Dígame Cuál es el Problema

Las cosas aquí son un desastre. Hay confusión de pared a pared y nadie parece estar
a cargo del problema. Si no atendemos este desorden, es casi seguro que el cliente
cancele el contrato y nosotros ya pagamos la herramienta. También sabemos que este
cliente puede quitarnos no sólo este trabajo, sino todos los que estamos haciendo para
él.

Uno de cada cuatro troqueles para metal en hoja está produciendo partes defectuosas.
Tres de ellos trabajan bien, pero ese cuarto es una ruina. Produce las primeras 150
partes muy bien. Luego, las cosas empiezan a empeorar. De las siguientes 25 partes,
de cinco a diez salen rayadas. Las partes dañadas se atoran entonces en el troquel
debido a la superficie rayada.

Entonces, todo en el troquel debe ser retirado de la prensa, desensamblado y vuelto a

ensamblar. Luego, el troquel debe ser reinstalado, y todo ese desastre vuelve a
comenzar.

Esto sólo sucede en la segunda prensa – la más nueva. La más antigua puede hacer
funcionar el troquel, pero a velocidad menor. Por eso a los operadores no les gusta
usarla. Pueden ganar más dinero si elaboran más partes.

Tenemos nuestros problemas aquí - ¿qué taller no los tiene ? Sí, sabemos que
debemos usar ese lubricante que es tan caro, pero el más económico nos ha
funcionado bien. Además, podemos reciclarlo. El lubricante caro no se puede reciclar

Y sí, tenemos gente que no hace muy buen trabajo en la solución de problemas. Henry
es uno de ellos. Desde que el problema comenzó, ha estado protestando sobre las
variaciones en el espesor de la hoja de metal. Le hemos dicho que encuentre
evidencia de su “teoría”, pero dice que ese no es su trabajo, es del ingeniero. Cada
vez que tenemos un problema, Henry culpa al proveedor de hojas de metal. La verdad
del asunto es que la ex-esposa de Henry trabaja ahí.

Cualquiera que sea el problema, tenemos que resolverlo pronto.

El problema es: