Está en la página 1de 1

ANTIGUA MANERA GITANA DE LLAMAR AL ESPÍRITU

(Del manual de Kundalini Yoga: “Soy una Mujer Creativa, Sagrada e Invencible”)

Esta meditación es para invocar el espíritu de la Madre Tierra con nuestro propio
cuerpo. Para eso necesitas sentir una llama poderosa en el centro de tu corazón, en la
intersección en la línea que va de un pezón al otro.
Siéntate en postura fácil, con la columna recta y una ligera cerradura de cuello. La
postura fácil se realiza sentada en el piso, poniendo el pie izquierdo dentro de la ingle,
haciendo que la planta del pie se apoye contra la parte superior del muslo interior. Luego
coloca el pie derecho sobre el tobillo izquierdo, para que descanse sobre el muslo
derecho. Si no te sale, cruzas las piernas hasta donde puedas o te sientas en una silla
con las rodillas y los pies juntos, apoyados sobre el piso, y con la espalda derecha.
Siente el peso de tu cuerpo apoyado sobre los isquiones, ubicados en la base de
la pelvis. Eleva el punto del ombligo y llévalo ligeramente hacia adelante. Esto hará que el
esternón suba y entonces gira los hombros hacia atrás, alineando los omóplatos con los
huesos del Sacro. Para lograr la cerradura de cuello, lleva el mentón ligeramente hacia
atrás.
Levanta los brazos a 60 grados con los codos y las muñecas rectas. Esta posición
en la tradición de las Sacerdotisas es conocida como la de “bajar la luna”, con ambos
brazos elevados como si fuéramos una copa. El ángulo de las palmas sigue al ángulo de
los brazos. Los dedos están rectos y juntos, los pulgares relajados.
Durante toda la meditación vas a visualizar una llama en el Centro de tu Corazón.
No te muevas. Respira conscientemente, de un modo lento, largo y profundo. Vas a hacer
esto durante 3 minutos. Al terminar vas a tomar una inspiración profunda, diciendo una
plegaria para la Madre Creadora, la Madre Tierra y por la paz. Sostén el aire durante 15
segundos. Exhala, vuelve a inhalar profundamente y siente la en tu corazón la bendición
de la Madre Divina. Sostén el aire durante 15 segundos. Exhala. Inhala profundamente
una vez más y siente el sabor de la dulzura de la vida. Mantén la respiración durante 15
segundos, exhala y relaja.
Permanece unos instantes en quietud, sintiendo el movimiento de las energías que
acabas de despertar.

También podría gustarte