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DEFINICION

El contrato de trabajo es definido por Paul Durand “como la convención por la cual una
persona se compromete a disponer su actividad a favor de otra y se coloca bajo
subordinación de ésta a cambio de una retribución.

Para Jorge Angulo, tratando de dar una definición general, expresa que “contrato de
trabajo es aquel en virtud del cual uno o más trabajadores de comprometen a prestar
servicios o ejecutar obras a una persona o empresa bajo su dirección y dependencia,
a cambio de una remuneración convenida, cualquiera que sea su forma, y de las
demás contraprestaciones que resultan de la ley, las convenciones y la propia
naturaleza del trabajo.

Para Ernesto Krotoschin existe un contrato de trabajo cuando una persona física
(trabajador) entra voluntariamente en relación de dependencia con otra (empleador)
poniendo a disposición de éste su capacidad de trabajo con fines de colaboración, y la
otra se compromete a pagar una remuneración y a cuidar que el trabajador no sufra
perjuicio como materia o moral, a causa de su estado de dependencia, incluso en
cuanto al desarrollo de su personalidad.

Para Jean-Claude Javillier, es “el acuerdo por el cual una persona (trabajador) se
compromete a trabajar bajo subordinación jurídica de otra (empleador) que lo
remunera.

Cabanillas se limita en su obra a enumerar las definiciones dadas por numerosos


tratadistas, resumiendo el contenido es estas en los siguientes elementos: a) relación
de dependencia entre las partes; b) uso y disfrute de la actividad ajena; c) la exigencia
de una remuneración; d) necesidad que los servicios prestados sean de naturaleza
económica; e) profesionalidad o habito en la prestación del servicio; f) continuidad en
la prestación; g) posibilidad de que el contrato de trabajo se individual o colectivo.

Sanghuineti: indica que la prestación de servicios es la “obligación del trabajador de


poner a disposición del empleador su propia actividad laborativa (operae) la cual es
inseparable de su personalidad, y no un resultado de su aplicación (opus) que se
independice de la misma” Es decir, la prestación de servicios que fluye de un contrato
de trabajo es persona – “intuito personae” y no se puede delegar a un tercero.

Luque Parra indica que la subordinación confiere al empleador “un poder privado
derivado de la libertad de empresa y que incide sobre una relación laboral con la
finalidad de adecuar los recursos humanos a las necesidades de la empresa para
hacerla más competitiva”

Para Francisco Gómez Valdez el contrato de trabajo es el convenio elevado a


protección fundamental, según el cual un trabajador bajo dependencia se coloca a
disposición de uno o más empleadores a cambio de una retribución, elevada, también,
a idéntica protección fundamental.

A nuestro modo de entender son tres los elementos que establecen la existencia de
una contrato de trabajo: Es la relación jurídica que vincula a la partes en la cual el
prestador de servicios se obliga a realizar la prestación en forma personal subordinado
al empleador el cual deberá pagar una remuneración a favor del empleador por los
servicios prestados.

REFERENCIAS:

SANGUINETI, Wilfredo. El contrato de locación de servicios frente al Derecho Civil y al


Derecho de Trabajo. Ed. Cuzco, lima, 1987, pp. 424-426.

(2) LUQUE, PARRA, Manuel. Los Límites jurídicos de los poderes empresariales en la
relación laboral. Ed. Bosch. Barcelona, 1999, p. 30.

LA REMUNERACION:

Los contratos de trabajo con por naturaleza onerosos de allí que no puede existir un
contrato de trabajo gratuito, en razón de que la contra prestación de la labor genera
una retribución que servirá al trabajador.

Nuestro ordenamiento laboral considera como remuneración al integro de lo que el


trabajador recibe por sus servicios, en dinero o en especie, siempre que sea de su
libre disposición (artículo 6 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral). De
esta definición, nos interesa resaltar dos aspectos: El carácter contraprestativo y los
bienes en que se materializa.

La remuneración tiene carácter contraprestativo, pero no se agota en éste.

En otras palabras, es el pago que corresponde al trabajador por la puesta a


disposición de su actividad. Pero es más que contraprestación, ya que la inactividad
temporal del trabajador originada en ciertas causas, no conlleva la suspensión de la
remuneración. Este es el caso, por ejemplo, del descanso vacacional o de la licencia
por enfermedad, en que opera lo que la doctrina y nuestra legislación llama una
suspensión imperfecta de la relación laboral, en la que la interrupción de la prestación
de trabajo no acarrea la de pago.

Asimismo, la mayor remuneración que se otorga en ciertas situaciones, como las


fiestas patrias o navideñas, conocida como gratificación, tampoco tiene una
explicación contraprestativa. La retribución que se percibe en estos supuestos se
fundamenta en valores superiores, como la defensa de la vida y de la salud del
trabajador, y configura el denominado salario social.

El pago puede hacerse en dinero o en especie. El precepto citado no establece pautas


acerca de esto, por ejemplo, la proporción que debe hacerse efectiva en dinero o el
tipo de bines en que puede realizarse el pago. Pero sí señala que la remuneración es
de libre disposición, razón por la cual concluimos que el bien predominante debe ser el
dinero y tratándose de otros objetos, se aceptan si sirven para el consumo del
trabajador o éste puede venderlos son dificultad en el mercado, a una precio
equivalente a la suma adeudada.

Por último, queremos resaltar que la remuneración indispensable para la existencia de


un vínculo laboral es la debida y no la efectiva. En otras palabras, si de la
configuración de la relación fluye que el deudor de trabajo tiene derecho apercibirla,
aun cuando no la obtenga en los hechos, se satisface este requisito.

LA SUBORDINACION

Finalmente, tenemos la subordinación. Este es el elemento determinante para


establecer la existencia de un vínculo laboral, ya que él constituye el matriz distintivo
entre un contrato de trabajo y uno de locación de servicios en este último contrato se
aprecia, al igual que en el contrato de trabajo, la existencia de una retribución y una
prestación servicios, sin perjuicio de una contrato por cuenta ajena.

Sobre este elemento, nos pare oportuno citar a

Ahora bien, la subordinación implica la presencia de las facultades directriz,


fiscalizadora y disciplinaria que tiene el empleador frente al trabajador, las mismas que
se exteriorizan en: cumplimiento de un horario y jornada de trabajo uniformes,
existencia de documentos que demuestran cierta sumisión o sujeción a las directrices
que se dicten en la empresa, imposición de sanciones disciplinarias, sometimiento a
los procesos disciplinarios aplicables al personal dependiente, etc.

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