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Arqueología de la Macro Región Sur

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Arqueología de la Macro Región Sur

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Arqueología de la Macro Región Sur
Investigación, conservación, restauración, registro y gestión de bienes patrimoniales

Dirección Desconcentrada de Cultura de Arequipa y Arqueosystems S.A.C. (compiladores)

Director de la DDC - Arequipa: Sr. Franz Grupp Castelo


Subdirector de la DDC-Arequipa: Sr. Marko López Hurtado
Coordinador del Departamento de Arqueología de la DDC - Arequipa: Sr. Arnaldo Ramos Cuba

Gerente General de Arqueosystems S.A.C.: Sr. Erik Maquera Sánchez


Subgerente General de Arqueosystems S.A.C.: Srta. Milagros Esteban Cajahuanca

Edición general:
Carlos Reyes Barría

Asesores y colaboradores:
Gabriela de los Ríos Farfán
George Chauca Iparraguirre
Milagros Esteban Cajahuanca
Marko López Hurtado
Erik Maquera Sánchez
Rodolfo Monteverde Sotil
Arnaldo Ramos Cuba
Janina Ticona Bustinza

Diseño de portada y diagramación:


Alessandra Bonilla Zapata

Fotografía de portada: Vista aérea del complejo arqueológico Churajón, por Erik Maquera Sánchez

Edición a cargo de:


© Arqueosystems S.A.C.
Francisco de Paula 100, Urbanización Mercurio, Los Olivos, Lima
www.arqueosystems.com
informes@arqueosystems.com

© Dirección Desconcentrada de Cultura de Arequipa


Avenida Ramón Castilla N° 745, Cayma, Arequipa, Perú
(054) 340397 - 213171
www.cultura.gob.pe
arequipa@cultura.gob.pe

Primera edición: agosto de 2016


Tiraje: 200 ejemplares

Impresión:
PENTAGRAF S.A.C.
Jr. Pomabamba 770, Urbanización Chacra Colorada, Breña, Lima, Perú
Mes de impresión: agosto de 2016

ISBN N.° ......


Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° ..........

Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio o método, de este libro sin previa
autorización de Arqueosystems SAC y la Dirección Desconcentrada de Arequipa.
ÍNDICE

— Presentación del libro por parte de la DDC de Cultura … 7


— Presentación del libro por parte de Arqueosystems S.A.C. … 8

— PARTE I: ARQUEOLOGÍA DE LA MACRO REGIÓN SUR

1. El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba, Arequipa


Adán Umire Alvarez … 11

2. Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico: el periodo arcaico en la


cuenca del Titicaca
Luis. A. Flores … 22

3. Quilcapampa la Antigua ¿un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, Arequipa?


Willy Jesús Yépez Alvarez y Dr. Justin Jennings … 30

4. La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari (PANW): Excavaciones en Zo-


rropata, Nasca, Perú
Sarah L. Dost Kerchusky y Luis Manuel González La Rosa … 34

5. Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco


Denis Angulo Mendoza, Rina Clares Martínez y Moisés Linares Grados … 40

6. El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú: el periodo precerámico medio en
la boca del río Ica
George Chauca Iparraguirre, Alexander Pullen, Susana Arce y David Beresford-Jones … 50

7. Inventario arqueológico del valle de Arequipa: Uso de Google Earth como herramienta para
evaluar la destrucción de patrimonio arqueológico en los últimos diez años
Augusto Cardona Rosas … 59

8. Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune – San Juan San June, distrito de Tora-
ta - Moquegua - Perú
Nelson Ramos Rosales … 65

9. Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados en las cercanías de la


ciudad de Ocoña - Arequipa
Alcides R. Alvarez Vela … 70

10. Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca


Gonzalo Presbítero Rodríguez … 77

11. Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos en las zonas altoandinas de
Arequipa
Arnaldo Ramos Cuba … 84

12. Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo: Sector 1, Recintos
09, 10 y 15 (Yunque - Caylloma - Arequipa)
Dr. Rómulo Pari Flores … 92
13. Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes
Marko López Hurtado y Erik Maquera Sánchez … 106

14. Tras las huellas de los arrieros de Characato


Gladys Cecilia Quequezana Lucano … 114

15. Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna: Resultados preliminares del


Proyecto de Investigación Arqueológico Alto Tacna-2015
Romuald Housse y Oliver Huamán Oros … 122

— PARTE II: CONSERVACIÓN, RESTAURACIÓN, REGISTRO Y MANEJO DE BIENES


PATRIMONIALES

1. Colecciones arqueológicas, material de la DDC-Arequipa


Christian García Mamani … 132

2. Colecciones histórico artísticas de la región Arequipa


Rocío del Pilar Fuentes Ortiz … 135

3. Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto


Tatiana Suárez Patiño … 138

4. “Ecclesiarum museums” - De iglesias a museos: curaduría en templos y conventos religio-


sos
Hugo Gómez Carrasco … 145

5. La cripta de San Francisco de Asís - la Primera en Bolivia con protocolos internacionales


para su museología
Ramón A. Delgado Loayza … 148

6. Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa: memorias a través del tiempo


Blanca Cecilia Chávez Gómez … 154

7. Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos, Arequipa


Gonzalo Presbítero Rodríguez … 161

8. El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa (1958-1968)


Made Chalco Bedoya … 168
PRESENTACIÓN

Quienes se ocupan de trabajar en beneficio del patrimonio cultural suelen ser personas con una
gran mística y real vocación por su profesión. Personas que sabiendo que este rubro de trabajo no
es una fuente de grandes riquezas se animan a dedicar su vida a salvar, estudiar y conservar los
testimonios de la habilidad intelectual y manual de personas anónimas y sociedades de otras épo-
cas, y todo este esfuerzo lo hacen solo por preservar una herencia que es de todos.

En el caso de quienes se dedican a la arqueología, la vocación y la mística tienen un tono particu-


larmente interesante, pues la investigación y preservación de los vestigios arqueológicos implica
en la mayoría de casos alejarse de su casa, caminar largas horas por parajes inhóspitos, noches a
la intemperie, comidas frías y mil penurias más y, todo esto, a cambio de descubrir lo que muchos
quisieran que no exista, estudiar e interpretar algo que a pocos les interesa, conservar lo que para
algunos es un estorbo, publicar lo que unos pocos querrán leer.

Pero allí siguen los arqueólogos, tercos en descubrir las maravillas que obraron nuestros antepa-
sados; acuciosos en estudiar e interpretar los logros artísticos, técnicos y sociales de otros tiempos;
cuidadosos en conservar los testimonios de las culturas que nos precedieron; diligentes en publicar
y hacernos conocer mejor las extraordinarias maravillas pensadas y creadas en épocas pasadas.
Felices de ser quienes se ocupan de proteger y acrecentar una herencia que no es solo de ellos, sino
de toda la colectividad.

La Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura en Arequipa agradece a su selecto grupo


de profesionales de la arqueología por su gran trabajo en el descubrimiento, conservación, estu-
dio, interpretación y difusión de la historia antigua de la Región, y presenta este libro en el que se
recogen las investigaciones de sus especialistas y de muchos de sus colegas externos, nacionales y
extranjeros, que fieles a su vocación, invierten su tiempo en conocer y enseñar nuestro pasado, en
beneficio de las generaciones futuras.

Para terminar esta presentación, agradecemos a la empresa ARQUEOSYSTEMS S.A.C., que gene-
rosamente ha contribuido a la organización del Simposio “Arqueología de la Macro Región Sur”, y
a la edición de este libro, que será de gran utilidad para especialistas y público interesado en reco-
nocer los logros antiguos como base de nuestro futuro.

Franz Grupp Castelo


Director DDC Arequipa
Arqueosystems S.A.C. es una empresa dedicada a la gestión del patrimonio arqueológico que viene
trabajando en la ciudad de Arequipa desde hace dos años. Como parte de nuestro compromiso con
la ciudad presentamos este libro, el cual reúne las más recientes investigaciones arqueológicas de
conservación, restauración y gestión de bienes patrimoniales de la región sur del Perú.

Si debemos resumir en tres palabras la esencia de este libro, estas serían visión, pasión, y compro-
miso. Cuando en junio de este año propusimos a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Are-
quipa realizar un evento académico que reuniera a los arqueólogos y conservadores de la región
sur, pensábamos que esta era una necesidad ineludible, ya que pocos encuentros académicos se
habían llevado a cabo en esta región. Inmediatamente los arqueólogos de esta institución, Arnaldo
Ramos y Marko López, tuvieron la visión de proponer la publicación de un libro como parte de las
celebraciones del 476° aniversario de la fundación española de la ciudad blanca de Arequipa. La
meta parecía improbable y ambiciosa, considerando el poco tiempo que nos precedía a dicha cele-
bración. Sin embargo, la DDC-Arequipa y el equipo de Arqueosystems S.A.C. asumieron el reto con
mucho entusiasmo y compromiso.

Otro de los valores que resaltamos en esta publicación es la pasión. La pasión por la arqueología y
por el patrimonio histórico en general se ve reflejada en todas las investigaciones que forman parte
de esta publicación. Pasión que desinteresadamente nos permite remontarnos a épocas remotas,
con investigaciones acerca de los primeros cazadores recolectores de la región, o a un pasado más
reciente, con artículos tan interesantes como aquel acerca de una de las últimas familias arrieras
en Characato. Al mismo tiempo, los proyectos de conservación y restauración, así como las inter-
venciones realizadas en colecciones y bienes patrimoniales que forman parte de este libro, son
ejemplo del compromiso de sus gestores para con la comunidad.

Finalmente, queremos agradecer al Director de la DDC-Arequipa, el Sr. Franz Grupp Castelo, por la
confianza depositada en nosotros, a los arqueólogos Arnaldo Ramos y Marko López por su visión
y apoyo, y al editor de este libro, Carlos Reyes Barría, por su compromiso y por quien esta visión
no hubiese sido posible.

Erik Maquera Sánchez


Gerente General de ARQUEOSYSTEMS S.A.C.
Parte I

Arqueología
de la
Macro Región Sur
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba

EL PERÍODO PRECERÁMICO EN LOS ALREDEDORES DEL VALLE DE


YARABAMBA, AREQUIPA
THE PRECERAMIC PERIOD AROUND YARABAMBA VALLEY, AREQUIPA

Adán Umire Alvarez

RESUMEN
El período Precerámico en Yarabamba (ca. 10.000 – 2.000 a.C.), fue una etapa inicial del desarrollo
cultural regional en un ambiente semidesértico bastante más bajo que la puna, donde efectiva-
mente este período ha tenido mayores investigaciones con distintos modelos para su explicación
en diferentes lugares de la región andina.

Los datos recientes, obtenidos de la lectura superficial del sistema hídrico compuesto por las que-
bradas mayores de Sogay, Quequeña y Yarabamba, además de otras menores que confluyen hacia
este sistema hídrico, aportan datos muy importantes para elucidar tentativamente el período de
cazadores – recolectores en los alrededores próximos al valle del Chili, específicamente en ambien-
tes disímiles a la puna.

En este artículo se evalúa la presencia de sitios arqueológicos precerámicos previamente investiga-


dos y ubicados en las pequeñas quebradas que confluyen hacia el río Yarabamba. Del mismo modo,
se informa la ubicación de un pequeño abrigo con pintura rupestre en la quebrada de Cachiwasi
(tributario estacionalmente seco del río Yarabamba) en el marco geográfico de estos componentes
arqueológicos tempranos.

ABSTRACT
The Yarabamba Preceramic period (ca. 10,000 to 2000 BC) located southeast of the Historic Center of
Arequipa, was an early stage of regional cultural development in one of the semi-desert environments
significantly lower than the highlands, where indeed this period had higher research different models for
explanation in different parts of the Andean region.

Recent data, obtained from a cursory reading of the water system composed of creeks over Sogay, Que-
queña and Yarabamba , plus other minor converge towards this water system , provide very important
data to tentatively elucidating the period of hunter - gatherers around near the valley of Chili, specifically
dissimilar to the high mountain environments.

In this article the presence of previously investigated and located in the small streams that flow into the
river Yarabamba preceramic archaeological sites was evaluated. Similarly, the location of a small coat
with cave paintings in the ravine Cachiwasi (seasonally dry river Yarabamba tributary) in the geogra-
phical context of these early archaeological components was reported.

INTRODUCCIÓN El período de cazadores – recolectores (ca.


10.000 – 2.000 a.C.), conocido por el inicio del
Una región puede ser poblada como resultado establecimiento de la flora y fauna moderna
de diferentes procesos; entre ellos el ingreso (Holoceno) y que culmina con la aparición o
y la dispersión oportunista, la migración, la introducción de la cerámica (Wise 1999: 338,)
colonización y el asentamiento permanente. también se usa para referir a los vestigios
Cada proceso se expresa de manera diferente culturales de pequeños grupos que vivían en
en el registro arqueológico, desde elementos condiciones sociales igualitarias, en constante
culturales muy dispersos y superficiales hasta experimentación con el uso de especies domes-
asentamientos formales y complejos (Rossen y ticadas y en proceso de domesticación (Rick y
Dillehay 1999: 121). Moore 1999: 264).

11
Adán Umire Alvarez

Este período, su expresión cultural y, por exten-


sión, la presencia de yacimientos arqueológicos
en los alrededores del valle de Chili, es un tema
aún inédito, especialmente en las diferentes
vertientes que confluyen al río Chili, como el
Andamayo, Yarabamba y Socabaya. En gran
medida, después de una escueta alusión a los
yacimientos arqueológicos y a sus artefactos lí-
ticos característicos ubicados superficialmente
en Yarabamba, llámese Huanaqueros o Que-
brada Honda (Corrales 1986; Linares 1989-90; Fig 1. Ubicación del área de estudio, al sur del Centro
Neira 1990, 1998), la literatura especializada Histórico de Arequipa.
que aborda y explica esta etapa en el área de
nuestro interés la hace con las cuevas de Sum-
bay en la puna de Arequipa y los conchales de
Camaná, Mollendo o Puyenca en el ambiente
costero de Arequipa.

La configuración geográfica de los alrededores


de Yarabamba, con distintas quebradas peque-
ñas y suaves que confluyen en el río del mismo
nombre, además de los antecedentes arqueoló-
gicos que sugieren una antigüedad considera-
ble en la ocupación humana de este espacio, nos
han permitido formular nuevas interrogantes
sobre la posible ubicación de otros yacimientos
arqueológicos en las distintas quebradas en las
inmediaciones de Yarabamba. Las primeras in-
formaciones producto de las reiteradas visitas
de campo, especialmente a Quebrada Honda
Fig 2. Contexto geográfico de Yarabamba y la ubica-
(tributario seco ubicado al norte de Yarabam- ción de sitios líticos mencionados en el texto.
ba), reportan una serie de talleres y dispersio-
nes de material lítico superficial a lo largo de los ANTECEDENTES
márgenes de la quebrada mencionada hasta la
base del cerro Molinuyoc (Corrales 1988; 2012). La investigación del período de cazadores-reco-
lectores iniciado en la zona de Yarabamba pre-
En un eventual reconocimiento sistemático vio a la década de los 70, no ha continuado con
superficial en el margen izquierdo del río Ya- el mismo interés después de las investigaciones
rabamba, para comprobar la potencialidad ar- de Neira en la gruta de Sumbay, a casi 4000
queológica de esta parte de Arequipa, donde msnm (Neira 1968, 1990). Salvo aportes des-
aún se conservan muchos abrigos y aleros en criptivos y aislados sobre “campamentos abier-
tufo volcánico, se han ubicado varias dispersio- tos”, talleres líticos al aire libre o el hallazgo de
nes de material lítico en la quebrada El Pedre- una punta tipo “cola de pescado” en el paraje de
goso y un pequeño abrigo con vestigios apenas Tillane, sin la propuesta de modelos de subsis-
perceptibles de pintura rupestre en la quebrada tencia o mayores argumentos que la descrip-
poco profunda de Cachiwasi (tributario esta- ción de evidencias superficiales realizados por
cionalmente seco del río Yarabamba) (Umire Corrales (1988, 2012), Díaz (2008), Huancollo
2012). Junto a los antecedentes de Yarabamba (1998), Linares (1989), Neira (1968, 1998), Rodrí-
y Quebrada Honda, también con talleres líti- guez (1983), Santos (1970) entre otros, el avance
cos de la época en mención, nos han permitido del estudio del período Precerámico quedó pos-
engranar una aproximación tentativa sobre la puesto hasta nuestros días.
importancia de este período arqueológico en los
alrededores de la ciudad de Arequipa (Figuras En consecuencia al interés y a la cátedra del Dr.
1 y 2). Neira durante la década de 1970, estudiantes

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El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba

de la Universidad Nacional de San Agustín de denominada Quebrada Honda, fueron lleva-


Arequipa (UNSA) evaluaron con un mismo en- das a cabo por la misma UCSM (Corrales 1988,
foque evolutivo las distintas manifestaciones 2012); encontrando una serie de talleres líticos
de la época lítica en todo el departamento. Es y dispersión de material diagnóstico suficiente
de advertir que los trabajos sobre este período como para argumentar la presencia de Caza-
fueron enfocados en ambientes de puna, a más dores-Recolectores en ambientes más cálidos y
de 4000 m de altitud, como en las antiguas es- ajenos a la puna.
taciones ferroviarias de Pillones (Santos 1970) e
Imata (Huancollo 1971, 1983, 1988); en los alre- Las prospecciones sistemáticas de Cardona en
dedores de Sumbay (Corrales 1988) y con una Yarabamba adicionan nuevos logros para el co-
aproximación a los ambientes y abrigos roco- nocimiento de esta etapa, ubicando dos nuevos
sos que tienen que ver más con el altiplano de sitios líticos denominados Ccacana y Cambraca,
la cuenca del lago Titicaca que con la puna del que junto al sitio epónimo de Huanaqueros, en
departamento de Arequipa (Neira 1990, 1998; la misma cuenca hídrica de Yarabamba, abren
Rodríguez 1983). muchas posibilidades para la investigación de
este período (Cardona 2002).
Para explicar la búsqueda de evidencias arqueo-
lógicas de este período Precerámico en ambien- Por último, las investigaciones sistemáticas
tes de puna, se ha venido empleando la pers- efectuadas por Szykulski en la vecina región
pectiva del modelo “trashumancia estacional”, de Churajón, específicamente en el valle del río
muy en boga durante los años mencionados Corabaya-Tasata, han arrojado una cantidad
(cf. Lynch 1971) aplicado originalmente al mo- moderada de yacimientos al aire libre y abri-
vimiento estacional de pastores y sus ganados. gos rocosos ubicados en las laderas del valle.
Era un postulado bastante aceptable pensar en Precisamente del estrato inferior del Abrigo III
el hombre del período lítico caminando cientos procede una “escultura” que, a decir del investi-
de kilómetros de distancia en busca de las pre- gador mencionado, representa la cabeza de un
sas que huían del clima estacional severo de la animal, en este caso la de un canidae (Szykuls-
puna a una zona más templada, como es el caso ki 2008; 2010). Aparentemente este “objeto de
de las lomas costeras y cuando las condiciones culto” según Szykulski representa la cabeza de
temporales se hacían benignas en la puna nue- un perro o coyote (Szykulski 2008: 187, Figura
vamente, presas y cazadores, retornaban a su 6; 2010: 134, Figura 56). Sin embargo, la forma
lugar de origen. Sumado a este modelo, está el de la figura parece ser más accidental que un
hecho general aceptado por los investigadores intencionado objeto de culto.
mencionados, de que la población que vino a
la costa procedía de la puna y, por lo tanto, los UBICACIÓN DEL VALLE DE YARABAMBA
asentamientos más antiguos deberían buscar-
se en la sierra, entre los ambientes y parajes de Yarabamba se encuentra aproximadamente
puna. a 18 km al sureste del centro de la ciudad de
Arequipa. Junto a Quequeña, Sogay y Socaba-
Durante la siguiente década de 1980, y desde ya, son pueblos tradicionales que se han ubica-
otra perspectiva, la del programa profesional do a lo largo de lo que vendría a conformar el
de Arqueología de la Universidad Católica de río Postrero o Postrerrío (como fue denomina-
Santa María de Arequipa (UCSM), se inició un do durante el virreinato), que en épocas tardías
intento más detallado en la aproximación de los cobró un rol central hasta la llegada de los
estudios del período precerámico, aunque en españoles.
un camino más solitario que del Dr. Neira. Las
investigaciones, esta vez, estuvieron dirigidas CONTEXTO GEOGRÁFICO
hacia los ambientes de la Laguna de Salinas y
Tarucani, al este de la ciudad (Barreto y Barreto Desde el aspecto geológico, en Yarabamba aflo-
1988; Castillo 1987; Chávez 1989), en la misma ran rocas de tres familias fundamentales: sedi-
puna de Arequipa y sobre los 4000 metros de mentarias (calizas, pizarras, lutitas y cuarcitas
altura respecto al mar. Del mismo modo, explo- de la Formación Yura), ígneas intrusivas (Bato-
raciones superficiales en ambientes más bajos y lito de la Caldera) e ígneas efusivas (derrames
templados, como en las quebradas secas al nor- y tufos volcánicos) (Lazo 1968: 9; Jenks 1945);
te de Yarabamba, específicamente en el área específicamente, los derrames, tufos volcáni-

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Adán Umire Alvarez

cos y flujos de lodo cubren gran parte del área El avistamiento de guanacos (Lama guanicoe)
(Lazo 1968: 9). Precisamente estos materiales aún es posible en los alrededores de la zona,
han sido erosionados por escorrentías fluvia- aunque cada vez más restringido por la cre-
les formando quebradas y acantilados de baja ciente ocupación de estas áreas para activida-
elevación con paredes verticales expuestas a la des de explotación minera y de vivienda. De-
intemperie (Figura 3). predadores como el zorro (Duscicyon culpaeus),
aún son comunes en toda la zona.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS CON DISPERSIÓN


DE MATERIAL LÍTICO

Al margen de lo que realmente representa una


punta de proyectil de tipo Clovis o “cola de pes-
cado” en la literatura arqueológica, vinculada
a cazadores – recolectores de épocas tempra-
nas, asociada con la época Paleoindia en base
a una tecnología de artefactos de piedra, con
una distribución desde Alaska hasta la Tierra
del Fuego, con un fechado radiocarbónico que
en algunos lugares tiene un rango entre 11,500
y 10,000 años antes del presente (Morrow y
Morrow 1999: 215), la descripción hecha por
Díaz sobre la ubicación imprecisa de un ejem-
Fig 3. Detalle de las quebradas y acantilados de baja plar Clovis o “cola de pescado” en Tillane parece
elevación.
un hallazgo casual antes que sistemático, por lo
tanto carente del contexto en la cual fue aban-
Asimismo, las paredes de estas quebradas fue-
donado o usado (Díaz 2008). Sin embargo, es
ron directamente erosionadas por la fuerte
posible que los alrededores de Tillane y para-
actividad eólica de la zona, socavando algunos
jes similares, como los de Yarabamba, puedan
“abrigos” en los acantilados bajos que, poste-
brindar datos arqueológicos con una antigüe-
riormente debido a su concavidad, sirvieron
dad considerable.
para la ocupación humana.
Las investigaciones iniciales de Neira para Ya-
La flora está representada ampliamente por rabamba y los talleres líticos ubicados por Co-
“cortaderas”, “yaros”, “molle” (Schinus molle), ve- rrales en Quebrada Honda, escorrentía seca
getación arbórea en el fondo de las quebradas, al norte de Yarabamba, no hicieron mucho
dispersión de cactáceas y arbustos bajos en eco en el interés de otros investigadores como
todo el área (Figura 4). para que esta zona cobre importancia para los
futuros estudios sobre el período de Cazado-
res-Recolectores. Esta falta de interés quizás se
debió a la ausencia de cuevas y abrigos rocosos
con vistoso arte parietal en estas quebradas, lo
que no ocurrió en Sumbay, Pizacoma o Salcedo,
estos últimos investigados en Puno (Corrales
1988, 2012; Neira 1968, 1998).

Sin embargo, datos recientes sugieren que el


sistema hídrico compuesto por Sogay-Queque-
ña-Yarabamba y las quebradas secas confluen-
tes como Quebrada Honda, Machaguay, El
Tejar y quizás hasta el río Andamayo hacia el
norte; además de Cachiwasi, Cerro El Pedrego-
so, las quebradas del Platanal y Huarangal ha-
cia el sureste y oeste de Yarabamba tienen un
Fig 4 La flora presente en el cauce de las quebradas. potencial antes no previsto para la elucidación

14
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba

de algunos problemas relacionados al período la quebrada de Cachiwasi en estos momentos


de cazadores-recolectores en ambientes cáli- pertenezca a una entidad privada, la cual difi-
dos, disímiles a la puna fría y seca. culta próximas investigaciones, en cierta medi-
da, un análisis más detallado a futuro de todos
La presencia de talleres o dispersión de material los elementos líticos presentes podría mostrar
lítico en “campamentos abiertos” por un lado las especificidades en las tareas llevadas a cabo
y la ubicación de aleros rocosos, aún aquellos en estos sitios de la época Precerámica.
sin arte rupestre, en toda esta zona sugiere un
ambiente propicio con una fauna sustentable HUANAQUEROS
(posiblemente camélidos) para el desarrollo del
poblamiento temprano en los alrededores de la Es una terraza fluvial alargada en la margen
ciudad de Arequipa. Por tanto, las condiciones derecha del río Yarabamba en cuya superfi-
geográficas y ambientales de Yarabamba han cie, en 1965, se ubicó una industria lítica de
debido de jugar un rol importante en la perma- las que se ha recuperado 118 ejemplares (Neira
nencia de estos grupos. Actualmente se obser- 1990:10); del material colectado existen 59 pun-
van extensas áreas húmedas en la confluencia tas de proyectil que permitieron a Neira clasi-
de quebradas, al noroeste de Yarabamba. El ficar morfológicamente los siguientes tipos: a)
mismo poblado actual de Yarabamba se ubica foliáceas de base convexa, b) romboidales simé-
sobre una planicie suave próxima al río aun- tricas y c) romboidales de pedúnculo triangu-
que se piensa que en el pasado pudo haber sido lar (Neira 1990: 10) (Figura 5). Estos elementos
parte de la zona húmeda a modo de un bofedal líticos fueron elaborados bifacialmente y con
extenso. Esta condición contrasta fuertemente retoque marginal a presión, comparados por
con el aspecto erosivo de otros ríos de la misma su similitud a las categorías P3, P4 y P5 de las
cuenca del Chili, que llevan agua permanen- puntas de Toquepala. Por su parentesco morfo-
te durante todo el año, con las márgenes muy lógico fue adscrito a una antigüedad de 7,500
erosionadas, profundas y paredes casi vertica- años antes de Cristo.
les, con un matorral de río enmarañado, que no
permite acercarse o cruzar con facilidad a la
orilla contraria.

Desde Yarabamba hacia unos kilómetros río


arriba, al noreste, se pueden acceder a las áreas
húmedas de Pocsi y a los de Polobaya al Este
(Villaverde 1991). Desde allí se avizoran las
faldas del nevado Pichu Pichu, donde existen
abundantes zonas húmedas y extensos bos-
ques de Polilepys (Queñua). Es casi seguro que
en el pasado el mismo recurso haya podido
ofrecer las laderas bajas del Misti y Chachani,
sin embargo, ambas montañas tienen extensas
pampas arenosas y desérticas hasta llegar al
área boscosa la cual no las hace atractivas para
la caza.

El patrón de ubicación de todos los sitios ar-


queológicos con material lítico en Yarabamba Fig 5. Material lítico de Huanaqueros (Tomado de
Neira 1990:10).
y sus alrededores, muestra una cercanía al flu-
jo de agua en los recodos de las vertientes, lo QUEBRADA HONDA
que puede traducirse en sitios específicos con
“grupos de tarea” llevando a cabo “actividades A 3.5 km al norte de Yarabamba, es una de las
logísticas”, con un “campamento base” confor- quebradas que desciende de cerro Molinuyoc,
mado quizás por el alero de Cachiwasi o varios parte baja de Pajonal, Malpaso y que confluye
de ellos con condiciones similares, aunque sin al sistema hídrico de Yarabamba. En esta que-
vestigios de pintura parietal ubicados equi- brada aparentemente desértica y sin mayores
distantemente. Aunque es casi probable que recursos el ingreso eventual y estacional de

15
Adán Umire Alvarez

agua no refleja mayores indicadores que pon- Tabla 1


deren la presencia de cazadores - recolectores Inventario del material lítico rescatado
por estos parajes (Corrales 1988, 2012). Sin em-
bargo, la prospección realizada por Corrales a INSTRUMENTOS TOTAL
lo largo de la quebrada inhóspita, específica-
mente paralela al cauce del río seco, permitió Puntas de Proyectil 22
ubicar cuatro talleres líticos con sus respectivas Raspadores 11
canteras que les proveía de retinita para la fa- Cuchillos 8
bricación de sus instrumentos, con dispersión Perforadores 2
de material lítico traducido en artefactos como
Boleadora 1
puntas de proyectil, núcleos, raederas y una
cantidad bastante considerable de lascas, pro- Yunque 1
ducto de la talla y elaboración de los artefactos Azada 1
líticos mencionados (Corrales 1988: 235; 2012) Preformas 25
(Figura 6). Fragmentos trabajados 27 98
MATERIAL DE DESECHO
Láminas y lascas grandes 15
Medianas 49
Pequeñas 22
Núcleos grandes 6
Medianos 4
Pequeñas 5 101
TOTAL DE LITICOS 199
Fig 6. Ubicación de los talleres líticos prospectados en
Quebrada Honda por Corrales en 1988. Fuente: Corrales 1988: 237,238

De los artefactos líticos, lo más característico


Como no existe un mapa detallado con los si-
en Quebrada Honda es la punta de proyectil
tios ubicados por Corrales, en visitas de reco-
del Tipo 2 de forma lanceolada y lados aserra-
nocimiento arqueológico superficial sistemá-
dos, elaborados en retinita (Corrales 1988: 241,
tico posteriores, se han ubicado talleres líticos
Lámina 3f). En general, las puntas de proyectil
adicionales en la parte superior de Quebrada
más importantes de este sitio son piezas gran-
Honda (Figura 8). La materia prima utilizada
des, de 4 a 7 cm (Figura 7); los artefactos más
en los talleres líticos posteriormente ubicados
pequeños aparentemente fueron retocados
sigue siendo la misma, la retinita de color os-
posteriormente y aquellos elaborados en otro
curo, muy abundante en toda la quebrada. El
tipo de material, como cuarcita, obsidiana y cal-
problema con la ubicación de nuevos yacimien-
cedonia, posiblemente pertenezcan a un perío-
tos líticos en esta quebrada y sus adyacentes es
do más tardío. Un recuento del material lítico
el rápido poblamiento actual, con invasiones y
recogido por Corrales (1988, 2012) nos muestra
asentamientos humanos bastante concentra-
el siguiente cuadro (Tabla 1).
dos.

Fig 7. Muestra del material lítico de Quebrada Honda Fig 8. Ubicación de otros talleres líticos superficiales en
(Tomado de Corrales 1988:241; lámina 3) Quebrada Honda.

16
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba

QUEBRADA EL PEDREGOSO partes constitutivas, especialmente de la pared


y remoción en el suelo. En el alero pequeño más
En la zona denominada Quichinihuaya, mar- expuesto al aire, la escena de camélidos en posi-
gen opuesto a la del río Yarabamba, se encuen- ble movimiento, se ha preservado parcialmente
tran unos riachuelos secos que tienen avenidas sufriendo una intervención posterior con figu-
durante el tiempo de lluvias. Aunque gran par- ras abstractas en base a golpes o una técnica de
te del fondo de la quebrada siempre mantiene picado con percutor, cruzando algunos diseños
vegetación fresca, algunas zonas tienen aflora- pintados y “borrando” el 40% de toda la escena
ciones mínimas del elemento líquido vital. Aún pictórica. En el frontis de los aleros se ha po-
hoy en día es posible observar el suelo húmedo dido comprobar dispersión de material lítico
y restos orgánicos de animales en estado sil- criptocristalino (Cuarcitas, calcedonia y horste-
vestre. En todo el margen izquierdo del río Ya- no) y lascas de retinita; además de algunos frag-
rabamba se encuentra la cadena de afloracio- mentos cerámicos. Entre el espacio de la base
nes de tufo volcánico, cubierto por un estrato del alero y el cerco de piedras actual también
grueso de ceniza volcánica. A pesar de tener un hay dispersión de material lítico. Sin embargo,
panorama geográfico menos abrupto y con co- todo el piso y gran parte del área delimitada se
linas bajas, aquí se encuentra una serie de con- encuentra cubierta por un estrato grueso de ce-
cavidades que no fueron desapercibidas como niza volcánica.
potenciales abrigos y refugios en el pasado.

En la parte baja de esta quebrada, próximo al


cauce seco, se han ubicado cuatro estaciones
con dispersión de material lítico. Los artefactos
consisten en raspadores aquillados, cuchillos,
núcleos y lascas elaborados en calcedonia y en
gran medida en retinita.

QUEBRADA CACHIWASI

Esta quebrada tributa al río Yarabamba en es-


taciones de lluvia. Aparentemente es una de
las quebradas principales que colecta el ingreso
pluvial de otras varias menores en su recorrido.
La vegetación y el aspecto geológico es el mis- Fig 9 Contexto geográfico del alero de Cachiwasi.
mo para toda esta zona, con mucha vegetación
SOBRE EL ESTILO DE ARTE RUPESTRE
arbustiva y de monte próximo a los cauces. A
lo largo de esta quebrada se han ubicado tres EL ESTILO DE ARTE RUPESTRE
posibles talleres líticos y un abrigo con escenas
de arte rupestre. Los artefactos líticos son simi- La escena principal consiste en la reproducción
lares a los ubicados en quebrada El Pedregoso. naturalista de una tropilla de camélidos en una
La materia prima no cambia, la retinita viene sola hilera y de posición horizontal, pintada de
a ser el elemento popular y de mayor trabajo. rojo, conformada por figuras de diferentes ta-
maños al que interpretamos, aparentemente
El abrigo con pintura rupestre fue ubicado muy como camélidos de variada edad, por la des-
próximo a la confluencia de una quebrada me- igualdad mostrada en la constitución física de
nor denominada Despachana, en el margen cada una de las figuras que la conforman. Mide
izquierdo y sobre la base de una afloración de aproximadamente dos metros de longitud, con
tufo volcánico (Umire 2012). El pequeño risco nueve figuras distribuidas a un intervalo re-
tiene una altura aproximada de 3 m en cuya gular entre la longitud mencionada. Apuntan
pared el viento ha venido socavando dos con- a una misma dirección, que en este caso es de
cavidades de mediana dimensión (Figura 9). sur a norte (de izquierda a derecha). La tropi-
Lamentablemente, el alero rocoso de mayor lla está representada en una actitud dinámica,
concavidad por su aspecto más abrigado fue posiblemente de trote suave; las figuras que en-
reutilizado permanentemente, lo que ha oca- cabezan y finalizan la escena son más grandes
sionado desprendimientos superficiales de sus que las ubicadas en medio de la marcha (Figura

17
Adán Umire Alvarez

10). Resumiendo, la pared del alero tiene dos es- a) pintura con un tema realista y natural, y b)
cenas distintas en cuanto a su técnica y diseño: grabados con líneas abstractas.

Fig 10. Dibujo de la escena principal que representa la tropilla de camélidos.

LOS GRABADOS SECUNDARIOS CRONOLOGÍA TENTATIVA

Son líneas onduladas algunas veces intersec- Corrales en Quebrada Honda, utilizando los
tadas con líneas cortas que impactan o super- estadios de la evolución cultural de la huma-
ponen sobre cuatro de los diseños naturalistas nidad, sostiene que los talleres líticos ubicados
pintados en un promedio de 50 a 60 %. Apa- parecen corresponder a “primitivos cazadores
rentemente no existe relación alguna entre recolectores migrantes de sur a norte” perte-
las figuras pintadas con los surcos, salvo la an- necientes al estadio del Salvajismo (Corrales
tigüedad de la pintura frente a la técnica del 1988:249). En ese sentido, y por similitudes
grabado (Figura 11). Del mismo modo, los dise- con los vestigios de Huanaqueros, además de
ños representados en el grabado nos remiten a su cercanía, la cronología aproximada de los
una abstracción que no tiene recurrencia en la talleres líticos de Quebrada Honda parece co-
zona (Barriga, 1946). El impacto de estos dise- rresponder a 10 mil años de antigüedad. Por su
ños sobre cada uno de los cuatro camélidos del parte, los vestigios líticos de Huanaqueros y su
lado izquierdo no parece fortuito, tampoco se similitud morfológica a las categorías líticas de
percibe una intención vandálica, sino más bien Toquepala, tienen una antigüedad aproximada
habría que verificar en otros sitios con arte pa- de 7,500 años antes de Cristo (Neira 1990:10).
rietal si existe esta misma superposición.
En la misma línea, las evidencias superficiales
encontradas en las quebradas de El Pedrego-
so y Cachiwasi, por su similitud morfológica y
materia prima con el material de los Cazadores
- Recolectores de Yarabamba, en el que se in-
cluyen los sitios arqueológicos de Huanaqueros
y Quebrada Honda, es muy posible que la anti-
güedad de estos campamentos o talleres al aire
libre puedan corresponder aproximadamente
a la cronología propuesta por Neira, de 7.500
años antes de Cristo (Neira 1990:10).

Por su lado, el abrigo o alero con arte parietal


Fig. 11: Detalle de la escena pintada y la superposición en Yarabamba y los alrededores de la ciudad
de grabados. de Arequipa es un dato adicional muy espe-

18
El período precerámico en los alrededores del valle de Yarabamba

cial, toda vez que no contamos con otro refe- Respecto a la escena de camélidos pintados en el
rente para su comparación. Todas las escenas alero de la quebrada Cachiwasi, parece sugerir
en cuevas y aleros se encuentran a más de una escena de avistamiento con un trote pau-
3.800 msnm y en ambientes muy alejados a la sado de la tropilla, completamente diferentes a
vertiente del Chili. Por ejemplo, las cuevas de las representaciones de Sumbay y Puntillo. La
Sumbay, en la puna de Arequipa, muestran una técnica lineal grabada yuxtapuesta en la esce-
mayor complejidad en el trazo y dibujo de cada na es de elaboración posterior, aparentemente
uno de los motivos representados utilizando sugiere algún diseño abstracto en base a líneas
preferentemente el color blanco o crema en su onduladas entrecruzadas con líneas rectas y
ejecución (Neira 1968, 1990; Valdivia 1976). Las cortas. Se hace difícil calcular su antigüedad
escenas en Sumbay no presentan tropillas de por ausencia de referencias análogas.
camélidos, pero sí una variedad de representa-
ciones (felinos/pumas, aves/suris, antropomor- AGRADECIMIENTO
fos/cazadores) no necesariamente en hilera
horizontal sino a distintas alturas en toda la Este artículo nace de un postergado Proyecto
pared. En Puntillo, otro de los aleros con esce- de Evaluación Arqueológica a ser realizado en
nas de pintura rupestre ubicada en la cuenca la zona de Yarabamba, en límite con la Com-
alta del río Yura (Cardona 2002; Chávez 1989), pañía Minera Cerro Verde. Agradezco al Dr.
muestra una serie de personajes y animales en Bernardo Arriaza del Instituto de Alta Inves-
aparente actividad dinámica circular, por tanto tigación (IAI) de la Universidad de Tarapacá
muy diferente a la hilera lineal sencilla de las (Chile) por brindarme sus conocimientos sobre
representaciones en Cachiwasi. la Cultura Chinchorro, al Dr. Iván Muñoz por
su apoyo permanente durante el postgrado en
CONCLUSIONES Antropología.

REFERENCIAS
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de Santa María.
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Todas las evidencias superficiales ubicadas en en el sector sur-este de la cuenca de la Lagu-
Quebrada Honda (Corrales 1988; 2012); Hua- na de Salinas. Tesis para optar por el grado de
naqueros (Neira 1990), Cachiwasi y El Pedregal Bachiller. Arequipa: Universidad Católica de
(Umire 2012), parecen corresponder a un mo- Santa María.
delo de explotación multiambiental para Yara-
bamba, con grupos de trabajo alejados tempo- Cardona, A. (2002) Arqueología de Arequipa.
ralmente del campamento base. De acuerdo a De sus albores a los Incas. Arequipa: CIARQ.
los artefactos líticos de cada uno de los sitios ar-
queológicos mencionados podría sugerirse que Corrales, E. (1988) Quebrada Honda en la pre-
se trata de campamentos logísticos donde se ve- historia de Arequipa. Revista Historia, 3, 232-
nían efectuando tareas específicas, procesando 254. Arequipa: Departamento Académico de
una misma especie cazada, posiblemente camé- Historia, Geografía y Antropología de la Uni-
lido, con artefactos especializados. La antigüe- versidad Nacional San Agustín.
dad de las evidencias superficiales en todas las
quebradas mencionadas parece remontarse a Corrales, E. (2012) Quebrada Honda en la pre-
los 7,500 años antes de Cristo. historia de Arequipa. Prospección arqueológica

19
Adán Umire Alvarez

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21
Luis A. Flores

CAZADORES-RECOLECTORES Y LA DOMESTICACIÓN DEL PAISAJE


ALTIPLÁNICO: EL PERIODO ARCAICO EN LA CUENCA DEL
TITICACA
HUNTERS-GATHERERS AND THE DOMESTICATION OF THE ALTIPLANIC LANDSCAPE:
THE ARCHAIC PERIOD IN THE BASIN OF THE TITICACA LAKE

Luis A. Flores

RESUMEN
En los últimos años se ha dado a conocer información muy relevante sobre el periodo Arcaico en la
cuenca del Titicaca, aunque aún sigue siendo escasa. No obstante, en el lado peruano se han dado
avances importantes, tales como extensas prospecciones arqueológicas, estudios paleo-ambienta-
les, al menos una excavación intensiva en la cuenca de Ilave y otras restringidas en toda la región
(Aldenderfer 2002, 2012; Craig 2005, 2012; Craig et al. 2009; Stanish et al. 2002). En este escrito se
pretende realizar un estado de la cuestión sobre el periodo Arcaico de la cuenca del lago Titicaca,
que en realidad es una profundización y actualización a otros ya realizados (Aldenderfer 2012;
Craig 2012; Flores e.p.). A partir de estos antecedentes se intenta encontrar algunos patrones que
permitan esbozar líneas de investigación que podrían desarrollarse en la región a futuro.

ABSTRACT
In the last years, very relevant information has been released on the Archaic Period in the basin of the
Titicaca Lake, although, this is still very scarce. However, by the Peruvian side of the lake very important
advancements have been achieved, such as extensive archaeological prospections, paleo-environmental
studies, at least one intensive excavation on Ilave basin and some others restricted throughout the region
(Aldenderfer 2002, 2012; Craig 2005, 2012; Craig et al. 2009; Stanish et al. 2002). This article develops
a state-of-the-art review on Titicaca Lake basin during the Archaic period, which is, actually, a more pro-
found updating to previous studies (Aldernfer 2012; Craig 2012; Flores e.p.). From all this background
and records it is pursed to find new other patterns which will allow to trace new lines of research, that
might be developed in this region in the future.

I. INVESTIGACIONES DEL ARCAICO EN LA construidas a partir de la colección de bifaciales


CUENCA DEL LAGO TITICACA y puntas de proyectil de Viscachani han dado
una visión de las posibles conexiones de larga
Antes de 1990, la mayoría de los estudios sobre distancia a través de los Andes. La tecnología
el Arcaico en la cuenca del lago Titicaca (Figura de herramientas de piedra reducida ha servido
1) fueron generalmente descriptivos y se cir- como punto de partida para los esquemas evo-
cunscribieron a una representación breve de lutivos del cambio cultural. Todo esto se logró a
los objetos de superficie, sin profundizar en los pesar de un gran problema con el sitio: nunca se
contextos arqueológicos (Aldenderfer 2012: 28). había excavado intensiva y estratigráficamente
Entonces, el registro existente consistió en una el yacimiento. Además, ninguno de sus compo-
serie de hallazgos y descripciones del material nentes había sido radiométricamente datado y,
cultural (Menghin y Schreoder 1957; Palacios por lo tanto, la cronología del sitio “flotaba” en
Ríos 1984; Palao 1989; Piu Salazar 1977). Uno de el tiempo, convirtiéndose en una tipología rela-
estos primeros trabajos fue el realizado en el si- tiva. Viscachani sigue siendo importante, pero
tio de Viscachani, del Altiplano oeste boliviano ya no tiene el brillo que tuvo hace cuarenta
(Ibarra Grasso 1957; Muscio 2001; Patterson y años (Aldenderfer y Flores 2011).
Heizer 1965). Este yacimiento ha servido como
base para las comparaciones con otros asenta- A finales de los años 80 se dio el gran cambio
mientos arcaicos y sus colecciones de artefac- en el conocimiento del Arcaico en la cuenca del
tos, con localidades tan lejanas como el norte lago Titicaca. Aldenderfer documentó el arte
del Perú y los Andes centrales. Las tipologías de Qillqatani (Klarich y Aldenderfer 2001), un

22
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico

abrigo rocoso amplio. También hizo un reco- Erickson (1988) prospectó en la región al norte
nocimiento de los alrededores (Kuznar 1989) y de la cuenca del Titicaca y tampoco descubrió
una excavación sistemática del abrigo (Alden- sitios del Arcaico, aunque esto no impidió su
derfer 1999). Estas investigaciones resultaron especulación sobre la presencia de cazadores
en el descubrimiento de una larga secuencia y recolectores a lo largo de la margen lacustre.
habitacional del sitio, que va desde el Arcaico Últimamente algunos proyectos, especialmente
hasta el tiempo moderno y la identificación en la parte norteña de la cuenca, han empeza-
de otros sitios Arcaicos en su vecindad. A pe- do a descubrir sitios del Arcaico, en particular
sar de los intensivos trabajos de Aldenderfer al interior de los valles de los ríos Ramis, Huan-
y sus colegas, llama la atención las pocas evi- cané – Putina, Azángaro y en el triángulo de los
dencias excavadas del Arcaico Medio o incluso ríos Pucara y Azángaro y la cuenca del Ramis
evidencias más tempranas. Hasta hace pocos (Aldenderfer y Flores 2008; Cipolla 2005; Sta-
años, Qillqatani, ubicada en el drenaje del río nish y Plourde 2000).
Chila, era la única evidencia del Arcaico Medio
cerca de la cuenca del Titicaca, con dataciones
de 7500 a.p., con construcciones de pequeñas
estructuras junto a las paredes del abrigo, que
ciertamente no pueden haber acomodado más
que unas cuantas personas (Aldenderfer 1999;
2005). Recientemente, las investigaciones rea-
lizadas en el sitio Soro Mik'aya Patjxa, en la
cuenca del río Ilave, suplen en parte este vacío,
demostrando que entre los 8000-7000 años
los grupos cazadores-recolectores empezaron a
tener patrones residenciales más vinculados al
territorio (Haas 2014).

Hasta un mejor conocimiento de estos perio-


dos tempranos en la misma cuenca, los inves-
tigadores siguen usando como referente al sitio
Asana, en la sierra de Moquegua (Aldenderfer
1998). Fig 1. La cuenca del lago Titicaca con la ubicación de los
principales sitios del periodo Arcaico (el triángulo ne-
gro). (En base al plano de Nathan Craig 2011: 369, Fig.1.
Luego de la década del 90 del siglo pasado, el co-
El recuadro superior está basado en la foto satelital de
nocimiento sobre el periodo Arcaico aumentó la Nasa: Topography of Andes from a Digital Elevation
significativamente para el Altiplano peruano. Model).
Entre 1994 y 1995 Aldenderfer inició el primer
reconocimiento especializado para identificar En cuanto a las excavaciones, el panorama no
sitios tempranos en la cuenca del río Ilave, ubi- es tan alentador. Se han excavado de manera
cando 200 sitios y componentes Arcaicos (Craig extensiva tres sitios en la zona de Ilave: Pirco,
2005, 2012; Aldenderfer 2012). Un segundo re- Kaillachuro y Jiskairumoko (Aldenderfer 1998,
conocimiento siguió en 1997 en la cuenca del 2012; Craig 2005, 2012), además del abrigo de
río Huenque, identificando 151 sitios y compo- Qillqatani ya referido anteriormente.
nentes del Arcaico (Klink 2005).
La ocupación de estos sitios recorre los periodos
Si bien los reconocimientos de Aldenderfer y su Arcaico Tardío y Terminal, e incluso el Forma-
equipo no fueron los únicos hechos en la zona, tivo Temprano y ha proporcionado nuevos da-
fueron de los pocos que descubrieron eviden- tos sobre el proceso de sedentarización, domes-
cias de dicho periodo. Los reconocimientos rea- ticación e inicio de la complejidad y desigualdad
lizados en la región Juli - Pomata al sur del lago social en la cuenca.
(Stanish et al. 1997) y de Chucuito (Frye y de la
Vega 2005), ambos enfocados sobre la ribera De estos asentamientos, el más investigado
moderna y los márgenes inmediatos del lago, ha sido Jiskairumoko, una base residencial se-
no ubicaron sitios precerámicos. mi-sedentaria (Aldenderfer 2012; Craig 2005,

23
Luis A. Flores

2012). El sitio es un palimpsesto de al menos En las casas de Jiskairumoko se ha detectado,


cinco niveles que van desde el Arcaico Tardío durante los periodos Arcaico Tardío y Termi-
hasta el Formativo Inicial (Craig 2005: 413, nal, la convivencia de actividades domésticas y
2012: 57). Para este artículo solo nos referire- ceremoniales de los vivos con prácticas rituales
mos a las fases del Arcaico. para los muertos, durante al menos 600 años.
Se han descubierto cinco entierros de adultos,
Durante el Arcaico Tardío, el yacimiento estaba de los cuales dos de ellos han sido identificados
compuesto por la Casa Semisubterránea 1, de 20 como mujeres. Nathan Craig (2012) sostiene
m2 de área, excavada en el estéril, que parece que es posible que todos sean restos de mujeres,
haber sido parte de un trazado aldeano mayor, y que por su asociación con piedras de moler se
del cual se conoce posiblemente una segunda esté intentando de dar una valoración sobresa-
casa (Casa 2); asociado a esta fue encontrado el liente al procesamiento de plantas. Aunque se
Entierro 1. Para el siguiente periodo, Jiskairu- podría pensar que la conmemoración del pas-
moko se consolidó como una aldea compuesta toreo también está presente por la presencia de
por varias estructuras semisubterráneas pe- una efigie de camélido en el Entierro 1 y huesos
queñas, de las cuales se han reconocido solo de camélidos en los entierros 3 y 4. El registro
tres (Aldenderfer 2012; Craig 2005, 2012) (Fi- arqueológico funerario de Jiskairumoko, iden-
gura 2). Cada una de estas estructuras tuvo tificado al exterior de las casas semisubterrá-
alguna forma de almacenamiento y un fogón neas 1 y 2 (Craig 2005, 2012), presenta un rico
central formado por piedras acomodadas. De contexto para inferir las actividades que los vi-
estos fogones se han obtenido muestras para vos establecieron con los muertos (Flores 2014)
fechar. Las dataciones más antiguas provienen y evidencia una creciente diferenciación social
de la Casa 2 y van desde 2473 - 2119 a.C. hasta durante el Arcaico Terminal, debido al uso de
1784 - 1601 a.C. Ya para este momento, la dieta materiales exóticos (Aldenderfer et al. 2008;
de sus habitantes consistía también de plantas Craig 2012: 105) (Figura 3).
primigeniamente domesticadas, especialmente
el Chenopodium, tal como lo evidencia la pre-
sencia frecuente de moledores; también apare-
ce las primeras evidencias de cría de animales,
como camélidos (especialmente Lama glama) y
cuyes (Cavia porcellus) (Aldenderfer 2012; Craig
2005, 2012). Los límites de las casas se aprove-
charon para trabajos de manufactura, como el
procesamiento de fibra animal, así lo indica el
hallazgo de espadas de tejedor de hueso y una
fusayola o piruro de arcilla en las inmediacio-
nes de la Casa 2 (Craig 2012: 78).

Fig 3. Planta y perfil donde fue encontrado el


Fig 2. Casa semi-subterránea del sitio Jiskairumoko Entierro 2 ubicado cerca de la Casa Semisubterránea 2
(Ilave, Puno) (tomado de Aldenderfer 2012: Fig.3). de Jiskairumoko.

24
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico

Ilave, con sitios como Jiskairumoko. Aldender-


fer y sus colegas definieron en este sitio una se-
cuencia local que abarcaba los periodos Arcaico
Tardío hasta el Formativo Temprano; incluyén-
dose, en esta secuencia, el nivel Arcaico Termi-
nal, que marca la transición de un modo de vida
de recolector móvil a uno que fue más sedenta-
rio, con una economía basada en el pastoreo de
camélidos y el uso intensivo del Chenopodium
(Aldenderfer 2012; Craig 2005, 2012).

Lamentablemente, más allá del sitio de Jiskai-


rumoko, aún poco se conoce incluso del Arcai-
co Tardío. Otro gran problema es que aún no
existen profundas secuencias estratigráficas, ni
En este contexto fue encontrado un collar de oro y dataciones profusas para la cuenca del Titicaca,
turquesas (Basado en las figuras de Aldenderfer et al. como se tiene gracias al yacimiento de Asana
2008) para la sierra occidental (Aldenderfer 1998). Por
tanto, la cronología del Titicaca se ha propuesto
II. CRONOLOGÍA DEL PERIODO ARCAICO: principalmente en base a comparaciones y se-
UNA DISCUSIÓN cuencias de localidades serranas cercanas.

Para entender el orden cronológico de la cuen-


Como ya he señalado en otro trabajo (Alden-
ca del lago Titicaca, hay que enmarcarlo den-
derfer y Flores 2011:540-541; Flores e.p.), si
tro de un contexto espacial mayor; los Andes
bien muchas de las secuencias generadas por
Centro-Sur. Las puntas de proyectil tienen una
las primeras excavaciones estratigráficas en los
larga historia de uso como marcador cronológi-
Andes Centro-Sur fueron verificadas, tomó al-
co en esta región. Por consecuencia, los arqueó-
gún tiempo antes de que fueran adoptados los
logos forzosamente tuvieron que comparar las
nombres de las fases. Simplemente porque muy
puntas de los sitios superficiales, o de las exca-
pocos sitios del período Arcaico se habían exca-
vaciones, con las mejores secuencias conocidas
vado y aquellos se encontraban muy dispersos
para su momento.
por toda la región. Por lo tanto, los arqueólogos
Esta táctica funcionó relativamente bien para se conformaron con un esquema de periodi-
los períodos tempranos, pero las comparaciones zación del Arcaico (o Precerámico) Temprano,
resultaron ser forzadas y, por lo general, insa- Medio, y Tardío, utilizando datos radiocarbó-
tisfactorias para los tiempos más tardíos debido nicos y ubicando los sitios (o los niveles de es-
a la regionalización de los estilos de punta; es tos) en los períodos apropiados. El concepto del
decir, frente a un número creciente de estilos período llegó a ser una taquigrafía intelectual,
dentro de un alcance geográfico limitado (Al- no exclusivamente para el concepto del tiem-
denderfer y Flores 2011). Así, sobre la base de po, sino para algunos aspectos de los procesos
un gran volumen de datos estratificados, una culturales dentro del marco evolucionista en
mejor información de campo y el uso genera- general (Aldenderfer 2012).
lizado de datación radiocarbónica se desarrolló
una cronología de puntas de proyectil para las Es importante señalar, por otro lado, que en al-
tierras altas de los Andes Centro-Sur (Klink gunas áreas de los Andes Centro-Sur, específi-
y Aldenderfer 2005), que comprendía cuatro camente en las tierras altas del extremo sur del
periodos: Arcaico Temprano (9500-8000 a.p.), Perú y del norte de Chile, los nombres de las
Arcaico Medio (8000-6000 a.p.), Arcaico Tar- fases y sus límites definidos son generalmente
dío (6000-4500 a.p.) y Arcaico Terminal (4500- compatibles. En esta instancia, las fases están
3600 a.p.). basadas en excavaciones intensivas y extensi-
vas. El sitio mejor dado a conocer fue Asana,
Un aporte importante para tener una secuen- además de estar apoyado en excavaciones res-
cia local en la cuenca del Titicaca se debe a una tringidas en otros siete sitios al aire libre y abri-
serie de proyectos extensos en la cuenca del río gos rocosos en las cuencas del Osmore y el río

25
Luis A. Flores

Chila en Perú (Aldenderfer 1998:69-75, 1999, 3. EL PROBLEMA CRONOLÓGICO. Si bien


2002), y en varios abrigos rocosos en el norte la propuesta crono-tipológica de Klink y
de Chile (Santoro 1989; Santoro y Núñez 1987). Aldenderfer (2005) es un camino impor-
No obstante, se ha avanzado poco en nombres tante para ordenar cronológicamente el
de fases, y aún no se llega a entender si exis- material lítico, incluso complementándose
tieron tradiciones culturales amplias, aunque con otras tipologías regionales (Santoro y
la tipología lítica invita a pensar en tradiciones Núñez 1987; Santoro 1989), aún falta con-
regionales (Klink y Aldenderfer 2005). tar con una cronología asociada a largas y
claras secuencias estratigráficas locales, en
III. PROBLEMAS, POSIBILIDADES Y COMEN- ambos lados del lago Titicaca, que permi-
TARIOS SOBRE EL PERIODO ARCAICO EN tan tener intervalos de tiempo específicos.
LA CUENCA DEL LAGO TITICACA La cronología es un tema aún pendiente.

