Cautelares de Montevideo, del 15 de diciembre
110 Luciana B. ScorTI

CUADRO 3: DERECHO CONSTITUTIVO Y DERECHO DERIVADO

DERECHO CONSTITUTIVO Y DERECHO DERIVADO


El Derecho de la Integración suele comprender normas llamadas de derecho
constitutivo y otras de derecho derivado.
* Derecho constitutivo, originario o primario: está integrado por aquellos trata-
dos que constituyen el marco general que dan origen o ponen en marcha el proceso
de integración. Establece los objetivos y los medios para alcanzarlos, así como los ór-
ganos del esquema y sus atribuciones. Además, comprende a los tratados o acuerdos
complementarios, adicionales o modificatorios de aquél. Las condiciones de vigencia
de estas normas se encuentran regidas por el derecho internacional, en especial por
el derecho de los tratados, de fuente consuetudinaria tanto como convencional (Con-
vención de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1969). El derecho constitutivo se
ubica en el vértice de la pirámide normativa de un proceso de integración.
« Derecho derivado o secundario: está conformado por las normas emanadas de
los órganos o instituciones del esquema y, por tanto, no es derecho convencional. Su
vigencia está determinada por las normas primarias. Se encuentra en una jerarquía
inferior a la del derecho originario.

de 1997, no vigente; g) el Protocolo de Santa María sobre Jurisdicción Internacional en


materia de Relaciones de Consumo, del 16 de diciembre de 1996, no vigente; h) el Acuerdo
sobre Jurisdicción en Materia de Contrato de Transporte Internacional de Carga entre
los Estados partes del Mercosur, firmado en Buenos Aires, en 5 de julio de 2002, no vi-
gente; 1) el Protocolo de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales, firmado en San
Luis, el 25 de Junio de 1996, en vigor desde el 3 de enero de 2000; j) el Acuerdo de Asis-
tencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales entre los Estados partes del Mercosur, Bolivia
y Chile de Buenos Aires, del 18 de febrero de 2002, vigente entre Argentina, Paraguay
y Chile; k) el Acuerdo sobre Arbitraje Comercial Internacional del Mercosur, firmado
en Buenos Aires, el 23 de julio de 1998, en vigor, y su Acuerdo gemelo de misma fecha,
firmado entre los Estados partes del bloque y Bolivia y Chile, no vigente; 1) el Acuerdo
Complementario al Acuerdo de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales entre los
Estados partes del Mercosur, Bolivia y Chile, de Brasilia, del 5 de diciembre de 2002, no
vigente; m) el Acuerdo sobre Extradición entre los Estados Partes del Mercosur, Bolivia y
Chile, aprobado en Río de Janeiro, el 10 de diciembre de 1998, en vigor entre Brasil, Pa-
raguay, Uruguay y Bolivia; n) el Acuerdo sobre Extradición entre los Estados partes del
Mercosur de Río de Janeiro, del 10 de diciembre de 1998, vigente entre Brasil, Paraguay
y Uruguay desde el 1 de enero de 2004; ñ) el Acuerdo sobre Beneficio de Litigar sin Gas-
tos y la Asistencia Jurídica Gratuita entre los Estados partes del Mercosur, firmado en
Florianópolis, el 15 de diciembre de 2000, vigente entre Brasil y Paraguay; 0) el Acuerdo
sobre Beneficio de Litigar sin Gastos y la Asistencia Jurídica Gratuita entre los Estados
partes del Mercosur, Bolivia y Chile, aprobado en la misma ciudad y fecha, vigente entre
Brasil, Paraguay y Chile; p) Acuerdo sobre Traslado de Personas Condenadas entre los
Estados partes del Mercosur, y el acuerdo gemelo con la República de Bolivia y la Repú-
blica de Chile, firmados en Belo Horizonte, el 16 de diciembre de 2004, estando el primero
pendiente de que los Estados comuniquen el cumplimiento del procedimiento interno de
incorporación de tratados para su entrada en vigor; q) el Protocolo sobre Traslado de
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 111

13. Estructura y órganos principales del Mercosur


A. Órganos principales
Los órganos principales del Mercosur, creados por instrumentos de derecho
constitutivo son ?”:
- El Consejo del Mercado Común (CMC): se ha erigido como la instancia de-
cisoria máxima, puesto que está a cargo de la coordinación política del proceso
de integración, y ejerce la titularidad de la personalidad jurídica del Mercosur,
acordada por el Protocolo de Ouro Preto. En virtud de ello, negocia y firma
acuerdos con terceros países, con grupos de países y con organismos interna-
cionales. Está facultado para crear o eliminar órganos auxiliares. Se expresa
formalmente a través de decisiones *, Sus reuniones son coordinadas por los
ministros de Relaciones Exteriores y al menos una vez por semestre partici-
pan en ellas los presidentes de los Estados miembro. Sus órganos auxiliares
son las Reuniones de Ministros, el Foro de Consulta y Concertación Política
(FCCP) (dec. CMC n* 18/98), la Comisión de Representantes Permanentes del
Mercosur (CRPM) (dec. CMC n* 11/03), Grupos de Alto Nivel, Grupos de
trabajo ad hoc, entre los principales,

Personas sujetas a Regímenes Especiales complementario al Acuerdo sobre Traslado de


Personas Condenadas entre los Estados partes del Mercosur, Bolivia y Chile, hecho en
Asunción, el 20 de junio de 2005, no vigente; r) el Acuerdo entre los Estados partes del
Mercosur y Estados asociados sobre Cooperación Regional para la Protección de los De-
rechos de Niños, Niñas y Adolescentes en situación de vulnerabilidad, realizado en San
Miguel de Tucumán, el 30 de junio de 2008, no vigente; s) el Acuerdo sobre la Orden del
Mercosur de Detención y Procedimientos de Entrega entre los Estados partes del Mer-
cosur y Estados asociados, celebrado en Foz de Iguazú, el 16 de diciembre de 2010, no
vigente; t) Acuerdo entre los Estados partes del Mercosur y Asociados sobre jurisdicción
internacional mente competente, ley aplicable y cooperación jurídica internacional en ma-
teria de matrimonio, relaciones personales entre los cónyuges, régimen matrimonial de
bienes, divorcio, separación conyugal y unión no matrimonial, celebrado en Brasilia, el 6
de diciembre de 2012, no vigente; u) el Acuerdo del Mercosur sobre derecho aplicable en
materia de contratos internacionales de consumo, celebrado en Brasilia, el 20 de diciem-
bre de 2017, no vigente.
27 Puede verse el diagrama de la estructura institucional del Mercosur actualizado en:
WWW. mercosur.int,
28 La decisión CMC 19/02 le acordó al Consejo la facultad de emitir recomendaciones, de
carácter no vinculante, con el fin de establecer orientaciones generales, planes de acción o
fomentar iniciativas que contribuyan a la consolidación del proceso de integración.
29 La Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (decisión 11/03), depen-
diente del Consejo del Mercado Común, con sede en Montevideo, está integrada por los
cuatro embajadores ante la ALADI y el Mercosur y un presidente, que no representa a
ninguno de los países miembro.
112 Luciana B. ScottI

- El Grupo Mercado Común (GMC): es el órgano ejecutivo del bloque, goza


de facultad de iniciativa y emite resoluciones en virtud de su capacidad deci-
soria. Está integrado por representantes de los Ministerios de Relaciones Ex-
teriores, de Economía y de los Bancos Centrales. Además, se organiza princi-
palmente mediante Suberupos de Trabajo. Sus funciones consisten en general
en proponer proyectos de decisión al Consejo de Mercado Común y adopta las
medidas necesarias para el cumplimiento de las decisiones de dicho órgano.
Fija los programas de trabajo y aprueba el presupuesto.
La decisión CMC n* 12/12 (Mendoza, 29/6/12) determina que la estructura
del Grupo Mercado Común estará integrada por las siguientes categorías de
órganos: Grupos, Subgrupos de Trabajo, Grupos Ad Hoc y Reuniones Espe-
cializadas. En todos los casos, los órganos comprendidos en estas categorías
serán creados mediante resolución del Grupo Mercado Común.
Los Grupos ejercen atribuciones específicas propias del funcionamiento del
GMC.
Los Subgrupos de Trabajo (SGT) son los órganos creados como ámbito téc-
nico permanente de negociación para la coordinación de políticas públicas y el
desarrollo de políticas comunes de la agenda del proceso de integración.
Los Grupos Ad Hoc (GAH) son los órganos creados para cumplir un man-
dato específico en el plazo previsto en su norma de creación.
Las Reuniones Especializadas (RE) constituyen los órganos creados con ca-
rácter permanente para desarrollar políticas vinculadas al proceso de integra-
ción en áreas temáticas específicas, o para asistir al GMC en el cumplimiento
de sus funciones y atribuciones.
- La Comisión de Comercio del Mercosur (CCM): también goza de capacidad
decisoria y en tal sentido se expresa a través de directivas y propuestas, Es
el órgano encargado de asistir al Grupo Mercado Común. Su función primor-
dial es velar por la aplicación de los instrumentos de política comercial común
acordados para el funcionamiento de la unión aduanera y para el seguimiento
y revisión de los temas y materias vinculadas con las políticas comerciales co-
munes, con el comercio intrazona y con terceros países. Adopta las decisiones
sobre la administración y aplicación del arancel externo común. Sus órganos
auxiliares son los Comités Técnicos.
- La falta de participación de la sociedad civil se intentó canalizar a tra-
vés de un órgano consultivo: el Foro Consultivo Económico y Social (FCES),
que representa a los sectores económicos y sociales de cada uno de los Es-
tados partes. Es el único órgano que representa al sector privado. Sin em-
bargo, su implementación no fue exitosa puesto que fue percibido como un
logro meramente simbólico por los operadores privados que comprendieron
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 113

rápidamente que su poder de presión funcionaba con mayor efectividad en el


plano doméstico
?”,
- El Parlamento del Mercosur (Protocolo constitutivo del 9 de diciembre
de 2005, decisión CMC n” 23/05), órgano de representación de los pueblos,
independiente y autónomo. Sustituyó a la Comisión Parlamentaria Conjun-
ta (CPC). Para su instalación se han previsto dos etapas: la primera, desde
diciembre de 2006 hasta diciembre de 2010, durante la cual el Parlamento
se integrará con 18 parlamentarios de cada Estado parte, elegidos entre los
legisladores nacionales, según la modalidad que determine cada Poder Legis-
lativo local. Y la segunda etapa, desde enero de 2011 hasta diciembre de 2014
en la cual sus miembros serán elegidos por los ciudadanos de los países del
Mercosur, por voto directo, universal y secreto, según la legislación y agenda
electorales de cada país. El Parlamento tiene por funciones principales: velar
en el ámbito de su competencia por la observancia de las normas del Merco-
sur; velar por la preservación del régimen democrático en los Estados parte;
elaborar y publicar anualmente un informe sobre la situación de los derechos
humanos en los Estados parte, teniendo en cuenta los principios y las normas
del Mercosur; efectuar pedidos de informes u opiniones por escrito a los órga-
nos decisorios y consultivos del Mercosur establecidos en el Protocolo de Ouro
Preto sobre cuestiones vinculadas al desarrollo del proceso de integración; re-
cibir, examinar y, en su caso, canalizar hacia los órganos decisorios peticiones
de cualquier particular de los Estados parte, sean personas físicas o Jurídicas,
relacionadas con actos u omisiones de los órganos del Mercosur; emitir decla-
raciones, recomendaciones e informes sobre cuestiones vinculadas al desarro-
llo del proceso de integración, por iniciativa propia o a solicitud de otros órga-
nos del Mercosur. Asimismo, con el fin de acelerar los procedimientos internos
correspondientes de entrada en vigor de las normas en los Estados parte, el
Parlamento elabora dictámenes sobre todos los proyectos de normas del Mer-
cosur que requieran aprobación legislativa en uno o varios Estados parte, en
un plazo de noventa días de efectuada la consulta. Además, propone proyectos
de normas del Mercosur para su consideración por el Consejo del Mercado
Común, el que deberá informar semestralmente sobre su tratamiento; elabora
estudios y anteproyectos de normas nacionales, orientados a la armonización
de las legislaciones nacionales de los Estados parte, los que serán comunicados
a los Parlamentos nacionales a los efectos de su eventual consideración. Y, en
general, realiza todas las acciones que correspondan al ejercicio de sus compe-
tencias (art. 4 del Protocolo constitutivo del Parlamento del Mercosur).

30 Cfr. Bouzas, Roberto, y Sor.rz, Hernán, “La formación de instituciones regionales en


el Mercosur”, en Chudnovsky, Daniel, y Fanelli, José María, El desafío de integrarse para
crecer, Siglo XXI, Buenos Aires, 2001, p. 187.
114 Luciana B. ScorTI

Por decisión CMC n* 28/10 fue adoptado el Acuerdo Político para la conso-
lidación del Mercosur, que determina el criterio de proporcionalidad atenuada
para la elección de los parlamentarios del Parlasur, que establece:
1. Los Estados parte que tengan una población de hasta 15 millones de
habitantes contarán, como mínimo, con 18 escaños o bancas.
2. Los Estados parte que tengan una población de más de 15 millones de
habitantes y hasta 40 millones contarán, como mínimo, con 18 escaños o ban-
cas, adicionándose una banca o escaño por cada un millón de habitantes que
supere los 15 millones.
3. Los Estados parte que tengan una población mayor de 40 millones de
habitantes y hasta 80 millones contarán, como mínimo, con 18 bancas o esca-
ños y, como máximo, con el correspondiente al que resulta del inciso anterior,
adicionándose una banca o escaño por cada 2,5 millones de habitantes que
supere los 40 millones.
4. Los Estados parte que tengan una población mayor de 80 millones de ha-
bitantes y hasta 120 millones contarán, como mínimo, con 18 bancas o escaños
y, como máximo, con el correspondiente al que resulta de los incisos dos y tres,
adicionándose una banca o escaño por cada cinco millones de habitantes que
supere los 80 millones.
5. Los Estados parte que tengan una población mayor de 120 millones de
habitantes en adelante contarán, como mínimo, con 18 bancas o escaños y
como máximo con el correspondiente al que resulta de los incs. 2, 3 y 4, adi-
cionándose una banca o escaño por cada 10 millones de habitantes que supere
los 120 millones.
En consecuencia, mientras que Brasil tendrá 75 parlamentarios, Argenti-
na tendrá 43, y Paraguay y Uruguay tendrán 18.
La decisión CMC n* 18/11 (Asunción, 28/6/11) aprobó la recomendación n?
16/10 del Parlamento del Mercosur “Normas de aplicación del Protocolo Cons-
titutivo y del Acuerdo Político para la Consolidación del Mercosur y Proposi-
ciones correspondientes”.
A su turno, la decisión CMC n* 11/14 (Montevideo, 2/6/14) aprobó la reco-
mendación n” 03/13 del Parlamento del Mercosur sobre “Prórroga del Período
de Transición establecido en la dec. 18/11” y resuelve prorrogar la etapa de
transición única hasta el 31 de diciembre de 2020.
Por ende, a partir del año 2020, todos los parlamentarios habrán sido ele-
gidos por votación directa y corresponderán por cantidad de población: 43 par-
lamentarios a Argentina (23,1% del total); 75 parlamentarios a Brasil (40,3%
del total); 18 parlamentarios a Paraguay (9,7% del total); 18 parlamentarios a
Uruguay (9,7% del total); 32 parlamentarios a Venezuela (17,2% del total).
Hasta el presente, se realizaron elecciones directas en Paraguay y en Ar-
gentina. Las delegaciones de Brasil, Uruguay y Venezuela son designadas por
los poderes legislativos en sus respectivos países.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 115

- El Mercosur cuenta además con una Secretaría, con sede en Montevideo,


que se desempeña como órgano de apoyo operativo de los demás órganos del
Mercosur. Desde mayo de 2003 se creó un Sector de Asesoría Técnica a fin
de convertir gradualmente a la Secretaría Administrativa en una Secretaría
Técnica (Decisión 16/2002). Las funciones de tal sector son básicamente: el
apoyo técnico a los órganos del Mercosur, el seguimiento y la evaluación del
desarrollo del proceso de integración, y el control de consistencia jurídica de
los actos y normas emanados de los órganos del Mercosur.
- El Protocolo de Olivos creó un Tribunal Permanente de revisión del Mer-
cosur, con sede en Asunción, sobre el que volveremos más adelante.
Es importante, por último, recordar que el Mercosur ostenta una Presi-
dencia pro tempore, que ejerce la representación política y legal máxima del
Mercado Común del Sur, durante un período de seis meses y recae en el Jefe
de Estado de cada país miembro en forma rotativa, en un orden que es, gene-
ralmente, alfabético.

B. Otros órganos
Otros órganos relevantes son:
a) El alto representante General del Mercosur
La decisión CMC n* 63/10 (Foz de Iguazú, 16/12/10) creó el cargo de alto
representante general del Mercosur, desienado por el Consejo del Mercado Co-
mún, con una duración de tres años, renovable una sola vez, respetando el
principio de rotación de nacionalidades.
El alto representante general debe ser una personalidad política destacada,
nacional de uno de los Estados parte, con reconocida experiencia en temas de
integración.
Son atribuciones del alto representante general del Mercosur:
a) presentar al CMC y al GMC, según sea el caso, propuestas vinculadas al
proceso de integración del Mercosur, incluyendo los Estados asociados;
b) asesorar al CMC, cuando le sea solicitado, en el tratamiento de temas
relacionados al proceso de integración, en todas sus áreas;
c) coordinar los trabajos relativos al Plan de Acción para el Estatuto de la
ciudadanía del Mercosur;
d) impulsar iniciativas para la divulgación del Mercosur en los ámbitos
regionales e internacionales;
e) representar al Mercosur, por mandato expreso del Consejo del Mercado
Común y en coordinación con los órganos de la estructura institucional del
Mercosur correspondientes, respetando lo previsto en el art. 8, inc. 4, del Pro-
tocolo de Ouro Preto;
f) participar, como invitado, en eventos y seminarios que traten sobre te-
mas de interés del Mercosur;
116 Luciana B. ScorTI

9) contribuir para la coordinación de las acciones de los órganos de la estruc-


tura institucional del Mercosur vinculadas con una misma área específica;
h) mantener diálogo con otros órganos del Mercosur, como el Parlamento, el
Foro de Consulta y Concertación Política, el Foro Consultivo Económico-Social
y el Foro Consultivo de Municipios, Estados federados, provincias y departa-
mentos del Mercosur en temas relacionados con sus atribuciones;
1) coordinar las misiones de observación electoral solicitadas al Mercosur
y la realización de actividades y estudios vinculados a la consolidación de la
democracia en la región;
3) coordinar con el GMC la organización de misiones conjuntas de promo-
ción comercial y/o de inversiones, que tomen en cuenta la complementariedad
de las economías de los Estados parte;
k) realizar las actividades que sean requeridas por el CMC;
l) participar, como invitado, de las reuniones del CMC y, cuando sea el caso,
de las reuniones del GMC;
m) Elaborar y presentar su presupuesto anual al GMC, que será examinado
por el Grupo de Asuntos Presupuestarios (GAP), para aprobación en la última
Reunión Ordinaria del GMC del año anterior al de la ejecución presupuestaria.
Desde el 1 de febrero de 2011, desempeñó el cargo el embajador Samuel
Pinheiro Guimaraes Neto, quien renunció en ocasión de la XLIIT Reunión
Ordinaria del Consejo del Mercado Común. En consecuencia, el Consejo del
Mercado Común decidió designar a Ivan Ramalho, de la República Federativa
del Brasil, como alto representante general del Mercosur, para el período del
1 de agosto de 2012 al 1 de febrero de 2014. Su mandato podrá ser prorrogado
una única vez, por el período de tres años.
El último en ocupar el cargo fue el ex parlamentario del Mercosur del Bra-
sil Florisvaldo Fier, representante del Partido de los Trabajadores (PT).
Mediante la decisión 06/17 del Consejo Mercado Común, el Mercosur eli-
minó la figura de alto representante general del bloque. A partir de ahora, las
potestades de administración y gestión de los recursos materiales y financie-
ros que fueran asignados al alto representante del Mercosur serán cumplidas
por la Secretaría del Mercosur hasta tanto se terminen de ajustar los aspectos
administrativos.
En ese tiempo también se autoriza a la Secretaría del Mercosur “a realizar
cualquier gestión ante otros órganos, instituciones privadas y públicas, así
como a administrar los fondos disponibles y otros recursos materiales, que
aseguren el cumplimiento de las obligaciones vigentes”.

b) El Tribunal Administrativo-Laboral del Mercosur


Por resolución GMC nr” 54/03 (Montevideo, 10/12/03) fue creado el Tribu-
nal Administrativo-Laboral del Mercosur (TAL), única instancia jurisdiccional
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 117

para resolver las reclamaciones de índole administrativo-laboral del personal de


la SM y las personas contratadas por la SM para obras o servicios determinados
en la SM o en otros órganos de la estructura institucional del Mercosur.
El TAL está integrado por un miembro titular y un miembro suplente indica-
dos por cada uno de los Estados partes, y son designados por el Grupo Mercado
Común por un período de dos años, renovables por igual período.
La decisión del TAL es definitiva e inapelable.
En sus Reglas de Procedimiento el TAL otorgó el carácter de secretaría del
TAL a la Secretaría del Tribunal Permanente de Revisión (ST).
Hasta el momento, ha dictado cuatro sentencias.

c) El Centro Mercosur de Promoción de Estado de Derecho


Por decisión CMC n* 24/04 (Puerto Iguazú, 7/7/04) fue creado el Centro
Mercosur de Promoción de Estado de Derecho, con la finalidad de analizar
y afianzar el desarrollo de Estado, la gobernabilidad democrática y todos
los aspectos vinculados a los procesos de integración regional, con especial
énfasis en el Mercosur.
Las tareas y actividades que desarrollará el Centro Mercosur de Promo-
ción de Estado de Derecho, sin perjuicio de otras que se estimen de interés
para el cumplimiento de los objetivos previstos, son: trabajos de investigación;
difusión a través de la realización de conferencias, seminarios, foros, publica-
ciones; reuniones de académicos, representantes gubernamentales y represen-
tantes de la sociedad civil; cursos de capacitación; programas de intercambio,
oferta de becas de estudio dirigidas a profesionales y puesta en funciona mien-
to y mantenimiento de una página web, así como de una biblioteca física y
virtual especializada.
El Centro Mercosur de Promoción de Estado de Derecho funciona en la
sede del Tribunal Permanente de Revisión, en la ciudad de Asunción.
d) El Instituto Social del Mercosur
Por decisión CMC n” 03/07 (Río de Janeiro, 18/1/07), con la finalidad de
avanzar en el desarrollo de la dimensión social en el Mercosur, para fortalecer
el proceso de integración y promover el desarrollo humano integral, fue crea-
do el Instituto Social del Mercosur (15M) transitoriamente en el ámbito de la
Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social del Mercosur.
El ISM tiene actualmente su sede permanente en la Ciudad de Asunción,
República del Paraguay.
El ISM tiene los siguientes objetivos generales:
a) contribuir a la consolidación de la dimensión social como un eje funda-
mental en el desarrollo del Mercosur;
b) aportar a la superación de las asimetrías;
c) colaborar técnicamente en el diseño de políticas sociales regionales;
118 Luciana B. ScorTI

d) sistematizar y actualizar indicadores sociales regionales;


e) recopilar e intercambiar buenas prácticas en materia social;
f) promover mecanismos de cooperación horizontal;
g) identificar fuentes de financiamiento.
El ISM está integrado por un representante gubernamental de cada uno
de los Estados parte designado a tal fin por la RMADS, quienes definirán los
lineamientos estratégicos y programáticos junto con el director, La coordina-
ción del ISM está a cargo de un director designado por el CMC a propuesta de
la RMADS, que se desempeña en forma rotativa por un período de dos años.

e) El Observatorio de la Democracia del Mercosur


La decisión CMC n” 05/07 creó el Observatorio de la Democracia del Merco-
sur (ODM), asociado al Centro Mercosur de Promoción del Estado de Derecho
(CEMPED). El ODM es coordinado conjuntamente por el CEMPED y por la
Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM).
Sus objetivos son:
a) contribuir para el fortalecimiento de los objetivos del Protocolo de Us-
huaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, la República de Bolivia
y la República de Chile;
b) realizar el seguimiento de procesos electorales en los Estados partes del
Mercosur;
e) coordinar las actividades del Cuerpo de Observadores Electorales del Mer-
cosur, que se realicen a pedido del Estado parte en el que tenga lugar el proceso
electoral y elaborar la normativa para el desempeño de sus funciones;
d) realizar actividades y estudios vinculados a la consolidación de la demo-
cracia en la región.
El ODM cuenta con un Comité de Dirección integrado por un representan-
te de cada Estado parte, coordinado por el representante del Estado parte en
ejercicio de la presidencia pro témpore.

f) El Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos


La decisión CMC n* 14/09 (Asunción, 24/7/09) creó el Instituto de Políticas
Públicas de Derechos Humanos (IPPDDHH) en el ámbito de la Reunión de
Altas Autoridades de Derechos Humanos en el Área de Derechos Humanos y
Cancillerías del Mercosur. El IPPDDHH tiene su sede permanente en la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
El objetivo del IPPDDHEH es contribuir al fortalecimiento del Estado de
Derecho en los Estados parte, mediante el diseño y seguimiento de políticas
públicas en derechos humanos, y contribuir a la consolidación de los derechos
humanos como eje fundamental de la identidad y desarrollo del Mercosur.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 119

El IPPDDHH cumple con las siguientes funciones:


a) Cooperar, cuando sea expresamente solicitado por los Estados parte,
entre otras actividades, en: 1) el diseño de políticas públicas en la materia y
su posterior consecución; 2) la implementación de los medios que permitan
una más efectiva y eficaz protección y promoción de los derechos humanos
reconocidos en las respectivas Constituciones nacionales y en los instrumen-
tos internacionales de derechos humanos, y 3) la adopción de los estándares
internacionales plasmados en los instrumentos de derechos humanos de los
sistemas interamericano y de Naciones Unidas.
b) Contribuir en la armonización normativa entre los Estados parte, en
materia de promoción y protección de los derechos humanos.
c) Prestar asistencia técnica para el desarrollo de actividades de capacita-
ción en la promoción y protección de los derechos humanos, para funcionarios/
as de las instituciones de derechos humanos de los Estados parte.
d) Ofrecer un espacio permanente de reflexión y diálogo entre funcionarios
públicos y organizaciones de la sociedad civil, sobre políticas públicas.
e) Realizar estudios e investigaciones sobre temas vinculados a la promo-
ción y la protección de los Derechos humanos, que sean solicitados por la Re-
unión de Altas Autoridades en el Área de Derechos Humanos y Cancillerías
del Mercosur.
El IPPDDHH está integrado por un representante gubernamental de cada
uno de los Estados parte designado a tal fin por la RAADDHH, quienes defini-
rán los lineamientos estratégicos y programáticos junto con el secretario.
La coordinación del IPPDDHH está a cargo de un secretario ejecutivo de-
signado por el GMC a propuesta de la RAADDHAH por un periodo de dos años,
sin posibilidad de reelección.

g) La Unidad de Apoyo a la Participación Social


La Unidad de Apoyo a la Participación Social del Mercosur (UPS) ha sido
creada a través de la decisión del Consejo del Mercado Común n” 65/10, con el
objetivo de promover, consolidar y profundizar la participación de organizacio-
nes y movimientos sociales de la región en el bloque. Inicia su funcionamiento
en noviembre de 2013, con sede en la ciudad de Montevideo, ORepública Orien-
tal del Uruguay.
La UPS nace de la vocación de los gobiernos del bloque de ampliar las ba-
ses de la representación política y la participación social en el Mercosur, dado
que ambas son fundamentales en la construcción y fortalecimiento de una
integración de raigambre popular, inclusiva. Para que esta integración pueda
consolidarse, se requieren canales institucionales y políticos robustos para la
participación social.
120 Luciana B. ScorTI

Sus principales funciones son: 1) actuar como un canal institucional de diá-


logo del Mercosur con las organizaciones y movimientos sociales; 2) construir
y sostener un registro de organizaciones y movimientos sociales del Mercosur;
3) dar apoyo a las cumbres sociales; 4) financiamiento de la participación so-
cial en actividades del Mercosur, 5) recibir, analizar y responder solicitudes de
información presentadas por representantes de organizaciones y movimientos
sociales de los Estados partes.

DIAGRAMA 1: EsTRUCTURA ORGÁNICA BÁSICA DEL MERCOSUR

ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL MERCOSUR

ÓRGANOS DECISORIOS]

CONSEJO
MERCADO COMÚN
ÓRGANOS Reuniones de Ministros,
CONSULTIVOS Foro de Consulta y
Concertación Social y
otros órganos auxiliares
SECRETARÍA
DEL
MERCOSUR
GRUPO MERCADO
COMÚN
| PARLAMENTO a. Subgrupos de Trabajo,
DEL MERCOSUR Reuniones Especializadas,
Grupos Ad Hoe, otros
Foros dependientes
Y

TRIBUNAL
FORO CONSULTIVO
COMISIÓN DE PERMANENTE
COMERCIO DEL DE REVISION
ECONOMICO-
y

A MERCOSUR
SOCIAL
Comités técnicos
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 12]

CUADRO 4: SÍNTESIS DE LOS PRINCIPALES ÓRGANOS DEL MERCOSUR

ÓRGANO INTEGRANTES FUNCIONES PRINCIPALES

Los ministros de Relacio- 28 pao Op AO ERE


: , [al cual incumbe la conducción polí-
nes Exteriores y los mi-|.. : ,
nistros de Economía, o sus tica del pROODAS de integración y la
CONSEJO DEL ; toma de decisiones para asegurar el
MERCADO equivalentes, de los Lata cumplimiento de los objetivos esta-
, dos partes. Al menos una , J ;
COMUN E == blecidos por el Tratado de Asunción
vez por año participan los E
: y para alcanzar la constitución final
presidentes, d S a
el mercado común. Se pronuncia a
través de decisiones vinculantes.
Es el órgano ejecutivo del Merco-
sur, que tiene entre sus funciones:
velar por el cumplimiento del Tra-
tado de Asunción, de sus Protoco-
los y de los acuerdos firmados en su
Cuatro miembros titulares | marco; fijar programas de trabajo
y cuatro miembros alter- | que aseguren avances para el es-
nos por país que represen- | tablecimiento del mercado común;
GRUPO tan a los Ministerios de | negociar, con la participación de
MERCADO Relaciones Exteriores, de | representantes de todos los Esta-
COMUN Economía y al Banco Cen- | dos parte, por delegación expresa
tral. Es coordinado por los del Consejo del Mercado Común,
Ministerios de Relaciones | acuerdos en nombre del Mercosur
Exteriores. con terceros países, grupos de paí-
ses y organismos internacionales,
El Grupo Mercado Común se pro-
nuncia mediante Resoluciones, las
cuales son obligatorias para los Es-
tados parte.
Velar por la aplicación de los ins-
trumentos de política comercial
común acordados por los Estados
parte para el funcionamiento de la
] ; unión aduanera, así como efectuar
4 tales múpmiicas tinplares el seguimiento y revisar los temas
COMISIÓN DE | y cuatro miembros alternos matéraa ealacionalo contagio.
COMERCIO DEL | por Estado parte y es coor- eE A A ea
MERCOSUR dinada por los Ministerios ,
comercio intra-Mercosur y con ter-
de Relaciones Exteriores.
ceros países.
La Comisión de Comercio del Mer-
cosur se pronuncia mediante direc-
tivas y propuestas al Grupo Mer-
cado Común.
122 Luciana B. ScorTI

El Parlamento está inte- Es el órgano de representación de


grado por representantes los pueblos, independiente y autó-
electos por sufragio uni- nomo. Fue instituido por el Proto-
versal, directo y secreto, de colo constitutivo del Parlamento
PARLAMENTO
acuerdo con la legislación del Mercosur, del 9/12/05 y susti-
DEL MERCOSUR
interna de cada Estado tuyó a la Comisión Parlamentaria
parte y las disposiciones Conjunta,
del Protocolo constitutivo
del Parlamento.
Órgano representativo de los sec-
FORO tores económicos y sociales.
Está integrado por igual
CONSULTIVO Se pronuncia mediante recomen-
número de representantes
ECONOMICO- daciones (no vinculantes) al Gru-
de cada Estado parte.
SOCIAL po Mercado Común, a solicitud de
éste o por iniciativa propia.
Órgano de apoyo operativo, respon-
sable de la prestación de servicios a
los demás órganos del Mercosur, La
A cargo de un director, ele-
decisión del CMC 30/02 y la resolu-
SECRETARÍA gido por GMC y designado
ción del GMC 1/03 implementaron
DEL MERCOSUR por el CMC, por dos años,
la creación de un Sector de Asesoría
sin reelección.
Técnica, compuesto por dos aboga-
dos y dos economistas elegidos por
concurso internacional.
Órgano constituido como instancia
jurisdiccional para conocer y resol-
ver en materia de:
- Opiniones consultivas: podrán ser
solicitadas por todos los Esta-
Este Tribunal está inte-
dos parte actuando conjunta-
grado por cinco árbitros,
mente, los órganos con capa-
cuatro de los cuales son na-
cidad decisoria del Mercosur,
cionales de cada uno de los
los Tribunales Superiores de
TRIBUNAL Estados parte y durarán
Justicia de los Estados parte y
PERMANENTE dos años en sus funciones,
el Parlamento del Mercosur.
DE REVISIÓN renovables por dos perío-
- Revisión contra el laudo del TAH
dos. El quinto integrante
planteado por cualquiera de
debe ser elegido por una-
las partes.
nimidad y durará tres años
- Actuación en única instancia en
en su cargo.
caso de controversias.
- Casos en que los Estados parte
activen el procedimiento esta-
blecido para las medidas ex-
cepcionales de urgencia,
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 123

C. Carácter intergubernamental de los órganos


Los órganos con poder decisorio en el Mercosur, es decir, el Consejo del
Mercado Común, el Grupo Mercado Común y la Comisión de Comercio son
de carácter eminentemente intergubernamental, puesto que están compuestos
sólo por representantes gubernamentales y deciden por consenso. Todo ello
permite a los gobiernos nacionales mantener el control del proceso.
Este marcado carácter intergubernamental de los órganos del Mercosur,
según Czar de Zalduendo, responde esencialmente a dos causas: los fracasos
de algunas experiencias latinoamericanas anteriores que, muy ambiciosas,
tendieron a la supranacionalidad, y por otra parte, las preocupaciones presu-
puestarias de los gobiernos de los Estados parte que los llevan a cuidarse de
incurrir en gastos excesivos para administrar el esquema”.
Por lo expuesto, los óreanos del Mercosur no pueden ser denominados técni-
camente comunitarios, puesto que no media renuncia ni transferencia de atribu-
ciones y potestades soberanas. Estas instituciones no tienen poderes propios ni
autónomos; por el contrario, al estar compuestos por representantes de los Esta-
dos parte, tienen dependencia orgánica y funcional con respecto a éstos, y por ello
expresan la voluntad y el interés nacional del Estado al que representan *.

D. Procedimiento para la toma de decisiones


El Tratado de Asunción dispuso para la toma de decisiones el principio del
consenso y del quórim de todos los miembros presentes. En efecto, estos prin-
cipios caracterizan a los óreanos con poder de decisión del Mercosur. Es decir,
todos los representantes de los Estados parte tienen igual derecho a vetar una
normativa, y de esta forma, pueden paralizar el funcionamiento del bloque,
facilitando las denominadas crisis de “asientos vacíos”.
Tal como destaca el profesor Guillermo Moncayo, este procedimiento para
la toma de decisiones es más bien propio de un proceso de cooperación, puesto
que el mismo consagra la igualdad entre los Estados y permite resguardar las
potestades soberanas?”

31 Cfr. CZAR DE ZALDUENDO, Susana, “La institucionalización en los acuerdos regionales:


el caso del Mercosur”, en Basevi, Giorgio; Donato, Vicente, y O'Connell, Arturo (comps.),
Efectos reales de la integración regional en la Unión Europea y el Mercosur, Ed, de la Uni-
versidad de Bologna, Buenos Aires, 2003, pp. 109 y ss.
2 Moncayo, Guillermo R., “Mercosur, Orden normativo y realidad”, en C, A, Armas Barea
y otros (ed.). Liber Amicorum “In Memoriam” of Judge José María Ruda, cit., pp. 599 y ss.
33 Moncayo, ob. cit., p. 601.
124 Luciana B. ScotTI

E. Incorporación del derecho derivado a la normativa interna de los


Estados parte”*
El Protocolo de Ouro Preto (art. 42 POP) establece que las normas del
Mercosur, una vez aprobadas, cuando sea necesario, deben ser incorporadas al
ordenamiento jurídico nacional, siendo vinculantes para los Estados miembro.
No obstante, no establece plazos perentorios para tal incorporación y la misma
se lleva a cabo de acuerdo al procedimiento establecido por cada país*”. En
consecuencia, la falta de incorporación en alguno de los Estados parte conlleva
un clima de inseguridad jurídica y falta de efectividad, puesto que en estas cir-
cunstancias los operadores económicos quedan sujetos a diversas reglas según
el Estado en cuestión haya o no internalizado las normas del Mercosur. A ello
se suma una interpretación divergente en cuanto al procedimiento de vigencia
simultánea (art. 40 POP), que exige que los cuatro países hayan incorporado
una norma Mercosur antes de entrar en vigor.
Cabe recordar que el procedimiento de vigencia simultánea se lleva a cabo
a través de los siguientes pasos: 1) la incorporación por cada país a su derecho
interno y la comunicación de ese hecho a la Secretaría Mercosur; 2) la noti-

3 En este apartado nos referiremos, salvo mención expresa, a las normas de derecho
derivado del Mercosur, es decir, aquellas emanadas de sus órganos. En tanto, el derecho
constitutivo, conformado por instrumentos internacionales, bajo la forma de tratados, ce-
lebrados entre los Estados parte en el marco del Tratado de Asunción, se rige para su
entrada en vigor por las disposiciones pertinentes del Derecho de los Tratados. De todos
modos, cabe señalar una particularidad del complejo sistema de fuentes del Mercosur. Un
número importante de decisiones del CMC contienen como anexo tratados internacionales,
Estos instrumentos son fuente autónoma de derecho internacional y están sometidos a sus
propias cláusulas de vigencia, y, en su caso, a las prescripciones de la Convención de Viena
sobre Derecho de los Tratados. Sin embargo, como parte integrante de la decisión, es decir,
derecho derivado del esquema, están, a su vez, sujetos al procedimiento de incorporación y
vigencia simultánea del art. 40 POP.
35 Los trámites o procedimientos internos para la incorporación de las normas Merco-
sur pueden diferir entre los Estados miembro, ya que depende de la distribución de com-
petencias de los poderes y organismos de cada uno de ellos. Es así como una misma norma
Mercosur en un país puede requerir el dictado de una ley, y en otro, de un decreto o bien
de una disposición o resolución ministerial. Asimismo, queda librada a cada Estado la de-
terminación del órgano competente que deberá cumplir con la obligación de internalizar la
norma. En este sentido, el acta de la XI Reunión del CMC de Fortaleza, 16 y 17 de diciembre
de 1996, dispone: “Teniendo en cuenta que los referidos procedimientos de internalización
de las normas no son los mismos en los cuatro Estados partes, cada país deberá, en el plano
nacional, adoptar los mecanismos que consideren pertinentes”.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 125

ficación de ello por parte de la Secretaría a todos los países, y 3) la vigencia


simultánea a los 30 días de la notificación de la Secretaría.
En efecto, y aun cuando, tal como nos recuerda Pallarés, incorporar al de-
recho interno las normas derivadas de los órganos del Mercosur de manera
oportuna y eficaz es un deber jurídico de los Estados miembro en virtud de
la obligación de cumplir un tratado de buena fe (principio de derecho consue-
tudinario y art. 26 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados
de 1969)**, en la experiencia vivida desde la conformación del Mercosur se
vislumbra un alto porcentaje de reglas no incorporadas a los ordenamientos
jurídicos internos.
En estas condiciones, las normas Mercosur no incorporadas sólo obligarían a
los gobiernos, en virtud del carácter intereubernamental de sus órganos, no así
a los particulares, pues tal como podemos apreciar, las reglas de nuestro espacio
integrado no gozan ni de aplicabilidad inmediata * ni de efecto directo **,

36 Cfr. PaLLarés, Beatriz, “El derecho frente a la integración latinoamericana”, en Su-


plemento mensual de Derecho Internacional Privado y de la Integración n? 12, Diario Juri-
dico elDial: www.eldial.com, Albremática, 29 de julio de 2005, p. 8.
37 La aplicabilidad inmediata implica la incorporación automática de las normas co-
munitarias a los ordenamientos internos estatales sin necesidad de ningún acto de re-
cepción, incorporación o transposición a tal fin. La entrada en vigencia se produce según
las previsiones del propio sistema comunitario (publicación en el diario oficial de las Co-
munidades Europeas).
38 El efecto directo hace referencia a la posibilidad de regular la actividad de los par-
ticulares directamente, implica que el derecho comunitario confiere derechos e impone
obligaciones a los ciudadanos, a los Estados miembro y a las instituciones, y que aquéllos
pueden exigir su cumplimiento y observancia ante los tribunales internos, sin necesidad de
incorporación previa a los derechos nacionales. Este principio fue sentado por el Tribunal
de Justicia de las Comunidades Europeas en la causa “Van Gend €: Loos” (asunto 26/62)
en los siguientes términos *...que la Comunidad constituye un nuevo ordenamiento jurídi-
co... cuyos sujetos son, no sólo los Estados miembros, sino también sus nacionales; que, en
consecuencia, el Derecho Comunitario, autónomo respecto a la legislación de los Estados
miembros, al igual que crea obligaciones a cargo de los particulares, está también desti-
nado a generar derechos... que esos derechos nacen, no sólo cuando el Tratado los atribuye
de modo explícito, sino también en razón de obligaciones que el Tratado impone de manera
perfectamente definida tanto a los particulares como a los Estados miembros y a las insti-
tuciones”. En sentido similar, el tribunal de Luxemburgo en el caso “Simmenthal” (asunto
106/77) afirmó que “las normas de derecho comunitario deben desplegar la plenitud de sus
efectos de manera uniforme en todos los Estados miembros, a partir de su entrada en vigor
y alo largo de todo su periodo de validez”.
126 Luciana B. ScorTI

CUADRO b: DEFICIENCIAS DEL SISTEMA DE INCORPORACIÓN DE NORMAS MERCOSUR

DEFICIENCIAS DEL SISTEMA DE INCORPORACIÓN DE NORMAS MERCOSUR

Se han destacado, entre otras, las siguientes deficiencias:


- Limitaciones políticas y valoraciones divergentes para la implementación de un régi-
men adecuado para el desarrollo del derecho de la integración en el Mercosur. En este
sentido, por ejemplo, un sector de la doctrina brasileña sostiene que las normas Merco-
sur no son por sí mismas normas jurídicas, sino que se trata de resoluciones políticas
que obligan a los Estados a realizar adecuaciones en sus ordenamientos internos,
- Existencia de importantes asimetrías constitucionales entre los países miembro.
El tratamiento constitucional de los procesos de integración regional y de la norma-
tiva derivada de éstos es diferente en los países miembro. Mientras que Argentina y
Paraguay reconocen la jerarquía supralegal de los tratados internacionales de inte-
gración, Brasil y Uruguay equiparan los tratados a las leyes.
- La práctica deficiente de los Estados en materia de incorporación de normas Merco-
sur que posibilita su vigencia unilateral en detrimento de la vigencia simultánea.
- La ausencia de plazos para la incorporación de las normas emanadas de los ór-
ganos del Mercosur.
- El bajo porcentaje en los hechos de normas incorporadas.
- La falta de transparencia y la deficiente publicidad oficial de las normas Mercosur.
- La diversa forma de entrada en vigor de los Protocolos adicionales y para las
normas de derecho derivado.
- La indefinición de las normas que no requieren incorporación.
- Los problemas jurídicos derivados de la protocolización de las normas Mercosur
en la ALADI.
- Muchas de las normas aprobadas carecen de consistencia interna, son impreci-
sas, poco claras, originando diversas interpretaciones.

Sin embargo, durante la vida institucional del Mercosur se han producido


una serie de avances significativos en materia de incorporación de normas.
Entre ellos merecen ser señalados:
- La resolución n” 08/93 del Grupo Mercado Común encomendó a la Secre-
taría Administrativa que efectúe un relevamiento trimestral de la puesta en
vigencia y aplicación de las decisiones del CMC y de las resoluciones del GMC,
en el orden interno de los Estados parte.
- La resolución n” 20/93 dispuso que en toda ley, decreto, reglamento, o
acto jurídico de naturaleza similar de los gobiernos centrales, estaduales, pro-
vinciales, departamentales, municipales, empresas del Estado, etc., de cada
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 127

Estado parte, en que se haga referencia a normas técnicas, se considerará la


norma Mercosur correspondiente como equivalente a las normas referidas.
- A su turno, la resolución n* 91/93 estableció que las decisiones del CMC
y las resoluciones del GMC incluirán una disposición en la que se identifique,
con respecto a cada Estado parte, las autoridades competentes encargadas de
adoptar las normas o medidas necesarias para asegurar su implementación, y
la modalidad de la norma o medida que debe adoptar la repartición indicada,
y cuando sea pertinente, la fecha de entrada en vigor.
- Por resolución n* 22/98, el Grupo Mercado Común resolvió instar a los
Estados parte a realizar los máximos esfuerzos para la incorporación de la
normativa Mercosur no incorporada al ordenamiento nacional por razones de
carácter administrativo, y solicitar a la Comisión Parlamentaria Conjunta
que arbitre los medios para que los Poderes Legislativos nacionales den con-
sideración prioritaria a los distintos proyectos en trámite parlamentario de
normativa Mercosur aprobada, que requiere incorporación por vía legislativa.
- En la resolución n* 23/98 se estableció que las normas que requieren sólo
decisiones administrativas nacionales para su internalización deben incluir
un plazo expreso para completar tal proceso y, cuando fuera posible, se deben
identificar las agencias nacionales involucradas y los pasos necesarios.
- Por decisión n” 03/99, el Consejo del Mercado Común decidió solicitar a la
entonces Comisión Parlamentaria Conjunta que, por su intermedio, sean efec-
tuadas todas las gestiones necesarias junto con los Poderes Legislativos de los
Estados parte, a fin de acelerar los procedimientos internos necesarios para la
incorporación de normativa Mercosur que requiera aprobación legislativa.
- Asimismo, la decisión n? 23/00 dispuso la obligación de los Estados parte
de notificar a la Secretaría Administrativa del Mercosur la incorporación de
las normas del mismo a sus ordenamientos jurídicos nacionales, y estableció
las normas que no necesitarían incorporación: las que traten asuntos vincula-
dos al funcionamiento interno del Mercosur, y cuando el contenido de la nor-
ma Mercosur ya estuviera contemplado en términos idénticos en la legislación
nacional *”, Además, brinda precisiones respecto a los plazos para incorporar

3% Cabe señalar que para un sector de la doctrina, cuando el art. 42 POP condiciona el
deber de incorporación de los actos del Mercosur a “cuando sea necesario”, es dable sostener
la incorporación inmediata de dichos actos en los ordenamientos internos de los Estados
miembro si sus respectivos sistemas constitucionales lo permiten, como es el caso de Ar-
gentina, Paraguay y Uruguay. Cfr. PaLLarts, Beatriz, “La incorporación de las normas
Mercosur a los derechos internos y la seguridad jurídica”, en Ciuro Caldani, Miguel Angel;
Latucca, Ada, y Ruiz Díaz Labrano, Roberto (Coords.), Economía globalizada y Mercosur,
Ciudad Argentina, 1998, pp. 63 y ss.
128 Luciana B. ScottI

y los procedimientos a seguir en tanto en su art, 7 expresa: “En los casos en


que las decisiones, resoluciones y directivas incluyan una fecha o plazo para
su incorporación, esas cláusulas revisten carácter obligatorio para los Estados
partes y deben ser incorporadas en las fechas o plazos establecidos, a efectos
de poder cumplirse con el procedimiento de vigencia simultánea determinado
por el art. 40 del Protocolo de Ouro Preto”.
- La decisión 20/02 del 6 de diciembre de 2002 dispuso la realización de
consultas internas en los países miembro de todo proyecto de norma Mercosur,
con el objetivo de confirmar su conveniencia técnica y jurídica y establecer los
procedimientos y el plazo necesarios para su incorporación a los ordenamien-
tos jurídicos internos (art. 1). Es decir, crea una suerte de “cuarentena” en
la que ingresan los proyectos de normas Mercosur hasta que estén dadas las
condiciones que aseguren su incorporación a los derechos internos *”. Además,
estableció la obligación de incorporar las normas emanadas de los órganos deci-
sorios del esquema en su texto integral para lograr uniformidad, E insta a los
Estados parte a procurar la centralización en un único órgano interno del proce-
samiento de los trámites necesarios para la incorporación por vía administrativa
y a solicitar la colaboración de la Comisión Parlamentaria Conjunta (hoy Parla-
mento Mercosur) cuando la incorporación deba realizarse por la vía legislativa.
- A través del Acuerdo Interinstitucional entre el Consejo del Mercado Co-
mún y la Comisión Parlamentaria Conjunta (hoy Parlamento Mercosur) sus-
cripto en octubre de 2003, el CMC se comprometió a consultar a la CPC en
todas aquellas materias que requieran aprobación legislativa para su incorpo-
ración a los ordenamientos internos de los Estados parte. Mientras tanto, la
CPC asumió la responsabilidad de impulsar la labor de internalización de la
normativa Mercosur, en especial, de aquella cuya adopción por el CMC sea el
resultado de un consenso con la propia CPC.
- La decisión del Consejo Mercado Común n* 22/04 del 7 de julio de 2004
dispuso que a los efectos de la vigencia y aplicación por los Estados parte
de las normas Mercosur que no requieran aprobación legislativa, se adoptará
un procedimiento teniendo en cuenta ciertos lineamientos que constan en su
anexo con arreglo al respectivo ordenamiento jurídico interno *'. Y los Estados

10 Cfr Pexa, Celina, y RozemperG, Ricardo, “Mercosur: ¿Una experiencia de desarrollo


institucional sustentable?”, documento presentado en la Segunda Conferencia Anual de la
Red de Estudios Europa-América Latina sobre Integración y Comercio, Florencia, 29 y 30
de octubre de 2004. Disponible en www.focal.ca.
11 Según el Anexo de lineamientos para el procedimiento de entrada en vigor de las nor-
mas Mercosur que no requieren tratamiento legislativo, ese procedimiento deberá prever la
realización de las consultas internas y los análisis de consistencia jurídica establecidos en la
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 129

asumen la obligación de iniciar o complementar la implementación de tal pro-


cedimiento en un plazo de noventa días. Además, se estipula que, a partir de
la fecha en que sea adoptado tal procedimiento, todas las normas Mercosur
deberán incluir la fecha de su entrada en vigor.
- El art. 4, inc. 12, del Protocolo constitutivo del Parlamento del Mercosur
dispone que, con el fin de acelerar los procedimientos internos correspondien-
tes de entrada en vigor de las normas en los Estados parte, el Parlamento
elabore dictámenes sobre todos los proyectos de normas del Mercosur que re-
quieran aprobación legislativa en uno o varios Estados parte, en un plazo de
noventa días de efectuada la consulta. Dichos proyectos deberán ser enviados
al Parlamento por el órgano decisorio del Mercosur, antes de su aprobación.
Si el proyecto de norma del Mercosur es aprobado por el órgano decisorio, de
conformidad con los términos del dictamen del Parlamento, la norma deberá
ser remitida por cada Poder Ejecutivo nacional al Parlamento del respectivo
Estado parte, dentro del plazo de cuarenta y cinco días, contados a partir de
dicha aprobación. En caso de que la norma aprobada no estuviera en confor-
midad con el dictamen del Parlamento, o si éste no se hubiere expedido en el
plazo mencionado, la misma seguirá su trámite ordinario de incorporación.
Asimismo, los Parlamentos nacionales, según los procedimientos internos co-
rrespondientes, deberán adoptar las medidas necesarias para la instrumenta-
ción o creación de un procedimiento preferencial para la consideración de las
normas del Mercosur que hayan sido adoptadas de conformidad con los térmi-
nos del dictamen del Parlamento. El plazo máximo de duración del procedi-
miento previsto será de hasta ciento ochenta días corridos, contados a partir
del ingreso de la norma al respectivo parlamento nacional. Si dentro del plazo
de ese procedimiento preferencial el Parlamento del Estado Parte rechaza la
norma, ésta deberá ser reenviada al Poder Ejecutivo para que la presente a la
reconsideración del órgano correspondiente del Mercosur.

decisión CMC 20/02, con anterioridad a la adopción de las normas Mercosur. Asimismo, dis-
pone que una vez aprobadas por los órganos del Mercosur y recibida por el Ministerio de Re-
laciones Exteriores la copia certificada por la Secretaría del Mercosur, las normas Mercosur
deberán publicarse, de conformidad con los procedimientos internos de cada Estado parte,
en los respectivos diarios oficiales, cuarenta días antes de la fecha prevista en ellas para su
entrada en vigencia. La publicación de las normas Mercosur en los diarios oficiales implicará
la incorporación de la norma al orden jurídico nacional, conforme al art. 40 del Protocolo de
Ouro Preto. A efectos de la publicidad de las normas Mercosur, cada Estado parte tomará las
medidas necesarias para crear una sección o título especial en su respectivo diario oficial.
Finalmente, establece que las normas Mercosur comprendidas en dicho procedimiento
dejarán sin efecto, a partir de su entrada en vigencia, a las normas nacionales de igual o
menor jerarquía que se les opongan, de conformidad con los procedimientos internos de
cada Estado parte.
130 Luciana B. ScorTI

F, Relaciones entre Derecho internacional-Derecho de la integración y


Derecho interno. Los acuerdos de integración regional en la Constitución
nacional argentina
Al abordar la delicada cuestión de las asimetrías constitucionales en los
países miembros del Mercosur, nos enfrentamos con un tema de estudio del
Derecho internacional público y del Derecho constitucional. Nos referimos al
análisis de las relaciones entre el derecho interno y el internacional. Tales
relaciones entre ambos ordenamientos jurídicos, como sabemos, originan dos
problemas: el primero, atinente a la incorporación del derecho internacional
al derecho interno, es decir que nos preguntamos si el derecho internacional
puede ser aplicado directamente en el ámbito interno o bien si requiere de
una norma de fuente interna que lo integre a tal ordenamiento. Ahora bien,
si suponemos que el derecho internacional se integra directamente al orden
interno, surge el segundo problema que anunciábamos, que consiste en de-
terminar la relación jerárquica de las normas internacionales con respecto al
ordenamiento nacional.
Existen dos clásicas teorías opuestas que tratan de explicar la integra-
ción del derecho internacional en los distintos ordenamientos internos y las
múltiples relaciones entre el Derecho internacional y el Derecho interno. La
primera teoría, denominada dualista *”, postula la separación del derecho in-
ternacional y de los distintos ordenamientos internos. Sostiene que son dos
ordenamientos jurídicos totalmente diferentes e independientes uno del otro,
incomunicados entre sí, que tienen ámbitos de validez y de acción diversos.
Por ello, para que una norma internacional ingrese al ordenamiento interno
necesita de un acto de transformación. Cabe adelantar que al transformarse
en derecho interno, no se plantea el problema de la jerarquía de las normas.
La segunda teoría, llamada monista *, sostiene que existe un solo orden
jurídico universal con dos subsistemas: uno interno y otro internacional, re-
lacionados jerárquicamente. En tanto la integración es directa e inmediata,
según esta teoría el derecho internacional no requiere ningún acto de trans-
formación para que se incorpore al ordenamiento interno.
Sólo para los sostenedores del monismo, como anunciáramos, se presenta el
segundo problema. En efecto, esta teoría tiene distintas variantes para tratar
de solucionar los problemas de jerarquías entre las distintas normas del orde-

2 Posición defendida por el Prof. Hans Triepel en 1899 en su obra Volkerrecht und Lan-
desrecht, reafirmada en 1905 por Anzilotti.
13 Sostenida por la Escuela de Viena, representada por el Prof, Hans Kelsen, Principal
escuela monista.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 131

namiento jurídico una vez integrado el derecho internacional al ordenamiento


interno. Se puede hablar de un monismo con predominio del derecho interno:
en este caso, si se suscitara algún conflicto prevalecería el derecho interno **.
En este supuesto, no solamente una ley posterior puede derogar un tratado o
bien modificarlo, sino que también una ley anterior contraria a las disposicio-
nes de un tratado ratificado con posterioridad impediría su vigencia, atento a
que el tratado es considerado inferior a la ley interna. La otra variante es el
monismo con primacía del derecho internacional *, que postula exactamente lo
contrario a la anterior, es decir, que en caso de conflicto entre el derecho interna-
cional y una norma de derecho interno, va a prevalecer la norma internacional.
Esta segunda concepción, a su vez, puede ser absoluta o relativa. La primera
hipótesis se configura cuando no existe ningún límite a la aplicación del derecho
internacional, es decir, no existe ninguna norma de derecho interno, aun cuan-
do sea fundamental, por encima de aquél. En definitiva, el orden jurídico inter-
nacional prevalece sobre todo el derecho interno, aun sobre la Constitución del
Estado. La segunda hipótesis, en cambio, se configura cuando existe un límite
a la aplicación del derecho internacional, o sea que las normas fundamentales
del ordenamiento doméstico, las reglas constitucionales del Estado, prevalecen
frente al derecho internacional en caso de conflicto normativo **,
Finalmente, nos encontramos con la denominada teoría de la coordinación,
que proclama la igualdad jerárquica del tratado y la ley. En tal caso los conflic-
tos entre tratados y leyes se resuelven por los clásicos principios: ley posterior
deroga ley anterior, ley especial deroga ley general. Ésta ha sido la postura sus-
tentada por la Corte Suprema en casos como “Martín y Cía. Ltda. c/Adm. Gral.
de Puertos”, de 1963, y “Esso S.A. Petrolera Arg. c/Gob. Nacional”, de 1968 *.
Sin embargo, cabe destacar que fuera de los distintos sistemas adoptados por
los ordenamientos internos, para el derecho internacional las normas internas
son meros hechos y siempre es superior aquél frente al derecho interno. Por ello,
la falta de adaptación del derecho interno a las normas internacionales genera
responsabilidad internacional del Estado. En efecto, la supremacía del derecho

1% Esta variante del monismo fue sostenida por la escuela soviética de derecho inter-
nacional.
45 Tal postura fue defendida por Hans Kelsen.
16 Ambas variantes son pasibles de críticas. Al respecto, puede verse Moncayo, Guiller-
mo; ViNvEsa, Raúl, y Gutiérrez Posse, Hortensia D. T., Derecho Internacional Público, t. L,
Zavalía, 1997, pp. 53 y 54.
17 Se pueden ver las críticas que despierta esta variante del monismo y de los fallos men-
cionados en Biocca, Stella Maris; CárDE«As, Sara L., y Basz, Victoria, Lecciones de Derecho
Internacional Privado, 2”? ed., Universidad, Buenos Aires, 1997, pp. 50 y ss.
132 Luciana B. ScorTtI

internacional fue invocada en numerosas sentencias de la Corte Permanente de


Justicia Internacional y de su sucesora, la Corte Internacional de Justicia, como
también en otros tantos laudos arbitrales. Esta posición fue receptada y codifi-
cada por la Comisión de Derecho Internacional (C.D.I.) al momento de elaborar
la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1969**, que en su art.
27 expresa: “Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno
como justificación del incumplimiento de un tratado”*”,
La Constitución Nacional de la República Argentina, antes de la reforma
de 1994, no contenía ningún artículo que le otorgara en forma clara una supe-
rioridad jerárquica al tratado internacional respecto de la ley, o viceversa.
Sin embargo, dicha reforma introdujo varias innovaciones trascendentes
en lo que concierne a la relación entre derecho interno y derecho internacional,
aun cuando los arts. 27 y 31 de la Carta Magna”” no han sido modificados,

48 Ratificada por la Argentina el 5 de diciembre de 1972 y en vigor desde el 20 de enero


de 1980,
19 Cabe destacar, sin embargo, que el art. 46 de la Convención de Viena establece una
excepción al art. 27 cuando existe violación manifiesta de una norma fundamental de de-
recho interno relativa a la competencia para celebrar tratados. Esta expresión ha sido ob-
jeto de interpretaciones contrapuestas. Para algunos autores es amplia y se refiere a toda
norma considerada fundamental para el Estado. En cambio, desde una interpretación más
estricta se puede sostener que el art. 46 se refiere única y exclusivamente a normas inter-
nas fundamentales sobre el denominado treaty making power, En efecto, esta última inter-
pretación resulta la más compatible con la jurisprudencia internacional en la materia. Tal
como expresa Barboza, “sostener lo contrario sería desconocer el principio del artículo 27,
que quedaría inoperante y vacío de contenido” (cfr. Barboza, Julio, Derecho Internacional
Público, Zavalía, Buenos Aires, 1999, p. 76).
50 Art. 27 C.N.: “El gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y
comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con
los principios de derecho público establecidos en esta Constitución”, Recuérdese que la Cor-
te Suprema, en autos “Nardelli, Pietro s/extradición”, de 1996, interpretó que los principios
alos que hace referencia dicha norma “comprenden actualmente los principios consagrados
en los tratados de derechos humanos que gozan de jerarquía constitucional”.
Art. 31 C.N.: “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten
por el Congreso, y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Na-
ción; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no obstante
cualquier disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales,
salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de
noviembre de 1859”. Del análisis de este artículo puede afirmarse que los tratados inter-
nacionales son fuente autónoma, es decir, que los mismos no requerirían un acto de trans-
formación para ser incorporados al ordenamiento interno, con lo cual podemos afirmar que
nuestra Constitución se enrola dentro de la teoría monista. Én nuestro ordenamiento jurí-
dico interno, el poder ejecutivo firma los tratados, el poder legislativo posteriormente debe-
rá aprobarlos mediante una ley y luego el Poder Ejecutivo los ratificará. Este procedimiento
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 133

atento a la limitación impuesta en la ley declarativa de necesidad de reforma


que impedía la modificación de la primera parte de la Constitución.
En primer lugar, la reforma en el art. 75, inc. 22, CN”, primera parte, con-
sagró la superioridad de los tratados internacionales y de los concordatos cele-
brados con la Santa Sede frente a las leyes. Es decir que los tratados en general
tienen jerarquía supralegal pero infraconstitucional, puesto que deben respe-
tar los principios de derecho público constitucional (art. 27 CN). Seguidamen-
te, jerarquizó, dándoles el mismo rango de la Constitución, a once instrumen-
tos internacionales de derechos humanos *?, que son “constitucionalizados”*”,
253

pero no incorporados a la Constitución nacional. En efecto, prestigiosa doc-


trina ha señalado que tales instrumentos no son incorporados al texto de la

en el cual intervienen ambos poderes del Estado ha sido denominado por la doctrina “acto
federal complejo”. Este acto de aprobar el tratado por una ley no tiene el efecto de transfor-
marlo en norma interna porque no se votan los artículos del tratado sino que simplemente
se habilita, se autoriza al Poder Ejecutivo para que lo ratifique.
31 Art. 75 C.N.: “Corresponde al Congreso: ...inc. 22, Aprobar o desechar tratados con-
cluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos
con la Santa Sede. "Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
"La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Uni-
versal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del
Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo
alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de
los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por
el Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de
los miembros de cada Cámara.
”Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados
por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miem-
bros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional”,
52 Debemos referirnos a instrumentos y no a tratados, pues en la enumeración del art.
75, Inc, 22, se incluyen dos declaraciones: la Declaración Universal de Derechos Humanos y
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. En cambio, la posibilidad
otorgada al Congreso de “constitucionalizar” otros instrumentos queda reservada, si nos
atenemos a la letra de la norma, a los tratados internacionales.
5 Tomamos esta expresión de Moncayo, Guillermo R., “Reforma constitucional, derechos
humanos y jurisprudencia de la Corte Suprema”, en Abregú, Martín; Courtis, Christian
(comps.), La aplicación de los tratados de derechos humanos por los tribunales locales, 2* ed,
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Editores del Puerto, Buenos Aires, 1998,
134 Luciana B. ScotTI

Carta Magna, sino que “valen” como ella?*, se encuentran en pie de igual-
dad, conforman junto con la Constitución nacional el denominado “bloque de
constitucionalidad”?.
Además, faculta al Congreso para que jerarquice a otros tratados sobre
derechos humanos, siempre que luego de aprobados les otorgue tal jerarquía
constitucional con las dos terceras partes de la totalidad de sus miembros.
Nuestro Poder Legislativo nacional ha ejercido dicha facultad en dos oportu-
nidades hasta la fecha: por ley 24.820 concedió jerarquía constitucional a la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas?** y por
ley 25.778, a la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de
guerra y de los crímenes de lesa humanidad”.
Asimismo, la Constitución reformada otorga jerarquía supralegal a los tra-
tados de integración y al derecho derivado, siempre que se cumplan las condi-
ciones prescriptas en el art. 75, inc. 24, CN**,
Cabe destacar que esta disposición consagró a nivel constitucional la doc-
trina sentada por la Corte Suprema en el fallo “Cafés La Virginia S.A. s/
apelación (por denegación de repetición)”, del 12 de octubre de 1994*, en el
cual nuestro más alto tribunal de justicia reconoció jerarquía supralegal a un

51 Cfr. Barpoza, Julio, Derecho Internacional Público, Zavalía, Buenos Aires, 1999, p. 78.
55 Esta expresión ha sido acuñada en nuestro país por el Prof, Dr, Germán Bidart Cam-
pos. Tal denominación fue utilizada por primera vez en una sentencia del Consejo Consti-
tucional de Francia en 1970 para referirse al bloque integrado por la Constitución, la De-
claración de 1789, el Preámbulo de la Constitución de 1946 y los principios fundamentales
de las leyes de la República.
56 Aprobada durante la 24* Asamblea General de la Organización de Estados America-
nos, el 9 de junio de 1994, en Belem do Para, República Federativa del Brasil. Aprobada por
la República Argentina por ley 24.556.
57 Adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el 26
de noviembre de 1968. Aprobada por la República Argentina por ley 24.584.
58 Art. 75: “Corresponde al Congreso... inc. 24, Aprobar tratados de integración que
deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de
reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.
"La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros
Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de
cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser apro-
bado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
después de ciento veinte días del acto declarativo.
"La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara”.
59<Cafés La Virginia”, CSJN, 10 de octubre de 1994, en Fallos, 317:1282.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 135

acuerdo celebrado entre la Argentina y Brasil, en el marco de la ALADI sobre


normas nacionales que imponían gravámenes a la importación.
En efecto, la reforma constitucional ha dado un paso muy importante al
reconocer ciertos rasgos propios del derecho de la integración, en particular,
la jerarquía superior de los tratados de integración respecto de las leyes inter-
nas, la delegación de competencias y Jurisdicción en organizaciones suprana-
cionales, y la jerarquía superior del derecho derivado respecto de las leyes *”.
La Constitución subordina la facultad del Congreso para aprobar estos
tratados con Estados latinoamericanos a las siguientes condiciones: 1) que se
observen condiciones de igualdad y reciprocidad; 2) que se respete el orden de-
mocrático; 3) que se respeten los derechos humanos, y 4) que se aprueben por
mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara. Por su parte, la aprobación
de los tratados de integración con Estados que no son latinoamericanos está
sujeta, además de las condiciones enumeradas en 1), 2) y 3), a: que la mayoría de
los miembros presentes de cada Cámara declaren la conveniencia de su aproba-
ción y que la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara
lo apruebe dentro de los ciento veinte días posteriores al acto declarativo.
Cabe preguntarnos, a esta altura, si las normas que emanan de los órga-
nos con capacidad decisoria del Mercosur gozan de jerarquía superior a las
leyes, dado que ello es reconocido por nuestra Constitución para aquellas re-
elas jurídicas aprobadas por organizaciones supraestatales, a las cuales se les
deleguen competencias. Éste no es el caso de Mercosur, que es un organismo
típicamente intergubernamental.
Por otro lado, en materia jurisprudencial, además del mencionado caso “Ca-
fés La Virginia”, cabe recordar las palabras de nuestra Corte Suprema de
Justicia de la Nación: “...es también voluntad de legislador insertar a la Ar-
gentina en un régimen de integración regional, en una decisión que acompaña
la realidad política, económica y social de nuestro tiempo... Es ésta una clara
definición de política legislativa, que el ordenamiento jurídico interno no pue-
de contradecir, dificultar u omitir en su implementación práctica”*,
Finalmente, cabe precisar que la ley 24.080, del 10 de junio de 1992, exige
que los hechos y actos referidos a tratados internacionales en que sea parte la
República Argentina sean publicados dentro de los 15 días hábiles posteriores
a cada hecho o acto. El art. 2 dispone que los tratados o convenciones que “esta-
blezcan obligaciones para las personas físicas o jurídicas que no sea el Estado

60 Cfr, FeLostein pe CÁrbenas, Sara, y Basz, Victoria, “El Derecho Internacional Priva-
do frente a la reforma constitucional”, en LL, 1995-E-1133.
8 “Cocchia, y. D., c/Estado Nacional y otro s/acción de amparo”, CSJN, 2 de diciembre
de 1993, en Fallos, 316:2624.
136 Luciana B. ScorTI

nacional son obligatorias sólo después de su publicación en el Boletín Oficial,


observándose al respecto lo prescrito en el art. 2 del Código Civil”.

G. Legislación comparada: disposiciones constitucionales de los otros


Estados partes del Mercosur
1) La Constitución de Paraguay
En consonancia con la Constitución de nuestro país, la norma fundamental
de Paraguay de 1992 reconoce la supralegalidad de los tratados internacio-
nales: “La ley suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados,
convenios y acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las leyes dic-
tadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía,
sancionadas en consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden
de prelación enunciado...” (art. 137: “De la supremacía de la Constitución”) (el
destacado nos pertenece). En forma concordante, el art. 141 ("De los tratados
internacionales”) dispone: “Los tratados internacionales válidamente celebra-
dos, aprobados por ley del Congreso, y cuyos instrumentos de ratificación fue-
ran canjeados o depositados, forman parte del ordenamiento legal interno con
la jerarquía que determina el artículo 137”. Y en especial en materia de inte-
eración, el art. 145 prescribe: “Del orden jurídico supranacional. La República
del Paraguay, en condiciones de igualdad con otros Estados, admite un orden
jurídico supranacional que garantice la vigencia de los derechos humanos, de
la paz, de la justicia, de la cooperación y del desarrollo, en lo político, social y
cultural. Dichas decisiones sólo podrán ser adoptadas por la mayoría absoluta
de cada Cámara del Congreso”.

