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Metamorfosis de medusa, Cnidaria.
Metamorfosis simple de un saltamonte, Melanoplus atlanus, con cinco estadios de ninfa y el
adulto alado.
Índice
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1Etimología
o 2.1Tipos de metamorfosis
2.1.1Hemimetabolismo
2.1.2Holometabolismo
o 2.2Control hormonal
o 3.3Control hormonal
4Véase también
5Referencias
6Bibliografía
7Enlaces externos
Etimología[editar]
Tipos de metamorfosis[editar]
Hemimetabolismo[editar]
Holometabolismo[editar]
Durante este estadio deja de comer y en la mayor parte de los casos se inmoviliza y generalmente
se encierra en una cubierta protectora sufriendo dentro de ella una reorganización morfológica y
fisiológica que culmina con la formación del insecto adulto o imago. La reorganización de los
tejidos y órganos tiene lugar por medio de la acción de enzimas digestivas que destruyen la mayor
parte de las células, lo cual recibe el nombre de histolisis. Los nutrientes derivados de este proceso
son usados para construir los nuevos tejidos del adulto en el proceso de histogénesis. En las larvas
se encuentran grupos de células indiferenciadas que generan los nuevos tejidos, éstas se conocen
como células imaginales pues dan origen al imago. Este tipo de metamorfosis es propia de casi el
80% de los insectos y de algunos crustáceos. Los ejemplos son
las mariposas, moscas, escarabajos y las avispas
Control hormonal[editar]
El crecimiento y metamorfosis de los insectos están regulados por hormonas efectoras, que son
controladas por neurohormonas en el cerebro.
Los procesos de muda y metamorfosis están regulados por 2 hormonas efectoras: la 20-
hidroxiecdisona (ecdisona) y la hormona juvenil (JH). La 20 hidroxiecdisona inicia y coordina cada
muda y regula cambios en la expresión de genes que ocurren durante la metamorfosis.
La hormona juvenil previene los cambios en expresión génica inducidos por la ecdisona, cambios
que son necesarios para que tenga lugar la metamorfosis, impidiendo de esta manera que la larva
se desarrolle antes de tiempo y permitiendo que ocurran las mudas necesarias para el
crecimiento.
El proceso de muda inicia en el cerebro, donde las células neurosecretoras liberan la hormona
protoracicotrópica (PTTH) en respuesta a señales neuronales, hormonales o ambientales. Esta
hormona estimula la producción de ecdisona en la glándula protorácica, una vez se ha producido
la hormona se deja de liberar PTTH, en este momento la metamorfosis se vuelve independiente
del cerebro. En los tejidos periféricos, esta hormona es modificada para convertirse en su forma
activa, la 20-hidroxiecdisona que es liberada en la hemolinfa. Ésta se encarga de estimular las
células epidérmicas para que se sinteticen enzimas que digieren y reciclan los componentes de la
cutícula, la concentración de 20-hidroxiecdisona aumenta durante la apolisis y alcanza su máximo
durante la deposición de la epicutícula, su producción cesa poco antes de la ecdisis (en insectos
hemimetábolos) o eclosión (en insectos holometábolos). Las
concentraciones hormonales necesarias para la muda son diferentes a lo largo de la epidermis, la
última fase donde la concentración empieza a disminuir controla los eventos tardíos del desarrollo
del adulto, si durante esta etapa se aumenta artificialmente los niveles de la hormona, la eclosión
del imago se ve interrumpida.4
La hormona juvenil (JH) es secretada por el corpora allata, cuyas células están activas durante las
mudas larvales mas no durante las mudas de las metamorfosis. Cuando la hormona juvenil está
presente, la 20-hidroxiecdisona estimula mudas que generan nuevos estadios larvales. En el último
estadio larval, el nervio medio del cerebro de la corpora allata inhibe la producción de hormona
juvenil, y hay una degradación de la hormona juvenil en los tejidos. El resultado de esto es la
disminución de los niveles de hormona juvenil por debajo de un valor umbral, lo cual dispara la
liberación de hormona protoracicotrópica (PTTH) en el cerebro. Esta respuesta estimula la síntesis
de ecdisona, que en ausencia de niveles altos de hormona juvenil, induce a las células a desarrollar
la pupa.
Los procesos de ecdisis y eclosión y están ligados al ritmo circadiano de cada especie, y son
controlados por la hormona de eclosión (EH) la cual es secretada por células nerviosas y actúa de
forma directa en el sistema nervioso induciendo los comportamientos y movimientos que le
permiten al insecto liberarse del pupario o exuvia según el caso, además de permitir que las alas se
extiendan por completo volviéndose funcionales. La última etapa de la metamorfosis es la
esclerotización (endurecimiento de la cutícula) y al igual que las anteriores es controlada por una
hormona, ésta se llama bursicon y tiene efectos fisiológicos que regulan las propiedades
mecánicas de la cutícula. La estructura química de bursicon ha sido estudiada en Drosophila
melanogaster.4
La larva posee grupos de células imaginales que permiten la construcción de los órganos del imago
a medida que los órganos larvales se degradan. 4Las células imaginales presentes en las larvas se
agrupan en discos imaginales que dan origen a estructuras del adulto: alas, patas, antenas, ojos,
cabeza, tórax y genitales, estos discos se caracterizan porque a diferencia del resto de células en la
larva tienen una alta capacidad mitótica, su tasa de proliferación aumenta a medida que se
diferencian. Cuando se inicia la formación de la pupa las células en el centro del disco se salen de
éste para formar la parte más distal de las estructuras (ej. el tarso y la uña de las patas) y las
células periféricas forman la parte proximal. Finalizada la diferenciación de las estructuras
exoesqueléticas, secreciones en las mismas forman la cutícula. El destino celular o estructura que
se genera a partir de cada disco está determinada desde el embrión y es establecida por la
interacción de varios genes.3 El abdomen se forma a partir de agrupaciones celulares denominadas
histoblastos, éstos se generan a partir de la epidermis durante el desarrollo del embrión y se
mantienen indiferenciados debajo de la cutícula durante el estadio larval. El número de
histoblastos puede variar.7
Pieris rapae, larva
Pieris rapae, pupa
Hay variaciones muy grandes de este modelo típico del ciclo vital de anfibios. Algunos caudados,
tales como las salamandras, pueden prescindir de la metamorfosis y llegar a la madurez sexual
conservando las características de larvas (neotenia). Solo se metamorfosean bajo ciertas
condiciones ambientales difíciles. Muchas especies tropicales de anuros ponen sus huevos en el
suelo y el renacuajo efectúa la metamorfosis dentro del huevo. Emergen de éste como adultos
pequeños; en algunos casos aún poseen cola, que se reabsorbe en unos pocos días. 3
Control hormonal[editar]