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Rea ube rs Restos de peces Z enel Palacio de los | condes de Santovenia Enterramientos humanos en la casa de Obrapia no. 55 Habana Vieja: Arqueologia Los contramayorales en edificios histaricos - negros y mulatos en la Cuba is decimondnica ARINETE Dt ARQUEOLOGIA Director General Eusebio Lon! Spencer Direccion Estorial Roger Araxcacta Degas Edicion Lic. Olga Montalvan Lammas ¥ Uc. Maria Eugenia Femandez del Lera Comite Editorial Antonio Qvevedo Herero, Caos A Hemande: Oliva, vali Rodriguez Gil ist Roura ‘Avarez, ic CarteenLazcano Meries, Uc. Rebocca Ora Lnsuain Dani \Vaseoncales Portuendo, Manual Barcia Paz Consejo Clenttico: Eusebio cal ‘Spongior. MSc. César Garcia det ino, Ue, Faiga Mara Suarez Portal, Se. Aledo Rankin Santander ‘Asesoriatic. Pecro.uan Rodtiguee {Uc ultet Barclay ‘radueclén Uc ie Barelay yy Uc. Dania Horndnde2 Porcicos Diseno Juan C Pérez Conan FotogratiaFranccoF Navarrete ‘Quifonee, Néstor Mani Dolgado, José A Cabatero Homande: ‘Colaborador Omar Dieppa ‘Castelanos y Aina. Velisquez Margene Losautores do los artoulosasurmen la ‘responsabilidad de sus crteros Correspondenciay cane Gabinete de Aquedlogin, Oficina det Historiador dela Cuudad de LaHabana, Tacée no, 12, onto (© 'Relty yEmpoctado, Habana Veja, Cécigo Post 10100, Cuudance LaHabana, Cuba Tels 61-4860, 860-4298 E-mal (abinetog@arqusctogia oheh cu Estaes ina publicacion del Gabineto| de Arquooiogia dela ticna do Histonacar dela Cidade LaHabana Imagen dea cublert: Contexto arquoalégico del siglo mcon fertrramiontos humanes. 80 E1Comendiador (cae Obrapia no, 55) ssh: 1680-7683, sta segunda entrega del Biletin Gabinete de Arqueologia, cumple su objetivo fundamental: la difusisn de las investigaciones cubanas en el campo de la Arqueologia Historica, particularmente las efectuadas en el Centro Histérico de la Habana Vieja y tos estudios anexos a esta rama cientifica, como las indagaciones para la conformacién de la documentacién archivistica de sitios y edificios patrimoniales, andlisis, prospecciones, conservacidn y restauracién de pinturas murales coloniales, Tambin los trabajos concernientes a prolongar la vida de los artefacts recuperados en excavaciones arqueolégicas, hasta la exhibicidn de las muestras en salas de museos, asi como las Investigaciones relativas a las culturas aborigenes, por tratarse de un tema de estudio sumamente importante y el de mayor practica cientifica en el pai El lector apreciara cambios en el diserio, en la biisqueda de sobriedad, al ser eliminandas las sobrecargas tipograficas ¢ imagenes que caracterizaron al anterior. En igual sentido se corresponde la edicidn, con la entrega requerida por especialistas y publico lector. Los articulos publicados, debido a la novedad de sus temas abarcan un amplio espectro de la Arqueologia cubana, algunos con larga tradicin de estudios y otros recientes, ain en la etapa de introduccién y experimentacién, sabemos que tendran una excelente acogida. E] Boletin en proximas entregas, contard con la colaboracién de investigadores extranjeros y la inclusién de nuevas secciones: Pensamiento Arqueolégico en América Latina y Retrospectiva, de consulta obligada para los estudiosos de esta Ciencia, Director Editorial Contenido ARQUEOLOGIA Enterramientos humanos en lla casa de Obrapia no. 55 / Lisette Roura Alvarez / 4 Restos de peces en el Palacio de los condes de Santovenia / Ricardo E, Vergara Rodriguez 110 Habana Vieja: Arqueologia en edificios histéricos / Roger Arrazcaeta Delgado / 14 Un sorprendente nallazgo submarino / Gésar Garcia del Pino / 24 Lamoneda en la arqueologia subacuatica cubana / Alfredo Diaz Gamez / 26 Iglesia de San Francisco de Paula / Karen M. Lugo Romero / 33 Latarmacia habanera. Estudio de los frascos. de vidrio encontrados en Obrapia no. 55. | Anicia Rodriguez Gonzalez y Sonia Menéndez Castro / 48 Estudio de las maderas del inmueble ubicado en Mercaderes no, 16 (Antigua casa de marqueses de Arcos) / Raquel Carreras Rivery (ss Datacion y reconstruccién de un lote ceramico excavado en una letrina colonial de ta Habana Vieja / Antonio Quevedo Herrero, Tania Cueto Guerreiro e Ivalti Rodriquez Gil / 60. ‘Tratamientos realizados pata la conserva de objetos arqueolégicos de origen metalico / Manuel R. Almeida Estévez y Teresa Victorero dela Fé /64 Nuevos apuntes para el estudio de los | conchales / Alexa Voss / 67 Paleopatologias dentarias de los aborigenes del sitio arqueolégico El Paredén de Evaristo, Meneses, provincia de Sancti Spiritus / Alfredo Rankin Santander / 73 Cénidos precolombinos de Las Antillas: mitos y verdades / Osvaldo Jiménez Vazquez y José M, Fernandez-Milera/ 78 HISTORIA Los contramayorales negrosy mulatas en la Cuba decimondnica / Manuel Barcia Paz/ 88 Fortificaciones de La Habana colonial: La bateria de costa no. 1 /Jesis |. Suarez Fernandez /94 El Castillo de San Salvador de la Punta / Rosalia Oliva Suarez / 97 Hotel Saratoga / Carmen Lezcano Montes / 105 PINTURA MURAL Analisis quimico y morfolagico de las capas enuna pintura mural proveniente de un fragmento arqueolégico del cafetal El Padre / Gladys Rodriguez Linares y Enrique Parra Grego / 409 catAtoco HABANERO Annia Martin Fernandez / 114 PERSONALIDADES Andrés Poey y Aguirre / Daniel E. Vasconcellos Portuondo / 116 NUESTRA COLECCION La cultura Nazca del Peri prehispanico en el Gabinete de Arqueologia / Danie! E. Vasconcelos Portuondo / 122 BIBLIOTECA Lourdes M. Campos Gutiérrez / 125. ARTE TAINO Por: Tania Cueto Guerreiro NOTICIARIO Se amplia el Gabinete de Arqueologia / 126 Creacién del Laboratorio de Arqueometria / 127 {Taller Nacional de Arqueotogia Industrial Valle de los ingenios, Trinidad 2001 / 128 Lanzamiento del primer nimero de nuestro Boletin / 129 Nuevas prospecciones en Habana no. 958 /130 Obituario / 131 Registro de inmuebles decorados en el Centro Histérico / 132 Catalogo de azulejos / 132 Tercera campafa arqueolégica en el antiguo cafetal El Padre / 133 Hallada la Piedra Fundacional en San Felipe de Neri / 134 DE LOS AUTORES / 135 | ARQUEOLOGIA| Enterramientos humanos en la casa de Obrapia no. Por: Lisette Roura Alvarez Resumen Estainvestigacion aa conocurlosrosutads \olasexcavaciones arqueoiogicas acometdas ona casano.