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UNIVERSIDAD ANDINA NESTOR CACERES VELASQUEZ

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


ESCUELA PROFECIONAL DE DERECHO

TEMA: TITULOS VALORES Y ACCIONES DESMATERIALIZADAS.


CURSO: TITULO VALORES Y MERCADO DE VALORES.
INTEGRANTES:
CHURA HUANCCA, FREDDY JAVIER.
COILA ROJAS, GABY MELISSA.
PINEDA RODRIGUES, ERYKA.
GUTIERREZ FLORES, WILSON HELDER.
VELASQUEZ SUAÑA, EDISON.
OCHOCHOQUE LUQUE, ALDAIR DENILSON.
LIPA AQUINO, JOEL JHON.
QUISPE LIPA, EVER MEYER.
CHIPANA MAMANI, ROGGERY.
SEMESTRE: VIII
SECCION: A
Índice:
I. Aspectos Generales.........................................................................................................................3
II. Etapas.............................................................................................................................................3
III. La Teoría de los Títulos Valores y la Desmaterialización................................................................4
IV. Anotaciones en Cuenta.................................................................................................................8
V. Instituciones de Liquidación y Compensación de Valores (ICLV)....................................................9
VI.- Legislación..................................................................................................................................10
VII. Requisitos de los Valores en Cuenta...........................................................................................10
VIII. Acción Cambiaria.......................................................................................................................11
IX. Ventajas.......................................................................................................................................18
X. Consecuencias..............................................................................................................................19
XI. Caso Práctico...............................................................................................................................20
XII. Conclusiones...............................................................................................................................23
Bibliografía.......................................................................................................................................25
I. Aspectos Generales.

El desarrollo de la actividad empresarial, como consecuencia de las mayores


demandas de la sociedad, significó el incremento de la circulación de los títulos
valores, deviniendo el proceso circulatorio de los títulos individuales, a decir de
Bugera en complejo, y lento debiendo recurrirse a los títulos valores emitidos en
serie, caracterizados por su funguibilidad y objeto típico de negociación en centros
especiales de contratación masiva como son las bolsas de valores.
Las bolsas adquieren particular importancia para las grandes empresas
quienes recurren a esta a fin de captar los recursos que necesitan mediante la
emisión de títulos valores (bonos, pagarés, papeles comerciales, etc), así como
colocar y transferir sus acciones a través de ella.
Sin embargo, el incremento del tráfico jurídico-mercantil de los títulos-valores,
y en especial de los valores mobiliarios, puso de manifiesto la insuficiencia del
mecanismo tradicional de la incorporación del derecho al título o soporte
documentado en papel para atender a las actuales necesidades, se inicia así un
proceso de crisis, requiriéndose dotar al mercado de valores de instrumentos que
permitiesen la movilización a menor costo de los títulos.
Por otra parte el desarrollo de la informática va a posibilitar la organización y
concentración de la información a tiempo real, lo que permite la supresión del
soporte físico o material del título valor.
La doctrina contemporánea viene tratando con énfasis la desmaterialización
de los derechos negociables y ello ha traído como consecuencia la necesidad de
incorporar en las legislaciones sobre títulos-valores su referencia legal, e introducir la
regulación de los valores mobiliarios, los mismos que se emiten en forma masiva, y
a los cuales está dirigida la desmaterialización de los derechos negociables.
La Ley N° 27287 (Nueva Ley de Títulos Valores) ha regulado los valores
desmaterializados para que los mismos tengan los mismos efectos que los valores
expresados en título, deben anotarse en cuenta y registrados ante una Institución de
Compensación y Liquidación de Valores (ICLV).
II. Etapas.

El proceso de eliminación del título como representativo del derecho que a él


se incorpora ha sido materia de un proceso en el cual Alegría distingue varias
etapas. Así expresa que:
a) uno de los primeros avances lo configuro, el tratamiento masivo de los títulos en
serie a través de su emisión mediante títulos múltiples representativo de varias
unidades;
b) la siguiente etapa se presenta al establecerse los sistemas de depósitos
centralizados lo que da lugar a la creación de los títulos o certificados globales,
caracterizados por la expedición del emisor de un título único que contenía la
totalidad de la emisión;
c) el próximo paso se obtiene cuando se suprime la parcialización de los derechos
de cada usuario al momento de su circulación o transmisión bastando para este acto
su consignación en el respectivo asiento o registro del ente. En esta etapa el título
aún resulta necesario para el nacimiento o constitución del derecho, sin embargo
deja de serlo para su transmisión.

Posteriormente los depósitos centralizados suprimen la presentación del


título o sus derechos accesorios para su correspondiente ejercicio, lo que se
extiende a las modificaciones, tales como el pago parcial o actos necesarios para la
conservación del título. En este punto de evolución únicamente resta la eliminación
de las medidas de disfrute y asegurativas para caer de lleno en la desmaterialización
del título;
d) por último este proceso llega en su evolución actual al eliminarse la
representación material o física del título valor.

