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••••• COLECCIÓN DIRIGIDA POR PABLO JAURALDE

José Luis
Alonso de Santos
Títulos
publicados
1 David Pujante
Manual de retórica
Manual
2 Pedro Ruiz Pérez
~ de • .
Manual de estudios literarios
de los Siglos de Oro
3 Elena Varela, Pablo Jauralde
teona y practica
y Pablo Moiño
Manual de Métrica española
4 1eresa Rodríguez
Manual de sintaxis del español
teatral
5 Fernando Cobo Aseguinolaza
y María do Cebreiro Rábade
Manual de teoría de la Literatura
6 José Luis Alonso de Santos
Manual de teoría
y práctica teatral
7 Ángel L. Prieto de Paula
y Mar Langa Pizarra
Manual de Literatura
española actual
8 Fernando Gómez Redondo
Manual de crítica literaria
contemporánea
9 Joaquín Garrido
Manual de lengua española
10 Lina Rodríguez Cacho
Manual de historia de la
literatura española
1. Siglos xm al X)l:fl

11 Lina Rodríguez ~.acho


Manual de historiá-de'Ia
literatura española
2. Siglos xvn al xx (hasta

12 Fermín de los Reyes Górnez


CASTALIA
Manual de Bibliografía INSTRCMENTA
HEGEL, George Wilhelm Frederich, Estética, Barcelona, Ed. Península, 1991.
HORACIO, Obras Completas, Barcelona, Ed. Planeta, 1986.
KANT, Emmanuel, Crítica de/juicio, Madrid, Espasa-Calpe, 1977-
LESSING, Gotthold Ephraim, Dramaturgia de Hamburgo, Madrid, Ed. ADE,
1993·
LOPE DE VEGA,Arte nuevo de hacer comedias, Madrid, Espasa-Calpe, 1973· 2.
PIRANDELLO, Luigi, Obras escogidas, Madrid, Ed. Aguilar, 1971.
RUSSELL,Bertrand, La conquista de lafelicidad, Madrid, Ed. El País, 2000. La estructura dramática
SARTRE,Jean-Paul, Un teatro de situaciones, Buenos Aires, Ed. Losada, 1979· 41
SHAKESPEARE,William, Obras Completas, Madrid, Ed. Aguilar, 1976.
STANISLAVSKI,Constantin, Obras Completas, BuenosAires, Ed. Quetzal, 1986.
WILLIAMS,Tennessee, La gata sobre el tejado de zinc caliente, Buenos Aires, Ed.
Losada, 1966.

2.I. Introducción
Al hablar de la creación teatral en cualquiera de sus facetas es
importante referirse, aunque sea brevemente, al término «estructura»,
donde todo el edificio se sostiene. Tanto en la escritura como en el aná-
lisis o lectura de un texto con vistas a una puesta en escena, es impor-
tante distinguir las partes esenciales del mismo, su naturaleza y
organización. Dice John Howard Lawson del nacimiento de la estruc-
tura dramática, en su libro sobre la teoría de la escritura:

La tradición teatral europea tiene su origen en Grecia: cuando


el primer actor, Tespis, apareció en el siglo VI a. C. respondiendo a los
fragmentos del coro durante los antiguos ritos celebrados en honor
a Dionisos, el drama surgió como representación de un relato en pan-
tomima y diálogo. Con el desarrollo de la estructura de la obra teatral,
se hizo posible formular leyespara la técnica. Se hacía ya evidente en el
teatro ático que el drama trataba sobre acciones de hombres y muje-
res, y que el sistema de acontecimientos debe tener cierto tipo de

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diseño o de unidad. Los dos principios generales que rigen la acción representación, el centro del mundo, el lugar donde se comunican
como un cambio de fortuna, y como una unidad estructural que comple- entre sí diferentes planos. Todo lo que en él sucede durante una repre-
ta la acción y define sus límites, fueron establecidos por Aristóteles. sentación teatral ha de tener una lectura especial, ya que en él se da
siempre una dimensión más allá de lo natural, es decir, de lo sobrenatural,
Cuando hablamos de «estructura teatral», tomamos la palabra
«teatral» como un término específico, como si dijéramos estructura de un entendiendo este término como la ruptura de las reglas y leyes del tiempo,
avión o estructura de una organización social, pero éen qué sentido es espacio, y causalidad del acontecer humano cotidiano de nuestras vidas.
el teatro una entidad real? ¿De qué estamos hablando cuando hablamos A lo largo de los tiempos, el escenario ha mezclado la abertura al
de «teatro»? La historia de los estilos, en su relación con los movimientos mundo del arte con la abertura al mundo de lo religioso (entendiendo
filosóficos dominantes, ha ido dando diferente valor y significado a la «religioso» en un sentido amplio. Recordemos que el término religioso
significa vínculo). El escenario ha sido lugar de creación y comunica-
palabra «teatro» dentro de la historia de la cultura, la comunicación
ción con los mitos y los ritos. Todo ello mezclado con el intento de una
artística y el espectáculo.
No cabe duda de que este término, «teatro», tiene una determi- creación artística y de la comunicación de valores de cada comunidad.
nada configuración que lo diferencia de otras realidades como «agua»,
«camión» o «amor». Aun situándonos en el campo artístico y cultural,
nos movemos en un territorio semántico amplio y pantanoso. Por ello 2.2. Creación artística
hemos de obrar con prudencia al hacer definiciones generales sobre la y construcción teatral
estructura teatral, que pueden tener que ver únicamente con nuestra
formación específica y limitada, intereses y pequeñas obsesiones en
torno a lo que entendemos es -o debe ser- el teatro. En la creación artística se produce un complejo proceso en el
Para hablar de teatro, lo primero que hemos de hacer, pues, es que la dimensión intuitiva e inconsciente del creador provoca las ideas,
centrarnos en su ámbito polisémico y; a la vez, específico, partiendo de y su dimensión racional y consciente (su formación y su relación con el
que el lenguaje en el campo artístico tiene un significado diferente que mundo) aporta las formas en que su obra se va a manifestar. Depende de
en la comunicación general. Hemos hablado ya en el capítulo primero la personalidad del creador que haya una mayor o menor intervención
de lo que es el teatro, tomemos ahora como referente la definición que del de cada una de esas partes. El escritor, al crear su obra, y el director,
mismo da Silvio D'Amico, en su Historia delteatro universal. intérprete, escenógrafo, etc., al darle vida después sobre el escenario,
no deciden siempre respecto a las fuentes de su creación (muchos de
En un sentido amplio se podría definir el Teatro como la co- sus temas e ideas vienen de su vida onírica y proceden del sueño y del
munión de un público con un espectáculo viviente [...J El teatro mito), pero sí seleccionan la canalización y utilización de los materiales
requiere el actor vivo, que habla y actúa al calor del público; requiere de trabajo. En la zona fronteriza entre ambas dimensiones se sitúa el
espectáculo Loo] y que repetidamente renazca, reviva y vuelva a morir, lenguaje, ya que en la palabra conviven el corazón y la razón.
fortificado por el consenso,o combatido por la hostilidad de auditorios Hemos dicho en el primer capítulo que no debemos temer, a pesar
participantes, y que, de algún modo, colaboran en él. de la complejidad que encierra, realizar un acercamiento lo más lógico
y riguroso posible al mundo de la creación dramática. Por supuesto que
De la misma manera que los templos constituyen una abertura existen elementos de misterio en toda creación, pero ello no impide
hacia otra dimensión, y posibilitan una comunicación «hacia lo alto» que hagamos una investigación llena de racionalidad para intentar ro-
con el mundo de los dioses, la comunicación escénica realiza una aber- barle zonas a la magia. Tratamos así de saber de qué manera se realiza
tura, un camino hacia realidades artísticas trascendentes, diferentes de la construcción dramática, indagando en las leyes que componen su es-
las de la vida cotidiana. El ámbito escénico es, durante el tiempo de la tructura interior. Sólo podremos tener ,una idea de una ciudad si tenemos

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sus planos, alguna información, y una relación aproximada de nuestra fijar un cuerpo teórico que permitiera la acumulación de conocimien-
finalidad y nuestro tiempo. Dice Arnold Hauser, en su Introducción a la tos técnicos.
historiadelarte: En nuestra época el concepto de composición ha sido sustituido
por el de «estructura»: complejo orgánico de los elementos de los que
La obra de arte sólo puede desarrollarse, formarse e integrarse, una entidad está formada, su disposición y sus relaciones. La actividad
cuando el artista tiene desde el comienzo una visión del trabajo que
estructuralista intenta reconstruir un objeto tratando de que en ese
ha de efectuar, por mucho que cambie su idea en el camino que va
a recorrer. simulacro se manifiesten de forma evidente las reglas de su funciona-
miento. Se descompone lo real para hacer aparecer algo que permane-
En la construcción dramática, los creadores canalizan sus posibi- cía oculto en ello. Se produce así «algo nuevo» que, en palabras de
lidades imaginarias por medio de sus herramientas para contar histo- Roland Barthes, es nada menos que «lo inteligible». Una estructura no
rias: la técnica teatral y las palabras. Por un lado imaginan, y, por otro, son las piezas de un conjunto o algo material de ellas, sino la relación
son capaces de elaborar lo imaginado, organizando los materiales tras- entre las diferentes partes que forman un todo. Las piezas amontona-
ladándolos a un texto y a un escenario. Al hacerlo dan, inevitablemente, das de un coche no son una estructura. Sólo lo será cuando hayan sido
un punto de vista sobre la existencia, y una respuesta filosófica, más o me- ordenadas con arreglo a un esquema existente para su funcionamiento;
nos consciente, de su obra. Por eso, en el estudio de los procesos de tra- la estructura del hombre no es su esqueleto, su musculatura o su corazón,
bajo artístico no sólo debemos incidir en los elementos técnicos , sino sino la relación en función de un esquema necesario entre sus diferentes
interesarnos también por los procesos filosóficos que afectan a cada partes, que es lo que le permite su configuración como ser vivo. Escribe
obra. Las gentes de teatro no sólo intentamos hacer arte, sino opinar Claude Lévi-Strauss al respecto:
con nuestro arte. Realizamos algo expresivo, pero también algo signifi-
cativo. Respondemos así a las provocaciones de la sociedad y el tiempo No es cada objeto lo que es obra de arte, son algunas disposicio-
nes, algunos ordenamientos, algunos acercamientos entre los objetos.
en que vivimos, pues nuestras ideas se ponen en movimiento dentro de
Exactamente como las palabras del lenguaje. En sí mismas, tienen un
un marco referencial determinado, como respuesta a las interrogantes
sentido muy desvaído, casi vacío y no cobran verdaderamente senti-
que la vida nos plantea y a los conflictos en que estamos inmersos. do más que en un contexto; una palabra como «flor» o como «piedra»
Una de las mayores dificultades que tenemos para realizar esta designan una infinidad de objetos muy vagos, y la palabra no cobra su
tarea es la lucha por conseguir el orden de elementos que, por su natu- sentido pleno más que en el interior de una frase. [...] La función de
raleza, son dispersos y diferentes. La ficción artística ha de tener la la obra de arte es la de significar un objeto, la de establecer una rela-
complejidad de la vida, y dar al tiempo la sensación de ser más coherente ción significativacon un objeto.
y verosímil que ésta.
El intento de definir las reglas de la composición artística ha sido
una de las constantes de todos los tiempos. Yalos griegos, quinientos años 2.3. La estructura dramática
antes de Cristo, afirmaban que debía existir en la escultura una propor-
ción numérica ideal entre la cabeza humana y el cuerpo, como lo había
y sus elementos constitutivos
entre las columnas y el resto del templo. La Poética de Aristóteles es el
primer texto teórico conocido que recoge normas y preceptos tratando Partimos del hecho de que en la comunicación artística el especta-
de encontrar modelos que produzcan orden en la estructura dramática, dor encuentra placer en la composición que le llega con una ordenación
sirviéndose de ejemplos de la creación anterior. Desde entonces se han específica determinada. Lo que ocurre sobre el escenario, aunque está
escrito una serie de reglas y normas para fijar y ordenar la composición preparado para que parezca un presente escénico (que es «la primera
teatral, en función del estilo dominante en cada momento, con el fin de vez»que pasa), evidentemente no es así, y está pensado, organizado, y en-

