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INTRODUCCIÓN:
Se advierte sin lugar a dudas que solo en caso de conflicto entre los Convenios
Centroamericanos de Integración y el Derecho interno de Cada Estado,
prevalecerán los primeros y en todo caso debe existir armonía entre los
cuerpos normativos. Al respecto debe quedar claro que dentro de un orden
jerárquico las disposiciones de los Convenios Centroamericanos de
Integración, incluyendo los reglamentos técnicos centroamericanos no son
superiores a la Constitución Política de la República de Guatemala, pues uno
de los principios fundamentales que informa al Derecho Guatemalteco, es el de
la supremacía constitucional, que implica que en la cúspide del ordenamiento
jurídico está la Constitución y ésta, como ley suprema, es vinculante para
gobernantes y gobernados a efecto de lograr la consolidación del Estado
Constitucional de Derecho. La superlegalidad constitucional se reconoce con
absoluta precisión, entre tres artículos de la Constitución Política de la
República de Guatemala, artículos 44, 175 y 204.
Para los anteriores supuestos la misma norma señala que no implicara una
declaración cuantitativa del ingrediente siempre que el ingrediente como
referencia no implique para el consumidor un riego de confusión o engaño o
cuando es probable de que no se cree una impresión errónea en el consumidor
respecto de la naturaleza del producto.
Por otra parte el mismo texto del citado artículo 7.1.1., establece que no será
obligatorio declarar el porcentaje numérico del ingrediente cuando estos sean
utilizados como saborizantes o aromatizantes, ejemplo SABOR CARDAMOMO
OLOR A MENTA, etc.
“La etiqueta del alimento es una de las herramientas más valiosas que tienen
los consumidores”, explica Barbara Schneeman, Ph.D., directora de la Oficina
de Nutrición, Etiquetas y Suplementos Alimenticios de la Administración de
Medicamentos y Alimentos (FDA, Food and Drug Administration). “La etiqueta
del alimento le da a los consumidores el poder de comparar alimentos rápida y
fácilmente, de manera que pueden juzgar por ellos mismos cuáles productos se
adaptan mejor a sus necesidades alimenticias”.
Por ejemplo, alguien con presión arterial alta que debe cuidar el consumo de
sal (sodio) se puede ver enfrentado a cinco tipos diferentes de sopa de tomate
en el estante, explica Schneeman. Puede comparar rápida y fácilmente el
contenido de sodio de cada producto buscando en la parte de la etiqueta que
indica la información nutricional (etiqueta de información nutricional, o "Nutrition
Facts Label" en ingles) para elegir la que tenga menos contenido de sodio.
CONCLUSIONES: