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EXPOSICIÓN
“HIPOTÁLAMO”
La estructura del hipotálamo está conformada por tres zonas (zona periventricular, zona
medial y zona lateral), tres regiones (Anterior, tuberal y posterior), 10 núcleos principales
y un área preóptica.
Zonas
Primero, bordeando el tercer ventrículo, justo dentro del revestimiento de las células
ependimarias, hay una capa delgada de células que comprenden la zona periventricular.
Esta zona contiene pocos núcleos diferenciados, tiene dos núcleos que son muy
sobresalientes los cuales son el núcleo arqueado/arcuato y el núcleo paraventricular,
estos están involucrados en la regulación neuroendocrina y autonómica.
Unido en los laterales de zona periventricular está la zona medial, que está conformada
por varios núcleos citoarquitectónicos distintos. Los núcleos de la zona medial están
especialmente implicados en la regulación del sistema nervioso autónomo, así como en
la regulación del sistema neuroendocrino.
Finalmente, la zona lateral tiene pocos núcleos, pero contiene importantes vías de fibra
como el haz del prosencéfalo mediano.
Regiones y área preóptica
Los núcleos supraópticos llamados núcleo preóptico medial y núcleo preóptico lateral
crean el área preóptica. Muchas neuronas del área preóptica contienen receptores
androgénicos y estrogénicos, el núcleo preóptico medial produce hormona liberadora de
la hormona luteinizante e influye los comportamientos motores. Asimismo, interfiere en el
NSD, núcleo sexualmente dimórfico.
Las señales neurales alcanzan al hipotálamo por muchas vías. Dos rutas importantes que
transmiten señales hacia y desde éste son el haz medial del prosencéfalo y el fascículo
longitudinal dorsal. Este último conecta al hipotálamo con el tallo cerebral y la médula
espinal, provocando información que es de naturaleza visceral y comprende señales
relacionadas con el gusto, la presión sanguínea y otras funciones autónomas. El
hipotálamo también recibe diversos inputs monosinápticos (directos) y polisinápticos
(indirectos). Ambos inputs reflejan señales sensoriales de dominios internos (viscerales)
y externos (somatosensoriales). Las vías monosinápticas proveen una ruta para las
respuestas reflejas autonómicas y endocrinas, lo cual incluye cambios en la frecuencia
cardiaca como respuesta al dolor, temblor como respuesta al frío y producción de leche
como respuesta al amamantar. Las vías polisinápticas reciben señales sensoriales que
hacen relevo en los núcleos autonómicos de la médula espinal y del tallo cerebral.
Conexiones aferentes:
Los aferentes del sistema límbico incluyen tres principales grupos de fibras: mfb, la stria
terminalis y el fornix. El mfb está localizado en la parte más lateral del hipotálamo y
contiene las fibras originadas por más de 50 grupos nucleares en diferentes regiones del
cerebro, que incluyen las fibras descendentes de las áreas septal y olfativa, y las fibras
ascendentes del complejo amigdaloide y de la sustancia innominata. La stria terminalis
se origina en el complejo amigdaloide y el fórnix en el hipocampo. Ambas entran en el
hipotálamo rostro- medial próximo a la superficie ventricular y se extienden a través de
todo el hipotálamo.
Conexiones eferentes:
Las proyecciones originadas en el hipotálamo incluyen las vías de fibras hacia la glándula
pituitaria anterior y posterior, el sistema límbico, la formación reticular del tronco cerebral,
el tálamo y subtálamo, los ganglios básales, el superior colliculi, la sustancia negra, el
cerebelo y el neocortex.
En general, las fibras eferentes provenientes del hipotálamo son reciprocas a las fibras
aferentes formando un sistema de retorno, exceptuando los sistemas de fibras que
proyectan hacia la glándula pituitaria y hacia los centros motores (tectum óptico, sustancia
negra y cerebelo). Las vías polisinápticas son responsables de conductas como: sueño,
ingesta de alimentos, congelamiento y huida, así como de estados afectivos como
depresión, rabia y miedo.
Los eferentes hacia el sistema límbico incluyen dos grandes grupos de fibras: el primero
viaja en la porción más lateral del mfb, conduciendo sus proyecciones ascendentemente
hacia las áreas septales y descendentemente hacia el complejo amigdalo-piriforme. El
segundo, proyecta hacia la amígdala a través de una vía medial posicionada junto a la
superficie interna del tercer ventrículo, siguiendo el sistema de fibras de la stria terminalis
con el BST.
Los eferentes hacia el tálamo incluyen 3 principales sistemas de fibras: el tracto mamilo-
talámico, que enlaza el hipotálamo posterior con el giro cingulado del sistema límbico
(componente del circuito de Papez); el sistema de fibras periventricular, que proyecta
hacia el tálamo medial y medio; un parte del mfb que proyecta por el pedúnculo inferior
talámico hacia el núcleo talámico medial. Finalmente los eferentes hacia la corteza
prefrontal siguen lateralmente dentro del mfb.
Eferencias mamilotalámicas hacia el núcleo anterior del tálamo, para luego
proyectarse a la corteza cingulada.
Eferencias mamilo-tegmentales que permiten conexiones con la formación
reticular del tegmento mesencefálico.
Eferencias descendentes al tronco encefálico y médula espinal. Estas permiten
que el hipotálamo pueda influir en los centros segmentarios simpaticos y
parasimpaticos tales como: núcleo accesorio del oculomotor, núcleos salivatorios
superior e inferior, núcleo dorsal del vago, núcleos simpáticos del asta lateral,
núcleos parasimpáticos de la región intermediolateral de la médula sacra.
El hipotálamo también establece conexiones con la hipófisis de dos maneras
diferentes. Una de ellas es a través del tracto hipotálamo-hipofisiario, y la otra es
a través de un sistema porta de capilares sanguíneos.
Fibras que descienden hacia el tronco del encéfalo y médula espinal influyen en la
neurona del sistema nervioso autonomo.Se conecta en los nucleos parasimpaticos
de los nervios oculomotor, facial, glosofaríngeo y vago
Fibras reticuloespinales que se originan en las astas grises laterales del primer
segmento torácico al segundo segmento lumbar de la misma médula espinal y la
eferencia sacra a nivel de los segmentos sacro segundo, tercero y cuarto de la
médula espinal.Descienden a través de una serie de neuronas de la formación
reticular.
Tracto hipotálamo nace en el tubérculo mamilar y termina en el núcleo anterior
Tracto mamilotegmental nace en el tubérculo mamilar y termina en las células de
la formación en el tegmento mesencefálico
Múltiples vías para el sistema límbico
(a) se encuentra en una fosa ósea en la que no puede crecer sin comprimir estructuras
vecinas;
(b) ser una estructura en comunicación con el resto del organismo y con capacidad para
corregir su producción hormonal en respuesta a cambios en el medio (interno y externo).
Si por alguna razón, la hipófisis crece lo suficiente comprimirá las estructuras vecinas
contra la silla turca, un nicho óseo cubierto en su parte superior por el diafragma sellar.
Dentro de la silla turca, la hipófisis, está rodeada por seno cavernoso, por donde pasan
el sifón carotídeo y los pares craneales III (motor ocular común), IV (troclear), las ramas
oftálmica y maxilar del V (trigémino) y VI (motor ocular externo). Por encima de la silla
turca y anterior al tallo hipofisario, se sitúa el quiasma óptico. El hipotálamo se localiza
por encima del tallo hipofisario y se expande por las paredes laterales del 3º ventrículo.
Desde el punto de vista anatómico, se distinguen dos hipófisis (dos subglándulas) de
distinto origen embriológico: la adenohipófisis o hipófisis anterior, y la neurohipófisis o
hipófisis posterior. La hipófisis posterior es una extensión del cerebro anterior que,
durante la embriogénesis, parte del hipotálamo, atraviesa el diafragma sellar y se sitúa
en la silla turca. La hipófisis anterior deriva de una invaginación ectodérmica de la
primitiva cavidad oral (estomodeo). Esta bolsa, llamada bolsa de Rathke, crece
cranealmente hasta unirse con la neurohipófisis. La conexión con la cavidad oral se
pierde y la adenohipófisis queda formando una unidad fisiológica (funcional y anatómica)
con el hipotálamo al que está unida a través del tallo hipofisario.
Una séptima hormona, la ß-lipotropina, se sintetiza, junto con la ACTH, en las células
corticotropas como parte de una molécula precursora llamada proopiomelanocortina. Las
funciones de la ß-lipotropina en el hombre son, por el momento, desconocidas.
El hipotálamo se localiza por encima del tallo hipofisario y se extiende por las paredes
laterales del tercer ventrículo. Su límite anterior es la comisura anterior y el posterior el
cuerpo mamilar. Está compuesto por un conjunto de núcleos (algunos de los cuales
producen neurohormonas) y tractos neuronales. Las neuronas del llamado sistema
neurosecretor mandan sus axones una estructura situada sobre el tallo hipofisario
llamada eminencia media donde sus terminales liberan hormonas que, a partir de aquí
continuarán viaje a la adenohipófisis por vía sanguínea (sistema porta hipofisario).
6.- Péptido intestinal vasoactivo (VIP) y el péptido histidina-metionina (PHM 27), actúan
como liberadores ocasionales de PRL (PRFs). Ambos se sintetizan en las células
parvocelulares del núcleo paraventricular
Por su relación con la regulación de las emociones y los estados fisiológicos, se considera
que el hipotálamo forma parte del sistema límbico, el conjunto de partes del cerebro
relacionadas directamente con la generación de las emociones. Se puede decir que el
hipotálamo se encarga de poner en marcha y coordinar entre sí buena parte de los
procesos que nos permiten sobrevivir y adaptarnos a situaciones cambiantes.
Además, el hipotálamo está ubicado cerca del tronco del encéfalo porque interviene en
las funciones básicas que garantizan nuestra supervivencia y que, por tanto, se realizan
de manera involuntaria, sin que nos demos cuenta. Además de actuar como puente entre
el cerebro y el sistema endocrino, coordina todo lo que se realiza a través del sistema
nervioso autónomo, es decir, el que le envía órdenes a partes del cuerpo para que estas
se adapten a cada situación.
Para mantener este equilibrio, el hipotálamo es uno de los principales responsables del
funcionamiento del sistema endocrino. Además, también está estrechamente relacionado
con la glándula pituitaria, que produce y envía otras hormonas importantes.
Así, el hipotálamo y la glándula pituitaria trabajan de manera conjunta para controlar todo
el sistema endocrino. Para ello, las glándulas que producen muchas hormonas del
cuerpo. Esto incluye las glándulas suprarrenales, los riñones y la glándula tiroides.
Hipotálamo y glándula hipófisis forman una unidad que controla la función de varias
glándulas endocrinas tiroides, suprarrenales y gónadas, así como una amplia gama de
actividades fisiológicas. Las acciones e interacciones de los sistemas endocrino y
nervioso, por las cuales el sistema nervioso regula el sistema endocrino, y la actividad
endocrina modula la actividad del sistema nervioso central, constituyen los principales
mecanismos reguladores para casi todas las actividades fisiológicas. Las células
nerviosas y las células endocrinas, ambas participantes en la comunicación entre una
célula y otra, comparten ciertos rasgos característicos: secreción de mensajeros químicos
(neurotransmisores u hormonas) y actividad eléctrica. Un mensajero químico único
péptido o amina puede ser secretado por neuronas como un neurotransmisor u hormona
neural, y por células endocrinas como una hormona clásica.
La médula suprarrenal, los riñones, las glándulas paratiroides y los islotes pancreáticos,
son tejidos endocrinos que reciben inervación directa del sistema nervioso autónomo.
Hormonas hipofisiotrópicas
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Gumz, M. L. (Ed.). (2016). Circadian Clocks: Role in Health and Disease. New York NY:
Springer.
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