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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene gran importancia, ya que a través de los diferentes temas
trataremos los conceptos y definiciones referentes al tema en cuestión, del cual
comenzaremos explicando que el referimiento es una palabra que tiene su raíz en
el verbo Réfere, del Latín Referre; que significa referir, es decir; un procedimiento
rápido y bastante simple que tiende a obtener del tribunal civil o comercial una
decisión que resuelva de manera provisional un incidente, sin que se toque o
decida sobre el fondo del asunto.

El referimiento es un medio de defensa que el Legislador pone a disposición de los


ciudadanos, con la finalidad de que éstos puedan auxiliarse, en el caso de que sus
derechos se vean afectados por una decisión emanada de un Tribunal, ya sea
Civil o Comercial.

Con esta investigación pretendemos ampliar nuestros conocimientos con respecto


a la materia, saber cómo, cuándo y por qué se utiliza éste procedimiento; al igual
de todos aquellos que se interesen en leer nuestro humilde aporte, y les sea de
mucho provecho en un futuro. Por supuesto que siempre de acorde a la
Jurisprudencia, Doctrina y los Códigos Civil y de Procedimiento Civil que estatuyen
nuestras Leyes.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Explicar el procedimiento a seguir en el proceso de Referimiento ante la
Jurisdicción inmobiliaria, partiendo de que el inmueble se encuentre en una
Litis, debe de contener cada uno de los pasos del proceso hasta llegar a la
Sentencia.
 Determinar que es el procedimiento de referimiento ante la Jurisdicción
inmobiliaria.
Explique el procedimiento a seguir en el proceso de Referimiento ante la
Jurisdicción inmobiliaria, partiendo de que el inmueble se encuentre en una
Litis, debe de contener cada uno de los pasos del proceso hasta llegar a la
Sentencia.
El referimiento por ante los tribunales de la jurisdicción inmobiliaria esta recogida
por los artículos 50, 51,52 y 53 de la Ley de Registro Inmobiliaria, 74, 75, 76, 94,
163 al 170 del Reglamento de los Tribunales Superiores de Tierras y de
Jurisdicción Original.

El Referimiento es un procedimiento excepcional por ante los Tribunales de la


Jurisdicción Inmobiliaria, al cual se acude en caso de urgencia en ara de ordenar
una medida conservatoria la cual tienda a evitar o prevenir un daño inminente o
para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita.

Cuando la Ley de Registro Inmobiliario en lo relativo al Referimiento ha querido


acudir al Código de Procedimiento Civil lo ha hecho de manera vinculante y no
supletoria, para que se apliquen en determinado momento procesal disposiciones
de la Ley 834 de 1978, y lo ha establecido en los términos previstos por la parte
infine del artículo 53 de la Ley de Registro Inmobiliario el cual dispone entre otras
cosas que el presidente del Tribunal Superior de Tierras tiene las mismas
facultades previstas en los artículos 140 y 141 de la Ley 834, del 15 de julio de
1978.

Tribunal Competente
El tribunal competente para conocer la demanda en referimiento es de Jurisdicción
Original que se encuentre apoderado del caso de manera principal, lo cual quiere
decir que de no existir una instancia principal, no procede la demanda en
referimiento, a diferencia del procedimiento civil ordinario, donde sí se puede
demandar en referimiento aunque no exista una demanda principal cursando en el
tribunal apoderado.
Procedimiento del referimiento inmobiliario.
Está  regido por el art 52 de la ley de registro inmobiliario y por los artículos 164 al
170 del reglamento de los tribunales de tierras.

Primer paso solicitud  de auto: es cuando la parte demandante persigue y obtiene


del juez los referimientos, que es el juez de la jurisdicción original.

Según el Magistrado Polanco Santana, V. (2008, Págs. 276-277), la demanda en


referimiento debe interponerse por ante el Juez de Jurisdicción Original que está
apoderado de la litis sobre derechos registrados o de la demanda, al que el
interesado deberá solicitarle un auto de fijación de audiencia para conocer de la
demanda en referimiento.

Se infiere que la competencia del Tribunal de Jurisdicción Original para conocer de


la demanda en referimiento le viene dada por estar apoderado de una demanda
principal, lo que implica que los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria,
específicamente los Tribunales de Jurisdicción Original, son incompetentes para
conocer de las demandas en referimiento si éstos no están apoderados de una litis
sobre derechos registrados o de una demanda principal, lo que no ocurre en
materia civil ordinaria, que los jueces de primera instancia son competentes para
decidir en atribuciones de referimientos sin estar apoderados de una demanda
principal, salvo las excepciones previstas por algunas disposiciones legales.

De ahí que Pérez Méndez, A. (1999, p. 207), considera que el procedimiento de


referimiento es contradictorio, ya que la demanda se introduce por medio de una
citación, a fin de que el demandado comparezca a una audiencia que se celebrará
a este efecto el día y hora habitual de los referimientos. Si el caso requiere
celeridad, el juez de los referimientos puede autorizar para que se cite a hora fija,
aún en los días feriados, sea en la audiencia, sea en su domicilio con las puertas
abiertas".
Todo el que pretende citar a otro en referimiento, debe averiguar cuál es la hora y
el día habitual de los referimientos, lo cual se determina por un auto que al
comienzo del año debe dictar el juez de Primera Instancia. Además de la citación,
en ciertos casos excepcionales el referimiento se inicia mediante acta levantada
por un oficial en el ejercicio de sus funciones, en la que hace constar la dificultad
surgida y envía a las partes ante el juez, en referimiento: el alguacil, en caso de
embargo ejecutivo, el juez de paz en caso de fijación de sellos al notario al
momento de proceder a un inventario. El juez queda apoderado del conocimiento
de la dificultad del envío del acta en que el oficial público le ha consignado, y sin
necesidad de citación a requerimiento de parte.

Conforme lo establece el artículo 112 de la ley 834 del año 1978, donde le da
facultad al Presidente del Tribunal estatuir en referimiento sobre las dificultades de
ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio.

La ley no ha establecido plazo alguno entre la citación y la audiencia. El artículo


103 de la ley 834 de 1978 se ha limitado a decir que el juez se debe asegurar que
entre un hecho y otro la parte demandada haya podido preparar sus medios de
defensa. Así se podrá suplir de oficio este aspecto, remitiendo el asunto para otra
fecha a tales fines.

En materia de referimiento, las partes tienen que estar representadas por


Abogados, tras la entrada en vigencia de la ley 91 de 1983, que creó el Colegio
Dominicano de Abogados, antes no se requería el Ministerio de Abogados en este
procedimiento, por lo que las partes podían comparecer personalmente o ser
representadas por un apoderado cualquiera. La citada ley hace obligatorio el
ministerio de abogados en materia de referimiento.

La audiencia se celebra como cualquier otra, o en los casos de extrema urgencia,


en la morada misma del juez. Esa audiencia es pública, a menos que se trate de
un asunto que la ley manda que se conozca a puertas cerradas
Vías de recurso del referimiento inmobiliario.
Las vías de recursos contra las ordenanzas de referimiento están contenidas en
los articulos53 de la ley de registro inmobiliario en los art 169 y 170 del reglamento
de los tribunales de tierras y 140 y 141 de la ley 834 del 15 de julio de 1978.

En efecto,  todas las ordenanzas de referimiento dictadas por un juez de la


jurisdicción  original que pueden ser recurridas por ante el  departamento  del
tribunal superior de tierras al que corresponde  la apelación.

Solo pueden apelar los que fueron parte en el proceso en el proceso en primer
grado   dando lugar a la ordenanza en el referimiento impugnada y esta persona
son la única que tienen calidad para interponer este recurso.

Para apelar debe estar acompañada de las pruebas  que se harán valer. Y
depositarla en al tribunal  de la jurisdicción original que  dicto la ordenanza
atacada.

Hay que recordar que existe el monopolio del ministerio de abogado en todo el
procedimiento.

El recurso de apelación será conocido y fallado por una terna del tribunal superior
de tierras

En esa audiencia, las  partes ejercerán  todos los medios de defensa y presentara
conclusiones.

El tribunal de registro inmobiliario, ni el reglamento de los tribunales de tierras


pueden especificar el plazo deberá decidir la audiencias.
La ordenanza en referimiento.
Es siempre una orden urgente que dicta el juez o el tribunal apoderado del
referimiento como consecuencia de un asunto principal  que está instruyendo para
que a petición de parte interesada, y se ejecute una medida provisional,  que no
prejuzga el fondo del asunto principal y con relación a este no adquiere la
autoridad de la cosa juzgada.

Los elementos  de la ordenanza en referimiento es una orden  urgente que  dicta


el juez o tribunal que conoce el referimiento y el carácter de orden urgente que
impone que sea ejecutada, cumplida y acatada inmediatamente, nadie puede
desconocerla sin cometer el delito de desacato judicial. De manera que la
ordenanza es imperativa.

El carácter urgente de la orden es propio del procedimiento de referimiento.


Sin la urgencia es que  el referimiento no tendrá razón de ser debido que con él se
trata de impedir un daño inminente estableciendo que el presidente del tribunal
superior de tierras tiene la competencia para ordenar la suspensión de la
ejecución de la ordenanza dada en referimiento.

Demanda en suspensión de ejecución de ordenanza en referimiento.


La demanda en referimiento debe interponerse por ante el Juez de la Jurisdicción
Original que está apoderado de la litis sobre derechos registrados o de la
demanda, al que el interesado deberá solicitarle un auto de fijación de audiencia
para conocer de la demanda en reherimiento; de donde se infiere que la
competencia del Tribunal de Jurisdicción Original para conocer de la demanda en
reherimiento le viene dada por estar apoderado de una demanda principal, lo que
implica que los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria, específicamente los
Tribunales de Jurisdicción Original, son incompetente para conocer de las
demandas en reherimiento si éstos no están apoderados de una litis sobre
derechos registrados o de una demanda principal.
Cabe señalar que la demanda en reherimiento no está subordinada respecto a la
instancia o demanda principal que recae sobre el fondo del litigio, ya que el
reherimiento está destinado a cumplir una misión jurídica diferente a la del
Tribunal que conoce del fondo del asunto, es por ello que el artículo 50 Párrafo 2
de la Ley de Registro Inmobiliario no puede prejuzgar el fondo del asunto, no
adquiere en cuanto lo principal la autoridad de la cosa juzgada, y es ejecutoria
provisionalmente, no obstante cualquier recurso.

Este Procedimiento se torna contradictorio toda vez que el adversario debe ser
citado, ya que la demanda en reherimiento se introduce por medio de una citación
al demandado emplazándolo a comparecer a la audiencia que ha fijado el Juez
mediante auto, el cual deberá acompañar el acto de citación.

El Plazo que debe transcurrir entre la citación y la audiencia que deba conocer el
Tribunal es de un (1) día franco, es decir tres días, en cumplimiento de lo
dispuesto por el artículo 165 del Reglamento de los Tribunales de la Jurisdicción
Inmobiliaria.

En las audiencias de reherimiento por ante los Tribunales de la Jurisdicción


Inmobiliaria, deberán ser cumplidas todas las formalidades y requisitos exigidos
por la Ley de Registro Inmobiliario y el Reglamento de dichos Tribunales.

Al ser la demanda en reherimiento un procedimiento de orden privado, el mismo


se conocerá en no más de dos (2) audiencias, una de sometimiento de pruebas, y
otra de conclusiones, entre las cuales transcurrirá un plazo no mayor de cinco
días.

En la audiencia de sometimiento de pruebas las partes deberán darle lectura al


inventario de los documentos que harán valer en apoyo de los actos y hechos
relativo a su demanda, ya que de conformidad con el artículo 1315 del Código Civil
todo el que alega un hecho en justicia está en la obligación de probarlo; por
consiguiente el demandante debe probar los hechos y actos que alega en apoyo
de su demanda; que por tanto si el demandante no suministra la prueba de los
actos y hechos que sirven de fundamento a su demanda, el Juez está en la
obligación de rechazarla.
La prueba fundamental en referimiento por ante los Tribunales de la Jurisdicción
Inmobiliaria es la urgencia de la medida solicitada, si la parte demandante no
aporta la prueba referente a la urgencia el Juez está en la obligación de rechazarle
la demanda, ya que la urgencia es el elemento fundamental para determinar la
procedencia del referimiento.