$5dolacale (Obrapia, on a Habana Voja, Etéroa mas productive en cuanto a anetacts, tla letra. En esta estructura se encontraron aos cansles, un aniguo pozo} unagruesa pardon su inferior soparaba.l tudo dolos sido. Lo mas signiicativo on ef comin fusion dos aroas de entemamiertos humanes Funes, donde se depastavon res neonates, ‘nce céneos y dos mandbulas,Esla mera \vezqueen uninmusbie colonia evan arecon erteramientos umanos. Abstract Tive-arcia prosonts tha resus of aichasological excavations undoaktn a Noss Obropia Sheet, Olt Havana. Theos! productive syua in terms uae levine, cn contained several chants, an sient well ant tick nto eal we sopovatod Muld om sous waste. The mast bignfeaen ings wero tw sreas of hit hhurrean bun wth wore foun tw reroains of hvee newoom abies, as wot as ve sls and two jntiones., Thisis the fest tine tat evdrice othuman buslas has Been Jaurwina Cuber enlnil Euleing 4 1 Gabinete de Arqucol Lacasa que vemos hoy dia, y que cups el solar donde existian varias mas pequelias y una antigua carni- ceria, fue sonstruida en 1781 por el alcalde orclinario de esta ciudad don Baltazar cle Sotolongo, quien la ven- did veinte aiios mas tarde a don Pedro Regalado Pedroso y Zayas, Comendaclor de la Orden ce Isabel La Catdlica, Darante todo et siglo wx y parte det 1x, el inmueble pertene- ‘id a esta acaudalada ¢ importante familia establecida en La Habana desde los primeros momentos de su fundacidn, Dairante el siglo x0 la edificacién sufrié diveisas remodle- laciones, dos de ellas resultan tas mas importantes; la realizada en 1820 le da la apariencia actual, y ta de los primeros aftos del sigla xx es- tabloce vidrieras, café y almacenes en Ia planta baja, los espacios del entresuelo se utilizan como ofcinas, y el piso superior se conserva como vivienda, Seguin las evidencias encontradas, el inmueble fue ad- quitido con fa intencién de ser rer- tado, pues poscemos constancia documental de varios de los inqui- linos que la ocuparan, Tiene el mérito, ademas, de haber pertene- ido a dos comendadores, el prime- ro fue el ya mencionado don Pedro Regalado Pedroso y Zayas y el se- ‘gundo don Pedro Regalado Pedro- soy Pedroso de-ta Orden de Carlos 55 IIL En 1956 ta vivienda se convierte en casa de vecindad, hasta 1997 ‘cuando la Oficina del Historiador de Ia Ciudad de La Habana comienza su rehabiltacién para convertirla en 1 Hostal Ei Comendactor, EI trabajo investigative camen- 2é con Ia prictica de varias calas parietales en diferentes paredes del inmueble, con el peopasite de dar respuesta a algunas interro- gantes que ofrecia el sitio: Uno de Jos primeros empefios {ue retirar varias capas morterizas que se apreciaban en las fachadas, para corroborar Ia hipdtesis de que Is puerta actual del inmueble no es fa ‘original, por estar situada a un cos: lado de la edificaciin y dar acceso directo a la zona de la letrina, estas razones condujeron a pensar que Ja entrada principal estuvo situada por la calle Baratillo, lamentable- mente en la zona de mas probabili- dades se habian implantado varias columnas de hierro, destruyendo toda evidencia anterior en ese ws- pacio. Seguidamente nos dlimos a la ta- rea de seleccionar una habitacién para realizar nuestra excavacion arqueoldgica, EI local se encontra- baen el lugar mis apartado de Ia casa, independientemente de la ca- lie por donde estuviera situado el acceso principal a la misma, gene- ralmente es en estos espacios don de se ubicaba la zona del cotector sanitario con sus respectivos siste- mas de desagies, destino, ademés, de Jos desechos pertenecientes a los habitantes del inmueble, proceden- tes tanto de las cocinas como de los bafios altos. Cuando se excavan estas Areas, se tiene casi siempre Ja oportunidad de obtener numero- 50s datos interesantes, mas atin si los rellenos son primarios. La habitacion escogida presen- taba una gran irregularidad en los angulos esquineros, caracteristica que tipifica alas casas en la Haba ra Vieja, imponigndones la imple- Factada de ta casapor lacate Obrapiay Baratito mentacién de un sistema de cua- driculas Finitas que cubrié un drea de 20m’, El piso consistia en una pasta de cemento implantado, se- ‘guramente, con el objetivo de utli- zar la habitacién como almacén a principios del siglo xx. Después del Jevantamiento del asiento térreo de este piso, aparecié un pavimento de losas de San Miguel, y una vez concluido este proceso se encon- traron varias capas, ellas nos Ile- varon a los muros de lo que después comprobamos era la le- (rina de la casona, Estas paredes | ARQUEOLOGIA| hrabian sido conformadas con gran+ des piedras en las partes superio- res y Ja roca estructural del terreno cen las inferiores. Estaba: compues: ta, ademis, por un muro jgualme te de piedras que funcionaba como divisién, para separar los desechos sélidos de las liquidas. Se hallaron tambign dos canales de ladritlos encargadas de recepcionar las ba~ suras procedentes de las diferen- tes partes de la casa y verterlas hhacia la zona del basurero. Todo parte indicar que cuando este sis- tema caduca a finales del siglo x1, tal y como lo atestiguan los arteface tos colectados en el titimo estrato primario, depositactoen el fondo det colector y los existentes dentro de las canales; en estas tiltimas se encontraron semillas de Vitis inife- ra (uva}, el espacio aparentemente se rellena con diversas tierras. pro- cedentes de diferentes basureros, y e6 en ese momento que se re- nuevant los sistemas de drenajes y ‘se aprovecha para realizar, dentro det drea de ta letrina, una serie de ‘enterramientos que llevan implici- tos una marcada ritualidad en el modus operandi, y hasta el momento no atribuibles a ninguna creencia cen especifico. Los habian deposi- tado en las esquinas noreste y no- roeste del area seleccionada, y fueron definidos como areas de enterramientos no.l y no. 2 Fes- pectivamente, La primera de elas media 1 ni? aproximadamente, colindaba al norte y al este con los muros del colector y en los puntos restantes se conformaron unos. pequefios ‘muros de piedras unidas con arga- ‘masa. En su interior y a 0,67 m de profundidad se hallaron tres neo- nnatos de uno, tres y seis meses, en posicisin anatémica y con eviden- Galrinete de Amueningia (5S | ARQUEOLOGia| tes signos de anemia, segiin el es- tudio antropoldgico realizado por el doctor Ercilio Vento Canosa. Jun to a ellos se situaron, de manera secundaria, dos eraneos de indivi- duos adultos en muy mal estado de conservacién, apoyados en una ‘vertebra de Bos taurus (vaca) y sun hhueso largo de Gallus gallus (gallo) respectivamente, completando el conjunto con una piedra de rio de forma piramidal, un artefacto de hierro puntiagudo y pequefios res- tos de dieta encima de cada uno de os neonatos. Justamente a igual profundidad pero en la esquina noroeste, se colocaron tres erineos y dos man- dibulas de individuos adultos. Esta vez el caricter del enterramiento ¢s eminentemente secundario, fueron puestos sin orden aparente y sin delimitacién de la zona. Se acompafiaban también de un arte- facto de hierro, ademés de varios restos de dieta, un anillo de plata y 6) Gulivrtte de Arqueilogin una pequefia regla de madera; cua- tro de estas tiltimas evideneias se ‘encontraban