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4.1. La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia.

En noviembre de 1700 muere Carlos II, en 1701 Felipe de Anjou es proclamado rey como
Felipe V. El archiduque Carlos de Austria, apoyado por la Alianza antiborbónica de La Haya
inicia la guerra de Sucesión Española (1701-1714). La cual será además de una guerra
internacional un conflicto civil, pues Castilla, Navarra y País Vasco apoyó a Felipe V, mientras
que la Corona de Aragón, apoyó a Carlos. La guerra tuvo escenarios europeos (Flandes, área
del Rin) e hispánicos, (batalla de Almansa, 1707). En 1711 Carlos fue proclamado emperador
del Imperio alemán. Esto cambió el rumbo de la guerra ya que Inglaterra y Holanda, que
temían una reedición del Imperio de Carlos V, iniciaron negociaciones de paz con Francia. Se
firmó sistema de pactos de Utrecht (1713), mediante los cuales Felipe V era reconocido rey, a
cambio renunciaba al trono francés. Además se sufrieron enormes pérdidas territoriales en
favor de Austria (Flandes, Nápoles, Milanesado y Cerdeña), Saboya (Sicilia) e Inglaterra
(Menorca y Gibraltar) la cual además obtuvo el Navío de Permiso (derecho a enviar una vez al
año un barco de 500.000 toneladas a América) y el Asiento de Negros (cedían dinero y dejaban
a cambio recaudar el dinero del tráfico de esclavos). Tras la firma de los tratados de Rastatt y
Baden, en 1714, se consiguió un equilibrio en Europa que permanecerá durante todo el siglo
XVIII. La guerra terminó en la Península cuando las tropas de Felipe V tomaron Barcelona el 11
de septiembre de 1714. Durante el siglo XVIII, se firmaron con Francia los llamados Pactos de
Familia, cuyo principal objetivo fue recuperar los territorios perdidos en la Paz de Utrecht. En
el Primer y Segundo Pacto de Familia (1733 y 1743), se recuperó Nápoles y Sicilia (1º), y Parma
en el 2º. En el 3º (1761), Carlos III se alió con Francia y recuperó Menorca (1782).

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