Está en la página 1de 2

La teoría de los paradigmas científicos de T. S.

Kuhn

Kuhn sostiene que “Aunque la empresa científica pueda ser imparcial, el científico personalmente muy a menudo no lo es”
(Kuhn en Barnes 1972).
Y agrega: “la imagen del científico es de una persona que está sin compromisos detrás de la verdad”; implica que hay en él
total objetividad e imparcialidad respecto de los hechos y que todos los prejuicios y resistencias son rechazados en el
umbral de su laboratorio. (Kuhn en Barnes 1963).
En este sentido hay una suposición sobre la objetividad e imparcialidad del científico, pero la historia de la ciencia podría
demostrar todo lo contrario.
Los preconceptos y las resistencias propias del científico, por lo general, han sido considerados como ajenos a la ciencia,
como inevitables limitaciones humanas. Pero estos, “parecen la regla y no la excepción en el desarrollo científico maduro
[…]. Tampoco puede haber muchas dudas sobre cuál es su origen. No son características aberrantes del individuo, sino que
son características comunitarias con profundas raíces en los procedimientos por los cuales se prepara a los científicos para
trabajar en su profesión”.
Aquí se refiere a la formación del profesional como base o punto de origen de las resistencias y de los preconceptos y de
una omnipresencia de los mismos en toda investigación científica.
“La educación científica inculca lo que la comunidad científica conquistó anteriormente con dificultad: una profunda
adhesión a un modo particular de contemplar el mundo y de practicar la ciencia en él. Esta adhesión puede ser
reemplazada, de tanto en tanto, pero no puede ser meramente abandonada”, se trata de una adhesión con carácter
fundador de la investigación científica.
La educación científica le proporciona las reglas de juego, modelos teóricos y herramientas, que se juega en su época para
resolver los problemas o enigmas de la ciencia madura. Esta adhesión implica un compromiso con la comunidad científica.
Hay también, un segundo papel que cumple este compromiso, que es brindarle a cada científico un detector
enormemente sensible de los puntos difíciles de lo que surgen casi inevitablemente las innovaciones significativas en los
datos y en la teoría.
Con la educación que recibe el científico, adquiere un conjunto de normas, herramientas y técnicas que luego aplican a su
propia obra creadora. Aclara luego que este tipo de educación puede generar mayor rigidez profesional que en otros
campos.
“Al recibir un paradigma, la comunidad científica adhiere, conscientemente o no, a la idea de que los problemas
fundamentales resueltos en él, de hecho, lo han sido de una vez para siempre”. Esta adhesión la realizan sólo quienes
tienen la plena garantía de que el modelo o paradigma es totalmente seguro, esto no ocurre para nada en las artes y sólo
parcialmente en las ciencias sociales.
En las ciencias humanas y sociales la enseñanza es menos doctrinaria porque carecen de un modelo único, entonces Kuhn
dice que están basadas en las diferentes escuelas o corrientes preparadigmáticos, hace una semejanza de las ciencias
sociales con la pintura, en que un pintor de hecho puede tomar como base varias escuelas, varios pintores clásicos, pero no
un solo modelo.
Kuhn va a sostener que toda la tarea científica tanto de descubrimiento como de validación de hipótesis, es producto del
acuerdo de la comunidad científica.
Cuando esto ocurre, estamos frente a un periodo que Kuhn denomina de ciencia normal. Aquí el científico actúa
gobernado por un conjunto de leyes y de supuestos teóricos; por el conocimiento de determinado instrumental
considerado apto para la tarea, por diversos conocimientos técnicos aceptados, determinados métodos de investigación y
descubrimiento de hipótesis, modelos teóricos y prácticos de la ciencia y sus actividades. A todo esto Kuhn lo llama
paradigma. De modo que podemos decir que en el periodo de ciencia normal el científico trabaja dentro de un único
paradigma reconocido por la comunidad de científicos y la tarea del científico en ese periodo es la de resolver problemas,
esta es la razón por la cual, la ciencia normal está centrada en la díada problema-solución.
Pero la adquisición de un único paradigma vigente, es tardía en el curso del desarrollo científico, se podría decir que en el
surgimiento de una ciencia conviven varios paradigmas y que el producto de ese trabajo no es científico, aún llevado a
cabo por científicos.
Una ciencia no tiene un solo paradigma desde el principio, sino que el paradigma se construye. Como en el caso de la
electricidad: el desarrollo que describe Kuhn es pre-paradigmático hasta que Franklin construye el primer y único
paradigma de la electricidad para la ciencia. Este proceso es el camino hacia la ciencia madura o normal. Para trabajar en la
ciencia es necesario la construcción de un paradigma que permita emprender trabajos precisos y que sea un modelo tanto
teórico como experimental que delimite claramente un campo científico.

