Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Galaxia (desambiguación).
NGC 4414, una típica galaxia espiral en la constelación Coma Berenices, cuyo diámetro es
aproximadamente 19 000 parsec y a una distancia aproximada de 20 millones de parsec.
Índice
1Historia
2Tipos de galaxias
o 2.1Galaxias elípticas
o 2.2Galaxias espirales
o 2.3Galaxias lenticulares
o 2.4Galaxias irregulares
o 2.5Galaxias activas
2.5.1Galaxia Seyfert
2.5.2Galaxias «Starburst»
2.5.3Radiogalaxias
2.5.4Cuásares
3Formación y evolución
o 3.1Formación
3.1.1Galaxias tempranas
3.1.2Formación de las primeras galaxias
o 3.2Evolución
o 3.3Tendencia futura
4Superestructuras
5Véase también
6Referencias
7Bibliografía
8Enlaces externos
Historia[editar]
En 1610, Galileo Galilei usó un telescopio para estudiar la cinta lechosa en el cielo
nocturno llamada Vía Láctea, y descubrió que está compuesta por una inmensa
cantidad de pequeñas estrellas.4 En el año 1755, Immanuel Kant teorizó sobre la
estructura y las agrupaciones de estrellas en el tratado Historia general de la
naturaleza y teoría del cielo, basado en un trabajo previo de Thomas Wright. Kant
afirmaba que la Vía Láctea era un sistema formado por miles de sistemas solares
como el nuestro, agrupados en una estructura de orden superior y de
características similares a las de los sistemas planetarios, sensiblemente plana, de
forma elíptica, en movimiento de rotación alrededor de un centro y regidas por la
misma mecánica celeste. También supuso que, por el punto de vista desde el que
observamos la Vía Láctea y por la densidad de estrellas visibles que agrupa,
nuestro sol se encuentra en su mismo plano y forma parte de ella. 5 Desde un
planteamiento completamente teórico, Kant afirmó que era lógico suponer la
existencia de otros planetas y satélites orbitando alrededor de otras estrellas, y
que debían existir otras «Vías Lácteas» separadas a distancias de un orden de
magnitud comparable a su vasto tamaño. Según su razonamiento, estas galaxias
o universos isla teóricos serían visibles desde la Tierra como nubes ovaladas de
luz tenue, sin que fuera posible distinguir las estrellas individuales dentro de ellas.
Kant las identifica con ciertos tipos de nebulosas, que Pierre Louis
Maupertuis describió como «pequeños lugares cuya luz es sólo un poco mayor
que la oscuridad del espacio celestial, todas ellas con el aspecto de elipses más o
menos abiertas, pero cuya luz es mucho más débil que cualquier otra que
conozcamos en el cielo».6
Hacia el final del siglo XVIII, las galaxias no habían sido descubiertas. Charles
Messier compiló un catálogo (catálogo Messier) que contenía 103 objetos
astronómicos, que él denominó «nebulosas y cúmulos de estrellas». Más
tarde William Herschel elaboró un catálogo que contenía unos 2500 «objetos del
espacio profundo». En 1845, Lord Rosse construyó un nuevo telescopio, con el
cual consiguió distinguir las «nebulosas» elípticas de las circulares. Este
telescopio permitía ver de manera parcial para poder distinguir [aclaración requerida] en
algunas de estas «nebulosas» fuentes puntuales individuales de luz, confirmando
de manera parcial las anteriores conjeturas de Kant.
En 1917, Heber D. Curtis había observado la nova S Andrómeda, en la
«nebulosa» de Messier M31. Buscando en los registros fotográficos, encontró
otras 11 novas y observó que, en promedio, estas novas eran 10 órdenes de
magnitud más débiles que las ocurridas en nuestra galaxia. Como resultado de
esta observación pudo predecir que dichas novas se debían encontrar a una
distancia de 150 000 parsecs. Heber se convirtió en un célebre defensor de la
hipótesis de los «universos isla», que sostenía que las «nebulosas espirales» eran
realmente galaxias independientes.
En 1920 ocurrió el gran debate entre Harlow Shapley y Heber Curtis en torno a la
naturaleza de nuestra galaxia, las «nebulosas espirales» y la dimensión del
universo. Para defender la afirmación de que M31 era una galaxia externa, Curtis
argumentaba que las líneas obscuras observadas en dicha «nebulosa» eran
similares a las nubes de polvo que se observan en la nuestra, Vol. 5 (1925). Usar
un nuevo telescopio le permitió a Edwin Hubble resolver las partes exteriores de
algunas «nebulosas espirales» como colecciones de estrellas individuales. Más
aún, Hubble pudo identificar en esas estrellas algunas variables cefeidas y éstas le
permitieron estimar la distancia a dichas «nebulosas». Resultó que estaban
demasiado alejadas para ser parte de la Vía Láctea. En 1936, Hubble organizó un
sistema de clasificación de galaxias que todavía se usa en nuestros días:
la secuencia de Hubble.
El primer intento de describir la forma que tiene la Vía Láctea fue llevado a cabo
por William Herschel en 1785, contando cuidadosamente el número de estrellas
en distintas regiones del cielo. En 1920 Kapteyn, usando un refinamiento de la
técnica empleada por Herschel, sugirió la imagen de una pequeña galaxia
elipsoidal (15 kiloparsecs de diámetro), con el Sol cerca del centro. Con un método
diferente, basado en la distribución de los cúmulos globulares, realizado por
Harlow Shapley, emergió una imagen radicalmente distinta: un disco plano con un
diámetro aproximado de 70 kiloparsecs y con el Sol alejado de su centro. Ninguno
de los dos análisis tomó en cuenta la absorción de la luz y el polvo interestelar
presentes en el plano galáctico. Robert Julius Trumpler tomó en cuenta estos
efectos en 1930, estudiando cúmulos abiertos y produciendo la imagen que
actualmente se acepta de nuestra galaxia: la Vía Láctea es una galaxia espiral con
un diámetro aproximado de 30 kiloparsecs.
