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PRINCIPALES TEÓRICOS DE LA
SEMIOLÓGICA
Facilitador: Bachilleres:
A lo largo de la historia, esta ciencia ha tenido importantes autores que han realizado
grandes aportes en la investigación semiótica, enfocando su vida en crear teorías que dieran
a conocer su significado y cómo funciona el signo y signo lingüístico, en todas las maneras
en las que este puede ser abordado.
Ahora bien, esta disciplina tiene como antecedente el interés de los grandes filosos
griegos por el estudio del signo. Sin embargo, los primeros en acuñar este término para
referirse a una disciplina que estudie este sistema, aunque en su base epistemológica
entendiendo al signo desde dos perspectivas diferentes, fueron el lingüista suizo, Ferdinand
De Saussure y el filósofo estadounidense Charles S. Pierce.
Teniendo esto en cuenta, entre los semiólogos cuyos aportes destacan y tienen diferentes
enfoques, se encuentra Ferdinand de Saussure quien realiza sus primeros análisis desde un
enfoque “epistemológico", o sea, en relación con el modo de concebir el fundamento del
estudio lingüístico. Señaló que una lengua es un sistema donde cada elemento está
distribuido y organizado para accionar de forma unificada. Es importante mencionar que el
lingüista postula pensar el sistema de la lengua como parte de la ciencia general que estudia
los signos, y que él llamó "semiología".
A su vez propone el estudio del signo lingüístico a través de observar sus funciones,
estructura y sus rasgos. Su trabajo se centra en el estudio del lenguaje como un hecho social
y se dedicaba al estudio histórico y descriptivo de las lenguas indoeuropeas, a partir de
estos trabajos se genera la publicación del Curso de lingüística general.
El lenguaje definido por Saussure tiene un lado social y un lado individual y no puede
concebirse uno sin el otro. Es “multiforme y heteróclito”, susceptible de ser analizado
desde muy distintas perspectivas (física, fisiológica, psíquica, individual, social), tiene
carácter estático pero dinámico, actual y simultáneamente pasado. La lengua por tanto, es
dinámica y cambiante, y este cambio se da en el colectivo y no por la acción de un solo
individuo.
Explicando ese carácter social e individual del lenguaje propone iniciar por el acto
individual en el circuito de la palabra. Lo primero que explica es que hay que entender la
organización de la lengua como un sistema a partir del cual se comparten estados del
mundo entre los individuos. El sujeto que utiliza una lengua lo que hace es utilizar un
producto que ha registrado pasivamente, que no supone premeditación y que por lo tanto no
produce reflexión sino la que sirva para clasificar.
El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad e inteligencia puesto que el
sujeto, combina elementos a partir del código de la lengua para expresar su pensamiento
personal a partir de una norma, el lenguaje. De esta forma, al reflexionar sobre el vínculo
que une un nombre a una cosa (pensamiento) eso lo llevó a determinar la unidad mínima
del lenguaje, el signo lingüístico.
El signo lingüístico se presenta como una estructura que posee dos elementos, ambos
psíquicos y están unidos en nuestro cerebro por un vínculo de asociación “Lo que el signo
lingüístico une no es una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica”.
Por su parte, Charles Sanders Peirce, fue un filósofo y físico estadounidense, nacido en
Cambridge (Massachusetts). Si bien es más conocido por su sistema filosófico, llamado
posteriormente pragmatismo. Donde explica que ningún objeto o concepto posee validez
inherente o tiene importancia. Su trascendencia se encuentra tan sólo en los efectos
prácticos resultantes de su uso o aplicación. La verdad de una idea u objeto, por lo tanto,
puede ser medida mediante la investigación científica sobre su utilidad.
La semiótica de Peirce podemos encontrarla en el conjunto de su teoría de la realidad,
digamos de su sistema metafísico y de los principales puntos referenciales que sostienen
todos sus pensamientos, tanto filosóficos, como cosmológicos. Peirce buscaba aquella
universalidad de pensamiento que le permitiera comprender la totalidad del mundo, y para
ello vio la necesidad de elaborar un sistema con categorías, que abarcaran ampliamente las
realidades conocidas y que se perciben. Su perspectiva semiótica tiende, pues, a ser una
filosofía del conocimiento.
Sin embargo, uno de los puntos más destacados de la semiótica de Peirce es su peculiar
concepción del signo y las reflexiones que hace al respecto son bastantes complejas. Peirce
aplica el signo a la tríada lógica que ya había utilizado para indagar el resto de la realidad.
De esta manera, explica que la función del signo consiste en ser "algo que está en lugar
de otra cosa bajo algún aspecto o capacidad". El signo es una representación por la cual
alguien puede mentalmente remitirse a un objeto. En este proceso se hacen presentes tres
elementos formales de la tríada a modo de soportes y relacionados entre sí.
