Está en la página 1de 10

Cultura y tradición oral en el caribe colombiano

Docente: Astrid Perafán

Presentado por:

María Alejandra Zapata

Rafael Andrés Toncel

Introducción a la Antropología Socio Cultural.

Universidad del Magdalena


Santa Marta
2018
Cultura y tradición oral en el caribe colombiano.
Bajo el título de “la cultura y tradición oral en el caribe colombiano” vamos a tratar
de exponer una visión que nos permita entender cómo se manifiesta la tradición
oral en el Caribe, una de las regiones donde se dieron los primeros contactos con
los españoles que llegaron con fines de colonizar, para ello hemos planteado los
siguientes puntos con los que se desarrollará este escrito, primeramente nos
enfocaremos en qué significado tiene el término de la tradición oral, teniendo
en cuenta las dinámicas sociales que ha permitido que esta se haya transformado
por los distintos cambios de tipo social, político, cultural y económico que se han
dado en el país, de igual manera, cómo los cambios anteriores han influido en
la educación de los colombianos puesto que en esta, la tradición oral se ha
visto afectada en el sentido de que ya no se representa como parte importante de
la cultura y por otra parte cuáles son las problemáticas que permiten que la
tradición oral ya no se reconozca como parte de la identidad colombiana.
Por último, presentaremos estudios de caso basado en todo lo anterior, donde se
refleja cómo es vista la tradición oral en la Colombia actual.
Cabe aclarar que el trabajo a presentar se hizo a través de la revisión de artículos
científicos y consultas de libros por autores que se preocupan por la tradición oral
en Colombia y a nivel latinoamericano.
De esta manera, es como nos guiaremos para sustentar lo anteriormente
mencionado, nuestro fin es dar en evidencia que el problema de pérdida de
identidad y tradiciones, en este caso la oralidad, no se dan por mera coincidencia,
sino que dentro de esta situación van otros fines, como el poder.
Palabras clave: tradición oral, cultura, comunidades indígenas, educación, poder.

1
La cultura y tradición oral son termas que se han estudiado años atrás por
intelectuales que buscan dar a conocer la importancia y el auge de la identidad a
través de experiencias que nuestros antepasados tuvieron y que transmitieron a
las generaciones siguientes.
En Colombia, el significado de tradición oral se ve reflejado en diferentes
perspectivas, por un lado, como algo innecesario y de poca relevancia, ya que la
oralidad se ha tomado más como un problema que como un mecanismo de
permanencia cultural, puesto que los intereses políticos prefieren ocultar las
realidades de los pueblos y de la historia del país en general, por otra parte, los
mismos pueblos tanto indígenas como afrodescendientes, consideran estas
tradiciones como parte de su historia y legado de los que antecedieron y la forma
de permanencia de sus culturas, costumbres y forma de ver el mundo, a la vez
como un mecanismo para no verse afectados en problemas como la aculturación
de la sociedad occidental, es por eso que ciencias como la antropología,
lingüística y sociolingüística tienen como lo consideran como un importante
objetivo de investigación y que a su vez buscan ser disciplinas intermediarias para
la valoración de la misma.
La educación juega un papel importante en la construcción del individuo, siendo
esta no solo la formadora de los ciudadanos sino la fuente por medio de la cual se
conoce la historia del país y lo que ha sucedido a lo largo del tiempo, sin embargo,
en los textos escolares es notable algo totalmente diferente a la realidad en que se
vive. Así como lo manifiesta Sandra Soler (2009: 233-260) “En la historia de
Colombia, los grupos dominantes, y en algunos casos la misma academia, han
considerado el racismo como un hecho externo y alejado de la sociedad. Es
normal asociarlo con los estadounidenses, e incluso con los europeos, pero pocas
veces con la realidad nacional. La tendencia es olvidar esta práctica heredada de
las épocas de la Conquista y la Colonia”. Muchas veces los pueblos étnicos y
afrodescendientes se ven sumergidos en una discriminación disfrazada intentando
hacer alusión a que cualquiera de estos grupos humanos, son sinónimos de
pobreza desconociendo las repercusiones que se tuvieron por la llegada de los
colonos españoles y que hasta ahora se siguen habiendo secuelas de estos
hechos y la pérdida de tradiciones a es una de ellas.
Y es que en las escuelas es notable cómo el mismo sistema de educación quiere
cubrir lo que vivieron los pueblo que nos antecedieron, y es a partir de la misma en
que se recurre a no darle tanta importancia a la identidad y diversidad cultural del
país así mismo las historias que llevan consigo, y que por razones de poder, de
lucro no se tiene en cuenta la otra cara de la historia de Colombia, por eso, es que
los grupos indígenas y afro defienden sus tradiciones y costumbres y viven en la
lucha diaria para que estas se mantengan.

