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CAMINOS, Programas Por La PAZ
CAMINOS, Programas Por La PAZ
ISBN:
Bogotá, Colombia
Marzo de 2007
Director Cinep
Alejandro Angulo S.J.
Coordinación editorial
Carolina Tejada B.
Agradecimientos especiales a
Aura Patricia Orozco
Vilma Gómez
Roberto Rueda
Diseño y Diagramación
PENSÀ / Diseño editorial
imagologo@yahoo.com
PROGRAMA
POR LA PAZ
cinep
Apostaremos
por lo germinal
con toda la verdad
de un amor
que se derrama
como el agua,
que no pregunta
cómo crecerá la planta,
ni exige
una altura a tiempo fijo,
ni impone
una dirección precisa,
ni urge
los frutos más temprano
compitiendo,
mirando de soslayo Apostaremos como el agua
los otros árboles que confía
del huerto en el poder de la semilla,
que crecen a su lado. en el sol
que guía el tallo
en su estatura,
y en la tierra
que la nutre sin descanso.
Apostaremos
por lo germinal
como Tú,
como el agua
de la Vida.
Esperamos que este texto más allá de las palabras nos permita seguir siendo
espíritu que en medio de las dificultades, de los aciertos o desaciertos apuesta
por la paz.
Trabajar por la paz, alcanzar la paz, crear condiciones para que la paz sea posible. He ahí
el centro en torno al cual se realizan acciones de toda índole al servicio de los procesos
que buscan el afianzamiento de la Paz como cultura en Colombia.
11
El grupo de mujeres y hombres que constituimos el Programa
por la Paz nos hemos ido sumergiendo paulatinamente en todas
estas lecturas y reflexiones. Buscamos claridad y habilidad en
el manejo de instrumentos teóricos y prácticos para
desencadenar y acompañar los procesos de hombres y mujeres
ciudadanas comprometidas con la Paz. Nuestro punto de
referencia fundamental ha sido el contacto directo con los
conflictos, con las víctimas de la guerra, con los
comportamientos sociales injustos, excluyentes, violentos y
con la lucha de tantas comunidades por superar el dolor, la
postración causada por la tristeza, el odio y el deseo de
venganza. Allí hemos descubierto que hay una dimensión
fundamental donde se gestan todos los procesos sociales,
políticos, económicos, psicosociales: la dimensión subjetiva.
Ese lugar del ser humano que puede denominarse el Interior,
la Espiritualidad, el Alma.
Las verdades espirituales no pueden estar separadas de las realidades sociales. Muchos
profetas y sabios reflexionaron sobre la condición humana y el estado de la sociedad,
para descubrir las respuestas a los asuntos vitales de la vida, de la muerte y del futuro
de este mundo. Fueron guiados por la divina inspiración y los axiomas morales que
enseñaron a la gente frecuentemente referidos a los retos eternos de la vida. Es evidente
que para profetas y sabios la semilla de la espiritualidad sólo se puede nutrir en el seno
12
de la sociedad. Es la vida con sus triunfos y tragedias, sus alegrías y penas, la que
invariablemente revela la luz de Dios.
Buda, por ejemplo, fue profundamente movido por el sufrimiento. El código ético de
Confucio, se formuló en una era problemática y turbulenta, caracterizada por el caos
moral. Igualmente los profetas de la tradición Judía lucharon contra la tiranía y la opresión,
y buscaron dar a la gente una visión alternativa de la vida fundamentada en la creencia
de Dios. Jesucristo denunció la codicia y la soberbia que se habían devorado la fibra
moral de la sociedad de su tiempo. Sintió que el remedio descansaba en establecer
claramente las bases espirituales de la existencia humana mediante el contacto con
Dios, fuente de vida, tronco del árbol1 del cual forman parte las ramas que somos los
seres humanos, del que tomamos la vida para crecer, florecer y dar los frutos del
espíritu: “amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre
y temperancia”2, frutos fundamentales para hacer viables la vida y la convivencia sobre
1
Juan 15
2
Gálatas 4, 22
13
la tierra. Es una visión de la transformación del ser humano que insiste en la calidad de
la vida después del nacimiento, de la que depende la vida después de la muerte.
Las tradiciones espirituales insisten, pues, en que todo proceso social se inicia adentro,
recuperando y desarrollando el potencial de humanidad de hombres y mujeres, para que
cumplan responsablemente con su misión, en comunidad y en los contextos en los que
les toca vivir.
Nuestro trabajo por la paz ha incorporado la atención prioritaria (no única), a los procesos
mediante los cuales por diversas experiencias nos volvemos más plenamente presentes,
estamos más conectados con nosotros y nosotras mismas y con el mundo que nos
rodea, que es cuando nos ponemos en contacto con la calidez, la inocencia, la gratitud,
14
la pasión, la amabilidad, la espontaneidad, la autenticidad, la confianza, la belleza, la
admiración, la franqueza, el gozo, la afirmación, la generosidad, la integridad, el poder.
Nuestra cultura nos enseña muchísimo sobre tener y hacer, pero muy poco sobre esta
clase de ser.
Cuando sentimos el impulso de conectar con lo que es más real dentro de nosotros y
nosotras mismas, conectamos con el Alma. Para hacer contacto con ella tenemos que
retroceder desde la superficie, avanzar en el interior profundamente y entrar.
En lo más hondo de nuestro ser está la Fuente de toda realización en la vida: la viveza
y presencia esenciales en el núcleo de nuestra naturaleza, cuya gran belleza y abundancia
están descritas en ciertas tradiciones espirituales como una “gema de la realización de
los deseos” o “joya de incalculable valor”3.
Ser simplemente nosotros y nosotras mismas, ser verdaderos, es estar en contacto con
el Alma. Es estar en contacto con nuestro ser primordial, que es aquello que está en,
alrededor de, detrás de y entre todos nuestros particulares pensamientos y experiencias.
Se llama nuestra verdadera naturaleza, nuestro hogar base, también yo esencial o
espíritu sagrado.
Vivir es aprender a ponernos en contacto con el corazón de la vida, en contraste con las
vías indirectas por las que normalmente nos relacionamos con las cosas: a través de la
actividad mental y la reactividad emocional. Ese lugar interior es el único lugar verdadero
y fidedigno que podemos encontrar en esta tierra.
3
Mateo 13, 44-46).
15
Trabajamos por la recuperación psicosocial de las víctimas de la guerra, por la formación
de ciudadanos y ciudadanas concientes, responsables, éticas, competentes; por la
organización y la participación en el ámbito público donde se toman las decisiones que
afectan a la comunidad, por las alternativas de la comunicación en la construcción de
nuevas imágenes del mundo, pero nunca perdemos de vista esta dimensión, lo que hará
que nunca sean víctimas del sistema y el entorno social que puede matarles el alma y
convertirlos y convertirlas en agentes codiciosos, soberbios y vengativos que están
dispuestos a combatir y eliminar a quienes son diferentes o a quienes son considerados
rivales o enemigos por razones económicas, políticas, culturales, religiosas o étnicas.
En el trabajo permanente que tenemos que hacer para aprender a vivir de manera
auténticamente humana, tenemos que aprender a utilizar las diferentes formas de
nutrir el Alma. Se trata de diferentes prácticas espirituales: silencio, meditación, oración,
lectura de los textos sabiduría, celebración de la vida en los diferentes rituales del alma,
decisión de aceptar hacer parte responsable y comprometida de la sociedad y del
universo y tener claro que hay que hacer contacto con esa dimensión de la Trascendencia
que es interior a nosotros, a nosotras y a todo lo que nos rodea y que es la fuente del ser
y del actuar, que no es patrimonio de ninguna creencia ni de ninguna religión, sino de
la humanidad por el solo hecho de ser humana.
Tal manera de considerar al ser humano y su espiritualidad puede estar vinculada a una
forma religiosa, pero es indispensable que cualquier pertenencia y práctica religiosa
tenga presente qué es aquello que le da sentido y es su origen: esta experiencia
profunda de la existencia4. Desde este lugar es desde donde el Programa por la Paz
alimenta su acción e invita a otros y otras a unirse en el empeño de aprender a ser
humanos.
4
Cfr. John Welwood, Amar y Despertar, ed. Obelisco.
16
MANOS
Q U E T R A B A J A N P O R LA P A Z
visiones
17
18
MANOS
y visiones
Q U E T R A B A J A N P O R LA P A Z
19
2
Esta información es tomada Desde allí y hasta el momento han transcurrido dos planes trienales a
de la ficha elaborada por
Andrés Acosta y Gladys
nivel institucional, 2001 a 2003 y 2004 a 2006, en donde se han desarrolla-
Rivera, en la primera fase del do diferentes apuestas en el campo de la educación para la paz, la opinión
proceso de sistematización pública y la organización de la sociedad civil. El universo de acción y el
del 2004. número de proyectos ha sido bastante amplio siendo necesario para esta
sistematización delimitar y seleccionar las propuestas a tenerse en cuenta.
1 Escuela de Paz y ALIANZA: Secretariado Nacional de Pas- Agentes de pas- En 20013 Provincia Educación para la
Convivencia toral Social, Pontificia Universidad Javeriana toral: Obispos, Eclesial de Tolima paz y organiza-
(Antes Escuela Móvil de – Instituto Pensar. Clero, Religiosos y Grande, 2002 Arquidió- ción de la socie-
Derechos Humanos). Se ha buscado fortalecer la acción pasto- Religiosas y Lai- cesis de Bogotá, 2003 dad civil.
1997 a la fecha. ral de la Iglesia desde un proceso formati- cos/as. Provincia Eclesiástica de
vo y de organización que abre las puertas Manizales, 2004
a la participación y a la acción, haciendo Provincia Eclesiástica de
de la Iglesia un actor determinante en la Barranquilla, 2005
construcción de una cultura de paz. Provincia Eclesial de
Cartagena, 2006
Regional centro.
2 Red Diocesana de ALIANZA: Diócesis de Duitama-Sogamoso. Docentes de ins- Diócesis de Duitama - Educación para la
Educadores por los Se consolidó una red de docentes que a tituciones educa- Sogamoso: paz y organiza-
Derechos Humanos y través de su propia formación y de la lec- tivas oficiales. 26 municipios. ción de la socie-
la Paz tura crítica de su realidad generaron pro- dad civil (red).
1998 a 2001 yectos de formación para la construcción
de una cultura de paz y convivencia demo-
crática.
3
Ver al final del cuadro
20
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA
3 Organizaciones de ALIANZA: Parroquia de San Pablo. Pescadores San Pablo Educación para la
Pescadores de San A través de procesos educativos se forta- (Sur de Bolívar) paz y organiza-
Pablo lecieron organizaciones de pescadores, ción de la socie-
1998 a 2003 quienes han asumido su papel en el desa- dad civil.
rrollo y construcción de la paz de la región.
4 Casa de la Paz ALIANZA: Casa de la Paz perteneciente Comunidad de Cali Educación para la
1999 a 2001 a la Parroquia San Ignacio de Loyola. Terrón Colorado. paz y organiza-
Gracias al encuentro y a la reflexión con- ción de la socie-
junta un grupo de docentes de institucio- dad civil.
nes educativas oficiales de este sector de
la ciudad han desarrollado propuestas pe-
dagógicas en Derechos Humanos.
5 Desarrollo Rural y ALIANZA: Vicaría del Sur. Caquetá. Campesinos/as Albania (Caquetá) Educación para la
Derechos Humanos Con organizaciones campesinas se realizó paz y organiza-
1999 - 2001 un proceso formativo tendiente a su forta- ción de la socie-
lecimiento desde la solidaridad, la coope- dad civil.
ración y el respeto a los derechos huma-
nos; generando alternativas de resistencia
noviolenta frente a la guerra.
6 Habilidades para la Se cuenta con una estructura pedagógica Personas vincula- Nacional Educación para la
Construcción de la que favorece el desarrollo de habilidades das a los proyec- paz
Paz psicosociales en la relación consigo mis- tos acompañados
2000 a la fecha. mo/a, con las personas cercanas y en lo por el Programa
colectivo, fundamentales en la transfor- por la Paz.
mación de la cultura.
7 Semana por la Paz: Se han diseñado diferentes materiales Heterogénea Nacional Educación para la
Materiales Pedagógicos. lúdico - pedagógicos de amplia difusión paz
2001 a 2005 (Juguémonosla por Colombia, Chachafruto
batalla o trueque, La leyenda del pantano,
Songo-sorongo), que sirven de camino
metodológico para la reflexión con grupos
en torno a las temáticas propuestas por la
Semana por la Paz.
21
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA
8 Educación para la ALIANZA: Asociación de Colegios Jesui- Rectores y Docen- 10 colegios ubicados en: Educación para la
paz en los Colegios tas de Colombia – ACODESI. tes de los colegios Barranquilla, Medellín, paz
Jesuitas de Colombia Se acompañó a ACODESI en el proceso de de ACODESI Manizales,
- ACODESI articulación de la propuesta educativa para la Bucaramanga, Cali,
2000 a 2006 construcción de una propuesta en educación Pasto y Bogotá.
para la paz acorde a la Formación Integral.
9 Jóvenes ALIANZA: Parroquia de San Pablo. Jóvenes San Pablo Educación para la
por San Pablo Se creó un espacio de encuentro juvenil (Sur de Bolívar) paz y organiza-
2001 a 2003 para el desarrollo de actividades que de ción de la socie-
acuerdo a sus intereses se fueron centran- dad civil.
do en el lenguaje audiovisual. A través de
éste se afianzan lazos de solidaridad y
cooperación en la construcción de la paz.
11 Emisoras Comunita- ALIANZA: Instituto Mayor Campesino I.M.C.A. Promotores/as Municipios de Buga, Opinión Pública
rias y Promotores Se desarrolló un proceso de formación a locales y Restrepo y Riofrío del
Locales de Opinión promotores/as locales como generadores comunicadores Valle del Cauca.
Pública Favorable a de opinión pública, y personas vinculadas a de medios
la Paz medios comunitarios buscando construir comunitarios.
2002 a 2003 una propuesta de comunicación para las
comunidades de la región.
12 Diplomado ALIANZA: Corporación Medios para la Paz Periodistas Hasta este momento se Opinión Pública
«Periodismo Res- y Pontificia Universidad Javeriana. ha realizado en Medellín,
ponsable en el Con- Se cuenta con una propuesta de forma- Cali, Barrancabermeja y
flicto Armado» ción para la cualificación de la producción Bogotá.
2002 a la fecha periodística en donde se da la recolección
y análisis de textos periodísticos, el enri-
quecimiento del ejercicio periodístico a tra-
vés de nuevas herramientas y el fortaleci-
miento de la reflexión ética ante la función
del periodista en la sociedad.
22
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA
13 Habilidades ALIANZA: Fe y Alegría Eje Cafetero, Instituciones Edu- Manizales y Regional Educación para la
para la Vida Costa Norte. cativas de Fe y Costa Norte (Barranqui- Paz
2002 a 2004 Se acompañó el proceso de implementa- Alegría lla, Cartagena, Isla Barú,
ción de la propuesta diseñada por Fe y Berástegui y Tierralta)
Alegría Nacional, Habilidades para la Vida.
Se brindaron algunos elementos para su
mejoramiento a través de las herramien-
tas diseñadas por el Programa por la Paz.
14 Colectivo Nacional ALIANZA: Corporación Universitaria Mi- Personas com- Nacional Organización de
por la Noviolencia: nuto de Dios, Benposta Nación de Mucha- prometidas con la la Sociedad Civil
Aquí Estoy País. chos, Pontificia Universidad Javeriana, noviolencia: aca-
2003 a la fecha. Ficonpaz para la coordinación de activida- démicos, repre-
des centrales. sentantes de or-
Se ha participado en el proceso que busca ganizaciones, po-
construir un movimiento nacional por la blación de base,
Noviolencia, desde el desarrollo de proce- pastoral social,
sos regionales alternativos a la guerra y a etc.
las violencias existentes.
3
Para cada año se acuerda con la Iglesia la zona donde se realizará la Escuela de Paz y Convivencia, que desde su inicio
han sido: en 1997 la Provincia Eclesiástica de Popayán (Arquidiócesis de Popayán, Diócesis de Pasto, Ipiales, Tierradentro
y el Vicariato apostólico de Mocoa - Sibundoy), en 1998 la Provincia Eclesiástica de Medellín (Arquidiócesis de Medellín,
Diócesis de Girardota, Caldas, Sonsón - Rionegro, Jericó) y la Provincia Eclesiástica de Santafé de Antioquia (Arquidiócesis
de Santafé de Antioquia, Diócesis de Santa Rosa de Osos, Apartadó y Quibdó), en 1999 la Provincia Eclesial de Cali
(Arquidiócesis de Cali, Diócesis de Buga, Palmira y Buenaventura), en 2000 la Provincia Eclesial de Nueva Pamplona
(Arquidiócesis de Pamplona, Diócesis de Cúcuta, Arauca, Ocaña y Tibú), en 2001 Provincia Eclesial de Tolima Grande
(Diócesis de Garzón, Espinal, Líbano-Honda, Neiva y el Vicariato apostólico de San Vicente-Puerto Leguízamo), 2002
Arquidiócesis de Bogotá, 2003 Provincia Eclesiástica de Manizales (Arquidiócesis de Manizales, Diócesis de Pereira,
Armenia, y Cartago de la Provincia Eclesial del Valle), 2004 Provincia Eclesiástica de Barranquilla (Arquidiócesis de
Barranquilla, Diócesis de Santa Marta, Riohacha, Valledupar y Vicariato Apostólico de San Andrés), 2005 Provincia
Eclesial de Cartagena (Arq. de Cartagena, Diócesis de Magangué, Montelíbano, Sincelejo y Montería), 2006 Regional
Centro (Arquidiócesis de Tunja y Diócesis de Chiquinquirá, Duitama-Sogamoso y Garagoa).
23
El permanente diálogo establecido entre la
revisión de las experiencias, las percepciones y LOS APRENDIZAJES
aportes de las personas con las que trabajamos
y la reflexión con el equipo del Programa por la
Paz permitieron construir una serie de aprendi-
INSTITUCIONALES
zajes que queremos compartir a continuación.
Estos se estructuran en cuatro grandes temas:
Los aprendizajes institucionales, La acción
educativa, Experiencias para la paz y Estrate-
gias para la paz.
Trabajar por la paz en un contexto como el Por esto uno de los principales aprendizajes está
colombiano implica la revisión permanente de las dado por una manera de actuar y de estar en las re-
maneras de “ser y hacer” como organización siem- giones, siempre tratando de dar primacía a las perso-
pre buscando responder a los retos de la interven- nas, a la dimensión subjetiva, partiendo de la histo-
ción social. ria y de la singularidad, favoreciendo la construcción
de lazos sólidos, puerta de entrada para la transfor-
Trabajamos en un mundo complejo, en donde no mación de determinadas dinámicas sociales.
existe una relación lineal causa – efecto que permita
garantizar que una acción va a generar un determina- Unido a lo anterior está el establecimiento de
do resultado; sin embargo, es necesario encontrar las “alianzas”, hacer de la paz parte de la cultura ante
maneras de desatar procesos desde las personas sus- todo implica el encuentro y la acción conjunta. Sin
tentados en la construcción de nuevas manera de ser embargo, debemos reconocer que existen formas de
y de vivir. Se trata de hacer sinergia entre nuestra estar con los/as otros/as que permiten una interven-
búsqueda y su deseo, entre la elaboración de un saber ción más profunda y sostenible. La existencia de
y la visión de un horizonte común: el de un país más sintonía en las apuestas éticas, en el tipo de compro-
justo y equitativo, que reconozca en la diferencia po- miso y en los caminos que es necesario recorrer para
sibilidad para lo nuevo. la construcción de la paz parece ser fundamental.
24
Esto no quiere decir que en la alianza todos/as estamos haciendo lo
mismo, sino que tenemos la capacidad de reconocer la importancia de lo
que cada quien está realizando, de alguna manera sentimos que la interven-
ción del otro/a es fundamental para el desarrollo de la propuesta de una
manera integral. Pero cuando alguna de las partes siente que la presencia
del otro/a puede ser suplida por su propia actuación y que no es necesaria,
las alianzas se enfrentan a una gran fragilidad.
25
nacionales e internacionales, pero aun debemos traducir estos materiales en
maneras particulares de actuar y de comprender nuestra intervención en
diferentes lugares. Sin duda, no podemos dejar de reconocer que algunos de
los avances se han derivado de la experiencia vivida con organizaciones de
mujeres en el Oriente Antioqueño y no es casual que en nuestro equipo
exista una mayor representación femenina.
La institución ambigüa
El 16 de noviembre de 2005 me nombraron director del Programa por la
Paz. Encontré un local, un equipo responsable de los proyectos, otro de la
administración y un Plan Trienal, buen instrumento para saber hacia dónde
dirigir los procesos de trabajo y negociar el apoyo económico con posibles
donantes.