III. La Teoría de los Títulos Valores y la Desmaterialización.

La desmaterialización de los títulos repercute en ciertos principios propios de


estos como el de: la incorporación, que señala la permanente e íntima conexión que
existe entre el documento y el derecho, la literalidad en cuanto al no existir el soporte
papel no figura en el documento todos aquellos datos propio de los títulos
materializados, la circulación al no haber entrega física del título, y además de
plantearse si estos pueden ser al portador desde que requieren anotarse en un
mecanismo centralizado, que en nuestro caso son las denominadas Instituciones de
Compensación y Liquidación de Valores.(ICLV).

En cuanto a lo que se refiere a la materialización o incorporación del derecho


en el documento, se plantea que al no existir documento, como puede ocurrir esta
incorporación, y donde se representa este derecho.
En este sentido algunos consideran que el título desmaterializado es precursor de un
nuevo derecho creditorio fundado en la autonomía. Otros en cambio sostienen que
la autonomía también desaparece: "Este procedimiento, permite, incluso, prescindir
del papel, del documento, y que tanto el adquiriente originario del derecho como,
sobre todo los sucesivos que resulten titulares, no de derechos documentales o
"cartulares", incorporados en el título, sino sólo de aquellos que se desprendan de
los asientos contables respectivos".

En lo que se refiere a los términos desmaterialización y desincorporación, el


primero se señala es el reflejo nominal de una necesidad económica - financiera, y
concierne a la necesidad de minimizar costos a través de la eliminación del papel.
Por su parte el término desincorporación, alude al fenómeno jurídico mediante el
cual la íntima conexión entre derecho y título (incorporación), se escinde o disuelve,
dando lugar a la denominada "desincorporación" del título valor.

La palabra desmaterialización, según Salomon proviene de la legislación


francesa, expresando que esta palabra está más relacionada con la física nuclear o
ciencia ficción que con el dominio financiero. Pero el término era elocuente y
reflejaba bien la intención de la familia financiera: eliminar el título papel... Debe
subrayarse en esta consideración que la desmaterialización no fue concebida como
un fin en sí misma, sino que apareció inmersa en un contexto general de profunda
transformación de nuestro mercado financiero "
Ante la desaparición del papel, señala Alegría, dos posibles vías se imponen:
Elaborar o diseñar una teoría general de la cual se suprimirán algunos elementos
considerados hasta hoy esenciales, y de ésta se reservaran solamente los
caracteres típicos más comunes: "... haciendo de ella la continente del género ".
O bien formular una teoría o ius speciale propio de los títulos
desmaterializados en la cual se admitirán los principios que permiten su adecuación
a la nueva realidad técnica.

Adicionalmente se puede indicar una tercera posibilidad que consiste en la


readecuación general de la teoría de los títulos valores. De manera que al hablar de
incorporación, que en su génesis fue una ficción jurídica apoyada en un soporte
documental o material, necesariamente deberá movilizarse su base a un asiento de
cuenta de naturaleza informática o electrónica, más no por ello la incorporación se
extingue; experimenta únicamente una readecuación, los que sostienen esta
posición se basan en que la incorporación es una creación jurídica, de naturaleza
instrumental, como tal su contenido puede trasladarse sin perder su función, sin
desnaturalizarse. En este sentido el valor de una teoría verdaderamente general es
que ésta sobrevivirá a pesar de las revoluciones jurídicas o tecnológicas que
imponga el transcurso del tiempo.

El Informe preparado por la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos respecto al Proyecto de Ley sustitutorio
de la Ley 16587, Ley de Títulos Valores, (actualmente Ley N° 27287) considera que
los Derechos y las Obligaciones, significados en el término genérico valor, por ser
abstractos e inmateriales, solo son susceptibles de materializarse. La
desmaterialización referida al valor, es impracticable, pues no es posible
desmaterializar lo material.

Por otra parte considera que sólo es posible proponer la materialización de los
valores, la cual puede darse de dos diferentes formas:
Mediante el instrumento documental y físico que se ha venido denominado ¡Error!
No se encuentra el origen de la referencia., legal y casi universalmente; y
Mediante registro electrónico pudiendo denominárseles valores registrados.

Así manifiesta, el Informe que la Doctrina concibió que la imprescindible


utilización de la cibernética en el trafico de los valores, implica simplemente un
cambio en el soporte efectuado, tradicionalmente, en papel, ahora pueden ser
conservados en un soporte de resma que los registra mediante sistemáticos
impulsos electro-magnéticos (bits) de imposible captación sensorial directa
(software), de lo que se dedujo su aparente desmatenalización, siendo indispensable
que un equipo físico, específicamente preparado para interpretarlos (hardware), los
muestre visualmente en una pantalla y los pueda reproducir otra vez en papel, si asi
se le ordenara mediante comandos preestablecidos por el sistema, aunque esta
reproducción documental impresa, físicamente idéntica al original, no sea su
equivalente

En lo que respecto a esa aparente desmaterialización expresa que en primer


término, implicaría confundir el registro electromagnético inmaterial, desde el punto
de vista físico, con la desmaterialización de la relación jurídica implícita en el Titulo
Valor, lo cual es inadmisible lógicamente. Por otra parte, desde el punto de vista
jurídico, el Titulo Valor sigue siendo tal, variando únicamente la forma y el medio de
presérvalo formalmente.

Desmaterializar un Titulo Valor, sólo puede ser, en términos jurídicos, volver


al abstracto valor originario.

