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Mark Alizart - Criptocomunismo-Ediciones La Cebra (2020)
Mark Alizart - Criptocomunismo-Ediciones La Cebra (2020)
T :M V
Alizart, Mark.
Criptocomunismo
- 1a ed. - Adrogué : Ediciones La Cebra 2020.
Título original: Cryptocommunisme
Traducción de: Manuela Valdivia
ISBN 978-987-3621-73-4
1. Filosofía Contemporánea. I. Manuela Valdivia, trad. II. Título. CDD 190
edicioneslacebra@gmail.com
www.edicioneslacebra.com.ar
30 G. Deleuze, “Control y devenir. Entrevista con Toni Negri”, Conversaciones, Valencia, Pre-
textos, traducción de José Luis Pardo, segunda edición, 1996, p. 274.
31 K. Marx, El Capital, libro I, sección I, capítulo 3, “El dinero o la circulación de
mercancías”, Buenos Aires, Siglo XXI, 2002, traducción de Pedro Scaron, p. 116.
32 Friedrich Engels habla explícitamente de termodinámica en su Dialéctica de la Naturaleza,
la cual es objeto de una correspondencia intensa con Marx. Daniel Bensaïd lo señala en
Marx l’intempestif (Fayard, 1995), André Tosloe en Communisme de la nitude (Kimé, 1996) o
John Bellamy Foster en Marx’s Ecology (Monthly review press, 1999) y en Marx and the Earth
(Brill, 2016).
33 Es el caso en los predecesores de Marx como Adam Smith y David Ricardo, e incluso en
algunos de sus sucesores, como Léon Walras o John Maynard Keynes. Véase P. Richmond,
J. Mimkes y S. Hu ler, Econophysics and Physical Economy, Oxford University Press, 2013, en
particular, la introducción, así como el informe redactado por Bernard Lietaer ante la
invitación del Capítulo Europeo del Club de Roma, Pour un système monétaire durable, Odile
Jacob, 2012.
34 Engels, quien vivía en Manchester, la cuidad donde Joule trabajaba, se mantenía muy
informado respecto a la actualidad cientí ca. Es posible que haya sido él quien inició a
Marx en la termodinámica, respecto a la cual habla extensamente en su Dialéctica de la
naturaleza.
35 “El ciclo continuo de las dos metamorfosis mercantiles contrapuestas […] se mani esta
en el curso incesante del dinero o en su función de perpetuum mobile de la circulación”, El
Capital, libro I, sección I, capítulo III, “El dinero o la circulación de mercancías”.
36 Bataille tenía el proyecto de escribir el primer ensayo de termodinámica económica. La
idea se le habría ocurrido después de conocer al investigador en física nuclear George
Ambrosino, quien lo introdujo a la ciencia de la energética en los años treinta y al concepto
de “entropía”, que él denomina entonces la “parte maldita”. De este modo, La Parte maldita
lleva como subtítulo “Ensayo de economía general” o “La economía a la medida del
universo”. Véase C. Mong-Hy, Bataille cosmique: Georges Bataille. Du système de la nature à la
nature de la culture, Lignes, 2012. Para ver el primer trabajo llevado a cabo por un cientí co
sobre el mismo tema (excluyendo a Marx mismo), habrá que esperar a Nicholas Georgescu-
Roegen (The Entropy Law and the Economic Process, Harvard University Press, 1971).
37 Hayek y Ludwig von Mises sugieren que las remuneraciones impuestas por el Gosplán –
que no tienen relación con la producción del valor real– y el bloqueo de los precios tienen la
responsabilidad técnica de esta muerte “informacional”. Véase L. Mises, “Economic
Calculation in the Socialist Commonwealth” (1920) y F. Hayek, op. cit.
38 Marx, Bergson, Teilhard de Chardin, Bataille e incluso Freud…: todos los intelectuales
que trataron con la termodinámica se vieron fascinados y perturbados por el hecho
evidente de que a pesar de que la segunda ley de la termodinámica enuncia que todo
sistema dinámico tiende hacia la muerte o al reposo vemos a la vida y a la complejidad
proliferar. Todos ellos fueron llevados entonces a inventar una “fuerza” para explicárselo: el
“trabajo” (Marx), el “impulso vital” (Bergson), la “amorización universal” (Teilhard) o la
“pulsión de vida” (Freud). Solo cuando la diferencia entre sistemas “cerrados” y “abiertos”
fue establecida y el concepto de información formalizado, por lo tanto, fue posible
comprender verdaderamente esta paradoja de la auto-organización.
