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COPA AMÉRICA: TENSIÓN ENTRE LA TECNOLOGÍA Y LOS HUMANOS ENCARGADOS DE TOMAR

DECISIONES

CASO DE ESTUDIO ( Tomado de_ SIG – Laudon 14va Edición)

El 25 de septiembre de 2013, el equipo Oracle Team USA logró uno de los regresos más asombrosos en los deportes
organizados al ganar la última carrera de la 34ª Copa América en la ventosa bahía de San Francisco. Oracle iba abajo en
el marcador 8 a 1 contra su archirrival Nueva Zelanda la semana anterior, después de perder siete carreras seguidas.
Parecía una derrota. Pero entonces ocurrió un milagro: Oracle ganó siete carreras seguidas. Y en una final en la que el
ganador se llevaba todo, Oracle venció al equipo de Nueva Zelanda por 44 segundos en la pista de carreras de 12 millas
ante miles de espectadores alineados a lo largo de la bahía de San Francisco. Los dos botes, el del equipo de Estados
Unidos y el de Nueva Zelanda, fueron los de más alta tecnología que hayan salido de la pantalla de computadora de un
diseñador.
En sus inicios, las carreras de la Copa América eran, por lo general, entre veleros monocasco en el rango de 70 pies, que
parecían veleros como los del club de yates local, sólo que con un casco estrecho y largo, y con un mástil realmente alto
para sostener las velas. Podían alcanzar hasta 10 millas por hora en el curso de la competición.
En 2010, el billonario de software Larry Ellison, fundador de Oracle, cambió todo eso al gastar más de $300 millones en
un nuevo tipo de bote de carreras para la Copa: un catamarán de tres cascos hecho de fibra de carbono con lo que parecía
un ala de aeronave en vez de un mástil con velas. En dos carreras, el bote BMW Oracle USA venció a su contendiente
suizo, Alinghi. Después de ganar la 33ª Copa América, Ellison pudo establecer el diseño del bote y las reglas para la 34ª
carrera en 2013.

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El 25 de septiembre del 2013, hubo un competencia entre equipos de vela entre Oracle Team USA vs Team New Zealand.
La competencia iba a 8-1 a favor del equipo neozelandés.

El diseño de 2013 era un salto espectacular de los veleros tradicionales a las máquinas de navegación del siglo XXI. Los
botes de 2013 eran catamaranes de doble casco de 72 pies, apodados AC72, capaces de lograr más de 50 millas por hora:
entre los veleros más rápidos jamás construidos. El AC72 usaba pequeños aerodeslizadores debajo de los cascos que le
proporcionaban más de 12,000 pulgadas de fuerza de elevación, sacando los botes totalmente del agua para que volaran
como un aeroplano. Al final no estaba claro para los navegadores veteranos mundiales si el AC72 era en realidad un
velero, o lo que podría llamarse, de una manera más adecuada, una “máquina de navegar”.
La campaña de la 34ª Copa América le costó a Ellison $100 millones, incluyendo el costo de un bote que se fijó en
alrededor de $8 millones. Oracle construyó dos botes idénticos. Los nuevos botes también eran capaces de salirse
totalmente de control, por lo general clavando sus proas en el agua para luego voltearse.