2) La Constitución de Brasil
En cambio, la Constitución de Brasil, si bien según su art. 4 (segunda par-
te, párrafo único): “A República Federativa do Brasil buscará a integracáo
económica, política, social e cultural dos povos da América Latina, visando
á formacáo de uma comunidade latino-americana de nacoes”, no admite en
ninguno de sus artículos la posibilidad de transferir algunas competencias a
organismos supranacionales. Tampoco contiene normas que especifiquen las
relaciones entre derecho interno y derecho internacional.
Al presidente de la República le incumbe celebrar los actos internacionales
(art. 84, VIII, de la Constitución federal), mientras que el Congreso tiene la
calificación exclusiva para resolver, definitivamente, sobre los mismos (art.
49, D). La incorporación en el acervo normativo interno exige, además, la pro-
mulgación, que es el acto que determina la publicidad de la norma, mediante
decreto del Poder Ejecutivo.
En consecuencia, la jurisprudencia ha manifestado que, sin perjuicio de la
responsabilidad internacional del Estado, una ley posterior puede impedir la
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 137

eficacia interna de un tratado ya que “los tratados y convenciones internacio-


nales, una vez regularmente incorporados al derecho interno, se sitúan en el
sistema jurídico brasileño en los mismos planos de validez, eficacia, y autori-
dad de las leyes ordinarias; por consiguiente, entre éstas y los actos del dere-
cho internacional público hay una mera relación de paridad normativa”*.
De esta equiparación, quedan exceptuadas las leyes tributarias brasileñas,
ya que según el art. 98 del Código Tributario nacional, los tratados en esta
materia prevalecen sobre aquéllas.
Además, la República Federativa de Brasil adscribe a la doctrina dualista
y por tanto exige la promulgación del tratado internacional por el presidente
para considerarlo incorporado al ordenamiento interno.
En efecto, la jurisprudencia brasileña rechaza la aplicabilidad inmediata
de los tratados. Por el contrario, “depende, para su ulterior ejecución en el
plano interno, de una sucesión causal y ordenada de actos revestidos de ca-
rácter político-jurídico así definidos: a) aprobación por el Congreso nacional,
mediante decreto legislativo, de tales convenciones; b) ratificación de los actos
internacionales por el jefe del Estado, mediante depósito del correspondiente
instrumento; c) promulgación de tales acuerdos o tratados por el presidente de
la República, mediante decreto, en orden a viabilizar la producción de los si-
guientes efectos básicos, esenciales para su vigencia doméstica: 1) publicación
oficial del texto del tratado; 2) ejecutoriedad del acto de Derecho Internacional
Público, que pasa entonces —y solamente entonces— a vincular y a obligar en el
plano del Derecho positivo interno”**,
Y con especial referencia al Mercosur, el Tribunal Supremo Federal de Bra-
sil ha dicho que “la recepción de los acuerdos celebrados por Brasil en el ám-
bito del Mercosur está sujeta a la misma disciplina constitucional que rige el
proceso de incorporación en el orden positivo interno brasileño de los tratados
y convenciones internacionales en general”**.
A este respecto, es dable recordar una ya célebre sentencia dictada por el Su-
perior Tribunal del Brasil en autos ST Federal, 4/5/98, carta rogatoria n* 8279-4

62 Ver entre otras: sentencia del Tribunal Federal brasileño del 1 de julio de 1977, en
Revista do Tribunal de Justicga, vol. 83, 1978, p. 809; del mismo tribunal, sentencias del
28 de noviembre de 1999, en Diario da «Justiga del 30 de mayo de 1997 y del 4 de sep-
tiembre de 1997, en Informativo (STF) n* 82, septiembre de 1997. Disponibles también
en www.stf.gov.br.
63 Cfr. sentencia del Tribunal Supremo Federal brasileño del 17 de junio de 1998, en
Diario da Justica del 10 de agosto de 2000, p. 6. Disponible también en www.stf.gov.br.
$1 Cfr, sentencia del 17 de junio de 1998, en Diario da Justica del 10 de agosto de 2000,
p. 6. Disponible también en www.stf.gov.br.
138 Luciana B. ScorTI

República Argentina, respecto a un exhorto librado por un juez argentino para


que se cumplimente una medida precautoria de embargo en Brasil *.
En ese caso, el presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF),
ministro Celso de Mello, devolvió sin cumplir una petición de la Justicia fede-
ral argentina, que solicitaba el embargo de mercaderías y la interdicción del
buque Santos Dumont, anclado en el puerto de Belem. La solicitud tenía como
objetivo dar garantías al pago de deudas tomadas en Buenos Aires.
El pedido al STF' se realizó basado en el Protocolo de Medidas Cautelares
del Mercosur. El protocolo fue firmado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uru-
guay, durante la VII Reunión del Mercosur, realizada en Ouro Preto, Minas
Gerais, en diciembre de 1994. El Congreso brasileño lo aprobó en 1995 y lo
ratificó en 1997.
La sentencia expresa: “Se torna irrecusable admitir, por lo tanto, que el
Protocolo de Medidas Cautelares celebrado en el ámbito del Mercosur todavía
no se encuentre formalmente incorporado al sistema de derecho positivo inter-
no de Brasil, razón por la cual él no puede ser invocado, en el plan doméstico,
como fundamento de concesión del exequátur, en tema de cartas rogatorlas
con efecto ejecutorio”.
“La eventual procedencia de los actos internacionales sobre las normas infra-
constitucionales de derecho interno solamente ocurrirá —presente el contexto de
eventual situación de antinomia con el ordenamiento doméstico—, no en virtud
de una inexistente primacía jerárquica, pero, siempre, enfrente de la aplicación
del criterio cronológico (lex posterior derogat priori) o, cuando sea aplicable, el
criterio de la especialidad (RTJ 70/333 - RTJ 100/1030 - RT 554/434)”.
Juan Vicente Sola, comentando dicha sentencia, sostiene que el art. 102
de la Constitución de Brasil establece la competencia originaria y exclusiva
del Supremo Tribunal Federal para dar el exequátur a cartas rogatorias de
jueces extranjeros. Esta función puede y ha sido delegada por el tribunal a
su presidente. Es en ejercicio de esta competencia que el ministro presidente
Celso de Mello toma la decisión sobre la no vigencia del Protocolo de Medidas
Cautelares. El motivo dado es que por adoptar Brasil el sistema dualista en
las relaciones entre el derecho interno y el derecho internacional, es necesaria
en todos los casos una norma de incorporación del tratado al derecho interno,
que no existía en este caso*,

$5 Puede ampliarse en FeLosteIN pe Cárexas, Sara L., “La insoportable levedad del
ser”, en Libro de ponencias, Primer encuentro de la abogacía del Mercosur, celebrado entre
el 4 y el 7 de noviembre de 1998, publicación del Colegio de Abogados de San Isidro.
$8 Cfr. SoLa, Juan Vicente, “La nulidad de un Tratado del Mercosur en el Derecho bra-
sileño”, en La Ley del 11 de agosto de 1998, pp. 4 y ss.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 139

Cabe señalar que la forma de “incorporación” de la norma internacional o


integrativa al ordenamiento brasileño asume la forma de un decreto legislati-
vo, pero promulgado por el Ejecutivo (decreto presidencial).
En cuanto a las normas de derecho derivado, la internalización se realiza
en Brasil a través de diferentes modalidades de actos administrativos, según
el caso. Las “portarías” (nombre dado a los actos administrativos expedidos
por los ministros o secretarios de Estado y demás autoridades ministeriales)
se emplean en muchos casos para incorporar normas vinculadas al régimen
fitosanitario o para los reglamentos técnicos. La norma Mercosur también
puede ser incorporada por una instrucción normativa, acto expedido por la Se-
cretaría de Hacienda (perteneciente al Ministerio de Hacienda), o por las reso-
luciones aprobadas por órganos de administración de carácter colegiado *”.
Frente a este panorama poco alentador que nos revela el sistema constitu-
cional brasileño, sin embargo, debemos señalar que se han producido algunos
avances en el último tiempo.
En efecto, la jerarquización constitucional de los instrumentos internacio-
nales en materia de derechos humanos se ha iniciado en Brasil con la enmien-
da 45 del año 2004, incorporando al art. 5 el siguiente inc. 3: “Os tratados e
convencóes internacionais sobre direitos humanos que forem aprovados, em
cada Casa do Congresso Nacional, em dois turnos, por trés quintos dos votos
dos respectivos membros, seráo equivalentes ás emendas constitucionais...”.
Asimismo, recientemente, Brasil ha incorporado a su ordenamiento el tex-
to de la Convención de Viena del 23 de mayo de 1969 sobre Derecho de los Tra-
tados. Con ello, este significativo tratado se encuentra en vigor en los Estados
parte del Mercosur.

3) La Constitución de Uruguay
Tampoco la Constitución de Uruguay de 1997 determina la jerarquía entre
derecho interno e internacional ni contiene disposiciones que expresamente
habiliten la transferencia de competencias estaduales a organismos surprana-
cionales. Tan sólo establece en el art. 6: “La República procurará la integra-
ción social y económica de los Estados latinoamericanos, especialmente en lo
que se refiere a la defensa común de sus productos y materias primas. Ásimis-
mo, propenderá a la efectiva complementación de sus servicios públicos”.
Por su parte, la jurisprudencia uruguaya reconoce igual rango a tratados
y leyes y, por tanto, concede prioridad a leyes posteriores nacionales, ya que

57 Cfr, Mara Diz, Jamile Bergamaschine, “El Sistema de Internalización de normas en


el Mercosur: la supranacionalidad plena y la vigencia simultánea”, en Revista lus et Praxis,
11 (2), pp. 227-260, 2005.
140 Luciana B. ScottI

“cabe compartir la tesis de que la ley ulterior al tratado, inconciliable con éste,
supone su derogación”*,
Una reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la República
Oriental del Uruguay del 16 de diciembre de 2011, n* 4765, “XX c/Ministerio de
Economía y Finanzas y otro - cobro de pesos - casación y excepción de incons-
titucionalidad art. 585 de la ley 17.296”, reiteró la interpretación mencionada.
En efecto, la cuestión controvertida se centraba, una vez más, en determinar
a la luz de la Constitución uruguaya, y de los tratados internacionales en los
que el país es signatario (en especial, la Convención de Viena sobre Derecho
de los Tratados); si la normativa del Mercosur internalizada prima o no sobre
las normas internas posteriores que pretendan derogarlas.
En el caso, se trataba de la ley 17.296, cuyo art. 585 reimplantó la tasa
consular derogada por el art. 473 de la ley 16.226, que viola los compromisos
asumidos en el ámbito del Mercosur, derivados no sólo del propio Tratado de
Asunción, sino también de varias decisiones y resoluciones.
La Suprema Corte de Justicia, en forma unánime, desestimó el recurso
de casación y el control de convencionalidad incoados y, por mayoría, declaró
inadmisible la excepción de inconstitucionalidad.
Para ello, en líneas generales, citando a la doctrina y los argumentos de las
instancias inferiores, sostuvo que las normas del Mercosur que se entienden
violadas por la ley 17,296 no son autoejecutivas, o de ejecutividad inmediata,
sino que establecen un marco dentro del cual el Estado debe actuar, dictando
las leyes correspondientes a tal propósito, y hacen surgir la responsabilidad
estatal en caso de no hacerlo.
En este sentido, recuerda que la Corte ya se ha pronunciado respecto a la
solución que debe aplicarse a los supuestos conflictos entre un tratado y una
ley posterior, inclinándose por la doctrina de la igualdad de rango normativo y
la consiguiente vigencia de la lex posteriori (conf. sents. 25/90 y 425/95).
De lo contrario, el parlamento quedaría inhibido de dictar códigos o leyes
que no coincidieran plenamente con el Tratado, ello sin perjuicio de las res-
ponsabilidades que, en el orden internacional, deberá asumir la República por
violar acuerdos concretados con otros paises.
En suma, la Constitución uruguaya no contiene una solución expresa res-
pecto a la jerarquía de los tratados en general, y en particular los referidos a
la integración, sin perjuicio del caso especial de los tratados cuya materia sea
la de los derechos humanos, que cuentan con un trato especial conforme al art.
72 de la Carta. Tampoco contiene la Carta referencia alguna a un eventual

68 Cfr. sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Uruguay del 20 de junio de 1990, en


Justicia Uruguaya, vol. 102, 1991-1, p. 109. También disponible en www.impo.com.uy.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 141

ordenamiento jurídico derivado de uno supranacional (Derecho comunitario


o normas dictadas en consecuencia de los tratados de integración). En con-
secuencia, la Constitución no permite el acceso de la República a soluciones
de supranacionalidad que impliquen traspaso de competencias a órganos su-
praestatales, cuando dichas atribuciones estén asignadas por la Carta a órga-
nos constitucionales.
En definitiva, la Corte concluye que, siendo la ley 17.296 posterior a la
ratificación del Tratado de Asunción (ley 16.196) y del Protocolo de Ouro Pre-
to (ley 16.172), éstos han quedado derogados en lo que —supuestamente— la
contravienen por su propio texto y por esa circunstancia, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiera corresponder al país en el orden internacional
por violación de las normas ratificadas.
Cabe señalar que el texto constitucional uruguayo, en su art. 72, dispone:
“La enumeración de derechos, deberes y garantías hecha por la Constitución
no excluye los otros que sean inherentes a la personalidad humana o se deri-
van de la forma republicana de gobierno”. En consecuencia, un sector impor-
tante de la doctrina interpreta que los tratados internacionales que reconocen
estos derechos y garantías tendrían igual rango que la Constitución.

4) La Constitución de Venezuela
El Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
de 1999, en vigor, alude a la integración regional cuando define la naturaleza y
justificación del Estado en estos términos: *...con el fin supremo de refundar la
República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica,
multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado,
que... promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide
la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y
autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los dere-
chos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nu-
clear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio
común e irrenunciable de la humanidad...” (el destacado nos pertenece).
A su turno, prescribe en su art. 153: “La República promoverá y favorecerá
la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la crea-
ción de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, so-
ciales, culturales, políticos y ambientales de la región... Para estos fines, la Re-
pública podrá atribuir a organizaciones supranacionales, mediante tratados,
el ejercicio de las competencias necesarias para llevar a cabo estos procesos de
integración. Dentro de las políticas de integración y unión con Latinoamérica
y el Caribe, la República privilegiará relaciones con Iberoamérica, procurando
sea una política común de toda nuestra América Latina. Las normas que se
adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte
142 Luciana B. ScottI

integrante del ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente


a la legislación interna” *.
El texto de la Exposición de Motivos de la Constitución de 1999 explica que,
en procura de crear una Comunidad de Naciones, “se permite la suscripción
y ratificación de tratados internacionales, bilaterales o multilaterales, en el
marco de procesos de integración que tengan carácter supranacional”.
En cambio, la norma constitucional anterior se limitaba a proclamar de
modo meramente programático: “La República favorecerá la integración eco-
nómica latinoamericana. Á este fin procurará coordinar recursos y esfuerzos
para fomentar el desarrollo económico y aumentar el bienestar y seguridad
comunes” (Constitución venezolana de 1961, art. 108).
Del art. 153 destacan tres consecuencias fundamentales para los proce-
sos de integración en los que sea parte Venezuela: “1) Se admite en el orden
constitucional interno la posibilidad de que Venezuela participe en procesos
de integración que contemplen la creación de órganos supranacionales, y la
atribución a éstos, del ejercicio de competencias cuya titularidad es atribuida
por el propio texto constitucional a los órganos nacionales del poder público; 11)
se acoge con rango constitucional el principio de aplicación directa del Derecho
comunitario, lo cual quiere decir que las normas dictadas por la organiza-
ción supranacional (Derecho comunitario derivado), previa atribución al efec-
to, tienen incidencia directa e inmediata en la esfera jurídica de los Estados
parte y en la de sus ciudadanos, sin perjuicio de que el propio ordenamiento
comunitario establezca la necesaria intervención de los órganos nacionales, a
los efectos de su ejecución o de su desarrollo interno, y iii) se recibe, también
con jerarquía constitucional, el principio de aplicación preferente del Derecho
comunitario, según el cual, en caso de conflicto entre una norma del Derecho
interno y otra del Derecho comunitario, la norma interna queda desplazada

5% El art. 153 se complementa con las siguientes normas constitucionales:


Art. 154: “Los tratados celebrados por la República deben ser aprobados por la Asam-
blea Nacional antes de su ratificación por el presidente o presidenta de la República, a ex-
cepción de aquellos mediante los cuales se trate de ejecutar o perfeccionar obligaciones pre-
existentes de la República, aplicar principios expresamente reconocidos por ella, ejecutar
actos ordinarios en las relaciones internacionales o ejercer facultades que la ley atribuya
expresamente al Ejecutivo nacional”.
Art. 217:“La oportunidad en que deba ser promulgada la ley aprobatoria de un tratado,
de un acuerdo o de un convenio internacional, quedará a la discreción del Ejecutivo nacio-
nal, de acuerdo con los usos internacionales y la conveniencia de la República”.
Art. 236: “Son atribuciones y obligaciones del presidente o presidenta de la República:
(...) 49) Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados,
convenios o acuerdos internacionales”,
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 143

por la comunitaria, que se aplica preferentemente, siempre que la competencia


para dictarla esté atribuida a la organización supranacional””,
Por último, cabe señalar que el art. 23 de la Constitución de 1999, de manera
explícita, dota de jerarquía o rango constitucional a los acuerdos internacionales
en materia de derechos humanos: “Los tratados, pactos y convenciones interna-
cionales relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tie-
nen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida que
contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas por
esta Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y
directa por los tribunales y demás órganos del poder público”.

H. Mecanismo para la solución de disputas


1) El sistema implementado por los Protocolos de Brasilia y de Ouro Preto
En general, los mecanismos de solución de controversias pueden diferen-
ciarse según estén orientados a la búsqueda de una solución diplomática o
alcanzada por la vía de la negociación, o bien fundada en reglas y principios
jurídicos. El sistema del Mercosur, en este sentido, es ecléctico, puesto que
contiene características de ambos mecanismos.
En efecto, el Protocolo de Brasilia y el de Ouro Preto contemplan cuatro
modalidades diversas para la resolución de controversias: negociaciones bila-
terales, consultas a la Comisión de Comercio, reclamaciones a la Comisión de
Comercio y al Grupo Mercado Común y el arbitraje.
En primer lugar, debemos advertir que los mecanismos instituidos en el
Protocolo de Brasilia de diciembre de 1991 fueron concebidos para ser utiliza-
dos durante un período de transición, Sin embargo, el Protocolo de Ouro Preto
de 1994 prorrogó su vigencia hasta el año 2006.
Una primera etapa se lleva a cabo a través de negociaciones durante un bre-
ve período, Si las mismas fracasan, el Grupo Mercado Común formulará reco-
mendaciones, asesorado por expertos, en su caso. Asimismo, se puede optar por
iniciar el procedimiento ante la Comisión de Comercio. Esta elección no elimina
la posibilidad de reclamo posterior ante el Grupo Mercado Común. Si la con-
troversia aún no hubiera encontrado solución, se inicia la instancia arbitral, a
través de la conformación de un tribunal ad hoc, compuesto por tres árbitros ”.

70 Cfr. ANTELA Garribo, Ricardo, “Los acuerdos internacionales de integración frente al


principio de supremacía constitucional”, en Estudios de Derecho Constitucional y Administra-
tivo. Libro Homenaje a Josefina Caleaño de Temeltas, Ediciones FUNEDA, Caracas, 2010.
El art. 8 del Protocolo de Brasilia disponía: “Los Estados partes declaran que reco-
nocen como obligatoria ipso facto y sin necesidad de acuerdo especial la jurisdicción del
Tribunal Arbitral que en cada caso se constituya para conocer y resolver todas las con-
troversias a que se refiere el presente Protocolo”. Y el art. 21 disponía: “Los laudos del
Tribunal Arbitral son inapelables, obligatorios para los Estados partes en la controversia
144 Luciana B. ScottI

El laudo es vinculante para las partes y no podrá ser apelado (ante la inexisten-
cia de un órgano de apelación, hasta la entrada en vigor del Protocolo de Olivos)
salvo la solicitud de su aclaración (art. 21, Protocolo de Brasilia).
En caso de incumplimiento del laudo, el art. 23 establece que si un Estado parte
no cumpliere con el laudo dentro de los 30 días, los otros Estados parte en la contro-
versia podrán adoptar medidas compensatorias temporarias, tales como la suspen-
sión de concesiones u otras equivalentes, tendientes a obtener su cumplimiento.
Según lo visto, las negociaciones directas y el procedimiento ante la Comi-
sión de Comercio y ante el Grupo Mercado Común son una suerte de primera
instancia conciliatoria. Las recomendaciones que realicen estos órganos no
son obligatorias. En caso de incumplimiento, el único recurso es acudir al
procedimiento arbitral.
Debe tenerse presente que tanto el Grupo Mercado Común como la Comi-
sión de Comercio están compuestos por personas que dependen funcionalmen-
te de los Estados parte y representan su voluntad y, en definitiva, en caso de
un conflicto, la opinión no será imparcial.
Por su parte, los Tribunales Ad Hoc (constituidos para cada caso) funcionaban
como última instancia mediante el pronunciamiento de laudos vinculantes.
Cabe destacar que los particulares, ya sean personas físicas o jurídicas, no
pueden acceder a la instancia arbitral. Sus reclamos contra medidas legales o
administrativas restrictivas, discriminatorias o de competencia desleal viola-
torias de normas del Mercosur, sólo pueden ser canalizadas a través de la Sec-
ción Nacional del Grupo Mercado Común del Estado parte donde el particular
tenga su residencia habitual o la sede de sus negocios. Ésta podrá negociar con
la Sección Nacional del Estado parte al que se le atribuye la violación o podrá
elevar la reclamación ante el Grupo Mercado Común.
En suma, la legitimación activa y pasiva en el sistema de resolución de con-
troversias adoptado por el Mercosur es siempre de los Estados. Sólo se admite
la iniciativa de los particulares.
Al respecto, debemos tener en cuenta que tanto en el sistema de resolu-
ción de disputas de la Unión Europea como en el de la Comunidad Andina se
advierte la preferencia de los Estados por las vías indirectas para demandar
a otro Estado, incitando a actuar a los órganos o a los particulares. Es decir
que los Estados evitan demandar directamente a sus pares a fin de no crear
tensiones de índole política y diplomática ”?. En el sistema del Mercosur, por el
contrario, sólo se permite la opción por la demanda de un Estado contra otro.

a partir de la recepción de la respectiva notificación y tendrán respecto de ella fuerza de


cosa juzgada”. Estas disposiciones han sido consideradas como el gran logro del mecanismo
instaurado por dicho protocolo.
2 Garré Corero, Belter, “Solución de controversias en el Mercado Común del Sur”,
en Estudios Multidisciplinarios sobre el Mercosur, Facultad de Derecho, Universidad de la
República, Montevideo, 1995, p. 205.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 145

Por otro lado, ningún órgano del Mercosur puede llevar a un Estado ante
el Tribunal Arbitral. Lo que, por otra parte, no tendría sentido si recordamos
que los órganos decisorios adoptan sus decisiones por consenso y en presencia
de los representantes de todos los Estados parte.
Asimismo, cabe señalar que los reclamos entre particulares no están con-
templados ni por el Protocolo de Brasilia ni por el de Ouro Preto. Sus conflic-
tos son resueltos, en principio, por las jurisdicciones nacionales, que aplica-
rán el derecho constitutivo y derivado del Mercosur, teniendo en cuenta las
limitaciones y los obstáculos vinculados a la incorporación de estas normas
al derecho interno y a la jerarquía que cada ordenamiento constitucional le
confiere, según hemos visto. Cabe señalar que el Protocolo de Buenos Aires
sobre jurisdicción internacional en materia contractual de 1994 contempla la
prórroga de jurisdicción a favor de tribunales judiciales y arbitrales, contiene
criterios atributivos de jurisdicción subsidiarios y normas sobre reconocimien-
to y ejecución de sentencias y laudos arbitrales. Asimismo, en la XVI Reunión
Cumbre del Mercosur (Ushuaia, 23 y 24 de julio de 1998) el Consejo del Merca-
do Común aprobó el Acuerdo sobre Arbitraje Comercial Internacional (decisión
3/98) y el Acuerdo sobre Arbitraje Comercial Internacional entre el Mercosur,
Chile y Bolivia (decisión 4/98), a fin de promover la solución extrajudicial de
controversias privadas y a modo de contribuir a la expansión del comercio re-
gional e internacional y al fortalecimiento del Mercosur ”?,

CUADRO 6: LAUDOS DICTADOS DURANTE LA VIGENCIA DEL PROTOCOLO DE BRASILIA DE 1991

Diez laudos dictados durante la vigencia del Protocolo de Brasilia


Laudo I
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para la controversia
sobre comunicados n* 37 del 17 de diciembre de 1997 y y” 7 del 20 de febrero de 1998
del Departamento de Operaciones de Comercio Exterior (DECEX) de la Secretaría de
Comercio Exterior (SECEX): aplicación de medidas restrictivas al comercio recíproco.

Laudo
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para entender en
la reclamación de la República Argentina a la República Federativa del Brasil, sobre
subsidios a la producción y exportación de carne de cerdo.

Laudo III
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para decidir sobre
aplicación de medidas de salvaguardia sobre productos textiles (res. 861/99) del Mi-
nisterio de Economía y Obras y Servicios Públicos.

73 Sobre este tema pueden verse, entre otros, FELDSTEIN DE CÁRDENAS, Sara, Jurisdicción
internacional en materia contractual, en Colección El sistema jurídico en el Mercosur (dir.
146 Luciana B. ScottI

Laudo IV
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para decidir sobre con-
troversia entre la República Federativa de Brasil y la República Argentina sobre “apli-
cación de medidas antidumping contra la exportación de pollos enteros, provenientes de
Brasil (res. 574/2000) del Ministerio de Economía de la República Argentina.

Laudo V
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para entender de
la controversia presentada por la República Oriental del Uruguay a la República
Argentina sobre “restricciones de acceso al mercado argentino de bicicletas de origen
uruguayo”.

Laudo VI
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para entender de
la controversia presentada por la República Oriental del Uruguay a la República
Federativa del Brasil sobre “prohibición de importación de neumáticos remoldeados
(REMOLDED), procedentes de Uruguay”.

Laudo VII
Laudo Arbitral del Tribunal Arbitral 4d Hoc de Mercosur constituido para enten-
der en la controversia presentada por la República Argentina a la República Fede-
rativa del Brasil sobre “obstáculos al ingreso de productos fitosanitarios argentinos
en el mercado brasileño. No incorporación de las resoluciones GMC n” 48/96, 87/96,
149/96, 156/96 y 71/98, lo que impide su entrada en vigencia en el Mercosur”.

Laudo VLU
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc de Mercosur constituido para decidir en la
controversia entre la República del Paraguay a la República Oriental del Uruguay
sobre la aplicación del “IMESTI” (impuesto específico interno) a la comercialización
de cigarrillos,

Laudo IX
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc del Mercosur constituido para decidir en
la controversia entre la República de Argentina y la República Oriental del Uru-
guay sobre “incompatibilidad del Régimen de estímulo a la industrialización de lana
otorgado por Uruguay establecido por la ley 13.695/68 y decretos complementarios
con la normativa Mercosur que regula la aplicación y utilización de incentivos en el
comercio intrazona”.,

Laudo X
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoe del Mercosur constituido para decidir en la
controversia entre la República Oriental del Uruguay y la República Federativa del
Brasil sobre “controversia sobre medidas discriminatorias y restrictivas al comercio
de tabaco y productos derivados del tabaco”.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 147

2) El Protocolo de Olivos para la solución de controversias en el Mercosur


Con el fin de perfeccionar el sistema de solución de controversias existente,
el Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias en el Mercosur fue
adoptado y aprobado por el Consejo Mercado Común en la III Reunión Ex-
traordinaria del CMC celebrada en esa ciudad el 18 de febrero de 2002 tras dos
años de negociaciones **, vigente desde el 1 de enero de 2004.
En este sentido, en su preámbulo expresamente se reconoce que la evolu-
ción del proceso de integración en el ámbito del Mercosur requiere el perfeccio-
namiento del sistema de solución de controversias.
El Protocolo de Olivos sustituye al sistema establecido en el Protocolo de
Brasilia de Solución de Controversias y deroga el Reglamento de tal protocolo
(art. 55.1) ?, e introduce una serie de modificaciones en el mecanismo vigente
desde 1993, aun cuando la idea fue mejorar el sistema existente como recurso
necesario y transitorio hacia la instauración, en el año 2006, de un mecanis-
mo que importe mayores compromisos por parte del Estados miembro, lo cual
todavía no ha sucedido.
En tal sentido, podemos afirmar que muchas disposiciones no han sido ob-
jeto de modificación. En efecto, no se reformó sustancialmente el ámbito de
aplicación, se mantienen tanto la primera fase de negociaciones directas entre
las partes y la instancia jurisdiccional, conformada por tribunales ad hoc y su
procedimiento, como los plazos establecidos en el Protocolo de Brasilia, y el ac-
ceso limitado de los particulares mediante el reclamo ante la Sección Nacional
del GMC, entre otras cuestiones. Sin embargo, en otros aspectos se realizan
innovaciones importantes.
El 15 de diciembre de 2003, en Montevideo, el Consejo del Mercado Común
por decisión 37/03 aprobó como Anexo el Reglamento del Protocolo de Olivos

Atilio A. Alterini), Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995; Dreyzix pe KLor, Adriana, “El
Acuerdo sobre Arbitraje Comercial Internacional. Nuevo instrumento jurídico del Merco-
sur”, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, n? 19, 1999.
“*Recuérdese que la decisión 25/00 del CMC dispuso que el perfeccionamiento del sis-
tema de solución de controversias estaba incluido en el Proyecto de Relanzamiento del
Mercosur e instruía al Grupo de Aspectos Institucionales para presentar antes del 10 de
diciembre de 2000 una propuesta de perfeccionamiento. En este contexto, se elabora el
Protocolo de Olivos.
15 El Protocolo de Olivos prevé que la sustitución del sistema del Protocolo de Brasilia
operará a los 30 días del depósito del cuarto y último instrumento de ratificación. Cabe
destacar que las controversias iniciadas bajo el régimen del Protocolo de Brasilia se conti-
nuarán sustanciando bajo su amparo (arts. 50 y 55.2).
Sin embargo, el Protocolo de Olivos no deroga el procedimiento para las reclamaciones
ante la Comisión de Comercio del Mercosur.
148 Luciana B. ScorTI

para la Solución de Controversias en el Mercosur, que contiene una reglamen-


tación detallada, en especial de los procedimientos establecidos en el Protoco-
lo. Debemos advertir que según reza el art, 2 de dicha decisión del CMC, la
misma no necesita ser incorporada a los ordenamientos jurídicos nacionales
de los Estados parte por reglamentar aspectos de funcionamiento o de la or-
ganización del Mercosur.
Asimismo, complementan al Protocolo de Olivos, las siguientes normas:
- decisión CMC n* 23/04, que aprueba el Procedimiento sobre Medidas Ex-
cepcionales y de Urgencia ante el Tribunal Permanente de Revisión;
- decisión CMC n* 17/04, que aprueba el Fondo Especial para Controversias;
- decisión CMC n* 26/04, que designa los árbitros del Tribunal Permanente
de Revisión.
- decisión CMC n* 30/04, que aprueba las Reglas Modelo de Procedimiento
de los Tribunales ad hoc del Mercosur;
- decisión CMC 30/05, que aprueba las Reglas de Procedimiento del Tribu-
nal Permanente de Revisión;
- decisión CMC 26/05, que establece el Procedimiento especial para la so-
lución de controversias originadas en Acuerdos emanados de Reuniones de
Ministros;
- decisión CMC 02/07 del 18 de enero de 2007, que aprueba el Reglamento
del Procedimiento para la Solicitud de Opiniones Consultivas al Tribunal Per-
manente de Revisión por los Tribunales Superiores de Justicia de los Estados
partes del Mercosur **,
- Protocolo modificatorio del Protocolo de Olivos para la Solución de Con-
troversias en el Mercosur, firmado el 19 de enero de 2007: modifica los arts.
18, 20 y 43 a fin de adecuarlo a las futuras alteraciones en el número de los
Estados partes del Mercosur y para efectuar la transferencia a la Secretaría
del Tribunal Permanente de Revisión (ST) de las tareas referentes a la so-
lución de controversias en el ámbito del Mercosur atribuidas a la Secretaría
Administrativa del Mercosur por el Protocolo de Olivos;
- decisión CMC n” 15/10, que modifica los plazos para la emisión de opinio-
nes consultivas;
- decisión CMC n* 49/10, que aprueba la propuesta Mercosur de régimen de
solución de controversias para los acuerdos celebrados entre el Mercosur y los
Estados asociados en el ámbito del Mercosur;

16 El 3 de abril de 2007 el Tribunal Permanente de Revisión dictó su primera opinión


consultiva, a petición de una jueza Civil y Comercial con jurisdicción en Asunción del Para-
guay. Este pronunciamiento no tiene carácter vinculante.
EL DerEcHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 149

- decisión CMC n* 31/11, que aprueba el Código de Conducta para los Ár-
bitros, Expertos y Funcionarios del Mercosur que actúen en el marco del Pro-
tocolo de Olivos.
En su primer pronunciamiento, el Tribunal Permanente de Revisión de-
cidió el 20 de diciembre de 2005 una disputa entre Argentina y Uruguay a
propósito del comercio de neumáticos “remoldeados”. En el caso, ordenó a la
Argentina derogar o modificar la ley que prohíbe dichas importaciones. En los
fundamentos, citó jurisprudencia de la Comunidad Europea al señalar que los
obstáculos para el acceso a mercados son improcedentes cuando la protección
de la vida y de la salud pueden garantizarse de manera efectiva sin necesidad
de recurrir a medidas que restrinjan el comercio intracomunitario.

3) Modificaciones más relevantes


Entre las modificaciones más importantes se destacan:

a) Opción de foro
El Protocolo de Olivos concede la prerrogativa al Estado demandante para
elegir un mecanismo de solución de controversias diferente al establecido para
el ámbito regional, pudiendo optarse por el régimen de la Organización Mun-
dial del Comercio (OMC) o por cualquier otro establecido en el marco de acuer-
dos comerciales que vinculen a las partes en el diferendo (art. 1)”. Cabe seña-
lar que una vez elegido un foro, queda excluido el otro. La posibilidad abierta
para la elección del foro ha sido criticada por considerarse que contribuye al
debilitamiento del sistema y por dar oportunidad al forum shopping ”**.
Sin embargo, no podemos negar que ésta es la tendencia de los acuerdos
regionales más modernos. En efecto, el NAFTA, el XXI Protocolo Adicional
al Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 35 Mercosur-Chile sobre
régimen de solución de controversias, el ACE 33 Colombia, México y Venezuela
(Grupo de los Tres), el Acuerdo de Asociación entre la Comunidad Europea y
sus Estados miembros y Chile, entre otros, contienen cláusulas semejantes.

77 Téngase presente que si se acude al mecanismo de solución de diferencias de la OMC,


el Grupo Especial y el órgano de apelación sólo se pronunciarán sobre la legalidad o no de
una medida respecto a las disciplinas multilaterales y no sobre la legalidad de la misma en
relación con las disciplinas vigentes en el propio esquema de integración.
18 DrEYZIN DE Kior, Adriana, “El Protocolo de Olivos”, en Revista de Derecho Privado
y Comunitario, 2003-2, p. 595. También puede verse una posición crítica de la “opción de
foro” en Barrrira, Enrique, “Algunas dificultades que presenta el marco jurídico del Merco-
sur”, en Leita, Francisco, y Negro, Sandra €. (coords.), La Unión Europea y el Mercosur: a
50 años de la forma de los Tratados de Roma, Facultad de Derecho UBA — La Ley, Buenos
Aires, 2008, pp. 47 y 43.
150 Luciana B. ScottI

Finalmente, debemos señalar que el Consejo del Mercado Común será el


encargado de reglamentar los aspectos relativos a la opción de foro según el
art. 1, último párrafo.
En efecto, el CMC cumplió con su cometido a través del art. 1 del Capítulo I
del Reglamento del Protocolo de Olivos, el cual, en lo principal, dispone que “si
un Estado parte decidiera someter una controversia a un sistema de solución
de controversias distinto al establecido en el Protocolo de Olivos, deberá infor-
mar al otro Estado parte el foro elegido. Si en el plazo de quince días, contados
a partir de dicha notificación, las partes no acordaran someter la controversia
a otro foro, la parte demandante podrá ejercer su opción, comunicando esa
decisión a la parte demandada y al Grupo Mercado Común”.

b) Intervención optativa del Grupo Mercado Común


Fue eliminada la intervención del Grupo Mercado Común como etapa obli-
gatoria. El Protocolo de Olivos la convierte en una faz optativa, dependiente del
acuerdo de partes. Esto permite, evidentemente, acelerar la solución del diferen-
do. Con esta reforma se intentó despolitizar las controversias entre los Estados
parte, atento al carácter netamente intergubernamental de este órgano.
Cabe destacar que el procedimiento optativo ante el GMC es análogo al
previsto en el Protocolo de Brasilia.

c) Tribunal Arbitral de Revisión


El Protocolo de Olivos crea un Tribunal Arbitral de Revisión, con sede en
la ciudad de Asunción **, al que se le asigna carácter permanente. No obstante
ello, tal como lo ha destacado la doctrina más autorizada, se trata más bien
de un “tribunal disponible”*”, En efecto, el art. 19 establece: “Los integrantes
del Tribunal Permanente de Revisión, una vez que acepten su designación,
deberán estar disponibles de modo permanente para actuar cuando se los con-
voque” (el destacado nos pertenece). Por ello, también se lo ha definido como un
tribunal de “convocatoria” permanente?,

19 El Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur se ha instalado oficialmente el 13


de agosto de 2004, en el Edificio Villa Rosalba, en la ciudad de Asunción, Paraguay. Por
razones fundadas el tribunal podrá reunirse en otras ciudades del Mercosur.
80 Dreyzrx DÉ Ki or, Adriana, “El Protocolo de Olivos”, en Revista de Derecho Privado
y Comunitario, 2003-2, pp. 614 y ss. En igual sentido se pronuncia GRANILLO FERNÁNDEZ,
Marcelo H., “El sistema de solución de controversias en el Mercosur, Protocolo de Olivos”,
en Revista de Derecho Internacional y del Mercosur, año 7, n* 5, La Ley, Buenos Aires,
octubre de 20083, p. 53.
81 Cfr. Martín, Viviana G., “Mercosur: un nuevo tribunal, dos modelos alternativos a
seguir (Protocolo de Olivos)”, en Revista de Derecho Internacional y del Mercosur, año 7, n?
6, La Ley, Buenos Aires, diciembre de 2003, p. 73.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 151

Este Tribunal está integrado por cinco árbitros, cuatro de los cuales son
nacionales de cada uno de los Estados parte y durarán dos años en sus fun-
ciones, renovables por dos períodos. El quinto integrante debe ser elegido por
unanimidad y durará tres años en su cargo.
En relación con el funcionamiento del Tribunal, el Protocolo diferencia se-
eún la controversia involucre a dos Estados parte o a más de dos. En el primer
caso, aquél estará compuesto de tres árbitros. En el segundo supuesto, se inte-
erará con los cinco árbitros (art. 20).
Las partes de una controversia podrán presentar un recurso de revisión ante
este tribunal contra el laudo del tribunal ad hoc dentro del plazo de 15 días de
notificado, el que se limitará a las cuestiones de derecho tratadas en la controver-
sia y a las interpretaciones jurídicas desarrolladas en el laudo de dicho tribunal.
Por ende, su competencia se limita a confirmar, modificar o revocar los funda-
mentos jurídicos, sin poder juzgar sobre cuestiones de hecho*?. En tales casos,
entonces, los tribunales arbitrales ad hoc funcionarán como primera instancia.
Cabe destacar que la lista para integrarlos se elevó a doce candidatos *”.
El Tribunal Arbitral de Revisión es también competente para entender en las
medidas provisionales que no hubieran quedado sin efecto antes de dictarse el
laudo y en las medidas compensatorias tendientes a obtener su cumplimiento.
Cuando se trata de un arbitraje ad hoc de equidad, no podrá interponerse
ningún recurso ante el Tribunal de Revisión contra la decisión arbitral.
Los laudos de este Tribunal de alzada son inapelables, contra ellos sólo
procede el recurso de aclaratoria, que debe interponerse dentro de los quince
días de su notificación.
El Tribunal Arbitral de Revisión tiene además competencia per saltum, pues-
to que se admite el acceso directo de las partes una vez fracasadas las negocia-
ciones directas. En este supuesto, su laudo es irrecurrible. Sobre este aspecto, la
doctrina ha manifestado su descontento por considerar que esta competencia des-
virtúa la importancia y trascendencia que debe tener un tribunal de revisión **.

82 Un sector de la doctrina ha señalado que el Tribunal de Revisión instaurado no es


un tribunal de apelación sino que se asemeja más a un tribunal de casación, puesto que los
motivos de impugnación se limitan a las cuestiones de derecho. Sólo al Tribunal ad hoc le
compete la determinación y apreciación de los hechos. Cfr. Masxarta, Héctor, “Perspectivas
para el sistema definitivo de solución de controversias en el Mercosur”, en Revista de Dere-
cho del Mercosur, n* 5, La Ley, Buenos Aires, octubre de 2002, p. 254,
83 En el Protocolo de Brasilia la lista estaba compuesta de diez árbitros, designados por
cada Estado parte, Por su parte, debe destacarse que el Protocolo de Olivos contiene dispo-
siciones muy detalladas respecto de la composición de los tribunales ad hoc (arts. 10 y 11).
El art. 18 se dedica especialmente a la composición del Tribunal Permanente de Revisión.
34 Cfr. GranimLo FerxánDez, “El sistema de solución de controversias en el Mercosur.
Protocolo de Olivos”, cit., p. 58.
152 Luciana B. ScottI

Desde otro punto de vista, se puede sostener que esta posibilidad acelera el pro-
ceso y evita los gastos que insume la primera instancia arbitral.
En cuanto al derecho aplicable, el Protocolo de Olivos menciona el Tratado
de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto, los protocolos y acuerdos consecuen-
tes, las decisiones del CMC, las resoluciones del GMC, las directivas de la
CCM y los principios y disposiciones del Derecho internacional aplicables **.
Por su parte, si el tribunal funciona como única instancia (competencia per
saltum), puede decidir ex aequo el bono, previo acuerdo de las partes.
Asimismo, se prevé la competencia consultiva del tribunal. Sobre este tema
volveremos más adelante.

d) Medidas compensatorias
Se introducen procedimientos a seguir en caso de incumplimientos del lau-
do, a fin de evitar la aplicación de medidas compensatorias en áreas diferentes
a las del conflicto y desproporcionadas debido a la falta de reglamentación.
En efecto, el Protocolo establece que el Estado parte beneficiado por el laudo
deberá procurar, en primer lugar, suspender las concesiones u obligaciones
equivalentes en el mismo sector o sectores afectados, y luego, en caso de que
considere impracticable o ineficaz la suspensión en el mismo sector, podrá sus-
pender concesiones u obligaciones en otro sector, para lo cual deberá indicar
las razones que fundamentan tal decisión. El Estado obligado a cumplir el
laudo puede cuestionar las medidas compensatorias aplicadas por el Estado
beneficiado, ante el Tribunal Arbitral ad hoc o el Tribunal Permanente de
Revisión, según su caso.
e) Objeto de la controversia
El Protocolo de Olivos dispone en el art. 14 que el objeto de la controversia
quedará determinado por los escritos de presentación y de respuesta presenta-
dos ante el tribunal arbitral ad hoc, no pudiendo ser ampliado posteriormente.
A su vez, los planteamientos que se realicen en estos escritos se basarán en
las cuestiones que fueron consideradas en las etapas previas. De esta manera
queda zanjada una cuestión que suscitó diversas interpretaciones del art. 28
del Reglamento del Protocolo de Brasilia. En efecto, existieron dos grandes
posiciones sobre el particular. Para una postura, el objeto de la controversia
quedaba establecido por las alegaciones radicadas en las etapas previas a la
instancia arbitral. Desde otro punto de vista, por el contrario, el objeto de
la controversia sería el que quedaba plasmado en los escritos de demanda y

85 El Protocolo de Brasilia contenía en el art. 19 una disposición semejante. No contenía


las directivas de la CCM, pues este órgano fue incorporado en el Protocolo de Ouro Preto.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 153

contestación presentados ante el tribunal arbitral, aun cuando se introduje-


ran alegaciones que no habían sido planteadas anteriormente. Como podemos
observar, el Protocolo de Olivos acogió la primera posición.

f) Calificación de los árbitros


Es importante remarcar la disposición del art. 35.2, común a los tribunales
arbitrales ad hoc y al Tribunal de Revisión, según el cual los árbitros deberán
observar la necesaria imparcialidad e independencia funcional de la Admi-
nistración Pública Central o directa de los Estados parte y no tener intereses
de índole alguna en la controversia. De esta manera se concede un atisbo de
supranacionalidad a los tribunales arbitrales de ambas instancias.

g) Mecanismos expeditos
El art. 2 del Protocolo de Olivos establece que cuando se considere nece-
sario se podrán establecer mecanismos expeditos para resolver divergencias
entre Estados parte sobre aspectos técnicos regulados en instrumentos de po-
líticas comerciales comunes.

h) Opiniones consultivas
El art. 3 establece que el Consejo del Mercado Común podrá establecer
mecanismos relativos a la solicitud de opiniones consultivas al Tribunal Per-
manente de Revisión, definiendo su alcance y sus contenidos.
El Reglamento del Protocolo de Olivos, en su capítulo Il (arts. 2 a 13), establece
la legitimación para solicitar opiniones consultivas, los alcances y efectos de las
mismas y el procedimiento ante el Tribunal de Revisión. En cuanto a la legitima-
ción, dispone que “podrán solicitar opiniones consultivas al Tribunal Permanen-
te de Revisión todos los Estados partes del Mercosur actuando conjuntamente,
los órganos con capacidad decisoria del Mercosur y los Tribunales Superiores de
los Estados partes con jurisdicción nacional, en las condiciones que se establecen
para cada caso”. Por su parte, el art. 11 establece el efecto de las opiniones consul-
tivas, estipulando que no serán vinculantes ni obligatorias. El alcance concedido
por el Reglamento a las denominadas opiniones consultivas nos permite afirmar
que nos hemos quedado a mitad de camino en la implementación de un mecanis-
mo tan idóneo para la consolidación de un espacio integrado.
Finalmente, cabe recordar que la decisión CMC 02/07 del 18 de enero de
2007 aprobó el Reglamento del Procedimiento para la Solicitud de Opiniones
Consultivas al Tribunal Permanente de Revisión por los Tribunales Superio-
res de Justicia de los Estados partes del Mercosur.
En efecto, cada Tribunal Superior de Justicia de los Estados parte, en el
ámbito de sus respectivas jurisdicciones, estableció las reglas internas de pro-
cedimiento para la solicitud de opiniones consultivas:
154 Luciana B. ScorTtI

Argentina: acordada n” 13/2008 de la Corte Suprema de Justicia de la Na-


ción, 18 de junio de 2008 *.
Brasil: emenda regimental n* 48 de 3 de abril de 2012*”,
Paraguay: acordada n* 549 de la Corte Suprema de Justicia, 11 de noviem-
bre de 2008**,
Uruguay: acordada n* 7604 de la Suprema Corte de Justicia, 24 de agosto
de 2007*,

85 Establece que todos los jueces de la República, tanto de jurisdicción nacional como
provincial, podrán formular en el marco de una causa en trámite ante sus respectivos
estrados, a instancia de parte o de oficio, la solicitud de opiniones consultivas al Tribunal
Permanente de Revisión del Mercosur —de carácter no vinculante ni obligatorio—, sobre la
interpretación jurídica de las normas del Tratado de Asunción, del Protocolo de Ouro Preto,
de los protocolos y acuerdos celebrados en el marco de dicho Tratado, de las decisiones del
Consejo del Mercado Común, de las resoluciones del Grupo Mercado Común y de las direc-
tivas de la Comisión de Comercio. Las solicitudes de opiniones consultivas serán elevadas a
la Corte Suprema de Justicia de la Nación por intermedio del superior tribunal de la causa,
según la jurisdicción ante la cual tramite el expediente en el que sean formuladas.
La Corte Suprema, previa verificación del cumplimiento de los recaudos exigidos, remi-
tirá las solicitudes de opiniones consultivas al Tribunal Permanente de Revisión, a través
de su Secretaría, enviando copia a la Secretaría del Mercosur y a los demás Tribunales
Superiores de los Estados parte.
87 La solicitud de una opinión consultiva necesariamente debe surgir en un proceso en
curso ante el Poder Judicial brasileño y restringido exclusivamente a la validez o la inter-
pretación del Tratado de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto, los protocolos y acuerdos en
virtud del Tratado de Asunción de las decisiones del Consejo del Mercado Común (CMC),
las resoluciones del Grupo Mercado Común (GMC), directrices de la Comisión de Comercio
del Mercosur y CCM.
Tienen legitimidad para pedir una opinión consultiva al Tribunal Permanente de Revi-
sión del Mercosur, el juez de la causa o alguna de las partes.
88 Si en una causa en trámite ante cualquier órgano jurisdiccional del Poder Judicial
se suscitare una duda acerca de la validez o interpretación jurídica de los siguientes ims-
trumentos normativos del Mercosur: a) el Tratado de Asunción; b) el Protocolo de Ouro
Preto; c) los protocolos y acuerdos celebrados en el marco del Tratado de Asunción; d) las
decisiones del Consejo del Mercado Común (CMC); e) las resoluciones del Grupo Merca-
do Común (GMC), y f) las directivas de la Comisión de Comercio del Mercosur (CCMI),
dicho órgano podrá incoar una solicitud de opinión consultiva ante la Corte Suprema de
Justicia, a fin de que ésta decida plantear la consulta ante el Tribunal Permanente de
Revisión del Mercosur (TPR).
La Corte Suprema de Justicia decidirá sobre la pertinencia del pedido y remitirá di-
rectamente al Tribunal Permanente de Revisión (TPR) la solicitud de opinión consultiva,
adjuntando todos los antecedentes y la documentación correspondientes.
Una vez evacuada la consulta por el TPR, y remitida la misma y sus antecedentes al
órgano jurisdiccional solicitante, éste procederá a continuar la causa según su estado.
89 Si en una causa en trámite ante cualquier órgano del Poder Judicial se suscitare una
duda acerca de la validez o interpretación jurídica de la siguiente normativa del Mercosur:
el Tratado de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto, los protocolos y acuerdos celebrados en
el marco del Tratado de Asunción, las decisiones del Consejo del Mercado Común (CMO),
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 155

Hasta el momento, el TPR dictó tres opiniones consultivas, Por otro lado, la
Corte Suprema de Justicia de la Nación de la República Argentina solicitó dos
opiniones que luego fueron desistidas por requerimiento de la parte actora.

1) Medidas excepcionales y de urgencia


El Protocolo de Olivos en su art. 24 delega al Consejo del Mercado Común
el establecimiento de procedimientos especiales para atender casos excepcio-
nales de urgencia, que pudieran ocasionar daños irreparables a las partes. La
decisión CMC n* 23/04 aprueba el Procedimiento sobre Medidas Excepciona-
les y de Urgencia ante el Tribunal Permanente de Revisión.

3) Reglas de procedimiento
El art. 51 dispone que tanto el Tribunal Permanente de Revisión como los
tribunales arbitrales ad hoc adoptarán sus propias reglas de procedimiento.
Tan sólo se limita a establecer que las mismas deberán garantizar que cada
una de las partes tenga plena oportunidad de ser oída y de presentar sus argu-
mentos y asegurar que los procesos se realicen de forma expedita. Tal como lo
ha puesto de relieve la doctrina, el Protocolo de Olivos reedita una laguna que
ya estaba presente en el Protocolo de Brasilia y en su reglamento, generando
la posibilidad de interpretaciones divergentes en perjuicio de la uniformidad
pretendida *”. Sin embargo, la decisión CMC 30/05 colmó este vacío al aprobar
dichas Reglas de procedimiento del Tribunal Permanente de Revisión.

las resoluciones del Grupo Mercado Común (GMC) y las directivas de la Comisión de Co-
mercio del Mercosur (CCM), dicho órgano podrá requerir una opinión consultiva al Tribu-
nal Permanente de Revisión del Mercosur.
A tales efectos, el órgano del Poder Judicial en cuya jurisdicción resida el conflicto, de-
berá elevar a la Suprema Corte de Justicia la solicitud de opinión consultiva.
En caso de cumplir con los requisitos exigidos, la Suprema Corte de Justicia remitirá
directamente al Tribunal Permanente de Revisión (TPR) las solicitudes de opiniones con-
sultivas, adjuntando todos los antecedentes y la documentación correspondientes, el que se
expedirá por escrito y dispondrá para ello de cuarenta y cinco días contados a partir de la
recepción de la solicitud de la opinión consultiva.
Una vez evacuada la consulta por el TPR, la Suprema Corte de Justicia la remitirá al
tribunal de origen a efectos de que éste continúe con los procedimientos.
9 Drerzix pe KLor, “El Protocolo de Olivos”, cit., p. 618.
156 Luciana B. ScottI

CUADRO 7: LAUDOS Y OPINIONES CONSULTIVAS DICTADOS DESDE LA ENTRADA EN VIGOR DEL


PROTOCOLO DE OLIVOS

LAUDOS Y OPINIONES CONSULTIVAS DICTADOS DESDE


LA ENTRADA EN VIGOR DEL PROTOCOLO DE OLIVOS

TRIBUNAL PERMANENTE DE REVISIÓN

Laudos
Laudo n* 01/2005
Laudo del Tribunal Permanente de Revisión constituido para entender en el recur-
so de revisión presentado por la República Oriental del Uruguay contra el laudo arbi-
tral del Tribunal Arbitral Ad Hoc de fecha 25 de octubre de 2005 en la controversia
“Prohibición de importación de neumáticos remoldeados procedentes del Uruguay”.

Laudo n* 01/2006
Laudo complementario del Tribunal Permanente de Revisión que resuelve el
recurso de aclaratoria interpuesto por la República Argentina en relación al lau-
do arbitral dictado por éste entre el 20 de diciembre de 2005 en la controversia
“Prohibición de importación de neumáticos remoldeados procedentes de Uruguay”.

Laudo n* 02/2006
Laudo del Tribunal Permanente de Revisión constituido en plenario para en-
tender en el recurso de revisión presentado por la República Argentina contra la
decisión del Tribunal Arbitral Ad Hoc de fecha 21 de junio de 2006, constituido para
entender en la controversia promovida por la República Oriental del Uruguay contra
la República Argentina sobre: “*Tmpedimentos a la libre circulación derivado de los
cortes en territorio argentino de vías de acceso a los puentes internacionales Gral.
San Martín y Gral. Artigas”.

Laudo n* 01/2007
Laudo del Tribunal Permanente de Revisión constituido para entender en la soli-
citud de pronunciamiento sobre exceso en la aplicación de medidas compensatorias,
controversia entre Uruguay y Argentina sobre prohibición de importación de neumá-
ticos remoldeados procedentes del Uruguay.

Laudo n* 01/2008
Laudo del Tribunal Permanente de Revisión en el asunto n*1/2008 “Divergencia
sobre el cumplimiento del laudo n? 1/05 iniciada por la República Oriental del Uru-
guay (art. 30 Protocolo de Olivos)”.

Laudo n* 01/2012
Laudo del Tribunal Permanente de Revisión en el asunto n* 01/2012 “Procedi-
miento excepcional de urgencia solicitado por la República del Paraguay en relación
con la suspensión de su participación en los órganos del Mercado Común del Sur
(Mercosur) y la incorporación de Venezuela como miembro pleno”,
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 157

Tribunales Ad Hoc
Laudo del Tribunal Ad! Hoc del Protocolo de Olivos, sobre la controversia “Prohi-
bición de importación de neumáticos remoldeados” (revocado por el laudo del TPR).
Laudo del Tribunal Arbitral Ad Hoc de Mercosur constituido para entender de la
controversia presentada por la República Oriental del Uruguay a la República Ar-
gentina sobre “Omisión del Estado Argentino en adoptar medidas apropiadas para
prevenir y/o hacer cesar los impedimentos a la libre circulación derivados de los cor-
tes en territorio argentino de vías de acceso a los puentes internacionales Gral. San
Martín y Gral. Artigas que unen la República Argentina con la República Oriental
del Uruguay”.

Opiniones consultivas
Opinión consultiva n* 01/2007
Opinión consultiva del Tribunal Permanente de Revisión constituido para en-
tender en la petición de opinión consultiva presentada por la jueza de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial del Primer Turno de la jurisdicción de Asunción,
Paraguay, María Angélica Calvo, en los autos caratulados “Norte S.A. Imp. Exp. c/
Laboratorios Northia Sociedad Anónima, Comercial, Industrial, Financiera, Inmo-
biliaria y Agropecuaria s/indemnización de daños y perjuicios y lucro cesante”, vía
Corte Suprema de Justicia del Paraguay, recibida por este Tribunal en fecha 21 de
diciembre de 2006.

Opinión consultiva n* 01/2008


Opinión consultiva del Tribunal Permanente de Revisión constituido para enten-
der en la solicitud cursada por la Suprema Corte de Justicia de la República Orien-
tal del Uruguay con relación a los autos del Juzgado Letrado de Primera Instancia
en lo Civil de 1% turno TUE 2-32247/07 “Sucesión Carlos Schnek y otros c/Ministerio
de Economía y Finanzas y otros. Cobro de pesos”.

Opinión consultiva n* 01/2009


Opinión consultiva del Tribunal Permanente de Revisión, “Juzgado Letrado de
Primera Instancia en lo Civil de 2* turno - Autos: Frigorífico Centenario S.A. c/
Ministerio de Economía y Finanzas y otros. Cobro de pesos. TUE: 2-43923/2007.
Exhorto”. República Oriental del Uruguay.

k) Otras innovaciones
El Protocolo de Olivos contiene además normas mucho más detalladas en
comparación con el Protocolo de Brasilia sobre la composición y designación de
los árbitros, los representantes y asesores de las partes, los costos, honorarios
y demás gastos, la forma de contar los plazos y la posibilidad de modificarlos,
así como la posibilidad de concluir los procedimientos de resolución de contro-
versias previstos por medio de transacción o desistimiento.
158 Luciana B. ScorTI

La decisión CMC n* 02/12 (Mendoza, 29/6/12) aprobó las “Normas de Pro-


cedimiento para la actuación del Mercosur en controversias derivadas de
acuerdos comerciales con terceros países o grupos de países”,

4) ¿Hacia un Tribunal de Justicia del Mercosur?


El Acuerdo Político aprobado por la decisión CMC n* 28/10 también intro-
duce, a modo de recomendación, que la instancia constitutiva definitiva del
Parlamento debe ponerse en vigencia en forma conjunta con la creación de un
Tribunal de Justicia del Mercosur y la ampliación de las actuales atribuciones
del Tribunal Permanente de Revisión.
En relación con la institucionalidad del proceso de integración, los minis-
tros manifestaron en el art. 64 de la mencionada decisión que “el proceso de
consolidación de la Unión Aduanera deberá incorporar una revisión sobre el
avance institucional del Mercosur que contemple los ajustes requeridos, inclu-
yendo el sistema de solución de controversias del Mercosur, con vistas a permi-
tir que su estructura institucional acompañe la evolución del proceso”.
Cabe destacar que estos temas son motivo de análisis e intercambio de
opiniones en el Foro Permanente de Cortes Supremas del Mercosur y en el
Parlamento del bloque.
El germen sobre la importancia de crear una Corte de Justicia del bloque
subregional había sido sembrado en el I Encuentro de Cortes Supremas del
Mercosur, realizado en octubre de 2003
Con fecha 13 de diciembre de 2010, el Parlamento aprobó el proyecto de
norma 02/10, por el que se adopta el Protocolo constitutivo de la Corte de Jus-
ticia del Mercosur —presentado por los parlamentarios Adolfo Rodríguez Saá,
por Argentina, y Eric Salum Pires, por Paraguay-— y elevó el mismo a conside-
ración del Consejo del Mercado Común.
En la exposición de motivos, el Parlamento afirma que los avances del Mer-
cosur en varias áreas justifica una evolución en el sistema de solución de con-
troversias a fin de garantizar la certeza y seguridad jurídica.
Dicho proyecto propone una Corte de Justicia “como órgano jurisdiccional,
judicial, independiente cuya función esencial será garantizar la interpretación
y aplicación uniforme del derecho del Mercosur, afianzando la consolidación
jurídica del proceso de integración”.
La Corte de Justicia proyectada tendría competencia para entender en ac-
ciones de nulidad, acciones por omisión, acción de incumplimiento en las que
están legitimadas los Estados parte, los distintos órganos y las personas físi-
cas y Jurídicas. Además, prevé la cuestión prejudicial, que podrá ser planteada
en forma directa por cualquier órgano jurisdiccional de los Estados parte, el
Parlamento, CMC, GMC, CMC y Secretaría sobre la interpretación y validez
de las normas del Mercosur. La respuesta de la Corte será vinculante.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 159

También se prevé la competencia de naturaleza arbitral y en asuntos de


índole laboral.
Las Cortes de Justicia de los Estados parte tendrían a su cargo la elabora-
ción de una terna de candidatos a partir de la cual cada Estado designaría al
juez correspondiente.
La Corte estaría integrada por un número de jueces igual al de Estados
parte. El CMC tendrá la misión de crear la figura del abogado general. Estos
serán elegidos por seis años renovables,
Las sentencias de la Corte serían inapelables, admitiéndose sólo el recurso
de aclaratoria, y obligatorias para los Estados parte, los óreanos del Mercosur
y las personas físicas y jurídicas.

5) Actuación del Mercosur en Controversias derivadas de Acuerdos Co-


merciales con Terceros Países o grupos de Países
La decisión CMC n* 52/15 aprobó las normas para la actuación del Mercosur
en controversias derivadas de acuerdos comerciales con terceros países 0 grupos
de países. Esta disposición fue actualizada por la decisión CMC n* 33/17.
Cuando el Mercosur fuera notificado por la otra parte contratante o sig-
nataria en el Acuerdo (“la contraparte”) del inicio de un procedimiento de
solución de controversias bajo el régimen allí previsto, o el Mercosur decidiera
iniciar un procedimiento de solución de controversias, deberá cumplirse con
las siguientes diligencias:
1. Cuando el Mercosur fuera notificado por la contraparte del inicio de un
procedimiento de solución de controversias, la Presidencia Pro Tempore debe-
rá enviar una copia de esa notificación a los coordinadores nacionales del GMC
de los demás Estados partes dentro de las veinticuatro horas de su recepción.
2. Cuando un Estado parte considere que existen motivos para iniciar un
procedimiento de solución de controversias, realizará consultas con los demás
Estados partes, a través de sus coordinaciones nacionales del GMC. En la
convocatoria a las consultas se identificarán las razones que justifiquen el
inicio del procedimiento y las medidas tomadas por la contraparte contrarias
al Acuerdo correspondiente. Los coordinadores nacionales del GMC contarán
con un plazo máximo de diez días para tomar una decisión al respecto. En
caso de acordarse el inicio del procedimiento de solución de controversias, la
Presidencia Pro Tempore inmediatamente procederá a convocar al Grupo Ad
Hoc de Seguimiento de la Controversia.
Por otro lado, cuando uno o más Estados partes decida/n iniciar un pro-
cedimiento de solución de controversias actuando en carácter de parte/s
signataria/s demandante/s, ese o esos Estados partes deberán comunicar di-
cha decisión a los demás Estados partes a través de las coordinaciones na-
cionales del GMC, con una antelación no menor a quince días del inicio del
procedimiento de solución de controversias.
160 Luciana B. ScorTI

Asimismo, cuando uno o más Estado/s parte/s sea/n notificado/s del inicio
de un procedimiento de solución de controversias en su contra, en carácter
de parte/s signataria/s demandada/s, deberá/n enviar copia de la notificación
recibida a los demás Estados partes a través de las coordinaciones nacionales
del GMC, dentro de las cuarenta y ocho horas.
Cuando uno o más Estado/s parte/s actúe/n como parte/s signataria/s
demandante/s o demandada/s, deberán hacerse cargo de las gestiones que exija
el proceso, tales como la elaboración del escrito de demanda o de contestación y
la preparación de la presentación en la audiencia, la redacción del alegato o me-
moria final y otras diligencias. Sin perjuicio de ello, el Estado o los Estados par-
tes que lleve/n adelante la controversia podrá/n convocar a los demás Estados
partes que así lo soliciten a una reunión, a fin de informarles sobre el contenido
de los escritos y, si fuera el caso, recibir sus comentarios y/o sugerencias.
Las sesiones de dicha reunión y sus resultados tendrán carácter reservado y
los funcionarios intervinientes deberán observar el deber de confidencialidad.

TV, CONCLUSIONES
El Mercosur ha atravesado, desde sus orígenes, momentos de avances, retroce-
sos y prolongadas mesetas; ha obtenido éxitos, pero también ha padecido fracasos.
Desde la mirada del Derecho de la Integración, observamos que la estruc-
tura institucional del Mercosur no es, probablemente, la adecuada para los
ambiciosos propósitos consagrados en el Tratado de Asunción.
Estas deficiencias, en muchos casos, se originan en la deliberada intención
de los gobiernos de los Estados parte de mantener inicialmente el control so-
bre la toma de decisiones. Sin embargo, para alcanzar una integración subre-
gional más profunda, a fin de cumplir con las metas propuestas, para el forta-
lecimiento del bloque, para la definitiva consolidación de la unión aduanera, y
a efectos de posibilitar la inserción internacional de los países que lo integran,
resulta imprescindible que los gobiernos de los Estados parte renueven y re-
fuercen el compromiso político en este emprendimiento.
A más de veinticinco años de la creación del Mercosur, existen aún serios
obstáculos para la elaboración, incorporación, puesta en vigor y eficacia de las
normas Mercosur, ya sean éstas de derecho constitutivo o derivado. En efecto,
la ausencia de aplicabilidad inmediata y de efecto directo de las normas ema-
nadas de los órganos del esquema, así como las asimetrías constitucionales en
cuanto al tratamiento de las relaciones derecho interno/derecho internacional
son serios impedimentos para la consolidación del proceso de integración.
Evidentemente, es necesario conciliar los intereses de los Estados parte,
en cuanto a la relación derecho interno/derecho internacional, a fin de limar
las asimetrías constitucionales, teniendo en cuenta que para profundizar el
proceso de integración es imprescindible cierta delegación de competencias.
EL DERECHO DE LA INTEGRACIÓN EN EL MERCOSUR 161

Asimismo, la revisión y el perfeccionamiento de la estructura institucio-


nal en general y del mecanismo de incorporación de normas en particular es
una tarea urgente que deben enfrentar seriamente los Estados miembro, si su
verdadera voluntad política aboga por el fortalecimiento del esquema. En tal
sentido, es de toda necesidad la adopción de un mecanismo ágil de incorpora-
ción de normas Mercosur.
Finalmente, es esencial que, una vez en vigor, la normativa del bloque sea
invocada y aplicada por nuestros jueces nacionales para que realmente el Mer-
cosur sea una realidad tangible para los habitantes y ciudadanos de nuestro
espacio integrado.
Deseamos, esperanzados, que el Mercosur próximamente goce de una es-
tructura adecuada, de un sistema jurídico solvente y de un mecanismo de so-
lución de controversias que abandone el carácter transitorio, y que, en general,
le permita cumplir con el mandato acordado en el Preámbulo de su tratado
fundacional: “mejorar las condiciones de vida de sus habitantes”.
Por último, destacamos que en los tiempos actuales, el escenario interna-
cional post-Brexit, el estancamiento de las negociaciones multilaterales en la
OMC y el discurso proteccionista asumido por el gobierno de Donald Trump en
Estados Unidos, sumado al cambio de signo político de los gobiernos de los Es-
tados partes del Mercosur, son todos factores que confluyen para abrir nuevos
rumbos y oportunidades para nuestro bloque. En este contexto, se afianzan las
negociaciones políticas y comerciales relanzadas en algunos casos e iniciadas
en otros, tanto con bloques como con países para alcanzar una mejor inserción
internacional, atraer más inversiones, y obtener un clima de mayor seguridad
jurídica. Esta agenda de apertura al mundo tiene como eje las negociaciones
Mercosur-Unión Europea y la búsqueda de nuevos socios estratégicos como
podría ser México y la Alianza del Pacífico en América Latina, sin perjuicio de
ampliar la mirada hacia otras regiones. Se avecinan años que serán centrales
para la redefinición de objetivos, metas, dimensiones, instrumentos y estruc-
turas del Mercado Común de Sur.

BIBLIOGRAFÍA

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Cancillería argentina: www.cancilleria.gov.ar.
UNASUR: www.uniondenacionessuramericanas.com.
CarítTuLO VI
LA COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES
MarTíN MOLLARD

I. INTRODUCCIÓN
Se denomina Comunidad Andina de Naciones (CAN) al proceso de integra-
ción conformado por Bolivia, Colombia, Chile*, Ecuador? y Perú. Cabe seña-
lar que este tratado —denominado Acuerdo de Cartagena— fue firmado el 26 de
mayo de 1969 en la ciudad colombiana de Santa Fe de Bogotá y entró en vigor
el 16 de octubre de 1969.
Actualmente, Chile? reviste la condición de Estado asociado al igual que
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay*, en tanto que México, Panamá y Es-
paña tienen el carácter de países observadores.
Por su parte, hay que destacar que Venezuela, que había adherido al Acuer-
do el 13 de febrero de 1973, decidió retirarse de él en abril de 2006*.

T Este país se retiró del Acuerdo el 30 de octubre de 1976 disconforme con la decisión 24,
titulada “Régimen común de tratamiento a los capitales extranjeros y sobre marcas, patentes,
licencias y regalías”.
2 A fin de lograr una mejor inserción tanto de Bolivia como de Ecuador, se le han otor-
gado diversas ventajas en el marco de la Comunidad Andina de Naciones.
3 El Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores otorgó a Chile el 20 de sep-
tiembre de 2006 la condición de miembro asociado permitiéndose su reingreso luego de su
retiro el 30 de octubre de 1976 (decisión 645).
*+El Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y la Comisión de la CAN
otorgaron el 7 de julio de 2005 a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay la condición de
miembros asociados (decisión 613).
5 El 22 de abril de 2006, Venezuela, a través de su canciller Ali Rodríguez Araque, in-
formó a la Secretaría General de la CAN su decisión de denunciar el Acuerdo de Cartagena.
Cabe señalar que el art. 135 del Acuerdo de Cartagena establece que, desde que comunica
su decisión a la Comisión, cesan para el Estado denunciante los derechos y las obligaciones
derivados de su condición de miembro, con excepción de las ventajas recibidas y otorgadas
de conformidad con el Programa de Liberación de la Subregión, las cuales permanecerán
168 Martín MOLLARD

La Comunidad Andina de Naciones, que originariamente recibió la de-


nominación de Acuerdo de Cartagena, Pacto Andino o Grupo Andino y que
se fundamentó para su constitución en el tratado denominado Acuerdo de
Cartagena. En dicho Proceso de Integración habitan aproximadamente
unos 108 millones de personasf', las cuales están distribuidas a lo largo de
3.198.000 km2 y dan origen a un producto bruto interno de aproximada-
mente 407,9 mil millones de dólares. En este ámbito regional se generan
en 2015 exportaciones al mundo por un valor de 82.797 millones dólares.
y recibiendo importaciones en el mismo período por 98.806 millones de la
misma moneda”.

TI. ANTECEDENTES
Un hito importante en el proceso integrador americano lo constitu-
yó la creación, por parte del Consejo Económico y Social (ECOSOC)Y?, el
25 de febrero de 1948, de la Comisión de Estudios para América Latina
(CEPAL). Este órgano subsidiario del ECOSOC impulsó la idea de la ne-
cesaria industrialización de los países a través del proceso de sustitución
de importaciones y fue establecido por la resolución 106 (VI) del órgano
principal de la ONU anteriormente citado. La institución latinoamerica-
na comenzó a funcionar el mismo año de su creación y constituye una de
las 5 comisiones regionales que funcionan en el marco de la organización
internacional.
Posteriormente, en 1984, el ECOSOC decidió que la Comisión Económica
para América Latina pasara a denominarse Comisión Económica para Améri-
ca Latina y el Caribe (CEPAL)?.

en vigencia por un plazo de cinco años a contar desde la denuncia. Dicho plazo podrá ser
disminuido en casos excepcionales.
Asimismo hay que agregar que el 9 de agosto de 2006 se suscribió entre la Comunidad
Andina y Venezuela un memorando de entendimiento (Decisión 641 Comisión) relativo a la
aplicación del artículo 135 del Acuerdo de Cartagena.
$ www.comunidadandina.org (15/1/13)
7 http://intranet.comunidadandina.org/Documentos/DEstadisticos/SGDE774.pdf (Con-
sultado el 6/2/2018).
$ El Consejo Económico y Social constituye uno de los seis órganos principales de la
Organización de las Naciones Unidas.
% Dicha institución tiene su sede en Santiago de Chile y tiene dos subsedes: una ubicada
en México D.F. desde 1951 (para la subregión de América Central) y la otra en Puerto Espa-
ña desde 1966 (para la subregión del Caribe). La CEPAL también tiene oficinas en Buenos
Aires, Brasilia, Montevideo, Bogotá y una oficina de enlace en Washington D.C.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 169

Su función principal consiste en dedicarse al estudio y a la búsqueda de


soluciones para los problemas suscitados por el desajuste económico mundial
en América Latina y los problemas relacionados con la economía mundial, a
fin de obtener con la cooperación de los países de la región, basándose en el es-
fuerzo común, la recuperación y la estabilidad económica en todo el mundo?”.
Otro antecedente de la integración regional lo constituye la Asociación La-
tinoamericana de Libre Comercio (ALALC), creada el 18 de febrero de 1960 y
posteriormente fue reemplazada por la Asociación Latinoamericana de Inte-
eración (ALADI) *, creada a través del Tratado de Montevideo suscripto el 12
de agosto de 1980*?.
Los Estados originarios que integraron la ALALC fueron Argentina, Bra-
sil, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay y México, adhiriendo posteriormente a
este tratado firmado en la capital uruguaya Bolivia, Ecuador, Colombia y Ve-
nezuela. Dentro de este acuerdo marco se celebró el Acuerdo de Cartagena, por
el cual se estableció el Pacto Andino, antecedente de la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) "”.
Cabe señalar que la CAN registra dos antecedentes inmediatos de proce-
sos de integración iniciados en América Latina.
1) el Mercado Común Centroamericano (MCCA), instituido por el Tratado
de Managua, suscripto por Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua el
13 de diciembre de 1960 y que entró en vigor el 4 de junio de 1961. Posterior-
mente, en julio de 1962, adhirió Costa Rica;
2) la Asociación de Libre Comercio del Caribe (Caribbean Free Trade As-
sociation o CARIFTA), que entró en vigor el 1 de mayo de 1968, siendo sus
miembros originarios Antigua, Barbados, Trinidad y Tobago y Guayana. Pos-
teriormente, adhirieron Belice, Dominicana, Granada, St. Kitts-Nevis-Angui-
la, Santa Lucía, San Vicente, Jamaica y Monserrat,
En el transcurso de la séptima reunión de jefes de Gobierno celebrada en
octubre de 1972, los líderes de CARIFTA decidieron crear un mercado común
y establecer la Comunidad del Caribe que forma parte del Mercado Común.

10 Art. 2 de la resolución 106 (V) del Consejo Económico y Social de la Organización de


las Naciones Unidas.
11 Son miembros de este proceso de integración Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Co-
lombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, lo cual
representa 20 millones de km* y más de 500 millones de habitantes.
12 Este tratado tiene como finalidad el establecimiento gradual y progresivo de un mer-
cado común latinoamericano (art. 1) a través de “la promoción y regulación del comercio
recíproco, la complementación económica y el desarrollo de las acciones de cooperación eco-
nómica que coadyuven a la ampliación de los mercados” (art. 2),
13 Resoluciones 202 y 203 de la ALALC.
170 Martín MOLLARD

En agosto de 1973 entró en vigor la Comunidad del Caribe (CARICOM), la


cual, actualmente, está conformada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Bar-
bados, Belice, Dominicana, Granada, Guayana, Haití, Jamaica, Monserrat,
Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Surinam y
Trinidad y Tobago**.
En relación directa con la CAN hay que destacar que este proceso de inte-
eración se originó por la visión de varios de los países integrantes de la ALALC
que, conscientes de las limitaciones que ofrecía este acuerdo regional, pretendie-
ron fomentar sus industrias para, desde una mejor posición, poder fortalecerse
en el comercio interregional * y encontrarse, consecuentemente, en una mejor
situación negociadora respecto de sus recursos **. Esto favorecería el intercam-
bio comercial con las economías latinoamericanas más fuertes en ese momento,
que eran las de Brasil, Argentina y México.
Una breve síntesis de los principales acontecimientos e instrumentos ju-
rídicos del proceso andino —ordenados en forma cronológica— se presentan a
continuación:
* El 16 de agosto de 1966, en la ciudad colombiana de Santa Fe de Bogotá,
se reúnen los presidentes de las Repúblicas de Colombia, Chile y Venezuela
junto con los delegados de los jefes de Estado de Perú y Ecuador.
En dicha ocasión, los representantes de los Estados, conscientes de las li-
mitaciones que se les presentaban en el marco de la ALALC, emiten lo que se
conocería como la Declaración de Bogotá, donde se expresaría la necesidad de
fomentar y profundizar, entre sus países, la integración económica.
* El 30 de junio de 1967 los cinco Estados originarios que habían suscripto
la Declaración de Bogotá establecen junto con Bolivia una comisión mixta
para estudiar la factibilidad de la creación de un grupo subregional de inte-
eración en el marco de la ALALC.
* Entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre de 1967 el Consejo de Minis-
tros de la ALALC aprueba las resoluciones 202 y 203. A través de la primera
de ellas se establecen las bases sobre las cuales los países miembros podrán
constituir acuerdos subregionales de integración y por medio de la segunda se
implementan los mismos fijándose las bases del Acuerdo de Cartagena.