cortadas por la mano de un especialista tanatologo, pues Jas zonas que se ponian al descu- bierto en los huesos no pueden ser ‘observadas en condiciones norma- les, y por consiguiente, revelan la §ntenciin de algim esttrdioso de la anatomia humana, En general, los restos de los adul- tos bien pudieron ser extraidas, unos de cementerios y otros de algiin cen- ‘io de investigaciones cientificas con 1 objetivo de realizar este inusual enterramiento. Nuostta primera reaccién ante reste hallazgo fue de asombro, Se- guidamente nos dimos a la tarea ‘de detinir si, tal y como fo aparen= taba, nos encontribamos ante sn ritual de finales del sigho xx, El dic~ sionario nos habla de “un conjun- to de actos que se dice pueden influir sobre el curso natural de las ‘cosas e influir sobre las fuerzas so- Neonatono.2 brenaturales” (Varios, 1981:245). La disposicién de fos elementos, sobre todo en el grea de enterra- miento no. 1, indica una seleccién y preparacidn cuidadosa de la zona, imponiendo una delimita- cién del drea que permitiera ais- Jar el contenido de la misma, tanto del resto de los elementos que conforman la letrina, como de los estratos horizontales y_verticales de esta. Se colocd fa gran piedra de tio, escogida y traida de algin yacimiento, elemento curioso si se tiene en cuenta que estos no abun- dan en las zonas cercanas a la casa y no son evidencias frecuen- tes en los niveles excavados den- tro del comin. Lo mismo sucede con los huesos de Bos taurus y Gallus gallus que se hallaban deba- jo de los cranieos 1 y 2, no apare+ ciendo otros huesos en el estrato que contenia los enterramientos, por afadidura estos fueron colo- cados exactamente debajo de los craneos. Los elementos de hierro también fueron colocados cuida: dosament fen el primer caso, si- ado de forma que quedara ralelo con tna de los limites del 4rea, justamente a los pies de los onatos, Asi pues, tenemos, que en ct so de la esquina noreste, hubo toda una preparaciin de la zona donde primero se colocaron los mentos asociados a los restos sseos, por ejemplo, el neonate «0. 3 apareci6 apoyado hacia su ‘Crineo aduto stuado en eis eontomamientono.t Jo izquierdo y con las piernas se- miflexionadas, acomodado entre tino de los limites del area y la pie~ dra de rio por problemas de espa- sig, al contrario de los neonates 1 y 2, ubicados con suficiente espa 0, de edbito supino y con las pier s extendidas, Es interesante spuntar que uno poseia encima de determinadas zonas de sus 1 tos, pequefias aglomeraciones de materia orginica descompuesta, quizis fueton colocados algunos alimentos sobre sus cuerpos an. tes de ser entetrados, estv nos re- cuerda las costumbres de algunos pueblos —como los egipcios, por ejemplo—, ellos pretendian ase- ‘gurar las comidas de los difuntos en el “otro mundo" e inctuir en las tumbas varias personas 0 anima- les que sirvieran de compaiiia al fallecido, funcidn atribuible, en muestro caso, a los crineos dle los individuos adultos, Quedabs por aclarar el origen del rita, Muchos se inclinan a pensar en el culto congo de origen bantt, especifica- mente la regla conocida en Cuba por Palo Monte o Brujeria, Estas creencias se basan en el culto a la ganga 0 recipiente contentivo de diferentes sustancias minerales, vegetales y animales que simboli- zaban Jas {uerzas de la naturaleza concentradas en un objeto (Guan- che, 1983), cuya funci6n consiste en apropiasse de dichos poderes. Fl culto hacia el recipiente se vincu- 48 con ritos a los antepasacs, has- ta el grado de incluir los restos de algcin difunto como elemento fun- damental del contenido ritual. Mien- tras mas ingredientes poseia una nganga, mas fuerte se consideraba el creyente, ‘A pesar de tener todos estos da- t05, lo encontrado no se ajusta con lo conocido hasta el momento so- bre los ritos de Palo; pero no es descartable que en un futuro las in= vestigaciones al respecto aparten nuevos datos y permitan atribuir a tuna u otra creencia los enterramien- tos hallados, “pues es sabido que las practicas no eran idénticas en cada grupo desembarcado en Cuba, pues las realidades econémicas, sociales y gnoseoldgicas que inci- | ARQUEOLOGIA| Cranes, y5. ‘Aroade enieramionto 0.2 dian en éstos no eran iguales, fenémeno (no] es apreciable hasta poder clasificar los ritos en varias direceiones 0 especializaciones mé ggicas que se han presentado mez- eladaso no" (Guanche, 1983:402). Por otra parte no podems asegurar que estos hayan sido sactificados, los huesos no ofrecen Ja informacion ecesaria para asegurarlo, aunque siempre existe esa posibilidad. Cuando aparentemente habia terminado la excavaciin en esta rea, coincidiendo con la roea es: tructural a 2,00 m de profundiciad aparecié un antiguo pozo que al parecer fue cercenado cuando excavé el terreno con el propésito el colector. Del mismo de constr solamente se conservé su fondo, con una altura de 0.47 m, contenien de las piezas mas antiguas de toda Ia excavacién: se extrajeron abun- dantes fragmentos de Ceramica Ordinaria de Tradicién Aborigen, vidrios verdes de botella, fragmen- tos de Bacin Verde y de una boti- juela que pudo reconstruirse en su Gabinete de Argue | ARQUEOLOGIA| totatidad y que pertenece al estilo medio, abareando ws rango crono- ogico desde 1580 hasta 1780, ‘También se hallaron una piedra de amolar y dos trincheros, uno Columbia Plain (1492-1650) y otro Yayal Azul sobre Blanco (1492- 1625), ambos manufacturados en Espana. Solamente quedacon por describir tres arielactos de eviden- te factura aborigen, analizados por los especialistas del Centro de An- tropologia del Ministerio de Cien- cia Tecnologia y Medio Ambiente (CIMA). EI fragmento de burén fue rdpidamente identificado, an teriormente tiestos como estos habian apareciclo en contextos his- toricos de la Habana Vieja, pero el perforador de silex y la punta de concha necesitaban un andlisis mas exhaustive. El primero, en opinién del doc- tor Ricardo Sampedro presentaba huellas teenolégicas de retoques a ambos lados de la punta para con- formar un perforador, ademas, también se detectaron huellas de uso. El licenciado Gerardo lequies- do anatizé el seganclo de estos ar- tefactos, slasificindolo como una punta de concha intermedia que Pozo dosigionse también pudo haber sido utilizada como punta de flecha. Contenidos en este relleno tam= ign se identificaron restos de ccerdos, vacas, ovinos-caprinos, ea- tballos, gran cantidad de huesos de pescados, aves y moluscos eorres- pondientes a once especies, entre cellos un ejernplar de Cepaca nenora- lis, molusco terrestre originario de Europa Occidental no reportado an- teriormente en Cuba, debiéndose su presencia a diversas razones de tipo accidental o intencional, es una especie utilizada para el consumo humano en el continente europeo, Es valida sofalar a presencia de los restos del gato Felix silvestris, pues no estaba establecida la fecha de introciuccidn de esta especie en La Isla, ahora podemos afirmar que es anterior a 1580 (Crespo, Torres y Vergara, 2000) a informacion obtenista permi- fe enmarcar la fecha de utilizacién de este pozo, al menos en sus pri meros momentos, entre 1580 y 1625, segdn el rango cronoligico dado por las piezas que se salva- ron en su fondo, si del hoyo s6to quedaron 0.47 m de su configura- i6n original, podemos clecir que el pozo tuvo 2,37 m de profundidad aproximadamente, pues la roca aflora en este sitio a los 0,14 m. Una vez coneluida ta excavacion del area del colector, considerado como una Unidad arqueoldgiea in- dependiente debido a que la cin mica de rellenado del mismo es diferente a la efectuada en el resto del espacio a intervenir arqueolé- gicamente, comenzamos a expan: dir muestto trabajo. y abarcar toda l area restante de ta habitacidn (12 m'), Por encima de este terreno corria tana tercera canal que segu- ramente fue Implantada con pos- tetioridad al desuso de la leeina trasladaba los liquidos desde el exterior de la vivienda hacia et cen- tro del patio. Fue reutilizada en ya- thos mamentos y en su interior se adapto una canal de barro conoci- da como Ciseara de Toronja, se- ada mas tarde con un derretidiy de cemento, pues-esta también dej6 de utilizarse. En lo fundamental, ef terreno es- taba conformado por las capas de pavimento ya mencionadas que abarcaban todo el local y por tres apisonadlos, dos de ellos correspon- dian a tierras bastante arcillosas y bien compactadas, el restante lo constitafa una capa de cal extrema- damente dura que separaba dos es- tratos a los que claramente se les podia atribuir una procedencia letrinosa, En ellos se encontraron tuna gran cantidad de Cerémica Or- dinaria, restos de deta, muchos de ellos con huellas de eoeein y cor- tes, pipas de caolin para fumar y so- bore todo mayélica mexicana, todos cortespondientes a finales de siglo avy primera mitae ded sm, Intere- sante resulta la aparicién de un Restos deun canaion eiéreadetaletnna eemplar joven del género Busyeon, useo no oriundo de nuestras costas, sino de la costa sur de los stados Unides, desde la Florida hasta Cabo Cod (Maxwell Smith, usestro ejemplar estaba frac ado por varios lugares y sis hue- de retocado o pulido, Presenta arte de la columela, fa sutura de la 2 apical, algunas de las espinas, y posee todo el manto, Su nombre = Busyeor condrriun, pues el fabio tore en direccin contraria al mow into de las manecillas del rele acteristica que lo diferencia del resto de los moluscas existentes, Las culturas aborigenes que habi- taron ta Florida lo utilizaron, tanto para transformarlo y convertitlo en herramienta, como para consumit su came. Alolargo detos titimosdliez aris, varios fragmentos de ejemplares de este género han sido encontrados en excavaciones arqueologicas de la Habana Vieja, como ocurié en los terrenos del Hotel Zaratoga y en Ja casa del Marqués de Prado Ame no (Roger Arrazeaeta y Rolando Crespo, comunicacién personal, 2000), Sin embargo, un fragmento de Busycon fue hallado en el sitio (Quits, municipio de Boyeros, a fon- cdo del central Martinez Prieto, y jus- tamente-en las proximidades de un afluente del rio Almendares; sitio de supuesta filactén indlocubana, aun- que con varids elementos colonia- les en la superficie (Rolando Cres- po, comunicacin personal, 2000). Este género es reportado erronea- mente por Maxwell Snaith en 1937 como oriundo de nuestras costas, en su libro East Coast Marine Shells, pero hasta ahora no se Hene mingu- za evidencia cientifica que carrobo- re la afirmacin La roca aparecié a los 2,00 m, cor- tada y quizas con el objetivo de apro~ vechar el material rocoso para la ereccidn de Ia edificaciin. La unin, de los apisonados con el muro esta- ba en perfectas condiciones, de- mostrando que ambos conjuntos fueron temporalmente concordan- tes y que pertenecen a un mismo ‘momento constructivo. Podemos concluir que, tanto la letrinat como las Canales dle su inte= rior y los apisonados corresponden con el ultimo cuarto del sigla xu, momento de construccién del edi- ficio, modificindose sus funeiones al pasar de los afios y cayendo en desuso muchas de las estructuras. En un primer momento existian en el solar varias construcciones com pradas para realizar una sola edifi- cacién, en alguna de las cuales habia un pozo ya bastante viejo para esa Epoea que queda cercenado al co- menzarse en esa misma ares las obras para realizar el colector sa- nitario de la-vivienda. El espacio so- brante del poro se sella y en el érea reslante del local se aprovecha la roca en las labores de silleria re~ Menando con materiales traidos probablemente de basureros, api- sonando algunas capas para com- pactar el terreno. La letrina se utiliza durante todo el siglo xix y deja de funcionar a finales del mis- mo, aptovechindose su rellenado para efectuar el inusual enterra- miento, encontrado por primera | ARQUEOLOGIA| vez en un area habitacional en el territorio cubano, Se revitalizan los sistemas de drenaje y se le agre- gan varios pavimentos al espacio, convirtiéndose a principios del siglo xx en un almacén para tubérculos. En 1956, tras convertirse 1a edifica cian en casa de vecindad, el local es ‘ocupado por tna familia hasta que fs insertado dentro del actual Hos tal El Comendador como sala de ex posicién arqueolégica, donde se han tespetado los mas importantes ele- mentos Rallados. Crespo, Rolando, José M.Torresy Ricardo Vergara (2000):"Estucio _arqveazooigico dees restos ecuperadios ‘nel stio Casadei Comencader".néto, Gabinete de Arqueciogia La Habana DDeagan, Kathleen (1557) Arts ofthe ‘Spanish Colonies of lia andthe CCartbean 1500-1800, Sthsonian Insttuton Press, Washington DC, London, Goggin, John M. (1968)-Spanish Majaiea inthe New Ward. Types of Stoo o Eigtenth Centuries, Deparment Yale LUniversty Pubiestions in Artrropology, ‘n0.72.Now Haven Yale Ueworsty Pros, EW. ‘Guanche, Jess (1983): Procasos ‘tnocutturos do Cuba, Ester Letras (Cabanas, LaHabana Hemnindez Arelys y Adel Pérez Alfonso (1986) "imestigaciontistoreacelacasa. ‘de Obrapiaro. 