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ISSN: 1680-7693
Director Editorial
Gabinete de Arqueología / 1
Contenido
Evidencias numismáticas en sitios La Flota de Tierra Firme del año 1556 / Carlos
arqueológicos de La Habana Vieja / Carlos de Alberto Hernández Oliva / 101
la Rosa Graell y Roger Arrazcaeta Delgado / 19
San Pedro 352: Concurrencias arquitectónicas
Rescate arqueológico en Mercaderes no. 15 / en un mismo espacio urbano / Rebecca O.
Aneli Prado Flores, Joyce Rossi Álvarez y Roger Linsuaín / 109
Arrazcaeta Delgado / 31
El memorable combate de Río Hondo / Enrique
La sustitución de las maderas ibéricas por las M. Alonso Alonso, Carlos Díaz Guanche, Carlos R.
autóctonas cubanas en la construcción naval / Rosa Saavedra, María R. González Sánchez,
Alessandro López Pérez / 41 Esperanza Blanco Castillo y Jorge L. Ruiz Licor / 118
La Gran Serpiente en la mitología taína / Sebastián Dos Casas en tres siglos / Beatriz Rodríguez
Robiou Lamarche / 51 Basulto / 123
Banes precolombino. Seis siglos de ocupación El Gran Hotel: historia y vida social / Yutneli
agricultora / Roberto Valcárcel Rojas / 59 Benítez Márquez / 131
PINTURA MURAL
PENSAMIENTO arqueológico
Excepcionales pinturas murales en Tacón
La estratigrafía de las estructuras en pie / no. 12 / Azul Sánchez Triana, Tania González Yanes
Edward Cecil Harris / 79 y Acelia Rodríguez Bécquer / 148
2 / Gabinete de Arqueología
CATÁLOGO HABANERO BREVES del boletín
Tania González Yanes y Sandra Páez Rosabal / 152 II Encuentro Iberoamericano Museo e Identidad
Cultural / Daniel E. Vasconcellos Portuondo / 164
PERSONALIDADES
Obituario / Carlos Alberto Hernández Oliva / 165
Doctor René Herrera Fritot / Daniel E.
Vasconcellos Portuondo, Lois Ángel Urgellés Registro de vertebrados autóctonos en la
Navarro y Heriberto Jiménez Moreno / 154 casa del Marqués de Prado Ameno (siglos
XVIII-XIX) / Osvaldo Jiménez Vázquez y José M.
NUESTRA COLECCIÓN Torres Pico / 166
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ARQUEOLOGÍA
Guanabacoa:
"una experiencia india" en nuestra colonización
4 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Para adentrarnos en el estudio Son constantes las menciones a la los repartimientos de indios para
del proceso de colonización en la "guerra justa" o a la "guerra bue- ejecutar las encomiendas. La ex-
Cuba del siglo XVI, la vía documen- na" (Pichardo, 1984), y de hecho no periencia acumulada en La Espa-
tal y bibliográfica deja en verdad existe una línea consecuente para ñola, le permitió propiciar una
muchas lagunas en la información, tratar el asunto. política de entrega de indios a par-
por eso consideramos como uno Así es realmente esclavizada la tir de familias, pueblos o comuni-
de los imperativos de la investiga- población autóctona, de una forma dades aborígenes completas, pues
ción arqueológica moderna, crear directa al principio y encubierta de esta manera no se desarraiga-
la estructura y la estrategia apro- después, con la aplicación de siste- ban y se lograban mayores rendi-
piada para la interpretación de mas como la encomienda. mientos productivos.
estos eventos a partir de las evi- Esta llamada encomienda se Entre 1516 y 1519, fracasadas las
dencias materiales, logrando así desarrolló en las Indias y fue con- tentativas hechas con las enco-
definir con más claridad lo ocurri- cebida como un patronato de fa- miendas, se propone por los frai-
do con estos pueblos en ese mo- vor Real sobre una parte específica les Jerónimos y en especial por
mento histórico concreto. de los naturales de estas tierras, Rodrigo de Figueroa en La Españo-
De esta forma, y a partir de los no era para todos los indios, ni se la, efectuar los famosos "experimen-
conceptos de la Arqueología His- aplicaba a todos los concentrados tos" que pretendían determinar la
tórica, es que debemos enfrentar en establecimientos cercanos a las capacidad intelectual y política de los
la investigación en la actualidad. El posesiones del encomendero o a indios para valorar por sí mismos,
estudio de este período de contac- los centros urbanos incipientes, las pero siempre a la manera españo-
to y transculturación indohispánica famosas Villas. la, la forma de vida más adecuada.
a partir de los elementos de am- Existía obligatoriedad por parte Este es un antecedente de las lla-
bas culturas: aborigen y europea, del encomendero español de ins- madas "experiencias indias" puestas
es la línea conducente, pues los mis- truir a los indios entregados en la en práctica en Cuba décadas más
mos perviven en dicho proceso a religión cristiana y enseñarles los tarde y las cuales resultaron una
partir de criterios muy objetivos rudimentos esenciales de la llama- manera inconsecuente utilizada
(Rives, Domínguez, Pérez, 1991). da vida civilizada, al fiel de los eu- por la Monarquía Española para
ropeos salidos del medioevo, así intentar recuperar la productividad
Encomiendas y experiencias como defenderlos en sus personas diezmada de las masas autóctonas.
y propiedades; a cambio se deman- El historiador L. Hanke (1950)
El tratamiento hacia los indíge- daba tributo en forma de trabajo, por definió a las "experiencias" como
nas de América fue para la política considerarse privilegios las cosas que "… el último acto en el drama de
Real española de ese momento una se les ofrecían (Franco, 1985). los experimentos para liberar a los
actuación indecisa; los escrúpulos En la práctica "… los encomen- indios". El período de su implanta-
de tipo moral chocaban con los inte- dados eran algo así como siervos ción fue del 1525 al 1535, basándo-
reses económicos y se interrela- de los encomenderos" (Portuondo, se siempre en la concentración de
cionaban con el proceso colonizador, 1953), pero en la realidad las en- los aborígenes sin ubicación ni tra-
y al final vencieron los económicos. comiendas constituían una ins- bajo, llamados "vacos" o "vacan-
A partir de 1503 se autoriza a to- titución explotadora hasta límites tes", en pueblos artificiales donde
dos los hombres que viajan al Nue- insospechados del trabajo indíge- siempre hubiere clérigos para "adoc-
vo Mundo, en vías de conquista y na, y estos hombres fueron some- trinarlos" y guiarlos en sus labores,
colonización, capturar a los indios tidos a un proceso de rápida de esta forma los tendrían cerca y a
cuando hiciesen resistencia, pero desculturización. Las Leyes de mano para cualquier menester.
acto seguido se recuerda su carác- Burgos son el principal soporte de Las autoridades de la isla de
ter de "hombres libres por condi- este mecanismo diabólico. Cuba se niegan a aceptar este nue-
ción". La ambigüedad nutre la En Cuba, en 1513 y mediante vo procedimiento, prohibiéndose-
documentación y la realidad se Cédula Real, el conquistador don lo a Pedro Mexía Trille, designado
manifiesta de una forma distinta. Diego Velázquez de Cuéllar inició por el Rey a tal efecto.
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ARQUEOLOGÍA
Con posterioridad este hombre nía de La Habana, en esa época el inicio del siglo XVI y en épocas
le propuso a la Corona que encar- la capital de Cuba. posteriores de acuerdo con el de-
gara al Obispo la conducción de la sarrollo del proceso histórico de
"experiencia" y así se fundó el pri- Estrategia arqueológica cada pueblo.
mer pueblo de indios en Bayamo, Para este primer momento, es
al oriente de Cuba. Esta prueba La Arqueología Histórica permi- válido utilizar el enfoque siguiente,
resultó un fracaso, el Rey ordenó te abordar nuevas líneas de traba- sobre todo a la hora de analizar las
un segundo intento y para ello de- jo, así como pensar en nuevas evidencias. (Domínguez, 1980.)
signó al teniente gobernador don propuestas fuera de los plantea- a) Materiales en superficie que
Manuel de Rojas, quien en carta al mientos clásicos para el estudio de no presentan variación intrínseca
Monarca le dice que al tratar de estos sitios de transculturación. La ni huellas de uso y reúso.
poner en práctica su orden cree: estructuración de las diferentes b) Materiales de niveles estra-
"…Ha de hacer poco fruto según la estrategias de clasificación de evi- tigráficos definidos, con cambios in-
enemistad que esta gente tiene con dencias materiales, tiene su refe- trínsecos y que tienen evidencias
la gente española, por el mal trata- rencia en los objetos exhumados de uso y reúso.
miento que le tienen hecho, tanto que presentan simultáneamente c) Un producto nuevo, la crea-
por sus culpas como por las nues- rasgos indígenas e hispanos en su ción hecha por estos grupos me-
tras". (Chacón y Calvo, 1934.) morfología, ello requiere de traba- diante la simbiosis cultural.
Se trató de hacer otro ensayo jos de campo concebidos dentro de Puede ocurrir todo lo contrario
en San Juan de Puerto Rico en 1520 un enfoque mucho más ágil. en el enfoque del evento. Entendi-
pero se infiere el fracaso al no exis- Los escasos documentos de do a partir de 1550, las evidencias
tir referencia alguna (Chacón y esta época abogan también por una en este período reflejan, cada vez
Calvo, 1934). El éxito mediatizado labor interdisciplinaria que agrupe menos, los rasgos indohispánicos
de la proclamación de la libertad etnólogos, arqueólogos e historia- hallados y se pueden analizar de
de los naturales a partir de las Le- dores, en la cual, el papel desempe- esta forma:
yes Nuevas en 1542 fue el segun- ñado por las evidencias materiales Objetos de procedencia europea.
do revés, porque estas jamás debe corresponder a la metódica ar- Objetos de procedencia criolla
fueron aplicadas como estaban queológica y al papel rector de es- bien definidos.
escritas y muy en especial por el tas investigaciones. Objetos de procedencia aborigen.
rechazo de los colonos. Hasta Tenemos como ejemplo clási- A medida que pasa el tiempo
1553 no se pueden poner en prác- co el sitio El Yayal como repre- los objetos indígenas serán cada
tica algunas soluciones que pa- sentante de la etapa de contacto vez más vestigiales, tal como ocurre
rafrasean estas susodichas leyes y transculturación en Cuba, cuyo con el ejemplo de Guanabacoa (Do-
(Pichardo, 1984). análisis y enfoque metodológico mínguez, 1989).
Con toda la práctica acumulada permitió considerarlo un interesan- El paso de la inferencia directa
por las tentativas y frustraciones te estudio de caso. (Domínguez, obtenida a partir de los restos ar-
se piensa como solución al proble- 1984.) queológicos detectados hace posi-
ma de estos indios sin dueño, tra- Para realizar este trabajo es ble su contrastación con los hechos
bajo ni ubicación, merodeadores imprescindible la definición de es- históricos, hipotéticos o comproba-
por las ciudades y creadores de trategias arqueológicas concre- dos por documentos. Estas son las
grandes disturbios, la idea de tas a partir de dos versiones del características fundamentales de
reconcentrarlos tomando algunas evento: las evidencias que se consideran
de las estipulaciones promulgadas a) Que el período de contacto imponderables en esta etapa de
por las Leyes Nuevas; fue una sa- está relacionado con la conquista transculturación.
lida y de aquí nace el caso de y colonización y se puede conside- Por ejemplo, la presencia en
Guanabacoa, región que se co- rar hasta mediados del siglo XVI. los contextos arqueológicos de
mienza a organizar a partir de b) Que el período de transcul- cerámica indígena o de mayólica
1555, emplazándose en la cerca- turación se puede efectuar desde novohispana, identifica respecti-
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pequeños e cebucanes..." (ANC- ta (Domínguez, 1980); incluso en Ni- vorable según los planos realiza-
AH-S-298-C-31), donde se puede caragua, en el sitio León Viejo, hay dos por el historiador Pedro
comprobar un cambio sustancial en una simbiosis que da posibilidad al Herrera (c.p. 1986), construidos con
la práctica ancestral de producción surgimiento de una cerámica la cual su vasta información y donde con-
de casabe, con el uso del metal en un puede llamarse de transculturación. cibe y plasma la ubicación en todo
artefacto que siempre fue de barro. La documentación afirma la este terreno de dos posibles focos
Otra modificación aún más sig- confección de este tipo de cerámi- de asentamiento indígena. Estos
nificativa en la experiencia india de ca utilitaria en el sitio de Gua- lugares son La Loma del Indio —en
Bayamo se constata cuando se ha- nabacoa, donde hay referencias de la actualidad calle Estrada Palma,
bla de los gastos de "... Doze pesos su fábrica entrado el siglo XIX pero que antes tenía el nombre de
en oro en azadones y hachas para (Bremer, 1980). Calle de los Indios—, al noreste de
su labor" (ANC-AH-S-234-C-29), Hay discrepancias entre los his- Guanabacoa; al sur, junto al arroyo
esto confirma la utilización de ins- toriadores guanabacoenses acer- del mismo nombre, tenemos el área
trumentos de trabajo de hierro en ca de las fechas de fundación de de Tarraco, asociada a las calles
la agricultura; válida es la referen- este poblado de indios y también Corralfalso y Cruz Verde, conocidas
cia al hacha petaloide de hierro se discute el hecho de que no ha- hasta la actualidad. En ambos luga-
forjado aparecida en el sitio El bía ningún enclave aborigen en el res la toponimia nos animaba a
Yayal, Holguín (Domínguez, 1984). lugar con anterioridad, estos as- preestablecer la posibilidad de en-
También podemos ver esta situa- pectos han sido muy debatidos contrar lo buscado (Domínguez, 1989).
ción en el uso de armas como "…ba- pero al respecto no se ha dicho la Cuando la logística estuvo a pun-
llestas, lanzas y espadas", factibles última palabra (Gómez, Rodríguez, to, nos dimos a la tarea de realizar la
de encontrar en los residuarios, al 1991) y se contraponen plantea- primera fase de la investigación ar-
igual que herraduras, cadenas de mientos simples como la informa- queológica: la prospección de las
estribo, estribos, cuchillos, y otros. ción surgida cuando el ataque de áreas de posible productividad.
En lo concerniente al material Jacques de Sores en 1555, en que Como las mismas estaban urbani-
cerámico, se confeccionan enseres los habaneros se refugiaron de las zadas y no existía precedente de
utilitarios llamados de forma equí- iras del corsario francés en el po- trabajo arqueológico sistematiza-
voca "cerámica negroide" cuando blado de Guanabacoa (Eguren, do en la región, al inicio el rastreo
en realidad es un tipo de cerámica 1986; Acosta, 1988). nos llevó a situaciones muy com-
transicional o transculturada muy De acuerdo con lo expuesto de plicadas, pues al estar tan utilizado
abundante en los sitios coloniales, manera sistemática sobre la inexis- el terreno la posibilidad de ex-
hecha de una greda muy parecida tencia de un poblado aborigen en cavaciones era bien escasa. En el
a la utilizada por los aborígenes, al- Guanabacoa, pero con la certeza intento, encontramos en las áreas es-
gunas veces levantada a torno, de que el lugar fue una "experien- cogidas numerosos inmuebles de
otras a partir del "coiling" o levan- cia india o un pueblo de indios", bastante antigüedad, con traspatios
tado a mano y quemada en hornos decidimos excavar allí, pues esta o patios aledaños, en los cuales por
cerrados de mayor intensidad, o localidad fue concebida de todas tradición oral familiar se decía que
simplemente en hornos abiertos. formas en el siglo XVI, y de una for- nunca se había construido y se po-
A estos ceramios se les ha co- ma u otra, siempre para indios y dían considerar terrenos vírgenes.
nocido por diferentes acepciones, por indios. La hipótesis de su posi- Se realizó una nueva consulta
entre ellas Colono Ware (Deagan, ble enclave inicial aborigen fue uno de la documentación con la ayuda
1987), criolla (Rivera, 1992) y de de nuestros objetivos, y la estrate- de Herrera y decidimos escoger los
transculturación (Domínguez, 1980). gia trazada, partiendo de esta hi- dos primeros sitios, uno en cada
Su presencia en los sitios ha- pótesis anterior, propició y dio base área preestablecida, tratando de
baneros es cuantiosa, en casi to- a este estudio de caso. contrastarlos entre sí y siguien-
das las excavaciones hechas en Al retomar el análisis his- do los preceptos marcados por
esta región resulta abundante, toriográfico de Guanabacoa se Pichardo Moya, en los asientos
como ocurrió en Calvo de la Puer- nos ofreció un panorama muy fa- aborígenes de la loma y el río, y al
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tallado muy similar a las encontra- cerámica roja burda con o sin bar- La Habana Vieja, especialmente en
das en 1986 en el sitio Laguna de niz de plomo, siempre en vajillas el sitio Calvo de la Puerta (Do-
Algodones, en la ciudad de Trinidad, utilitarias o de cocina, lo que suele mínguez, 1984) y en Puerto Rico, en
al sur de Cuba (Febles, Domínguez, llamarse Morro Ware (Deagan, 1987). las excavaciones efectuadas en el
1987). Estos objetos, de tan impor- En cuanto a la gama de porcela- antiguo Cuartel de Ballajá, en el vie-
tante factura, fueron encontrados nas y semiporcelanas aparecen jo San Juan (Rivera, 1992).
en el sitio G-3 (Calle Cruz Verde) restos en una frecuencia limitada, También el vidrio se consideró
junto a otros elementos también muy fragmentados y con poca uno de los materiales más abun-
valiosos, y ello permitió la planifi- posibilidad de reconstruir las for- dantes, sobre todo botellas de vino
cación de una cuarta excavación en mas, aunque permiten apreciar la u otras bebidas pertenecientes al
las cercanías de esta calle y que será existencia de diferentes tipologías siglo XIX, así como vasos y copas.
objeto de estudios posteriores. que van desde la porcelana china Además, hay gran cantidad de en-
La cerámica con su capacidad de los siglos XVI y XVII hasta la in- seres de hueso y una buena mues-
diagnóstica, se presentó en ambos glesa del XIX. tra de restos de dieta.
cortes, las muestras se ubicaron Debemos hacer notar la apari- Nuestra hipótesis de trabajo se-
cronológicamente en una amplia ción de diferentes objetos rehechos ñala la posibilidad de que en este
línea de tiempo, por ejemplo encon- a partir de desperdicios de otros lugar hubiera existido un asiento
tramos tiestos de los siglos XVI y XVII materiales, un ejemplo son las fichas inicial aborigen, es posible de la et-
con ceramios torneados como para jugar (fig. 2) y sumergidores de nia aruaca; esto no pudo confirmar-
botijuelas, cazuelas, así como pas- redes hechos de la cerámica mayó- se cabalmente, pero en cambio
tas porosas vidriadas con estaño y lica, realizados en este material por muchos de los artefactos encontra-
plomo, sin lugar a dudas mayólicas. su docilidad; similares se han encon- dos en ambos cortes indican con
Se presenta muy abundante la trado en algunas excavaciones de certeza el desarrollo en los mismos
del evento de la transculturación,
permitiendo esclarecer algunas de
las incógnitas manejadas; así mis-
mo esta investigación posibilitó el
acopio de elementos para el estu-
dio de la etapa sociológica de la
transculturación en un nuevo lugar
de Cuba, y sobre todo esclarecer
puntos sobre los pueblos de indios,
como el que estamos seguros exis-
tió en Guanabacoa.
Fig. 1. Lámina gruesa de vidrio blanco tallado Fig. 2. Fichas de juego rehechas en fragmentos
de porcelana
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ARQUEOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
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de Guanabacoa, La Habana (Inédito). Descubrimiento, t. I, Santo Domingo.
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ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
GEOMAR CANPAC, acometida en en el área. La comunicación abier- costas escarpadas con aguas algo
la costa norte del litoral habanero, ta con las aguas oceánicas y su profundas, el mar desarrolla una
desde septiembre de 1996 hasta cercanía al talud insular que cae actividad abrasiva muy fuerte, y la
agosto de 1997. violentamente, a no más de cinco presión que ejerce el agua impulsa-
millas de la costa, junto con la da por el oleaje sobre la franja coste-
Caracterización físico-geográfi- inexistencia de barreras y cayos ra llega a sobrepasar los 2kg/cm2, de
ca de la zona de los trabajos potentes, hace que la región de in- este modo se van formando trin-
terés presente una flora y fauna cheras horizontales donde la roca
Zona del litoral de Guanabo variadas durante todo el año. Los colgante se disgrega de forma gra-
fondos muestran parches de roca dual hasta que finalmente cae por
La costa se extiende en direc- con crecimiento coralino que cons- su propio peso; así van retrocedien-
ción general E W y no presenta tituyen refugio y hábitat de gran do lentamente las costas, y la pla-
accidentes geográficos notables en cantidad de peces propios del taforma llana que toma su lugar es
el tramo comprendido entre la Ba- arrecife. 1 llamada terraza costera.
hía de La Habana y Boca de Jaruco. Al producirse una transgresión,
En general, la costa es llana con Características geológicas estas terrazas quedaron sumergi-
elevaciones de poca altura y pen- das; en la zona objeto de estudio
dientes suaves con dos áreas pre- En la zona costera, a continua- se extienden hasta una profundi-
dominantes: las elevaciones de ción de la parte baja de la platafor- dad aproximada de 10 a 12 m y su
Loma Bella, de 87 m de altura, en ma y el litoral, donde se realizaron ancho varía entre 0.5 y 1.4 km. El
cuya ladera se encuentra el pue- los estudios, existen diferentes for- plano de inclinación de estas terra-
blo de Guanabo, y del lado E, des- maciones geológicas; entre las más zas no sobrepasa los 3 grados; en
pués del río del mismo nombre, se notorias podemos mencionar: Fm. lugares como estos, las olas trans-
observan las elevaciones de la Sie- Cojímar, Fm. Jaimanitas, Fm. Vía portan sedimentos que se mueven
rra de Sibarimar, con cotas máxi- Blanca, Fm. Universidad, Fm. Sta. Fe, en sentido perpendicular o a lo lar-
mas de 108 m de laderas abruptas. y Fm. Güines. Todas son rocas go de la línea de costa en depen-
La línea costera se extiende baja sedimentarias con gran predominio dencia del ángulo con que incida el
y rocosa, con segmentos acantila- del material terrígeno carbonatado oleaje, y la prevalencia del flujo so-
dos y relativamente altos en su y están representadas por margas, bre el reflujo o, viceversa, hace que
parte W, pero a partir del Río Tarará areniscas, arcillas y calizas de los sedimentos se alejen o acer-
hasta el Rincón de Guanabo, la cos- diferentes granulometrías, texturas, quen a la costa en mayor o menor
ta es una playa de arena en toda coloración y grados de compactación. cuantía.
su extensión. Un bajo costero de En general, estos materiales consti- El arribo de material grueso a
arena y rocoso se ubica a menos tuyen los principales objetos de la las playas de suave declive condu-
de 10 m de profundidad. erosión o denudación, el transpor- ce con frecuencia a la formación
Después del veril acantilado del te, trituración, selección y depo- de bancos costeros, como los ob-
litoral, las profundidades aumentan sición en los diferentes ambientes servados en las playas de Santa
bruscamente y la navegación con sedimentarios donde, por medio María y Guanabo.
embarcaciones de poco y medio de variados procesos diagénicos, se
calado se puede efectuar sin peli- forman nuevas rocas sedimentarias. Equipamiento tecnológico
gro alguno. La actividad geológica del mar
En sentido general las aguas son sigue el mismo patrón que la de los Para garantizar que los trabajos
limpias, de gran transparencia al ríos, los hielos y los vientos. Hay, de prospección arqueológica
no existir aportes terrígenos signi- sin embargo, factores que la hacen subacuática sean eficaces conta-
ficativos por la pobreza de las co- especialmente importante para la mos con una embarcación de alu-
rrientes fluviales que desembocan vida en la tierra. En el caso de las minio nombrada Decibar, de 10 m
1 Instituto Cubano de Hidrografía (ICH) (1989): Derrotero de las costas de Cuba, Editorial Científico Técnica, La Habana, t. 1, pp. 191-193.
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ARQUEOLOGÍA
de eslora y 1.30 m de calado, equi- parados cincuenta y cinco grados ciones no sobrepasaron los 8 km y
pada con medios y tecnología de entre sí y a una altura del nivel la determinación de la posición no
punta que ofrecen una navega- del mar de 10 898 m; los períodos excedió los 2 m de error.
ción segura y facilidades para la orbitales de estos satélites son de
ejecución del estudio, entre ellos, aproximadamente doce horas, Prospección geofísica; equipamiento
computadoras NEC Pentium y soft- observándose de este modo seis
ware idóneo, tarjeta Novatel para de ellos en cualquier punto del glo- El levantamiento magnético es
GPS, magnetómetro protónico bo terráqueo. una herramienta fundamental en los
Geometrics 876, sonar de barrido El segmento de control: está trabajos de prospección arqueológi-
lateral Imagenex-150, detectores constituido por una estación mas- ca, y para tales fines se utilizó el mag-
de metales manuales Pulse 8X, bom- ter y cinco esclavas; estas últimas netómetro protónico Geometrics 876.
ba de inyección de agua y deflector monitorean las trayectorias de los El principio de funcionamiento
(Propwash); otros como equipo de satélites, sus efemérides, los seudo- de todos los magnetómetros
buceo de alta tecnología Superlite, rrangos, el tiempo y la fecha, y en- protónicos es el mismo y está ba-
detector de metales remolcable vían las señales a la estación master sado en la medición de la frecuen-
Pulse 12, vehículo de operación re- donde son recalculadas. Las correc- cia de precesión de los protones
mota R.O.V, Fanton 300, fueron uti- ciones de las efemérides y el tiem- libres o del núcleo del átomo de
lizados en ocasiones. po son transmitidas a los satélites hidrógeno en un fluido. La fre-
La mayoría de los equipos es- nuevamente a través de las esta- cuencia de precesión depende de
tán conectados a la computadora, ciones esclavas. la constante atómica GPSCard
especialmente aquellos que son El segmento del usuario: consiste Command Descriptions Manual y
utilizados para la navegación y ge- en los medios que se poseen para de la intensidad del campo magné-
neran una gran cantidad de datos; monitorear y recibir las señales pro- tico. La intensidad total del campo
este es el caso del Sistema de Posi- venientes de los satélites, por ejem- magnético terrestre se mide con
cionamiento Global y el Mag- plo la tarjeta de DGPS Novatel. una precisión que oscila entre 1 y
netómetro. Otros, como el sonar Debido a que durante la propa- 0.1 gamma.
de barrido lateral, están acopla- gación de las señales, las mismas
dos a dispositivos especiales de sufren la influencia de varios fenó- Escala de los trabajos magnéticos
grabación de datos en cintas menos que introducen errores a la
magnéticas. hora de la posición, se implementó La escala de los trabajos depen-
la variante de GPS diferencial de de varios factores, pero princi-
Metodologías empleadas (GPSd); esta consistió en dos esta- palmente está condicionada por las
ciones que operaron en pares, una características de los cuerpos que
Es fundamental contar con el sis- estación master o de referencia esperemos detectar; esto está re-
tema de posicionamiento preciso que se ubicó en Tarará con coorde- lacionado directamente con las ca-
que permite enlazar los datos ob- nadas, 23.177095° de latitud N y racterísticas del equipo con que
tenidos a un plano, además de ubi- 82.210043° de longitud W, y la esta- contamos, es decir, la capacidad de
carnos con facilidad y rapidez en ción remota o esclava constituida detección y la precisión del mismo.
los puntos deseados. Todo esto se por los medios instalados a bordo Otro factor importante constitu-
logra con el uso del sistema de po- de la embarcación utilizados para ye el sistema de posicionamiento
sicionamiento global GPS constitui- monitorear y recibir las señales empleado y la exactitud que garan-
do por tres segmentos: provenientes de los satélites, así tice a la hora de determinar la posi-
El segmento espacial: consta como las correcciones enviadas por ción. También influyen el oleaje, los
de veinticuatro satélites, veintiu- la estación referencial. Este méto- vientos y las corrientes marinas que
no de ellos en servicio activo y do es muy efectivo cuando ambas provocan un abatimiento o desvia-
los tres restantes de reserva. Es- estaciones reciben las señales de ción de la embarcación del curso pla-
tos están ubicados en seis planos satélites comunes, en nuestro caso nificado. Teniendo en cuenta lo
orbitales (cuatro en cada uno), se- las mayores distancias entre esta- anterior, se empleó una distancia
14 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
entre perfiles o líneas magnéticas de monitoreo de la información obte- pos que basan su principio de fun-
20 m con buenos resultados. nida; una vez terminado el levan- cionamiento en las propiedades
tamiento magnético, los datos de electromagnéticas que poseen los
Distancia de remolque del sensor con la intensidad del campo magnético metales y también prestaron gran
respecto a la embarcación total de la tierra, que además es- ayuda en los casos en que los obje-
tán acompañados en cada punto tos causantes de las anomalías
La distancia de remolque ópti- por la posición expresada en coor- yacían debajo de pequeñas capas
ma estaría dentro del rango de 1,5 denadas geográficas, son procesa- de sedimento.
a 3 veces la eslora de la embarca- dos de forma simple y rápida con
ción; en nuestro caso, utilizamos la ayuda de programas como Levantamiento magnético. Resulta-
una mínima de 16 m con respecto a Microsoft Work y Surfer; de este dos obtenidos
la popa. Esta distancia estuvo con- modo son conformados los mapas
dicionada en gran medida por las que muestran las localidades anó- Con el objetivo de simplificar y
bajas profundidades. malas así como la intensidad del hacer más entendible la informa-
campo total de estas. ción, se decidió dividir el área estu-
Profundidad de inmersión del sensor diada en sitios (del I al III) basados
fundamentalmente en los residua-
La profundidad de inmersión del rios y las evidencias observadas.
sensor depende fundamentalmente
de las características de la zona in- Generalidades
vestigada. La profundidad mínima
fue de 1 m con respecto a la superfi- En total se detectaron 306 ano-
cie del mar, y sobre el fondo marino malías; 171 de ellas presentan valo-
varió aproximadamente desde 2 m res por debajo de los 10 gamma, y
en las zonas del litoral con acumula- 135 son iguales o mayores a las 10
ciones de arena, hasta 4 m en las zo- unidades; estas últimas fueron
nas rocosas y de arrecifes coralinos. consideradas de mayor importan-
cia y se comprobaron mediante bu-
Velocidad de trabajo ceo autónomo.
En el 22.4% de las anomalías
La velocidad de remolque de los buceadas no se observó nada y
sensores utilizados durante la pros- estos puntos coincidieron con fon-
pección osciló entre los 4 y 5 nudos, dos arenosos que en ocasiones
para de este modo realizar una poseían rocas aisladas. El 7.75%
Los buzos comprueban las anomalías
medición cada 4 m aproximada- corresponde a localidades donde
puntuales con detectores de metales
mente, teniendo en cuenta que el el fondo es rocoso y de igual modo
intervalo de medición del equipo es no se observó nada. El 16.3% per-
de 2 seg., a esta velocidad se logró Comprobación de las anomalías tenece a zonas de fondos rocosos
una productividad diaria de 1 km2 magnéticas donde el campo magnético tiene un
para una escala de 1: 2 000. comportamiento singular, ya que
Realizados los trabajos mag- se observan anomalías magnéti-
Procesamiento de los datos mag- netométricos, se procedió a la com- cas de relativa moderada exten-
néticos probación mediante buceo autóno- sión de 90 a 120 m como promedio,
mo de los puntos donde existían e intensidades que superan los 30
Todos los equipos de exploración anomalías magnéticas. En depen- gamma; las anomalías tienen for-
y entre ellos el magnetómetro, es- dencia de la intensidad de las ano- ma de escalón positivo que resalta
tán acoplados a una computadora malías, se utilizaron detectores de sobre las observaciones del cam-
que permite la grabación y el metales manuales Pulse 8x, equi-
Gabinete de Arqueología / 15
ARQUEOLOGÍA
2 Ernesto Hernández Pérez (Comp.) (1978): Fundamentos de la Estratigrafía, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, pp. 4-6 y 32-33.
16 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
intensidad del campo magnético to- con el sitio, pero no obstante son tido en forma de gotas y algunos frag-
tal en esos puntos. de gran importancia, ya que con- mentos de bronce y cobre.
Durante el buceo se hallaron dos forman el contexto arqueológico de
anclas, una con arganeo y la otra la zona. Más adelante se realizó un Sitio IV
sin él, ambas de 4.5 m de longitud estudio detallado del sitio con re-
aproximadamente, se observó un sultados satisfactorios. El sitio IV se puede ubicar en las
cañón de hierro y otra serie de ele- Entre estos residuarios se loca- coordenadas 23.1 88825° de latitud
mentos ubicados alrededor del lizó un pecio de casco de acero de N y los 82.1 58376° de longitud W;
punto, con coordenadas 23.17710° grandes dimensiones que yace en esta área se realizó el levanta-
de latitud N y 82.15012° de longitud cercano a la línea de costa, al Este miento magnético del mapa María
W; otros elementos fueron cuatro del puente de madera de Guanabo, l0, que muestra las localidades
cajas de hierro, un ancla moderna, llamándolo Sitio III. anómalas, corroboradas por medio
planchas de hierro y cabillas. Sitio muy comentado en las pla- del buceo de reconocimiento y que
Con posterioridad, se realiza- yas del este por su peculiaridad, fue coincidieron con tres cañones de hie-
ron levantamientos magnéticos un enorme barco de hierro movido rro, un ancla y cientos de proyectiles
que cubrieron los flancos Oeste, por vapor, ahora en pedazos, loca- de artillería de diferentes diámetros;
Norte y Este del sitio con vistas a lizado en el punto 23.1753° N y aquí también se encontraron cajas
establecer las cotas máximas de la 82.1588° W. Su estructura está cu- con proyectiles de artillería de 20 mm
dispersión y ubicar de esta forma bierta por una espesa capa de co- de diámetro, y tanto los envases
otros elementos que pudieran estar ral y volúmenes de vegetación, a como su contenido yacían muy bien
relacionados con el yacimiento. una profundidad de 3 m aunque preservados.
En total se cubrió un área de parte de la armazón llega hasta Sitio interesante y maravilloso.
3.625 km2 y se localizaron nuevas sólo 1 m de la superficie. En el centro, Agrupadas en el fondo, las balas
evidencias que a nuestro parecer muy cerca de la quilla, se observan de cañones de diferentes calibres
no guardan una relación directa con facilidad restos de plomo derre- están intactas, amontonadas unas
Gabinete de Arqueología / 17
ARQUEOLOGÍA
sobre otras, con lo que forman pe- te de la historia sumergida del perío- BIBLIOGRAFÍA
queños mogotes. Las cajas de ba- do hispanoamericano. Nuestra aso-
las de asombrosa conservación se ciación después de analizar el Berrayarza, Rubén (1999): Informe
hallan dispersas, además de tres ca- potencial de las evidencias halla- "Proyecto de excavación en el bajo de
Sibarimar", Inédito (en poder del autor),
ñones con una gran cubierta de co- das creó las condiciones necesa-
GEOMAR – CANPAC, GEOMAR, Cuba.
ral; su profundidad es de 5 m y las rias, de conjunto con el Consejo
aguas sumamente transparentes. Nacional de Patrimonio y el Gabine- Erreguerra, Pilar Luna (1998): "Galeones
El estudio de prospección reali- te de Arqueología, para continuar en el Golfo de México ", en revista México
zado al Este de La Habana, nos si- una investigación que se centrara es- en el Tiempo, no. 25, México D. F.
Entrevista
18 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Evidencias numismáticas
en sitios arqueológicos de La Habana Vieja
Por: Carlos de la Rosa Graell y Roger Arrazcaeta Delgado
Gabinete de Arqueología / 19
ARQUEOLOGÍA
En 1505 el rey Fernando el Cató- La riqueza extraída en las colo- Moneda Provincial, producida en ce-
lico ordenó a la ceca de Sevilla la nias españolas permanecía tempo- cas peninsulares; estas tenían me-
acuñación de circulante en meta- ralmente en el puerto habanero, y nor contenido en metal fino y por
les como plata y vellón para su uso las flotas aguardaban a su abrigo tanto diferente cotización respec-
exclusivo en América. Tendrían la llegada de los diversos convoyes to al peso fuerte; baste señalar que
igual diseño que en la Metrópoli, que debían integrarla; la marine- cuatro pesetas del cuño nacional
más una letra F coronada en el re- ría estante en la ciudad introdujo equivalían al peso, mientras se ne-
verso, flanqueada por el yugo y las circulante relacionado con la pro- cesitaban cinco del tipo provincial
flechas, emblemas de Fernando e cedencia de las naves. para establecer igual valor.
Isabel. Esta medida resultó insufi- Cuba, por no poseer metales pre- Junto a estas diferencias, exis-
ciente para resolver la carestía en ciosos, jamás contó con ceca propia, tían variantes en cuanto a diseño y
el circulante, pues pasado algún excepto las obsidionales de Santiago leyendas, donde el detalle básico
tiempo se renovaron las peticiones. de Cuba en 1741. La circulación mo- era las Columnas de Hércules con
En 1535 el rey español Carlos I netaria se mantuvo por las arcas el mote Plus Ultra sobre cintas lia-
firma la Real Cédula donde autori- virreinales mexicanas, que enviaban das al fuste, quizás para denotar
za fundar en México, territorio con a La Habana remesas conocidas que el imperio español se encon-
abundantes metales preciosos, la como "situados", para aportar nume- traba "más allá" del mítico símbolo
primera Casa de Moneda del Nue- rario al comercio insular y a obras de los montes Calpe y Abila. En lo
vo Mundo. En 1542 fue establecida defensivas. referente a las leyendas, la Mone-
la ceca de Santo Domingo, y las de En la etapa colonial, las acu- da Nacional decía Hispaniarum et
Lima y Potosí en 1565 y 1573 res- ñaciones del tipo macuquino cu- Indiarum Rex, mientras la provin-
pectivamente. brieron un período más amplio, con cial sólo presenta la inscripción
Inicialmente sólo se batieron una duración de dos siglos, pues Hispaniarum Rex.
monedas en plata, y desde 1620 se aún cuando había cesado su fabri- Desde la llegada española, Cuba
permitió la acuñación de oro en San- cación hacia 1772 en Potosí, última adquirió un valor estratégico signi-
ta Fe de Bogotá, donde ese metal era ceca que las produjo, permanecie- ficativo por su privilegiada ubica-
muy común. La amonedación colo- ron en la circulación hasta algún ción geográfica y las singulares
nial hispanoamericana en cuanto al tiempo después; en los años ochen- características del puerto habane-
aspecto tecnológico tuvo dos fases: ta del siglo XVIII se decretó su extin- ro. Esta envidiable posición sería una
la acuñación a martillo y la acuña- ción y recogida basándose en el de las causas para denominar a La
ción a volante, y aunque hubo dis- valor facial y no por su contenido Habana "Llave del Nuevo Mundo y
tintas variantes tipológicas en los metálico. Estas monedas fueron Antemural de las Indias".
diseños, podemos resumirlos como sustituidas entonces por otras con La importancia alcanzada por
sigue: una nueva estampa (busto) acuña- la rada habanera y su villa fue
Acuñación a martillo: das a volante, remitidas desde lográndose poco a poco, y en 1560
a) Circular sin cordoncillo México. Por esta razón desde fina- se afianzó como punto de reunión
b) Macuquinas del tipo escudo les del siglo XVIII el mayor volumen obligado para las flotas que trans-
coronado en circulación estaba integrado por portaban las riquezas del Nuevo
c) Macuquinas del tipo cruz cuar- piezas a volante, relativas a los rei- Mundo hacia España. A ello se unió
telada de castillos, leones y colum- nados de Carlos III, Carlos IV y un auge constructivo de defensas
nas sobre ondas del mar finalmente Fernando VII. militares en la bahía para proteger
Acuñación a volante: La legislación monetaria del los caudales que cada año llega-
a) Tipo mares y mundos momento restringía la circulación ban y a la población contra el ata-
b) Tipo busto en América a la Moneda Nacio- que corsario y la piratería, y como
Entre estas acuñaciones hubo sus nal, nombre que distinguía a las medida preventiva en relación con
particularidades en la ejecución de monedas batidas en nuestro con- otras potencias beligerantes con la
los diseños, pues debían atenerse, en tinente, con mayor valor intrínse- Metrópoli. Una consecuencia que
líneas generales, a un patrón. co, prohibiéndose el uso de la llamada esto trajo a La Habana fue la pre-
20 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
sencia en ella de monedas acuña- máxime cuando esta utilidad es litoral comenzó el poblamiento pri-
das en América transportadas por contrastada con evidencias de migenio.
las tripulaciones, es así como toda análogo empleo operacional (arte- Circundante a la Plaza de Ar-
la evolución del circulante hispano- factos tipos, depósitos e interfaces mas, se realizaron excavaciones
americano, desde sus albores, tuvo estratigráficas en relación). 2 Múlti- arqueológicas en la mansión
influencia en el país. A partir de las ples causas pueden explicar la de- construida por los condes de
primeras piezas del tipo circular sin posición de monedas en estratos Santovenia, hoy Hotel Santa Isa-
cordoncillo, hasta las últimas en arqueológicos urbanos, pero a un bel, así como en el Palacio de los
acuñarse bajo el dominio colonial, nivel interpretativo general pue- Capitanes Generales. Del primer
la denominada Moneda Nacional de afirmarse que su origen más sitio, en Baratillo no. 9, entre
o del tipo busto, quedaron sus mues- común es el accidental. Esta cau- Narciso López y Obispo, proviene
tras en la estratigrafía arqueológi- sa explica cómo en las letrinas la moneda más antigua encontra-
ca de La Habana intramural. o necesarias, presentes casi da en el Centro Histórico. Es un
sistemáticamente en inmuebles ejemplar de cuatro maravedíes
Testimonio recuperado coloniales, puede encontrarse con acuñado en la ceca de Santo Do-
regularidad monedas que probable- mingo, corresponde al último dise-
En las excavaciones arqueológi- mente caían desde los bolsillos cuan- ño creado para estas piezas, y
cas se hallan piezas numismáticas do usaban el servicio sanitario, o pertenece al reinado de Carlos y
enmarcadas cronológicamente des- llegaban allí como basura domés- Juana en España (fig. 1).
de el siglo XVI hasta el presente. Casi tica. Otros aspectos complejos re-
siempre estas evidencias aparecen lacionados con las monedas son los
asociadas a unidades estratigráficas procesos postdeposicionales, don-
ricas en restos basurales producidos de acciones culturales y naturales
por la actividad humana en el pa- —deposición y erosión por la llu-
sado. Los depósitos más comunes via—, conllevan movimientos de
donde suelen encontrarse esos pequeños artefactos; así como los
restos son las letrinas y rellenos con traslados y disturbios provocados
escombros de origen constructivo por ratas y ratones al abrir sus ma-
o doméstico, estos últimos vertidos drigueras en el suelo, trasladando
en huecos abiertos para extraer además cosas que les resultan cu-
materiales de construcción, usados riosas; o los daños físico-químicos
como estratos para nivelación en y biológicos ocurridos en el medio Fig. 1. Cuatro maravedíes, cobre,ceca de
nuevos edificios. En otros rasgos térreo que ocasionan verdaderas Santo Domingo, reinado de Carlos y Juana
en España, fechada entre 1544 y 1555.
arqueológicos como las estructu- alteraciones en la posición prima- Es la más antigua hallada en la ciudad
ras de albañilería conformadas por ria deposicional de las monedas y
canales hidráulicos, aljibes y pozos, otros artefactos. La ceca dominicana tuvo corta
obstruidos con rellenos y sedimen- duración (1542-1564), hubo un pri-
tos, también se reportan artefactos. La Plaza de Armas mer diseño (1542-1543) que repro-
Sin embargo, las monedas en ducía los mismos tipos castellanos,
sitios arqueológicos terrestres cu- Según cuenta la tradición, bajo con un castillo en el anverso, y en
banos no son numerosas, más bien una frondosa ceiba cercana a la el reverso una K, cuya parte supe-
ocasionales pero de frecuencia es- bahía se efectuó la primera misa rior está unida simulando una R, y
table. Su estudio reviste el mayor in- fundacional de la villa habanera, timbrada con una corona. El se-
terés dado su valor cronodiagnóstico posterior a su traslado definitivo a gundo diseño fue acuñado con al-
preferente en contextos primarios, la costa norte hacia 1519. En esa zona gunas variantes hasta el cierre de
2 Este concepto incluye a los suelos antrópicos y naturales, a las estructuras edificadas y sus hiatos o vacíos, identificados estos últimos por cortes,
vaciados y demoliciones.