Aunque los arqueólogos que trabajan en la 4. LA DOMESTICACIÓN DE ESPECIES EN


región han dado grandes pasos en el conoci- LA PUNA. Con respecto al proceso de do-
miento del periodo Arcaico de la cuenca del mesticación de plantas, nuestro conoci-
lago Titicaca, aún se está lejos de alcanzar mu- miento de ciertas especies es prácticamen-
chos puntos sobre este proceso cultural inicial. te nulo. Sin embargo, se han reportado
Obviamente, esta situación cambiará a medida especies como la quinua (Chenopodium qui-
en que el trabajo realizado en la región aumen- noa) y la papa (Solanum tuberosum) como
te y nos atrevamos a realizar interpretaciones las primeras evidencias de domesticación
más sociales, pero esto tomará tiempo. para la región y en general para los Andes
(Bruno 2005; Murray 2005; Spooner et al.
Llego al final de este capítulo, luego de haber
realizado un estado de la cuestión sobre el pe-
2005). El proceso de domesticación del ca-
riodo Arcaico en la cuenca del Titicaca. Enton-
mélido en la cuenca del Titicaca presenta
ces ahora queda, a manera de resumen, definir
evidencias aún exiguas e indirectas. En el
algunos temas de estudio que debieran ser de-
yacimiento de Jiskairumoko se ha señala-
sarrollados con mayor profundidad:
do que hay evidencia de domesticación de
1. EL POBLAMIENTO DEL TITICACA. Para camélidos desde el Arcaico Terminal (Craig
el caso de la cuenca del Titicaca se ha plan- 2005, 2011). Mientras, alejado del lago, en
teado que debió ocuparse recién durante Qillqatani, se ha reportado acorralamiento
el Holoceno Temprano, y que la población de animales por los 3660 a.p. (Aldenderfer
provino del lado occidental, aunque la po- 2011). Desafortunadamente aún no se ha
sibilidad de la ruta amazónica no debe ser publicado la monografía de este importan-
desechada (Aldenderfer y Flores 2011). No te sitio.
obstante, ningún asentamiento tan tem-
prano ha sido investigado en el Titicaca, 5. LOS PRIMEROS PASOS HACIA LA COM-
pero sí muchas puntas de proyectil han PLEJIDAD SOCIAL. La cuenca del Titicaca
sido encontradas en superficie, las que también fue el escenario donde emergie-
fuera de la región han sido datadas gene- ron las primeras sociedades desiguales de
ralmente de 10,000 años de antigüedad y los Andes Centro-Sur (Aldenderfer y Flo-
asignadas al Arcaico Temprano (Aldender- res 2011). A pesar de contar con datos muy
fer 1998: 131; 1999: 382; Klink y Aldender- sugerentes (Aldenderfer 2012; Craig 2012),
fer 2005; Lavallée et al. 2011: 342). el tema aún sigue pendiente de mayor
análisis para entender lo que Aldenderfer
2. EL PROBLEMA DE LOS DATOS. Por nues- (2004) ha llamado “el preludio del poder”.
tra experiencia en el valle del Ramis (Al- Los datos de las prospecciones en los valles
denderfer y Flores 2008) se puede señalar del Ramis e Ilave, sumado a excavaciones
que para encontrar sitios atribuibles al Ar- en los sitios del Arcaico Medio Quilqatani
caico se requieren proyectos que conside- y Soro Mik'aya Patjxa, así como en Jiskai-
ren barridos completos de regiones exten- rumoko del Arcaico Tardío-Terminal, per-
sas, porque los asentamientos se presentan miten notar un patrón interesante y una
como dispersiones líticas en superficie. ocupación recurrente en ciertos asenta-

26
Cazadores-recolectores y la domesticación del paisaje altiplánico

mientos, es decir, un apego a ciertos luga- logical Papers of the American Anthropological
res en el paisaje (Haas et al. 2015), al menos Association 14, 13–35.
desde el Arcaico Medio, aunque se esta- Aldenderfer, M. (2012) Balances y perspectivas
blece más claramente al final del Arcaico del período Arcaico (8,000 – 1500 a.C.) en la Re-
y llega a desarrollar incluso edificios con gión de Puno. En: L. Flores, H. Tantaleán (Eds.),
arquitectura pública en el periodo Forma- Arqueología de la Cuenca del Titicaca, Perú,
tivo. Esta propensión hacia el crecimiento (pp.27-39). Lima: Instituto Francés de Estudios
y disminución de sitios, que podrían estar Andinos y Cotsen Institute of Archaeology of
indicándonos una tendencia hacia la con- UCLA.
centración de sitios como reflejo del incre-
mento poblacional, el desarrollo de la vida Aldenderfer, M.; Craig, N., Spekman, R., & Po-
sedentaria y la complejidad social (Alden- polka.Filcoff, R. (2008) 4000-year Old Gold Ar-
derfer 2002; Aldenderfer y Flores 2008). tifacts from the Lake Titicaca Basin, Peru. Pro-
Toda esta información ha permitido pro- ceedings of the National Academy of Sciences
poner que la aparición de esta complejidad of the United States of America 105(13), 5002-
temprana está asociada a la construcción 5005.
de un paisaje monumental neolítico refle-
jo de la domesticación de un pensamiento Aldenderfer, M., & Flores, L. (2008) Prospec-
(Flores 2014). Entonces, el inicio de la vida ción Arqueológica, con excavaciones restrin-
aldeana, la domesticación de especies y gidas, en la Cuenca del Ramis (parte baja del
el inicio de intercambios regionales en el río Pucara y el río Ramis), Puno-Perú. Informe
Titicaca no solo debe entenderse como un Final del Proyecto de Investigación. Lima: Ins-
cambio en el modo económico de la socie- tituto Nacional de Cultura.
dad; sino sobre todo es el establecimiento
de un distinto modo de habitar su espacio, Aldenderfer, M., & Flores (2011) Reflexiones
pensar su mundo y también intentar expli- para avanzar en los estudios del periodo Arcai-
carlo (Flores 2014). co en los Andes Centro-Sur. Chungará, Revista
de Antropología Chilena, 43 (Número Especial
AGRADECIMIENTOS 1), 531-550. Arica-Chile.

Siempre estaré agradecido con Mark Aldender- Bruno, M. (2005) ¿Domesticado o Silvestre?
fer y Nathan Craig por permitirme ingresar a Resultados de la investigación de semillas de
la arqueología del periodo Arcaico de la cuenca Chenopodium, Chiripa, Bolivia (1500-100 A.C.).
del lago Titicaca. Además, reconozco a Mark Textos Antropológicos 2,39-50. La Paz.
por permitirme usar las figuras 2 y 3 de este ar-
tículo. Gracias a Erik Maquera por invitarme a Cipolla, L. (2005) Preceramic Period Settlement
participar en este libro. Patterns in the Huancané-Putina River Valley,
Northern Titicaca Basin, Peru. En: C. Stanish,
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29
W. J. Yépez Alvarez — Dr. J. Jennings

QUILCAPAMPA LA ANTIGUA ¿UN SITIO ADMINISTRATIVO WARI


EN EL VALLE DE SIGUAS, AREQUIPA?
ANCIENT QUILCAPAMPA, A WARI ADMINISTRATIVE SITE UPON THE SIGUAS VALLEY
IN AREQUIPA?

Willy Jesús Yépez Alvarez


Dr. Justin Jennings

RESUMEN
Presentamos los antecedentes y fundamentos de discusión, además del proceso de investigación
del sitio arqueológico de Quilcapampa La Antigua, vinculado al tema controversial de la presunta
presencia de un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, concepto desarrollado en los Andes
del modelo teórico para definir la intervención del Estado Wari.

ABSTRACT
In this article we present the corresponding background and the process of research in the archaeological
site of Ancient Quilcapampa, related to the controversial topic of a presumed presence of an administra-
tive Wari site upon Siguas Valley, a concept developed in the Andes of the theoretical model to define the
intervention of a Wari State.

El Horizonte Medio en Arequipa resalta por El modelo tiene sustento en la difusión de ar-
la expansión de la cultura material Wari, y quitectura en piedra, describiendo espacios
usualmente es calificada como la frontera sur arquitectónicos de forma celular ortogonal y
del Imperio Wari. Definir su influencia en la habitaciones vinculadas a plazas o patios con
región implica considerar el incremento de su amplios pasajes, perfectamente alineados a la
población y la consolidación de una definida retícula que se superpone sobre el plano.
estructura social local, complementando al cre-
cimiento con intensos complejos para la agri- Si este fuera el caso, uno esperaría evidencias
cultura, además de aplicar intensas actividades de sitios administrativos en Arequipa, junto
rituales con evidente violencia. Estos cambios, con amplios cambios relacionados a la utili-
junto con la presencia de posibles sitios intru- zación intensiva de recursos, diseñados para
sivos Wari, han sido usados repetidamente a trasladar bienes locales a la zona central de
través de los años para construir un caso apa- los Wari o a sus colonias. Sin embargo, traba-
rentemente sólido para la conquista Wari de jos recientes no han demostrado claramente la
la región (Lumbreras 1974; Chávez Chávez y existencia de un único sitio intrusivo Wari en
Salas Hinojoza 1990; Linares Málaga 1990; Nei- esa región. Además, existe muy poca evidencia
ra Avendaño 1990, 1998; de la Vera Cruz 1996; de lazos económicos entre Arequipa y el núcleo
Cardona Rosas 2002; Tung 2007a, 2007b; Tung Wari, y la evidencia de la intensificación de
y Owen 2006; Valdez 2009b; Goldstein 2010). recursos parece apuntar hacia el desarrollo de
El modelo implícito para Wari describea un una amplia economía regional, más que de una
Estado Expansionista hasta llegar incluso a basada en la exportación.
conceptuarlo como Imperio, articulado por un
sistema ordenado de centros administrativos Arequipa carece de un centro administrativo
provinciales donde extraían, almacenaban y Wari, expresión que puede sonar sorprenden-
redistribuían los bienes que permitían organi- te, ya que la zona está salpicada de posibles
zar la política económica local; incluso, se preo- sitios administrativos (Chávez Chávez y Salas
cupaban por redistribuir en parte los bienes ex- Hinojosa, 1990; Linares Málaga 1990; Valdivia
cedentes utilizándolos en fiestas a gran escala Manrique y Cornejo Zegarra, 1990). Sin embar-
para corresponder la mano de obra proporcio- go, en la mayoría de estos sitios tan solo se han
nada por autoridades locales, además de enviar identificado al reconocer fragmentos de cerá-
recursos hacia la ciudad Huari. mica con afinidad formal a Wari. Por lo que, si

30
Quilcapampa la Antigua ¿un sitio administrativo Wari en el valle de Siguas, Arequipa?

se incluyen solo los sitios con este estilo de ar- sivo (Goldstein, 2010: 338-348; Sciscento 1989:
quitectura posible, solo unos pocos serían can- 266), comprobando los registros con el trabajo
didatos a ser un centro administrativo. del sitio de Collota en el valle de Cotahuasi, el
cual determina que este haya sido ocupado du-
Por el momento, ninguno de los sitios publica- rante el Horizonte Tardío (Edwards 2014).
dos con posible arquitectura Wari tiene una
fuerte evidencia para respaldar la constatación De conformidad al panorama evaluado y en re-
de que correspondían realmente a sus sitios. sumen, el candidato obvio como centro admi-
nistrativo Wari de Ayacucho, presuntamente,
El más conocido y posible sitio Wari es Sonay, es el sitio de Quilcapampa la Antigua en el valle
en la cuenca del río Majes-Camaná (Malpass de Siguas. Excavado por Eloy Linares Málaga
2002), incluyendo a Pillistay, Soto y Pampa- (Linares Málaga 1990: 335-337), sugiere que en
ta sugeridos como centros Wari en la misma el sitio fueron registrados espacios arquitectó-
cuenca. No existe claridad y seguridad repre- nicos con presencia de colonos de Ayacucho
sentativa contextual al efectuar trabajos don- y que fue "producto de una invasión" desde
de fueron recuperados tres fragmentos de Wari (1990: 335). En sus apuntes publicados
cerámica con evidente influencia Wari, como ilustra la esquina de un edificio en el sitio, que
las muestras de carbón que conformaron este es reminiscencia de la arquitectura Wari tipo
registro (Jennings e.p.); asimismo, Bruce Owen patio-galería (1990:342) y el sitio cuenta con
realizó excavaciones en los otros tres posibles cerámicas Wari relacionadas al Horizonte Me-
sitios administrativos Wari, demostrando con dio (1990:346, 350, 352). Sin embargo, Linares
fechados absolutos que corresponden desde el Málaga sugiere también que la cerámica es una
siglo XIV hasta el XVI de nuestra era (Owen, mezcla de influencia local y foránea (1990:335),
c.p. 2009), por lo que, con los antecedentes y la y el conjunto de artefactos, en general, es muy
falta de profundidad de estudios, nos permite similar a la encontrada en los sitios en la mayor
ser escépticos al afirmar que el sitio de Sonay es parte de la costa de Arequipa durante el Hori-
un centro Administrativo Wari. zonte Medio (Owen 2007, 2010).

Por su parte, Charasuta, en el Valle del Col- Los trabajos iniciados en el sitio (Yépez y Jen-
ca, ha sido sugerido como un centro de Wari, nings 2013, 2015) han permitido efectuar una
afirmación deducible por similitudes arquitec- primera etapa de reconstrucción de la carto-
tónicas con Sonay (Doutriaux 2004: 221), pero grafía y de registro de espacios arquitectónicos
el sitio no ha sido excavado y su superficie no que presuntamente describen áreas con defini-
presenta muestras de cerámica afines (Dou- do diseño del patrón arquitectónico Wari, ade-
triaux 2004:213). En este orden de ideas Pablo más de la recolección de muestras de superficie,
de la Vera Cruz sostiene que Achachiwa en el vinculadas a estilos cerámicos Chakipampa B y
Valle del Colca es un sitio Wari administrativo Wari Negro, y del representativo estilo Viña-
(1987: 97-98) por la presencia de paredes tipo que con matices locales (La Real) y La Ramada,
murallas, resaltando su dimensión y orden de en el entorno del área que presentan espacios
uso del espacio, pero efectuada una evalua- con arquitectura vinculados a pasajes.
ción contextual de las características de la ar-
quitectura representativa. Corresponde a una Es por ello que el aplicar estudios de investiga-
peculiar forma singular denominada Murallas ción en el sitio permite aportar razonamientos
Agro-mortuorias (Wernke 2003) y la cerámica con fundamentos materiales para conocer las
permite conocer un estilo peculiar local en el experiencias sociales de los grupos humanos
sitio incluyendo muestras de influencia Wari; que ocuparon Quilcapampa la Antigua, en el
otros arqueólogos que han realizado trabajos valle de Siguas. Incluso, nos permite estimular
de investigación en la cuenca visitaron el sitio un debate entre el modelo de un Imperio Wari
y han expresado dudas sobre la filiación Wari y Cultura Global Wari (Jennings 2010, 2011),
(Brooks 1998:87; Doutriaux 2004: 221; Wernke que brinde una explicación a la sostenibilidad
2003: 168). Robin Coleman Goldstein efectuó social al transcurrir el tiempo que encauzó el
excavaciones en el sitio de Número 8, en el valle cambio determinante en la definición de Hori-
de Chuquibamba, y confirmó sus sospechas ini- zonte Medio en este espacio social en los Andes
ciales de que el sitio no era un sitio Wari intru- del Perú.

31
W. J. Yépez Alvarez — Dr. J. Jennings

De este modo, hemos presentado los antece-


dentes, fundamentos de discusión y el proceso
de investigación del sitio arqueológico de Quil-
capampa la Antigua, vinculado a la presunta y
controversial presencia de un sitio administra-
tivo Wari en el valle de Siguas.

Fig. 4. Cerámica Wari proveniente de la Unidad de


Excavación N° 04 EA 29

Fig. 1. La cuenca del río Quilca y ubicación del sitio


arqueológico Quilcapampa La Antigua, valle de Siguas,
Región Arequipa.

Fig. 5. Cerámica Wari proveniente de la Unidad de


Excavación N° 04 EA 29

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33
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González

LA TEMPORADA 2014 DEL PROYECTO ARQUEOLÓGICO


NASCA-WARI (PANW): EXCAVACIONES EN ZORROPATA, NASCA,
PERÚ
THE 2014 SEASON OF THE PROYECTO ARQUEOLÓGICO NASCA-WARI (PANW): EXCAVA-
TIONS AT ZORROPATA, NASCA, PERU.

Sarah L. Dost Kerchusky


Luis Manuel González La Rosa

RESUMEN
El trabajo de campo arqueológico realizado en Zorropata, localizado en el valle de Las Trancas en
la región sur de Nasca, en 2014, estuvo dirigido a investigar la relación entre los pueblos Nasca y
Wari. Particularmente, el trabajo de investigación estuvo dirigido a dilucidar el impacto potencial
de la invasión Wari en diversas prácticas económicas, sociales, políticas y cotidianas del pueblo
Nasca. Este artículo presenta los resultados de los análisis del Acelerador de Espectrometría de
Masas (AMS) de muestras de carbono, y algunas interpretaciones preliminares a raíz de las exca-
vaciones en Zorropata.

ABSTRACT
Archaeological fieldwork conducted at Zorropata, located in the Las Trancas Valley in the SNR, in 2014
aimed to investigate the relationship between Nasca and Wari peoples. In particular, research aimed to
elucidate the potential impact of Wari encroachment on various Nasca economic, social, political, and
quotidian practices. This paper presents the results of AMS assays from carbon samples, and some pre-
liminary interpretations stemming from excavations at Zorropata.

La Cultura Nasca se desarrolló en los áridos El trabajo arqueológico de campo realizado en


valles de Nasca e Ica durante el período Inter- Zorropata, localizado en el valle de Las Trancas
medio Temprano (1-750 a.C.) (Tabla 1). A co- en la región sur de Nasca, en 2014, estuvo diri-
mienzos del Horizonte Medio, el Imperio Wari gido a investigar la relación entre los pueblos
se expandió desde su tierra natal en las sierras Nasca y Wari. Particularmente, el trabajo de
altas de Ayacucho, a unos 360 km de Nasca, investigación estuvo dirigido a dilucidar el im-
y estableció tres colonias: Pacheco, Pataraya e pacto potencial de la invasión Wari en diversas
Inkawasi en la región sur de Nasca (SNR) (Va- prácticas económicas, sociales, políticas y coti-
lles de Nasca, Taruga y Las Trancas) (Edwards dianas del pueblo Nasca. Este artículo presenta
2010; Schreiber 1999, 2005) (Figura 1). los resultados de los análisis del Acelerador de
Espectrometría de Masas (AMS) de muestras de
Durante el Horizonte Medio existió una dra- carbono, y algunas interpretaciones prelimina-
mática despoblación del área norte de la cuenca res a raíz de las excavaciones en Zorropata.
hidrográfica de Nasca (los valles de Santa Cruz,
Grande, Palpa e Ingenio) (Browne 1992; Reindel
e Isla 1998; Silverman 2002). Mientras tanto,
en la parte sur de la cuenca, el número de si-
tios habitacionales disminuyó en los valles de
Nasca y Taruga, pero incrementó en el valle de
Las Trancas (Conlee 2010; Schreiber 199, 2005).
Los sitios en tres de estos valles del sur fueron
establecidos en locaciones con mayores posibi-
lidades de defensa (Schreiber 1999). Los datos
de un reconocimiento arqueológico respaldan
la idea de que las comunidades de Las Trancas
fueron tornándose más integradas y sociopolí-
ticamente más complejas durante este período
que otras comunidades en la región sur de Nas- Fig 1. Mapa de la Región Sur de Nasca (SNR)
ca durante el período Intermedio Temprano que marca Zorropata, y otros sitios arqueológicos
(Schreiber 2005). mencionados en el presente documento.

34
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari

Tabla 1
Los periodos cronológicos de Perú y Nazca.

Horizontes y Periodos Intermedios Cronología Nazca Fechas


Periodo Intermedio Tardío (LIP) Tiza A.D. 1000 — 1476
Horizonte Medio (MH) Loro, Wari A.D. 750 — 1000
Periodo Intermedio Temprano (EIP) Late Nasca A.D. 550 — 750
Middle Nasca A.D. 450 — 550
Early Nasca A.D. 1 — 450
Horizonte Temprano Proto-Nasca 100 B.C. — A.D. 1
Paracas 800 — 100 B.C.

I. EL SITIO DE ZORROPATA dimensión de menos de 10 m de largo y 5 m de


ancho, mientras que la más grande tenía unos
Zorropata es uno de los sitios habitacionales 65 m de largo y 10 m de ancho. Las terrazas más
intactos de mayor extensión en el valle de Las grandes pueden haber albergado varias casas.
Trancas, el cual data del período Horizonte Me-
dio con un área aproximada de 30 mil metros
cuadrados y es un probable asentamiento de
segundo nivel en la jerarquía local del sitio (Fi-
gura 2). Durante las labores de reconocimiento
preliminar en Zorropata en 2014 y durante la
fase de mapeo del Proyecto en 2014, pudimos
identificar 6 sectores. Los sectores fueron de-
signados basados en su aparente función y fue-
ron divididos por sus fronteras naturales, tales
como sus quebradas. El Sector 1 es el más gran-
de y consiste en un área habitacional grande,
la cual contiene 81 terrazas y un complejo de
adobe que parece haber tenido fines funerarios
o ceremoniales. Este sector fue el foco principal
de la temporada 2014. El Sector 2 contiene una
estructura de adobe y una de piedra, pero no te-
rrazas con fines habitacionales. El Sector 3 con-
tiene una gran muralla de piedra, estructuras Fig 2. Mapa de Zorropata con los muros perimetrales
de piedra adicionales y 7 posibles terrazas con en rojo.
fines ceremoniales. El Sector 4 es un cemente-
rio asociado. El Sector 5 consiste de 29 terrazas Los trabajos comenzaron en julio de 2014 con
habitacionales localizadas al oeste del Sector 1, un mapeo extenso, seguido de una recolección
arriba por la quebrada. El Sector 6 consiste de 9 de superficie una vez que el permiso fue obteni-
terrazas habitacionales. do de parte del Ministerio de Cultura. Durante
la recolección de superficie, fueron recuperados
El sitio fue confirmado como uno habitacional 5768 fragmentos cerámicos diagnósticos. La
por la abundancia de antiguos restos domésti- gran mayoría de los fragmentos que pudieron
cos, los cuales incluían pero no se limitaban a: ser identificados estilísticamente fueron Nasca
cerámicas finas y con fines utilitarios, numero- tardío y Loro, sugiriendo que el sitio fue ocu-
sos morteros, pilones, manos, superficies para pado principalmente durante fines del período
moler, herramientas de piedra lasqueada y una Intermedio Temprano y durante el Horizonte
escasez de restos humanos fuera del Sector 4 Medio (Figuras 3).
y del complejo de adobe en el Sector 1. Fueron
identificadas un total de 126 terrazas habita- Las excavaciones se dirigieron a uno de los re-
cionales. Terrazas más pequeñas tenían una cintos más grandes en el complejo de adobe y a

35
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González

7 terrazas habitacionales en el Sector 1. Asimis- Los codirectores de este Proyecto (Luis Manuel
mo, también excavamos dos áreas en el sector González La Rosa, codirector de PANW; y Sa-
3 que originalmente se pensó que consistían en rah Dost Kerchusky, candidata a doctora por la
terrazas, pero que resultaron estériles bajo la Universidad de California, Santa Bárbara) han
superficie. En cinco de las terrazas del Sector 1 trabajado juntos durante el año pasado para ex-
la cerámica diagnóstica fue fundamentalmen- portar una pequeña colección de muestras de
te Loro. En una terraza solo fueron recupera- Zorropata para su análisis arqueométrico en los
dos materiales de origen Nasca tardío. Fueron Estados Unidos. Estas muestras incluyeron: 9
identificados también suelos preparados de ba- muestras de carbono para su análisis en el Ace-
rro compacto en las cinco terrazas con cerámi- lerador de Espectrometría de Masas (AMS) en
ca Loro (Figura 4). la Universidad de Arizona, 6 de los cuales han
producido datos que serán discutidos más ade-
lante en este texto; 53 cerámicas Loro para su
Análisis Instrumental por Activación de Neu-
trones (INAA) en la Central de Investigación de
Reactores de la Universidad de Missouri; 14 las-
cas de obsidiana para su análisis de fluorescen-
cia en Rayos X, el cual será realizado por Jessica
Kaplan, en la Universidad de California, Santa
Bárbara; 16 muestras óseas humanas de 7 cabe-
zas trofeo que pasarán por análisis de isótopos
con el fin de obtener la dieta y la movilidad de
estos individuos; y finalmente, 2 muestras de
cabello humano con cuero cabelludo de cabezas
trofeo que fueron testeadas para ser analizados
sus niveles de cortisol. Los análisis de isótopos
y cortisol están siendo dirigidos e interpretados
por Corina Kelner en la Northern Arizona Uni-
versity. Aún estamos esperando los resultados
para gran parte de los análisis ya mencionados.
Sin embargo, el centro de la atención estará
puesta en los resultados actuales de los análisis
de AMS.
Fig 3. Frecuencia de Cerámica Zorropata por estilo
(abajo) con ejemplos de Nazca Tardío (izquierda) y
tiestos Loro (derecha) de la Unidad RA1.
Las muestras de AMS provenían de contextos
seguros excavados en el Sector 1, incluyendo
las unidades 1, 2, 6, 9, 23 y el complejo de ado-
be RA1. Identificamos segmentos de un gran
muro o un sistema de muros a lo largo de los
márgenes oeste y sur del sitio (Figura 5). Uno de
estos segmentos de muro colinda con la Unidad
1. Estos segmentos de muro fueron construidos
utilizando dos bases de piedra sin labrar con re-
lleno de grava, de un grosor promedio de 1 a 2
m, y puede haber sido utilizado para defensa.
Aunque no sea continuo, estos tramos de pared
claramente se extienden alrededor del períme-
tro de la principal área habitacional del sitio.
Esto, junto con las 229 piedras de honda recu-
peradas de la recolección superficial y excava-
ción, son un fuerte indicador de que la vida en
Fig 4. Piso de barro compacto de donde se tomó la Zorropata habría estado fuertemente vincula-
muestra de carbono. da a la defensa.

36
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari

riódicamente renovada, resultando en la acu-


mulación de restos domésticos con el pasar del
tiempo hasta que el uso de esta terraza como
superficie habitacional terminó en el período
Nasca Tardío.

Unidad/Terraza 6

La Unidad 6 estaba localizada en una terraza


habitacional al oeste del complejo de adobe. Las
cerámicas de este contexto se caracterizaron
por ser en un 50% estilo Nasca Tardío y 50% es-
tilo Loro, con posibles cerámicas transicionales
(Tabla 3). El carbono para el AMS fue tomado
debajo de un bien preservado piso de barro, que
data del periodo Nasca Tardío (Tabla 2). Esto, en
conjunto con la data del artefacto, sugiere que
Fig 5. Muro de piedra construido a partir de dos esta terraza habitacional fue utilizada durante
paramentos con relleno de grava. el período Nasca Tardío y su uso probablemen-
te continuó durante el Horizonte Medio. Los
Unidad/Terraza 1 suelos preparados en Zorropata fueron usual-
mente hechos sobre una superficie de desechos
Una muestra de carbono fue obtenida de una domésticos, conchas, artefactos y material or-
sección de suelo de barro preparado que colin- gánico. Si el fechado de esta unidad puede ser-
da con el muro de piedra de la Unidad 1 (Tabla vir como algún tipo de indicador, estos restos
2). Esta muestra data del período Nasca Medio y pueden ser parte de una vieja superficie habi-
parece anteceder a la ocupación del sitio duran- tacional que fue restaurada y reusada durante
te el Horizonte Medio. Una muestra de carbono el período Nasca Tardío y el Horizonte Medio.
fue recolectada también del relleno de muro,
pero aún no ha sido aclarado su fechado. Las Unidad/Terraza 9
cerámicas asociadas a esta unidad fueron prin-
cipalmente de origen Loro con algo de Nasca
La Unidad 9 estuvo localizada al suroeste del
Tardío y posiblemente una forma transicional
complejo de adobe. Las cerámicas fueron prin-
con características de estilo tanto de Nasca Tar-
cipalmente Loro, lo cual sugiere para esta te-
dío como de Loro (Tabla 3). Esta forma transi-
rraza un fechado del Horizonte Medio (Tabla
cional puede ser similar a aquellas identificadas
3). La muestra de carbono para AMS de suelo
por Christina Conlee en Pajonal Alto en el valle
de barro preparado en esta unidad proviene del
de Taruga en la región sur de Nasca (Connlee
período Nasca Tardío (Tabla 2). Al menos un
2000) y por Verity Whalen en Cocahuischo en
fragmento cerámico diagnóstico de la misma
el valle de Tierras Blancas (Whalen 2014).
superficie habitacional era Loro.
Unidad/Terraza 2
Unidad/Terraza 23
La Unidad 2 estaba localizada en una terraza
habitacional, directamente al sur del complejo La Unidad 23 estuvo localizada en una terra-
de adobe RA1. Los artefactos, incluyendo las za habitacional hacia el extremo noroeste en
cerámicas policromas y las herramientas for- el sector 1, al oeste del complejo de adobe. La
males de obsidiana recuperadas en este con- muestra de carbono de suelo deteriorado de ba-
texto, eran estilísticamente consistentes con el rro indica un fechado de comienzos del Hori-
período Nasca Tardío (Tabla 3). Una muestra de zonte Medio (Tabla 2). Más de dos tercios de las
carbono, asimismo, fue tomada de ceniza direc- cerámicas fueron de estilo Loro y un tercio de
tamente debajo de un piso deteriorado de ba- estilo Nasca Tardío (Tabla 3). Esta terraza puede
rro, que también data del período Nasca Tardío haber sido construida durante la última etapa
(Tabla 2). Este nivel consistió probablemente en del período Nasca Tardío y continuó en uso du-
una antigua superficie de vivienda que fue pe- rante el Horizonte Medio.

37
S. L. Dost Kerchusky — L. M. González

Unidad RA1 sin embargo, dos posibles fragmentos del Nasca


Temprano fueron también recuperados (Tabla
Se observó que el complejo de adobe en Zorro- 3). La muestra de carbono procedente del te-
pata era potencialmente similar a uno identifi- cho de la tumba data de fines del período Nasca
cado por Tello en Huaca del Loro (Tello 2002). Medio o de comienzos del período Nasca Tardío
En Huaca del Loro este complejo resultó ser un (Tabla 3). Esta fecha sugiere una larga historia
conjunto de tumbas de alto rango estilo barba- para este complejo, que comenzó en el período
coa (Carmichael 1988). Un recinto de este com- Intermedio Temprano, llegando a su punto más
plejo en Zorropata, Unidad RA1, fue excavado álgido al final de ese período, terminando en al-
durante la temporada 2014 y los resultados gún momento del Horizonte Medio.
preliminares parecen respaldar la idea de que
el complejo en Zorropata consistió también
en tumbas de estilo barbacoa. El RA1 fue se-
veramente dañado debido a la actividad del
huaqueo, la cual ya es evidente a través de las
fotografías tomadas en los años 40, lo que su-
giere que estos actos ocurrieron o comenzaron
décadas atrás. El RA1 consiste en una cámara
con muros de adobe, al menos uno de ellos es-
tuvo cubierto de estuque de barro sin rastros de
pintura. Esta cámara fue tapada con troncos de
huarango con orientación norte-sur, que fue-
ron yuxtapuestos uno con otro y cubiertos con
un sello de arcilla o adobe y luego con una capa
de gravilla, todo lo cual es similar a lo que Tello
describe para Huaca del Loro. Sobre la cámara
y visible a ras de suelo, la estructura estaba ro-
deada por una antecámara cuadrada construi-
da con bloques de adobes. Los huaqueros entra-
ron a este contexto desde múltiples direcciones,
provocando un daño significativo a los muros
y al techo de la estructura. Afortunadamente,
una sección del techo de aproximadamente 1 m Fig 7. Tumba estilo Barbacoa en el perfil,
por 1 m fue preservada in situ tal como se pue- Unidad RA1.
de observar en el perfil (Figura 7).
Los fragmentos de cerámica de RA1 fueron DISCUSIÓN
principalmente de estilos Nasca Tardío y Loro,
El AMS sitúa cronológicamente al sitio de Zo-
rropata a fines del Período Intermedio Tempra-
no y en el Horizonte Medio. En la cronología
local este sitio fue ocupado durante los perío-
dos Nasca Medio, Nasca Tardío y Loro (Tabla 2).
Cerámica Nasca Tardía y Loro posteriormente
aclaran estos resultados y sugieren que este
sitio fue ocupado durante el auge de la civili-
zación Nasca en el período Intermedio Tem-
prano y continuó en uso durante el período de
la invasión Wari durante el Horizonte Medio
(Tabla 3). Tanto la información proveída de las
cerámicas como la presencia de una posible for-
ma transicional Nasca Tardía y Loro sugieren
que los habitantes de Zorropata tenían acceso a
estas cerámicas policromas durante un período
Fig 6. Balas de piedra recuperadas de varias de transición estilística e innovación que culmi-
unidades en Zorropata. nó en el estilo Loro.

38
La temporada 2014 del Proyecto Arqueológico Nasca-Wari

Tabla 2
Resultados de la datación de carbón.

Unidad AMS Fechas Calibradas Periodos


Unidad 1 AD 420 — 536 Nasca Medio
Unidad 2 AD 592 — 651 Nasca Tardío
Unidad 6 AD 589 — 650 Nasca Tardío
Unidad 9 AD 596 — 657 Nasca Tardío
Unidad 23 AD 646 — 765 Nasca Tardío / Horizonte Medio
Unidad RA 1 AD 416 — 532 Nasca Medio

Tabla 3
Estilo de cerámica por unidad en porcentajes (Sector 1)
Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad Unidad
RA 1
1 2 6 9 11 23 33

Antes Nazca Tardío 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 4.17%
Nazca Tardío 16.67% 81.82% 46.67% 0.00% 30.77% 33.33% 37.50% 52.08%
Nazca/Loro Transicional 16.67% 18.18% 6.67% 21.43 7.69% 0.00% 12.50% 10.42%
Loro 66.67% 0.00% 46.67% 78.57% 61.54% 66.67% 50.00% 33.33%

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39
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez

OFRENDAS DE CERÁMICA HUARI EN LA PROVINCIA DE


CHUMBIVILCAS, CUSCO
OFFERINGS OF HUARI POTTERY IN THE PROVINCE OF CHUMBIVILCAS, CUSCO

Denis Alberto Angulo Mendoza


Rina Clares Martínez
Moisés David Linares Grados

RESUMEN
Una de las tradiciones culturales más comunes en las sociedades prehispánicas fue la práctica de
depositar u ofrendar diferentes tipos de elementos, ya sea objetos suntuosos, restos parciales o to-
tales de animales, alimentos, e incluso seres humanos. Los repositorios contextuales de estas ofren-
das son muy variados, sin embargo, guardan en común la noción material de una acción simbólica
que tiene un contenido especial y espiritual. El presente trabajo se orienta a estudiar la naturaleza
de dos ofrendas de expresión material poco suntuosa, recuperadas en el sitio arqueológico Misayoc
V, ubicado en la provincia de Chumbivilcas, Cusco, y que estarían asociadas cronológicamente al
periodo Horizonte Medio dado sus características y rasgos estilísticos. Adicionalmente ensayare-
mos algunas explicaciones de la presencia de este tipo de materiales en la región y su posible origen
a partir del análisis estilístico y la reconstrucción de rutas de desplazamiento.

ABSTRACT
One of the most common cultural traditions among prehispanic societies was the practice of offering all
sorts of elements, such as sumptuous objects, partial or total remains of animals, food and even human
beings. The contextual repositories of these offerings vary, however, they have in common the material
notion of a symbolic action which has a special and spiritual content in it. The following work is aimed to
study the nature of two offerings of non-sumptuous material expression, recovered at the archaeological
site of Misayoc V, located in the Province of Chumbivilcas, Cusco, which might be chronologically asso-
ciated to the Middle Horizon Period given its characteristics and stylistic features. Also, we will deal with
some explnations for the presence of this kind of materials throughout the region and its possible origin
through a stylistic analysis and the reconstruction of displacement routes.

I. INTRODUCCIÓN te la presencia de extensos corrales asociados a


pequeños recintos adosados a sus intra o extra
Entre los años 2011 y 2012 se ejecutó el Pro-
muros.
yecto de Rescate Arqueológico Constancia,
desarrollado en el ámbito de influencia de la Dentro de este conjunto de asentamientos se
Minera Hudbay Minerals, ubicada en el distri- intervino específicamente el sitio Misayoc V.
to de Santo Tomás, provincia de Chumbivilcas, Este sitio abarca un área relativamente poco
región Cusco. Como parte de estos trabajos se extensa en relación con los otros que forman
intervino, a través de excavaciones en el área, parte del complejo, pero guarda la particulari-
un conjunto de asentamientos ubicados sobre dad que en él se identificaron depósitos de va-
los 4500 msnm e inmersos dentro de un ecosis- sijas definidas como “ofrendas” donde destaca
tema de puna, donde, dado su emplazamiento, la presencia de dos vasos con rasgos estilísti-
compartieron y aprovecharon recursos natu- cos e iconográficos ligados al complejo cultural
rales en común. La densa presencia de estos Huari, que floreció en el área andina durante el
recursos naturales como el agua, acumulada Horizonte Medio. Sabemos poco referente a la
en los bofedales ubicados en los alrededores de presencia Huari en esta región, siendo la mis-
los sitios, y extensos pastizales, convierte a la ma vinculada culturalmente más con el Altipla-
práctica intensiva del pastoreo como la activi- no andino que con la zona central de los andes
dad principal de los antiguos y modernos po- o los valles occidentales de esta misma región.
bladores de esta zona. Esto es evidente en los
componentes arquitectónicos que forman par- En este documento presentaremos los resul-
te de estos sitios donde destacan principalmen- tados de la excavación de dos hallazgos espe-

40
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco

cíficos realizados en el sitio Misayoc V donde Este sitio estuvo compuesto por 16 estructuras
fueron recuperados dos vasos cuyos rasgos arquitectónicas, de las cuales siete funcionaron
estilísticos lo vinculan explícitamente al estilo como corrales para la crianza de ganado y las
Huari; describiremos sus contextos de proce- restantes se emplearon como viviendas. Estas
dencia y sus componentes, asimismo, ensaya- edificaciones fueron construyéndose paula-
remos una breve explicación respecto a su pre- tinamente a lo largo del tiempo, apreciándose
sencia en el sitio. superposiciones, ampliaciones y abandono de
ciertas construcciones que van desde el perio-
II. EL SITIO do Horizonte Medio hasta el periodo Colonial,
ocupándose ininterrumpidamente incluso du-
El sitio arqueológico de Misayoc V se empla- rante los periodos intermedios. (Figura 2)
zaba sobre una loma de mediana altura que se
proyecta desde la ladera noreste del cerro Mi-
sayoc hasta las proximidades del río Chilloroya,
a unos 4600 msnm aproximadamente. Debido
a su ubicación y la presencia de recursos na-
turales específicos, se definió como un asenta-
miento de ocupación permanente vinculado a
las diversas actividades de la crianza y pastoreo
de ganado oriundo de esta región (por ejemplo,
auquénidos como llamas y alpacas). (Figura 1)

Fig 2. Plano del sitio Misayoc V. Los colores indican las


etapas de crecimiento del sitio en orden cronológico,
desde el Horizonte Medio hasta el periodo Colonial.

Durante el Horizonte Medio se inició la cons-


trucción del sitio a partir de un núcleo arqui-
tectónico compuesto por un corral de planta
circular que mide 60 m de diámetro aproxima-
damente y dos pequeños recintos ubicados al
sur y norte de la edificación principal. Los ci-
mientos del corral se construyeron con piedras
de grandes dimensiones, alineadas en una sola
hilera. En los rellenos y superficie asociados a
esta primera ocupación se recuperó una alta
cantidad de cerámica fragmentada de uso do-
méstico, artefactos líticos como puntas, raede-
ras, cuchillos, y desechos de talla lítica en diver-
sos tipos de soportes. Por otro lado, se realizó el
hallazgo de seis conjuntos de vasijas enterradas
intencionalmente en secciones específicas del
sitio, en asociación directa con la arquitectura,
ya sea a los muros del corral como al interior
de los recintos. De estos seis conjuntos, dos de
ellos incluían en su repertorio vasijas vincula-
das al estilo Huari, lo que nos apoyó para con-
figurar la cronología relativa del sitio; los otros
cuatro conjuntos cerámicos contenían vasijas
Fig 1. Arriba: vista panorámica del sitio arqueológico
Misayoc V con la arquitectura expuesta durante el sin decoración y de indudable uso doméstico.
proceso de excavación. bajo: detalle de la ampliación del
corral principal; el muro de la izquierda se vincula al Ho- Posteriormente, durante los periodos Interme-
rizonte Medio dada su asociación a los hallazgos 1 y 2. dio Tardío y Horizonte Tardío parte de las edi-

41
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez

ficaciones tempranas quedaron en desuso y se relleno de tierra compacta definida como capa
realizó la construcción de un corral mucho más 2, a unos 40 cm bajo la superficie actual del te-
extenso pero que seguía la configuración formal rreno. Este conjunto cerámico se compone de
de aquel edificado durante el periodo anterior. cinco vasijas, cuatro de ellas no presentan de-
Adicionalmente, se adosó hacia su lado oeste coración y al parecer fueron fracturadas antes
un conjunto de pequeños corrales que estarían de su inhumación. Estas cuatro vasijas fueron
indicando mayor especialización en la crianza colocadas con la boca hacia abajo y en sucesión
del ganado. Los materiales asociados nos indi- ascendente, cubriéndose unas a otras y res-
can una fuerte presencia de vajilla proveniente guardando en su interior un vaso íntegro que
de la región altiplánica, donde destacan grupos presenta decoración pintada con diseños figu-
cerámicos asociados a las poblaciones Colla rativos de diversos motivos y colores, algunos
(Arkush 2005), acompañados en muchísimo de los cuales recuerdan elementos del estilo
menor densidad de vasijas del estilo Inca (bor- Huamanga.
des y cuerpos de aríbalos). Asimismo, estadísti-
camente se aprecia un mayor uso de artefactos
fabricados in situ con obsidiana, aunque debe-
mos señalar que esta tendencia creciente ya se
apreciaba desde el Horizonte Medio (Paz 2013).

1
Durante las excavaciones en este sector fueron identi-
ficados algunos fragmentos de cerámica posiblemente
asociados al periodo Formativo, sin embargo, su escasa
presencia y poca clara asociación con las construcciones
iniciales del sitio sugerirían que la arquitectura apreciable
no fue originalmente erigida durante este periodo, sino
durante el Horizonte Medio.

Durante el periodo Colonial se mantuvo la ar-


quitectura productiva del sitio y se construye-
ron cuatro recintos adicionales ubicados en el
extremo oeste y sur del mismo. El diseño de es-
tas nuevas construcciones varía notablemente
con referencia a sus antecesoras: presentan Fig 3. Detalle de la situación en que encontró el hallazgo
planta ovalada ligeramente alargada, con acce- 1 tras su excavación y limpieza.
sos bien definidos de cuyo interior se recuperó
una regular cantidad de fragmentos de cerámi-
ca y loza vidriada de color verde principalmen-
te, en muy pocos casos con diseños figurativos
típicos de la vajilla importada de Europa.

III. LOS HALLAZGOS

Si bien es cierto hemos reconocido el hallazgo


de seis conjuntos cerámicos, de posible carácter
ofrendario, asociados a la arquitectura del Ho-
rizonte Medio en el sitio, para fines de nuestro
análisis y por motivos de espacio hemos deci-
dido incluir los contextos y especímenes cerá-
micos provenientes de los hallazgos 13, 14 y 15
(hallazgo 1 en el texto) y hallazgo 12 (hallazgo 2
en el texto) (Paz 2013: 287).
3.1. Hallazgo 1 (Figura 4) Fig 4. Vasijas sin decorar que formaron parte del
Se localizó al interior del recinto 8, ubica- hallazgo 1, organizadas de acuerdo a la descripción
do en la unidad de excavación I1; estrati- brindada en el texto. Esta vista se logró tras su
gráficamente se dispone al interior de un restitución en gabinete.

42
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco

Componentes (Figura 5 y 6)

• Elemento 1: Fue la primera vasija en ser re-


tirada. Se trata de una escudilla sin decora-
ción, cuya boca mide 20 cm de diámetro. Se
encontró fracturada pero al recuperarse se
restituyó casi el 100% de la pieza. Presen-
ta contorno simple, base ovalada, paredes
divergentes y labio redondeado. Su manu-
factura se realizó a partir de la técnica del
modelado a mano y aún es posible apreciar
las líneas horizontales del proceso. Su aca-
bado final consistió en un alisado simple
de su superficie interior y exterior. En la
base es posible apreciar huellas de hollín,
posiblemente por su exposición al fuego,
entendiéndose que pudo haber tenido una
original función doméstica.

• Elemento 2: Se trata de un cuenco sin de- Fig 5. Vaso con motivos decorativos afiliados al estilo
coración cuya boca alcanza un diámetro de Huari recuperado al interior del hallazgo 1. (cara 2)
14 cm. Esta pieza se encontró incompleta
(-60% de su estructura). Presenta contorno
simple, base ovalada, paredes ligeramente
divergentes y labio redondeado. Su manu-
factura se realizó a partir de la técnica del
modelado a mano y es posible apreciar las
líneas horizontales del proceso. Su acaba-
do final consistió en un ligero bruñido de
su superficie exterior que le otorgó cierto
brillo. Dado su estado de conservación y
las huellas de uso, consideramos que esta
pieza debió tener una función doméstica.

Fig 6. Vistas de la situación en que encontró el hallazgo


2 tras su excavación y limpieza.

2
Se reconoce como arquitectura del Horizonte Medio en
el sitio de Misayoc V a aquellos corrales y recintos que
presentan asociación estratigráfica y contextual con dos
Fig 5. Vaso con motivos decorativos afiliados al estilo conjuntos de ofrendas de cerámica que incluyen mate-
Huari recuperado al interior del hallazgo 1. (cara 1) riales asignados estilísticamente a ese periodo de tiempo.

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D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez

En ese sentido, nuestro criterio para fechar la arquitec- neles intermedios muestran una columna
tura se basa en la adaptación de una cronología relativa pintada con tres círculos concéntricos con
extensamente usada en la Arqueología Andina.
un punto interior de color naranja y blan-
co. Las franjas que delimitan los paneles
• Elemento 3: Esta vasija cubría el elemen- son ligeramente anchas (1-1.2 cm) y se han
to 5. Se trata de una escudilla sin decora- pintado también empleando los mismos
ción, cuya boca mide 22 cm de diámetro. colores. Su manufactura se realizó a partir
Se encontró fracturada pero al recuperase de la técnica del modelado a mano y aún es
se restituyó casi el 85% de la pieza. Presen- posible apreciar las líneas horizontales del
ta contorno simple, base ovalada, paredes proceso. Su acabado final consistió en un
divergentes y labio redondeado. Como ele- baño de engobe color rojo intenso sobre su
mentos adicionales muestra dos asas late- superficie alisada.
rales cintadas adheridas cerca de su borde.
Su manufactura y acabado de superficie es 3.2. Hallazgo 2 (Figura 7)
similar al elemento 1. Presenta leve des-
gaste de su base e interior. Se localizó al interior del recinto 10, ubica-
do en la unidad de excavación K; estrati-
gráficamente se dispone al interior de un
• Elemento 4: Se trata de la sección superior
relleno de tierra compacta definida como
de una botella sin decoración, cuya boca
capa 2, a unos 50 cm bajo la superficie ac-
alcanza un diámetro de 3 cm. Presenta
tual del terreno. Se encontró parcialmente
contorno compuesto y exhibe una asa la-
cubierta por una acumulación irregular de
teral cintada parcialmente conservada. Su
piedras.
manufactura se realizó a partir de la técni-
ca del modelado a mano. Su pasta es de co-
Este conjunto cerámico se compone de tres
lor marrón-gris oscuro, sin mostrar brillo
en su exterior. vasijas, dos de ellas no presentan decora-
ción y al parecer fueron fracturadas antes
de su inhumación. Estas dos vasijas fueron
• Elemento 5: Se pudo apreciar al retirar las
colocadas con la boca hacia abajo y en su-
cuatro vasijas superpuestas. Se trata de un
vaso cuya boca tiene 9 cm de diámetro y cesión ascendente, cubriéndose una a otra
una altura de 11 cm. Se encontró levemen- y resguardando en su interior un vaso
te fracturado en su borde, lo que no afectó íntegro que presenta decoración escultó-
significativamente la preservación e inte- rica antropomorfa y pintada con diseños
gridad de la pieza. Presenta contorno sim- figurativos, algunos de los cuales estarían
ple, base plana, paredes ligeramente diver- vinculados al estilo Robles Moqo.
gentes y un labio plano levemente oblicuo
hacia el exterior. Exhibe decoración pinta-
da en su interior y exterior. En el interior
se aprecia una franja de color rojo que lle-
ga a cubrir incluso el borde de la vasija. El
exterior muestra cuatro paneles, dos de los
cuales sirven para separar dos composicio-
nes iconográficas poco definidas: se aprecia
un motivo principal de forma circular en
cuyo interior se ha plasmado un círculo
color blanco con un punto negro; de este
motivo se proyectan apéndices a modo de
“alas emplumadas” en diferentes direccio-
nes, dos de las cuales aparecen en su parte
superior a modo de tocado. Ambos pane-
les, salvo leves variaciones técnicas, repre-
Fig 7. Arriba: vaso con motivos decorativos
sentan la misma composición iconográfica: afiliados al estilo Huari recuperado al interior del
uno con el motivo central de color rojo in- hallazgo 2. Abajo: Vasija que formó parte del hallazgo
tenso y el otro de color azul oscuro. Los pa- 2, descrita en el texto como elemento 2.