Tipos de galaxias[editar]
La Galaxia Espiral M88.
Las radiogalaxias suelen estar asociadas a galaxias tipo E con núcleo activo.
Emiten a longitudes de onda de radio y algunas pueden ser relativamente débiles.
Suelen ser galaxias que se extienden por amplias zonas del espacio. Presentan
un núcleo brillante y normalmente suelen estar rodeadas por dos chorros de
partículas de grandes dimensiones. Además, en muchas de ellas se ha detectado
radiación sincrotrón.
Cuásares[editar]
Artículo principal: Cuásar
Formación y evolución[editar]
Artículo principal: Formación y evolución de las galaxias
La formación y evolución de las galaxias son una de las áreas de investigación
más activas de los estudios astrofísicos. Algunas ideas ya están ampliamente
aceptadas. Las simulaciones informáticas han predicho las estructuras y
distribución actuales que se ven en las galaxias.
Formación[editar]
Este dibujo muestra la formación de galaxias en el Universo temprano. Las galaxias están formando
nuevas estrellas e interactuando unas con otras. Esta escena se parece mucho a la galaxia de la
Telaraña (MRC 1138-262) y sus alrededores, uno de los protocúmulos mejor estudiados. 7
Este dibujo muestra a una galaxia joven, alrededor de unos dos mil millones de años después del Big
Bang, acreciendo materia a partir del hidrógeno y el helio circundantes y formando nuevas estrellas. Los
nuevos resultados del Very Large Telescope del ESO han proporcionado la primera prueba de que la
acreción de gas, sin la necesidad de violentas fusiones, pudo aumentar la formación estelar y el
crecimiento de galaxias masivas en el universo joven.15
El proceso detallado por el cual se formaron las primeras galaxias es una cuestión
abierta en astrofísica. Las teorías se pueden dividir en dos categorías: de arriba
abajo y de abajo arriba. En las teorías de arriba abajo, como el modelo ELS (de
Eggen, Lynden-Bell y Sandage), las protogalaxias se forman en un colapso
simultáneo a gran escala durante aproximadamente cien millones de años. 16 En
las teorías de abajo arriba, como el modelo SZ (de Searle y Zinn), se forman
primero pequeñas estructuras parecidas a cúmulos globulares y, después, varios
de estos objetos se unen para formar un galaxia más grande. 17
Una vez que las protogalaxias comienzan a formarse y contraerse, aparecen las
primeras estrellas del halo (llamadas estrellas de población III). Estas estrellas
están compuestas casi enteramente de hidrógeno y helio y pueden haber sido
enormes. De ser así, estas gigantes estrellas habrían consumido rápidamente su
combustible para convertirse en supernovas y liberar elementos pesados en
el medio interestelar.18 Esta primera generación de estrellas reionizó el hidrógeno
neutro circundante creando una burbuja en expansión a través de la cual la luz
podía viajar con facilidad.19
En junio de 2015, un equipo de astrónomos presentó pruebas de estrellas de
población III en la galaxia Cosmos Redshift 7 (o CR7) con un corrimiento al rojo de
6,6. Este tipo de estrellas (esto es, con un elevado corrimiento al rojo) es probable
que hayan existido en el universo más temprano y pueden haber comenzado la
producción de elementos químicos más pesados que el hidrógeno, necesarios
para la posterior formación de planetas y la vida tal y como la conocemos.2021
Evolución[editar]
Tras mil millones de años de formación, comienzan a aparecer las estructuras
clave de una galaxia: los cúmulos globulares, el agujero negro central
supermasivo y un bulbo formado por estrellas de población II pobres en metal. La
creación del agujero negro supermasivo parece desempeñar un papel clave en la
regulación activa del crecimiento de las galaxias al limitar la cantidad total de
materia adicional añadida.22 Durante este temprano periodo, las galaxias
experimentan un gran estallido de formación estelar. 23
En los siguientes dos mil millones de años, la materia acumulada se asienta en
un disco;24 la galaxia continuará absorbiendo el material que cae de nubes a alta
velocidad y galaxias enanas a lo largo de su vida.25 Esta materia es principalmente
hidrógeno y helio. El ciclo estelar de nacimiento y muerte aumenta lentamente la
abundancia de elementos pesados, lo que permite con el tiempo la formación de
planetas.26
La evolución de las galaxias puede estar afectada significativamente por
interacciones y colisiones. Cada galaxia al evolucionar, al paso de millones de
años, cambia de color e iluminación gracias al cambio de las estrellas. Las
fusiones de galaxias eran comunes en épocas tempranas; la mayoría de las
galaxias tenían un aspecto peculiar. 27 Teniendo en cuenta la distancia entre las
estrellas, la gran mayoría de los sistemas estelares de galaxias en colisión no se
ven afectados. Sin embargo, la acción de la gravedad sobre el gas y el polvo
interestelar de los brazos espirales produce largas hileras de estrellas conocidas
como colas de marea. Ejemplos de estas formaciones se pueden ver
en NGC 4676 28 y las galaxias de las Antenas.29
La Vía Láctea y la cercana galaxia de Andrómeda se mueven una hacia la otra a
unos 130 km/s; dependiendo de los movimientos laterales, las dos podrían chocar
en unos cinco o seis mil millones de años. A pesar de que la Vía Láctea nunca ha
colisionado con una galaxia tan grande como la de Andrómeda, cada vez hay más
pruebas de pasadas colisiones de la Vía Láctea con pequeñas galaxias enanas. 30