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LA OFENSIVA EMPRESARIAL

Industriales, políticos y violencia en los años 40 en Colombia


Juan diego Cifuentes Tobón – Universidad Tecnológica de Pereira

Este libro, escrito por el joven historiador colombiano Eduardo Sáenz Rover, cumple 2
funciones bastante relevantes. Toma como punto focal una era importante de la historia
nacional y mundial, los años 1945-1950, una vez que los procesos interrelacionados de la
reestructuración capitalista, re- presión de sindicalismo de izquierda y el surgimiento de
la Guerra Gélida se combinaron para generar el orden de la posguerra que apenas
empieza a desentrañarse completamente en nuestra etapa. Y construye su estudio sobre
la base de una pluralidad de fuentes archivísticas hasta ahora casi inexploradas, en
particular los archivos de la nueva fuerza institucional de mayor relevancia de la vida
económica y política de Colombia, la Sociedad Nacional de Industriales (ANDI),
establecida en 1944. El resultado es una interpretación sugerente y bastante original de
los temas centrales de este lapso, más que nada la sociedad de Colombia a lo largo de
bastante más de una década a partir del homicidio del presidente liberal Jorge Eliécer
Gaitán en 1948, y que ha influido sobre fundamentalmente todos los puntos de la vida
nacional en los decenios siguientes.

En la mayoría de los casos, la violencia que brotó en la época de la posguerra en


Colombia fue analizada en términos nacionales. Sáenz Rover muestra, no obstante, que
ha sido un producido netamente de Colombia ligado a procesos hemisféricos e de todo el
mundo más amplios. El más relevante de éstos ha sido una reestructuración elemental del
capitalismo mundial, con el propósito de organizar los cambios propiciados por el decenio
de depresión económica mundial que siguió a 1930, y por el estallido y desenlace de la
guerra mundial, que convirtieron a USA en la primordial potencia económica y militar de
todo el mundo.

Uno de dichos cambios ha sido el incremento y diversificación del sector industrial en


muchas de los países mayores y elaboradas de Latinoamérica, como Colombia. "La
magnitud social de este proceso ha sido el surgimiento de poderosos intereses
industriales en estas naciones. Dichos intereses no podían contemplar un retorno a la fácil
separación universal del trabajo vigente antecedente de 1930, de acuerdo con la cual
territorios como Colombia dependían predominantemente de la exportación de productos
primarios agrícolas y minerales y compraban, a cambio la mayoría de sus bienes
manufacturados en los centros industrializados del sistema mundial más que nada en
USA y Europa Occidental.

Sáenz Rover muestra con detalles numerosos y persuasivos cómo dicha separación
mundial del trabajo clásicamente liberal previo a 1930 no podía ser recreada en Colombia,
pese al realizado de que ahí como en USA había equipos poderosos a los cuales les
hubiera gustado realizarlo. Muestra cómo los industriales colombianos, más que nada las
organizaciones textilerías de Medellín, estaban bastante conscientes de sus intereses
como sector de una clase capitalista convencionalmente dominada por los caficultores y
por las organizaciones comerciales de exportación importación. Muestra cómo, luego de
fundada la ANDI, actuaron decididamente en un frente extenso para defender y ampliar
esos intereses. Pagaron a periodistas, intelectuales y políticos para presumir la crítica
pública de las bondades de la industria nacional. Concebían la legislación nacional, las
políticas comerciales como aparatos diseñados para apuntalar su postura como
productores oligopólicos en un mercado nacional salvaguardado y enormemente lucrativo.

No obstante, según muestra Sáenz, su averiguación de socios políticos leales ha sido lo


cual las más grandes y más alarmantes repercusiones tuvo. Fueron abandonando los
sectores primordiales (y moderados) de los partidos Liberal y Conservador, los cuales
tendían a reflejar los intereses de los caficultores y los exportadores- importadores.
Dominaban tanto el Congreso de Colombia como los gabinetes bipartidistas del
mandatario conservador Mariano Ospina Pérez, escogido en 1946. Los líderes de la ANDI
además se opusieron firmemente a la facción del Partido Liberal dirigida por Gaitán,
puesto que la atención que este último prestaba a la paz de los clientes colombianos y a
los intereses agrícolas amenazaba su plan proteccionista. Al final, adhirieron a la política
de los recursos más reaccionarios del Partido Conservador, dirigido por Laureano Gómez.
En 1950, esa facción, que controlaba el ejecutivo, asumió poderes dictatoriales y se
empeñó en un esfuerzo concertado para borrar tanto la resistencia liberal como la
predominación izquierdista (sobre todo comunista) de la vida de Colombia. Luego de
derogar la legislatura, estuvo al mando dé por decreto. En este entorno, el regimen
nacional estatuyó las medidas proteccionistas tan ávidamente buscadas por la ANDI a
partir del desenlace de guerra mundial.
El mérito de esta historia revisionista yace en la copiosidad de prueba documental con
que Sáenz Róver sustenta su tesis. La documentación de los intereses de conjuntos
económicos poderosos es algo inusual en la historiografía de Colombia, más que nada en
lo cual respecta al lapso contemporáneo. El creador explora no solamente los grandes y
reveladores archivos de la ANDI, sino además los de otro gremio de formación existente,
la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), cuyos intereses con frecuencias se
oponían a esos de la ANDI. Complementa estas fuentes con información reveladora del
Documento de la Presidencia de la República, el Documento del Ministerio de
Colaboraciones Exteriores y los Archivos Nacionales estadounidense.

El análisis resultante difiere notoriamente de las historias polémicas y someras,


sustentadas en una lectura selectiva de fuentes secundarias limitadas, que acostumbran
ser corrientes en los estudios sobre este lapso. Tampoco hablamos de un comentario
teórico sobre la era, diseñado más para continuar un proyecto político e ideológico que
para intentar de desentrañar las realidades del instante. Sáenz Róver usa información de
los dos tipos de trabajo para reforzar su prueba archivística y, en particular, para resaltar
el fin revisionista de su disertación. No obstante, el meollo de su tesis nace de prueba
extraída de manera directa, como mencionamos en inglés, "de la boca del caballo". Por
cierto, el grueso de la crónica de Sáenz Róver es consecuencia de los protagonistas
mismos.

En ningún instante es tan clara esta diferencia como en el trato que el creador da al
bastante pregonado asunto del surgimiento de una burguesía nacional, que parte
importante de la historiografía liberal e izquierdista rastrea a los gobiernos liberales del
lapso 1930- 1945. Sáenz Rover examina y rebate esta postura. Argumenta, por otro lado,
que una vez que surge una fuerza que parece y actúa verdaderamente como una
burguesía nacional - los industriales de la ANDI del lapso de la posguerra, dicha fuerza
está dispuesta a sacrificar, no solamente los intereses económicos de los clientes y
trabajadores nacional y sus enormes y pequeños rivales en la clase capitalista, sino
además las instituciones políticas democráticas limitadas de las cuales gozaban los
colombianos a comienzos de la época de la posguerra. Conforme con la interpretación del
creador, los industriales no ocasionan de manera directa la violencia, empero se
aprovechan de ella en maneras que ningún investigador anterior ha señalado con tanta
exactitud.

Continuamente presente en toda esta cuestión está el asunto de la interacción de


capitalistas colombianos, en especial los industriales, con los intereses norteamericanos
en la época de la posguerra. La información contenida en este libro, en parte importante
extraída de los Archivos Nacionales estadounidense, expone que, además de defender su
propio mercado nacional de textiles, la burguesía industrial de Colombia (a afinidad de sus
contrapartes en el fundamental sector cafetero y sus compatriotas en la zona comercial)
no tuvo más grandes inconvenientes en organizar sus intereses a los designios
estadounidenses a lo largo de los años de la posguerra. Todos dichos equipos capitalistas
estaban Ligados en torno estadounidense, y respaldaban su política universal de aplastar
sindicatos laborales fuertes dirigidos por izquierdistas. Todos secundaban la política de
reprimir y borrar la predominación comunista. A los colombianos se les permitió mantener
y defender su mercado nacional reducido de textiles ya que, según parece, promovieron
vigorosamente la inversión extranjera en todos los otros sectores. Al inicio los
inversionistas norteamericanos y su regimen se interesaban en la explotación de
minerales, más que nada petróleo. Sin embargo, bastante rápido las corporaciones
multinacionales estadounidense ampliaron sus inversiones hasta integrar una vasta gama
de organizaciones manufactureras.

Como ocurre con los estudios históricos revisionistas enormemente originales, este libro
exhibe ciertos excesos y debilidades. Los lectores encontrarán que ciertos puntos del
trabajo son más convincentes que otros. Ejemplificando, las fuentes usadas por el creador
no esclarecen realmente bien la interacción entre los industriales y los intereses cafeteros,
y es viable que la exclusión entre unos y otros se haya exagerado. Además, la interacción
entre la política de los intereses económicos de élite y lo cual podría llamarse "la política
de la política", la dinámica del peculiar sistema político bipartidista de Colombia que ejerce
un papel tan prepondera te en la génesis de la violencia, no es bastante clara en la
investigación, tanto en términos conceptuales como en la narrativa de los sucesos según
se van desenvuelvan viendo. No obstante, esto no constituye una verdadera crítica,
puesto que hablamos de un problema que ha preocupado y atormentado los esfuerzos de
todos los investigadores de la economía política moderna de Colombia. Sáenz Rover ha
agregado un caudal de nueva información y estudio convincente al romper cabezas
centrales de los estudios colombianos modernos.

Como todos los trabajos históricos buenos, los puntos de vista fuertes y debilidades de
este análisis giran en torno de sus fuentes, que privilegian una percepción y acción
económica de élite, y únicamente reflejan oblicuamente las magnitudes ideológicas,
políticas y sociales más en general del cambio histórico. Empero es la fuerza de estas
mismas fuentes, y la perspicacia con que Sáenz Rover ha elegido, determinado y
examinado su asunto, lo cual realizan de este libro una contribución tan preciada. Con
esta obra, Sáenz Rover ha abierto líneas enteramente novedosas de indagación e
interpretación de una coyuntura determinante en la historia de Colombia del siglo XX.

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