Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Comentarios A La Ley Del Proceso Contecioso Administrativo-Giovanni F. Priori Posada
Comentarios A La Ley Del Proceso Contecioso Administrativo-Giovanni F. Priori Posada
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
Giovanni F. Priori Posada
Ara Editores. Lima.
INDICE
PRÓLOGO
CAPÍTULO I : ANTECEDENTES
CAPÍTULO II : LOS FUNDAMENTOS DEL PROCESO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
CAPÍTULO III: EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
CAPÍTULO IV: LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO
CAPÍTULO V : OBJETO DEL PROCESO
CAPÍTULO VI: SUJETOS DEL PROCESO
CAPÍTULO VII: CUESTIONES PROCEDIMENTALES DEL PROCESO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
CAPÍTULO VIII: LA ACTIVIDAD PROBATORIA
CAPÍTULO IX: LOS MEDIOS IMPUGNATORIOS
CAPÍTULO X: LAS MEDIDAS CAUTELARES
CAPÍTULO XI: LA SENTENCIA
CAPÍTULO XII: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
PRÓLOGO
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES
Sin embargo, el hito más importante dentro del desarrollo del proceso
contencioso administrativo se encuentra constituido por la Constitución de
1979 la que, en su articulo 240 estableció que "las acciones contencioso
administrativas" podían interponerse "contra cualquier acto o resolución
que causa estado". Paradójicamente, existiendo un marco constitucional
que facilitaba el desarrollo a nivel legislativo del proceso contencioso
administrativo éste se dio casi 15 años después. Y paradójicamente tuvo
que ser el propio Póder Ejecutivo, ante dicha omisión legislativa, quien
dicte una regulación sobre el proceso contencioso administrativo (D.S.
03790-TR)Z°. Es decir, el propio ente controlado tuvó que dictar las
normas que regulen su forma de control, pues el Parlamento no lo hizo.
Posteriormente, se dictó la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1991 la que
reguló el proceso contencioso administrativo. Sin embargo, dicha norma
tuvo una efímera existencia pues, dicho capítulo fue prontamente derogado
por el Decreto Legislativo 767.
Cabe precisar que, además del régimen general del proceso contencioso
administrativo contenido en el Código Procesal Civil, se dieron diversas
normas especiales dependiendo de la entidad que expedía el acto
impugnado.
Finalmente, mediante R.M. 174-2000-JUS se creó una Comisión a la que
se le encargó elaborar un Proyecto de Ley que regule el proceso
contencioso administrativ022o Dicha Comisión concluyó su labor, y el 05
de julio de 2001 fue prepublicado el Proyecto de Ley del proceso
contencioso administrativo. Posteriormente, dicho Proyecto fue adoptado
por la Comisión de Justicia del Congreso de la República y luego aprobado,
con algunas modificaciones, por el pleno del Congreso de la República.
Luego de su promulgación la Ley del Proceso Contencioso Administrativo
(Ley 27584) fue publicada en el Diario Oficial El Peruano, el 7 de
diciembre de 2001.
Podemos decir que la Ley, aunque con algünas normas cuya crítica
elaboraremos en el presente trabaj023, tiene cuatro notas caracterizadoras:
(i) Tiene al derecho a la tutela jurisdiccional efectiva como el eje central de
su contenido.
(ii) Propicia un proceso contencioso administrativo tuitivo a favor de los
particulares.
(iii) Establece un proceso contencioso admin~strativo de "plena
jurisdicción" o "subjetivo"; pues predica un control jurisdiccional pleno de
los actos administrativos que no se restringe a su solo control de legalidad,
sino a un control que supone brindar una efectiva tutela a los derechos e
intereses de los administrados.
(iv) Concibe al proceso contencioso administrativo como un proceso
distinto y autónomo respecto del proceso civil, pues la naturaleza de los
conflictos que está llamado a resolver es absolutamente distinta a la
naturaleza de los conflictos que está llamado a resolver el proceso civil.
