Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Arqueología de la Macro Región Sur
2
Arqueología de la Macro Región Sur
Investigación, conservación, restauración, registro y gestión de bienes patrimoniales
Edición general:
Carlos Reyes Barría
Asesores y colaboradores:
Gabriela de los Ríos Farfán
George Chauca Iparraguirre
Milagros Esteban Cajahuanca
Marko López Hurtado
Erik Maquera Sánchez
Rodolfo Monteverde Sotil
Arnaldo Ramos Cuba
Janina Ticona Bustinza
Fotografía de portada: Vista aérea del complejo arqueológico Churajón, por Erik Maquera Sánchez
Impresión:
PENTAGRAF S.A.C.
Jr. Pomabamba 770, Urbanización Chacra Colorada, Breña, Lima, Perú
Mes de impresión: agosto de 2016
Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio o método, de este libro sin previa
autorización de Arqueosystems SAC y la Dirección Desconcentrada de Arequipa.
ÍNDICE
6. El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú: el periodo precerámico medio en
la boca del río Ica
George Chauca Iparraguirre, Alexander Pullen, Susana Arce y David Beresford-Jones … 50
7. Inventario arqueológico del valle de Arequipa: Uso de Google Earth como herramienta para
evaluar la destrucción de patrimonio arqueológico en los últimos diez años
Augusto Cardona Rosas … 59
8. Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune – San Juan San June, distrito de Tora-
ta - Moquegua - Perú
Nelson Ramos Rosales … 65
11. Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos en las zonas altoandinas de
Arequipa
Arnaldo Ramos Cuba … 84
12. Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo: Sector 1, Recintos
09, 10 y 15 (Yunque - Caylloma - Arequipa)
Dr. Rómulo Pari Flores … 92
13. Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
Marko López Hurtado y Erik Maquera Sánchez … 106
Quienes se ocupan de trabajar en beneficio del patrimonio cultural suelen ser personas con una
gran mística y real vocación por su profesión. Personas que sabiendo que este rubro de trabajo no
es una fuente de grandes riquezas se animan a dedicar su vida a salvar, estudiar y conservar los
testimonios de la habilidad intelectual y manual de personas anónimas y sociedades de otras épo-
cas, y todo este esfuerzo lo hacen solo por preservar una herencia que es de todos.
Pero allí siguen los arqueólogos, tercos en descubrir las maravillas que obraron nuestros antepa-
sados; acuciosos en estudiar e interpretar los logros artísticos, técnicos y sociales de otros tiempos;
cuidadosos en conservar los testimonios de las culturas que nos precedieron; diligentes en publicar
y hacernos conocer mejor las extraordinarias maravillas pensadas y creadas en épocas pasadas.
Felices de ser quienes se ocupan de proteger y acrecentar una herencia que no es solo de ellos, sino
de toda la colectividad.
Para terminar esta presentación, agradecemos a la empresa ARQUEOSYSTEMS S.A.C., que gene-
rosamente ha contribuido a la organización del Simposio “Arqueología de la Macro Región Sur”, y
a la edición de este libro, que será de gran utilidad para especialistas y público interesado en reco-
nocer los logros antiguos como base de nuestro futuro.
Si debemos resumir en tres palabras la esencia de este libro, estas serían visión, pasión, y compro-
miso. Cuando en junio de este año propusimos a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Are-
quipa realizar un evento académico que reuniera a los arqueólogos y conservadores de la región
sur, pensábamos que esta era una necesidad ineludible, ya que pocos encuentros académicos se
habían llevado a cabo en esta región. Inmediatamente los arqueólogos de esta institución, Arnaldo
Ramos y Marko López, tuvieron la visión de proponer la publicación de un libro como parte de las
celebraciones del 476° aniversario de la fundación española de la ciudad blanca de Arequipa. La
meta parecía improbable y ambiciosa, considerando el poco tiempo que nos precedía a dicha cele-
bración. Sin embargo, la DDC-Arequipa y el equipo de Arqueosystems S.A.C. asumieron el reto con
mucho entusiasmo y compromiso.
Otro de los valores que resaltamos en esta publicación es la pasión. La pasión por la arqueología y
por el patrimonio histórico en general se ve reflejada en todas las investigaciones que forman parte
de esta publicación. Pasión que desinteresadamente nos permite remontarnos a épocas remotas,
con investigaciones acerca de los primeros cazadores recolectores de la región, o a un pasado más
reciente, con artículos tan interesantes como aquel acerca de una de las últimas familias arrieras
en Characato. Al mismo tiempo, los proyectos de conservación y restauración, así como las inter-
venciones realizadas en colecciones y bienes patrimoniales que forman parte de este libro, son
ejemplo del compromiso de sus gestores para con la comunidad.
Finalmente, queremos agradecer al Director de la DDC-Arequipa, el Sr. Franz Grupp Castelo, por la
confianza depositada en nosotros, a los arqueólogos Arnaldo Ramos y Marko López por su visión
y apoyo, y al editor de este libro, Carlos Reyes Barría, por su compromiso y por quien esta visión
no hubiese sido posible.
Arqueología
de la
Macro Región Sur
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
RESUMEN
El período Precerámico en Yarabamba (ca. 10.000 – 2.000 a.C.), fue una etapa inicial del desarrollo
cultural regional en un ambiente semidesértico bastante más bajo que la puna, donde efectiva-
mente este período ha tenido mayores investigaciones con distintos modelos para su explicación
en diferentes lugares de la región andina.
Los datos recientes, obtenidos de la lectura superficial del sistema hídrico compuesto por las que-
bradas mayores de Sogay, Quequeña y Yarabamba, además de otras menores que confluyen hacia
este sistema hídrico, aportan datos muy importantes para elucidar tentativamente el período de
cazadores – recolectores en los alrededores próximos al valle del Chili, específicamente en ambien-
tes disímiles a la puna.
ABSTRACT
The Yarabamba Preceramic period (ca. 10,000 to 2000 BC) located southeast of the Historic Center of
Arequipa, was an early stage of regional cultural development in one of the semi-desert environments
significantly lower than the highlands, where indeed this period had higher research different models for
explanation in different parts of the Andean region.
Recent data, obtained from a cursory reading of the water system composed of creeks over Sogay, Que-
queña and Yarabamba , plus other minor converge towards this water system , provide very important
data to tentatively elucidating the period of hunter - gatherers around near the valley of Chili, specifically
dissimilar to the high mountain environments.
In this article the presence of previously investigated and located in the small streams that flow into the
river Yarabamba preceramic archaeological sites was evaluated. Similarly, the location of a small coat
with cave paintings in the ravine Cachiwasi (seasonally dry river Yarabamba tributary) in the geogra-
phical context of these early archaeological components was reported.
11
Adán Umire Alvarez
12
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
13
Adán Umire Alvarez
cos y flujos de lodo cubren gran parte del área El avistamiento de guanacos (Lama guanicoe)
(Lazo 1968: 9). Precisamente estos materiales aún es posible en los alrededores de la zona,
han sido erosionados por escorrentías fluvia- aunque cada vez más restringido por la cre-
les formando quebradas y acantilados de baja ciente ocupación de estas áreas para activida-
elevación con paredes verticales expuestas a la des de explotación minera y de vivienda. De-
intemperie (Figura 3). predadores como el zorro (Duscicyon culpaeus),
aún son comunes en toda la zona.
14
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
15
Adán Umire Alvarez
Fig 7. Muestra del material lítico de Quebrada Honda Fig 8. Ubicación de otros talleres líticos superficiales en
(Tomado de Corrales 1988:241; lámina 3) Quebrada Honda.
16
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
QUEBRADA CACHIWASI
17
Adán Umire Alvarez
10). Resumiendo, la pared del alero tiene dos es- a) pintura con un tema realista y natural, y b)
cenas distintas en cuanto a su técnica y diseño: grabados con líneas abstractas.
Son líneas onduladas algunas veces intersec- Corrales en Quebrada Honda, utilizando los
tadas con líneas cortas que impactan o super- estadios de la evolución cultural de la huma-
ponen sobre cuatro de los diseños naturalistas nidad, sostiene que los talleres líticos ubicados
pintados en un promedio de 50 a 60 %. Apa- parecen corresponder a “primitivos cazadores
rentemente no existe relación alguna entre recolectores migrantes de sur a norte” perte-
las figuras pintadas con los surcos, salvo la an- necientes al estadio del Salvajismo (Corrales
tigüedad de la pintura frente a la técnica del 1988:249). En ese sentido, y por similitudes
grabado (Figura 11). Del mismo modo, los dise- con los vestigios de Huanaqueros, además de
ños representados en el grabado nos remiten a su cercanía, la cronología aproximada de los
una abstracción que no tiene recurrencia en la talleres líticos de Quebrada Honda parece co-
zona (Barriga, 1946). El impacto de estos dise- rresponder a 10 mil años de antigüedad. Por su
ños sobre cada uno de los cuatro camélidos del parte, los vestigios líticos de Huanaqueros y su
lado izquierdo no parece fortuito, tampoco se similitud morfológica a las categorías líticas de
percibe una intención vandálica, sino más bien Toquepala, tienen una antigüedad aproximada
habría que verificar en otros sitios con arte pa- de 7,500 años antes de Cristo (Neira 1990:10).
rietal si existe esta misma superposición.
En la misma línea, las evidencias superficiales
encontradas en las quebradas de El Pedrego-
so y Cachiwasi, por su similitud morfológica y
materia prima con el material de los Cazadores
- Recolectores de Yarabamba, en el que se in-
cluyen los sitios arqueológicos de Huanaqueros
y Quebrada Honda, es muy posible que la anti-
güedad de estos campamentos o talleres al aire
libre puedan corresponder aproximadamente
a la cronología propuesta por Neira, de 7.500
años antes de Cristo (Neira 1990:10).
18
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
cial, toda vez que no contamos con otro refe- Respecto a la escena de camélidos pintados en el
rente para su comparación. Todas las escenas alero de la quebrada Cachiwasi, parece sugerir
en cuevas y aleros se encuentran a más de una escena de avistamiento con un trote pau-
3.800 msnm y en ambientes muy alejados a la sado de la tropilla, completamente diferentes a
vertiente del Chili. Por ejemplo, las cuevas de las representaciones de Sumbay y Puntillo. La
Sumbay, en la puna de Arequipa, muestran una técnica lineal grabada yuxtapuesta en la esce-
mayor complejidad en el trazo y dibujo de cada na es de elaboración posterior, aparentemente
uno de los motivos representados utilizando sugiere algún diseño abstracto en base a líneas
preferentemente el color blanco o crema en su onduladas entrecruzadas con líneas rectas y
ejecución (Neira 1968, 1990; Valdivia 1976). Las cortas. Se hace difícil calcular su antigüedad
escenas en Sumbay no presentan tropillas de por ausencia de referencias análogas.
camélidos, pero sí una variedad de representa-
ciones (felinos/pumas, aves/suris, antropomor- AGRADECIMIENTO
fos/cazadores) no necesariamente en hilera
horizontal sino a distintas alturas en toda la Este artículo nace de un postergado Proyecto
pared. En Puntillo, otro de los aleros con esce- de Evaluación Arqueológica a ser realizado en
nas de pintura rupestre ubicada en la cuenca la zona de Yarabamba, en límite con la Com-
alta del río Yura (Cardona 2002; Chávez 1989), pañía Minera Cerro Verde. Agradezco al Dr.
muestra una serie de personajes y animales en Bernardo Arriaza del Instituto de Alta Inves-
aparente actividad dinámica circular, por tanto tigación (IAI) de la Universidad de Tarapacá
muy diferente a la hilera lineal sencilla de las (Chile) por brindarme sus conocimientos sobre
representaciones en Cachiwasi. la Cultura Chinchorro, al Dr. Iván Muñoz por
su apoyo permanente durante el postgrado en
CONCLUSIONES Antropología.
REFERENCIAS
El sistema hídrico que confluye en Yarabamba,
Quebrada Honda, Machaguay, El Tejar, río An-
Barreto, M. & Barreto, G. (1988) Investigación
damayo ubicados hacia el norte de Yarabamba;
arqueológica en el montículo Lesane Mesane,
Cachiwasi, cerro El Pedregoso y las quebradas
Salinas – Arequipa. Tesis para optar por el gra-
del Platanal y Huarangal ubicados hacia el su-
do de Bachiller. Arequipa: Universidad Católica
reste y oeste de Yarabamba y que tributan al
de Santa María.
río Postrero, poseen un potencial hasta el mo-
mento no previsto para la elucidación de algu-
Barriga, M. (1946) Las pictografías y los petro-
nos problemas relacionados al período de caza-
glifos: Los petroglifos de Socabaya. Tesis para
dores-recolectores en ambientes aproximados
optar por el grado de Doctor. Arequipa: Univer-
a 2,500 msnm, en contraste a los grandes sitios
sidad Nacional San Agustín.
arqueológicos de la puna.
Castillo, O. (1987) Exploraciones arqueológicas
Todas las evidencias superficiales ubicadas en en el sector sur-este de la cuenca de la Lagu-
Quebrada Honda (Corrales 1988; 2012); Hua- na de Salinas. Tesis para optar por el grado de
naqueros (Neira 1990), Cachiwasi y El Pedregal Bachiller. Arequipa: Universidad Católica de
(Umire 2012), parecen corresponder a un mo- Santa María.
delo de explotación multiambiental para Yara-
bamba, con grupos de trabajo alejados tempo- Cardona, A. (2002) Arqueología de Arequipa.
ralmente del campamento base. De acuerdo a De sus albores a los Incas. Arequipa: CIARQ.
los artefactos líticos de cada uno de los sitios ar-
queológicos mencionados podría sugerirse que Corrales, E. (1988) Quebrada Honda en la pre-
se trata de campamentos logísticos donde se ve- historia de Arequipa. Revista Historia, 3, 232-
nían efectuando tareas específicas, procesando 254. Arequipa: Departamento Académico de
una misma especie cazada, posiblemente camé- Historia, Geografía y Antropología de la Uni-
lido, con artefactos especializados. La antigüe- versidad Nacional San Agustín.
dad de las evidencias superficiales en todas las
quebradas mencionadas parece remontarse a Corrales, E. (2012) Quebrada Honda en la pre-
los 7,500 años antes de Cristo. historia de Arequipa. Prospección arqueológica
19
Adán Umire Alvarez
en la Quebrada Honda de Quequeña. En: G. Linares, E. (1989-90) Arequipa tierra mía. Tomo
Armendáriz, J. Bedregal (Eds.), Quequeña. (pp. I. Arequipa: Editores Impresores Publi Liber.
9-18). Arequipa: Gráfica PUBLICONT.
Linares, E. (1991-93) Prehistoria de Arequipa.
Chávez, J. (1989) Milenarias expresiones ar- Tomo II. Arequipa: Artes Gráficas Carigt S. A.
tísticas de cazadores tempranos en Arequipa Linares, E. (1999) Arte Rupestre en Sudamérica.
– Arte parietal de Puntillo. Germinal, 4, 15-17. Prehistoria. Lima: Fondo Editorial Universidad
Arequipa: INC-DA. Mayor de San Marcos.
Díaz, L. (2008) Una punta tipo ‘cola de pescado’ Lynch, T. (1971) Preceramic Transhumance in
con acanaladura de Tillane, Arequipa. Tambo the Callejón de Huaylas, Peru. American Anti-
Boletín de Arqueología, 1, 73 – 81. Universidad quity, 36 (2), 139-148.
de Wroclaw – Polonia, Universidad Católica de
Santa María de Arequipa, Perú. Morrow, J. & Morrow, T. (1999) Geographic
variation in fluted projectile points: a hemis-
Huancollo, D. (1971) Cazadores precerámicos de pheric perspective. American Antiquity 64 (2),
la zona de Imata. Tesis para optar por el grado 215-231.
de Bachiller. Arequipa: Universidad Nacional
San Agustín. Neira, M. (1968) Un nuevo complejo lítico y pin-
turas rupestres en la Gruta SU-3 de Sumbay.
Huancollo, D. (1983) Nuevo complejo lítico de Separata de la Revista de la Facultad de Le-
Yura, Cancha en Imata. Revista Historia, 2, tras,5, 43-104. Arequipa: Universidad Nacional
67-81. Arequipa: Departamento académico de San Agustín.
Historia, Geografía y Antropología de la Uni-
versidad Nacional San Agustín. Neira, M. (1990) Arequipa Prehispánica. En:
Historia General de Arequipa. (pp.5-184). Are-
Huancollo, D. (1988) Complejo lítico de Sacha- quipa: Fundación M. J. Bustamante de la Fuen-
gge en el departamento de Arequipa. Revista te.
Historia, 3, 63-78. Arequipa: Departamento
Académico de Historia, Geografía y Antropo- Neira, M. (1998) Arqueología de Arequipa. Cro-
logía de la Universidad Nacional San Agustín. nos, 1 (1), 9-50. Arequipa.
20
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba
21
Luis A. Flores
Luis A. Flores
RESUMEN
En los últimos años se ha dado a conocer información muy relevante sobre el periodo Arcaico en la
cuenca del Titicaca, aunque aún sigue siendo escasa. No obstante, en el lado peruano se han dado
avances importantes, tales como extensas prospecciones arqueológicas, estudios paleo-ambienta-
les, al menos una excavación intensiva en la cuenca de Ilave y otras restringidas en toda la región
(Aldenderfer 2002, 2012; Craig 2005, 2012; Craig et al. 2009; Stanish et al. 2002). En este escrito se
pretende realizar un estado de la cuestión sobre el periodo Arcaico de la cuenca del lago Titicaca,
que en realidad es una profundización y actualización a otros ya realizados (Aldenderfer 2012;
Craig 2012; Flores e.p.). A partir de estos antecedentes se intenta encontrar algunos patrones que
permitan esbozar líneas de investigación que podrían desarrollarse en la región a futuro.
ABSTRACT
In the last years, very relevant information has been released on the Archaic Period in the basin of the
Titicaca Lake, although, this is still very scarce. However, by the Peruvian side of the lake very important
advancements have been achieved, such as extensive archaeological prospections, paleo-environmental
studies, at least one intensive excavation on Ilave basin and some others restricted throughout the region
(Aldenderfer 2002, 2012; Craig 2005, 2012; Craig et al. 2009; Stanish et al. 2002). This article develops
a state-of-the-art review on Titicaca Lake basin during the Archaic period, which is, actually, a more pro-
found updating to previous studies (Aldernfer 2012; Craig 2012; Flores e.p.). From all this background
and records it is pursed to find new other patterns which will allow to trace new lines of research, that
might be developed in this region in the future.
22
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico
abrigo rocoso amplio. También hizo un reco- Erickson (1988) prospectó en la región al norte
nocimiento de los alrededores (Kuznar 1989) y de la cuenca del Titicaca y tampoco descubrió
una excavación sistemática del abrigo (Alden- sitios del Arcaico, aunque esto no impidió su
derfer 1999). Estas investigaciones resultaron especulación sobre la presencia de cazadores
en el descubrimiento de una larga secuencia y recolectores a lo largo de la margen lacustre.
habitacional del sitio, que va desde el Arcaico Últimamente algunos proyectos, especialmente
hasta el tiempo moderno y la identificación en la parte norteña de la cuenca, han empeza-
de otros sitios Arcaicos en su vecindad. A pe- do a descubrir sitios del Arcaico, en particular
sar de los intensivos trabajos de Aldenderfer al interior de los valles de los ríos Ramis, Huan-
y sus colegas, llama la atención las pocas evi- cané – Putina, Azángaro y en el triángulo de los
dencias excavadas del Arcaico Medio o incluso ríos Pucara y Azángaro y la cuenca del Ramis
evidencias más tempranas. Hasta hace pocos (Aldenderfer y Flores 2008; Cipolla 2005; Sta-
años, Qillqatani, ubicada en el drenaje del río nish y Plourde 2000).
Chila, era la única evidencia del Arcaico Medio
cerca de la cuenca del Titicaca, con dataciones
de 7500 a.p., con construcciones de pequeñas
estructuras junto a las paredes del abrigo, que
ciertamente no pueden haber acomodado más
que unas cuantas personas (Aldenderfer 1999;
2005). Recientemente, las investigaciones rea-
lizadas en el sitio Soro Mik'aya Patjxa, en la
cuenca del río Ilave, suplen en parte este vacío,
demostrando que entre los 8000-7000 años
los grupos cazadores-recolectores empezaron a
tener patrones residenciales más vinculados al
territorio (Haas 2014).
23
Luis A. Flores
24
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico
25
Luis A. Flores
26
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico
mientos, es decir, un apego a ciertos luga- logical Papers of the American Anthropological
res en el paisaje (Haas et al. 2015), al menos Association 14, 13–35.
desde el Arcaico Medio, aunque se esta- Aldenderfer, M. (2012) Balances y perspectivas
blece más claramente al final del Arcaico del período Arcaico (8,000 – 1500 a.C.) en la Re-
y llega a desarrollar incluso edificios con gión de Puno. En: L. Flores, H. Tantaleán (Eds.),
arquitectura pública en el periodo Forma- Arqueología de la Cuenca del Titicaca, Perú,
tivo. Esta propensión hacia el crecimiento (pp.27-39). Lima: Instituto Francés de Estudios
y disminución de sitios, que podrían estar Andinos y Cotsen Institute of Archaeology of
indicándonos una tendencia hacia la con- UCLA.
centración de sitios como reflejo del incre-
mento poblacional, el desarrollo de la vida Aldenderfer, M.; Craig, N., Spekman, R., & Po-
sedentaria y la complejidad social (Alden- polka.Filcoff, R. (2008) 4000-year Old Gold Ar-
derfer 2002; Aldenderfer y Flores 2008). tifacts from the Lake Titicaca Basin, Peru. Pro-
Toda esta información ha permitido pro- ceedings of the National Academy of Sciences
poner que la aparición de esta complejidad of the United States of America 105(13), 5002-
temprana está asociada a la construcción 5005.
de un paisaje monumental neolítico refle-
jo de la domesticación de un pensamiento Aldenderfer, M., & Flores, L. (2008) Prospec-
(Flores 2014). Entonces, el inicio de la vida ción Arqueológica, con excavaciones restrin-
aldeana, la domesticación de especies y gidas, en la Cuenca del Ramis (parte baja del
el inicio de intercambios regionales en el río Pucara y el río Ramis), Puno-Perú. Informe
Titicaca no solo debe entenderse como un Final del Proyecto de Investigación. Lima: Ins-
cambio en el modo económico de la socie- tituto Nacional de Cultura.
dad; sino sobre todo es el establecimiento
de un distinto modo de habitar su espacio, Aldenderfer, M., & Flores (2011) Reflexiones
pensar su mundo y también intentar expli- para avanzar en los estudios del periodo Arcai-
carlo (Flores 2014). co en los Andes Centro-Sur. Chungará, Revista
de Antropología Chilena, 43 (Número Especial
AGRADECIMIENTOS 1), 531-550. Arica-Chile.
Siempre estaré agradecido con Mark Aldender- Bruno, M. (2005) ¿Domesticado o Silvestre?
fer y Nathan Craig por permitirme ingresar a Resultados de la investigación de semillas de
la arqueología del periodo Arcaico de la cuenca Chenopodium, Chiripa, Bolivia (1500-100 A.C.).
del lago Titicaca. Además, reconozco a Mark Textos Antropológicos 2,39-50. La Paz.
por permitirme usar las figuras 2 y 3 de este ar-
tículo. Gracias a Erik Maquera por invitarme a Cipolla, L. (2005) Preceramic Period Settlement
participar en este libro. Patterns in the Huancané-Putina River Valley,
Northern Titicaca Basin, Peru. En: C. Stanish,
REFERENCIAS
A. Cohen, M. Aldenderfer (Eds.), Advances in
Titicaca Basin Archaeology I. (pp. 55-63). Los
Aldenderfer, M. (1998) Montane Foragers Asa-
Angeles: Cotsen Institute of Archaeology, Uni-
na and the South-Central Andean Archaic.
versity of California.
Iowa: University of Iowa Press.
Aldenderfer, M. (1999) Cronología y Conexio- Craig, N. (2005) The Formation of Early Sett-
nes: Evidencias Precerámicas de Asana. Boletín led Villages and the Emergence of Leadership:
de Arqueología PUCP 3, 375-391. Lima: Fondo A Test of Three Theoretical Models in the Rio
Editorial PUCP. Ilave, Lake Titicaca Basin, Southern Peru. Ph.D.
Dissertation. University of California at Santa
Aldenderfer, M. (2002) Late Preceramic cultu- Barbara.
ral complexity in the Lake Titicaca basin. Po-
nencia presentada al 67th Annual Meeting of Craig, N. (2011) Cultural Dynamics, Climate,
the Society for American. Denver, Colorado. and Landscape in the South-Central Andes2
Aldenderfer, M. (2004) Preludes to Power in during the Mid-late Holocene: A consideration
the Highland Late Preceramic Period. Archaeo- of two socio-natural perspectives. Chungara,
27
Luis A. Flores
Craig, N., Aldenderfer, M. Baker, P. & Rigsby, Klink, C. (2005) Archaic period research in the
C. (2009) Terminal Archaic Settlement Pat- Rio Huenque Valley, Peru. En Advances in Ti-
tern and Land Cover Change in the Rio Ilave, ticaca Basin Archaeology I, editado por Charles
Southwestern Lake Titicaca Basin, Peru. En: R. Stanish, Amanda Cohen y Mark Aldenderfer,
Dean (Ed.), The Archaeology of Anthropogenic pp. 13-24. Cotsen Institute of Archaeology. Los
Environments, 37, (pp. 35-53). Illinois: Center Angeles. University of California.
for Archaeological Investigations, Carbondale.
Klink, C. & Aldenderfer, M. (2005) A projecti-
Erickson, C. (1988) An Archaeological Investi- le point chronology for the south-central An-
gation of Raised Field Agriculture in the Lake dean highlands. En: C. Stanish, A. Cohen, M.
