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Insectos.

Reproducción y metamorfosis

Juan Luis Menéndez


 29/04/2014

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Sistema reproductor
Los insectos presentan sexos separados y la fertilización es generalmente interna (únicamente se produce partenogénesis en algunos himenópteros y
homópteros). Para atraer a individuos de otro sexo, es conocida la capacidad que tienen las hembras de los insectos de liberar feromonas que atraen
a los machos desde kilómetros de distancia.

El macho generalmente deposita el esperma en la vagina de la hembra durante la cópula. En algunos grupos de insectos el esperma aparece
encapsulado en espermatóforos que se transfieren durante la cópula o se depositan en el sustrato para ser posteriormente recogidos por la hembra.
Es normal que el esperma se acumule en una espermateca en el interior de la hembra en una cantidad suficiente para poder fertilizar varias tandas de
huevos. La puesta se realiza o bien de un huevo en uno hasta varios millones al mismo tiempo y en muchos casos se realiza sobre el alimento que
necesitarán las larvas para crecer, como es el caso de muchas mariposas, que depositan los huevos directamente sobre la planta nutricia. Es
llamativo el caso de los hiperparásitos, que poseen un ovopositor largo que es capaz de atravesar uno o dos centímetros de madera para realizar la
puesta en el interior de una larva situada en el interior de un tronco.

En los insectos el aparato reproductivo de la hembra consiste de un par de ovarios, un sistema de conductos por los cuales circulan los huevos al
exterior y estructuras asociadas. Generalmente cada ovario consiste de un grupo de ovariolas donde se producen los óvulos. En la parte anterior del
ovario hay un ligamento suspensor que generalmente se inserta en la pared interior del cuerpo o en el diafragma dorsal. En la parte posterior hay un
oviducto por el cual descienden los huevos.

Puede haber de 1 a 200 ovariolas pero por lo general hay de 4 a 8. Los huevos emergen de la parte terminal de las ovariolas y van madurando a
medida que bajan por el oviducto. En muchos insectos los huevos maduran antes de descender por los oviductos y hacen que los ovarios se
expandan a veces hasta ocupar la mayor parte del abdomen.

Generalmente los dos oviductos se unen para formar un solo ducto común con un ensanchamiento, la cámara genital o vagina. Asociado con ella se
puede encontrar un órgano con forma de saco, llamado espermateca, que sirve para almacenar el esperma. Además suele haber varias glándulas que
segregan un material adhesivo el cual sirve para empaquetar a los huevos, envolverlos en una cubierta protectora o para adherirlos a un sustrato.

Sistema reproductor femenino típico de un insecto modelo.


Sistema reproductor masculino típico de un insecto modelo.

La metamorfosis
Mientras que en los anfibios la metamorfosis generalmente implica remodelación de tejidos preexistentes, en insectos este proceso involucra ruptura
de tejidos larvales y reemplazo por una población diferente de células. La metamorfosis generalmente procede en varios estadios, comenzando con
la larva o ninfa, pasando por un estadio de pupa, o no, y terminando con el adulto. A través de estos estadios, el crecimiento se produce por procesos

de muda y crecimiento de una nueva cutícula a medida que aumenta el tamaño. Algunos insectos como los tisanuros o pececillos de plata presentan
desarrollo directo. Por esto se denominan ametábolos. Ocurre un estadio de proninfa justo antes de la eclosión, en el que ya se han desarrollado las
estructuras necesarias para salir del huevo. En este caso, a medida que crece el insecto aumenta en tamaño pero no cambia de forma.

Desarrollo directo de un insecto.

Insectos hemimetábolos
En la metamorfosis sencilla, simple o incompleta (hemimetabolismo) el individuo pasa por varias mudas hasta transformarse en individuo adulto sin
pasar por una etapa de inactividad y sin cesar de alimentarse. Los estadios juveniles o inmaduros se asemejan al adulto fuera de que son más
pequeños, carecen de alas y no son maduros sexualmente. También pueden tener menor número de segmentos corporales. Este tipo de metamorfosis
se da en algunos insectos y también en anélidos, equinodermos, moluscos y crustáceos. En este tipo de metamorfosis las fases juveniles de insectos
son llamadas ninfas. Son ejemplos de esto las chinches y los saltamontes que se parecen a sus padres, pero son más pequeños. En la última muda
conocida como metamórfica se terminan de desarrollar las alas, los genitales externos (generalmente valva en los machos y ovipositor en las
hembras) y las estructuras sexuales secundarias como tímpanos y órganos estridulatorios. La anatomía interna sufre cambios relacionados con la
vida adulta tales como la elaboración de musculatura torácica necesaria para el vuelo, reorganización del sistema nervioso para el control del vuelo
y desarrollo de gónadas con sus respectivos ductos y glándulas accesorias; los sistemas digestivo y excretor (tubos de Malpighi) no sufren mayores
cambios pues el adulto suele retener los mismos hábitos alimenticios que la larva.
Desarrollo hemimetábolo de un insecto.

Insectos holometábolos

La metamorfosis complicada o completa (holometabolismo) es un proceso complejo. No hay estadio de proninfa, sino que del huevo nace una larva
que es muy diferente del adulto y que además de pasar por varias mudas entra en el estadio de pupa al completar su crecimiento. Durante este
estadio deja de comer y en la mayor parte de los casos se inmoviliza y generalmente se encierra en una cubierta protectora sufriendo dentro de ella
una reorganización morfológica y fisiológica que culmina con la formación del insecto adulto o imago. La reorganización de los tejidos y órganos
tiene lugar por medio de la acción de enzimas digestivas que destruyen la mayor parte de las células, lo cual recibe el nombre de histolisis. Los
nutrientes derivados de este proceso son usados para construir los nuevos tejidos del adulto en el proceso de histogénesis. En las larvas se
encuentran grupos de células indiferenciadas que generan los nuevos tejidos, éstas se conocen como células imaginales pues dan origen al imago .
Este tipo de metamorfosis es propia de casi el 80% de los insectos y de algunos crustáceos. Los ejemplos son las mariposas, moscas, escarabajos y
las avispas. El número de mudas que ocurre antes de que la larva llegue a adulto depende de cada especie, así como de factores ambientales.

Desarrollo holometábolo de los lepidópteros.

Desarrollo holometábolo de los coleópteros.

Algunas especies pasan la mayor parte de su vida en los estadios inmaduros (de ninfa o larva) y tienen una vida adulta breve. Los ejemplos más
notables son los de las efímeras, cuyos adultos viven uno o dos días y no se alimentan. Otro ejemplo son las cigarras en las que el adulto vive unos
pocos días y las ninfas de algunas especies viven 13 o 17 años. Generalmente estos casos se dan entre insectos de metamorfosis simple. En los de
metamorfosis compleja los adultos suelen tener una vida más larga que las larvas aunque hay muchas excepciones, tal como algunas polillas o
algunos otros lepidópteros que ni siquiera se alimentan como adultos, muchos escarabajos de la madera, algunos tipos de avispas, etc.

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