1“ Son miembros asociados Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Cai-
mán e Islas Turcs y Caicos.
15 Es lo que se conoce como “modelo de sustitución de importaciones”, que consiste en
eravar los productos que ingresen al ámbito regional —en este caso— y fomentar la industria
nacional.
16 Entre otros: pesca, cobre, estaño, hierro, café, banano.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 171

* El 7 de febrero de 1968 se creó la Corporación Andina de Fomento, que


posteriormente será la institución financiera del proceso de integración andino.
* El 26 de mayo de 1969 se firmó en Santa Fe de Bogotá el acuerdo de inte-
gración que luego se conocería como Pacto Andino o Acuerdo de Cartagena.
* El 9 de julio de 1969 se establece la compatibilidad del Acuerdo de Car-
tagena con la ALALC.
* El 16 de octubre de 1969 entra en vigor el Acuerdo de Cartagena.
* El 25 de octubre de 1969 la Comisión adopta la decisión 1, por la cual se
designa al Acuerdo de Integración Subregional con el nombre de Acuerdo de
Cartagena, suscripto por Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
* El 21 de noviembre de 1969 comienza en Lima (Perú) la actividad insti-
tucional de la Comisión creada por el Acuerdo de Cartagena.
* El 13 de febrero de 1973 se incorpora Venezuela al Pacto Andino.
* El 12 de mayo de 1987 se firmó el Protocolo de Quito, que entró en vigor
el 25 de mayo de 1988.
* En 1993 los Estados parte eliminaron entre sí los aranceles existentes,
dando lugar a una zona de libre comercio que no sólo contribuyó a fomentar el
comercio interestadual, sino también a liberalizar la prestación de servicios.
Esta zona de libre comercio quedó configurada el 1 de enero de 2006 con la
adecuación de la normativa respectiva por parte del Perú.
* El 28 de mayo de 1996 se firmó el Protocolo de Cochabamba, que entró en
vigor el 25 de agosto de 1999.
* El 10 de marzo de 1996 se firmó el Protocolo de Trujillo, que entró en
vigor el 3 de junio de 1997.
* El 25 de junio de 1997 se firmó el Protocolo de Sucre, que entró en vigor
el 14 de abril de 2008.
* El 16 de diciembre de 2003 los Estados de Colombia, Ecuador, Venezuela,
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay celebran el Acuerdo de Complemen-
tación Económica n? 59 (ACE 59) en el marco de la ALADI y establecen que
alcanzarán una zona de libre comercio a partir de 1 de julio de 2004.
* El 7 de julio de 2005 la CAN les otorga la condición de Estados asociados
a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
* El 1 de enero de 2006 se conforma plenamente la zona de libre comercio
de la Comunidad Andina con el ingreso de Perú.
* El 22 de abril de 2006, el canciller de Venezuela notifica a la Secretaría
de su país el retiro de la CAN.
* El 20 de septiembre de 2006 Chile se incorpora como Estado asociado.
: El 15 de julio de 2010 entra en vigor el pasaporte andino.
* El 21 de febrero de 2013, en el marco del Proceso de Integración, se
aprueba el reglamento que garantiza la asistencia consular a los ciudadanos
andinos en terceros países.
172 Martín MOLLARD

III. La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES

1. Análisis del tratado constitutivo y de sus principales reformas


Como se señaló anteriormente, el instrumento que dio origen a la Comuni-
dad Andina de Naciones fue el Acuerdo de Cartagena suscripto el 26 de mayo
de 1969 por Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú *.
Los objetivos de este tratado internacional son:
a) promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros en con-
diciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y social;
b) acelerar su crecimiento y la generación de ocupación;
c) facilitar su participación en el proceso de integración regional, con miras
a la formación gradual de un mercado común latinoamericano;
d) propender a disminuir la vulnerabilidad externa y mejorar la posición de
los países miembros en el contexto económico internacional;
e) fortalecer la solidaridad subregional;
f) reducir las diferencias de desarrollo existentes entre los países miembros.
Todos estos objetivos tienen como fin buscar una mejora continua del nivel
de vida de los habitantes de la Comunidad Andina de Naciones**,
Este tratado sufrió diversas modificaciones como consecuencia lógica del
desarrollo, del cambio de objetivos y del perfeccionamiento de las finalidades
que le dieron origen.
Entre las modificaciones más relevantes pueden citarse:

Protocolo de Quito
A través de este protocolo, que fue firmado el 12 de mayo de 1987 y entró
en vigor el 25 de mayo de 1988, se buscó flexibilizar los plazos estatuidos para
lograr una unión aduanera plena y se postergó la adopción de un arancel ex-
terno común.
Otra hecho importante que se originó con este protocolo es la incorporación
del Parlamento Andino y del Tribunal de Justicia Andino como órganos prin-
cipales del acuerdo de integración.

Protocolo de Trujillo **
A través de este documento, que se firmó el 10 de marzo de 1996 en la
ciudad peruana de Trujillo en el marco del VIII Consejo Presidencial Andino

17 Este tratado constitutivo del proceso de integración andino está conformado por 20
capítulos (139 artículos y cinco disposiciones transitorias) y dos anexos.
18 Art. 1 del Tratado de Cartagena.
13 También conocido como Protocolo Modificatorio del Acuerdo de Cartagena de 1996.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 173

y que entró en vigor el 3 de junio de 1997, se realizaron numerosas modifica-


ciones al ordenamiento institucional del proceso de integración. Entre ellas se
pueden mencionar la creación de la Comunidad Andina propiamente dicha ?,
la del Sistema Andino de Integración (S.A.I.) y la incorporación como órganos
de ese sistema del Consejo Presidencial Andino y del Consejo Andino de Mi-
nistros de Relaciones Exteriores. Otra reforma trascendente implicó la trans-
formación de la Junta en Secretaría General.
Un dato relevante de este protocolo es que, a partir de su entrada en vigor,
el proceso de integración adquiere, conforme al art. 48 del Acuerdo de Carta-
gena, personalidad jurídica internacional.

Protocolo de Cochabamba
A través de este protocolo, que se firmó el 28 de mayo de 1996 y que entró
en vigencia el 25 de agosto de 1999, se realizaron profundos cambios al Tribu-
nal de Justicia creado el 28 de mayo de 1979.
Entre ellos cabe citar:
1) asignación de nuevas competencias (acción laboral, acción arbitral y re-
curso por omisión);
2) refuerzo de las competencias existentes (por ejemplo, en la acción de incum-
plimiento la persona natural o jurídica puede acudir ahora directamente ante la
Secretaría General —antes era ante la Junta— asimismo, se amplía la normativa
que compone el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, etcétera).

Protocolo de Sucre
Este instrumento internacional se firmó en la ciudad de Quito el 25 de ju-
nio de 1997 y entró en vigor el 14 de abril de 2003. Por medio de él se introdu-
jeron diversas reformas al Acuerdo de Cartagena entre las cuales se destacan
la introducción de tres nuevos capítulos referidos a:
1) relaciones externas;
2) comercio intrasubregional de servicios;
3) miembros asociados.
En las disposiciones transitorias de este protocolo también se señalaron los
requisitos para que el Perú se incorpore a la zona andina de libre comercio,
lo cual se plasma con el acuerdo firmado el 30 de junio de 1997. Asimismo, se
establece en él la ampliación de los objetivos del proceso de integración.
Otros documentos internacionales relevantes para el proceso andino son:
1) El Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andi-
na, suscripto el 28 de mayo de 1979 y en vigor desde el 19 de mayo de 1983;

20 Art. 5 del Protocolo de Trujillo.


174 Martín MOLLARD

2) el Tratado Constitutivo del Parlamento Andino de 1979;


3) el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino de
1997 que reemplazó al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino.
4) Protocolo Sustitutivo del Convenio Simón Rodríguez, suscripto el 24 de
junio de 2001 y que entrará en vigencia cuando todos los Estados parte lo hayan
ratificado ?*;
5) el Protocolo Adicional al Acuerdo de Cartagena “Compromiso de la Co-
munidad Andina por la Democracia”, suscripto el 10 de junio de 2000 y que
entrará en vigencia cuando sea aprobado por los congresos de los países miem-
bros del proceso de integración y depositen los respectivos instrumentos de
ratificación ante la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones;
6) El Acuerdo Marco de Cooperación entre la Comunidad Económica Eu-
ropea y el Acuerdo de Cartagena y sus países miembros, las Repúblicas de
Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela;
7) El Convenio de Complementación en el Sector Automotor.
Finalmente, hay que señalar que, conforme al art. 1 del Protocolo Modificato-
rio del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia del Acuerdo de Cartagena, el
ordenamiento jurídico de dicho proceso de integración está conformado por:
i. el Acuerdo de Cartagena, sus protocolos e instrumentos adicionales;
11. el Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
y sus protocolos modificatorios;
111. las decisiones del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores
y la Comisión de la Comunidad Andina;
1v. las resoluciones de la Secretaría General de la Comunidad Andina, y,
v. los Convenios de Complementación Industrial y otros que adopten los países
miembros entre sí y en el marco del proceso de integración subregional andino.

2. Estructura institucional y órganica: el Sistema Andino de Integración


Los principales órganos e instituciones que integran la actual Comunidad
Andina de Naciones son ??:
* Consejo Presidencial Andino (entidad intergubernamental)
: Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores (entidad intergu-
bernamental)
: Comisión de la Comunidad Andina (entidad intergubernamental])
* Secretaría General de la Comunidad Andina (entidad comunitaria)

21 E] 26 de octubre de 1973 se suscribió el Convenio “Simón Rodríguez” de Integración Socio-


laboral.
3 , ,
22 Fuente: www.comunidadandina.org.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 175

* Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (entidad comunitaria)


* Parlamento Andino (entidad comunitaria)
* Corporación Andina de Fomento (CAF)
* Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR)
* Consejo Consultivo Empresarial Andino (entidad en la que participa la
sociedad civil de los Estados parte)
: Consejo Consultivo Laboral Andino (entidad en la que participa la socie-
dad civil de los Estados parte)
* Consejo Consultivo de Pueblos Indígenas (entidad en la que participa la
sociedad civil de los Estados parte)
* Organismo Andino de Salud-Convenio Hipólito Unanue
* Convenio Simón Rodríguez
* Universidad Andina Simón Bolívar

La mayor parte de estos órganos e instituciones se originaron en los diez


primeros años de existencia de la organización y el conjunto de ellos conforma
el Sistema Andino de Integración. En el marco del mismo, los representantes
de estos órganos e instituciones se reúnen por lo menos una vez al año en el
lugar que acuerden, pudiendo hacerlo, en forma extraordinaria, cada vez que
a petición de uno de ellos la situación lo requiera. Esta reunión es convocada
y presidido por el presidente del Consejo Andino de Ministros de Relaciones
Exteriores y el secretario general es el secretario de estas reuniones.
El Sistema Andino de Integración tiene como “finalidad permitir una co-
ordinación efectiva de los órganos e instituciones que lo conforman” a fin de
“profundizar la integración subregional andina, promover su proyección ex-
terna y consolidar y robustecer las acciones relacionadas con el proceso de
integración”** *!,
A continuación se analizarán las instituciones y los órganos principales
indicándose las atribuciones y composiciones en cada caso.

* El Consejo Presidencial Andino fue creado formalmente en el último día


de la reunión presidencial de Machu Picchu celebrada entre el 22 y 23 de mayo
de 1990.
Su importancia radica en que es el órgano máximo del Sistema Andino de
Integración y el encargado de elaborar los lineamientos políticos del proceso de in-
tegración. Se encuentra conformado por los jefes de Estado de los países miembros

22 Durante el ejercicio 2016-2017, Colombia detentó la presidencia, la cual, actualmente, es


ejercida por Ecuador hasta julio de 2018,
24 La última vez que se reunió este óreano fue en noviembre de 2011 en Colombia (www.comu-
nidadandina.org - Consultado el 5-2-2018).
176 Martín MOLLARD

del acuerdo de integración y es presidido alternativamente, por cada uno de los


jefes de Estado de los países miembros que duran en el ejercicio de la función un
año calendario, rotándose en forma alternativa y en orden alfabético de acuerdo
con el nombre de cada uno de los Estados partes del Acuerdo de Cartagena”.
La normativa que surge del Consejo Presidencial Andino se formula a través
de directrices dirigidas a los órganos e instituciones del Sistema Andino de Inte-
eración, las cuales versan sobre diversos ámbitos de la integración regional.
El Consejo debe reunirse en forma ordinaria una vez al año, generalmente
en el Estado que ejerce la presidencia, pudiéndose reunir en forma extraordi-
naria cada vez que sus representantes lo estimen conveniente y en el lugar que
ellos acuerden ”*.
La figura del presidente de este órgano es de gran trascendencia institucio-
nal en virtud de que ostenta la máxima representación política de la Comuni-
dad Andina y tiene, entre otras funciones, la de ejercer la representación del
Consejo Presidencial Andino, la de convocar y presidir las reuniones ordina-
rias y extraordinarias que en su ámbito se celebren.
Las funciones del Consejo Presidencial Andino son:
— definir la política de integración subregional andina;
— orientar e impulsar las acciones en asuntos de interés de la subregión en
su conjunto, así como las relativas a la coordinación entre los órganos e insti-
tuciones del Sistema Andino de Integración;
— evaluar el desarrollo y los resultados del proceso de la integración subregional
andina;
— considerar y emitir pronunciamientos sobre los informes, iniciativas y reco-
mendaciones presentados por los órganos e instituciones del Sistema Andino de
Integración, y;
— examinar todas las cuestiones y los asuntos relativos al desarrollo del
proceso de la integración subregional andina y su proyección externa.
Los aspectos más importantes del Consejo Presidencial Andino están re-
gulados principalmente en los arts. 11 a 14 del Acuerdo de Cartagena;

* El Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores (CAMMRREE)


fue creado el 12 de noviembre de 1979. Es un órgano de naturaleza política que,
a partir de las reformas introducidas por el Protocolo de Trujillo, fue incorpo-
rado a la estructura comunitaria y cumple funciones legiferantes en temas de
política exterior comunitaria.
Está compuesto por los ministros de Relaciones Exteriores de los Estados
miembros.

25 Art. 7 del Acuerdo de Cartagena.


25 www.comunidadandina.org.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 177

Las normas que surgen del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Ex-
teriores se formulan a través de declaraciones?” y decisiones? adoptadas por
consenso. Como ha sido señalado anteriormente, las decisiones forman parte
del ordenamiento jurídico andino.
Este órgano debe reunirse en forma ordinaria dos veces al año, general-
mente en el Estado que ejerce la presidencia, pudiendo hacerlo en forma ex-
traordinaria cada vez que sus representantes lo estimen conveniente y en el
lugar que ellos acuerden. Cabe señalar que este órgano se puede reunir junto
con la Comisión de la Comunidad Andina en reunión ampliada.
El Consejo Ándino de Ministros de Relaciones Exteriores es presidido al-
ternativamente por el ministro de Relaciones Exteriores del país cuyo jefe de
Estado ejerza la presidencia del Consejo Presidencial Andino, y dura en el
ejercicio de su cargo un año calendario, La figura del presidente es sumamente
importante dado que es secretario pro tempore del Consejo Presidencial Andi-
no y del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores. Cabe señalar
que para el ejercicio de esta función cuenta con el apoyo técnico de la Secreta-
ría General de la Comunidad Andina.
Algunas de las funciones relevantes del presidente del órgano son:
— preparar las reuniones del Consejo Presidencial Andino;
— elegir y, cuando corresponda, remover al secretario general de la Comu-
nidad Andina;
— considerar las iniciativas y propuestas que los países miembros o la Se-
cretaría General sometan a su consideración.
También constituye una de sus atribuciones convocar y presidir la reunión de
representantes de los órganos e instituciones que conforman el Sistema Andino
de Integración.
En relación al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, se
destacan las siguientes funciones:
— formular la política exterior de los países miembros en los asuntos que
sean de interés subregional, así como orientar y coordinar la acción de los di-
versos órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración;
— formular, ejecutar y evaluar en coordinación con la Comisión la política
general del proceso de la integración subregional andina;
— dar cumplimiento a las directrices que le imparte el Consejo Presidencial
Andino y velar por la ejecución de aquellas que estén dirigidas a los otros ór-
ganos e instituciones del Sistema Andino de Integración;

27 Las declaraciones no revisten carácter vinculante.


28 Las decisiones tienen carácter vinculante y se rigen por lo establecido en el Tratado
de Creación del Tribunal de Justicia del Acuerdo de Cartagena.
178 Martín MOLLARD

— suscribir convenios y acuerdos con terceros países o grupos de países o


con organismos internacionales sobre temas globales de política exterior y de
cooperación;
— coordinar la posición conjunta de los países miembros en foros, negocia-
ciones internacionales, en los ámbitos de su competencia;
— aprobar el reglamento de la Secretaría General y sus modificaciones, a
propuesta de la Comisión.
Lo atinente al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores se
encuentra regulado en los arts. 15 a 20 del Acuerdo de Cartagena y en el Re-
elamento del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores (decisión
407 - CAMMRREE).

* La Comisión de la Comunidad Andina fue creada el 26 de mayo de 1969?"


y es uno de los órganos más antiguos del proceso de integración que aún subsis-
ten, Está encargada de formular, ejecutar y evaluar la política de integración su-
bregional en materia de comercio e inversiones y de adoptar las medidas que sean
necesarias para el logro de los objetivos del Acuerdo de Cartagena ?”.
Está conformada por un representante plenipotenciario de cada uno de los
gobiernos de los Estados miembros*' y en caso de que funcione en modalidad
ampliada, por el ministro o secretario de Estado del área respectiva.
Las normas que surgen de la Comisión de la Comunidad Andina se for-
mulan a través de decisiones adoptadas por el voto favorable de la mayoría
absoluta de los países miembros. Sin embargo, hay excepciones en las cuales
se necesitará el voto favorable de la mayoría absoluta de los países miembros y
sin que ninguno haya votado negativamente el proyecto de decisión *?, excepto
en caso de adopción por consenso.

29 E] 25/10/69 adoptan la decisión n' 1 por la cual se designa como “Acuerdo de Cartage-
na” al acuerdo de integración subregional suscrito por los gobiernos de Bolivia, Colombia,
Chile, Ecuador y Perú, en Bogotá, el 26 de mayo de 1969,
30 Art. 1 del Reglamento de la Comisión de la Comunidad Andina (decisión 471).
31 Nombran a un representante titular y a uno suplente. Generalmente son los minis-
tros de Comercio e Integración
32 Ver art. 26 del Acuerdo de Cartagena; arts. 25, 26 y 27 de la decisión 471 (Comisión)
y el Reglamento de la Comisión de la Comunidad Andina. Cabe señalar que el art. 25 de la
decisión 471 enumera una serie de excepciones en las cuales la decisión puede ser aprobada
por la mayoría absoluta, pero sin que haya un voto negativo. También necesitan requisitos
particulares para ser aprobadas las decisiones que surjan como propuesta del secretario ge-
neral respecto de los temas enumerados en el Anexo 11 del Acuerdo de Cartagena (art. 26 de
la decisión 471). Condiciones particulares deben reunir las decisiones que hagan referencia
a programas y proyectos de desarrollo (art. 27 de la decisión 471).
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 179

La mayoría absoluta se determina por el número entero que sigue a la frac-


ción matemática de la mitad.
Un aspecto relevante lo constituye un retraso mayor a cuatro trimestres en
el pago de las contribuciones corrientes que un Estado miembro debe realizar
a la Secretaría General o al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, ya
que si ello sucede no podrá ejercer el derecho a voto en la Comisión hasta tanto
regularice su situación. En estos casos el quórum de asistencia y votación se
computará conforme al número de países miembros aportantes **.
Cabe señalar que las decisiones tomadas por la Comisión forman parte del
ordenamiento jurídico andino. Este órgano, el cual se reúne en forma ordina-
ria tres veces al año (en los meses de marzo, julio y noviembre), en la sede de la
Secretaría General, salvo que expresamente y por consenso se acuerden otras
fechas o en otro lugar al igual que las reuniones extraordinarias.
En ambos tipos de reuniones podrá sesionar con la presencia de, por lo
menos, tres países miembros.
En relación a las reuniones extraordinarias, éstas se realizarán en cualquier
fecha que las partes decidan y podrán llevarse a cabo en forma normal o en la
modalidad ampliada.
Este órgano será presidido alternativamente por el representante plenipo-
tenciario del país cuyo jefe de Estado ejerza la presidencia del Consejo Presi-
dencial Andino, y dura en el ejercicio de su cargo un año calendario.
Entre las funciones del presidente de la Comisión se pueden mencionar:
— representar a la Comunidad Andina y a Comisión en los asuntos y actos
de interés común dentro del marco de su competencia, de conformidad con las
normas y los objetivos del acuerdo;
convocar a la Comisión a sesiones ordinarias y extraordinarias;
— presidir las sesiones;
— fomentar el consenso;
— desempeñar las demás funciones que le encomiende la Comisión.
Este órgano se encarga principalmente de:
-formular, ejecutar y evaluar la política de integración subregional andina
en materia de comercio e inversiones y, cuando corresponda, en coordinación
con el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores;
— adoptar las medidas que sean necesarias para el logro de los objetivos del
Acuerdo de Cartagena, así como para el cumplimiento de las directrices del
Consejo Presidencial Andino;
—coordinar la posición conjunta de los países miembros en foros y negocia-
ciones internacionales, en el ámbito de su competencia;

33 Art, 28 de la decisión 471,


180 Martín MOLLARD

— aprobar y modificar su propio reglamento;


— mantener una vinculación permanente con los órganos e instituciones que
conforman el Sistema Andino de Integración, con miras a propiciar la coordina-
ción de programas y acciones encaminadas al logro de sus objetivos comunes.
Lo atinente a la Comisión de la Comunidad Andina se encuentra regulado
principalmente en los arts. 21 a 28 del Acuerdo de Cartagena y en el Regla-
mento de la Comisión de la Comunidad Andina (decisión 471 Comisión).

* La Secretaría General de la Comunidad Andina**, que tiene su sede per-


manente en la ciudad de Lima, es el órgano ejecutivo de la organización; está
dirigida por el secretario general y comenzó a funcionar el 1 de agosto de 1997,
sustituyendo en sus actividades a la Junta establecida originariamente.
El secretario general, para ejercer sus funciones, cuenta con el apoyo de los
directores generales que son elegidos por él en consulta con los Estados miem-
bros y de conformidad con la estructura orgánica funcional de este órgano. Los
directores generales deben reunir los siguientes requisitos para su admisión:
— ser nacionales de uno de los Estados miembros, y
—ser profesionales del más alto nivel.
Asimismo, cabe señalar que son designados en función de su formación
académica, idoneidad, honorabilidad y experiencia, siendo cada uno de ellos
responsable del área donde se desempeñan.
Además, la Secretaría General está conformada por el personal técnico
y administrativo necesario para poder cumplir con las funciones que tiene
asignadas.
El secretario general es elegido por consenso por el Consejo Andino de Mi-
nistros de Relaciones Exteriores en reunión ampliada junto con la Comisión,
la designación se formaliza a través de una decisión del primero de los órganos
mencionados y dura en sus funciones un período de cinco años al término del
cual puede ser reelecto por una única vez.
El cargo es ocupado por una personalidad muy reconocida, de gran prestigio,
nacional de uno de los Estados miembros de la organización, y deberá actuar en
interés de la Comunidad Andina de Naciones *. Cabe señalar que el secretario
general no aceptará instrucciones de ningún gobierno o entidad nacional o in-

34 Fuente: www.comunidadandina.org. El 25 de junio de 1997 en Quito, Ecuador, el


Consejo Ándino de Ministros de Relaciones Exteriores, en reunión ampliada con la Comi-
sión, eligen al primer secretario general, doctor Sebastián Alegrett Ruiz, para el período
1997-2002.
35 Hasta julio de 2018, el secretario general es el ex ministro boliviano Walker San
Miguel.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 181

ternacional ni podrá desempeñar otra actividad que la que le corresponda por el


ejercicio de sus funciones.
En caso de vacancia asumirá interinamente el cargo el director general
de mayor antigúedad en el cargo hasta que el Consejo Andino de Ministros
de Relaciones Exteriores, en reunión ampliada, proceda a designar por con-
senso al nuevo titular.
El funcionario en cuestión puede ser removido por consenso a requeri-
miento de uno de los Estados miembros cuando en el ejercicio de sus fun-
ciones hubiera incurrido en una falta grave prevista en el Reglamento de la
Secretaría General.
El secretario general se expide a través de resoluciones (vinculantes) y
dictámenes.
Son atribuciones de la Secretaría General, entre otras:
— velar por la aplicación del Acuerdo de Cartagena y por el cumplimiento
de las normas que conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad
Andina;
— atender las tareas indicadas por el Consejo Andino de Ministros de
Relaciones Exteriores y de la Comisión;
formular al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y
a la Comisión propuestas de decisión, de conformidad con sus respectivas
competencias, así como iniciativas y sugerencias a la reunión ampliada del
Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, destinadas a facili-
tar o acelerar el cumplimiento del Acuerdo de Cartagena, con la finalidad de
alcanzar sus objetivos en el término más breve posible;
—evaluar e informar anualmente al Consejo Andino de Ministros de Re-
laciones Exteriores y a la Comisión sobre los resultados de la aplicación del
acuerdo de Cartagena y el logro de sus objetivos, prestando especial atención
al cumplimiento del principio de distribución equitativa de los beneficios de
la integración y proponer las medidas correctivas pertinentes;
— efectuar los estudios técnicos y las coordinaciones que le encomienden
los otros órganos del Sistema Andino de Integración y aquellos que, a su
juicio, sean necesarios;
— ejercer la Secretaría de la Reunión de Representantes de las institucio-
nes que conforman el Sistema Andino de Integración.

Son funciones del secretario general:


— ejercer la representación jurídica de la Secretaría General;
— proponer a la Comisión o al Consejo Andino de Ministros de Relaciones
Exteriores iniciativas relativas al Reglamento de la Secretaría General;
— participar con derecho a voz en las sesiones del Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores, de la Comisión y de sus respectivas
182 Martín MOLLARD

reuniones ampliadas y, cuando sea invitado, en las de los demás órganos del
Sistema Andino de Integración;
— presentar a la Comisión el proyecto de presupuesto anual para su apro-
bación;
— presentar un informe anual de las actividades de la Secretaría General al
Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores en reunión ampliada.
Lo atinente a la Secretaría General se encuentra regulado principalmente
en los arts. 29 a 39 del Acuerdo de Cartagena y en el Reglamento de la Se-
cretaría General de la Comunidad Andina (decisión 409 CAMMRREE) y el
Reglamento de la fase prejudicial de la acción de incumplimiento (decisión 623
CAMMRREE Comisión).

* El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina** es el órgano juris-


diccional de la organización, creado el 28 de mayo de 1979*" e inició sus acti-
vidades el 2 de enero de 1984. Conocido originariamente como el Tribunal de
Justicia del Acuerdo de Cartagena, cambió su nombre por el de Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina luego de la entrada en vigor del Protocolo de
Cochabamba (1996)**. Este órgano y tiene su sede permanente en San Fran-
cisco de Quito (Ecuador).
Está conformado por cuatro magistrados **, uno por cada Estado miembro,
duran en sus cargos sels años, el Tribunal se renueva parcialmente cada tres
años y los jueces pueden ser reelegidos por un período. Asimismo, cabe señalar
que continúan en el ejercicio de su cargo hasta la fecha en que el reemplazante
toma posesión.
Para detentar este cargo se requiere ser nacional de uno de los países
miembros, gozar de alta consideración moral y reunir las condiciones reque-
ridas para ejercer en su país de origen las más altas funciones judiciales o
ser un jurisconsulto de notoria competencia.
Cabe señalar que por decisión 633 del Consejo Andino de Ministros de
Relaciones Exteriores en sesión conjunta con la Comisión, este órgano da la
conformidad para que se equipare el número de magistrados que forman parte
del Tribunal con el de los países miembros del proceso de integración
*”.

36 Fuente: www.tribunalandino.org.ec.
37 El Tratado de Creación del Tribunal de Justicia entró en vigor el 19/5/83.
38 www.tribunalandino.org.ec
39 Tienen un primero y segundo suplentes que lo reemplazan en caso de ausencia defi-
nitiva o temporal o de impedimento o recusación, Estos suplentes deben reunir los mismos
requisitos que los titulares y son nombrados por el mismo período que ellos.
10 Esto significa que, a enero de 2009, el Tribunal esté conformado por cuatro magistrados.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 183

Los jueces son designados de ternas presentadas por cada país miembro y
por la unanimidad de los plenipotenciarios acreditados para tal efecto ante el
Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores. El gobierno del país
sede convocará a los plenipotenciarios.
El secretario y el personal necesario para el funcionamiento de este órgano
serán nombrados por el Tribunal, quienes, junto con los jueces, gozan en el
territorio del país sede de las inmunidades y los privilegios correspondientes
a su categoría, que es igual a la de los jefes de misión en el caso de los magis-
trados, y los demás funcionarios tendrán la categoría que de común acuerdo se
establezca entre el tribunal y el gobierno del país sede.
Hay que señalar que la inmunidad de los magistrados se extiende al terri-
torio de los países miembros conforme a los usos internacionales y a lo estable-
cido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Dicho alcance
se hace extensivo a los archivos y la correspondencia oficial y en todo lo refe-
rente a las jurisdicciones civiles y penales con las excepciones que surgen del
art. 31 del instrumento internacional nombrado.
Los locales del Tribunal Andino de Justicia son inviolables y sus bienes y
haberes gozan de inmunidad contra todo procedimiento judicial, salvo que re-
nuncien expresamente a ello; sin embargo, esta medida no se aplicará a una
medida judicial ejecutoria.
Hay que señalar que este órgano jurisdiccional se expresa a través de resolu-
ciones administrativas y de acuerdos y sentencias, revistiendo estas ultimas ca-
rácter de obligatorias para los Estados parte del proceso de integración andino.
Este órgano requiere, para tratar asuntos administrativos y Judiciales, la
asistencia de un mínimo de tres magistrados, y para que se adopten medidas
al menos tres de ellos tienen que dar su conformidad (arts. 31 y 32 del Estatu-
to del Tribunal Andino y 18 y 27 de su Reglamento).
La competencia del Tribunal Andino de Justicia se basa en las siguientes
áreas:
1) acción de nulidad;
2) acción de incumplimiento;
3) acción de interpretación prejudicial;
4) recurso por omisión o inactividad;
5) función arbitral;
6) acción laboral.
Este órgano deberá presentar anualmente informes al Consejo Presiden-
cial Andino, al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y a la
Comisión.
Lo atinente al Tribunal Andino de Justicia se encuentra regulado prin-
cipalmente en los arts. 40 y 41 del Acuerdo de Cartagena; en el Tratado de
Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (modificado por el
184 Martín MOLLARD

Protocolo Modificatorio del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la


Comunidad Andina); en el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Comunidad
Andina (decisión 500 CAMMRREE) y en el Reglamento Interno del Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina.
* El Parlamento Andino* fue creado el 25 de octubre de 1979 cuando se fir-
mó en La Paz su tratado constitutivo Y, tiene su sede en la ciudad de Santa Fe
de Bogotá y es el órgano deliberativo de la comunidad en el cual se encuentran
representados los pueblos de los Estados de Bolivia, Chile (miembro asociado
de la Comunidad Andina), Colombia, Ecuador y Perú**.
El Parlamento Andino se institucionalizó como órgano principal a través
del Protocolo de Quito y posee personería jurídica internacional **,
Asimismo, hay que mencionar que en el marco de la IX Reunión del Con-
sejo Presidencial Andino celebrado el 22 de abril de 1997 en Sucre se firma-
ron dos acuerdos relevantes que guardan relación con el Parlamento Andino.
Cabe señalar que el Protocolo Modificatorio de su Tratado Constitutivo mo-
dificó el instrumento constitutivo original.
El otro tratado relevante que guarda relación con este órgano comunitario
es el Protocolo Adicional sobre Elecciones Directas y Universales de sus Re-
presentantes.
El Parlamento Andino está conformado por cinco representantes * por cada
país miembro del proceso de integración **, elegidos por sufragio universal
y directo según el procedimiento que se adoptará mediante un protocolo
específico teniendo en cuenta los adecuados criterios de representación na-
cional. Cabe señalar que Bolivia es el único Estado que aún no eligió a sus
representantes en forma directa, teniendo prevista esa posibilidad para el
año 2015.
El trabajo parlamentario se lleva a cabo en sesiones plenarias de la Asam-
blea, que está constituida por todos los representantes de cada uno de los Es-
tados. Hay que señalar que la Asamblea es el órgano máximo de conducción
y decisión del Parlamento Andino y el encargado de elegir a su presidente, el
cual ejerce la representación de este órgano. Conforme al art. 4 del Protocolo

1 Fuente: www.parlamentoandino.org.
4 Este instrumento jurídico entró en vigencia en enero de 1984.
43 https: //parlamentoandino.org/quienes-somos/ (Consultada el 12/1/2018).
Y Tbídem.
15 Se los conoce como “parlamentarios andinos”.
15 El Protocolo Adicional establece que cada representante titular tiene dos representan-
tes alternos que lo suplantarán ante un eventual caso de vacancia o ausencia temporal.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 185

Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino, la Asamblea es-


tablece con un año de anticipación el lugar, la fecha y la duración de las dos
sesiones ordinarias anuales en las cuales debe reunirse.
Este órgano se expresa mediante decisiones, declaraciones y recomenda-
ciones. Cabe señalar que este órgano también puede reunirse en sesiones ex-
traordinarias para conocer en asuntos urgentes y específicos, para lo cual un
tercio de sus integrantes deberán convocar a dicha reunión.
Son atribuciones del Parlamento Andino:
— participar de la promoción y orientación del proceso de integración a fin
de consolidarlo;
— examinar la marcha del proceso de integración y el cumplimiento de sus
objetivos, requiriendo para ello información periódica a los órganos e institu-
ciones del Sistema Andino de Integración;
— sugerir a los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración
las acciones o decisiones que tengan por objeto o efecto la adopción de modifi-
caciones, ajustes o nuevos lineamientos generales con relación a los objetivos
programáticos y a la estructura institucional del Sistema;
— participar en la generación normativa del proceso mediante sugeren-
cias a los órganos del sistema de proyectos de normas sobre temas de inte-
rés común, para su incorporación en el ordenamiento jurídico de la Comu-
nidad Andina;
promover la armonización de las legislaciones de los Estados miembros.
Entre el Parlamento Andino y el Europeo hay una diferencia trascendental
que consiste en la capacidad de codecisión, es decir, la participación en la acti-
vidad legislativa que, a veces, detenta la institución del viejo continente junto
con el Consejo, la cual no es propia del órgano andino.
Esto, sumado al enorme costo que implica su funcionamiento, llevó a que
Colombia propusiera su eliminación, idea que no prosperó en el resto de los Es-
tados partes del Proceso de Integración.
Lo atinente al Parlamento Andino se encuentra regulado principalmente en
los arts. 42 y 43 del Acuerdo de Cartagena, en el Protocolo Adicional al Tratado
Constitutivo del Parlamento Andino, Protocolo Adicional al Tratado Constitu-
tivo del Parlamento Andino sobre Elecciones Directas y Universales de sus Re-
presentantes y en el Reglamento General del Parlamento Andino (decisión 1152
del Parlamento Andino) *.

4 Decisión 1152 del Parlamento Andino (P.A..) del 29 de agosto de 2006, con las modifi-
caciones introducidas por la decisión 1193 (P.A.) respecto al art. 59, la decisión 1202 (P.A.)
que modifica al art. 67 y la decisión 1194 (P.A.).
186 Martín MOLLARD

* La Corporación Andina de Fomento (CAF) * fue creada a través del con-


venio suscripto en el Palacio de San Carlos (Bogotá) el 7 de febrero de 1968 y
comenzó a funcionar el 8 de junio de 1970. Tiene su sede en la ciudad de Cara-
cas y su importancia está dada porque a través de ella se trata de dar impulso
al proceso de integración fomentando como institución financiera la creación y
modernización de las empresas públicas y privadas de los países accionistas.
Son países socios de la Corporación Andina de Fomento: Bolivia, Colom-
bia, Ecuador, Perú; Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, España,
Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Portugal, República Dominicana, Trini-
dad y Tobago, Uruguay y catorce bancos privados de la región *”.
El órgano ejecutivo de esta institución y la Secretaría General deben man-
tener estrechos vínculos de trabajo con el fin de establecer una adecuada coor-
dinación de actividades y facilitar los logros de los objetivos establecidos en el
Acuerdo de Cartagena.
Lo atinente a la Corporación Andina de Fomento está regulado principal-
mente por los arts. 45 y 46 del Acuerdo de Cartagena.

* El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR)* también tiene por


objeto impulsar el proceso de integración andino, y es otra de las institucio-
nes financieras que conforman el Sistema Andino de Integración. Se creó en
1978, tiene su sede en Bogotá y actualmente forman parte Bolivia, Colom-
bia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela.
El Fondo Latinoamericano de Reservas está conformado por la Asamblea
(constituida por los ministros de Hacienda o de Finanzas de los Estados
parte), por el Directorio (formado por los presidentes de los bancos centrales
de los Estados parte) y la Presidencia Ejecutiva (que es el encargado de ad-
ministrar el Fondo y que dura en su cargo tres años)”.
Son sus objetivos, según su tratado constitutivo:
— acudir en apoyo de las balanzas de pagos de los países miembros, otor-
gando créditos o garantizando préstamos a terceros;
- contribuir a la armonización de las políticas cambiarias, monetarias, fi-
nancieras de los países miembros, facilitándoles el cumplimiento de los com-
promisos adquiridos, en el marco del Acuerdo de Cartagena y del Tratado de
Montevideo de 1980;

18 Fuente: www.caf.com
Y www.comunidadandina.org
50 Puente: www.flar.net
51 www.comunidadandina.org
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 187

— mejorar las condiciones de las inversiones de reservas internacionales


efectuadas por los países miembros.
El Fondo Andino de Reserva se convirtió —a través del convenio suscripto
en Lima el 10 de junio de 1988 y que entró en vigencia el 12 de marzo de 1991—
en el Fondo Latinoamericano de Reservas.
La autoridad ejecutiva del Fondo Latinoamericano de Reservas debe man-
tener vínculos estrechos con la Secretaría General a fin de coordinar sus ac-
tividades y alcanzar los objetivos enunciados en el tratado constitutivo del
proceso de integración.
Lo atinente al Fondo Latinoamericano de Reservas se encuentra regulado
principalmente en los arts. 45 y 46 del Acuerdo de Cartagena y en su convenio
constitutivo.

: El Consejo Consultivo Empresarial Andino es otra de las instituciones


que integran el Sistema Andino de Integración, creado el 23 de enero de 1983
a través de la decisión 175 (Comisión).
Está compuesto por cuatro miembros (por cada Estado miembro) de las
más altas organizaciones empresariales de sus países y se reúnen en forma
ordinaria dos veces al año y en forma extraordinaria cuando sea necesario.
Esta institución se expide a través de opiniones y acuerdos”?,
La sede de la Secretaría Técnica de esta institución se encuentra estable-
cida en la ciudad de Lima.
El presidente del Consejo, que dura en su cargo un año, lo representa en
las instancias en las que esté prevista su participación, y en caso de ausencia
o incapacidad de éste para hacerlo, dicha función será ejercida por el vicepre-
sidente o el miembro del Consejo a quien se le delegue tal función.
La función del Consejo Consultivo Empresarial, conforme a la decisión 464
(Comisión) consiste en:
— emitir opinión ante el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exte-
riores, la Comisión o la Secretaría General a solicitud de éstos o por propia
iniciativa, sobre los programas o las actividades del proceso de integración
andino que sea de interés para sus sectores, y
— asistir a las reuniones del Consejo Andino de Ministros de Relaciones
Exteriores y de la Comisión de la Comunidad Andina, así como a las reuniones
de expertos gubernamentales o grupos de trabajo vinculados con el proceso
andino de integración, y participar en las mismas con derecho a voz.

2 aww.comunidadandina.org
188 Martín MOLLARD

Lo atinente al funcionamiento del Consejo Consultivo Empresarial se en-


cuentra regulado principalmente en el art. 44 del Acuerdo de Cartagena, en
las decisiones 442 (Comisión) y 464 (Comisión) y en el Reglamento Interno del
Consejo Consultivo Empresarial Andino (CCEA).

* El Consejo Consultivo Laboral Andino fue creado el 1 de enero de 1983


por medio de la decisión 176 (Comisión) y es otra de las instancias consultivas
del Sistema Andino de Integración.
Está compuesto por delegados elegidos directamente por las organizaciones
representativas del ámbito laboral de los Estados miembros ** que se reúnen
ordinariamente dos veces al año y en forma extraordinaria cuando la situa-
ción lo amerite?*.
La sede permanente de esta institución está ubicada en la ciudad de Lima.
El presidente del Consejo Consultivo Laboral Andino dura un año en su
cargo, representa a la institución en las instancias en las que esté prevista su
participación y, en caso de ausencia o incapacidad de éste para hacerlo, dicha
función será ejercida por el vicepresidente o el miembro del Consejo a quien se
le delegue tal función.
Las funciones de esta institución, conforme a la decisión 464 (Comisión),
consisten en:
— emitir opinión ante el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exte-
riores, la Comisión o la Secretaría General a solicitud de éstos o por propia
iniciativa, sobre los programas o las actividades del proceso de integración
andino que sea de interés de sus sectores, y
— asistir a las reuniones del Consejo Andino de Ministros de Relaciones
Exteriores y de la Comisión de la Comunidad Andina, así como a las reuniones
de expertos gubernamentales o grupos de trabajo vinculados con el proceso
andino de integración, y participar en las mismas con derecho a voz.
Lo atinente al funcionamiento del Consejo Consultivo Laboral Andino se en-
cuentra regulado principalmente en el art. 44 del Acuerdo de Cartagena, en las
decisiones 441 (Comisión), 464 (Comisión) y 494 (Comisión) y en el Reglamento
Interno del Consejo Consultivo Laboral Andino (Acuerdo CCLA 02/98)”.

53 Éstos son Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela.


3 www.comunidadandina.org
55 En la IV Reunión ordinaria de este órgano celebrada en Quito el 5 y 6 de marzo de
2002 se modificó el reglamento interno de esta institución.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 189

* El Consejo Consultivo de los Pueblos Indígenas** es la instancia consul-


tiva que en el marco del Sistema Andino de Integración tiene como finalidad
promover la participación activa de los pueblos indígenas en los asuntos vincu-
lados con la integración en los ámbitos económico, social, cultural y político.
Esta institución se establece conforme a lo dispuesto en la decisión 674
(CAMMRREE)” del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores
y está compuesta por un delegado indígena (con un suplente) por cada uno
de los Estados miembros del proceso de integración, los cuales son elegidos
entre los directivos de más alto nivel de las organizaciones indígenas nacio-
nales, conforme a los procedimientos y las modalidades del país que repre-
sentan, durando en el cargo el término de un año.
También integran el Consejo Consultivo de los Pueblos Indígenas en cali-
dad de observadores:
— un representante del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
de América Latina y el Caribe;
— un representante de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de
la Cuenca Amazónica;
—un representante de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas;
—una representante del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de Suda-
mérica.
Las opiniones y los acuerdos de esta institución se adoptan por consenso y
la representación del Consejo Consultivo de los Pueblos Indígenas es ejercida
por su presidente o, en su defecto, por el vicepresidente o el representante indí-
gena del país miembro a quien designe conforme al reglamento interno.
La Secretaría Técnica del Consejo es ejercida por la Secretaría General de
la Comunidad Andina.
Algunas de sus funciones son:
— emitir opinión ante el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exte-
riores, la Comisión o la Secretaría General de la Comunidad Andina, según
corresponda, por propia iniciativa o a requerimiento de éstos, sobre asuntos
vinculados con la participación de los pueblos indígenas en este proceso de
integración;
— asistir a las reuniones de expertos gubernamentales o grupos de trabajo
vinculados a sus actividades, a las que fuera convocado por decisión de los paí-
ses miembros, y

56 Esta institución entró en vigor el 8 de septiembre de 2008.


57 Del 26 de septiembre de 2007.
190 Martín MOLLARD

— participar con derecho a voz en las reuniones del Consejo Andino de Mi-
nistros de Relaciones Exteriores y de la Comisión de la Comunidad Andina.
Lo atinente a esta institución se encuentra regulado principalmente por
medio de la decisión 674 (CAMMRREE).

* El Organismo Andino de Salud —Convenio Hipólito Unanue**— surge


por la necesidad de los pueblos del proceso andino de integración de mejorar
el nivel de la salud de los habitantes que forman parte de él. Con este motivo
y en el marco de la Primera Reunión de Ministros de Salud de los Estados de
Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, celebrada entre el 15 y
18 de diciembre de 1971, se suscribe el Convenio Hipólito Unanue sobre coope-
ración en salud'”.
Cabe señalar que en el año 1974 se firmó un protocolo adicional con el fin
de complementar y perfeccionar el convenio original creándose la Secretaría
Ejecutiva, que tiene su sede en Lima,
Posteriormente, por medio de la decisión 445 (CAMMRREE)*”, adoptada
en el marco de la Primera Reunión Extraordinaria del Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores, se incorporó este convenio a la estructura
del Sistema Andino de Integración.
Esta institución, que se expide a través de resoluciones y acuerdos", está
dirigida por un secretario ejecutivo elegido por la reunión de ministros de sa-
lud de los Estados parte*?.
Luego de la adopción de la decisión 528 (CAMMRREE) se designó el conve-
nio con el nombre que actualmente tiene.
Finalmente, otra norma trascendente relacionada con esta institución es la
decisión 449 (CAMMRREE) en la cual se hace referencia a los “Términos de
adscripción del Convenio Hipólito Unanue al Sistema Andino de Integración”,

* El Convenio Simón Rodríguez es el foro de debate, participación y coordi-


nación relativo a los temas sociolaborales del proceso de integración.
En dichos debates participan los representantes del Consejo Asesor de Mi-
nistros de Trabajo y de los Consejos Consultivos Empresarial y Laboral.
Este convenio está estructurado alrededor de tres órganos principales que son:

58 Fuente: www.orasconhu.org
5% Fuente: www.orasconhu.org
50 Del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores del 10 de agosto de 1998.
5 arww.comunidadandina.org
62
Www.orasconhu.org
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 191

—la Conferencia, que es la máxima instancia del Convenio, presidida por el


ministro de Trabajo del país que ocupa la presidencia del Consejo Presidencial
Andino y en la cual se adoptan recomendaciones que deben ser aprobadas por
consenso;
las Comisiones especializadas de Trabajo, y
— la Secretaría Técnica.
El convenio original fue suscripto el 26 de octubre de 1973 *” y en él se es-
tablece Quito como sede de su Secretaría Permanente.
Dicho convenio fue reemplazado por el Protocolo Sustitutivo del Convenio
Simón Rodríguez, aprobado el 24 de junio de 2001 por Bolivia, Colombia, Perú
y Venezuela, el cual va a entrar en vigencia cuando todos los países miembros
culminen con el proceso de ratificación.
Los objetivos son:
— proponer y debatir iniciativas en los temas vinculados al ámbito sociola-
boral que signifiquen un aporte efectivo al desarrollo de la agenda social de
la subregión, trabajando coordinadamente con los demás órganos del Sistema
Andino de Integración;
— definir y coordinar las políticas comunitarias referentes al fomento del
empleo, la formación y capacitación laboral, la salud y seguridad en el trabajo,
la seguridad social, las migraciones laborales, así como otros temas que pue-
dan determinar los países miembros, y
— proponer y diseñar acciones de cooperación y coordinación entre los paí-
ses miembros respecto a temas sociolaborales de la región.
: La Universidad Andina Simón Bolivar** fue creada el 16 de diciembre
de 1985 por el Parlamento Andino en el marco del V período de sesiones y se
formalizó a través de la decisión 132/V constituyéndose en la institución aca-
démica de la CAN, La sede central se encuentra ubicada en la ciudad de Sucre
y tiene otras sedes en las ciudades de Quito y La Paz”.
Esta institución impulsa la cooperación entre los centros de altos estudios
regionales y fomenta el fortalecimiento de los principios que rigen el proceso
de integración.

$63 Tuvo una modificación realizada el 22 de octubre de 1976.


Ver: www.uasb.edu.bo, sede Bolivia.
www.uasb.edu.ec, sede Ecuador.
65 www.comunidadandina.org
192 Martín MOLLARD

9. Derecho derivado en el proceso de integración andino: procedimientos para


la toma de decisiones
Si se entiende por “decisión” la norma jurídica que emana de uno de los
órganos del proceso de integración que obliga a los Estados miembros, hay
que señalar que en la Comunidad Andina de Naciones hay cinco de ellos que
tienen esa facultad, uno de los cuales tiene carácter jurisdiccional.
Ellos son:
—el Consejo Presidencial Andino;
—el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores;
— la Comisión de la Comunidad Andina;
—la Secretaría, y
—el Tribunal Andino de Justicia.
El Consejo Presidencial Andino se expresa a través de directrices que abar-
can los diversos ámbitos de la integración subregional andina. Dichas normas
son instrumentadas por los órganos e instituciones del sistema que éste de-
termine, conforme a las competencias y los mecanismos establecidos en los
respectivos tratados e instrumentos constitutivos.
El Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores manifiesta su volun-
tad a través de declaraciones y decisiones. Cabe señalar que sólo las decisiones
tienen carácter vinculante. Lo referente a la instrumentación de las decisiones
que emanan de este órgano está regulado tanto en el Acuerdo de Cartagena como
en el tratado constitutivo del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
Dichas medidas se toman por consenso, el cual se presenta cuando concurre
la voluntad de todos los representantes de los países miembros ante el Consejo
o cuando no exista manifestación expresa en contrario de alguno de ellos.
En el supuesto de inasistencia de alguno de los representantes de los
Estados a las reuniones que se celebren, dicha situación se considerará abs-
tención.
El otro órgano que tiene la facultad de emitir normas jurídicas obligatorias
en el marco del proceso de integración es la Comisión de la Comunidad Andi-
na, quien también adopta actos jurídicos denominados decisiones.
Como ha sido manifestado anteriormente, este órgano se puede reunir en
forma ordinaria (tres veces al año) o extraordinaria (cuando sus representan-
tes lo consideren oportuno). Para sesionar necesita contar con la presencia de
la mayoría absoluta de los representantes de los países miembros y la asisten-
cia es obligatoria considerándose como abstención, la no comparecencia del
delegado del Estado miembro.
Tanto en las reuniones normales como en las extraordinarias, cada país tiene
un voto, necesitándose la mayoría absoluta de ellos para adoptar una decisión.
Sin embargo, conforme al art. 26 del Acuerdo de Cartagena existen tres ex-
cepciones:
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 193

* las materias incluidas en el Anexo 1 del Acuerdo de Cartagena en las


cuales la Comisión deberá adoptar sus decisiones mediante el voto favorable
de la mayoría absoluta de los países miembros sin que haya un voto negativo.
Cabe señalar que el órgano mencionado podrá incorporar nuevas materias en
dicho Anexo si lo hace mediante el voto favorable de la mayoría absoluta de los
países miembros;
* respecto de las materias que se enuncian en el Anexo II, las propuestas
de la Secretaría General deberán ser aprobadas mediante el voto favorable de
la mayoría absoluta de los países miembros y sin que medie el voto negativo
de alguno de ellos.
Las propuestas que tengan el voto favorable de la mayoría absoluta de los
países miembros pero que hubiesen sido objeto de algún voto negativo deberán
ser devueltas a la Secretaría General a fin de que considere los antecedentes
que motivaron el voto en contrario. En un plazo no menor a dos meses ni
mayor a seis, dicho órgano deberá elevar nuevamente la propuesta a conside-
ración de la Comisión con las modificaciones que estime convenientes; consi-
derándose aprobada la propuesta si cuenta con el voto favorable de la mayoría
absoluta de los países miembros, sin que haya voto negativo. Sin embargo,
no se computará como tal el del país que hubiera votado negativamente en la
anterior oportunidad;
* los Programas y los Proyectos de Desarrollo Industrial deberán ser apro-
bados con el voto favorable de la mayoría absoluta de los países miembros y
siempre que no haya voto negativo.
Tanto las decisiones que emanan del Consejo Andino de Ministros de Re-
laciones Exteriores como las de la Comisión son obligatorias para los países
miembros, desde la fecha en que estos órganos las aprueben.
Finalmente, el cuarto órgano no jurisdiccional que puede emitir una norma
que revista obligatoriedad para los Estados miembros es la Secretaría Grene-
ral, que se expide a través de resoluciones**.
Respecto del Tribunal Andino hay que señalar que este órgano jurisdic-
cional se expresa a través de resoluciones administrativas y de acuerdos y
sentencias, siendo estas últimas las que revisten carácter obligatorio para los
Estados parte.
Tanto para tratar asuntos administrativos como judiciales se necesita la
asistencia de un mínimo de tres magistrados, y para las medidas que se adop-
ten tienen que dar su conformidad al menos tres de ellos (arts. 31 y 32 del
Estatuto del Tribunal Andino y 18 y 27 de su Reglamento).

68 También emite Dictámenes que no tienen carácter vinculante.


194 Martín MOLLARD

Conforme al art. 1 del Protocolo Modificatorio del Tratado de Creación del


Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, su ordenamiento jurídico está
constituido por:
1) el Acuerdo de Cartagena, sus protocolos e instrumentos adicionales;
2) el Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
y sus protocolos modificatorios;
3) las decisiones del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores
y la Comisión de la Comunidad Andina;
4) las resoluciones de la Secretaría General de la Comunidad Andina,
5) los Convenios de Complementación Industrial y otros que adopten los
países miembros entre sí y en el marco del proceso de integración subregional
andino.
En este contexto los arts. 2, 3 y 4 del instrumento jurídico citado adquieren
una gran importancia, ya que en ellos se establece:
1) que las decisiones obligan a los países miembros del proceso de inte-
gración a partir del momento en que son aprobadas por el CAMMRREE o la
Comisión;
2) que la aplicabilidad directa de las decisiones del CAMMRREE, de la Co-
misión y las resoluciones de la Secretaría General se instrumentan a partir de
la fecha de su publicación en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena. Excep-
cional mente se requerirá un acto expreso del Estado parte para incorporar una
decisión al derecho interno, y
3) la obligatoriedad de los paises miembros de adoptar las medidas necesa-
rias para asegurar el cumplimiento de las normas que conforman el ordena-
miento jurídico andino.
En este contexto hay que resaltar lo expresado por el Tribunal de Justicia
de la Comunidad Andina en el proceso 200-AT-2005, donde señaló:
“El artículo 1 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comu-
nidad Andina, ha precisado que las decisiones del Consejo Andino de Ministros
de Relaciones Exteriores y de la Comisión de la Comunidad Andina, así como
las resoluciones de la Secretaría General, forman parte del ordenamiento ju-
rídico de la Comunidad; asimismo, ratifica que las decisiones obligan a los paí-
ses miembros desde la fecha de su aprobación (artículo 2), que las resoluciones
de la Secretaría General son directamente aplicables en los países miembros
desde la fecha de su publicación en la Gaceta Oficial, a menos que las mis-
mas señalen una fecha posterior; y que los países miembros están obligados a
adoptar las medidas que fueren necesarias para asegurar el cumplimiento de
las normas que integran el ordenamiento jurídico de la Comunidad” (criterio
expresado en la sentencia del 10 de marzo de 2004, en el proceso 43-AI-2000,
publicada en Gaceta Oficial n* 1079, de 7 de junio de 2004).
a) Supremacía del Derecho Comunitario Andino
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 195

El derecho de la Comunidad Andina de Naciones prima sobre el derecho


interno de los Estados parte del Acuerdo de Cartagena
*”, lo cual fue oportu-
namente establecido en numerosas sentencias e interpretaciones prejudiciales
dictadas por el Tribunal Andino de Justicia. Por ello, cuando un país miembro
incumple con lo acordado en el tratado constitutivo o en algún otro de los ins-
trumentos jurídicos andinos, cabe la aplicación de lo normado respecto de la
acción de incumplimiento.
Acerca de la supremacía del ordenamiento jurídico comunitario sobre las
normas de derecho interno, el Tribunal, en el proceso 133-IP-2007, expresó:
“Se estableció así un régimen común y uniformes (sic), de especial signifi-
cación dentro del proyecto integracionista, cuyas características principales,
en cuanto ordenamiento comunitario, son las de constituir una regulación au-
tónoma, coercitiva, de efecto directo y que constituye un derecho único para
toda la subregión, que ha de aplicarse en toda ella de manera homogénea y
que ha de prevalecer por lo tanto, en todo caso, sobre el derecho nacional. Re-
sulta entonces que la norma interna, anterior o posterior... que de algún modo
resulte contraria o incompatible con el régimen común, que lo transgreda,
desvirtúe o desnaturalice o que simplemente obstaculice su cabal aplicación,
deviene inaplicable...”. (proceso 34-Al1-2001, publicado en la G.0.A.C. n” 839,
de 25 de septiembre de 2002, “Secretaría General c/República del Ecuador”,
caso: patentes de segundo uso).
En apoyo del pronunciamiento anterior, el Tribunal realizó las siguientes
consideraciones: “En cuanto al efecto de las normas de la integración sobre las
normas nacionales, señalan la doctrina y la jurisprudencia que, en caso de con-
flicto, la regla interna queda desplazada por la comunitaria, la cual se aplica
preferentemente, ya que la competencia en el caso corresponde a la comunidad.
En otros términos, la norma interna resulta inaplicable, en beneficio de la
norma comunitaria... No se trata propiamente de que la norma comunitaria
posterior derogue a la norma nacional preexistente, al igual que ocurre en el
plano del derecho interno, puesto que son dos ordenamientos jurídicos distin-
tos, autónomos y separados, que adoptan dentro de sus propias competencias
formas peculiares de crear y extinguir el derecho, que por supuesto no son
intercambiables. Se trata, más propiamente, del efecto directo del principio

$7 El art. 4 del Protocolo Modificatorio del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia
del Acuerdo de Cartagena reza: “Los países miembros están obligados a adoptar las medi-
das que sean necesarias para asegurar el cumplimiento de las normas que conforman el
ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
”Se comprometen, asimismo, a no adoptar ni emplear medida alguna que sea contraria
a dichas normas o que de algún modo obstaculice su aplicación”.
196 Martín MOLLARD

de aplicación inmediata y de primacía que en todo caso ha de concederse a las


normas comunitarias sobre las internas... En definitiva, frente a la norma
comunitaria, los Estados miembros *...no pueden formular reservas ni desistir
unilateralmente de aplicarla, ni pueden tampoco escudarse en disposiciones
vigentes o en prácticas usuales de su orden interno para justificar el incumpli-
miento o la alteración de obligaciones resultantes del derecho comunitario. No
debe olvidarse que en la integración regida por las normas del ordenamiento
jurídico andino, los países miembros están comprendidos (sic) 'a no adoptar
ni emplear medida alguna que sea contraria a dichas normas o que de algún
modo obstaculicen su aplicación, como de modo expreso preceptúa el artículo
5, segunda parte, del Tratado de 26 de mayo de 1979, constitutivo de este Tri-
bunal” (proceso 34-AI-2001, ya citado). De esta manera, cabe reiterar que la
posición del ordenamiento jurídico de la Comunidad se sustenta en los princi-
pios de primacía y aplicación inmediata.
En relación al primer principio, el Tribunal ha dicho: “El derecho de la inte-
oración, como tal, no puede existir si no se acepta el principio de su primacía o
prevalencia sobre los derechos nacionales o internos de los países miembros...
En los asuntos cuya regulación corresponde al derecho comunitario, según las
normas fundamentales o básicas del ordenamiento integracionista, se produce
automáticamente un desplazamiento de la competencia, la que pasa del legis-
lador nacional al comunitario. La Comunidad organizada invade u ocupa, por
así decirlo, el terreno legislativo nacional, por razón de la materia, desplazando
de este modo el derecho interno. El legislador nacional queda así inhabilitado
para modificar, sustituir o derogar el derecho común vigente en su territorio,
así sea con el pretexto de reproducirlo o de reglamentarlo, y el juez nacional, a
cuyo cargo está la aplicación de las leyes comunitarias, tiene la obligación de
garantizar la plena eficacia de la norma común... El derecho de la integración
no deroga leyes nacionales, las que están sometidas al ordenamiento interno:
tan sólo hace que sean inaplicables las que le resulten contrarias. Ello no
obsta, por supuesto, para que dentro del ordenamiento interno se considere
inconstitucional o inexequible toda norma que sea incompatible con el derecho
común...” (proceso 1-A1-2001, publicado en la G.0.A.C. n” 818, de 23 de julio
de 2002, “Secretaría General c/República Bolivariana de Venezuela”, caso:
patentes de segundo uso, citando al proceso 2-1P-90, publicado en la G.O.A.C.
n? 69, de 11 de octubre de 1990).
Posteriormente, los principios antes citados fueron objeto de las siguientes
consideraciones por parte de este Tribunal: “Dos principios fundamentales del
derecho comunitario están llamados a ser tutelados por el artículo 5 (actual ar-
tículo 4) del Tratado de Creación del Tribunal, la aplicación directa y la preemi-
nencia del ordenamiento jurídico del Acuerdo de Cartagena. Por el primero se
entiende la capacidad jurídica de la norma comunitaria para generar derechos y
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 197

obligaciones que los ciudadanos de cada país puedan exigir ante sus tribunales
nacionales... La preeminencia que se deriva de la aplicación directa conlleva la
virtud que tiene el ordenamiento comunitario de ser imperativo y de primar
sobre una norma de derecho interno, de manera que allí donde se trate de apli-
car normas legales en actos jurídicos contemplados en el derecho de integración
deberá acudirse al ordenamiento jurídico comunitario, con prevalencia sobre el
derecho interno... Tales características se cumplen en su integridad y se mate-
rializan cuando el artículo 5 del Tratado impone a los países que integran el
Acuerdo de Cartagena dos obligaciones básicas: una de hacer, consistente en
adoptar las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento del ordenamien-
to jurídico comunitario contenido en el artículo 1; y la obligación de no hacer
consistente en no adoptar ni emplear medida alguna contraria a dichas normas
o que obstaculice su aplicación... Las obligaciones previstas en el artículo 5 del
Tratado de Creación del Tribunal, señaladas atrás, hacen referencia al cum-
plimiento de la totalidad del ordenamiento jurídico comunitario expresamente
contenido en el artículo 1 del mismo, trátese de derecho primario o derivado que,
por igual, debe ser respetado y acatado por todos los organismos y funcionarios
que ejercen atribuciones según el mismo ordenamiento y naturalmente por los
países miembros y por las autoridades que en el ámbito interno están llamadas
a aplicarlo” (proceso 1-AI-2001, ya citado, refiriéndose al proceso 6-1P-93, publi-
cado en la G.O.A.C. n? 150, de 25 de marzo de 1994).
En la Comunidad Andina los principios observados derivan de las propias
normas positivas de carácter constitutivo u originario, específicamente de los
arts. 2, 3 y 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia, en tal senti-
do este organismo ha sostenido que *...las normas del ordenamiento jurídico
comunitario rigen, por lo general, en todo el territorio de la comunidad, que
es, por supuesto, el de todos y cada uno de los países miembros, de manera
inmediata y directa, luego de su publicación en la Gaceta Oficial del Acuerdo
de Cartagena. No es necesario ni conveniente, y podría presentar una viola-
ción al ordenamiento jurídico andino, que cada uno de los países incorpore
la norma comunitaria mediatizándola en un instrumento jurídico interno...”
(proceso 7-A1-99, publicado en la G.0.A.C. n” 520, de 20 de diciembre de 1999,
“Secretaría General c/República del Perú”).
En virtud de lo expuesto, este Tribunal sostiene que las decisiones 290 y
398 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena prevalecen sobre toda regula-
ción nacional anterior o posterior a ella, en cuanto ésta resulte incompatible
con dichas decisiones. De no ser así resultaría imposible alcanzar la meta del
Derecho Comunitario, de lograr un régimen uniforme para todos los países
de la Comunidad y los objetivos del proceso de integración andina, en los
asuntos en que los países han cedido soberanía para su regulación por órga-
nos comunitarios.
198 MaArTíN MOLLARD

4. Mecanismo para la solución de controversias


Las controversias % en el marco de la Comunidad Andina de Naciones se
pueden resolver a través de dos órganos, uno de carácter ejecutivo y el otro
jurisdiccional los cuales son, respectivamente, la Secretaría General y el Tri-
bunal de Justicia.
La Secretaría General tiene intervención en el marco de la acción de in-
cumplimiento y de la función arbitral,
Este órgano ejecutivo puede ejercer su jurisdicción a través del examen de
reclamaciones por:
— incumplimientos,
—restricciones y gravámenes,
— salvaguardias,
— dumping,
—subvenciones, y
— libre competencia.
La competencia de la Secretaria General en el tema relativo a la solución
de controversias se fundamenta en lo estipulado en el Acuerdo de Cartagena,
las decisiones 409, 425, 623 (CAMMRREE) y en el Reglamento de la Secre-
taría General,
El Tribunal de Justicia basa su competencia en lo establecido en el Acuerdo
de Cartagena, en el Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comu-
nidad Andina (modificado por el Protocolo de Cochabamba), en el Estatuto del

68 Se entiende por controversia, en el ámbito del derecho internacional público, el con-


cepto acuñado por la Corte Permanente de Justicia Internacional en el caso “Mavromma-
tis” (Concesiones Mavrommatis en Palestina, PCIJ, Serie A, n. 2, p. 11;“a dispute is a di-
sagreement on a point of law or fact, a conflict of legal views or interests between parties”).
Asimismo, en el ámbito Mercosur, en el I11 laudo del Tribunal Arbitral ad hoc del Mercosur,
relativo a la controversia entre la República Federativa del Brasil (parte reclamante) y la
República Argentina (parte reclamada), identificado como controversia sobre “Aplicación de
medidas de salvaguardia sobre productos textiles (res, 861/99) del Ministerio de Economía
y Obras y Servicios Públicos”, los árbitros Gary N. Horlick, José Carlos Magalhaes y Raúl
E. Vinuesa afirmaron que dicho término lo constituye “un desacuerdo sobre un punto de de-
recho o de hecho, un conflicto de opiniones legales o intereses entre las partes”. El tribunal
del Mercosur, que tuvo que recurrir a este concepto para determinar el alcance del término
en cuestión, también adujo como fundamento el hecho de que la Corte Internacional de
Justicia aplicó dicho concepto en los casos de Camerún Septentrional (ICJ Reports 1963, p.
27.), en el caso sobre la aplicabilidad de la obligación de arbitraje en virtud de la sección 21*
del Acuerdo del 26 de junio de 1947 relativo a la sede de la ONU (ICJ Reports 1988, p. 27,
parágrafo 35), y en el caso de Timor Oriental (ICJ Reports 1995, p. 99).
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 199

Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (decisión 500 CAMMRREE) y


su Reglamento interno.
Este órgano puede ejercer su jurisdicción a través de:
— acción de nulidad (arts, 17 a 22 del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina);
— acción de incumplimiento (arts. 23 a 31 del tratado);
— interpretaciones prejudiciales (arts. 32 a 36 del tratado);
— recursos por omisión (art. 37 del tratado);
— función arbitral (arts, 38 y 39 del tratado);
— acción laboral (art. 40 del tratado);
Como dato estadístico cabe señalar que entre 1985 y 2012 se sustanciaron:
—54 acciones de nulidad *;
— 118 acciones de incumplimiento ”%;
—2179 interpretaciones prejudiciales ”*;
— 6 recursos por omisión ”?;
— 10 demandas laborales ”?,

4.1. Acciones
Solución de controversias por parte de la Secretaría General
Acción de incumplimiento
Esta acción se inicia ante la Secretaría General y, si por medio de este ór-
gano la controversia no puede llegar a solucionarse, podrá continuarse ante el
Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
A través de la acción de incumplimiento se busca que el Estado infractor
cumpla con las obligaciones que emanan de las normas comunitarias a las
cuales se ha obligado y que, en principio, ha violado.
Pueden iniciar esta acción la propia Secretaría General, el o los Estados
miembros del proceso de integración afectados o sus ciudadanos.
Si la acción la inicia la Secretaría General, ésta le formulará por escrito las
observaciones al Estado miembro, el cual deberá contestarla en el plazo fijado,
que no podrá exceder de 60 días. Recibida la respuesta o vencido el plazo, la

59 Fuente: www.tribunalandino.org.ec.
10 Ibídem.
TTbídem.
“Tbídem.
13 Tbídem.
200 Martín MOLLARD

Secretaría General deberá emitir un dictamen motivado sobre el estado de


cumplimiento de la obligación dentro de los 15 días de recibida la respuesta.
Si el dictamen fuese de incumplimiento y el país miembro persiste en la
conducta observada, el órgano administrativo de la Comunidad Andina de-
berá solicitar el pronunciamiento del Tribunal Andino. En este caso, el país
afectado podrá adherirse a la acción iniciada por la Secretaría General.
Si un Estado miembro considera que otro Estado miembro violó la norma-
tiva comunitaria, podrá elevar los antecedentes de la situación a la Secretaría
General para que ésta tome los recaudos pertinentes a fin de que se subsane la
controversia suscitada.
Si esto no sucediese, la Secretaría General emitirá su dictamen motivado.
Si éste fuese de incumplimiento y el país miembro infractor persiste en la
conducta objeto del reclamo, la Secretaría General deberá solicitar el pronun-
ciamiento del Tribunal.
Si dicha medida no fuese promovida dentro de los 60 días de emitido el
dictamen, el país reclamante podrá acudir directamente ante el Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina.
Si la Secretaría General no emitiese su dictamen dentro de los 65 días
contados desde la fecha de presentación del reclamo o el dictamen no fuera de
incumplimiento, el país reclamante también podrá acudir directamente ante
el órgano jurisdiccional de la Comunidad Andina.
Las personas físicas o jurídicas que consideren afectados sus derechos por
el incumplimiento de alguno de los Estados miembros también podrán iniciar
esta acción ante la Secretaría General y el Tribunal Andino. Sin embargo,
si optan por hacer el reclamo por la vía comunitaria, no lo podrán plantear
simultáneamente por vía nacional, es decir, no podrán acudir a un tribunal
nacional ”*.
Finalmente, si se verificó un gravamen o una restricción, o cuando se trate
de incumplimiento flagrante, la Secretaría General emitirá a la brevedad un
dictamen motivado a partir del cual ésta o el país miembro afectado podrán
acudir directamente al Tribunal Andino.

Función arbitral
La Secretaría General es competente para dirimir mediante arbitraje ad-
ministrativo las controversias que los particulares le sometan respecto a la
aplicación e interpretación de asuntos que consten en los contratos de carácter
privado que ellos celebren y que se encuentren regidos por el derecho comuni-
tario andino.

14 Art. 25 del Tratado del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.


LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 201

El laudo que emita este órgano tiene carácter obligatorio e inapelable y


deberá estar fundamentado en criterios de equidad y de procedencia técnica
que guarden relación con el ordenamiento jurídico andino. Este laudo consti-
tuye título legal y suficiente para solicitar su ejecución en el territorio de los
Estados miembros.
Hay que señalar que el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina también
puede desempeñar una función arbitral ante cierto tipo de controversias ”.

Solución de controversias por parte del Tribunal de Justicia de la


Comunidad Andina
Acción de incumplimiento
La segunda parte de esta acción se sustancia ante el Tribunal de Justicia
(la primera se había sustanciado ante la Secretaría General).
Esta acción, como se ha dicho en la etapa prejudicial, tiene como objeto que
un país miembro cuya conducta se considera contraria al ordenamiento jurí-
dico comunitario cumpla con las obligaciones y los compromisos contraídos en
virtud del proceso de integración andino.
El recurso en análisis puede ser presentado por la Secretaría General, el o los
Estados afectados o las personas jurídicas o físicas que entiendan sus derechos
vulnerados con arreglo a los arts. 23, 24 y 25 del Tratado del Tribunal Andino y
el Reglamento de Procedimientos Administrativos de la Secretaría General.
En relación a la sentencia que emita el Tribunal Andino por incumpli mien-
to, hay que señalar que el país infractor se ve compelido a cumplir con ella en
el plazo de 90 días. Si dicho Estado persiste en incumplir, el Tribunal Andino
determinará los límites dentro de los cuales el país reclamante u otro podrá
restringir o suspender total o parcialmente las ventajas que el Estado infrac-
tor tenga conforme a lo estipulado en el Acuerdo de Cartagena.
Si la restricción o suspensión de las ventajas del Acuerdo de Cartagena
agravaran la situación que se pretende solucionar o no fuesen eficaces, el tri-
bunal podrá ordenar la adopción de otras medidas.
Previo al dictado de la sentencia, el órgano jurisdiccional comunitario po-
drá, a petición de parte, suspender provisionalmente la medida si afecta al Es-
tado demandante o al proceso de integración causando perjuicios irreparables
o de difícil reparación.
A petición de parte, la acción de incumplimiento es revisable por el tribunal.
Para ello se debe fundar en algún hecho nuevo desconocido por quien la solicite

75 Ver el apartado “Solución de controversias por parte del Tribunal de Justicia de la


Comunidad Andina”.
202 Martín MOLLARD

y que dicho acontecimiento hubiese podido influir decisivamente en el dictado


de la sentencia.
Para su presentación, la parte debe tramitar la medida dentro de los 90
días siguientes a la fecha en que se descubrió el hecho y, en todo caso, dentro
del año siguiente a la fecha de la sentencia.
Con la sentencia del Tribunal, el particular podrá solicitar al juez nacional
la indemnización de daños y perjuicios que corresponda, dado que la misma
constituye título legal y suficiente para dicha petición *.
Respecto de esta acción, el Tribunal ha señalado en el proceso 200-AlI-
2005: “La acción de incumplimiento... constituye el mecanismo jurisdiccional
que permite vigilar el cumplimiento por parte de los países miembros, de las
normas que conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
Así, el Tribunal se encuentra facultado para conocer de las acciones de incum-
plimiento que sean interpuestas por la Secretaría General de la mencionada
Comunidad, los países miembros, o las personas naturales o jurídicas afecta-
das en sus derechos por el incumplimiento de un país miembro”. (sentencia del
proceso 118-AI-20083, de 14 de abril de 2005, publicado en la Gaceta Oficial n”
1206, de 13 de junio de 2005).
En el mismo proceso citado precedentemente, el Tribunal, agrega en su sen-
tencia respecto de esta acción que así garantiza “el control de la legalidad del
sistema, de acuerdo con lo dispuesto en su tratado fundacional, cuyo texto lo
inviste como el órgano jurisdiccional de la Comunidad Andina, con capacidad de
declarar el derecho comunitario, dirimir las controversias que surjan del mismo
e interpretarlo uniformemente”.
Otra manifestación importante de ese fallo fue: “En el orden comunita-
rio la responsabilidad de los Estados se deriva del compromiso que adquiere
cada país miembro de acuerdo con el artículo 5” del Tratado del Tribunal.
De acuerdo con esta norma los países miembros adquieren doble obligación:
una de carácter positivo, de hacer”; y otra de orden negativo, de 'no hacer”.
Por la primera, los países miembros deben adoptar toda clase de medidas que
garanticen el cumplimiento de la normativa andina, es decir, de las obligacio-
nes y compromisos adquiridos en virtud del derecho originario y de las que
corresponda por mandato de las normas secundarias o derivadas. Por otra
parte, en virtud de la segunda obligación, el país miembro debe abstenerse de
toda medida así sea legislativa, judicial, ejecutiva o administrativa del orden
central o descentralizado geográficamente o por servicios, llámense leyes, re-

15 Ver, por ejemplo, procesos 118-A1-03; 125-AI-04 y 200-AI1-05,


77 Actualmente art. 4.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 203

elas, procedimientos, requisitos, decisiones, decretos, resoluciones, acuerdos,


dictámenes, sentencias o providencias que puedan obstaculizar la aplicación
del ordenamiento jurídico andino”,

Recurso por omisión o inactividad


A través de esta medida (incorporada al Tribunal por el Protocolo de
Cochabamba) los Estados miembros, las personas físicas o jurídicas afec-
tadas que cumplan los requisitos que la normativa establece y los órganos
del proceso de integración pueden formular un reclamo para que el Consejo
de Ministros de Relaciones Exteriores, la Comisión o la Secretaría General
cumplan con la actividad que la normativa comunitaria les ha fijado y que
han omitido realizar.
Los órganos comunitarios que pueden interponer este recurso son el Consejo
de Ministros de Relaciones Exteriores, la Comisión y la Secretaría General.
Antes de ejercer el recurso por omisión o inactividad, se debe compeler, por
escrito, al organismo correspondiente a cumplir con la actividad omitida, y si
ello no sucede dentro de los 30 días de presentada la solicitud, se podrá acudir
al Tribunal Andino.
La sentencia deberá señalar el plazo, la forma y la modalidad en que el
órgano infractor tendrá que cumplimentar su actividad, la cual será publicada
en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena.

Interpretación prejudicial
La interpretación prejudicial es la facultad que tiene el Tribunal Andino
de interpretar las normas que conforman el acervo comunitario a fin de ase-
gurar su aplicación uniforme en el territorio de todos los Estados miembros de
la Comunidad Andina. Esta prerrogativa se fundamenta en los principios de
aplicabilidad inmediata y directa de las normas comunitarias.
Cuando los jueces nacionales estén en duda sobre el alcance de una norma
comunitaria que deban aplicar a los casos en análisis, podrán solicitar, si la
sentencia es susceptible de recursos en derecho interno, directamente y me-
diante simple oficio su interpretación al Tribunal Andino. De esta forma, los
jueces nacionales se convierten en jueces comunitarios.
Sin embargo, en aquellos casos en los que el juez nacional conozca en un
proceso en el cual la sentencia fuera de única o última instancia y no fuese
susceptible de recursos en el derecho interno o en el que deba aplicarse o se
controvierta alguna de las normas que conforman el ordenamiento jurídico
de la Comunidad Andina, el magistrado deberá suspender el procedimiento y
solicitar directamente la interpretación del Tribunal Andino, ya sea de oficio
o a petición de parte, y el proceso quedará suspendido hasta que se sustancie
la respuesta.
204 Martín MOLLARD

La interpretación del Tribunal, que no deberá tardar más de 30 días, debe


ceñirse a precisar el contenido y alcance de la norma en cuestión, no pudiendo
interpretar el contenido y alcance del derecho nacional ni calificar los hechos
materia de controversia. Sin embargo, podrá referirse a ellos cuando sea indis-
pensable para brindar la interpretación solicitada. Dicha interpretación rige
sólo para el caso concreto para el cual se solicita.
Cabe señalar que los países miembros y la Secretaría General deben velar
por la observación, por parte de los jueces nacionales, del cumplimiento de lo
que el Tribunal Andino establezca en esta circunstancia.
Los particulares y los países miembros podrán acudir ante el órgano juris-
diccional comunitario y ejecutar la acción de incumplimiento cuando el juez
nacional obligado a realizar la consulta no la formule o cuando ésta haya sido
efectuada y aplique una interpretación diferente a la que fue señalada por el
Tribunal Andino.
Los magistrados nacionales deberán enviar al órgano jurisdiccional an-
dino las sentencias dictadas en los casos que fuesen objeto de interpretación
prejudicial.
En referencia a esta acción hay que resaltar lo manifestado por el Tribu-
nal en el proceso n* 157-I1P-2004 en cuanto a que “es función básica de [dicho
órgano], indispensable para tutelar la vigencia del principio de legalidad en el
proceso de integración andina y para adoptar funcionalmente su complejo orde-
namiento jurídico, la de interpretar sus normas a fin de asegurar su aplicación
uniforme en el territorio de los países miembros” (proceso 1-IP-87. G.O.A.C. n?
28 de 15 de febrero de 1988, marca: “Volvo”.
Asimismo, en el citado proceso el Tribunal expresó que la “interpretación
prejudicial es la pieza clave del sistema jurisdiccional de la Comunidad Andi-
na pues, mediante dicho mecanismo el Tribunal asegura la aplicación unifor-
me de las normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, y convierte
automáticamente en jueces comunitarios a los jueces nacionales de los cinco”*
países miembros. Se establece así una cooperación efectiva entre el Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina y los órganos jurisdiccionales de los paí-
ses miembros para lograr dicho fin”.
También señaló el Tribunal en el proceso 157-1P-2004, respecto de la ac-
ción en análisis, que es “un mecanismo por el cual el órgano jurisdiccional
nacional y el Tribunal de Justicia, en el orden de sus propias competencias,
son llamados a cooperar directa y recíprocamente en la elaboración de una
decisión para asegurar una aplicación simultánea y uniforme del Derecho Co-

78 Hay que señalar que esta opinión prejudicial es del 2 de febrero de 2005, con anterio-
ridad a que Venezuela abandonara el proceso de integración andino en abril de 2006.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 205

munitario. Se establece así una contribución viva entre el Tribunal de Justicia


de la Comunidad Andina y los órganos jurisdiccionales de los países miembros
para lograr dicho objetivo.
La interpretación prejudicial es una atribución privativa del Tribunal An-
dino. El juez nacional no puede realizarla porque, aun cuando es una norma
de derecho interno, es también una norma de Derecho Comunitario. Le co-
rresponde al Tribunal Comunitario interpretar en forma objetiva la norma
comunitaria y al juez nacional aplicarla al caso concreto que se ventila en el
orden interno”.
Finalmente, hay que señalar que, según lo expresado por el Tribunal An-
dino en la opinión prejudicial n* 30-I1P-99”?, dicha función consiste en “inter-
pretar la norma comunitaria desde el punto de vista jurídico, es decir, buscar
el significado para precisar su alcance jurídico; función que difiere de la de
aplicar la norma a los hechos, tarea que es exclusiva del juez nacional dentro
de las esferas de su competencia”.

Acción de nulidad
Esta medida tiene como finalidad verificar que las decisiones del Consejo
Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y de la Comisión de la Comuni-
dad Andina, las resoluciones de la Secretaría General y los Convenios celebra-
dos entre los Estados parte del Acuerdo de Cartagena se celebren conforme a
lo establecido en él y en el tratado constitutivo del Tribunal.
La acción puede ser interpuesta por el Consejo de Ministros de Relaciones
Exteriores, la Comisión, la Secretaría General, los Estados miembros y las per-
sonas jurídicas o naturales cuyos derechos hubiesen sido afectados, dentro de los
dos años siguientes a la fecha de entrada en vigencia de la norma cuestionada.
Si la normativa a analizar llegase a estar en contradicción con una norma
O principio que emane de alguno de los instrumentos internacionales mencio-
nados, el Tribunal Andino podrá declarar la nulidad total o parcial de dicha
norma, señalando los efectos de la sentencia en el tiempo.
Una acción de nulidad tratada por el Tribunal es la que se sustanció en el
proceso 35-AN-2001, en el cual éste expresó, respecto de los motivos de anu-
lación contemplados en el ordenamiento comunitario, que ellos son “...todos
aquellos que puedan afectar la validez de un acto administrativo, sea en el
fondo o en la forma y pueden desembocar en la nulidad absoluta o relativa
del acto (sentencia dictada en el proceso 5-AN-97...). Estas causales de anu-
lación han sido concretadas por la jurisprudencia del Tribunal partiendo de

19 Del 3 de septiembre de 1999.


206 Martín MOLLARD

los cinco elementos esenciales del acto: la incompetencia, como vicio en el su-
jeto; el vicio de forma, atinente al elemento formal del mismo; la desviación
de poder, relativo al vicio en el fin perseguido; el falso supuesto de hecho o
de derecho, que tiene que ver con la causa; y, finalmente, la imposibilidad,
ilicitud o indeterminación del contenido del acto, referente al objeto de éste
(...proceso 04-AN-97, ya citado). La incompetencia y el vicio de forma —tanto
en la formación (irregularidad en el procedimiento) como en la expresión
del acto— constituyen lo que la doctrina francesa conoce como la legalidad
externa del acto, sobre los cuales se ejerce un control formal, mientras que la
desviación de poder y la ilegalidad relativa al objeto y a la causa o motivos,
configurarían los vicios que afectan la legalidad interna, sobre los cuales se
ejerce un control material o de fondo de la actividad administrativa. Estos
criterios jurisprudenciales y doctrinarios responden a la disposición del artí-
culo 17 del Tratado de Creación del Tribunal, que abre la vía de la acción de
nulidad cuando las decisiones del Consejo Andino de Ministros de Relacio-
nes Exteriores, de la Comisión de la Comunidad Andina, de las resoluciones
de la Secretaría General y de los Convenios a los que se refiere el artículo 1
hayan sido dictados o acordados 'con violación de las normas que conforman
el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, incluso por desviación de
poder”. La referida norma del Tratado del Tribunal reconduciría a una úni-
ca causa de anulación —la “violación de ley'— los cuatro clásicos motivos que
abren el recurso por exceso de poder en el Derecho administrativo francés,
“violación de ley” que en el contexto del citado artículo 17 sería comprensivo
de las distintas razones por las que un acto puede aparecer viciado y con-
secuentemente ser susceptible de anulación, esto es: por incompetencia, por
vicios de forma, por vicios en la causa, en el objeto o “incluso por desviación
de poder”. (sentencia del 13 de octubre de 2000, dictada en el expediente n*
01-AN-98, publicada en la G.0.A.C. vn” 631 del 10 de enero de 2001).

Función arbitral
Esta función, incorporada por el Protocolo de Cochabamba, tiene como
finalidad permitir que el tribunal dirima las controversias que se pudiesen
llegar a plantear por la aplicación o interpretación de contratos, convenios o
acuerdos, suscritos entre órganos e instituciones del Sistema Andino de Inte-
gración o entre éstos y terceros, cuando las partes motivo de la controversia
así lo acuerden.
Los particulares también podrán someter sus controversias al arbitraje
de este Tribunal cuando éstas versen sobre la aplicación o interpretación de
aspectos contenidos en contratos de carácter privado que estén regidos por el
ordenamiento jurídico andino.
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 207

El laudo arbitral podrá fundarse en derecho o en equidad conforme a lo


que las partes hubiesen decidido y será inapelable y constituirá título legal y
suficiente para solicitar su ejecución.
Hay que señalar que la función arbitral también puede ser llevada a cabo
por la Secretaría General.

Acción laboral
Esta jurisdicción del Tribunal Andino (incorporada al Tribunal por el
Protocolo de Cochabamba) se ejerce cuando se susciten controversias labo-
rales con o entre empleados o funcionarios de los órganos e instituciones del
Sistema Andino de Integración y dentro de los tres años del acto o hecho que
le dé lugar.
Previamente a acudir ante el Tribunal, el afectado deberá agotar la instancia
administrativa interna ante su empleador, pudiendo acudir a dicho Tribunal si
en el transcurso de los 30 días siguientes a su presentación no obtuviese respues-
ta o ésta hubiese sido total o parcialmente desfavorable.

5. Relaciones externas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)


La política exterior de la Comunidad Andina de Naciones es llevada a cabo
principalmente por el Consejo Presidencial Andino y el Consejo Andino de MIi-
nistros de Relaciones Exteriores (CAMMRREB), y en ese marco tiene contactos
con diversos Estados, organizaciones internacionales, procesos de integración y
diversos Estados miembros del Mercosur, la U.E., España, Chile, China, Rusia,
India, Panamá y México, entre otros. Consecuentemente, y como explicación de
esas fluidas relaciones internacionales, son de destacar las decisiones 431 CA-
MMRREE (por la cual se autoriza a la CAN a participar de las reuniones de la
Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas en calidad de obser-
vador); la decisión 458 CAMMRREE (donde se establecen los lineamientos de
la política exterior común), la decisión 475 CAMMRREE (donde se establece un
conjunto de criterios y pautas de la política exterior común andina); la decisión
476 CAMMRREE (donde se dispone la designación de un funcionario de alto ni-
vel por parte de cada ministro de relaciones exteriores de los Estados parte con la
función de coordinar la ejecución de las acciones y negociaciones de la agenda de
la política exterior común de su país); la decisión 499 CAMMRREE (que modifica
parcialmente la decisión 475 mencionada precedentemente); la decisión 595 junto
con la Comisión Andina (por la cual se aprueba el Acuerdo de Dialogo Político y

80 Este Proceso de Integración fue conocido anteriormente como Acuerdo de Cartagena,


Pacto Andino o Grupo Andino.
208 Martín MOLLARD

Cooperación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembro, por una parte,
y la CAN y sus Estados miembro, por otra); la decisión 613 del CAMMRREE jun-
to con la Comisión Andina (en la cual se otorga la condición de miembro asociado
a los Estados partes del Mercosur); decisión 645 del CAMMRREE junto con la
Comisión Andina (por la cual se decide otorgar la condición de miembro asociado
a Chile); la decisión 667 CAMMRREE junto con la Comisión Andina (reconoce
las asimetrías existentes entre los países miembros de la CAN y señala el derecho
de ellos a expresar sus diferencias y negociar diferenciadamente acuerdos con la
U.E.); la decisión 732 CAMMRREE junto con la Comisión Andina (en la cual se
regula lo atinente a la participación de los estados asociados del MERCOSUR en
la CAN); la decisión 741 CAMMRREE (por la cual se establece el procedimiento
que deberán seguir un Estado o una organización internacional para ser admitido
como observador ante la CAN) y la decisión 761 CAMRREE (en la que se estable-
ce otorgar el carácter de Estado observador a España).

TV. SímBOLOS DE LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES


En un mundo que da trascendencia al aspecto visual, la adopción de sím-
bolos que sirvan para simplificar y hacer referencia a algo adquiere una gran
relevancia. La Comunidad Andina de Naciones no es ajena a ello y por eso po-
see múltiples símbolos que la identifican, como el nombre, la sigla, el emblema
y la bandera.

1. El nombre
La denominación de este Proceso de Integración como “Comunidad Andina
de Naciones”*! hace referencia a la zona geográfica en la cual confluyen los
cuatro Estados integrantes (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) que es la Cor-
dillera de los Andes *?.

2. La sigla
Del nombre del Proceso de Integración se desprende la formación de la si-
gla: “CAN”, la cual es usada desde el 1 de agosto de 1997, que fue la fecha en
la cual entraron en vigor las reformas introducidas por el Protocolo de Trujillo
al Acuerdo de Cartagena *,

81 La cual recorre de norte a sur la parte oeste de Sudamérica.


82 http //www.comunidadandina.org/Seccion.aspx?id=1978:tipo=QU (Consultada el
10/1/2018).
83 Ibídem.
LA COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES 209

3. El emblema
Otro símbolo relevante es el emblema de la Comunidad Andina de Nacio-
nes, el cual “fue adoptado a inicios del proceso andino de integración”**,
El mismo está compuesto por cinco elementos:
1) Un semicírculo exterior que representa al arcoiris que simboliza la
alianza y la paz entre las poblaciones indígenas y además está vinculado con
la fertilidad. Cabe señalar que la curvatura de este semicírculo también signi-
fica, en la cosmovisión andina, la unión del mundo de arriba o la claridad con
el mundo de abajo o el tiempo oscuro.
Dicho semicírculo rodea las dos vertientes de la cordillera (por la Cordi-
llera de los Andes), que está representada por la pirámide escalonada, la cual
está configurada de esa forma porque guarda relación con el trabajo agrícola
que en ese accidente geográfico realizaban los antiguos pobladores de la zona
y también se emparenta con las construcciones que ellos realizaban, con esas
características.
2) En el emblema también aparece un canal que separa en dos a la pirámi-
de escalonada y que simboliza “el puente, la transición, la mediación, el equili-
brio, el espacio de la reciprocidad”*”, como así también el camino a seguir y un
espacio para unir a los integrantes de la Comunidad Andina de Naciones.
3) Otra característica es el trazo continuo que conforma el emblema del
Proceso de Integración y que hace referencia al futuro, presente y pasado,
como partes de un solo tiempo.
4) Por último, el color dorado del trazo del emblema hace referencia “al pro-
ceso de conocimiento, el amanecer, la acción de iluminar como el sol”**,

81 Ibídem.
85 Tbídem.
86 Ibídem.
87 Tbídem.
210 Martín MOLLARD

4. La bandera
El pabellón de la Comunidad Andina es otro de los símbolos relevantes del
Proceso de Integración el cual fue izado por primera vez en mayo del año 2004,
en el patio de la Secretaria General.
La bandera está conformada por un paño blanco que simboliza “la paz, la
armonía y la unidad en la diversidad”**, en el centro de la cual esta estampada
la figura dorada del emblema.

V. PoLíTICA EXTERIOR EN EL ÁMBITO CENTROAMERICANO Y SUDAMERICANO

En estos contextos, este proceso de integración ha estado involucrado ya


sea conjuntamente o individualmente por cada estado, en la creación de la
UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas)* y de la CELAC (Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños)””.
En el marco de la integración latinoamericana, los presidentes de los cua-
tro Estados parte han dado instrucciones al secretario general de la CAN a
que inicie conversaciones con las secretarias del Mercosur y de la UNASUR a
fin de identificar “elementos comunes de complementariedad y diferencias con
miras a una futura convergencia de los tres procesos””!,

1. Mercosur
En cuanto a las relaciones entre la CAN y el Mercosur, hay que señalar
que son muy fluidas y beneficiosas para ambos procesos de integración, ya que
abarcan temas comerciales y políticos.
En dicho marco hay que señalar que tanto el Mercosur como la CAN con-
sideran a los países del otro proceso de integración como Estados asociados.
En el caso particular de la CAN, consideran a Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay como Estados asociados desde 2005 y desde el año siguiente el pro-
ceso de integración andino les permite participar en sus órganos, mecanismos
y medidas.

88 www.comunidadandina.org
8% Creado en el año 2008 y conformado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
90 Creado en el año 2010 y conformado por Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas,
Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, ecuador,
El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haiti, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua,
Panamá, Paraguay, Perú, Republica Dominicana,, San Kyitts y Nevis, San Vicente y las
Granadinas, Santa Lucia, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
Y wyww.comunidadandina.org
LA COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 211

Cabe resaltar que las relaciones CAN-Mercosur se iniciaron con la suscrip-


ción de un acuerdo marco para la creación de una zona de libre comercio entre
ambos bloques a alcanzarse en dos etapas: una inicial, con el fin de llegar a
un Acuerdo de Preferencias Fijas, y una final para establecer un acuerdo de
libre comercio.
En 1999 se modificó la forma de negociación, aceptándose que la misma se
realice entre un bloque y uno o varios Estados en forma independiente, lo que
dio lugar a que en el año 2000 se celebre un acuerdo entre los Estados partes
de la CAN con la Argentina para establecer un acuerdo de alcance parcial de
complementación económica, que entró en vigor el 1 de agosto de 2000. En el
año 2004 se celebró un acuerdo de complementación económica entre Bolivia y
los Estados partes del Mercosur (ACE 36 de ALADI); también se suscribió un
acuerdo de complementación económica entre Perú y los Estados que confor-
man el Mercosur (ACE 58 de ALADI) y otro entre estos últimos y Venezuela,
Colombia y Ecuador, por el cual deciden crear un área de libre comercio.
En relación al Mercosur son de destacar las decisiones 613 y 732, citadas
precedentemente.

2. Chile
La CAN tiene fluidas relaciones con Chile, que fue uno de los Estados miem-
bros originarios de este proceso de integración, hasta que lo abandonó en el año
1976. Sin embargo, en el año 2006 se convirtió en miembro asociado de la CAN
y desde esa fecha mantienen intensas relaciones e intercambio comercial”?.
En relación a Chile, es de destacar la decisión 645 citada precedentemente.

3. Unión Europea
La CAN también mantiene relaciones muy fluidas con la UE que se re-
montan al año 1993 cuando suscribieron un acuerdo de cooperación que se
implementó en 1998.
La relación entre ambos procesos de integración se da originariamente en el
ámbito político, abarcando temas de interés conjunto regional e internacional.
En 1996 se suscribió entre la Comunidad Europea y la Comunidad Andina
una Declaración Conjunta sobre el Diálogo Político que dio lugar a que en
2002, en el marco de la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Amé-
rica Latina y el Caribe y la Unión Europea, se acordara negociar un Acuerdo
de Diálogo Político y de Cooperación (que constituiría una etapa previa a un
acuerdo de asociación interbloques) que concluyó en 20083.

92 Decisión 645 CAMMRREE y Comisión de la Comunidad Andina


212 Martín MOLLARD

Posteriormente, en 2006, en el marco del la IV Cumbre Estados de América


Latina y el Caribe y la Unión Europea se entablaron negociaciones a fin de ce-
lebrar un Acuerdo de Asociación que se fundara en tres pilares: diálogo político,
cooperación y un acuerdo comercial. Este negociaciones se desarrollan a partir
del año 2007 tanto a nivel presidencial como ministerial y de funcionarios, y
tratan diversos temas como el cambio climático, drogas, migración, medio am-
biente, evolución de ambos procesos de integración, crisis financiera internacio-
nal, desarrollo rural, agricultura, salud, educación, prevención de catástrofes,
cohesión económica y social, acceso preferencial de productos, etcétera.
Cabe señalar que el Acuerdo de asociación permite que los Estados de la
Comunidad Andina de Naciones puedan concluir el acuerdo con la Unión Eu-
ropea en forma bilateral pero respetando lo establecido en la decisión 667 (CA-
MMRREE y Comisión de la Comunidad Andina).
En relación a la U.E., son importantes las decisiones 595 y 667 menciona-
das al inicio de la presente sección.
Por motivos eminentemente ideológicos que dividieron a los Estados partes
de la Comunidad Andina*”, no se pudo lograr un acuerdo bloque a bloque con
la Unión Europea, lo cual llevó a que Colombia y Perú celebraran acuerdos de
libre comercio con el Proceso de Integración europeo (2012) y posteriormente
lo hiciese Ecuador (2016), quedando Bolivia, hasta el momento, fuera de esa
posibilidad.

TV. ConcLUsIioNEs
El proceso de integración andino que se originó en 1969 y que desde 1997
se lo conoce como Comunidad Andina de Naciones (conformado a febrero de
2018 por las Repúblicas de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), es uno de los
más avanzados de la región americana.
Considero que se debe a:
* que tiene objetivos claros;
* que ha llevado a cabo una profundización y consolidación progresivas de
las facultades de los órganos e instituciones que la conforman,
* que posee un sistema de solución de controversias bastante eficaz;
* que ha profundizado y concientizado a sus habitantes sobre la importan-
cia del proceso de integración.
* que se trabaja y se ha trabajado en esto último, en el marco del Proceso
de Integración como lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que los ciudadanos

93 Para esa época, Bolivia y Ecuador adherían al denominado socialismo del siglo XXI
y Perú y Colombia al libre mercado y a la apertura de sus mercados.
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 213

puedan viajar entre los Estados partes con la presentación del documento na-
cional de identidad o el trabajo para que se levante el rooming internacional
en el ámbito comunitario o la accesibilidad directa del ciudadano del Proceso
de Integración al Tribunal de Justicia o el de ser asistido y asesorado en cual-
quier consulado de alguno de los Estados partes en el extranjero.
No obstante lo expresado, últimamente la Comunidad Andina de Naciones
está siendo puesta a prueba por los nuevos desafíos económicos (crisis económica
mundial de 2008), políticos (algunos Estados difieren ideológicamente del resto,
a lo cual hay que sumar que dichos cambios doctrinarios se reflejan obviamente
en los aspectos económicos que acontecen en algunos de los gobiernos de los Es-
tados partes**) y sociales (consecuencia, principalmente, de la crisis económica
mundial).
Ejemplos de estas dificultades se vislumbraron en la imposibilidad de la
Comunidad Andina de lograr conjuntamente un acuerdo de libre comercio con
la Unión Europea o en el hecho de que dos de los Estados (Ecuador y Bolivia)
conformen el Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra America - Tra-
tado de Comercio de los Pueblos (ALBA -TCP) y otros dos (Colombia y Perú)
formen parte de la Alianza del Pacífico, los cuales se sustentan en principios
económicos, políticos, sociales y hasta culturales diferentes.
A lo manifestado precedentemente hay que agregar la proliferación de
Procesos de Integración de diversos caracteres desarrollados en los últimos
tiempos y que son posteriores a la configuración de la Comunidad Andina
(como por ejemplo, además de los mencionados, la Comunidad de Estados Lati-
noamericanos y Caribeños -CELAC-— y la Unión de Naciones Sudamericanas
—UNASUR-7.
Sin embargo, en virtud de las fortalezas ya mencionadas, es esperable y
deseable que la Comunidad Andina de Naciones, próxima a cumplir 50 años
de existencia, supere los desafíos que se le presentan, lo cual redundará no
solamente en beneficio de los millones de personas que habitan en ella, sino en
el de toda América Latina.

Y Esto se percibe también en el hecho de que la última vez que se reunió el Consejo
Presidencial Andino fue en el año 2011.
214 Martín MOLLARD

BIBLIOGRAFÍA
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Relaciones Exteriores (CAMRREE), de la Comisión, de la Secretaría General y del
Parlamento Andino del proceso de integración subregional andino
+ Acuerdo de Integración Subregional Andino “Acuerdo de Cartagena”
» Tratado Constitutivo del Parlamento Andino (versión 1979)
» Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino (docu-
mento por ratificar)
» Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino sobre
Elecciones Directas y Universales de sus Representantes.
216 MarTíN MOLLARD

* Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina


» Protocolo Modificatorio del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia del
Acuerdo de Cartagena
* Protocolo de Sucre
- Protocolo Modificatorio del Acuerdo de Integración Subregional Andino
(Acuerdo de Cartagena)
* Protocolo Sustitutivo del Convenio Simón Rodríguez
* Reglamento interno del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
» Estatuto del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (decisión 500
CAMMRREE)
* Reglamento General del Parlamento Andino
* Reglamento de la Secretaría General (decisión 409 CAMMRREE)
* Decisión 1 Comisión
* Decisión 24 Comisión
* Decisión 42 Comisión
* Decisión 70 Comisión
* Decisión 100 Comisión
- Decisión 102 Comisión
* Decisión 117 Comisión
+ Decisión 147 Comisión
* Decisión 175 Comisión
* Decisión 176 Comisión
* Decisión 184 Comisión
- Decisión 236 Comisión
* Decisión 394 Comisión
* Decisión 406 Comisión
* Decisión 407 (CAMMRREE)
- Decisión 409 (CAMMRREE)
- Decisión 425 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 426 CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 431 CAMMRREE
* Decisión 441 (Comisión)
- Decisión 442 Comisión
* Decisión 445 (CAMMRREE)
La COMUNIDAD ÁNDINA DE NACIONES 217

* Decisión 449 (CAMMRREE)


* Decisión 458 (CAMMRREE)
* Decisión 464 Comisión
* Decisión 471 Comisión
* Decisión 472 Comisión
* Decisión 475 (CAMMRREE)
* Decisión 476 (CAMMRREE)
- Decisión 494 Comisión
* Decisión 499 (CAMMRREE)
* Decisión 500 (CAMMRREE)
* Decisión 508 Comisión
* Decisión 528 (CAMMRREE)
* Decisión 531 (CAMMRREE - Comisión)
* Decisión 563 Comisión
* Decisión 573 Comisión
* Decisión 595 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 598 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
- Decisión 613 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 623 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 624 Comisión
* Decisión 633 (CAMMRREE)
* Decisión 641 Comisión
* Decisión 645 (CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 653 Comisión
* Decisión 667 (CAMMRREE -— Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 674 (CAMMRREE)
* Decisión 741 (CAMMRREE)
* Decisión 761 (CAMMRREE)
* Decisión 732(CAMMRREE — Comisión en reunión ampliada)
* Decisión 1152 (Parlamento Andino)
* Decisión 1193 (Parlamento Andino)
* Decisión 1194 (Parlamento Andino)
* Decisión 1202 (Parlamento Andino)
* Resolución 1075 de la Secretaría General
218 Martín MOLLARD

— Páginas web consultadas


* www.aladi.org
- www.iadb.org/intal
* www.comunidadandina.org
* europa.eu
* www.sela.org
* books.google.com.ar
CarítuLo VIT

SISTEMA DE INTEGRACIÓN
CENTROAMERICANA (SICA)
GONZALO ALVAREZ

TI. ANTECEDENTES

1. El siglo XIX: la Federación de Estados Centroamericanos


El proceso de integración llevado adelante por los países centroameri-
canos tiene una rica y compleja historia, cuyo conocimiento constituye un
elemento central para poder comprender sus características particulares y
sus rasgos específicos. La configuración territorial de los Estados nacionales
centroamericanos tiene, al igual que el resto de los países americanos, una
relación directa con lo que fueron las decisiones geopolíticas de las potencias
colonizadoras y su organización del poder territorial en las colonias.
Así como en el cono sur podemos ver claras simetrías entre los territorios
nacionales de la República Argentina con lo que era el Virreinato del Río de
la Plata, o del territorio de Paraguay con lo que fue la Gobernación del Gua-
yrá, para el caso de los territorios nacionales de los países centroamericanos
podemos trazar una correspondencia con la Capitanía General de Guatema-
la. Lo peculiar del caso centroamericano está dado por el hecho de que todos
esos territorios tuvieron, desde sus orígenes independentistas en 1811, una
vocación de conformación de un estado federal. La Patria grande, como la lla-
maban los padres fundadores de la independencia centroamericana, incluía
los territorios de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Luego de declarar su independencia de España en 1821 y de México en 1824,
sancionaron una Constitución Federal cuya vigencia se extendió hasta marzo
de 1840 y conformaron las “Provincias Unidas de Centro América”. Persona-
lidades como las de Francisco Arce y Manuel de Morazán constituyen signos
característicos de este proyecto, que naufragó en el contexto de las fuertes
guerras civiles que caracterizaron al período previo al de conformación de los
Estados nacionales modernos en Latinoamérica. En el caso de Centroaméri-
220 GONZALO ÁLVAREZ

ca, el fracaso del proyecto federativo dio lugar al surgimiento de cada una de
estas provincias como Estados nacionales independientes.
Sin embargo, a pesar del frustrado proyecto federalista, a lo largo de la histo-
ria se sucedieron en la región numerosos intentos de profundizar la integración
política. Dan cuenta de ello las conclusiones del Tercer Congreso Centroame-
ricano de 1889, que dio a luz al Pacto Provisional de Unión Centroamericana
y la “República de Centroamérica”, con atribuciones en materia de relaciones
exteriores, defensa y legislación general, con capital y presidencia rotativas e
integrada por unas provincias autónomas denominadas secciones. También
la denominada República Mayor de Centroamérica de 1895 o la Constitución
Federal Centroamericana dada por la Asamblea Constituyente reunida en Te-
gucigalpa que integró a Honduras, Guatemala y El Salvador en 1921. A estos
intentos de integración correspondieron otros tantos episodios de conflictos in-
ternos, que dieron por tierra con tan ambiciosos planes integracionistas.

2. La década del 60: integración regional y desarrollo


En 14 de octubre de 1951, con la firma de la Carta de San Salvador por parte
de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, se dio origen a
la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), cuya sede fue fijada
en el año 1956 en la ciudad de San Salvador. ODECA dio lugar a diversas ini-
ciativas en el plano económico (el Convenio de Industrias Centroamericanas,
el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integración Económica Centro-
americana, disposiciones aduaneras) cultural (programas educativos y libros
de textos, políticas culturales) y político (Instituto Centroamericano de Admi-
nistración Pública, creación de escudo y bandera). A partir de la segunda mitad
del siglo XX, se estableció una tendencia hacia el impulso de la integración
económica de los países de la región, bajo el auspicio de la Comisión Económi-
ca para América Latina (CEPAL), organismo que promovió fuertemente estas
iniciativas bajo la perspectiva de que la integración económica de los países
latinoamericanos posibilitaría acortar la brecha que los separaba de los países
desarrollados. Estas iniciativas estaban enroladas en las teorías del desarrollo,
que constituyeron el andamiaje teórico que dio sustento a diversas iniciativas
de integración económica como la Asociación Latinoamericana de Libre Comer-
cio (ALALC) para el caso de los países de Sudamérica.
En 1960, en este contexto, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala
suscribieron el Tratado de Integración Económica Centroamericana (deno-
minado Tratado de Managua), que creó el Mercado Común Centroamericano
(MCCA) que tenía por objetivo conformar una zona de libre comercio, una
unión aduanera y posteriormente un mercado común. A este Tratado adhirió
dos años más tarde Costa Rica.
En estos primeros años de la década de 1960 el proceso integracionista re-
cibió un gran impulso. A la creación del Mercado Común Centroamericano le
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 221

siguió la firma, en el año 1962, de una nueva Carta de la Organización de Es-


tados Centroamericanos (ODECA) que implicó la creación del Banco Centro-
americano de Integración Económica (BCIE), un Código Aduanero uniforme,
el Protocolo de granos y se integró Panamá a los organismos subsidiarios.

3. La década del 80: integración regional y democracia


La guerra entre Honduras y El Salvador en 1969 y los fuertes conflictos inter-
nos por los que atravesaron los países de la región en la década de 1980 provoca-
ron el estancamiento del proceso de integración regional. A partir de 1983, bajo
la iniciativa de Colombia, México, Venezuela y Panamá, a través del denominado
Grupo Contadora, y de Argentina, Uruguay, Brasil y Perú, a través del Grupo de
Apoyo a Contadora y con el auspicio de la Comunidad Europea, se dio impulso
a un proceso de paz que en 1986 generó el denominado proceso de Esquipulas,
recibiendo el mismo nombre de la ciudad guatemalteca. En esta oportunidad la
apuesta a profundizar el proceso de integración tenía como meta promover la paz
y la democracia en la región. Los acuerdos de Esquipulas 1 y II de 1986 y 1987
fueron los motores del reimpulso al proceso integracionista.
En 1991, con la firma del Protocolo de Tegucigalpa, que remplaza a la Carta
de ODECA, se instituye el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), y
en 1993, el Protocolo de Guatemala, dando lugar dentro del SICA al Subsiste-
ma de Integración Económica Centroamericana (SIECA). El proceso de inte-
gración económica pasa a ser un subsistema del proceso de integración política.
Son Estados miembro del SICA Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua,
Honduras, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Del subsistema de in-
tegración económica participan Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras
y Costa Rica. Panamá cerró su acuerdo de incorporación en 2012.
Como señala Zalduendo, “si bien a los comienzos hubo tendencias a ase-
mejarse al modelo europeo (con Corte de Justicia y Parlamento, y objetivo de
formar un mercado común), a partir de los 90 se reflejan las características del
“nuevo regionalismo”: tendencia a suscribir multiplicidad de acuerdos de nueva
generación (amplios en su contenido incluyendo servicios, inversiones, propie-
dad intelectual, etc.); búsqueda de acuerdos “norte-sur”; apoyo en órganos con
fuerte presencia de los representantes nacionales sin atisbos de supranaciona-
lidad (y) aplicación de mecanismos arbitrales para resolver diferencias” ?,
”]

IT. La ARQUITECTURA JURÍDICA DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL CENTROAMERICANA

Como vimos anteriormente, los primeros años de la década de los 90 fue-


ron el escenario en el cual los países de la región dieron un nuevo y fuerte

lZALDUENDO, Susana, MCCA: Mercado Común Centroamericano, UNIBO, Librería Digi-


tal, 2006, www.amscampus.cib.unibo.it.
222 GONZALO ÁLVAREZ

impulso al proyecto integracionista, en el contexto de los procesos de impul-


so a la paz y la democracia en la región, que venían desarrollándose des-
de Esquipulas 1 en 1986. Sendos protocolos a la Carta de la Organización
de Estados Centroamericanos de 1962 y al Tratado General de Integración
Económica de 1960 dieron lugar a la configuración de la nueva arquitectura
jurídica e institucional del proceso integracionista, tanto en su faz política
cuanto en la económica,
El 13 de diciembre de 1991, los presidentes de la República de Costa Rica,
Rafael Angel Calderón Fournier; de la República de El Salvador, Alfredo
Cristiani Burkard; de la República de Guatemala, Jorge Serrano Elías; de la
República de Honduras, Rafael Leonardo Callejas Romero; de la República
de Nicaragua, Violeta Barrios de Chamorro, y de la República del Panamá,
Guillermo Endara Galimany, suscribieron, en la ciudad de Tegucigalpa, el
Protocolo a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos, de-
nominado Protocolo de Tegucigalpa, conformando el sistema marco de in-
tegración regional denominado “Sistema de Integración Centroamericano”
(SICA), A este Protocolo adhirió Belice en el año 2000 y, como Estado asocia-
do inicialmente, se vinculó la República Dominicana que pasó a ser miembro
pleno a partir de 2013.
Dos años después, el 29 de octubre de 1993, los cinco países que en 1960
habían constituido el Mercado Común Centroamericano mediante la firma del
Tratado General de Integración Centroamericana suscribieron en la ciudad de
Guatemala un Protocolo al mismo, reimpulsando el proceso de integración econó-
mica, como subsistema dentro de SICA. El Protocolo de Guatemala fue suscripto
por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua. La República
de Panamá, que no era parte del Tratado de 1960, también lo suscribió, pero la
entrada en vigencia para este país fue condicionada a un proceso particular de
negociación con los restantes países miembro, que concluyó en 2012
La estructura jurídica del esquema integracionista se completa con el tratado
de Integración Social Centroamericana, suscripto el 30 de marzo de 1995 en El
Salvador, denominado Tratado de San Salvador; la constitución de la Alianza para
el Desarrollo Sostenible creada el 12 de octubre de 1994 y con el Tratado de Segu-
ridad Democrática en Centroamérica, suscripto en la ciudad de San Pedro Sula,
República de Honduras, el 15 de diciembre de 1995, que concluyó en 2012.

1. El Protocolo de Tegucigalpa
El Protocolo de Tegucigalpa actualiza el marco jurídico institucional de la
integración centroamericana contenida en la Carta de ODECA de 1962, dando
lugar a la constitución del Sistema de Integración Centroamericana (SICA),
integrado por los países que originalmente formaron parte de la ODECA, más
Panamá, Belice y República Dominicana.
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 223

El objetivo fundamental de SICA es constituir a Centroamérica en una


región de paz, libertad, democracia y desarrollo. Impulsa como propósitos la
consolidación de la democracia, el fortalecimiento de las instituciones sobre
la base de la existencia de gobiernos electos por sufragio universal, libre y
secreto, el irrestricto respeto a los derecho humanos, un modelo de seguri-
dad regional basado en el balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento del
poder civil, la superación de la pobreza extrema, la promoción del desarrollo
sostenido, la protección de medio ambiente, la erradicación de la violencia,
la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y el tráfico de armas. En el plano
económico propicia la constitución de una unión económica.
Se formulan como principios del proceso de integración, entre otros, la tu-
tela, el respeto y la promoción de los derechos humanos; la paz, la democracia,
el desarrollo, la libertad, la solidaridad centroamericana; la gradualidad, es-
pecificidad y progresividad del proceso de integración económica sustentando
el desarrollo regional armónico y equilibrado y el tratamiento especial a los
países con menor desarrollo relativo, la equidad y la reciprocidad; la solución
pacífica de controversias; la buena fe en el cumplimiento de las obligaciones y
el respeto a las Cartas de la ONU y de la OEA y las declaraciones emitidas en
las reuniones presidenciales centroamericanas desde mayo de 1986.
El protocolo atribuye personalidad jurídica a SICA, mediante la cual podrá
adquirir o enajenar bienes muebles e inmuebles, celebrar contratos y acuer-
dos, comparecer en juicio, conservar fondos en cualquier moneda, hacer trans-
ferencias, celebrar tratados o acuerdos con terceros Estados y fija como sede
a la ciudad de San Salvador.
El presupuesto para el sostenimiento de SICA es integrado por los Estados
miembro en partes iguales y su ejecución está sujeta a un sistema de audito-
ría y fiscalización financiera, a cargo del Consejo de Ministros.
El Protocolo tiene duración indefinida y prevalece, junto con sus instru-
mentos complementarios y derivados, sobre cualquier convenio, acuerdo o
protocolo suscripto entre los Estados miembro, bilateral o multilateralmente,
sobre las materias relacionadas con la integración centroamericana. El SICA
comenzó a funcionar formalmente el 1 de febrero de 19983.

2. El Protocolo de Guatemala
El Protocolo de Guatemala readecua las disposiciones del Tratado General
de Integración Económica Centroamericana del año 1960, contextualizando
el proceso de integración económica dentro del marco jurídico-institucional
del SICA. Así, la integración económica se constituye en un subsistema de in-
tegración. El Protocolo fue suscripto por Guatemala, Honduras, El Salvador,
Nicaragua y Costa Rica, todos Estados signatarios del Tratado de 1960. Si
bien Panamá también lo suscribió, el art. IV de las disposiciones transitorias
224 GONZALO ÁLVAREZ

dispone que no producirá efecto alguno en las relaciones económicas y comer-


ciales entre éste y los demás Estados parte mientras no se establezcan los tér-
minos, plazos, condiciones y modalidades de la incorporación de Panamá en
el proceso de integración económica centroamericano. En 2012 se acordaron
las modalidades de su incorporación en el marco del cierre del proceso de ne-
gociación de un acuerdo birregional Centroamérica-UE. Por otra parte, se le
concede a Nicaragua un tratamiento preferencial y asimétrico transitorio en
el campo comercial y excepcional en los campos financiero, de inversión y deu-
da para propiciar la reconstrucción de su capacidad productiva y financiera.
Los Estados signatarios manifestaron que la ampliación de sus mercados
nacionales a través de la integración constituye un requisito necesario para
impulsar el desarrollo en base a los principios de solidaridad, reciprocidad y
equidad en el marco impuesto por las condiciones del entorno internacional
caracterizado por la consolidación de grandes espacios económicos.
En lo que podría conceptualizarse como una estrategia de regionalismo
abierto y geometría variable, el objetivo principal del Protocolo es confor-
mar la Unión Económica Centroamericana, de manera voluntaria, gradual,
complementaria y progresiva con fundamento en la integración económica
regional como medio para maximizar las opciones de desarrollo y la vincula-
ción más provechosa y efectiva a la economía internacional.
Se formula como objetivo básico del Subsistema de Integración Económica
alcanzar el desarrollo económico y social, equitativo y sostenible, de los paí-
ses centroamericanos, que se traduzca en el bienestar de sus pueblos y en el
crecimiento de todos los países miembro mediante un proceso que permita la
transformación y modernización de sus estructuras productivas, sociales y tec-
nológicas, que eleve la competitividad y logre la reinserción eficiente y dinámi-
ca de Centroamérica en la economía internacional, ajustándose a los principios
de legalidad, consenso, gradualidad, flexibilidad, transparencia, reciprocidad,
solidaridad, globalidad, simultaneidad y complementariedad.
Alcanzar la unión económica supone, para el Protocolo, el desarrollo de esta-
dios previos de integración económica, como la constitución de una zona de libre
comercio centroamericana, el establecimiento de relaciones comerciales externas,
la conformación de una unión aduanera centroamericana, el establecimiento de
la libre movilidad de los factores productivos y la configuración de la integración
monetaria y financiera centroamericana.

2.1. La zona de libre comercio


Los Estados parte han convenido perfeccionar una zona de libre comercio
para todos los bienes originarios de sus respectivos territorios mediante la
eliminación gradual de todas las barreras arancelarias y no arancelarias al
comercio intrarregional, eliminando toda restricción de carácter cuantitativo
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 225

y cualquier otra medida de efecto equivalente, resguardando el derecho de los


Estados a fijar medidas de seguridad, policía y sanidad.
La normativa comercial derivada incluye el Reglamento sobre el Origen de
las Mercancías (res. 156/06 COMIECO-EX y 181/06 COMIECO), el Reglamen-
to Centroamericano sobre Medidas de Salvaguardia (res. 194/07 COMIECO
XLIV), el Reglamento Centroamericano sobre Prácticas Desleales de Comer-
cio (res. 193/07 COMIECO XLIV), el Reglamento sobre Régimen de Tránsito
Aduanero Internacional Terrestre (res. 65/01 COMRIEDRE), el Reglamento
Centroamericano de Medidas de Normalización, Metrología y Procedimiento
de Autorización (res. 37/99 COMIECO), el Reglamento Centroamericano sobre
Medidas y Procedimientos Sanitarios y Fitosanitarios (res. 37/99 COMIECO).
El intercambio de productos intrazona, a diferencia de lo que ocurre con
el intercambio con el resto del mundo, muestra una gran diversificación con
preeminencia de productos manufacturados. El crecimiento del comercio in-
trazona ha sido muy dinámico desde el año 1960, con la excepción del período
1981-1985?.

2.2. La unión aduanera


En materia de relaciones comerciales externas, los Estados miembro han
adoptado el Arancel Centroamericano de Importación (ATC) y se comprometieron
a adoptar una política comercial conjunta con terceros países de forma gradual
y flexible. Si bien pueden llevar adelante negociaciones individuales con terceros
países, deben informar previamente a su inicio al Comité Ejecutivo de Integra-
ción Económica y acordar con éste un mecanismo de coordinación e información
sobre los avances en las negociaciones. Los compromisos asumidos en forma indi-
vidual con terceros países deben respetar las disposiciones del Protocolo de Gua-
temala. El ATC tiene un universo de 6389 rubros que no incluye los vehículos y
está armonizado en un 95,7% a febrero de 2008. Los niveles arancelarios son del
0% para los bienes de capital y materias primas no producidas en la región; del
5% para materias primas producidas en Centroamérica; 10% para bienes inter-
medios producidos en Centroamérica, y 15% para bienes de consumo final *,
La conformación de la unión aduanera implica el libre tránsito de bienes in-
dependientemente de su origen previa nacionalización en alguno de los Estados
miembro. Si bien el objetivo de constituir una Unión Aduanera estuvo presente

” Situación de la integración económica centroamericana. Boletín ordinario de SIECA,


11 de noviembre de 2008, www.sieca.org.gt,
3 La Unión Aduanera Centroamericana. Informe de SIECA, febrero de 2008. www.
sieca.org.gt.
226 GONZALO ÁLVAREZ

desde la firma del Tratado General de Integración Económica de 1960, recién


a partir de 2000, se iniciaron las acciones tendientes a conformarla, inicial-
mente entre Guatemala y El Salvador y luego se fueron sumando los otros tres
Estados parte. En diciembre de 2007 los cinco Estados suscribieron un nuevo
convenio marco para el establecimiento de la unión aduanera centroamericana.
En el marco de ese convenio los ministros de la Integración Económica Centro-
americana elaboraron recientemente una hoja de ruta que contempla tiempos,
plazos y responsables para los trabajos conducentes al establecimiento de la
Unión Aduanera Centroamericana. La hoja de ruta para el período 2015/2024
contempla tres fases fundamentales: la facilitación del comercio, la moderniza-
ción y convergencia normativa y el desarrollo institucional.
En la etapa de la facilitación del comercio, la expectativa es incrementar los
niveles de competitividad de la región centroamericana, a través de iniciativas
que permitan mejorar los tiempos en los puestos fronterizos y disminuir los
costos por los trámites; lo que permitirá contribuir con el perfeccionamiento de
la zona de libre comercio.
En la etapa de modernización y convergencia normativa su objetivo es mo-
dernizar y armonizar los instrumentos regionales, entre los cuales se incluyen
la armonización del arancel externo común, la normativa regional que rige el
comercio, contar con un mecanismo para impulsar la convergencia de los di-
ferentes tratados de libre comercio ya suscriptos e iniciar los trabajos para la
definición del funcionamiento de las aduanas periféricas.
En la etapa de desarrollo institucional, la expectativa es contar con insumos
a través de un estudio que muestre fortalecer los mecanismos de coordinacio-
nes sectoriales e intersectoriales e impulsar la actualización de los reglamentos
operativos y del funcionamiento de la institucionalidad.
Se encuentra vigente para los cinco países el Código Aduanero Uniforme
Centroamericano (CAUCA), aprobado por el Acuerdo 1/06 COMIECO-EX y en
otras áreas, como la administración tributaria, registros, medidas sanitarias,
fitosanitarias y medidas de normalización, se avanzó con diversa profundidad
en acciones de armonización.

2.3 El mercado común y la integración monetaria y financiera


El Protocolo establece como objetivo de los Estados parte procurar la libre
movilidad de la mano de obra y del capital en la región y promueve la progre-
siva integración en materia monetaria y financiera mediante la armonización
monetaria y fiscal con miras a mantener la estabilidad interna y externa de
las economías. En marzo de 2002 los Estados suscribieron el Tratado sobre
Inversión y Comercio de Servicios con el objetivo de establecer un marco jurí-
dico para la liberalización del comercio de los servicios y la inversión en con-
sistencia con el Tratado General de Integración Económica Centroamericana
y el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios de la OMC (AGCS).
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 227

2.4. Las políticas sectoriales


El Protocolo enuncia compromisos en diversas áreas como el turismo, la
política agrícola, la protección de los derechos del consumidor y la promoción
de la participación privada en la inversión, y promueve acciones de armonl-
zación en materia bancaria y de seguros, en el área de la legislación sobre
propiedad intelectual, en la validez de los registros y sobre el libre ejercicio de
las profesiones universitarias.
El Protocolo tiene una duración indefinida, puede ser denunciado por cual-
quiera de las partes, lo que producirá efectos sólo después de cinco años. No podrá
recibir enmiendas y está abierto a la adhesión de los demás países del istmo cen-
troamericano. Este Protocolo prevalecerá sobre los demás instrumentos de libre
comercio suscriptos en forma bilateral o multilateral entre los Estados parte.

III. EsTRUCTURA ORGÁNICA

La estructura orgánica del proceso de integración regional centroamericana


se integra con los órganos e instituciones de SICA (integración política), previs-
tos en el Protocolo de Tegucigalpa, y por los órganos e instituciones de la inte-
gración económica del SIECA, previstos en el Protocolo de Guatemala. Ambos
protocolos integran algunos organismos e instituciones preexistentes, creados
en los tratados originarios de la década del 60 y otros nuevos que han sido con-
secuencia de los acuerdos en el proceso de paz de la segunda mitad de los 80. En
líneas generales, los órganos tienen un fuerte sesgo intergubernamental.

1. Los órganos e instituciones de SICA


1.1. La Reunión de Presidentes
La Reunión de Presidentes es el órgano supremo del Sistema y está integrado
por los presidentes constitucionales de los Estados miembro. Sus decisiones se
adoptan por consenso y se reúne en forma ordinaria semestralmente y en forma
extraordinaria en cualquier oportunidad que establezcan de común acuerdo. El
Protocolo le asigna responsabilidad en las decisiones que involucren temas regio-
nales sobre la democracia, el desarrollo, la libertad, la paz y la seguridad. Define
y dirige la política centroamericana y garantiza la coordinación y armonización
de las actividades de los demás órganos e instituciones. Armoniza las políticas
exteriores de los Estados miembro. Es el encargado de aprobar las reformas al
Protocolo y de asegurar el cumplimiento de los compromisos adoptados por los
miembros en todos los instrumentos jurídicos de la integración. Les compete a los
presidentes la decisión sobre la incorporación de nuevos miembros al SICA.

1.2. El Consejo de Ministros


El Consejo de Ministros tiene diversas integraciones, ya que está conformado
por los ministros de cada una de las áreas, según los asuntos a tratar. Es un orga-
228 GONZALO ÁLVAREZ

nismo específico para la ejecución de las decisiones adoptadas por la Reunión de


Presidentes. La coordinación está a cargo del Consejo de Ministros de Relaciones
Exteriores. Á éste también le compete todo lo relativo al proceso de democrati-
zación, pacificación, seguridad regional y la coordinación y el seguimiento de las
decisiones políticas de carácter económico, social y cultural que puedan tener re-
percusiones internacionales. Es el encargado de aprobar el presupuesto de SICA y
ejerce la representación de la región ante la comunidad internacional.
El quórum se integra con la presencia de todos los ministros y las deci-
siones de fondo deben ser adoptadas por consenso, las que serán de cumpli-
miento obligatorio en todos los Estados miembro y sólo podrán oponerse a su
ejecución “disposiciones de carácter legal”. Las reuniones se realizan con la
frecuencia que requiera la agenda de asuntos de cada uno de los ramos.

1.3. El Comité Ejecutivo


El Comité Ejecutivo es, junto con la Secretaría General, un órgano permanente
del Sistema, orientado a la ejecución de las decisiones adoptadas por la Reunión de
Presidentes. Está integrado por un representante de cada uno de los Estados miem-
bro, designado por sus presidentes. Es presidido por el representante del Estado
donde se realizó la última reunión de presidentes y se reúnen semanalmente.

1.4. La Secretaría General


La Secretaría General está a cargo de un funcionario designado por la
Reunión de Presidentes, Son requisitos para su designación ser nacional de
cualquiera de los Estados miembro, ser una persona con reconocida vocación
integracionista y con un alto grado de imparcialidad e independencia de cri-
terio e integridad. Es el encargado de ejecutar los mandatos que surjan de
la Reunión de Presidentes, los Consejos de Ministros y el Comité Ejecutivo.
Puede participar con voz en todos los órganos del Sistema. Tanto el secretario
general como el resto del personal de la Secretaría no podrán solicitar ni recl-
bir instrucciones de ningún gobierno.

1.5. La Reunión de Vicepresidentes


Es un órgano de asesoría y consulta, integrado por los vicepresidentes o la
persona designada por el presidente de cada uno de los Estados miembro. Se
reúne semestralmente en forma ordinaria y sus resoluciones son adoptadas
por consenso.

1.6. El Parlamento Centroamericano


Si bien el Parlamento Centroamericano es receptado en el Protocolo de Te-
gucigalpa como uno de los órganos del Sistema, sus orígenes se remontan a la
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 229

década del 80, en el contexto del proceso de paz en Centroamérica impulsado


desde el Grupo Contadora, el Grupo de Apoyo a Contadora y los acuerdos de
Esquipulas de 1986 y 1987, donde fue ideado como un “mecanismo institucio-
nal que permita fortalecer el diálogo, el desarrollo conjunto, la democracia y
el pluralismo como elementos fundamentales para la paz en el área y para la
integración centroamericana”?.
Su Tratado Constitutivo fue suscripto en el año 1987 por Guatemala, El
Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Honduras, y en el año 1991 fue instalado
formalmente el Parlamento Centroamericano, con sede en Guatemala. En 1993
se incorporó Panamá.
Lo integran 20 diputados por cada uno de los Estados miembro, elegidos por
sufragio universal, directo y secreto, para cumplir un mandato de cinco años.
También lo integran los presidentes y vicepresidentes de los Estados miembro,
cuando han finalizado su mandato. El Tratado Constitutivo fue modificado en
2008. El mismo no ha sido suscripto por Costa Rica y Belice, quienes no cuen-
tan con representantes en el Parlacen. Este nuevo protocolo deja abierta sin
embargo la posibilidad de adhesión de ambos Estados. Sí se incorporó en esta
oportunidad República Dominicana, que ha designado sus representantes.
El Parlamento tiene como funciones, entre otras, las de servir de foro deli-
berativo para el análisis de los asuntos políticos, económicos, sociales y cultu-
rales comunes y de seguridad del área centroamericana; impulsar y orientar
los procesos de integración y la más amplia cooperación entre los países cen-
troamericanos, y la designación, dentro de la terna propuesta por la máxima
autoridad de cada órgano, de los funcionarios ejecutivos de más alto rango de
los diferentes organismos de integración.
El Parlamento cuenta con cuatro grupos parlamentarios: Alianza Demo-
crática, Izquierda, Integración Centro Democrático y Unidad Democrática
Integracionista.

1.7. La Corte Centroamericana de Justicia


La composición y las competencias de la Corte son presentadas en el punto 4,
cuando se aborda el análisis de los mecanismos de solución de controversias.

1.8. El Comité Consultivo


El Comité Consultivo es un órgano representativo de la sociedad civil e
integra a sectores empresariales, laborales y académicos. Tiene una función
de asesoramiento a la Secretaría General sobre la política de la integración en
las áreas económica, social y cultural.

* Declaración de Esquipulas I, 25 de mayo de 1986.


230 GONZALO ÁLVAREZ

1.9. Las instituciones de SICA


El conjunto de órganos descriptos anteriormente se completa con una ex-
tensa nómina de instituciones:
* Secretaría General de la Coordinación Educativa y Cultural Centro-
americana (SG-CECO).
* Secretaría de la Integración Social Centroamericana (SISCA).
: Secretaría Técnica del Consejo de Ministros de Salud de Centroaméri-
ca (ST-COMISCA).
* Secretaría Técnica del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamé-
rica (ST-COMMICA).
* Secretaría Ejecutiva de la Comisión Centroamericana de Ambiente y De-
sarrollo (SE-CCAD).
* Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SE-CAC).
* Consejo Fiscalizador Regional del SICA (CFR-SICA).
: Organización Centroamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras
Superiores (OCCEFS).
* Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa en Centroamé-
rica (CENPROMYPE).
* Consejo Registral Inmobiliario de Centroamérica y Panamá (CRICAP).
* Consejo Centroamericano de Protección al Consumidor (CONCADECO).
* Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA),
* Comisión para el Desarrollo Científico y Tecnológico de Centroamérica,
Panamá y República Dominicana (CTCAP).
: Comité de Cooperación de Hidrocarburos de América Central (CCHAC).
* Consejo de Electrificación de América Central (CEAC).
* Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE).
* Ente Operador Regional (EOR)
: Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones de Centroamérica
(COMTELCA).
* Corporación Centroamericana de Serviciosde Navegación Aérea(COCESNA).
: Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (COCATRAM).
* Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales en
América Central (CEPREDENAC).
* Comité Regional de Recursos Hidráulicos (CRRHO).
* Foro Centroamericano y República Dominicana de Agua Potable y
Saneamiento (FOCARD-APS).
* Consejo de Institutos de Seguridad Social de Centroamérica y República
Dominicana (CISSCAD).
* Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP),.
* Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).
* Organización del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano
(OSPESCA).
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 231

* ConsejodelIstmoCentroamericanode Deportes y Recreación (CODICADER).


: Comisión Centroamericana Permanente para la Erradicación de la
Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas y Delitos Conexos (CCP).
- Comisión Trinacional del Plan Trifinio (CTPT).

2. Los órganos e instituciones de SIECA


Los órganos de SIECA son el Consejo de Ministros de Integración Eco-
nómica, el Consejo Intersectorial de Ministros de Integración Económica, el
Consejo Sectorial de Ministros de Integración Económica y el Comité Eje-
cutivo de Integración Económica. Los órganos técnico-administrativos son
la Secretaría de Integración Económica Centroamericana, la Secretaría del
Consejo Agropecuario Centroamericano, la Secretaría del Consejo Monetario
Centroamericano y la Secretaría de Integración Turística Centroamericana.
Las instituciones de SIECA son el Banco Centroamericano de Integración
Económica, el Instituto Centroamericano de Administración Pública y el Ins-
tituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial.
A estos órganos e instituciones se les agrega el Consejo Consultivo de In-
tegración Económica como órgano de participación de la sociedad civil en el
proceso de integración económica.

2.1. El Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO)


El Consejo de Ministros de Integración Económica está integrado por los mi-
nistros de cada uno de los Estados parte que tienen competencia en los asuntos
de integración económica y su función está orientada a la coordinación, armo-
nización y convergencia o unificación de sus políticas económicas. Este Consejo
es el encargado de formular las propuestas de políticas generales de SIECA a la
Reunión de Presidentes Centroamericanos para su aprobación.

2.2. El Consejo Sectorial de Ministros de Integración Económica


Este Consejo Sectorial puede agrupar diversas configuraciones por ramo.
Entre otras, se registran las reuniones del Consejo Monetario Centroameri-
cano, el Consejo Agropecuario Centroamericano y los Consejos de Ministros
de Hacienda y Finanzas, de Economía, de Comercio, de Industria, de Infra-
estructura, de Turismo y de Servicios. Sus funciones son la coordinación y
armonización de las políticas sectoriales.

2.3. El Comité Ejecutivo de Integración Económica


Este órgano está integrado por un representante permanente por cada uno
de los Estado parte y tiene a su cargo la aprobación de planes, programas y
proyectos y la adopción de los actos administrativos necesarios para ejecutar
las decisiones del Consejo de Ministros de Integración Económica.
232 GONZALO ÁLVAREZ

2.4. Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA)


Es el órgano técnico administrativo que asiste a los órganos del proceso de
integración económica centroamericana que no tengan una secretaría específi-
ca. Tiene personería jurídica internacional, sede en la ciudad de Guatemala y
está a cargo de un secretario general nombrado por el Consejo de Ministros de
Integración Económica. Tiene por función velar a nivel regional por la correcta
aplicación del Protocolo de Guatemala y los demás instrumentos jurídicos de la
integración económica regional y la ejecución de las decisiones de los órganos
del subsistema de integración económica.

2.5. Los diferentes tipos de actos administrativos


La tipología de actos administrativos propios de SIECA incluye resolucio-
nes, reglamentos, acuerdos y reglamentaciones. Las resoluciones son actos obli-
gatorios mediante los cuales el Consejo de Ministros de Integración Económica
adopta decisiones referentes a los asuntos internos del Subsistema. Los regla-
mentos tienen carácter general, obligatoriedad en todos sus elementos y son
directamente aplicables en todos los Estados parte, y en el procedimiento de su
adopción debe consultarse al Consejo Consultivo de Integración Económica. Los
acuerdos tienen carácter individual y son obligatorios para sus destinatarios.
Las recomendaciones contienen orientaciones que son obligatorias en cuanto a
sus principios y sirven para preparar la emisión de normas dispositivas. Las
resoluciones, reglamentos y acuerdos son depositados en la secretaría general
de SICA, entran en vigencia desde que se adoptan, excepto que ellas mismas
determinen otra cosa, y deben ser publicadas por los Estados parte. Contra las
resoluciones se puede interponer recurso de reposición.

TV. SoLucióN DE CONTROVERSIAS

1. La Corte Centroamericana de Justicia


La Corte Centroamericana de Justicia fue creada por el Protocolo de Te-
gucigalpa, y de acuerdo a sus disposiciones es la encargada de garantizar el
respeto del derecho de la integración. En 1992 los Estados miembro aproba-
ron su Estatuto, instrumento mediante el cual se amplían sus facultades
y competencias, y se la convierte en tribunal internacional y en tribunal de
arbitraje. Su instalación se produjo en octubre de 1994. Guatemala ratificó
el Estatuto en el año 2009 pero se encuentra pendiente la designación de los
magistrados. Panamá, Belice, República Dominicana y Costa Rica no se han
incorporado hasta la actualidad.
Es el órgano judicial principal y permanente de SICA, y su jurisdicción y com-
petencia son de carácter obligatorio para los Estados parte. La Corte tiene potes-
tad para juzgar a petición de parte y resolver con autoridad de cosa juzgada, y su
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 233

doctrina tiene efectos vinculantes para todos los Estados miembro, los órganos e
instituciones que forman parte de SICA y para sujetos de derecho privado.
La Corte está integrada por dos magistrados titulares y dos suplentes de
cada uno de los Estados, designados por la Corte Suprema de Justicia de
cada uno de ellos. El mandato dura diez años y pueden ser reelectos. En el
ejercicio de sus funciones gozan de plena independencia, inclusive del Estado
del cual son nacionales. El ejercicio del cargo es incompatible con cualquier
otra actividad remunerada o no, con excepción de la docencia. Designará un
presidente, un vicepresidente.

1.1. Competencia
De acuerdo a las disposiciones del art. 22 del Estatuto, la Corte tiene compe-
tencia para:
* conocer, a solicitud de cualquiera de los Estados miembro, las controver-
sias que se susciten entre ellos. Se exceptúan las controversias fronterizas,
territoriales y marítimas, para cuyo conocimiento se requiere la solicitud de
todas las partes concernidas. Previamente las respectivas cancillerías debe-
rán procurar un avenimiento, sin perjuicio de poder intentarlo posteriormen-
te en cualquier estado del juicio;
* conocer de las acciones de nulidad y de incumplimiento de los acuerdos
de los organismos del Sistema de la Integración Centroamericana;
* conocer, a solicitud de cualquier interesado, acerca de las disposiciones
legales, reglamentarias, administrativas o de cualquier otra clase dictadas
por un Estado, cuando afecten los convenios y tratados, y de cualquier otra
normativa del Derecho de la Integración Centroamericana, o de los acuerdos
o resoluciones de sus órganos u organismos;
* conocer y fallar, si así lo decide, como árbitro de los asuntos en que las
partes lo hubieran solicitado como tribunal competente;
* actuar como Tribunal de Consulta Permanente de las Cortes Supremas
de Justicia de los Estados, con carácter ilustrativo;
* actuar como órgano de consulta de los órganos u organismos del Sistema
de la Integración Centroamericana, en la interpretación y aplicación del Pro-
tocolo de Tegucigalpa de reformas a la Carta de la Organización de Estados
Centroamericanos (ODECA), y de los instrumentos complementarios y actos
derivados de los mismos;
* conocer y resolver a solicitud del agraviado en conflictos que puedan
surgir entre los poderes u órganos fundamentales de los Estados, y cuando de
hecho no se respeten los fallos judiciales;
* conocer de los asuntos que someta directa e individualmente cualquier afec-
tado por los acuerdos del órgano u organismo del Sistema de la Integración Cen-
troamericana;
234 GONZALO ÁLVAREZ

* conocer de las controversias o cuestiones que surjan entre un Estado Cen-


troamericano y otro que no lo es, cuando de común acuerdo le sean sometidos;
* hacer estudios comparativos de las Legislaciones de Centroamérica para
lograr su armonización y elaborar proyectos de leyes uniformes para concre-
tar la integración jurídica de Centroamérica;
* conocer en última instancia, en apelación, de las resoluciones adminis-
trativas, dictadas por los órganos u organismos del Sistema de la Integración
Centroamericana, que afecten directamente a un miembro del personal del
mismo y cuya reposición haya sido denegada;
* resolver toda consulta prejudicial requerida por todo juez o tribunal judi-
cial que estuviera conociendo de un caso pendiente de fallo encaminada a ob-
tener la aplicación o interpretación uniforme de las normas que conforman el
ordenamiento jurídico del Sistema de la Integración Centroamericana, creado
por el Protocolo de Tegucigalpa, sus instrumentos complementarios o actos
derivados del mismo.
La competencia en materia de derechos humanos es exclusiva de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, excluyéndosele toda jurisdicción en la
materia a la Corte Centroamericana de Justicia.

1.2. Decisiones
Las decisiones de la Corte se adoptan por mayoría absoluta y los magistra-
dos tienen el derecho de fundamentar sus disidencias. El fallo es obligatorio
para las partes y es definitivo e inapelable.

2. Mecanismo de solución de controversias comerciales


En febrero de 2002 los presidentes de Costa Rica, El Salvador, Guatema-
la, Honduras y Nicaragua suscribieron un Protocolo mediante el cual modi-
ficaron el art. 25 del Protocolo de Tegucigalpa, constituyendo un mecanismo
específico para la resolución de las diferencias en materia comercial dentro
del subsistema de integración económica que alcanza a todos los Estados que
formas parte de SIECA.
Mediante esta modificación del Protocolo de Tegucigalpa se autorizó al
Consejo de Ministros de Integración Económica a establecer un método de
solución de controversias comerciales, incluido el arbitraje, cuyas decisiones
son vinculantes para los Estados parte que interviene en la respectiva dife-
rencia. Mediante las res. 106/03 (COMIECO XVI) y 111/03 (COMIECO XVID),
el Consejo de Ministros de Integración económica aprobó el Mecanismo de So-
lución de Controversias Comerciales. En 2006, mediante la resolución 170/06
(COMIECO XLIX) se introdujeron algunas modificaciones que recogieron la
experiencia obtenida durante su aplicación.
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 235

El mecanismo está dividido en tres etapas. En la primera, los Estados ne-


gocian directamente entre ellos el conflicto. Se denomina etapa de consulta y
se considera clausurada cuando la parte que ha sido consultada no responde
dentro de los diez días o cuando no se hubiera obtenido un acuerdo dentro de
los 30 días. Pasada esta etapa y no habiéndose conseguido un entendimiento,
se abre otra etapa de negociación ante el Consejo de Ministros de Integración
Económica. Los Estados negocian directamente y podrán contar con la asis-
tencia de un tercero imparcial. El consejo puede nombrar asesores técnicos,
recurrir a la conciliación o a la mediación, formular sus propias recomenda-
ciones o resolver la controversia, si así hubiera sido solicitado por las partes.
La tercera etapa es la del proceso arbitral. En ella las partes designan un
tribunal arbitral al que someten la controversia. El tribunal debe expedirse
en el plazo de 90 días. El laudo es definitivo e irrecurrible, salvo pedido de
aclaración, y es de cumplimiento obligatorio. Si no fuera cumplido, posibili-
ta que el Estado afectado aplique restricciones comerciales equivalentes al
daño sufrido.

V. PERSPECTIVAS

A partir de la década de los 90 los países centroamericanos han suscripto,


tanto en forma bilateral como multilateral, tratados de libre comercio (TLC) con
distintos países y otros procesos de integración regional. Es el caso de México,
República Dominicana, Panamá, Chile, Canadá, CARICOM, China y Colombia.
En 2012 cerró un acuerdo de asociación birregional con la Unión Europea que
abarca el diálogo político, la cooperación y el comercio.
236 GONZALO ÁLVAREZ

Acuerdos de Libre Comercio de Centroamérica

aia di Guatemala | Honduras | Nicaragua | Panamá


ALBA-TCP XxX X X XxX TLC-p X
Belice XxX X AAP X XxX XxX
Canadá TLC TLC-p TLC-p TLC TLC-p TLC
CARICOM TLC TLC-p X X TLC-p X
Centroamérica AR AR AR AR AR AR
Chile TLC TLC TLC TLC TLC TLC
China TLC XxX XxX XxX X Xx
China-Taiwán X TLC TLC TLC TLC TLC
Colombia TLC TLC TLC TLC AAP | as
Corea del Sur TLC-p TLC-p TLC-p TLC-p TLC-p TLC-p
Cuba X AAP AAP Xx AAP AAP
Ecuador XxX AAP-p AAP y AAP XxX
EFTA TLC X TLC-s XxX XxX TLC
o TLC TLC TLC TLC TLC TLC
Israel XxX X XxX XxX XxX TLC-p
México TLC TLC TLC TLC TLC TLC
Perú TLC TLC-p TLC-8 TLC-8s Xx TLC

odia TLC TLC TLC TLC TLC TLC


Singapur TLC X XxX XxX X TLC
call X X AAP-s Xx Xx AAP
Unión Europea AA AA AA AA AA AA
Venezuela X AAP AAP AAP AAP XxX
Fuente: Centro de Estudios para la Integración Económica (SIECA)

X No hay acuerdo comercial vigente


TLC-s El texto del TLC ha sido finalizado y ya suscrito pero aún no está vigente por
procedimientos legales pendientes
AA Acuerdo de Asociación vigente
AAP Acuerdo de Alcance Parcial vigente
AAp-p Los países aún están negociando el texto del acuerdo
TLC Tratado de Libre Comercio vigente
AR Acuerdo Regional vigente
AAP-8 El texto del AAP ha sido finalizado y ya suscrito pero aún no está vigente por
procedimientos legales pendiente
TLC-p Los países aún están negociando el texto del acuerdo
SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA 237

En los años 2004 y 2005 los países centroamericanos y la República Dowmi-


nicana suscribieron un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, que
dominó la escena de las discusiones en la región durante todo el período de su
negociación. Dicho Tratado se enmarcó en la política comercial de los Estados
Unidos frente al fracaso de la iniciativa del ALCA. Es el denominado CAFTA-
DR, por su sigla en inglés. En 2012 cerró un acuerdo de asociación birregional
con la Unión Europea que abarca el diálogo político, la cooperación y el comercio
(AACUE). El diálogo político incluye los aspectos institucionales y de vigencia
del Estado de derecho, la promoción de iniciativas comunes a nivel internacional
y la colaboración en asuntos de política exterior y seguridad. La cooperación a
su vez involucra los temas de la seguridad pública, el crecimiento económico, el
desarrollo sostenible y la integración regional de Centroamérica a través de la
asistencia técnica, la capacitación y la educación. En materia comercial el acuer-
do promueve la eliminación de aranceles para un universo que alcanza el 48%
de los productos que exporta Europa a Centromérica y del 69% de la totalidad
de los productos que exporta Centroamérica con destino a Europa. Para el resto
del universo arancelario el acuerdo prevé la reducción gradual de los aranceles
en plazos que alcanzan los diez y quince años. Existe una protección especial
para el banano exigida por la UE para la protección de su producción interna. El
acuerdo también contempla disposiciones referidas a la protección de la propie-
dad intelectual.
Por último cabe señalar que la integración regional centroamericana reco-
bró un fuerte impulso hacia finales de la década del 80, a partir de que se con-
cibió la integración regional como un instrumento eficiente para promover la
democracia, la paz y el desarrollo económico. Es posible que en la actualidad
y frente a los desafíos que plantea la superación de la pobreza y la seguridad
regional frente a las bandas denominadas maras y el narcotráfico, el proceso
de integración regional centroamericano se constituya en un vehículo para
afianzar la estatidad y generar las condiciones de posibilidad para el diseño y
la ejecución de políticas públicas pertinentes.

FUENTES DE CONSULTA

* Sistema de Integración Centroamericana: www.sica.int.


