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Historia de la psiquiatría

Santiago Stucchi Portocarrero

Médico Psiquiatra Universidad Peruana Cayetano Heredia Instituto Nacional de Salud


Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi"

INTRODUCCIÓN

La psiquiatría ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo
largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las enfermedades, pero
en mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la religión, cuestionándose
continuamente su condición misma de enfermedades, ya sea atribuyéndoles un origen
diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente social en la mucho más reciente
antipsiquiatría. La historia de la psiquiatría es pues, la historia del conocimiento científico y las
dificultades que ha tenido que atravesar, y que atraviesa aún.

EDAD ANTIGUA

Mesopotamia.

Los primeros médicos babilonios fueron los sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las
enfermedades internas y, especialmente, de las afecciones mentales, que eran consideradas
como posesiones demoniacas y tratadas con métodos mágico-religiosos. Más adelante
aparecieron los médicos no sacerdotes denominados Asu, que se ocupaban de las
manifestaciones patológicas externas, como curar heridas, utilizando formas más naturales de
tratamiento. De todos modos, como los babilonios tenían concepciones animistas, tenían que
suplementar sus métodos naturales con "las doradas píldoras de la magia y la adivinación".

Egipto. Mucho antes que los griegos, los egipcios establecieron en sus templos un tipo de
medio ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse con actividades
recreativas, como excursiones, conciertos, danzas, pintura y dibujo.

En el templo de Imhotep (c. 2850 a.C.), el primer médico egipcio conocido, que fue deidificado
como dios de la medicina, se practicaba el sueño de incubación, una forma de psicoterapia
desarrollada después por los sacerdotes de Esculapio.

Los dos papiros egipcios más importantes referentes a medicina datan de 1550 a.C. y son el
papiro de Ebers y el de Edward Smith; en este último se reconoce, por primera vez en la
historia, al cerebro como "localización de las funciones mentales". Los egipcios describieron el
trastorno emocional denominado luego como "histeria" por los griegos, atribuyéndolo a una
malposición del útero, por lo cual fumigaban la vagina como tratamiento, con la intención de
devolverlo a su posición original.

Israel.

Los médicos hebreos más importantes eran sacerdotes que disponían de mecanismos
especiales para implorar a Dios. Probablemente el primero que intentó separar las funciones de
sacerdote y de médico fue el rey Asa, el cual "en su enfermedad no buscó al Señor sino a los
médicos". Cuando se establecieron del todo los médicos laicos, su campo de acción fue
restringido, pues no se les permitía el tratamiento de las "enfermedades ocultas": las de tipo
interno, la epilepsia y los trastornos mentales.

En la Biblia se describe la enfermedad mental de Saúl, que terminó en su suicidio, y se


interpreta como causada por un espíritu maligno enviado por Dios. Existen también
descripciones de probables excitaciones catatónicas y ataques epilépticos, que son atribuidos a
posesiones 6 demoniacas. Inclusive se describe una extraña forma de psicosis denominada
licantropía, que afectó al rey Nabucodonosor.

Persia.

La fuente original de la filosofía persa se encuentra en el Zendavesta, uno de cuyos


volúmenes, el Venidad, contiene varios capítulos dedicados a la medicina. El Venidad
menciona que hay 99,999 enfermedades, todas causadas por demonios. De hecho, "venidad"
significa "la ley contra los demonios". Aunque el Venidad habla sobre los médicos, deposita su
máxima confianza en los curadores espirituales, mencionando que "cuando están en
desacuerdo los médicos, el médico del cuchillo, el médico de las hierbas y el médico de la
palabra (quizá los equivalentes a los modernos cirujano, internista y psiquiatra), entonces el
creyente acudirá al que cura con la palabra sagrada, ya que él es el curador de curadores y
beneficia también al alma".

India.

La mayor influencia de la India sobre la psiquiatría es la insistencia del budismo en la supresión


del interés hacia el mundo externo, y su dirección hacia el interior del individuo. De hecho, se
ha recurrido a la meditación budista no sólo como una forma de psicoterapia para trastornos
mentales sino también como ayuda para superar las dificultades de la vida diaria.

Grecia.

Los griegos fueron los primeros en estudiar las enfermedades mentales desde el punto de vista
científico, separando el estudio de la mente de la religión. La medicina griega buscó leyes
universales que pudieran constituir la base de una ciencia real de la enfermedad, investigando
a fondo las leyes que gobiernan las enfermedades y buscando la conexión entre cada parte y el
todo, la causa y el efecto. Además de los tratamientos somáticos de la escuela hipocrática, los
griegos emplearon tres tratamientos psicológicos: inducción del sueño, interpretación de los
sueños (a cargo de sacerdotes) y el diálogo con el paciente.

