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RESUMEN DE PEDAGOGÍA:

LA EDUCACIÓN AYER, HOY Y MAÑANA

El ABC de la Pedagogía.

Silvina Gvirtz Silvia Grinberg Victoria Abregú.

Cap. 1 ¿De qué hablamos cuando hablamos de educación?

- La educación: un fenómeno de toda la humanidad


Todos nos educamos, todos vivimos la educación. El concepto educación significa
algo más abarcador que cada una de esas respuestas en particular. Nos
proponemos, algunos aspectos básicos para comprender el fenómeno educativo
y revisar algunas definiciones y cuestiones que se han escrito sobre el tema.

- ¿Por qué educamos? La necesidad social de la educación


Todo lo que estudiamos es el producto de múltiples procesos, desconocidos por
nosotros. La educación es un fenómeno necesario e inherente, para la
supervivencia de todo orden social. Sin educación, cada individuo tendría que
reconstruir por sí solo el patrimonio de la humanidad; volver a descubrir el fuego,
inventar signos de escritura, etc.

Entre los s. XIV y XIX, se conocieron más de 50 niños abandonados en selvas,


llamados Niños lobos:

- Salvaje de Aveyran:

En 1799, en bosques del sur de Francia, se encontró un niño de 11 o 12 años,


desnudo, que buscaba raíces para alimentarse. Dejado a una viuda se escapó y
luego fue llevado a la Escuela Central de Departamento de Aveyron para
estudiarlo. El niño estaba en un estado muy inferior a animales domésticos. Sus
ojos no tenían fijeza, no distinguía cuerpos de relieve de dibujos, el oído era
insensible, su voz estaba es un estado de mudez, con sonidos guturales y
uniforme, el olfato no diferencia aromas y el tacto restringido a la funciones
mecánicas del tacto.

Los investigadores consideraban que era sordomudo y sufría de idiocia.

Itard reconoció que el problema era de educación y llego a una serie de


conclusiones:
- el hombre es inferior a los animales en puro estado de naturaleza, estado
de nulidad y barbarie.
- Esta superioridad moral que se dice es natural del hombre, solo es el
resultado de la civilización que lo eleva por encima de los demás animales.
Este móvil es la sensibilidad predominante de su especie ( Merani)
Las reflexiones de Itard muestran que el ser humano no posee una genética que
lo diferencie del resto del mundo animal. Los niños lobos no sabían hablar, pues
el lenguaje, es una construcción histórica- social. El lenguaje es histórico, se
mejora, se perfecciona y cambia a lo largo del tiempo.

La Educación es UN FENOMENO NECESARIO y que posibilita el CRECIMIENTO


individual, como la REPRODUCCIÓN social y cultural.

La educación es uno de los procesos que permite la supervivencia. Lo que nos


caracteriza es el aprendizaje social y no la transmisión genética.

- ¿Qué educamos? La Educación entre la producción y la reproducción.


La supervivencia necesita tres tipos de reproducción

1- REPRODUCCIÓN BIOLOGICA: Sociedad crece con mayor número de


nacimiento que muertes. La sociedad decrece con proceso inverso.

2- REPRODUCCIÓN ECONÓMICA: la sociedad necesita reproducir lo que


consumen sus miembros.

3- REPRODUCCIÓN DE ORDEN SOCIAL O CULTURAL: Depende de la


cantidad de producción y de la forma de distribución de los saberes adquiridos.
La educación es el fenómeno de los saberes que consideramos socialmente
valiosos.

Las prácticas educacionales tienen a conservar un orden social, estamos ante


fenómenos educativos que favorecen la reproducción

Pero la enseñanza y la educación no son meramente reproductivas, no hay en el


hombre posibilidad de una reproducción pura, total o completa. En primer lugar,
porque las condiciones de vida cambian y exigen nuevas habilidades de
adaptación. Y en segundo lugar, porque la comunicación social es, en esencia,
inestable. Existen DISTORCIONES EN LA COMUNICACIÓN:

- INVOLUNTARIAS: por el cambio de significado del mensaje, en el paso de boca


a boca.

- VOLUNTARIAS: porque depende del consenso que suscite el mensaje.


La GENERACION DE NUEVOS SABERES, tiene varios orígenes:

- imposibilidad de reproducción total por la naturaleza del aprendizaje.


- Deseos de introducir innovaciones,
- Variaciones en las condiciones sociales, históricas y geográficas.
Cuando las practicas educacionales tiene a transformar el orden establecido y
crear un nuevo orden, hablamos de PRACTICAS EDUCATIVAS PRODUCTIVAS

Una relación conflictiva: educación y poder.


Siempre que se habla de educación se habla de poder. El poder es la capacidad
de incidir en la conducta del otro. La educación determina el hacer de otro alguien
social. Educar es incidir en los pensamientos y conductas. La diversidad de
relaciones de poder permite distinguir:

- macropoderes: político, empresarios, MMC, gente en manifestación.


- micropoderes: madre, director, profesor-alumno.
La realidad de los vínculos son relaciones poder.

El saber no es solo información es también una conducta.

Las selecciones y distribución de conocimiento determinan el ejercicio del poder


(Ej. Democracia)

Asumir la definición de poder implica considerar los dispositivos instituciones


intervienen en el modelado de las conductas, de las formas nos acercamos,
conocemos, comprendemos y actuamos en el mundo.

- Hacía una definición de educación.


La educación es el conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada
sociedad produce y distribuye saberes, de los que se apropian sus miembros y
permiten la producción y la reproducción.

La educación es una práctica social de los estados culturales y de producción


desde el individuo y lo social.

Los saberes se transmiten. Son formas de comportamiento social, hábitos, valores


(bien y mal).

La educación es un fenómeno universal pero los saberes y las formas varían.

La educación es:

- una práctica social: las personas hacen no es algo deseado.


- una acción tiene discrecionalidad y significado histórico.
- Es social: necesario para los individuos y es universal.
- Implica relaciones de poder. Pautado a grado de institucionalización,
supone reglas y modelos de conductas).

Los jóvenes y el saber: los límites del concebir la educación como un


fenómeno entre generaciones.
- Durkheim: la educación como una acción ejercida por las generaciones
adultas sobre las jóvenes para que incorporen el patrimonio cultural,
generar en el niño estados físicos, intelectuales y morales, que exige la
sociedad política.
- Diccionario de las Ciencias de la Educación: es un proceso de
inculcación/asimilación cultural, moral y conductual.
- Mariano Fernando Enguita: Socialización de las generaciones jóvenes es
educación.

Una vieja polémica: posibilidades y límites de la educación.


El hombre no está determinado por su herencia genética ni su origen social.
Educación doble etimología:
1- Latín educere: hacer salir, extraer, dar luz. Educación es convertir en acto la
potencia.
2- Latín educare: conducir, guiar, alimentar. La educación está abierta a las
posibilidades.
La potencialidad presupone una dirección prefijada, libertad de convertir en acto
la potencia. El hombre posee un equipo corporal ( materiales, genéticas y
congénitas) y un equipo extracorporal, herramientas socialmente construidas para
adaptarse ( materiales y simbólicas).

El lenguaje es un el medio social. La sociedad impone una serie de condiciones


sociales y posibilidades. Esas condiciones, determinan los márgenes de libertad
para educarse y para actuar que tiene el ser humano.

- La intencionalidad y la conciencia en la definición del hecho


educativo.
Definiciones del fenómeno educativo, lo han caracterizado como un fenómeno
intencional y consciente. La educación sería un tipo particular de socialización, de
transmisión consciente e intencionada de ciertos saberes.

Sentidos de la educación:

- Sentido amplio: todo fenómeno social es educativo.


- Sentido estricto: fenómeno socializante intencionado y consiente. Dos
observaciones:
1- Índole metodológica: es difícil precisar cuánto es intencionada y cuando no.
2- Observación conceptual: conviene usar el sentido amplio que integra todo
(contenido y practicas).
La pedagogía no se ocupa de la educación solo como un mecanismo de
producción y reproducción social, sino de las formas de distribución del saber de
los procesos específicos.

- Algunos términos para estudiar el fenómeno educativo.


Sociología: aportes de Meter Berger y Thomas Luckman. El proceso de
socialización tiene dos fases:

- Socialización general: internalización de las creencias, representaciones,


formas de comprender y actuar el mundo.
- Socialización primaria: se produce en la niñez, el niño adquiere lenguaje y
ciertos esquemas de comprensión y actuar. Aprendizajes difíciles de
revertir. Los niños reciben de su familia y personas que los cuidan
- Socialización secundaria: se realiza en las instituciones. Se trata del
aprendizaje de roles, de formas de comportamiento y de conocimiento que
se esperan para actuar en determinados lugares sociales. La socialización
secundaria es la internalización de submundos institucionalizados o
basados en instituciones. En lugar de los individuos en la sociedad y en la
división del trabajo.

