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Abandono del trámite por inactividad de parte acción de amparo

SALA CONSTITUCIONAL

Exp. Nº 11-0917

Magistrado Ponente: Marcos Tulio Dugarte Padrón

Mediante escrito presentado el 21 de julio de 2011, ante esta Sala Constitucional


del Tribunal Supremo de Justicia, el ciudadano NÉSTOR JOSÉ HERNÁNDEZ
CASTRO, titular de la cédula de identidad N° 12.029.050, asistido por la abogada
Raisha Grooscors Bonaguro, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado
bajo el N° 57.500, ejerció acción de amparo constitucional contra la sentencia N°2011-
0031 del 27 de enero de 2011, dictada por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo, mediante la cual declaró: (i) su competencia para conocer el recurso de
apelación que ejerció el recurrente contra la sentencia que dictó el 28 de enero de 2005,
el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro
Norte, que declaró improcedente el recurso contencioso administrativo funcionarial e
inadmisible el amparo cautelar interpuesto contra el Instituto Autónomo del Cuerpo de
Bomberos de Valencia; (ii) sin lugar la apelación ejercida; y (iii) confirmó el fallo
apelado.

 El 28 de julio de 2011, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al Magistrado


Marcos Tulio Dugarte Padrón, quien con tal carácter, suscribe la presente decisión.

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO

Narró el accionante, para fundamentar su acción de amparo constitucional, los


siguientes argumentos de hecho y de derecho:

Que “desde el 16 de agosto de 1991, comenz(ó) a desempeñar(se) como


Bombero de línea en el mencionado Instituto, y siempre tuv(o) una conducta intachable
en la realización de (sus) labores como tal, sin embargo, en fecha 15 de septiembre de
1999, según Resolución N° 041-99, suscrita por el Tcnel (sic) Carlos Peña, en su
carácter de Comandante del Cuerpo de Bomberos de Valencia, resolvió suspender(lo)
indefinidamente de sus servicios como bombero, asimismo se resuelve notificar el
contenido de la resolución de conformidad con lo establecido en la ley…es importante
resaltar que el contenido de la resolución nunca (le) fue notificada por escrito, sin
embargo el mayor (sic) Alberto Franco, en su condición de Jefe de Recursos Humanos,
(lo) desincorporó de (sus) labores, sin que le fuera entregada siquiera la resolución N°
041-99, a la cual hace mención (…) ”.

Que “en fecha 14 de diciembre de 1999, solici(ó) por escrito al Comandante


General del Cuerpo de Bomberos de Valencia que en virtud de haber transcurrido tres
meses de la suspensión se estudiara nuevamente (su) caso con el objeto de otorgar(le)
la gracia y el perdón, para el reintegró (sic) en las filas de la institución de acuerdo a
lo establecido en el artículo del reglamento disciplinario, ya que no sabía cual (sic) era
(su) falta y menos aún, consideraba que (su) falta fuera merecedora de tal sanción”.

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Que “el 27 de diciembre de 1999, present(ó) una comunicación al Presidente
del Instituto Autónomo Municipal Cuerpo Bomberos de Valencia, solicitándole fuera
estudiado (su) caso con el objeto de reincorporar(se) a (sus) actividades como
Bombero (…)”.

Que el 31 de marzo de 2000, nuevamente le solicitó al Presidente del Instituto


estudiara su caso, ya que aún no había recibido respuesta de la comunicación que le
había enviado anteriormente.

Que la decisión arbitraria de desincorporarlo de su cargo lesiona su derecho al


trabajo y, en consecuencia, su derecho al salario, lo cual afecta directamente a su familia
y los derechos de sus hijos menores.

Que por estas razones solicitó conforme a lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley


Orgánica de Procedimientos Administrativos, la nulidad de la Resolución N° 041-99,
mediante la cual lo suspendieron indefinidamente del cargo, siendo declarada
improcedente el 28 de febrero de 2005, por el Juzgado Superior en lo Civil y
Contencioso Administrativo  de la Región Centro Norte.

Que el Juzgado Superior consideró que el recurso de nulidad se ejerció contra la


Resolución N° 041-99 del 15 de septiembre de 1999 y no contra la Resolución N° 152-
2002 del 4 de junio de 2002, cuando señaló en el escrito contentivo del recurso ‘es así
como en fecha 04 de junio de 2002 me notificaron por medio de Oficio externo Nro.
152-2002, el cual dice ‘Mediante el presente me dirijo a Usted, a fin de extenderle un
cordial saludo y a la vez notificarle que previa reunión extraordinaria efectuada el
04/06/2002 por el consejo disciplinario de esta institución, cumplo con informarle que
motivado al tiempo transcurrido de la sanción disciplinaria de la cual fue objeto el 14
09 del 99 (sic), su solicitud de reincorporación a esta organización bomberil no es
procedente, dado que a esta fecha ya prescribió y su plaza fue sustituida por otro
efectivo’.