Hipócrates (460-370 a.C.). Denominado "el padre de la medicina", Hipócrates sostuvo que las
enfermedades se producían por un disbalance de los cuatro humores esenciales: flema, bilis
amarilla, bilis negra y sangre. Así, el exceso de bilis negra causaba demencia; el de bilis
amarilla, ira maniaca, y el de bilis negra, melancolía. Pequeños excesos de estos tres humores
y de sangre daban lugar a personalidades flemáticas, coléricas y sanguíneas. Hipócrates ubicó
en el cerebro la capacidad para pensar, sentir o soñar. Fue el primero en proponer que los
sueños son expresión de nuestros deseos que acceden hacia el conocimiento cuando se
eliminan las demandas de la realidad. También fue el primero en describir y clasificar
racionalmente enfermedades como epilepsia, manía, paranoia, delirio tóxico, psicosis
puerperal, fobias e histeria.

En la melancolía describió irritabilidad, inquietud, insomnio y aversión a los alimentos, utilizando


dietas, higiene y baños como tratamiento. Para la insanía usaba laxantes, catárticos y sangrías
para eliminar el supuesto exceso de humores. Platón (427-347 a.C.).

El filósofo Platón dividió el alma en dos partes: racional (inmortal y divina, residente en el
cerebro) e irracional (mortal, fuente del placer y dolor, ubicada en todo el resto del cuerpo). La
locura se producía cuando el alma irracional escapaba a la influencia del alma racional o
cuando una alteración divina del alma producía conductas inspiradas o divinas; en este
segundo caso, reintroducía el concepto de "locura divina", rechazado por Hipócrates.

Como tratamiento, Platón postuló la dialéctica verbal entre paciente y médico, un diálogo
destinado a la curación mediante el conocimiento filosófico. 7 Aristóteles (384-322 a.C.).
Discípulo de Platón,

Aristóteles atribuyó el origen de las enfermedades mentales a cambios en la temperatura, la


bilis negra y las emociones. Así, la bilis negra moderadamente fría causaba vértigo, aprensión y
aturdimiento; la bilis moderadamente caliente, alegría y despreocupación; la bilis muy fría,
cobardía y estupidez, y la bilis muy caliente, deseo amoroso, lucidez y locuacidad. Sin
embargo, consideró que el centro de todas las sensaciones es el corazón, en tanto que el
cerebro es sólo un filtro que condensa los vapores calientes del corazón.

Roma.

Los romanos siguieron las filosofías griegas estoica y epicúrea, que postularon que las
pasiones y deseos insatisfechos actúan sobre el alma produciendo enfermedades mentales,
que pueden controlarse alcanzando un estado mental sin perturbaciones o ataraxia (de donde
deriva el término ataráctico utilizado para los sedantes).

Celso (25 a.C. - 50 d.C.). Conocido como "Hipócrates latino", Aurelio Cornelio Celso dividió las
enfermedades en locales y generales; dentro de estas últimas incluyó las enfermedades
mentales, que a su vez las dividió en febriles (delirios) y no febriles (locura). Consideró
necesario el confinamiento y los procedimientos restrictivos (hambre, cadenas y grillos) para el
control de la violencia, recomendando los sustos súbitos como tratamiento.

Areteo (50-130 d.C.). En su obra De causis et signis morborum, Areteo de Capadocia hizo
descripciones clínicas de diversas enfermedades y se preocupó por el bienestar de los
pacientes. Encontró que la manía y la melancolía podían presentarse como parte de una
misma enfermedad. Fue el primero en hablar de personalidades pre-psicopáticas; así, las
personas propensas a la manía son irritables y violentas, en tanto que las propensas a la
melancolía son de carácter depresivo. Adelantándose a Kraepelin, sostuvo que el pronóstico es
determinante en la naturaleza de la enfermedad. Diferenció entre manía (intermitente y curable)
y enfermedades seniles (progresivas e incurables), describiendo además otra enfermedad en la
cual las personas parecen "estúpidas, distraídas y pensativas", que podría corresponder a
esquizofrenia. Se opuso a la idea de "locura divina" de Platón y a las medidas coercitivas.

Galeno (130-200). El médico romano Galeno consolidó el conocimiento médico griego,


convirtiéndose en un sumario, o más bien un epílogo, del periodo grecorromano, pues a su
muerte comenzó la era del oscurantismo. Sostuvo que las enfermedades podían originarse por
afección directa del órgano enfermo o por "consenso", es decir, reacción simpática del órgano a
enfermedad en otra parte del cuerpo. Consideró que el cerebro es el centro de las sensaciones
y movimientos, y que el alma es inseparable de los centros nerviosos. Describió dos tipos de
almas: animal o racional (en el cerebro) e irracionales (en el corazón e hígado). Dijo que el
clima influye en las características psicológicas; así, la disminución de espíritus animales y la
frialdad del cerebro producen demencia e imbecilidad, en tanto que la manía y melancolía son
consecuencia de enfermedad directa del cerebro.