* Secretaría de Integración Económica Centroamericana: www.sieca.int.
* Corte Centroamericana de Justicia: www.ccj.org.ni/ccj/.
* Parlamento Centroamericano: www.parlacen.int.
* Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano: WWw.secmca.org.
* Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo: www.ccad.ws.
* Banco Centroamericano de Integración Económica: www.bcie.org.
* Instituto Centroamericano de Administración Pública: www.icap.ac.cr.
* Consejo Superior Universitario Centroamericano: WWW.csuca.org.
238 GONZALO ÁLVAREZ
* Consejo Regional de Interconexión Eléctrica: www.crie,org.gt
* Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones de Centroamérica:
www.comtelca.org.
+ Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea: www.
cocesna.org.
- Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo: www.cocatram.org.ni.
* Comisión Regional de Recursos Hidráulicos: www.aguayclima.com.
+ Instituto Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria: www.oirsa.org.
- Comisión Centroamericana Permanente para la Erradicación de la Produc-
ción, Tráfico, Consumo y uso Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas
y Delitos Conexos: www.ccp-ad. org.
* CHAMORRO Mora, Rafael y Molina del Pozo, Carlos Francisco, Derecho Comuni-
tario Comparado. Unión Europea — Centroamérica, Imprimatur, Managua, 2003.
* SALAZAR GRANDE, César Ernesto y ULATE CHacón, Enrique Napoleón, Manual
de Derecho Comunitario Centroamericano, Corte Centroamericana de Justicia, Ma-
nagua, 2009.
+ Perorti, Alejandro Daniel; SALAZAR GRANDE, Céesar Ernesto y ULATkE CHACÓN,
Enrique Napoleón, Derecho y Doctrina Judicial Comunitaria. Corte Centroameri-
cana de Justicia y tribunales supremos nacionales, Editorial Jurídica Continental,
San José, 2016.
CarítuLO VIII
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM

ALFREDO LóPEZ BRAVO

I. ANTECEDENTES DE SU CREACIÓN
El actual esquema de integración regional del Caribe (CARICOM), por su
armazón institucional y su pomposo andamiaje conceptual, llama poderosa-
mente la atención desde una primera aproximación. Pero una vez que se pro-
fundiza en el estudio, se advierten importantes desfasajes entre sus propósitos
y los instrumentos jurídicos existentes para arribar a ellos.
Como parte del proceso de descolonización llevado adelante por las Nacio-
nes Unidas, los Estados caribeños fueron poco a poco abandonando sus fuertes
lazos de dependencia colonial', Pero existen cuestiones culturales, económicas
y sociales —entre otras— que siguen atando a los países del Caribe con la otrora
dominación colonial (la referencia puntal se hace sobre el Reino Unido princi-
palmente y, en menor medida, respecto de Holanda, Francia y España).

1. Federation of West Indians


Fue en primera instancia en 1958, cuando el ideal integracionista en el
Caribe se traduce en la creación de la Federación de las Indias Occidentales
(Federation of West Indians), que resultó ser una iniciativa de corta existencia
y que, en 1962, finalizó sin mayores logros y con muchos desentendimientos
entre los miembros. Es más, esta primera experiencia integracionista es to-
mada por muchos analistas? como un antecedente negativo en el proceso de

1 A modo ilustrativo se pueden citar como ejemplos las proclamaciones de independencia


de Barbados (30/11/66), Guyana (25/5/66), Jamaica (6/8/62) y Trinidad y Tobago (31/8/62)
respecto del Reino Unido, y Surinam (25/11/75), respecto de Holanda.
2 Véase, entre otros, la CARICOM REPORT n' 2, p. 8.
240 ALFREDO LóPrEz Bravo

integración, logrando desunir y fomentar miradas escépticas hacia cualquier


aspiración en torno a la construcción de un bloque regional.

2. CARIFTA
En 1968 se resuelve firmar en St. Johns (Antigua) un acuerdo que crea la
Asociación de Libre Comercio del Caribe (Caribbean Free Trade Association
—CARIFTA>). Sus integrantes eran: Antigua y Barbuda, Barbados, Guyana
y Trinidad y Tobago, al que luego se adhieren Jamaica, Granada, Dominica,
Santa Lucía, San Vicente, St. Kittes € Nevis, Montserrat y Belice.
El acuerdo se suscribió el 4 de julio de 1973 y entró en vigor el 1 de agos-
to del mismo año. Su objetivo era constituir una zona de libre comercio con
reducciones escalonadas de los aranceles intrazona. El acuerdo permitió con-
cretar la voluntad de todos estos países de reciente independencia de aunar
sus esfuerzos en pos de lograr una mayor presencia en la escena internacio-
nal. Claro que este acuerdo adoleció de importantes dificultades estructurales
que, principalmente, fueron el pequeño tamaño relativo de sus economías, las
disparidades y desigualdades de tamaño y desarrollo y aspiraciones integra-
cionistas que no contaron con un correlato visible en la práctica. Sin embargo,
este pacto fue el elemento de construcción inicial que derivó en una progresiva
integración económica comercial y que más adelante se tradujo en el actual
proceso de integración caribeña.

CUADRO 1
Síntesis del CARIFTA
Año de creación | Tratado Estados signatarios Objetivo
Antigua y Barbuda, Barbados,
Guyana y Trinidad y Tobago,
1968 depre e Jamaica, Granada, Dominica, as 6
gu Santa Lucía, San Vicente, St. Kittes
€: Nevis, Montserrat y Belice

3. CARICOM
La experiencia anterior derivó en que, en el año 1973*, se suscribiera en la
ciudad de Chaguaramas (Trinidad y Tobago) el acuerdo constitutivo de la Co-
munidad del Caribe (Caribbean Community -CARICOM”). El nuevo acuerdo
desplazó al anterior esquema de integración, que formalmente terminó el 1 de

3 El acuerdo se suscribió el 4 de julio de 1973 y entró en vigor el 1 de agosto del mismo año.
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 241

mayo de 1974. Mucho tuvo que ver con la conformación del esquema la incer-
tidumbre generada por el ingreso del Reino Unido a la Comunidad Europea.
De tal manera que esa decisión impulsó a los Estados caribeños a afianzar un
proyecto de integración de mayor complejidad y objetivos ampliados.
Cuatro fueron los Estados que suscribieron inicialmente el Tratado de Cha-
guaramas: Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago. El Tratado de
Chaguaramas inicialmente disponía la existencia por separado de la Comu-
nidad del Caribe y del Mercado Común. Esto permitió que en 1983 Baha-
mas se obligara solamente respecto de la faz política del acuerdo pero no de
la económica, y que, a la inversa, Montserrat sea sólo miembro del Mercado
Común, ello así debido a que aún mantiene un estatus de dependencia con el
Reino Unido. En la década del noventa * se dio una profundización y amplia-
ción del proceso de integración en el que se decide forjar una “Mercado Único
y Economía Común del Caribe- MUEC” (Common Single Market de Economy
—CSME>)? paralelamente a una importante ampliación a nuevos miembros
de la región. Actualmente, todas las enmiendas al acuerdo de Chaguaramas
se encuentran compendiadas por el Protocolo Revisado del Tratado de Cha-
guaramas de 2002% CARICOM cuenta con quince miembros, a saber: An-
tigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana,
Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves (St. Kittes
€ Nevis), San Vicente y Las Granadinas (St. Vincent € The Grenadines), Su-
rinam (Suriname) y Trinidad y Tobago.
En el siguiente gráfico se indica la población y el PBI de cada Estado miem-
bro del bloque.

Y En la XTIT Reunión Cumbre de países del Caribe celebrada en Puerto España (Trini-
dad y Tobago), se propuso modificar sustancialmente el acuerdo arancelario a fin de lograr
el cumplimiento por parte de los Estados miembro que, habiendo suscripto el acuerdo cons-
titutivo de un arancel externo común, no habían logrado ese objetivo.
5 Técnicamente se dispone como nuevo objetivo de la CARICOM constituir un mercado
único y una unión económica, que por su definición literal en el idioma original del acuerdo
es Common Single Market €e Economy. Sobre este objetivo pueden encontrarse singulares
diferencias de definición conceptual dependiendo del investigador que lo estudie.
$ Decisión adoptada por los jefes de gobierno el 6 de febrero de 2002 en Belice.
242 ALFREDO LópPkz Bravo

CUADRO 2
Lista de Estados miembros de CARICOM
Población PBI IDH
(en miles de (en millones Coeficiente
habitantes) de dólares) del PNUD
Antigua y Barbuda 91 1174 0,764
Bahamas 351 8249 0,7711
Barbados 275 4538 0,793
Belice 324 1520 0,699
Dominica 68 4.97 0,745
Granada 105 851 0,748
Guyana 158 2788 0,636
Haiti 10.135 71895 0,404
Jamaica 2.761 15,471 0,727
Montserrat 5 43 0,771
Surinam 534 5094 0,680
A y 54 316 0,735
Santa Lucía 178 138 0,723

ordld m y las 109 327 0,772


Trinidad y Tobago 1.351 23.840 0,760
TOTALES 17.099 57.860
Fuente: The World Factbook online publication (2012) e informe del PNUD del año 2012.

Este gran número de Estados, sin embargo, representa menos del 3% de la


población latinoamericana, es decir, poco más de dieciete millones de habitan-
tes”, que puesto en perspectiva representa la misma población que Cuba y un
PBI que ni siquiera en forma conjunta podría clasificarse dentro de una de las
economías de las cien naciones con mayor PBI mundial*. Los elementos seña-
lados dan sustento a considerar a la mayor parte de estos paises como exiguos
o micro estados. A pesar de la dificultad académica para coincidir en un con-
cepto concluyente al respecto, no hay dudas que en el caso de estas Naciones su

Información tomada en base al informe del año 2012 emitido por la oficina de estadís-
ticas de la CARICOM. Véase www.caricomstats.org.
5 CIA Fact Book 2007. Ranking de las 100 economías con mayor PBI mundial. Véase
WwWw.cla.gov.
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 243

situación es claramente catalogable como tal permitiendo verificar un similar


erado de vulnerabilidad internacional más allá de sus difernecias objetivas en
cuanto a población, territorio o producto bruto interno se refiere.
Aún a pesar de la exigúidad de los valores absolutos que se muestran en
el cuadro precedente, son muchos los aspectos destacables de este proceso
de integración. Es uno de los esquemas de integración vigente más antiguos
del continente americano. Asimismo, es el más amplio en número de Estados
miembros, como también el más pequeño en términos económicos, demográli-
cos y geográficos.

II. SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE INTEGRANTES DE LA CARICOM

Los Estados que componen este proceso de integración tienen numerosas


similitudes, las cuales posibilitaron, en un primer momento, un marco impor-
tante de consenso básico que determinó el éxito inicial de la Comunidad. Las co-
incidencias estructurales y de base que forjaron el acuerdo son las siguientes:
* Economías abiertas. La necesidad y dependencia de bienes y servicios ex-
ternos hacen que se proteja exclusivamente un número limitado de bienes que
pueda incidir en sus mercados internos y que en gran medida son productos
agrícolas (azúcar en Barbados y Belice y bananas en Dominica y Santa Lucía),
combustibles (kerosene en Barbados y petróleo crudo en Trinidad y Tobago), y
minerales (aluminio en Jamaica)
* Incidencia económica exportadora reducida a escala global y regional. Es
muy pequeño el peso que tiene este proceso integrado en comparación con otros
países de la región. A modo de ejemplo, en lo que a exportaciones de servicios
se refiere, uno de los sectores más prominentes de las economías del Caribe,
en 1999, Bahamas exportó 1.789 millones de dólares, lo que representa una
incidencia mundial del 0,13%; en el mismo año Jamaica registró un monto de
exportaciones de servicios por 1.820 millones de dólares, acreditando un simi-
lar peso relativo al registrado por Bahamas a nivel mundial.
* Dependencia económica fuerte del ingreso fiscal por el cobro de aranceles
a la importación. En varios países* este ingreso representa más del 50% de
sus ingresos presupuestarios. Esto indica que negociar aranceles externos co-
munes incide de forma determinante en el presupuesto nacional de varios de
los países miembros del bloque.

% A modo de ejemplo, en 1997 Antigua y Barbuda (56,6%), Granada (58,3%), Santa


Lucía (51,6%). Véase en Jexsen, A. y Roorícuez, E., The Caribbean Community: Facing the
Challenge of Regional and Global integration, p. 58 (tabla 4).
244 ALFREDO LópPrkz Bravo

* Dependencia exportadora fuerte a las preferencias arancelarias. Prin-


cipalmente las otorgadas por la UE a los países denominados ACP (África,
Caribe y el Pacífico) '" y a la iniciativa conjunta canadiense-estadounidense de
la Cuenca del Caribe (Caribbean Basin Iniciative —CBI-). Ya son varias las
voces?! que arguyen que se debe repensar si efectivamente estas preferencias
favorecen a estos países o sólo sirven para continuar esquemas productivos ob-
soletos, poco competitivos e ineficientes. En el mismo sentido, el Informe sobre
el Comercio Mundial de 2004 de la OMC expresa, en relación a estos acuer-
dos, que “ha dado lugar a una gran incertidumbre en cuanto a su valor y a su
contribución al desarrollo económico” **.Cabe decir sobre este punto también es
necesario hacer notar la tendencia a su progresiva eliminación o, al menos, a su
sustancial carencia futura de peso económico a no ser que se encuentren meca-
nismos alternos para realizar un verdadero desarrollo de estos países, como se
viene haciendo en la aplicación del acuerdo de Cotonú entre la Unión Europea y
el Caribe. Finalmente ha de señalarse que estas preferencias con el bloque euro-
peo y EEUU han impactado de forma singular en las finanzas de estos estados
conviritiéndoles en un grupo de paises de alto nivel de endeudamiento externo.
* Elementos geográficos comunes. Cercanía geográfica, lugar común de
tránsito importante de gran parte del comercio internacional, altos costos de
transporte debido a esta situación geográfica.
Por otro lado, existen varias diferencias estructurales sustanciales entre ellos:
* Diverso peso demográfico. Siendo particularmente destacable que Haití
iguala en población al resto de los miembros de la CARICOM.
* Diverso peso económico. En este aspecto, cabe destacar el papel central
que juega Trinidad y Tobago, siendo este Estado el que representa casi un
tercio de las exportaciones de la Comunidad. Tanta es la asimetría en este
aspecto que los principales aportantes al presupuesto del CARICOM son Ja-
maica y Trinidad y Tobago con un 47,27 % de participación en la distribución
presupuestaria anual '”.

1% Los Estados ACP son 77 y cuenta con 44 países de África subsahariana y 13 del
Pacífico del sur, entre ellos: Benin, Botswana, Burundi, Camerún, Cabo Verde, El Congo,
Costa de Marfil, Timor Oriental, Fiji, Gabón, Ghana, Kenia, Lesotho, Liberia, Madagas-
car, Malawi, Mozambique, Nauru, Palau, Ruanda, Samoa, Senegal, Seychelles, Sudáfrica,
Togo, Tonga, Tuvalu y Zimbawe.
MU Véase el discurso de Wukrtz, Francis, “Los Acuerdos de Asociación Económica UE
- ACP: una amenaza para el desarrollo”, Bruselas, 18/9/07, disponible en 1wi00.no-fortress-
europe.eu.
12Tnforme sobre el Comercio Mundial 2004, (OMC), p. 45 disponible en www.wto.org.
13 Conforme al reporte anual del Caricom de 2011.
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 245

* El PBI per cápita y el índice de desarrollo humano (1DH) también debe


ser meritado como muy favorable en ciertos Estados. Los más claros ejemplos
son los de Barbados con un IDH 0,793; de Bahamas, con 0771, y Trinidad y
Tobago, con 0,760, que ocupan los puestos 35", 49” y 57” respectivamente?”*,
Resultando paradigmático el caso de Bahamas, que tiene el tercer ingreso per
cápita más alto de todo el continente americano, y de Haití, que tiene el IDH
más bajo de todo el continente, con un coeficiente de 0,404.

TIT. OrcANIzZACIÓN DE LOs EsTADOS DEL ESTE DEL CARIBE


Estas notables diferencias pueden verse reflejadas en la propia letra del
acuerdo. El preámbulo del Tratado Revisado de Chaguaramas destaca la ne-
cesidad de que los Estados más pequeños se adapten al nuevo esquema de
integración de una forma diferencial '”. Si bien el art. 4 del acuerdo diferen-
cia a aquellos países menos adelantados por exclusión, siendo actualmente
ellos: Antigua y Barbuda, Belice, Dominica, Granada, Haití, Montserrat,
Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves (St. Kittes € Nevis) y San Vicente y
Las Granadinas (St. Vincent € The Grenadines), también se refleja esta
diferencia en la práctica, ya que varios de los microestados insulares del
este del mar Caribe han forjado, asimismo, una organización que los reúne
e integra en una unión monetaria y una zona de libre comercio. De tal for-
ma que la Organización de los Estados del Este del Caribe (Organization of
Eastern Caribbean States -OECS-) constituida por el acuerdo de Basseterre
el 18 de junio de 1981 y que, en un primer momento, sólo dispuso la coopera-
ción, coordinación y armonización en diversas materias se redefinió en 1991
creando un mercado común y una unión monetaria y está integrada por An-
tigua y Barbuda, Dominica, Granada, Montserrat, San Cristóbal y Nieves,
Santa Lucía y San Vicente y Granadinas, incluyendo también a otros dos
territorios insulares que no son parte de la CARICOM: Anguila y las Islas
Vírgenes Británicas.
El siguiente cuadro contrasta los principales elementos fácticos de ambos
esquemas de integración.

1 Según datos de 2006, publicados en 2008 por el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo en el Human Development Report 2007/8, disponible en http://hdr.undp.org.
15 “Acknowledging further that some Member States, particularly the Less Developed
Countries, are entering the CSME at a disadvantage by reason of the size, structure and
vulnerability of their economies”.
246 ALFREDO LópPEz BRAVO

COMUNIDAD DEL CARIBE (CARICOM)

Bahamas
Haití

Barbados OECS
Belice 2. ) aa
: nión Monetaria
e Antigua y Barbuda
Pap Dominica
Surinam Granada
Trinidad y Tobago Montserrat
San Cristóbal y Nieves
Santa Lucía
San Vicente y Las Granadinas

:21t0n4
CARICOM PA
(2007) [ et 140day NODIYVO

MIEBROS ASOCIADOS
Anguila Anguila
Bermuda
Islas Vírgenes Británicas MIEMBRO ASOCIADO
Islas Caimán (Fuera de la Unión monetaria)
Islas Turks y Caicos Islas Vírgenes Británicas
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 247

CUADRO 3
Principales elementos de CARICOM Y OECS
CARICOM OECS
Groación Tratado de Chaguaramas Tratado de Basterre
(417173) (18/6/81)
15 miembros plenos que
incluyen a la mayor parte | 9 miembros plenos salvo las
Mismbros de los Estados parte de la | Islas Vírgenes Británicas
OECS (salvo Anguila y las que no son miembros de la
Islas Unión Económica.
Vírgenes Británicas).
Población Total 17.089.000 habitantes 560.000 habitantes
Secretaría Guyana Santa Lucía
Lograr un desarrollo sosteni-
ble. Mejorar los estándares
Lograr un desarrollo sosteni-
de vida y laborales. Lograr
ble.
el pleno empleo, expandir el
Facilitar la integración
comercio y el relacionamiento
económica global contribu-
con terceros Estados, lograr
Objetivos generales yendo a la creación y ejecu-
mayor competitividad.
ción de programas y políti-
Aumentar la producción y
cas respecto de cuestiones
la productividad. Coordinar
regionales e internaciona-
la política exterior de los
les,
miembros. Lograr coopera-
ción funcional.
En 2001, se decidió profun-
Mercado único y dizar la integración econó-
Objetivos económicos
unión económica. mica mediante la creación
de una unión económica,
Sí. Posee un Banco Central
y una moneda común, el
Unión monetaria No.
EC dollar (dólar del este
del Caribe).
Son dinámicas y se amplían
a medida que avanza el pro- Son 11, entre ellas se en-
ceso de integración. Incluye cuentran: aviación civil,
transportación aérea, crimen agricultura, turismo, edu-
Areas de acción conjunta y seguridad, desarrollo eco- cación, medio ambiente,
nómico, salud, inversiones, ambiente marino, respuesta
agricultura, deportes, meteo- a desastres y telecomunica-
rología, telecomunicaciones, ciones,
educación, etc.
248 ALFREDO LópPrkz Bravo

TV. CAUSAS DE LA INTEGRACIÓN


Dentro de las motivaciones principales que determinaron la integración
caribeña aún se discute cuál fue el factor más importante. Mientras que las
visiones económicas se centran principalmente en el pequeño tamaño de los
Estados que la componen '”. Aquí son importantes las perspectivas que expli-
can la integración regional como punto de partida para la gestación de una
economía a escala, Lográndose más eficiencia al tener un mercado ampliado.
Además, económicamente es un axioma indiscutible para muchos que “a ma-
yor tamaño, mayor crecimiento”*”. Sin perjuicio de que esta máxima puede
encontrar importantes excepciones, el argumento es útil para explicar el pre-
sente proceso de integración regional en el caribe.
Otras visiones otorgan un mayor poder de explicación a los factores socio-
culturales que arraigaron a estas poblaciones durante siglos. Es un elemento
a tomar que puede ser determinante como también catalizador del proceso.
Sin embargo, estos pequeños y jóvenes Estados muestran marcadas diferen-
cias en lo que atañe tanto al ejercicio de su poder soberano, como a su defini-
ción y concepción. Es decir, su corta existencia como países independientes y
su condición de microestado o Estado exiguo no sólo no han logrado cesiones
soberanas importantes en órganos supranacionales, sino que, por el contrario,
en la práctica lo ha impedido. La mayor parte de los estudiosos de la CARI-
COM detectan un elemento común en este sentido: el celo con el que defienden
sus competencias soberanas resulta a todas luces llamativo.
Finalmente, como se apuntara más arriba, existen también razones políticas
que intentan explicar las motivaciones centrales que alientan la integración en
el Caribe. La integración del Reino Unido al proceso europe de 1973 apresuró y
consolido el esquema de integración del caribe ante el desconcierto de las conse-
cuencias que pudiera tener esa decisión británica- Por otra parte, en el caso que
nos ocupa no primó ninguna hipótesis de conflicto militar tan común en otros
procesos de integración. En el Caribe existe una tradición poco belicosa y su
mínimo desarrollo armamentístico y militar es notable. Esto, en gran medida se
comprende por la incidencia que de modo directo e indirecto mantiene EE.UU.
en la región. Como varios analistas explican, “América Central y las Islas del
Caribe constituyen la zona interior (heart-land) americana, la zona de defensa
de la doctrina Monroe. Una amenaza militar directa a los países en esta área
será considerada como una de carácter vital, de supervivencia, con respecto al

16 Jensen y RobrícuEz, The Caribbean Communily... cit.


Y CARICOM Report n* 2,
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 249

interés de defensa de Estados Unidos”**. En esta inteligencia no debe ser olvida-


da la incursión norteamericana en Granada en octubre de 1983 y que se explica
como otro de los conflictos bélicos propios de la guerra fria.

V. OBJETIVOS DE CARICOM
Los objetivos de este acuerdo de integración reposan en tres pilares: un
mercado común (como se detallara más arriba, en la actualidad se amplió y
profundizó el proceso en este aspecto persiguiendo un mercado único y una
unión económica (MUEC) Common Single Market Economy —CSME->); el for-
talecimiento exterior de la Comunidad, y la cooperación funcional en materias
tan variadas como educación, medio ambiente, comunicación, ciencia y tecno-
logía y meteorología.

1. Objetivo económico
La creación inicial del mercado común —contrariamente a lo que en la prác-
tica sucede y lo que una pacífica doctrina entiende '*-— no incluyó el libre mo-
vimiento de los factores de la producción. Previó inicialmente una cláusula de
nación más favorecida, un regimen de origen y un arancel externo común. Re-
cién en 1989 se decide profundizar economicamente el proceso de integración
y se gestó un mercado único disponiendo las reglas básicas a fin de lograr una
efectiva liberalización en la circulación de todos los factores de la producción y
la armonización de leyes y reglamentos internos que afectan al comercio, como
son las normas de propiedad intelectual, medidas de política comercial (anti-
dumping y subsidios). Asimismo, se intentaron lograr acuerdos mínimos en
política macroeconómica y comercio exterior. Paulatinamente se alcanzaron a
través de la firma de nueve protocolos desde 1993 hasta 2000. Finalmente, en
el año 2002 se decidió la aplicación provisional de todos estos protocolos bajo
el Acuerdo Revisado de Chaguaramas. En este primer pilar, son contestes los
análisis que indican que lo prescripto en el acuerdo?" y lo que acontece en la

18 Citado por Ronrícuzz Brerurr, Jorge, en “Perspectivas para la paz y la seguridad en


el Caribe hacia el año 2000”, en El Caribe hacia el año 2000. Desafíos y opciones, Nueva
Sociedad, Venezuela, 1991, p. 107,
19 Véase la definición que da Basaldúa en “La Organización Mundial del Comercio y la
Regulación del Comercio Internacional”, 2007, entre otras, de Mercado Común. En tal sen-
tido consideran necesaria la libre circulación de bienes, servicios, personas y capital.
20 El acuerdo propone como principios centrales: el principio de no discriminación (art.
7) y la cláusula de la nación más favorecida (art. 8); esta ultima opera tanto respecto de los
Estados miembro del acuerdo como de terceros Estados.
250 ALFREDO LópPrkz Bravo

realidad guarda a una gran distancia??. Los problemas que se puntualizan en


este aspecto son los siguientes:
* alto grado de excepciones al Arancel Externo Común, tanto a nivel con-
sensuado como a nivel de decisiones unilaterales de los miembros;
* alto grado de flexibilidad del acuerdo para permitir a los miembros in-
cumplir las obligaciones del mismo por motivos de urgencia, bienestar nacio-
nal o menor grado de desarrollo —entre otros-;
* indefinición del término mercado único y unión económica (Common Sin-
gle Market € Economy);
* altos aranceles a nivel extrarregional a los alimentos;
* aplicación heterogénea del Acuerdo de Chaguaramas y de las decisiones
adoptadas regionalmente;
* poca diversificación de la producción caribeña.
Cabe apuntar que el crecimiento del comercio intrarregional que se ha vis-
to en los últimos años no se explica por los beneficios propios de la integración,
sino por una situación coyuntural en la cual Trinidad y Tobago contribuye a
casi un tercio del comercio intrarregional. Por otro lado, son paupérrimos los
avances en materia de unión económica. Ella no incluye ni una política mone-
taria ni una política fiscal, sino tan sólo la coordinación discursiva en aspectos
macroeconómicos vagamente descriptos, así como también en la armonización
en otras áreas sobre las cuales los países se obligaron a hacer sus mayores
esfuerzos, es decir, a comprometerse moralmente, mas no jurídicamente.

2. Representación exterior unificada


El segundo aspecto o pilar del proceso de integración resultaba de funda-
mental importancia para los microestados miembros del OECS, ya que pre-
sentan severas desventajas prácticas para llevar adelante su representación
política exterior, tanto en infraestructura técnica, económica, como en recur-
sos humanos *. De todas formas todos los Estados miembros de la CARICOM
se han visto beneficiados de las ventajas de poder participar en foros interna-
cionales negociando con una sola voz, tanto en lo referente a su poder de ne-
gociación ampliado, a la coherencia y facilidad de negociar de esa forma, como
a la conjugación de intereses regionales estructurales muy similares que apa-
recen al momento de la negociación de acuerdos con otros Estados o bloques

21 Véanse en este sentido Jexsen y RonrícvEz, The Caribbean Community... cit., No-
GurIra, Uziel, “The integration movement in the Caribbean at crossroads: Towards a new
approach of integration”, y Caricom Report n* 1 y n* 2 del BID-INTAL,
22 A modo de ejemplo, ni Surinam, ni Belice, ni Guyana tienen siquiera representacio-
nes permanentes en Ginebra, sede de la Organización Mundial del Comercio,
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 251

económicos. Debe destacarse que las propias limitaciones intrínsecas de estos


pequeños estados, sumada a una tradición poco belicosa transforman a la he-
rramienta diplomática como el único eje de la política exterior del bloque.
En este pilar, se han desarrollado los avances más significativos. Aquí se
ha visto cómo, aun sin un procedimiento instituido claro y permanente —como
se verá más adelante—, se han logrado significativos avances. En el sistema
multilateral, hay una representación de hecho unificada en foros económicos
y políticos, es decir, en la OMC** y en la ONU. Luego, es bien conocida la
relación entre los Estados del Caribe y la Unión Europea, desde los primeros
acuerdo de Lomé hasta los actuales acuerdos de Cotonú, los países miembros
de la CARICOM han sido beneficiados de importantes ventajas para poder
comerciar sus productos con Europa **. Por otro lado, también es significativo
el desarrollo de las negociaciones y los acuerdos adoptados con EE.UU. en el
marco del sistema generalizado de preferencias, en lo que se conoce como la
Iniciativa de la Cuenca del Caribe (Caribbean Basin Initiative). Sobre la base
de este acuerdo también ha logrado obtener el libre acceso de casi cuatro milla-
res de productos al cotizado mercado norteamericano. Finalmente, es necesa-
rio apuntar que en el marco de las negociaciones del acuerdo para un Area de
Libre Comercio para las Américas (ALCA), la CARICOM negoció y discutió el
proyecto desde una postura común adoptada intrarregionalmente.

3. Cooperación funcional
Finalmente, la cooperación funcional obedece al nombre que se le ha dado
a este tipo de integración no económica. La integración funcional es, sin lugar
a dudas, la antítesis de la expuesta en el párrafo precedente. Mientras que
una apunta hacia terceros Estados, ésta se enfoca al proceso de integración en
su interior. Paradójicamente, aquí tampoco ha existido un desarrollo formal
o institucional importante, pero los acuerdos en estas materias han dado sus
frutos en un amplio número de sectores.
De tal forma que cabe mencionar la integración funcional en materia de
transportes, de educación, de salud, medio ambiente, impacto de los desastres
naturales, seguridad, narcotráfico, terrorismo, meteorología y financiamiento
de proyectos vinculados al desarrollo. Son extremadamente variados los sec-
tores apuntalados por este pilar de la integración caribeña. El buen funciona-

23 CARICOM no es miembro per se de la Organización Mundial del Comercio, sino que


lo son los Estados parte del bloque individualmente. No obstante ello, todos están represen-
tados por una misión unificada ante dicha organización.
24 Las disposiciones del acuerdo de Cotonú prevén financiación de ajuste estructural y
proyectos regionales cubiertos por un fondo nutrido por los Estados de la UE que, para el
primer quinquenio, asciende a 16.000 millones de euros.
252 ALFREDO LópPrkz Bravo

miento práctico de estos ámbitos tiene un claro fundamento político y finan-


ciero. Político, porque son fácilmente redituables en términos de popularidad
política al ser sectores de más visibilidad y perceptibilidad por parte de los
ciudadanos, y en segundo lugar porque las fuentes de financiamiento siempre
se han mostrado más proclives a sustentar este tipo de proyectos sobre otros
que apuntan al mercado único y a la unión económica.

VI. ESTRUCTURA ORGÁNICA DE CARICOM


Institucionalmente y en función de lo que dispone el Tratado de Chaguara-
mas revisado en su Capítulo 2, art. 10, la CARICOM se compone de dos órga-
nos principales que serán asistidos por cuatro órganos accesorios, a saber:
La Conferencia de Jefes de Gobierno (arts. 11 y 12). Es el órgano encargado
de definir las políticas de la comunidad y de las relaciones con terceros. Es el
principal órgano político del bloque, el que toma las decisiones más trascen-
dentes a nivel interno y dirige el proceso de integración. Las decisiones son
adoptadas por consenso y —en gran número de casos— requieren de la posterior
aprobación legislativa.
Asimismo, esta Conferencia tiene una división funcional en la que se han
distribuido las diferentes áreas entre los distintos jefes de Estado. Por ejemplo,
Dominica maneja los asuntos relativos a las cuestiones laborales, Trinidad y
Tobago lo relativo a seguridad y Jamaica las relaciones exteriores del bloque.
Su tarea es informar a la conferencia y son quienes guían políticamente a la
Secretaria de la CARICOM.
En segundo lugar, hay un Consejo Común de Ministros (art. 13), que atien-
de las cuestiones relativas a la dirección del mercado único (actualmente). Sus
tareas incluyen competencias muy amplias y variadas: desde regular cuestio-
nes macroeconómicas, pasando por políticas fiscales, hasta las normas relati-
vas a la política comercial y aduanera. Es el órgano ejecutor de las decisiones
aprobadas por la Comunidad y el encargado de la continuidad y coherencia
del proceso de integración. Sus decisiones son de carácter intergubernamen-
tal y requieren del voto cualificado de tres c uartos de los miembros para su
adopción. Ello siempre que no se estén tratando cuestiones críticas o de suma
relevancia, en donde la decisión debe ser por consenso. En este último supues-
to, para que se considere una cuestión como crítica se necesita el previo voto
afirmativo de dos tercios de los miembros del bloque.
Como anteriormente se mencionó, estas dos instituciones reciben también la
asistencia de cuatro órganos compuestos por los siguientes Consejos de Ministros:
* el de finanzas y planificación (art. 14) (COFAP),
* el de comercio y desarrollo económico (art. 15) (COTED),
* el de relaciones comunitarias y exteriores (art. 16) (COFCOR), y
* el Consejo de desarrollo humano y social (art. 17) (COHSOD).
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 253

Asimismo, hay otros tres órganos?” de la comunidad que se encargan espe-


ciíficamente de las cuestiones legales, presupuestarias y de finanzas y mercado
de capitales. Este último, compuesto por los presidentes de los bancos centra-
les de los miembros (arts. 18 y 19).
Luego se encuentra la Secretaría (art. 23), que es un órgano técnico y admi-
nistrativo, sin llegar a responder directamente a intereses comunitarios se abo-
ca a cumplir con las tareas cotidianas de la CARICOM y representa al bloque
externamente. Quien encabeza a este órgano es el secretario general, elegido
por consenso entre los miembros de la CARICOM. Esta institución es perma-
nente y funciona en Georgetown, Guyana**. La persona a cargo de este órgano
es el secretario general (art. 24) elegido por la Conferencia a recomendación del
Consejo, cuyo mandato es de cinco años con posibilidad de ser reelecto. Las fun-
ciones del órgano son amplias, teniendo la misión de hacer cumplir los objetivos
del acuerdo a través de la convocatoria a reuniones, la realización de estudios e
investigaciones e implementación de programas, entre otras funciones (art. 25).
Otro importante avance institucional es la puesta en marcha desde 2005
de la Corte de Justicia del Caribe (CCJ). Si bien en febrero de 2001” fue fir-
mado el acuerdo que creaba la CCJ, por problemas de índole jurídica (especial-
mente por el estatus de Jamaica en el Privy Council Británico) recién en 2005
se puso en funcionamiento la Corte en Puerto España (Trinidad y Tobago).
La Corte tiene jurisdicción originaria en el tratado de integración a fin de
interpretar y aplicar el Tratado de Chaguaramas y sus protocolos (arts. 187 y
188). Este órgano también tiene una competencia exclusiva a la hora de emitir
opiniones consultivas (art. 212). Asimismo, es el órgano de apelación de juicios
civiles y penales, reemplazando al “Judicial Comitty of Privy Council”. Sobre
esta institución debe resaltarse que sólo algunos miembros aceptaron las dos
competencias, mientras que otros sólo las originarias.
Además, se crearon una serie de instituciones que se encargan de atender
cuestiones particulares, como la Conferencia de Ministros de Salud y Comités
permanentes de Educación, Trabajo, Relaciones. Exteriores, Finanzas, Agri-
cultura y Minería (art. 21).
Finalmente, han sido creados una serie de organismos asociados que, si
bien no son formalmente instituciones propias de la CARICOM, funcionan

25 El acuerdo revisado de Chaguaramas a fin de diferenciar a estos órganos los denomi-


na “bodies”, mientras que a los anteriormente expuestos les da el apelativo de “organs”.
26 Las propias problemáticas internas de Guyana en materia de seguridad derivaron
en un grave “detente” en el funcionamiento de la Secretaría. Las dificultades financieras
—morosidad en el aporte presupuestario de los miembros— también llevaron a que esta ins-
titución no lograra cumplir acabadamente con sus propósitos.
21 Aprobado por decisión de la Conferencia extraordinaria de Jefes de Gobierno en St.
Michael, Barbados.
254 ALFREDO LóPrEz Bravo

bajo su égida el Banco de Desarrollo del Caribe (CARIBANK) y la Corpora-


ción de Inversiones del Caribe (CIC).

VIT. Proceso DE TOMA DE DECISIONES


El art. 27 del Tratado revisado de Chaguaramas ha dispuesto cambios de
trascendental importancia en lo referido a la toma de decisiones dentro del
bloque regional. En primer lugar continúa con el precedente del tratado ori-
ginal en cuanto a que cada Estado tiene un voto, pero respecto de los votos
necesarios para la adopción de decisiones en materias procedimental requiere
la simple mayoría de los miembros, las recomendaciones —que carecen de valor
vinculante—* requieren el voto afirmativo de las 2/3 partes de los miembros
y las decisiones adoptadas por la Conferencia —con valor jurídicamente vincu-
lante- deberán ser adoptadas por consenso ?”.,

CUADRO 4
Toma de decisiones por la Conferencia de «Jefes de Gobierno

Decisiones Voto por MItNa AR votos


rocedimentales mayoría simple añrmativo ma
P uno 51%
Vo 2/3 de votos
Recomendaciones da a Sci afirmativos
E A 66,6%
Decisiones Consenso Ningún voto
de fondo en contra

Por otro lado, en los Consejos las decisiones —-las que también son vincu-
lantes— serán adoptadas por mayoría cualificada (art. 29), esto implica que en
principio las decisiones son adoptadas por el voto afirmativo de las 3/4 par-
tes de los miembros, pero en aquellas decisiones de “importancia crítica sobre
asuntos nacionales esenciales”*? se requerirá, primero, el voto de 2/3 de los
miembros para determinar este carácter y, luego, el voto unánime de todos los
países de CARICOM, para que se adopte la decisión.

28 Sin perjuicio de no ser vinculantes, la Secretaría deberá solicitar informes a aquellos


miembros que no cumplan con las recomendaciones adoptadas por alguno de los órganos
de la CARICOM, debiendo éstos dar una respuesta formal ante tal pedido (art. 27.6 del
Acuerdo revisado de Chaguaramas).
29 Esto implica que las abstenciones no serán tomadas como un voto negativo (art. 28.2
y 28.3 del Acuerdo revisado de Chaguaramas).
30 El acuerdo literalmente denomina estos asuntos de mayor trascendencia como “criti-
cal issues” (art. 29).
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 255

CUADRO 5
Toma de decisiones en el Consejo
o. Voto 3/4 de votos
Decisiones normales a : e
calificado afirmativos 75%
Decisión sobre si una cuestión es :
e . un Voto por 2/3 de votos
o no de “importancia crítica sobre Z z . : se
: . 131 mayoría especial afirmativos 66,6%
asuntos nacionales esenciales
Decisiones de “importancia Voto afirmativo
da Voto
crítica sobre asuntos E de todos los
E ] Ss unánime . a
nacionales esenciales miembros 100%

VIII. MECANISMO PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS


El capítulo noveno *? del acuerdo revisado de Chaguaramas se encarga del
mecanismo de solución de disputas que versen sobre la aplicación e interpreta-
ción del tratado, por medidas impuestas por un Estado miembro en desmedro
de la letra del convenio o contra uno de los órganos de la CARICOM por haber
actuado fuera de sus funciones y competencias.
Las partes, en primer lugar, deben intentar encontrar una solución al con-
flicto mediante los buenos oficios, las consultas, la mediación, la conciliación
o el arbitraje —ello, sin desmedro de la jurisdicción obligatoria de la Corte—. A
tal fin deben notificar a la Secretaría de la existencia y del motivo del conflicto.
Ante la solicitud de consulta por una de las partes a la otra en una disputa,
ésta se encuentra obligada a dar respuesta a estas consultas dentro de los
catorce días de ser notificada. Finalmente, el acuerdo también prevé la posibi-
lidad de constituir una comisión de conciliación ad hoc (art. 197).

TX. PRINCIPALES RETOS DE LA REGIÓN


A modo meramente enunciativo, cabe poner de resalto las principales defi-
ciencias del bloque, es decir, los puntos que CARICOM no ha logrado desarro-
llar ni abordar enteramente. Entre ellas, están la búsqueda de un proyecto de
desarrollo sostenible a largo plazo y enfrentar el contexto global que tiende a
una futura eliminación de las preferencias económicas otorgadas por la Unión
Europea y EE.UU., principalmente, a la región. Sobre este punto es conclu-

31 El texto original del Acuerdo de Chaguaramas, en su art, 29.4, dice: “Decisions that
an issue is of critical importance to the nacional well-being of a Member State...
32 Los arts. 187 al 224 del tratado revisado establecen un pormenorizado detalle del pro-
cedimiento que rige en estos casos: las normas son claras y precisas, evitando las lagunas
procedimentales ante una eventual disputa.
256 ALFREDO LópPkz Bravo

yente la mirada de algunos analistas*””, que estiman que el peso relativo de


las preferencias es cada vez menor, y que, por otro lado, dichas preferencias no
han logrado hacer despegar a estos países en desarrollo o menos desarrolla-
dos, sino que han entumecido los incentivos del sector privado a competir en el
mercado internacional.
En segundo lugar, cabe mencionar la necesidad de crear mecanismos que
logren el cumplimiento de la normativa derivada y originaria del proceso. La
Corte ha sido un importante avance, pero su limitación contenciosa quita de
sus manos una importante competencia prejudicial o consultiva, que derivará
—como lo hizo en la Comunidad Andina y en la Comunidad Europea— en la
puesta en práctica de una integración cada vez mayor y más profunda **.
El elemento financiero también es central. El Caribe no ha logrado forjar
un mecanismo de autofinanciamiento del bloque. Principalmente, por lo im-
portante que resulta para un número grande de países la renta derivada de la
recaudación aduanera y también por la desconfianza a la cesión —al menos par-
cial—- de cierta esfera soberana. Los miembros no han dejado entrar al derecho
comunitario al proceso regional. En esta línea se inserta la imprecisa manera
de logar que los inversores extranjeros demuestren interés en la región sin
que ello requiera concesiones, preferencias, exenciones o inmunidades que los
miembros no están dispuestos a ceder. La tensión en esta cuestión es de larga
data y no ha dado con una postura común u arminizada en la CARICOM.

X. RELACIONAMIENTO EXTERNO
El relacionamiento en materia económica y comercial será realizado por la
Comunidad **. Se deja a salvo la posibilidad de que los miembros negocien en
forma separada con terceros países; sin embargo, los acuerdos así alcanzados
deberán ser sometidos a la certificación de la Secretaría del CARICOM con
carácter previo a su conclusión, en orden a determinar su compatibilidad con
la normativa de la Comunidad. En efecto, el Acuerdo revisado de Chaguara-
mas no deja de lado el hecho de que CARICOM es un sujeto con personalidad
jurídica propia (art. 228.1), con plena capacidad de suscribir acuerdos inter-
nacionales con otros Estados y con otras organizaciones internacionales (art.

33 JeNSEN y Robrícurz, The Caribbean Community... cit., p. 30.


3d Véase CzAr DE ZALDUENDO, S., “Primera opinión consultiva en el Mercosur”, Suple-
mento Constitucional 2007 (junio); CZAR DE ZALDUENDO, $S., “La integración económica y
la interpretación uniforme del derecho”, en £D, 23 de julio de 1996; ZeLADA CASTEDO, A.,
Derecho de la Integración Económica Regional, INTAL, Buenos Aires, 1989.
35 Art. 80 del Acuerdo de Chaguaramas.
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 257

228.3). Asimismo, se establece, como regla general, que se designará un ór-


gano o institución para que se encargue de la negociación de dichos acuerdos,
mientras que la firma será efectuada por el secretario general.
Inicialmente, CARICOM encontró como expresión de voluntades hacia afue-
ra, entre sus principales interlocutores, a Europa y EE.UU. La fractura con La-
tinoamérica es bien marcada en un primer momento y a este respecto abundan
los factores causales de explicación sociológicos, económico-comerciales, etno-
históricos y geográficos (sobre la cercanía del Caribe con Latinoamérica primó
el factor insular que compone el Caribe, que lo alejó notablemente de los países
del centro y sur de América). Actualmente, existe un acercamiento más trascen-
dente de la región del Caribe con América Central y América del Sur, sin que
esto aparezca en desmedro de los aceitados vínculos con Europa y EE.UU.
Desde la perspectiva de los dos grandes bloques mencionados en primer
lugar, también hay importantes intereses para entablar buenas y fluidas rela-
ciones con la región, Primeramente, el hecho en sí de tomar la región como un
bloque. Esta línea conceptual permite simplificar el modo de acción de Europa
y Norteamérica en la región. En simples palabras, es más fácil lidiar con un
solo interlocutor en lugar de quince. Asimismo, respecto de los intereses geoes-
tratégicos se advierte que por la zona pasa un caudal marítimo importante:
“El 44% del total del tonelaje de carga extranjera y el 45% del petróleo en
crudo importado por Estados Unidos, atraviesa el Caribe”*?. Estas observa-
ciones demuestran que existen y existirán intereses estratégicos de relevante
importancia en la zona. Vertiendo allí cuestiones relacionadas a la seguridad
económica y militar de los EE.UU. en atención al flujo comercial y militar que
circunda la zona. La importancia geoestrátegica en relación al narcotráfico,
y económica en relación al aprovisionamiento de materias primas han dado
lugar a las expresiones de la política exterior de estos grandes bloques en la
Iniciativa de la Cuenca del Caribe (Caribbean Basin Iniciative) —por parte de
EE.UU.—, y los Acuerdos de Lomé y el posterior acuerdo de Cotonú —por parte
de la Comunidad Europea—.
Desde el año 2010, el bloque se propuso extender su relacionamiento econó-
mico externo con Estados con los que hasta la fecha había mantenido un débil
acercamiento. En tal aspecto, se deben destacar los acuerdos firmados entre
el bloque y México, en febrero de 2010, y una veintena de tratados bilaterales
suscriptos con Brasil durante ese mismo año, en las más diversas áreas (que
obviamente incluyen un aspecto económico pero que no dejan de lado cuestio-
nes sanitarias, culturales y educativas entre otras). Este relanzamiento del

36 Serpín, Andrés, “El Caribe, mitos, realidades y desafíos para el año 2000”, en El
Caribe hacia el año 2000. Desafíos y opciones... cit., p. 14.
258 ALFREDO LópPrkz Bravo

CARICOM en su relacionamiento con países del G20 se ha visto reforzado por


la crisis europea, dando lugar a nuevas oportunidades para el fortalecimiento
de la relación con Latinoamérica. Actualmente se pueden verificar tres posi-
ciones externas de negociación. La primera de carácter estrictamente comer-
cial con EEUU, la UE y Canadá; otra de cariz funcional con Cuba (en áreas
de Salud, Educación e Investigación) y otra con los demás estados latinoameri-
canos de carácter político. Vale destacar que si los miembros de la CARICOM
decidieran formalizar acuerdos económicos por su propia cuenta con terceros
deberán hacerlo saber a la Secretaría del bloque para que tome nota del mismo
y disctamine respecto de los posibles riesgos de daño o menoscabo a las prefe-
rencias con los restantes socios.
Finalmente, se puede afirmar que el objetivo económico central de la CARI-
COM es intentar encontrar mancomunadamente un elemento que permita el
desarrollo conjunto de los países miembros mediante la concreción de exporta-
ciones (de bienes o servicios) que resulten sustentables a largo plazo. Pero esto
no ha sido logrado ni es esperable que se logre a través de un tipo de acuerdo
que se sustenta prácticamente en la intergeubernamentalidad.
La incorporación de la Corte ha sido muy importante, pero haber dejado
fuera de su ámbito de decisión la formación de opiniones prejudiciales hace
muy difícil el avance en la cuestión económica del proceso. El enforcement re-
cional tiene una herramienta importante que lo sustenta. Será la praxis de los
miembros la que demuestre su real utilización.
Paradójicamente, este esquema de integración económico ha buscado for-
jar un mercado único y una unión económica a través de una composición
informal no regulada procedimentalmente. Los avances obtenidos en la co-
operación funcional interna y en las relaciones externas —si bien han dado
sus frutos— ya requieren una profundización para poder continuar avanzando
sobre los objetivos primarios del esquema de integración. Las áreas donde se
ha venido realizando un interesante avance están llegando al fin previsto (li-
bre comercio de bienes y servicios intrazona, acuerdos en materia arancelaria
con terceros países) y es necesario fortalecer institucionalmente CARICOM
no sólo para lograr una percepción clara de su funcionamiento por la sociedad
civil, sino también para hacer frente a las necesidades y problemáticas del
mundo contemporáneo.
LA COMUNIDAD DEL CARIBE: CARICOM 259

BIBLIOGRAFÍA
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2007.
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Taccone, Juan José, y Nocurria, Uziel, CARICOM Report, n* 1. INTAL-ITD,
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Páginas web consultadas


wWww.caribbeancourtofjustice.org
WWwW.caricom.org
CAPÍTULO IX
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ASIA

María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA *

I. INTRODUCCIÓN

Repasando parte de la historia del este asiático, encontramos que poco des-
pués de la Segunda Guerra Mundial las naciones de esta región intentaban
facilitar el intercambio comercial y financiero; de los simples tratos mercanti-
les pasaron a los acuerdos de libre comercio, y de las relaciones bilaterales a
las relaciones multilaterales, generando estas últimas lo que se conoce como
zonas regionales neveconómicas?, que integran economías de una región geo-
gráfica dentro de un marco de promoción económica y financiera.
A diferencia de muchas regiones del mundo, en Asia Pacífico la “apertura
económica unilateral”? permitió la integración financiera, productiva y comer-

* Este capítulo, en su versión original, fue redactado en el año 2010 por María Fernanda
Fernández Vila. La actualización del texto fue realizada con la colaboración de Julio César
lelpi Boyero y María Verónica La Roca en el mes de febrero de 2018.
l Ver BusteLo, Pablo, y DE La ToLesta, Jesús, Estructura económica mundial, Síntesis
Editorial, Madrid, 1997.
” Las relaciones de las tres últimas décadas en el Asia Pacífico y a nivel mundial se han
caracterizado por una apertura económica y la globalización, que han producido cambios
profundos en el comportamiento de los Estados. Los grupos económicos y las llamadas
potencias económicas tradicionales vienen siendo reemplazados por economías emergentes
en la competencia para la captación de mercados de productos y de servicios financieros.
Ello ha sido el resultado de los importantes procesos de reformas estructurales llevadas a
cabo por los gobiernos de la región para adecuar sus estructuras económicas a los reque-
rimientos de eficiencia y competitividad que implica la globalización. Podría indicarse que
las empresas de las mayores economías emergentes, como Rusia, India y China, se han
expandido hacia mercados externos no sólo de otros países en desarrollo, sino también a
mercados industrializados de la OCDE —Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico—. Volviendo al ejemplo de China, su inversión directa en los últimos años regis-
262 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

cial de la región. Las estrategias políticas para la atracción de inversiones en


desarrollo hacia la región aceleraron la industrialización de los países en desa-
rrollo; sin embargo, los gobiernos perdieron su capacidad para regular los pro-
cesos económicos colmados de agentes privados que, protegiendo sus intereses
particulares, provocaron efectos negativos sobre las economías nacionales.
La cooperación económica entre los países asiáticos, aunque retrasada en
comparación con las naciones europeas y americanas, ha ganado en ímpetu en
los últimos años, atrayendo de forma creciente la atención mundial.
El regionalismo asiático es diferente a la simple vecindad geográfica, pues
promueve el libre comercio multilateral definido económicamente como regio-
nalismo abierto”. Depende de la interacción económica de los Estados en un
marco carente de reglas y normas formales que las constriñan, a diferencia,
por ejemplo, de lo sucedido en América del Norte con el Tratado de Libre Co-
mercio de América del Norte (NAFTA).
La primera característica destacable en los procesos de integración en el
este asiático es su carácter reciente, de evolución y adaptación permanente a
los tiempos. Otra es su rápido crecimiento a partir de los 80, y la gran diver-
sidad debido a los países que integran la región, sin que ninguno la controle,
aunque existen perspectivas en este sentido.

tró montos significativos en América Latina en los sectores de energía y materias primas
en Brasil, Perú, México, Colombia, Chile, Ecuador y Venezuela, entre otros.
3 Las ideas de “regionalismo abierto” usadas en América Latina se originaron en las
propuestas de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) a inicios
de la década de 1990. Esas ideas eran parte de un intento de generar nuevas concepciones
sobre el desarrollo y desembocaron en la presentación de tres documentos: “Transforma-
ción productiva con equidad” (TPE) de 1990, seguido por “El desarrollo sustentable, trans-
formación productiva, equidad y medio ambiente”, en 1991, y finalmente el programa del
“Regionalismo abierto”, en 1994. El documento original de CEPAL define el “regionalismo
abierto” como un proceso que busca “conciliar”, por un lado, la “interdependencia” nacida
de acuerdos comerciales preferenciales y, por el otro, la interdependencia “impulsada bási-
camente por las señales del mercado resultantes de la liberalización comercial en general”,
donde “las políticas explícitas de integración sean compatibles con las políticas tendientes
a elevar la competitividad internacional y que las complementen”. Asimismo, la CEPAL
advierte que ese regionalismo es distinto de la simple apertura del comercio y de la pro-
moción no discriminada de las exportaciones por contener un “ingrediente preferencial
reflejado en los acuerdos de integración y reforzado por la cercanía geográfica y la afinidad
cultural de los países de la región”. Para profundizar, BerGsTEN, C. E, Open regionalism,
Institute International Economics, Working Paper 97-3, “CEPAL. 1990. Transformación
productiva con equidad”, CEPAL, Santiago de Chile, 1997; CEPAL, El regionalismo abierto
en América Latina y el Caribe, Santiago de Chile, 1994; Kuwavyama, M., Open regionalism
in Asia Pacific and Latin America: a Surrey of literature, CEPAL, International Trade and
Development Finance Division, Santiago de Chile, 1999.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 263

IT. ANTECEDENTES HISTÓRICOS


Si se repasa la historia del regionalismo asiático, queda claro que ha to-
mado un rumbo muy distinto al de la Unión Europea. Con la entrada de Asia
en el fenómeno de la globalización, el comercio intrarregional se ha desarro-
llado rápidamente. Su enfoque orientado al exterior también ha comportado
un aumento de la inversión productiva y, cada vez más, de la inversión trans-
fronteriza dentro de la región y entre sus subregiones. Más recientemente, y
en particular desde la crisis financiera asiática de 1997/98, los gobiernos han
emprendido reformas reguladoras e institucionales de forma sistemática. La
mayor integración del sector privado ha conducido a redes de producción más
eficientes, que satisfacen la demanda creciente dentro de la propia Asia y en
los grandes mercados de exportación de Norteamérica y Europa.
Estas tendencias han desembocado en un sólido crecimiento económico en
la región, en particular en India y Asia Oriental *. Y, por lo general, este cre-
cimiento ha ido acompañado de excedentes comerciales, afluencia de capital y
acumulación de reservas. Otro resultado ha sido el impulso espectacular del
regionalismo. Si bien el desarrollo de la Unión Europea puede servir de ejem-
plo para la integración económica asiática, el modelo que se está desarrollando
en la región refleja la diversidad de la misma, además de una situación so-
cioeconómica y unas condiciones políticas en constante cambio. Así pues, hay
varias diferencias básicas entre Asia y Europa en lo que respecta al alcance,
la velocidad, la secuencia y el modelo de cooperación económica, tanto en tér-
minos económicos como políticos.
Para que la estrategia asiática sea factible y viable, debe ser evolutiva y
fomentar una integración favorable al mercado de múltiples vías y velocida-
des, que permita una dosis saludable de pragmatismo entre un grupo o grupos
de economías inexpertas. Aunque las instituciones y políticas económicas na-
cionales caracterizadas por su pragmatismo siguen desempeñando un papel
clave a la hora de orientar el éxito económico, las iniciativas regionales se
complementan cada vez mejor con estas políticas nacionales. Por ejemplo, los
gobiernos asiáticos —sobre todo en Asia Oriental- han adoptado la cooperación
económica a través de una serie de debates informales y procesos ministeriales
formales. Entre ellos, se destacan la Asociación de Naciones del Sudeste Asiá-

De conformidad con el informe elaborado -en enero de 2018- por el Banco Mundial,
titulado “Global Economic Prospects”, se espera que la región de Asia Oriental registre
un crecimiento económico promedio del 5.8% durante el periodo 2018-2019. Asimismo, la
República Popular de China verá crecer su economía, durante el mismo periodo, en torno al
6.3%; mientras que India lo hará a un promedio del 7.3%, Ver www.worldbank.org (última
visita 15/01/2018).
264 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

tico (ASEAN), con más de cincuenta años de historia; el proceso de ASEAN


+ 3, creado después de la crisis, y la Cumbre de Asia Oriental”, un proceso
relativamente nuevo. La estrategia es gradual y de abajo hacia arriba, y no
tanto un proceso más formal y exhaustivo basado en una “visión” panasiática
o un grandioso plan de integración.
Pero no todos los procesos han sido exitosos, también podemos registrar
algunos intentos fallidos, como sucedió con una iniciativa del Primer Ministro
de Malasia, Mahathir bin Mohamad, quien a principios de la década de los
noventa propuso la creación del Grupo Económico del Este de Asia (East Asia
Economic Group), como contrapeso a la por entonces Comunidad Económica
Europea y al incipiente proceso de integración que tenía lugar en América del
Norte (NAFTA). Su ideario era que el Grupo fuera liderado por Japón y que
incluyera, además, como Estados Miembros, a los diez países que conforman
actualmente la ASEAN, la República Popular de China y Corea del Sur. Sin
embargo, su iniciativa encontró un fuerte rechazo por parte de los Estados
Unidos y de Australia, hecho que impidiera su constitución formal.
Asimismo, otra de las experiencias negativas en la región ha sido la propues-
ta efectuada por el presidente filipino, Diosdado Macapagal, en 1963, que tenía
como objetivo la creación de una confederación de pueblos de etnia mayoritaria-
mente malaya, y que fue expuesta en la conferencia cumbre de Manila de ese
año, donde se acordó la fugaz creación de MAPHILINDO, según las siglas de
las tres naciones que lo integrarían: Malasia, Filipinas e Indonesia. MAPHI-
LINDO se encontró con varios obstáculos a salvar. Por una parte, la línea po-
lítica seguida por Indonesia en los primeros años de su independencia se había
caracterizado por su radicalismo anticolonialista y un neutralismo a ultranza,
mientras que Malasia y Filipinas, que habían accedido pacíficamente a la inde-
pendencia, mantenían, igual que Tailandia (posible candidato a ingresar a la
proyectada Confederación) una línea política internacional más occidentalista,
estando estos tres países ligados por acuerdos militares con naciones alejadas
geográficamente del Extremo Oriente. Por otra parte, la propuesta del presiden-
te filipino coincidió con el comienzo de la escalada bélica en Vietnam, con todas
las consecuencias que trajo este hecho a los países de la región.
Sin embargo, la distinta orientación de aquellas naciones en el campo inter-
nacional, dado su carácter coyuntural, no iba a constituir un obstáculo insal-

% La conformación de la Cumbre de Asia Oriental fue promovida por la ASEAN + 3 en


el año 2004, con el objetivo de expandir su ámbito de influencia económico-comercial. La
Cumbre se encuentra integrada por los diez estados miembros de la ASEAN, la República
Popular de China, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, India, Australia, Estados Unidos de
Norteamérica y la Federación Rusa. Se llevan a cabo reuniones anuales de líderes, habiendo
tenido lugar la primera de ellas en Kuala Lumpur, Malasia, el 14 de diciembre de 2005.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 265

vable para su integración, mientras que, en cambio, iba a fracasar el proyecto


ante el contencioso planteado por el estatus de los territorios del Norte de
Borneo, en aquella época todavía bajo el dominio británico.
No obstante lo expuesto, ambas experiencias se han convertido en ante-
cedentes y escalones en el difícil proceso de la integración de los países del
continente asiático,

TIT. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROCESOS


Se ha observado mucha actividad a escala subregional, un punto de partida
lógico teniendo en cuenta la diversidad de la región y las grandes diferencias
en el ámbito de desarrollo económico. De hecho, el concepto no es muy distin-
to del principio de subsidiariedad utilizado en Europa. Inevitablemente, cada
subregión tiene sus necesidades, así que el alcance y la velocidad de la coope-
ración regional varía: algunos trabajan sólo en una serie de áreas limitadas
y Otros tienen una agenda más amplia y ambiciosa. A medida que aumenta la
cooperación subregional, se tienden “puentes” naturales entre las fronteras
subregionales, que eventualmente pueden desembocar en una mayor coopera-
ción e integración.
De las cuatro regiones principales (Asia Oriental, Asia Meridional, Asia
Central y Pacífico), Asia Oriental es la más integrada económicamente. Pero
las demás regiones también han realizado progresos.
Este enfoque de cooperar —en primer término— en áreas limitadas y des-
pués, gradualmente, profundizar y ampliar el ámbito de cooperación, tiene
varias ventajas. En primer lugar, permite que cualquier grupo de países, eco-
nomías, subregiones o territorios se integren según sus niveles particulares
de desarrollo y las oportunidades específicas que les ofrece el regionalismo.
Segundo, a medida que se refuerzan estas colaboraciones aumenta la posi-
bilidad de que las unidades más pequeñas se junten con las más grandes, lo
que conduce a colaboraciones más amplias y más sólidas en una zona cada
vez mayor de Asia. Tercero, y muy importante, este enfoque tiene el potencial
de garantizar que la integración económica de Asia se mantenga favorable al
mercado, puesto que su marco integrador sigue respondiendo a las necesida-
des del sector privado. Después de todo, la red de empresas privadas de toda
Asia ha impulsado la cooperación de los gobiernos en áreas como el comercio,
la inversión, las finanzas e incluso, hasta cierto punto, los asuntos monetarios
y cambiarios.
Asia ha dado muestras de creatividad impulsando la integración económica
regional con un mínimo de acuerdos políticos entre los países. Por ejemplo, la
profusión de organizaciones y foros regionales que desempeñan un papel en la
cooperación regional todavía no se ha convertido en un vivero de instituciones
políticas. Luego veremos que la ASEAN es la que ha ido más lejos, pero aun
266 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

así sigue confiando en las relaciones intergubernamentales como pilar de la


cooperación política.
El hecho de depender de las relaciones intergubernamentales en lugar de
contar con instituciones supranacionales, como las que fueron creadas en Eu-
ropa, es fruto de la diversidad asiática, al tiempo que se acomoda perfectamen-
te a ella. Permite que los países mantengan toda su independencia política
y control sobre los asuntos internos, al tiempo que genera un “sentimiento
de comunidad”, tan crucial para construir la base para la confianza mutua,
requisito indispensable para la paz y la estabilidad duraderas. Á nivel su-
bregional, los acuerdos basados en proyectos o programas pueden reconciliar
eficazmente las ventajas a largo plazo con los costes socio-económicos a corto
plazo. Dichos acuerdos pueden proteger los intereses, fomentar la propiedad
y generar beneficios económicos y sociables tangibles, creando así el impulso
para una mayor cooperación. Este enfoque es especialmente relevante en las
subregiones, donde la confianza mutua entre los países participantes no está
presente desde el principio.

TV. Los PROCESOS DE COOPERACIÓN/INTEGRACIÓN

Las particularidades de la integración en Asia pueden analizarse recono-


ciendo diversas variables de acuerdo con los protagonistas y las modalidades,
a saber:
* ZEC: es la combinación de las economías de la República Popular China,
Hong Kong y la República de China (ROC - Taiwán), que representan el 3%
polo económico mundial. En realidad, en este supuesto la devolución de Hong
Kong a la República Popular China es apreciada por algunos autores *como un
fenómeno de integración y no de absorción.
* ASEAN: La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático fue creada con
la firma de la Declaración de Bangkok en 1967. Inicialmente, la constituyeron
Indonesia, Malasia, Singapur, Filipinas y Tailandia; luego se incorporaron
Vietnam, Laos, Cambodia (Camboya), Myanmar (Birmania) y el Sultanato de
Brunei. En el momento de su fundación, sus principales objetivos fueron la co-
operación económica, social, cultural, técnica, educativa y en diversos campos
de interés. También, la promoción de la paz y estabilidad regional, basadas en
el respeto a la justicia, el Estado de derecho y los principios establecidos en la
Carta de las Naciones Unidas. En la reunión de jefes de Estado celebrada en
Singapur, entre los días 25 y 29 de enero de 1992, los líderes de la ASEAN

6 Ver Gozzkr, Juan Carlos, y RoLL, David, “La política china hacia Hong Kong y el sig-
nificado de la reunificación”, en www.colombiainternacional.uniandes.edu.co.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 267

decidieron la creación de una zona de libre comercio a ser desarrollada en un


periodo de 15 años (contados a partir del 1 de enero de 1993), con un programa
de tarifas efectivas comunes preferenciales. Asimismo, el 31 de diciembre de
2015, la ASEAN se ha constituido formalmente en una comunidad económi-
ca, asentada en el “anteproyecto-guía 2025”. Por último, y como mencionamos
anteriormente, también tiene procesos paralelos conocidos como “la ASEAN +
3”, siendo los tres países asociados República Popular de China, Japón y Corea
del Sur, y la Cumbre de Asia Oriental.
* Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (SAARC): Acuerdo
firmado en 1985 entre los jefes de Estado y de Gobierno de sus siete países
fundadores, a saber: India, Bangladesh, Paquistán, Nepal, Bhután, Maldivas
y Sri Lanka. En la 14a Cumbre de líderes de la SAARC, llevada a cabo los días
3 y 4 de abril de 2007 en Nueva Delhi, se produjo el ingreso como miembro
pleno de la República Islámica de Afganistán. Caracteriza a esta asociación
la diferencia en los niveles de desarrollo económico y social de sus Estados
integrantes. Sin perjuicio de ello, las estimaciones de crecimiento elaboradas
por el Banco Mundial para el periodo 2018/2020 son alentadoras al respecto,
lo cual podrá traducirse en una reducción de las marcadas brechas existentes
entre sus Estados Miembros”.
* APEC: Asia-Pacific Economic Cooperation fue instituida en una reunión,
realizada en Canberra, Australia, en 1990. Originariamente la integraban 12
países: Australia, Brunei, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas,
Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, y Tailandia. En 1991,
se incorporaron República Popular de China, Hong Kong (China) y Repúbli-
ca de China (ROC - Taiwán). Luego, adhirieron tres miembros más: Papúa
Nueva Guinea (1993), México (1993) y Chile (1994) y actualmente consta de
21 miembros, siendo los tres últimos ingresados Perú, Federación Rusa y Viet-
nam (1998). Fue creada como un foro para la cooperación económica, sin per-
seguir ni la forma de unión aduanera ni la de zona de libre comercio, sino un
nuevo modelo de cooperación económica regional de acuerdo con el concepto de
regionalismo abierto?.
* PECC: Pacific Economic Cooperation Council celebró su primera reunión
en 1980 en Canberra, Australia, asistiendo los cinco países industrializados
del Pacífico (Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos de
Norteamérica), Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Singapur, una de-

1 Ver Informe de enero de 2018, titulado “Global Economic Prospects”, disponible en


www.worldbank.org (última visita 17/01/18).
8 Gutiérrez B., Hernán, APEC 2004: Viejas y nuevas dinámicas de apertura económica
transpacífica, Universidad de Chile, Instituto de Estudios Internacionales, enero 2004.
268 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

legación que representaba a los Estados insulares del Pacífico y Corea del
Sur. Posteriormente, se incorporaron Brunei, Chile, Colombia, Ecuador, Hong
Kong (China), México, Mongolia, Perú, República Popular de China, Taipéi
Chino y Vietnam. En la actualidad, el número de sus miembros, entre plenos,
asociados e institucionales, asciende a 26 *. El objetivo es el fomento de los in-
tereses económicos de sus países miembros, a desarrollarse en un marco de
regionalismo abierto, en el sentido de alcanzar una cooperación e interacción
económicas regionales amplias. El PECC es una sociedad tripartita entre
empresarios e industriales, el gobierno y los círculos académicos e intelec-
tuales. Todos participan haciendo uso de su capacidad como privados y dis-
cuten abiertamente sobre temas de políticas actuales y prácticas dentro de
la región Asia-Pacífico. Su objetivo es funcionar como un foro regional para
la coordinación de cooperación y políticas tendientes a promover el desarrollo
económico de este área, teniendo como premisa que las respectivas fuerzas
de la empresa, la industria, el gobierno y los círculos académico-intelectuales
pueden ser mejor redireccionados para promover el aceleramiento del creci-
miento económico, el progreso social, el desarrollo científico-tecnológico y la
calidad ambiental de la región.
* PBEC: Pacific Basin Economic Council (Consejo Económico de la Cuenca
del Pacífico), creado en 1967, es una organización empresaria, compuesta por
más de 900 corporaciones de Australia, Brunei, Canadá, Chile, Colombia, Co-
rea del Sur, Ecuador, Estados Unidos, Federación Rusa, Filipinas, Hong Kong
(China), Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, República
Popular de China, Singapur, Tailandia y Taipéi Chino. Tiene como meta pro-
mover el crecimiento del comercio y las inversiones en el área.
* CAREC: Programa de Cooperación Regional de Asia Central, creado en
1997, que promueve proyectos de infraestructuras compartidas intentando me-
jorar el entorno político para la cooperación en transporte, energía y comercio.
Su objetivo principal es mejorar las condiciones de vida y disminuir los niveles
de pobreza en los países de Asia Central. En la actualidad está compuesto por

% Los 23 estados miembros plenos son Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Co-
lombia, Ecuador, Hong Kong (China), Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México,
Mongolia, Nueva Zelanda, Perú, Filipinas, Singapur, Foro de las islas del Pacífico (como
Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Kiribati, Islas Marshall, Nauru, Niue, Pa-
lau, Samoa, Islas Salomón, Tuvalu, Vanuatu, Nueva Caledonia), Taipéi Chino, Tailandia,
Estados Unidos y Vietnam. Miembros asociados: Territorios de la Polinesia Francesa,
Miembros institucionales: PBEC (Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico) y PAF-
TAD (Conferencia sobre Desarrollo y Comercio del Pacífico). Ver www.pecc.org (última
visita 17/01/18).
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 269

Afganistán, Azerbaiján, Georgia, Kazakhstán, Mongolia, Pakistán, Repúbli-


ca Kyreyz, República Popular de China, Tajikistán, Turkmenistán y Uzbe-
kistán. Si bien la Federación Rusa no forma parte del proceso de integración,
ejerce un rol gravitante en la confección de los proyectos de infraestructura
a realizar en la zona integrada. CAREC es, además, una alianza con institu-
ciones multilaterales, como el Banco de Desarrollo Asiático, el Banco Europeo
de Reconstrucción y Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, Banco de
Desarrollo Islámico, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el
Banco Mundial, para lograr así trabajar activamente en la promoción de la
cooperación económica de la región.
* PIF (Foro de las Islas del Pacífico): anteriormente denominado como Foro
del Pacífico Sur, hasta que su nombre se cambió en octubre del 2000, fue crea-
do en agosto de 1971 y comprende a 18 Estados independientes y autónomos
del Pacífico. Sus principales objetivos radican en estimular el crecimiento eco-
nómico, fortalecer la gobernanza y la seguridad en la región, así como estre-
char la cooperación y la integración en diversas áreas, que van desde la pesca
hasta la seguridad en el transporte aéreo. Los líderes de los Estados miembros
se reúnen anualmente para desarrollar respuestas colectivas a los temas re-
gionales. El PIF está conformado por Australia, las islas Cook, los Estados
Federados de Micronesia, Fiji, Polinesia Francesa, Kiribati, Nauru, Nueva
Caledonia, Nueva Zelanda, Niue, Palau, Papúa Nueva Guinea, República de
las Islas Marshall, Samoa, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu y Vanuatu *”.
En el siguiente cuadro se sintetizan los diferentes procesos en curso de
realización en Asia y sus principales características:

10 Ver www.forumsec.org (última visita 17/01/18).


270 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

Esquemas de integración en Asia


Esquema de Fecha de
Países integrantes Objetivo económico u otros
integración creación
No tiene una fecha República Popular La conformación de un
exacta de creación, China, Hong Kong espacio económico conocido
sino que es un (China) y la República de como “La Gran China”,
proceso que se fue China (ROC - Taiwán).
dando a partir de
ZEC
finales de los “80 y
que tuvo su culmi-
nación con la incor-
poración de Hong
Kong en 1997.
Indonesia, Malasia, Singa- En su momento fundacional
pur, Filipinas, Tailandia, sus principales objetivos
Brunei, Vietnam, Laos, fueron; la cooperación eco-
Myanmar y Cambodia. nómica, social, cultural, téc-
ASEAN + 3: República nica, educativa y en otros
Popular de China, Japón campos de interés. Tam-
y Corea del Sur, bién, la promoción de la paz
Cumbre de Asia Orien- y estabilidad regional, basa-
tal: ASEAN + 3 + Nueva da en el respeto ala justicia,
Zelanda, India, Austra- el Estado de derecho y los
ASEAN 1967 lia, Estados Unidos de principios establecidos en la
Norteamérica y la Fede- Carta de las Naciones Uni-
ración Rusa. das. En el año 1992 se deci-
dió conformar una zona de
libre comercio a constituir-
se en un plazo de 15 años,
contados a partir del 1 de
enero de 1993. A partir del
31 de diciembre de 2015, la
ASEAN ha constituido una
comunidad económica.
India, Bangladesh, Pa- La creación de una plata-
quistán, Nepal, Bhutan, forma que permita acele-
Afganistán, Maldivas y rar el proceso de desarrollo
SAARC 1985 Sri Lanka. económico y social de los
Estados miembros sobre la
base de la cooperación in-
ternacional.
Australia, Brunei, Cana- La creación de un foro para
dá, Chile, República Popu- facilitar el crecimiento eco-
lar de China, Hong Kong nómico, la cooperación, el
(China), Indonesia, Japón, comercio y las inversiones
Corea del Sur, Malasia, en la región Asia-Pacífico.
México, Nueva Zelanda,
APEC 1990
Papúa Nueva Guinea,
Perú, Filipinas, Federa-
ción Rusa, Singapur, Re-
pública de China (ROC
— Taiwán), Tailandia, Es-
tados Unidos y Vietnam,
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ASIA 271

Los 23 Estados miembros El fomento de los intereses


plenos son: Australia, económicos de sus países
Brunei, Canadá, Chile, miembros, a desarrollarse
República Popular de en un marco de regionalis-
China, Colombia, Ecua- mo abierto, en el sentido de
dor, Hong Kong (China), alcanzar una cooperación e
Indonesia, Japón, Corea interacción económicas re-
del Sur, Malasia, México, gionales amplias.
Mongolia, Nueva Zelan-
da, Perú, Filipinas, Singa-
pur, Foro de las islas del
Pacífico (como Islas Cook,
Estados Federados de Mi-
cronesia, Kiribati, Islas
PECC 1980 Marshall, Nauru, Niue,
Palau, Samoa, Islas Salo-
món, Tuvalu, Vanuatu,
Nueva Caledonia), Taipei
Chino, Tailandia, Esta-
dos Unidos y Vietnam,
Miembros asociados: Te-
rritorios de la Polinesia
Francesa. Miembros
institucionales: — PBEC
(Consejo Económico de
la Cuenca del Pacífico) y
PAFTAD (Conferencia so-
bre Desarrollo y Comercio
del Pacífico).
Empresas de Australia, La promoción del creci-
Brunei, Canadá, Chile, miento del comercio y las
Colombia, Corea del Sur, inversiones en el área.
Ecuador, Estados Unidos,
Federación Rusa, Filipi-
PBEC 1967 nas, Hong Kong (China),
Indonesia, Japón, Mala-
sia, México, Nueva Zelan-
da, Perú, República Popu-
lar de China, Singapur,
Tailandia y Taipéi Chino,
Afganistán, Azerbaiján, Mejoramiento del entorno
República Popular de político para la cooperación
China, Georgia, Kazakhs- en transporte, energía y co-
CAREC 1997 tán, República Kyrgyz, merclo.
Mongolia, Tajikistán, Pa-
kistán, Turkmenistán y
Uzbekistán.
Australia, las islas Cook, Estimular el crecimiento
los Estados Federados de económico, fortalecer la go-
Micronesia, Fiji, Polinesia bernanza y la seguridad en
Francesa, Kiribati, Nauru, la región.
Nueva Caledonia, Nueva
PIF 1971
Zelanda, Niue, Palau, Pa-
pua Nueva Guinea, Repú-
blica de las Islas Marshall,
Samoa, Islas Salomón,
Tonga, Tuvalu y Vanuatu.
272 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

A continuación se desarrollarán dos de los procesos de integración más


importantes: ASEAN y APEC.

