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En esa época y tal y como aparece escrito en la Biblia, en los capítulos IV y V del Libro
de los Jueces, Débora asumió su nuevo cargo, ejerciendo un liderazgo impensable en
aquellos tiempos para una mujer.
Unos tiempos en los que los hombres tenían todas las responsabilidades sociales y
religiosas.
Más tarde sería llamada «la madre de Israel». Era una mujer hábil y muy
inteligente.
Como juez, administraba justicia, sentada bajo una palmera, entre Rama y Betel, y
ayudaba a la gente con sus diferencias tribales y problemas familiares.
Su función basculaba entre la de una «mujer buena», una mediadora, un juez de paz de
nuestro tiempo y, cuando las cosas eran gordas y serias, un juez al uso.
Resolvía los pleitos que le presentaban sus conciudadanos, y aunque la parte perdedora
no quedaba contenta, contribuía a la paz social de forma determinante.
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En una ocasión percibió una grave amenaza para la supervivencia del propio
Israel.
Los cananeos, los habitantes de la tierra de Canaá, como hasta la llegada de los israelias
se denominaba lo que más tarde éstos bautizaron como Israel y después se ha conocido
como Palestina, veían a estos como unos intrusos e invasores de sus tierras.
Sin ponérselo en palabras, le dejó claro que, si fallaba en su pronóstico, morirían los
dos.
Y para demostrarle que ella no era ninguna echadora de cartas de pacotilla al uso, le
profetizó algo muy concreto: «Al general Sísara, líder de los cananeos, no lo matará tu
espada. Lo hará una mujer».
Como profetizó Débora, les dieron “una manita”, como se suele decir hoy en lenguaje
deportivo.
En su fuga encontró una tienda, la tienda de Jael, esposa de Heber Ceneo. Los dos
pertenecían al pueblo de los recabitas, que convivieron armónicamente con los israelitas
en Canaá, como también lo hicieron con los cananeos.
El general estaba agotado, después de horas batiéndose el cobre frente a sus enemigos.
Por eso le pidió a la mujer un poco de agua y cobijo para descansar y recuperar fuerzas.
Al contrario.
Jael, primorosa en el trato, le dio leche y le llevó sobre una mullida alfombra. Luego le
cubrió con una manta y le dejó dormir.
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Débora: Poder para actuar
La historia de Débora – profetisa y juez en Israel – es un poderoso ejemplo de
como la fe funciona ¡cuando es puesta en práctica!
4 Min · Nellie Owens
¿Alguna vez has estado en una situación abrumadora, donde quizá sabías que
tenías que hacer o decir algo pero no era tan fácil? A menudo, podemos
bloquearnos totalmente en situaciones como estas. Un montón de cosas
pueden ser lo que nos detienen: Pensamientos de inferioridad, miedo de lo que
los demás piensan de nosotros, dudas, orgullo, flojera e incluso falta de
disposición. Nuestra primera reacción ante tales situaciones es normalmente
"retirarnos" o buscar una "salida."
Pero Dios tiene un mejor plan y esperanza para nosotros. Considera la historia
de Barac y Débora:
Una orden del Señor
Débora era líder, juez y profetisa en Israel – una persona a la que Dios pudo
revelar sus secretos. (Amós 3:7) Dios la usó para transmitir Su voluntad al
pueblo de Israel. Puedes leer toda la historia en Jueces 4-5.
Cuando Débora recibía una instrucción de Dios, era rápida para actuar. No se
quedaba meditando en las ventajas y desventajas, pensando en todo lo que
podría ir mal, o dudando de sus habilidades para hacer lo que Dios le mandó. Si
Dios decía que algo se necesitaba llevar a cabo, era suficiente para ella. Su fe en
Él le dio el poder para actuar. Ella recibió todo lo que necesitaba de Él para
llevar a cabo Su voluntad.
Un día Déborah recibió instrucciones claras del Señor. Tenía que llamar a un
hombre que se llamaba Barac y decirle que el Señor Dios le mandó a juntar
10.000 hombres en el monte de Tabor. Allí Dios iba a ayudar a Barac y a los
Israelitas a derrotar a Sísara, el capitán del ejército de Canaán, el cual había
oprimido a Israel durante muchos años. A causa de esa opresión incesante, los
Israelitas habían clamado a Dios por ayuda, y ese era el plan de Dios para
derrotarlo una vez por todas.
El Señor está contigo: ¿Estás dispuesto?
El hecho que Sísara tenía 900 carros herrados no significaba nada para Dios,
pues Él estaba listo y dispuesto a dar a Israel la victoria sobre el capitán y su
ejército. Pero Barac no estaba dispuesto a guiar al ejército de Israel solo.
Respondió a Débora: “Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no
iré.”
Por supuesto Débora fue con él. Era celosa para hacer lo que el Señor había
mandado, y en el día de la batalla dijo: “Este es el día en que Jehová ha
entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti?”
Imagínate, ¡que actitud y disposición! Mientras Barac estaba asustado de ir a la
batalla sin ella, Débora estaba llena de fe en que Dios iba a dar la victoria a
Israel. Creyó en la palabra de Dios y actuó de acuerdo a las palabras de le había
dado.
¡La fe lleva a completa victoria!
Israel ganó completamente la victoria contra sus enemigos en aquel día.
Después de eso hubo paz en Israel durante 40 años. Probablemente las cosas
hubieran sido diferentes si Débora no hubiera querido ir a la batalla. Debido a
su fidelidad y celo – su poder para actuar – se llevó a cabo la voluntad de Dios,
e Israel fue liberado.
La batalla hoy en día
Es completamente posible para nosotros tener el mismo espíritu que Débora
tenía – llenos de fe y celo en Dios. Todos los “carros herrados” que nos detienen
a ir a la acción – pensamientos de inferioridad, miedo de lo que los demás
piensan de nosotros, dudas, orgullo, flojera, falta de disposición, etc. – no son
nada para Dios. ¿Creemos en realidad lo que Dios dice y atacamos a los
enemigos que vemos en nuestras propias vidas? Esos enemigos no
son despiadado capitanes. Dios intenta liberarnos de algo muy diferente hoy
día: de cosas como la envidia, la pereza, dudas, orgullo, e impureza ¡Dios nos
quiere liberar del pecado!
Lee más sobre: ¿Puedo realmente ser libre del pecado?
Tengamos el espíritu de Débora cuando vemos lo que se tiene que hacer en
nuestras vidas. No retrocedamos al ver a nuestros enemigos, o al entrar a una
situación difícil. Que nos llenemos del espíritu de fe que se encuentra en la
Palabra de Dios. Seamos rápidos para llevar a cabo la Palabra de Dios y lo que
Su Espíritu nos manda hacer, entonces también nosotros seremos victoriosos.
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39.
Profecía de Débora
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los
ojos de Jehová.Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual
reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en
Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía
novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos
de Israel por veinte años.
Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No
te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de
Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de
Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de
Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?
Y Heber Ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los
ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a
Cedes. Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo de Abinoam había
subido al monte de Tabor. Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros
herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset- goim hasta el
arroyo de Cisón. Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día
en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante
de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él.
Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de
espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie, mas Barac
siguió los carros y el ejército hasta Haroset-Goim, y todo el ejército de Sísara cayó
a filo de espada, hasta no quedar ni uno.
Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el Ceneo; porque había
paz entre Jabín (rey de tribu de Hazor) y la casa de Heber el Ceneo. Y saliendo
Jael a recibir a Sísara, le dijo: «Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor». Y
Sísara vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta. Y él le dijo: «Te ruego
me des de beber un poco de agua, pues tengo sed». Y ella abrió un odre de leche
y le dio de beber, y le volvió a cubrir.
Jael, mujer de Heber, esperó que Sísara se durmiera, y tomó una estaca de la
tienda, y se le acercó calladamente y, aprovechando que él estaba cargado de
sueño y cansado, le apoyó la estaca por la sien, y sosteniendo un mazo de madera
en la otra mano, le atravesó el cráneo y la enclavó en la tierra; y así murió Sísara.
Así abatió el dios Yahvé aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos
de Israel. Y la mano de los hijos de Israel fue endureciéndose más y más contra
Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
Referencias
Características De Débora En La
Biblia. Historia, Lecciones
Meudys Ochoa
Hay mucho que aprender
de Débora en la biblia. Deborah es una de las líderes que realmente
admiro. Su liderazgo ejemplifica muchas cualidades de las que creo
que podemos aprender hoy. El hecho de que Débora fuera una mujer
y una líder conocida en la Biblia me hace admirarla aún más.
Creo que si hubiera vivido durante la época de los jueces, hubiera
querido pasar tiempo con Débora. Quizás la habría buscado y le
habría pedido que me asesorara.
Lo derramas todo, día tras día, y aún así se siente como si nada.
Nunca es suficiente, nunca suficientemente bueno, lo que te da la
autoridad para dar un paso al frente, para liderar, para ser un ejemplo.
Quizás es por eso que Débora en la Biblia se destaca tanto para mí.
Como mujer nacida en una época en la que ser mujer no le daba
ninguna ventaja, viviendo en cautiverio, recorre las páginas de la
historia sin fanfarrias como los otros jueces de la Biblia y se coloca al
frente del escenario.
Creo que hoy tenemos mucho que aprender del liderazgo de Débora
según la biblia. Las siguientes son 8 cualidades que se encuentran
en el liderazgo de esta mujer de Dios:
1. Sabiduría: la gente acudía a ella en busca de consejo y guía.
Ahora Débora, una profetisa, esposa de Lapidot, estaba juzgando
a Israel en ese momento (Jueces 4: 4). Ella ejerció sabiduría.
2. Accesibilidad: el pueblo de Israel se acercó a ella; ella fue
buscada. Ella se sentaba bajo la palmera de Débora entre Ramá
y Betel en las montañas de Efraín. Y los hijos de Israel se
acercaron a ella para juicio (Jueces 4: 5). Lo más probable es
que vieran en su rostro una cualidad de accesibilidad.
3. Sensibilidad a Dios: ella conocía a Dios. Pasó tiempo con Él y
comprendió lo que Él quería para Su pueblo. Cuando Barac se le
acercó, ella le dijo “Ve y deplora las tropas en el monte Tabor;
toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los
hijos de Zabulón” (Jueces 4: 6). Su conocimiento de lo que Dios
quería que hiciera Barac demuestra su sensibilidad hacia Dios.
4. Líder de líderes: Barak es el líder militar de los israelitas. Es un
hombre en una posición de alto poder, supervisando a miles de
hombres. Deborah dirige a Barak en su proceso de toma de
decisiones. Luego lo acompaña a la batalla, y continúa
instruyéndolo sobre lo que debe hacer, ¡Arriba! Porque este es el
día en que el Señor entregó a Sísara en tus manos. ¿No ha
salido el Señor delante de ti? (Jueces 4:14).
5. Valiente: estaba dispuesta a entrar en batalla con Barak. Le
dice a Deborah: Si vas conmigo, yo iré; pero si no me
acompañas, ¡no iré! (Jueces 4: 8). Por alguna razón, Barak se
resiste a llevar a sus tropas a la batalla, pero su desgana
desaparece cuando Deborah accede a acompañarlo. Ella
responde: seguramente iré contigo (Jueces 4: 9). Su audacia es
asombrosa.
6. Entiende el papel de su liderazgo: cuando los líderes dirigen
en Israel, cuando la gente se ofrece voluntariamente, bendice al
Señor (Jueces 5: 2). Ella entiende que su liderazgo viene de
Dios y es obediente. Nada la inhibe de hacer lo que cree que
Dios la llama a hacer.
7. Su corazón está con el pueblo : mi corazón está con los
gobernantes de Israel que se ofrecieron voluntariamente con su
pueblo (Jueces 5: 9). Los líderes inspiradores se preocupan
profundamente por las personas. Su corazón está con su gente.
