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Lun.: Ap 1, 1-4; 2, 1-5ª; Sal 1; Lc 18, 35-43 Jue.

: Ap 5, 1-10; Sal 149; Lc 19, 41-44


Mar.: Ap 3, 1-6.14-22; Sal 14; Lc 19, 1-10 Vier.: Ap 10, 8-11; Sal 118; Lc 19, 45-48
Mier.: Ap 4, 1-11; Sal 150; Lc19, 11-28 Sab.: Ap 11, 4-12; Sal 143; Lc 20, 27-40
Dom.: 2S 5, 1-3; Sal 121; Col 1, 12-20; Lc 23, 35-43

REFLEXIÓN
Estamos acostumbrados a evaluaciones finales en los estudios y en las empresas. Son
momentos para interrogar por la calidad del trabajo o del servicio. Asimismo, la vida
cristiana es un compromiso con Dios y con los hermanos, dura toda nuestra existencia y
tiene también un examen final: el encuentro último con Dios. Jesús hace reaccionar a sus
discípulos y les enseña que no se queden en las apariencias y encuentren lo fundamental y
definitivo. Hay realidades que pasan, aunque parezcan eternas, incluso santas. Lo que no
pasa y sirve como criterio básico para el encuentro final con Dios es la fe en Jesucristo, el
Hijo de Dios, su Mesías, su enviado. Nada ni nadie puede reemplazarlo en nuestra vocación
de identificación con él. Por ello, no ha de tener rivales en nuestro corazón. Es lo que Jesús,
con el testimonio de su vida y su palabra, nos enseñó. Hagámoslo nuestro. Lleguemos ese
día ante Dios como discípulos, ya que como tales y como hijos nos quiere reconocer Dios.
Vivámoslo. Amén.
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos: Hoy, penúltimo domingo del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos invita a
reflexionar sobre el final del mundo y de la historia. No con el objetivo de que andemos
especulando sobre fechas o señales, sino para tener los pies puestos en el presente. Nos
ponemos de pie.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio, porque en dedicarnos a
ti, autor de todos los bienes, consiste la felicidad completa y verdadera. Por nuestro Señor
Jesucristo.
MONICIÓN A LA 1ª. LECTURA
El profeta Malaquías nos recuerda la esperanza de que, finalmente, un día Dios hará
brillar su justicia sobre nosotros. ¡Escuchemos!
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 19-20a
Miren que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos arderán como paja, y
los quemará el día que ha de venir —dice el Señor de los ejércitos—, y no quedará de ellos
ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva
la salvación en las alas. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 97, 5-6. 7-9a. 9bc (R.: cf. 9)
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
 Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de
trompetas, aclamen al Rey y Señor. R.
 Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos,
aclamen los montes al Señor, que llega para regir la tierra. R.
 Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud. R.
MONICIÓN A LA 2ª. LECTURA
Anunciar el evangelio, ¿es un privilegio o un servicio? Algunos, como dice san Pablo, se
aprovechan de eso como excusa para rehuir al trabajo. Por eso, el apóstol fija un
principio claro. ¡Escuchemos!
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 3,7-12
Hermanos: Ya saben ustedes cómo tienen que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre
ustedes sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos
cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. Y no porque no tuviera yo derecho
a pedirles el sustento, sino para darles un ejemplo que imitar. Porque cuando vivimos con
ustedes les dimos esta norma: El que no quiera trabajar, que no coma. Porque nos hemos
enterado de que algunos viven sin trabajar, sin hacer nada, y entrometiéndose en todo. Pues
a estos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen en paz para
ganarse el pan. Palabra de Dios. R. Te alabamos Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO


Aleluya. Levántense, alcen la cabeza: se acerca su liberación. Aleluya.
MONICIÓN DEL EVANGELIO
Con frecuencia oímos anuncios del final del mundo, pero ¿sabe alguien cuándo realmente
ocurrirá? ¿Es eso lo que debe preocupar a los discípulos de Jesús? El Maestro, más bien,
nos invita a tener el corazón puesto en el presente, perseverando siempre en su
seguimiento. ¡Escuchemos!
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-19
En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, admirados de la belleza de sus piedras y de
las ofrendas que lo adornaban. Jesús les dijo: «Esto que ustedes contemplan, llegará un día
en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo será eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él
contestó: «Cuidado con que nadie los engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi
nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca". No vayan tras ellos. Cuando
oigan noticias de guerras y de revoluciones, no tengan pánico. Porque eso tiene que ocurrir
primero, pero el final no vendrá en seguida». Luego les dijo: «Se alzará nación contra
nación y reino contra reino, habrá grandes terremotos y, en diversos países, epidemias y
hambre. Habrá también cosas espantosas y grandes señales en el cielo. Pero, antes de todo
eso, los detendrán, los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y a la cárcel, y los harán
comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Así tendrán ocasión de dar
testimonio de mí. Hagan el propósito de no preocuparse por su defensa, porque yo les daré
palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ninguno de sus
adversarios. E incluso serán traicionados por sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos.
Y a algunos de ustedes los matarán, y todos los odiarán por causa mía. Pero ni un cabello
de su cabeza se perderá. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Palabra del Señor. R. Gloria a Ti Señor Jesús.

PLEGARIA UNIVERSAL

Al Señor que cuida con ternura de cada uno de sus hijos, oremos juntos como hermanos
por nosotros y por todo el mundo. Digamos: R. PADRE, ESCÚCHANOS.

1. Para que los cristianos seamos testigos de esperanza. Oremos. R.


2. Para que, con sabiduría y espíritu humilde, los pastores de la Iglesia presenten a
Jesucristo como salvador del mundo. Oremos. R.
3. Para que los conflictos entre naciones se resuelvan por la vía del diálogo y que la
paz sea una realidad en los países que sufren los estragos de la guerra. Oremos. R.
4. Para que, animados por nuestra confianza en el Dios de la vida, afrontemos las
adversidades de estos tiempos con esperanza. Oremos. R.
5. Para que el Señor dé su fuerza a los que son perseguidos a causa de su compromiso
con el evangelio. Oremos. R.
6. Para que nuestra comunidad cristiana sea un reflejo del amor que Cristo nos da.
Oremos. R.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Concédenos, Señor, que estos dones, ofrecidos ante la mirada de tu majestad, nos consigan
la gracia de servirte y nos obtengan el fruto de una eternidad dichosa. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

ANTIFONA DE COMUNIÓN
En verdad les digo: todo cuanto pidan en la oración, crean que se lo han concedido y lo
obtendrán, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos
haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos.

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