EDAD MEDIA

Europa occidental La edad media significó la gran decadencia intelectual de Occidente. La


Iglesia excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no pudo abolirla, pues reapareció bajo el
nombre de demonología. Así pues, las enfermedades mentales fueron consideradas como
posesiones demoniacas, y la demonología debía estudiar los signos o estigmas de posesión
diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba entre el rechazo y la tolerancia.

A partir del siglo XIII se fundaron hospitales con secciones psiquiátricas en Francia, Alemania y
Suiza. El primer hospital europeo para enfermos mentales se fundó en 1409 en Valencia
(España).

San Agustín (354-430). Aurelius Agustinus, conocido luego como San Agustín de Hipona,
contribuyó con la psicología al demostrar que la introspección es una fuente importante de
conocimiento psicológico, considerándosele como un precursor de la fenomenología y del
psicoanálisis.

El imperio Árabe Dentro del vasto imperio islámico, se construyeron hospitales con secciones
psiquiátricas en Bagdad (750) y El Cairo (873); asilos para insanos en Damasco (800), Alepo
(1270) y Granada (1365). Como los árabes, a diferencia de los cristianos, creían que los
enfermos mentales no eran poseídos por los demonios sino más bien que tenían cierta
inspiración divina, su trato hospitalario era más benevolente y amable. Razés (865-925).
Conocido como "Galeno persa", Razés describió todo tipo de enfermedades, incluyendo
psiquiátricas, oponiéndose a las explicaciones demonológicas de las enfermedades. Avicena
(980-1037).

El médico árabe Avicena, cuya obra máxima, El Canon, se convirtió en la biblia médica de Asia
y luego de Europa, intentó correlacionar reacciones fisiológicas con estados emocionales.
EL RENACIMIENTO.

A la vez que el Renacimiento ofreció la promesa de un nuevo espíritu de humanismo y


conocimiento, se convirtió en uno de los capítulos más nefastos en la historia de la psiquiatría.
En 1486, los teólogos alemanes Heinrich Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del papa,
publicaron el Malleus maleficarum (El martillo de las brujas), que se unió a la misoginia de la
Iglesia y a la idea de otros teólogos referente a una conspiración contra el cristianismo, dando
lugar a una cacería de brujas que condujo a la muerte a miles de personas, la gran mayoría
mujeres.

Los autores del Malleus atribuyeron la causa de todas las enfermedades mentales al demonio,
negando cualquier explicación natural de las mismas, destruyendo así toda la herencia
científica de la época clásica. El "tratamiento" prescrito para la enfermedad mental fue la
tortura, aún si se llegaba a la muerte, y la cremación como un acto de piedad, para "liberar el
alma" del desdichado. Paracelso (1493-1541).

El suizo Teophrastus Bombastus von Hohenheim, más conocido como Paracelso, se opuso
duramente a las creencias médicas de su época. Rechazó la demonología, a Galeno y en una
ocasión, arrojó públicamente el Canon de Avicena al fuego. Consideró que la enfermedad
mental es una enfermedad espiritual debida a cambios insalubres. Pensando en la temperatura
como agente causal de la manía, recomendaba la amputación de los dedos para que entre
"aire fresco". Fue el primero en sugerir un origen sexual en la histeria.

Vives (1492-1540). Considerado como el "padre de la psicología", el judío-español Juan Luis


Vives, en su obra Del alma y la vida, describió por primera vez la importancia de las
asociaciones psicológicas en la formación de las emociones.

Weyer (1515-1588). Considerado como el "primer psiquiatra", el médico germano-holandés


Johann Weyer publicó en 1563, De praestigiis daemonum (El engaño del demonio), tras 12
años de observar supuestas brujas. Weyer criticó duramente el Malleus y consideró que
muchas de las víctimas de la caza de brujas eran enfermas mentales.

Plater (1536-1614). El médico suizo Félix Plater, en su libro Observaciones de enfermedades


del cuerpo y la mente, clasificó y describió todas las enfermedades conocidas y postuló la
separación de los conocimientos psicológicos de la filosofía y teología.

EL SIGLO XVII

Willis (1621-1675). El médico inglés Thomas Willis reconoció las diferencias entre
enfermedades mentales con lesiones cerebrales macroscópicas y enfermedades en las que el
cerebro parece normal, atribuyendo el origen de estas últimas a espíritus animales perturbados.

Sydenham (1624-1689). Thomas Sydenham, médico inglés, describió exhaustivamente la


histeria, observando que afectaba a mujeres y hombres, y la atribuyó también a espíritus
animales anormales.

