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Sociología de la Educación Marxista

Sociología de la Cultura
Cultura: medio biológico de la especie humana
Jerez Mir – “La Sociología de la Cultura, la Sociología del Conocimiento y la Sociología
de la Educación surgen históricamente con la obra de Carlos Marx”
Teorías previas que Marx lee: Filosofía de Hegel (DIALÉCTICA)
Filosofía de Feuerbach (ENAJENACIÓN)
Socialismo Utópico

Concepto de enajenación (alienación) - Feuerbach

De su crítica a la religión se desprende el concepto de alienación o enajenación. Él


parte de una inversión de los términos: el sujeto por el predicado. Dios no crea al
hombre, el hombre crea a Dios proyectándose y proyectando sus mejores atributos
en él. Es, entonces, simplemente un producto del hombre. Pero este producto se
vuelve ajeno a su productor y lo domina. Las propiedades del hombre se enajenan
en Dios, el objeto aparece con vida propia y domina al sujeto. Para Feuerbach, esta
enajenación estaba en la conciencia humana, y un simple acto de la misma podía
resolverla.

Karl Marx retoma este concepto y lo amplía en sus Manuscritos económicos y


filosóficos de 1844. Para él, la enajenación humana no se encuentra solamente en el
plano de la conciencia, sino en el plano real. Ahora el hombre se enajena en el
trabajo, y para resolver esta enajenación se necesitan acciones prácticas, una
filosofía de la praxis.

Resultó en el “Materialismo Histórico” (Marx y Engels)

“...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas


relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que
corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas
materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura
jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social.
El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social
política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su
ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.” (Marx,
1859)
Hombre – Cultura – Trabajo – Lenguaje

“El hombre no es un animal social más, sino un animal político” (Jerez Mir, 2002)

“El origen “natural” del hombre a partir del trabajo es un proceso que, como toda
especiación animal, implica determinadas transformaciones del cuerpo y de la
psique: el bipedismo, la liberación de las manos, la telencefalización y modificaciones
somáticas; y una cooperación social muy intensa, la fabricación y el uso permanente
de útiles e instrumentos y, sobre todo, el lenguaje y el pensamiento que se apoya en
él —la ventaja selectiva de la especie—, como principales transformaciones
psíquicas”

“Por lo demás, con la especie humana surge también el medio humano: a diferencia
del resto de las especies, el medio biológico del hombre es el mismo hombre, la
sociedad o, más exactamente, la cultura, bien entendida. Pero, además, puesto que
“las ideas no existen separadas del lenguaje” (Marx, 1977-1978, I. 91) y el trabajo se
define como la acción guiada por el pensamiento, hablar del origen del lenguaje es
hablar del origen del trabajo.”

“El hombre va transformando históricamente el resto de la naturaleza de morada


hostil en medio humano mediante el trabajo, comenzando por la agricultura y la
domesticación de los animales. Pero, al hacerlo, impulsa también su crecimiento
demográfico y la complejización de la división del trabajo y la distribución y el
intercambio económico.”
LA ECONOMÍA CONDICIONA LA IDEOLOGÍA (Marx)

“Los hombres construyen su propio medio biológico, pero dependiendo siempre del
desarrollo histórico relativo de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales de
producción: una forma determinada de división del trabajo, de estructuración
igualitaria, jerarquizada o clasista de la propiedad de la riqueza y de las relaciones
sociales en que se produce, cambia y distribuye esa misma riqueza (una determinada
“sociedad civil”). Pero, a su vez, esta última determinan en última instancia, a su vez,
tanto Estado –“como expresión oficial de la sociedad civil”- como el sistema de ideas
y creencias, que “constituye la expresión abstracta, ideal, de esas mismas relaciones
sociales”

“La historia del hombre es, ante todo, la historia de la producción de su vida
económica, la historia de la forma o del campo más radicalmente material y
determinante de la cultura.” (Jerez Mir, 2002)

Son Los hombres —pero no los hombres en general, sino los hombres reales, los
individuos que viven de hecho en cada momento histórico y en cada cultura
concreta—quienes construyen la cultura y hacen la historia, pero siempre en unas
condiciones históricas y culturales determinadas. El hombre es un producto la
cultura; y la cultura, la creación del hombre. Cuando la cultura es más dinámica y
más rica, aumenta también el número y la excelencia de las personalidades se hacen
más complejas y más creativas y viceversa. Los individuos humanos se hacen física y
psíquicamente, de ese modo, los unos a los otros; pero un individuo totalmente
aislado no podría realizarse nunca como propiamente humano. (Jerez Mir, 2002)
Teoría de la reproducción escolar de la desigualdad social

Para Hegel, la historia del hombre es la historia del progreso de la conciencia y de la


libertad humanas y de una complejización creciente de la cultura que culminan en la
civilización occidental moderna y con su Estado como árbitro racional supremo de
todos los problemas y conflictos sociales.