Que se percibe claramente que con la resolución del 4 de junio de 2002, quedó
firme ese acto del 15 de septiembre de 1999.

Que la sentencia recurrida no tomó en consideración que se trata de un proceso


donde se están ventilando derechos laborales que entran para su reclamación dentro de
la esfera administrativa, por lo cual ninguna decisión  se debe tomar, apartada del
principio de la hermenéutica jurídica.

Que en este sentido, son aplicables las garantías constitucionales  que ha previsto
el Estado venezolano, para que no se sacrifique a la justicia, por formalidades que no
encuadran en la verdad del procedimiento.

Que la incertidumbre generada en la presente situación, ha debido ser detectada


por el propio juzgador, para mantener en equilibrio procesal a ambas partes, pues la
Administración incurrió en un acto arbitrario, que no fue sancionado por el juzgador,
pero a él como administrado sí le aplicó el formalismo improcedente.

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Que permaneció latente la primera Resolución de 1999, dado que la misma fue
sometida a una condición indefinida, que interrumpió todo lapso de caducidad o
prescripción.

Que el ordinal 2 del artículo 1.965 del Código Civil, dispone que no corre la
prescripción, mientras la condición no esté cumplida, lo cual por analogía se puede
aplicar al presente caso.

Que la Sentencia objeto de revisión, pudo verificar estos aspectos y de igual


forma determinó la subversión del orden jurídico de la sentencia apelada y confirmó la
misma.

En este sentido cita sentencia de esta Sala Constitucional  N° 77 del 9 de marzo


de 2000, en la que se determinó cuándo se está en presencia de una violación del orden
público constitucional.

Que bajos esas premisas, lo procedente y ajustado a derecho, en reguardo de los


justiciable y en aplicación a la tutela judicial efectiva era que en la sentencia cuya
revisión se solicita se hubiese declarado con lugar la apelación.

Que en el presente caso se vulneraron los artículos 2, 19, 21, 26, 49 y 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al confirmar la alzada un fallo
que había determinado una subversión procesal.

Solicita “con el máximo respeto, que se admita el presente amparo


constitucional con la urgencia del caso, una vez sustanciado conforme a derecho, para
lograr la justicia”.

II

DE LA SENTENCIA ACCIONADA

La decisión objeto de la presente acción de amparo, fue dictada el 27 de enero de


2011, por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, que declaró: (i) su
competencia para conocer el recurso de apelación que ejerció el recurrente contra la
sentencia que dictó el 28 de enero de 2005, el Juzgado Superior en lo Civil y
Contencioso Administrativo de la Región Centro Norte, que declaró improcedente el
recurso contencioso administrativo funcionarial e inadmisible el amparo cautelar
interpuesto contra el Instituto Autónomo del Cuerpo de Bombero de Valencia; (ii) sin
lugar la apelación ejercida; y (iii) confirmó el fallo apelado, sobre la base de las
siguientes consideraciones:

“El Juzgado A quo en la sentencia impugnada declaró Improcedente el recurso


contencioso administrativo funcionarial interpuesto conjuntamente con amparo
cautelar, por cuanto consideró que dicho recurso había sido interpuesto
extemporáneamente.

En este sentido, es necesario para esta Corte citar lo contenido en el parágrafo


único del artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, el cual dispone lo siguiente:

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(…)

De la norma parcialmente transcrita, se desprende, que ciertamente al


interponerse un recurso de nulidad conjuntamente con amparo cautelar queda a salvo
el estudio de los supuestos de inadmisibilidad relativos a la caducidad de la acción, en
observancia de lo establecido en el artículo supra transcrito, además la misma permite
la interposición de los recursos contencioso administrativo aún cuando hubieren
transcurrido los lapsos de caducidad establecidos en la ley, siempre que se fundamente
en la violación de un derecho o garantía constitucional.

