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Este proceso fue diseñado originalmente para la producción de óxido de etileno y modificado
en 1930 para la producción de óxido de propileno. Sin embargo, desde el descubrimiento en la
década de 1940 de la oxidación directa del etileno, el proceso empezó a utilizarse únicamente
para la epoxidación del propileno.
El método de las clorhidrinas se realiza en dos etapas, dando lugar a óxido de propileno como
único producto de la reacción. En el primer reactor, el propileno reacciona con cloro en
presencia de agua, dando lugar a 1-cloropropan-2-ol y 2-cloropropan-1-ol con alta selectividad.
En el segundo reactor, se lleva a cabo la deshidrocloración de estos compuestos mediante la
adición de hidróxido de calcio para obtener PO, junto con cantidades estequiométricas de
cloruro cálcico.
Aunque en este proceso se obtienen altas selectividades a óxido de propileno, siendo el único
producto de reacción el PO, también da lugar a grandes cantidades de subproductos no
deseados y aguas residuales. En concreto, por cada tonelada de propileno adicionada al
sistema, se tienen que usar 1.4 toneladas de clorhidrina y 1 tonelada de hidróxido de calcio,
generándose 2 toneladas de cloruro cálcico. Además, el cloruro cálcico no tiene valor
comercial, lo que representa uno de los mayores problemas de este proceso.
Este proceso fue desarrollado en la década de 1970 por Halcon Corp. y Atlantic Richfield Oil
Corp., por lo que también se conoce como método Halcon. En este método se hace reaccionar
un hidroperóxido con propileno para dar lugar a óxido de propileno junto con el alcohol
correspondiente. Aunque hay varios peróxidos orgánicos capaces de llevar a cabo esta
reacción, en la industria se hace comúnmente con los hidroperóxidos del tert-butilo (TBA-PO)
o del etilbenceno (SM-PO), los cuales reaccionan con el propileno en presencia de un
catalizador homogéneo de molibdeno (Halcon) o un catalizador heterogéneo de titanio
soportado sobre sílica (Shell), obteniéndose óxido de propileno y tert-butil alcohol o 1-
feniletanol. El proceso es altamente eficiente, obteniéndose conversiones mayores al 95%
(basadas en el hidroperóxido) y selectividades superiores al 95%, siendo acetona el único
subproducto obtenido.
Figura xx. Producción de óxido de propileno por método de peroxidos
Sin embargo, tanto el tert-butil alcohol como el 1-feniletanol tienen una escasa aplicación
industrial en la actualidad, por lo que comúnmente se deshidratan catalíticamente para
obtener isobutileno o estireno, con una mayor aplicación. Pero, aunque tanto el isobutileno y
el estireno son productos con valor industrial, su precio está severamente afectado por la
situación del mercado, así como por la legislación medioambiental, por lo que la viabilidad del
proceso es muy dependiente del subproducto obtenido.
– Proceso de Sumitomo
La ventaja de esta variante radica en que se usa cumeno como disolvente de la reacción, así
como reactivo para generar el hidroperóxido. Además, el alcohol obtenido durante el proceso
(2-fenil-2-propanol) se deshidrata y después se hidrogena dando lugar de nuevo a cumeno, de
forma que puede volver a ser utilizado. Por lo tanto, el proceso solo da lugar a óxido de
propileno, con elevadas selectividades. Esta variante del proceso de los peróxidos orgánicos, a
diferencia del proceso convencional, no produce co-productos junto al óxido de propileno. Sin
embargo, aunque produce menos residuos que los anteriores, este proceso requiere la
regeneración del hidroperóxido de cumeno a partir del alcohol de cumeno. De hecho, por cada
tonelada de óxido de propileno producido, es necesaria la regeneración de 1.5 toneladas del
hidroperóxido de cumeno.
– Proceso HPPO (Hydrogen Peroxide to Propylene Oxide)