2
El tratar de incorporar las tradiciones en la costa caribe es igual de difícil que
difundirla en el país, puesto que la política y el sistema educativo con el que se
maneja a las escuelas y universidades no le dan cavidad a este tema, pero esto
no es algo nuevo, empezando por la llegada de colonos, la época de violencia y el
destierro de tierras, hicieron que muchos de estos pueblos perdieran todo lo que
les fue entregado por sus antecesores, es así como se vieron obligados a olvidar
su identidad y adoptar formas de subsistencia en un país discriminatorio, al igual
que la poca participación de líderes de la comunidades en espacios políticos para
dirigir sus propias comunidades y el total abandono del Estado en las mismas.
El problema inicia principalmente en querer convertir a Colombia, un país de
diversidad cultural en un modelo occidental por medio de la planificación, tal como
lo plantea Escobar (1999: 60) “[..] Como aplicación de conocimiento científico y
técnico al dominio público [...]” todas estas prácticas económicas y científicas que
intenta imponer el sistema no tiene en cuenta lo anterior, su fin es llevar a un país
pobre como Colombia al “progreso”. No obstante, esto también se convirtió en un
objetivo evidente de planes ambiciosos para lograr “un mundo desarrollado”.
“Para planificaren el Tercer Mundo, sin embargo, era necesario establecer
ciertas condiciones estructurales y conductuales, usualmente a expensas
de los conceptos de acción y cambio social existentes en la gente. Frente al
imperativo de la "sociedad moderna", la planificación involucraba la
superación o erradicación de las "tradiciones", "obstáculos" e
"irracionalidades", es decir, la modificación general de las estructuras
humanas y sociales existentes y su reemplazo por nuevas estructuras
racionales.” Escobar, A. (1999) El fin del salvaje, Naturaleza, cultura y
política en la Antropología Contemporánea, Planificación pp 55- 74.
Santa Fe de Bogotá: Giro Editores LTDA.
Es importante destacar que, frente a tantos problemas sociales y políticos, es
inevitable que las comunidades se vean altamente afectadas, y que los problemas
como la pérdida de identidad cultural, de tradiciones y oralidades se vayan
desvaneciendo y quedando atrás; a pesar de los planes de desarrollo la idea más
propicia es formar un modelo que permita que ambas posiciones trabajen juntas
en un progreso que tenga en cuenta a los colombianos.
[…] Con todo nos preguntamos si hay historia (un contenido de
conocimientos sobre el devenir del pasado que funda nuestro presente),
que en verdad nos sirva para tener y dar a conocer un conocimiento
apropiado de nuestra historia que conduzca también a una conciencia de la
historia apropiada para el tipo de ciudadano colombiano que nos
esforzamos en formar […]” Moreno J. (2011) Narrativas de la oralidad