En este nuevo lugar hemos culminado el plan trienal 2004 - 2006, una
unidad de tiempo que parece definir el ritmo en el que los objetivos de los
procesos sociales deben alcanzarse obligatoriamente y sus resultados e im-
pactos “medidos”, esos que en general sólo evalúa la historia.
26
Tensión entre Carisma e Institución
La tensión entre el sueño, la aspiración de una vida mejor para todas y
todos y la organización para canalizar los esfuerzos para alcanzarla, existe
desde el momento en que nos inventamos la institución. Ésta se puede
comparar con un bus al que los viajeros y viajeras resuelven subirse para
realizar el viaje hacia un destino común. Provechoso y al mismo tiempo
riesgoso. El provecho: hacer el recorrido juntos, juntas y de manera organi-
zada. El riesgo: que el vehículo sea tan demandante (mantenimiento,
jerarquías, reglamentos, procedimientos, informes, cuentas, proyectos),
que se olvide el viaje y el destino común. Una buena parte de energías
puede llegar a emplearse en la gestión (conseguir el dinero, administrar
y hacer informes).
27
4
Cfr. Edouard Pousset, Miremos más cerca esa tensión. Hoy contemplamos unos extraordi-
Lectures Théologiques selon
l’Evangile de Saint Marc,
narios logros, “fruto del esfuerzo de una formidable decisión de la hu-
Centre Sévres, Paris 1994 manidad para construir, mediante cálculo y gran esfuerzo, un mundo
humano a la medida de sus inmensas aspiraciones”4. Pero el trabajo en
procesos sociales y educativos tiene que ver mucho más con la actividad
del “agricultor que después de que ha trabajado y sembrado abandona el
grano, su esperanza, al juego de fuerzas que no dependen de él. Este
tiempo de desprendimiento total de la acción en relación con el resultado
que pretende, no tiene cabida en los cálculos y actividades del mundo
industrial”. En la acción social las variables tomadas en cuenta por los cál-
culos y acciones de nuestros proyectos son bastante menos que las que de
hecho intervienen en el éxito o fracaso de la misma. Nuestras planeaciones
tienen el peligro de reducirlas adaptando o forzando la realidad a modelos
más simples.
Cada árbol (ser
En el mundo industrial los objetos de deseo son tratados como cosas
humano) es la que se pueden alcanzar por medio de cálculos y acciones metódicas. Sin
revelación de un embargo no todo lo que desea el ser humano se presta a este tratamiento.
hábitat, cada uno y Muchas de las cosas que deseamos se siguen obteniendo por fuera de los
cada una de ellas circuitos de la planificación y de las decisiones de la voluntad organizado-
tiene ciudadanía en ra. En la búsqueda de soluciones a los problemas sociales hay una clara
un mundo específico. necesidad de creatividad y búsqueda de otras alternativas y de respetar la
naturaleza de los procesos que le son propios.
28
Nos hemos dedicado a buscar la paz para Colombia. Pero en la medida 5
Ruben Alves,
Conversas con quem gosta
en que nos hemos entregado a lo que nuestros cálculos y esfuerzos tenían de ensinar,
en la mira, en esa misma medida hemos visto esos esfuerzos y cálculos Cortez Editora, São Paulo,
golpeados poco a poco por la insignificancia. La Paz no es como terminar la 1991, pp. 11-15
construcción de una casa. La Evaluación de nuestro Plan Trienal no es el
balance de lo que falta aún al logro de nuestras metas, o la posibilidad de
terminar lo inacabado. Nos damos cuenta y reafirmamos que lo que parece
necesitar nuestra sociedad es aquello que supone un profundo cambio en
las disposiciones íntimas y en la conducta.
Se trata de educar
Estas mujeres y estos hombres del equipo, así como las mujeres y los
hombres con quienes trabajan poseen una cara, habitan un mundo en el que
lo que vale es la relación que los liga, siendo que cada persona es una
“entidad” sui generis, portadora de un nombre, también de una historia,
sufriendo tristezas y alimentando esperanzas. Y la educación para la Paz es
algo que acontece en este espacio invisible y denso, que se establece entre
dos. Espacio artesanal.
29
6
Alves, ibidem. nos pregunta qué somos, respondemos inevitablemente por lo que hace-
mos. Con esta revolución se instauró la posibilidad de gerenciar y adminis-
trar la personalidad, pues aquello que se hace y se produce, la función, es
susceptible de medida, de control, de racionalización. La persona práctica-
mente desaparece, reduciéndose a un punto imaginario en el que se amarran
varias funciones”6.
30
LA ACCIÓN
EDUCATIVA DEL
PROGRAMA POR LA
PAZ
En el quehacer del Programa por la Paz existe
un elemento en común, la acción educativa como
posibilidad de encuentro desde el compromiso
con la realidad, espacio para la construcción de
herramientas que favorezcan su transformación.
Diplomado “Cultura de Paz y Con-
La experiencia desarrollada en este campo nos vivencia” de la Escuela de Paz y
permite decir en este momento que contamos con Convivencia, realizado en articula-
propuestas pedagógicas que no sólo sirven de ción con el Secretariado Nacional
sustento a la intervención, sino que a la vez de Pastoral Social y el Instituto Pen-
inspiran la realización y re – creación de nuevos sar de la Pontificia Universidad
procesos. Javeriana. Se dirige a agentes de
pastoral (sacerdotes y laicos/as)
Partiremos de cinco (5) grandes procesos comprometidos en la construcción
formativos, que soportados en una serie de de una Iglesia participativa, cuen-
supuestos comunes han permitido responder a ta con 3 cartillas que recogen la
diferentes poblaciones y énfasis: experiencia.
31
Desarrollo de Habilidades para la Cons- Diplomado “Periodismo Responsable en el
trucción de la Paz, proceso formativo sus- Conflicto Armado” realizado en alianza
tentado en el desarrollo de habilidades con la Corporación Medios para la Paz y la
psicosociales, dirigido a representantes de facultad de Ciencias de la Comunicación y
diferentes organizaciones sociales, proce- el Lenguaje de la Pontificia Universidad
sos de Iglesia, instituciones educativas que Javeriana, en el que participan periodistas
se encuentran vinculados al trabajo por la de medios masivos y comunitarios que en
paz. Este proceso se encuentra sistemati- su ejercicio profesional deben narrar las
zado en 3 cartillas publicadas por el PPP noticias y situaciones vinculadas con el
con el apoyo solidario de la Fundación Santa conflicto armado. Este se ha realizado en
María. cuatro ciudades: Medellín, Cali, Barranca-
bermeja y Bogotá. Existe un libro que re-
Hacia una Pedagogía de la noviolencia, coge los principales aprendizajes de este
publicado en “El poder de la fragilidad: ex- proceso “Prensa, conflicto armado y re-
periencias en la senda de la noviolencia”. gión: Aprendizajes del diplomado Periodis-
Dirigido a todas aquellas personas que asu- mo Responsable en el Conflicto
men una opción por la noviolencia. Publi- Armado”publicado en el año 2006.
cación de “Aquí estoy país” con el apoyo
de Caritas Sverige, Diakonia, Fundación San- Más que entrar a describir cada uno de los mate-
ta María, Cordaid, Uniminuto y Programa riales y las estructuras propuestas para el trabajo, se
por la Paz. 2003. expondrán los elementos comunes que sustentan la
acción pedagógica y que le permiten ajustarse a los
Proceso de sensibilización zonal sobre contextos y escenarios donde se desarrolla; evidente-
“Reconciliación desde la perspectiva de mente son diferentes los lenguajes y las maneras como
la noviolencia”. Proyecto ético - político se llevan a la acción cada una de las apuestas pero
para el Oriente Antioqueño. Proceso que todas toman aliento de unos mismos presupuestos.
se ha desarrollado en alianza con
Conciudadanía y la Asociación de Mujeres
del Oriente Antioqueño A.M.O.R., dirigido
Primero las personas
a mujeres y víctimas del conflicto armado.
Documento interno del Programa por la Sin duda en la mayoría de propuestas pedagógicas
Paz. que conocemos, si no en todas, se enuncia la persona
como centro de la acción pero esto no siempre se lleva a
la práctica quedando enunciado sin desarrollarse
metodológicamente. Desde el Programa por la Paz partir
del reconocimiento del sujeto ha implicado que en cada
una de las propuestas se tenga en cuenta:
32
La creación de metodologías que favorecen, tos y las poblaciones, existe de manera permanente
1
hacen explícita, la expresión de la singularidad. un esfuerzo por incluir lo afectivo, lo corporal, lo
espiritual y lo mental en tanto esferas que entran a
En el caso de la Escuela de Paz y Convivencia el jugar de manera particular en las formas como nos ve-
primer paso está dado por el “evocar de la experien- mos a nosotros/as mismos/as pero también como nos
cia” partiendo así de la persona para la construcción relacionamos con los/as otros/as, ya sea en los espacios
de la práctica formativa o en Habilidades para la Paz de la cotidianidad o de organización más amplios.
la introducción a cada una de las habilidades se ini-
cia con un “hacer”, una acción lúdica ya sea indivi- Esto parte de un supuesto pedagógico existente
dual o colectiva que lleva a actuar desde sí mismo/a en todas las propuestas, la acción es uno de los prin-
como primera instancia. De igual manera en el proceso cipales caminos para el logro de un aprendizaje cen-
formativo de Reconciliación siempre se da espacio al re- trado en el cambio de actitudes y maneras de actuar,
conocimiento y expresión de emociones y sentimientos de por si se descartan visiones en donde la enseñanza
frente a cada una de las actividades realizadas que por está centrada en un ejercicio mental que involucra
demás están vinculadas a experiencias vitales. solamente la reflexión y el pensamiento.
Desde la Pedagogía de la noviolencia, son las En la Escuela de Paz y Convivencia aunque existe
singularidades y su reconocimiento las que dan sus- una mirada particular a la espiritualidad desde una
tento al encuentro, su emergencia es necesaria para opción católica, nunca queda de lado la dimensión
que sea posible el proceso de formación. corporal o la emocional, demostrando siempre que la
acción comprometida para la construcción de la Igle-
Finalmente, el Diplomado de Periodismo Respon- sia implica a la persona en su totalidad. En el caso de
sable traduce esto en un taller sobre “dimensión hu- una Pedagogía para la Noviolencia la espiritualidad se
mana del periodista”, pero sobre todo en el “Obser- aborda a través del sentido trascendente que se expresa
vatorio” donde se da el seguimiento y diálogo uno/a de diferentes maneras, una es la opción cristiana pero
a uno/a a partir del quehacer y ejercicio profesional; otras son las cosmovisiones indígenas o las expresiones
más que un instrumento con indicadores para valorar de otras iglesias, igualmente este sentido se une a una
la proyección de lo aprendido en la vida profesional corporalidad, a la emotividad siempre en la búsqueda
ésta es oportunidad para ser reconocidos en su modo de una profunda coherencia entre el ser y el hacer.
particular de producción periodística.
En Habilidades para la Paz y Reconciliación la
Concebir a la persona como un ser integral emotividad tienen un papel central, pero igualmente
2
para la acción educativa. unida a la corporalidad y a una espiritualidad que
sustenta el sentido sagrado de la vida.
Aunque en cada uno de los procesos se aborda la
integralidad haciendo énfasis en una u otra dimen- El Diplomado de Periodismo Responsable no se
sión del ser humano para responder así a los contex- limita a brindar una serie de herramientas para el ejer-
33
cicio profesional sino que esto lo integra a una op- En el caso del Diplomado de Periodismo, el re-
ción de vida que involucra todo su ser. conocimiento de la complejidad vivida en los medios
de comunicación, especialmente en los masivos, hace
3 El primer universo de cambio, la persona que todas las apuestas estén dadas en la acción de las
personas que asumen de manera responsable y ética
Tal como lo propone la Pedagogía de la el ejercicio de una profesión que cada vez posee ma-
Noviolencia la primera esfera de cambio está en la yor fuerza en el mundo moderno.
persona y esto es algo que se mantiene en las diferen-
tes propuestas; es verdad que la construcción de la 4 La identidad,
paz debe estar dada por amplios procesos sociales
pero si estos no están soportados en profundos cam- De una u otra manera la pregunta por la iden-
bios personales adquieren una gran fragilidad o se tidad está en las propuestas, ¿quién soy?, ¿desde
constituyen en espacios de poca coherencia entre vida dónde me defino? Pregunta que vincula la interio-
personal – espacio social siendo poco convincentes ridad con la exterioridad, el sí mismo/a con los/as
para los/as otros/as. De una u otra manera las pro- otros/as.
puestas pedagógicas hacen un llamado a la coheren-
cia entre el decir – actuar – sentir – pensar, funda- En la Escuela de Paz y Convivencia se parte de la
mento para las transformaciones que son necesarias identidad personal pasando por la identidad regional
en la cultura y que hacen de la paz parte de esta. hasta llegar a la identidad cristiana; se trata de reco-
nocer que no estamos solos/as y nos construimos en
En el proceso de Habilidades para la Paz, todas el mundo relacional, desde los referentes sociales, re-
las personas que asistieron a la sistematización re- gionales o culturales.
portaron que los cambios en ellos/as mismos/as es lo
que más ha perdurado, paso fundamental en la com- En la Pedagogía Noviolenta la pregunta por la
prensión profunda del valor sagrado de la vida. identidad busca desmontar los referentes culturales y
sociales que han justificado la violencia como algo
Por supuesto, el proceso de Reconciliación parte connatural al ser humano, aspecto que también se
de las víctimas, siendo el primer espacio por re- encuentra en la propuesta de Reconciliación.
conciliar su propio corazón y es desde este que se
hace posible proyectarse a escenarios sociales cla- Habilidades para la Paz sin distanciarse de esta
mando por la verdad, la justicia y la reparación propuesta, hace énfasis en la manera como la identidad
desde una opción noviolenta. personal entra a construir los espacios colectivos, la co-
munidad, la organización y claro está el país.
Para la Escuela de Paz y Convivencia la Iglesia se
construye en el encuentro con otros/as pero este solo Por su parte el Diplomado de Periodistas propo-
puede darse cuando está sustentado en una opción ne una manera de asumir la profesión, en tanto iden-
personal sólida y coherente. tidad personal y como grupo profesional.
34
Junto a las personas, el encuentro para consolidar un proceso organizativo en donde
todos/as se sientan responsables y partícipes de la
Aunque en las propuestas se hace énfasis en la construcción de Iglesia.
dimensión personal esta solamente cobra importan-
cia por la posibilidad del encuentro, se trata de tras- En Habilidades para la Paz además de ser tema
cender en la relación con las otras personas y en los de trabajo “lo colectivo”, la aplicación de aprendiza-
procesos comunitarios u organizativos. jes que realizan los/as participantes en sus contextos
pretende ser alternativa para fortalecer y cuidar los
Sentido colectivo y cuidado por el “noso- procesos organizativos ya existentes.
1
tros/as”
Una Pedagogía para la Noviolencia no solo tiene
Comprender la importancia de estar con otros/as en cuenta la toma de conciencia del otro/a, del ser y
es fundamental, esto no sólo parte del reconocimien- estar con otros/as sino que busca desarrollar como un
to de las diferencias sino de la convicción de que no sentimiento permanente el cuidar de esos otros/as y de
es posible quedarse en la acción individual y es nece- la colectividad a través de las expresiones que esta pue-
sario el encuentro y la acción colectiva. No sólo se de tener.
busca al grupo sino que también se lo cuida, se trata
de aprender estrategias que le permitan fortalecerse y Para la Reconciliación el cuidado colectivo em-
resolver sus tensiones internas. pieza por el apoyo mutuo dado entre las víctimas,
después de que el mundo de relaciones se ha visto
La Escuela de Paz y Convivencia plantea para esto fuertemente afectado por la acción de la guerra.
diferentes estrategias, una de ellas es la re – crea-
ción, el compartir los aprendizajes con otros/as, en En el Diplomado de Periodistas, este sentido co-
donde se busca ir más allá de la estrategia formativa lectivo se ha ido traduciendo en la necesidad de ac-
35
tuar colectivamente, constituyendo red y grupo des- sión de lo local, es imposible seguir narrando y cons-
de las ciudades donde se ha realizado. truyendo noticia sin hacer referencia a las circuns-
tancias vitales que la acompañan.
2 Partir de lo local, reconocer la realidad vital
3 La acción colectiva y su proyección
Estas propuestas pedagógicas parten de la nece-
sidad de reconocer la realidad vital de las personas; Aunque se ha insinuado de diferentes maneras,
diferente en cada región, marcada por determinadas es importante hacer explícito que desde estas pro-
circunstancias como el tipo de oficio al que se vincu- puestas la acción colectiva y la proyección a lo social
lan, sus posibilidades de participación en lo econó- hacen parte fundamental de las mismas. Ninguna de
mico y político, etc. ellas se agota en la realización de talleres, estos son
el punto de partida para un proceso mucho más com-
La Escuela de Paz y Convivencia que cada año está plejo que se quiere desencadenar y que hace parte de
en una región del país, contextualiza la propuesta antes los mínimos para la construcción de la paz, la orga-
de iniciar la experiencia y construye con las personas lo nización social.
referente a la identidad regional reconociendo así las
lecturas que poseen en torno a lo que los/as define. Efectivamente la Escuela de Paz y Convivencia
cuenta con una estructura pedagógica consolidada
Habilidades para la paz y la Pedagogía para la que adquiere sentido en el fortalecimiento de los pro-
Noviolencia brindan herramientas para que las personas cesos organizativos de la Iglesia. Se trata de cons-
puedan reconocer en su contexto las posibilidades y truir el sentido de comunidad a través de la partici-
oportunidades de cambio, los espacios y los mecanis- pación y de la proyección a lo social con una acción
mos para actuar desde allí. Para el proceso de Habilida- ordenada, planeada y articulada que promueve la paz
des es fundamental que los/as participantes hagan par- y la convivencia.
te de procesos organizativos y de instituciones, prime-
ros espacios en donde deben aplicar lo aprendido. La Pedagogía para la Noviolencia ha acompaña-
do el fortalecimiento y la dinamización del “Movi-
Reconciliación parte de una realidad regional que miento Nacional de Noviolencia Aquí estoy país”, a
ha estado atravesada por las dinámicas de la guerra, través de esta se muestra un nuevo camino que debe
es fundamental el reconocimiento de lo que allí ha traducirse en acciones que vinculen procesos
ocurrido desde la perspectiva de las víctimas para hacer organizativos y acciones en el espacio público que
posible un proceso más amplio que permita cambiar inviten a más personas a unirse a la propuesta.
dinámicas dentro de la región.
El principal aprendizaje de Habilidades para la
Finalmente el Diplomado de Periodismo, convier- paz se da en el ejercicio y la aplicación que las perso-
te en parte fundamental del ejercicio periodístico la nas hacen de la propuesta en sus organizaciones o
utilización de herramientas que permitan la compren- instituciones, los seminarios taller son un momento
36
de encuentro en donde se presentan las herramientas. Para el proceso de
Reconciliación, la reconstrucción del tejido social roto por la guerra solo
puede darse desde la organización social por lo que toma tanta importancia
el fortalecimiento de lo existente, en este caso la Asociación de Mujeres del
Oriente Antioqueño (A.M. O.R.) y la creación de organizaciones de víctimas
que les ayuden a recuperar su voz ante la sociedad.
4 La Celebración
37
La Vida Con Risa Entra...
Parodiando aquel oscuro y antiguo refrán “la letra con
sangre entra” podemos decir desde la experiencia educativa
del Programa por la paz que la “la vida con risa entra”.
Efectivamente “la vida con risa entra...” y no solo entra, fluye, se cons-
truye, crece.
No sólo fueron profes, niñas y niños los que asumieron esta tarea, a este
grupo se unieron otros/as,... también fueron pescadores, campesinos/as, nue-
vas empresarias de alimentos, mujeres, comunicadores, personas vinculadas
38
a la iglesia, adultos y jóvenes, los que quisieron entrar a aprender sobre la
vida misma para así construir otras posibilidades de convivencia.
39
del proceso formativo; no sólo aprendemos sino que asumimos
una nueva actitud que invita a abrirse permanentemente, en
donde cada momento de la vida es oportunidad para aprender
y para reír también...
Carolina Tejada B.
40
OTRA PEDAGOGÍA - LOS JUEGOS
Han existido otros caminos pedagógicos que partiendo de los mismos
supuestos han buscado traducirse en un instrumento, en una herramienta
asequible a muchos/as, estos son los juegos.
41
dividen, hacen que perdamos el sentido de “nosotros/as” mientras que las
acciones que parten de la noviolencia nos permiten encontrarnos y fortale-
cernos como comunidad.