44
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco

Componentes boca ligeramente torcida y orejas en punta


le brindan naturalidad. Adicionalmente se
• Elemento 1: Fue la primera vasija en ser concibieron dos paneles, uno posterior al
retirada. Se trata de una olla sin decora- rostro y otro que lo encierra que resalta el
ción, cuya boca mide 12 cm de diámetro. Se rasgo del cabello en la parte superior pos-
encontró fracturada pero al recuperase se terior al diseño escultórico. El rostro antro-
restituyó un promedio del 90% de la pie- pomorfo ha sido delineado por la presencia
za. Presenta cuerpo globular, base cónica y de dos seres estilizados de características
cuello recto, ligeramente expandido hacia zoomórficas que parecen representar dos
el exterior, exhibiendo dos asas cintadas serpientes zigzagueantes cuyo rostro de
adheridas a ambos lados del cuerpo. Su perfil contiene los ojos, nariz y boca bien
manufactura se realizó a partir de la téc- definidos. El interior de su cuerpo presenta
nica del modelado a mano y aún es posible un interlineado de donde alternan el color
apreciar las líneas horizontales del proce- rojo intenso y marrón oscuro. Debemos
so. Su acabado final consistió en un alisado señalar que de los ojos del ser antropomor-
simple de su superficie interior y exterior. fo principal se proyectan líneas paralelas
En la base y cuerpo se aprecia fuerte pre- dirigidas hacia dos círculos ubicados en la
sencia de hollín y huellas de exposición al parte baja. Las franjas que delimitan los
fuego como parte de su original función paneles son ligeramente anchas (1-1.2 cm)
doméstica. y se encuentran cubiertas por círculos de
color amarillo y naranja en cuyo interior
se dibujó un punto, similar a los diseños
3
Diseños similares pueden apreciarse en las composicio-
nes iconográficas del estilo Huamanga (Ochatoma 2011).
presentes en el elemento 5 del hallazgo
1. Su manufactura se realizó a partir de
la técnica del modelado a mano y aún es
• Elemento 2: Esta vasija contenía el ele- posible apreciar las líneas horizontales del
mento 3. Esta pieza se encontró muy da- proceso.
ñada y solo pudo restituirse un 40% de su
estructura. Es posible que al momento de IV. COMENTARIOS
su depósito ya haya estado parcialmente
fracturada. De acuerdo a la observación de Como hemos podido apreciar a lo largo de la
su forma, se trataría de un cántaro de me- descripción de los contextos y elementos que
dianas dimensiones que presenta el cuerpo componen los hallazgos 1 y 2 del sitio Misayoc
ovoide y base cónica. Exhibe dos asas late- V, estos presentan características y condicio-
rales cintadas ubicadas en la parte media nes particulares que nos estarían revelando,
superior de su punto de inflexión. Su ma- por un lado, la realización de actividades que
nufactura y tratamiento de superficie es están generando productos físicos que no están
similar al elemento 1. Se apreció presencia vinculados directamente a las actividades pro-
de hollín en su superficie y desgaste causa- ductivas propias de un asentamiento ganadero;
do por efectos de su uso cotidiano. y por otro lado, una amplia red de interacción
socioeconómica, donde la población manifiesta
consideraciones especiales a ciertos bienes de
• Elemento 3: Se pudo apreciar al interior del
carácter “exótico” para la región.
elemento 2. Se trata de un vaso cuya boca
tiene 10 cm de diámetro y una altura es de
12.5 cm. Presenta contorno simple, base 4.1. Ofrendas y pastores:
plana, paredes ligeramente divergentes y
un labio plano levemente oblicuo hacia el Para lo dicho al principio, estamos afir-
exterior. Se puede apreciar que el interior mando la naturaleza “ofrendaria” de
y exterior están cubiertos por un engobe ambos conjuntos. Ante la condición de
de color rojo intenso. Esta vasija particu- “ofrenda” de estos materiales nos pre-
larmente manifiesta decoración escultóri- guntamos a qué nos estamos refiriendo
ca y pintada. La decoración escultórica nos cuando las catalogamos como tal. En ese
revela un rostro antropomorfo y estilizado sentido hacemos referencia a Chacaltana
donde ciertos detalles como una nariz fina, y Nash (2009: 159), donde se indica que

45
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez

las ofrendas “…consisten en un conjunto deraron de importancia capital ser escu-


de objetos que contienen un significado chados por los dioses ante circunstancias
simbólico (Fernández 1997). Estos objetos hostiles como fuertes heladas que merman
son ofrecidos como parte de la relación la capacidad productiva de los camélidos.
recíproca que mantienen los humanos con No estamos seguros si ambas ofrendas nos
el mundo sobrenatural (Fernández 1997; estarían indicando momentos álgidos en
Benson y Cook 2001; Kuznar 1999, 2001), las condiciones de subsistencia de los po-
la cual es vital para garantizar el bienestar bladores locales o solo formaron parte del
de un grupo de gente y la continuación del ciclo natural de pagapus. Lo que si estamos
orden social”. seguros es que su presencia no es común
y ello estaría revelando condiciones par-
En este caso particular, resulta además ticulares que motivaron estas conductas
de vital importancia identificar a los an- dentro del proceso de reafirmación de su
tiguos pobladores de Misayoc V, y de los identidad social a diferentes niveles.
asentamientos aledaños, con sus roles y
4.2. Definiendo la presencia Huari en Misayoc
actividades productivas comunes. Estos
pobladores, durante muchos periodos de
Durante el Horizonte Medio, según los
tiempo, se dedicaron casi exclusivamente a
investigadores, se alteraron las circuns-
la crianza de llamas y alpacas, implicando
tancias sociopolíticas en toda el área an-
una tarea de orden transcendental, man-
dina por el surgimiento de un fenómeno
tener el éxito de las diversas actividades
cultural expansivo cuyo núcleo es el valle
que estén ligadas a preservar el bienestar
de Ayacucho y que se difunde bajos dis-
de estos auquénidos. Recordemos que una
tintas modalidades en casi toda la región
gran parte del sostén económico de los po-
centro-sur andina (Isbell 2008, Knobloch
bladores de la puna se basa en el intercam-
2000).
bio de tejidos manufacturados con pelo
animal, o en su defecto de la materia pri-
Las manifestaciones culturales Huari en
ma, intercambio de carne de origen animal
Cusco se han estudiado a partir de las in-
con granos y otros productos agrícolas que
vestigaciones en los grandes centros como
complementen su dieta, y el uso mismo de
Pikillacta y Huaro, específicamente en el
la llama como medio de transporte para
cementerio de Cotocotuyoc, ubicados re-
lograr estos cometidos mercantiles. Flores
lativamente cerca de la ciudad de Cusco,
Ochoa (1974) como resultado de sus inves-
que muestran principalmente la presencia
tigaciones antropológicas en comunidades
de un grupo de élite Huari que controlaba
de pastores en el sur andino, reconoce que
y administraba el territorio, los recursos
el control de los aspectos mágico-religiosos
locales y aquellos procedentes del Altipla-
adquiere relevancia para estas poblaciones
no y la ceja de selva (Glowacki y McEwan
y de allí la gestación de diversas celebra-
2001, Glowacki 2012). Las estrategias em-
ciones y actos rituales, algunos de ellos
pleadas para estos fines no son detalladas
muy elaborados cuyo fin es garantizar el
dado que no se han estudiado asenta-
bienestar común de su sociedad.
mientos del mismo periodo en regiones
meridionales próximas al Altiplano. Sin
La importancia de estas actividades, al
embargo, la fuerte presencia de osamentas
parecer no fueron soslayadas durante el
de camélidos en depósitos rituales del ce-
Horizonte Medio en esta región, donde in-
menterio de Cotocotuyoc sugeriría que la
cluso se puede apreciar que no se escatimó
élite Huari de estos sitios controlaba tam-
en disponer como parte de las ofrendas a
bién la producción ganadera de la región
ciertos productos que no necesariamente
(Glowacki 2012:222).
formaron parte de su bagaje material, pero
que fueron adquiridos bajo condiciones En el sitio La Esquina, ubicado en la loca-
de exclusividad. La inclusión de vasijas de lidad de Challwankapampa, provincia de
aparente carga simbólica y condición exó- Chumbivilca, se realizó el hallazgo fortui-
tica para la región, nos señalarían que los to de un vaso de estilo “Huari Provincial”
participantes de estas celebraciones consi- cuyos diseños y rasgos decorativos mos-

46
Ofrendas de cerámica Huari en la provincia de Chumbivilcas, Cusco

traban atributos tanto del estilo Huari como económica y socialmente ante la aparición de
Tiahuanco (Chávez 1988:34). La cualidad ex- nuevos vecinos emparentados con las élites
cepcional de esta pieza y el desconocimiento de Huari ayacuchanas.
su contexto de procedencia debidamente docu-
mentado, hace difícil entender su naturaleza y Nosotros asumimos que ambas vasijas pre-
posibles implicancias respecto a contactos po- sentadas en este artículo llegaron a Misayoc
blacionales a distinto nivel. V como parte de la dinámica de intercambio
y complementariedad de recursos existente
En Misayoc V la presencia Huari estaría aso- entre poblaciones agroalfareras principalmen-
ciada al Elemento 5 (hallazgo 1) y Elemento 3 te del valle de Cotahuasi con las poblaciones
(hallazgo 2) presentes en los dos contextos de asentadas en la puna. Muchos investigadores
ofrendas ya descritos, cuyos rasgos estilísticos han sostenido la alta movilidad de los agentes
vinculados a Huari son evidentes, pero que ganaderos de la puna debido al uso de la llama
no terminan de definirlos como tal. De nues- como animal de carga que le permitió trasladar
tro breve análisis estilístico se desprende que diversos productos que normalmente no car-
si bien, ciertos motivos se emparentan con los garía un individuo durante largos periodos de
diseños presentes en alguno de los estilos Hua- tiempo (Greve 1984, Medinacelli 2005, Murra
ri como la presencia de las “alas emplumadas” 1975, Núñez 1996, entre otros). Nuestra pro-
Huamanga), “serpientes” (Chakipampa) o los puesta se reafirma al notar ciertas similitudes
motivos escultóricos con pintura facial (Robles estilísticas entre materiales arqueológicos de
Moqo), no es clara su composición iconográfica Misayoc V con algunos recuperados en el valle
dado que se adicionan otro tipo de elementos de Cotahuasi; un ejemplo de ello es la relativa
que naturalmente no estarían presentes en su similitud estilística entre el vaso procedente de
versión “imperial”. Por ejemplo el elemento 3 nuestro hallazgo 1 con uno recuperado de una
del hallazgo 2 presenta un rostro antropomorfo de las tumbas de Netahaha (ver Jennings y Ye-
escultórico con pintura facial, clásico de la alfa- pez 2005: fig 7).
rería de Robles Moqo, pero no alcanza la cali-
dad técnica de su manufactura y se adicionan Por otro lado, las comunicaciones no se logran
atributos que definitivamente lo definen como sin la presencia de caminos. En ese sentido en
una copia local ciertamente burda de ese estilo. la ruta hacia el valle de Cotahuasi, hemos po-
Nosotros consideramos que estas vasijas están dido apreciar que el camino principal de este
asociadas al estilo Huari, pero que asimismo valle se articula a otro transversal que se des-
son el reflejo de manufacturas locales que in- plaza paralelo a la cuenca del río Velille, el cual,
cluyen la adaptación de estos diseños en com- asimismo, se comunica con el río Chilloroya a
posiciones que recuerdan su origen estilístico, la altura del poblado de Chamaca, presumien-
pero que además reproducen motivos y rasgos do que esta sería al menos una de las rutas de
de acuerdo a las necesidades simbólicas de las desplazamiento empleadas por los antiguos
poblaciones locales. pobladores de la puna hacia la región occiden-
tal. (Figura 8) Asimismo, Jennings y Glascock
Ahora, estas vasijas que fueron recuperadas en (2002) se refieren al trayecto entre el valle de
Misayoc V, no fueron manufacturadas en esta Cotahuasi y Velille como una de las rutas que
región y estimamos que su origen estaría más servía para conducir materia prima para los
relacionado con las poblaciones del Horizonte asentamientos ubicados en los alrededores de
Medio de Arequipa que con aquellas del Cusco. la capital imperial durante el Horizonte Tar-
J. Jennings (2012) hace una reevaluación de las dío. Además, Jennings et al (2005) menciona
posibles influencias externas procedentes de la que en la sección media del valle de Cotahuasi,
región de Ayacucho durante el Horizonte Me- aún en la actualidad, se observan caravanas de
dio en las comunidades asentadas en la costa llameros que se trasladan hacia la parte baja a
y sierra arequipeña. Asume, tras una serie de intercambiar productos en las múltiples ferias
planteamientos donde se evalúa principalmen- locales y regionales.
te la ausencia de centros administrativos Huari
que ejerzan el control directo de los recursos, Materiales arqueológicos ubicados durante las
territorio y poblaciones, que las comunidades excavaciones en el sitio Misayoc V, provenien-
locales fueron ciertamente independientes y tes del noreste de la región Arequipa (incluye
que durante este periodo resurgieron política, una alta cantidad de obsidianas), región altiplá-

47
D. A. Angulo Mendoza — R. Clares Martínez

nica y del Cusco mismo durante el Intermedio Ayacucho: Universidad Nacional San Cristóbal
Tardío nos sugieren una amplia movilidad es- de Huamanga.
tacional y rotativa de estos pobladores, no solo Chacaltana, S & Nash, D (2009) Análisis de las
trasladándose hasta ámbitos lejanos, sino tam- ofrendas en los andes sur centrales. Las ofren-
bién recepcionando influencias posiblemente das como tradición de origen prehispánico: el
traídas por otras poblaciones de pastores semi- caso de Cerro Baúl, valle alto de Moquegua.
nómades que aportan un panorama de fuerte Andes 7: 155-179. Salta.
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prehispánicos en la parte alta de macro-región sur y su haha y el desarrollo del poder Huari en el valle
relación con el sitio Misayoc V. del Cotahuasi, Arequipa, Perú. Boletín de Ar-
queología PUCP. 5, 13-29. Lima: Fondo Editorial
AGRADECIMIENTO PUCP.
Jennings, J. & Glascock. M (2002) Description
Queremos expresar nuestro agradecimien- and method of explotation of the Alca obsidian
to a Erik Maquera y a su equipo editor por la source, Perú. Latin American Antiquity 13 (1),
invitación para presentar los resultados de un 107-118. Washington D.C.
trabajo cuyo carácter inédito hacía necesaria
su publicación. Asimismo, deseamos agradecer Jennings, J., Yepez W, & Kellner, C. (2005)
y reconocer el trabajo del equipo de arqueólo- Tumbas de Netahaha: notas preliminares sobre
gos que nos acompañó durante las labores de contextos funerarios del Horizontes Medio en
campo con responsabilidad y eficiencia: Chris- el valle de Cotahuasi. Andes 6: 93-108. Salta.
tian Cancho, Zenobio Valencia, David Sumire y
Juan Carlos Huisa. Finalmente a Carlos Pine- Grebe, M. (1984) Etnozoología andina: concep-
do Yampufé por su apoyo en la diagramación ciones e interacciones del hombre andino con
y edición de parte del corpus fotográfico aquí la fauna altiplánica. Estudios Atacameños 7,
presentado, nuestro sincero reconocimiento a 335-347. Atacama.
su arte.
Glowacki, M. (2012) Imperialismo en el Hori-
REFERENCIAS zonte Medio. Una Reevaluación de un Paradig-
ma Clásico, Cusco, Perú. Boletín de Arqueología
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49
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones

EL “BROAD SPECTRUM REVOLUTION” EN LA COSTA SUR DEL PERÚ:


EL PERIODO PRECERÁMICO MEDIO EN LA BOCA DEL
RÍO ICA
‘BROAD SPECTRUM REVOLUTION’ IN THE SOUTHERN COAST OF PERU: THE MIDDLE
PRECERAMIC PERIOD IN THE ESTUARY OF ICA RIVER

George Chauca
Alexander Pullen
Susana Arce
David Beresford-Jones

RESUMEN
El One River Project de la Universidad de Cambridge se interesa por conocer el desarrollo y colap-
so del proceso cultural que se originó a lo largo del río Ica. Proceso que ha dejado sus vestigios más
antiguos y visibles, hasta ahora conocidos, en las proximidades del estuario del río Ica: La Yerba II
y La Yerba III. Ambos sitios arqueológicos fueron investigados por Engel (1957, 1981, 1991), quien
con excavaciones restringidas logró fecharlos y contar con una primera imagen de sus antiguos
ocupantes.

Nosotros hemos retornado a los dos sitios mencionados para evaluar los primeros datos obtenidos
por Engel y ampliar el registro arqueológico, todo ello en el marco de nuestro interés por conocer
el inicio del proceso cultural originado en la cuenca del río Ica. La información que expondremos
corresponde a tres temporadas de campo (2013-2015) e incluye información obtenida de los análi-
sis especializados del material recolectado.

Al comparar los registros arqueológicos de los sitios y considerar la distancia temporal (cerca de
1000 años) que los separa; se observa que los cazadores-recolectores del Precerámico Medio (8 000
a 4 500 AP) redujeron su movilidad y desarrollaron sus estrategias de subsistencia para diversifi-
car los recursos que consumían, incluyendo la horticultura de pallares y otras plantas cultivadas,
aunque siempre sobre la base de los abundantes recursos que ofrecía el mar. Estos cambios en el
patrón de asentamiento y estrategias de subsistencia corresponden a la etapa previa a la emergen-
cia de la agricultura que se vivió en diferentes partes del mundo. Flannery (1969) acuñó el término
“Broad Spectrum Revolution” para referirse a la etapa de transición hacia la agricultura.

ABSTRACT
University of Cambridge's One River Project is interested in the development and collapse of the culture
process originated along Ica river. It is a process which has left its more visible and ancient remains,
known until today, close to Ica River's estuary: La Yerba II and La Yerba III. Both archaeological sites
were investigated by Engel (1957, 1981, 1991) who managed to set a date for each of them and, also, to
have a first overview of their ancient inhabitants.

We have returned to those two sites, in order to evaluate the first data obtained by Engel and broaden
the archaeological registry, since we are deeply interested in discovering the very beginning of the cul-
tural process originated in the basin of Ica River. The information presented in this article was obtained
from our three fieldwork seasons (2013-2015) and it includes information obtained from the specialized
analysis of all the collected material.

When comparing the archaelogical registries from these sites and considering their time distance (about
1000 years separating each other), we can tell that hunters-gatherers from the Middle Preceramic Period
(8000 to 45000 BP) reduced their mobility and developed their strategies of subsistance to diversify the
resources they consumed, including “pallares” (lima beans) and other cultivated plants, even though it
was on the basis of the abundant sea resources. These changes in settling and the subsistence strategies
belong to the early stage of the rising of agriculture in many parts of the world. Flannery (1969) coined
the term "Broad Spectrum Revolution" to deal with this transition stage towards agriculture.

50
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú

I. INTRODUCCIÓN cuyo fechado es el más antiguo (6150 +/- 120


AP, Engel, 1981) en la boca del río. La Yerba III (o
Usamos el término “Costa Sur” para referimos 15bVII-55) está compuesto por un conjunto de
a los 250 km en los que se extienden las cos- “casas” semi subterráneas, tumbas, semillas de
tas del Pacífico entre los valles del río Pisco, Ica, pallares y tiene una distancia temporal de cerca
Río Grande de Nazca y Acarí. Valles que com- de 1000 años con La Yerba II: 5430 AP (Engel,
parten una distintiva trayectoria cultural (ver 1991).
Willey 1971).
Para los intereses del One River Project, los si-
La Costa Sur es un desierto hiper-árido atra- tios estudiados por Engel son el punto de inicio
vesado por irregulares flujos de agua (ríos) del proceso cultural que se desarrolló en el río
que inician su recorrido en la parte alta de los Ica. En ese sentido, se estableció como objeti-
Andes y desembocan en una de las zonas más vo de investigación conocer los cambios en los
ricas en recursos marinos de la costa del Pací- patrones de asentamiento y en las estrategias
fico. La vegetación que crece a los lados de los de subsistencia que los cazadores recolectores
ríos da la impresión de tratarse de un oasis, y desarrollaron en la boca del río Ica durante el
a ello contribuye el clima árido, la geomorfolo- Precerámico Medio (8 000 a 4 500 AP).
gía y la hidrología tan particular de la costa sur.
Esos ambientes (costa, valle, lomas y desierto) II. EL PAISAJE DE LA BOCA DEL RÍO ICA EN
tan diferentes fueron los escenarios donde se EL PERIODO PRECERÁMICO MEDIO
desarrollaron las manifestaciones “artísticas”
conocidas como “Paracas” y “Nazca” (c. 200 a.C. En la boca del río Ica resalta un amplio espejo
– 600 d.C.) e “Ica-Chincha” (c. 1000 d.C. -1438 de agua (estuario) conformado por el reducido
d.C.). Por lo tanto, la ecología humana de la re- caudal del río que llega a alcanzar, desde las
gión es particularmente sensible a los cambios alturas de los Andes, las costas del Pacífico. La
climatológicos y a los efectos resultados de la forma del estuario cambia a través del año: en
ocupación humana. verano consigue su mayor dimensión, mien-
tras que en invierno se reduce. En este tiempo,
El One River Project (ORP) de la Universidad en ocasiones, aguas marinas ingresan tierra
de Cambridge se ha propuesto conocer y com- adentro para alimentar el estuario. Alrededor
prender adecuadamente el proceso cultural del estuario crecen plantas y viven, y anidan,
que se desarrolló a lo largo del río Ica, y en espe- aves.
cial del valle bajo, en el contexto de los cambios
climáticos acaecidos y, con ello, contribuir a la En los meses de verano, y con El Niño, el caudal
correcta incorporación de la zona baja del río del río crece tanto que el estuario se extiende
Ica dentro de la interpretación arqueológica de hasta el mar, lo cual permite el ingreso de peces
la costa sur peruana. pequeños (como el pejerrey, anchovetas y an-
choas). Tal es la cantidad de peces que ingresan
El área de nuestro interés no ha estado ausente que es posible pescarlos con canastas. También
en la agenda de los investigadores. Es posible, el fuerte caudal trae consigo árboles y arbustos
incluso, que las figuras más notables de la ar- secos que pueden ser utilizados como combus-
queología peruana, como Max Uhle, Julio C. tible.
Tello y Alfred Kroeber hayan visitado los con-
chales de la boca del río (Arce et al. 2013). No Hacia ambos lados del estuario se extienden
obstante, el primer registro científico de la zona playas arenosas. En el lado sur de la boca, las
próxima al litoral iqueño fue elaborado por En- playas parecen bajar de las dunas que están
gel (1957, 1981, 1991). También Cook (1991) y dispuestas de forma paralela al litoral. Hacia el
Carmichael (1991) cubrieron con sus prospec- norte la arena corre hasta cubrir la parte baja
ciones, además del área de la costa, el valle bajo de la falda del cerro La Gringa. En dirección
del Ica. noreste del estuario, y en ambas márgenes, se
puede apreciar especies vegetales propias de los
Engel (1957, 1981) registró varios sitios precerá- bosques ribereños que crecen a los lados de los
micos en la boca del río Ica, entre ellos: La Yerba ríos.
II y La Yerba III. La Yerba II es un prominente
conchal donde los recursos marinos abundan y El escenario descrito anteriormente debe ser

51
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones

muy cercano al que los cazadores-recolectores En esos mismos tiempos se dio el proceso de es-
del Precerámico Medio conocieron. Esto por- tabilización del nivel eustático del mar. El nivel
que la boca del río Ica se encuentra muy lejos del mar creció durante el Holoceno temprano,
de la ciudad moderna de Ica y para llegar a ella alcanzando su mayor nivel cerca de los 7000
es necesario cruzar una amplia zona desértica, AP. Después de ese momento se estabilizó el
la cual funciona a manera de escudo protector. nivel de mar (ver Sandweiss, 2009). La costa y
No obstante, la dinámica propia de la natu- la zona litoral que rodean al estuario se forma-
raleza se ha encargado de modelar el área de ron en esos años de gran actividad tectónica.
investigación hasta lograr su forma actual. En La Yerba II se ubicaba justo delante de la línea
las siguientes líneas describiremos dos fenóme- del litoral. Actualmente la zona se encuentra
nos naturales que se desarrollaron durante el a 2190 msnm y a 1 km de distancia del litoral,
Precerámico Medio: el comienzo del comporta- esto por la actividad tectónica causado por la
miento moderno de El Niño-Oscilación del Sur subducción de la Dorsal de Nazca, la misma
(ENOS) y la estabilización del nivel eustático del que fue particularmente fuerte en la boca del
mar. río Ica (Hsu 1992, Saillard et all. 2011). La esta-
bilización del nivel eustático del mar permitió
Las perturbaciones climáticas que trae consigo la formación de las playas entre los años 7000
el ENOS a lo largo de la costa del Pacífico, y que a 6000 AP.
se identifica por la variación de la temperatu- Los sitios precerámicos medios de la boca del
ra superficial del mar, comenzó a conformarse río Ica fueron ocupados en los cinco milenios
durante el Precerámico Medio. Así lo indica el durante los cuales la temperatura de la superfi-
modelo sobre el comportamiento histórico del cie del mar fue significativamente menor que la
ENOS en la costa sur basados en δ18O, un proxy actual (Carré et al., 2014: 1045). La temperatura
data de la temperatura superficial del mar que del mar de la costa sur del Perú tuvo 3°C menos
quedó registrada en las conchas marinas recu- a la actual, lo cual influyó en el aumento de la
peradas en depósitos arqueológicos, como La intensidad del afloramiento costero (Ibid.). Ello
Yerba II (Carré et al., 2012, 2014), corales del coadyuvó para lograr condiciones de alta pro-
Pacífico central (Cobb et al., 2013) y foraminí- ductividad oceánica, y aumentar el volumen
feros de Galápagos (Koutavas y Joanides 2012). de agua en las lomas y su biomasa a causa de
la presencia de neblinas más persistentes. Ese
escenario es conocido como “fog oasis situation”
Las investigaciones referidas sugieren que
(Engel 1984) y proporcionó sustento a los caza-
entre 9600 a 4500 AP, cerca de 5000 años, la
dores recolectores de la costa sur durante los
temperatura promedio de la superficie del mar
cinco milenios de mar frío.
de la costa sur fue significativamente menor
a la actual. Asimismo, indican que el compor- III. TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN EN LA
tamiento del ENOS cerca de los 8000 AP fue BOCA DEL RÍO ICA
parecida a la conducta de El Niño en el Pacífi-
co Este. Mientras que entre 7500 a 6700 AP el Hemos mencionado que los trabajos y los resul-
comportamiento fue semejante al que se vive tados obtenidos por Engel en La Yerba II y La
hoy en el Pacífico central, aunque con una ma- Yerba III son el punto de inicio para nuestras
yor frecuencia e intensidad de presencia de La investigaciones. En ese sentido, las labores que
Niña. Por último, los datos sugieren que el com- hemos realizado deben comprenderse como un
portamiento del ENOS fue sustancialmente recorrido sobre las huellas dejadas por el in-
más discreto entre 5000 a 4500 AP. vestigador suizo-francés. Las labores de campo
realizadas en tres temporadas (2013-2015) com-
1
El ENOS cuenta con dos fases. La fase de calentamiento es prendieron las siguientes actividades:
conocida como El Niño. La fase de enfriamiento como La
Niña.
2
En el estudio paleoclimático un proxy data es un elemento
1. Prospección y registro de los sitios arqueo-
de la naturaleza que guarda las características físicas sobre lógicos que se encuentran en la boca del río
el medioambiente, los mismos que pueden ser medidos de Ica.
manera indirecta. Ejemplos de proxy data son el polen fó-
sil, capas de hielo, sedimento oceánico, etc. δ18O o el isótopo 2. Reapertura de excavaciones, posiblemen-
estable de oxígeno 18 que se utiliza, entre otras cosas, para
medir la temperatura del océano (Rozanski et al., 1990). te realizadas por el equipo de Engel, para
registrar la estratigrafía y tomar muestras

52
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú

para la datación de radiocarbono. da vamos a tomar uno de los perfiles expuestos


en la unidad trinchera 1. En él se puede ver los
3. Excavación de unidades en área abier- diferentes tipos de capas que componen la es-
ta para caracterizar el tipo de ocupación tratificación del conchal: depósitos erosionados
(temporal o permanente) mediante el re- que forman la superficie, densa concentración
gistro de niveles de actividad y elementos de ceniza (fogones) o capas con considerable
que acondicionan el espacio: restos de fo- cantidad de ceniza, capas con abundantes de-
gones, estructuras perecederas, etc. sechos de todo tipo, capas formadas de arena y
restos arqueológicos acarreados por el viento,
4. Excavación de unidades restringidas y y capas estériles compuestas de arena de grano
perfilado de secciones expuestas para re- fino con o sin diminutos artefactos. Este último
gistrar la estratificación arqueológica. tipo de capa podría corresponder a largos perio-
dos sin ocupación (figura 2).
5. Recolección de diferentes tipos de mues-
tras en las unidades excavadas y en la Las capas con mucha ceniza, que generalmente
estratigrafía arqueológica documentada. culminan en forma de lente, serían la eviden-
Parte de las muestras fueron tamizadas cia del uso de espacios protegidos del viento
para recuperar macrorrestos. Otro grupo (con postes y esteras, por ejemplo), a manera
de muestras fueron flotadas para recolec- de refugios. Al interior de ellos se ubicaban fo-
tar restos orgánicos, como vegetales. Tam- gones desde donde se dispersaba la ceniza. Los
bién se tomaron muestras para fechados, análisis micromorfológicos de las densas con-
análisis geoquímicos y micromorfológicos. centraciones de cenizas demostraron que ellas
fueron el resultado del encendido de fogones.
IV. EL SITIO ARQUEOLÓGICO LA YERBA II La ausencia de restos de oxidación cerca de las
cenizas sugiere la baja temperatura del fuego,
El sitio es un conchal de forma alargada que aunque eso también podría deberse al tipo de
mide 175.28 m de longitud por 85.63 m de an- combustible utilizado o a la humedad del suelo.
cho y alcanza los 4.5 m de altura. Los restos La brasa pudo ser utilizada para cocer alimen-
arqueológicos cubren un área de 9166 m2 y el tos y el fuego para abrir las conchas de molus-
punto más alto se ubica a 2190 msnm. El con- cos. La evidencia descrita es interpretada como
chal se ubica sobre una terraza marina, a unos restos de refugios contra el viento por analogía
cuantos cientos de metros al norte del estuario con las ocupaciones históricas de los Yaganes
del río Ica. Para llegar al mar solo hay que re- de Tierra del Fuego (ver Lothrop 1928).
correr 1 km sobre playa arenosa. Además, las
lomas de Ullujalla se ubican a 15 km al sureste La elección del lugar para instalar refugios
(ver figura 1). contra el viento se debió, sin duda alguna, al
fácil acceso que se tiene de la terraza donde se
El sitio fue registrado por Engel (1981, 1991). encuentran el sitio y la superficie formada por
Sobre la base de los restos que encontró en arena, la cual permite instalar postes y esteras
superficie, identificó tres sectores. La zona con mucha facilidad. Otro indicio de la ocupa-
sur del sitio [registrada por Engel (1981, 1991) ción temporal del sitio es el registro de capas
como 15bVII 40] cuenta con restos de arqui- formadas por arena y desechos acarreados por
tectura construida con piedras de los periodos el viento. Estos desechos debieron ser descar-
Horizonte Medio-Intermedio Tardío. La mayor tados de áreas próximas a donde las depositó el
parte de la zona norte del conchal (catalogado viento. La presencia de capas estériles forma-
como 15bVII 100) es la más antigua y corres- das solo con arena eólica y, a veces, con diminu-
ponde a la ocupación precerámica. tos restos de desechos, nos sugiere que el lugar
no fue ocupado de manera permanente.
El sitio está cubierto por arena eólica, no obs-
tante, es posible distinguir gran cantidad de La abundante presencia de conchas de Me-
fragmentos de conchas de moluscos marinos, sodesma, junto con la frecuente presencia
en su mayoría Mesodesma sp., y piedras talla- de restos de especies que viven en las peñas
das. (moluscos, peces, crustáceos y lobos marinos),
playas arenosas (aves, crustáceos, muimuis y
Como ejemplo de la estratificación documenta- peces), el estuario (vegetales como rizomas de

53
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones

Cyperacea, aves y peces), y lomas (caracoles, Engel fue el primero que excavó y registró La
venados, guanacos y vegetales), nos sugiere Yerba III (15bVII-55) y sobre sus resultados in-
que en La Yerba II, cazadores recolectores com- dicó:
plejos, instalaron un campamento base (sensu
Binford 1980) desde donde explotaron los re- “Encontramos una aldea con algunas chozas cir-
cursos que en las diferentes estaciones ofrecían culares, de 4.50 m de diámetro, ahora cubiertas
los ecosistemas circundantes (figura 3). Es decir, con desperdicios. Se había utilizado palos para
La Yerba II fue ubicado en un punto de conver- soportar las paredes. Los desperdicios dieron un
gencia de ecozonas (Arnold 1995), que proveyó fechado carbono 14 de 5430 años A.P. y conte-
fuentes de agua fresca (un estuario y un río) y nían pallares. Este sitio tiene características com-
fácil acceso a múltiples hábitats, lo cual permi- parables con el asentamiento 514 de la Pampa de
tió la explotación eficiente de una amplia diver- Santo Domingo, y del Osario; además, coinciden
sidad de recursos (Beresfor-Jones et al. 2014). los fechados de radiocarbono; los tres posiblemen-
te han sido ocupados por los primeros consumido-
V. EL SITIO ARQUEOLÓGICO LA YERBA III res de plantas cultivadas” (Engel 1991, p. 157).

El sitio está conformado de “casas” semihundi-


das y contextos funerarios cubiertos con den-
sas capas de desechos orgánicos. La superficie
arqueológica está compuesta de arena mezcla-
da con diminutos restos de conchas y esquir-
las de obsidiana dispersas en ciertas zonas. El
sitio se ubica en la margen derecha del último
recodo que forma el río antes de llegar al mar
y al noroeste del estuario (ver figura 1). El área
arqueológica mide 189 m de norte a sur por 261
m de oeste a este y se encuentra a 20 msnm.
El sitio está dividido por una duna orientada de
norte a sur, la cual mide 240 m de longitud por
10 m de ancho y 2 m de altura.

Fig 1. Ubicación de la zona de estudio y los sitios La Fig 2. Estratificación de la unidad Trinchera 1 de
Yerba II y La Yerba III. La Yerba II.

54
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú

Fig 4. “Casa” semi hundida excavada en


La Yerba III.
Fig 3. Recursos consumidos por los ocupantes de
La Yerba II.
En los diferentes niveles de actividad inter-
venidos al interior de la “casa” no fueron en-
Tal como lo describe Engel, el ORP encontró contrados pallares ni otras semillas o restos de
los restos de una “casa” construida con una es- plantas cultivadas. Además de los fragmentos
tructura elaborada con postes y esteras de jun- de la estera que cubrió el armazón de postes, los
co, las mismas que fueron sujetas a los postes restos vegetales fueron escasos. Esto quizá por
de sauce (Salix humboltiana) con cuerdas de la proximidad de la unidad doméstica a la ribe-
tallos de Monocotiledones. La casa tiene plan- ra del río, el cual pudo alcanzar la zona cuando
ta elíptica y, por el área expuesta con nuestra el caudal aumentó o se desbordó en épocas de
intervención, estimamos que mide 6 m por 9 verano. Esta posibilidad toma fuerza toda vez
m aproximadamente. Para construir la “casa” que en el extremo opuesto del sitio sí fueron
fueron cortadas densas capas conformadas con encontradas semillas de Phaseolus lunatus, es-
desechos de consumo. La diferencia de altura pecie que crece en la llanura aluvial. Un detalle
entre el “piso” interior y la superficie exterior importante es que las semillas se recolectaron
es de 50 cm aproximadamente. Al interior de al interior de capas de basura que contenían
la “casa”, y cerca de lo que habría sido la par- abundantes desechos de origen marino. Otras
te medular, se encontraron varios delgados especies cultivadas identificadas fueron semi-
“lentes” de ceniza y carbón superpuestos, lo llas de Canavalia ensiformis (“pallar del gentil”)
cual interpretamos como una clara evidencia y Psidium guajava (“guayaba”), así como un
vinculada con el encendido continuo de un pe- mate casi completo en un contexto funerario
queño fogón. Interpretamos que el fogón pudo (ver figura 5).
servir para calentar el ambiente interior, cosa La abundante presencia de huesos de pescado,
importante porque durante las noches y muy exoesqueletos de cangrejos y muimuis molus-
temprano por las mañanas la sensación térmi- cos de peña y arena sugiere que la base de la
ca baja considerablemente. Al interior también dieta de los ocupantes de La Yerba III continuó
se registraron fragmentos de batanes y manos siendo los recursos marinos. La proximidad de
de moler (figura 4). La Yerba III a la playa arenosa y las peñas fluc-

55
G. Chauca — A. Pullen — S. Arce — D. Beresford-Jones

túa entre 1 km a 10 km, distancia que es posible V. CONCLUSIÓN


alcanzar en corto tiempo si se va a buen paso.
Tenemos los resultados de 28 muestras fecha-
das correspondientes a La Yerba II y La Yerba
III. Los resultados confirman los fechados obte-
nidos por Engel (1981, 1991) para los dos sitios.
Asimismo, establece rangos temporales para
la ocupación de cada sitio, así como determina
con mayor certeza la distancia temporal entre
las dos ocupaciones. Nuestros fechados calibra-
dos indican que la ocupación identificada en La
Yerba II cubrió el espacio temporal que va de
7200 a 6600 cal. AP. Es de precisar que no lle-
gamos a la ocupación más temprana, por lo que
es posible que La Yerba II sea aún más antigua.
Los fechados de La Yerba III nos proporcionan
como rango temporal de ocupación los años
que transcurren entre 6281 a 5920 cal. AP. Es
decir, que desde la ocupación más antigua de La
Yerba II y la más reciente de La Yerba III han
trascurrido 1000 años aproximadamente (figu-
ra 6).

Durante el milenio que transcurrió, los caza-


dores recolectores desarrollaron cambios en
sus patrones de asentamiento y estrategias de
subsistencia. Hemos visto que en La Yerba II
Fig 5. Recursos consumidos por los ocupantes de los restos de ocupación corresponden a la habi-
La Yerba III. litación del lugar para ocuparlo temporalmen-
te. Los cazadores recolectores no construyeron
La presencia recurrente de obsidiana también casas en ese momento, eso solo sucedió tiempo
es una señal de los cambios que se vivieron en después. Como hemos visto, en La Yerba III se
esa época. En todos los contextos intervenidos construyeron casas semihundidas cortando las
fueron encontrados esquilar y fragmentos de capas de desechos acumulados. El registro per-
obsidiana cuyas dimensiones fluctúan entre 1 mite sostener que los cazadores recolectores
a 5 cm2. Esta constante presencia también se modificaron su patrón de movilidad desarro-
refleja sobre la superficie, como ya hemos des- llando un estilo de vida sedentario y acercán-
crito al inicio del texto. Otro recurso ajeno al dose más hacia las tierras cultivables. Además,
sitio son los restos de animales posiblemente y considerando las 4 ha que abarca La Yerba
domesticados: Cavia porcellus (cuy) y Canis fa- III, es evidente que con el sedentarismo hubo
mmiliaris (perro). también un crecimiento importante de la po-
blación.
Un elemento curioso al interior de la basura
excavada es la presencia de huesos de ballenas. Otro cambio es la presencia de vegetales culti-
En tiempos pasados quizá su llegada a las playas vados junto con vegetales recolectados en las
arenosas se debía a que se acercaron mucho a lomas, estuario y bosques ribereños. Por ejem-
la línea del litoral persiguiendo cardúmenes de plo, semillas de Phaseolus lunatus de gran valor
peces pequeños. Es difícil pensar que mamífe- proteico y que pueden ser almacenados están
ros de la magnitud de las ballenas fueran caza- presentes en los depósitos de La Yerba III. A
das por los antiguos habitantes de La Yerba III. estos nuevos recursos se sumó también la con-
Aunque la caza se siguió practicando, como así siderable cantidad de obsidianas provenientes
lo indica los huesos de lobos de mar, venados de las partes altas de los Andes, lo que nos indi-
y camélidos. Otros recursos de las lomas, tam- ca que la esfera de interacción se extendió con
bién, están presentes, pero en menor número si respecto a la de los cazadores recolectores de La
los comparamos con la Yerba II. Yerba II.

56
El “Broad Spectrum Revolution” en la Costa Sur del Perú

Los cambios a lo que nos referimos también se Final del Proyecto de Investigación. Lima: Mi-
registraron en otros sitios costeros de caracte- nisterio de Cultura.
rísticas semejantes a La Yerba III tales como
Village 514 en Paracas y Santa Ana en el estua- Arnold, J.E., (1995) Transportation Innovation
rio del Río Grande de Nazca (Engel 1960, 1981, and Social Complexity among Maritime Hun-
1991, Nicho et al. 2016). Por lo tanto, a lo largo ter-Gatherer Societies. American Anthropolo-
de la costa sur aparecieron grupos sedentarios, gist 97, 733–747.
como La Yerba III, cerca al final del periodo Pre-
cerámico Medio (6 000 cal AP) (ver figura 6). La Beresford-Jones, D., Arce, S., Pullen, A. & Chau-
base de subsistencia de esos grupos aún esta- ca, G. (2015). Proyecto de investigación Arqueo-
ba dominada por la explotación de los recursos lógica Samaca. Informe Final del Proyecto de
marinos, aunque mostraba cambios, los mismos Investigación. Lima: Ministerio de Cultura.
que preceden a la aparición de la agricultura en
muchas partes del mundo. Para referirse a esta Beresford-Jones, D., Pullen, A., Whaley, O.,
etapa de transición Flannery (1969) acuñó el Moat, J., Chauca, G., Cadwallader, L., Arce, S.,
término “Broad Spectrum Revolution”, el cual Orellana, A., Alarcón, C., Gorriti, M., Maita, P.,
incluye: creciente consumo de recursos, inclu- Sturt, F., Dupeyron, A., Huaman, O., Lane, K.,
yendo los cultivados en las llanuras de inun- & French, C. (2015) Re-evaluating the resour-
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58
Inventario arqueológico del valle de Arequipa

INVENTARIO ARQUEOLÓGICO DEL VALLE DE AREQUIPA:


USO DEL GOOGLE EARTH COMO HERRAMIENTA PARA EVALUAR
LA DESTRUCCIÓN DE PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN LOS
ÚLTIMOS DIEZ AÑOS
ARCHAEOLOGICAL INVENTORY OF THE AREQUIPA VALLEY:
USING GOOGLE EARTH AS A TOOL FOR EVALUATING THE DESTRUCTION OF
ARCHAEOLOGICAL PATRIMONY IN THE LAST TEN YEARS

Augusto Cardona Rosas

RESUMEN
Empleando los UTM de los sitios inventariados por el Proyecto de Investigación Arqueológica del
Valle de Arequipa en las imágenes satelitales del programa Google Earth, el presente artículo tiene
por objetivo brindar una nueva “prospección” satelital, esta vez con la finalidad de estimar el vo-
lumen de sitios que se encuentran amenazados y/o han desaparecido en los últimos años, cuáles
son las principales causas o factores de su deterioro/desaparición, qué tipo de sitios son y cuál es la
cronología de los más afectados.

ABSTRACT
Using the UTM (Universal Transverse Mercator) data from the sites that were registered by the Project
of Archaeological Investigation of the Arequipa Valley into the satellite images of Google Earth, the fo-
llowing article pursues bringing a new satellite “prospection”, with the aim of estimating the volume of
endangered and disappeared archaeological sites, their main cause of damage/disappearing, what kind
of sites they were and the chronology of the most affected zones.

I. UN INVENTARIO ARQUEOLÓGICO EN (Imagen 1).


AREQUIPA

A partir de 1998 el CIARQ (Centro de Inves-


tigaciones Arqueológicas de Arequipa) inició
el inventario arqueológico de un espacio geo-
gráfico que definió como Valle de Arequipa. El
concepto se extendió sobre un amplio espacio,
extendido desde Quiswarami hasta Sogay (en el
eje oeste – este) y desde la base del Batolito de
La Caldera (Ej.: cerro Pillo) hasta Chilina.

El área propuesta tenía como finalidad el regis-


tro de los sitios arqueológicos, establecer una
columna cronológica y cultural y estudiar los Fig 1. Área prospectada por el Proyecto de
patrones de asentamiento y relaciones cultura- Inventario Arqueológico del Valle de Arequipa.
les. El inventario arrojó un total de 183 sitios
arqueológicos, entre los que destacan cemente- La nomenclatura empleada en el registro siguió
rios, aldeas, sitios de arte rupestre, terrazas de el siguiente orden:
cultivo, canales y caminos.
A – Valle de Arequipa
La metodología empleada consistió en la pros- A1 Sitio A1
pección del terreno por transectos paralelos,
DPA10 Dispersión aislada 10
donde los arqueólogos se disponían en forma
lineal cada 50 m en promedio para cubrir el te- PA-70 Petroglifo aislado 70
rreno. De esta manera y en varias temporadas A1 – P12 Sitio A1 Petroglifo 12
de campo (5 en total) se completó el inventario PR1 Pintura Rupestre 1

59
Augusto Cardona Rosas

El registro de cada sitio arqueológico, petrogli- Sección 2: Uchumayo – Socabaya


fo, etc., fue documentado en formularios dise-
ñados para tal fin. Fueron tomadas fotografías Esta sección comprende la mayor extensión de
en papel y diapositivas, se levantó por lo menos la actual campiña de Arequipa y de la actual
un croquis de cada sitio y se establecieron las ciudad de Arequipa, incluyendo la parte baja
coordenadas mediante el uso de un GPS nave- del valle donde se encuentran los terrenos de
gador en el sistema de coordenadas UTM con cultivo llanos asociados a la ocupación Tiwa-
Datum PSAD 56. Para el caso concreto de arte naku. Incluye el curso del río Chili desde la que-
rupestre, fue empleado igualmente un formu- brada de Chilina (por el norte) y el encuentro de
lario. Además, se calcó y/o fotografió cada panel los ríos Postrero y Socabaya respectivamente.
o faceta. Se desarrolla entre los 2050 msnm en A91 y
2550 msnm en A171 (Nacaco) en terrenos de la
Para efectos prácticos, el valle ha sido dividido actual Villa Ecológica.
en secciones:
A la fecha del inventario arqueológico se regis-
Sección 1: Quiswarani – Uchumayo traron 9 sitios arqueológicos, principalmente de
tipo aldeano y un abrigo rocoso. Hay que llamar
Corresponde a la sección más baja y cálida del la atención que no se incluyen sitios ya desapa-
valle de Arequipa, donde el Río Chili se en- recidos como los cementerios de Challapampa,
cajona y forma subsecciones de valle, como el Colegio Militar, la Selva Alegre, el Parque Sel-
Quiswarani, Mollebaya y Uchumayo. Las terra- va Alegre y Nicolás de Piérola, la casa de Var-
zas superiores correspondientes por el norte a gas Llosa, el Hipódromo de Porongoche, entre
la Plenillanura de Arequipa (Vargas, 1970) y el otros, actualmente sepultados por la ciudad
Batolito de La Caldera encajonan el área. El cli- (Imagen 3).
ma cálido transita hacia el propio de la Yunga
Costera. Aunque la actual producción está res-
tringida a frutales como la guayaba, el pepino y
algunos pacaes, las excavaciones arqueológicas
sumaron ají, algodón, frejol y maní.

Los sitios arqueológicos registrados suman un


total de 59, entre ellos aldeas, caseríos, caminos,
tambos coloniales y republicanos, apachetas,
campos de petroglifos, petroglifos aislados y
dispersiones de materiales arqueológicos en es- Fig 3. Sección 2 Uchumayo – Socabaya. Sitios registra-
pecial relacionados con senderos y caminos. En dos
esta sección se registran las construcciones do-
mésticas que emplean bloques de dacita ignim- Sección 3: Socabaya – Yarabamba
brítica (sillar) más antiguas del valle (Imagen 2).
Se inicia en el sector de los cerros y el sitio ar-
queológico Pillo, próximo a la confluencia de
los ríos Postrero y Socabaya. La sección inclu-
ye el sector de Paucarpata, Yumina, Characato.
Por el Sureste incluye la Pampa el Pajonal y los
cerros y sitio arqueológico de Sonqonata. Con-
centra después de la sección 1 el más alto nú-
mero de sitios y petroglifos, con un total de 73.
El arqueólogo Gary Vescelius (1958 – 1960) lla-
maba la atención de un cementerio Tiwanaku
ubicado en la parte norte del sitio Sonqonata,
sin embargo, a la fecha de nuestro inventario
no quedaban rastros del mismo.
Fig 2. Sección 1 – Quiswarani Uchumayo. Sitios,
caminos y senderos registrados (Calderas en naranja, y Respecto a su altitud, se desarrolla entre los
senderos en rojo). 2280 y 2560 msnm, en la zona Quechua de

60
Inventario arqueológico del valle de Arequipa

Pulgar Vidal. El territorio está conformado por Empleamos para simplificar el análisis solo tres
espacios agrícolas rodeados de elevaciones y categorías, las cuales son:
planicies como Yumina y Characato, contan-
do como recursos además del discurrimiento 1. Amenaza: cuando se encuentran obras,
de los Ríos Yarabamba y Socabaya, de diversos procesos de urbanización, agricultura, et-
manantiales donde se incluye la quebrada Ma- cétera, muy próximos al sitio arqueológico.
chaguaya con manantes actualmente diseca-
dos. 2. Peligro: cuando el sitio ha sido afectado en
cualquier grado.
Entre Mollebaya y el actual penal de Socabaya
se extendía una enorme zona agrícola abando- 3. Desaparición: cuando no encontramos ras-
nada antes de 1600 (Cardona 2002) y sitios ar- tros de su existencia.
queológicos arcaicos y formativos, e inclusive,
los primeros hornos de tejas (en el Texar) em- En las tablas 1 y 2 podemos estimar las princi-
pleados para la cobertura de las viviendas de la pales categorías de amenaza, peligro y desapa-
ciudad colonial de Arequipa (Imagen 4). rición, destacando las obras de infraestructura,
en este caso la carretera Arequipa – La Joya,
seguida de las irrigaciones, invasiones de terre-
nos y minería informal (extracción de sillar).

Fig 4. Sección 3 Socabaya – Yarabamba. Sitios regis-


trados

Sección 4: Yarabamba – Sogay

Con 28 sitios de distinta temporalidad, al igual


que otras secciones del valle, está compuesta
por aldeas, campamentos dispersos, conjuntos
de arte rupestre y petroglifos aislados. El área
del sitio A93 fue un muestreo específico, que-
dando espacio entre el valle y este sitio aún sin
prospectar. El valle de Yarabamba – Sogay es
regado por el río Yarabamba y por las aguas del
manante de Ccacana. Esta sección se desarrolla
entre los 2500 y 2700 msnm.

II. PROSPECCIÓN SATELITAL DE LOS SITIOS


INVENTARIADOS

Empleando los UTM de los sitios inventariados


En la Tabla 1 observamos que en la Sección 1, 24
por el PIA del Valle de Arequipa e imágenes sa-
telitales del Google Earth, efectuamos una nue- están en amenazados, 12 han desaparecido y 3
va “prospección”, esta vez con la finalidad de se encuentran en peligro o están parcialmente
estimar el volumen de sitios arqueológicos, si se destruidos (Imagen 6). En la Imagen 7 podemos
encuentran amenazados y/o han desaparecido advertir el proceso destructivo, notándose la
en los últimos años, cuáles son las principales afectación por la construcción de una impor-
causas o factores de su deterioro/desaparición, tante obra vial y la destrucción de un impor-
qué tipo de sitios son y cuál es la cronología de tante tramo del antiguo camino prehispánico
los más afectados. de Calderas.

61
Augusto Cardona Rosas

sitios formativos como las Caseras, donde ade-


más se encontraban los únicos entierros de este
periodo para el valle, igualmente han desapa-
recido sin lograr información valiosa sobre los
agricultores más antiguos del valle. Otros sitios
como Sonqonata se encuentran en peligro por
las actividades mineras informales e invasio-
nes (Tablas 5 y 6).

Fig 5. Sección 4 Yarabamba – Sogay. Sitios


registrados

En la sección 2, el registro corresponde a una


dispersión, siete aldeas como Kasapatac, Alata,
Huacuchara, una plataforma ritual que se ubi-
caba en los Cerros Pasos de Señor (Chiriguana)
y un abrigo rocoso con estratigrafía y pinturas
rupestres. Como observaremos en las tablas 3
y 4 los riesgos potenciales corresponden a los
procesos de expansión urbana, ya sea formal o
informal.

Finalmente, en la sección 4 de los 28 sitios re-


gistrados se encuentran 2 amenazados, 3 des-
aparecidos y 4 en peligro. Los sitios más afec-
tados nuevamente corresponden a petroglifos
aislados y a concentraciones (Tablas 7 y 8).

Por otro lado, si consideramos los inventarios


de Vescelius (1958 – 1960), limitado a coleccio-
En la tercera sección intervienen en el proceso nes depositadas en el Museo de la Universidad
destructivo la expansión urbana principalmen- Nacional de San Agustín, las cuales se encuen-
te informal. En segundo lugar, se encuentran tran parcialmente revueltas y sin documen-
las actividades mineras informales (ladrille- tación, y el inventario realizado por Linares
ras). Se han afectado parcialmente o eliminado (1991), con sitios arqueológicos que durante el
bloques de arte rupestre, ya sean aislados o en Inventario del Valle de Arequipa no pudieron
concentraciones. Sitios arcaicos como Huana- ser reubicados, los datos resultarían aún más
queros y Quebrada Honda han desaparecido, y dramáticos.

62
Inventario arqueológico del valle de Arequipa

caso nos posibilita revisar rápidamente grandes


áreas de terreno y denunciar en este simposio
el avance y destrucción sin precedentes del pa-
trimonio cultural, en este caso, de tipo arqueo-
lógico.

COMENTARIOS FINALES

Cada una de las secciones nos ha mostrado el


grado, peligro o destrucción total de sitios ar-
queológicos en el valle de Arequipa, señalando
los principales factores destructivos y llegando
casi a la ausencia de sitios arqueológicos en la
sección 2, correspondiente al entorno y ciudad
de Arequipa.

Solamente un reducido número de sitios se en-


cuentra fuera de algún tipo de peligro, siendo
la expansión urbana descontrolada e informal Fig 6. El círculo verde indica los sitios en peligro o con
la que borra diariamente páginas inéditas de la algún grado de afectación. El gráfico rojo los sitios
destruidos.
arqueología arequipeña. Las tablas 9 y 10 sinte-
tizan lo apuntado y nos presentan en perspecti-
va el futuro no muy lejano su destino.

El traslado de los datos del Inventario Arqueo-


lógico del Valle (UTM) al Google Earth y su
reevaluación a través de imágenes satelitales,
permite estimar los principales factores que
intervienen en la destrucción de sitios arqueo-
lógicos. No son en tiempo real ya que las imá- Fig 7. El círculo verde indica los sitios en peligro o con
genes se actualizan progresivamente, sin em- algún grado de afectación. El gráfico rojo los sitios
bargo, constituye una herramienta que en este destruidos.

63
Augusto Cardona Rosas

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64
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune

UNA MAQUETA LÍTICA PREHISPÁNICA EN EL CERRO CHUJUNE —


SAN JUAN SAN JUNE, DISTRITO DE TORATA
(MOQUEGUA — PERÚ)
A PREHISPANIC LITHIC MODEL IN CHUJUNE HILL— SAN JUAN SAN JUNE, TORATA
(MOQUEGUA — PERU)

Nelson Ramos Rosales

RESUMEN
El siguiente artículo presenta el hallazgo de una maqueta lítica en la zona de Pampa Chujune,
ubicada en San Juan San June, anexo de Otora, distrito de Torata, Moquegua. El descubrimiento de
la piedra tallada surgió a raíz de un trabajo de prospección arqueológica realizado por la Municipa-
lidad de Torata en la zona alta del mismo distrito. La maqueta tiene 10 m de largo x 3 m de ancho
aproximadamente y presenta sobre la superficie de la roca tallas en alto relieve, que representan
figuras paisajísticas de los alrededores. Asimismo, es posible distinguir andenerías, canales y pro-
bables reservorios tallados, los cuales reflejan un mejor manejo del sistema agrícola e hidráulico.

ABSTRACT
This paper presents the findings of a lithic model in the area of Pampa Chujune, located in San Juan San
June, Torata, Moquegua. The discovery of stone tools occurred as a result of a prospection for archaeo-
logical diagnosis by the Municipality of Torata. The model has a dimension of 10 m long x 3 meters wide
approximately, and it is characterized by high relief carved figures representing the surrounding lands-
cape (terraces) built on the rock surface. Terraces, canals and species can also be distinguished, which
reflect a better management of an agricultural and hydraulic system.

I. UBICACIÓN DE LA MAQUETA LÍTICA PRE- de San Juan San June —que tiene cinco años
HISPÁNICA DEL CERRO CHUJUNE de creación—, y la quebrada de Apacheta; por
el sur, con el cerro Chujune y el río Sajena; por
Está situada muy cerca de la localidad de San el este, con estribaciones del cerro Chujune y
Juan San June, un pueblo situado en la zona el río Sajena y por el oeste, con la carretera a
precordillerana a 3251 msnm, específicamen- Omate y la pampa de Chujune.
te en el anexo de Otora, distrito de Torata. La
roca está emplazada en las coordenadas UTM El acceso es posible a partir de la ciudad de Mo-
WG84 19K E: 302156, N: 8121705, según la quegua, a través de la carretera Binacional has-
Carta Geográfica Nacional (34-u) Omate (Hoja ta el cruce de Omate en el sector Cruz de Flores,
2737, Edición 2). para continuar por una trocha carrozable que
pasa por los anexos de Quele, Porobaya y Otora,
hasta llegar al sector Pampa de Chujune, lugar
donde fue hallada la maqueta. Esta carretera
continúa a San Juan San June y al distrito de
Omate.

Mapa de localización

Al este del sector de Pampa Chujune se sitúa


la cuenca del río Sajena, que es tributario del
Otora, pertenecientes a la cuenca superior del Vista panorámica de cerro Chujune donde se ubica la
río Osmore. Limita por el norte con el pueblo maqueta

65
Nelson Ramos Rosales

II. DESCRIPCIÓN DEL AMBIENTE, FLORA Y ficial, asimismo, muestra una textura de media
FAUNA DEL SECTOR a fina.

La flora en este piso ecológico está conformada En la actualidad, toda la zona donde está ubi-
por hierbas y arbustos como el tire o chire (que cada la maqueta, así como las planicies y cerros
recibe el nombre científico Grindelia glutinosa), que rodean el área, están formados predomi-
plantas de flores amarillas que los pobladores nantemente por depósitos de ceniza volcánica
de la zona utilizan para construir los techos producto de la erupción del volcán Huayna-
de sus viviendas, desde épocas prehispánicas. putina en el año 1600 d.C. (Seiner Lizárraga:
También hay varios tipos de plantas com- 2002).
puestos por cactáceas, entre ellas las corotillas,
el cure (Browningia candelaris) y la Opuntia Esta escultura lítica se ubica muy cerca del ca-
sphaerica. Junto con estos cactus habitan otras mino prehispánico que viene de Mimilaque con
especies herbáceas como la tola (Parastephia le- dirección al sector de Alto Sajena y el valle de
pidophylla) y el lloque (Kageneckia Lanceolata). Otora.

Vista panorámica del Río Sajena y el Valle de Otora.


Al extremo derecho de la foto se puede apreciar el
imponente Cerro Baúl, ubicado en Yacango, Distrito de
Torata.
En la foto se aprecia otro sector cercano al sitio de la
maqueta donde existen los sedimentos antiguos de un III. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS
espejo de agua de un posible reservorio, el cual, al
parecer, fue utilizado desde épocas prehispánicas. En 1983 las prospecciones arqueológicas rea-
lizadas por Stanish y Dolan en la cuenca del
La fauna es muy variada. Hay lagartijas, perdi- Río Otora registraron 17 sitios arqueológicos.
ces, vizcachas, insectos arácnidos y voladores, Según las excavaciones, los mencionados sitios
así como también cérvidos (Hippocamehus anti- están vinculados cronológicamente a grupos
sis) y huanacos (Lama Guanicae) (ONERN 1976: culturales Estuquiña y Porobaya, pertenecien-
61-74). tes al periodo Intermedio Tardío. Los arqueólo-
gos asociaron estos sitios al cerro Colana, que
Las características climatológicas del área co- presentaba un gran sistema de andenerías y
rresponden a un clima templado y seco, carac- utilizó un solo canal.
terizado por precipitaciones reducidas (de 500
a 1000 mm anuales) y temperaturas poco cam- “El sistema agrícola está ubicado en una cuesta
biantes durante el año (10º C y 18ºC) debido al alta, de aproximadamente 3200 a 3400 msnm,
efecto termorregulador, típico de un piso geo- y se compone de andenes en pendientes con una
gráfico de Montano bajo compuesto por mon- inclinación de 5º a 30º. El sistema Colana tiene dos
tañas semiáridas y eriazas, correspondientes a estanques: el primero tiene un diámetro de 15 m y
dicha formación ecológica. el segundo, casi lo mismo. Estos estanques fueron
revestidos, en los lados en una pared de piedra en
La topografía del sitio presenta un relieve de doble hilera, asentados sobre un mortero de barro
escarpado a ligeramente ondulado y plano por como ahora y construidos para conservar agua
la misma formación del cerro Chujune. Geoló- para una rotación de uso de campos. El sistema
gicamente está compuesto por suelos arenosos, Colana utilizó solamente un canal construido con
arcillosos y rocas sedimentarias, las cuales fue- tierra, aproximadamente a 3 km de su fuente de
ron formadas por origen eólico. El perfil super- los primeros campos y a 4 km, el largo total. El ca-

66
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune

nal siguió el lado sur de la cuesta hasta alcanzar los ticas arquitectónicas podrían estar vinculadas
campos donde se derrumbaron en la cuesta de la a los periodos Horizonte Medio e Intermedio
cima. El canal desciende desde la cima de la cuesta Tardío (Ramos, 2001).
hasta el final de los campos, donde hay andenes
en ambos lados del cerro. La estrategia fue la de MAQUETA LÍTICA CHUJUNE
ubicar este canal principal en la cima y alcanzar
los dos lados, con canales auxiliares. Dentro de los La maqueta de Chujune consiste en un bloque
andenes hubo canales verticales, los que tuvieron de piedra granita de aproximadamente 3 m x
una pared simple construida perpendicularmente 10 m, la cual se observa en la superficie del sec-
a los contornos de los andenes. Cuando descendió tor Pampa de Chujune. La superficie de la roca
el agua hubo piedras de desviación para empujar está ornamentada por una serie de figuras, que
el agua en los campos cultivados. Se usa una estra- representan escenas paisajísticas de andenería
tegia similar hoy en día en las chacras de los cam- y algunos accidentes geográficos, tallados apro-
pesinos” (Dolan: 120). vechando los relieves y depresiones naturales
de la piedra. Se desconoce el uso y función de
Según las excavaciones realizadas por Stanish, esta, lo más probable es que tuviera una signi-
en casi todos los recintos excavados en varios ficación religiosa, quizás una representación
sitios arqueológicos del valle de Porobaya es simbólica del universo o del espacio natural.
posible encontrar cerámica incaica. Tales con- Como sostienen algunos investigadores, pudo
juntos de cerámica del Horizonte Tardío en estar relacionada con el culto al agua, una es-
sitios fundados en épocas preincaicas han sido pecie de gigantesca Pacha, sugerido por los
registrados también en otras áreas de los Andes recipientes esculpidos en los cuales podía em-
surcentrales. pozarse la lluvia. Otros elementos que se obser-
van tallados son trazos de canales, escalinatas
La cerámica Inka fue encontrada en otro tipo de y estanques. Se pudiera creer también que esta
establecimiento, también representado en P-13, piedra fue una especie de plano o croquis pé-
P-11 y P-15 (Clasificación de Sitios Arqueológi- treo hecho por arquitectos incas para llevar el
cos según Charles S. Stanish, para el Valle de control de las obras hidráulicas que realizaban
Porobaya, la letra “P” Porobaya y el número de en la zona.
sitio registrado el año 1983). En estos sitios, la
cerámica Inka es más tardía, con indicaciones
del estilo Chucuito (a diferencia del estilo Sillus-
tani que predominó en P-1 y P-3). Por eso, los
sitios al lado de los ríos en Otora representan la
ocupación Inka. Estos datos e interpretaciones
se basan en las crónicas, las cuales mencionan
que los Inkas trasladaron a poblaciones de los
cerros (Pukaras) hacia áreas mejor controladas.
Según el Informe del Proyecto Qhapaq Ñan del
2004, fue registrado el hallazgo de otra maque-
En la foto se observan las tallas en la superficie de la
ta lítica en la parte alta de la región Moquegua,
roca.
asociada al camino prehispánico que provenía
de la zona altiplánica.

