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Escoger entre pasado y futuro: Una elección no tan sencilla

Gabriela Cantillo 20181749

La hojarasca y el coronel no tiene quién le escriba son obras clásicas de García marques

que coexisten en el universo de Macondo, el lugar imaginario construido por este autor para

dar vida a narrativas en distintas épocas de la historia de este pintoresco lugar. A través del

presente texto se buscará entonces, analizar los sistemas de valores sociales que se

presentan en cada una de estas obras y particularmente, se busca encontrar similitudes y

contrastes entre estos.

Como punto de partida, al analizar el contexto general de la hojarasca, observamos una

fuerte y reñida confrontación entre dos sistemas de pensamiento bien establecidos y

representados en la obra por dos bandos sólidos, mientras unos impulsan un río de

esperanza con la modernidad y sus maravillas, otros se plantan de cara a proteger los

valores tradicionales de la sociedad Macondiana de ese entonces; dando fuerte crítica al

cambio de lo establecido. El primer reto al sistema de valores establecido de esta sociedad

llega cuando uno de los valores más importantes se ve nublado por el odio colectivo de la

gente que habita el pueblo, esto haciendo referencia a la negativa de la comunidad a brindar

santa sepultura, uno de los pilares del sistema de creencias que profesa la gente, a un doctor

muy odiado por la misma. ¿Quién es el verdadero traidor del pueblo? ¿Aquel que irrespeta

la voluntad de todos los demás para cumplir con el marco de valores preestablecidos o

aquellos que no respetan dicho sistema de creencias basados en su odio? Suena como una
pregunta simple de resolver, pero en realidad conlleva una partición importante del

pensamiento social.

Ahora bien, al conocer el marco general del sistema de valores en la hojarasca, llega el

turno de “El coronel no tiene quién le escriba” la cual consta de una similitud latente,

contamos con un personaje principal que también es Coronel de la guerra civil de

Macondo, sin embargo, a este hombre, tal como al coronel de la hojarasca, la vida no tiende

a sonreírle. Este hombre expone un marco de valores dividido en dos esferas, una esfera

global, donde este individuo sucumbe ante el cambio social que sufren los veteranos de

guerra, de ser tratados como héroes a ser menospreciados; y en la otra esfera encontramos

un dilema que a simple vista resulta trivial, como la venta de un gallo, pero que engloba un

debate moral que trastoca a nuestro coronel por múltiples frentes. Desde el área sentimental

este hombre se enfrenta a la pérdida de su respeto y honor como coronel, además de la

fuerte carga de haber perdido a su hijo del cuál este gallo es su único recuerdo y para hacer

la situación aún más compleja, su mujer y él mismo sucumbían ante el hambre por la

crueldad de su nuevo panorama social para con ellos. Todos estos eventos construyen un

sistema de valores enmarañado, donde se nota la desesperación y el desasosiego de tener

que escoger cual resultaría prevaleciente.

Llegados a este punto, es momento de preguntarnos ¿Qué tienen en común estas obras? ¿En

qué se parecen nuestros Coroneles? Es entonces que salta a la vita que estos dos hombres

toman decisiones en contra de lo establecido, rompen, en cierta medida el sistema de


valores sociales que existen dentro de sus respectivos mundos. En la Hojarasca, el Coronel

arremete sin pensarlo contra la voluntad de todo su pueblo para seguir fiel a aquellos

principios irrevocables de antaño; mientras que en ECNTQLE, nuestro coronel, en medio

de una encrucijada entre asegurar el pan a costa de la memoria de su hijo o padecer ante la

posibilidad de triunfo o derrota del mentado gallo decide tomar el riesgo sin miedo a las

consecuencias. Se quiera o no, es inevitable destacar que ambos personajes cuentan con un

estridente sentido del valor y sobre todo un extenso reconocimiento de sus ideales y valores

como seres humanos.

En términos generales, es posible decir que ambos sistemas de valores representados en

cada una de estas obras reflejan la contraposición de dos visiones del mundo antagónicas,

representantes de pasado y futuro, siendo la elección del gallo, por ejemplo, la selección de

la incertidumbre de la bonanza por encima de lo que ya está limitado como lo es el dinero

que le ofrecieron al coronel por el animal; y por su lado la hojarasca presenta la prevalencia

de valores sagrados y primordiales como la palabra y el misticismo judeocristiano por

encima de los intereses personales de los que ahora “Conforman el pueblo”. Para finalizar,

como autora independiente considero que estos dos relatos presentan una valiosa lección

respecto a los sistemas morales a los que estamos acostumbrados; dejando bastante claro

que estos son sumamente susceptibles a cambios, que no se mantienen estáticos en el

tiempo, si no que evolucionan, cambian y más importante aún: Se seleccionan a

conveniencia y beneficio de cada persona, comunidad y sociedad; en os tres niveles al

mismo tiempo.

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