V. ASEAN
La ASEAN fue establecida el 8 de agosto de 1967 en Bangkok por sus cinco
miembros originales, ya anteriormente mencionados, y luego se incorporaría
Brunei el 8 de enero de 1984, Vietnam el 28 de julio de 1995, Laos y Myanmar
el 23 de Julio de 1997 y Cambodia el 30 de abril de 1999.
Para 2016 esta región tenía una población que alcanzaba los 634 millones
de habitantes sobre un área de 4,5 millones de km?, un producto bruto com-
binado de 2550 trillones de dólares estadounidenses y un comercio total por
aproximadamente 2300 billones de dólares estadounidenses ””,
La Declaración de la ASEAN estableció que los logros y propósitos de esta
Asociación eran:
- acelerar el crecimiento económico, el progreso social y el desarrollo cultu-
ral en la región, y
- promover la paz en la región y la estabilidad a través del respeto de la
justicia y el derecho que regula las relaciones entre los países de la región y
observando los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
El documento “ASEAN-Visión 2020”*, adoptado por los líderes de la
ASEAN en el 30” aniversario de esta asociación, refleja la visión compartida
de convertir a esta asociación en un concierto de naciones del Sudeste Asiático,
que vivan en paz, estabilidad y prosperidad, unidas con el objetivo de alcanzar
un desarrollo dinámico y una comunidad que se preocupa por sus diferentes
pueblos.
En 2003 los líderes de la ASEAN decidieron que la Comunidad se asentara
en tres pilares:
- la Comunidad de Seguridad;
- la Comunidad Económica, y
- la Comunidad Socio-cultural.
Los países miembros de la ASEAN adoptaron los siguientes principios que
regulan las relaciones entre ellos y que están contenidos en el Tratado de
Amistad y Cooperación del Sudeste Asiático, firmado en Bali (Indonesia) el 24
de febrero del 1976:

1 Datos extraídos de la página oficial de la ASEAN, ver www.asean.org (última visita


15/01/18)
12 Documento firmado en Kuala Lumpur el 15 de diciembre de 1997, ver www.asean.org
(última visita 19/01/18).
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 273

- respeto mutuo por la independencia, la soberanía, la equidad, la integri-


dad territorial y la identidad nacional de todos los países miembros;
- el derecho de cada Estado de conducir su vida nacional libre de interferen-
cia externa, subversión o coerción;
- principio de no intervención en los asuntos internos;
- solución pacífica de las controversias;
- renuncia al uso o amenaza de uso de la fuerza, y
- Cooperación efectiva entre los Estados parte.
Por último, en Noviembre del año 2015 los líderes del bloque integrado
adoptaron el documento “Visión de la Comunidad ASEAN 2025”**, mediante
el cual no solo reafirmaron los compromisos asumidos previamente sino que
se propusieron lograr, en un plazo de diez años, una serie de importantes
objetivos, entre los cuales se destacan: conformar una comunidad inclusiva y
responsable que asegure a sus pueblos el respeto de los derechos humanos y
libertades fundamentales; asegurar el respeto de las diferentes religiones que
componen el mapa de la región; estrechar los lazos en materia de integración
económica con la finalidad de lograr un mayor crecimiento macroeconómico
sustentado en una expansión del comercio intra-zona; alcanzar políticas de co-
operación que permitan el desarrollo de la pequeña, mediana y gran empresa;
promover un estándar elevado de calidad de vida y un acceso equitativo a toda
la población; la protección y el cuidado del medioambiente.

1. La comunidad de seguridad
A través del diálogo político y la confianza en la integración, ninguna ten-
sión ha escalado al nivel de confrontación armada entre los países miembros
de la ASEAN desde su establecimiento hace más de 50 años (el 8 de agosto de
2017 se celebró su 50” aniversario).
Este logro en el campo de la cooperación política y de seguridad se efectivi-
zó a través del establecimiento de la Comunidad de Seguridad de la ASEAN,
cuyo objetivo es asegurar que los países de la región vivan en paz y en un
ambiente de justicia, democracia y armonía. Los Estados miembros resolverán
sus diferencias intrarregionales de forma pacífica y considerarán la seguridad
como fundamentalmente ligada entre ellos por su ubicación geográfica y sus
objetivos y visiones comunes. Las diferentes funciones a realizar son:
- desarrollo político;
- compartir y adecuar normativa;

13 Documento firmado en Kuala Lumpur el 27 de noviembre de 2015, ver www.asean.


org (última visita 19/01/18).
274 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

- prevención de conflictos;
- resolución de conflictos;
- reconstrucción de la paz después del conflicto;
- implementación de diversos mecanismos en la materia.
Todo esto fundado en los siguientes acuerdos políticos más importantes:
- Declaración de la ASEAN de Bangkok, del 8 de agosto de 1967;
- Declaración de zona de paz, libertad y neutralidad, de Kuala Lumpur, del
27 de noviembre de 1971;
- Declaración de la ASEAN de la Concordia, de Bali, del 24 de febrero de 1976;
- Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste Asiático (antes mencionado);
- Declaración de la ASEAN sobre el Mar de China del Sur, de Manila, del
22 de julio de 1992;
-Tratado del Sudeste Asiático sobre declaración del Sudeste Asiático como
zona libre de armas nucleares, Bangkok, 15 de diciembre de 1997;
- Declaración de la ASEAN de la “Visión 2020”, de Kuala Lumpur, del 15
de diciembre de 1997;
- Declaración ASEAN de la Concordia II, de Bali, del 7 de octubre del 2003;
- “Anteproyecto-guía ASEAN Política de Seguridad 2009-2015”, Tailandia,
1 de marzo de 2009;
- Declaración sobre Derechos Humanos de la ASEAN, de Phnom Penh,
Cambodia, 18 de noviembre de 2012;
- “Anteproyecto-guía ASEAN Política de Seguridad 2025”, de Kuala Lum-
pur, 22 de noviembre de 2015, y
- Declaración “Visión de la Comunidad ASEAN 2025”, de Kuala Lumpur,
27 de noviembre de 2015.
En reconocimiento de la interdependencia en el ámbito de la seguridad que
se da en la región del Asia Pacífico, la Asociación estableció en 1994 el Foro
Regional de la ASEAN, cuya agenda tiene programado el desarrollo de los
siguientes tres ámbitos: la promoción de la construcción de la confianza re-
gional, la evolución de la diplomacia preventiva y la elaboración de propuestas
sobre diferentes conflictos.
Los Estados participantes en este foro regional son: Australia, Bangla-
desh, Brunei, Cambodia, Canadá, República Popular de China, Unión Euro-
pea, India, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Corea del Norte, Laos, Malasia,
Mongolia, Myanmar, Nueva Zelanda, Paquistán, Papúa Nueva Guinea, Fi-
lipinas, Federación Rusa, Singapur, Tailandia, Estados Unidos, Sri Lanka,
Timor Oriental y Vietnam.
Se discuten en el ámbito de este foro temas que incluyen la relación entre
las potencias líderes, la no proliferación de armas, la lucha contra el terroris-
mo, el crimen transnacional, el Mar de China del Sur y la península coreana,
entre otros.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 275

2. La comunidad económica
La constitución de un mercado único es el objetivo final de las medidas de
integración previstas en la Declaración “Visión 2020” y en la “Visión de la
Comunidad ASEAN 2025”. La meta a alcanzar es crear para el año 2025 una
región económica estable, próspera y sumamente competitiva, donde haya un
libre intercambio de bienes, servicios, inversiones y flujo de capital, y donde el
desarrollo económico sea equitativo y reduzca la pobreza y las disparidades
socio-económicas.
El mencionado mercado único debería encontrarse conformado para el año
2020, convirtiendo con ello la diversidad que caracteriza a la región en opor-
tunidades de complementación para hacer negocios y lograr que la ASEAN
se posicione como un segmento más dinámico y fuerte en la cadena global del
aprovisionamiento.
En miras a lograr esto, la ASEAN ha acordado lo siguiente:
- instituir nuevos mecanismos y medidas para fortalecer la implementación
de las iniciativas económicas existentes, incluyendo la zona de libre comercio
ASEAN (AFTA), el Acuerdo Marco sobre servicios (de 1995, y en vigor desde
1999), el Acuerdo Marco sobre el Área de Inversiones de ASEAN (de 1998,
modificado por el Protocolo de 2001 y en vigor desde esa fecha) y el Acuerdo
sobre Bienes de ASEAN (de 2009);
- La Comunidad Económica constituida en el año 2015 permitió acelerar
la integración regional en los siguientes sectores prioritarios: aeronavegación,
productos agrícolas, automotores, comercio electrónico, electrónica, pesca, sa-
lud, textiles, turismo, productos madereros, productos relacionados con el cau-
cho, y vestimenta, entre otros.
- facilitar el movimiento de personas y de mano de obra calificada, y
- reforzar los mecanismos institucionales de la ASEAN, incluyendo la me-
jora del sistema de solución de controversias para asegurar una resolución
rápida y efectiva de las disputas comerciales,
Como parte de esa comunidad económica, el AFTA, la zona de libre comer-
cio de la ASEAN, creada en 1992, está ahora en funcionamiento. La elimina-
ción de barreras arancelarias y paraarancelarias entre los Estados miembros
pretende promover una mayor eficiencia económica, productividad y competi-
tividad. Desde el 1 de enero de 2005, los aranceles sobre el 99% de los produc-
tos incluidos en la Lista de la ASEAN-6 (compuesta por Brunei, Indonesia,
Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia) han reducido su valor a menos del
5%. Alrededor del 90% de esos productos tienen arancel cero. Los aranceles
promedio del ASEAN-6 han bajado del 12% hasta el 0,05%. Para los nuevos
miembros como Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam, los aranceles de un
aproximadamente 98% de los productos incluidos en la lista respectiva han
descendido a un rango de protección entre el 0 y el 5%.
276 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

Otras acciones relacionadas para alcanzar estos objetivos incluyen:


- itinerario del proceso de integración financiera y monetaria principalmen-
te en cuatro áreas, a saber: desarrollo del mercado de capitales, liberalización
de las cuentas de capital, liberalización de los servicios financieros y coopera-
ción cambiaria;
- redes de transporte trans-ASEAN, que involucran autopistas y redes fe-
rroviarias, incluyendo el ramal Singapur-Kunming, puertos principales y vías
para el tráfico marítimo, el transporte interior por agua y las redes más im-
portantes de aviación civil.
- itinerario en el proceso de integración del sector de aviación;
- interoperatividad e interconectividad de los equipos y servicios de teleco-
municaciones nacionales;
- redes de energía trans-ASEAN, como, por ejemplo, los proyectos de sumi-
nistro de gas;
- iniciativa de la ASEAN para la integración de la infraestructura, el desa-
rrollo de recursos humanos, la tecnología de la información y la comunicación;
- promoción del turismo intra-ASEAN, y
- acuerdo de la ASEAN en materia de seguridad alimentaria.

3. Comunidad sociocultural
Esta comunidad se establece sobre la base de la premisa de lograr una aso-
ciación de países donde se tenga en cuenta a las sociedades nacionales, pero
también a la identidad regional común. Se busca establecer líneas de coopera-
ción en el ámbito del desarrollo social para lograr elevar el estándar de vida
de los grupos más desprotegidos y de la población rural, involucrando para ello
a todos los sectores de la sociedad, especialmente a las mujeres, los jóvenes y
las comunidades locales.
La ASEAN debe asegurarse que su fuerza de trabajo esté preparada y se
beneficie con la integración económica, invirtiendo para ello más recursos en
la educación primaria y secundaria, el desarrollo de la ciencia y la tecnología,
la creación de empleos y la seguridad social. La ASEAN ha intensificado su
cooperación en el área de salud pública, incluyendo la prevención y el control
de las enfermedades infecto-contagiosas.
Algunas de las acciones que se realizan al respecto son:
- programa de trabajo para la seguridad social, la familia y la población en
general;
- programa de trabajo de lucha contra el sida;
- programa de trabajo sobre el cuidado de la comunidad hacia los ancianos;
- programa sobre la seguridad laboral y las redes de salud;
- programa de trabajo para preparar a la juventud para el trabajo sustenta-
ble y otros retos de la globalización;
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 277

- red de universidades que promuevan la colaboración entre 30 universida-


des de los Estados miembros;
- programa de intercambio estudiantil, un foro de cultura para la gente
joven y un foro para el diálogo de los jóvenes;
- la semana de la cultura ASEAN (una vez al año), un campamento para
jóvenes y un concurso ASEAN;
- programa de intercambio para los medios de comunicación, y
- Acuerdo marco para las ciudades que son ambientalmente sustentables y
un Tratado sobre la Contaminación Transfronteriza.
- Declaración “ASEAN libre de drogas”, instrumento mediante el cual se
pretende alcanzar un objetivo ambicioso para el año 2020, como es el de erra-
dicar la producción, procesamiento, tráfico y uso de estupefacientes.

4. Relaciones externas
Según lo establecido en el documento “Visión ASEAN 2020” y en la “Visión
de la Comunidad ASEAN 2025”, este grupo de naciones está buscando tener
un rol bastante importante para la comunidad internacional y avanzar en
todo lo relacionado con intereses comunes,
En relación con la personalidad jurídica de la ASEAN, desde noviembre
de 200%, con la firma por todos los presidentes de los Estados miembros de la
Carta de Principios de la ASEAN, producto de la Cumbre de Singapur, que
tuvo lugar entre el 19 y el 22 de noviembre de ese año, hubo modificaciones
a este respecto. Esta Carta estatutaria, en forma de constitución, le confiere
personalidad jurídica a la Comunidad, que antes no tenia, de forma que podrá
firmar tratados internacionales. Los países miembros disponían de un año
para ratificar esta Carta y el plazo se cumplió. El 15 de diciembre del 2008 la
misma entró en vigor.
Para manejar sus relaciones con el exterior, la ASEAN ha establecido comités
compuestos por misiones diplomáticas en las siguientes ciudades: Pekín, Berlín,
Bruselas, Camberra, Ginebra, Islamabad, Londres, Moscú, Nueva Delhi, Nueva
York, Ottawa, París, Riyadh, Seúl, Tokio, Washington DC y Wellington.
Fundada en la Declaración de Cooperación en Asia del Este de 1999, el pro-
ceso de colaboración entre los países de Asia del Norte y el Sudeste Asiático se
fue acelerando con la celebración de una reunión anual entre los líderes de la
ASEAN, China, Japón y Corea del Sur, en lo que antes ya hemos denominado
como el Proceso de la ASEAN + 3.
Las relaciones entre la ASEAN +3 continúan expandiéndose y se profundi-
zan en las áreas del diálogo sobre seguridad, cooperación, crimen transfronte-
rizo, comercio e inversiones, medioambiente, finanzas y sistemas monetarios,
agricultura y bosques, energía, turismo, salud, empleo, cultura y artes, ciencia
y tecnología, tecnologías de la información y de la comunicación, bienestar
278 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

social y desarrollo, juventud, desarrollo rural y la erradicación de la pobreza.


Asimismo, en forma anual, se llevan a cabo reuniones a nivel ministerial en
diversas áreas.
Los acuerdos de comercio bilateral han sido ya celebrados entre los países
miembros de la ASEAN, China (2002), Japón (2008) y Corea del Sur (2009).
Estos tratados servirán como pieza fundamental de la zona de libre comercio
de Asia del Este, objetivo que se persigue a largo plazo.
ASEAN continúa desarrollando relaciones de cooperación con una gran va-
riedad de Estados, como Alemania, Australia, Canadá, República Popular de
China, Unión Europea, India, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, la Federa-
ción Rusa, Estados Unidos, Noruega, Paquistán y Suiza. Además de ello, man-
tiene un estrecho vínculo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Consistente con su decisión de fomentar relaciones con otras regiones, la
ASEAN mantiene contactos con otras organizaciones intergubernamentales,
como la Organización de Cooperación Económica, el Consejo de Cooperación
del Golfo, la Asociación de Cooperación Regional para el Sur de Asia, MER-
COSUR, la Organización de Cooperación de Shanghái, y con la Conferencia
de la Organización Subregional de Asia-África. La mayoría de los países de la
ASEAN también participan activamente en las actividades de APEC, el En-
cuentro Asia-Europa y el Foro del Este Asiático-Latinoamérica.

5. Estructura y mecanismos
El más importante órgano de decisión de la ASEAN es el Encuentro de
Jefes de Estado y de Gobierno o Cumbre de Líderes. Es una reunión que se
realiza dos veces al año. La segunda institución en importancia la representa
el Consejo de Coordinación, compuesto por los ministros de Relaciones Exte-
riores de los Estados Partes y cuyas reuniones se celebran dos veces al año.
También forman parte de los órganos de la ASEAN los Consejos de las Comu-
nidades, que representan a las tres comunidades mencionadas anteriormente,
cuyas reuniones se celebran al menos dos veces al año.
Asimismo, se organizan con frecuencia encuentros ministeriales en los
siguientes sectores: agricultura y forestación, economía (comercio), energía,
ambiente, finanzas, salud, información, inversiones, empleo, derecho, desarro-
llo rural y erradicación de la pobreza, ciencia y tecnología, bienestar social,
telecomunicaciones, crimen transfronterizo, transporte, turismo, y juventud.
Para sustentar esos encuentros hay comités formados por grupos técnicos y
personal de apoyo.
El Comité de Representantes Permanentes, compuesto por un miembro con
rango de embajador por cada Estado, tiene como objetivos fundamentales los
de implementar y monitorear el cumplimiento de las decisiones adoptadas por
el Encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno, así como también el de estre-
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 279

char las relaciones externas del proceso con el resto del mundo. Sus reuniones
tienen lugar, al menos, una vez por mes.
El origen de la Secretaria de la ASEAN se remonta al año 1976. Su sede,
oficialmente constituida en 1981, se encuentra ubicada en Yakarta, Indonesia.
Este órgano se encuentra dirigido por un secretario general, quien en sus orí-
genes tenía rango ministerial y duraba en su cargo cinco años. Los Estados
miembros elegían a aquella persona que tuviera más mérito para desempeñar
ese rol, y lo hacían de forma consensuada. Las funciones eran: iniciar, acon-
sejar, coordinar e implementar actividades de la ASEAN, y para ello contaba
con un staff de profesionales, que eran elegidos por un proceso de selección
abierto y un concurso a nivel regional. Su estatus jerárquico lo hacía aparecer
con una importancia menor que otros secretarios generales de otras organiza-
ciones regionales. Con la reforma, que entró en vigor en diciembre del 2008,
la permanencia del secretario general en su cargo sigue siendo de cinco años,
pero es designado por la Cumbre de la ASEAN observando rotación alfabética
(en inglés) de los países respecto a su nacionalidad, y además se lo ha dotado
de mayores competencias ejecutivas y con un mayor equipo de colaboradores.
ASEAN tiene algunos organismos especializados y acuerdos para promo-
ver la cooperación intergubernamental en varios ámbitos, como el Centro de
Planificación de Desarrollo Agrícola, el Centro para la Energía, el Centro de
Información de Sismos, el Centro Regional para la conservación de la Biodi-
versidad, el Centro de Desarrollo de la juventud rural, el Centro Meteorológico
Especializado, el Centro de Tecnología Forestal, el Centro de Información Tu-
rística y la Red de Universidades de la ASEAN, entre otros.
Además, ASEAN promueve diálogos y consultas con 14 organizaciones rela-
cionadas con los objetivos de esta Asociación, como la Asociación de Banqueros
de la ASEAN, el Consejo de la Industria Química, la Federación de Empresas
Textiles, la Asociación de Turismo ASEAN, la Asociación de Puertos, Consejo
del Hierro y del Acero y la Asociación de la Propiedad Intelectual, entre otros.
También hay 42 organizaciones de la sociedad civil que tienen una afiliación
formal con la ASEAN.

6. Carta de Principios de la ASEAN


Como comentáramos anteriormente, a partir del 15 de diciembre de 2008
entró en vigor esta Carta, que empezó a desarrollarse en la cumbre de Kuala
Lumpur de 2005. El documento se compone de 13 capítulos, con 55 artículos, y
es la primera regulación de carácter obligatorio de la asociación, que refrenda
la legislación de la ASEAN como un ordenamiento internacional, con el fin de
sistematizar sus normas.
Los principios declarados en el texto incluyen el respeto a la independencia,
soberanía, igualdad, integridad territorial e identidad de las naciones firman-
280 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

tes; la solución pacífica de los conflictos; la no intervención en asuntos internos


de otro país; la garantía de los derechos humanos y otras libertades persona-
les, y el cumplimiento de las normas comerciales multilaterales. Los Estados
integrantes de la ASEAN tienen iguales derechos y deberes, y han de cumplir,
de forma eficiente, con los artículos de la Carta.
El nuevo texto introduce por primera vez un principio “para la promoción y
la protección de los derechos humanos y que contribuirá a la democratización
de la zona”. La Carta establece la creación de un ente dedicado a controlar
el respeto a ese principio en la región. Aquí el problema podría ser que no se
establecen mecanismos sancionadores en el caso de que no se cumpla, sino que
sólo se contempla la creación de comisiones para abordar estos conflictos por
la vía diplomática.
En lo que respecta al tema de la promoción y protección de los Derechos
Humanos, la ASEAN ha dado un paso importante al adoptar, en la 21a Cum-
bre de la organización (18/11/12 —Cambodia-), una “Declaración sobre De-
rechos Humanos”. La misma se compone de un Preámbulo, seis acápites y
cuarenta artículos.
En relación con el cuidado ambiental, en este mismo proceso estatutario se ha
firmado una declaración sobre sostenibilidad medioambiental, formas de contra-
rrestar el cambio climático y protección de los recursos naturales de la región.
La Carta de Principios permitió crear nuevos organismos permanentes de
coordinación y control, como el de Derechos Humanos.
En el terreno económico, la Carta ratifica el acuerdo de crear un mercado
único “económicamente integrado” que garantice “el libre flujo de bienes, ser-
vicios e inversiones” y que “facilite” el movimiento de trabajadores. Para evo-
lucionar hacia esa Comunidad, en la Cumbre de Singapur, también se firmó
un anteproyecto-guía que identifica las prioridades y acciones a tomar con el
fin de asegurar el pleno funcionamiento de la Comunidad Económica en 2015.
Objetivo que como hemos visto, ha sido alcanzado en tiempo y forma.

VI. APEC
APEC es el primer foro creado para facilitar el crecimiento económico, la
cooperación, el comercio y las inversiones en la región Asia-Pacífico.
APEC es la única agrupación intergubernamental en el mundo operando so-
bre la base de compromisos no vinculantes, diálogo abierto y respeto equitativo
para todas las diferentes opiniones de los Estados participantes. Diferente a lo
que sucede en la Organización Mundial de Comercio -OMC—o en otros marcos
multilaterales de comercio, APEC no funciona a través de obligaciones estableci-
das por acuerdos entre los Estados. Las decisiones que se toman en la APEC se
alcanzan por consenso y los compromisos son tomados voluntariamente.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 281

Como se mencionó anteriormente, APEC consta de 21 miembros —conocl-


dos como las economías miembro-— que representaban aproximadamente 2.800
millones de personas, el 59 por ciento del PIB mundial y el 49 por ciento del
comercio mundial en el año 2015**.
Los 21 miembros son: Australia, Brunei, Canadá, Chile, República Popu-
lar de China, Hong Kong (China), Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia,
México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Federación
Rusa, Singapur, Tailandia, República de China (ROC - Taiwán), Estados Uni-
dos y Vietnam.
APEC fue establecida en 1990 para promover el crecimiento económico
y la prosperidad de la región y reforzar la comunidad Asia-Pacífico. Desde
su creación, APEC trabajó intensamente para reducir aranceles y otro tipo
de barreras al comercio dentro de la región Asia Pacífico, creando economías
domésticas eficientes e incrementando drásticamente las exportaciones. Las
claves para lograr los objetivos de la APEC son conocidas con el nombre de los
“Objetivos Bogor” de libre comercio e inversión en el Asia Pacífico a ser alcan-
zados en 2010 por las economías industrializadas y en 2020 por aquellas en
desarrollo. Estos objetivos fueron adoptados por los líderes de los países de la
APEC en su reunión en Bogor (Indonesia) en 1994.
En 1995, en la reunión en Osaka (Japón) se siguó profundizando este objeti-
vo y los ministros aprobaron la denominada Agenda de Acción de Osaka, en la
cual se establece que el Foro de APEC estará basado en tres pilares a saber:
* liberalización del comercio y la inversión;
* facilitación del comercio;
* cooperación técnica y económica.
También se establece que en la APEC se adoptarán acciones diversas en las
siguientes áreas temáticas:
* aranceles,
* medidas no arancelarias,
* Servicios,
* inversión,
estándares y conformidad,
procedimientos aduaneros,
* propiedad intelectual,
políticas de competencia,
* logros gubernamentales,
: desregulación y revisión de las regulaciones,
* obligaciones provenientes de la Organización Mundial de Comercio (que
incluyen las normas de origen),

* Datos provenientes de www.apec.org (última visita 09/02/2018).


282 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

* solución de controversias,
* circulación de la gente de negocios,
* análisis y recolección de la información.
En lo fundamental, dichos asuntos serían abordados a partir de dos meca-
nismos distintos. En primer lugar, mediante la elaboración, por parte de cada
una de las economías, de un Plan de Acción Individual (IAP, por sus siglas
en inglés), que debería contener todas las áreas temáticas mencionadas. Su
objetivo final es establecer la liberalización unilateral del comercio y de las
inversiones. En segundo lugar, los Planes de Acción Colectivos (CAPs, por sus
siglas en inglés) que se dedican a abordar de manera conjunta, por algunas
o todas las economías, cada una de las áreas temáticas señaladas. Los CAPs
son utilizados por APEC para delinear acciones y objetivos para alcanzar los
propósitos de libre comercio e inversión, así como para monitorear e informar
el progreso. Es importante destacar el alto grado de superposición, indepen-
dencia y retroalimentación que tienen los CAPs con los Planes Individuales.
Tanto los CAPs como los IAPs apuntan fundamentalmente y casi con el
mismo énfasis a la consolidación de la liberalización, de la inversión y facilita-
ción del comercio. Además, una gran parte de las actividades que se realizan
en el marco del tercer pilar corresponden a la cooperación técnica y económica,
de acuerdo a las necesidades que se originan de los CAPs e IAPs, haciendo en
buena medida que los tres pilares de Osaka actúen de manera conjunta, lo que
le otorga un alto grado de complejidad al Acuerdo, especificamente a la diná-
mica de su funcionamiento operacional.
En relación con los IAPs, cada economía miembro presenta anualmente
uno. Es un registro de las acciones que se llevaron a cabo en busca de lograr
el objetivo del libre comercio y las inversiones. Cada una de las economías
miembro de la APEC establece su propio cronograma y las metas a alcanzar y
realiza estas acciones sobre una base voluntaria y no vinculante.
Cada año, varias economías miembro de la APEC voluntariamente dejan
que sus IAPs sean revisados. Conocidas como las revisiones entre pares, este
proceso incluye un grupo formal de revisión que analiza cada uno de los IAPs
que se han ofrecido voluntariamente. El Consejo Consultor de Negocios de
APEC (ABAC) es parte de este proceso.
La Agenda de Acción de Osaka establece los siguientes elementos comunes
y principios generales que deben ser aplicados a todo el proceso de liberaliza-
ción y facilitación dentro de APEC:
- inclusivo: tomando en cuenta todos los impedimentos que pueden afectar
el logro de los objetivos de comercio libre y abierto a largo plazo;
- consistencia con la OMC: las medidas que se toman en el contexto de
APEC deben estar de acuerdo con los principios de la Organización Mundial
de Comercio;
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 283

- parámetro de comparación: las economías miembro de APEC deben es-


forzarse para alcanzar niveles de comercio, y de liberalización y facilitación
de inversiones, comparables entre sí, teniendo en cuenta los niveles generales
alcanzados por cada economía APEC;
- no discriminación: las reducciones de aranceles y barreras al comercio
alcanzadas a través de APEC están disponibles para las economías miembro
de APEC así como para los no miembros.
- transparencia: las leyes, regulaciones y procedimientos administrativos
de las economías miembro de APEC que afectan los flujos de bienes, servicios
y capital entre los miembros de APEC deben ser transparentes;
- status quo: las economías miembro de APEC no tomarán medidas que
tengan efectos tendientes a incrementar los niveles de protección;
- Comienzo simultáneo, proceso continuado y diferentes calendarios: las
economías miembro de APEC comenzarán al mismo tiempo el proceso de libe-
ralización, facilitación y cooperación y contribuirán continuamente a la obten-
ción del objetivo a largo plazo.
- flexibilidad: las economías miembro de APEC se manejarán en el proceso
de liberalización y facilitación de una manera flexible, teniendo en cuenta los
diferentes niveles de desarrollo económico.
- Cooperación: la cooperación económica y técnica, que contribuye a la libe-
ralización y a la facilitación, deberá ser instrumentada activamente.
Economías fuertes y muy activas no son construidas sólo por los Estados,
sino que se da una asociación entre el Estado y los agentes claves en el sector
de negocios, industrial, académico, político y de las instituciones de investi-
gación, así como grupos de interés dentro de la comunidad. APEC fomenta
activamente que estos agentes clave participen en el proceso ya que:
* facilitan la consecución de las metas de APEC a través de asociaciones
apropiadas,
* refuerzan la calidad del trabajo de APEC incorporando visiones relevan-
tes y experiencia, y
* refuerzan el entendimiento y el apoyo para alcanzar las metas de APEC,
a través de la apertura, la transparencia y la amplitud de la sociedad formada,
que busca incorporar las múltiples perspectivas de la comunidad.
En general, las economías de los no miembros, las organizaciones, los re-
presentantes de los sectores privados, los cuerpos académicos y otros expertos
pueden pedir ser incorporados o ser invitados a las actividades de APEC, siem-
pre que sigan los procedimientos establecidos.
APEC también trabaja para crear un ambiente adecuado para el movi-
miento de bienes, servicios y personas, un ámbito seguro y eficiente dentro de
las fronteras de la región, a través de un alineamiento político y de la coopera-
ción económica y técnica.
284 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

Para alcanzar los “Objetivos Bogor”, APEC focaliza su acción en los tres
ámbitos claves antes mencionados:
- comercio y liberalización de inversiones: consistente en acciones tendientes
a reducir y eventualmente eliminar aranceles y barreras no arancelarias al co-
mercio y a la inversión. Se focaliza en la apertura de mercados para incrementar
el comercio y las inversiones en las economías, teniendo como resultado un creci-
miento económico para los miembros de la APEC y un aumento de los estánda-
res de vida de toda la sociedad. Cuando la APEC fue establecida, las barreras al
comercio en la región alcanzaban el 16,9%, en 2010 las barreras fueron reduci-
das al 5,8% (APEC Policy Support Unit, September 2012, APEC's Bogor Goals
Progress Report). En consecuencia, el comercio de mercancías intra-APEC (ex-
portaciones e importaciones) fue incrementado de $ 1,7 trillón en 1989 a $ 9,9
trillones en 2010. Ahora alcanza el 67% del total del comercio de mercancías de
APEC. El comercio total de APEC (bienes y servicios) ascendió de $ 3,1 trillones
en 1989 a $ 16,8 trillones en 2010, En el mismo período el comercio total en el
resto del mundo pasó de 4,6 trillones a 21,1 trillones (multiplicándose 4,6 veces).
En cuanto a los TLC, actualmente representan más de la mitad del total de
acuerdos de libre comercio a nivel mundial '*?.
- facilitación de negocios: lo importante es reducir los costos de las transac-
ciones comerciales, mejorando el acceso a la información comercial y alineando
las estrategias y políticas de negocios para facilitar el crecimiento y el libre
comercio. Esencialmente, la facilitación de negocios ayuda a los importadores
y exportadores del Asia Pacífico a encontrar negocios y a conducirlos más efi-
cientemente, reduciendo así los costos de producción y logrando el incremento
del comercio, bienes y servicios más baratos y el aumento de las oportunidades
de empleo a través de una economía expandida. Como resultado del Plan de
Acción para facilitar el Comercio (TFAP 1), el costo de las transacciones de
negocios en la región fue reducido un 5% entre 2002 y 2006. Un segundo Plan
de Acción para facilitar el Comercio (PFAP Il) redujo los costos de transacción
un 5% más en términos reales entre 2007 y 2010, representando un ahorro
total de $ 58,7 billones. Como resultado del trabajo de APEC, el crecimiento se
ha disparado en la región, con un PIB real que aumentó de USD 19 trillones
en 1989 a USD 42 trillones en 2015. Mientras tanto, los residentes de Asia y
el Pacífico aumentaron su ingreso per cápita en un 74%, millones de personas
han logrado salir de la pobreza y surgió una clase media en crecimiento en
poco más de dos décadas *”.

5 Ver www.apec.org (última visita 09/02/2018).


16 Tbídem.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 285

- Cooperación económica y técnica: La idea es otorgar entrenamiento y co-


operación para construir capacidades en todos los Estados miembros de la
APEC para tomar ventaja sobre el comercio global y la nueva economía. En
esta área se construyen capacidades en un nivel personal e institucional para
ayudar a los países de la APEC y a sus habitantes a obtener los conocimientos
necesarios para alcanzar su máximo potencial económico. Las actividades de
la Cooperación Económica y Técnica de APEC (ECOTECH) tienen la finalidad
de construir capacidades y habilidades en las economías miembro, tanto a ni-
vel individual como institucional, para que puedan participar en la economía
regional de manera más completa.
Los resultados en esos tres ámbitos les permitirán a los Estados partici-
pantes reforzar sus economías, aunando los recursos de la región y logrando
mayor eficiencia. Estos beneficios tangibles también les son transmitidos a los
consumidores de la región de la APEC a través de mayores oportunidades de
empleo y entrenamiento, más opciones en el mercado, bienes y servicios más
baratos y un mejorado acceso a los mercados internacionales.
Todos los años uno de los 21 Estados parte desempeña el rol de Estado
anfitrión de las reuniones de la APEC y sirve como sede de la misma. Ese
Estado es responsable de la organización del Encuentro Anual de Líderes, de
los encuentros ministeriales, del Consejo Asesor de Negocios y del Centro de
Estudios APEC y también ocupa el cargo de director ejecutivo de la Secretaría
de la APEC. Además, ocupa un cargo importante en la Secretaría un diplomá-
tico nacional del país anfitrión del año siguiente.
APEC no es una organización donante. Las actividades de la APEC se
realizan fundamentalmente a través de la pequeña contribución anual de los
miembros —desde 1999 se ha totalizado un aporte de 3,3 millones de dólares
por año—. Á partir de 2009 la contribución de los miembros aumentó en un
30%, alcanzando los 5 millones de dólares. Los recursos proporcionados por
las economías miembro incluyen la adscripción de personal profesional a la Se-
cretaría; la organización de reuniones; y financiación parcial o total de algu-
nos proyectos'”. Estos aportes tienen como objeto crear la Secretaría en Sin-
gapur y también hay otros proyectos que apuntalan los objetivos comerciales y
económicos que los Estados se han propuesto alcanzar. Desde 1997 Japón ha
provisto a la APEC de fondos adicionales (entre 1.600.000 y 4.600.000 dólares
estadounidenses anuales, que varían de acuerdo a los ajustes cambiarios) para
aleunos proyectos que tienen por objeto apoyar la liberalización del comercio

1 Los datos relacionados con la contribución anual de los miembros surgen de la página
oficial de la APEC, www.apec.org (última visita 09/02/2018).
286 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

y de las inversiones en la APEC para facilitar así la realización de sus metas.


Estos proyectos, en general:
- tienen en cuenta las prioridades de los líderes y ministros de los miembros
de la APEC;
- cubren el interés de al menos algunas de las economías de la APEC;
- construyen capacidades de ejecución;
- mejoran la eficiencia económica;
- atraen la participación de los sectores de negocios, de las ONGs y de las
mujeres.
Los miembros de la APEC también dotan a esta asociación de considera-
bles recursos para ayudarla en la operacionalidad del sistema. Así, incluye el
pago de los servicios del staff profesional de la Secretaría, ser anfitrión de las
reuniones y, en algunos casos, dotar de fondos (parcial o en su totalidad) a
algunos proyectos.
Los 21 líderes de la APEC están a cargo de la toma de decisiones sobre las
políticas a seguir. Las recomendaciones estratégicas aportadas por los minis-
tros de la APEC y el Consejo de Asesoramiento sobre negocios son tenidas en
cuenta por los líderes de la APEC como parte del proceso.
Todos los años se realizan los siguientes encuentros que les dan forma a las
políticas de acción de la APEC:
- reunión de los líderes de la APEC: que se realizan anualmente y cuyas
declaraciones son las que establecen la agenda de la APEC.
- reuniones ministeriales de los ministros de Relaciones Exteriores y de
Economía, que preceden a la reunión de los líderes. Los ministros analizan
las actividades anuales y se expresan a través de recomendaciones, que son
tomadas en cuenta por los líderes de la APEC.
- reuniones sectoriales a nivel ministerial: se realizan regularmente y cu-
bren áreas como educación, energía, ambiente y desarrollo sostenible, finan-
zas, desarrollo de recursos humanos, cooperación regional en el ámbito de
la ciencia y la tecnología, pequeñas y medianas empresas, industria de las
telecomunicaciones y la información, turismo, comercio, transporte y asuntos
de género. También las recomendaciones de estos encuentros son tomadas en
cuenta por los líderes de la APEC;
- consejo de Asesoramiento sobre negocios: es el encargado de otorgar a la
APEC una perspectiva de negocios a través de un encuentro anual y un re-
porte formal. Este reporte anual contiene recomendaciones para conseguir un
ambiente más propicio para los negocios y las inversiones en la región. Además
de este encuentro anual, este Consejo se reúne cuatro veces más y siempre
envía un representante a los encuentros ministeriales.
Las actividades cotidianas de la APEC y los proyectos se realizan a través
de los oficiales de la APEC de los 21 países miembro. Ellos, además, recomien-
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 287

dan a los líderes de la APEC y a los ministros sobre diferentes acciones. Se


reúnen de tres a cuatro veces al año en el país que es anfitrión de la reunión
cumbre anual. Para trabajar mejor se han dividido en cuatro comités:
- Comercio e inversión: aquí se coordina el trabajo sobre liberalización y
facilitación del comercio y las inversiones. También se dedica a la tarea de
reducir los impedimentos a las actividades comerciales;
- Comité de Cooperación Técnica y Económica: ayudan a los oficiales a coor-
dinar y manejar la agenda de la APEC sobre cooperación técnica y económica,
así como también a identificar iniciativas de acciones de cooperación de las
economías miembro;
- Comité Económico: su mandato consiste en promover reformas estructu-
rales dentro de la APEC, haciendo trabajos orientados al accionar y al análisis
de las políticas de la APEC. Trabaja en forma coordinada con el Grupo de
fortalecimiento de la infraestructural legal y económica, el Grupo de políticas
de la competencia y el Proceso de los Ministros de Finanzas.
- Comité de Presupuesto y Gerenciamiento: trabaja en los aspectos relacio-
nados con el presupuesto, la administración y el gerenciamiento. También mo-
nitorea y evalúa los aspectos de gerenciamiento de los proyectos de las opera-
ciones que llevan los Comités y los grupos de trabajo y hace recomendaciones
a los oficiales para mejorar la eficiencia y la efectividad de sus acciones.
También hay subcomités, grupos de expertos, grupos de trabajo (11 grupos)
y fuerzas especiales (creadas por los oficiales para hacer recomendaciones sobre
áreas muy importantes para la APEC) que apoyan todas las actividades y los
proyectos que llevan a cabo los cuatro comités. Sus tareas son monitoreadas por
los oficiales de la APEC. En algunos casos hasta se han creado grupos ad hoc
para cubrir ámbitos importantes que no son manejados por ningún otro grupo.

1. Participación del sector empresario


Si el capital humano y físico de un país es el motor que está detrás del
crecimiento económico y el desarrollo, la comunidad empresaria es el com-
bustible que mueve ese motor. APEC considera muy importante el rol que la
empresa juega en cualquier economía e involucra a la comunidad de negocios
internacionales en todos los niveles del proceso de APEC. En el nivel más alto
los líderes de las economías de APEC se comunican a través de un encuentro
anual con el Consejo Consultor de Negocios _ABAC-., En el ABAC se encuen-
tran empresarios del más alto nivel de las 21 economías miembro, incluyendo
a representantes de la pequeña y mediana empresa.
Para el trabajo de campo, los representantes del sector privado son invita-
dos para unirse a los Grupos de Trabajo y Grupos de Expertos de APEC, Este
proceso le otorga a la industria una importante oportunidad para el intercam-
bio de opiniones en las diferentes áreas de trabajo de APEC.
288 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

La participación de la academia y de las instituciones de investigación se


da a través del ASC (Consorcio del Centro de Estudios APEC). Allí las eco-
nomías miembro involucran activamente a sus sectores académicos e institu-
ciones de investigación para que participen en el proceso. Dentro de un rango
de actividades claves, el ASC facilita el intercambio cultural e intelectual en
la región Asia-Pacífico y colabora con el proceso de APEC, realizando una
investigación avanzada, interdisciplinaria y políticamente relevante con una
perspectiva independiente y de largo plazo. Hay Centros ASC en 20 de las
economías miembro, que involucran universidades, centros de investigación y
centros de excelencia académica de la región.
Las instituciones académicas y de investigación también participan en el tra-
bajo diario de APEC a través de reuniones, seminarios y otras actividades.

2. Participación de las mujeres


Hace mucho tiempo que APEC está trabajando activamente para lograr la
participación de la mujer en este proceso. La asociación política sobre la mujer
y la economía (Policy Partnership on Women and the Economy) fue estable-
cida en la segunda reunión de oficiales senior en mayo de 2011, celebrada en
Estados Unidos. Combinó la ex Red de Género (Gender Focus Network Po-
int) y la Red de liderazgo de Mujeres del Sector Privado (Women's Leadership
Network) creando una única entidad público-privada para optimizar y elevar
la influencia de los asuntos de la mujer dentro de la APEC. Los proyectos y
actividades que se realizan dentro de la APEC están monitoreados cuidadosa-
mente para asegurarse de que la cuestión de género sea considerada.

3. Observadores
APEC tiene tres observadores oficiales:
- la Secretaría de la ASEAN;
- PECC (Pacific Economic Cooperation Council), y
- la Secretaría del Foro de las Islas del Pacífico.
Estos tres observadores participan en los encuentros de la APEC y tienen
acceso completo a los documentos y a la información relacionada con esas re-
uniones. Los grupos de observadores ayudan a este proceso a llevar a cabo sus
metas e iniciativas a través de la sociedad que se establece, donde se compat-
ten experiencias y diferentes visiones.

4. Secretaría
La Secretaría de APEC está situada en Singapur y opera como la clave de
soporte del mecanismo de este proceso. Se ocupa de la coordinación, el soporte
técnico y el asesoramiento, así como también del manejo de la información, de
las comunicaciones y otros servicios relacionados a esta actividad.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 289

Esta Secretaría ocupa un rol central en el manejo de los proyectos, asistiendo


a las economías miembro en más de 250 proyectos que han tenido lugar dentro
del sistema. También se ocupa de la administración del presupuesto anual.
Los cargos principales están en manos de un director ejecutivo y de un
vicedirector ejecutivo. Estos cargos son cubiertos por representantes de las
economías anfitrionas con rango de embajador. Los cargos rotan anualmente.
La Secretaría también cuenta con un pequeño grupo de directores de pro-
egramas y con un grupo de profesionales especializados que cubre las diferen-
tes tareas que deben realizar.

5. XVI Cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC)


Tuvo lugar en Lima entre el 22 y 23 de noviembre de 2008 y su producto
final fue el documento conocido como la “Declaración de Lima” (“Declaración
de los Líderes de APEC sobre Economía Global”).
Allí se esbozan una serie de recomendaciones y compromisos concretos en
el área financiera y comercial, que decididamente tuvieron que ver con la cri-
sis global de finales de 2008. Se destacan dentro de las propuestas:
- la importancia de la reforma al sector financiero;
- el estímulo monetario y fiscal;
- la necesidad de “reformar integralmente las instituciones financieras in-
ternacionales”, y
- el apoyo a los regímenes sin restricciones al comercio y la inversión.
Así, las economías miembro se comprometieron a abstenerse “dentro de los
siguientes 12 meses de elevar nuevas barreras para la inversión y el comercio
de bienes y servicios”.
Esta Declaración también se refirió a otros temas, como la necesidad de
“abordar la dimensión social de la globalización”, e hizo un reconocimiento de
la importancia de otras crisis, como la alimentaria y la climática. En el primer
caso, planteó la relevancia de la seguridad alimentaria, y consideró que una
conclusión “pronta, ambiciosa y balanceada” de las negociaciones de la Ronda
Doha * contribuiría a este cometido, pues traería consigo mejoras sustanciales
en el acceso al mercado y reduciría las medidas que distorsionan el mercado en

18 En el ámbito de la Organización Mundial de Comercio -OMC-— desde 2001 se negocia la


Ronda de Doha con el fin de liberalizar el comercio mundial entre los países miembro de dicha
organización. La Ronda de Doha, novena negociación comercial multilateral de la historia,
comienza oficialmente en la capital gatari en noviembre de 2001. Las negociaciones se reto-
man donde se dejaron en la reunión de Marrakesh (Marruecos) de 1994, en la que se clausuró
la Ronda Uruguay, y que incluyó el primer acuerdo multilateral agrícola de la historia. En
Marrakesh se acuerda la creación de la OMC, que nace en 1995 con sede en Ginebra.
290 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

el comercio agrícola global. Sobre el calentamiento global, los líderes planea-


ron algunas iniciativas regionales, así como tratar el problema a través de la
cooperación internacional dentro del Convenio Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático **.
La Cumbre avanzó en medidas regionales y bilaterales con el fin de con-
formar una zona de libre comercio. En cuanto a las primeras, se destaca el
impulso al segundo Plan de Acción de Facilitación de Comercio, así como al
de Facilitación de la Inversión. Se elaboró además un conjunto de medidas
modelo para que los acuerdos comerciales preferenciales que llevan a cabo
las Economías miembro tengan mayor consistencia y coherencia. Respecto a
planes de asociación comercial bilateral, se evidenció la inclinación por los
tratados de libre comercio (TLC), Se estima que actualmente la mitad del co-
mercio dentro del Foro se beneficia de preferencias comerciales bajo acuerdos
comerciales entre sus miembros, y que cuando todos los tratados todavía en
negociación culminen, cerca de 2/3 del comercio de APEC contará con algún
tipo de preferencia comercial
?”.

6. Cumbres subsiguientes
2009 Singapur
APEC resuelve perseguir un crecimiento equilibrado, inclusivo y sosteni-
ble, los líderes acordaron prorrogar su compromiso de frenar el proteccionismo
para 2010. Las primeras reuniones de oficiales senior de comercio y finanzas
de APEC se llevaron a cabo para hacer frente a la crisis económica. APEC im-
plementó el marco de la conectividad de cadena de suministro (Supply-Chain
Connectivity Framework) y el plan de acción sobre la facilidad de hacer nego-
cios (Hase of Doing Business Action Plan) en la región, un 25% más económi-
co, rápido y fácil para 2015. Las economías miembro también comenzaron a

19 En el ámbito de las Naciones Unidas, en la Cumbre de Medio Ambiente que tuvo


lugar en Río de Janeiro, en 1992, se firma esta Convención, que entró en vigor en 1994.
A través de este acuerdo, los países convinieron difundir información y establecer planes
de acción nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los países
industrializados también aceptaron ayudar a los paises en desarrollo con tecnologías para
generar electricidad mediante energía renovable, y a adaptarse a los cambios ambientales
previstos. Luego, en 1997, se firmó el Protocolo de Kyoto complementario a esta Conven-
ción, que entró en vigor en febrero de 2005. A través de este instrumento, los países firman-
tes se comprometen a cumplir un objetivo nacional de reducción. Se prevé que el esfuerzo
conjunto de todos los países reduzca el total de las emisiones de gases de efecto invernadero
por lo menos un 5% respecto al volumen de 1990, para 2013.
20 CEPAL, Oportunidades de comercio e inversión entre América Latina y Asia Pacífico:
El vínculo con APEC, Santiago de Chile, 2008.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 291

trabajar en un plan de acción sobre servicios de APEC (APEC Services Action


Plan) y en un programa de trabajo sobre bienes y servicios medioambientales
(Environmental Goods and Services).

2010 Yokohama, Japón


Los líderes de APEC emiten la visión de Yokohama (Yokohama Vision)
para proporcionar una hoja de ruta para los miembros a fin de realizar una
comunidad APEC económicamente integrada, fuerte y segura. Esto incluye
la formulación de una estrategia de crecimiento global a largo plazo. APEC
completa una evaluación del progreso hacia las metas de Bogor y encuentra
beneficios significativos en las áreas de liberalización del comercio de bienes,
servicios e inversión, así como en la facilitación del comercio. APEC formula la
estrategia APEC para la inversión (APEC Strategy for Investment) y apoya la
nueva estrategia de APEC para la reforma estructural (APEC New Strategy
for Structural Reform). APEC celebra su primera reunión ministerial sobre
seguridad alimentaria (Ministerial Meeting on Food Security).

2011 Honolulu, Estados Unidos


Los líderes de APEC emiten la declaración de Honolulu en la cual se com-
prometen a tomar medidas concretas hacia una economía regional transpa-
rente, abordando objetivos de crecimiento ecológico, y avanzando en la re-
egulación de la cooperación y la convergencia. Para alcanzar estos objetivos,
APEC resolvió reducir, para finales de 2015, las tarifas aplicadas a los bienes
medioambientales en un 5% o menos, teniendo en cuenta circunstancias de las
economías, sin perjudicar las posiciones económicas de la APEC en la OMC.
APEC establece el objetivo de reducir la intensidad energética agregada en
un 45 por ciento para 2035. Además, APEC se compromete a tomar medidas
específicas para 2013 a fin de implementar buenas prácticas regulatorias de
los bienes, garantizando la coordinación interna de la regulación del trabajo,
evaluando impactos regulados, y realizando la consulta pública.

2012 Vladivostok, Rusia


Los líderes de APEC emiten la declaración de Vladivostok afirmando su
compromiso de: liberalización del comercio y la inversión, integración regional
económica, fortalecimiento de la seguridad alimentaria, establecimiento de
cadenas de suministro confiables, y una cooperación intensa para fomentar
el crecimiento innovador. Los líderes apoyan significativamente una lista de
bienes medioambientales que directa y positivamente contribuyen a los obje-
tivos de crecimiento y desarrollo sostenible. APEC busca tratar la transpa-
rencia como un nuevo asunto sobre comercio e inversión de última generación,
292 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

los líderes también apoyan el capítulo modelo de APEC sobre transparencia


para los acuerdos regionales de comercio y para los tratados de libre comercio
(APEC Model Chapter on Transparency for RTAs/FTAs) a fin de ser usado
como una guía por las economías miembro”*.

2013 Bali, Indonesia


Los líderes de APEC emiten la Declaración de Bali, donde deciden reafir-
mar su promesa de revertir las medidas de protección y distorsión del comer-
cio. Se comprometen a tomar acciones decisivas para reforzar la confianza,
fomentar la estabilidad financiera y fortalecer su potencial de crecimiento a
mediano plazo, aunando esfuerzos de manera conjunta para fortalecer la recu-
peración global y garantizar un crecimiento equilibrado, inclusivo, sostenible,
innovador y seguro, como se propuso en la visión de Yokohama. Asimismo,
reafirmaron su compromiso de lograr un Área de Libre Comercio de la región
de Asia y el Pacífico (FTAAP).

2014 Beijing, China


Los líderes de APEC emiten la Declaración de Beijing, donde deciden avanzar
en la integración económica regional, fomentando el libre comercio y la inver-
sión, fortaleciendo la cooperación económica y técnica. Promueven el desarrollo
innovador, la reforma económica y el crecimiento con apoyo inclusivo y, además,
el fortalecimiento de la conectividad integral y el desarrollo de infraestructura.
Asimismo, adoptan el Acuerdo de APEC sobre Desarrollo Innovador, Reforma
Económica y Crecimiento. Reconociendo la importancia de promover el sumi-
nistro diversificado de energía, las economías de APEC acuerdan trabajar para
duplicar la proporción de energías renovables para 2030,

2015 Manila, Filipinas


Los líderes de APEC emiten la Declaración de Manila. Recalcan la necesi-
dad urgente de una mayor cooperación internacional y solidaridad en la lucha
contra el terrorismo. Reconocen la importancia de permitir la plena partici-
pación de todos los sectores y segmentos de su sociedad, especialmente las
mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas, los
grupos de bajos ingresos y las micro, pequeñas y medianas empresas (MI-
PYMES), para lograr un crecimiento inclusivo. Reafirman el compromiso de
construir conjuntamente una economía abierta en la región de Asia-Pacífico
que se base en el desarrollo innovador, el crecimiento interconectado y los

2 wmww.apec.org (última visita 07/02/2018).


LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 293

intereses compartidos. Reafirman el valor, la centralidad y la primacía del sis-


tema multilateral de comercio bajo los auspicios de la Organización Mundial
del Comercio (OMC), comprometiéndose a fortalecer dicho sistema. Reiteran
su compromiso de alcanzar los Objetivos de Bogor de comercio e inversión libre
y abierto para 2020 y la eventual concreción del Área de Libre Comercio de
Asia y el Pacífico (FTAAP),

2016 Lima, Perú


Los lideres de APEC emiten la Declaración de Lima, centrando sus esfuer-
zos en las siguientes prioridades temáticas: integración económica regional y
crecimiento; mejoramiento del mercado regional de alimentos; modernización
de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPY ME) en Asia y el Pacífico;
y desarrollo de capital humano. Reiteran sus esfuerzos para garantizar que
APEC mantenga su liderazgo mundial como un foro que puede, a través de la
cooperación, abordar los problemas más acuciantes y continuar siendo una in-
cubadora de ideas del futuro. En ese sentido, siguen comprometidos con la apli-
cación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ya que representa un
marco multilateral equilibrado y completo para la cooperación internacional,

2017 Da Nang, Vietnam


Los líderes de APEC emiten la declaración de Da Nang. La sesión se centró
en el “Crecimiento innovador, desarrollo inclusivo y empleo sostenible en la
era digital”. Destacan la importancia de la innovación, la ciencia y la tecno-
logía como motores clave para el crecimiento económico y el comercio interna-
cional y la inversión en la región de APEC. Reconocen la importancia vital de
continuar trabajando por una educación equitativa y de calidad que permita
a las personas de todas las edades enfrentar los desafíos de los rápidos cam-
bios en el mundo de hoy. Así como también, fomentar la inclusión económica,
financiera y social en un mundo globalizado. Asimismo, hacen hincapié en
crear nuevos “drivers” para la integración económica regional, avanzando en
el libre comercio e inversión, entre otros tópicos. Además, para garantizar la
seguridad alimentaria en la región de Asia y el Pacífico y más allá de ella, el
foro adopta el Plan de acción plurianual sobre seguridad alimentaria y cambio
climático 2018-2020.
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien parti-
cipa en la sesión inaugural de la cumbre de la APEC que dio lugar a esta De-
claración, habla sobre los “abusos comerciales crónicos” que, a su juicio, padece
Estados Unidos y anuncia que sólo está dispuesto a colaborar con los países de
la APEC mientras “acaten acuerdos comerciales justos y recíprocos” dado que
la política comercial mantenida anteriormente ha costado “millones de traba-
jos estadounidenses”. “América no va a permitir que se le saque provecho” en
294 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

materia de comercio, afirmó Trump, antes de atacar a la Organización Mun-


dial del Comercio. A su juicio, la OMC “no puede funcionar correctamente” si
sus miembros no respetan las reglas, y denuncia que no ha existido recipro-
cidad cuando Estados Unidos ha reducido las barreras y suprimido aranceles
comerciales. “Esas prácticas han dañado a mucha gente en mi país”, lamen-
ta. Sin embargo, anuncia estar dispuesto a negociar tratados bilaterales con
“cualquier socio del Indo-Pacífico dispuesto a llegar a un acuerdo justo sobre
la base del respeto y el beneficio mutuo”?.

VIT. CONCLUSIONES

La región ha tomado relevancia para el mundo no sólo por su dimensión


económica, sino también por su potencial. Una región asiática bien integrada
tendrá mucho que aportar al crecimiento económico, la prosperidad y la esta-
bilidad mundial. En este contexto, si bien el precedente de la Unión Europea
es valioso como ejemplo de éxito de la integración económica y política, se hace
cada vez más evidente que éste no puede ser trasladado invariablemente al
continente asiático, dada la enorme heterogeneidad de la región. Los países
asiáticos son bien diferentes unos de otros en cuanto a sus antecedentes po-
líticos, históricos, religiosos, étnicos y económicos. Los problemas y conflictos
entre algunos países asiáticos se han arraigado profundamente como un lega-
do histórico, haciéndose muy difícil su solución. La idea es más la de un acer-
camiento pragmático gradual de menor a mayor, antes que concebir y adoptar
una “visión” panasiática completa o un plan general.
Cabe señalar que los “vehículos de interacción e integración” con que se
desarrollan los países asiáticos comparten, como característica común, la ac-
tiva participación de diversos sectores (sector público, privado y académico)
reunidos en torno a un propósito común y principal: afianzar el gran ímpetu
de crecimiento económico y comercial de la región, disminuyendo la posibili-
dad de conflictos y acrecentando los mecanismos de cooperación. Asimismo, es
importante destacar que en estos procesos están presentes los siguientes ele-
mentos: velocidad (en la expansión de la capacidad económica de los Estados
de la región y la inserción en el contexto internacional); flexibilidad (a pesar de
la estructura rígida dada por las costumbres y tradiciones de las civilizaciones
orientales tiene una gran capacidad de adaptación para competir en un mundo
tan globalizado), y fortaleza, a través de la resistencia a las presiones del mo-
delo occidental y el desarrollo de formas asociativas muy singulares,

22 Prieto, Mónica, “Donald Trump arremete contra la organización mundial del comer-
cio en la cumbre de la APEC.” en www.elmundo.es. Ultima visita: 08/02/2018.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 295

Si bien han existido y existen obstáculos de tipo político a la creación de ins-


tituciones supranacionales, el dinamismo y la creciente interacción de las econo-
mías asiáticas generan, día a día, nuevos acercamientos entre países que consta-
tan, como lo hace el Banco Asiático de Desarrollo —-BAsD— los enormes beneficios
en potencia, en una acción coordinada de las distintas esferas de la economía, la
cultura y la política de las naciones asiáticas, que, además, fomentaría la mutua
confianza como un pilar básico de la paz y la estabilidad en la región.
Específicamente en el caso de ASEAN, una organización que en 2017 cele-
bró su 50” aniversario, su éxito estuvo en capitalizar algunos de los valores del
regionalismo asiático, al basarse en un modelo pragmático y tener en cuenta
las diferentes velocidades de desarrollo de los Estados miembro. A pesar de
ser el proceso que más lejos ha ido, especialmente con la última incorporación
de la carta ratificada, sigue confiando en las relaciones intergubernamentales
como pilar de la cooperación política. El hecho de depender de las relaciones
intergubernamentales en lugar de contar con una institución supranacional,
como la que se creó en Europa o en otros procesos de integración de América
Latina, es fruto de la diversidad asiática, al tiempo que se acomoda perfecta-
mente a ella. Permite que los países mantengan toda su independencia políti-
ca y control sobre los asuntos internos, al tiempo que genera un sentimiento de
“comunidad” crucial para construir la base para la confianza mutua, requisito
indispensable para la paz y la estabilidad duraderas. A nivel subregional, los
acuerdos basados en proyectos o programas pueden reconciliar eficazmente
las ventajas a largo plazo con los costes socioeconómicos a corto plazo. Dichos
acuerdos pueden proteger los intereses, fomentar la propiedad y generar bene-
ficios económicos y sociales tangibles, creando así el impulso para una mayor
cooperación. Este enfoque es especialmente relevante en las subregiones, don-
de la confianza mutua entre los países participantes no está presente desde el
principio, como en éste caso.
Sin embargo, no todos han sido éxitos y así se explica el último esfuerzo de
la ASEAN en tener una carta de constitución que tiende al modelo europeo
de integración, aunque se deje bien en claro que no se va a copiar a Europa en
todos los aspectos, como, por ejemplo, en el de la política lingúística, ya que se
prefiere simplificar, utilizando el inglés como idioma de comunicación entre los
países miembros.
La tradicional laxitud del denominado “modelo ASEAN”, caracterizado por
la informalidad, la institucionalización mínima, la libertad para implementar
los acuerdos y el consenso, es sustituida por un armazón legal. La idea es re-
forzar el poder de la ASEAN y a su vez proyectar una imagen de unidad hacia
el exterior que consolide el papel del bloque en el ámbito internacional.
Lo que también puede suceder es que este nuevo texto no se aplique efec-
tivamente, como ha sucedido en el pasado con otros acuerdos del bloque o con
296 María FERNANDA FERNÁNDEZ VILA

otros sistemas de integración, ya que un importante factor divergente es la


desigualdad política, económica y social de los países miembros. Puede suceder
que el cuerpo creado de derechos humanos tenga una escasa o nula influencia
en la situación de algunos países en particular, ya que no se especifican me-
canismos para hacer cumplir las disposiciones y la intervención chocaría con
el principio de no injerencia. La respuesta a todos estos interrogantes está en
la importancia de la voluntad política, elemento que es infaltable en cualquier
proceso de cooperación/integración, que quiera “llegar a buen puerto”.
Por cuanto concierne a APEC, las reuniones de este proceso han tomado
relevancia para el mundo y, en especial, para América Latina, no sólo por su
dimensión económica sino también por su potencial, Como ha sido menciona-
do precedentemente en este capítulo, las 21 economías del Foro representan
aproximadamente unos 2.800 millones de personas, el 59 por ciento del PIB
mundial y el 49 por ciento del comercio mundial.
Pero, además, en tiempos de crisis económica internacional y recesión, mu-
chas de las esperanzas para afrontar esta coyuntura están puestas en las gran-
des economías emergentes, pues son las que avanzan más rápido y a las que se
atribuye la mayor parte del crecimiento mundial. Entre 1990 y 2006 el comercio
entre los países en desarrollo creció a una tasa anual media (10,7%) superior a
la del comercio global (8,1%). Dentro de estas economías, las asiáticas represen-
taron 2/3 partes del comercio sur-sur. Además, los países de Asia-Pacífico son
los mayores tenedores de reservas internacionales, con un 60% del total mun-
dial y 53% de los títulos del tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica.
APEC continúa teniendo 21 miembros, a pesar de que Colombia, Costa Rica,
Ecuador y Panamá han manifestado su deseo de formar parte del Foro. Sin per-
juicio de ello, el 1 de agosto de 2011 entró en vigor un TLC que firmó Costa Rica
con China, y el 6 de abril de 2010 Singapur y Costa Rica suscribieron un TLC.
Una zona de libre comercio en APEC podría tardar años, pero sería más
fácil que concretar un acuerdo global en la Ronda de Doha, teniendo a India,
la Unión Europea y Brasil como sus mayores opositores por el sensible tema
agrícola. Uno de los objetivos a cumplir que surge de la Declaración de Lima
(2008) es adoptar mayores medidas para examinar las perspectivas y opciones
de una posible área de libre comercio, incluyendo la conducción de mayores
trabajos analíticos sobre el probable impacto económico.
En este proceso también hay delicados temas a tratar, como, por ejemplo,
el de Corea del Norte. En el ámbito de la reunión de APEC en Lima (2008),
tanto Estados Unidos como Japón y Corea del Sur evaluaron urgir a Norcorea
a que presente un documento que explique cómo avanzará con su promesa
de desnuclearización. En este sentido, en 2015 los líderes de APEC emiten
la Declaración de Manila donde recalcan la necesidad urgente de una mayor
cooperación internacional y solidaridad en la lucha contra el terrorismo.
LAS EXPERIENCIAS DE INTEGRACIÓN EN ÁSIA 297

Asimismo, se consideró en la APEC la necesidad de tratar diversos asun-


tos, por ello es que renovó su agenda incluyendo prioridades regionales. Por
ejemplo, antiterrorismo (la Declaración de Shanghai en 2001, la Fuerza Es-
pecializada Antiterrorista y la Declaración de Manila); seguridad humana
(Grupo de Trabajo de Salud); preparación para emergencias (Grupo de Trabajo
de preparación para emergencias); cambio climático, seguridad energética y
desarrollo limpio (la Declaración de Sydney en 2007 y la lista APEC sobre re-
cursos ambientales en 2012); la crisis financiera global (la Declaración de Vla-
divostok en 2012); la importancia de la innovación, la ciencia y la tecnología
como motores clave para el crecimiento económico y el comercio internacional
y la inversión en la región de APEC (la Declaración de Da Nang en 2017); y
lograr un Área de Libre Comercio de la región de Asia y el Pacífico (FTA AP).
La integración desarrollada en la región asiática ha contribuido a un nota-
ble mejoramiento de las condiciones económicas de sus países miembro. Si bien
los procesos en estudio han tenido momentos de estancamiento o de conflictos
generados en su interior, en líneas generales la integración ha dado muestras
sobradas de un beneficio notable, en varios aspectos, para toda la región.
El futuro parece aún más promisorio, teniendo en cuenta el informe “ASIA
2050”, publicado por el Banco Asiático de Desarrollo en el año 2011. En dicho
informe se establece que para el año 2050 el PBI de la región asiática represen-
tará el 50% del PBI mundial, también señala que la integración cumplirá un pa-
pel fundamental para poder alcanzar el posicionamiento de Asia como la mejor
economía del mundo. Es por ello que en los próximos años se prevén esfuerzos
y avances importantes en los procesos de cooperación e integración en la región
que intentarán alcanzar el objetivo de la concreción del “Siglo Asiático”.

BIBLIOGRAFÍA

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WWW.Ppecc.org
www.pbec.org
WWW.Carecprogram.org
CarítuLO X

UNIÓN EUROPEA
SANDRA C. NEGRO

TI. De Las COMUNIDADES EUROPEAS A LA UnióN EUROPEA

“Federalismo y cooperación intergubernamental, supranacionalidad y co-


operación entre las distintas naciones: dos conceptos distintos de Europa defi-
nidos con diversos nombres han rivalizado desde los primeros días de la Comu-
nidad, los padres fundadores no habían permitido que ninguno prevaleciera en
»]
el Tratado de Roma, que representa un delicado equilibrio entre los dos”*'.
Cabe destacar que sólo en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial*
y con la formación de numerosas organizaciones europeístas, logró constituir-

l Primer párrafo del acápite “Dos conceptos”, escrito por quien integrara la Comisión
de las Comunidades Europeas entre 1977 y 1985, TucenbnHar, Christopher, El sentido de
Europa Alianza Editorial, Madrid, 1987, p. 85.
” La consideración del período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial no
desconoce la existencia de algunos antecedentes importantes acaecidos en el período de entre-
guerras. En 1922, la idea de la Federación Europea fue esbozada por el conde Ricardo Couden-
hove-Kalergi en su obra Pan-Hurope. Allí sostuvo: “Si se quiere que un mundo organizado sus-
tituya a un mundo anárquico, los Estados tienen que agruparse primero en un superestado; la
unidad europea será asimismo una etapa necesaria en el camino de la unificación del mundo”.
Coudenhove-Kalergi preveía la constitución de una Federación Europea fundada en los
abandonos de soberanía consentidos por los Estados europeos. Para realizar este proyecto,
creó un movimiento denominado “Unión Pan-europea”, aceptando Aristide Briand el cargo
de primer presidente honorario. Posteriormente, Aristide Briand propuso a la Asamblea
General de la Sociedad de las Naciones, el Y de septiembre de 1929, la creación entre los
Estados europeos de un régimen federal, pero sin menoscabo de las soberanías nacionales.
La Asamblea general encargó a Briand la presentación de un informe sobre la organización
de una Unión Federal Europea. Los Estados europeos dieron una respuesta favorable a
esta Iniciativa, excepto el Reino Unido. No obstante, el proyecto fue enviado a una Comisión
de estudio sin que lograra aprobación. Para un estudio más detallado de organizaciones eu-
ropeas, antecedentes y evolución en los siglos XIX y XX, puede consultarse Carrou, Louis,
Organisations Européennes, París, 1970.
300 SANDRA C. NEGRO

se un Comité de Coordinación de los Movimientos para la Unidad Europea


integrado por el Movimiento Europa Unida (de Churchill), la Unión Europea
de Demócratas Cristianos y el Movimiento Federalista Europeo. Este Comité
convocó en La Haya al Consejo de Europa, del 7 al 10 de mayo de 1948, y allí
se enfrentaron tres tendencias que luego adquirirían una importancia signifi-
cativa en el proceso de integración europea:
1) Los unionistas o partidarios de la Confederación, que se orientaban ha-
cia una Unión Europea basada en mecanismos de cooperación interguberna-
mental pero sin menoscabo de la soberanía nacional absoluta.
2) El federalismo*, que se apoyaba en el Movimiento Federalista Europeo
(MFE) fundado y conducido por Altiero Spinelli, que sostenía que sólo una
Federación de Estados era capaz de garantizar una unificación duradera de
Europa Occidental. El desarrollo económico y democrático y la posibilidad
de contribuir eficazmente a las soluciones de los problemas mundiales de-
bían partir, según la posición federalista, de una efectiva limitación de las
soberanías nacionales a favor de la conformación de instituciones federales
europeas*. Para ello era necesario convocar a una Asamblea Constituyente
Europea, de manera de involucrar en forma directa a la opinión pública en la
construcción europea.
La doctrina del federalismo internacional fue desarrollada, desde el punto
de vista teórico, especialmente por la ciencia política.

También en el plano exterior, el Congreso de Estados Unidos se había expresado a favor


de la unidad europea, a través de una manifestación del 22 de mayo de 1947, en la cual se
afirmaba: “El Congreso de los Estados Unidos favorece la creación de los Estados Unidos de
Europa”. MAmmarBLLa, G., y Cacace, P., Le sfide dell Europa. Attualitá e Prospeltive, Editori
Laterza, Roma, febrero 1999, p. 4.
En cuanto a los movimientos federalistas europeos, Sergio Pistone señala, entre los más
importantes, tres: Federal Union, fundado en Londres en 1939; el Movimiento Federalista
Europeo, cuyo nacimiento se produjo con el “Manifesto di Ventotene”, en 1941, y el Comité
Francés para la Federación Europea, creado en Lyon en 1944 (Pisroxe, Sergio, “Tl Contributo
del MFE al dibattito sull' unitá europea durante la Seconda Guerra Mondiale”, en PisToxE, S.,
y Levr, L., Trentanni di storia del Movimento Federalista Europeo, F. Angeli, Milano, 1973).
* Pistone, en el artículo citado en nota anterior, p. 21, sostiene: “Para proteger y desa-
rrollar los valores fundamentales de la civilización europea, las libertades individuales, los
derechos civiles, las exigencias de la justicia social, para eliminar las raíces mismas de los
nacionalismos totalitarios, era indispensable superar la soberanía absoluta, que llevaba,
periódicamente, a la guerra a las poblaciones europeas y que imponía entre una guerra y
otra un sistema de paz armada cada vez más incompatible con el desarrollo civil, económico
y cultural. Unicamente en este contexto, precisaban varias de estas posiciones, habría sido
posible una justa y eficaz solución del “problema alemár', realizando, de esta manera, una
sustancial limitación de la soberanía estatal alemana, acompañada de una análoga limita-
ción de aquella de los otros Estados”.
Unión EUROPEA 301

Duverger?” la describe como un fenómeno que no afecta el interior de los


Estados, sino las relaciones de los Estados entre sí para formar comunidades
más amplias. Es interesante la diferencia que él plantea entre la confedera-
ción y la federación.
La confederación presenta organismos de coordinación, sin poderes de de-
cisión autónomos, los Estados siguen reteniendo el poder, en consecuencia la
toma de decisiones en el ámbito de la confederación exige la unanimidad.
La federación implica el ejercicio de un verdadero poder por parte de las au-
toridades de la federación, un poder que se impone a los Estados miembro y la
regla de la mayoría es característica de este tipo de sistema. A juicio de Duverger,
“...la federación constituye un superestado con relación a los Estados miembro”.
Por otra parte, afirmaba que la única federación verdadera, aunque de carácter
parcial y restringida a sólo seis Estados, eran las Comunidades Europeas.
Algunas de las características que Duverger percibió en las Comunidades
continúan existiendo, como la limitación de Estados participantes, también se
corresponde con la idea de un número limitado de integrantes, al existir con-
diciones de acceso estrictas. Y cada vez más se avanza en el ámbito del voto
por mayoría y han disminuido las áreas que requieren la unanimidad.
3) La corriente Funcionalista: una tercera corriente, cuyo máximo refe-
rente fue Jean Monnet*, compartía la idea de los federalistas acerca de la
superación del concepto de soberanía absoluta, pero entendían que, para su-
perar las resistencias y oposiciones nacionales, era oportuno recurrir a una
estrategia de desarrollo gradual. Esta estrategia estaría en manos de insti-
tuciones parcialmente independientes de los gobiernos nacionales, quienes se
encargarían de cooperar en determinados sectores o en funciones limitadas
de la vida estatal, de modo de realizar una progresiva y casi indolora transfe-
rencia de materias de soberanía nacional a favor de las nuevas instituciones
creadas. En realidad, el mérito de Monnet reside en haber tomado la teoría
desarrollada por un economista rumano, David Mitrany, quien la concibió a
fin de hacer progresar la integración en el ámbito mundial”.