Gabinete de Arqueología / 21
ARQUEOLOGÍA
la ceca, y es el que aquí nos intere- madores cambios en la topografía y XVII presentes en el sitio. Entre las
sa. A este tipo corresponde la ma- original del sitio. muchas piezas halladas se en-
yor parte de las monedas hechas En el lado opuesto a dicha man- cuentra una moneda de cobre
entre 1542 y 1564. Su uso comenzó sión se alza el edificio más sobresa- muy antigua, cuyo valor nominal
hacia 1544 y terminó posiblemente liente de la arquitectura civil a finales es cuatro maravedíes, del reina-
alrededor de 1563. La moneda del siglo XVIII, el Palacio de los Capita- do de Carlos y Juana, acuñada en
encontrada en la casa Santovenia nes Generales, actualmente Museo Santo Domingo hacia 1544-1555,
debe de estar fechada entre 1544 y de la Ciudad. Este ocupa los terrenos un ejemplar similar al recuperado
1555 porque en ella aparecen ins- donde en el siglo XVI se erigió la en la casa condes de Santovenia
critos los monarcas Carlos y Jua- Parroquial Mayor, demolida en 1773 (fig.1).
na. Al morir doña Juana en 1555, su y trasladado el culto al templo confis- Merece señalarse con respec-
hijo Carlos I ordenó a la ceca susti- cado a los jesuitas, convertida unos to a la letra F, ubicada en el an-
tuir la leyenda que contenía ambos años después, en el propio siglo XVIII, verso de esta pieza, que existen
nombres y dejar sólo el suyo. en Catedral Metropolitana. diferentes criterios; algunos au-
El lugar donde se exhumó di- La costumbre antigua de sepultar tores la identifican como inicial del
cha moneda estaba ubicado en la los cadáveres en las iglesias permi- rey don Fernando el Católico, y
primera crujía del inmueble, su ha- tió que en 1967, al iniciarse una nue- otros señalan su correspondencia
llazgo también reafirma las noticias va restauración del Palacio dirigida al primer ensayador de la ceca do-
sobre la antigüedad del emplaza- por Eusebio Leal Spengler, Historia- minicana, llamado Francisco
miento, habitado sucesivamente dor de la Ciudad de La Habana y Rodríguez. La opinión más ge-
desde el siglo XVI. Según los docu- director de esa institución, se en- neralizada y verosímil adjudica
mentos históricos en 1606 existía contraran enterramientos huma- esta rúbrica a los Reyes Católi-
en el sitio una casa de buena fá- nos y diversos restos arqueológicos cos (YF), estampada aún falleci-
brica, y el estudio riguroso de los coloniales. Entre ellos apareció una dos estos.
artefactos cerámicos demuestra moneda mexicana de ¼ real, fe-
la pertenencia del contexto a un chada en 1774 y perforada para Palacio del Marqués de Arcos
período no posterior al siglo XVII ser usada como colgante. Esta
temprano. pieza que lleva en el anverso el Situado en la Plaza de la Cate-
Las excavaciones en este inmue- busto del rey Carlos III (1759- dral, fue objeto hace algunos años
ble, llevadas a cabo por Ricardo 1789) y fue recobrada de un es- de excavaciones arqueológicas di-
Roselló, Daniel Vasconcellos y un trato superficial, podría estar rigidas por Carlos A. Hernández. El
equipo de la Empresa de Restau- relacionada con la época en que objetivo era estudiar la estratigrafía
ración, revelaron una secuencia se construyó el Palacio, culmina- precedente en el lugar, definir áreas
estratigráfica compleja, constituida do en 1792. fronterizas entre tierra firme y cié-
por muros y cimentaciones, huecos naga, la evolución histórica del in-
de postes, pavimentos construidos Convento San Francisco de Asís mueble y evidencias vinculadas a
con ladrillos, canalizaciones, letri- actividades humanas en este. Jun-
nas, rellenos de tierra y basura do- Esta representativa edificación to a cimientos, viejos drenajes,
méstica con distintos materiales religiosa, sita en la calle Oficios, cerámica y vidrio, se encontraron
cerámicos, fragmentos óseos per- fue estudiada arqueológicamente algunas monedas coloniales aso-
tenecientes a animales usados en en varias campañas desarrolla- ciadas a contextos primarios.
la alimentación y otros restos, to- das entre los años 1980 y 1990, al- Específicamente, entre los es-
dos vinculados a diferentes mo- gunas de ellas conducidas por tratos antrópicos depositados en
mentos ocupacionales del solar Ricardo Rodríguez, Jorge Brito y una antigua letrina, se recolecta-
urbano entre los siglos XVI y XVIII. En Roger Arrazcaeta, bajo la asesoría ron diez monedas con las deno-
algunos sectores se registró una de Leandro Romero. Los trabajos en minaciones de medio y un real,
potencia estratigráfica entre seis y el área conventual resultaron muy cuyas fechas abarcan desde 1772
siete metros, lo que revela los abru- sugestivos por los contextos del XVI hasta 1814. Las monedas, desafor-
22 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
tunadamente muy desgastadas y es de 1880 (fig. 2, g, h) y lleva las gidos por Lisette Roura Álvarez, y
dañadas, reafirman las referen- iniciales MS. en una estancia interior, contigua al
cias de diversas fuentes documen- patio, las excavaciones detectaron
tales sobre la circulación monetaria Casa de la Obrapía restos constructivos y rellenos con
en Cuba y en particular La Haba- una cronología entre los siglos XVIII
na. Las piezas en cuestión fueron Notable casa colonial, antigua y XIX. Asimismo ocurrió un inusual
acuñadas en México, Guatemala propiedad del escribano y mer- descubrimiento, el hallazgo de en-
y Lima (fig. 2, a, b, c, d, e, f). A la cader Martín Calvo de la Puerta tierros humanos. En los estratos
ceca mexicana corresponden (Domínguez, 1984:4), estuvo entre antrópicos superiores, del siglo XIX,
seis, una a Guatemala y otra a las primeras de la ciudad intramural los arqueólogos encontraron cinco
Lima, el resto no pudo clasificarse en ser intervenida por una restau- monedas de diferentes países y
por su mal estado. Este promedio ración arquitectónica entre los fechas, todas decimonónicas. Al
a favor de la ceca mexicana corro- años 1968-1970. Durante este pro- circulante español pertenecen tres
bora las informaciones sobre el ceso se efectuaron excavaciones di- monedas, una al mexicano y la otra
abastecimiento monetario a la Isla rigidas por los arqueólogos Rodolfo al estadounidense (fig. 3). Su des-
por el Virreinato de la Nueva Espa- Payarés y Lourdes S. Domínguez. En cripción es la siguiente:
ña, y la presencia de otros circu- una letrina estudiada por el pri- España:
lantes que traían en los galeones mero se recolectó cerámica ordi- - cincuenta céntimos, 1892, Ma-
los tripulantes y comerciantes en naria, loza fina, vidrio y otros restos drid, plata (fig. 3 a).
su paso por la ciudad hacia la Me- coloniales. Junto a ellos apareció - cinco céntimos de peseta, 1870,
trópoli. Por otra parte las fechas una moneda con significativo va- Barcelona, bronce.
en estas monedas ayudaron a lor entre el circulante español, una - cinco céntimos de peseta, 1879,
precisar la época de uso del de- onza de oro (ocho escudos) acuña- Barcelona, bronce (fig. 3 b).
pósito letrinoso. da en Madrid durante el reinado de México:
Otro interesante descubrimien- Carlos III. - ocho reales, 1886, Zacatecas,
to fue hecho en los estratos basu- Esta tipología monetaria se con- plata (fig. 3 c).
rales exhumados en un pozo sidera, entre los numismáticos, la Estados Unidos de América:
artesanal al exterior del inmueble, reina del circulante cubano desde - one dime, 1854, Filadelfia, plata
en un recodo que forma su facha- el último cuarto del siglo XVIII has- (fig. 3 d).
da hacia el lado izquierdo, frente a ta la primera mitad del XIX. Oficial- Dentro del grupo llama la aten-
la calle Mercaderes. El pozo esta- mente su valor estaba estipulado ción la moneda de plata fechada
ba virtualmente rellenado con bo- en dieciséis pesos fuertes, pero en 1892, se destaca en ella una
tellas, cerámica y tierra, y junto a la demanda la sobrevaloró con contramarca con la letra D y un
estos elementos dos monedas es- una prima, que en La Habana era entramado interior parecido a las
pañolas de oro. El análisis e inter- de diecisiete pesos por onza, celdillas de un panal de abejas (fig.
pretación estratigráfica y la posición pues los comerciantes dedicados 3 a). Al respecto la literatura espe-
de las monedas y otros artefactos a la trata negrera y el contraban- cializada no argumenta absoluta-
en el contexto arqueológico deter- do la utilizaban para pagar este mente nada, y otros especialistas
minó el reúso del pozo como basu- lucrativo negocio, por constituir la consultados como Alfredo Díaz
rero hacia 1880 en adelante, sin mayor denominación en el menor Gámez y Rebecca O. Linsuaín con-
haber llegado al siglo XX. volumen. sideran su probable pertenencia a
Ambas monedas tienen una una entidad privada o persona.
conservación extra fine y son del Hostal El Comendador Otra moneda muy interesante
período Alfonso XII, de veinticinco lleva la fecha 1886, ocho reales,
pesetas cada una, acuñadas en Esta casa del siglo XVIII fue pose- acuñada en Zacatecas, México. El
Madrid. La más antigua está sión de la ilustre familia de los análisis hecho por nosotros y ex-
datada en 1879 y su ensayador la Pedroso. Aquí se realizaron dife- pertos numismáticos como Inés
marcó con sus iniciales EM; la otra rentes trabajos arqueológicos diri- Morales y los antes citados (comu-
Gabinete de Arqueología / 23
ARQUEOLOGÍA
2a 2b
2c 2d
2e 2f
2g 2h
Fig.2. Monedas de plata, anverso y reverso, período de Carlos IV y Fernando VII en España. Las dos últimas son de oro
y corresponden al reinado de Alfonso XII. La 2 a, b, d, e, f son de México y la 2 c es de Guatemala
24 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Gabinete de Arqueología / 25
ARQUEOLOGÍA
recientes estudios no lo consideran da francesa fechada en 1722, hecha fundas conservaron evidencias orgá-
así, por cubrirse en su totalidad el en cobre y muy deteriorada (fig. 5), nicas como semillas, madera y cue-
cospel con el nuevo cuño. Se halla posiblemente por su enterramiento ro. La cronología en este rasgo
en buen estado y puede considerar- en un ambiente húmedo inestable, y arqueológico puede estimarse hacia
se como un ejemplar raro entre los con presencia de distintas sustancias fines del XVIII y principios del XIX.
especímenes numismáticos cubanos químicas. Una moneda de plata en mal es-
(fig. 4). Las otras dos monedas son: Por otra parte, las dos monedas tado fue recobrada del estrato
una hispana del reinado de Alfonso hispanas mencionadas son piezas de letrinoso más prolífero en restos
XII, fechada en 1876, y una norte- cinco céntimos, bronce, acuñadas en arqueológicos, la u. e. 48, a 1,50 m
americana, one dime de 1857, acu- Barcelona en 1870. Tenían escaso del nivel 00. Es una pieza de medio
ñada en Filadelfia. poder adquisitivo y fueron muy abun- real, año ilegible, ceca México,
La moneda española tuvo vigen- dantes en el circulante cubano en la ensayadores Francisco Arance
cia en la circulación cubana hasta segunda mitad del siglo XIX. Cobos y Mariano Rodríguez (FM).
1915 cuando fue desmonetizada, no Estas dos personas trabajaron en
así la norteamericana, que desde la Casa del Marqués de Prado Ameno los períodos de Carlos III y Carlos
etapa colonial se encontraba pre- (O’Reilly 253) IV, especialmente entre los años
sente en el numerario cubano y al 1783-1807 (fig. 6).
crearse la moneda nacional en 1915 También investigada por su rele- En otro corte, el no. 5, ubicado en
mantuvo su curso legal. vancia histórico-arqueológica. Aquí, una estancia contigua al traspatio, al
bajo la dirección de Roger Arrazcaeta excavarse un grueso relleno en un
Hotel Saratoga y Rolando Crespo, se abrieron dis- aljibe, se encontraron dos piezas es-
tintos cortes estratigráficos y el de pañolas; la primera corresponde a
Fue edificado entre 1879 y 1881 mayor interés para este estudio fue cinco céntimos, cobre, año 1877,
(Carmen Lezcano, 2000: 3 y 4), ocu- la excavación de una letrina que apor- ceca Barcelona, reinado de Alfon-
pando una zona convertida en mu- tó abundante material con restos so XII; la segunda es también del
ladar extramuros a fines del siglo culinarios: loza fina (creamware y mismo período, denominación
XVIII y principios del XIX. Durante la pearlware), vidrio, mayólica mexicana dos pesetas, acuñada en plata,
actual reconstrucción se demolie- y española y cerámica ordinaria. año 1883, fabricada en Madrid,
ron sus paredes interiores y se Condiciones anaerobias del depósi- ensayador MS. La estratigrafía y
abrió una enorme excavación para to sanitario en sus capas más pro- las evidencias arqueológicas vin-
nuevas cimentaciones, esto permi-
tió realizar labores de rescate ar-
queológico. En las paredes verticales
de este corte se aprecian diferentes
unidades estratigráficas, las superio-
res con restos del XIX y XX, y aquí se
colectaron dos monedas españolas.
El contexto más rico en evidencias
fue una gruesa capa oscura con-
formada por basuras coloniales
que constituye la posición estra-
tigráfica más temprana del depósi-
to, hacia fines del XVIII; con enorme
cantidad y amplia gama de restos
domésticos, cerámica común, loza Fig. 4. Cuatro maravedíes, cobre, ceca de Fig. 5. Moneda de Francia,
Segovia, datación 1658 - 1659. acuñada para sus colonias en 1722.
fina, porcelana, huesos de res, cer- Exhumada en los rellenos del foso, Pieza atípica en el circulante cubano
do, pescado y aves, vidrio, madera y Castillo de La Punta
semillas. Allí se encontró una mone-
26 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
culadas a estos dos artefactos, re- como ensayador supernumerario Gabarre II y Ángel Mendoza
velaron un contexto formado por en esta ceca hacia 1793, 1795, 1796 y Ordóñez).
rellenos basurales, datados en la 1799. La P es la inicial de Pedro Reinado: Alfonso XII (1874-1885).
segunda mitad del siglo XIX. Sánchez Guzmán, ensayador ma- Estado de conservación: vf
yor en 1767. Este continúa con el (very fine).
Muralla no. 103-105 mismo cargo por 1793, 1795 y 1796. Ubicación estratigráfica: N-16.
Aunque el año en esta pieza no se
Los trabajos en este sitio se efec- aprecia, puede asignarse a los rei- - una peseta, plata (fig. 7 c).
tuaron por Anicia Rodríguez, Sonia nados de Carlos III y Carlos IV. Año: 1893.
Menéndez, Karen Mahé Lugo y Las restantes monedas encontra- Ceca: Madrid.
Lisette Roura. Entre los rellenos, das en esta letrina son las siguientes: Ensayador: PG-L. (Félix Miguel
estratos primarios y restos arqueo- Peiró y Rodrigo, Antonio García
lógicos encontrados en una letrina - cinco céntimos, "perra gor- González y Domingo Lizaranzu
de esta morada habanera, la ma- da", cobre. Astarlos).
yor parte fechados en la segunda Año: 1870. Reinado: Alfonso XIII (1886-1931).
mitad del siglo XIX, se recuperaron Ceca: Barcelona. Estado de conservación: xf (ex-
siete piezas numismáticas: una Ensayador: OM (Oeschger Mes- tra fine).
moneda acuñada en plata está muy dach y Cia.) Ubicación estratigráfica: N-2.
deteriorada y no conserva ningu- Gobierno Provisional: (1868-1871).
na inscripción, su tamaño es 2,3 cm, Estado de conservación: Mutilada. Habana 958
y podría ser una peseta del perío- Ubicación estratigráfica: N-7.
do Alfonso XIII. La única excepción Esta interesante casa, prototi-
a esta unidad cronológica es un me- - veinticinco pesetas, oro (fig. 7 a). po de vivienda modesta, pequeña
dio real de plata, acuñado en Gua- Año: 1877. joya arquitectónica hoy casi total-
temala, inscripción NG, Nueva Ceca: Madrid. mente destruida, fue construida
Guatemala, la cual aparece a par- Ensayador: DEM (Eduardo Díaz posiblemente en el primer cuarto
tir de 1780. El nombre del ensayador Pimienta, Julio de la Escosura Ta- del siglo XVIII. Las excavaciones al
es casi ilegible, pero pudiera ser M blares y Ángel Mendoza Ordóñez). fondo del inmueble localizaron una
o P; el primero corresponde a Ma- Reinado: Alfonso XII (1874-1885). antigua letrina, pudiéndose identifi-
nuel Eusebio Sánchez, quien figura Estado de conservación: xf (ex- car cuatro capas arqueológicas. El
tra fine). equipo de arqueólogos, dirigidos por
Ubicación estratigráfica: N-18. Sonia Menéndez, pudo establecer el
uso sanitario para esta estructura
- diez céntimos, bronce. entre finales del siglo XVIII y el siglo XIX.
Año: Ilegible, entre 1877 y 1879. En la unidad estratigráfica no. 4,
Ceca: Barcelona. compuesta por artefactos y detri-
Ensayador: OM (Oeschger Mes- tus vertidos por las familias que
dach y Cia.). habitaron el inmueble, se halló una
Reinado: Alfonso XII (1874-1885). moneda española de cinco cénti-
Estado de conservación: Mutilada. mos. En el anverso tiene la leyen-
Ubicación estratigráfica: N-18. da ALFONSO XII POR LA GRACIA DE DIOS y el
rostro del monarca en perfil; en el
- cincuenta céntimos, plata reverso aparece el escudo espa-
(fig. 7 b). ñol y la leyenda REY CONSTITUCIONAL DE
Fig. 6. Medio real, ceca de México, Año: 1885. ESPAÑA. Fue fabricada por la ceca de
fecha ilegible, acuñada posiblemente entre
1783 y 1807. En esta ceca se fabricaron Ceca: Madrid. Barcelona en 1879 (ídem. a fig. 3 b),
las monedas autorizadas oficialmente Ensayador: MS-M. (Mauricio ensayador OM (Oeschger Mesdach
a circular en la Isla durante el período colonial
Morejón Bueno, Pablo de Sala y Cia.); su ubicación en el contacto
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ARQUEOLOGÍA
28 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
desde 1834 hasta su muerte en 1884, objetivo concreto. Además, desmien- su paso por Cuba era cambiado por
Francisco Álvarez Calderón y Kessel, te la extendida creencia de que mu- plata, pues una sobrevaloración lo
marqués Casa Calderón. chas personas escondían el dinero favorecía: la onza de oro se cambia-
El estudio arqueológico, con pros- bajo tierra en su propiedad, sobre ba por diecisiete monedas de plata,
pecciones microgravimétricas en- todo en momentos de crisis econó- aumentando así sus caudales y al
cargadas al ingeniero doctor Ramón micas o guerras. No obstante, en los mismo tiempo dejando sin plata al
Caraballo y su equipo de geofísicos, sitios rurales o haciendas, el patrón país. Esta situación particular trajo
permitió ubicar dos pozos, caños, un hallado en los yacimientos urbanos como resultado, posterior a los cua-
aljibe y una letrina. En un corte no parece comportarse igual. tro primeros lustros del siglo XIX, una
estratigráfico ubicado en la última Durante la etapa colonial, Cuba considerable escasez en monedas
habitación al fondo del inmueble, con padeció la falta de moneda frac- hispanoamericanas, facilitando la
frente a la calle Santa Clara, se en- cionaria por no poseer metales pre- entrada clandestina de las pesetas
contraron cerámicas y vidrios del si- ciosos y no poder establecer su pro- provinciales, denominadas corrien-
glo XIX (Brito Niz, comunicación pia ceca. Por ello estuvo sujeta a los temente "pesetas sevillanas".
personal: 2001). Entre ellas estaba "situados" procedentes de México, En la segunda mitad del siglo
una moneda de cuatro reales datada que nunca fueron suficientes para XIX se aprecia en Cuba una ma-
en 1811. El ejemplar es de la época en una población en continuo crecimien- yor incorporación de circulante
que ocurrió la invasión napoleónica to. Esta condición permitió la prepon- extranjero junto al español, sobre
a España (1808-1813), cuando José I derancia del circulante mexicano en todo monedas norteamericanas,
Bonaparte, hermano mayor de la Isla hasta fines del siglo XVIII. una circunstancia evidentemen-
Napoleón, ocupaba el trono im- El lugar privilegiado del puerto te relacionada con los cambios polí-
puesto a esa nación. habanero como punto de concen- ticos internacionales, que se tradujo
La moneda había sido acuñada en tración para las flotas que regre- en una mayor expansión económica
Madrid y lleva la firma de los saban a la Metrópoli cargando los y militar de EE.UU. hacia América
ensayadores Antonio Rafael Nar- tesoros y mercancías sustraídas a —especialmente la penetración del
váez e Isidoro Ramos Manzano, el las colonias americanas, contribuyó capital norteamericano en Cuba—,
escusón del escudo ostenta el águila significativamente al movimiento de la guerra hispano-cubano-norteame-
del imperio napoleónico. Monedas de las monedas hispanoamericanas ricana, la deprimente economía es-
este período entraron profusamente autorizadas a circular en la Isla, en pañola, y finalmente la tradicional
en Cuba posterior a 1821, durante la buena medida por la presencia de escasez de circulante en la Isla.
independencia mexicana, acuña- una población flotante numerosa
das en la Península y después le- durante varios meses del año. Agradecimientos
galizadas para su circulación con A comienzos del siglo XIX, con las
la contramarca de la rejilla. guerras independentistas de las Los autores desean expresar su
Con la abdicación de José I en colonias españolas contra su Me- gratitud al especialista Antonio
1813, las monedas con su efigie con- trópoli, se desestabilizó la acuña- Quevedo Herrero por la excelente
tinuaron circulando, parejamente a ción monetaria, España pierde sus conservación y restauración realiza-
otras españolas, durante todo el si- posesiones en el continente ame- da a distintas piezas numismáticas,
glo XIX debido a su valor metálico. ricano y con ello la producción del y por el apoyo a este estudio. Tam-
circulante; en consecuencia se acre- bién a Rebecca O. Linsuaín, quien
Conclusiones cienta la crisis del circulante en las revisó la clasificación de algunas
pocas colonias existentes aún. monedas presentadas en esta inves-
La escasa frecuencia de mone- Con la independencia hispano- tigación, e hizo importantes comen-
das en los sitios arqueológicos co- americana comenzó el retorno de tarios y sugerencias a los autores.
loniales demuestra su presencia muchas personas adineradas ha- Asimismo, agradecemos el aporte de
casual o accidental en los contextos cia la antigua Metrópoli, llevando los peritos numismáticos Alfredo
estratigráficos, y sólo excepcional- consigo todo cuanto podían salvar, Díaz Gámez e Inés Morales; ellos brin-
mente aparecen enterradas con un incluido el oro amonedado que en daron su asesoría para identificar y
Gabinete de Arqueología / 29
ARQUEOLOGÍA
documentar algunas monedas pro- nos, quien nos ayudó en la compo- Francés, Sonia Menéndez, Karen M.
blemáticas. Especial reconocimien- sición fotográfica computarizada. Lugo, José M. Torres Pico, Luigi
to al fotógrafo Fidel Navarrete A los investigadores del Gabine- Hernández, Elizabeth Romillo,
Quiñonez por sus diapositivas y fo- te de Arqueología, que con su tra- Yamilé Luguera, Escael Marrero,
tografías digitales, empleadas para bajo acucioso en las diferentes Alán Luis Gómez, Anicia Rodríguez
ilustrar este artículo. Igualmente excavaciones, contribuyeron a González, Mónica Pavía Pérez,
extendemos nuestra gratitud al este reporte: Carlos A. Hernández, Adrián Labrada y Alejandro Nolasco.
informático Omar Dieppa Castella- Aneli Prado, Lisette Roura, Luis A.
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ARQUEOLOGÍA
Por: Aneli Prado Flores, Joyce Rossi Álvarez y Roger Arrazcaeta Delgado
Gabinete de Arqueología / 31
ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
Gabinete de Arqueología / 33
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ples, es decir, reconocer cada uni- - Directas: Cuando dos o más u. e. 6.- Referencias: Referencias
dad estratigráfica minuciosamente. tienen contacto entre sí, la línea cruzadas con otros instrumentos.
Este método parte de la identificación que las une en el diagrama será Responsables. Fecha de redacción.
e interpretación de los elementos y continua.
niveles deposicionales, producto de - Indirectas: Cuando la relación Datos de archivo
una estratificación arqueológica entre dos o más u. e. no se muestra
dada por una actividad constructiva, por un contacto físico, entonces la lí- A medida que avanza la excava-
destructiva y modificadora operada nea que las une será discontinua. ción, o sea, cada vez que una nueva
por el hombre, acorde con los plan- (Ob. cit.) unidad es definida, se va realizando
teamientos metodológicos expuestos La caracterización de cada una una lista de las u. e. acopiando así
por Edward C. Harris en Principios de de las u. e. es descrita y registrada sus datos más imprescindibles, faci-
estratigrafía arqueológica. en una ficha de excavación con los litando la enumeración y evitando
La principal tarea es la identifica- siguientes aspectos: posibles repeticiones en los núme-
ción, registro escrito, planimétrico y 1.- Identificación: Se le da nom- ros asignados a cada u. e. Esta lista o
fotográfico de los estratos, elemen- bre y número a la u. e. así como su relación también ayuda a una diná-
tos constructivos y las interfaces o ubicación y fecha en que comenzó mica y control ágil en la excava-
soluciones de continuidad, conside- la excavación. ción arqueológica.
rando cada uno como unidades 2.- Descripción: Cada una de las Una vez definidas las relaciones
estratigráficas individuales (u. e.) y u. e. son diferenciadas y cada caso de cada u. e. se hace un diagrama
asignándoles un número distinto a es descrito lo más detalladamente esquemático mediante el método
cada una. Una vez numeradas se posible: de Matrix Harris, el cual nos propor-
define el conjunto propio de relacio- -Contexto: Compactación, color, ciona todos los detalles para una
nes estratigráficas entre sí, expresan- composición, intrusiones, dimen- secuencia estratigráfica organiza-
do vínculos espacio-temporales, tales siones y observaciones. da en fases y períodos.
como: -Elementos constructivos: Mate- En la Tabla no. 1 se muestra la re-
- De contemporaneidad: cuando riales, tratamientos, técnicas cons- lación de cada u. e., definiéndose si
dos u. e. sean coetáneas o sincróni- tructivas, tipos de morteros, juntas, es contexto o interfaz, según corres-
cas; o sea que se unan o adosen. En elementos, formas, dirección de las ponda. A las u. e. que rellenaban el
la ficha se define como unir, adosar. caras, deformaciones, dimensiones, pozo se les tomó una muestra para
- De antero-posterioridad: cuan- revestimientos y observaciones. su descripción y su definición de co-
do las u. e. presentan una relación -Interfaces: Formas, dimensio- lor, basados en los códigos de la
diacrónica. En la ficha se define nes, orientaciones, inclinaciones y tabla Munsell.
como cubrir, rellenar, adosar, apo- observaciones.
yar, cortar. Esta acción puede actuar 3.- Relaciones estratigráficas: Se Periodización del sitio
positiva o negativamente sobre una analiza la relación de cada u. e. con
u otra u. e. respectivamente, y una las que la rodean, haciéndose un - 1ra. etapa. Construcción del
variante de tal diacronía es la rela- diagrama o Matrix Harris de dicha pozo posiblemente a finales del si-
ción de vacío, interfaz o solución de relación. glo XVIII. Uso del mismo como pozo
continuidad, y se da solamente por 4.- Dibujo: Consiste en la confec- de agua en la primera mitad del XIX.
la acción negativa sobre una u. e. ción de un dibujo de planta para Consta del corte o apertura del
ya establecida; esta acción trata de señalar la ubicación de la unidad pozo en el terreno de roca se-
cortes debido a demoliciones estratigráfica dentro del contexto dimentaria y la construcción de sus
antrópicas o ruinas naturales. En y las diferentes cotas de niveles. paredes de sillares en caliza, los
la ficha se define como cortar. 5.- Interpretación y datación: Se cuales tienen una medida prome-
(Sánchez Zufiaurre, Martínez Torre- realiza analizándose las relaciones dio entre 0.20 m de ancho, altura
cilla y Arrazcaeta Delgado, 2000: 7.) estratigráficas en conjunto con el 0.10 m y espesor 0.06 m. Dicha
Las relaciones pueden presen- estudio de los artefactos encontra- construcción llama la atención, al
tarse como directas o indirectas: dos en cada u. e. constatarse que entre el corte y las
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ARQUEOLOGÍA
Fig.1
Gabinete de Arqueología / 35
ARQUEOLOGÍA
Algunos restos arqueológicos total de 6.3 cm. Presenta un anillo altura. La superficie externa de la
como pie de base con 4.4 cm de diá- pieza es biselada.
En los materiales encontrados metro. Se encontró fragmentada
en el pozo hay un conjunto de por- en nueve pedazos. Luego de ser lim- Hornillo de pipa para fumar de por-
celanas europeas, entre ellas so- piada y reconstruida se pudo apre- celana dura decorada
bresalen dos pequeñas tacitas de ciar en la parte externa improntas de
juguete casi completas, una taza de unos dibujos; por estar hechos so- El hornillo está incompleto. El
té con huellas de decoración sobre bre el vidriado los colores se per- diámetro de su borde superior es
el vidriado, fragmentos de una dieron y hoy sólo se pueden ver a de 2.3 cm, y la altura, de 4.4 cm. El
fuente y una cazoleta de pipa para contraluz; representan dos insec- espesor de la pasta va de 0.2 cm en
fumar decorada, también botellas tos, y según los especialistas en la parte superior de la pieza hasta
de vidrio para vinos y conservas y zooarqueología del Gabinete pue- 0.4 cm en el fondo. Como decora-
fragmentos cerámicos de una ca- den ser mariposas. ción tiene una franja de color café
zuela tipo El Morro y otras. En co- rojizo en la parte media a inferior
rrespondencia a la estratigrafía Fragmentos de dos tacitas de juguete del cuerpo, que se degrada hasta
descrita con anterioridad y a las un café más claro en la parte alta
tipologías presentes en estas pie- Dos fragmentos de pequeñas de la decoración, tiene 2.4 cm de an-
zas pueden considerarse como de tacitas de juguete hechas en por- cho midiendo desde la base de la
la segunda mitad del siglo XIX, mu- celana de pasta dura sin decora- pieza.
chas de estas provenientes de la ción. Una de ellas presenta un asa Las pipas de porcelana comenza-
importación de artículos europeos y tiene un diámetro en su borde su- ron a fabricarse en la mitad del siglo
y norteamericanos; es posible que perior de 3.3 cm y como base 1.4 cm, XVIII en Meissen y en Nymphenburg
un ejemplar como la cazuela de ce- con una altura de 2.5 cm. La su- por Franz Vilarius (Armero, 1989:
rámica El Morro pudiera ser ma- perficie externa de la pieza es bi- 100), a partir de entonces se popula-
nufacturada localmente, aunque selada. rizaron en Europa. Durante el siglo
este tipo cerámico se hizo en otros El otro fragmento mide 3 cm de XIX una variedad de pipas de porce-
países como México y España. diámetro en su borde superior y lana con decoración policromada
1.4 cm en la base, con 2.4 cm de se comercializaron en Alemania y
Taza de té
Taza de porcelana dura europea Pequeñas tazas de juguete hechas en porcelana dura europea sin decoración,
con decoración sobre el vidriado, segunda mitad del siglo XIX
segunda mitad del siglo XIX
36 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Francia. El ejemplar encontrado en do fue la arena, al ver los puntos moldes de dos piezas, con decora-
este sitio pudo ser hecho en Ale- blancos existentes en toda la pas- ción en alto relieve en su cuerpo con
mania en el siglo XIX. ta. Presenta un espesor en la parte motivos florales a la manera de guir-
Las piezas referenciadas ante- superior de 0.5 cm y en la base de naldas. La parte inferior es delga-
riormente son de la llamada por- 0.8 cm. El diámetro del borde supe- da y cilíndrica. El hornillo está
celana europea de pasta dura, rior de la vasija es de 18.5 cm y la provisto de un pequeño tubo para
comenzada a fabricarse en 1710 en altura de 12 cm. la caña. Sobre el borde superior se
la ciudad de Meissen. Esta pasta El fondo por la parte externa pre- puede leer el nombre del fabricante
se caracteriza por ser compacta y senta restos de cenizas y concre- y lugar de procedencia: PALAMOS EN
sumamente vitrificada; es de color ciones negras del hollín, evidenciando CATALUÑA FCA. DE ESTEVAN GORGOLL. Dos de
blanco brillante vista en corte y no la exposición al fuego. ellas presentan un diseño similar.
puede rayarse con el acero, tiene Las vasijas utilitarias hechas con Las pipas de fabricación catala-
fractura concoidal, sonido metáli- este tipo cerámico se distinguen por na siguen una tipología desarro-
co y si las paredes no son muy grue- tener una superficie granulosa y un llada en Francia a fines del siglo
sas es traslúcida; se hacía con mínimo de lisura en ellas; la pasta por XVIII , caracterizada por el uso de
caolín, feldespato y cuarzo molido. lo común es atemperada con arena diseños en alto relieve. Estas pipas
de cuarzo y en ocasiones con inclu- se encuentran con cierta frecuen-
Cazuela de cerámica tipo El Morro siones de arcilla roja y su color oscila cia en sitios coloniales cubanos co-
del café al carmelita rojizo; el vidria- rrespondientes a mediados y
Es una cazuela de cerámica do plúmbeo de estas piezas es irre- segunda mitad del siglo XIX y exis-
hecha en torno de alfarero. Con gular, transparente y delgado, y por ten reportes de ellas a lo largo de
vidriado en la parte interna, dete- lo general es aplicado en la superfi- todo el país, en sitios urbanos, ru-
riorado por las condiciones am- cie interior. (Deagan, 1987:50 y 51.) rales y en plantaciones azucareras y
bientales en que se encontraba; la cafetaleras. En la región de Gerona,
parte externa presenta algunas Pipas catalanas de cerámica en Cataluña, existieron diversas fá-
vetas chorreadas del barniz vítreo. bricas durante el siglo XIX, entre
La pasta es de color rojo, y pro- Pipas catalanas para fumar de ellas podemos mencionar a las de
bablemente el desgrasante utiliza- cerámica. Son tres pipas hechas en José Espinet, Estevan Gorgoll y
Juan Castella, de las cuales se han
encontrado ejemplares en sitios ar-
queológicos cubanos en la segun-
da mitad del sigo XIX. (Arrazcaeta,
1987:19 y 20.)
Pipas de cerámica para fumar tabaco, hechas en Palamos, Gerona, Cataluña, siglo XIX Cazuela de cerámica tipo El Morro, siglo XIX
Gabinete de Arqueología / 37
ARQUEOLOGÍA
Botella de vino espumoso pieza que mejor se conserva en las nuevamente en la base a un diáme-
excavaciones arqueológicas en tro de 6.9 cm.
Entre las piezas completas ha- contextos urbanos. En los inicios del Estos frascos de conserva se
lladas en el pozo, se encuentra una siglo XIX la parte superior del pico difundieron a partir de 1800,
botella de vino espumoso. De vi- terminaba en forma oblicua, con eran de boca ancha y se tapa-
drio verde, soplada en molde de el extremo más ancho que la unión ban con un corcho atado con un
madera, se pueden apreciar las de la tira, y ya hacia 1850 se impo- alambre y cubierto por cera;
burbujas de aire y las huellas de ne el doble bisel hacia abajo. fueron usados para dulces, mer-
unión del molde dejadas en la (Schávelson, 1991: 108.) meladas, y otras conservas. Por
pasta. Presenta un anillo plano de lo general los frascos eran trans-
vidrio aplicado en el cuello, que Botella de conserva parentes para así poder apreciar
servía para sujetar el corcho con el contenido de los mismos. En
un alambre. Con una altura total Otra de las piezas completas 1850 llegaron a existir en Ingla-
de 25.9 cm, la boca tiene un diáme- del pozo fue un frasco de conser- terra cerca de 1 000 marcas, mu-
tro de 2.6 cm, los hombros 7 cm de va. De vidrio incoloro y hecho por chos con decoraciones neogóticas.
diámetro y 7.4 cm en la base. soplado libre, se pueden apreciar Las marcas eran hechas de un vi-
En las botellas uno de los ele- en la pasta las burbujas de aire. drio fino, y en ocasiones pueden
mentos más distintivos es el cue- Se caracteriza por un delgado hallarse huellas de pontil dejadas
llo, puesto que es uno de los que anillo aplicado en la boca con labio en la base como en este caso; se
mayor información cronotipológica evertido, y una forma irregular trata de un pontil pleno de vidrio.
nos brinda; y una de las partes de la con hombros deformes; presenta (Ob. cit.:109.)
una altura de 27.5 cm; diámetro en
la boca de 6.7 cm, en el cuello se Tapa de cierre para frasco de conserva
estrecha hasta los 5.6 cm, ensan-
chándose en los hombros a un diá- Pieza de vidrio incoloro soplada
metro igual a 9.0 cm y estrechándose en moldes de dos piezas, se pue-
den apreciar las burbujas de aire y
las marcas del molde. Se trata de
una tapa con rosca, cuya parte su-
perior culmina con un reborde so-
Botella de vino espumoso, Botella para contener conservas, Tapa de cierre para frasco de conserva,
procedencia francesa o española, posiblemente francesa o norteamericana, Francia, segunda mitad del siglo XIX
segunda mitad del siglo XIX siglo XIX
38 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
bresaliente que al momento de ce- Las copas fueron menos comu- La hoja tiene un largo de 10.4 cm
rrar el frasco cubría totalmente el nes que los vasos de vidrio, usados y un ancho de 1.6 cm; el cabo mide
labio del mismo. La tapa externa para beber todo tipo de líquidos en la 8.4 cm de largo y el ancho oscila
superior presenta tres anillos, entre mesa de las familias en la colonia. Su entre 0.9 cm y 1.3 cm. En total mide
los cuales se aprecia una inscrip- presencia en los sitios arqueológicos la pieza 18.8 cm. El cabo es de sec-
ción en francés, que dice: T. YSSARTIER cubanos es más frecuente en con- ción octogonal, hueco interiormente.
BRI_ _ _TE S.G.D.G. BORDEAUX FABRICANTS textos del XVIII y mucho más en el si-
MO_CAMP & C° _ _ _ _. (Las líneas glo XIX. Por lo general, las copas fueron Conclusiones
discontinuas significan que no se artículos costosos en relación con
pueden leer las letras.) otros recipientes de vidrio cuya ela- Tomando como base el estudio
boración era más simple. arqueológico realizado, y teniendo
Copa en cuenta el inconveniente de no
Cuchillo de plata contarse todavía con una investi-
Copa de vidrio incoloro hecha gación histórica del inmueble que
en molde de contacto, con un fuste Es una de las piezas mejor con- permita contrastar los datos ar-
corto y grueso, la superficie exter- servadas, aunque se encontraba queológicos para establecer su
na de la copa está decorada con con algunas concreciones. Luego relación con un momento de ocupa-
once paneles ovalados consecuti- de ser limpiada, con métodos mecá- ción familiar específico se concluye
vos, biselados a la rueda sobre el nicos y químicos, supimos que se tra- lo siguiente:
vidrio. Tiene unos 6.4 cm de diáme- taba de un cuchillo mantequillero De acuerdo con el estudio de los
tro en su borde superior y una altura de plata forjada, es decir, hecho rasgos estratigráficos de las u. e. 1,
total de 9.9 cm. En ella se aprecian artesanalmente, pudiéndose apre- 12, 13, 14, 15, 16 y 17 y restos ar-
algunas burbujas de aire ubicadas en ciar en su hoja una marca de plate- queológicos asociados definimos
el pie o base, y debajo de este se ro aún sin identificar. estos rellenos como primarios, ori-
observa un rebajamiento ovoidal ginados por basura doméstica pro-
indicativo de una marca de pontil cedente fundamentalmente de la
bruñida. Por sus características cocina de la casa, ya que entre los
tipológicas esta pieza pudo ser restos se recuperaron gran canti-
fabricada en Inglaterra o Estados dad de artefactos de cocina y del
Unidos en el siglo XIX. servicio de mesa, variedad de hue-
sos de dieta animal y abundante
presencia de nódulos de carbón
vegetal.
Detalle de la marca del fabricante del cuchillo Cronológicamente todos los es-
tratos antrópicos que rellenan el
Copa de vidrio incoloro hecha en molde de Cuchillo mantequillero de plata forjada, siglo XIX
contacto, siglo XIX
Gabinete de Arqueología / 39
ARQUEOLOGÍA
pozo (u. e. 8) corresponden a la se- pavimento de baldosas de cerámi- Fidel Francisco Navarrete Qui-
gunda mitad del siglo XIX. Afianzan ca roja (u. e. 6 y 7). ñonez, por las fotografías tomadas
este criterio las características es- para este artículo.
tratigráficas de los mismos, sus rela- Agradecimientos Licenciada Inés Morales, por su
ciones, y los artefactos asociados. catalogación numismática.
Hipotéticamente se plantea que A todas aquellas personas que Muy especialmente al doctor
el pozo entró en desuso por varias nos ayudaron con sus conocimien- Edward Cecil Harris por su asesoría.
razones; estas pudieran ser: tos, esfuerzos y vasta paciencia en Al doctor Agustín Azkárate y a
a) por agua contaminada. la culminación de este trabajo. todo su equipo de trabajo por su
b) porque bajó el nivel del man- Rolando Crespo Díaz, por su colaboración en la aplicación de
to freático y el pozo se secó. activa participación en el equipo esta nueva metodología.
c) debido al dictado de normas de trabajo de campo y en la iden-
sanitarias. tificación de los restos zooar-
d) por transformaciones o cam- queológicos.
bios espaciales en el inmueble. Arqueóloga Lisette Roura Álvarez
A partir del desuso de esta estruc- por su colaboración técnica.
tura como pozo de agua, comenzó a Antonio Quevedo Herrero y
fungir como basurero, esto fue en la Eduardo Muñiz Márquez por la con-
segunda mitad del siglo XIX. servación y restauración de los
Es probable que el basurero se materiales hallados en el sitio y la
clausurara a finales del siglo XIX con ayuda prestada en la identificación
las medidas sanitarias tomadas por de algunos artefactos.
el gobierno interventor norteame- Alina Velásquez Margüenda y
ricano en 1898. Sobre su relleno Omar Bernardo Dieppa Castellanos,
más tardío (u. e. 1) se colocó un por su contribución en la informática.
BIBLIOGRAFÍA
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40 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Gabinete de Arqueología / 41
ARQUEOLOGÍA
los barcos se hacían de acuerdo los escasos documentos y proto- motas como los siglos XVI y XVII, nos
con la habilidad práctica de sus colos habaneros de la época, por ello la ha dado el trabajo arqueológi-
constructores. Las dimensiones no nos decidimos a realizar estos estu- co en sitios donde han sobrevivi-
se podían determinar de antema- dios etnoarqueológicos. Pero la rea- do algunas de las estructuras que
no y resultaban enteramente for- lidad exacta de cómo se construía un conformaban el bajel y las inves-
tuitas una vez que se colocaba la vaso y sobre todo en épocas tan re- tigaciones que desarrollamos en
quilla y las cuadernas maestras
que establecían las proporciones
de la curvatura y el tamaño real.
Al margen de los conocimientos
prácticos de los constructores, ocu-
rre un fenómeno de transculturación
técnica cuando comienzan a ser
sustituidas las maderas proceden-
tes de los bosques de la Península
Ibérica por las pertenecientes a es-
pecies autóctonas del archipiélago
cubano por sus características par-
ticulares. En el siglo XVIII el portu-
gués Antonio Parra, avecindado en
La Habana, escribe y publica su re-
lación de árboles de Cuba y sus po-
sibles usos, incluidos los referidos
a la construcción naval y las nume-
rosas expediciones de los oficiales
de marina e ingenieros del arsenal
Bosque tropical húmedo, donde se observan las maderas utilizadas en la construcción naval
habanero en busca de especies y
troncos aptos para los diferentes
fines y formas (Ortega, 1998).
La arqueología en el contexto
subacuático ha permitido realizar
el estudio de estructuras navales
pertenecientes a esta etapa y la
aparición, en ellas, de maderas de
la península y de las Antillas simul-
táneamente.
42 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
las provincias occidentales, don- el aporte de maderas americanas Sin embargo, si nos remitimos a
de dedicamos nuestro esfuerzo a y principalmente las cubanas, a acontecimientos anteriores, es im-
aprender in situ cómo se mantenían partir y durante el largo periodo portante reflejar las cédulas rea-
las tradiciones constructivas de la de la dominación española en les expedidas a los jerónimos el 29
etapa colonial hasta nuestros días. nuestro continente, es reflejada de diciembre de 1516 "...e bien de
Laboramos en los astilleros, en los en las innumerables cédulas, me- los dichos vecinos pudiesen armar
algunos navios e carabelas o bergan-
tines para ir a descubrir..." y "...que la
dicha ysla e vecinos e tratantes en
ella tiene mucha necesidad de te-
ner e hazer navios para contra-
tar...". 3 Estas licencias inician las
construcciones de barcos en el Cau-
to y Santiago para comerciar con La
Española, Jamaica y Puerto Rico, y
emprender expediciones por cuenta
de los colonos. (Ortega, 1986.)
Algunas de estas primeras em-
barcaciones no lograron alcanzar
un aforo superior a las 100 tonela-
das, pues existían cédulas que in-
terferían su ejecución, como la del 12
de diciembre de 1518 "...por ende yo
vos mando que dexeys e consyntays
a las personas que paresciere que
en esa ysla son abonadas y de quie
Sustitución de tracas por el sistema de frasquia, técnica de gran antigüedad. La traca fue
confeccionada con un tablón de pino del país tengays buena seguridad que son
tales personas hazer hasta en can-
cortes y manufacturas de las ma- moriales y contratos que sobre tidad de dies navios y con tanto
deras, en las carenas de repara- esta temática se conservan. que no suban ni sean de 100 tone-
ciones y construcciones de barcos Ejemplo de lo antes dicho fue lo ladas de porte arriba cada uno...", 4
de madera que todavía se utilizan expresado por el contador Pedro se apreciaba el interés de los habi-
en la pesca de plataforma y el de Arana en su Memorial a S. M. al tantes y gobernadores de la Isla
cabotaje. 1 reiterar que "...en esta ysla ay gran- por impulsar la construcción de
Esta gran sabiduría que nos des comodidades de maderas para bajeles para llevar a efecto sus pro-
trasmitieran los maestros de ri- introducir en ella su Mag. una grue- pósitos mercantilistas y expansio-
bera heredada por la tradición nos sa u hordinaria fabrica de galeones nistas por las recién descubiertas e
ha ayudado a interpretar mejor y fragatas pues no la escusa por la inexploradas tierras del Nuevo Mun-
las incógnitas de la construcción grande necesidad de ellos tiene do, aprovechando al mismo tiem-
naval antigua. y por la bondad y ventajas de las po las bondades y ventajas de las
La importancia que tuvo para maderas que son la mexores del maderas que propiciaban una ma-
la construcción de embarcaciones mundo...". 2 yor fortaleza y durabilidad a todas
1 Bilongo, 72 años: Trabajador del varadero e hijo de un carpintero de ribera de Puerto Esperanza, Pinar del Río, recuerda que cuando niño se
escoraban los barcos hasta que saliera la quilla con la “marea llena”, para dar mantenimiento y después, por la otra banda, se ponía un aparejo en
la cruceta del palo y se hacía firme en tierra con el ancla del barco (en la mayoría de los casos) o se clavaban estacones.
2 Archivo Nacional de Cuba (A.N.C.): Fondo Academia de la Historia: Memorial del contador Pedro de Arana a S. M. pidiendo que se construyan
navíos en Cuba, Leg. 85, no. 215.
3 A.N.C.: Fondo Academia de la Historia: Real Cédula a los Jerónimos sobre las licencias que pedían los vecinos para hacer navíos, Leg. 29, no. 215.
4 A.N.C.: Fondo Academia de la Historia: Real Cédula concediendo licencia a los vecinos de Cuba para hacer navíos, Leg. 30, no. 247.