EL SIGLO XVIII
La abundancia de datos médicos y científicos conseguidos era tan abrumadora que se hizo
necesaria su síntesis y sistematización. Por eso, el siglo XVIII fue la época de los sistemas. Por
otro lado, aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la hoguera, su suerte era
aún lamentable durante la Ilustración. Si no eran internados en los hospitales, vagaban
solitarios, siendo objeto de desprecios, burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia
estableció asilos para insanos, cuyos directores estaban autorizados para detener personas
indefinidamente, y en los cuales se llegó a encerrar enfermos mentales junto con indigentes,
huérfanos, prostitutas, homosexuales, ancianos y enfermos crónicos.

En Londres, los enfermos mentales eran recluidos en el Hospital de Bethlehem (Bedlam),


donde los que sobrevivían a las deplorables condiciones, la abominable comida, el aislamiento,
la oscuridad y la brutalidad de los guardianes, debían soportar los tratamientos: eméticos,
purgantes, sangrías y torturas.

El Bedlam se convirtió además en lugar de espectáculo dominical para los londinenses, que
pagaban su entrada para observar a los internos tras las rejas de hierro. Similar situación se
daba en la Salpêtrière y Bicêtre (París), el Saint Luke's Hospital (Londres), el Pennsylvania
Hospital (Filadelfia), el Hospital para Dementes (Moscú) y el Narrenthurm (Viena). Sauvages
(1706-1767).

Influido por el médico y botánico Carolus Linnaeus, el médico francés Boissier de Sauvages, en
su obra Nosología metódica (1763), dividió las enfermedades conocidas en clases, órdenes,
géneros, especies y variedades. Cullen (1710-1790). Dos años después de Sauvages, el
médico inglés William Cullen publicó otra clasificación de enfermedades, de acuerdo con sus
síntomas, métodos diagnósticos y tratamiento. Fue el primero en utilizar el término "neurosis"
para referirse a las enfermedades no acompañadas de fiebre ni alteraciones focales. Dividió a
las neurosis en "comata" (similares a la aplopejía), "adynamiae" (alteraciones del sistema
nervioso involuntario o vegetativo), "spasmi" (trastornos de los músculos voluntarios, como
convulsiones) y "vesaniae" (alteraciones mentales). Consideró que todas las neurosis tienen
una base fisiológica.

Battie (1703-1776). En su obra Tratado de la locura (1758), el inglés William Battie describió
dos tipos de locura: endógenas (origen interno) y exógenas (origen externo). Fue director del
Saint Luke's Hospital y en 1788 describió la psicosis depresiva del rey George III. Pinel (1745-
1826). La contribución fundamental del médico y reformador francés Philippe Pinel fue cambiar
la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que sean considerados como seres
humanos merecedores de un tratamiento médico.

A cargo de la Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en 1793; dos años después hizo lo
mismo en la Salpêtrière. Pinel llamó a su labor "tratamiento moral", y muchos de sus principios
conservan su valor hasta hoy. En su obra Tratado de la insanía (1801), clasificó las
enfermedades mentales en cuatro tipos: manía, melancolía, idiocia y demencia, explicando su
origen por la herencia y las influencias ambientales.

Reformas similares a las de Pinel se dieron también en Italia, por obra del médico Vincenzo
Chiarugi (1759-1820), y en Inglaterra, a manos de William Tuke (1732-1822), comerciante de té
que fundó en 1792 el "York Retreat", cuya obra fue continuada por su hijo Henry Tuke y su
nieto Samuel Tuke. Gall (1758-1828). Creador de la frenología, el médico alemán Franz Joseph
Gall creyó que la personalidad estaba determinada por áreas específicas del cerebro, que
podían "mapearse" por la palpación de la superficie del cráneo. Si bien su teoría cayó en
descrédito, condujo a avances en la neurología.

Mesmer (1734-1815). Franz Anton Mesmer, médico y filósofo austriaco, sostuvo la existencia
de un "fluido continuo y universalmente distribuido" que influye sobre los cuerpos, al que llamó
"magnetismo animal", y que supuestamente usaba para sus curaciones, generalmente en
mujeres histéricas. También su teoría desapareció pero influyó en la aparición de la hipnosis.

EL SIGLO XIX

Esquirol (1782-1840). Discípulo de Pinel y considerado como el "padre de la psiquiatría", el


francés Jean Etienne Dominique Esquirol fue el psiquiatra más influyente de su época.
Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo como el arma más poderosa contra la
enfermedad mental, siendo autor de una ley, en 1838, que estableció la construcción de un
asilo en cada departamento de Francia.

En su libro Enfermedades mentales: un tratado de insanía (1838), acuñó el término


"alucinación", que diferenció de la ilusión. Además, clasificó las insanías en "monomanía"
(insanías parciales, como la paranoia) y "manía general" (similar al delirium); a la monomanía
asociada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el primer curso de psiquiatría.

Entre sus principales seguidores tenemos a Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules Baillarger
(1809-1890), que describieron la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-
1884), que fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido por una droga (el hashish).