3.1. Título Valor

Es un documento mercantil en el que está incorporado un derecho privado


patrimonial, por lo que el ejercicio del derecho está vinculado jurídicamente a la
posesión del documento.

En las compraventas que se realizan dentro del tráfico mercantil está muy
extendida la utilización de algunos títulos valores como medio de pago y, en
ocasiones, como instrumento de crédito.

En concreto los títulos valores más utilizados en el tráfico mercantil son:


-         La letra de cambio.
-         El cheque.
-         El pagaré.

 3.2. Clasificación de los Títulos Valores.

 3.2.1.- Títulos valores a la orden:


Son aquellos que se extienden a favor de una persona determinada, pudiendo
ésta transmitirlos a otra persona por medio de la fórmula del endoso.

No es necesario notificar a la persona obligada al pago (deudor) la


transmisión efectuada. Debiendo responder el endosante (acreedor original o
posteriores) frente al endosatario (acreedor actual) de la solvencia económica de la
persona obligada al pago.
A este tipo de título valor pertenece la letra de cambio.

3.2.2.- Títulos valores al portador:

Son aquellos que reconocen un derecho a favor de la persona indeterminada


que posea el documento.

Se pueden transmitir estos títulos valores por la mera entrega del documento
a otra persona. Debiendo abonar el crédito el emitente (deudor) en la fecha del
vencimiento a cualquier poseedor legítimo.  A este tipo de título valor pertenece el
cheque al portador.

3.2.3.- Títulos valores nominativos:

Son aquellos que reconocen un derecho a favor de una persona determinada.


Para la transmisión de estos títulos valores, además de la entrega del documento, es
necesaria notificación al emitente (deudor) para la inscripción de la misma en su libro
registro de títulos.

A este tipo de título valor pertenece el pagaré y el cheque nominativo.

IV. Anotaciones en Cuenta.

La diferencia entre los títulos valores materializados y "desmaterializados"


radica en su forma de presentación, el valor materializado está representado en
soporte de papel o título, mientras el valor "desmaterializado" prescinde de dicho
soporte, y en su lugar está representado por una anotación en cuenta, cuyo registro
está a cargo de una ICLV, requiriéndose en este último caso para el ejercicio de los
derechos la emisión de un certificado por parte de la respectiva (ICLV).

Los valores representados por anotaciones en cuenta tienen la misma


naturaleza y efectos que los Títulos Valores materializados.
En cuanto a los valores mobiliarios estos pueden emitirse en títulos o mediante
anotaciones en cuenta.

V. Instituciones de Liquidación y Compensación de Valores (ICLV).

En cuanto a las ICLV, estas facilitan la liquidación de las operaciones,


además de prestar servicios a emisores e inversionistas a través de sus
participantes, y tienen por objeto exclusivo el registro, custodia, compensación,
liquidación y transferencia de valores.
Uno de los principales deberes de dichas Instituciones es el de guardar reserva
sobre los compradores o vendedores de los valores transigidos, según lo dispone el
art.45 de la Ley del Mercado de Valores a menos que se cuente con autorización
escrita de esas personas, medie solicitud de Conasev, o concurran las excepciones
a que se refiere el art.32 y el art. 47 de dicha ley.

En lo que se refiere a la información contenida en el registro prevalece


respecto de cualquier otra información como aquellas que figuren en la matrícula u
otro registro.

El valor por anotación en cuenta sólo adquiere representación cuando se


inscribe en el correspondiente registro contable de la institución de compensación y
liquidación de valores. En dicha cuenta se anotarán los aspectos concernientes a la
transferencia del título, la constitución de derechos de usufructo, de gravámenes y
de embargo.

La importancia que en el registro contable de la institución se mantengan


actualizadas las transferencias de los títulos, reside en que quien aparezca inscrito
en dicho registro se le considera como titular legítimo y puede exigir al emisor el
cumplimiento de las prestaciones que deriven del valor.
VI.- Legislación.

Los valores representados por anotaciones en cuenta, actualmente se


encuentran normados en el Decreto Legislativo No.861, Ley del Mercado de Valores,
(fueron regulados por primera vez en la anterior Ley del Mercado de Valores,
Decreto Legislativo No.755), en la Ley No.26887, Ley General de Sociedades y en la
Ley N° 27287, Ley de Títulos Valores.

En lo que respecta a la ICLV el Decreto Legislativo No.861, sus artículos 233


a 237 se ocupan de ellas.

VII. Requisitos de los Valores en Cuenta.

Para que existan los valores en cuenta se requiere:

 La decisión voluntaria del emisor;


 Ser una condición de la emisión;
 La inclusión de la totalidad de los valores integrantes de la misma emisión,
clase o serie; y,
 Registrar los valores ante una ICLV.

Los aspectos referentes a su emisión, transmisión y registro, así como sus


transformación a valores en títulos y viceversa se rigen por la ley de la materia, este
caso la Ley del Mercado de Valores, y por la Ley de Títulos Valores en todo lo que
no resulte incompatible con su naturaleza.

Corresponde al emisor decidir la forma de representación de los títulos


valores, constituyendo una condición de la emisión susceptible de modificación, para
tal efecto, se requiere que se adopte el acuerdo respectivo, según lo dispuesto en su
estatuto, pacto social, contrato de emisión, u otro documento legal.