5 Duvercer, Maurice, Instituciones políticas y Derecho Constitucional, Ariel, Barcelona,


pp. 56-59.
$ Acerca de las ideas de Monnet respecto de la unidad europea, puede verse Monner, Jean,
Cittadino d'Europa. 75 anni di storia mondiale, Rusconi, Milano, 1978, pp. 9-26, 103-108, En
cuanto a la influencia de Monnet en el diseño de las Comunidades y su trayectoria política puede
verse Jouxsox, Paul, Tiempos modernos, Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1988, p. 594.
“En particular, Mitrany observó la experiencia en organizaciones internacionales reali-
zada a través de instituciones de carácter técnico, como la Unión Telegráfica Internacional,
la Unión Postal Internacional, la Cruz Roja Internacional y otras relativas a la propiedad
literaria e industrial. De acuerdo con el pensamiento de este autor (A working peace system,
302 SANDRA C. NEGRO

En la sentencia “Costa C/(ENEL*, en 1964, el Tribunal de Justicia de las


Comunidades Europeas ratificó, con sus expresiones, el tipo de integración
elegida: “Con la creación de una Comunidad sin limitación temporal, dotada
de sus propias instituciones, ...y sobre todo... de auténticos derechos de sobe-
ranía, los Estados, bien que dentro de unos ámbitos determinados, han res-
tringido su soberanía y han creado un corpus jurídico vinculante tanto para
ellos mismos como para sus ciudadanos”. La reflexión de que la restricción se
produce en ámbitos determinados y la restricción de soberanía de los Estados
relativa a las áreas y a la vez, el surgimiento de una Comunidad a la que,
específicamente, reconoce derechos de soberanía, denotan la aplicación del
modelo funcionalista y, la afirmación de la personalidad jurídica al reconocer
a la Comunidad el ejercicio de derechos de soberanía.
Posteriormente, ha surgido una nueva teoría denominada “a tercera vía”.
Esbozada por Jacques Delors, quien propuso una vía intermedia entre la con-
cepción federalista y el funcionalismo. Entiende Delors que una “Federación
de Estados-naciones” implica que “los Estados, a título individual, aceptan
transferir al nivel europeo un cierto número de competencias y frecuentemen-
te prevén la posibilidad de tomar decisiones por mayoría calificada respecto
de las materias mencionadas” “Un proyecto tal es el opuesto de la Europa de
las Naciones, que se asienta en el proyecto intergubernamental en oposición
a la política comunitaria”.
Observando detenidamente las distintas etapas por las que transitó el pro-
ceso de integración en Europa, se constata que ninguna de las tres tendencias
se ha manifestado en forma excluyente. Es cierto que en ciertas algunas y con
una cuidadosa lectura de los tratados institutivos y de las sucesivas modifica-
ciones, puede llegarse a la conclusión de una preeminencia del funcionalismo,
pero con algunos componentes de federalismo y ciertas áreas reservadas a la
cooperación intergubernamental.
Entre los antecedentes de organización institucional en Europa luego de la
Segunda Guerra Mundial, se pone en evidencia la tendencia hacia la coopera-
ción intergubernamental a través de la creación de dos instituciones:

London, 1943), la integración de las actividades humanas más allá de los confines estatales
puede realizarse eficazmente sólo a través de la creación de instituciones de naturaleza
técnica y no política, con poderes de carácter administrativo o económico, para resolver
problemas especificos de la sociedad internacional. Á su juicio, el control de una función de
la actividad estatal comporta de hecho la transferencia de una porción de la soberanía a
tales instituciones y la acumulación de tales transferencias parciales en el tiempo provoca,
finalmente, una transferencia de la sede misma de la autoridad.
$ Sentencia del 15 de julio de 1964, “Flaminio Costa /ENEL” (causa 6/64), rep. 1964, p. 1129.
Unión EUROPEA 303

- la primera en 1948, la Organización Europea de Cooperación Económica


(OECE);
- la segunda, con la firma en Londres, el 5 de mayo de 1949, del Estatuto
Constitutivo del Consejo de Europa.
Luego de estos primeros intentos, se inició una fase de integración más di-
námica dominada por la tendencia funcionalista, la que se plasmó con la crea-
ción de las tres Comunidades. La Comunidad Europea del Carbón y del Acero
(CECA), creada a partir del plan Schuman, reunió en el Tratado de París fir-
mado el 18 de abril de 1951 a seis Estados, a saber: Francia, Alemania, Italia,
Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Monnet* insistió activamente ante las
autoridades del Reino Unido para que este país participara en la formación
de las Comunidades pero ese país privilegió sus vínculos con EE.UU. y, por
otra parte, temía que el proyecto no tuviera éxito y no compartía el modelo
funcionalista de integración que suponía órganos comunes. Siempre se mos-
tró proclive al método de cooperación intergubernamental, es decir, aquel que
implica menor alteración en la soberanía estatal.
La trascendencia de la creación de la CECA puede resumirse citando las
primeras líneas de la declaración del 9 de mayo de 1950, redactada por Mon-
net y comentada y leída a la prensa por Robert Schuman, ministro francés de
Asuntos Exteriores:
“La paz mundial sólo puede salvaguardarse mediante esfuerzos creadores
proporcionados a los peligros que la amenazan... Con la puesta en común de
las producciones de base y la creación de una alta autoridad cuyas decisiones
vinculen a Francia, Alemania y los países que adhieran a ella, esta propuesta
establecerá los cimientos concretos de una federación europea indispensable
para el mantenimiento de la paz” ?".
Si bien la CECA tenía competencias limitadas al sector de la industria car-
bosiderúrgica, respondiendo al criterio funcionalista de Monnet, en la estruc-
tura institucional se contempló una institución a la cual se le reconocieron
características supranacionales: la alta autoridad.
La alta autoridad tenía amplias facultades respecto de los Estados miembro, y
el control político era asumido por la Asamblea. El Consejo, integrado por represen-
tantes de los Estados, debía actuar como coordinador de los intereses nacionales,

Y Las memorias de Jean Monnet constituyen un instrumento muy útil para la com-
prensión acabada de los actores de la época. Así, reconoce: “Gran Bretaña no confía en que
Francia y los otros países de Europa tengan la capacidad o incluso el deseo de resistir con
éxito ante una posible invasión rusa... Gran Bretaña cree que en este conflicto toda Europa
continental será ocupada, pero ella, con América, podrán resistir y triunfar finalmente.
Por lo tanto, no desea que su vida interna o el desarrollo de sus recursos se vean influidos
por las opiniones de otros ni, desde luego, por opiniones continentales” (Moxnet, Jean, Mé-
moires, Collins, Londres, 1978).
1% Publicación Oficial de las Comunidades Europeas, 9 de mayo, Luxemburgo, 1995, p. 1.
304 SANDRA C. NEGRO

Un embrión del federalismo aparecía en la denominada “aplicabilidad di-


recta” prevista para las decisiones adoptadas por la alta autoridad y para las
sentencias del Tribunal de Justicia CECA,
Posteriormente, hubo dos intentos de crear una Comunidad Europea de
Defensa (CED) y una Comunidad Europea Política (CEP). Estos proyectos
respondieron a dos it alianos, De Gasperi y Spinelli, quienes, con una visión
de la integración federalista, introdujeron el art. 38 en la CEP, que se preveía
un ensayo de una Primera Constitución, y en el art. 9 de la CED se menciona-
ba que el objetivo final era alcanzar un sistema federal o confederado'?.
El objetivo de ambas Comunidades era crear un ejército europeo e institu-
ciones democráticas supranacionales capaces de lograr la unificación política.
Luego de la aprobación del proyecto de la CED por parte de los gobiernos
de los seis Estados, se encomendó a la Asamblea de la CECA la elaboración
del Estatuto de una Comunidad Política Europea (CEP). En 1953, fue presen-
tado el proyecto de una Comunidad con competencias militares, de política
exterior y económicas.
El fracaso de ambos proyectos, en agosto de 1954, significó un regreso a la
corriente funcionalista.
Otro hito, pero con un contenido muy cercano a la cooperación y muy distante
de la integración, fue la creación en 1955 de la Unión Europea Occidental (UEO).
La corriente funcionalista, con especial énfasis en la colaboración en el ám-
bito económico, fue el criterio privilegiado en la Reunión de Messina en 1955
y más tarde en Venecia. El Informe Spaak condujo a seis Estados (Alemania,
Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) a la firma de los tratados
constitutivos de la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad
Europea de la Energía Atómica (CEEA o EURATOM) en 1957. Cada una de
las Comunidades tenía personalidad jurídica internacional conforme a lo dis-
puesto, respectivamente, en cada uno de los tratados constitutivos.
En ambos casos, el equilibrio institucional se manifestaba a través de dos
instituciones: el Consejo de Ministros, representante de los intereses naciona-
les, y la Comisión, encargada de velar por los intereses comunitarios. Sin em-
bargo a la Comisión (el equivalente de la alta autoridad CECA) se le quitaba
la facultad decisoria en materia legislativa. Ala Comisión se le reconocía (aún
se la reconoce actualmente) la facultad de iniciativa en materia de legislación
comunitaria (el Consejo sólo podía modificar la propuesta de la Comisión por

11 La mención del modelo de sistema federal y su significado para la formación de las


Comunidades y de la Unión Europea fue el tema desarrollado por el profesor Reposo en
ocasión del Congreso “Societáa Europea e Revisione del Trattato di Maastricht”, Padova, 21
y 22 de noviembre de 1996.
Unión EUROPEA 305

unanimidad), pero se asignaba al Consejo, en forma exclusiva, la capacidad


para la toma de decisiones.
En la evolución de este proceso, el próximo paso con sesgo supranacional
aparece vinculado a la adopción de un presupuesto propio, distinto y autónomo
por parte de las Comunidades. En este sentido, también es un rasgo de fede-
ralismo y de singularidad la elaboración de un presupuesto y el otorgamiento
de poderes al Parlamento Europeo en esta materia. Si bien en el presupuesto
comunitario, una parte corresponde a contribuciones de los Estados miembros,
también se prevén recursos propios de las Comunidades '?. El régimen de los
recursos propios entró en vigencia, definitivamente, el 1 de enero de 1979.
Para la década del 70, el número de miembros se elevó de seis a nueve,
con las adhesiones de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca. Posteriormente a
diez, con la incorporación de Grecia, y en 1986 se alcanzó la Europa de los 12
a partir del ingreso de España y Portugal.
Otro capítulo importante en la misma tendencia tuvo lugar con la realización
de la primera elección directa de los diputados al Parlamento Europeo. Desde
los años 60, ésta era una aspiración del Movimiento Federalista Europeo.
El Parlamento, en 1984, elaboró un interesante proyecto denominado “Pro-
yecto de Tratado instituyente de la Unión Europea”. En él se contemplaban
reformas en las instituciones: se reforzaba la función del Parlamento y se le
atribuían facultades legislativas, a la vez que se limitaban las competencias
del Consejo y la Comisión se convertiría en la institución supranacional por
excelencia. Este proyecto no prosperó y la unidad política siguió siendo una
asignatura pendiente.

12 A] respecto sostiene Arvaun, Vicente G., Mercosur, Unión Europea, Nafta y los pro-
cesos de integración regional, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1996, p. 261, *...la indepen-
dencia financiera, materializada mediante la recaudación de recursos propios y no, como
en los organismos intergubernamentales, mediante el pago de contribuciones nacionales”,
En cuanto a las facultades del Parlamento Europeo en materia presupuestaria puede con-
sultarse la obra de Diez na VeLasco, Instituciones... cit., pp. 476 y 477. Y para un análisis
detallado de la actuación del Parlamento Europeo en esta materia luego de los Tratados
del 22 de abril de 1970 (en vigor desde el 7 de enero de 1971) y del 22 de julio de 1975 (en
vigencia desde el 1 de junio de 1977) y el Tratado de Maastricht, pueden verse: BALLARINO,
Lineamenti... cit., pp. 76, 82, 83 y 84; Drarrra, op. cit., pp. 143-150. Acerca del Parlamento
Europeo como “codetentador de la autoridad presupuestaria”, Isaac, Guy, Manual de De-
recho Comunitario General, Ariel Derecho, Barcelona, 1981, pp. 74-76; GUEGUEN, Daniel,
Guía de la Comunidad Europea después de Maastricht, Bosch Casa Editorial, Barcelona,
1993, p. 59. El Parlamento Europeo es el que aprueba definitivamente el presupuesto. Está
facultado, invocando “motivos importantes”, para rechazar el proyecto del presupuesto en
su conjunto, Utilizó este recurso en dos oportunidades, en 1979 y 1984, y en ambos casos
puso de manifiesto su desacuerdo político con el Consejo de Ministros.
306 SANDRA C. NEGRO

En 1987, con la entrada en vigencia del Acta Única Europea (AUE), los
Estados ratificaron su voluntad de mantener el capítulo de la política exterior
en el ámbito de la cooperación intergubernamental.
No obstante, en otras áreas el AUE introdujo progresos más favorables a
la integración federalista, a saber:
- aumento del poder de la Comisión;
- elevación del número de supuestos en los cuales la decisión puede ser
tomada por mayoría cualificada, no exigiéndose la unanimidad;
- ampliación de las facultades del parlamento, al introducir el procedi-
miento de cooperación.
En 1993, la entrada en vigencia del Tratado de Maastricht introdujo una
dicotomía desde el punto de vista de las tendencias de integración:
- por una parte, reforzó la idea de un orden federal en lo económico, al intro-
ducir las etapas, requisitos e instituciones para alcanzar la Unión Económica y
Monetaria (UEM);
- pero, a la vez, marcó decididamente la falta de acuerdo entre Estados
acerca de la unidad política, así, por ejemplo, en el ámbito de la Política ex-
terior y de Seguridad Común (PESC), las decisiones se debían adoptar por
unanimidad;
- la tendencia hacia la cooperación intergubernamental se mantenía en el
capítulo de la cooperación en Asuntos de Justicia e Interior (JAD).
Sin embargo, la tendencia federalista recibió con el Tratado de Maastricht
algunos aportes a partir de:
- las nuevas facultades del Parlamento Europeo, en particular el procedi-
miento de codecisión;
- el derecho de investidura y la moción de censura respecto de la Comisión;
- la vigencia del principio de subsidiariedad;
- la actuación de nuevos comités como el Comité de las Regiones.
Con respecto a la UEM””, en el Consejo Europeo de Madrid, celebrado los
días 15 y 16 de diciembre de 1995, los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince
(el 1* de enero de 1995 se habían incorporado Suecia, Finlandia y Austria) deci-
dieron la adopción de la denominación “euro” *'* para la moneda única y fijaron
el 1” de enero de 1999 como fecha de inicio de la tercera fase de la UEM.

13 Acerca de la UEM puede consultarse la Publicación Oficial de las Comunidades Eu-


ropeas, Europa... Preguntas y respuestas. ¿Cuántos euros nos llevaremos al bolsillo, Oficina
de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 1998. Además, Lórez GARRIDO,
Diego, El Tratado de Maastricht, 4% ed., Closas Orcoyen, Madrid, 1992, pp. 42-47,
1 Acerca del euro, puede consultarse una interesante propuesta de información de ca-
rácter general para operadores financieros, pero accesible al público en general que incluye
Unión EUROPEA 307

Respecto de la UEM, los criterios para juzgarla han sido contradictorios. Así,
Mammarella y Cacace sostienen que, en realidad, la UEM no es una manifes-
tación del modelo federalista sino funcionalista, pues carece de instituciones de
control político consensuadas por los Estados miembro y expresan: “Más allá de
las discusiones respecto del funcionamiento del Pacto, es evidente que el mismo
representaba una eran pérdida de soberanía voluntariamente aceptada por los
Estados de la Unión. En cierta manera, era un punto “sin retorno” en tanto que
la suerte de un gobierno nacional podría ser confiada al juicio de un tribunal
europeo; este último paso sobrevino exactamente en el momento en que los
“Quince” no lograban un acuerdo en el ámbito institucional para hacer posible
el control político del cambio” ** . Por el contrario, López Garrido opina que “la
unión económica y monetaria es la otra cara de la moneda respecto de la unión
política. Los avances tímidos en esta última se transforman en contundentes en
la UEM. Es la parte más espectacular del Tratado de Maastricht”**.
El Tratado de Amsterdam, fruto de un acuerdo político entre los jefes de
Estado y de Gobierno de los Estados miembro de la Unión Europea alcanzado
el 17 de junio de 1997 y que entró en vigencia el 1 de mayo de 1999, introdujo
nuevos capítulos y modificó otros existentes evidenciando rasgos de las tres
tendencias o modelos de integración.
- En cuanto a la introducción del tema del empleo, si bien cada país sigue ri-
ejendo los destinos y contenidos de su política en el sector, a partir de Amsterdam
debió situarla en la estrategia coordinada de toda la Comunidad, (las políticas de
empleo nacionales fueron sometidas a un régimen de vigilancia multilateral),
- En lo concerniente a la legislación social, habiendo el Reino Unido deci-
dido adherir también en este capítulo, los artículos del Protocolo Social que
había sido incorporado en diciembre de 1991 al Tratado de Maastricht se inte-
eran en las disposiciones del Tratado de Amsterdam. Si bien se contempló la
exigencia de la unanimidad para la adopción de ciertas normas, se incluyeron
los temas de la competitividad, la creación de empleo, la flexibilidad y la se-
guridad del trabajo y se dispuso que el tratamiento de los mismos correspon-
diese tanto a interlocutores sociales como a las autoridades públicas en los
diferentes niveles: comunitario, regional y nacional.

una guía a las principales novedades, relaciones entre las monedas nacionales y el euro,
principios jurídicos de la transición al euro, pagos con instrumentos diferentes de efectivo,
pagos al contado, títulos públicos y privados y el nuevo cuadro institucional europeo e ita-
liano. En L'ewro, publicado por la Banca d'Ttalia, SO.GRA.RO. 5, p. A., diciembre de 1998.
15 MammareLLa, G., y Cacace, P., Le sfide dell'Europa. Attualitá e Prospettive, Editori
Laterza, Roma, febrero 1999, pp. 29 y 30.
16 Lórez GarrimO, El Tratado... cit., p. 42.
308 SANDRA C. NEGRO

- Un avance desde el área de la cooperación intergeubernamental hacia la


tendencia funcionalista está representado por la cooperación en materia de jus-
ticia y asuntos de interior. Allí se someten a reglas comunitarias (con participa-
ción de todas las instituciones, control de la legalidad por parte del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea y adopción de instrumentos jurídicos eficaces) las
siguientes materias: la política de visados, las condiciones de expedición de per-
misos de residencia a los inmigrantes, los procedimientos de asilo y las normas
en materia de cooperación judicial civil. Sin embargo, desde la entrada en vigor
del Tratado y por un lapso de cinco años, el Consejo decidió por unanimidad.
- Otros temas relativos a los asuntos de justicia e interior respondieron a la
cooperación intergubernamental: la cooperación directa o a través de Europol
entre las policías y las demás autoridades competentes en los asuntos crimi-
nales; la colaboración judicial penal; la cooperación para regular los principa-
les problemas en el área: el terrorismo, la delincuencia organizada, los delitos
contra las personas y contra la infancia, el tráfico de drogas y de armas, el
fraude y la corrupción internacionales.
- Se contempla dentro de las facultades de la CE —en lo concerniente a la
política comercial común-, la posibilidad de negociar y celebrar acuerdos en
materias como propiedad intelectual y servicios.
- En lo concerniente a la estructura institucional: las reformas tienden
a aproximar a la Unión Europea a un modelo más federal. Así, el Tratado
de Amsterdam aumenta las competencias del Parlamento. Se prevé la utili-
zación del procedimiento de codecisión en la mayor parte de las cuestiones,
mientras que el procedimiento de cooperación quedó reservado a los temas
concernientes a la UEM y el procedimiento de dictamen motivado se requería
en casos específicos como las sanciones que el Consejo pudiera imponer a uno
de sus miembros en caso de violación grave y persistente de los derechos fun-
damentales, para los acuerdos de adhesión, para el caso de algunos acuerdos
internacionales y para la introducción de un procedimiento uniforme de elec-
ción de los diputados al Parlamento. En cuanto al Consejo de Ministros, éste
podría adoptar decisiones por mayoría cualificada en nuevos ámbitos, aunque
la unanimidad era la regla en asuntos de naturaleza constitucional y en ma-
teria fiscal. El presidente de la Comisión, por su parte, sería designado por
los jefes de Gobierno y de Estado, pero su nombramiento sólo podría hacerse
efectivo cuando el Parlamento prestase su acuerdo '”.

17 El nuevo presidente de la Comisión elegido para reemplazar al presidente de la dimitida


anterior Comisión (presidida por el luxemburgués Jacques Santer) fue elegido por los jefes de Es-
tado y de Gobierno en ocasión del Consejo Europeo de Berlín (“Romano Prodi presidente designa-
to del futuro Esecutivo”, en Europa Oggi, Notiziario del Parlamento Europeo, Direzione Generale
dell'Informazione e delle Relazioni Pubbliche, Divisione Stampa, Bruxelles, n? 3, marzo 1999).
Unión EUROPEA 309

Sucesivamente, la firma del Tratado de Niza implicó la conclusión de los


trabajos de la Conferencia Intergubernamental, que se extendieron entre el
14 de febrero y el 11 de diciembre de 2000. Este texto fue convenido como
preparación hacia la mayor adhesión en la vida del bloque. Efectivamente,
para la época, doce países se encontraban negociando la adhesión (Chipre,
Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia,
República Checa, Bulgaria y Rumania). El 1 de mayo de 2004, todos los países
excepto Bulgaria y Rumania ingresaron a la Unión Europea. Y el 1 de enero
de 2007 también lo hicieron los dos últimos Estados, alcanzándose la compo-
sición de 27 Estados miembro.
La revisión de los tratados a la luz del Tratado de Niza implicó cambios en las
instituciones en vista de la ampliación de la membresía antes referida. Así:
- respecto del Parlamento Europeo, el Tratado de Niza limitó el número
máximo de eurodiputados a 732, previéndose la distribución de bancas entre
los Estados miembro y los entonces candidatos a la adhesión;
- se permitió al Consejo determinar el estatuto de los partidos políticos a
nivel europeo, en particular las normas relativas a su financiación;
- se amplió el número de ámbitos en los cuales el Consejo puede adoptar
decisiones por mayoría cualificada, sustrayéndose a la previsión anterior que
requería la unanimidad;
- se ha modificado el número de votos asignado a cada país (y a los candi-
datos a ingresar), asimismo se han incorporado los parámetros de número de
votos, número de paises involucrados y porcentaje de la población para permi-
tir la adopción de decisiones de forma tal que la mayoría cualificada respete
los tres parámetros;
- se han introducido modificaciones en el régimen de las cooperaciones re-
forzadas que serán analizadas más adelante;

El Parlamento Europeo aprobó la elección de Prodi como presidente de la Comisión Ku-


ropea por mayoría absoluta: 392 votos a favor, 72 en contra y 41 abstenciones. El 77% de
los eurodiputados que votaron dieron su aprobación. Si se compara con los resultados de la
votación en el Parlamento Europeo, en ocasión de la designación del anterior presidente de la
Comisión, Jacques Santer, el porcentaje de votos alcanzado por Prodi es más elevado (Santer
había obtenido 260 votos a favor, 238 en contra y 23 abstenciones). El nombramiento de Prodi
tuvo vigencia hasta enero del año 2000, pues correspondió a los integrantes del Parlamento
electos el 13 de junio dar su conformidad para la extensión del mandato del presidente de la
Comisión hasta el año 2005. Prodi asumió en septiembre de 1999, una vez que el Parlamento
se había pronunciado sobre el conjunto de la Comisión. El 21 de julio de 1999, Prodi presentó
sus propuestas para comisarios ante el Parlamento Europeo. Las audiencias para los comisa-
rios tuvieron lugar durante la primera semana de septiembre, Al respecto puede consultarse
Tribuna del Parlamento Europeo, mayo/junio de 1999, año XII, n* 5, publicación editada por
la División Central de Prensa del Parlamento Europeo, 12 de mayo de 1999.
310 SANDRA C. NEGRO

- se han incluido disposiciones que modifican el número de miembros de la


Comisión así como de los Comités de las Regiones y Económico y Social, respec-
tivamente;
- el Tratado de Niza estableció una nueva distribución de competencias
entre el Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia y, además,
contempló la posibilidad de crear salas especializadas en ámbitos específicos;
- en Niza se proclamó la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión.
Los cambios de Niza respondieron casi todos a la necesidad de adecuación
de la estructura institucional a la incorporación de nuevos miembros, pero en
el sentido de la integración funcionalista pregonada por Monnet.
A partir de la firma y posterior entrada en vigencia —el 1 de diciembre de 2009—
del Tratado de Lisboa (TL), se reconoció la personalidad jurídica de la Unión Eu-
ropea (art. 47 del Tratado de la Unión Europea) estableciéndose en el art. 1 del
mismo Tratado: “La Unión sustituirá y sucederá a la Comunidad Europea”.
El Tratado de Lisboa eliminó la distinción de los pilares del Tratado de
Maastricht incorporando al ámbito “comunitario o de la UE” para la toma de
decisiones y, en parte, para la solución de controversias, la política exterior y
de seguridad común y la cooperación judicial en materia civil y penal así como
las políticas sobre controles en fronteras, asilo e inmigración.
La estructura del Tratado de Lisboa contempla dos partes fundamentales:
el Tratado de la Unión Europea (TUE) y el Tratado de Funcionamiento de la
Unión Europea (TFUE)'*. Ambos tienen “el mismo valor jurídico” y “constitu-
yen los Tratados sobre los que se fundamenta la Unión” (conforme lo expresa
el art. 1.2 del TFUE y el art. 1 del TUE). Lisboa contiene un número signi-
ficativo de elementos anteriormente contemplados en el proyecto de tratado
constitucional que se enuncian a continuación:
— los cargos de presidente de la UE (art. 15 del Tratado TUE) y alto repre-
sentante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (art.
18 del Tratado TUE) pueden ser interpretados como manifestaciones de la
tendencia federal.
— las categorías y los ámbitos de competencias de la Unión previstas en el
art. 2 del TFUE así como el principio de atribución de competencias contem-
plado en el art. 7 del TFUE;
—la distribución de las competencias distinguiéndose competencias exclu-
sivas de la Unión (previstas en el art. 3 del TFUE) y las competencias compar-
tidas de la Unión con los Estados miembro ( art. 4 TFUE).

18 En este trabajo, las referencias al Tratado de Lisboa se basan en las versiones con-
solidadas del Tratado de la Unión Europea (TUE) y del Tratado de Funcionamiento de la
Unión Europea (TFUE) tal como fueran publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea
el 9 de mayo de 2008 (2008/C 115/01). La numeración de los artículos, en este trabajo, co-
rresponde a las versiones consolidadas del TUE y del TFUE.
Unión EUROPEA 311

En lo concerniente a la sucesiva ampliación de la UE, la consecuente in-


corporación de Croacia en calidad de 28” Estado miembro tuvo lugar a partir
del 1 de julio de 2013. A tal fin fue suscripta el “Acta relativa a las condiciones
de adhesión de la República de Croacia y a las adaptaciones del Tratado de
la Unión Europea, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el
Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica” **, En
el Acta se incluye una primera parte, denominada “Principios”, y la segunda,
dedicada a las adaptaciones de los Tratados (de singular importancia, pues en
esta sección se contemplan las modificaciones de las instituciones a partir del
ingreso de Croacia en cuanto al número de votos o la cantidad de representan-
tes o bancas dependiendo de la institución, los compromisos financieros y las
ayudas previstas para el candidato a la adhesión con el objetivo de permitir a
Croacia adoptar el acervo de la Unión Europea).
En el siguiente cuadro pueden visualizarse las ampliaciones que se suce-
dieron desde la década del 50 hasta el presente y aquellas que se encuentran
pendientes a marzo de 2018.

Adhesiones en el proceso de integración europeo


Año País Observaciones

Primera adhesión 1973 Reino Unido, Irlanda | Países ex integrantes de


“Europa de los 9” y Dinamarca EFTA. La adhesión de Di-
namarca implicó la incorpo-
ración de Groenlandia.
Segunda adhesión 1981 Grecia Grecia se incorporó luego
“Europa de los 10” del restablecimiento de la
democracia. Groenlandia se
retiró luego del referéndum
de 1982.

Tercera adhesión 1986 España y Portugal España y Portugal pudie-


“Europa de los 12” ron incorporarse luego de
finalizados los gobiernos de
Franco y Salazar, respecti-
vamente.
Cuarta adhesión 1995 Austria, Finlandia y | Noruega presentó nueva-
“Europa de los 15” Suecia mente su candidatura pero,
aun habiendo sido acepta-
da, no se incorporó por el
resultado negativo del refe-
réndum a la cual fue some-
tida la adhesión.

19 El Acta fue publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 24/4/12. Documento


1112/21.
312 SANDRA €. NEGRO

Quinta adhesión 2004 Estonia, Letonia y Li- | La mayor de las amplia-


“Europa de los 25” tuania, Polonia, Hun- | ciones en la historia de los
gría, República Checa, | procesos de integración.
Eslovaquia, Eslovenia, | Los países de Europa del
Malta y Chipre Este habían sido miembros
de COMECOM,
Sexta adhesión 2007 Bulgaria y Rumania Ambos países fueron
“Europa de los 27” integrantes de
COMECOM,
Séptima adhesión 2013 Croacia La primera incorporación
“Europa de los 28” de un Estado resultante de
la disolución de la ex Yu-
goslavia y la guerra de los
Balcanes.

Candidatos oficiales y potenciales a la adhesión


Cabe señalar que los países candidatos se hallan en proceso de transponer o incorporar
la legislación UE. A su vez, se denomina candidato potencial al país que aún no cumple
con los requisitos para ingresar a la UE.
Estatus País Fecha de candidatura oficial

Candidato oficial Turquía 6/10/04 la Comisión recomendó al Consejo


iniciar negociaciones para el ingreso.
Candidato oficial Antigua República Yu- En diciembre de 2005 obtuvo el estatus de
goslava de Macedonia candidato oficial.
Candidato oficial Islandia El 23 de julio de 2009, Islandia solicitó a
la UE iniciar los trámites de adhesión, El
24/2/10, la Comisión recomendó iniciar las
negociaciones. El Consejo Europeo acordó la
apertura de negociaciones el 17/6/10.
Candidato oficial Montenegro La Unión de Serbia y Montenegro inició
el proceso tendiente a la adhesión en 2005
cuando comenzaron las negociaciones sobre
un Proceso de Estabilización y Asociación.
En mayo de 2006, Montenegro, a través de
un plebiscito, se separa de Serbia. Monte-
negro inició nuevas negociaciones en 2006,
Oficialmente solicitó el ingreso a la UE el
15/12/08. El 17/12/10, Montenegro recibió el
estatus de país candidato a la adhesión,
Candidato oficial Serbia El 22/12/09 presentó su solicitud de ingreso
a la UE, El 2 de marzo de 2012, la UE le
concedió el estatus oficial de país candidato
a la adhesión,
Candidato oficial Albania El 28/4/09 presentó oficialmente su candida-
tura.
Unión EUROPEA 313

Candidato Bosnia Herzegovina | No han presentado la candidatura pero han


ponencial y Kosovo demostrado interés en pertenecer a la UE.
Candidato Kosovo" En noviembre de 2017, durante su 2 sesión
ponencial el Consejo de Estabilización y Asociación
UE-Kosovo, evaluó la relación entre la UE
y Kosovo en lo relativo a los criterios econó-
mico, político, de cooperación financiera y la
aplicación del Acuerdo de Estabilización y
Asociación de 2016.Cabe destacar que este
acuerdo excluye expresamente en su art.2
¿el reconocimiento implícito de Kosovo como
estado, extensivo a todos los miembros de
la UE dado que al suscribirse dicho acuerdo
cinco integrantes de la UE ( España, Grecia,
Chipre, Rumania y Eslovaquia) no habían
reconocido el status de Kosovo.
Otros candidatos Miembros de la Co- Aún no han presentado la candidatura. Sin
munidad de Estados embargo, Rumania se ha manifestado a fa-
Independientes: Ru- vor de una posible adhesión de Moldavia.
sia, Ucrania, Molda-
via, Armenia, Bielo-
rrusia, Azerbaiyan,
Kazajistán

1. El Brexit
Con esta denominación se hace referencia a la desvinculación del Reino Uni-
do de la Unión Europea. La decisión a favor de salir de la UE fue tomada como
correlato del referéndum efectuado el 23 de junio de 2016 en el Reino Unido.
Los antecedentes de este acontecimiento que afecta a las relaciones polí-
ticas, comerciales y jurídicas entre el Reino Unido y la UE datan de la época
de la adhesión. El ingreso a la CEE provocó, al interior del Reino Unido, una
fuerte tensión política y disputas a nivel partidario interno. En aquella opor-
tunidad, el primer ministro conservador saliente, Edward Heath, cedió su
liderazgo a Margaret Thatcher, que convocó a la ciudadanía a votar a favor de
la CEE. La posición por la permanencia triunfó con el 67% de los votos.
Desde 1973 hasta 1992, se repitió la división en los cuadros partidarios
británicos a favor y en contra de la permanencia.
En 1992, con la firma del Tratado de Maastricht, se renovaron las tensio-
nes a pesar de las excepciones y exclusiones (entre otras, la no participación
en la Eurozona) que negoció y convino el Reino Unido con la entonces CE.

* La denominación Kosovo se entiende sin perjuicio de las posiciones sobre su estatuto


y está en consonancia con la resolución 1244 (99) del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas y con la opinión de la CIJ sobre la declaración de independencia de Kosovo.
314 SANDRA C. NEGRO

En 1993, sucesivamente, en la política interna de Reino Unido se asistirá a la


creación de un nuevo partido, el UKIP (United Kingdom Independence Party), la
denominación en siglas del Partido de la Independencia del Reino Unido . Este
partido emprendió un camino signado por su posición reticente y confrontativa
frente a la inmigración y, en particular, la política de puertas abiertas que per-
mitió el ingreso de alrededor de 2 millones de personas que se establecieron en el
Reino Unido durante el mandato del entonces primer ministro Tony Blair.
En este escenario el primer ministro británico David Cameron, ante la
presión euroescéptica del UKIP y de una parte de su Partido (Conservador),
decidió realizar la convocatoria a un referéndum para dirimir el Brexit. El 23
de junio de 2016, el referéndum dio como resultado un 51% de votos a favor
de la salida de la Unión.
Entonces se dio inicio a un proceso encuadrado en el artículo 50 del TUE
que establece que el Estado miembro podrá decidir, en conformidad con sus
normas constitucionales, retirarse de la Unión.
Para el caso en cuestión, el Parlamento británico se manifestó ratificando
el Brexit que había sido decidido en las urnas por los ciudadanos.
Luego, en marzo de 2017, la primera ministra Theresa May notificó a la
UE mediante una carta. Posteriormente, el Consejo Europeo abrió un proceso
de negociación para lograr un acuerdo de retirada satisfactorio.
El proceso de negociación llevaría dos años, con la posibilidad de ser pro-
rrogado por un acuerdo del Estado miembro y el Consejo Europeo, de acuerdo
a lo expresado en el artículo 50 del TFUE. La prórroga requiere la unanimi-
dad del resto de los 27 Estados miembros.
La negociación del retiro se halla en curso y podría adoptar diversas mo-
dalidades (que han sido receptadas por los medios de difusión como “Brexit
duro” y “Brexit suave”), según si se logra acordar la salida mediante la firma
de un acuerdo y cuáles sean las condiciones y la situación entre la UE y el
Reino Unido posteriormente a verificarse la salida de la UE. La búsqueda de
una salida acordada ha encontrado hasta el presente con diversos obstáculos
(por ejemplo, la frontera en Irlanda).

TI. OBJETIVOS DEL PROCESO DE INTEGRACIÓN EN EUROPA

En el ámbito del Tratado de Roma de 1957, por el cual se constituyó la CEE,


se aludía expresamente al mercado común. Sin embargo, con las modificaciones
introducidas en el Acta Unica Europea, la referencia es al mercado interior y
con el Tratado de Maastricht se realizó el mercado único. Cabe interrogarse
acerca de las diferencias.
De acuerdo con el calendario previsto en el Tratado de Roma, el mercado co-
mún debería de haberse logrado luego de transcurrida la etapa de transición de
12 años, es decir, el 31 de diciembre de 1969. El objetivo alcanzado, antes del pla-
Unión EUROPEA 315

zo, el 1 de julio de 1968 fue la puesta en marcha de la unión aduanera. En otros


términos, se alcanzó la libre circulación de bienes en el interior del mercado co-
munitario y la adopción de un arancel externo común frente a terceros Estados.
En la década del 80, la Comisión tuvo un renovado impulso con el programa
del mercado interior “Europa 92” que el presidente de la Comisión Jacques Delors
presentó el 12 de marzo de 1985 ante el Parlamento Europeo y que preveía la cul-
minación del mercado interior europeo para finales de 1992. La Comisión elaboró
el Libro Blanco, en donde constaban las medidas a ser alcanzadas conforme un
calendario establecido. En ese mismo año (1985) el Consejo Europeo reunido en
Milán otorgó a la Comisión el encargo político de la realización del “Mercado Inte-
rior 1992”. Este objetivo se convirtió en parte integrante, con la incorporación del
art. SA (antiguo art. 7A en el Tratado de Maastricht), del Tratado CEE con el Acta
Unica Europea, que entró en vigencia el 1 de julio de 1987.
El mercado interior consistía en “un espacio sin fronteras interiores en el
que la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales estará
garantizada”.
El plan previsto en el Libro Blanco se cumplió y fueron aprobados 282
actos jurídicos con el fin de crear el marco jurídico para el funcionamiento del
espacio sin fronteras. La regulación versaba sobre la remoción de los obstácu-
los técnicos, físicos y fiscales responsables del mantenimiento de controles en
las fronteras y de obstaculizar la libre circulación de personas, bienes, capita-
les y servicios. La aprobación de las directivas se realizó a través del voto por
mayoría calificada, una innovación que introdujo el AUE para superar el re-
quisito de la unanimidad que dificultaba la tarea de aprobación legislativa.
Pero surgieron problemas, pues de los 282 actos jurídicos, varios eran directivas
y los Estados demoraron su transposición. Aún más, una vez que las directivas han
sido transpuestas, los ciudadanos y los actores en general de la economía debieron
ajustarse a la nueva realidad y así aprovechar las ventajas que la misma ofrecía.
Con posterioridad, los jefes de Estado y de Gobierno, en junio de 1998, deci-
dieron marchar hacia la Unión Económica y Monetaria (UEM). Esta iniciativa
respondió al argumento de que las ventajas del mercado interior sólo podrían
cobrar su plena eficacia para los ciudadanos y las empresas de la Unión, en la
medida en que contaran con cambios estables de divisas para su dinero o inclu-
so con una moneda europea común. De allí que el Tratado de Maastricht intro-
dujo el título “La política económica y monetaria”, en el cual, entre otros temas,
se encuentran las disposiciones relativas a la unión económica y monetaria.
El Tratado de Lisboa contempla en el art. 3 del Tratado de la Unión Europea
(TUE) una serie de finalidades u objetivos de la UE ordenados en cinco puntos
fundamentales que pueden dividirse en cuatro objetivos orientados hacia el
interior de la UE y uno que contempla la acción de la UE en el plano exterior.
Los cuatro vinculados al ámbito interno pueden sintetizarse así:
— promoción de la paz, sus valores y el bienestar de los pueblos;
316 SANDRA C. NEGRO

— Creación de un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras para la


libre circulación de las personas, pero, a la vez, garantizar medidas de control de
fronteras exterlores;
establecimiento de un mercado interior. Los términos contemplados de
desarrollo sostenible de Europa, basado en un crecimiento económico equili-
brado y en la estabilidad de los precios, en una economía social de mercado
altamente competitiva, tendiente al pleno empleo y al progreso social, y en un
nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente;
—establecimiento de una unión económica y monetaria cuya moneda es
el euro.
El conjunto de objetivos externos está vinculado a la acción exterior de la
UE en la comunidad internacional y en especial, relacionados con la obser-
vancia del marco jurídico internacional a partir del reconocimiento expreso de
los principios de la Carta de las Naciones Unidas y al desarrollo del derecho
internacional, Se considera en particular:
-la promoción de los valores de la UE y sus intereses y la contribución a la
protección de sus ciudadanos. El art. 3, párr. 5, del TUE refiere en forma deta-
llada que la UE contribuirá “...a la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible
del planeta, la solidaridad y el respeto mutuo entre los pueblos, el comercio
libre y justo, la erradicación de la pobreza y la protección de los derechos hu-
manos, especialmente los derechos del niño, así como al estricto respeto y al
desarrollo del Derecho internacional, en particular el respeto de los principios
de la Carta de las Naciones Unidas”.

TIT. La ESTRUCTURA INSTITUCIONAL DE LA UNIÓN EUROPEA

Conforme a lo dispuesto en el art. 1 del Tratado de la Unión Europea


(TUE), la Unión Europea sustituye y continúa a la CE y está regida por las
instituciones enunciadas en el art. 13 del mismo Tratado?":
— el Consejo Europeo, que representa a los Estados miembro a nivel de
Jefes de Estado o de Gobierno;
—el Consejo, que representa los intereses de los Estados miembro a través
de sus ministros;
— la Comisión Europea, que representa los intereses comunitarios de la
Unión Europea y es guardiana de los tratados;

10 Véase art. 3 (antiguo art. C) del Título 1 de la versión tratados consolidados en el cual
se expresa: “La Unión tendrá un marco institucional único que garantizará la coherencia y
la continuidad de las acciones llevadas a cabo para alcanzar sus objetivos, dentro del respe-
to y del desarrollo del acervo comunitario”.
Unión EUROPEA 317

— el Parlamento Europeo compuesto por representantes de los ciudadanos


de la Unión;
—el Tribunal de Justicia, que interpreta y aplica el derecho de la Unión
Europea y garantiza el respeto del mencionado ordenamiento;
— el Tribunal de Cuentas, encargado del control de la Unión Europea;
—el Banco Central Europeo (BCE).
Asimismo, están contemplados dos órganos de carácter consultivo que ex-
presan, respectivamente, intereses económicos, sociales— el denominado Comité
Económico y Social— y la salvaguarda de los intereses regionales confiada al Co-
mité de las Regiones.
También fue creado un Banco Europeo de Inversiones (BED) para fomentar la
realización de proyectos que contribuyan al desarrollo equilibrado de la Unión.
En ocasión de la firma de los Tratados de Roma por los cuales fueron crea-
das la CEE y la CEEA, se decidió que se constituyera para las tres Comuni-
dades una sola Asamblea (en la actualidad denominado Parlamento Europeo)
y un único Tribunal de Justicia.
Posteriormente, en 1965, se firmó el Tratado de Fusión de los Ejecutivos y
se determinó que existiría una sola Comisión y un solo Consejo de Ministros
—actual mente denominado “Consejo”— para las tres Comunidades.
A pesar de la referencia de los ejecutivos, es muy difícil aplicar a la es-
tructura comunitaria el modelo clásico de la división de poderes?!. El Poder
Ejecutivo es ejercido, respondiendo a los diversos intereses (nacionales y co-
munitarios) por el Consejo y la Comisión.
En cuanto al ejercicio del poder legislativo intervienen la Comisión, el Con-
sejo y el Parlamento (y dependiendo de la materia las instituciones de carácter
consultivo, o sea el Comité Económico y Social o el Comité de las Regiones).
La composición y las funciones de las instituciones se han ido modificando
conforme al logro de los objetivos y desde el punto de vista jurídico, los sucesi-
vos tratados (Acta Única Europea, Tratados de Maastricht, de Amsterdam, de
Niza y de Lisboa) han ampliado las competencias de la Comisión y fundamen-
talmente, del Parlamento.

21 MammareLLa, y Cacace, Le sfide... cit., en la p. 50, expresan: “Se debe agregar que
la Unión es un organismo político-institucional anómalo y en ciertos aspectos, todavía
experimental, profundamente distinto de aquellos que gobiernan los Estados naciona-
les y quien intentara aplicar a la política de la Unión los parámetros interpretativos
válidos para la política nacional, aparecería confundido y desorientado. En el orden
comunitario está ausente cualquier principio de separación de poderes, uno de los fun-
damentos del moderno Estado de derecho. Excepto el poder judicial ejercido con plena
independencia por el Tribunal de Justicia, los otros poderes son, en la mayor parte de
los casos, objeto de un continuo proceso de negociaciones entre la Comisión, el Parla-
mento y el Consejo”.
318 SANDRA C. NEGRO

En el siguiente cuadro se presentan, en forma sintética, las instituciones y


órganos, las funciones y la sede de las mismas:

Institución/Órgano Funciones Sede/ Sedes


Consejo Europeo Define las orientaciones y priorida- Bruselas o en el país
des políticas, que ejerce la presi-
dencia del Consejo
Consejo Decide las políticas y adopta la le- | Bruselas y Luxem-
gislación. burgo
Comisión Es la única dotada de iniciativa | Bruselas
legislativa. Además, supervisa el
cumplimiento de los acuerdos.
Parlamento Participa en el proceso de adopción | Estrasburgo, Bruse-
normativa. Aprueba el presupuesto las y Luxemburgo
de la UE junto con el Consejo.
Tribunal de Justicia Emite sentencias y dictámenes. Luxemburgo
Tribunal de Cuentas Controla y supervisa de la gestión | Luxemburgo
presupuestaria y financiera de la
UE
Banco Central Euro- | Gestiona el euro y la política mone- | Frankfurt
peo taria del euro.
Comité Económico y | Órgano consultivo que participa | Bruselas
Social Europeo en el procedimiento de toma de
decisiones representando a la so-
ciedad civil,
Comité de las Regio- Órgano consultivo que participa | Bruselas
nes en el procedimiento de toma de
decisiones representando a las
ciudades y regiones de Europa.
Banco Europeo de In- | Financiar a largo plazo las inver- | Luxemburgo
versiones siones en proyectos europeos, en
particular que apoyen objetivos
de la UE.
Defensor del Pueblo Investiga la administración y Estrasburgo (existen
Europeo conducta de las instituciones en oficinas en los Esta-
caso de denuncias. dos miembro)
Supervisor Europeo Supervisar y asesorar acerca de Bruselas
de Protección de Da- la protección de datos personales
tos por las instituciones y organis-
mos de la UE.
Unión EUROPEA 319

A continuación se desarrollarán las principales características, la composi-


ción y el funcionamiento de cada una de las instituciones antes señaladas.

1. El Consejo Europeo?
El papel principal del Consejo Europeo radica en la orientación política
que debe dar al proceso de integración. Fue creado en 1974, pero recién
se lo menciona expresamente en el texto de un Tratado a partir del Acta
Única Europea en el marco de la Cooperación Política Europea y, desde
1993, con la entrada en vigencia del Tratado de Maastricht, su actuación
era considerada en el ámbito del Pilar de la Política Exterior y de Seguri-
dad Común.
A partir del 1 de diciembre de 2009, con la vigencia del Tratado de Lisboa
su composición está regulada en el art. 15.2 del TUE, mientras que las atri-
buciones y las actuación del Consejo Europeo aparecen contempladas en el
Título V “Disposiciones relativas a la política exterior y de seguridad común”
en la versión consolidada de los tratados constitutivos.
El Consejo Europeo se reúne dos veces al año como mínimo y está com-
puesto el mismo conforme a lo dispuesto en el art. 15.3 del TUE por:
— los jefes de Estado o de Gobierno;
—el presidente del Consejo Europeo;
—el presidente de la Comisión Europea, y
—el vicepresidente de la Comisión (que es a la vez el alto representante de
la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad).
El presidente es elegido por el Consejo Europeo por un mandato de
dos años y medio, prorrogable una sola vez, y se trata de un cargo que no
puede ser ejercido, en forma simultánea, con otro cargo a nivel nacional.
Este funcionario representa a la Unión en el exterior. Y junto con el alto
representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Segurl-
dad representa los intereses de la Unión en el ámbito de la política exterior
y de seguridad.
Es una institución típicamente intergubernamental, adoptándose las deci-
siones por consenso. Sin embargo, en algunos casos se aplica la mayoría cua-
lificada, como por ejemplo para la elección de su presidente, el nombramiento
de la Comisión y del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores
y Política de Seguridad. Los sistemas de votaciones serán analizados, más
adelante, en este mismo capítulo.

22 | as disposiciones relativas a la votación en el Consejo son los arts. 235 y 236 del TFUE.
320 SANDRA C. NEGRO

2. El Consejo *
Es la institución en la cual están representados los intereses estatales. En
efecto, cada Estado miembro cuenta con un representante elegido entre los com-
ponentes de su propio gobierno a nivel nacional. El Consejo cuenta con tantos
ministros como Estados integrantes del proceso de integración pero la compo-
sición del mismo varía según los temas del orden del día (lo que se conoce como
“configuración del día”). Puede reunirse hasta en diez formatos diferentes?*,
Este Consejo es presidido por turno, durante un período de seis meses, por
cada uno de los Estados miembros. Puede observarse el orden de la rotación
para los próximos años en el siguiente cuadro. Si bien el cuadro refleja el
orden hasta el año 2020, por decisión del Consejo de 26 de julio de 2016 se
modificó el orden de las presidencias del Consejo hasta 2030, Sucesivamente,
el Consejo deberá adoptar una decisión antes del 31 de diciembre de 2029 en
la cual determinará el orden a partir de enero de 2031.

Presidencias del Consejo


Año 1* semestre (enero a junio) 2” semestre (julio a diciembre)
2013 Irlanda Lituania
2014 Grecia Italia
2015 Letonia Luxemburgo
2016 Países Bajos Eslovaquia
2017 Malta Reino Unido (a raíz de su renuncia
a la Presidencia del Consejo, esta
institución decidió adelantar seis
meses el orden de los países a
partir de julio de 2017)
Estonia
2018 Bulgaria Austria
2019 Rumania Finlandia
2020 Croacia Alemania

23 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están en


el art. 16 del TUE y en los arts. 237 a 243, inclusive, del TFUE (antiguos arts. 204-210).
21 A enero de 2013 existen diez configuraciones del Consejo: la primera, Asuntos Exte-
riores presidido por el alto representante de la Unión para Ásuntos Exteriores y Política de
Seguridad. Las restantes configuraciones son presididas por el Estado miembro que ejerza
la presidencia del Consejo y son las siguientes: Asuntos Económicos y Financieros, Justi-
cia y Asuntos de Interior, Empleo, Política Social, Salud y Consumidores, Competitividad
(Mercado interior, industria, investigación y espacio), Transporte, Telecomunicaciones y
Unión EUROPEA 321

El Consejo es una institución que tiene poder para la toma de decisiones (han
existido tres métodos para la adopción normativa: los procedimientos de consul-
ta, cooperación y codecisión). Esta facultad la ejercita en las diversas áreas en las
cuales le han sido transferidas competencias. Es decir que el Consejo sólo toma
decisiones en las materias de competencia exclusiva de la UE o en ámbitos de
competencias concurrentes entre la UE y las administraciones nacionales. En el
procedimiento de co-decisión, legisla junto con el Parlamento Europeo.
Cada Estado dispone soberanamente de su propio voto, es lícito que cada
gobierno confiera un mandato imperativo al ministro que participará en la
reunión del Consejo, vinculando el voto a precisas y rígidas instrucciones. En
cuanto a la ponderación del voto y la calificación, se analizarán en el acápite
de este mismo capítulo referido a los “Métodos de decisiones”.
El Tratado de Fusión de los Ejecutivos creó el Comité de Representantes
Permanentes de los Estados (COREPER)* constituido por las representacio-
nes diplomáticas permanentes ante la UE, Su misión fundamental es prepa-
rar la tarea que habrá de desarrollar el Consejo y ejecutar las órdenes que
éste le da. Este Comité sólo puede adoptar decisiones de procedimiento en los
casos establecidos en el reglamento interno del Consejo.
Otras funciones del Consejo son las siguientes:
-coordinar las políticas de los Estados miembro;
-dlesarrollar la política exterior y de seguridad común de la UE basándose
en las líneas estratégicas marcadas por el Consejo Europeo;
-celebrar acuerdos internacionales entre la UE y otros Estados u organiza-
ciones internacionales;
-aprobar el presupuesto de la UE junto con el Parlamento Europeo.

3. La Comisión
Es la institución que defiende el interés general de la Unión Europea. Es
independiente de los Estados miembro. Los integrantes de esta institución, de-

Energía, Agricultura y Pesca, Medio Ambiente, Educación, Juventud, Cultura y Deporte.


Veáse Comprender las políticas de la Unión Europea- El funcionamiento de la Unión Eu-
ropea- Guía del ciudadano sobre las instituciones de la UE, Comisión Europea, Dirección
General de Comunicación, Publicaciones, texto original finalizado en julio de 2012, Luxem-
burgo, Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2013.
25 El art. 16.7 del TUE y el art. 240 del TFUE (antiguo art. 207 TUE) prevén el funcio-
namiento del COREPER (suele utilizarse este acrónimo francés Comité des Représentants
Permanents). En el caso de la agricultura, desde 1960, el Comité Especial de Agricultura
(CEA, su sigla francesa: Comité Spécial Agriculture) desempeña las funciones preparato-
rias de tareas en la materia.
26 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están en
el art. 17 del TUE y en los arts. 244 a 250, inclusive, del TFUE (antiguos arts. 213-219).
322 SANDRA C. NEGRO

nominados comisarios, son nombrados a título individual y no representan ni


a los Estados de los cuales proceden ni a ningún grupo de interés. Si bien cada
Estado propone su o sus representantes, el nombramiento de cada comisario
está subordinado a la aprobación explícita de todos los gobiernos”. A partir del
Tratado de Maastricht, el Parlamento Europeo dispone del derecho de investi-
dura de los comisarios y la facultad de confirmar la elección del presidente de
la misma realizada por el Consejo. Los comisarios deben ser ciudadanos de los
países miembros de la UE.
Durante un largo período comprendido entre 1957 y 2003, la Comisión
tuvo al menos uno y no más de dos nacionales por cada Estado miembro (Ale-
mania unificada, Francia, Reino Unido, Italia y España contaban con dos).
Luego de las modificaciones introducidas por el Tratado de Niza, cada país
cuenta con un nacional.
Originariamente, el art. 17 del TUE preveía que, a partir del 1 de noviem-
bree de 2014, el número de comisarios debería ser igual a dos tercios del total
de miembros de la UE, de este modo estaba previsto introducir un sistema de
rotación que garantizara que cada Estado miembro pudiera estar representa-
do en dos de los tres mandatos consecutivos de la Comisión. Dado que el Con-
sejo Europeo estaba facultado para modificar dicho número por unanimidad
(art. 17, par. 5, TUE), con posterioridad a la entrada en vigor del Tratado de
Lisboa se adoptó una decisión en la cual se dispone que la Comisión contaría
con un nacional por cada Estado miembro.El art. 244 del TFUE es una dispo-
sición nueva que contempla los principios para la elección y composición de
los miembros de la Comisión, estableciendo la igualdad de trato en la deter-
minación del orden de turno y del período de permanencia de los nacionales
así como la necesidad de garantizar la diversidad demográfica y geográfica del
conjunto de los Estados miembro.
A partir del Tratado de Maastricht, el Parlamento Europeo dispone del de-
recho de investidura de los comisarios y de la facultad de confirmar la elección
del presidente de la misma realizada por el Consejo.
El mandato de los comisarios está vigente durante cinco años y es renovable.

27 E] procedimiento para la designación del presidente y los miembros de la Comisión


atraviesa los siguientes pasos: en primer lugar, los gobiernos de los Estados miembro pro-
ponen un nuevo presidente de la Comisión, que debe ser elegido por el Parlamento Europeo;
en segundo término, el presidente propuesto, junto con los gobiernos de los Estados miem-
bro, elige a los demás miembros de la Comisión y, por último, el Parlamento entrevista a
todos los candidatos propuestos y emite un dictamen sobre el “Colegio” de comisarios. Si el
dictamen es positivo, los nuevos integrantes de la Comisión empezarán a trabajar en el mes
de enero siguiente al perlodo de elección de los eurodiputados.
Unión EUROPEA 323

Los miembros de la Comisión, durante el ejercicio de sus respectivos man-


datos, no pueden recibir ni solicitar instrucciones de los gobiernos o de otras
organizaciones, ni ejercer ninguna otra actividad remunerada o no.
La figura del alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Se-
guridad fue introducida por el Tratado de Lisboa*. Como ha sido menciona-
do, es elegido por el Consejo Europeo y en la actualidad este cargo se ha fusio-
nado con el de comisario de Relaciones Exteriores. Es apoyado por un nuevo
Servicio de Acción Exterior, compuesto por funcionarios de la Comisión, fun-
cionarios de la Secretaría General del Consejo y representantes destinados en
comisión de servicio de los servicios diplomáticos de los Estados miembro.
Entre las principales funciones de la Comisión pueden mencionarse:
— la capacidad de iniciativa en materia normativa, es decir, la facultad
de enviar propuestas al Consejo y/o el Parlamento (de acuerdo con el pro-
cedimiento de toma de decisiones: consulta, cooperación o codecisión). Pue-
de, además, formular recomendaciones y emitir dictámenes concernientes al
mercado interior;
— la facultad de controlar la aplicación de las disposiciones de los tratados;
— la representación de la Unión en las relaciones con terceros Estados o
con otros esquemas de integración;
— la negociación de acuerdos internacionales dentro de los términos fijados
por el mandato conferido por el Consejo a tal fin.
Tradicionalmente, al tratarse de un cuerpo colegiado, en caso de presentar
la dimisión la misma se realizaba en forma colectiva. No obstante entre las
modificaciones introducidas por el TUE se prevé la posible dimisión de carác-
ter individual de los miembros de la Comisión.
Luego de 42 años de vida de las instituciones comunitarias, se produjo la
primera” crisis institucional que derivó en la renuncia de la Comisión. En
el delicado equilibrio institucional comunitario, la dimisión de la Comisión
implicó una prueba de la fuerza del sistema diseñado.
El 16 de marzo de 1999*” la Comisión Europea presidida por Jacques San-
ter decidió presentar su dimisión como consecuencia de que ya no disponía de
la confianza del Parlamento Europeo.
El primer episodio que condujo a este final se encuentra en la no aproba-
ción el 17 de diciembre de 1998 del presupuesto comunitario ejecutado en

28 Véase el art.18 del TUE.


2% En realidad, hubo varias crisis institucionales, pero ninguna de ellas llegó al extremo
de la dimisión de la Comisión.
30 Comentario en el artículo “De una Comisión a la otra”, en La Europa sin fronteras, n
5-1999, Oficina de Publicaciones Europeas, Luxemburgo, 20 de abril de 1999, p. 2.
324 SANDRA C. NEGRO

1996, debido a la negligencia que el Parlamento Europeo atribuía a la Comi-


sión en el manejo de la lucha contra el fraude en la misma estructura de la
Comisión y a la mala gestión financiera de una serie de programas a favor de
terceros Estados. Á estas imputaciones deben sumarse las graves irregulari-
dades encontradas en la ayuda humanitaria y falta de información adecuada
al Parlamento Europeo para que éste pudiera ejercer el control democrático
respecto del Ejecutivo comunitario.
En la primera sesión de 1999 del Parlamento Europeo, en Estrasburgo,
se agregó una acusación por incompetencia y nepotismo en contra de Edith
Cresson, comisaria de nacionalidad francesa.
El 14 de enero de 1999, el Parlamento Europeo trató la posibilidad de apli-
car la moción de censura”' (la votación obtuvo un 42% de los votos favorables a
la moción, alcanzándose la cifra de 232 sobre 626 votos). La censura finalmente
se suspendió, pero la Comisión quedó “bajo control”. La mayor parte de los
eurodiputados votaron en contra del pedido de votos de censura individuales,
pues el Tratado sólo preveía la moción de censura en pleno contra la Comisión
y no así en forma individual. El Parlamento Europeo decidió también, en enero
del 99, la creación de un Comité de Expertos que tuvo el mandato de examinar
la manera en la cual la Comisión estudiaba y trataba los casos de fraude, la
mala administración y el nepotismo, procediendo, específicamente, a un exa-
men profundizado de las prácticas de la Comisión en materia de concesión de
los contratos financieros. En particular, el 27 de enero de 1999, los presidentes
de los Grupos Políticos del Parlamento Europeo solicitaron al Comité de Ex-
pertos se pronunciara para “determinar en qué medida la Comisión es respon-
sable, colectiva o individualmente, de los recientes casos de fraude, de mala
administración o de nepotismo”.
El 15 de marzo de 1999, el Comité de Expertos informó, a partir del exa-
men realizado en casos concretos (programas Med, Echo, Leonardo y Ofici-
na de Seguridad Nuclear y Turismo), determinando que, si bien no existían
pruebas de actividades fraudulentas o irregulares directamente imputables
a los comisarios, existió una evidente responsabilidad política en los casos
estudiados tanto individual como colectivamente (dadas las incorrectas pro-
gramación y gestión de los recursos, no adecuadas a las nuevas políticas ini-
ciadas). Además, se subrayó la extrema lentitud en reaccionar por parte de la
Comisión ante las advertencias o señales de alertas provenientes de la admi-
nistración, agravada por la tendencia a tolerar las irregularidades, la escasa
transparencia y falta de comunicación completa al Parlamento.

31 La moción de censura está prevista en el art. 234 del TFUE.


Unión EUROPEA 325

En el pronunciamiento del Comité se reconoce un solo caso de favoritismo,


cuya responsabilidad fue atribuida a la comisario Cresson y, en otros casos,
afirma la existencia de comportamientos de comisarios sino irregulares al
menos inoportunos.
El énfasis final del informe está puesto en las dificultades para encontrar
comisarios que tengan la mínima conciencia de la propia responsabilidad in-
dividual o como institución.
Ante la gravedad del pronunciamiento y las fuertes presiones por parte del
Reino Unido y Alemania, la Comisión dimitió en pleno. Sin embargo, continuó
en funciones hasta que estuvo integrada la nueva Comisión.
En realidad, en el Consejo Europeo de Berlín, los días 24 y 25 de marzo de
1999, los jefes de Estado y de Gobierno habían decidido nombrar como candi-
dato a la presidencia de la Comisión al ex primer ministro Romano Prodi. Los
miembros del Parlamento confirmaron al nuevo presidente de la Comisión.
Luego, los gobiernos de los Estados miembro, junto con el presidente electo de
la Comisión designaron al resto de los Comisarios. Prodi fue confirmado hasta
enero del 2004 por el Parlamento, pues para esa fecha el Parlamento con la
nueva composición resultado de las elecciones del 13 de junio de ese año, po-
dría pronunciarse acerca de la continuidad o de su sustitución. En el año 2004
fue elegido como Presidente de la Comisión, Duráo Barroso, de nacionalidad
portuguesa, quien desempeñó un primer mandato que finalizó en el año 2009,
resultando posteriormente renovado hasta el año 2014.

4. El Parlamento Europeo *?
A partir de la creación de la CEE y la CEEA, en 1957, se instituyó una Asam-
blea única para las tres Comunidades, atribuyéndole las competencias estableci-
das en cada uno de los Tratados. El 20 de marzo de 1958, esta Asamblea se dio la
denominación de “Asamblea Parlamentaria Europea”; posteriormente y en forma
definitiva se modificó por la de “Parlamento Europeo”, el 30 de marzo de 1962.
A partir de junio de 1979, la elección de los eurodiputados se realiza en
forma directa*”. En la actualidad, el art. 14.3 del TUE contempla que las elec-
ciones se realizarán por sufragio universal, directo, libre y secreto.

32Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están con-
templadas en el art. 14 del TUE y en los arts. 223 a 234 del TFUE (antiguos arts. 190 a 201).
33 En el antiguo art. 137 del Tratado CEE se establecía que la Asamblea debía estar
integrada por los representantes de los pueblos de los Estados reunidos en la Comunidad,
y si bien en el antiguo art, 138, párr. 3, se sostenía que la elección de los miembros debía
realizarse por sufragio universal directo, esta disposición sólo pudo aplicarse veintidós años
después de la firma del tratado de Roma.
326 SANDRA C. NEGRO

Con anterioridad, el 20 de septiembre de 1976, el Consejo Europeo ha-


bía adoptado el “Acta relativa a las elecciones de los representantes del
Parlamento Europeo por sufragio universal directo”**, El acta fue modi-
ficada por la decisión del Consejo del 25 de junio y 23 de septiembre de
2002 (la denominada “acta electoral”). Las elecciones se llevan a cabo con-
temporáneamente en todos los países miembros en el ámbito de un único
período que se extiende desde el jueves hasta el domingo sucesivo de la
misma semana del mismo mes y año. El sistema garantiza la unidad de la
campaña electoral europea y para evitar que los resultados obtenidos en
determinado país puedan influir sobre los electores de otro Estado no se
dan a publicidad los resultados hasta que han finalizado los comicios en
el último Estado en el cual se vota. Las legislaciones nacionales son las
encargadas de determinar el sistema electoral a aplicar en cada Estado,
no hay un procedimiento uniforme para la UE, aunque los miembros están
obligados a respetar las denominadas reglas democráticas básicas: sufra-
cio universal, directo, secreto y libre, edad mínima 18 años con excepción
de Austria, en cuya legislación se admite la calidad de elector a partir de
16 años, mandato de cinco años renovable, fechas de elecciones, igualdad
entre hombre y mujer, y a la vez, contemplar las incompatibilidades que
se señalan a continuación.
Asimismo, se señala en el art. 6 de dicha Acta la incompatibilidad entre el
cargo de representante ante el Parlamento Europeo y el de funcionario de un
gobierno de un Estado miembro, integrante de la Comisión o de otros órganos
comunitarios. El Acta autoriza, en el art. 5, la superposición del mandato eu-
ropeo y del mandato parlamentario nacional”. No obstante, el 14 de julio de
2009 entró en vigor un Estatuto de los diputados único (a fin de garantizar la
transparencia de las condiciones aplicables a la labor de los diputados y, ade-
más, introducir una asignación uniforme para todos los diputados financiada
a través del presupuesto de la UE). Los eurodiputados gozan de las inmuni-
dades relativas al ejercicio de sus funciones **.

34 Publicada en DOCE n' 278 del 8 de octubre de 1976. Respecto del sufragio uni-
versal directo véase: QuentiIx, P., L'élection du Parlement européen au suffrage univer-
sel direct, Serie Documentation Francaise, Problemes Economiques et Sociaux, n* 307,
abril de 1977,
35 La superposición de ambos mandatos es, en la actualidad, prácticamente excepcional
(aproximadamente 4/5 de los elegidos tienen sólo mandato europeo).
36 El Parlamento decidió (en una votación por 420 votos a favor, 20 en contra y 6
abstenciones) la suspensión de la inmunidad parlamentaria del eurodiputado Jean-
Marie Le Pen, a solicitud del Ministerio de Justicia, a raíz de declaraciones realizadas
Unión EUROPEA 327

El art, 224 del TFUE prevé la adopción del estatuto de los partidos políti-
cos y las normas sobre la financiación.
En la actualidad, el TUE prevé que el número mínimo de eurodiputados es
seis y el número máximo asignado a un Estado no puede superar la cifra de
96. En total, el número de los eurodiputados no podrá ser superior a 750 más
el presidente conforme a lo establecido en el art. 14.2 del TUE.
La duración en el cargo es de cinco años (art. 14.3 del TUE).
Se le han asignado funciones que han sido modificadas a través de la evo-
lución del proceso, en particular:
— luego de la entrada en vigencia del Acta Única Europea se estableció un
procedimiento de cooperación entre el Consejo (entonces denominado Con-
sejo de Ministros y el Parlamento Europeo) con referencia a ciertos sectores:
transporte, competencia, investigación y desarrollo, política social en parte,
formación profesional y cooperación para el desarrollo;
— a partir del Tratado de Maastricht se introdujo el procedimiento de
codecisión en los ámbitos de: mercado único, educación, libre circulación
de trabajadores, parte del derecho de establecimiento, programa marco
plurianual de investigación, programas generales de protección del me-
dio ambiente, desarrollo de redes transeuropeas, medidas sobre protec-
ción de los consumidores y fomento de la salud pública y de la cultura.
Con este nuevo procedimiento, el Parlamento, en caso de divergencia del
Consejo, puede intentar hallar una solución a través de un Comité de
Conciliación, compromiso que deberá ser aprobado por ambas institucio-
nes y, en caso de no lograrse tal acuerdo, el Parlamento ejerce un derecho
de veto;
— con el Tratado de Amsterdam se incrementó el número de áreas someti-
das al procedimiento de codecisión, de manera tal que este procedimiento se
ha constituido en la regla casi general”;
—con la entrada en vigencia del Tratado de Lisboa, se observa que el TUE
asigna al Parlamento Europeo la función legislativa junto con el Consejo y la
función presupuestaria. Asimismo, desempeña funciones de control político y
consultivas (art. 14.1 del TUE).

por Le Pen en mayo de 1998, en Munich. Como tales manifestaciones no se efectuaron


en el ejercicio de la función de eurodiputado y quedaban comprendidas en el ámbito
específico de una normativa alemana, el Parlamento estima que corresponde al juez
determinar en qué medida se ha infringido dicha normativa (Tribuna del Parlamento
Europeo, División de Prensa del Parlamento Europeo, octubre-noviembre de 1998, año
XI, n” 10).
37 Publicación oficial de la Oficina de Publicaciones de las Comunidades Europeas, Un
nuevo tratado para Europa, Alemania, junio de 1997,
328 SANDRA C. NEGRO

5. El Tribunal de Justicia *
Este tribunal está integrado por 28 jueces * y ocho abogados generales* 0

nombrados de común acuerdo por los gobiernos de los países miembros. La


elección se realiza entre personalidades que ofrecen todas las garantías de
independencia o son jurisconsultos de notable competencia. No se realiza re-
ferencia alguna a la nacionalidad de los jueces.
El abogado general es una figura tomada del modelo francés y su rol es
estar al servicio del derecho de la Unión Europea presentando públicamente
conclusiones motivadas sobre los asuntos sometidos al Tribunal y ofreciendo
al Tribunal mayores garantías de equilibrio y de preparación técnica.
Los jueces y los abogados generales duran en su cargo seis años. El manda-
to es renovable y cada tres años tiene lugar una renovación parcial de jueces
y abogados generales. Se prevé también la designación de un secretario por
parte del Tribunal de Justicia.
Su principal función es garantizar el respeto del derecho en la interpreta-
ción y aplicación de los tratados y de las normas derivadas. Tiene una compe-
tencia de atribución, ya que sólo puede intervenir en los casos expresamente
previstos por los tratados originarios.
En 1989, entró en funciones el Tribunal de Primera Instancia luego de la
entrada en vigencia del Tratado de Lisboa, se denominó Tribunal General-—
que cumple un rol muy importante en el examen de recursos interpuestos por
personas físicas y jurídicas.
El TUE prevé un cambio: en la actualidad la estructura judicial abarca al
Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), el Tribunal General y los tribunales es-
pecializados que podrán ser creados por decisión del Consejo y del Parlamento
Europeo, previo dictamen del TJUE y de la Comisión (excepto que el proyecto
sea el resultado de la iniciativa de la Comisión).

6. El Tribunal de Cuentas*
Está integrado por un nacional de cada Estado miembro que hayan desem-
peñado funciones vinculadas al control externo o especialmente calificados

38 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están


en el art. 19 del TUE y en los arts. 251 a 281, inclusive, del TFUE (antiguos arts. 221 a 245
del TCE).
3% Actualmente, el art. 19,2 del TUE dispone que cada Estado contará con un juez,
10 El actual art. 252 del TFUE (antiguo art. 222 del TCE) determina que habrá ocho
abogados generales. En el período comprendido entre el 1 de enero de 1995 y el 6 de octubre
del año 2000 el número de abogados generales alcanzó los nueve.
41 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están
en los arts. 285 a 287, inclusive, del TUE (antiguos arts, 246 a 248 del TCE),
Unión EUROPEA 329

para la función, Son nombrados por el Consejo, requiriéndose la unanimidad,


previa consulta al Parlamento Europeo, por un período de seis años y puede
renovarse su mandato.
Su función es la fiscalización o control de las cuentas de la Unión Euro-
pea. Es un control dirigido a verificar la legalidad y regularidad de la gestión
financiera. Dispone de un poder de inspección que puede ejercitar dentro de
las instituciones de la Unión o en los Estados miembros, incluida las depen-
dencias físicas de cualquier persona física o jurídica que perciba fondos del
presupuesto. Elabora un informe anual, publicado luego en el Diario Oficial
de las Comunidades Europeas.
Tiene el deber de asistir al Parlamento Europeo y al Consejo en el ejercicio
de la función de control de la ejecución del presupuesto.

7. Instituciones de la Zona Euro

1. El Banco Central Europeo (BCE) Y


Conforme a lo dispuesto en el art. 282, párr. 1, del TFUE, el BCE preside
el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y tiene personalidad jurídica
(art. 282.3 TFUE).
Se trata de una institución que ya estaba contemplada en el Tratado de Maas-
tricht, es funcional a los compromisos asumidos en materia de la Unión Econó-
mica y Monetaria.
Como antecesor, en el período 1994-1999 (fecha de inicio y finalización de
la segunda etapa de la UEM) se creó el Instituto Monetario Europeo (IME),
con sede en Frankfurt que se encargó de preparar las actividades y el funcio-
namiento del Sistema de Bancos Centrales de la Unión y el Banco Central
Europeo, responsable de la emisión de la moneda única: el euro.
La finalidad del SEBC es mantener la estabilidad de precios y prestar
apoyo a las políticas económicas generales de la Unión para contribuir a la
consecución de sus objetivos.
El BCE tiene competencia exclusiva para la gestión del euro y la política
monetaria de la zona del euro, así como para autorizar su emisión. Asimismo,
realiza operaciones de préstamo contando para ello con las reservas oficiales
de divisas de los miembros de la zona euro.
Entre sus funciones se destacan:
- la realización de operaciones con divisas;
- la promoción de sistemas de pago eficientes en apoyo del mercado único;

2 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están


en los arts. 282 a 284, inclusive, del TUE (antiguos arts. 112 y 113 del TCE).
330 SANDRA C. NEGRO

- la aprobación de emisión de billetes de euros por parte de los miembros


de la zona euro;
- el cotejo de datos estadísticos pertinentes procedentes de los bancos cen-
trales nacionales.
El Banco Central Europeo es una institución independiente y adopta sus
decisiones sin solicitar ni aceptar instrucciones de los gobiernos ni de otras
instituciones de la UE. Está integrado por todos los Estados miembros de
la UE. No obstante, se destaca que no todos los Estados miembros de la UE
pertenecen a la zona del euro: la adhesión a la zona del euro y la adopción de
la moneda única es la fase final de la UEM, y mientras algunos Estados se
preparan para acceder, otros Estados gozan de exenciones y otros han decidi-
do no participar de la misma ni adoptar la moneda única”,

El BCE se organiza a través de tres configuraciones:


- El Consejo General del SEBC, formado por los gobernadores de todos los
miembros de la UE, junto con el presidente y vicepresidente del BCE.
- El Comité Ejecutivo del BCE, compuesto por el presidente, el vice-
presidente y otros cuatro miembros, nombrados por el Consejo Europeo
por mayoría cualificada por un mandato de ocho años (es relevante que
sus integrantes duren en el cargo un tiempo superior a los integrantes
de las restantes instituciones de la UE). Entre sus facultades se destaca
que este comité es responsable de la ejecución de la política monetaria
y las operaciones diarias del BCE, de la preparación de las reuniones
del Consejo de Gobierno, así como de ejercer facultades delegadas por el
Consejo de Gobierno.
- El Consejo de Gobierno, formado por seis miembros del Comité Ejecutivo
del BCE y los gobernadores de los bancos centrales nacionales de los diecisie-
te países miembros de la zona del euro. Ellos forman el denominado “Euro-
sistema”. Este Consejo se reúne dos veces por mes para evaluar los aconteci-
mientos económicos y monetarios y adopta decisiones en la materia.