Al hablar de Barthes, nos recuerda que "Saussure trabajó con un sistema ejemplar, el de
la lengua; pero el mito es un habla, en este reencontramos el sistema tridimensional, el
significante, el significado, y el signo. Pero el mito es un sistema particular por cuanto se
edifica (es decir que existe previamente). Es un sistema semiológico segundo". La relación
entre significado y significante, se apoya en objetos equivalentes pero no iguales; es decir,
el significante no expresa al significado. Debemos reconocer que el significante,
significado y signo son en cualquier sistema semiológico: diferentes.
"Semiología: Propondremos la palabra con confianza pero también con ciertas reservas.
En el sentido actual y al menos para nosotros – data Saussure – `puede concebirse una
ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social... la llamaremos
semiología. Tienen como objeto todo sistema de signos cualquiera que fuere su sustancia:
las imágenes, los gestos, los sonidos melódicos, los objetos y los complejos de sustancias
que se encuentran en los ritos, los protocolos o los espectáculos que constituyen sino
verdaderos ´lenguajes´ por lo menos sistemas de significación" Barthes, en el mismo texto,
denuncia inmediatamente una "cierta incomodidad" causada por la idea saussureana de que
la lingüística formaría parte de una ciencia más general: la semiología como ciencia de los
signos en el seno de la vida social.
La semiología no se ocupará solo de textos, sino de todo otro objeto, relato, imagen, etc.
que se proponga como discurso.
¿Pero de qué manera se hará cargo? Barthes lo ejemplifica con un objeto de estudio: la
moda. Dirá con insistencia "me di cuenta inmediatamente que el sistema de la ropa era muy
pobre". La ropa es un sistema de signos, pero rudimentarios, porque en sí mismos aporta
pocos significados; sin embargo, cuando el lenguaje verbal toma la moda a su cargo hace
con ella lenguajes poéticos, imaginarios, ideológicos. Se refiere Barthes al que el sistema
deja de ser pobre cuando se analiza el discurso sobre la moda. La moda verbalizada
(escrita) en las revistas de moda constituidas de esas sustancias mezcladas de lenguaje
(sistemas semiológicos pocos puros), sustancias trans-lingüísticas se constituyen en el
objeto de estudio de la semiología.
Hay, además, signos cuyos soportes es una única materia de la expresión, y en este caso,
el autor propone la denominación de signo típico. El signo verbal es un signo típico, y el
signo icónico (las imágenes) también lo es, independientemente de los modos de
producción, manual como en el dibujo, o mecánico como el de la fotografía. También el
signo gestual es un signo típico al apoyarse en un único soporte o materia de la expresión.
El significante
El nivel de la comunicación
El del significado, que permanece en un plano simbólico
En el de los signos, y el de la significancia
En el plano de los signos (el simbólico) hay dos facetas: la intencional (lo que ha
querido decir el emisor) es un sentido claro que no necesita interpretación: el sentido obvio;
el otro sentido, sobreañadido, es como un suplemento que el intelecto no llega a asimilar, es
huidizo, resbaladizo, es el sentido obtuso. El significante ocupa el primer plano, el sentido
obtuso se obtiene cuando comprendemos que hay algo que no está en la lengua, ni en los
símbolos y que si lo retiramos, "la comunicación y la significación aún persisten, circulan,
pasan sin él, y, sigue siendo posible decir y leer pero tampoco está en el habla".
Por su parte, Algirdas Julien Greimas define la semiótica como la disciplina que intenta
explicar cómo se produce y como se capta el sentido a partir del contacto con múltiples
materias significantes. Se le llama materia significante a cualquier cosa que en contacto con
ella significa algo para nosotros, es decir, tiene significado. Decimos que es materia porque
la producción y recepción del sentido necesita de un soporte material que pueda ser
percibido por los sentidos.
Si bien es cierto, el significante porque esa materia, para significar debe tener una forma
y un contenido que represente algo para alguien. Desde una prenda de vestir hasta un film,
desde un plato de comida hasta una novela, en la medida que significa algo, son materias
significantes.
En pocas palabras, explica Greimas, La semiótica no produce sentido sino que reformula
el sentido ya dado, procurando dotarlo de significación, o sea, la semiótica trata de hacer
comprensible, la estructura misma del sentido de cualquier objeto cultural.
La semántica fundamental se ocupa del análisis del plano del contenido y se caracteriza
por su alto nivel de abstracción.
Habiendo dicho esto, podemos conocer el análisis semiótico que usa Greimas, donde
hace uso de un cuadro semiótico exponiendo, a manera de esquema, as oposiciones
semánticas y lógico-gramaticales. Explicando, de esta manera que las oposiciones
semánticas o contrariedades no pueden coexistir mientras que las contradicciones
representan oposiciones lógicas. Al mismo tiempo este cuadro también representa:
Las implicaciones que se dan entre los componentes semánticos mediante el uso
de dos operaciones fundamentales, la aserción y la negación. Así podemos decir
que la aserción X es blanco, que implica esta otra: X no es negro
Las contrariedades X es blanco y negro (con sus correspondientes implicaciones
subordinadas: X no es blanco y no negro).
El cuadro semiótico de Greimas sirve para expresar visualmente la lógica que se da entre
los componentes semánticos de un relato. Las relaciones de oposición que se suceden en un
relato son múltiples y constantes.