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Para controlar esta perversamente elegante máquina de navegación se requiere una recolección rapidísima de enormes
cantidades de datos, una gestión de datos poderosa, un análisis rápido de datos en tiempo real, una toma de decisiones
agilizada y la medición inmediata de los resultados. En resumen, todas las tecnologías de la información que necesita una
moderna empresa comercial. Cuando se pue- den realizar todas estas tareas miles de veces en una hora, es posible mejorar
de manera incremental el desempeño y tener una ventaja abrumadora con respecto a los oponentes menos expertos en TI
el día de la carrera. Para el equipo estadounidense esto significó usar 250 sensores en el ala, el casco y el timón para
obtener los datos de tiempo real sobre presión, ángulos, cargas y tensiones para monitorear la efectividad de cada ajuste.
Los sensores rastrean 4,000 variables, 10 veces por segundo, para producir 90 millones de puntos de datos por hora. Los
sensores están cableados a un servidor a bordo que procesa la información y la envía por una red inalámbrica a las
pantallas en las muñecas de los miembros de la tripulación. Para administrar todos estos datos está el software de gestión
de datos Oracle Database 11g. Los datos también se transfieren de manera inalámbrica a un barco que ejecuta Oracle 11g
para un análisis casi en tiempo real mediante el uso de una familia de fórmulas (conocidas como fórmulas de predicción
de velocidad) orientadas a entender qué hace que el bote avance rápido. Los gráficos de la presentación en Application
Express de Oracle sintetizan los millones de puntos de datos y presentan a los gerentes de los botes los diagramas que dan
sentido a la información. Los datos también se envían al centro de datos de Oracle en Austin para un análisis con más
detalle. Mediante el uso de poderosas herramientas de análisis de datos, los gerentes de USA pudieron encontrar
relaciones que nunca antes habían imaginado. Durante varios meses de práctica, desde el primer día hasta el día antes de
la carrera, la tripulación del equipo estadounidense pudo trazar una mejora estable en el desempeño. Por primera vez en la
historia, parecía posible dejar la navegación a cargo del hardware y el software de la computadora.
Cada miembro de la tripulación del equipo estadounidense llevaba una pequeña computadora portátil en su muñeca para
desplegar datos sobre las variables de desempeño clave personalizadas para las responsabilidades de esa persona, como el
balance de la carga en una cuerda específica o el rendimiento aerodinámico actual de la vela rígida. El capitán y el táctico
veían los datos en sus anteojos de sol. De esta forma, cada miembro de la tripulación obtiene al instante los datos que
necesita para realizar su trabajo. La tripulación se entrenó para navegar como pilotos viendo los instrumentos en vez de
hacerlo como navegantes, que ven el bote y el mar en busca de pistas. Los navegantes profesionales y amateurs de todo el
mundo se preguntaban si la tecnología había transformado la navegación en otra cosa, algo parecido a volar drones desde
un escritorio.

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El equipo estadounidense esta bien equipado con aparatos que miden datos en tiempo real (Cerca de 4000 variables). Y
estos datos se transfieren de manera inalámbrica a un barco para el análisis en tiempo real. Y que luego estos datos se
presentan en Application express de Oracle en diagramas.
Por otra lado cada tripulante lleva una pequeña computadora portátil en su muñeca. El capital y el táctico lo veían los
datos en sus anteojos de sol.

Entonces, ¿por qué el equipo estadounidense perdió siete carreras seguidas y cómo pudo Oracle lograr una victoria?
Después de la séptima derrota, el capitán James Spithill pidió un “tiempo fuera” de un día, lo cual estaba permitido por
las reglas. El equipo estadounidense estaba perdiendo las etapas a barlovento de todas las carreras, donde el equipo de
Nueva Zelanda tenía la ventaja. Los navegantes y los ingenieros no estaban de acuerdo en la solución. Los ingenieros
pedían que se modificara el bote, y los navegantes pedían que se pusiera más atención a la navegación y menos atención
al monitoreo de sus computadoras en la muñeca. En el entrenamiento para las carreras, se dijo a los navegantes que
escucharan a los ingenieros que tenían la mejor tecnología para predecir las velocidades de los botes. El programa de
software de los ingenieros les dijo que navegaran el equipo estadounidense lo más cerca posible para aprovechar el viento
en las etapas a barlovento (alrededor de 45° hacia el viento), pero las observaciones de los navegantes de las carreras
actuales sugerían que Nueva Zelanda estaba ganando porque navegaba con una desviación de 5° con respecto al viento, a
aproximadamente 50°, de modo que navegaba un curso más largo pero más rápido a barlovento. La diferencia era de
segundos por milla que, con todos los demás parámetros sin cambio, les daba la victoria en una carrera de 12 millas. Los
navegantes afirmaban que el software de los ingenieros estaba mal.
Al final, el equipo estadounidense buscó ambas soluciones: se realizaron varios cambios pequeños en el casco del bote y
las láminas bajo el agua, y también en el curso de la navegación. Spithill y su equipo dedicaron menos tiempo a observar
las pantallas de computadora en sus muñecas y comenzaron a actuar como navegantes en una pista de carreras, en vez de
como pilotos de drones en una oficina. El equipo estadounidense ganó cada etapa a barlovento de las últimas ocho
carreras. Los ingenieros admitieron que sus modelos de software no proporcionaban una asesoría precisa.

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