Gabinete de Arqueología / 43
ARQUEOLOGÍA
las embarcaciones que se cons- hacen allá con el cedro, roble mas Partiendo de estos criterios, y
truían en ella. Esta Real Cédula de duro y otras maderas de superior otros elementos como la posición,
confirmación permitía a los vecinos firmeza y resistencia, lo que es condiciones naturales y existencia
y moradores de Cuba construir causa también de que necesiten de de una rica zona en sus alrededores
hasta diez navíos que no excedie- menos carenas y otros reparos; que lo abastecían de las necesarias
sen de 100 toneles de porte, pero lo fuera de que en un combate tienen maderas, es que se comienzan a pro-
más posible es que dichas limita- también el cedro la ventaja de que ducir en el puerto de La Habana, a
ciones fuesen poco o nada respe- embebe en sí las balas sin que ex- mediados del siglo XVI, diferentes cla-
tadas, como solía ocurrir con la perimenten los efectos de los ses de embarcaciones típicas de la
mayoría de las regias disposicio- astillazos, que los navíos fabrica- época como fragatas, galeonzotes,
nes en Cuba; mas lo cierto es que dos en Europa, y que suelen mal- etc. El San Andrés, buque de 350 to-
estas dos pragmáticas fueron la tratar, y aun matar mucha gente." neladas, es el primero que apare-
génesis de la más tarde pujante La certeza de tales aseveraciones ce en el libro de registro de la Casa
industria naval cubana, a cuya lo demostraría un moderno autor de Contratación de Sevilla. Fue bo-
sombra se desarrollaron manufac- anglosajón, quien afirmó que los tado en 1551 y a su propietario se le
turas tales como la confección de barcos de construcción cubana he- conoce con el nombre de Juan
cables de majagua,5 y la elaboración chos de "madera de cedro y caoba Burgos. (Ortega, 1986.)
de alquitrán y brea obtenida de la probaron ser más fuertes y dura- Hacia finales de la próxima dé-
resina de los pinos que poblaban el deros". cada se produciría uno de los acon-
occidente y la Isla de Pinos (esto lo
pudimos comprobar en el trabajo
de campo realizado donde dichas
técnicas se mantienen hoy en
día).6
A lo anterior contribuiría otro
factor natural, las características de
las maderas cubanas, que impri-
mían a estos buques una calidad
muy superior a los de otra fabrica-
ción. De estas maderas se asegu-
raría "son las mexores del mundo"
por ser más resistentes a la broma
(teredo navalis), además de otras cua-
lidades que harían decir a Ustáriz, 7
dos siglos después, acerca de estas
naves:
"...Si las fabricadas en Europa
duran de dos quince años se con-
serva mas de treinta las que se El carpintero de ribera José Antonio Hernández señala una futura varenga
5 Cabos de majagua; se golpea el palo por la punta y se desprende la cáscara por la exposición al sol. La fibra que está dentro de la corteza es la que
se utiliza en la elaboración del cabo. Entrevista a Juan González, Monguito, 71 años, Pinar del Río.
6 Los maderos se deben cortar en los menguantes a partir del quinto día, hasta que desaparezca la luna, son los días mejores, no son atacados por
los insectos después de cortados y utilizados. En las lunas crecientes el palo contiene mucha agua. Esto se comprobó en un encino cortado en la
Sierra de los Órganos y se pudo probar el agua fresca y abundante que manaba de su tronco. Entrevista a Eduardo Torres, El Prieto, 64 años,
carpintero, Puerto Esperanza, Pinar del Río.
7 Jerónimo de Ustáriz (1670-1732), economista y político español nacido en Navarra y fallecido en Madrid. Fue miembro del Consejo de Su Majestad, de la Real
Junta de Comercio y Moneda, y del Consejo de Indias. Su pensamiento ejerció fuerte influencia sobre la política económica durante el reinado de Felipe V.
Preocupado por la decadencia que sufrió el reino a lo largo del siglo XVII y por las consecuencias de la Guerra de Sucesión española, retomó las inquietudes
económicas de los arbitristas del siglo anterior. Su principal obra, Teórica y práctica de comercio y marina (1724), pese a que se basa en conceptos del
mercantilismo, importó ideas procedentes de otros países (establecimiento de manufacturas reales, promoción de la marina).
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ARQUEOLOGÍA
tecimientos más importantes en el se emplearon en estos menesteres. biertas, costados y otros elementos
desarrollo naval del puerto habane- (Serrano Mangas, 1989.) afines con la arboladura. Como dije-
ro: se trata del aporte de Menéndez Las naves construidas en La ra Arana en su Memorial:
de Avilés, uno de los marinos que le Habana por los hermanos Veas "...que la tablazón toda an de lle-
imprimió gran actividad al astille- añadieron un nuevo éxito a sus as- var desde la quilla hasta prim a.
ro, quien tras concebir la idea de tilleros, y fueron los primeros en Çinta de roble y donde hubiere ca-
modificar las proporciones de las imprimirle uniformidad a las cons- bina o capa esta bien buena y las
embarcaciones (relación eslora- trucciones navales fabricadas en de popa lo mesmo, y desde la pri-
manga), dio vida a once galeonzotes serie. Se debió a ellos también la ma Çinta para arriba de Çedro
agalerados, que como dice Veitía introducción de astilla muerta, fa- toda la neçessa. Por ser madera li-
Linaje "...es aquella armada de vein- cilitando, a la vez, la similitud de las viana y la mejor de todas para los
te galeones agalerados con remos, varengas y cuadernas de los na- altos, y losa piques planes, y ligaçon
con que, desde el año 1568 dio princi- víos, medidas universalmente em- a de ser toda de madera de roble,
pio a navegar el general Pedro pleadas con posterioridad. (Pérez caoba y ocux, pues su grande forta-
Menéndez de Avilés, de que fabrico de la Riva, 1974.) leza y bondad y ser para esto la
los ocho de Vizcaya y los doce en El reconocimiento de las made- mejory mas a propósito de todo...". 9
Cuba de la Florida...". (Veitía Lina- ras cubanas para darles forma a Pérez de la Riva señalaba que,
je, 1672.) los vasos que con el transcurso del aunque los árboles de Cuba no re-
La innovación le permitió a es- tiempo se iban materializando en sultaban idóneos para arboladura,
tas naves adquirir velocidad y ser los astilleros, y a partir del siglo XVIII por ser demasiado pesados y poco
de más fácil manejo, siendo precur- en el Arsenal de La Habana, partía flexibles, no sucedió lo mismo con la
soras de las fragatas de la segunda del criterio de que estas reunían madera empleada para tablazones,
mitad del siglo XVIII y clíper norte- condiciones excepcionales que las cascos, cubiertas, cuadernas y
americanos del siglo XIX. (Pérez de hacían más resistentes a factores ligazones, que sí dieron los resulta-
la Riva, 1974) externos si se les comparaba con dos esperados. Algunos por su du-
El siglo XVII se presenta como un las utilizadas en la Península. Un reza ofrecían buena resistencia al
periodo de relativa prosperidad si factor muy importante que se te- impacto del tiempo, el agua y las
bien hacia sus finales se observa nía en consideración, dado su alto batallas, astillando poco. (Pérez de
una disminución en la botadura de grado de peligrosidad, era la acción la Riva, 1974.) El roble, el cedro y la
cascos. Uno de los artífices que de la broma sobre la obra viva del caoba eran muy superiores a mu-
más se destacó fue Francisco Díaz buque, que con su constante y de- chas maderas europeas, y sobre
Pimienta, además de hacerse sen- bilitador trabajo podía llevar al fon- las bondades de la última escribía
tir la presencia de los hermanos do a cualquiera de sus víctimas. Valdés "...es buena no solo por su
Veas y Alonso Ferrera. 8 Maderas como el roble, jobo, duración, sino por las ventajas que
El primero se inicia en 1614. El vo- ocuje, caoba, cedro, pino y otras, resulta; en los combates navales,
lumen de las operaciones debió de sustituían a las empleadas por los de verse libre de los astillazos que
ser considerable porque la familia artífices hispanos en las distintas dañan a la tripulación, aun mas que
de Díaz poseía un astillero e im- secciones del buque. El roble, jobo, la misma balas que los ocasiona...".
portantes propiedades en la Isla. Fa- sabicú, ocuje, etc., formaban las (Valdés, 1866.)
bricó para la Corona dos galeones secciones más importantes que in- Sobre el empleo de otras espe-
durante el bienio 1627-1628 que os- cluían la quilla, varengas, ligazones cies de la Isla, no comunes, pero
cilaban entre las 500-600 toneladas y macizos de proa y popa. Las ma- que iban a integrarse al conjunto,
y alrededor de una docena de deras ligeras: cedro, pino, y en algu- principalmente en lo que respecta
galeones aptos para escolta y pla- nos casos caoba, se usarían en la a la ornamentación, tenemos el
ta, que fueron de los mejores que obra muerta como tablazón para cu- granadillo (Brya ebenus). Sus carac-
8 Alonso Ferrera fabricó el Nuestra Señora de Atocha utilizando como maderas roble, caoba, cedro, pino y otros. (Eugene Lyon, Comunicación
personal, enero de 1990, San Agustín, Florida, EUA.)
9 Memorial del contador Pedro de Arana: Loc. cit. (2).
Gabinete de Arqueología / 45
ARQUEOLOGÍA
terísticas de ser dura, poseer un para los encavalmentos o cureñas como "de asegurada esplendidez",
grano fino, poros muy pequeños y de la artillería el freno y el álamo en la práctica no cumplían con los
permitir alto pulimento, lo hacían negro o blanco; porque el roble so- requisitos que se exigía de ellos. Se
ideal para piezas destinadas a este bre ser muy pesado le pudren fá- optó entonces por probar otros cor-
uso. Ejemplo de ello lo podemos cilmente el agua y el sol, y que los tes en Cuba, abriéndose uno en
apreciar en los balaustres extraí- ejes eran los mejores los que se Santa Isabel, Pinar del Río, cuyos
dos del pecio de Fuxa, Pinar del Río. traen de canarias y después de palos demostraron su poca dura-
estos los de la Habana...". (Veitía ción como mástiles y masteleros
Linaje, 1672.) al emplearse en los primeros na-
La procedencia de los troncos víos botados por la Real Compa-
que abastecían la marina era diver- ñía. Algunos de ellos tuvieron que
sa, abarcaba un área extensa que arbolarse nuevamente una vez que
se extendía a La Habana, Isla de arribaron a España. (Pérez de la
Pinos y hasta aquellas que aporta- Riva, 1974.) La crisis que para la ter-
ban materia prima a los astilleros minación y calidad de los bajeles
del extremo oriental ubicados en implicaba la inaptitud de los pinos
Santiago de Cuba y Bayamo. cubanos obliga a las autoridades
En La Habana, las zonas más ex- de la Isla a utilizar los de México y
plotadas fueron, entre otras, las de la Luisiana.
Aguacate, Alquízar, Bacunayagua, Es importante, además, seña-
Batabanó, Canasí, Ceiba del Agua, lar que desde los primeros momen-
Melena y Puerto Escondido. De tos de la presencia española en
La foto muestra características anatómicas
ellas se extrajeron, por ejemplo, cao- Cuba, y debido a las grandes ex-
que fue necesario estudiar para identificar las ba, cedro, roble. tensiones de los bosques, y por la
especies (ver tabla Maderas autóctonas El pino, destinado a la arboladu- calidad y variedad de las maderas
cubanas utilizadas en construcción naval
como sustitutas de las ibéricas) ra, procedía de la Isla de Pinos 1 0 y la cubanas, estas enriquecieron los
región occidental de Cuba. Sobre suntuosos edificios y propiedades
El dagame y el arabo formaban los que eran naturales de la prime- particulares de las clases más aco-
parte de esta amplia gama de ma- ra zona se hace referencia en car- modadas del imperio español. Pa-
deras con destino a la construcción ta del Gobernador de La Habana lacios como El Escorial, muebles de
naval y en alguna medida como Gabriel de Montalvo a S. M. uso personal y todo aquello que
sustitutas de las utilizadas en Euro- "... en 8 de junio escrivi a V. M. reclamara o necesitara de ellas,
pa con el fin que se les proponía. La duplicado de otra que yo en la flota recurrían a las remesas que se ex-
primera, en la artillería, y la segun- de don diego maldonado escrivi y portaban de la Isla y que abarca-
da, en algunos elementos que pu- con ella una información sobre lo ron prácticamente todo el periodo
dieran estar vinculados con la que toca a lo que V. M. me mandava colonial.
arboladura del buque. (Pecio de se hiziese por una real cedula so- El proceso de deforestación que
Fuxa, costa norte de Pinar del Río.) bre el cortarse de la ysla de pinos se venia realizando y que influyó ne-
Al respecto Veitia decía que en para arboles de navios...". 11 gativamente en la industria naval
la Junta de Guerra de Indias cele- La capacidad de esta especie cubana hacia el siglo XIX, conjunta-
brada el 24 de septiembre de 1613 para el uso que se le pretendía dar mente con otros factores, conllevó al
se planteaba: parece que arrojó resultados ines- empleo de otras maderas alternati-
"...después de las maderas de perados. Aunque los expertos die- vas que supliesen la escasez de las
la Habana era la mas a propósito ron los mástiles de Isla de Pinos tradicionales que, por sus caracterís-
10 La familia Jackson, emigrantes caimaneros de mediados del siglo XIX hacia el sur de Isla de Pinos —Isla de la Juventud—, reparaba sus
embarcaciones con maderas autóctonas, como son: el pino en el forro y los palos, la yaba y el sabicú en la quilla y la caoba, cedro y el roble en las
cuadernas. (Henry Jackson, 65 años, descendiente de Wiliam Jackson, fundador de Jacksonville, Isla de la Juventud.)
11 A.N.C : Fondo Academia de la Historia: Carta al gobernador de La Habana D. Gabriel de Montalvo a S. M. sobre maderas de la Isla de Pinos, Leg. 81, no. 54.
46 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
ticas (resistencia, dureza, etc.) se co- Utilización de las formas naturales del árbol para las diferentes piezas constructivas
(tomado de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert)
menzaron a utilizar para sustituir
aquellas en piezas que requirieran
de estas propiedades. clavijas de unión. Para ejes de má- de las grúas para arbolar los navíos,
Entre las maderas cubanas que quina y carros, lengua de vaca y la un árbol de la familia de las gutíferas
resisten bien bajo el agua sin pu- levisa, y para la construcción de (árbol de Cuba, el ocuje).
drirse ni ser atacadas por la broma carros y ruedas hidráulicas, el ma- La elección de la madera no sólo
están: el ácana, carbonero, cerillo, mey, abundante en Cuba. se realizaba de acuerdo con sus
guamá de costa, guayraje, yaquilla, Los carpinteros de ribera, por su propiedades mecánicas y su resis-
júcaro negro o bravo, maboa blanca, parte, se interesaron de manera es- tencia al medio marino, sino que
majagua, mamey, manajú, mangle pecial en las maderas aptas para se aprovechaba la forma natural
negro o prieto, marianita, pejojó le- construir los cascos de los navíos y del árbol para construir las distin-
choso, quiebra hacha, o caguairan, arbolar los palos y mástiles. La baría tas piezas que conformaban el
rana macho, sabina, yana y yayatí. blanca, la caoba, la capa rota, el vaso.
Otras maderas endémicas utili- dagame, el laurel prieto y la yana son Los maderos como la majagua
zadas en industrias relacionadas algunas de ellas. Para la quilla de los y el cedro poseen mejores cualida-
con la construcción naval fueron: el barcos se empleaba la madera de des cuando se encuentran en la sie-
cuero duro para ruedas hidráulicas, yana pero no para el resto del navío, rra, alejados del mar; la madera es
chicharrón en molinos y engranajes, ya que la ataca el comején. más dura y posee como una are-
dagame en ejes y prensa, también el Los mástiles que no eran dema- nisca que la hace más resistente
espine blanco se utilizó para ejes, el siado largos se hacían con maderas porque nace en la piedra. A la hora
guayacán o palo santo en dientes de jaquillas, reservándose para las de cortarlos es más difícil pasarlos
de ruedas, ejes, tornillos, poleas y grandes embarcaciones y las plumas por el cerrote. 12
12 José Antonio Hernández, carpintero de ribera, Puerto Esperanza, Pinar del Río.
Gabinete de Arqueología / 47
ARQUEOLOGÍA
Es de esta forma que la carpintería de ribera, que Maderas autóctonas cubanas utilizadas en la construcción naval,
como sustitutas de las ibéricas, y que han sido halladas
nació, se desarrolló y perduró hasta nuestros días, en naufragios ocurridos en nuestras costas
está representada en los fieles herederos de los maes-
tros que en un pasado les dieron forma y vida a mu-
chos de los bajeles que surcaron los mares del mundo;
son en estos momentos, artífices de un arte que per-
manece mediante el uso de métodos similares a aque-
llos y que debemos preservar para generaciones
venideras, pues al igual que otros acontecimientos,
forjaron y enriquecieron la historia de nuestra nación.
Agradecimientos
48 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Especies de árboles maderables utilizados en la construcción naval por carpinteros de ribera de Pinar del Río, Cuba
Gabinete de Arqueología / 49
ARQUEOLOGÍA
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50 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
"Y también dicen que el Sol y la "Hijo de la Serpiente Parda", el otro, deidad femenina taína, uno de cu-
Luna salieron de una cueva, que Márohu, quiere decir "Sin Nubes" yos nombres, Atabey, significa
está en el país de un cacique llamado o "Tiempo Despejado", siguiendo "Madre de las Aguas".
Mautiatihuel, la cual cueva se llama a Arrom. Creemos que es muy Este principio supremo femenino
Iguanaboína, y ellos la tienen en probable, pues, que ambos —no parece manifestarse en diversos pla-
mucha estimación, y la tienen toda sólo Boínayel como su nombre di- nos. Fray Ramón anota que Atabey
pintada a su modo, sin figura algu- rectamente lo indica— fueran hi- poseía otras cuatro denominaciones:
na, con muchos follajes y otras co- jos de la Gran Serpiente taína y Apito, Guacar, Yermano y Zuimaco,
sas semejantes. Y en dicha cueva que esta, al igual que la cueva que todos de aparente asociación acuáti-
había dos cemíes, hechos de piedra, habitaba, llevara el nombre de ca. En una sociedad matrilineal como
pequeños, del tamaño de medio bra- Iguanaboína. Más que el Sol y la la taína, esta pluralidad de nombres
zo, con las manos atadas, y parecía Luna, estos cemíes gemelos qui- sería muestra de su alta jerarquía y
que sudaban. Los cuales cemíes es- zás representaban el principio de sus variados atributos míticos
timaban mucho; y cuando no llo- asociado a dichos astros, es decir, lo (Sued Badillo, 1979). En efecto, el
vía, dicen que entraban allí a lunar-húmedo y lo solar-seco, por propio Pané nos refiere que los
visitarlos y en seguida llovía. Y de lo cual estarían relacionados al ori- taínos creían que Atabey era la
dichos cemíes, al uno le llamaban gen de las estaciones y a la clima- madre de Yúcahu, el ser supremo
Boínayel y al otro Márohu". (Arrom, tología. Como los cemíes estaban masculino que habitaba en el cielo.
1974:31.) amarrados, desatarían ceremonial- Cabe señalar que en las Guyanas
Según José Juan Arrom, el nom- mente a uno o a otro de acuerdo con el "Espíritu de las Aguas" está rela-
bre Iguanaboína está compuesto la necesidad de lluvia o de sequía. cionado con una gran serpiente flu-
de "iguana", reptil de igual nombre, Uno compensaba y equilibraba al vial, la anaconda, motivo de un
y de "boína", que significa serpien- otro, pues en la unión armoniosa de conjunto de mitos muy significativos
te parda (1974:70). Por tanto, el ambos estaría el balance de la natu- en la cosmovisión amazónica (Roth,
nombre de la cueva oriental, ori- raleza. (Robiou, 1997.) 1915; Roe, 1982). Es verosímil, enton-
gen del Sol y la Luna, equivalía al Es por ello que una serie de ído- ces, que Atabey, la "Madre de las
de una "iguana-serpiente oscura" los taínos que representan dos Aguas" taína, tuviera una estrecha
o, mejor quizás, al nombre de un figuras antropomorfas gemelas identificación con la Gran Serpiente.
complejo ser mítico con las carac- unidas por un costado, han sido Por otra parte, la difundida vin-
terísticas que, según veremos, de- interpretados como la imagen de culación entre la serpiente y el
finen la llamada Gran Serpiente. estas divinidades (Arrom, 1975). chamán estudiada por Mircea
En cuanto a los dos cemíes de Asimismo, una figura que re- Eliade (1960), también se encuen-
piedra, las figuras que representa- currentemente aparece con surcos tra en la mitología taína. La visión
ban deidades taínas y que eran ve- que descienden de los ojos seme- de serpientes es asimismo un mo-
neradas en dicha cueva, parece jando huellas de lágrimas, se con- tivo común en las ceremonias
tratarse de una versión de los ge- sidera una representación del chamánicas con uso de sustancias
melos divinos que originalmente pluvioso Boínayel. (Ortiz, 1947: alucinógenas (Furst, 1972; Harner,
reportó en la mitología continental 198, 271; Arrom, 1975.) 1973; Narby, 1998). De hecho, en el
Daniel Brinton (1868). Estos geme- Ahora bien, los taínos creían que capítulo XVIII, Pané refiere que
los son considerados en gran par- los huracanes eran producidos por cuando los parientes de un pacien-
te de Suramérica como el Sol y la el cemí femenino Guabancex auxi- te muerto decidían vengarse del
Luna o como hijos del Sol. De he- liado por otros dos: Guataúba y behique o chamán taíno, le daban
cho, la relación de la serpiente con Coatrisquie (Arrom, 1974: 45), es tantos palos que lo dejaban por
los gemelos míticos es una carac- decir, debido a la intervención de muerto:
terística bastante extendida. (Roth, esta trilogía los vientos y las aguas "Y por la noche dicen que vie-
1915.) se tornaban destructivos; quizás nen muchas culebras de diversas
En el caso de los taínos, uno de Guabancex fuera, entonces, una clases, blancas, negras y verdes, y
estos cemíes, Boínayel, significa versión "enfurecida" de la máxima de otros muchos colores, las cua
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ARQUEOLOGÍA
representación del cuerpo o piel de Trigonolíto bicéfalo con serpiente tallada, tal vez idealización de Iguanaboína, la Gran Serpiente,
una serpiente. En el ídolo puertorri- y sus hijos gemelos Boínayel y Márohu. Puerto Rico, piedra. Musée de l’Homme, Paris
queño, el cuerpo del ofidio va de un
extremo a otro del cemí, pasando por serpiente, ambos extremos mues- De todos modos, acaso el deta-
el vértice. En el caso dominicano, la tran cabezas con rasgos humanos, lle más importante de esta impre-
serpiente, más elaborada, parece lo que nos permite sugerir una sionante cabeza aparece en su
originarse en un extremo del cemí representación bicéfala de los hi- parte superior. Allí, en medio de la
y, desplazándose en ambos lados jos gemelos de la Gran Serpiente. frente, el artista taíno talló una ca-
de la parte central, culmina enros- De por sí estos trigonolitos son si- vidad, que como la interpretara
cada en el vértice. métricos en su eje perpendicular y Louis Allaire (1981), podría ser el
La parte central de estos trigono- longitudinal, por lo que tal vez seña- ojo pineal típico de ciertos reptiles,
litos bien podría ser, por su forma len el balance entre el poder clima- considerado un "tercer ojo" de ca-
triangular, una representación de la tológico de ambos gemelos. rácter sagrado. Ya veremos que
montaña donde se ubicaba la cueva Esto no ocurre en el ídolo domi- Obubera, la Gran Serpiente de los
de la Gran Serpiente, quizás la mon- nicano, el cual es sólo simétrico en caribes-insulares, tenía en su fren-
taña mágica que contenía las aguas su eje longitudinal. En un extremo te una joya roja brillante, joya que
primordiales. Por su forma globular, —que parece ser el principal— se también pudo haber tenido la Gran
otros piensan que puede represen- reproduce una gran cabeza unida Serpiente taína. Por tanto, es pro-
tar un seno como símbolo de fertili- al cuerpo de la serpiente. Esta ca- bable que esta concavidad repre-
dad. Montaña o seno, uno y otro beza representa un ser mítico con sentara el lugar donde se ubicaba
iconos tendrían relación con la "Ma- complejas características que si- la joya de la mítica serpiente y que,
dre de las Aguas", con el mito de ori- mulan tanto una serpiente, una incluso, el trigonolito estudiado
gen y la fertilidad, de los cuales la iguana o un caimán, quizás un haya tenido originalmente adheri-
Gran Serpiente es parte. sincretismo insular de las enti- da una piedra rojiza.
En el cemí puertorriqueño y en dades monstruosas que constituían Por tanto, es verosímil que esta
otros similares pero sin cuerpo de los mitos de origen suramericano. cabeza fuera la conceptualización
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artística de la Gran Serpiente, la antropomorfas del cemí puertorri- melos, relacionada con la "Madre de
Iguanaboína taína, la mítica enti- queño analizado o en los extremos las Aguas", asociada con el chamán,
dad que daba nombre a la cueva de otros cemíes de la misma tipología la montaña origen de los astros, la
que habitaba y de donde habían de la Gran Serpiente, pero en los cua- fertilidad y con la rana, símbolo de
salido la Luna y el Sol, los astros les no aparece tallado el cuerpo de la la lluvia bienhechora.
que regían el tiempo cíclico. misma.
El otro extremo del trigonolito Las piernas flexionadas son una La Gran Serpiente entre los caribes-
dominicano presenta quizás un dise- constante en la mencionada tipología insulares
ño más ambiguo, el cual puede ser de trigonolitos adjudicados a Yúcahu,
motivo de diferentes conjeturas. el Dios de la Yuca. Este repetitivo sím- Los llamados caribes-insulares,
Ocurre aquí lo que Peter Roe (1997) bolo pudo estar relacionado con el constituidos por guerreros caribes
ha llamado la "visión doble" de cier- mitema continental de la Mujer-Rana continentales de reciente arribo que
tas piezas del arte taíno. Aunque (Rouse, 1982), del cual se deriva el tomaron para sí mujeres arahuacas
podría visualizarse otra cabeza mito taíno de los niños hambrien- insulares, ocupaban las Antillas Me-
zoomorfa por las dos concavida- tos llorones convertidos en ranas, nores colonizadas por los franceses
des que semejan ojos, este extre- asociado a las Pléyades y a la épo- a partir del siglo XVII.
mo también parece reproducir un ca de lluvia (Robiou, 1997). Así pues, El padre dominico Raymond
motivo repetitivo en la plástica estas piernas flexionadas o "ancas Breton (1609-1679) llegó a la isla de
taína: el de dos piernas flexionadas de rana", estudiadas originalmen- Guadalupe en 1635; de 1641 hasta
o acuclilladas. Estas han sido lla- te por Hostos (1941), creemos que 1653 vivió en la Dominica. Durante
madas "ancas de rana" por los posiblemente representen una me- su estancia en las islas, aprendió el
arqueólogos (Alegría, 1997). Si nos táfora del agua de lluvia. idioma aborigen como ningún otro
fijamos bien, este símbolo también En suma, sostenemos que es ve- misionero, publicando cuatro impor-
se encuentra sobre ambas cabezas rosímil que la tipología de trigonolitos tantes obras: un catecismo (1664), dos
analizados representen a la Gran Ser- diccionarios (1665, 1666) y una gra-
piente cósmica, la madre de los ge- mática caribe (1667). 1
1 Estableciendo que el lenguaje predominante de los caribes-insulares no era el caribe de los hombres sino más bien el arahuaco-insular de las
mujeres, el filólogo Manuel Álvarez Nazario ha utilizado la Grainmaire Caraibe de Breton (1667) para tratar de reconstruir el arahuaco taíno. Véase su
Arqueología Lingüística, 1996, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, San Juan.
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ARQUEOLOGÍA
Tanto Breton (1665) como otros El propio Taylor (1946: 218) tam- Obubera, inspirada en la boa terres-
cronistas franceses (Cárdenas bién recopiló en la Dominica otra an- tre nocturna antillana (Epicrates sp.),
Ruiz, 1981: 116, 170, 193) refieren que tigua creencia según la cual una de unos siete pies de largo, llamada
en la Dominica los aborígenes creían serpiente —tal vez la propia Obu- culebrón en Puerto Rico, culebra
en la existencia de una Gran Serpien- bera— había engendrado un hijo con jabada en Santo Domingo, majá en
te que habitaba en la cueva de una una joven. Como consecuencia, este Cuba y tete-chien en las Antillas
montaña gemela. Breton (1665: 406) personaje tenía cabeza humana y francesas. Esta sustitución mítica
la llama Ouanáche y la cree el ori- cuerpo de serpiente. Al perseguir ocurre porque en el ecosistema anti-
gen mítico de la constelación insistentemente a su madre, esta llano no existe la gigantesca serpien-
Baccámon. Otros cronistas señalan logra engañarlo haciendo que in- te acuática suramericana (Robiou,
que el nombre de esta entidad era troduzca la cabeza en un caracol 1997). También conviene subra-
Olubera. Todos, no obstante, están burgao (Cittarium pica) para al final yar que este mitema continental
de acuerdo en que la Gran Serpiente ser arrastrado por un río (la Vía Lác- se proyecta muchas veces en otro
era temida y venerada, y que tenía tea), convirtiéndose así en la gran ser monstruoso acuático noctur-
en su frente un gran carbunclo o joya constelación Bakámo (Escorpión, Sa- no, el Gran Caimán estudiado por
roja brillante, que se quitaba cuan- gitario y Capricornio). En el siglo XVII, Peter Roe (1982). Aunque en las
do tomaba agua iluminando toda el cronista La Borde había escrito que Antillas Menores no existía el cai-
el área. 2 el personaje humano-serpiente se mán, encontramos vestigios de
En el pasado siglo, Douglas Taylor llamaba Racumon, uno de los prime- estas creencias en Acáyouman, el
(1938:152) reporta en la Dominica la ros caribes, el cual, antes de conver- ancestro de los caribes-insulares
leyenda de los hermanos Máruka y tirse en constelación, vivía en el alto transformado en el caimán celeste
Cimanári (quizás gemelos), los cua- árbol de balata o ausubo (Manilkara contemplado en parte de la Vía
les habían llegado hasta la cueva de bidentata), de cuyo fruto se alimenta- Láctea. (Robiou, 1997, 1999.)
la Gran Serpiente. Con polvo de ta- ba (Cárdenas Ruiz, 1981: 505). Esta Probablemente debido a esta sim-
baco lograron que esta vomitara la constelación parece estar asociada biosis de los mitos suramericanos
roja planta "envers caraibe" o "túlula" con la época de sequía, cuando se ocurrida en las Antillas es que el
(Maranta indica, también llamada Yu- iniciaba la siembra de la mandioca o motivo de la Gran Serpiente insular
quilla, Arrowroot), la planta mágica yuca en las Antillas. (Robiou, 1997.) se plasmaba tanto con rasgos de
por excelencia para los caribes-insu- Las creencias insulares citadas ofidio como de saurio, según vimos
lares. De las raíces de esta planta, los provienen de la mitología caribe en los trigonolitos taínos analizados.
legendarios hermanos aprendieron continental, allí un ser humano-ser- Cabe añadir que los caribes-in-
a sacar un antídoto contra las flechas piente es el ancestro de los cari- sulares llamaban Juluca al arco iris,
venenosas y un talismán contra el bes; de igual manera, Camudi, la el cual creían que era una serpien-
molesto espíritu Maboya. De allí que Gran Serpiente suramericana, era te diurna cubierta de bellas plumas
el chamán caribe-insular o boyéz visualizada regularmente en la cons- (principalmente en su cabeza) que
venerara e invocara el espíritu de telación de Escorpión. (Roth, 1915.) se alimentaba de colibríes y peces.
la Gran Serpiente con hojas de ta- Sin dudas, la posición mítica de Si se veía sobre el mar, era presa-
baco secadas al fuego y luego pul- la anaconda suramericana la ocu- gio de buena suerte; sobre tierra,
verizadas. (Taylor, 1946:218.) paba, entre los caribes-insulares, podía ser signo de muerte.
2 Es altamente llamativo el paralelismo entre la creencia caribe-insular y las leyendas europeas y asiáticas de una serpiente con un carbunclo o joya
de gran valor en la cabeza, así como la relación de este reptil con un amuleto protector. Estas leyendas parecen poseer un remoto e indeterminado
origen. En Francia, en específico, se llamaba vouivre a la serpiente que se creía que poseía un solo ojo, el cual brillaba como una joya y era de
inestimable valor (Howey, 1955:358).
Aunque es indudable el origen suramericano del mito de la Gran Serpiente en las Antillas, en la Dominica el referido detalle de la piedra preciosa en
la cabeza quizás fuera resultado de influencia francesa a partir del siglo XVII, asunto que requiere más investigación. Sin embargo, resulta curioso que
el cemí taíno Iguanaboína, al igual que otros ídolos, poseyera en su frente el llamado "tercer ojo" de carácter mágico (Allaire, 1981), concavidad
donde posiblemente estuvo una incrustación de valor como era usual en los cemíes (Alegría, 1981).
También hay que señalar brevemente que la ofidolatría de los caribes parece haber facilitado la integración de los negros esclavos a las creencias
insulares convirtiéndose en los llamados negros-caribes, pues es conocido que en cultos africanos como el voudou (Métraux, 1959) la serpiente era
también un motivo central de veneración.
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ARQUEOLOGÍA
La Gran Serpiente, por lo visto, llos de arcilla con los cuales se con- mana, tal como parecen repre-
parece haber sido para los caribes feccionaba la cerámica y en los mo- sentarse algunos cemíes aquí
antillanos más bien una entidad tivos zigzagueantes utilizados en el analizados.
protectora y venerada. Así pues, diseño artesanal. (Robiou, 1997.) En el arte taíno, creemos que la
debe descartarse la pretendida tipología de trigonolitos estudiados
identidad entre la Gran Serpiente Conclusiones representan conceptualizaciones
y Maboya sugerida por Fernando de Iguanaboína, la Gran Serpiente
Ortiz (1947). De hecho, los cronis- La Gran Serpiente, un motivo de taína, de cuya cueva de igual nom-
tas franceses claramente estable- origen suramericano adaptado a la bre habían surgido el Sol y la Luna,
cen que Maboya era un espíritu de ecomitología antillana, indudable- es decir, el origen del tiempo cíclico.
origen humano que producía los mente ocupó una relevante posi- Es verosímil, pues, que Iguanaboína
eclipses, no el huracán como con- ción entre los aborígenes de las fuera el cemí que operaba, junto con
signa dicho autor. De manera simi- Antillas. sus hijos gemelos, el agua y el sol
lar, parece erróneo el paralelismo A pesar de las diferencias cos- benéfico para una sociedad funda-
establecido entre la Maboya cari- mológicas entre la sociedad cacical mentalmente agrícola.
be-insular y el supuesto Dios Hu- taína y la tribal caribe-insular Estos tres cemíes regidores del
racán taíno, concepto este último (Robiou, 1998), la Gran Serpiente balance climatológico estarían en
que proviene de Colí y Toste (1907), es parte del substrato mítico co- posición simbólicamente opuesta a
quien vio en estas entidades la re- mún a ambas culturas antillanas. los referidos tres cemíes que pro-
presentación del espíritu maligno De allí que podamos establecer ducían los destructores huracanes.
de ambas culturas. un paralelismo entre la cueva de De este modo, resultaría que tanto
Según las crónicas francesas re- Iguanaboína en La Española y la las entidades controladoras del agua
fieren y la arqueología demuestra, cueva gemela donde habitaba productiva (Iguanaboína, Boínayel,
las manifestaciones plásticas de los Obubera en la Dominica. Además es Márohu) como las generadoras del
caribes-insulares no lograron un razonable establecer una correspon- agua destructiva (Guabancex,
amplio desarrollo. De allí que, con- dencia entre Boínayel, hijo de la Gran Coatrisquie, Guataúba) podían haber
trario a los taínos, no parecen existir Serpiente taína, y Racumon, hijo sido una expresión de Atabey, la "Ma-
representaciones en sí de la Gran de la serpiente caribe-insular con- dre de las Aguas", una probable
Serpiente aunque su proyección vertido en la constelación Bakámo. manifestación de la Gran Serpien-
simbólica se encuentre en el matapy, Como este último, es probable que te cósmica.
el largo cilindro tejido donde se expri- el gemelo taíno también tuviera
mía el casabe, en los alargados ro- cuerpo de serpiente y cabeza hu-
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58 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Banes precolombino.
Seis siglos de ocupación agricultora
Resumen Las comunidades aborígenes Hasta los años treinta del siglo
Se presentan los elementos que permiten
de agricultores aruacos, estableci- XX primaba una idea de uniformi-
considerar la existencia de un área das en Cuba desde el siglo IX de nues- dad, englobada, primero, en el tér-
arqueológica particular en el territorio de los tra era, constituían unidades tribales mino Ciboney, y después en el de
actuales municipios de Banes y Antilla, en la
provincia de Holguín, Cuba. Esta área se
estructuradas según diversos nive- Taíno (Harrington, 1935). Con los tra-
vincula básicamente a la presencia de les de igualitariedad, en un sistema bajos del investigador norteamerica-
aborígenes agricultores (aruacos) establecidos de linajes vinculados por lazos de no Irving Rouse, efectuados en la
desde el siglo X de nuestra era hasta fines del
siglo XVI. La ocupación agricultora en este
parentesco y por el reconocimiento década del cuarenta y recogidos en
espacio se distingue por la integración de los de determinada jefatura. Se trataba la obra Archeology of the Maniabón
asentamientos en un proceso de desarrollo de grupos sedentarios con una eco- Hills, Cuba (1942), esta unidad se
cultural común, signado por la larga habitación
de muchos sitios, su interrelación, unidad y
nomía basada en la agricultura y en fragmentó proponiéndose las de-
continuidad cultural y el desarrollo, su combinación o complementación nominaciones de Taíno y Subtaíno,
principalmente en los momentos tardíos, de con actividades apropiadoras. este segundo término tomado de
una creciente complejidad social definida por
la probable existencia de procesos de
Estos caracteres generales, así Harrington (1935), con sus respec-
centralización y por la consolidación de grupos como la unidad en la raíz lingüísti- tivas expresiones en Cuba: la cul-
jerárquicos. ca (aruaca) y en la base racial, defi- tura Pueblo Viejo y la cultura Baní.
nían un conjunto de rasgos comunes El Subtaíno en su formulación de
que, sin embargo, se matizaban en cultura Baní sería el habitante agri-
Abstract
lo que a la visualización arqueoló- cultor más temprano y extendido
A presentation of the case for the delineation gica de su expresión material se re- en la Isla, poseedor de una cerá-
of a specifically defined archaeological area fiere, para generar diferencias en mica similar a la de la cultura
around the towns of Banes and Antilla in the
province of Holguin. Evidence from the site los estilos cerámicos (meillacoide Meillac de Haití y sin las obras
points to Arawak agricultural use dating from y chicoide), en la magnitud de los térreas que tipificarían al Taíno. Este
the tenth to the sixteenth centuries and to a contextos de carácter ceremonial último en su formulación de cultura
common process of cultural development as
evinced by prolonged occupation of y en la abundancia y la calidad Pueblo Viejo y concentrado básica-
numerous sites. Further evidence shows de las evidencias de tipo super- mente en el territorio de la actual
growing cohesion and cultural continuity estructural. provincia de Guantánamo, tendría
occurring between the sites, and a degree of
social complexity defined by the probable El reconocimiento o no de la va- una presencia relativamente re-
presence of a centralisation process and by lidez de estas distinciones como ciente, obras térreas, petroglifos y
the emergence of hierarchical groups. argumento para establecer diver- una cerámica compleja asimilable
sidad cultural ha determinado el a la de la cultura Carrier de Haití.
desarrollo de posturas arqueológi- En trabajos posteriores Rouse ge-
cas que priorizan el manejo de la neraliza estas diferencias a escala
investigación de estas comunida- del Caribe y las culturas se asu-
des desde enfoques unificadores o men en las llamadas series cerá-
diferenciadores. micas: meillacoide para Baní y
Gabinete de Arqueología / 59
ARQUEOLOGÍA
Meillac, y chicoide para Pueblo La profundización de los estudios Banes como área arqueológica
Viejo y Carrier. comparativos y la búsqueda de
Para algunos investigadores de nexos culturales en espacios defi- Las referencias históricas sobre
esa época como Felipe Pichardo nidos por determinados caracteres los aborígenes asentados en el es-
Moya (1990: 79), los elementos geográficos o concentraciones de pacio de los actuales municipios de
diferenciadores considerados por sitios, han hecho perceptibles situa- Banes y Antilla, en la provincia de
Rouse sustentaban posiciones de ciones de este tipo en el centro-sur Holguín, son muy escasas. Se asu-
temporalidad y circunstancias de (Domínguez, 1991) y en el suroriente me el posible vínculo de este terri-
ubicación pero no distinciones cul- (Trincado y Ulloa, 1996) de Cuba. torio con el de una "provincia india"
turales. Aunque muchos especialis- Banes, en el extremo nororiental (fi- llamada Baní, visitada por Diego
tas desestimaron estas objeciones y gura 1), con elevados reportes de Velázquez en 1513 (Pichardo, 1971:70),
el esquema de Rouse sobrevivió, presencia y concentración de re- durante su trayecto hacia Bayamo, a
incluso en un texto de la impor- siduarios así como con rasgos ar- partir de considerar la semejanza
tancia de Prehistoria de Cuba (1985), queológicos muy específicos, es entre ambas denominaciones zo-
de Ernesto Tabío y Estrella Rey, a también expresión de una proble- nales y la similitud en el orden de su
la larga se impuso la idea de la mática similar. ubicación respecto a la costa nor-
uniformidad cultural.
Este enfoque se manejó por
Tabío (1991) a fines de los años se-
tenta desde los supuestos de la
base económica. En estos términos,
la agricultura y la presencia de una
fuerte industria alfarera servían para
considerar una etapa de desarrollo
económico (etapa agroalfarera) con
fases establecidas según la crono-
logía y la complejidad dentro de la
etapa.
Criterios semejantes, al menos
en lo referido a los agricultores,
ajustaron este esquema a princi-
pios de los años noventa. La pro-
posición de J. M. Guarch (1990) en
Estructura para las comunidades aborí-
genes de Cuba, sostuvo la importan-
cia del aspecto económico como
elemento de integración y relacio-
nó los rasgos diferenciales con si-
tuaciones de desarrollo cultural
regional. Aunque este enfoque no
dio solución definitiva al viejo
cuestionamiento, sí abrió un cami-
no en la comprensión del valor de
los procesos de desarrollo local o
regional como fenómenos genera-
dores de circunstancias culturales
específicas y de esquemas arqueo-
lógicos particulares. Fig. 1. Sitios agricultores de la provincia de Holguín. Área arqueológica de Banes
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ARQUEOLOGÍA
te: Baní es la primera de las provin- partir de una comparación con zo- - En este espacio el nivel de con-
cias mencionadas por Velázquez al nas vecinas (cercanías de la ciudad centración de residuarios es alto y
comenzar a moverse hacia el inte- de Holguín y área de Barajagua), las muy superior al de áreas vecinas.
rior, situación que coincide con la evidencias de un mayor nivel cultu- - La presencia allí de los grupos
ubicación de extremos norteños ral: superior tamaño y riqueza de los agricultores es temporalmente ex-
que poseen Banes y Antilla. Se co- asentamientos, mejor calidad en la tensa.
noce también, según un fragmen- cerámica y en adornos corporales. - Las peculiaridades de aisla-
to del juicio de residencia tomado Otras consideraciones arqueo- miento geográfico que muestra
a Gonzalo de Guzmán en 1530, de lógicas, como las de Rouse (1942) y este espacio y las condiciones de
traspasos y repartos de indios de Ernesto Tabío y Estrella Rey (1985), un entorno muy rico pudieron in-
Baní y de la existencia de una en- ampliaron las opiniones de Cas- fluir en todas las situaciones antes
comienda (Mira Caballos, 1997: 425). tañeda haciéndose tradicional distin- señaladas.
Afortunadamente el área con- guir tales territorios en el conjunto
serva un amplio y valioso patrimo- del registro arqueológico agricultor Perspectiva cronológica
nio arqueológico precolombino de Cuba, como un ejemplo de alto
marcado, sobre todo, por la eleva- desarrollo socioeconómico. La idea Se entiende como ocupación
da presencia de yacimientos per- de variabilidad a partir de cierta co- agricultora del área arqueológica
tenecientes a agricultores cuyo munidad de rasgos integrados en un de Banes, a la permanencia y ac-
estudio ha sido vital para el conoci- espacio diferencial no fue retomada, ción cultural de tales comunidades
miento de estas comunidades en sin embargo, hasta que J. M. Guarch aborígenes en ese territorio, duran-
Cuba. Pese a los hallazgos que comenzó a considerar a Banes y An- te el período de tiempo que media
movían su presencia cada vez más tilla como un área arqueológica par- entre el establecimiento de sus
hacia occidente y definían las con- ticular, según la estrategia de grupos más tempranos y el con-
centraciones de sitios en la costa investigación usada en los traba- tacto estable con los españoles. Su
suroriental, en el norte de Cama- jos de medición de las potenciali- inicio lo fija, hasta el momento, el
güey y en otros puntos del país, dades arqueológicas del noroeste residuario arqueológico de Aguas
hasta fines de los años sesenta de la provincia de Holguín (Guarch Gordas, ubicado al norte del terri-
del siglo XX la imagen arqueológica et. al., 1980). La opinión de Guarch, torio, a 4,7 km al oeste de la Bahía
más generalizada de estos aborí- basada en argumentos similares a de Río Seco, para mediados del si-
genes tuvo mucho que ver con los de Castañeda y enriquecida por glo X de nuestra era (figura 2). La
Banes, denominación común a la el conocimiento del marco temporal selección de alturas en terrenos fér-
hora de referenciar indistintamen- asumido por la ocupación agriculto- tiles, suficientemente próximos al
te el territorio del propio municipio ra en el lugar (siglo X al XVI), puede mar como para conjugar la efectivi-
o el de este y Antilla. resumirse en los siguientes puntos: dad de la explotación agrícola con el
Un estudioso holguinero, José A. - La proximidad geográfica y uso de recursos terrestres y mari-
García Castañeda (1941), fue el pri- cultural de Banes y Antilla, así como nos, la rápida estabilización econó-
mero en señalar el sentido diferen- su relativo aislamiento respecto al mica, el reajuste artefactual y de
ciado de aquel espacio, cuyos resto de los sitios agricultores, su- las materias primas unido al per-
límites distinguió (desde la Bahía de giere la existencia de un área con filamiento de determinados códi-
Naranjo hasta la de Nipe; Banes- caracteres arqueológicos comunes. gos estilísticos (cerámicos), nos
Antilla), proponiéndolo como uni- - El espacio que conforman los hablan del desarrollo de una socie-
dad socio-política: el "cacicato de territorios de Banes y Antilla mues- dad dinámica, capaz de lograr —en
Baní". Castañeda destacó el alto nú- tra rasgos culturales, referidos a las poco tiempo, teniendo en conside-
mero de sitios agricultores, su ten- peculiaridades de su cerámica y a ración el largo periodo de ocupa-
dencia a agruparse y la coherencia una mayor presencia de objetos de ción del sitio— los ajustes necesarios
que adquiría esta situación en un adorno corporal y uso ceremonial, para un mejor establecimiento y for-
área aislada y de abundantes re- que permiten distinguirlo de las mular elementos particulares de iden-
cursos (figura 1). Señaló además, a áreas vecinas. tidad.
Gabinete de Arqueología / 61
ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
en el siglo XI, en Potrero de El Man- casos se trata de residuarios ocu- textos domésticos —uno de los
go en el siglo XII, en Aguas Gordas, pados mucho antes de esa fecha, cuales posee una fecha de 1220 de
Chorro de Maíta, El Júcaro y El Bo- en otros, es probable un estableci- nuestra era— es muy posible una
niato en el siglo XIII, en Aguas Gor- miento relativamente reciente. habitación con fuertes niveles de
das, Loma de La Campana, Potrero Aguas Gordas y Loma de La continuidad, como la estimada en
de El Mango y probablemente en Campana se ajustan al primero de los dos yacimientos antes conside-
Varela III, en el XIV, y en un amplio los criterios mencionados; algunos rados.
número de otros asentamientos en de sus montículos ofrecen co- En Potrero de El Mango pudo
torno al siglo XV. Independiente- lumnas de fechas consecutivas darse una situación semejante
mente de la influencia atribuible al indicadoras de un importante ni- pues sus deposiciones alcanzan
medio ambiente, esta reiteración vel de reocupación o de conti- hasta 2 m de espesor y resultan
expresa una indudable actitud cul- nuidad en el uso del lugar, y de su extremadamente fértiles. Rouse
tural estructurada como proceso vigencia para esa época. En Cho- (1942:152) propuso además dife-
de desarrollo, y referida a líneas rro de Maíta una datación de 1590 ± rencias cronológicas entre sus
básicas que se fortalecieron y pro- 80 de nuestra era, obtenida en el montículos que apoyan la idea de
yectaron en el tiempo para dar un esqueleto número 39, y el reporte cierta continuidad; por otro lado,
perfil propio al área. de objetos de adorno de latón en en el sitio se obtuvo una fecha de
Seis siglos es un período amplio otros dos entierros (69 y 84), indi- 1330 de nuestra era en los inicios
y faltan datos para seguir en deta- can que el cementerio —con una de la ocupación del montículo 1, que
lle las diversas posturas adoptadas fecha inicial de 1080 de nuestra era precisamente mostrara más tarde
dentro de este proceso e incluso (esqueleto 25)— se mantuvo en uso objetos europeos. Aun así, el dato
para identificar situaciones que le hasta bien entrado el siglo XVI, si- realmente seguro es su vigencia
fueran ajenas. Es visible, sin em- tuación apoyada por el hallazgo de durante el siglo XV, definida a partir
bargo, un cambio en el ritmo de abundantes evidencias europeas del reporte del material europeo
desarrollo y en el nivel de ocupa- y por el empleo aborigen de algu- quizás llegado al sitio hacia sus últi-
ción del territorio a partir del siglo nos materiales con esta prove- mas décadas, aunque es más con-
XV. Parece ser este el momento de niencia. Por las dimensiones del fiable suponer su entrada para los
mayor esplendor económico y so- cementerio y la riqueza de los con- inicios del XVI. Los restos europeos y
cial de los grupos de Banes. Para
esa fecha se había consolidado la
total ocupación del área y tenían
lugar procesos indicadores de una
creciente complejización de la es-
tructura social de las comunidades.
Este siglo se distingue por el re-
porte de un amplio número de
asentamientos. La ocupación se
extiende hacia el sur, con el re-
porte de un asentamiento en
Esterito, reforzándose, además,
la presencia en zonas de larga ha-
bitación: en los alrededores de
Potrero de El Mango apareció el
asentamiento de Cuadro de los In-
dios; muy cerca de Loma de La
Campana se desarrolló Loma de
Baní, y próximo a Chorro de Maíta,
El Porvenir (figura 2). En algunos Cementerio aborigen en el sitio Chorro de Maíta
Gabinete de Arqueología / 63
ARQUEOLOGÍA
aborígenes se mezclan desde los En la cima de esta elevación se ubica el sitio Potrero de El Mango
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ARQUEOLOGÍA
habitados durante gran parte de todo el cerámicos, de las características de la -Fuerte tendencia evolutiva, que
proceso, que se convierten en centros cul- artefactería ceremonial, de los elementos marca el perfil principal del proceso e in-
turales de alto desarrollo y en probables de adorno corporal y en la similitud de solu- tegra, en distinto momento y magni-
matrices de la ocupación del área. ciones en la relación con el ambiente. tud, influencias culturales diversas.
El Paraíso y Damajayabo (820 y La cerámica del área muestra La entrada de influencias pare-
830 de nuestra era respectivamen- en sus distintos momentos una ce ser temprana y reiterativa y se
te), en la costa sur de Oriente, son los sensible unidad, mucho más evi- refleja en el empleo de artefactos
sitios agricultores más tempranos de dente si se le compara con la de re- de pescadores-recolectores, cerá-
Cuba. Hacia el 950 de nuestra era, giones vecinas. Se trata de una mica chicoide y de determinados ob-
menos de un siglo después, ya se cerámica esencialmente meilla- jetos de adorno corporal y uso
definen elementos en Aguas Gor- coide que a partir de ciertos ras- ceremonial; sin embargo, por el ni-
das, referidos a la selección de los gos conforma, poco a poco, una vel de estabilidad de los rasgos
espacios —alturas en suelos férti- expresión particular y de crecien- cerámicos y los patrones asenta-
les cercanos al mar y a fuentes de te complejización. En este proce- cionales, es posible suponer una in-
agua potable—, que serán asumi- so es limitada la incorporación de serción poco traumática, subordina-
dos por otros sitios y se manten- nuevos elementos —se distin- da a la conservación de los aspectos
drán durante toda la ocupación. Aquí guen los chicoides— y el cambio típicos del área.
están también rasgos cerámicos de principal se da por modificaciones Banes está alejado de las con-
rápida generalización, que adquieren de aspectos ya presentes y en centraciones de sitios agricultores
un carácter básico, y estrategias menor medida por la integración del nororiente de Cuba (figura 1),
de aprovechamiento económico de de otros. de las que se separa por un amplio
medios diversos, cuyo uso se hace Esta unidad se repite en los ras- espacio sin reportes arqueológicos
común en el área. El proceso gos de los adornos corporales y en de importancia. Tal aislamiento
se proyecta desde el siglo X hasta la artefactería ceremonial. Toda el geográfico probablemente influyó
el establecimiento hispano, muy área sigue de manera general los en esta situación.
asociado a residuarios (Chorro de mismos cánones representativos, -Tendencia al crecimiento de las ca-
Maíta, Potrero de El Mango y el sólo cambia la magnitud cuantitativa pacidades productivas y logro de un alto
mismo Aguas Gordas) habitados de la presencia de los objetos en si- desarrollo socioeconómico.
durante extensos periodos. Estos tios y el énfasis en la producción de La riqueza del medio se explota
se desarrollaron hasta convertirse ciertos elementos en materiales es- en todos sus órdenes. Según las
en asentamientos de gran fuerza pecíficos, en algunas agrupaciones. peculiaridades de la zona y aspec-
por su extensión, nivel poblacional, Sin negar la influencia de los tos específicos del desarrollo de las
control de elementos ideológicos y condicionamientos ambientales, agrupaciones de asentamientos, se
base de posiciones de jefatura. Ta- hay una unidad general en la adoptan estrategias de especiali-
les rasgos, la temprana temporali- forma de escoger y usar los espa- zación o aprovechamiento equili-
dad de estas comunidades, y las cios. La ubicación en alturas, la dis- brado. Al parecer se integran técnicas
evidencias de especialización en la posición de las viviendas para de intensificación de la explotación
producción de objetos de adorno captar las brisas, la cercanía de los asociadas, entre otras alternativas,
corporal y uso ceremonial en cier- sitios de habitación y las cuevas ce- a la domesticación de roedores y al
tos materiales, notada en las agru- remoniales y funerarias, el apro- uso de la monticulación agrícola.
paciones de sitios donde ellas se vechamiento subsistencial del mar Independientemente de las so-
ubican (figura 2), sugieren su posi- y los espacios interiores —en una luciones, el resultado final de tal
ble carácter matriz respecto a otros perspectiva especializada o de equi- gestión resulta una economía en
asentamientos próximos y a esas librio—, son proyecciones globales creciente fortalecimiento. Esto se
agrupaciones. ajustadas según las condiciones de pone de manifiesto en el aumento
-Notable unidad y continuidad en la cada lugar. Estos elementos de uni- del tamaño de los sitios y en el pro-
expresión cultural, inferible en el man- dad, al moverse en el tiempo, con- bable proceso de salida, desde al-
tenimiento y comunidad de rasgos servan una importante coherencia. gunas comunidades muy fuertes,
Gabinete de Arqueología / 65
ARQUEOLOGÍA
de grupos que expanden la ocupa- Consideraciones finales estructuran una realidad precolom-
ción. bina coherente y establecen las
En el siglo XV parece darse un El reconocimiento de este pro- bases del panorama sociocultural
clímax en el desarrollo económico ceso de desarrollo entre los grupos encontrado por los europeos al arri-
del área. Este venía planteándose agricultores de Banes, refuerza la bar a este territorio. En ese pano-
desde momentos anteriores; sin idea de la existencia de un área ar- rama hay elementos que influyeron
embargo, para estas fechas asu- queológica particular e indica tam- en la formulación particular que ad-
me un crecimiento muy potente, bién la importancia de las situaciones quiere en Banes el proceso de con-
quizás asociado a la inserción o ple- regionales o locales en la ocupación tacto indohispánico y el posterior
no auge de técnicas muy efectivas agricultora de la Isla. Permite defi- desarrollo de su mundo colonial
como la monticulación. nir, además, líneas de unidad que temprano.
-Desarrollo, principalmente en su
momento tardío, de una creciente
complejización social definida por la pro-
BIBLIOGRAFÍA
bable existencia de procesos de centrali-
zación en las agrupaciones y por la Domínguez, Lourdes S. (1991): Pichardo Moya, Felipe (1990): Caverna,
Arqueología del centro-sur de Cuba, Costa y Meseta. Interpretación de
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Academia, La Habana.
vinculadas a grupos jerárquicos; en
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Guarch Rodríguez (1980): "Investigación
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existencia de un estamento elitario Informe del Tema 000144300,
Departamento Centro-Oriental de Trincado, M.N. y J. Ulloa Hung (1996):
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quizás en una relación de contacto sur-oriental de Cuba", en El Caribe
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desarrollo, desde algunos de estos Cultural, S. A., vol. XXXII, t. I, La Habana.
66 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Arqueología precolombina
del municipio Boyeros
Gabinete de Arqueología / 67
ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
tanto a una dieta selectiva por parte En excavaciones anteriores en estudio se pudo definir el número
del grupo cultural, o a una mejor con- el lugar aparecieron algunos res- mínimo de individuos presentes en
servación de estos restos en el sitio. tos de Solenodon cubanus (almiquí); el sitio (veintidós), con edades com-
Se identificaron cinco especies las evidencias óseas de esta especie prendidas entre los seis meses y más
de jutías y dos de ratas espinosas: en sitios arqueológicos son poco fre- de treinta años.
Capromys pilorides (jutía conga), cuentes. (Córdova, et. al., 1997.) En el análisis traceológico de las
Mysateles prehensilis, Mesocapromys piezas dentarias se pudo inferir que
minimus, Geocapromys columbianus, G. El uso de la piedra la alimentación de este grupo huma-
pleistocenicus, Boromys offella y B. torrei, no incluía carnes poco cocidas y que
dentro de las que se destacan la Fueron muy escasos los elemen- extraían el tuétano de los huesos de
primera, única especie viviente, y tos de piedra tallada en este sitio. los animales de que se alimentaban,
la Boromys offella entre las extintas; Los existentes midieron entre 1 y masticándolos, por lo que se notó un
ambas, al estar presentes en todos 3 cm, variando en cuanto a su colo- significativo desgaste de las cúspides
los niveles, revelan su abundancia ración (gris, blanco hueso, verde y de los molares debido a la fricción.
en épocas prehistóricas. rojo); generalmente no presentan Durante el presente trabajo
En segundo y tercer lugar se pre- un acabado que los defina como he- también fueron encontrados res-
sentaron los moluscos (23,66%) y rramientas, más bien parecen co- tos postcraneales fragmentados y
los crustáceos (22,90%). Estos últi- rresponder a restos de taller. Los dispersos, sin poderse definir posi-
mos en todos los niveles, aunque en minerales en su composición no ción anatómica alguna. Estos en su
sentido general tuvieron una alta fueron identificados. mayoría corresponden a falanges
frecuencia en los dos primeros. Los La distribución de los menciona- y un fragmento de fémur que sirvió
restos de reptiles, peces, aves y anfi- dos elementos se presentó de la para datar la etapa en que el hombre
bios resultaron muy escasos (3,80%, siguiente forma: nivel 1, tres pie- precolombino ocupó este lugar.
1,52%, 0,76%, y 0,76%, respectiva- zas; nivel 2, seis piezas; nivel 3, una La datación se realizó en el labo-
mente), y entre los de aves se en- pieza, y no se encontró ninguna en ratorio Heidelberger Akademie der
contró la diáfisis de un fémur de el nivel 4, lo que al parecer responde Wissenschaften, Radiometrische
la gallinuela extinta Nesotrochis a una utilización corta de la solapa Altersbestimmung von Wasser und
picapicensis. como refugio natural, en correspon- Sedimenten, c/o: Instiiut für Um-
En las excavaciones también se dencia con nuestra opinión de que es weltphysik der Universität, Dr. Bernd
encontró un fragmento de incisivo un sitio de ocupación temporal. Kromer. 1 El fechado arrojó una anti-
inferior derecho de Megalocnus ro- güedad para este hombre de 2987 ±
dens en el nivel 3 (20 cm-30 cm), sien- Restos óseos humanos 37 años calibrado, y constituye el pri-
do raro encontrar restos de la osa- mero para sitios arqueológicos de la
menta de este animal en sitios El hallazgo de este tipo de res- provincia Ciudad de La Habana. Pino
arqueológicos del país. A pesar de tos en el sitio resulta de gran im- ofrece la actualización de fechados
que esta pieza se observó aso- portancia, pues a pesar de formar radiocarbónicos de sitios de Cuba
ciada a los restos de la dieta, se parte de enterramientos secun- hasta diciembre de 1993. (Pino, 1995.)
considera que no formaba parte darios, en los mismos aparecie-
de ella, por presentarse como un ron cuarenta y nueve piezas Elementos superestructurales
elemento aislado dentro del con- dentarias (quince molares, ocho
texto, pudiendo ser que en el mo- premolares, diez caninos, doce in- En los niveles 2 y 3 se hallaron
mento en que el hombre primitivo cisivos y cuatro fragmentos), que dos cuentas de collar elaboradas
se asentó en la cueva, este tipo junto a las treinta piezas de la ex- en conchas de moluscos marinos
de resto fósil presente en el lu- cavación anterior realizada (Cór- con diseños circulares y planos, con
gar, se mezclara con los restos dova, et. al., 1997), suman un total una perforación bicónica en su cen-
alimentarios. de setenta y nueve. A partir de su tro y diámetros de 10 y 12 mm.
1 Lab. Code Hd-21185, Sample name Cuba 6, conv. 14 C age BP 2987± 37, 13 C-19.9, cal. age 1 (Intersections, method A) cal BC 1295-1135,
calibr. age 2 cal BC 1375-1055, calibrated using INTCAL98 and CALIB4 (Stuiver, Reimer & Braziunas, Radiocarbon 40, 1127-1151, 1998).
Gabinete de Arqueología / 69
ARQUEOLOGÍA
Unas de las pocas evidencias de Se abrió una cala de prueba de sos de las extremidades del ave
elementos ornamentales utilizados 1 m por 1 m, en cada una de las eta- extinta Nesotrochis picapicensis (dos
por el aborigen cubano conserva- pas. En ambas se excavó emplean- fragmentos de tibiotarso y falan-
das en el sitio. do el método de estratigrafía ges), fragmentos de conchas de un
Con anterioridad (Córdova, et. al., arbitraria por capas de 10 cm, pero molusco marino indeterminado y
1997) se hallaron en los niveles 3 y 4 se señala que siempre se trabajó dáctilos de crustáceos fluviales.
del propio sitio El Sílex, dos pendien- sobre una única capa que mantu- Muchos de los restos de aves y
tes de 22 mm por 7 mm, elaborados vo las mismas características (co- mamíferos están cremados y frag-
en huesos de aves (radio y tibiotarso) lor y textura), sin llegar a los niveles mentados, lo que supone hayan
con perforaciones en ambas caras no antrópicos. sido procesados por el hombre pri-
de 1 mm de diámetro. La existencia en los primeros mitivo para su consumo, pudiendo
En el nivel 4 se colectó un col- 50 cm excavados de un total de 820 así acceder a la médula ósea y des-
gante de 15 mm x 5 mm confeccio- rocas calizas, en las que predomi- piezar los animales.
nado en un premolar humano naron los tamaños pequeños (3 cm-
propio de un adulto mayor de vein- 6 cm), condujo a la determinación El uso de la piedra
ticinco años con un orificio bicónico de que los sedimentos allí existen-
en la raíz. No existen referencias tes habían sido arrastrados por las También fueron escasos los
bibliográficas sobre este tipo de aguas hacia el interior de la solapa, hallazgos de elementos de piedra
elemento en Cuba y Las Antillas. dando origen a un proceso —que tallada, sólo dos restos de taller
continúa hasta nuestros días— en la cuyas dimensiones variaron en-
Sitio Solapa La Antena formación del suelo, sobre el cual tre 1,5 cm-2 cm, correspondien-
posteriormente el hombre precolom- tes tipológicamente a una industria
Su nombre se deriva de una bino estuvo presente. microlítica. (J. F. Dueñas, 1994, co-
gran antena de comunicación que En la excavación los sedimentos municación personal.)
se encuentra próxima al sitio, loca- se tamizaron utilizando una malla
lizado en las alturas del Cacahual, metálica milimétrica. Se empleó ins- Restos óseos humanos
barrio homónimo a unos 200 m del trumental estomatológico, cucha-
mausoleo que guarda los restos del ras, cucharines, picoletas, brochas y Se colectó una pieza dentaria co-
general Antonio Maceo y su ayu- espátulas de albañilería. rrespondiente a un premolar pri-
dante Panchito Gómez Toro, al fon- mario con desgaste de la superficie
do de una bodega ubicada en la Composición de los restos de fauna oclusal donde se perdieron las cús-
carretera 7 de Diciembre. asociados a la dieta humana pides, quedando expuesta la pulpa;
La solapa es pequeña, ocupa un esta afectación, como se conoce, es
espacio de entre 3 m y 5 m con unos Los remanentes de la fauna de producto del consumo de una dieta
2 m de altura. En su interior existen este sitio fueron escasos, pero no poco cocida y contentiva de micro-
numerosas rocas calizas de dife- se descarta que en otros sectores sin partículas duras provenientes de los
rentes tamaños. El piso está com- excavar existan nuevas evidencias. instrumentos de conchas de mo-
puesto por un sedimento blando de Aparecieron restos óseos cra- luscos marinos y rocas utilizados
color pardo oscuro (humus) muy pro- neales y postcraneales de jutía con- para elaborarla.
fundo, que debió de penetrar por ga (Capromys pilorides), jutía carabalí A partir de las características de
arrastre de las aguas pluviales. (Mysateles prehensilis) y de las jutías la fauna asociada, los restos de pie-
Las excavaciones arqueológicas extintas M. barbouri, M. minimus, dra tallada, el escaso número de
fueron realizadas en dos etapas, la Geocapromys pleistocenicus, así como elementos antrópicos, así como la
primera con el Grupo Pedro Borrás y de las ratas espinosas Boromys presencia de un premolar huma-
la segunda con la participación del offella y B. torrei; vértebras y costi- no, correspondiente a un individuo
Centro de Antropología del Ministe- llas de majá de santamaría (Epicrates joven en el Sitio La Antena, se defi-
rio de Ciencia, Tecnología y Medio angulifer); fragmentos del peto de nió el mismo como de uso tempo-
Ambiente (CITMA). jicotea (Trachemys decussata); hue- ral, ocupado por un grupo humano
70 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
Sitio Quibú
Composición de los restos de fauna En Cuba se registra C. virginica y debió de colectar este molusco
asociados a la dieta humana por primera vez para un sitio ar- que se encontraba asociado a las
queológico precolombino del pro- rocas y fondos arenosos.
La presencia de moluscos mari- pio municipio Boyeros (Crespo et. Además se hallaron valvas de
nos en el sitio resulta realmente im- al., 1994), especie conocida para Spondylus americanus, Turbinella
portante, pues contribuye a definir el país sólo en estado fósil (Aguayo angulata, Strombus gigas y Busycon
las características de los hábitos y Jaume, 1939) en el Bosque de La perversum. De esta última especie se
alimentarios del grupo cultural que Habana, mientras que no fue has- obtuvo sólo una espira y parte de una
vivió en el lugar y su relación directa ta el año 1975 cuando se colectaron columela; es considerada otra rare-
con la costa. Es evidente la preferen- varios individuos en la Bahía de za asociada al sitio, en torno a los
cia de Crassostrea virginica (218 val- Cienfuegos, Laguna de Guanaroca moluscos, por no estar presente en
vas), especie sobre la cual aún exis- (Nikolic y Bosch, 1976), única ocasión el registro malacológico de Cuba (vi-
te una controversia en relación con en que se ha encontrado viva. viente ni fósil) para zonas arqueoló-
C. rhizophorae en cuanto al estatus La estructura externa de las con- gicas precolombinas, aunque sí en
taxonómico de esta última; algunos chas del mencionado molusco, co- sitios históricos de La Habana Vieja
autores han opinado que se trata de lectadas en el sitio Quibú, no (Romero, 1995).
una subespecie de C. virginica presentó la típica huella de la raíz El género Busycon aparece amplia-
(Merlano et. al., 1994), distribuida de mangle rojo que suele quedar mente distribuido en sitios precolom-
desde el Golfo de San Lorenzo, en en ellas tras haber permanecido binos de la Florida (Marguardt, 1992),
Canadá, hasta Brasil, y que ocupa en- adherida a la misma durante su de- teniendo las diferentes especies que
senadas, lagunas, esteros, etc. a lo sarrollo, ello condujo al criterio de que lo integran un conocido uso dentro
largo de toda la extensa costa occi- el hombre primitivo, cuando aún vi- de la dieta humana y también como
dental del Atlántico. vía en las costas de La Habana, usó herramientas.
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ARQUEOLOGÍA
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ARQUEOLOGÍA
Botuto elaborado en concha de Strombus gigas. Restos de la industria de piedra tallada microlítica
Márgenes del arroyo Jíbaro (número 7 en el plano) hallados en sitios arqueológicos de Boyeros
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ARQUEOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Aguayo, C. G. y L. M. Jaume (1939):
"Moluscos semifósiles del Bosque de La
Habana", en Memorias de la Sociedad
Cubana de Historia Natural, Universidad de
La Habana, La Habana.
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ARQUEOLOGÍA
Gabinete de Arqueología / 75
ARQUEOLOGÍA
con el desarrollo de las diversas Ciencias Históricas, fue un cami- los profesores es necesaria para
asignaturas que lo conforman, a no tomado por varios de nuestros lograr un pensamiento teórico en
tono con el progreso de las mis- colegas. el campo interno de la profesión, y
mas en el conjunto interno de los No quiero perder la oportunidad en sus relaciones con muchas cien-
avances de la Ciencia. de mencionar los compañeros que cias que hoy permiten a la Arqueo-
Ya en 1987 era bien conocida presentaron el proyecto y firmaron logía aportar versiones cada vez
la necesidad de establecer una en el presente orden: Antonio más amplias del pasado.
formación académica para los Martínez Fuentes, Lourdes S. Aunque la fundamentación con-
arqueólogos, la cual debería cu- Domínguez González, Eusebio Leal tiene temas dedicados a convencer
brir dos postulados, planteados Spengler, Leandro S. Romero Es- a las autoridades de la capacidad que
en 1982 por Bruce G. Trigger: "Su- tébanez, Sergio Valdés Bernal, Ra- se posee para ejecutar la Maestría,
ponemos, como la mayoría de los món Dacal Moure, Gabino La Rosa solamente presentaremos aquellos
arqueólogos, que la meta princi- Corzo, Manuel Rivero de la Calle que son de interés general.
pal de la disciplina es la compren- (1926-2001), Lidia M. Sarmiento San Se dice que en la actualidad es
sión del pasado humano" y, "La Miguel y Oscar Zanetti Lecuona. preciso elevar la capacidad profe-
mayoría de los arqueólogos tam- Por varios años, ante las dificul- sional de los arqueólogos cubanos,
bién estaría de acuerdo en que la tades para establecer la Arqueolo- encargados de enfrentar urgentes
Arqueología como disciplina, se gía como carrera universitaria, se problemas científicos, sobre la
ocupa de la teoría y técnicas re- realizaron varios intentos —sin re- base de nuevas propuestas teóri-
queridas para inferir la conducta sultados prácticos—, encaminados cas y metodológicas en conformi-
humana del pasado a partir de a iniciar una Maestría, pero recien- dad con el avance de la ciencia a
restos materiales". temente el Ministerio de Educación escala internacional.
Estos criterios que supongo con- Superior aprobó ese proyecto con También constituye un reto la
tinúan vigentes, llevaron a un gru- el Centro de Antropología del Mi- consolidación de una estrategia
po de compañeros a preparar un nisterio de Ciencia, Tecnología y conservacionista de nuestro patri-
proyecto de Maestría en Ciencias Medio Ambiente (CITMA) como monio arqueológico, bastante afec-
Arqueológicas aprobado por la institución auspiciadora. tado por diversas causas, aspecto
Universidad de La Habana y pro- Mis relaciones por muchos años no sólo concerniente a las leyes y
visto del necesario conjunto de con los colegas de Antropología y reglamentos, sino que parte en prin-
asignaturas y un sistema de ope- su petición para colaborar en una cipio de la investigación concreta,
ración docente en cuanto a requi- asignatura, me han puesto en co- y del uso de métodos y técnicas
sitos para el ingreso, créditos, horas nocimiento del proyecto que ya se novedosas en los trabajos de cam-
lectivas, trabajos prácticos y tesis, viene ejecutando, y he solicitado po y laboratorio. Queremos decir
en que el alumno debería probar autorización para divulgar detalles que el mejor aprovechamiento de
su capacidad. Una necesidad para que resultan interesantes a los las fuentes patrimoniales de estu-
la organización consistió en otor- lectores de esta publicación, en es- dio —no renovables—, depende
gar una serie de Maestrías a los pecial de aquellos dedicados a la Ar- directamente de la adecuada for-
profesores que laborarían en este queología en sus diversas vertientes mación profesional y del compro-
proyecto docente. en los comienzos de este siglo XXI. miso ético de la futura generación
El esfuerzo realizado y el apoyo La información acerca de la fun- de arqueólogos.
de la Universidad de La Habana no damentación de dicho plan, y de su De ahí la necesaria educación
dieron los resultados esperados. conjunto de asignaturas, permitirá postgraduada en un programa in-
Personalmente estimo que fue de- formarse una idea de lo que este tegral que por primera vez en Cuba
bido a que no se estableció una res- esfuerzo representa para una dis- ofrece la presente Maestría en Ar-
ponsabilidad institucional definida ciplina que comienza su camino en queología. Los arqueólogos gradua-
para esta tarea, y que la posibili- el campo de la docencia, donde la dos deberán atender necesidades
dad de acceder al grado de Doc- comprensión por parte del claus- referidas tanto al ámbito de la inves-
tor en Ciencias, en especial en tro de una acción coordinada entre tigación científica y de la protección
76 / Gabinete de Arqueología
ARQUEOLOGÍA
del patrimonio, como también de- El claustro tiene un Comité Aca- han modificado y continúan modifi-
sarrollar una actividad profesional démico presidido por el doctor Pe- cando los criterios originarios sobre
propia de científicos sociales que dro P. Godo Torres y lo componen esta etapa del devenir histórico. La
contribuya a divulgar el conocimien- por siete doctores en Ciencias Histó- asignatura propone la interpreta-
to sobre el proceso de formación ricas, un doctor en Ciencias Agro- ción, el análisis y la valoración de
de la nación cubana. químicas, un doctor en Ciencias temas fundamentales, tanto para el
La Arqueología elabora y con- Filológicas, un doctor en Medicina debate como para la profundización
fecciona los fundamentos me- Veterinaria, un maestro en Física y y actualización de conocimientos
todológicos y conceptuales para Matemáticas, tres maestros en que harán posible una adecuada
desarrollar el trabajo de campo y Ciencias Arqueológicas, un licen- comprensión del hombre y la so-
de laboratorio. Pero no limita su ac- ciado en Historia y un licenciado en ciedad, en épocas pretéritas de los
tividad a la descripción y clasifica- Historia del Arte. grupos humanos que actualmente
ción de los materiales recuperados Las asignaturas que ya se im- se encuentran en similar nivel de
en las excavaciones. Se define parten a los aspirantes son: desarrollo, así como para efectuar
como una ciencia social porque Historia de la Arqueología. Ofre- enfoques más científicos de los ul-
su objetivo final es la reconstruc- ce a los investigadores en el campo teriores procesos históricos.
ción histórica de formaciones de la Arqueología conocimientos Culturas arqueológicas. De inicio
socioeconómicas del pasado y se acerca del desarrollo de esta ciencia, se plantea la discusión del término
distingue de otras ciencias por- conceptual y metodológicamente, y y concepto "cultura arqueológica",
que estudia las sociedades y su su aporte a los conocimientos his- a través de los criterios de diferen-
desarrollo a través de los restos tóricos y antropológicos. Se deter- tes escuelas antropológicas. Se
materiales. Puede incluso añadir- minan, además, las relaciones, con- analizan las clasificaciones cultura-
se que contribuye al estudio de pro- tactos, así como las diferencias con les de Cuba en el contexto del de-
cesos históricos más recientes otras disciplinas entre las ciencias sarrollo científico en que fueron
complementando la ausencia o es- sociales y humanísticas. formuladas. De acuerdo con la ac-
casez de fuentes documentales. La Arqueología como ciencia. In- tualidad del problema, se discuten
Las actividades se desarrollarán troducirá a los alumnos en la utiliza- las últimas propuestas y los funda-
de la forma siguiente: ción de los conceptos y categorías mentos que las sustentan, para una
Lectivas: treinta y cinco Crédi- científicas principales de la Arqueo- mejor interpretación del registro
tos – 525 horas. logía y los prepara para desarrollar arqueológico. Se presenta una sín-
No lectivas: siete Créditos – 105 una actitud crítica ante los enfoques tesis de la historia de los aboríge-
horas. burgueses que se aplican en este nes de Cuba a partir de los datos
Investigación: tres Créditos – 45 campo. El alumno conocerá las prin- arqueológicos y de las fuentes do-
horas. cipales corrientes filosóficas que han cumentales de la época de la con-
Tesis: veinticinco Créditos – 375 servido de fundamento a la ciencia quista europea.
horas. arqueológica y será capaz de enjui- La Arqueología de Cuba en el con-
La evaluación fundamental será ciar críticamente la proyección cien- texto caribeño. Muestra una panorá-
la Tesis de Maestría desarrollada a tífica en este terreno. mica de las culturas arqueológicas
partir del trabajo de campo, su co- Comunidad Primitiva universal. en el ámbito caribeño, con énfasis en
rrespondiente ejercicio de labora- La evolución del hombre y la socie- las migraciones, distribución espa-
torio y el análisis e interpretación dad. La historia concebida como to- cial, complejos artefactuales (lítica y
de las fuentes recuperadas. Tam- talidad debe iniciarse por el estudio concha), estilos cerámicos y otros
bién se tendrán en cuenta los re- de la prehistoria, que abarca los con- indicadores de sus desarrollos loca-
sultados científicos obtenidos en tenidos biológicos, socioeconómicos les y de orígenes continentales.
el curso que puedan expresarse e ideológicos. Para el estudio se en- Problemas de la superestructura
en publicaciones, eventos, u otras trelazan los conocimientos arqueo- de las comunidades aborígenes. Re-
formas de introducción en la prác- lógicos, antropológicos e históricos. vela los conocimientos sobre los ni-
tica social. Los adelantos en las tres disciplinas veles de complejidad social de las
Gabinete de Arqueología / 77
ARQUEOLOGÍA
comunidades aborígenes. De una que le permitan hacer reconstruc- queológicas, mediante el desarro-
parte centra su atención en los ciones etnohistóricas más objetivas, llo de conocimientos y habilidades
indicadores mortuorios de los ar- para establecer los orígenes de di- en técnicas de recuperación y con-
caicos como un reflejo de la socie- chas industrias. servación de los restos, así como
dad estructurada en posiciones de La Arqueología Histórica. Brin- enseñar a relacionar los aspectos
rango y en los dibujos rupestres da a los investigadores, en el cam- esenciales para los análisis preli-
como una de las principales mani- po de la Arqueología y la Historia, minares.
festaciones superestructurales. Por los métodos y procedimientos Arqueozoología. Metodología
otra parte, resume la información más actualizados para acometer para el estudio de los restos dietarios
referente a las comunidades agro- el estudio de acontecimientos, fe- de las comunidades aborígenes de
alfareras más desarrolladas, su reli- nómenos históricos y realizar re- Cuba. Los investigadores profun-
gión, formas artísticas y aspectos en construcciones de hechos sobre dizan en la compleja temática de la
las relaciones sociales y organización los cuales la documentación es- dieta de origen animal y las activi-
política, estas últimas sustentadas en crita resulta nula, escasa o par- dades económicas derivadas de
el parentesco y los cacicazgos. cial. Acontecimientos tales como ella, en las diferentes comunidades
Métodos del trabajo de campo, la vida en los primeros siglos de la aborígenes que vivieron en el ar-
exploración y excavación arqueoló- sociedad colonial, comercio tem- chipiélago cubano a partir del 6000
gica. Permitirá penetrar en la metó- prano, proceso de transculturación AP (antes del presente) y los pri-
dica, tal vez lo de mayor complejidad indohispánico, resistencia esclava, meros decenios del siglo XVI, donde
dentro de la Arqueología. Los mé- hechos de la guerra de liberación se han podido verificar determina-
todos aplicados en el trabajo de nacional. También las construccio- dos cambios en la dieta de los pobla-
campo. La materia en cuestión es nes navales, civiles, militares, reli- dores autóctonos con la introducción
decisiva, pues de su conocimiento giosas y unidades económicas del por los conquistadores, de fauna
y aplicación correcta depende la sistema esclavista en plantaciones, de origen europeo.
obtención de la información y su los que vistos desde los recursos de Métodos de investigación y cien-
interpretación adecuada. La asig- la Arqueología, ofrecen nuevas pers- cias auxiliares de la Arqueología.
natura propone brindar una actua- pectivas críticas a los investigadores. Esta materia proporciona a los
lización de la materia hasta nuestros Arquitectura y Arqueología de la arqueólogos, educados en carre-
días y conocer los nuevos enfoques etapa colonial. Los especialistas re- ras universitarias humanísticas o
y sus adelantos. ciben un catálogo pormenorizado sociales, una visión de las bases
Las industrias aborígenes. Méto- de los elementos arquitectónicos, metodológicas de las ciencias na-
dos del estudio tecnotipológico de los que distinguen la Arquitectura de turales y exactas necesarias para
artefactos. Las industrias de la piedra la etapa colonial en Cuba y un análi- una mejor interpretación de los
tallada y las industrias de la piedra en sis de las estructuras en edificacio- hechos arqueológicos.
volumen. La asignatura ofrece a los nes religiosas, civiles y militares, así Cuando los alumnos terminen
participantes una herramienta como el estudio de la Arquitectura sus tesis y las defiendan, culmina-
idónea para acometer el estudio Naval. Luego de caracterizar el tra- rá esta primera experiencia. Como
tecnotipológico de los medios de tra- bajo arqueológico en edificaciones es natural no podemos esperar que
bajo, y del uso supraestructural de terrestres, establece el estudio de impartir la Maestría resulte fácil, la
las industrias líticas, de la concha y la Arqueología Subacuática como docencia nunca lo es, pero si el claus-
de la cerámica de las comunidades rama independiente, sus principios y tro de profesores trabaja coordina-
aborígenes de Cuba en el contexto métodos. damente con los aspectos teóricos
del área circuncaribe y americana. Antropología Física. Antropolo- necesarios en la formación de un
Con ello contribuye a esclarecer el gía Física aplicada a la Arqueolo- arqueólogo y logra transmitirlos a
papel fundamental de los medios de gía. Se da a conocer cómo obtener sus alumnos, podremos decir que
trabajo en el desarrollo de las fuer- la mayor información posible de el esfuerzo de nuestros colegas ha
zas productivas de la sociedad, ela- los enterramientos humanos ex- tenido éxito.
borar hipótesis y realizar inferencias humados en las excavaciones ar-
78 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
Gabinete de Arqueología / 79
PENSAMIENTO arqueológico
tratigráficos. Durante varias déca- ciencia de la estratigrafía arqueo- cute ahora al igual que las leyes de
das, el dibujo de sección de la trin- lógica fue menor, los modelos se la estratigrafía arqueológica. Por
chera de robo fue uno de los convirtieron en montañas magnífi- sobre todas las cosas, el análisis
diagramas más reproducidos, uti- cas de jerga arqueológica que des- de la estratificación en pie gira en
lizado para ilustrar los principios cansaban sobre un atolladero de torno al concepto de la interfaz, la
estratigráficos en la Arqueología; evidencias mal colectadas. Esta tra- cual se enuncia a través de esta
aún así, el valor de la interfaz de- dición de la teoría sobre los restos discusión como un tema primordial.
mostrado en este no fue acatado sólidos parece continuar en el nuevo
teóricamente hasta la década de milenio, pues algunos arqueólogos La Matrix Harris y la estratificación
1970. (Harris, 1989.) exigen todavía la adopción de enfo- de estructuras en pie
Los edificios fueron entonces ques teóricos de alto nivel sin tener
identificados como una de las gran- muy en cuenta los fundamentos La Matrix Harris fue inventada en
des problemáticas en la Arqueología estratigráficos. Estas nuevas direc- 1973 y en el curso de cinco años
Estratigráfica por varias razones. La ciones serían plausibles si se sus- sus más importantes principios fue-
secuencia estratigráfica se hizo más tentaran en las exigencias de la ron perfeccionados y evaluados, el
compleja, en primer lugar, porque las evidencia estratigráfica contunden- último de ellos fundamentalmente
trincheras de cimentación destruían te que proviene de las excavaciones. en excavaciones en Londres. El pri-
con frecuencia una gran parte de En estas circunstancias, tales blo- mer libro de texto dedicado a la
la estratificación preexistente; en ques de ideas permanecerán como ciencia de la estratigrafía arqueo-
segundo lugar, dificultándola aún montañas invertidas de teoría en lógica fue publicado en 1979, con
más, los muros de las edificacio- precario balanceo sobre amasijos una edición hispana en 1991. De
nes separaron la estratificación dis- de información inadecuada, a me- aplicación universal, la Matrix y sus
puesta horizontalmente en áreas nos que todos los arqueólogos métodos son todavía ignorados por
discretas. En tercer lugar, los muros adopten métodos estratigráficos muchos arqueólogos, con la re-
presentaban una dimensión verti- rígidos de excavación y registro. sultante destrucción de los datos
cal en la estratificación, lo cual Cuando se estudian las estruc- estratigráficos sin un registro apro-
trastocaba las nociones prevalecien- turas sobre la superficie, es nece- piado. Esto se cumple de manera
tes y simplistas de la superposi- sario retornar a los fundamentos particular en sitios estadounidenses
ción, en la que los depósitos se de la estratigrafía arqueológica, ya y otros donde los arqueólogos, en año
suponía descansaban uno directa- que la estratificación en pie es uno tan reciente como 1999, excavaban
mente encima del otro como un de los dilemas principales que se los depósitos estratificados por nive-
grupo de naipes, con los inferiores confrontan. En las últimas décadas, les arbitrarios, destruyendo de esta
siempre como los más antiguos. la Arqueología ha llegado a reunir manera los elementos de la interfaz,
Los problemas estratigráficos tanto los atributos bajo suelo como esenciales para la comprensión
de las edificaciones son insepara- las estructuras sobre este que no estratigráfica. Algunos arqueólogos,
bles del concepto de la interfaz des- pueden excavarse a no ser sobre autotitulados campeones, quienes
cubierto en la geología en 1795 por el papel. Existen muchos ejemplos regresarían la Arqueología a los mé-
James Hutton, y en la arqueología donde sólo las partes expuestas y todos de la estratigrafía geológica,
en el segundo cuarto del siglo XX en pie de los edificios quedan dis- han acusado a la Matrix de conducir
por Wheeler, Kathleen Kenyon y ponibles para el estudio y no ten- a la Arqueología por caminos erra-
otros. Como cuestión estratigráfica, drá lugar excavación alguna, pese dos. Sin embargo, la Matrix evolucio-
la interfaz no se aceptó hasta que a la abundancia de información na en presencia de la ineficacia de
fue enérgicamente presentada en estratigráfica asequible para el re- los conceptos geológicos para con-
Beginning in Archaeology de Kenyon, gistro y análisis. El estudio de la textos arqueológicos.
en 1952. Para todas las publicacio- evidencia en la estratificación en La Matrix, además, le proporcio-
nes de la Nueva Arqueología de la dé- pie ha sido asistido durante los últi- nó a la Arqueología una herramien-
cada de 1970 y 1980, la contribución mos años por los métodos de la ta vital que no se encontró en la
al avance del desarrollo de una Matrix Harris. Este concepto se dis- Geología porque permitió a los ar-
80 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
queólogos "ver" por vez primera tan poco examinado por los filóso- descifrar la secuencia estratigráfica
las secuencias estratigráficas de si- fos de la ciencia. Esto puede atri- de un sitio desaparece. Esta era la
tios complejos, con muchas unida- buirse en parte al hecho de que las verdadera esencia de la controver-
des estratigráficas discernibles. La interfaces, o superficies, como el sia que siguió a la publicación de
Matrix cambió el paradigma de la tiempo, no existen en forma mate- Archaeology from the Earth de Wheeler
Arqueología, de un concepto uni- rial alguna, y pueden "observarse" en 1954, en la que el autor defendía la
dimensional comprendido en el di- únicamente cuando se registran en ejecución de unos dibujos de sección
bujo wheeleriano de la sección A, a un diagrama, sobre todo, un dibujo con todas las interfaces representa-
un modelo cuatridimensional que de planta. Entonces las interfaces das. En contraposición a este se en-
combina las tres dimensiones físi- y las secuencias estratigráficas, contraban aquellos arqueólogos que
cas con la del tiempo: la cuarta di- como se ilustran en los mapas con no interpretaban la interfaz regis-
mensión. En este sentido, es como las líneas de contorno y los diagramas trándola con líneas gruesas. Sus
"la cara de un reloj" de doce horas de la Matrix Harris, comparten el mis- ilustraciones impresionistas de la
y el almanaque gregoriano de doce mo rasgo común de ser impercep- estratificación imposibilitaron, lue-
meses al año, que constituyen for- tibles hasta que son iluminadas por go del hecho, añadir las interfaces
mas diagramáticas en las que el los métodos arqueológicos. y por tanto compilar la secuencia
tiempo, que no existe en ninguna Puesto que las interfaces care- estratigráfica.
forma material, puede ser "visto". cen de una presencia física y no El registro esencial de una interfaz
Más que ninguna otra ciencia, la pueden ser excavadas, han sido ig- es la planta topográfica, en la cual
Arqueología es una disciplina cro- noradas quizás a causa de la prefe- esta es mostrada por curvas de ni-
nológica y la Matrix Harris le ha otor- rencia histórica de los arqueólogos vel. Con el paradigma sostenido en
gado a ese carácter una fuerza re- por los objetos materiales. La obse- la década de 1970 en la sección ar-
volucionaria en su habilidad para sión por los artefactos portátiles y queológica, se otorgó poco énfasis
traducir la evidencia física de la es- luego por las estructuras arquitectó- a esta área, o vista en planta de la
tratificación en calendarios de tiem- nicas significó que los arqueólogos interfaz y, por consiguiente, muchos
po relativo, únicos para cada sitio, se concentraran en la mitad menor de los datos estratigráficos en varios
pero comparables universalmente de la información estratigráfica. Al sitios del mundo se perdieron.
mediante los diagramas de la Matrix. restar importancia a los aspectos Ahora se comprende que algu-
Un rasgo fundamental del siste- de la interfaz, más de la mitad de la nas unidades estratigráficas sólo
ma de la Matrix lo representa el otro evidencia estratigráfica ha sido re- existen como interfaces y no po-
gran aspecto inadvertido de la estra- legada al olvido puesto que exis- seen depósitos físicos, de los cua-
tificación arqueológica, la interfaz ten más unidades interfaciales en les ellas constituyen la superficie.
entre las unidades estratigráficas fí- un sitio que materiales. Esto es no- Tales atributos se definen como
sicas. El concepto de la interfaz ron- table en la periodización de los si- únicos porque en su creación des-
dó el desarrollo de la Geología hasta tios, en publicaciones donde los truyeron la estratificación preexis-
que Hutton lo descubrió para fina- períodos identificados son usual- tente. Antes que adicionársele, su
les del siglo XVIII. A pesar de haber mente los que se relacionan con los "superposición" es abstracta y agre-
sido identificado en la Arqueología depósitos (desuso) antes que con gan un evento puramente temporal
en el siglo XX, la ausencia de apre- los períodos de la interfaz (uso), o a la secuencia estratigráfica, en con-
ciación de su significado entorpe- constituyen una combinación de traposición con la masa física que
ció la evolución de la Estratigrafía ambos tipos diferentes de períodos añade el depósito del estrato o el
Arqueológica en la década de 1970. estratigráficos. muro. Las líneas en los dibujos de
No hay otro concepto tan necesa- Si las interfaces no son registra- sección o las curvas de nivel en las
rio para el análisis estratigráfico, das en diagramas como los dibu- plantas son la vía única para definir
en especial para las estructuras en jos de sección, no existen del todo las interfaces del elemento, 1 tales
pie; no obstante, ninguno ha sido y con su pérdida, la posibilidad de como ocurre en los fosos o las trin-
1 Elemento interfacial: Unidad de estratificación resultante de la destrucción de la estratificación preexistente y no de la deposición de material. Hay
dos tipos de elementos interfaciales, los verticales, definidos normalmente como una unidad estratigráfica por derecho propio, que señalan accio-
Gabinete de Arqueología / 81
PENSAMIENTO arqueológico
cheras de cimentación de una tapia. definición y no se encuentra es- Por lo tanto, en la medida en que el
Sin estos registros las interfaces no tratificado y por esto carece de valor depósito es cubierto sucesivamente
existen luego del acto de excavar. en los estudios estratigráficos. La por otros posteriores, las áreas res-
Los depósitos se han percibido esencia de la estratificación es que tantes de la superficie deben ser enu-
de una manera combinada en el un depósito se ha estratificado den- meradas como subconjuntos de la
registro estratigráfico, donde a la tro del desuso y una superficie que unidad original de la superficie.
unidad de masa y su superficie les lo "cubre" (y lo define estratigrá- Si la unidad de la superficie/in-
fue otorgado el mismo número ficamente) es por tanto conformada. terfaz 1.1. fue en parte cubierta por
para la unidad y fueron tratados Ese evento deposicional y su tres unidades de depósito tardías, su
como uno y el mismo. Esta prácti- superficie de uso se encuentran área en lo sucesivo más pequeña
ca es contraria a los principios estratificados de forma absoluta puede recibir números como "Uni-
estratigráficos pues asocia las uni- cuando un nuevo "depósito" en la dad 1.1.1", "Unidad 1.1.2", "Unidad
dades de desuso de la Estratigrafía evolución de un sitio descansa so- 1.1.3", y así en lo adelante. La Uni-
con las de uso. Las de masa son bre estos. Sólo cuando los mate- dad 1.1 pudo haber estado en uso
unidades de desuso, mientras que riales dejan de ser utilizados y se durante cientos de años, y su área
las interfaces son unidades de uso. incorporan a la masa estratificada, sobrante, la Unidad 1.1.3, durante
El agrupamiento de la unidad de se convierten en unidades de de- otros más, ya que es reutilizada como
masa y la unidad de la interfaz se pósito en términos estratigráficos. superficie en periodos tardíos. En
ha venido realizando dentro de la El uso activo de un estrato puede otras palabras, una parte de la su-
periodización, donde las fases y inferirse de la evidencia material, perficie original, la interfaz Unidad
períodos de deposición física son pero el uso de la mayor parte de 1.1, estuvo en uso durante seis pe-
combinados con los períodos inter- los depósitos es proporcionar, al ríodos más tardíos en el sitio (tres
faciales del uso de un sitio. La mayor estar bajo el suelo, los cimientos períodos de depósito y tres períodos
parte de los informes reflejan el fra- para una superficie que será utili- interfaciales).
caso de los arqueólogos en distinguir zada por las personas en activida- En situaciones excavatorias, por
y separar estratigráficamente los des cotidianas. Esto es una realidad supuesto, esta numeración se in-
dos tipos de períodos o fases encon- de los "depósitos" para estructuras vertiría, de tal forma que el primer
tradas en cada sitio arqueológico in- en pie que brindan el material para la aspecto de una superficie sería 1.1,
dividual. superficie, el cual puede resistir du- su extensión, 1.2 y el área total 1.3.