39 J. Schumpeter, Das Wesen des Geldes, Vandehoeck y Ruprecht, 1970. Véase O. Lakomski-
Laguerre, Les institutions monétaires du capitalisme. La pensée économique de Joseph Schumpeter,
L’Harma an, 2002.
40 Lo mismo se produjo a nivel internacional: algunos Estados endeudados, como México,
quedaron en la bancarrota después de 1979, lo que desencadenó el gran ciclo de las crisis
monetarias de los países emergentes que todavía perdura.
41 Es el “efecto Cantillon”.
42 La expresión es de G. Duménil, D. Lévy. Véase Crise et sortie de crise. Ordre et désordres
néolibéraux, París, Puf, 2000. El “neoliberalismo”, cuyo uso a veces ha sido desprestigiado,
podría nombrar precisamente este momento de cambio.
43 Frances Coppola, The Case for People’s Quantitative Easing, Polity, 2019.
44 Véase Saifdean Ammous, The Bitcoin Standard, Wiley, 2018.
45 Véase S. Gesell, L’ordre économique naturel (1916).
46 Marx efectivamente observó esto en el capítulo III del Capital. Fue el primero en decir
que el dinero es un signo y una mercancía a la vez (y no uno o lo otro, como hasta entonces
proponían dos escuelas de pensamiento económico opuestas).
47 Ya se pueden hacer transacciones en Tether en Liquid, una de las “sidechains” de Bitcoin.
Con los “atomics swaps”, también es posible convertir los bitcoins en litecoins a voluntad y
esto no es más que el comienzo.
48 Se podría argüir, como el químico Frederick Soddy Wealth en Virtual Wealth and Debt
(George Allen & Unwin, 1926), uno de los primeros en relacionar explícitamente
termodinámica y economía, que los intereses son la causa del único aumento “arti cial” de
la masa monetaria, y más todavía, de los intereses compuestos. Si es legítimo que la masa
monetaria aumente con los in ujos de energía y de información, la “progresión
matemática” de los intereses compuestos la hacen aumentar a un ritmo que se aleja de ella
p q j
completamente, hasta el punto que llega un momento en el cual es físicamente imposible
producir riquezas su cientes para pagarla otra vez.
49 Véase nuestra nota anterior.
50 Bancor era el nombre de la moneda de pago internacional inventada por Keynes. Debía
estar respaldada en una canasta de divisas pero también en materias primas. Hayek
también había imaginado que su moneda desnacionalizada estaría respaldada en materias
primas.
51 Véase A. Lipton, T. Hardjono, A. Pentland, Digital trade coin: towards a more stable digital
currency, in Royal Society Open Science, 2018.
52 La reciente investigación de la o cina del procurador de Nueva York señaló que Bit nex,
la compañía emisora de Tether, se los prestaba a inversionistas, a pesar de que
supuestamente solo puede ponerlos en circulación a cambio de su valor en dólares.
Veremos si se llega a probar que esta emisión que no tiene contrapartida en criptodólares le
permite manipular además la cotización de Bitcoin, lo que le sería fácil, al ser juez y parte en
el caso, puesto que Bit nex también es una plataforma de intercambio... Llegado el caso,
sería irónico que la con anza en Bitcoin sea víctima de lo mismo que aspira a circunscribir y
que sea necesario “rescatar” a Bitcoin, así como antaño la FED tuvo que “rescatar” al
mercado de los eurodólares...
53 Véase M. J. Casey, “A Crypto Fix for a Broken International Monetary System”, Coindesk, 2
de septiembre del 2019, en línea.
54 B. Lietaer, Halte à la toute-puissance des banques, Odile Jacob, 2012.
55 François Roddier, Thermodynamique de l’évolution, Parole, 2012.
TERCERA PARTE
Una nueva Internacional
.I
56 La expresión es del biólogo Leigh Van Valen. También podríamos hablar de “paradoja
del guepardo”: “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”, dice
Tancredi en la novela epónima de Lampedusa.