Titicaca Basin of Peru. Tesis no publicada para Aldenderfer (Eds.), Advances in Titicaca Basin
optar por el grado de Doctor. Illinois: Univer- Archaeology I. (pp. 25-54). Los Angeles: Cotsen
sidad de Illinois, Urbana-Champaign, Depart- Institute of Archaeology, University of Califor-
mento de Antropología nia.
Flores, L. (e.p.) Un estado de la cuestión del Kuznar, L. (1989) The domestication of came-
Período Arcaico de la cuenca del lago Titicaca lids in southern Peru: Models and evidence.
y alrededores, Andes Centro-Sur. En R. Ve- En Rice, C. Stanish, P. Scarr (Eds.), Ecology,
ga-Centeno (Ed.), Para Repensar el Antiguo Settlement, and History in the Osmore Drai-
Perú. Aportes desde la Arqueología. Lima: Edi- nage, Peru, Part I (pp. 167-182). Oxford: British
toriales IEP-PUCP. En prensa. Archaeological Reports. International Series
545(i).
Flores, L. (2014) El surgimiento del paisaje mo-
numentalizado en la cuenca del lago Titicaca, Lavallée, D., Julien, M., Bearez, P., Bolaños, A.,
Andes Centro-Sur. Complutum 25 (1), 47-71. Carré, M., Chevalier, A., Delabarde, T., Fontug-
Madrid. ne, M.,Rodriguez, C., Klaric, L., Usselmann, P. &
Vanhaeren, M. (2011) Quebrada de los Burros.
Frye, K. & De la Vega, E. (2005) The Altiplano Los primeros pescadores del litoral Pacífico en
Period in the Titicaca Basin. En: C. Stanish, A. el extremo sur peruano. Chungara, Revista de
Cohen, M. Aldenderfer (Eds.), Advances in Ti- Antropología Chilena, 43 (Número Especial 1),
ticaca Basin Archaeology I, (pp. 173-184). Los 333-351. Arica – Chile.
Angeles: Cotsen Institute of Archaeology, Uni-
versity of California. Menghin, O. & Schroeder, G. (1957) Un yaci-
miento en Ichuña (Departamento de Puno,
Ibarra, D. (1957) El Paleolítico inferior en Amé- Perú) y las industrias Precerámicas de los An-
rica. Cuadernos Americanos 16,135-175. Méxi- des centrales y septentrionales. Acta Prehistó-
co D.F.: Editorial Cultura. rica, 41–54. Buenos Aires.
28
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico
optar por el grado de Master. California: Cali- Stanish, C., De La Vega, E., Steadman, L.,
fornia State University, Fullerton. Chavez, C., Frye, K., Onofre, L., Seddon M., &
Calisaya, P. (1997) Archaeological Survey in the
Muscio, H. (2001) Una Revisión Crítica del Ar- Juli-Desaguadero Region of Lake Titicaca Ba-
caico Surandino. Trabajo preparado en forma sin, Southern Peru, Volume 29. Chicago: Fiel-
original para la Cátedra Fundamentos de Pre- diana Anthropology, Field Museum of Natural
historia, curso año 2001. Revisión: Dra. Ana M. History.
Aguerre y Dr. José Luis Lanata. Universidad de Stanish, C. & Plourde, A. (2000) Formative
Buenos Aires. Period settlement patterning in the Huanca-
né-Putina River Valley, northeastern Titicaca
Palao, J. (1989) Precerámico de Chucuito. Bole- Basin. Ponencia presentada en el 66th Annual
tín del Instituto de Estudios Aymaras. Puno. Meeting of the Society for American Archaeo-
logy. New Orleans, Louisiana.
Palacios, F. (1984) El taller lítico de Tumuku.
Revista del Museo del Instituto de Arqueología
23,15-36. Cuzco.
29
W. J. Yépez Alvarez — Dr. J. Jennings
RESUMEN
Presentamos los antecedentes y fundamentos de discusión, además del proceso de investigación
del sitio arqueológico de Quilcapampa La Antigua, vinculado al tema controversial de la presunta
presencia de un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, concepto desarrollado en los Andes
del modelo teórico para definir la intervención del Estado Wari.
ABSTRACT
In this article we present the corresponding background and the process of research in the archaeological
site of Ancient Quilcapampa, related to the controversial topic of a presumed presence of an administra-
tive Wari site upon Siguas Valley, a concept developed in the Andes of the theoretical model to define the
intervention of a Wari State.
El Horizonte Medio en Arequipa resalta por El modelo tiene sustento en la difusión de ar-
la expansión de la cultura material Wari, y quitectura en piedra, describiendo espacios
usualmente es calificada como la frontera sur arquitectónicos de forma celular ortogonal y
del Imperio Wari. Definir su influencia en la habitaciones vinculadas a plazas o patios con
región implica considerar el incremento de su amplios pasajes, perfectamente alineados a la
población y la consolidación de una definida retícula que se superpone sobre el plano.
estructura social local, complementando al cre-
cimiento con intensos complejos para la agri- Si este fuera el caso, uno esperaría evidencias
cultura, además de aplicar intensas actividades de sitios administrativos en Arequipa, junto
rituales con evidente violencia. Estos cambios, con amplios cambios relacionados a la utili-
junto con la presencia de posibles sitios intru- zación intensiva de recursos, diseñados para
sivos Wari, han sido usados repetidamente a trasladar bienes locales a la zona central de
través de los años para construir un caso apa- los Wari o a sus colonias. Sin embargo, traba-
rentemente sólido para la conquista Wari de jos recientes no han demostrado claramente la
la región (Lumbreras 1974; Chávez Chávez y existencia de un único sitio intrusivo Wari en
Salas Hinojoza 1990; Linares Málaga 1990; Nei- esa región. Además, existe muy poca evidencia
ra Avendaño 1990, 1998; de la Vera Cruz 1996; de lazos económicos entre Arequipa y el núcleo
Cardona Rosas 2002; Tung 2007a, 2007b; Tung Wari, y la evidencia de la intensificación de
y Owen 2006; Valdez 2009b; Goldstein 2010). recursos parece apuntar hacia el desarrollo de
El modelo implícito para Wari describea un una amplia economía regional, más que de una
Estado Expansionista hasta llegar incluso a basada en la exportación.
conceptuarlo como Imperio, articulado por un
sistema ordenado de centros administrativos Arequipa carece de un centro administrativo
provinciales donde extraían, almacenaban y Wari, expresión que puede sonar sorprenden-
redistribuían los bienes que permitían organi- te, ya que la zona está salpicada de posibles
zar la política económica local; incluso, se preo- sitios administrativos (Chávez Chávez y Salas
cupaban por redistribuir en parte los bienes ex- Hinojosa, 1990; Linares Málaga 1990; Valdivia
cedentes utilizándolos en fiestas a gran escala Manrique y Cornejo Zegarra, 1990). Sin embar-
para corresponder la mano de obra proporcio- go, en la mayoría de estos sitios tan solo se han
nada por autoridades locales, además de enviar identificado al reconocer fragmentos de cerá-
recursos hacia la ciudad Huari. mica con afinidad formal a Wari. Por lo que, si
30
Quilcapampa la Antigua ¿un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, Arequipa?
se incluyen solo los sitios con este estilo de ar- sivo (Goldstein, 2010: 338-348; Sciscento 1989:
quitectura posible, solo unos pocos serían can- 266), comprobando los registros con el trabajo
didatos a ser un centro administrativo. del sitio de Collota en el valle de Cotahuasi, el
cual determina que este haya sido ocupado du-
Por el momento, ninguno de los sitios publica- rante el Horizonte Tardío (Edwards 2014).
dos con posible arquitectura Wari tiene una
fuerte evidencia para respaldar la constatación De conformidad al panorama evaluado y en re-
de que correspondían realmente a sus sitios. sumen, el candidato obvio como centro admi-
nistrativo Wari de Ayacucho, presuntamente,
El más conocido y posible sitio Wari es Sonay, es el sitio de Quilcapampa la Antigua en el valle
en la cuenca del río Majes-Camaná (Malpass de Siguas. Excavado por Eloy Linares Málaga
2002), incluyendo a Pillistay, Soto y Pampa- (Linares Málaga 1990: 335-337), sugiere que en
ta sugeridos como centros Wari en la misma el sitio fueron registrados espacios arquitectó-
cuenca. No existe claridad y seguridad repre- nicos con presencia de colonos de Ayacucho
sentativa contextual al efectuar trabajos don- y que fue "producto de una invasión" desde
de fueron recuperados tres fragmentos de Wari (1990: 335). En sus apuntes publicados
cerámica con evidente influencia Wari, como ilustra la esquina de un edificio en el sitio, que
las muestras de carbón que conformaron este es reminiscencia de la arquitectura Wari tipo
registro (Jennings e.p.); asimismo, Bruce Owen patio-galería (1990:342) y el sitio cuenta con
realizó excavaciones en los otros tres posibles cerámicas Wari relacionadas al Horizonte Me-
sitios administrativos Wari, demostrando con dio (1990:346, 350, 352). Sin embargo, Linares
fechados absolutos que corresponden desde el Málaga sugiere también que la cerámica es una
siglo XIV hasta el XVI de nuestra era (Owen, mezcla de influencia local y foránea (1990:335),
c.p. 2009), por lo que, con los antecedentes y la y el conjunto de artefactos, en general, es muy
falta de profundidad de estudios, nos permite similar a la encontrada en los sitios en la mayor
ser escépticos al afirmar que el sitio de Sonay es parte de la costa de Arequipa durante el Hori-
un centro Administrativo Wari. zonte Medio (Owen 2007, 2010).
Por su parte, Charasuta, en el Valle del Col- Los trabajos iniciados en el sitio (Yépez y Jen-
ca, ha sido sugerido como un centro de Wari, nings 2013, 2015) han permitido efectuar una
afirmación deducible por similitudes arquitec- primera etapa de reconstrucción de la carto-
tónicas con Sonay (Doutriaux 2004: 221), pero grafía y de registro de espacios arquitectónicos
el sitio no ha sido excavado y su superficie no que presuntamente describen áreas con defini-
presenta muestras de cerámica afines (Dou- do diseño del patrón arquitectónico Wari, ade-
triaux 2004:213). En este orden de ideas Pablo más de la recolección de muestras de superficie,
de la Vera Cruz sostiene que Achachiwa en el vinculadas a estilos cerámicos Chakipampa B y
Valle del Colca es un sitio Wari administrativo Wari Negro, y del representativo estilo Viña-
(1987: 97-98) por la presencia de paredes tipo que con matices locales (La Real) y La Ramada,
murallas, resaltando su dimensión y orden de en el entorno del área que presentan espacios
uso del espacio, pero efectuada una evalua- con arquitectura vinculados a pasajes.
ción contextual de las características de la ar-
quitectura representativa. Corresponde a una Es por ello que el aplicar estudios de investiga-
peculiar forma singular denominada Murallas ción en el sitio permite aportar razonamientos
Agro-mortuorias (Wernke 2003) y la cerámica con fundamentos materiales para conocer las
permite conocer un estilo peculiar local en el experiencias sociales de los grupos humanos
sitio incluyendo muestras de influencia Wari; que ocuparon Quilcapampa la Antigua, en el
otros arqueólogos que han realizado trabajos valle de Siguas. Incluso, nos permite estimular
de investigación en la cuenca visitaron el sitio un debate entre el modelo de un Imperio Wari
y han expresado dudas sobre la filiación Wari y Cultura Global Wari (Jennings 2010, 2011),
(Brooks 1998:87; Doutriaux 2004: 221; Wernke que brinde una explicación a la sostenibilidad
2003: 168). Robin Coleman Goldstein efectuó social al transcurrir el tiempo que encauzó el
excavaciones en el sitio de Número 8, en el valle cambio determinante en la definición de Hori-
de Chuquibamba, y confirmó sus sospechas ini- zonte Medio en este espacio social en los Andes
ciales de que el sitio no era un sitio Wari intru- del Perú.
31
W. J. Yépez Alvarez — Dr. J. Jennings
REFERENCIAS
32
Quilcapampa la Antigua ¿un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, Arequipa?
Goldstein, D., Goldstein, R. & Williams, P. of Ancient Peru. Washington D.C.: Smithsonian
2009 You are What You Drink: A Sociocultural University Press.
Reconstruction of Pre-Hispanic Fermented Be-
verage Use at Cerro Baúl, Moquegua, Peru. En: J. Malpass, M. (2001) Sonay: un Centro Wari Cellu-
Jennings, B. Bowser (Eds.), Drink, Power, and So- lar Orthogonal en el valle de Camaná, Perú.
ciety in the Andes. (pp. 133 – 166). Florida: Univer- Boletín de Arqueología PUCP 5: 51-68. Lima: Fon-
sity Press of Florida, Gainesville. do Editorial PUCP.
Jennings, J. (2006a) Core, Peripheries, and Regio- Tello, J. C. (1942) Origen y Desarrollo de las Civi-
nal Realities in Middle Horizon Peru. lizaciones Prehistóricas Andinas. En: Actas y Tra-
Journal of Anthropological Archaeology 25, 346- bajos Científicos, 27th International Congress of
370. Michigan. Americanists 1, (pp.589-720).
Jennings, J. (2006b) Understanding Middle Ho- Tung, T. (2007a) Trauma and Violence in the Wari
rizon Peru: Hermeneutic Spirals, Interpretative Empire of the Peruvian Andes: Warfare, Raids,
Traditions, and Wari Administrative Centers. La- and Ritual Fights. American Journal of Physical
tin American Antiquity16, 265-286. Washington Anthropology 133 (3), 941-956. Washington.
D.C.
Tung, T. (2007b) The Village of Beringa at the Pe-
Jennings, J. (2010) Becoming Wari: Globalization riphery of the Wari Empire: A Site Overview and
and the Role of the Wari State in the Cotahuasi New Radiocarbon Dates. Andean Past 8: 253-286.
Valley of Southern Peru. En: J. Jennings (Ed.) Be- Maine.
yond Wari Walls: Regional Perspectives on Midd-
le Horizon Peru. (pp.37-56). Nuevo México: Uni- Tung T. & Owen, B. (2006) Violence and Rural Li-
versity of New Mexico, Albuquerque. feways at Two Peripheral Wari Sites in the Ma-
jes Valley of Southern Peru. En: W. Isbell, H. Sil-
Jennings, J. (2011) Globalizations and the Ancient verman (Eds.) Andean Archeology III: North and
World. New York: Cambridge University Press. South. (pp. 435-367). New York, Springer.
2009a) Significado social de la cerámica Nasca
Jennings, J. (e.p.) Una Reevaluación del Horizonte Temprana en Valle de Acarí, Perú. Revista de An-
Medio en Arequipa. En: J. Jennings, L.J. Castillo tropología 20, (7-8), 15-35. Santiago de Chile.
(Eds.) Interacciones Interregionales del Horizonte
Medio en los Andes centrales. Lima: Fondo Edito- Valdez, L. (2009b) Walled Settlements, Buffer Zo-
rial Pontificia Universidad Católica del Perú. nes, and Human Decapitation in the Acari Valley,
Peru. Journal of Anthropological Research 65: Az-
Jennings, J. & Craig, N. (2001) Politywide Analysis tec Imperial Strategies, 389-416. Washington D.C.,
and Imperial Political Economy: The Relationship Dumbarton Oaks.
between valley Political Complexity and Adminis- Vivanco, C. & Lidio Valdez (1993) Poblados Wari
trative Centers in the Wari Empire of the Central en la cuenca del Pampas—Qaracha, Ayacucho. Ga-
Andes. Journal of Anthropological Archaeology ceta Arqueológica Andina VII (23), 83–102. Lima.
20, 479-502. Michingan.
Yépez, W. & Jenning, J. (Eds.) (2012) ¿Wari en
Linares, E. (1987-1990) Prehistoria de Arequipa. Arequipa? Análisis de los Contextos funerarios en
Arequipa: CONCYTEC-UNSA. la Real. Arequipa: Museo de Arqueología José Ma-
Lumbreras, L. (1974) The Peoples and Cultures ría Morante, UNSA.
33
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González
RESUMEN
El trabajo de campo arqueológico realizado en Zorropata, localizado en el valle de Las Trancas en
la región sur de Nasca, en 2014, estuvo dirigido a investigar la relación entre los pueblos Nasca y
Wari. Particularmente, el trabajo de investigación estuvo dirigido a dilucidar el impacto potencial
de la invasión Wari en diversas prácticas económicas, sociales, políticas y cotidianas del pueblo
Nasca. Este artículo presenta los resultados de los análisis del Acelerador de Espectrometría de
Masas (AMS) de muestras de carbono, y algunas interpretaciones preliminares a raíz de las exca-
vaciones en Zorropata.
ABSTRACT
Archaeological fieldwork conducted at Zorropata, located in the Las Trancas Valley in the SNR, in 2014
aimed to investigate the relationship between Nasca and Wari peoples. In particular, research aimed to
elucidate the potential impact of Wari encroachment on various Nasca economic, social, political, and
quotidian practices. This paper presents the results of AMS assays from carbon samples, and some pre-
liminary interpretations stemming from excavations at Zorropata.
34
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari
Tabla 1
Los periodos cronológicos de Perú y Nazca.
35
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González
7 terrazas habitacionales en el Sector 1. Asimis- Los codirectores de este Proyecto (Luis Manuel
mo, también excavamos dos áreas en el sector González La Rosa, codirector de PANW; y Sa-
3 que originalmente se pensó que consistían en rah Dost Kerchusky, candidata a doctora por la
terrazas, pero que resultaron estériles bajo la Universidad de California, Santa Bárbara) han
superficie. En cinco de las terrazas del Sector 1 trabajado juntos durante el año pasado para ex-
la cerámica diagnóstica fue fundamentalmen- portar una pequeña colección de muestras de
te Loro. En una terraza solo fueron recupera- Zorropata para su análisis arqueométrico en los
dos materiales de origen Nasca tardío. Fueron Estados Unidos. Estas muestras incluyeron: 9
identificados también suelos preparados de ba- muestras de carbono para su análisis en el Ace-
rro compacto en las cinco terrazas con cerámi- lerador de Espectrometría de Masas (AMS) en
ca Loro (Figura 4). la Universidad de Arizona, 6 de los cuales han
producido datos que serán discutidos más ade-
lante en este texto; 53 cerámicas Loro para su
Análisis Instrumental por Activación de Neu-
trones (INAA) en la Central de Investigación de
Reactores de la Universidad de Missouri; 14 las-
cas de obsidiana para su análisis de fluorescen-
cia en Rayos X, el cual será realizado por Jessica
Kaplan, en la Universidad de California, Santa
Bárbara; 16 muestras óseas humanas de 7 cabe-
zas trofeo que pasarán por análisis de isótopos
con el fin de obtener la dieta y la movilidad de
estos individuos; y finalmente, 2 muestras de
cabello humano con cuero cabelludo de cabezas
trofeo que fueron testeadas para ser analizados
sus niveles de cortisol. Los análisis de isótopos
y cortisol están siendo dirigidos e interpretados
por Corina Kelner en la Northern Arizona Uni-
versity. Aún estamos esperando los resultados
para gran parte de los análisis ya mencionados.
Sin embargo, el centro de la atención estará
puesta en los resultados actuales de los análisis
de AMS.
Fig 3. Frecuencia de Cerámica Zorropata por estilo
(abajo) con ejemplos de Nazca Tardío (izquierda) y
tiestos Loro (derecha) de la Unidad RA1.
Las muestras de AMS provenían de contextos
seguros excavados en el Sector 1, incluyendo
las unidades 1, 2, 6, 9, 23 y el complejo de ado-
be RA1. Identificamos segmentos de un gran
muro o un sistema de muros a lo largo de los
márgenes oeste y sur del sitio (Figura 5). Uno de
estos segmentos de muro colinda con la Unidad
1. Estos segmentos de muro fueron construidos
utilizando dos bases de piedra sin labrar con re-
lleno de grava, de un grosor promedio de 1 a 2
m, y puede haber sido utilizado para defensa.
Aunque no sea continuo, estos tramos de pared
claramente se extienden alrededor del períme-
tro de la principal área habitacional del sitio.
Esto, junto con las 229 piedras de honda recu-
peradas de la recolección superficial y excava-
ción, son un fuerte indicador de que la vida en
Fig 4. Piso de barro compacto de donde se tomó la Zorropata habría estado fuertemente vincula-
muestra de carbono. da a la defensa.
36
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari
Unidad/Terraza 6
37
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González
38
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari
Tabla 2
Resultados de la datación de carbón.
Tabla 3
Estilo de cerámica por unidad en porcentajes (Sector 1)
Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad
RA 1
1 2 6 9 11 23 33
Antes Nazca Tardío 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 4.17%
Nazca Tardío 16.67% 81.82% 46.67% 0.00% 30.77% 33.33% 37.50% 52.08%
Nazca/Loro Transicional 16.67% 18.18% 6.67% 21.43 7.69% 0.00% 12.50% 10.42%
Loro 66.67% 0.00% 46.67% 78.57% 61.54% 66.67% 50.00% 33.33%
REFERENCIAS
39
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez
RESUMEN
Una de las tradiciones culturales más comunes en las sociedades prehispánicas fue la práctica de
depositar u ofrendar diferentes tipos de elementos, ya sea objetos suntuosos, restos parciales o to-
tales de animales, alimentos, e incluso seres humanos. Los repositorios contextuales de estas ofren-
das son muy variados, sin embargo, guardan en común la noción material de una acción simbólica
que tiene un contenido especial y espiritual. El presente trabajo se orienta a estudiar la naturaleza
de dos ofrendas de expresión material poco suntuosa, recuperadas en el sitio arqueológico Misayoc
V, ubicado en la provincia de Chumbivilcas, Cusco, y que estarían asociadas cronológicamente al
periodo Horizonte Medio dado sus características y rasgos estilísticos. Adicionalmente ensayare-
mos algunas explicaciones de la presencia de este tipo de materiales en la región y su posible origen
a partir del análisis estilístico y la reconstrucción de rutas de desplazamiento.
ABSTRACT
One of the most common cultural traditions among prehispanic societies was the practice of offering all
sorts of elements, such as sumptuous objects, partial or total remains of animals, food and even human
beings. The contextual repositories of these offerings vary, however, they have in common the material
notion of a symbolic action which has a special and spiritual content in it. The following work is aimed to
study the nature of two offerings of non-sumptuous material expression, recovered at the archaeological
site of Misayoc V, located in the Province of Chumbivilcas, Cusco, which might be chronologically asso-
ciated to the Middle Horizon Period given its characteristics and stylistic features. Also, we will deal with
some explnations for the presence of this kind of materials throughout the region and its possible origin
through a stylistic analysis and the reconstruction of displacement routes.
40
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco
cíficos realizados en el sitio Misayoc V donde Este sitio estuvo compuesto por 16 estructuras
fueron recuperados dos vasos cuyos rasgos arquitectónicas, de las cuales siete funcionaron
estilísticos lo vinculan explícitamente al estilo como corrales para la crianza de ganado y las
Huari; describiremos sus contextos de proce- restantes se emplearon como viviendas. Estas
dencia y sus componentes, asimismo, ensaya- edificaciones fueron construyéndose paula-
remos una breve explicación respecto a su pre- tinamente a lo largo del tiempo, apreciándose
sencia en el sitio. superposiciones, ampliaciones y abandono de
ciertas construcciones que van desde el perio-
II. EL SITIO do Horizonte Medio hasta el periodo Colonial,
ocupándose ininterrumpidamente incluso du-
El sitio arqueológico de Misayoc V se empla- rante los periodos intermedios. (Figura 2)
zaba sobre una loma de mediana altura que se
proyecta desde la ladera noreste del cerro Mi-
sayoc hasta las proximidades del río Chilloroya,
a unos 4600 msnm aproximadamente. Debido
a su ubicación y la presencia de recursos na-
turales específicos, se definió como un asenta-
miento de ocupación permanente vinculado a
las diversas actividades de la crianza y pastoreo
de ganado oriundo de esta región (por ejemplo,
auquénidos como llamas y alpacas). (Figura 1)
41
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez
ficaciones tempranas quedaron en desuso y se relleno de tierra compacta definida como capa
realizó la construcción de un corral mucho más 2, a unos 40 cm bajo la superficie actual del te-
extenso pero que seguía la configuración formal rreno. Este conjunto cerámico se compone de
de aquel edificado durante el periodo anterior. cinco vasijas, cuatro de ellas no presentan de-
Adicionalmente, se adosó hacia su lado oeste coración y al parecer fueron fracturadas antes
un conjunto de pequeños corrales que estarían de su inhumación. Estas cuatro vasijas fueron
indicando mayor especialización en la crianza colocadas con la boca hacia abajo y en sucesión
del ganado. Los materiales asociados nos indi- ascendente, cubriéndose unas a otras y res-
can una fuerte presencia de vajilla proveniente guardando en su interior un vaso íntegro que
de la región altiplánica, donde destacan grupos presenta decoración pintada con diseños figu-
cerámicos asociados a las poblaciones Colla rativos de diversos motivos y colores, algunos
(Arkush 2005), acompañados en muchísimo de los cuales recuerdan elementos del estilo
menor densidad de vasijas del estilo Inca (bor- Huamanga.
des y cuerpos de aríbalos). Asimismo, estadísti-
camente se aprecia un mayor uso de artefactos
fabricados in situ con obsidiana, aunque debe-
mos señalar que esta tendencia creciente ya se
apreciaba desde el Horizonte Medio (Paz 2013).
1
Durante las excavaciones en este sector fueron identi-
ficados algunos fragmentos de cerámica posiblemente
asociados al periodo Formativo, sin embargo, su escasa
presencia y poca clara asociación con las construcciones
iniciales del sitio sugerirían que la arquitectura apreciable
no fue originalmente erigida durante este periodo, sino
durante el Horizonte Medio.
