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1. MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS.

2. USO DE MAYÚSCULA SEGÚN LA PUNTUACIÓN


3. OTROS USOS DE MAYÚSCULA
4. TENDENCIAS NORMALIZADORAS.

ÍNDICE

1. MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS ................................................................................ 3


1.1 Origen de la distinción entre mayúsculas y minúsculas............................................. 3
1.2 Uso distintivo de mayúsculas y minúsculas .............................................................. 4
2. USO DE LA MAYÚSCULA SEGÚN LA PUNTUACIÓN .................................................. 5
3. OTROS USOS DE LA MAYÚSCULA............................................................................ 7
3.1 En las siglas ............................................................................................................. 7
3.2 En marcas comerciales ............................................................................................ 7
3.3 Para favorecer la legibilidad .................................................................................... 7
4. TENDENCIAS NORMALIZADORAS ........................................................................... 8

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1. MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS
(Bibliog: Ortografía lengua española 2010. Pg 517…)
1.1 Origen de la distinción entre mayúsculas y minúsculas
Como ocurre en todas las lenguas que emplean en su escritura el alfabeto
latino, las letras de nuestro abecedario pueden adoptar dos configuraciones distintas,
mayúscula y minúscula, distinción inexistente en otros alfabetos como el hebreo o
el árabe. Las mayúsculas difieren de las minúsculas en el tamaño y, a veces, también
en el dibujo.
En contra de lo que cabría suponer por la distribución y la frecuencia de uso
de cada una de estas formas en la actualidad, las letras mayúsculas son muy anteriores
en el tiempo a las minúsculas, que hacen su aparición en época relativamente tardía.
Los romanos solo contaban inicialmente con diversos tipos de letras capitales
o mayúsculas: las capitales elegantes o cuadradas, reservadas para obras
especialmente lujosas; las capitales clásicas, de forma más redondeada y, por tanto,
más fáciles de trazar, que eran las que solían utilizarse en la escritura de libros; y las
capitales cursivas, de ejecución rápida, usados para los escritos sobre asuntos
comunes de la vida diaria.
Hasta mediados del siglo II d.C. no hizo su aparición la llamada minúscula
cursiva, considerada por algunos autores como una evolución natural de la
mayúscula cursiva, ya plenamente asentada en el siglo IV a.C.
Algo más tarde, pero coexistiendo con la anterior, apareció la letra uncial, de
uso ya asentado en el siglo IV d.C y prolongado hasta el siglo VIII d.C. Es una letra
fundamentalmente mayúscula, de carácter librario, suntuario y litúrgico. Sus formas
ya son claramente redondeadas. A partir de finales del siglo V d.C. se utiliza ya la
letra semiuncial, tipo mixto cuya forma se asemeja cada vez más a la minúscula
cursiva.
Aunque buena parte de estas clases de letras conviven en el tiempo, en cada
documento solía aparecer un único tipo, cuya elección dependía de múltiples
factores; su función pública o privada, el tipo de lenguaje empleado, su destinatario,
etc.
En torno al siglo VII d.C. se desarrollaron las que han sido llamadas escrituras
nacionales. En los monasterios, centros de copia y difusión de la cultura, los clérigos
tomaron como base la nueva minúscula cursiva romana dotándola de nuevas formas
con la consiguiente proliferación de tipos: insular, gótica, visigótica, merovingia, etc.
Hay que esperar a los siglos VIII y IX d.C. época del renacimiento carolingio,
para ver aparecer una letra, la minúscula carolina, que propició la tan necesaria
unificación de tipos y favoreció la producción de copias y el intercambio cultural. Se

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mantuvo estable hasta la aparición de la imprenta, hecho que favoreció su posterior
adopción como modelo tipo gráfico.
Fue, por tanto, el triunfo de la minúscula carolina, así como la combinación
de dos juegos de letras diferentes en origen, lo que dio como fruto el modelo
tipográfico más difundido en la actualidad, en el que la forma de las letras mayúsculas
es herencia de las capitales monumentales romanas.

