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TEORÍA DE LA JUSTICIA; JOHN RAWLS.

I. LA TEORÍA DE LA JUSTICIA EN RAWLS.


El autor presenta una teoría de la justicia que lleva el concepto del contrato
social a un alto nivel de abstracción, y en el que se reemplaza el pacto de la
sociedad a un esquema en que una sociedad justa no está sometida a la
negociación política ni al cálculo de interés social.

Rawls se opone a la teoría utilitarista clásica e institucionalista de la justicia,


según la cual la moral es contractual; y afirma que al ser las primeras
virtudes humanas, la verdad y la justicia no pueden ser transables. Es un
filósofo basado en la moral de Kant, Rousseau y Locke.

A la justicia, como hemos afirmado, se la considera como la primera de las


virtudes de la sociedad; cada uno tiene un derecho de inviolabilidad, basado
en el principio de la justicia, y al que ni siquiera el bienestar de la sociedad
podría oponerse.

Respecto a los principios de la justicia social, estos proveen de un mecanismo


que establece derechos y deberes en las instituciones básicas de la sociedad y
definen el reparto equitativo entre beneficios y cargas de la cooperación
social.

El rol de los principios de la justicia social ayudan a determinar los deberes y


derechos de los individuos que, al tener concepciones diferentes de justicia,
reconocen un denominador común en ellos. Pero no solo este denominador
común es el único requisito para una comunidad viable, pues existen otros
problemas sociales, como los de coordinación, eficacia y estabilidad, que se
deben analizar en torno a la justicia y no solamente en cuanto a su papel
distributivo dentro de la sociedad.

Para determinar el objeto de la justicia, analizaremos los principios de la


justicia social que están esencialmente dirigidos a las desigualdades de la
sociedad a través de sus diferentes instituciones, como la propiedad privada,
la familia, la competencia mercantil, etc.; que contiene varias posiciones
sociales con diferentes expectativas de vida, determinadas en parte por las
circunstancias económico–sociales y por el sistema político.

Estos principios se basan en la justa asignación de deberes y derechos


fundamentales, así como de las oportunidades económicas y las condiciones
sociales en la diferentes gamas de la sociedad.
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La investigación del autor enfoca el problema de la justicia tratando de
formular su concepción para la estructura básica de la sociedad, entendida
ésta como un sistema bien ordenado y aislado de otras sociedades; evalúa los
aspectos distributivos de esa estructura básica y de cooperación social. El
autor concibe también a la justicia como un ideal social.

Aristóteles ya concebía a la justicia como la acción de abstenerse de la


pleonexia; es decir, de obtener ventaja, apoderarse de lo que le pertenece a
otro, sus propiedades, su empleo, etc.; o negarle a una persona lo que le es
debido; son estos derechos que derivan de instituciones sociales.

II. LA PRIORIDAD DE LA JUSTICIA COMO IMPARCIALIDAD.

El autor, considera la justicia como imparcialidad, en donde los principios


fundamentales se pactan en una situación inicial que es justa, y de igualdad
como condición de la asociación de los individuos.

Esta posición inicial de igualdad corresponde al estado de naturaleza en la


teoría tradicional del contrato social, por ello se afirma que Rawls llevó a un
nivel de abstracción la teoría del contrato social hallada en Locke, Rousseau
y Kant.

Este estado de naturaleza es hipotético, en donde nadie sabe cuál es su lugar


en la sociedad, ni su distribución de ventajas y capacidades naturales, éstas
se escogen tras lo que Rawls llama el “velo de la ignorancia”; y al ser todos
iguales los principios de la justicia, se pactarán de manera justa, y las
instituciones sociales actuarían con leyes equitativas.

Aceptar este hecho proporcionaría la base para una aceptación publica de los
correspondientes principios de la justicia.

La justicia como imparcialidad es un ejemplo de la teoría contractual, en


donde ciertos principios serian aceptados de manera racional en una
situación inicial bien definida, en que la división correcta de ventajas tiene
que hacerse conforme a principios aceptables para todas las partes.

Sin embargo la teoría de la justicia no es una teoría contractual completa,


porque no incluye principios para todas las virtudes, sino que sólo se ocupa
de la justicia.

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III. LA "POSICIÓN ORIGINAL"; EL "VELO DE LA IGNORANCIA", LA "SOCIEDAD
BIEN ORDENADA", EL "EQUILIBRIO REFLEXIVO".
La posición original es el status quo inicial, que asegura que los acuerdos
fundamentales sean imparciales.

Surge la interrogante de qué principios sería racional adoptarlos, dada la


situación contractual. El ejemplo que ilustra mejor el tema es el de un
hombre rico que pediría se declare injusto algo que afecte sus intereses, y en
sentido contrario, el hombre pobre; para evitar la elegibilidad de cual
principio primaria, la teoría imagina una situación en la que todos están
desprovistos de esta información. Sería así como se llega al velo de la
ignorancia; de un modo natural, que se concibe como la capacidad de
colocarse en la posición original en que los grupos son iguales en tanto
personas morales, de acuerdo con cierto procedimiento argumentando en
favor de los principios de la justicia.

Como afirma Rawls, el equilibrio reflexivo se da entre los principios y juicios


que coinciden; ajustándolos mediante juicios reflexivos.

El utilitarismo clásico.
El autor tiene como propósito elaborar una teoría que represente una opción
frente al utilitarismo clásico.

El bienestar de la sociedad se formaría a partir de la satisfacción de los


sistemas de deseos de los muchos individuos que la conforman, es decir
realizar en la mayor medida el sistema general de deseos al que se llega a
partir de los deseos de sus diferentes miembros. Llegamos así al concepto del
principio de utilidad en que una sociedad esta ordenada cuando sus
instituciones maximizan el equilibrio neto de satisfacción.

La justicia social es el principio de prudencia racional aplicado a una


concepción colectiva del bienestar del grupo.

El autor interpreta el principio de utilidad en su forma clásica, concebida


como la satisfacción del deseo racional. Para el utilitarismo la distribución
correcta en cada caso es la que produce la máxima satisfacción.

El utilitarismo por tanto no considera la distinción entre personas, el


concepto de cooperación social es consecuencia de extender a la sociedad el
principio de elección del individuo esta extensión es válida para todas las

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personas que se funden en una sola; por medio de hechos imaginativos del
espectador imparcial.

La justicia como imparcialidad demuestra que los principios que se escogen


son originados en la posición original.

Algunos contrastes relacionados.


Se concluye que en una sociedad justa las libertades son un hecho y la
justicia asegura los derechos, y estos no están sujetos a los intereses
políticos.

La doctrina contractual acepta la prioridad de la justicia sin embargo para el


utilitarismo las convicciones de la prioridad de la justicia, se explican como
una ilusión socialmente útil.

El autor afirma que para el utilitarismo la sociedad hace extensivo el


principio de elección por cada hombre, la justicia como imparcialidad por ser
una visión contractual supone que los principios de justicia son el resultado
del acuerdo original.

Por qué habría de pensarse que los principios que regulan una asociación de
hombres sean una extensión del principio de elección por un solo hombre.
El utilitarismo es una teoría teológica y la justicia como imparcialidad no, es
una teoría deontológica.

IV. LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA.


La teoría de la justicia puede dividirse en dos partes: la interpretación de la
situación inicial y los principios formulados; y el razonamiento para
determinar cuál de estos principios se adoptará.

Para las instituciones hay dos principios y para los individuos hay varios.

1) Instituciones y Justicia Formal.


El objeto primario de los principios de la justicia social es la estructura
básica de la sociedad, en donde las instituciones sociales se rigen por
un esquema de cooperación.

Existe una clara diferencia entre instituciones e individuos con respecto


a los principios de cada uno, las instituciones son un sistema público
de reglas que definen cargos y posiciones con sus derechos y deberes,
poderes e inmunidades, etc. ejemplo de ello son el mercado, parlamento,
sistemas de propiedad, etc. una institución requiere de un acuerdo
público con reglas que la defienden y que son conocidas por todos o se
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supone que todos las aceptan, por ello que los principios de la justicia
son escogidos a condición de que han de ser públicos como condición
natural en la teoría contractual.

Existe una diferenciación entre las reglas constitutivas de una


institución y las estrategias de las mismas para propósitos particulares.
idealmente las reglas deben ser establecidas para que los hombres sean
guiados por sus intereses predominantes, de manera que promuevan
fines socialmente deseables, la conducta de los individuos al ser guiada
hacia la justicia social aun no prevista por ellos, es una coordinación a
la que Smith llamó obra de la mano invisible.