55°, Init, Gabinete de Arqueciogia La Habana. ‘Smith, Masel (1937): act Coast Marine Shel, Eawara Boers ne, Michigan, Varios (1881) Grove gcianaro oe atom, Extora de Ciencias Sociales. La Habana Galiinets de Argue | ARQUEOLOGIa| Restos de peces en el Palacio de los condes de Santovenia Por: Ricardo E. Vergara Rodriguez Resumen So presenta los results relaclonados con ‘estoscte poceshalladosenlas excavaciones arquectégicas eectuadas eno Palaco dela ‘corres do Santovenia (Haba i ‘procedantos delossigios xy ne Se dentficaroneheciwueve txonesicton, ‘algunos de gran importancia para conociieno dejaichotauna quehabtola bbahacde LaHbana y para ia econcrnia data ‘iucad en et periodoctado. Abstract “Traspapor doccribes the slgaicance ot ‘Sotoonth and seventeenth century piscine foram une cunag excavationsin ta Palace ofthe Gaunt of Sansom Oi Havana. Nineteonictehyold taxon were ietiing,inlueig serra whichtmve ddd ‘Signfcarty tour newiodge of marine Ha ‘ha bay of Havana andthe aconamy ofthe ‘cy during te av paid. 10 Arqueologia La gran actividad pesquera exis tente en la bahia de La Habana du- rante el periodo considerado constituyd un renglén importante para la economia de ta ciudad debi: do al nimero relativamente alto de personas dedicadas a ella, tanto en el litoral de fa citada bahia como en sus inmediaciones ~Cojimar, La Chorrera, etc.— (Sanchez Roig y Gomez de la Maza, 1952). Fue tam- bin significativo el suministro desu producto directo a la poblacién asi como en conserva —salazén— para Ja flota que se reunia anualmente cen la bahia en su paso rumbo a la Metrdpoli. Esto complementaba la alimentaciin de tos habitantes, ba- sada en gran parte en productos de- rivados de la ganaderia mayor y menor (Actas Capitulares de La Habana}. De ello dan fe los restos de pe- ces encontrades en muestras dietarias durante las excavaciones arqueolégicas efectuadas en el Pa- Iacio de los condes de Santovenia en la Habana Vieja, enmareadas entre los silos xv! y av. En este pe- riodo ya estaba establecida Ia in- dlustria de salazdn y ahumado, se empleaban redes como artes de pesca principales, y embarcaciones para estos menesteres (Sanchez Roig y Gomez de la Maza, 1952), El estado de preservacién de los materiales estudiados permitié a identificaciin de diecinueve taxo- nes, que proporcionan con aprox!- ‘macién el conocimiento de algunas de las especies ictiolégicas que hhabitaban la bahia de La Habana y sus inmediaciones, al menos de aquellas que fueron mas abundan: tes antes de su contaminacién pro- gresiva, Uno de tos hallazgos fue tun diente de tiburén_ pertenecien- te.a una especie muy rara y que se ha capturado ocasionalmente en reas del mundo muy distantes entre si, De acuerdo con la datacion de las muestras, se consider’ perti- nente referir los resultados al libro de Parra (1787) por ser esta la pri- ‘mera contribucién verdaderamen~ te cientifica a la ietiologia cubana, aparecida mas de un siglo después con respecto a la cronologia de! material arqueolégico recuperado. Es significative que algunos taxo- nes, bastante comunes y de gran importancia econémica, no apa rezcan en la obra citada Resultados La gran mayoria de los restos estudiados consist —en niimero de 1952, 1o que da fe det consumo de pescado en dicha Spoca—, neuro y hemacantos y ‘en menor proporcién escamas de peces dse0s, (osteictios), Silo se 6 en vértebras |ARQUEOLOGIA| Imagenes debra eA Pamra(t 787) conted un hueso perteneciente urocrineo y muy pocos del jacnoeraneo, que son Jos que ofrecen mayor valor para los prow = de Ia identificacidn taxond- mica, De los peces cartilaginosos solo aparecid el diente citado. Condrietios Familia Hexanchiidae 1-Tiburén de siete branquias Heptranchias perlo). Diente de la andibula inferior, préximo a la ‘isis, Especie muy rara, conaci- da en aguas cubanas sélo por un registro de la bahia de Matanzas Howell Rivero, 1941). Se encontré -enuna de las muestras (pozo 16) Ostelctios “Taxones citados por Parra (1787) Se enconts un predominio de pecies pertenecientes a familias Serranidae y Lutjanidae que, ain en Ia actualidad, son los mds frecuer fes en las pesquerias cubanas y de ‘mayor preferencia por la poblacién. Los taxones identificados sin que ‘ofrecieran dudas fueron: Familia Serranidae 2 Cabra (Epinephelies guttatus) Siete individwos. Premanilar izquier- do (1). Dentario derecho (1). Postem- poral derecho (1), Clitro izquierto (1), Postemporal derecho (2), Hio- mandibular derecho (1). Vértebras en gran namero, 3 Cherna criolla (Epinephelus striatus). Premaxitar izquierdo (1) perteneciente a un indi quefio, Numerosas vértebr 4- Guasa (Epinrephelus itajara), Vértebras predorsales (4) pertene- cientes aun individuo mediano, Mandibular izquierdo (1), Vértebra predorsal (1) de un individuo de ta- ‘maf grande. 5- Epinephelus sp (Probablemen- te E. gutlatus), Premaxilar derecho (Q). Dentario izquierdo (1). Hioman- dibular izquierdo (1). Numerosas vértebras. Se encontré un mimero muy alto de escamas de individuos de esta familia Familia Lutjanidtae 6 Caballerote (Lutjanus griseus). Premaxilar izquierdo (1). Dentario quierdo (2), Numerosas vérte- bras. Coli (Lutjanus apodus), Premaxt- lar izquierdo (1). Preopercular iz- quierdo (1), 8 Jocts (Lutjanus joen). Premaxic lar izquierdo (1), Es notable el ha- Nazgo de esta especie, que se encuentra entre las afectadas por la ciguatera, como fuera citado por Parra en su obra (1787: 33), ‘Debemos destacar la ausencia deta rabirrubia (Ocyurus clrysurus), pues coma anota Parra; “Este pes: cado es. el que tiene mas estima: idm" (1787.43). Familia Sparidae 9- Bajonado (Calamus sp). De acuerdo con el tama de las pie- as, estas con mucha probabilidad pertenecen a C. hyjonato, la especie mayor de las cinco que se encuen- tran en aguas cubsnas, La figura que ofrece Parra parece corresponder a la misma. Vértebra precaudal (1) con su neurocanto, Vértebras pre caudales (3) mas pequefas, de otro individuo. Gatimete de Asipuenlasgin 11 JARQUEOLOGIA| és pei Familia Sphyraenidae 10- Sphyraeiia sp. Vértebras (en tres de las ocho muesttas estudia- das), aparentemente de guaguar- cho (S. guagumeto), Para menciona la picuda (S. harracucda). Si las mis- mas pertenecieran a esta especie, se trataria de individuos no adultos Taxones no citades por arta A continuacién se relacionan las que fueron identificadas con certeza. Familia Contropomidae - Rébalo (Centropomus undeci- mmalis), Vértebra de la mayor parte de Las muestras. También escamas, pero en menor proporcidn que las dle Serranidae. Familia Lutjanidae 12-Cubera (Lutjanuas cymropterus), Vértebras (2). Neurocantos (2), Esta especie, como la guasa, alean- 2a gran tamafo. 