42
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco
Componentes (Figura 5 y 6)
• Elemento 2: Se trata de un cuenco sin de- Fig 5. Vaso con motivos decorativos afiliados al estilo
coración cuya boca alcanza un diámetro de Huari recuperado al interior del hallazgo 1. (cara 2)
14 cm. Esta pieza se encontró incompleta
(-60% de su estructura). Presenta contorno
simple, base ovalada, paredes ligeramente
divergentes y labio redondeado. Su manu-
factura se realizó a partir de la técnica del
modelado a mano y es posible apreciar las
líneas horizontales del proceso. Su acaba-
do final consistió en un ligero bruñido de
su superficie exterior que le otorgó cierto
brillo. Dado su estado de conservación y
las huellas de uso, consideramos que esta
pieza debió tener una función doméstica.
2
Se reconoce como arquitectura del Horizonte Medio en
el sitio de Misayoc V a aquellos corrales y recintos que
presentan asociación estratigráfica y contextual con dos
Fig 5. Vaso con motivos decorativos afiliados al estilo conjuntos de ofrendas de cerámica que incluyen mate-
Huari recuperado al interior del hallazgo 1. (cara 1) riales asignados estilísticamente a ese periodo de tiempo.
43
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez
En ese sentido, nuestro criterio para fechar la arquitec- neles intermedios muestran una columna
tura se basa en la adaptación de una cronología relativa pintada con tres círculos concéntricos con
extensamente usada en la Arqueología Andina.
un punto interior de color naranja y blan-
co. Las franjas que delimitan los paneles
• Elemento 3: Esta vasija cubría el elemen- son ligeramente anchas (1-1.2 cm) y se han
to 5. Se trata de una escudilla sin decora- pintado también empleando los mismos
ción, cuya boca mide 22 cm de diámetro. colores. Su manufactura se realizó a partir
Se encontró fracturada pero al recuperase de la técnica del modelado a mano y aún es
se restituyó casi el 85% de la pieza. Presen- posible apreciar las líneas horizontales del
ta contorno simple, base ovalada, paredes proceso. Su acabado final consistió en un
divergentes y labio redondeado. Como ele- baño de engobe color rojo intenso sobre su
mentos adicionales muestra dos asas late- superficie alisada.
rales cintadas adheridas cerca de su borde.
Su manufactura y acabado de superficie es 3.2. Hallazgo 2 (Figura 7)
similar al elemento 1. Presenta leve des-
gaste de su base e interior. Se localizó al interior del recinto 10, ubica-
do en la unidad de excavación K; estrati-
gráficamente se dispone al interior de un
• Elemento 4: Se trata de la sección superior
relleno de tierra compacta definida como
de una botella sin decoración, cuya boca
capa 2, a unos 50 cm bajo la superficie ac-
alcanza un diámetro de 3 cm. Presenta
tual del terreno. Se encontró parcialmente
contorno compuesto y exhibe una asa la-
cubierta por una acumulación irregular de
teral cintada parcialmente conservada. Su
piedras.
manufactura se realizó a partir de la técni-
ca del modelado a mano. Su pasta es de co-
Este conjunto cerámico se compone de tres
lor marrón-gris oscuro, sin mostrar brillo
en su exterior. vasijas, dos de ellas no presentan decora-
ción y al parecer fueron fracturadas antes
de su inhumación. Estas dos vasijas fueron
• Elemento 5: Se pudo apreciar al retirar las
colocadas con la boca hacia abajo y en su-
cuatro vasijas superpuestas. Se trata de un
vaso cuya boca tiene 9 cm de diámetro y cesión ascendente, cubriéndose una a otra
una altura de 11 cm. Se encontró levemen- y resguardando en su interior un vaso
te fracturado en su borde, lo que no afectó íntegro que presenta decoración escultó-
significativamente la preservación e inte- rica antropomorfa y pintada con diseños
gridad de la pieza. Presenta contorno sim- figurativos, algunos de los cuales estarían
ple, base plana, paredes ligeramente diver- vinculados al estilo Robles Moqo.
gentes y un labio plano levemente oblicuo
hacia el exterior. Exhibe decoración pinta-
da en su interior y exterior. En el interior
se aprecia una franja de color rojo que lle-
ga a cubrir incluso el borde de la vasija. El
exterior muestra cuatro paneles, dos de los
cuales sirven para separar dos composicio-
nes iconográficas poco definidas: se aprecia
un motivo principal de forma circular en
cuyo interior se ha plasmado un círculo
color blanco con un punto negro; de este
motivo se proyectan apéndices a modo de
“alas emplumadas” en diferentes direccio-
nes, dos de las cuales aparecen en su parte
superior a modo de tocado. Ambos pane-
les, salvo leves variaciones técnicas, repre-
Fig 7. Arriba: vaso con motivos decorativos
sentan la misma composición iconográfica: afiliados al estilo Huari recuperado al interior del
uno con el motivo central de color rojo in- hallazgo 2. Abajo: Vasija que formó parte del hallazgo
tenso y el otro de color azul oscuro. Los pa- 2, descrita en el texto como elemento 2.
44
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco
45
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez
46
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco
traban atributos tanto del estilo Huari como económica y socialmente ante la aparición de
Tiahuanco (Chávez 1988:34). La cualidad ex- nuevos vecinos emparentados con las élites
cepcional de esta pieza y el desconocimiento de Huari ayacuchanas.
su contexto de procedencia debidamente docu-
mentado, hace difícil entender su naturaleza y Nosotros asumimos que ambas vasijas pre-
posibles implicancias respecto a contactos po- sentadas en este artículo llegaron a Misayoc
blacionales a distinto nivel. V como parte de la dinámica de intercambio
y complementariedad de recursos existente
En Misayoc V la presencia Huari estaría aso- entre poblaciones agroalfareras principalmen-
ciada al Elemento 5 (hallazgo 1) y Elemento 3 te del valle de Cotahuasi con las poblaciones
(hallazgo 2) presentes en los dos contextos de asentadas en la puna. Muchos investigadores
ofrendas ya descritos, cuyos rasgos estilísticos han sostenido la alta movilidad de los agentes
vinculados a Huari son evidentes, pero que ganaderos de la puna debido al uso de la llama
no terminan de definirlos como tal. De nues- como animal de carga que le permitió trasladar
tro breve análisis estilístico se desprende que diversos productos que normalmente no car-
si bien, ciertos motivos se emparentan con los garía un individuo durante largos periodos de
diseños presentes en alguno de los estilos Hua- tiempo (Greve 1984, Medinacelli 2005, Murra
ri como la presencia de las “alas emplumadas” 1975, Núñez 1996, entre otros). Nuestra pro-
Huamanga), “serpientes” (Chakipampa) o los puesta se reafirma al notar ciertas similitudes
motivos escultóricos con pintura facial (Robles estilísticas entre materiales arqueológicos de
Moqo), no es clara su composición iconográfica Misayoc V con algunos recuperados en el valle
dado que se adicionan otro tipo de elementos de Cotahuasi; un ejemplo de ello es la relativa
que naturalmente no estarían presentes en su similitud estilística entre el vaso procedente de
versión “imperial”. Por ejemplo el elemento 3 nuestro hallazgo 1 con uno recuperado de una
del hallazgo 2 presenta un rostro antropomorfo de las tumbas de Netahaha (ver Jennings y Ye-
escultórico con pintura facial, clásico de la alfa- pez 2005: fig 7).
rería de Robles Moqo, pero no alcanza la cali-
dad técnica de su manufactura y se adicionan Por otro lado, las comunicaciones no se logran
atributos que definitivamente lo definen como sin la presencia de caminos. En ese sentido en
una copia local ciertamente burda de ese estilo. la ruta hacia el valle de Cotahuasi, hemos po-
Nosotros consideramos que estas vasijas están dido apreciar que el camino principal de este
asociadas al estilo Huari, pero que asimismo valle se articula a otro transversal que se des-
son el reflejo de manufacturas locales que in- plaza paralelo a la cuenca del río Velille, el cual,
cluyen la adaptación de estos diseños en com- asimismo, se comunica con el río Chilloroya a
posiciones que recuerdan su origen estilístico, la altura del poblado de Chamaca, presumien-
pero que además reproducen motivos y rasgos do que esta sería al menos una de las rutas de
de acuerdo a las necesidades simbólicas de las desplazamiento empleadas por los antiguos
poblaciones locales. pobladores de la puna hacia la región occiden-
tal. (Figura 8) Asimismo, Jennings y Glascock
Ahora, estas vasijas que fueron recuperadas en (2002) se refieren al trayecto entre el valle de
Misayoc V, no fueron manufacturadas en esta Cotahuasi y Velille como una de las rutas que
región y estimamos que su origen estaría más servía para conducir materia prima para los
relacionado con las poblaciones del Horizonte asentamientos ubicados en los alrededores de
Medio de Arequipa que con aquellas del Cusco. la capital imperial durante el Horizonte Tar-
J. Jennings (2012) hace una reevaluación de las dío. Además, Jennings et al (2005) menciona
posibles influencias externas procedentes de la que en la sección media del valle de Cotahuasi,
región de Ayacucho durante el Horizonte Me- aún en la actualidad, se observan caravanas de
dio en las comunidades asentadas en la costa llameros que se trasladan hacia la parte baja a
y sierra arequipeña. Asume, tras una serie de intercambiar productos en las múltiples ferias
planteamientos donde se evalúa principalmen- locales y regionales.
te la ausencia de centros administrativos Huari
que ejerzan el control directo de los recursos, Materiales arqueológicos ubicados durante las
territorio y poblaciones, que las comunidades excavaciones en el sitio Misayoc V, provenien-
locales fueron ciertamente independientes y tes del noreste de la región Arequipa (incluye
que durante este periodo resurgieron política, una alta cantidad de obsidianas), región altiplá-
47
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez
nica y del Cusco mismo durante el Intermedio Ayacucho: Universidad Nacional San Cristóbal
Tardío nos sugieren una amplia movilidad es- de Huamanga.
tacional y rotativa de estos pobladores, no solo Chacaltana, S & Nash, D (2009) Análisis de las
trasladándose hasta ámbitos lejanos, sino tam- ofrendas en los andes sur centrales. Las ofren-
bién recepcionando influencias posiblemente das como tradición de origen prehispánico: el
traídas por otras poblaciones de pastores semi- caso de Cerro Baúl, valle alto de Moquegua.
nómades que aportan un panorama de fuerte Andes 7: 155-179. Salta.
interacción social y cultural a esta zona (Medi-
naceli 2005). Chávez, S. (1988) Archaeological reconnais-
sance in the province of Chumbivilcas. South
highland Perú. Expedition Vol. 30 (3), 27-38.
Pennsylvania.
Fig 8. Detalle del desplazamiento de los caminos Jennings, J. & Yepez, W. (2001) Collota, Neta-
prehispánicos en la parte alta de macro-región sur y su haha y el desarrollo del poder Huari en el valle
relación con el sitio Misayoc V. del Cotahuasi, Arequipa, Perú. Boletín de Ar-
queología PUCP. 5, 13-29. Lima: Fondo Editorial
AGRADECIMIENTO PUCP.
Jennings, J. & Glascock. M (2002) Description
Queremos expresar nuestro agradecimien- and method of explotation of the Alca obsidian
to a Erik Maquera y a su equipo editor por la source, Perú. Latin American Antiquity 13 (1),
invitación para presentar los resultados de un 107-118. Washington D.C.
trabajo cuyo carácter inédito hacía necesaria
su publicación. Asimismo, deseamos agradecer Jennings, J., Yepez W, & Kellner, C. (2005)
y reconocer el trabajo del equipo de arqueólo- Tumbas de Netahaha: notas preliminares sobre
gos que nos acompañó durante las labores de contextos funerarios del Horizontes Medio en
campo con responsabilidad y eficiencia: Chris- el valle de Cotahuasi. Andes 6: 93-108. Salta.
tian Cancho, Zenobio Valencia, David Sumire y
Juan Carlos Huisa. Finalmente a Carlos Pine- Grebe, M. (1984) Etnozoología andina: concep-
do Yampufé por su apoyo en la diagramación ciones e interacciones del hombre andino con
y edición de parte del corpus fotográfico aquí la fauna altiplánica. Estudios Atacameños 7,
presentado, nuestro sincero reconocimiento a 335-347. Atacama.
su arte.
Glowacki, M. (2012) Imperialismo en el Hori-
REFERENCIAS zonte Medio. Una Reevaluación de un Paradig-
ma Clásico, Cusco, Perú. Boletín de Arqueología
Arkush, E. (2005) Colla fortified sites: warfare PUCP 16, 189-207. Lima: Fondo Editorial Pucp.
and regional power in the late prehispanic Ti-
ticaca basin, Perú. Tesis para optar por el título Glowacki, M. & McEwan G. (2001) Pikillacta,
doctoral. California: University of California, Huaro y la gran region del Cuzco. Nuevas in-
Los Angeles. terpretaciones de la ocupación wari de la sie-
rra sur. Boletín de Arqueología PUCP 5, 31-49.
Clares, R. (2012) Ofrendas Huari en la Provin- Lima: Fondo Editorial PUCP.
cia de Chumbivilcas, Cusco. Monografía para
obtener el título de Licenciada en Arqueología. Knobloch, P. (2000) Cronología del contacto y
48
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco
49
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones
George Chauca
Alexander Pullen
Susana Arce
David Beresford-Jones
RESUMEN
El One River Project de la Universidad de Cambridge se interesa por conocer el desarrollo y colap-
so del proceso cultural que se originó a lo largo del río Ica. Proceso que ha dejado sus vestigios más
antiguos y visibles, hasta ahora conocidos, en las proximidades del estuario del río Ica: La Yerba II
y La Yerba III. Ambos sitios arqueológicos fueron investigados por Engel (1957, 1981, 1991), quien
con excavaciones restringidas logró fecharlos y contar con una primera imagen de sus antiguos
ocupantes.
Nosotros hemos retornado a los dos sitios mencionados para evaluar los primeros datos obtenidos
por Engel y ampliar el registro arqueológico, todo ello en el marco de nuestro interés por conocer
el inicio del proceso cultural originado en la cuenca del río Ica. La información que expondremos
corresponde a tres temporadas de campo (2013-2015) e incluye información obtenida de los análi-
sis especializados del material recolectado.
Al comparar los registros arqueológicos de los sitios y considerar la distancia temporal (cerca de
1000 años) que los separa; se observa que los cazadores-recolectores del Precerámico Medio (8 000
a 4 500 AP) redujeron su movilidad y desarrollaron sus estrategias de subsistencia para diversifi-
car los recursos que consumían, incluyendo la horticultura de pallares y otras plantas cultivadas,
aunque siempre sobre la base de los abundantes recursos que ofrecía el mar. Estos cambios en el
patrón de asentamiento y estrategias de subsistencia corresponden a la etapa previa a la emergen-
cia de la agricultura que se vivió en diferentes partes del mundo. Flannery (1969) acuñó el término
“Broad Spectrum Revolution” para referirse a la etapa de transición hacia la agricultura.
ABSTRACT
University of Cambridge's One River Project is interested in the development and collapse of the culture
process originated along Ica river. It is a process which has left its more visible and ancient remains,
known until today, close to Ica River's estuary: La Yerba II and La Yerba III. Both archaeological sites
were investigated by Engel (1957, 1981, 1991) who managed to set a date for each of them and, also, to
have a first overview of their ancient inhabitants.
We have returned to those two sites, in order to evaluate the first data obtained by Engel and broaden
the archaeological registry, since we are deeply interested in discovering the very beginning of the cul-
tural process originated in the basin of Ica River. The information presented in this article was obtained
from our three fieldwork seasons (2013-2015) and it includes information obtained from the specialized
analysis of all the collected material.
When comparing the archaelogical registries from these sites and considering their time distance (about
1000 years separating each other), we can tell that hunters-gatherers from the Middle Preceramic Period
(8000 to 45000 BP) reduced their mobility and developed their strategies of subsistance to diversify the
resources they consumed, including “pallares” (lima beans) and other cultivated plants, even though it
was on the basis of the abundant sea resources. These changes in settling and the subsistence strategies
belong to the early stage of the rising of agriculture in many parts of the world. Flannery (1969) coined
the term "Broad Spectrum Revolution" to deal with this transition stage towards agriculture.
50
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú
51
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones
muy cercano al que los cazadores-recolectores En esos mismos tiempos se dio el proceso de es-
del Precerámico Medio conocieron. Esto por- tabilización del nivel eustático del mar. El nivel
que la boca del río Ica se encuentra muy lejos del mar creció durante el Holoceno temprano,
de la ciudad moderna de Ica y para llegar a ella alcanzando su mayor nivel cerca de los 7000
es necesario cruzar una amplia zona desértica, AP. Después de ese momento se estabilizó el
la cual funciona a manera de escudo protector. nivel de mar (ver Sandweiss, 2009). La costa y
No obstante, la dinámica propia de la natu- la zona litoral que rodean al estuario se forma-
raleza se ha encargado de modelar el área de ron en esos años de gran actividad tectónica.
investigación hasta lograr su forma actual. En La Yerba II se ubicaba justo delante de la línea
las siguientes líneas describiremos dos fenóme- del litoral. Actualmente la zona se encuentra
nos naturales que se desarrollaron durante el a 2190 msnm y a 1 km de distancia del litoral,
Precerámico Medio: el comienzo del comporta- esto por la actividad tectónica causado por la
miento moderno de El Niño-Oscilación del Sur subducción de la Dorsal de Nazca, la misma
(ENOS) y la estabilización del nivel eustático del que fue particularmente fuerte en la boca del
mar. río Ica (Hsu 1992, Saillard et all. 2011). La esta-
bilización del nivel eustático del mar permitió
Las perturbaciones climáticas que trae consigo la formación de las playas entre los años 7000
el ENOS a lo largo de la costa del Pacífico, y que a 6000 AP.
se identifica por la variación de la temperatu- Los sitios precerámicos medios de la boca del
ra superficial del mar, comenzó a conformarse río Ica fueron ocupados en los cinco milenios
durante el Precerámico Medio. Así lo indica el durante los cuales la temperatura de la superfi-
modelo sobre el comportamiento histórico del cie del mar fue significativamente menor que la
ENOS en la costa sur basados en δ18O, un proxy actual (Carré et al., 2014: 1045). La temperatura
data de la temperatura superficial del mar que del mar de la costa sur del Perú tuvo 3°C menos
quedó registrada en las conchas marinas recu- a la actual, lo cual influyó en el aumento de la
peradas en depósitos arqueológicos, como La intensidad del afloramiento costero (Ibid.). Ello
Yerba II (Carré et al., 2012, 2014), corales del coadyuvó para lograr condiciones de alta pro-
Pacífico central (Cobb et al., 2013) y foraminí- ductividad oceánica, y aumentar el volumen
feros de Galápagos (Koutavas y Joanides 2012). de agua en las lomas y su biomasa a causa de
la presencia de neblinas más persistentes. Ese
escenario es conocido como “fog oasis situation”
Las investigaciones referidas sugieren que
(Engel 1984) y proporcionó sustento a los caza-
entre 9600 a 4500 AP, cerca de 5000 años, la
dores recolectores de la costa sur durante los
temperatura promedio de la superficie del mar
cinco milenios de mar frío.
de la costa sur fue significativamente menor
a la actual. Asimismo, indican que el compor- III. TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN EN LA
tamiento del ENOS cerca de los 8000 AP fue BOCA DEL RÍO ICA
parecida a la conducta de El Niño en el Pacífi-
co Este. Mientras que entre 7500 a 6700 AP el Hemos mencionado que los trabajos y los resul-
comportamiento fue semejante al que se vive tados obtenidos por Engel en La Yerba II y La
hoy en el Pacífico central, aunque con una ma- Yerba III son el punto de inicio para nuestras
yor frecuencia e intensidad de presencia de La investigaciones. En ese sentido, las labores que
Niña. Por último, los datos sugieren que el com- hemos realizado deben comprenderse como un
portamiento del ENOS fue sustancialmente recorrido sobre las huellas dejadas por el in-
más discreto entre 5000 a 4500 AP. vestigador suizo-francés. Las labores de campo
realizadas en tres temporadas (2013-2015) com-
1
El ENOS cuenta con dos fases. La fase de calentamiento es prendieron las siguientes actividades:
conocida como El Niño. La fase de enfriamiento como La
Niña.
2
En el estudio paleoclimático un proxy data es un elemento
1. Prospección y registro de los sitios arqueo-
de la naturaleza que guarda las características físicas sobre lógicos que se encuentran en la boca del río
el medioambiente, los mismos que pueden ser medidos de Ica.
manera indirecta. Ejemplos de proxy data son el polen fó-
sil, capas de hielo, sedimento oceánico, etc. δ18O o el isótopo 2. Reapertura de excavaciones, posiblemen-
estable de oxígeno 18 que se utiliza, entre otras cosas, para
medir la temperatura del océano (Rozanski et al., 1990). te realizadas por el equipo de Engel, para
registrar la estratigrafía y tomar muestras
52
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú
53
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones
Cyperacea, aves y peces), y lomas (caracoles, Engel fue el primero que excavó y registró La
venados, guanacos y vegetales), nos sugiere Yerba III (15bVII-55) y sobre sus resultados in-
que en La Yerba II, cazadores recolectores com- dicó:
plejos, instalaron un campamento base (sensu
Binford 1980) desde donde explotaron los re- “Encontramos una aldea con algunas chozas cir-
cursos que en las diferentes estaciones ofrecían culares, de 4.50 m de diámetro, ahora cubiertas
los ecosistemas circundantes (figura 3). Es decir, con desperdicios. Se había utilizado palos para
La Yerba II fue ubicado en un punto de conver- soportar las paredes. Los desperdicios dieron un
gencia de ecozonas (Arnold 1995), que proveyó fechado carbono 14 de 5430 años A.P. y conte-
fuentes de agua fresca (un estuario y un río) y nían pallares. Este sitio tiene características com-
fácil acceso a múltiples hábitats, lo cual permi- parables con el asentamiento 514 de la Pampa de
tió la explotación eficiente de una amplia diver- Santo Domingo, y del Osario; además, coinciden
sidad de recursos (Beresfor-Jones et al. 2014). los fechados de radiocarbono; los tres posiblemen-
te han sido ocupados por los primeros consumido-
V. EL SITIO ARQUEOLÓGICO LA YERBA III res de plantas cultivadas” (Engel 1991, p. 157).
Fig 1. Ubicación de la zona de estudio y los sitios La Fig 2. Estratificación de la unidad Trinchera 1 de
Yerba II y La Yerba III. La Yerba II.
54
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú
55
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones
56
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú
Los cambios a lo que nos referimos también se Final del Proyecto de Investigación. Lima: Mi-
registraron en otros sitios costeros de caracte- nisterio de Cultura.
rísticas semejantes a La Yerba III tales como
Village 514 en Paracas y Santa Ana en el estua- Arnold, J.E., (1995) Transportation Innovation
rio del Río Grande de Nazca (Engel 1960, 1981, and Social Complexity among Maritime Hun-
1991, Nicho et al. 2016). Por lo tanto, a lo largo ter-Gatherer Societies. American Anthropolo-
de la costa sur aparecieron grupos sedentarios, gist 97, 733–747.
como La Yerba III, cerca al final del periodo Pre-
cerámico Medio (6 000 cal AP) (ver figura 6). La Beresford-Jones, D., Arce, S., Pullen, A. & Chau-
base de subsistencia de esos grupos aún esta- ca, G. (2015). Proyecto de investigación Arqueo-
ba dominada por la explotación de los recursos lógica Samaca. Informe Final del Proyecto de
marinos, aunque mostraba cambios, los mismos Investigación. Lima: Ministerio de Cultura.
que preceden a la aparición de la agricultura en
muchas partes del mundo. Para referirse a esta Beresford-Jones, D., Pullen, A., Whaley, O.,
etapa de transición Flannery (1969) acuñó el Moat, J., Chauca, G., Cadwallader, L., Arce, S.,
término “Broad Spectrum Revolution”, el cual Orellana, A., Alarcón, C., Gorriti, M., Maita, P.,
incluye: creciente consumo de recursos, inclu- Sturt, F., Dupeyron, A., Huaman, O., Lane, K.,
yendo los cultivados en las llanuras de inun- & French, C. (2015) Re-evaluating the resour-
dación y posiblemente animales domesticados, ce potential of lomas fog oasis environments
redes de intercambio mucho más extensas y for Preceramic hunter–gatherers under past
contextos mortuorios (tumbas) como marcador ENSO modes on the south coast of Peru. Qua-
territorial (Beresford-Jones et al. 2015). ternary Science Reviews 129, 196–215.
57
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones
del Valle de Ica 1988-1990. Informe Final del Williams (Eds.), Andean Civilization. A Tribute
Proyecto de Investigación. Lima: Instituto Na- to Michael Moseley. (pp. 39–54). Monograph 63.
cional de Cultura. Los Angeles: Cotsen Institute of Archaeology,
University of California.
Donan, C. (1964) An Early House from Chil-
ca, Peru. American Antiquity 30 (2), 137-144. Saillard, M., Hall, S., Audin, L., Farber, D., Re-
Utah, Salt Lake City. gard, V. & Hérail, G. (2011) Andean coastal
uplift and active tectonics in southern Peru:
Engel, F. (1957) Early sites on the Peruvian 10Be surface exposure dating of differentially
coast. Southwestern Journal of Anthropology uplifted marine terrace sequences (San Juan
13, 54–68. Illinois, Chicago. de Marcona, ~15.40S). Geomorphology 128:
178–190.
Engel, F. (1960) Un groupe humain datant de
5000 ans à Paracas, Pérou. Journal de la Société Willey, G. (1971) An Introduction to American
Américanistes 49: 7–36. Paris. Archaeology. Volume 2: South America. New
Jersey: Prentice-Hall.
Engel, F. (1981) Prehistoric Andean Ecology:
Man, Settlement and Environment in the An-
des. The Deep South. Abstracts of the Archi-
ves of the Centre for Arid Land Studies (CIZA
- UNALM) New York: Humanities Press, Uni-
versity of New York.