3
cultural en el contexto colombiano una introducción, pp 9-16, Cali:
Editorial universidad del Valle.
A partir de esto, damos una idea de algunas de las problemáticas que viven las
comunidades orales y el proceso que han tenido estas sociedades. Hoy en día los
estudios de la oralidad y la tradición son un poco invisibilizados, pero esto no
quiere decir que la escritura pueda suplantar al lenguaje de las palabras habladas.
Según Moreno (2011: 14) plantea que “Que las culturas de la oralidad hayan sido
invisibilizadas ha sido posible gracias a la versión escrita de la vida y la historia
social que han construido los sujetos hegemónicos de la Colonia y la Republica.”
Esto quiere decir que, desde que la corona española se posesionó en América, se
transformó en un arma distorsión de la realidad, la escritura es tomada como una
jerarquía social que puso al que no la tenía como objeto de dominación. Diferentes
episodios de la historia y la cultural del país colombiano, nos han mostrado el
modo en que se ha evolucionado y hecho fuerte el proceso de jerarquización de
las culturas, de los dominadores y los subordinados.
Es así como se puede visibilizar dicha distorsión en las expediciones que se hacía
en el país, un ejemplo de esto es Fernández de Oviedo (1959:102.) que se
encargó de reflejar durante dichas expediciones una “imagen de la realidad” del
grupo indígena Chimila ubicados en el Magdalena en una condición de dominados
y así lo manifestó en sus escritos:
“Habían los que iban por tierra pasado la provincia que se llama Chimila
que es confín y en el habla de los indios flecheros caribes, y al pasar de un
río que hay en aquella tierra, se vieron en mucho trabajo los españoles, y
se perdieron muchas armas de los soldados, y otras cosas que les hicieron
hasta falta. Esta Chimila, de Santa Marta, cuarenta leguas: y diéronse
mucha prisa para llegar al río Grande, a causa que las lluvias eran cada día
más, y hallaban muchas ciénagas.”
Con este ejemplo, así fueron muchos de los escritos de colonizadores, su
percepción a la hora de tener interacciones con los pueblos nativos (a los otros)
catalogándolos como salvajes, primitivos y algo exótico, pero que de alguna forma
no hay fuentes que muestren la percepción que tuvieron los nativos con el hombre
europeo, pero estas ya son concepciones relativas tal como lo manifiesta Todorov
(1991: 305) “[…] Se trata, pues, en ambos casos, de un relativismo que en el
último instante ha quedado atrapado por un juicio de valor (nosotros somos
mejores que los otros; los otros son mejores que nosotros) pero en que la
definición de entidades que se comparan “nosotros” y “los otros” permanece
puramente relativa […]”

4
Es así como se muestra ambas perspectivas, en el caso colombiano que, aunque
ya esa época haya pasado y se hayan ciertos lineamientos para tratar de reducir
ciertos exotismos y establecer derechos para los pueblos indígenas y afro, en la
actualidad, siguen viéndose las tradiciones y costumbres de estas comunidades
como una amenaza para la agenda política que toman el control sobre toda la
población, ya no miran la tradición oral con fines de apropiación y representación
dentro y fuera del país, y es justamente ese problema (entre muchos) que ayudan
a que los grupos humanos que no tienen una historia letrada vayan
desapareciendo.
“La existencia de la Constitución de 1991 no es el único argumento que
justifica una agenda política preocupada por el estudio de la oralidad; en
realidad, esta agenda está más justificada históricamente por la existencia
de otra agenda política que desde el nacimiento de la repúblicas de
América Latina hizo del modelo eurocéntrico de civilización y de la cultura
letrada el filtro de lo que fuera reconocido como “verdadera” cultura donde
el Otro de la modernidad, el que no correspondía con los estándares de la
alta cultura, era visto como el bárbaro, el ser cultural infravalorado e
invisibilizado por el sujeto letrado, artificie del triunfante proyecto de nación.”
Moreno J. (2011) Narrativas de la oralidad cultural en el contexto
colombiano una introducción, pp 9-16, Cali: Editorial Universidad del
Valle.
En cuestión de los textos literarios representativos de Colombia, los textos
culturales que no son literarios ni se registran en la lengua escrita no hacen parte
del archivo de la “cultura nacional”, lo cierto es que los textos orales no son
representativos porque pondrían en duda la existencia de un sujeto histórico-
cultural, la historización en su aceptación social.
“[...] Se trata entonces de abandonar la escalde la historia patria y allanar el
reconocimiento de los contextos en que la microhistoria, la etnohistoria, el
análisis de vectores migratorios, la yuxtaposición de sustratos culturales y
lingüísticos pueden servir de pre-estructura de conocimiento de las
narraciones que en la voz y memoria de los sujetos culturales concretos ha
atravesador por generaciones […]” Moreno J. (2011)
En otra instancia, Poloche (2012: 129-143), aborda la temática de la tradición oral
en un marco generalizado de la relación entre lenguaje e identidad cultural, puesto
que “la tradición oral facilita el intercambio, la conservación y la permanencia de
saberes ya que sustenta gran parte de la historia de los pueblos milenarios, en sí,
la oralidad es definida como el fundamento de la representación de la realidad
cultural.” Donde revela la importancia de la tradición oral y cómo va ligada a las
dinámicas sociales y el simbolismo de los pueblos indígenas, de los componentes