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sayado de una manera determinada y no casual, sino causal. Patrice Pavis, de la acción. La esencia de lo dramático estará conformada no por he-
en su Diccionario de!teatro, define «la composición» como: chos normales y cotidianos reproducidos en escena, sino por elementos
representables puestos en conflicto que den lugar a una acción, y que
Forma en la que la obra dramática -yen particular el texto- está
ésta, por su naturaleza, despierte una respuesta emocional en el perso-
organizado (sinónimo de estructura). Las artes poéticas constituyen
naje -yen el espectador-o Esa acción, que provoca el conflicto, será la
tratados normativos de composición dramática. Enuncian las reglas
y los métodos de construcción de la fábula, del equilibrio de los actos responsable de canalizar y mostrar el enfrentamiento entre las partes
o de la naturaleza de los personajes. en pugna de la trama.
A lo largo de la historia del teatro ha habido un constante debate
Entendemos por estructura dramática un modelo organizado de en la valoración de la trama dentro de una obra. Personalmente creo
relaciones escénicas entre diferentes elementos que nos permite contar que es un elemento principal de la estructura teatral, y que lo que está en
una ficción representada por actores. La estructura teatral no es la debate es la utilización que se hace de ella según diferentes corrientes
mera división de una trama en escenas, cuadros o actos (estructura estilísticas. No hay que dar a la palabra trama un sentido limitado y rígi-
superficial), sino la relación funcional y causal (estructura profunda) do que impida la utilización de subtramas en una obra. Las opiniones
entre las partes que constituyen la obra, en especial entre la trama y los negativas, como la de Voltaire sobre las tramas laterales de las obras de
personajes, y sus formas de manifestarse (el lenguaje visual y sonoro). Shakespeare, no se sostienen siglos después, al modificarse el enfoque
En la vieja disputa sobre cuál de todos los elementos dramáticos del estudio de dichas obras.
es el principal en la estructura, Aristóteles se decantó por la trama, par- Hay que situar la trama en un sentido amplio y abierto, en fun-
tiendo de los orígenes del teatro griego que conocía. Para él, la acción ción de una dialéctica de fuerzas en pugna que origina la ordenación
era la única formulación posible del ser dramático. A los personajes causal de los acontecimientos, el desarrollo de una incertidumbre dra-
y sus ficciones -dijo- se les singulariza sólo por sus acciones. mática y el significado que aporta el autor a esa lucha. Conectan en ello
Partiendo del modelo clásico podemos definir la estructura dra- la mayoría de los grandes maestros del teatro de todos los tiempos: De
mática como una serie de sucesos relacionados con arreglo a una lógica Sófocles a Miller, de Shakespeare a Stanislavski, de Lope de Vega a Lorca,
y necesidad determinada (trama), que unos seres (personajes) viven en de Ibsen a Brecht. Y fue precisamente Bertolt Brecht, no considerado
un lugar (espacio teatral), y un tiempo (con urgencia dramática), que va precisamente defensor de las teorías clásicas y tradicionales del teatro,
a dar un sentido específico a todos los diversos elementos que intervienen uno de los autores que defendió el regreso de la trama a un primer
en ella (causalidad dramática). Depende, por tanto, de la naturaleza de plano en la construcción dramática, como nos explica Eric Bentley:
los incidentes de la fábula, así como del orden y evolución de estos inci-
dentes al desarrollarse la vida de la obra. El hombre que recuperó el concepto de trama teatral para el
siglo xx fue Bertolt Brecht. Nos propuso un retorno a la pieza bien
2·3.1. La trama hecha. Uno de los aspectos más lamentablesde las denominadasPiezas
Bien Hechas es que limitaban la imagen que cada uno podía hacerse
Podemos definir la trama como una serie de sucesos ordenados de la trama a esa particular especiede la misma. Brecht no concebía un
de la forma más conveniente para conseguir el efecto de la acción. Gracias teatro que fuese sólo trama, ni aspiraba a crear una estructura cerrada
a ella, la ficción adquiere un sentido, un desarrollo espacial y temporal, y opresiva. Su concepto de la acción procedía directamente de Büch-
y se convierte en una metáfora del mundo. Crear una trama es, pues, ner y, por tanto, indirectamente de Shakespeare. ¿Podría tener un
introducir un orden determinado en el material que nos suministra modelo mejor? El dramaturgo que los campeones franceses de la
nuestra imaginación, a partir del principio aristotélico de que la trama trama desdeñaban considerándoloun bárbaro, era el supremo maestro
es el alma del drama, y que dicha trama no es imitación de la vida, sino del arte de la trama.

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Es importante señalar que la palabra trama añade algo peculiar Todos los importantes trabajos de Stanislavski, a los que hare-
a otros sinónimos, como argumento, historia o fábula, que se usan a veces mos referencia repetidamente en este manual, se basan en esa tensión
para hablar del mismo contenido en obras dramáticas. Una narración dramática como el elemento principal del que parte la interpretación
tiene también un argumento, pero éste no necesariamente encierra una emocional, vivencial y orgánica, de los actores en escena.
lucha entre contrarios, un enfrentamiento entre fuerzas, una disposi-
ción interna «entramada» que es necesario resolver para llegar al final. 2.3.3. El conflicto entre personajes
Para descubrir la trama de una obra es importante prestar atención al
pensamiento central y profundo que mueve los acontecimientos de La transformación del personaje en la acción que surge del con-
principio a fin de la obra, su necesidad, sus luchas y sus conclusiones. flicto es una de las principales aportaciones de la tragedia griega que ha
dado base al teatro tal como se ha desarrollado en Occidente, al alejar-
se del rito religioso (en el que la repetición es su principal característi-
2.3. 2. La tensión dramática
ca). «El guerrero se manifiesta en la acción», dice un aforismo griego; es
de los personajes decir, el ser se hace en su lucha por conseguir sus metas. El personaje
es tal porque emerge en un conflicto concreto. El teatro no nos muestra
Llamamos tensión dramática al estado en que se sitúa cada perso- la cotidianeidad, la rutina, las costumbres en paz y armonía, sino el ser
naje al intentar conseguir su meta. Si en la obra no está en peligro algo que surge en «la batalla» de la vida. Crear esas luchas en escena, y mos-
importante para ellos (el amor, el poder, el futuro, la supervivencia, el trar a los seres que se dibujan y definen en ellas, es la principal tarea del
honor, la dignidad, la vida...), la trama no tendrá fuerza. Esa tensión dra- creador dramático.
mática nos mostrará a unos personajes que evolucionan desde el prin- Es importante señalar también que ese conflicto a que nos estamos
cipio al final de la obra, en función de que estén consiguiendo, o no, sus refiriendo tiene que suceder en el escenario, es decir, ocurrir ante el es-
deseos. Porque -y esto es fundamental- el conflicto en que están inmersos pectador. Hay que hacerlo visible y presente por medio de la actuación
revela su interior, y los modifica (o reafirma) en su esquema originario de los actores y de las imágenes escénicas, y no darse únicamente en el
de personalidad. En el desarrollo del conflicto se van mostrando, por pensamiento del personaje (o del autor). A veces el conflicto puede
tanto, capas ocultas de su ser; vemos cómo son, cómo evolucionan, cómo parecer confuso, o estar encubierto por el escritor en el interior de una
cambian según transcurren los acontecimientos en pugna. obra. En ocasiones, los personajes los ocultan, y a veces ni ellos mismos
El entendimiento de la estructura básica de una obra, y las razo- los conocen de forma consciente. Así, los conflictos pueden ser mani-
nes por las que el dramaturgo la escribió tal y cómo lo hizo, puede ayu- fiestos o latentes, evidentes o disfrazados de otras necesidades, cons-
dar a tener una comprensión mayor de la misma. En las obras bien cientes o inconscientes para los personajes, pero siempre están ahí,
compuestas, donde existe una interacción recíproca entre forma y con- sobre el escenario, dando vida con su presencia a la obra teatral. El con-
tenido, el desentrañamiento de la estructura tanto superficial como flicto impulsa, pues, la trama; es el motor que tira de la historia y el eje
profunda, y la situación de las principales ideas dramáticas dentro de vertebrador que atraviesa las partes dispersas en el relato escénico para
ella, aportan indicios que pueden ayudar a descubrir cómo enfrentarse darle unidad.
a ese texto. Cada obra tiene su propia estructura, su propio punto de Nos hemos referido hasta aquí al conflicto principal, aquél que
partida y su disposición en el tiempo. La mayoría encierran elementos anuda la trama de principio a fin. Pero una obra cuenta también con
de conflicto y culminación (resolución del conflicto). Las cimas y los conflictos secundarios que se mezclan con el principal para modificarlo,
valles del contorno pueden servir de guía para ajustar el paso y el ritmo o para enriquecer la trama central y mantener el interés del espectador.
de los actores, así como el orden escénico y los puntos culminantes Llamamos «situación» a las circunstancias dadas de cada personaje
y esenciales de su estructura.
en el momento de entrar en el conflicto, es decir, cómo es y qué le sucede,

