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Nuestras plegarias a Dios Padre que están inundadas de esperanza, adoración y mucha
confianza al Padre que es bondadoso y lleno de amor, la santa Eucaristía es un don que ha
bajado desde el cielo para satisfacer el hambre de los hombres, hambre que los hará
verdaderos hijos de Dios, hambre de algo trascendental, como dice en el evangelio: Es mi
Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y
da la vida al mundo» (Jn 6,32-33); ese pan dado por la voluntad de Dios Padre Jesús es el pan
de vida que da vida. En la Santa Eucaristía se muestra el amor que se da en la Santísima
Trinidad, una relación muy cercana, donde Dios se da en perfecta comunión de amor entre el
Hijo y el Espíritu Santo, en la escritura nos dice «que Jesús, en virtud del Espíritu eterno, se ha
ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha» (Hb 9,14),
Los sacramentos están unidos a la Eucaristía y se ordenan en ella, ya que ahí se encuentra
todo el bien espiritual de la Iglesia, el mismo Cristo. La relación de la Eucaristía con los
sacramentos se puede visualizar en el misterio de la Iglesia como sacramento, es en los
mismos sacramentos donde la gracia de Dios se da a todos los hombres para que se de un
verdadero culto a nuestro Señor Jesús. Es en la Eucaristía fuente y culmen de la vida y de la
misión de la Iglesia, y se puede observar en el vínculo que hay entre el Bautismo, la
Confirmación y la Eucaristía; es el Bautizo la puerta para todos los sacramentos, y por el cual
nos hacemos en hijos de Dios y nos configuramos con Jesús, siendo miembros de su cuerpo
místico.
Con respecto al Sacramento de la Reconciliación, se puede apreciar más cuando se
ama aún más a la Eucaristía, esta relación nos permite observar que el pecado no es solamente
individual sino es una herida para la comunión eclesial. Por ello esa conversión, conlleva la
comunión con la Iglesia y eso se expresa en el acercamiento a la Eucaristía. Es la indulgencia
para si o un difunto puede ser una ayuda para poder comprender esta relación entre
Reconciliación y Eucaristía, ello ayuda a los hombres en su conversión y entender la
centralidad de la Eucaristía en su vida. Con relación con el sacramento de la Unción de los
enfermos instituida por nuestro Señor relatada en la carta de Santiago, es la Eucaristía donde
ese sufrimiento y dolor de Cristo se transforma en puro amor, es en la Unción de los enfermos
donde se junta al que sufre al padecimiento de Cristo por nuestra salvación, en el momento de
que la enfermedad se agrava además de la Unción la santa Iglesia ofrece el viático.
Con respecto al sacramento del Orden y su relación con la Eucaristía, pasa por las
palabras de Jesús «haced esto en conmemoración mía» (Lc 22,19). Instituido la Santa
Eucaristía también fundo el sacerdocio, nuestro Señor es sacerdote, víctima de expiación. Esta
relación se hace visible en la Misa presidida por el Obispo o el presbítero en la persona de
Cristo como cabeza.