A tal efecto, ha sido establecido por el Tribunal Supremo de Justicia, en fecha


16 de noviembre de 2005, (caso: Manuel Piñeiro, Raquel Pacheco Y Jassmín Mijares,
contra el Colegio De Médicos Del Estado Miranda) a fin de conciliar la previsión legal
en estudio con el principio fundamental de la seguridad jurídica, superando con ello el
criterio sostenido en decisiones anteriores, lo siguiente:

(…)

En tal sentido, ha sido criterio jurisprudencial del Máximo Tribunal que al


interponerse conjuntamente la acción de amparo con alguna acción contencioso-
administrativa, el juzgador, para poder dar cumplimiento a la previsión del parágrafo
único del artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo, deberá obviar las causales de
inadmisibilidad -legalmente excluidas- del recurso contencioso administrativo,
referente a la caducidad de la acción, para proceder a la tramitación y decisión de
éste.

Así pues, este Órgano Jurisdiccional considera que el Juzgado A quo


evidentemente emitió un pronunciamiento con relación al amparo cautelar solicitado
declarándolo inadmisible, pero subvirtiendo el orden procesal al emitir un
pronunciamiento previo en torno a la caducidad del recurso principal, lo cual
evidencia una gran carestía de la forma en que debe desarrollarse el cuerpo de la
sentencia desde una perspectivas lógica y jurídica.

No obstante lo anterior, advierte esta Corte que resultaría inoficioso ordenar al


Juzgado A Quo nuevamente un pronunciamiento sobre la admisibilidad de la presente
causa ya que, siendo el acto administrativo impugnado la Resolución Nro. 041-99, de
fecha quince (15) de septiembre de 1999, y visto que el recurso contencioso
administrativo interpuesto conjuntamente con amparo cautelar es de fecha 4 de
septiembre de 2002, ha transcurrido con creces el lapso que tenía el recurrente para el
ejercicio de su pretensión, ello de conformidad con el artículo 94 de la Ley del Estatuto
de la Función Pública, que impone declarar la caducidad de la acción propuesta y en
consecuencia su Inadmisibilidad, tal como hizo el Juzgado A quo en la sentencia
impugnada.

En virtud de las consideraciones anteriores resulta forzoso para esta Corte


declarar SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto; en consecuencia,
CONFIRMA la sentencia apelada. Así se decide”.

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III

DE LA COMPETENCIA

Debe previamente esta Sala determinar su competencia para conocer del


presente caso y, a tal efecto, observa:

De conformidad con lo establecido en el artículo 25.20 de la Ley Orgánica del


Tribunal Supremo de Justicia esta Sala es competente para el conocimiento de las
demandas de amparo constitucional autónomo que se ejerzan contra las decisiones que
dicten, en última instancia, los juzgados superiores de la República, salvo la de los
Juzgados Superiores en lo Contencioso Administrativo.

De esta forma, visto que en el caso bajo estudio, la presente demanda de amparo
constitucional ha sido ejercida contra una decisión dictada por la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, esta Sala se declara competente para conocer la acción
propuesta; y así se decide.

 IV

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

En la oportunidad de decidir, esta Sala observa:

Consta en autos que el 21 de julio de 2011, el ciudadano Néstor José Hernández


Castro, antes identificado y asistido de abogado, interpuso la presente acción de amparo,
siendo que hasta los momentos no ha vuelto actuar en la presente causa, transcurriendo
más de seis (6) meses desde la fecha de su interposición.

En criterio de esta Sala, esa conducta pasiva de la parte actora, quien afirmó
precisar la tutela urgente y preferente del amparo constitucional hace más de seis (6)
meses, es lo que se ha calificado como abandono del trámite. Así, esta Sala en decisión
Nº 982 del 6 de junio de 2001 (caso: José Vicente Arenas Cáceres), sostuvo lo
siguiente:

“ (...)En criterio de la Sala, el abandono del trámite a que se refiere el


artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales puede asumirse –entre otros supuestos, como la falta
de comparecencia a la audiencia constitucional- una vez transcurrido
un lapso de seis meses posteriores a la paralización de la causa por
falta de interés procesal de la parte actora. Ello es producto del
reconocimiento, a partir de signos inequívocos –el abandono,
precisamente- de que dicha parte ha renunciado, al menos respecto a esa
causa y a este medio procesal, a la tutela judicial efectiva y al derecho a
una pronta decisión que le confiere la Constitución; por otra parte, y
desde otro punto de vista, el principio de la tutela judicial efectiva no
ampara la desidia o la inactividad procesal de las partes (Resaltado
añadido).

(...)