1B-Pargo criollo (Lutjanus anal), Prevomer (1), nico hueso del neurocrineo encontrado, Premaxi- Jar izquierdo (1), dentario derecho(t), Es pertinente destacar la auser cia de la biajaba (L, synagris) en tas 12.) Gabancie te Argueotugia Imagenes dl ibeo.ca A. Para (1787) muestras estudiadas, que es la es pecie predominante en las pes- querias cubanas actuales. Parra tampoco la cita. Familia Pomadasyidae 4- Ronco (Haemulon sp). Existen ‘ocho especies en aguas cubanas. Premaxilar izquierdo (1). Dentario izquierdo (1), Articalar izquierdo (1) Vértebeas, probablemente de més de una especie. Familia Mullidae 45, Salmonete colorado (Pseudo poneus maculatus), Escamas encon- tradas en poco niimero en una de fas ocho muestras. Familia Gerreidae 16+ Mojarra (Eucinostomus sp). Con cinco especies en aguas cuba- nas. Numerosas vértebras en cua- tro de las muestras. Familia Carangidae 17-Cojimia (Caran (fuss) crys}. Cleitro izquierdo (1), YB lorobado (Selene vomer), Wer= tebras caudales. Familia Scombridae 19- Sierra (Scomberomnorus regal) Vértebras en dos de las ocho mues- tras. Por iltimo se encontraron vér- tebeas pertenecientes a otras ct tro especies de peces twledsteos, cuya determinaci6n taxonémica no fue posible a causa de su mal esta- do de preservacién, De acuerdo con los restos de peces obtenidos se puede inferir, con un margen aceptable de pro- babilidad, el empleo de trasmnatlos y chinchorros para su captura En efecto; 1- La presencia de taxones de natacién répida, tales como Caran dtae sp y Scambridae sp y de especies fcticas de requerimientos ecotdgicos distintos indica que en et asenta- miento pesquero de donde proce- dian, se emplearon diversas artes de pesca (anzuclos de distinios tama- fios, redes de cerco y nasas). 2+ Esta actividad era efectuada sobre distintos bidtopos, evidencia de la riqueza ecologica y potencia- lidad. pesquera original de la bahia de La Habana y sus inmediaciones, dada la preferencia de las especies identificadas por algunos de ellos {por ejemplo, la cabrila y el oct se encuentran en fondos de arrecifes coralinos; ta guasa, el rébalo y ta ‘mojarra sobre los fangosos en cos- ta de manglar, ete). 3 El empleo de grandes anz Jos para la captura de especies con las dimensiones de la guasa y la cubera, EI hallazgo de hnesos constitu yentes del esplacnocriineo, como premaxilares y dentarios, asi como el gran nimero de escamas, per- mite afirmar que los pescados eran adquiridos enteros, sin previa de- Imagenes det ibcode A Parra (1787) taciin y sin escamar. Desde el de vista de la zooarqueolor 2a, es pertinente destacar que las dos piezas ostealégicas mencio- tadas son de notable preserva- pues se encuentran enteras en sitios de antigiiedad como el sstudiado, Aunque suelen hallarse en buen estado en sitios precolom- binos que son aiin mas antiguos. En general las especies identifi- cadas son las mismas que en el resente son consumidas prefe- temente en La Habana, princi palmente las pertenecientes a las familias Serranidae (chernas) y nidre (pargos), No obstante sto, la aceptacién por parte de los consumidores de aquella época de especies pertenecientes a los gé eros Caras y Calamus {cojintia sajonado respectivamente), pudic- ndicar un consumo mas amp! y menos selective que el actual, asi como pocs regulacién sanitaria de 1a poblacién para la adquisicién del pescado, tanto por especies como por tamafo, Esto es aiin mas evi dente si se considera la presencia el joat y, probablemente de la pi cada en Ja muestra, Jo que puede sugerir que la capacidad de trans: tir la Ciguatera por esta (u otras species) no era suficientemente conocida en ta época considerada. Al respecto Parra refiere que la pi cuda “...se come con sospecha de estar ciguata, siendo muy sabro- sa”. (Parra, 1787.92.) Es inexplicable que un maturalis- ta tan encomiable como Antonio Parra, quien escribiera la primera obra de importancia cientifica en nuestro pais, no incluyera en ta misma algunas especies de alto valor econémico como las identifi cadas en este estudio. En efecto se hallaron algunas tan abundantes y ‘comocidas como los. roncos, los #%- bbalos, las mojarras y las sierras, ue forman agrupaciones y earddime- nes que facilitan su captura proba- bilistica. La presencia en las muestras del sitio del pargo criollo y el salmonete colorado —tampo- ‘co citadas por este autor— indican Ja limpiciez de tas aguas de la bahia de La Habana —o sus inmediacio- nes— dados los requerimientos ‘ecoldgicos de estas especies, Es digno de ser notado un ha- Hazgo extremadamente enigmati- co: el diente perteneciente a una especie dle tiburén de aguas relati- vamente profundas y de gran ra- reza, el tiburéin de siete branquias, Deben sefialarse dos connotacto- nes de gran importancia en esta pieza, su presencia en un contexto correspondiente a un periodo an- | ARQUEOLOGIA| terior a Ia fecha de la primera des- cripcidn de esta especie por el na- turalista francés Bonnaterre, en aguas del Mediterraneo en 1788, y el hecho de su primer registro en aguas cubanas (Howell Rivero, 1951), Los Inuesos de mayor resisten: cia corresponden al aparato man- dibular (premanilares, maxilares y dentarios) a causa de su gran du- reza Agradecimientos Los atinados comentarios reali- zados sobre el manuserito por Roger Arrazcaeta y José Manuel Torres. iimreeneeae. [Bigelow H.B.y WC. Semroeder (1948) “Sharon Fishes ofthe Nort West ‘Aare, pa.1,PL1, Mam. Sars Found Ma Fes, EEUU, Howell Rivero, Luis (1941): "Un nuevo ‘our praia fauna cubana de afar Hawanchidae, n Toda, (1-9, La Habana. Parra, A.(1787)-Descripciin de fortes pecs de storia natal es ‘delamo marti yrepresentacas en setentyenco iminas, mprertadela ‘Capltania Genova. La Habana (Ekin ‘aesinit Canto to Estos do Historia do las Ceneias. Finlay). Sénchez Roig, M.yF. Gémez dels Maza (1082) "La pesca en Cubs", Ministerio dela Agrcutura, Replica da Oba Gabi 13 |ARQUEOLOGIA| Habana Vieja: Arqueologia en edificios historicos Por: Roger Arrazcacta Delgado Resumen Des 1987, 1 Gabinoto ve Arcvectogla twalizaestucio para documertarias| ‘Sacronias et paimanio consid, ybrindar Informacion parasurestauacion Lastuscién, Irnanogatia er tals contatos arquoeiégcos ecesta una metodoiogjatbasara one snloquainorascisinare, nia Habana Vii, se avarwado desdouna porspoctva neipionty discretaauna Ietogracon isopinar quecomprande: ‘studios Wst6ce- documenta, ans G2 pptura mural, ealuacion maro-construciva, prospeccién geofsica.tonicas arqueemiieas, scavacsén actatgrcay apicacién modesta de calas prea pa ‘rvesogaranstormacionas de! adic, ‘Actualmens se introduce a Acquooingis dela Arqutoctra siglendolospinciios do stratgratiaandueolécicay la Matix Harts paral andisis doles chactonias det ecicio htc. Abstract From 1987 onwards he Deparment ot Archasciogy atthe Otiee ole Gy Historian of Havana has beon carryg out search fo ‘document tha dacheany of te bult hetogs ante prose supporting information les str, tntormalna requirements thiswehaeological contest requre a mathggoiagy basodtin an nteraecipioary approach. nO Havans advances nave been matse from modest beginnings taaciseiitay integration wich ineloneststorica ‘document stuces.anaiyes ot paintings, morpho-coratvctive evan, {Geophysical umvoys.svenasomena, techniques, sraigraptc exeavalem an inited application of wilting to ewestigno