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en qué lugar y condiciones está colocado antes, etc. Las circunstancias rica de acontecimientos ha mantenido, en general, y con modificacio-
dadas de un personaje no es toda su vida anterior al momento del con- nes de sentido y duración, esta división estructural.
flicto, sino aquellos datos significativos e importantes precisamente Veamos ahora más detenidamente cada una de esas partes.
para su modo de enfrentarse a él. Las circunstancias, además de los
antecedentes, determinan el lugar y el tiempo en que ocurre el conflicto.
2.4.1. El planteamiento
La situación establece, por tanto, lo que es o no posible en la historia
de los personajes. En cada situación sólo es posible un determinado tipo Un espectador busca desde los primeros momentos de una obra
de sucesos, lo cual permite al director de la puesta en escena dar unidad a teatral descubrir el planteamiento de la misma: «íe qué trata?, éde dónde
la trama, y al actor incorporar su personaje a partir de su ser. De esta vienen los personajes?, équé es lo que les motiva?, ¿cuáles son sus metas?,
forma, el interés dramático de un personaje depende, en buena medida, «ruál es el tema?, ¿qué peripecia, circunstancias dadas e historia nos pro-
de su situación.
mete el autor suficientemente interesantes para hacer, a partir de ellas,
un discurso dramático sobre la vida?
En la estructura clásica el planteamiento se diseña para darnos
2·4· La estructura clásica pistas acerca de las intenciones del autor, la dirección del argumento y los
diferentes elementos a partir de los cuales va a funcionar la trama: el tiem-
Los tres grandes bloques en que se divide la estructura clásica se po y el lugar, los personajes, las relaciones entre ellos, su pasado, y los
organizan en función de la duración y contenido del espectáculo, y par- restantes hechos que necesite el público para entender lo que va a ocurrir.
ticipan de la división elemental en partes de cualquier entidad con una Los aspectos secundarios podrán surgir luego, a lo largo de la acción,
duración temporal determinada: principio, medio y final. En el teatro, pero en esta parte se suele dar la información referente a la situación
y en función de la parte básica del espectáculo que contiene cada una espaciotemporal, a las relaciones entre los personajes, y a los elementos
de esas partes, se denominan: que van a originar el conflicto principal (o al menos su posibilidad).
a) Planteamiento Esta información trata de suministrarla el creador en el comienzo
b) Nudo de una obra, sin hacer que la trama sea lenta o aburrida, ni explicativa
e) Desenlace y narrativa. Uno de los errores habituales es convertir el planteamiento
en un largo preámbulo de la historia que se quiere contar, de manera
El drama comienza cuando ha sido alterada una armonía (anterior que acabemos remontándonos a la época de la infancia de los persona-
o deseada), y el personaje principal trata de restaurarla (Hamlet, Antígona, jes para poder llegar a sus conflictos actuales.
Nora, Vania, Prometeo, Segismundo...), viéndose los enfrentamientos, Tomemos otra cita de Horacio, refiriéndose a esta cuestión:
crisis y emociones que esa lucha genera, en el nudo, y llegándose final-
mente al desenlace, en que se resuelve el nudo y se dan conclusiones [Elescritor] no se remonta a la muerte de Meleagro para contar la
sobre el hecho dramático -filosófico y poético- que se ha contemplado vuelta de Diomedes ni a los huevosgemelos (se dice que Helena nació
(justicia poética del final, precio que hay que pagar por restablecer un de un huevo puesto por Leda) para la guerra de Troya; siempre se
equilibrio roto, elección entre el corto y el largo plazo, etc.). apresura hacia el desenlace y arrastra al auditorio al centro de los
hechos como si le fueran conocidos.
A partir del teatro griego, y de la Poética de Aristóteles, se crean
los cimientos de este tipo de desarrollo temporal dramático. La dura- Para el espectador todo comienza con la primera escena, pero para
ción de la obra puede ser de diferente tipo, el número de actos ha ido el autor (directo e interprete) la primera escena arranca del límite entre
variando a lo largo de los tiempos, desde los ciTO del teatro originario lo escrito y lo que «sucedió antes». En su imaginación existen escenas
hasta el acto único de muchas obras actuales, pero la narración dramá- anteriores, situaciones importantes que pertenecen al pasado de los perso-

