Está en la página 1de 19

2132 des importantes de albúmina cruzan la barrera de filtración para recupe­

Enfermedades rarse por los receptores de megalina y cubilina en el túbulo proximal. Como
dato sobresaliente, los seres humanos con nefronas normales no excretan
glomerulares más de 8-10 mg de albúmina en la orina diaria, ~20-60% del total de pro­
teína excretada. Esta cantidad de albúmina y otras proteínas pueden llegar
Julia B. Lewis, Eric G. Neilson 'I
a niveles importantes (gramos) después de daño glomerular.
La diversidad de enfermedades que afectan el glomérulo es enorme
porque es posible lesionar los capilares que lo componen, en diversas for­
mas y así generar lesiones distintas y cambios peculiares que se detectan
Ambos riñones de una persona poseen en promedio 1.8 millones de capi­
en el análisis de orina. Mediante agrupar todas las enfermedades mencio­
lares glomerulares en forma de ovillo. Cada ovillo está dentro del espacio
nadas en un corto número de síndromes clínicos se obtiene un mejor pa­
de Bowman. La cápsula que circunscribe este espacio está revestida de norama.
células de epitelio parietal que muestran transición hasta la forma de epi­
telio tubular que integra la nefrona proximal o migra al ovillo para reponer
a los podocitos. El ovillo capilar glomerular proviene de una arteria aferen­ PATOGENIA DE LAS GLOMERULOPATÍAS
te que forma un lecho capilar ramificado dentro de una matriz mesangial Se conocen muchas formas de glomerulopatías cuya patogenia depende
(fig. 308-1). La red capilar desemboca en una arteriola eferente que pasa en forma variable de la presencia de mutaciones genéticas, infecciones,
sangre filtrada al interior de capilares peritubulares corticales o a los vasos exposición a toxinas, autoinmunidad, aterosclerosis, hipertensión, embo­
rectos de la médula renal a los que abastece y cambia a una estructura tu­ lias, trombosis o diabetes mellitus; sin embargo, incluso después de estu­
bular plegada. Por esto, el ovillo capilar glomerular, que recibe sangre y es dios cuidadosos, a menudo se desconoce la causa y por ello la lesión recibe
drenado por arteriolas, representa un sistema porta arteriolar. Las células el nombre de idiopática. Se mencionan características específicas o peculia­
endoteliales perforadas están sobre la membrana basal glomerular (GBM,­ res de la patogenia al describir cada una de las glomerulopatías en las sec­
glomerular basement membrane) y revisten a los capilares glomerulares. Las ciones correspondientes de este capítulo.
prolongaciones delicadas que se extienden desde los podocitos epiteliales, Algunas glomerulopatías son consecuencia de mutaciones genéti­
revisten la superficie externa de estos capilares y los podocitos se conectan cas que producen enfermedades en familias o un efecto fundador: el
entre sí por medio de membranas de poros en hendidura que forman una síndrome nefrótico congénito proveniente de mutaciones en NPHSl
barrera de filtración selectiva. (nefrina) y NPHS2 (podocina) afecta desde el nacimiento la membrana con
Los capilares glomerulares filtran entre 120 y 180 L de agua plasmática poros en hendidura, y las mutaciones en el conducto de cationes TRPC6
al día, que contiene solutos que se reabsorben o descargan por medio de en la vida adulta causan glomerulosclerosis segmentaria focal (FSGS, focal
los túbulos. Una barrera físico-química regida por el diámetro del poro y segmental glomerulosclerosis); polimorfismos en el gen que codifica la apoli­

=
por cargas electrostáticas negativas excluye de la filtración a muchas pro­ poproteína Ll, APOLl, constituyen un riesgo importante para un 70% de
teínas grandes y a todas las células. Los mecanismos de filtración y reab­ los estadounidenses de raza negra con nefropatía en etapa terminal (ESRD,
... sorción son muy complejos en el caso de muchos solutos (cap. 303); por end-stage renal disease) no diabética, principalmente FSGS; mutaciones en
ejemplo, en el caso de la albúmina sérica, el glomérulo es una barrera im­ el factor H del complemento ligadas con glomerulonefritis membranoprolife­
o
... perfecta. La albúmina posee carga negativa, con lo cual tendería a repeler rativa (MPGN, membranoproliferative glomerulonephritis), glomerulopatías
a la GBM de carga negativa, pero sólo tiene un radio físico de 3.6 nm, en C3 o síndrome hemolítico-urémico atípico (aHUS, atypical hemolytic uremic syn­
en
...CD tanto que los poros en la GBM y en las membranas con poros en hendidu­ drome), lipodistrofia parcial tipo II por mutaciones en los genes que codifi­
ra tienen un radio de 4 nm. En consecuencia, de forma inevitable, cantida- can la lamina A/C, o PPARy, causan un síndrome metabólico por MPGN

en
'<
o.
CD
::t

en

=
s::
...
....
.......

A B e

Pedículo capilar
Cápsula de Bowman

Podocito , Endotelio capilar glomerular

Espacio de Bowman � Mesangio

Membrana basal glomerular


Epitelios parietales
D
FIGURA 308-1 Estructura glomerular. A. Los capilares glomerulares forman una red de arterias, arteriolas renales que desembocan en una arteriola aferente, el lecho capi­
lar glomerular (ovillo) y una arteriola eferente. (Tomada de VH Gattone II et al.: Hypertension 5:8, 1983.) B. Microfotografía electrónica de barrido de podocitos que recubren la
cara exterior de los capilares glomerulares (las flechas señalan los pies de los podocitos). C. Microfotografía electrónica de barrido de endotelios perforados que recubren los
capilares glomerulares. D. Aspecto de las regiones normales del glomérulo bajo el microscopio de luz. (A-C: por cortesía del Dr. Vincent Gattone, Indiana University; con auto­
rización.)
o glomerulopatías C3 , que en ocasiones se acompaña de depósitos densos les que participan en la glomerulonefritis regulada por mecanismos inmunita- 2133
y factor nefrítico C3; el síndrome de Alport, por mutaciones en los genes ríos (fig. 308-2). Las células mesangiales o del epitelio glomerular pueden
que codifican las cadenas a:3, a4 o a:5 de la colágena de tipo IV, produ­ dispersarlos o expresar epítopos que simulen otras proteínas inmunóge-
ce membranas basales dehiscentes con glomerulosclerosis, y las enfermedades nas provenientes de otros sitios del cuerpo. Las bacterias, los hongos y los
por depósito lisosómico, como la deficiencia de galactosidasa alfa A, que virus infectan de manera directa al riñón y así se producen sus propios an­
da origen a enfermedad de Fabry y la deficiencia de hidrolasa del ácido tígenos. Las enfermedades autoinmunitarias como la glomerulonefritis mem­
N-acetilneuramínico, que causa nefrosialidosis y que al final culmina en branosa (MGN, membranous glomerulonephritis) o MPGN se circunscriben a
FSGS. los riñones, en tanto que los padecimientos inflamatorios generalizados,
La hipertensión y la aterosclerosis causan estrés tensional, isquemia o como la nefritis lúpica o la granulomatosis con poliangitis (de Wegener), afectan
la presencia de oxidantes lípidos que originan la llamada glomerulosclero­ los riñones y originan daño glomerular secundario. La enfermedad contra la
sis crónica. La hipertensión maligna complica a muy corto plazo la glomeru­ GBM que produce el síndrome de Goodpasture, lesiona primordialmente
losclerosis, con necrosis fibrinoide de arteriolas y glomérulos, microan­ a los pulmones y los riñones por la limitada distribución del dominio a:3
giopatía trombótica e insuficiencia renal aguda. La nefropatía diabética es NC1 de la colágena de tipo IV, que es el antígeno al que se dirige la acción
una lesión esclerótica adquirida, caracterizada por engrosamiento de la de los anticuerpos.
GBM como consecuencia de los efectos prolongados de la hiperglucemia, La activación local de receptores tipo Toll en las células glomerulares,
los productos terminales avanzados de la glucosilación y especies de oxí­ el depósito de complejos inmunitarios o la lesión que genera el complemen­
geno reactivas. to en las estructuras glomerulares inducen infiltración de mononucleares,
La inflamación de los capilares glomerulares se denomina glomerulone­ que después causa una respuesta inmunitaria adaptativa atraída hacia los
fritis. Se desconocen gran parte de los antígenos glomerulares o mesangia- riñones por la liberación local de quimiocinas, las cuales atraen a los neu-

Membrana
basal
Depósito
subepitelial

Podocitos tr.l

/
CD
1111111

•o.
o.
CD
Depósito
subendotelial Tinción lineal de lgG Tinción protuberante de lgG
A B e CD
en

!
8\ 0 e.
CD
en

\ Citocinas

Quimiocinas \

..
lifera�ión Proliferación
docap1lar -� extracapilar

Oxidantes Proteasas

D
FIGURA 308-2 Lesiones del glomérulo por diversos mecanismos. A. Los depósitos inmunitarios preformados se precipitan desde la circulación y se acumulan en la membra­
na basal glomerular (GBM) en el espacio subendotelial o se forman in situ en él. B. Tinción inmunofluorescente de glomérulos con anti-lgG marcada, en donde se advierte la
captación lineal en un individuo con enfermedad contra GBM, o los depósitos inmunitarios de un individuo con glomerulonefritis membranosa. C. Los mecanismos de la lesión
glomerular tienen una patogenia compleja. De forma clásica, los depósitos inmunitarios y los de complemento atraen al glomérulo, macrófagos y neutrófilos. También atraen a
los linfocitos T que participan en las características de la lesión. D. Los mediadores de amplificación como los oxidantes provenientes del punto local o las proteasas amplifican
dicha inflamación y según el sitio del antígeno efector y los polimorfismos genéticos del hospedador, se lesiona la membrana basal con proliferación endocapilar o extracapilar.
2134 trófilos, macrófagos y linfocitos T hacia el ovillo glomerular, donde reac­ menos afectados; esta hipertensión selectiva agrava y amplía la esclerosis
cionan con antígenos y epítopos situados en o cerca de las células somáti­ mesangial y la esclerosis de los glomérulos menos afectados. Sea cual sea el
cas o sus estructuras al producir más citocinas y proteasas que dañan al mecanismo preciso, la nefritis tubulointersticial aguda (fig. A3-27) en sus
mesangio, capilares y la GBM o ambos. La respuesta inmunitaria adap­ inicios sugiere que la función renal puede recuperarse, en tanto que el
tativa es similar a la de otros tejidos, pero la activación precoz de los lin­ desarrollo de fibrosis intersticial crónica anticipa la pérdida permanente
focitos T interviene de manera importante en el mecanismo de la glo­ (fig. A3-30).
merulonefritis. Los antígenos presentados por las moléculas del complejo El daño persistente a capilares glomerulares se propaga a la zona tu­
principal de histocompatibilidad (MHC, majar histocompatibility complex) bulointersticial, que se acompaña de proteinuria. Se ha planteado una hi­
de clase 11 a los macrófagos y las células dendríticas, junto con las molécu­ pótesis de que las arteriolas eferentes que provienen de los glomérulos
las de reconocimiento asociativo, intervienen en el repertorio de linfocitos inflamados transportan mediadores inflamatorios, en flujo anterógrado y
T CD4/8. ello origina nefritis intersticial descendente y como consecuencia desarro­
Por sí mismos, los mononucleares lesionan el riñón, pero en forma llo de fibrosis. El filtrado glomerular proveniente de capilares glomerula­
clásica los fenómenos autoinmunitarios que dañan los glomérulos desen­ res lesionados junto a la cápsula de Bowman también puede dirigirse de
cadenan una respuesta inmunitaria de tipo humoral. De modo típico, la forma errónea al intersticio periglomerular. Sin embargo, muchos nefrólo­
glomerulonefritis posestreptocócica, la nefritis lúpica y la nefritis membranosa gos piensan que el filtrado glomerular proteinúrico que forma el líquido
idiopática, tienen como punto de partida depósitos inmunitarios en la tubular, es la vía primaria de lesión tubulointersticial descendente, aun­
GBM, en tanto que en la enfermedad anti-GBM se producen anticuerpos que ninguna de las hipótesis se excluyen mutuamente.
contra esta membrana. Los complejos inmunitarios circulantes preforma­ La explicación más sencilla del efecto de la proteinuria en la génesis de
dos se precipitan y depositan en la cara subendotelial de la GBM, mientras la nefritis intersticial es el paso cada vez más intenso de proteínas a la ori­
que otros depósitos inmunitarios se forman in situ en el lado subepitelial; na, que transportan citocinas y lipoproteínas activadas que generan espe­
estos últimos se acumulan cuando los autoanticuerpos circulantes detectan cies de oxígeno reactivas, con lo que desencadenan una secuencia inflama­
a su antígeno atrapado en el borde subepitelial de la GBM. En ocasiones toria descendente en las células epiteliales que recubren la nefrona tubular
surgen depósitos inmunitarios en el mesangio glomerular al acumular­ y alrededor de las mismas. Esto induce la infiltración de linfocitos T y ma­
se complejos circulantes preformados o por las interacciones antígeno­ crófagos en los espacios intersticiales y produce fibrosis y atrofia tubular.
anticuerpo in situ, los cuales estimulan la liberación de proteasas locales y Los túbulos se disgregan después del daño directo a sus membranas
activan la secuencia del complemento, de modo que generan complejos basales, lo que lleva a la presencia de más fibroblastos intersticiales y fibro­
de ataque a base de las fracciones C5_9. Además, los oxidantes locales da­ sis en el sitio de la lesión; la evidencia reciente sugiere que los fibroblastos
ñan las estructuras glomerulares, producen proteinuria y borramiento de renales aumentan por varios mecanismos: transiciones epiteliales o endo­
los podocitos. La superposición de causas o de mecanismos fisiopatológi­ telio-mesenquimatosas (15%), fibrocitos derivados de médula ósea (35%)
cos propicia lesiones glomerulares similares y ello sugiere que las respues­ y proliferación de fibroblastos residentes (50%). En esta transición inter­
tas moleculares ulteriores suelen converger hacia vías comunes de lesión. vienen de forma particularmente activa los factores transformadores de
crecimiento beta (TGF-B, transforming growth factor-beta), de fibroblastos 2
PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD GLOMERULAR (FGF-2), factor inducible por hipoxemia 1-a (HIFl-a) y el factor de creci­
La glomerulonefritis persistente, que deteriora la función renal, siempre miento derivado de plaquetas (PDGF, platelet-derived groivth factor). En la
se acompaña de nefritis intersticial, fibrosis renal y atrofia tubular (fig. nefritis persistente se multiplican los fibroblastos y depositan tenascina y
A3-27). Sin embargo, un aspecto no manifiesto es que la insuficiencia re­ una red de fibronectina para la polimerización de nuevas colágenas inters­
nal en la glomerulonefritis muestra una correlación histológica neta con el ticiales 1/111; estos fenómenos forman tejido cicatriza! por un proceso lla­
desarrollo de nefritis tubulointersticial y no con el tipo de lesión glomeru­ mado fibrogénesis. En estudios experimentales, el inicio de la fibrogénesis
lar desencadenante. puede ser antagonizado por la proteína 7 morfogenética de hueso y el
La pérdida de la función renal por daño intersticial se explica de mane­ factor hematopoyético de crecimiento y así no se pierde la estructura tubu­
ra hipotética por varios mecanismos. La explicación más sencilla es que lar. Cuando los fibroblastos superan en número a los factores de sobrevi­
como resultado de la inflamación y la fibrosis intersticial la obstrucción da, entran en apoptosis y la cicatriz permanente en los riñones se torna
tubular bloquea el flujo de orina; así, la obstrucción de los túbulos por acelular, lo que deriva en insuficiencia renal irreversible.
restos o por compresión extrínseca, funcionalmente deja nefronas sin glo­
mérulos. Un segundo mecanismo sugiere que los cambios intersticiales,
que incluyen edema o fibrosis en este espacio (intersticial), alteran la es­ ESTUDIO DEL PACIENTE
tructura tubular y vascular, y disminuyen el transporte tubular normal de Glomerulopatía
solutos y agua desde el interior del túbulo hasta el espacio vascular. Esta
insuficiencia incrementa el contenido de solutos y agua en el líquido tubu­ HEMATURIA, PROTEINURIA Y PIURIA
lar, de manera que se desarrollan isostenuria y poliuria. También son in­ Las personas con una glomerulopatía por lo general muestran hema­
eficaces los mecanismos adaptativos propios de la retroalimentación tubu­ turia moderada y grados variables de proteinuria. De forma típica, la
loglomerular, con lo cual disminuye la producción de renina del aparato hematuria es asintomática. Surge la sospecha de que se ha desarrolla­
yuxtaglomerular del glomérulo, afectado por la inflamación intersticial. do por la presencia incluso de 3-5 eritrocitos en el sedimento centrifu­
Como consecuencia, disminuye la influencia vasoconstrictora local de la gado de la primera orina de la mañana. El diagnóstico de lesión glo­
angiotensina 11 en las arteriolas glomerulares y la filtración es menor, a merular quizá no se hace inmediatamente porque los pacientes no se
causa del decremento generalizado en el tono arteriolar. El tercer mecanis­ percatan de que tienen hematuria microscópica y solamente en contadas
mo incluye cambios en la resistencia vascular, por el daño de los capilares ocasiones, con la excepción de la nefropatía por lgA y la enfermedad
peritubulares. El volumen transversal de estos capilares disminuye en zo­ drepanocítica, se advierte a simple vista. Cuando el médico busca la he­
nas de inflamación intersticial, edema o fibrosis; estas alteraciones estruc­ maturia microscópica, quizá acompañada de proteinuria mínima (<500
turales en la resistencia vascular afectan la función renal de dos maneras. mg/24 h), es importante descartar lesiones anatómicas como un cán­
En primer lugar, las células tubulares muestran gran actividad metabólica cer de vías urinarias, de manera particular en ancianos varones. La
y, como consecuencia, la disminución del riego sanguíneo puede causar hematuria microscópica también surge desde el inicio de la hipertrofia
daño isquémico. En segundo lugar, el bloqueo del flujo arteriolar glomeru­ prostática benigna, la nefritis intersticial, la necrosis papilar, cálculos
lar de salida aumenta la hipertensión intraglomerular en los glomérulos

CUADRO 308-1 Análisis de orina en busca de albuminuria/proteinuria


ALBÚMINA PROPORCIÓN ALBÚMINAª/ PROTEINURIA IDENTIFICADA PROTEÍNA EN ORINA DE 24 hb
EN ORINA DE 24 hª (mg/24 h) CREATININA (mg/g) EN TIRA COLORIMÉTRICA (mg/24 h)
Normal 8-10 <30 <150
Microalbuminuria 30-300 30-300 -/Huellas/1+
Proteinuria >300 >300 Huellas-3+ >150