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En efecto, si el legislador ha estimado que, como consecuencia de ese
carácter de urgencia que distingue al amparo, la tolerancia de una
situación que se entiende lesiva de derechos fundamentales, por más de
seis meses, entraña el consentimiento de la misma y, por tanto, la
pérdida del derecho a obtener protección acelerada y preferente por esa
vía, resulta lógico deducir que soportar, una vez iniciado el proceso,
una paralización de la causa sin impulsarla por un espacio de tiempo
semejante, equivale al abandono del trámite que había sido iniciado
con el fin de hacer cesar aquélla situación lesiva o amenazadora de
derechos fundamentales.

(...)

De conformidad con lo expuesto, la Sala considera que la inactividad


por seis (6) meses de la parte actora en el proceso de amparo, en la
etapa de admisión o, una vez acordada ésta, en la práctica de las
notificaciones a que hubiere lugar o en la de la fijación de la
oportunidad para la celebración de la audiencia oral, por falta de
impulso del accionante, ocasiona el abandono del trámite de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, y, con ello, la
extinción de la instancia. Así se declara”.

De manera, que conforme a la doctrina parcialmente transcrita, los que soliciten


la tutela de sus derechos fundamentales, deben mantener a lo largo del proceso el interés
en la obtención de la tutela urgente y preferente que consiste en el medio constitucional
del amparo y ello se demuestra mediante la presentación de escritos o diligencias en los
que tal interés quede de manifiesto.

Por tanto, visto que en el caso bajo estudio la Sala ha verificado la pérdida del
interés de la parte actora, en virtud de que han transcurrido más de seis meses desde que
interpuso la pretensión de tutela constitucional sin que hasta la presente haya vuelto
actuar y por cuanto los hechos denunciados no afectan el orden público y las buenas
costumbres, se declara el abandono del trámite por la parte demandante,
correspondiente a la presente acción de amparo constitucional, de conformidad con el
artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales
y, en consecuencia, la terminación del procedimiento.

De conformidad con el único aparte del artículo 25 de la Ley Orgánica de


Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, se IMPONE a la parte actora
una multa de CINCO BOLÍVARES (Bs. 5,00), pagaderos a favor del Fisco Nacional,
en cualquier institución financiera receptora de fondos públicos. La sancionada deberá
acreditar el pago mediante la consignación en autos, ante la Secretaría de esta Sala
Constitucional, del comprobante correspondiente, dentro de los cinco días siguientes a
su notificación. Se aplica la multa en su límite máximo por cuanto la Sala estima de
suma gravedad el entorpecimiento de sus labores con la presentación de demandas que
posteriormente son abandonadas, lo cual la obliga al desvío de su atención de asuntos
que sí requieren de urgente tutela constitucional. Así se declara.

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DECISIÓN

Por las razones que fueron expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de
la ley, declara LA TERMINACIÓN DEL PROCEDIMIENTO, por abandono del
trámite, correspondiente a la pretensión de amparo constitucional ejercida por el
ciudadano NÉSTOR JOSÉ HERNÁNDEZ CASTRO, asistido por la abogada Raisha
Grooscors Bonaguro, contra la sentencia N°2011-0031 del 27 de enero de 2011, dictada
por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, mediante la cual declaró: (i) su
competencia para conocer el recurso de apelación que ejerció el recurrente contra la
sentencia que dictó el 28 de enero de 2005, el Juzgado Superior en lo Civil y
Contencioso Administrativo de la Región Centro Norte, que declaró improcedente el
recurso contencioso administrativo funcionarial e inadmisible el amparo cautelar
interpuesto contra el Instituto Autónomo del Cuerpo de Bomberos de Valencia; (ii) sin
lugar la apelación ejercida; y (iii) confirmó el fallo apelado.

Se IMPONE al accionante una multa de CINCO BOLÍVARES (Bs. 5,00),


pagaderos a favor del Fisco Nacional, en cualquier institución financiera receptora de
fondos públicos. El sancionado deberá acreditar el pago mediante la consignación en
autos, ante la Secretaría de esta Sala Constitucional, del comprobante correspondiente,
dentro de los cinco días siguientes a su notificación.

       Publíquese y notifíquese. Archívese el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 28 días del mes de febrero de dos mil
doce (2012). Años: 201º de la Independencia y 153º de la Federación.

La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
 El Vicepresidente,
                               FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ
Los Magistrados,
MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN
                        Ponente
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN
ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES
JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER
GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO
El Secretario,
 JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO
Exp. 11-0917
Exp. 11-0917
MTDP/

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