2. El Eurogrupo
Está conformado por los ministros de Economía y Hacienda de los
miembros de la zona del euro. Debe evitarse confundir al Eurogrupo con el

13 Los Estados miembros de la UE que utilizan el euro actualmente (febrero de 2013) son
diecisiete: Austria, Bélgica, Chipre, Alemania, Estonia, Grecia, España, Finlandia, Francia,
Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y
Eslovaquia,
Unión EUROPEA 331

Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (denominado ECOFIN), una


de las configuraciones del Consejo de la UE. La diferencia radica en que
a las reuniones del ECOFIN concurren los ministros de todos los Estados
miembros de la UE, mientras que al Eurogrupo sólo lo hacen los miembros
de la zona euro, como se ha mencionado precedentemente. El principal ob-
jetivo del Eurogrupo es promover el crecimiento económico y la estabilidad
financiera de la zona del euro mediante la coordinación de las políticas
económicas.
Asisten a las reuniones del Eurogrupo, además de los representantes
de los miembros de la zona del euro, el presidente del BCE y el comisario
de Asuntos Económicos y Monetarios. El Eurogrupo cuenta con un presi-
dente elegido por sus miembros cuyo mandato se extiende por dos años
y medio.
Otro tema particular a considerar es que el Eurogrupo se reúne de manera
informal el día anterior a las reuniones del ECOFIN, aproximadamente una
vez al mes. Dado que sólo el ECOFIN puede adoptar decisiones oficialmente
sobre asuntos económicos, en las reuniones de éste los miembros del Eurogru-
po aprueban los acuerdos alcanzados el día anterior.

3. La Cumbre del Euro


Fue instituida, formalmente, mediante el Tratado de Estabilidad, Coordi-
nación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (TECG), firmado
en 2012, con el objetivo de crear un foro para el debate de la gobernanza de la
zona del euro, así como para facilitar la negociación y adopción de reformas en
materia de política económica.
Se denomina “Cumbre del Euro” al encuentro de los jefes de Estado o Go-
bierno de los países cuya moneda es el euro, quienes, al menos dos veces por
año, se reúnen junto al presidente de la Comisión y al presidente del BCE.
Adicionalmente, puede ser invitado el presidente del Parlamento Europeo y
también pueden participar quienes presidan países que —aun cuando no ha-
yan adoptado el euro— hayan ratificado el TECG.
El presidente de la Cumbre del Euro es nombrado por los jefes de Estado o de
Gobierno de los miembros de la zona euro y dura dos años y medio en su cargo.
En el siguiente organigrama se presentan las instituciones encargadas de
la gestión, coordinación y gobierno en la zona del euro.
332 SANDRA C. NEGRO

INSTITUCIONES DE
LA ZONA EURO

| |
Banco CENTRAL oa CUMBRE DEL Euro

eiondela,. || deanccianas || ata


EURroPEO
:
¿
(debate las polí-
(debate el gobierno

p del euro) adopta decisiones) reformas)

CoNsEJO GENERAL
DEL SEBC
Conformado por
bernadores de
istados miembros
de la UE

ComITÉ EJECUTIVO
DEL BCE
Ejecuta la política
monetaria y
las operaciones
cotidianas

CoNsEJO DEL
GOBIERNO
Adopta decisiones
mensuales de |
política monetaria

$. Instituciones de carácter consultivo


El art. 14 del TUE refiere a dos órganos consultivos (el Comité Económico
y Social y el Comité de las Regiones) y el art. 300 del TFUE señala específica-
mente las funciones consultivas acordadas a ambos y su composición:
a) El Comité Económico y Social* (en siglas, CESE): tiene carácter consul-
tivo y está compuesto por representantes de los diferentes sectores de la vida
económica y social, especialmente divididos en tres grupos: los empresarios,
los trabajadores y el tercer grupo, integrado por agricultores, transportistas,

Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están


en los arts. 301 a 304, inclusive, del TFUE (antiguos arts. 258 a 262 del TCE).
Unión EUROPEA 333

artesanos y profesionales, etc. Debe ser consultado, en forma obligatoria, en


determinadas áreas antes de la adopción de la norma de derecho derivado por
parte del Consejo y del Parlamento Europeo (los dictámenes se aprueban por
mayoría simple). Adicional mente, puede emitir dictámenes por iniciativa pro-
pia en los casos que considere que tal iniciativa es importante para defender
los intereses de la sociedad civil. El número de miembros no excederá de 350,
según prescribe el TUE, realizándose reuniones nueve veces al año -en se-
sión plenaria— en Bruselas. Entre sus objetivos se destacan: crear vínculos y
dar participación a las organizaciones de la sociedad civil, constituir el marco
para la representación, el diálogo y la participación de la sociedad civil orga-
nizada y contribuir a que las políticas y la legislación europeas se adapten a
las realidades económicas y sociales.
— El Comité de las Regiones* (en siglas CDR): creado por el Tratado de
Maastricht, cuenta con un máximo de 350 representantes de entidades loca-
les y regionales y por un número igual de suplentes. Son nombrados por los
eobiernos de la UE (y deben desempeñar un cargo político en su país de orl-
gen) pero trabajan con total independencia. Permanecen en sus cargos cinco
años y el mandato es renovable. Se reúnen, en Bruselas, cinco veces al año en
sesión plenaria, en las que se definen políticas y se adoptan dictámenes. Las
sesiones plenarias son preparadas por seis comisiones especializadas formadas
por miembros del Comité y que son las siguientes: Comisión de Cohesión Te-
rritorial (COTER), Comisión de Política Económica y Social (£COS), Comisión
de Educación, Juventud, Cultura e Investigación (EDUC), Comisión de Medio
Ambiente, Cambio Climático y Energía (ENVE), Comisión de Ciudadanía, Go-
bernanza y Asuntos Institucionales y Exteriores (CIVEX) y la Comisión de Re-
cursos Naturales (NAT). El comité tiene dos ámbitos de actuación: puede emitir
dictámenes, por propia iniciativa, y asimismo debe ser consultado obligatoria-
mente por el Consejo o la Comisión cuando se delibere y se pretenda regular
materias o sectores susceptibles de afectar los intereses regionales (educación,
juventud, cultura, sanidad pública, cohesión económica y social y redes tran-
seuropeas de transporte, telecomunicaciones y energía).

9. Otros órganos
a) El Banco Europeo de Inversiones*': su finalidad es contribuir, con los
recursos propios y con aquellos procedentes del mercado de capitales, al de-

5 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están


en los arts. 305 a 307, inclusive (antiguos arts. 263 a 307 del TCE).
16 Las disposiciones relativas a la composición y las funciones de esta institución están
en los arts. 308 y 309, inclusive, del TFUE (antiguos arts. 266 y 267 del TCE).
334 SANDRA C. NEGRO

sarrollo equilibrado de la Unión mediante la financiación de programas de


desarrollo en determinadas regiones, la elaboración de proyectos comunes a
varios Estados miembro y la concesión de fondos para la modernización o
reconversión de empresas afectadas por la puesta en marcha de la Unión.
Fue creado por el Tratado de Roma de 1957 (Tratado CEE). Tiene personería
jurídica y autonomía financiera.
b) El Defensor del Pueblo: esta figura fue introducida por el Tratado de
Maastricht en el antiguo art. 138 E (luego art. 195 y, en la actualidad, el
art. 228 del TFUE). Luego de cada elección de eurodiputados, el Parlamento
Europeo elige a este funcionario. Su mandato es renovable. La destitución
procede a pedido del Parlamento Europeo, por el Tribunal de Justicia, en los
casos de falta grave o bien de incumplimiento de las condiciones necesarias
para el ejercicio de las funciones asignadas. El ejercicio de las funciones
debe realizarse con total independencia, no pudiendo solicitar ni recibir ins-
trucciones de ningún organismo. Asimismo es incompatible con cualquier
otra actividad profesional remunerada o no. Sus principales tareas son de
investigación (por propia iniciativa o bien sobre la base de reclamos recibi-
dos directamente o a través de un miembro del Parlamento Europeo), ela-
boración de informes, deber de notificar al reclamante el resultado de las
investigaciones. La tarea se vincula con la detección, denuncia e investiga-
ción de casos de mala administración en las instituciones europeas y otros
órganos de la UE. En algunos casos, el defensor del Pueblo puede resolver
el problema al informar sobre la denuncia a la institución afectada; también
puede tratar de alcanzar una solución amistosa que corrija el caso; asimis-
mo puede formular recomendaciones y, en el supuesto de que la institución
no acepte las recomendaciones, está facultado para presentar un informe al
Parlamento Europeo.
c) Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD): el tratamiento de
los datos personales (nombre y apellido, dirección, datos sobre la salud o la
vida laboral, etc.), en particular, la utilización y protección por parte de las
instituciones de la UE, cuentan con una normativa estricta en el ámbito
europeo. La protección de dicha información es un derecho fundamental.
Para cumplir con sus funciones, el SEPD cuenta con dos unidades, una
de supervisión y aplicación, que evalúa el tratamiento acordado a dichos
datos por parte de las instituciones de la UE y su conformidad con las nor-
mativas en la materia, y la segunda, denominada de política y consulta,
para tareas de asesoramiento a las instituciones de la UE encargadas de
la toma de decisiones sobre cuestiones de protección de datos y, en par-
ticular, al tiempo de la formulación de propuestas de nueva normativa.
Adicionalmente, está facultado para recibir denuncias de los particulares
que entiendan que se han afectado o vulnerado sus derechos en la materia
Unión EUROPEA 335

por alguna institución u órgano de la UE. Una vez recibida la denuncia,


puede realizar investigaciones”.
b) El Comité Consultivo CECA: era un órgano formado por 108 represen-
tantes de productores, trabajadores, usuarios y comerciantes. Órgano de con-
sulta en materia de carbón y de acero. Asumió las funciones de la CECA
luego de la finalización del Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero en el año 2001 (este Tratado establecía una duración limitada de
50 años). En la actualidad, los elementos del patrimonio activo y pasivo de la
CECA tal como existían al 23 de julio de 2002 fueron transferidos a la CE a
partir del 24 de julio de 2002. Esos fondos son utilizados para la investigación
en los sectores del carbón y del acero y están regulados por el Protocolo n* 37
sobre las consecuencias financieras de la expiración del Tratado CECA y el
Fondo de Investigación del Carbón y del Acero.
Como se puede apreciar, la estructura de la UE es compleja por el núme-
ro y las funciones atribuidas a las instituciones principales. No obstante, es
necesario mencionar que además existen varios Fondos estructurales (Fondo
Europeo Social —FES—, Fondo de Cohesión Social y Fondo de Desarrollo Re-
gional -FEDER-) y otras instituciones específicas para las áreas o sectores de
actuación exclusiva o compartida de la UE.
Adicionalmente, hay una serie de agencias especializadas en razón de la
materia y el objetivo (técnico, científico o de gestión específico) de diversa
categoría” (agencias descentralizadas, agencias ejecutivas, agencias y orga-
nismos de EURATOM), cuya principal función es asesorar o informar a las
instituciones de la UE, a los Estados miembro o a los ciudadanos.

TV. La TOMA DE DECISIONES Y LA ELABORACIÓN DE NORMAS DE DERECHO DERIVADO

1. Métodos de adopción de decisiones


Como ha sido señalado anteriormente, los esquemas de integración suelen rea-
lizar la elección de los métodos a utilizar para la adopción de normas de acuerdo
con el modelo de integración que haya sido previamente acordado por los Estados.

Para mayor información, puede consultarse el sitio edps.europa.eu.


1 Las agencias descentralizadas se rigen por el Derecho público europeo, tienen persona-
lidad jurídica y tienen su sede en distintas ciudades de Europa: por ejemplo, la Autoridad Eu-
ropea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) con sede en Parma, Italia, o
la Agencia Europea de Medio Ambiente (AÉEMA), con sede en Copenhague, Dinamarca. Las
agencias ejecutivas son creadas por un período determinado y en general están ubicadas en
el mismo lugar que la Comisión Europea y tienen por finalidad garantizar la gestión práctica
de los programas de la UE: así, por ejemplo, la Agencia Ejecutiva del Consejo Europeo de
Investigación, encargada de financiar la investigación básica de grupos científicos.
336 SANDRA C. NEGRO

Por otra parte, conforme se avanza hacia la realización del objetivo y se-
gún las facultades atribuidas a los órganos o instituciones de cada esquema,
pueden decidirse cambios o modificaciones en cuanto a los métodos de adop-
ción de normas.
En el caso de la evolución reglada por los sucesivos tratados en la confor-
mación de la Unión Europea, los principales métodos utilizados han sido la
unanimidad y las mayorías.
La unanimidad constituyó la regla general en las primeras organizaciones
de integración. Es el mecanismo que está más próximo a la noción de sobera-
nía absoluta de los Estados y garantiza que ningún Estado quede obligado sin
prestar su consentimiento, Reconoce un derecho de veto a cada Estado. Entre
sus características negativas, se señala el bloqueo en los procesos de toma de
decisiones. Para salvar esta dificultad algunos esquemas han acordado que
la abstención o el voto negativo no invalidan la toma de decisiones. Así, el
principio de la unanimidad fraccionada permite que los efectos vinculantes
alcancen sólo a los Estados que efectivamente votaron en sentido afirmativo.
Sin embargo, en esquemas como el Benelux (arts. 18 y 19) y en el EFTA
(art. 33) la obligatoriedad de la norma que ha sido adoptada siguiendo la regla
de la unanimidad comprende no sólo a los que votaron en sentido afirmativo
sino también a los Estados que se abstuvieron.
En el ámbito del TUE, el art. 31 reemplaza al art. 23 del Tratado de Amsterdam
(antiguo art. J.13 del Tratado de Maastricht) indicando que en materia de política
exterior y de seguridad común (PESC) las decisiones serán tomadas por:
—el Consejo Europeo y el Consejo, por unanimidad, para las decisiones del
capítulo excepto las decisiones sobre actos legislativos;
—la mayoría cualificada en el Consejo para las acciones y posiciones comunes,
a partir de una decisión o posición común del Consejo Europeo relativa a inte-
reses y objetivos estratégicos de la Unión, o bien en el caso de una decisión que
establezca una acción o posición común, pero a propuesta del alto representante
de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad a petición del Con-
sejo Europeo, o bien cuando se trate la designación de un representante especial
de conformidad con el art. 33 del TUE.
Se podrá aplazar la votación si un miembro del Consejo declara formal-
mente su oposición por motivos explícitos y vitales de política nacional. En
este último supuesto la cuestión podría ser llevada al Consejo Europeo para
que éste decida aplicando la regla de la unanimidad.
Otro supuesto para el cual se aplica la unanimidad en el ámbito de la UE es
la incorporación de nuevos Estados o adhesión (actual art. 49 del TUE, antiguo
art. O). Sin embargo, de acuerdo con lo previsto en el art. 238, apartado 4, del
TFUE, las abstenciones de sus miembros presentes o representados no impedi-
rán la adopción de los acuerdos del Consejo que requieran unanimidad.
Unión EUROPEA 337

Un tercer ámbito que requiere la unanimidad para la adopción de norma-


tiva es el de la fiscalidad.

a) Las mayorías
Cuando el Consejo vota una propuesta de la Comisión o de la Alta Repre-
sentante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, se
alcanza una mayoría cualificada si se cumplen dos condiciones:
* el 55% de los Estados miembros vota a favor, lo que en la práctica signi-
fica 16 de los 28 Estados miembros;
* los Estados miembros favorables a la propuesta representan al menos el
65% de la población total de la UE.
Este procedimiento también se conoce como regla de la “doble mayoría”.
Minoría de bloqueo
La minoría de bloqueo se constituye con al menos cuatro miembros del
Consejo que representen más del 35% de la población de la UE.
Casos especiales
Cuando no todos los miembros del Consejo participan en la votación, por
ejemplo, debido a una cláusula de exclusión voluntaria en determinados ám-
bitos políticos, las decisiones se adoptan si votan a favor el 55% de los miem-
bros del Consejo participantes, que representen al menos el 65% de la pobla-
ción de los Estados miembros participantes.
Cuando el Consejo vota propuestas que no emanan de la Comisión ni de la
Alta Representante, las decisiones se adoptan sl:
* al menos el 72% de los miembros del Consejo vota a favor;
* éstos representan al menos el 65% de la población de la UE
Abstenciones
En las votaciones por mayoría cualificada, las abstenciones cuentan como
votos en contra. Abstenerse no es lo mismo que no participar en la votación.
Todo miembro puede abstenerse en cualquier momento.
El sistema de mayorías facilita la adopción de decisiones y otorga mayor
dinamismo en la toma de decisiones. En los esquemas de integración se admi-
te la figura del voto ponderado o la mayoría calificada.
Así el valor del voto y el número de representantes varían según los Estados
y los órganos: en el Consejo, la ponderación de los votos se realiza de acuerdo
con lo dispuesto en el art. 16 del TUE y el art. 238 del TFUE.

b) Las cooperaciones reforzadas


Este mecanismo fue introducido por el Tratado de Ámsterdam, en el cual
se había previsto la posibilidad de “cooperaciones reforzadas” con el fin de
permitir a aleunos Estados actuar juntos, aunque no todos los Estados miem-
338 SANDRA C. NEGRO

bro quisieran o pudieran hacerlo, previéndose la posibilidad de incorporarse


posteriormente. Este mecanismo estaba regulado de forma tal que no resul-
taba sencillo recurrir a él.
El Tratado de Niza facilitó la utilización del mecanismo pues modificó la
disposición para evitar que cualquier Estado miembro pudiese vetar al inicio la
cooperación reforzada. Se estableció que se requerirían ocho Estados miembro
como mínimo para instaurar una cooperación reforzada. Además, amplió el ám-
bito de la cooperación reforzada pues admitió que se pudiese utilizar en materia
de política exterior y de seguridad común con excepción del área de defensa.
Luego de la entrada en vigencia del Tratado de Lisboa, en los arts. 326 a
334 del TFUE se regula específicamente el procedimiento, indicándose clara-
mente la obligación de que las cooperaciones reforzadas respeten los tratados
y el derecho de la unión (art. 326) y, a la vez, exigiendo que no perjudiquen al
mercado interior ni a la cohesión económica, social y territorial ni constitu-
yan un obstáculo ni una discriminación para los intercambios entre Estados
miembro ni provoquen distorsiones de competencia entre ellos.
Asimismo, se establece que la Comisión y los Estados miembro tratarán
de fomentar la participación del mayor número posible de Estados miembro
(art. 328 TFUE).
Se distinguen dos ámbitos de cooperación reforzada, a saber:
- €l primero se aplica en los ámbitos contemplados en los tratados, indi-
cándose que los Estados dirigirán la solicitud de cooperación reforzada a la
Comisión. En este primer supuesto, la autorización para llevar a cabo la co-
operación reforzada será concedida por el Consejo a propuesta de la Comisión
y previa aprobación del Parlamento Europeo (art. 329 TFUE);
- el segundo regula la cooperación reforzada en el marco de la política ex-
terior y de seguridad común, previéndose que los Estados deberán dirigir la
solicitud de cooperación reforzada al Consejo. La autorización para utilizar la
cooperación reforzada, en este supuesto, se concede mediante decisión del Con-
sejo tomada por unanimidad (art. 329). Adicionalmente, el art. 330 aclara que
sólo pueden participar de la votación en el Consejo, los Estados miembro parti-
cipantes de la cooperación reforzada.

2. El derecho originario y derivado de la Unión Europea


En el ámbito de la Unión Europea, el derecho originario o primario está
constituido, principalmente, por los Tratados constitutivos de las Comunida-
des Europeas (el Tratado de París de 1951 y los Tratados de Roma de 1957),
con sus protocolos y anexos y los tratados que los han modificado. Se sinteti-
zan en el siguiente cuadro:
Unión EUROPEA 339

Tratado Fecha de firma Entrada en vigencia

Tratado de París co itutivo de la Comunidad 18/4/51 1952


Europea del Carbón y del Acero
Tratado de Roma o Tratado de la Comunidad 25/3/57 1958
Económica Europea
Tratado de Roma o Tratado de la Comunidad 28/3/57 1958
Europea de la Energía Atómica
Acta Única Europea 1/7/87 1988
Tratado de Maastricht 7/2/92 1/11/93

Tratado de Amsterdam 1997 1/5/99

Tratado de Niza 2001 2003

Tratado de Lisboa 13/12/07 1/12/09

Este derecho debe ser distinguido del derecho secundario o derivado que
está constituido por las normas emanadas de los órganos comunitarios. En el
siguiente cuadro, elaborado sobre la base de las disposiciones de los tratados,
puede observarse la correspondencia entre las normas derivadas de acuerdo a
los Tratados CECA —hoy terminado—, Tratado CEE y Tratado CEEA:

Actos jurídicos —Derecho derivado de la Unión Europea—


Tratado CE

Vamo ÉECA. | faubigueiart. 2921. Tratado CEEA Características


(art. 1 4) Actualmente art.
288 TFUE
Decisiones - Vinculante
generales Aepamenios ieplementos - Impugnable ante el TJUE
Recomendaciones Directivas Directivas - Vinculante
generales - Impugnable ante el TJUE

Decitiones Decisiones Decisiones “ Pinculagis


individuales - Impugnable ante el TJUE
Recomendaciones | Recomendaciones | - No vinculante
- No Impugnable ante el TJUE
Dictámenes Dictámenes Dictámenes - No vinculante
- No Impugnable ante el TJUE

Las principales características que se les reconocen a los reglamentos,


directivas y decisiones es que deben ser motivados y hacer referencia a los
dictámenes o propuestas requeridos para su elaboración. Estos tres tipos de
340 SANDRA C. NEGRO

normas tienen carácter vinculante. En la actualidad, la disposición relativa al


ordenamiento jurídico secundario está contemplada en el art. 288 del TFUE
(antiguo art. 189 del Tratado CE y ex art. 249 del Tratado de Maastricht).
El reglamento tiene alcance general, es obligatorio en todos sus elementos y
directamente aplicable en cada Estado miembro. Es decir que sus destinatarios
no están individualmente determinados y su ámbito de aplicación coincide con
todo el territorio de la UE, no necesitando ninguna norma de carácter nacional
para su incorporación.
Es requisito indispensable su publicación en el Diario Oficial de las Co-
munidades Europeas, produciéndose la entrada en vigor en la fecha que se
determine en el propio reglamento, o bien a los veinte días de su publicación.
Las directivas constituyen el elemento más importante en la tarea de ar-
monización en materia legislativa en el ámbito comunitario. Ha sido el ins-
trumento más utilizado, en cuanto obliga a los Estados a la realización de
determinados fines, dejando a ellos la elección de los medios para el logro
de tales propósitos. Es evidente que han sido de notable importancia en la
constitución del mercado único: a finales de mayo de 1999, el porcentaje de
directivas europeas sobre el mercado interior aún no aplicadas en todos los
Estados miembro de la UE alcanzaba al 12,8% (descendió respecto del año
anterior, en que alcanzaba al 18,2%) *?. Asimismo, existen estadísticas acerca
de la actuación de los Estados miembro y su celeridad (o demora) en la trans-
posición de las directivas: los países nórdicos han transpuesto más el 98% de
las directivas, mientras que algunos países como Luxemburgo e Irlanda regis-
tran los atrasos más evidentes —alcanzan al 6% de las directivas y Portugal
el 5,4% por transponer—. Por otra parte, la directiva también es un medio útil
para evaluar los sectores en los cuales la integración enfrenta mayor cantidad
de problemas: las telecomunicaciones (sólo una tercera parte de las directivas
ha sido transpuesta en todo el ámbito de la UE), los mercados públicos (40%)
y los transportes (47,9%) *.
Las directivas son válidas desde su notificación a los destinatarios: uno,
varios o todos los Estados miembros.
En el caso del tratado CECA, en el art. 14 se mencionaba que las recomen-
daciones podían tener por destinatarios ya sea a los Estados o bien a las per-
sonas físicas o jurídicas. Además, se podía distinguir entre recomendaciones

Los porcentajes surgen del plan publicado por la Comisión Europea el 16 de junio de 1999.
Comentario en el artículo “Mercado Unico: avances y problemas...”, en La Europa sin Fronte-
ras, n” 8, 1999, Oficina de Publicaciones Europeas, Luxemburgo, 6 de julio de 1999, p. 3.
50«Mercado Único: Avances”, en La Europa sin Fronteras, n” 1, 1999, Oficina de Publi-
caciones Europeas, Luxemburgo, 1 de diciembre de 1998, p. 3.
Unión EUROPEA 341

cenerales y recomendaciones individuales: las primeras debían ser publicadas


en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas y las segundas tenían que ser
notificadas al/ a los destinatario/s.
Las decisiones tienen diferencias tanto con el reglamento como con la
directiva. Con el reglamento, pues están dirigidas a sujetos determinados
(personas físicas o jurídicas o los Estados miembro) y con la directiva, por-
que son obligatorias en todos sus elementos y no sólo respecto de los re-
sultados. Las decisiones producen sus efectos desde su notificación a el/los
destinatario/s.
Las recomendaciones y los dictámenes no son vinculantes. La diferencia prin-
cipal ha sido señalada por Rodríguez lelesias y López Escudero?” en los siguien-
tes términos: “...mientras que la recomendación contiene una invitación a un
comportamiento, el dictamen expresa más bien un juicio o una valoración”.
El Derecho de la Unión Europea goza de efecto directo y de supremacía.

9. El principio de subsidiariedad
El actual art. 5 del Tratado de la Unión Europea (antiguo art. 3B del Tra-
tado CE y ex art. 5 del Tratado de Maastricht) contempla el principio de sub-
sidiariedad. Esta disposición es completada con el Protocolo (n” 2) sobre la
aplicación de los principios de subsidiariedad y proporcionalidad.
Se puede sostener que los aportes principales que derivan de la introduc-
ción de este principio son los siguientes:
—la limitación de la actuación de la Comunidad a los ámbitos de competen-
cia exclusiva y de acuerdo a los objetivos del Tratado;
— la intervención de la Comunidad en los ámbitos que no sean de compe-
tencia exclusiva se justificará “...sólo en caso de que y en la medida en que los
objetivos de la acción pretendida no puedan ser alcanzados de manera suli-
ciente por los Estados miembros, ni a nivel central ni a nivel regional y local,
sino que puedan alcanzarse mejor, debido a la dimensión o a los efectos de la
acción contemplada, a escala de la Unión” (art. 5, párr. 3, in fine, del TUE).
Este principio desempeña una función esencial pues la Unión sólo ejercerá
aquellas actividades que pueda desarrollar de forma más eficaz que los Estados
miembro y sus respectivas administraciones. Además, la aplicación en rela-
ción con las administraciones centrales, las regiones y los municipios permite
y facilita que el Estado reconozca y atienda mejor y en forma más próxima las
necesidades de los ciudadanos.
Un ejemplo de política no exclusiva de la Unión lo constituye la política
regional.

51 En Dírz DÉ VELasco, Instituciones... cit., p. 521.


342 SANDRA C. NEGRO

No obstante, la aplicación del principio de subsidiariedad no debe significar


un retroceso en el proceso de integración. En tal sentido, hay que destacar que
las competencias de la Unión basadas en el Tratado y su interpretación por parte
del Tribunal de Justicia no son afectadas por la aplicación de este principio. La
subsidiariedad debe ser interpretada, en forma flexible, a fin de permitir una am-
pliación de la actividad de la Unión cuando las circunstancias así lo requieran.
Como antecedentes de este principio suelen citarse el art. 5 del Tratado
CECA y la disposición del art. 191 del TFUE (ex art. 130R del Acta Unica Eu-
ropea y antiguo art, 174 del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea)
en relación con el medio ambiente. Pero sólo a partir de la reforma introduci-
da por el Tratado de Maastricht ha sido incorporado como principio general.
La inclusión de este principio sirvió para enfrentar las críticas de algu-
nos Estados reticentes al crecimiento del poder de las instituciones comu-
nitarias. Además, el principio respondió a la resistencia de movimientos
políticos, existentes dentro de los Estados, a admitir una transferencia de
competencias tan marcada a favor del fortalecimiento de la Unión Europea
y en detrimento de las funciones clásicas de los Estados.
Luego del Tratado de Maastricht, dos documentos oficiales han resultado
importantes para la interpretación de este principio:
— la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo”?
(titulada “El principio de subsidiariedad”), y
— las conclusiones alcanzadas en el Consejo Europeo que se realizó en
Edimburgo los días 11 y 12 de diciembre de 1992.
En la Comunicación se expresa textualmente: “La aplicación de un principio
de sentido común, en virtud del cual, la Comunidad, en ejercicio de sus competen-
cias, no debería hacer sino lo que puede ser mejor realizado desde este nivel”
**.
En cuanto al Consejo de Edimburgo en las conclusiones expresa que el
principio de subsidiariedad no es una regla atributiva de competencias. Las
competencias resultan de las disposiciones de los tratados, por ende, el prin-
cipio sólo se aplica en lo concerniente al ejercicio de las mismas y es de funda-
mental importancia cuando se trata de competencias compartidas (cuando en
una materia concurren tanto la Comunidad como los Estados miembro).
La distribución de competencias puede ser sintetizada de la siguiente forma:
—las competencias transferidas a la Unión (competencias exclusivas);
— las competencias enteramente reservadas a los Estados miembro (com-
petencias reservadas);
— las competencias compartidas o concurrentes entre la Unión y los Esta-
dos miembro.

52 Documento SEC (92) 1990 final, Bruselas, 27/10/92.


53 La comunicación se transcribe en la obra de Muxoz Macnano, La Unión Europea y las
mutaciones del Estado, Alianza Universidad, Madrid, 1993.
Unión EUROPEA 343

En este último supuesto de competencias compartidas se hace necesario


valorar cuál es la acción más eficaz: si aquella desarrollada por la Unión o
bien la realizada por los Estados miembro. Tal comparación puede realizarse
considerando los más diversos parámetros, entre otros, los límites eventuales
de la acción en el ámbito nacional, el efecto de la acción, etc. Sólo una ade-
cuada ponderación de la acción y de su eficacia permitirá decidir acerca de la
necesidad de actuación por parte de la Unión.
Su inclusión en este acápite se debe a la importancia que el mismo tiene en
el proceso de adopción de las normas de derecho de la Unión derivado.

V. EL SISTEMA DE PROTECCIÓN JURÍDICA EN LA Unión EUROPEA”

El ordenamiento jurídico comunitario ha previsto un sistema de protección


jurídica para resolver las discrepancias referentes al Derecho Comunitario y
asegurar su aplicación.
El marco jurídico está compuesto por normas contempladas en los arts. 13
y 19 del TUE, en los arts. 251 a 281 del TFUE y en el Protocolo (n” 3) sobre el
Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El TJUE ha modificado sus reglas de procedimiento en el año 2012 —al
adoptar el Protocolo sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea”- a fin de mejorar el tratamiento de los asuntos que le son plan-
teados dentro de un tiempo razonable. A través de esa pieza jurídica ha sido
Creada la función del vicepresidente del Tribunal, se ha aumentado a 15 el
número de miembros de la Gran Sala, y desde octubre de 2012 se han creado
una Sala de cinco jueces y una Sala de tres jueces. Adicionalmente, contiene
normas especificas a fin de garantizar la tramitación rápida y eficaz de los
asuntos. En particular, prevé la posibilidad de que el Tribunal de Justicia
adopte una decisión para limitar la longitud de los escritos de alegaciones
o de observaciones, o la flexibilización de los requisitos exigidos para que el
Tribunal resuelva mediante auto motivado, en aquellos casos en los cuales

5% Para ampliar el análisis del Tribunal de Justicia, puede consultarse RipoL CARULLA,
Santiago, “Las modificaciones introducidas por el Tratado de Lisboa en la regulación del
Tribunal de Justicia”, en Fernández Liesa, C., y Díaz Barredo, C., El Tratado de Lisboa.
Análisis y perspectivas, Instituto Universitario de Estudios Internacionales y Europeos,
Francisco de Vitoria, Dykinson S.R.L., Madrid, 2008.
55 El Reglamento de Procedimiento del Tribunal de Justicia fue adoptado el 25 de sep-
tiembre de 2012 y publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el 29 de septiembre de
ese mismo año. Conforme a lo dispuesto en el art, 210 de este Reglamento, el mismo debía
entrar en vigencia el primer día del segundo mes siguiente al de su publicación y, por ende,
entró en vigencia el 1 de noviembre de 2012, Si bien el Reglamento de funcionamiento del
Tribunal de Justicia sufrió diversas modificaciones, la estructura fundamental del mismo
no cambió desde la fecha de aprobación inicial, el 4 de marzo de 1953.
344 SANDRA €. NEGRO

deba expedirse acerca de una cuestión planteada con carácter prejudicial por
un tribunal nacional que no suscite ninguna duda razonable.
Asimismo, contiene novedades en cuanto a la fase oral del procedimiento
al contemplar que el Tribunal no estará obligado a organizar la vista oral si
la lectura de los escritos de alegaciones o de observaciones presentados por
las partes ofrece información suficiente. También podrá solicitar a las partes,
en el caso en que sí se organice una vista oral, que concentren sus informes
en cuestiones específicas y, a la vez, se faculta al Tribunal para que organice
vistas comunes a varios asuntos de la misma naturaleza y relativos al mismo
objeto. El Reglamento contempla la desaparición del informe para la vista.
La base jurídica se completa con el Reglamento [ UE/EURATOM) 2015/2422
del Parlamento Europeo y del Consejo ,de 16 de diciembre de 2015 ,por el que
se modifica el Protocolo n 3 spbre el Estatuto del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea.
El sistema cuenta con tres órganos jurisdiccionales:
- el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, creado en 1951 como Tribu-
nal CECA y reemplazado, en 1957, por el Tribunal de Justicia de las Comu-
nidades Europeas; ,
- el Tribunal de Primera Instancia, creado por el Acta Unica Europea y
cuyas funciones comenzaron en octubre de 1989**, luego de la entrada en
vigencia del Tratado de Lisboa denominado Tribunal General;
- el Tribunal de la Función Pública, en funcionamiento desde el año 2004
a 2016.
En el siguiente cuadro se pone en evidencia la composición de cada uno de
los Tribunales antes mencionados.

Composición de los Tribunales


Tribunal de Justicia de la | 28jueces—uno por cada Estado miembro—
y once abogados
Unión Europea generales
Tribunal General 35 jueces a partir del 1/9/16 y por dos jueces por Estado
miembro a partir del 1/9/19—.
Tribunal de la Función | Este Tribunal, creado en 2004, cesó su actividad en 2016,
Pública en el marco de la reforma de la arquitectura jurisdiccional
de la Unión Europea. Los asuntos pendientes en esta
fecha se remitieron al Tribunal General que, desde el 1 de
septiembre de 2016, es el órgano jurisdiccional competente
para resolver los recursos de Función Pública.

56 El Tribunal de Primera Instancia fue creado en 1989 por decisión 215/1 del Consejo,
art, 2, Ver TizzaNo-CAPPOM, El Tribunale di Primo Grado e la Corte di Giustizia delle Comu-
nita Europee: le nuove regole di procedura, 1991, pp. 438-461.
Unión EUROPEA 345

Entre las modificaciones introducidas por el Tratado de Lisboa se pueden


señalar las siguientes.
- El procedimiento de nombramiento de los Miembros del Tribunal de Jus-
ticia y del Tribunal General. Los jueces y los abogados generales serán nom-
brados en adelante por la Conferencia de los Representantes de los Gobiernos
de los Estados miembro previa consulta a un comité encargado de emitir un
dictamen sobre la idoneidad de los candidatos para el ejercicio de las funcio-
nes de juez y abogado general del Tribunal de Justicia y del Tribunal General.
Dicho comité estará compuesto por siete personas elegidas entre antiguos
miembros de ambos órganos jurisdiccionales, miembros de los órganos juris-
diccionales nacionales superiores y juristas de reconocida competencia, uno
de los cuales será propuesto por el Parlamento Europeo.
- En lo referente a las competencias del Tribunal de Justicia, es preciso se-
ñalar que se extienden al Derecho de la Unión Europea, salvo que los tratados
dispongan otra cosa.
- El Tribunal de Justicia adquiere una competencia prejudicial general en
el ámbito del espacio de libertad, seguridad y justicia, debido a la desapari-
ción de los pilares y a la supresión, por el Tratado de Lisboa, de los arts. 35
UE y 68 CE, que establecían restricciones a su competencia.
- Por un lado, en lo que respecta a la cooperación policial y judicial en
materia penal, la competencia del Tribunal de Justicia para pronunciarse
con carácter prejudicial pasa a ser obligatoria y no está ya supeditada a
una declaración de cada Estado miembro en la que se reconozca dicha com-
petencia y se indiquen los órganos jurisdiccionales nacionales que pueden
someterle asuntos.
- En lo referente a visados, asilo, inmigración y otras políticas relacionadas
con la libre circulación de personas (en particular, la cooperación judicial en
materia civil, el reconocimiento y la ejecución de sentencias), todos los órga-
nos jurisdiccionales nacionales —y no sólo los órganos jurisdiccionales superio-
res— pueden desde ahora plantear cuestiones prejudiciales ante el Tribunal
de Justicia, y éste adquiere competencia para pronunciarse sobre las medidas
de orden público en el ámbito de los controles transfronterizos.
- La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea se con-
vierte en un texto legislativo vinculante y adquiere el mismo valor jurídico
que los tratados.
- En el ámbito de la política exterior y de seguridad común (PESC), el Tri-
bunal de Justicia es competente, como excepción, por un lado, para controlar la
delimitación entre las competencias de la Unión y la PESC, cuya ejecución no
debe afectar al ejercicio de las competencias de la Unión ni a las atribuciones de
las instituciones para el ejercicio de las competencias exclusivas y compartidas
de la Unión, y, por otro lado, para conocer de los recursos de anulación inter-
puestos contra las decisiones adoptadas por el Consejo por las que se establez-
346 SANDRA C. NEGRO

can medidas restrictivas frente a personas físicas o jurídicas, por ejemplo, en el


marco de la lucha contra el terrorismo (congelación de activos).
- En el Tratado de Lisboa figuran también modificaciones significativas en
relación con los procedimientos ante los órganos jurisdiccionales de la Unión.
Entre los más importantes cabe señalar, por un lado, la flexibilización de los
requisitos de admisibilidad de los recursos interpuestos por particulares con-
tra los actos reglamentarios de las instituciones, los órganos y organismos
de la Unión. De ahora en adelante, las personas físicas o jurídicas pueden
interponer recurso contra un acto reglamentario si las afecta directamente y
carece de medidas de ejecución. Así, pues, ya no tienen que demostrar que tal
tipo de acto las afecta individualmente.
- Asimismo, se refuerza el mecanismo de las sanciones pecuniarias en caso
de inejecución de una sentencia por incumplimiento.
Los procedimientos y recursos previstos en el Tratado CE son los siguientes:
- procedimiento de infracción de los Tratados, art. 258 del TFUE, (antiguo
art. 226 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea)
- recurso de nulidad del art. 263 del TFUE (antiguo art. 230 del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea);
- recurso por omisión del art. 265 del TFUE (antiguo art. 232, Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea);
- procedimiento de indemnización por perjuicios del art. 268 del TFUE
(antiguo art. 235 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea) y art.
269 del TFUE (antiguo apartado 2 del art. 288, Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea);
- recursos de los funcionarios del art. 270 del TFUE (antiguo art. 236, Tra-
tado constitutivo de la Comunidad Europea);
- procedimiento prejudicial del art. 267 del TFUE (antiguo art. 234 del
Tratado constitutivo de la Comunidad Europea).
Estos recursos previstos pueden ser interpuestos, según el caso, por los Esta-
dos miembro, instituciones de la Unión Europea y/o personas físicas O jurídicas.
Así, el recurso de nulidad podrá ser interpuesto por los Estados miembro,
las instituciones (Consejo, Comisión, Parlamento, Tribunal de Cuentas, Comité
de las Regiones y el Banco Central Europeo) y las personas físicas o jurídicas
contra las decisiones de las que sean destinatarias o bien contra las decisiones
que, aunque estén dirigidas a otra persona, las afecten directa o individual-
mente, y contra los actos reglamentarios que las afecten directamente y que no
incluyan medidas de ejecución.
En el caso de que el recurso sea considerado procedente por el Tribunal
de Justicia, éste declara nula la actuación impugnada con efecto retroactivo
y también puede limitar la declaración de nulidad al momento anterior al de
publicación de la sentencia (art. 264 TFUE). Aquí, es necesario aclarar que
para proteger los derechos e intereses de los demandantes, éstos quedarán
exceptuados de las limitaciones de los efectos de la sentencia de nulidad.
Unión EUROPEA 347

Por decisión del Consejo de Ministros del 8 de junio de 1993, los recursos
de nulidad interpuestos por personas físicas o jurídicas deben dirigirse al Tri-
bunal de Primera Instancia —actualmente Tribunal General-, excepto en los
casos de antidumping.
En el caso del recurso por omisión, un Estado miembro y las instituciones
de la Unión pueden interponer este recurso con el objeto de solicitar la decla-
ración de que una institución de la Unión Europea (Consejo Europeo, Consejo,
Comisión, Parlamento, Banco Central Europeo) ha infringido el Tratado al
abstenerse de pronunciarse. Con la sentencia final se declara la antijuridici-
dad de una determinada omisión, pero el Tribunal de Justicia no está faculta-
do para imponer a la institución la obligación de dictar la medida omitida.
En el art. 265 del TFUE se contempla el recurso de queja de las personas
físicas o Jurídicas para los supuestos en los cuales una de las instituciones o
uno de los órganos u organismos de la Unión no le hubieran dirigido un acto
distinto de una recomendación o de un dictamen.
El procedimiento de indemnización por perjuicios otorga a los ciudadanos
y a las empresas la posibilidad de exigir ante el Tribunal de Justicia la in-
demnización por un perjuicio causado por los agentes o funcionarios o por las
instituciones de la Unión Europea (incluido el Banco Central Europeo) en el
ejercicio de sus funciones.
Ante la omisión de regulación de las condiciones de responsabilidad” de
la Unión Europea, el Tribunal ha establecido (a través de diversas senten-
cias**) que la obligación de indemnizar por daños se somete a las siguientes
condiciones:
- actuación contraria al Derecho de una institución o de un agente de la
Unión en el ejercicio de sus funciones. Se requiere que el acto signifique una
infracción notoria y clara de una norma jurídica de alto rango que protegía los
intereses del individuo. El Tribunal de Justicia señala que el número de per-
sonas afectadas por la medida y el alcance del daño producido debe superar
los límites de los riesgos normales para el sector económico del que se trate;
- existencia de un perjuicio;
- existencia de un nexo entre el daño producido y la actuación de la Unión
Europea;
- nO es necesario que exista culpa por parte de la institución comunitaria
que haya actuado;

57 A] respecto pueden consultarse VENTURINI, La responsabilitá extracontrattuale delle


Comunitá Europee, Milano, 1980, y BaLLarINO Lineamenti... cit.
58 Sentencia “Sayag”, del 10 de julio de 1969, causa 9/69; sentencia “Granaria”, del 13
de febrero de 1979, causa 101/78.
348 SANDRA C. NEGRO

- la obligación de reparar los daños causados por las instituciones o por


sus agentes en el ejercicio de sus funciones deberá realizarse de conformidad
con los principios generales comunes a los derechos de los Estados miembro
(conforme a lo dispuesto en el art. 340 del TFUE, antiguo art. 288 del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea).
Cabe destacar que desde la creación del Tribunal de Primera Instancia
—actualmente, Tribunal General- corresponde a éste conocer en los recursos
de indemnización por daños.
El sistema judicial de la Unión Europea contemplaba también un Tribunal
de la Función Pública que era competente para pronunciarse sobre cualquier
litigio entre la Unión y sus agentes dentro de los límites establecidos en el
Estatuto de los funcionarios de la Unión y el régimen aplicable a los otros
agentes de la Unión, conforme a lo establecido en el art. 270 del TFUE (deno-
minado recurso de los funcionarios).
Sin dudas, la mayor atención en materia del sistema de justicia de la UE la
concita la interpretación prejudicial. La importancia radica en observar que
el ciudadano de la Unión puede obtener una satisfacción a su demanda a tra-
vés del juez nacional en caso de incompatibilidad entre una norma de derecho
interno y una norma del derecho de la Unión. Así se dota al ciudadano de un
instrumento muy eficaz: la capacidad de control de la normativa de la Unión,
y en el caso de presumir la incompatibilidad entre la norma del ordenamiento
interno y las disposiciones europeas, se le facilita el acceso a la justicia al pre-
verse que el reclamo se realice ante la jurisdicción nacional. Es decir que una
de las consecuencias más importantes de la aplicabilidad directa del derecho
de la Unión Europea no es sólo percibida por los Estados, sino que son los pro-
pios ciudadanos quienes pueden y deben velar por ella a través de los recursos
que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea prevé.
El procedimiento prejudicial establece que los jueces nacionales pueden diri-
girse al TJUE. En el supuesto de que en un caso concreto que se sustancia ante
un Tribunal nacional el juez tenga que aplicar disposiciones del Derecho de la
UE y tenga dudas acerca de su interpretación, o bien en el supuesto de la vali-
dez de un acto jurídico emitido por las instituciones de la UE, podrá recurrir al
TJUE para que éste se pronuncie a través de una sentencia. El objetivo del pro-
cedimiento es garantizar la interpretación uniforme del derecho de la Unión.
Las características principales de este procedimiento son las siguientes:
- Objeto de la petición: el TJUE decide exclusivamente acerca de la validez
e interpretación del Derecho de la Unión Europea y no del derecho nacional;
- legitimación para presentar una cuestión prejudicial: en principio, todos
los órganos judiciales nacionales están facultados para requerir un pronun-
ciamiento de este carácter, pero si se trata de un órgano jurisdiccional cuyas
decisiones no fueran susceptibles de revisión, es obligatorio acudir al TJUE a
través del recurso prejudicial;
Unión EUROPEA 349

- procedimiento en casos de urgencia: el Tratado de Lisboa introdujo una


modificación al contemplar en el art. 267 TFUE in fine que, si se plantea una
cuestión prejudicial en un asunto pendiente ante un órgano nacional en rela-
ción con una persona privada de la libertad, el TJUE se deberá pronunciar “a
la mayor brevedad”;
- el efecto de la sentencia es vinculante para el tribunal que planteó la cues-
tión así como para los tribunales nacionales que conozcan en la misma causa.
- el nuevo Reglamento adoptado en 2012 —mencionado con anterioridad—
contiene una disposición relativa al contenido mínimo indispensable de toda
decisión prejudicial y otra relativa al anonimato, lo que facilitará a los tribu-
nales nacionales formular las cuestiones prejudiciales garantizando mayor
privacidad a las partes en el litigio.
Una revisión de las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Euro-
pea permite observar la evolución en la interpretación de las disposiciones del
Tratado y su implicancia en los derechos y deberes de los individuos.
Una primera cuestión se planteó acerca del reconocimiento del efecto direc-
to de las decisiones del Tribunal en el derecho nacional de los Estados miem-
bro o si se requería la incorporación de la decisión a través de una norma de
derecho interno. Esto fue aclarado en la sentencia “Van Gend en Loos”**, En
este caso, el Tribunal manifestó que, independientemente del derecho nacio-
nal de cada Estado miembro, los individuos tenían derechos y obligaciones
que surgían del derecho comunitario*” y que no sólo existían cuando apare-
cían consagrados expresamente en un Tratado, sino también como consecuen-
cia de obligaciones que el Tratado imponía claramente tanto a los individuos
como a los Estados miembro, y a las instituciones comunitarias.
En el caso “Simmenthal Spa v. Ministro de Finanzas de Italia”*!, el Tri-
bunal de Justicia expresó que todo tribunal nacional debía aplicar el derecho
comunitario en su totalidad y proteger los derechos que éste confiere a los
individuos y, en consecuencia, debía dejar de lado toda disposición de derecho
nacional que lo contradijera, sea anterior o posterior a la norma de derecho
comunitario. De esta forma se estableció la supremacía del derecho comuni-
tario sobre el derecho nacional.

59 Sentencia “Van Gend en Loos c/Administración Holandesa de Impuestos”, del 5 de


febrero de 1963, causa 26/62, Rep. 1963, p. 3.
$0 La referencia al “derecho comunitario” guarda relación con la terminología utilizada
al tiempo de pronunciarse la sentencia y, por ende, se ha preferido mantener la misma, aun
cuando desde la entrada en vigencia del Tratado de Lisboa corresponde reemplazarla por
el “derecho de la Unión Europea”,
$1 Sentencia “Simmenthal Spa v. Ministro de Finanzas de Italia”, causa 35/67.
350 SANDRA C. NEGRO

Además, el Tribunal ha reconocido que los reglamentos crean derechos


individuales que los tribunales nacionales deben proteger.
En cuanto a las directivas, éstas son obligatorias en lo que atañe al resul-
tado perseguido en cada Estado miembro, pero deja librada a la autoridad
nacional la elección de forma y de método para alcanzar el fin.
Sin embargo, en algunos supuestos pueden surgir problemas acerca de la
implementación de las mismas por parte de los Estados miembro y, por ende,
verse afectados los intereses de los individuos. Así, por ejemplo, a raíz de la
directiva sobre telecomunicaciones se planteó una controversia entre Francia y
la Comisión de la Comunidad Europea. El fiscal Tesauro opinó que algunos ar-
tículos de esta directiva, basados en el art. 28 (antiguo art. 30 del Tratado CE),
debían ser anulados por haber excedido la Comisión las facultades delegadas.
En este supuesto se hallaban contrapuestos los intereses de los Estados euro-
peos en los cuales las telecomunicaciones constituían monopolios estatales (ex-
cepto Reino Unido, que en 1984 había privatizado, en parte, British Telecom) y
los intereses de los usuarios a quienes este régimen no satisfacía plenamente,
en particular las grandes empresas que demandaban tecnología de avanzada.
Por otra parte, las leyes nacionales, en general, protegían a los sistemas nacio-
nales de telecomunicaciones frente a la competencia. De allí que, con la finalidad
de satisfacer los requerimientos de los ciudadanos y de las empresas y para garan-
tizar que no se desvirtúe la libre competencia en el mercado único, se intenta lograr
un cambio en el sistema de telecomunicaciones. En este cambio tiene fundamental
importancia la implementación de directivas como la mencionada anteriormente.
En otro ámbito, la legislación de la Unión Europea en materia de medio
ambiente** elaborada en el transcurso de los primeros treinta años del pro-
ceso de integración europea, establece un nivel de exigencia común para las
normas y prácticas medioambientales vigentes en los Estados miembro. La
Comisión ha adoptado el principio por el cual se concede a las organizaciones
no gubernamentales que trabajan en temas relacionados con el medio am-
biente y a las personas un mayor acceso a los tribunales para la aplicación de
la legislación de la Unión. Se han incluido disposiciones que dan acceso a la
justicia en algunas propuestas de directivas para el medio ambiente y se está
considerando la necesidad de permitir el acceso a los tribunales nacionales
por parte de las organizaciones representativas.

E La materia de medio ambiente fue introducida en el ámbito comunitario a partir del


Acta Unica Europea, en 1987. Luego de la entrada en vigencia del Tratado de Amsterdam,
aparece regulada en el Título XIX (antiguo Título XVI), arts. 174 a 176. Actualmente, está
contemplada en el Título XX, arts. 191 a 193, del TFUE. Puede consultarse WiLLiams, Silvia
Maureen, El riesgo ambiental y su regulación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, en par-
ticular, Parte Segunda, Capítulo VI.
Unión EUROPEA 351

1. Evaluación de la actividad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea


De 1952 a 1994 se interpusieron ante el Tribunal de Justicia más de 8600 recur-
sos, de los cuales 2900 correspondieron a peticiones de decisiones prejudiciales **.
El crecimiento constante del número de casos tratados por el Tribunal de Jus-
ticia y el Tribunal de Primera Instancia (768 casos terminados en 1998) ** puso en
evidencia el lugar que ocupaba el derecho comunitario frente a las jurisdicciones
nacionales, en particular a través del recurso prejudicial. Durante 1998, ante el
Tribunal de Justicia fueron planteados 485 casos y 264 de ellos fueron cuestiones
prejudiciales (cifra que se incrementó en un 10% con relación a 1997).
Al observar el número acumulado de casos en un período más reciente
—conforme a la información presentada en el siguiente cuadro *-—, en la distri-
bución de casos puede confirmarse la permanencia de una intensa actividad de-
sarrollada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con un promedio de
aproximadamente 600 asuntos iniciados, 600 resueltos y 700 pendientes por año:

Actividad judicial ante el TJUE, Evolución 2005-2011


2005 2006 2007 2008 2009 | 2010 2011
Asuntos iniciados 474 937 581 593 062 631 638
Asuntos terminados 574 546 570 567 588 574 638
Asuntos pendientes 740 731 742 768 742 799 849

Adicionalmente, del total de 704 asuntos resueltos en el año 2016, 453 casos
corresponden a cuestiones prejudiciales. Ello lo constata el peso de este tipo de
cuestiones en la historia de la actividad judicial de la UE**. Como puede apre-

68 Fuente de datos período 1952-1994, Publicación Oficial de las Comunidades Euro-


peas, Las instituciones de la Unión Europea, Luxemburgo, 1995, p. 10.
51 La fuente de datos y cifras de este capítulo es el trabajo del presidente del Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas, Robrícuez IoLesias, Gil Carlos, “El derecho europeo:
una realidad diaria”, en La Europa sin fronteras, junio/julio 1999, Oficina de Publicaciones
de las Comunidades Europeas, Luxemburgo.
$65 Información extraída de las estadísticas anuales del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea, 2009, accesible en www.europa.eu.int. Asimismo, para la elaboración de los cua-
dros comparativos se consultaron los Informes anuales 2010-2011, Resumen de las activi-
dades del Tribunal de Justicia, del Tribunal General y del Tribunal General 2016, disponi-
bles en www.theioi.org.
$6 Estadísticas Judiciales 2011: nuevo récord del número de asuntos interpuestos y re-
sueltos ante los tres órganos jurisdiccionales del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Comunicado de Prensa n” 4/12, Luxemburgo, 17 de febrero de 2012, disponible en http://
curia.europa.eu/,
352 SANDRA €. NEGRO

ciarse a continuación, el número de casos, distribuidos por año, de cuestiones


prejudiciales se ha ido incrementando año tras año.

Cuestiones prejudiciales. Evolución 2005-2016


2005 2006 2007 2008 2009 | 2010 | 2016
Número de cuestio-
ugt 221 251 265 288 302 385 453
nes prejudiciales

VI. EL PODER SANCIONATORIO DE LA UE

1. La imposición de sanciones a los Estados miembros


Uno de los elementos más demostrativos del poder reconocido a las institu-
ciones europeas, y en particular a la Comisión y al Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, reside en la imposición de sanciones a los Estados miembro,
facultad que aparece contemplada en el art. 260 del Tratado de TFUE (antiguo
art. 228 del Tratado Constitutivo de la CE). La potestad de imponer sanciones
pecuniarias a los Estados miembro fue introducida por el Tratado de Maastri-
cht en vigencia desde el 1 de noviembre de 1993.
Así, para sancionar a uno de los Estados miembros, la Comisión de la Unión
Europea puede solicitar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea la imposición
de una suma a tanto alzado o multas coercitivas, correspondiendo al Tribunal la
declaración de que el Estado miembro ha incumplido la sentencia y la imposición
del pago de la suma o de la multa.
Entre otros ejemplos, puede analizarse la decisión tomada por la Comi-
sión el 5 de junio de 1996, que contempló, entre las infracciones más severas,
la violación del principio de no discriminación entre ciudadanos europeos”,

$7 Puede citarse como ejemplo el fallo del TJCE del 30 de abril de 1996, en el cual el Tri-
bunal decidió que un empresario de un país miembro de la Unión Europea no debía discri-
minar a causa de la nacionalidad entre los empleados de la Unión Europea, aun si trabajan
en un tercer Estado. En el caso de Ingrid Boukhalfa, una ciudadana belga empleada en la
Embajada de Alemania en Argel, su contrato se basaba en la ley alemana y determinaba
la jurisdicción de los tribunales de Bonn para eventuales controversias. Sin embargo, su
contrato de “agente local” se había hecho conforme a las normas argelinas y la ley alemana
de los empleados del Ministerio de Asuntos Exteriores establecía una distinción entre los
agentes locales alemanes y los de otra nacionalidad. El Tribunal de Justicia de la Unión
Europa determinó que el empleo debe someterse a normas de la Unión Europea, conclu-
yendo que a la empleada belga le correspondían las mismas condiciones de trabajo y remu-
neraciones que a sus colegas alemanes (comentario en el artículo “Los europeos iguales,
incluso fuera de Europa”, en La Europa sin fronteras, n” 6, 1996, Oficina de Publicaciones
Europeas, Luxemburgo, 27 de mayo de 1996, p. 2).
Unión EUROPEA 353

así como los atentados contra las cuatro libertades. Asimismo, la Comisión
también ha actuado solicitando sanciones en supuestos de infracciones que
acarrearan perjuicios para el funcionamiento de la Unión, para el medio am-
biente o para toda una categoría profesional.
La Comisión solicitó, por primera vez en 1997*%”, al Tribunal de Justicia de
la Unión Europea la imposición de este tipo de sanciones a Alemania e Italia.
En ambos casos, los Estados, luego de ser condenados por el Tribunal por no
respetar directivas sobre medio ambiente (las denominadas “directivas ver-
des”), no acataron la sentencia de cumplir con las mencionadas directivas *”.
En el área de telecomunicaciones, la Comisión sostuvo en octubre de 1997 *%
que los diez Estados miembro que debían liberalizar completamente sus te-
lecomunicaciones a partir del 1 de enero de 1998 habían trabajado satisfac-
toriamente al respecto. No obstante, la institución europea percibió lagunas
tanto en la aprobación de disposiciones nacionales como en la aplicación de
las medidas ya tomadas. La Comisión anunció entonces el inicio de procedi-
mientos de infracción contra los Estados que no hubieran cumplido.

2. La facultad de control e imposición de sanciones a empresas


La Comisión, en virtud de la necesidad de velar por la aplicación de las
normas contenidas en los tratados, dispone de facultades de control y de im-
posición de multas —sanciones de carácter pecuniario— en caso de infracción
del derecho de la Unión Europea por parte de las empresas.
Estas facultades han sido ejercidas por la Comisión, en especial para res-
guardar la libre competencia en el mercado europeo. La regulación de la com-
petencia comercial en la Unión es una de las áreas en la cual los Estados
miembro cedieron las facultades de regulación, inspección, vigilancia y apli-
cación de sanciones desde los inicios del proceso de integración. Los arts. 101
a 106 del TFUE (antiguos arts. 81 a 86 del Tratado constitutivo de la Comu-
nidad Europea) son disposiciones muy precisas en la materia, que posterior-
mente fueron completadas y adecuadas mediante reglamentos de la UE. En

$8 “Durante 1997, la Comisión utilizó este nuevo procedimiento por primera vez. Los pri-
meros seis casos se referían a Estados miembro que no habían cumplido las sentencias pre-
cedentes del Tribunal. La instauración de estos procesos dio resultados positivos, ya que en
la mayoría de los casos los Estados miembro procedieron rápidamente a la adaptación de su
legislación nacional” La Unión Europea y el medio ambiente”, serie Europa en movimiento,
Oficina de Publicaciones de las Comunidades Europeas, Luxemburgo, 1998, p. 30).
6% Comentario en “Amenaza de sanciones europeas”, en La Europa sin. fronteras, n 3,
1997, Oficina de Publicaciones Europeas, Luxemburgo, 11 de febrero de 1997, p. 3.
10 Comentario en “Breves”, en La Europa sin fronteras, n* 10, 1997, Oficina de Publica-
ciones Europeas, Luxemburgo, 21 de octubre de 1997, p. 4.
354 SANDRA C. NEGRO

la actualidad es tan importante garantizar los principios de la libre compe-


tencia en el mercado único que la Comisión ha trabajado en varios proyectos
para alcanzar con estas normas a sectores no tradicionalmente vinculados a
la misma pero que tienen aspectos económicos. Por ejemplo, desde marzo de
1999, la iniciativa de aplicar al deporte las normas de competencia de la UE y
así poder examinar si una empresa puede controlar dos clubes que participan
en un mismo campeonato, o si una federación deportiva regional o nacional
puede impedir a uno de sus clubes que se instale en otro país de la UE.
Las facultades de control comprenden, en primer lugar, el pedido de infor-
mes y, además, la posibilidad de allanamiento **. En el caso de comprobar la
Comisión el abuso de posición dominante por parte de la firma, las normas de la
UE habilitan a la realización de una investigación mayor y posteriormente a la
imposición de una multa de hasta un 10% sobre los ingresos de la firma ”?.
Entre los múltiples casos de imposición de sanciones puede analizarse la
investigación que llevó a cabo la Comisión, tras recibir las quejas de los usua-
rios (en especial, alemanes y austríacos), por la compra de automóviles de la
marca Volkswagen o Audi en Italia. La Comisión llegó a la conclusión de que
el grupo Volkswagen-Audi aplicaba una estrategia deliberada para impedir
o, al menos, limitar de forma importante las compras de vehículos de ambas
marcas en Italia si los adquirentes residían en otros países de la Unión. Así,
la Comisión concluyó que el fabricante acordó la estrategia con la filial italia-
na Autogerma y sus concesionarios italianos (conociendo la normativa euro-
pea y sabiendo que la contrariaban). Cabe aclarar que un reglamento europeo
admite las redes de concesionarios con la condición de que no dificulten las
“ventas sin fronteras”. La decisión de la Comisión consistió en la aplicación, el
28 de enero de 1998, de una multa a Volkswagen que ascendió a 102 millones
de ecus”” y la obligación para la sociedad de eliminar la práctica contraria
a la competencia antes del 31 de marzo de 1998. Además, se previó que los
consumidores que se vieran afectados en el derecho que tienen a comprar

1 Por ejemplo, en julio de 1999 la Comisión decidió allanar las sucursales de la firma
Coca- Cola en cuatro Estados miembro ante sospechas de prácticas monopólicas. El allana-
miento se realizó para incautar documentos “con el objetivo de examinar la relación distri-
buidores-clientes” y, en particular, encontrar información que sirva para probar las ofertas
de premios y descuentos que esta empresa estaba ofreciendo a los negocios que conseguían
aumentar la venta de sus productos, ya sea que vendieran toda la gama de gaseosas o bien
que lo hicieran con exclusividad.
12 En julio de 1999, la Comisión impuso una multa de siete millones de dólares a British
Airways por un caso de abuso de posición dominante en la oferta de pasajes.
13 En 1998 se encontraba aún vigente el ECU, unidad de cuenta europea.
Unión EUROPEA 355

el automóvil en el país que deseaban por prácticas similares de la sociedad


mencionada podían recurrir a los tribunales nacionales o a las autoridades
nacionales de la competencia allí donde existiesen **,
Asimismo, también en el ámbito de la UE hay un control de los acuerdos
entre empresas y las consecuencias de los mismos en orden a la violación de
la libre competencia. En tal sentido, puede citarse la prohibición determinada
el 10 de mayo de 1999 por la Comisión Europea del European-Asian Trade
Agreement (EATA), un acuerdo entre armadores que tenía por objeto un in-
cremento en los precios del transporte marítimo por contenedores desde Eu-
ropa hacia el norte de Asia””. En realidad, el acuerdo había sido concluido por
los propios participantes en septiembre de 1997, pero la Comisión entendió
que debía finalizar su investigación y poner de manifiesto su posición para
evitar que estas prácticas se relterasen.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA Y DE PROFUNDIZACIÓN DE LOS ARGUMENTOS


DESARROLLADOS EN EL CAPÍTULO

Abpam, Roberto, y Tizzaxo, Antonio, Lineamenti di Diritto dell 'Unione Europea, 2* ed.,
Giappichelli Editore, Torino, 2010.
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Europea, 2008.
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DaxnteLr, Luigi, Diritto dell'Unione Europea, Sistema Istituzionale-Ordinamento-Tute-
la Giurisdizionale- Competenze-, 2* ed., Giuffré Editore, Milano, 2007,
De FaraMIÑAN Giueerr, Juan Manuel, “El Tratado de Lisboa (un juego de espejos ro-
tos)”, en Revista Electrónica de Estudios Internacionales, 2009, www.reel.org.
Díez DE VeLazco, M., Instituciones de Derecho Internacional Público, Tecnos, Madrid,
1994.
GAJA, G., y ÁDINOLFL, Á., Introduzione al diritto del 'Unione Europea, Editori Laterza,
Bari,

14 Comentario en “Decisiones. Multa ejemplar a Volkswagen”, en La Europa sin fronte-


ras, 07 3, 1998, Oficina de Publicaciones Europeas, Luxemburgo, 11 de febrero de 1998, p. 2.
Es importante aclarar que la compra de un automóvil fuera del país de residencia se debe a
las diferencias de precios en automóviles particulares registradas entre los Estados miem-
bro. El informe semestral publicado por la Comisión Europea el 10 de julio de 1998 pone en
evidencia que las diferencias seguían siendo tan importantes al 1 de mayo de 1998 como en
noviembre de 1997. Así, Reino Unido era el país donde más caro costaba un automóvil, y en
los Países Bajos el precio era el menor (comentario en “Breves”, en La Europa sin fronteras,
n” 9, 1998, Oficina de Publicaciones Europeas, Luxemburgo, 15 de septiembre de 1998).
5“Breves”, en La Europa sin fronteras, n* 6-7, 1999, Oficina de Publicaciones Europeas,
Luxemburgo, 1 de junio de 1999, p. 3.
356 SANDRA €. NEGRO

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Torino, 2010.
ANEXO 1
PROTOCOLOS Y MODIFICACIONES AL
ACUERDO DE CARTAGENA

Año de la firma |Principales modificaciones


(F) y de entrada
en vigor (EV)
Acuerdo de F 26/5/69 Tratado originario del proceso de integración.
Cartagena EV 16/10/69
Protocolo de |F 12/5/87 Se flexibilizan los plazos para lograr la unión
Quito EV 25/5/88 aduanera.
Se posterga la adopción del arancel externo común
y se incorporan como órganos del proceso de in-
tegración al Parlamento Andino y al Tribunal de
Justicia Andino.
Protocolo de [F 10/3/96 Se crea la Comunidad Andina de Naciones propia-
Trujillo EV 3/6/97 mente dicha, el Sistema Andino de Integración (SAT)
y se incorporan como órganos del proceso de inte-
gración al Consejo Presidencial Andino y al Consejo
Andino de Ministros de Relaciones Exteriores.
La Junta se transforma en Secretaría General.
El proceso de integración adquiere personalidad
jurídica internacional.
Protocolo de |F 28/5/96 Se le asignan nuevas competencias al Tribunal de
Cochabamba |EV 25/8/99 Justicia Andino y se refuerzan las existentes.

Protocolo de |F 25/6/97 Se introducen tres nuevos capítulos referidos a


Sucre (Quito) | EV 14/4/03 relaciones externas, comercio intrasubregional de
servicios y miembros asociados.
Se establecen disposiciones transitorias para la in-
corporación del Perú a la Comunidad Andina de
Naciones.
Se amplían los objetivos del proceso de integración.
, ANEXO 2
ORGANOS DE LA COMUNIDAD ANDINA

Consejo Andino
Consejo Comisión de Secretaría General Tribunal de Justicia
de Ministros
Presidencial la Comunidad de la Comunidad de la Comunidad Parlamento Andino
de Relaciones
Andino Andina Andina Andina
Exteriores
Normas
AC arts. 42 y 43,
principales AC arts. 40 y 41;
AC arts. l5ba el PATCPA, el
que rigen su AC arts. 11 AC arts. 21 a AC arts, 29 a 39 y PMTCTIJICA: ETJ-
20 y RCAMM- PATCPAEDUR y el
funcionamiento a l4, 28 y ROCCA. RSGCA. CA y RITJCA.,
RREE. RGPA.

Importancia Es el máximo Es el órgano de Es el órgano Es el órgano


Es el órgano ejecu- Es el órgano juris-
órgano de la dirección políti- normativo de deliberativo de los
tivo de la Comuni- diccional de la Co-
Comunidad ca de la Comu- la Comunidad pueblos de la Comu-
dad Andina. munidad Andina.
Andina. nidad Andina. Andina. nidad Andina.
Tipo de norma Resoluciones admi-
Decisiones, declara-
que emite Declaraciones y nistrativas, acuer-
Directrices Decisiones Resoluciones ciones y recomenda-
decisiones dos y sentencias.
ciones

Un represen-
Los jefes de Los ministros
tante plenipo-
Estado de los de Relaciones Un secretario gene- Cinco represen-
Composición tenciario de Un magistrado por
países miem- Exteriores de los ral y funcionarios y tantes por cada
cada uno de cada uno de los Es-
bros de la paises miembros
los gobiernos
empleados de este
tados miembros.
uno de los Estados
Comunidad de la Comuni- órgano. miembros,
de los Estados
Andina. dad Andina.
miembros.
360
Generalmen-
Generalmente
te en el país . , . .
en el país que San Francisco de [Santa Fe de Bogota
Sede que detente Lima (Perú) Lima (Perú)
la presiden-
detente la presi- Quito (Ecuador) (Colombia)
dencia.
cia.
www.comunidadan- | www.tribunalandi- | www.parlamen-
Web site dina.org no.org.ec toandino.or g

Notas aclaratorias de siglas utilizadas en el cuadro:


AC: Acuerdo de Cartagena
PATCPA: Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino
PATCPAEDUR: Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo del Parlamento Andino sobre Elecciones Directas y Univer-
sales de sus Representantes

SANDRA C. NEGRO
RGPA: Reglamento General del Parlamento Andino
RCAMMRREE: Reglamento del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores (decisión 407)
RCCA: Reglamento de la Comisión de la Comunidad Andina (decisión 471)
RSGA: Reglamento de la Secretaría General de la Comunidad Andina (decisión 409)
PMTCTJCA: Protocolo Modificatorio del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
ETJCA: Estatuto del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (decisión 500)
RITJCA: Reglamento Interno del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
ANEXO 3
ORGANIGRAMA DE SICA Y SIECA

CORTE CEN- : PARLAMENTO


TROAMERICANA
JUSTICIA DE REUNIÓN DE
PRESIDENTES CENTROAMERI-
CANO

REUNIÓN DE VI-
CEPRESIDENTES

CONSEJO DE
MINISTROS DE CONSEJO DE
INTEGRACION MINISTROS
ECONÓMICA

; CONSEJO
¡A SECTORIAL DE COMITÉ
COMITÉ CON- |/*| MINISTROS EJECUTIVO
SULTIVO DE |
INTEGRACIÓN fa
ECONÓMICA _|i' [| COMITÉ EJECU-
“5 TIVODEIN- SECRETARÍA CONSEJO
: TEGRACIÓN GENERAL L-] CONSULTIVO
y| ECONÓMICA
: T SG-SICA SICA
¡| SECRETARÍA
DE | 7
INTEGRACIÓN |-7
ECONÓMICA

Fuente: elaboración propia y SIECA (www.sieca.org.gt)


ÁNEXO 4
SENTENCIAS PRONUNCIADAS POR LA CORTE
CENTROAMERICANA DE JUSTICIA
AÑO 2008

Fecha de
resolución y
n” | Expediente | Caso Partes Publicación
en la Gaceta
Oficial CCJ
55 |5-20-12-2006 | Demanda con acción de | Confederación de Asocia- | 14/8/08
nulidad contra el Acuer- | ciones de Agentes Adua-
do n” 01-2006 (COMIE- | nales de Centroamérica y
CO-EX) con base en el|el Caribe (CONAAC), re-
art, 22, literalesb y g del | presentado por el Dr, Joe
Convenio de Estatuto de | Henry Thompson Arguello
la Corte y otras disposi- | contra Consejo de Minis-
ciones comunitarias. tros de Integración Econó-
mica (COMIECO), repre-
sentado por Marco Vinicio
Ruiz Gutiérrez, ministro
de Comercio Exterior de
Costa Rica por ser la Re-
pública de Costa Rica la
actual vocera de Centro-
américa y presidir dicho
órgano Comunitario.
54 | 4-31-10-2006 | Demanda con base en el | Mercedes Santos, María | 14/8/08
Convenio de Estatuto de Candelaria, Joaquín Mau-
La Corte, art. 22, literal ro y Manuel Antonio Cal-
f. “Cuando de hecho no derón Castro, represen-
se respeten los fallos ju- tados por el doctor Carlos
diciales”. Rodríguez Aguilar contra
Estado de El Salvador, re-
presentado por el fiscal ge-
neral de la República.
364 SANDRA C. NEGRO

53 2-11-8-2006 Demanda por supuestas Actor: Lic. Alfonso Portillo 5/5/18


violaciones a normas de Cabrera, expresidente de la
Derecho Internacional, República de Guatemala.
de integración y comuni- Demandado: Estado de Gua-
tarias centroamericanas. temala, representado por el
presidente de la República,
Lic. Oscar Berger Perdomo.
52 1.4-8-2006 Demanda con fundamen- Actor:OscarRobertoBalcáce- 25/1/08
to en el art. 22, inc. g del res Castro, diputado del Par-
Estatuto de la Corte Cen- lamento Centroamericano,
troamericana de Justicia Demandado: PARLACEN,

Fuente: página web de la Corte Centroamericana de Justicia: www.ccj.org.ni

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