Pudiera argüirse que ciertos tipos rante cientos e incluso miles de años. El depósito sería la Unidad 1. Por
de depósitos son unidades de uso, La interfaz, considerada como consiguiente, cualquier número
como por ejemplo una zona de ara- la superficie de un depósito de que apareciera en los registros
do en un terreno, o el estrato de es- masa, debe separarse del depósi- como subconjuntos; o sea, 1.3 se-
tiércol de un terreno de labranza. to en los métodos de registro. Esto ría comprendido de manera auto-
Aunque es cierto que un suelo como pudiera ser clasificado como un mática como unidad de superficie/
ese puede estar en uso durante un subconjunto del depósito, de tal for- interfaz. Cualquier número com-
período anterior a su formación (es ma que el aspecto de la superficie pleto, la Unidad 5, por ejemplo, se-
decir, a su forma estratigráfica pre- del depósito "Unidad 1" se convier- ría de inmediato entendido como
servada) esa actividad tiene que ta en la interfaz "Unidad 1.1". Como una unidad de depósito.
cesar para que este se convierta una unidad de interfaz suele repre- Esta numeración se corresponde-
en un depósito estratigráfico. Un sentar un período mucho más ex- ría más con la realidad de la estratifi-
depósito es algo creado por el des- tenso que el tiempo que tomó hacer cación. Ello sucede particularmente
uso de material sobre el cual se del depósito la superficie del cual este con las estructuras en pie, puesto
forma entonces una superficie. Sin define, la unidad interfacial puede que sus superficies o unidades
una superficie, el depósito no tiene reutilizarse en períodos más tardíos. interfaciales no sólo presentan una
nes particulares como la excavación de una fosa, y conllevan la destrucción de parte de la estratificación preexistente. Los horizontales, asociados a
estratos verticales, indican el nivel en que estos muestran signos de destrucción. Edward C. Harris (1991): Principios de Estratigrafía Arqueológica,
Editorial Crítica, S. A., Barcelona, pp. 92 y 209.
82 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
expansión horizontal en área, sino vamente se encuentran registrados A diferencia de las interfaces,
también una extensión vertical im- y almacenados como información. El sólo los depósitos pueden ser exa-
portante. Alzándonos a través de acto de registro es cuestión de tradu- minados. Algunos objetos contenidos
la estratificación que se acumula cir los datos de forma que un archivo en la masa física son recuperados en
alrededor de estas, las superficies del sitio pueda ser compilado y se su totalidad, entre estos están los
de las paredes son compartidas por preserve la evidencia que destruye tiestos de cerámica o los huesos de
muchos períodos sucesivos en un la excavación. restos alimenticios. Del suelo pue-
sitio. Tan es así que aquellas partes Cuando la traducción de las in- den tomarse muestras, y una o dos
de una superficie original que so- terfaces es adecuada, son registra- bolsas guardarse para un análisis
breviven hasta épocas más tardías, das parcialmente en los dibujos de posterior. Por lo general el depósi-
no estarán en superposición con los sección que documentan su dispo- to no se pesa y por esta razón no
depósitos que definen esas partes sición, pero sólo en una longitudinal se obtiene una medida de su masa.
disminuidas de dicha superficie, que atraviesa un sitio. Estas son En consecuencia, por su naturale-
sino que los limitarán. Estos deben, registradas por completo al definir za, una gran parte del depósito no
por tanto, ser numerados como su área de superficie y tomar las ele- se registra o traduce en datos al-
subconjuntos de ella, con las que se vaciones del sitio dentro de este, re- macenados para su posterior uso
encuentran en superposición abs- flejadas por último en una planta de en la reconstrucción de un sitio
tracta. Como formas tardías de la nivel. Las interfaces de estructuras pues esto sería, en la práctica, una
superficie original, estas interfaces en pie pueden con frecuencia estar tarea imposible.
deben ser colocadas en columnas registradas únicamente en plantas, En el registro, el depósito se re-
estratigráficas de una Matrix Harris, como que las "secciones" a través duce a un archivo que tiene poca
o una secuencia estratigráfica: del espesor de los muros pudieran relación con el aspecto original del
diagrama, como es propio del méto- no encontrarse disponibles. Las contexto excavado. Las muestras
do usual. interfaces como la pintura, pueden de material, ya sean del suelo o de
Un sistema como este para nu- ser tan delgadas que una sección artefactos individuales, son coloca-
merar y registrar depósitos se transversal no es posible observar- das en recipientes como bolsas o
aplicaría, por igual, a todas las in- la a simple vista. En una situación cajas, que no pretenden de ningu-
terfaces, incluyendo aquellas del como esta, la estratificación puede na manera reflejar la forma, masa
elemento, como fosos que no ten- definirse bajo el microscopio y por o superficie original del depósito del
gan un depósito originario. La es- supuesto cada unidad debe enton- cual fueron recuperadas. Tal es
tratificación en pie contiene muchas ces ser registrada como una enti- como los arqueólogos han separa-
interfaces, tanto de depósitos como dad estratigráfica. do siempre los depósitos de las
de tales elementos. Otros "depósi- Los depósitos, por el contrario, interfaces en la excavación y el
tos", como capas de pintura, son pueden ser alguna vez registrados proceso de almacenaje de datos,
de tan poco grosor que califican en parte y esto se logra mejor en aún cuando desechen la evidencia
como interfaces más que los depó- los dibujos de sección, los que a di- de la interfaz en ausencia de un
sitos de algún espesor. ferencia de las plantas, muestran registro adecuado.
La separación de las interfaces la profundidad o el grosor del de- El depósito en almacenaje sim-
de algunos depósitos que estos pósito. Dada su naturaleza como bólicamente se convierte en un
definen como superficies no es una unidades de masa, ya sean conso- contenedor que constituyó su rea-
propuesta tan radical como pudie- lidadas como las tapias, o suelos lidad en su existencia estratigráfica.
ra interpretarse. Desde que co- compactos que pueden excavarse, La interfaz es separada del conte-
menzó la excavación estratigráfica los depósitos no logran nunca ser nedor y registrada de forma indivi-
y fueron identificados y cataloga- registrados en su totalidad, o en- dual como una superficie, siendo
dos los depósitos individuales con contrarse preservados por estar esta su realidad estratigráfica. La
números únicos, los arqueólogos compuestos de cientos o miles de importancia estratigráfica de esta
han separado superficies de depó- objetos como sucede con los com- transferencia de la información ar-
sitos de la manera en que respecti- ponentes del suelo. queológica, desde que fue inven-
Gabinete de Arqueología / 83
PENSAMIENTO arqueológico
tada la excavación estratigráfica ha trato simple y su posición en la se- en sí misma una excavación arbi-
sido desatendida. En lo que concier- cuencia estratigráfica estar defini- traria. Es probable que dentro de
ne a la estratigrafía en pie, los de- da en un diagrama de la Matrix un depósito se excave sólo por al-
pósitos en general permanecen en harrisiana. Sin estos registros de las gún método arbitrario u otro, de-
almacén tal y como fueron cons- interfaces, la secuencia estratigráfica pendiendo de las dimensiones de
truidos haciendo de esta estratifi- de un sitio no puede ser compilada la hoja de la cuchareta o de algu-
cación, una vez más, una categoría como han descubierto los arqueó- nos otros factores.
aparte de los estratos de suelo no logos que intentan reproducir los ar- La esencia de la excavación es-
consolidado. chivos de antiguas excavaciones. tratigráfica consiste en que cualquier
Al dibujar las plantas de las in- Algunos arqueólogos pueden remoción de un depósito se detie-
terfaces y colocar las muestras de confundir una carencia de estrati- ne cuando los cambios de suelo
los depósitos dentro de los conte- ficación discernible con una convic- discernibles indican una nueva su-
nedores, los arqueólogos siempre ción de que el método estratigráfico perficie. Si el lecho rocoso prueba
han reconocido tácitamente que las no es práctico ni efectivo en un si- ser esa diferencia, entonces el sitio
interfaces eran entidades separa- tio particular. Esto quiere decir tras- puede demostrar que posee no
das de los depósitos. Los depósi- tocar métodos de excavación con más que tres fases: la superficie del
tos son las latas de desperdicios de métodos de registro y la naturale- suelo estéril, el propio depósito ar-
la estratigrafía y todo lo que estas za de la estratificación misma. Los queológico y la superficie de ese
contenían ha sido desechado o ubi- depósitos de algún grosor que no depósito. Ningún volumen de estu-
cado en una condición de desuso. exhiben ninguna estratificación dio del interior de un depósito cam-
Las superficies en las cuales los distinguible, o sea, una uniformidad biará la secuencia estratigráfica,
restos que contenían el depósito de la superficie, se cree refuten los aunque pueda sugerirse sobre una
estuvieron una vez en uso se en- métodos estratigráficos y son ex- base artefactual que el depósito se
contrarán fuera de este espacio y cavados en unidades arbitrarias. Por acumuló por espacio de muchos
son por definición más tempranas otros métodos diversos, como la años. La estratificación se tiene en
que la fecha del depósito en sí. La localización gráfica de la disposi- cuenta durante una excavación, no
interfaz o la superficie constituida ción de artefactos identificables, los como pudiera sugerirse que suce-
por el nuevo depósito toma vida arqueólogos procuran identificar de, luego de la labor excavatoria;
propia y se distingue de inmediato las superficies en estos depósitos efectuar esto último significa inven-
del mismo como una entidad amorfos. Esto es casi una tarea irrea- tar una secuencia estratigráfica
cronológica. Las interfaces pueden lizable, puesto que es improbable que que asimile la evidencia que no
ser registradas e interpretadas como se encuentre alguna vez la suficien- aparece en el terreno. Hacerlo im-
un todo en las plantas atendiendo a te evidencia de esta superficie como plica destruir el patrón íntegro de
su límite en el área y sus contornos para discutir la subdivisión del de- comprobación constituido por la
en cuanto a elevación. Los depósi- pósito amorfo en unidades estrati- secuencia estratigráfica del sitio,
tos son destruidos y sólo registra- gráficas separadas. como se muestra en el diagrama
dos parcialmente en los dibujos de La identificación de las unidades de la Matrix Harris.
sección, ninguna traducción pue- estratigráficas depende de la inspec- Esto se debe al hecho fundamen-
de reflejar en su totalidad su masa ción visual y el aislamiento geográfi- tal de que la secuencia estratigráfica
física original. co de los depósitos y las interfaces. de un sitio no refleja los cambios
Los depósitos definen las in- Cuando menos, un sitio tendrá dos dentro de un depósito, sino más
terfaces de un sitio, pero luego de unidades, un depósito y una interfaz. bien el registro de las superficies
la labor de excavación, son los Habiéndose identificado y registra- de la estratificación que pudiera
datos de la interfaz los que defi- do la superficie de un gran depósi- estar de manera visual determina-
nen el volumen y forma de los de- to amorfo, puede importar poco si do en el momento de la excavación.
pósitos. Esto es así, al asumirse que se excava por bloques arbitrarios La compilación de la secuencia se
las interfaces fueron registradas de un grosor dado o por un trabajo basa en la identificación de las in-
apropiadamente en plantas de es- continuo con la cuchareta, quizás terfaces, al haber muchas de ellas
84 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
que representen unidades indepen- ple muy bien para las estructuras desde arriba. No es acertada en el
dientes de algún depósito. Funda- en pie debe ser evidente, pues se caso de los depósitos intrusivos o
mentado en el análisis parcializado encuentran pocos artefactos en la interfaces que pueden encontrar-
de ciertas tipologías artefactuales, estratificación en pie, en cambio sí se posicionadas bajo estratos que
el arqueólogo puede sólo sugerir aparece una gran cantidad de su- son más antiguos o más recientes.
que un depósito amorfo pudo ha- perficies. Esto es frecuente que ocurra con
berse erigido durante un período La estratificación en pie constitu- la estratificación en pie.
de tiempo y que poseía superficies ye un problema analítico de primer La Ley de Superposición se re-
que eran observables en el suelo. orden a propósito de las interfaces, fiere a la disposición de la masa fí-
Sin embargo, no es posible obte- que es el motivo por el cual estos sica de los depósitos. Por lo general
ner suficiente información para crear elementos han sido tan abordados. sólo se aplica en circunstancias en
argumentos convincentes para es- Sin la aplicación de los métodos que los mismos se apoyan uno en-
tas superficies porque al concluir el interfaciales establecidos de la cima del otro, sin alteración poste-
día, estas no fueron observadas y Matrix Harris y el uso del registro rior alguna. Se silencia en el tema de
registradas como interfaces en el de la planta de estrato simple, la la interfaz, en el caso de las interfaces
terreno, por no existir depósitos estratificación en pie sería difícil de que no tienen ningún depósito aso-
distinguibles. Aun cuando hubieran interpretar. Como esta estratifica- ciado, y pueden ser más tardías (no
sido identificadas más tarde, el úni- ción es tanto horizontal como verti- más tempranas) que los sedimen-
co resultado sería la producción de cal en extensión, no se ajusta bien a tos que se encuentran por encima
superficies con las mismas carac- las aplicaciones estándares de las de estas. En esencia, la Ley de Su-
terísticas de área (o menos) que el leyes de la estratigrafía arqueológi- perposición no es absoluta en sí
depósito identificado dentro del ca de la década de 1960 y se requirie- misma pues la disposición en ca-
cual fueron "halladas" en análisis ron axiomas adicionales. pas físicas superpuestas de la es-
postexcavatorios. El valor de la se- tratificación no es necesariamente
cuencia estratigráfica estriba en que Las leyes estratigráficas y la estrati- la propia secuencia estratigráfica,
constituye un registro imparcial del ficación sobre todo cuando aparecen las
pasado: nadie se dispuso a crear la interfaces del elemento. Es por eso
estratificación. La reorganización Los arqueólogos fundamenta- que las secciones que reflejan una
de superficies que encierran un ron su trabajo estratigráfico inicia- secuencia física no constituyen siem-
sentido basado en la disposición de do en la Ley de Superposición, un pre reflejos directos de una secuen-
los artefactos es una operación ar- teorema que se tomó de la Geolo- cia estratigráfica.
tificial y parcial de poco valor para gía sin revisión. La esencia de esta En la estratificación de estructu-
los estudios estratigráficos. ley es la presunción de que si un ras en pie esta situación es a menu-
Tales superficies reconstituidas, si depósito descansa por debajo de do aplicable, pues los "depósitos" más
logran ser identificadas, no pueden otro, el depósito inferior es más tardíos, tales como el cierre de un
alterar la secuencia estratigráfica temprano. Con el interés primero vano de puerta, son encontrados
determinada durante la excavación, en los aspectos materiales de la es- bajo "depósitos" más tempranos de
porque esta práctica socavaría los tratificación tanto en la Geología un muro, creando confusión con el
cimientos estratigráficos del método como en la Arqueología, esta ley axioma sobre superposición. Debi-
arqueológico. La estratificación es, esencial se refirió casi siempre sólo do a la necesidad de ampliar la Ley
en primer lugar y ante todo, un es- a los depósitos. La misma supone de Superposición, de manera que
tudio de las interfaces definidas por que las interfaces eran parte y por- la secuencia estratigráfica pudiera
depósitos diferenciables y debe inter- ción de los depósitos bajo ellas. Así determinarse, la Ley de la Sucesión
pretarse sin una referencia a los que las características del depósi- Estratigráfica sería propuesta en
artefactos en un principio. Las in- to las conservaban las interfaces 1979. (Harris, 1979.) La Ley de la
terfaces, no los artefactos, son los de la superficie. La ley parece cum- Consolidación Original propuesta
determinantes de las secuencias plirse en situaciones donde la de- por Harvey sucedió a esta en 1997
estratigráficas. Que esto se cum- posición tiene lugar directamente y específicamente trata los proble-
Gabinete de Arqueología / 85
PENSAMIENTO arqueológico
mas interpretativos de la estratifi- desde su posición entre la más pro- lo largo de la casa si fue construida
cación en pie. (Harvey, 1997: 11.) Su funda (o más temprana) de las al mismo tiempo.
propuesta expresa que "los ele- unidades que la cubren y la más La atención a conceder a las
mentos arquitectónicos se forman alta (o más tardía) de todas las uni- superficies de los muros desde una
con un aspecto o forma deliberada dades que yacen por debajo de esta, perspectiva estratigráfica, más que
sin prestar atención a una cuenca teniendo contacto físico con ambas, arquitectónica, ha estado ausente
de deposición preexistente". Según y siendo redundante cualquier otra durante los últimos tiempos. En
la observación de Harvey, esta ley relación de superposición". muchas excavaciones los interio-
asume que "no son los contornos de La posición en la secuencia es- res de la construcción de una ta-
los estratos circundantes los que con- tratigráfica es determinada entonces pia, vistos desde arriba y expuestos
forman la estructura [estratigráfica] con la indagación de la extensión to- a la destrucción de la parte supe-
arquitectónica, como es el caso de tal de la interfaz, asociada con un rior de la pared, fueron registrados
la estratigrafía del suelo, sino más depósito o de un depósito menos la usualmente como la propia pared.
bien las intenciones de la persona interfaz del elemento. Este méto- Sin embargo, una planta como
o las personas responsables de la do se fundamenta en el estudio de esta debe registrar sólo la unidad
creación de la estructura". (Harvey, las interfaces, que reciben un peso interfacial de destrucción, en la
1997: 11.) total como unidades estratigráficas, cual los componentes constructi-
Esta ley propuesta se relaciona y si pese a esto ellas tuvieran una vos del muro son por completo
con la "cuenca de deposición" pre- masa de estrechez infinitesimal. Uti- irrelevantes. Las interfaces verdade-
existente que un muro y otras uni- lizada con la Ley de Superposición y ras de la pared con frecuencia que-
dades en pie adoptan estructural la Ley de Consolidación Original, la daron sin registrar, o en el caso de
y geográficamente. Es en la es- Ley de Sucesión Estratigráfica per- que hayan sido dibujadas, la eje-
tratigrafía antrópica en pie, el co- mite construir una Matrix Harris para cución fue realizada con un énfasis
rolario de la geológica Ley de Con- cualquier situación estratigráfica, es- arquitectónico más que estratigrá-
tinuidad Original, donde se hace pecialmente aquellas que se relacio- fico. En dibujos arquitectónicos las
referencia a los depósitos rocosos nan con las estructuras en pie. interfaces y unidades estratigráficas
desprendidos que reposan en el no se identifican con regularidad.
suelo por la acción de las fuerzas Estructuras en pie y su estratificación Por lo general la interfaz original
de la naturaleza, especialmente la de una pared se tornará algo compli-
gravedad. La estratificación en pie Una unidad estratigráfica en pie, cada mientras más sobreviva como
en contextos arqueológicos, como como lo es un muro, tiene una su- un elemento en pie. A esta la cubri-
las tapias, desafía la gravedad por perficie diferente de la del depósi- rán quizás muchos estratos de pin-
la solidificación (y formación) de las to normal del suelo. Su interfaz es tura que pueden estar sólo en
unidades estratigráficas durante la más complicada y debe ser estu- superposición con una parte de la
construcción. diada con mayor atención que la superficie original, y puede alterarse
La estratificación en pie, más conferida a las superficies de de- irrevocablemente con el curso del
que cualquier otro tipo de estratifi- pósitos ordinarios. Este último sólo tiempo. Nuevos vanos de puertas,
cación arqueológica, demanda que tiene una superficie la cual define ventanas y fogonaduras, entre otros,
las interpretaciones se apoyen en sus límites superiores. Un muro, son adicionados como unidades
el análisis de la interfaz. La Ley de por el contrario, puede tener una estratigráficas por la destrucción de
la Sucesión Estratigráfica, a dife- superficie que es multifacetada, con una parte de su superficie original.
rencia de la Ley de Superposición, una interfaz conectada que se en- Esta actividad puede continuar du-
se establece en la observación de cuentra tanto en el interior como rante cientos de años, aunque con
elementos interfaciales en la estra- en el exterior de la pared y puede frecuencia es ignorada como par-
tificación. Esta enuncia que "una además atravesar el grosor de la te de la secuencia estratigráfica.
unidad de estratificación arqueoló- misma en los vanos de ventanas y Luego del advenimiento de la
gica ocupa su lugar exacto en la se- puertas. Una interfaz como esta Matrix Harris, algunos arqueólogos
cuencia estratigráfica de un sitio puede correr en sus inicios a todo comenzaron a observar y registrar
86 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
las estructuras en pie como fenó- Conclusión diferente a cualquier tipo de estra-
menos estratigráficos. Martin Davies tificación producida por factores
propuso varios métodos de análisis El valor del estudio de Harvey naturales. Es sólo por esa razón,
para estas estructuras y Simmons pu- es que este fue abordado desde el independientemente de la ex-
blicó un artículo sobre el desmem- enfoque de la interfaz, el cual da traordinaria complejidad que tie-
bramiento estratigráfico de una casa importancia plena a las interfaces ne lugar en la estratificación en
completa, su remoción y la excava- del elemento donde el muro fue pie, que los arqueólogos tienen
ción del subsuelo, lo cual produjo en cercenado parcialmente antes de que formular nuevos procedimien-
consecuencia una "matrix total del ser reconstruido, o cuando se adi- tos y métodos para registrar e
sitio". (Harris, Brown y Brown, 1993.) cionan puertas y ventanas. Por últi- interpretar estos fenómenos ar-
Un análisis estratigráfico bien mo, la "secuencia de la edificación" queológicos. El trabajo de Davies,
detallado de una edificación en pie estará vinculada al "terreno" o la "se- Simmons, Harvey y otros, que han
fue acometido en 1995-1997 por cuencia excavada", dada una se- surgido de la metodología de la
Heather Harvey (1997). En este im- cuencia estratigráfica completa para Matrix Harris, indican el sendero fu-
portante trabajo, Harvey "excavó" el sitio en su totalidad. turo en los estudios estratigráficos
la estratificación en pie de King´s El análisis de la estratificación en de las estructuras en pie en con-
Castle (Castillo del Rey) en Bermuda. pie en el contexto arqueológico es textos arqueológicos.
Todas las elevaciones de la estruc-
tura edificada fueron representa- BIBLIOGRAFÍA
das como plantas compuestas (o
sea, interfaces del periodo más tar- Harris, Edward C. (1979): "The Laws of ———————, M. Brown y G. Brown
dío del sitio, como aparece en 1995), Archaeological Stratigraphy", en World (1993): Practices of Archaeological
Archaeology (11) [s. n.], Inglaterra. Stratigraphy, Academic Press, Londres.
que fueron divididas luego en el ar-
tículo en depósitos e interfaces. Es- ——————— (1989): Principles of Harvey, Heather. (1997): "Structures as
tas unidades estratigráficas fueron Archaeological Stratigraphy, Academic Stratified Remains. An ‘Excavation’ of the
numeradas y luego del análisis se les Press, Londres. Structures of the King’s Castle, Bermuda",
colocó en un diagrama de secuencia en Bermuda Journal of Archaeology and
——————— (1991): Principios de Maritime History (9) [s. n.], Bermudas.
estratigráfica. Acerca del anterior de-
Estratigrafía Arqueológica, Editorial Crítica
bate, las superficies de los muros fue- S. A., Barcelona, pp. 92 y 209. Wheeler, R. E. M. (1954): Archaeology
ron consideradas como una y la from the Earth, Oxford University Press,
misma, así que la tapia y su superfi- ——————— (1999): "Stratygrafia Oxford.
cie tienen el mismo número. struktur stojacych", en Zbigniewa
Kobylinskiego, edit. por Metodyka badan
Remontándonos en el tiempo,
archeologiczno - architektonicznych,
tal práctica combina las unidades Varsovia.
estratigráficas de uso y desuso, que
ahora recibirían numeración indivi-
dual. Los muros tienen también su-
perficies adicionales tardías, como la
pintura, las que deben también nu-
merarse por separado. Por ende, las
secuencias de Harvey serían más
complejas y elaboradas, pero en esa
circunstancia es muy improbable
que la secuencia estratigráfica prin-
cipal se modifique, sino que más bien
se incrementará con unidades adi-
cionales por encima de las unidades
primarias de la superficie.
Gabinete de Arqueología / 87
PENSAMIENTO arqueológico
La Arqueología Histórica
en una perspectiva mundial
Por: Pedro Paulo A. Funari
Traducción: Lourdes S. Domínguez González
88 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
tóricos tienen cada vez más fo- do por el capitalismo, de los perío- dentro de todas las sociedades con
calizada su atención en los mecanis- dos anteriores. En primer lugar por- escritura; sería el caso de mante-
mos de dominación y resistencia, en que gran parte de las estructuras nerla como una rama definida, iden-
particular, en las características del mentales y materiales modernas se tificando sus particularidades ante
capitalismo. derivan o se mantienen, aunque de la Arqueología prehistórica y sepa-
La Arqueología Histórica se liga forma alterada, con caracteres de rada de esta. Aunque la Arqueolo-
de forma umbilical con las nociones otras épocas o civilizaciones. El capi- gía como disciplina sea la misma
de identidad, tratándose de socieda- talismo moderno se fundamenta en para períodos con o sin escritura,
des, de una manera u otra, relacio- el feudalismo, asimismo es el térmi- hay algunas especificidades de la
nadas con el arqueólogo. En Europa, no contrastante de las estructuras Arqueología Histórica, en la me-
la Arqueología está enfocada como sociales modernas que se constru- dida que trata de sociedades que
un estudio de nuestra producen documentos
propia civilización, en- escritos, donde su pre-
tendiéndose las gran- sencia determina, en
des civilizaciones que muchos aspectos, las
formarían el legado oc- características propias
cidental, que van desde de las sociedades y la
las anteriores a la escri- Arqueología Histórica
tura, pero asumidas es- refleja estas peculiari-
tas como históricas por dades. En términos del
ser portadoras de una estudio de la cultura
narrativa de fuentes es- material y su contexto,
critas, como es el caso, en sus aspectos más
por ejemplo, de la Ar- amplios se deben reco-
queología de los Celtas nocer las diferencias
(Hallstadt o La Tene). metodológicas del aná-
En Estados Unidos, la lisis de las sociedades
disyuntiva de la prehis- con escritura y con do-
Excavaciones arqueológicas en la Iglesia de San Francisco de Paula,
toria es una manera La Habana Vieja, Cuba cumentos, examinando
de estar ligada la Ar- los papeles históricos y
queología a la Historia como socie- yen a partir de contextos medieva- singulares que los escritos aportan
dad americana a expensas de los les o antiguos, tanto derivados del a la comunicación, representando
indígenas, tomados como "lo otro llamado Occidente como del Orien- así la propia construcción discursiva
o el salvaje" contrapuesto a "la ci- te. En segundo lugar, hay ligamen- de la disciplina arqueológica. La pre-
vilización", como resaltaba Thomas tos genéticos entre realidades sencia de documentos caracteriza y
Patterson. modernas y otras, sobre todo en define las sociedades en las que se
La disyuntiva entre los términos comparaciones entre situaciones utilizan diferentes sistemas de es-
letrado e iletrado, mito e historia, donde pueden formarse elementos critura.
primitivo y civilizado, han sido criti- ulteriores para el conocimiento, tan- Ahora y tal vez como lo más
cados de forma creciente por se- to de la cultura material antigua, importante, tenemos que la Histo-
parar elementos discursivos inter- como moderna, en Oriente o en Oc- ria como narrativa escrita sobre el
ligados, como forma de evitar, por cidente, de cualquier manera crea- pasado, la Historie de los alemanes,
ejemplo, que sitios indígenas no ciones discursivas, no realidades o género literario histórico, así
sean objeto de la Arqueología His- efectivamente opuestas, como alertó como las corrientes historiográficas,
tórica aunque sean contemporá- Said. forman cuadros discursivos sobre
neos a aquellos europeos. Otra En este contexto, se propugna el pasado y conforman de una u
dicotomía criticada ha sido la que que la Arqueología Histórica abar- otra manera la propia definición del
divide el mundo moderno, domina- ca el estudio del mundo moderno contexto histórico usado por el ar-
Gabinete de Arqueología / 89
PENSAMIENTO arqueológico
queólogo en el estudio de las so- ra, cuyos presupuestos de homo- de "aculturación", pues no hay mo-
ciedades. Con elementos como la geneidad social no parecen encon- dos de vida superiores a otros, los
Arqueología romana o colonial se trar respaldo en los mismos estudios romanos dominaban el mundo, pero
asumen periodizaciones y defini- de cultura material ni en la teoría so- no por eso los pueblos adoptaban
ciones derivadas de la tradición cial contemporánea. Este contexto pasivamente la cultura material ro-
historiográfica y sólo en ese con- del capitalismo no consigue unifor- mana (como tampoco todos adopta-
texto adquieren sentido. Mas la mar la cultura material y las men- mos la cultura material de EUA).
Arqueología puede De forma cada vez
trascender los cua- más acentuada, por
dros estrictos de la tanto, ese término es-
historiografía asen- tudia lo propio del ale-
tada en las fuentes gato de la disciplina
escritas, cuya pers- y de la formación de
pectiva de clase cons- conceptos modernos
tituye su particular que se moldean de
esencia, y la cultura manera invisible, de
material puede tra- las reflexiones posi-
tar de temas sim- bles se multiplican
plemente ausentes o los estudios sobre la
ignorados por la do- invención de cuadros
cumentación, como interpretativos con
en el caso de las gran- énfasis en la historia
des mayorías, en la de la Arqueología,
vida rural y en lo co- como procedimiento
Ciudad colonial de Ouro Preto, Brasil
tidiano. heurístico indispen-
El discurso verbal y sable para la crítica
el artefactual se entrecruzan de dife- tes, más ciertos derivados de la no- de las prácticas discursivas dentro
rentes modos, en las sociedades his- ción de "aculturación" que han sido del interior de la disciplina. Un ejem-
tóricas y por el desenvolvimiento puestos en duda por la homogenei- plo merecería ser citado, por pa-
de técnicas para tratar de tener dad que esto implica. La europei- radigmático: la Arqueología de
interrelaciones permanentes, lo zación primero y más tarde la Mesopotamia, también conocida
que es una cuestión fundamental americanización del mundo, for- como Asirología, o el Oriente sur-
de la disciplina arqueológica. mas también de globalización, ex- gido como invención contrapuesta
Entre las cuestiones contemporá- ponen un concierto normativo y del Occidente, funda una Arqueolo-
neas más recurrentes en esta dis- homogenizador y por eso pasarán gía en busca de una "civilización" pa-
ciplina deben mencionarse los estu- a ser vistas únicamente como un sada como una cosa para griegos,
dios sobre relaciones de poder, ex- lado de la medalla, pues la diversi- romanos o al final, para modernos
presiones de la comunicación y la dad social no se conforma con sus imperialistas. El carácter imperia-
resistencia; y sobre las desigualda- dictámenes. Por fortuna pasan a lista, militar, de esa Arqueología
des de los colonizadores y coloni- ser cuestionadas como conceptos le imprime fisuras que para ser res-
zados, temas todos abordados en modernos, derivados del imperia- tauradas exigen una exégesis de
la última década. El estudio de la lismo, aplicados a las sociedades del la propia ciencia. De esa forma y
cultura material histórica permite, pasado asimiladas discursivamente por idénticos motivos las arqueolo-
de igual modo, conocer las tensio- del Occidente, como es el caso de la gías históricas sólo adquieren pleno
nes y las variadas situaciones socia- "romanización"o de la "heleniza- sentido a partir de esa línea histórica
les vi- venciadas. De forma creciente, zación". La crítica del concepto como método.
se constata una insatisfacción en "globalización" permite increpar los Al inicio de esta presentación,
los modelos normativos de cultu- conceptos arqueológicos análogos resaltaba que se trataba de colo-
90 / Gabinete de Arqueología
PENSAMIENTO arqueológico
car a la Arqueología Histórica en queología. En los últimos años, casi término mundial, sea tal vez que la
un contexto mundial y este es el todos los contactos entre los estu- Arqueología Histórica es pues plu-
último y esencial aspecto a descu- diosos de diferentes países y hori- ralidad y consecuente convivencia
brir. Por mucho tiempo, las tradi- zontes culturales mostraron la de variedades, por eso la diversidad
ciones disciplinarias llevan al importancia del diálogo como una constituirá un aspecto central de la
aumento de las arqueologías his- ciencia mundial, con otros puntos disciplina, en un mundo también ca-
tóricas y ese ensimismamiento en de vista y diversidades. Una Ar- racterizado por las diferencias.
mucho contribuyó a las dificultades queología mundial significa una
enfrentadas por los estudiosos, en variedad de especificidades suje- Agradecimientos
particular en los contextos periféricos tas a confrontación. La introducción
como en América Latina, pero ahora de agentes sociales, como las mu- A Lourdes Domínguez por la
no es así. La Arqueología Bíblica, por jeres o los grupos étnicos y socia- traducción del texto y por la coope-
ejemplo, un proyecto tan claramen- les de diferentes ideologías, lleva a ración científica durante su estan-
te ideológico, tan comprometido la heterogeneidad que está bien cia en Brasil, como investigadora
con el ideario conservador religio- presente y conduce a buscar a esa invitada por la Fundación de Am-
so, se mantiene como un campo misma diversidad del pasado. En paro a Pesquisas del Estado de São
científico, en gran parte, debido a última instancia, el mayor y mejor Paulo (FAPESP), en los meses de
su aislamiento del resto de la Ar- mensaje de las investigaciones en agosto y septiembre de 2002.
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México.
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PENSAMIENTO arqueológico
*En este artículo, por su extensión, las notas aparecen al final del texto. (N. del E.)
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La teoría ritualista lo ve vincula- relieve que toda divinidad y con ella el que se identifica con el animal
do a la vida práctica del hombre el mito, únicamente es ilusión. Des- totémico, pero Freud va más allá,
primitivo en su aspecto social, de de una posición psicológica-cientí- plantea que las causas del tótem
modo que influye en ella y la regula, fica Wundt comunica la existencia son debidas al hecho de no poder
donde el mito regenera y reproduce de una fantasía mitológica, que tolerar que sólo el jefe pueda dor-
el sistema social; la vinculación mito- conduce a que "el conjunto de la mir con todas las mujeres de la tri-
rito cumple una función subsistencial personalidad en su estado momen- bu y observa el tabú como un
que garantiza la adaptabilidad de la táneo de conciencia, junto con todos aligeramiento de la culpa, que se
comunidad en todos los órdenes. los efectos de vivencias tempranas logra mediante la abstinencia por
Es importante señalar que esta con- [...] se transfiere al objeto"; porque exogamia. En Tótem y tabú (1923)
cepción atribuye a cada momento los sentimientos que provoca el ob- argumenta que el mito reposa so-
histórico la capacidad de generar jeto se convierten en sus propieda- bre elementos animistas, e iguala
nuevos mitos, sin que necesaria- des. Habla de la existencia de una la mitología al animismo como sis-
mente estén vinculados al hecho percepción mitológica en los hom- tema de concepción del universo.
en sí; esto implica que no sea con- bres, que desencadena la cons- En su libro, Freud expone su teoría
siderado como inalterable y se le trucción mítica del objeto, por lo de que el sistema animista tiene
confiera tonicidad y dinamismo. El que su efecto se experimenta como como punto de partida, principal-
creer que el mito evoluciona en realidad. Como forma de percepción mente, el problema de la muerte; o
religión, punto en común con la hi- inevitable se hace general y es vivi- sea la persistencia de la vida, pues-
pótesis trascendente de Cassirer, da de la misma manera por todos, to que la inmortalidad era para el
restringe el ritualismo como teoría de ahí que considere al mito como primitivo lo natural y lógico.6 El psi-
al presuponer, entonces, la desapa- "una creación de la fantasía popu- coanalista Jung sostiene que el mito
rición del mito que se transforma lar", que sólo es posible contener con revela ciertos prototipos de la vida
en nuevas prácticas creenciales. el desarrollo intelectual ascendente, humana que se expresan mediante
Con el desarrollo instrumental al dejar de ser el producto de una figuras y arquetipos; estos aparecen
y material de la psicología en el si- percepción originaria primitiva. en todas las culturas y épocas con
glo XIX aparece la interpretación Con el surgimiento del psicoa- variadas formas y en la actualidad
psicológica del mito; donde este es nálisis, se produce un intento de han caído en el inconsciente, pero
analizado desde la perspectiva de unificar la visión de Nietzsche, de que aparecen en los sueños. Por lo que
la historia de la cultura y como exé- el mito había sido una forma de plantea la existencia del inconscien-
gesis de ella, además del descubri- desahogo del alma, con la ciencia te colectivo junto al individual, que
miento de la subjetividad, que sacó a psicológica y con un fuerte estímulo se hace cada vez más perceptible
la superficie todo un mundo de la in- de la escuela ritualista-sociológica, cuanto más reprimido haya sido de
terioridad, como resultado de la rela- particularmente de Frazer. Freud, su la vida conciente. Los análisis psi-
ción sujeto-objeto. En Nietzsche principal exponente, basó su com- cológicos del mito le confieren un
aparecen las primeras ideas míticas prensión psicoanalítica en los es- carácter científico, al pretender de-
relacionadas con la psicología, al tudios del mito de Edipo y acerca terminarles sus leyes específicas. Sus
proclamar que el fundamento de del tótem y el tabú. En la leyenda postulados novedosos y originales
todo ser, no es más que la volun- de Edipo, Freud ve una sublimación van a encontrar la explicación de los
tad metafísica originaria donde el del impulso sexual, reflejado en los fenómenos mitológicos, asociados al
mundo de las apariencias la cubre. deseos inconscientes del hijo de funcionamiento del inconsciente y
El mito homérico del Olimpo es matar al padre del que tiene celos como parte de la behaviorística hu-
para él la sublimación de una ne- y poder así dormir con la madre. Al mana en estatus sociales específicos.
cesidad anímica que carece de rea- igual que los ritualistas, considera Una consideración que se remi-
lidad; en una etapa tardía de su al tótem y el tabú como expresión te a la lingüística es la interpreta-
obra, le sustrae al mito dionisiaco originaria de una culpa inconsciente, ción del mito como enfermedad del
su esencia objetiva y apela a la cien- causalmente promovida por el de- lenguaje, en la que Max Muller de-
cia para ello, con lo que pone en seo de dar muerte al jefe de la tribu, fiende la concepción de que origi-
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guaje parece definirse y pensarse puramente intuitiva" (Cassirer, 1971). na la conciencia". Señala Cassirer
como un sistema de signos fonéti- Por un lado, el lenguaje es el instru- que "el hombre sólo logra la per-
cos, el mundo del arte y del mito mento para cualquier perspectiva es- cepción de la realidad objetiva a
parece agotarse en el mundo de piritual del mundo, el medio a través través de su propia actividad y por
las formas particulares sensible- del cual debe pasar el pensamiento la progresiva diferenciación de di-
mente perceptibles que ambos co- antes de hallarse a sí mismo y poder cha actividad, antes de pensar en
locan frente a nosotros". A su vez conferirse una determinada forma conceptos aparentemente lógicos,
establece un estrecho vínculo entre teórica (el concepto); por otro, esta el hombre retiene sus experiencias
el mundo de los signos lingüísticos y clase especial de perspectiva del a priori por medio de imágenes
conceptuales y el mundo de formas mundo, debe ser supuesta e inferi- míticas claras y bien definidas". De-
creadas por el mito y el arte, al com- da para poder explicar el carácter bido a lo cual las formas de la in-
partir ambos un origen espiritual, peculiar de ver y denotar, que es la vención mítica, reflejan no tanto las
y encuentra la fantasía mítica por particularidad de cualquier lenguaje. características objetivas de las co-
encima de la mera pasividad de lo Cassirer ubica el concepto lin- sas como, sobre todo, las formas
sensible. Ve en el mito la existencia güístico y mítico en una sola cate- del obrar humano (Cassirer, 1998).
de leyes propias de creación, que goría y los enfrenta a la forma del Es por ello que el Dios de los primi-
funcionan a partir de sus manifes- pensamiento lógico, por revelar tivos, como sus acciones, se limita a
taciones y sin la posibilidad de ser ambos una misma clase de apre- campos de acción restringidos; no
medido a través de la experiencia hensión intelectual, contrapuesta a sólo cada actividad tiene su Dios par-
sensible, pues de este modo las los procesos del pensamiento teó- ticular, sino que cada momento es-
creaciones míticas serían conside- rico. Según él, este tiende a liberar pecial de determinada acción se
radas irreales. Para este filósofo, los contenidos de la experiencia convierte en dominio de un Dios.
el lenguaje constituye el medio me- sensible e intuitiva del aislamiento La denominación no reside, por lo
diante el cual el caos de las impre- en que originariamente suelen dar- tanto, en la similitud externa de las
siones se organizan, al quedar se, sacándolos de sus estrechos cosas o de los acontecimientos,
convertidas en signos lingüísticos, límites, asociándolos con otros sino en que varios aspectos son
por lo que define al lenguaje como contenidos y comparándolos en- designados de la misma manera y
el "instrumento espiritual" que nos tre sí, para concatenarlos en un subsumidos bajo el mismo concep-
permite pasar del mundo de las orden definido y en un contexto to, siempre y cuando estén provistos
sensaciones al mundo de la repre- englobador. El pensamiento míti- de la misma significación funcional, o
sentación y la intuición, siendo su co, al contrario, es ajeno al carác- sea, ocupen idéntica función en el
mayor expresión consciente el ter de la unidad intelectual en las cuadro de las acciones humanas.
análisis y síntesis del pensamiento formas más primigenias, pues el Para este autor, tanto el lenguaje
científico. Es el signo quien le brin- pensamiento primitivo no dispone como el mito, por encima de la intui-
da cohesión al flujo de los conteni- libremente de los datos intuitivos ción momentánea sujeta a lo sen-
dos y al asociarse a estos les confiere para relacionarlos y compararlos sible y concreto, permanecen por
una nueva permanencia y duración. entre sí, mediante la reflexión con- mucho tiempo indisolublemente uni-
Debido al importante papel que ciente, sino que es subyugado por dos. Así la palabra adquiere poderes
Cassirer le atribuye al signo en re- las impresiones e intuiciones del mágicos, una especie de potencia
lación con el lenguaje, y por ende, momento. De esta manera, llega a primigenia, de donde procede todo
con el mito y el arte, afirma: "En la descansar sobre la experiencia inme- ser y todo acontecer; esta posición
función simbólica de la conciencia diata que llena completamente la "mágica" de la palabra, que se pue-
tal como opera en el lenguaje, en el conciencia, con el motivo de "que de hallar en cualquier cosmogonía
arte, en el mito; surgen primero de para una persona que se haya bajo mítica, se explica en algunos autores
la corriente de la conciencia deter- el hechizo de la intuición mítico- teniendo en cuenta la conexión que
minadas formas fundamentales in- religiosa en la sociedad, el mundo se manifiesta al enlazar los elemen-
variables en parte de naturaleza queda como anulado, ya que el con- tos del lenguaje y las diferentes
conceptual, en parte de naturaleza tenido de este interés religioso lle- formas de concepción mítico-reli-
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se establecen esquemas que con- miento del mundo sensible. El pen- mitivo posee un profundo conoci-
tribuyen al ordenamiento, división samiento mítico elabora estructu- miento empírico de su hábitat, y
y diferenciación de lo variado; los ras ideológicas, donde la reflexión mediante los relatos míticos mues-
esquemas sustituyen al concepto se sitúa entre los preceptos y los tra fenómenos de ese mundo, de
y permiten una interpretación dia- conceptos, mediante el signo que se modo que logra ejercer sus poderes
léctica de la realidad. comporta respectivamente como lógicos mediante un razonamiento
Para Strauss la ciencia y la mítica significado y significante a través de concreto y no abstracto. Sin hacer
tienen actividades intelectuales y la imagen. Para analizar y descu- uso de recursos como la Matemá-
métodos de observación compara- brir la estructura lógica del mito, tica o la Física (ciencias abstractas
bles. En ambos casos el universo Levi Strauss se basa en la lingüística que han condicionado la lógica mo-
es objeto de estudio, por lo menos estructuralista que se desprende de derna), el primitivo funciona con
como medio de satisfacer necesi- la obra de Saussure; el método con- materiales concretos que refleja en
dades. A estas formas paralelas de siste en la organización, de modo sus mitos, de manera que el es-
conocimiento, separadas únicamen- que lo importante de forma inme- tructuralismo se interesa en ellos
te por las condiciones objetivas en diata para conocer las narraciones como construcciones lógicas y no
que aparecieron y se desarrollaron, míticas, es el contraste y no el con- como cuentos (Strauss, 1970). No obs-
y por consiguiente desiguales en tenido. El investigador se debe pre- tante, esto no quiere decir que el
cuanto a los resultados teóricos y guntar el papel que desempeña pensamiento abstracto sea priva-
prácticos, les son común fundamen- determinada especie (animal, acon- tivo del hombre moderno. Más bien,
tos intelectuales como la atención tecimiento, fenómeno o persona) el hecho de que no hay idiomas
sobre las propiedades de lo real, el en un mito o serie de mitos relacio- exclusivos para palabras abstrac-
interés sobre las distinciones, la nados, mediante el estudio minu- tas, desde los llamados primitivos
exigencia de orden, y la observa- cioso del patrón que relaciona los hasta civilizados, señala que la apti-
ción total e inventario sistemático lugares que ocupa la especie en tud para este proceso mental es tan
de las relaciones y los vínculos todos los mitos en que aparece, y antigua como el lenguaje.
causales. Pero al conocimiento pri- así es posible determinar su valor Al contrastar la interpretación
mitivo no sólo le movía la función semántico. Esto permite descubrir la trascendentalita y estructuralista
de satisfacer necesidades orgáni- lógica que subyace en el pensamien- del mito se puede afirmar que am-
cas y económicas, el saber siste- to mítico y nos conduce a entender bas posiciones intentan buscar la
mático de la fauna y la flora no cómo este pensamiento enfoca ontología que le subyace al mito.
debió ser una exigencia de la utili- los problemas perennes de lo hu- De manera que se complementan
dad práctica, sino un requisito de mano. (Hughes y Sharrock, 1999; al ocuparse de distintos aspectos:
toda actividad de conocimiento, una Strauss, 2002.) el transcendentalismo abarca la
necesidad intelectual, puesto que los La escuela estructuralista hace constitución de los objetos lógicos
elementos del entorno son conside- énfasis en el andamiaje lógico con- y el estructuralismo, de los nexos
rados útiles e interesantes una vez creto del pensamiento primitivo lógicos de los objetos entre sí.
que se les conoce. De esta manera como medio para dominar la reali- Según Hübner (1996), el trans-
Strauss (2001) plantea que el hom- dad, y que proyectan las institucio- cendentalismo profundiza más en
bre de la revolución neolítica es nes, las operaciones del intelecto este punto, y explica: "Cassirer toca
heredero de una tradición científi- que le sirven de base y ordenan estratos más profundos al ser su ob-
ca, de largos y tortuosos procesos las múltiples experiencias. En esta jetivo, no tanto descubrir los méto-
de búsqueda del conocimiento. Por perspectiva el mito no es un esta- dos míticos para la superación de
lo tanto los mitos no son la tendencia dio primitivo e ilógico, como plan- las dificultades lógicas, sino más
fabuladora que le vuelve la espalda tean los ritualistas-sicológicos, sino bien dejar al descubierto las bases
a la realidad, sino un contenedor de que posee su propia y precisa ra- para los contenidos míticos, en los
modos de observación y reflexión cionalidad. Esto se comprueba al cuales se presentan dichas dificul-
que estuvieron adaptados y lo es- examinar cómo se desenvuelven tades". Entre estas dos concepciones
tán a un cierto tipo de descubri- las historias míticas. El hombre pri- encontramos diferencias claves,
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para la teoría del padre de la semió- forma históricamente determinada midad; son sólo maneras diferentes
tica moderna, lo que precede al de organizar la experiencia y que de abordar y dominar la realidad físi-
mito es trascendental en la medi- en ningún sentido, puede ser la ca y mental; no así para Cassirer que
da en que exprese, sin tener en única verdadera. Es por ello que atribuye al pensamiento mítico una
cuenta formas lógicas, las condicio- para Strauss el conocimiento cien- manera específica de captar la rea-
nes de la experiencia posible en su tífico no constituye un estadio su- lidad y reflejarla, diferente e infe-
esencia; mientras el estructuralismo perior en relación con el mito, sino rior al pensamiento científico.
encuentra en el a priori mítico, una que ambos poseen la misma legiti-
Notas
1Sólo se pretende seguir estas corrientes en sus cambios, aunque sean sutiles determinan cortes en la relación sujeto-objeto para la mitología
(Corcueva de Manceva, 2000: 211).