La justicia formal es la administración imparcial de las leyes e


instituciones que se aplican de forma igualitaria, es decir la obediencia
al sistema, es el imperio del derecho que apoya las expectativas
legitimas.

2) Dos principios de la justicia (en los que existe relación directa con
la posición original).

a) Cada persona ha de tener un derecho igual al esquema más


extenso de libertades básicas que sea compatible con un esquema
semejante de libertades para los demás.

b) Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser


conformadas de modo tal que a la vez se espere razonablemente
que sean ventajosas para todos y se vinculen a empleos y cargos
asequibles para todos.

Ambos principios se aplican a la estructura básica de la sociedad y


rigen a la asignación de derechos y deberes regulando la distribución de
las ventajas económicas y sociales.

Para su formulación el autor explica que la estructura social se puede


dividir en dos partes en donde el primer principio se aplica a la parte
social que define y asegura las libertades básicas (libertad política, de
expresión y reunión, de conciencia y pensamiento, de persona que
comprende la libertad frente a la opresión psicológica, agresión física; el
derecho a la propiedad personal y a la libertad respecto al arresto
arbitrario).

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El segundo principio se aplica a los aspectos que establecen
desigualdades económicas y sociales como la distribución de ingreso y
riqueza que no tiene que ser igual para todos pero si ventajosa, y de las
instituciones que usan su autoridad y responsabilidad para definirlas,
en donde estos mandos deben ser accesibles a todos, y el beneficio sea
igual a pesar de las desigualdades planteadas.

El primer principio tiene prioridad sobre el segundo, porque al ser


transgredidas las libertades básicas no pueden justificarse ni
compensarse con mayores beneficios sociales y económicos, tampoco
son absolutas por que pueden entran en conflicto entre sí, forman un
sistema que es para todos.

El primer principio requiere que las reglas que definen las libertades
básicas se apliquen equitativamente y que permitan la mayor extensión
de libertad compatible con la de todos.

Estos principios al referirse a las personas las considera como


representativas de la sociedad con diversas posiciones sociales dentro
de la estructura básica. ambos principios no se aplican a individuos
particulares o a la distribución de bienes particulares.

Los principios llevan al planteamiento del concepto de la justicia como:

Todos los valores sociales –libertades y oportunidades, ingreso y


riqueza, así como las bases del respeto a sí mismo– habrán de ser
distribuidos igualitariamente, a menos que una distribución desigual de
alguno o de todos estos valores redunde en una ventaja para todos. En
donde la injusticia seria aquellas desigualdades que no benefician a
todos.

La justicia no impone restricciones al tipo de desigualdades que son


permisibles, simplemente exige que se mejore la posición de cada uno.

El principio de la diferencia.
El autor ilustra el tema planteando que existen dos hombres, uno que
inicia su vida como miembro de la clase empresarial y el otro en la clase
de obrero no calificado, el que tendrá mejores perspectivas será el
primero. ¿Qué es lo que justifica ello? Para el principio de la diferencia
solo es justificable si la diferencia de expectativas funciona en beneficio
del de peores expectativas, es decir el segundo. dado el principio de
libertad y de asequibilidad de puestos, las mayores perspectivas
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otorgadas a los empresarios actúan como estímulos para mejorar las
expectativas de la clase laboral, originándose un esquema
perfectamente justo. Pero al descender las expectativas de los primeros
ocasionaría que desciendan también la de los menos aventajados, por
ello se afirma que el esquema es injusto cuando una o más de las
mayores expectativas son excesivas y se violan otros principios como el
de la justa igualdad de oportunidades.

Existe una relación estrecha entre el principio de la diferencia y de la


eficiencia en un esquema perfectamente justo.

La suposición que las desigualdades están encadenadas esto es si una


ventaja aumenta las expectativas de la posición más baja, entonces
aumenta la de todas las posiciones intermedias. Es decir ningún
eslabón se mueve libremente sin la conexión en cadena con respecto a
las expectativas que deben maximizarse de los menos aventajados.

El autor desarrolla el segundo principio de justicia enfatizando que


pueden servir de base para la doctrina de economía política. además
estos principios tienen valores de la comunidad inmersos en sí. en el
análisis de tema de las porciones distributivas explica los preceptos
comunes de la justicia tema del segundo principio y finalmente en este
capítulo, se analiza el perfeccionismo e intuicionismo como teorías de la
justicia distributiva.