1.2 Uso distintivo de mayúsculas y minúsculas


El uso distintivo de minúsculas y mayúsculas es una convención estrictamente
gráfica, que solo se da en algunos sistemas de escritura y carece de correlato en el
plano fónico. Las letras mayúsculas representan los mismos fonemas que las
minúsculas correspondientes. Se trata de variantes formales de un mismo grafema,
por lo que su equivalencia oral es idéntica. Esto no significa, sin embargo, que su
empleo sea indistinto y puedan intercambiarse libremente. Todo lo contrario: dado
que la mayúscula se ha establecido como el término marcado, restringido, de la
oposición, cada lengua ha fijado sus funciones y las normas que condicionan su
empleo.
Las normas de uso de las mayúsculas son convencionales, por lo que no son
inamovibles y están sujetas a cambio y evolución. Conviene recordar siempre, sin
embargo, que la mayúscula es la forma marcada y excepcional, por lo que se aconseja,
en caso de duda, seguir la recomendación general de utilizar con preferencia la
minúscula.

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2. USO DE LA MAYÚSCULA SEGÚN LA PUNTUACIÓN
((Bibliog: Ortografía lengua española 2010. Pg 528…)
El uso de la mayúscula fue evolucionando en paralelo al sistema de
puntuación y refinándose a medida que este también lo hacía, hasta el punto de que,
en la actualidad, hay usos de la mayúscula condicionados estrictamente por la
puntuación; así, es la conjunción de ambos factores, puntuación y mayúsculas, la que
marca los límites de las unidades textuales básicas, que son los enunciados.
Un enunciado es una unidad comunicativa de sentido completo,
sintácticamente independiente, formada por una palabra o un grupo de palabras, y
que viene delimitado, en el plano oral, por pausas muy marcadas y, en el plano
escrito, por la mayúscula inicial de su primer elemento y el signo de puntuación que
señala su cierre. La mayúscula al comienzo de cada enunciado, apoyada por la
puntuación, es una marca visual muy útil, que permite captar a simple vista la
estructura interna de los textos.

(Bibliog: Tema 2 –Rubén – Gramática --)


Se escribe mayúscula inicial condicionada por la puntuación en los casos
siguientes:
- Al principio de cualquier escrito o después de punto. Ejemplo: Hace mucho
sol. Voy a dar un paseo.
- Después de los puntos suspensivos cuando estos cierran el enunciado.
Ejemplo: He escrito poemas, ensayos, cuentos…Me encantaría publicar una novela
// Es un tipo bastante…. Estúpido.
- Después de los dos puntos cuando estos anuncian el comienzo de una
unidad con independencia de sentido, como sucede en los casos siguientes:
a) Tras la fórmula de encabezamiento o saludo de una carta, se trate de
un envío postal, un fax o un correo electrónico. Por ejemplo: Muy señor
mío: / Le agradeceré // Querido Alberto: Acabo de recibir tu carta…
b) Tras los dos puntos que anuncian la reproducción de una cita o
palabras textuales: Pedro dijo: “No volveré hasta las nueve”.
c) Tras los dos puntos que cierran los epígrafes de un documento, cuando
el texto explicativo que los sigue comienza en la misma línea. Por
ejemplo: La arquitectura egipcia: El elemento más característico de la arquitectura
egipcia…
d) Tras los dos puntos que siguen a términos de carácter anunciador,
como ejemplo, advertencia, aviso, nota, etc. Por ejemplo:
ADVERTENCIA: Medicamento no indicado para menores de tres año.
e) Tras los dos puntos que siguen a verbos como certificar, exponer,
solicitar, etc en los documentos jurídicos o administrativos. Por