2 En la visión alegórica, las narraciones míticas son comprendidas como metáforas y personificaciones de fuerzas naturales, todo esto como
consecuencia de la ignorancia y la tendencia primitiva de aclarar lo incomprensible. La concepción evemerista ve el mito como una transfiguración
y endiosamiento de reyes, héroes y sabios. Esta manera de interpretación fue retomada por la ilustración racionalista del siglo XVIII. Las
interpretaciones alegóricas y evemeristas persisten en los siglos XIX y XX. Tal es el caso de E. Taylor y H. Spencer, quienes alegan que la mentalidad
primitiva animista se expresa a través del mito de forma alegórica. Otros representantes son Preyer, Frobenius y Ehrenreich. (Ferdinandy, 1961;
Tokarev,1989.)
3 Esta interpretación invoca la permanente actualidad del mito en los símbolos visibles, como aspectos y figuras de la creación divina. Encuentra en
las culturas pasadas elementos de igual o más valor que en las actuales. La creencia de que el mito tenía como base una sabiduría prehistórica
hindú poseía partidarios como Kanne, Hermann y Creuzer. (Hübner, 1996.)
4 Los numinosos comparten con los románticos el criterio de que el mito es expresión de una realidad divina; se diferencia en que recurre al método
fenomenológico, que determina lo numinoso. Esta teoría incluye investigadores como W. F. Otto, V. Gronbech, J. Evola y K. Kerényi. Estos estudios
intentan comprender la esencia del mito, lo ven como algo con una trascendencia directa, sin tener presente conceptos modernos o juzgarlo
basándose en ellos. (Gambra, 1983.)
5 Esta corriente se asocia con los nombres de Winckelmann y Goethe, y en el siglo XX representada por Moritz, Böttiger y los primeros románticos
como F. Schlegel. (Hübner, 1996.)
6 Según Freud los pueblos primitivos pueblan el mundo de un infinito número de seres espirituales, benéficos o maléficos, a los cuales le atribuyen la
causa de todos los fenómenos naturales, y creen animados el reino vegetal, animal y mineral. Creen en una igual animación de los seres humanos,
suponiendo que las personas contienen almas que pueden abandonar los cuerpos y trasmigrar a otros. Estas representaciones constituyen el
nódulo primitivo del sistema animista. (Ver: Freud, 1923: 113-147.)
7 Hegel consideraba el mito como un paso necesario en el autodesarrollo del espíritu y a la vez resultado de un proceso necesario a priori, del
pensamiento que se piensa a sí mismo. De modo que encierra una parte de verdad, que radica en su tendencia a considerarlo todo como algo
viviente y divino, y que sólo en la filosofía reside "la verdad del mito". Determinado por el hecho de que reconoce el poder del espíritu como absoluto.
Para Scheling se da en la mitología la representación de las ideas más reales y la filosofía como ciencia más encumbrada, abarca la misma verdad
que el mito. En ambos se acentúa el lado subjetivo de la indiferencia absoluta (identidad entre sujeto y objeto) y poseen en el fondo la misma validez.
Considera que en el mito siempre está latente el monoteísmo, porque un Dios es el que se afirma y esto acontece por completo en el cristianismo,
con la revelación en las escrituras del Dios único. Por lo que según él, no se excluyen mito y cristianismo. Cassirer enlaza el trascendentalismo con
las ideas de Hegel y Schelling, en su concepción del desarrollo cognitivamente necesario. Por un lado se encuentran los supuestos a priori, que
emplea el sujeto al elaborar la experiencia (Kant) y por otro; estos supuestos están sujetos a un desarrollo histórico (Hegel y Schelling), que luego
con el devenir de la ciencia, dejan de ser usados de manera inconsciente y pasan a ser concebidos mediante la expresión lógica. De manera que
logra eludir las concepciones teológico-metafísicas de estos últimos. (Hübner, 1996: 56-60.)
8 Según la filosofía kantiana todo conocimiento descansa en las formas intuitivas del espacio y el tiempo, en categorías como causalidad, sustancia,
interdependencia. Con lo que se entiende que en un objeto existe espacio-temporalmente, al suponer su totalidad en el conjunto de sus nexos
causales y su identidad con el cambio de apariencia. Es por ello que las categorías y las formas de la intuición, definen lo que significa la objetividad
de un objeto, y son anteriores a la experiencia; pues para llegar a la percepción de los objetos de la realidad es necesario saber en qué consisten. Por
lo que Kant menciona las formas intuitivas y categorías como "condiciones de la experiencia posible" y las considera necesarias a priori. (Cassirer,
1997: 115-142; Navarro y Calvo, 1978: 301-310; García Galló, 1979: 383-393.)
9 Para Cassirer es urgente el uso de los métodos históricos al pretender arribar a la comprensión de la forma de pensamiento primitivo. La cuestión
acerca de qué son el lenguaje, el mito y la religión no puede ser resuelta sin un estudio penetrante de su desenvolvimiento histórico, pero aunque
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todas las obras humanas surgen en particulares condiciones históricas y sociales, no se comprenderían si no fuéramos capaces de captar los
principios estructurales generales que se hallan en las bases de esas obras. (Cassirer, 1997: 31.)
10 La cultura entendida como elemento supraorgánico y extrasomático, determina a través de los procesos de construcción de sentidos y significados
en la sociedad, la concepción del mundo y por consiguiente el modo de percepción para la producción intelectual, para la producción mítica.
11Según Strauss el mito como toda entidad lingüística está formado por unidades constitutivas, que implican la presencia de aquellas que
normalmente intervienen en la estructura de la lengua: los fonemas, morfemas y semantemas. Pero ellas tienen con estas últimas la relación que los
semantemas guardan con los morfemas y que estos guardan a su vez con los fonemas, de manera que cada forma deviene de la precedente.
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Siglo XXI Ediciones S.A. de C. V., México. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
1 Igualmente se da por naufragada a la nao Santa María de Villacelán, la cual también llegó a
término de su viaje, y parte de la documentación que a continuación mostraremos así lo
demuestra, aunque su estudio pormenorizado forma parte de otro trabajo. Considérese esto una
nota a modo de información.
2 Ondear la carga significa pasarla de un lado a otro, por ejemplo, en medio de una tormenta, desde un barco con peligro de hundimiento a otro que
ofrezca mejores garantías. "Undio la carga" quiere decir hundimiento o naufragio.
on the coast between Cape San tomando como base los datos ante- remos unos comentarios cuando
Anton and Havana on May 24 during riores, pero impelidos por la necesi- sea menester.
a storm: nao La Magdalena, of 220 dad de conformarnos nuestros En nuestra opinión es este uno
tons, Captain Cristobal García, and propios juicios sobre el tema. de los documentos más importan-
the nao La Concepción, 220 tons, tes para esclarecer la suerte de
Captain Juan Díaz Bozino both Los hechos vistos a través de los do- esta flota, toda vez que se hizo al
carrying treasure; and two un- cumentos. La carta del general terminarse el viaje y por lo tanto
identified caravels of 80 tons each".3 Álvaro Sánchez no da lugar a parcializaciones
Desdichadamente Marx no nos cronológicas o situacionales.
permite el acceso a las fuentes de Analizaremos aquí algunas de Todo parece indicar que la Flota
donde extrajo esta información, di- las referencias localizadas sobre la de Tierra Firme estaba en Améri-
ficultando con ello el trabajo ruti- flota estudiada, apoyándonos en ca para los primeros meses del año
nario de reinterpretación directa los papeles del AGI. 1556 y no descartamos que haya
del suceso. En otra publicación simi- Entre los registros recuperados arribado a puertos a finales de 1555.
lar a la anterior pero con la coautoría tenemos una carta firmada por el Los preparativos y demoras que
de Jenifer Marx, se repite de forma general Álvaro Sánchez, dirigida al tenían que sufrir los buques esta-
general la nota, y una vez más se Rey, y fechada en la Barra de Sanlúcar ban directamente relacionados
obvian las fuentes.4 de Barrameda, España, hacia el 3 de con el estado de las mercancías
Lo mismo sucede con Potter, septiembre de 1556, donde le hace que se iban a embarcar, algunas
quien asume el naufragio e igual- al monarca una especie de resu- de las cuales se transportaban a
mente omite la necesaria cita. En men de su viaje. Por su importan- los puntos costeros desde tierra
el rastreo obligatorio que hicimos cia hemos considerado seguir la adentro; y por otra parte era nece-
de la literatura, podemos inferir dos lógica y dinámica expositiva del ex- sario aguardar por la información
puntos nodales a partir de los cua- perimentado General y sólo apunta- relativa a las fuerzas enemigas que
les se inician las noticias sobre el
hundimiento:
1º El impresionante trabajo de
Chaunu.
2º Los libros de registros conte-
nidos en la signatura Contratación
(2898, 2899, 2900 etc.) asentados en
el AGI, y que como sabemos, se
hicieron con posterioridad a los su-
cesos y son muy útiles como punto
de partida a la hora de realizar una
concienzuda investigación.
A raíz de estos dos posibles pun-
tos de partida, todos hemos repeti-
do una aseveración que, tomando
como base la autoridad de los in-
vestigadores, ha sido dada como
cierta en su totalidad. Sin embargo,
la formación mínima en el campo del
manejo de documentos históricos
nos obliga a desarrollar una pesqui- El Caribe, por William Dampier. Nótese que la provincia de La Habana comprendía
sa personalizada de cada naufragio, las actuales más occidentales, desde Pinar del Río hasta Matanzas
infestaban el Caribe. Tómese en Habana, bordeando por el sur la com- 2º Menciona que por razones
cuenta que las principales ciuda- pleja geografía del archipiélago cu- meteorológicas pierde dos naves
des, como Cartagena y La Habana bano. Para este momento histórico, de vista.
ya habían sido saqueadas para la todavía no estaba listo el utilísimo 3º Una de ellas era la Almiranta.
fecha por los enemigos de la Coro- derrotero de Urdaneta u otro que 4º En momento alguno mencio-
na, por lo cual, las medidas preven- pudiera facilitar la navegación, y na los nombres de los buques.
tivas nunca estaban de más. cada piloto se auxiliaba de su pro- El General, una vez llegado a San
Lo cierto es que en la carta envia- pia experiencia e informaciones al Cristóbal, estaba obligado a informar
da por el general Álvaro Sánchez al respecto. a las autoridades sobre la supuesta
Rey este le informa: "Yo partí de la A continuación informa sobre su pérdida de sus bajeles, con lo cual,
ciudad del Nombre de Dios a veynte arribo a La Habana y agrega la noti- de forma directa, de su puño y letra,
y seis de abril con doze naos y una cia sobre un incidente que, a nuestro o bien por informe del gobernador
caravela todos muy bien armados juicio, es el que ha servido para sus- de La Habana, Mazariegos, se gene-
[...] y entré en la ciudad de Cartagena tentar el supuesto naufragio de algu- ró una correspondencia que incluía
a primero de mayo...". 5 nos buques que traía en su conserva. la noticia sobre la dicha pérdida y que
En este puerto el General tomó "Yo entre en la Habana a los ocho ha dado lugar a tantos equívocos.
bastimentos y agua para seguir de junio con toda mi flota si no fuera En La Habana, por otra parte, re-
camino y sumó más naves a su dos naos que a vista de ese dicho cibe varias cargas de bastimentos
convoy hasta reunir quince embar- puerto se apartaron de mi compañya destinadas a soportar el viaje tras-
caciones de tipologías y portes di- una noche con viento contrario que atlántico además de información so-
ferentes. Si bien para la fecha no era nunca mas pude saber nuevas dellas bre el estado general de la situación
una flota exageradamente grande, y [ilegible] mejores y mas bien ar- y se decide a esperar al capitán ge-
si consideramos que maniobrar con madas de toda la flota y la una dellas neral de la flota, Pedro Menéndez
todos esos buques podría tornar- venia por Almiranta...". 6 de Avilés, quien debía arribar con
se realmente complejo. Hemos preferido incluir el texto la Flota de Nueva España. Sin em-
Hizo la trayectoria entre estas en castellano antiguo dentro del bargo hubo retrasos y: "... partí del
dos ciudades costeras en un tiem- discurso expositivo y su correspon- dicho puerto de La Habana con to-
po mínimo, apenas cinco días, indi- diente trasuntación a fin de facili- das las naos que allí estaban a treze
cando ello la ausencia de problemas tar otras posibles interpretaciones. de julio sin aguardar por el dicho Ge-
de índole meteorológico o político. De este segmento de la carta es neral de la Nueva España...". 7
Desde Cartagena no parece que bueno señalar varios puntos: En este punto es oportuno acla-
toque otro puerto, disponiéndose 1º El viaje desde Cartagena has- rar que Pedro Menéndez era el
a hacer la próxima escala en La ta La Habana duró más de un mes. Capitán General de toda la Arma-
da, a quien se debía subordinar General apunta que las dos em- Otras Fuentes
Álvaro Sánchez. barcaciones perdidas pasaron di-
Continuando con el relato del rectamente a las Azores y allí En virtud de aumentar el caudal
viaje, las naves pusieron proa al aguardaron, bien por estar averia- informativo sobre esta flota, vea-
este y a la altura del Pan de Matan- das u otras razones, el paso del con- mos el texto parcial de una nota
zas enfilaron al Canal Viejo de voy. Esta era una práctica que, si bien emitida por los Oficiales de la Casa
Bahamas, haciendo una nueva es- no podemos catalogar de usual, está de la Contratación de Sevilla:
cala en las Azores, último punto que registrada en la documentación de "A la ora que esta se escrive ha
tocarían en América. Al respecto, la época, no estando en presencia, venido correo de Sevilla que des-
relata el General Sánchez: por lo tanto, de un caso exclusivo. pacharon los oficiales de la casa de
"Llegamos a la ysla de las azo- Lo que si no era normal es que la contratación con nueva de que
res en veynte de agosto y toque dos naves solas se lanzaran a la la flota que se esperava de la pro-
dicha ysla de la tercera y halle [ile- aventura de cruzar el Atlántico sin vincia de tierra firme en que fue
gible] de las dos naos que se me tener garantizados los bastimentos el virrey del Peru llego en Sant
abyan apartado de my compañía para soportar dicho viaje, o que las Lucar a principio de este mes con
sobre la Abana con todo el oro y la embarcaciones adolecieran de las quince navios que vienen de aque-
plata y perlas que abian traido de condiciones marineras indispensa- lla provincia y de la de Honduras y
Su Catolica Magestad y de particu- bles. Un temor muy difundido entre de Santo Domingo, Emos dado gra-
lares y el mismo dia que alli llegue la marinería era el de "desembocar" cias a nuestro señor por averla
lo meti todo en tres naos que traje sin agua y comida, so pena de morir traido en salvamento. Lo que en
y me hize luego a la vela". 8 en el camino. ella parece que viene asi de Vues-
En este pasaje se recoge uno Una vez incorporados estos re- tra Catolica Magestad como de
de los elementos más importan- cursos a su flota, parte nuevamen- particulares vera Vuestra Catolica
tes sobre el cual sustentar la afir- te el General Álvaro Sánchez para Magestad por la relacion que con
mación de que las naos Magdalena y arribar a la Barra de San Lúcar de esta enbiamos que nos enbiaron los
Concepción no se hundieron, claro, Barrameda, antes o el propio 3 de dichos oficiales de Sevilla".9
aceptando la identidad entre es- septiembre de 1556, fecha con la Este documento está firmado el
tos barcos y los recuperados. El cual cierra su carta. 9 de septiembre de 1556, seis días
posterior al informe del general Para finalizar veamos el testimo- Canal de Bahamas y como no ha-
Álvaro Sánchez. Categóricamente nio del maestre Cristóbal García, bía peligro de perder vidas o car-
y de forma precisa se dice que no quien en la isla de Fayal, Azores, el ga, continuaron viaje. Arribaron
hubo bajas que lamentar de la Flo- 10 de julio de 1556,10 tiene un mo- a Fayal, una isla que ninguno de
ta de Tierra Firme, pues de haber mento de respiro y plasma su par- los tripulantes había visto. Al mo-
ocurrido un naufragio se produci- ticular versión de lo acontecido. mento de redactar esa carta,
ría una copiosa documentación El maestre dice que salió con su García aspiraba a llegar a Terce-
contentiva de las reclamaciones he- barco del puerto de Nombre de ra donde había más posibilidades
chas por los comerciantes sobre los Dios el 25 de abril de 1556. Forma- de reparar el barco y poder lle-
bienes que en esos barcos transpor- ba parte de la armada bajo el man- var la preciosa carga, pero de mo-
taban y que eran de su propiedad. do del general Álvaro Sánchez de mento los vientos eran adversos
Exactamente lo mismo sucede- Avilés que levaba trece barcos. Na- y permanecen en esta isla hasta
ría con la carga perteneciente del vegaron bien hasta cerca del puerto que pueden seguir navegando sin
Rey, siendo muy cuestionable la de La Habana cuando "…Dios nos peligro.
idea de que se hable de la flota envió una tormenta del sur como Luego, llega el resto del convoy
como que llegó en salvamento si nunca habían visto antes los nati- y se efectúa el viaje trasatlántico y
se hubieran perdido dos de las na- vos del área...". la conocida llegada a España sin
ves más importantes. La flota fue desorganizada, cada más novedad.
Otro punto igualmente trascen- barco tomó su propio rumbo hasta
dente es que se menciona una rela- que amainó al cabo de ocho días. Reflexiones generales
ción general de las cargas a bordo Dice que la peor parte fue después
de las naves, razón de peso para in- del octavo día, cuando se dieron Si aceptamos que en Historia la
tentar localizar los documentos de- cuenta de que estaban separados documentación constituye una he-
mostrativos de esta cuestión. y perdidos de la vista de la nave rramienta insustituible, hemos de
Si los barcos naufragaron, es vital capitana una noche. aceptar entonces, a menos que en-
conocer la carga para poder estable- El barco de García, La Magdalena contremos otras fuentes que des-
cer o tener una idea del valor de la se mantuvo navegando sin vela- mientan las aquí reseñadas, que los
misma, así como los productos em- men y el palo mayor dañado y era buques La Concepción, maestre Juan
barcados. Sin embargo, no siempre imposible entrar a ningún puerto. Díaz Bocino y La Magdalena, maestre
resulta posible localizar este tipo de Entonces soportaron un número de Cristóbal García; ambos pertene-
documentos, pero en esta oportuni- días a que la tormenta amainara. cientes a la Flota de Tierra Firme
dad tuvimos suerte. Fueron empujados a la entrada del del año 1556, al mando de la cual
venía el general Álvaro Sánchez de económico, afirma que la flota lle- 6º Ampliando el punto anterior,
Avilés, no naufragaron a la altura gó íntegra, "en salvamento". sabemos que las dos naves apar-
de cayo Jutías, norte de la provin- 5º En la relación de naves y car- tadas se unieron después de La Ha-
cia de Pinar del Río. gas se incluyen las naos de La Ha- bana, con lo cual queda descartado
Resumiendo las ideas antes ex- bana, sintomático esto de que se que la relación de carga que adjunta-
presadas, veamos los elementos trata de una lista hecha en España mos haya sido hecha en otro lugar
más importantes que sustentan y no en América, y en esta apare- que no haya sido en España.
esta afirmación: cen La Concepción y La Magdalena. A nuestro entender estamos en
1º El General de la Armada da Si hubiesen sido listas o cargos posesión de los elementos de juicio
cuenta, en un primer momento, de emitidos en los puertos de Tierra Fir- suficientes como para considerar,
haber perdido de vista dos naos, me, jamás se hubiera podido cono- siendo conservadores, que a juzgar
jamás dice que se hundieron, sólo cer la cuantía de lo transportado en por los documentos históricos, estos
que las dejó de ver y no hace men- las naos de La Habana, por la simple buques jamás naufragaron.
ción alguna a naufragios sobre Pi- razón de que la navegación se hacía
nar del Río o la costa noroccidental desde los primeros a la segunda.
de Cuba.
2º En la misma carta reconoce
que esas dos naves que dejó de
ver, en camino del puerto de La
Habana, aguardaban por él en las
Azores con toda la carga intacta.
3º Si estas dos naos hubieran nau-
fragado realmente, en el informe al
Rey no hubiera podido ser omitido,tal
desastre, bajo ningún concepto.
4º El documento emitido por las
autoridades de la Casa de Contra-
tación, además de no hacer men-
ción alguna a naufragio con las Vista de Sevilla. Óleo atribuido a Alonso Sánchez Coello, siglo XVI, Museo de América, Sevilla
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mera mitad del siglo XIX, ilustre fa- por dos de los miembros más ricos e Ponce de León y es doña Leonarda
milia de la sociedad habanera de ilustres dentro de la familia, doña quien refiere. "... hicimos los mayo-
la época que ostentarían entre otros Leonarda Ponce de León y don Igna- res esfuerzos para buscar los títu-
títulos el de marqueses de Aguas cio Crespo Ponce de León,5 ambos los de dominio del primero de
Claras y condes de Villanueva. sobrinos del finado inician el pleito nuestros antepasados que los ad-
Uno de los propietarios de las que culminará en 1857. quirió por título de compra; pero fue
citadas tres casas fue el capitán de Representado don Crespo Ponce completamente inútil; porque su
navío de la Real Armada don Fran- de León por su apoderado y aboga- posesión hereditaria cuenta una
cisco Ponce de León y Morejón. Al do don Miguel Vargas y Machuca, fecha antiquísima y no tenemos
morir el 14 de septiembre de 1855 en memoria ni dato alguno de aquella
la ciudad de Cádiz, España, deja en primera adquisición". 6
testamento su última voluntad sobre Sin embargo, a pesar de esta
sus propiedades en La Habana: ". . . y afirmación muy cierta de la sobri-
declaro qe el caudal y bienes que na del finado, las pesquisas han
poseo consiste enla casas que ten- arrojado luz sobre dueños anterio-
go radicadas en la Ciudad de Sn res a dicha familia. La primera re-
Cristobal de la Habana en la Ysla ferencia escrita acerca de las casas
de Cuba las cuales heredé de mis de San Pedro y Santa Clara data
muy venerados Padres el Sr Dn de 1755 cuando don Marcos Xavier
Ignacio Ponce de León, Oidor Fis- Gamboa y Riaño, 7 por herencia
cal qe fue de la Real Audiencia de testada a la muerte de su madre
Guadalajara en el Reino de Mejico doña Bernardina Suárez, adquiere
y mi madre Sra Dª Josefa Lucia de dos casitas aledañas —San Pedro
Morejón, cuyos bienes administra nos. 16 y 18— propiedad de dicha
actualmente mi hermano Don San- señora. Ya este dato indica una per-
tiago Ponce de León, Conde de tenencia anterior por esta familia
Casa Ponce de León y Maroto, do- a la fecha de 1755, además, el tér-
miciliado en dha Ciudad de La mino "casitas" indica que eran vi-
Habana quien dará razon así del viendas de una sola planta. La
estado de cobranza de sus ren- planta alta a que hace alusión el
tas como de su situación y para- Calle San Pedro. Fachada de la casa no.352,
Registro de la Propiedad, bien pudo
jes donde existen los títulos de antes 16 y 18. Debajo el comercio café - bar haber sido fabricada encima de di-
Los Marinos, en la planta alta oficinas.
propiedad". 4 chos inmuebles o sobre otros cons-
Fotografía tomada en la década de 1920 (ANC)
La muerte del Capitán de Navío truidos más tarde en el mismo
y las cláusulas testamentales acer- y doña Leonarda por el señor don espacio, en época de los Ponce de
ca de la comprobación de legitimi- Francisco Javier López, se inicia León. En el documento hallado de
dad de sangre para beneficiar a sus una larga y compleja investigación Gamboa y Riaño de imposición de
familiares ricos y pobres trajo consi- para determinar el lapso de años heredad, encontramos por vez pri-
go muchos pleitos y juicios. Las ca- en que las propiedades de la calle mera el gravamen de 1 529 pesos a
sas objeto de la investigación no San Pedro y Santa Clara habían la Capellanía de Juana Pérez que
quedaron fuera del litigio promovido permanecido bajo el dominio de los pesará sobre todos los inmuebles
4 Archivo Nacional de Cuba (ANC): Fondo Protocolos, Autos testamentarios del señor don Francisco Ponce de León y Morejón, Capitán de Navío de
la Real Armada. Escribanía de Rodríguez Pérez, años 1856-1878, leg. 321, primera pieza, folio 3.
5 Abogado y Fiscal de la Real Casa y Patrimonio de su Majestad y Caballero de la Orden Carlos III. Véase F. X. Santa Cruz Mallén (1940): Ob. cit., p. 277.
6 ANC: Fondo Protocolos, Autos testamentarios del señor don Francisco Ponce de León, Capitán de Navío de la Real Armada. Escribanía de
Rodríguez Pérez, años 1856-1878, leg. 321, primera pieza, folios 101 y 101vt.
7 Se buscó en la obra de Santa Cruz Mallén, Historia de las familias cubanas, si este señor tenía algún parentesco con el capitán general Francisco
Riaño y Gamboa, que gobernó entre los años de 1634 a 1639 y no aparece ninguna mención.
que allí se construyan hasta 1962, de los autos de Imbentarios que se que estas hayan pasado a las ma-
en que queda derogado. La cita hicieron por su fallecimien to ...so- nos de los Ponce de León a través
dice: "... y se me adjudicaron por el bre los quales estan Impuestos y de José Vioto. Esta hipótesis no ha
provehido en vein=te y uno de Oc- Cargados a Censo principal un mil podido ser respaldada por documen-
tubre del citado año de cinquenta y Quinientos veinte y nuebe ps dela tos que la sustenten, pero el margen
cinco, para que con dhos réditos se Capellania de Juana Peres...Sin em- de posibilidad es amplio sobre todo
ejecute lo prevenido en la clausula bargo deque à el Comprador leha si se toma en cuenta la siguiente de-
y les impongo y situó y cargo sobre de satisfacer a Da Isavel de Arrate claración de doña Leonarda halla-
todos mis bienes ... y se=ñala- tambien en Cada año el redito de da en la búsqueda de anteriores
damente sobre dos casitas de azo- ciento sesenta y tres ps de princi- dueños: "Quiere este ministro que
tea de que soy dueño contiguas y pal que tiene Impuestos en una le facilitemos una noticia esacta de la
estan en la calle de la puer=ta ... de Casita de que es Dueña Contigua, ultima venta que se hiciera de las
la Yglesia de Sra StaClara, que vá y pertenecen a los dchos un mil Qui- casas pertenecientes al S. D. Francº.
á la Marina y bahia de este puerto nientos veinte y nuebe ps... y velas Ponce, de cuyo remate tratamos al
lindando una con otra ... sobre las Vendo Con sus Entradas y Salidas presente, para con vista de aque-
cuales estan impuestas y cargadas uso y Costumbres y Servidumbres llas noticias poder entender la
á censo un mil quinientos veinte en precio de tres mil seiscientos certificacion de sus gravamenes;
y nueve pesos a favor de la Ca- cincuenta ps y seis rrs". 9 En 1778 las pero exige un imposible de nues-
pellania de Juana Pérez ... En cuyo dos casas de rafas, tapias y azo- tra parte; por que dichas casas que
testimonio es fecha de carta en esta tea, pertenecían aún a don José ha poseido muchos años nuestro
dicha Ciudad de la Habana á diez y Vioto por documento de Reconoci- instituente, las heredó de su padre,
ocho de Abril de mil setecientos cin- miento de impuesto de los 1 529 este del suyo, y de esta manera re-
cuenta y ocho años". 8 pesos de la Capellanía de Juana sulta una posesion hereditaria de
El 29 de noviembre de 1760 am- Pérez que realiza en agosto de ese mas de cien años, que ha borrado
bas casas son vendidas por su due- año, y declara además la compra de la memoria la adquisicion del
ño, Gamboa y Riaño, junto con sus por remate de una tercera casita primer poseedor de la familia". 11
gravámenes, a don José Vioto en de rafas, tapia y azotea —Santa Considerando que los Ponce de León
precio de 3 650 pesos y seis reales, Clara no. 1— seis años antes, ha- se asentaron en La Habana desde la
según documento que cito: "Sepase cia 1772, a doña Juana Arrate 10 y primera mitad del siglo XVIII, y que
qe yò Dr Dn Marco Xavier de Gam- colindante con las dos primeras. algunos miembros de la familia per-
boa y Riaño vecino de esta Ciudad Después de Vioto, los próximos tenecieron a la Armada Real de Ma-
otorgo qe vendo realmente a Dn Jph dueños conocidos son los Ponce de rina, la posesión de viviendas con
Vioto vecino asimismo Dos Casas León, aunque se desconoce si entre cercanía al mar era de gran prove-
Contiguas de Rafas tapias y asotea ambos existió algún otro propietario. cho. Por otra parte doña Leonarda
de que soy Dueño qe estan en la De acuerdo con la información es imprecisa al decir que el dominio
Calle qe de la Puerta atrabiesa de recopilada y tomando en cuenta de las tres casas pertenece a su fa-
la Iglesia del Monasterio de Srª Stª que don Ignacio Ponce de León y milia desde hace más de cien años,
Clara ba alá real Muralla y Bahia Maroto le otorga a su hijo, el capi- afirmación hecha por ella en 1856,
de este Puerto...haciendo esquina tán de navío de la Real Armada don cien años antes a partir de esta fecha
a ella...las mismas qe con los demas Francisco Ponce de León y Morejón, las casas estaban en manos de
vienes qe quedaron por muerta de la propiedad de las tres casas en 1834 Gamboa y Riaño. No obstante, es casi
Da Juana Bernardina Suares mi que eran suyas y adquiridas a su seguro que sí estuviesen desde lar-
Madre se me adjudicaron Constan vez de su padre, es muy probable go tiempo en poder de su familia.
8 ANC: Fondo Protocolos, Mayor del Apostadero, años 1859-1877, tercera pieza, no. 1, folio 554.
9 ANC: Fondo Protocolos, Escribanía de Junco, notario Cristóbal Vianés de Salas, 1760, folio 1423.
10 No se ha podido comprobar si Juana Arrate y la anterior dueña de la casita, Isabel Arrate, fuesen familia del primer historiador cubano don José
Martín Félix de Arrate.
11 ANC: Fondo Protocolos, Autos testamentarios del señor don Francisco Ponce de León y Morejón, Capitán de Navío de la Real Armada, Escribanía
de Rodríguez Pérez, años 1856-1878, leg. 321, primera pieza, folios 101 y 101vt.
Escmo. Sr. Dn Ignacio Crespo y Pon- notario de la villa de Guanabacoa don del terreno de dichos inmuebles,
ce de León... Que a consecuencia Francisco W. Armengol. y de una medida total de 293 me-
de los autos promovidos por Dn. Para 1886 las casas son vendi- tros con 46 centímetros que ocupa-
Francisco Anselmo Puentes, para das por los Puentes y Aliaga, con ban, el espacio constructivo quedó
acreditar que las casas números 6 carácter de retro, en doce mil pe- reducido a 184 metros con 46 centí-
y 7 de la calle San Pedro y primero sos oro español, al licenciado don metros, que es el que abarca la
de la cerrada de Santa Clara le per- Miguel de Céspedes y Barrero 17 y actual edificación que toma parte
tenecen... resultando que Puente a su hija doña Elvira de Céspedes de las calles San Pedro y Santa Cla-
entregó al Escmo. Sr. Dn. Ignacio y Coffigny quienes hacen firme su ra como lateral y fondo. La nume-
Crespo y Ponce de León el valor de título de propiedad en 1889. Don ración de la nueva vivienda será
las casas... conviniendo en forma- Miguel de Céspedes las libera de San Pedro 16 hasta que en la déca-
lizar después la correspondiente las hipotecas que gravan a las tres da del treinta del siglo XX se haga
escritura de venta de dhas casas, fincas y deja para entonces como una nueva reestructuración de los
procédase a su realización por la única propietaria a la Céspedes y números y tome el actual de San
Escma. Sra. Da. Concepción de Coffigny representada por su her- Pedro 352.
Cárdenas". 15 mano de los mismos apellidos. A la muerte de Teresa Hernández
Don Francisco Puente y su fami- Las casas son vendidas nueva- y Castells; en 1935, deja como único
lia, vecinos de la villa de Guanabacoa, mente, ahora a doña Teresa Her- heredero de todo su patrimonio a
comienzan a hipotecar sucesiva- nández y Castells, residente en El su esposo y apoderado don Mariano
mente las casas de San Pedro y Vedado. La transacción de venta Casquero y Vieta, quien al fallecer
Santa Clara. A la muerte del señor entre esta señora y los Céspedes en 1939 sin descendencia directa,
Puente, acaecida en 1866, son tras- y Coffigny es de un monto de diez hace dejación de todos sus bienes
pasadas las propiedades en virtud mil pesos por las tres casas, que se a favor de su chofer el señor Jaime
de herencia testada a su viuda la hace firme el 3 de diciembre de 1898 Oliver Adrover, quien inscribe la
señora doña Bienvenida Aliaga y ante el notario don Pedro Galindo propiedad del inmueble a su nom-
Hernández, quien al morir en 1882, y don Mariano Casquero y Vieta, bre. Para este entonces la casa de
se adjudica la propiedad de las ca- su esposo, como apoderado. Es San Pedro 352, antes 16, había po-
sas en común y por iguales partes bajo la tutela de su nueva dueña seído múltiples inquilinos, y en el
a sus tres hijos, don Francisco, don que las tres casas son demolidas momento en que se encontraba
Guillermo y doña Carmen Puente hacia finales de 1908 y reedificada como dueño Oliver Adrover esta-
y Aliaga. La hipoteca a destacar; en su lugar una monumental caso- ba en arrendamiento en los bajos,
durante todo el tiempo que las ca- na de altos y bajos, portales y el café, y la planta alta como vivien-
sas estuvieron en manos de esta balconadura corrida en el año 1909. da, al señor Julián Fernández y del
familia; fue la realizada al artista No todo el espacio que ocupaban Casero.
plástico español don Víctor Patri- las antecesoras tres viviendas fue Abrumado el señor Oliver Adro-
cio Landaluze y Uriarte, 16 corres- cubierto por esta; en aquel momen- ver por la hipoteca que pesaba
pondiente a las terceras partes de to el Ayuntamiento estaba enfras- sobre esta de un monto de veinti-
las tres casas el 22 de mayo de 1880 cado en alinear la calle de San Pedro dós mil pesos a favor del acau-
propiedad de don Guillermo Puen- y exigía la obligatoriedad de fabri- dalado señor don Carlos María
te y Aliaga por un crédito de un valor car portal público a las edificacio- Desvernine y Galdós y la amena-
de 2 603 pesos 40 centavos, ante el nes. 18 Esto hace que se tome parte za de embargo, decide venderla a
15 ANC: Fondo Protocolos, Escribanía de Marina, notario Plácido Manuel Borrego, año 1857, libro 86, folio 551.
16 Víctor Patricio Landaluze, pintor español de origen vasco, que supo captar como nadie hasta ese momento las costumbres habaneras
añadiéndole un matiz pintoresco, cotidiano y jocoso.
17 La relación cronológica familiar que realiza el Conde de Jaruco en su obra, permite observar el vínculo de parentesco entre don Miguel de Céspedes y
Barrero y el prócer de las gestas de independencia de 1868. Don Miguel de Céspedes y Barrero fue bautizado en la parroquia de San Salvador de Bayamo el 17
de febrero de 1812; fue abogado y promotor fiscal. En F. X. Santa Cruz Mallén (1942): Historia de las familias cubanas, Ob. cit., t. 3, pp. 108-122.
18 La solución de portales para uso público en las casas privadas no es un hecho que surja en el siglo XX, ya desde el siglo XVIII los ayuntamientos
tomaron esta medida como se observa en las casas de la Plaza Vieja y en la Plaza de la Catedral.
su arrendatario, el señor Fernández mer ocupante conocido y madre de tampoco, doña Elvira vivía en Ma-
y del Casero en el precio de treinta don Marcos Xavier Gamboa y Ria- tanzas y su hermano en la calle Pra-
mil cuatrocientos pesos moneda ofi- ño—, muere siendo la propietaria. do. Los Hernández y Castells, y
cial. El nuevo poseedor inscribe su De los residentes en Santa Cla- Casquero y Vieta, como el propio
título de propiedad en febrero de ra no. 1 no se tienen datos concre- Adrover, eran moradores del aristo-
1947, comienza a habitarla y liqui- tos, y en cuanto a la familia Ponce de crático barrio de El Vedado.
da además el crédito hipotecario León se desconoce la fecha exacta El señor Fernández y del Case-
que afectaba a la casa. de la apropiación. Tampoco hay re- ro compra el derecho de arrenda-
Es sugestivo observar que des- ferencias sobre cuáles fueron los miento de la casa de San Pedro 352
pués de casi un siglo sin habitarse miembros de la familia que la ocu- el 15 de octubre de 1924, comen-
la casa por su propietario, vuelva a paron y en qué momento pudo ha- zando a habitarla alrededor de esa
darse la coincidencia de propiedad ber sido. El hecho es que en el fecha en la forma de plazos de
y ocupación a partir de 1947, y a período en que Francisco Ponce de arrendamientos prorrogables, se-
su vez es interesante que los ante- León era el dueño, tenía fijada su gún imponía su dueña hasta que la
riores dueños nunca vivieran las residencia en Cádiz, pudiendo, en adquiere definitivamente mediante
casas. Sobre la fecha exacta en que todo caso, utilizar su casa de La compra en 1947, al señor Adrover.
la familia Gamboa y Riaño habitó Habana de modo temporal. En el Registro de la Propiedad
las antiguas casas de San Pedro 16 Los Puentes y Aliaga nunca la no aparece otro titular después de
y 18 no se tienen pruebas documen- habitaron y así lo atestiguan los Casero, y cierra la información con
tales, aunque debió ser anterior documentos. Ellos continuarían resi- la expropiación, por parte del Esta-
a 1755 pues en ese año la señora diendo en la cercana villa de Gua- do cubano, de bienes malversados,
Juana Bernardina Suárez —pri- nabacoa, los Céspedes y Coffigny con fecha 10 de marzo de 1960.
Casa de San Pedro no. 16 antes de su demolición en 1908. Se observa el cartel del bar-cantina
Los Marinos que probablemente existiera en dicha casa desde la segunda mitad del siglo XIX
Café Los Marinos 1857, dos años después incursiona algún otro; la entidad siempre será
personalmente en el mundo del anunciada en los directorios mercan-
Ante la imposibilidad de acceso comercio y lo establece en la casa tiles a través de la dirección donde
directo a los asientos de comercios de su propiedad situada por la ca- se haya, a diferencia de otros esta-
y comerciantes en los Libros de lle Santa Clara. No es posible de- blecimientos que sí lo hacen por
Registros Mercantiles del Archivo terminar si esta fue la primera sus denominaciones. La primera
Nacional de Cuba; se hace más di- fecha en que se funda el café, ni mención a un nombre es en El Fí-
fícil y deficiente el rastreo de la in- precisar cuándo se establece en garo en 1909, en el espacio "Progre-
formación de cómo y cuándo se San Pedro 16, 21 donde actualmen- sos Urbanos", donde se elogia la
fundó un establecimiento, si tuvo te permanece. nueva edificación realizada bajo los
varios emplazamientos y sus di- Ya una vez establecido en esta auspicios de sus recientes dueños,
versos dueños y por ende sus trans- casa poseerá varios propietarios doña Teresa Hernández y Castells y
formaciones aparenciales. según la fuente de referencia. En su esposo el señor Vieta, y se le anun-
La información sobre este co- el año 1875, el Directorio Hispano- cia como Club Marino. 22 Sin embar-
mercio aparece muy dispersa en Americano de Cuba, Puerto Rico y go, en la fotografía de inicios del
la documentación escrita. En los Saint Thomas recoge el anuncio del siglo XX cuando aún no habían sido
directorios mercantiles del siglo XIX negocio de fonda; ubicado en esa demolidas las tres casas, aparece
puede aparecer indistintamente dirección a nombre de José Rivero: en San Pedro 16 el anuncio del co-
como fonda, en otros como tren de "En esta casa se despachan canti- mercio bajo el nombre de Los Ma-
cantinas o simplemente café. Al nas a Precios módicos". En el Direc- rinos.
inicio de este trabajo se indicaba torio General para la Isla de Cuba de ¿Cómo era el Café en su inte-
en la temprana fecha de 1874 19 la 1883, aparece registrado por la no- rior? ¿Cómo estaba distribuido el
existencia de un establecimiento de menclatura de Café a nombre de negocio espacialmente? Sólo dos
café en la casa de San Pedro 16 a José García Rodríguez y en el Di- referencias: la primera, antes de ser
nombre de José Rivero. Los pro- rectorio Mercantil de la Isla de Cuba demolida la casa, y otra la que nos
pietarios en esta época eran los de los años 1889 a 1890, Joaquín ofrece El Fígaro en 1909, brindan
Puente y Aliaga que pudieron ha- Bouza inscribe su café en la casa una sucinta idea del lugar y la épo-
berle arrendado a Rivero la planta de San Pedro 16, en esa fecha esta ca. En el documento de compra-
baja de la casa de San Pedro 16 para casa y las dos restantes habían venta que se realiza entre don
uso de comercio. Sin embargo, en pasado a ser propiedad de los Cés- Domingo del Portillo y Santayana
el Anuario y Directorio de La Habana pedes. En la edición del Directorio a don Francisco García Naveiro en
de 1859 está anunciado un comer- Mercantil de la Isla de Cuba, de 1895 1902 se expresa: "Que el referido
cio en Santa Clara no. 1 a nombre a 1896, ese mismo establecimien- Café y Cantina está compuesto, ó
de Francisco Puente. Este es el dato to aparecerá a nombre de Pablo lo constituye su mostrador, arma-
más antiguo que tenemos acerca Martínez. tostes, mesas, sillas, espejos, mue-
de un comercio en ese sitio; todo A lo largo del siglo XIX, desde bles, útiles, enseres, botellería y
parece indicar que cuando Francisco la fundación del comercio, con una demás existencias y mercancías
Puente le compra las tres casas 20 a vida ininterrumpida, no hay una sola que lo forman, así como vidriera
Ignacio Crespo Ponce de León en referencia al nombre Los Marinos o para tabacos y cigarros y sus exis-
19 El DIC de 1874 registra en ese sitio este comercio. Los directorios se realizaban de un año para otro y es muy probable que el café estuviese
fundado desde tiempo antes.