ª Albúmina detectada por radioinmunoanálisis. b La albúmina comprende de 20-60% de la proteína excretada en la orina.
2135
renales, nefropatías quísticas y lesiones vasculares renales. Sin embar­ otras proteínas, en tanto que en niños con enfermedad de cambios mí­
go, cuando se identifican en el sedimento cilindros eritrocíticos (fig. nimos, la proteinuria es selectiva y en gran parte la proteína principal es
A3-34) o eritrocitos dismorfos, es posible que haya surgido glomerulo­ la albúmina.
nefritis. Aparece un promedio de 8-10 mg/24 h de albúmina en la ori­ Algunos individuos con glomerulopatía inflamatoria, como la glo­
na en ausencia de enfermedad renal. En la nefropatía temprana, como merulonefritis estreptocócica aguda o MPGN, tienen piuria, caracte­
en la diabética, la proteinuria aumenta de 30-300 mg/24 h y se deno­ rizada por la presencia de un número importante de leucocitos en la
mina microalbuminuria y representa la presencia de enfermedad re­ orina; es importante diferenciar este signo respecto de la orina infecta­
nal. Más de 300 mg/24 h de albuminuria indican proteinuria franca y da por bacterias.
enfermedad renal más avanzada (cuadro 308-1).
La proteinuria sostenida en que se expulsan más de 1-2 g/24 h tam­ SÍNDROMES CLÍNICOS
bién se origina a menudo de alguna glomerulopatía. Las personas con Sobre bases clínicas (cuadro 308-2) es posible identificar algunas for­
frecuencia no se percatan de que tienen proteinuria, salvo que presen­ mas de daño glomerular en ciertos síndromes particulares, los que no
ten edema o que la orina esté espumosa al expulsarla. Es importante siempre son excluyentes entre sí. Se conoce como síndrome nefrítico
diferenciar la proteinuria sostenida respecto de cantidades menores de agudo al que genera proteinuria de 1-2 g/24 h, hematuria con cilindros
la llamada proteinuria benigna de la población sana (cuadro 308-1); esta eritrocíticos, piuria, hipertensión, retención de líquidos e incremento
última clase de proteinuria no es sostenida y por lo general se expulsa en la concentración de creatinina sérica, acompañado de disminución
<1 g/24 h, ocasionalmente recibe el nombre de proteinuria funcional o de la filtración glomerular. Si la inflamación de los glomérulos evolu­
transitoria. Tal variante de proteinuria se explica por fiebre, ejercicio, ciona lentamente, la concentración de la creatinina sérica aumentará
obesidad, apnea del sueño, estrés e insuficiencia cardiaca congestiva. en el curso de muchas semanas, pero si lo hace de forma rápida, en
La proteinuria que se presenta sólo con la bipedestación recibe el nom­ particular en unos días, la nefritis aguda se denomina glomerulonefritis
bre de ortostática y tiene un pronóstico benigno. La proteinuria aislada de progresión rápida (RPGN, rapidly progressive glomerulonephritis); el
que persiste después de varias visitas clínicas se encuentra en varias término histopatológico glomerulonefritis semilunar denota el equiva­
lesiones glomerulares. La proteinuria en la mayoría de los adultos con lente patológico de la presentación clínica de la RPGN. En caso de que
una glomerulopatía no es selectiva y contiene albúmina y una mezcla de la persona con RPGN muestre en un inicio hemorragia pulmonar por

SÍNDROMES GLOMERULARES PROTEINURIA HEMATURIA DAÑO VASCULAR


Síndromes nefríticos agudos
Glomerulonefritis posestreptocócicaª +I++ ++!+++ t'lt
Endocarditis bacteriana subaguda ª
+I++ ++
CD
+I++ ++!+++ +
a
a.e
ª
Nefritis lúpica
++

Glomerulonefritis contra la membrana basal glomerular ª
++!+++ CD
g.
Nefropatía por lgA ª
+!++ +++e g.
CD
Inflamación de vasos pequeños por ANCAª en
Granulomatosis con poliangitis (Wegener) +!++ ++!+++ ++++
Poliangitis microscópica +!++ ++!+++ ++++ a
CD
Síndrome de Churg-Strauss +!++ ++!+++ ++++ 2....
Púrpura de Henoch-Schonlein ª
+I++ ++!+++ ++++ •
a.e
Crioglobulinemiaª +I++ ++!+++ ++++ CD
en
Glomerulonefritis membranoproliferativaª ++ ++!+++
Glomerulopatías C3 ++ ++!+++
Glomerulonefritis mesangioproliferativa + +I++
Síndromes pulmonares-renales
Síndrome de Goodpastureª ++ ++!+++
Inflamación de vasos pequeños por ANCAª
Granulomatosis con poliangitis (Wegener) +!++ ++!+++ ++++
Poliangitis microscópica +I++ ++!+++ ++++
Síndrome de Churg-Strauss +!++ ++!+++ ++++
Púrpura de Henoch-Schonleinª +!++ ++!+++ ++++
Crioglobulinemiaª +I++ ++!+++ ++++
Síndromes nefróticos
Glomerulonefritis con cambios mínimos ++++
Glomerulosclerosis segmentaria focal +++!++++ +
Glomerulonefritis membranosa ++++ +
Nefropatía diabética ++!++++ -!+
Amiloidosis de tipos AL y AA +++!++++ + +I++
Glomerulonefritis por depósitos de cadenas ligeras +++ +
Enfermedad fibrilar-inmunotactoide +++!++++ + +
Enfermedad de Fabry + +
Síndromes de la membrana basal
Glomerulonefritis anti-GBM ª ++ ++!+++
Síndrome de Alport ++ ++
Glomerulonefritis por membrana basal delgada + ++
Síndrome onicorrotuliano ++!+++ ++
(continúa)
2136

Nefropatía aterosclerótica + + +++


Nefropatía hipertensivab +I++ +I++ ++
Emboles de colesterol +I++ ++ +++
Drepanocitosis +I++ +++e +++
Microangiopatías trombóticas ++ ++ +++
Síndrome antifosfolípido ++ ++ +++
Inflamación de vasos pequeños por ANCAª
Granulomatosis con poliangitis (Wegener) +I++ ++!+++ ++++
Poliangitis microscópica +!++ ++!+++ ++++
Síndrome de Churg-Strauss +++ ++!+++ ++++
Púrpura de Henoch-Schonleinª +I++ ++!+++ ++++
Crioglobulinemiaª +I++ ++!+++ ++++
Amiloidosis de tipos AL y AA +++!++++ + +I++
Síndromes por enfermedades infecciosas
Glomerulonefritis posestreptocócicaª +!++ ++!+++
Endocarditis bacteriana subagudaª +I++ ++
VIH +++ +I++
Hepatitis B y e +++ +!++
Sífilis +++ +
Lepra +++ +
Paludismo +++ +I++
Esquistosomosis +++ +I++
ª En ocasiones la sintomatología inicial es la de una glomerulonefritis rápidamente progresiva (RPGN); a veces es llamada glomerulonefritis con cuerpos semilunares. b A veces el cuadro
inicial es el de una crisis hipertensiva maligna que origina necrosis fibrinoide agresiva en arteriolas y arterias finas con anemia hemolítica microangiopática. e En ocasiones el cuadro ini­
cial es el de una hematuria franca.
ANCA, anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos; AL; amiloide L; AA, amiloide A; GBM, membrana basal glomerular.

síndrome de Goodpasture, vasculitis microvascular asociada con an­ patitis By C); anticuerpos (contra GBM, fosfolípidos, ASO, DNAsa,
ticuerpos citoplasmáticos contra neutrófilos (ANCA, antineutrophil cy­ hialuronidasa, ANCA, DNA, crioglobulinas, VIH y anticuerpos contra
toplasmic antibodies), lupus eritematoso o crioglobulinemia, se diag­ hepatitis By C) o consumo de los componentes del complemento (C3 y
nostica con síndrome pulmonar-renal. El síndrome nefrótico comprende el C4). Los datos de la anamnesis directa y de la exploración física tam­
comienzo de proteinuria importante (>3.0 g/24 h), hipertensión, hi­ bién son útiles para identificar si la glomerulonefritis se circunscribe al
percolesterolemia, hipoalbuminemia, edema/anasarca y hematuria mi­ riñón (primaria) o forma parte de un cuadro generalizado (secundaria).
croscópica; si se produce proteinuria en grado importante sin manifes­ Ante los resultados anómalos del examen general de orina o la crea­
taciones clínicas, la patología recibe el nombre de proteinuria en límites tinina sérica elevada con edema e insuficiencia cardiaca congestiva o sin
nefróticos. La tasa de filtración glomerular (GFR, glomerular filtration ellas, el médico debe dilucidar si la glomerulonefritis es aguda o crónica.
rate) en estos pacientes al inicio puede ser normal o en pocas ocasiones La valoración se realiza mejor a través de la anamnesis detallada (el
mayor de lo normal, pero la hiperfiltración persistente y la desapari­ último análisis conocido de orina o de creatinina sérica durante el em­
ción ininterrumpida de nefronas es una enfermedad que evoluciona tí­ barazo o la exploración física para la adquisición de un seguro, signos
picamente en el curso de meses o años. Las personas con síndrome de de infección, consumo de medicamentos o estupefacientes); el tama­
membrana basal tienen alteraciones genéticas en esta estructura (síndro­ ño de los riñones en la ecografía y los síntomas en la primera consulta.
me de Alport) o surge una respuesta autoinmunitaria contra la coláge­ La glomerulopatía crónica se acompaña desde el principio de volumen
na IV de la membrana (síndrome de Goodpasture) y se acompaña de renal reducido. Las personas que desarrollan con rapidez insuficien­
hematuria microscópica, proteinuria leve o intensa e hipertensión, con cia renal sufren fatiga y debilidad; se sienten muy mal; a menudo tie­
incrementos variables en la concentración de creatinina sérica. El sín­ nen síntomas urémicos que se acompañan de náusea, vómito, retención
drome glomerular-vascular describe a pacientes con lesión vascular que de líquidos y somnolencia. Sin embargo, la glomerulonefritis primaria
propicia hematuria y proteinuria moderada. Los sujetos afectados pue­ que se acompaña en principio de insuficiencia renal y que ha progre­
den tener vasculitis, microangiopatía trombótica, síndrome antifosfolí­ sado con lentitud, puede ser prácticamente asintomática, al igual que
pidos o, con mayor frecuencia, síntomas generalizados como ateroscle­ los individuos con glomerulonefritis aguda que no han perdido gran
rosis, émbolos de colesterol, hipertensión, anemia drepanocítica o un parte de la función renal. Una vez recogida esta información inicial, se
trastorno autoinmunitario. El síndrome vinculado con enfermedades infec­ sugiere a los pacientes estables desde el punto de vista clínico, con pa­
ciosas es muy importante desde la perspectiva internacional. Con la rámetros normales de la coagulación y voluntad para recibir tratamien­
excepción de la endocarditis bacteriana subaguda (SBE, subacute bacte­ to, que se sometan a una biopsia renal.
ria[ endocarditis) en el mundo occidental, el paludismo y la esquistoso­
mosis son las causas más frecuentes de glomerulonefritis a nivel mun­
dial y le siguen por frecuencia VIH y hepatitis By C crónicas. Dichas ■ PATOLOGÍA RENAL
enfermedades infecciosas generan diversas reacciones inflamatorias en En la glomerulonefritis, la biopsia renal permite identificar con prontitud
los capilares glomerulares, que van desde el síndrome nefrótico hasta el tipo de daño glomerular y a menudo sugiere el tratamiento indicado. El
el daño nefrítico agudo, y los análisis de orina señalan la combinación fragmento de tejido se prepara para el estudio microscópico de luz por
de hematuria y proteinuria. medio de colorantes como hematoxilina y eosina (H&E) para valorar la ce­
Hay seis categorías generales de síndromes que suelen identificarse lularidad y la estructura; ácido peryódico de Schiff (PAS, periodic acid-Schifj)
directamente en el paciente con ayuda de la anamnesis y exploración para teñir las fracciones de carbohidratos en las membranas del ovillo glo­
física, química sanguínea, ecografía renal y análisis de orina. Estos es­ merular y los túbulos; metenamina argéntica de Jones para destacar la estruc­
tudios iniciales sugieren otros métodos diagnósticos, por lo general tura de la membrana basal; rojo Congo para identificar depósitos de amiloi­
pruebas serológicas en busca de proteínas (antígenos de VIH y de he- de y el colorante tricrómico de Masson para detectar el depósito de colágena
y valorar el grado de glomerulosclerosis y fibrosis intersticial. Los frag-
mentos también se preparan para someterlos a inmunofluorescencia di­ Esquema glomerular 1 2137
recta por medio de anticuerpos conjugados contra IgG, IgM e IgA para de­
tectar depósitos inmunitarios como "empedrados" o anticuerpos de tipo
IgG o IgA "lineales" unidos a la GBM; anticuerpos contra proteínas del com­
plemento atrapadas (C3 y C4) o anticuerpos específicos contra algún antí­
geno relevante. Por medio de microscopia electrónica de alta resolución es
posible identificar el sitio principal de los depósitos inmunitarios y el esta­
do de la membrana basal.
Es importante valorar por separado cada región de una biopsia renal.
Bajo el microscopio de luz se revisan varios glomérulos en forma indivi­
dual (lo ideal son 20) en busca de lesiones circunscritas y definibles; cuan­
do el daño abarca menos de 50% se considera focal y si comprende más de
esa cifra se considera difuso. El daño en cada ovillo glomerular puede ser Depósitos
segmentaría si abarca parte del ovillo o global, si comprende a casi todo el subendotelia e
l s
� � ---1�'r/
glomérulo. Los glomérulos quizá tengan características proliferativas, lo que
se traduce en hipercelularidad. Cuando proliferan las células en el ovillo Depósitos en
el mesangio
capilar, reciben el nombre de endocapilares y si la proliferación abarca el es­
pacio de Bowman se denominan extracapilares. Se forman sinequias cuando
los podocitos epiteliales se adhieren a la cápsula de Bowman en un entor­
no de lesión glomerular; se producen estructuras semilunares que en al­
gunos casos son extensiones de las sinequias cuando los cúmulos de fibras GLOMERULONEFRITIS
celulares/fibrina llenan parcial o totalmente el espacio de Bowman, y glo­ POSESTREPTOCÓCICA
mérulos escleróticos con acumulaciones amorfas acelulares de material pro­
teináceo en todo el ovillo con pérdida de los capilares funcionales y el
mesangio normal. La glomerulosclerosis propia del envejecimiento es frecuen­
te en los adultos, por lo que es posible calcular el porcentaje de fondo de alterna del complemento. En la biopsia se ha demostrado la presencia de
esclerosis dividiendo la edad del individuo entre 2 y restando 10. Es posi­ antígeno nefritógeno, SPEB, dentro de las "gibas" subepiteliales.
ble identificar la presencia y el sitio de los depósitos inmunitarios subepite­ El cuadro clásico inicial comprende nefritis aguda con hematuria, piu­
liales, subendoteliales o mesangiales y la reduplicación o dehiscencia de la mem­ ria, cilindros eritrocíticos, edema, hipertensión e insuficiencia renal oli­
brana basal mediante microscopia inmunofluorescente y electrónica. En gúrica, que puede ser lo suficientemente grave para llegar a RPGN. Has­
otras áreas de la biopsia, los vasos que rodean a los glomérulos y los túbu­ ta 50% de los enfermos padece síntomas generales como cefalea, malestar
los exhiben angiopatía, vasculitis, fibrillas o trombos. También es posible es­ general, anorexia y dolor en el costado (por edema de la cápsula renal). Se tr.l
tudiar a los túbulos para identificar su proximidad; la separación entre ellos sabe que 5% de los niños y 20% de adultos padecen proteinuria dentro de CD
puede ser resultado de edema, pérdida tubular o depósito de colágena co­ límites nefróticos. Durante la primera semana después de que se desarro­ 1111111

mo consecuencia de una fibrosis intersticial. Esta última constituye un sig­


•o.
o.
llan los síntomas, 90% de los pacientes habrá disminuido CH50 y también CD
no de mal pronóstico de insuficiencia renal irreversible e inexorable. se observa una menor concentración de la fracción C3 con C4 normal. Asi­
mismo, se han descrito casos con factor reumatoide positivo (30-40%), pre­ CD
en
SÍNDROMES NEFRÍTICOS AGUDOS sencia de crioglobulinas y complejos inmunitarios circulantes (60-70%) y '9.
El cuadro clásico inicial de los síndromes nefríticos agudos comprende hiper­ ANCA contra mieloperoxidasa (10%). En ocasiones, los cultivos en busca
tensión, hematuria, cilindros eritrocíticos, piuria y proteinuria leve o mo­ !
e.
de infección estreptocócica son positivos (10-70%) pero el diagnóstico se
derada. El daño inflamatorio extenso de los glomérulos reduce la filtración confirma por una mayor concentración de ASO (30%), anti-DNAsa (70%)
glomerular y al final genera síntomas urémicos con retención de sodio y y anticuerpos contra hialuronidasa (40%). En consecuencia, para el diag­
agua, todo lo cual culmina en edema e hipertensión. nóstico de glomerulonefritis posestreptocócica rara vez se necesita la biop­ CD
en