Por otra parte, el art.218 de la Ley del Mercado de Valores permite que la
transformación de títulos a anotaciones en cuenta también pueda efectuarse a
solicitud de sus titulares cuando su representación mediante anotación en cuenta
sea requisito para su negociación en rueda de bolsa. Esta transformación afecta sólo
a los solicitantes, pudiendo a su vez ser revertido, correspondiéndole a éste los
costos.

La Ley de Títulos Valores faculta a que se modifique la forma de


representación. de un título a anotación en cuenta o viceversa, (art.255.3), para tal
efecto deberán cumplirse los requisitos que señala la Ley del Mercado de Valores en
su art.209, tal como el acuerdo del emisor, contrato de emisión u otro instrumento
legal equivalente, o en su defecto de conformidad con el art.313 de la Ley General
de Sociedades y la modificación del contrato de emisión.

VIII. Acción Cambiaria.

En opinión de Baccario Castañeira, citado por la acción cambiaria “… es el


poder jurídico que se tiene, para acudir al órgano jurisdiccional, a los efectos de
obtener el cumplimiento de la obligación asumida en un título cambiario”. Dicho autor
precisa que“… la acción es cambiaria cuando se trata de una de las que puede
ejercitar el portador de un título cambiario, contra los obligados al pago, sobre la
base y en razón de dicho título”. (Castañeira, 1980, pág. 166)

Como podemos apreciar en el párrafo anterior, la acción cambiaria es la


facultad que tiene el tenedor para exigir al deudor el pago de la obligación contenida
en un título valor a través de la vía judicial, esto quiere decir que el acreedor del
título podrá pedir tutela jurisdiccional (intervención del estado) para ser exigible el
monto consignado en el título cambiario.

En ese mismo sentido, se debe señalar que la acción cambiaria tiene dos
connotaciones: una sustancial y la otra procesal. La primera está vinculada a la
pretensión cambiaria, esto quiere decir el derecho sustancial del tenedor de obtener
el pago; mientras que la segunda responde a la intervención del estado, quien
tutelará la pretensión jurídica material interpuesta por el tenedor.

En ese mismo orden de ideas, mientras el tenedor mantenga la relación


cambiaria, podrá exigir la obligación cartular en el Proceso Único de Ejecución, de lo
contrario, tendrá que acudir a otra vía judicial.
En el Perú esta figura es recogida en la Nueva Ley General de Títulos Valores
en los artículos 90, 91, 92,93 y 94.

8.1. Tipos de Acciones Cambiarias.

Según la doctrina existen tres tipos de acciones cambiarias: la acción directa,


la acción de regreso y la acción de ulterior regreso.

8.1.1. Acción Cambiaria Directa.

Según Legón “la acción cambiaria directa es la que se ejercita contra el


aceptante y sus avalistas”. (Legon, 1981, pág. 201).

En ese mismo sentido, se debe señalar que esta acción la ejerce el tenedor
del título valor hacia el aceptante (o librador) y sus avalistas. La acción cambiaria
directa es aquella que reviste de legitimidad el reclamo del acreedor hacia su deudor
y avalista.

Maisch Von Humboldt afirma que “la acción cambiaria directa es la facultad
concedida al tenedor legítimo de la cambial (acreedor cambiario) para interponer un
proceso ejecutivo en contra del aceptante (deudor cambiario y/o su avalista) para
conseguir la prestación debida, realizando los bienes del deudor” (Humboldt, 1968,
pág. 166).

La acción cambiaria directa responde a la relación directa entre acreedor,


deudor y/o avalista, ya que la relación cambiaria nació con estos tres intervinientes,
y es por esta razón del nombre.

En ese orden de ideas, la acción cambial directa es aquella pretensión del


acreedor cambiario de hacer exigible el cobro del monto consignado en el título a su
deudor principal o avalista, quienes responderán de manera solidaria, esto quiere
decir que el tenedor podrá exigir el pago a cualquiera de ellos, de manera indistinta.

Sobre el particular, Supino y De Semo apuntan que:

“Si la acción directa se ejercita por el portador (último endosatario), contra el


aceptante o su avalista o contra ambos, comprende: 1° el monto de la letra no
pagada, con los intereses, en caso de haberse indicado; 2° los intereses a partir del
vencimiento, según la tasa indicada en el titulo […], o a falta de ella, según la tasa
legal; 3° los gastos del protesto, avisos dados, etc. Estas son todas consecuencias
de la falta de pago por parte del aceptante, y es justo ponerlas a su cargo […].

En cambio si la acción directa se ejercita por un obligado en regreso (aunque


sea el librador), que pagó la letra, tendrá por objeto: 1° la suma íntegra
desembolsada; 2° los intereses sobre esa suma de acuerdo a la tasa indicada en el
título […] o a falta de ella, según la tasa legal al día del desembolso de la suma
cambiaria por parte del obligado en regreso; 3° los gastos efectuados…” (Supino &
De Semo, 1950, págs. 560-561).

Al respecto, se debe señalar que hay dos formas de ejercitar la acción directa:
por el portador y el obligado de regreso. La primera es realizada por el ultimo
endosatario contra el aceptante y/o avalista, lo que podrá reclamar es el monto de la
letra no pagada con los intereses respectivos; los intereses a partir del vencimiento,
según la tasa indicada en el título, en caso no se haya estipulado, se aplicará el
interés legal, entre otros.