5
esenciales de la realidad de las comunidades en Colombia y cómo estos
elementos se encuentran plasmados en oralidad.
Sin embargo, el estudio de la tradición oral no ha podido llevarse a cabo de
manera sistemática puesto que sus estudios son muy recientes, gracias a las
nuevas tecnologías es que se ha podido tomar en cuenta estas tradiciones.
“Las tradiciones se generan constantemente a medida que se adaptan para
expresar la conciencia colectiva existente y que las palabras del pasado
llegan a coincidir con los valores e imágenes del presente y asumen
significados contemporáneos.” Ramírez N. (2012), La importancia de la
tradición oral: El grupo Coyaima – Colombia, pp. 129-143, Cali: Revista
Científica Guillermo de Ockham

Ramírez (2012: 129-143), justifica que el lenguaje plasma vivencias y experiencia,


que a la vez se logran integrar en condiciones amplias, donde las tradiciones
orales adquieren un significado para los indígenas y afro, (más generalmente para
todas las comunidades orales en Colombia), de la misma manera sostiene que las
tradiciones orales existentes desde tiempo remotos y son el medio del que han
podido valerse las sociedades sin registros para conservar y transmitir la historia
cultural que es interpretada como aquellas memorias del pasado narradas
oralmente de manera natural en las dinámicas de una comunidad.
“Las tradiciones se generan constantemente a medida que se adaptan para
expresar la conciencia colectiva existente y que las palabras del pasado llegan a
coincidir con los valores e imágenes del presente y asumen significados
contemporáneos”

ESTUDIO DE CASO: EL GRUPO COYAIMA


La autora, presenta el caso de la comunidad indígena Coyaima de la etnia pijao,
donde se tienen la percepción de que ya no son indígenas, por la aculturación y
pérdida de identidad y el desconocimiento histórico del pueblo, lo anteriormente
expuesto muestra la realidad de los pueblos indígenas en el siglo XXI, en este
caso en Colombia, por esto se hace indispensable recobrar la memoria de los
antepasados y evitar que los pocos recuerdos que tienen los adultos mayores se
pierdan llevándose tras de sí mucha de la herencia narrativa e ideológica
transmitida de padres a hijos durante siglos. La fuente principal es la tradición
oral.

Aunque la etnia pijao, ubicada en Tolima y Huela, pertenezcan a una sola familia
lingüística y compartir similitudes culturales, tenían una excelente organización
social antes del que los colones llegaran a colonizar. Según versa la historia, estos
indígenas contaban con una organización social derivada de su carácter guerrero
y conquistador y de acuerdo con ese carácter se asignaba la jerarquía. “Según
Bedoya (1992), los indios putima es o pijaos eran en exceso amantes de su

6
libertad, individualistas, rebeldes, guerreros por inclinación, y no aceptaban
soberanos que los gobernaran ni les impusieran leyes.” Cabe decir, que a pesar
de pasar por agravios impuestos años atrás, este grupo indígena aún conserva la
vestidura, el resguardo y cabildo (Gobernador, fiscal, secretario, alcalde mayor,
tesorero, comisario mayor, capitán, alcalde menor, alguaciles) y una economía
bastante destacada y entre otras cosas, la tradición oral. “La tradición oral como
aspecto cultural importante en la difusión del saber ancestral indígena está aún
latente en los coyaimas. El Mohán, la Mohana, la Madremonte y otros espíritus
que habitan en la naturaleza que han permanecido en esta comunidad desde
tiempos del descubrimiento forman parte del repertorio de los narradores
indígenas coyaimas”. Muchos de estas narraciones se relacionan con todas las
actividades sociales de los indígenas, ciertos personajes míticos son considerados
dueños de la realidad que se vive, y otros van directamente relacionados con la
naturaleza, es decir, se le atribuye valores tanto constantes como variables.
Aunque estos métodos sean aplicados en el ámbito educativo para no perder la
identidad cultural, los procesos reales de la comunicación entre culturas se hacen
casi imposible de llevar a cabo, puesto que no son suficientemente amplios y esto
se debe la fragmentación cultural, la discriminación y la exclusión social sigue
creciendo y afecta directamente a las comunidades étnicas. La autora propone
que los conceptos institucionales formulados por la etno-educación son fuente
clave para los pueblos indígenas.
“La escuela como puente entre la comunidad y el niño debe tener la misión
de afianzar en lo que le es propio y lo identifica y no de hacerlo entrar en
choque con lo que su cultura oral le significa.” Ramírez N. (2012), La
importancia de la tradición oral: El grupo Coyaima – Colombia, pp.
129-143, Cali: Revista Científica Guillermo de Ockham

