Inoculación de biofiltros en sistemas

de recirculación de acuicultura
7 de diciembre de 2015Dr. Adrian A. Bischoff Laura Koch Marcus Thon Prof.Dr. Bela H.
Buck

La acumulación de compuestos tóxicos constituye un riesgo para la salud

animal

El sistema experimental utilizó múltiples

peceras con un tratamiento de agua efectivo y dispositivos de control del sistema.

Un sistema de recirculación de acuicultura (RAS) que funcione correctamente

consta de varios módulos, todos ellos esenciales para el cultivo de organismos
acuáticos en condiciones adecuadas. Estos sistemas combinan tratamientos
mecánicos, biológicos y químicos para garantizar una buena calidad del agua y
permitir su reutilización.

Las excreciones de pescado, que incluyen amoniaco disuelto y materia orgánica

particulada, pueden provocar la acumulación de compuestos tóxicos que ponen en
peligro el bienestar de los animales de cultivo. La aplicación de filtración mecánica
a través de filtros de tambor o de arena puede eliminar la mayor parte del material
particulado, mientras que la filtración biológica convierte los compuestos tóxicos
disueltos en materia menos dañina a través del metabolismo de las bacterias
nitrificantes que se mantienen dentro del biofiltro. Otros dispositivos de limpieza
incluyen skimmers de proteínas, irradiación ultravioleta y biofiltros anaeróbicos
para desnitrificación.
Configuración experimental
Dependiendo de las condiciones aplicadas dentro de un sistema, el inicio de una
comunidad bacteriana estable lleva mucho tiempo y puede tardar entre semanas y
meses. Los autores realizaron un estudio para probar la conveniencia y eficiencia
de los métodos para la inoculación de un biofiltro aeróbico cuando se ponen en
funcionamiento nuevos biofiltros. Se aplicaron tres métodos diferentes a tres
nuevos sistemas de acuicultura de recirculación idénticos.

Cada RAS constaba de tres peceras de 1,1 metros cúbicos, un filtro de cartucho, un
biofiltro aeróbico de lecho móvil para la nitrificación, un biofiltro anaeróbico de
lecho móvil para la desnitrificación, un skimmer de proteínas con la adición de
ozono, un sumidero y varios agua y bombas de aire. Cada sistema tenía un
volumen total de agua de 5,3 metros cúbicos y estaba conectado a un sistema de
refrigeración central a través de un intercambiador de calor de placas para
mantener constante la temperatura del agua.

Los biofiltros individuales tenían volúmenes de agua de 0,75 metros cúbicos,

volúmenes de medio filtrante de 0,54 metros cúbicos y áreas de superficie activa
de aproximadamente 315 metros cuadrados.

Filtro de inoculación
En el primer sistema (S1), el 10 por ciento del nuevo medio filtrante fue
reemplazado por medio de otro RAS que ya estaba colonizado con bacterias
nitrificantes. El Sistema 2 (S2) se sembró con rodaballo, Scophthalmus maximus , a
baja densidad. El último sistema (S3) se inoculó con una solución comercial de
bacterias de acuerdo con las recomendaciones del productor. A cada sistema se
le suministró la misma cantidad de nutrientes para alimentar los biofiltros
aeróbicos durante un período de 13 semanas. A S1 y S3 se les suministró cloruro
de amonio disuelto en base a las excreciones de pescado en S2.
El sistema experimental utilizó
múltiples peceras con un tratamiento de agua efectivo y dispositivos de control del sistema.

Resultados
Las condiciones abióticas durante el experimento fueron estables y en el rango
recomendado para el cultivo de peces de agua fría como el rodaballo. Las
temperaturas oscilaron entre 14,5 y 16,0 ° C, los niveles de pH disminuyeron
ligeramente de 8,1 a 7,5 y la saturación de oxígeno se mantuvo estable justo por
encima del 100 por ciento.

La Figura 1 muestra las concentraciones de nutrientes para los sistemas

individuales. S1 mostró altas concentraciones de amoníaco-nitrógeno (amoníaco-
N) de aproximadamente 20 mg / L y concentraciones crecientes de nitrato-
nitrógeno (nitrato-N) cerca de 12 mg / L al final del experimento.