Educación formal y no formal


1- Educación formal: procesos educativos: aquellos procesos educativos que
tiene lugar en la institución escolar.
2- Educación no formal: es residual, abarca y se ocupa de aquellos procesos
educacionales que no suceden en las escuelas. (Educación de adultos y
capacitación profesional).
3- Autores hablan de diferentes grados de formalidad.

Educación sistemática y asistemática


- Educación sistemática: acción planificada, reglada y graduada ( tanto en
educación formal o no)
- Educación asistemática: juegos infantiles, televisión, cine, etc. Es anterior a
la sistemática.

Educación permanente: es una respuesta social a los continuos nuevos


saberes que se producen y a los profundos cambios que se viven en el
trabajo.

Educación y escolarización:
- Escolarización, conjunto de fenómenos de producción, distribución y
apropiación de saberes que se lleva a cabo en la institución escolar. La
escuela no solo distribuye y simplifica saberes sino que produce. La
escuela no solo es receptora de la cultura externa sino que penetra a la
cultura de la sociedad.
- Se debe distinguir educación (procesos escolares, instituciones) de
escolarización. No es lo mismo escolarización que educación formal.
Cuando la educación es un problema: educación, Pedagogía y
Ciencias de la educación. (Durkheim)
Pedagogía campo del saber que estudia los fenómenos educativos. Sus estudios
versan sobre producción, distribución y apropiación de los saberes. La pedagogía
es básicamente normativo constituidos por teorías de cómo debería ser la
educación en general y la escuela en particular. Las ciencias de la educación, se
construyeron con el objeto de convertir el estudio de la educación en un estudio
científico, recurriendo a otras ciencias, como la psicología y la sociología. La
pedagogía excede los límites de su propio dominio. La pedagogía es la reflexión
metódica y documentada de la práctica de la enseñanza. Tiene dos funciones:

1- funcionamiento de la educación.
2- Recupera la tarea normativa de la vieja pedagogía.
La intervención del pedagogo debe hacerse a partir de las evidencias.

La teoría y práctica se constituyen en un proceso de indagación, acción y


reflexión.

Jaume Carbonell Sebarroja


Una educación para mañana

1. E L VALOR Y EL PODER DE LA ED UCACIÓN


Entre la incertidumbre y la esperanza
En la bella ciudad vasca de San Sebastián, al final del paseo marítimo,
Eduardo Chillida construyó El peine de los vientos, Dos de ellas están más juntas
representan –según una de las interpretaciones– la estrecha conexión del pasado
con el presente. La tercera, situada en la lejanía, con contornos más imprecisos,
significa el futuro. El pasado, en efecto, es sólido y conocido, aunque se preste a
muchas lecturas. Pero el futuro, difuso o suspendido en el horizonte, es
desconocido e imprevisible.

Esta metáfora sobre el devenir del tiempo ilustra perfectamente lo que


ocurre en la educación: ésta se nutre de una sólida tradición cultural que se
transmite de generación en generación. Las huellas del pasado son poderosas y
nos permiten construir el futuro. Un futuro que se dibuja desde el presente.
Pero la inevitable carga de incertidumbre y complejidad que rodea la
educación no puede convertirse en una coartada para el desaliento, el pesimismo
y el derrotismo, la educación exige optimismo: quien carezca de esta virtud mejor
que se dedique a otro oficio. Sólo se avanza a partir de la pedagogía de la
esperanza. Una esperanza que se refugia y confía en la utopía, que da sentido a
lo que se hace, energía para encarar la realidad y alas para ensanchar la mirada y
volar hacia el futuro. Una utopía que apunta a soñar en grandes transformaciones
sociales pero que se apoya, también, en los pequeños cambios que van
experimentando las vidas de los sujetos, mediante la educación. Porque la utopía
es, al propio tiempo, un modelo de escuela y sociedad al que se aspira y un
proceso que se va gestando paso a paso, que proporciona satisfacciones
imprevistas e impagables. Pequeños pero hermosos sueños que se hacen
realidad.