CAPÍTULO II
Siendo ello asÍ, la concepción del Estado liberal de derecho que predomina
en el siglo XIX puede ser resumida en la siguiente tradicional concepción
clásica del mismo:
Sólo así hay una verdadera y efectiva tutela de las situaciones jurídicas de
las cuales son titulares los sujetos. Y en eso precisamente consiste el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.
De esta manera, el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva procura
garantizar que los ciudadanos puedan contar con una efectiva tutela de los
derechos e intereses de los cuales son titulares, lo que, en el proceso
contencioso administrativo, no se logra a través del modelo francés del
contencioso administrativo en el cual sólo se propugna un juicio al acto,
sino a través de uno que, además del juicio al acto administrativo, sirva
para reparar o evitar la violación de una situación jurídica subjetiva.
CAPÍTULO III
Para referirse a este principio, Montera Aroca afirma que: "este principio,
que completa los anteriores, requiere conceder a las partes de un proceso
los mismos derechos, posibilidades y cargas, de modo tal que no quepa la
existencia de privilegios ni a favor ni en contra de alguna de ellas. Así
entendido el principio no es sino consecuencia de aquel otro más general,
enunciado en todas las constituciones, de la igualdad de los ciudadanos
ante la ley que hoy se recoge en la peruana en el artículo 2.2.( ... )"64. En
efecto, la Constitución Peruana de 1993 reconoce expresamente el derecho
a la igualdad65.
Debe tenerse presente el hecho que la concepción del principio de igualdad
que utiliza el distinguido profesor español, parte de concebir que existe una
igualdad real entre aquellos que han sido parte del conflicto, siendo ello así,
no existe razón para establecer un trato diferenciado. Sin embargo, dicha
postulación parece ser bastante ajena a nuestra realidad, razón por la cual,
el Código Procesal Civil66 ha recogido, antes que el principio de igualdad,
el principio de socialización del proceso, el mismo que "no sólo conduce al
Juez - director del proceso - por el sendero que hace más asequible la
oportunidad de expedir una decisión justa, sino que lo faculta para impedir
que la desigualdad en que las partes concurren al proceso sea un factor
determinante para que los actos procesales o la decisión final tengan una
orientación que repugnen el valor justicia"67.
Sobre este principio volveremos cuando nos refiramos al principio de
igualdad en el proceso contencioso aQ.ministrativa.
1. La competencia.
2.1. La capacidad.
En la doctrina procesal se distingue entre la capacidad para ser parte y la
capacidad procesal.
La capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de situaciones
jurídicas procesales. En ese sentido, tiene capacidad para ser parte todo
sujeto de derecho, entre los cuales se encuentran: el nasciturus, las personas
naturales, las personas jurídicas, los patrimonios autónomos y el Estado.
La capacidad procesal es la aptitud para realizar por sí mismo las
situaciones jurídicas de las cuales un sujeto de derecho es titular.
3. El Ministerio Público.
Es el plazo que tiene otorga la ley para poder plantear la pretensión objeto
del proceso contencioso administrativo. En ese sentido, debe tenerse
presente que el cómputo del plazo debe realizarse desde que se tuvo
conocimiento de la actuación administrativa impugnada y en consecuencia
desde que se tuvo la posibilidad de plantear la pretensión del proceso
contencioso administrativo. Asimismo, debe tenerse presente que en el caso
del silencio administrativo, la inercia o cualquier otra omisión de la
Administración, no existe plazo a computar.
3.3. Agotamiento de la vía administrativa.
Nuestro sistema del contencioso administrativo se caracteriza por la
necesidad de agotar la vía administrativa para poder acudir al órgano
jurisdiccional, apartándose con ello de un sistema facultativo donde recae
en el particular la decisión de seguir la vía administrativa o acudir
inmediatamente al órgano jurisdiccional. La necesidad de agotar la vía
administrativa antes de acudir al Poder Judicial constituye una opción del
ordenamiento jurídico por privilegiar la situación de autotutela
administrativa antes que optar por la efectividad de tutela jurisdiccional por
parte del administrado. En ese sentido, se expresa reconocida doctrina
cuando enseña: "Los recursos administrativos constituyen, pues, un
presupuesto necesario de la impugnación jurisdiccional y en este sentido
tienen que ser considerados forzosamente como un privilegio para la
Administración, que impone a los particulares la carga de someter- ante
ella misma los conflictos antes de residenciar los ante el ]uez"132.