Ahora la dinámica
42
en el juego. Tener un personaje como referente facilita
que las personas se involucren en el juego y a la vez lo
hacen sin ponerse en ridículo o en tela de juicio.
43
En Juguémonosla por Colombia, la reflexión se centra
en las actitudes que cotidianamente asumimos frente a los
conflictos y la manera como estas facilitan o no su transfor-
mación. En Chachafruto queremos hacer visible que la op-
ción por la guerra no sólo es de algunos pocos, muchas ve-
ces asumimos esta manera de actuar (ya sea imponiéndonos
a los otros/as, tomando sobre las necesidades de los otros/
as lo que creemos es nuestro, etc) por que consideramos que
es un camino más rápido sin darnos cuenta que es más cos-
toso. En la Leyenda, la fragilidad de la comunidad y del
tejido social se hacen evidentes así como la fuerza de la
noviolencia para fortalecer los lazos y en Songo sorongo, las
maneras como asumimos ir por el país ya sea bloqueando el
camino a los/as otros/as o dándoles paso y llamándolos al
encuentro con nosotros/as, son determinantes.
Con este rápido recorrido por las propuestas educativas del Programa
por la Paz hemos querido compartir un camino, con algunos elementos
consolidados pero donde creemos que debemos seguir avanzando. Hay mu-
chos aspectos que tal vez no alcanzamos a mencionar, pero lo importante
después de esta mirada es poder reafimar que la acción educativa es alterna-
tiva para hacer de la paz cultura, enfrentándose a las lógicas eficientistas
que buscan resultados inmediatos, y reafirmando la opción por lo humano.
44
EXPERIENCIAS
PARA LA PAZ
Al revisar los proyectos propuestos para esta sistematización, encontramos que una de las
formas de intervención desarrolladas se articula a la capacidad de una comunidad o de una
organización para interpretar una realidad de violencia desde la paz. Esto ocurre cuando
las personas pueden comprender de una modo diferente lo que ocurre a su alrededor
traduciéndolo en una manera de ser y sobre todo en una forma de actuar, es decir, en un
plan de acción que compromete sus vidas.
Uno de los elementos centrales que identificamos en estos casos está dado por la posibilidad
de significar, de dar sentido a la vida y a la acción conjunta; así como la violencia (ya sea
directa, estructural o cultural) tiene de por sí la cualidad de irrumpir en lo simbólico, de
quedarse en la acción sin mediación, donde parece que no hay palabra alguna para poder
“decir” o “expresar” lo que ocurre, en las Experiencias para la Paz las personas encuen-
tran nuevos referentes simbólicos que les permiten decir, construir relato, historia pero sobre
todo un futuro colectivo que se traduce en un plan de vida.
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LA INTERVENCIÓN DESDE LAS EXPERIENCIAS 1 La fuerza viene de adentro,
PARA LA PAZ... SU FUERZA Y SU FRAGILIDAD Uno de los elementos que inicialmente llama la
atención tiene que ver con el sentido construido en
Al hacer referencia a las “experiencias” in- torno a lo colectivo. Cuando las posibilidades de in-
cluimos el trabajo desarrollado con organizacio- tervención se unen a procesos organizativos fuertes
nes de pescadores en San Pablo y el llevado a cabo en donde las personas han consolidado una apuesta
para la conformación de Jóvenes por San Pablo (en por el estar juntos/as o la intervención de manera
el Magdalena Medio, sur de Bolívar), el proceso de explícita ayuda a esto, existe una mayor permanencia
Desarrollo Rural y DDHH que se ejecutó con la en el trabajo.
Vicaría del Sur (Albania, Caquetá), el fortalecimien-
to de la Asociación de Mujeres del Oriente Tal es el caso de las organizaciones de pescado-
Antioqueño A.M.O.R. y el proyecto educativo co- res en San Pablo, aquellas que asumieron nuestra in-
munitario con Ciudadela Educativa del Magdalena tervención como una oportunidad de encuentro para
Medio (Barrancabermeja). el fortalecimiento interno sin dejar de lado la bús-
queda de su autonomía, han logrado mantenerse y
Tal como definimos al principio estas se cons- crecer constituyéndose en fuerza para su municipio.
tituyen en experiencias por la capacidad que tie- Las que establecieron una relación de mayor de-
nen las poblaciones para comprender una realidad pendencia esperando que nuestra presencia les per-
que ha sido marcada por las violencias y proponer mitiera mantener la dinámica de reuniones, resol-
planes de vida alternativos que les permiten soñar ver cuestiones internas o encaminar posibilidades
con un futuro diferente. En este punto es impor- de gestión han tenido más dificultades para soste-
tante aclarar que una experiencia no está defini- ner desde sí una acción y proyección en pro de la
da como tal por ser exitosa, aunque existe un alto construcción de la paz.
nivel de compromiso de la población hay factores
y elementos que pueden hacerla frágil o por el Con aquellas organizaciones de pescadores don-
contrario perdurable y fuerte. Por otro lado, como de existe una mayor autonomía se hace evidente
siempre ocurre con las clasificaciones, la ubica- que la posibilidad de actuar juntos/as es lo pri-
ción de estos proyectos se hace desde algunos ele- mordial, nuestra presencia llega a alimentar un sen-
mentos pero siempre existe la pregunta por su per- tido que ya está afianzado. Con el segundo grupo
tinencia en este lugar. de organizaciones, pareciera que en parte el en-
cuentro está mediado por la presencia de un terce-
Sin más preámbulos presentamos a continua- ro que viene de afuera; podemos concluir que el
ción algunos puntos comunes en torno a las fortale- sentido de pertenencia y lo colectivo son aspectos
zas y las fragilidades vividas a través de este tipo de esenciales que se deben trabajar cuando se está en
procesos. medio de experiencias.
46
Esto mismo pudo observarse en la Asociación de
Mujeres del Oriente Antioqueño, A.M.O.R., quienes
Del Silencio a la Palabra, de la
han asumido el acompañamiento del PPP como opor- Palabra a la Acción
tunidad para el logro de una mayor autonomía y ca-
pacidad de gestión generando propuestas que se tra-
El tiempo tiene su propio ritmo. La historia
ducen en nuevos procesos organizativos que buscan
transcurre inexorablemente al ritmo de nuestra
responder a la realidad de la región. Las mujeres van
acción, de nuestro trabajo, de nuestra voz, y tam-
planteando una agenda para la región, proponen te-
bién al ritmo de nuestras parálisis, nuestros mie-
mas y ante todo salidas a las problemáticas vividas,
dos y nuestros silencios. ¿Cómo condensar esa ex-
es así como asumen la dinamización de un proceso
periencia y esa vivencia?, ¿Qué palabras pueden ser
de reconciliación que poco a poco da voz a las vícti-
adecuadas para poner la vida en el papel? Cualquier
mas hasta constituir organizaciones con las que se
relato se queda corto, cualquier palabra es mera
espera ayudar en la reconstrucción de la memoria, el
aproximación, un intento fallido por reconocer aque-
esclarecimiento de la verdad para abrir alternativas a
llo que tiene su propio ritmo y su propio tiempo.
la justicia y a la reparación integral.
¿Qué significa entonces hablar de reconcilia-
En estas dos experiencias la construcción de pla-
ción en una región, en lugares golpeados fuerte-
nes de vida sólidos y la posibilidad de proyectar sus
mente por la guerra?, ¿Qué significa promover pro-
vidas de una manera diferente, les permite asumirse
puestas de reconciliación en lugares donde los
desde un lugar más activo, disminuyendo los senti-
muertos se han contado por centenas y millares y
mientos de vulnerabilidad que da la guerra y las dife-
donde cada quien tiene un dolor escondido, en-
rentes expresiones de la violencia.
cogido y apretado en los rincones del alma?
47
Fue la muerte, la alucinación de una guerra ab- verle el rostro a su propia desesperanza y su sinsabor.
surda, la soberbia del poder de las armas, la humilla- Y al mirarlo cara a cara, al hablar con sus miedos,
ción, el doblegarse en el silencio guardando todas comprendieron que nada detiene la vida y que basta
las rabias y todos los pesares; fue la tristeza absoluta, un resquicio, una grieta para que la vida se filtre,
aquella que no tiene derecho a expresarse, la que se surja, emerja y sobreviva...
encierra en el último rincón porque el llanto, las lá-
grimas, el reclamo, el dolor y la indignación son pe- Estas mujeres acogieron a otras, las abrazaron y
ligrosos: “Nuestra Alma quedó pendiendo de un hilo” las acompañaron a mirar de frente sus propios dolo-
decía una mujer de Rionegro (Antioquia). res, sus angustias y miedos. En este momento lenta-
mente se fueron abriendo las puertas. Lo innombrable,
¡Un Hilo! ¡Frágil y tenue hilo! ¡Tan fácil de rom- aquello que aterrorizaba y paralizaba, dejó de ser fan-
per! No se podía hablar de lo que se sentía, ni de la tasma indomable y se convirtió en relato, en historia
desolación que se paseaba campante por las calles de que se podía contar. Renace la palabra para que otros y
los pueblos. Algunos/as prefirieron irse para otro lugar otras empiecen a escuchar, “lo que no se podía hablar”
intentando salvar, además de su vida, la esperanza de se convirtió en historia de vida, en pintura, en símbolo,
vivir. Y para muchos/as esa esperanza fue un recuerdo en luz que se enciende cada primer viernes de cada mes.
remoto que se perdía entre una niebla espesa que no
tenía visos de abrirse al rayo de sol. Otras personas se unen a estas mujeres y se
conforman grupos de personas solidarias para que
Sin embargo, es en este escenario, en medio de otras voces se escuchen y el dolor sea propuesta.
estas historias de horror y sangre, terror y silencio, Se organizan pequeños comités para trabajar la re-
donde tiene sentido hablar de reconciliación. ¿De conciliación. Su objetivo, proclamar en sus muni-
qué manera? Nuestro primer paso para acompañar cipios que no era legítima la guerra, que debíamos
estas vidas, estas historias, estas comunidades fue detenerla: NO MÁS. Que ninguna muerte se justifi-
comprender que las víctimas, los/as dolientes tenían ca y que el valor de la vida está por encima de
que salir de la oscuridad, levantarse de su postración, cualquier consideración política, económica o es-
alzar su cabeza con dignidad y expresar abiertamente tratégica: NI UNA (Víctima) MAS. Y que por lo
que todo lo que han vivido no es justo ni legítimo, tanto, ni el horror ni la desolación pueden volver a
que nada justifica arrebatarle la vida a otro ser huma- sus terruños: NUNCA MÁS.
no, que necesitamos poner un límite y que es funda-
mental decir: NO MÁS. Así pues, de la soledad se pasó a la compañía del
grupo de apoyo mutuo y de allí a la necesidad de
Se pudo entonces, nombrar lo innombrable. Al- estar organizadas y organizados para trabajar por un
gunas mujeres decidieron que sus dolores no las iban futuro compartido, por unos derechos, por una vida
a paralizar y se comprometieron en un proceso de mejor. El pequeño hilo del que había quedado pen-
formación: Promotoras de Vida y Salud Mental. Apren- diendo el alma se convirtió en tejido que arropa el
dieron a conocer su sufrimiento, a hablar de él, a sueño de muchos y muchas. Hemos asistido a la
48
metamorfosis de muchas víctimas, hemos visto como
del anonimato han salido a la luz y de la desolación
han pasado a la esperanza. Orugas que han salido de
la crisálida, cual mariposas cuyos colores reflejan la
fuerza del sueño, de la capacidad de la vida para siem-
pre renacer. Hemos sido testigos y acompañantes de
un proceso en el que las víctimas de esta guerra tie-
nen una voz y en donde su dolor se ha hecho pro-
puesta y ésta comienza a ser acción.
49
2 Los ritmos y los tiempos
50
Para responder a la dinámica de los/as jóvenes se currió en el sur del país, en el municipio de Albania –
decide establecer un acompañamiento permanente en departamento del Caquetá, con la Vicaría del Sur quie-
la zona, lo que permitió brindar una formación espe- nes poseen una trayectoria de muchos años gestando
cial a algunos/as de ellos/as esperando que en el fu- alternativas de vida. Allí la población campesina hace
turo dieran continuidad al trabajo; sin embargo, las frente a una difícil situación derivada de la guerra
condiciones económicas del municipio han hecho que existente entre los diferentes grupos armados ilega-
muchos/as tengan que salir a ciudades cercanas para les, los cultivos de uso ilícito, la falta de alternativas
buscar un trabajo remunerado. Esto ha dado cierta económicas y de desarrollo para la región.
fragilidad al proceso, existen momentos, cuando está
presente alguno/a de los/as jóvenes con mayor Es sorprendente la ca-
liderazgo y formación, en donde la iniciativa se pacidad que existe en esta
dinamiza; y otros,cuando no está ninguno de estos, población para soñar en
en donde decae. medio de las dificultades Los procesos sociales
y construir planes de vida poseen unos
Sabemos que la producción audiovisual podría soportados en la presencia determinados ritmos
constituirse en una actividad económica que ayude a del otro/a; tuvimos la y tiempos que son
la sobrevivencia de algunos/as de ellos/as, pero para oportunidad de reconocer marcados por las
esto se requiere de un mayor fortalecimiento y de la la fuerza de las Juntas de circunstancias del
gestión constante de recursos de tal manera que pue- Acción Comunal o de gru- contexto, por
da albergar la formación permanente de un grupo sig- pos de trabajo agro- dinámicas culturales
nificativo de nuevos jóvenes. ecológicos. Sin embargo, y por las
la guerra impone un ritmo características de la
El proyecto siempre ha estado vinculado a la Pa- a los procesos y exige de población que allí se
rroquia de San Pablo para así brindarle cierto respal- una presencia institucio-
ve comprometida.
do institucional, sin embargo, queda la pregunta por nal que en muchas ocasio-
la construcción de más lazos intergeneracionales que nes no coincide con las
puedan ayudar a la sostenibilidad de la propuesta. condiciones derivadas de
Con todo esto no se quieren desconocer las caracte- la gestión de recursos. Era necesaria una mayor per-
rísticas derivadas de las experiencias con jóvenes, en manencia para haber construido más vínculos entre
donde hay de por sí una vulnerabilidad dada por los los procesos organizativos a los que brindó una for-
cambios de esta etapa de la vida. Sin embargo, queda mación el Programa por la Paz y aquellos más conso-
la pregunta por el diseño de nuevas estrategias que per- lidados gracias al trabajo de la Vicaría del sur, así
mitan responder a este tipo de circunstancias, bastante como para haber establecido mayores lazos con la
frecuentes en la realidad de los/as jóvenes del país. administración municipal y entes locales.
Otra de las experiencias que nos ha llevado a Este tipo de experiencias hace evidente la nece-
pensar en la importancia de los ritmos y tiempos trans- sidad que tenemos las organizaciones por crear estra-
51
tegias que nos ayuden a armonizar los ritmos de los lena Medio, Fe y Alegría Nacional, el Laboratorio de
procesos sociales con los tiempos institucionales; así Paz, la Parroquia San Pedro Claver y la Diócesis de
como establecer caminos para que las personas res- Barrancabermeja entre muchos otros que han anima-
ponsables de la cooperación puedan comprender la do y participado de la propuesta.
importancia de la permanencia para el logro de cam-
bios en contextos complejos. De esta manera la intervención pedagógica he-
cha por el Programa por la Paz para la consolidación
Un sueño común que se convierte en un Pro- del equipo de Bienestar Estudiantil y la aplicación de
3 yecto comunal Habilidades para la Vida se vio fortalecida, siendo
apropiada por las personas para constituirse en ac-
Finalmente incluimos la experiencia de Ciuda- ción propia. Claro está que para este proceso siguen
dela Educativa del Magdalena Medio porque mate- las dificultades propias de la vida en comunidad, de
rializa el empeño de una comunidad que cree en lo la relación con la administración municipal, es decir,
educativo como respuesta a sus necesidades. En esta de seguir llevando a la realidad lo que inicialmente
ha sido determinante la decisión y el compromiso era un sueño que los convocaba y les daba esperanza
de la población, lo que se refleja en la existencia en medio de la guerra.
de procesos organizativos que han hecho frente a
las situaciones vividas allí como efecto de la po- Al leer estas cinco experiencias encontramos
breza, la presencia de grupos armados ilegales que una manera de intervenir desde el corazón mismo de
además poseen el control del robo de gasolina que las personas, pero a la vez reconocemos un compro-
se da en el sector por estar ubicados cerca de la miso y un reto inmenso que debe traducirse en una
refinería de petróleo más grande del país. acción institucional que pueda dar cuenta de las ne-
cesidades que allí pueden surgir.
Ha sido muy enriquecedor ver cómo la comuni-
dad convierte el sueño de una educación para su de- Pasaremos ahora a hablar de otro camino, el que
sarrollo, en un plan y proyecto que es ejecutado y es dado por la creación de estrategias que aunque se
acompañado por las mismas entidades del estado. Se pueden vincular al fortalecimiento de experiencias
trata de insertar un plan de vida común con una di- implican una intervención diferente, si queremos de-
námica local, que se traduce en una forma de cons- cirlo así, tal vez más puntual pero no por esto menos
truir ciudad. En la consolidación de esta apuesta ha compleja e importante en este camino que busca ha-
sido significativo el apoyo dado por otras institucio- cer de la paz parte de la cultura colombiana.
nes como el Programa de Desarrollo y Paz del Magda-
52
La creación de «Estrategias» para la paz implica la generación de
nuevos significados que se traducen en acciones concretas, algunas
veces estas se constituyen en una herramienta de trabajo, en una
forma de mejoramiento de la acción por la paz o pueden incluso
animar y fortalecer proyectos de vida. Lo importante es que implican
una mirada más estratégica pero no por esto menos humana y
comprometida.
ESTRATEGIAS
PARA LA PAZ
Este tipo de intervenciones no nos lleva necesariamente a entrar de
lleno en la vida de una comunidad o de una organización, pero si nos exige
la construcción de lazos sólidos, el reconocimiento profundo de las condi-
ciones de vida existentes y la identificación de aspectos que al ser
potencializados pueden desencadenar procesos fuertes y transformadores.
Como vemos esta no es una tarea fácil y tal como lo hemos mostrado en los
aprendizajes institucionales, en la acción pedagógica o en la intervención a
través de experiencias es un camino con aciertos y dificultades, con logros y
preguntas que nos lanzan a la creación y al mejoramiento como institución.
53
La Iglesia hace de la Paz Cultura
Presentaremos las diferentes estrategias de acuer-
do a los escenarios en los que se actúa: Iglesia, edu- “Nosotros solo cumplimos durante el
cación formal, educación no formal, comunicación y curso de nuestra vida
participación, tratando de cuidar su especificidad, con una pequeña fracción de la
mostrando elementos que han sido claves en su desa- grandiosa empresa que es
rrollo sin entrar a realizar una descripción de lo eje- el trabajo de Dios. Nada de lo que
cutado. hacemos está completo.
Ninguna afirmación dice todo lo que
Todos/as somos Iglesia podría ser dicho.
Ninguna plegaria expresa completamente
De alguna manera hablamos de la Escuela de Paz nuestra fe.
y Convivencia al abordar los aprendizajes pedagógi- Ninguna acción pastoral lo da todo.
cos, sin embargo, creemos que es importante hacer Ningún programa cumple
mención a su papel en tanto estrategia para el forta- completamente con la misión
lecimiento de la acción de la Iglesia. de la Iglesia.
Eso es de lo que estamos hechos.
Tal como se menciona al principio una estrate- Plantamos las semillas
gia permite la creación de nuevos significados, en que un día crecerán. Regamos las
este caso las personas – laicos/as y religiosos/as – semillas apenas son plantadas,
pueden dar un nuevo sentido a la Iglesia al encontrar sabiendo que ellas esperan un futuro
que en ella la participación, la vinculación a la re- promisorio (…)”.
flexión política y ciudadana que busca ligar la espiri-
tualidad a una acción social y que deja de estar dele-
gada a la función de unos pocos. Estas palabras de Monseñor Romero bien aplican
en lo que ha sido el paso de la Escuela de Paz y Con-
La Escuela no solo habla de una opción cris- vivencia por la Región Caribe y el Departamento de
tiana que debe traducirse en compromiso, propone Boyacá en estos tres últimos años, en donde cada
a través de la organización una manera de hacer sitio ha determinado el aporte que desde la Iglesia
vivo el mensaje del evangelio, haciéndolo parte de Católica, sin excluir otras confesiones religiosas, se
la vida de todos/as, mostrando que la construc- adelanta en el tema de Cultura de Paz. En este cami-
ción del Reino no es una tarea para unos pocos o nar se han plantado semillas y se riegan otras sabien-
para el más allá sino que es una realidad que debe do que sus frutos alimentarán desde el punto de vista
construirse en el día a día, en el presente porque es organizativo, formativo y de sostenibilidad todo una
aquí, a través de la vida con todas sus expresiones infraestructura humana que no busca una cosa dis-
que Dios se hace presente. tinta que vivir en paz y dignamente.
