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Azul Cosette Serrano Ramírez

Modelos Literarios Medievales

Dolores Horner Botaya

24 de Febrero de 2022

El Cantar del Mio Cid y la imagen del héroe

El Cantar del Mio Cid originado en el siglo XI, es un cantar de gesta con autoría anónima

que cuenta la historia de Ruy Díaz; mejor conocido como El Cid. Esta epopeya medieval fue

transmitida por medio de la oralidad de juglares y trovadores en la Edad Media. El Cantar del

Mio Cid se considera un poema épico al narrar las hazañas del protagonista como una mezcla de

memorización de la vida legendaria del héroe, y la finalidad solemne de gestas a reyes o dioses.

El cantar está compuesto por tres cantos: I El Cantar del Destierro, II El Cantar de las

bodas, y III El Cantar de la afrenta de Corpes, cada uno relatado por un narrador omnisciente en

3ra persona. Recordando que debido a la oralidad el narrador tiene control total sobre los sucesos

narrados, y a causa de que en aquella época no existía la imprenta y de la oralidad tenemos

diferentes versiones del cantar. La narración del cantar entero es sumamente descriptiva y el

conflicto siempre gira alrededor de la vida del Cid. Aunque el argumento principal de la obra sea

la recuperación perdida por el héroe, cada canto tiene por sí mismo un sub conflicto y de acuerdo

con cada uno el tono, ritmo, atmósfera, y tensión cambian: por ejemplo, el segundo canto tiene

un tono feliz y esperanzador; el Cid recupera su honor y casa a sus hijas, por otro lado el tercer

canto tiene un tono tenso; el conflicto se centra en vengar a las hijas del Cid de sus yerno y

obtener justicia.
2 Serrano

Sin embargo, hay ciertas características dentro del poema que se mantienen constantes

emergiendo cada canto en un solo poema. Recapitulemos que hace emerge cada canto en uno

solo; tenemos la rima asonante, la imagen del héroe, y simbolismos religiosos. Todas estas

características del poema las observamos a través de repeticiones, que probablemente se hayan

dado gracias a la oralidad. Esta figura retórica dota el poema de sonoridad y reafirma la

importancia de ciertos símbolos en la época. Muchas de estas repeticiones no solo son vistas en

el diálogo pero también en imagenes frecuentemente evocadas y la famosa regla de tres, algunos

ejemplos son: la barba de Cid, oraciones a Dios antes de la guerra, besos como muestra de honra,

la hora de nacimiento del Cid, las ofrendas al rey; marcos de plata y caballos, cantidad de moros

derrotados, entre otros.

1)Sonoridad: La rima asonante grupa los versos en cantares, y la estructura métrica no se

basa en sílabas, si no en acentos; característico de los poemas medievales.

2) Simbolismos religiosos: como bien sabemos los cantares de gestas se centran en narrar

historias que den un ejemplo a seguir para el pueblo, previamente vimos que mucho de esto tiene

que ver con los valores del héroe, y por otro lado tenemos la devoción hacia divinidades. Esto

ocurre desde la poesía clásica como en Homero, en este caso tenemos la devoción del Cid y los

demás personajes hacia Dios y hacia la iglesia.

3) La imagen del héroe: es desarrollada por medio de los valores y virtudes caballerescas

inamovibles, a que me refiero con esto; la imagen del héroe demanda los mismo valores a través

de toda la obra. El caballero debe de ser: un ser generoso y justo, defensor de su patria, fiel al

rey, proveedor a su familia, devoto a Dios.


3 Serrano

“La alegría de los cristianos no tiene límites junto al Cid Ruy Díaz que en buena hora

nació. La barba le crece mucho entre tanto pues el mismo Campeador había prometido:

‘Por amor del rey don Alfonso que me ha echado de su tierra, no entrará en ella la tijera

ni me cortaré un solo pelo aunque murmuren moros y cristianos.’” (pág.59)

Esta cita es del segundo cantar del Cid, sin embargo tanto la imagen de su creciente barba

como la de su hora de nacimiento son constantemente recalcadas dentro del texto. Ambos casos

esenciales para el personaje del Cid, su larga barba puede llegar a tener significancia sobre sus

grandes riquezas. Mientras que su hora de nacimiento, atribuye a la perfección el Campeador,

puesto que hasta su nacimiento tendría que ser simbólico e impecable para conservar la imagen

de un héroe digno de gloria y honra. Por otro lado también observamos un poco la lealtad hacia

su rey Alfonso y que tan importante es para él, su tierra.

“Se encuentran a mitad del llano. ¡Oh Dios, qué buena suerte la de aquella mañana! El

Cid y Alvar Fañez marchan adelante y los espléndidos caballos responden a su antojo; los

hombres del Cid castigan sin piedad y en poco tiempo matan más de trescientos moros.” (pág 40)

Este fragmento refleja el poder del Cid ante la guerra y ante su gente, además de aclarar su

devoción a Dios. También observamos un poco de la tediosa regla de tres dentro del poema,

puesto que si prestamos atención con cuidado a los números y cantidades, todos son múltiplos de

tres, sobre todo en los dos primeros cantos.

El Cid cree en un Dios piadoso, y de la misma manera es un hombre generoso;

generosidad pagada por sus seguidores y sobre todas las cosas un proveedor para su

familia.“Campeador, he aquí a vuestros hijos puesto que ya son nuestros yernos. De aquí en

adelante, velad por ellos, que ellos os sirvan como a padre y os respeten como a señor” (pág 82)

El Campeador, es un hombre que hasta para el rey es digno de respeto y todo aquel que no lo
4 Serrano

honorifique será llevado ante la justicia pues este humilde hijo de Dios, ha dotado su vida entera

a la gloria de los suyos y de su tierra.

El Cid ha sido sin duda un gran ejemplar de los valores caballerescos, y marca el héroe

de la época no solo en la literatura sino también en la historia. El cantar se logró conservar a

través de los siglos, pues el Campeador presenta el héroe ideal de la Edad Media por lo que

sirvió de ejemplo para educar a todo hombre que buscaba la misma gloria, y ahora nos informa

sobre sus valores e historia. Y aunque este poema sea claramente una obra literaria ejemplar, en

lo personal lo halle un poco tedioso, ya que es una obra que no te deja pensar más allá, más bien

te impone solo lo que el autor dice. Además que la repetición dentro de la versificación se me

hace sumamente exagerada, aunque se que esta es necesaria dentro de la lírica del poema.

Bibliografia

«Poema de Mio Cid». Prólogo de Amancio Bolaño E Isla. 18a edición, Porrúa, 2011.

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