Moreno (2011: 40-69) manifiesta que no hay que perder de vista que la oralidad
no se estudia por ella misma, sino que en ella y con ella adquieren contorno y
relevancia significativa conglomerados de sujetos culturales situados y es así
como el autor lo demuestra en una investigación y ejemplo de la oralidad regional
realizada en el Magdalena Grande:
ESTUDIO DE ORALIDAD REGIONAL- RELATOS Y LEYENDAS DEL
MAGDALENA GRANDE
Antes de que el Magdalena grande se independizara, estaba conformada por los
departamentos de la Guajira, Cesar y Magdalena, en ese entonces, era llamada el
Magdalena Grande y una de sus particularidades es que de ella nacieron diversos
relatos, estas creaciones colectivas contadas por medio de la oralidad representan
en gran escala a la cultura e identidad de algunas zonas del Caribe colombiano.

7
Para abordar la oralidad en el Magdalena, se tienen que redondear en un marco
de conocimiento de la región que sirva como puente para comprender la dinámica
históricas y sociales de los productos culturales de la comunidad.
El corpus y el problema
Uno de los temas autóctonos y legendarios de la región está asociadas a la
música vallenata, uno de los más reconocidos es la leyenda del Francisco el
Hombre, puesto que en él se ven reflejadas dos aspectos sustanciales de la
oralidad: la creación colectiva y la tradición. Este personaje presenta una función
social (transmitir noticias) un tipo ideal de musico (el primer acordeonero) que
posee dotes extraordinarios (la persona que venció al diablo)
Estas características permiten formular hipótesis de trabajos que permitan
comprender todos los atributos de la historia conservada por la tradición oral.
Moreno J. (2011) Narrativas de la oralidad cultural en el contexto colombiano
una introducción, pp 9-16, Cali: Editorial Universidad del Valle.
Relato(s) Visión del mundo Experiencia social
Conclusión.
Es importante destacar que la oralidad está vigente en todas las regiones,
incluyendo al caribe colombiano. Todas la comunidades étnicas y
afrodescendientes guardan consigo diversas formas de ver el mundo, y el
transmitirlas por medio de la narración oral es la manera de fortalecer la
permanencia e identidad cultural de sus comunidades, de la misma manera
que en memoria colectiva se guarde estos temas narrativos solo a condición de
que lleven consigo un significado donde se evidencia un gran cuerpo de
verdades culturales de los pueblos orales.

8
Bibliografía.
 Alvarez, G. (2011), Los relatos de tradición oral y la problemática de su
descontextualización y re-significación, Argentina: Universidad Nacional de
La Plata.
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.746/te.746.pdf

 Constitución política de Colombia (1991), De los principios fundamentales,


ART.10.
http://www.constitucioncolombia.com/titulo-1/capitulo-0/articulo-10

 Escobar, A. (1999) El fin del salvaje, Naturaleza, cultura y política en la


Antropología Contemporánea, Planificación pp 55- 74. Santa Fe de Bogotá:
Giro Editores LTDA.

 Moreno J. (2011) Narrativas de la oralidad cultural en el contexto


colombiano una introducción, pp 9-16, Cali: Editorial Universidad del Valle.

 Ramírez N. (2012), La importancia de la tradición oral: El grupo Coyaima –


Colombia, pp. 129-143, Cali: Revista Científica Guillermo de Ockham
http://www.redalyc.org/pdf/1053/105325282011.pdf

 Soler, S. (2009) Racismo y discurso en los textos escolares.


Representación de la diversidad étnica y racial en
los textos de ciencias sociales en Colombia, pp 233-260, Bogotá: Centro de
estudios sociales – CES.

 Todorov, T. Nosotros y los otros, Reflexión sobre la diversidad humana, pp


305- 323, México, Siglo XXI Editores s.a de c.v (Edición en español)

También podría gustarte