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28 KEYNESREGRESA, PERO ,CUAL KEYNES? KEYKESREGRESA.PERO ,CU ÁL KEYNES?

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lo ue >0drian hacerlo, si estuvieran sujetos a la incervcn- la sociedad , Keynes se sa.lia del campo de comperen cia del
ción gubernameneal y cómo esta última genera menee em- economista para incursionar en el ámbiro dd filósofo. Y no
peora la situación. Esta corrience de economistas considera era la primera vez, pues uno de los temas recurremes a lo
el capitalismo como inherentemenee estable , lo g~ con - largo de su obra (desde La; co,,secuencimeconómicasdt la
trasta tadicalmcnee con la visión de Keynes, uien conside- paz) habí a sido una crítica moral al capitalismo. ~
ra a que era potenci ente incsta e y requería e una la economía con un a perspecriva de filósofo moral.
administración cuidadosa. Adem ál;. csros nuevos economis- Debido a que gran parce de la macroeconomía moderna
tas, en su atan por defender su postura en contra de las teo- rescata conceptos y teodas propuestas por Keynes -aun-
rfas y políticas que cues1ionaban, atacaron los estereotipos que combi nados con supuescos y marcos de referencia teó-
de Kcyncs, quien acabó por personificar las versiones me- ricos distintos a los suyos- , resulta nan,ral qu e los econo-
nos sutiles de la economía keyncsiana , que tienen su origen mistas contemporáneos lleguen a la conclus.ión de que , para
en la década de 1960. Para algunos , Keynes fue el econo- crear modelos econó micos, Keynes hacía lo mismo que ha-
mista que socavó la idea de que el Estado debfa equilibrar cen ellos. Para colmo , Keynes tenía una formación matem:l-
su presupuesto; para otros, el responsable de haber cimen - cica, y con frecuencia utilizó el lenguaje de esca ciencia y los
tado los modelos excesivarnenee elaborados de predicción símbolos del formalismo matemático para expresarse, cir-
con ha.sesconceptuales viciadas. cunstancia que lo hace parecer y sonar igual que un econo-
mista moderno. Sin embargo, aunque Kcynes sea d responsa-
ble de haber desarrollado y propagado algunos conceptos
fa l<.EvNtsFILÓSOFO MORAL sobre los que se basa la economía contemporánea , pensaba
que las teorías económi cas serían utilizada s de maner-.i.smuy
Como si no bastara con codo lo anterior , hay un Keynes distintas a las formas en que los economisias han venido uti-
adicional que debemos tomar en consideración. En 1936, lizando escos modelos a parcir de enronces. Para comprender
inducidas por la fama del autor y gracias al bajo precio de lo anterior , es necesario conocer sus vínculos con la filosofía.
venta del libro, mucha., personas sin formación eo el campo Al principio de su carrera, Keynes participó accivamenee
de la economía leyeron la Teoríagm tral. Para muchas de en el mundo de la filosofia de Cambrid e; d mundo de G. E.
ellas, la teor(a económica no era más que matemática abs- I oore, Bercrand Russell , es ués, Ludwi Wicc enstein v
trusa que las dejó perplejas. Lo que sí podían entender , fran Ramse1, La disertación ue reseneó en 1 08 ara
aparre de que Kcyncs atacaba una orrodoxia llamada "eco- obtener su ti ari ad como profesor en King's College,
nom ía clásica" , no er-.i.nsus recomendaciones sobre política Cambrid e, abordaba la fitosoha de la robabd ,dad , más
fiscal, presenees en el texto, sino su capítulo concluyenee a e anee, se rransfom16 en una importante obra osófica:
sobre la filosofía social hacia la que sus ideas podrían con - A Treatis e on l'robability (1921). Gran parte de su trabajo se
ducir. Al plantear una vi.sión sobre cómo debía organizarse inspira en su participación como miembro de los Apósro-
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les, una sociedad secreta en Cambridge que se reunía los evaluar algunos problemas económicos, como la prolo nga-
sábados por la noche durante el periodo de clases, a la que d.a falca de empleo.
se incorporó Keynes cuando era esrudianre universirario. O tros "apóstoles" de la gtneración de Keyncs companie-
Los filósofos más prominentes de Cambridge que pertene- ron los mismos valores e inquietudes que él. Para compren-
cían a la generación anterior a Kevncs cambién eran miem- der mejor la manera en que el economista sopesaba, por
bros, y el más joven de ellos, e;. E. Moore, era profesor de la ejemplo, los coseos sociales y polfricos del desempleo, se po-
Universidad cuan<lo Ke es se incorporó al ru o. Moore dría recurrir a la manera en que otros "apóstoles" de su ge-
asistfa regularmente a las sesiones e os sá adosen las que neración trataron el rema. Podríamos analizar la novela de
los esiudiames discutían sus re~peccivos ensayos, y su in- E. M. Forster, HowardsEnd, para capear la degradación hu-
fluencia marcó la vida de Keynes. mana que, desde el punto ele visea de Keyncs, generaba la
La obra filosófica de K ·nes ciene un fuerte sustento e &leade empleo. Del mismo modo, podrlamos ver la obra dd
las pre tas que Moore plantea a en sus propios trabajos filósofo poütico Lconard Woolf para entender el potencial
so re cómo tomar ecisiones neas cuando uno no sabe a de la inesrabilidad política que, según Keynes, el desempleo
dcncia cierta cuáles serán Ios rc.rufraaos ctc sus "prop~- podrfa ocasionar. Sin esta perspectiva más amplia sobre su
~n~Por lo canco, a Keynes le importaba canco la ética obra, ca.mbién nosotros podríamos perder fácilmente de vis-
como la naturaleza del conocimiento probable e incierto. ta qué era lo que él consideraba importante sobre sus diagnós-
Por un lado, escatarea daba a Keynes una base profunda en ticos del capicalismo y, por ende, fracasar en nuestro intento
el campo de la éLicaY,por el otro, lo obligaba a rccha1.arla por entender cabalmente a la persona en su carácter de teórico
filosofía uriliraria que 1Ubyaceen gran parre de la economía de:Ja eCO!}ODlÍa.
conremporánea.
Se traca, pue~. de orra fucncc de confusión y malos en- Et. l<EYNE.S HISTÓRJCO
cendidos re,peao a la naruralaa del trabajo teórico de Kcy-
nes. Lm elegante> modelos desarrollados por teóricos de la Como sucede con cualquier figura histórica cuyas ideas ten-
economía en la >eguada mitad del siglo xx se basan en su- gan un valor po lítico actual, el Keynes del imaginario gene-
puestos comunes sobre el comportamiento bumano que ral cs. en gran medida, una caricatura. Lo mismo podría
excluyen d ripo de distinciones éticas fundamentales en la drcirsc sob re \a concepción popula r de sus ideas en marecia
visión que el propio Keyncs tenía sobre sí mismo. Si bien es de polít ica económica; es decir. lo que, de manera desacer-
cierto que los cconom isw; de la, últimas cinco décadas dd ada. se ha llamado keynesianismo. Durante su vid.a, Key-
siglo pasado tenían razón al considerar a Keynes un teórico nes fue frecuencemcnre retratado por caricaturistas políticos
de la economia, no podían reconocer fácilmente la flexibi- ¡ lo> que les encantaba capturar sus labios gruesos y ojos

lidad con /, que Keyncs utilizaba e~os modelos para fine~de grandes. De manera similar, el trabajo <leKcyncs en los c::un
cliagnóstico, m el enfoque éiico distinto que ulilizaba para pos de la teoría y la política económicas es fácil objeto de

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