58
Inventario arqueológico del valle de Arequipa
RESUMEN
Empleando los UTM de los sitios inventariados por el Proyecto de Investigación Arqueológica del
Valle de Arequipa en las imágenes satelitales del programa Google Earth, el presente artículo tiene
por objetivo brindar una nueva “prospección” satelital, esta vez con la finalidad de estimar el vo-
lumen de sitios que se encuentran amenazados y/o han desaparecido en los últimos años, cuáles
son las principales causas o factores de su deterioro/desaparición, qué tipo de sitios son y cuál es la
cronología de los más afectados.
ABSTRACT
Using the UTM (Universal Transverse Mercator) data from the sites that were registered by the Project
of Archaeological Investigation of the Arequipa Valley into the satellite images of Google Earth, the fo-
llowing article pursues bringing a new satellite “prospection”, with the aim of estimating the volume of
endangered and disappeared archaeological sites, their main cause of damage/disappearing, what kind
of sites they were and the chronology of the most affected zones.
59
Augusto Cardona Rosas
60
Inventario arqueológico del valle de Arequipa
Pulgar Vidal. El territorio está conformado por Empleamos para simplificar el análisis solo tres
espacios agrícolas rodeados de elevaciones y categorías, las cuales son:
planicies como Yumina y Characato, contan-
do como recursos además del discurrimiento 1. Amenaza: cuando se encuentran obras,
de los Ríos Yarabamba y Socabaya, de diversos procesos de urbanización, agricultura, et-
manantiales donde se incluye la quebrada Ma- cétera, muy próximos al sitio arqueológico.
chaguaya con manantes actualmente diseca-
dos. 2. Peligro: cuando el sitio ha sido afectado en
cualquier grado.
Entre Mollebaya y el actual penal de Socabaya
se extendía una enorme zona agrícola abando- 3. Desaparición: cuando no encontramos ras-
nada antes de 1600 (Cardona 2002) y sitios ar- tros de su existencia.
queológicos arcaicos y formativos, e inclusive,
los primeros hornos de tejas (en el Texar) em- En las tablas 1 y 2 podemos estimar las princi-
pleados para la cobertura de las viviendas de la pales categorías de amenaza, peligro y desapa-
ciudad colonial de Arequipa (Imagen 4). rición, destacando las obras de infraestructura,
en este caso la carretera Arequipa – La Joya,
seguida de las irrigaciones, invasiones de terre-
nos y minería informal (extracción de sillar).
61
Augusto Cardona Rosas
62
Inventario arqueológico del valle de Arequipa
COMENTARIOS FINALES
63
Augusto Cardona Rosas
REFERENCIAS
Recuperado de:
http://es.calameo.com/rea-
d/0008201298353385a0fa6
http://www.calameo.com/read/000820129b-
9fbb96fe19d.
64
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune
RESUMEN
El siguiente artículo presenta el hallazgo de una maqueta lítica en la zona de Pampa Chujune,
ubicada en San Juan San June, anexo de Otora, distrito de Torata, Moquegua. El descubrimiento de
la piedra tallada surgió a raíz de un trabajo de prospección arqueológica realizado por la Municipa-
lidad de Torata en la zona alta del mismo distrito. La maqueta tiene 10 m de largo x 3 m de ancho
aproximadamente y presenta sobre la superficie de la roca tallas en alto relieve, que representan
figuras paisajísticas de los alrededores. Asimismo, es posible distinguir andenerías, canales y pro-
bables reservorios tallados, los cuales reflejan un mejor manejo del sistema agrícola e hidráulico.
ABSTRACT
This paper presents the findings of a lithic model in the area of Pampa Chujune, located in San Juan San
June, Torata, Moquegua. The discovery of stone tools occurred as a result of a prospection for archaeo-
logical diagnosis by the Municipality of Torata. The model has a dimension of 10 m long x 3 meters wide
approximately, and it is characterized by high relief carved figures representing the surrounding lands-
cape (terraces) built on the rock surface. Terraces, canals and species can also be distinguished, which
reflect a better management of an agricultural and hydraulic system.
I. UBICACIÓN DE LA MAQUETA LÍTICA PRE- de San Juan San June —que tiene cinco años
HISPÁNICA DEL CERRO CHUJUNE de creación—, y la quebrada de Apacheta; por
el sur, con el cerro Chujune y el río Sajena; por
Está situada muy cerca de la localidad de San el este, con estribaciones del cerro Chujune y
Juan San June, un pueblo situado en la zona el río Sajena y por el oeste, con la carretera a
precordillerana a 3251 msnm, específicamen- Omate y la pampa de Chujune.
te en el anexo de Otora, distrito de Torata. La
roca está emplazada en las coordenadas UTM El acceso es posible a partir de la ciudad de Mo-
WG84 19K E: 302156, N: 8121705, según la quegua, a través de la carretera Binacional has-
Carta Geográfica Nacional (34-u) Omate (Hoja ta el cruce de Omate en el sector Cruz de Flores,
2737, Edición 2). para continuar por una trocha carrozable que
pasa por los anexos de Quele, Porobaya y Otora,
hasta llegar al sector Pampa de Chujune, lugar
donde fue hallada la maqueta. Esta carretera
continúa a San Juan San June y al distrito de
Omate.
Mapa de localización
65
Nelson Ramos Rosales
II. DESCRIPCIÓN DEL AMBIENTE, FLORA Y ficial, asimismo, muestra una textura de media
FAUNA DEL SECTOR a fina.
La flora en este piso ecológico está conformada En la actualidad, toda la zona donde está ubi-
por hierbas y arbustos como el tire o chire (que cada la maqueta, así como las planicies y cerros
recibe el nombre científico Grindelia glutinosa), que rodean el área, están formados predomi-
plantas de flores amarillas que los pobladores nantemente por depósitos de ceniza volcánica
de la zona utilizan para construir los techos producto de la erupción del volcán Huayna-
de sus viviendas, desde épocas prehispánicas. putina en el año 1600 d.C. (Seiner Lizárraga:
También hay varios tipos de plantas com- 2002).
puestos por cactáceas, entre ellas las corotillas,
el cure (Browningia candelaris) y la Opuntia Esta escultura lítica se ubica muy cerca del ca-
sphaerica. Junto con estos cactus habitan otras mino prehispánico que viene de Mimilaque con
especies herbáceas como la tola (Parastephia le- dirección al sector de Alto Sajena y el valle de
pidophylla) y el lloque (Kageneckia Lanceolata). Otora.
66
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune
nal siguió el lado sur de la cuesta hasta alcanzar los ticas arquitectónicas podrían estar vinculadas
campos donde se derrumbaron en la cuesta de la a los periodos Horizonte Medio e Intermedio
cima. El canal desciende desde la cima de la cuesta Tardío (Ramos, 2001).
hasta el final de los campos, donde hay andenes
en ambos lados del cerro. La estrategia fue la de MAQUETA LÍTICA CHUJUNE
ubicar este canal principal en la cima y alcanzar
los dos lados, con canales auxiliares. Dentro de los La maqueta de Chujune consiste en un bloque
andenes hubo canales verticales, los que tuvieron de piedra granita de aproximadamente 3 m x
una pared simple construida perpendicularmente 10 m, la cual se observa en la superficie del sec-
a los contornos de los andenes. Cuando descendió tor Pampa de Chujune. La superficie de la roca
el agua hubo piedras de desviación para empujar está ornamentada por una serie de figuras, que
el agua en los campos cultivados. Se usa una estra- representan escenas paisajísticas de andenería
tegia similar hoy en día en las chacras de los cam- y algunos accidentes geográficos, tallados apro-
pesinos” (Dolan: 120). vechando los relieves y depresiones naturales
de la piedra. Se desconoce el uso y función de
Según las excavaciones realizadas por Stanish, esta, lo más probable es que tuviera una signi-
en casi todos los recintos excavados en varios ficación religiosa, quizás una representación
sitios arqueológicos del valle de Porobaya es simbólica del universo o del espacio natural.
posible encontrar cerámica incaica. Tales con- Como sostienen algunos investigadores, pudo
juntos de cerámica del Horizonte Tardío en estar relacionada con el culto al agua, una es-
sitios fundados en épocas preincaicas han sido pecie de gigantesca Pacha, sugerido por los
registrados también en otras áreas de los Andes recipientes esculpidos en los cuales podía em-
surcentrales. pozarse la lluvia. Otros elementos que se obser-
van tallados son trazos de canales, escalinatas
La cerámica Inka fue encontrada en otro tipo de y estanques. Se pudiera creer también que esta
establecimiento, también representado en P-13, piedra fue una especie de plano o croquis pé-
P-11 y P-15 (Clasificación de Sitios Arqueológi- treo hecho por arquitectos incas para llevar el
cos según Charles S. Stanish, para el Valle de control de las obras hidráulicas que realizaban
Porobaya, la letra “P” Porobaya y el número de en la zona.
sitio registrado el año 1983). En estos sitios, la
cerámica Inka es más tardía, con indicaciones
del estilo Chucuito (a diferencia del estilo Sillus-
tani que predominó en P-1 y P-3). Por eso, los
sitios al lado de los ríos en Otora representan la
ocupación Inka. Estos datos e interpretaciones
se basan en las crónicas, las cuales mencionan
que los Inkas trasladaron a poblaciones de los
cerros (Pukaras) hacia áreas mejor controladas.
Según el Informe del Proyecto Qhapaq Ñan del
2004, fue registrado el hallazgo de otra maque-
En la foto se observan las tallas en la superficie de la
ta lítica en la parte alta de la región Moquegua,
roca.
asociada al camino prehispánico que provenía
de la zona altiplánica.
67
Nelson Ramos Rosales
REFERENCIAS
68
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune
Díaz, L. (1995) Reconocimiento Arqueológico Watanabe, L., Mosley, M. & Cabieses, F. (1990)
de la Cuenca del Puquina (Moquegua). Actas Trabajos Arqueológicos en Moquegua, Perú,
y Ponencias presentadas en el Sexto Congreso Volumen 2. Moquegua: Programa Contisuyo
Nacional de Estudiantes de Arqueología. Aya- del Museo Peruano de Ciencias de la Salud.
cucho. Southern Peru Copper Corporation.
69
Alcides R. Álvarez Vela
RESUMEN
Este artículo trata sobre algunos de los materiales recuperados durante un Plan de Monitoreo
Arqueológico realizado en el año 2008 durante la colocación de fibra óptica en los alrededores de
localidad de Ocoña por la empresa CICSA.
ABSTRACT
The following article deals with some of materials found during a Plan of Archaeological Monitoring
during the installation of optic fiber in the sorroundings of Ocoña, in 2008, by CICSA Company.
Cuadro 1
Progresivas y coordenadas de ubicación de los materiales hallados
70
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados
71
Alcides R. Álvarez Vela
72
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados
Fig 13. Unión de placas por uno de sus lados Fig 14. Reconstrucción de la forma original
73
Alcides R. Álvarez Vela
Cuadro 2
Características de las placas de cerámica pintadas
Medidas Color(es) y
Placa Forma Peso Descripción Conservación Observaciones
Máximas Código
1 Poligonal, 20 cm x 23 cm x 351 grs Fragmento de base Pale yellow Bueno, ya que Por uno de sus
con los 6 mm y cuerpo. Presenta (2.5 y 8/2) esta fracturado es lados comparte
bordes pintura monocro- seis fragmentos el mismo borde
sin des- ma en casi toda su todos los cuales de fractura que
bastar pared interior (placa fueron recolecta- empata con uno
cóncava), mientras dos en campo de los lados de la
que la pared exterior placa 2
es llana. La cocción es
oxidante. La pintura
es pre cocción.
2 Poligonal, 18 cm x 20 cm x 259 grs Fragmento de Red (10R y Regular, ya que Por uno de sus
con los 6 mm cuerpo. Presenta 4/6), Reddish esta fractura- lados comparte
bordes pintura policroma yellow (5YR do en varios el mismo borde
sin des- post cocción en casi 7/8), fragmentos de de fractura que
bastar toda su pared interior Grayish green los cuales solo empata con uno
(placa cóncava), (GLEY 1 5/2), se recolectaron de los lados de la
mientras que la pared White tres, faltando placa 1
exterior es llana. La (2,5Y 8/1) por lo menos dos
cocción es oxidante. más. Además, los
La pintura es post colores muestran
cocción. Iconografía cierto grado de
de motivos antropo- pulverulencia por
morfos, geométricos partes, pero no es
y zoomorfos. generalizado.
74
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados
Cuadro 3
Características de los cantos rodados pintados
Medidas Color(es) y
C.R. Forma Peso Descripción Conservación Observaciones
Máximas Código
1 Semi 11 cm x 7 cm x 546 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.
3 Semi 9 cm x 5 cm x 254 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.
4 Semi 8 cm x 6 cm x 213 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
circular 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.
5 Semi 12 cm x 8 cm x 648 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 3 mm formando tres fran- (10R 4/6)
con caras jas delgadas paralelas
planas trazadas siguiendo el
lado largo del canto
rodado. Sin huellas
de actividad visibles
V. DISCUSIÓN
Los cantos rodados no estaban en su lugar ori- tienen huella de uso. Dicho cántaro presenta-
ginal de deposición, sino que se hallaban en la ba pintura interior color Pale Yellow, estando
superficie del terreno, descontextualizados. El presente aún en ambos tiestos. Sin embargo, en
caso de las placas es discutible; aparentemente la placa 2 solo quedaban pequeños remanentes.
tampoco estaban en contexto. Sin embargo, por
encontrarse juntos y de manera vertical parece Estos tipos de materiales han sido reportados
que fueron dejados ex profeso. La ausencia de como ofrendas asociadas a contextos funera-
algún contexto funerario u otro tipo de mate- rios (Disselhoff 1968, citado por Linares Málaga
riales en las cercanías debilitan esta posibilidad, 1993; Faron-Bartels 2007) u ofrendas dedica-
por lo tanto, debieron haber llegado de algún das a los dioses andinos (Kauffmann 1992). En
modo no determinado y el encontrarse juntos el caso de los materiales que son objeto del pre-
en posición vertical es algo fortuito. sente estudio, todo indica que fueron ofrendas
en contextos funerarios por la presencia de un
Las dos placas cerámicas son fragmentos de la cementerio arqueológico adyacente que ha sido
base plana de un cántaro de forma recurrente huaqueado en varias ocasiones y desde hace
en los valles occidentales del área centro-sur mucho tiempo atrás. Por ello, los materiales se
andina para periodos tardíos, y la unión por han desperdigado en los alrededores.
uno de sus lados indica que son de una misma
vasija. Se observa que la parte interior tiene El sitio adyacente es mencionado por los ar-
desgaste previo a su pintado post cocción, y es queólogos José A. Chávez Chávez y Ruth R. Sa-
muy probable que hayan sido reutilizados lue- las Hinojoza como “necrópolis” Chule (AR6-51)
go de ser extraídos de algún basural de la época. (Chávez y Salas 1990). Chule es un cementerio
No son tiestos de alguna vasija manufacturada perteneciente al estilo Chuquibamba e Inca
para ser quebrada intencionalmente, de hecho, en base a su cerámica y textiles, con enterra-
75
Alcides R. Álvarez Vela
REFERENCIAS
76
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca
RESUMEN
El presente artículo describe al sitio arqueológico de Acchaymarca (Arequipa) el cual presenta 280
estructuras arquitectónicas construidas en piedra, las cuales están agrupadas al oeste de la plaza.
En el lado central (S-E) de la plaza principal, se ubica la Plataforma Ceremonial - Ushnu, construida
con piedras canteadas, prolijamente trabajadas de mampostería tipo Inca Imperial.
ABSTRACT
The following article describes the archaeological site of Acchaymarca (Arequipa) which presents over
280 architectonic structures built in stone, located at the western side of the square. In the central side of
the main square (S-E), there is an Ushnu - Ceremony Platform, made of very well crafted masonry sto-
nes of the Imperial Inca type. In a clearly poor state of conservation, the first stage of intervention con-
sisted in cleaning all scrubs and unwanted elements around the walls, so the Ceremony Platform could
be clear. The second stage was anastylosis, which allowed to reintegrate and restore every collapsed
piece of the whole structure. The purpose of this was to recover the main architectonic features of the
platform, so there is a clearer view of the structure. During the process of conservation the traditional
building techniques and materiales were used to keep the main characteristics of the ancient and original
Ceremony Platform.
77
Gonzalo Presbítero Rodríguez
78
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca
79
Gonzalo Presbítero Rodríguez
Consideramos que la restitución del morte- gración produce alteraciones químicas y físicas
ro era imprescindible, no solo para asegurar en las rocas, generando rajaduras y desprendi-
el comportamiento estructural del muro, sino mientos, lo cual afecta de la misma forma los
para evitar la posible disgregación o pérdidas de morteros de barro.
los elementos constituyentes del mismo.
V. PROTECCIÓN Y TRATAMIENTO DEL DE-
IV. CONTROL DE LOS PROCESOS DE DEGRA- TERIORO NATURAL Y ANTRÓPICO
DACIÓN
Como es de esperar, la afluencia de turistas en
1. El primer factor de deterioro es la presen- el sitio podría tener un impacto negativo en la
cia de hierbas y pastos típicos de las regio- preservación del monumento. Para prevenir el
nes altoandinas como el ichu, la yareta y deterioro de las estructuras se han realizado
otras plantas silvestres, y el desarrollo de trabajos de acondicionamiento, habilitándose
microorganismos: los líquenes en sus dife- así un acceso provisional en el sector posterior
rentes variedades constituyen los focos de del recinto con la finalidad de facilitar el paso a
deterioro más extendidos y más persisten- los visitantes y evitar que accedan por los mu-
tes en el proceso de degradación del mate- ros y causen mayores daños al monumento.
rial pétreo por disgregación. Se ha dispuesto, en segundo lugar, el desbroce
total de la plataforma y el área perimetral más
2. El segundo factor de deterioro es el antró- próxima a 2 m de distancia para así evitar el po-
pico. La presencia de pobladores de peque- sible crecimiento de vegetación.
ñas comunidades que se dedican al pro-
cesamiento del chuño blanco y negro, así A fin de obtener mejores resultados, es fun-
como los pastores de camélidos que vienen damental y muy importante realizar un se-
en busca de alimentos trasladándose de guimiento continuo que permita dar man-
un lado a otro, dañan continuamente las tenimiento a las intervenciones que se han
estructuras, circulando muchas veces por realizado, ya que de ello depende la conserva-
encima de los muros del complejo arqueo- ción del sitio.
lógico sin importar el daño que ocasionan
a la arquitectura existente.
80
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca
81
Gonzalo Presbítero Rodríguez
82
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca
REFERENCIAS
83
Arnaldo Ramos Cuba
RESUMEN
En la Sierra de Arequipa así como en las provincias de Caylloma, Castilla, La Unión y Arequipa, al
realizar las inspecciones de los expedientes de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológi-
cos, así como de los Proyectos de Evaluación Arqueológica, se han observado estructuras circula-
res u ovales asociadas a lagunas, bofedales, y caminos prehispánicos, que no están siendo registra-
dos y tomados en cuenta como estructuras arqueológicas ni mucho menos interrelacionados con
su entorno. La intensión de este artículo es simplemente el de informar a la comunidad científica
que debe tomar en consideración este tipo de evidencias a fin de no obviarlas y que no pasen des-
apercibidas. También, se sugiere examinar la función específica de dichas estructuras y qué papel
cumplen dentro de su ámbito territorial, para que puedan ser comparadas con otras estructuras
similares.
ABSTRACT
In the mountains of Arequipa and the provinces of Caylloma, Castilla, La Unión and Arequipa, after fi-
nishing the inspections of both CIRA reports (Certificates of Non-Existence of Archaeological Remains)
and the Archaeological Evalutation Projects, it is possible to observe circular or oval structures associa-
ted to lagoons, wetlands and prehispanic paths, which have not been registered properly nor taken into
consideration as archaeological structures or related with their context or sorroundings. The focus of
this article is to simply provide this information to the scientific community and let them know that they
should take into consideration this type of evidences in order not to ignore them and leave them out. Also,
it is suggested to examine the specific function of such structures and what is their role in their territorial
context. Thus, they will be able to be compared with similar structures.
84
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos
tumbas prehispánicas. Si bien se conoce que la fosas elaboradas especialmente para este fin;
mayoría de estas estructuras en el área altoan- por lo tanto, constituyen el resultado de una
dina están relacionadas con el aspecto funera- práctica ritual (Vázquez 2014)”.
rio, no se puede aseverar que todas ellas corres-
pondan a dicho tipo de arquitectura funeraria. Sólo enunciaré que creo posible nombrar estos
Partiendo de estos planteamientos, nacen las aspectos mediante un razonamiento científico,
interrogantes: ¿pertenecen las estructuras de siguiendo la interrelación que existe con los as-
planta circular ubicada en las zonas altas an- pectos naturales y sitios arqueológicos. Una de
dinas a un patrón de enterramiento prehispá- las vías posibles de elucidación de este tema es
nico? o ¿corresponden a recintos de uso ritual a partir de la función específica que cumplieron
que están interrelacionadas con las lagunas, dichas estructuras bajo el sustento de los patro-
bofedales, quebradas y caminos? Para lograr nes básicos de interrelación con los componen-
responder estas interrogantes es necesario que tes fundamentales de la naturaleza, tales como
existan más proyectos de investigación que la geografía y el hábitat modificado antrópica-
permitan analizar el comportamiento de dichas mente, los cuales han perdurado a través del
estructuras considerando el entorno en el que tiempo.
se encuentran.
II. DESCRIPCIÓN DE LAS ESTRCUTURAS
Nos inclinamos a pensar que muchas de estas CIRCULARES
estructuras corresponden tanto a tumbas como
a recintos de uso ritual. Las estructuras que En el presente artículo no se describen a minu-
cumplirían la función de tumbas se encuentran ciosidad las estructuras, sino que se hace una
dispersas y aisladas, asociadas a un entorno por síntesis de su ubicación, las características de
lo general de lagunas, bofedales, quebradas, ca- las estructuras, su emplazamiento y su posible
minos prehispánicos y relativamente lejanos función, con el fin de ver el grado de recurren-
a sitios arqueológicos consolidados. Normal- cia de ciertas características, las cuales, como
mente, se consideran como tumbas aquellos habíamos mencionado, se localizan en las zo-
contextos en donde existen restos óseos y otros nas altoandinas de Arequipa.
elementos mortuorios. Sin embargo, existen
también aquellas estructuras funerarias que no Las estructuras descritas son solo una muestra,
presentan individuo ni elementos mortuorios, puesto que existen más estructuras en la región
indicando que no fueron usadas, si que este he- con este patrón, asociadas a las características
cho le quite el carácter arquitectónico funera- mencionadas en el artículo.
rio para el cual fueron construidos.
Por otro lado, los recintos rituales podrían ha- Estructura circular N° 1
ber servido para depositar algún tipo de ele-
mento en la época prehispánica, con el propó- • Ubicación política: Agua Salada, distrito de
sito de invocar lluvias y mejores cosechas, así Yura, provincia de Arequipa
como buenos tiempos a sus apus tutelares. Si
bien no se puede determinar qué elementos
• Ubicación georreferenciada: Coordenadas
depositaron de forma sólida y visible, proba-
UTM E 0202834 N8193392
blemente depositaban plantas como la coca, u
otros elementos vegetales o minerales de fácil
degradación, que estudios de microdesechos • Características: Estructura circular cons-
podrían revelar. truida con piedras angulosas y redondea-
das de tamaño medio, se aprecia claramen-
“Los depósitos rituales arqueológicos fueron te la forma de una hilera.
objetos sagrados (suelen ser jadeíta, obsidiana,
concha, huesos de animales, huesos humanos, • Emplazamiento: Se emplaza en una plani-
puntas de raya, objetos de cerámica sílex o pe- cie cercana a una quebrada con escorren-
dernal y, en menor cantidad, lítica pulida, mi- tía de agua actualmente seca.
nerales diversos y metal) colocados, ya sea solos
o sobrepuestos y en conjunto en forma inten- • Función tentativa: Tumba – Elemento Ri-
cional y en espacios delimitados, por piedras o tual
85
Arnaldo Ramos Cuba
Estructura circular N° 3
86
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos
Estructura circular N° 6
87
Arnaldo Ramos Cuba
Estructura circular N° 9
• Función tentativa: Tumba - Elemento Ri- • Ubicación política: Ares, distrito de Orco-
tual. pamapa, provincia de Castilla.
88
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos
Fig 11. Estructura circular N. 11, se encuentra Fig 13. Estructura circular N. 13, antes de la
desarticulada. intervención.
89
Arnaldo Ramos Cuba
90
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos
tigados o excavados. Los aspectos más trascen- de carácter antrópico. Realizando un ejercicio
dentes e importantes que se deben considerar de analogía, si excaváramos andenes prehispá-
son la interrelación con lagunas, bofedales, nicos y no encontráramos material arqueoló-
quebradas, caminos prehispánicos, y sitios ar- gico sería descabellado asumir que dichos ele-
queológicos aledaños. mentos arquitectónicos no son arqueológicos;
asimismo, si se excavara en geoglifos y no se
Realizando un examen del por qué no se toman encontrase elementos arqueológicos no se po-
en cuenta las estructuras circulares aisladas, dría decir que no son arqueológicos. En conse-
creemos que en las últimas décadas solo han cuencia, su mismo componente estructural lo
sido valorados los sitios arqueológicos que tie- define como arqueológico.
nen estructuras bien definidas y que presentan
asociaciones relevantes, enfatizando lo mo- REFERENCIAS
numental y suntuoso. El análisis del entorno
tampoco es tomado en cuenta en muchas de las De La Vega, E., Frye, K. & Chávez, C. (2002) La
investigaciones actuales. Cueva Funeraria de Molino-Chilacachi (Aco-
ra-Puno). Gaceta Arqueológica Andina 26, 121
Consideramos y creemos que las estructuras -137. Lima.
circulares de las que hablamos cuentan con
un claro carácter arqueológico, en razón a su Diaz, L. (1999) Estudios de los contextos funera-
recurrencia y a su vinculación con las lagunas, rios de sector 3, montículo 2 del Sitio Arqueoló-
bofedales, quebradas y caminos prehispánicos, gico de Churajon. Tesis para optar por el grado
los cuales, para los pobladores de la época pre- de Licenciado. Arequipa: Universidad Católica
hispánica, tenían importancia al momento de de Santa María.
elegirlos como lugares de entierro y de celebra-
ción de ceremonias rituales. Duchesne, F. (2005) Tumbas de Coporaque.