■ GLOMERULONEFRITIS POSESTREPTOCÓCICA
sia renal. Según algunas series, las notificaciones de enfermedad subclí­
nica son 4-5 veces más frecuentes que la de nefritis clínica y estos últimos
Esta enfermedad es el prototipo de la glomerulonefritis proliferativa endoca­ casos se caracterizan por hematuria microscópica asintomática con hipo­
pilar aguda. La frecuencia de esta secuela de la estreptococosis ha dismi­ complementemia.
nuido de manera notable en los países industrializados, donde suele ser El tratamiento comprende medidas generales como regulación de la hi­
esporádica. Por lo general, la glomerulonefritis posestreptocócica aguda pertensión y el edema, y diálisis según sea necesaria. Todos los pacientes
afecta a niños de 2-14 años, pero en países en desarrollo es más común en y personas que conviven con ellos deben recibir antibioticoterapia contra
ancianos, sobre todo en relación con afecciones debilitantes. Ataca con la infección estreptocócica. Incluso en presencia de estructuras semiluna­
mayor frecuencia a varones y su frecuencia entre los familiares o personas res, no son útiles los productos inmunodepresores. La glomerulonefritis
que conviven con el paciente alcanza 40%. Antes de la glomerulopatía, el posestreptocócica recidivante es rara a pesar de las infecciones estreptocó­
paciente padece infecciones de piel y faringe con estreptococos tipo M par­ cicas repetitivas; a diferencia de los ancianos, pocos niños mueren en eta­
ticulares (cepas nefritógenas); en el impétigo se identifican los tipos M 47, pas iniciales. En general, el pronóstico es bueno, ya que la insuficiencia
49, 55, 2, 60 y 57, y en la faringitis los tipos M 1, 2, 4, 3, 25, 49 y 12. La renal permanente se informó como muy poco común en el pasado (<1 %)
glomerulonefritis del impétigo estreptocócico se manifiesta entre 2 y 6 se­ pero con reportes recientes de mayor riesgo de enfermedad renal crónica
manas luego de la infección de la piel, y entre 1-3 semanas después de la en la edad adulta. En los niños, la hematuria y la proteinuria desaparecen
faringitis. entre 3 y 4 semanas después de iniciada la nefritis, pero 3-10% de los ni­
En el caso de glomerulonefritis posestreptocócica, la biopsia muestra ños padece hematuria microscópica persistente, proteinuria no nefrótica
hipercelularidad de células mesangiales y endoteliales, infiltrados de poli­ o hipertensión. El pronóstico en los ancianos es más sombrío, con una ma­
morfonucleares en los glomérulos, depósitos inmunitarios granulosos en yor frecuencia de azoemia (hasta 60%), proteinuria de orden nefrótico y
el plano subendotelial de IgG, IgM, fracciones C 3, C4 y C5_9 de complemen­ ESRD.
to y depósitos subepiteliales (con aspecto de "gibas") (fig. A3-6) (véase el
esquema glomerular 1). La glomerulonefritis posestreptocócica es una ■ ENDOCARDITIS BACTERIANA SUBAGUDA {SBE)
enfermedad mediada por mecanismos inmunitarios en los que intervienen La glomerulonefritis derivada de la endocarditis de manera típica es una com­
supuestos antígenos estreptocócicos, complejos inmunitarios circulantes y plicación de la SBE, particularmente en personas que durante largo tiem­
activación del complemento, junto con una lesión mediada por células. Se po no han recibido tratamiento, sus hemocultivos son negativos o tienen
han propuesto numerosos antígenos posibles a lo largo de los años; actual­ endocarditis de la mitad derecha del corazón. Las comorbilidades comu­
mente los que reciben más atención son: una cisteína proteinasa catiónica nes son enfermedad cardiaca valvular, uso de drogas intravenosas, hepa­
conocida como exotoxina pirógena estreptocócica B (SPEB, streptococcal titis C y diabetes mellitus. La glomerulonefritis es poco común en la en­
pyrogenic exotoxin B) generada por medio de la proteólisis de un precursor docarditis bacteriana aguda, porque se necesitan de 10-14 días para que se
zimógeno (zSPEB) y NAPlr, que es el receptor de plasmina de la nefritis. produzca la lesión regulada por complejos inmunitarios, fecha para la cual
Estos dos antígenos poseen afinidad bioquímica por la plasmina, se unen la persona ha recibido tratamiento y muy a menudo se le ha practicado ci­
en forma de complejos facilitados por esta relación y ambos activan la vía rugía de urgencia. En términos generales, los riñones en la SBE tienen
2138 hemorragias subcapsulares con una imagen "de picadura de pulgas" y en CUADRO 308-3 Clasificación de la nefritis lúpica
la biopsia renal se observa proliferación de necrosis focal con abundantes
depósitos inmunitarios en mesangio, plano subendotelial y subepitelial, Clase 1 Mesangial mínima Histológica normal con depósitos me-
sangiales
de IgG, IgM y fracción C3• A menudo los pacientes muestran síntomas de
RPGN, con estructuras semilunares en la biopsia; también se han identifi­ Clase 11 Proliferación mesangial Hipercelularidad mesangial con expan-
cado infartos embólicos o abscesos sépticos. La patogenia depende del de­ sión de la matriz mesangial
pósito de complejos inmunitarios circulantes en el riñón, con activación Clase 111 Nefritis focal Proliferación endocapilar + extracapilar
del complemento. La sintomatología inicial es de hematuria macroscópica focales, con depósitos inmunitarios sub-
o microscópica, piuria, proteinuria mínima, lesión renal aguda o RPGN endoteliales focales y expansión mesan-
con pérdida rápida de la función renal. A menudo se observa anemia nor­ gial mínima
mocítica, aceleración de la velocidad de eritrosedimentación, hipocomple­ Clase IV Nefritis difusa Proliferación endocapilar + extracapilar
mentemia, valores altos del factor reumatoide, crioglobulina de tipo 111, difusa, con depósitos inmunitarios sub-
complejos inmunitarios circulantes y ANCA. Al momento del diagnóstico endoteliales difusos y alteraciones
puede haber mayor concentración sérica de creatinina, pero con los trata­ mesangiales
mientos actuales muy pocas veces el trastorno evoluciona hasta llegar a la Clase V Nefritis membranosa Engrosamiento de la membrana basal
insuficiencia renal crónica. El tratamiento primario incluye erradicar la in­ con depósitos inmunitarios subendote-
fección con antibióticos durante 4-6 semanas y si este objetivo se logra de liales difusos en el caso de lesiones de
manera expedita, el pronóstico de la función renal es satisfactorio. Algu­ clase 111 o IV y a veces llamada nefritis
membranosa y proliferativa mixta
nos casos se acompañan de vasculitis por ANCA o se confunden con SBE
que se debe descartar, puesto que el tratamiento es distinto. Clase VI Nefritis esclerótica Esclerosis global prácticamente en to-
En personas con derivaciones ventriculoauriculares y ventriculope­ dos los capilares glomerulares
ritoneales que tienen infecciones pulmonares, abdominales, del aparato Nota: Revisión de lnternational Society of Nephrology-Renal Pathology Society Study
reproductor femenino (pélvicas) o cutáneas y en quienes tienen prótesis Group, 2004.
vasculares infectadas puede presentarse glomerulonefritis en la forma de
infección bacteriana persistente en la sangre. En países desarrollados, un
porcentaje significativo de los casos se observa en adultos, sobre todo los zaron la clasificación. La última versión de las lesiones observadas en la
inmunodeprimidos, y el organismo predominante es Staphylococcus. El cua­ biopsia (cuadro 308-3) es la que sienta las bases para las recomendaciones
dro clínico de estos padecimientos es variable e incluye proteinuria, hema­ terapéuticas actuales. La nefritis de clase I describe la estructura histológi­
turia microscópica, insuficiencia renal aguda e hipertensión. La concen­ ca normal del glomérulo por cualquier técnica o con microscopio de luz,
tración sérica de complemento es baja y quizá se observen cifras altas de con depósitos mínimos en el mesangio bajo el microscopio electrónico de
proteína C reactiva, factor reumatoide, anticuerpos antinucleares y crioglo­ inmunofluorescencia. La clase 11 señala la presencia de complejos inmuni­
bulinas. Las lesiones renales comprenden tres tipos de glomerulonefritis: tarios en el mesangio con proliferación mesangial. De manera típica, las le­
MPGN, proliferativa difusa (DPGN, diffuse proliferative glomerulonephritis) siones de clases I y II se acompañan de manifestaciones mínimas y de
o la mesangioproliferativa; en ocasiones todas culminan en RPGN. El tra­ función renal normal; el síndrome nefrótico es raro. Las personas con le­
tamiento se centra en la erradicación de la infección y se trata a casi todos siones circunscritas al mesangio renal tienen un pronóstico excelente y no
los pacientes como si padecieran endocarditis. El pronóstico es reservado. suelen necesitar tratamiento de su nefritis lúpica.
El tema de la nefritis lúpica se describe bajo el título de síndromes ne­
■ NEFRITIS LÚPICA fríticos agudos por las lesiones proliferativas agresivas y pronunciadas que
Es una complicación grave y frecuente del lupus eritematoso generalizado acompañan a la nefropatía de clases 111 a V. La clase 111 describe a las lesio­
(SLE, systemic lupus erythematosus) y presenta su mayor gravedad en mu­ nes focales con proliferación o cicatrices que a menudo abarcan sólo un seg­
jeres adolescentes estadounidenses de raza negra. De 30-50% de las pa­ mento del glomérulo (fig. A3-12). Las lesiones de clase 111 tienen la evolu­
cientes muestra datos clínicos de nefropatía para la fecha del diagnóstico ción más variable. En 25-33% de los pacientes se desarrollan hipertensión,
y 60% de los adultos y 80% de los niños exhiben alteraciones renales en sedimento urinario activo y proteinuria ante una proteinuria dentro de
alguna etapa de la enfermedad. La nefritis lúpica es consecuencia del de­ límites nefróticos. En 25% de los enfermos se eleva la creatinina sérica.
pósito de complejos inmunitarios circulantes que activan la cascada de com­ Los sujetos con proliferación mínima que abarca un pequeño porcentaje
plemento, lo que provoca una lesión mediada por el complemento, infil­ de los glomérulos reaccionan de forma satisfactoria a la corticoterapia y
tración leucocítica, activación de factores procoagulantes y liberación de menos de 5% termina con insuficiencia renal en un lapso de 5 años. Los
diversas citocinas. En la lesión renal también interviene la formación in individuos con proliferación más pronunciada que abarca un porcentaje
situ de complejos inmunitarios una vez que se adhieren los antígenos nu­ mayor de glomérulos tienen un pronóstico más sombrío y menores índices
cleares al glomérulo. En una minoría de pacientes la presencia de anti­ de remisión. El tratamiento de estos pacientes es el mismo que el de los
cuerpos antifosfolípidos desencadena una microangiopatía trombótica. individuos con lesiones de clase IV, dado que algunos nefrólogos piensan
Las manifestaciones clínicas, la evolución de la enfermedad y el trata­ que las lesiones de clase III son simplemente la manifestación inicial de la
miento de la nefritis lúpica son directamente proporcionales al cuadro enfermedad de clase IV. Otros piensan que la enfermedad de clase 111 gra­
histopatológico renal. El signo clínico más frecuente de nefropatía es la ve es una lesión aislada que necesita tratamiento. La clase IV comprende
proteinuria, pero también pueden desarrollarse hematuria, hipertensión, las lesiones proliferativas difusas y globales que se extienden hasta la mayor
grados diversos de insuficiencia renal y sedimento urinario activo con ci­ parte de los glomérulos. Los individuos con este tipo de lesiones por lo
lindros eritrocíticos. En la biopsia se identifican graves alteraciones del general exhiben una gran concentración de anticuerpos contra DNA, hi­
riñón, incluso sin alteraciones importantes en los análisis de orina, pero pocomplementemia, hematuria, cilindros eritrocíticos, proteinuria, hiper­
muchos nefrólogos no extraen una muestra para biopsia hasta que los aná­ tensión e hipofunción renal; 50% de los pacientes tiene proteinuria den­
lisis muestran las irregularidades correspondientes. Las manifestaciones tro de rangos nefróticos. La función renal de los pacientes con estructuras
extrarrenales del lupus son importantes para corroborar el diagnóstico de semilunares en la biopsia se puede deteriorar rápidamente (fig. A3-12).
lupus generalizado puesto que, si bien las anomalías serológicas son fre­ Sin tratamiento, esta lesión crónica conlleva el peor pronóstico para los ri­
cuentes en la nefritis lúpica, no tienen suficiente peso diagnóstico. Los an­ ñones, pero si con el tratamiento se logra la remisión (definida como la
ticuerpos contra DNA de doble cadena (ds-DNA, double stranded-DNA) que normalización de la función renal y una proteinuria <330 mg/100 mL), los
fijan complemento indican la presencia de nefropatía. En los pacientes con resultados renales serán excelentes. Los datos actuales sugieren que la in­
nefritis lúpica aguda es frecuente observar hipocomplementemia (70-90%) ducción de una remisión por medio de altas dosis de esteroides y ciclofos­
y muchas veces el descenso del complemento anuncia una exacerbación. famida o micofenolato mofetilo durante 2 a 6 meses, seguida de una fase
Aunque los biomarcadores urinarios de la nefritis lúpica se hallan en fase de mantenimiento con dosis menores de corticosteroides y micofenolato o
de identificación para reconocer exacerbaciones renales, la biopsia renal azatioprina, equilibra o compensa mejor la posibilidad de obtener una re­
es el único método fiable para identificar las variantes morfológicas de la misión satisfactoria, con los efectos secundarios del tratamiento. No existe
nefritis lúpica. consenso en cuanto al empleo de dosis altas de metilprednisolona intrave­
En el taller que la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizó nosa frente a prednisona oral, ni de ciclofosfamida intravenosa mensual
en 1974 se definieron algunas características peculiares de la lesión glo­ frente a ciclofosfamida oral diaria ni de otros inmunodepresores como ci­
merular por lupus; estas normas fueron modificadas en 1982. En 2004, la closporina, tacrolimús, rituximab o belimumab. Por lo general, los nefró­
International Society of Nephrology y la Renal Pathology Society actuali- logos evitan administrar durante un tiempo prolongado la ciclofosfamida
en los pacientes en edad reproductiva si no han almacenado antes en ban­ viduos con síndrome de Goodpasture contienen también ANCA contra 2139
cos especializados sus óvulos o espermatozoides. mieloperoxidasa; este subgrupo de individuos muestra una variante con
La lesión de clase V describe los depósitos inmunitarios subepiteliales vasculitis y, como dato sorprendente, su pronóstico con el tratamiento es
que asumen una distribución membranosa; una subcategoría de las lesiones muy satisfactorio. El pronóstico es peor si en la primera consulta se iden­
de clase V es la que se caracteriza por la presencia de lesiones proliferati­ tifican >50% de estructuras semilunares en la biopsia renal, si existe fibro­
vas y algunas veces ha sido llamada nefropatía membranosa y proliferativa sis avanzada, si la creatinina sérica es mayor de 5-6 mg/100 mL, si ha sur­
mixta (fig. A3-11); esta categoría de lesión se trata igual que la glomerulo­ gido oliguria o se requiere diálisis de inmediato. Muchos de estos últimos
nefritis de clase IV. En 60% de los casos el cuadro inicial consta de un sín­ pacientes, a pesar de que se intenta a menudo la práctica de plasmaféresis
drome nefrótico o grados menores de proteinuria. Los sujetos con nefritis y corticoterapia, no mejoran con ella. Las personas con insuficiencia renal
lúpica de clase V, a semejanza de los pacientes con nefropatía membranosa avanzada cuyo inicio incluye hemoptisis, deben ser tratadas de la hemorra­
idiopática (IMN, idiopathic membranous nephropathy), tienen predisposición gia pulmonar porque mejora con la plasmaféresis y pueden salvarse. Los
a padecer trombosis de la vena renal u otras complicaciones trombóticas. individuos tratados que tienen una forma menos grave de la enfermedad
Unos cuantos pacientes de la clase V manifiestan en un inicio hipertensión mejoran con 8-10 tratamientos de plasmaféresis acompañados de predni­
y disfunción renal. En esta categoría de enfermos se han generado datos sona por vía oral y ciclofosfamida en las primeras 2 semanas. El trasplan­
antagónicos respecto a su evolución clínica, pronóstico y tratamiento, lo te renal es posible, pero ante el peligro de recidiva, la experiencia sugiere
que subraya la heterogeneidad de este grupo. Los sujetos con síndrome que el paciente debe esperar 6 meses y hasta que no se detecten en el sue­
nefrótico grave, creatinina sérica muy elevada y una evolución progresiva ro los anticuerpos.
probablemente obtienen más beneficios de la corticoterapia combinada
con otros inmunodepresores. La proteinuria también se atenúa con inhi­ ■ NEFROPATÍA POR lgA
bidores del sistema renina-angiotensina. Los anticuerpos antifosfolípidos Berger fue el primero en describir la glomerulonefritis que llamó nefro­
presentes en el lupus inducen microtrombosis glomerulares y complican patía por IgA. En su forma clásica se caracteriza por hematuria episódica
la evolución hasta de 20% de los pacientes con nefritis lúpica. El pronósti­ vinculada con el depósito de IgA en el mesangio. La nefropatía por inmu­
co renal es peor incluso con anticoagulantes. noglobulina A es una de las formas más comunes de glomerulonefritis a
Cualquiera de las lesiones mencionadas puede transformarse, por nivel mundial. Afecta de manera predominante a varones; su máxima fre­
lo que dichos pacientes deben ser revalorados, incluso repitiendo la biop­ cuencia se sitúa entre los 20 y 40 años de edad y rara vez muestra tenden­
sia renal. Los pacientes con lupus y lesiones de clase VI tienen una fre­ cia familiar. Se advierten diferencias geográficas en su prevalencia: en las
cuencia >90% de glomérulos escleróticos y ESRD. En conjunto, ~20% de los costas asiáticas y del Pacífico su frecuencia es de 30% y en el sur de Europa
individuos con nefritis lúpica alcanzará la etapa final de la enfermedad 20%, en comparación con una frecuencia menor en el norte de Europa y
que obligue a diálisis o trasplante. Los pacientes con nefritis lúpica tienen Estados Unidos. En un principio se planteó la hipótesis que la variación en
un aumento marcado en la mortalidad, en comparación con la población su detección reflejaba en parte diferencias regionales en la identificación;
general. El trasplante renal en la insuficiencia renal por lupus por lo ge­ sin embargo, al adquirir mayor uniformidad la atención clínica en la nefro­
neral se lleva a cabo después de ~6 meses de enfermedad inactiva, con lo logía, esta variación en la frecuencia muy posiblemente ha reflejado dife­ tr.l
cual se obtiene un índice de sobrevida del aloinjerto similar al de los pa­ rencias verdaderas entre grupos raciales y étnicos.
CD
cientes que reciben un trasplante por otras causas. La nefropatía por IgA es una enfermedad básicamente esporádica, pero
se ha demostrado cierta predisposición que posee un componente genéti­ a
1111111

■ GLOMERULONEFRITIS POR ANTICUERPOS co dependiente de la geografía y la presencia de efectos fundadores". Las