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ejemplo: CERTIFICA: / Que D. José Álvarez ha trabajado para esta empresa
durante…
- Después de los signos de interrogación y exclamación, según las
circunstancias siguientes:
a) Si la pregunta o la exclamación constituyen la totalidad del enunciado,
la primera palabra de la pregunta o la exclamación se escribe con inicial
mayúscula, así como la palabra que inicia la oración siguiente. Por
ejemplo: ¿Dónde te habías metido? Me tenías preocupadísima // ¡Qué alegría!
Pensé que no volvería a verte.
b) Si la pregunta o la exclamación inician el enunciado, pero constituyen
solo una parte de él, la primera palabra que sigue a los signos de
apertura se escribe con mayúscula y la que sigue a los signos de cierre
se escribe con minúscula. Por ejemplo: ¿Qué sorpresa me deparará este día?,
me pregunto ante el espejo cada mañana.
c) Si la pregunta o la exclamación no están situadas al comienzo del
enunciado, sino que siguen a otra palabra que también forma parte de
este, la primera palabra de la pregunta o de la exclamación se escriben
con minúscula. Por ejemplo: Diego, ¿puede poner la lavadora? // Pero ¡qué
niño tan guapo!

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3. OTROS USOS DE LA MAYÚSCULA
(Bibliog: Manual de corrección profesional, pg 167…)
3.1 En las siglas
En español, las mayúsculas se utilizan también para formar siglas: Fondo
Monetario Internacional: FMI. La escritura característica de las siglas es, pues, en
mayúscula, aunque la expresión a la que reemplace deba escribirse en minúsculas:
AVE frente a alta velocidad española. Esto permite distinguir ciertas oposiciones: AVE
frente a ave (animal con pico y plumas).
Las siglas que no pueden pronunciarse como palabras siempre han de
escribirse con mayúsculas, mientras que aquellas que pueden leerse como se escriben
a veces se convierten en palabras plenas. En estos casos, pueden ser nombres
propios como Renfe, o comunes, como sida o láser.
3.2 En marcas comerciales
Cada vez es más frecuente ver combinaciones desviadas de mayúsculas y
minúsculas o bien usos ajenos a la norma en el ámbito de la publicidad y de las
marcas comerciales: iPod, eDreams, CubaSí. Estas mayúsculas internas nos sirven para
averiguar los componentes de que consta la palabra.
En otros casos, en los logotipos de las marcas se escriben los nombres con
minúsculas: yoigo. Este uso no debe extenderse a los textos no publicitarios, donde
deberá constar como nombre propio y recuperar su mayúscula: Yoigo.
3.3 Para favorecer la legibilidad
En ocasiones, se escriben palabras, frases o textos en mayúsculas para facilitar
su visibilidad. Esto se hace así en los siguientes casos:
- Las palabras y frases de las cubiertas de libros y documentos
- Las cabeceras de los periódicos y revistas
- Las inscripciones de lápidas, monumentos y placas
- Los lemas y leyendas de escudos, banderas y monedas
- Los textos de carteles de aviso o las pancartas
- Las frases que expresen el contenido fundamental de un texto informativo.
Por ejemplo: SE PROHÍBE PISAR EL CÉSPED durante todo el recorrido
por el parque.
- Los términos como aviso, nota, advertencia, antes del aviso, la nota o la
advertencia correspondiente
- Los verbos fundamentales de ciertos documentos: CERTIFICA,
EXPONE, CONSIDERANDO…
- Los términos con los que se alude de forma repetida a ciertas partes en
contratos y documentos jurídicos: Doña Ignacia Suárez Luz, de ahora en
adelante la DEMANDADA.

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4. TENDENCIAS NORMALIZADORAS
(Bibliog: Guía de estilo de la Revista de la Administración Pública: “Uso de
mayúsculas y minúsculas)

Según la Guía de estilo de la revista de Administración Pública del Ministerio de


la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, se escriben con
mayúscula inicial todas las palabras significativas que componen la denominación
completa de entidades, instituciones, organismos, departamentos o divisiones
administrativas, unidades militares, partidos políticos, organizaciones, asociaciones,
compañías teatrales, etc. Por ejemplo: Cámara de los Comunes, Biblioteca Nacional, el
Parlamento, Universidad Complutense, Facultad de Farmacia, Partido Socialista Obrero
Español, Ministerio de Sanidad y Consumo, Departamento de Cambio Social.
Gobierno y Estado se encuentran en un grupo de sustantivos que además
de usarse como nombres comunes, sirven para designar entidades, organismos o
instituciones. Cuando se utilizan en este último sentido, llevan mayúscula. Así,
Gobierno se escribirá con mayúscula cuando se refiere al gabinete y no cuando se
refiere a la gobernanza y, Estado cuando alude a una forma de organización política,
dotada de poder soberano e independiente, que integra la población de un territorio
o al conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano, tanto en singular
como en plural.
Menciones en plural de instituciones con un mismo sustantivo
genérico. En ese caso, el sustantivo genérico va en singular. Por ejemplo: Los
ministerios de Sanidad, Vivienda y Transportes.
Entidades con mayúscula colectiva o institucionales. En este caso, la
mayúscula afecta tanto al singular como al plural, pero no a los especificadores que
acompañan al sustantivo. Por ejemplo: El Parlamento, Los Parlamentos español e italiano.
Los anafóricos institucionales, cuando vienen acompañados de
demostrativos, posesivos o elementos anafóricos, se escriben en minúscula. Por
ejemplo: Dicho ministerio, la citada subdirección, este departamento, el tribunal mencionado. La
única excepción se da cuando el sustantivo genérico únicamente va precedido del
artículo determinado, en cuyo caso también puede escribirse con mayúscula. Por
ejemplo: El Ministerio tendrá que presentar un informe adecuado // El Tribunal dictó un
considerable número de sentencias respecto a ese conflictivo tema.
La palabra administración puede escribirse con mayúscula o minúscula en
función de su valor. Así, el conjunto de organismos que se ocupan de hacer cumplir
las leyes se escribe con mayúsculas en singular y en plural, mientras que los
modificadores se escriben con minúscula. El hecho de “administrar” se escribe con
minúscula. Por ejemplo: Administración pública, Administración central, Administración
autonómica, Administración local. Una buena administración financiera es vital.
Los cargos, dignidades o empleos de cualquier rango se escriben con
minúscula inicial: presidente, ministro, canciller, rey, primer ministro, consejero,

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expresidente, conde, princesa. Excepto en inglés, que se escriben con mayúscula.
Por ejemplo: El presidente del Gobierno, la primera ministra, la canciller alemana, etc.
Las disciplinas científicas deben ir en minúsculas cuando se trate de áreas
del conocimiento, pero deben llevar mayúscula cuando aparecen en contextos
académicos y curriculares designando estudios y materias regladas. También se
escriben con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte del
nombre de una asignatura o materia de estudio, coincida o no con el nombre de una
ciencia o disciplina. Por ejemplo: La sociología del trabajo ha experimentado grandes avances.
Pero: Me han suspendido en Sociología del Trabajo // Pedro es catedrático de Ciencia Política.
Esta norma también se aplica al derecho como área de conocimiento y como
contenido académico y curricular. Por ejemplo: El derecho constitucional es una disciplina
muy arraigada // He aprobado el examen de Derecho Constitucional.
Las leyes y demás normas jurídicas deben llevar en mayúsculas todas las
palabras significativas, pero si el nombre de la disposición excede de diez palabras,
solo la primera llevará mayúscula. Por ejemplo:
+ Ley 17/2005, Declaración Universal de los Derechos Humanos
+ Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo
+ Real Decreto 1594/2011
+ Ley 1/2012, de 29 de febrero, de medidas temporales en determinadas materias del
empleo público de la Comunidad Autónoma de Galicia.
Sin embargo, en los nombres no oficiales de las leyes, la palabra “ley” se
escribe con minúscula inicial por no tratarse del nombre oficial. Por ejemplo: ley
antitabaco, ley de puntos, ley mordaza.