Sin embargo, en la audiencia de sometimiento de prueba el demandado deberá


presentar todas las excepciones de procedimientos a pena de inadmisibilidad,
simultáneamente y ante de toda defensa al fondo ya que una vez concluida la
audiencia sobre sometimiento de prueba, el Juez o Tribunal de la Jurisdicción
Inmobiliaria, fijará la audiencia sobre el fondo, la cual quedará fijada en la
audiencia de sometimiento de pruebas; entre la audiencia de sometimiento de
pruebas y la audiencia sobre el fondo no debe transcurrir un plazo mayor de Cinco
días.

En la audiencia sobre el fondo la parte demandada puede plantear todos los


incidentes relativos a los medios de inadmisión, en virtud de lo que establece el
Párrafo del artículo 65 del Reglamento de los Tribunales, modificado por la
Resolución No. 1737-2007, de fecha 12 del mes de Julio del año 2007, dictada por
la honorable Suprema Corte de Justicia, el cual dispone que “los medios de
inadmisión pueden ser propuesto en todo estado de causa, de conformidad con lo
establecido en el artículo 45 de la Ley 834 del 1978.

Es necesario destacar que en la demanda en referimiento por ante los Tribunales


de la Jurisdicción Inmobiliaria, deben ser observados los documentos y
características de toda acción en justicia, tales como la calidad, el interés y la
capacidad.

El principal elemento que debe tomar en cuenta el Juez de Jurisdicción Original,


que esté conociendo o apoderado de una demanda en referimiento, es si el
demandante es parte de la litis sobre derechos registrado del cual está apoderado
el Tribunal como demanda principal, de donde se infiere que éste es uno de los
elementos relativo a la calidad del demandante a tomar en cuenta por el Tribunal,
y en este sentido la honorable Suprema Corte de Justicia ha expresado que “la
calidad es el poder en virtud del cual una persona ejerce una acción en justicia, o
el titulo con que una parte figura en el procedimiento de que se trata”.

Referimiento planteado por primera vez ante el Tribunal Superior de Tierras.


Es importante señalar, que si la parte demandante en referimiento por ante el
Tribunal de Jurisdicción Original, solicita una astreinte para asegurar la ejecución
dictada por el Tribunal, la misma puede ser ordenada por el Juez, conforme con lo
que dispone el artículo 106 del Reglamento de los Tribunales, que “el Juez de la
Jurisdicción Inmobiliaria del cual emane una decisión conocerá de todos los
asuntos derivados de la inejecución o incumplimiento de la misma y podrá
condenar, a petición de parte interesada, al pago de las indemnizaciones
correspondientes, o a un astreinte a quien resulte responsable por su inejecución.

Una vez concluida la audiencia sobre el fondo, el tribunal cuenta con un plazo de
quince días para emitir el fallo, este plazo comienza a computarse a partir de la
fecha de la audiencia sobre el fondo.

Las ordenanzas dictadas por los Jueces de la Jurisdicción Inmobiliaria en


atribuciones de referimiento no pueden prejuzgar el fondo del asunto, no
adquieren en cuanto a lo principal la autoridad de la cosa juzgada y es ejecutoria
provisionalmente, no obstante cualquier recurso las mismas deben ser notificadas
mediante acto de alguacil. Las ordenanzas en referimiento tienen un carácter
provisional, toda vez que las mismas no deciden sobre el derecho, sino simple
medidas para prevenir un daño inminente.

Los medios de prueba ante la jurisdicción inmobiliaria:


Un enfoque jurisprudencial"
El Derecho probatorio ha tenido un desarrollo tal, que hace más de un siglo se
estudia como disciplina jurídica independiente de su fuente que es el Derecho
procesal. Por tanto, ha motivado múltiples tratados y monografías, aunque aún en
nuestras universidades se siga estudiando en el ámbito concreto de cada materia.

