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El documento habla sobre el Plan de Barranquilla de 1931 que propuso confiscar los bienes de Juan Vicente Gómez y crear un tribunal para investigar sus crímenes. También estableció una nueva ética administrativa para superar la corrupción. Luego, la Junta Revolucionaria de 1945 estableció una comisión para investigar funcionarios públicos y determinar quiénes estaban involucrados en delitos contra el patrimonio nacional. La comisión publicó una lista de 165 nombres, incluyendo al Dr. Román Cárdenas, que
El documento habla sobre el Plan de Barranquilla de 1931 que propuso confiscar los bienes de Juan Vicente Gómez y crear un tribunal para investigar sus crímenes. También estableció una nueva ética administrativa para superar la corrupción. Luego, la Junta Revolucionaria de 1945 estableció una comisión para investigar funcionarios públicos y determinar quiénes estaban involucrados en delitos contra el patrimonio nacional. La comisión publicó una lista de 165 nombres, incluyendo al Dr. Román Cárdenas, que
El documento habla sobre el Plan de Barranquilla de 1931 que propuso confiscar los bienes de Juan Vicente Gómez y crear un tribunal para investigar sus crímenes. También estableció una nueva ética administrativa para superar la corrupción. Luego, la Junta Revolucionaria de 1945 estableció una comisión para investigar funcionarios públicos y determinar quiénes estaban involucrados en delitos contra el patrimonio nacional. La comisión publicó una lista de 165 nombres, incluyendo al Dr. Román Cárdenas, que
Precisaban sus redactores que una de las primeras tareas de la futura revolución consistiría en
confiscar los bienes de Gómez, sus familiares y servidores, acompañado de la creación de un
Tribunal de Salud Pública para investigar y sancionar los delitos del despotismo (El Plan de Barranquilla 1931). Se pretendía con ello establecer una “nueva ética administrativa” que en opinión de Carrera Damas significaba superar el estado de incompetencia, ineficacia y corrupción que caracterizaba a la administración pública. Rómulo Betancourt había sido unos de sus más severos críticos, sobre todo “durante las dos etapas finales de la dictadura liberal regionalista, representadas por los gobiernos de los generales Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita” (Carrera Damas 2013: 341). De allí que entre los primeros actos de la Junta Revolucionaria de Gobierno, destacó el establecimiento el 22 de octubre de 1945 de una Comi- El Jurado de Responsabilidad Civil y Administrativa 1946: Román Cárdenas 237 sión Calificadora de Funcionarios Públicos, conformada por Mario García Arocha, Luis Augusto Dubuc y el teniente Martín Márquez Añez. De inmediato la referida comisión se encargó de determinar quiénes serían las personas presuntamente incursas en delitos contra el patrimonio nacional que no podrían disponer de sus depósitos de valores y bienes inmuebles, hasta tanto un tribunal especial se encargase de dictaminar su responsabilidad civil y administrativa en el manejo de los fondos públicos o enriquecimiento ilícito en beneficio propio o ajeno. El 10 de noviembre de 1945 apareció publicada en la Gaceta Oficial una enorme lista de ciento sesenta y cinco nombres, precisados en estricto orden alfabético, quienes que a partir de ese momento quedaban cuestionados ante la opinión pública y en consecuencia debían a la brevedad posible hacer una declaración jurada de sus bienes, para justificar el origen de estos. De primero en el apartado correspondiente a la letra C, aparecía registrado el doctor Román Cárdenas.