JI
•o.
o.
CD

ANTIMEMBRANA BASAL DEL GLOMÉRULO variedades familiares de nefropatía por IgA son más frecuentes en el norte CD
en
Las personas que generan autoanticuerpos dirigidos contra los antígenos de Italia y el este de Kentucky. No se ha identificado un solo gen causal.
de la GBM a menudo padecen anticuerpos antimembrana basal del gloméru­ Los datos clínicos y de laboratorio han sugerido grandes semejanzas entre -a
lo (anti-GBM, antiglomerular basement membrane). Cuando el cuadro inicial la púrpura de Henoch-Schonlein y la nefropatía por IgA. La primera se a
e.
CD
comprende hemorragia pulmonar y glomerulonefritis, se habla de síndro­ diferencia sobre bases clínicas de la nefropatía por IgA por síntomas gene­
me de Goodpasture. Los epítopos en los que actúa esta enfermedad autoin­ ralizados más notables, iniciar a una edad más joven (<20 añost por una
munitaria se ubican en la estructura cuaternaria del dominio a3 NCl de la infección previa y por molestias abdominales. También se identifican de­ CD
en
colágena IV. En realidad, la enfermedad anti-GBM puede considerarse pósitos de IgA en el mesangio glomerular en diversas enfermedades gene­
una conformeropatía" autoinmunitaria que implica alteración de la estruc­
JI ralizadas, incluidos hepatopatía crónica, enfermedad de Crohn, adenocar­
tura cuaternaria del hexámero a 345NC1. Los linfocitos T con restricción cinoma del tubo digestivo, bronquiectasia obstructiva crónica, neumonía
de MHC desencadenan la respuesta de autoanticuerpos puesto que los intersticial idiopática, dermatitis herpetiforme, micosis fungoide, lepra, es­
humanos no toleran los epítopos creados por dicha estructura cuaternaria. pondilitis anquilosante, policondritis recidivante y síndrome de Sjogren.
En circunstancias normales, estos epítopos son secuestrados en el hexáme­ El depósito de IgA en estas enfermedades por lo general no se acompaña
ro de la colágena IV y quedan expuestos por las infecciones, el tabaquis­ de inflamación glomerular de importancia clínica ni de disfunción renal y
mo, los oxidantes o los solventes. El síndrome de Goodpasture afecta a dos por ello no ha recibido el nombre de nefropatía por inmunoglobulina A.
grupos de edad: varones jóvenes de ~30 años, y varones y mujeres de en­ La nefropatía por IgA es una glomerulonefritis regulada por complejos
tre 60-70 años. En los jóvenes por lo general se manifiesta en forma explo­ inmunitarios, definida por la presencia de depósitos mesangiales difusos de
siva con hemoptisis, descenso repentino de la hemoglobina, fiebre, disnea IgA que suelen acompañarse de hipercelularidad mesangial (véase esque­
y hematuria. La hemoptisis es más frecuente en los fumadores, y los que ma glomerular 2). Pueden estar distribuidas junto con IgA cadenas ligeras
tienen como manifestación inicial hemorragia pulmonar evolucionan me­ de inmunoglobulina o IgM, IgG y fracción C3• En forma típica, la IgA de­
jor que las personas de mayor edad con una lesión renal asintomática de positada en el mesangio es polimérica y de la subclase IgAl, pero no se ha
larga duración; cuando una de las manifestaciones iniciales es oliguria, el dilucidado su importancia patógena. Se describieron anormalidades en la
pronóstico es particularmente sombrío. Ante la sospecha de síndrome de producción de IgA por las células plasmáticas; en la depuración de IgA,
Goodpasture es necesario realizar de inmediato una biopsia de riñón pa­ por el hígado y en la eliminación de IgA mesangial y receptores para IgA.
ra confirmar el diagnóstico y valorar el pronóstico. En forma típica, en la En la actualidad, sin embargo, las anormalidades en la glucosilación O de
biopsia se identifica necrosis focal o segmentaria que más tarde, con la des­ la región bisagra de la IgAl principalmente polimérica parecen explicar
trucción agresiva de los capilares por proliferación celular, culmina en una mejor la patogénesis de la nefropatía esporádica por IgA. La síntesis de la
formación semilunar en el espacio de Bowman (fig. A3-14). Al evolucionar IgAl mal galactosilada da como resultado la exposición de N-acetilgalacto­
estas lesiones, en forma concomitante se desarrolla nefritis intersticial con somina en las regiones bisagra de la IgAl truncada que es reconocida por
fibrosis y atrofia tubular. anticuerpos IgG o IgAl que conduce a la formación de complejos inmuni­
La presencia de anticuerpos anti-GBM y complemento se identifica tarios en la circulación o in situ después de la deposición glomerular de
en la biopsia por medio de una tinción específica para identificar IgG (en IgAl deficiente en galactosa. Esta IgAl puede evadir el catabolismo hepá­
raras ocasiones IgA) de inmunofluorescencia lineal. Al buscar anticuerpos tico y depositarse de preferencia en el mesangio. Quizá sea necesario un
anti-GBM en suero es de particular importancia que se utilice solamente segundo evento, como una exposición viral u otra exposición al antígeno,
al dominio a3 NCl de la colágena IV como objetivo o sitio de acción; ello para que la enfermedad se manifieste. A pesar de la presencia de mayores
se debe a que en los síndromes paraneoplásicos se desarrollan anticuer­ concentraciones séricas de IgA en 20-50% de los pacientes, y del depósito
pos no nefríticos contra el dominio al NCl y es imposible diferenciar esta de IgA en la biopsia de piel en 15-55% de los enfermos, se necesita una
característica en métodos que utilizan fragmentos de toda la membrana biopsia renal para corroborar el diagnóstico. Las características inmuno­
basal como el sitio buscado de unión. Entre 10-15% de los sueros de indi- fluorescentes de IgA en la biopsia de riñón es el elemento que define la
2140 Esquema glomerular 2 se han reportado bajo tratamiento experimental como potencial pató­
genos. Los ANCA se producen con el auxilio de los linfocitos T y activan
leucocitos y monocitos, que de forma conjunta dañan las paredes de los
vasos pequeños. La lesión del endotelio también atrae a más leucocitos y
extiende la inflamación. La granulomatosis con poliangitis, la poliangitis
microscópica, el síndrome de Churg-Strauss y la vasculitis renal limitada
pertenecen a esta categoría porque muestran los ANCA y tienen glomeru­
lonefritis pauciinmunitaria con escasos complejos inmunitarios en vasos
pequeños y capilares glomerulares. Los pacientes con cualesquiera de las
tres enfermedades tienen una combinación de los anticuerpos séricos, pe­
ro surgen con mayor frecuencia los anticuerpos contra PR3 en la granulo­
matosis con poliangitis, y los que actúan contra MPO en la poliangitis mi­
croscópica o el síndrome de Churg-Strauss. Cada una de las enfermedades
posee características clínicas propias, pero muchos de los signos no anti­
cipan recidiva o progresión y, como grupo, por lo general se tratan de la
misma manera. Una vez diagnosticados, la monitorización de ANCA tie­
ne valor limitado, pero puede ser útil la determinación específica de sus
niveles si hay sospecha clínica de una recaída. Dado que la mortalidad es
Depósito y más alta sin tratamiento, prácticamente todos los pacientes lo reciben de ur­
células en gencia. El tratamiento de inducción incluye por lo general glucocorticoides
el mesangio y ciclofosfamida o rituximab. Se recomienda la plasmaféresis en la insufi­
NEFROPATÍA
POR lgA ciencia renal de progresión rápida o en la hemorragia pulmonar. La ciclo­
fosfamida "en pulsos" mensual IV para inducir la remisión de la vasculitis
vinculada con ANCA es tan efectiva como la ciclofosfamida oral diaria,
pero puede vincularse con aumento de las recaídas. Los esteroides se dis­
minuyen después de que cesa la inflamación aguda, y los pacientes se man­
tienen con ciclofosfamida o fármacos menos tóxicos como azatioprina, me­
totrexato o rituximab hasta por 1 año para minimizar el riesgo de recaídas.
Granulomatosis con poliangitis Las personas con esta enfermedad,
nefropatía por IgA dentro del contexto clínico apropiado, pero en la mi­ cuyas manifestaciones clásicas iniciales son fiebre, rinorrea purulenta, úl­
croscopia óptica pueden identificarse diversas lesiones histológicas (fig. ceras nasales, dolor sinusal, poliartralgias/artritis, tos, hemoptisis, disnea,
A3-8), incluyendo DPGN; esclerosis segmentaría y, en raras ocasiones, ne­ hematuria microscópica y proteinuria de 0.5-1 g/24 h, tienen en ocasiones
crosis segmentaría con formación de estructuras semilunares celulares que se púrpura cutánea y mononeuritis múltiple. Los síntomas iniciales sin afec­
presentan de manera típica en la forma de RPGN. ción renal reciben el nombre de granulomatosis con poliangitis limitada, aun­
Los dos síntomas iniciales más comunes de la nefropatía por IgA son que algunos de los enfermos ulteriormente muestran signos de daño renal.
los episodios recurrentes de hematuria macroscópica durante o inmediata­ En las radiografías de tórax a menudo se identifican nódulos e infiltrados
mente después de una infección de vías respiratorias altas a menudo acom­ persistentes, a veces con cavidades. En la biopsia del tejido afectado se iden­
pañados de proteinuria o hematuria microscópica asintomática persis­ tifica inflamación de vasos pequeños (vasculitis) y granulomas no caseo­
tente; sin embargo, el síndrome nefrótico es raro. También se desarrolla sos vecinos. Las biopsias renales durante la enfermedad activa demues­
proteinuria en las últimas etapas de la enfermedad. Unos cuantos pacien­ tran glomerulonefritis segmentaría necrotizante sin depósitos inmunitarios y
tes manifiestan insuficiencia renal aguda y un cuadro rápidamente progre­ se clasifican como focales, mixtas, crecientes y escleróticas (véase fig. A3-
sivo. La nefropatía por IgA es una enfermedad benigna en la mayoría de 13). La enfermedad es más frecuente en pacientes expuestos a polvo de
los pacientes, y entre 5 y 30% manifiesta remisión completa, mientras que silicio y en aquellos con deficiencia de antitripsina a1, que es un inhibidor
otros padecen hematuria pero conservan su función renal. En unos cuan­ de PR3. Es frecuente la recidiva después de lograr la remisión y es más
tos pacientes con nefropatía progresiva el avance es lento y se observa común en pacientes con granulomatosis y poliangitis que en otras vascu­
insuficiencia renal sólo en 25-30% a lo largo de 20-25 años; este riesgo va­ litis relacionadas con ANCA, por lo que se requiere una atención diligen­
ría de manera considerable en las diversas poblaciones. Los factores de te de seguimiento. Aunque se relaciona con una mortalidad inaceptable­
riesgo acumulados para hipofunción renal que se han identificado hasta mente alta sin tratamiento, la mayor amenaza para los pacientes, sobre
ahora abarcan menos de 50% de las variaciones observadas en el resulta­ todo los ancianos en el primer año de tratamiento, radica en los efectos
do, pero incluyen hipertensión o proteinuria, ausencia de episodios de he­ adversos, a menudo secundarios al tratamiento, más que a la vasculitis
maturia macroscópica, sexo masculino, edad más avanzada al principio y activa. Los pacientes también deben vigilarse a largo plazo en búsqueda
glomerulosclerosis o fibrosis intersticial extensa en la biopsia renal. En de probables enfermedades malignas después del tratamiento inmunosu­
varios análisis de poblaciones grandes de pacientes se ha encontrado que presor.
la proteinuria que persiste durante 6 meses o más tiene el mayor poder pre­ Poliangitis microscópica Desde el punto de vista clínico, estos pa­
dictivo de un resultado renal adverso. cientes se asemejan un poco a los que tienen glomerulonefritis con polian­
No existe consenso en cuanto al tratamiento óptimo. Los grandes estu­ gitis, excepto que rara vez presentan neumopatía o sinusitis destructiva
dios que incluyen a sujetos con múltiples glomerulopatías o los pequeños de importancia. La diferenciación se logra por medio de biopsia, en la cual
estudios de individuos con nefropatía por IgA se orientan hacia el empleo la vasculitis en la poliangitis microscópica no se acompaña de granulo­
de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE, angioten­ mas. Algunos pacientes también tienen lesión circunscrita a capilares y
sin-converting enzyme) en personas con proteinuria o deterioro de la función vénulas.
renal. En pacientes con proteinuria persistente después del tratamiento
con inhibidores de la ACE, el tratamiento con esteroides u otros inmuno­ Síndrome de Churg-Strauss Si la vasculitis de vasos pequeños se
supresores demostró resultados contradictorios. También se han sugerido acompaña de eosinofilia periférica, púrpura cutánea, mononeuritis, asma
en estudios pequeños la práctica de amigdalectomía y el uso de aceite de y rinitis alérgica, se piensa en el síndrome de Churg-Strauss. El estado alér­
pescado para beneficiar a ciertos enfermos; los pacientes que presentan gico a veces se acompaña de hipergammaglobulinemia, mayores concen­
síntomas de RPGN, de manera típica reciben corticosteroides, citotóxicos traciones de IgE en suero o la presencia del factor reumatoide. La infla­
y se someten a plasmaféresis. mación pulmonar que incluye tos pasajera e infiltrados pulmonares suele
anteceder durante años a las manifestaciones generalizadas de la enferme­
■ VASCULITIS DE VASOS PEQUEÑOS POR ANCA dad; rara vez faltan las manifestaciones pulmonares. Una tercera parte de
Un grupo de pacientes con vasculitis de vasos pequeños (arteriolas, capi­ los pacientes muestra derrames pleurales exudativos acompañados de eo­
lares, vénulas y rara vez arterias de pequeño calibre) y glomerulonefritis, sinófilos. En la biopsia renal se identifica vasculitis de vasos pequeños y
tienen anticuerpos citoplásmicos contra neutrófilos (ANCA, antineutrophil glomerulonefritis necrosante segmentaría focal, aunque por lo general no hay
cytoplasm antibody); éstos pertenecen a dos tipos: antiproteinasa 3 (PR3) o eosinófilos ni granulomas. El origen del síndrome es autoinmunitario, pe­
antimieloperoxidasa (MPO) (cap. 356). Los anticuerpos Lamp-2 también ro se desconocen sus factores desencadenantes.
CUADRO 308-4 Glomerulonefritis membranoproliferativa: Esquema glomerular 3 2141
mediada por inmunoglobulinas
Enfermedad tipo 1 (la más común)
ldiopática Depósitos
Endocarditis bacteriana subaguda ����s�ubendoteliales
Mesangio
Lupus eritematoso sistémico ensanchado
Hepatitis C y crioglobulinemia Interposición
Crioglobulinemia mixta de mesangio
Hepatitis c
Cánceres: pulmón, mama y ovario (germinal)
Enfermedad tipo 11
Macrófagos
ldiopática y células
Con depósitos densos (mediada por inmunoglobulinas) del mesangio
Enfermedad tipo 111
ldiopática
GLOMERULONEFRITIS
Glomerulopatía C3: dominante C3 , no mediada por inmunoglobulinas MEMBRANOPROLIFERATIVA TIPO 1
Enfermedad con depósitos densos (dominante C3)
ldiopática
mo el lupus o la crioglobulinemia o enfermedades neoplásicas (cuadro
Con mutaciones genéticas específicas y/o autoanticuerpos para alternar factores
308-4). Una minoría de los casos de MPGN tipo I tiene C3 pero no depó­
de vías complementarias o factores reguladores de vías alternativas complemen­
tarias
sitos de inmunoglobulina en la biopsia y se los considera mejor en la ca­
tegoría de una glomerulopatía C3 • Los tipos II y III de MPGN pueden ser
Glomerulonefritis C3 idiopáticos, y una enfermedad mediada por inmunoglobulinas (impulsada
Con mutaciones genéticas específicas y/o autoanticuerpos para alternar factores por la vía clásica del complemento), pero la mayoría de los casos definidos
de vías complementarias o factores reguladores de vías complementarias alter­ anteriormente como MPGN tipos 11 y 111 no están mediados por inmuno­
nativas globulinas y están impulsados por la vía alterna del complemento.
La MPGN de tipo 1, que es la más proliferativa de las tres, muestra
proliferación mesangial con segmentación lobulillar en la biopsia renal e
interposición de mesangio entre la membrana basal capilar y células endo­
Glomerulopatías C3 La glomerulopatía C3 es una clasificación reciente teliales, con lo que surge un doble contorno que ha sido llamado rieles de
de la enfermedad que se define por la acumulación glomerular de C3 con vagoneta (fig. A3-9) (véase el esquema glomerular 3). En forma típica se
poca o ninguna inmunoglobulina y abarca la enfermedad con depósitos advierten depósitos subendoteliales con concentraciones séricas bajas de
densos (DDD, dense deposit disease), anteriormente MPGN tipo 11 (véa­ la fracción C3, aunque la mitad de los enfermos tiene concentraciones nor­
se más adelante) y glomerulonefritis C3 (C3GN) (cuadro 308-4). La DDD se males de esta fracción y de forma ocasional depósitos intramesangiales.
define morfológicamente con depósitos densos que forman cintas en la La MPGN de tipo 11 se caracteriza por diisminución en las concentraciones
GBM. En ausencia de esta morfología específica, la entidad se clasifica co­ séricas de C3 y engrosamiento denso de la membrana basal que contiene
mo C3GN; ambas están vinculadas con la presencia de una mutación del cintas de depósitos densos y de C3 , por lo cual se le ha llamado DDD (fig.
complemento que se cree que causa la patología renal, incluidas las muta­ A3-10). En forma clásica, el ovillo glomerular muestra una imagen lobuli­
ciones en los genes de las proteínas reguladoras del factor H del comple­ llar; rara vez se producen los depósitos intramesangiales y por lo general
mento (CFHR). La DDD es principalmente una enfermedad de niños y no se detectan depósitos subendoteliales. La proliferación en la MPGN de
adultos jóvenes, mientras que las otras glomerulopatías C3 se presentan en tipo 111 es menos frecuente que en los otros dos tipos y suele ser focal; rara
un grupo de mayor edad (edad promedio 30). Por definición, los riñones vez hay interposición mesangial, y los depósitos subepiteliales se desarro­
con glomerulopatía C3 muestran tinción única o dominante para C3, pero llan a lo largo de segmentos ensanchados de la membrana glomerular ba­
pueden tener microscopia de luz variable con patrones mesangiales pro­ sal, que tiene un aspecto laminado e irregular.
liferativos o membranoproliferativos como los más comunes. Morfológi­ La MPGN de tipo I es consecuencia del depósito de complejos inmuni­
camente, muchos casos no son distinguibles de la recuperación de la GN tarios circulantes en el glomérulo o de su formación in situ. Los síntomas
posinfecciosa. Los pacientes con DDD se presentan con proteinuria y/o iniciales de la MPGN incluyen proteinuria, hematuria y piuria (30%), sín­
hematuria, la proteinuria es de rango nefrótico en hasta dos tercios de los tomas generales como fatiga y malestar, que son más frecuentes en niños
pacientes. También pueden estar presentes lipodistrofia parcial y cuerpos con la enfermedad de tipo I o un cuadro nefrítico agudo con RPGN y dete­
de Drusen en la retina. El pronóstico es malo, con 50% de los pacientes que rioro rápido de la función renal hasta en 25% de los pacientes. Es frecuen­
progresan a ESRD. Los pacientes con C3GN están clínicamente menos te que haya disminución de las concentraciones séricas de C3 • Un 50% de
bien definidos, pero dos tercios tienen hematuria y un tercio proteinuria. los enfermos con MPGN termina por mostrar enfermedad terminal unos
Además de la biopsia renal, puede estar indicada la evaluación serológica 10 años después del diagnóstico y, luego de 20 años, 90% presenta insu­
y genética, incluida la medición de los niveles de C3, que suelen ser bajos ficiencia renal. Los elementos que anticipan un mal pronóstico son el sín­
con niveles normales de C4, factor nefrítico C3, factor H, detección de pa­ drome nefrótico, la hipertensión y la insuficiencia renal. En presencia de
raproteínas y mutaciones genéticas de CFHR específicas. Los tratamientos proteinuria es prudente administrar inhibidores del sistema de renina­
óptimos permanecen indefinidos, pero incluyen inhibición del sistema re­ angiotensina. No se ha confirmado la necesidad de tratamiento a base de
nina-angiotensina, anticoagulantes, esteroides y otros inmunosupresores. dipiridamol, warfarina o ciclofosfamida. Hay algunos datos que refuerzan
Evidencia creciente sugiere beneficios con el tratamiento a base de eculi­ la eficacia del tratamiento de MPGN primaria con corticosteroides, en par­
zumab, un anticuerpo monoclonal dirigido a C5 que se activa con C3 . ticular en niños, así como informes de eficacia con plasmaféresis y otros
inmunodepresores. Si se encuentran defectos en la vía del complemen­
■ GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOPROLIFERATIVA to, el tratamiento con eculizumab tiene un beneficio hipotético, pero no
Esta enfermedad a veces es llamada glomerulonefritis mesangiocapilar o comprobado. En la MPGN secundaria se obtiene beneficio neto con el tra­
lobular. Es una glomerulonefritis regulada por mecanismos inmunitarios, tamiento de la infección, la enfermedad autoinmunitaria o las neoplasias
que se caracteriza por engrosamiento de la GBM con cambios mesangio­ coexistentes. En particular, se usan el interferón pegilado y la ribavirina
proliferativos; 70% de los enfermos muestra hipocomplementemia. La para reducir la carga viral. Todas las nefropatías primarias pueden reapa­
MPGN es rara en estadounidenses de raza negra y el ataque idiopático sue­ recer si la persona recibe un aloinjerto renal, pero se sabe que los sujetos
le iniciar en la niñez o comienzos de la vida adulta. La entidad se subdivi­ con MPGN están expuestos a un mayor riesgo no sólo de una recurrencia
de, según su cuadro patológico, en tipos 1, 11 y III. La MPGN de tipo I suele histológica sino también de una recurrencia clínica grave con pérdida de
acompañar a la hepatitis C persistente, enfermedades autoinmunitarias co- la función del injerto.
2142 ■ GLOMERULONEFRITIS MESANGIOPROLIFERATIVA Esquema glomerular 4
Enfermedad que se caracteriza por la expansión del mesangio y a veces se
acompaña de hipercelularidad del mismo; por paredes finas y de contorno
único de capilares y por depósitos inmunitarios en el mesangio; puede in­
cluir grados variables de proteinuria y, por lo común, hematuria. La enfer­
medad mesangioproliferativa puede detectarse en la nefropatía por lgA, el
paludismo por P. falciparum, la glomerulonefritis posinfecciosa en fase de
resolución y la nefritis lúpica de clase 11, y todas estas entidades tienen una
imagen histológica similar. Después de descartar estas entidades secunda­
rias se confirma el diagnóstico de glomerulonefritis mesangioproliferativa pri­
maria en <15% de las biopsias renales. En lo que se refiere a la lesión renal
regulada por mecanismos inmunitarios, con depósitos de lgM, Clq y C3,
la evolución clínica es variable. Los individuos que tienen sólo hematuria
pueden tener una evolución muy benigna, y los que muestran proteinu­
ria intensa a veces terminan en insuficiencia renal. No hay acuerdo en
cuanto al tratamiento, pero algunos señalamientos clínicos sugieren bene­
ficio con el empleo de inhibidores del sistema de renina-angiotensina, cor­
ticoterapia e incluso citotóxicos.