Asimismo, existen evidencias de otra maqueta


lítica ubicada en la región del valle del Colca,
específicamente en el distrito de Yanque, el
cual representa el sistema de andenerías del
área y está asociado al periodo Horizonte Tar-
dío. Del mismo modo, en el distrito de Madrigal,
del mismo valle, fueron descubiertas diversas
maquetas líticas en el sector denominado Cerro
La Chimpa. Estas lito-esculturas están relacio- . Apréciese el paisaje del sector Sajena y Colana
nadas a un sitio arqueológico cuyas caracterís- sitios arqueológicos en el valle de Porobaya.

67
Nelson Ramos Rosales

Segmento donde se pueden apreciar las divisiones de las


andenerías.

Sucesión de andenes representados en los bloques de


roca.

IV. CONSIDERACIÓN FINAL

Teniendo en cuenta la documentación arqueo-


lógica presentada por investigadores que reali-
zaron trabajos en el sector y las características
de la maqueta expuesta en este trabajo, po-
dríamos suponer que la creación de la misma
pudiera no solo estar relacionada con la época
Inca sino también por sociedades anteriores a
Otros segmentos de la roca tallada. esta, con el fin de desarrollar un mejor manejo
agrícola. Sin embargo, eso solo podría confir-
marse con más investigaciones en el área y en
los alrededores.

El Paisaje Cultural Arqueológico Maquetas de


Pampa Chujune actualmente se encuentra de-
clarado Patrimonio Cultural de la Nación por el
Ministerio de Cultura, con apoyo del Gobierno
Regional de Moquegua y el Proyecto Estratégi-
co de la Carretera Moquegua-Omate-Arequipa.

REFERENCIAS

En la maqueta se plasman segmentos del Valle de Albarracín-Jordán, J. (1996). TIWANAKU: Ar-


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68
Una maqueta lítica prehispánica en el cerro Chujune

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69
Alcides R. Álvarez Vela

HALLAZGO DE PLACAS DE CERÁMICA PINTADAS Y CANTOS


RODADOS PINTADOS EN LAS CERCANÍAS DE LA CIUDAD DE
OCOÑA – AREQUIPA
THE FINDING OF POTTERY PLAQUES AND PAINTED PEBBLES IN THE SORROUNDINGS OF
OCOÑA CITY, AREQUIPA

Alcides R. Álvarez Vela

RESUMEN
Este artículo trata sobre algunos de los materiales recuperados durante un Plan de Monitoreo
Arqueológico realizado en el año 2008 durante la colocación de fibra óptica en los alrededores de
localidad de Ocoña por la empresa CICSA.

ABSTRACT
The following article deals with some of materials found during a Plan of Archaeological Monitoring
during the installation of optic fiber in the sorroundings of Ocoña, in 2008, by CICSA Company.

I. LOCALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS Y uno de los más caudalosos de la costa peruana.


DESCRIPCIÓN AMBIENTAL

El hallazgo de los materiales fue realizado al


pie del cerro Azul, topónimo según la Carta Na-
cional (Instituto Geográfico Nacional, 1996) de
superficie rocosa y arenosa, sin vegetación ni
fuentes de agua. Se trata de un lugar adyacente
a la Panamericana Sur y a terrenos agrícolas,
ubicado aproximadamente a 1 km al este del
cauce del río Ocoña y a casi 2 km de la línea
de playa. Políticamente el hallazgo se realizó
en el distrito de Ocoña, provincia de Camaná,
departamento de Arequipa. Asimismo, fisiográ- Mapa 1. Desembocadura del río Ocoña, valle adyacente
ficamente hablando, el cerro en mención forma y lugar de los hallazgos.
parte de la Cordillera de la Costa, constituida II. DESCRIPCIÓN DE LOS HALLAZGOS EN
por las rocas más antiguas de la región y la pre- CAMPO
sencia de depósitos de limo y arcilla que duran-
te las estaciones lluviosas del año dan origen Fueron tres lugares diferentes donde aparecie-
a vegetación en las lomas (Mendivil y Castillo ron los materiales estudiados, estando dos de
1960: 13-15). La hidrografía está representada ellos a poca distancia de separación y sin más
por el río Ocoña, de aproximadamente 270 km, materiales en las cercanías (véase Cuadro 1).

Cuadro 1
Progresivas y coordenadas de ubicación de los materiales hallados

Descripción Progresiva Coordenadas Fecha


Cantos rodados pintados 1, 2, 3 y 4 Km 784 + 500 18K 702446 – 8181913 29/04/2008
Placas de cerámica pintada 1 y 2 Km 784 + 500 18K 702458 – 8181889 29/04/2008
Canto rodado pintado 5 Km 784 + 900 18K 702481 – 8181495 02/05/2008
Coordenadas UTM en el Datum WGS 84 tomadas con GPS Navegador Garmin Map 76CSx

70
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados

El primer hallazgo consistió en un grupo de


cuatro cantos rodados pequeños y semipla-
nos, tres con restos de pintura en uno de sus
lados, los cuales se encontraron en la superficie
contigua a una zanja, separados a poca distan-
cia entre ellos y en medio de basura moderna
(plásticos, bloques de cemento, vegetales) y
ripio suelto.

Fig 3. Placas de cerámica en zanja

Fig 1. Cantos rodados 1 y 2.


Fig 4. Vista de acercamiento de placas

Fig 5. Retiro de placa 1

Fig 2. Cantos rodados 2, 3 y 4.

El segundo hallazgo consistió en dos tiestos


juntos, con presencia de decoración en la pared
interior: uno con pintura monocroma y el otro
con figuras antropomorfas y zoomorfas de va-
rios colores. Estos dos tiestos se encontraron a
un lado dentro de la zanja a 50 cm de profun-
didad, en medio de una capa de tierra arenosa
color gris con presencia de pequeñas piedras
angulosas sueltas sobre la cual está la capa de
ripio compacto. Fig 6. Retiro de placa 2

71
Alcides R. Álvarez Vela

El tercer hallazgo consistió en un canto rodado grado de compactación medianamente duro,


hallado en el material retirado de la zanja (top y espesor de 70 cm (nivel intermedio). En esta
soil), también plano y con restos de tres (03) lí- capa fue donde se encontraron las dos placas y
neas rojas paralelas en uno de sus lados. el canto rodado 5.

Fig 9. Estratificación de tramo de las placas


Fig 7. Canto rodado 5 en top soil

Fig 8. Detalle de canto rodado 5

III. DESCRIPCIÓN DE LA ESTRATIFICACIÓN Fig 10. Estratificación de tramo de canto rodado 5

La estratificación es la misma para toda la zan- IV. DESCRIPCIÓN DE LOS MATERIALES


ja en el tramo de la carretera contigua a la ciu- RECUPERADOS
dad de Ocoña, con presencia de dos capas que
pasan a ser descritas a continuación. Para esta labor fueron tomados como modelo
algunos de los criterios empleados en el in-
Capa 1. Matriz de tierra arcillosa de color ma- ventario del material (como los aparecidos en
rrón claro, inclusiones de piedras angulosas de la siguiente tabla) recolectado por Federico
diversos tamaños, grado de compactación bien Kauffmann Doig en el sitio de Chucu-Cupara
duro, y espesor promedio de 10 cm. (Kauffmann 1992: 78-178), agregándose a estos
el peso y el color. Los códigos de los colores y
Capa 2. Matriz de tierra arenosa color gris cla- su denominación provienen de las Munsell Soil
ro, inclusiones de pequeñas piedras angulosas, Color Charts (Munsell 2000).

72
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados

Fif 11. Placa pintada 1

Fig 12. Placa pintada 2

Gráfico 1. Placa pintada 1 Gráfico 2. Placa pintada 2

Fig 13. Unión de placas por uno de sus lados Fig 14. Reconstrucción de la forma original

73
Alcides R. Álvarez Vela

Fig 15. Canto rodado 1 Fig 17. Canto rodado 3

Fig 16. Canto rodado 2 Fig 18. Canto rodado 4

Cuadro 2
Características de las placas de cerámica pintadas

Medidas Color(es) y
Placa Forma Peso Descripción Conservación Observaciones
Máximas Código

1 Poligonal, 20 cm x 23 cm x 351 grs Fragmento de base Pale yellow Bueno, ya que Por uno de sus
con los 6 mm y cuerpo. Presenta (2.5 y 8/2) esta fracturado es lados comparte
bordes pintura monocro- seis fragmentos el mismo borde
sin des- ma en casi toda su todos los cuales de fractura que
bastar pared interior (placa fueron recolecta- empata con uno
cóncava), mientras dos en campo de los lados de la
que la pared exterior placa 2
es llana. La cocción es
oxidante. La pintura
es pre cocción.

2 Poligonal, 18 cm x 20 cm x 259 grs Fragmento de Red (10R y Regular, ya que Por uno de sus
con los 6 mm cuerpo. Presenta 4/6), Reddish esta fractura- lados comparte
bordes pintura policroma yellow (5YR do en varios el mismo borde
sin des- post cocción en casi 7/8), fragmentos de de fractura que
bastar toda su pared interior Grayish green los cuales solo empata con uno
(placa cóncava), (GLEY 1 5/2), se recolectaron de los lados de la
mientras que la pared White tres, faltando placa 1
exterior es llana. La (2,5Y 8/1) por lo menos dos
cocción es oxidante. más. Además, los
La pintura es post colores muestran
cocción. Iconografía cierto grado de
de motivos antropo- pulverulencia por
morfos, geométricos partes, pero no es
y zoomorfos. generalizado.

74
Hallazgo de placas de cerámica pintadas y cantos rodados pintados

Cuadro 3
Características de los cantos rodados pintados

Medidas Color(es) y
C.R. Forma Peso Descripción Conservación Observaciones
Máximas Código

1 Semi 11 cm x 7 cm x 546 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.

2 Semi 10 cm x 6 cm x 291 grs Sin pintura. Sin Ninguno Bueno Ninguna


ovalado 2 mm huellas de actividad
con caras visibles
planas

3 Semi 9 cm x 5 cm x 254 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.

4 Semi 8 cm x 6 cm x 213 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
circular 2 mm en motivo semi cir- (10R 5/8)
con caras cular. Sin huellas de
planas actividad visibles.

5 Semi 12 cm x 8 cm x 648 grs Una cara con píntura Red Bueno Ninguna
ovalado 3 mm formando tres fran- (10R 4/6)
con caras jas delgadas paralelas
planas trazadas siguiendo el
lado largo del canto
rodado. Sin huellas
de actividad visibles

V. DISCUSIÓN

Los cantos rodados no estaban en su lugar ori- tienen huella de uso. Dicho cántaro presenta-
ginal de deposición, sino que se hallaban en la ba pintura interior color Pale Yellow, estando
superficie del terreno, descontextualizados. El presente aún en ambos tiestos. Sin embargo, en
caso de las placas es discutible; aparentemente la placa 2 solo quedaban pequeños remanentes.
tampoco estaban en contexto. Sin embargo, por
encontrarse juntos y de manera vertical parece Estos tipos de materiales han sido reportados
que fueron dejados ex profeso. La ausencia de como ofrendas asociadas a contextos funera-
algún contexto funerario u otro tipo de mate- rios (Disselhoff 1968, citado por Linares Málaga
riales en las cercanías debilitan esta posibilidad, 1993; Faron-Bartels 2007) u ofrendas dedica-
por lo tanto, debieron haber llegado de algún das a los dioses andinos (Kauffmann 1992). En
modo no determinado y el encontrarse juntos el caso de los materiales que son objeto del pre-
en posición vertical es algo fortuito. sente estudio, todo indica que fueron ofrendas
en contextos funerarios por la presencia de un
Las dos placas cerámicas son fragmentos de la cementerio arqueológico adyacente que ha sido
base plana de un cántaro de forma recurrente huaqueado en varias ocasiones y desde hace
en los valles occidentales del área centro-sur mucho tiempo atrás. Por ello, los materiales se
andina para periodos tardíos, y la unión por han desperdigado en los alrededores.
uno de sus lados indica que son de una misma
vasija. Se observa que la parte interior tiene El sitio adyacente es mencionado por los ar-
desgaste previo a su pintado post cocción, y es queólogos José A. Chávez Chávez y Ruth R. Sa-
muy probable que hayan sido reutilizados lue- las Hinojoza como “necrópolis” Chule (AR6-51)
go de ser extraídos de algún basural de la época. (Chávez y Salas 1990). Chule es un cementerio
No son tiestos de alguna vasija manufacturada perteneciente al estilo Chuquibamba e Inca
para ser quebrada intencionalmente, de hecho, en base a su cerámica y textiles, con enterra-

75
Alcides R. Álvarez Vela

mientos múltiples, presencia de palos, esteras y


muros de piedra y barro (Chávez 1982, citado
por Azócar Prado 2012: 37 – 38). Eloy Linares
Málaga, por su parte, menciona al sitio de Co-
balalto como uno de los lugares con presencia
de arte rupestre mobiliar en el extremo litoral
sur. Allí, en 1964, extrajo un fardo funerario y
objetos semejantes (Linares Málaga 2011: 245
y 249). Por ende, la cronología relativa y la fi-
liación cultural serían las mismas mencionadas
por estos investigadores.

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Málaga. 80 años de edad y 60 de investigador.
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76
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca

PLATAFORMA CEREMONIAL - USHNU DEL SITIO ARQUEOLÓGICO


DE ACCHAYMARCA
AN USHNU - CEREMONY PLATFORM AT THE ARCHAEOLOGICAL SITE OF
ACCHAYMARCA

Gonzalo Presbítero Rodríguez

RESUMEN
El presente artículo describe al sitio arqueológico de Acchaymarca (Arequipa) el cual presenta 280
estructuras arquitectónicas construidas en piedra, las cuales están agrupadas al oeste de la plaza.
En el lado central (S-E) de la plaza principal, se ubica la Plataforma Ceremonial - Ushnu, construida
con piedras canteadas, prolijamente trabajadas de mampostería tipo Inca Imperial.

En mal estado de conservación, la primera etapa de intervención consistió en el desbroce y lim-


pieza peri mural, para luego liberar el entorno de la Plataforma Ceremonial y continuar con la
segunda etapa de anastilosis, que ha permitido reintegrar y/o restituir al conjunto las piezas co-
lapsadas de la estructura. Para recuperar las características arquitectónicas de la plataforma y de
esta manera proporcionar una lectura más clara de la estructura en el proceso de conservación se
han utilizado los materiales y técnicas constructivas tradicionales, con la finalidad de conservar las
características de la Plataforma Ceremonial.

ABSTRACT
The following article describes the archaeological site of Acchaymarca (Arequipa) which presents over
280 architectonic structures built in stone, located at the western side of the square. In the central side of
the main square (S-E), there is an Ushnu - Ceremony Platform, made of very well crafted masonry sto-
nes of the Imperial Inca type. In a clearly poor state of conservation, the first stage of intervention con-
sisted in cleaning all scrubs and unwanted elements around the walls, so the Ceremony Platform could
be clear. The second stage was anastylosis, which allowed to reintegrate and restore every collapsed
piece of the whole structure. The purpose of this was to recover the main architectonic features of the
platform, so there is a clearer view of the structure. During the process of conservation the traditional
building techniques and materiales were used to keep the main characteristics of the ancient and original
Ceremony Platform.

I. LOCALIZACIÓN DEL SITIO rodeada por un muro de piedras canteadas sin


argamasa. Parte de este muro ha colapsado y
El sitio de Acchaymarca está localizado en la en el extremo superior (S-E) existen dos jambas
Provincia de Condesuyos, a 30 km del actual que sirvieron de acceso a la otra plaza.
pueblo de Salamanca (Foto 1), entre los nevados
Solimana y Coropuna, a 4030 msnm. Geográ- Adyacente a esta se ubican y existen otros re-
ficamente se encuentra en las siguientes coor- cintos, los cuales se superponen parcialmente
denadas: 72°48’22” Longitud Oeste y 15°30’26” al espacio de la misma. En el extremo (S-O) se
Latitud Sur. El complejo arquitectónico está encuentra una estructura tipo Kallanka (es-
situado sobre una meseta de la vertiente occi- tructura rectangular con varias puertas) . En el
dental del Nevado Coropuna y fue descubier- lado central (S-E) de la plaza principal, por su
to por José Antonio Chávez Chávez y Johan parte, se ubica una Plataforma Ceremonial –
Reinhard en 1989. Ushnu, construida con piedras canteadas, pro-
lijamente trabajadas de mampostería tipo Inca
El sitio arqueológico contiene aproximadamen- Imperial.
te 280 estructuras arquitectónicas construidas
en piedra, la mayoría de las cuales se distribu- Es importante señalar que esta Plataforma Ce-
yen y están agrupadas al oeste de la plaza. Esta remonial – Ushnu de Acchaymarca, es la más
plaza principal es de forma rectangular y mide grande que se encuentra en la región Alto An-
aproximadamente 94.15 m por 89.92 m y está dina del departamento de Arequipa. (Foto 2)

77
Gonzalo Presbítero Rodríguez

Adosada a la plataforma ceremonial, en la par-


te central se ubica una escalinata de cinco pel-
daños, los cuales conducen al primer cuerpo de
la misma, con 3.58 m de largo y 1.97 m de an-
cho. En el proceso de excavación fueron halla-
dos los peldaños originales, los cuales estaban
dañados y en mal estado de conservación, con
muretes laterales de 0.60 m de ancho, adosados
a la escalinata. Su función era la de confinar las
gradas y evitar su disgregación.

Gran parte de este elemento arquitectónico (de


la escalinata) ha perdido piezas de la configura-
ción original. Y el desplome de piedras de ma-
Fig 1. Vista del nevado Solimana
yor volumen sobre los peldaños ha fracturado
las lajas y removido parte de la estructura. En
el nivel superior de la escalinata se encontró,
asimismo, un gran forado producido por sa-
queadores de la zona, el cual desciende hasta
la base de la Plataforma Ceremonial (de 1.88 m
de altura).

En el primer cuerpo de la Plataforma Ceremo-


nial, los muros de traba presentan esquinas
colapsadas con mortero disgregado, causados
en gran parte por lluvias y daños antrópicos.
Además, el paramento en torno a la plataforma
Fig 2. Plaza principal de Acchaymarca presentaba varias grietas, fisuras e incluso, en
algunos sectores, han colapsado varias piezas,
II. ESTUDIO PATOLÓGICO perdiéndose las mismas.

La Plataforma Ceremonial – Ushnu presentaba


Los trabajos fueron realizados por la arqueóloga alemana
1
en su totalidad maleza y material de derrumbe. Anja- Kathrin Meinken. Andes No 6.
El elemento ceremonial tiene forma rectangu-
lar con 8.76 m de ancho (E-O) y 6.98 m de largo
En el segundo cuerpo de la Plataforma Cere-
(N-S). Presenta dos cuerpos: el primer cuerpo
monial, el estado de conservación es más grave:
tiene 1.75 m de altura y el segundo cuerpo está
los muros se encuentran colapsados en un gran
constituido por un muro de 0.90 m de altura y
porcentaje en torno a la estructura. La super-
piedra canteada, ambos cuerpos hacen un total
ficie es plana en su mayor parte y la restante
de 2.86 m de altura. La superficie de este recin-
presenta un desnivel con respecto a la rasante
to es de 61.32 m2, el cual se ubica a 3.32 m con
original. Además, presenta evidencias claras de
respecto al muro pircado de la plaza (Foto 3).
saqueo y destrucción (Foto 4).

Fig 3. Ushnu de Acchaymarca antes de la Fig 4. Ushnu de Acchaymarca antes de la


intervención, vista norte. intervención, vista este.

78
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca

III. TÉCNICAS Y PROCESOS DE INTERVEN-


CIÓN

Previo al proceso de intervención del comple-


jo arquitectónico, se realizó una evaluación de
acuerdo a las normas y técnicas internaciona-
les.

Los trabajos emprendidos en la primera etapa


consistieron en el desbroce y la limpieza alre-
dedor de la estructura con la finalidad de libe-
rar y remozar el entorno de la Plataforma Cere-
monial – Ushnu. Asimismo, fueron mapeadas y
ubicadas en un plano las áreas de intervención. Fig 5. Ushnu de Acchaymarca después de la
intervención, vista frontal.
En la segunda etapa fueron intervenidas las es-
tructuras a través del método de anastilosis, lo
que ha permitido reintegrar y/o restituir al con-
junto de las piezas colapsadas de la estructura.
Esta técnica de intervención tuvo como finali-
dad devolver la configuración original del muro
y recuperar las características arquitectónicas
de la plataforma. De esta forma, proporciona
una lectura más clara de la estructura.

Previa sectorización e identificación de las


áreas colapsadas de la plataforma, fueron rea-
lizados también los trabajos de reintegración de Fig 6 . Ushnu de Acchaymarca después de la
piezas, teniendo cuidado de no dañar la estruc- intervención, vista oeste.
tura existente. En los sectores reintegrados del
paramento fue utilizado un mortero diferente Los muros con desplome fueron consolidados
para diferenciarlo del original. en base a reajustes en su estado actual, hasta
lograr el plomo del muro original, mientras que
La superficie de la plataforma se ha remozado los nuevos morteros restituyeron gran parte de
y rellenado con tierra. Lamentablemente, esta los originales, por encontrarse estos en mal es-
presentaba múltiples daños producto de la acti- tado de conservación. El mortero de barro exis-
vidad ilícita del saqueo en la zona. Se ha nivela- tente presentaba intemperización y pérdida de
do la superficie de la plataforma, conservando su propiedad aglutinante, siendo necesaria una
el nivel antiguo. Del mismo modo, se han rea- restitución de un mortero reforzado compati-
lizado trabajos de prevención, rellenándose así ble, el cual posibilitara consolidar los muros.
parcialmente la superficie de los peldaños, con Previa a la intervención se han caracterizado
el propósito de protegerlos del medio ambiente y analizado los morteros originales en su com-
y de la actividad antrópica. posición y dosificación, conservándose así el
mortero en buen estado, mientras que el resto
En el proceso de conservación han sido utili- ha sido restituido con mortero reforzado com-
zados los materiales y técnicas constructivas patible al original.
tradicionales, con la finalidad de conservar las
características del monumento. De forma tal, Asimismo, han sido consolidados los rellenos
no se alteran las propiedades físico-químicas de los muros disgregados por restitución, cau-
del material y la estética de la plataforma ce- sados por el flujo de agua en época de lluvias. El
remonial. Las piedras y mortero colapsados y espesor del relleno es el mínimo necesario, para
disgregados han sido reintegrados y restituidos evitar que el material reintegrado y sustituido
respectivamente, previa identificación y codifi- se superponga a la piedra. La finalidad de la in-
cación de piezas para su relativa reintegración tervención es proteger y preservar el material,
(Fotos 5 y 6). evitando las vías de filtración de agua.

79
Gonzalo Presbítero Rodríguez

Consideramos que la restitución del morte- gración produce alteraciones químicas y físicas
ro era imprescindible, no solo para asegurar en las rocas, generando rajaduras y desprendi-
el comportamiento estructural del muro, sino mientos, lo cual afecta de la misma forma los
para evitar la posible disgregación o pérdidas de morteros de barro.
los elementos constituyentes del mismo.
V. PROTECCIÓN Y TRATAMIENTO DEL DE-
IV. CONTROL DE LOS PROCESOS DE DEGRA- TERIORO NATURAL Y ANTRÓPICO
DACIÓN
Como es de esperar, la afluencia de turistas en
1. El primer factor de deterioro es la presen- el sitio podría tener un impacto negativo en la
cia de hierbas y pastos típicos de las regio- preservación del monumento. Para prevenir el
nes altoandinas como el ichu, la yareta y deterioro de las estructuras se han realizado
otras plantas silvestres, y el desarrollo de trabajos de acondicionamiento, habilitándose
microorganismos: los líquenes en sus dife- así un acceso provisional en el sector posterior
rentes variedades constituyen los focos de del recinto con la finalidad de facilitar el paso a
deterioro más extendidos y más persisten- los visitantes y evitar que accedan por los mu-
tes en el proceso de degradación del mate- ros y causen mayores daños al monumento.
rial pétreo por disgregación. Se ha dispuesto, en segundo lugar, el desbroce
total de la plataforma y el área perimetral más
2. El segundo factor de deterioro es el antró- próxima a 2 m de distancia para así evitar el po-
pico. La presencia de pobladores de peque- sible crecimiento de vegetación.
ñas comunidades que se dedican al pro-
cesamiento del chuño blanco y negro, así A fin de obtener mejores resultados, es fun-
como los pastores de camélidos que vienen damental y muy importante realizar un se-
en busca de alimentos trasladándose de guimiento continuo que permita dar man-
un lado a otro, dañan continuamente las tenimiento a las intervenciones que se han
estructuras, circulando muchas veces por realizado, ya que de ello depende la conserva-
encima de los muros del complejo arqueo- ción del sitio.
lógico sin importar el daño que ocasionan
a la arquitectura existente.

3. El tercer factor de deterioro es la reutili-


zación de los elementos arquitectónicos
y constructivos para otras edificaciones
como corrales, y la sustracción de las lajas
por parte de los pobladores de la zona para
la construcción de sus viviendas.

4. El cuarto factor de deterioro son los cam-


bios bruscos de temperatura característi-
cos de la zona, los que han afectado con-
siderablemente el estado de conservación
del sitio. El distrito de Acchaymarca está
ubicado a 4030 msnm. Durante el día la
temperatura aproximada es de 11°; en las
tardes, es de 5° C, descendiendo hasta -5°
C por las noches.

Es común en las zonas altoandinas encontrar


problemas con los ciclos de heladas secas, ya
que estas se asientan en la madrugada, dejando
cargas húmedas dentro de los elementos pé-
treos, los cuales rápidamente son desplazados
a medida de que avanza el día por la fuerte ra-
diación solar de la mañana. Este proceso de mi-

80
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca

81
Gonzalo Presbítero Rodríguez

82
Plataforma ceremonial – Ushnu del sitio arqueológico de Acchaymarca

REFERENCIAS

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Monumentos arqueológicos de Santiago de
Chuco, La Libertad. Lima: CONCYTEC.

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torial PUCP.

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Norte Grande de Chile. Atacama.

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Atacama: Universidad Católica del Norte, San
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via: Universidad de Varsovia.

Presbítero, G. (2005) Trabajos de Puesta en va-


lor de la Plataforma Ceremonial (ushnu) del
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Boletín de la Misión Arqueológica Andina 6 (3),
337-346. Varsovia: Universidad de Varsovia

Ziółkowski, M.,Sobczyk, M. & Presbítero, G.


(2005) Sitio Arqueológico Pucara Sinulica: Estu-
dios Preliminares. Andes – Boletín de la Misión
Arqueológica Andina 6 (3), 277-299. Varsovia:
Universidad de Varsovia.

83
Arnaldo Ramos Cuba

ESTRUCTURAS CIRCULARES: TUMBAS O RECINTOS RITUALES


INADVERTIDOS EN LAS ZONAS ALTO ANDINAS DE AREQUIPA
CIRCULAR STRUCTURES: TOMBS OR RITUAL AREAS IN THE HIGH ANDEAN
ZONES OF AREQUIPA

Arnaldo Ramos Cuba

RESUMEN
En la Sierra de Arequipa así como en las provincias de Caylloma, Castilla, La Unión y Arequipa, al
realizar las inspecciones de los expedientes de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológi-
cos, así como de los Proyectos de Evaluación Arqueológica, se han observado estructuras circula-
res u ovales asociadas a lagunas, bofedales, y caminos prehispánicos, que no están siendo registra-
dos y tomados en cuenta como estructuras arqueológicas ni mucho menos interrelacionados con
su entorno. La intensión de este artículo es simplemente el de informar a la comunidad científica
que debe tomar en consideración este tipo de evidencias a fin de no obviarlas y que no pasen des-
apercibidas. También, se sugiere examinar la función específica de dichas estructuras y qué papel
cumplen dentro de su ámbito territorial, para que puedan ser comparadas con otras estructuras
similares.

ABSTRACT
In the mountains of Arequipa and the provinces of Caylloma, Castilla, La Unión and Arequipa, after fi-
nishing the inspections of both CIRA reports (Certificates of Non-Existence of Archaeological Remains)
and the Archaeological Evalutation Projects, it is possible to observe circular or oval structures associa-
ted to lagoons, wetlands and prehispanic paths, which have not been registered properly nor taken into
consideration as archaeological structures or related with their context or sorroundings. The focus of
this article is to simply provide this information to the scientific community and let them know that they
should take into consideration this type of evidences in order not to ignore them and leave them out. Also,
it is suggested to examine the specific function of such structures and what is their role in their territorial
context. Thus, they will be able to be compared with similar structures.

I. INTRODUCCIÓN cer. Tal es el caso que, en muchos Proyectos de


Evaluación Arqueológica, al ejecutar las exca-
En este artículo se discutirá sobre la problemá- vaciones para medir el potencial del área y no
tica que generan ciertas estructuras circulares hallarse material arqueológico asociado, estas
de piedra, documentadas en las inspecciones estructuras terminan siendo definidas como no
que se realizan a las solicitudes de expedición arqueológicas y son descartadas.
de Certificados de Inexistencia de Restos Ar-
queológicos (CIRA) y a los Proyectos de Eva- En consecuencia, nosotros como arqueólogos
luación Arqueológica (PEA). Estas estructuras debemos poner más atención a estos elementos
circulares de pequeño tamaño originan discre- arqueológicos y a su asociación e interrelación
pancias o diferencias de opinión entre los ad- con las lagunas, bofedales, caminos prehispáni-
ministrados y colegas, los cuales muchas veces cos y sitios arqueológicos cercanos.
manifiestan que dichas estructuras no son más
que amontonamientos naturales de piedras o Estas estructuras suelen estar ubicadas en las
estructuras de carácter contemporáneo, pero zonas altas de Caylloma, Castilla y La Unión.
que no podrían ser arqueológicas. Desde mi perspectiva, estas estructuras cir-
culares corresponderían a tumbas o recintos
Las estructuras, al no tener una asociación rituales de carácter prehispánico, por tanto, se
directa con material arqueológico en superfi- definirían como arqueológicas.
cie (fragmentos de cerámica, obsidiana, restos
óseos, etc.), corren el peligro de pasar desaperci- En el ámbito arqueológico se tiene el concepto
bidas, lo cual incrementa el riesgo de que estos frecuente de que las estructuras circulares de
indicadores arqueológicos puedan desapare- las zonas altoandinas del sur son en su mayoría

84
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos

tumbas prehispánicas. Si bien se conoce que la fosas elaboradas especialmente para este fin;
mayoría de estas estructuras en el área altoan- por lo tanto, constituyen el resultado de una
dina están relacionadas con el aspecto funera- práctica ritual (Vázquez 2014)”.
rio, no se puede aseverar que todas ellas corres-
pondan a dicho tipo de arquitectura funeraria. Sólo enunciaré que creo posible nombrar estos
Partiendo de estos planteamientos, nacen las aspectos mediante un razonamiento científico,
interrogantes: ¿pertenecen las estructuras de siguiendo la interrelación que existe con los as-
planta circular ubicada en las zonas altas an- pectos naturales y sitios arqueológicos. Una de
dinas a un patrón de enterramiento prehispá- las vías posibles de elucidación de este tema es
nico? o ¿corresponden a recintos de uso ritual a partir de la función específica que cumplieron
que están interrelacionadas con las lagunas, dichas estructuras bajo el sustento de los patro-
bofedales, quebradas y caminos? Para lograr nes básicos de interrelación con los componen-
responder estas interrogantes es necesario que tes fundamentales de la naturaleza, tales como
existan más proyectos de investigación que la geografía y el hábitat modificado antrópica-
permitan analizar el comportamiento de dichas mente, los cuales han perdurado a través del
estructuras considerando el entorno en el que tiempo.
se encuentran.
II. DESCRIPCIÓN DE LAS ESTRCUTURAS
Nos inclinamos a pensar que muchas de estas CIRCULARES
estructuras corresponden tanto a tumbas como
a recintos de uso ritual. Las estructuras que En el presente artículo no se describen a minu-
cumplirían la función de tumbas se encuentran ciosidad las estructuras, sino que se hace una
dispersas y aisladas, asociadas a un entorno por síntesis de su ubicación, las características de
lo general de lagunas, bofedales, quebradas, ca- las estructuras, su emplazamiento y su posible
minos prehispánicos y relativamente lejanos función, con el fin de ver el grado de recurren-
a sitios arqueológicos consolidados. Normal- cia de ciertas características, las cuales, como
mente, se consideran como tumbas aquellos habíamos mencionado, se localizan en las zo-
contextos en donde existen restos óseos y otros nas altoandinas de Arequipa.
elementos mortuorios. Sin embargo, existen
también aquellas estructuras funerarias que no Las estructuras descritas son solo una muestra,
presentan individuo ni elementos mortuorios, puesto que existen más estructuras en la región
indicando que no fueron usadas, si que este he- con este patrón, asociadas a las características
cho le quite el carácter arquitectónico funera- mencionadas en el artículo.
rio para el cual fueron construidos.

Por otro lado, los recintos rituales podrían ha- Estructura circular N° 1
ber servido para depositar algún tipo de ele-
mento en la época prehispánica, con el propó- • Ubicación política: Agua Salada, distrito de
sito de invocar lluvias y mejores cosechas, así Yura, provincia de Arequipa
como buenos tiempos a sus apus tutelares. Si
bien no se puede determinar qué elementos
• Ubicación georreferenciada: Coordenadas
depositaron de forma sólida y visible, proba-
UTM E 0202834 N8193392
blemente depositaban plantas como la coca, u
otros elementos vegetales o minerales de fácil
degradación, que estudios de microdesechos • Características: Estructura circular cons-
podrían revelar. truida con piedras angulosas y redondea-
das de tamaño medio, se aprecia claramen-
“Los depósitos rituales arqueológicos fueron te la forma de una hilera.
objetos sagrados (suelen ser jadeíta, obsidiana,
concha, huesos de animales, huesos humanos, • Emplazamiento: Se emplaza en una plani-
puntas de raya, objetos de cerámica sílex o pe- cie cercana a una quebrada con escorren-
dernal y, en menor cantidad, lítica pulida, mi- tía de agua actualmente seca.
nerales diversos y metal) colocados, ya sea solos
o sobrepuestos y en conjunto en forma inten- • Función tentativa: Tumba – Elemento Ri-
cional y en espacios delimitados, por piedras o tual

85
Arnaldo Ramos Cuba

Estructura circular N° 3

• Ubicación política: Pallca, distrito de Yura,


provincia de Arequipa.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0224827 E8232758

• Características: Estructura que está cons-


truida con piedras de tamaño sin cantear
y parcialmente canteadas. No se aprecian
las hileras bien definidas porque fue des-
Fig 1. Estructura circular N°1 articulada por acción del tiempo. Las pie-
dras desmoronadas se encuentran dentro
Estructura circular N°2 y fuera de las estructuras.

• Ubicación política: Pallca, distrito de Yura, • Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


provincia de Arequipa. cie cercana a una quebrada.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas • Función tentativa: Tumba


UTM E0225681 E8230665

• Características: Estructura circular cons-


truida con piedras angulosas y redon-
deadas de tamaño regular, no se aprecian
las hileras bien definidas puesto que fue
desarticulada por acción del tiempo. Las
piedras desmoronadas se encuentran al
interior y exterior de la forma circular es-
tructural.

• Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


cie cercana a una quebrada.
Fig 3. Estructura circular N. 3, se encuentra
desarticulada.
• Función tentativa: Tumba – Elemento Ri-
tual. Estructura circular N° 4

• Ubicación política: Imata, distrito San An-


tonio de Chuca, provincia de Caylloma.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0278900 E8286584

• Características: Estructura construida con


piedras en su mayoría redondeadas y muy
pocas angulares de tamaño medio. Dicha
estructura se encuentra desmoronada. Se
aprecian las piedras caídas al interior y ex-
terior de la estructura.

• Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


cie cercana a una quebrada.

• Función tentativa: Tumba – Elemento Ri-


Fig 2. Estructura circular N. 2 tual.

86
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos

Estructura circular N° 6

• Ubicación política: distrito de Tisco, pro-


vincia de Caylloma.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM: E0225125 E8318191.

• Características: Estructura circular, cons-


truida con piedras de tamaño medio. Se
aprecian claramente las cabeceras de mu-
ros de una hilera y unas cuantas piedras
desarticuladas.

Fig 4. Estructura circular N. 4, se encuentra • Emplazamiento: Se emplaza en una peque-


desarticulada.
ña ladera cercana a una quebrada.

Estructura circular N° 5 • Función tentativa: Tumba - Elemento Ri-


tual.
• Ubicación política: distrito de Tisco, pro-
vincia de Caylloma.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0218669 E8318526

• Características: Estructura de aparen-


te planta circular. Dicha estructura está
construida con piedras redondeadas y an-
gulares de tamaño medio. No se aprecian
las hileras bien definidas porque fue des-
articulada por acción del tiempo.

• Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


cie al lado de una quebrada y una zona de
bofedales.
Fig 6. Estructura circular N. 6, se encuentra desarticu-
• Función tentativa: Tumba – Elemento Ri- lada.
tual.
Estructura circular N° 7

• Ubicación política: distrito de Caylloma,


provincia de Caylloma.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E 0204837 N 8327932.

• Características: Estructura circular cons-


truida con piedras. Se aprecian las hileras
indistintamente, ya que fueron desarticu-
ladas por acción del tiempo.

• Emplazamiento: Se emplazan en una pe-


queña ladera cercana a una quebrada.
Fig 5. Estructura circular N. 5, se encuentra desarticu-
lada. • Función tentativa: Tumba.

87
Arnaldo Ramos Cuba

Estructura circular N° 9

• Ubicación política: distrito de Tapay, pro-


vincia de Caylloma.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM: E0186606 N8298030.

• Características: Dicha estructura está


construida con piedras de tamaño medio.
No se aprecian las hileras bien definidas,
sin embargo, la forma sí se mantiene a
pesar de haber sido desarticuladas por la
acción del tiempo.

Fig 7. Estructura circular N. 7, se encuentra • Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


desarticulada.
cie cercana a una quebrada.

Estructura circular N° 8 • Función tentativa: Tumba - Elemento Ri-


tual.
• Ubicación política: Umachullco, distrito de
Orcopamapa, provincia de Castilla.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0781900 E8313998.

• Características: Estructura circular, cons-


truida con piedras angulares y redondea-
das de tamaño regular. La estructura no
está bien conservada ya que no se notan
las hileras bien definidas. La gran mayoría
de las piedras están desarticuladas y se en-
cuentran al interior de la estructura.
Fig 9. Estructura circular N. 9, se encuentra
• Emplazamiento: Se emplaza en una pla- desarticulada.
nicie cercana a una quebrada con flujo de
agua. Estructura circular N° 10

• Función tentativa: Tumba - Elemento Ri- • Ubicación política: Ares, distrito de Orco-
tual. pamapa, provincia de Castilla.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0806271 N8340076.

• Características: Estructura circular cons-


truida con piedras angulosas y redondea-
das de tamaño medio. No se aprecian las
hileras, ya que se encuentran desmorona-
das las piedras al interior de la estructura.

• Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


cie cercana a unos bofedales.

Fig 8. Estructura circular N. 8, se encuentra • Función tentativa: Tumba - Elemento Ri-


desarticulada. tual.

88
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos

Estructura circular N°12

• Ubicación política: Ares, distrito de Orco-


pampa, provincia de Castilla.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas


UTM E0805872 N8340479.

• Características: Estructura circular cons-


truida con piedras angulares y redondea-
das de tamaño medio. Esta estructura fue
intervenida con una excavación. Antes de
la intervención, no se apreciaban las hile-
Fig 10. Estructura circular N. 10, se encuentra ras bien definidas, pero durante la exca-
desarticulada. vación se pudo definir mejor la estructura
circular y notar claramente el acomodo
Estructura circular N°11 antrópico.

• Ubicación política: Ares, distrito de Orco- • Emplazamiento: Se emplaza en una leve


pamapa, provincia de Castilla. ladera cercana a unos bofedales.

• Ubicación georreferenciada: Coordenadas • Función tentativa: Tumba.


UTM E0805836 E8340231.

• Características: Estructura circular cons-


truida con piedras angulosas y redon-
deadas de tamaño grande y medio. No se
aprecian bien definidas las hileras, ya que
fueron desmoronadas, provocando que las
piedras quedaran al interior y exterior de
la estructura.

• Emplazamiento: Se emplaza en una plani-


cie cercana a unos bofedales y a un para-
viento de pastores contemporáneos.

• Función tentativa: Tumba – Elemento ri-


Fig 12. Estructura circular N. 12, antes de la
tual.
intervención.

Fig 11. Estructura circular N. 11, se encuentra Fig 13. Estructura circular N. 13, antes de la
desarticulada. intervención.

89
Arnaldo Ramos Cuba

III. DISCUSIÓN y sitios arqueológicos, estarían vinculadas a la


época prehispánica.
El registro presentado de estas estructuras cir-
culares nos permite iniciar la discusión, aunque En los casos de algunos Proyectos de Evalua-
de manera preliminar, de su función en las zo- ción Arqueológica con medición de potenciali-
nas altoandinas de Arequipa, analizando para- dad, se ha tomado nota que cuando se excavan
lelamente el espacio en donde se sitúan y cómo dichas estructuras con las características men-
se integran a un entorno conformado por las cionadas y no encuentran material arqueoló-
lagunas, bofedales, quebradas, caminos o rutas gico no son tomadas en cuenta; sin embargo,
de tránsito prehispánico y sitios arqueológicos como hemos discutido, no deben ser desestima-
más cercanos. Podemos afirmar que estas es- das como no arqueológicas. Las características
tructuras se observan recurrentemente en las estructurales, su relación con el medio ambien-
zonas altoandinas de Arequipa y pueden estar te y con lagunas, bofedales, quebradas y sitios
ligadas a prácticas rituales prehispánicas tanto arqueológicos son su mismo potencial.
de carácter funerario como ofrendas simbóli-
cas. Estas estructuras circulares no se generan Si dichas estructuras ahora se encuentran
casualmente ni naturalmente, sino que son he- desmoronadas y desarticuladas producto del
chos por el hombre, y deben entenderse en el tiempo, es relevante considerar la recurrencia
contexto de su emplazamiento o entorno. del patrón estructural. No se deben ignorar las
evidencias y anular el dato de un ámbito don-
Las estructuras circulares de las que nos refe- de las investigaciones arqueológicas aún no
rimos frecuentemente están asociadas a lagu- se han iniciado con severa minuciosidad. Al
nas, bofedales, quebradas, caminos o rutas de contrario, como investigadores tenemos que
tránsito prehispánico cercanos a sitios arqueo- tomar atención a dichas estructuras, analizar
lógicos, los cuales si bien no tienen un vínculo su distribución espacial y correlacionarlas con
directo, tienen una correlación y recurrencia las diferentes representaciones naturales y an-
dentro de un entorno cercano a sitios arqueoló- trópicas de la zona.
gicos. Su distribución espacial, el tipo de soporte
y el contexto en el que se hallan nos demues- “Los pocos estudios que fueron dedicados a este
tran que el hombre de esa época construyó esta tipo de tumbas fuera del Altiplano utilizaron
arquitectura por alguna razón ligada al pensa- también el término de chullpas. Entre otros,
miento de esa época. Herman Trimbor (1969) exploró las chullpas de
Atiquipa, en la costa del departamento de Are-
Otro punto está relacionado con la función de quipa. Mabczik Sobckik (2000) hizo un amplio
las estructuras circulares pequeñas. Este tipo catálogo de las chullpas del Coropuna en el mis-
de estructuras es recurrente en las zonas al- mo departamento, ya que en los años 60 Máxi-
toandinas de la sierra del sur, y no hay referen- mo Neira (1961, 1964, 1990) había notado se-
cias en la literatura de Arequipa que se refieran pulturas sobrealzadas en la zona de Collaguas,
al comportamiento, uso y función dentro de llamándolas chullpas, a la manera de su homó-
un espacio relacionado a lagunas, bofedales y logas altiplánicas. Al describir unas sepulturas
quebradas. En principio, una hipótesis es que de Coporaque, Wernke (2003) utilizó también
hayan funcionado como tumbas o recintos de ese mismo término. Chullpa está ahora consi-
carácter ritual. derada como la palabra genérica para describir
cada tipo de torre o casa funeraria edificada so-
Por otro lado, se está volviendo habitual que bre un suelo, generalización que a nuestros ojos
estas estructuras circulares u ovales no sean borra importantes diferencias, tanto funciona-
consideradas como arqueológicas por no pre- les como simbólicas entre tumbas que refleja-
sentar asociación a otros elementos arqueológi- ban realidades distintas” (Duchesne 2005: 418).
cos como cerámica, obsidiana, restos óseos, etc.
Desde mi perspectiva, no necesariamente di- IV. CONSIDERACIONES FINALES
chas estructuras tendrían que tener asociación
con dichos elementos para ser consideradas Se plantea que habría dos tipos de representa-
arqueológicas, puesto que por su propia arqui- ciones estructurales: tumbas y recintos rituales.
tectura, su recurrencia y asociación a lagunas, Ambos de forma circular u oval, construidos
bofedales, quebradas, caminos prehispánicos con piedras, y que pocas veces han sido inves-

90
Estructuras circulares: tumbas o recintos rituales inadvertidos

tigados o excavados. Los aspectos más trascen- de carácter antrópico. Realizando un ejercicio
dentes e importantes que se deben considerar de analogía, si excaváramos andenes prehispá-
son la interrelación con lagunas, bofedales, nicos y no encontráramos material arqueoló-
quebradas, caminos prehispánicos, y sitios ar- gico sería descabellado asumir que dichos ele-
queológicos aledaños. mentos arquitectónicos no son arqueológicos;
asimismo, si se excavara en geoglifos y no se
Realizando un examen del por qué no se toman encontrase elementos arqueológicos no se po-
en cuenta las estructuras circulares aisladas, dría decir que no son arqueológicos. En conse-
creemos que en las últimas décadas solo han cuencia, su mismo componente estructural lo
sido valorados los sitios arqueológicos que tie- define como arqueológico.
nen estructuras bien definidas y que presentan
asociaciones relevantes, enfatizando lo mo- REFERENCIAS
numental y suntuoso. El análisis del entorno
tampoco es tomado en cuenta en muchas de las De La Vega, E., Frye, K. & Chávez, C. (2002) La
investigaciones actuales. Cueva Funeraria de Molino-Chilacachi (Aco-
ra-Puno). Gaceta Arqueológica Andina 26, 121
Consideramos y creemos que las estructuras -137. Lima.
circulares de las que hablamos cuentan con
un claro carácter arqueológico, en razón a su Diaz, L. (1999) Estudios de los contextos funera-
recurrencia y a su vinculación con las lagunas, rios de sector 3, montículo 2 del Sitio Arqueoló-
bofedales, quebradas y caminos prehispánicos, gico de Churajon. Tesis para optar por el grado
los cuales, para los pobladores de la época pre- de Licenciado. Arequipa: Universidad Católica
hispánica, tenían importancia al momento de de Santa María.
elegirlos como lugares de entierro y de celebra-
ción de ceremonias rituales. Duchesne, F. (2005) Tumbas de Coporaque.
Aproximaciones a concepciones funerarias Co-
Dichas estructuras no pueden ser confundi- llaguas. En: T. Bouysse – Cassagne (Ed.), Bulle-
das con acumulaciones naturales o estructuras tin de l’Institut Francais d’Études Andines: Los
contemporáneas. Como arqueólogos tenemos Andes del Centro Sur. Vol 34, (3). (pp. 411-429).
la capacidad de diferenciar bien estos compo- Lima: IFEA.
nentes en asociación con el entorno natural y
su relación con los sitios arqueológicos del en- Ramos, N. (2005) Estudio Arqueológico y Ar-
torno. quitectónico del Templo del Sol, Churajon Are-
quipa Tesis para optar por el grado de Licencia-
Así, debemos de proteger los elementos es- tura. Arequipa: Universidad Católica de Santa
tructurales que se encuentran aislados, sean María.
tumbas o recintos de carácter ritual. Esto, al
margen de que tengan una asociación con ma- Vázquez, V. (2014) Archaeological Ritual De-
terial arqueológico, puesto que ofrecen una ex- posits in Classic Period Campeche. Estudios de
celente oportunidad para explorar e investigar Cultura Maya, 44. México D.F.: UNAM, Institu-
la interrelación entre el hombre y su entorno, to de Investigaciones Filológicas.
de manera también que podamos comenzar a
examinar los sitios arqueológicos de ese ámbito.

Cabe resaltar que las estructuras pudieron ha-


berse construido y no utilizado y algunas veces
no se depositaron individuos. Y en el caso de
los recintos ceremoniales las ofrendas o pagos
pueden haberse desintegrado, ya que estuvie-
ron conformadas de materiales perecederos.
Sin embargo, sí guardan una interacción con
los sitios arqueológicos del entorno. La presen-
cia de una estructura ya define un elemento
arqueológico por las características exteriores
que se visualizan, como la colocación de piedras

91
Dr. Rómulo Pari Flores

CONSERVACIÓN Y PUESTA EN VALOR DEL CONJUNTO


ARQUEOLÓGICO DE UYO UYO: SECTOR 1, RECINTOS 09, 10 Y 15
YANQUE – CAYLLOMA – AREQUIPA
CONSERVATING AND PUTTING VALUE TO THE ARCHAEOLOGICAL COMPLEX OF
UYO UYO: SECTOR 1, AREAS 09, 10 AND 15 YANQUE – CAYLLOMA – AREQUIPA

Dr. Rómulo Pari Flores

RESUMEN
El presente artículo da a conocer las distintas actividades de conservación y restauración reali-
zadas en el complejo arqueológico de Uyo Uyo, localizado en el Distrito de Yanque, Provincia de
Caylloma, Departamento de Arequipa. Este fue intervenido respetando las metodologías de con-
servación de estructuras arqueológicas adecuadas a la Ley General del Patrimonio Cultural de la
Nación y a los principales fundamentos legales y normas de conservación internacionales, tales
como los indicados por la Carta de Venecia.

ABSTRACT
The following article provides information about the several activities of conservation and restoration
at the archaeological complex of Uyo Uyo, located in the district of Yanque, province of Caylloma in the
Department of Arequipa. The intervention respected and took into consideration the methodologies of
conservation of archaeological structures according to the General Law for the National Cultural Patri-
mony and the main legal foundations and international conservation rules, such as the indications given
in the Venice Charter.

Vista panorámica del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo.

92
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

I. INTRODUCCIÓN los sectores y recintos que a continuación se


detallan:
Los trabajos de Investigación Arqueológica,
Conservación y Puesta en Valor del Conjunto Sector 1. R7, R9, R10, R15, R16, R21, R22,
Arqueológico de Uyo fueron efectuados desde R23, R27, R28, R29, R30, R32, R33, R34, R39,
el mes de diciembre del año 2011 hasta diciem- R40, R42, R43.
bre de 2012, cuyo componente de conservación
se realizó entre los meses de marzo a agosto de Sector 2. R1, R6, R7, R8, R13, R14, R15, R16
aquel año, con un periodo de ampliación de R21, R22, R23, R25, R57, R26, R30, R31, R32,
tres meses, hecho que finalizó el 28 de noviem- R33, R34.
bre del mismo año.
En el presente artículo presentamos los recin-
El presente artículo tiene por finalidad dar a co- tos 09, 10 y 15, los mismos que han sido inter-
nocer las distintas actividades de conservación venidos para su puesta en valor.
y restauración realizadas en el lugar. Durante
el proceso de intervención fueron aplicadas II. UBICACIÓN
metodologías de conservación de estructuras
arquitectónicas, adecuadas a los fundamentos El Sitio Arqueológico de Uyo Uyo se encuentra
legales y normas de conservación (Cartas y do- localizado en el distrito de Yanque, provincia
cumentos internacionales), así como también de Caylloma, Departamento de Arequipa, espe-
a la Ley 28296 (Ley General del Patrimonio cíficamente en la parte superior de la margen
Cultural de la Nación), las cuales especifican derecha del río Colca, hacia el norte del Distrito
claramente los principios y criterios para la de Yanque, a 5 km aproximadamente, por un
conservación y restauración, elaborados con camino de herradura. Su altitud promedio es de
el único fin de proteger el Patrimonio Cultural 3530 msnm.
de la Nación. También se elaboró un programa
permanente de mantenimiento y monitoreo,
tal como lo especifica la Carta de Venecia en su III. DIAGNÓSTICO
artículo número 4: “La conservación de monu-
mentos implica primeramente la constancia en a. Estado de conservación
su mantenimiento”.
Mediante la diagnosis realizada se ha lo-
Teniendo en cuenta que uno de los criterios
grado identificar las diferentes causas de
fundamentales de la conservación es la míni-
alteración que han tenido que ver con la
ma intervención, ya que el principal valor que
inestabilidad en que se encuentran los mu-
se pretende rescatar es la autenticidad del mo-
ros de los recintos, considerando que las
numento, se trató en todo momento de aplicar
estructuras siempre han estado expues-
técnicas que no lo alteraran, pero además, se
tas a la intemperie. El viento, la lluvia y el
requirió de una intervención delicada a través
abandono representan tres de los factores
de una reestructuración por razones de estabi-
más degradantes que han afectado seria-
lidad física y de protección, la cual consistió en
mente el lugar, en especial al mortero de
la reintegración de elementos recuperados fue-
asiento que ha empezado a fallar y permi-
ra de contexto, procurando en todo momento
tir la inestabilidad de los elementos cons-
mantener la autenticidad del monumento sin
tructivos. Cabe mencionar que en el sec-
romper el esquema ni alterar el espacio.
tor “1” de los 19 recintos intervenidos, 6 de
ellos se encuentran estables y mantienen
Antes de la intervención se realizaron tareas
aún su altura original.
preliminares, como el movimiento de tierras,
trabajos de mampostería de piedra, tratamien-
to de pisos y gradas, estructuras de madera y b. Factores de deterioro
coberturas, tratamiento de canales, sistema de
drenajes, manejo ambiental y limpieza final de En cuanto a la identificación de las causas
obra. de alteración y deterioro de las estructu-
ras, se han clasificado en dos grupos, de
Los trabajos de conservación se realizaron en acuerdo a la naturaleza del que proceden.