5. La vía procedimental.
En el caso peruano, las normas del Código Procesal Civil que regulaban el
proceso contencioso administrativo establecían que todos los procesos
contenciosos administrativos se debían tramitar en la vía del proceso
abreviado. Sin embargo, la Ley ha establecido, como regla general, el
hecho que la vía procedimental correspondiente sea la del proceso
abreviado, reservándose para el trámite de algunas pretensiones la vía del
proceso sumarísimo, atendiendo a la necesidad de una decisión
jurisdiccional inmediata, tales supuestos son:
LA ACTIVIDAD PROBATORIA
2. Oportunidad.
Conforme al principio de preclusión, los medios probatorios deberán ser
ofrecidos en el momento en el cual las partes formulan sus pretensiones o
sus defensas en el proceso. Es por ello que, siguiendo la regla general
contenida en el Código Procesal Civil ,lía Ley ha establecido en su artículo
28142 que los medios probatorios en el proceso contencioso administrativo
deberán ser ofrecidos en la etapa postulatoria. Dicho principio tiene como
sustento el hecho que, al iniciar el proceso, las partes se encuentran en
aptitud de conocer los medios probatorios que pueden ofrecer al proceso y
los hechos respecto de los cuales tienen interés en probar, en consecuencia,
existiría "una autoresponsabilidad en el sujeto procesal que deja transcurrir
tal oportunidad sin ofrecer los medios probatorios pertinentes para acreditar
los hechos que configuran su pretensión o su defensa"143.
Sin embargo, el sustento del principio de preclusión desaparece cuando nos
encontramos ante hechos que las partes no tenían oportunidad de probar,
porque, al momento de ofrecer medios probatorios, no se habían producido.
Como es evidente que respecto de dichos hechos no hubo posibilidad de
probar, y a fin de garantizar el derecho a un debido proceso, la doctrina ha
elaborado la doctrina de los hechos nuevos. Los hechos nuevos, conforme a
la doctrina, pueden ser propios e impropios. "Se entiende como hecho
nuevo propio, aquel dato fáctico ( ... ) ocurrido con posterioridad al inicio
de un proceso y que tiene -o puede tener- una considerable relevancia
jurídica para la decisión que se tome en la solución del conflicto de
intereses. En cambio, hecho nuevo impropio es aquel que si bien ocurre
antes del inicio del mismo, sólo puede ser conocido por la parte que se
beneficia con él con posterioridad al inicio del proceso"144.
De esta forma, entonces, reiteramos que, en respeto al derecho
constitucional de defensa (una de cuyas manifestaciones, como hemos
dicho, es el derecho a probar) la doctrina y la Ley (en el caso del Código
Procesal Civil peruano) reconocen la posibilidad de probar respecto de
aquellos hechos, respecto de los cuales no hubo la posibilidad de próbar, al
no haberse producido esos hechos. El Proyecto elaborado por la Comisión
había previsto una disposición expresa acerca de medios probatorios sobre
hechos nuevos145, sin embargo, la Ley, en otra norma que contraviene
flagrantemente la Constitución dispone que no puede presentarse al proceso
prueba respecto de hechos nuevos. Con ello, claramente se vuelve a
recortar el derecho de defensa. Para la Ley, pues, lo trascendente parece no
ser la efectiva tutela de los derechos e intereses de los administrados, lo que
se declara en el artículo 1 de la misma; sino la consecución ritual de un
proceso, donde la finalidad del mismo corre un serio riesgo por normas
como la comentada. Ésta es otra razón para que los jueces, en uso del
control difuso, inapliquen la norma por contravenir la Constitución.