SÍNDROME NEFRÓTICO ENFERMEDAD POR


Comprende proteinuria intensa, hematuria mínima, hipoalbuminemia, hi­ CAMBIOS MÍNIMOS
percolesterolemia, edema e hipertensión. El sujeto con este síndrome, si no
se diagnostica ni trata, progresivamente presentará daño que origine dis-
minución de la GFR e insuficiencia renal. Muchos estudios han señalado
que mientras más alta sea la excreción proteínica en la orina de 24 h, más nantemente albúmina, con cantidades mínimas de proteínas de mayor
rápido es el deterioro de la GFR. peso molecular y por ello a veces se le denomina proteinuria selectiva. Se ha
El tratamiento de las causas del síndrome nefrótico se señala en los sabido que hasta 30% de los niños muestra remisión espontánea, pero en
apartados de cada enfermedad en los párrafos siguientes. En términos ge­ la actualidad todos los menores son tratados con corticosteroides y en es­
nerales, es importante administrar hipolipemiantes a todos los pacientes ta situación solamente a los que no mejoran se les realiza biopsia renal.
que tienen hipercolesterolemia resultado del síndrome nefrótico, porque Los pacientes que reaccionan en forma primaria son aquellos que han te­
están expuestos a mayor peligro de enfermedad cardiovascular. El edema nido remisión completa (<0.2 mg/24 h, de proteinuria) después de un ci­
que es consecuencia de la retención de sodio y agua se controla con el clo único de prednisolona; los que dependen de corticosteroides recaen al
empleo prudente de diuréticos y con medidas para evitar el agotamiento disminuir la dosis del fármaco. Los pacientes que recaen con frecuencia,
del volumen intravascular. Las complicaciones venosas que surgen a con­ es decir, que han tenido dos o más recidivas en los 6 meses siguientes a
secuencia del estado de hipercoagulabilidad vinculado con el síndrome la disminución de las dosis y los pacientes esteroidorresistentes no mejo­
nefrótico se tratan con anticoagulantes. La pérdida de algunas proteínas de ran con la corticoterapia. Los adultos no se consideran resistentes al trata­
unión en suero, como la globulina captadora de hormonas tiroideas, altera miento sino hasta después de 4 meses de terapia. Se ha observado que
las pruebas funcionales. Por último, se ha planteado la hipótesis de que la 90-95% de los niños muestra remisión completa después de 8 semanas de
propia proteinuria es nefrotóxica, y su tratamiento con inhibidores del sis­ corticoterapia y que 80-85% de los adultos alcanzará la remisión total, pero
tema de renina-angiotensina permite disminuir la excreción por la orina. sólo después de un ciclo más largo que incluye 20-24 semanas. Los pacien­
tes que presentan resistencia a los corticosteroides pueden mostrar FSGS
■ ENFERMEDAD DE CAMBIOS MÍNIMOS en las biopsias de repetición. Algunos expertos han planteado la hipótesis
La enfermedad de cambios mínimos (MCD, minimal change disease), cono­ de que si la primera biopsia renal no tiene un segmento de glomérulos más
cida a veces como lesión cero, origina entre 70-90% del síndrome nefrótico profundos, es posible que no se haga el diagnóstico oportuno preciso de
en niños pero sólo de 10-15% en los adultos. Suele presentarse como una FSGS.
nefropatía primaria, pero puede acompañarse de otros padecimientos co­ Las recidivas se observan en 70-75% de los niños después de la pri­
mo la enfermedad de Hodgkin, alergias o el empleo de antiinflamatorios mera remisión y el hecho de ocurrir en forma precoz anticipa múltiples
no esteroideos; la nefritis intersticial grave suele acompañar a casos vincu- recidivas ulteriores, así como las concentraciones basales de proteinuria
lados con el uso de productos no corticosteroideos. La MCD en la biopsia elevadas. La frecuencia de esta complicación disminuye después de la pu­
renal no muestra lesión glomerular obvia en la microscopia óptica y tam­ bertad, aunque en todos los grupos hay un mayor riesgo de que ocurra
poco la presencia de depósitos en la microscopia fluorescente y a veces luego de la disminución rápida de las dosis de corticosteroides. Las recidi­
muestra cantidades mínimas de lgM en el mesangio (fig. A3-1) (véase es­ vas son menos frecuentes en adultos, pero se vuelven más resistentes a la
quema glomerular 4). Sin embargo, por medio de la microscopia electró­ terapia ulterior. La prednisona es el fármaco de primera elección adminis­
nica se demuestra siempre un borramiento de los pies en que se apoyan trada a diario o cada tercer día y se destinan los inmunodepresores de otro
los podocitos epiteliales, con debilitamiento de las membranas con poro tipo como la ciclofosfamida, el clorambucilo y el micofenolato mofetilo pa­
hendido. No se ha dilucidado la fisiopatología de esta lesión. Muchos ex­ ra pacientes con recidivas frecuentes, corticodependientes o corticorresis­
pertos aceptan que hay una citocina circulante, quizá vinculada con la tentes. La ciclosporina induce remisiones, pero también al interrumpirla
respuesta de linfocitos T, que altera la carga capilar y la integridad de los son frecuentes las recidivas. El pronóstico a largo plazo en adultos es me­
podocitos. Las pruebas de la lesión de tipo inmunitario por citocina son nos satisfactorio en casos de insuficiencia renal aguda o de resistencia a
circunstanciales y la sugieren la presencia de alergias previas, alteraciones corticosteroides.
en la inmunidad de tipo celular durante infecciones virales y la elevada
frecuencia de remisiones con los corticosteroides. ■ GLOMERULOSCLEROSIS SEGMENTARIA FOCAL {FSGS)
El cuadro inicial de MCD incluye el inicio repentino de edema y sín­ La FSGS se caracteriza por cicatrices glomerulares segmentarias que abar­
drome nefrítico, acompañados de un sedimento urinario acelular. El pro­ can algunos de los glomérulos, y los signos clínicos en estos casos se ma­
medio de excreción de proteína urinaria informada en 24 h es de 10 g con nifiestan predominantemente en forma de proteinuria. Después de elimi­
hipoalbuminemia grave. Algunos signos menos frecuentes son hiperten­ nar las causas secundarias de FSGS (cuadro 308-5) los demás pacientes se
sión (30% en niños, 50% en adultos), hematuria microscópica (20% en ni­ consideran con FSGS. La incidencia de FSGS va en aumento y en la ac­
ños y 33% en adultos), atopia o síntomas alérgicos (40% en niños, 30% en tualidad comprende hasta un tercio de los casos de síndrome nefrótico en
adultos) y deterioro de la función renal (menos de 5% en niños y 30% adultos y 50% de este síndrome en estadounidenses de raza negra, a los
en adultos). La insuficiencia renal aguda en los adultos ocurre con mayor que afecta con mayor frecuencia. Es probable que la patogenia de la FSGS
frecuencia en pacientes con albúmina sérica baja y edema intrarrenal (ne­ sea multifactorial y entre sus mecanismos posibles están un factor de per­
frosarca) que mejora con la albúmina intravenosa y los diuréticos. Este pa­ meabilidad circulante regulado por linfocitos T; cifras de receptor de uro­
decimiento debe diferenciarse de la insuficiencia renal aguda que es con­ cinasa soluble aumentadas, proliferación celular y síntesis de matriz regu­
secuencia de hipovolemia. También se informan necrosis tubular aguda e ladas por TGF-B y anomalías de podocitos, que dependen de mutaciones
inflamación intersticial. En los niños, la orina anormal contiene predomi- genéticas. Los polimorfismos de riesgo en el locus APOL1 que codifica la
CUADRO 308-5 Glomeruloesclerosis segmentaria focal celulares, como el caso de la hipercelularidad endocapilar y proteinuria in­ 2143
tensa; glomerulopatía con colapso (fig. A3-3), con colapso glomerular seg­
Glomerulosclerosis segmentaría focal primaria mentario o global y un deterioro rápido de la función renal; una lesión
Glomerulosclerosis segmentaría focal secundaria hiliar (fig. A3-4) o la llamada lesión de la punta glomerular (fig. A3-5) que al
Virus: VIH/hepatitis B/parvovirus parecer conlleva un mejor pronóstico (véase el esquema glomerular 5).
Nefropatía hipertensiva Los síntomas iniciales de la FSGS incluyen proteinuria, hematuria, hi­
Nefropatía por reflujo pertensión o insuficiencia renal. Factores como la proteinuria en los lími­
Émbolos de colesterol tes nefróticos, estadounidenses de raza negra y la insuficiencia renal con­
llevan un mal pronóstico y 50% de los enfermos termina en insuficiencia
Fármacos: heroína/analgésicos/bisfosfonatos/éxtasis
renal en 6-8 años. La FSGS rara vez muestra remisión espontánea, pero la
Oligomeganefrona remisión de la proteinuria inducida por el tratamiento mejora de forma
Disgenesia renal importante el pronóstico. El tratamiento de individuos con FSGS primaria
Síndrome de Alport incluye inhibidores del sistema de renina-angiotensina. Con base en datos
Drepanocitosis de estudios retrospectivos, los sujetos con proteinuria en límites nefróticos
Linfoma pueden tratarse con corticosteroides, pero su mejoría es mucho menor que
la de pacientes de MCD. La proteinuria remite sólo en 20-45% de los en­
Nefritis por radiación
fermos que se someten a un ciclo de corticoterapia durante 6-9 meses.
Podocitopatías familiares Algunos datos sugieren que el empleo de ciclosporina en individuos que
Mutación de NPHS1/nefrina mejoran con corticosteroides es útil para asegurar las remisiones. Con fre­
Mutación de NPHS2/podocina cuencia se observan recidivas al suspender la ciclosporina, que también
Mutación de TRPC6/conductos de cationes provoca en ocasiones deterioro de la función renal por sus efectos nefrotó­
Mutación de ACTN4/actinina xicos. No se ha establecido firmemente un papel para otros fármacos que
Deficiencia de galactosidasa a A/enfermedad de Fabry
suprimen el sistema inmunológico, como el rituximab o el micofenolato
mofetilo. La FSGS primaria recurre en 25-40% de los pacientes que recibe
Deficiencia de la hidrolasa del ácido N-acetilneuramínico/nefrosialidosis
aloinjertos en la ESRD, lo que lleva a la pérdida del injerto en la mitad de
esos casos. En la FSGS postrasplante recurrente, muchos pacientes logran
remisión total o parcial con la plasmaféresis. Todavía no se establece la fun­
apolipoproteína Ll expresada en los podocitos explica la mayor incidencia ción que tienen otras sustancias que suprimen el sistema inmunitario.
de FSGS entre individuos de raza negra (con o sin VIH). La FSGS primaria reaparece en 25-40% de las personas que han recibi­
Los cambios patológicos de la FSGS son más notables en los gloméru­ do aloinjertos en la enfermedad terminal y en 50% de los casos el injerto
los situados en la unión corticomedular (fig. A3-2), de tal manera que si la deja de ser funcional y se pierde. De modo típico, el tratamiento de FSGS
muestra para biopsia se obtiene de tejido superficial, quizá no se identi­ secundaria comprende tratar la causa básica y controlar la proteinuria. No tr.l
fiquen las lesiones y haya un diagnóstico erróneo de MCD. Además de las son útiles los corticosteroides ni otros inmunodepresores en la FSGS se­ CD
cicatrices focales y segmentarias, hay otras variantes que incluyen lesiones cundaria. 1111111