Braid (1795-1860). En su obra Neurohipnología o El análisis del sueño nervioso (1843), el


cirujano inglés James Braid descubrió que los estados de trance, como los inducidos por
Mesmer, no son por magia ni magnetismo, sino por exceso de fatiga muscular debida a
prolongados periodos de concentración, acuñando el término "hipnosis". Este procedimiento lo
utilizó en cirugía para disminuir el dolor.

Charcot (1825-1893). El neurólogo francés Jean Martin Charcot diferenció entre las pacientes
con lesiones orgánicas y aquéllas cuyos síntomas eran de origen psicológico o "histérico". En
su centro de aprendizaje de la Salpêtrière, descubrió que los síntomas histéricos podían
hacerse desaparecer o podían reproducirse mediante la sugestión hipnótica. Más aún, también
era posible reproducirlos por sugestión poshipnótica.

Charcot fue también el primero en estudiar la función del trauma psicológico en el origen de la
histeria, suponiendo que los recuerdos traumáticos se almacenan en el inconsciente,
separados de la consciencia, y dan lugar a los síntomas físicos. Otros autores importantes
fueron: Johann Reil (1759-1813), alemán, creador de la psicoterapia racional y fundador de la
primera revista psiquiátrica, fue también el primero en utilizar la palabra "psiquiatría"; Benjamin
Rush (1745-1813), reconocido como el "padre de la psiquiatría norteamericana"; Joseph
Adams (1756-1818), inglés, sostuvo que se hereda la susceptibilidad a la enfermedad y no la
enfermedad en sí, con lo cual permitió pensar en prevención y curación; Johann Christian
Heinroth (1773-1843), alemán, el primero en utilizar el término "psicosomático"; James Cowles
Pritchard (1786-1848), inglés, dijo que la actitud antisocial es una forma de enfermedad mental,
describiendo lo que luego se denominó psicopatía; Wilhem Griesinger (1817-1868), alemán,
proclamó que las enfermedades mentales son patologías cerebrales; Carl Wernicke (1848-
1905), alemán, seguidor de Griesinger, intentó localizar fenómenos psiquiátricos en estructuras
cerebrales; Walter Cooper Dendy (1794-1871), inglés, introdujo el término "psicoterapia", al que
definió como 11 prevención y remedio mediante influencia psíquica; John Conolly (1794-1866),
inglés, seguidor de los Tuke, en su obra Tratamiento de la insanía sin restricciones mecánicas
(1856) insistió en la eliminación de los tratamientos coercitivos; Daniel Hack Tuke (1827-1895),
bisnieto de William Tuke, autor, junto con John Charles Bucknill (1817-1895), del primer texto
completo de psiquiatría. La teoría de la degeneración Morel (1809-1873). En su Tratado de
enfermedades mentales (1860), el francés Benedict-Augustin Morel postuló que algunas
enfermedades mentales podían heredarse de padres con afecciones similares y que la
predisposición podía sufrir una activación lenta hasta convertirse en una enfermedad debido a
transmisión vertical repetida o bien a una activación repentina por eventos externos como
traumas sociales, alcoholismo o infecciones. Introdujo la denominación de "demencia precoz"
para referirse a la actual esquizofrenia.

Otros exponentes de esta teoría fueron: Valentin Magnan (1835-1916), francés, uno de sus
iniciadores; Richard von Krafft-Ebing (1840-1902), alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886)
describió varios casos de perversiones sexuales y los atribuyó a degeneración, siendo
considerado como el fundador de la sexología; Cesare Lombroso (1836-1909), italiano, autor
de El hombre delincuente (1876) y La mujer delincuente (1893), donde sostuvo que la
criminalidad representa un fenómeno biológico producto de la degeneración, identificable a
partir de la fisonomía, induciendo la creación de una escuela de antropología criminal, de
donde se desarrolló la criminología.

EL SIGLO XX.

La psiquiatría alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo XX, con las clasificaciones
internacionales, las diferentes psicoterapias y con la aparición de la psicofarmacología.
Kraepelin (1856-1926). Emil Kraepelin, uno de los más influyentes psiquiatras alemanes del
siglo XX, fue un perpetuo estudiante de sus pacientes hospitalizados, elaborando un sistema
de psiquiatría descriptiva que todavía se emplea para clasificar los trastornos mentales de
acuerdo a la conducta que presentan los pacientes y a la evolución del cuadro clínico. Continuó
así, la orientación de Areteo de Capadocia. En la sexta edición de su Psiquiatría (1899),
diferenció claramente entre la psicosis maniaco-depresiva, de buen pronóstico, y la demencia
precoz, que evoluciona hacia el deterioro, dividiendo esta última en tres tipos: hebefrenia,
catatonía y paranoia.