najes, pero debe decidir cuál es el punto de arranque de esa «específica oscuros emergen cuando la presión es tan fuerte que el perso-
y concreta trama escénica», pues el tiempo teatral es siempre limitado. naje tiene que revelarlos. Los antecedentes aparecerán para
Uno de los objetivos del planteamiento es dar la información nece- crear puntos de giro, abrir huecos, dramatizar las circunstan-
saria para que se puedan entender posteriormente el nudo y el desenlace. cias dadas, etc.
Para evitar un planteamiento largo, lento y aburrido, se deben tener en
cuenta las siguientes orientaciones generales a la hora de dar esa infor-
mación: 2.4.2. El nudo
a) La información debe ser invisible, es decir, no podemos inte- Del planteamiento se pasa al nudo, por medio del incidente desen-
rrumpir el argumento para dar datos informativos. A ser posi- cadenante (del que hablaremos en el capítulo cuarto de este manual).
ble, deben tejerse dentro del desarrollo dramático.
Para que se cree tensión en el nudo es preciso plantear un conflicto
b) Aunque determinada información no sea necesaria hasta des- verosímil y difícil de resolver (aunque no imposible). A partir de aquí se
pués, puede darse antes, ya que para cuando se necesite seguirá desarrolla la trama, que ha de despertar el interés y la curiosidad del
siendo útil; de esta forma queda entretejida en la trama. espectador, con la incertidumbre que crea. Voltaire decía que el alma
e) La información debe transmitirse por medio de los personajes de la tragedia reside en la prolongación, durante todo el tiempo posible,
de forma justificada y verosímil, y no ser obvia ni explicativa. de una incertidumbre. Pero toda escena que retarda el final de forma
d) Retener información despierta la curiosidad del espectador, forzada para mantener o hacer crecer la incertidumbre lo que hace real-
pero también puede crear confusión, desinterés, o dar sensa- mente es quitarle su valor; es una técnica habitual en los melodramas
ción de «truco teatral». televisivos, donde cada vez que parece que la heroína ya está a punto de
e) Se puede proporcionar información falsa, pero es necesario resolver el gran problema de su vida se presenta un nuevo inconveniente
que luego sea corregida por la verdadera, y que se justifique que alarga el nudo y retrasa el final otros treinta o cuarenta capítul.o~.
razonablemente por qué falsificó el personaje. Naturalmente esto es posible porque la historia cuenta con la cornplici-
f) La obra puede arrancar directamente en el conflicto y dar des- dad del espectador que acepta -y desea- estos aplazamientos del desen-
pués las informaciones necesarias para comprender lo que han lace, típico del género.
hecho o están haciendo los personajes. En el nudo es donde tienen lugar las transformaciones de los per-
g) Cuando los personajes poseen la información que le falta al sonajes. El conflicto y la situación avanzan hasta situarse en un punto
espectador, no deben repetir lo que ya saben para informarle. sin salida, sin posible retorno; hacer que la historia siga adelante es una
Un procedimiento para hacer partícipe de ese conocimiento de las principales tareas del creador. El nudo concluye con un giro, que
al espectador es hacer aparecer un nuevo personaje, al que se en muchos casos se denomina crisis, y que nos lleva al final de la obra.
le podrá dar esa información, puesto que la desconoce. Otra Si el río se detiene, el agua se estanca. La velocidad de las acciones es
forma es el equívoco. Dos personajes tienen la misma infor- inexorable dentro del breve tiempo del drama, como analiza Lawson en
mación, pero deducen conclusiones distintas. su 'Teoría y técnica dela escritura deobras teatrales:
h) Cuando el espectador posee información de la que carece un
Es evidente que la acción, por su propia naturaleza, no puede ser
personaje, se impacienta si hay que contar a ese personaje cosas
estática. [...J Acción dramática es actividad combinada con movimiento
que él ya sabe. Es usual el recurso de dejar implícito que la in-
físico y diálogo; incluye la expectación y logro de un cambio en el
formación se le ha dado al personaje en un lapso entre escenas.
equilibrio que es parte de una serie de tales cambios. El movimiento
i) No es necesario explicarlo todo en elcómienzo de la obra. Pode- hacia el cambio de equilibrio puede ser gradual, pero el proceso de
mos dar información incluso en el clímax o final. Los secretos cambio debe efectuarse.