8.1.2. Acción de Regreso.

Según Zegarra Guzmán “se denomina acción cambiaria de regreso la que


concede contra los responsables subsidiarios del pago de la cambial, girador,
endosante, así como los avalistas de estos y aquellos”. (Guzmán, 1992, pág. 20)

Del párrafo anterior se desprende que la acción de regreso va dirigida contra


los responsables subsidiarios, esto quiere decir, a todos los intervinientes del título
valor, con excepción del acreedor y/o deudor principal, ya que se configura la
responsabilidad solidaria.

[…] “El regreso no consiste sino en el uso que hace el tenedor de la letra de la
garantía que asumen el librador, el avalista y los endosantes en virtud de sus
respectivas promesas indirectas de pago; y su nombre proviene sencillamente de
que, al dirigirse el tenedor de la letra contra el librador, los endosantes, o los
avalistas, procede en sentido inverso al curso normal de aquella, volviendo o
regresando sobre personas que le preceden en la tenencia y firma del documento…”
(Uría, 1990, pág. 862)
En ese mismo sentido, se puede afirmar que esta acción es ejercida por el
tenedor del título cambiario contra el librador, el avalista y los endosantes, ya que, al
firmar el documento, los intervinientes realizaron promesas indirectas de pago, por lo
cual, deberán reembolsar al tenedor por el pago de la obligación. Esta vía se aplica
en sentido inverso, esto quiere decir, que se regresa sobre las personas que
anteriormente tenían y firmaron el título valor, con excepción del acreedor y/o deudor
principal.

8.1.3. Acción de Ulterior Regreso.

Según Bonfanti y Garrone “la acción de ulterior regreso (o de reembolso) es


una mera forma o modalidad de la más genérica acción de regreso. Se reserva esa
designación para el obligado de regreso que pagó y acciona a su vez contra los
obligados que le preceden en la cadena cambiaria”. (Bonfanti & Garrone, 1981, pág.
486)

La presente acción también es denominada reembolso, ya que quien paga la


obligación podrá ejercitar repetición contra los obligados que lo preceden en el nexo
cambiario, los cuales no quedan liberados. También debemos señalar que la acción
de ulterior regreso es dependiente y se da en consecuencia de la acción de regreso,
esto quiere decir que para que exista la presente acción, se configurará primero el
derecho de regreso. Además, que se podrá repetir con cualquiera de los
intervinientes del título valor, incluso el deudor y/o acreedor principal, siempre y
cuando se encuentren en la cadena cambiaria.

8.1.4. Requisitos para Ejercer las Acciones Cambiarias.

En el artículo 91 de la nueva Ley General de Títulos Valores, menciona cuales


son los requisitos para ejercer las acciones cambiarias, las cuales son:

 Que los títulos valores hayan sido protestados


 Si se trata de títulos valores no sujetos a protesto, pero si a una
formalidad sustitutoria de este, haber obtenido constancia de la falta de
cumplimiento de la obligación.
 Tratándose de títulos valores no sujetos a protesto, cuyo plazo está
vencido o resulta exigible la obligación según texto del documento, o
de la constancia de inscripción y titularidad que expida la Institución de
Compensación y Liquidación de Valores, tratándose de valores
anotados en cuenta.

Al respecto, analizaremos la primera premisa, que los títulos hayan sido


protestados, el cual responde a un acto jurídico mediante el cual se hace constar
fehacientemente que el deudor se niega a cumplir con el pago de la obligación del
título valor. El protesto es un medio de prueba para el tenedor, ya que al encontrarse
insatisfecho con el accionar del deudor, irá por la vía ejecutiva para exigir el
cumplimiento, esta figura reviste al título cambiario de mérito ejecutivo.

En otro orden de ideas, el segundo supuesto establece que los títulos valores
no sujetos a protesto, deberán tener otra formalidad con la finalidad de acreditar el
incumplimiento de la obligación, el cual será una constancia, y así poseer el mérito
ejecutivo.

Por otro lado, la tercera premisa responde a los títulos valores no sujetos a
protesto, ni a formalidad sustitutoria, en este supuesto el acreedor deberá comunicar
a la Cámara de Comercio Provincial para la inscripción en el registro de protestos,
con la finalidad de ejercitar las acciones cambiarias derivadas del título cartular.

Al momento de ir a la vía judicial el legítimo tenedor deberá acompañar a la


demanda la constancia de haber informado a la Cámara de Comercio, de lo
contrario, será declarado improcedente, al no tener mérito ejecutivo.

Cabe recordar que mientras el título valor tenga la acción cambiaria, el


tenedor podrá exigir el cumplimiento por el Proceso Único de Ejecución, ya que se
evalua el mérito ejecutivo.