Sin perjuicio de ello, el segundo párrafo del artículo 28 de la Ley dispone
que si el particular no cuenta con algún medio probatorio que obra en poder
de la Administración, deberá ofrecerlo en el escrito correspondiente,
indicando dicha situación al Juez, para que sea el Juez el que disponga de
todas las medidas necesarias para la incorporación de dicho medio
probatorio al proceso.
4. Carga de la prueba.
Dentro del tema de la carga de la prueba se hace preciso tener presente que,
dentro de la potestad administrativa se encuentra la potestad sancionadora
de la Administración, la misma que es una expresión de la potestad
sancionadora general que tiene el Estado, siendo ello así a la potestad
sancionadora de la Administración le son aplicables todos los principios
que rigen la potestad sancionadora del Estado149, entre los cuales se
encuentran, el principio de presunción de inocencia150. Por ello, la
doctrina establece que: "si lo que el particular impugna es el acto que le
impone una obligación o una sanción, entonces quien debe probar en el
procedimiento administrativo los hechos que dieron lugar al nacimiento de
la obligación o que constituyeron la falta sancionada, es la Administración.
El demandante no tiene por qué robar ue no se dan los hechos; únicamente
ten ra que negar que se dan los hechos, que no están pro a os
Todo lo expuesto ha sido recogido en el artículo 30 de la Ley152, el mismo
que puede resumirse en las siguientes reglas:
1. El recurso de reposición.
3. El recurso de casación.
CAPÍTULO X
Un punto sobre el que quizá valga la pena detenerse es sobre las medidas
cautelares para futura ejecución forzada, En efecto, sin perjuicio de lo que
diremos a continuación sobre la ejecución de las sentencias, es preciso
tener en consideración que, en el caso de las pretensiones en las que se
solicite el pago de una determinada cantidad de dinero contra la
Administración, éstas se encuentran suficientemente garantizadas con el
patrimonio del Estado, existiendo por 'ello la idea que "el Estado es
siempre solvente". Dicha concepción se encuentra recogida por el artículo
616 del Código Procesal Civil. Sin embargo, como se dirá más adelante,
ello no impide la posibilidad de ejecución de resoluciones judiciales contra
el Estado.
CAPÍTULO XI
LA SENTENCIA
CAPÍTULO XII
LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
Hemos venido afirmando a lo largo del presente trabajo que uno de los ejes
centrales del proceso contencioso administrativo es el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva. Conforme al contenido de este derecho fundamental
se hace necesario que la sentencia que dicte al término del proceso pueda
ser ejecutada, pues sólo así se brinda a una real y efectiva tutela a quienes
inicien el proceso contencioso administrativo.
Este terna adquiere especial trascendencia en materia del contencioso
administrativo en la medida que en la mayoría de los casos el sujeto
demandado es el Estado, contra quien, normalmente, se dificulta la
ejecución de una sentencia. Ante ello, se deben tener en cuenta los
siguientes elementos:
1. Las resoluciones judiciales son de obligatorio cumplimiento, sin que
la Administración pueda calificar u objetar su contenido.
2. Los funcionarios de las entidades responsables deben estar
plenamente identificados en la sentencia 176
INDICE
PROLOGO 17
INTRODUCCIÓN 25
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES
1. El modelo francés. 33
1.1. La proclamación de los principios de legalidad y
libertad en la Revolución Francesa ,...... 34
1.2. La separación de poderes. 36
1.3. El sistema francés de control de los actos arbitrarios. 38
4. El contencioso administrativo en España. 40
5. El contencioso administrativo en el Perú. 42
CAPÍTULO II
CAPÍTULO V
OBJETO DEL PROCESO
CAPÍTULO VIII
LA ACTIVIDAD PROBATORIA
CAPÍTULO XI
LA SENTENCIA
CAPÍTULO XII
LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
BIBLIOGRAFIA 205
ANEXOS 213