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Dr. Rómulo Pari Flores

FACTORES INTRÍNSECOS permanente de expansión y contracción provo-


ca la exfoliación, fisuramiento y debilitamiento
Situación geotopográfica. El deterioro es in- de los morteros y enlucidos, considerando ade-
evitable debido al abandono y a la exposición más que la humedad permite la activación de
a la intemperie en que se encuentran los mo- las sales las cuales afloran a la superficie. Asi-
numentos, siendo la ubicación de estos uno de mismo, al secarse la humedad durante el día se
los factores gravitantes para el deterioro, aun- produce la cristalización superficial de las sales
que al parecer el suelo es estable en el lugar. Sin que poco a poco van pulverizando las superfi-
embargo, por estar el sitio ubicado en un plano cies. También la presencia de humedad en las
inclinado y por la presencia de una quebrada estructuras permite el crecimiento de líquenes
profunda hacia el lado oeste que permite la pre- y hongos.
sencia de vientos fuertes desde esta dirección,
existen problemas de erosión en las superficies Las lluvias. Son un factor muy negativo que ha
de los muros y especialmente de los emboqui- ocasionado daños muy notables en las estruc-
llados. turas: a pesar de que la piedra es un material re-
sistente, las estructuras han sido asentadas con
El sistema constructivo. La buena aplicación en mortero de barro, el cual carece de impermea-
las técnicas y el uso de materiales constructi- bilidad y, al caer la lluvia sobre ellas, ha pene-
vos son determinantes en el comportamiento trado erosionando y lavando al mortero. Ade-
físico – mecánico de los muros, cuyas técnicas más el agua de las lluvias facilita el crecimiento
mal aplicadas han tenido que ver mucho en el de plantas y yerbas que se suman al deterioro.
deterioro evidente de los muros de los recintos,
en los cuales se puede apreciar la falla produ- Biodeterioro. Dentro de este grupo se en-
cida por la mala disposición y amarre de los cuentran causas de origen tanto vegetal como
elementos constructivos (piedras) que han per- animal. En cuanto a los problemas causados
mitido el colapso en algunos de los sectores y por vegetación se hallan las plantas arbóreas,
especialmente en las esquinas. Otro de los pro- rastreras y herbáceas que al crecer cerca de
blemas es que los muros han sido construidos las estructuras han extendido sus raíces. Es-
en dos filas verticales de piedras para confor- tas penetran dentro de los muros produciendo
mar los dos paramentos (interno y externo) y pequeñas fisuras y luego grietas y finalmente
que internamente no mantienen un amarre y el colapso de algunos elementos. Se ha podi-
engranaje. Esto ha provocado el colapso de uno do determinar que el alojamiento de insectos,
de los paramentos, puesto que no cuentan con arácnidos, lagartijas, ratones, entre otros, que
cobertura de protección de cabecera de muro, se alojan en el interior de los muros, ha produ-
permitiendo así el ingreso de elementos extra- cido muy poco daño a las piedras aunque sí a
ños como las aguas de lluvia que han facilitado los morteros.
el colapso de los paramentos.
Factor humano o antrópico. El daño causado
FACTORES EXTRÍNSECOS por este factor también es evidente en los re-
cintos intervenidos. En este caso, mayormente
por personas que en su afán de acondicionar
Humedad y temperatura. Considerando que
los espacios para la práctica de la agricultura
cada material tiene un punto de saturación o
han desmontado los elementos constructivos
resistencia a los factores climáticos, la hume-
de algunos recintos. El desmoronamiento de
dad, que es la capacidad de la atmósfera para
la base de los recintos se puede apreciar por la
absorber agua, depende de la temperatura
colocación de estos en otros espacios fuera de
ambiental y ambos son dos factores muy va-
su ubicación original o pircando como muros
riantes. La temperatura al bajar por las noches
de contención para formar nuevas y más am-
permite que se eleve la humedad, produciendo
plias terrazas. También seguramente por los
que las arcillas, que son un componente impor-
llamados huaqueros y por el uso turístico mal
tante en los morteros, se expandan. Por el día
controlado y falta de concientización a los vi-
esta humedad es baja, pero la temperatura se
sitantes y lugareños en cuanto a los valores
eleva durante las primeras horas de la maña-
que representa cada elemento constructivo de
na, haciendo que las arcillas o silicatos de las
nuestro patrimonio.
superficies al secar se contraigan. Esta acción

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Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

c. Tecnología constructiva cando su propia metodología y procedimientos


de acuerdo a las características constructivas
Hemos podido identificar aspectos impor- del monumento, como el que nos toca inter-
tantes referentes a las técnicas y material venir. Por ello, se propone el reconocimiento
constructivo, empezando por las técnicas minucioso y sistemático de los materiales uti-
constructivas, las cuales tienen como ele- lizados, sobre todo de sus patologías, caracte-
mento principal la piedra asentada con rizando su sistema constructivo y detalles ar-
mortero, con piedras de mayor tamaño quitectónicos y artísticos, los cuales permitirán
ubicadas en las bases de los muros; y otras identificar sus defectos en su conjunto.
de menor e irregular tamaño ubicadas
sobre las bases hasta la parte superior en Este planteamiento se fundamenta en el pri-
ambos paramentos de los muros que con- mer principio de Cesare Brandi, cuando define
forman los recintos. Otros recintos pre- a la restauración como el “momento metodoló-
sentan una mampostería sillarezca en sus gico del reconocimiento de la obra de arte en
paramentos, con piedras de canto rodado su consistencia física y en su doble polaridad,
trabajadas y colocadas por hiladas. estética e histórica, para su transmisión al futu-
ro” (Brandi 2002).
Otra de las características constructivas
en los paramentos es que tanto el para- Por ello, reiterando, debemos identificar ple-
mento interno y externo de los muros se namente y en su integridad aquello que vamos
levantan de manera separada, sin mante- a intervenir. Es más, tratándose de materiales
ner un amarre interno con las piedras. Lo arqueológicos expuestos a la intemperie, este
único que los une internamente es el mor- reconocimiento es de suma importancia.
tero de asiento.
En esta propuesta hay un aspecto relevante e
En las esquinas externas se puede apreciar imprescindible, que el mismo Brandi se encar-
que las piedras son trabajadas y canteadas ga de explicar en el capítulo de la restauración
en ángulos de 100° a 120° para darle la for- según la instancia de la historicidad. Se trata de
ma rectangular a los recintos. discutir las características de estas evidencias y
su definición como ruina, es decir, “todo lo que
En cuanto a los vanos de acceso, estos se da testimonio de la historia del hombre, pero
encuentran localizados hacia los lados sur con un aspecto bastante diferente y hasta irre-
o este, y presentan hornacinas en las par- conocible respecto a lo que fue primitivamente”
tes internas en forma desordenada y sin (Brandi 2002).
guardar simetría. En la parte superior de
los muros que mantienen una mayor altu- Ahora bien, en cuanto a la categoría de la obra
ra, se puede apreciar una hilada de piedras de arte en actual estado de ruina, tenemos la
en voladizo, trabajadas en forma de lajas obligación de rescatar sus valores documen-
formando cornisas que han podido ser uti- tales y estéticos, por ser el sustento de su mo-
lizadas como una especie de tumbadillo. numentalidad y de su transmisión al futuro.
La restauración “no puede ser más que conso-
IV. MARCO TEÓRICO DE LA CONSERVA- lidación y conservación del statuo quo, pues en
CIÓN DE MONUMENTOS otro caso la ruina no sería tal, sino una obra que
todavía contendría una implícita vitalidad, su-
El mantenimiento y conservación de monu- ficiente para emprender una reintegración de
mentos está orientado bajo las normas y prin- la unidad potencial originaria” (Brandi 2002).
cipios de documentos y cartas internacionales,
tales como la Carta de Venecia, la Carta del Para efectuar los trabajos de Conservación y
Restauro, la teoría propuesta por Cesare Bran- Puesta en Valor del Conjunto Arqueológico de
di y la Declaración de Nara sobre Autenticidad Uyo Uyo se aplicaron los términos fundamen-
del Patrimonio Cultural. tales de las Cartas Internacionales de Atenas y
Venecia. Acerca de la Restauración, la Carta de
En consecuencia, la conservación de los monu- Atenas en el capítulo IV indica que “cuando se
mentos debe desarrollarse dentro del concepto trata de ruinas, se impone una escrupulosa la-
fundamental de la mínima intervención, apli- bor de conservación y cuando las condiciones

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Dr. Rómulo Pari Flores

lo permitan es recomendable volver a su pues- cuyos cimientos o bases presentan piedras irre-
to aquellos elementos originales encontrados gulares de mayor tamaño. Por encima de estos
(anastilósis) y los materiales nuevos necesarios se encuentran los elementos líticos de menor
para este fin deberán siempre ser reconocibles.” tamaño y de orígenes variados, colocados in-
distintamente con amarre de mortero. Otros
La Carta de Venecia, en el Artículo 9° reco- recintos presentan una mampostería sillarezca
mienda lo siguiente: “La restauración termina en sus paramentos con piedras de canto rodado
donde comienza lo hipotético; de allí en ade- trabajadas y colocadas por hiladas.
lante, todo trabajo complementario reconocido
como indispensable respetará la composición Otra de las características constructivas en los
arquitectónica y llevará el sello de nuestra épo- paramentos es que tanto las partes interna y
ca”. externa de los muros se levantan de manera se-
En resumen, la restauración de las estructu- parada, sin mantener un amarre interno entre
ras y superficies será planificada y ejecutada a los líticos. El mortero de asiento lo único que los
nivel de conservación en su mínima interven- une internamente.
ción, por lo que las reconstrucciones arbitrarias
se deberán evitar definitivamente. En cuanto a los vanos de acceso en los recin-
tos, se pudo observar que estos en su mayoría
V. OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN se encuentran hacia el lado sur o este, depen-
diendo de la posición en la que se distribuye.
• Estabilizar preventivamente elementos Asimismo, presentan hornacinas en las partes
constructivos y arquitectónicos mediante internas de los muros, y hacia la parte superior
la consolidación y apuntalamiento. de algunos que aún mantienen su altura origi-
nal se aprecia una hilada de piedras en voladizo
• Realizar una limpieza general que nos trabajadas en forma de lajas, llamadas cornisas,
permita eliminar materiales ajenos a las las cuales probablemente sirvieron para sujetar
estructuras. rollizos de madera con el fin de usar como tum-
badillo o algún elemento propio de amarre para
• Devolverle la estabilidad estructural a los el techo.
sectores de los muros de los recintos en pe-
ligro de colapso, realizando una interven- VII. METODOLOGÍA
ción adecuada de acuerdo a la necesidad.
El Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo, requirió
• Proteger las cabeceras de los muros me- un reconocimiento a detalle antes de la inter-
diante el uso de material de sacrificio e vención. Esto, debido a las características que
implementar un sistema de drenaje para tienen cada uno de los frentes, a fin de progra-
evitar y/o aminorar el daño causado por mar un trabajo orientado al tratamiento ade-
futuras lluvias. cuado de las estructuras para su recuperación
y consolidación en un nivel de mínima inter-
• Darle una presentación adecuada a los vención con aplicación de la técnica de la anas-
sectores intervenidos logrando una tex- tilosis.
tura que minimice el impacto visual de lo
moderno. El reconocimiento implica la observación del
sitio a intervenir luego de haberse realizado la
• Realizar una documentación detallada de investigación arqueológica. Si se trata especí-
manera gráfica, fotográfica y descriptiva ficamente de conservación también se deberá
del monumento en su proceso de inter- realizar el diagnóstico correspondiente a cada
vención. una de las partes con el fin de determinar las
acciones a tomar. Estas acciones son la limpie-
VI. ANÁLISIS ARQUITECTÓNICO za superficial, la limpieza de paramentos, los
trabajos preventivos (como apuntalamientos
Las técnicas constructivas tienen como ele- para evitar colapsos), la limpieza de paramen-
mento principal la piedra asentada con mor- tos para ejecutar la cuadriculación, el registro
tero, dando en su mayoría un aspecto rústico gráfico de planta, las elevaciones, los cortes, el
a la mampostería de los recintos en Uyo Uyo, levantamiento fotográfico y la determinación

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Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

de la patología de sus elementos para su trata- ello, en el trazado de los ejes se ha tomado
miento adecuado. en consideración a los niveles de piso. Rea-
lizándose esta acción antes y después de
También se ha considerado la eliminación del los trabajos de arqueología.
mortero fatigado, emboquillado de juntas con
mortero estabilizado a base de arcilla, cal y are- b. Limpieza inicial de obra
na, humectando los elementos líticos con agua
y alcohol para su mejor adherencia. Al iniciar las actividades conservativas, se
ejecutarán labores de limpieza de las ma-
Las labores de intervención fueron ejecutadas lezas y arbustos, así como limpieza de ele-
de acuerdo a las cartas internacionales y nor- mentos extraños.
matividad vigente, teniendo en cuenta los prin-
cipios básicos sobre materia de restauraciones. Para la ejecución de esta partida será ne-
Nuestra propuesta, por ende, es la siguiente: cesario la ayuda de herramientas manua-
les, como escobilla, escoba, baldes, alcohol,
Los trabajos de conservación y restauración se thinner, escalera, brochas, palas, carreti-
desarrollaron en los sectores 1 y 2. En los pa- llas y andamios.
ramentos de las estructuras correspondientes
a los recintos, en estos sectores se realizaron c. Eliminación de maleza y arbustos en
trabajos de recomposición, especialmente en paramentos
las secciones de muros que sufrieron desplo-
mes en años pasados, cuyos elementos líticos Una importante tarea para evitar interfe-
se encuentran caídos. En otras áreas en donde rencias en las labores de conservación y
los paramentos ya no existen serán ejecutados restauración ha sido el corte de vegetación
trabajos de restitución de elementos líticos de existente en los paramentos, vegetación
igual tamaño, de tal forma que se integren con- que se desarrolló a nivel de las cabeceras
textualmente. Para ello, serán dejados testigos y paramentos de los muros internos y ex-
para una lectura fácil. ternos.

En cuanto se refiere a recomposiciones, esto se Este trabajo se ha ejecutado con la finali-


iniciará con la colocación de crucetas de rolli- dad de evitar el daño gradual que ocasio-
zos, donde serán tesados alambres por encima na a las estructuras arquitectónicas. Esta
de la cabecera de los muros de forma horizon- cobertura vegetal ha sido eliminada como
tal, los cuales servirán como puntos guía que una medida de conservación inicial para el
permitan mantener la inclinación de los muros. registro estructural y posteriormente rea-
Luego, se realizará el reticulado de paramentos lizar su respectiva restauración. Asimis-
en cuadros de 0.25 x 0.25 m. Posteriormente se mo, esta labor nos ha permitido el registro
efectuará un registro minucioso para luego des- fotográfico en detalle de los elementos líti-
armarlo, realizando nuevamente el armado en cos y las juntas.
seco previo a un registro gráfico y fotográfico.
Luego se realizará el montaje, para el asentado Los elementos vegetales extraídos gene-
de los elementos líticos con mortero preparado ralmente han sido, paja, quikuyo y cactus.
y el emboquillado respectivo.
d. Apuntalamiento de muros
VIII. ESPECIFICACIONES TÉCNICAS PARA
LOS TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Los trabajos de apuntalamiento se realiza-
ron antes y durante la intervención res-
a. Niveles, trazos y replanteo durante el taurativa en casi todos los recintos. Para
proceso ello, se utilizaron rollizos de madera para
los puntales, los mismos que se colocaron
Esta labor se ha ejecutado manualmente de preferencia a 45 grados con relación al
utilizando nivel aéreo, wincha y ploma- nivel del piso actual. En el contacto con los
da, con la finalidad de ejecutar planos de elementos líticos que forman la estructura
planta, elevación y cortes de las estructu- fueron colocados tablones de madera, de
ras descubiertas por las excavaciones. Para 1.5 pies de espesor. Se fijaron estas a los

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Dr. Rómulo Pari Flores

puntales mediante clavos y tornapuntas, g. Preparado de mortero con cal y arcilla


igualmente a 45 grados, con relación a los
primeros elementos. Descripción. Una labor muy importante
dentro del proceso de conservación y res-
tauración de las estructuras arquitectóni-
e. Balizas y crucetas de rollizo
cas consiste en la preparación de mortero
como elemento de cohesión de las unida-
Esta partida se ejecutará con la finalidad des líticas.
de controlar la inclinación de verticalidad
del interior y exterior de las estructuras Proceso de ejecución. De acuerdo a la ex-
arquitectónicas a recomponer y restituir, periencia y pruebas efectuadas en el pro-
utilizando para ello balizas continuas de ceso anterior, se ha podido definir una
madera de rollizos de 4 x 3.5 m, los cuales proporción de mezcla “ideal” en baldes,
serán colocados siguiendo el diseño ori- constituida por 9 baldes de tierra cernida, 5
ginal de los muros antes de desarmar las baldes de arcilla, 5 baldes de arena y 4 bal-
estructuras que serán intervenidas. Entre des de cal pulverizada. Antes de mezclar
baliza y baliza colocadas al inicio y al final tales materiales se humectará la arcilla,
de las estructuras y a una altura suficiente para posteriormente mezclarla con el tra-
por la parte superior de las cabeceras de los dicional sistema de pisado con los pies. La
muros se correrá alambre N°18 en forma cal debe hidratarse durante por lo menos
horizontal, el que se sujetará a determina- 15 días, adicionándole agua hasta formar
das distancias siguiendo la inclinación de una mezcla uniforme. Esta mezcla debe
los paramentos. Estos puntos permitirán la aglutinarse hasta hacer desaparecer la
correcta colocación de los elementos líticos cal. Luego, se debe dejar “dormir” mínima-
que forman parte de las estructuras. mente 5 días. Antes de las 48 horas finales
se procederá a revolverla, quedando lista
para su utilización. Sin embargo, es conve-
f. Registro gráfico de mampostería de piedra niente efectuar pruebas de campo periódi-
cas que determinen posibles variaciones
Es necesario realizar el registro detallado en las proporciones antes señaladas, con-
del muro a intervenir, debiendo documen- siderando variables como composición del
tarse gráficamente durante todo el proceso material, temperatura, humedad y tiempo
de restauración, para lo cual es necesario de secado o dormido.
el dibujo de los paramentos.
h. Reticulado y codificado de muro
Los elementos pétreos que conforman los
paramentos son de pequeñas dimensiones Esta acción se refiere al registro gráfico del
y formas diversas, dificultando el registro muro donde se efectuaron trabajos para la
gráfico. El proceso de registro será más recomposición. El proceso de reticulado es
adecuado y real. de 25 centímetros cuadrados. El marcado
de las retículas se realizó tomando como
Proceso de ejecución. Con la ayuda de cá- punto de referencia las líneas horizonta-
mara digital, computadora e impresora, les y verticales, partiendo de un eje creado
se efectuará el registro gráfico de campo, por un nivel de línea de acuerdo a la altura
documento necesario previo a la interven- del muro. Es bueno recalcar que no todo
ción restaurativa. El registro será fotográ- el paramento se ha reticulado y codificado,
fico, para luego proceder al digitalizado en sino solo las secciones que han sido consi-
los programas para dibujo conocidos en deradas en mal estado. Esto nos permitió
el mercado. Con esta técnica de registro, realizar adecuadamente las labores indi-
la información será más precisa y rápida, cadas. La nomenclatura de cada elemento
mejorando el proceso de recomposición de lítico corresponde a letras del alfabeto y
los paramentos a intervenir. Se utilizó el números, los que se colocaron con pintura
metro cuadrado (m²) como unidad de me- reversible (pintura de cal mezclada con un
trado y valorización. poco de sal yodada y agua natural).

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Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

i. Consolidación de muro de piedra en seco. Generalmente se asume como mé-


todo que los elementos superiores se colo-
Esta tarea es ejecutada en recintos rec- quen en la parte inferior y los inferiores
tangulares. Consiste en la eliminación del en la parte superior. El proceso de armado
mortero degradado, para lo cual se ha usa- se ejecutó en los elementos superiores des-
do un mortero estabilizado. Este mortero armados en seco, colocándolos en la base
se ha empleado en las juntas y uniones de estabilizada del muro y en la parte inferior
los líticos al nivel de paramento, luego de que es su posición original. Así sucesiva-
haber retirado los morteros degradados. mente se armó con mucho cuidado hasta
llegar a la base del muro armado en seco,
j. Consolidación de enlucidos tratando de que no varíe la posición hori-
zontal y vertical, cuidando la cara vista del
Consistió en el tratamiento de los muros muro.
enlucidos que se encontraban fisurados o
rajados y/o en proceso de desprendimien- m. Recomposición de muros de aparejo rústico
to. Fueron pegados uniendo las superficies
de cada una de las partes rajadas mediante Esta labor corresponde a los trabajos de
el uso de un mortero de barro preparado, mayor importancia en cuanto al volumen
el cual fue aplicado uniformemente sobre y al presupuesto, así como al empleo de
las superficies, humedeciendo con agua mano de obra.
para luego enseguida aplicar el mortero de
barro preparado cuidadosamente in situ. Proceso de ejecución. Las estructuras que
requieran una intervención total o parcial
k. Consolidación de elementos líticos por su mal estado de conservación debido
a pérdida de su verticalidad original, peli-
El tratamiento de los elementos construc- gro de colapso por factores de filtración de
tivos fisurados y fracturados consistió en agua o crecimiento de vegetación, serán
unir las superficies de cada uno de los frag- sometidas a un proceso de consolidación
mentos desprendidos mediante el uso de estructural. Para ello, serán efectuados los
un pegamento epóxico llamado pox bond. trabajos de desarmado y armado en seco
Este es aplicado uniformemente sobre mediante el proceso de anastilosis a través
las superficies para unirlas, previo lavado de los siguientes pasos:
y secado de las mismas. Posteriormente
es presionado, dejando secar por un lap- Registro. Etapa que consistió en la docu-
so de 24 horas. El tratamiento de pegado mentación básica mediante los dibujos y
fue realizado a los elementos desmonta- fotografías de las estructuras que van a ser
dos que presentaban fracturas, así como a intervenidas en base a un reticulado que
otros in situ. nos permitirá definir para su rearmado su
posición original.
l. Desmontado y armado de muro reticulado
El proceso de reticulado es de 25 centí-
Esta labor corresponde al proceso de des- metros cuadrados para el marcado de las
armado del área reticulada y su armado en retículas tomando como punto de referen-
seco. cia las líneas horizontales y verticales, las
mismas que por ningún motivo deberán
Proceso de ejecución. Luego del proceso ser desarmadas en su totalidad, sino que
de reticulado y codificación, se procedió más bien nos permitirán realizar adecua-
a desarmar el área reticulada, teniendo damente las labores indicadas. La nomen-
sumo cuidado en no variar la ubicación clatura de cada elemento lítico correspon-
de los elementos líticos de forma tal que de a letras del alfabeto y a números, los
el posterior armado sea una labor fácil. El cuales se colocarán con pintura reversi-
desarmado de los muros se efectuó sobre ble (pintura lavable). Una vez realizado el
una superficie plana, distribuyendo en el proceso de registro se efectuará el registro
área los elementos interiores y en otra los gráfico (dibujo en papel milimetrado y fo-
elementos exteriores, conformando muros tografías pormenorizadas).

99
Dr. Rómulo Pari Flores

Desarmado. Luego del proceso de reticu- Restitución de algunos elementos. Por fac-
lado y de nomenclatura, los elementos lí- tores de estabilidad dentro de un contexto
ticos se desarman teniendo sumo cuidado arquitectónico se utilizará material lítico
en no variar su ubicación, de forma tal que trabajado específicamente para la respec-
el posterior armado sea una labor fácil. El tiva restitución de muros, para lo que fue
desarmado de los muros se hará sobre una necesario que la intervención haya sido
superficie plana, distribuyendo en el área efectuada con el fin de darle consistencia
los elementos interiores y en otra los ele- a las estructuras necesarias. Para estos
mentos exteriores, conformando muros casos se considerará la marca de la inter-
en seco. Generalmente se asume como vención de evidencia, tallando el año de
técnica que los elementos superiores se intervención y un signo que permita dife-
coloquen en la parte inferior y los inferio- renciar lo original de lo intervenido.
res en la parte superior.
En caso de estructuras. En las cuales por
Armado. Consiste en colocar el elemento solicitaciones estructurales se realizaron
lítico conformante de la estructura que se completamente con nuevos elementos lí-
haya intervenido en su posición original o ticos y que soportaron presiones laterales
primigenia en base a la anastilosis, para lo por restitución de material inerte. Utiliza-
que se realizó el registro gráfico y fotográ- ción de elementos líticos de dimensiones
fico en forma comparativa con la finalidad ligeramente menores a los originales, las
de realizar el armado definitivo de las es- cuales se asentarán con mortero nuevo y
tructuras. siguiendo la morfología de los paramen-
tos. La restitución de elementos nuevos se
n. Restitución de muros de aparejo rústico ejecutó después de haber utilizado aque-
con mortero de arena y cal llos elementos originales que eventual-
mente se hallaban al pie de la estructura,
La intervención de restitución de los mu- los mismos que se colocarán nuevamente
ros y/o estructuras arquitectónicas es la en el muro, respetando la composición ar-
acción de devolver a la estructura aquellos quitectónica y llevando el sello de nuestra
elementos líticos de cuya ubicación se tie- época.
ne certeza. Para ello, se utilizará el mismo
tipo de material, el mismo tipo de piedra y o. Cubertinas de protección en cabeceras de
las marcas que permitan diferenciar lo que muro
viene a ser una estructura original de la
intervención realizada, de acuerdo al artí- Durante el proceso de las intervenciones
culo N° 09 de la Carta de Venecia. en todos los recintos programados con
trabajo de consolidación, recomposición y
En este sentido, la restitución del muro se restitución, se procedió a colocar una capa
ceñirá estrictamente a la acción física de de mortero estabilizado que contiene cola
colocar o devolver a su sitio original los (acetato polivinilo) al 5% para la protección
elementos que se hallan colapsados. Es de la cabecera de los muros intervenidos,
necesario indicar que en el proceso de in- a manera de “chicoteado”, con la finalidad
tervención se tomará en consideración los de evitar infiltraciones hacia el núcleo del
siguientes aspectos: muro por efecto de aguas pluviales. Esta
protección se efectuó sobre la base de mor-
Elementos líticos conformantes de la es- tero: arcilla, tierra cernida y cal, dando de
tructura. De ellos no se tiene seguridad de esta manera una mejor apariencia y esté-
su ubicación, por lo que los elementos líti- tica sin romper el esquema constructivo.
cos representados por mampostería serán
colocados mediante la anastilosis. En caso IX. TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y
de estructuras de elementos líticos regula- RESTAURACIÓN DE LOS RECINTOS EN EL
res será necesario efectuar un análisis ex- SECTOR 1: RECINTOS 09, 10 Y 15 DEL CON-
haustivo de su ubicación exacta, tomando JUNTO ARQUEOLÓGICO DE UYO UYO
en consideración por ejemplo las juntas y
cintas de asentamiento. RECINTO N° 09 SECTOR 1

100
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

El Recinto N° 09 del Sector “1” es de una sola noreste de 2.90 m y en la parte noroeste la
planta o nivel, de forma rectangular, con 6.5 m esquina tiene una altura de 1.4 m. Previa-
de largo por 6 m de ancho. Presenta muros con mente se han ejecutado trabajos prelimi-
mampostería de aparejo rústico con mortero de nares como registro gráfico y fotográfico,
barro y elementos líticos de origen volcánico. reticulado y codificado, colocado de balizas
Se encuentra en muy mal estado de conser- crucetas de rollizo; luego, se han ejecuta-
vación. Los muros tienen un ancho que varía do las actividades de desmontado de muro
de 0.80 a 0.75 m, sus esquinas exteriores son reticulado y codificado hasta el nivel de
angulares, las esquinas interiores hasta una al- cimentación por debajo de la cabecera de
tura de 1.5 m son angulares para la parte alta muro. Luego, se han ejecutado las labores
y las esquinas son ovaladas. En este caso, so- de recomposición de muro en las esquinas
lamente se observan las esquinas internas de y cabecera de muro, dejando la huella de la
lados sureste, suroeste y noreste. Los muros intervención de acuerdo a las Cartas Inter-
exteriores tienen una inclinación que varía del nacionales de Restauración “Carta de Ve-
5% al 6% hacia el interior del recinto; los muros necia”. También se han ejecutado trabajos
interiores tienen una inclinación en la esquina de consolidación de muro, acabado de pa-
del 7%; los muros tienen una inclinación hacia ramento, emboquillado de muro con barro
el interior del recinto de 4%, característica tí- preparado.
pica de los recintos en este sitio arqueológico. • MURO LADO SUR: Este muro en el lado
En el muro lado este se ubica el vano de acceso sur se encuentra en mal estado de conser-
de forma trapezoidal de un ancho de 0.6 m de vación. En la esquina suroeste tiene una
ancho en la base o dintel y de 0.5 m en la parte altura de 2.10 m y hacia el lado sureste
alta o dintel. Este vano tiene una altura de 2.67 el muro tiene una altura de 1.30 m. Este
m. muro se tiene que desmontar hasta el ni-
vel de cimentación y se han ejecutado las
• MURO LADO ESTE: Este muro tiene una actividades de registro gráfico y fotográfi-
altura de 3.05 m promedio y se encuentra co, reticulado y codificado, recomposición
en muy mal estado de conservación, por lo de muro de aparejo rústico, restitución de
que fue desmontado el muro hasta el nivel muro de aparejo rústico, consolidación de
de cimiento por debajo de la cabecera del muros y emboquillado de muro. En este
muro. Se ejecutaron trabajos de desmonta- recinto, asimismo, se han ejecutado en
do de muro reticulado y codificado, recom- forma general la cubertura de la cabecera
posición de muros de acuerdo a los planos de muro, el relleno y compactado con ma-
de elevación y restitución de muros para terial propio en el lado interior y exterior
estabilizar el muro este, dejando la eviden- del recinto, nivelación y apisonado con
cia de la intervención, tierra cernida, la limpieza final de obra, la
instalación de sumidero para captación de
• MURO OESTE: Este muro tiene una al- aguas pluviales, la instalación de tubos de
tura de 1.20 m hacia el lado norte y hacia desagüe para evacuación de aguas pluvia-
el lado sur de 2.1 m de altura. Este muro les y la limpieza final de obra.
se desmontó en su totalidad hasta el ni-
vel de cimiento por debajo de la cabecera
de muro y se encuentra en mal estado de
conservación. Fueron ejecutados trabajos
de desmontado de muro reticulado y codi-
ficado, recomposición de muro, restitución
de muro en el lado norte para estabilizar
el muro lado oeste, consolidación de muro,
emboquillado de muro, acabado de para-
mento.

Fig 2. Vista panorámica del recinto N° 09.


• MURO LADO NORTE: En este lado, el
Fotografiado de noroeste a sureste antes de la
muro se encuentra en mal estado de con- intervención. Se observa que el muro lado este se
servación. Tiene una altura hacia el lado encuentra invadido por plantas arbustivas Kactus.

101
Dr. Rómulo Pari Flores

en muy mal estado de conservación, por lo


que fue desmontado el muro hasta el nivel
de cimiento por debajo de la cabecera de
muro. Además, fueron ejecutados los tra-
bajos de desmontado de muro reticulado
y codificado, recomposición de muros de
acuerdo a los planos de elevación y la resti-
tución de muros en las esquinas lado norte
y sur para estabilizar el muro dejando en
evidencia la intervención en el muro lado
sur, de 2.30 m; luego, en la esquina lazo
norte se ejecutó 2.35 m de potencia tam-
bién para estabilizar el muro; en el muro
exterior solamente quedaba de pie 1.50 m
Fig 3. Vista del recinto N° 09. En proceso de
de ancho y una altura de 3.05 m. Respecto
intervención, se observa que los muros del recinto a las esquinas lado sur, parte central y a la
fueron desmontados y armados en seco de acuerdo al esquina lado norte se ejecutaron trabajos
reticulado y codificado. de restitución de muros. Por último, han
sido ejecutados los trabajos de emboqui-
llado de muro y acabado de paramento.
Luego, se ha pintado con barro mejorado
las juntas de los muros para darle el color
de tierra, puesto que el mortero de barro
por la alta cantidad de cal le da un matiz de
color crema.

• MURO OESTE: Este muro tiene una altu-


ra de 2.10 m hacia el lado norte y hacia el
lado sur. Fue desmontado en su totalidad
hasta el nivel de cimiento por debajo de la
cabecera de muro y se encontraba en mal
estado de conservación. Por ende, se eje-
cutaron trabajos de desmontado de muro
Fig 04. Vista del recinto N° 09. Después de la reticulado y codificado, recomposición de
intervención, se observa el muro del recinto con trabajos muro, restitución de muro en el lado sur
de acabado.
y norte para estabilizar el muro lado oeste,
RECINTO N° 10 SECTOR 1 consolidación de muro, emboquillado de
muro y acabado de paramento.
Recinto N° 10 del sector “1” es de una sola
planta o nivel, de forma rectangular, con 7.92 m
de largo por 6.25 m de ancho. Presenta muros
externos de mampostería de aparejo concer-
tado semirrústico, los muros interiores tienen
aparejo rústico con mortero de barro y elemen-
tos líticos de origen volcánico. Se encuentra en
muy mal estado de conservación. Los muros
tienen un ancho que varía de 0.80 a 0.70 m, las
esquinas exteriores e interiores son angulares,
los muros exteriores tienen una inclinación del
5%, los muros interiores tienen una inclinación
del 3% hacia el interior del recinto. En el muro
lado sur se evidenció parte de un de acceso. Fig 5. Vista panorámica del recinto N°10. Fotografiado
de este a oeste antes de la intervención, se observa que
• MURO LADO ESTE: Este muro tiene una el muro lado este se encuentra invadido por plantas
altura de 3.05 m promedio y se encuentra arbustivas Kactus.

102
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

• MURO LADO NORTE: Este lado del muro


se encuentra en mal estado de conserva-
ción, tiene una altura hacia el lado noreste
de 2.50 m, en la parte noroeste su esquina
tiene una altura de 2.30 m y en la parte
central del muro 0.90 m. Previamente se
han ejecutado trabajos preliminares como
registro gráfico y fotográfico, reticulado y
codificado y colocado de balizas en cruce-
tas de rollizo. Luego, se han ejecutado las
actividades de desmontado de muro reti-
culado y codificado hasta el nivel de cimen-
tación por debajo de la cabecera de muro
y la recomposición de muro. En la parte Fig 7. Vista del recinto N° 10. Después de la interven-
central del muro, se ha ejecutado trabajos ción, se observa el muro del recinto con trabajos de
de restitución de muro dejando la huella acabado.
de la intervención de acuerdo a las cartas En este recinto se hna ejecutado en forma ge-
internacionales de Restauración “Carta de neral la cubertura de cabecera de muro, el relle-
Venecia”. Finalmente se ejecutaron tareas no y compactado con material propio en el lado
de emboquillado de muro y acabado de pa- interior y exterior del recinto, la nivelación y
ramento, con mortero de barro preparado. apisonado con tierra cernida, la limpieza final
de obra, la instalación de sumidero para capta-
• MURO LADO SUR: Este muro lado sur se ción de aguas pluviales y la instalación de tubos
encuentra en mal estado de conservación. de desagüe para evacuación de aguas pluviales.
Antes de la intervención tenía una altura En la parte central se ha instalado una roca de
de 0.60 m. El muro se tiene que desmon- forma cilíndrica.
tar hasta el nivel de cimentación y se han
ejecutado las actividades de registro grá- RECINTO N° 15 SECTOR 1
fico y fotográfico, reticulado y codificado,
Este recinto N° 15 del sector “1” es de una
recomposición de muro aparejo rústico y
sola planta o nivel, de forma rectangular, tiene
restitución de muro aparejo semirrústico
7.20 m de largo por 6.60 m de ancho, presenta
en el lado hacia el este de 2.00 m. El lado
muros con mampostería de aparejo rústico con
oeste, de 1.50 m, se realiza con el objetivo
mortero de barro y elementos líticos de origen
de estabilizar las esquinas de los muros que
volcánico. Se encuentra en un estado de con-
sirve como soporte, emboquillado de muro
servación de regular a malo. Los muros tienen
y acabado de muro.
un ancho que varía de 0.8 a 0.6 m, las esquinas
exteriores de lados noreste, noroeste y suroes-
te son ovalados, la esquina sureste es recta, las
esquinas interiores hasta una altura de 1.50 m
son angulares para la parte alta, las esquinas
son ovaladas, los muros exteriores tienen una
inclinación que varía del 5% al 6% hacia el in-
terior del recinto, los muros interiores tienen
una inclinación en la esquina del 7%, los muros
tienen una inclinación hacia el interior del re-
cinto de 4%, característica típica de los recintos
en este sitio arqueológico. En el muro del lado
este se ubica el vano de acceso de forma tra-
pezoidal, de un ancho de 0.60 m de ancho en
la base o dintel y de 0.50 m en la parte alta o
dintel. Este vano tiene una altura de 2.50 m. En
Fig 6. Vista del recinto N° 10. En proceso de interven-
el muro del lado norte se encuentra el muro in-
ción, se observa que los muros del recinto fueron des-
montados y armados en seco de acuerdo al reticulado y
terior con restos de revoque o enlucido de barro
codificado. en aparente estado de haber sido quemado de

103
Dr. Rómulo Pari Flores

color rojizo. De la cabecera de muro del moji- ramento, emboquillado de muro con barro
nete a 0.40 m de potencia para abajo se ubica preparado.
una ventana de forma rectangular de 0.20 m
de largo por 0.30 m de altura. • MURO LADO SUR: Este muro del lado sur
se encuentra en mal estado de conserva-
• MURO LADO ESTE: Este muro tiene una ción. En la esquina suroeste tiene una al-
altura de 2.70 m promedio, se encuentra tura de 2.50 m y hacia el lado sureste tie-
en muy mal estado de conservación, por ne una altura de 0.25 m. Fue desmontado
lo que se desmonté el muro hasta el ni- hasta el nivel de cimiento y se han ejecu-
vel de cimiento por debajo de la cabecera tado las actividades de registro gráfico y
de muro. Solo ha quedado de pie parte del fotográfico, reticulado y codificado, recom-
vano de acceso hacia el norte, de 1 m de posición de muro aparejo rústico y restitu-
ancho por 2 m de altura; asimismo, se eje- ción de muro de aparejo rústico. En el lado
cutaron trabajos de desmontado de muro sureste, donde el muro tiene 1 m de altura
reticulado y codificado, la recomposición para estabilizar el paramento lado también
de muros de acuerdo a los planos de eleva- se ejecutan las actividades de consolida-
ción, la restitución de muros en el lado sur, ción de muros, consolidación de elementos
con una potencia de 0.80 m para estabili- líticos, emboquillado de muro, acabado de
zar el muro este, dejando la evidencia de la paramento.
intervención.
En este recinto se han ejecutado en forma ge-
• MURO OESTE: Este muro tiene una altu- neral la cubertura de cabecera de muro, el relle-
ra de 3.00 m hacia el lado norte y hacia el no y compactado con material propio en el lado
lado sur de 2.20 m. Este muro fue desmon- interior y exterior del recinto, la nivelación y
tado 1.50 m por debajo de la cabecera de apisonado con tierra cernida, la limpieza final
muro y se encuentra en mal estado de con- de obra, la instalación de sumidero para capta-
servación. Además, se ejecutaron trabajos ción de aguas pluviales, la instalación de tubos
de desmontado de muro reticulado y codi- de desagüe para evacuación de aguas pluviales
ficado, recomposición de muro, restitución y la limpieza final de obra.
de muro en el lado sur para estabilizar el
muro, consolidación de muro, consolida-
ción de elementos líticos, emboquillado de
muro, acabado de paramento.

• MURO LADO NORTE: Este lado el muro


se encuentra de regular a mal estado de
conservación. Asimismo, en este lado se
encuentra el mojinete, el cual tiene una
altura de 4.80 m a la altura de la cabece-
ra del mojinete. Este muro del lado norte
tiene un estado de conservación de regu-
lar a malo. En la parte de la cabecera de
muro se ejecutaron trabajos preliminares,
tales como registro gráfico y fotográfico,
reticulado, codificado y colocado de balizas
crucetas de rollizo. Luego se han ejecutado
las actividades de desmontado de muro re-
ticulado y codificado a una altura de 0.50
metros. Posteriormente, se han ejecutado
las labores de recomposición de muro y
restitución de muro, dejando la huella de
la intervención de acuerdo a la carta in-
Fig 8. Vista panorámica del recinto N°15. Fotografiado
ternacional de restauración “Carta de Ve- de este a oeste antes de la intervención, se observa que el
necia”. También se han ejecutado trabajos muro este se encuentra invadido por plantas arbustivas
de consolidación de muro, acabado de pa- Kactus.

104
Conservación y puesta en valor del Conjunto Arqueológico de Uyo Uyo

conservación, protección y difusión. (pp.187-190).


Lima.

Instituto Nacional de Cultura (2007) Carta de Ve-


necia: Carta Internacional sobre la Conservación
y la Restauración de monumentos y Sitios (CIAM,
Venecia, 1964). En: Documentos Fundamentales
para el Patrimonio cultural. Textos internaciona-
les para su recuperación, repatriación, conserva-
ción, protección y difusión. (pp.137-140). Lima.

Instituto Nacional de Cultura (2007) Convención


Fig 9. Vista del recinto N° 15, en proceso de sobre la protección del Patrimonio Mundial Cul-
intervención. Se observa que los muros del recinto tural y Natural (UNESCO, París, 1972). En: Docu-
fueron desmontados y armados en seco de acuerdo al mentos Fundamentales para el Patrimonio cultu-
reticulado y codificado. Además, se puede apreciar el ral. Textos internacionales para su recuperación,
rearmado del muro, con trabajos de recomposición. repatriación, conservación, protección y difusión.
(pp.61-71). Lima.

Instituto Nacional de Cultura (2007) Declaración


de Budapest sobre la Universalidad (UNESCO,
Hungría, 2002). En: Documentos Fundamentales
para el Patrimonio cultural. Textos internaciona-
les para su recuperación, repatriación, conserva-
ción, protección y difusión. (pp.191-194). Lima.

Instituto Nacional de Cultura (2007) Documento


de Nara sobre la Autenticidad (UNESCO, ICOMOS,
ICCROM, Japón, 1994). En: Documentos Funda-
Fig 10. Vista del recinto N° 15, después de la mentales para el Patrimonio cultural. Textos in-
intervención. Se observa el muro del recinto con
ternacionales para su recuperación, repatriación,
trabajos de acabado.
conservación, protección y difusión. (pp.427-429).
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Instituto Nacional de Cultura (2007) Carta de Cra- para el análisis, conservación y restauración de las
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ción del Patrimonio construido. (Conferencia In- MOS, Zimbabwe, 2003). En: Documentos Funda-
ternacional sobre Conservación, Cracovia, 2000) mentales para el Patrimonio cultural. Textos in-
En: Documentos Fundamentales para el Patrimo- ternacionales para su recuperación, repatriación,
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mentales para el Patrimonio cultural. Textos in-
ternacionales para su recuperación, repatriación,

105
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez

GEOGLIFOS EN HUAYRAPUNKO, QUEBRADA COSOS,


VALLE DE MAJES
GEOGLYPHS IN HUAYRAPUNKO, COSOS CREEK, MAJES VALLEY

Marko Alfredo López Hurtado


Erik Edson Maquera Sánchez

RESUMEN
Se presenta un estudio preliminar con datos empíricos de un sitio arqueológico con presencia de
geoglifos localizado en la quebrada Cosos, el cual forma parte de la cuenca del valle y río de Majes.
Aparentemente por su ubicación, se encuentra asociado a una ruta o camino que unía el valle de
Majes con Chuquibamba y Yanaquihua. Por la diversidad de figuras que aparecen representadas
en Huayrapunko, con escenas recurrentes de camélidos, se sugiere que podría estar vinculado al
intenso intercambio de productos a largas distancias, desde el Periodo Intermedio Temprano hasta
el Horizonte Medio (100 d.C. – 1000 d.C.).

ABSTRACT
This is a preliminary study with empirical evidence of an archaeological site with geoglyphs, located in
Cosos Creek, which is part of the Majes river valley. Apparently, due to its location, it is associated to a
route or path that linked the valley of Majes with Chuquibamba and Yanaquihua. For the diversity of
figures represented in Huayrapunko, with recurrent scenes of camelids, we suggest that they might be
related to the intense exchanged of products in long distances, from the Early Intermediate Period until
the Middle Horizon (100 AD – 800 AD).

I. INTRODUCCIÓN vecinos trazadas en torno a ellos y claramen-


te dependientes de la población que allí vivía.
La presencia de geoglifos en el sur del Perú y Eran pues, recursos ceremoniales ligados a los
norte de Chile es bien conocida, sobre todo en pueblos, grandes o pequeños, que hacían y re-
la zona de Nasca, donde los estudios han de- hacían geoglifos, muchas veces en los mismos
mostrado que su presencia data de épocas muy lugares, lo que hace que hayan figuras y líneas
tempranas, asociadas en su mayoría a las cultu- superpuestas; en los “trapecios” estaban los al-
ras Paracas y Nasca. tares” (Lumbreras 2013: 184-185).

Los Nasca, cultura prehispánica cuyo ámbito En el norte chileno, sobre todo en la región
de ocupación se encuentra básicamente en el de Tarapacá, se han identificado y estudiado
departamento de Ica y ubicado temporalmen- varios geoglifos, asociados a rutas, pascanas,
te en la época de los Desarrollos Regionales estructuras de corrales y entierros, “vincula-
o Periodo Intermedio Temprano (Siglos I – V dos con tráfico caravanero de larga distancia…
d.C.), fueron los más conspicuos en la creación Entre estos despoblados se elaboraron durante
y elaboración de geoglifos. Las representacio- las jornadas del tráfico de larga distancia estos
nes comprenden seres zoomorfos como orcas, íconos compartidos y comprendidos por todos
arañas, aves, monos y camélidos; seres antro- los grupos caravaneros, dispuestos para augu-
pomorfos; representaciones fitomorfas como la rar el buen desenlace de estas largas travesías
flor de seis pétalos, la jiquima, y trazos y líneas transdesérticas. En este sentido, abras, rutas,
de diversa forma entre las que destacan imá- pascanas, cerros sagrados, cargas y la recua en
genes radiales, meandros o grecas, espirales, acción o pasiva (descanso y abrevaje) eran los
etc. Las interpretaciones sobre la función que únicos referentes de los caravaneros en el con-
habrían cumplido varían. Algunos investiga- texto de rituales y rogativas, en espacios donde
dores piensan que sirvieron para propiciar y/o la recua va inmersa en un inmenso despoblado,
controlar por medios mágico religiosos el ciclo como una animación solitaria” (Briones et. al.
anual de las aguas (Makoswki 2004: 98), en 2005: 195 - 223).
tanto que Lumbreras expresa que “…las marcas
de las pampas estaban ligadas a asentamientos Las investigaciones arqueológicas en el valle de

106
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes

Majes, por su parte, nos indican ocupaciones Los petroglifos de Toro Muerto, localizados
desde la época del Horizonte Medio (500 - 900 aproximadamente a 24 km al sur de los geogli-
d.C.) (Jennings y Yépez 2012; García y Busta- fos de Huayrapunko, en la margen derecha del
mante 1990) hasta épocas tardías (Incas) (García río Majes, distrito de Uraca – Corire, constitu-
Márquez 1990: 25 - 40), y evidencias de ocupa- yen un importante “complejo arqueológico”. Los
ción más tempranas (100 – 500 d.C.) con pre- grabados en piedra (tufo volcánico o ignimbri-
sencia de rasgos culturales Nasca han sido re- ta) en Toro Muerto se pueden entender desde
gistradas en el sitio arqueológico de Huacapuy, varias ópticas:
en el valle de Camaná (Manrique, et. al. 1990).
a. Parecen estar vinculados a una ruta que
En relación a la presencia de geoglifos en este
unía el valle de Majes con Chuquibamba.
valle, Manuel García Márquez y Rosa Busta-
mante Montoro (1990: 25-40) han registrado en b. Los grabados parecen tener una cronolo-
el Cerro del Gentil varios geoglifos con motivos
gía de ocupación desde el Periodo Interme-
de aves, camélidos y crustáceos, emparenta-
dio Temprano hasta el Horizonte Tardío.
dos al estilo Chuquibamba (Periodo Intermedio
Esta deducción se realiza por comparación
Tardío).
tipológica de los diseños, con algunos ele-
mentos decorativos similares hallados en
Un geoglifo muy particular ha sido registrado
textiles, mates pirograbados y cerámica de
en el anexo de El Pedregal, margen izquierda
distintos periodos.
del río Majes, muy cerca de la ciudad de Corire.
“…Tiene la forma exacta de un 8 que está inser-
c. Su elaboración podría estar relacionada a
to dentro de un círculo perfecto, sobre el cual
algunas prácticas sociales, ceremoniales
se unen parte de las líneas curvas u oscilantes
y/o rituales en diferentes momentos cro-
que forman la figura del 8 (Fig. 1). El diámetro
nológicos, a juzgar por la excepcional can-
exterior del geoglifo es de 22.40 m, el cual se
tidad de diseños que existen en esta zona.
mantiene en todas las direcciones; el ancho de
las líneas del círculo es de 1.50 m y el de las lí-
d. Como parte de sus asociaciones, en Toro
neas del dibujo con forma de 8 es de 1.40 m;
Muerto se han registrado también geogli-
la profundidad de las líneas varía desde 5 a 10
fos.
cm” (Álvarez s/f). Por la forma y su asociación,
se le ubica en el periodo Horizonte Medio (500
Los geoglifos de Huayrapunko presentan una
– 900 d.C.).
temática diversa, con representaciones antro-
pomorfas, zoomorfas (camélidos, aves, serpien-
tes) y geométricas (líneas). Estos fueron elabo-
rados con la técnica extractiva y aditiva, sobre
una colina que emerge en medio de la quebrada
Cosos. Dicha configuración puede interpretarse
como una locación especial vinculada probable-
mente a lo sagrado y ceremonial. Su asociación
con caminos, apachetas y estructuras que aún
están por investigarse, enfatizan este hecho.

Finalmente, si bien este tipo de evidencias han


sido poco investigadas científicamente en la
zona, cabe resaltar su trascendencia cultural
como parte de la cosmovisión e identidad del
valle de Majes.

II. LOCALIZACIÓN Y ENTORNO DE LOS GEO-


GLIFOS

Fig. 1 asociaciones relevantes, enfatizando lo monumen-


Se localizan a 8 km al noroeste de la ciudad de
tal y suntuoso Aplao, en la margen derecha del río Majes, es-

107
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez

pecíficamente en la quebrada Cosos. Dicha que- mediano y areniscas blancas con cuarcitas
brada puede ser considerada como un cauce y/o masivas de color blanco grisáceo, a veces,
quebrada secundaria del mismo valle. con un aspecto bandeado;

El cerro Huayrapunko tiene una forma alar- • En la zona de Torrentera de Cosos, al No-
gada que se proyecta de noroeste a sureste, roeste de Aplao, una parte de los aflora-
con un largo aproximado de un kilómetro, un mientos se encuentra levemente ondulada
ancho de 200 a 400 metros, y una altura de y disturbada, con un rumbo predominante
20 a 50 metros respecto al nivel del piso de la al noroeste y un buzamiento variable en-
quebrada, ésta última conformada por depósi- tre 10° a 30° al SO. Sin embargo, por efec-
tos aluviales (Fig. 1). Los geoglifos están distri- to de pequeñas fallas, cambia el rumbo al
buidos entre sectores planos, laderas de cerro, noreste y su inclinación alcanza a más de
quebradas y fueron elaborados con la técnica 60° al SE.
extractiva o de raspado.
En el cerro El Gentil, en su flanco noreste ha-
La quebrada Cosos, donde se halla un con- cia Torrentera de Cosos, en la parte superior
junto de colinas naturales, entre ellas el cerro se observan cuarcitas con algunas areniscas
Huayrapunko, consiste en formaciones del intercaladas; en cambio, la parte inferior está
cuaternario de edad reciente, cuyas unidades constituida por lutitas con fósiles vegetales
estratigrafías son depósitos aluviales. “….En la intercalados, con algunas capas de cuarcitas y
torrentera de Cosos la litología consiste de are- areniscas. El conjunto alcanza un grosor de 750
nisca arcósica intercalada con areniscas arcillo- m aproximadamente.
sas de color gris chocolate y rojizas, variando
a una coloración amarillenta al meteorizarse. El grupo Yura en el valle de Majes forma un
También se intercalan algunas capas delgadas anticlinal afectado por pequeñas fallas nor-
de conglomerados finos, y dentro de todo el males y numerosas intrusiones andesíticas y
conjunto se hallan capitas y venillas de yeso dioríticas, presentándose además, entre Cosos
irregularmente distribuidas” (Pecho y Morales y La Barranca, pequeños stocks de granodiorita
1969: 39). hornebléndica conjuntamente con un flexura-
miento de rumbo y buzamientos variables” (Pe-
cho y Morales 1969: 27-29).
Por otro lado, la colina natural donde se re-
gistraron las evidencias arqueológicas corres- III. RECONOCIMIENTO AÉREO DEL SITIO
ponde a formaciones del Jurásico Superior ARQUEOLÓGICO DE HUAYRAPUNKO
e Inferior y del Cretáceo Superior, cuya uni-
dad estratigráfica corresponde a la formación Como parte del trabajo de reconocimiento ar-
“Yura”. “…las mejores exposiciones se encuen- queológico en el área del cerro Huayrapunko, se
tran en el valle de Majes (Hoja de Aplao), desde probó por primera vez en la región una nueva
la localidad de Corire hasta La Barranca…en metodología de exploración superficial usando
forma general, la litología de los afloramientos vehículos aéreos no tripulados conocidos como
del valle del Majes, de abajo hacia arriba, es la drones. Estos vehículos vienen usándose como
siguiente: herramienta de registro fotogramétrico en
arqueología con amplia aceptación y buenos
• Lutitas grises a gris verdosas intercaladas resultados (Reindel y Wagner 2009, Castillo
con areniscas y cuarcitas grises; 2014). Sin embargo, para el caso del reconoci-
miento arqueológico de Wayra Punku, además
• Lutitas beige claro y lutitas gris verdosas de realizar un detallado registro fotogramétrico
yesíferas; del área (Fig. 2), fue utilizada la transmisión en
vivo de la cámara hacia un monitor de visuali-
• Cuarcitas blanquecinas con lutitas brunas zación en tierra, desde el cual se pudo explorar
modulares y carbonosas con abundantes la zona hasta en un radio de dos kilómetros a
restos de plantas; la redonda.

• Lutitas grises a gris verdosas con un ban- Hasta el momento del reconocimiento aéreo
co grueso de areniscas blancas de grano realizado por nosotros, solo se conocía de la

108
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes

existencia de algunos geoglifos en la zona, los Al elevar el dispositivo a una altura de 120 m
cuales pudimos constatar a nivel del suelo o desde la superficie, inmediatamente se reco-
desde la parte superior de un promontorio ale- nocieron nuevas figuras, y mientras el drone
daño. Del recorrido a pie por el área fue difí- realizó su recorrido por el resto del área se vi-
cil reconocer otros más, de modo que se hizo sualizaron cada vez más una gran cantidad de
necesario un registro aéreo para descartar o representaciones. El reconocimiento aéreo per-
comprobar la presencia de nuevos elementos mitió finalmente identificar un extenso campo
arqueológicos en el área. de geoglifos que apenas había sido advertido
durante el reconocimiento a pie del área.

Finalmente, una vez identificada el área de las


evidencias arqueológicas se procedió a la captu-
ra de imágenes fotográficas desde una cámara
instalada debajo del drone. La captura de las
imágenes se realizó siguiendo una línea o tran-
secto de vuelo en la cual cada fotografía tuvo
un traslape mínimo del 30% entre sí. El trasla-
pe de la imágenes asegura que el procesamien-
to fotogramétrico permita la generación de un
modelo tridimensional y la producción de una
ortofotografía (imagen plana sin distorsiones).
Los datos obtenidos nos permitieron en pocas
horas de trabajo de campo, generar un plano y
levantamiento topográfico con curvas de nivel
a detalle, así como una fotografía aérea geore-
ferenciada.

IV. SECTORIZACIÓN

Para una mejor ubicación y descripción de los


geoglifos, estos se han dividido en dos sectores:

Fig. 2 Ortofotografía aérea tomada en el cerro SECTOR A.


Huayrapunko en donde se aprecian los dos sectores en Se localiza tanto en la parte central como al
los cuales se divide el sitio. suroeste del cerro Huayrapunko. Tiene secto-
res planos, pequeñas quebradas, colinas natu-
La exploración del área se realizó con un drone rales de mediana altura y laderas de cerro. En
de la marca DJI, modelo Inspire 1, con autono- la parte central y plana se hallan los geoglifos
mía de vuelo de quince minutos por batería. más grandes del área, los cuales son dos espi-
Fueron utilizadas 7 baterías, sumando un tiem- rales donde en uno de sus lados sobresalen
po de sobrevuelo de una hora con cuarenta y bandas que terminan en un círculo y una ban-
cinco minutos. da más delgada en punta. Dentro del círculo
se aprecian dos círculos pequeños, que dan la
Las condiciones meteorológicas fueron las ade- apariencia de dos ojos. Los espirales tienen un
cuadas para realizar el trabajo. El cielo estuvo diámetro aproximado de ocho metros y están
despejado, con brillo solar y vientos moderados
conformados por diez círculos concéntricos.
no mayores a 20 km/h. En algunas ocasiones,
Toda la representación mide aproximadamente
se registró nubosidad que pudo ensombrecer
15 m. Uno de estos geoglifos se halla en la parte
parte de la superficie registrada. La sesión se
central del sitio y sus “ojos” se orientan hacia el
realizó entre las 12:30 pm a 3:30 pm, intervalo
de tiempo en el que la posición del sol generó noroeste (Fig. 3, 4, 5 y 6), en tanto que el otro
progresivamente sombras sobre los surcos de espiral es más pequeño, de aproximadamente
los geoglifos, ayudando a su visualización. 13 m y se orienta hacia el suroeste (Fig. 7).

109
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez

Fig. 3 Fotografía aérea del geoglifo principal de


Huayrapunko
Fig. 6 Detalle de la sección final del geoglifo principal de
Huayrapunko.

Fig. 7 Representación gráfica de un geoglifo similar al


Fig. 4 Representación gráfica del geoglifo principal de principal.
Huayrapunko.
Asociado al geoglifo de la parte central, se ob-
serva también lo que podrían representar figu-
ras de serpientes o culebras, asociadas a un pe-
queño camino que cruza parte de estos trazos
(Fig. 8).

Fig. 5 Vista a nivel del suelo de la sección espiral del Fig. 8 Fotografía aérea de un geoglifo con forma de
geoglifo principal de Huayrapunko. serpiente.

110
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes

Fig. 8 Representación gráfica de un geoglifo con forma Fig. 12 Vista aérea oblicua del Sector B del cerro
de serpiente. Huayrapunko, en esta sección se encuentran una gran
cantidad de geoglifos.
En la ladera oeste de los cerros de este sector
y muy cerca de los espirales se ha logrado di- Los diseños son variados, consistentes en figu-
visar un conjunto de geoglifos más pequeños, ras humanas de perfil, de frente, culebras, ca-
con representaciones humanas de camélidos y mélidos, zorros, aves, líneas en zigzag, rectas,
geométricas (líneas onduladas y rectas). Estas onduladas, geométricas, etc. La técnica de la
figuras se encuentran en mal estado de conser- elaboración de los geoglifos es también aditiva
vación debido al tránsito de personas y anima- y extractiva (Fig. 11).
les en la zona, a través de caminos que están
aledaños a estos petroglifos (Fig. 9 y 10).

Fig. 9 Fotografía aérea de geoglifos ubicados sobre la


ladera de una colina del cerro Huayrapunko (Sector A). Fig. 11 Detalle del Sector B en donde se aprecian varios
geoglifos.

V. DISCUSIÓN Y COMENTARIOS

El valle de Majes, que forma parte de la cuenca


del río Majes, tiene su naciente en el Colca, a
una altitud de 4400 msnm, recorriendo unos
450 km hasta llegar al Pacífico. A lo largo de su
recorrido su nombre cambia primero a río Ma-
jes y luego a río Camaná, hasta desaguar en el
océano.