53
Al concluir una obra se cierra también el tema que dicha obra
2·4·3. El desenlace trata, y al hacerlo, inevitablemente, el autor -y los demás creadores que
han participado del hecho escénico si se trata de una puesta en escena-,
Llegamos ya al desenlace de una obra, y en él se sitúa el momento dan una opinión personal sobre los acontecimientos sucedidos y sobre
dramático que contiene el clímax, y que empuja la acción hacia el final. la responsabilidad de los personajes en los mismos, aunque sea de una
En este punto es preciso resolver los conflictos expuestos a lo largo de forma indirecta. El sentido de la «justicia poética» de los finales de cada
la obra, y básicamente el principal (los secundarios pueden haberse época (la convención dramática del restablecimiento del bien y los
resuelto antes). La forma en que se cierra este conflicto principal es una valores perdidos), influirá también, de forma más o menos evidente, en
de las mayores dificultades del autor. El espectador espera esa solución, dicho final. A ello nos referiremos más ampliamente cuando hablemos
que de algún modo anticipa o desea, según los elementos previos sumi- de las relaciones de los creadores con la sociedad.
nistrados y su visión del mundo, y ello determina muchas veces que le
guste o no una obra.
Cuando el final es verosímil, creíble y artísticamente creativo, el pú-
blico se siente satisfecho. Si está de acuerdo con su ideología, le gustará
2.5. Otras líneas teatrales
aún más y dirá que «es como la vida misma», pues se suele identificar el diferentes
sentido común y «lavida» con nuestra particular y espontánea forma de
verla. Los finales requieren la mayor atención y cuidado, tanto desde un Algunos de los representantes de la dramaturgia actual se mos-
punto de vista dramático como filosófico. En el aspecto dramático, hay trarían en desacuerdo con parte (o todo) de los elementos constitutivos
que tener en cuenta la estructura de los sucesos y el género de la obra; el de la estructura dramática aquí señalados, ya que son otros sus puntos de
final debe ser consecuencia de la composición causal, probable y nece- referencia al crear sus obras. En nuestra teoría de la trama siempre se
saria de los acontecimientos, y no del capricho del autor o del Deusex trata de resolver un problema, un conflicto de los personajes, a partir
machina (intervención de los dioses o lo sobrenatural). Dice Aristóteles: de la utilización de algunas de las vías por las que se han movido los
autores en la tradición dramática. Ciertos movimientos teatrales de
El desenlace de la fábula debe resultar de la fábula misma y no
nuestra época ponen el énfasis en otros aspectos y objetivos de la tea-
como en Medea, de una máquina. (oo.] A la máquina se debe r~curri;
tralidad. No se interesan por el orden tradicional del relato, ni buscan
para lo que sucede fuera del drama, o para lo que sucedió antes de él
sin que un hombre pueda saberlo, o para lo que sucederá después, que que la trama cree un complejo enigma, ni que sus sucesos tengan unas
requiere predicción o anuncio; pues atribuimos a los dioses el verlo relaciones causales, etc. Algunas de las nuevas tendencias escénicas no
todo. Pero no hay nada irracional de los hechos, o si los hay, es fuera tratan sucesos, tramas, personajes, y sus desarrollos, sino que intentan
de la tragedia, como sucede en Edipo de Sófocles. revelar un estado de cosas, o realidades, partiendo de la innovación y la
ruptura de las formas anteriores. Para ellos, cualquier análisis o método
. y Horacio, hablando de los finales, aconseja «que no intervenga que tome como referencia la herencia del pasado sería algo a transgredir.
un dios, a no ser que el desenlace sea digno de un vengador», En cambio, Hay dos corrientes básicas opuestas a la estructura clásica: el
el desenlace propio de la comedia es festivo: hay bodas, reencuentros, minimalismo y la antiestructura. La primera consiste en reducir los ele-
arreglos, reconciliaciones, cualquier acontecimiento que se atenga a la mentos de la estructura clásica a su mínima expresión; la segunda, en
filantropía y a la diversión, y que conlleve un desarrollo de la ~ión invertir estos elementos. Así, frente al final cerrado clásico (todas las
agradable para el público, con el mensaje implícito de que, a pesar de preguntas que el espectador se hace a partir de la contemplación de la
todas las dificultades mostradas en esa comedia, merece la pena vivir, obra, son contestadas), tenemos la falta de final en el minimalismo, y el
como se ve en el final. final abierto de la antiestructura (cada espectador decide por su cuenta
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cuál es la respuesta a los planteamientos desarrollados en escena). Frente
al conflicto evidente y a la situación dramática, el conflicto no manifiesto Hay dos tipos de civilizaciones: las civilizaciones de la economía,
del minimalismo, y la exposición continua de sucesos de la antiestruc- como puede ser por ejemplo la europea, y por ende también la nortea-
tura. Frente a un protagonista único y activo, el protagonista pasivo del mericana. Se trata en este caso de civilizaciones orientadas al benefi-
minimalismo y el protagonista colectivo de la antiestructura (más cer- cio y definidas por el dinero o el valor del dinero. Luego existen las
cano al rito que a la trama). En vez de tiempo continuo y sintetizado, civilizaciones del derroche, como por ejemplo las culturas precolom-
el tiempo extenso o detenido del minimalismo, y el fragmentado de la binas: México, Perú. También Egipto, Babilonia, Asiria. Estas civili-
antiestructura. En lugar del cambio causal de los acontecimientos, la au- zaciones del derroche están unidas evidentemente a determinados
sencia de cambio del minimalismo, y el cambio casual de la antiestruc- rituales, hablo de sacrificios humanos, que también se dan entre nos-
tura a partir de la expresión escénica en el aquí y ahora del tiempo real otros, pero en nuestro caso no como ritual, sino como consecuencia
de la aceleración creciente: víctimas de accidentes de tráfico, etc. Loo)
del actor y del espectador. Y frente a un espacio delimitado, heredado de
Me parece especialmente interesante el aspecto del derroche. El teatro
los espacios tradicionales con una cuarta pared de ficción, un espacio abs-
es derroche. El teatro no sabe de cuentas, cuando se le obligaa que sea
tracto en el minimalismo, y un espacio múltiple en la antiestructura, etc. rentable entonces tiene que rebajar su nively tiene que orientarse por
Al romper -o, al menos, intentarlo-los elementos clásicos de la es- su nivel ínfimo, por un nivel de público bajísimo. L..) El elemento fun-
tructura teatral (trama, conflicto, incidente desencadenante, etc.) buscan damental del teatro es la transformación, por lo tanto el teatro siem-
otras fuentes: la poesía, la pintura, la música o la danza. La expresión pre- pre está relacionado con la muerte y; si es de calidad, constituye un
domina entonces sobre la significación -en la intención del creador-, y exorcismo. Yeso es lo que la gente no puede obtener de la televisión.
la búsqueda de nuevos lenguajes escénicos es la meta del espectáculo. [oo.) La peculiaridad del teatro no es sólo la presencia del actor vivo,
Mi punto de vista al respecto es que el conocimiento de las reglas sino la presencia del actor que muere y del espectador que muere.
y los procesos técnicos no exige acatamiento ni sumisión a ningún tipo de Cada momento que vivimos nos acerca a la muerte, vivimos hacia la
preceptiva o norma, pero sí evita recorrer caminos trillados considerán- muerte; y siempre puede morir un actor en escena, por un accidente
dolos originales o nuevos, y confundir la experimentación personal de o por lo que sea,y tambiénpuede morir un espectadordurante la función.
épocas de aprendizaje con la experimentación real. Desgraciadamente,
las buenas intenciones del creador no se relacionan siempre con los
resultados que obtiene. Hay quien escribe en prosa sin saber que lo hace, 2.6. Lectura y análisis
y quien confunde el capricho personal -gratuito e ingenuo- con la ori-
ginalidad en la creación. Tal vez el camino más conveniente para un
de una obra teatral
escritor, un director, un actor, o cualquier otro participante del hecho
escénico, es conocer primero las técnicas con las que han trabajado sus Vamos a poner un ejemplo de algunos de los elementos estructu-
predecesores, para poder superarlas o enriquecerlas después. No hay rales expuestos en este capítulo, a partir de mi lectura escénica de Peri-
que tener un respeto religioso o fanático por la historia de la cultura báñez y el Comendador de Ocaña, obra de Lope de Vega que dirigí para la
y del arte, pero tampoco parece lógico saltarnos sin más cualquier tipo de Compañía Nacional de Teatro Clásico en la temporada 200112002. Para
conocimiento conseguido a lo largo de los siglos, y pretender nosotros realizar la puesta en escena de esta obra trabajé sobre todos los aspectos
inventar ahora la rueda, o la rima y composición de un soneto. que conforman la estructura tradicional: la acción (trama y conflicto),
Veamos la opinión de Heiner Müller -uno de los más importantes el lenguaje, la causalidad dramática, los personajes y sus desarrollos, el
referentes de todo este movimiento-, que nos da una idea de los postu- espacio y el tiempo. Veamos cómo se realizaron los procesos de crea-
lados y objetivos de estas nuevas corrientes escénicas, al defender el ción del espectáculo en lo referente a la estructura del texto dramático
hecho escénico como un caso de exorcismo relacionado con la muerte: y sus personales.

