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EPISTOLAS UNIVERSALES

NOMBRE : JULIA JAMILETH LOPEZ GRANADOS


INSTITUTO :INSTITUTO DE TEOLOGIA BETHEL MATAGALPA
TRABAJO : RESUMEN DE 2 Y 3 DE JUAN
AÑO : II AÑO
DOCENTE : PASTOR MAURICIO SALINA
RESUMEN DE 2 Y 3 DE JUAN
2DA DE JUAN
Juan escribió un evangelio, tres cartas y Apocalipsis. Él fue uno de los tres
apóstoles más cercanos a Jesús. Juan era un anciano cuando escribió sus cartas
aproximadamente en los años 85–95 d.C. En su evangelio y cartas, el apóstol
utiliza un lenguaje sencillo y repite palabras, tales como amor y odio, luz y
tinieblas, vida y muerte, verdad y mentiras, Cristo y Anticristo, Padre,
mandamientos, alegría, habita, cree y amor.
El lenguaje de 2 Juan sugiere al apóstol Juan como el autor. La mayoría de las
cartas modernas terminan con el nombre o la firma de una persona. Pero en los
tiempos bíblicos era común que una carta comenzara identificando al escritor.
Segunda de Juan identifica al escritor como “el anciano”. Esto podría referirse a un
pastor o a un obispo de una iglesia. Pero más probablemente se refiere a Juan, el
último apóstol vivo. Juan era tan bien conocido por sus lectores que él no
necesitaba presentarse. También, no llamarse por su nombre era una
característica de la humildad de Juan. En su evangelio, Juan se refiere a sí mismo
como “el discípulo al que Jesús amaba” (Jn 13:23; 19:26; 21:7, 20), y como “el
discípulo” (Jn 21:24). En una edad cuando muchos se promocionan, es
refrescante ver a Juan enfatizar a Jesús, la verdad del evangelio y el amor, más
que a sí mismo.

Juan escribe “a la señora elegida y a sus hijos”, es decir, la iglesia y sus miembros
(2 Jn 1). La palabra griega para señora es kuria; que es la forma femenina de la
palabra griega para Señor, kurios. La manera de Juan de reconocer a la iglesia
como la Novia de Cristo es Señora (kuria). Sus hijos son del matrimonio. Los
primeros lectores De 2 Juan eran creyentes en Asia Menor.

El punto principal de Juan es que la verdad y el amor se necesitan mutuamente.


Nunca deben viajar solos. Dios ha unido la verdad y el amor, y nunca debemos
separarlos. ¡En 2 Juan 1-6, el apóstol menciona la verdad cinco veces y el amor
cinco veces! Juan teje la verdad y el amor como dos hilos de una cuerda.
Exploremos cómo Juan enfatiza que el amor y la verdad son inseparables.

I. La verdad necesita amor para que el corazón sea misericordioso (2


Juan 1-6).
En la primera oración de esta carta, Juan les expresa el amor a sus lectores. Dice
Que él y todos los que conocen la verdad aman a los creyentes a quienes él les
está escribiendo (2 Jn 1).
 El amor es la marca de nacimiento del cielo; la señal exterior de que hemos
nacido de arriba.
 El amor es el documento de identidad de un cristiano. Verifica que Cristo
está en nosotros. El amor ayuda a cada uno a reconocer a los seguidores
de Jesús.
 El amor es el compañero vital de la verdad. Porque la verdad sin amor es
fría como hielo, dura como diamante, afilada como la espada de un
guerrero, ruidosa como címbalo que retiñe, vacía como una iglesia muerta,
severa como la cara de un fariseo y sin vida como un cadáver.

ÁGAPE es la palabra griega para amor bíblico. Ágape no es solamente una


emoción
o un sentimiento cálido de afecto. Tampoco el amor bíblico es como la pasión, con
sus altibajos, su llama y su parpadeo. El amor bíblico no es una tolerancia débil ni
zalamerías que carecen de discernimiento o de convicciones. El amor no cierra los
ojos a las fallas de otros. El amor es una decisión poderosa de benevolencia para
con otros, una actitud de ayudar, aceptar, cuidar y animar a las personas, incluso
cuando no lo merecen ni lo aprecian. En su primera carta, Juan explica el amor.