Bleuler (1857-1939). El suizo Eugen Bleuler, en su libro Demencia precoz o el grupo de las
esquizofrenias (1911), afirmó que, como no todos los casos de demencia precoz evolucionan
hacia la demencia, era más apropiado usar el término "esquizofrenia". Mencionó cuatro
síntomas fundamentales en esta enfermedad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la
asociación y afectividad. Jaspers (1883-1969). En su Psicopatología general (1913), el alemán
Karl Jaspers realiza un estudio fenomenológico exhaustivo de la mente humana. Influyó
notablemente en la psicopatología y en la psicoterapia en general. Kretschmer (1888-1964).

El alemán Ernst Kretschmer, describió dos tipos corporales: leptosómico y pícnico, los cuales
vinculó con la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva, respectivamente. Meyer (1866-
1950). Figura dominante de la psiquiatría norteamericana, Adolf Meyer desarrolló un concepto
psicobiológico de la psiquiatría, que integraba aspectos biológicos y psicológicos en la 12
génesis y tratamiento de los trastornos mentales. Autor de Psicobiología: una ciencia del
hombre (1957). Schneider (1887-1967). Autor de Psicopatología clínica (1959), el alemán Kurt
Schneider implementó los enfoques descriptivo y fenomenológico de Kraepelin y Jaspers,
respectivamente. Dividió los síntomas de la esquizofrenia en primarios (conocidos ahora como
schneiderianos) y secundarios.

El psicoanálisis Freud (1856-1939). Creador del psicoanálisis, el médico neurólogo austriaco


Sigmund Freud estudió inicialmente con Charcot en la Salpêtrière. Junto con Joseph Breuer
(1841-1925) empleó la hipnosis para el tratamiento de pacientes histéricas. Más adelante
abandonó la hipnosis por el método de las "asociaciones libres". En sus Estudios sobre la
histeria, Freud relacionó esta enfermedad con problemas sexuales. En 1896 creó el término
"psicoanálisis" para referirse a su técnica de asociaciones libres e interpretación de sueños con
el propósito de traer a la consciencia los recuerdos traumáticos del pasado almacenados en el
inconsciente. Estos recuerdos se manifiestan normalmente a través de los actos fallidos y los
sueños, y patológicamente, mediante los síntomas neuróticos. Si bien el concepto de
inconsciente existía desde el siglo XVII, Freud fue el primero en utilizarlo para investigar y tratar
enfermedades mentales. En su obra La interpretación de los sueños (1900), sostuvo que los
sueños "representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido". En sus Tres ensayos para
una teoría de la sexualidad (1905), describió cuatro fases del desarrollo sexual: oral, anal, fálica
y de latencia, explicando las distintas alteraciones mentales en torno a fijaciones o regresiones
a estas fases.

En El ego y el id (1923) cambió su modelo topográfico de consciente e inconsciente, por un


modelo estructural, que comprendía el yo (ego), el superyó (superego) y el ello (id). Sus
teorías, inicialmente rechazadas por "escandalosas", se difundieron y alcanzaron una enorme
influencia en la cultura occidental del siglo XX, influencia que ha declinado en las últimas
décadas por los cuestionamientos que se han hecho a su metodología.

Adler (1870-1937). El austriaco Alfred Adler fue el primer psicoanalista en diferenciarse de las
ideas de Freud, fundando la escuela de psicología individual. Acuñó las expresiones "estilo de
vida" y "complejo de inferioridad".

Jung (1875-1961). El suizo Carl Gustav Jung fue otro de los discípulos de Freud que rompió
con él, pues consideraba que la sexualidad infantil no era más que una de las muchas
influencias que daban forma a la personalidad. Luego de separarse de Freud, fundó la escuela
de psicología analítica, donde elaboró nuevos enfoques psicoterapéuticos. Jung distinguió el
"inconsciente personal", que contiene experiencias propias del individuo, del "inconsciente
colectivo", que almacena recuerdos de los antecedentes ancestrales organizados alrededor de
imágenes que denominó "arquetipos". Otros seguidores del psicoanálisis fueron: Karen Horney
(1885-1952), alemana, se opuso al complejo de castración propuesto por Freud, postulando la
primacía de los factores sociales en la neurosis; Otto Rank (1884-1939), austriaco, rompió con
Freud y formuló su teoría de los efectos de la experiencia del nacimiento sobre el desarrollo
mental; Leo Kanner (1894-1981), austriaco, describió el autismo infantil; Anna Freud (1895-
1982), hija de Sigmund Freud, y Melanie Klein (1882-1960), crearon dos formas distintas de
aplicar el psicoanálisis en niños; Erik H. Erikson (1902-1994), describió cuatro etapas
psicosexuales del desarrollo; Harry Stack Sullivan (1892-1949), norteamericano, autor de la
teoría interpersonal de la psiquiatría; Donald Winnicott (1896-1971), observó que el sujeto
desarrolla vínculos profundos hacia objetos transicionales; Jacques Lacan (1901-1981),
francés, destacó el lenguaje y la necesidad de hacer contacto con el periodo preverbal del
inconsciente; Heinz Kohut (1913-1981), austriaco, fundó la psicología del self; James
Masterson (1926) y Otto Kernberg (1928), formularon concepciones para los trastornos limítrofe
y narcisista de la personalidad. 13 Terapias conductuales y cognoscitivas Pavlov (1849-1936).
En sus experimentos sobre conducta aprendida y no aprendida, el ruso Iván Pavlov consiguió
que perros entrenados experimentaran salivación al oír el sonido de una campana (estímulo
condicionado) luego que éste fuera apareado repetidamente con alimento (estímulo
incondicionado), que normalmente produce salivación en el animal.