vansterratonsin balding Now the Archaeology of ehittura s baing roduc faewing the principe of arehaeiagica stratgrapty and ine Hats Manito tie araiyss of dachronies of fistoical omg. 14 fs intends de este escrito expe ner algunas experiencias que per- miten confrontar problemas de 1a practica arqueoligica en edificios de valor patrimonial, asi como replan- tear la potencialidad disciplinar en relacidn con los estuclios histérico~ arquiteetonices y Ia preservacién ‘monumental en la Habana Vieja Igualmente, se presenta el enfoque asumide en ta documentacién de esos contextos arqueoligicos. Cabe sefialar que estos se consideran sontenedar del edificio y los estra- tos enterrados asociados, dentro de tun marco unitario de compiejas co- nexiones expresadas en un ambito espacial y temporal diverso. Mdent- ficados por sus unidades estratigr- ficas (ue) creadas por procesos de construceisn, transformaciin, \sos iiltiples, cambios de funciones y demolicién, y otras especiales ~no arquitecténicas~ producidas por la actividad humana doméstica, por ejemplo el vertimiento de basuras en una letrina en un huceo abierto para ello, u otras de tipo sanitario 0 culinario, ‘Como bien han sefalado Latorre Gonziles-Moro y Caballero Zoreda (1995:11), “Edificio y subsuelo for- man un solo yacimiento con una historia comin”, De este modo, el inmueble en si mismo, a mis de ser arquitectura es un documento histérico capaz de suministrar ~s0- metido a un cuidadoso anilisis ar- queolégico- informacién de primer orden, inédita y revelado- 1a de sus vicisitudes sincrénicas y diacrénicas, Para encausar estas considera- ciones me referiré a edificaciones ubicadas en la Habana Vieja exca: vvadas por el Gabinete de Arqueolo- sa, localizadas en zonas 0 manzanas con evidencias de arquitecturas mis tempranas y esteatigrafias fertliza- das por procesos wzbanos de acu muilacion, exparsicn y degradacién, ‘Una gran parte de esos yacimientos se estudiaron sigisiendo los principios de la investigacién arqueologica tra- dicional en edificios histéricos, man- teniéndonos Heles a 1a excavacion estratigrifica y con la aportacién de haber incorporas las prospecciones feofisicas y el anilisis de pintura mura} integralmente a la estrategia arqueoligica. También abordaré en sintesis preliminar, el nueva mode~ lo de trabajo que comenzamos a ‘emplear como sistema en la inves~ tigacidn edilicia desde el ato 2000, 5 decir, la aplicacidn del andlisis estratigrifico 0 lectura de inmue- bles patrimoniales, empleando los principios de la estratigrafia ar- queokgica puestes al dia por el ar= quedlogo Edward C. Harris, y el uso de la matriz-ereada por este autor para la descripeisn y organizacion de la secuencia estratigrafica. Deba especificar que tomamos como guia bisica su libro Principias dle estratigrafia arqueoldgica (19843, conferencias ¥ asesoria personal, materializada en sus clos viajes a Cuba Fl mado en ite se esta inteodu- siendo esta herramienta metodo- Jogica compete directamente at Area de Arqueologia de la Univer- sidad del Pais Vasco, bajo la diree- ion del doctor Agustin Azkarate, quien nos brindé gran colaboracién y entrenamiento bisico, al igual que su equipo de arquedlogos du- trabajos en la Catedral de Santa Maria de Vitoria. Las fuen- -s bibliogrdficas principales para estos estudins parten de la propia experiencia espaftola, basadas en trabajos de investigadores como L. Caballero Zoreda, A. Azkarate Garai-Olaun, P. Latorre Gonzates- Moro, Juan A. Quirds Castillo, Leandto Cémara Muiioz, Santiago Feijé Martinez y otros, y de la reco ‘ocida escuela italiana, com una lar- g@ trayectoria tedrica y practica, convertida en un genuiina campo de investigacion que suele lamar- se ahora Arqueologia de la Arquie tectura, Hay que mencionar entre fos autores italianos los importan- tes trabajos de A. Carandini, R. Patent, G. P. Brogiolo, R. Francovich, T. Mannoni, F. Doglioni yD. Mana- corda, entre otros. La argumentacién de las meto- ologias usadas antes y después del Fachadla later, Catecral Metopomana de a Habana. jdentficacion de we, delsiglo sm a Cortesia del doctor Roberto Parr 2000, y los resultados obtenicios con estas serin expuestos de manera breve con ejemplos gue consideré oportunes, y son los siguientes: pa- lacio del Conde de Santovenia, casa de Pablo Pedroso en Baratillo 101, Casa Museo Simén Bolivar en Mer- caderes 156-160, casa en San Igna- cio 314 y Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro. Documentacién del contexto Resulta de mucho proveeho apli car un modelo explicativo le mis integral posible para logear el mixi mo de cognoscibilidad al abordar el objeto de estudio, Por tal motive ly documentacién de! contexto debe entenderse en su acepeidn més amplia, no solamente limita- daa la excavacién arqueoldgica baje la cota cero y a alguna cala parietal postual para responder solicitudes del arquitecto restaura- dor, a veces concernientes a solu- cionar problemas muy especificos de orden técnica, sin que esto quie. ra decir que no deben coneiliarse intereses que finalmente redunden | ARQUEOLOGIA| en un expediente exhaustivo del inmueble. Con la baisqueda de informacion en documentos archivistices, gra- ficos y bibliograficos, que aporta datos de primera mano sobre los moradares, tasaciones y procesos canstructivos que ocurrieron en un edificio; el andlisisfisico-morfol6g co, y el empleo de métodos ar- queométricos; hay que recurrir al estudio de las téenicas y materia- les de construccidin, aspectos todos que se mantienen dentro de los pa- rimetros tradicionales de ta inves- tigacin arqueolégica aplicada a la arquitectura, Pero cada vez se pone mds de manifiesto que para lograr tun conocimiento profundo de las diacronias, esos instrumentos no son suficientes y se hace impr: cindible aplicar una metodologia ins eficiente y objetiva, irigida a ‘obtener um volumen y calidad ma- yor de la informacién histériea en lun inmueble 6 a eseala urbana ~el centro histérico por ejemplo-. Nos referimos al anélisis de paramen- tos mediante el método estratigré- fico y la Matrix Harris, extendlida a todo cuanto es aprovechable para caracterizat process y compo- nentes de la identidad historia y cultural de un arqueosistema cons- tructivo {Kase casa, fortaleza, jgle- sia, fabrica y otros}. La situacin interrogativa particu lar en que se presenta la realidad arqueoldgica en tales tipos de edifi- ios con funciones especificas con- diciona, por tanto, una metodologia basada en lo antes dicho, pero orien- tada a alcanzar un enfoque organi- co interdisciplinario y la unicidad temiatica, De este modo el contexto arquitectusal, es decir, el edificio en si-y los antrosoles subyacentes, cons tituyen el més valioso documento, Arqitetegia 