8.2. Prescripción de las Acciones Cambiarias.

Según la Nueva Ley General de Títulos Valores las acciones prescriben


cuando:

Artículo 96
“96.1 Las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores, prescriben:

a) A los tres años, a partir de la fecha de su respectivo vencimiento, la acción


directa contra el obligado principal y/o sus garantes;

b) Al año, a partir de la fecha de su vencimiento, la acción de regreso contra


los obligados solidarios y/o garantes de éstos;

c) A los seis meses, a partir de la fecha de pago en vía de regreso, la acción


de ulterior regreso contra los obligados y/o garantes de éstos, anteriores a quien lo
ejercita. Dentro de este mismo plazo debe ejercitarse la acción de repetición que
corresponda al garante del obligado principal contra éste.

96.2 En el caso de los Cheques, los plazos de prescripción señalados en los


incisos a) y b) se computan a partir del último día del plazo de presentación a cobro
señalado en esta Ley; y, en el caso de los demás títulos valores con vencimiento a
la vista, el cómputo se hará a partir del día de su presentación a cobro o, de no
haberse dejado constancia de ello, a partir del día de su respectivo protesto o de la
formalidad sustitutoria; y, de no estar sujeto a ello a partir del último día para su
presentación al pago conforme a ley o del señalado para ello en el mismo título.

96.3 Sin perjuicio de lo señalado en el segundo párrafo del Artículo 95, los
plazos de prescripción establecidos en el presente artículo son perentorios y no
admiten interrupción, ni suspensión. El reconocimiento judicial del título valor
vencido no interrumpe los plazos de prescripción señalados en el presente artículo
para el ejercicio de las acciones cambiarias derivadas de él.”

Al respecto es necesario señalar qué plazo le corresponde a cada tipo de


acción cambiaria, la acción cambiaria directa es 3 años, la acción de regreso es 1
año y la acción de ulterior regreso es de 6 meses.

En ese mismo sentido, la prescripción hace referencia a la pérdida de las


acciones cambiarias que emergen de cualquier título valor, ya sea una letra de
cambio, un pagare, un cheque, entre otros.

Cabe mencionar que la prescripción cambiaria es vista como la facultad que


tiene el deudor para oponer al acreedor, por su tardía acción en el tiempo, este
siempre operará como excepción. Esta figura causa la extinción general de las
obligaciones cambiarias, y como algo que extingue todos los derechos inherentes a
la letra, en rigor no tiene por sí sola o sin más ese efecto extintivo.

Aquí se aplicará la diligencia del tenedor, pues de lo contrario, el deudor


aplicará la excepción de prescripción por la vía judicial, en otras palabras, se pierde
la cambial y el mérito ejecutivo.

8.3. Acciones Extracambiarias.

Según Jaureguiberry “se denomina acciones extracambiarias las que no


obstante derivar de la letra de cambio, no tiene la eficacia ni la naturaleza ejecutiva
de las acciones cambiarias, contrariando así el principio general de que toda acción
participa de la naturaleza del derecho que se invoca. Esto sucede con la acción
causal […] y la acción de enriquecimiento…”

Al respecto se debe señalar que las acciones cambiarias responden a una


naturaleza distinta a la cambial, ya que no se originan de un documento cartular,
sino de la obligación primitiva, en otras palabras, el origen que motivó la emisión del
título valor, estos pueden ser: contrato de compra venta, obligación de dar suma de
dinero, una garantía, entre otros.

Las acciones extra cambiarias según la doctrina son: la acción causal y la


acción de enriquecimiento sin causa.

8.3.1. Acción Causal.

José Benito sostiene que “… la causa es también aquel motivo fundamental


que origina la existencia del negocio cambiario”. (Ferreyra, 1960, pág. 77)

Del párrafo anterior se desprende que la acción causal se configura con la


existencia del negocio jurídico, esto es la determinación de una relación jurídica
relevante. Es una acción extracambiaria, ya que, no se vislumbra la relación
cambiaria, sino la relación jurídica fundamental que motiva la emisión del título.

Para Quintana Ferreyra “… la causa es la relación jurídica fundamental


originaria subyacente que determina a las partes al libramiento o transmisión de un
título de crédito” (QUINTANA FERREYRA; citado por ESCUTI, 1988:379).
Como se puede apreciar, la acción causal es la causa originaria que
determinó la transmisión del título cambiario, en otras palabras, es el contrato
celebrado entre las partes, lo cual dio lugar a la emisión del documento.

8.3.2. Acción de Enriquecimiento sin Causa

“La pérdida de las acciones descritas [acciones cambiarias y acción causal]


por el incumplimiento de meros requisitos formales causaría un perjuicio excesivo al
tenedor, quien no podría exigir judicialmente el reembolso, enriquecería
injustificadamente al sujeto cambiario que hubiera recibido y retenido el valor de la
letra y empobrecería al acreedor. Estos efectos se producirían inexorablemente si el
legislador no concediera al tenedor negligente que dejó perjudicar la letra un último
recurso procesal para obtener el valor económico que esta incorpora. Pero este
recurso existe. El tenedor de una letra perjudicada puede resarcirse de su valor
ejercitando la denominada acción de enriquecimiento contra el obligado que
aparezca en descubierto de su reembolso, en tanto que la letra no esté prescrita…”
(Pont, 1983, pág. 620)

Del texto anteriormente citado, se puede observar que esta acción es el último
recurso procesal que puede interponer aquel acreedor que ha perdido la acción
cambiaria y la acción causal del título cambiario, ya que el derecho no puede
amparar el enriquecimiento indebido, siempre y cuando el documento no haya
prescrito.