54
Cuando nos referimos a la cultura como determinante en la cons-
trucción de la paz, hacemos alusión a la manera como perciben las per-
sonas que comparten un mismo territorio, unos valores, unos hábitos y
unas costumbres, los estilos de convivencia y de organización social y
política.
55
Desde este punto de vista la Es-
cuela a través de su proceso formati-
vo y pedagógico les ha aportado a los
costeños la necesidad de capitalizar
ese valor de mantenerse juntos/as para
traducirlo en compromisos y respon-
sabilidad social para organizarse a
nivel pastoral y comunitario mejoran-
do su calidad de vida; y, a los/as
boyacenses reflexiones importantes
sobre la diversidad de maneras para
establecer vínculos, la riqueza del
trabajo en equipo, de la cooperación,
la solidaridad y el sembrar la inquie-
tud de organizar proyectos colecti-
vos. Y a las dos culturas, todo el
aprendizaje de la construcción política que parte del ejercicio de la ciuda-
danía a través de los procesos de apropiación y participación activa.
56
del sentido de la vocación política que se debe desarro- solidario frente a la comunidad. Otras están en pro-
llar en espacios sociales para generar crecimiento y de- ceso de fortalecimiento como son el caso de Magangué
sarrollo sostenible en las personas y comunidades. que repitió todo el proceso de formación con el cle-
ro. En Barranquilla se conformó la comisión de Vida,
En el caso de la Escuela la sostenibilidad está Justicia y Paz, ahora en proceso de fortalecimiento,
dada por las proyecciones que se realizan desde cada al igual que Riohacha, la que además potencio el tra-
jurisdicción en donde se parte de la premisa que las bajo con el tema de la reconciliación y cuenta en la
personas que se involucran en el proyecto se manten- actualidad con grupos de pastoral social parroquial
drán de principio a fin, garantizando su cualifica- organizados. Otras han desaparecido y con el tiempo
ción, la generación de confianza para crear sinergias han brotado bajo diferentes formas de organización
de grupo y la continuidad en el tiempo de las estra- como es el caso de Dorada Guaduas que hoy hace
tegias de acción. Desde esa perspectiva la Escuela no parte de la Corporación para el Desarrollo y la Paz del
se acaba sino que se transforma hasta adquirir un ni- Magdalena Centro y siguen acompañando las comu-
vel de madurez en la dinámica y formación de los nidades con los comités parroquiales de pastoral so-
equipos que les lleva a crear iniciativas productivas, cial y la pastoral rural.
diferentes formas de organización comunitaria e in-
serción en espacios políticos locales lo que sin duda La experiencia de la Escuela a nivel nacional ha
se traduce en desarrollo local y regional. Esa sosteni- contribuido desde la Iglesia Católica a hacer de la
bilidad vista también desde el punto de vista de cada Paz cultura lo que ha significado tejer puntada a
persona que participa en el proyecto se refiere a la puntada con las manos de campesinos/as, pescado-
capacidad de apropiar los aprendizajes, experiencias res, madres cabeza de familia, desplazados/as, estu-
y vivencias y hacer de ellas un estilo de vida que sirva diantes, delegados de las juntas de acción comunal,
de ejemplo a quienes lo rodean. comunidades afro descendientes, sacerdotes, religio-
sas, grupos apostólicos etc., una red social en donde
Las escuelas de la Costa y Boyacá, hacen parte de prima el placer de la convivencia y no el de la com-
los once procesos de construcción de Paz que se han petencia, vivir en un mundo en que no se lucha con-
desarrollado en el país las que comparadas con el sí- tra la naturaleza sino que se convive con ella, un
mil de las semillas han producido frutos de diferente mundo en el que se respeta la vida y su valor en
manera: hay experiencias exitosas como la de Mani- todas sus dimensiones: es propiciar la creación del
zales que se empeñó en consolidar un equipo de vivir cotidiano sin centrar la relación en la violencia,
formadores que ahora vende servicios y acompañan competencias, dominación , autoridad, sino en las
procesos de desarrollo comunitarios en las localida- relaciones de colaboración, confianza y convivencia.
des más deprimidas de la ciudad; o como los equipos
de San Andrés y Providencia quienes se convirtieron Maria del Carmen Muñoz
en los grupos encargados de la atención de desastres
en las islas, tarea que les fue encomendada por su
capacidad organizativa, de planificación y espíritu
57
Nuevos significados de las tareas y ritmos que poseen las instituciones
educativas.
en la educación formal
En la comuna 1 de Cali, por iniciativa de “La
Alrededor de las instituciones educativas se te- Casa de la Paz” se vive un proceso similar que posee
jen preguntas y esperanzas; a veces pareciera que su mucha fuerza gracias al empeño de un grupo de maes-
estructura no favorece algunos de los cambios que tros/as y de algunos líderes de la comunidad que le
son necesarios para hacer de la paz parte de la cultu- apuestan a la paz; es así como se ha consolidado una
ra, pero es desde su interior, desde el aula, desde el red de docentes que cada vez contagia más institu-
empeño de maestros/as que se hacen realidad apues- ciones educativas haciendo de sus proyectos una al-
tas y alternativas pedagógicas que han permitido el ternativa por la convivencia en una zona urbana mar-
surgimiento de nuevas generaciones que le apuestan ginal que está agotada de imágenes de muerte y de
a la vida. exclusión. Contrario a lo ocurrido en Boyacá, en esta
experiencia se logró la vinculación de la secretaría de
Dentro de estas podemos mencionar la “Red educación a través de la dirección de núcleo hacien-
Diocesana de Educadores”, animada por la Diócesis do de ésta una propuesta avalada y animada desde la
de Duitama – Sogamoso en Boyacá, allí los/as maes- administración local.
tros/as han consolidado un espacio de encuentro,
donde reflexionan sobre su quehacer y se proponen Un camino diferente a la construcción de redes
nuevas formas de llegar a sus alumnos/as con el tema para el fortalecimiento de propuestas pedagógicas fue
de la paz reconociendo que en su región son muchas el vivido con Fe y Alegría, especialmente con las re-
las expresiones violentas que se han connaturaliza- gionales del Eje Cafetero y Costa Norte. En este caso
do, asumiéndolas como parte de su cultura y que de el PPP acompaña la aplicación de una propuesta
alguna manera son inamovibles. metodológica, Habilidades para la Vida, en donde
docentes y alumnos/as encuentran nuevas maneras
A través de su intervención el PPP ayudó a con- de acercarse para aprender sobre la vida misma, para
solidar los espacios de encuentro, buscando que es- mirarse a sí mismos/as y para hacer lo que parece
tos se constituyeran en el mecanismo idóneo para el imposible en muchos de sus contextos, ser y actuar
fortalecimiento de relaciones y para el establecimiento de manera armónica desde el respeto, resolviendo los
de ciertas formas de pensar la realidad, base funda- conflictos sin recurrir a la violencia. Existen algunas
mental para la proyección de la propuesta. El reto es dificultades, claro está, ¿cómo involucrar a los/as
llegar a los otros/as maestros/as y a las instancias otros/as maestros/as para hacer de éste un lenguaje
administrativas que pueden hacer de esta una acción común?, ¿a la comunidad y a las familias?, ¿cómo
más permanente y comprometida trascendiendo el puro mostrar a niños/as y jóvenes que es efectiva su ac-
gusto personal, lo que a su vez favorecerá la existen- ción en medio de contextos urbanos marginales?. Pre-
cia de propuestas que vayan más allá de las activida- guntas que plantean la necesidad de una escuela
des puntuales que realizan los/as maestros/as en medio abierta a la sociedad, reto que poco a poco y con
58
En este camino fuimos planteando una serie de
presupuestos que ahora reconocemos, no eran obvios
y debieron abordarse desde otros lugares. Uno de ellos
hace referencia a la comprensión de las violencias
desde la institución educativa; desde el PPP conside-
ramos que es importante reconocer los lugares y las
maneras como las dinámicas institucionales pueden
insertarse en las lógicas de la violencia, especialmen-
te en lo concerniente a la violencia simbólica y es-
tructural. De esta manera queremos que todas las
personas asuman un compromiso ante la difícil rea-
lidad que desde hace varias décadas vive el país.
Otra manera de comprender esta relación, surge
cuando se percibe que ésta – la violencia – es un
problema que atañe a una realidad social exterior a
la institución educativa y donde el tipo de acción
debe centrarse más en la ayuda de la población que
se ha visto afectada.
grandes esfuerzos es asumido por Fe y Alegría desde Otro de los presupuestos se soporta en la posi-
sus centros comunitarios. bilidad de establecer puentes entre la experiencia
social desarrollada por el PPP y la acción educati-
Finalmente queremos hacer referencia a la expe- va de los colegios, reconociendo en las diferencias
riencia vivida en el ámbito de la educación privada de visiones, de lenguajes y de maneras de actuar
con los colegios de la Compañía de Jesús en donde se una riqueza más que un obstáculo para la cons-
dan una serie de circunstancias que hacen necesaria trucción de propuestas. Pareciera que para las ins-
la revisión de las estrategias de intervención. Se plan- tituciones educativas es importante encontrar len-
tea inicialmente la necesidad de una propuesta en guajes similares y maneras de intervenir que les sean
educación para la paz acorde al proyecto educativo cercanas.
de los colegios, siendo el PPP llamado para brindar
su experiencia y su visión frente al tema. Para esto se Para terminar, vale la pena reconocer que la cons-
considera fundamental el trabajo con ACODESI (Aso- trucción de acuerdos y consensos pudo ser más sólida si
ciación de Colegios Jesuitas en Colombia) ente en- se hubiese realizado con cada una de las instituciones
cargado de la articulación del proyecto educativo educativas manteniendo un marco común dado por
como tal y del seguimiento a una propuesta pedagó- ACODESI, esto lo vemos actualmente cuando el reto es
gica que es común, pero que se desarrolla de manera asumido de manera diferente por cada uno de los cole-
particular en cada uno de los colegios. gios de acuerdo a sus dinámicas y necesidades.
59
Al compartir estos elementos solamente queremos abrir las puertas
a una serie de preguntas que deben llevarnos a pensar de una mejor
manera la intervención en las instituciones educativas, especialmente
en aquellas del sector privado desde donde se pueden sentir algunas
problemáticas de país como lejanas o distantes por la realidad que viven
en su cotidianidad.
A través de Habilidades Por esta razón el PPP asume como parte importante de su trabajo el
para la paz hemos asumido desarrollo de propuestas que permitan transformar las maneras de ser y ha-
el reto de romper con la cer que se vinculan a la violencia y que hemos llegado a asumirlas como
tradición, mostrando que sí parte de la vida, imposibles de cambiar.
es posible actuar de otra
manera pero que esto El camino parece estar marcado por la construcción de nuevas maneras
implica ejercicio, un de “hacer”, de afrontar las situaciones propias de la cotidianidad que le
esfuerzo conciente y permitan a las personas construir un nuevo “conocimiento” frente al mundo
constante por cambiar. y la manera de habitarlo, para así generar otras “actitudes”, formas de ser
que alimenten a la vez nuevas maneras de actuar. Se trata de un espiral que
se va alimentando desde la vida misma, en donde se busca partir de la
cotidianidad para transformar algunas maneras de estar en ella.
60
Otras imágenes del país que son
narradas
En la actualidad la acción de los medios de co-
municación tiene una gran importancia, estos nos
narran y llevan a construir una imagen de lo que ocu-
rre; en el caso Colombiano esto se hace más evidente,
ya que son ellos – en gran parte - los responsables de
convertir en relato lo que es invisible para una gran
parte de la población, el conflicto armado y las si-
tuaciones de violencia derivadas de la exclusión y la
injusticia social.
Una de las estrategias desarrolladas en este cam- Buscando alternativas de impacto en espacios
po se centró en el fortalecimiento de emisoras comu- comunicativos más amplios como son los medios
nitarias en Buga – Valle, a través de la formación de masivos, se ha creado el diplomado «Periodismo res-
algunos de sus encargados, aumentando a la vez la ponsable en el Conflicto Armado»; propuesta formativa
participación de la comunidad y fortaleciendo el pa- que enriquece el ejercicio del periodista pero que ante
pel de los “promotores locales de paz”. De esta mane- todo ofrece una mirada más reflexiva y comprometida
ra la comunidad empieza a hacerse responsable de lo con el país. Esta ha sido la intención y búsqueda de
que comunica desde lo local y asume los medios para las organizaciones comprometidas en su ejecución,
construir una realidad propia, sin mantenerse some- Corporación Medios para la Paz, Pontificia Universi-
tidos a los relatos ya dados por los medios masivos dad Javeriana - Facultad de Ciencias de la Comunica-
en donde se dice lo que existe y no existe de acuerdo ción y Lenguaje, y el PPP.
a una serie de intereses y políticas nacionales. Exis-
tieron situaciones que vulneraron la sostenibilidad En la construcción de la propuesta se han entre-
de la propuesta, una de ellas tiene que ver con el tipo tejido tres estrategias complementarias: la existencia
de procesos establecidos por parte del Estado (Minis- de módulos con temas y herramientas pertinentes a la
terio de Comunicación) para la legalización de las temática, el desarrollo de talleres que van desde la
emisoras comunitarias, pero otra con el seguimiento adquisición o el fortalecimiento de herramientas pe-
después de haber realizado un proceso de fortaleci- riodísticas hasta el reconocimiento de la dimensión
miento a través de la formación y del acompañamien- humana del periodista, y el observatorio, donde se
to de algunas producciones. Hubiese sido necesario hace seguimiento a las producciones que van reali-
crear lazos y relaciones más fuertes con instituciones y zando los/as participantes para así llevar a la prácti-
organizaciones de la región interesadas en este tipo de ca lo aprendido. Esta estrategia no sólo cualifica el
producciones comunicativas y que a la vez hubiesen ge- ejercicio periodístico, ante todo lo hace más ético y
nerado caminos para la gestión de recursos. responsable frente al país.
61
La comunicación está en todas partes
La comunicación está en todas partes; es algo tan connatural a noso-
tros/as mismos/as y nuestras relaciones que, por lo mismo, puede pasar
desapercibida; y sin embargo, puede ser también el canal para construir y
recrear formas de ser, hacer y estar. Hacer de la comunicación una estrategia
para construir cultura de paz fue, y sigue siendo, un propósito y una bús-
queda permanente.
62
proyecto con otro, y hasta rutas - insospechadas hace un tiempo – para 7
Expresión coloquial que
significa algo flojo, sin mucho
intentar “meternos” en los medios de comunicación masivos y desde allí sustento, mediocre.
ofrecer una mejor información.
8
Se refiere al nombre de la red de
Con los periodistas del Diplomado descubrimos, por ejemplo, que si bien periodistas: REPORTEROS DE
COLOMBIA.
el Diplomado es una herramienta clave para cualificar el oficio, pues brinda
elementos de contexto y del oficio mismo que se convierten en herramientas
para cubrir la guerra y la paz en el país, había una serie de obstáculos que no se
logran superar únicamente con formación. Hay políticas editoriales, condicio-
nes laborales, falta de interés en la investigación, que hacen que muchos perio-
distas, por más capacitados/as y dispuestos/as que estén, sencillamente no
elevan su calidad profesional en las notas que realizan; y por tanto – al final del
cuento – los ciudadanos/as no estamos mejor informados.
63
En este mismo sentido, pasamos de apoyar los mejor, donde siguen soñando, bailando, creando y constru-
medios de comunicación y producir una que otra se- yendo, intentamos comunicar semana a semana un punto
rie radial a tener un magazín informativo semanal: de vista alternativo para que nuestros oyentes puedan acer-
AH! SIMPLE Y CLARO. Esto fue como pasar de la crí- carse a la realidad, asimilarla y actuar frente a ella.
tica a la acción. De hacer diagnósticos a proponer
alternativas. Fue un camino para construir una pro- AH! SIMPLE Y CLARO ha sido este reto perma-
puesta de información responsable con una ciudada- nente, pero también ha sido el espacio para conocer,
nía que requiere elementos de análisis, puntos de vista sentir y definir criterios y límites frente a la concerta-
múltiples y contrastados, miradas comprensivas e ción interinstitucional. Con este proyecto pudimos
integradoras para asimilar la realidad y forjarse una indagar que no sólo se trata de compartir objetivos
opinión pública crítica y constructiva. Ese fue nues- comunes con otros para trabajar juntos, sino también
tro propósito al unirnos con otras ONG como Viva la cómo es de fundamental compartir los caminos para
Ciudadanía y Codhes y con redes de emisoras comuni- hacerlo. Para el Programa por la Paz es central la co-
tarias como ALER y ARCA. herencia entre los objetivos trazados y la forma de
alcanzarlos. Buscar la democracia por medios de-
En el transcurso de casi 15 meses de concerta- mocráticos. Hablar de diversidad e inclusión crean-
ción interinstitucional para dar a luz el Magazín y de do estrategias de trabajo respetuosas con los/as
18 meses de producción y emisión semanal del pro- otros/as y participativas. Propugnar por miradas al-
grama, que se transmite por 5 emisoras ubicadas en ternativas, y que tales comprensiones nos lleven a
Bogotá, Pasto, San Gil, Villavicencio y Líbano, vimos dialogar con todas las voces; también con las que no
como en muchos momentos logramos acercarnos a nos gustan. Si bien AH! SIMPLE Y CLARO pretendía
nuestro propósito de hacer una información útil al construir una información así, las relaciones entre las
ciudadano/a, a la democracia y la paz. Informamos organizaciones del consorcio no lograron reflejar co-
de y en un país que ha estado viendo cómo un proce- herencia con estos propósitos. Por ello, el Programa
so de desmovilización de grupos paramilitares, im- por la Paz decidió tomar distancia de este espacio y
pulsado por el presidente Alvaro Uribe, trae consigo seguir construyendo otras opciones de información y
anhelos y frustraciones respecto al logro de la verdad, participación en aras de forjar opiniones públicas au-
justicia, reparación y reconciliación; pero también el tónomas y estructuradas.
rearme de estos grupos, destape de sus vínculos profun-
dos con los poderes políticos y económicos tanto loca- Con este mismo propósito, durante estos tres años
les como nacionales; un proceso que trasluce las fallas recorrimos muchos lugares de este país compartiendo
estructurales de nuestro sistema de justicia y de nuestra en diferentes espacios las reflexiones de la Campaña
democracia, pero también la tenacidad de muchas vícti- La Viga en el Ojo – Los costos de la guerra. Así, desde
mas y organizaciones por hacer valer su voz y su dolor. los empresarios en Medellín hasta las víctimas
adoloridas y valientes de San Onofre en Sucre, pasan-
Acerca de este país complejo y adolorido, donde do por espacios compartidos con estudiantes, ma-
día a día miles y miles de personas trabajan para vivir dres, líderes comunitarios, funcionarios públicos, y
64
muchos otros/as. Se construyeron espacios para que
cada uno de ellos expresara su percepción de la gue-
El encuentro como estrategia
rra que hemos vivido, que seguimos viviendo y que
muchas veces no vemos. Los jóvenes de algún cole- Para terminar la reflexión en torno a las “Ma-
gio de clase media alta se resistieron a sentirse parte nos y Visiones que trabajan por la paz” queremos
de esta historia, mientras las hombres y mujeres de hacer referencia a los procesos de fortalecimiento
San Onofre reclamaban hacer parte de este relato des- de la sociedad civil, que desde el ámbito nacional
de su propia voz y que todos los colombianos/as es- o desde la experiencia local han querido aportar
cuchemos su dolor, “lo que nos pasó”. en la construcción de la paz.
Esta Colombia, que sigue fragmentada también Cuando hablamos de procesos de encuentro
desde la experiencia de la guerra que hemos vivido, que convocan un sentido de país, hacemos refe-
pasó en cada momento por los lugares de trabajo de rencia a un proceso complejo en el que se busca
la Viga en el Ojo. Pasó el dolor y también el cansan- entrecruzar sueños, opciones éticas, visiones de
cio de esta historia, pasó también la necesidad de futuro y lugares políticos para determinados ejer-
multiplicar las voces que cuentan los costos de la cicios de poder. A veces pareciera ser este un ejer-
guerra y por eso se comenzó a tejer la posibilidad de cicio que se repite una y otra vez, en diferentes
que el proyecto impulse producciones locales del tema, lugares, con diferentes nombres pero donde vuel-
a partir del trabajo que se realice con emisoras comu- ven a surgir preguntas en torno a las maneras de
nitarias a nivel municipal. comprender la paz, a las necesidades de lugares
dentro de una estructura que pretende ordenar una
Por estos espacios también pasó la necesidad de acción que muchas veces no se llega a dar y donde
dar un paso adelante y preguntarnos por cuál es la las coyunturas parecen generar una espiral que
Inversión para la Paz que debemos hacer para que hacen difícil la proyección más allá.
este país se parezca mucho más a lo que soñamos.