Esta cuenca presenta un largo proceso de ocu-


Fig. 10 Representación gráfica de geoglifos ubicados pación desde las épocas de los cazadores reco-
sobre la ladera de una colina del cerro Huayrapunko lectores (10,000 a.C.), en las cuales los instru-
(Sector A). mentos de uso cotidiano estaban conformados
SECTOR B. Se localizan en el extremo noroeste por puntas de flecha, cuchillos, raspadores y
de esta colina, en donde las representaciones buriles fabricados con jaspes, retinitas y obsi-
en el suelo se ubican en diferentes áreas: en dianas. Se han registrado también sitios con
sectores ligeramente ondulados y laderas de pintura rupestre al interior de cuevas con re-
cerro asociados a un pequeño camino que se presentaciones de caza, las cuales incluyen di-
proyecta desde el sector A (Fig. 12). seños de camélidos, además de pumas y zorros.

111
M. A. López Hurtado — E. E. Maquera Sánchez

A partir del año 3000 a.C. aproximadamente, te parte de un complejo y extenso sistema de
la población pasó de una economía basada en la redes de caminos, senderos y pascanas que se
caza y la recolección a una basada en la gana- vinculaban entre sí. La recurrencia de figuras
dería y la agricultura, transformando los cerros de camélidos en los geoglifos de Huayrapunko
y quebradas áridas en zonas productivas y de (Fig. 13) podría asociarse al tránsito de estos
vida. Es así que, conociendo mejor su entorno, animales en caravanas que circulaban desde el
las fuentes de agua, las lomas, la trayectoria valle de Majes hacia el Chuquibamba - Yana-
de los ríos y arroyos, la “asociación ideológica quihua y al sur a Camaná, llevando y trayendo
sobre la relación cerro y planicie de valle” fue productos locales.
gestada de manera “inconsciente”. “De allí que,
en su cosmovisión, perpetuaron la organiza-
ción de diversos espacios sagrados, asimilando
por observación las impresiones y contrastes
captados de la naturaleza, para incorporarlos
sustancialmente en su forma de vida” (Castillo
y Corcuera 2007).

El particular emplazamiento del cerro Huayra-


punko en medio de la quebrada Cosos articula
aparentemente una ruta de conexión entre el
cerro El Castillo, el valle de Majes y Chuqui-
bamba – Yanaquihua. Por tal motivo, este es-
pacio fue seleccionado para la representación
de geoglifos, cuya función probablemente era
plasmar lo mágico y religioso, lo sagrado y cere- Fig. 13 Detalle de un geoglifo representando a un caméli-
monial y el culto a las deidades titulares. do. Nótese el cuerpo seccionado, estilo que se encuentra
presente en otras representaciones de Huayrapunko.
Por otro lado, se han identificado fragmentos
de cerámica, emparentados morfológicamente
al periodo Intermedio Temprano, lo que podría REFERENCIAS
indicar que la quebrada de Cosos formaba par-
te de una ruta de conexión entre la costa de Álvarez, P. (s/f) El Geoglifo de las Pampas del
Nasca, Acarí, Yauca, Atico, Ocoña, Camana y el Ocho.
valle de Majes. La filiación del área de Camaná Recuperado de:
con un ámbito de influencia Nasca es plausi- http://cumincades.scix.net/data/contrib/att/
ble. El Arqueólogo Alemán Hans Disselhof en ab31.content.06103.pdf
1966 excavó tumbas en el sitio de Huacapuy en
Camaná, encontrando textiles que define como Briones, L., Núñez, L. & Standen, V. (2005)
del “puro estilo Nasca Temprano. En el mismo Geoglifos y tráfico prehispánico de caravanas
lugar encontró también momias con deforma- de llamas en el Desierto De Atacama (Norte De
ción craneana, que denominó ‘cabezas achata- Chile). Chungara 37 (2), 195-223. Arica
das’, y con una datación radiocarbonica de 100
d.C.” (Manrique y Cornejo 1990: 21-22). Por otro Castillo, D. & Corcuera, V. (2007) Geoglifos en
lado, haciendo comparaciones estilísticas de la quebrada Santo Domingo (Valle de Moche-
algunos de los geoglifos de Huayrapunko con Perú). Actas del Primer Simposio Nacional de
otros diseños en diversos soportes, estos pare- Arte Rupestre – Cusco (noviembre 2004). Lima:
cen corresponder aparentemente a inicios del Instituto Francés de Estudios Andinos.
período Horizonte Medio. Este hecho nos indi-
caría que el uso de este cerro para la represen- Castillo, L. J. (2014) Arqueología desde el aire.
tación de geoglifos trascendió a la época Nasca Gaceta Cultural 46, 2-7. Lima: Ministerio de
y continuó siendo utilizado en la época poste- cultura.
rior.
García, M. & Bustamante, R. (1990) Arqueología
Los geoglifos de Huayrapunko que se localizan del Valle de Majes. Gaceta Arqueológica Andi-
en la quebrada Cosos formaron probablemen- na 5, (18-19), 25-40. Lima.

112
Geoglifos en Huayrapunko, Quebrada Cosos, Valle de Majes

Lumbreras, L. (2013) Los Orígenes de la Civili-


zación en el Perú. Cusco: DDC-Cusco, Ministe-
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Manrique, J. & Cornejo, M. (1990) Visión Sobre
la Arqueología del Valle de Camana. Gaceta Ar-
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Cuadrángulos de Camaná y La Yesera. Boletín
21. Lima: Servicio de Geología y Minería. Minis-
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Yépez, W. & Jenning, J. (Eds.) (2012) ¿Wari en


Arequipa? Análisis de los Contextos funerarios
en la Real. Arequipa: Museo de Arqueología
José María Morante, UNSA.

113
Gladys Cecilia Quequezana Lucano

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ARRIEROS DE CHARACATO


FOLLOWING THE PATH OF CHARACATO'S MULETEERS

Gladys Cecilia Quequezana Lucano

RESUMEN
El siguiente artículo documenta la tradición del arrieraje en el pueblo de Characato, Arequipa, a
través del testimonio de la familia Bejarano Herrera, una de las últimas familias de arrieros de la
zona, en su ruta desde Characato hasta Mosopugio. Los caminos, majadas, tambos, cerros y los
rituales asociados a esta actividad nos permiten comprender que esta tradición tiene profundas
raíces prehispánicas, y nos sugiere cómo pudo ser el transporte e intercambio de bienes a través de
diferentes pisos ecológicos en tiempos prehispánicos.

ABSTRACT
The following article documents the tradition of muleteering in the town of Characato, Arequipa, throu-
gh the testimony of the Bejarano Herrera family, one of the last muleteering families around the area, in
a route from Characato to Mosopugio. The roads, sheepfolds, tambos (Incan structures), hills and the
rituals associated to this activity allow us to realize that this tradition has deep Prehispanic roots, and it
suggests us how could transportation and goods exchange exist through different ecological floors in
Prehispanic times.

I. INTRODUCCIÓN Esta actividad, de acuerdo a tradiciones y fuen-


tes orales, se transmitía de generación en ge-
El término “arriero” está asociado a personas neración, incluso, debiendo haber heredado y
que trasladaban grandes caravanas de ganado, utilizado rutas prehispánicas de intercambio o
atravesando límites de países como Argentina, trueque. Es por eso que considero de importan-
Chile y Bolivia, y límites entre pueblos de un cia dar a conocer una fuente oral, la de la fami-
mismo país. Esta actividad se desarrolló con lia Bejarano Herrera del distrito de Characato,
mayor intensidad en la época colonial y repu- una de las pocas familias de arrieros que queda
blicana, generando importantes implicancias en la región y que merece rescatarse como par-
sociales y económicas. te de la cultura viva de Arequipa. Dicha fami-
lia me permitió participar con ellos en el tramo
Los arrieros en Arequipa intercambiaban su Characato - Mosopugio, que documentaremos
ganado vacuno, equino, ovino, caprino, e in- en este artículo.
clusive llamas y alpacas de las partes altas de
Polobaya, Pocsi y Mosopugio, por diversos pro- En Arequipa son conocidos el intercambio de
ductos de la costa. Así también aprovechaban productos de la sierra a la costa, tal es el caso
uno de los principales recursos sostenibles de la particular de las rutas de los pueblos cercanos
costa: las lomas, sobre todo las de Tambo, Mejía, al Pichu Pichu (Pocsi Polobaya, Yarabamba,
Mollendo y Quilca. Mollebaya, Characato). Estos pueblos se carac-
terizan por poseer extensas áreas de andene-
Adaptarse al medio geográfico no fue fácil. Des- rías y todo un su sistema hidráulico, con capta-
cubrir tramos de caminos o cruzar los existen- ciones de agua de manantiales provenientes de
tes hasta llegar al punto deseado, reconociendo los deshielos del Pichu Pichu, que les permitió
puntos resaltantes en el paisaje para asegurar el cultivo de maíz, calabazas, zapallo y tubércu-
el retorno fue todo un reto para el arriero. los para intercambio a través de los caminos de
Usualmente se seguían las huellas del… “arrie- Cerro Verde (Quebrada Linga), Lomas de Tam-
ro que caminó antes”, guiándose por quebradas bo, Lomas de Mejía, Mollendo y Quilca.
con ojos de agua, tambos, petroglifos, vencien-
do la oscuridad de la noche y cualquier otro Sin embargo, los efectos del cambio climático
problema que se les podía presentar durante su en estas últimas décadas hacen que gran parte
traslado. de esta andenería haya quedado abandonada, y

114
Tras las huellas de los arrieros de Characato

las lomas de la costa no tengan la misma inten- Zumilda Bejarano refiere que “en los meses de
sidad de años anteriores. Así, muchos de los ca- enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio, en
minos desaparecieron o fueron reemplazados las lomas de Characato se criaba ganado va-
por carreteras, provocando que los arrieros y cuno, toros, chivos, y ganado ovino. El ganado
las nuevas generaciones cambien de actividad, maltón se llevaba a las lomas de Chucarapi, a las
quedando muy atrás a lo lejos las huellas de los lagunas de Mejia, Matarani, Mollendo y Quilca.
arrieros de Characato. La ganadería se daba desde los 3000 metros de
altura hasta el nivel del mar, y se vinculaba a la
II. LOS ARRIEROS CHARACATOS crianza de ovinos, caprinos, vacunos y caballos,
Cuando arribaban al valle de Tambo se les también se habla de llamas y alpacas”.
conocía como “los arrieros Characatos”, pero
integraban estas caravanas arrieros de Pocsi, Interpretamos que el ganado requería el cui-
Polobaya, Yarabamba, Mollebaya, Characato, dado de estos arrieros a fin de que comieran,
Mosopugio, entre otros. bebieran y se guardaran en las majadas hasta
el día siguiente. Había que hacer seguimiento al
Según la tradición oral y las versiones de la se- ganado para que se reproduzcan sin dificultad,
ñora Zumilda Bejarano Herrera, nacida en el para que no se pierdan o se enfermen. Se tenía
Distrito de Characato, quien desde muy joven que vigilar a las hembras que estaban por parir
acompañó a su padre, el señor Mariano Bejara- y asistirlas en el parto, sea de día o de noche. Se
no Guillén; las rutas de los arrieros comenzaban dedicaban a la esquila, al degüello cuando era
en la plaza de Characato en donde “…los arrie- necesario, al recojo de la leche y a la elabora-
ros ensillaban sus caballos, con sus ponchos y ción de queso y mantequilla.
gorros para las noches de frío y sus alimentos
para el camino. La ruta en los seis primeros me- Asimismo, de acuerdo a la versión oral de la Se-
ses atravesaría las cuevas de la Rinconda, las ñora Zumilda Bejarano, “…el inicio de la vida es
majadas de la Rinconada y la ladera Conga en el Pichu Pichu y en Quilca muere el río cuando
donde hay cuevas en la parte alta...” (Comunica- entra al mar… desde la puna al mar era territo-
ción personal: Zumilda Bejarano). rio Characato. En los cerros hay plantas medi-
cinales como el pinco pinco para los riñones y
“También existe un sector de andenes en donde capo blanco para curar la tos”. También men-
desde la época prehispánica se cultivaba apro- ciona a la pampa Alpaso, Conde Alonso, Pampa
vechando la lluvia. Se cruza por el panteón de Valdivia de Characato y a Alto Conde Alonso,
piedras, que se caracteriza por enormes piedras zonas accidentadas resguardadas por espinos.
en donde en cada base existen pequeños muros El área tiene una forma majestuosa y menciona
también de piedra. Es allí en donde se enterra- que existe una ciudadela antigua. El traslado de
ban a los antepasados. Llegando a las cuevas de los ganados hasta Quilca duraba una semana,
la Pampilla Verde, se divisa a los lejos el tutelar hasta Tambo cuatro días, y a la selva un mes.
Cerro Condealonso o Condealonsio, como le lla- Se llevaba maíz, papas y se traía, pescado seco,
man en el pueblo de Characato” (Comunicación fruta seca, caña dulce y chancaca.
personal: Zumilda Bejarano).
III. LAS MAJADAS
De acuerdo a lo conversado con la señora Zu-
milda, este cerro era de mucha importancia ya
que se le consideraba como “guía”. Al poder ser Las majadas son estructuras habitacionales que
divisado a lo lejos orientaba a los arrieros, inspi- pueden ser incluso cuevas o abrigos rocosos na-
rando acogida, respeto, admiración y ruego. El turales. Eran refugios estacionales para cuidar
entorno a Condealonso se caracteriza por una y embernar el ganado por temporadas o duran-
cadena de cerros en donde se ubican cuevas, te su traslado. Éstas siempre presentan corrales
majadas y corralones, también existen caminos para el ganado (Foto 2). Se ubicaban en lugares
de herradura que van a Mosopuquio o Mosopu- estratégicos en donde permanecían los arrieros
gio, Pichu Pichu y Puno. para divisar el ganado, asimismo, estas áreas se
caracterizaban por estar proveídas de buena
Al parecer Characato era el eje que articulaba cantidad de forraje y cerca de cursos de agua
rutas o caminos hacia las partes altas y hacia (quebradas, manantiales, ríos y arroyos) (Foto
la costa. 3). Estaban formados por habitaciones de mu-

115
Gladys Cecilia Quequezana Lucano

ros de piedra, en el interior se ubicaba la cocina


y una área para dormir (Foto 1). Caso particular
es la majada de Condealonso, ubicada en una
formación rocosa o cueva (Foto 4).

Fig. 4 Cueva utilizada como majada.

IV. LOS TAMBOS


Fig 1. Majada conformada por una estructura cuadran-
gular de piedra. Los tambos tenían otra connotación diferente
de uso y se ubicaban en los caminos principa-
les. Eran construcciones con habitaciones de
piedra que servían para la permanencia o des-
canso durante el traslado. Allí coincidían los
arrieros tanto de ida o de retorno. No solo eran
espacios para el descanso, sino lugares de ter-
tulia, de encuentros, de libación de chicha y de
narraciones. Generalmente era una familia la
que atendía el lugar y se ubicaban cerca a cur-
sos de agua.

En la ruta de Characato a Tambo estaba el


Tambo Linga, Tambo San José, Tambo Jaway
y Tambo Cachendo. En estos habían familias
que atendían a los arrieros “…proveyéndolos de
Fig 2. Corral asociado a una majada. alimentos, asimismo, proveían de forraje para
el ganado a cambio de dos o tres cabezas de ca-
bras y de algunos productos de intercambio, no
había el dinero solo productos” (Comunicación
personal: Zumilda Bejarano).

V. LA TINKA

Los arrieros guardaban un gran respeto por su


entorno y por los cerros. “De los cerros vivían”,
me comenta la señora Zumilda Bejarano, por-
que ellos proveían el alimento para los anima-
les, para sus familias y para la comunidad a la
cual pertenecían.

Así, una de las creencias religiosas más afian-


zadas de los arrieros era la tinka o pago a la
tierra, el cual se realizaba el día 24 de junio. El
propósito era propiciar la lluvia con la finalidad
Fig. 3 Ganado caprino estacionado en torno a una de que crezca la vegetación y que los animales
majada. puedan alimentarse y reproducirse. Para dicho

116
Tras las huellas de los arrieros de Characato

pago a la tierra, se solía escoger “el mejor lugar Para comenzar la ceremonia, primero se invoca
del cerro”. a los nevados. El hijo mayor se pone el poncho
y el chullo y empieza tomar el vino, la chicha
Durante mi participación en el recorrido desde y el pisco. Luego chaccha la coca acompañado
Characato a Mosopugio se realizó la tinka. El de la llipta (masa de cal y ceniza), bebe y come,
hermano mayor de la familia, Florencio Bejara- pero siempre ofreciendo a la tierra con mucho
no Herrera, junto a sus hermanas Zumilda Be- respeto y agradecimiento. Para esto se abre un
jarano, y sus hijos Alex, Nicolás y Rodrigo Tico- hoyo en donde cada uno agradece y ofrece a
na Bejarano; la hermana de Zumilda, la señora la tierra lo mismo que bebe y come. “Gracias,
Carmen Bejarano Herrera, el resto de la familia tierra bendita, por todo lo que me das” excla-
y la comunidad se reúnen en un espacio de la man. Este pago también se hace a la tierra para
majada (Foto 6). Traen chicha de maíz, la colo- pedir y agradecer la fertilidad de los animales,
can sobre “la mesa” que es una lliclla o manta se hace en los corrales invocando a los cerros y
de color rojo (Foto 5). Se complementa con vino, volcanes, apus tutelares como el Misti, Chacha-
pisco, coca, chancaca, maíz y pan. Se prende un ni y Pichu Pichu.
sahumerio, con cunuja y piedra de alumbre.
Se colocan también una manta de colores, los
Los arrieros de Characato celebran la ceremo-
chullos de los arrieros, los látigos, los cuchillos
nia de la tinka con mucha comida. El plato prin-
en sus vainas de cuero, y algo muy curioso, ca-
cipal es el chivo al vino, un plato que se prepa-
racoles de mar, los cuales han venido portando
raba con carne de chivo tierno, ají, pasas, maní,
durante sus largos viajes. En ellos sirven el vino
vino dulce, rocoto, papas hervidas y cocinado a
y la chicha. Todos estos objetos van pasando de
leña. Este plato también es conocido como “la
padre a hijo, de hermano a hermano, y tienen
comida del arriero” (Foto 7).
mucho significado para cada familia.

Fig 7. Chivo al vino, conocido como la comida de los


Fig 5. “Mesa” para oficiar la tinka. arrieros characatos.

VI. LOS CERROS QUE PROVEÍAN DE PASTO


Y PAJA DE PUNA PARA EL “ENVERNE”

Cabe mencionar que los arrieros conocían cla-


ramente su entorno, los cerros y sobre todo la
sostenibilidad que les podía ofrecer el área en
cuanto forraje y agua. Tenían clara la orienta-
ción de estos cerros y su accesibilidad, así como
los cursos de agua cercanos. Para el caso de los
arrieros de Characato, estos cerros se encuen-
tran circundantes o cercanos al pueblo e in-
cluso a pueblos vecinos como el de Yumina y
Mollebaya. La señora Zumilda Bejarano señala
Fig 6. Familia Bejarano reunida para oficiar la tinka. la existencia de los siguientes cerros:

117
Gladys Cecilia Quequezana Lucano

• Cerro Ccallata, Cerro Quisco en Cerrillo Muchos cambios generaron la pérdida progre-
(existe un panteón pre Inca y andenería siva de esta tradición. Durante la época republi-
pre Inca), Cerro La Cruz, Cerro Pajonal cana comienzan a construirse más vías de co-
(andenería prehispánica), Cerro Charsan- municación terrestre tales como el ferrocarril,
dillo (andenería), Cerro Ccañuma y Cerro y nuevos puertos en la costa, los cuales incre-
Ccajeña (andenes, majadas y pueblo an- mentaron el traslado de productos y la comer-
tiguo, Cerro Yanayaco, Cerro La Sirena, cialización de bienes a mayor escala. La migra-
Cerro Los Huecos del Infiernillo, Cerro La ción de las poblaciones rurales a otras ciudades,
Pampilla Verde, Cerro Las Cuevas (maja- así como cambios climáticos desfavorables pro-
da y cuevas), Cerro Gordo (andenería pre vocaron la disminución de pastos tanto en las
Inca), Cerro Grande (andenería). Cerro Los punas altoandinas como en las lomas costeras,
Estanquillos (poblado y estanque de agua, contribuyendo a la disminución significativa de
majadas), Cerro Amarillo (majadas y cerco arrieros.
grande para el ganado) y Cerro Mamayaca
(majadas). El hermano mayor Florencio Bejarano Herre-
ra menciona que “…antiguamente se llegaba a
VII. EPÍLOGO: UNO DE LOS ÚLTIMOS ARRIE- criar hasta 10000 cabezas de ganado entre chi-
ROS EN CHARACATO vos y otros, aproximadamente habían 30 fami-
lias de ganaderos. Nuestra familia llegó a tener
500 cabezas de ganado caprino, 100 cabezas de
Se ha documentado la presencia de una amplia
borregos y caballos. En tiempos de lluvia se lle-
red de caminos desde la época prehispánica
vaban los terneros a los cerros Condealonso y
(Cardona 2002, 2015), desde Arequipa hasta
la Pampilla Verde, en donde había abundante
los valles de la costa, como el valle de Tambo.
paja de puna, pasto de raíz y yerbas. A medio
Asimismo, se han ubicado evidencias de petro-
año se llevaba el ganado a las lomas cercanas al
glifos, tramos de caminos, apachetas y tambos,
mar, para ello existían diferentes majadas cer-
como el Tambo Linga, Tambo Jaway y Tambo
ca a cursos agua con cuevas para pernoctar y
San José. Estos caminos han sido utilizados fre-
vivir una temporada” (Comunicación personal:
cuentemente por los arrieros y es posible supo-
Florencio Bejarano).
ner que su uso se remonte a tiempos prehispá-
nicos, en donde los pueblos de las partes altas
A pesar de todo esto, como hemos visto, uno de
traían en recuas de camélidos sus productos
los últimos arrieros de Characato quien man-
hasta la costa entre ellos el charqui, el chuño, la
tiene viva esta tradición es el señor Mariano
sal, la cañihua; intercambiándolo por pescado
Bejarano Guillén, casado con Doña Meri Herre-
seco, ají y frutos secos de la costa.
ra Linares. Ambos son los progenitores de los
hermanos Florencio, Teresa, Domingo, Catali-
De acuerdo a datos históricos (Galdós, 1995; Flo- na, Zumilda, Carmen, Ángela, Marcos, Julio y
res Galindo, 1977), durante la época colonial los Jessica. Hemos documentado cómo los arrieros
arrieros mantenían una posición social impor- de Characato todavía recorren las antiguas ru-
tante en la sociedad, debido a que criaban ga- tas hacia la costa, así como los rituales asocia-
nado equino y vacuno en grandes cantidades. dos a dicha actividad.
Estos eran utilizados para la venta o el traslado
de productos a grandes distancias, incluso lle- Creemos que el arrieraje tiene antiguas raíces
gaban a Arequipa arrieros de Bolivia, Chile y prehispánicas, por lo que su registro actual nos
Argentina, con ganado que se alquilaba o ven- permite acercarnos a cómo eran las rutas de
día para la minería en Perú. Luego retornaban intercambio de bienes de diferentes regiones
a sus países con productos como la coca, algo- en el pasado. Finalmente, queremos agregar
dón y el tocuyo. que el espíritu del arrieraje aún se preservará
un tiempo más a través de una nueva genera-
En esta actividad participaban arrieros con am- ción de arrieros representada por el joven Alex
plio conocimiento en la crianza de ganado, co- Ticona Bejarano (Foto 8), hijo de Zumilda Be-
nocedores de las razas de caballos, del ganado jarano, quien junto a sus hermanos y primos
vacuno, así como de los caminos; siempre via- continúan esta tradición.
jaban en equipo, el dueño, los ayudantes y los (Foto 9)
comerciantes de productos.

118
Tras las huellas de los arrieros de Characato

3. Ruta Quebrada Linga, Lomas de Ccac-


cahuara (caminos de herradura que van
desde Ilo, cruzando el río se llega a Puerto
Viejo y se llega a Lomas se hacían grupos
Characatos, Mollebayas, Yanahuaras, Ya-
rabambas, Polobayas, Piaca, Pocsi, Cerro
Colorado, familias como los Tapias, Bejara-
nos, Guillen, Pintos. Gallegos Acosta, Lina-
res y Portilla).

Fig 8. Alex Ticona Bejarano, quien representa la nueva


generación de arrieros y que continúa cada año
trasladando sus caravanas hasta el valle de Tambo.

Fig 10. Camino de arriero

Indumentaria de los arrieros


Fig 9. Familia Bejarano, últimos arrieros de Charato.
A continuación se pone a disposición un regis-
tro fotográfico de la indumentaria tradicional
VIII. ANEXO de los arrieros de Characato.

Las rutas de los arrieros characatos

1. Ruta Characato, Mollebaya, Yarabamba,


Jaway, Subilaca, Quebrada Linga, Pam-
pa Linga (pampa en donde hay sal roja y
blanca), Las Cuchillas, Río Seco, estación
de Cachendo, Cahuintala, Cerro Bronce y
Cerro Gordo.

2. Ruta Cerro Chasca, Cerro Pedregoso, Ya-


rando, Agua Salada, Lomas de Mejía, La
Ensenada, Caballo Blanco, Mollendo, Ma-
tarani y Quilca. Fig 11. Sobrero de arriero

119
Gladys Cecilia Quequezana Lucano

Fig 16. El señor Mariano Bejarano Guillén,


patriarca de la familia y uno de los últimos arrieros de
Fig 12. Alforjas para llevar alimentos y objetos Arequipa, acompañado de sus dos hijas.
personales

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Tras las huellas de los arrieros de Characato

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121
R. Housse — O. Huaman Oros

ASENTAMIENTOS PREHISPÁNICOS EN LA PRECORDILLERA DE


TACNA: RESULTADOS PRELIMINARES DEL PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICO ALTO TACNA-2015
PREHISPANIC SETTLEMENTS IN THE PRE-ANDEAN MOUNTAIN RANGE OF TACNA:
PRELIMINARY RESULTS FROM THE PROJECT OF ARCHAEOLOGICAL RESEARCH ALTO
TACNA-2015

Romuald Housse
Oliver Huaman Oros

RESUMEN
El PIA Alto Tacna realizó prospecciones y excavaciones arqueológicas en la sierra de Tacna, entre
los distritos de Sitajara y Tarata, logrando identificar 74 sitios arqueológicos en el área de estudio,
en su mayoría correspondiente a los periodos Intermedio Tardío (1000 – 1450 d.C.) y del Horizonte
Tardío (1450 – 1532 d.C.). La presencia de estos diferentes asentamientos en la zona de estudio de-
muestra una convivencia entre las poblaciones prehispánicas al parecer por el aprovechamiento
de los recursos locales, intercambiando tradiciones alfareras como arquitectónicas.

ABSTRACT
The Project of Archaeological Research Alto Tacna did archaeological prospections and excavations in
the mountains of Tacna, between the districts of Sitajara and Tarata. This allowed us to identify 74 ar-
chaeological sites in the study area, most of them belonging to the Late Intermediate Period (1000 - 1450
AD) and Late Horizon (1450 - 1532 AD). The presence of these different settlements in the study zone
shows us a coexistence among the prehispanic inhabitants, most likely, due to the use of the local resour-
ces, exchanging pottery and archaeological traditions.

I. UBICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL ÁREA

El área de estudio se ubica entre los distritos


de Sitajara y Tarata, en la provincia de Tara-
ta, departamento de Tacna, a una altura de
2800 y 4300 msnm. La coordenada UTM re-
ferencial del área es la siguiente: 384903,26 E y
8072579,10 N (Datum WGS84).

El sector elegido corresponde a las cuencas de


los ríos Malleraco, Salado y Tala, que se reúnen
para formar el río Sama a 2200 metros de al-
tura. Los diferentes pisos ecológicos (Pulgar Vi-
dal, 1981) que se encuentran en el área ofrecen
una gran diversidad de medio-ambientes, con Fig 1. Área centro-sur Andina en rojo, la zona de estudio
"Alto Tacna" corresponde a la cuenca superior del río
zonas bajas propicias para las actividades agrí-
Sama.
colas en donde existen miles de terrazas culti-
vables, y zonas altas ideales para la ganadería
de camélidos. Zona A - Sitajara:
Sitajara es la capital del distrito epónimo ubica-
En esta área intervenimos arqueológicamen- do a 3160 msnm. La zona de intervención, que
te en dos zonas específicas, que corresponden corresponde a la quebrada del río Salado, tiene
a dos quebradas de la cuenca superior del río una superficie de 25 km2. La coordenada UTM
Sama, la de Sitajara y la de Tarata, alejadas cada referencial de la zona A es: 379583 E y 8079102
una de ellas por 10 km en promedio (Figura 1). N (Datum WGS84).

122
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna

Zona B - Tarata: marcano, y desta causa no había comercio ni co-


Tarata, capital de la provincia del mismo nom- municación alguna entrellos; y en cada valle había
bre, ubicada a 3080 msnm, es una zona más su lengua distinta de la del otro » (Santillán 1968
amplia y fértil y es más benigna que Sitajara. [1563]).
Se extiende sobre una superficie de 35 km2 y
corresponde a la cuenca superior del río Tala. Estudios arqueológicos en los Andes centrales
La coordenada UTM de la zona B es: 389134 E y (Lavallée 1973, Hyslop 1976, Bonnier & Rozem-
8067582 N Datum WGS84). berg 1982, Parsons et. al. 2001, D’Altroy & Has-
torf 2001) caracterizaron este periodo, entre
II. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS Y otras cosas, por los asentamientos fortificados
PROBLEMÁTICA DE INVESTIGACIÓN en la cima de los cerros, que han sido denomi-
nados pucara (en las idiomas quechua y ayma-
El departamento de Tacna es una región con ra), lo cual se traduce como fortaleza, castillo o
pocos estudios arqueológicos, si los compara- fuerte. En efecto, estos pucara son para los in-
mos por ejemplo con las regiones periféricas vestigadores el reflejo de una inestabilidad polí-
como Moquegua o Arica (Chile). Los primeros tica por múltiples causas: crisis climáticas, crisis
trabajos arqueológicos de la precordillera de sociales, presión demográfica, etc. (Kolata 1993,
Tacna fueron realizados por Max Uhle en 1919. Chepstow-Lusty et. al. 2003). Ahora bien, aun-
Luego, en los años 70, el arqueólogo Hermann que se trata de una característica del Interme-
Trimborn levantó y describió los sitios más dio Tardío, el pucara, cuya aparición es genera-
importantes de los valles de Sama y Caplina lizada en todos los Andes (Ruiz & Albeck 1997),
(Trimborn, 1975, 1981) basándose sobre los es- permanece poco entendido así también como
tudios de Uhle.Años después, el arqueólogo sus funciones y sus rasgos. De hecho, estos
peruano Jesús Gordillo trabajó en los sitios del pueblos fortificados plantean muchas pregun-
Intermedio Tardío en Sitajara (Gordillo, 1996), y tas. En primer lugar, y aunque este periodo es
actualmente está desarrollando un proyecto en conocido por su aparente homogeneidad desde
el sitio Inca de Moqui Tacna, en la quebrada de Ecuador hasta Chile, las diferencias entre los
Locumba. pucara son numerosas. Todos no siguen un es-
quema constructivo análogo, creando así des-
El INC (ahora MC) en el año 2007 realizó un re- igualdades de un punto de vista de sus sistemas
conocimiento arqueológico que dio inició al pri- defensivos, de su implantación en el territorio,
mer mapa arqueológico de las zonas de Sitajara y también de su misma capacidad de proteger a
y de Tarata. Estos trabajos fueron realizados los hombres y/o los recursos (Arkush & Stanish
por los arqueólogos Alicia Pilares y Carlos Stro- 2005).
bach (2007). Estos datos permiten constatar
que la mayoría de las investigaciones arqueoló- Además, sin ser herméticos los unos con los
gicas llevadas a cabo se han concentrado en las otros, los diferentes señoríos del Periodo Inter-
zonas de Tarata y Sitajara. medio Tardío practicaban los intercambios a
gran escala. Así, el envío de colonos en territo-
La información etnohistórica indica que en el rios periféricos localizados sobre las vertientes
área centro sur andina, el periodo Intermedio orientales y occidentales de los Andes, permitió
Tardío (1000-1450 d.C.) es, según los cronistas a los señoríos establecidos sobre el altiplano an-
(Cieza de León, 2005 [1553]; Guaman Poma de dino del Perú y de Bolivia adquirir productos
Ayala, 1980 [1615]), una época muy caótica y indispensables para su sobrevivencia. Esta teo-
marcada por los conflictos y por la necesidad de ría de explotación sobre un territorio disconti-
protegerse. Los Andes están ocupados y dividi- nuo fue definida por Murra (1972, 1983) como
dos por varios pequeños señoríos, los cuales se “el Archipiélago Andino”, sin embargo, en 1978,
encontraban en constante guerra, unos contra Nuñez y Dillehay propusieron una alternativa
los otros. Según el cronista Santillán: a este modelo con la “movilidad giratoria”.

“antes quellos [los Incas] comenzasen a señorear Es entonces que para entender los conflictos en
no había esa orden ni policía; antes en cada valle la zona de estudio, nuestro tema de investiga-
o provincia había su curaca, señor principal, y ción plantea la cuestión de las relaciones entre
tenían sus principales mandones subjetos a el cu- tierras bajas y tierras altas. La presencia de es-
raca, y cada valle destos tenía guerra con su co- tilos cerámicos distintos en la región de Tacna

123
R. Housse — O. Huaman Oros

lleva a los arqueólogos a considerar esta zona tamientos, como es, por ejemplo, el caso del sitio
como un enclave ecológico donde venían para Para-T012. Las estructuras funerarias adoptan
instalarse, por algunos meses o más, colonos dos formas bien claras en las zonas de estudio:
nacidos en otras culturas y otras zonas ecoló- las tumbas enterradas llamadas “cistas” o las
gicas de los Andes (Gordillo 1996). Sin embar- torres funerarias llamadas “chullpas”. En total,
go, los trabajos arqueológicos de Stanish en la son 10 los sitios compuestos exclusivamente
región de Moquegua permitieron, por ejemplo, de tumbas, con 3 sectores ubicados dentro de
mostrar la ausencia del “control” Lupaca duran- sitios residenciales. La primera categoría es la
te el periodo Intermedio Tardío en favor de un más representada en la precordillera de Tacna.
desarrollo propio, estableciendo solo por redes Son cistas subterráneas circulares y construi-
económicas con el altiplano (Stanish 1992). das con piedras. Sus profundidades pueden va-
riar de cincuenta centímetros a casi un metro.
Si esta visión es válida, durante una época don-
de aparentemente la situación política estaba Las chullpas descubiertas en el área de estu-
muy dividida, la coexistencia de diferentes gru- dio adoptan dos formas distintas. Pueden ser
pos en la misma región puede ser problemática. pequeños edificios de piedra cuadrangular,
Por ello, se plantea la cuestión fundamental de con una altura máxima de 80 cm / 1 m con
las modalidades de relaciones pluriétnicas den- una cámara de entierro de tamaño reducido,
tro de los "archipiélagos" andinos (Platt 2010). que adoptan la forma externa de la estructu-
Si la visión particularmente caótica dada por ra (S036-Kileqollo). O pueden ser edificios más
los cronistas españoles es real ¿cuál podía ser importantes, construidos utilizando bloques de
la naturaleza de las relaciones de comunidades arcilla, técnica que podría ser comparada con el
en guerra, reunidas en el mismo "archipiélago"? tapial, proceso constructivo presente en abun-
¿Se trataba de guerras, de conflictos, de pillajes dancia en la costa del Perú con pocos ejemplos
o de simples tensiones en regiones casi pacifis- en la sierra (Muelle 1978, Ibarra 2009). (Figura
tas? (Owen 2005). 2).

III. RESULTADOS PRELIMINARES E INTER-


PRETACIONES

Los trabajos de prospección en los casi 38 km2


han permitido registrar 74 sitios arqueológicos.
En la gran mayoría de los casos (46 sitios en to-
tal) el lugar de emplazamiento de los sitios son
prominencias topográficas. Los 28 sitios restan-
tes se ubican en pendientes, en pisos de valle o
en zonas planas.

Los sitios residenciales del periodo Intermedio


Tardío representan la categoría más impor-
tante de nuestro corpus, con un total de 39%
(n=29). En todos los casos, los sitios se encuen-
tran en la parte superior de las prominencias
topográficas. A veces, solo algunos metros por
encima de las más altas terrazas, como en Tara-
ta o en muy altos espolones rocosos como es el
caso más frecuente en Sitajara. Todos los sitios
residenciales de esta época se encuentran en
el piso ecológico quechua, entre 2900 y 3500
msnm, cerca de las terrazas de los ríos, de los
canales y de los ejes de comunicación.

Así también, se han encontrado sitios con arte Fig 2. Las quebradas de Sitajara y de Tarata en la zona
rupestre, alejados de los asentamientos resi- de estudio y sitios arqueológicos registrados durante las
denciales y sectores funerarios dentro los asen- prospecciones

124
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna

La cronología de los 74 sitios es muy desigual, inicio del Horizonte Tardío desde el Cuzco, mas
con una preponderancia de las épocas Interme- estatal (y vinculada quizás con el sitio de Mo-
dio Tardío (PIT) y Horizonte Tardío (HT). Eso qui) y con la construcción de Tambos (S039), de
podría resultar de nuestra metodología em- Kallankas (S036) y de colcas (S049), los cuales
pleada durante las prospecciones, con quizás están asociados a cerámica imperial.
demasiado enfoque sobre las partes superiores
de los cerros. Sin embargo, esta repartición cro- MATERIAL DE PROSPECCIONES
nológica parece ser igual a la que podemos ver
en Arica, donde las investigación de más de 50 Cerámica del periodo Intermedio Tardío:
años ha permitido entender mejor la ocupación
prehispánica del extremo norte chileno (Bird, Se ha logrado identificar tres grandes grupos
1946, Dauelsberg 1995, Muñoz & Chacama culturales del periodo Intermedio Tardío y que
2006). Así, en la precordillera no hay ningún están representados arqueológicamente por
asentamiento de filiación Tiwanaku. Durante sus estilos cerámicos:
el Horizonte Medio, en los Andes Centro-Sur,
los sitios Tiwanaku se concentran en los va- • La cultura Arica, cuyo centro nuclear se
lles costeros como el de Caplina en Tacna o de encuentra en la costa del Pacífico y en los
Azapa en Arica (Berenguer 2009). Durante esta valles costeros de baja altitud, se compone
época, la sierra parece ser ocupada muy débil- de los estilos Pocoma, Gentilar y San Mi-
mente y es solamente alrededor de los siglos XI guel (Dauelsberg 1995). Estos fueron deno-
y XII que aparece el desarrollo de una cultura minados como el “Grupo Arica” según los
específica a estas áreas, a través de la difusión trabajos pioneros de Bird (1946), antes de
de la cerámica Charcollo en Arica y de su va- ser refinado por Percy Dauelsberg quien,
riante tacneña: la cerámica Sitajara. basándose sobre los distintos motivos, va a
diferenciar los tres estilos mencionados en
La época Inca está bien representada en nues- su secuencia cronológica de 1960 (Dauels-
tros estudios. Aunque la ocupación Inca parece berg 1995).
ser más débil que en Sitjara y Susapaya, donde
hemos registrado varios sitios Inca residencia- • La cultura altiplánica, originaria de la cuen-
les o administrativos, creemos que esta distin- ca del lago Titicaca en Bolivia y Perú, es vi-
ción viene de la situación geográfica de Sitajara, sible en las áreas de estudio a través de la
vinculada con el Altiplano, pero también del presencia de la cerámica Negro sobre Rojo
valle de Ilabaya, más al norte y donde se en- (Hyslop 1976, Julien 1983, Lecoq 1999, Sta-
cuentra el centro Inca más importante del sur nish 2003, Arkush 2011). Romero (2002,
Peruano, el sitio de Moqui, trabajado ahora por 2005) define a Chilpe como una variante
Jesús Gordillo y su equipo. Así, suponemos que dentro del grupo estilístico Negro sobre
Sitajara tenía un papel de intersección entre la Rojo, e incluye otra variante, Vila-Villa,
costa y el altiplano pero también entre los va- que corresponde a motivos perpendicula-
lles septentrionales de Illabaya y de Moquegua. res al borde, en donde encontramos líneas
Esta ubicación privilegiada, como lo prueban rectas, entrerejados, dispersión de puntos,
los numerosos caminos Incas registrados en motivos similares a una “B”, entre otros.
esta área, ha permitido un desarrollo más im- Hemos encontrado estos distintos estilos
portante de la presencia Inca que en la zona de durante las prospecciones.
Tarata. Esta fuerte presencia Inca en Sitajara
hace suponer a Gordillo que se podría tratar de • La cultura Charcollo, según Romero (2005:
la presencia de un mitimae cuzqueño al final 134) es llamada así por el estilo cerámico
del periodo Intermedio Tardío (Gordillo 1996: del mismo nombre que también toma su
14). Al respecto, nosotros pensamos lo contra- nombre de un sitio del Intermedio Tar-
rio, que la llegada de los Incas se hace en dos dío cerca de Tignamar en Arica (Romero
momentos distintos (Williams et al. 2009) con 2005). La cultura Charcollo, según el mis-
una primera llegada desde el altiplano al fin mo autor, sería originaria de la precordille-
del periodo Intermedio Tardío, asociado a una ra de Arica, centro agrícola de este grupo.
cerámica Inca-altiplánica, muy presente en los
sitios residenciales (por ejemplo en los sitios • La cultura cerámica denominada Sitajara
SO42, S040 y SO38); y después, una llegada al fue reconocida por primera vez por Gor-

125
R. Housse — O. Huaman Oros

dillo (1996) que la asocia al grupo humano mente a difundir durante el Horizonte Tardío
nativo de la precordillera de Tacna. Se ca- (Cremonte et al. 2015). El otro estilo regional
racteriza por una pasta semi-compactada y que parece abundar en la región es el estilo
no homogénea, de color café, con granula- Chucuito Lupaca, cuyo origen se concentra en
ciones medianas y fuertes de cales, micas y las márgenes sur del Lago Titicaca (Pärssinen
de cuarzo, de cocción oxidante incompleta 1997; Hyslop 1979).
(Gordillo 2010:89). Pero a diferencia de la
cerámica Charcollo, cuya decoración con- La gran cantidad de cerámica inca imperial en-
siste solo en unas pocas líneas y puntos ro- contrada durante las prospecciones demuestra
jos pequeños (Romero 2005: 134), la cerá- la ocupación importante de estas regiones en el
mica Sitajara por su parte tiene un engobe HT. La forma recurrente es el aríbalo con dise-
rojo completo en su cara externa, y veces ños geométricos, que consisten en líneas muy
interna. Estas características le indican finas y perfectamente simétricas (Baue, 2002).
a Romero que la cerámica Sitjara podría La presencia de dos tipos de estilo Inca, alti-
ser un sub-grupo de la cerámica Charco- plánico y cuzqueño, podría ser una evidencia
llo (Romero, comunicación personal del de dos momentos distintos de la llegada de los
18/02/16). (Figura 3) Incas en la región, primero desde el Altiplano
antes de un control más estatal desde el Cusco
como lo sugieren Williams, Santoro, Romero,
Gordillo, Valenzuela y Standen (2009: 644). (Fi-
gura 4)

Fig 3. Tipos de cerámica del Intermedio Tardío

Cerámica del periodo Horizonte Tardío:

La cerámica de época Inca está representada Fig 4. Cerámica Inca.


en la zona de Sitajara. Esto es inicialmente un
Inca regional, desde el altiplano y representa- IV. RESULTADOS DE LAS EXCAVACIONES
do a través del estilo Saxamar o Pacajes, estilo
de cerámica cuya antigüedad podría remon- Las excavaciones arqueológicas del proyecto
tarse al inicio del Intermedio Tardío en el área Alto Tacna se realizaron sobre los sitios forti-
circum-Titicaca (Albarracín y Mathews 1990, ficados fechados en base a la cerámica encon-
Lecoq 2003a), pero que los incas van amplia- trada en superficie del Intermedio Tardío y se

126
Asentamientos prehispánicos en la precordillera de Tacna

concentraron en las estructuras residenciales presencia de cerámica correspondiente al Ho-


y defensivas. Los sondeos exploratorios de dos rizonte Tardío, pero en menor proporción. Lo
metros cuadrados tuvieron como objetivo no que se ha confirmado en 10 de las 12 unidades
solo entender la ocupación de los sitios, sino es la presencia de ceniza del evento volcánico
también las técnicas de construcción de las del Huaynaputina, que sabemos se dio en fe-
estructuras defensivas y la búsqueda de posi- brero de 1600. (Figura 5)
bles índices de conflictos. La excavación de los
muros perimetrales de los pucaras es un tema
que nos interesa mucho, porque hasta hoy día,
ninguna excavación ha abordado estos tipos
de estructuras en los Andes, sobre todo para la
época pre-Inca, a pesar de que ésta es una de las
principales características de este periodo.

Los pucaras fueron seleccionados no solo de


acuerdo a la datación relativa de la cerámica de
superficie, sino también a través de la presen-
cia de fortificaciones. Estas, tenían que cumplir
varios criterios, el más importante era que sean
estructuras construidas solo con el fin de de-
fenderse. Esto nos permitió así excluir ciertos
sitios que tenían la reputación de ser pucaras
(por la población local, en particular), pero que
no tenían ninguna estructura defensiva, solo
unas altas terrazas residenciales (como es el
caso S033-Kilemarka, también conocido como
"pucara"). Así, son solos 6 sitios que cumplen
con estos criterios en las dos áreas de estudio.
Entre ellos, los sitios excavados fueron:

• T011-Parmarka
• T029-Jaylliña Pucara
• S037-Paxchamarka
• S042-Huankarani

Estos pucaras se distribuyen de manera igual


en las áreas de intervención, con 2 sitios en
cada uno. En cada pucara, se instalaron tres
sondeos: dos en estructuras residenciales y uno
en los muros defensivos. Las estructuras resi-
denciales fueron elegidas teniendo en cuenta
no solo sus ubicaciones dentro del sitio, sino
Fig 5 Unidad de excavación en Jailiña Pucara
también de su estado de conservación. En la
medida de lo posible, hemos privilegiado es-
tructuras alejadas la una de la otra, una en la V. CONCLUSIONES
periferia del sitio y otra en el centro. Los son-
deos sobre las estructuras defensivas se han En el área de Tarata, lugar con la mayor pre-
excavado en zonas en las que pensamos eran sencia de sitios con recolección superficial
estratégicas, tales como el acceso, las paredes (26), como también con una alta densidad de
más accesibles, o asociados a elementos arqui- material cerámico, se registran los 9 grupos
tectónicos específicos, tales como parapetos. cerámicos propuestos. Por su parte, el área de
Sitajara, lugar con menor presencia de sitios y
Las excavaciones indicaron que los sitios tienen material cerámica, presenta igualmente los 9
cerámica del Intermedio Tardío, corroborando grupos cerámicos. En ambas áreas el grupo sin
lo propuesto al inicio; además, se ha encontrado decoración es el de mayor presencia a nivel de

127
R. Housse — O. Huaman Oros

cantidad. La zona de Tarata concentra una alta


presencia del grupo Arica, en cambio, Sitajara
concentra una importante densidad del estilo
incaico. Otro punto a destacar es la similitud en
densidad de los grupos Sitajara, colonial, Char-
collo y Negro sobre Rojo. Cronológicamente,
ambas zonas muestran algún tipo de presencia
tanto directa como indirecta de estilos asocia-
dos al Periodo Intermedio Tardío y Horizonte
Tardío. En este sentido, los grupos cerámicos
Arica, Charcollo, Negro sobre Rojo y Sitajara
nos hablarían de fases del periodo Intermedio
Tardío y Desarrollos Regionales. Para el Ho- Fig 6. Plano de sitio arqueológico de Jailiña Pucara, en
rizonte Tardío lo asociamos a los grupos: Inca Tarata
Cuzqueño, Inca Altiplánico y Colonial. El grupo
de cerámica sin decoración se asocia a una pro- Por otro lado, los sitios de Paramarka (T011) y
ducción más doméstica, por lo mismo, puede Paxchamarca (S037) muestran presencia del
corresponder tanto al periodo Intermedio Tar- grupo Sitajara.
dío como al Horizonte Tardío.
A un nivel macro-regional la zona de la pre-
cordillera de Tacna no defiere mucho de lo que
Siguiendo esta pauta y revisando los resultados
ocurre más al sur, es decir, al norte de Chile.
de cada sitio en ambas zonas, podríamos decir
Ambas zonas muestran los mismos estilos de-
que los sitios T003, T008, T011, T028, T029,
corativos, lo que nos hablaría de que dichas zo-
T030, S032 y S033 son sitios con una clara ocu-
nas corresponderían a un espacio multiétnico,
pación del periodo Intermedio Tardío, mientras
en donde poblaciones costeras y altiplánicas,
que los sitios T009 y T019 son de una posible y
así como también locales, han utilizado esta
exclusiva ocupación del Horizonte Tardío. Sin
zona de manera directa como indirecta para
embargo, la mayoría de los sitios presenta una
algún fin social, económico y también religioso.
clara ocupación más prolongada, es decir, están
presentes ambos momentos cronológicos.

En el contexto de la excavación hay puntos a


destacar. El hecho de que en todos los pozos en-
contramos los grupos sin decoración y Sitajara.
El primero en su mayoría presenta las mayores
densidades, en cambio, el estilo Sitajara es más
variable. Otro punto a destacar es lo que ocurre
en el sitio de Jaylliña (T029), el cual concentra
una alta densidad del estilo Arica en ambos po-
zos, siendo en términos generales el grupo con
mayor presencia en este sitio.
Fig 7. Kallanka Inca y estructuras residenciales en el
Algo similar ocurre en el sitio de Huankarani sitio S036 - Kileqollo
(S042), el cual concentra una importante pre-
sencia incaica, sin embargo, dicha concentra- REFERENCIAS
ción sólo está en un pozo de sondeo, el 11.
Albarracín-Jordan, J. V. y J. E. Mathews 1990
Relacionándolo con el aspecto cronológico, el Asentamientos prehispanicos del valle de Ti-
sitio de Jaylliña (Figura 6) habría tenido una wanaku, Vol. I, CIMA, La Paz.
fuerte presencia en el periodo Intermedio Tar-
dío, principalmente por poblaciones costeras, Arkush & Stanish, 2005 Interpreting Conflict
mientras que en el sitio de Huankarani, la si- in the Ancient Andes. Implications for the Ar-
tuación sería inversa, con una fuerte presencia chaeology of Warfare. En Current Antropolo-
incaica. gy Volumen 46, Number 1. 3-28pp

128
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129
Arqueología de la Macro Región Sur

Parte II

Conservación,
restauración,
registro y gestión
de bienes
patrimoniales

130
Arqueología de la Macro Región Sur

131
Bach. Christian García Mamani

COLECCIONES ARQUEOLÓGICAS, MATERIAL DE LA


DDC-AREQUIPA
ARCHAEOLOGICAL COLLECTIONS, RESOURCES FROM THE DDC-AREQUIPA

Bach. Christian García Mamani

RESUMEN
En el presente texto se detalla la labor que realiza hoy en día el Área de Registro de Bienes Muebles
de la DDC-AREQUIPA, en cuanto a la conservación y el registro de las piezas que se hallan en los
almacenes de esta Dirección. Existe una cantidad aún no numerable de piezas arqueológicas en
nuestras dependencias, tales como cerámicas completas, fragmentos de cerámica, fardos funera-
rios, material óseo, textiles, metales, entre otros.

ABSTRACT
The following text describes the daily tasks of the Registry of Movable Assets Area at the DDC-Arequipa
(The Division of the Ministry of Culture of Peru in Arequipa), which consists in the conservation and
registry of the archaeological pieces found in its warehouse. There is a big number of pieces which have
not been recorded yet, such as complete ceramic pieces, ceramic fragments, funerary bundles, bone re-
mains, textile material, et cetera.

Actualmente existe una relativa preocupación Cada objeto o material arqueológico que posee
por la protección y conservación patrimonial la DDC-Arequipa en sus almacenes es un mun-
por diferentes motivos que tienen que ver con do en sí mismo, el cual presenta una proble-
las diversas concepciones que sobre él se tie- mática particular y reacciones específicas ante
nen. Un gran problema es el desconocimiento los tratamientos aplicados. Cada objeto posee
de la ley que protege a los bienes arqueológicos, características independientes y un estado de
lo que se traduce en su lamentable depredación conservación que lo diferencia de otro. Por tal
o destrucción. razón, no es posible enmarcar un objeto en el
mismo rango de deterioro que otro. De este
En el presente texto detallaré el trabajo que se modo, se opta por tratar cada objeto como un
viene realizando en la actualidad en el Área de caso independiente, considerando sus deterio-
Registro de Bienes Muebles de la DDC-ARE- ros particulares.
QUIPA, en cuanto a la conservación y el regis-
tro de las piezas que se hallan en los almacenes En muchas ocasiones, al intervenir cada pieza
de esta Dirección. arqueológica se puede observar la presencia
de rasgos culturales, como restos de alimentos,
Cabe resaltar que en los almacenes de la semillas de frutos, colores que empleaban para
DDC-Arequipa hay una cantidad aún no nu- su decoración, el modelado que se les da a las
merable de piezas arqueológicas, tales como cerámicas, etcétera. Todos estos rasgos son de
cerámicas completas, fragmentos de cerámica, vital importancia, ya que ayudan a proporcio-
fardos funerarios, material óseo, textiles, me- nar información de cada contexto y las huellas
tales, entre otros, los cuales fueron adquiridos sobre el uso que pudo darse a cada pieza.
producto de las intervenciones y excavacio-
nes realizadas por los Arqueólogos de la DDC El material arqueológico que custodia la
en diversas partes de la región Arequipa; por DDC-Arequipa pertenece a culturas que se de-
incautaciones hechas a manos del personal sarrollaron en la región, tales como Churajón,
policial que contribuyó a la recuperación del Chiribaya, Chuquibamba, estilo La Ramada; así
material arqueológico y por donaciones hechas como también a culturas que tuvieron influen-
porpersonas que tienen claro su importancia cia en esta región como Nazca, Wari e Inka,
cultural. entre otras.

132
Colecciones arqueológicas, material de la DDC-Arequipa

I. INTERVENCIÓN Y METODOLOGÍA UTI- vas para el pegado de cajas, cola sintética,


LIZADA PARA El REGISTRO Y CONSERVA- y otros.
CIÓN DE LAS PIEZAS ARQUEOLÓGICAS EN
LA DDC-AREQUIPA Para el Ministerio de Cultura el registro de los
bienes culturales muebles consigna aspectos
La manera en que se vienen interviniendo las muy importantes, como la identificación, des-
cerámicas —en cuanto a la limpieza y restaura- cripción, localización y documentación foto-
ción—es a través de dos formas: gráfica de un bien cultural. De esta manera, al
tener conocimiento de la existencia de una pie-
a. Limpieza seca, la cual consiste en el uso za como parte de nuestro patrimonio, se da un
de una brocha o pincel adecuados para la paso previo para su protección, conservación y
limpieza de hollín, tizne, polvo y tierra ad- difusión. Una de las razones por la cual el regis-
heridas en las piezas arqueológicas; tro se hace necesario e indispensable es su fun-
ción como instrumento eficaz para prevenir el
b. Limpieza húmeda, que consiste en el su- robo y el tráfico ilícito. Al encontrarse un bien
mergimiento de las piezas de cerámica registrado, su ficha técnica facilita la gestión y
exfoliadas en un recipiente con agua io- tutela del mismo. De esta manera, si se produ-
nizada, para luego ser secadas en sombra jera una sustracción o exportación clandestina
alrededor de 4 a 5 días, lo que facilita en de cualquier bien cultural, la información y
este caso la recuperación del material ar- documentación fotográfica que se consigna en
queológico. cada ficha de registro contribuirá eficazmente a
la recuperación del mismo.
El método de trabajo de conservación y registro
de los bienes que posee la DDC-Arequipa con-
siste en:

1. Recopilar antecedentes escritos como in-


formes o cualquier tipo de documento que
ayude a tener una referencia del sitio o del
lugar exacto de donde se rescató el mate-
rial arqueológico para, de este modo, ob-
tener la información referente al tipo de
material a tratar. Esto, debido a que cada
grupo cultural existente en la región Are-
quipa tuvo ciertas características y pecu-
liaridades en el material que utilizaron.

2. Tener en cuenta cuáles son los frecuen-


tes procesos de deterioro que sufren las
piezas y la descripción que estas poseen.

3. Registrar visualmente las vasijas cerá-


micas, como instancia previa a la directa
intervención, para evidenciar niveles de
deterioro y crear una fuente de datos para
futuros estudios y posteriores procesos de
intervención, como medio de archivo foto-
gráfico digital en formato ya detallado.
4. Terminado el proceso de registro y restau-
ración, se resguardan adecuadamente las
piezas arqueológicas mediante un sistema
de embalaje especializado que utiliza ma-
teriales como cajas de cartón, papel sedita,
Fig 1. Limpieza de los bienes arqueológicos antes de ser
bolsas de polietileno, ligas, cintas adhesi- inventariados.