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Comendador confunde con Peribáñez, el protagonista de la obra, y que
2.6.1. La acción desconcertaría con una escena gratuita y retórica al espectador actual.
Hay otro momento en la obra que modificamos. Se trata de la es-
La trama principal de este texto es la historia de un personaje cena XIII del segundo acto, en el estudio de un pintor de Toledo a quien
poderoso que, desafiando todo tipo de normas, trata de seducir primero, el Comendador ha encargado un retrato de Casilda. La fatalidad con-
y violar después, a una villana de la que se ha enamorado, y que repre- duce hasta allí a Peribáñez que, tras descubrir el retrato de Casilda,
senta los valores de la naturaleza, la verdad y la belleza, que él no posee lamenta su suerte a la vez que hace una reflexión sobre el honor, ya que
(podemos llamar amor, pasión, desmesura, locura, etc., a 10 que siente el deduce de ello que el Comendador tiene relaciones con su mujer. No es
Comendador por Casilda: el motor de la obra). Lo que está en juego es tan importante cómo 10 descubre, sino el hecho en sí. Prescindimos del
la dignidad y felicidad de la pareja de enamorados y recién casados, ante largo periplo de Peribáñez en el estudio del pintor. Por otra parte la gran
el injusto poder del Comendador que no acepta un «no» como respuesta. cantidad de espacios por los que transita Peribáñez..., aconseja unificarlos.
La obra trata así el tema: «Dificultades del amor en un mundo malvado», En 10 relativo a la estructura, se produce en ese momento un punto
como tantas otras. El argumento --conocido por el público de su época de inflexión en la peripecia de los personajes principales que genera
por un romance popular- está lleno de aventuras, crisis y peripecias, nuevas expectativas. Por un lado, tenemos a Peribáñez, a quien su des-
con una línea central evidente, y varias secundarias complementarias. cubrimiento obliga a actuar de diferente modo de como 10 ha hecho
El planteamiento del arranque es festivo y popular, dándose las hasta ahora. Por otro, al Comendador, que en la escena anterior ha fra-
informaciones necesarias dentro del clima emocional del amor entre la casado en su intento de conseguir a Casilda y, humillado, jura no cejar
pareja (los campesinos Casilda y Peribáñez). en su empeño hasta lograrlo. La escena está, aproximadamente, hacia la
En el nudo, Lope de Vega, tan dado como es a la acumulación de mitad de la obra. Lo aconsejable es que sea aquí donde se haga el inter-
sucesos, incluye en la acción episodios que retrasan y entorpecen la medio (al cambiar los tres actos de la obra a dos). Con ello terminamos
trama principal, por 10 que fue conveniente eliminar algunos. Acortamos la primera parte con un final in crescendo: una escena con mucho movi-
las escenas en que aparece el Rey con su séquito hablando de asuntos miento en la que el Comendador huye con su orgullo herido, y comienza
ajenos al tema de la obra, y dejamos únicamente aquellas escenas que la segunda parte con un ritmo muy distinto, con Peribáñez regresando
cumplen la función que el monarca tenía asignada en el teatro del Siglo a Ocaña, lleno de tristeza por sus celos, acompañado de Antón. Desde
de Oro: restablecer el equilibrio roto. En consecuencia, se suprimieron aquí todos los acontecimientos irán encadenados hasta llegar al desen-
las escenas XIX y XX del primer acto (en Toledo, el Rey, un Condestable lace, violento primero, y de justicia poética después (que aplican los
y dos regidores mantienen una conversación que complica innecesaria- monarcas restableciendo el orden).
mente la escenificación). Otro tanto sucede con las escenas finales ,
donde algunos fragmentos retardan la aparición de Casilda y Peribáñez 2.6.2. Los personajes
ante el Rey, que es 10 que interesa dramáticamente.
Otros motivos me llevaron a suprimir dos escenas que protago- Los personajes deben definirse como tales por sus acciones en
nizan el Comendador y Leonardo. En la primera de ellas, la III del los conflictos en que están inmersos, siendo sus deseos profundos los
segundo acto, don Fadrique narra a su criado cómo ha seguido hasta elementos guía que nos permiten comprender sus actos. Veamos a con-
Toledo a Casilda para encargar un retrato suyo, anécdota que se había tinuación algunos de los rasgos básicos de los personajes de esta obra.
dado a conocer con anterioridad. En la escena I, acto tercero, Leonardo Peribáñez y Casilda sufren una gran transformación a 10 largo
regresa de Toledo y resume al Comendador 10 que allí ha sucedido, en de la obra. Empiezan jóvenes y felices, en clave de fiesta y comedia, y ter-
setenta y cinco versos en los que se nombra a los nobles que han acudido minan con la juventud perdida, endurecidos, en clave de tragedia. Inés
a rendir honores a su majestad, e incluso a un tal Periáñez que el propio y Luján son dos personajes celestinescos, desajustados socialmente,