Los fines de la educación no se rodean el estado actual de la especie


humana –a la adaptación al mundo actual– sino que se piensan para un futuro
mejor, para la perfección de la naturaleza humana. Por eso, todos los proyectos
utópicos tratan de satisfacer las necesidades de la infancia y de la juventud en
función de las necesidades sociales de futuro. «La educación es el método
fundamental del progreso y de la reforma social».

. Para eso hay que educarla. A partir de la máxima tan acertada de


Montaigne que dice que “el niño no es ninguna botella que se ha de llenar, sino un
fuego que hay que encender”. Un desafío educativo que implica un acto de amor y
de valor.

Educar todas las capacidades potenciales del ser humano para la vida

El ser humano es a la vez individual y social, cuerpo y mente, historia y


futuro, afectividad y racionalidad. Pero la búsqueda y construcción, mediante la
educación, de esta compleja articulación de los diversos aspectos de su
personalidad en una unidad que lo llena de significado, se encuentra con serias
dificultades. Pero la escuela prioriza unos componentes y relega otros porque
fracciona los saberes, está más pendiente de la educación escolar (de una serie
de rutinas y controles artificiales de muy dudosa eficacia) que de la educación y
preparación para la vida o porque algunas prácticas pedagógicas aún justifican la
dicotomía entre instruir y educar. Demófilo plantea: «Los niños sin instrucción
confunden las letras, pero los hombres sin educación confunden las cosas».

Cualquier docente que transmite una información o un conocimiento, pone


en juego determinadas habilidades y muestra ciertas actitudes que, de alguna
forma, se contagian. Todo está interrelacionado. En el Informe Delors, La
educación esconde un tesoro, todos estos componentes se condensan en los
cuatro pilares básicos de la educación: «Aprender a conocer; aprender a hacer;
aprender a ser; y aprender a convivir».

La educación, en la medida que nos capacita para hacer alguna cosa o


para ser más competentes en un oficio o profesión, tiene un valor por sí misma
que enriquece nuestro bienestar individual y colectivo, así como nuestra capacidad
de crear y gozar plenamente la vida. Esta es la grandeza de la educación, de la
buena educación que se logra desde la práctica de la libertad y que permite
realizar cosas útiles y gozar de cosas bellas y hermosas.

Aprendizaje y pensamiento forman una pareja indisoluble. Ya lo dejó muy


claro Confucio: «Aprender sin pensar es inútil, pensar sin aprender es peligroso».
El pensamiento nace del asombro y la curiosidad ante el conocimiento y, al propio
tiempo, ayuda a comprenderlo, interrogarlo y cuestionarlo. A construir la propia
subjetividad del sujeto. De ahí la importancia de aprender a pensar, de no dejar de
pensar continuamente sobre el conocimiento acumulado, sobre el entorno y sobre
la propia persona, dialogando con las nuevas aportaciones y contradicciones,
pues esto es, en definitiva, lo que ayuda a construir la subjetividad del sujeto. El
espacio del sujeto feliz. El espacio del sujeto consciente y comprometido en
valores. Y el espacio del sujeto curricular.

Otra competencia emblemática es la educación en valores éticos, cívicos y


morales: la posibilidad de que todas las personas gocen de los derechos para
convivir y participar activa y democráticamente en la vida social de una comunidad
cada vez más diversa y multicultural.

Y para adquirir los saberes, competencias y virtudes cívicas que se


requieren para trabajar y convivir en cualquier ámbito público y privado, sin duda el
referente común de mayor consenso universal. Estos objetivos tan ambiciosos
como necesarios hacen que la Educación para la Ciudadanía sea mucho más que
una asignatura. Porque el aprendizaje democrático está presente en el proyecto
educativo, en todas y cada una de las secuencias de lo que ocurre dentro y fuera
del aula: en el currículo explícito y en el oculto. De ese modo se transita hacia una
escuela inclusiva y solidaria y hacia la ciudadanía democrática y la cohesión
social.

Pero también aquí hay lugar para el optimismo y la esperanza. Aprender a


vivir. Escuela al servicio de la vida. Investigación del entorno. El primer
abecedario, el ambiente. Sal a la calle y observa: es la mejor escuela de tu vida.