El concepto de justicia en la economía política.


Los principios de la justicia son conceptos de economía política como el
bienestar económico, sin embargo este término de "bienestar" hace
referencia a un concepto moral implícito utilitario; por tanto el autor
escoge el término "elección social" e incluye el de bien público.

La relación es estrecha entre la legislación económico –social que


determina la estructura de la sociedad. por lo que la elección del
sistema económico debe ser hecha sobre bases morales, políticas y
económicas, y la economía política debe investigar este problema.

La teoría de la justicia presupone una teoría del bien, sin embargo la


doctrina contractual establece límites al concepto del bien, derivados de
la prioridad de la justicia sobre la eficiencia, y de la prioridad de la
libertad sobre las ventajas económicas y sociales. La justicia como
imparcialidad no depende de estos deseos e intereses presentes en la
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teoría contractual. el ideal de la justicia se basa en fomentar tal virtud y
combatir los deseos y aspiraciones incompatibles con ella. Es
perfeccionista por que establece un idéala de la persona que limita la
búsqueda de los deseos existentes.

Por tanto esta teoría, se opone al utilitarismo conjuntamente con el


perfeccionismo y es anti–contractual.

La posición original hace posible la unanimidad; la decisión de uno es


de todos y sirve para los juicios de los ciudadanos de una sociedad bien
ordenada y regulada por los principios de la justicia; esto llevaría a
pensar que esa unanimidad conduce al idealismo propio del
contractualismo pero no, ese consenso es parte de la posición original y
representa un límite a tales argumentos, tiene afinidad con el idealismo
por su relación con Kant.

Consideraciones acerca de sistemas económicos.


Se analizan los problemas morales de economía política como el tema
del ahorro, la tributación. La propiedad, etc. El problema ético
presupone estas consideraciones sobre estos hechos por que el
ciudadano intenta organizar sus juicios referentes a la justicia de las
instituciones económicas.

Tanto e sistema de libre mercado como el socialista tienen sus


diferencias respecto a la función de precios, distribución, propiedad de
los medios de producción entre otros, lo que analiza la teoría de la
justicia no es si un sistema es óptimo que otro, ella da los lineamientos
de un sistema económico justo que admita variaciones. Sin embargo el
esquema general descrito utiliza el mercado, obtiene las ventajas de la
eficiencia y protege la libertad de elección de ocupación con las
implicancias de las injusticias que se presentan y desde luego lo mismo
ocurre en el socialismo.

Las instituciones básicas para una justicia distributiva.


El principal problema de esta justicia es elegir el sistema social en el
cual la distribución sea justa. esta estructuración ha de componerse de
instituciones políticas legales que establezcan procesos económicos
sociales justos. Existen varias instituciones de apoyo que al respecto
trata el autor, como el de la renta total de los menos favorecidos sea tal
que maximice sus expectativas a largo plazo. Otra rama es la
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distribución (todo esto bajo una óptica de un estado democrático en
donde se permite la propiedad privada del capital y de los recursos
naturales), su tarea es conservar una justicia aproximada de las
porciones distributivas mediante la tributación y los ajustes necesarios
de la propiedad con el fin de corregir gradualmente la distribución de
riqueza y prevenir las concentraciones de poder que se oponen a la
equidad de la libertad política y de la justa igualdad de oportunidades.

El objeto de la función distributiva no es maximizar el balance neto de


la satisfacción, sino de establecer instituciones básicas juntases
problema de los utilitarios es la utilidad individual, y no del a teoría
contractual.

La teoría del a justicia no favorece por si misma a cualquiera de los


regímenes sea de mercado o socialista sin embargo el régimen liberal
socialista se adapta faciliten a los dos principios de la justicia
enunciados con anterioridad, que suponen un límite a la fuerza de la
motivación social y altruista. el autor deja en claro que una sociedad en
que todos pueden obtener un máximo de bienestar, donde no surgen
demandas conflictivas va más allá de la justicia, esta sociedad ideal no
es de interés para el estudio.

El problema de la justicia entre generaciones.


Surge del contexto de que si el sistema social global, la economía
competitiva junto con las instituciones básicas, puede estructurarse a
fin de que satisfaga los principios de la justicia.