Aproximaciones a concepciones funerarias Co-
Dichas estructuras no pueden ser confundi- llaguas. En: T. Bouysse – Cassagne (Ed.), Bulle-
das con acumulaciones naturales o estructuras tin de l’Institut Francais d’Études Andines: Los
contemporáneas. Como arqueólogos tenemos Andes del Centro Sur. Vol 34, (3). (pp. 411-429).
la capacidad de diferenciar bien estos compo- Lima: IFEA.
nentes en asociación con el entorno natural y
su relación con los sitios arqueológicos del en- Ramos, N. (2005) Estudio Arqueológico y Ar-
torno. quitectónico del Templo del Sol, Churajon Are-
quipa Tesis para optar por el grado de Licencia-
Así, debemos de proteger los elementos es- tura. Arequipa: Universidad Católica de Santa
tructurales que se encuentran aislados, sean María.
tumbas o recintos de carácter ritual. Esto, al
margen de que tengan una asociación con ma- Vázquez, V. (2014) Archaeological Ritual De-
terial arqueológico, puesto que ofrecen una ex- posits in Classic Period Campeche. Estudios de
celente oportunidad para explorar e investigar Cultura Maya, 44. México D.F.: UNAM, Institu-
la interrelación entre el hombre y su entorno, to de Investigaciones Filológicas.
de manera también que podamos comenzar a
examinar los sitios arqueológicos de ese ámbito.
91
Dr. Rómulo Pari Flores
RESUMEN
El presente artículo da a conocer las distintas actividades de conservación y restauración reali-
zadas en el complejo arqueológico de Uyo Uyo, localizado en el Distrito de Yanque, Provincia de
Caylloma, Departamento de Arequipa. Este fue intervenido respetando las metodologías de con-
servación de estructuras arqueológicas adecuadas a la Ley General del Patrimonio Cultural de la
Nación y a los principales fundamentos legales y normas de conservación internacionales, tales
como los indicados por la Carta de Venecia.
ABSTRACT
The following article provides information about the several activities of conservation and restoration
at the archaeological complex of Uyo Uyo, located in the district of Yanque, province of Caylloma in the
Department of Arequipa. The intervention respected and took into consideration the methodologies of
conservation of archaeological structures according to the General Law for the National Cultural Patri-
mony and the main legal foundations and international conservation rules, such as the indications given
in the Venice Charter.
92
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
93
Dr. Rómulo Pari Flores
94
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
95
Dr. Rómulo Pari Flores
lo permitan es recomendable volver a su pues- cuyos cimientos o bases presentan piedras irre-
to aquellos elementos originales encontrados gulares de mayor tamaño. Por encima de estos
(anastilósis) y los materiales nuevos necesarios se encuentran los elementos líticos de menor
para este fin deberán siempre ser reconocibles.” tamaño y de orígenes variados, colocados in-
distintamente con amarre de mortero. Otros
La Carta de Venecia, en el Artículo 9° reco- recintos presentan una mampostería sillarezca
mienda lo siguiente: “La restauración termina en sus paramentos con piedras de canto rodado
donde comienza lo hipotético; de allí en ade- trabajadas y colocadas por hiladas.
lante, todo trabajo complementario reconocido
como indispensable respetará la composición Otra de las características constructivas en los
arquitectónica y llevará el sello de nuestra épo- paramentos es que tanto las partes interna y
ca”. externa de los muros se levantan de manera se-
En resumen, la restauración de las estructu- parada, sin mantener un amarre interno entre
ras y superficies será planificada y ejecutada a los líticos. El mortero de asiento lo único que los
nivel de conservación en su mínima interven- une internamente.
ción, por lo que las reconstrucciones arbitrarias
se deberán evitar definitivamente. En cuanto a los vanos de acceso en los recin-
tos, se pudo observar que estos en su mayoría
V. OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN se encuentran hacia el lado sur o este, depen-
diendo de la posición en la que se distribuye.
• Estabilizar preventivamente elementos Asimismo, presentan hornacinas en las partes
constructivos y arquitectónicos mediante internas de los muros, y hacia la parte superior
la consolidación y apuntalamiento. de algunos que aún mantienen su altura origi-
nal se aprecia una hilada de piedras en voladizo
• Realizar una limpieza general que nos trabajadas en forma de lajas, llamadas cornisas,
permita eliminar materiales ajenos a las las cuales probablemente sirvieron para sujetar
estructuras. rollizos de madera con el fin de usar como tum-
badillo o algún elemento propio de amarre para
• Devolverle la estabilidad estructural a los el techo.
sectores de los muros de los recintos en pe-
ligro de colapso, realizando una interven- VII. METODOLOGÍA
ción adecuada de acuerdo a la necesidad.
El Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo, requirió
• Proteger las cabeceras de los muros me- un reconocimiento a detalle antes de la inter-
diante el uso de material de sacrificio e vención. Esto, debido a las características que
implementar un sistema de drenaje para tienen cada uno de los frentes, a fin de progra-
evitar y/o aminorar el daño causado por mar un trabajo orientado al tratamiento ade-
futuras lluvias. cuado de las estructuras para su recuperación
y consolidación en un nivel de mínima inter-
• Darle una presentación adecuada a los vención con aplicación de la técnica de la anas-
sectores intervenidos logrando una tex- tilosis.
tura que minimice el impacto visual de lo
moderno. El reconocimiento implica la observación del
sitio a intervenir luego de haberse realizado la
• Realizar una documentación detallada de investigación arqueológica. Si se trata especí-
manera gráfica, fotográfica y descriptiva ficamente de conservación también se deberá
del monumento en su proceso de inter- realizar el diagnóstico correspondiente a cada
vención. una de las partes con el fin de determinar las
acciones a tomar. Estas acciones son la limpie-
VI. ANÁLISIS ARQUITECTÓNICO za superficial, la limpieza de paramentos, los
trabajos preventivos (como apuntalamientos
Las técnicas constructivas tienen como ele- para evitar colapsos), la limpieza de paramen-
mento principal la piedra asentada con mor- tos para ejecutar la cuadriculación, el registro
tero, dando en su mayoría un aspecto rústico gráfico de planta, las elevaciones, los cortes, el
a la mampostería de los recintos en Uyo Uyo, levantamiento fotográfico y la determinación
96
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
de la patología de sus elementos para su trata- ello, en el trazado de los ejes se ha tomado
miento adecuado. en consideración a los niveles de piso. Rea-
lizándose esta acción antes y después de
También se ha considerado la eliminación del los trabajos de arqueología.
mortero fatigado, emboquillado de juntas con
mortero estabilizado a base de arcilla, cal y are- b. Limpieza inicial de obra
na, humectando los elementos líticos con agua
y alcohol para su mejor adherencia. Al iniciar las actividades conservativas, se
ejecutarán labores de limpieza de las ma-
Las labores de intervención fueron ejecutadas lezas y arbustos, así como limpieza de ele-
de acuerdo a las cartas internacionales y nor- mentos extraños.
matividad vigente, teniendo en cuenta los prin-
cipios básicos sobre materia de restauraciones. Para la ejecución de esta partida será ne-
Nuestra propuesta, por ende, es la siguiente: cesario la ayuda de herramientas manua-
les, como escobilla, escoba, baldes, alcohol,
Los trabajos de conservación y restauración se thinner, escalera, brochas, palas, carreti-
desarrollaron en los sectores 1 y 2. En los pa- llas y andamios.
ramentos de las estructuras correspondientes
a los recintos, en estos sectores se realizaron c. Eliminación de maleza y arbustos en
trabajos de recomposición, especialmente en paramentos
las secciones de muros que sufrieron desplo-
mes en años pasados, cuyos elementos líticos Una importante tarea para evitar interfe-
se encuentran caídos. En otras áreas en donde rencias en las labores de conservación y
los paramentos ya no existen serán ejecutados restauración ha sido el corte de vegetación
trabajos de restitución de elementos líticos de existente en los paramentos, vegetación
igual tamaño, de tal forma que se integren con- que se desarrolló a nivel de las cabeceras
textualmente. Para ello, serán dejados testigos y paramentos de los muros internos y ex-
para una lectura fácil. ternos.
97
Dr. Rómulo Pari Flores
98
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
99
Dr. Rómulo Pari Flores
Desarmado. Luego del proceso de reticu- Restitución de algunos elementos. Por fac-
lado y de nomenclatura, los elementos lí- tores de estabilidad dentro de un contexto
ticos se desarman teniendo sumo cuidado arquitectónico se utilizará material lítico
en no variar su ubicación, de forma tal que trabajado específicamente para la respec-
el posterior armado sea una labor fácil. El tiva restitución de muros, para lo que fue
desarmado de los muros se hará sobre una necesario que la intervención haya sido
superficie plana, distribuyendo en el área efectuada con el fin de darle consistencia
los elementos interiores y en otra los ele- a las estructuras necesarias. Para estos
mentos exteriores, conformando muros casos se considerará la marca de la inter-
en seco. Generalmente se asume como vención de evidencia, tallando el año de
técnica que los elementos superiores se intervención y un signo que permita dife-
coloquen en la parte inferior y los inferio- renciar lo original de lo intervenido.
res en la parte superior.
En caso de estructuras. En las cuales por
Armado. Consiste en colocar el elemento solicitaciones estructurales se realizaron
lítico conformante de la estructura que se completamente con nuevos elementos lí-
haya intervenido en su posición original o ticos y que soportaron presiones laterales
primigenia en base a la anastilosis, para lo por restitución de material inerte. Utiliza-
que se realizó el registro gráfico y fotográ- ción de elementos líticos de dimensiones
fico en forma comparativa con la finalidad ligeramente menores a los originales, las
de realizar el armado definitivo de las es- cuales se asentarán con mortero nuevo y
tructuras. siguiendo la morfología de los paramen-
tos. La restitución de elementos nuevos se
n. Restitución de muros de aparejo rústico ejecutó después de haber utilizado aque-
con mortero de arena y cal llos elementos originales que eventual-
mente se hallaban al pie de la estructura,
La intervención de restitución de los mu- los mismos que se colocarán nuevamente
ros y/o estructuras arquitectónicas es la en el muro, respetando la composición ar-
acción de devolver a la estructura aquellos quitectónica y llevando el sello de nuestra
elementos líticos de cuya ubicación se tie- época.
ne certeza. Para ello, se utilizará el mismo
tipo de material, el mismo tipo de piedra y o. Cubertinas de protección en cabeceras de
las marcas que permitan diferenciar lo que muro
viene a ser una estructura original de la
intervención realizada, de acuerdo al artí- Durante el proceso de las intervenciones
culo N° 09 de la Carta de Venecia. en todos los recintos programados con
trabajo de consolidación, recomposición y
En este sentido, la restitución del muro se restitución, se procedió a colocar una capa
ceñirá estrictamente a la acción física de de mortero estabilizado que contiene cola
colocar o devolver a su sitio original los (acetato polivinilo) al 5% para la protección
elementos que se hallan colapsados. Es de la cabecera de los muros intervenidos,
necesario indicar que en el proceso de in- a manera de “chicoteado”, con la finalidad
tervención se tomará en consideración los de evitar infiltraciones hacia el núcleo del
siguientes aspectos: muro por efecto de aguas pluviales. Esta
protección se efectuó sobre la base de mor-
Elementos líticos conformantes de la es- tero: arcilla, tierra cernida y cal, dando de
tructura. De ellos no se tiene seguridad de esta manera una mejor apariencia y esté-
su ubicación, por lo que los elementos líti- tica sin romper el esquema constructivo.
cos representados por mampostería serán
colocados mediante la anastilosis. En caso IX. TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y
de estructuras de elementos líticos regula- RESTAURACIÓN DE LOS RECINTOS EN EL
res será necesario efectuar un análisis ex- SECTOR 1: RECINTOS 09, 10 Y 15 DEL CON-
haustivo de su ubicación exacta, tomando JUNTO ARQUEOLÓGICO DE UYO UYO
en consideración por ejemplo las juntas y
cintas de asentamiento. RECINTO N° 09 SECTOR 1
100
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
El Recinto N° 09 del Sector “1” es de una sola noreste de 2.90 m y en la parte noroeste la
planta o nivel, de forma rectangular, con 6.5 m esquina tiene una altura de 1.4 m. Previa-
de largo por 6 m de ancho. Presenta muros con mente se han ejecutado trabajos prelimi-
mampostería de aparejo rústico con mortero de nares como registro gráfico y fotográfico,
barro y elementos líticos de origen volcánico. reticulado y codificado, colocado de balizas
Se encuentra en muy mal estado de conser- crucetas de rollizo; luego, se han ejecuta-
vación. Los muros tienen un ancho que varía do las actividades de desmontado de muro
de 0.80 a 0.75 m, sus esquinas exteriores son reticulado y codificado hasta el nivel de
angulares, las esquinas interiores hasta una al- cimentación por debajo de la cabecera de
tura de 1.5 m son angulares para la parte alta muro. Luego, se han ejecutado las labores
y las esquinas son ovaladas. En este caso, so- de recomposición de muro en las esquinas
lamente se observan las esquinas internas de y cabecera de muro, dejando la huella de la
lados sureste, suroeste y noreste. Los muros intervención de acuerdo a las Cartas Inter-
exteriores tienen una inclinación que varía del nacionales de Restauración “Carta de Ve-
5% al 6% hacia el interior del recinto; los muros necia”. También se han ejecutado trabajos
interiores tienen una inclinación en la esquina de consolidación de muro, acabado de pa-
del 7%; los muros tienen una inclinación hacia ramento, emboquillado de muro con barro
el interior del recinto de 4%, característica tí- preparado.
pica de los recintos en este sitio arqueológico. • MURO LADO SUR: Este muro en el lado
En el muro lado este se ubica el vano de acceso sur se encuentra en mal estado de conser-
de forma trapezoidal de un ancho de 0.6 m de vación. En la esquina suroeste tiene una
ancho en la base o dintel y de 0.5 m en la parte altura de 2.10 m y hacia el lado sureste
alta o dintel. Este vano tiene una altura de 2.67 el muro tiene una altura de 1.30 m. Este
m. muro se tiene que desmontar hasta el ni-
vel de cimentación y se han ejecutado las
• MURO LADO ESTE: Este muro tiene una actividades de registro gráfico y fotográfi-
altura de 3.05 m promedio y se encuentra co, reticulado y codificado, recomposición
en muy mal estado de conservación, por lo de muro de aparejo rústico, restitución de
que fue desmontado el muro hasta el nivel muro de aparejo rústico, consolidación de
de cimiento por debajo de la cabecera del muros y emboquillado de muro. En este
muro. Se ejecutaron trabajos de desmonta- recinto, asimismo, se han ejecutado en
do de muro reticulado y codificado, recom- forma general la cubertura de la cabecera
posición de muros de acuerdo a los planos de muro, el relleno y compactado con ma-
de elevación y restitución de muros para terial propio en el lado interior y exterior
estabilizar el muro este, dejando la eviden- del recinto, nivelación y apisonado con
cia de la intervención, tierra cernida, la limpieza final de obra, la
instalación de sumidero para captación de
• MURO OESTE: Este muro tiene una al- aguas pluviales, la instalación de tubos de
tura de 1.20 m hacia el lado norte y hacia desagüe para evacuación de aguas pluvia-
el lado sur de 2.1 m de altura. Este muro les y la limpieza final de obra.
se desmontó en su totalidad hasta el ni-
vel de cimiento por debajo de la cabecera
de muro y se encuentra en mal estado de
conservación. Fueron ejecutados trabajos
de desmontado de muro reticulado y codi-
ficado, recomposición de muro, restitución
de muro en el lado norte para estabilizar
el muro lado oeste, consolidación de muro,
emboquillado de muro, acabado de para-
mento.
101
Dr. Rómulo Pari Flores
102
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
103
Dr. Rómulo Pari Flores
color rojizo. De la cabecera de muro del moji- ramento, emboquillado de muro con barro
nete a 0.40 m de potencia para abajo se ubica preparado.
una ventana de forma rectangular de 0.20 m
de largo por 0.30 m de altura. • MURO LADO SUR: Este muro del lado sur
se encuentra en mal estado de conserva-
• MURO LADO ESTE: Este muro tiene una ción. En la esquina suroeste tiene una al-
altura de 2.70 m promedio, se encuentra tura de 2.50 m y hacia el lado sureste tie-
en muy mal estado de conservación, por ne una altura de 0.25 m. Fue desmontado
lo que se desmonté el muro hasta el ni- hasta el nivel de cimiento y se han ejecu-
vel de cimiento por debajo de la cabecera tado las actividades de registro gráfico y
de muro. Solo ha quedado de pie parte del fotográfico, reticulado y codificado, recom-
vano de acceso hacia el norte, de 1 m de posición de muro aparejo rústico y restitu-
ancho por 2 m de altura; asimismo, se eje- ción de muro de aparejo rústico. En el lado
cutaron trabajos de desmontado de muro sureste, donde el muro tiene 1 m de altura
reticulado y codificado, la recomposición para estabilizar el paramento lado también
de muros de acuerdo a los planos de eleva- se ejecutan las actividades de consolida-
ción, la restitución de muros en el lado sur, ción de muros, consolidación de elementos
con una potencia de 0.80 m para estabili- líticos, emboquillado de muro, acabado de
zar el muro este, dejando la evidencia de la paramento.
intervención.
En este recinto se han ejecutado en forma ge-
• MURO OESTE: Este muro tiene una altu- neral la cubertura de cabecera de muro, el relle-
ra de 3.00 m hacia el lado norte y hacia el no y compactado con material propio en el lado
lado sur de 2.20 m. Este muro fue desmon- interior y exterior del recinto, la nivelación y
tado 1.50 m por debajo de la cabecera de apisonado con tierra cernida, la limpieza final
muro y se encuentra en mal estado de con- de obra, la instalación de sumidero para capta-
servación. Además, se ejecutaron trabajos ción de aguas pluviales, la instalación de tubos
de desmontado de muro reticulado y codi- de desagüe para evacuación de aguas pluviales
ficado, recomposición de muro, restitución y la limpieza final de obra.
de muro en el lado sur para estabilizar el
muro, consolidación de muro, consolida-
ción de elementos líticos, emboquillado de
muro, acabado de paramento.
104
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo
Instituto Nacional de Cultura (2007) Carta de Ate- Instituto Nacional de Cultura (2007) Normas de
nas: Conservación de Monumentos de Arte e His- Quito (Quito, 1967). En: Documentos Fundamen-
toria (Conferencia Internacional de Atenas, Gre- tales para el Patrimonio cultural. Textos inter-
cia, 1931). En: Documentos Fundamentales para el nacionales para su recuperación, repatriación,
Patrimonio cultural. Textos internacionales para conservación, protección y difusión. (pp.409-421).
su recuperación, repatriación, conservación, pro- Lima.
tección y difusión. (pp.130-135). Lima.
Instituto Nacional de Cultura (2007) Principios
Instituto Nacional de Cultura (2007) Carta de Cra- para el análisis, conservación y restauración de las
covia. Principios para la conservación y restaura- estructuras del patrimonio arquitectónico (ICO-
ción del Patrimonio construido. (Conferencia In- MOS, Zimbabwe, 2003). En: Documentos Funda-
ternacional sobre Conservación, Cracovia, 2000) mentales para el Patrimonio cultural. Textos in-
En: Documentos Fundamentales para el Patrimo- ternacionales para su recuperación, repatriación,
nio cultural. Textos internacionales para su recu- conservación, protección y difusión. (pp.191-194).
peración, repatriación, conservación, protección y Lima.
difusión. (pp.221-225). Lima.
(2007) Declaración de Tlaxcala. (Primera Jornada
Instituto Nacional de Cultura (2007) Carta de ICO- Mundial de Arte Público y Muralismo, 1997).
MOS sobre los principios que deben regir la con- Recuperado de:
servación de las estructuras históricas en madera http://www.planmaestro.ohc.cu/recursos/papel/
(ICOMOS, México, 1999). En: Documentos Funda- cartas/1982-tlaxcala.pdf
mentales para el Patrimonio cultural. Textos in-
ternacionales para su recuperación, repatriación,
105
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez
RESUMEN
Se presenta un estudio preliminar con datos empíricos de un sitio arqueológico con presencia de
geoglifos localizado en la quebrada Cosos, el cual forma parte de la cuenca del valle y río de Majes.
Aparentemente por su ubicación, se encuentra asociado a una ruta o camino que unía el valle de
Majes con Chuquibamba y Yanaquihua. Por la diversidad de figuras que aparecen representadas
en Huayrapunko, con escenas recurrentes de camélidos, se sugiere que podría estar vinculado al
intenso intercambio de productos a largas distancias, desde el Periodo Intermedio Temprano hasta
el Horizonte Medio (100 d.C. – 1000 d.C.).
ABSTRACT
This is a preliminary study with empirical evidence of an archaeological site with geoglyphs, located in
Cosos Creek, which is part of the Majes river valley. Apparently, due to its location, it is associated to a
route or path that linked the valley of Majes with Chuquibamba and Yanaquihua. For the diversity of
figures represented in Huayrapunko, with recurrent scenes of camelids, we suggest that they might be
related to the intense exchanged of products in long distances, from the Early Intermediate Period until
the Middle Horizon (100 AD – 800 AD).
Los Nasca, cultura prehispánica cuyo ámbito En el norte chileno, sobre todo en la región
de ocupación se encuentra básicamente en el de Tarapacá, se han identificado y estudiado
departamento de Ica y ubicado temporalmen- varios geoglifos, asociados a rutas, pascanas,
te en la época de los Desarrollos Regionales estructuras de corrales y entierros, “vincula-
o Periodo Intermedio Temprano (Siglos I – V dos con tráfico caravanero de larga distancia…
d.C.), fueron los más conspicuos en la creación Entre estos despoblados se elaboraron durante
y elaboración de geoglifos. Las representacio- las jornadas del tráfico de larga distancia estos
nes comprenden seres zoomorfos como orcas, íconos compartidos y comprendidos por todos
arañas, aves, monos y camélidos; seres antro- los grupos caravaneros, dispuestos para augu-
pomorfos; representaciones fitomorfas como la rar el buen desenlace de estas largas travesías
flor de seis pétalos, la jiquima, y trazos y líneas transdesérticas. En este sentido, abras, rutas,
de diversa forma entre las que destacan imá- pascanas, cerros sagrados, cargas y la recua en
genes radiales, meandros o grecas, espirales, acción o pasiva (descanso y abrevaje) eran los
etc. Las interpretaciones sobre la función que únicos referentes de los caravaneros en el con-
habrían cumplido varían. Algunos investiga- texto de rituales y rogativas, en espacios donde
dores piensan que sirvieron para propiciar y/o la recua va inmersa en un inmenso despoblado,
controlar por medios mágico religiosos el ciclo como una animación solitaria” (Briones et. al.
anual de las aguas (Makoswki 2004: 98), en 2005: 195 - 223).
tanto que Lumbreras expresa que “…las marcas
de las pampas estaban ligadas a asentamientos Las investigaciones arqueológicas en el valle de
106
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
Majes, por su parte, nos indican ocupaciones Los petroglifos de Toro Muerto, localizados
desde la época del Horizonte Medio (500 - 900 aproximadamente a 24 km al sur de los geogli-
d.C.) (Jennings y Yépez 2012; García y Busta- fos de Huayrapunko, en la margen derecha del
mante 1990) hasta épocas tardías (Incas) (García río Majes, distrito de Uraca – Corire, constitu-
Márquez 1990: 25 - 40), y evidencias de ocupa- yen un importante “complejo arqueológico”. Los
ción más tempranas (100 – 500 d.C.) con pre- grabados en piedra (tufo volcánico o ignimbri-
sencia de rasgos culturales Nasca han sido re- ta) en Toro Muerto se pueden entender desde
gistradas en el sitio arqueológico de Huacapuy, varias ópticas:
en el valle de Camaná (Manrique, et. al. 1990).
a. Parecen estar vinculados a una ruta que
En relación a la presencia de geoglifos en este
unía el valle de Majes con Chuquibamba.
valle, Manuel García Márquez y Rosa Busta-
mante Montoro (1990: 25-40) han registrado en b. Los grabados parecen tener una cronolo-
el Cerro del Gentil varios geoglifos con motivos
gía de ocupación desde el Periodo Interme-
de aves, camélidos y crustáceos, emparenta-
dio Temprano hasta el Horizonte Tardío.
dos al estilo Chuquibamba (Periodo Intermedio
Esta deducción se realiza por comparación
Tardío).
tipológica de los diseños, con algunos ele-
mentos decorativos similares hallados en
Un geoglifo muy particular ha sido registrado
textiles, mates pirograbados y cerámica de
en el anexo de El Pedregal, margen izquierda
distintos periodos.
del río Majes, muy cerca de la ciudad de Corire.
“…Tiene la forma exacta de un 8 que está inser-
c. Su elaboración podría estar relacionada a
to dentro de un círculo perfecto, sobre el cual
algunas prácticas sociales, ceremoniales
se unen parte de las líneas curvas u oscilantes
y/o rituales en diferentes momentos cro-
que forman la figura del 8 (Fig. 1). El diámetro
nológicos, a juzgar por la excepcional can-
exterior del geoglifo es de 22.40 m, el cual se
tidad de diseños que existen en esta zona.
mantiene en todas las direcciones; el ancho de
las líneas del círculo es de 1.50 m y el de las lí-
d. Como parte de sus asociaciones, en Toro
neas del dibujo con forma de 8 es de 1.40 m;
Muerto se han registrado también geogli-
la profundidad de las líneas varía desde 5 a 10
fos.
cm” (Álvarez s/f). Por la forma y su asociación,
se le ubica en el periodo Horizonte Medio (500
Los geoglifos de Huayrapunko presentan una
– 900 d.C.).
temática diversa, con representaciones antro-
pomorfas, zoomorfas (camélidos, aves, serpien-
tes) y geométricas (líneas). Estos fueron elabo-
rados con la técnica extractiva y aditiva, sobre
una colina que emerge en medio de la quebrada
Cosos. Dicha configuración puede interpretarse
como una locación especial vinculada probable-
mente a lo sagrado y ceremonial. Su asociación
con caminos, apachetas y estructuras que aún
están por investigarse, enfatizan este hecho.