Algo muy parecido ha sucedido entre nosotros con el Derecho Inmobiliario, rama
desprendida del frondoso árbol del Derecho civil, la cual ya tiene ochenta y nueve
años de localización y adaptación plena al Derecho positivo dominicano. No
obstante, sigue teniendo estrechas vinculaciones con la disciplina de la cual
derivó; una de éstas es en materia de pruebas, donde a pesar de dominar las
reglas del Derecho común, se advierten algunas especificaciones particulares,
generalmente vinculadas al papel activo que tradicionalmente ha tenido los jueces
de tierras, que actualmente ha sido atenuado con la reforma de la Ley 108-05 del
23 de marzo de 2005, y a la libertad de pruebas, que en principio domina
importantes ámbitos de la materia.

Es evidente que después de la reforma procesal de 1978 hemos visto al juez de lo


civil asumir un papel más activo como buscador de la verdad, y, por ende, menos
pasivo. Así se revela en los medios de prueba.

Una de las pocas menciones que la Ley 108-05 hace de los medios de prueba se
encuentra en su Principio IX Noveno, al expresar: “En aquellos procedimientos de
orden público contemplados por la presente Ley, se admite la más amplia libertad
de prueba para el esclarecimiento de la verdad y la sana administración de
justicia”. Por lo cual, inferimos que se ha mantenido el Derecho común de las
pruebas para todo litigio que se desarrolle ante esta jurisdicción, particularmente
en las litis sobre derechos registrados.

Explicación de los medios de prueba en el Derecho Inmobiliario.


Aunque la admisión de testigos fue siempre muy flexible en nuestra materia de
tierras, tal y como lo ha sido después de 1978 también en materia civil,
entendemos que igualmente se pueda considerar inexistente la tacha de testigos
en la Jurisdicción Inmobiliaria. De esto nada dice la Ley 108-05, ni tampoco el
Reglamento para los Tribunales de Tierras, por lo cual el procedimiento a seguir
debe ser el de la Ley 834 del 15 de julio de 1978.

Sin embargo, respecto al peritaje la nueva Ley de Registro Inmobiliario se refiere


en su artículo 65 a este medio de prueba trazando un procedimiento especial que
prevé que si se ordenare un peritaje el juez designará un perito oficial y las partes
podrán nombrar, a su costo, los peritos que estimen convenientes, los cuales
deben ser juramentados por el tribunal. En el Derecho común el juez tiene mayor
control en el nombramiento.

 Realización de un procedimiento de referimiento inmobiliario.

El procedimiento inmobiliario se rige por el art 52 de la ley de registro inmobiliario y


por lo art 164 al 170 del reglamento de los tribunales de tierras. Y el art 169 se
refiere  específicamente a las vías de recurso a tacar la ordenanza dictada en el
referimiento.

Primer paso: solicitud de auto.


La parte demandante persiguen y obtiene del juez los referimiento, que en este
caso es el juez de la jurisdicción original  que encuentra apoderado del asunto
principal el cual determina en una fecha, hora y lugar donde se celebrará  la
audiencia.
Segundo paso: notificación de la citación.
La parte demandante  tiene que notificar  su demanda en referimiento citando
formalmente a la parte de mandada,  en el plazo de un día franco, por acto de  un
aguacil de la jurisdicción inmobiliaria o de quien pueda estar habilitado para ese
ministerio, a comparecer  a la referida audiencia  y debe estar notificado por el
aguacil encabezado el auto de fijación en el punto anterior.

Tercer paso: comparecencia a la audiencia.


El día fijado para la audiencia, las partes comparecen a ejercer sus medios de
defensa y presentar  sus conclusiones.
Si no se presentan   incidentes que requieran de la fijación  de una nueva
audiencia, se otorgaran breves plazo para sustentar por escrito las conclusiones,
si fueran solicitadas.

Cuarto paso: estado de  fallo y plazo.