La presente acción es una medida de protección para el acreedor de un título


valor, ya que tendrá otra oportunidad de pedir tutela efectiva por la vía judicial,
aduciendo la figura del enriquecimiento sin causa.

Un ejemplo podría darse en el caso que por responsabilidad del acreedor se


perjudicara el título valor, lo cual implicaría la perdida de la relación cambiaria, esto
quiere decir que se perdería el mérito ejecutivo.

IX. Ventajas.

Entre la ventajas de los títulos valores representados por anotaciones en


cuenta se puede mencionar:
a).- Evita trasladar físicamente en cada operación los títulos aspecto que reviste
particular
importancia cuando se trata de emisiones masivas.
b).- Permite determinar a los titulares de los valores y la cantidad que cada uno de
ellos
posee.
c).- La rapidez en el tratamiento de la información.
d).- Elimina los riesgos de destrucción, robo o extravío de los títulos.
e).- Evita las falsificaciones
f).- Agiliza la transferencia de los valores.
g).- El reparto de los beneficios se efectúa a través de la ICLV.

X. Consecuencias.

Las consecuencias que se derivan de los valores mobiliarios anotados en


cuenta, tienen una relación directa con los efectos de su transmisión, excepciones,
legitimación, constitución de gravámenes, pago, y mérito ejecutivo, todo lo que se
resume seguidamente.

La transmisión de los valores representados mediante anotaciones en cuenta


opera por transferencia contable, basta en consecuencia la inscripción en el registro
contable que lleva la ICLV del titular, en mérito del documento donde conste la
transferencias con la firma del cedente.

La inscripción produce los mismos efectos que la tradición de los títulos y es


oponible a terceros desde el momento en que se efectúa. (art.213 de la LMV);
Tratándose de un adquiriente de buena fe de valores representados por anotaciones
en cuenta el emisor sólo puede oponer las excepciones que se desprenden de la
inscripción en relación con la escritura o instrumento legal que haga sus veces y las
que hubiese podido invocar de haber estado los valores representados por medio de
títulos. (art.214 de la LMV);

Se reputa legítimo titular y puede exigir al emisor el cumplimiento de las


prestaciones que derivan del valor, quien aparezca con derecho inscrito en los
asientos del registro contable de la ICLV. En este sentido, el emisor que, de buena
fe y sin culpa, realice la prestación en favor de quien figure con derecho en el
registro contable, queda liberado de su obligación, aún en el caso de que el receptor
no sea el titular del valor (art. 215 de la LMV);

En cuanto a la titularidad para la transmisión y el ejercicio de los derechos


derivados de los valores representados por anotaciones en cuenta o de los derechos
limitados o gravámenes constituidos sobre ellos, pueden ser acreditados con
certificados otorgados para el efecto por la correspondiente ICLV. (art. 216 de la
LMV).

Para efectos de la constitución del derecho de usufructo, de gravámenes y de


embargo sobre estos valores deben inscribirse en el correspondiente registro
contable. En cuanto a la inscripción de la prenda equivale al desplazamiento
posesorio del título (art. 217 de la LMV). De acuerdo a lo señalado por el artículo
255.8 de la ley de Títulos Valores, las medidas cautelares, embargo y demás
mandatos de autoridad competente surte efecto desde su inscripción en el registro
correspondiente.

En lo que respecta al pago de los valores representados por anotación en


cuenta, se verificará a través de la respectiva ICLV o en la forma señalada en el
registro. Se reputa titular legítimo pudiendo exigir al emisor el cumplimiento de las
prestaciones que se derivan del valor a quien aparezca con derecho inscrito en los
asientos del registro contable de la institución de compensación y liquidación de
valores.

En lo que concierne al mérito ejecutivo de los valores mobiliarios


representados por anotaciones en cuenta, tendrán dicho mérito los certificados de
titularidad emitidos por la correspondiente ICLV. Además no se requiere de su
protesto para el ejercicio de las acciones derivadas de ellos.

XI. Caso Práctico.


El endoso es una declaración, pura y simple, puesta en el título-valor por la
cual su tenedor (a estos efectos llamado endosante) legitima a otra persona
(denominada endosatario) en el ejercicio de los derechos incorporados al título. Es la
forma normal y tradicional de transmisión de la letra de cambio y de todos los títulos
"a la orden", que permite al titular movilizar el crédito reflejado en el documento.
Existiendo varias modalidades.
El portador al respaldo. Esa firma es lo que se entiende por endoso y el que
estampa se denomina endosante o endosador. Es una cláusula accesoria e
inseparable del título de crédito, en virtud de la cual el acreedor cambiario pone a
otro en su lugar, transfiriéndole el título con efectos.

La principal función del endoso es su función legitimadora: el endosatario se


legítima por medio de una cadena ininterrumpida de endosos.

Son elementos personales del endoso, el endosante y el endosatario; siendo


el primero el que transmite (título) y el segundo, la persona a quien el título se
transfiere.

En palabras simples, el endoso es una manera de transmitir el cheque a otra


persona, y se hace por medio de una firma puesta en la parte de atrás del cheque.
La persona que recibe el cheque endosado, puede cobrarlo o volver a endosarlo
para transmitirlo.

Categorización del endoso.