Este es el nuevo reto. Esta será la nueva campaña de Sin embargo, y a pesar de las dificultades, el
opinión pública del Programa por la Paz. PPP cree que vale la pena el encuentro y la
interlocución; se trata de hacer presencia, de brin-
Estos tres años han sido, así, el espacio para con- dar palabras, de generar cuando es posible cami-
solidar las apuestas hechas, para abrir nuevos cami- nos metodológicos. Pero la experiencia a la vez
nos y arriesgarnos en rutas inexploradas por noso- nos hace ver que es en lo regional donde toma
tros/as, pero sobre todo ha sido un constante lugar una gran fuerza, y posibilidad de concreción el
de encuentros y desencuentros que nos ratifica la encuentro con otros/as. Por esto hemos apostado
necesidad de seguir estando y aprendiendo a estar también a la construcción de espacios en regio-
juntos/as para continuar construyendo opciones de nes, con comunidades específicas como es el caso
paz para Colombia. del trabajo actualmente realizado en la Sierra Ne-
vada de Santa Marta con sus cuatro comunidades
Rocío Castañeda
65
indígenas. Aunque esta experiencia no hace parte de los 15 proyectos selec-
cionados para la sistematización, ya que inició después de haber elegido
nuestro campo de análisis, creemos que es importante tenerla en cuenta
porque nos abre las puertas al futuro y nos da nuevas pistas frente a la
concertación y la participación dentro de procesos locales.
66
puestas que hicieran fructíferos los acercamientos entre el gobierno nacio-
nal y la insurgencia del ELN, a través de la experiencia de ‘Casa de Paz’.
También hay que señalar el creciente influjo en regiones y localidades de las
denominadas ‘Constituyentes Ciudadanas’, en clara y franca sintonía con un
‘Estado social que se dice de Derecho’, o bien el rostro cada vez más visible
y reconocido de las mujeres en estos propósitos y aún de las víctimas que
por fin parecen contar con una oportunidad para aparecer en la escena pú-
blica y ser reconocidas como tales.
¿Hacia la Articulación?
67
durante los últimos años, a partir de los aportes de la Conformar una Comisión Humanitaria para pro-
Comisión de Conciliación Nacional surgió algo así mover en la sociedad colombiana y a nivel inter-
como un sentido común: Caminar hacia el II grito de nacional el respaldo a la materialización del in-
independencia... por la paz o 2010, cautivador, pro- tercambio humanitario.
vocador y convocante como imaginamos pudo haber Compromisos en la acción integral en lo que toca
sido hace 200 años. a las minas antipersona, el desplazamiento for-
zado, la restitución de tierras, los desapareci-
Nos preguntamos abierta y serenamente ¿Por qué dos, la identificación de fosas comunes, los se-
no caminar hacia allá? Podría ser un faro hacia el cual cuestros, la protección especial a niños y niñas,
orientar las distintas preocupaciones que hasta el día de el respeto a las comunidades indígenas y
hoy día tanto nos han ocupado y en las cuales hemos afrodescendientes.
gastado demasiado tiempo intentando ganar adeptos. Acciones internacionales urgentes para la paz
2010, 5 años, no está lejos, ni es una coyuntura como el restablecimiento del Asesor Especial de
inmediatista a la que simplemente estemos respondien- Paz en Colombia del Secretario General de Nacio-
do, y así en vez de reaccionar a la coyuntura del mo- nes Unidas y la conformación de un Grupo de
mento, podríamos, por el contrario, suscitar y cultivar países y de organizaciones civiles latinoamerica-
en el tiempo una coyuntura relevante para la paz. nos por la paz de nuestro país.
En las elecciones de 2007, una consulta para un
Nació así lo que se ha dado en llamar el «Punto mandato popular por el cese al fuego, el respeto
de Encuentro» de las iniciativas de paz, con un pro- a la población civil, la democracia y el diálogo
pósito común y un cronograma compartido, y donde por la paz.
las acciones asumieron un carácter ‘vinculante’ en
cuanto nos propusimos que involucraran a todas las Pero todo ello requiere una tarea nada insustan-
iniciativas de paz. Para la operatividad de este espa- cial: “descubrir, montar y activar los mecanismos que
cio fue conveniente acoger la labor de facilitación permitan cumplir esos buenos deseos”, sigue dicien-
del Programa Redes de Naciones Unidas, y con ello la do nuestro Director. No hay, entonces, otra conclu-
paradoja de que fuera un organismo multilateral, re- sión: lo que ha de venir para la todavía incipiente y
presentante de la comunidad de naciones, quien hi- necesaria participación pública en procesos de paz
ciera las veces de articulador de un colectivo de ini- hace referencia no sólo a su contenido, sino a su pro-
ciativas ciudadanas de paz. pia forma, y esa forma no tiene un nombre distinto
que el de ‘articulación’, y terminar de asumir de una
Una de sus primeras pruebas de fuego fue la pre- vez por todas y con toda contundencia que «una go-
paración y convocatoria de la V Asamblea Plenaria de londrina no hace verano».
la sociedad civil de Octubre del 2006, cuyos resulta-
dos renovaron buena parte de la agenda de paz, resal- Escrito por Marco Andrés Acosta
tada así por nuestro Director General (Ver editoriales
Cinep en: www.cinep.org.co)
68
El espiral del Encuentro:
Participación pública con pueblos
indígenas
Enfrentamos el reto de encontrar un lenguaje
común para dialogar con las organizaciones y los
pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Ese es el motivo que nos inspira, que hemos descu-
bierto por el camino y aterrizado en la experiencia.
69
zarse”. Los elementos externos también adquieren su propia dimensión en la
tradición: el dinero que hoy en día es necesario para recuperar el territorio
e incluso para fortalecer la cultura, sólo puede recibirse, sí a través del
trabajo tradicional se paga espiritualmente y con la moneda propia, pues de
lo contrario “sería como sembrar una semilla para que luego otros se sien-
tan con el derecho de cosechar el fruto”.
70
go profundo que pueden derivar en formas de coope- ra, que sin embargo, los indígenas encuentran nece-
ración mutua, que trata de equilibrar la relación. sario conocer para manejar, y en algunos aspectos va-
loran.
Esta búsqueda de equilibrio no implica hacer
concesiones paternalistas, pero sí reconocer las de- Ese lugar de frontera es el que nos atrae, el que
bilidades y desarrollar estrategias para transformar- nos convoca, porque nos abre el espacio para
las. Así mismo requiere asumir el hecho de que interactuar, para aportar desde quienes somos, al reto
nuestra relación esté mediada por el dinero, ade- que se han propuesto los indígenas de “escribir en el
más de la prevención y la desconfianza que han pensamiento”, no en el papel que no trasciende la
generado múltiples intromisiones que desconocen cultura, sino en la mente de sus individuos que hoy
la autonomía indígena. no la viven plenamente.
Nuestro trabajo nos ha exigido cuidar el lengua- El papel nos lo dejan a nosotros para explicar las
je, ha sido un ejercicio de construir acuerdos sobre el dimensiones del fortalecimiento organizativo y para
sentido de los términos que utilizamos para reflexio- registrar los aprendizajes respecto a la
nar conjuntamente en la frontera entre lo indígena y interculturalidad. Mientras tanto, ellos y nosotros
lo no indígena. Allí los temas son integrales y trans- asumimos que al compartir el reto pedagógico que
versales, la gobernabilidad adquiere enfoques no nos proponen, seguimos recorriendo la espiral del
dimensionados: en la música y la danza tradicional, encuentro.
en las prácticas médicas, en la forma de cultivar, de
preparar los alimentos. A esto se opone la otra cultu- Liliana Múnera
71
En este aparte “Manos y Visiones que trabajan por la Paz”
hemos querido mostrar desde los aprendizajes institucionales, la
acción educativa, la intervención a través de experiencias y el
diseño de estrategias, algunos de los aprendizajes y muchas de
las preguntas que surgen al leer la intervención realizada por el
PPP en los últimos años. Reconocemos que esta tan sólo es una
aproximación a muchas cuestiones que requerirían de una mayor
profundización y hasta el desarrollo de un estudio propio. Pero en
este momento consideramos que hemos podido enmarcar nuestra
acción y ganar pistas para proyectarnos al futuro.
72
El aporte del trabajo por la paz
en las personas
D espués de compartir las apuestas y los principales aprendizajes ob-
tenidos en estos últimos años por el Programa por la Paz, quere-
mos dar un espacio y hacer explícita la voz de las personas que han
estado vinculadas a estos procesos. Sabemos que sus palabras re-
cogen nuestro esfuerzo pero ante todo su compromiso y el empe-
ño de organizaciones e instituciones que se encuentran con noso-
tros/as en un sueño común.
75
Las personas hablaron en estos espacios sobre sus experiencias al
trabajar con nosotros/as el tema de la paz y de manera especial
sobre las transformaciones que consideran se han dado en sus
entornos haciendo énfasis en el ámbito de la cultura. Al revisar
sus aportes encontramos una amplia referencia a sus experiencias
vitales; hablan con mucha fuerza de cambios en las maneras de
verse a sí mismos/as, de relacionarse en su cotidianidad con las
personas cercanas, con su familia, en el barrio o en la comunidad,
hasta llegar a las formas de actuar en lo colectivo encontrando una
expresión propia a su ciudadanía. En este sentido podemos resal-
tar la importancia de la EXPERIENCIA, es decir, de la capacidad
de significar la vida desde otros lugares diferentes a los de las
violencias para el desarrollo de nuevos procesos sociales.
76
VOCES INTERIORES
A l hablar del trabajo por la paz las personas reportan haber tenido una gran cantidad
de cambios en sí mismos/as. Este las ha llevado a revisar sus actuaciones cotidianas
hasta transformar los referentes de identidad y las maneras como se asume la pro-
yección en lo social. Este se constituye en elemento fundamental para la construc-
ción de nuevos significados, perspectivas, actitudes, valores, aprendizajes, etc. tal
como podemos observarlo cuando nos dicen:
77
Otras voces, nos muestran como el auto-conocimiento cambia la
manera de verse y de relacionarse consigo, transformando diná-
micas violentas que se generan en ese primer territorio que es el
cuerpo.
78
No deja de llamarnos la atención que las voces que hacen un mayor énfasis en los
cambios personales insisten en la importancia de los procesos formativos, reafir-
mando que es la acción pedagógica, la que más ayuda a abordar esta dimensión
personal. Y que a la vez ayuda a cimentar una actitud más coherente, tranquila y
armónica para su vida,
Otro de los aspectos que las personas señalan al hablar de lo que en ellos/as ha
ocurrido a través de este trabajo por la paz, está dado por el encuentro de nuevos
sentidos que los llevan a cambiar su posición ante la vida, lo que a su vez les permite
encontrar nuevas formas de manejar sus emociones y sentimientos,
80
Han posibilitado encontrarnos a Vivir a plenitud este proceso ha
nosotras mismas, identificando nuestros permitido que reconociera mi pasado,
dolores, miedos, sentimientos, aceptara mi historia, con todo lo bueno y
necesidades y llegar a perdonarnos y lo malo, que le encuentro sentido o que
aceptarnos como somos. aceptara las adversidades que me
(Antioquia) correspondió vivir de otra manera.
(Magdalena Medio)
82
En este momento se sienten más activos/as en lo que se refiere al sentido y proyec-
ción que le dan a su vida, asumiendo una posición diferente que les impulsa a trans-
formar su mundo; dejar de ser victima, reconocerse, construir, ser agente de paz,
mejorar las relaciones,
83
VOCES QUE DIALOGAN
E
l fortalecimiento de la dimensión personal a través de una manera
de ser para la paz abre las puertas al encuentro con los otros/as;
en vez de darse una situación de ensimismamiento, el cambio per-
sonal hace necesario abrirse al ámbito de las relaciones.
84
Las voces dialogan y se sienten parte de una comunidad, son voces que tejen relacio-
nes, que quieren decir algo a los/as otros/as,
85
El proceso en general ha sido de mucho beneficio en mi
vida personal, ya que marcó desde su inicio el camino a
seguir en la línea de la vida, la construcción de la paz en
nuestro territorio colombiano desde nuestra perspectiva y
con la ayuda y el desarrollo de nuestras habilidades que
cada ser humano tiene, así mismo del constante
acompañamiento, creciendo en todos el sentido de
pertenencia, de la recuperación del tejido social perdido.
(Sur del país)
86
Son voces que en el diálogo consolidan un proyecto de vida coherente con la paz,
que se traduce en contribuciones valiosas en su dimensión profesional,
Cuando las voces dialogan con el Programa por la Paz logran ampliar perspectivas,
logran cambios, inclusive algunas personas refieren a como la reflexión respecto a la
paz, la noviolencia y el hecho de pertenecer a un país, los ha convertido en actores
de cambio,
87
Las cooperativas, asociaciones
El Programa por la Paz también ha contribuido en la y grupos tocados por el
educación entendida ésta como la intervención que busca Programa han recibido
generar habilidades para la vida en las escuelas de la formación y apoyo económico
comuna y en la formación de las personas encaminadas a para iniciar cambios sociales.
que sean ellas mismas las responsables de su propio (Sur del país)
desarrollo. (Sur del país)
Educación: formación y
conscientización a la gente
más necesitada en la
posibilidad de mejorar sus
Definitivamente el trabajo por la paz permite que las voces hablen condiciones de vida.
de un cambio y transformación en sus relaciones, dando lugar a (Sur del país)
nuevas formas de construir sus vidas, ampliando perspectivas y
permitiendo formas de ser no-violentas, brindando opciones de
resolución de los conflictos en la vida familiar y comunitaria,
88
En el contexto familiar y comunitario Haber sembrado con el equipo que se
aplico los mecanismos de transformación formó en el Santa Catalina la semilla, la
no violenta de los conflictos. Situación herramienta para enfrentar los
que ha conllevado a que haya un mejor conflictos de otra manera, con otra
entendimiento. visión, con otra mentalidad.
(Antioquia) (Centro de País)
89
Siendo la comunicación un elemento clave para este cambio,
Aprendimos a valorar y a
Construir afecto y confianza respetar a los otros, a Aprender a trabajar en
con lo otros y otras. encontrar en cada rostro la equipo.
(Antioquia) humanidad dándole un (Antioquia)
verdadero valor a la vida.
(Antioquia)
90
Es una realidad que el Programa por la Paz ha
Veo como otras mujeres sienten y viven un estado permitido tomar distancia de las dinámicas
deterministas, entendiendo que siempre es po-
de cambio. Se sienten más acompañadas, sienten el sible la creación de otras opciones distintas a
deseo de una comunicación más a fondo. Se sienten las de las violencias. La posibilidad de apro-
liberadas, relajadas, se reconocen como personas, piarse de una forma de ser y hacer, que se orien-
como mujeres, acompañan a otros, sueltan esa ta hacia la convivencia armónica y la construc-
opresión en los espacios que por las habilidades ción de diálogos pacificadores,
crean confianza.
(Centro del País)
También maneras y herramientas de
relación con los otros cercanos a
nosotros y ahí la manera de reconocer
y manejar los conflictos en forma
Habilidades para la paz, estoy plenamente adecuada para que estos nos lleven a
convencida que tu estás aportando mucho, mucho a crecer y no degeneren en violencia.
que la paz se vaya logrando a través de mi, a (Centro de país)
través de todos y cada uno de los que hemos
tenido la fortuna de vivir este proceso, porque de
una manera u otra lo vamos transmitiendo a
nuestros hogares, nuestros sitios de trabajo y a
nuestro entorno. He replicado cada palabra y
(Magdalena Medio) estrategia que me has enseñado
aunque he optado por crear otra
habilidad que va más allá de la
espiritual.
(Magdalena Medio)
91
Desde lo que las voces dicen, se nota cómo la familia es uno de los
Mi familia se vio fortalecida espacios básicos y principales en los procesos de cambio y de for-
con la nueva sangre y el talecimiento de las estructuras que favorecen las experiencias y
estrategias para la paz. Esto, aunque pareciera simple o esperado,
nuevo impulso igual sucede es de profunda importancia y significación, ya que la casa conti-
con mi comunidad de Terrón. núa siendo uno de los lugares fundamentales para construir las
(Cali – Sur del país) identidades, las subjetividades. Y por otro lado, se sabe que la
pérdida de las referencias de hogar y de familia es uno de los
factores de mayor complejidad a trabajar en las poblaciones afec-
tadas de diferentes formas por las violencias,
92
Esta característica de transformación interior conectada con la
posibilidad de dar contenido real a la paz, permite, repensar
lo que se entiende como cultura de paz.
94
Los valores morales de una comunidad se deben Pensar la paz implica pensarse siempre en re-
estimular con la proyección de sus trabajos lación con el otro/a, el reconocer la necesidad
de crear un espacio de subjetividad compartido,
positivos en favor de todo un conglomerado.
Cuando mis noticias o informaciones, reportajes,
crónicas y entrevistas, se elaboran con base en Cultura de Paz: yo la llamaría
los hechos que consolidan un proceso de más bien cultura de la diferencia,
tranquilidad y de hermandad, creo que estoy del debate de las ideas.
sembrando para la paz. (Periodista)
(Periodista)
P
ara el Programa por la Paz ha sido muy importante el trabajo con
quienes son voz de otros/as, los/las periodistas. Ahora queremos
recuperar su propia voz, desde lo que ha significado para su labor
el horizonte de la paz, el cambio de perspectiva sobre el conflicto
armado y la reflexión respecto al ejercicio en tanto periodistas,
comunicadores y mediadores de la construcción de la realidad.
96
Los cambios se convierten en formas de ser y de relacionarse con las demás perso-
nas, asumiendo así una forma de construir lazos sociales y acciones de cambio al
hacer visibles, dando voz a quienes trabajan por la paz y no la tienen,
97
Esta es oportunidad para mirar el mundo al cual se pertenece (lo
local), para entender las complejidades existentes en el conflicto
armado y en las violencias desde diferentes dimensiones de la
vida humana. Desde aquello que es mas evidente hasta lo que es
sutil y que no se ve con claridad a menos que se realice un acerca-
miento más intencionado,
98
Voces que ahora poseen mayor reflexión y sentido de responsabilidad como
informadores y formadores de opinión en el país; entienden que su labor como
comunicadores o periodistas no se limita a presentar imágenes y textos sino que
muestra las dimensiones de los conflictos del país,
Me ha representado seguridad,
conocimientos profundos en el
manejo de la información. Me ha
motivado para realizar un
periodismo más responsable y con
Primero que todo ha hecho alto punto de vista positivo.
que sea más responsable con
todo lo relacionado a mi oficio
profesional.
Ética, responsabilidad,
estar pendiente de las
imágenes, buscar otras
formas de mirar el
contexto.
99
Son voces que se plantean preguntas acerca de las formas de ejer-
cer la profesión de periodista, ampliando las perspectivas de los
elementos que son necesarios en la comprensión de los hechos so-
ciales, superando una visión simplista o dualista de las tensiones
que produce la guerra,
100
La reflexión a partir de las herramientas adquiridas, por quienes tomaron el di-
plomado, los/as lleva a aumentar la exigencia respecto a la calidad de sus pro-
ducciones,
Contextualizar, definitivamente el
entregar la información completa,
ilustrando desde diferentes puntos y con
reseña del por qué de los hechos ha
generado mayor confiabilidad,
credibilidad y aceptación.
101
Las herramientas obtenidas les ha permitido elaborar significados
y sentidos que enriquecen su identidad profesional, desarrollan-
do una posición mas elaborada y crítica del papel que juegan los
medios en la construcción de las representaciones, imaginarios y
formas de ver aquello que se divulga o transmite,
102
Reproducir este rigor (se refiere al periodismo
responsable) periodístico en las nuevas generaciones
podría ser parte del engranaje que se necesita en los
medios para construir una Cultura de Paz. Igual desde
mi posición como presentadora cuido mucho la
terminología con que transmito o presento el informe
que es clave, pues desde ese lead empiezas a generar
opinión entre los televidentes cada día. Mi reto es que la
gente reciba de entrada una información que genera
análisis y no rechazo.
Superando el simple sentido laboral o de oficio, para así implementar nuevas herra-
mientas y elementos que les permitan fortalecer el ejercicio de un periodismo res-
ponsable,
Indudablemente, una mayor cualificación
para el abordaje de los temas relacionados
Me he puesto en la tarea de sistematizar con la guerra y con la paz. Después una
y enriquecer mi directorio de fuentes. Me interiorización de ese conocimiento para
he preocupado por la lectura de textos plasmarlo en las piezas periodísticas
periodísticos, históricos y señales que me propias.
ha ayudado a ampliar mi visión de la
realidad colombiana y mi actitud crítica
ante los hechos que ocurren a diario en
Colombia.