La semiótica "no ha de considerarse solamente como teoría de los signos sino también
como una metodología de la práctica de los signos". Siendo la semiótica una disciplina en
crecimiento con muchas aplicaciones a espacios actuales donde se produce y percibe
sentido, es un instrumento o técnica elegido para el análisis de infinidad de textos
(perceptivos y representados).
La semiótica general es para Eco "la forma más madura de una filosofía del lenguaje tal
como lo fue en Cassirer, en Husserl o en Wittgenstein". El filósofo contemporáneo del
lenguaje — si logra superar cierta barrera de algunos términos técnicos de la semiótica que,
en ocasiones, no se introducen con suficiente explicación: "catacresización", "actancial",
"funtivo", etc. — descubre a lo largo de las páginas de Eco tanto la anchura como la
profundidad histórica de su disciplina, atrofiada quizá por la filosofía analítica de origen
británico.
Conclusión
En este caso podemos encontrar al lingüista suizo Ferdinand de Saussure, quien define
al signo lingüístico como la unidad más pequeña del lenguaje, compuesto por una diada o
dicotomía cuyas caras son la lengua; el aspecto social del lenguaje, y el habla; o el aspecto
individual del mismo. A su vez, explica de manera detallada cómo funciona el signo
lingüístico haciendo uso de un significado y un significante, siendo el primero el concepto
o imagen material, y el segundo la imagen acústica. Según estos se encuentran unidos
irremediablemente por un vínculo arbitrario, es decir, este ha sido creado artificialmente
por el hombre y nada tiene que ver con la realidad que se está mostrando. Por lo tanto, el
vínculo existente entre ambas no sigue ningún parámetro lógico. Si bien puede considerarse
una dicotomía, esto no significa que pueda separarse aunque pueden oponerse, puesto que
según la definición de Saussure, el lenguaje es de carácter cambiante pero estático siendo
actual y simultáneamente pasado.
Peirce, por su parte, habla de la semántica desde un punto de vista lógico aplicando sus
trabajos en filosofía a esta disciplina, pues estudiaba los modos en que el hombre conoce la
realidad. Siendo contrario a Saussure, Peirce va más allá pues dice que en el fondo:
significante y significado se encuentran relacionados por cuestiones culturales o sociales, es
decir, los miembros de una sociedad se ponen de acuerdo para que ambos funcionen de esa
manera. Por lo tanto Charles plantea al signo como una triada, siendo el representamen, el
objeto y el interpretante, los elementos del mismo.
Ahora bien, entre los representantes más actuales se encuentra Ronald Barthes,
seguidor del trabajo de Saussure, resalta en sus trabajos al excluir a la lingüística del campo
de estudio de la semiología, invirtiendo el planteamiento de Saussure, diciendo que la
lingüística no es parte de la semiología, sino al contrario, la semiología es parte de la
lingüística. Este autor ejemplifica sus estudios llevándolo al ámbito de la moda. Barthes al
igual que Saussure considera que el signo semiológico tiene también dos caras (significante
y significado) pero se distingue de él en el plano de la sustancia de la expresión. Barthes
concibe la investigación semiológica como el estudio de sistemas significantes complejos:
objetos comportamientos, imágenes, literatura, etc., es decir aquellos códigos que prestan
una verdadera profundidad sociológica y donde es necesario incursionar en el campo
connotativo es un representante de la semiología literaria y de la cultura.
Por último, el escritor italiano Umberto Eco, propone la teoría de la semiótica unificada
o la semiótica general. Pues para Eco la semiótica no es una disciplina que abarque solo
una cosa, sino que es una disciplina en crecimiento con muchas aplicaciones a espacios
actuales donde se produce y percibe sentido Este autor conjunta elementos tanto de la línea
de Pierce como de la de Saussure, con el objetivo de que su definición pueda ser aplicada a
cualquier tipo de signo.
Como se pudo notar, la semiótica es una línea de estudio muy variada y compleja, en
donde cada autor, aunque tomen ciertos aspectos del otro, la ve y explica de una manera
diferente y en diversos ámbitos. Consecuentemente con todas estas explicaciones y teorías
expuestas por los autores, se puede observar y entender lo importante que es la semiología
en la vida del ser humano, por ser la disciplina que estudia elementos como el signo y los
símbolos presentes en cada proceso de la comunicación humana y sin los cuales no habría
una apropiada explicación del mundo sensorial necesario para que existan la
correspondencia y el intercambio efectivo de información. Así se puede notar que cuando
se observa una publicidad por televisión o incluso cuando se decide que prenda de vestir
usar para un encuentro con amigos, los signos salen a relucir y ayudan a tomar una
decisión. Siendo que los signos forman parte de la mayoría de los aspectos de la vida diaria,
conocer acerca de la disciplina que lo estudia, en conjunto con sus autores y las teorías que
plantearon, permite tener un mayor entendimiento del mismo y del espacio tan amplio y tan
complejo que estos abarcan.