107
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez
pecíficamente en la quebrada Cosos. Dicha que- mediano y areniscas blancas con cuarcitas
brada puede ser considerada como un cauce y/o masivas de color blanco grisáceo, a veces,
quebrada secundaria del mismo valle. con un aspecto bandeado;
El cerro Huayrapunko tiene una forma alar- • En la zona de Torrentera de Cosos, al No-
gada que se proyecta de noroeste a sureste, roeste de Aplao, una parte de los aflora-
con un largo aproximado de un kilómetro, un mientos se encuentra levemente ondulada
ancho de 200 a 400 metros, y una altura de y disturbada, con un rumbo predominante
20 a 50 metros respecto al nivel del piso de la al noroeste y un buzamiento variable en-
quebrada, ésta última conformada por depósi- tre 10° a 30° al SO. Sin embargo, por efec-
tos aluviales (Fig. 1). Los geoglifos están distri- to de pequeñas fallas, cambia el rumbo al
buidos entre sectores planos, laderas de cerro, noreste y su inclinación alcanza a más de
quebradas y fueron elaborados con la técnica 60° al SE.
extractiva o de raspado.
En el cerro El Gentil, en su flanco noreste ha-
La quebrada Cosos, donde se halla un con- cia Torrentera de Cosos, en la parte superior
junto de colinas naturales, entre ellas el cerro se observan cuarcitas con algunas areniscas
Huayrapunko, consiste en formaciones del intercaladas; en cambio, la parte inferior está
cuaternario de edad reciente, cuyas unidades constituida por lutitas con fósiles vegetales
estratigrafías son depósitos aluviales. “….En la intercalados, con algunas capas de cuarcitas y
torrentera de Cosos la litología consiste de are- areniscas. El conjunto alcanza un grosor de 750
nisca arcósica intercalada con areniscas arcillo- m aproximadamente.
sas de color gris chocolate y rojizas, variando
a una coloración amarillenta al meteorizarse. El grupo Yura en el valle de Majes forma un
También se intercalan algunas capas delgadas anticlinal afectado por pequeñas fallas nor-
de conglomerados finos, y dentro de todo el males y numerosas intrusiones andesíticas y
conjunto se hallan capitas y venillas de yeso dioríticas, presentándose además, entre Cosos
irregularmente distribuidas” (Pecho y Morales y La Barranca, pequeños stocks de granodiorita
1969: 39). hornebléndica conjuntamente con un flexura-
miento de rumbo y buzamientos variables” (Pe-
cho y Morales 1969: 27-29).
Por otro lado, la colina natural donde se re-
gistraron las evidencias arqueológicas corres- III. RECONOCIMIENTO AÉREO DEL SITIO
ponde a formaciones del Jurásico Superior ARQUEOLÓGICO DE HUAYRAPUNKO
e Inferior y del Cretáceo Superior, cuya uni-
dad estratigráfica corresponde a la formación Como parte del trabajo de reconocimiento ar-
“Yura”. “…las mejores exposiciones se encuen- queológico en el área del cerro Huayrapunko, se
tran en el valle de Majes (Hoja de Aplao), desde probó por primera vez en la región una nueva
la localidad de Corire hasta La Barranca…en metodología de exploración superficial usando
forma general, la litología de los afloramientos vehículos aéreos no tripulados conocidos como
del valle del Majes, de abajo hacia arriba, es la drones. Estos vehículos vienen usándose como
siguiente: herramienta de registro fotogramétrico en
arqueología con amplia aceptación y buenos
• Lutitas grises a gris verdosas intercaladas resultados (Reindel y Wagner 2009, Castillo
con areniscas y cuarcitas grises; 2014). Sin embargo, para el caso del reconoci-
miento arqueológico de Wayra Punku, además
• Lutitas beige claro y lutitas gris verdosas de realizar un detallado registro fotogramétrico
yesíferas; del área (Fig. 2), fue utilizada la transmisión en
vivo de la cámara hacia un monitor de visuali-
• Cuarcitas blanquecinas con lutitas brunas zación en tierra, desde el cual se pudo explorar
modulares y carbonosas con abundantes la zona hasta en un radio de dos kilómetros a
restos de plantas; la redonda.
• Lutitas grises a gris verdosas con un ban- Hasta el momento del reconocimiento aéreo
co grueso de areniscas blancas de grano realizado por nosotros, solo se conocía de la
108
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
existencia de algunos geoglifos en la zona, los Al elevar el dispositivo a una altura de 120 m
cuales pudimos constatar a nivel del suelo o desde la superficie, inmediatamente se reco-
desde la parte superior de un promontorio ale- nocieron nuevas figuras, y mientras el drone
daño. Del recorrido a pie por el área fue difí- realizó su recorrido por el resto del área se vi-
cil reconocer otros más, de modo que se hizo sualizaron cada vez más una gran cantidad de
necesario un registro aéreo para descartar o representaciones. El reconocimiento aéreo per-
comprobar la presencia de nuevos elementos mitió finalmente identificar un extenso campo
arqueológicos en el área. de geoglifos que apenas había sido advertido
durante el reconocimiento a pie del área.
IV. SECTORIZACIÓN
109
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez
Fig. 5 Vista a nivel del suelo de la sección espiral del Fig. 8 Fotografía aérea de un geoglifo con forma de
geoglifo principal de Huayrapunko. serpiente.
110
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
Fig. 8 Representación gráfica de un geoglifo con forma Fig. 12 Vista aérea oblicua del Sector B del cerro
de serpiente. Huayrapunko, en esta sección se encuentran una gran
cantidad de geoglifos.
En la ladera oeste de los cerros de este sector
y muy cerca de los espirales se ha logrado di- Los diseños son variados, consistentes en figu-
visar un conjunto de geoglifos más pequeños, ras humanas de perfil, de frente, culebras, ca-
con representaciones humanas de camélidos y mélidos, zorros, aves, líneas en zigzag, rectas,
geométricas (líneas onduladas y rectas). Estas onduladas, geométricas, etc. La técnica de la
figuras se encuentran en mal estado de conser- elaboración de los geoglifos es también aditiva
vación debido al tránsito de personas y anima- y extractiva (Fig. 11).
les en la zona, a través de caminos que están
aledaños a estos petroglifos (Fig. 9 y 10).
V. DISCUSIÓN Y COMENTARIOS
111
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez
A partir del año 3000 a.C. aproximadamente, te parte de un complejo y extenso sistema de
la población pasó de una economía basada en la redes de caminos, senderos y pascanas que se
caza y la recolección a una basada en la gana- vinculaban entre sí. La recurrencia de figuras
dería y la agricultura, transformando los cerros de camélidos en los geoglifos de Huayrapunko
y quebradas áridas en zonas productivas y de (Fig. 13) podría asociarse al tránsito de estos
vida. Es así que, conociendo mejor su entorno, animales en caravanas que circulaban desde el
las fuentes de agua, las lomas, la trayectoria valle de Majes hacia el Chuquibamba - Yana-
de los ríos y arroyos, la “asociación ideológica quihua y al sur a Camaná, llevando y trayendo
sobre la relación cerro y planicie de valle” fue productos locales.
gestada de manera “inconsciente”. “De allí que,
en su cosmovisión, perpetuaron la organiza-
ción de diversos espacios sagrados, asimilando
por observación las impresiones y contrastes
captados de la naturaleza, para incorporarlos
sustancialmente en su forma de vida” (Castillo
y Corcuera 2007).
112
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
113
Gladys Cecilia Quequezana Lucano
RESUMEN
El siguiente artículo documenta la tradición del arrieraje en el pueblo de Characato, Arequipa, a
través del testimonio de la familia Bejarano Herrera, una de las últimas familias de arrieros de la
zona, en su ruta desde Characato hasta Mosopugio. Los caminos, majadas, tambos, cerros y los
rituales asociados a esta actividad nos permiten comprender que esta tradición tiene profundas
raíces prehispánicas, y nos sugiere cómo pudo ser el transporte e intercambio de bienes a través de
diferentes pisos ecológicos en tiempos prehispánicos.
ABSTRACT
The following article documents the tradition of muleteering in the town of Characato, Arequipa, throu-
gh the testimony of the Bejarano Herrera family, one of the last muleteering families around the area, in
a route from Characato to Mosopugio. The roads, sheepfolds, tambos (Incan structures), hills and the
rituals associated to this activity allow us to realize that this tradition has deep Prehispanic roots, and it
suggests us how could transportation and goods exchange exist through different ecological floors in
Prehispanic times.
114
Tras las huellas de los arrieros de Characato
las lomas de la costa no tengan la misma inten- Zumilda Bejarano refiere que “en los meses de
sidad de años anteriores. Así, muchos de los ca- enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio, en
minos desaparecieron o fueron reemplazados las lomas de Characato se criaba ganado va-
por carreteras, provocando que los arrieros y cuno, toros, chivos, y ganado ovino. El ganado
las nuevas generaciones cambien de actividad, maltón se llevaba a las lomas de Chucarapi, a las
quedando muy atrás a lo lejos las huellas de los lagunas de Mejia, Matarani, Mollendo y Quilca.
arrieros de Characato. La ganadería se daba desde los 3000 metros de
altura hasta el nivel del mar, y se vinculaba a la
II. LOS ARRIEROS CHARACATOS crianza de ovinos, caprinos, vacunos y caballos,
Cuando arribaban al valle de Tambo se les también se habla de llamas y alpacas”.
conocía como “los arrieros Characatos”, pero
integraban estas caravanas arrieros de Pocsi, Interpretamos que el ganado requería el cui-
Polobaya, Yarabamba, Mollebaya, Characato, dado de estos arrieros a fin de que comieran,
Mosopugio, entre otros. bebieran y se guardaran en las majadas hasta
el día siguiente. Había que hacer seguimiento al
Según la tradición oral y las versiones de la se- ganado para que se reproduzcan sin dificultad,
ñora Zumilda Bejarano Herrera, nacida en el para que no se pierdan o se enfermen. Se tenía
Distrito de Characato, quien desde muy joven que vigilar a las hembras que estaban por parir
acompañó a su padre, el señor Mariano Bejara- y asistirlas en el parto, sea de día o de noche. Se
no Guillén; las rutas de los arrieros comenzaban dedicaban a la esquila, al degüello cuando era
en la plaza de Characato en donde “…los arrie- necesario, al recojo de la leche y a la elabora-
ros ensillaban sus caballos, con sus ponchos y ción de queso y mantequilla.
gorros para las noches de frío y sus alimentos
para el camino. La ruta en los seis primeros me- Asimismo, de acuerdo a la versión oral de la Se-
ses atravesaría las cuevas de la Rinconda, las ñora Zumilda Bejarano, “…el inicio de la vida es
majadas de la Rinconada y la ladera Conga en el Pichu Pichu y en Quilca muere el río cuando
donde hay cuevas en la parte alta...” (Comunica- entra al mar… desde la puna al mar era territo-
ción personal: Zumilda Bejarano). rio Characato. En los cerros hay plantas medi-
cinales como el pinco pinco para los riñones y
“También existe un sector de andenes en donde capo blanco para curar la tos”. También men-
desde la época prehispánica se cultivaba apro- ciona a la pampa Alpaso, Conde Alonso, Pampa
vechando la lluvia. Se cruza por el panteón de Valdivia de Characato y a Alto Conde Alonso,
piedras, que se caracteriza por enormes piedras zonas accidentadas resguardadas por espinos.
en donde en cada base existen pequeños muros El área tiene una forma majestuosa y menciona
también de piedra. Es allí en donde se enterra- que existe una ciudadela antigua. El traslado de
ban a los antepasados. Llegando a las cuevas de los ganados hasta Quilca duraba una semana,
la Pampilla Verde, se divisa a los lejos el tutelar hasta Tambo cuatro días, y a la selva un mes.
Cerro Condealonso o Condealonsio, como le lla- Se llevaba maíz, papas y se traía, pescado seco,
man en el pueblo de Characato” (Comunicación fruta seca, caña dulce y chancaca.
personal: Zumilda Bejarano).
III. LAS MAJADAS
De acuerdo a lo conversado con la señora Zu-
milda, este cerro era de mucha importancia ya
que se le consideraba como “guía”. Al poder ser Las majadas son estructuras habitacionales que
divisado a lo lejos orientaba a los arrieros, inspi- pueden ser incluso cuevas o abrigos rocosos na-
rando acogida, respeto, admiración y ruego. El turales. Eran refugios estacionales para cuidar
entorno a Condealonso se caracteriza por una y embernar el ganado por temporadas o duran-
cadena de cerros en donde se ubican cuevas, te su traslado. Éstas siempre presentan corrales
majadas y corralones, también existen caminos para el ganado (Foto 2). Se ubicaban en lugares
de herradura que van a Mosopuquio o Mosopu- estratégicos en donde permanecían los arrieros
gio, Pichu Pichu y Puno. para divisar el ganado, asimismo, estas áreas se
caracterizaban por estar proveídas de buena
Al parecer Characato era el eje que articulaba cantidad de forraje y cerca de cursos de agua
rutas o caminos hacia las partes altas y hacia (quebradas, manantiales, ríos y arroyos) (Foto
la costa. 3). Estaban formados por habitaciones de mu-
115
Gladys Cecilia Quequezana Lucano
V. LA TINKA
116
Tras las huellas de los arrieros de Characato
pago a la tierra, se solía escoger “el mejor lugar Para comenzar la ceremonia, primero se invoca
del cerro”. a los nevados. El hijo mayor se pone el poncho
y el chullo y empieza tomar el vino, la chicha
Durante mi participación en el recorrido desde y el pisco. Luego chaccha la coca acompañado
Characato a Mosopugio se realizó la tinka. El de la llipta (masa de cal y ceniza), bebe y come,
hermano mayor de la familia, Florencio Bejara- pero siempre ofreciendo a la tierra con mucho
no Herrera, junto a sus hermanas Zumilda Be- respeto y agradecimiento. Para esto se abre un
jarano, y sus hijos Alex, Nicolás y Rodrigo Tico- hoyo en donde cada uno agradece y ofrece a
na Bejarano; la hermana de Zumilda, la señora la tierra lo mismo que bebe y come. “Gracias,
Carmen Bejarano Herrera, el resto de la familia tierra bendita, por todo lo que me das” excla-
y la comunidad se reúnen en un espacio de la man. Este pago también se hace a la tierra para
majada (Foto 6). Traen chicha de maíz, la colo- pedir y agradecer la fertilidad de los animales,
can sobre “la mesa” que es una lliclla o manta se hace en los corrales invocando a los cerros y
de color rojo (Foto 5). Se complementa con vino, volcanes, apus tutelares como el Misti, Chacha-
pisco, coca, chancaca, maíz y pan. Se prende un ni y Pichu Pichu.
sahumerio, con cunuja y piedra de alumbre.
Se colocan también una manta de colores, los
Los arrieros de Characato celebran la ceremo-
chullos de los arrieros, los látigos, los cuchillos
nia de la tinka con mucha comida. El plato prin-
en sus vainas de cuero, y algo muy curioso, ca-
cipal es el chivo al vino, un plato que se prepa-
racoles de mar, los cuales han venido portando
raba con carne de chivo tierno, ají, pasas, maní,
durante sus largos viajes. En ellos sirven el vino
vino dulce, rocoto, papas hervidas y cocinado a
y la chicha. Todos estos objetos van pasando de
leña. Este plato también es conocido como “la
padre a hijo, de hermano a hermano, y tienen
comida del arriero” (Foto 7).
mucho significado para cada familia.
117
Gladys Cecilia Quequezana Lucano
• Cerro Ccallata, Cerro Quisco en Cerrillo Muchos cambios generaron la pérdida progre-
(existe un panteón pre Inca y andenería siva de esta tradición. Durante la época republi-
pre Inca), Cerro La Cruz, Cerro Pajonal cana comienzan a construirse más vías de co-
(andenería prehispánica), Cerro Charsan- municación terrestre tales como el ferrocarril,
dillo (andenería), Cerro Ccañuma y Cerro y nuevos puertos en la costa, los cuales incre-
Ccajeña (andenes, majadas y pueblo an- mentaron el traslado de productos y la comer-
tiguo, Cerro Yanayaco, Cerro La Sirena, cialización de bienes a mayor escala. La migra-
Cerro Los Huecos del Infiernillo, Cerro La ción de las poblaciones rurales a otras ciudades,
Pampilla Verde, Cerro Las Cuevas (maja- así como cambios climáticos desfavorables pro-
da y cuevas), Cerro Gordo (andenería pre vocaron la disminución de pastos tanto en las
Inca), Cerro Grande (andenería). Cerro Los punas altoandinas como en las lomas costeras,
Estanquillos (poblado y estanque de agua, contribuyendo a la disminución significativa de
majadas), Cerro Amarillo (majadas y cerco arrieros.
grande para el ganado) y Cerro Mamayaca
(majadas). El hermano mayor Florencio Bejarano Herre-
ra menciona que “…antiguamente se llegaba a
VII. EPÍLOGO: UNO DE LOS ÚLTIMOS ARRIE- criar hasta 10000 cabezas de ganado entre chi-
ROS EN CHARACATO vos y otros, aproximadamente habían 30 fami-
lias de ganaderos. Nuestra familia llegó a tener
500 cabezas de ganado caprino, 100 cabezas de
Se ha documentado la presencia de una amplia
borregos y caballos. En tiempos de lluvia se lle-
red de caminos desde la época prehispánica
vaban los terneros a los cerros Condealonso y
(Cardona 2002, 2015), desde Arequipa hasta
la Pampilla Verde, en donde había abundante
los valles de la costa, como el valle de Tambo.
paja de puna, pasto de raíz y yerbas. A medio
Asimismo, se han ubicado evidencias de petro-
año se llevaba el ganado a las lomas cercanas al
glifos, tramos de caminos, apachetas y tambos,
mar, para ello existían diferentes majadas cer-
como el Tambo Linga, Tambo Jaway y Tambo
ca a cursos agua con cuevas para pernoctar y
San José. Estos caminos han sido utilizados fre-
vivir una temporada” (Comunicación personal:
cuentemente por los arrieros y es posible supo-
Florencio Bejarano).
ner que su uso se remonte a tiempos prehispá-
nicos, en donde los pueblos de las partes altas
A pesar de todo esto, como hemos visto, uno de
traían en recuas de camélidos sus productos
los últimos arrieros de Characato quien man-
hasta la costa entre ellos el charqui, el chuño, la
tiene viva esta tradición es el señor Mariano
sal, la cañihua; intercambiándolo por pescado
Bejarano Guillén, casado con Doña Meri Herre-
seco, ají y frutos secos de la costa.
ra Linares. Ambos son los progenitores de los
hermanos Florencio, Teresa, Domingo, Catali-
De acuerdo a datos históricos (Galdós, 1995; Flo- na, Zumilda, Carmen, Ángela, Marcos, Julio y
res Galindo, 1977), durante la época colonial los Jessica. Hemos documentado cómo los arrieros
arrieros mantenían una posición social impor- de Characato todavía recorren las antiguas ru-
tante en la sociedad, debido a que criaban ga- tas hacia la costa, así como los rituales asocia-
nado equino y vacuno en grandes cantidades. dos a dicha actividad.
Estos eran utilizados para la venta o el traslado
de productos a grandes distancias, incluso lle- Creemos que el arrieraje tiene antiguas raíces
gaban a Arequipa arrieros de Bolivia, Chile y prehispánicas, por lo que su registro actual nos
Argentina, con ganado que se alquilaba o ven- permite acercarnos a cómo eran las rutas de
día para la minería en Perú. Luego retornaban intercambio de bienes de diferentes regiones
a sus países con productos como la coca, algo- en el pasado. Finalmente, queremos agregar
dón y el tocuyo. que el espíritu del arrieraje aún se preservará
un tiempo más a través de una nueva genera-
En esta actividad participaban arrieros con am- ción de arrieros representada por el joven Alex
plio conocimiento en la crianza de ganado, co- Ticona Bejarano (Foto 8), hijo de Zumilda Be-
nocedores de las razas de caballos, del ganado jarano, quien junto a sus hermanos y primos
vacuno, así como de los caminos; siempre via- continúan esta tradición.
jaban en equipo, el dueño, los ayudantes y los (Foto 9)
comerciantes de productos.
118
Tras las huellas de los arrieros de Characato
119
Gladys Cecilia Quequezana Lucano
REFERENCIAS
120
Tras las huellas de los arrieros de Characato
Bustamante de la Fuente.
121
R. Housse — O. Huaman Oros
Romuald Housse
Oliver Huaman Oros
RESUMEN
El PIA Alto Tacna realizó prospecciones y excavaciones arqueológicas en la sierra de Tacna, entre
los distritos de Sitajara y Tarata, logrando identificar 74 sitios arqueológicos en el área de estudio,
en su mayoría correspondiente a los periodos Intermedio Tardío (1000 – 1450 d.C.) y del Horizonte
Tardío (1450 – 1532 d.C.). La presencia de estos diferentes asentamientos en la zona de estudio de-
muestra una convivencia entre las poblaciones prehispánicas al parecer por el aprovechamiento
de los recursos locales, intercambiando tradiciones alfareras como arquitectónicas.
ABSTRACT
The Project of Archaeological Research Alto Tacna did archaeological prospections and excavations in
the mountains of Tacna, between the districts of Sitajara and Tarata. This allowed us to identify 74 ar-
chaeological sites in the study area, most of them belonging to the Late Intermediate Period (1000 - 1450
AD) and Late Horizon (1450 - 1532 AD). The presence of these different settlements in the study zone
shows us a coexistence among the prehispanic inhabitants, most likely, due to the use of the local resour-
ces, exchanging pottery and archaeological traditions.
122
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna
“antes quellos [los Incas] comenzasen a señorear Es entonces que para entender los conflictos en
no había esa orden ni policía; antes en cada valle la zona de estudio, nuestro tema de investiga-
o provincia había su curaca, señor principal, y ción plantea la cuestión de las relaciones entre
tenían sus principales mandones subjetos a el cu- tierras bajas y tierras altas. La presencia de es-
raca, y cada valle destos tenía guerra con su co- tilos cerámicos distintos en la región de Tacna
123
R. Housse — O. Huaman Oros
lleva a los arqueólogos a considerar esta zona tamientos, como es, por ejemplo, el caso del sitio
como un enclave ecológico donde venían para Para-T012. Las estructuras funerarias adoptan
instalarse, por algunos meses o más, colonos dos formas bien claras en las zonas de estudio:
nacidos en otras culturas y otras zonas ecoló- las tumbas enterradas llamadas “cistas” o las
gicas de los Andes (Gordillo 1996). Sin embar- torres funerarias llamadas “chullpas”. En total,
go, los trabajos arqueológicos de Stanish en la son 10 los sitios compuestos exclusivamente
región de Moquegua permitieron, por ejemplo, de tumbas, con 3 sectores ubicados dentro de
mostrar la ausencia del “control” Lupaca duran- sitios residenciales. La primera categoría es la
te el periodo Intermedio Tardío en favor de un más representada en la precordillera de Tacna.
desarrollo propio, estableciendo solo por redes Son cistas subterráneas circulares y construi-
económicas con el altiplano (Stanish 1992). das con piedras. Sus profundidades pueden va-
riar de cincuenta centímetros a casi un metro.
Si esta visión es válida, durante una época don-
de aparentemente la situación política estaba Las chullpas descubiertas en el área de estu-
muy dividida, la coexistencia de diferentes gru- dio adoptan dos formas distintas. Pueden ser
pos en la misma región puede ser problemática. pequeños edificios de piedra cuadrangular,
Por ello, se plantea la cuestión fundamental de con una altura máxima de 80 cm / 1 m con
las modalidades de relaciones pluriétnicas den- una cámara de entierro de tamaño reducido,
tro de los "archipiélagos" andinos (Platt 2010). que adoptan la forma externa de la estructu-
Si la visión particularmente caótica dada por ra (S036-Kileqollo). O pueden ser edificios más
los cronistas españoles es real ¿cuál podía ser importantes, construidos utilizando bloques de
la naturaleza de las relaciones de comunidades arcilla, técnica que podría ser comparada con el
en guerra, reunidas en el mismo "archipiélago"? tapial, proceso constructivo presente en abun-
¿Se trataba de guerras, de conflictos, de pillajes dancia en la costa del Perú con pocos ejemplos
o de simples tensiones en regiones casi pacifis- en la sierra (Muelle 1978, Ibarra 2009). (Figura
tas? (Owen 2005). 2).