18, | ARQUEOLOGIia| Cuando a estructura material -2l edificio- es investigada comien- za entonees un proceso dé interro- gaciGn intima, de hermenéutica y reconstruccidn de todas las partes Y contenidas relacionales como sis- tema codificado. En el caso que nos ocupa, la tradicién ha establecido Ja potenciacion de la informacién primaria a través de la biscueda hist6rico-documental, prineipal- mente a partir de las fuentes archivisticas esctitas y graficas También es productive recurtir at las fuentes orales, por la impottar- cig que tienen para el registro de eventos relativos a la. contempo- raneidad. De hecho y como princi pio metddico, esta primera operacidn de registro es muy util en la Arqueologia de ls Arquitectu- ra, pero sto cubre una parte de la Investigacion, no tiene conexién di- recta con el trabajo arqueoldgics, ni es indisoluble de este, La pnictica demuestra que los documentos pueden dar Jugar a in- expretaciones equivocas, a omisios res intencionales, 9 no contemplar todos tos pormenores det fenéme- 1o evolutivo constructive de un eli ficio, e incluso existen inmuebles Contest purostraigrion dt siglo a actual, excaaco ono patio de lacrsace Pao Pedrosa, Baratio esquna Obrapia centenal carentes de memoria historica, ya sea porque los docu- mentos escritos relatives a su his- toria desaparecieron, 0 porque el edificio permanecid como propie- dad de una misma familia durante muchos afios, sin dejar datos en las escribanias. Como parte de ta prospeccién, se realiza el registro arquitecténi- 9 con ef que se recogen todos los testimonios que ofrece el propio monumento, especialmente los visualizales (como materiales datables, atributos morfortipologi- cos, cambios de identidad, agroga- dos, omamentaciones aplicadas y otros). Creimos que asi logrsba- mos una taxonomia cletallada del cdificio que exteriorizaba los valo- res de referencia para una lectura diacronica viable, se trataba asi de evaluar Ia riqueza acqueoldgica del sitio y ganar comprensidn a la hora de correlacionar datos histéricos perar un posible descriptivis este registro se sustenta en el ma- nejo previo de tos dacumentos. Por lo demas, el eontexto no esta- 14 debicamente documentado sin el registro arqueoldgico, Este es la ex- acabada en ta bisque- da, ficacién, datacién © interpretacién de los datos obteni- dos in situ mediante prospecciones y excavaciones sistematicas. En un contextotipico de vivienda en la Ha bara. Vig la informacion conterida es variada y comprende: estructu- ras arquitectnicas, infraestructaras rellenos, espacios, trazactos de in- miuebles precedentes 0 embel en una obra ulterior, dimens diversas, artefactos, ecofactos, etc, pero todos unificades por un deno- ‘minadar comiin tamado estraitica- cidn; descodificar esa estratificacién ompleja identificands tas we. ¥ sus relaciones conjuntas es una opera ci6n fundamental para comprender los procesos evolutives del edificio ¥ st uso, ello nos permitiré Negar, incluso, a entender el pensamiento constructive de los arquitectos y maestros de obras del pasado, Pora justiprecar al inmueble his- tdrico y su substrato intercelacio- nado, se hace ineludible realizar tuna lectura concienzuda de las uni: dades estratigrificas murarias (uexm,}; y si es posible extender este andlisisa un nivel de profundi- ‘acién mayor, buscando correla nes y secwencias en revocos y peliculas pictdrieas. ste fipo de es- tudio suele ampliar La historia cons- tructiva de un edificio (Parenti 2002: comunicacion personal), En el caso particular de la Haba na Vieja, donde predominan en tas construcciones coloniales pintuaras decorativas, es imprescindible documentarlas como elemento que brinda informacion histériea de suma importancia, Siempre que es posible se respetan_ por los restau- radores, se consolidan y restauran para su recuperacién. Por otto lado, antes cle tumbar los revocos 0 enlu- cidos deben registrarse las diferen- tes capas y colores de las pinturas planas y precisar eémo se relacio- nan con fas decoraciones miurales antes aludidas. Esta accion investigativa ta vislumbramos en el Gabinete de Arqueologia como par- te del esttidio arqueolégica del in- mueble y no sélo como un area de interés de los restauradares de pine tura mural, La informacién porta da por esas decoraciones parietales es sustanciosa, pues a veces docu mentan transformaciones consteuc- tivas, cambios de altura en los pavimentos y pisos, sustituciones por otras pinturas a.causa de dete- Foros, envejecimientos, nueva ‘moda 0 nuevos inguilinos. Su regise tro también es importante para co- nocer aspectos sociales de las familias, y camo expresién artistica de un momento histérico conereto. Finalmente, la excavacién ha dejado de ser el nico instrumen- to empleado por el arquedlogo, y la férrea subdivision de edificio- arquitecto, subsuelo-arquedtogo comienza a desaparecer paulati- namente, no obstante, sigue sien- do un auniliar indispensable para escudrifiar la historia contenida en el depésito arqueologico enterra- do y la wia para explicar las i terrelaciones complejas entre construccidn y suelo antrépico. Por otra parte, la excavacidn sistemati- ca obedece a la necesidad de am- pliar el horizonte cognoscitivo en concordancia con las hipstesis y objetivos programados y dara res puestas ldgicas a las interrogantes y problemas surgidos en el desarrollo de Ia investigacién, Con esta se lo- ‘gr, en definitiva, interiorizar en ta identidad fisica, inteinseca, del yaci- miento estudiado, lo eval presupo- ne un conocimiento objetivo cuyo resultado analitico — por la con- fluencia contrastable de datos, relecturas y generalizaciones- es una sintesis estructural. Para alcan- zar este cometido es preferible ta excavacién extensiva, abierta, acumulativa, con grandes areas continuadas (Beltran Lloris y otros, 1985), no en direas segmentadas, con pozos reducidos que aportan una informacién incompleta y frag- mentaria, EI contexto arqueolégico como problema EI problema contextual es el he- cho arqueoldgico en si, con las va- riables de hipotesis y respuestas originadas porla gran acumulacién del tiempo sobre el espacio, La Habana, refundada hacia 1519 - 1521 al norte de la provincia de igual nombre, junto al puerto de Carenas, manifiesta problemas especificos observados con fre- cuencia en las excavaciones. Es in- dudable que en la formacién y transformacion de los yacimientos arqueolégicos han actuado por mas de cuatro siglos procesos reestructuradores inherentes a la evolucisn urbana, como pueden ser el erecimiento del espacio habitacional, agresividad climatic incendios, depredacién humana y muchos otros, Es necesario reconocer que en Jos contextos miiltiptes ~como po-

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