57 Véase M. Husson, “Marx, Pike y et Aghion sur la productivité”, Contretemps, n°5, 2010.
58 K. Marx, El Capital, libro III, sección III, capítulo 15: “Desarrollo de las contradicciones
internas de la ley”, México-Madrid, Siglo XXI, 1976, traducción de León Mames, p. 309.
59 I. Prigogine, La n des certitudes, Odile Jacob, 1996.
60 Sabemos que Nie sche también se interesó mucho en la termodinámica. Su biblioteca
contenía, en particular, los libros de uno de sus fundadores, Hermann von Helmhol .
Lamentablemente, también se quedó en la primera ley de la termodinámica, que
literalmente lo petri có.
61 François Roddier compara este proceso con el del “recocido simulado” de la metalúrgica.
El punto óptimo de un metal se encuentra al fundirlo y dejarlo solidi carse varias veces,
por lo tanto, al “recocerlo”, op. cit.
62 I. Prigogine e I. Stengers, La Nouvelle Alliance, Gallimard, 1978.
63 En Ciencia de la lógica. “La antinomia kantiana de la limitación e ilimitación del mundo en
el tiempo y el espacio”, Buenos Aires, Solar, 1968, traducción de Augusta y Rodolfo
Mondolfo, p. 209.
64 Esta hipótesis pertenece al “Fragmento sobre las máquinas” que se encuentra en los
Elementos fundamentales para la crítica de la economía política escritos por Marx en 1857-1858
(también conocidos como “Grundrisse”). Véase Y. Moulier-Boutang, “Marx et la stupé ante
hypothèse du General Intellect”, Alternatives économiques, dossier n° 109, mayo 2018.
65 Ibíd.
66 F. Roddier todavía.
67 Esto no les impide devorarse entre sí...
68 Nuestro reloj interno funciona a una pequeña velocidad de 40Hz y una parte de la
información que circula en nuestras neuronas lo hace con la velocidad de las hormonas que
se propagan en un medio acuoso.
69 Curso sobre Spinoza, “De las velocidades del pensamiento”, Vincennes, 2 de diciembre
de 1980.
70 Muchas incertidumbres técnicas rodean a la capacidad de Ethereum para realizar sus
promesas. Por su parte, Bitcoin comienza recién a implementar la adaptación de
funcionalidades secundarias (Lightning).
71 La jurista Primavera de Filippi inventó una planta robótica que tiene por objeto
recolectar bitcoins con el n de reproducirse.
72 K. Marx, Manuscritos: economía y losofía, Madrid, Alianza, novena edición, 1980, tercer
manuscrito, [V], traducción, introducción y notas de Francisco Rubio Llorente, pp. 143-144.
73 h ps://merkle.com/papers/DAOdemocracyDraft.pdf
74 La única gran diferencia entre ambas es que la vida opera mediante mutaciones
aleatorias, mientras que la blockchain opera mediante mutaciones dirigidas, al nal de una
búsqueda de consenso. El futuro dirá en qué medida una cierta dosis de caos no deba ser
introducida en la blockchain misma.
75 R. Dawkins, The Sel sh Gene, Oxford University Press, 1976.
76 Este acercamiento es sugerido por François Roddier, op. cit. Podríamos preguntarnos si el
bosón de Higgs, que con ere a cada partícula su masa sin poseer una él mismo, no es
también una especie de “moneda energética” al nivel elemental.
77 Le debemos esta expresión a Pierre Klossowski.
CONCLUSIÓN
C
78 Hay excepciones. Citemos a Bre Sco , Brian Massumi, Erik Bordelot o Baruch Go lieb,
fundador del colectivo Telekommunisten. Lamentablemente, incluso cuando intelectuales
de izquierda se apoderan de la blockhain, a menudo es para oponerse a aquellas que
existen, particularmente aquellas que son puramente monetarias, debido a que se debe
hacer otras cosas que dinero con esta tecnología, como si el dinero no fuera una de las
partes interesadas de un pensamiento de izquierda.