•o.
o.
CD

CD
Esq_uema glomerular 5 en

!
Separación de
la célula
e.
CD
de la GBM en

Proliferación
de las células
subepitelales
r

GLOMERULONEFRITIS
ESCLEROSANTE
FOCAL
Arteriola
Arteriola eferente
aferente
2144 CUADRO 308-6 Glomerulonefritis membranosa de estos autoanticuerpos se correlacionan con la probabilidad de remisión
espontánea, gravedad de la IMN y respuesta al tratamiento. Un 80% de los
Glomerulonefritis membranosa primaria/idiopática pacientes con MGN muestra síndrome nefrótico y proteinuria no selecti­
Glomerulonefritis membranosa secundaria va. Se observa hematuria microscópica, pero con menos frecuencia que en
Infecciones: hepatitis By C, sífilis, paludismo, esquistosomosis, lepra, filariosis la nefropatía por lgA o FSGS. Las remisiones espontáneas ocurren en 20-
Cáncer: mama, colon, pulmón, estómago, riñón, esófago o neuroblastoma 33% de los pacientes y, a menudo, ocurren al final de la evolución, lo que
dificulta las decisiones de tratamiento. Los niveles bajos o ausentes de
Fármacos: sales de oro, mercuriales, penicilamina, antiinflamatorios no esteroi­
deos, probenecid autoanticuerpos contra PLA2R ayudan a predecir remisiones tanto espon­
táneas como vinculadas al tratamiento. Un tercio de los pacientes sigue
Enfermedades autoinmunitarias: lupus eritematoso generalizado, artritis reumatoi­ mostrando el síndrome nefrótico recidivante, pero conservan su función
de, cirrosis biliar primaria, dermatitis herpetiforme, penfigoide ampolloso, miaste­
nia grave, síndrome de Sjogren, tiroiditis de Hashimoto renal normal y otro tercio termina por mostrar insuficiencia renal o fa­
llecen por las complicaciones del síndrome nefrótico. Los factores que se
Otras enfermedades generalizadas: síndrome de Fanconi, anemia drepanocítica, vinculan con un peor pronóstico incluyen sexo masculino, la senectud, la
diabetes, enfermedad de Crohn, sarcoidosis, síndrome de Guillain-Barré, enferme­
dad de Weber-Christian, hiperplasia angiofolicular de ganglios linfáticos hipertensión y la persistencia de proteinuria. Las complicaciones trombó­
ticas son un signo de todos los síndromes nefróticos, pero la MGN conlle­
va los índices más altos de trombosis de la vena renal, embolia pulmonar
y trombosis de vena profunda. El uso de anticoagulantes con fines profi­
■ GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOSA (MGN) lácticos es punto de controversia, pero algunos lo han recomendado para
La MGN (o nefropatía membranosa, como a veces se le denomina) com­ personas con proteinuria profunda o duradera, en caso de no haber facto­
prende ~20% de los casos de síndrome nefrótico en adultos y su incidencia res de riesgo de hemorragias.
máxima se alcanza entre los 30 y 50 años; la proporción de varones:muje­ Además del tratamiento del edema, la dislipidemia y la hipertensión,
res es de 2:1. La IMN es rara en la niñez y, con mucho, la causa más fre­ se recomienda inhibir el sistema de renina-angiotensina. También es reco­
cuente de síndrome nefrótico en los ancianos. En 20-30% de los casos, la mendable la administración de inmunodepresores en personas con MGN
MGN es consecuencia de un cáncer (tumores sólidos de mama, pulmones primaria y proteinuria persistente (>3.0 g/24 h). Los inmunodepresores
o colon); infecciones (hepatitis B, sífilis, paludismo o esquistosomosis), cua­ más indicados para la terapia siguen siendo punto de controversia, pero
dros reumatológicos como lupus, artritis reumatoide, enfermedades de la las recomendaciones actuales indican que conviene el uso de corticosteroi­
lgG4 o exposición a sustancias (cuadro 308-6). des y ciclofosfamida, clorambucilo, micofenolato mofetilo o ciclosporina o
En la biopsia renal hecha con microscopia óptica (fig. A3-7) se identi­ rituximab, un anticuerpo anti-CD20 contra los linfocitos B.
fica el engrosamiento uniforme de la membrana basal en todas las asas
capilares periféricas; este signo debe diferenciarse del que existe en la dia­ ■ NEFROPATÍA DIABÉTICA
betes y la amiloidosis. (Véase el esquema glomerular 6.) Por inmunofluo­ Es la causa aislada más frecuente de insuficiencia renal crónica en Estados
rescencia se demuestran depósitos granulosos difusos de lgG y C3 y por Unidos y da cuenta de que 45% de los pacientes se someta a trasplante re­
microscopia electrónica de forma típica se identifican depósitos subepite­ nal, así que constituye una dificultad que se ha incrementado con rapidez
liales electrodensos. Se han descrito diferentes fases (I a V) de las lesiones a nivel mundial. Su aumento impresionante refleja el aumento epidémico
membranosas progresivas, pero algunos análisis publicados indican que de anomalías como obesidad, síndrome metabólico y diabetes mellitus ti­
el grado de atrofia tubular o fibrosis intersticial es un elemento que antici­ po 2. En promedio, 40% de quienes tienen diabetes tipo 1 o 2 termina por
pa con mayor fidelidad la progresión y no la etapa de la glomerulopatía. manifestar nefropatía, pero ante la mayor prevalencia de la diabetes tipo 2
La presencia de depósitos subendoteliales o de inclusiones tubulorreticu­ (90%), en comparación con la tipo 1 (10%), la mayoría de los individuos con
lares orienta hacia el diagnóstico de nefritis lúpica membranosa, que pue­ la nefropatía diabética tiene enfermedad tipo 2. Las lesiones renales son
de anteceder a las manifestaciones extrarrenales del lupus. En 70% de los más frecuentes en poblaciones de estadounidenses de raza negra, estado­
casos de IMN, los autoanticuerpos contra el receptor de fosfolipasa A2 unidenses nativos, polinesios y maoríes. Al gunos de los factores de riesgo
de tipo M circulan y se unen a un epítopo conformacional presente en el para el desarrollo de nefropatía diabética son hiperglucemia, hipertensión,
PLA2R en los podocitos humanos, produciendo depósitos in situ caracte­ dislipidemia, tabaquismo y el antecedente familiar de nefropatía diabé­
rísticos. Entre 5-10% de los pacientes con IMN presenta autoanticuerpos tica, así como polimorfismos genéticos que afectan la actividad del eje de
contra la trombospondina tipo I del dominio que contiene 7A. Ambos an­ renina-angiotensina-aldosterona.
tígenos se co-localizan dentro de los depósitos subepiteliales glomerulares En el plazo de 1-2 años de haber iniciado, la diabetes clínica provoca
con lgG4 (PLA2R). Otras enfermedades renales no involucran estos auto­ cambios morfológicos en los riñones. El engrosamiento de la GBM es un
anticuerpos. En la mayoría de los casos de nefropatía membranosa secun­ indicador sensible de la presencia de diabetes, pero casi no tiene correla­
daria, estos autoanticuerpos están ausentes con informes raros de auto­ ción con la existencia o ausencia de nefropatía de importancia clínica. La
anticuerpos contra PLA2R en la glomerulopatía membranosa vinculada composición de la GBM se altera de forma notable, con desaparición de
con hepatitis B y sarcoidosis. Los depósitos circulantes y los glomerulares las fracciones del heparansulfato que forman la barrera de filtración con
carga negativa; este cambio hace que aumente la filtración de proteínas
séricas y pasen a la orina, de manera predominante, albúmina con carga
Esquema glomerular 6 negativa. La expansión del mesangio por la acumulación de la matriz ex­
tracelular tiene correspondencia con las manifestaciones clínicas de la ne­
· Fusión de los
podocitos fropatía diabética (véanse las fases en la fig. A3-20). Esta expansión puede
vincularse con el desarrollo y evolución de la esclerosis mesangi,al. También
algunos pacientes presentan nódulos eosinófilos que se tiñen con PAS+,
patología llamada glomerulosclerosis nodular o nódulos de Kimmelstiel-Wil­
��.., Depósitos son. En la microscopia de inmunofluorescencia se advierte el depósito in­
subepiteliales específico de lgG (a veces con configuración lineal) o tinción del comple­
mento sin depósitos inmunitarios visibles en la microscopia electrónica.
A menudo se advierten cambios vasculares notables en la forma de arte­
riosclerosis hialina e hipertensiva; ello se acompaña de grados variables de
glomerulosclerosis crónica y cambios tubulointersticiales. En gran medida
son idénticas las imágenes histopatológicas a las biopsias renales de sujetos
con diabetes tipos 1 y 2.
Tales modificaciones irregulares son consecuencia de diversos factores
propuestos. Múltiples pruebas refuerzan la importancia de los incremen­
tos en la presión capilar glomerular (hipertensión intraglomerular) en las
alteraciones de la estructura y la función renales. Todo lo anterior se expli­
ca por los efectos directos de la hiperglucemia en el citoesqueleto de actina
de las células de músculo liso en el mesangio y los vasos renales, así como
GLOMERU LONEFRITI S
los cambios propios de la diabetes en los factores circulantes, como el fac­
MEMBRANOSA
tor natriurético auricular, la angiotensina 11 y el factor de crecimiento simi-
lar a la insulina (IGF, insulin-like growth factor). La hipertensión glomerular de angiotensina (ARB, angiotensin receptor blockers) para alcanzar esta me­ 2145
sostenida intensifica la producción de matriz, agrava las alteraciones de la ta. Se ha demostrado en numerosos estudios clínicos grandes que los fár­
GBM con transgresión de la barrera de filtración (y proteinuria como con­ macos que inhiben al sistema renina-angiotensina, independientemente de
secuencia) y glomerulosclerosis. Se han identificado factores que alteran sus efectos sobre la BP, detienen el avance de la nefropatía diabética du­
la producción de matriz e incluyen la acumulación de los productos termi­ rante las fases tanto incipiente (microalbuminuria) como avanzada (pro­
nales de la glucosilación avanzada, factores circulantes como son la hor­ teinuria con filtración glomerular reducida). P uesto que la angiotensina 11
mona de crecimiento, IGF-1, angiotensina 11, factor de crecimiento de teji­ aumenta la resistencia de las arteriolas eferentes y, por tanto, la presión
do conjuntivo, TGF-P y dislipidemia. capilar glomerular, un mecanismo fundamental para la eficacia de los in­
La evolución natural de la nefropatía diabética en personas con diabe­ hibidores del sistema renina-angiotensina es reducir la hipertensión glo­
tes tipo 1 o 2 es semejante. Sin embargo, se puede identificar con facilidad merular. La evidencia sugiere que hay mayor riesgo de eventos cardiovascu­
desde el comienzo a la diabetes tipo 1, situación que no ocurre con la ti­ lares adversos con poca evidencia de eficacia en algunos pacientes con la
po 2 y por ello la persona en quien se ha hecho el diagnóstico reciente de combinación de dos medicamentos (inhibidores de la ACE, ARB o inhi­
diabetes tipo 2 posiblemente ha tenido nefropatía años antes de que sea bidores de la renina) que suprimen varios componentes del sistema re­
identificada y los síntomas iniciales corresponden a la nefropatía diabéti­ nina-angiotensina. Los estudios en curso están examinando la hipótesis
ca avanzada. Al inicio de la diabetes se desarrollan hipertrofia renal e hi­ de que otros fármacos pueden ser beneficiosos, incluidos los inhibidores
perfiltración glomerular. El grado de este último elemento tiene relación 2 del transporte de glucosa sódica, antagonistas de la endotelina y de la
con el riesgo posterior de que surja nefropatía de importancia clínica. En aldosterona.
~40% de los pacientes con diabetes que presentan nefropatía diabética, las
primeras manifestaciones incluyen un incremento de la albúmina detec­ ■ ENFERMEDADES POR DEPÓSITO
tado por radioinmunoanálisis sensible. La albuminuria en los límites de GLOMERULAR
30-300 mg/24 h ha recibido el nombre de microalbuminuria (cuadro 308-1); Las discrasias de plasmocitos en que se producen excesivamente inmuno­
se produce entre 5-10 años después de iniciar uno u otro tipo de diabetes. globulinas de cadena ligera, a veces culminan en la formación de depósi­
En la actualidad se recomienda buscar microalbuminuria en todo suje­ tos en glomérulos y túbulos, y pueden causar proteinuria intensa e insu­
to con enfermedad tipo 1, 5 años después que se hizo el diagnóstico de ficiencia renal; esta afirmación también es válida para la acumulación de
diabetes y, a partir de esa fecha, cada año. Debido a que la fecha de inicio fragmentos de proteína A de amiloide sérico que se observa en algunas en­
de la diabetes tipo 2 a menudo no se detecta, se debe examinar a los pa­ fermedades inflamatorias. El grupo amplio de trastornos proteinúricos ha
cientes de tipo 2 en el momento del diagnóstico y, a partir de esa fecha, recibido el nombre de enfermedad por depósito glomerular.
cada año. Enfermedad por depósito de cadenas ligeras De manera típica, las
Los individuos que muestran incrementos pequeños de su albuminu­ características bioquímicas de las cadenas ligeras nefrotóxicas que son pro­
ria, aumentan su excreción por orina, al grado de que se torna positiva la ducidas por las neoplasias de cadenas ligeras confieren un perfil específico
tira calorimétrica que indica proteinuria (>300 mg de albuminuria), entre de lesión renal: la nefropatía por cilindros (fig. A3-17), que ocasiona insufi­
5-10 años después del comienzo de este signo. La microalbuminuria cons­ ciencia renal pero no proteinuria profunda o amiloidosis, o la enfermedad
tituye un factor potente de riesgo de que surjan problemas cardiovascula­ por depósitos de cadenas ligeras (fig. A3-16), que origina síndrome nefrótico
res agudos y muerte en individuos con diabetes tipo 2. Muchos sujetos que con insuficiencia renal. Estos últimos pacientes producen cadenas ligeras
la padecen y que tienen microalbuminuria fallecen por problemas cardio­ kappa que no poseen las características bioquímicas necesarias para formar
vasculares antes de que evolucionen hasta mostrar proteinuria e insufi­ fibrillas de amiloide. En vez de ello, se autoaglutinan y forman depósitos
ciencia renal. La proteinuria en la nefropatía diabética franca puede ser granulosos en los capilares glomerulares y el mesangio, la membrana ba­
variable y lo es de 500 mg a 25 g/24 h y suele acompañarse de síndrome sal de túbulos y la cápsula de Bowman. Si predominan en los glomérulos,
nefrótico. Más de 90% de los individuos con diabetes tipo 1 y nefropatía se desarrollará el síndrome nefrótico y un 70% de enfermos evolucionará
tienen retinopatía diabética, de tal forma que el hecho de no detectar la hasta necesitar diálisis. Los depósitos de cadenas ligeras no son fibrilares
retinopatía en individuos con diabetes tipo 1 con proteinuria debe obligar ni captan el colorante rojo Congo, pero se les detecta con facilidad por me­
al médico a considerar un diagnóstico diferente; solamente 60% de los in­ dio de anticuerpos contra cadenas ligeras, por el uso de inmunofluores­
dividuos con diabetes tipo 2 y nefropatía tiene retinopatía diabética. Se ad­ cencia o en la forma de depósitos granulosos en la microscopia electrónica.
vierte una correlación muy significativa entre la presencia de retinopatía y Es probable que entre los factores que contribuyen a este depósito estén la
la de los nódulos de Kimmelstiel-Wilson (fig. A3-20). También, de manera combinación de reestructuración de cadenas ligeras, propiedades de au­
característica, las personas con nefropatía diabética avanzada tienen riño­ toaglutinación con pH neutro y anormalidades metabólicas. El tratamien­
nes normales o un poco agrandados, a diferencia de otras glomerulopatías to para la enfermedad por depósito de cadenas ligeras es el de la enferme­
en que disminuye por lo regular el tamaño. Con el empleo de los datos epi­ dad primaria y si es posible, el trasplante de células madre autólogas.
demiológicos y clínicos, y en caso de no haber información clínica o sera­
lógica que sugiera otra enfermedad, la nefropatía diabética se diagnosti­ Amiloidosis renal Casi todos los casos de amiloidosis renal son conse­
ca por lo general sin necesidad de biopsia renal. Después de que inicia la cuencia de depósitos fibrilares primarios de cadenas ligeras de inmunoglo­
proteinuria, inexorablemente se deteriora la función renal y 50% de los en­ bulinas conocidas como amiloide L (AL, amyloid L) o secundarios a depó­
fermos presenta insuficiencia renal en un plazo de 5-10 años. De este sitos fibrilares de fragmentos proteínicos de amiloide A sérico (AA) (cap.
modo, desde las primeras etapas de la albuminuria se necesitan de 10-20 108). A pesar de que surgen por causas diferentes, su cuadro clínico y fi­
años para llegar a la nefropatía terminal. Sin embargo, hasta 20-25% de los siopatológico es semejante y por ello se expondrán juntas. Los infiltrados
pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica nunca ha pre­ de amiloide en el hígado, corazón, nervios periféricos, túnel carpiano, por­
sentado albuminuria documentada. No se sabe si esto representa historia ción superior de la faringe y riñones, originan miocardiopatía restrictiva,
natural alterada de la nefropatía diabética u otra enfermedad renal que hepatomegalia, macroglosia y proteinuria intensa que a veces se acompa­
ocurre en un paciente con diabetes. No obstante, una vez que se desarro­ ña de trombosis de la vena renal. En la amiloidosis por AL generalizada,
lla la insuficiencia, la sobrevida a pesar de la diálisis se acorta todavía más también llamada primaria, el exceso de cadenas ligeras producidas por dis­
en los diabéticos en comparación con individuos no diabéticos sometidos crasias de plasmocitos clonales se transforman en fragmentos por acción
a ese método. La sobrevida es mayor en personas con diabetes tipo 1 que de macrófagos, para que se autoaglutinen en el pH ácido. Un número des­
reciben un riñón de un familiar compatible. proporcionado de estas cadenas ligeras (75%) pertenece a la clase lambda.
Algunas pruebas corroboran de manera significativa los beneficios del En promedio, 10% de estos pacientes tiene mieloma franco con lesiones
control de la glucemia y de la presión arterial (BP, blood pressure) así como osteolíticas e infiltración de la médula ósea con >30% de plasmocitos; el
la inhibición del sistema de renina-angiotensina para retrasar la evolución síndrome nefrótico es frecuente y aproximadamente 20% de los pacien­
de la nefropatía diabética. En diabéticos tipo 1 el control intensivo de la tes evoluciona hasta requerir diálisis. La amiloidosis AA, a veces recibe el
hiperglucemia impide claramente el desarrollo o la progresión de la nefro­ nombre de secundaria y también afecta los riñones como síndrome nefró­
patía diabética. Las pruebas de los efectos favorecedores de la regulación tico. P roviene del depósito de láminas con plegamiento beta de la proteína
intensiva de la glucemia en los pacientes con diabetes tipo 2 son poco con­ de amiloide A sérica, un reactivo de fase aguda cuyas funciones fisioló­
cluyentes y los estudios actuales exhiben resultados contradictorios. gicas incluyen transporte de colesterol, atracción de células inmunes y ac­
En esta población de alto riesgo la regulación de la hipertensión redu­ tivación de las metaloproteasas. Un 40% de las personas con amiloide AA
ce las complicaciones renales y cardiovasculares. La gran mayoría de los tiene artritis reumatoide y otro 10%, espondilitis anquilosante o artritis
pacientes con nefropatía diabética necesita tres o más antihipertensivos, psoriásica; el resto proviene de otras causas menos frecuentes. La polisero­
entre ellos los inhibidores de la ACE o los antagonistas de los receptores sitis familiar recurrente (FMF, familial Mediterranean fever), menos frecuente
2146 en países industrializados y más común en regiones mediterráneas, afec­ tercer decenio de la vida en forma de proteinuria leve o moderada, a ve­
ta en particular a judíos sefardíes e iraquíes. La FMF es causada por una ces con hematuria microscópica o síndrome nefrótico. En el análisis de
mutación del gen que codifica la pirina, en tanto que el síndrome de Mu­ orina, bajo la luz polarizada se pueden detectar cuerpos grasos ovales y
ckle-Wells, cuadro similar, es producto de una mutación en la criopirina; glóbulos glucolípidos birrefringentes (cruz de Malta). Se necesita la biop­
las dos proteínas son importantes en la apoptosis de leucocitos al inicio de sia renal para el diagnóstico definitivo; entre el cuarto o el quinto decenio
la inflamación; tales proteínas que requieren pirina son parte de una nue­ de la vida el cuadro evoluciona y llega a insuficiencia renal. Se recomienda
va vía denominada infiamasoma. Las mutaciones del receptor en el síndro­ el tratamiento con inhibidores del sistema renina-angiotensina. La admi­
me periódico vinculado con TNFRl también generan inflamación cróni­ nistración de galactosidasa a A obtenida por bioingeniería ha eliminado
ca y amiloidosis secundaria. Los fragmentos de la proteína A de amiloide los depósitos endoteliales microvasculares de globotriaosilceramida de ri­
sérico aumentan y se autoaglutinan al unirse a receptores de productos ñones, corazón y piel. En los pacientes con lesiones avanzadas, incluso en­
terminales de la glucación avanzada en el entorno extracelular; es frecuen­ fermedad renal crónica, la enfermedad progresa no obstante el tratamien­
te el síndrome nefrótico y, en promedio, entre 40 y 60% de los pacientes to enzimático. Las respuestas variables a este tratamiento son secundarias
evoluciona hasta necesitar diálisis. Las fibrillas de amiloides AA y AL se al desarrollo de anticuerpos neutralizantes o diferencias en la captación
detectan con rojo Congo o en mayor detalle en la microscopia electrónica de la enzima. La sobrevida del injerto y el paciente después de un tras­
(fig. A3-15). La nefelometría moderna para medir las cadenas ligeras li­ plante renal por enfermedad de Fabry son similares a las de otras causas
bres en suero es útil para el diagnóstico y seguimiento del avance. La biop­ de ESRD.
sia hepática o renal confirma el diagnóstico en 90% de los casos si la pro­
babilidad previa a la prueba es grande; el material aspirado de cojincillos SÍNDROME PULMONAR-RENAL
de grasa abdominal muestra positividad en 70% de los casos, pero al pare­ Algunas enfermedades se presentan con hemoptisis grave y glomerulone­
cer no alcanza esta cifra si se busca el amiloide AA. Los depósitos de ami­ fritis acompañada de insuficiencia renal de grado diverso. Las causas usua­
loide están distribuidos en vasos sanguíneos y en las regiones mesangiales les incluyen síndrome de Goodpasture, granulomatosis con poliangitis,
de los riñones. El tratamiento de la amiloidosis primaria no es particular­ poliangitis microscópica, vasculitis de Churg-Strauss y, en raras ocasiones,
mente eficaz; el melfalán y el trasplante de células madre hematopoyéti­ púrpura de Henoch-Schonlein o crioglobulinemia. Cada una de las enfer­
cas autólogas pueden retardar el curso de la enfermedad en ~30% de los medades puede no incluir hemoptisis y se expone en detalle en "Síndromes
pacientes. La amiloidosis secundaria también es irreversible, salvo que se nefríticos agudos" antes en este capítulo. (Véase el esquema glomerular 7.)
controle la enfermedad primaria. Es posible que en el futuro se cuente con La hemorragia pulmonar en esta situación es fatal y culmina en intubación
nuevos fármacos, hoy en fase de estudio, que alteren la formación de las de vías respiratorias. La insuficiencia renal aguda obliga a usar diálisis. Al
fibrillas. inicio, el diagnóstico es difícil, porque se necesita tiempo para analizar la
biopsia y practicar métodos serológicos. La plasmaféresis y el uso de metil­
Glomerulopatía fibrilar e inmunotactoide Se trata de una enferme­ prednisolona son medidas empíricas y temporales mientras no se cuente
dad rara (<1.0% de las biopsias renales) que se caracteriza desde el punto con los resultados de los estudios.
de vista morfológico por acumulación glomerular de fibrillas no ramifica­
das dispuestas al azar. Algunos autores clasifican a la nefropatía por fibri­
llas amiloidea y sin amiloide como glomerulopatías fibrilares, reservando
SÍNDROMES DE MEMBRANA BASAL
Todos los epitelios renales, incluidos los podocitos, están sobre membra­
el término glomerulopatía inmunotactoide para referirse a la enfermedad
nas basales adosadas a la superficie planar por la imbricación de la colá­
fibrilar sin amiloide que no se acompaña de una enfermedad generaliza­
gena IV con lamininas, nidógeno y proteoglucanos sulfatados. Las anor­
da. Otros autores definen a la glomerulonefritis fibrilar como una enferme­
malidades estructurales en la GBM que se acompañan de hematuria son el
dad fibrilar sin amiloide con fibrillas de 12-24 nm y a la glomerulonefritis
signo característico de algu nas enfermedades familiares en que priva la
inmunotactoide con fibrillas >30 nm. En cualquier caso, en el mesangio y
expresión de los genes de colágena IV. La familia ampliada de la colágena
a lo largo de la pared capilar glomerular se producen depósitos fibrilares/
IV contiene seis cadenas, expresadas en tejidos diferentes y en etapas dis­
microtubulares de inmunoglobulinas oligoclonales u oligotípicas y comple­
tintas del desarrollo embrionario. En el inicio embriológico del humano,
mento. La tinción con rojo Congo es negativa. La causa de esta glomeru­
todas las membranas basales epiteliales están compuestas de protómeros
lopatía "sin amiloide" es básicamente idiopática; se han publicado algunos
trihelicoidales interconectados, ricos en colágena al.al.a2(IV). Algunos te­
casos de glomerulonefritis inmunotactoide con leucemia linfocítica cró­
jidos especializados muestran cambios propios del desarrollo en que sus­
nica o linfoma de linfocitos B. Al parecer, ambas enfermedades se desa­
tituyen los protómeros mencionados por la red de colágena a3.c:x4.a5(IV);
rrollan en adultos durante la cuarta década de la vida y se acompañan de
este cambio se presenta en los riñones (membrana basal de glomérulos y
proteinuria moderada o abundante, hematuria y diversas lesiones histoló­
túbulos), pulmones, testículos, cóclea y ojos, en tanto que la red a5.a5.a6(N)
gicas, incluidas DPGN, MPGN, MGN o glomerulonefritis mesangioproli­
se desarrolla en la piel, músculo liso, esófago y en la cápsula de Bowman
ferativa. Un 50% de los pacientes padece insuficiencia renal en unos cuan­
en los riñones. Esta sustitución ocurre más bien porque la red o trama
tos años. No existe consenso sobre el tratamiento de esta enfermedad tan
a3.a4.a5(IV) es más resistente a las proteasas y asegura la longevidad es­
rara. Se ha publicado que recurre después del trasplante renal en unos
tructural de tejidos insustituibles. Cuando las membranas basales son el
cuantos casos.
sitio en que se manifiestan las glomerulopatías, producen proteinuria y
■ ENFERMEDAD DE FABRY
hematuria moderada e insuficiencia renal progresiva.
Esta enfermedad es un error innato ligado a X del metabolismo de la glo­ ■ ENFERMEDAD ANTI-GBM
botriaosilceramida, que es consecuencia de una actividad deficiente de la La enfermedad autoinmunitaria en la que hay ataque de los anticuerpos
galactosidasa a A lisosómica, con lo cual surge el depósito intracelular ex­ contra el dominio a3 NCl de la colágena IV, produce una enfermedad anti­
cesivo de globotriaosilceramida. Los órganos afectados comprenden el en­ GBM que suele vincularse con RPGN y además (o en vez de ella) un sín­
dotelio vascular, el corazón, el encéfalo y los riñones. En su forma clásica, drome pulmonar-renal llamado de Goodpasture. En el apartado de "Síndro­
la enfermedad se presenta en la niñez en varones con acroparestesias, an­ mes nefríticos agudos" antes en este capítulo, se expusieron los datos de
gioqueratoma e hipohidrosis. Con el tiempo, los varones manifiestan mio­ esta enfermedad.
cardiopatía, apoplejía y daño renal, y mueren alrededor de los 50 años de
edad. A veces, los hemicigotos con mutaciones hipomorfas se afectan en­ ■ SÍNDROME DE ALPORT
tre el cuarto y sexto decenios de edad, con ataque de un solo órgano. En Las personas con este síndrome suelen mostrar hematuria, adelgazamien­
raras ocasiones, los síntomas incluyen ataque leve de un solo órgano, co­ to y dehiscencia de la GBM, proteinuria leve ( <1-2 g/24 h) y glomerulos­
mo en el caso de mutaciones de galactosidasa a A dominante-negativo o clerosis crónica que culmina en insuficiencia renal acompañada de sor­
heterocigotas con inactivación desfavorable del X. Unas cuantas mujeres dera neurosensorial. En algunos enfermos se desarrolla lenticono de la
exhiben manifestaciones graves como insuficiencia renal, pero más tarde cápsula anterior del cristalino, retinopatía con puntos y filamentos y en
que los varones. La biopsia renal muestra agrandamiento de las células raras ocasiones retraso mental o leiomiomatosis. Un 85% de las personas
epiteliales viscerales del glomérulo, llenas de pequeñas vacuolas claras que con este síndrome tiene una herencia ligada a X de las mutaciones de la
contienen globotriaosilceramida; también se identifican vacuolas en los cadena de colágena a5(IV) en el cromosoma Xq22-24. Las portadoras tie­
epitelios parietal y tubular (fig. A3-18). Las vacuolas de materiales electro­ nen penetrancia variable, con base en el tipo de mutación o el grado de
densos en disposición paralela (cuerpos de cebra) se identifican con facili­ mosaicismo creado por la inactivación del X. Un 15% de los enfermos tie­
dad en la microscopia electrónica. Al final, en los glomérulos se desarrolla ne un cuadro recesivo autosómico de las cadenas a3(IV) o a4(IV) del cro­
FSGS. De modo típico, la nefropatía por enfermedad de Fabry surge en el mosoma 2q35-37. En raras ocasiones, algu nos grupos familiares tienen un
Esquema glomerular 7 2147

