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Crítica al Empirismo

Adriana Epiayu, Andrea Aguirre y Yaqueline Mojica Álvarez.

Facultad de Humanidades y Ciencias Religiosas, Fundación Universitaria Claretiana

Escuelas de Pensamiento en Trabajo Social

Prof. Lizeth Johana Giraldo

29 de octubre de 2021
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Introducción

Demostrar un conocimiento acerca de las críticas referidas al positivismo es un aspecto fácil de

comprenderse desde la cotidianidad, pero se dificulta sostener y captar las ideas críticas del autor

Habermas (1988) en la primera lectura que se realice de sus textos. Es por lo anterior, que a partir del

siguiente ensayo se pretende pedagógicamente, evidenciar lo que a lenguaje ordinario se comprende

acerca de una de sus cuatro críticas principales hacia el positivismo, es decir, la crítica al empirismo sobre

la mediación en el saber.

En relación a ello, se expone, se asume y se deduce que “No existe un saber no mediado” o una teoría o

razón pura, ni tampoco se valida en modo totalizante la experiencia externa y la comprobación de lo que

se observa como modo de conocer la realidad. Para comprender el Subcapítulo I. Crítica del Empirismo

del libro “La Lógica de las Ciencias Sociales” de Juergüen Habermas (1988), analizamos los siguientes

aspectos:
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Crítica al Empirismo

Citando a Habermas, en referencia a su contrargumentación contra el papel metodológico de las

experiencias en las ciencias empírico analíticas que sólo permiten las experiencias sensibles con

observación sistemática y e hipótesis comprobables, Habermas (1988), sugiere que no hay posibilidad de

genuidad experiencial evidente e inmediata puesto que, dicho en sus propias palabras, “Los datos

experimentales son interpretaciones en el marco de teorías previas; y por tanto también ellos comparten

el carácter hipotético de aquéllas” p. 48; lo que hace decir entonces que todo viene preformado y

predeterminado por algo.

En la anterior contrargumentación referente a que la verdad es dada por los sentidos, nos

permitimos acompañar a Habermas en su crítica, ya que en sí, siempre hay una noción previa que permite

disponer las conciencias en los procesos del saber, incluso, como trabajadoras sociales de distintas

regiones y culturas, creemos que lo que no captamos con los sentidos pero se siente y se piensa y es

materializado, esto ya es otra verdad para muchos (aunque para otros no, incluso las ideologías enfoques,

creencias, edades, culturas, vivencias y contextos influyen en la creación de teorías y a la vez son fuentes

de conocimiento).

Vemos también en la cotidianidad lo que afirma Popper (citado por Habermas (1988), que todo

saber se reduce a opiniones y conjeturas luego comprobadas, pero la crítica es que, aun así, sigue siendo

presunciones; en donde el pensamiento puro, la tradición y la experiencia sensible carece de autoridad

por su no inmediatez en la evidencia y porque el saber no es seguro en su origen. De hecho, vemos en la

sociedad actual que muchas teorías son tomadas relativamente, según cada criterios personales o

sociales.
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Continuando con nuestra exposición, rescatamos de la crítica de Habermas (1988) hacia el

empirismo que la validez de los enunciados no depende de una autoridad de los sentidos o de las

experiencias que con estos se tengan ya que siempre habrá intermediarios.

Por otra parte, para nosotras la experiencia es algo que atañe una descripción incompleta pues

no es lo mismo hacer una experiencia y luego contarla; puede que sea verdadero más en la descripción

no hay exactitud de hechos así como tampoco se repiten tal cual las mismas experiencias, todo cambia o

se desarrolla en dependencia de algo, en pocas palabras, como afirma Adorno (citado por Habermas,

1988), no existe un saber no mediado y aunque haya en la realidad experiencias sensibles comprobadas

estás no deberían ser las últimas ni únicas experiencias válidas.

Comprendemos la postura de Habermas en defensa de la reflexión, la interpretación y las

deducciones personales que también aportan a entender la realidad; así como el hombre no es perfecto

en su integridad, la epistemología y las escuelas de pensamiento que apoyan a varias carreras

profesionales tampoco lo son, sin embargo, son de gran ayuda en la medida en que se manejen con

equilibrio, criticidad, reflexión, cautela y practicidad a la vez.

Asumimos desde esta crítica, que ninguna verdad o teoría es pura, siempre y por naturaleza hay

una mediación en el saber y el conocer y que, aunque si el positivismo aporta de gran manera a las Ciencias

Sociales, este va complementado por otra clase de experiencias que la misma sociedad a través de la

historia ha tenido y ha fundamentado como enfoques para entender la realidad. Pues, aunque sí en las

Ciencias exactas lo falso es falso, desde nuestro punto de vista en las ciencias sociales, que estudia los

comportamientos sociales, se puede categorizar ciertas cosas no como falsas, si no como otro estilo o

modo de ver la realidad.


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Conclusión

De lo expuesto anteriormente, se deduce que, como Trabajadores sociales damos cabida a lo referenciado

por Habermas sobre la intromisión de las percepciones humanas en el conocimiento y la lectura de la

realidad, esto no es del todo negativo ya que complementa los saberes rigurosos, siempre y cuando haya

objetividad en conjunto, desde las universidades y la academia. Esta validación se da con el fin de valorar

el conocimiento étnico, ancestral, del pueblo, del campesino, del joven estudiante y de todo aquel que

desde lo que vive, desde la educación recibida, desde lo que anhela, cree, sufre, piensa y siente

experimenta para sí y se vuelve un objeto de valor, aunque muchos otros -incluso científicos- no lo

asimilen o comprendan.

Así mismo, el empirismo, aunque si es una corriente fundamental para objetivar nuestra profesión, está

va a estar siempre acompañada de interpretaciones formales y criterios contextuales, pugnando con ello

las verdades últimas que se dicen haber en un enunciado ya que todo depende de según cómo se visualice,

se piense o se experimente la realidad, se forma determinadas verdades y no necesariamente una verdad

universalizada, científica, pura o legimitizada.


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Bibliografía
Habermas, J. (1988). La lógica de las Ciencias Sociales. Madrid, España: Tecnos, pp. 45-70.

https://epistemologiauv.files.wordpress.com/2014/08/64849213- habermas-jurgen-1967-la-

logica-de-las-ciencias-sociales-130217190311- phpapp02.pd

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