Por su contenido literal, el endoso puede ser completo o incompleto. Cuando


se hayan llenado todos los requisitos mencionados en el apartado anterior será
completo, e incompleto cuando falten alguno o todos los requisitos no esenciales. El
endoso incompleto es un endoso en blanco: el tenedor puede llenar los requisitos
que falten o transmitir el título sin llenar el endoso. Si el endoso se hace al portador
surtirá los efectos del endoso en blanco. El sujeto que reciba la letra por un endoso
en blanco tiene derechos que enumera el art.17 de la Ley Cambiaria y del Cheque:

1. Puede poner su nombre o el de un tercero.

2. Puede realizar otro endoso en blanco.

3. Puede realizar un endoso pleno.

4. Puede entregar la letra a otra persona tal y como la recibió, en este caso la
ley presume que recibió la letra del firmante en blanco.

A partir de la clasificación según su contenido literal: Completo o Incompleto,


se puede clasificar al endoso según sus efectos:
 Endoso al portador: Es aquel que se emite con la cláusula al portador,
produce los efectos de un endoso en blanco. Por lo tanto: Aquel que se
presente a cobrar un título endosado en blanco, debe llenarlo e identificarse
para cobrarlo, mientras que si el endoso es al portador este se legitima con la
simple exhibición del documento.

 Endoso en propiedad: El endoso en propiedad complementado con la


tradición, transmite el título en forma absoluta; el tenedor endosatario
adquiere la propiedad del documento, y al adquirir tal propiedad adquiere
también la titularidad de todos los derechos inherentes al documento.

 Endoso en procuración o cobranza: El endoso que contenga las cláusulas ‘en


procuración’, ‘al cobro’ o equivalente, no transfiere la propiedad; pero da la
facultad al endosatario para presentar el documento a la aceptación, para
cobrarlo judicial o extrajudicialmente, para endosarlo en procuración.

 Endoso en garantía: El endoso con las cláusulas en garantía o en prenda, da


al endosatario todos los derechos y obligaciones de un acreedor prendario.
Es una forma de establecer un derecho real, sobre una cosa mercantil, o sea,
el título de crédito.
XII. Conclusiones.

1. La desmaterialización de los títulos valor en Perú es viable, debido a que el


principio de equivalencia funcional permite la desmaterialización de los títulos valor,
pues equipara los requisitos que deben contener los títulos en papel a los que
contienen en un mensaje de datos de forma electrónica con la utilización de la firma
electrónica. Los instrumentos internacionales y la legislación en Perú referida al
Comercio Electrónico y Firmas Digitales; especialmente la normativa establecida en
la Ley Reconocimiento de las Comunicaciones y Firmas Electrónicas y su
Reglamento, proporcionan a los títulos contenidos en un mensaje de datos de forma
electrónica el mismo tratamiento de los documentos consignados en papel, es decir,
debe dársele la misma eficacia jurídica, por cuanto el mensaje de datos comporta los
mismos criterios de un documento.

2. En Perú actualmente, el derecho respecto a títulos desmaterializados se


representan mediante anotaciones en cuenta y se regulan por la Ley del Mercado de
Valores y Mercancías, se constituyen desde la inscripción en el registro contable y la
transmisión de dichos valores tiene lugar mediante transferencia contable, de forma
tal que no se entiende efectuada la transmisión hasta que se produce la anotación
en la cuenta del adquirente; lo cual facilita la revisión y posterior auditoría para los
fines contables, impositivos y reglamentarios.

3. La legitimación surge por medio de la inscripción en favor de una persona,


pudiendo exigir, quien figure en las anotaciones contables de la sociedad emisora, la
realización de las prestaciones derivadas del valor; por lo que conforme la
legislación actual deben expedirse los certificados de titularidad, por parte de las
entidades encargadas de los registros contables. Lo anterior con el objeto de validar
las operaciones efectuadas por medios tecnológicos y constituir una prueba de la
existencia y naturaleza de la voluntad de las partes.

4. Los títulos valores son documentos de carácter patrimonial, destinados a la


circulación, además que cumpla con los requisitos formales y esenciales que
establece la Nueva Ley general de Títulos Valores.

5. Las tecnologías han logrado crear nuevos títulos valores, los cuales son:
bonos y acciones. Estas figuras han sido incorporadas en la Nueva Ley General de
Títulos Valores, la cual establece que el documento cambiario podrá ser en soporte
electrónico, a este proceso se le llama desmaterialización.

6. Las acciones cambiarias revisten al tenedor de exigir el cumplimiento


consignado en el titulo valor, esta figura ayuda al acreedor legítimo a ir por el
Proceso Único de Ejecución, el cual considero es el más eficaz y rápido, para hacer
efectivo la petición del solicitante.

7. Las acciones extracambiarias facilitan al tenedor legítimo de reclamar tutela


jurisdiccional efectiva, pero no en el Proceso Único de Ejecución, ya que se ha
perdido el mérito ejecutivo, sino se realizará mediante la obligación primitiva.

8. Se puede concluir que el tenedor nunca perderá la facultad de reclamar la


obligación primitiva, sino que dependerá a qué vía le corresponde ir, ya que nuestra
legislación favorece al acreedor legítimo de cualquier abuso de derecho.
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