Una aventura apasionante. Un largo viaje

La comparación o metáfora del viaje como aventura continua viene como


anillo al dedo. Del viaje libre donde las personas, ansiosas de conocimiento, se
mueven sin prisas, con los cinco sentidos bien abiertos, dejándose atrapar por la
magia del paisaje y de las gentes, por cualquier rincón y detalle. Se parte con un
plan de ruta de objetivos mínimos, abierto al riesgo y a la improvisación; y con un
equipaje ligero que se va renovando con el paso del tiempo, a tenor de los nuevos
caminos que se transitan, de los parajes que se van descubriendo y de las nuevas
necesidades. Los cuatro puntos cardinales que señala la brújula en este viaje son:
curiosidad, deseo, observación atenta y diálogo con el entorno y con uno mismo.

Se apunta, en sintonía con el viaje como aventura, existe un modelo flexible


de escuela (desestructurada), con un gran respeto hacia la autonomía y la
capacidad innovadora de sus agentes, que entiende que lo imprevisible es tan
importante como lo previsible y que, en consecuencia, hay que adaptar los
saberes al palpitar de la vida y a las necesidades y aportaciones del alumnado.
Que son más eficaces las pequeñas adquisiciones cognitivas mediante procesos
lentos y sólidos, que las grandes dosis de conocimientos que se aprenden, de
forma artificiosa y memorística. Cuesta mucho aprender y muy poco olvidar. He
aquí una de las grandes paradojas de la educación. De una escuela sin sentido.
De un viaje a ninguna parte.

En este interminable viaje individual y colectivo se va estimulando y


renovando la curiosidad, la imaginación, el conocimiento y el pensamiento, a
través de la búsqueda, la observación y la reflexión. El viaje, como la educación,
es siempre una obra o un proceso en constante revisión, deconstrucción y
reelaboración, donde al tiempo que se aprende, se desaprende: cantidad de cosas
inútiles, conocimientos caducos, esquemas habituales de referencia,
interpretaciones simplistas, ideas erróneas, etc. Aunque existen fines y objetivos
que sirven de referentes, el viaje nunca termina. De la misma manera que se
aprende a viajar, viajando, se aprende a educar, educando.

Este viaje apasionante, en definitiva, está lleno de oportunidades, pero


depende del modelo de escuela y de la intervención educativa, que se aprovechen
debidamente. Por eso hay tantas formas de viaje y de viajantes. Este viaje exige
esfuerzo y compromiso; algo que no está reñido con el placer, porque no hay
razones para que la enseñanza sea una tortura cuando puede reportar, también,
un alto grado de satisfacción y placer.

El viaje educativo no tiene fin porque el ser humano es imperfecto,


incompleto e inacabado. Por eso no bastan diez o veinte años de escolaridad.
Además, hay que aprender y desaprender de modo permanente, actualizando,
renovando e incorporando nuevos saberes. Por eso el eslogan de la formación a
lo largo de toda la vida está adquiriendo tanto predicamento. Citando a Gabriel
García Márquez: “Propongo una educación que, desde la cuna hasta la tumba,
sea inconformista y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos
incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma”.
En este viaje existen diversos ritos de paso que marcan las trayectorias escolares
y humanas.
La educación exige tiempos lentos, tranquilos y prolongados

En el viaje, como en la educación, hay que dejarse seducir por el ritmo


natural del tiempo, sin forzarlo, sin obsesionarse por los tramos recorridos ni por
las prisas para llegar al final. Lo importante es el proceso, ver cómo el tiempo fluye
y aprender a gozar de los placeres que conllevan el sosiego y la espera pacientes.
Tiempo para conversar y para escuchar –no sólo para oír–; tiempo para orientarse
y para perderse; tiempo para el ruido y para el silencio; tiempo para la crítica y
para la construcción; tiempo para el contacto humano y para la soledad; tiempo
para sembrar y para recoger. Entonces el viaje y el tiempo adquieren una
dimensión más plena y cualitativa.

Pero con demasiada frecuencia, el tiempo no respeta el ritmo natural de la


infancia y la adolescencia, y fuerza una educación precoz y una adultez prematura
de efectos nocivos y perversos. Demasiados estímulos, presiones y prisas.
Sobrecarga de actividades sometida al esclavismo del reloj.

La velocidad del tiempo y del cambio social no puede trasladarse a la


educación escolar. Ésta, al igual que la buena cocina, requiere tiempos lentos de
preparación. Porque el tiempo de aprendizaje ha de ser necesariamente lento para
reforzar y consolidar los conocimientos. También los centros aprenden poco a
poco. Se requieren tiempos más prolongados y flexibles para asentar el proceso
de enseñanza y aprendizaje.

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