20 En posesión de los Ponce de León no existió comercio establecido en las casas. Al morir el capitán de navío Francisco Ponce de León, dueño de
dichos inmuebles; los declara, en su testamento, libres de todo gravamen. En el curso de los juicios aclaratorios del derecho de las casas por los
Ponce de León se continúa testificando que están libres de impuestos; excepto el que corresponde a la Capellanía de Juana Pérez.
21 Una vez que apareció el comercio de café en San Pedro 16 no fue cambiado para las dos restantes casas. La posición geográfica de esta casa
que ocupaba las esquinas por San Pedro y Santa Clara, con entradas por ambas calles resultó ideal para este tipo de negocio.
22 La definición que poseemos de un club no es el que tuvo en 1909. A comienzos del siglo XX; y a todo lo largo de él; fue siempre un café con
cantina a la manera de los cafés nocturnos bohemios parisinos que tanto se imitaron en La Habana. Los Marinos no escapó de esto y era visitado por
pintores y poetas.
23 ANC: Fondo Protocolos, Escribanía de Pedro Galindo y Piñero, año 1902, t. 25, folio 1480-1490.
24 El Fígaro, La Habana, agosto 29 de 1909, año XXV, no. 35, p. 435.
25 Lo que conocemos hoy por una oficina.
26 Víctor Patricio Landaluze y Uriarte nace en una villa cerca de Bilbao, el 6 de marzo de 1828. Algunos autores señalan su llegada a Cuba en 1850 y
otros en el año 1863.
Por: Enrique M. Alonso Alonso, Carlos Díaz Guanche, Carlos R. Rosa Saavedra, María R. González
Sánchez, Esperanza Blanco Castillo y Jorge L. Ruiz Licor
tismo de aquella gente, que a decir samente intacto, a pesar de que esta pertinentes, quedó elaborada la bus-
de otros es la que mejor ha corres- vía quedó destruida casi totalmente cada interpretación reconstructiva. Si
pondido, se parece a Oriente en en- en la década de 1920 por la construc- el lector puede repasar las Crónicas
tusiasmo y hechos" (Franco, 1973, ción de la carretera central. de Miró paralelamente con el pre-
t 3:76). sente trabajo, podrá constatar la
Con estos antecedentes, no es Trabajo realizado utilidad de esta interpretación.
preciso emplear más palabras para
enfatizar la significación histórica La bibliografía disponible sobre Resultados parciales del trabajo
de este hecho de armas. El estudio el hecho consistía sólo en el citado
pormenorizado y la necesaria re- capítulo de las Crónicas de Miró y El relato de Miró, abundante en
construcción sobre el terreno del lo que presenta José Luciano Fran- menciones a hechos y lugares, per-
combate de Río Hondo los inicia- co (1973) es tomado de esta misma mitió ubicar a grandes rasgos el
mos a mediados de la década del fuente. Tratando de discriminar lo teatro de las operaciones alrede-
setenta, deseosos de hallar y res- seguro de lo probable, se elaboró una dor de la antigua calzada real, en-
catar del olvido el pedazo de tierra versión despojada de subjetivismo tre los cauces de Río Hondo y Arroyo
donde ocurrió la memorable car- que serviría de guía o hipótesis Yaguazas, entre cuatro y seis kiló-
ga, persuadidos de que se debía para ser contrastada con posibles metros al este del pueblo de San
valorar como un sitio histórico del fuentes orales, con el reconocimien- Cristóbal, provincia de Pinar del Río.
más alto rango en el ámbito de las to del terreno y con argumentos de Por la misma fuente se supo que
tradiciones combativas del pueblo la esfera del arte militar de la época. el combate consistió en el enfren-
cubano. También fueron revisados textos tamiento de fuerzas cubanas de
Para conseguir estos fines, se apli- militares de la época, siendo los caballería, de número indetermina-
caron las técnicas y sistema que al más utilizados Barbasán (1899) y do, contra una columna española
efecto veníamos elaborando (Alonso, Estévanez (1897). de 600 hombres de infantería bajo
1993). Adelantemos que los prime- Finalmente se exploró el terre- el mando del coronel Enrique Se-
ros reconocimientos del terreno no y se pudo constatar que sobre gura, con un epílogo en el que se
revelaron que un tramo de 500 me- los hechos se conservaba alguna in- hostilizó una fuerte columna es-
tros de la antigua calzada de La formación entre los pobladores de pañola auxiliadora de la primera
Habana, que vino a resultar centro la zona. Una vez efectuados los y de 1 000 hombres de las tres ar-
de la acción, permanecía milagro- análisis, cotejos y comparaciones mas (infantería, caballería y artille-
ría). Por supuesto, también se obtu- Las tropas españolas que com- pudo inferir que vendrían tropas ene-
vo una descripción de los hechos. batieron en Río Hondo estaban do- migas de Candelaria y se dispuso
El reconocimiento del hipotéti- tadas del fusil Maüser modelo 1893, para combatirlas con ventaja.
co escenario del combate permitió calibre 7 mm, capaz de disparar en El terreno escogido fue el espa-
precisarlo en mayor grado, las per- condiciones de polígono, no de com- cio llano, aunque entonces algo
sonas que viven en las inmediacio- bate, veinticinco disparos por mi- montuoso por el sur, comprendido
nes conocen que allí combatió Maceo nuto, apuntando. En el combate esa entre el Río Hondo y el Arroyo
a los españoles, y señalan las ruinas cadencia se podía reducir hasta la Yaguazas, en sectores aledaños a
de la casa de obras públicas que se mitad, pero aún así un pelotón po- la calzada de La Habana, que unía
menciona en las Crónicas. Aleda- día batir su frente de veinte me- allí a Candelaria y a San Cristóbal,
ño a esta, se observa un tramo de tros con 400 disparos por minuto, y con un trazado muy cercano al de
500 metros de la antigua calzada 200 tiradores con 3 000. Agréguese la actual carretera central; aunque
que se extiende de la casa al Río a esto la bayoneta de que estaban no se menciona en las Crónicas, por
Hondo, hacia el oeste. La casa, a provistos para el combate cercano. allí pasaba también la vía férrea del
su vez, dista del puente de Yaguazas Igualmente se establecieron algu- Ferrocarril del Oeste, cortando la
1 500 metros por la carretera central, nos principios tácticos de la época calzada cerca de la casa. Maceo si-
que sigue allí igual trazado que la vie- que sin duda eran de amplio dominio tuó el núcleo de sus fuerzas en la pla-
ja calzada, a la que se superpuso por parte de jefes y oficiales de aca- nicie al norte de la calzada, a la vista
en ese tramo. Hay un viaducto o demia, más aún cuando tenían, como del puente de Yaguazas, y retenes
puente intermedio en el trayecto Segura, experiencia combativa: avanzados sobre esta en dirección a
de la casa a Río Hondo, ubicado a - El fuego es la principal defensa Candelaria, y allí aguardó.
225 metros de aquella y a 275 de la infantería contra la caballería. El jefe de la columna española
metros del río. La familia Baceiro, - Para conseguir dirigir eficien- que combatió en Río Hondo era un
vecina del lugar, refiere que a la temente el fuego de ese tipo de com- militar capaz y experimentado que
llegada de sus ascendientes a bate, es preciso utilizar las formacio- ya se había enfrentado a Maceo.
principios del siglo XX, toda el área nes cerradas, tales como la línea, En consecuencia, sus fuerzas ac-
al sur de la mencionada casa es- la columna o el cuadro. tuaron con eficacia y precisión
taba cubierta de bosque. - De estas, la línea es la forma- desde los primeros momentos.
Por su parte, la bibliografía mi- ción más eficaz, porque permite Formadas en columna abrieron fue-
litar citada, precisa que los 600 concentrar el fuego en un solo fren- go sobre la marcha desde que fue-
hombres de Segura podían corres- te, con el defecto de que sus flan- ron tiroteadas por las avanzadas
ponder a cinco o seis compañías, cos son muy vulnerables; cuando insurrectas y destacaron elemen-
de cuatro pelotones con veinticin- estos no están cubiertos por obs- tos para tratar de envolver por su
co a treinta y un hombres cada uno, táculos del terreno, es preciso de- flanco derecho (el sur) a aquellos
a la usanza y según los reglamen- fenderlos con tropas escalonadas. retenes.
tos de la época. Cada uno de es- -En el combate defensivo es acon- Una vez ubicado el enemigo y vis-
tos pelotones, desplegado en sejable mantener de un cuarto a un ta su primera reacción, Maceo en
línea de combate de dos escalo- tercio de la fuerza como reserva. persona se lanzó, seguido de un cor-
nes, con intervalos entre fusileros to número de jinetes, a tratar a su
de 1,50 metros, cubre un frente de Interpretación vez de flanquear el ala izquierda ene-
18 a 20 metros. El reglamento en uso miga, con el evidente propósito de
estipulaba intervalos entre pelotones Reuniendo el resultado del aná- no permitir que la columna se des-
iguales a su frente. De tal manera, lisis, con las Crónicas a la vista, se plegara, sino que se mantuviera uni-
200 hombres así desplegados podían arriba a la siguiente interpretación da sobre la calzada para poder
cubrir un frente de 270 metros, y 400 reconstructiva: cargarla con la caballería. En ese
hombres 560 metros, con indepen- El combate fue previamente pla- empeño, accidentalmente se extra-
dencia del variable tamaño de las neado por Maceo, quien escogió el vió en una ceja de monte, con lo
compañías que integraran. terreno en que se libraría, ya que que se perdieron minutos decisivos.
La columna española, lógicamen- esperar a que se desplegaran có- de Candelaria otra columna, con
te, apretó el paso y, disparando so- modamente con posibilidad de 1 000 hombres de las tres armas y
bre la marcha en todas direcciones, desatar todo su volumen de fuego. el propósito evidente de auxiliar a
consiguió llegar a las ruinas de la Por otra parte, era suicida intentar la primera. Maceo ordenó comba-
casa de obras públicas sin haber desfilar frente a los primeros pelo- tirla; unos dos kilómetros al este
sufrido ninguna carga de la caba- tones ya desplegados y disparan- de Río Hondo se iniciaron las hos-
llería mambisa. Los muros de esa do, para tratar de ganarle el flanco tilidades. Finalmente no se pudo
casa, en unión del bosque que co- izquierdo a la formación antes de impedir que esta fuerza, durante
menzaba allí mismo extendiéndo- que esta llegara al río. la noche, consiguiera contactar con
se hacia el sur, constituían un El objetivo de la carga, pues, fue los restos de la columna sitiada. Al
excelente punto de apoyo para el hacerle bajas al enemigo y romper amanecer emprendieron la retirada
flanco derecho de una línea de ti- la línea, colocando combatientes al hacia Candelaria, hostilizados cons-
radores que se desplegaría enton- otro lado de la calzada, es decir, a tantemente por los insurrectos.
ces a lo largo de 500 metros de la retaguardia de la formación espa- "La gente bisoña que mandaba
calzada en dirección al río, con su ñola, circunstancia en la cual esta Pedro Delgado" (Miró, 1970, t 2:69)
frente al norte. Segura debió apre- dejaba de ser efectiva por tener eran reclutas que se habían incor-
ciar inmediatamente las ventajas que dispersar sus fuegos en dos porado tres días antes al Cuartel
de la posición y ordenó que 400 direcciones. Ese objetivo se cum- General en Candelaria; eran jóve-
hombres ejecutaran la maniobra rá- plió, con grandes pérdidas de am- nes, campesinos y pinareños, pro-
pidamente. A las mencionadas ven- bos contendientes. Parte de los cedentes de las zonas de Cabañas
tajas se agrega que la calzada en ese pelotones que corrían a ocupar sus y El Rubí.
tramo presenta un terraplén de al- posiciones hacia el río, se vieron El centro del sector donde se pro-
tura creciente (por descenso del obligados a volver sobre sus pa- dujo la primera carga al machete
terreno circundante hacia el río) sos para instalar una nueva línea a –en la que ocurrieron los episodios
que llega a los dos metros, con un espaldas de la primera, con frente que dan trascendental importancia
talud lo suficientemente pendiente al sur. Es posible que en esta ma- al combate– puede situarse entre 150
para impedir que la caballería cho- niobra actuaran también algunos y 200 metros de la casa de obras
cara con los infantes a la velocidad pelotones de la reserva. Con estos públicas, hacia el río, y sobre el
de la carga. Los 400 hombres seña- obligados cambios, se frustraba el talud norte de la calzada. El área
lados podrían cubrir los 500 metros plan inicial de Segura. del teatro de las acciones de Río
de frente, de modo que se podía Maceo ordenó una segunda car- Hondo que debe ser preservada se
mantener la tercera parte de las ga, con el fin de colocar más com- delimita por el río y la casa, y cin-
fuerzas en reserva y defendiendo batientes al otro lado de la calzada. cuenta metros a ambos lados de la
la casa. Esto se logró de manera menos calzada que los une y forma un rec-
En esos momentos Maceo se sangrienta, pues las fuerzas consi- tángulo de 500 x 100 metros, o sea,
reincorporó a sus fuerzas y com- guieron pasar al otro lado por el cinco hectáreas. Es conveniente
prendiendo el plan enemigo ordenó sector desguarnecido más próximo conservar también los sectores
una carga fulminante. Obsérvese al río. Ya en esas circunstancias, no aledaños a ambos extremos, con
que las fuerzas insurrectas estaban quedó al jefe español otra alterna- lo que el sitio histórico alcanza-
situadas al norte y algo al este de la tiva que defenderse circularmente ría, como máximo, las seis hectá-
casa y tramo de calzada que la une en la casa, para lo cual los solda- reas de superficie.
al río. La carga se produjo, al pare- dos improvisaron parapetos con
cer, mientras las compañías enemi- barriles, maderas y escombros, sin Conclusiones
gas ejecutaban su movimiento, de más posibilidades objetivas que la
modo tal que sólo algunos pelotones rendición o la muerte. Todas las personas que han leí-
habían ocupado ya sus posiciones. Las acciones habían comenza- do La historia me absolverá conocen
Es muy importante que se haya do al mediodía, y ya caía la tarde el episodio citado al principio de
tomado la decisión de cargarlos sin cuando se anunció que acudía des- este trabajo; también lo conocen
quienes leyeron las Crónicas... de nuevo conocimiento histórico al- de la que todos nos honramos en con-
Miró. Sin embargo, antes de con- canzado. Es un suceso de interés siderarnos hijos. Esperemos que este
cluir la investigación que se esbo- social, concretamente en la esfera modesto trabajo contribuya a ese
za en el presente trabajo, nadie ideológica, como son todas las con- propósito.
sabía con exactitud dónde, y en clusiones de las investigaciones his- Hemos propuesto a la Comisión
detalle cómo y por qué ocurrieron tóricas, pues su difusión contribuye a Nacional de Monumentos, en 1990,
los hechos. reforzar la conciencia patriótica y re- la declaración de este sitio históri-
Obsérvese que es el estudio del volucionaria de nuestro pueblo, pro- co como Monumento Nacional lo que
terreno, a la luz de los principios piciando nuevas formas de rendir se espera que ocurra en breve.
tácticos y reglamentos de la épo- tributo a una generación de héroes
ca, lo que permite comprender la
lógica de las acciones y movimien- BIBLIOGRAFÍA
tos, complementando y profundizan-
do lo que las Crónicas... informan; no
Alonso, E. (1993): "Técnicas y sistema Estévanez, N. (1897): Diccionario militar,
hay otra manera de conseguir ese
para la reconstrucción arqueológica Librería Garnier Hnos, París.
resultado. La excepcional supervi- de combates de la Guerra de
vencia de dos construcciones de Independencia", Inédito, depositado en Franco, J. L. (1973): Antonio Maceo.
gran significación en el combate los Archivos de Arqueología, ECOVIDA, Apuntes para una historia de su vida,
(casa y calzada) permitió ubicar Delegación Provincial del Ministerio de Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente
detalles que, de otro modo, hubie-
(CITMA), Pinar del Río. Instituto Cubano de Cartografía y
ra sido preciso buscar mediante el Catastro (1967): Mapa Topográfico
hallazgo de las vainas de los cartu- Barbasán, C. (1899): Teoría de la (Escala 1:50 000), 2da ed., La Habana.
chos disparados por los fusiles es- táctica, 3ra ed., Imprenta del Cuerpo de
pañoles, algo casi imposible para Artillería. Madrid. Miró Argenter, J. (1970): Cuba. Crónicas
de la guerra, Ediciones Huracán, La
un lugar tan transitado como aquel.
Castro, F. (1961): La historia me Habana.
No es extraño que se haya he- absolverá, Imprenta Nacional de Cuba,
cho mención en este estudio a nú- La Habana. Ramos, A. (1984): Las armas del Ejército
mero de combatientes españoles Mambí, Editora Política, La Habana.
y no a compañías, aunque sí a pe- Comisión Provincial de Monumentos
(1990): "Expediente del sitio histórico Río
lotones; esto obedece a que la can- Reglamento para la instrucción de tiro
Hondo para ser propuesto como
tidad de integrantes de aquellas no Monumento Nacional", Inédito, con fusil y carabina Maüser
era tan constante y uniforme como depositado en la Dirección Provincial de reglamentarios (1907): Talleres del
la de los pelotones, que han servi- Patrimonio y en la Comisión Nacional de Depósito de la Guerra, Madrid.
Los techos son de vigas de made- rroquia de Oyarzun, en la provin- Ambas están numeradas en el Re-
ra, tablazón y tejas criollas. En ellos cia de Guipúzcoa, en el País Vasco gistro de la Propiedad como Fincas
se observan también los distintos el 9 de octubre de 1672. A fines del 62 y 63 respectivamente. Las casas
momentos de transformación duran- siglo XVII se traslada a la Habana don- que se edificaron en estos dos tem-
te sus ya tres siglos de existencia. de se casa con doña Felicia Espellosa pranos solares vieron pasar juntas
y Bucareli, hija del alférez Jerónimo dos largos siglos.
Historia de Espellosa y de doña Justa Bucareli. La mencionada casa de los Bas-
Tuvieron por hijos a María Josefa, sabe se encuentra registrada en su
Su antigüedad se remonta al pri- Tomasa, Carlos Francisco, Francisco primera inscripción en el Registro
mer tercio del siglo XVIII, no obstante Antonio y Luis Francisco Bassabe y de la Propiedad como una casa de
las investigaciones que se realizaron Espellosa. alto y bajo, cantería, mampostería
demostraron la posibilidad de un En la Habana, Francisco Bassabe y tejas con sus accesorias, señala-
asentamiento evidenciado en las dos fue procurador de pobres, según da con el número 27 de la calle de
huellas de postes que aparecieron en consta en Acta Capitular del 1ro de los Mercaderes, acera del este y
las excavaciones que se realizaron enero del año referido, y en 1731 haciendo esquina con la calle de la
en el área del traspatio. El primer in- fue elegido Alcalde Ordinario de la Amargura. En el título no aparecen
mueble, del cual encontramos refe- Habana y receptor del Santo Oficio. las medidas; linda por el costado
rencias históricas, fue propiedad de Además de adquirir la finca que derecho y entra en ella con la de
doña María de Guión, quien en 1728 ocupaba la casa de Mercaderes 27, los herederos de don Marcos Quin-
lo vende al capitán Francisco Anto- Francisco Bassabe compra a doña tana y por el fondo se une a la casa
nio Bassabe y Urbieta. María de Guión la propiedad de otra de Amargura no. 2. Esta es tam-
El nuevo —y segundo— propie- finca que aparece adjunta a esta en bién una casa de altos y bajos, can-
tario le dio a la casa la imagen pú- el título de propiedad, con entrada tería, mampostería y tejas con sus
blica que hoy conocemos. Bassabe principal por la calle de la Amargura accesorias, sin expresarse su me-
y Urbieta fue bautizado en la pa- (actualmente esta casa no existe). dida en el título. Linda por el lado
derecho con la casa de los herede-
ros de doña María Dolores Iginia
Valdés y su valor monetario no se
consigna tampoco en el título.
La más antigua noticia que se
tiene de Mercaderes 27 viene de
una escritura otorgada en 1726
para rectificar un censo de 1 000
pesos a favor de la imagen de
Nuestra Señora de los Reyes, sita
entonces en la Parroquial Mayor.
La inscripción se impone en el Re-
gistro de la Propiedad a solicitud
del presbítero Santiago Saíz de la
Mora. Esta capellanía1 se dejó im-
puesta sobre el precio de las dos
fincas al venderse estas al capitán
Francisco A. Bassabe, cumpliendo
así la voluntad del tío de la herede-
Aspecto de la galería en la planta superior de acuerdo con el actual proceso de restauración ra, el presbítero Pablo de Olivera,
1 Capellanía: Impuesto que se solía poner en estos siglos sobre los bienes inmuebles por su dueño a favor de la Iglesia, la cual tenía un cobrador de
capellanías. Estos impuestos eran heredados o vendidos junto con el inmueble por lo que era posible que pasaran incluso siglos sin que fueran
redimidos.
obligándose al comprador a no re- Sin embargo, el 13 de diciembre de de Ultramar y por la presidencia del
dimirla. 1799, don Francisco José Bassabe, Consejo de Ministros que otorgan
Ya en propiedad de los Bassabe uno de los herederos del capitán Real Carta de Sucesión en el título de
la casa sufre una remodelación to- Bassabe, hipoteca la misma casa que Marqués de Almendares con fecha
tal y adquiere su configuración ac- le pertenece para cubrir una deuda 24 de noviembre de 1852.
tual de dos pisos. Esta reedificación de pago a doña Josefa Marrero, en Don Ignacio Herrera y O´Farrill,
debe haber ocurrido aproximada- 3 629 pesos y medio real, según hijo del primer Marqués de Almen-
mente en 1730 (Weiss, 1979). escritura de la Anotaduría de Hipo- dares, era consejero de Administra-
Don Francisco Bassabe fallece tecas. Se desconoce por qué el in- ción, Senador del Reino, Gentilhom-
siendo propietario de los dos in- mueble Amargura 2, a partir de 1767 bre de la Cámara de su Majestad, y
muebles, el 1ro de marzo de 1738, y su hasta 1799, deja de ser, al parecer, ostentaba la Gran Cruz de la Orden
defunción se encuentra registrada propiedad de los herederos de de Isabel la Católica. Contrajo nup-
en la Catedral de La Habana. A la Bassabe, mientras que Mercaderes cias en tres ocasiones, según cons-
muerte de su esposo, doña Felicia 27 sí continuaba en manos de ellos. ta en el Fondo Gobierno Superior
Espellosa, viuda del fallecido Capitán, El 30 de junio de 1803 aparecerá Civil del ANC. La celebración de su
manda a fundar una Capellanía por una escritura en la que don Antonio primera boda ocurrió en la Cate-
el alma de su marido y la suya pro- Hernández Braza y don Antonio Her- dral de la Habana el 19 de marzo
pia, impuestas ante don Bartolomé nández Penique compran con pacto de 1832 con doña Serafina de Cár-
Núñez, escribano público, e inscritas de retro a don Francisco José Bassabe denas y Beitía, hija de don Antonio
en el Registro de la Propiedad el 27 y Cárdenas una accesoria de la ca- María de Cárdenas, Mayor de la
de octubre de 1761. lle de la Amargura por la cantidad Villa de San Antonio de los Baños.
A la muerte de doña Felicia de dos mil pesos. Posteriormente, La segunda vez, también en la Ca-
Espellosa, reportada en 1761, las en 1806, ante el notario público don tedral, se casó con doña María de
casas quedan en propiedad de sus Gabriel Ramírez, comparecieron don Cárdenas y Beitía, hermana de su
hijos, específicamente de don Luis Luis y don Nicolás Bassabe, here- primera mujer, el 24 de mayo de
Bassabe. Sobre esta década apa- deros del fallecido capitán Bassabe 1857 y la tercera ocasión en la Pa-
recen cuatro escrituras en el fondo para vender las fincas al también rroquia del Espíritu Santo, el 25 de
Anotaduría de Hipotecas del Ar- capitán don Ignacio Herrera y noviembre de 1880, con doña Ma-
chivo Nacional de Cuba (ANC), Pedroso, primer Marqués de ría Loreto Bertemati y Aparicio, hija
donde se justifican una serie de Almendares, el cual compra las dos de Francisco y de Francisca. Don
gravámenes 2 a los que está suje- casas; en esta venta el derecho a Ignacio y su tercera esposa tuvieron
to el inmueble de Amargura 2. La retrocomprar la accesoria de Amar- descendencia en doña María Herrera
primera de estas escrituras, fecha- gura 2 pasa ahora al nuevo dueño. y Bertemati.
da en agosto de 1767, señala que El precio de venta de los inmuebles En propiedad de los marqueses
doña Rosalía y doña Ángela Bar- en esos momentos asciende a 30 000 de Almendares la casa sufre su se-
ba hipotecan esta casa, la cual ha- pesos distribuidos entre el valor real gunda remodelación en la que al
bitan, a don Juan de Ribas en mil de las casas y las capellanías o los parecer se introducen los herrajes
pesos. Más tarde, el 6 de noviem- gravámenes a los cuales se encuen- que hoy exhibe por la calle de la
bre de 1777, estas dos señoras tran sujetos. Amargura.
pagan una cantidad de dos mil Don Ignacio Herrera y Pedroso Consta en la primera inscripción
pesos por un gravamen que tiene fallece en su casa de Mercaderes del Registro que sobre el año 1874 el
la casa a favor del Marqués de Vi- 27, el 19 de abril de 1849, dejando a segundo Marqués de Almendares
lla Alta, de los cuales este cede su hijo, el señor don Ignacio Herrera vende la casa de Amargura 2 a la
quinientos a la iglesia de Santa y O´Farrill, por adjudicación testa- Sociedad de Castillo y Ca., corres-
María del Rosario como muestra mentaria, las dos casas y su título pondiente al gremio de ferretería,
la escritura del 10 de mayo de 1776. nobiliario aprobado por el Consejo conservando para sí el derecho a
2 Gravámenes: Impuestos a los que estaba sujeto un inmueble tanto de índole civil como religioso.
volverla a comprar. La casa fue por el capitán Ignacio Herrera y Londres, el 9 de febrero de 1922. Ya
vendida en 15 000 pesos en oro pero O´Farrill según la escritura impues- el 20 de febrero de 1919 había tes-
su vendedor la adquiriría nueva- ta el 8 de abril de 1834 ante don tado a favor de sus hijos, don Albert
mente en 30 000 pesos. Si la tran- Pedro Vidal Rodríguez. y don John Clement de las Casas
sacción se realizaba en billetes del Al quedar las dos casas unidas que quedan como albaceas de sus
Banco Español, según consta en es- nuevamente en propiedad de doña bienes muebles e inmuebles situa-
critura, de no efectuarse el proce- Carmen, esta pasa a residir en In- dos en Cuba y Estados Unidos.
so de retrocompra en el plazo de glaterra desde donde al parecer La Sociedad Julián Aguilera y
dos años, la mencionada Sociedad mantiene arrendado el inmueble de Ca. se constituye por escritura el 6
se adjudicaría la propiedad del in- Mercaderes 27, pues consta en el de septiembre de 1909 ante el no-
mueble sin necesidad de una nue- Directorio Comercial y General de tario público señor don José de los
va escritura. Sucede entonces que la Habana y la Isla de Cuba de 1874 Ángeles Perera y León, representa-
el Marqués vende en 1874 la casa que allí radicaba una ferretería da entonces por los señores Julián y
mortuoria de su padre, Mercade- cuyo dueño se nombraba Máximo Lutgardo Aguilera y Raymond, Julio
res 27, a la señora Carmen Alfonso Monte Hermoso. Sin embargo, y sor- Quiñones Tarrafa y José Martínez
de las Casas, conservando también prendentemente, en el Directorio Álvarez, posteriormente, Julio y José
en este caso el derecho a retro- Hispanoamericano de Cuba, Puerto venden su participación en la com-
comprar. La compradora con esta Rico y Santo Tomás del año 1875, pañía a los dos hermanos Aguilera,
venta adquiere el derecho de aparece que en el lugar existía una quienes quedan como propietarios
retrocomprar para después volver ferretería importadora de nombre únicos.
a vender al señor Herrera y O´Farrill Aguilera García y Ca. Estas dos El 12 de febrero de 1935 los seño-
la casa que ocupaba entonces la noticias, ambas extraídas de los res Aguilera y Raymond escriben
Sociedad Castillo y Ca. La tran- fondos de la Biblioteca Nacional, una carta al señor Arzobispo de La
sacción se efectúa por la cantidad corroboran la información que nos Habana, Su Excelencia don Manuel
de 56 293 pesos y 55 centavos, in- dan las dos tarjas conmemorativas Ruiz, con la intención de redimir los
cluyendo los gravámenes y los que el inmueble exhibe en las fa- censos que durante dos siglos ha-
15 000 pesos en oro, para la re- chadas tanto de Mercaderes como bían pesado sobre la casa, pagan-
trocompra de Amargura 2; a esta de Amargura. Es necesario aclarar do una suma de 530 000 pesos en
suma tendría que agregar el señor que no hay ninguna escritura que billetes americanos, lo cual acepta el
Herrera una cantidad mayor si la apoye esta información, y al pare- señor Obispo, haciéndoselos saber
señora compradora hubiera inverti- cer, este Aguilera es un antecesor en una carta que les subscribe el 15
do en ellas. de Julián Aguilera y Raymond, de febrero del mismo año.
En abril de 1880, el apoderado de quien le da celebridad a la casa co- El 18 de julio, también de 1935,
doña Carmen, el señor don Juan mercial ya en el siglo XX. ambos señores solicitan al Alcal-
de las Casas Iturbe, presenta las En una inscripción impuesta en de Municipal de la Habana licencia
escrituras al Registro de la Propie- el Registro de la Propiedad el 18 de para ejecutar obras de reparación
dad con el fin de asentar las fincas marzo de 1913 consta que doña y reforma en el inmueble. Para ello
a favor de su representada. Esta Carmen Alfonso de las Casas ven- realizaron en coordinación con el ar-
inscripción se realiza el 22 de mayo de la propiedad de Mercaderes 27, quitecto señor Gregorio Pérez de
de 1880, a partir de aquí se entien- en un precio de 30 000 pesos en oro Gabancho un proyecto que incluía un
den vendidas definitivamente las del cuño español, a la Sociedad plano con todos los detalles de las
dos casas. En ella también consta Julián Aguilera y Ca. a través del transformaciones deseadas.
que la accesoria correspondiente notario doctor William Thomas El proyecto comprendía la res-
a la casa de la Amargura que ha- Snow. A partir de ese momento las tauración general del edificio afec-
bía sido vendida en pacto de retro dos casas se separan definitivamen- tado por el paso de dos siglos, re-
a don Antonio Hernández B. y don te, conservando doña Carmen la sanando de manera general todas
Agustín Hernández P., en un precio propiedad del inmueble de Amar- las paredes y techos que tuvieran
de 2 000 pesos, fue retrocomprada gura hasta su muerte, ocurrida en desconchados, manteniendo siem-
pre el aspecto colonial de la casa, ría a oficina. Se destaca también la del piso superior, aclarándose que
sobre todo en el exterior. Se destaca colocación de nuevas puertas en toda la instalación se haría de acuerdo
que en la fachada principal sólo se la planta baja, todas al parecer res- con el reglamento que en ese sen-
reconstruiría el alero, restituyendo el petando el diseño típico de la arqui- tido exigía la alcaldía.
destruido. Anteriormente la casa ha- tectura colonial pues no se observa Se especifica que las paredes de
bía sufrido dos remodelaciones que ninguna ruptura significativa del mis- las áreas de servicio serán de ladri-
se conozcan, una de ellas en el siglo mo. Se señala la necesidad de nue- llos de 0.10 m de espesor asentados
XIX. Las huellas de estos momentos vos locales de servicio proyectados con mortero, una parte de cemento
de intervención arquitectónica pue- en la planta alta, justo en la azotea por tres partes de arena, así como
den observarse aún en sus paredes que existía al fondo, y otros al lado que la cubierta sería de madera y
y techos, constituyendo fuente valio- del traspatio de la planta baja. tejas criollas, respetando nueva-
sa para futuras investigaciones. El documento describe los ma- mente con esta decisión el estilo
Se planeaba construir nuevos pi- teriales a utilizar en las obras de arquitectónico original. Las puertas
sos de losas hidráulicas, sobre todo reformas, aspecto importante a la de los servicios serían de cedro y
en las habitaciones que ocupan el hora de corroborar los datos con- los marcos de pino de tea. Se colo-
ala derecha de la planta alta. El tenidos en los documentos históri- caría una puerta y una ventana en el
montacargas que antes ocupaba la cos con las conclusiones extraídas penúltimo cuarto por Amargura.
parte delantera de la casa, exacta- de la interpretación del trabajo ar- El proyecto incluía un lucernario
mente en la galería frente a la es- queológico. Se explica incluso el de acero y cristal en la planta alta,
calera principal, se trasladaría al mortero con que se repararían los colocándose una losa de 1" de es-
traspatio. En este proyecto se plan- desconchados en toda la planta pesor para su realización, también
tea también suprimir la persianería alta, el cual se realizaría con cal y se colocaría otro cubriendo todo el
existente en el piso superior, al pa- arena, además de un 10% de cemen- patio. En 1981, cuando se realiza-
recer introducida en el siglo XIX , to, el piso de las galerías de esta plan- ron los trabajos de reformas por la
aprovechándolas en los servicios ta sería de hormigón. Oficina del Historiador, se retira-
de la nueva construcción; principal- Las características de los locales ron para su restauración, pero al
mente para formar con ellas una de servicio también se visualizan en parecer por razones de proyecto
nueva galería frente al último cuar- el plano, el lugar donde irían las du- nunca más se colocaron. Los pisos
to de la planta alta que se destina- chas, el lavabo y los tres inodoros serían del mosaico El País, de 35.00
idea de aplicar métodos modernos y España, los cuales tienen que ver ción de estas técnicas que sin duda
de interpretación y análisis estra- directamente con la llamada Arqueo- mejorarán la calidad de las investi-
tigráficos que se aplican ya desde logía de la Arquitectura. Nuestros gaciones.
hace varios años en varios países de arqueólogos se encuentran hoy dan-
Europa, entre los que se hallan Italia do los primeros pasos en la aplica-
BIBLIOGRAFÍA
pitolio, La Plaza del Cristo y su in- La finca donde están hoy los res- pisos altos vendidos por estas es-
clusión en el Centro Histórico. tos del Gran Hotel fue adquirida el crituras de acuerdo a los propios
El conjunto se componía de cua- 28 de abril 1876 por don Manuel contratos. El señor Leopoldo de
tro plantas y una construcción en Almagro y su madre doña María Sola y Tredi vende la casa al señor
la azotea que formaba un quinto de las Nieves de la Vega, viuda de Francisco Hernández Sol, natural
piso, donde existió por varios años Almagro. Formaba parte del so- de Matanzas, a un precio de cien
un restaurante y cabaret. En los ba- lar 1 de la manzana 19 de los terre- mil pesos. Lo anterior consta en
jos del primer edificio, sito en Te- nos de la Muralla, compuesto por escritura del 24 de febrero de 1907.
niente Rey, se encontraban todas 867 m y 21 cm, lindaba por el este Los pisos principal y segundo se
las dependencias de servicio a los con la calle Monserrate, por el nor- hallaban arrendados a don Matías
huéspedes (lobby, bar, cafetería, far- te con Teniente Rey y por el sur con Ramis desde 1905.
macia y carpeta). Los locales desti- el solar 2 de dicha manzana. De Por estos años el Hotel Roma,
nados a cocina, almacén, baños y acuerdo con los datos encontrados situado en esta edificación, conta-
taquillas de empleados y sus acce- en el Registro de la Propiedad, la ba con tres plantas y se había am-
sos daban a las calles Monserrate y señora doña María de las Nieves fa- pliado tomando el edificio de su
Zulueta. La segunda y tercera plan- llece en Niza el 5 de enero de 1880 izquierda que correspondía al so-
tas se destinaban a las habitaciones. y en su testamento, redactado en lar 2 de esta misma manzana con
París el 20 de noviembre de 1878, le una superficie de 856 m 27 cm.
Resumen histórico y vida social cede a sus hijos la mencionada fin- El inmueble que se conoce hoy
ca, declarada en subasta en tres se construyó en el año 1889 y como
ocasiones, la última de ellas cele- se sabe, sus propietarios fueron los
brada el 30 de agosto de 1902. El descendientes de la viuda de don
ejecutante, don Manuel Saavedra y Manuel Almagro, doña María de las
Campos ofreció por ella cincuenta Nieves de la Vega, dueña de una de
y un mil pesos oro español. Los he- las más ricas fortunas matanceras.
rederos de la viuda de Almagro, En sus inicios se le llamó Casa de
propietarios y vecinos de esta casa, Huéspedes Roma hasta 1925 cuan-
constituyen una primera hipoteca do se transforma y cambia el nom-
voluntaria sobre la totalidad de la bre por el de Gran Hotel. El edificio
Monumento de la Muralla de La Habana finca, quedando sus alquileres, ren- que ocupó contaba, en la década
demolida en 1863
tas y productos a favor del señor de 1920, con tres pisos y era par-
Manuel Saavedra y Campos. Uno cialmente arrendado a una socie-
En 1863 se inicia la demolición de los hijos de esta señora, don Ig- dad mercantil en comandita bajo la
de la Muralla de La Habana, proce- nacio de Almagro, heredero de la razón de su gerente, Cándido Solís.
so que propicia la urbanización de tercera parte de la finca, había cerra- El arrendamiento por seis años, de
las zonas donde ella se encontra- do con los señores Mc Lean y Glow, 1925 hasta 1931, incluía los dos pi-
ba. Los solares fueron puestos en representados por Janes B. Glow y sos altos de esta finca y de otra ale-
venta mediante subastas a precios Lons, un contrato de arrendamiento daña, comunicados interiormente
bastantes altos y las obras de de- de la planta baja por un término de y con entrada común por la Aveni-
rribo corrían a cargo de los nuevos cinco años de alquiler mensual, a da Brasil, más dos locales del piso
dueños del terreno que debían pa- partir del 1 de marzo de 1904. bajo, uno de ellos a la entrada del
gar, dentro del importe de este, el La finca fue vendida posterior- Hotel por la propia Avenida Brasil
valor de la piedra aprovechable mente al señor Leopoldo de Sola y que se extiende hasta el acceso a
en la construcción. Esta naciente Tredi, natural de Cienfuegos, por las áreas de servicios por la Aveni-
parte de la ciudad quedó reser- el precio de sesenta y tres mil qui- da de Bélgica.
vada a las familias aristocráticas nientos pesos. Este señor debía Posteriormente, la sociedad de
que podían pagar tan costosos respetar los contratos de arrenda- carácter civil denominada Inmuebles
espacios. miento de la planta baja y de los e Inversiones Los Jurales SA, inscri-
be a su favor el crédito hipotecario indican". De este modo se anuncia- representada por el Gordo Ordas
que grava esta finca por la suma de ban sus servicios el día 18 de junio de y sus integrantes se hospedaron en
sesenta y un mil pesos de princi- 1931 en el citado periódico. el hotel Roma, entre ellos Rosita
pal, y la adquiere por título en ene- A pesar de sus comodidades y Llaverías, esposa de Blanco Herrera,
ro de 1942. lo asequible de sus precios no lle- dueño de la cervecería La Tropical,
Por resolución número 25 del 15 gó a integrar el grupo de los más Consuelo Hidalgo, Enriqueta Serra-
de diciembre de 1995, del Registro importantes de la capital, no obs- no y los cantantes Antonio Palacios y
de la Propiedad, quedó disuelta la tante tuvo la dicha de albergar a José Muñiz.
mencionada sociedad en virtud de muchos de los personajes más en- Otros artistas españoles figura-
haber concluido dicha persona ju- cumbrados del mundo de la farán- ron entre los huéspedes ilustres de
rídica y el objeto de su capital hacía dula. Su cercanía al famoso Teatro esta edificación: los famosos actores
más de treinta y cinco años. Se dis- Martí fue la causa de que el Hotel Enrique Borras y Ernesto Vitches. La
puso así la cancelación del crédito Roma y luego el Gran Hotel tuviera actriz y cantante española Pepita
hipotecario a favor de la desapa- una singular y notable vida social. Embil y su esposo Domingo Plácido,
recida entidad y, en consecuencia, El Teatro Martí fue inaugurado acompañados de su hijo de seis años
el importe de dicho gravamen y el el 8 de junio de 1884 por el vasco Plácido Domingo, también fueron alo-
numerario para gastos y costos Ricardo Irijoa, quien siguió el ejem- jados en el entonces Gran Hotel, for-
correspondería al Estado cubano a plo de sus compatriotas Pancho mando parte de la compañía Agilá
quien se adjudicó la finca de este Marty, José Albisu y Joaquín Payret, que actuó en el Teatro Martí.
número, e inscribe a su favor el que años atrás habían construido El tenor mexicano José Lemón, el
dominio el 18 de diciembre de 1995. amplios teatros en los lugares más trovador yucateco Pepe Domínguez
Por último, se otorga el derecho céntricos de la capital. Las primeras y los excéntricos artistas del Bataclán,
de usufructo de la finca por el térmi- décadas del siglo XX se conocen entre ellos la famosa Rachel, también
no de veinticinco años a la compañía como su Edad de Oro. Son los años visitaron el hotel, y al ponerse de
turística Habaguanex SA, cuyo obje- en que se ponen de moda las zar- moda las charangas, en la edificación
to es la adaptación, reconstrucción, zuelas y revistas españolas. Alre- actuó la de Sergio Pita. Con todo
rehabilitación, restauración y poste- dedor del año 1915 visita La Habana esto su Roff Garden le hizo compe-
rior explotación del inmueble. la Compañía Santa Cruz y Velasco tencia al del Hotel Plaza, e inaugu-
El Gran Hotel fue el conocido
por el de las cien habitaciones que
hospedaba un día gratis a los pa-
sajeros que venían en los expre-
sos del Diario de la Marina: "Viaja
rápido y seguro Habana-Santa Cla-
ra por los expresos del Diario de la
Marina. Salida del Diario de la Marina
por Prado, 2 de la madrugada y 8
de la mañana. Salida de Santa Cla-
ra, café El Artesano 8 y 9 de la ma-
ñana y 6 de la tarde. Gran Hotel
Teniente Rey entre Monserrate y
Zulueta. Queriendo los dueños de
la casa que los pasajeros del inte-
rior que vengan en los expresos del
Diario de la Marina puedan conocer el
Gran Hotel han convenido dar un día
gratis siempre que sean más de dos
Integrantes de la Compañía Santa Cruz y Velasco se alojaron en el hotel hacia el año 1915
días, sin alterar los precios que se
Ernesto Vitches, importante actor español, Integrantes de la orquesta de Enrique Peña que actuaron en el Roff Garden del Gran Hotel
visitante del hotel
Resumen La historia de Cuba está estre- del cultivo, pero a la vez sirvió para
Los cafetales e ingenios constituyeron en el
chamente vinculada al cultivo de acelerar el desmoronamiento ca-
siglo XIX la base de la plantación esclavista. El la caña de azúcar, y a este produc- fetalero, lo que permitió a los inge-
ingenio Alejandría, objeto de este estudio, fue to se debe el esplendor y "desarro- nios asumir gran parte de las tierras
uno de los más importantes de la región de
Güines. Un análisis exhaustivo en el Archivo
llo" económico-social alcanzado en y brazos dejados por aquellos.
Nacional de Cuba y en el Archivo Parroquial de el siglo XIX. Hasta alrededor de 1820 La década de 1840 marcó un pa-
la iglesia de San Julián de Güines nos permitió puede decirse que la Isla vivió el so importante en la industria azuca-
realizar una investigación en cuanto a
diferentes parámetros que miden el nivel y la
llamado boom azucarero, caracte- rera cubana; son introducidos los
calidad de vida de su dotación, los cuales rizado por una violenta expansión evaporadores al vacío y más tarde
reflejaron la crudeza del sistema esclavista en productiva, que según Moreno las centrífugas, entre otros adelan-
la Cuba colonial.
Fraginals: "... se abandonó hasta lí- tos. Se produjo así lo que algunos
mites increíbles todas las activi- autores han dado en llamar la re-
Abstract dades que no tuviesen un fin volución industrial cubana, que le-
azucarero directo o indirecto" (Mo- jos de beneficiar a los productores,
During the nineteenth century, coffee and reno, 1978, t. 1:96). marcó la crisis de la plantación
sugar plantations were the principle users of
slaves and thus the mainstays of slavery in El uso de la máquina de vapor esclavista sustentada en la utiliza-
Cuba. The Alexandria sugar mill, the object of como fuerza motriz en los ingenios, ción de fuerza de trabajo esclava,
this study, was one of the most important y una relativa estabilidad en la pro- que frenaba el posible desarrollo y
mills in the area of Güines. Exhaustive
research in the Cuban National Archive and ducción, junto a una coyuntura in- los obligaba, por el contrario, a sim-
the archive of the parish church of San Julián ternacional favorable, propiciaron plificar las más elementales tareas.
de Güines allowed a study to be made of the que en las décadas de 1820 y 1830 Se recurrió entonces a la utilización
slaves’ quality of life and confirmed the
brutality of the Cuban colonial slave system. Cuba se convirtiera en primera pro- de trabajadores asalariados sin
ductora y suministradora mundial obtenerse los resultados espera-
de azúcar. Es importante señalar dos, pero esta variante fracasó por
como una característica única, que las condiciones semiesclavas a que
siendo España una metrópoli que no eran sometidos y el intenso traba-
poseía refinerías, obligó a los azuca- jo al cual no estaban acostumbra-
reros cubanos a elaborar un produc- dos y tampoco físicamente aptos.
to final refinado capaz de competir Los años siguientes reflejan la
en precios y calidad en el mercado crisis definitiva e inevitable que vive
internacional; esto a su vez fue un la burguesía azucarera criolla, des-
arma de doble filo, que a la larga le de el punto de vista social y como
trajo trágicas consecuencias a la clase, a causa de diversos facto-
oligarquía nacional. res. En primer lugar, por su carácter
La introducción del ferrocarril en esclavista, no pudo desarrollarse al
1837 facilitó la expansión ilimitada ritmo que lo hicieron lo países capi-
termediario en la adquisición de
esta propiedad a su sobrino el Con-
de de O’Reilly.1 La misma pertene-
ció a la familia hasta 1845, en que
fue comprada por el teniente de
fragata don José de Bulnes falleci-
do en 1850, y otorgó testamento a
favor de sus hijos y hermanas.