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egoístas y vividores, a los que Lope hará pagar con su vida sus conduc-
tas innobles. 2.6.3. El espacio y el tiempo
En el Comendador vemos un personaje dual. Es un ser refinado
y exquisito que compone versos, pero también un militar acostumbrado La obra presenta dificultades espaciales ya que la movilidad de
a utilizar la fuerza para lograr sus objetivos; es una persona consciente los personajes tiene en ocasiones un cierto aire cinematográfico. Algunas
de que su locura le llevará a la perdición, pero es asimismo un hombre de esas dificultades quedarían resueltas eliminando espacios o bien pres-
primitivo incapaz de dominar sus instintos y está dispuesto a conseguir cindiendo de pasajes gratuitos. Creí oportuno situar un segundo nivel en
sus deseos por encima de cualquier otra consideración. Esta ambivalencia el espacio escénico (pasarela o altura al fondo), que permitiera realizar
le permite recitar un bello y lírico soneto en la escena XVIII del segundo las escenas con dos alturas. Crear todos los espacios que la obra señala
acto, después de haber fracasado en su intento de conseguir a Casilda sería muy difícil, y más aún los cambios constantes de escenario para
con engaños. En el Comendador quise mostrar un soldado, un hombre pasar de un lugar a otro, por ello decidí crear un espacio neutro, común
de acción, y un mundo antagónico al de Peribáñez: el azadón de éste repre- y sugerente, y sacar los elementos mínimos para identificar cada lugar
senta la paz, la espada de aquél, la guerra y la violencia. El Comendador donde transcurre la acción. Para las escenas de grupos, al aire libre, pensé
se siente un militar, y piensa y actúa como tal. Es jefe de un ejército que la solución sería colocar una transparencia al fondo que nos dé una
profesional, que consigue su situación social por medio de sus victorias. idea de lo que pasa a lo lejos: desfile real y procesión en Toledo, tropas
Pero las normas que rigen en la guerra son diferentes a las que regulan que van a la guerra de labradores e hidalgos en Ocaña, etc. Distinguimos,
la paz, y su error trágico es no saber distinguirlas. Por eso situé las escenas con algunos elementos, oposiciones esenciales para el transcurso de la
que transcurrían en su casa en su sala de armas, para que la violencia, acción: exterior-interior, casa de Peribáñez-palacio del Comendador,
y los símbolos militares, invadieran todos los aspectos de su vida. día-noche, Ocaña-Toledo, etc. Temporalmente, la obra transcurre en un
En cuanto a los campesinos, procuré potenciar con imágenes mes o mes y medio. No obstante, por el desarrollo vertiginoso y con-
escénicas lo que Lope propone en su texto: dar categoría poética a la centrado de la acción da la sensación de pasar en muy pocos días.
vida de estos seres sencillos. Son personajes llenos de dignidad, incluso Aunque Lope no respeta la unidad de tiempo, sí que da la sensación de
en los momentos en que hablan de cosas cotidianas: el vino, las aceitu- tiempo verosímil para la realización de la trama. Esta precipitación
nas, su trigo, la cofradía, etc., con viejos ritos de la sociedad agraria, que temporal aparente fue potenciada en la puesta en escena, con lo que se
dan una atmósfera mágica y popular que hay que recrear en escena. creó un clima y un ritmo determinado, más pausado y festivo al
Consideré necesario suprimir algún personaje del largo reparto comienzo, y más urgente, intenso y trágico según nos vamos acercando
de Lope. Una obra de teatro es una totalidad y es imposible incidir al final.
sobre uno de sus aspectos sin modificar el resto. Al suprimir varias
acciones, desaparecen algunos personajes que aparecían en ellas y que 2.6.4- El lenguaje
no nos parecen necesarios: dos regidores de Toledo, un secretario, un
paje real, algún criado, labradores... Otro de los elementos constitutivos básicos de una obra teatral
Los personajes de Belardo y el Cura fueron alargados con los tex- es su lenguaje, que, además, en una como la que estamos analizando se
tos de algún labrador suprimido. Tanto Belardo, por ser el alter ego de da en una modalidad determinada: el verso barroco.
Lope, como el Cura, por su condición de gracioso, son imprescindibles, Hay un eterno debate sobre cómo debe decirse el verso de una
y es bueno que tengan un mayor desarrollo. obra clásica. Mi punto de vista es que el verso no debe ser dicho o recita-
do, sino interpretado, es decir, incorporado por el actor en su personaje
y situación. No hay que tratar de declamar o cantar los versos como se
hacía en gran parte del siglo pasado (y su eco a veces ha llegado hasta
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nosotros), enfatizando su rengloneo, rimas y pausas versales, con un y, en cuantas cosas trataban,
sentido neorromántico y decimonónico. me dieron primero voto,
No hay que sumergirse en lo falso ni en lo convencional de otras y traje seis años vara.
épocas. No hay que tener miedo a ser creadores de hoy para público de Caseme con la que ves,
hoy. El actor ha de ser auténtico y natural, conocer las metas y deseos también limpia, aunque villana;
de su personaje, y luchar por las cosas que dan sentido a su vida, dentro virtüosa, si la ha visto
la envidia unida a la Fama.
de la ficción. Tiene que descubrir en el proceso de ensayos que la mejor
El Comendador Fadrique,
forma para expresar lo que le sucede a su personaje en cada momento
de vuesa villa de Ocaña
son los versos del autor, que éstos aportan el texto y subtexto que su señor y comendador,
situación necesita y la magia y el misterio de la belleza. Peribáñez tiene dio, como dueño, en amarla.
momentos en los que los versos de Lope alcanzan una perfección suma. Fingiendo que por servicios,
La tarea del actor, del director y de todo el equipo, es transmitir esa honró mis humildes casas
belleza para que se visualice y viva dentro de la dimensión artística del de unos reposteros, que eran
escenario. cubiertos de tales cargas.
Esta fue, a grandes rasgos, mi visión de Peribáñez y el Comendador Diome un par de mulas buenas,
deOcaña. Mi intención, como director, fue llevar a cabo una viva, palpi- mas no tan buenas que sacan
tante y encarnada puesta en escena en el presente, y que, a la vez, fuera este carro de mi honra
una lectura respetuosa con la obra de Lope, que mantuviera su mensaje de los lodos de mi infamia.
Con esto intentó una noche,
ético y estético, así como sus principales valores.
que ausente de Ocaña estaba,
forzar mi mujer, más fuése
con la esperanza burlada.
2.7. Una escena dramática Vine yo, súpelo todo,
y de las paredes bajas
quité las telas, que al toro
Veamos a continuación, a modo de ejemplo, una escena en la que pudieran servir de capa.
se manifiestan muchos de los aspectos señalados en este capítulo: el mo- Advertí mejor su intento;
mas llamóme una mañana
nólogo final de la obra a que nos estamos refiriendo (en la versión que
y díjome que tenía
realizó José María Díez Borque para mi puesta en escena, que comen-
de Vuestras Altezas cartas,
taremos en el capítulo ocho de la segunda parte): Peribáñez y elComendador para que con gente alguna
deOcaña. El primero de estos dos personajes narra a los reyes, en el desen- le sirviese esta jornada;
lace de la obra, los dramáticos acontecimientos ocurridos, y lo que estos en fin, de cien labradores
han supuesto para él y su joven mujer Casilda: me dio la valiente escuadra.
Con nombre de capitán
PERIBÁÑEZ.- Yo soy un hombre, salí con ellos de Ocaña;
aunque de villana casta, y como vi que de noche
limpio de sangre, y jamás era mi deshonra clara,
de hebrea o mora manchada. en una yegua a las diez,
Fui el mejor de mis iguales, de vuelta en mi casa estaba:
rotas allí hallé mis puertas D'AMICO, Silvio, Historia delteatro universal, Buenos Aires, Ed. Losada, 1954.
y mi mujer destocada, HAUSER, Arnold, Introducción a la historia delarte, Madrid, Ed. Guadarrama,
como corderilla simple 196 1.
que está del lobo en las garras.
HORACIO, Obras completas, Barcelona, Ed. Planeta, 1986.
Dio voces, llegué, saqué
la misma daga y espada HOWARD LAWSON,]ohn, Teoría y técnica dela escritura deobras teatrales, Ma-
que ceñí para servirte, drid, Ed. ADE, 1995.
no para tan triste hazaña; LÉVI-STRAUSS, Claude, Arte, lenguaje, y etnología, México, Ed. Siglo XXI,
paséle el pecho, y entonces 1968.
dejó la cordera blanca, LOPE DE VEGA, Peribáñez y el Comendador de Ocaña, Madrid, Espasa-Calpe,
porque yo, como pastor, 1995·
supe del lobo quitarla. MÜLLER, Heiner, Teatro escogido, Madrid, Ed. Primer Acto/Colección Drama,
Vine a Toledo, y hallé
199°·
que por mi cabeza daban
PAVIS, Patrice, Diccionario delteatro, Barcelona, Ed. Paidós, 1984.
mil escudos; y así quise
que mi Casilda me traiga. SHAKESPEARE,Williams, Obras completas, Madrid, Ed. Aguilar, 1966.
Hazle esta merced, señor; STANISLAVSKI, Constantin, Obras completas, Buenos Aires, Ed. Quetzal, 1977-
que es quien agora la gana, VOLTAIRE (Francois-Marie Arouet), Cándido o el optimismo, Madrid, Ed.
porque viuda de mí, Edad,1963·
no pierda prenda tan alta.

Bibliografía

ALONSO DE SANTOS,]osé Luis, La escritura dramática, Madrid, Casta-


lia, 1998.
ARISTÓTELES, Poética, Madrid, Ed. Gredos, 1974.
BARTHES, Ronald, Histoire des spectacles, París, Ed. Gallimard, 1965.
BENTLEY, Eric, La vida deldrama, Barcelona, Ed. Paidós, 1982. -~
CUADERNO DE TEATRO CLÁSICOn.o32,Peribáñez y elComendador deOcaña,
eN.T.e, 2002.

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