Watson (1878-1958). Influido por los experimentos de Pavlov, el norteamericano John B.


Watson indujo fobia a una rata blanca en un niño de un año de edad ("el pequeño Albert"), al
asociar la presencia de aquel animal con un ruido intenso. Luego, el niño generalizó su temor
hacia otros objetos peludos blancos. Este modelo fue llamado condicionamiento clásico.

Otros autores importantes son: B.F. Skinner (1904-1990), norteamericano, empleó el


denominado condicionamiento operante, que sostiene que la conducta es una función de sus
consecuencias (reforzadores), Andrew Salter (1914), autor de la terapia de reflejo
condicionado; Joseph Wolpe (1915), creador de la terapia de inhibición recíproca; Aaron Beck
(1921), norteamericano, fundador de la psicoterapia cognoscitiva, que considera que las
cogniciones tienen un rol causal en la conducta, la cual no es sólo consecuencia de
condicionamientos.

Otras psicoterapias.

La psicoterapia centrada en el cliente de Carl Rogers (1902-1987), responsabiliza al paciente


por sus sentimientos y evolución de su terapia; la terapia gestáltica de Fritz Perl (1893-1970)
busca el alivio terapéutico de una experiencia dolorosa para el tratamiento de la neurosis; el
análisis transaccional de Eric Berne (1910-1970) postula que los padres crean un libreto de
vida en la primera infancia que conforma e inhibe la vida del sujeto, por lo que la terapia busca
descifrar ese guión. El uso abusivo de la psiquiatría.

En octubre de 1939, un decreto de Adolf Hitler ordenó a los médicos acabar con aquellos
pacientes víctimas de enfermedades incurables, como parte de la doctrina nazi de preservar la
"pureza racial" eliminando a los "incompetentes biológicos". De este modo, 270,000 enfermos
mentales fueron asesinados.
Durante la década de los '70 y '80, en la Unión Soviética se utilizaron los hospitales
psiquiátricos para internar a los disidentes políticos, sometiéndolos a contacto estrecho con
criminales peligrosos y enfermos mentales violentos, y a sobredosis de neurolépticos.

La antipsiquiatría La antipsiquiatría como movimiento social surgió en Inglaterra en la década


de los '60, teniendo como iniciadores a Ronald D. Laing (1927-1989), con su obra El yo dividido
(1960), y David G. Cooper (1931), autor de Psiquiatría y antipsiquiatría (1967) y La muerte de la
familia (1971). Este movimiento cuestionó a la familia y al estado, convirtiendo a la enfermedad
mental en un mito, un rótulo arbitrario utilizado para descalificar a ciertas personas, siendo los
psiquiatras instrumentos del poder opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras fundaron la
institución Kingsley Hall (1965-1970), en donde los supuestos enfermos podían realizar
libremente sus "viajes" regresivos.

En Italia, Franco Basaglia (1924) influyó en la promulgación de la ley 180, que cerró los
hospitales psiquiátricos. Otro autor importante fue el húngaro Thomas S. Szasz (1920), autor
de El mito de la enfermedad mental (1961). Como todo movimiento de contracultura, la
antipsiquiatría tuvo una existencia efímera. Las clasificaciones internaciones en psiquiatría 14
CIE. El Primer Congreso Internacional de Estadística realizado en Bruselas en 1853 encargó al
inglés William Farr y al italiano Marc d'Espine preparar una "nomenclatura uniforme de causas
de mortalidad aplicables a todos los países".

Más adelante, el francés Jacques Bertillon construyó la Primera Clasificación Internacional de


Causas de Mortalidad, que fue adoptada en el Congreso Internacional de Estadística de 1893.
Desde entonces, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) se revisó cada diez
años, aproximadamente. La primera revisión (CIE-1) se llevó a cabo en París en 1900. La CIE-
5 (1938), en su sección VI: Enfermedades del sistema nervioso y órganos de los sentidos,
incluyó cuatro subcategorías de enfermedades mentales: deficiencia mental, esquizofrenia,
psicosis maniaco-depresiva y otras. La OMS, creada en 1948, asumió la revisión de la CIE-6,
cubriendo morbilidad además de mortalidad, apareciendo la sección V: Trastornos mentales,
psiconeuróticos y de personalidad. Las siguientes ediciones: CIE-7 (1955), CIE-8 (1965), CIE-9
(1978) y CIE-10 (1992), fueron incorporando nuevas categorías diagnósticas, de acuerdo con
los avances de la psiquiatría. DSM.