133
Bach. Christian García Mamani

II. MUESTRA DE BIENES PERTENECIENTES A LOS ALMACENES DE LA DDC-AREQUIPA

• Denominación: Cuenco • Denominación: Vaso


• Cultura: Wari • Cultura: Churajón
• Periodo: Horizonte Medio • PERIODO: Intermedio Tardío

• Denominación: Botella • Denominación: Cuenco


• Cultura: Chiribaya • Cultura: Chuquibamba
• Periodo: Intermedio Tardío • Periodo: Intermedio Tardío

III. CONCLUSIÓN REFERENCIAS

El Estado peruano, a través del Ministerio de (2005) Glosario para Inventarios de Bienes
Cultura, protege y conserva el patrimonio cul- Culturales Muebles - Ministerio de Cultura.
tural tanto material como inmaterial, pues con- Bogotá – Colombia.
sidera que estos son fuente de identidad de un
grupo cultural. Por ello, agota todos los medios
(1991) Manual para Inventario de Bienes
y esfuerzos para erradicar la depredación cul-
tural y el tráfico ilícito del patrimonio. Culturales - Instituto Colombiano de Cultura.
Bogotá: Editorial Escala.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho,
continuaremos con los procedimientos de re- (2004) Manual de Registro de Bienes Mue-
gistro y conservación, con el fin de minimizar bles - Ministerio de Cultura. Lima: Biblioteca
los procesos destructivos e incluso recuperar Nacional del Perú.
información que de otra forma se hubiese per-
dido indefectiblemente. (2015) Marco Legal de Protección de Patrimo-
nio, Ministerio de Cultura. Lima: Biblioteca
Esto, además, permitirá en un futuro la dispo-
Nacional del Perú.
nibilidad del material en mejores condiciones,
para su uso responsable y su transmisión a las
futuras generaciones.

134
Colecciones histórico artísticas de la región Arequipa

COLECCIONES HISTÓRICO ARTÍSTICAS DE LA REGIÓN AREQUIPA


HISTORICAL-ARTISTICAL COLLECTIONS OF THE AREQUIPA REGION

Rocío del Pilar Fuentes Ortiz


Arquitecta

RESUMEN
El objetivo del presente artículo es hacer un recuento general de algunas de las colecciones históri-
co artísticas más importantes de nuestra región, destacando, entre ellas, el Templo de Santa Marta,
localizado frente a la plaza España de la Ciudad Blanca. Se trata de una edificación que se remonta
a mediados del siglo XVI y que necesita urgente atención luego del terremoto de 2001 que azotó
la zona.

ABSTRACT
The purpose of the following article is to provide a general overview of some of the most important his-
torical-artistical collections found in the city of Arequipa, particularly about the Temple of Santa Marta,
a XVI-century building located at España Square in the “White City”, which needs urgent care due to the
earthquake of 2000.

Dentro del patrimonio histórico artístico exis- 3. Objetos litúrgicos: copones, acetres, cubre
tente en nuestra región son valiosas las colec- corporales, navetas, palias, tabernáculos,
ciones de los diversos templos católicos, los cua- cálices, etc.
les desde hace siglos tienen presencia dentro de
la vida cotidiana del arequipeño y que de una u 4. Mobiliario: atriles, mesas de altar, confe-
otra forma han sabido resguardar y conservar sionarios, retablos, púlpitos de madera ta-
la valiosa herencia dejada por artistas de diver- llada, pintada o dorada, pilas bautismales
sas áreas y épocas. de piedra tallada, sillones y sillas tapizadas.

El arte sacro en nuestro país, que en un primer 5. Indumentaria religiosa: casullas, manípu-
momento sirvió para adoctrinar a las comuni- los, estolas, mitras, etc.
dades indígenas luego de la colonización espa-
ñola, es aún símbolo irremplazable de fervor e 6. Instrumentos musicales.
identificación religiosa, por ello la importancia
de su preservación. 7. Orfebrería: coronas, potencias, resplando-
res, de plata vaciada, custodias y varales.
Estas colecciones están constituidas por:
8. Cristalería y vidrio.
1. Esculturas: imágenes en bulto, de vestir,
por lo general de cuerpo entero, represen- 9. Luminarias: candelabros y arañas de estilo
tando diversos personajes de la iconogra- diverso.
fía religiosa. Es posible encontrarlas en 10. Metales: campanas, de bronce fundido, al-
materiales como la madera tallada, la tela gunas con decoraciones en relieve de sím-
encolada para el vestido y yeso o pasta mo- bolos religiosos en el medio o con inscrip-
delada, colocadas sobre peanas de material ciones en el pie, estas referidas a su año
diverso. de fabricación o frases relacionadas con el
culto.
2. Pinturas: representaciones de la Sagrada
Familia, de santos, pasajes de la biblia, etc. Como ejemplo se encuentra el templo de Santa
En diversos formatos, con marcos de ma- Marta, en la provincia de Arequipa, cuya edifi-
dera pintada, tallada o dorada y de moldu- cación necesita urgente atención, luego de su-
ras de pasta de yeso, usando por lo general frir el terremoto de 2001. El fenómeno telúrico
la técnica del óleo sobre lienzo o tela. Aquí dejó graves problemas estructurales, que aún
se incluye también la pintura mural. no han sido resanados.

135
Rocío del Pilar Fuentes Ortiz

Este templo fue erigido en 1582, pero sus an-


tecedentes se remontan a 1565. Se trataba de
una pequeña ermita dedicada a administrar los
sacramentos a los indígenas, ampliada en 1566,
gracias a la acción de Don Diego Gutiérrez, uno
de sus mayordomos. Llegó a ser la segunda en
importancia en la ciudad.

El templo de Santa Marta toma importancia


al albergar la imagen de la santa que le da su
nombre. Sobre esto, Carlos Zeballos Barrios es-
cribe: “Santa Marta fue elegida por sorteo en
1558, como la protectora de Arequipa contra
los terremotos. Su imagen estuvo en San Láza-
ro hasta que en 1582 se erigió la parroquia de
Santa Marta como la segunda de la ciudad...”
(Zevallos, 1980).

Actualmente el templo es administrado por los


Padres Carmelitas Descalzos, quienes la embe-
llecieron y agregaron a la fachada la escultura
de Santa Marta.

Dentro de su colección, destaca la imagen del


Señor de la Caridad, la que se dice fue donada Fig 2. Señor de la Caridad
por el rey Carlos V, Patrono Jurado de la ciu-
dad. Aún sale en procesión. Esta es una imagen en bulto, de cuerpo entero,
que representa al Cristo crucificado. Frente al
espectador, la imagen presenta el rostro atribu-
lado, con la cabeza inclinada hacia su derecha.
Lleva una corona con tres potencias de forma
romboidal unidas a un medio arco de plata va-
ciada, cada una con diez rayos biselados que
terminan en punta. La pieza está decorada con
piedras de colores; la potencia central, por su
parte, lleva un relieve dorado y en su base un
orbe decorado con la señal de la cruz.

El personaje porta barba y peluca de cabello


natural.

Asimismo, presenta heridas sangrantes en la


frente, costilla derecha y rodillas; las manos y
pies están atravesados por clavos de plata va-
ciada y viste un paño de pudor de terciopelo
morado, con decoración y flecos dorados.

La cruz es de madera, decorada con plata re-


pujada y con relieves que representan flores,
volutas y follaje. Destacan en la parte superior
una paloma, que representa al Espíritu Santo
con la representación del sol tras de ella; un
corazón rodeado de hojas, con una inscripción
alusiva al Señor de la Caridad y el monograma
Fig 1. Templo de Santa Marta INRI en relieve. En una de estas aplicaciones se

136
Colecciones histórico artísticas de la región Arequipa

lee: “EL AÑO DE 1757”. 9. Asimismo, cuenta con cuatro campanas de


bronce fundido.
Otros objetos que forman la colección son: La Iglesia de Santa Marta es sólo una muestra
de la riqueza artística que albergan los templos,
1. Pinturas sobre tabla, que escenifican la monasterios y conventos asentados en nues-
visita de Jesús a Marta y a Lázaro y otra tra ciudad desde su fundación española. Estos
representando a Cristo conversando con el bienes son el recuerdo de una época, que ha
joven rico, ambos pasajes de la Biblia. sobrevivido a las generaciones y que no sólo
son un elemento decorativo, sino que hablan
2. Pinturas de caballete, con la técnica del de nuestro pasado, nuestra rica historia cultu-
óleo sobre lienzo. Entre ellas, distinguimos ral, del modo de vida y los ideales de nuestros
al Señor de los Milagros, con un imponente ancestros.
marco de madera calada, con adornos de
volutas; otros cuadros de similar manufac- REFERENCIAS
tura son La Piedad y El Señor de la Sen-
tencia. Bayard, E. (1920) Arte de Reconocer los Estilos:
arquitectura-amueblamiento. París: Casa Edi-
3. Esculturas de vestir, de madera tallada con torial Garnier Hermanos.
modelado de pasta de yeso y policromados
de la Virgen de la Candelaria, San Juan y la
Gisbert, T. (1994) Iconografía y mitos indígenas
Virgen Dolorosa.
en el arte. La Paz: Editorial Gisbert y CIA.
4. Esculturas en bulto redondo de Santa Te-
resa del Niño Jesús, Jesús Nazareno, la Neira, M., Galdos, G., Málaga, A., Quiroz, E. &
Sagrada Familia, el Sagrado Corazón de Carpio, J. (1990) Historia General de Arequipa.
Jesús, el Divino Niño Jesús de Praga, la Arequipa: Fundación M.J. Bustamante de la
Inmaculada Concepción, Santa Teresa de Fuente.
Ávila y Santa Marta.
Zevallos, C., (1980), Arequipa en todo su valor.
5. Objetos litúrgicos como un palio de tela (2ª ed.). Arequipa, CONATUR
blanca, decorado con hilos dorados y de
colores; el ambón de madera tallada, do-
rada y con altos relieves, la credencia que
combina materiales como la madera y la
piedra; la mesa del altar y la pila bautismal,
ambas de madera tallada y dorada.

6. Piezas de orfebrería. Entre ellas están una


corona con potencias, de plata laminada y
vaciada; cantoneras de metal plateado; un
tabernáculo decorado con láminas de plata
repujada, candeleros, porta turíbulo, cus-
todia, acetre, crismeros, hisopo y recipien-
te, todos de bronce vaciado.

7. Luminarias, como candelabros y arañas de


bronce vaciado.

8. Mobiliario, como un confesionario, tallado


en madera con decoración en bajo relieve;
una pila bautismal en piedra tallada, sillo-
nes de estilo francés, con tapiz de tercio-
pelo y declinatorios de madera tallada y
pintada.

137
Tatiana Suárez Patiño

CONSERVACIÓN DE INFORMACIÓN DE RESTOS


BIOANTROPOLÓGICOS SIN CONTEXTO
PROCESSES TOWARDS THE CONSERVATION OF INFORMATION
BELONGING TO CONTEXTLESS BIOANTHROPOLOGICAL REMAINS

Tatiana Suárez Patiño


Técnico en Conservación
RESUMEN
El siguiente texto pretende esquematizar recomendaciones dirigidas para los conservadores que se
enfrentan por primera vez con restos bioantropológicos sin contexto. Sintetiza de forma breve los
procesos de conservación para el levantamiento de muestras, el almacenamiento de información
y la limpieza de restos óseos. Asimismo, procura facilitar recursos que propicien una posible res-
tauración del contexto a largo plazo. La creación de un banco de información supone una solución
a los problemas de investigación que se presentan en Bolivia y otros países de Latinoamérica, los
cuales carecen de laboratorios especializados.

ABSTRACT
In the following text we will propose recommendations for conservators dealing for the first time with
bioanthropological remains without a proper context. It summarizes the processes of conservatorship
for sampling, information managements and the cleaning of bone remains. In the same way, it brings
resources for a possible restoration of a context in a long term. The creation of an information bank is
the solution for any investigation issue presented in Bolivia and in any other Latin American country
without specialized laboratories.

Dentro del patrimonio histórico artístico exis- En diversos formatos, con marcos de ma-
tente en nuestra región son valiosas las colec- dera pintada, tallada o dorada y de moldu-
ciones de los diversos templos católicos, los cua- ras de pasta de yeso, usando por lo general
les desde hace siglos tienen presencia dentro de la técnica del óleo sobre lienzo o tela. Aquí
la vida cotidiana del arequipeño y que de una u se incluye también la pintura mural.
otra forma han sabido resguardar y conservar
la valiosa herencia dejada por artistas de diver-
sas áreas y épocas. I. INTRODUCCIÓN

El arte sacro en nuestro país, que en un primer En la zona de Tiwanaku (Albarracín Jordan,
momento sirvió para adoctrinar a las comuni- 1986) y sus alrededores, así como en muchos
dades indígenas luego de la colonización espa- lugares del mundo, es muy común encontrar
ñola, es aún símbolo irremplazable de fervor e restos arqueológicos a simple vista. Basta con
identificación religiosa, por ello la importancia mirar en el suelo para notar fragmentos de ce-
de su preservación. rámica sembrados como flores.

Estas colecciones están constituidas por: El crecimiento de las ciudades y la expansión


urbana traen consigo construcciones civiles y
1. Esculturas: imágenes en bulto, de vestir, carreteras que modifican el paisaje de la zona.
por lo general de cuerpo entero, represen- El ladrillo combinado con la paja brava ya es
tando diversos personajes de la iconogra- una composición recurrente en el imaginario
fía religiosa. Es posible encontrarlas en colectivo. Las calaminas y los tinglados son lu-
materiales como la madera tallada, la tela gares comunes en la pampa: este es uno de los
encolada para el vestido y yeso o pasta mo- nuevos contextos que impide poder visualizar
delada, colocadas sobre peanas de material los anteriores contextos.
diverso.
En Bolivia, antes de la promulgación de la Ley
2. Pinturas: representaciones de la Sagrada del Patrimonio Cultural (2004), la creación o
Familia, de santos, pasajes de la biblia, etc. ampliación de las carreteras se realizaban sin

138
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto

las debidas prospecciones arqueológicas. Todo territorios. Se encuentran los restos desnu-
lo que se encontraba en la ruta de cimentación dos, sin ajuar mortuorio; no existen cerámicas,
era destruido, robado o en su defecto enterrado cuentas de collares, ofrendas o algunos otros
nuevamente en fosas al costado del camino. De indicadores de tiempo.
la misma manera ocurría y ocurre con la gente
del lugar que construye sus viviendas: quien es Quizá los siguientes planteamientos puedan
dueño de un terreno es libre de construir en él. resolver algunas de las dificultades que entor-
Hoy todavía la gente de la zona rural man- pecen los progresos de las investigaciones. Me-
tiene una relación de respeto y temor con las diante la conservación de la información que
antiguas civilizaciones; por esta razón, muchas traen consigo los huesos (fibras, residuos de
veces, cuando llegan a ser encontrados restos larvas, polen, etc.) se pueden establecer cientí-
bioantropológicos o cerámicas en sus predios, ficamente algunos valores temporales, que pro-
estos son trasladados a otros sectores; lejos de porcionen ideas sobre el contexto.
la comunidad.
Quizá los siguientes planteamientos puedan re-
Los movimientos poco sistemáticos de los res- solver algunas de las dificultades. Mediante la
tos se constituyen en un problema para la ar- conservación de la información que traen con-
queología, pues al perder el contexto del suelo, sigo los huesos (fibras, residuos de larvas, po-
pierden también información sobre el tiempo al len, etc.) se pueden establecer científicamente
que pertenecían. algunos valores temporales, que proporcionen
ideas sobre el contexto.
Este fenómeno es bastante común en estos

Vista del levantamiento de muestras al interior del individuo I (Fotografía Alice Pringle)

II. CONSERVACIÓN Y DOCUMENTACIÓN signos plausiblemente interpretables.

a. Metodología: Cuando se trata de entierros removidos, exis-


La conservación juega un papel decisivo: te una menor presencia de bacterias sujetas a
una limpieza muy agresiva y poco siste- la descomposición y, en este caso, el clima del
mática puede eliminar información vi- Altiplano no coopera para la proliferación de
tal sobre el tiempo al que pertenecían los colonias (Valgañón, 2008) de hongos y otros.
homínidos que se estudian. Una limpieza Las medidas de seguridad deben ser riguro-
demasiado ligera también puede ocultar sas al momento de trabajar con estos bienes.

139
Tatiana Suárez Patiño

Guantes de nitrilo, mangas plásticas, redecillas de aumento. Se buscan evidencias no percep-


para el cabello, barbijo, antiparras y una bata tibles por el ojo humano: fibras, polen, esporas
impermeable tienen que ser usados todo el de hongos, etcétera. En caso de hallarse algún
tiempo que se esté en contacto con los huesos. rastro de los mencionados, se debe separar, co-
Un ambiente ventilado, seco, con los niveles de locar en un portaobjetos para el posterior análi-
humedad y de luz controlados son los más ade- sis que realizará el profesional correspondiente
cuados para atender correctamente a este tipo a cada área.
de restos. Un ambiente ventilado, seco, con los
niveles de humedad, temperatura y de luz con-
trolados son los más adecuados para atender
correctamente a este tipo de restos.

Al menos en la primera parte de documenta-


ción y levantamiento de muestras, debemos
ser estrictos con las medidas de seguridad pues
trabajaremos sin hacer desinfecciones previas.
Algunos químicos empleados para matar bacte-
rias suelen dejar residuos que pueden compro-
meter los resultados finales. De tratarse de un
entierro encontrado in situ mortem y con otras
características climáticas, es recomendable an-
tes de empezar introducir los restos dentro de
la cámara de anoxia para desinfección.
b. Documentación:
Los restos arqueológicos se trasladan nor- Vista de una mandíbula después de la limpieza, en ella se
observan con detalle patologías y paleopatologías.
malmente dentro de bolsas de rescate.
(Fotografía Alice Pringle)
Adheridas a ellas, está una etiqueta que
indica el locus, el rasgo y el hito de donde c. Recopilación y documentación de mues-
fueron hallados los restos. Es importante tras:
respetar el orden de estas bolsas y sus con- Este es el paso más importante de todo el
tenidos, pues responden a los sistemas de trabajo. Del éxito de este procedimiento
rescate que han empleado los arqueólogos. depende la posible restauración del con-
Es imperativo realizar un archivo fotográ- texto al que pertenecen los restos.
fico previo exhaustivo. Los huesos se ca-
racterizan por tener caras, bordes y extre- Se precisa contar con sobres hechos de pa-
mos. Cada una de estas regiones se califica pel de aluminio y bolsas de cierre hermé-
ordinariamente con un adjetivo: interna, tico para realizar la recolección. También
externa, anterior, posterior, superior, in- es necesario tener varios pares de guantes
ferior, según su orientación. Es necesario para evitar la contaminación de algunas
realizar una fotografía de alta calidad de muestras, así como pinzas estériles, porta
todo lo mencionado, utilizando siempre y cubre objetos, agua destilada, hisopos y
una escala. tubos de ensayo con tapón, marcadores
indelebles y etiquetas que contengan la in-
El archivo patológico se debe realizar de formación del sitio, locus, denominación,
igual manera en todas las caras donde análisis a realizar, fecha y código.
hubiese daños. Se busca documentar pér-
didas en la continuidad del tejido óseo, En la siguiente tabla se exponen algunos de
deformaciones, cuerpos extraños y otra los exámenes que se pueden realizar para
alteración que resalte a la vista. establecer la datación. Estos no son del todo
concluyentes, pues están sujetos a muchas
Posteriormente, es de vital importancia variables que dependen de la sistematización
complementar este archivo con las foto- al momento del rescate y de que las muestras
grafías capturadas por un microscopio no hayan sido contaminadas antes de llegar al
USB de alta definición, de al menos 600x laboratorio.

140
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto

Análisis Descripción Muestra


Isotopos de El estroncio (Sr) es un elemento de la tabla periódica. Existe Primer, segundo o
estroncio. en la naturaleza con cuatro isótopos estables: 88Sr, 86Sr, 87Sr tercer molar del
y 84Sr, de los cuales 88Sr es el más abundante y 87Sr es en individuo y fragmentos
parte radiactivo. El estroncio se incorpora a los seres vivos a de su cráneo.
través de la cadena alimentaria, lo que proporciona una señal
característica del área de origen de la comida y el agua con-
sumidas. De esta manera, plantas, animales y personas llevan
en el organismo una especie de GPS geológico que conduce a
establecer de qué lugar geográfico provienen.

Recientes avances en el análisis de los isótopos de estroncio


permiten identificar movimientos y viajes con precisión de
meses. Nuestros huesos, dientes, uñas y pelo crecen a velo-
cidades distintas, lo cual crea una línea de tiempo que señala
dónde hemos estado durante diferentes períodos de nuestra
vida. Por ejemplo, el esmalte dental se forma durante la in-
fancia y no cambia una vez formado, pero los huesos siguen
creciendo y remodelándose durante toda la vida. El cabello
crece a una velocidad aproximada de un centímetro por mes
y da la posibilidad de estudiar movimientos geográficos mes a
mes. El esmalte de los dientes crece a base de capas a lo largo
de la vida de la persona, de modo que en cada capa queda una
cantidad de estroncio variable.

Entomología La entomología forense es aquella especialidad dentro de la Cascarones de larvas


forense. Entomología Aplicada que se ocupa del estudio de los insectos y rastros de otros
y otros artrópodos como evidencias científicas. insectos.

Datación Todas las plantas que poseen flores engendran unos granos Rastros de polen que
polínica. casi indestructibles llamados polen, y su conservación en tur- pueden estar dentro
beras y sedimentos lacustre han permitido que los especialis- fisuras de los huesos.
tas en polen (Palinólogos) elaboren frecuencias detalladas de
la vegetación y el clima del pasado.

Carbono 14. Isótopo radiactivo del carbono que se usa como trazador en Muestras de carbón.
la investigación bioquímica y en la técnica de la datación, que
permite estimar la edad de los fósiles y otras materias orgá-
nicas.

ADN El análisis de moléculas de ADN mitocondrial en muestras Primer, segundo o


esqueléticas de diversa antigüedad permite estudiar la varia- tercer molar del
bilidad genética de los grupos sociales de homínidos pasados. individuo.
El análisis del ADNmt en tejido antiguo presenta una ventaja
fundamental frente al nuclear, debido a su alto número de En caso de momias; un
copias por célula. cabello.

Clasificación Un grupo sanguíneo es una clasificación de la sangre de (Momias)


de grupo acuerdo con las características presentes en la superficie de
sanguíneo. los glóbulos rojos y en el suero de la sangre. La reacción de la Fragmento de piel de la
muestra con los diferentes reactivos puede sugerir una filia- zona glútea.
ción cultural.

141
Tatiana Suárez Patiño

muestras al vacío y mantener una cadena de


frío constante debajo de los 8 grados centígra-
dos.

e. Limpieza y conservación
Una vez almacenadas las muestras se
procede con la desinfección (Valgañón,
2008) de los mismos. Se recomienda uti-
lizar productos que no dejen residuos ni
que su neutralización demande daño para
las piezas. Las campanas de anoxia son las
mejores opciones, pero si no se cuenta con
una, la mejor elección será el paradicloro-
benceno (Valgañón, 2008) y relativos.

La limpieza (Valgañón, 2008) debe reali-


zarse de forma metodológica, avanzando
por tercios. Con un pincel de cerdas duras
se iniciará la limpieza mecánica y en seco,
hasta eliminar todo el polvo asentado su-
perficialmente. Una vez eliminado, con un
hisopo de algodón remojado en agua des-
tilada, libre de cloro y con el PH nivelado
Vista general del archivo fotográfico de los restos sin (De la Viña Ferrer et al., 2009), se procede
previa limpieza (Fotografía Alice Pringle) a retirar la tierra más adherida. Se deben
La realidad de los laboratorios de conservación cubrir porciones pequeñas de superficie
en Bolivia es bastante pobre, y en la mayor par- para controlar los niveles de humedad.
te de Latinoamérica este escenario es recurren-
te. Pero esto no es motivo para dejar de gestio-
nar este tipo de indagaciones científicas.

El “Banco de Conservación de la Información”


es parte de la solución a las carencias de los la-
boratorios. Se precisa mantener las muestras
en condiciones óptimas para su permanencia
indefinida en almacenamiento. La falta de me-
dios de análisis en la actualidad no es motivo
suficiente para destruir información a título de
limpieza. Las limpiezas agresivas en aras de la
estética pueden vulnerar los ámbitos de la in-
vestigación.

d. Almacenamiento
El almacenamiento de los restos bioantro-
pológicos de preferencia debe realizarse
según los estándares internacionales (Ra-
mos, 2003). De no contar con los insumos
y las áreas controladas, es necesario recu-
rrir a la conservación preventiva periódica
y el control del ambiente.

En cuanto al almacenamiento de las Vista de la extracción del tercer moral para realizar el
muestras, se precisa mantener su vida útil análisis de isotopos de estroncio
la mayor cantidad de tiempo. Cerrar las (Fotografía Alice Pringle)

142
Conservación de información de restos bioantropológicos sin contexto

Una vez limpios, se pueden establecer cuanti- III. CONCLUSIONES


ficaciones biológicas: sexo, edad, particularida-
des genéticas y paleopatologías. Es demasiado prematuro asegurar que la res-
tauración de un contexto es del todo posible y
El estudio metodológico de las paleopatologías no falible, pero con la observación constante de
(VV AA, et Cuéllar, 2008) puede brindar coin- los rastros y la meticulosidad al momento de
cidencias genéticas con otros grupos relativos analizarlos, pueden acercarnos a la generación
previamente identificados. Algunos desgastes de nuevas teorías y contra-teorías al respecto, y
en los dientes, en otros huesos o modificaciones en medio del diálogo profesional se encontrará
en general pueden acercarnos a una posible afi- la respuesta.
liación cultural. Algunos desgastes y malforma-
ciones en los huesos pueden estar relacionados La tarea de esta nueva mirada de la “Conser-
con la división social del trabajo. Los primeros vación de la información” es abrir una puerta
intentos de medicina también constituyen un para que a futuro pueda realizarse tal vez un
rasgo particular. trabajo que nosotros no podremos hacer.

Asimismo, se debe procurar de no realizar Esta nueva dimensión de la profesión conjetura


limpiezas muy profundas por las siguientes un distinto entrenamiento, procurando espe-
razones: cialidades forenses y arqueológicas que puedan
• La tierra que recubre los huesos de alguna complementarse con los conocimientos quími-
manera funciona como una capa de pro- cos que posee la conservación.
tección. Dejarlos completamente limpios
los expone demasiado si es que su alma- La restauración de un contexto no solo supo-
cenamiento no será en un centro con las ne la fijación de un objeto en el tiempo, sino la
condiciones adecuadas. apertura y fortalecimiento de nuevos espacios
para teorizar sobre el pasado. Cada pieza que se
• En muchos casos, la tierra ha ingresado encuentra arma un pedazo del rompecabezas
dentro del hueso por alguna fractura y histórico que intentamos descifrar.
empieza a funcionar como un sistema de
apuntalamiento interno.

• Dejar información para próximas investi-


gaciones. Brindar evidencias para que en
el futuro con una tecnología más desarro-
llada se puedan presentar nuevos resulta-
dos.

Vista de limpieza mecánica en seco.


(Fotografía Alice Pringle)
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143
Tatiana Suárez Patiño

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144
"Ecclesiarum museums" — De iglesias a museos

“ECCLESIARUM MUSEUMS” — DE IGLESIAS A MUSEOS: CURADURÍA


EN TEMPLOS Y CONVENTOS RELIGIOSOS
“ECCLESIARIUM MUSEUMS” — FROM CHURCHES TO MUSEUMS
CONSERVATORSHIP IN TEMPLES AND RELIGIOUS CONVENTS

Hugo Gómez Carrasco

RESUMEN
El presente artículo señala la importancia que tiene la curadoría y la conservación para convertir
a las iglesias, verdaderas joyas arquitectónicas de nuestro patrimonio, en museos que reflejen la
herencia cultural a los cientos de turistas que visitan ciudades como Arequipa, declarada como
ciudad patrimonial por la UNESCO en el año 2000.

ABSTRACT
This article deals with the importance of conservatorship for transforming churches, unvaluable archi-
tectonic pieces of our patrimony, into museums that both conserve and exhibit the cultural heritage to
hundreds of tourists that visit cities such as Arequipa, declared as a patrimonial city by the UNESCO in
2000.

Una de las principales funciones de recibir el


título de Patrimonio Cultural de la Humanidad
es la de salvaguardar todos los bienes muebles
e inmuebles en todos los lugares y ciudades
nombradas por la UNESCO. Este es el caso de
Arequipa, la denominada “Ciudad Blanca”, de-
clarada como ciudad patrimonial en el año
2000, la cual durante el gobierno de Lizardo
Montero en 1883 supo ser capital de la Repúbli-
ca del Perú. Hoy, más de 120 años después, es
una de las ciudades peruanas más importantes
del país.

La ciudad de Arequipa tiene una afluencia


grande de turistas y gente que está de paso, por
lo que todos nuestros monumentos arquitec-
tónicos, así como iglesias, instituciones, plazas,
cementerios, conventos, museos, etc, tienen
que demostrar la identidad de la ciudad. Cabe
resaltar aquí el valor de los templos, los cuales
no son solamente espacios de culto religioso,
sino también recintos de grandes colecciones
invaluables, ejemplos de la herencia cultural
exhibidos a los visitantes. Un gran porcentaje
de los monumentos arquitectónicos, entre ellos
iglesias de culto católico, forma parte funda-
Fig 1.
mental del conjunto patrimonial y poseen la
declaratoria de Monumento Nacional. Especí- mentarios que cumplan la función de museos,
ficamente a la fecha están declarados 571 Mo- cuando estas no desempeñen su labor princi-
numentos. pal, la de profesar la fe católica. Con el fin de
poder aprovechar los recursos histórico artísti-
Una de las alternativas para darle una nueva cos socioculturales establecidos en cada equipa-
dinámica a estos espacios es la de proyectar miento religioso, es necesario establecer como
la implementación de usos acordes y comple- prioridad su proyección como recintos cultu-

145
Hugo Gómez Carrasco

el público a través de las distintas actividades


culturales que allí se desarrollan, tales como:
conciertos de música, desfiles de modas acordes
a las funciones del templo, talleres didácticos,
proyección de videos, teatro, títeres, almuerzos,
proyección de documentales, curso de pinturas,
etc.

Independientemente de ser un atractivo turís-


tico para el visitante, tanto del interior como
del exterior, se beneficiarán directamente las
unidades educativas, sirviendo estos recintos
culturales como un aporte didáctico a las di-
Fig 2.
versas materias e incentivando a los colegios y
rales capaces de conservar, rescatar, estudiar, universidades a la investigación.
investigar y dar a conocer al público el testimo-
nio material que como cultura pueden recoger
todas las ciencias o las artes, cumpliendo con
las características de un museo, lo cual significa
convertirlo en un núcleo científico que consti-
tuya una institución permanente.

Por la importancia que merece se dan a conocer


algunos preceptos del Consejo Internacional de
Museos ICOM (1947), oficializando la concep-
ción precisa del término “museo”, fundamen-
talmente en su Título 1.1, el cual, entre otras
apreciaciones, señala:

Art. 3º.- Se reconoce en la calidad de museo a


toda institución permanente que presenta y
conserva colecciones de objetos y especímenes
de carácter cultural o científicos, y cuya finali-
dad es el estudio.

Art. 4º.- Dentro de la versión vertida, se consi-


deran como museos:

a. Las galerías de exposición didáctica de es-


pecímenes de todas las artes las artes y to-
das las ciencias.

b. Los Monumentos o Bienes Muebles e In-


muebles de orden Histórico-Arqueológico
(Riviere, 1961).

Es en este entendido y respaldados por todos


los conceptos mencionados, que estos centros
eclesiásticos tienen las condiciones para alber-
gar un uso alternativo como museos, pero no
en la lógica de ser considerados repositorios
culturales de simple contemplación y admira-
ción de sus fondos museológicos. Hoy, son ver-
daderos centros dinámicos y activos donde no
sólo se expone, sino también se interactúa con Fig 3.

146
"Ecclesiarum museums" — De iglesias a museos

Es por ello que los templos religiosos contie- Guichen, G. (1974) Catálogo de la exposición
nen la riqueza de cada una de sus colecciones, itinerante sobre el control de clima en los
sus extensas instalaciones y el desarrollo de la museos. Roma: ICCROM.
cultura que desde allí se genera. Hacen de las
iglesias-museos lugares ideales para generar Guichen, G. (1984). El clima en los museos.
conocimiento, para crear un espacio de deleite
Roma: ICCROM.
y para extender los atractivos turísticos de la
cuidad. En este marco, es importante reconocer
la potencialidad de estas históricas parroquias Ministerio de Culturas y Turismo (2009).
y conventos para el fortalecimiento mediante Reglamento de Bienes inmuebles y muebles
una curaduría acorde a las necesidades de estos de Interés Nacional – Monumento Nacional.
centros religiosos. Bolivia.

Se considera la curaduría como una actividad Orvhela, M. Conservación y Restauración de


fundamental en los procesos de crear discursos Papel. Caracas: Museo de Bellas Artes.
y manejar las colecciones. En ella se sugieren
los objetos que deben exponerse, se elabora la Szikossy, F. (1983) Museografía e Historiografía
documentación completa relativa a los mismos,
del pasado reciente. Museum, 138 (vol. 35 N°
se comprueba el estado de conservación en que
2). Paris: Unesco
se encuentran, se establecen las medidas espe-
ciales que deben tomarse para protegerlos de la
luz natural y artificial, así como la temperatura Torres, B. (2006- 2012) Investigaciones y
y la humedad y se especifican los sistemas de apuntes.
seguridad y de prevención de robos y sinies-
tros. (1978) Museología y Patrimonio Cultural.
Críticas y Perspectivas. Bogotá: UNES-
Otorgar una nueva funcionalidad supone dar CO-PNUD-Instituto Colombiano de Cultura.
una diferente sinergia a la oferta turística de
la ciudad, convirtiéndola en una más diversa (2003) Plan de rehabilitación de las áreas
y atractiva y en un aporte importante al desa-
históricas Sucre. Plan Maestro del Centro
rrollo en la urbe como un ente de educación al
Histórico de Sucre. Sucre – Bolivia.
servicio de su comunidad. La riqueza de cada
una de sus colecciones, sus extensas instalacio-
nes y el desarrollo de la cultura que desde allí (2005) Manual para Museos de Venezuela.
se genera hacen de los museos lugares ideales Sistema Nacional de Museos de Venezuela -
para generar conocimiento, crear un espacio de CONAC.
deleite y extender los atractivos turísticos de la
cuidad y de mostrar a estos centros eclesiásti-
cos como una opción para la población estante
y visitante.

REFERENCIAS

Cavero, M. (2006) Museología General: (Con-


ceptos a la introducción del estudio). La Paz:
Producciones CIMA

Díaz, M del M. & Ruiz, I. (2006) Museología y


Museografía.

Galería de Arte Nacional. El Guión Expositivo:


Síntesis del Guión Museológico y el Guión Mu-
seográfico. Caracas: Galería de Arte Nacional.

147
Ramón A. Delgado Loayza

LA CRIPTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS — LA PRIMERA EN


BOLIVIA CON PROTOCOLOS INTERNACIONALES PARA SU
MUSEOLOGÍA
SAINT FRANCIS OF ASSISI’S CRYPT — THE FIRST CRYPT IN BOLIVIA WITH PROPER
INTERNATIONAL PROTOCOLS FOR ITS MUSEOLOGY

Ramón A. Delgado Loayza


Restaurador ICCROM

RESUMEN
Desde que se inició el proyecto de refuncionalización de la cripta de San Francisco de Asís en la
ciudad de Sucre, Bolivia, se han llevado a cabo trabajos de investigación que dan referencia sobre
la construcción de dicho lugar, la función y las personas que yacen en ella. El presente trabajo da
cuenta de la catalogación, tratamiento y protocolos de bioseguridad realizados a los restos óseos
provenientes de la cripta de la Basílica San Francisco.

ABSTRACT
Since the project of refunctionalization of Saint Francis of Assisi’s crypt in the city of Sucre (Bolivia)
began, researchers have been investigating about the building this place, its functionality and the people
who were buried in it. The following article deals with the catalogation, treatment and biosecurity proto-
cols of the bone remains coming from Saint Francis Basilica’s crypt.

I. FUNDACIÓN Y ANTECEDENTES centro de la ciudad, adquirió el terreno en 1539


para la construcción del templo y el convento,
Poco tiempo después de la fundación de la Villa resultado de la donación de dos familias. Fue
de la Plata, hoy ciudad de Sucre —Capital Cons- concluido en 1581, incluida su cripta según da-
titucional del estado Plurinacional de Bolivia— tos de Mons. Julio García Quintanilla.
se da inicio a la construcción del convento de
San Francisco. Cabe resaltar que esta se trata de La cripta de San Francisco de Asís —tema de
una de sus primeras edificaciones, según refie- interés del presente artículo— consiste en una
re el cronista de la Orden Franciscana Fr. Die- cámara abovedada de cal y ladrillo, situada bajo
go Hurtado de Mendoza en su libro intitulado el piso principal del templo y delante del pres-
Crónica de la Provincia de San Antonio de los biterio, la cual tenía como finalidad el entierro
Charcas. La Basílica Menor de San Francisco de los difuntos tal como hacían los primeros
de Asís, cuya ubicación se encuentra en pleno cristianos en las distintas catacumbas y criptas

Fig 1.

148
La cripta de San Francisco de Asís

existentes en el mundo. La palabra “cripta” pro-


viene del griego de κρύπτη, término que poste-
riormente heredó el latín y convirtió en crypta,
con el significado etimológico de “oculto”. Así,
este espacio subterráneo de edificios destinados
al culto tenía el propósito de resguardar los res-
tos mortales de personajes de gran importan-
cia. Las criptas aparecieron como evolución de
las catacumbas.

En la época colonial y hasta la República, las


fosas de los pobladores, ya sean de españoles o
naturales del lugar, eran realizadas en los tem-
plos previo pago de derechos. Estas capillas y
bóvedas eran construidas en el interior y sub-
suelo de los templos, donde generalmente eran
enterradas las personas pudientes, personas
que podían realizar el pago de este derecho,
pensando que estarían más cerca de Dios y go-
zarían de su gracia. Es por ello que en la Basílica
de San Francisco se construye una cripta deba-
jo del Altar Mayor.

Por el contrario, las personas de menor cate-


Fig 2.
goría social y de pocos recursos económicos o
indígenas, eran enterrados en los camposantos
públicas de la ciudad de La Plata (Sucre), en las
ubicados en los atrios que los rodeaban. Esta
que se dan a conocer a las personas que fue-
basílica poseía su cementerio, conocido hoy
ron enterradas en esta cripta. Entre ellos están
como plazuela San Francisco.
los restos del licenciado Juan López de Cepeda,
II. LA CRIPTA E INSIGNES PERSONAS persona de importancia, pues es hermano de
Santa Teresa de Ávila y oidor de la Audiencia
El templo de San Francisco de Asís y la cripta de La Plata.
son de gran importancia, pues fueron prota-
gonistas de la primera revolución latinoameri- También se conoce de la voluntad del último
cana del siglo XIX. El 25 de mayo de 1809 se cacique del linaje Aymara, cacique del pueblo
dio allí el Primer Grito Liberatorio y sobre su de Yotala, de ser sepultado en este lugar.
torre se dio aquel célebre tañido de campana
que le otorgó el nombre de “Campana de la Li- Al lado del presbiterio de este templo, es posi-
bertad”. Además, en su cripta, ubicada exacta- ble apreciar una placa con el nombre de Don
mente debajo del Altar Mayor, yacen insignes Juan José de Segovia, oidor del Rey, primer pre-
personajes de la época. Entre los más notables sidente criollo de la Real Audiencia de Charcas,
se encuentran los restos de los conquistadores Rector de la Universidad Mayor, Real y Ponti-
españoles y fundadores de la ciudad que fue- ficia de San Francisco Xavier de Chuquisaca y
ron trasladados en 1581 según el Reverendo precursor de la emancipación americana, cuyos
Padre Franciscano Santiago Mendizábal en su restos descansan en esta cripta.
libro Acción Franciscana en Sucre. Ese año, con
gran solemnidad religiosa, regocijos públicos y El 25 de enero de 1826, durante el gobierno del
con la asistencia de las autoridades eclesiásticas Mariscal Antonio José de Sucre, ordena me-
y civiles, del pueblo e indígenas, se inaugura el diante una ley efectuar los enterramientos le-
templo. Ese mismo día fueron traslados los res- jos de las iglesias y poblaciones por dos razones:
tos de estas personas a la cripta del templo. la primera por sanidad, pues la insalubridad de
los pueblos depende en gran parte de la falta de
Asimismo, el Archivo y Biblioteca Nacionales limpieza, y la segunda, porque al ser enterrados
de Bolivia, conservan las primeras escrituras al interior de las iglesias, lugar de reunión de

149
Ramón A. Delgado Loayza

una gran cantidad de fieles, hace que el lugar encontrados registros ni documentación en
se cargue de emanaciones por la falta de aire cuanto a la topografía y/o gráficos a escala so-
circulante. bre el hallazgo de los cuerpos y sus posiciones.
Tampoco se encontró documentación sobre la
forma de inhumación de los restos.

A nivel de suelo fueron hallados restos óseos y


piezas dentarias, lo cual hace suponer que no
hubo un cribado del terreno excavado, con una
pérdida de evidencias mínimas de los restos,
tales como piezas dentarias, epífisis no fusio-
nadas, falanges, tarsos, joyas, pendientes, entre
otras.

En primera instancia, se procedió al recojo de


los restos óseos bajo protocolos de bioseguridad
y condiciones de desinfección, mediante el uso
de barreras de protección y el uso de desinfec-
tantes.

Además, se contabilizaron cuatro bolsas gran-


des negras, cinco bolsas pequeñas blancas de
Fig 3. yute, una bolsa negra plástica, una caja de car-
tón que contiene restos óseos de un infante y
III. TRABAJOS PREVIOS restos óseos amontonados alrededor de las bol-
sas de yute, las cuales fueron posteriormente
En 1996, a cargo del Instituto Nacional de Ar- recogidas.
queología y Antropología (INAR), se realizan
los primeros trabajos de excavación. Estos Seguidamente se procedió a la codificación de
primeros informes indicaban que los restos las distintas bolsas de yute. Al mismo tiempo,
humanos, compuestos por una población des- se pudo evidenciar el estado de deterioro grave
conocida, proceden de varios reentierros, pero en el que se encontraban, tomando en cuenta
ninguno estaba completo. Por lo mismo se pue- que estuvieron expuestos bajo condiciones cli-
de aseverar que estos fueron trasladados de al- máticas extremas y niveles altos de humedad
gún lugar. A ellos se les conoce como “entierros del suelo, uno de los medios más corrosivos
secundarios”. para la preservación de los restos óseos.

Asimismo, en los informes del INAR, figura Posteriormente, fueron trasladados al garaje
que los restos estaban “asociados a fragmentos de la iglesia. Allí se montó un laboratorio para
de cerámica, algunas de producción indígena; el desarrollo del trabajo, donde fue realizada la
a pesar de los pocos restos, podían pertene- catalogación de las piezas óseas. Consistió en
cer a una vasija entera de color gris o cocida a una contabilización de 1245 piezas correspon-
reducción. Asociada a esta última existen dos dientes a un NMI de 60 individuos, represen-
restos de cerámica colonial: una de ellas es de tados por ambos sexos y diferentes categorías
tono mate y la otra, con vitrificación, ambas etarias, y la valoración del estado en el que se
pintadas”. encontraban, vale decir, en un estado lamenta-
ble, pues se encontraban fragmentados en su
IV. TRATAMIENTO Y PROTOCOLOS DE BIO- gran mayoría.
SEGURIDAD REALIZADOS A LOS RESTOS
ÓSEOS De la misma forma, se procedió a la identifica-
ción de los diferentes objetos hallados, como
Los restos óseos fueron hallados en sacos de hilos de plata y oro, restos textiles provenientes
yute compactados unos sobre otros, sin ningún de las vestimentas de los individuos enterrados
tipo de identificación, rotulado o medidas de en la cripta, restos de cabello, fragmentos de
conservación. Cabe hacer notar que no fueron cuero, arcilla, etcétera. Estos fueron posterior-

150
La cripta de San Francisco de Asís

REGISTRO Y CATALOGACIÓN
mente depositados en bolsas plásticas esterili- La documentación y el registro se realizaron
zadas de polietileno con cierre zip, rotuladas y mediante el llenado de fichas para una mayor
etiquetadas tal como indican las normas, para contabilización y clasificación de los mismos a
posteriores estudios. través de su nomenclatura ósea. Asimismo, se
empleó otra ficha para el registro de las piezas
El trabajo consistió en documentar, clasifi- con mayor relevancia, realizando las respecti-
car, limpiar, desinfectar y preservar los restos vas medidas antropométricas para su identifi-
óseos, del modo que se detalla a continuación: cación, tal como sigue en el siguiente cuadro:

CONTABILIZACIÓN DE LOS RESTOS ÓSEOS

Catalogación de restos óseos


Huesos Lado izq. Lado medio Lado der. Total
Extremidades superiores
Clavícula 20 26 46
Omóplato 20 18 38
Húmero 64 61 125
Cúbito 62 64 126
Radio 63 64 127
Huesos de la mano:
— Carpo
— Metacarpo
— Falanges
Extremidades inferiores
Sacro 13 13
Íleon 27 15 42
Fémur 45 37 82
Peroné 30 36 66
Tibia 45 43 88
Rótula 1 1 2
Huesos del pie:
— Tarso
— Metatarso
— Falanges
Huesos de la cabeza:
— Cráneos completos 7 7
— Cráneos fragmentados 23 23
Cara:
— Vómer
— Maxilar inferior 60 60
— Nasales Unguis
— Malares
— Cornetes
— Palatinos
— Maxilar Superior
Columna vertebral:
— Vertebral 120 120
— Costillas 54 40 94
— Esternón 2 2
Restos óseos de infantes 185 185
TOTAL

151
Ramón A. Delgado Loayza

V. EPÍLOGO: CURADURÍA PARA UNA


CRIPTA MUSEABLE

Al no existir información exacta del tipo de re-


cojo de datos de los elementos óseos (inhuma-
ciones) se realizaron reconstrucciones falsas
para una mejor interpretación de los entierros
antiguamente. Para el montaje de las piezas no
fue utilizado ningún tipo de material como si-
liconas, tornillos, alambres, resortes, adhesivos
en líquido o nylon. Se prefirió, en cambio, dejar
sueltas estas piezas para posteriores remode-
laciones, así como también enterrar los restos
triturados y fragmentados con geotextiles y
capas de cal con el fin de evitar los daños de
las piezas y así lograr su conservación. Con los
demás huesos se procedió a la formación de fi-
guras colocadas artísticamente para formar la
decoración del ambiente. Del mismo modo, se
instaló un piso de madera, luces LED ultravio-
leta y velas para que el visitante pueda tener
una experiencia inolvidable.

Respecto a la desinfección del ambiente, esta


tarea se realizó con desinfectantes altamente
eficaces a base de compuestos cuaternarios y
glutaraldehído, los cuales asociados actúan mu-
cho mejor, ampliando su poder desinfectante,
Fig 4. bactericida, viricida y fungicida.

NORMAS DE BIOSEGURIDAD

Se procedió a la limpieza de los restos óseos con


el uso de dupladim al 10%, un método rápido
y de muy baja toxicidad, fácil de aplicar y de
costo relativamente bajo en comparación con
otras técnicas. Además de proporcionar una
limpieza, el dupladim brinda una desinfección
y blanqueo en baja intensidad a las piezas.

Se realizó una inmersión en dupladim / agua en


una proporción de 1/10, por un lapso de 30 min
a 45 min. Posteriormente, se procedió a lim-
piarlos con el uso de guantes y a su enjuague
con agua. Las piezas fueron deshidratadas me-
diante la aplicación de alcohol por aspersión.

Por último, se procedió a la preservación de


las piezas tratadas mediante la inmersión en
hidróxido de calcio en una proporción de 1/4
por un lapso de 45 min a 1 hora, lo cual pro-
voca una deshidratación en la pieza evitando
la proliferación de microorganismos y evitar
su descomposición, además de proporcionarle
dureza al mismo. Fig 5.

152
La cripta de San Francisco de Asís

Finalmente, fue empleado como desinfectante


el paradiclorobenceno, un desinfectante gaseo-
so efectivo para matar hongos en ambientes y
superficies, así como para controlar la humedad
del ambiente. Además se procedió al colocado
de dos extractores para una mejor circulación
del aire del ambiente.

La naturaleza del sistema de ventilación/ex-


tracción juega un papel preponderante en el
momento de suministrar aire fresco en canti-
dad y calidades suficientes para mantener la
calidad del aire en el interior de la cripta, y por
otra parte modificar las condiciones termohi-
grométricas del aire exterior, el cual se intro-
duce al interior del ambiente para conseguir un
clima confortable y saludable.

REFERENCIAS

Azuma,R. (1997). A survey of Augmented rea-


lity. Presence: Teleoperator and Virtual Envi-
ronments, 6 (4), 355-385.

Castro i Jimenez, N. (2003) La momia de oro. El


retorno a la vida. Barcelona: Museum Egipci de
Barcelona., Fundación Arqueológica Clos.

Catalano, P., Rapinesi, I., Gerardi, G., Giuliani,


M. & Verginelli, F. (2003). Studio del microclima
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rossa. Materiali e Strutture,1 (2), 135-161.

Ceballos, L. (2008) Materiales y productos usa-


dos en museos. En: 1° Jornada del grupo de
conservación preventiva del GEIIC, reflexiones
sobre la Conservación Preventiva planificación
competencias y aplicaciones (en línea). Madrid:
Museo Nacional Centro de arte Reina Sofía, 14
de noviembre de 2008.

Manjarrés, J. de (1867). Nociones de Arqueolo-


gía Cristiana. Barcelona.

Marcon, P. (2009) Fuerzas Físicas. ICCROM


(edición en español), Canadian Conservation
Institute. Recuperado de: http:// www.cci-icc.
gc.ca/caringfor-prendresoindes/articles/10a-
gents/chap01-spa.pdf. Consulta: 7 de mayo de
2014.

153
Blanca Cecilia Chávez Gómez

REGISTRO DE BIENES MUEBLES ARQUEOLÓGICOS EN AREQUIPA:


MEMORIAS A TRAVÉS DEL TIEMPO
REGISTRY OF ARCHAEOLOGICAL MOVABLE ASSETS IN AREQUIPA:
MEMORIES THROUGH TIME

Blanca Cecilia Chávez Gómez


Arquitecta

RESUMEN
El presente artículo relata las labores de registro de bienes muebles en la Dirección Desconcentra-
da de Arequipa, con el fin de generar conciencia en la población sobre la importancia de contar con
un catálogo riguroso y detallado de cada uno de los bienes arqueológicos muebles hallados en la
región. En específico, este artículo narra los casos del Museo Provincial de Condesuyos, el Templo
de la Inmaculada Concepción de Arcata y el Templo de San Francisco de Asís de Huarhua, así como
también da lugar a un apartado dedicado a las normativas y proceso de registro de bienes muebles,
de acuerdo a las procedimientos del Ministerio de Cultura.

ABSTRACT
The following article deals with the works of registry of archaeological movable property in the region of
Arequipa, with the purpose of creating awareness of the importance of having a detailed and rigorous
catalog of every single archaeological asset. Specifically, this article deals with the tasks of registry in the
Local Museum of Condesuyos, the Temple of the Immaculate Conception in Arcata and the Temple of
Saint Francis of Assisi in Huarhua. Also, there is a special section of this article dedicated to the regula-
tions and processes of registry of movable cultural property, according to the Ministry of Culture.

Como encargada del Área de Registro de Bienes cuidado que merecen.


Muebles de Arequipa, puedo manifestar que a
lo largo de los cinco años que me designó esta En el Área de Registro de Bienes Muebles sen-
Dirección he visto con mucho interés lo inva- timos el compromiso de sensibilizar a la socie-
luable de nuestro patrimonio. El Área labora dad con el fin de cuidar su patrimonio, teniendo
directamente involucrada con su preservación, muy en cuenta el lema que nos moviliza día a
conservación y cuidado. Bienes —que son el le- día: “no se ama lo que no se conoce”. Para ello,
gado que nos dejaron nuestros antepasados—, compartimos a continuación tres experiencias
vestigios del momento, valiosos objetos plas- de conservación realizadas en el Departamento
mados con materiales disponibles en aquella de Arequipa y posteriormente nos referimos a
época, obras plasmadas que evocan los con- las normativas y proceso de registro de bienes
textos históricos de entonces, su quehacer del muebles en la Dirección Desconcentrada de
día a día, apreciado y a su vez desvalorizado e Cultura de Arequipa.
ignorado en nuestros tiempos.
I. EXPERIENCIAS
Bienes de infinito valor informativo, artístico,
histórico, cultural; bienes albergados por recin- a. Museo Provincial de Condesuyos
tos, tan fascinantes como los elementos en sí, En el Museo de Condesuyos, situado en la
de una arquitectura local mestiza, con mate- provincia arequipeña del mismo nombre,
riales y un sistema constructivo local, ideados en el distrito de Chuquibamba, fueron re-
para evangelizar en aquellos tiempos a la po- gistrados 415 bienes de tipo arqueológico.
blación indígena mediante la iconografía. La labor fue realizada en cuatro días en
compañía del antropólogo Cristiam García.
Quienes trabajamos directamente con el patri- La mayoría de estos bienes pertenecen a
monio, amamos y respetamos nuestro legado y la Cultura Chuquibamba, destacados ce-
denunciamos a aquellas personas inescrupulo- ramistas y tejedores. En la muestra inter-
sas que hurtan estos bienes o no les brindan el venida, es posible apreciar características

154
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa

de la iconografía local, como la estrella de ocho Del mismo modo, dentro de las actividades del
puntas. Destacan asimismo los mantos pluma- Área de Registros Muebles se encuentra la de
rios en su policromía, decoración y disposición sensibilizar a la población adulta y escolar en
de las plumas, pertenecientes a la cultura Naz- temas de patrimonio cultural, especialmente
ca; y gran cantidad de material lítico: piedras sobre aquel que se halla en su propia comuni-
planas con pintura rupestre, manifestaciones dad.
de figuras ondulantes, personajes en diferentes
posiciones, animales, y escenas de caza.

Uno de los bienes que destaca de toda la colec-


ción es una cabellera ceremonial, una peluca
con surquillo hecha a base de cabello humano,
entrelazado con hilos de algodón formando
una especie de vinchas de color blanco, y unida
a un textil en fibra de algodón de colores verde,
amarillo, rojo, de forma circular y en la parte
superior. A los costados, llevan trenzas que ter-
minan con adornos de plumas rojas y una placa
de cobre con orificios atada a hilos de fibra de
algodón.

Sensibilizando a los niños y a la juventud en el Museo de


Condesuyos

b. Templo de la Inmaculada Concepción de


Arcata
Se realizaron trabajos de conservación en
la provincia de Cayarani, donde se encuen-
tra el Templo de la Inmaculada Concep-
ción de Arcata. Dicha edificación fue cons-
truida a mediados del siglo XVIII, con un
frontis de anagramas dedicados a Jesús y
a la Virgen María, fechado en 1746. Fren-
te a ella se encuentra una laguna natural
cercada por cerros; hacia el lado izquierdo
se encuentra el antiguo cementerio y al
derecho el poblado de Arcata. Este recin-
to alberga en su interior bienes muebles
de gran valor histórico; de hecho, fueron
registrados 136 bienes histórico artísticos,
• Dimensiones: 335x180 mm entre los que destacan esculturas, mobilia-
• Cultura: Chuquibamba rio, indumentaria religiosa y orfebrería.
• Periodo: Intermedio Tardío (1000-1476 a.C.)
• Técnica: Entrelezado, atado. Los bienes se encontraban en mal estado

155
Blanca Cecilia Chávez Gómez

de conservación debido a la alta humedad y Una vez terminado el registro, fue revisado el
temperatura del ambiente. Esto creó un am- coro alto. Para ello, salimos del recinto y subi-
biente favorable para la proliferación de hon- mos a unas gradas laterales. Allí encontramos
gos, perjudicial tanto para las personas como partes de brazos y piernas, que fueron resguar-
para los bienes. dadas y que servirán para una posible restau-
ración futura. Entre ellas encontramos una
Primero, desvestimos a las esculturas de su in- tabla —parte de la estructura de madera del
dumentaria religiosa, apreciando la belleza de Retablo mayor, específicamente del Sagrario—
su creación, una técnica escultórica con em- consistente en un documento histórico pegado
pleo del maguey, que fue adoptado sistemáti- a superficie, escrito y firmado por Monseñor
camente en la zona ante la escasez de madera. Manuel Segundo Ballón Manrique, quien fue
Fue utilizado como soporte el tallo leñoso de Obispo de Arequipa, nacido en el distrito de Ti-
las plantas cactáceas y a ellas se les adhería abaya el 31 de mayo de 1854 y fallecido en la
el yeso modelado, dando forma a la escultura. ciudad de Lima, el 27 de agosto de 1923, a los
Posteriormente, eran aplicadas las capas de tela 69 años.
encolada y estuco necesarias para dar forma a
la escultura, y sobre la capa final de estuco se El documento fue escrito el 7 de agosto de 1905,
ejecuta la policromía y el acabado final. dirigido a la Capilla de Arcata. Posee más de
100 años de antigüedad.
Una de las que llamó la atención fue la escul-
tura de Cristo Crucificado, de bulto tallado en Este bien corre el riesgo de deteriorarse aún
madera y con estuco de yeso. más. Por este motivo, fue retirado del coro y
posteriormente cubierto con papel seda blanco,
protegiéndolo así de los agentes climáticos. Asi-
mismo, se recomendó que, para su interven-
ción específica, deberá contar con mano de obra
calificada, especialista en restauración de papel.
nida, es posible apreciar características

Muchos de los bienes carecen de extremida-


des y craqueladuras en su base de policromía
y pérdida del encolado en tela. Las patologías
que presentan son muy variadas y cada una de
ellas requiere de una intervención distinta.