Sembrado con peces a baja densidad, S2 mostró concentraciones muy bajas de

amoníaco-N cercanas a 0.05 mg / L y altas concentraciones de nitrato-N de
alrededor de 35 mg / L. El S3, inoculado con una solución bacteriana, también
mostró niveles altos de amoníaco-N de aproximadamente 19 mg / L y
concentraciones intermedias de nitrato-N cercanas a 15 mg / L. Las
concentraciones de nitrito-N para todos los sistemas alcanzaron su punto máximo
antes del final del experimento y se nivelaron en el rango de 0.2-0.4 mg / L.

Discusión
La temperatura aplicada para el inicio de los biofiltros fue la recomendada para el
cultivo de rodaballo. Sin embargo, para el inicio de un biofiltro aeróbico a
temperaturas tan bajas, se requiere más tiempo para alcanzar procesos de
nitrificación estables.

S1 logró la nitrificación casi inmediatamente después de la inoculación debido a

las bacterias nitrificantes previamente establecidas en el medio filtrante. Esto
provocó un pico de nitrito temprano y relativamente bajo tres semanas después de
la inoculación. Sin embargo, durante el transcurso del experimento, las
concentraciones de amoníaco-N aumentaron constantemente, alcanzaron su
punto máximo después de la semana 11 y disminuyeron a partir de entonces.

S2 reveló las curvas de datos clásicas para un biofiltro nitrificante inicial, con un
pico de amoníaco unas semanas después del inicio del sistema, seguido de un
pico de nitrito corto y finalmente una concentración de nitrato en aumento. La
inoculación de S2 se completó después de 10 semanas.

S3 mostró un lento aumento en las concentraciones de nitrito-N y nitrato-N, que

fueron considerablemente más bajas que las de los otros sistemas. Las bacterias
nitrificantes dentro de la solución probablemente habrían tenido que asentarse
antes de que su metabolismo pudiera convertir eficientemente el amoníaco-N en
nitrito-N y nitrato-N.

Probablemente, varios factores aumentaron el tiempo necesario para establecer

procesos de nitrificación aceptables y estables. Todos los biofiltros eran diseños
de lecho móvil. El movimiento constante del medio filtrante provocó abrasión, que
raspó las esteras de bacterias y, por lo tanto, prolongó la colonización bacteriana
exitosa. Además, los skimmers de proteínas condujeron a una reducción de las
bacterias libres que de otro modo se asentarían dentro del sistema. Esto fue
causado por la formación de espuma y la subsiguiente eliminación del sistema.

Perspectivas
La puesta en marcha de un nuevo sistema de filtración puede requerir un tiempo
considerable y debe organizarse con mucha antelación. Los autores recomiendan
que los nuevos biofiltros deben inocularse almacenando las especies de cultivo
previstas a baja densidad durante varias semanas, dependiendo especialmente de
la temperatura del agua. Reducir el suministro de aire al biofiltro reducirá la
abrasión y, por lo tanto, aumentará la tasa de sedimentación de las bacterias
nitrificantes. Un apagado del skimmer de proteínas durante la inoculación de los
biofiltros también podría ayudar a mantener alto el recuento de bacterias, pero un
apagado total puede causar otros problemas, como la coloración del agua. Por lo
tanto, una reducción de la capa de ozono también podría ayudar.

La combinación de los diferentes métodos puede acortar el tiempo necesario para

alcanzar condiciones estables. La adición de medios filtrantes usados a un
sistema almacenado con una biomasa baja puede conducir al inicio inmediato de
la nitrificación. Agregar una solución bacteriana a un sistema con una cantidad
limitada de peces puede introducir más bacterias nitrificantes deseadas en el
sistema y, por lo tanto, acelerar el tiempo de funcionamiento del sistema.

Autores

DR. ADRIAN A. BISCHOFF

Universidad de Acuicultura y Ganadería de Rostock

Justus-von-Liebig-Weg 6
18059 Rostock, Alemania
 adrian.bischoff-lang@uni-rostock.de

LAURA KOCH

Universidad de Ciencias Aplicadas de

Bremerhaven, Alemania

MARCUS THON

Garnelen Farm Grevesmühlen GmbH & Co.

Grevemühlen, Alemania

PROF. DR. BELA H. BUCK

Acuicultura marina, tecnologías marítimas e ICZM

Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina
Bremerhaven, Alemania