Así también, se han encontrado sitios con arte Fig 2. Las quebradas de Sitajara y de Tarata en la zona
rupestre, alejados de los asentamientos resi- de estudio y sitios arqueológicos registrados durante las
denciales y sectores funerarios dentro los asen- prospecciones
124
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna
La cronología de los 74 sitios es muy desigual, inicio del Horizonte Tardío desde el Cuzco, mas
con una preponderancia de las épocas Interme- estatal (y vinculada quizás con el sitio de Mo-
dio Tardío (PIT) y Horizonte Tardío (HT). Eso qui) y con la construcción de Tambos (S039), de
podría resultar de nuestra metodología em- Kallankas (S036) y de colcas (S049), los cuales
pleada durante las prospecciones, con quizás están asociados a cerámica imperial.
demasiado enfoque sobre las partes superiores
de los cerros. Sin embargo, esta repartición cro- MATERIAL DE PROSPECCIONES
nológica parece ser igual a la que podemos ver
en Arica, donde las investigación de más de 50 Cerámica del periodo Intermedio Tardío:
años ha permitido entender mejor la ocupación
prehispánica del extremo norte chileno (Bird, Se ha logrado identificar tres grandes grupos
1946, Dauelsberg 1995, Muñoz & Chacama culturales del periodo Intermedio Tardío y que
2006). Así, en la precordillera no hay ningún están representados arqueológicamente por
asentamiento de filiación Tiwanaku. Durante sus estilos cerámicos:
el Horizonte Medio, en los Andes Centro-Sur,
los sitios Tiwanaku se concentran en los va- • La cultura Arica, cuyo centro nuclear se
lles costeros como el de Caplina en Tacna o de encuentra en la costa del Pacífico y en los
Azapa en Arica (Berenguer 2009). Durante esta valles costeros de baja altitud, se compone
época, la sierra parece ser ocupada muy débil- de los estilos Pocoma, Gentilar y San Mi-
mente y es solamente alrededor de los siglos XI guel (Dauelsberg 1995). Estos fueron deno-
y XII que aparece el desarrollo de una cultura minados como el “Grupo Arica” según los
específica a estas áreas, a través de la difusión trabajos pioneros de Bird (1946), antes de
de la cerámica Charcollo en Arica y de su va- ser refinado por Percy Dauelsberg quien,
riante tacneña: la cerámica Sitajara. basándose sobre los distintos motivos, va a
diferenciar los tres estilos mencionados en
La época Inca está bien representada en nues- su secuencia cronológica de 1960 (Dauels-
tros estudios. Aunque la ocupación Inca parece berg 1995).
ser más débil que en Sitjara y Susapaya, donde
hemos registrado varios sitios Inca residencia- • La cultura altiplánica, originaria de la cuen-
les o administrativos, creemos que esta distin- ca del lago Titicaca en Bolivia y Perú, es vi-
ción viene de la situación geográfica de Sitajara, sible en las áreas de estudio a través de la
vinculada con el Altiplano, pero también del presencia de la cerámica Negro sobre Rojo
valle de Ilabaya, más al norte y donde se en- (Hyslop 1976, Julien 1983, Lecoq 1999, Sta-
cuentra el centro Inca más importante del sur nish 2003, Arkush 2011). Romero (2002,
Peruano, el sitio de Moqui, trabajado ahora por 2005) define a Chilpe como una variante
Jesús Gordillo y su equipo. Así, suponemos que dentro del grupo estilístico Negro sobre
Sitajara tenía un papel de intersección entre la Rojo, e incluye otra variante, Vila-Villa,
costa y el altiplano pero también entre los va- que corresponde a motivos perpendicula-
lles septentrionales de Illabaya y de Moquegua. res al borde, en donde encontramos líneas
Esta ubicación privilegiada, como lo prueban rectas, entrerejados, dispersión de puntos,
los numerosos caminos Incas registrados en motivos similares a una “B”, entre otros.
esta área, ha permitido un desarrollo más im- Hemos encontrado estos distintos estilos
portante de la presencia Inca que en la zona de durante las prospecciones.
Tarata. Esta fuerte presencia Inca en Sitajara
hace suponer a Gordillo que se podría tratar de • La cultura Charcollo, según Romero (2005:
la presencia de un mitimae cuzqueño al final 134) es llamada así por el estilo cerámico
del periodo Intermedio Tardío (Gordillo 1996: del mismo nombre que también toma su
14). Al respecto, nosotros pensamos lo contra- nombre de un sitio del Intermedio Tar-
rio, que la llegada de los Incas se hace en dos dío cerca de Tignamar en Arica (Romero
momentos distintos (Williams et al. 2009) con 2005). La cultura Charcollo, según el mis-
una primera llegada desde el altiplano al fin mo autor, sería originaria de la precordille-
del periodo Intermedio Tardío, asociado a una ra de Arica, centro agrícola de este grupo.
cerámica Inca-altiplánica, muy presente en los
sitios residenciales (por ejemplo en los sitios • La cultura cerámica denominada Sitajara
SO42, S040 y SO38); y después, una llegada al fue reconocida por primera vez por Gor-
125
R. Housse — O. Huaman Oros
dillo (1996) que la asocia al grupo humano mente a difundir durante el Horizonte Tardío
nativo de la precordillera de Tacna. Se ca- (Cremonte et al. 2015). El otro estilo regional
racteriza por una pasta semi-compactada y que parece abundar en la región es el estilo
no homogénea, de color café, con granula- Chucuito Lupaca, cuyo origen se concentra en
ciones medianas y fuertes de cales, micas y las márgenes sur del Lago Titicaca (Pärssinen
de cuarzo, de cocción oxidante incompleta 1997; Hyslop 1979).
(Gordillo 2010:89). Pero a diferencia de la
cerámica Charcollo, cuya decoración con- La gran cantidad de cerámica inca imperial en-
siste solo en unas pocas líneas y puntos ro- contrada durante las prospecciones demuestra
jos pequeños (Romero 2005: 134), la cerá- la ocupación importante de estas regiones en el
mica Sitajara por su parte tiene un engobe HT. La forma recurrente es el aríbalo con dise-
rojo completo en su cara externa, y veces ños geométricos, que consisten en líneas muy
interna. Estas características le indican finas y perfectamente simétricas (Baue, 2002).
a Romero que la cerámica Sitjara podría La presencia de dos tipos de estilo Inca, alti-
ser un sub-grupo de la cerámica Charco- plánico y cuzqueño, podría ser una evidencia
llo (Romero, comunicación personal del de dos momentos distintos de la llegada de los
18/02/16). (Figura 3) Incas en la región, primero desde el Altiplano
antes de un control más estatal desde el Cusco
como lo sugieren Williams, Santoro, Romero,
Gordillo, Valenzuela y Standen (2009: 644). (Fi-
gura 4)
126
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna
• T011-Parmarka
• T029-Jaylliña Pucara
• S037-Paxchamarka
• S042-Huankarani
127
R. Housse — O. Huaman Oros
128
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna
Arkush, E.2011 I against my brother: Conflict Murra, J. 2002 El Mundo Andino. Población,
and Confederation in the South Central Andes Medio Ambiente y Economía. Fondo Editorial
in Late Prehistory. En Embattled Bodies, Emba- Pontificia Universidad Catolica del Peru e Insti-
ttled Places –War in Pre Columbian Mesoame- tuto de Estudios Peruanos, Lima.
rica and the Andes. 199-226pp. Platt,T. 2010. Desde La Perspectiva De La Isla.
Guerra y Transformación en un Archipiélago
Bauer, B. 2002 The Development of the Inca Vertical Andino: Macha (Norte De Potosí, Boli-
State. University of Texas Press, Austin. via) Volumen 42, No 1, 2010. Páginas 297-324
Berenguer, 2004 Caravanas, Interacción y Chungara, Revista de Antropologia Chilena.
Cambio en el Desierto de Atacama. Ediciones
Sirawi, Santiago de Chile. Romero, A 2005 organización social y econo-
mía política en la prehistoria tardía de los valles
Dauelsberg, P. 1983 Investigaciones arqueoló- de Arica (1100-1530d. C). Memoria para optar al
gicas en la sierra de Arica, sector Belén. Chun- Título Profesional de Arqueólogo Universidad
gara Revista de Antropología Chilena 11:63-84. de Chile. Facultad de Ciencias Sociales, Depar-
tamento de Antropología.
D’Altroy, T.1992 Provincial Power in the Inka
Empire. Smithsonian Institution Press, Was- Stanish, S. 1997). Nonmarket Imperialism in the
hington and London. Prehispanic Americas: The Inka Occupation of
the Titicaca Basin. Latin American Antiquity
Gordillo, J. 2010 Arqueología y Etnografía en la 8:195-216.
cabecera de la cuenca hidrográfica del Río Sama
Gordillo, J. 1996 Desarrollo regional tardío y Trimborn, H. 1975 Investigaciones Arqueológi-
ocupación Inca en la pre-cordillera de Tacna. cas en los Valles del Caplina y Sama. Editorial
Ciencia y Desarrollo 3:96-111. Verbo Divino, Estrella Navarra.
Housse, R. 2013 Guerres Et Fortifications Dans Williams, Santoro, Romero, Gordillo, Valen-
Les Andes Centrales À L’intermédiaire Récent. zuela y Standen 2009 Dominación Inca en los
Tesis para optar grado de Master. Université Valles Occidentales (Sur del Perú y Norte de
Paris 1 – Panthéon – Sorbonne U.F.R 03 – His- Chile) y el Noroeste Argentino Andes 7 (2009):
toire de L’art & Archéologie. 615-654
Uhle, M. 1922 Fundamentos Etnicos y Arqueo-
Huaman, O y Housse, R. 2016. Informe Final logía de Arica y Tacna
del Proyecto de Investigación Arqueológica
Alto Tacna – Temporada 2015. Manuscrito pre- Pulgar Vidal, J. (1981). Geografía del Perú - Las
sentado al Ministerio de Cultura. ocho regiones naturales del Perú. Ed. Universo.
Lima.
Julien, C. 1983 Hatunqolla: A View of Inca Rule
from the Lake Titicaca Region. Publications in
Anthropology Vol. 15. University of California
Press, Berkeley.
129
Arqueología de la Macro Región Sur
Parte II
Conservación,
restauración,
registro y gestión
de bienes
patrimoniales
130
Arqueología de la Macro Región Sur
131
Bach. Christian García Mamani
RESUMEN
En el presente texto se detalla la labor que realiza hoy en día el Área de Registro de Bienes Muebles
de la DDC-AREQUIPA, en cuanto a la conservación y el registro de las piezas que se hallan en los
almacenes de esta Dirección. Existe una cantidad aún no numerable de piezas arqueológicas en
nuestras dependencias, tales como cerámicas completas, fragmentos de cerámica, fardos funera-
rios, material óseo, textiles, metales, entre otros.
ABSTRACT
The following text describes the daily tasks of the Registry of Movable Assets Area at the DDC-Arequipa
(The Division of the Ministry of Culture of Peru in Arequipa), which consists in the conservation and
registry of the archaeological pieces found in its warehouse. There is a big number of pieces which have
not been recorded yet, such as complete ceramic pieces, ceramic fragments, funerary bundles, bone re-
mains, textile material, et cetera.
Actualmente existe una relativa preocupación Cada objeto o material arqueológico que posee
por la protección y conservación patrimonial la DDC-Arequipa en sus almacenes es un mun-
por diferentes motivos que tienen que ver con do en sí mismo, el cual presenta una proble-
las diversas concepciones que sobre él se tie- mática particular y reacciones específicas ante
nen. Un gran problema es el desconocimiento los tratamientos aplicados. Cada objeto posee
de la ley que protege a los bienes arqueológicos, características independientes y un estado de
lo que se traduce en su lamentable depredación conservación que lo diferencia de otro. Por tal
o destrucción. razón, no es posible enmarcar un objeto en el
mismo rango de deterioro que otro. De este
En el presente texto detallaré el trabajo que se modo, se opta por tratar cada objeto como un
viene realizando en la actualidad en el Área de caso independiente, considerando sus deterio-
Registro de Bienes Muebles de la DDC-ARE- ros particulares.
QUIPA, en cuanto a la conservación y el regis-
tro de las piezas que se hallan en los almacenes En muchas ocasiones, al intervenir cada pieza
de esta Dirección. arqueológica se puede observar la presencia
de rasgos culturales, como restos de alimentos,
Cabe resaltar que en los almacenes de la semillas de frutos, colores que empleaban para
DDC-Arequipa hay una cantidad aún no nu- su decoración, el modelado que se les da a las
merable de piezas arqueológicas, tales como cerámicas, etcétera. Todos estos rasgos son de
cerámicas completas, fragmentos de cerámica, vital importancia, ya que ayudan a proporcio-
fardos funerarios, material óseo, textiles, me- nar información de cada contexto y las huellas
tales, entre otros, los cuales fueron adquiridos sobre el uso que pudo darse a cada pieza.
producto de las intervenciones y excavacio-
nes realizadas por los Arqueólogos de la DDC El material arqueológico que custodia la
en diversas partes de la región Arequipa; por DDC-Arequipa pertenece a culturas que se de-
incautaciones hechas a manos del personal sarrollaron en la región, tales como Churajón,
policial que contribuyó a la recuperación del Chiribaya, Chuquibamba, estilo La Ramada; así
material arqueológico y por donaciones hechas como también a culturas que tuvieron influen-
porpersonas que tienen claro su importancia cia en esta región como Nazca, Wari e Inka,
cultural. entre otras.
132
Colecciones arqueológicas, material de la DDC-Arequipa
133
Bach. Christian García Mamani
El Estado peruano, a través del Ministerio de (2005) Glosario para Inventarios de Bienes
Cultura, protege y conserva el patrimonio cul- Culturales Muebles - Ministerio de Cultura.
tural tanto material como inmaterial, pues con- Bogotá – Colombia.
sidera que estos son fuente de identidad de un
grupo cultural. Por ello, agota todos los medios
(1991) Manual para Inventario de Bienes
y esfuerzos para erradicar la depredación cul-
tural y el tráfico ilícito del patrimonio. Culturales - Instituto Colombiano de Cultura.
Bogotá: Editorial Escala.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho,
continuaremos con los procedimientos de re- (2004) Manual de Registro de Bienes Mue-
gistro y conservación, con el fin de minimizar bles - Ministerio de Cultura. Lima: Biblioteca
los procesos destructivos e incluso recuperar Nacional del Perú.
información que de otra forma se hubiese per-
dido indefectiblemente. (2015) Marco Legal de Protección de Patrimo-
nio, Ministerio de Cultura. Lima: Biblioteca
Esto, además, permitirá en un futuro la dispo-
Nacional del Perú.
nibilidad del material en mejores condiciones,
para su uso responsable y su transmisión a las
futuras generaciones.
134
Colecciones histórico artísticas de la región Arequipa
RESUMEN
El objetivo del presente artículo es hacer un recuento general de algunas de las colecciones históri-
co artísticas más importantes de nuestra región, destacando, entre ellas, el Templo de Santa Marta,
localizado frente a la plaza España de la Ciudad Blanca. Se trata de una edificación que se remonta
a mediados del siglo XVI y que necesita urgente atención luego del terremoto de 2001 que azotó
la zona.
ABSTRACT
The purpose of the following article is to provide a general overview of some of the most important his-
torical-artistical collections found in the city of Arequipa, particularly about the Temple of Santa Marta,
a XVI-century building located at España Square in the “White City”, which needs urgent care due to the
earthquake of 2000.
Dentro del patrimonio histórico artístico exis- 3. Objetos litúrgicos: copones, acetres, cubre
tente en nuestra región son valiosas las colec- corporales, navetas, palias, tabernáculos,
ciones de los diversos templos católicos, los cua- cálices, etc.
les desde hace siglos tienen presencia dentro de
la vida cotidiana del arequipeño y que de una u 4. Mobiliario: atriles, mesas de altar, confe-
otra forma han sabido resguardar y conservar sionarios, retablos, púlpitos de madera ta-
la valiosa herencia dejada por artistas de diver- llada, pintada o dorada, pilas bautismales
sas áreas y épocas. de piedra tallada, sillones y sillas tapizadas.
El arte sacro en nuestro país, que en un primer 5. Indumentaria religiosa: casullas, manípu-
momento sirvió para adoctrinar a las comuni- los, estolas, mitras, etc.
dades indígenas luego de la colonización espa-
ñola, es aún símbolo irremplazable de fervor e 6. Instrumentos musicales.
identificación religiosa, por ello la importancia
de su preservación. 7. Orfebrería: coronas, potencias, resplando-
res, de plata vaciada, custodias y varales.
Estas colecciones están constituidas por:
8. Cristalería y vidrio.
1. Esculturas: imágenes en bulto, de vestir,
por lo general de cuerpo entero, represen- 9. Luminarias: candelabros y arañas de estilo
tando diversos personajes de la iconogra- diverso.
fía religiosa. Es posible encontrarlas en 10. Metales: campanas, de bronce fundido, al-
materiales como la madera tallada, la tela gunas con decoraciones en relieve de sím-
encolada para el vestido y yeso o pasta mo- bolos religiosos en el medio o con inscrip-
delada, colocadas sobre peanas de material ciones en el pie, estas referidas a su año
diverso. de fabricación o frases relacionadas con el
culto.
2. Pinturas: representaciones de la Sagrada
Familia, de santos, pasajes de la biblia, etc. Como ejemplo se encuentra el templo de Santa
En diversos formatos, con marcos de ma- Marta, en la provincia de Arequipa, cuya edifi-
dera pintada, tallada o dorada y de moldu- cación necesita urgente atención, luego de su-
ras de pasta de yeso, usando por lo general frir el terremoto de 2001. El fenómeno telúrico
la técnica del óleo sobre lienzo o tela. Aquí dejó graves problemas estructurales, que aún
se incluye también la pintura mural. no han sido resanados.
135
Rocío del Pilar Fuentes Ortiz
136
Colecciones histórico artísticas de la región Arequipa
137
Tatiana Suárez Patiño
ABSTRACT
In the following text we will propose recommendations for conservators dealing for the first time with
bioanthropological remains without a proper context. It summarizes the processes of conservatorship
for sampling, information managements and the cleaning of bone remains. In the same way, it brings
resources for a possible restoration of a context in a long term. The creation of an information bank is
the solution for any investigation issue presented in Bolivia and in any other Latin American country
without specialized laboratories.
Dentro del patrimonio histórico artístico exis- En diversos formatos, con marcos de ma-
tente en nuestra región son valiosas las colec- dera pintada, tallada o dorada y de moldu-
ciones de los diversos templos católicos, los cua- ras de pasta de yeso, usando por lo general
les desde hace siglos tienen presencia dentro de la técnica del óleo sobre lienzo o tela. Aquí
la vida cotidiana del arequipeño y que de una u se incluye también la pintura mural.
otra forma han sabido resguardar y conservar
la valiosa herencia dejada por artistas de diver-
sas áreas y épocas. I. INTRODUCCIÓN
El arte sacro en nuestro país, que en un primer En la zona de Tiwanaku (Albarracín Jordan,
momento sirvió para adoctrinar a las comuni- 1986) y sus alrededores, así como en muchos
dades indígenas luego de la colonización espa- lugares del mundo, es muy común encontrar
ñola, es aún símbolo irremplazable de fervor e restos arqueológicos a simple vista. Basta con
identificación religiosa, por ello la importancia mirar en el suelo para notar fragmentos de ce-
de su preservación. rámica sembrados como flores.
138
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto
las debidas prospecciones arqueológicas. Todo territorios. Se encuentran los restos desnu-
lo que se encontraba en la ruta de cimentación dos, sin ajuar mortuorio; no existen cerámicas,
era destruido, robado o en su defecto enterrado cuentas de collares, ofrendas o algunos otros
nuevamente en fosas al costado del camino. De indicadores de tiempo.
la misma manera ocurría y ocurre con la gente
del lugar que construye sus viviendas: quien es Quizá los siguientes planteamientos puedan
dueño de un terreno es libre de construir en él. resolver algunas de las dificultades que entor-
Hoy todavía la gente de la zona rural man- pecen los progresos de las investigaciones. Me-
tiene una relación de respeto y temor con las diante la conservación de la información que
antiguas civilizaciones; por esta razón, muchas traen consigo los huesos (fibras, residuos de
veces, cuando llegan a ser encontrados restos larvas, polen, etc.) se pueden establecer cientí-
bioantropológicos o cerámicas en sus predios, ficamente algunos valores temporales, que pro-
estos son trasladados a otros sectores; lejos de porcionen ideas sobre el contexto.
la comunidad.
Quizá los siguientes planteamientos puedan re-
Los movimientos poco sistemáticos de los res- solver algunas de las dificultades. Mediante la
tos se constituyen en un problema para la ar- conservación de la información que traen con-
queología, pues al perder el contexto del suelo, sigo los huesos (fibras, residuos de larvas, po-
pierden también información sobre el tiempo al len, etc.) se pueden establecer científicamente
que pertenecían. algunos valores temporales, que proporcionen
ideas sobre el contexto.
Este fenómeno es bastante común en estos
Vista del levantamiento de muestras al interior del individuo I (Fotografía Alice Pringle)
139
Tatiana Suárez Patiño
140
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto
Datación Todas las plantas que poseen flores engendran unos granos Rastros de polen que
polínica. casi indestructibles llamados polen, y su conservación en tur- pueden estar dentro
beras y sedimentos lacustre han permitido que los especialis- fisuras de los huesos.
tas en polen (Palinólogos) elaboren frecuencias detalladas de
la vegetación y el clima del pasado.
Carbono 14. Isótopo radiactivo del carbono que se usa como trazador en Muestras de carbón.
la investigación bioquímica y en la técnica de la datación, que
permite estimar la edad de los fósiles y otras materias orgá-
nicas.
141
Tatiana Suárez Patiño
e. Limpieza y conservación
Una vez almacenadas las muestras se
procede con la desinfección (Valgañón,
2008) de los mismos. Se recomienda uti-
lizar productos que no dejen residuos ni
que su neutralización demande daño para
las piezas. Las campanas de anoxia son las
mejores opciones, pero si no se cuenta con
una, la mejor elección será el paradicloro-
benceno (Valgañón, 2008) y relativos.
d. Almacenamiento
El almacenamiento de los restos bioantro-
pológicos de preferencia debe realizarse
según los estándares internacionales (Ra-
mos, 2003). De no contar con los insumos
y las áreas controladas, es necesario recu-
rrir a la conservación preventiva periódica
y el control del ambiente.
En cuanto al almacenamiento de las Vista de la extracción del tercer moral para realizar el
muestras, se precisa mantener su vida útil análisis de isotopos de estroncio
la mayor cantidad de tiempo. Cerrar las (Fotografía Alice Pringle)
142
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto
143
Tatiana Suárez Patiño
144
"Ecclesiarum museums" — De iglesias a museos
RESUMEN
El presente artículo señala la importancia que tiene la curadoría y la conservación para convertir
a las iglesias, verdaderas joyas arquitectónicas de nuestro patrimonio, en museos que reflejen la
herencia cultural a los cientos de turistas que visitan ciudades como Arequipa, declarada como
ciudad patrimonial por la UNESCO en el año 2000.
ABSTRACT
This article deals with the importance of conservatorship for transforming churches, unvaluable archi-
tectonic pieces of our patrimony, into museums that both conserve and exhibit the cultural heritage to
hundreds of tourists that visit cities such as Arequipa, declared as a patrimonial city by the UNESCO in
2000.
145
Hugo Gómez Carrasco
146
"Ecclesiarum museums" — De iglesias a museos
Es por ello que los templos religiosos contie- Guichen, G. (1974) Catálogo de la exposición
nen la riqueza de cada una de sus colecciones, itinerante sobre el control de clima en los
sus extensas instalaciones y el desarrollo de la museos. Roma: ICCROM.
cultura que desde allí se genera. Hacen de las
iglesias-museos lugares ideales para generar Guichen, G. (1984). El clima en los museos.
conocimiento, para crear un espacio de deleite
Roma: ICCROM.
y para extender los atractivos turísticos de la
cuidad. En este marco, es importante reconocer
la potencialidad de estas históricas parroquias Ministerio de Culturas y Turismo (2009).
y conventos para el fortalecimiento mediante Reglamento de Bienes inmuebles y muebles
una curaduría acorde a las necesidades de estos de Interés Nacional – Monumento Nacional.
centros religiosos. Bolivia.
REFERENCIAS
147
Ramón A. Delgado Loayza
RESUMEN
Desde que se inició el proyecto de refuncionalización de la cripta de San Francisco de Asís en la
ciudad de Sucre, Bolivia, se han llevado a cabo trabajos de investigación que dan referencia sobre
la construcción de dicho lugar, la función y las personas que yacen en ella. El presente trabajo da
cuenta de la catalogación, tratamiento y protocolos de bioseguridad realizados a los restos óseos
provenientes de la cripta de la Basílica San Francisco.
ABSTRACT
Since the project of refunctionalization of Saint Francis of Assisi’s crypt in the city of Sucre (Bolivia)
began, researchers have been investigating about the building this place, its functionality and the people
who were buried in it. The following article deals with the catalogation, treatment and biosecurity proto-
cols of the bone remains coming from Saint Francis Basilica’s crypt.
Fig 1.
148
La cripta de San Francisco de Asís
149
Ramón A. Delgado Loayza
una gran cantidad de fieles, hace que el lugar encontrados registros ni documentación en
se cargue de emanaciones por la falta de aire cuanto a la topografía y/o gráficos a escala so-
circulante. bre el hallazgo de los cuerpos y sus posiciones.
Tampoco se encontró documentación sobre la
forma de inhumación de los restos.