Jesús nos demostró que el amor se sacrifica y sufre para ayudar a otros. El amor
de Jesús se apartó de la comodidad para compartir buenas cosas con nosotros. El
amor se hizo pobre, para que pudiéramos ser ricos para siempre (2 Co 8:9).
Demostramos amor a otros orando por.
Algunos han identificado cinco lenguajes del amor. Estos enseñan que, aunque
toda
la gente quizás demuestre amor de la misma forma, muchos lo hacen de una
manera particular. Cinco lenguajes comunes del amor son:
 Hablar palabras positivas; animar a otros con las palabras buenas que
decimos.
 Prestar servicios como cocinar, limpiar, ayudar, dar clases particulares y
construir.
 Dar regalos, ya sea grandes o pequeños.
 Pasar tiempo de calidad con alguien o por alguien, escucharlo, hablarle,
trabajar, jugar, orar o solo e star con esa persona.
 Tocar físicamente; por ejemplo, poner discretamente una mano en el
hombro de alguien para orar.

1. El amor necesita la verdad como guía para mantenerse justo


(2 Juan 1-4, 7-11).
A Juan se le conocía como el apóstol del amor. Y aun en esta carta de solo trece
versículos, él menciona el amor cinco veces. El amor es popular. A la gente, por
todas partes, le gusta hablar de amor. Pero Juan insiste en que debemos hablar
del amor y de la verdad a la vez. Siempre que hablemos del amor, debemos
también hablar de la verdad.
El amor es vital. La vida sin amor no tiene valor. Sin embargo, el amor nunca debe
ir solo. El amor debe siempre caminar tomado de la mano de la verdad. Mire de
nuevo los versículos uno a cuatro de esta carta.
2. El amor bíblico ayuda a las causas correctas.
Esta fue la principal preocupación de Juan por el amor en 2 Juan. La mayoría de
las veces se da en nombre del amor. Pero las Escrituras enfatizan que el amor
necesita la verdad para tener una guía. La hospitalidad es una forma de dar amor,
pero Juan advierte en contra de proveer para causas incorrectas. El anciano
apóstol prohíbe dar hospedaje, alimento o incluso saludos a los enemigos del
verdadero evangelio.
Hemos cubierto la preocupación principal de Juan: amar y ayudar a las causas
correctas. El tiempo y el espacio no nos permiten mirar profundamente otras
maneras en que el amor debe unirse con la verdad. Pero a manera de aplicación,
observemos brevemente otras tres maneras en que la verdad y el amor deben ir
de la mano:
1. El amor bíblico ayuda por razones correctas. En contraste, los fariseos
dieron para ser vistos por los hombres (Mt 6:1-2; 23:5-7). Pero Jesús
enfatiza que nuestras buenas obras deben ser para agradar a nuestro
Padre del cielo (Mt 6:3-4).
2. El amor bíblico ayuda para el momento correcto. En cambio, algunos
dan solamente para el momento actual aquí en la tierra. Estos hacen
muchas obras de amor, como construir escuelas, clínicas y hospitales,
mejoran las condiciones de salud y luchan contra la pobreza. Todo esto es
bueno y proporcionan breve alivio. Pero es mejor unir las obras de amor
con el nombre de Cristo y de su evangelio.
3. El amor bíblico ayuda a través de los conductos correctos. En
contraste, algunos ayudan a ministerios que no son responsables, y las
ofrendas nunca les llegan a los que la necesitan. Por sí mismo, el amor
humano puede ser sentimental, variable y egoísta. Pero el amor bíblico
orienta a la emoción y a la pasión. La verdad es la amiga eterna del amor.
Juan dice que la verdad “permanece en nosotros, y estará para siempre
con nosotros” (2 Jn 2). Los principios bíblicos de la verdad no cambian de
generación en generación. Las aplicaciones de la verdad pueden cambiar
de una cultura a otra. Pero la verdad sigue siendo constante, permanente e
inmutable. Jesucristo es la verdad (Jn 14:6).
3RA DE JUAN

Autor y fecha. Juan el apóstol es el autor de 3 Juan. El lenguaje de 2 y 3 Juan es


similar y sugiere al mismo autor. Creemos que Juan escribió las tres epístolas
entre los años 85–95 d.C.