GLOMERULONEFRITIS tr.l
RÁPIDAMENTE
PROGRESIVA CD
1111111

•o.
o.
CD

CD
en
mecanismo de herencia dominante autosómico, producto de mutaciones inhibidores de la ACE para retrasar la evolución de la nefropatía. Los indi­ '9.
dominantes-negativas en las cadenas a3(IV) o a4(IV). viduos que reciben un aloinjerto renal por lo común generan anticuerpos !
Los árboles familiares (pedigríes) ligados al cromosoma X con este sín­
drome muestran enorme variación en el índice y frecuencia del daño hís­
contra GBM dirigidos contra los epítopos de colágena que no existen en el
riñón nativo, pero es poco común el síndrome de Goodpasture manifiesto e.
tico que culmina en la insuficiencia de un órgano. Un 70% de los pacientes y la sobrevida del injerto es satisfactoria. CD
en
exhibe la variedad juvenil con mutaciones sin sentido o con sentido erró­
neo, mutaciones con cambio de armazón o grandes supresiones y por lo ■ ENFERMEDAD POR ADELGAZAMIENTO
general padecen insuficiencia renal y sordera sensitivoneural hacia los 30 DE LA MEMBRANA BASAL
años de edad. Los pacientes con la variedad de corte y empalme, saltos de La enfermedad por adelgazamiento de la membrana basal (TBMD, thin
exones o mutaciones con sentido erróneo de glicinas helicoidales a por lo basement membrane disease) se caracteriza por hematuria persistente o re­
general se deterioran después de los 30 años de edad (variedad del adulto) currente y no suele acompañarse de proteinuria, hipertensión, hipofun­
con sordera leve o tardía. La sordera avanzada precoz, el lenticono o la ción renal ni enfermedad extrarrenal. No todos los casos son familiares
proteinuria sugieren un pronóstico más sombrío. Las mujeres con una ge­ (quizá por un efecto colonizador) pero por lo general se manifiesta duran­
nealogía ligada a X manifiestan sólo microhematuria, pero hasta 25% de te la infancia en varios miembros de la familia y también se le conoce co­
portadores de sexo femenino exhibe manifestaciones renales más graves. mo hematuria familiar benigna. Algunos casos de TBMD poseen defectos
La genealogía autosómica recesiva de esta enfermedad se acompaña de genéticos en la colágena tipo IV pero, a diferencia del síndrome de Alport,
manifestaciones graves precoces tanto en varones como en mujeres con se comporta como enfermedad autosómica dominante que en cerca de
padres asintomáticos. 40% de las familias segrega con los loci COL(IV) a3/COL(IV) a4. Las muta­
La valoración clínica comprende un examen ocular minucioso y prue­ ciones en estos loci tienen como resultado un espectro patológico que va­
bas auditivas, sin embargo, la ausencia de síntomas extrarrenales no ex­ ría desde TBMD hasta síndrome de Alport autosómico dominante o rece­
cluye el diagnóstico. Puesto que la colágena a5(IV) se expresa en la piel, sivo. La GBM exhibe adelgazamiento difuso para la edad del paciente en
algunos pacientes con síndrome de Alport ligado a X se diagnostican por una biopsia por lo demás normal (fig. A3-19). La evolución en la mayoría
medio de una biopsia de piel que revela la ausencia de la cadena a5 (IV) de de los pacientes es benigna.
la colágena en el análisis de inmunofluorescencia. Los pacientes con mu­
taciones en a3(IV) o a4(IV) requieren una biopsia renal. Pueden usarse ■ SÍNDROME ONICORROTULIANO
pruebas genéticas para el diagnóstico del síndrome de Alport y para de­ Las personas con este síndrome presentan osteofitos ilíacos en la pelvis y
mostrar el modo de herencia. En una etapa inicial de la enfermedad, los displasia de la porción dorsal de las extremidades, que abarcan rótulas,
pacientes con síndrome de Alport casi siempre tienen membranas basales codos y uñas, y se vincula en forma variable con hipoacusia neurosenso­
delgadas en la biopsia renal (fig. A3-19) que se engruesa con el tiempo en rial, glaucoma y anormalidades de la GBM y los podocitos, todo lo cual
múltiples láminas que rodean áreas que a menudo contienen gránulos de ocasiona hematuria, proteinuria y FSGS. El síndrome se hereda por meca­
densidad variable, la llamada membrana basal dividida. En cualquier ri­ nismos dominantes autosómicos, con haploinsuficiencia del homeodomi­
ñón con síndrome de Alport, existen áreas adelgazadas mezcladas con di­ nio LIM del factor de transcripción LMX1B; los árboles genealógicos mues­
visión de la GBM. Los túbulos se pierden, los glomérulos se cicatrizan y tran enorme variabilidad en la penetrancia de todos los componentes de
al final el riñón sucumbe a la fibrosis intersticial. Es preciso identificar la enfermedad. El LMX1B regula la expresión de genes que codifican las
y vigilar a todos los miembros afectados de una familia con síndrome de cadenas a3 y a4 de la colágena IV, de la colágena intersticial de tipo III, de
Alport ligado a X, incluidas las madres de los varones afectados. El trata­ la podocina y de CD2AP, con lo cual intervienen en la formación de dehis­
miento primario es el control de la hipertensión arterial y el empleo de cencias en las membranas que conectan a los podocitos. Las mutaciones
2148 en la región del dominio LIM de LMX1 B se vinculan con una glomerulo­ tro del rango nefrítico e insuficiencia renal aguda. Cuando existe insufi­
patía, e incluso hasta en 30% de los enfermos surge insuficiencia renal. La ciencia renal, dolor retroesternal o papiledema, la enfermedad se trata
proteinuria y la hematuria aisladas se identifican en cualquier momento como si fuera una urgencia hipertensiva.
de la vida, aunque por lo regular surgen en el tercer decenio y, no se sabe
por qué, son más comunes en mujeres. En la biopsia renal se identifica ■ ÉMBOLOS DE COLESTEROL
glomerulonefritis esclerosante focal, un daño lúcido en la lámina densa de Las personas que envejecen y que tienen complicaciones clínicas de ate­
la GBM, incremento en las fibrillas de colágena 111 en los capilares glome­ rosclerosis, muestran paso de cristales de colesterol a la circulación, en
rulares y en el mesangio, y lesión de la membrana con poros dehiscentes, forma espontánea o más a menudo, después de una intervención endo­
con lo cual surge proteinuria intensa muy similar a la que se produce en el vascular con manipulación de la aorta o por el uso de anticoagulantes. Los
síndrome nefrótico congénito. Los individuos con insuficiencia renal evo­ émbolos espontáneos pueden desprenderse en forma inmediata o hacerlo
lucionan de modo satisfactorio con el trasplante renal. en la modalidad subaguda, prácticamente sin generar manifestaciones.
Los émbolos irregulares atrapados en la microcirculación ocasionan daño
■ SÍNDROMES GLOMERULOVASCULARES isquémico que induce una reacción inflamatoria. Según el sitio en que es­
Diversas enfermedades causan el clásico daño vascular de los capilares tán las placas ateroscleróticas de las que se liberan estos fragmentos de co­
glomerulares. Muchas de ellas también dañan vasos sanguíneos en cual­ lesterol, es posible que surjan ataques isquémicos transitorios cerebrales;
quier otro sitio del cuerpo. El grupo de enfermedades que se expondrán livedo reticularis en extremidades inferiores; placas de Hollenhorst en la
ocasionan vasculitis, lesión del endotelio renal, trombosis, isquemia y oclu­ retina con disminución del campo visual; necrosis de dedos de los pies y
siones provenientes de lípidos. lesión aguda de capilares glomerulares que culmina en la FSGS que a ve­
ces propicia hematuria, proteinuria mínima y pérdida de la función renal,
NEFROPATÍA ATEROSCLERÓTICA todo lo cual evoluciona en forma típica en el curso de unos años; algunos
El envejecimiento en los países desarrollados suele acompañarse de la pacientes tienen fiebre, eosinofilia o eosinofiluria. La biopsia de piel del
oclusión de vasos coronarios y otros de la circulación general. Las causas área afectada puede orientar en el diagnóstico. La fijación hística disuel­
incluyen obesidad, resistencia a la insulina, tabaquismo, hipertensión, die­ ve el colesterol y por ello el médico de forma típica identifica sólo hendi­
tas con abundantes lípidos que se depositan en arterias y arteriolas, que duras biconvexas residuales en los vasos (fig. A3-22). No existe tratamien­
generan inflamación y fibrosis local de vasos pequeños. Si la arteria renal to para revertir las oclusiones embólicas y no son útiles los corticosteroides.
se afecta y daña la microcirculación glomerular, ocasiona nefroesclerosis cró­ Como medida preventiva se recomienda controlar la BP y los lípidos y de­
nica. Las personas con filtración glomerular <60 mL/min tienen un núme­ jar de fumar.
ro mayor de problemas cardiovasculares agudos y hospitalizaciones que
los que tienen mayores índices de filtración. Algunas enfermedades agre­ ■ ENFERMEDAD DREPANOCÍTICA
sivas de los lípidos aceleran el proceso, pero la mayor parte de las veces la Las personas con hemoglobina SA por lo general son asintomáticas, pero
progresión aterosclerótica hasta llegar a la nefroesclerosis crónica, se acom­ poco a poco presentan hipostenuria por el infarto subclínico de la médula
paña de hipertensión de difícil control. Un 10% de los glomérulos muestra renal y así quedan predispuestas a la hipovolemia; hay una prevalencia
esclerosis a los 40 años, cifra que aumenta a 20% a los 60 años y a 30% a inesperadamente alta de rasgo drepanocítico en los pacientes bajo diálisis
los 80 años. Los polimorfismos de la apolipoproteína E alteran los perfiles que son estadounidenses de raza negra. Los sujetos con la drepanocito­
de lípidos séricos en los seres humanos; el alelo E4 se acompaña de incre­ sis SS homocigota y con menos frecuencia con enfermedad drepanocítica
mentos en la concentración de colesterol sérico y tiene una relación más SC, desarrollan enfermedad vasooclusiva crónica en muchos órganos. Los
íntima con perfiles aterógenos en individuos con insuficiencia renal. Las polímeros de la hemoglobina SS desoxigenada deforman a los eritrocitos;
mutaciones en los alelos E2, en particular en individuos japoneses, pro­ éstos se adosan a los endotelios y obstruyen vasos pequeños y así surgen
ducen una alteración renal específica llamada glomerulopatía por lipoproteí­ con el tiempo crisis drepanocíticas frecuentes, variables y dolorosas. Las
nas, que depende de trombos de lipoproteínas glomerulares y de dilata­ oclusiones de vasos renales originan hipertensión glomerular, FSGS, ne­
ción capilar. fritis intersticial e infarto renal, que causan hipostenuria y hematuria mi­
croscópica e incluso macroscópica; algunos individuos también inicial­
■ NEFROESCLEROSIS HIPERTENSIVA mente presentan MP GN. Es probable que la función renal se sobrestime
La hipertensión sistémica origina daño renal permanente en cerca de por el incremento en la secreción tubular de creatinina que se ve en mu­
6% de las personas hipertensas; hasta 27% de los individuos con nefropa­ chos pacientes con células depranocíticas SS. Entre el segundo o el tercer
tía terminal tiene hipertensión como causa primaria. No se ha detectado decenio de la vida, la vasooclusión persistente de los riñones ocasiona
una correlación neta entre la gravedad o la duración de la hipertensión diversos grados de insuficiencia renal y la culminación en diálisis de algu­
y el riesgo de daño de órgano terminal, pero la nefroesclerosis hipertensiva nos pacientes. Su pronóstico en diálisis es malo y se complica el manejo
muestra una frecuencia cinco veces mayor en estadounidenses de raza ne­ de la anemia con fármacos estimulantes de la eritropoyesis. El tratamiento
gra que en caucásicos. Los alelos peligrosos vinculados con APOL1, un gen se orienta a disminuir la frecuencia de las crisis dolorosas y administrar
funcional para la apolipoproteína Ll expresado en los podocitos, explican inhibidores de la ACE, con la esperanza de retrasar el deterioro progresivo
en gran parte el mayor número de pacientes con ESRD entre los indivi­ de la función renal. Se han hecho trasplantes en enfermos con drepano­
duos de raza negra. Entre los factores de riesgo coexistentes para que el citosis y la sobrevida del riñón injertado es similar a la observada en esta­
problema evolucione hasta la nefropatía terminal están edad, sexo, raza, dounidenses de raza negra que reciben órganos en trasplante, por otras
tabaquismo, hipercolesterolemia, duración de la hipertensión, peso natal causas.
bajo y daño renal preexistente. Las biopsias renales de sujetos con hiper­
tensión, microhematuria y proteinuria moderada muestran arteriolosclero­ ■ MICROANGIOPATÍAS TROMBÓTICAS
sis, nefroesclerosis crónica y necrosis intersticial, en ausencia de depósitos La púrpura trombocitopénica trombótica (TTP, thrombotic thrombocytopenic
inmunitarios (fig. A3-21). En la actualidad, con base en datos de anam­ purpura) y el síndrome hemolítico-urémico (HUS, hemolytic-uremic syndrome)
nesis y exploración física cuidadosas, análisis de orina y algunos métodos forman parte de una gama de microangiopatías trombóticas. Las dos enfer­
serológicos, se puede deducir el diagnóstico de nefroesclerosis crónica sin medades comparten los signos generales de la púrpura trombocitopénica
realizar biopsia. Estudios recientes sugieren que, en ausencia de diabetes, idiopática, como anemia hemolítica, fiebre, insuficiencia renal y alteracio­
los adultos con hipertensión y factores de riesgo cardiovasculares se bene­ nes del sistema nervioso. Cuando los pacientes presentan manifestaciones
fician al lograr BP sistólica <120 mm Hg en comparación con <140 mm más constantes de lesión renal, tiende a calificar su problema como HUS.
Hg. En el caso de enfermedad renal, en muchos de los pacientes se inicia En adultos con enfermedad neurológica, se considera que se trata de TTP.
el tratamiento con dos fármacos, en forma clásica un diurético tiazídico y También en ellos se advierte a menudo una mezcla de las dos entidades y
un inhibidor de la ACE, aunque en muchos casos se necesitan tres me­ es la razón por la cual han sido llamadas TTP/HUS. Al estudiar el tejido
dicamentos. Hay pruebas de peso obtenidas de estadounidenses de raza renal se advierten signos de endoteliosis capilar glomerular que se acompaña
negra con nefroesclerosis hipertensiva de que el tratamiento con un inhi­ de trombos de plaquetas, daño de la pared capilar y formación de fibrina
bidor de la ACE puede hacer más lento el deterioro de la función renal, en el interior de los glomérulos y en zonas adjuntas (fig. A3-23). Los sig­
independientemente de la BP. La aceleración maligna de la hipertensión nos histológicos son semejantes a los que se identifican en la preeclampsia/
complica la evolución de la nefroesclerosis crónica, particularmente en el HELLP (síndrome de hemólisis, incremento de enzimas hepáticas y trom­
marco de la esclerodermia (fig. A3-24) o del consumo de cocaína. El estrés bocitopenia [hemolysis, elevated liver enzymes, low platelets ]), hipertensión
hemodinámico de la hipertensión maligna causa necrosis fibrinoide de va­ maligna y síndrome antifosfolípido. También se observa TTP/HUS en el
sos pequeños, microangiopatía trombótica, datos de análisis de orina den- embarazo, con el empleo de anticonceptivos orales o quinina; en indivi-
duos en quienes se ha trasplantado un riñón y que reciben OKT3 para esta misma infección. Un 50% de los pacientes con VIH y trastornos rena­ 2149
contrarrestar el rechazo; en personas que reciben ciclosporina y tacroli­ les exhibe nefropatía asociada al virus de inmunodeficiencia humana
mús, que son inhibidores de calcineurina o entre quienes reciben los anti­ (HIVAN, HIV-associated nephropathy) en la biopsia. La lesión en la HIVAN
plaquetarios ticlopidina y clopidogrel o después de una infección por VIH. es FSGS y revela de forma característica una glomerulopatía colapsada (fig.
No hay consenso respecto al grado en que comparten una vía fisio­ A3-3) con edema de las células epiteliales viscerales, dilatación microquís­
patológica final, pero se han identificado de forma general dos grupos de tica de los túbulos renales e inclusión tubulorreticular. Las células epite­
pacientes: HUS en niños, que origina diarrea enterohemorrágica y TTP­ liales renales expresan VIH multiplicándose, pero las respuestas inmu­
HUS en los adultos. La forma que afecta a los niños es causada por la toxi­ nitarias del hospedador también contribuyen a la patogenia. La HIVAN se
na liberada por Escherichia coli O157:H7 y a veces por Shigella dysenteriae. desarrolla casi exclusivamente en pacientes de origen negro que tienen
La toxina de Shiga lesiona directamente el endotelio, los enterocitos y las la variante APOLl. HIVICK, la enfermedad renal de complejos inmuni­
células renales y causa su apoptosis, aglutinación plaquetaria y hemólisis tarios por VIH, es un grupo de lesiones glomerulares mediadas por com­
intravascular al unirse a los receptores glucolípidos (Gb3), éstos abundan plejos inmunitarios observados en pacientes con VIH, y en la biopsia pue­
más en el endotelio de niños, en comparación con lo observado en adultos. de parecer una constelación de otras lesiones glomerulares, que incluyen
La toxina de Shiga también inhibe la producción endotelial de ADAMTS13. glomerulonefritis posinfecciosa, MGN, MPGN, DPGN, MCD y nefropa­
En los casos de tipo familiar de la forma de TTP/HUS del adulto se advier­ tía por Ig A. El efecto HIVICK es una complicación de la viremia activa del
te una deficiencia genética de la metaloproteasa ( ADAMTS13) que separa VIH.
o desdobla los grandes multímeros del factor de Von Willebrand. La au­ Los pacientes con VIH y FSGS manifiestan proteinuria e hipoalbumi­
sencia de esta metaloproteasa hace que los grandes multímeros aglutinen nemia de espectro nefrótico, pero a diferencia de los pacientes con otras
las plaquetas y surja hemólisis intravascular. En algunos casos esporádicos causas de síndrome nefrótico, no suelen padecer hipertensión, edema o
de TTP/HUS del adulto se detecta un anticuerpo contra la metaloproteasa, hiperlipidemia. La ecografía renal revela riñones grandes y ecógenos, aun­
pero no en todos; muchos enfermos también tienen anticuerpos contra el que la función renal se deteriora con rapidez en muchos pacientes. El tra­
receptor de tromboespondina en algunas células endoteliales, en particular tamiento con inhibidores del sistema renina-angiotensina reduce la pro­
en vasos pequeños o mayores concentraciones del inhibidor del activador teinuria. El tratamiento con antirretrovirales beneficia tanto al paciente
de plasminógeno 1 (PAI-1, plasminogen-activator inhibitor 1). En los pacien­ como al riñón y prolonga la sobrevida de los pacientes con sida y HIVAN
tes puede analizarse la actividad de ADAMTS13 y, si es baja, la presencia y en algunos casos enfermedad renal crínica asociada con HIVICK o ESRD.
de anticuerpos contra ésta distingue la deficiencia de la enfermedad me­ En los pacientes con el VIH que aún no reciben tratamiento, la presencia
diada por el sistema inmunológico. Algunos niños con deficiencia de las de HIVAN es indicación para empezar. Después de la introducción de los
proteínas del complemento expresan HUS atípico (aHUS), que se corrige antirretrovirales, la sobrevida de los pacientes con VIH y diálisis se prolon­
con un trasplante de hígado. El tratamiento de TTP/HUS del adulto con gó de manera considerable. Los trasplantes de riñón en los pacientes con
anticuerpos ADAMTS13 es la plasmaféresis diaria que puede salvar la vi­ el VIH sin una carga viral detectable o antecedente de infecciones oportu­
da; esa plasmaféresis con plasma fresco congelado se utiliza hasta que au­ nistas tienen una sobrevida más prolongada con diálisis. Después del tras­
menta el número de plaquetas, pero en individuos que muestran recidi­ plante, la sobrevida del paciente y el injerto es similar a la de la población tr.l
va a veces se necesita continuar su práctica mucho después de que mejoró general que recibe trasplantes no obstante los rechazos frecuentes.
la cantidad de plaquetas y en algu nos pacientes resistentes puede ser ...
CD