8. Reconoce quién obtiene el honor: ¡Escuchen, oh reyes!
¡Escuchad, príncipes! Yo, incluso yo, cantaré al Señor; Cantaré
alabanzas al Señor Dios de Israel (Jueces 5: 3). Cuando la
batalla termina y la gente se regocija, Débora reconoce a Dios
dándole alabanza.
Pensamientos finales
Tal vez no estemos físicamente en guerra, pero espiritual y
emocionalmente estamos quizás estemos librando una batalla que
sentimos que simplemente no podemos ganar. Sin embargo, debemos
tener en cuenta que nuestra autoridad viene de Dios. Los ataques del
enemigo vienen de un ejército en retirada que ya perdió la guerra. Tu
victoria ya está ganada. Confía en su Dios, ajusta tu forma de pensar y
asume la autoridad que Dios te ha dado.
Te Haré Entender...
Consejos, devocionales, lecturas, promesas y reflexiones especialmente para la
mujer cristiana "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos" Salmo 32:8
VIERNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2017
RENUEVA MI ALMA
Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor;
Salmo 16:2
Dios nos ha creado como seres eternos y nuestro ser está formado por
Espíritu, Alma y cuerpo, en ese orden Dios diseñó desde el principio que
nuestro Espíritu estuviera por encima de nuestra alma y de nuestro cuerpo.
Tristemente con la caída del hombre, a causa del pecado, este orden fue
invertido pasando a gobernar en muchas ocasiones nuestra alma y aún peor
nuestro cuerpo y nuestro espíritu fue relegado al último lugar.
El renuevo de Dios para nuestra alma trae vida, nos saca de la comodidad,
del desanimo, de la frustración o tristeza en la que a lo largo de un año
podemos haber caído, el renuevo del Señor para nuestra alma la vivifica,
para que tengamos la mente de Cristo, para que hagamos Su voluntad y la
paz y el gozo de Dios puedan gobernar nuestros corazones. El renuevo del
Señor en nuestra alma nos lleva a decir como dice este Salmo "alma mía
dijiste a Jehová tu eres mi Señor, no hay para mi bien fuera de ti".
Pide al Señor hoy que renueve tu alma, que entre como un agua viva ese
renuevo de Su presencia a llevarse todos los sentimientos y emociones que
no le agradan, que se lleve todos los pensamientos que no sean de acuerdo
a Su palabra, que Su presencia nos vivifique, nos llene de fe, esperanza y
que a través de ese renuevo vivamos cada día del año que inicia en el
centro de Su voluntad perfecta.
EL RENUEVA MI ALMA
Nat Bonilla
Jan 12·2 min read
SALMOS 23:3
El Espíritu Santo nunca toma vacaciones. El Espíritu Santo nos conoce, sabe de
nuestros ladeos y torceduras y hasta acomoda el escenario para que nuestras
caídas no sean de plano y podamos levantarnos rápidamente y continuar animando
nuestra vida cristiana y animando a otros a que sigan a Cristo. Para que esto
suceda y tenga un verdadero significado en tu vida, será necesario que el Espíritu
te revele una verdad que el enemigo ha tratado de ocultarnos durante siglos y por
tanto sigue siendo una asignatura pendiente de aprobar en el currículo del cristiano
moderno: el Espíritu de Dios te ha dado una nueva identidad, una increíble
identidad que te libera de todo tipo de ataduras y te permite disfrutar a plenitud los
deleites del Señor. El deleite de su Gracia es una inmensa bendición.
Esta verdad tiene que ver con la muerte definitiva y sin posibilidad de resurrección
de tu viejo hombre, de tu antigua naturaleza, de lo que eras y ya no eres porque el
día que conociste a Cristo, el día que Dios te escogió para ser adoptado como su
hijo, para ser aprobado en todo, justificado por su gracia y aceptado Él te regaló
una nueva identidad, tomó todos tus pecados y los clavó en la cruz de Cristo. Con
tus pecados fuiste crucificado con Cristo para que tu vieja naturaleza sucumbiera y
pudieras resucitar con Él convertido en una nueva criatura. No es posible resucitar
sin antes haber muerto.