El Comité de Nomenclatura y Estadística de la Asociación Psiquiátrica Americana (fundada en


1844), publicó en 1952 la primera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de
Enfermedades Mentales (DSM-I). Desde entonces se han publicado otras cuatro: DSM-II
(1968), DSM-III (1980), DSM-III-R (1987) y DSM-IV (1994). El DSM-IV intenta ser
completamente compatible con la CIE-10. La psicofarmacología y otros tratamientos
psiquiátricos La aparición de los psicofármacos ha significado la mayor revolución en el campo
de la psiquiatría, llegando a convertirse en parte imprescindible del tratamiento de muchas
enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos afectivos mayores, el
trastorno obsesivo-compulsivo y otros trastornos de ansiedad. Actualmente existe una gran
variedad de psicofármacos, buscándose cada vez mayor eficacia y selectividad de acción, con
menos efectos colaterales.
Otros tratamientos utilizados a lo largo del siglo XX han sido: la inducción de malaria en
pacientes con paresias generales, introducida en 1917 por el alemán Julius von Wagner-
Jauregg (1857-1940), lo que le valió el Premio Nobel en 1927; el coma insulínico, aplicado por
el austriaco Manfred Sakel (1900-1957) en 1935 para el tratamiento de esquizofrénicos; el
electrochoque, usado por los italianos Ugo Cerletti (1877-1963) y Lucio Bini (1908-1964) en
1938 para las depresiones graves; la psicocirugía, introducida por los neurólogos Egas Moniz
(1874-1955) y Walter Freeman (1895-1972) para el tratamiento de pacientes psicóticos y
obsesivo-compulsivos intratables, por lo cual el primero de ellos obtuvo el Premio Nobel en
1949. De estos cuatro tratamientos, sólo el electrochoque se utiliza actualmente, siendo una
ironía que los dos únicos Premios Nobel recibidos en el campo de la psiquiatría hayan recaído
en procedimientos que cayeron en desuso poco tiempo después.

Antipsicóticos.

En 1952 los psiquiatras franceses Jean Delay (1907-1987) y Pierre Deniker (1917- 1998)
demostraron las propiedades antipsicóticas de la clorpromazina, fármaco del grupo de las
fenotiazinas, que significó el primer tratamiento realmente efectivo contra la esquizofrenia. En
los siguientes años aparecieron nuevos antipsicóticos fenotiazínicos y de otros grupos. En 1960
se sintetizó la clozapina, el primero de los denominados antipsicóticos atípicos. Antidepresivos.
En 1957 el psiquiatra suizo Roland Kuhn (1912) y el psiquiatra norteamericano Nathanial Kline
(1916-1983), demostraron respectivamente los efectos antidepresivos de la imipramina (del
grupo de los tricíclicos) y de la fenelzina (del grupo de los inhibidores de la
monoaminooxidasa). En 1987 se introdujo la fluoxetina, el primer inhibidor selectivo de la
recaptación de la serotonina. 15 Ansiolíticos. Al comenzar el siglo XX, sólo se conocían cinco
fármacos con propiedades sedantes: bromuro (introducido en 1853), hidrato de cloral,
paraldehído, uretano y sulfonal.

La aparición del fenobarbital en 1912, dio lugar a la síntesis de 2500 barbitúricos, de los cuales
50 se utilizaron comercialmente. En 1957 se sintetizó el clordiazepóxido, que fue la primera de
3000 benzodiazepinas, de las cuales se comercializaron.

Durante la década de los '60, los barbitúricos fueron desplazados por las benzodiazepinas.
Litio. Fue en 1949 que el psiquiatra australiano John Cade (1912-1980) describió los efectos
del litio para el tratamiento de pacientes maniacos, Sin embargo, debido a los temores que
despertaba este elemento por su toxicidad, recién en 1970 la FDA aprobó su uso en los
Estados Unidos.

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Espaxs, 1966. Colp R. History of psychiatry. In: Kaplan HI, Sadock BJ, eds. Comprehensive
textbook of psychiatry/VI - Sixth edition. Baltimore: Williams & Wilkins, 1995:2777-2800. Coto E,
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1988:3-29. Vidal G. La antipsiquiatría. En: Vidal G, Alarcón R, eds. Psiquiatría. Buenos Aires:
Ed. Médica Panamericana, 1988:59-60. Zegans LS, Victor BS. Aspectos conceptuales en la
historia de la psiquiatría. En: Goldman HH. Psiquiatría general. Segunda edición. México: El
Manual Moderno, 1991:5-19. Zilboorg G, Henry GW. Historia de la psicología médica. Buenos
Aires: Librería Hachette SA, 1945

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