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Ventafridda, Víctor C. Compañía Unión Telefónica Del Río de La Plata
Ventafridda, Víctor C. Compañía Unión Telefónica Del Río de La Plata
Considerando:
1°. Que reducida esta causa a sus verdaderas proporciones y a lo fundamental del litigio,
puede sintetizarse en lo siguiente:
2°. Las posiciones de Petley: atento a la forma negativa ha sido contestada la demanda; la
amplia y extensa absolución de posiciones hecha por el doctor Mayer, vicepresidente de la
compañía demandada, y a la definida situación de ambas partes en este pleito; como
asimismo atendiendo al trámite sumario con que debe instruirse y resolverse la causa, por su
monto inferior a $ 200, el suscripto estima no necesarias aquellas primeras posiciones ni su
rebeldía.
3°. La falta de poderes suficientes del procurador Seco Pon, para representar a la
demandada, atento a la relación de mandatos otorgados y substituidos que contienen los
instrumentos públicos testimoniados y a la falta de prueba, ofrecida al respecto, y no
producida por negligencia del actor, tal cuestión parece improcedente y así se declara.
4°. Hay acuerdo de partes sobre el hecho de que el servicio auxiliar o conmutador telefónico
del actor, fue solicitado, por éste, aceptando la tarifa trimestral de $ 15, cuyo pago verificó sin
discusión en los primeros tiempos.
Tal servicio es extraordinario, no está comprendido en el abono común, ni ha sido
reglamentado, ni aprobada su tarifa por el Poder Ejecutivo Nacional.
Entiende el suscripto que no son aplicables al aludido servicio las leyes de telégrafos y
teléfonos números 7501 1/2, 4408 y 11.253, ni los decretos pertinentes, que invoca el actor.
Tales leyes y decretos no son de aplicación al caso de autos, con el que no tienen la relación
directa e inmediata que requiere el art. 15 de la ley 48. No hacer lugar a la apelación.
Considerando:
Previene que las empresas concesionarias fijarán sus tarifas de acuerdo con el P.E.,
agregando, la 11.253 que los telégrafos establecidos en la República (y por ende los teléfonos
a mérito de lo dispuesto por la ley 4408) no podrán cobrar al público mayores ni menores
tarifas que las que fueren aprobadas. El decreto del P.E., de 13-07-1912 afirma también el
principio de que todas las tarifas telefónicas se establecerán siempre de acuerdo con el P.E.
a) los concesionarios de teléfonos no se hallan facultados para cobrar servicio alguno de los
comprendidos en su concesión, sin la conformidad del P.E., y en su caso sin la decisión de la
Corte Suprema, trátese de servicios generales o especiales;
Que la absoluta libertad de contratar y de fijar el precio de las cosas sólo existe cuando la
propiedad o la actividad personal se encuentran dedicados a objetos y fines puramente
privados porque cuando lo son a usos públicos, si se explota alguna concesión, privilegio o
monopolio concedido por el Estado, el propietario o concesionario se encuentra sometido por
el carácter de la dedicación de su actividad y por la naturaleza misma del favor que le ha sido
otorgado a un contralor especial de la autoridad administrativa, contralor que comprende
también el punto relativo al precio o tarifa compensatoria del servicio que está encargado de
prestar.
Toda concesión para el ejercicio de un servicio público lleva implícita la condición de que sus
precios o tarifas se hallen sometidos al contralor de la autoridad administrativa, que cuando
un concesionario, el caso de autos, reclama de los particulares el pago de sumas de dinero
como compensación de servicios prestados con motivo del privilegio que ejercita y no tiene ni
tarifa aprobada sobre el particular ni autorización general para celebrar contratos especiales
acerca de aquellos servicios, se coloca fuera del espíritu y de la letra de su concesión y
ningún derecho tiene contra los usuarios.
Los usuarios, salvo el caso de autorización legal expresa, sólo pueden obligarse y obligar al
concesionario mediante el contrato de adhesión que presupone otorgar el consentimiento
sobre la existencia de una tarifa aprobada por el poder público. Cuando no es así, cuando el
consentimiento recae sobre un precio y un servicio que no han sido objeto del contralor
administrativo, el acto es nulo desde que es condición ínsita en todo acto de concesión que el
titular de la franquicia en ejercicio del servicio público que presta por delegación del Estado,
sólo puede obligar a los usuarios cuando existe un servicio o una modalidad del mismo
administrativamente autorizados con su respectiva tarifa aprobada.
El P.E., dictó un decreto por cuyo artículo segundo "reconoció a las compañías de teléfono de
jurisdicción nacional el derecho a percibir el importe que hayan facturado y que facturan por
los servicios a que se refiere el artículo anterior y otros que pueden conceptuarse como
"especiales" en razón de no estar previstos en el decreto de 28 de mayo de 1907 y en el de
octubre 10 de 1910 hasta nuevo pronunciamiento del P. E.".
Esta última parte fue modificada: "entiéndase que lo prescripto en el art. 2° del decreto de 28
de marzo último se refiere a los servicios prestados hasta esa fecha inclusive".
a) el P.E. entiende que los "servicios especiales" deben ser autorizados por la Administración
y establecida la tarifa pertinente;
b) ambos decretos son generales y aluden tanto a los servicios especiales prestados a las
dependencias del Gobierno cuanto a los prestados a los particulares;
c) uno y otro validan y autorizan los servicios especiales que enumera, prestados con
antelación a la fecha del primer decreto fijando como tarifa la misma que la empresa facture;
d) después de esa fecha será indispensable ponerse de acuerdo sobre las tarifas y la
empresa no podrá cobrar tales servicios ni contratarlos;
Los contratos privados forman para sus otorgantes una ley a la cual están sometidos como a
la ley misma, no funciona cuando una de las partes ha procedido violando otras leyes de
carácter administrativo que la obligaban a solicitar previamente la autorización para prestar el
servicio y obtener a la vez la fijación del valor.
La parte de la demanda referente a las consignaciones debe ser admitida desde que ellas
corresponden a pagos de servicios especiales posteriores al 28 de marzo de 1934, es decir a
servicios acerca de los cuales no existe ya según el decreto ni autorización ni tarifa, definitiva
o precaria, acordadas por el P. E. El actor no estaba, obligado a pagar otra tarifa que la
general aprobada con arreglo a las consideraciones anteriores, la empresa demandada ha
debido recibir lo ofrecido en pago por el actor y así se declara admitiéndose la consignación y
desestimándose la reconvención a su respecto.
Se revoca la sentencia, en la parte que ha podido ser materia del recurso y se desestima la
demanda en cuanto reclama la devolución de 75 pesos moneda nacional pagados de más
antes del decreto de 28 de marzo de 1934; se hace lugar a la consignación, la que se declara
bien hecha sin perjuicio del derecho de la compañía para reclamar el valor del material y de
la mano de obra de que el actor ha aprovechado; y se rechaza la reconvención.