La jerarquización de la cultura escolar en tres niveles básicos -enseñanza primaria,


secundaria y superior- reproduce la jerarquización del saber: saber superior,
filosófico, de conjunto y profesional de la élite política e ideológica; saber
especializado y semiprofesional de los cuadros y técnicos medios; y saber elemental,
práctico y concreto de los trabajadores manuales. Pero, demás, en la práctica, la
reproducción desigual de los conocimientos en la escuela contribuye decisivamente
a la reproducción de todas las desigualdades sociales, legitimándolas con su lógica
credencialista.

La desigualdad social y política se legitima mediante la escolar. La categoría escolar


se mide por los títulos y las credenciales académicas. Los títulos se alcanzan en
general aprobando los exámenes. Si son superiores y difíciles de obtener,
convierten a sus titulares en sabios, aunque sean en realidad unos ignorantes.
SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN de MARX
Marx no desarrolla directamente una teoría sobre la Educación, y cuando lo hace
siempre es un adicional al Materialismo Histórico y a su crítica de la economía
capitalista.

CULTURA –
Dos dimensiones: material y simbólica

La educación consiste en el proceso de socialización (configuración cultural) de la


mente de hombre; o, dicho de otra manera, en el proceso de interiorización psíquica
de la cultura. Puesto que el hombre se mueve siempre socialmente junto a otros
hombres para satisfacer sus necesidades, comunicándose por medio del lenguaje y
otros símbolos y transformando técnicamente la naturaleza mediante el trabajo, la
educación implica necesariamente un cierto grado de coerción y de disciplina social.

Para humanizarse, todo individuo tiene que reconocer, interiorizar y recrear su


propia cultura, su dimensión material y simbólica.
¿Cómo? Aprendiendo a relacionarse socialmente transformándose de individuo
animal en persona, a comunicarse por medio del lenguaje y de otras formas de
comunicación simbólica hasta pensar más o menso por sí mismo, y a usar y fabricar
eficientemente las cosas y los útiles, instrumentos y las herramientas.

También hay que distinguir muy bien entre educación e instrucción. La educación es
la culturalización (o la “socialización”, según la terminología más usual) del hombre;
es decir, la configuración de la mente de cada individuo y cada grupo social concretos
por su propio medio histórico-cultural; o la interiorización psíquica de ese mismo
medio, dicho de otra forma.

En cambio, la instrucción se reduce a la transmisión sistemática de determinados


conocimientos, más o menos especializados.
Lo propio del hombre (humano) es el trabajo, transforma social y técnicamente la
naturaleza con la guía “ideal” del pensamiento, como lenguaje interiorizado.

El trabajo —como la cultura, la educación y la psicología humana— se


transforma históricamente. Su función educativa depende siempre de las
condiciones socioeconómicas particulares de la cultura en la que cada hombre
tiene que producir su vida y de la dirección histórica de la transformación de
esa cultura en cada momento, como resultado de su construcción social y
de las contradicciones existentes entre los intereses de los diversos grupos y clases
sociales y de la lucha de todos para defenderlos.

Pero, desde la consolidación histórica de la hegemonía mundial de la civilización


capitalista, la alienación está degradando la biosfera a un ritmo tal que puede llegar
a ser irreversible hasta amenazar incluso la supervivencia de la propia especie
humana. Ciertamente, la suerte del hombre no está aun definitivamente echada.
Pero, para impedir que llegue a estarlo algún día, habría que seguir el ejemplo de
Marx cuando apuesta (…) por la construcción política de una única civilización
mundial como alternativa a la historia de la alienación humana mediante el
impulso de una organización mundial del trabajo realmente solidaria, consciente,
universal —capaz de hacer de toda la naturaleza su objeto—, libre —frente a
la necesidad física y frente a los productos del trabajo—

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