La respuesta depende del mínimo social que se fije; y esto se conecta


con el cuestionamiento de que, si la generación presente está obligada a
respetar las demandas de sus antepasados.

Este mínimo social ha de aplicar el principio de diferencia en la que las


perspectivas de los menos favorecidos se extienda a las generaciones
futuras.

Cada generación debe a parte de mantener sus instituciones justas que


se han establecido, realizar una acumulación de capital real definido
por un principio de ahorro justo que se realiza como retribución a lo que
se recibe de las anteriores y aporta a las venideras para que disfruten
una sociedad más justa.

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Ahora bien, esta afirmación tiene sus limitantes por que el principio del
ahorro justo no puede ser adoptado democráticamente en su totalidad;
como nadie sabe a qué generación pertenece, el problema es
considerado de manera individual para la teoría contractual y surge la
posición original que representa todas las generaciones, respecto a que
lo que le toca a todos concierne a todos. Así una sociedad cumple con
su obligación de justicia al mantener instituciones justas y conservar su
base material., Los principios justos de ahorro como afirma el autor; se
aplican a lo que una sociedad debe ahorrar como principio de justicia.

Ninguna generación tiene mayores derechos que otra. Las personas que
la conforman tienen un esquema de cooperación en un momento dado
en donde el principio de justicia regula la cooperación de ellos.

Se exige el ahorro como condición de conseguir instituciones justas .la


relación del principio del ahorro justo con los dos principios de la
justicia radica en los menos aventajados de cada generación. Limitando
así el principio de diferencia. Las personas en diferentes generaciones
tienen diversas obligaciones y deberes sujetas a la posición original.

La preferencia en el tiempo.
Para la teoría contractual la preferencia en el tiempo es irracional por
que la posición original rechaza tratar a la justicia en beneficio de las
generaciones presentes o pasadas; de esta manera al elegir un principio
económico no se prefiere un tiempo preciso.

De esta manera el principio de ahorro (concebido el ahorro justo como


capital, maquinaria, conocimiento, cultura, tecnologías y prácticas que
hacen posible las instituciones justas y la libertad); no debe estar
afectado por la preferencia del tiempo, el fundamento es la posición
original que con el velo de la ignorancia no consideraran ventajas frente
al tiempo como base para la elección social.

A diferencia del principio de igualdad, la preferencia en el tiempo no


tiene una referencia ética intrínseca, se expone para expresar las
consecuencias del criterio de utilidad.

Otros casos de prioridad.


El principio del ahorro justo impone un límite sobre la proporción de
acumulación, cada generación logra conseguir instituciones justas,

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como a su vez y un valor justo de libertad; pero tiene un límite con
respecto a otorgar a las generaciones futuras estos logros.

La prioridad de la igualdad de oportunidades como en el caso de la


prioridad de la libertad, significa que debemos recurrir a las
oportunidades dadas a aquellos con menores probabilidades.

Principios de la justicia para las instituciones.

a) Cada persona ha de tener un derecho igual al más extenso sistema


total de libertades básicas compatibles con un sistema similar de
libertad para todos.

b) Las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas


de manera que sean para:

i. Mayor beneficio de los menos aventajados, de acuerdo con un


principio de ahorro justo, y

ii. Unidos a los cargos y las funciones asequibles a todos, en


condiciones de justa igualdad de oportunidades.

Primera Norma de Prioridad (la prioridad de la libertad).


Los principios de la justicia han de ser clasificados en un orden léxico–
grafico, y por tanto, las libertades básicas solo pueden ser restringidas
en favor de la libertad. Hay dos casos:

a) Una libertad menos extensa debe reforzar el sistema total de


libertades compartido por todos;

b) Una libertad menor que la libertad igual debe ser aceptable para
los que tiene una libertad menor.

Segunda norma de prioridad (la prioridad de la justicia sobre la


eficiencia y el bienestar).

El segundo principio de la justicia léxico–gráficamente anterior al


principio de la eficiencia, y al de maximizar la suma de ventajas la
igualdad de oportunidades es anterior al principio de la diferencia. hay
dos casos:

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a) La desigualdad de oportunidades debe aumentar las oportunidades
de aquellos que tengan menos;

b) Una cantidad excesiva de ahorro debe, de acuerdo con un examen


previo, mitigar el peso de aquellos que soportan esta carga.

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