Escuela Inclusiva: Modelos y Práctica

Andrea Jiménez Liñán

Sara Martín Buendía
Cristina Parra Carrillo
Erika Plaza Cánovas
Stefanie Wenzel

ACTIVIDAD OPTATIVA GTA2

En la actualidad, existen muchas barreras que impiden a las personas con ciertas
discapacidades desenvolverse en los distintos lugares por los que se mueven o que
les impiden realizar actividades de su vida cotidiana, creando así obstáculos en su
día a día.
Hablando de nuestra Universidad, no hay nada que impida a una persona ciega o
en silla de ruedas poder asistir y estudiar un Grado o un Máster, de hecho, a lo largo
de los años se han adaptado muchas cosas para que puedan estudiar sin problema
y permitirles total libertad para moverse. A pesar de todo esto, aún no está todo
totalmente adaptado.
Con respecto a las aulas, la mayoría de ellas no están habilitadas para una persona
en sillas de ruedas, ya que no hay sitio para poder colocarse en las mesas y, los
pasillos son muy estrechos, impidiendoles así la total libertad de movimiento. Si un
alumno/a con esta discapacidad asiste a las clases, su única forma de estar dentro
del aula sería estando al lado de la puerta, al principio o final de clase. En el aulario
4 el acceso es imposible para estas personas, puesto que no hay rampa para poder
desplazarse o acceder en silla de ruedas.
En algunos de los edificios no hay ascensor, lo que provoca que las personas en
silla de ruedas o con dificultad para andar no puedan acceder a las plantas de
arriba.
Tampoco se puede encontrar un aseo adecuado para estas personas en cada baño.
Por otro lado, para las personas con discapacidad visual se podrían hacer más
adaptaciones.
Dentro de los aularios y por el campus podría poner carteles en Braille para
señalizar dónde están las distintas zonas (como la Biblioteca, los Aularios o los
distintos edificios que hay). Además, dentro de los edificios, otros sobre el cartel de
la clase y los baños.
También, en la parada del autobús, la pantalla que marca qué línea de autobús va a
llegar debería ser audiovisual, es decir, que se vea que línea llega y cuánto le
queda, pero que también lo diga, para que así una persona ciega no tenga que
depender de otra para preguntarle cuánto le queda a su autobús. También hay
dificultad en el acceso al bus, ya que una persona ciega no sabe por dónde se
entra. Alguna señal auditiva o unas posiciones fijas (dónde el autobús suele parar)
que se muestran en el suelo para que una persona ciega pueda notar por dónde
tiene que ir.
Por último, este año se ha incluido en la Universidad unos carriles bicis, algo que no
está señalizado y que una persona ciega no puede saber dónde están. Eso también
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se puede decir sobre la entrada del aparcamiento. No hay ninguna señal que
muestre a la persona ciega por dónde entran y salen los coches, usando estos a
veces una parte de la acera.