En su sutil astucia el diablo no cesa en tratar de hacernos creer que nuestra antigua
naturaleza antes de Cristo, la del viejo ser humano que estaba muerto en delitos y
pecados, ¡todavía vive! y que aún es capaz de gobernar nuestros actos y esclavizar
la mente. Nuestro enemigo común sabe que mientras seamos ignorantes a la
verdad de nuestra nueva identidad, es decir, el ser Hijos de Dios, nos podrá
zarandear a su antojo. Cuando entiendes el significado de tu nueva identidad te
liberas y ensancha tus territorios espirituales que te permiten permanecer en
Cristo.
Si no comprendes lo que significa ser hijo de Dios (tu nueva identidad en Cristo), te
perderás el disfrutar a plenitud el regalo de la gracia divina.
Cristo vino para darnos vida, no para reformar y componer la nuestra, sino para
darnos ¡la suya! En Cristo cohabitamos con Él por su propia vida. Él es nuestra
vida, Él es nuestra mente. Somos cristianos porque Él vive dentro del cristiano. Es
imposible para el cristiano ejercitar un estilo de vida donde el pecado sea habitual,
pues siempre se sentirá un miserable, endeudado y perverso, lo cual es contrario a
nuestra nueva identidad.
Bendiciones en Cristo.
¿Quién eres tú? Si has creído en Jesucristo, eres un hijo de Dios que
tiene que tomar decisiones correctas. Tienes que permitir que sea
la identidad que Dios te dio la que influya en tus decisiones. Basta
de dejarse influenciar por una mentira. Así nos pasa a todos:
fracasamos, nos consideramos fracasados y entonces fracasamos
más. Pecamos, nos consideramos pecadores y entonces pecamos
más. Por eso para salir del engaño tienes que saber que Dios te
ama, que tú eres Su hijo y que un hijo de Dios busca la santidad.
Cuando aceptes esto en tu corazón, entonces eso provocará el
cambio en tu vida.
Soy hijo de Dios porque Él así lo dice, soy
santo
Dios te ha llamado justo. Lo que te lleva a pecar es un concepto
equivocado de ti. Dios no te condena, te llama santo y justo. Tienes
que comenzar a identificarte así. Levántate y dilo: “Soy hijo de Dios
porque Él así lo dice, soy santo”. Dilo una y otra vez, y calla la voz
mentirosa del diablo que te quiere responder que no es cierto.
¿Cómo fuimos creados? Vamos a responder esta pregunta en
partes:
Adán y Eva fueron creados vivos física y espiritualmente; no
había muerte en ellos. Esa vida se sostenía de una relación
íntima con Dios. Él les advirtió que si comían del fruto prohibido
morirían, y así fue, murieron no física sino espiritualmente.
Desde entonces todos nacemos vivos físicamente, pero
muertos espiritualmente a causa del pecado. Esto permanece
así hasta que Cristo llega a nuestra vida. Jesús vino a recuperar
la vida que habíamos perdido.
Fuimos creados importantes. Dios creó al hombre y la mujer
y los puso por encima de la creación para gobernarla. Debido a
la caída el hombre perdió esa autoridad y fue dada a Satanás.
La Biblia lo llama el “príncipe de este mundo”. La autoridad e
importancia que perdimos en ese momento, Jesús la vino a
recuperar para nosotros.
Dios nos creó para vivir seguros y nos proveyó de todo lo
necesario. “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da
semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto
y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra,
y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la
tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y
fue así” (Gn. 1:29-30). A causa de la caída tenemos miedo al
fracaso, a no poder, a no tener, a que nos falte. Jesús vino a
restaurar esa provisión. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os
falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Flp. 4:19).