El paradigma puede ser interpretado como:


1-Un modo particular de resolución en cuya particularidad hay cierta universalidad. Es decir un componente ejemplar de la
actividad científica que supone diversos tipos de conocimiento.
2-Una cosmovisión: los paradigmas están constituidos por teorías, modelos, ideas, etc. que se desarrollan en ciertas comunidades
científicas y que implican resolución de problemas.
3-Una matriz disciplinaria; en tanto es un conjunto ordenado de ejemplos de variada naturaleza, patrimonio común de una
disciplina científica.
4-Un sistema cerrado en sí mismo. Es decir, no acepta el cambio por partes. Cuando éste se produce afecta a la totalidad del
paradigma.
5- Un marco analítico se resolución de problemas
La comunidad científica tiene la tarea de ajustar y articular el paradigma y “mejorar el ajuste entre su paradigma y la
naturaleza en un campo en el que ya se ha alcanzado al menos un acuerdo limitado”.
Otra de las tareas de una comunidad científica dentro de un paradigma o ciencia madura es el diseño y la construcción de
nuevos aparatos perfeccionados para articular con las teorías. Todos los problemas que surgen de estos constantes ajustes
dependen del paradigma y no pueden ser formulados sin él.
El científico que participa de la comunidad científica y trabaja y adhiere a él no es un descubridor o un inventor sino que su
trabajo consiste en resolver problemas tanto teóricos como experimentales.
La solución de problemas en el paradigma no siempre es exitosa y esto hace posible el desarrollo de la ciencia que consiste
en innovaciones fundamentales, estas suceden cuando hay un cambio total en las reglas de juego, establecidas por el
paradigma.
El fracaso de las reglas de juego del paradigma son las anomalías y esto es la antesala de la innovación científica que Kuhn
lo denominó como un periodo de revolución científica.
El descubrimiento surge cuando al paradigma como modelo o equipo especial conceptual e instrumental que ha sido
creado y utilizado para la solución de problemas o enigmas en la ciencia normal, deja de funcionar como debe, de esto se
desprende que el descubrimiento surge de una anomalía y que pone en tela de juicio las técnicas y las creencias sostenidas
por la actividad propia de la ciencia normal. Todo proyecto de investigación dice Kuhn, surge de algún fracaso temporario,
o sea que la ciencia normal convive con alguna anomalía y que sólo cuando estos fracasos o anomalías son repetidas y
sorprendentes conducirían a la emergencia de un cambio de reglas y creencias. Consecuentemente esto provocaría una
innovación científica fundamental. Cuando la anomalía es pequeña puede generar nuevas investigaciones sin tener que
subvertir las reglas del paradigma. Las novedades inesperadas en las ciencias maduras ocurren cuando surge un fracaso o
algo anda mal. La tarea del científico en la ciencia normal es ajustar y resolver estos pequeños problemas y casi siempre los
resuelven. “Pero no siempre lo logran y cuando fracasan repetidamente y en número creciente, su sector de la comunidad
científica entra en lo que en otra parte he llamado una [crisis]”.
Cuando sucede la crisis el científico pierde su confianza en él y aborda cuestiones filosóficas. Cuando aparece un nuevo
paradigma y rival, que promete explicar mejor las anomalías y es capaz de explicar nuevos hechos y predecir nuevos
fenómenos, entonces la crisis se acentúa. Pero aún no hay revolución hasta que los científicos, por consenso, comienzan a
abandonar el viejo paradigma y a trabajar con las leyes, principios, explicaciones, etc. que representan al paradigma rival,
que desplaza totalmente al antiguo paradigma, en el momento mismo de la revolución científica.
Sin embargo esta decisión no es racional, dado que no hay posibilidad de comparar los paradigmas entre sí. Sus planteos
parten de fundamentos tan diferentes que no hay comparación posible. Es decir, son inconmensurables. El científico
comienza a trabajar con el otro paradigma por un movimiento de conversión más que por una decisión racional.
“Las nuevas teorías surgen de la labor conducida bajo la égida de las viejas, y sólo aparecen cuando se ha observado que
algo no es como debiera. Su preludio es la anomalía ampliamente reconocida, y este reconocimiento sólo puede hacerlo
un grupo que sabe muy bien que significaría enderezar las cosas”.
La profunda adhesión al paradigma en la investigación normal, no le quita un lugar central e importante a la innovación
dentro de la empresa científica.
“La vitalidad de la ciencia depende de la continuación de innovaciones ocasionales que sacuden la tradición”.
Kuhn, sostiene que aquí se abre una tensión que está en parte en el individuo y en parte en la comunidad. La tensión se
genera en el científico que se siente tironeado por un lado por la necesidad de resolver problemas (enseñanza dogmática)
y por el otro por la convicción de ser explorador e investigador que no conoce más reglas que las dictadas por la naturaleza
misma. En definitiva: entre las habilidades profesionales y la ideología profesional.

Entre la posición de Popper y la de Kuhn ha ocurrido un cambio de perspectiva. La atención pasa de las
prescripciones normativa de las que da cuenta Popper a prescripciones descriptivas. Es decir mientras Popper nos
dice qué debe considerarse ciencia, Kuhn realiza una descripción de lo que históricamente se consideró ciencia, lo
que ha ocurrido realmente. Las comunidades científicas que han compartido y comparten ciertas respuestas a
determinados enigmas que plantea la realidad, son como colegios invisibles que conducen la actividad científica.
Por eso Kuhn basa su argumentación en ejemplos históricos del desarrollo de las ciencias naturales.

T. S. Kuhn “Los paradigmas científicos” en B. Barnes y otros: Estudios sobre sociología de la ciencia. Alianza, 1963.

También podría gustarte