103
Estas voces han logrado un cambio en la visión y en las formas de
producir la información, dando mayor relevancia al sentido de lo
local, la cuestión de los derechos humanos, la contextualización.
Lo que permite pensar que la mirada respecto al conflicto se des-
plaza de la situación de tensión y conflicto propiamente dicha a
los dramas humanos intrínsecos existentes en las historias que se
cuentan, validando la necesidad de reflexión respecto al sufrimiento
y ruptura que provoca la guerra en las personas,
Mayor rigurosidad en la
presentación de la información
priorizando a las victimas por
Cubrimiento del conflicto desde las
encima de la parte oficial o el actor
víctimas, importancia del contexto de
armado ilegal. También a través de
los hechos, fundamentos del derecho
los informes hacer visible las
internacional humanitario, periodismo
violaciones al DIH (Derecho
que crea puentes en vez de destruirlos.
Internacional Humanitario) y
abriendo espacios de discusión.
104
VOCES QUE TEJEN REGIÓN,
QUE TEJEN PAÍS
o ír y pensar las voces, nos permite dar cuenta de cómo se crea el
tejido social, permite visualizar los triunfos y logros de la coope-
ración, de la solidaridad, del estar con el otro. No son voces solas,
son voces que tejen juntas una historia, un país.
Las voces que tejen región y país refieren cómo el trabajo por la
paz les permitió no solamente un cambio de perspectiva, sino una
actitud de participación y de compromiso social, que a su vez am-
plía la posibilidad de reconocer y de integrarse con el otro/a en
un proyecto común.
105
Creer en nuestra propia
cultura y en nuestros propios
valores, no querer ser como
el otro.
(Centro del país)
106
Ese simple ejercicio de estar con otro/a, es una forma de reconocer y de recono-
cerse como voces integradas en un mismo canto, en un mismo espacio social y
por lo tanto, de compartir un compromiso. Este proceso ha permitido a las voces
un elemento imprescindible y poderoso para la construcción de cultura de paz: el
reconocimiento y empoderamiento de sus subjetividades, es decir de sus identi-
dades colectivas.
107
Si la violencia genera ruptura y dispersión, es claro que lo que se ha logrado en el trabajo del Progra-
ma por la Paz es generar espacios en donde las personas se pueden reunir e intercambiar inquietu-
des, ideas, percepciones y que el intercambio de experiencias y perspectivas en muchos casos se
convierten en acciones comunes que crean grupos o fortalecen asociaciones ya establecidas.
Todos estos aprendizajes han sido trasladados a En Cartagena se utilizaron los mecanismos de
las organizaciones teniendo eco. participación ciudadana en la defensa de los
(Antioquia) servicios públicos domiciliarios y la resolución
pacífica de los conflictos con las empresas
Claridad de la apuesta de la organización, frente prestadoras del servicio.
a lo que es el horizonte de reconciliación que (Costa Norte)
tiene A.M.O.R. (Asociación de Mujeres del
Oriente Antioqueño) en la región. En otros espacios como en la formación de
(Antioquia) policías en la escuela de Carabineros
Alejandro Gutiérrez de Manizales he
A partir de habilidades me empecé a vincular a implementado gran parte de las temáticas que
otros grupos, a movimientos locales, regionales y abordan habilidades.
nacionales. (Centro – Eje Cafetero)
(Centro de país)
Esta capacitación me ha servido muchísimo
He podido proyectar lo aprendido en los para facilitar mi trabajo pedagógico con los
diferentes grupos de trabajo. estudiantes, padres de familia, compañeros
(Centro del país) docentes, diversos grupos como las madres de
hogares comunitarios, sus padres usuarios y
En mi labor con Fe y Alegría he trabajado con los diversos grupos de la parroquia a la que
proyectos con organizaciones sociales, niños/as, pertenezco.
jóvenes y mujer y siempre teniendo presente (Centro del país)
habilidades.
(Eje Cafetero) Nosotros como comunidad hemos seguido tus
pasos, paz querida, hemos construido una
Para lograr mejores resultados, nos hemos Red, y hemos incluido otras estrategias más
conformado en comités de trabajo, con para ti.
cronograma hasta el mes de diciembre y medir (Magdalena Medio)
resultados a corto plazo.
(Costa Norte) La preocupación por la cultura de paz nos
llevó a conocer otros grupos y redes que
Tener un diagnóstico sobre liderazgo o grupos y tenían la misma tarea, como el conocimiento
cómo estamos en lo organizativo, los conflictos de noviolencia.
¿cómo se manejan? (Antioquia) (Centro del país)
108
Pero también las voces se fortalecen en espa- Hace un mes trabajo en San Pablo
cios organizativos ya existentes; (Bolívar), yo soy de Barrancabermeja; mi
trabajo es como instructora del Sena y
desde que pisé San Pablo mi camino de
habilidades ha sido fundamental, por eso
ahora que inicié un nuevo camino (Sena),
que es tan enriquecedor que incluye
El presidente de la Junta de Acción tanto con la gente, esta nueva llamada a
Comunal del barrio Las Granjas (donde cambiar experiencias es abrir nuevos
vivo) me ha invitado a que le ayude a horizontes y saber que cada día
«hacer algo» o elaborar un proyecto para podemos aprender más, para así poder
que los niños y jóvenes del barrio se llevarlo a todos los que queremos.
ocupen y no estén ahí tan «disponibles» (Magdalena Medio)
para lo ilegal (venta de gasolina robada de
ECOPETROL, A.U.C, etc.). Yo he
pensado en algunos proyectos
productivos donde se incluya primero Me ha permitido desenvolverme más
formación y luego capacitación; desde lo eficazmente en el trabajo social que
formativo voy a preparar unos talleres desarrollo en mi profesión, en mi
para trabajar con ellos habilidades para parroquia, en el sector donde vivo.
la paz, contando con la ayuda del (Magdalena Medio)
presidente de la Junta de Acción
Comunal que también es docente y está
trabajando en C.E.M.M.(Ciudadela
Educativa del Magdalena Medio)
asesorando proyectos pedagógicos en el
bachillerato, contratado por P.D.P.M.M. Lograr que muchas organizaciones de la
(Programa de Desarrollo y Paz del sociedad civil a nivel local, se interesen
Magdalena Medio) por hacer un trabajo en el cual puedan
articularse con otras organizaciones.
(Antioquia)
109
Es claro que estas experiencias de participar, de aportar a la socie-
dad, son estrategias de construcción de cultura de paz, que gene- Ha sido de mucha importancia
ran en las personas el sentimiento y noción de que son útiles a su para el desarrollo de nuestra
comunidad, dignificando la vida de aquellos/as que creen y apues- región. He resuelto muchos
problemas y dificultades.
tan en la posibilidad y construcción de cambios sociales significa- (Sur del país)
tivos, pero principalmente convirtiéndose en ejemplo de opciones
distintas a las de las violencias,
110
En el conjunto de posibilidades y procesos que se derivan del trabajo por la paz, las
voces que tejen país, al referirse a las posibilidades de participación y asociación se
conectan con mucha intensidad con la noción, reconocimiento y ejercicio de lo que es
la ciudadanía. Concepto y elemento complejo y difícil de ubicar con exactitud, pero
que surge como relato y referencia en prácticas cotidianas,
111
VOCES QUE APRENDEN
HERRAMIENTAS Y HABILIDADES
M
uchas personas que han trabajado con el Programa por la Paz re-
fieren haber obtenido, como uno de los muchos beneficios, herra-
mientas que les ayudan a resolver las dificultades que se les pre-
sentan y el desarrollo de habilidades para mejorar muchos aspec-
tos de su vida, principalmente en el ámbito laboral y familiar, lo
que nos muestra que los procesos, espacios y desarrollos produci-
dos se extienden en el tiempo y espacio, generando más que cam-
bios cuantitativos, cambios cualitativos,
112
En medio del afán diario, lo aprendido en el
Es claro que los espacios de pensarse a sí mis-
diplomado ha servido para agudizar los mos y de reflexión ubican a las personas en po-
sentidos ante los hechos y fuentes siciones más elaboradas y críticas respecto a lo
relacionadas con el conflicto armado. Hay que hacen, y plantean la necesidad de obtener
más conciencia y criterio al momento de nuevos conocimientos y nuevas herramientas,
contrastar versiones, buscar testimonios y
hacer cubrimiento en viajes.
(Periodista)
Más responsabilidad en el
quehacer, además de ser más
crítica en la práctica cotidiana
de revisión o «cliente» de los
medios de comunicación
(Periodista)
La formación y el rigor
como elementos esenciales
en el ejercicio diario.
(Periodista)
113
Las herramientas que obtienen las personas definitivamente se usan
en todos los ámbitos de sus vidas, donde lo mas importante de
ese uso se refiere a cómo dichas herramientas se convierten en
formas de proyectar el futuro con esperanza y optimismo, logran-
do nuevas formas de relacionarse con las situaciones que les pue-
den ser conflictivas,
Después de haber
Capacidad para resolver mis adquirido esas
conflictos de manera pacífica herramientas no las he
y noviolenta. dejado en mi sino que
(Antioquia) ahora puedo y siento que
ofrezco grandes cosas
Aplicar comunicación activa o no con calidad y calidez
violenta en las situaciones diarias; humana.
aplicación de lo aprendido con grupos (Antioquia)
específicos (jóvenes, adultos, hogar,
agentes de pastora); nos ha dado bases
para conocernos más y saber que se
puede trabajar con diversidad de
Estas habilidades propenden personas (herramientas).
desarrollar en cada uno de (Magdalena Medio)
nosotros destrezas para
enfrentar nuestra vida
pacíficamente. He mejorado en la resolución
(Costa Norte) pacífica de los conflictos. He
puesto en práctica el buen
manejo del mismo y pienso que
me ha traído buenos
resultados para mí y para los
En mis direcciones de grupo y actores involucrados.
orientación personal con los (Antioquia)
Nuestro papel como agentes estudiantes he podido aplicar
transformadores es clave; algunos temas como manejo y
plantearnos nosotros mismos expresión de sentimientos,
porque somos parte de la resolución de conflictos de manera
cultura de paz. no violenta, entre otros.
(Centro de país) Especialmente autoconocimiento.
(Magdalena Medio)
114
Mas allá de convertir las herramientas en un
elemento instrumental y mecánico, las voces han Se preguntarán el por qué esta herramienta ha
logrado integrar una actitud de paz, de gene- sido la que más me ha impactado. Les cuento que
rar un sentido de trascendencia que les permi- gracias a ella mi vida, poco a poco, va creciendo
en aspectos tales como: comprender más al otro,
te ampliar las miradas sobre la vida, afirman- tratar de ser más flexible y ponerme en el lugar
do los valores, actitudes, habilidades y afectos del otro; pensar más en cambiar más aspectos
que permiten la construcción, fortalecimiento negativos como el vivir acelerado, el pensar tres
cosas al mismo tiempo, también me ha servido
y mantenimiento de la paz como cultura, para disfrutar más la vida en los momentos.
(Sur del país)
115
c on estas voces hemos querido
hacer visible el lugar de tantas
personas en medio de nuestro
caminar, ellas han hecho posible
nuestro trabajo, se unen a
nuestros sueños empeñando sus
vidas y alimentan la esperanza
de un país que asume la paz
como parte de su cultura.
Pensamientos:
La paz como cultura colombiana*
Resumen
119
ran tener algún tipo de lógica, en un análisis más profundo y detallado,
solo muestran la ruptura, dispersión y desintegración que caracteriza
el acto violento.
120
Introducción
Una de las principales tareas que posee actualmente la investiga-
ción social al pensar la historia de la humanidad, es poner en eviden-
cia los triunfos y logros de la cooperación, así como la capacidad de
asociación y de encuentro humano; elementos determinantes en el
nacimiento, crecimiento y desa-
rrollo de las civilizaciones.
121
Pero con esto no se quiere negar la existencia De igual manera no podemos negar que en el
de múltiples violencias; son innumerables los ac- caso colombiano, la mayor parte de la población
tos de sometimiento forzoso que se han dado a lo vive en la injusticia social, en la exclusión, en el
largo de la historia, las guerras o las estructuras miedo y en la zozobra, en múltiples formas de
sociales sustentadas en la inequidad, etc. To- violencia física y simbólica. Situación que es pro-
dos estos componen una larga cadena de he- ducto de la indiferencia y negación de las necesi-
chos que parecen desplegarse de manera hi- dades del/a otro/a, de la incapacidad de solidari-
lada, en donde uno justifica la aparición de otro dad, de la no cooperación, de aceptar sin reflexión
y así sucesivamente. o compromiso social formas de imposición de
unos/as pocos/as, porque siempre ha sido así y
Es así como en muchas ocasiones al reflexionar por ende, esto es lo que somos.
en torno a las múltiples violencias y sus diferentes
expresiones en Colombia, parece suficiente la refe- Sin embargo, volviendo a la hipótesis inicial, des-
rencia histórica, como si se buscara en el pasado de la experiencia de trabajo en el Programa por la
alguna ¨pista secreta¨ desde donde justificar la si- Paz, son innumerables los ejemplos y situaciones
tuación actual, corriendo así el riesgo de quedar ins- vistas en que ese mismo ser humano, capaz de una
talado en la lógica de la tradición, donde el presente violencia sin límites, es también capaz de proponer y
es el resultado de un pasado ineludible y determi- construir formas de apoyo y ayuda que superan los
nante, que condena a vivir de una sola manera sin actos barbáricos, sin dejarse atrapar en la espiral
posibilidad de cambio. Se sitúa entonces una forma violencia -venganza -miedo- violencia; generando a
de comprender la vida en el país, dispositivos de con- la vez formas noviolentas de resolver los conflictos,
vivencia y relación que parecen repetir una y otra apoyadas en el respeto, la solidaridad, el amor, la
vez las violencias1, dificultando la aparición de otras tolerancia y otros elementos que hacen de la paz
formas de vida social. parte de la cultura.
1
Es importante tener en cuenta que al hablar de violencias se incluye la violencia directa ya sea física, verbal o psicológica, pero también
la simbólica que hace referencia a los elementos de la cultura que la legitiman y sostienen, y la estructural sustentada en las formas de
injusticia social. Una definición amplia de violencia también se encuentra en Fisas, ¨Por violencia podemos entender el uso o amenaza de uso
de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no conscienten libremente o de
hacerles algún tipo de mal (físico, psíquico o moral). La violencia , por tanto, no es solamente un determinado tipo de acto, sino también una
determinada potencialidad…En una definición ya clásica, Galtung afirmaba que la violencia está presente cuando los seres humanos se ven
influidos de tal manera que sus realizaciones efectivas, somáticas y mentales, está por debajo de sus realizaciones potenciales.¨ FISAS , V.
Cultura de paz y gestión de conflictos. pp. 24.
122
Parece ser entonces que una
de las muchas tareas que quedan
por lograr es encontrar nuevas for-
mas de mirar nuestro pasado, com-
prender el presente e imaginar el
futuro. No se trata de mirar con
desdén la historia, se debe recor-
darla, analizarla, entenderla y
resignificarla para encontrar nue-
vos sentidos que permitan supe-
rar los significados que la ¨tradi-
ción de la violencia¨ ha legado e
impone de diferentes maneras,
hasta constituirlos y convertirlos en
referentes de la cotidianidad: ¨el
tener es poder¨ ¨la fuerza sobre la
razón¨, ¨quien no está conmigo
está contra mi¨ ¨el que no esta de
acuerdo, se baja del bus¨, ¨en el
amor y la guerra todo se vale¨, ¨el mundo no es de los débiles¨, etc.
De esta manera olvidamos que la paz en tanto posible - realizable - debe construirse desde los modos
como actuamos, sentimos, pensamos y significamos en la actualidad 2, superando con acciones, no sólo con
discursos, el peso de lo ocurrido.
A través de este texto se espera ampliar la comprensión en torno a algunos de los elementos que
desde la cultura colombiana nos enmarcan en las dinámicas propias de las violencias. Para también
reconocer algunos de los elementos que pueden permitirnos ser y actuar desde otros lugares, para
2
Al respecto Ignacio Lewkowicz (historiador de subjetividades) nos dice: ¨Interesa sobre todo precisar, si fuera posible, cómo las situaciones
constituyen actualidad; cómo las situaciones se constituyen en actualidad; cómo los modos de pensar, significar y hacer se constituyen en actualidad
y no en función de unas determinaciones históricas.¨ Tomado de : Suceso, situación, acontecimiento. Charla FADU - Buenos Aires. 2003.Pág. 1
www.estudiolwz.com.ar
123
generar nuevas situaciones3, camino a la paz. Se trata
de for talecer las acciones ya emprendidas y abrir
las puertas a otras nuevas para seguir haciendo de
la paz un acontecimiento.4
3
¨La situación es el punto en que tenemos que hacernos responsables, el punto en que tenemos que
constituirnos, el punto que tenemos que habitar, sin remitirnos a una totalidad.¨ Lewkowicz. I. Suceso,
situación, acontecimiento. Charla FADU - Buenos Aires 2003. Pág. 3
4
Cuando se habla de acontecimiento, no se está haciendo referencia a una acción puntual como
puede ser una marcha o un encuentro de representantes de determinadas organizaciones socia-
les por citar algunos ejemplos. Se está haciendo alusión a algo que irrumpe en la dinámica
social, cambiándola profundamente, llevando a la construcción de nuevas formas de relación
¨…necesitamos situar el acontecimiento como una interrupción, una anomalía o una heteroge-
neidad respecto de un orden estructural.¨ LEWKOWICZ. I. Suceso, situación, acontecimiento. Charla
FADU - Buenos Aires 2003. Pág. 5
5
Elsa Blair en su texto Conflicto armado y militares en Colombia, pág.89 cita a Gonzalo Sánchez
¨Colombia, un país que se identifica con algo que lo destruye: la violencia¨, entrevista publicada por El
Espectador, Bogotá, 27 de noviembre de 1988.
124
nuestros valores, actitudes, afectos y habilidades. Cuestionarnos,
desde la pasión con el/la otro/a, desde la compasión, como es
que en el día a día construimos nuestra subjetividad, nuestros
vínculos, relaciones, nuestra noción de ciudadanía. Este texto es
pretexto para mirarnos con honestidad, con valentía, con orgu-
llo, con felicidad, con esperanza, con proyección hacia ese lugar
que habita el corazón de los humanos: LA PAZ.
125
I. Una visión de lo humano:
subjetividad, ciudadanía y cultura
126
Lo social es una estructura dinámica que implica la identidad y las múlti-
ples facetas, los sentidos y subjetividades que emergen de la experiencia
relacional con otros/as. Aquel que es hijo/a, es también padre o madre, aquel
que es hermano/a, es amigo/a, es elector/a, es ciudadano/a. En fin, es el
permanente e incesante movimiento lo que define las dinámicas sociales y las
relaciones entre las personas. Por eso quienes piensan las culturas, siempre
lo hacen desde la noción de presencia-ausencia, cambio-permanencia, donde
no es posible encontrar una esencia, lo posible de encontrar es un campo u
orden de relaciones en permanente cambio y fluidez.
A. Subjetividad
6
GONZÁLEZ R., F. Sujeto y subjetividad: una aproximación histórico cultural. Thomson Editores.
México 2002.
7
MATURANA, H. El sentido de lo humano. Dolmen. TM editores. Colombia. 1998.
127
menta la parte y el todo; las narraciones y relatos de subjetivación dominantes. Y por otro, formas es-
son el campo de la ¨realidad¨ que lo constituyen, lo pontáneas de organización, de institucionalización,
modifican dialécticamente, en una espiral que se ex- de acción de los sujetos, de las relaciones que se
pande en todas las direcciones, construyendo el pa- establecen en los diferentes espacios de la vida so-
sado, presente y futuro. cial, que abren las puertas a la creación de nuevos
significados y sentidos, que corresponden a sus ex-
En este sistema o campo, se constata la existen- pectativas, experiencias de subjetivación y construc-
cia de un entramado social que le pre-existe a toda ción de identidad.
persona, la determina, la sujeta, pero que a la vez le
permite generar múltiples formas de interrelación y Esto permite a su vez mostrar la relevancia e im-
apropiación. Cada quien, de una manera particular, portancia que tiene la experiencia y la acción; todo ser
desde su experiencia e historia personal, se acerca humano/a, todo sujeto se hace desde la propia expe-
y construye realidad, es decir, se trata de una reali- riencia y a su vez es constituido por las acciones de
dad social que es subjetivada. Con esto se quiere los/as otros/as. Al hablar del ¨sujeto¨10 y de la ¨consti-
hacer énfasis en que se esta frente a un sujeto que tución de subjetividades¨ se incluyen las maneras como
de una u otra manera es partícipe y activo, que no cada quien se hace mujer y hombre dentro de un con-
es pasivo, que es generador de transformaciones en texto socio-histórico que establece unos significados en
los espacios sociales existentes8. torno a las acciones y lugares, y por lo tanto sobre las
maneras de interactuar. Esto implica a su vez el desa-
En este complejo interjuego de la subjetividad rrollo de un cierto grado de autonomía, para poder,
social, coexisten dos campos de significación que según el horizonte de posibilidades de cada cual y
se realizan y se complementan en las prácticas cul- de cada situación, sembrar y producir las condicio-
turales; por un lado existen una serie de significados nes que permitan la emergencia de lo que se espe-
y sentidos9 propuestos e impuestos desde formas ra del/a otro/a, de nosotros/as y de la vida.