Propósitos. Juan escribió por varias razones:


• para elogiar a *Gayo por su hospitalidad;
• para censurar a *Diótrefes, un líder ambicioso y rebelde;
• para elogiar a *Demetrio, un misionero fiel; y
• para anunciar que él, Juan, iba a ir pronto.

3 Juan está basada en cuatro personajes: Juan, Gayo, Diótrefes y Demetrio.


Podemos identificar los principios de Juan en lo referente a estos cuatro
personajes.

A. Los principios relacionados con Juan, apóstol del amor (3 Juan 1-4)

1: Evite la dureza. Incluso en los conflictos, hable la verdad en amor (3 Jn 1-2).


Juan le escribió la tercera carta a su querido amigo Gayo. La palabra griega que
describe a Gayo es agapetos, una forma de ágape, que significa “amor”. Agapetos
significa “amado, muy amado.
La carta se inicia con un saludo habitual. Juan quiere que todo marche bien para
Gayo. Puesto que está prosperando espiritualmente, Juan quiere que su amigo
querido esté bien física y emocionalmente, y en toda la vida. El saludo de Juan
significa literalmente “que tengas un buen viaje”

2: Alabe a menudo. Si el comportamiento de una persona lo pone feliz, ¡haga


redobles de tambor! (3 Jn 3-4) Gayo era un nombre común, pero él era una
persona especial; uno que caminaba en la senda de la verdad.
Juan elogió a Gayo por caminar en la verdad (3 Jn 3-4). ¡La verdad no es
solamente
para la mente, sino también para los pies. La verdad es provechosa solamente
cuando la gente la vive. Y la alabanza es útil solamente cuando la gente la
escucha. Así que, Juan redobló el tambor. Él hizo saber que su corazón rebosaba
de alegría porque Gayo vivía en la verdad.

B. Los principios relacionados con Gayo, un socio fiel de la verdad (3 Juan


5-8) Ayude a los mensajeros de Dios.
Los que ayudan a los misioneros son socios en la verdad; aliados en esparcir el
evangelio (3 Jn 5-8). Juan continúa redoblando el tambor por Gayo. Él lo elogia
por compartir con los misioneros.
Gayo era un hombre con un corazón abierto y una casa abierta. Otros creyentes le
llevaron a Juan buenos informes de Gayo. Declararon su fidelidad a la verdad y su
amor para los hermanos misioneros que viajaban de un lugar a otro (3 Jn 3, 5).
Gayo amaba con sus manos así como con su corazón. Él amaba proporcionando
ayuda para los mensajeros de Dios que viajaban, aun cuando fueran extranjeros
(3 Jn 5). Ellos regresaron y le informaron a la iglesia de Juan sobre la hospitalidad
de Gayo (3 Jn 6).
Recordemos que Jesús envió a los apóstoles de dos en dos a predicar. Él les dijo
que se quedaran en hogares de personas dignas (Mt 10:10-11). Asimismo, en el
tiempo de Juan, los mensajeros de Dios se alojaban en hogares cuando viajaban y
predicaban. Juan elogió a Gayo por darles la bienvenida a estos dignos
predicadores en su casa.
Vemos un contraste entre 3 Juan y 2 Juan. En 2 Juan, el apóstol les advirtió a los
creyentes que no les demostraran hospitalidad a los maestros indignos (2 Jn 10).
Pero en 3 Juan, él les dice a los creyentes que les demuestren hospitalidad a los
maestros dignos (3 Jn 5-8). Los que ayudaron a los engañadores participaron en
sus obras malvadas (2 Jn 11). Los que apoyan a los maestros dignos participan en
la verdad que ellos enseñan (3 Jn 8).