156
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa

c. Templo de San Francisco de Asís de


Huarhua
Del mismo modo, procedimos a registrar la
pintura mural, el retablo mayor y los bie-
nes muebles del templo de San Francisco
de Asís de Huarhua, anexo y distrito de
Pampamarca, departamento de Arequipa.
El poblado de Huarhua tuvo gran relevan-
cia en las épocas prehispánica, virreinal y
republicana, puesto que era un centro de
abastecimiento de sal. Venían desde Aya-
cucho, Cusco y Apurímac a realizar true-
ques por ella. Hasta el día de hoy, los pue-
blerinos se dedican a esa actividad.

Durante la colonización española, el pro-


ceso de evangelización de los naturales se
realizó mediante el adoctrinamiento. Por
orden del Rey, todos los encomenderos
debían tener un clérigo o persona capaz
de enseñar la religión cristiana a los in-
dígenas, al cual se le abonaban los corres- por toda la provincia, llegando, incluso, a los
pondientes estipendios. Distintas órdenes confines de Huarhua. Una manifestación evan-
religiosas llegaron a conquistar almas al gelizadora consiste en la pintura mural, encon-
Nuevo Mundo. Los encargados de la pri- trándose en la totalidad de los muros portantes.
mera evangelización fueron los domini- Un ejemplo se encuentra al interior del muro
cos y los franciscanos, quienes iniciaron testero: un retablo fingido, cubierto por el reta-
formalmente su trabajo con los indígenas blo mayor de estilo Barroco, de madera revesti-
a partir de su establecimiento en el Perú da con pan de oro.
(1530), esparciéndose rápidamente por los
distintos rincones de nuestra geografía. Es El interior de los templos doctrineros estaba
así que la Orden Franciscana se expandió casi siempre dotado de gran riqueza, con re-
tablos y altares en madera tallada, gran abun-
dancia de esculturas y lienzos. La pintura en
los templos se utilizaba de acuerdo a su impor-
tancia simbólica. Por ejemplo, casi siempre hay
pinturas en el presbiterio, lugar privilegiado en
donde se disponían las imágenes más impor-
tantes del programa iconográfico o principales
santos de la orden que controla la doctrina. En
la zona del presbiterio se visualizan en cada
lado las imágenes de los cuatro doctores de la
Iglesia, dos a cada lado: San Ambrosio de Milán,
San Agustín de Hipona, San Jerónimo de Estri-
don y San Gregorio Magno.

Es usual que la pintura mural fuera empleada


en las iglesias para imitar elementos arquitec-
tónicos que no podían construirse. La pintura
mural provoca así una doble ilusión en función
de dos posibilidades de representación: la imita-
ción material de lo arquitectónico y la realidad
propiamente pictórica. Asimismo, es frecuente
la aparición de retablos fingidos, muchos de los
cuales aún siguen ocultos hasta el día de hoy

157
Blanca Cecilia Chávez Gómez

bajo otros realizados en madera, como es el OBRAS DE TEODORO NÚÑEZ URETA


caso del Templo de Huarhua.

El Templo de Huarhua presenta una planta


muy sencilla, con una única nave cubierta con
armadura de par y nudillo. Elevado sobre gra-
das, se emplaza su presbiterio, existiendo un
arco toral para separar este espacio del resto de
la nave.

En la parte posterior de este retablo de made-


ra existe la policromía de una pintura mural,
la cual recrea el altar original de los inicios de
la creación del templo. Allí es posible apreciar
escenas de la vida de Cristo. Cuenta con un
90% de integridad de la pintura, ayudada por
"Mancillar así el honor..."
el retablo de madera que de alguna manera lo
protege. Sin embargo, el soporte, el muro tes- • Miranda Pinto
tero, presenta un desplome vertical a causa de • Acuarela sobre papel 40 x 49 cm
grietas en las esquinas. El muro “cedió” hacia el
exterior.

La pintura mural existente en este templo pre-


senta un interesante programa iconográfico
aún por descubrir. Vestigio también de ello es
el resto de la nave, donde se encuentran un lis-
telo negro que bordea todo el contorno, con ja-
rrones y flores de color rojo y escenas de Cristo
flagelado. Sin embargo, todo ello ya no es posi-
ble de percibir, debido al mal estado de conser-
vación de la cubierta provocado por los factores
atmosféricos, la inclemencia de las lluvias, la
desidia de las autoridades y el ataque de xiló-
fagos en los listones de madera de la cubierta.

II. REGISTRO DE BIENES MUEBLES


"Don Quijote Arequipeño"
NORMATIVA y PROCESO DE TRAMITACIÓN
• Acuarela, lápiz y tinta sobre papel 58 x 27
ANTECEDENTES cm
El Área de Registro de Bienes Muebles de Are-
quipa ha inventariado 2530 bienes, colecciones
de personería jurídica (templos, museos), perso-
nería natural y los bienes de la Dirección Des-
concentrada de Cultura de Arequipa.

Entre las colecciones están las del artista plás-


tico Teodoro Núñez Ureta, con 444 obras in-
ventariadas; los templos el Centro Histórico de
Arequipa, como el Templo de Santo Domingo,
Santa Marta, San Agustín y los de los distritos
de Yanahuara, Carmen Alto, Paucarpata, etcé-
"Emigrantes de la guerra"
tera, y los bienes muebles de tipo arqueológico
de los almacenes de la DDC-Arequipa. • Acuarela sobre cartulina 30 x 45 cm

158
Registro de bienes muebles arqueológicos en Arequipa

Dicho Registro se puede realizar en el Ministe-


rio de Cultura de oficio o a solicitud del usuario.
Según el Tupa institucional, el trámite es total-
mente gratuito, bajo los siguientes requisitos:

1. Formulario FP07DGM, Inscripción en el


Registro de Bienes Muebles, integrante del
Patrimonio Cultural de la Nación.

2. Relación de Bienes Culturales a registrar,


detallando procedencia y/o modo de ad-
quisición.
Registro de bienes muebles, trabajo de campo
3. Archivo fotográfico digital en formato JPG,
de 2MB, como mínimo, empleando un fon- Una vez ingresados los datos consignados de un
do neutro, de preferencia de color blanco, bien mueble, la Sede Central del Ministerio de
negro y gris. Cultura, asigna un número de Registro Nacio-
nal. Así, este queda amparado y protegido por
4. En caso que el propietario sea una perso- la Ley N.° 28296, la Ley General del Patrimonio
nería jurídica, se deberá adjuntar el poder Cultural de la Nación, con todos sus alcances y
vigente de su representante legal, emitida limitaciones a los poseedores de dichos bienes.
por la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos. Ahora bien, una vez ingresado, el poseedor
tiene las siguientes obligaciones de acuerdo al
Habiendo presentado tales requisitos, se pro- artículo 7 de la Ley N.° 28296, Ley General del
cede posteriormente al registro. El Área de Patrimonio Cultural de la Nación, “Propiedad
Registro de Bienes Muebles es la encargada de los bienes muebles”:
de procesar tal información, contando con un
Área de Gabinete. Ellos ingresan los datos al SI- 7.1. El bien mueble integrante del Patrimonio
NAR (Sistema Nacional de Registro de Bienes Cultural de la Nación de propiedad privada
Culturales Muebles). Cada bien cuenta con una conserva su condición de particular.
Ficha de Registro específica para cada uno de
los tipos, tales como bienes etnográficos, indus- 7.2. El propietario está obligado a registrarlo,
triales, arqueológicos e histórico-artísticos. protegerlo y conservarlo adecuadamente,
evitando su abandono, depredación, dete-
Como tal, la ficha de campo, se consignan: rioro y/o debiendo poner en conocimiento
del organismo competente estos casos.
• Datos de identificación (Material, cultura/
estilo, tipo de bien, periodo). 7.3. Toda acción orientada a la restauración o
conservación del bien debe ser puesta en
• Datos técnicos (Técnica de manufactura, conocimiento del organismo competente.
descripción, técnica de decoración, dimen-
siones, estado de conservación, estado de 7.4. El incumplimiento de las obligaciones se-
integridad). ñaladas en los incisos 7.2 y 7.3 por actitud
negligente y dolosa, acarrea responsabi-
• Datos de origen (sitio arqueológico, datos lidad administrativa, civil y penal, según
de campo). corresponda.

• Datos del propietario Asimismo, los propietarios poseedores de bie-


nes integrantes del Patrimonio tienen incenti-
• Datos de ubicación actual vos tributarios, al amparo del Artículo 46 de la
misma ley (Impuestos Municipales), el cual in-
• Datos de catalogación dica que las personas naturales y jurídicas que
sean propietarias de bienes culturales muebles
o inmuebles gozan de los siguientes beneficios:

159
Blanca Cecilia Chávez Gómez

1. No están gravados por el impuesto pre-


dial los predios declarados monumentos
integrantes del Patrimonio Cultural de la
Nación, por el Ministerio de Cultura, de
conformidad con lo dispuesto en el segun-
do párrafo del inciso I) artículo 17 de la Ley
de Tributación Municipal aprobado por el
Decreto legislativo Nº 776 y normas mo-
dificatorias.

2. No están gravadas con el impuesto de al-


cabala las transferencias a título gratuito u
oneroso de bienes inmuebles integrantes
del Patrimonio Cultural de la Nación que
efectúe el Gobierno Central, Regional y las
Municipalidades, de conformidad con la
presente ley, a favor del Ministerio de Cul-
tura, la Biblioteca Nacional y el Archivo
General de la Nación.

Por todo lo expuesto, el Área de Registro de Bie-


nes Muebles mantiene un compromiso doble e
inacabable con el registro de bienes de toda la
región Arequipa. Al inventariar todo nuestro
patrimonio no solo estamos protegiéndolo, sino
también permitimos concentrar toda nues-
tra atención y nuestros cuidados en cada bien
como objeto único. El segundo compromiso es
el de dar a conocer a la comunidad entera la sig-
nificancia de cada uno de los bienes que regis-
tramos. Estos forman —ineludiblemente— par-
te de la identidad del lugar donde residen y de
su identidad como habitantes: aunque muchos
de ellos no lo perciban como tal, es deber nues-
tro fomentarles el interés en el patrimonio.

REFERENCIAS

Constitución Política del Perú § 29 de diciembre


de1993.

Ley 28296 - Ley General de Patrimonio Cultu-


ral de la Nación. Perú §- 21 de Julio de 2004.

Manual de Registro de Bienes Muebles. Minis-


terio de Cultura § 2009.

160
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos

TRABAJOS DE CONSERVACION EN LA PROVINCIA DE CASTILLA Y


CONDESUYOS AREQUIPA
CONSERVATION WORKS AT THE PROVINCE OF CASTILLA AND CONDESUYOS, AREQUIPA

Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez

RESUMEN
El Proyecto de Puesta en Valor del Sitio Arqueológico de Maucallacta, de la provincia de Castilla,
departamento de Arequipa, se suscribe en el macro del Proyecto Arqueológico Condesuyos, (Con-
venio de Cooperación Técnica Científica de 1996), mediante Resolución Nº 3631-R-96.

Desde el 2005 hasta 2012, se ha trabajado en el proyecto del Sitio Arqueológico de Maucallacta
obteniéndose resultados muy significativos, que nos ha permitido la recuperación del complejo
arqueológico de Maucallacta, a través de la intervención de importantes sectores; posibilitando a
su vez entender e interpretar la complicada organización espacial y funcional del sitio.

ABSTRACT
The Project of Revalotization of the Archaeological Site of Maukallacta, in the province of Castilla, De-
partment of Arequipa, is under Condesuyos Archaeological Project (Scientific – Technic Cooperation
Agreement), under Resolution No. Nº 3631-R-96. From 2005 until 2012, there has been archaeological
Works at Maucallata Site, from which very significant results were obtained. These results allow us to
recover the archaeological complex of Maucallacta through the intervention of very important sectors.
This provides us information to understand and interpretate the complicated functional and spacial or-
ganization of this site.

El Proyecto de Puesta en Valor del Sitio Ar- libres como las plataformas, plazas y unidades
queológico de Maukallacta, de la provincia de (Foto 1).
Castilla, departamento de Arequipa, se sus-
cribe en el macro del Proyecto Arqueológico Las áreas intervenidas son las que a continua-
Condesuyos, (Convenio de Cooperación Técni- ción se detallan: La Cámara o Chullpa N° 4, la
ca Científica de 1996), mediante Resolución Nº Antecámara o vestíbulo, el edificio A y B de la
3631-R-96. plaza N° 5, el edificio y banqueta del edificio A
de la plaza N° 3, el muro frontal y vértice del
Desde el 2005 hasta 2012, se ha trabajado en edificio A de la plaza N° 7, el vértice del edifi-
el proyecto del Sitio Arqueológico de Mauca- cio B de la plaza N° 7, los tramos 1 y 2 de las
llacta obteniéndose resultados muy significa- graderías de las plazas N° 7 y 8, el conjunto de
tivos, que nos ha permitido la recuperación del las colcas, la estructura del Ushnu, el muro de
complejo arqueológico de Maucallacta, a través contención de la plataforma N° 2, las graderías
de la intervención de importantes sectores; po- ubicas en el muro de contención plataforma N°
sibilitando a su vez entender e interpretar la 1 y 2, corredor de la plaza N° 3 y los trabajos de
complicada organización espacial y funcional limpieza de la plaza (Foto 2).
del sitio.

En el proceso de conservación se han realizado


tres tipos de trabajos: liberación, consolidación
y reintegración de piezas de piedra colapsadas;
aplicando el criterio de la mínima intervención.
Se ha consolidado hasta el momento algunos
sectores que están ubicados en la zona de eli-
te, que constituyen entre el 8 al 10 por ciento
del Complejo Arqueológico de Maucallacta; al
margen de los trabajos de limpieza de las áreas Fig 1. Sitio arqueologico de Maucallacta

161
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez

Fig 2. Sectores intervenidos

CÁMARA/CHULLPA N°4
Fig 4. Acceso arquitrabado a la cámara
El mausoleo se encuentra ubicado al nor-es-
te de la plataforma, denominado al principio
ESTADO DE CONSERVACIÓN
como chullpa N°4. Dicha estructura se encuen-
tra dentro del complejo arquitectónico, presen-
La estructura del mausoleo se encuentra dis-
ta dos secciones una antecámara (espacio abier-
turbada dentro y afuera de la tumba, en el inte-
to) y una cámara techada por grandes dinteles
rior se observaron piedras colapsadas desde la
(Foto 3).
cobertura. La mampostería está constituida por
grandes piedras y presenta rasgos de una capa
La cámara presenta un vano arquitrabado pe-
fina de hollín, la presencia de hollín al interior
queño de 0.65 m de altura por 0.55 m de ancho,
de la cámara posiblemente tenga relación con
constituido por una jamba de dos piezas por
la presencia de los saqueadores. En el elemento
lado semi labradas y un dintel de una laja de
superior las piedras tienen la apariencia de una
piedra, con corte rustico de 0.75 m de longitud
falsa bóveda (Foto 5).
y espesor de 0.18 m semi labrada, a la que se
accede a través del patio. (Foto 4). El nivel de la superficie se encuentra totalmen-
te disturbado, muy removido por efecto de los
La cámara al interior tiene 5.25 m de longitud saqueos. Presenta en sus intersticios argama-
y 2.75 m de ancho y de 2.10 m de altura. La co- sa de arcilla, la cobertura se compone de lajas
bertura está conformada por grandes lajas de grandes con corte rustico y sobre ellos se recu-
piedra, que cubren el nivel superior de la cá- bre con una capa gruesa de arcilla. El saqueo ha
mara, estas fueron movidas por huaqueros. De afectado la parte superior de algunas vigas del
las tres lajas, una por acción del saqueo colapso techo, fracturándose dos de ellas, a su vez han
y se cayó al interior de la cámara, la cual sin provocado la desestabilización de la estructura
embargo se encuentra en buenas condiciones de la cámara.
debido a sus dimensiones y al peso que posee.
Al exterior los muros están en regular estado
de conservación, el muro frontal tiene 0.75
m. El muro oeste presenta 2.56 m de altura, el
cual nos permite inferir la altura real de esta
estructura. En el lado este se halló un muro de
0.60m de altura y 0.45m de ancho que estaba
adosado al muro de la estructura. Todo indica
que sería un elemento tipo banqueta, adosado
a ambos lados que forman el espacio de la ante-
sala. El aparejo de la mayoría de las estructuras
es uniforme. Se usaron como elemento cons-
Fig 3. Vista de la estructura de la cámara tructivo piedras semi canteadas y mortero de

162
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos

arcilla, mezclada con hematina y limonita. Las d. Otro factor de vital importancia es la pér-
esquinas están frecuentemente consolidadas dida de la verticalidad original del muro
con bloques de mayor tamaño. En las bases se y el ángulo de inclinación con respecto al
usan piedras grandes y en los niveles superio- plano tangencial (H-V) es de -26°50".
res piedras de menor tamaño. La cámara está
techada por lajas las cuales descansan en tres e. El empuje de grandes y robustas raíces que
ménsulas (Foto 6). se desarrollaron al interior del muro, resul-
tando en el desplazamiento y remoción de
algunas piezas del muro. Las mismas raí-
ces provocaron también el desplazamien-
to de la argamasa y mortero, provocando
la filtración de lluvias y por ende fuertes
cambios térmicos al interior del muro. Tal
es así, que durante la noche el agua filtrada
puede convertirse en una gruesa capa de
hielo a temperaturas que descienden de -8
a -15º C. Y en contraste, durante el día el
sol produce un fenómeno de contracción
térmica sobre las piedras provocando rotu-
ras, fisura y/o agrietamiento de las piezas.

Fig 5. Vigas faltantes de la cobertura TRABAJOS PRELIMINARES

Se ha realizado un sistema de apeo que per-


mita sostener toda la estructura dañada de la
cobertura evitando el colapso de la misma. El
apuntalamiento está diseñado en dos direccio-
nes tanto horizontal como vertical con sus res-
pectivas trabas, estos elementos son cuartones
de 4 x 5 pulgadas. En el plano horizontal están
dispuestas a cada 0.25 m y en el vertical a cada
0.50 m. A éstos se les ha acoplado una base
plana con el objetivo de no alterar la superficie
de apoyo de la cámara. Seguidamente, se intro-
dujo todo el material de apuntalamiento por la
sección superficial aprovechando una abertura
Fig 6. Cobertura se soporta por ménsulas dejada por los saqueadores, para luego ser ar-
mado y colocado de acuerdo a las especificacio-
ANÁLISIS PATOLÓGICO nes técnicas señaladas en el plano y la memo-
ria descriptiva. Se ha instalado el soporte con
Se ha identificado a través de un análisis y diag- el propósito de reintegrar las vigas sustraídas
nóstico in situ, los diferentes agentes y se ha y colocarlas en su posición original. Antes de
identificado los siguientes factores: clausurar la abertura se ha realizado la tarea de
codificar cada pieza que conforma la cobertura.
a. La disgregación de piezas.
Asimismo, se ha podido identificar claramente
b. La pérdida de elementos constituyentes, la presencia de raíces y hasta donde se expan-
como resultado del colapso de muchas de dían éstas, con la finalidad de definir la sección
ellas y la manipulación antrópica. alcanzada por las mismas. Se han utilizado
métodos modernos, que nos permitan actuar
c. La disgregación y perdida del mortero de rápidamente en el proceso de evaluación, pre-
junta y de la argamasa de apoyo, debido a via a la intervención. Para ello se han utilizado
factores tanto endónenos y exógenos, pro- diagramas digitales en escala 1/10 en Auto Cad,
ducto de los constantes cambios climáticos Archicad y Revit, estos programas ayudaron
propios de la zona. a obtener imágenes fotográficas digitales para

163
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez

encontrar la ubicación exacta de las unidades A través de esta intervención se ha consolida-


y de las condiciones que presentan los muros do el muro, logrando estabilizar la estructura
existentes. del mismo, devolviendo el plomo inicial y res-
petando los planos verticales adyacentes de la
Finalmente se ha determinado el porcentaje de estructura integral. Así mismo, se ha logrado
las piezas colapsadas (67% de unidades colapsa- descombrar y desbrozar toda el área inmediata.
das). Gracias a la codificación se ha desmontado
solo la cara exterior del muro, de la cara interior Segunda Etapa. se procedió a consolidar la co-
de la antesala no fue necesaria la remoción de bertura de la cámara, con la siguiente metodo-
ninguna pieza, ya que presenta daños en el sis- logía.
tema constructivo. Se ha logrado liberar en el
paramento las grandes y gruesas raíces, con la 1. Se ha procedido a liberar la carga de la co-
finalidad de recuperar el espacio original para bertura, que fue colocada años anteriores
proceder con la reintegración de las piezas. con la finalidad de proteger la estructura
y el ambiente interior de la misma. Al li-
TÉCNICAS Y PROCESOS DE INTERVENCIÓN berar se ha hallado dos lajas fracturadas y
una laja faltante, por donde ingresaron los
Primera Etapa. Una vez liberado el muro, se huaqueros al interior de la cámara.
prepara el mortero utilizando el mismo mate-
rial del muro colapsado, el cual se pasa por un 2. Una vez determinada la zona afectada y
tamiz de ¼ de pulgada, mezclado con gravilla. A las lajas dañadas, se ha analizado el estado
esta mezcla se añade tierra blanca para lograr de conservación y la posibilidad de reutili-
la diferenciación cromática deseada. El secado zarlas (Foto 7).
de este mortero se realiza gradualmente y no
de forma abrupta ya que puede traer inconve- El resultado del análisis ha permitido determi-
nientes. Debemos por consiguiente evaluar en nar las medidas de cada laja y se ha determina-
corto plazo los resultados, a través de un moni- do la longitud de rotura de cada pieza, ello es
toreo se observara los efectos de la capacidad importante para el cálculo de la sección conser-
portante del mortero utilizado. vada. La sección conservada nos permite ejecu-
tar una simple comparación entre las longitu-
A medida que se incorpora la argamasa se re- des, para determinar la longitud libre de apoyo.
integran las piezas en su lugar. Para estabilizar La primera laja tiene 0.50 m, la cual se reparte
el elemento se usan las llamadas cuñas que van equitativamente en 0.25 m por lado. Esta di-
en posición horizontal y vertical. Se emplean mensión es aconsejable por la magnitud de la
piezas más pequeñas llamadas “pachias” y lue- laja. Sin embargo, la tercera laja no alcanza las
go se rellenan los vacíos existentes con el nue- dimensiones requeridas. En ambas zonas se ha
vo mortero. La altura máxima a establecer obe- determinado reforzar las ménsulas, permitien-
decerá estrictamente a los diagramas de ajustes do un adosamiento adecuado.
isométricos.
Una vez liberada toda la superficie se ha obser-
Debemos por consiguiente observar los resul- vado lajas colocadas no simétricamente, esta
tados a corto plazo, de los efectos de la capaci- situación fue interesante porque permitió ubi-
dad portante del mortero utilizado y la pérdida car correctamente cada pieza. De acuerdo a la
de agua en la argamasa. luz libre entre las dos ménsulas, se calcula un
peso aproximado de 750 a 800 kg por pieza de
Habiendo consolidado el muro, el siguiente
piedra.
proceso es la reconstrucción de la parte faltante
del muro, es decir; toda aquella parte colapsada, 1
El índice de evaporación del agua es más fuerte en los
usando el material apilado y el procedimiento niveles de sierra sobre los 3,800 msnm, a diferencia que
anterior. La altura promedio de este segmento en la costa, La irradiación solar es más incidente en la sie-
de forma triangular es de 1.95 m de altura por rra donde la humedad es baja, y en sentido opuesto en
1.20 m de base y la hipotenusa de 2.70 m. Sin la costa la irradiación solar es de menor intensidad pero
con 80 a 90 por ciento de humedad. La humedad relativa
embargo, debido al poco tiempo disponible en
es un factor muy importante que nos permite consolidar
los trabajos de campo no se continuó con ésta mejor y en menor tiempo, sin que la argamasa pierda su
fase. índice de humedad. De esta manera se obtienen mejores

164
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos

resultados, los que serán evaluados a través de un mo- mara se ha reintegrando previa consolidación
nitoreo. Hay que agregar que, el índice dependerá de la de la cámara y el segmento inferior donde se
calidad de la arcilla, cuanto más pobre sea el material se
vuelve más secante y por ende necesita más agua (Pres-
ubica el vano arquitrabado se encuentra en
bítero 2008). perfectas condiciones, no presenta daño en su
estructura, conserva sus elementos estructura-
les, la cuales han ayudado a mantener en buen
3. Una vez colocadas las piezas en su lugar,
estado de conservación el muro frontal. A nivel
se procedió a sellar la superficie con mor-
de la cobertura se observa el colapso de algu-
tero como sobrecarga en toda la superficie
nas piezas, las cuales han sido reintegradas por
con declive, la cual evitara la acumulación
anastilosis.
de agua en la superficie. En el muro pos-
terior se ha adecuado una gárgola con ca-
EL MURO DE LA ANTE-CÁMARA
racterísticas antiguas la cual permitiera el
desfogue del agua en épocas de lluvia en la El muro tiene 4.88 m de longitud y 3.90 m. de
región. La altura de la reconstrucción del ancho. El muro frontal presenta una mampos-
muro corresponde directamente a la altura tería de piedras semi canteadas asentadas con
de la cámara, se ha reintegrando las piezas mortero de barro. Los muros están en buenas
colapsadas a una altura promedio según condiciones y el muro frontal presenta una al-
las alturas existentes. (Foto 8). tura promedio de 1.10 m. El muro posterior pre-
senta 3.00 m en la parte más baja y asciende a
3.98 m, el muro norte presenta una altura de
2.94 m y el muro sur 2.83 m. El ancho de los
muros oscilan entre 0.45 a 0.48 m. El acceso
del muro frontal tiene 0.89 m de ancho y está
constituido por unidades de tamaño regular,
con traba adecuada.

PROCESO DE INTERVENCIÓN

En el muro frontal se han realizado los trabajos


de consolidación, el acceso presenta un ancho
de 0.80 m y 1.70 m de alto. Primero se ubicaron
las piezas colapsadas dentro y fuera del recinto.
Fig 7. Reubicando las vigas de cobertura
Por el tamaño de las piezas se ha determinado
su ubicación. No se ha hallado la viga original
superior, por lo tanto solo se ha insinuado la po-
sible ubicación de esta viga. (Foto 9).

El muro medio está adosado a los muros late-


rales, el mismo que presenta 1.68 m de altura
y 0.46 m. de ancho. La abertura del vano está
alineada al acceso principal, el muro mostrado
se encuentra en buen estado de conservación
por estar cubierto por el desmonte, se observa
una hornacina pequeña de 0.15m por 0.10 m.
Se han realizado trabajos de reintegración de
mortero de juntas y algunas piezas colapsadas
Fig 8. Consolidando la cobertura (Foto 10).

El muro lateral orientado al sur está bien con- ALGUNAS PRECISIONES


servado, el porcentaje parcial de colapso es del
8% y este nos permitió obtener la altura prome- Entorno a este contexto no existe ninguna laja
dio. En el muro norte de similar condición se que pueda ser utilizada como viga superior o
reintegró algunas filas permitiendo consolidar dintel. Se ha revisado el material colapsado de
la estructura integral. El muro frontal de la cá- otras estructuras vecinas y no se ubicó ningu-

165
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez

na viga. Al parecer después del terremoto de de los terremotos quedo muy destruido.
1958 y de 1960 los pobladores del distrito de
Pampacolca trasladaron algunas piedras del si- Entonces se puede confirmar que en la des-
tio arqueológico para la reconstrucción de sus trucción del pueblo de Maucallacta contribu-
hogares. Este hecho coincide con la promul- yó la propia población de Pampacolca, quienes
gación de una ordenanza municipal en dicho utilizaron el sitio como una gran cantera, para
distrito para la reconstrucción del poblado. Es reparar sus casas o construir nuevas. En estos
interesante la versión oral de los pobladores últimos años se han identificado muchas de las
que mencionan que antes de 1950, el sitio ar- piezas alrededor de la Iglesia Matriz de Pampa-
queológico conservaba gran parte sus muros colca, en las plazas, en veredas, en los pórticos,
altos y que la gente que vivía en Pampacolca o en patios internos y en otros espacios.
San Antonio visitaba el sitio, pero que después

2
PRESBITERO RODRIGUEZ, GONZALO, informe temporada 2006. Se ha contabilizado más de un centenar de blo-
ques que están fuera del área de colapso, esto nos induce a pensar que gran parte de la destrucción de la kallanka,
obedece a factores antrópicos y no naturales. Debido al enorme peso de las mismas, seguramente no fue posible tras-
ladarlos a lomo de mula y fueron dejados en la plaza. En el análisis preliminar se observa que en la cara exterior del
muro frontal han sustraído algunos bloques de piedra con herramientas de mano (pico, barreta y pala), perjudicando
la estructura del edificio.

Fig 9. Vista frontal de la cámara después de la Fig 10. Vista muro posterior de la cámara después de la
intervención intervención

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS DE LA
CÁMARA

Descripción Longitud (m) Ancho (m) Espesor (m) Rotura (m)


1era Laja 2.60 0.369 0.185 0.75 / Sección Sup.
2da Laja 2.98 0.297 0.452 0.48 / Sección Inf.
3era Laja 2.62 0.327 0.382 1.30 Sección Central
Fuente: Propia

y provocando el colapso del paramento interior. Según pobladores del lugar, el sitio fue usado como cantera para
construir algunas viviendas del pueblo más cercano.

166
Trabajos de conservación en la provincia de Castilla y Condesuyos

Longitud Longitud Espacio de


Descripción Longitud (m) Rotura (m) Conservada Cobertura + apoyo con la
(m) mensulas (m) cobertura (m)
1era Laja 2.60 0.75 1.85 1.35 0.50 (*0.25)
2da Laja 2.98 0.48 2.50 1.35 1.15 (*0.57)
3era Laja 2.62 1.30 1.32 1.35 - 0.03
Fuente: Propia

PLATAFORMA CEREMONIAL USHNU DE La otra sección del lado derecho presenta una
MAUCALLACTA mampostería de tipo almohadillado pero dife-
rente a la anterior donde las piezas están ubica-
Es una estructura de planta rectangular de 8.32 das en posición vertical, notándose claramente
m de longitud por 4.60 m de ancho. Esta uni- ambos tipos de muros.
dad fue trabajada desde 1998 hasta 2007. La
estructura está compuesta por una plataforma ANÁLISIS PATOLÓGICO
alargada central cuyos bordes están bastan-
te colapsados. Su ancho es de 2.70 m por una La estructura fue excavada en temporadas an-
longitud de 4.10 m. Presenta en su fachada tres teriores , la estructura fue parcialmente recu-
escalinatas por donde se accede a la plataforma bierta por vegetación y basura. Nuestro primer
por medio de tres peldaños cuyos pasos varían objetivo fue el de retirar todo material extraño
entre 0.38, 0.40 y 0.52 m y sus contrapasos de la estructura y el segundo fue, excavar in-
mantienen un promedio de 0.26 m. La estruc- ternamente para retirar el relleno que se en-
tura se encuentra rodeada por muros bajos de contraba cubriendo la estructura rectangular
piedra trabajada y concertada a una altura de de la plataforma. A raíz de esta tarea hallamos
0.60 m en el lado lateral izquierdo y 0.48 m en un murete que rodea la superficie interna de la
el lado lateral derecho. Los muros tanto latera- plataforma del ushnu compuesta por una sola
les como el posterior no existen y debido a esto hilada de piedras de tamaño regular que rodea
se plantea que el proceso constructivo de esta el espacio de la plataforma. Es posible que se
estructura no fue concluido. En la sección del trate de un murete que tuvo una altura no ma-
muro posterior a la plataforma y al ushnu se yor de 0.90 m. En los muros laterales hemos re-
adosaba un volumen de graderías en perfectas integrado las piezas que colapsaron, las cuales
condiciones de conservación (Foto 11). fueron asentadas con mortero. La función de
estos dos espacios laterales, dentro de la unidad
del ushnu, que se encuentran adosados a la pla-
taforma, no ha sido determinada.

Fig 11. Vista frontal del ushnu de Maucallacta


En esta estructura los muros tienen 0.58 m de
ancho. La sección a la izquierda presenta una
mampostería de tipo almohadillado con las pie-
zas trabajadas asentados con argamasa de ba- Fig 12. Muros consolidados del ushnu, vista lateral
rro y la distribución de hilada es homogénea. este.

167
Mg. Gonzalo Presbítero Rodríguez

REFERENCIAS
3
Gonzalo Presbítero, Maciej Sobczyk y Janusz Z. Wo-
loszyn, En: Andes Vol. I N°3 Boletín de la Misión Ar-
queológica Andina – Universidad de Varsovia. Pág. 185 Perez, I. (2012) Patrimonio Cultural del Perú:
Monumentos arqueológicos de Santiago de
Chuco, La Libertad. Lima: CONCYTEC.

Protzen, J.P. (2005) Arquitectura y construc-


ción Inca en Ollantaytambo. Lima: Fondo Edi-
torial PUCP.

Muñoz, E. (1984a) Trabajo de restauración en el


Norte Grande de Chile. Atacama.

Muñoz, E. (1984b) Restauración del Pucara


de Quitor. Estudios atacameños N° 7, 191-197.
Atacama: Universidad Católica del Norte, San
Pedro de Atacama.

Muñoz, E. (1987) Ruinas de Tulor, conservación


y restauración. Hombre y Desierto 1, 37-52.
Fig 13. Muros consolidados del ushnu vista frontal al Antofagasta: Universidad de Antofagasta, Ins-
norte. tituto de Investigaciones Antropológicas.
ALGUNAS PRECISIONES Presbítero, G., Sobczyk, M. & Woloszyn, J.
(2000-2001) Plataforma ceremonial con Ushnu
Se ha logrado obtener un mortero nuevo con del sitio Maucallacta. Andes – Boletín de la Mi-
las características tradicionales que nos ha sión Arqueológica Andina 3 (1), 185-199. Varso-
permitido consolidar y recuperar diferentes via: Universidad de Varsovia.
edificios. Los resultados han sido evaluados y
monitoreados durante las diferentes jornadas Presbítero, G. (2005) Trabajos de Puesta en va-
y ha permitido diferenciar claramente nuestra lor de la Plataforma Ceremonial (ushnu) del
intervención. Durante las diferentes jorna- sitio arqueológico de Acchaymarca. Andes –
das de consolidación, el sitio arqueológico se Boletín de la Misión Arqueológica Andina 6 (3),
ha convertido en un taller de conservación y 337-346. Varsovia: Universidad de Varsovia
restauración experimental para el personal que
labora en el proyecto, los cuales en su mayoría Ziółkowski, M.,Sobczyk, M. & Presbítero, G.
pertenecen a las comunidades andinas de San (2005) Sitio Arqueológico Pucara Sinulica: Estu-
Antonio y Rio Blanco. En los trabajos de campo dios Preliminares. Andes – Boletín de la Misión
desarrollados en Maucallacta se ha realizado Arqueológica Andina 6 (3), 277-299. Varsovia:
una detallada documentación, análisis y diag- Universidad de Varsovia.
nósticos para determinar los procesos de dete-
rioro que permitan dirigir una adecuada estra-
tegia de conservación y restauración del sitio.
(Foto 12 y 13).

Hemos puesto énfasis también del empleo de


una rigurosa y detallada codificación y registro
de cada unidad intervenida, que nos ha permi-
tido generar planos de las unidades arquitec-
tónicas trabajadas. Así mismo, se acompañan
estos registros de con modelamientos tridi-
mensionales de las estructuras. Cabe señalar
que todo el tratamiento implementado cumple
con los criterios de reversibilidad, dado el méto-
do empleado como por los materiales utilizados.

168
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa

EL IMPACTO DE LAS MIGRACIONES EN EL CENTRO URBANO DE


AREQUIPA 1958 – 1968
THE IMPACT OF MIGRATION IN THE URBAN CENTER OF AREQUIPA
1958 - 1968

Made Chalco Bedoya

RESUMEN
Las migraciones son un fenómeno que origina cambios sociales y culturales, no solo en los lugares
de procedencia de las poblaciones desplazadas, sino también en las nuevas áreas de desplazamien-
to. En el Perú del siglo 20 se produjo un nuevo tipo de migraciones, que Héctor Martínez denomina
como migración interna (Martínez 1970). Estos fenómenos resultan sumamente interesantes por
su complejidad, ya que plantean diversas interrogantes y variados problemas para el desarrollo de
las ciudades en la actualidad. Arequipa no es ajena a este fenómeno social y por ende se considera
de vital importancia definir si este proceso migratorio resultó ser positivo o negativo para la ciu-
dad, tomando como delimitación espacial la zona monumental y, como rango temporal el año de
1958. Hemos elegido esta fecha ya que en este año se produjo un gran terremoto en la ciudad y la
posterior creación de la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa la cual posteriormente
en 1968 perderá autonomía administrativa y económica debido al golpe estado y ascenso al poder
de la Junta Militar.

ABSTRACT
Migration is a phenomenon which causes social and cultural changes, not only in the places of origin
of the displaced people but also in the new areas of residence. In 20th century Peru a new type of mi-
gration was produced, the one that Héctor Martínez denominates "intern migration" (Martínez 1970).
These phenomena are highly interesting due to its complexity, because they deal with diverse questions
and problems for the development of cities in the present day. Arequipa is not exempt from this social
phenomenon. This is why it is considered to be of vital importance to define if this migratory process was
either positive or negative for the city, taking into consideration the monumental zone of Arequipa and
the year of 1958. We chose 1958 because in that year a strong earthquake hit the city and, after that, the
Division of Recovery and Development of Arequipa was created. This organization, ten years later, in
1968, loses all administrative and economic autonomy due to the coup d'état and the rise in power of the
Military Junta.

I. ANTECEDENTES: EL PLAN REGULADOR


DE 1956
El Plan Regulador de Arequipa, aprobado por
Quizás un antecedente inmediato al proceso Resolución Ministerial N° 926 el 16 de octubre
migratorio en el Perú fue la creación de la Ofi- de 1956, se refiere explícitamente a las migra-
cina Nacional de Planeamiento y Urbanismo ciones que se desarrollaban en nuestra ciudad:
(ONPU) “…creada el 26 de noviembre de 1946 “…no puede considerarse como un proceso en sí
y cuya atribución principal era la de formular mismo negativo, por cuanto señala espíritu de
los planes reguladores de las ciudades de la Re- empresa y voluntad para mejorar las condicio-
pública y la de ser de Consejero Técnico a las nes de vida que en la campiña se habían hecho
diversas reparticiones de la administración difíciles de soportar…” (Plan Regulador 1956: 1).
pública en materias relacionadas con el planea-
miento y el urbanismo” (Acuña 1998: 25). Por otra parte, se considera importante la posi-
ción geográfica de Arequipa, convirtiéndola en
Seis años después, en 1952 se crea una oficina la capital natural del sur del Perú, una región
local de la ONPU en la ciudad de Arequipa, rica de recursos naturales y lugar obligado para
debido a la importancia de esta ciudad en la la prestación de servicios públicos, sociales e
economía nacional y a la urgencia de sus pro- industriales para todos los departamentos su-
blemas. reños.

169
Made Chalco Bedoya

Sin embargo, Arequipa, al contar con un estu-


pendo trazado original, perfectamente adecua-
do a las necesidades urbanas de una sociedad
sin automóviles, sin bullicio y sin actividad
industrial, se enfrentó a la necesidad de modi-
ficar su estructura para dar paso a los nuevos
requerimientos de una ciudad moderna.

El análisis realizado en 1956 ayudó a ver el in-


cremento de actividad que experimentó el cas-
co antiguo, así como su rápida transformación,
todo esto causado por la construcción cada vez
más numerosa de estructuras de varios pisos, el
aumento del comercio y la conversión paulati-
na de casonas antiguas en edificios comerciales
o en unidades multifamiliares.

En dicho informe también se exponen los pro-


blemas de intervención en la ciudad: “…como
uno de los problemas más difíciles de resolver,
pues es necesario conservar ese formidable
ambiente urbano…el problema es arduo, pues-
to que algunos ensanches y ampliaciones de
calles requieren la demolición de edificios de
valor arquitectónico, sin embargo, se ha pro-
curado ejercer el mayor tino y cuidado posible, Mapa N° 1
dirigiendo estas ampliaciones por los lugares de Sismos más destructivos ocurridos en Perú
Fuente: Instituto de Geología y Minería
menor valor” (Plan Regulador 1956: 5).

Así, se ve expresamente la necesidad de formu- En el contexto regional, los sismos han venido
lar ordenanzas y establecer un procedimiento provocando continuos cambios en el aspecto
que proteja el patrimonio y, por otro lado, la urbano y arquitectónico de la ciudad, a la vez
necesidad de definir los edificios y ambientes a que le imprimen un mayor dinamismo, acele-
conservar. rando el ritmo de desarrollo a partir del proceso
de reconstrucción.
El Plan Regulador de 1956 fue una de las pro-
La ciudad de Arequipa, hasta antes de 1958,
puestas coherentes del desarrollo urbano de
había gozado de un proceso de desarrollo pla-
nuestra ciudad, ya que no solo proponía mejoras
nificado, logrando también consolidar su casco
en el área central del casco histórico, resaltando
histórico; asimismo, los planes reguladores pro-
la importancia de poder definir monumentos a
puestos planteaban perspectivas de crecimien-
conservar por sus características particulares,
to urbano para Arequipa hacia las zonas perifé-
sino que daba pautas también para el desarrollo
ricas de la ciudad.
armónico de las áreas colindantes.
El 15 de enero de 1958, a las 14 horas y 15 minu-
II. LOS TERREMOTOS DE 1958 y 1960 tos, se produjo repentinamente un movimien-
to telúrico de grado VII y VIII en la escala de
El Perú muestra un alto índice de sismos: con- Mercalli, con una magnitud de 7.3 en la escala
viene indicar que el 55% de los sismos regis- de Richter, causando 28 muertos y 133 heridos.
trados se concentraron en el periodo de 1950-
1970. Se puede observar gráficamente en el “Todas las casas antiguas de esa ciudad, construi-
Mapa N° 1 que toda la costa peruana, la zona das a base de sillar, sufrieron averías de diversas
subandina norte (llamada ceja de selva), la zona magnitudes, resistiendo solo los inmuebles cons-
central y sur del Perú tienen significativa acti- truidos a partir de 1940 y los edificios modernos.
vidad sísmica. La destrucción estuvo acentuada en las viviendas

170
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa

humildes de los distritos de Tiabaya, Sabandía, Mi- mano con la Junta de Rehabilitación y Desarro-
raflores y Yarabamba. Serios daños experimenta- llo de Arequipa.
ron las Iglesias de La Merced, Santo domingo y
Santa Rosa…” (Silgado 1976: 93). “Los primeros años después de los terremotos se
caracterizan por la expulsión de miles de familias
Los efectos del terremoto se pudieron sentir no del área central tugurizada de la ciudad, quienes al
solo en la ciudad, sino en las provincias, distri- verse desprotegidos por los efectos del terremoto
tos alejados y en todos los pueblos tradicionales optan por trasladarse a nuevas zonas urbaniza-
o barrios; estos últimos por ser más antiguos das o por urbanizarse” (Acuña 1998: 41).
habían sufrido en mayor grado las consecuen-
cias del terremoto, así como las iglesias y caso- Sin lugar a dudas, los terremotos de 1958 y el de
nas del centro de la ciudad construidas en sillar. 1960, influenciaron en la formación y estruc-
turación urbana de la ciudad. A partir de estos
El Consejo Provincial declararía a la ciudad en sismos se generarán y consolidarán un sinnú-
estado de emergencia, ya que la ausencia de mero de urbanizaciones populares en la peri-
agua por la ruptura de las tuberías había desa- feria urbana de Arequipa, descongestionando,
bastecido del servicio de primera necesidad a demográficamente hablando, el centro de la
diferentes zonas de la ciudad. ciudad y transformando las estructuras urba-
nas tradicionales de la ciudad.
“… cerca de un minuto intensamente trágico ha
bastado para voltear el giro de la vida de nues-
tra provincia y las actividades normales han sido III. JUNTA DE REHABILITACIÓN Y DESA-
suspendidas, la vida comercial detenida indefini- RROLLO DE AREQUIPA (JRDA)
damente, la prestación de servicios públicos como
agua y desagüe anulados por lo menos durante Las condiciones económicas para 1958 no eran
cuatro días…Arequipa es a la fecha, una ciudad favorables. Aunque la industrialización se de-
semiparalizada…” (El Pueblo 17/01/58: 3). sarrollaba a un proceso lento, la población des-
ocupada era alta. Sumado con el crecimiento de
El apoyo proporcionado días después al terre- la población migrante, desatan una crisis de re-
moto se institucionalizó con la creación de un lativa importancia que cambiará el espectro po-
organismo que no solo buscase la reconstruc- lítico, social, económico y urbano de la ciudad.
ción de la ciudad, sino también su desarrollo.
La Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequi-
“…la bancada de la Democracia Cristiana, enca-
pa fue creada por ley N° 12972, el 11 de marzo de
bezada por Héctor Cornejo Chávez, presentó un
1958, “…con carácter de persona jurídica de dere-
proyecto de ley para la formación de una Junta de
cho público interno… con un término de duración
Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa (JRDA),
de veinte años…y con autonomía económica y ad-
ley que fue aprobada y posteriormente promulga-
ministrativa dentro de las funciones y atribucio-
da el 3 de marzo de 1958…” (Acuña, 1998: 38).
nes que le señala la ley” (Ley Nª 12972, 1958: 1).
El 13 de enero de 1960, a las 10 horas y 40 mi-
nutos, se produjo otro terremoto, destruyendo Tenía como fines:
todos aquellos edificios aún maltrechos por el
terremoto de 1958 e inclusive, algunos de los • La reconstrucción y construcción de vi-
construidos posteriormente a este. El sismo viendas
tuvo una intensidad de IX en la escala de Mer-
calli, con un radio medio de 750 km de percep- • La reconstrucción y reparación de los edi-
ción en los departamentos de Cusco, Apurímac ficios públicos afectados
y Ayacucho. Perecieron 63 personas y queda-
ron centenares de heridos. Nuevamente los • La creación de estudios y programas de
pueblos tradicionales serían los más afectados, promoción agrícola, industrial, minera y
junto con las provincias de Castilla, La Unión, comercial del departamento
Condesuyos y Chuquibamba. La Municipalidad
Provincial de Arequipa vuelve a tomar la direc- • El brindar solución a los problemas de vi-
ción de la reconstrucción, pero esta vez de la viendas y urbanismo

171
Made Chalco Bedoya

• La acción coordinada con los poderes pú- IV. MIGRACIONES Y SU IMPACTO EN EL


blicos CENTRO URBANO
(Dongo, 1962: 8).
“…las características de esta expansión urbana las
La creación de la JRDA significó para Arequi- darán las mismas condiciones económicas y socia-
pa la posibilidad de llevar a cabo un desarrollo les de la época…” (Acuña 1998: IX).
autónomo del Departamento. Julio Acuña dis-
tingue tres momentos principales de la JRDA: Existen tres ámbitos a través de los cuales se
explicaría el fenómeno de la migración en Are-
• Etapa de reconstrucción (1958 – 1961), quipa: el nacional, el regional y el local.
en la cual los esfuerzos estaban dirigidos
a la reconstrucción y construcción de vi- • Nacional: La caída de las exportaciones.
viendas, edificios públicos y monumentos Para 1960 el país inicia una crisis que se
históricos, llevándose a cabo grandes pro- agudizará en el gobierno de Belaunde, pero
yectos de viviendas unidos al desarrollo de que para esta fecha (durante el gobierno de
las urbanizaciones populares que modifi- Prado) ya afectaba a un porcentaje de la
carían la estructura urbana de la ciudad. población.

Solo en la refacción y restauración de edificios • Regional: La intensa sequía que experi-


públicos y monumentos históricos se gastaron mentó la región del Altiplano agudizó la
$22´056,063.12 (Memoria de la JRDA, 1968: 88). crisis por la que pasaba el sur del Perú, lo
Ocuparon el principal rubro de gastos los tem- cual fue un catalizador del fenómeno mi-
plos e iglesias dañados por el sismo, siendo es- gratorio. Asimismo, esta zona olvidada
tos conjuntamente con los edificios públicos los del país enfrentaba una realidad llena de
únicos exonerados, puesto que no generaban injusticias, pobreza y sobretodo exclusión.
reembolso. Este no fue el caso de otros rubros. Así, el inmigrante tuvo que desplazarse
hacia las ciudades y adaptarse al contexto
La función principal de la JRDA en sus prime- que se le ofrecía, encontrando soluciones
ros años fue la de habilitación urbana y sanea- dentro de sus posibilidades, de manera que
miento legal de las asociaciones de vivienda y pudiera escapar de la pobreza (Matos 1984:
urbanizaciones populares de Arequipa, junto 77).
con brindar apoyo a las cooperativas de vivien-
da.
• Local: Arequipa sufría también de un gol-
pe de la naturaleza: los terremotos de 1958
• Etapa de transición (1962 – 1963). En la
y 1960, los cuales traerán la destuguración
cual se limitaron a gestionar los programas
del centro de la ciudad y un proceso de in-
de habilitación urbana y de vivienda, a la
dustrialización.
vez que se iniciaba un ambicioso, pero ne-
cesario, programa de desarrollo industrial
En 1958, Arequipa había logrado un lento pro-
y agropecuario.
ceso de expansión. El desglosamiento del área
central de la ciudad desde los primeros años
• Etapa del desarrollo industrial (1964 – del siglo XX con la apertura de nuevas vías de
1968). En este período se lleva a cabo la comunicación o la pavimentación de esta, rela-
ejecución de las obras de desarrollo regio- cionadas a la construcción de urbanizaciones
nal, la instalación de nuevas industrias, el fuera del centro.
Parque Industrial, APIMA y el apoyo para
mejorar las industrias ya existentes y fo- El flujo migratorio hacia Arequipa ya era no-
mentar la artesanía. torio en 1940. En el Censo de ese año, la pobla-
ción migrante representaba el 16.19% de la po-
El golpe militar del 3 de octubre de 1968 re- blación total del departamento. Es decir, 39981
fuerza el centralismo de la capital. La Junta de habitantes, de los cuales el máximo porcentaje
Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa pierde eran puneños con 15974 habitantes, seguido
su autonomía, en una franca etapa de crisis y por migrantes del departamento de Cusco con
extinción (Torres 2010: 57). 6432 habitantes; Ayacucho con 2740 habitan-

172
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa

tes, Moquegua con 2382 habitantes y Apurí- restantes provenían de los diferentes departa-
mac con 2022 habitantes. Los 10131 migrantes mentos del Perú.

Tabla N°1
Crecimiento por distritos

Distrito 1940 1961 1972


Arequipa 62,222 83,882 96,914
Cayma 7,834 6,758 12,515
Characato 2,440 2,702 2,695
Chiguata 3,164 3,400 1,927
Paucarpata 2,915 11,187 57,925
Pocsi 2,825 1,300 942
Quequeña 4,848 659 651
Sabandía 1,555 1,664 1,660
Sachaca 3,618 8,054 7,318
Socabaya 3,311 5,630 25,443
Tiabaya 3,375 5,284 6,848
Uchumayo 2,164 2,509 3,453
Vitor 3,375 8,807 2,147
Yanahuara 2,164 1,422 11,535
Yura 4,020 52,142 1,666
Miraflores 5,058 660 44,133
S. J. de Siguas 1,630 1,182 648
S. I. de Siguas 16,184 13,152 1,175
C. Colorado 831 645 25,742
S. R. de Siguas 815 1,826 879
Polobaya ----- 1,826 2,517
Yarabamba ----- 1,470 1,117
Mollebaya ----- 734 521
M. Melgar ----- ----- 32,328
S. J. de Tarucani ----- ----- 1,384
Fuente: Censo 1940 INEI, Censo 1961 INEI, Censo 1972 INEI.

Según la tabla N° 1 de crecimiento por distritos, migrantes quienes presionarán y participarán


podemos observar que el Cercado de Arequipa directamente en la creación de las urbaniza-
va a ser el que sostiene el mayor crecimiento ciones populares de Arequipa. Tenemos así que
poblacional de 62222 en 1940 a 96914 en 1971. dichas poblaciones pasarán por dos etapas o
Seria entre 1940 y 1961 donde la población se momentos en la ubicación espacial de la ciudad.
incrementaría un 300%. Para la década del 40
la población de Arequipa representa el 15.19% • Un primer momento será el de “aclimatación”
del total de la población del departamento, a la vida urbana, periodo en el cual se ubican
mientras que para la década del 60 representa en los tugurios o casas de alquiler del centro
el 31,1% del total de la población del departa- de la ciudad.
mento.
• El segundo es el de “desplazamiento” de estas
Las migraciones jugarán en este proceso un poblaciones a las áreas periféricas de la ciu-
rol muy importante, ya que serán las masas dad, en el cual van a pasar a la ocupación de

173
Made Chalco Bedoya

terrenos baldíos y agrestes de propiedad pú- Se desarrollaron también áreas nucleares


blica, en pocos casos privada (Acuña, 1998: económicas con la creación del Parque
47). Industrial, el cual permitió darle mejor
calidad de vida a la población, generan-
Los pobladores que en un primer momento lle- do ingresos económicos alternativos que
gaban al centro urbano de la ciudad con el fin permitieron a la población ahorrar para la
de “aclimatarse” se quedaban en él, producien- construcción de viviendas.
do tugurización. Sin embargo, los terremotos
producidos en la ciudad fomentaron las destu- • Las migraciones en el centro urbano cau-
gurizaciones del área, provocando el desplaza- sarán impactos positivos, al dinamizar
miento de los migrantes a zonas periféricas de económicamente la ciudad, pero también
la ciudad. negativos, al tugurizar casonas con va-
lor histórico que merecían protección y
Hugo Berrio sostiene que existe un común deno- conservación. Sin embargo, debido a que
minador en las ciudades de fundación española muchos de los migrantes después de un
como Arequipa. Durante la revolución industrial momento de “aclimatación” decidían que-
las fábricas se instalaron en diferentes lugares de darse, la tugurización fomentaría el desor-
la ciudad, pero al tener la necesidad de vender sus den, apareciendo con mayor intensidad el
almacenes o centros de expendio se trasladaron comercio informal.
a la zona central de la urbe. Esto generó que las
casonas del centro se convirtieran de viviendas a • Tras los devastadores terremotos de 1958 y
almacenes o centros de expendio. Por otro lado, la 1960 aparece una institución con carácter
aparición de vehículos motorizados y, por consi- descentralista, la Junta de Rehabilitación
guiente, del transporte público en los centros ur- y Desarrollo de Arequipa (JRDA). Esta se
banos, trajo como consecuencia que las clases pu- encargará de la reconstrucción urbana,
dientes de la ciudad también se desplazaran a los la cual trajo consigo una alta demanda de
alrededores de la urbe (Berrio 1970: 30-31). mano de obra, ocasionando una masiva
migración, pero además creando el Parque
El centro histórico de Arequipa se caracteriza- Industrial, ayudando al mejoramiento de
ba por presentar un entorno ordenado y tran- las vías de comunicación y fomentando la
quilo, pero los efectos de la revolución indus- inversión en el departamento.
trial, el crecimiento del comercio en la ciudad y
el incremento del parque automotor empiezan
REFERENCIAS
a transformarla.

La importancia de analizar el impacto de las Acuña, J. (1998) La Revolución de Arequipa


migraciones en el centro histórico o área cen- 1958 – 1968. Tesis para optar el título de Licen-
tral de la ciudad desde el crecimiento y conso- ciatura. Arequipa.
lidación de este, permite entender cómo la ciu-
dad se fue expandiendo generando otras áreas Berrio, H. (1970) Algunos aspectos sociales de
urbanas. Si bien éstas se mantuvieron siempre la expansión urbana de Arequipa. Un intento
articuladas al centro a través de nuevas vías de de interpretación social de ciertos problemas de
transporte, el área central conservó los centros las urbanizaciones populares. Arequipa.
de poder político, religioso y económico de Are-
quipa, a la vez que mantuvo un gran porcentaje Caparo, J.D. (1960-1961) Guía Manual auxiliar
del comercio de la ciudad. de la ciudad de Arequipa. Arequipa: La Colme-
na.
V. CONCLUSIONES
Caparo, J.D. (1970) Guía Manual Auxiliar de la
• El Plan Regulador de 1956 sentaría las ba- ciudad de Arequipa. Arequipa: Editorial Uni-
ses para el posterior desarrollo urbano de versitaria.
la ciudad, además de proponer la forma-
ción de nuevas áreas nucleares urbanas ta- Dongo, L. (1962) JRDA, Irrigación La Joya,
les como las ciudades satélite, fomentando cooperación de Saneamiento de Arequipa:
así la destugurización del centro urbano. Legislación, concordancias y disposiciones

174
El impacto de las migraciones en el centro urbano de Arequipa

ampliatorias y modificatorias. Arequipa: Edito-


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Made Chalco Bedoya

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