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ACTIVIDAD EVALUATIVA 3 TRABAJO FINAL

ENSAYO ACADEMICO

Maria José Ruiz Paz

ID 774742

HUMANIDADES III

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

CAMPUS POPAYAN

Docente: Norberto Arroyave

Noviembre de 2022
Critica cultural y moral en “Boles” de Máximo Corki.

El presente trabajo es una muestra a lo largo del curso de humanidades III, el cual nos ha

entregado todas las herramientas pertinentes para la correcta elaboración del ensayo académico el

cual mostraremos y argumentaremos las diferentes posturas de uno o varios cuentos que se

relacionen entre sí.

El cuento que elegimos para analizar, es: “BOLES” del autor Máximo Gorki quien era un

escritor y político ruso, Fallecido en Gorki-Rusia el 18 de julio de 1936; fue fundador del

movimiento literario socialista en Rusia además de ser activista del movimiento revolucionario

ruso en aquella época.

Ahora bien, lo que quisiéramos resaltar en este cuento es reconocer que, a partir de su

contenido literario, se halla una crítica explicita a la moral y la cultura rusa. O más bien, a la

sociedad en general. En lo que, pensando autores relacionados en estos aspectos, como Oscar

Wilde o el mismo Guy de Maupassant; se expresa cierto grado de desasosiego y de repudio por la

sociedad pues, en ella se manifiesta cierta contradicción moral y cultural que generaliza a ciertos

sectores de la sociedad pero que, aun así, es un atisbo de la hipocresía de esta ya que, ella misma

es la que contribuye a que estos sectores se generen.

Un primer elemento que puede sostener esta tesis, es que cuando pensamos la figura de

las prostitutas, como lo dicen implícitamente en el cuento de Corki –“personas encenegadas”-,

son consumidas por la misma sociedad que las rechaza, pues, que hace que el producto del

cuerpo se consuma –y aquí un debate moral-, ¿la oferta que existe o la demanda que la consume?

Sin duda alguna, creeríamos que es una estrecha interrelación para que esto se genere; pero que,

sin embargo, demuestra la contradicción moral de la sociedad en general, pues mientras repudian

sectores distintos de la sociedad, también consumen sus artilugios.


Esto nos hace recordar, a manera de reflexión a propósito de este argumento, lo planteado

por Víctor Hugo en “Los miserables” a propósito de este tipo de mujeres:

“¿Qué es esta historia de Fantina? Es la sociedad comprando una


esclava. ¿A quién? A la miseria. Al hambre, al frío, al abandono, al
aislamiento, a la desnudez. ¡Mercado doloroso! Un alma por un pedazo de pan;
la miseria ofrece, la sociedad acepta”.

Ahora bien, este cuento, a partir de esta contradicción de la moral y la cultura de la

sociedad, no solo se queda en ello. Pues también, se permite la posibilidad de inflexión entre el

personaje del estudiante para consigo mismo. En el que, en un punto de inflexión, se ve diluida

esta misma moral de la censura y de la discriminación, para dar paso, desde un atisbo de nobleza,

a cierta consideración y empatía hacia la figura de Boles y la soledad a la que se ha visto

condenada por una cultura y una moral que le ha excluido.

Lo anterior, se puede detallar explícitamente en el cuento cuando se advierte que:

“¡Me dio una vergüenza, experimenté un dolor, una pena! ¡Junto a mí, a
tres pasos de mi puerta, vivía una mujer a quien nadie en el mundo le había
dado muestras de afecto, y se había inventado un amigo!”
Y continua, con la crítica a esta moral y cultura de la sociedad, cuando expresa:

“Si, así sucede… Cuando más le persigue el destino, más ávidamente


busca el hombre la felicidad. Pero nosotros no nos percatamos de ello, porque
nuestros corazones están blindados por virtudes vetustas y lo vemos todo al
través de la niebla que pone en nuestros ojos el contento de nosotros mismos, la
convicción estúpida de nuestra impecabilidad…»” (Corki, 1897)
Así pues, para ir cerrando este escrito, lo que hallamos en este cuento es una necesidad de

atender las condiciones en las que se sumerge la sociedad y lo poco viable que puede llegar ser,

creerse más por ciertos vestigios y artilugios de los que vivimos, por sobre los que usan los

demás. Pues, sin duda alguna, cuando se llegan a estas formas de entender y condicionar las

relaciones sociales que tenemos con otros, se atisba un valor discriminatorio a priori que niega la

posibilidad de entender al otro en su diversidad.

Lo cual, resulta imperativo tenerlo en cuenta cada vez que atendemos las relaciones

sociales con los demás. Además, hasta entender como esto ha afectado históricamente las

condiciones de la sociedad y la constante disputa que existe entre ella por estos criterios de valor

a priori que están basados en la discriminación.

Para lo que queda, es entonces la necesidad –y nos pasamos en el último y cuarto

argumento- en atender la diversidad. Ergo, el mundo se encuentra en una diversidad

inconmensurable, como la naturaleza misma, lo cual, negar al otro por su fachada o por lo que de

lejos se ve, resultará siempre, anti propositivo; pues genera, como es el caso del cuento en

mención, afectos crudos hacia quien se manifiestan.

Esto nos hará, incluso, que el mundo sea un lugar mejor. Pues, si se deja a un lado “la

fachada”, se podrá entender que, muchas veces, quien parece ser un sujeto deleznable por la

sociedad, no es más que uno más entre el todo diverso que somos. Y, hasta incluso, un poco de

manera reflexiva esta consideración, de entender que, muchos de aquellos que vociferan juicios

de valor sobre el otro, muchas veces, son, pensando a Nietzsche un poco: “el abismo”1.

Así, para concluir, este escrito, lo que hallamos en este cuento de Máximo Corki, es un

todo analítico sobre la sociedad del siglo XIX, pero que aún hoy en el siglo XXI, sigue

1
“El que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo. Y si muchas miras a un abismo,
el abismo concluirá por mirar dentro de ti”.
comportándose de la misma manera. Lo cual, empero, nos demuestra la conclusión final que

abogamos por argumento: la necesidad de atender la diversidad sin excluirla, sino más bien,

atenderla. Para que así, no se generen juicios discriminatorios que lo único que hacen es destruir

moral y socialmente a otro. Es decir, incluso, repensar nuestros valores morales y culturales para

no caer en estas trampas de juicios de valor a priori.


Bibliografía

Corki, M. (1897). Boles. Obtenido de Ciudad Seva:

https://ciudadseva.com/texto/boles/

Hugo, V. (2016). Los misarables. Madrid: PENGUIN CLÁSICOS.

Reyes, M. L. (1968). LITERATURA, SOCIEDAD Y CRITICA. Revista de

Occidente,

https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/15099/1/06%20vol60%20Literatura

%20sociedad%20y%20critica.pdf.

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