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Uno de los temas principales y más notables del Cantar de mío Cid es el tema de la honra del
héroe en torno a la cual girarán las acciones del poema. La honra era un valor de suma importancia
para la sociedad de la Edad Media ya que era el valor máximo que una persona podía tener en esa
época de la Reconquista en la que el valor del honor era muy importante debido a que era una
sociedad de carácter bélico. Para que una persona tuviera honra en aquella época tenía que poseer
riquezas, tener una buena reputación o ser una persona digna, honrada, buena, excelente o virtuosa.
En el cantar, la honra es principalmente un valor de índole social que se obtiene a partir del esfuerzo
personal del héroe y de su confianza en la justicia. En este caso, la honra va más allá de la posesión
de riquezas como heredades o tierras y también va más allá de pertenecer a una determinada clase
social. La honra en el cantar está ligada al concepto del honor, a la fama y a la virtud que posee el
héroe. El honor del Cid se concibe como un bien espiritual el cual debe ser defendido y aumentado,
aunque también puede ser perdido a causa de las acciones de otras personas como ocurrirá en los
dos motivos de deshonra del Cid. Por lo tanto, la honra puede ser ganada, perdida, aumentada o
incluso compartida.
El Cantar de mío Cid comienza con la necesidad del héroe de cumplir un objetivo que es
recuperar la honra perdida a partir de todas sus conquistas y todas sus ganancias.
En los dos primeros cantares, el objetivo principal del Cid es recuperar su honra a través del
perdón del rey Alfonso VI. El primer motivo de deshonra se debe al destierro, que se puede ver al
principio del cantar, debido a unos personajes que han dicho infamias contra el Cid. Este destierro,
que acarrea la pérdida de su honra, también supone la desposesión de todos sus bienes y tierras,
además también supone la pérdida de la patria potestad de su familia, es decir, el Cid tiene que
abandonar Castilla dejando allí todas sus posesiones y a su familia incluida.
Cuando el Cid, gracias a su prudencia y a su astucia, logra conquistar Valencia, el Cid logra
obtener el perdón real recuperando así la honra perdida en el destierro. El rey Alfonso VI le concede
el perdón a las orillas del tajo diciendo:
Una vez recuperada su honra y además aumentada, al Cid ya no le queda nada más que hacer,
ya que no tiene ningún objetivo, con lo cual el autor del cantar no narra ninguna hazaña mas del
héroe. Simplemente, al final del cantar informa de la muerte del cid.
Además del Cid, en el cantar aparecen otros personajes que también han perdido la honra
como es el caso del conde de Barcelona quien es derrotado en una batalla y luego secuestrado. Para
el conde de Barcelona, la pérdida de la honra, debido a que a perdido la batalla y ha sido humillado,
es incluso peor que la propia muerte:
A pesar de esta concepción de honra para los infantes, el autor del cantar nos hace ver que la
honra del Cid es mucho mas superior que la de los infantes. De hecho, el autor de la obra deshonra
totalmente a los infantes dejándolos como unos egoístas y unos ambiciosos. En el cantar, la honra
del linaje no sirve para nada sino hay hazañas honrosas.
Por otro lado, en el tercer cantar se puede ver como la honra se puede compartir. Las hijas del
Cid son quienes han sido ultrajadas por los infantes de Carrión, sin embargo, el Cid también es
insultado por esta razón, ya que en el juicio se ve como los defensores de los infantes le insultan
exclusivamente para ensuciar su honra. Además, no solo el Cid es deshonrado por el ultraje, sino
que también lo es todo su ejército junto a él.
La honra compartida también se puede ver al final de la obra cuando el autor expresa:
Por lo tanto, el honor puede ser compartido, pero sobretodo tiene que ser ganado y solo las
hazañas heroicas dan honor, el linaje no sirve para nada. El honor es una posesión espiritual que
vale mas que la propia vida. El honor tiene que ver con la fama, por lo tanto es un hecho social,
pero en primer lugar depende del rey ya que es la cabeza de la sociedad, y el rey se encarga de dar y
quitar la honra. De hecho, lo que le causa más honra al Cid y donde más se puede ver la palabra
‘honra’ en el cantar son los momentos en los que el rey Alfonso sale a recibirlo. El Cid no recupera
la honra de golpe, sino que la va recuperando progresivamente a medida que va recuperando la
confianza y el amor del rey. El Cid comienza deshonrado y muere en la más alta honra que un
hombre pudiera tener, incluso se podría decir que supera a la del rey Alfonso VI. Además, una de
las cosas que más simboliza el honor del Campeador es su barba, la cual aumenta a medida que lo
hace su honra.
Además, se puede ver perfectamente como el aumento de la honra del Cid hace que la de sus
enemigos disminuya, ya que los enemigos que tenía estaban dentro de la propia corte, y el rey al
perdonarlo y al apoyarlo en el juicio hace que sus enemigos se sientan deshonrados.