Nos creó con la necesidad de pertenecer. Dios creó a Adán y
vio que no era bueno que estuviera solo (Gn. 2:18) e hizo para él
una compañera. No me refiero sólo en el sentido de pareja,
sino de una persona que conviviera con él. Esta convivencia en
armonía se perdió con el pecado, ellos comenzaron a dudar el
uno del otro, comenzaron a señalarse, a desconfiar. Cristo
recupera esto: nos adopta en su familia y establece la iglesia,
donde sus hijos nos reunimos.
Índice
¿Qué es el carácter?
Existen diferentes conceptos y muchísimas definiciones en cuanto al
término carácter incluso la gente suele utilizar esta expresión para
calificar algunas actitudes, hasta de maltrato; tiranía crueldad,
dominación, inclemencia, y explosiones emocionales.
►Reflexiona:
El reino de Dios o el reino de los cielos no son una filosofía, ni siquiera
es una ola doctrinal, como algo que está de moda en estos últimos
tiempos, a veces resulta difícil explicarlo por medio de las palabras
ya que el reino de Dios simplemente, es demostrable por las
evidencias tangibles de un Dios soberano. Cuando logramos entender
el poder del carácter en el reino entramos una nueva dimensión
sobrenatural.
Bendiciones de Identidad
Durante dos mil años, cada mañana, muchos judíos devotos han dicho la
siguiente oración, o una similar a esta:
"Bendito seas Dios del universo, que no me hiciste gentil, ni esclavo, ni mujer".
Comparemos esta oración con lo que otro hombre judío, el Apóstol Pablo,
escribió en Gálatas 3: 28-29:
“ Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos
ustedes son uno en Cristo Jesús. Y, ahora que pertenecen a Cristo, son
verdaderos hijos * de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a
Abraham les pertenece a ustedes ”.
Gálatas 3:28 es más que una hermosa declaración teológica. Es también una
declaración sociológica. La igualdad y unidad de Gálatas 3:28 es a lo que la
iglesia debería aspirar. Esto es a lo que yo aspiro. Esta es mi “bendición de
identidad”: Bendito seas tú Dios del universo quien me has hecho una mujer y
una hija de Dios ”.
Notas Finales
[1] “Tosefta Berakhot 6:18 enseña en nombre de Rabbi Yehuda ben Ilai (mitad
de la segunda centuria de la era cristiana) que cada hombre judío está obligado
a recitar tres bendiciones diariamente. Estas expresan de gratitud por el lugar
en el que uno está en la vida, mediante declaraciones negativas: 'gracias Dios
que no soy gentil, ni mujer, ni esclavo' (en declaraciones más tempranas, un
campesino). Este lenguaje hace eco de las oraciones griegas preservadas
primero por Platón. Especialmente porque este texto también aparece como un
dictamen legal en el Talmud Babilónico, Menahot 43b, estas bendiciones a las
cuales los estudiosos modernos llaman 'Bendiciones de identidad'
gradualmente se volvieron parte de las oraciones preliminares del servicio
matutino diario. ( Fuente )
Nota que esta oración toma prestadas elementos del filósofo griego de
Platón. La filosofía griega ha influenciado de manera adversa tanto el
pensamiento judío como el cristiano.
[2] Aunque esta oración fue escrita en la segunda centuria AD (ver la nota final
1) es probable que fue pasando oralmente antes de este tiempo y era usada en
los días de Pablo.
[3] Nuestra etnicidad, nuestro nivel de libertad social, y nuestro genero etc., no
cambia cuando nos volvemos cristianos, y tampoco deben ser causa de
discriminación dentro de la iglesia. Los apóstoles dan instrucciones a los
esclavos respecto de ser obedientes a sus propios amos, ya las mujeres a
sujetarse a sus propios maridos; pero a menudo la razón dada para justificar
estas instrucciones era ayudar el evangelismo y evitar que la iglesia tenga mal
nombre en una sociedad donde esclavos y mujeres eran vistas como inferiores
a las personas libres ya los hombres. (Ej. Tito 2: 9-10; 1 Timoteo5: 14; 1 Pedro
3: 1; 1 Corintios 11:10) [Más sobre sumisión en el matrimonio aquí .]
Imagen
"Bendito" © Kirsten Blackstock (CreationSwap)