8
Esta postura se distancia de quienes hablan de un sujeto que es hablado, constituido por y en el lenguaje, efecto de un orden simbólico que le preexiste, cuyas
posibilidades de actuación se limitan a la ocupación y repetición de un lugar ya determinado por una estructura que está por encima de él. Tal es el caso de
algunos de los desarrollos propuestos por Michelle Foucault, Jaques Lacan y algunos pensadores del campo de los Estudios Culturales.
9
Podemos plantear que significar es la capacidad para representar, para hacer presente a través de la palabra y de lo simbólico las realidades
percibidas, Gergen (1996) explica que el significado sólo es posible en el mundo de relaciones, siendo este asignado por las respuestas de los
otros/as (¨el complemento¨). Por su parte, la construcción de sentido implica un proceso de discernimiento, que lleva a construir una manera
particular de Entender las realidades, de encontrarles una razón de ser y una finalidad o finalidades.
10
En tanto categoría conceptual que incluye la perspectiva de género, se toma a lo largo del texto la palabra ¨sujeto¨ sin colocarle el femenino (¨a¨).
128
En ese lugar que es la vida misma se hace viable reconocer la diferen-
cia más allá de la desigualdad, y re-significar tanto lugares como formas
de actuar para la constitución de identidades masculinas y femeninas. De
esta manera ese otro, femenino o masculino, construye subjetividad, con-
voca, exige un tipo de respuesta ética responsable, pero sobretodo,
legitimadora de la existencia. Estar con el/la otro/a no solamente se refie-
re a compartir experiencias o situaciones, significa pensarse como parte y
todo a la vez, donde lo que se produce, mas allá de un sistema de relacio-
nes, es un campo de posibilidades.
Sustento de la espiri-
tualidad. Para cada ser
humano, explica Maturana
(1998), existe un sentido
que impregna el vivir y que
es construido en el
entrelazamiento del len-
guaje y las emociones,
siendo el amor la emoción
primaria, básica de lo hu-
mano. Trascender signifi-
129
ca por lo tanto transformar la realidad en conjunción con los demás, lo-
grar la noción de integralidad desde el reconocimiento, aceptación y ejer-
cicio de la compasión como principio fundamental para la convivencia, el
equilibrio entre las necesidades individuales y grupales, el cuidado y regu-
lación responsable de todos/as sobre los recursos disponibles, la creación
y construcción de significado y sentido vital en armonía con el entorno.
B. Ciudadanía
11
GARAY, L.J. Ciudadanía, lo público, democracia. Santafé de Bogotá, 2000.
130
El liberalismo político descrito por John Rawls (1921 - 2002) se centra en
las posibilidades de construcción de la justicia, entendida esta como el conjun-
to de principios que enmarcan las formas de relación, de cooperación y de
distribución de bienes, tanto en lo económico como en lo so-
cial. Esto implica que todos/as aceptan dichos princi-
pios de la misma manera, para la construcción
del bien común, y que prima la identidad ciu-
dadana sobre la personal quedando de lado
las diferencias que pueden surgir de la
pluralidad de intereses.
131
promisos políticos, que van desde la cédula de ciudadanía hasta el pago
de los impuestos, pasando por el acceso a servicios públicos. Dispositivos
que además de inscribirlo/la en un orden de relaciones, proveen a los
ciudadanos/as de referentes identitarios.
132
son ejercicios de ciudadanía que generan estruc- consumo, disminuyendo la importancia de lo que se
turas y cultura de participación, pero sobre todo vive y se comprende como ciudadanía;
la construcción de relatos, de historia, de proyec-
Hoy, el ciudadano comienza a debilitarse como soporte subjetivo de
tos compartidos. los Estados actuales. […] Asistimos a una mutación del concepto
práctico del concepto de hombre -ahora determinado como consu-
En la actualidad las posibilidades de ejercicio de midor-, una mutación del estatuto práctico del lazo social y del
Estado. […] La distancia historiográfica permite pensar que esta-
la ciudadanía se entrecruzan con las lógicas de la
mos viviendo el agotamiento de una ficción y la presentación sin
economía y los lugares que el mercado da al sujeto, claridad discursiva de otro orden de ficciones: El Estado técnico-
ser consumidor/a. Pensar esta relación es cuestio- administrativo y su soporte subjetivo consumidor.13
nar el modelo de primacía económico, -lugar por
excelencia de la globalización y del avance de la ra- Lo que Lewkowicz plantea es la gran transforma-
cionalidad neoliberal, -es pensar en cómo se puede ción del estatuto central de la civilización ilustrada
dar lugar a otras formas de resistencia creativas, hacia el de la sociedad posindustrial; allí donde ha-
otras racionalidades innovadoras, con sentido del bitaba ciudadano/a, emerge consumidor/a. Pensar
humor y amorosas. una sociedad en la que el consumo sea el eje prin-
cipal de los procesos de subjetivación es pensar
Sin embargo, en la actualidad, la estructura que la idea o concepto de humanidad se diluye en
imperante del sistema económico ha puesto al mer- un sistema económico que se sustenta en la acu-
cado como factor determinante en la construcción mulación.
de los derechos y deberes de una categoría que se
han conver tido, según García Canclini, en el Se hace necesario repensar las identidades y las
sincretismo de dos actores; los consumidores-ciu- subjetividades de hombres y mujeres construidas
dadanos12. En el cambio de las estructuras econó- desde la competitividad ambiciosa y desmedida que
micas y políticas al final del siglo XX, con la emer- trata de responder al mandato de tener para ser. El
gencia del neoliberalismo, lo que define el orden ya reto esta en abrir paso a relaciones soportadas en
no es lo político, es lo económico. Lo económico pen- la solidaridad y en la cooperación, en generar alter-
sado como las reglas de producción-consumo im- nativas para estar con los/as otros/as construyendo
puestas por las grandes corporaciones que deter- sin temor lazos profundos que trascienden el consu-
minan, mas allá del Estado-Nación, los modos de mo y den forma a nuevos modelos económicos.
12
AMADO S., Adriana. Medios Modernos: lectores -consumidores y ciudadanos. Oficios Terrestres. Publicación de la facultad de periodismo y
comunicación social de la Universidad Nacional de la Plata. Argentina. Comunicación y Memoria. 2004. Año X, Número 15/16. pp. 242-249.
13
LEWKOWICZ, Ignacio. Del ciudadano al consumidor. Pensar sin Estado. Paidós. Buenos Aires. 2004. pp. 32-35.
133
Las diferentes posibilidades de compra a las que asiste el consumidor
son una forma de establecer relaciones y de participar en un intercambio
de significaciones, para establecer estructuras de ¨colaboración y tran-
sacción entre unos/as y otros¨14.
Las alternativas para una realidad tan compleja no son claras y tam-
poco son sencillas. Sin embargo es posible pensar que la crisis, lugar de
incertidumbre, es también lugar de oportunidad para ver nuevas posibili-
dades de construcción de identidades que respondan, más allá de la lógi-
ca de la acumulación, a la lógica del dar, recibir y compartir.
C. Cultura
14
GARCÍA CANCLINI, N. Consumidores y ciudadanos, Grijalbo, Mexico, 1995. Pág. 42.
134
miento y saberes que circulan, ciertas estructuras formales
y no formales que surgen de las relaciones entre lo
político, lo económico y lo social, las nociones de lo
masculino y lo femenino, etc. Es decir, nos en-
frentamos de por sí a una palabra heterogé-
nea en su significado.
15
SERJE, M.R. (2002) Palabras para desarmar. Ministerio de Cultura. Instituto Colombiano de Antropo-
logía e Historia. Colombia.2002. Pág. 120.
16
GEERTZ, C. La interpretación de las culturas. ¨El impacto del concepto de cultura en el concepto del
hombre.¨ Gedisa. Barcelona. 1989. pp. 43-59.
135
Entre las muchas mentes que piensan al respecto, Clifford Geertz (1989)
plantea que la cultura es justamente lo que nos ha hecho constituirnos
como seres humanos a nivel evolutivo, llegando inclusive a determinar
nuestra anatomía, nuestro desarrollo biológico; ¨la cultura más que
agregarse, por así decirlo, a un animal terminado o virtualmente termina-
do, fue un elemento constitutivo y un elemento central en la producción de
ese animal mismo.¨17 Así la disyuntiva naturaleza y cultura que muchas
veces se ha planteado en el ser humano se pierde, entendiendo que el
desarrollo de nuestro cerebro, de nuestras potencialidades y facultades
fue dado gracias al uso de herramientas, al descubrimiento del fuego, a la
organización de la colectividad, etc.; entre lo natural y lo cultural existe una
relación dialéctica y complementaria en una estructura integradora.
Desde estos aportes se puede decir que la cultura son todas las for-
mas de comportamiento propias y comunes a un determinado grupo hu-
mano, que sirven para regular diferentes dimensiones de la vida (alimen-
tación, sexualidad, espiritualidad, vivienda, condiciones de vida, arte, reli-
gión, relación con el entorno, etc.). Estos comportamientos se sustentan
en campos de información, saberes y conocimientos construidos colecti-
vamente (compartidos) que se implican, en un efecto de conjunto, en la
producción de artefactos, símbolos y referentes comunes. Es importante
recordar que la condición geográfica ha sido uno de los elementos más
importantes en el origen y diferenciación de las culturas humanas. Las
condiciones geofísicas han sido determinantes en las estrategias de su-
pervivencia generadas en cada cultura, lo que se vincula a los significados
y sentidos referidos a la concepción de mundo que emerge de la adapta-
ción del ser humano a su entorno.
136
un sistema de valores, de significados, de vi-
siones del mundo que se expresan al exterior
en el lenguaje, en los gestos, los símbolos, los
ritos y estilos de vida.¨18
Más allá de los elementos observables como es la conducta, tradiciones, artefactos, podemos decir que
la cultura implica la construcción de una visión de la realidad y del mundo constituyéndose en un ejercicio
de significación que permite interpretar y comprender de manera colectiva la realidad. Trama de signifi-
cados desde donde nos hacemos seres humanos/as, que hace posible interpretar la existencia, la expe-
riencia y determina el accionar, siempre abierta, múltiple, heterogénea y cambiante. La cultura es compleja
y generativa, produce un infinito de relaciones y conexiones, y genera en su avance como campo social,
estrategias de adaptación, solución, organización, sobretodo de cooperación.
18
Nota 3. Decreto 4, Nuestra misión y la cultura. Congregación General 34 de la Compañía de Jesús.
19
Tomado de www.definicion.org
20
HERMOSO, P. (1981) Teoría de la Educación. Cap. 23 Cultura y educación. Editorial Trillas. México. Pág. 360.
137
¨La cultura, para ponerlo en palabras de Pierre Humberto Maturana22 habla de la cultura como una
Bourdieu (1998), es como ¨una inmensa máquina red cerrada de conversaciones. Según él, estas conver-
simbólica¨ a través de la cual se configura lo verda- saciones recurrentes construyen un entramado de in-
dero, lo posible, lo tolerable y se definen las condi- terpretaciones y de respuestas posibles (dominios de
ciones, las significaciones posibles de lo real.¨21 acción), a través del interactuar de formas culturalmente
distintas de emocionar y razonar, trascendiendo el sen-
La cultura en tanto código simbólico se funda- tido de lo biológico en el ser humano y poniendo el
menta en un sistema arbitral (no hay nada que énfasis en el poder generativo del encuentro uno/a a
establezca porque una determinada par te de la uno/a como tal. Vale la pena resaltar el papel del poder
realidad se significa de tal manera), posee una en tanto generador de significaciones, de sentidos. ¨El
historia que siempre antecede y que por lo tanto poder, entonces, más que reprimir, produce realidad;
en gran par te es aprendida, pero también tiene más que ideologizar, más que abstraer u ocultar, pro-
una gran capacidad de transformación, siempre duce verdad.¨23
compartida por otros/as, y a pesar de la multipli-
cidad se constituye en un sistema integrado. Son La cultura pre-existe, pero no condena, abre las
conjuntos de relatos y narraciones que se tejen puertas a nuevas significaciones, a la construcción
desde los mitos, ritos, representaciones e imagi- de sentidos que permiten el relacionarse, compren-
narios que circulan a través de las historias que der y asumir al ¨ser humano¨ de una manera dife-
se cuentan, que se transmiten; la cultura se vive rente; se trata de convertir la experiencia de suje-
como hecho social dialógico que implica la ción y de significación en oportunidad para crear las
otredad, para devenir identificación, identidad, se- condiciones que admitan la emergencia de nuevas
mejanza, diferencia, pluralidad, singularidad y experiencias y nuevas estrategias de relación, for-
otras experiencias identitarias. mación, cambio, proyección y de futuro.
21
SERJE, M.R Op. Cit. Pág. 128.
22
MATURANA, R., Amor y juego - fundamentos olvidados de lo humano. Editorial del Instituto de Terapia Cognitiva. Santiago. 1993.
23
Ibídem. Pág 130.
138
II. Contra-Sentidos de las violencias
En diferentes escritos sobre cultura de paz parece ineludible la referencia a una ¨cultura de la violencia¨;
Fisas (1998) explica que la violencia se puede entender dentro del orden cultural cuando ¨a lo largo del
tiempo ha sido interiorizada e incluso sacralizada por amplios sectores… a través de mitos, simbolismos,
políticas, comportamientos e instituciones.¨24
Es decir, se puede comprender la cultura como un marco más amplio en donde se construyen sentidos
que justifican la presencia de la violencia con sus diferentes expresiones, ya sea la directa (¨la letra con
sangre entra¨) como la estructural (¨si reconocemos las diferencias debemos aceptar que siempre existirán
24
FISAS, V. Cultura de paz y gestión de conflictos. Pág. 351. Icaria Antrazyt. UNESCO. Primera edición 1998, segunda edición 2001. Barcelona – España.
139
unos que tienen más que otros¨). Pero en la medida que estas significa-
ciones no se sustentan en el valor de la vida y de la dignidad humana, se
sugiere para este texto hablar de contra-sentidos de las violencias.
25
¨Mecanismos de justificación de la violencia y cultura de paz¨ de Jesús María Alemany, en ¨Seminario
de Investigación para la Paz: La Paz es una cultura.¨ 2001. Centro Pignatelli -Gobierno de Aragón.
Barcelona, España.
26
En el texto ¨Guerra justa y Cristianismo en el Nuevo Mundo¨, Rodolfo de Roux muestra la manera
como en la conquista se habla de la ¨guerra justa¨ contra los indígenas desde la misión evangelizadora,
acción directa de Dios. A partir del Requerimiento -1513- los indígenas tenían la opción de aceptar la
intervención de los españoles (representantes de los reyes de Castilla, a su vez designados por el Papa
representante directo de Dios en la tierra) lo que incluía la perdida de sus tierras ó asumían su
responsabilidad al ocasionar una guerra injusta e implacable. Llegando inclusive a plantear que esta no
sólo era justa sino también un acto ¨humanitario y caritativo¨ que les ofrece un mayor bien.
140
La inequidad existente más que ser efecto de la injusticia, es resulta-
do de la acción ineficaz de algunos (¨existen pueblos que no han sabi-
do como trabajar lo suficiente para producir lo necesario¨) o de un
orden natural, donde siempre vamos a encontrar a algunos/as que
poseen más que otros/as (¨inclusive así es en la naturaleza¨).
Otro de los aspectos que no puede dejarse de lado al hablar sobre los
contra-sentidos de la violencia, es el contexto global actual. Aunque la
27
ALEMANY, J.M., Mecanismos de justificación de la violencia y la cultura de paz. Seminarios de Investigación para
la Paz: la Paz es una Cultura. Centro Pignatelli, Gobierno de Aragón. Zaragoza. 2001. pp. 495-506.
28
Para Alemany este mecanismo tiene un sustrato psicológico que oscila entre dos puntos; en un lado
encontramos la frustración y la impotencia expresadas en el desamor por el otro/a y en el otro, el
narcisismo y la omnipotencia sin límites.
141
globalización podría permitirnos pensar el planeta de manera conjunta, en
la medida que ha sido estructurado desde la economía y no desde la
política (mucho menos por una ética sustentada en la solidaridad y coope-
ración), ha generado una difícil situación en lo que se refiere a las condi-
ciones de vida de la mayoría de la especie humana.
142
y enriquecimientos corporativos y la creación de imaginarios que susten-
tan su creciente demanda, constituyéndose en un ¨bien¨ y en un ¨valor¨.
Para todos/as son conocidas las estrategias de mercado orientadas a
aprovecharse del deseo de los niños/as y de la influencia que estos tienen
sobre sus padres para convertir esa relación en un elemento de decisión
de compra.
A. Violencia y Medios
31
ALEMANY, J.M. Op. Cit. Pg. 502
32
Las nuevas generaciones pueden construir significados y sentidos más fuertes a través de la imagen
de los medios masivos, que a través de los discursos dados desde la escuela o la familia.
143
realidad a elementos simples
(imagen y eslogan), sin mayor
pensamiento y cargados por una
emotividad poco integrada que
afianza los lugares de buenos y
malos, y donde las opciones de
actuación son la huída o la fasci-
nación ante la imagen. Por otra
parte las imágenes de violencia
en los medios, si no son interpre-
tadas desde una perspectiva am-
plia, integral y contextualizada,
pueden ser ¨utilizadas¨ o ¨mani-
puladas¨ para justificar la violen-
cia como única posibilidad de
solución.
Stuart Hall(1990)33 pionero en el abordaje de esta dinámica significante, explora y analiza las imágenes
que hacen parte de publicaciones y plantea que existe un filtro que responde a los intereses de aquellos que
producen o construyen la realidad, a través de la promoción de ciertos estereotipos que justifican ciertas
prácticas sociales, como es el caso de las imágenes y representaciones de los guerreros, héroes, que
promueven la acción violenta.
En esa misma línea se puede ver que co-existen aspectos que revelan el alcance de los medios de
comunicación en la construcción de la realidad, como lo plantea Rocío Castañeda en su escrito ¨Relatos y
Representaciones Sobre Colombia (2006)¨:
Los medios comparten la vida cotidiana de las personas y recrean su realidad. Es decir, reflejan ciertos aspectos del mundo con los matices que
les interese promover y ocultan otras dimensiones de la realidad. Los medios señalan las agendas públicas. Definen los temas de debate colectivo
y lo hacen basados en sus lógicas mercantiles. Su fuerza se dispara en tiempos de falta de credibilidad general y crisis de representación, cuando
la participación política emigra de las movilizaciones masivas y de los partidos políticos hacia ellos, transformados en las nuevas plazas
públicas(Erro Sala, 2003:62).34
33
HALL, S. ¨Representation: Cultural Representations and Signifying Practices¨, Sage publications, The Open University, London, 1990
144
Algunas teorías de la comunicación han abordado el efecto que tienen los
medios en el desempeño de los actores sociales; existe un margen importante
de influencia en la opinión o conciencia de las audiencias. El público, los/as
espectadores/as de los medios definitivamente construyen una noción de rea-
lidad gracias a lo que asimilan de estos. Pensar como se construyen las repre-
sentaciones de la realidad en un mundo mediatizado y globalizado es pregun-
tarnos en cómo se funda la opinión pública y cuál es el papel de los medios en
tal bastimento. A propósito, Castañeda 2006, escribe:
Las razones expresadas para trabajar el tema de la opinión pública se enmarcan en una preocu-
pación mayor: ¿cómo podemos favorecer una opinión pública que aporte a la construcción de una
cultura de paz? Un primer acercamiento en este sentido nos lleva a decir que la opinión pública da
cuenta del posicionamiento de una sociedad frente a la gestión de la ¨cuestión pública¨, y por otro,
que una opinión pública calificada es un elemento de fortalecimiento de la democracia; cuestión
que interesa de hecho frente a la construcción de una cultura de paz.35
34
CASTAÑEDA, Rocío. Relatos y representaciones sobre Colombia. Elementos para aportar en la construc-
ción de una cultura de paz a través de la opinión pública. Escrito presentado en el Programa Por la Paz
en la línea de opinión pública. Bogotá. 2006.
35
Ibídem.
145
o de las mezclas entre la medicina alopática, con los rezos y remedios
caseros, etc.