Es donde el juez apoderado tiene un plazo de quince días, contando a partir de la
fecha  de las audiencias,  para dictar su decisión. Estableciendo así  de manera
clara y precisa los art 52 de la ley de la materia y 165 y 166 del reglamento de los
tribunales de tierras. Lo procedente es que el plazo en píese a  proceder a partir
de que venzan los plazos concedidos, en el art 52 de la ley  de registro inmobiliario
especifica  que el plazo   que se requiere en primera instancias es de (15) 
contado a partir de la fecha de la audiencia. Sin embargo el art166 del mismo
reglamento amplia ese plazo porque establece  que el juez  o el tribunal dictara su
ordenanza en un plazo no mayor de quince (15) días laborables contados a partir
de la fecha de la audiencia de fondo.

Quinto paso: recurso de apelación:


El plazo para interponer este recurso es de quince (15) días, contado a partir  de la
notificación  por acto de alguacil de la  decisión dada en el referimiento esta
apelación   se interpondrá ante el mismo juez que dictó la ordenanza. El fallo 
deberá ser dictado  dentro de los quince días posteriores a la celebración de la
audiencia.

Sexto paso: demanda en suspensión de la ordenanza:


Puede demandarse en suspensión de la ejecución  de no obstante cualquier
recurso y sin fianza,   en un principio, por que el juez podría ordenar esa fianza, la
apelación  pura y simple no suspende la ejecución de dicha ordenanza. Siendo un
efecto suspensivo y devolutivo que tiene ordinariamente el recurso de apelación.

Para demandar en suspensión de la ejecución es imprescindible haberla  apelado


previamente. En  los art 53 de la ley de registro inmobiliario y 168, 169 y 170 no
son  claros  sobre quién  es el presidente que conocer de la demanda en
suspensión  ley de  de la ejecución de la ordenanza. El tribunal superior de tierras 
está constituido con tres jueces, o sea, una terna para conocer de la apelación
interpuesta contra esa ordenanza.

En los art 140 y 141 de la ley 834, del 15  de julio de 1978, que conforma el art 53
de la ley de registro inmobiliario establecen las facultades o poderes del 
presidente del tribunal  superior de tierras para suspender  la ejecución de la
ordenanza atacada.

Séptimo paso: recurso de casación contra la ordenanza:


Podrá interponerse  el recurso de casación ante la suprema corte  de justicia, en
funciónese corte de casación,  contra la decisión de la terna del tribunal superior
de tierras que conoció el recurso de apelación contra la ordenanza.
CONCLUSIÓN
Podemos concluir diciendo que la naturaleza del Referimiento es la urgencia de un
procedimiento contradictorio, acelerado, breve, sencillo y expedido. Cuya
ordenanza es provisional y no toca fondo por lo que no adquiere la autoritaria de la
cosa juzgada.

Para la Jurisprudencia francesa “el referimiento fue creado para cubrir la


deficiencia creada en la lentitutud de los plazos del procedimiento ordinario y dar
respuesta a las situaciones que demandan urgencia, mejor dicho, donde se
advierta que un retardo en la decisión entrañaria en hecho un perjuicio irreparable,
para la parte demandante, o lo que es lo mismo, cuando una tardanza de algunas
horas o dias puede resultar para una de las partes un perjuicio en su patrimonio”.
BIBLIOGRAFÍA
 Ley No. 108-05: De Registro Inmobiliario
 Resolución No. 1737-2007
 Reglamento de los Tribunales Superiores de Tierras y de Jurisdicción
Original
 GONZALEZ CANAHUATE, Almanzor. Recopilación Jurisprudencial
Integrada de las Decisiones de LA Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. Materia Referimiento. 24 años (1970-1993). Santo
Domingo: Editora Corripio, C. X A, 1994.
 PEREZ MENDEZ, Artagñan. Procedimiento Civil. Tomo I Cuarta Edición.
Santo Domingo: Editora Taller, 1989.
 GLASSON, TISSIER et MOREL. Traité Théorique et Practique
d"Organization Judiciaire, de Competence et de Procédure Civile, 3era. Ed.
5 Vol. 1925-1936.

 MACHADO, Pablo A. Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo,


Santo Domingo: UASD, 1981

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