Hasta 1852 el mismo poseía vein-
tiuna caballerías de tierra, al año
siguiente llegaron a sesenta y sie-
te debido a la compra por don Ma-
nuel de Bulnes de las cuarenta y
seis pertenecientes al demolido in-
genio Nueva Holanda. 2 En 1863 el
propio don Manuel, como apode-
Restos del canal hidráulico que conducía las aguas para mover el trapiche del Ingenio Alejandría.
Foto, cortesía de Raúl Rivera López rado de sus hermanos, lo vendió a
don José María Mora y a doña Mer-
ced Rivero, y veintiséis años des-
talistas europeos y Estados Unidos, sión de una coyuntura de expansión pués aparece en la documentación
los cambios tecnológicos abarcaron del mercado y desarrollo industrial como demolido.
un largo período y su introducción en los grandes centros hegemónicos Desde su fundación este ingenio
sólo se manifestó en un reducido del comercio internacional" (More- es movido por fuerza hidráulica; aun-
número de ingenios. Hasta 1860 la no, 1978, t.2: 198). que Pezuela registra la máquina de
fabricación de azúcar no había so- vapor como fuerza motriz en 1860
brepasado la fase de la producción El Alejandría (1863: 532), existen diversos docu-
manual (Iglesias,1999:2), y esto tra- mentos que lo contradicen, como
jo consigo un proceso involutivo La Villa de San Julián de Güines la visita del cónsul inglés Richard
desde el punto de vista manufac- desempeñó un papel fundamental Madden en 1838 y el inventario rea-
turero, en el que se vieron obliga- en todo este proceso. La oligarquía lizado al Alejandría en 1863 que in-
dos a obtener un producto de muy habanera estimulada por el ensan- cluye entre los equipos la máquina
baja calidad para que fuera proce- che azucarero, desplazó a los ve- hidráulica para moler caña.3
sado en las refinerías estadouniden- gueros y se apoderó de sus fértiles Por otro lado también Álvaro
ses. Por consiguiente abandonaron tierras e inmensos bosques; a fina- Reynoso en 1885 afirma en sus "Via-
el azúcar refino que hasta ese mo- les del siglo XVIII proliferan las cons- jes por diversos ingenios y otras
mento hacían, por la imposibilidad trucciones de ingenios, con lo que fincas de la Isla de Cuba" que esta
de poderla colocar en el mercado. se convierte en el más importante fábrica poseía el agua como fuerza
Los países industrializados euro- centro de producción agrícola ha- motriz aunque sin conexión para el
peos aplicaron una política protec- banero. riego "... de suerte que después de
cionista a su producción remolachera Uno de estos centros, fundado haberla usado el dueño la ve correr
que terminó con la pérdida, por par- en 1797 fue el ingenio Alejandría, por su finca sin poder regar sus
te de Cuba, de los más importantes cuyo propietario era don Luis de campos" (Reynoso, 1863-1885, ma-
mercados en el viejo continente. No las Casas, quien había sido gober- nuscrito).
fue una situación de depresión lo que nador y capitán general de la Isla Una investigación acerca de esta
los llevó a esta crisis "... sino la pre- (1790-1796), quien utiliza como in- plantación permitirá poner al des-
1 Archivo Nacional de Cuba (ANC): Fondo Protocolos, Escribanía de Guerra, leg. 965, no. 14407.
2 ANC: Fondo Secretaría de Hacienda, leg. 355, no.15.
3 ANC: Fondo Protocolos, Escribanía de Nuño, t.3, folios 1085-1092.
cubierto la forma en que se com- en las dotaciones esclavas cuba- Las cifras que ofrece la gráfica
portó ese proceso general de la in- nas. La mano de obra fue una pre- no. 1 del ingenio Alejandría ejem-
dustria y conocer las particularidades ocupación permanente de los plifican lo expuesto en cuanto a los
del sistema pero no visto como casi hacendados, por eso su interés en nacimientos y las defunciones duran-
siempre se ha hecho, desde arriba, estas cifras, el desarrollo constan- te el período de 1832-1879.
sino desde abajo, analizando las con- te de la industria azucarera deman- Claro está, en esta alza de las
secuencias del sistema en la fuerza dó gran cantidad de brazos para el defunciones incidieron otros facto-
de trabajo, o lo que es lo mismo en duro trabajo en las plantaciones. res que de manera directa afecta-
los esclavos. Como un primer acer- Desde finales del siglo XVIII hasta ron a la dotación: en abril de 1833 la
camiento se revisó el Archivo 1820 la inmigración africana, favore- epidemia de cólera morbo que azo-
Parroquial de la iglesia de San Julián cida por la trata legal, tuvo un carác- tó a La Habana; en octubre de 1846
de Güines, y se procesó toda la in- ter masivo, y en lo adelante, a pesar dos huracanes de gran magnitud
formación existente (1800-1880) re- de estar "prohibida" y perseguida, las causaron considerables bajas; en
ferida a los bautizos, defunciones y introducciones se duplicaron. El régi- octubre de 1855 sufren una nueva
matrimonios de la dotación, así como men de explotación intensivo de la epidemia de cólera morbo, la cual
los documentos que relacionados fuerza de trabajo no favorecía la re- se repite en julio y agosto de 1868.4
con este ingenio atesora el Archivo producción vegetativa y la alta mor- Si analizamos la gráfica no. 2 de
Nacional de Cuba (ANC). talidad obligaba a la constante nacimientos y defunciones para
La interpretación de estas fuen- sustitución mediante la compra de este mismo período percibimos que
tes primarias permite penetrar en nuevas "piezas". Al hacerlo, los pro- se confirma lo antes expresado, las
la esencia de índices que ayudan a pietarios con mayores posibilidades cifras de mayores bajas por defun-
evaluar la calidad y modo de vida económicas preferían adquirir escla- ción se reflejan claramente en los
de los esclavos en las plantaciones vos criollos o africanos con varios meses de abril, julio y octubre, no
azucareras. años de estancia en Cuba, ya que obstante las muertes mantienen
La información concerniente a aunque más caros en un principio, a siempre cifras superiores a los na-
este estudio abarca el período en- largo plazo resultaban más econó- cimientos.
tre 1832 y 1879 donde los datos de micos por estar más adaptados a La molienda en el Alejandría
nacimientos y defunciones coinci- este régimen de vida. duraba alrededor de cuatro meses,
den, los libros de bautizos de años La ofensiva abolicionista, de- del 10 de enero al 10 de mayo
anteriores se encuentran en mal sarrollada por Gran Bretaña en la (Madden,1964:176), y en este perío-
estado. De 1832 a 1863 el análisis se década de 1850, planteó la nece- do de zafra, por demás agotador,
hará de manera general para no sidad de la explotación del escla- aumentaban los decesos. Durante
perder información valiosa y se tra- vo bajo formas más modernas y el llamado tiempo muerto este in-
bajará con media anual de nacimien- sutiles, lo que en la literatura cu- cremento se acentuaba, debido a
tos y media anual de defunciones, bana se ha dado en llamar "la que los esclavos terminaban exte-
pues no es hasta la tasación hecha política del buen tratamiento", con- nuados y coincidía con los meses
en 1863 que contamos con una cifra sistente en mejorar las condicio- de lluvia e intenso calor que favo-
exacta de la cantidad de esclavos, nes de vida a los esclavos en las recían el agravamiento de enfer-
divididos por géneros y etnias, que plantaciones; a todas luces, estas medades infecto contagiosas como
componen esta propiedad, con esta medidas no se aplicaron por igual la disentería, cólera y otras.
información se pudo estimar la po- en las distintas zonas azucareras En los años comprendidos entre
blación esclava anual hasta 1879 y y el resultado no fue el esperado; 1832 y 1863 ocurren menos naci-
definir las cifras absolutas de mor- la mortalidad en la mayoría de los mientos que defunciones, lo que
talidad y natalidad. ingenios continuó por encima de la pudo estar relacionado, entre otros
Son diversas las estadísticas rea- reproducción vegetativa durante el factores, con un bajo nivel de re-
lizadas con respecto a la mortalidad tiempo que duró la esclavitud. producción, más una elevada cifra
4 Archivo Parroquial de la iglesia de San Julián de Güines, libros de Defunciones de Pardos y Morenos, nos. 11-14.
de mortalidad infantil, esto lo de- fuerza de trabajo esclava era crio- cia del barracón, hecho al que alu-
muestra la media anual de natalidad lla, le seguían la lucumí con 12.04% de el cónsul inglés Richard Madden
de 0.64%, ampliamente superada por y la carabalí con 10.84%; la preferen- en 1838 cuando apunta, "... aquí tam-
la media anual de mortalidad de cia pudiera estar dada por las carac- bién los negros habitaban en chozas,
9.22%, relativamente alta si la terísticas propias de estas etnias. no es un patio cerrado" (1964: 177).
comparamos con las estadísticas A los criollos se les consideraba Es bueno destacar, que en lo re-
que para la época se ofrecen, y os- con cierta ventaja sobre los boza- lativo a las defunciones por etnias
cilan entre 6% y 8% para los inge- les por haber nacido en la Isla, estar para este período, la mayor inci-
nios (Pérez de la Riva,1979:36). aclimatados y no conocer otra forma dencia se da en el siguiente orden:
Según los datos procedentes del de vida que no fuera la esclavitud. criollos setenta y uno; lucumies die-
inventario realizado el 21 de agos- Los lucumíes según Henri ciséis; gangá once; congos trece (ver
to de 1863, el ingenio contaba con Dumont "... son los mejores y más anexo 2), mostrando cierta estabili-
una dotación de 166 esclavos; a buscados por los hacendados a dad y relación con la población escla-
partir de esa fecha se reconstru- pesar de sus tendencias al suicidio, va existente en 1863, en la que
yeron las poblaciones correspon- conservan en los ingenios sus va- prevalecían estas etnias.
dientes a los años siguientes hasta roniles y bellas apariencias que les En los datos ofrecidos en este
1879 (ver anexo 1). caracterizan en su país natal y el inventario, se observa el alquiler de
Con este procedimiento se pudo trabajo violento en vez de relajar fuerza de trabajo extra: en 1838 la
trabajar con números bastante sus formas las hace más fuertes, dotación la componían 102 esclavos
aproximados en cuanto a los pará- aceradas y musculosas" (1922:24). y treinta alquilados (Madden,1964:
metros de mortalidad y natalidad, En cuanto a los carabalíes este 176). Cuando se hizo la tasación en
permitiendo calcular las cifras de autor les atribuye un carácter bue- 1863 existían cuarenta y dos colonos
ambos y hacer un análisis más cer- no, amantes del trabajo y cumpli- asiáticos que sumados a los 166 de
cano a la realidad vivida en esta plan- dores de sus obligaciones, fieles y la dotación eran en total 208 "tra-
tación. económicos. bajadores", que si bien no resolvían
Observando la tabla no. 1 pode- Tal vez la mayoría de criollos en completamente la carencia de mano
mos apreciar que el 60.84% de la la dotación, justifique la inexisten- de obra, les permitía hacer una za-
Fuente: Archivo Parroquial de la iglesia de San Julián de Güines, Fuente: Archivo Parroquial de la iglesia de San Julián de Güines,
libros de Nacimientos y Defunciones de Pardos y Morenos libros de Nacimientos y Defunciones de Pardos y Morenos
fra que se acercara a los requerimien- dos de seguir una línea de repro- cuatro habrían muerto por esta en-
tos de la época, lo que para los ha- ducción natural para garantizar el fermedad, la otra mitad se debió a
cendados menos solventes, y este número de brazos necesarios en las diversas causas, reportando una
parece ser el caso de los dueños plantaciones, considerando los resul- cifra elevada.
del Alejandría, el alquiler de escla- tados obtenidos en otros países rela- Un dato interesante que nos re-
vos era la única vía para poder com- cionados con este aspecto. vela el Archivo Parroquial es que
pletar sus dotaciones, nada más La tabla no.2 muestra las cifras en época de catástrofes naturales
ilustrativo que las cifras de compras de nacimientos y defunciones por o epidemias en los terrenos del
que se muestran en el anexo 1, don- períodos de tres años divididos por Alejandría se enterraban a las víc-
de en diecisiete años sólo ocurren sexos, donde se resalta la elevada timas. La primera referencia loca-
cuatro entradas de culíes chinos, mortalidad (130) sobre la baja o casi lizada corresponde a las muertes
aunque no se descarta la idea de la nula natalidad (cuarenta y seis), por cólera en abril de 1833, pero
adquisición de esclavos criollos o afri- exceptuando los años de 1863 a hasta la fecha no se han localizado
canos asentados en la Isla y bautiza- 1865, cuando los nacimientos supe- restos de cementerio en las ruinas
dos por sus antiguos propietarios. ran las defunciones; ello no signifi- del ingenio.
La política de la burguesía es- ca que exista un crecimiento natural En el estudio de la mortalidad
clavista criolla en cuanto a la disponi- de la dotación en esa etapa pues la resulta fundamental el análisis por
bilidad de mano de obra no estuvo mortalidad infantil es alta. Es evi- categorías de edades, ya que per-
encaminada a propiciar el crecimien- dente que Alejandría refleja la si- mite mostrar cuáles inciden con
to vegetativo en las dotaciones. Se tuación existente en los ingenios mayor fuerza en el decrecimiento
abastecían con la continua migración para esta época. vegetativo de las dotaciones.
forzada de esclavos, aunque en la Es importante destacar que en En el caso particular del ingenio
década de 1840 se hicieron algunos el período de 1866 a 1868 las defun- Alejandría tenemos que los mayo-
esfuerzos por cambiar tal situación. ciones aumentan vertiginosamen- res porcentajes se alcanzan en las
Ya se hablaba entre los hacenda- te. Este fenómeno está relacionado edades: 0-12 meses con 14.72%, 1-5
en gran parte por la epidemia de años con 17.05%, 36-45 años con
Tabla no. 1.
cólera morbo desatada en julio y 18.60% y 46-60 años con 15.50%, no
Resultados de la tabulación de la relación
de esclavos de 1863 agosto de 1868 que azotó a la dota- siendo esto un fenómeno aislado,
ción en este ingenio.5 No obstante, si se tiene en cuenta que, en pri-
de las cuarenta y ocho bajas repor- mer lugar, la mortalidad infantil es
tadas para estos años sólo veinti- uno de los elementos que más gol-
pean, y que según Moreno Fraginals
Tabla no. 2. constituye el tercer factor en la dis-
Nacimientos y defunciones en el ingenio
Alejandría 1863-1879 minución de las poblaciones escla-
vas (1978, t. 2:53). Tabla no. 3.
Así mismo, en las otras dos ca-
tegorías las cifras son explícitas en
cuanto a la mortandad entre los es-
clavos dedicados a la producción,
de ellos, los que llegaban a edades
avanzadas eran pocos.
Los matrimonios son escasos y
poco representativos los datos que
se poseen. Todo parece indicar que a
*Además, 42 colonos asiáticos Fuente: Archivo Parroquial de la iglesia de los diferentes dueños que tuvo este
Fuente: ANC: Fondo Protocolos, Escribanía de San Julián de Güines ingenio no les interesó fomentar las
Nuño, t.3, folios 1085-1095.
5 Archivo Parroquial de la iglesia de San Julián de Güines, libro de Defunciones de Pardos y Morenos, no. 14.
Anexo 2 Anexo 3
Defunciones por etnias y por géne- Uniones consensuales en la dotación.
ro. Años 1863-1879 Años 1863-1879
* No conocido.
Fuente: Fuente: Archivo Parroquial de la
iglesia de San Julián de Güines
BIBLIOGRAFÍA
Uniones consensuales
en la dotación del ingenio-cafetal Angerona
La tabla no. 1 muestra los naci- Uniones consensuales bautizos de pardos y morenos del
mientos en el cafetal Angerona. In- Archivo Parroquial de la iglesia de
dica que del total de los ocurridos El matrimonio para los esclavos Artemisa, provincia La Habana, co-
entre 1845-1873, los porcentajes también implicaba un proceso de rrespondiente al período de 1845 a
mayores se encuentran en los pri- transculturación. Estas uniones con- 1873. El procesamiento de la infor-
meros períodos. La tabla no. 2 re- yugales eran más comunes en la ciu- mación reveló un total de 243 unio-
fleja el crecimiento natural de la dad, donde los oficios religiosos eran nes cuyos descendientes fueron
población del cafetal Neptuno; en más sistemáticos y existían mejores bautizados, de ellas 58 intraétnicas,
ella es evidente que el crecimiento condiciones para una mayor asimi- 57 interétnicas, y de 120 se descono-
vegetativo de su población es igual- lación cultural de los africanos; ade- ce la procedencia étnica del padre,
mente alto y más estable que el de más tenían un contacto más cercano pues en los libros parroquiales sólo
Angerona. con la vida doméstica de sus dueños aparecen registrados los datos de la
Resulta curioso constatar que en y costumbres religiosas. madre. Del análisis de los datos se
ambos cafetales en el último pe- Pero también se efectuaban en las elaboraron varias gráficas.
ríodo, es decir, de 1870 a 1873, hay zonas rurales, en las plantaciones La gráfica no. 1 representa las
una disminución considerable de los cafetaleras y azucareras, principal- uniones de las mujeres de nación.
nacimientos (sólo se analizan cuatro mente estas últimas, y proporciona- El 98.37% de ellas lo hacen con hom-
años debido a que la información ron un amplio encuentro interétnico, bres de igual procedencia y el 1.63
del Neptuno llega hasta 1873); pen- motivado por las relaciones sociales con criollos. La mujer de nación
samos que esa baja natalidad bien y personales que se establecen en tiende a preservar su grupo étnico
pudo estar asociada a diversas ra- el propio proceso de producción y y este estudio nos permite inferir
zones de orden económico, políti- en el resto de las actividades coti- que hay en ellas una tendencia a la
co y social originadas por la Guerra dianas que realizaban los esclavos, endogamia.
de los Diez Años y a factores sani- a pesar de las barreras culturales y En la gráfica no. 2 se observa que
tarios, como la epidemia de cólera lingüísticas. 76.47% de los hombres de nación
y fiebre amarilla ocurrida en 1871, En las muestras que presenta- se unen con mujeres africanas y
entre otras. Ya para esa fecha el mos pertenecientes a los cafetales solamente el 23.52% logra estable-
sistema esclavista ha entrado en Angerona y Neptuno, se observa cer relaciones con las criollas, si se
una crisis definitiva que concluirá la diversidad étnica en la formación
con su extinción en 1886. de uniones, aunque está presente
Sin embargo, nos inclinamos a el predominio de ciertos grupos. A
pensar que en esta disminución de esta realidad contribuyó la cuan-
los nacimientos registrados pudo tía masculina y femenina de los es-
haber influido la aplicación de la Ley clavos que fueron extraídos de forma
de Vientres Libres dictada en 1870, forzosa de diversos lugares de Áfri-
por medio de la cual todos los naci- ca. En el cafetal-ingenio Angerona el
dos de vientre esclavo desde 1868 índice de masculinidad fue en 1845
fueron declarados libres. Es nece- de 1.26 y en 1873 de 1.13.
sario reconocer entonces que la Las gráficas muestran las tenden-
responsabilidad del bautizo (tanto cias en las uniones matrimoniales de Gráfica 1. Cafetal Angerona
la acción como el costo) recayeron los esclavos criollos y de nación; el
sobre los hombros de los padres análisis se realizó por sexo para defi- compara este índice con el de las
esclavos, mientras que el propie- nir cuál es el más activo en las diver- mujeres en la gráfica anterior, se
tario era liberado de tal obligación. sas interrelaciones étnicas, y además observa que el hombre desempe-
Los bautizos que se localizan de se observa la vinculación del criollo ñó un papel más dinámico y tendía
estas fechas recogen casi siempre con los diferentes grupos étnicos. a relacionarse más con las muje-
la condición de libres de los bauti- Los datos relativos a Angerona res criollas; que las de nación con
zados. fueron tomados de los libros de los criollos.
Tabla 1 Tabla 2
Nacimientos. Cafetal Nacimientos. Cafetal
Angerona Neptuno
Tabla 3 Tabla 4
Nacimientos y reconocimiento Nacimientos y reconocimiento
de paternidad. Cafetal Angerona de paternidad. Cafetal Neptuno
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Revista Cubana de Ciencias Sociales, Editorial
Academia, no. 17, La Habana.
Por: Azul Sánchez Triana, Tania González Yanes y Acelia Rodríguez Bécquer
Recuadro no. 3. Aparecen edificaciones con dos o tres pisos. Recuadro no. 4. Escena campestre de inspiración bucólica, con varios
Numerosos personajes avanzan por un camino siguiendo a una personajes femeninos sentados en la hierba, uno de los cuales toca un
procesión religiosa. La peregrinación va hacia la iglesia, la cual no se instrumento musical de viento y un caballero parado junto a ellas toca
observa completamente a causa de un gran faltante. Los más un violín. Dos caballeros aparecen montados en finos y briosos corceles
adelantados portan grandes estandartes cuyas siluetas no han podido en marcha forzada. Todas las figuras humanas llevan vestimenta propia
definirse con claridad por un desgaste que abarca toda esa zona. Hay de la clase social elevada. El centro del recuadro lo atraviesa un río por
abundante vegetación y los colores predominantes son las tonalidades donde navega una pequeña embarcación tripulada por un personaje que
de verdes, grises y azules. no se define claramente; un puente une las dos orillas. Hay abundante
vegetación tropical con árboles de gran tamaño y al fondo predomina la
silueta de una gran ciudad con torres altas de formas cónicas.
Las pinturas aquí abordadas cubren totalmente los
muros de una habitación ubicada en la planta alta de la
casa, de 6.40 m de longitud por 4.15 m de ancho, con una los recuadros pictóricos un ambiente tranquilo, des-
altura de 4.60 m. Hasta el momento representa el área pojado de todo dramatismo, y se evidencia la intención
más extensa en metros cuadrados de decoración en La de jerarquizar las condiciones de vida de ciertas clases
Habana Vieja. Las pinturas están compuestas por doce de la población. La posición que ocupan los recuadros en
recuadros de 2 m de altura por 1 m de ancho cada uno, y estos muros recuerda las pinturas de las grandes man-
se plasmaron a una distancia de un metro y algunos siones europeas, por ello opinamos que debió de ser una
centímetros del piso. La parte baja asemeja unas de las habitaciones mejor consideradas.
columnatas marmóreas, como si a través de una sala Cuando se observan las reproducciones de las pin-
hipóstila se contemplaran los paisajes que tienen una turas murales se nota que existen en ellas algunos
visión ligeramente posterior al decorado inferior y se de los indicadores más significativos de la pintura
percibe una intención de perspectiva y profundidad. colonial: la presencia de elementos provenientes
Esta habitación de pinturas tan singulares con su de modelos europeos del género, vinculados indu-
amplia ventana abalaustrada da hacia a un patio inte- dablemente a una visión galante y a veces hasta
rior de Tacón 8, y debió de tener una función muy bucólica de la relación entre la vida humana y la
particular dentro del inmueble, algo aún desconocido naturaleza circundante, resultado de la mezcla de
para nosotros. Puede apreciarse en los temas de una percepción exótica con la crónica de lo inme-
diato y los recursos técnicos y for- la descripción, advertiremos en las vibraciones, por los despren-
males que dan la impresión de una ellas referencias a episodios co- dimientos del interestrato, a lo
academia no cristalizada; es decir, munes: las entradas de bajeles en cual debemos añadir la cercanía
de un modo de hacer cercano a lo espacios acuosos vistas por ciu- del mar, el polvo, el calor despren-
que en el siglo XX se ha denomi- dadanos, el galanteo (que conser- dido por la cocina del restaurante
nado seudo naif. Las palmas, los vaba el manierismo europeo y no vecino y otros factores climáticos
ríos, el ordenamiento geométri- se había transformado aún en el y ambientales. Por todo el valor pa-
co de la vegetación y los espacios estilo criollo), la mezcla de cons- trimonial de estas pinturas murales
como parte de la vida social, e trucciones civiles y religiosas, los y su carácter excepcional dentro
igualmente, la tendencia a intro- paseos a caballo con vestimen- del contexto colonial habanero, sir-
ducir sensaciones ambientales tas inapropiadas para un clima tó- va este artículo no sólo para infor-
del trópico (luz, color, flora por do- rrido, el mundo extraño de jardines mar sobre su importancia y la
quier) nos entregan una imagen versallescos introducidos en una actividad que el Gabinete de Ar-
sincrética en tanto fusiona y con- vegetación virgen, los negros queología de la Oficina del Historia-
funde la visión de una isla encla- vendedores, procesiones, en fin, dor de la Ciudad realiza en aras de
vada en el medio antillano y tropical la vida de una ciudad con las mo- su conservación y restauración, sino
con aquella otra realidad que cons- das y modos europeos dentro de además para hacer un llamado de
tituye la base del sistema de valores un paisaje rico, de ahí el extraña- ayuda internacional que contribuya
expresados en el modo cortesano de miento del espectador contempo- a su recuperación total y efectiva. La
mostrar los personajes incorpora- ráneo, que funciona como una de Habana Vieja como Patrimonio de la
dos a dichas pinturas. las claves para su interpretación, Humanidad, es responsabilidad de
A juzgar por la composición, al poder considerarse como visio- todas las naciones del orbe, y por
existe una marcada tendencia ha- nes idílicas para aquella época y tanto, junto al Estado cubano, tam-
cia el uso canónico de la perspecti- sociedad, pero en su apreciación bién compete a ellas su protección
va, los ritmos serpentinescos, el es imposible obviar la ideología del y rescate.
recurso elíptico y la inclusión de poseedor, su necesidad de identifi-
formas axiales en un plano que a carse, tal vez ilusoriamente, con la Agradecimientos
veces usa el efecto de la distan- cultura dominante llegada de ultra-
cia de modo ascendente, con la mar y sentirse él y su familia como A Roger Arrazcaeta Delgado, di-
cercanía abajo y lo alejado arriba. extensiones de un medio cortesano rector del GAOHCH, a Arelys
Se trata en este caso, no sólo en un entorno donde económica- Hernández Plasencia, licenciada
de la pintura mural capaz de mos- mente formaban parte del sector que en Historia del Arte, y a Daniel
trarnos la práctica decorativa de ostentaba el poder, y estas pinturas Vasconcellos Portuondo, investiga-
interiores en el hábitat colonial constituyen uno de sus símbolos. dor histórico.
cubano, sino que también es un En la actualidad el Grupo de Pin-
documento que revela procesos tura Mural del Gabinete de Arqueo- BIBLIOGRAFÍA
de inserción de la percepción vi- logía acomete la consolidación y
sual europea en el contexto exu- rescate de esas pinturas, sometidas Hernández Oliva, Carlos A. e Irma
berante insular, y que nos pone a un proceso constante de deterioro Pardo OlivaIn (1992): "Investigación
en contacto con el asentamiento desde su primera intervención histórica y arqueológica de la casa de
urbano en el medio natural, o sea, restauradora entre 1986-1990. Hasta Tacón no. 12", Inédito, depositado en
GAOHCH, La Habana.
una crónica de nuestra ciudad co- el momento hemos eliminado las
lonial. fuentes de humedad que afectaban Sánchez Triana, Azul, Tania González
Si se observan detalladamen- los muros, y se procede a la conso- Yánez y Acelia G. Rodríguez Bécquer
te cada una de estas escenas que lidación, pues el resane utilizado se (1999): "Intervención en las pinturas
son como mosaicos unitarios desmorona y cae sobre algunas par- murales del cuartico", Inédito, depositado
en GAOHCH, La Habana.
cuya función secuencial nos re- tes de las pinturas, afectándolas.
mite a las leyes de la narración y Otros factores que las dañan son
Mural perteneciente a la
casa Prat Puig, sita en
Teniente Rey no. 159,
esquina a Aguiar.
La decoración, datada
posiblemente a fines del
siglo XVIII o XIX, se
encuentra ubicada en la
planta baja. En la imagen
inferior puede observarse
un detalle de la misma.
Por: Daniel E. Vasconcellos Portuondo, Lois Ángel Urgellés Navarro y Heriberto Jiménez Moreno
1 José A García (1987): "Aniversario 92 del nacimiento del doctor René Herrera Fritot", en
Memorias del Quinto Simposio de la Cultura, Editorial Imprenta Provincial de Cultura, La
Habana, p. 104.
2 "En honor del valiente indio cubano de ese nombre que al frente de un pequeño grupo de aborígenes mantuvo en jaque a los españoles por diez
años", como dijera el propio Fritot.
4 En la nomenclatura actual la cultura inferior o Guanahatabey y la intermedia Ciboney son conocidas como etapa preagroalfarera.
5 Armando Rangel (1997): "Humboldt y las culturas prehispánicas en el mediterráneo americano", en Alejandro de Humboldt en Cuba, Catálogo para
la exposición en la Casa Humboldt, octubre de 1997, editorial Wissner, Bonn, Alemania, p. 87.
6 Roberto Valcárcel (2002): "José Manuel Guarch Delmonte. El arqueólogo", en El Caribe Arqueológico, no. 6, anuario publicado por la Casa del
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Arqueología y Etnología sobre una exploración a la Convención de Arqueólogos de la Florida, Dominicano
arqueológica a la Isla de Pinos, por el grupo Estados Unidos. - Caballero de la Orden Nacional de Mérito
Guamá", en Revista de Arqueología, no. 6, - —. Se efectuó en La Habana la Mesa Carlos Manuel de Céspedes
enero-marzo, La Habana. Redonda de arqueólogos del Caribe con la - Delegado cubano al VIII Congreso Científico
- —. Con el Grupo Guamá participó en el participación del Grupo Guamá. Americano, Washington,1940
Primer Congreso Nacional de Historia, 1951. Conferencia sobre temas arqueológicos - Delegado por Cuba y Secretario Adjunto de
auspiciado por la Sociedad Cubana de titulada "Los tres complejos indocubanos", la Primera Conferencia Internacional de
Estudios Históricos e Internacionales, que presentada en el Palacio Brunet, Trinidad. Arqueólogos del Caribe, Honduras, 1946
encabezaba Emilio Roig de Leuchsenring, - —. Participa en el programa de CMQ Radio - Director de los proyectos y obras de
La Habana. Universidad del Aire, primera intervención reconstrucción de las ruinas de La Isabela (Isla
- —. Con el Grupo Guamá participó en el sobre el tema de los incas. de La Española), primera ciudad fundada por
Primer Congreso de Historia Iberoamericano. - 1952. "Vasos - efigies de la República Colón en América
- 1943. "Tipos de la cultura material indígena Dominicana", en Memoria del V Congreso - Fundador del Grupo Guamá y Director del
en los yacimientos cubanos sin cerámica", Histórico Municipal Interamericano, t. I, Santo Museo Etnológico (perteneciente al grupo)
ponencia aprobada en el II Congreso Nacional Domingo. - Miembro Colaborador y Titular de la
de Historia, La Habana. Allí se presentaron los - —. "La Cueva Funeraria de Carboneras", en Sociedad Colombolista Panamericana
siguientes trabajos: "Algunos puntos colaboración con el doctor Manuel Rivero de la - Miembro Correspondiente de la Sociedad
fundamentales de la prehistoria de Cuba" de Calle. Presentado ante el X Congreso Nacional Argentina de Americanistas, 1950
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indígenas antillanos" de Morales Patiño, Espeleológica de Cuba, La Habana. Espeleológica de Cuba, 1952
"Ensayo sobre cráneo cubano precolombino" - 1953. Herrera Fritot publicó una serie de - Miembro de la Florida Anthropological Society
de Fernando Royo y "Las bolas y las dagas artículos en El Nacional de Caracas, - Miembro de la Junta Nacional de Arqueología
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- 1949-1952. Herrera publicó para el periódico precolombino en el Museo de Bellas Artes de
habanero Información un total de 169 artículos Cuba. "Entre los honores recibidos por
que constituyen un verdadero modelo su labor científica y docente se
encuentran, de carácter nacional, al doctor René Victoriano Herrera logía, especialista en la temática
la Medalla Conmemorativa del Pri- Fritot, profesor de Antropología naval. Roger Arrazcaeta Delgado,
mer Centenario de la Bandera de en la Facultad de Ciencias de la Director del Gabinete de Arqueo-
Cuba, la Orden Nacional de Mérito Universidad de La Habana: logía, especialista en Arqueología
Carlos Manuel de Céspedes, y de Histórica. María del Carmen Ro-
carácter extranjero, la condición de Medalla individual-bronce // Nacio- dríguez Fernández, Directora del
Huésped de Honor de la República nal // Cédula de otorgamiento // Museo Municipal de 10 de Octubre.
de Honduras, Huésped de Honor Inscripto en el Libro de Registro// Aida G. Martínez Gabino, investi-
de la Ciudad de Santo Domingo, Tomo II. Folio 453 // Serie AT. Nú- gadora y arqueóloga. Miriam
más la Orden Heráldica de Cristó- mero 80 // La Habana, diciembre González de Cárdenas, museóloga
bal Colón por sus trabajos excep- 15 de 1950. // "Año de la Bandera de del Museo Municipal de 10 de
cionales para la restauración de La Cuba" Octubre. Antonio Quevedo Herre-
Isabela 7 y otros".8 ro, director del Museo de Arqueo-
La Comisión Interamericana Or- Agradecimientos logía, conservador. Rolando Crespo
ganizadora del Primer Centenario de Díaz, zooarqueólogo del Gabinete
la Bandera de Cuba y de las Expedi- Lourdes Domínguez González, de Arqueología. Francisco Fidel
ciones Libertadoras de Narciso Doctora en Ciencias Históricas, Navarrete Quiñonez, fotógrafo del
López, decidió conceder la Medalla MSc. en Arqueología, investigado- Gabinete de Arqueología.
Oficial Conmemorativa del Primer ra y profesora. César García del
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7 Primera ciudad del Nuevo Mundo fundada por Cristóbal Colón, situada en la margen oriental del río Bajabonico, para unos el 7 de diciembre de
1493 y para otros el 2 de enero de 1494. Llamada así en honor a la reina Isabel la Católica.
8 José A. García: Ob. cit., p. 111.
Modelo Willow
BIBLIOGRAFÍA
Se comenta por los especialis- El análisis ecológico que se do en esta isla en el siglo próximo
tas el singular hallazgo de restos desprende de la presencia de es- pasado, hasta la época del Marqués
óseos de vertebrados autóctonos tas especies hace lícito plantear la de La Torre [Felipe de Fondesviela
en un depósito arqueológico fe- existencia en la fecha citada en las y Ondeano, gobernador y capitán
chado a fines del siglo XVIII e inicios cercanías de la urbe de paisajes general, 1771-1777], aunque el Sr.
del XIX, constituido por materiales con vegetación herbácea o de sa- Noda la cree indígena por la cita de
procedentes de una letrina que banas, arbórea y de manglares, lo Oviedo [Historia general y natural de
conservaba, subyaciendo los es- cual ha quedado reflejado en los las Indias,1851], quien no observó
tratos de rellenos secundarios, el nombres de algunas calles y loca- codornices en Cuba y se refirió erró-
característico sedimento orgánico lidades geográficas vecinas de la neamente a las perdices, pues por
oscuro procedente de desechos Habana Vieja actual (calles Man- la descripción que aporta estima-
fecales y domésticos. glar y Monte y la zona nombrada mos que se refiere a la paloma te-
Los restos óseos que tratamos Ciénaga). En estos lugares se ob- rrestre Starnoenas cyanocephala,
corresponden al nivel 38 y las es- tenían animales para las ventas en conocida actualmente como Palo-
pecies determinadas son: mamí- los comercios de La Habana. ma perdiz. Sin embargo en Vene-
feros, Capromys pilorides (Jutía La presencia de restos óseos de zuela [1852] observó auténticas
Conga); aves, Columba leucocephala la codorniz en este sitio (1 fragmen- codornices (Colinus cristatus)".
(Torcaza cabeciblanca), Columba sp to proximal de húmero, 1 fragmento Por su parte Gundlach en Con-
(Paloma), Zenaida aurita (Paloma proximal de tarsometatarso) es tribución a la ornitología cubana
Sanjuanera), Zenaida macroura (Pa- muy interesante, pues consiste en (1876) expone: "Sobre esta espe-
loma Rabiche), Columbidae indeter- el primer registro de esta especie cie no estaban conforme las opi-
minados (Palomas), Tachybaptus en contextos arqueológicos de niones de los naturalistas y de los
dominicus (Zaramagullón chico), cualquier edad en Cuba y posible- habitantes de esta isla, pues exis-
Amazona leucocephala (Cotorra), mente en el área antillana. Este te la tradición de que habrá 100
Anas sp (Pato), Colinus virginianus taxón tampoco se había registra- años más o menos, el coronel Don
cubanensis (Codorniz), Passeriforme do hasta el presente en depósitos José Cramen [realmente Agustín
indeterminado, aves zancudas inde- fosilíferos cársicos del Cuaternario, Cramen, estuvo en Cuba entre
terminadas y aves indeterminadas. ni en desechos de dieta de los abo- 1763-1779], Comandante de Inge-
El estudio de los restos de esta rígenes precolombinos. Por tales nieros de La Habana, hizo traer de
fauna resulta interesante, debido razones su origen en el archipiéla- fuera a su costo codornices de am-
a que la dieta consumida por los go cubano ha sido ampliamente dis- bos sexos y las soltó en las inme-
habitantes de La Habana colonial, cutido. La Sagra en Historia física, diaciones de La Habana, cerca del
identificada hasta el momento en política y natural de la Isla de Cuba barrio de Guadalupe, entonces
sus contextos arqueológicos, es- (1845) describe, "es común con yermo, [extramuros, próximo a la
taba compuesta en su inmensa particularidad en la Isla de Cuba" Plaza del Vapor] en donde criaron
mayoría por animales introduci- y Pichardo en su Diccionario pro- y se extendieron primero hasta la
dos. Los taxones autóctonos colec- vincial cazirazonado de vozes cu- Vuelta-abajo, dando la vuelta por
tados en la letrina de la casa del banas (1862) dice lo siguiente: "Así el Sur y después hasta la Vuelta-
Marqués de Prado Ameno permi- se ha propagado tanto en el de- arriba, pero no llegaron al extre-
ten aproximarse a los ambientes partamento occidental esta ave mo oriental sino después que el
que rodeaban a la ciudad a fina- que vino del Norte, y que segura- Sr. Deán de la Catedral de Santia-
les del siglo XVIII e inicios del XIX. mente no se había connaturaliza- go de Cuba las pidió a La Habana
Arqueología de la Arquitectura:
nuevas perspectivas para la investigación
Por: Karen Mahé Lugo Romera y Sonia Menéndez Castro
Exposiciones
Por: Antonio Quevedo Herrero
Al Gabinete de Arqueología se
le asignó la tarea de realizar el
estudio histórico arqueológico de
la casa sita en Teniente Rey, es-
quina Aguiar, también conocida
como casa Prat Puig, nombre que
recibe por ser mencionada por
este reconocido investigador en su
libro El Pre barroco en Cuba como
el modelo arquitectónico de dicho
estilo en la Isla.
Se contaba de antemano con la
investigación realizada por la licen-
ciada Rosalía Oliva, donde se pudo
constatar que la información más
antigua existente es del año 1704,
pero del documento se infiere que
la casa se había hecho antes de esta
fecha. No obstante dicha construc-
ción presenta las características tí- cados por las actividades tanto Las labores realizadas fueron
picas del siglo XVIII, es decir, planta antrópicas como naturales. apoyadas por un grupo de ar-
baja de forma rectangular y un cuar- Se identificaron varios niveles queólogos de la Empresa de Res-
to esquinero en la planta alta. Te- de pavimento, canales de desagüe, tauración de Monumentos, los que
niendo ya la pesquisa histórica no tres letrinas con profusión de restos dirigidos por el Gabinete de Ar-
nos quedaba más que comenzar la de vajillas y alimentos de los siglos queología, comenzaron a trabajar
labor arqueológica. XVIII y XIX y un pozo gemelo, llamado en la zona del traspatio poniendo al
Esta práctica en general se así porque daba servicio a dos ca- descubierto antiguas estructuras
divide en dos momentos o etapas; sas, y del cual sabemos se dejó de que enriquecen el conocimiento
la lectura estratigráfica del inmue- utilizar en algún momento del siglo histórico sobre la evolución de
ble y las excavaciones propia- XIX porque el relleno de tierra y to- esta casa, contribuyendo así con
mente dichas, pero al encontrarse das las evidencias halladas se fe- el proceso de restauración.
la casa habitada en el momento chan en la segunda mitad del mismo.
de nuestro estudio se decidió co-
menzar por las intervenciones en
el pequeño patio trasero.
La metodología utilizada en es-
tas excavaciones fue la establecida
por el Gabinete de Arqueología,
que se basa en el registro de uni-
dades estratigráficas simples y la
interpretación e identificación de
los niveles de deposición provo-
Salvaguardando la historia
Por: Annia Martín Fernández
Acelia Rodríguez Bécquer: Especialista en Enrique Manuel Alonso Alonso: Doctor en Omar B. Dieppa Castellanos: Especialista
Pintura Mural (GA OHCH) Ciencias Históricas. Centro de Investigaciones en Arqueología Histórica (GA OHCH)
y Servicios Ambientales, ECOVIDA, CITMA
Adriana Suárez Cairo: Investigadora Osvaldo Jiménez Vázquez: Paleontólogo.
agregada. Centro de Antropología, CITMA Esperanza Blanco Castillo: Técnica auxiliar. Instituto de Ecología y Sistemática, CITMA
Centro de Investigaciones y Servicios
Alejandro Nolasco Serna: Especialista en Ambientales, ECOVIDA, CITMA Pedro Paulo A. Funari: Doctor en
Arqueología Histórica. Empresa de Arqueología. Profesor de la
Restauración de Monumentos (OHCH) Freddy Navarro: Ingeniero Geofísico. ~
Universidad de Campinas, Estado de Sao
SERMAR, MINFAR Paulo, Brasil
Alessandro López Pérez: Especialista en
Arqueología Subacuática (GA OHCH) Heriberto Jiménez Moreno: Licenciado en Ramón Dacal Moure: MSc. en Arqueología
Microbiología (GA OHCH) (1928-2003)
Aneli Prado Flores: Especialista en
Arqueología Histórica (GA OHCH) Iosvany Hernández Mora: Licenciado en Rebecca O. Linsuaín: Licenciada en Historia
Ciencias Sociales (GA OHCH) (GA OHCH)
Ania Martín Fernández: Especialista en
Pintura Mural (GA OHCH) Jorge Luis Ruiz Licor: Técnico auxiliar. Roberto Valcárcel Rojas: MSc., Investigador del
Centro de Investigaciones y Servicios Departamento Centro-Oriental de Arqueología,
Antonio Quevedo Herrero: Director del Ambientales, ECOVIDA, CITMA CITMA
Museo de Arqueología. Conservador de
piezas arqueológicas (GA OHCH) José M. Torres Pico: Licenciado en Roger Arrazcaeta Delgado: Director del
Microbiología, zooarqueólogo (GA OHCH) Gabinete de Arqueología. Especialista en
Azul Sánchez Triana: Especialista en Arqueología Histórica (GA OHCH)
Pintura Mural (GA OHCH) Joyce Rossi Álvarez: Especialista en
Arqueología Histórica (GA OHCH) Rolando Crespo Díaz: Zooarqueólogo (GA
Beatriz Rodríguez Basulto: Licenciada en OHCH)
Historia (GA OHCH) Karen Mahé Lugo Romera: Especialista en
Arqueología Histórica (GA OHCH) Rubén Berrayarza: Especialista en
Carlos Alberto Hernández Oliva: Arqueología Subacuática. Empresa CARISUB
Especialista en Arqueología Histórica. Lisette Roura Álvarez: Especialista en
Empresa privada de restauración de Arqueología Histórica (GA OHCH) Sandra Páez Rosabal: Especialista en
monumentos históricos, Burgos, España Pintura Mural (GA OHCH)
Liz B. Marichal García: Investigadora
Carlos de la Rosa Graell: Perito agregada. Centro de Antropología, CITMA Sebastián Robiou Lamarche: Ingeniero y
Numismático (1951-2001) Arqueólogo. Puerto Rico
Lois Ángel Urgellés Navarro: Licenciado
Carlos Díaz Guanche: Aspirante a en Microbiología (GA OHCH) Sonia Menéndez Castro: Especialista en
investigador. Centro de Investigaciones y Arqueología Histórica (GA OHCH)
Servicios Ambientales, ECOVIDA, CITMA Lourdes Campos Gutiérrez: Técnica en
Bibliotecología y Museología (GA OHCH) Tania González Yanes: Especialista en
Carlos Rafael Rosa Saavedra: Investigador Pintura Mural (GA OHCH)
agregado. Centro de Investigaciones y Lourdes S. Domínguez González: Doctora
Servicios Ambientales, ECOVIDA, CITMA en Ciencias Históricas, MSc. en Arqueología Ted Hill: Arqueólogo subacuático.
de la Universidad de La Habana. Asesora (GA Vancouver, Canadá
Craig Willians: Ingeniero civil. Buzo. OHCH)
Vancouver, Canadá Yutneli Benítez Márquez: Licenciada en
María Rosa González Sánchez: Historia (GA OHCH)
Daniel E. Vasconcellos Portuondo: Especialista en Arqueología. Centro de
Investigador histórico (GA OHCH) Investigaciones y Servicios Ambientales,
ECOVIDA, CITMA
Delia Lassales Herrera: Aspirante a
Investigadora. Centro de Antropología, Melba Pérez González: Investigadora
CITMA agregada. Centro de Antropología, CITMA