Las partes constituyentes de las normas jurídicas se escriben con


minúscula (exposición de motivos, disposiciones, capítulos, etc.). Por ejemplo: El
artículo 23 de la Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo.
Los anafóricos jurisprudenciales, cuando se forman con demostrativos,
posesivos o elementos anafóricos, se escriben en minúscula. Por ejemplo: Dicha
sentencia no cita ningún artículo conflictivo.
Los movimientos o tendencias políticas o ideológicas irán en minúscula,
salvo los nombres propios que puedan incluir. Por ejemplo: comunismo, liberalismo,
fascismo, la doctrina Monroe, etc.
Los programas, planes y proyectos llevarán mayúscula en todas sus
palabras significativas. Por ejemplo: Programa de las Naciones Unidas, Plan Nacional,
VIII Programa Marco
En el caso de que se trate de títulos muy extensos (incluyendo sintagmas), se
escribirá con mayúscula solamente la primera letra. Por ejemplo: Proyecto para la
detección y el estímulo del talento musical precoz en niños menores de 6 años.

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Los congresos, asambleas, simposios, etc., llevan mayúscula en todas las
palabras. Por ejemplo: II Congreso Internacional de Sociología, Jornada de Estudios Políticos,
etc.
Los nombres genéricos que acompañan a los nombres propios
geográficos (ciudad, río, mar, océano, sierra, monte, lago, provincia, región,
estrecho, etc.) deben ir en minúscula (ciudad de Panamá, el río Tormes), excepto si forma
parte del nombre (ciudad Juárez, Río de Janeiro).
Los nombres genéricos de espacios públicos (calle, plaza, parque,
avenida, paseo, etc.) deben ir con minúscula, excepto cuando se considere un
nombre propio indivisible (Plaza Mayor) o en el caso de los nombres en inglés (Oxford
Street, Sexta Avenida)
Las áreas geopolíticas, llevan mayúscula tanto en los sustantivos como en
los adjetivos que las forman (Europa del Este, América Central, el Magreb, Oriente Medio).
Sin embargo, cuando no se trata de parámetros estrictamente geográficos, se
escribirá con minúscula (los países exportadores de petróleo, el tercer mundo, etc.)
Las épocas y los períodos históricos deben llevar en mayúscula tanto los
nombres como los adjetivos que los componen (Edad Moderna, Tercer Reich, la
República de Weimar).
Los nombres de las revoluciones e imperios se escriben con mayúscula
inicial y minúscula el adjetivo (La Revolución francesa, la Revolución rusa, el Imperio romano,
el imperio de Occidente)
En el caso de las guerras, solo es necesario la mayúscula en los
componentes de la parte específica de la expresión denominativa, no así en el
sustantivo genérico “guerra” (la guerra de los Cien años, la guerra de Secesión, la guerra de
Independencia). Pero se escribe con mayúscula inicial cuando se trata de
antonomasias (Guerra Civil). El uso ha fijado utilizar las mayúsculas para los dos
grandes conflictos mundiales (Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial)
Los nombres de movimientos culturales se escriben con mayúsculas,
mientras que los nombres de estilos artísticos o literarios se escriben con minúsculas
(Barroco, Romanticismo, el arte barroco, el futurismo, el naturalismo).
Las religiones y las denominaciones del conjunto de sus fieles deben llevar
minúsculas (budismo, catolicismo, islam, cristiandad)
Los sustantivos y adjetivos que forman parte de los títulos de las
publicaciones periódicas irán en mayúsculas (La Vanguardia, Revista de Libros). En el
caso de obras de creación, solo irá en mayúscula la primera palabra del título (La
colmena, El capital).
Los nombres de las partes en las que se divide una obra escrita:
volumen, tomo, capítulo, etc., se escribirán con minúscula (capítulo II, “La regulación
del referendo en el derecho comparado”).

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