Asimismo, en los informes del INAR, figura Posteriormente, fueron trasladados al garaje
que los restos estaban “asociados a fragmentos de la iglesia. Allí se montó un laboratorio para
de cerámica, algunas de producción indígena; el desarrollo del trabajo, donde fue realizada la
a pesar de los pocos restos, podían pertene- catalogación de las piezas óseas. Consistió en
cer a una vasija entera de color gris o cocida a una contabilización de 1245 piezas correspon-
reducción. Asociada a esta última existen dos dientes a un NMI de 60 individuos, represen-
restos de cerámica colonial: una de ellas es de tados por ambos sexos y diferentes categorías
tono mate y la otra, con vitrificación, ambas etarias, y la valoración del estado en el que se
pintadas”. encontraban, vale decir, en un estado lamenta-
ble, pues se encontraban fragmentados en su
IV. TRATAMIENTO Y PROTOCOLOS DE BIO- gran mayoría.
SEGURIDAD REALIZADOS A LOS RESTOS
ÓSEOS De la misma forma, se procedió a la identifica-
ción de los diferentes objetos hallados, como
Los restos óseos fueron hallados en sacos de hilos de plata y oro, restos textiles provenientes
yute compactados unos sobre otros, sin ningún de las vestimentas de los individuos enterrados
tipo de identificación, rotulado o medidas de en la cripta, restos de cabello, fragmentos de
conservación. Cabe hacer notar que no fueron cuero, arcilla, etcétera. Estos fueron posterior-
150
La cripta de San Francisco de Asís
REGISTRO Y CATALOGACIÓN
mente depositados en bolsas plásticas esterili- La documentación y el registro se realizaron
zadas de polietileno con cierre zip, rotuladas y mediante el llenado de fichas para una mayor
etiquetadas tal como indican las normas, para contabilización y clasificación de los mismos a
posteriores estudios. través de su nomenclatura ósea. Asimismo, se
empleó otra ficha para el registro de las piezas
El trabajo consistió en documentar, clasifi- con mayor relevancia, realizando las respecti-
car, limpiar, desinfectar y preservar los restos vas medidas antropométricas para su identifi-
óseos, del modo que se detalla a continuación: cación, tal como sigue en el siguiente cuadro:
151
Ramón A. Delgado Loayza
NORMAS DE BIOSEGURIDAD
152
La cripta de San Francisco de Asís
REFERENCIAS
153
Blanca Cecilia Chávez Gómez
RESUMEN
El presente artículo relata las labores de registro de bienes muebles en la Dirección Desconcentra-
da de Arequipa, con el fin de generar conciencia en la población sobre la importancia de contar con
un catálogo riguroso y detallado de cada uno de los bienes arqueológicos muebles hallados en la
región. En específico, este artículo narra los casos del Museo Provincial de Condesuyos, el Templo
de la Inmaculada Concepción de Arcata y el Templo de San Francisco de Asís de Huarhua, así como
también da lugar a un apartado dedicado a las normativas y proceso de registro de bienes muebles,
de acuerdo a las procedimientos del Ministerio de Cultura.
ABSTRACT
The following article deals with the works of registry of archaeological movable property in the region of
Arequipa, with the purpose of creating awareness of the importance of having a detailed and rigorous
catalog of every single archaeological asset. Specifically, this article deals with the tasks of registry in the
Local Museum of Condesuyos, the Temple of the Immaculate Conception in Arcata and the Temple of
Saint Francis of Assisi in Huarhua. Also, there is a special section of this article dedicated to the regula-
tions and processes of registry of movable cultural property, according to the Ministry of Culture.
154
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa
de la iconografía local, como la estrella de ocho Del mismo modo, dentro de las actividades del
puntas. Destacan asimismo los mantos pluma- Área de Registros Muebles se encuentra la de
rios en su policromía, decoración y disposición sensibilizar a la población adulta y escolar en
de las plumas, pertenecientes a la cultura Naz- temas de patrimonio cultural, especialmente
ca; y gran cantidad de material lítico: piedras sobre aquel que se halla en su propia comuni-
planas con pintura rupestre, manifestaciones dad.
de figuras ondulantes, personajes en diferentes
posiciones, animales, y escenas de caza.
155
Blanca Cecilia Chávez Gómez
de conservación debido a la alta humedad y Una vez terminado el registro, fue revisado el
temperatura del ambiente. Esto creó un am- coro alto. Para ello, salimos del recinto y subi-
biente favorable para la proliferación de hon- mos a unas gradas laterales. Allí encontramos
gos, perjudicial tanto para las personas como partes de brazos y piernas, que fueron resguar-
para los bienes. dadas y que servirán para una posible restau-
ración futura. Entre ellas encontramos una
Primero, desvestimos a las esculturas de su in- tabla —parte de la estructura de madera del
dumentaria religiosa, apreciando la belleza de Retablo mayor, específicamente del Sagrario—
su creación, una técnica escultórica con em- consistente en un documento histórico pegado
pleo del maguey, que fue adoptado sistemáti- a superficie, escrito y firmado por Monseñor
camente en la zona ante la escasez de madera. Manuel Segundo Ballón Manrique, quien fue
Fue utilizado como soporte el tallo leñoso de Obispo de Arequipa, nacido en el distrito de Ti-
las plantas cactáceas y a ellas se les adhería abaya el 31 de mayo de 1854 y fallecido en la
el yeso modelado, dando forma a la escultura. ciudad de Lima, el 27 de agosto de 1923, a los
Posteriormente, eran aplicadas las capas de tela 69 años.
encolada y estuco necesarias para dar forma a
la escultura, y sobre la capa final de estuco se El documento fue escrito el 7 de agosto de 1905,
ejecuta la policromía y el acabado final. dirigido a la Capilla de Arcata. Posee más de
100 años de antigüedad.
Una de las que llamó la atención fue la escul-
tura de Cristo Crucificado, de bulto tallado en Este bien corre el riesgo de deteriorarse aún
madera y con estuco de yeso. más. Por este motivo, fue retirado del coro y
posteriormente cubierto con papel seda blanco,
protegiéndolo así de los agentes climáticos. Asi-
mismo, se recomendó que, para su interven-
ción específica, deberá contar con mano de obra
calificada, especialista en restauración de papel.
nida, es posible apreciar características
156
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa
157
Blanca Cecilia Chávez Gómez
158
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa
159
Blanca Cecilia Chávez Gómez
REFERENCIAS
160
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos
RESUMEN
El Proyecto de Puesta en Valor del Sitio Arqueológico de Maucallacta, de la provincia de Castilla,
departamento de Arequipa, se suscribe en el macro del Proyecto Arqueológico Condesuyos, (Con-
venio de Cooperación Técnica Científica de 1996), mediante Resolución Nº 3631-R-96.
Desde el 2005 hasta 2012, se ha trabajado en el proyecto del Sitio Arqueológico de Maucallacta
obteniéndose resultados muy significativos, que nos ha permitido la recuperación del complejo
arqueológico de Maucallacta, a través de la intervención de importantes sectores; posibilitando a
su vez entender e interpretar la complicada organización espacial y funcional del sitio.
ABSTRACT
The Project of Revalotization of the Archaeological Site of Maukallacta, in the province of Castilla, De-
partment of Arequipa, is under Condesuyos Archaeological Project (Scientific – Technic Cooperation
Agreement), under Resolution No. Nº 3631-R-96. From 2005 until 2012, there has been archaeological
Works at Maucallata Site, from which very significant results were obtained. These results allow us to
recover the archaeological complex of Maucallacta through the intervention of very important sectors.
This provides us information to understand and interpretate the complicated functional and spacial or-
ganization of this site.
El Proyecto de Puesta en Valor del Sitio Ar- libres como las plataformas, plazas y unidades
queológico de Maukallacta, de la provincia de (Foto 1).
Castilla, departamento de Arequipa, se sus-
cribe en el macro del Proyecto Arqueológico Las áreas intervenidas son las que a continua-
Condesuyos, (Convenio de Cooperación Técni- ción se detallan: La Cámara o Chullpa N° 4, la
ca Científica de 1996), mediante Resolución Nº Antecámara o vestíbulo, el edificio A y B de la
3631-R-96. plaza N° 5, el edificio y banqueta del edificio A
de la plaza N° 3, el muro frontal y vértice del
Desde el 2005 hasta 2012, se ha trabajado en edificio A de la plaza N° 7, el vértice del edifi-
el proyecto del Sitio Arqueológico de Mauca- cio B de la plaza N° 7, los tramos 1 y 2 de las
llacta obteniéndose resultados muy significa- graderías de las plazas N° 7 y 8, el conjunto de
tivos, que nos ha permitido la recuperación del las colcas, la estructura del Ushnu, el muro de
complejo arqueológico de Maucallacta, a través contención de la plataforma N° 2, las graderías
de la intervención de importantes sectores; po- ubicas en el muro de contención plataforma N°
sibilitando a su vez entender e interpretar la 1 y 2, corredor de la plaza N° 3 y los trabajos de
complicada organización espacial y funcional limpieza de la plaza (Foto 2).
del sitio.
161
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez
CÁMARA/CHULLPA N°4
Fig 4. Acceso arquitrabado a la cámara
El mausoleo se encuentra ubicado al nor-es-
te de la plataforma, denominado al principio
ESTADO DE CONSERVACIÓN
como chullpa N°4. Dicha estructura se encuen-
tra dentro del complejo arquitectónico, presen-
La estructura del mausoleo se encuentra dis-
ta dos secciones una antecámara (espacio abier-
turbada dentro y afuera de la tumba, en el inte-
to) y una cámara techada por grandes dinteles
rior se observaron piedras colapsadas desde la
(Foto 3).
cobertura. La mampostería está constituida por
grandes piedras y presenta rasgos de una capa
La cámara presenta un vano arquitrabado pe-
fina de hollín, la presencia de hollín al interior
queño de 0.65 m de altura por 0.55 m de ancho,
de la cámara posiblemente tenga relación con
constituido por una jamba de dos piezas por
la presencia de los saqueadores. En el elemento
lado semi labradas y un dintel de una laja de
superior las piedras tienen la apariencia de una
piedra, con corte rustico de 0.75 m de longitud
falsa bóveda (Foto 5).
y espesor de 0.18 m semi labrada, a la que se
accede a través del patio. (Foto 4). El nivel de la superficie se encuentra totalmen-
te disturbado, muy removido por efecto de los
La cámara al interior tiene 5.25 m de longitud saqueos. Presenta en sus intersticios argama-
y 2.75 m de ancho y de 2.10 m de altura. La co- sa de arcilla, la cobertura se compone de lajas
bertura está conformada por grandes lajas de grandes con corte rustico y sobre ellos se recu-
piedra, que cubren el nivel superior de la cá- bre con una capa gruesa de arcilla. El saqueo ha
mara, estas fueron movidas por huaqueros. De afectado la parte superior de algunas vigas del
las tres lajas, una por acción del saqueo colapso techo, fracturándose dos de ellas, a su vez han
y se cayó al interior de la cámara, la cual sin provocado la desestabilización de la estructura
embargo se encuentra en buenas condiciones de la cámara.
debido a sus dimensiones y al peso que posee.
Al exterior los muros están en regular estado
de conservación, el muro frontal tiene 0.75
m. El muro oeste presenta 2.56 m de altura, el
cual nos permite inferir la altura real de esta
estructura. En el lado este se halló un muro de
0.60m de altura y 0.45m de ancho que estaba
adosado al muro de la estructura. Todo indica
que sería un elemento tipo banqueta, adosado
a ambos lados que forman el espacio de la ante-
sala. El aparejo de la mayoría de las estructuras
es uniforme. Se usaron como elemento cons-
Fig 3. Vista de la estructura de la cámara tructivo piedras semi canteadas y mortero de
162
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos
arcilla, mezclada con hematina y limonita. Las d. Otro factor de vital importancia es la pér-
esquinas están frecuentemente consolidadas dida de la verticalidad original del muro
con bloques de mayor tamaño. En las bases se y el ángulo de inclinación con respecto al
usan piedras grandes y en los niveles superio- plano tangencial (H-V) es de -26°50".
res piedras de menor tamaño. La cámara está
techada por lajas las cuales descansan en tres e. El empuje de grandes y robustas raíces que
ménsulas (Foto 6). se desarrollaron al interior del muro, resul-
tando en el desplazamiento y remoción de
algunas piezas del muro. Las mismas raí-
ces provocaron también el desplazamien-
to de la argamasa y mortero, provocando
la filtración de lluvias y por ende fuertes
cambios térmicos al interior del muro. Tal
es así, que durante la noche el agua filtrada
puede convertirse en una gruesa capa de
hielo a temperaturas que descienden de -8
a -15º C. Y en contraste, durante el día el
sol produce un fenómeno de contracción
térmica sobre las piedras provocando rotu-
ras, fisura y/o agrietamiento de las piezas.
163
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez
164
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos
resultados, los que serán evaluados a través de un mo- mara se ha reintegrando previa consolidación
nitoreo. Hay que agregar que, el índice dependerá de la de la cámara y el segmento inferior donde se
calidad de la arcilla, cuanto más pobre sea el material se
vuelve más secante y por ende necesita más agua (Pres-
ubica el vano arquitrabado se encuentra en
bítero 2008). perfectas condiciones, no presenta daño en su
estructura, conserva sus elementos estructura-
les, la cuales han ayudado a mantener en buen
3. Una vez colocadas las piezas en su lugar,
estado de conservación el muro frontal. A nivel
se procedió a sellar la superficie con mor-
de la cobertura se observa el colapso de algu-
tero como sobrecarga en toda la superficie
nas piezas, las cuales han sido reintegradas por
con declive, la cual evitara la acumulación
anastilosis.
de agua en la superficie. En el muro pos-
terior se ha adecuado una gárgola con ca-
EL MURO DE LA ANTE-CÁMARA
racterísticas antiguas la cual permitiera el
desfogue del agua en épocas de lluvia en la El muro tiene 4.88 m de longitud y 3.90 m. de
región. La altura de la reconstrucción del ancho. El muro frontal presenta una mampos-
muro corresponde directamente a la altura tería de piedras semi canteadas asentadas con
de la cámara, se ha reintegrando las piezas mortero de barro. Los muros están en buenas
colapsadas a una altura promedio según condiciones y el muro frontal presenta una al-
las alturas existentes. (Foto 8). tura promedio de 1.10 m. El muro posterior pre-
senta 3.00 m en la parte más baja y asciende a
3.98 m, el muro norte presenta una altura de
2.94 m y el muro sur 2.83 m. El ancho de los
muros oscilan entre 0.45 a 0.48 m. El acceso
del muro frontal tiene 0.89 m de ancho y está
constituido por unidades de tamaño regular,
con traba adecuada.
PROCESO DE INTERVENCIÓN
165
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez
na viga. Al parecer después del terremoto de de los terremotos quedo muy destruido.
1958 y de 1960 los pobladores del distrito de
Pampacolca trasladaron algunas piedras del si- Entonces se puede confirmar que en la des-
tio arqueológico para la reconstrucción de sus trucción del pueblo de Maucallacta contribu-
hogares. Este hecho coincide con la promul- yó la propia población de Pampacolca, quienes
gación de una ordenanza municipal en dicho utilizaron el sitio como una gran cantera, para
distrito para la reconstrucción del poblado. Es reparar sus casas o construir nuevas. En estos
interesante la versión oral de los pobladores últimos años se han identificado muchas de las
que mencionan que antes de 1950, el sitio ar- piezas alrededor de la Iglesia Matriz de Pampa-
queológico conservaba gran parte sus muros colca, en las plazas, en veredas, en los pórticos,
altos y que la gente que vivía en Pampacolca o en patios internos y en otros espacios.
San Antonio visitaba el sitio, pero que después
2
PRESBITERO RODRIGUEZ, GONZALO, informe temporada 2006. Se ha contabilizado más de un centenar de blo-
ques que están fuera del área de colapso, esto nos induce a pensar que gran parte de la destrucción de la kallanka,
obedece a factores antrópicos y no naturales. Debido al enorme peso de las mismas, seguramente no fue posible tras-
ladarlos a lomo de mula y fueron dejados en la plaza. En el análisis preliminar se observa que en la cara exterior del
muro frontal han sustraído algunos bloques de piedra con herramientas de mano (pico, barreta y pala), perjudicando
la estructura del edificio.
Fig 9. Vista frontal de la cámara después de la Fig 10. Vista muro posterior de la cámara después de la
intervención intervención
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS DE LA
CÁMARA
y provocando el colapso del paramento interior. Según pobladores del lugar, el sitio fue usado como cantera para
construir algunas viviendas del pueblo más cercano.
166
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos
PLATAFORMA CEREMONIAL USHNU DE La otra sección del lado derecho presenta una
MAUCALLACTA mampostería de tipo almohadillado pero dife-
rente a la anterior donde las piezas están ubica-
Es una estructura de planta rectangular de 8.32 das en posición vertical, notándose claramente
m de longitud por 4.60 m de ancho. Esta uni- ambos tipos de muros.
dad fue trabajada desde 1998 hasta 2007. La
estructura está compuesta por una plataforma ANÁLISIS PATOLÓGICO
alargada central cuyos bordes están bastan-
te colapsados. Su ancho es de 2.70 m por una La estructura fue excavada en temporadas an-
longitud de 4.10 m. Presenta en su fachada tres teriores , la estructura fue parcialmente recu-
escalinatas por donde se accede a la plataforma bierta por vegetación y basura. Nuestro primer
por medio de tres peldaños cuyos pasos varían objetivo fue el de retirar todo material extraño
entre 0.38, 0.40 y 0.52 m y sus contrapasos de la estructura y el segundo fue, excavar in-
mantienen un promedio de 0.26 m. La estruc- ternamente para retirar el relleno que se en-
tura se encuentra rodeada por muros bajos de contraba cubriendo la estructura rectangular
piedra trabajada y concertada a una altura de de la plataforma. A raíz de esta tarea hallamos
0.60 m en el lado lateral izquierdo y 0.48 m en un murete que rodea la superficie interna de la
el lado lateral derecho. Los muros tanto latera- plataforma del ushnu compuesta por una sola
les como el posterior no existen y debido a esto hilada de piedras de tamaño regular que rodea
se plantea que el proceso constructivo de esta el espacio de la plataforma. Es posible que se
estructura no fue concluido. En la sección del trate de un murete que tuvo una altura no ma-
muro posterior a la plataforma y al ushnu se yor de 0.90 m. En los muros laterales hemos re-
adosaba un volumen de graderías en perfectas integrado las piezas que colapsaron, las cuales
condiciones de conservación (Foto 11). fueron asentadas con mortero. La función de
estos dos espacios laterales, dentro de la unidad
del ushnu, que se encuentran adosados a la pla-
taforma, no ha sido determinada.
167
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez
REFERENCIAS
3
Gonzalo Presbítero, Maciej Sobczyk y Janusz Z. Wo-
loszyn, En: Andes Vol. I N°3 Boletín de la Misión Ar-
queológica Andina – Universidad de Varsovia. Pág. 185 Perez, I. (2012) Patrimonio Cultural del Perú:
Monumentos arqueológicos de Santiago de
Chuco, La Libertad. Lima: CONCYTEC.
168
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa
RESUMEN
Las migraciones son un fenómeno que origina cambios sociales y culturales, no solo en los lugares
de procedencia de las poblaciones desplazadas, sino también en las nuevas áreas de desplazamien-
to. En el Perú del siglo 20 se produjo un nuevo tipo de migraciones, que Héctor Martínez denomina
como migración interna (Martínez 1970). Estos fenómenos resultan sumamente interesantes por
su complejidad, ya que plantean diversas interrogantes y variados problemas para el desarrollo de
las ciudades en la actualidad. Arequipa no es ajena a este fenómeno social y por ende se considera
de vital importancia definir si este proceso migratorio resultó ser positivo o negativo para la ciu-
dad, tomando como delimitación espacial la zona monumental y, como rango temporal el año de
1958. Hemos elegido esta fecha ya que en este año se produjo un gran terremoto en la ciudad y la
posterior creación de la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa la cual posteriormente
en 1968 perderá autonomía administrativa y económica debido al golpe estado y ascenso al poder
de la Junta Militar.
ABSTRACT
Migration is a phenomenon which causes social and cultural changes, not only in the places of origin
of the displaced people but also in the new areas of residence. In 20th century Peru a new type of mi-
gration was produced, the one that Héctor Martínez denominates "intern migration" (Martínez 1970).
These phenomena are highly interesting due to its complexity, because they deal with diverse questions
and problems for the development of cities in the present day. Arequipa is not exempt from this social
phenomenon. This is why it is considered to be of vital importance to define if this migratory process was
either positive or negative for the city, taking into consideration the monumental zone of Arequipa and
the year of 1958. We chose 1958 because in that year a strong earthquake hit the city and, after that, the
Division of Recovery and Development of Arequipa was created. This organization, ten years later, in
1968, loses all administrative and economic autonomy due to the coup d'état and the rise in power of the
Military Junta.
169
Made Chalco Bedoya
Así, se ve expresamente la necesidad de formu- En el contexto regional, los sismos han venido
lar ordenanzas y establecer un procedimiento provocando continuos cambios en el aspecto
que proteja el patrimonio y, por otro lado, la urbano y arquitectónico de la ciudad, a la vez
necesidad de definir los edificios y ambientes a que le imprimen un mayor dinamismo, acele-
conservar. rando el ritmo de desarrollo a partir del proceso
de reconstrucción.
El Plan Regulador de 1956 fue una de las pro-
La ciudad de Arequipa, hasta antes de 1958,
puestas coherentes del desarrollo urbano de
había gozado de un proceso de desarrollo pla-
nuestra ciudad, ya que no solo proponía mejoras
nificado, logrando también consolidar su casco
en el área central del casco histórico, resaltando
histórico; asimismo, los planes reguladores pro-
la importancia de poder definir monumentos a
puestos planteaban perspectivas de crecimien-
conservar por sus características particulares,
to urbano para Arequipa hacia las zonas perifé-
sino que daba pautas también para el desarrollo
ricas de la ciudad.
armónico de las áreas colindantes.
El 15 de enero de 1958, a las 14 horas y 15 minu-
II. LOS TERREMOTOS DE 1958 y 1960 tos, se produjo repentinamente un movimien-
to telúrico de grado VII y VIII en la escala de
El Perú muestra un alto índice de sismos: con- Mercalli, con una magnitud de 7.3 en la escala
viene indicar que el 55% de los sismos regis- de Richter, causando 28 muertos y 133 heridos.
trados se concentraron en el periodo de 1950-
1970. Se puede observar gráficamente en el “Todas las casas antiguas de esa ciudad, construi-
Mapa N° 1 que toda la costa peruana, la zona das a base de sillar, sufrieron averías de diversas
subandina norte (llamada ceja de selva), la zona magnitudes, resistiendo solo los inmuebles cons-
central y sur del Perú tienen significativa acti- truidos a partir de 1940 y los edificios modernos.
vidad sísmica. La destrucción estuvo acentuada en las viviendas
170
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa
humildes de los distritos de Tiabaya, Sabandía, Mi- mano con la Junta de Rehabilitación y Desarro-
raflores y Yarabamba. Serios daños experimenta- llo de Arequipa.
ron las Iglesias de La Merced, Santo domingo y
Santa Rosa…” (Silgado 1976: 93). “Los primeros años después de los terremotos se
caracterizan por la expulsión de miles de familias
Los efectos del terremoto se pudieron sentir no del área central tugurizada de la ciudad, quienes al
solo en la ciudad, sino en las provincias, distri- verse desprotegidos por los efectos del terremoto
tos alejados y en todos los pueblos tradicionales optan por trasladarse a nuevas zonas urbaniza-
o barrios; estos últimos por ser más antiguos das o por urbanizarse” (Acuña 1998: 41).
habían sufrido en mayor grado las consecuen-
cias del terremoto, así como las iglesias y caso- Sin lugar a dudas, los terremotos de 1958 y el de
nas del centro de la ciudad construidas en sillar. 1960, influenciaron en la formación y estruc-
turación urbana de la ciudad. A partir de estos
El Consejo Provincial declararía a la ciudad en sismos se generarán y consolidarán un sinnú-
estado de emergencia, ya que la ausencia de mero de urbanizaciones populares en la peri-
agua por la ruptura de las tuberías había desa- feria urbana de Arequipa, descongestionando,
bastecido del servicio de primera necesidad a demográficamente hablando, el centro de la
diferentes zonas de la ciudad. ciudad y transformando las estructuras urba-
nas tradicionales de la ciudad.
“… cerca de un minuto intensamente trágico ha
bastado para voltear el giro de la vida de nues-
tra provincia y las actividades normales han sido III. JUNTA DE REHABILITACIÓN Y DESA-
suspendidas, la vida comercial detenida indefini- RROLLO DE AREQUIPA (JRDA)
damente, la prestación de servicios públicos como
agua y desagüe anulados por lo menos durante Las condiciones económicas para 1958 no eran
cuatro días…Arequipa es a la fecha, una ciudad favorables. Aunque la industrialización se de-
semiparalizada…” (El Pueblo 17/01/58: 3). sarrollaba a un proceso lento, la población des-
ocupada era alta. Sumado con el crecimiento de
El apoyo proporcionado días después al terre- la población migrante, desatan una crisis de re-
moto se institucionalizó con la creación de un lativa importancia que cambiará el espectro po-
organismo que no solo buscase la reconstruc- lítico, social, económico y urbano de la ciudad.
ción de la ciudad, sino también su desarrollo.
La Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequi-
“…la bancada de la Democracia Cristiana, enca-
pa fue creada por ley N° 12972, el 11 de marzo de
bezada por Héctor Cornejo Chávez, presentó un
1958, “…con carácter de persona jurídica de dere-
proyecto de ley para la formación de una Junta de
cho público interno… con un término de duración
Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa (JRDA),
de veinte años…y con autonomía económica y ad-
ley que fue aprobada y posteriormente promulga-
ministrativa dentro de las funciones y atribucio-
da el 3 de marzo de 1958…” (Acuña, 1998: 38).
nes que le señala la ley” (Ley Nª 12972, 1958: 1).
El 13 de enero de 1960, a las 10 horas y 40 mi-
nutos, se produjo otro terremoto, destruyendo Tenía como fines:
todos aquellos edificios aún maltrechos por el
terremoto de 1958 e inclusive, algunos de los • La reconstrucción y construcción de vi-
construidos posteriormente a este. El sismo viendas
tuvo una intensidad de IX en la escala de Mer-
calli, con un radio medio de 750 km de percep- • La reconstrucción y reparación de los edi-
ción en los departamentos de Cusco, Apurímac ficios públicos afectados
y Ayacucho. Perecieron 63 personas y queda-
ron centenares de heridos. Nuevamente los • La creación de estudios y programas de
pueblos tradicionales serían los más afectados, promoción agrícola, industrial, minera y
junto con las provincias de Castilla, La Unión, comercial del departamento
Condesuyos y Chuquibamba. La Municipalidad
Provincial de Arequipa vuelve a tomar la direc- • El brindar solución a los problemas de vi-
ción de la reconstrucción, pero esta vez de la viendas y urbanismo
171
Made Chalco Bedoya
172
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa
tes, Moquegua con 2382 habitantes y Apurí- restantes provenían de los diferentes departa-
mac con 2022 habitantes. Los 10131 migrantes mentos del Perú.
Tabla N°1
Crecimiento por distritos
173
Made Chalco Bedoya
174
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa
175
Made Chalco Bedoya
176