C. Un principio relacionado con Diótrefes, un líder carnal y ambicioso (3


Juan 9-11)
El comportamiento no cristiano exige un enfoque fresco en Jesús. “El que hace lo
malo, no ha visto a Dios” (3 Jn 11b). [Tiempo perfecto en griego: no está viendo a
Dios ahora, significa que antes lo había visto].
En contraste con Gayo, vemos a Diótrefes. Juan no menciona su posición. Quizás
Diótrefes era un pastor local. Recuerde que, en la iglesia primitiva, no había
solamente un pastor sobre una iglesia, sino más bien un grupo de ancianos.
Algunos piensan que Gayo y Diótrefes pudieron haber sido ancianos o líderes de
la
misma iglesia. Para el segundo siglo, un nuevo sistema del gobierno de la iglesia
apareció en el cual un anciano llegaba a ser líder sobre los otros
(*monoepiscopado). Algunos piensan que Diótrefes es el primer líder que el Nuevo
Testamento nombra en el sistema de monoepiscopado. Veamos cinco pecados
que Juan escribe acerca de Diótrefes:
1) Le gustaba tener el primer lugar;
2) Rechazaba la autoridad de Juan;
3) Calumniaba a Juan;
4) Rechazaba a los mensajeros que Juan recomendaba (culpable por asociación);
5) Rechazaba a todos los creyentes que ayudaban a los buenos misioneros a
quienes Juan aprobaba.

El primer pecado, de Diótrefes fue el orgullo; le gustaba ser el primero (3 Jn 9).


Deseaba el poder total sobre su iglesia local. Él pensaba excesivamente en sí
mismo; era demasiado grande ante sus propios ojos. El orgullo transformó a un
ángel glorioso en diablo. El orgullo hizo de Satanás lo que es hoy.
Segundo pecado, Diótrefes rechazó a Juan y su autoridad como apóstol;
autoridad dada a él por Cristo. “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le
gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe” (3 Jn 9). Juan envió una
carta, quizás con los misioneros que viajaban, para recomendarlos. Diótrefes
estaba enterado de que Juan había aprobado a ciertos misioneros, tales como
Demetrio. Pero Diótrefes rechazó al apóstol Juan y su autoridad. Él ignoró u omitió
una carta que Juan le envió a la iglesia.
Tercero pecado, Diótrefes se hundió más en el pecado. Él murmuró
maliciosamente sobre Juan (3 Jn 10). Dijo cosas para predisponer los
pensamientos de la gente contra el gran apóstol Juan. Cuarto, Diótrefes
rechazaba a los misioneros recomendados por Juan. “Y no contento con estas
cosas, no recibe a los hermanos” ( 3 Jn 10). Él creía en “culpabilidad por
asociación”. Puesto que a Diótrefes no le gustaba Juan, tampoco le gustaba
ninguna persona asociada con Juan.
Quinto pecado, Diótrefes rechazaba a cualquier persona que les ayudaba a los
misioneros aprobados por Juan. “… no recibe a los hermanos, y a los que quieren
recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” (3 Jn 10). Las Escrituras nos
enseñan a obedecer a los que tienen autoridad sobre nosotros.

Demetrio era misionero fiel (3 Juan 12).


Aparte a la gente del mal ejemplo y condúzcala hacia uno bueno a imitar.
Juan les advierte a sus lectores que no imiten a alguien que haga maldades, tal
como Diótrefes. Entonces él habla de un buen hombre, Demetrio. Juan está
diciendo: “Para ver un buen ejemplo, miren a Demetrio”. Demetrio, probablemente,
fue el mensajero que le llevó la carta de Juan a Gayo; y él, probablemente, era un
misionero o evangelista que viajaba para difundir el evangelio. Nosotros no
podemos ver a Dios, pero podemos verlo obrando en la vida de su pueblo. La vida
piadosa de otros es un estímulo y un ejemplo para nosotros. Demetrio tenía una
reputación excepción.

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