útil la plasmaféresis dos veces al día. Muchos sujetos mejoran con 2 sema­
nas de plasmaféresis diaria. TTP/HUS suele tener un origen autoinmu­
nitario, pero en personas que reinciden, a veces se puede realizar esple­
Hepatitis B y C Los pacientes con esta infección exhiben hematuria
microscópica, proteinuria de categoría no nefrótica o nefrótica e hiper­
tensión. Existe una relación estrecha entre la hepatitis B y la poliarteritis
..
o.
o.
CD
en
nectomía, usar corticosteroides, inmunodepresores o el anticuerpo contra y vasculitis nodosas, que se manifiestan en los primeros 6 meses des­
CD20. Los pacientes sin anticuerpos y deficiencia genética de la produc­ pués de la infección. Algunas manifestaciones renales son aneurismas de
ción de ADAMTS13 pueden tratarse sólo con plasma fresco congelado. Es la arteria renal, infartos renales y cicatrices isquémicas. Alternativamente, CD
mejor no administrar antibióticos a los niños con HUS causada por dia­ el estado de portador de la hepatitis B puede producir MGN con depósi­
rrea infecciosa porque estos fármacos, según expertos, aceleran la libera­ to predominante de IgGl, que es más común en niños que en adultos, o
ción de la toxina y porque la diarrea desaparece por sí sola. Al parecer en MPGN, que es más común en adultos que en niños. La histología renal CD
en
los niños con HUS posdiarreico ninguna acción es mejor que el tratamien­ es indistinguible de la MGN idiopática, MPGN tipo I o tipo 3. Los antíge­
to paliativo. nos virales más comunes, HBe AG, se encuentran en los depósitos renales.
También se ha informado glomerulonefritis crioglobulinémica. No exis­
■ SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO ten buenas pautas de tratamiento, pero el interferón a-2b y los agentes an­
{CAP. 350) tivirales que consisten en nucleótidos o en nucleósidos inhibidores de la
transcripción inversa se han usado con algún efecto. Los niños tienen
un pronóstico satisfactorio y 60-65% de ellos presenta remisión espontá­
GENERALIDADES nea en término de 4 años. A diferencia de esto, 30% de los adultos mues­
■ SÍNDROMES POR ENFERMEDADES INFECCIOSAS
tra disfunción renal y 10% insuficiencia renal 5 años después del diag­
nóstico.
Diversas enfermedades infecciosas lesionan los capilares glome­
Hasta 30% de las personas con la hepatitis C crónica muestran algunas
rulares como parte de una reacción generalizada que origina una
manifestaciones renales. Los síntomas iniciales comprenden crioglobuli­
respuesta inmunitaria o por infección directa del tejido renal. Las
nemia mixta tipo II y síndrome nefrótico, hematuria microscópica, irre gu­
manifestaciones de la respuesta inmunitaria se circunscriben a los glomé­
laridades en las pruebas de función hepática, menores concentraciones de
rulos en forma de depósitos inmunitarios que dañan el riñón y producen
C3, anticuerpos contra virus de hepatitis C (HCV, hepatitis C virus) y RN A
proteinuria y hematuria moderadas. Una alta prevalencia de muchas de
viral en la sangre. Las lesiones renales más comunes, en orden de frecuen­
estas enfermedades infecciosas provoca enfermedad renal que es la causa
cia decreciente, son la glomerulonefritis crioglobulinémica, MGN y MPGN
más frecuente de glomerulonefritis en muchas partes del mundo.
tipo I, pero se han notificado casos de PAN, Ig A y FSGS. Con la disponi­
Glomerulonefritis posestreptocócica Es una de las complicaciones bilidad de los antivirales de acción directa, incluido el ledipasvir/sofosbu­
clásicas de la infección por estreptococos. La información sobre esta enfer­ vir, que pueden lograr remisión viral en >95% de los pacientes, la preva­
medad también es parte de la sección de los síndromes nefríticos agudos lencia de enfermedad glomerular en pacientes con HCV debe disminuir.
en este capítulo. En la actualidad, estos medicamentos son el tratamiento de elección para
pacientes con MPGN o PAN relacionados con HCV.
Endocarditis bacteriana subaguda (SBE) La lesión renal por una
bacteriemia persistente, en ausencia de un cuerpo extraño continuo, sea Otros virus En ocasiones, otras infecciones virales se acompañan de
cual sea su causa, es tratada sobre bases supuestas, como si la persona lesiones glomerulares, aunque no se han definido su causa y efecto. Estas
tuviera endocarditis. Los datos sobre esta enfermedad se incluyen en los infecciones y las lesiones glomerulares respectivas incluyen: los virus cito­
"Síndromes nefríticos agudos" en párrafos anteriores de este capítulo. megálicos que producen MPGN o FSGS; gripe (influenza) y enfermedad
anti-GBM; glomerulonefritis proliferativa endocapilar vinculada con saram­
Virus de inmunodeficiencia humana La nefropatía es una compli­ pión, en que se detecta antígeno del sarampión en las asas capilares y el
cación importante del sida. El riesgo de padecer ESRD es mucho mayor mesangio; parvovirus que causa glomerulonefritis proliferativa o mesangio­
entre los estadounidenses de raza negra con VIH que en los caucásicos con proliferativa leve o FSGS; parotiditis y glomerulonefritis mesangioprolifera-
2150 tiva; virus de Epstein-Barr que produce MPGN, nefritis proliferativa difu­ mia, hematuria y lesiones histológicas diversas que de manera típica mues­
sa o nefropatía por IgA; dengue hemorrágico que origina glomerulonefritis tran resolución una vez que se erradica la infección.
proliferativa endocapilar; virus Hanta y glomerulonefritis proliferativa me­
sangial y el virus Coxsackie que produce glomerulonefritis focal o DPGN. ■ LECTURAS ADICIONALES
THE GISEN GRouP (GRUPPO ITALIANO 01 Sruo1 EPIDEMIOLOGICI IN NEFROLOGIA):
Sífilis La sífilis secundaria, con eritema y síntomas generales, se desa­ Randomised placebo-controlled trial of effect of ramipril on decline in
rrolla semanas o meses después de que lo hizo por primera vez el chancro glomerular filtration rate and risk of terminal renal failure in proteinu­
y a veces el síntoma inicial es de un síndrome nefrótico por MGN causado ric, non-diabetic nephropathy. Lancet 349:1857, 1997.
por depósitos inmunitarios subepiteliales que contienen antígenos de tre­ KoPP JB et al.: APOLl genetic variants in focal segmenta! glomerulosclero­
ponema. Otras lesiones se han referido también rara vez, incluida la nefri­ sis and HIV-associated nephropathy. J Am Soc Nephrol 22:2129, 2011.
tis sifilítica intersticial. El diagnóstico se confirma por pruebas no treponé­ KuPIN WL: Viral-associated GN: Hepatitis C and HIV. Clin J Am Soc
micas o treponémicas para identificar Treponema pallidum. Las lesiones Nephrol 12:1337, 2017.
renales mejoran con la administración de penicilina u otro fármaco si la LEwis EJ et al.: Renoprotective effect of the angiotensin-receptor antago­
persona es alérgica a ella. Parte importante del tratamiento es la prácti­ nist irbesartan in patients with nephropathy due to type 2 diabetes. N
ca de más estudios para identificar otras enfermedades de transmisión Engl J Med 345:851, 2001.
sexual. P1cKERING MC et al.: C3 glomerulopathy: Consensus report. Kidney Int 84:
1079, 2013.
Lepra A pesar de programas intensivos de erradicación se sabe que ca­ RoNco P, DEBIEC H: Membranous nephropathy: A fairy tale for immunopa­
da año a nivel mundial surgen ~400 000 casos nuevos de lepra. El diagnós­ thologists, nephrologists and patients. Mol Immunol 68:57, 2015.
tico se corrobora mejor en personas con múltiples lesiones de la piel, que
se acompaña de deficiencias sensitivas en zonas afectadas, usando frotis
de material cutáneo en que se identifican infección paucibacilar o multiba­
cilar (criterios de la OMS). La lepra es causada por infección por Mycobac­
terium leprae y se clasifica según los criterios de Ridley-Jopling en varios
tipos: tuberculoide, tuberculoide dimorfa o bipolar, dimorfa o bipolar in­
termedia o lepromatosa dimorfa y lepromatosa. En la lepra, el daño re­
nal depende de la cantidad de bacilos dentro del organismo y el riñón es Enfermedad renal -.........
uno de los órganos efectores durante la colonización esplácnica. En al­
gunas series, todos los casos limítrofes con lepra lepromatosa y tipos le­ poliquística y otras
alteraciones hereditarias
. �
promatosos tienen algunas formas de afectación renal, incluidos FSGS,
glomerulonefritis mesangial proliferativa o amiloidosis renal; son menos
frecuentes las lesiones renales de DPGN o MPGN. El tratamiento de la in­
fección con varios fármacos puede reducir la incidencia de enfermedad
del crecimiento y desarrollo
renal o producir remisión de la actual. tubulares
Paludismo Cada año a nivel mundial se identifican de 300-500 millo­ Jing Zhou; Martin R. Pollak
nes de casos de paludismo y a menudo hay afección renal. La glomerulo­
nefritis proviene de complejos inmunitarios que contienen antígenos pa­
lúdicos implantados en el glomérulo. En el paludismo por P. falciparum, la
Las enfermedades renales poliquísticas son un grupo de trastornos con
proteinuria leve proviene de depósitos subendoteliales o mesangiales y
rasgos genéticos heterogéneos y una causa importante de insuficiencia
glomerulonefritis mesangioproliferativa que suele mostrar resolución con
renal. La enfermedad renal poliquística autosómica dominante (ADPKD,
el tratamiento. En el paludismo causado por P. malariae hay mayor afec­
autosomal dominant form of polycystic kidney disease) es el padecimiento
ción de los niños y es más grave el daño del riñón. La proteinuria y la he­
monogénico que con más frecuencia pone en peligro la vida y afecta a 12
maturia microscópica transitorias pueden mostrar resolución con el trata­
millones de personas en todo el mundo. La enfermedad renal poliquística
miento de la infección. A pesar de ello, se conoce el síndrome nefrótico
autosómica recesiva (ARPKD, autosomal recessive polycystic kidney disease)
resistente que evoluciona hasta llegar a la insuficiencia renal en un lapso
es más rara, pero afecta a la población pediátrica. Los quistes renales a
de 3 a 5 años, ya que <50% de los pacientes mejora con la corticoterapia.
menudo se encuentran en una amplia variedad de enfermedades sindro­
Los sujetos afectados con el síndrome nefrótico muestran engrosamien­
máticas. Estudios recientes muestran que quizá haya defectos en la estruc­
to de las paredes capilares glomerulares, con depósitos subendoteliales de
tura o función de los cilios primarios detrás de este grupo de enfermeda­
IgG, IgM y C3, que se presentan junto con una lesión membranoprolife­
des genéticas que en conjunto se denominan ciliopatías (cuadro 309-1).
rativa escasa. En forma típica, los raros casos de glomerulonefritis mesan­
gioproliferativa con la infección por P. vivax y P. ovale siguen una evolución
benigna. La lesión renal aguda puede complicar a menudo estas glomeru­
■ ENFERMEDAD RENAL POLIQUÍSTICA AUTOSÓMICA
DOMINANTE
lopatías.
Etiología y patogenia (fig. 309-1) La ADPKD se caracteriza por la
Esquistosomosis Es una parasitosis que afecta a >300 millones de per­ formación progresiva de quistes recubiertos por epitelio en el riñón. Aun­
sonas a nivel mundial y ataca de manera predominante a las vías urinarias que los quistes sólo ocurren en 5% de los túbulos del riñón, el crecimiento
y el tubo digestivo. La afección glomerular varía con la cepa específica del de estos quistes al final conduce a la pérdida de los tejidos normales cir­
esquistosoma; Schistosoma mansoni más a menudo causa enfermedad clí­ cundantes y pérdida de la función renal. Los defectos celulares en la
nica renal y las lesiones glomerulares se clasifican en cuatro tipos: clase I, ADPKD, que se conocen desde hace mucho tiempo, son el aumento de
de tipo mesangioproliferativo; clase 11, la proliferativa extracapilar; clase 111, la la proliferación celular y la secreción de líquido, decremento de la diferen­
membranoproliferativa; clase IV, segmentaria focal y las lesiones de clase V ciación celular y matriz extracelular anormal. La ADPKD se produce por
presentan amiloidosis. Las clases I y 11 por lo general muestran remisión mutaciones en PKDl y PKD2, que codifican la policistina-1 (PCl) y la po­
cuando se trata la infección, pero las lesiones de clases 111 y IV se acompa­ licistina-2 (PC2), respectivamente. La PCl es una proteína grande con 11
ñan de depósitos inmunitarios de IgA y evolucionan a pesar del tratamien­ pasos transmembranarios que funciona como un receptor acoplado con
to antiparasitario, inmunosupresor o de ambos tipos. proteína G. La PC2 es una proteína con seis pasos transmembranarios
permeable al calcio que, por su estructura, pertenece a la familia del con­
Otros parásitos En ocasiones las infecciones por toxoplasma afectan ducto catiónico de proteína receptora transitoria (TRP, transient receptor
los riñones. En estos casos, los síntomas iniciales incluyen el síndrome protein). PCl y PC2 tienen una expresión amplia en casi todos los tejidos y
nefrótico y la imagen histológica es de MPGN. Se sabe que 50% de las per­ órganos. La expresión de PCl es alta durante el desarrollo y baja en el
sonas con leishmaniosis tendrá proteinuria mínima o moderada y hema­ adulto, en tanto que la expresión de PC2 es relativamente constante. PCl
turia microscópica, aunque raras veces presentan disfunción renal. En la y PC2 se encuentran en el cilio primario, una estructura piliforme presen­
biopsia se han identificado DPGN aguda, MGN y glomerulonefritis me­ te en la membrana apical de una célula, además de las membranas celula­
sangioproliferativa. Las filariosis y las triquinosis son efecto de nematodos res y las uniones intercelulares de las células epiteliales tubulares. Los de­
y se relacionan algunas veces con daño glomerular, que incluye proteine- fectos en los cilios primarios tienen que ver con una amplia variedad de

También podría gustarte