146
1. El primero de estos contra-sentidos hace referencia a la tensión exis-
tente entre significados homogenizadores36, que establecen lo posible, lo
bueno, lo legal, el deber ser, lo aceptado socialmente; frente a lo ilegal o
ilegalidad, que no es sancionado sino cuando se hace mas que evidente (inclu-
sive llega a censurarse el hecho de hacerlo evidente más que el acto ilegal
como tal). Esta tensión muestra como se está entre las formas correctas
dadas por la ley, por la Iglesia, el Estado, la familia, etc., gran discurso que
enmarca una serie de acuerdos sociales, que quedan vacíos, y contrastan con
la actuación en la cotidianidad, que se enuncia a través de las prácticas de
trampa, atajo y engaño. Prácticas que enlazadas y compartidas, producen una
subcultura del fraude. (¨Es legítimo lo ilegal¨).
147
decir unas improntas culturales que
distan mucho de las que suponen las
democracias modernas.
148
5. La situación se hace más compleja cuando se rompe el límite del
¨no matarás¨, origen de la violencia alienante y del ¨no robarás¨, que
da pié a la violencia transgresora38, así se pierde la posibilidad de recono-
cer al otro/a, dándose un proceso de anulación de la humanidad a través
del sometimiento, la exclusión o la muerte. Acción que restringe, en el
ejercicio de violencia, las posibilidades de pensar. En Colombia, no sólo
existen estas dos formas de violencia de manera independiente, se llega a
combinarlas a través de acciones como el secuestro o la desaparición
forzada, donde ¨se roba la vida¨.
38
PUGET, J. and Käes, R. Violencia de Estado y Psicoanálisis. Centro Ed. de América Latina, Buenos Aires. 1990
39
BLAIR, Elsa. Conflicto armado y militares en Colombia. Cultos, símbolos e imaginarios. Editorial
Universidad de Antioquia. CINEP. Medellín - Colombia. 1999.
149
III. La Paz como Cultura
150
portancia de la educación para la paz, la promoción de los derechos hu-
manos y la democracia, el pluralismo cultural y la prevención de los con-
flictos hasta llegar a la elaboración del ¨Decenio Internacional de una cul-
tura de paz y no violencia para los niños del mundo 2001 - 2010.¨ (1998)41
41
Recuento cronológico de las principales resoluciones y acciones efectuadas en torno a una cultura de paz:
-1995. 28ª Conferencia General - Proyecto Transdisciplinar Hacia una Cultura de Paz.
-1996. Estrategia a mediano plazo 1996-2001.
-1997. Resolución 52/15. Proclamación al año 2000 del ¨Año Internacional de la Cultura de la Paz¨.
-1998. Resolución 53/25. Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del
mundo 2001-2010.
-1999. Resolución 53/243. Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz.
151
Y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.
El progreso hacia el pleno desarrollo de una cultura de paz se logra por medio de valores,
actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el fomento de la paz entre las
personas, los grupos y las naciones.42
Hoy en día pareciera que siempre han existido las reflexiones y pro-
ducciones conceptuales hechas respecto al tema de la paz, como si estas
fuesen una herencia propia de las constituciones de las sociedades, pero
no es así. La paz como concepto de peso e importancia para las ciencias
sociales solamente se desarrolla a partir de los años cincuenta. Es desde
entonces que surge la necesidad de abordar el tema desde un estatuto
cientificista que permita comprender la guerra y la paz como entidades
conceptuales y prácticas sociales factibles de ser estudiadas. Lo que es real-
mente interesante de los muchos estudios es que cuando se piensa la paz, se
42
A/RES/53/243 Naciones Unidas.
152
piensa desde la guerra, no desde un lugar propio y legítimo que le confiera un
referente desprovisto de relación con la violencia.
153
personas para pensarse como sociedad pacifica, o cuáles son los elemen-
tos imprescindibles que permiten asegurar un ¨estado de paz¨.
43
MUÑOZ, Francisco A. La paz imperfecta ante un universo en conflicto. Instituto de la paz y los conflictos.
Universidad de granada.(2000). www.ugr.es/neirehe/eirene/imperfecta.pdf.
154
de cerrar, abre un infinito de posibilidades; donde interioridad; hacer posible el reconocimiento de
se reconoce el conflicto como elemento constitu- la historia propia, con sus dolores, esperanzas,
tivo del universo, aprovechando las tensiones para encuentros y desencuentros para resignificarla.
generar formas conciliadoras e integradoras de Desarrollar habilidades que permitan responder
concertación y construcción conjunta. La paz im- de una manera constructiva a los retos de la vida
perfecta es concebida y asumida como un pa- diaria, fundamentar el sentido de la vida propia
radigma desde donde se puede comprender la en lo trascendente, como hilo invisible que une de
naturaleza, características y dinámicas de la una manera profunda y veraz, llevando a hacer de
violencia directa, simbólica y estructural. la solidaridad y la cooperación una expresión de
este sentir.
Asumir la paz imperfecta permite ver en los El reconocimiento de la ajenidad, de la importan-
contra-sentidos de la violencia la oportunidad para cia de las relaciones desde la cotidianidad, abre las
captar formas de ser y hacer que pueden ser puertas a los sentidos tejidos alrededor del ser hom-
redireccionadas hacía un camino diferente. Es de bre y la masculinidad, así como del ser mujer y la
cier ta forma la capacidad estratégica de la cultu- feminidad. Fisas (1998) habla del patriarcado y los
ra para transformar los sentidos de la paz, el con- elementos de fuerza asociados a la masculinidad
trasentido de las violencias y articularlo como base como uno de los componentes que hacen de una
desde donde se piensa y se construye la convi- cultura, una cultura violenta y en el otro extremo se
vencia pacifica. encuentra lo femenino en tanto cuidador, que hace
alusión y posiblemente funda una ética del cuidado.
Es necesario y urgente hablar de los sentidos y los
significados que sustentados en la vida y en la dignidad Pensar la masculinidad y feminidad como
humana permiten hacer de la paz parte de una cultura; generarador de espacios de relación, implica la re-
sentidos que surgen de la relación con el otro/a, y con flexión también de uno de los elementos que de
lo social -tal como se menciona en la subjetividad so- manera, a veces invisible, a veces visible, marcan la
cial- donde se reconocen diferentes ámbitos de rela- constitución de significaciones: el poder.
ción que entran en juego de manera permanente; la
relación consigo mismo/a, la relación con los otros/as Desde los contra - sentidos de la violencia se puede
cercanos/as y la relación con lo colectivo. entender el poder como aquel ejercicio de fuerza que
lleva a imponer unos determinados significados sobre
En cada uno de estos espacios se pueden iden- el otro/a, negando y borrando toda posibilidad de dife-
tificar algunos elementos claves. En la relación con- rencia. Este puede expresarse de diferentes maneras,
sigo mismo/a se debe par tir del sujeto, de la a través del hacer (¨aquí se hace así¨, ¨es posible y
155
permitido actuar de esta manera¨), pero también del pensar y expresar (¨de
esto se habla, de aquello no¨, ¨llorar no es permitido¨, etc.). Pero, también es
posible pensar el poder como potencialidad44, como aquello que es posi-
ble hacer y que al hacer de la paz parte de una cultura abre las puertas a la
acción de la sociedad civil.
Asumir se en la Paz
44
¨La tensión en la que esta transitando entre violencia y ética intenta pensar la diferencia entre el
poder como imposición y el poder como posibilidad. Todo lo que llamamos violencia es el poder
imponiendo un solo camino, el poder como determinación… Y la respuesta ética tiene que ver con
abrir los otros posibles, con la otra dimensión del poder: lo que puede ser. En el primer caso el poder
es un sustantivo, en el segundo es un verbo.¨ LEWKOWICZ, I. Una respuesta ética ante la violencia. Cátedra
de Psicología, Ética y Derechos Humanos, Facultad de Psicología, UBA. Buenos Aires. 2002.
156
para así construir la convivencia desde la compasión,
entendida esta no como una actitud de lástima, pie-
dad o de paternalismo sino como una de las muchas
formas de ponerse en el lugar del otro/a compren-
diendo compasivamente lo que él/ella es, lo que
siente y lo que puede compartir.
45
¨La Educación para la Paz, en cuanto puesta en juego de la sociedad civil, esto es, en cuanto es
pensada desde un horizonte amplio que de cabida tanto a principios universales como a diferencias
culturales, se inscribe entonces, como una propuesta cultural alternativa que pone en entredicho a la
escuela como agente único de educación en la sociedad, que replantea la finalidad de la educación en
cuanto la percibe como elemento de emancipación y que la inscribe en el contexto de prácticas políticas
y culturales concretas. ¨ Hacia una educación para la paz: Estado del arte. Pág. 51. Aportes 8. ACODESI
Programa por la Paz. Mayo 2003. Colombia.
157
Otra posibilidad tendrá que ver con el desarrollo de espacios para el
análisis y el pensar de manera conjunta46; es decir, abrir preguntas en
torno a aquellos aspectos que se consideran propios de la cultura y que se
unen a los contra-sentidos de las violencias, los mitos, los lugares de lo
masculino, el poder, la identidad, la comunicación, los medios masivos,
etc., para así construir nuevas miradas, nuevas categorías de análisis, que
ayuden a generar otros sentidos, desnaturalizando lo que se ha perpetuado a
lo largo de la historia.
Encontrarnos en la Paz
158
legitimadora amarrada a instituciones dominantes y de resistencia, para
constituirse en la posibilidad de asumirse como sujeto, como actores co-
lectivos que dan sentido a su historia, para transformarla desde un hori-
zonte de sentido compartido.
159
son generadoras de sentidos para la paz y contra- Otro de los elementos que surge, hace refe-
sentidos de las violencias. En este juego, entre la rencia a la recuperación de la política, no
construcción de identidades y la democracia, hay que como la actuación de unos cuantos, porque en-
tener presente la noción de paz imperfecta49 cons- tonces queda reducida a la capacidad o incapaci-
truida desde las personas, desde lo local, a partir dad que estas personas muestran para leer y re-
de las historias de la vida cotidiana en tanto solver los problemas ciudadanos, sino como una
dinamizadoras y transformadoras de los significa- manera de entender la vida en común desde la
dos primarios de la cultura. liber tad, la solidaridad, la igualdad, la tolerancia
y la fraternidad. Se trata de encontrar las estra-
Cuando se piensa la paz en relación a espa- tegias y mecanismos que garantizan el ejercicio
cios más amplios, como el Estado y el territorio, de lo político, sin estar subrogado únicamente a
surgen otras estrategias a tener en cuenta. Ac- las lógicas del mercado como ocurre con el mo-
tualmente, uno de los elementos que es necesa- delo neoliberal; es decir, vincular la política a la
rio abordar con mayor urgencia es el análisis y ética. Pero, para que eso sea factible es necesa-
comprensión de una cultura de defensa dentro rio primero for talecer en la sociedad civil la no-
de una cultura para la paz. Respecto de esa com- ción de que las participaciones y acciones políti-
pleja relación entre paz, guerra y defensa, Toltosa cas son posibles, efectivas y están al alcance de
(2001) plantea la importancia de cambiar las per- muchos/as.
cepciones que sobre la identidad y la seguridad
existen. Para ello es necesario abrir espacios para C . Ética para una Cultura de Paz
la comprensión de la relación existente -desde la
prácticas sociales- entre lo que se considera que Al abordar el tema de la ética, se encuentran di-
es la paz y la seguridad, reconocer que el camino ferentes definiciones y delimitaciones entre esta y la
militar no resuelve las crisis vividas al interior de moral, innumerables campos que surgen de la am-
los estados. El problema es que tampoco se reco- plia reflexión que desde la filosofía se ha dado al
noce la capacidad política para abordarlas, así que respecto. Así que parece ineludible, aunque se haga
surge un espacio vacío que es necesario empezar de manera general, establecer un marco inicial so-
a llenar desde las acciones de la sociedad civil. bre lo que vamos a comprender por ética.
Democracia y modernidad. Ese desencanto llamado posmoderno. En: Revista Foro, No. 10 Septiembre de 1989. Pág.38
49
Aunque son varios las autores que plantean este término para su ampliación se puede recurrir a Francisco Muñoz, director del Instituto para la Paz
y los Conflictos de la Universidad de Granada.
160
Al consultar la raíz griega, êthos, encontramos
una serie de acepciones que puede ser intere-
sante tener en cuenta: lugar habitado por los ani-
males, hábitat, habitual50 y que hacen referencia
a un espacio, a una parte, donde es posible el
encuentro.
50
BADA, J. Una ética mundial para la paz en Seminario de Investigación para la paz. Pág.379.
51
¨…la pregunta fundamental de la ética es la pregunta sobre qué es la vida buena y cómo puedo vivir una
vida digna de este nombre¨. MESA sj, JA. El reto de una educación moral para vivir a la intemperie. Pág. 13.
Coloquio Internacional sobre Teología y Espiritualidad de la Pedagogía Ignaciana. Bogotá, 2002.
52
Algunos ubican los desarrollos de Kant (Paz perpetua) en este lugar, especialmente cuando habla de
la paz como un bien político máximo, ideal inalcanzable.
53
BADA, J. Op. Cit.
161
Con esta perspectiva, no se está desvalorizando a quienes asumen el
cuidado por la vida y los otros/as desde la dimensión individual, logrando
cuando más la transformación de conflictos que encuentran en su cotidia-
nidad y que pueden llegar incluso al ¨pacifismo de la convicción¨54 donde la
paz se constituye en el bien absoluto.
54
BADA, J. Op. Cit. Pg. 387.
55
¨Uno pierde potencia si no se hace responsable de lo que es responsable; uno pierde potencia si se hace
responsable de lo que no es responsable; y uno gana potencia si se hace responsable de lo que es
responsable. Pero la responsabilidad es un camino… Hacerse responsable aquí no es soportar el castigo sino
construirse como sujeto potente a partir de la responsabilidad. Así, la ética se va ligando cada vez más con
el campo del hacer y el hacerse.¨ LEWKOWICZ. I. Una respuesta ética ante la violencia. 2002.
56
LEWKOWICZ, I. Suceso situación acontecimiento. Una respuesta ética ante la violencia. Del frag-
mento a la situación. La experiencia de nosotros: apuntes para una microfísica del pensar, en
www.estudiolwz.com.ar 2003.
162
Trascender, ir más allá de lo posible y de la responsabilidad ética indi-
vidual en la construcción de la paz, para reconocerse como sujetos en
relación, siendo siempre co-responsable.
57
BADA, J. Una ética mundial para la paz en Seminario de Investigación para la paz: La Paz es una
cultura. Centro Pignatelli - Gobierno de Aragón. Barcelona, España. 2001.
58
Ibídem. Pág. 398
163
IV. En la búsqueda de otras dinámicas
culturales: Apuestas del PPP en
Colombia, Plan Bienal 2007- 200859
59
Los elementos que a continuación se presentan han sido construidos por el equipo del PPP y
se encuentran en el documento ¨Plan del Programa por la Paz 2007-2008, Versión de marzo
8 de 2006¨.
60
www.saliendodelcallejon.pnud.org.co
61
www.cinep.org.co
164
desde cuatro dimensiones, que aunque se sabe no son las únicas, si las considera indispensables para
hacer de la paz parte de la cultura en Colombia.
Es fundamental la manera como el sujeto se concibe dentro de una sociedad, es decir, como cada quien
asume ser parte de un colectivo proponiendo y construyendo desde allí unas determinadas relaciones,
formas para resolver los conflictos o para el ejercicio de la democracia, entre muchas otras cuestiones.
Es así como se hace necesaria una visión integral de la persona que incluya las maneras como se ve y
relaciona consigo misma, la vivencia que pueda tener de su espiritualidad, las maneras como construye
vínculos con las personas cercanas que hacen parte de su comunidad hasta la manera como actúa en los
espacios colectivos y que implican el ejercicio de una ciudadanía.
- Identificarse como sujetos en transformación, con una historia que es posible resignificar a través del
autoconocimiento y crecimiento interior.
- Reconocerse como un ser llamado a la vida, al amor y a la común-unión con los/as otros/as, es decir,
seres trascendentes (que hacen parte de una totalidad mayor).
165
- Asumir la vida como valor sagrado para rechazar la guerra y cual-
quier tipo de violencia como medio para solucionar conflictos.
- Reconocer el conflicto como elemento dinamizador de las relaciones
humanas, para asumirlo y tramitarlo de manera noviolenta.
- Comprender y resignificar la noción de bien común dentro de su en-
torno social, a partir de la cual se construyen proyectos colectivos.
- Asumirse como ciudadano/a activo/a y responsable dentro de su grupo
social, lo cual implica ejercer sus derechos y deberes y por tanto ayu-
dar a construir, con su participación, una democracia real.
- Reconocer las condiciones de inequidad e injusticia social del país
como una de las principales causas del conflicto armado y aportar en
la construcción de alternativas para el desarrollo sostenible.
166
Esta dimensión tiene los siguientes elementos fundamentales:
1) Sujetos con creencias, valores, necesidades, etc., que de acuerdo a
la información que reciben y a la manera como la entienden, actúan y
responden.
2) Procesos de mediación, a través de los cuales se da sentido y signi-
ficado a la realidad donde se interviene.
3) A partir de estos elementos las personas construyen un modelo de
representación del mundo, que llamamos representaciones sociales desde
las cuales las personas inciden en el desarrollo de la vida colectiva.
167
la realidad y el acontecer nacional.
- Información (datos, testimonios) que los sensibilizan sobre la situa-
ción de violencia e injusticia que vive el país, sus costos y los dispone a
apoyar la búsqueda de la paz por medios noviolentos.
Reconciliación
168
Para el desarrollo de esta dimensión se deben tener en cuenta:
63
Teniendo en cuenta el actual proceso negociación con las AUC, se considera que no todos los
desmovilizados son excombatientes ya que continúan vinculados a este accionar ilegal.
169
Para lo anterior es necesario desarrollar: organización, estrategias, formas de planeación
y proyección.
- Una reflexión profunda sobre el papel de la re- 2) Fortalecimiento de la relación entre organi-
conciliación desde una espiritualidad, para la cons- zaciones y comunidades a través de la creación o
tr ucción de una paz sostenible. Esta debe pertenencia a redes.
traducirse en herramientas que se incorporen 3) Fortalecimiento de su capacidad de incidencia
en el quehacer cotidiano de las organizaciones y en las dinámicas políticas regionales y nacionales.
colectivos que desarrollan procesos sociales en
esta perspectiva. El desarrollo de esta dimensión deberá permitir:
- Metodologías educativas y comunicativas que
dinamizan los procesos de fortalecimiento espi- - Unas organizaciones sociales capacitadas y for-
ritual, atención psicosocial y reconstrucción del talecidas internamente, que participan en los pro-
tejido social. cesos de paz y desarrollo locales y regionales.
- Estrategias de acompañamiento para el forta- - Mayor capacidad de concertación entre las or-
lecimiento organizativo y la movilización social. ganizaciones para incidir en la negociación políti-
ca del conflicto armado y la construcción de la
Par ticipación Pública paz desde el cambio en las estructuras sociales
y políticas que favorezca la justicia social.
Fortalecimiento de la sociedad civil mediante pro- - Desarrollar estrategias de reconocimiento y apren-
cesos de participación ciudadana y organización social dizaje de diferentes experiencias organizativas.
surgidos en contextos locales, regionales y nacionales - El fortalecimiento de la capacidad de las orga-
en los que se desarrollan mecanismos y estrategias de nizaciones sociales para incidir en la vida pública
acción que aportan a la construcción de la paz y a la de sus contextos locales y regionales.
negociación del conflicto armado como política pública
fundamental para la vida del país. Para ello es necesario desarrollar:
Para ello es necesario abordar tres componen- - Metodologías educativas y comunicativas para
tes o niveles: el fortalecimiento organizacional.
- Una propuesta de formación política para la par-
1) Fortalecimiento interno de las organizaciones ticipación pública en la construcción de la paz.
a partir de la formación para la participación po- - Aprendizajes a par tir de la sistematización
lítica y de la afirmación de una conciencia colec- de experiencias en el ámbito de la organiza-
tiva que les ayude a consolidar sus objetivos, su ción social.
170
- Espacios de diálogo y encuentro entre las organizaciones que aportan a
la construcción de la paz.
- Estrategias para la creación y el for talecimiento de redes y
movilizaciones de paz.
171
Dicha perspectiva se vincula profundamente a cada una de las di-
mensiones:
172
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Para ampliar el tema en torno a la construcción de la paz desde la organización social en Colombia,
recomendamos el texto ¨Apoyo a iniciativas ciudadanas para la paz¨ elaborado por Fernando Sarmiento
Santander del Cinep por encargo del Programa Participación Ciudadana para la Paz - Pacipaz de la GTZ
(Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit), donde también se encuentra un índice con 115
materiales para la paz.
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